Directora, Concepcion Gimeno De Flaquer
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
EL DIRECTORA, CONCEPCION GIMENO DE FLAQUER PRECIO DE SUSCRICTON Afta VIII. TOMO. XIV. NUM. 15. CONDICIONES DE LA SUSCRICTON El Albuui <lc la Mujer se publica todos los domingos, resultando 4 En México.............................................. $ 3 OO trimestre adelantado. MÍXIOO, ABRIL 13 DE 1820, veces cinco números mensuales, dándose además como suplemento á los sut- En los Estados.......................................................... 4 30 critores, con cada número, En las Repúblicas del Sur y Centro América.. 9 OO semestre adelantado. í « periódica mercantil y de noticias. En Europa los agentes fijarán los precios. niREcetox r idbiiistbaciox. La suscricion es por trimestre ó semestre. Números ntraaadaa, 50 centavos. CALLE AMOR DE DIOS NUMERO 7 Apartado en el Correo núm. 604. EXMO. SR. D. JOSÉ CHINCHILLA, NUEVO CAPITAN GENERAL DE LA ISLA DE CUBA. 114 EL ALBUM DE LA MUJER. sión de haberse trasladado á Granada; ocupó luego elevados cargos en su Orden, sin que produjesen en su ánimo más efecto que el de po ner á prueba su virtud; fué castísimo, extremado en las penitencias y mortificaciones y muy sujeto á éxtasis. Perseguido de nuevo y re levado del cargo que ejercía en su Orden, retiróse al desierto de laPe- ñuela (Sierra Morena), hasta que por último, vióse obligado á bajar I apartamos nuestra atención de la actual rufianería literaria, á Ubeda. más agobiado por la miseria de la casa en que vivía, que como gráficamente calificó un ilustre orador en el Congreso abatido por el dolor de sus terribles sufrimientos. Católico los extravíos de la moderna literatura, y nos dedica Tal fué aquel sublime varón. Con él alcanzó su más alto rango la mos al examen del espíritu que inspiró á los grandes maestros mística española; fué santo y á la vez lumbrera de las letras patrias, de nuestro siglo de oro, se echará de ver que la musa españo sin ánimo para ello, sin pensarlo ni quererlo, pero así fué. Muchos, la, con preferencia á otros géneros, se aviene peregrinamente al sagra innumerabies son nuestros místicos; todos tienen, ó por mejor decir, do, y sobre todo, se adivinará que el amorá Dios, la esperanza en otra todos dejan columbrar algo de humano, sólo el santo carmelitano de vida y el esplritualismo más puro, son las palancas que más conmue Yepes no deja trasparentar en sus escritos su condición terrena, ane ven las fibras de nuestros poetas. Nunca escriben tan arrobadoramen gado en la unión con el Ser Divino y en la perfección mística, á ma te como cuando se sienten poseídos del espíritu sagrado, y así lo com nera de un budhista confundido en la profundidad de la nirvana. prueban las admirables obras de Herrera, Santa Teresa de Jesús, Confesamos ingenuamente que al leer los escritos del piadoso car ambos Luises, y las del divino carmelita San Juan do la Cruz. melita, llegamos á veces á figurarnos que las letras no tocan en el li Ocupa este último, preferente lugar al lado de ,1a seráfica doctora bro, sino que cual preciosos diamantes, están montadas en el aire; avilesa, ornamento el más preciado de la Iglesia y honor del pueblo tanta es la diafanidad de su estilo, su elocuencia y la alteza de sus español. Si un alma desligada de las ataduras terrestres puede estam conceptos, de tal manera queá no estar inspirados por el divino amor, par ó no gráficamente sus conceptos; si es ó no posible dar forma á se juzgarían como expresión de un alma abrasada en pasión ardiente. los sublimes pensamientos que se enseñorean de la mente en los mo Cuarenta mil cuarenta y cuatro escritores místicos cita el Catálo mentos de éxtasis; si es factible que los más espirituales anhelos y las go de D. Nicolás Antonio, por lo cual bien se deja comprender que más extranaturales meditaciones puedan cristalizarse en el lenguaje es imposible hablar de todos, ni aun de aquellos cuyo nombre goza de humano, las obras de San Juan de la Cruz pueden demostrarlo. Harto fama universal, como Salmerón, Guevara, Astudillo, Avila, Estella, bien se ve que el que escribe, es un ser depojado de toda mancilla que Nieremberg, Mariana, Fr. Diego de Yepes, Arias Montano, Palafox, empañe el destello que Dios imprimió en su alma: bien se advierte La Cerda, Domingo de Soto, Granada, León, Rivadeneyra, Malón de que el hombre, ó mejor dicho la inteligencia, que nos ha dejado La Chaide, etc., etc. Diremos, con todo, algo de los más conocidos. Subida al monte Carmelo, La Llama de amor viva, La Noche oscura del Descuella en primer lugar el V. P. M. Fr. Luis de Granada. Hijo alma, El Cántico espiritual, Las Cartas y Los Avisos y sentencias espi- de una infeliz lavandera de los dominicos de aquella ciudad y de un rituales, poseía la candidez primitiva de los seres creados por Dios, co jornalero gallego llamado Sarria, que murió siendo todavía muy ni mo si se identificara con el manantial inagotable de su espiritualidad. ño Luis, pasó sus primeros años acosado por todo linaje de privacio Los conceptos de San Juan de la Cruz son tan elevados, á pesar nes; llegado á la edad conveniente entró de novicio en el Colegio Do de estar expuestos en lenguaje humilde, que parece rozar apenas con el minicano y profesó en tiempo oportuno, lo cual le sirvió para poder medio material con que se leen. Maravillémonos los que tenemos la ayudar algo al mantenimiento de su madre, pues partía con ella la desgracia de agitarnos en esta revuelta sociedad de nuestros días; mas ración conventual. Su gran talento, sus admirables cualidades orato ninguna duda cabe de que el gran místico de quien hablamos pudo rias, su saber, su bello carácter y cuantas circunstancias pueden ador alcanzar la perfección, esto es, realizar la unión del alma con Dios. nar á un religioso, hicieron que la Orden de Santo Domingo le repu Su personalidad desaparece por completo; no se ve ni se percibe más tase como uno de sus hijos más insignes, colmándole de toda suerte que un alma abstracta, sin otros lazos con la tierra que un lenguaje de favores y distinciones. humano, tocado apenas del sello de su nación y de su siglo. Puede considerarse á Granada como el fundador de la culta y li Mezquino sería el papel de la crítica si fuera á señalar las belle mada prosa castellana; él fué en efecto, quien fijó los períodos, deter zas y los defectos retóricos de los escritos del admirable carmelitano. minando sus dimensiones,, proporcionando simétricamente sus miem Su poesía no tiene abolengo; como dice un ilustre autor que tuvo á bros, y prestando fluidez, tersura y elegancia al idioma, al que purificó bien ocultarse humildemente bajo el velo del anónimo, no necesitó el también de muchas voces impropias y anticuadas, cuyo uso perjudi dulcísimo amigo de Santa Teresa recurrir más que á sí mismo. “Sin caba grandemente nuestra habla. Publicó el ilustre dominico muchas tió, pensó, escribió lo que sintió y pensó, y produjo sin más, sus ricas, obras en latín y no pocas en castellano, siendo las más notables la sus inspiradas, sus místicas canciones. Léanlas—sigue diciendo el Guía de Pecadores, el Libro de la oración y la meditación, el Memorial elocuente anónimo—los que temen que esa poesía, por decirlo así, con de la vida cristiana, el Símbolo de la fe, cartas, catecismos, etc., etc. creta, no ha de producir una sensación general en los hombres de to Sigue á Granada, en orden de mérito como prosista, el dulcísimo dos los siglos y naciones: léanlas y digan con la mano en el corazón, Fr. Luis de León, uno de los más altos representantes de la edad de si no se sienten conmovidos á pesar de su incredulidad ó de su ateís oro de nuestra literatura, y el primero de nuestros líricos para muchos mo. Se espiritualiza uno á cada verso que recita, á cada estrofa que notables críticos, sin exceptuar á Garcilaso. No pensaban así, empero concluye. ¡Qué belleza, qué suavidad, qué grato perfume el de todas sus contemporáneos, que no lo conceptuaron jamás en lo que en rigor esas poesías!” valía. ¿Qué importa que sea incorrecto á veces el lenguaje, vulgar en Gloria fué del insigne D. Francisco de Quevedo sacar las obras de ocasiones la elocuencia, oscuro más de un pasaje, débiles muchos ver León de la oscuridad en que yacían. Nada dijo sin embargo, respec sos y hasta faltos de expresión? Todo desaparece ante el espíritu de to á la vida del eminente agustino, y así, tanto por el olvido de los la composición; más aún, escritos de otra manera perderían el encan contemporáneos, como por el silencio de los siguientes escritores, se to incomparable que á todos reviste, su dulcísima esencia, su trans sabía poco acercado nuestro sublime teólogo, hasta que el Sr. Mayans parente diafanidad. y Ciscar publicó del mismo, una magistral biografía, conservándose Respecto á su vida, diremos que nació en humilde cuna; se crió también el largo proceso que se le formó por haber producido El Can en medio de la miseria; entró joven en el convento; fué lumbrera de tar de los cantares. la teología; unióle común afecto y propósito con Santa Teresa de Je Fué Fr. Luis de León, natural de Balmonte (Cuenca), donde na sús; trabajó para la reforma de su Orden; fué cruelmente encarcela ció en el año 1527. Crióse en Madrid, estudió en Salamanca, y allí do por los frailes de Toledo en un horrible in pace; huyó de allí, re tomó el hábito, llegando en breve á catedrático de aquella ilustre Uni fugiándose en un convento de monjas y luego en el de los descalzos versidad.