Historia De La Revolución Mexicana. Periodo 1917-1924. Vol. 8
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HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA sil Efe 1 de h Revolución Mexicana 1917-1924 »••••»»»»»•1»»+' 8 La carrera del caudillo Alvaro Matute EX COLEGIO DE MEXICO Coordinador tie la ohm: Luis González Coordinadoreditorial'¡Juan Reixa Selección y compilación iconográfica: Aurelio de los Reyes Diagramaaónydiseño: María Shelley Las i lust raciones se reproducen de publicacionesde la época facilitadas por la Biblioteca Daniel Cosío Villegas Brenner, Añila. The Wml that Suffit México, Austin, L'niversity of Texas, 1971. Gasasola. Gustavo. Historia Crâfirailela Revolución Mexicana, Mexico. Trillas, 19o2, 5 vols. Crimen Uu\>raila tie ¡a Hi rotación Mexicana, México, Publex, I %8. 0 vols. Dulles. John VV.. }'eUerda\ in Mexico, Austin, University ofTexas, 1961. Kaulkner. Harold {.'.. American hJitical ami .Social History, New York. Appleton-Ceniury Crofts. Inc.. 1%5. 7 Huena, Adolfo de la, Memorias tit don Adolfo de la Huerta, Mexico, Ediciones Guzman. 195 ; Micks. John I). et al., .1 Short History of American Democracy. Boslon. Mass., Houghton M>'' flinCo.. IW. Tannenbaum. Frank, 1'eateh Rertitutian, New York Columbia University, 1966. Yaladés.JoséC l.a Renducnm Mexicana. México. ManuelQuezada Brandi. 196V. Valenzuela, t .lodovco ct al.. Sonora i Carranza, México, Ediciones Renacimiento 1921. Varios autores, The \atianal Experience. New York, Harcourt Brace, 1973. Primera edición. 1980 ., Derechos, reservados conforme a la lev & 198(1. El.COI.EGIODEMEXICO Camino al Ajusto2)1. México20, D. K. Impreso y hecho en México Printedm Mixte» ISBN 968-12-0025-0 OBRA COMPLETA ISBN 968-12-0054-3 TOMO 8 INDICE Introducción 9 '• Las expectativas 13 1. La impaciencia electoral 17 2. La obsesión del civilismo 20 3. Los presidenciables 25 a) AlvaroObregón 27 b) Pablo González 29 II. Los candidatos se destapan 33 1. Obregón despliega sus baterías 33 2. Las reacciones desencadenadas 42 a) Martin Luis Guzmán 42 b) Palavicini y compañía 43 c) Luis Cabrera desempolva al Lie. Blas Urrea 44 3. El general González rompe el silencio 49 a) El contramanifiesto gonzalino 49 b) Obregonistascontra gonzalistas 52 4. Había un embajador en Washington 56 III. La campaña electoral 63 1. Obregón recorre el país 63 2. La formalidad del general González ~g 3. La candidatura oficial Hl VII INDICE a) Indecisiones iniciales 81 b) La junta de gobernadores 84 IV. La rebelión de Agua Prieta 91 1. Sonora y Carranza 91 2. La fuga de Obregón 103 3. De Agua Prieta a Tlaxcalantongo \(fl a) Las defecciones y las alianzas 10" b) Carranza organiza su defensa H" c) México-Tlaxcalantongo 12* d) El artífice 130 V. Los vencedores 135 1. Augurios de conciliación ' 3-> 2. Tres figuras fundamentales 1^0 a) PahloGonzález , 14° b) El general Francisco Villa l^-» c) Félix Díaz 146 3. Un cacique y dos rebeldes 130 a) El coronel Esteban Cantú 130 b) Dos rebeldes menores 1 ->4 4. Conflictos estatales 1" 5. Obreros y campesinos 16* 6. El privilegio norteamericano 173 7. El caudillo llega a la meta 1 " Conclusiones 189 Bibliografía 193 SIGLAS AAA Archivo del içeneral Amado Aguirre, México, 1 ) F. AH !J\ Archivo Histórico de la .Secretaria de la Defensa Nacional, México. O.K. AJH Archivo del licneral.Juan Barracan, UNAM. M EX Conductores Mexicanos,-S.A. Centro de Estudios de I listoria de México. NAW National Archives, VVashinçlon. LA CARRERA DEL CAUDILLO Para Irma, mi esposa A diferencia de lo que ocurre en otras parles, his campa ñas electorales mexicanas no equivalen a la lucha entre dos o más formas de entender el bien colectivo —la mera administración de los asuntos de la república—; se redu cen a la lucha entre el interés de dos o más personas, o dos o más «ropos de personas, consideradas en si mismas y como tales. En los países dolados de verdaderos partidos políticos, la ricura del hombre destinado a encarnar el programa partidista no supone más que un problema in cidental de última hora. En México, privado de agrupa ciones políticas verdaderas, y, lo que es aún más grave, de ideas políticas nacionales y locales susceptibles de una cla sificación útil para la vida, toda disyuntiva electoral es un programa de personalismo mesiánico. Los partidos políticos que realmente han existido en México, a des pecho de nombres impersonales —exceptuada la ¿poca de la Reforma y de los constituyentes—, fueron siempre per sonalistas, o en eso desembocaron cuando tuvieron origen en una revolución. En lo que va de esta centuria nuestros partidos políticos verdaderos han sido —hablando tan sólo de las elecciones presidenciales— el porfirista, el reyista, el maderista, el huertista, el carrancista, el gonza- lista, el obregonista, etc. Martín Luis Guzmán, Perstmalism» tterloral, 1919. ÏNTRODUCCION Ve 'os animales políticos que ha producido la historia mexicana, Venus- lano Carranza y Alvaro Obregón resultan ser dos de los más significati- °s- Compartieron el hecho de ser los dos caudillos vencedores y sobrevi stes a la etapa armada de la Revolución Mexicana, por lo cual, en un amento dado, habrían de enfrentarse por algo que no se comparte: el Poder. Este libro trata del ocaso del "rey viejo" frente al orto del "manco de V*'aya" Forma parte de una trilogía que se ocupa de lo que sucedió en -¿Çxico entre 1917 y 1924, pero quiere ser autónomo y lograr que el lec- 0r lo tome sin antes haber leído el precedente y aspira a provocar el in- Crés por el que sigue, aunque pretende llegar a conclusiones que no re aten ancilares con respecto a El caudillo en el poder. "or ser de historia política, este libro carece de muchos marcos que sí e encuentran en los otros dos: el de antecedentes históricos, el eco- °niico y el social. Por referirse a un aspecto coyuntural se prescindió de °s asuntos estructurales. Si el lector requiere de estos últimos, entonces cndrá que remitirse a IMS dificultades del nuevo Estado. Esto no es una "in- °ngruencia de parcelar la historia", simplemente piénsese en un libro "s grande del cual las páginas que siguen son las de enmedio. '-na preocupación fundamental, desatada sobre todo a raíz de la itrevista entre Porfirio Díaz y James Creclman, fue la aptitud o inepti- f* del pueblo mexicano para la democracia. Muchos autores de libros ' 'olletos negaron la posibilidad de que los mexicanos fuesen capaces de 5°oernarse bajo los patrones de la democracia representativa. Es obvio >Ue las disparidades sociales existentes colocaban en un extremo a una 'noria ilustrada y en el otro a una masa preocupada de su subsistencia " no de las formalidades de un sistema republicano. Concluida la fase rniada de la Revolución, fortalecida constitucionalmente la figura pre- 1 ?!lcial. supuestamente se iniciaría un cratos emanado del demos que chó durante siete años. La realidad fue muy distinta, precisamente s°s siete años de lucha permitieron que surgiera o, mejor, resurgiera el 9 "Dr Ins animales políticos qut ha pruduridu la historia mexicana, VenusUana Carranzay Alvaro Obf gñn resultan strilos 'le los nuis stgnificaliros. " caudillismo, expresión política que se desarrolló ampliamente en e\ México del siglo XIX. Hubo en México plétora de caudillos y caciques, en el exacto significado weberiano de los términos, sólo que unos gana ron y otros perdieron, como sucede siempre en la historia. Y como suele suceder también la lucha entre los vencedores se hizo inminente. En las páginas que siguen se presenta cómo sucedió el enfrentamiento entre los dos últimos caudillos de la Revolución Mexicana y se describe un panorama de lo que fue el gobierno provisional de Adolfo de la Huerta, fundamental para que la carrera del caudillo vencedor, Obre- gón, llegara sin contratiempos a su meta. Deseo hacer constar aquí muchos agradecimientos. En primer lugar al equipo de alumnos-ayudantes-amigos que me acompañaron en la re colección y ordenamiento de los materiales: Leticia Barragán de Man zano, Rubén Maldonado Mares, Angeles Ramos de Gómez Robledo, Amanda Rosales Bada. Ricardo Sánchez Flores y Evelia Trejo de Kent- junto con ellos, imposible omitir a Luis F. Muro Arias, coordinador ad ministrativo del Programa de Historia de la Revolución Mexicana de El Colegio de México. Su ayuda fue siempre valiosa y oportuna. Asimismo, quiero expresar mi gratitud por la manera como ejercieron el don de la INTRODUCCIÓN 11 Paciencia, a don Víctor L. Urquidi y a don Luis González. Por otra Parte, mi agradecimiento universitario incluye a los sucesivos directores del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, al cual perte nezco, Miguel León-Portilla, el finado Jorge Gurría Lacroix y Roberto Moreno, por permitirme haber utilizado parte de mi tiempo en la inves- "gación y redacción de esta obra. Finalmente, a Eduardo Bianquel, por su confianza y consejo. A muchos amigos que no puedo consignar aquí, por su interés constante; a Irma, mi esposa, que siempre batalló por que esto llegara al fin y sin cuyo estímulo ello hubiera sido difícil. Final mente quiero lamentar que don Daniel Cosío Villegas, inspirador de todo esto, no haya podido leer este libro. A.M. Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM. "Entre los primrros, el prestigio se fincaba en ser (wiles, en no haber empuñado más armas que las ideat' las letras..." I- LAS EXPECTATIVAS *" peligro que corre todo movimiento armado en el momento del triunfo *J que llegue a sucumbir a causa de la lucha por el poder desatada entre *°s ganadores. Esta situación pudo haberse dado en 1917 cuando don jenustiano Carranza asumió la presidencia constitucional, después de laber ejercido la primera jefatura del Ejército Constitucionalista. Acaso *• constantes guerras —producto de divisiones surgidas dentro del ^smo campo revolucionario— ya habían servido de lección, como para 9ue las diferencias volvieran a ventilarse por las armas. La escisión ya existía, aunque no era muy grande. Se dejó ver desde di- £jernbre de 1916 cuando se dividió el grupo triunfador en el seno del 7°ngreso Constituyente, quedando establecidas las diferencias entre T*8 grupos: el de los liberales, más hechos conforme a la tradición jua- l~tai y el de los radicales, producidos de manera más directa por el mo hiento armado.