Fakees Mentira INSTITUT VALENCIÀ D’ART MODERN 20 OCTUBRE 2016 - 29 ENERO 2017 No Es No
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
no es no verdad FAKEes mentira INSTITUT VALENCIÀ D’ART MODERN 20 OCTUBRE 2016 - 29 ENERO 2017 no es no verdad FAKEes mentira INSTITUT VALENCIÀ D’ART MODERN 20 OCTUBRE 2016 - 29 ENERO 2017 7 Prólogo José Miguel G. Cortés Director del IVAM La verdad funcional: 9 una nueva cultura de la imagen Solace Messup Directora de Clarifying The Truth Foundation 11 Exhumar la verdad y dejar que huela Jorge Luis Marzo Somos ovejas disfrazadas de lobos Reflexiones sobre el origen del fake 61 y su evolución en la época de las redes Bani Brusadin 88 Desfosilizar la verdad Joan Fontcuberta 105 Casos de estudio 257 Índice de obras 7 Prólogo José Miguel G. Cortés Director del IVAM La verdad funcional: 9 una nueva cultura de la imagen Solace Messup Directora de Clarifying The Truth Foundation 11 Exhumar la verdad y dejar que huela Jorge Luis Marzo Somos ovejas disfrazadas de lobos Reflexiones sobre el origen del fake 61 y su evolución en la época de las redes Bani Brusadin 88 Desfosilizar la verdad Joan Fontcuberta 105 Casos de estudio 257 Índice de obras Prólogo José Miguel G. Cortés Director del IVAM Vivimos dominados y atrapados por la ficción, o lo que es lo mismo, vi- gilados y controlados por mecanismos visuales debidamente empaque- tados por la industria del entretenimiento. La sociedad del espectáculo ha acabado colonizando cada parcela de nuestras vidas, inoculando el virus del artificio incluso en territorios antaño supuestamente inmacu- lados como el mundo de la ciencia y de la tecnología. Al descrédito de la política y a su propulsión a la exhibición tramposa y “espectacular” en televisión, se une el malestar general ante la metástasis generalizada de la impostura. Ya nadie se considera a salvo ante el mal de la engañifa, de manera que la tarea de discernir la verdad entre el bosque de timadores y falsificadores se nos antoja un objetivo inútil, ni siquiera armándose uno con la saludable duda kantiana. Algunas de las más antiguas y prestigiosas instituciones encargadas de impulsar la construcción de verdad, como las universidades o, sin ir no es verdad, no es mentira más lejos, los museos, tampoco se encuentran a salvo de los embistes 7 de lo falsario. Como instrumentos tradicionales del poder, en no pocas ocasiones han sido cómplices de las diversas conspiraciones para ocul- tar o disfrazar lo veraz bajo la autoridad del canon institucional. En el ámbito de la creación artística uno de los fenómenos más genui- nos que han acompañado el desarrollo de la modernidad ha sido la capaci- dad del arte de reinventarse como realidad, de dinamitar las certezas y de desvelar los mecanismos ocultos que generan la construcción de la verdad canónica a lo largo del tiempo. Gracias a este subversivo y desmitificador activismo, el arte ha expandido sus límites hasta espacios insólitos de re- formulación de su propia naturaleza como manifestación cultural. En este contexto, la irrupción del fake como subgénero artístico (que es el objeto de esta exposición única en nuestro país) ha sido conse- cuencia –y consecuente– con el devenir disruptivo del arte moderno y contemporáneo. Los activistas del fake, con su estrategia de difundir masivamente lo falso con apariencia de autenticidad, vienen asaltando y dinamitando conceptualmente con sus obras las estructuras de poder y los canales de distribución por donde transita la fabricación de ver- dad. En esta especie de guerra de guerrillas es imposible que no salga también afectado el ciudadano de a pie, a quien el fake le confronta con el espejo de su crédula y confortable docilidad. Prólogo José Miguel G. Cortés Director del IVAM Vivimos dominados y atrapados por la ficción, o lo que es lo mismo, vi- gilados y controlados por mecanismos visuales debidamente empaque- tados por la industria del entretenimiento. La sociedad del espectáculo ha acabado colonizando cada parcela de nuestras vidas, inoculando el virus del artificio incluso en territorios antaño supuestamente inmacu- lados como el mundo de la ciencia y de la tecnología. Al descrédito de la política y a su propulsión a la exhibición tramposa y “espectacular” en televisión, se une el malestar general ante la metástasis generalizada de la impostura. Ya nadie se considera a salvo ante el mal de la engañifa, de manera que la tarea de discernir la verdad entre el bosque de timadores y falsificadores se nos antoja un objetivo inútil, ni siquiera armándose uno con la saludable duda kantiana. Algunas de las más antiguas y prestigiosas instituciones encargadas de impulsar la construcción de verdad, como las universidades o, sin ir no es verdad, no es mentira más lejos, los museos, tampoco se encuentran a salvo de los embistes 7 de lo falsario. Como instrumentos tradicionales del poder, en no pocas ocasiones han sido cómplices de las diversas conspiraciones para ocul- tar o disfrazar lo veraz bajo la autoridad del canon institucional. En el ámbito de la creación artística uno de los fenómenos más genui- nos que han acompañado el desarrollo de la modernidad ha sido la capaci- dad del arte de reinventarse como realidad, de dinamitar las certezas y de desvelar los mecanismos ocultos que generan la construcción de la verdad canónica a lo largo del tiempo. Gracias a este subversivo y desmitificador activismo, el arte ha expandido sus límites hasta espacios insólitos de re- formulación de su propia naturaleza como manifestación cultural. En este contexto, la irrupción del fake como subgénero artístico (que es el objeto de esta exposición única en nuestro país) ha sido conse- cuencia –y consecuente– con el devenir disruptivo del arte moderno y contemporáneo. Los activistas del fake, con su estrategia de difundir masivamente lo falso con apariencia de autenticidad, vienen asaltando y dinamitando conceptualmente con sus obras las estructuras de poder y los canales de distribución por donde transita la fabricación de ver- dad. En esta especie de guerra de guerrillas es imposible que no salga también afectado el ciudadano de a pie, a quien el fake le confronta con el espejo de su crédula y confortable docilidad. La verdad funcional: una nueva cultura de la imagen Solace Messup Directora de Clarifying The Truth Foundation no es verdad, no es mentira 9 Quiero agradecer a los artistas y organizadores de esta exposición su voluntad por promover el arte como medio para conseguir una sociedad más veraz. Y es que el arte tiene mucha fuerza para generar un cambio en la sociedad actual, ya que motiva actitudes más justas y humanas. Los museos, como nuestra Fundación, tienen en su seno la voluntad de conseguir una ciudadanía más participativa, más solidaria con los colectivos con discapacidades para discernir con propiedad lo que es verdad y lo que no. Estos grupos sociales tienen todo el derecho a participar de la experiencia artística, ya que la emotividad, presente en todo ser humano, es la base para crear y sentir cualquier obra de arte y por lo tanto para acercarse a la verdad. Por esta razón, es un deber para nosotros promover el acceso de todos a la creación artística. El arte representa la realidad histórica de donde surge, pero, al mismo tiempo, va más allá, pues elabora discursos que buscan mejorar la misma realidad. Esta exposición quiere demostrar que la cultura es activa y que tiene poder para cambiar la situación de discriminación social que sufren ciertos colectivos frente a la veracidad. Mis más sinceras felicitaciones. La verdad funcional: una nueva cultura de la imagen Solace Messup Directora de Clarifying The Truth Foundation no es verdad, no es mentira 9 Quiero agradecer a los artistas y organizadores de esta exposición su voluntad por promover el arte como medio para conseguir una sociedad más veraz. Y es que el arte tiene mucha fuerza para generar un cambio en la sociedad actual, ya que motiva actitudes más justas y humanas. Los museos, como nuestra Fundación, tienen en su seno la voluntad de conseguir una ciudadanía más participativa, más solidaria con los colectivos con discapacidades para discernir con propiedad lo que es verdad y lo que no. Estos grupos sociales tienen todo el derecho a participar de la experiencia artística, ya que la emotividad, presente en todo ser humano, es la base para crear y sentir cualquier obra de arte y por lo tanto para acercarse a la verdad. Por esta razón, es un deber para nosotros promover el acceso de todos a la creación artística. El arte representa la realidad histórica de donde surge, pero, al mismo tiempo, va más allá, pues elabora discursos que buscan mejorar la misma realidad. Esta exposición quiere demostrar que la cultura es activa y que tiene poder para cambiar la situación de discriminación social que sufren ciertos colectivos frente a la veracidad. Mis más sinceras felicitaciones. Exhumar la verdad y dejar que huela Jorge Luis Marzo1 Proposición de acuerdo Vamos a hablar de mentiras. Pero, al menos, este enunciado es cierto. Me debería usted creer porque no es ninguna mentira. ¿Lo digo de verdad? ¿Lo puedo decir de veras? Fernando Arra- bal se preguntó una vez si se podría contar la crónica de la mentira y proponerla como una historia verdadera: ¿Cómo contarla sin mentir?, concluyó2. En fin, otra cosa es que no le importe a usted, que no sepa establecer de aquí en adelante si es verdad que hablamos de mentiras, que después de un buen rato leyendo este libro, ya metido en las dife- rentes historias que se cuentan, tan verosímiles en el hilo que traman las unas con las otras, se olvide de esta primera declaración de inten- no es verdad, no es mentira 11 ciones. Sin embargo, ¿qué ocurriría si el enunciado inicial dijera por el contrario “no vamos a contar mentiras”? ¿No abriríamos las puertas a una larga sospecha? Muy probablemente usted tendería a la suspicacia al leer cada relato, cada autor, cada punto de vista.