NUESTRA MARINA MILITAR (Continuación), Por D
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SUMARIO LA GUERRA Y LA MARINA. CON RUMBO A AMÉRICA. NOTAS DIPLOMÁTICAS, por D. Juan Valera. MARINA MERCANTE.—EL CORSO, por D. José Ricart y Giralt. EL PUNTILLO DE HONOR.—(UN ARTÍCXILO DEL «NEW-YORK DAILY TRIBUNE»). GEOGRAFÍA FÍSICA DEL MAR.—EL GULF-STREAM, por D. José Jenaro Montó. HAMPTON ROAD Y SAN FRANCISCO DE CALIFORNIA.—OLD POINT CONFORT, SAN FRANCISCO. EL DOS DE MAYO SE APROXIMA, por D. Ramón Auñón y Villalón, Capitán de Navio de i.' clase. NUESTRA MARINA MILITAR (continuación), por D. G. Peyra Anglada. • VALIZAMIENTO DE COSTAS, por D. Antonio Pareja Serrada. NOTAS DE LA VILLA Y CORTE, por D. Roqtie F. Yzaguirre. CREO EN DIOS, por D. Julio Meras, Capitán de Navio. TEATROS Y AUTORES, por Marión Lorbac., GENTE CONOCIDA.—NUESTROS ESCULTORES: MARIANO BENLLIÜRE Y GIL, ANICETO MARINAS Y GARCÍA, AGUSTÍN QUEROL, RICARDO BELLVER Y RAMÓN, por Di A. Damñia Jaldero. MISCELÁNEA, por D. José Ricart y Giralt y D. Ernesto Lytl^s. ANÉCDOTAS Y CHISTES HISTÓRICOS, por D. Ramiro Blanco y D. GuiUermo Butrón. COSMOPOLITAS. EXPLICACIÓN DE LOS GRABADOS. Retrato del EXCMO, SR. D. PASCUAL CERVERA Y TOPETE, ex Ministro de Marina y Comandante general de la Escuadra del Atlántico. Retrato del SR. D. ENRIQUE SICLUNA Y FERNÁNDEZ, Coronel de Infantería de Marina. MARINA MERCANTE ESPAÑOLA.—Botadura del vapor Anselma de Lürrinaga, de 6.500 toneladas. FORTIFICACIONES DE LOS ESTADOS UNIDOS: Fuerte Monroe en Hampton Road. Entrada principal del fuerte Monroe. FOSO del fuerte. Fort Point. Entrada del puerto de San Francisco de California. Batería á flor de agua del fuerte Monroe. GLORIAS DE LA MARINA ESPAÑOLA: El combate de Abtao, en 1866. Las fragatas Villa de Madrid y Blanca atacando á las Escuadras chilena y peruana. El combate del Callao. Méndez Núñez cae herido en el puente de la Numancia. El aviso de Escuadra Giralda.-r-'^'xsX.z. de la cubierta. MARINA DE GUERRA ESPAÑOLA.—El aviso de Escuadra Giralda. ^ííüBSíi^os ESCULTORES: '^^^ D. Agustín Querol. > ^^* D. Mariano Benlliure. '^í¿#^" D. Ricardo Bellver. D. Aniceto Marinas. D. JUAN FERNÁNDEZ PINTADO, Teniente de Navio de i.' clase. ^mtrnmvmm'vmmmtmB^ ABB^SaHUUL. A-'l MUJiaSS^^Oii^lf kííSTMfíO. DIRECTOR: D. PEDRO DE NOVO COLSON, Alcalá, 37. ADMINISTRADOR: D. FRANCISCO VÁZQUEZ PÉREZ, Alcalá, 37. AÑO II * MADRID I.° DE MAYO DE 1898. $ NÚM. 2 5 -Yi'- r EXCMO. SR. D. PASCUAL. CERVERA Y TOPETE EX MINISTRO DE MARINA Y COMANDANTE GENERAL DE LA ESCUADRA DEL ATLÁNTICO EL MUNDO NAVAL ILUSTRADO LA GUERRA Y LA MARINA CON RUMBO Á AMÉRICA os Estados Unidos han declarado la guerra á , OMO ven nuestros lectores, no aparece en este número España. En la primera el presupuesto de la Marina la acostumbrada Crónica naval de ¡a quincena. Obe ha sido por espacio de diez años de 30 millo dece esto á que nuestro ilustrado y digno colabora nes de dollars; la segunda durante el mismo dor D. Víctor M. Concas, encargado de escribirla, hállase actual período ha dispuesto, entre ordinario y ex mente mandando el acorazado Infanta María Teresa, que á es traordinario, de un presupuesto de ocho tas horas estará navegando por el Atlántico con rumbo á las cos millones de duros. Con arreglo á los respectivos presupues tas americanas, formando parte de la primera Escuadra. tos, los Estados Unidos deberían poseer una Aguárdanle allí días de gloria combatiendo contra los procaces Armada casi cuatro veces mayor que la que aventureros yankees, reos de la mayor infamia y doblez que re actualmente puede presentar España en línea de combate, lo que gistra la historia del siglo en que nacimos. evidentemente no sucede, probando así que en los Estados Unidos es donde se han gastado miles de millones con poco aprovecha Con aquellos barcos, en cuyos mástiles ondea al viento la ense miento. Si España hubiese contado con el mismo presupuesto na ña querida de nuestra patria, van los corazones y el pensamiento val que la gran república y lo hubiera invertido con igual utilidad de cuantos han visto la luz en esta hidalga tierra española. y discreción que el de que ha dispuesto, constaría hoy de 23 aco ¡Que el Dios de las victorias, que es el Dios justiciero, acompañe razados en vez de 6, de 7 cruceros acorazados en vez de 2, de ig á aquellos hermanos nuestros, y que retornen á España después cruceros protegidos en vez de 5, de 26 destructores en vez de 7 y de 45 torpederos en vez de 12. del triunfo! Con esta Escuadra, que dentro de la proporción más justa, ten ¡Aquí les esperan nuestros brazos! dríamos como resultante de aquel presupuesto manejado con to dos los errores y desbarajustes de que nos ha acusado la prensa, nos presentaríamos hoy ante nuestros infatuados enemigos con superioridad grandísima. Si, lo que creemos difícil, medidas estas fuerzas, nos hallásemos en guerra con aquel país, podríamos igualar el valor de sus Es cuadras destacando sólo una tercera parte de la que poseyéramos y disponiendo aún de un poder naval equivalente al doble del de los Estados Unidos para bombardear todos sus puertos, impedirles el bloqueo del más insignificante pedazo de nuestro territorio y bloquear con medios efectivos cuanto nos conviniera del suyo. Desgraciadamente, hoy lamenta todo el país su indiferencia, complicidad ó ignorancia, que ha mantenido por tantos años á esta nación marítima dentro de los moldes mezquinos de un pre supuesto naval inferior en un cincuenta por ciento al que le co rresponde con relación á todos los Estados coloniales. Y hoy, sin embargo, la madre España reconoce que su porvenir y su honra están confiadas casi exclusivamente al esfuerzo de su Marina de guerra, y reconoce también que para lograr una victoria que salve su honor y su porvenir se hace forzoso que cuantos visten el bo tón de ancla SEAN HÉROES MÁS QUE SOLDADOS Ó MÁRTIRES MÁS QUE COMBATIENTES. JMucho pudiéramos decir acerca de los preparativos de campa r(3)0DAVÍA en el ultimo artículo que el día 15 de Marzo publica- ña, en el terreno de las suposiciones, dando rienda suelta á la ima ^-^ mos con este mismo epígrafe en la presente revista no nos ginación; pero debemos huir, y huiremos siempre, de imitar la había abandonado del todo la esperanza de evitar la guerra con conducta de nuestros enemigos. los Estados Unidos. Todavía confiábamos entonces en que la por Sólo nos permitiremos manifestar que en estos momentos se ción sana y honrada de los habitantes de aquella gran república avecinan dos sucesos de importantísima transcendencia: el ataque se opondría á una lucha contra España, que verdaderamente no de la Escuadra americana á Cavite y Manila, defendidas en pri tiene ya motivo, ni fin, ni objeto. mer término por la Escuadrilla española allí reconcentrada, y en Absurdo era culpar á España de la catástrofe del Maine, nacida aguas de América el choque de los cuatro acorazados y tres des- indudablemente de la incuria ó torpeza de sus tripulantes, ó de un troyers salidos de Cabo Verde contra el núcleo de las fuerzas na caso fortuito. En todo lo demás no quedaban ya contra España ni vales de los Estados Unidos. la más leve sombra de motivo, ni el menor pretexto de queja. Respecto al primero de estos sucesos inmediatos, creemos que España, por amor á la paz, había sufrido con sobrada paciencia sólo un milagro de la Providencia pudiera darnos el triunfo, y es injurias y calumnias, había disimulado crueles agravios y había sensible que la prensa periódica haya publicado noticias tan equi ido cediendo á las exigencias y pretensiones de \osyankees, que vocadas del número y calidad de los buques que componen aque no cesaban de acosarla, hasta quedar como arrinconada por ellos lla Escuadrilla nuestra, pues el vulgo supondrá que las fuerzas de con un vergonzoso y negro abismo á su espalda, en el cual hubiera ambos países están casi equilibradas. Muy lejos de ser así, resulta caído si hubiera retrocedido algunos pasos más. España retrocedió, que nosotros presentaremos media docena de barcos, de los cua no obstante, hasta llegar al borde del abismo. Mov. da por los conse les solamente dos, el /s¿a de Luzón y el Isla de Cuba, tienen una jos y amonestac'ones del Padre Santo, que anhelaba conservar la cubierta protectriz de 6 centímetros, y entre todos suman poco paz, y deseosa de no aparecer arrogante ni díscola con las seis más de 6.000 toneladas de desplazamiento. En cambio la Escuadra grandes potencias, que asimismo se interponían, España concedió americana anunciada hasta ahora con rumbo á Manila se compo tregua ilimitada á los rebeldes para ver si se acogían á indulto y ne de seis buques cuyo desplazamiento suma 17 000 toneladas, y si en Cuba se rest^lecía la concordia bajo el régimen ampliamen entre los que va el crucero Olimpia^ capaz él solo, por el poder te liberal de la autonomía. Y, finalmente, nuestra nación y nues de su artillería y de sus defensas, de batirse ventajosamente con tro Gobierno, con no fingida filantropía, dieron libertad á los re toda la Escuadrilla. concentrados campesinos para volver á sus tierras y los ampara Ignoramos en qué condiciones se librará el combate. Lo que ron y socorrieron con sumas cuantiosas y con todo linaje de re nos consta es que en ningún buque español se izará bandera blan cursos. De esta suerte deshizo España el único fundamento sobre ca para contener los estragos de una lucha desigual. el cual la hipócrita codicia de los políticos norteamericanos podía Pero no obstante esta desigualdad grandísima, que, repetimos, aún, fingiéndose llena de caridad cristiana, cohonestar su propó hace forzoso que cuantos visten el botón de ancla sean héroes más sito de intervenir en nuestras contiendas civiles, con desdoro y que soldados ó mártires más que combatientes, confiamos en la mengua de nuestra soberanía.