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412 MEDICINA - VolumenISSN 67 - Nº0025-7680 4, 2007

MEDICINA () 2007; 67: 412-413

COMENTARIOS BIBLIOGRAFICOS

Forma y función de un sujeto moderno. Bernardo Houssay y la fisiología (1900-1943). Alfonso Buch. Bernal: Editorial Universidad Nacional de Quilmes, 2006, 496 pp (Colección Ciencia, tecnología y sociedad dirigida por Pablo Kreimer).

Esta tesis doctoral de un sociólogo argentino dirigida La construcción de esta imagen de Soler, el “archiene- por el coordinador del Doctorado Ciencia y Cultura y de- migo” (p 297), descubre a otro auténtico sujeto del cual fendida en la Universidad Complutense de Madrid, cul- Houssay sería el reverso de quien, con renuencia, Buch mina su aproximación al “más relevante de los científi- reconoce mérito cuando experimentalmente “había pre- cos argentinos del siglo XX” (Exactamente, 2000; Año 7, tendido llegar bastante más allá” (p 133) o conformando N° 19: 20-21) donde consideró que “el conservadurismo un colegio invisible (p 166) de creciente referencia en el experimental y teórico” de Houssay era explicable para panorama de la fisiología porteña y en el mundo que, ade- “defender una credibilidad internacional”, además de su más, aprendió a explotar (p 167) “en beneficio suyo y de ausencia de vacilaciones “a la hora de desplazar con sus compañeros de ruta, las ambiciones imperiales de los malas armas” a algún fisiólogo irreductible, “avalar algún países septentrionales”. Según Buch, con la publicación robo de expedientes” para que algún discípulo fuese en 1918 (p 180) de La acción fisiológica de los extractos catedrático y “violar algún Decreto-Ley redactado por él hipofisiarios, la indisciplina septentrional reproducida por mismo para permanecer al frente del CONICET”. A dife- Piñero en la Argentina estaba llegando a su fin y comen- rencia de aquella diatriba, invectiva violenta, o quizá zaba una experiencia distinta. Aunque el capítulo que na- parresia, franqueza ofensiva en realidad grata a quien rra el acceso de Houssay a la titularidad de la cátedra de se le dice, carente de documentación, la tesis doctoral Fisiología en 1919 tras la muerte de Piñero (publicado por cita fuentes y bibliografía. Buch en Redes 2 1994: 161-79) encarnaría, culminándola, Buch define al sujeto moderno del título en los cuatro esa experiencia (p 202), Buch silencia el testimonio de capítulos de la primera parte –Difundir, Reproducir, Dife- Rudolf Kraus, “acontecimiento memorable en la evolución renciaciones, Conflictos–, los tres de la segunda –Las de la medicina teórica argentina”, y el de la biografía de subversiones de los sabios, Metáforas de la barbarie, El Herbert MacLean Evans del inicio de “the post-Houssay triunfo de la civilización– y en los elementos para una era”. El capítulo concluye crípticamente (p 215) puntuali- arquitectura simbólica de las conclusiones. zando “la operación de diferenciación disciplinaria de Los cuatro primeros capítulos aluden a la difusión y Houssay” y describiendo la pugna por la afirmación de los reinvención de la fisiología experimental en la Facultad de primeros años del Instituto de Fisiología. Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires re- Los tres capítulos de la segunda parte exponen la clamada por los actores del movimiento estudiantil de 1905- ampliación de los espacios de referencia imaginarios con- 1906, y “la estrategia consciente y explícita” del profesor secuentes a la creación del Instituto de Fisiología. No Horacio Piñero y su asistente Frank L. Soler en la confor- obstante, apunta Buch, la afirmación y el reconocimiento mación de tres etapas vitales en ese proceso social de la científico internacional de Houssay en la década de 1920 ciencia. Para esta afirmación recorta de la tesis de Barrios no sería “una lucha en la fisiología sino por la fisiología” Medina (1993) la percepción de la innovación por Señorans que resultaría en una debilidad constitutiva pues “Las “el iniciador de la fisiología experimental”, la verificación y reglas de la política serían las reglas decisivas que con- repetición por Piñero, y la reinvención supersticiosa de dicionarían todo su desenvolvimiento” (p 297) incluso in- Soler y la científica de Houssay. Silencia, también, al re- terviniendo en la definición de las jerarquías para con- clamo de Houssay por la ciencia, en la revolución estu- vertir al país en una gran potencia científica en la obra diantil de 1905-1906, así como al “estudiante de medicina de la civilización humana, según registra de Houssay. argentino” (p 79) a quien Pedro Arata, decano de la Facul- En el siguiente capítulo “Metáforas de la barbarie”, Buch tad de Agronomía y Veterinaria, llamó a dictar la cátedra expone e interpreta desaprensivamente sus fuentes so- de Fisiología. Soler, a través de quien el “patriciado ar- bre el desarrollo en 1929 y 1930 de la investigación fi- gentino” se expresaba por “cierto igualitarismo no compe- siológica de Houssay, y especula sobre la constelación titivo y en algún sentido generoso” habría rechazado ese endocrina y la barbarie argentina de 1940 cuya hetero- ofrecimiento beneficiando (p 114) a quienes estaban bajo geneidad autodestructiva comenzaba a ser visible. El su responsabilidad, esto es, a Houssay. capítulo final, “El triunfo de la civilización”, recuerda la COMENTARIOS BIBLIOGRAFICOS 413 pugna de los discípulos Hug, Orías y Lewis para pre- ca del Museo Houssay. Bibliografía (p 471-92) sólo li- servar su lugar en las universidades de Santa Fe, Ro- bros y artículos. Algunas de estas fuentes son desvalori- sario y Córdoba y el reconocimiento internacional a zadas por el desaliño de las citas. Houssay y su cesantía universitaria en octubre de 1943. En 1909, un discurso del Ingeniero Otto Krause, de- La diatriba reaparece veladamente cuando Buch seña- cano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Natu- la la maduración de la escuela y el reconocimiento a rales, elevó una plegaria para que Dios diese otro Sar- Houssay (p 397) “abriendo el paso a una nueva dinámi- miento que, con el mismo talento y empuje, combatiese ca donde el director del Instituto se hacía crecientemente el analfabetismo científico y llevase la enseñanza uni- secundario” y que el “sumo fisiólogo” (p 403) amplió el versitaria a la cima del saber humano. Bernardo Houssay, terreno de sus intervenciones normativas estructurando un brillante alumno de la Escuela de Medicina tras gra- su discurso “en torno a la medicina, la ciencia y las uni- duarse en la Escuela de Farmacia, ya era ese “otro Sar- versidades”. Las conclusiones expresan estructuras sim- miento“ que alfabetizaría científicamente a su universi- bólicas generales que excederían las contingencias de dad y a la república. Buch hubiera podido leer y ponde- los eventos históricos donde la fisiología argentina vin- rar esa plegaria en una de las obras que afirma consultó. cula los rasgos de la modernidad en “una extraña volu- Alberto Carlos Taquini, discípulo de Houssay y pri- ta simbólica”. mer Secretario de Ciencia y Técnica, solía definir a los Al modo de un comentario ilustrado, lo que Bunge lla- sociólogos como las personas que para saber qué era ma Novísima Sociología de la Ciencia, los epítetos y ex- un metro hacían una encuesta casa por casa. Esa hu- plicaciones del libro son inteligibles por la asociación a morada nos permitiría comprender por qué de la encuesta hechos sociales o políticos. Fuentes documentales de un sociólogo a la casa de Houssay resultó esta “for- (p 435-69) incluye libros y artículos del archivo y bibliote- ma y función de un sujeto moderno”. ABM

Genes, chicas y laboratorios. Después de la doble hélice. James D. Watson. 1a Edición. Barcelona: Tusquets Editores, 2006, 401 pp

En Cambridge, en 1953, cuando sólo contaba 25 años, mujeres– investigadoras, que ya en esa época habían James (Jim) Watson, junto con su amigo , logrado destacarse y dirigir su propio equipo, como la hizo uno de los descubrimientos decisivos de la historia brillante Rosalin Franklin, lamentablemente muerta a los reciente de la biología: la estructura en doble hélice del 37 años. Los estudios sobre el ARN purificado del virus ácido desoxiribonucleico, o ADN. En 1962, Watson, Crick del mosaico del tabaco, la infecciosidad del ARN viral, el y Wilkins obtuvieron el premio Nobel de Medicina por papel del ARN en la síntesis de las proteinas, el ARN ese descubrimiento. También en 1962, Watson publicó mensajero, y mucho más… Todo deliciosamente combi- “La doble hélice”, un texto clásico donde se relata el céle- nado con fiestas, bromas, amistad, viajes y muchas re- bre descubrimiento. Mucho después, en 2001, apareció uniones científico-sociales. Como trasfondo, los EE.UU. la primera edición en inglés del presente libro, Genes, del macartismo, y cómo hacer para burlarse –a veces– Girls and Gamow, en referencia a George “Geo” Gamow, de sus prohibiciones. También se esboza la guerra fría, físico teórico ruso, emigrado a EE.UU., que tiene un pa- y al fin del libro, los comienzos de la guerra de Vietnam. pel relevante en la historia, como amigo de Watson, como La acción transcurre teniendo a Cambridge (Inglaterra) genio heterodoxo, y como bebedor de whisky… siempre como referencia, aun cuando el autor pasa por La acción del libro transcurre entre 1953 y 1968, diversos centros y lugares: Harvard, el “Caltech”, Cold –vale decir entre la publicación del manuscrito sobre la Spring Harbor, Oak Ridge, Bethesda, Woods Hole, New estructura del ADN en Nature, y el casamiento de Jim–. Hampshire y Cambridge (Mass), Berkeley, y Congresos Desfilan en ese lapso muchos personajes, entre los que en Moscu, Tubinga, Milán, Israel, entre otros. Hay dos se destacan algunos miembros de ilustres familias, los cosas que sobresalen como preocupación (y ocupación) Pauling (Linus, esposa e hijos), los Mitchison, Hugh constante del autor del libro; en primer lugar, la investi- Huxley, Victor Rothschild, algunos futuros Premios Nobel, gación científica que lo llevó desde la ornitología, su es- como , Max Delbruck, , pecialidad original, a la investigación físico-químico- , Wally Gilbert, diversos físicos, quími- genética; y en segundo lugar, cómo lograr una novia es- cos, biólogos, genetistas, investigadores originales, y table. En toda la historia, la defensa de lo científicamen- muchas “chicas”, estudiantes, amigas, confidentes. En te demostrado, el respeto por la dedicación, la inteligen- una prosa fluida, agradable, intimista, se narran las acti- cia, la integridad en la ciencia y en la vida son una cons- vidades, las preocupaciones, y las pasiones de esta gen- tante, sin necesidad de acudir a estrofas moralistas. Vale te, ingleses, norteamericanos, algunos franceses, suizos, la pena leer este libro, que es muy difícil abandonar una italianos y varios europeos del Este. También algunas vez comenzado. INK