Nº19 2020 ISSN 1579-7414

Revista do Departamento de Historia da Arte Universidade de Santiago de Compostela QUINTANA Revista de Estudos do Departamento de Historia da Arte UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

EQUIPO EDITORIAL Director Alfredo Vigo Trasancos (USC)

Secretarios Miguel Anxo Rodríguez González (USC), Jesús Ángel Sánchez García (USC) e Julio Vázquez Castro (USC)

COMITÉ DE REDACCIÓN Beatriz Blasco Esquivias (Universidad Complutense de ), Catalina Cantarellas Camps (Universitat Illes Balears), Manuel A. Castiñeiras González (Universitat Autònoma de ), Enrique Fernández Castiñeiras (USC), Manuel-Reyes García Hurtado (Universidade da Coruña), Jesús Pedro Lorente Lorente (Universidad de Zaragoza), Vidal de la Madrid Álvarez (Universidad de Oviedo), Carmen Manso Porto (Real Academia de la Historia), Juan Manuel Monterroso Montero (USC), Xosé Nogueira Otero (USC), Ángeles Penas Truque (Museo de Belas Artes da Coruña), Gemma Pérez Zalduondo (Universidad de Granada), Daniel Rico Camps (Universitat Autònoma de Barcelona), Miguel Anxo Rodríguez González (USC), Andrés Rosende Valdés (USC), Rocío Sánchez Ameijeiras (USC), Jesús Ángel Sánchez García (USC), Luis Sazatornil Ruiz (Universidad de Cantabria), Victoria Soto Caba (UNED), Manuel Enrique Vázquez Buján (USC), Julio Vázquez Castro (USC), Alfredo Vigo Trasancos (USC) e Carlos Villanueva Abelairas (USC)

COMITÉ CIENTÍFICO Rosa Alcoy Pedrós (Universitat de Barcelona), Juan Calatrava Escobar (Universidad de Granada), Rosario Camacho Martínez (Universidad de Málaga), Gloria Camarero Gómez (Universidad Carlos III de Madrid), Joaquín Cánovas Belchí (Universidad de Murcia), Emilio Casares Rodicio (Universidad Complutense de Madrid), Salwa El-Shawan Castelo-Branco (Universidade Nova de Lisboa), Maria de Lourdes Craveiro (Universidad de Coimbra), María del Carmen Gómez Muntané (Universitat Autònoma de Barcelona), Román Gubern (Catedrático Emérito, Universitat Autònoma de Barcelona), Serge Guilbault (University of British Columbia), Ramón Gutiérrez (Consejo de Investigaciones Científcas de Argentina-CEDODAL), Raquel Henriques da Silva (Universidade Nova de Lisboa), Ángel Luis Hueso Montón (Real Academia de Bellas Artes del Rosario), Henrik Karge (Technische Universität Dresden), María del Mar Lozano Bartolozzi (Universidad de Extremadura), Antonio Martín Moreno (Universidad de Granada), Luis de Moura Sobral (Université de Montreal), Marco Rosario Nobile (Università degli Studi di Palermo), John Onians (Professor Emeritus, University of East Anglia), Valentino Pace (Università degli Studi di Pavia), Felipe Pereda Espeso (Harvard University), Francisco Javier Pizarro Gómez (Universidad de Extremadura), Germán Ramallo Asensio (Universidad de Murcia), William Rey Ashfeld (Universidad de la República de Uruguay), Carlos Reyero Hermosilla (Universidad Autónoma de Madrid), Cinthya Robinson (University of Cornell), Alfonso Rodríguez Gutiérrez de Ceballos (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando), Delfín Rodríguez Ruíz (Universidad Complutense de Madrid), Olaya Sanfuentes Echeverría (Universidad Católica de Chile), José Luis Senra Gabriel y Galán (Universidad Complutense de Madrid), Vitor Serrão (Universidade de Lisboa), Massimo Visone (Università di Napoli Federico II) e Pedro Emilio Zamorano Pérez (Universidad de Talca)

EDITA Servizo de Publicacións e Intercambio Científco. Universidade de Santiago de Compostela IMPRIME Campus na Nube TRADUCIÓNS James Calder A REVISTA E OS CONTIDOS QUE PUBLICA APARECEN RESEÑADOS E INDEXADOS EN SCOPUS (Elsevier B.V. Code 1213), Emerging Sources Citation Index (ESCI, Clarivate Analytics), SJR (SCImago Journal & Country Rank; H Index 1; SJR 2018 0.1; Cuarto cuartil-Q4), ERIH Plus (European Reference Index for the Humanities-European Science Foundation, Cat. INT-2), FRANCIS (CNRS-INIST, Categoría A), IBA-International Bibliography of Art (CSA USA, Cat A), BHA-Bibliography of the History of Art (The Getty Research Institute-INIST), ANVUR (Italia, Classifcazione 2020: Rivista Scientifca Classe A, Area 08, SC 08/E2), LATINDEX (UNAM, 33 criterios cumplidos), Red ALyC (Red de Revistas Científcas de América Latina y Caribe), REGESTA IMPERII (Akademie der Wissenschaften und der Literatur Mainz, DE, Categoría B), INDEX ISLAMICUS ONLINE (Brill), ULRICH’S PERIODICALS DIRECTORY, Fuente Académica Premier y TOC Premier Database Coverage List (EBSCO), Fuente Académica Plus (EBSCO), ISOC (CSIC), DICE (CSIC. Posición 6 de 64 en revistas Historia del Arte españolas; Internacionalidad de contribuciones posición 15, 52.38%), REDIB (CSIC-Universia. Ranking 2019: puesto 11 revistas de Arte; Percentil de factor de impacto 66.25), ANEP-FECYT (Cat. A), MIAR 2019 (Matriu d’informació per la Avaluació de Revistes. ICDS 2019: 9.70), Índice H de revistas científcas españolas (Google Scholar Metrics; H5-index=2; H5- median=3), IN-RECH (EC3, Índice de Impacto Revistas Españolas de Ciencias Humanas. Posición 20 de 46, Cuarto cuartil), RESH (CCHS-EC3. Índice de Impacto 0.027 para 2004-2008), CIRC (Clasifcación Integrada de Revistas Científcas, EC3metrics. Categoría C1. Ciencias Humanas), DULCINEA (Derechos de copyright y las condiciones de autoarchivo de revistas científcas españolas; Color RoMEO: Green) e DIALNET ENVÍO DE COLABORACIÓNS E CORRESPONDENCIA rev{USC}: Portal dixital de revistas da USC (OJS) https://revistas.usc.gal/index.php/quintana - E-mail: [email protected] INTERCAMBIO Servizo de Publicacións e Intercambio Científco, Universidade de Santiago de Compostela, Campus Vida, 15782 Santiago de Compostela. Tel.: 881 812 393. E-mail: [email protected] PERIODICIDADE Anual INICIO DA PUBLICACIÓN 2002 ANO DE EDICIÓN 2020 DEPÓSITO LEGAL M-19878-2002 ISSN 1579-7414 PÁXINA WEB https://revistas.usc.gal/index.php/quintana A edición do número 19 de QUINTANA foi posible grazas á aportación económica do Departamento de Historia da Arte da USC

SUMARIO 9 Editorial ALFREDO VIGO TRASANCOS

TEMA As medidas da desorde. Refexións sobre canon, orde e proporción nas artes

15 VIDAL DE LA MADRID ÁLVAREZ El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la Edad Moderna

51 FERNANDO QUILES No hay mal que por bien no venga. Del caos a un nuevo tiempo artístico (Sevilla, de 1650 a 1660)

79 CAROLINA DE FALCO Socialità, identità e “disordine” nei quartieri popolari del secondo dopoguerra in Italia

91 GERMÁN GAN QUESADA Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter entre 1957 y 1962

COLABORACIÓNS

113 ASIER ARANZUBÍA COB E NIEVES LIMÓN SERRANO El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en un videoclip de Rosalía

129 BELÉN ATENCIA CONDE-PUMPIDO Préstamos, intercambios y robos competitivos en el cubismo sintético parisino de fnales de los años diez

145 GEMMA DOMÈNECH I CASADEVALL Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña

163 VALERIANO DURÁN MANSO Propaganda en el cine del New Deal: los personajes de Juan Nadie (Frank Capra, 1941)

179 FRANCISCO JOSÉ FALERO FOLGOSO Belleza y legitimación del arte contemporáneo (refexiones a partir de Arthur C. Danto)

197 RUBÉN GARCÍA LÓPEZ Fragmento / Política / Representación: Contactos (1970) de Paulino Viota

211 ELENA MONZÓN PERTEJO Las mujeres caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919)

223 LUZ MARINA ORTIZ AVILÉS Perlov-Guerin: resonancias

241 ANTONIO PERLA DE LAS PARRAS Historia de una bóveda alboaire: la capilla funeraria de Gonzalo López de la Fuente en el convento de la Concepción Francisca de Toledo y de cómo pasó a llamarse de san Jerónimo

267 CRISTINA SANZ MARTÍN El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico

283 LOLA VISGLERIO GÓMEZ Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92

303 ANNA WENDORFF E ANETA PAWLOWSKA Descripción curatorial y audiodescripción de las obras de arte. Un estudio comparativo

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414 315 MARÍA JOSÉ ZAPARAÍN YÁÑEZ E RENÉ JESÚS PAYO HERNANZ La arquitectura teatral del siglo XVIII. El caso de Burgos y el proyecto de Fernando González de Lara

331 MENG ZHOU Fuentes chinas del marfl hispano-flipino: comercio, migración e intercambios culturales

ESCRITOS SOBRE… José López Calo

351 CARLOS VILLANUEVA E JAVIER GARBAYO José López Calo (1922-2020). “[La música en la Catedral de Santiago] La Edad Media y el Renacimiento”. El Códice Calixtino y su música

361 JOSÉ LÓPEZ CALO La música en la Catedral de Santiago. La Edad Media y el Renacimiento

FEITOS E TENDENCIAS

383 MIKEL ASENSIO BROUARD “Vino la noche clara, turbia de plata mala”: museos y covid-19

RECENSIÓNS

395 E. Ferrer del Río, Rodrigo de Mendoza. Noble y coleccionista del Renacimiento, por Javier Martínez Marqués

397 G. Romero Sánchez (Ed.), Construyendo patrimonio. Mecenazgo y promoción artística entre América y Andalucía, por Juan M. Monterroso Montero

399 B. Franco Llopis e F.J. Moreno Díaz del Campo, Pintando al converso. La imagen del morisco en la península Ibérica, por Antonio Perla de las Parras

401 L. Sazatornil Ruiz, V. de la Madrid Álvarez (Coords.), Imago Urbis. Las ciudades españolas vistas por los viajeros (siglos XVI-XIX), por Alfredo Vigo Trasancos

405 M. Elizabeth Boone, “The Spanish Element in our Nationality”. and America at the World’s Fairs and Centennials Celebrations, 1876- 1915, por Jesús Pedro Lorente Lorente y Guillermo Juberías Gracia

407 R. Robles Tardío, Informe Guernica. Sobre el lienzo de Picasso y su imagen, por Juan Albarrán Diego

410 J.L. Sánchez Noriega, Imaginarios y fguras en el cine de la postransición, por Andrés Luque Teruel

413 J. Martínez Moro, Elogio del antropoceno, por Luis Sazatornil Ruiz

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414 CONTENTS

9 Editorial ALFREDO VIGO TRASANCOS

SUBJECT

The Measures of Disorder: Refections on Canon, Order and Proportion in the Arts 15 VIDAL DE LA MADRID ÁLVAREZ The Underlying Order: Architecture and Classical Orders in Asturias during the Modern Age

51 FERNANDO QUILES From Bad Things Come Good: From Chaos to a New Artistic Era (Seville, from 1650 to 1660)

79 CAROLINA DE FALCO Sociality, Identity and “Disorder” in the Popular Districts of the Second Post-War Period in Italy

91 GERMÁN GAN QUESADA Between Need and Fate: New Data for Studying the Work of Cristóbal Halffter between 1957 and 1962

ARTICLES

113 ASIER ARANZUBÍA COB AND NIEVES LIMÓN SERRANO The Bull by the Horns: Symbols of Spanishness in a Rosalía Video

129 BELÉN ATENCIA CONDE-PUMPIDO Loans, Exchanges and Competitive Theft in Synthetic Cubism in Late 1910s Paris

145 GEMMA DOMÈNECH I CASADEVALL Art in Prison: Jordi Tell in A Coruña Jail

163 VALERIANO DURÁN MANSO Propaganda in the Cinema of the New Deal: The Characters of Meet John Doe (Frank Capra, 1941)

179 FRANCISCO JOSÉ FALERO FOLGOSO Beauty and the Legitimacy of Contemporary Art: Refections based on Arthur C. Danto

197 RUBÉN GARCÍA LÓPEZ Fragment / Politics / Representation: Contactos (1970) by Paulino Viota

211 ELENA MONZÓN PERTEJO Fallen Women as the Heirs of Mary Magdalene in the Audiovisual (1910-1919)

223 LUZ MARINA ORTIZ AVILÉS Perlov and Guerin: Echoes

241 ANTONIO PERLA DE LAS PARRAS Story of a vault: The Funerary Chapel of Gonzalo López de la Fuente at the Convent of the Franciscan Conception in Toledo and how it was Renamed San Jerónimo

267 CRISTINA SANZ MARTÍN Landscape in the Anthropocene: The Technoromantic Video Landscape

283 LOLA VISGLERIO GÓMEZ Operating on the Edge: “Plus Ultra”, a Critical Curatorial Proposal at Expo ‘92

303 ANNA WENDORFF AND ANETA PAWLOWSKA Curatorial and Audio Descriptions of Artworks: A Comparative Study

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414 315 MARÍA JOSÉ ZAPARAÍN YÁÑEZ AND RENÉ JESÚS PAYO HERNANZ Eighteenth-Century Theatre Architecture: The Case of Burgos and the Project of Fernando González de Lara

331 MENG ZHOU Chinese Sources of Hispano-Philippine Ivory: Trade, Migration and Cultural Exchanges

WRITINGS ON… José López Calo

351 CARLOS VILLANUEVA AND JAVIER GARBAYO José López Calo (1922-2020). “[Music in the Cathedral of Santiago] The Middle Ages and the Renaissance”. The Calixtine Codex and its music

361 JOSÉ LÓPEZ CALO Music in the Cathedral of Santiago. The Middle Ages and the Renaissance

EVENTS AND TRENDS

383 MIKEL ASENSIO BROUARD “Vino la noche clara, turbia de plata mala”: Museums and Covid-19

REVIEWS

395 E. Ferrer del Río, Rodrigo de Mendoza. Noble y coleccionista del Renacimiento, by Javier Martínez Marquéss

397 G. Romero Sánchez (Ed.), Construyendo patrimonio. Mecenazgo y promoción artísitca entre América y Andalucía, by Juan M. Monterroso Montero

399 B. Franco Llopis and F.J. Moreno Díaz del Campo, Pintando al converso. La imagen del morisco en la península Ibérica, by Antonio Perla de las Parras

401 L. Sazatornil Ruiz, V. de la Madrid Álvarez (Coords.), Imago Urbis. Las ciudades españolas vistas por los viajeros (siglos XVI-XIX), by Alfredo Vigo Trasancos

405 M. Elizabeth Boone, “The Spanish Element in our Nationality”. Spain and America at the World’s Fairs and Centennials Celebrations, 1876- 1915, by Jesús Pedro Lorente Lorente y Guillermo Juberías Gracia

407 R. Robles Tardío, Informe Guernica. Sobre el lienzo de Picasso y su imagen, by Juan Albarrán Diego

410 J.L. Sánchez Noriega, Imaginarios y fguras en el cine de la postransición, by Andrés Luque Teruel

413 J. Martínez Moro, Elogio del antropoceno, by Luis Sazatornil Ruiz EDITORIAL

O ano 2020, que sen dúbida será tristemente lembrado polos nefastos efectos da pandemia da Covid-19, a nivel máis privado tamén merece memorarse por ser o ano en que perdemos a dúas personalidades moi eminentes do campo da historiografía artística e que estiveron moi vinculadas co noso Departamento e coa revista QUINTANA. Refírome, claro está, ao pai José López Calo, desta- cado musicólogo e investigador moi coñecido no campo da música medieval e do Códice Calixtino, e a Antonio Bonet Correa, toda unha autoridade no campo do estudo da arquitectura e a cidade, director honorario da Real Academia de Belas Artes de San Fernando de Madrid, e que foi membro do comité científco da nosa revista, así como Doutor Honoris Causa da Universidade de Santiago de Compostela. Aos dous, pois, o noso recordo máis emotivo. Xa noutra orde de cousas, vén ao caso sinalar que, neste ano, conseguimos dúas novas valoracións importantes: o recoñecemento como revista científca da Agenzia Nazionale dei Valutazione del sistema Universitario e della Ricerca de Italia (ANVUR), con categoría de clase A nas áreas de Teoría de Restauración e Historia da Arquitectura (área 08), e a posición 11 na lista de revistas de Historia da Arte na terceira edición da Clasifcación Iberoamericana de Revistas, correspondente ao ano 2019, que elabora REDIB en colaboración con Clarivate Analytics. Respecto ao número da revista que nos ocupa, o número 19, esta vez está dedicado ao Tema mo- nográfco titulado As medidas da desorde. Refexións sobre canon, orde e proporción nas artes, que unha vez máis, como é habitual, conta con interesantes achegas de recoñecidos investigadores. É o caso de Vidal de la Madrid, que aborda o tema do uso e a presenza das ordes clásicas, con todas as súas intencións e signifcados, na arquitectura asturiana de época moderna que analiza de maneira metódica e rigorosa. Pola súa banda, Fernando Quiles profunda nas consecuencias que provocou, na arte sevillana do inicio da segunda metade do século XVII, a peste que azoutou a cidade en 1649, que cambiou modos, costumes e formulacións artísticas. Carolina De Falco trata, en cambio, como a “desorde” máis organicista e social vinculada a moi determinadas vangardas reinou na planimetría de certos barrios populares de Italia despois da segunda Guerra Mundial, dándolle personalidade a conxuntos urbanos que buscaron transgredir outras formulacións máis comúns. Por último, Germán Gan trata no seu artigo a obra máis vangardista do destacado músico español Cristóbal Halffter nun dos seus períodos de maior fertilidade creativa (1957-1962), que analiza desde unha documentación inédita ou pouco coñecida. No apartado de Colaboracións, os temas, formulacións e metodoloxías son, como corresponde, moi heteroxéneos en función dos distintos intereses de cada autor. Así, Asier Aranzubía Cob e Nieves Limón Serrano, analizan a revisión dos símbolos do español nun videoclip de Rosalía; Belén Atencia Conde-Pumpido propón novas lecturas sobre o cubismo sintético parisiense de fnais dos anos dez; Gemma Doménech i Casadevall analiza a actividade creativa do arquitecto barcelonés Jordi Tell durante o seu período de encarceramento na Coruña. Valeriano Durán Manso profunda, en cambio, nos personaxes de Juan Nadie (1941), de Frank Capra, á luz da propaganda xurdida no tempo do New Deal, mentres Francisco José Falero Folgoso refexiona sobre o valor e signifcación da categoría estética da beleza a partir da obra do flósofo contemporáneo Arthur Danto. Rubén García López, cén- trase en analizar, no cinema independente español do tardofranquismo, a película Contactos (1970) de Paulino Viota nas súas relacións e ideoloxía. Elena Monzón Pertejo estuda o tema das mulleres caídas como herdeiras de María Magdalena no audiovisual de 1910 a 1919; así mesmo Luz Mariña Ortiz Avilés fai fncapé nos paralelismos existentes entre dous importantes cineastas como David Per- lov e José Luis Guerin, á vez que Anneta Joanna Pawlowska e Anna Wendorff refexionan sobre a

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414 tradución da imaxe en palabras en relación coa descrición curatorial e a audiodescripción das obras de arte. Antonio Perla de las Parras estuda a historia dunha bóveda gornecida con azulexos na capela funeraria de Gonzalo López de la Fuente no convento da Concepción Francisca de Toledo, mentres Cristina Sanz Martín propón a súa visión sobre a videopaisaxe tecnorromántica na chamada era do Antropoceno. Lola Visglerio Gómez analiza o proxecto “Plus ultra” como proposta expositiva crítica dentro da Expo’92. María José Zaparaín Yáñez estuda o proxecto de teatro para Burgos deseñado polo arquitecto dieciochista Fernando González de Lara. Finalmente, Meng Zhou aborda o infuxo da eboraria chinesa de Zhanghou nos marfles hispano-flipino. Como homenaxe ao que foi o noso compañeiro José López Calo, Escritos sobre… rescata un vello texto do autor: La música en la Catedral de Santiago. La Edad Media y el Renacimiento, que é com- pletado cun estudo introdutorio escrito por Carlos Villanueva e Javier Garbayo. Feitos e tendencias refexiona, en palabras de Mikel Asensio Brouard, sobre a situación tan actual vivida polos museos coas solucións de distanciamento, os novos percorridos e o acceso dixital motivado pola Covid-19. Xa por último, o número conclúe co apartado de Recensións, onde un número destacado de especialistas realizan comentarios e valoracións sobre publicacións artísticas que saíron á luz recentemente. Ao mesmo tempo, non podemos concluír o noso editorial, sen realizar os imprescindibles agrade- cementos a aquelas persoas que fan que QUINTANA sexa realmente un empeño colectivo. Por iso é polo que é necesario mencionar aos tres secretarios Jesús Ángel Sánchez García, Julio Vázquez Castro e Miguel Anxo Rodríguez González, aos membros do comité científco e de redacción, a todos os avaliadores anónimos que revisaron a orixinalidade e calidade dos artigos, por suposto aos investiga- dores que moi amablemente contribuíron a enriquecer o Tema monográfco e, obviamente, a todos os nosos compañeiros do Departamento de Historia da Arte sempre frmes na idea de sacar adiante, non sen esforzos, este proxecto de todos que é a revista. Finalmente, tamén merece unha mención o Servizo de Publicacións da nosa Universidade, pois tanto o seu director, Juan Luís Blanco Valdés, como José Enrique Quintáns Míguez, sempre nos prestaron todo o seu apoio.

Alfredo Vigo Trasancos Director de QUINTANA

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414 A Antonio Bonet Correa, in memoriam Utopias e soños nas artes As medidas do desorde. Reflexións sobre canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde. Reflexións sobre canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde.As medidas Reflexións do desorde. sobreReflexións canon, sobre canon, orde orde e eproporción proporción nas artesnas artes As medidas do desorde. Reflexións sobreAs medidas canon, do desorde. Reflexións orde sobre canon, e proporciónorde e proporción nas artes nas artes As medidasAs medidas do desorde. do desorde. Reflexións sobre canon,Reflexións orde e proporción sobre nas artes canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde. Reflexións sobre canon, orde eAs proporción medidas nas artes As medidas do dodesorde. desorde. Reflexións Reflexiónssobre canon, orde e proporción sobre nas artes canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde. Reflexións sobre canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde.As medidas do desorde. Reflexións Reflexións sobre canon, orde e proporción sobre nas artes canon, orde e proporción nas artes Utopias e soños nas artes As medidas do desorde. Reflexións sobre canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde. Reflexións sobre canon, orde e proporción nas artes As medidas da desorde. Reflexións sobre As medidas do desorde.As medidas Reflexións do desorde. sobrecanon,Reflexións orde e proporción nas artes canon, sobre canon, orde orde e eproporción proporción nas artesnas artes As medidas do desorde. Reflexións sobreAs medidas canon, do desorde. Reflexións orde sobre canon, e proporciónorde e proporción nas artes nas artes As medidasAs medidas do desorde. do desorde. Reflexións sobre canon,Reflexións orde e proporción sobre nas artes canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde. Reflexións sobre canon, orde eAs proporción medidas nas artes As medidas do dodesorde. desorde. Reflexións Reflexiónssobre canon, orde e proporción sobre nas artes canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde. Reflexións sobre canon, orde e proporción nas artes As medidas do desorde.As medidas do desorde. Reflexións Reflexións sobre canon, orde e proporción sobre nas artes canon, orde e proporción nas artes

DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.7318

EL ORDEN SUBYACENTE: ARQUITECTURA Y ÓRDENES CLÁSICOS EN ASTURIAS DURANTE LA EDAD MODERNA

Vidal de la Madrid Álvarez Universidad de Oviedo

ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6608-3417

RESUMEN En este artículo se analiza el empleo de los órdenes clásicos en la arquitectura del Principado de Asturias a lo largo de la Edad Moderna. El clasicismo arraigó en la región desde fnales del siglo XVI y se mantuvo vigente a lo largo de la mayor parte del siglo XVII relacionado con el trabajo de los maes- tros cántabros. El barroco decorativo actualizó sus esquemas y los arquitectos ilustrados efectuaron la recuperación de las formas clásicas. Palabras clave: órdenes clásicos, Juan Bautista Portigiani, Juan del Ribero, Juan de Naveda, Pedro Antonio Menéndez

ABSTRACT This study analyses the use of classical orders in the architecture of the Principality of Asturias throughout the Modern Age. Classicism took root in the region in the late 16th century and was pre-eminent for most of the 17th century due to the work of the Cantabrian master architects. Plans were updated with the advent of the decorative Baroque style and the architects of the Age of En- lightenment recovered classical forms. Keywords: classical orders, Juan Bautista Portigiani, Juan del Ribero, Juan de Naveda, Pedro Antonio Menéndez

En opinión del profesor Ramallo Asensio, sin to que tuvo el barroco decorativo, prácticamente duda alguna el mejor conocedor de la arquitec- limitado a la obra de los Menéndez Camina y tura de la Edad Moderna en Asturias, es posible Francisco de la Riva, o la facilidad de recuperación distinguir en ella la existencia de una serie de de las propuestas clasicistas con la llegada del re- invariantes que identifcan y singularizan estas formismo borbónico en la obra de Pedro Antonio 1 obras a lo largo del tiempo . Entre estas constan- Menéndez. Por otra parte, entre las razones que tes creativas fguran la sobriedad ornamental, el pudieron contribuir a la continuidad del gusto clá- empleo de sillería bien escuadrada, que propor- sico debemos contemplar el menor coste de unos ciona dignidad a las zonas nobles, y, sobre todo, diseños sobrios y funcionales, que se convirtie- la preferencia por el clasicismo, que se aprecia en el respeto a las proporciones y en el empleo ron en una solución recurrente para una sociedad riguroso de los órdenes. De esta forma pueden con recursos siempre menguados. En cualquier explicarse la persistencia del gusto clásico deri- caso, las formas clásicas, que aparecieron en la vado de la escuela vallisoletana hasta el último arquitectura asturiana en la segunda mitad del cuarto del siglo XVII en la obra de los maestros siglo XVI, actuaron como soporte creativo de las montañeses activos en la región, el escaso impac- construcciones del Principado a lo largo de toda

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 16 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid

Fig. 1. Casas de Valdés en Gijón (1564), hoy Colegio de Santo Ángel de la Guarda, y capilla de Nuestra Señora de Guadalupe (1625)

la modernidad, proporcionándoles una innegable la centuria siguiente, al favorecer la llegada a la personalidad artística2. región de algunos de los mejores artífces del mo- mento. Precisamente, uno de esos artistas, el fo- El preludio serliano rentino Juan Bautista Portigiani, activo en España al menos entre 1564 y 1574, fue el responsable Al iniciarse el último tercio del siglo XVI, Juan del diseño de la fachada de las casas de Valdés de Valdés (†1571), hidalgo y regidor gijonés, a en el gijonés barrio de Cimadevilla6. quien el genealogista José Manuel Trelles consi- deraba una “persona poderosa en aquella villa En la actualidad, el conjunto de las antiguas de Gijón y su territorio”3, decidió construir su casas de Valdés, conocidas también como palacio residencia familiar en la población. En aquel mo- o torres de Valdés (hoy Colegio de Santo Ángel mento gozaba ya de un patrimonio estimable y de la Guarda), se compone de un edifcio residen- en 1562 había obtenido facultad real para fundar cial organizado en torno a un patio porticado y su mayorazgo, aunque este no se hizo efectivo una capilla adosada a su fanco occidental, que hasta unos años más tarde4. Además, estaba em- presenta la advocación americana de Nuestra Se- parentado con Fernando de Valdés Salas (Salas, ñora de Guadalupe (fg. 1). El empleo del léxico Asturias, 1483-Madrid, 1568), arzobispo de Se- serliano proporciona a toda la obra una aparien- villa y presidente del Consejo de Castilla5, cuyas cia de unidad, aunque el templo fue erigido unos fundaciones, así como las iniciativas de sus tes- sesenta años más tarde que la vivienda familiar tamentarios, condicionaron el panorama artístico y cada obra responde a un promotor y un arqui- asturiano de fnales del siglo XVI y principios de tecto diferentes7.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 17

En los años sesenta del siglo XVI el arquitecto Juan de Cerecedo el Viejo († h. 1568), en aquel momento maestro de la catedral de Oviedo, pro- porcionó las primeras trazas para la construcción de las casas de Juan Valdés en Gijón8. No obs- tante, en 1564, una vez iniciados los trabajos, el promotor decidió prescindir del diseño primi- tivo y encargó un nuevo proyecto al forentino Juan Bautista Portigiani9. Aún se desconocen las razones que puedan justifcar la presencia de Portigiani en Asturias en estos años y tan sólo Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid esta obra no parece motivo sufciente. Resulta razonable considerar que hubiera acudido al Principado para atender otros encargos, tal vez relacionados con el mecenazgo de Fernando de Valdés Salas, con quien aparece vinculado algún tiempo después. En cualquier caso, el origen de este maestro todavía no está claro, pese a que tradicional- mente se le considera descendiente del escultor forentino Pagno di Lapo Portigiani, y, según lo vamos conociendo, su personalidad artística re- sulta cada vez más atractiva. Acerca de su obra Fig. 2. Casas de Valdés en Gijón (1564), hoy Colegio de Santo en la península itálica tenemos muy pocos datos Ángel de la Guarda. Entrada principal y tan sólo se le relaciona con dos estatuas de un sepulcro en la iglesia de la abadía de Montecasi- obstante, su intervención en estos festejos no se no (Lacio) realizadas en 155810. Ya en España, su limitó a actuar como sobrestante de Leoni, sino primer trabajo documentado fue precisamente el que asumió también la construcción de un castillo palacio de Valdés (1564), pero tres años después, de madera con almenas y torre del homenaje y en 1567, contrató con Hernando de Valdés, ca- ocho galeras, que debían navegar en un estanque nónigo de la catedral de Oviedo, en nombre de frente a la fortaleza para protagonizar un comba- su tío Fernando de Valdés, arzobispo de Sevilla, la te naval14. Los años siguientes Portigiani aparece factura de un retablo en la villa de Salas, proba- avecindado en Madrid, desde donde se desplazó blemente destinado a la colegiata de Santa María a Briviesca (1572) para la tasación de un retablo la Mayor, fundada por los progenitores del arzo- y a Toledo (1574) para intervenir en la tasación bispo en 1549 y donde hoy se encuentra su mau- de los facistoles realizados por Nicolás Vergara el soleo de alabastro (1576-1586), realizado por el Mozo para la catedral, que fnalmente resolvió escultor de corte Pompeyo Leoni (h. 1533-Ma- Pompeyo Leoni15. Por último, en 1574 Portigiani drid, 1608)11. Dos años más tarde, en 1569, Porti- manifestó interés en la explotación de una mina giani apareció de nuevo en Oviedo contratando la de plata en el término manchego de Villamayor pintura y la instalación de un retablo de terracota de Calatrava16. En fn, se trata, sin duda, de un policromada que acababa de realizar para la er- autor muy cualifcado, conocedor del arte italiano mita de Nuestra Señora de El Valle en Pravia (As- del momento, bien relacionado en los círculos turias) y que aún se conserva12. En ese momento cortesanos, como demuestra su proximidad con manifestó la necesidad de desplazarse a Castilla Leoni, y capaz de desenvolverse con efcacia en la para atender sus negocios y en 1570 se encon- arquitectura, la escultura o la orfebrería. traba ya en la corte trabajando como aparejador de Pompeyo Leoni en las esculturas y arcos que El palacio responde a un modelo recurrente en éste había diseñado para realzar la entrada triun- la arquitectura castellana, que toma su carácter fal de la reina Ana de Austria en Madrid13. No defensivo de la fortaleza o del alcázar y experi-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 18 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna menta un proceso de armonización o regulari- balcones y ventanas se guarnecen con almoha- zación por infujo de los ejemplos italianos17. El dillados de volumen decreciente y los tres vanos conjunto se organiza por medio de cuatro crujías superiores de las torres sugieren el trazado de dispuestas en torno a un patio porticado con co- una serliana19. En cuanto a la puerta principal, lumnas toscanas asentadas sobre un murete bajo se compone también en modo rústico con dos que recorre todas las galerías. Portigiani llegó a la pilastras toscanas fanqueando un acceso adin- obra con los trabajos ya iniciados bajo la dirección telado, siguiendo un esquema que Portigiani del maestro Juan Pérez de Helguera y según las parece haber tomado de una de las láminas del trazas elaboradas por Juan de Cerecedo el Vie- Libro Quarto de Architectura de Sebastián Serlio jo. La presencia, probablemente inesperada, de (Bolonia, 1475-Fontainebleau, 1554)20, que en la

Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid un arquitecto forentino en Gijón despertó, sin edición española (1563) de Francisco Villalpando duda, el interés del promotor por contar con una aparece en el folio XII, aunque sustituyendo el residencia a la moda, distante de la apariencia arco original por un dintel. tardogótica habitual en las viviendas asturianas Aunque desconozcamos su biblioteca y su f- por aquellos años y en sintonía con las corrien- gura esté pendiente aún de nuevas aportaciones, tes artísticas cortesanas. En consecuencia, Valdés no cabe duda de que Juan Bautista Portigiani ate- decidió abandonar la propuesta de Cerecedo y soraba una excelente formación técnica, que le encargó al italiano unas nuevas trazas para sus permitía colaborar con los principales artistas del casas, aunque, en realidad, las condiciones de momento y practicar diversas artes, y un buen obra que conocemos no van más allá del diseño conocimiento de la teoría arquitectónica del mo- 18 de la fachada . mento. La adopción del léxico rústico teorizado Esta fachada se confgura en tres piezas, tramo por Sebastián Serlio para el diseño de la fachada apaisado y dos torres esquineras más adelanta- de las casas de Valdés parece tener que ver con das. Las torres se rematan con almenas conser- una perfecta comprensión de las propuestas del vando la idea de fortaleza medieval como un tratadista boloñés, aunque pudo haber conocido recurso de prestigio alusivo a la antigüedad del directamente alguno de los palacios romanos que linaje. Se trabaja, por tanto, en la elaboración de muestran aspectos más o menos próximos a la un simulacro de castillo, que justifca también el obra gijonesa, como el Adimari Salviati (h. 1520) carácter cerrado de la planta baja, así como la o el Maccarani Stati (1522-23). Por otro lado, en utilización de unas saeteras descritas con gran esos años ya se había asentado con fuerza en precisión en las condiciones de obra. En este España el infujo de Serlio y, de forma singular, el planteamiento el orden rústico se convierte en un empleo del orden rústico, que, según Fernando recurso muy apropiado, pues no sólo alude al ca- Marías, constituyó «la característica más acen- rácter lejanamente defensivo de la construcción, tuada del serlianismo de mediados del siglo XVI sino que actúa como un factor de ennoblecimien- español»21. En consecuencia, Portigiani parece to y modernidad, vinculado tanto a la erudición haber combinado su conocimiento directo de las arquitectónica, como a la novedad artística. obras romanas con su manejo del tratado de Ser- Asimismo, el almohadillado se emplea como lio y su familiaridad con los trabajos ya realizados una herramienta de ordenación y estructuración en la península –de forma particular la obra tole- del muro, integrando las saeteras y prolongándo- dana de Alonso de Covarrubias (Torrijos, Toledo se en vertical desde los voladizos de los balcones 1488-Toledo, 1570)– para proporcionar a Juan de hasta el suelo, tanto en el cuerpo central como Valdés una vivienda moderna, con aspectos de en las torres, donde también recorre las esqui- erudición y el prestigio inherente a su apariencia nas (fg. 2). Este mismo aparejo rústico confgura de fortaleza. una línea de imposta que separa la planta baja, En cuanto a la capilla, se trata de un encar- cerrada y defensiva, del piso principal, de con- go de Fernando de Valdés, que contrató la obra cepción abierta y palaciega, y se extiende incluso con el maestro Pedro de Cubas de la Huerta en en ambas torres, favoreciendo la unidad de los 162522. Fernando de Valdés era nieto del pro- elementos. Por su parte, las enmarcaciones de motor del palacio e hijo del almirante Pedro de

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Valdés, quien desempeñó relevantes cargos mili- fanqueada por dos grandes fajas y compuso la tares en la armada y en los territorios americanos, portada combinando dos láminas del Libro Quar- pues, entre otras acciones, participó en la con- to de Architectura de Serlio, según demostró en quista de La Florida y fue gobernador y capitán su momento Ramallo Asensio26, una de las cuales general de la isla de Cuba. Además, tanto Fer- ya había servido como punto de partida para la nando de Valdés como su esposa, Luisa de Valdés puerta del palacio. Además, las pequeñas saete- Miranda, declararon algún tiempo más tarde que ras de la vivienda se transformaron en grandes la erección del templo se debió a la devoción del ventanales abocinados para iluminar el retablo almirante por la Virgen de Guadalupe, adquirida, y las esquinas de la construcción recuperaron el sin duda, en sus años de servicio en América23. paramento almohadillado de la vivienda. Pese a este protagonismo del aparejo rústico, en la ca- Respecto al arquitecto escogido para erigir la Álvarez Vidal de la Madrid pilla todo es más plano, rígido y geométrico, y se capilla, el montañés Pedro de Cubas, apenas tie- atenúa la plasticidad que Portigiani había logrado ne obra conocida, salvo su trabajo durante esos en la vivienda. años en las reformas del puerto de Gijón y la construcción de las casas del arcediano Toribio El conjunto supuso, por tanto, la introducción Vigil de Quiñones en la villa en 162524. No con- del gusto serliano en la región en sintonía con las taba, desde luego, con la proyección profesio- obras que se estaban realizando en el reino y se nal del maestro forentino, pero demostró una convirtió inmediatamente en un modelo arqui- buena formación teórica y logró armonizar per- tectónico, que extendió su infuencia, al menos, fectamente las dos edifcaciones que integran el hasta fnales del siglo XVII27. conjunto de las casas de Valdés. Su propuesta, probablemente infuida por la El primer clasicismo voluntad de los promotores, se fundamentaba La presencia fugaz de Portigiani en Gijón pro- en lograr una adecuada concordancia estilísti- porcionó el primer ejemplo de arquitectura clasi- ca con la fachada concebida por Portigiani, lo cista de inspiración italiana en Asturias, aunque, cual supuso acudir de nuevo al repertorio del como hemos visto, se trató de una solución cos- orden rústico divulgado por Serlio. Sin embargo, mética para modernizar una estructura iniciada el tiempo transcurrido y la práctica habitual del con planteamientos creativos más retardatarios. maestro montañés, acostumbrado a manejar un Tan sólo unos años más tarde se confrmó la pe- sobrio léxico clasicista derivado de la escuela valli- netración del nuevo estilo en la región, que se soletana y, en último término, de Juan de Herrera efectuó, fundamentalmente, a través de dos ca- (Movellán, Cantabria, 1530-Madrid, 1597), exi- minos: el mecenazgo del arzobispo Fernando de gió combinar con desenvoltura ambos lenguajes Valdés Salas y las reformas emprendidas por las evitando las estridencias. órdenes religiosas28. De esta forma, en el interior se optó por un No cabe duda de que el edifcio de la Universi- modelo próximo a las capillas de esa época, en dad de Oviedo tuvo una singular relevancia en la la línea de lo realizado en la región por Juan de introducción del gusto clásico en la región, pero Naveda (San Mamés de Aras, Cantabria, 1590- su ejecución fue un proceso largo y accidentado León, 1638) –bóveda vaída, pilastras, nichos bajo y su autoría aún sigue siendo objeto de debate29 frontón– y en el exterior se combinó el orden (fg. 3). La fundación de este centro universitario rústico con algunos recursos más castizos, como se debió al mecenazgo de Fernando de Valdés Sa- las esferas o la espadaña. En este último caso se las, que había sido obispo de Elna (1529), Orense atendió a una exigencia de las condiciones del (1530), Oviedo (1532), León (1539) y Sigüenza contrato, donde se toma como modelo el cam- (1540), además de presidente del Consejo de panario de la capilla de Nuestra Señora de la Con- Castilla (1539), inquisidor general (1547-1566) y cepción en Villaviciosa, que había sido edifcada arzobispo de Sevilla (1546-†1568)30. Durante el en 1623, según proyecto de Juan de Naveda25. En desempeño de estos cargos logró reunir una con- cuanto al orden rústico, Cubas emplazó el acceso siderable fortuna, que dedicó de forma especial al templo sobre una gran pantalla almohadillada a la fundación de establecimientos de enseñanza

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 20 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna a Ribero en 1564 y donde, al igual que sucedió en la Universidad de Oviedo, este maestro actuó como aparejador de una obra trazada por Gil. Además, la atribución a Ribero de algunas zo- nas signifcativas del palacio, como las ventanas angulares de la torre sudeste o la portada de la calle del Cid, apoyándose en su carácter clásico y su proximidad con las propuestas de Serlio, de- muestra la capacidad del maestro montañés para actuar con cierta desenvoltura en los proyectos

Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid de Gil y actualizar una idea arquitectónica más retardataria34. En Oviedo, los trabajos avanzaron con difcul- tad debido al desinterés de los testamentarios del arzobispo, que demoraban los pagos y provoca- ban frecuentes reclamaciones, tanto de Gil como de Ribero o del maestro Diego Vélez († h. 1600)35, quien actuó como sobrestante a pie de obra. Es- tos contratiempos culminaron en junio de 1578, tan sólo un año después del fallecimiento de Rodrigo Gil, cuando Juan Osorio de Valdés, hijo natural del arzobispo, acudió a la región comisio- Fig. 3. Universidad de Oviedo (1574-1598). Entrada principal nado por los testamentarios para supervisar los trabajos y mostró su desacuerdo con el proyecto. como el Colegio de San Pelayo en Salamanca, y, Osorio, haciendo uso de sus atribuciones, ordenó en Oviedo, el Colegio de San Gregorio, el Co- modifcar aquellos aspectos que lo contrariaban legio de Huérfanas Recoletas y la Universidad31. y elaborar unas nuevas trazas acomodadas a su En lo que atañe al centro universitario, el 28 de particular concepción del edifcio, es decir, una noviembre de 1568 Valdés donó 11.500 ducados obra “a su gusto e contento”36. La resistencia de para la construcción de su edifcio, que incluían Ribero a variar las trazas de Gil provocó su encar- 1.500 ducados para la casa de doncellas, y des- celamiento y el traspaso de la obra al sobrestante tinó 750.000 maravedíes como renta anual para Diego Vélez ese mismo mes. Este maestro realizó su funcionamiento32. No obstante, la fundación los cambios en las trazas originales que exigía universitaria fue una iniciativa tardía, concretada Osorio, derribó todo lo ya construido que obsta- tan sólo unos días antes de su muerte, y hubo de culizase el nuevo plan y se aplicó a ejecutarlo. Sin confarse forzosamente al oscilante compromiso embargo, en enero de 1584 Vélez acabó también de sus testamentarios, que tardaron cuarenta en prisión, pues los testamentarios consideraban años en materializarla. que, a causa de los incumplimientos del maestro, la obra no había avanzado como se esperaba, La obra del edifcio universitario fue contratada pues ya se habían consumido 17.000 ducados del el 12 de junio de 1574 por 20.000 ducados con presupuesto y el patio aún no se había edifcado. el maestro Rodrigo Gil de Hontañón (Rascafría, El conficto con Vélez se saldó con el retorno de Madrid, 1500-Segovia, 1577), quien, unos días Ribero, que se ocupó de dirigir los trabajos hasta más tarde, el 19 de junio, apoderó a Juan del Ri- su conclusión en la última década del siglo37. bero Rada (Rada, Cantabria, h. 1540-Salamanca, 1600) para que actuase como aparejador en su Las distintas alternativas al frente de la obra, nombre33. Es bien conocida la relación profesional así como la resuelta intervención de Juan Oso- establecida entre ambos arquitectos, que adqui- rio, difuminaron la autoría del conjunto, pese a rió un especial relieve en los trabajos del palacio la insistencia de Ribero en respetar las trazas de de los Guzmanes en León, donde se documenta Rodrigo Gil38. Éste, según las condiciones de obra

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 21 publicadas por Faya Díaz39, concibió un edifcio compuesto de cuatro crujías dispuestas en torno a un patio cuadrangular porticado (fg. 4). En esta idea, la galería oriental, donde se ubicaba la capi- lla, y la septentrional, donde se abría la portada principal, tendrían dos plantas, mientras que la occidental y la meridional tan sólo una. En cuanto a los órdenes empleados, las columnas del patio serían de orden dórico con basa toscana, tanto en la planta baja, como en el primer piso, y tam- bién proponía este orden para la puerta principal, Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid donde se esbozó un diseño muy similar al actual40. Las trazas de Gil se siguieron puntualmente hasta el reconocimiento efectuado por Osorio en 1578. El hijo del arzobispo argumentó muchos defectos en el planteamiento del arquitecto, que por en- tonces ya había fallecido y no podía contradecir- le. Sus reparos eran, esencialmente, de carácter funcional, aunque también introdujo detalles de carácter estético, que nos advierten de su inte- rés por actualizar el diseño41. Entre los reparos funcionales destaca el cambio de ubicación de la capilla, la sacristía y la escalera principal, lo cual supuso la demolición de una gran parte del Fig. 4. Universidad de Oviedo (1574-1598). Entrada oriental recinto, pues estas zonas ya se encontraban muy avanzadas. En la nueva capilla se situó una facha- nico, garantizando la superposición de órdenes y da de orden dórico similar a la portada principal profundizando en la modernización clasicista del y en la cabecera del templo, a ambos lados del conjunto, que debe atribuirse al maestro de Rada. retablo estaba previsto abrir sendas ventanas de No obstante, el ritmo doble de las columnas del orden rústico42. Además, se dispuso una entrada piso superior, dispuestas tanto sobre la columna en el lienzo oriental para facilitar la llegada de inferior como sobre la clave del arco, es un arcaís- los universitarios desde la ciudad. Este acceso, mo evidente, remite a las soluciones habituales aún conservado, es una puerta adintelada con sus de los claustros tardogóticos y tal vez responda a dovelas almohadilladas inspirada en un diseño la cadencia concebida inicialmente por Gil, que rústico similar reproducido en una de las láminas Ribero no quiso modifcar44. del Libro Quarto de Architectura de Serlio, que en En cuanto a la puerta principal, podrían la edición española de Villalpando aparece en el plantearse algunas dudas, pero responde esen- folio XII. Todas estas reformas fueron plasmadas cialmente al diseño de Gil (fg. 5). Es un acceso en unas nuevas trazas por Diego Vélez, que debe adintelado fanqueado por dos columnas dóricas ser considerado el responsable de la introducción estriadas con capitel de ovas sosteniendo un en- 43 de estos aspectos serlianos en el conjunto . tablamento con friso de rosetas y triglifos, que Finalmente, el desplazamiento de Vélez por se extiende por el perímetro de todo el conjunto Ribero se efectuó cuando aún no había realiza- proporcionándole unidad. Sobre él descansan do el patio. Rodrigo Gil había planteado unas dos escudos del fundador fanqueando una ven- galerías sobrias, con ausencia de ornato, y había tana tomada de una lámina del Libro Quarto de previsto el empleo de orden toscano, tanto para Architectura de Serlio, que en la edición de Villal- la planta baja, como para el primer piso de las pando aparece en el folio XXVII y que en Oviedo pandas oriental y septentrional, las únicas que sustituye el frontón triangular de la estampa por contarían con dos alturas. Pese a ello, el orden el curvo. Esta ventana se remata con fguras de empleado fnalmente en el primer piso fue el jó- jóvenes desnudos sosteniendo ristras de frutas de

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 22 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna mente en prototipo arquitectónico regional. En consecuencia, el empleo de los órdenes se fue adaptando a las necesidades de cada momento del proceso edifcatorio y no parece responder a una sola idea rectora, más allá del común interés por lograr una obra moderna y comprometida con el nuevo gusto clásico. La difusión del modelo de patio clasicista desa- rrollado por Gil y Ribero en la universidad oveten- se corrió a cargo del maestro montañés Domingo

Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid de Mortera (Omoño, Cantabria, 1560-Oviedo, 1608)47. Este maestro se había formado con Die- go Vélez, trabajó para Juan del Ribero en la obra Fig. 5. Universidad de Oviedo (1574-1598). Patio universitaria y poseía una interesante biblioteca, en la que fguraban entre otros, los libros de inspiración serliana y con el busto de un papa con Moya, Serlio en la edición española de Villalpan- tiara bendiciendo en el tímpano –tal vez quiera do, Viñola, Palladio y Alberti48. Tras intervenir en ser el pontífce Gregorio XIII (1572-†1585), que los trabajos del patio universitario, dio las trazas había concedido la bula fundacional del centro para los claustros monásticos de San Francisco el 15 de octubre de 1574–. Pastor Criado ya ha del Monte en Avilés y Santa María en Belmon- comentado la proximidad de estos capiteles dó- te de Miranda, donde resulta evidente la huella ricos con los de la portada prioral de San Isidoro de esa obra. En Avilés tan sólo se conservan dos de León (1581-82), obra segura de Ribero, que crujías del claustro clasicista, que fue construido se inspiró en un grabado de De Architectura de por el montañés Gonzalo Güemes Bracamonte Vitrubio45, pero en Oviedo parece inspirarse en siguiendo la traza y condiciones de Mortera entre la versión de Vignola, especialmente en la de- los años 1599 y 160449. En origen tenía planta coración del anillo bajo el equino de ovas, y las cuadrangular y se componía de cuatro crujías rosetas de las metopas remiten a la propuesta articuladas en dos niveles. El inferior presenta ar- dórica de Serlio. La composición general, por su cadas de medio punto dispuestas sobre columnas parte, estaría próxima a su diseño de la portada toscanas que se apoyan en un podio corrido y de la portería del convento de San Esteban de el superior se compone de columnas del mismo Salamanca (1590-91), también adintelada y con orden dispuestas a ritmo doble sosteniendo una columnas exentas e inspirada, según Rodríguez estructura adintelada. El esquema es semejante G. de Ceballos y Casaseca, en la puerta de la al patio universitario, manteniendo la duplicación Cancillería de Roma reproducida, a su vez, en la del ritmo en el primer piso y la máxima austeri- Regla de Viñola46. Por todo ello, es posible que dad ornamental, aunque prescinde de la super- Ribero hubiese seguido el diseño de Gil, pero con posición de órdenes y el canon de las columnas alguna aportación personal. inferiores pierde esbeltez al descansar sobre un podio. El claustro del monasterio cisterciense Según hemos visto, el accidentado proceso de de Belmonte, por su parte, no ha llegado hasta ejecución de la sede primitiva de la Universidad nosotros, pero podemos hacernos una idea gra- de Oviedo ha sido la causa de constantes dudas cias a una estampa de Francisco Javier Parcerisa e indecisiones a la hora de adjudicar la autoría (Barcelona, 1803-1875) publicada en Recuerdos de un edifcio clave para la irrupción del clasicis- y Bellezas de España (1855)50. Su erección fue mo en el territorio asturiano. El proyecto original rematada en 1598 con arreglo a las trazas ela- de Rodrigo Gil fue modifcado por unas nuevas boradas por Domingo de Mortera51. La lámina trazas parciales de Diego Vélez e interpretado, de Parcerisa muestra un edifcación similar a la más o menos respetuosamente, por Juan del Ri- avilesina, con dos plantas de columnas de orden bero para alumbrar una propuesta arquitectónica toscano, doble ritmo en el primer piso y arquería de autoría múltiple, que se convirtió inmediata- sobre podio en la planta inferior. En ambos ca-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 23 sos, la ausencia de superposición de órdenes nos llevaría al proyecto inicial de Rodrigo Gil para el patio universitario. Por su parte, el arquitecto Juan del Ribero tam- bién contribuyó decisivamente a la difusión del gusto clásico a través de sus proyectos para la reforma de los monasterios vinculados a la Con- gregación de San Benito52. Según la profesora Campos Sánchez-Bordona, Ribero logró desarro- llar un prototipo arquitectónico adaptado a las necesidades de la Congregación vallisoletana, Álvarez Vidal de la Madrid que se fue adoptando en todas las casas vincula- das a la reforma de la observancia. Su propuesta Fig. 6. Iglesia del monasterio de San Vicente (1587) en Oviedo. se caracterizaba por una distribución de espacios Portada fundamentada en una efciente integración de funciones, en una moderna sistematización del de San Benito de Valladolid (h. 1584), que lidera- trabajo, que permitía al maestro suministrar las ba la observancia y se encontraba en proceso de trazas y asignar la ejecución a sobrestantes de su reconstrucción general bajo unos planteamientos confanza, y en la adopción del léxico clasicista, absolutamente clasicistas57. que proporcionaba coherencia y racionalidad a todo el conjunto53. En Asturias su intervención Cuando contrató con el abad Agüero, Ribero está documentada en los monasterios de San Vi- era ya un arquitecto respetado profesionalmente, cente de Oviedo, donde culmina su templo, y San con una magnífca formación teórica, que incluso Juan Bautista de Corias, donde diseña el claustro le permitió redactar una traducción al español del y se le atribuyen las trazas de la iglesia. tratado de Palladio, un buen conocimiento de las novedades arquitectónicas italianas, aunque, El monasterio de San Vicente se incorporó a hasta el momento, nunca haya podido demos- la Congregación de Castilla en 151754. Es posible trarse que hubiera estado en la península itálica, que a partir de este momento se iniciase un am- y, sobre todo, un compromiso con el clasicismo bicioso programa de reformas y expansión del derivado de su asimilación de las propuestas de conjunto que se prolongó hasta el siglo siguien- Juan Bautista de Toledo (h. 1515-Madrid, 1567) te55 (fg. 6). Las obras se iniciaron en el claustro y y Juan de Herrera. En Oviedo se enfrentó a un continuaron por el templo, cuyo proyecto inicial proyecto ya iniciado que actualizó aprovechando fue ideado por Juan de Cerecedo el Viejo (†h. gran parte de la obra realizada y utilizando los 1568) y a su muerte fue proseguido por su so- órdenes como ropaje modernizador clasicista. Es brino, Juan de Cerecedo el Joven (†1580), que muy posible que, según supone Ramallo Asensio, se encontraba trabajando en el monasterio en la planta tradicional de cruz inscrita con capillas 157156. Sin embargo, parece que la actividad entre contrafuertes estuviese elevada tan sólo se detuvo en una fecha incierta entre ese año hasta las líneas de imposta, pues el abad afrma y 1587, cuando el abad fray Pedro de Agüero que en ese momento faltaban por hacerse las decidió buscar un nuevo maestro para concluir bóvedas del templo58. En consecuencia, Ribero las obras de la iglesia, dando a entender que lle- cerró las capillas con bóvedas de cañón y dis- vaban algún tiempo abandonadas y era necesario puso esbeltas pilastras estriadas de orden jónico cubrir el templo cuanto antes para no perder lo ya sobre los contrafuertes, modulando el ritmo de edifcado. Con este fn, en mayo de 1587 Agüero los muros de la nave. Sobre las pilastras colocó un contrató a Juan del Ribero en Valladolid, proba- entablamento corrido con su arquitrabe de tres blemente aconsejado por los responsables de la fajas, friso liso convexo y cornisa con dentículos Congregación, pues se había convertido en su (fg. 7). Tanto el capitel como el entablamento arquitecto de confanza y, entre otros proyectos, reproducen con fdelidad el modelo propuesto había realizado la traza universal del monasterio por Serlio para el orden jónico en su Libro Quarto

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 24 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna relacionada con la fachada prioral de San Isidoro de León (1580-83), también concebida por Ri- bero, y ambas se inspiran en láminas de porta- das serlianas reproducidas en el Libro Quarto de Architectura, aunque sin remitirse a un modelo concreto59. En León, Ribero optó por el orden dórico y un friso clásico de triglifos y bucráneos, pero el esquema esencial apenas varía y demues- tra hasta qué punto el maestro había asimilado la teoría de los órdenes clásicos y era ya capaz de proponer su propia lectura de la tratadística Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid arquitectónica. Por otro lado, la portada de San Vicente tuvo cierto eco en la región y, convenien- temente simplifcada, sirvió como modelo para la entrada (1591-92) de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Remedio (El Remedio, Nava), hasta el momento de autor desconocido (fg. 8), aunque se ha propuesto la intervención de Do- mingo de Mortera60. En cuanto al monasterio de San Juan Bautista de Corias, su incorporación a la Congregación de Castilla fue algo más tardía, pues tuvo lugar en 153761. No obstante, hasta fnales del siglo Fig. 7. Iglesia del monasterio de San Vicente (1587) en Oviedo. Detalle de una pilastra de la nave XVI no se documentan reformas importantes en el cenobio. En estas fechas se abordó la recons- de Architectura, que aparece en la lámina XI de trucción general de todo el conjunto de origen la edición española de Villalpando. Este mismo medieval bajo unos planteamientos rigurosamen- esquema se extendió a las puertas interiores, te clasicistas y, de nuevo, con la intervención de 62 con friso convexo y cornisa con dentículos, y, de Juan del Ribero . En 1590 Domingo de Mortera forma especial, a la portada interior del templo, contrató la construcción de una parte del claustro garantizando la unidad de toda la estructura bajo con arreglo a las trazas elaboradas previamente 63 los presupuestos artísticos del orden jónico ser- por Juan del Ribero . El claustro proyectado por liano. Ribero no ha llegado hasta nosotros, pues fue destruido en el incendio que asoló la mayor parte La portada de San Vicente, sin duda una de del conjunto en 1763, y no es posible analizar las piezas más acertadas del arquitecto, emplea su diseño64. No obstante, el nuevo templo, cuyas el modelo de arco triunfal de inspiración clásica obras se habían iniciado en 1593, no se vio afec- con acceso de medio punto fanqueado por dos tado por la catástrofe y aún se conserva65. En la columnas jónicas a cada lado. Estas columnas, al construcción de esta iglesia trabajó el maestro igual que las pilastras de la nave, presentan fuste Domingo de Argos (†1614) hasta 1609, cuando estriado y sostienen un entablamento con friso todavía quedaba por edifcar la cúpula, pero aún liso convexo, dentículos y cornisa sobre ménsulas. no se ha documentado la autoría del proyecto66. La estructura se remata con un frontón curvo que Sin embargo, teniendo en cuenta que las obras acoge un nicho o ventana ciega en el centro y se iniciaron bajo el mandato de Antonio Yepes esferas dispuestas a plomo sobre los soportes. (1592-95), que había gobernado anteriormente El espacio entre las columnas se encuentra ocu- San Vicente de Oviedo (1589), y que Ribero ya pado por recuadros de escaso resalte en el nivel había dado trazas para el claustro, probablemen- inferior, que se transforman en nichos de cierta te integrado en un proyecto de reconstrucción profundidad sobre la línea de imposta. Esta por- del todo el conjunto o traza universal, tal como tada de San Vicente se encuentra estrechamente había hecho en Valladolid, parece razonable pen-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 25 sar que este maestro pudo ser también el autor del proyecto de la iglesia67. El templo de Corias presenta planta de cruz latina con una sola nave, testero plano, capillas laterales y crucero destacado. Según apuntó Ra- mallo, la gran cúpula sobre pechinas del crucero sugiere el compromiso entre un espacio centra- lizado y otro longitudinal, pero todo el conjunto destaca por su sobriedad y armonía de propor- ciones68. Al igual que en San Vicente, Ribero dis- puso esbeltas pilastras estriadas, en este caso de Álvarez Vidal de la Madrid orden toscano, entre las capillas para modular los tramos del muro y, sobre ellas, acomodó un enta- blamento clásico, con friso desnudo, dentículos y cornisa ligeramente volada. De nuevo, el empleo acompasado del orden contribuye a sistematizar e integrar los espacios del templo benedictino, generando un conjunto armónico, que, en este caso, alcanza mayor coherencia al tratarse de un proyecto ex novo. En cuanto a la portada, reitera un esquema ya conocido de Ribero, que Bustamante García califcó de italiano69, y contribuye al concepto in- Fig. 8. Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Remedio tegrador del conjunto (fg. 9). Se dispone entre (1591-1592) en El Remedio, Nava. Fachada principal dos rotundas fajas de sillería que se prolongan en altura hasta sostener el frontón que remata benedictinos y supuso la introducción del primer el imafronte. Está formada por un arco de triun- clasicismo en la región, en sintonía con lo que fo organizado mediante pilastras pareadas tos- estaba sucediendo en la corte o en el foco va- canas fanqueando un arco de medio punto y llisoletano. En sus obras demuestra un perfecto sosteniendo un entablamento clásico con friso conocimiento teórico y una notable capacidad de metopas y triglifos. Las pilastras presentan creativa, que le permite desarrollar nuevos ti- el fuste liso y entre ellas se disponen recuadros pos constructivos en unos proyectos donde los de escaso resalte, por lo que la apariencia del órdenes actúan siempre como garantes de una conjunto es de sobriedad y escasa plasticidad. arquitectura nueva, humanista y de inspiración Además, la eliminación de las hornacinas vacías italiana. que Ribero había dispuesto en San Vicente, San Al mismo tiempo que Ribero, trabajó en la Isidoro y La Santa Espina resta contraste al con- región el arquitecto jesuita Juan de Tolosa (Sala- junto. El carácter plano de este cuerpo inferior es manca, 1548-Oviedo, 1598), que fue el respon- aliviado en el superior al disponer una hornacina sable del proyecto del Colegio de San Matías para el santo titular fanqueada por pilastras tos- en Oviedo70 (fg. 10). La obra de Tolosa muestra canas con fuste estriado, que remiten al orden también aspectos del primer clasicismo de la es- del interior del templo y soportaban un frontón cuela vallisoletana y acusa el infujo escurialense. triangular, hoy desaparecido. A ambos lados de El colegio jesuítico fue una fundación de Mag- las pilastras fguran sendas pirámides rematadas dalena de Ulloa (Toro, Zamora, 1525-Valladolid, con bolas de inspiración herreriana e, incluso, se 1598), quien ya había ejercido su mecenazgo en advierten también unos aletones muy breves que la creación de la Colegiata de San Luis en Vi- vinculan ambos cuerpos. llagarcía de Campos (1572) y, posteriormente, El trabajo de Juan del Ribero Rada en Asturias promovió también la implantación del Colegio estuvo vinculado a la reforma de los cenobios de la Anunciación de Santander (1594)71. Para

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 26 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna avilesino Francisco Menéndez Camina el Viejo (h. 1629-h. 1694)74. En la fachada se ha efectuado también esta reinterpretación decorativa de la idea inicial, pero aún mantiene el cuerpo inferior más o menos intacto y fel al proyecto primitivo. Se trata de un arco de triunfo de orden toscano compuesto mediante columnas pareadas fan- queando un acceso adintelado y sosteniendo un entablamento con un friso clásico de rosetas y triglifos inspirado en modelos serlianos. Entre las

Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid columnas se disponen recuadros muy planos y el

Fig. 9. Iglesia del monasterio de San Juan Bautista de Corias conjunto se destaca elevándolo sobre un zócalo (1593) en Cangas del Narcea. Fachada principal. Fotografía de y proyectándolo sobre la línea del muro de la fa- Alejandro García chada. Las puertas que fanquean la portada tam- bién responden a esta primera fase edifcatoria, materializar la fundación de Ulloa, Juan de To- pero el resto de la fachada evidencia el capricho losa se trasladó a Oviedo, donde ya se encon- y la infación decorativa característicos del último traba trabajando en 1584 en las dependencias cuarto del siglo XVII. La portada ha sido relacio- del colegio jesuítico –hoy desaparecido-, que se nada con la iglesia de las Angustias de Valladolid, concluyó en torno a 1593. Por su parte, el templo trazada por Juan de Nates, que presenta un es- no inició su construcción hasta 161672, cuando quema compositivo muy similar tan sólo variando Tolosa ya había fallecido, y no se fniquitó, tras el orden columnario, que pasa a ser corintio, y varias alternativas, hasta un siglo más tarde, lo transformando dos recuadros en nichos para es- cual plantea el problema de la autoría del maes- culturas. También está relacionada con la fachada tro salmantino, que hasta el momento no ha sido del Colegio del cardenal en Monforte de Lemos, posible aclarar documentalmente. Además, el lar- donde intervino el propio Tolosa, que también go tiempo transcurrido desde su concepción pri- emplea el orden toscano, pero la portada es más mitiva provocó que la idea clásica inicial se fuera plana, menos plástica y pierde monumentalidad75. diluyendo entre aportaciones características del barroco decorativo. En cualquier caso, Tolosa resi- dió en Oviedo durante largos periodos de tiempo El segundo clasicismo ocupándose de los trabajos del colegio e incluso Los proyectos arquitectónicos de Ribero y To- falleció en la ciudad durante una epidemia de losa facilitaron la implantación en la región del peste, por lo que parece razonable suponer que, gusto clásico a fnales del siglo XVI. Con ellos como propone Ramallo Asensio, este arquitecto llegó la cultura artística de la escuela vallisoletana habría sido el responsable de trazar un proyecto caracterizada por la infuencia de Herrera, espe- general del conjunto, que, en el caso de la iglesia, cialmente a través de la Cuarta Colegiata –des- se materializó tras su muerte73. pués catedral-, el conocimiento de la Antigüedad El templo ovetense de San Matías, en la actua- romana, que se adopta como modelo creativo, lidad ocupado por la parroquia de San Isidoro el y un sustrato humanista que se manifesta en la Real, reproduce el característico modelo jesuítico amplia formación teórica de sus principales artí- de planta de cruz latina con una sola nave, cru- fces, que llegaron, incluso, a traducir a alguno cero sin destacar, capillas laterales comunicadas de los tratadistas más relevantes, como Vitrubio o entre sí y testero recto. Las paredes de la nave Palladio. Este primer clasicismo arraigó sin difcul- se articulan mediante pilastras de orden corintio, tad en Asturias e incorporó la región a la vanguar- pero, a lo largo del dilatado proceso constructi- dia artística castellana, poniendo las bases de una vo, la idea inicial clasicista fue sustituida por una práctica artística que se mantuvo con pujanza a lo interpretación barroca del espacio y de los ele- largo de la mayor parte del siglo XVII alentada por mentos arquitectónicos elaborada por el maestro la actividad de los maestros montañeses.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 27

La consolidación de esta propuesta clásica en la región fue protagonizada por el arquitecto Juan de Naveda, quien ya se encontraba en Ovie- do en 1621 para edifcar la girola de la catedral76 (fg. 11). Naveda se había formado en el taller de los Sisniega y trabajó brevemente en las obras del conjunto clasicista de Lerma, donde conoció los proyectos del arquitecto cortesano Francisco de Mora (Cuenca, 1552-Madrid, 1610) y del carme- litano fray Alberto de la Madre de Dios (Santan- der, 1575-Pastrana, Guadalajara, 1635)77. Era, por Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid tanto, un buen conocedor del primer clasicismo practicado por los arquitectos de la generación de Herrera, quienes, en su mayor parte, ya habían desaparecido al iniciarse el siglo XVII, y había ma- durado profesionalmente junto a sus sucesores, que representaban la continuidad clásica en un momento de expansión, pero también de diver- sifcación del estilo. En realidad, su trayectoria discurrió paralela al desarrollo de la última fase de la escuela vallisoletana, encarnada en la obra del arquitecto Francisco de Praves (Valladolid, 1586-Madrid, 1637), traductor de tratadistas ita- lianos y depositario fnal de un tradición artística Fig. 10. Iglesia del colegio de San Matías de Oviedo (1616- 78 1725), hoy iglesia parroquial de San Isidoro el Real. Fachada que comenzó a declinar con su desaparición . principal Al igual que Praves, Naveda había asimilado la tradición escurialense en unas composiciones se- que facilitan una aparente transición sin traumas veras, planas y funcionales, pero también supo desde el edifcio medieval81. evolucionar hacia una mayor expresividad, donde el rigor de los órdenes y el sistema de proporcio- La girola fue concebida como un pasillo que nes se mantuvieron como una constante creativa. comunica los dos brazos del transepto y al que se van abriendo las capillas dispuestas entre ma- La llegada de Juan de Naveda a Oviedo inició chones. Hacia el deambulatorio, estos pilares se el proceso de adaptación del conjunto catedra- revisten de pilastras toscanas pareadas, que fan- licio a los nuevos usos contrarreformistas79. Su proyecto para la girola (1621-1633) no se limitó a quean un nicho y reciben los arcos fajones de la trazar el consabido deambulatorio que facilitaba bóveda. Al otro lado, los arcos descansan sobre la circulación en torno al presbiterio, sino que unas pilastras toscanas cajeadas más anchas, que desarrolló una estructura más compleja donde cubren los contrafuertes de la capilla mayor. El ac- se integran con naturalidad, una nueva capilla ceso a cada una de las capillas también se destaca para santa Eulalia (hoy Covadonga), cinco capillas mediante pilastras que soportan sus correspon- más para los apóstoles, que fguraban en la ad- dientes arcos. Las capillas se cubren con bóveda vocación primitiva del templo y aún no contaban de cañón y en el abovedamiento del pasillo se con ubicación adecuada, y una gran sacristía para introducen las nervaduras goticistas sin función acomodar los nuevos ornamentos litúrgicos80. El estructural para procurar la conciliación con el trascoro ideado por Naveda emplea un léxico resto del templo. Por su parte, la primera capilla clasicista de singular austeridad, pese al revesti- del acceso meridional, hoy dedicada a Nuestra miento barroco que experimentó en el siglo XVIII, Señora de Covadonga, se trazó como una planta pero respeta la estructura del templo gótico y centralizada, prácticamente una cruz griega, que busca integrarse con él por medio de recursos de organiza sus muros con las mismas pilastras tos- maquillaje compositivo, como la crucería pétrea, canas del deambulatorio fanqueando recuadros

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 28 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna cajeado longitudinal de pilastras fue empleado por Herrera en los pilares de la cuarta colegia- ta, de donde pasó a la escuela vallisoletana. La inspiración herreriana del proyecto parece clara, pero, además, se ha identifcado el empleo de una lámina de Serlio para una puerta de la Capilla de Covadonga83 y la portada de la antesacristía revela una innegable fliación vignolesca84. Esta portada, compuesta de sendas columnas co- rintias que sostienen un entablamento sobre el cual se dispone un ático entre pilastras, emplea Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid el modelo de capitel reproducido por Vignola en su Regla y su diseño parece inspirado en la lámina 39 de dicho tratado. Semejante esquema com- positivo, aunque manteniendo el orden toscano, ya había sido empleado por fray Alberto de la Madre de Dios en la colegiata de San Pedro de Lerma (1617), donde, al igual que en la catedral de Oviedo, se ilustran las enjutas del arco con la escena de la Anunciación. Finalmente, por ahora, resulta más complejo determinar el origen del diseño de la puerta de la sacristía, que fue reinter- pretado por Menéndez Camina algunas décadas Fig. 11. Girola de la catedral de Oviedo (1621-1633) más tarde para la fachada de la iglesia jesuítica de Oviedo. Esta entrada aparece realzada con un muy planos y también introduce la crucería en vistoso frontón curvo de base quebrada, apoyado la cubierta. En correspondencia con este hueco, en grandes ménsulas y decorado interior y exte- al otro lado del deambulatorio, Naveda dispuso riormente con denticulado, que ha sido relaciona- el acceso a la antesacristía, concebida como un do con el repertorio de portadas publicadas por espacio longitudinal abovedado que da paso a la Domenico Fontana (Melide, Suiza, 1543-Nápoles, sacristía, donde aparecen de nuevo las pilastras 1607) en 159085. toscanas de la girola (fg. 12). En la actualidad, La presencia de Naveda en la catedral de Ovie- se encuentra muy transformada por las reformas do facilitó, sin duda, su contratación para erigir del primer tercio del siglo XVIII, pero en su origen la capilla de la Anunciación (h. 1626-1640) en el probablemente se trazó como una planta de cruz fanco septentrional del templo86 (fg. 13). Esta latina con los brazos y la cabecera más cortos y obra fue promovida por el prelado asturiano Juan 82 sin la cúpula actual . Vigil de Quiñones (†1627), que ocupó las sedes El conjunto de la girola no sólo revela la habili- de Valladolid y Segovia, para destinarla a su en- dad como tracista de Naveda, pues compone un terramiento. Naveda, que ganó espacio a costa artefacto arquitectónico monumental, bien tra- de la antigua basílica altomedieval del Rey Casto, bado con la obra gótica y perfectamente ajustado concibió la capilla como un templo centralizado a la multiplicidad de funciones del programa, sino dispuesto en torno a una gran cúpula vaída sobre también su capacidad para manejar con soltura el pechinas con un óculo que evidencia su inspira- lenguaje clásico. Toda la obra descansa sobre la ción en el Panteón romano87. Los muros se estruc- fexibilidad compositiva de las pilastras toscanas, turan mediante recuadros y enérgicas pilastras que se van combinando en los distintos espa- estriadas de orden corintio con factura esmerada cios manteniendo el sistema de proporciones y y vocación monumental. En esta obra, el arqui- suministrando unidad al conjunto. Las pilastras tecto, aunque mantiene la cadencia y ordenación pareadas asociadas con arcos fajones aparecen de elementos de la girola, se liberó de la planitud ya en la basílica del monasterio de El Escorial y el y contención herrerianas para ganar volumen, ex-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 29 presividad y contraste. Su planteamiento ya había sido esbozado en la portada de la antesacristía y ahora insiste en el léxico viñolesco, que le propor- ciona el modelo del orden corintio. Además, en el retablo tallado por el escultor Luis Fernández de la Vega (Llantones, Gijón, 1601-Oviedo, 1675), que Ramallo Asensio supone con acierto que ha sido trazado por el propio Naveda a causa de su evidente sintonía con el resto de la obra88, se reiteran de nuevo los modelos viñolescos 89. Así,

tanto el orden corintio de las columnas pareadas Álvarez Vidal de la Madrid del nivel inferior, como el orden compuesto de las dos columnas que fanquean el relieve del Bau- tismo de Cristo parecen tomados del tratado de Fig. 12. Capilla de la Anunciación (h. 1626-1640) en la cate- Vignola y redondean una feliz unidad de estilo. dral de Oviedo. Detalle de las pilastras La capilla de la Anunciación o del obispo Vi- Quinta Angustia (1591) de Juan de Nates. Por gil inició la serie de grandes capillas de la cate- último, Naveda construyó al menos dos capillas dral ovetense promovidas por sus prelados, que, privadas en Asturias: la de la Concepción en la además de su función funeraria, cumplen otros Torre de la Pedrera en Villaviciosa (1623) y la de cometidos de especial interés para el cabildo, los Reyes Magos en el palacio de Villabona en como un nuevo relicario (Nueva Cámara Santa), Llanera (1623)92. En ellas, se mantiene el rigor, la una capilla para la patrona de la diócesis (Santa austeridad y la contención clásicos característicos Eulalia) o una nueva capilla real con un santua- de la girola catedralicia, con las pilastras toscanas rio para la Virgen de las Batallas (Rey Casto). La y arcos fajones actuando de nuevo como orga- Nueva Cámara Santa (1660-62), hoy capilla de nizadores de la composición, y se confrma una Santa Bárbara, realizada por Ignacio de Cajigal auténtica fórmula edifcatoria. (†1666) supuso la introducción del gusto barroco en el conjunto catedralicio, evidenciado por su El clasicismo estricto y monumental represen- temática ornamental, su función de relicario y su tado por Naveda fue evolucionando a mediados sentido escenográfco, pero se dejó infuir por el de siglo hacia propuestas menos rigurosas que orden corintio plasmado por Naveda en la Anun- avanzaban hacia el barroquismo. La obra de ciación y conservó el aire clásico en su estructura. Melchor de Velasco Agüero (†1669) en Asturias La portada, por su parte, recupera la sobriedad de representa muy bien estas tendencias, pues com- bina el clasicismo declinante con algunas solucio- la girola con dos pilastras toscanas lisas soportan- nes heterodoxas que alcanzaron su desarrollo en do un frontón rematado con esferas90. sus obras gallegas93. Los cuatro años que perma- Naveda trazó también el ayuntamiento ove- neció en la región antes de trasladarse a Galicia tense (1621-1633) utilizando un módulo arco- (1654-58) desplegó una gran actividad dirigida, balcón de resonancias palladianas y un cuerpo de forma especial, hacia la reforma de los gran- para el arco de Cimadevilla con serliana en el des complejos monásticos. En Oviedo, Velasco balcón principal que reproduce el modelo he- trazó la reforma del monasterio de San Vicente rreriano del ayuntamiento toledano en la plaza (1658), proporcionándole una sobria fachada ur- de Zocodover (1596)91. En general, toda la obra bana donde destaca la nueva portada tomada del rezuma clasicismo con la mirada puesta en la es- Arte y Uso de Arquitectura (1639 y 1665) de fray cuela vallisoletana, pues la retícula de las fajas Lorenzo de San Nicolás (Madrid, 1593-1679), y remite a la fachada de la biblioteca de El Escorial diseñó la modernización del monasterio de San hacia el Patio de los Reyes o al diseño de Fran- Pelayo (h. 1657), cuyo claustro, ejecutado por cisco de Praves para el claustro de las Huelgas Cajigal en 1664, evidencia aún planteamientos Reales de Valladolid (1622), y el cuerpo del Arco clasicistas y remite a los patios renacientes de la de Cimadevilla recuerda al Humilladero de la Universidad, el monasterio de San Francisco de

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 30 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid

Fig. 13. Sacristía de la catedral de Oviedo (1621-1633). Porta- Fig. 14. Monasterio de San Pelayo en Oviedo. Claustro (1664). da de la antesacristía Fotografía de Yayoi Kawamura

Avilés y el monasterio de Santa María de Bel- mitad del siglo. Tal vez el mejor ejemplo sea la monte al recuperar el doble ritmo de columnas propuesta del llanisco Juan de Estrada (h. 1621- toscanas en el primer piso, que se transforman post. 1684) para las casas consistoriales de Avilés en pilares en la planta superior (fg. 14). Su última (1670-77), donde reproduce felmente la idea de obra en Asturias, el claustro del monasterio de Naveda para el ayuntamiento ovetense94. Al igual Santa María la Real de Obona en Tineo (1658), que en la capital asturiana, el edifcio consistorial revela la capacidad del autor para monumenta- avilesino se concibió como portada ciudadana, lizar una obra modesta con recursos limitados y erigiéndose delante de la muralla medieval, y se estrictamente clásicos. Con este fn, dispone so- diseñó también con dos alas porticadas unidas bre pedestales una serie de austeras pilastras tos- por un cuerpo central (fg. 15). Se trabajó de canas de orden gigante con su correspondiente nuevo con el módulo arco-balcón, se reiteraron segmento de entablamento, que marcan el ritmo las fajas que estructuran el muro, aunque con de una galería cuyos entrepaños se recorren por un concepto aún más simplifcado, y se replicó unas fajas muy planas para realzar las ventanas y una calle central idéntica, que mantiene la cita sugerir la unidad reticulada del muro. serliana. Además, Estrada también se fjó en el modelo de capilla privada de Naveda para trazar la capilla y oratorio cubierto con media naranja La persistencia del clasicismo y la misce- (1668) que le encargó Sebastián Vigil de la Rúa lánea barroca (1628-1692) para su casa en Oviedo y que nunca Los proyectos de Juan de Naveda consolida- llegó a ser realizada95. ron el gusto clásico, que mostró su fortaleza a lo En una línea similar trabajó el arquitecto tras- largo de gran parte de la centuria de la mano de merano Gregorio de la Roza (h. 1644-h. 1706), los maestros montañeses, que protagonizaron la quien a la muerte de Cajigal se ocupó de su taller actividad constructiva en la región durante ese tras casarse con su viuda. Roza, que trabajó de periodo. En realidad, la persistencia del clasicis- forma continuada en Asturias hasta principios del mo en Asturias más allá de mediados del siglo siglo XVIII, llegó a ser maestro de obras del Princi- XVII no puede justifcarse tan sólo por una causa, pado (1672) y, en un momento de apogeo del ba- sino que responde a motivaciones de naturaleza rroco decorativo, sus obras evidencian contención diversa. ornamental y una clara continuidad con los plan- En primer lugar, Naveda había logrado plas- teamientos clasicistas, que le llevó incluso a recrear mar su propia interpretación del léxico clásico, el modelo de las consistoriales ovetenses en la sala derivada de Herrera y de la escuela vallisoletana, capitular de la Colegiata de Santillana del Mar en en unas fórmulas arquitectónicas de singular ef- Cantabria (1694)96. La huella de Naveda se dejó cacia, que siguieron utilizándose en la segunda sentir también en su diseño para la capilla de San

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Pedro de Rozadas en Villaviciosa (1675-77)97, que fue promovida por el canónigo de la catedral de Toledo Juan Santos de San Pedro, pero en las casas de Malleza llegó aún más lejos en la búsqueda de referentes clásicos. Fernando de Malleza y Dóriga encargó a Roza la erección de sus casas familiares (1673-1675)98 en Oviedo, probablemente el primer palacio moderno de la capital. Están emplazadas en la antigua plaza de la Fortaleza –hoy, Porlier–, que era la zona de privilegio por excelencia para

la nobleza avecindada en Oviedo, y a escasos me- Álvarez Vidal de la Madrid tros de la Universidad, que decidió tomar como modelo. La calle central de estas casas reproduce el esquema de la portada universitaria: una puer- Fig. 15. Casas consistoriales de Avilés (1670-1677) ta adintelada fanqueada por sendas columnas dóricas de fuste estriado sobre pedestales, que región. El planteamiento artístico de Francisco sostienen un entablamento con friso de triglifos Menéndez Camina el Viejo, que tuvo continui- y rosetas y un balcón sobre éste fanqueado por dad en la obra de su hijo, Francisco Menéndez los escudos nobiliarios (fg. 16). En esencia, se tra- Camina el Mozo (h. 1662-†1719), es deudor de ta del mismo diseño, pero, además, los capiteles la propuesta gallega contemporánea, pero no se reproducen también modelo vignolesco de ovas, desvincula totalmente de la tradición, pues super- aparecen las mismas traspilastras y se reitera el pone unos recursos ornamentales caprichosos, entablamento del edifcio universitario, probable- imaginativos y, con frecuencia, exuberantes, so- mente tomado de Serlio, aunque en el palacio de bre unos esquemas constructivos más conserva- Malleza se permite la licencia de quebrarlo sobre dores99. Así sucede con su proyecto para la capilla las columnas. Por último, los aspectos novedosos de Santa Eulalia en la catedral de Oviedo (1690- de esta idea también nos llevan a Serlio, pues el 96)100, donde se tiene muy presente la propuesta balcón del primer piso aparece fanqueado por de Naveda para la capilla de la Anunciación, o sus pilastras jónicas que sostienen un friso convexo trazas para las casas del marqués de Camposa- bajo una cornisa con dentículos, que evidencian grado en Avilés, donde, como ya se ha comenta- claramente su inspiración en el Libro Quarto de do, se toma como modelo la fachada del palacio Architectura del tratadista boloñés. de Valdés ideada por Portigiani. Para la capilla de Santa Eulalia, tras valorar con el promotor, el Otro factor que infuyó en la persistencia del prelado fray Simón García Pedrejón (Torquemada, clasicismo en Asturias fue la desaparición de los Palencia, 1618-Oviedo, 1696), al menos tres pro- maestros que habían protagonizado la actividad yectos diferentes, idearon una planta centralizada arquitectónica a mediados del siglo. Velasco se cubierta con media naranja sobre pechinas y, al había ido a Galicia en 1658, Cajigal falleció ocho igual que Naveda en la Anunciación, sugirieron años después y tan sólo Roza estaba cualifcado la posibilidad de dejar un óculo abierto sin linter- para ocupar su espacio. La ausencia de estos ar- na para iluminar el interior. Además, recurrieron quitectos difcultó la evolución del estilo hacia las también a la cornisa y a las pilastras corintias de formas barrocas que ya se advertían en sus obras la Anunciación, que suministran la misma sen- y Gregorio de la Roza, ya fuera por la inercia de sación de orden gigante al distribuir el muro en la clientela o por sus propias limitaciones, se con- dos niveles, pero se eliminaron las estrías del fus- formó con dar continuidad a los planteamientos te para cajearlo y ocuparlo con una decoración artísticos de los maestros que lo precedieron, sin de colgantes de hojas y frutos que truecan en el abordar auténticas novedades creativas. nivel inferior en recuadros vegetales. Semejante Este retraimiento de los trasmeranos facilitó la ornamento recuerda las ristras de frutos de las hegemonía de los asturianos Menéndez Camina, portadas de Serlio, pero muestra también un in- quienes introdujeron el barroco decorativo en la dudable parentesco con la temática del barroco

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 32 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna fuste decorado con motivos vegetales, pero resul- tan de difícil adscripción a un prototipo concreto. Menéndez Camina el Mozo prosiguió también la adaptación o actualización barroca de los órde- nes clásicos iniciada por su padre. En este aspecto, resulta ejemplar su propuesta para las casas del indiano Rodrigo García Pumarino (†1706) en Avi- lés (1700-1706)103, donde reinterpreta la fachada de las consistoriales de la ciudad –trazadas, según hemos visto, por Estrada imitando a Naveda– in-

Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid troduciendo el orden jónico. Se repite el módulo arco-balcón entre fajas con pórticos, pero las fajas lisas del consistorio se transforman en pilastras jó- nicas de orden gigante con fuste rehundido y un tratamiento muy estilizado. Se asume, por tanto, el modelo clasicista de Naveda-Estrada, cuya es- tructura y proporciones favorecen la integración en el entorno urbano, pero se le somete a un pro- ceso de modernización que supone la introducción de una lectura personal de los órdenes clásicos y el empleo de ornamento en la mayor parte de los elementos (imposta, guarnición de las venta- nas, rosca de los arcos, cornisa, friso). Semejante Fig. 16. Casas de Fernando de Malleza (1673-1675) en Ovie- do, hoy sede del RIDEA utilización de los órdenes se dio también en su proyecto para el conjunto de las casas del marqués gallego contemporáneo (Monteagudo, Andrade de San Esteban del Mar de Natahoyo (1705-1716) o Romay). En cuanto al palacio del marqués de y colegiata de San Juan Bautista en Gijón (1705- 1734)104. La fachada principal del cuerpo central Camposagrado101, su vinculación con las torres de de las casas muestra una estructura reticular ins- Valdés se aprecia en el esquema de cuerpo apai- pirada en la vicaría del monasterio de San Pelayo sado entre torres y en la generosa utilización de de Oviedo (1703-1704)105, que había trazado fray almohadillado en las esquinas y en la guarnición Pedro Martínez de Cardeña (fg. 17), pero el arte- de los vanos, pero aporta como novedad una ca- facto columnario diseñado por el fraile arquitecto lle central organizada mediante la superposición se convirtió en un recurso mucho más estilizado, de órdenes. No se trata, desde luego, de los órde- que sólo mantiene las columnas en la calle central nes clásicos, sino de una interpretación personal y las sustituye en el resto de la obra por pilastras de los mismos elaborada por Menéndez Camina cajeadas. Además, Menéndez Camina volvió a in- el Viejo, que su hijo recuperó para la fachada terpretar los órdenes clásicos de forma caprichosa del monasterio de San Salvador de Cornellana en y utilizó soportes jónicos con fuste estriado en la Salas (1694)102, aunque en una versión atrofada. planta baja, corintios con fuste de estrías torsas En la planta baja se disponen sendas columnas en el primer piso y probablemente corintios, pues dóricas con fuste estriado y equino liso; en el piso se hace difícil la interpretación pues la erosión ha principal aparecen columnas con capitel corintio desfgurado los capiteles, en la planta superior. estilizado y fuste de estrías torsas; en la planta El rigor clasicista de Martínez de Cardeña quedó superior se utilizan similares capiteles corintios, diluido, por tanto, en una visión más imaginativa pero las columnas presentan fuste salomónico de y arbitraria. En cuanto a la colegiata, diseñó un cinco espiras decorado con pámpanos y racimos gran templo de tres naves separadas por arcadas de vid. Todas las columnas está asociadas a sus sobre pilares con pilastras de capitel jónico en correspondientes traspilastras de fuste cajeado correspondencia con los arcos fajones de la nave y soportan fragmentos de entablamento con el central. Estas pilastras presentan una solución an-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 33 ticlásica y sugerente, pues su fuste se talla como si contuviese el fuste cilíndrico de una columna en su interior. Al exterior se retoma el almohadillado característico de las cercanas casas de Valdés y su portada meridional, similar a la utilizada en la ca- pilla de Santa Eulalia en la catedral ovetense, se compone con dos columnas jónicas de fuste es- triado tratadas con la habitual estilización de este maestro, pero que soportan sendos tramos de friso convexo, tal vez inspirados en láminas de Serlio.

La última causa que podría justifcar la persis- Álvarez Vidal de la Madrid tencia del clasicismo en la región probablemente tenga que ver con el menor coste de unas obras sobrias, carentes de ornato y funcionales, que se convirtieron en la solución más adecuada para un territorio con recursos limitados. De esta forma, es posible que pueda explicarse la adaptación para la iglesia y convento de las agustinas reco- letas de Gijón (1669-1684; reformado en 1733) del proyecto que Ignacio de Cajigal había tra- zado para el convento de Nuestra Señora de la Encarnación de Llanes (1665), caracterizado por 106 su contención y funcionalidad . Fig. 17. Vicaría del monasterio de San Pelayo (1703-1704) en Oviedo Finalmente, durante las primeras décadas del siglo XVIII se erigieron dos obras singulares que remueven los modelos tradicionales y se distan- juegos visuales e integración de recursos clásicos cian de la arquitectura local. En primer lugar, la con un renovado ornamento barroco, que se li- vicaría del monasterio de San Pelayo (1703), ya mita a las guarniciones de los vanos. mencionada, que fray Pedro Martínez trazó en Por su parte, el maestro trasmerano Bernabé de Oviedo con sentido monumental y contención Hazas (†1710) reconstruyó la capilla real o basíli- vitrubiana, aunque introduce las molduras mixti- ca del Rey Casto de la catedral de Oviedo (1705- líneas en la guarnición de los vanos, que adquiri- 1712), demoliendo la ancestral iglesia-panteón rán cierta fortuna en el panorama asturiano. Nos altomedieval (siglo IX) y recolocando los despojos interesa especialmente su esmerado tratamiento reales de los miembros de la monarquía asturiana de los órdenes, que combina con el sentido or- en un mausoleo con urnas, a los pies de la nueva namental y compositivo del barroco. El arquitecto construcción108 (fg. 18). Este templo, erigido en ple- diseñó un cuerpo central de tres calles articuladas na Guerra de Sucesión como apoyo a la legitimidad mediante rigurosa superposición de órdenes: tos- del monarca borbón Felipe V (Versalles, 1683-Ma- cano sobre elevado plinto y entablamento con drid, 1746), distingue sus espacios mediante el tra- friso de triglifos y metopas en la planta inferior, tamiento diferenciado de las bóvedas –elipsoidal jónico sobre un pedestal de menor altura en el para el santuario mariano de la cabecera, cúpula primer piso y corintio sin plinto en la planta su- sobre tambor octogonal para el crucero y crucería perior. Como ya advirtió el profesor Ramallo, se goticista para las naves–, pero destaca por su ori- juega con la disminución progresiva de estos so- ginal diseño de los soportes. Se trata de pilares con portes acorde con el diferente destino de cada semicolumnas y pilastras de orden corintio adosa- nivel: arcadas, balcones y ventanas107. Además, das, que soportan tramos de entablamento sobre cada columna se encuentra asociada a una serie los cuales descansan los arcos que separan las na- de traspilastras de su orden que aumentan en ves. El entablamento, compuesto de arquitrabe, número según ascendemos. En consecuencia, friso decorado con motivos vegetales y angélicos

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Fig. 18. Capilla Real o Basílica del Rey Casto (1705-1712) de la Fig. 19. Hospicio y hospital real de huérfanos, expósitos y des- catedral de Oviedo. Detalle de los pilares amparados (1752-1770) en Oviedo, hoy Hotel de la Recon- quista. Calle central de la fachada principal y cornisa con dentículos y ovas, se va quebrando adaptándose a los capiteles de columnas y pilastras modelos y esquemas constructivos, que, como se y se extiende por el muro interior proporcionan- ha visto, nunca habían llegado a desaparecer del do unidad al conjunto. Semejante concepción de todo110. Su proyecto para el Hospicio y hospital real los soportes recuerda el diseño de los pilares de de huérfanos, expósitos y desamparados (1752- inspiración antigua que Diego de Siloé (Burgos h. 1770), hoy Hotel de la Reconquista en Oviedo, 1490-Granada, 1563) empleó la catedral de Gra- constituye el mejor ejemplo de esta propuesta nada y que en su momento se convirtieron en un creativa de carácter continuista. El hospicio había auténtico sello de estilo109. En Oviedo, por lógicas sido una iniciativa de Isidoro Gil de Jaz (Sangüesa, razones de escala, Hazas prescindió de los pedes- 1703-Madrid, 1765), regente de la audiencia de tales semicilíndricos, pero sus pilares mantienen un Oviedo (1749-1754) y destacado reformador ilus- indudable parentesco con la catedral granadina, trado, que había concebido este centro como una que tal vez tenga que ver con el carácter de capilla institución novedosa para procurar la recuperación y panteón real del templo asturiano. e integración social de los niños huérfanos y ex- pósitos, pues tenían la oportunidad de aprender un ofcio en sus instalaciones. La posibilidad de Epílogo. La restauración del clasicismo erigir un edifcio para este fn, donde poner en A mediados del siglo XVIII, los arquitectos com- práctica las ordenanzas elaboradas para su funcio- prometidos con la reforma artística propusieron namiento por el propio regente, quien se compro- la recuperación de las formas clásicas como len- metió también con la idea general del conjunto, guaje del nuevo gusto ilustrado. En Asturias, el convirtieron esta iniciativa en un modelo digno de maestro Pedro Antonio Menéndez (Candás, Astu- emulación. En su planteamiento general, Menén- rias, 1716-Oviedo, 1789), responsable del primer dez y Gil de Jaz recuperaron la planta tradicional aliento reformista en la arquitectura regional, em- de los hospitales renacentistas españoles, con una prendió la restauración del clasicismo recuperando serie de patios, donde se utiliza como soporte la

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 35 columna toscana habitual en los interiores de los palacios asturianos de la Edad Moderna, y una capilla, trazada fnalmente por Ventura Rodríguez (Ciempozuelos, Madrid, 1717- Madrid, 1785) en 1768, dispuesta en el eje axial del conjunto. Ade- más, en la fachada principal del hospicio, edifcada entre 1752 y 1758, se aprecia con nitidez el eco de las construcciones del clasicismo local (fg. 19). En ella, Menéndez recuperó el esquema compo- sitivo de Naveda para las consistoriales ovetenses,

confgurado mediante la reiteración del eje arco- Álvarez Vidal de la Madrid balcón entre fajas y con pórticos en la planta baja, y reprodujo en la calle central la composición vig- nolesca de las casas de Malleza que Gregorio de la Roza había tomado, a su vez, de la entrada de la Universidad de Oviedo. Así, al igual que Roza, Menéndez dispuso en la calle central columnas dóricas de fuste estriado sobre pedestales, que sostienen un entablamento quebrado con friso de triglifos y rosetas y tramos de frontón a ambos lados de un balcón fanqueado por sendos espejos con inscripción, que sustituyen a los escudos de las casas de Malleza. De esta forma, la restauración Fig. 20. Iglesia del convento de Santo Domingo de Oviedo. reformista comenzó asentándose sobre modelos Pórtico (1767) clásicos muy próximos que mantuvieron su vigen- cia e interés a lo largo de la Modernidad. concebido como un auténtico prototipo reformista, Podo después, el arquitecto Manuel Reguera donde plasma algunos asuntos ilustrados por Vig- (Candás, Asturias, 1731- Oviedo, 1798), formado nola, como los motivos de las metopas del orden junto a Menéndez y su aparejador en la obra del dórico, que utiliza en el friso de la entrada, o la hospicio, logró su titulación académica (1764) y ventana del palacio de Caprarola, con la fnalidad se propuso imponer en Asturias el nuevo gusto de actualizar un tipo arquitectónico tradicional113. En 111 artístico . Con este fn, denunció al maestro de el segundo caso, se encuentra el pórtico de la iglesia la catedral de Oviedo, José Bernardo de la Meana del convento de Santo Domingo de Oviedo (1767), (1715-1790), el mejor representante del barroco que se inspira en la fachada principal de la catedral decorativo en la región, y entre sus acusaciones de Valladolid114 (fg. 20). Con este proyecto Reguera le reprochó el desconocimiento de los órdenes se incorporó a la corriente académica que postula- clásicos, pues “siendo la parte principal en que comúnmente se ejercitan las cinco órdenes de ar- ba la recuperación de la obra de Juan de Herrera quitectura, no se verifca haya adaptado y puesto como propuesta clasicista autóctona al servicio de en obra alguna de ellas con las reglas y elegancia la reforma ilustrada115, aunque probablemente des- que le corresponde”112. Reguera no logró su objeti- conociera que la fachada del edifcio vallisoletano vo de desplazar a Meana de los encargos arquitec- no se ajustaba a la idea inicial del arquitecto de El tónicos, pues éste también logró su titulación aca- Escorial. En cualquier caso, el retorno a Herrera y a démica, pero en su escasa obra personal intentó su escuela que efectuaron tanto Menéndez como mostrar su compromiso con la reforma mediante Reguera evidencia no sólo su conocimiento de las el empleo de tratados o la adaptación de proto- corrientes artísticas contemporáneas, sino también tipos castizos de innegable trascendencia clásica. la vigencia de una propuesta artística de carácter En el primero de los casos destaca el palacio que clasicista, que había arraigado con fuerza en la sen- erigió para Pedro Velarde en Oviedo (1765-1770), sibilidad arquitectónica asturiana desde el siglo XVI.

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NOTAS asturiana: el Palacio Valdés de Gijón.” de sus recursos compositivos (Ramallo Liño, nº 18: 45. Asensio, Germán. 1992. “El particular 1 Ramallo Asensio, Germán. 5 Juan de Valdés aparece en las caso de las capillas palaciegas en la ar- 1995. “Una base de mesura y dignidad mandas testamentarias del arzobispo quitectura barroca asturiana.” In AA. arquitectónicas.” In Madrid Álvarez, Vi- de Sevilla; véase González Novalín, José VV., Actas VII CEHA, 362-363 y 365. dal de la, La arquitectura de la Ilustra- Luis. 1971. El Inquisidor General Fernan- Murcia: Universidad de Murcia y Ra- ción en Asturias. Manuel Reguera 1731- do de Valdés 1483-1568. Cartas y do- mallo Asensio, Germán. 1993. “El pa- 1798, 13-17. Oviedo: Real Instituto de cumentos, 382. Oviedo, Universidad de lacio urbano en Asturias.” In Ramallo Estudios Asturianos. Oviedo. Asensio, Germán (coord.), Arquitectura 2 La refexión sobre el carácter de 6 Acerca de la trayectoria artís- señorial en el norte de España, 86-88. la arquitectura de la Edad Moderna en tica de Juan Bautista Portigiani resulta Oviedo: Universidad de Oviedo). Algún Asturias tuvo su primer episodio a fna- imprescindible la consulta del estudio tiempo más tarde, relacioné la obra con Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid les del siglo XIX con el ensayo de For- que el profesor González Santos dedicó las construcciones renacentistas de la tunato de Selgas sobre las construccio- a este arquitecto, escultor y orfebre fo- centuria anterior y planteé la posibilidad nes greco-romanas de la región. En su rentino, donde se actualiza y repasa su de la intervención de Juan de Naveda, opinión, los edifcios asturianos de estos actividad conocida en la península hasta que se ha revelado infructuosa, aun- siglos no mostraron la inclinación hacia ese momento; véase González Santos, que Losada Varea no la descartó en su el barroquismo característica de otros Javier. 1986. “El escultor forentino Juan monografía sobre el arquitecto monta- lugares de España a causa de “la oposi- Bautista Portigiani. Noticias de sus obras ñés (Madrid Álvarez, Vidal de la. 1996. ción que ha habido siempre en Asturias en Asturias.” BSAA, nº 52: 297-310. “Arquitectura barroca civil.” In Barón a aceptar toda arquitectura decorativa, 7 Desde fnales de los años seten- Thaidigsmann, Javier (dir.), El arte en como sucede con el gótico, el plateres- ta, la historiografía artística regional se Asturias a través de sus obras, 207-210. co y el churriguerismo, en los cuales la ha ocupado con frecuencia de las casas Oviedo: Prensa Asturiana; Losada Varea, riqueza de ornatos y la profusión de de Valdés, poniendo de relieve su sin- Celestina. 2007. La arquitectura en el detalles, borran las líneas arquitectó- gularidad en el panorama regional y su otoño del Renacimiento. Juan de Na- nicas que dan majestad y grandeza al marcada infuencia sobre las construc- veda, 321-322. Santander: Universidad monumento”. Sin embargo, Selgas no ciones posteriores. Sin embargo, hasta de Cantabria). Por esas mismas fechas valora esta constante como una volun- hace pocos años no ha sido posible acla- García Cuetos sugirió la intervención del tad artística, sino como el resultado de rar su proceso constructivo, ni la perso- arquitecto Juan de Cerecedo el Viejo en unas cuestionables limitaciones creativas nalidad de sus autores. La secuencia de las obras de una vivienda que sería ante- caracterizadas por “la timidez, enco- estas aportaciones ha sido como sigue. rior a la actual y estaría datada en torno gimiento y falta de inventiva”. Selgas, El profesor Ramallo Asensio fue el pri- a los años sesenta del siglo XVI (García Fortunato de. 1882. “La arquitectura mero en destacar su interés cuando en Cuetos, María Pilar. 1996. Arquitectu- greco-romana en Asturias.” Revista de 1978 escribió que era “una de las obras ra en Asturias 1500-1580. La dinastía Asturias, nº 2: 17-23. También Selgas, más perfectas de toda la arquitectura de los Cerecedo, 94-95. Oviedo: Real Fortunato de. 1880. “Breves indicacio- civil asturiana y modélica en su concep- Instituto de Estudios Asturianos). Por nes sobre la arquitectura en Asturias.” ción de volúmenes, ordenación y reves- fn, en 2005 Sampedro Redondo aclaró Revista de Asturias, nº 16: 247-251. timiento decorativo”. Sin embargo, aun- defnitivamente la cuestión de la autoría que advierte en ella aspectos del siglo 3 Trelles Villademoros, José Ma- de la fachada del palacio tras publicar XVI, a falta de una documentación pre- nuel. 1760. Asturias Ilustrada. Primiti- las condiciones de la obra frmadas por cisa, la sitúa en el primer tercio del siglo vo origen de la nobleza en España, su Juan Bautista Portigiani (Sampedro Re- XVII (Ramallo Asensio, Germán. 1978. antigüedad, clases, y diferencias, con la dondo, Laura. 2005. “Sobre la autoría La arquitectura civil asturiana (Época descendencia sucesiva de las principales del palacio de los Valdés en Gijón: de Moderna), 36-37 y 119-120. 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Los Barroco.” In AA. VV., Arte Asturiano II Oviedo: Principado de Asturias; Díaz Valdés, una casa nobiliaria en el Gijón (del Barroco a la actualidad), 22. Gijón: Álvarez, Juan. 2012. “Arquitectura ma- de los siglos XVI y XVII. Oviedo: KRK Edi- Silverio Cañada). Más tarde, profundizó nierista asturiana: el Palacio Valdés de ciones. Véase también la semblanza de en el análisis del diseño, sugirió que la Gijón.” Liño, nº 18: 43-55). Juan Valdés publicada en Díaz Álvarez, erección del palacio hubiese precedido a 8 García Cuetos, Arquitectura, 94- Juan. 2012. “Arquitectura manierista la capilla y demostró el origen serliano 95.

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9 Sampedro Redondo, “Sobre la dovinos, José Manuel. 1990. “La entra- condiciones elaboradas por Portigiani autoría”, 55-62. da de la reina Ana en Madrid en 1570.” tan sólo describen la forma de realizar 10 Caravita, Andrea. 1871. I codici Anales del Instituto de Estudios Madrile- la fachada y, especialmente, las puertas, e le arti a Monte Cassino, vol. III, 122 y ños, nº 28: 424. ventanas y saeteras del edifcio, que de- 129. Monte Cassino. 15 González Santos, “El escultor ben acomodarse a “la planta y montea y debuxo que hiço Juan Batysta, que que- 11 En 1568 Portigiani contrató el forentino”, 300; Estella Marcos, Mar- da en poder del dicho Juan de Baldés, dorado y pintura de este retablo con el garita. 1990. Juan Bautista Vázquez el y todas la puertas y bentanas se arán pintor Benito Rabuyate tomando como viejo en Castilla y América, 13-14 y 80- conforme al debuxo”. Pueden consul- fador al escultor Juan de Juni. A causa 81. Madrid: CSIC; Ceán Bermúdez, Juan tarse estos documentos en Sampedro de algunas desacuerdos sobre la obra, Agustín. 1800. Diccionario histórico de Redondo, “Sobre la autoría”, 58-60. Rabuyate entabló pleito contra ambos los más ilustres profesores de las Bellas 19 en 1570 y logró un fallo favorable en Artes en España, t. II, 271, t. IV, 115 y Acerca de la serliana véase Ma- 1572. Sobre esta obra véase González t. V, 207. Madrid: Real Academia de rías, Fernando. 1992. “Los sintagmas Álvarez Vidal de la Madrid Santos, “El escultor forentino”, 298- San Fernando; Pérez Sedano, Francis- clásicos en la arquitectura española 299. co. 1914. Datos documentales inéditos del siglo XVI.” In AA. VV., L’emploi des ordres dans l’architecture de la Renais- 12 González Santos, “El escultor para la Historia del Arte Español I. No- sance, 247-261. París: Picard y Para- forentino”, 299 y 303-306. tas del archivo de la catedral de Toledo, redactadas sistemáticamente, en el siglo da López de Corselas, Manuel. 2018. 13 En opinión de Cadiñanos Bardeci XVIII, por el canónigo-obrero don …, “La serliana del palacio de Carlos V en “La documentación deja bien claro que 115. Madrid; Marías, Fernando. 2018. Granada: Arquitectura del poder entre la idea general para la construcción de “Nicolás de Vergara el viejo y la lámpara España e Italia”. In Galera, Pedro A. y estos arcos se debió a Pompeyo Leoni, de plata del Escorial.” In Cañestro Do- Sabine Frommel (eds.), El patio circular aunque llevada a cabo por su aparejador noso, Alejandro (coord.), Scripta artivm en la arquitectura del Renacimiento. De Juan Bautista Portigiani (o Portiguiani)” in honorem Prof. José Manuel Cruz Val- la casa de Mantegna al palacio de Carlos y, además, “Leoni alegó que a él sólo le dovinos, 167. Alicante: Universidad de V, 151-192. Sevilla: Universidad Interna- tocaba dar la traza y orden que debía Alicante. cional de Andalucía. llevar el arco, pero la ejecución, ofcia- 20 16 Sobre el tratado de Serlio véase les, materiales y pagos correspondía a “En 7 de enero de 1574. Carta Sambricio, Carlos. 1986. “La fortuna de la villa, como exponía el contrato. Pudo a las justicias de Villamayor para que Sebastiano Serlio.” In Serlio de Bolonia, demostrar que Juan Bautista Portigiani permitiesen a Juan Bautista Portiguiani Sebastián, Todas las obras de arquitec- y Francisco de Acosta benefciar la mina había asistido continuamente a todo, en tura y perspectiva de …, 7-135. Oviedo: llamada del Viejo, término de dicha villa; su nombre. Y, junto a él, habían trabaja- Colegio Ofcial de Aparejadores y Arqui- dando fanzas de que si alguna perso- do Mateo Vicencio, Mateo Baral y el pla- tectos Técnicos de Asturias. tero Estacio de Sevilla.”, en Cadiñanos na tuviese derecho a ella, estarían con 21 Marías, La arquitectura del Re- Bardeci, Inocencio. 1998. “Pompeyo el á partido guardando las leyes y orde- nacimiento, 51. Leoni y los arcos de la entrada triunfal nanzas de minas del reino, y llamando 22 de Doña Ana de Austria.” Boletín de la las partes a quien tocare hiciesen justi- La documentación publicada Real Academia de Bellas Artes de San cia”. González Carvajal, Tomás. 1832. por Díaz Álvarez demuestra que Pedro Fernando, nº 86: 180, 182 y 187. Véase Registro y relación general de minas de Cubas de la Huerta elaboró trazas también Velázquez Soriano, Isabel, Con- de la corona de Castilla. Primera parte. propias para la obra; véase Díaz Álvarez, “Arquitectura manierista”, 49. suelo Gómez López, Antonio Espigares Comprende los registros, relaciones y 23 Pinilla y Ana Jiménez Garnica. 2007. La despachos tocantes a minas, en que se Madrid Álvarez, Vidal de la. relación de la entrada triunfal de Ana expresan los pueblos y sitios en que se 2007. “Arte y mecenazgo indiano en la de Austria en Madrid de Juan López de hallaron, t. I, 687. [Madrid]. Asturias del Antiguo Régimen”. In Saza- Hoyos. Estudios, edición, crítica y notas, 17 Marías, Fernando. 1983. La tornil Ruiz, Luis (ed.), Arte y mecenazgo 33. Madrid: Universidad Complutense arquitectura del Renacimiento en Tole- indiano. Del Cantábrico al Caribe, 322- de Madrid. En este estudio, los autores do (1541-1631), t. I, 165-175. Toledo: 326. Gijón: Ediciones Trea. consideran a Sebastián Serlio la fuente Instituto Provincial de Investigaciones y 24 Díaz Álvarez, “Arquitectura ma- de inspiración fundamental para el dise- Estudios Toledanos y Marías, Fernando. nierista”, 47. ño de los arcos triunfales erigidos en los 1989. El largo siglo XVI, 376-385. Ma- 25 Díaz Álvarez, “Arquitectura festejos. drid: Taurus. manierista”, 52. Sobre la capilla de la 14 “el 14 de octubre se contrató 18 El contrato del comitente con Concepción véase Pedrayes Obaya, Juan con Juan Bautista Portijano, extranjero el maestro Helguera de 3 de mayo de José. 1990. “La capilla de la Concepción (Portigiani en su frma) la ejecución de 1564 precisa que “Juan Battista, arqui- de Villaviciosa: una obra desconocida de un castillo, que se especifcaba habrá tecto ytaliano, abía dado oy dicho día Juan de Naveda.” Boletín Académico, nº de ser de madera canteada por fuera de otra nueba traza para que conforme 12: 10-14. color de piedra berroqueña, con planta a ella, se hiziesen, traçasen y hedifca- 26 Ramallo Asensio, “El particular cuadrada de 30 pies de lado”, Cruz Val- sen las dichas casas”. Sin embargo, las caso”, 365.

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27 Cuando Gutierre Bernardo de contrato de 10 de Julio de 1575 a Juan ción ha contribuido a clarifcar el debate, Quirós y Las Alas Carreño (†1699), pri- del Rivero, natural de León y maestro de pero no ha permitido despejar todas las mer marqués de Camposagrado, con- las obras de la Catedral de Salamanca” dudas (Faya Díaz, María Ángeles. 2004. trató en 1693 la erección de la facha- (Miguel Vigil, Ciriaco. 1889. Colección “Los Valdés Salas y la fundación de la da meridional de su palacio de Avilés Histórico-Diplomática del Ayuntamien- Universidad de Oviedo.” In Faya Díaz, estableció que todos los huecos debían to de Oviedo, 458. Oviedo). Unos años María Ángeles (coord.), La nobleza en mostrar enmarcaciones de aparejo rústi- después, Canella Secades recogió esta la Asturias del Antiguo Régimen, 147- co reproduciendo lo realizado en Gijón información al mencionar a Rodrigo Gil 197. Oviedo: KRK Ediciones y Faya Díaz, más de un siglo antes: “Ha de ser todo como responsable de la obra y a Juan María Ángeles. 2008. “La fundación de de la misma fábrica y moldura de almo- del Rivero como director de los traba- la Universidad. Las memorias y obras hadado de la forma que está labrada jos y rematante en su nombre (Canella pías del arzobispo Fernando de Valdés y la casa de Don Pedro Valdés de Jijón”; Secades, Fermín. 1903. Historia de la sus vicisitudes.” In Uría, Jorge, Carmen

Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid véanse Ramallo Asensio, Germán. 1983. Universidad de Oviedo y noticias de los García y Aida Terrón (eds.), Historia de “Las casas urbanas de la familia Campo- establecimientos de enseñanza de su la Universidad de Oviedo, vol. I, 35-81 y sagrado.” In AA. VV., II Simposio sobre distrito (Asturias y León), 28. Oviedo). 255-273. Oviedo: Universidad de Ovie- el padre Feijoo y su siglo, t. II, 575-592. En fechas más recientes, Ramallo Asen- do). Oviedo: Centro de Estudios del siglo sio atribuyó la autoría de la obra a Juan 30 Faya Díaz, “La fundación”, p. XVIII; Madrid Álvarez, Vidal de la. 2010. del Ribero como “absoluto responsable 37. Sobre Fernando Valdés debe consul- “El palacio del marqués de Camposa- del aspecto material del edifcio” (Rama- tarse González Novalín, José Luis. 1971. grado en Avilés (Asturias) y la muralla de llo Asensio, Germán. 1981. “El Renaci- El Inquisidor General Fernando de Val- la villa a fnales del siglo XVII.” Liño, nº miento.” In AA. VV., Arte Asturiano II dés (1483-1568), 2 vols. Oviedo: Univer- 16: 67-83; y Madrid Álvarez, Vidal de la. (del Barroco a la actualidad), 337. Gijón: sidad de Oviedo. 2018. Los Menéndez Camina y la arqui- Silverio Cañada; véase también Ramallo, 31 Acerca de su inmensa fortuna tectura barroca en Asturias, 168-170. La arquitectura civil, 89-90). Al año si- escribió Fermín Canella que sus rentas Gijón: Trea. guiente, Javier Rivera afrmó que Ribero “le hicieron tan rico y opulento que, a 28 “La llegada del purismo clasi- se ocupó de la obra hasta 1600 “de- no constar de su última voluntad y fun- cista a la región asturiana se produjo a biéndose a su traza, sin duda alguna, daciones, se creería fabulosa la magni- través de dos vías, en cierto modo inte- el claustro” (Rivera Blanco, Javier. 1982. tud de sus riquezas”, Canella Secades, rrelacionadas: el legado valdesiano y las La arquitectura de la segunda mitad del Historia de la Universidad, 17. Faya Díaz, obras llevadas a cabo por las órdenes siglo XVI en la ciudad de León, 48-49. por su parte, reconoce la difcultad para religiosas, desarrollándose una actividad León: Institución “Fray Bernardino de calcular con exactitud la magnitud de su constructiva continuada que nos dejó Sahagún” y Consejo Superior de Inves- fortuna, pero recoge un memorial don- obras tan destacadas como la Univer- tigaciones Científcas). Por su parte, Pas- de se cuantifca en 917.000 ducados el sidad de Oviedo o la iglesia de S. Juan tor Criado, autora de un documentado valor de los bienes y hacienda que dejó de Corias”, Pastor Criado, María Isabel. estudio sobre la arquitectura clasicista a su muerte, Faya Díaz, “Los Valdés Sa- 1991. “Las vías de penetración del pu- en Asturias, asignó la autoría del con- las”, 152-153. rismo clasicista en Asturias y su proyec- junto a Rodrigo Gil como responsable de 32 ción.” Príncipe de Viana. Anejo, nº 12: las trazas iniciales de la obra, pero esta Faya Díaz, “Los Valdés Salas”, 258. El papel trascendente jugado por propuesta fue cuestionada por los pro- 171. la orden benedictina para la implanta- fesores Casaseca y García Cuetos, pues 33 Faya Díaz, “Los Valdés Salas”, ción del clasicismo en la región ha sido consideraron que el edifcio actual no se 173-174. Sobre Rodrigo Gil de Honta- estudiado por vez primera en Ramallo ajustaba al estilo del maestro madrileño ñón véanse, al menos, Hoag, John D. Asensio, Germán. 1982. “Los monaste- (Pastor Criado, María Isabel. 1987. Ar- 1985. Rodrigo Gil de Hontañón. Gó- rios benedictinos como promotores de la quitectura purista en Asturias, 65 y 95. tico y Renacimiento en la arquitectura evolución artística en Asturias.” In AA. Oviedo, Principado de Asturias; Casase- española del siglo XVI. Madrid: Xarait VV., Semana de historia del monacato ca Casaseca, Antonio. 1988. Rodrigo Gil Ediciones y Casaseca Casaseca, Rodrigo cántabro-astur-leonés, 421-453. Ovie- de Hontañón (Rascafría 1500-Segovia Gil. Juan del Ribero, por su parte, carece do: Monasterio de San Pelayo. 1577), 239. Salamanca: Juan de Casti- aún de un estudio monográfco general 29 Miguel Vigil fue el primero en lla y León; García Cuetos, Arquitectura, de su obra, pero cuenta con numerosas vincular documentalmente a Rodrigo Gil 219-223). Finalmente, la profesora Faya publicaciones entre las que reseñamos de Hontañón y a Juan del Ribero con la Díaz publicó en 2004 y 2008 unos inte- las siguientes: Rivera Blanco, La arqui- obra de la universidad ovetense en estos resantísimos documentos, hasta enton- tectura; Bustamante García, Agustín. términos: “Por escritura otorgada el año ces inéditos, sobre el desarrollo de los 1983. La arquitectura clasicista del foco de 1572 ante el Escribano de Oviedo trabajos del edifcio universitario, que vallisoletano (1561-1640), 88-101. Va- Alonso de Heredia, se remata la impor- incluyen las condiciones de obra iniciales lladolid: Institución Cultural Simancas; tantísima obra de la Universidad literaria del proyecto de Rodrigo Gil y la condi- Rodríguez G. de Ceballos, Alfonso y An- en favor de Rodrigo Gil, quien nombró ciones de obra de las reformas ordena- tonio Casaseca. 1986. “Juan del Ribero por encargado y representante suyo por das por Juan Osorio. Esta documenta- Rada y la introducción del clasicismo en

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Salamanca y Zamora.” In AA. VV., He- 36 García Cuetos, Arquitectura, 44 Esta posibilidad ya ha sido apun- rrera y el Clasicismo, 95-109. Valladolid: 221. Véanse también Faya Díaz, “Los tada por el profesor Casaseca al relacio- Junta de Castilla y León; Rodríguez G. Valdés Salas”, 175-179 y Faya Díaz, “La nar el patio universitario con el claustro de Ceballos, Alfonso. 1986. “La librería fundación”, 48 y 69-70. del monasterio de las Bernardas de Sa- del arquitecto Juan del Ribero Rada.” 37 Para la documentación del pro- lamanca, que también muestra ritmo Academia, nº 62: 121-154; González ceso constructivo del edifcio universi- doble en los soportes del primer piso Echegaray, María del Carmen, Miguel tario deben consultarse Pastor Criado, (Casaseca Casaseca, Rodrigo Gil, 239). Ángel Aramburu-Zabala Higuera, Bego- Arquitectura purista, 64-85; García Cue- Aunque existe algún ejemplo clasicista ña Alonso Ruiz y Julio J. Polo Sánchez. tos, Arquitectura, 219-224; Faya Díaz, con ritmo doble en la planta superior como el bramantesco claustro de San- 1991. Artistas cántabros de la Edad Mo- “Los Valdés Salas”, 171-180 y Faya Díaz, ta María della Pace en Roma (1500), derna. Su aportación al arte hispánico, “La fundación”, 65-71. 563-569. [Santander]: Institución Maza- su diseño también se justifca como un 38 Pastor Criado, Arquitectura pu- rrasa y Universidad de Cantabria; Muñoz arcaísmo o infujo medieval: “I porticati Álvarez Vidal de la Madrid rista, 74; García Cuetos, Arquitectura, Jiménez, José Miguel. 1993. “Juan del sono divisi in campate che raddoppia- 221; Faya Díaz, “Los Valdés Salas”, 175- Ribero Rada (1540-1600), arquitecto no nella parte superiore, dove pertanto 176 y 179. palladiano y antiherreriano.” Historias compaiono sostegni in falso, situati in 39 El texto completo de las condi- de Cantabria, nº 6: 24-62; Campos corrispondenza della sommità dell’arco ciones del proyecto de Rodrigo Gil pue- Sánchez-Bordona, María Dolores. 1994. sottostante. Si tratta di una soluzione de consultarse en Faya Díaz, “Los Valdés ricorrente nella tradizione medievale “Los órdenes clásicos en la arquitec- Salas”, 191-197. lombarda: essa rispondeva alla funzio- tura de Juan del Ribero Rada.” In AA. 40 ne, tipica dell’architettura gotica e già Vv., Actas del X Congreso del CEHA. “Yten se ha de hacer la puerta messa in evidenza, di imporre un peso Los clasicismos en el arte español, 467- prençipal con su guarniçion de colunas sulla mezzeria degli archi sottostanti a 474. Madrid: UNED; Campos Sánchez- ganvas arco con dintel al rromano ansi sesto acuto, allo scopo di contrastare Bordona, María Dolores. 1995. “Juan en pedestrales vasas colunas capiteles la loro tendenza ad aprirsi in chiave. Il del Ribero Rada y el orden dórico.” y cornisa su moldura de la orden dori- chiostro bramantesco, che pure rappre- Academia, nº 81: 517-541; Campos cay que suva la portada todo el alto del senta uno dei primi e principali esempi Sánchez-Bordona, María Dolores. 1996. primer suelo y ençima della se hara una del ritorno all’antico, fu risolto in forme “Juan del Ribero Rada. Arquitecto clasi- bentana prençipal que suva ella y su or- che contraddiccevano il principio classi- cista.” Altamira, nº 52: 127-166; Cam- nato hasta en baxo del texariz a rrema- co della corrispondenza fra pieni e vuo- pos Sánchez-Bordona, María Dolores. tar y concluir su frontispicio y que tenga ti, fra l’altro enunciato anche da Leon 2002. “Arte y cultura en la biblioteca de a los lados de la venta ençima de las Alberti.”, Simoncini, Giorgio. 2016. La colunas de la portada sus dos hescudos Juan del Ribero Rada.” In Nieto Ibáñez, memoria del medioevo: nell’architettura de armas en cada pte el suyo de muy Jesús María, Humanismo y Tradición dei secoli XV-XVIII, 136-137. Roma: buen tamaño obra y ornato y que en el Clásica en España y América, 311-332. Gangemi Editore. León: Universidad de León; Palladio, An- frontispicio dentro de su vaco aya un he- 45 Pastor Criado, Arquitectura pu- drea. 2003. Los cuatro libros de Arqui- pitafo”, Faya Díaz, “Los Valdés Salas”, rista, 87, Campos Sánchez-Bordona, tectura de Andrea Palladio, traducidos 193. “Los órdenes clásicos”, 469 y Campos del italiano al castellano por Juan del 41 El texto completo de las refor- Sánchez-Bordona, “Juan del Ribero Ribero Rada, estudio introductorio, edi- mas ordenadas por Juan Osorio puede Rada y el orden dórico”, 530-533. ción y notas de María Dolores Campos consultarse en Faya Díaz, “La funda- 46 Véanse Rodríguez G. de Ceba- Sánchez-Bordona. Salamanca: Junta de ción”, 265-273. llos y Casaseca, “Juan del Ribero”, 101 Castilla y León y Universidad de León. 42 “en lo alto del se han de hacer y Campos Sánchez-Bordona, “Juan del 34 Sobre este asunto véanse: Ri- dos espexos por dende ente la luz a la Ribero Rada”, 139-140. vera Blanco, La arquitectura, 179-180; dha capilla, muy bien echos que salgan 47 Sobre Domingo de Mortera y su Campos Sánchez-Bordona, “Juan del a la parte de afuera asta tres dedos fuera obra véanse Pastor Criado, Arquitectu- Ribero”, 133-134 y Campos Sánchez- del bibo de la parez de labor almoada ra Purista, 70-78, 151-153, 168-172 y Bordona, María Dolores. 2007. “Las y que sean las unas piedras mas largas 190-192; González Echegaray y otros, transformaciones de la arquitectura se- que las otras vien echos por la orden rus- Artistas cántabros, 441-442; Cagigas ñorial del renacimiento español, como tica.”, Faya Díaz, “La fundación”, 269. Aberasturi, Ana, Miguel Ángel Aram- refejo del devenir histórico y del debate 43 “conforme a la traça questo tie- buru-Zabala Higuera y Luis de Escallada de las teorías restauradoras. El ejemplo ne del dho señor don Juan y de Diego González. 2001. Los maestros canteros del palacio de los Guzmanes de León.” Velez tampoco se altera en cosa ninguna de Ribamontán, 75-76. Ayuntamiento De Arte, nº 6: 173-176. mas de la forma de las puertas y ataxos de Ribamontán al Mar y Ayuntamiento 35 Sobre el trasmerano Diego Vélez que a de haber y ansi se seguira la traça de Ribamontán al Monte; Kawamura, véanse Pastor Criado, Arquitectura pu- que esta frmada de ambos a dos y mi Yayoi. 2006. Arquitectura y poderes rista, 185-186 y González Echegaray y escribano.”, Faya Díaz, “La fundación”, civiles. Oviedo 1600-1680, 27, 157 y otros, Artistas cántabros, 688-689. 271. 171. Oviedo: RIDEA y Kawamura, Yayoi.

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2010. “El arquitecto Domingo de Mor- del monasterio de San Vicente como relacionó esta portada también con la tera: acerca de su biblioteca y sus últi- parte del impulso renovador que las de la hospedería del monasterio de San- mos trabajos.” BSAA arte, nº 76: 71-80. comunidades benedictinas proporciona- ta Espina (1576-78) en Valladolid, donde 48 Kawamura, Yayoi, “El arquitecto ron al arte asturiano de la época. En su se combinan las columnas jónicas en la Domingo”, 74-78. análisis atribuyó la planta baja del claus- calle central con las pilastras de este or- 49 Pastor Criado, Arquitectura tro a Juan de Badajoz el Mozo (†1554) den en las laterales, e identifcó en estas estructuras un sentido volumétrico y es- purista, 151-153. Sobre Güemes Bra- relacionó a Juan de Cerecedo el Joven cultórico que, en su opinión, distingue la camonte puede consultarse González con el primer impulso constructivo de la obra de Ribero de la propuesta de Juan Echegaray y otros, Artistas cántabros, iglesia y sugirió la intervención de Juan de Herrera, más severa y desornamenta- 284. del Ribero en su conclusión, aunque sin descartar a Juan de Tolosa (Ramallo da (Campos Sánchez-Bordona, Juan del 50 Claustro del monasterio de Bel- Asensio, “Los monasterios benedicti- Ribero Rada, 139-140). monte en Quadrado, José María. 1855. Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid nos”, 424-434; Ramallo Asensio, “El 60 Pastor Criado, Isabel. 1996. “Ar- Recuerdos y Bellezas de España. Asturias Renacimiento”, 316-319 y 326-328). quitectura de la segunda mitad del siglo y León, entre las páginas 226-227. Ma- XVI.” In Barón Thaidigsmann, Javier, El drid. Posteriormente, la profesora Fernández del Hoyo documentó la intervención de arte en Asturias a través de sus obras, 51 Pastor Criado, Arquitectura Pu- Juan del Ribero en la iglesia mediante 192-194. Oviedo: Prensa Asturiana. rista, 168-172. un contrato suscrito entre el maestro y 61 Según Antonio Yepes, la ane- 52 Acerca de la reforma impulsada el abad fray Pedro de Agüero en Valla- xión de la abadía de San Juan de Corias por la Congregación de San Benito de dolid (Fernández del Hoyo, María Anto- a la Congregación de San Benito tuvo Valladolid véase García Oro, José. 1979. nia. 1983. “Juan del Ribero y la iglesia lugar mediante una bula expedida por “Conventualismo y observancia.” In monasterial de San Vicente de Oviedo”, el pontífce Paulo III (1534-†1549) en García-Villoslada, Ricardo (dir.), Histo- Astura, nº 1: 69-70). Pastor Criado, por 1536; véase Yepes, Antonio de. 1617. ria de la Iglesia en España, vol. 3, t. 1, su parte, confrmó la relación de los Ce- Coronica General de la Orden de San 211-350. Madrid: BAC. Para el caso as- recedo con la obra de San Vicente –Juan Benito, Patriarca de Religiosos, t. VI, 23. turiano véase Fernández Conde, Javier. de Cerecedo, el Joven se encontraba Valladolid. 1999. “Centralismo y reforma en los trabajando para el monasterio en 1571- 62 Apenas contamos con docu- monasterios benedictinos asturianos a y profundizó en el análisis de la inter- mentación fdedigna sobre el proceso fnales de la Edad Media: Implantación vención de Ribero en la iglesia (Pastor constructivo de la iglesia del monaste- de la Congregación de la Observancia Criado, Arquitectura purista, 124-133). rio de San Juan de Corias, por lo que de San Benito de Valladolid.” In Ara- Por último, García Cuetos documentó la siguen citándose las informaciones pro- gón en la Edad Media, nº 14-15: 509- autoría de Juan de Cerecedo el Viejo del porcionadas por Justo Cuervo, quien en 520 y Ramallo Asensio, Germán, “Los primer proyecto de la iglesia y le atribu- 1894 afrmó haber leído un manuscrito monasterios benedictinos”, 421-453 yó la planta superior del claustro (García que certifcaba el inicio de las obras en . El protagonismo alcanzado por Juan Cuetos, Arquitectura, 164-169). 1593, durante el gobierno del abad An- del Ribero en la extensión del modelo 56 tonio Yepes, y su conclusión en 1604, clásico vinculado a la reforma de estas Pastor Criado, Arquitectura pu- aunque, curiosamente, también recoge congregaciones ha sido estudiado en rista, 125 y García Cuetos, Arquitectura, una noticia que demora la bendición de Campos Sánchez-Bordona, María Dolo- 164-165. la “iglesia nueva” hasta 1650 (Cuervo, res. 2012. “Juan del Ribero Rada. Intér- 57 Sobre los diseños de Ribero Justo. 1894. “El monasterio de San Juan prete e impulsor del modelo clasicista en para la reconstrucción del monasterio de Corias”. In Bellmunt y Traver, Octavio la arquitectura monástica benedictina.” de San Benito de Valladolid véase AA. y Fermín Canella y Secades, Asturias, t. BSAA arte, nº 78: 19-44. VV., Herrera y el Clasicismo, 215-219. I, 227. Gijón). Por su parte, el profesor 53 Campos Sánchez-Bordona, Véase también Rivera, Javier (coord.). Ramallo Asensio abordó el análisis de “Juan del Ribero Rada. Intérprete”, 19- 1990. Monasterio de San Benito el Real este templo, en su opinión, “el mejor y 44. de Valladolid VI Centenario 1390-1990. más grandioso ejemplo de arquitectura 54 Valladolid: Ayuntamiento de Valladolid, Yepes afrma que la anexión clasicista de toda Asturias”, como una INEM y Escuela-taller Monasterio de San de la abadía de San Vicente de Oviedo manifestación destacada de la renova- Benito. a la Congregación de San Benito tuvo ción artística emprendida por los ceno- 58 lugar mediante una bula expedida por el Ramallo Asensio, “El Renaci- bios benedictinos a fnales del siglo XVI, pontífce León X (1513-†1521) en 1515, miento”, 326 y Fernández del Hoyo, pero no plantea la autoría de Ribero (Ra- pero no se hizo efectiva hasta 1517; “Juan del Ribero”, 69. mallo Asensio, Germán. 1981. “La zona véase Yepes, Antonio de. 1610. Coroni- 59 Esa analogía ya ha sido mencio- suroccidental asturiana: Tineo, Cangas ca General de la Orden de San Benito, nada por Isabel Pastor (Pastor Criado, del Narcea, Allande, Ibias y Degaña” Patriarca de Religiosos, t. III, 233. Univer- Arquitectura purista, 131). Sobre la por- Liño, nº 2: 228-233; Ramallo Asensio, sidad de Nuestra Señora de Irache. tada del priorato de San Isidoro véase “Los monasterios benedictinos”, 434- 55 El profesor Ramallo Asensio es- Rivera Blanco, La arquitectura, 138-142. 443; Ramallo Asensio, “El Renacimien- tudió las transformaciones renacentistas Campos Sánchez-Bordona, por su parte, to”, 329-330). Años más tarde, Pastor

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Criado documentó a Ribero como autor 177-193. Madrid: CSIC (reimpresión de mann, Javier (dir.), El arte en Asturias a de las trazas del claustro y le atribuyó la de Madrid, 1966); Bustamante García, través de sus obras, 230-234. Oviedo: el proyecto del templo (Pastor Criado, La arquitectura clasicista, 325-332; Ro- Editorial Prensa Asturiana; 1999. “El Arquitectura purista, 137-144). Recien- dríguez Gutiérrez de Ceballos, Alfonso. Barroco”. In Caso, Francisco de, Cosme temente, Alejandro García ha efectuado 1966. “Juan de Herrera y los jesuitas Cuenca, César García de Castro, HE- un estudio de conjunto del monasterio Villalpando, Valeriani, Ruiz, Tolosa.” VIA, Jorge Hevia, Vidal de la Madrid y aportando datos procedentes de las in- Archivum Historicum Societatis Iesu, Germán Ramallo, La Catedral de Ovie- vestigaciones arqueológicas realizadas nº 35: 285-321 y Ferro Couselo, Jesús. do I. Historia y restauración, 140-163. durante el proceso de restauración (Gar- 1971. “Las obras del colegio e iglesia de Oviedo: Nobel. También suministran in- cía Álvarez-Busto, Alejandro. 2016. Ar- Montederramo en los siglos xvi y xvii.” formaciones y análisis sobre la obra de queología de la arquitectura monástica Boletín Auriense, nº 1: 148. Naveda: Muñoz Jiménez, José Miguel. en Asturias: San Juan Bautista de Corias. 71 Sobre la fundadora pueden con- 1985. “Juan de Naveda y la arquitectura

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BSAA, nº 69-70: 359-372; Kawamura, fue propuesta por Isabel Pastor (Pastor Arquitectura, 30-31 y 80-90; Losada 72 Miguel Vigil, Colección histórico- Criado, Arquitectura purista, 139-140). Varea, La arquitectura en el otoño; Díaz diplomática, 504. 68 Ramallo Asensio, “Los monaste- Álvarez, Juan. 2007. “La obra del arqui- 73 rios benedictinos”, 437-438. El proceso constructivo del Co- tecto Juan de Naveda o la recepción del legio de San Matías de Oviedo ha sido 69 “Ribero Rada comienza a desa- Clasicismo Herreriano en la Asturias del estudiado por Ramallo Asensio, “El Re- rrollar un tipo de portada muy elegante primer tercio del siglo XVII”. In Llordén nacimiento”, 325-326 y “El Barroco”, e italiano, formado por un arco de triun- Miñambres, Moisés y Juan Miguel Me- 20-21 y Pastor Criado, Arquitectura pu- fo, columnas pareadas, entablamento néndez Llana (coords.), I Congreso de rista, 164-166. y balcón. Este modelo, donde primero Estudios Asturianos, vol. 5, 31-49. Ovie- 74 aparece es en San Isidoro de León”, Bus- Sobre las transformaciones ba- do: RIDEA. tamante García, La arquitectura clasicis- rrocas de la iglesia véase Madrid Álvarez, 77 Sobre la formación de Juan de ta, 549. Los Menéndez Camina, 98-113. Naveda véase Losada Varea, La arquitec- 75 70 Sobre Juan de Tolosa véanse Acerca de los parentescos artís- tura en el otoño, 102-155. Llaguno y Amirola, Eugenio y Ceán Ber- ticos del templo véase Ramallo Asensio, 78 “Francisco de Praves va a reco- múdez. Juan Agustín. 1977. Noticias “El Barroco”, 20. ger toda la tradición clasicista iniciada de los arquitectos y arquitectura de 76 Sobre Juan de Naveda pueden en 1575 y la va mantener viva hasta su España desde su Restauración, t. I, 79- consultarse los trabajos de Germán Ra- muerte”, Bustamante García, La arqui- 80. Madrid: Ediciones Turner (reedición mallo Asensio: La Arquitectura Civil, tectura clasicista, 454. Véase también de la de Madrid, Imprenta Real, 1829); 103-113; “El Barroco”, 16-20; 1996. Ferrero Maeso, Concepción. 1995. Fran- Bonet Correa, Antonio. 1984. La arqui- “Arquitectura Barroca Religiosa (I): La cisco de Praves (1586-1637). [Vallado- tectura en Galicia durante el siglo xvii, catedral de Oviedo.”In Barón Thaidigs- lid]: Junta de Castilla y León.

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79 Ramallo Asensio explica este 88 Ramallo Asensio, “El Barroco” y espacio en el Arte. Homenaje al pro- proceso en Ramallo Asensio, Germán. (1999), 162. fesor Antonio Bonet Correa, 501-523. 1991. “Transformaciones morfológicas 89 Losada Varea comenta también Madrid: Universidad Complutense de y de signifcado en la catedral de Oviedo la inspiración viñolesca del retablo (Lo- Madrid; González Echegaray y otros, durante los siglos del Barroco.” In AA. sada Varea, La arquitectura en el otoño, Artistas cántabros, 687-688; González VV., Actas I Congreso Internacional do 308). Santos, Javier. 1996. La Casa de Oviedo- Barroco, 299-321. Porto: Reitoria de 90 Sobre Ignacio de Cajigal véanse: Portal. Oviedo: Museo de Bellas Artes Universidade do Porto - Governo Civil Ramallo Asensio, La Arquitectura Civil, de Asturias; Madrid Álvarez y Ramallo do Porto. 115-119; Ramallo Asensio, «El Barro- Asensio, “Arquitectura barroca religio- 80 La autoría de Naveda ha sido co», 26-27; Ramallo Asensio, Germán. sa (II)”, 247-250; Cagigas Aberasturi, documentada por vez primera por Ra- 1986. “Aportaciones para el conoci- Aramburu-Zabala y Escallada González, mallo Asensio (Ramallo Asensio, La ar- miento de la persona y obra de Ignacio Los maestros canteros, 218-227; Kawa- Vidal de la Madrid Álvarez Vidal de la Madrid quitectura civil, 103-104). Véanse tam- del Cajigal, arquitecto de la mitad del mura, “El claustro procesional”; Kawa- bién sus análisis en Ramallo Asensio, “El siglo XVII.” Liño, nº 6: 7-32; Ramallo mura, Yayoi. 2005. “Proyecto de Mel- Barroco”, 16-17 y “El Barroco” (1999), Asensio, “Arquitectura Barroca Reli- chor de Velasco para el monasterio de 140-149. Por su parte, Losada Varea dio giosa”, 234-236; Ramallo Asensio, “El San Pelayo de Oviedo.” Liño, nº 11: 93- a conocer el contrato de obra en La ar- Barroco” (1999), 163-173; González 102; Kawamura, Yayoi. 2005. “Melchor quitectura en el otoño, 289. Echegaray y otros, Artistas cántabros, de Velasco, tracista de la ampliación 81 Sobre este asunto véase Gómez 112-113; Madrid Álvarez, “Arquitectura barroca del Monasterio de San Vicente Martínez, Javier. 1998. El gótico español barroca civil”, 206-207; Madrid Álvarez, de Oviedo.” BSAA arte, nº 71: 193-214; de la Edad Moderna. Bóvedas de cruce- Vidal de la y Germán Ramallo Asensio. Kawamura, Yayoi. 2006. “Traída de ría, 55 y 201. Valladolid: Universidad de 1996. “Arquitectura barroca religiosa agua para el monasterio de Santa Ma- Valladolid. (II)”. In Barón Thaidigsmann, El Arte en ría de la Vega de Oviedo, proyecto del 82 Para las reformas de la sacristía Asturias, 250-251; Madrid Álvarez, Vidal arquitecto Melchor de Velasco.” Liño, véase Madrid Álvarez, Vidal de la. 1998. de la. 2009. El convento del Santísimo nº 12: 89-97; Kawamura, Arquitectura El arquitecto barroco Francisco de la Riva Sacramento y Purísima Concepción de y poderes civiles, 33-35, 67-72 y 90-99; Ladrón de Guevara (1686-1741), 148- Nuestra Señora de Agustinas Recoletas Sanz Fuentes, María Josefa y María José 153. Gijón: Ediciones Trea. de Gijón (1668-1842), 43-59. Gijón: Buría Fernández. 2002. “El arquitec- 83 Losada Varea, La arquitectura en Ediciones Trea; Kawamura, Yayoi. 2004. to Melchor de Velasco y el claustro del el otoño, 299. “El claustro procesional del monasterio monasterio de Obona.” De Arte, nº 1: 81-88. 84 Ramallo Asensio, “El Barroco” de San Pelayo de Oviedo, obra realiza- 94 (1999), 151. También Losada Varea, La da por el arquitecto Ignacio de Cajigal.” Sobre las casas consistoriales de arquitectura en el otoño, 296. Studium Ovetense, nº 32: 175-188 y Avilés véanse Ramallo Asensio, La arqui- Kawamura, Arquitectura y poderes ci- tectura civil, 110-113; Ramallo Asen- 85 Losada Varea, La arquitectura en viles, 36-37, 58-59, 72-79, 126-140 y sio, “El Barroco”, 27; Madrid Álvarez, el otoño, 297. La preocupación de Nave- 188-197. “Arquitectura barroca civil”, 204-206 y da por la formación teórica ha quedado 91 Madrid Álvarez, “El arquitecto Juan de atestiguada con el conocimiento de par- Sobre el ayuntamiento de Ovie- Estrada”, 106-116. te de su biblioteca, que en 1614 ya con- do véanse Ramallo Asensio, Arquitectu- 95 taba con volúmenes de Vitrubio, Alberti, ra civil, 103-113; Ramallo Asensio, “El Madrid Álvarez, “El arquitecto Vignola y Serlio; véase Losada Varea, La Barroco”, 17-19; Kawamura, Arquitec- Juan de Estrada”, 99-107. arquitectura en el otoño, 54. tura y poderes civiles, 80-90 y 99-119 96 Acerca de Gregorio de la Roza 86 Esta obra fue atribuida a Juan de y Madrid Álvarez, Vidal de la. 2013. “El véanse Ramallo Asensio, La arquitectu- Naveda por el profesor Ramallo Asensio arquitecto Juan de Estrada y la persis- ra civil, 128-133; Ramallo Asensio, “El (Ramallo Asensio, “Arquitectura barroca tencia del clasicismo en Asturias.” BSAA Barroco”, 29-32; Cagigas Aberasturi, religiosa”, 233). Posteriormente, Fran- arte, nº 79: 93-116. Aramburu-Zabala y Escallada González, cisco de Caso (Caso, “Algunos datos”) 92 Estas capillas han sido estudia- Los maestros canteros, 227-232; Cofño y Yayoi Kawamura (Kawamura, “Re- das por Predrayes Obaya, “La capilla de Fernández, Isabel. 2004. Arquitectura fexión”) lo confrmaron documental- la Concepción”, 10-14 y “El arquitecto religiosa en Cantabria 1685-1754, 160- mente. Véase también Losada Varea, La Juan de Naveda”, 61-68. También Losa- 163. Santander: Universidad de Canta- arquitectura en el otoño, 298-310. da Varea, La arquitectura en el otoño, bria y Parlamento de Cantabria. Sobre la 87 El profesor Ramallo Asensio fue 314-320. sala capitular de Santilla del Mar véase el primero en identifcar la relación de la 93 Para la obra de Melchor de Ve- Gómez Martínez, Javier. 1998. “Adicio- capilla de la Anunciación con el panteón lasco en Asturias deben consultarse: nes barrocas a la colegiata de Santillana romano (Ramallo Asensio, “Arquitectu- Ramallo Asensio, “El Barroco”, 24-26; del Mar”, Altamira, nº 53: 125-148. ra barroca religiosa”, 234) y la profeso- Ramallo Asensio, Germán. 1994. “El ar- 97 “La capilla, en líneas generales, ra Kawamura confrmó esta hipótesis quitecto Melchor de Velasco antes de su se clasifca dentro de la órbita del cla- (Kawamura, “Refexión”). llegada a Galicia”. In AA. VV., Tiempo sicismo posherreriano difundido en el

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 15-50 El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la edad moderna 43 norte de España por los maestros tras- casa de García Pumarino)”. In Madrid 111 Acerca de Manuel Reguera y su meranos”, Kawamura, Yayoi. 2004. Álvarez, Vidal (coord.), El patrimonio ar- obra pueden consultarse Llaguno, Eu- “Capilla de San Pedro en el valle de Ro- tístico de Avilés, 245-247. Avilés: Casa genio y Juan Agustín Ceán Bermúdez. zadas, Villaviciosa. Obra de Gregorio de Municipal de Cultura de Avilés; Madrid 1829. Noticias de los arquitectos y ar- la Roza, promovida por Santos de San Álvarez, “Arquitectura barroca civil”, quitectura de España desde su Restau- Pedro”, BRIDEA, nº 164: 248. 217-219 y Madrid Álvarez, Los Menén- ración, t. IV, 319-321. Madrid: Imprenta 98 Acerca de las casas de Malleza dez Camina, 226-235. Real; Ramallo Asensio, La arquitectura en Oviedo deben consultarse Ramallo 104 Samaniego Burgos, José A. civil, 181-201; Madrid Álvarez, Vidal de la, La arquitectura de la Ilustración; Asensio, La arquitectura civil, 128-132; 1979. “Monumentos”. In AA. VV., El Madrid Álvarez, Vidal de la. 1999. “Ar- Ramallo Asensio, “El Barroco”, 30-31; Libro de Gijón, 234, Gijón: Naranco; quitectura de la Ilustración (I): Manuel Madrid Álvarez, “Arquitectura barro- Ramallo Asensio, “El Barroco”, 39-40; Reguera”. In Barón Thaidigsmann, Ja- ca civil”, 210-211; Kawamura, Yayoi. Madrid Álvarez, Vidal de la. 1992. Pa-

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.7320

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA. DEL CAOS A UN NUEVO TIEMPO ARTÍSTICO (SEVILLA, DE 1650 A 1660)

Fernando Quiles Universidad Pablo de Olavide

ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0946-3012

RESUMEN Más allá de las secuelas demográfcas y económicas, la peste de 1649 provocó importantes cambios a nivel de mentalidades. En este estudio nos ocupamos principalmente de lo ocurrido en relación con el mundo artístico, con referencia a una evolución en el sistema creativo que se produjo en apenas una década. Palabras clave: peste negra (1649), Sevilla, barroco, mentalidad y arte, cambio artístico

ABSTRACT Beyond its demographic and economic consequences, the Great Plague of 1649 brought about a signifcant change in attitudes. In this study, we deal mainly with events in the artistic world, focusing on a development in the creative system that occurred in the space of just a decade. Keywords: the Great Plague of Seville (1649), Seville, Baroque, attitudes and art, artistic change

Estaba despierto; pero mis ideas iban poco a poco tomando esa forma extravagante de los ensueños de la mañana, historias sin principio ni fn, cuyos eslabones de oro se quiebran con un rayo de enojosa claridad y vuelven a soldarse apenas se corren las cortinas del lecho. La vista se me fatigaba de ver pasar, eterna, monótona y oscura como un mar de asfalto, la línea del horizonte, que ya se alzaba, ya se deprimía, imitando el movimiento de las olas (Gustavo A. Bécquer: Desde mi celda) Desde la mía, abril/julio de 2020

En las páginas que siguen trato de resignifcar nes, fue dando respuestas a las necesidades de una década que fue muy importante en la evolu- cada momento, en un itinerario que se prolongó ción de las artes sevillanas, inaugurada con una hasta los sesenta. Se ha podido verifcar el proce- epidemia de peste negra, que tanto condicionó so que se dio desde la devastación del cuarenta la vida ciudadana durante los años siguientes. El y nueve, que sumió a la ciudad en el caos, hasta contagio diezmó la población sevillana y además el tiempo que fnalmente culminó con un nuevo desencadenó una profunda crisis social, de incal- culables consecuencias. La década se inició en el arte. No es nueva la asunción de esta crisis en abismo y al cabo de diez años todavía seguían la evolución delas artes sevillanas, aunque sí el perceptibles los estigmas. En las duras condicio- marco temporal, que algún especialista ha llevado nes de vida, el arte, en sus distintas manifestacio- incluso hasta los setenta1.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 51-78 52 No hay mal que por bien no venga Fernando Quiles Fernando

Fig. 1. Anónimo. El carnero del Hospital de las Cinco Llagas. O/l. Sevilla, Hospital del Pozo Santo, 1649

De partida... el equilibrio entre la crudeza del relato y el freno Lo dejó escrito fray Antonio de Lorea, pero no a la impostura, en un escenario fantasmagórico. era nuevo: “suele una enfermedad turbar el or- Difícil resulta observar el lienzo sin que provoque cierto desasosiego (fg. 1). den aun en la casa mas concertada...”2. Y para mejor ilustrar este comentario, el lienzo, de autor Pero el desorden se mantuvo en los meses si- desconocido, titulado La peste en Sevilla. Es la re- guientes, con la crítica situación socioeconómica presentación del carnero abierto ante el Hospital que derivará del contagio. En el cincuenta y uno, de las Cinco Llagas, para enterrar a los fallecidos una vez superado el trance, en la confanza de en el lugar a consecuencia de la peste. La mortí- que no rebrotaría, “comenzaron otras penalida- fera enfermedad se había adueñado de la ciudad, des, parte reliquias de la pasada por falta de gente contándose por cientos los muertos diarios. Lo que para los empleos públicos y benefcio de los cam- arrastró al borde del abismo, tal como muestra el pos, y parte por esterilidad de todos frutos, que lienzo. No hay otra imagen, por explícita, capaz aun sin la que causó de alteración en la moneda, de captar el momento en que se trata de poner hubiera bastado a hacer resultar carestía de man- orden en el caos; lo que es a todas luces imposi- tenimientos y hambre”3. No vamos a recrear el am- ble, a la vista del reguero de inconsecuencias. Y al biente, contaminado por el conficto social ocasio- cabo más parece un retrato de circunstancias, de nado fnalmente por la carestía del precio del pan. la benemérita institución que luchaba enconada- Yendo del caos en la ciudad apestada, al desorden mente por salvar vidas y cuyo edifcio preside la que debía ser corregido. Se buscó el camino de composición, con un heterogéneo grupo humano retorno, siendo la Iglesia la principal involucrada en que acompaña a sus difuntos en el momento de ello, sobrando los indicios que muestran su actitud la inhumación. Y así, los pocos difuntos que se protectora. Amparó a la feligresía en lo que pudo. diseminan por el lugar pierden en cierto modo el Y a riesgo de la vida de sus miembros trató de dar protagonismo frente a los vivos, que más parecen soluciones al problema, franqueando la entrada estar paseando que enfrentando una situación a sus templos y asistiendo a los enfermos. Luego, realmente calamitosa. En cierto modo se persigue durante la revuelta urbana, abrió su granero en

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 51-78 No hay mal que por bien no venga 53 la esperanza de abaratar el coste de la hogaza de pan. El Prelado, fray Domingo Pimentel, hizo lo posible por aliviar el sufrimiento de sus feles. Sin embargo, la calma se impondrá por la fuerza, con el ejercicio de su autoridad por parte del Asisten- te, quien, pese a ello, no cejó en su empeño por reconducir la situación, atenuando la necesidad Quiles Fernando de cereal. Él mismo tenía la idea de “que el total remedio consistía en enviar mucho pan”, y asistido por algunos de sus colaboradores, logró hacerlo llegar a la ciudad4. La propia Corona ordenó a sus representantes en la ciudad –bien el juez de la Au- diencia de Grados o el alcalde de su casa Cuadra–, que pugnaran por abrir el comerçio de granos y proceder en el negoçio que de yusso en esta nra carta se hara mençion salud y graçia... [pues] nos fue hecha rrelaçion que despues que auia padesido tantas calamidades de hambre y peste y otras tan notorias y sensibles quando para su alibio esperaba una gran cosecha este preste año se le abia desbaneçido assi por los pecados del pueblo como por la maliçias del los colaboradores de los lugares de aquella prouinçia que hallandose tan sobrados con las grandes bentas Fig. 2. José Maldonado Dávila y Saavedra. Tratado verdadero que le abian hecho de los que tenian estos años del Motín que huvo en la ciudad de Sevilla este año de 1652 por gosar aun de mayor conbenensia los abian (AHPS, ES.41003.AHPSE/2.1.2 // Piezas aisladas, 28796) estancado y serrado la saca en tal manera que abian subido a tan exsesibos preçios en su alhondiga que te... llena de sustos y desconsuelos”, temerosa de 8 pasaban por siete ducados la fanega de trigo y tres que en el verano repitiera el brote (fg. 2). la de çebada cossa no bista en tal tiempo y lo que El motín no fue asunto menor. La ciudad su- mas temia era que yban creciendo…5 frió intensamente los efectos sobre el cotidiano Aunque la ciudad quedó paralizada, pues des- desenvolvimiento. Luis Méndez de Haro, conde- pués de la mortandad que vació barrios enteros, duque de Olivares, aludía en carta autógrafa, vivió el adormercimiento de su economía. A poco dirigida a Bernardo de Valdés, a “los alborotos que se purguen las fuentes nos dan noticias como de la plebe” y “las inquietudes desa çiudad”9. A la referida a Francisco Lineta, quien poseía ocho modo de ilustración, recordemos un caso singular tiendas con sus casas principales en la calle Fran- y representativo a la vez. El de Juan de Villasís y cos, que estuvieron cerradas, y dos años después Sandoval, “que murió del mucho trauajo y can- “todabia estan las quatro della basias por la falta sancio q tubo en el tiempo que asistio sirbiendo de jente y comercio”6. a Su magd en el tumulto y alboroto que vbo en esta ciud por el mes de mayo del año passado de Esta crisis de subsistencia deviene en julio de mil y seisos y cinqta y dos asistiendo en el cuerpo 1652 en lo que se ha dado en llamar el motín de de guardia Armado y con toda prebencion de que la Feria, que representa la culminación de un pro- se le ocasiono un corrimto al pecho que le fue ceso confictivo, que se mantuvo larvado durante continuando hasta que murio”10. años en el seno de la sociedad sevillana y estimuló la peste7. Ortiz de Zúñiga dedica unas páginas en Al fn no hubo más remedio que aplastar la sus Anales para relatar cómo se produjo esta re- “sedición” por la fuerza. La detención y ajusticia- vuelta ciudadana. Una ciudad de “triste semblan- miento de los líderes de la revuelta fue defnitivo

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Frente a estas comprometidas autoridades, la del Asistente, don Diego de Cárdenas y Herrera, fue poco más que irrelevante en la gestión de la crisis epidémica, ni más ni menos que otras autoridades como el Corregidor o los Caballeros Veinticuatro. Todos ellos se vieron igualmente 14 Fernando Quiles Fernando sobrepasados por los sucesos .

Un rastro casi imperceptible Y si volvemos la mirada hacia nuestras fguras estelares, los artistas, todavía queda mucho por aclarar acerca de la incidencia de la peste sobre sus comunidades, así como las secuelas creativas. Personalmente, me he ocupado de los pintores que efectuaron el tránsito a un nuevo tiempo y tomaron la crisis de salud como una oportunidad para insertarse en un medio por entonces satura- do. No hay cifras, pero sí referencias fables que apuntan en la dirección de que los talleres artísti- cos tuvieron durante la primera mitad de la déca- Fig. 3. Fray Pedro de Tapia. Grabado del libro El siervo fray da, y a pesar de todo, alguna carga de trabajo. La Pedro de Tapia, de Antonio de Lorea, 1676 peste, lejos de acabar con el sistema productivo, motivó un cambio trascendental, que he podido para concluir con el problema y empezar a supe- apenas rastrear en las fuentes documentales. La rar la situación11. desaparición o decaimiento de viejos maestros y su sustitución por otros, jóvenes, recién exami- Volviendo sobre una de las fguras estelares del nados, que se harán cargo del refuerzo de las momento, que brilló en tan mortecino ambiente, nuevas líneas creativas. Murillo, por edad, resistió el Arzobispo, cabe señalar que cumplió con su el embate de la plaga, aunque tuvo muertos en misión pastoral, en los pocos meses que ocupó la su familia. Además se benefció de la protección sede sevillana. Su cercanía al poder político le lle- del arzobispo Agustín Spínola, quien en cierto vó a Roma, donde fnalmente concluyó su carrera, modo le facilitó el acceso al templo mayor para al recibir el capelo cardenalicio de manos de Ino- atender importantes encargos, siendo clave los cencio X, siendo sustituido en la sede sevillana por lienzos de san Isidoro y san Leandro (1655). En fray Pedro de Tapia, una vez normalizada la vida la catedral tuvo la oportunidad de desarrollar un ciudadana en enero de 1653. El nuevo mitrado se arte nuevo que se ha entendido infuenciado por convirtió en una fgura providencial en el proceso Herrera el Mozo. Nos faltan datos para precisar de cicatrización de las heridas de su redil. Ortiz de cómo fue ese giro artístico. Por ejemplo, qué hay Zúñiga, siguiendo probablemente a su biógrafo Lo- de Francisco López, con quien compartió el en- rea (1676), lo tuvo en mucha estima, reconociendo cargo que el cabildo le hizo para recopilar noticia su labor meritoria, “mezclando diestrísimamente el de las imágenes existentes en la ciudad de San zelo con la suavidad”12. Además, hay que celebrar Fernando15. El documento que se generó en ese la actitud de este prelado con respecto a la nueva momento nos regala una información valiosa en fábrica del Sagrario, el edifcio más representativo relación con el sentir de los pintores de vanguar- del nuevo tiempo que estamos analizando. A Tapia dia. Aludía López, que a la sazón tenía 52 años, hay que atribuirle una parte del cambio barroco de con diez, conoció a Vasco Pereira, alababa sus este recinto. Él fue el primero en enterrarse en el pinturas en Santa María de las Cuevas en térmi- panteón de los arzobispos13 (fg. 3). nos tan positivos como que “eran de lo mejor que

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Fig. 4. Ignacio de Iriarte. Paisaje con pastores. O/l. Madrid, Museo del Prado, 1655 pintaba el dicho”... y añadía que pintaba “siendo El tiempo de crisis, iniciado en 1649, es más o viejo muy diferentemente”16. menos largo, en función de los parámetros elegi- dos para las métricas. E igualmente su incidencia Al margen de estas personalidades artísticas no fue igual para todas las artes. Notoria fue, por sobradamente conocidas, fueron muchos los ejemplo, con relación a la producción libraria. Se creadores que sufrieron en sus carnes y en sus ha hablado de “la decadencia material del libro” conciencias los efectos de la peste y de la quiebra e incluso de portadas de “épocas de crisis”19. del mundo en que hasta la fecha habían vivido. Como he adelantado, el cambio generacional Más abajo volveremos sobre la particular situa- que se produjo dentro de la comunidad de pin- ción de la albañilería y la arquitectura, pero con- tores tiene su secuela en determinados signos sideremos en este punto un detalle de respuesta en la evolución de la pintura local a partir del necesaria a la crisis: las intervenciones “paliativas”. cincuenta. Sutiles cambios en temáticas, como la Operaciones “quirúrgicas” sobre espacios sagra- paisajística, tienen que ver con ello, como se ha dos que habrían de realizarse en la medida en que podido verifcar con el plantel de artistas recién el conficto entre las urgencias administrativas y las examinados. Pero no podemos pasar por alto complacencias religiosas lo permitieran. Valga el un detalle que, no por quedar perdido en las caso que se dio en la parroquia de san Juan de la fuentes, dejó de tener su infuencia en el orden Palma, que en 1649 sufrió una importante refor- artístico sevillano: las vivencias personales de to- ma a nivel de solería, tanto en el cuerpo de iglesia, dos y cada uno de los maestros. Valga el detalle, como en el coro. El maestro Alonso Ortiz de Vied- uno de tantos que podríamos traer a colación, ma asumió la obra, que cifró en 1771 reales20. Me el del dorador Antonio de Páez, a quien le tocó pregunto si estuvo motivada la intervención por acompañar en su muerte a José Suero, siendo la epidemia, en la necesidad de dar tierra a los testigo en la declaración de sus últimas volun- hermanos de las cofradías. tades17. Bartolomé López de Aedo falleció en la Otra situación que se produjo con el falleci- coyuntura, también tuvo que forzar una decla- miento de algunos maestros que tenían a su car- ración testamentaria de carácter “nuncupativo”, go obras, es el del traspaso o paralización de las pudiendo haberse involucrado en el acto algunos mismas. Valga uno de tantos casos, el que se dio de sus conocidos, como Francisco Caro, Diego de con el retablo del comulgatorio de san Basilio, Velasco o Alonso García18 (fg. 4). que Juan de Torres contrató. Su viuda, María de

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con los lugares que se sabían contaminados o relacionados con fallecimientos. He ahí un ilustra- tivo caso, el de los mayordomos de las cofradías Sacramental y de Ánimas de Onmium Sanctorum, Pedro Romero y Pedro Bermúdez, que enfrenta- ron una causa criminal por “desir aber abierto las

Fernando Quiles Fernando bobedas de la dha yglesia donde estaban ente- rrados algunos cuerpos apestados”23. Y más sor- prendente la cautela que hubo de tener Jerónimo de Arredondo Agüera, Contador de Resultas de Su Majestad, pues encargó dos camas de gra- nadillo y dos espejos para remitiría a la Corte y tuvo que asegurar que “es nuevo y sin estrenar, sin hauer estado en sitio ni donde aya auido mal de contajio...”24. Terrores que aforaron en múltiples circunstan- cias y se manifestaron también a través de las Fig. 5. Juan de Valdés Leal. In ictu oculi. O/l. Sevilla, Hospital de artes. De entre las múltiples referencias que se la Caridad, 1670-1672 presentan como secuelas sobre las mentalidades de la época, cabe resaltar la imagen de la muerte la Encarnación, nuevamente casada con un za- en forma de cadáver o calavera. De alguna mane- patero, tuvo que hacer frente a la fnalización de ra la más impactante representación cadavérica este21. Evidentemente, quedaban fuera de lugar en el arte sevillano se produjo de la mano de un las estipulaciones de índole estilística. Y no fue artista que había sufrido las consecuencias de la la única obra en proceso, truncada por la peste. peste, Valdés Leal, a instancias de un encargo promovido por un patrono que tampoco pudo superar las vivencias personales, Miguel de Ma- I/Vuelta al orden ñara. En sus dos famosas vánitas, In ictu oculi o No hay duda del duro impacto de la peste so- Gloriae fnis mundi, juega con el esqueleto como bre una sociedad no especialmente saludable. La prefguración de la muerte como alegoría, pero mortandad fue grande, tal como se ha contado también con los cadáveres en sus ataúdes, en- y de alguna manera se ha podido medir. La crisis vueltos en sudarios y con los insectos iniciando su económica aparejada, fue tan profunda que a tarea. No faltan antecedentes en la confguración punto estuvo de dejar a Sevilla fuera de este or- de estas obras, bien que en la base habría que den global en que se había situado por su lugar considerar la travesía del 49 (fg. 5). en la red mercantil hispana. No bien el contagio Y hablando de imágenes de muertos, ¿qué fue remitiendo se pudo ver un panorama muy decir del lienzo del carnero de las Cinco Llagas? negro, con una ciudad herida, en estado agónico, ¿quién y por qué se hizo este relato visual? Una y en parte vacía. Lo cuentan las crónicas, que se vista caballera de la fantasmagórica situación, de hacen eco del vaciamiento de barrios enteros. En lóbrega pintura, de tintas que refuerzan un celaje su momento me hice eco del recuento efectuado con nubes que más parecen el humo que anuncia por orden gubernamental en tres de los sectores un incendio. Los cadáveres, envueltos en sus su- más perjudicados en semejante coyuntura22. darios, se reparte por doquier, diseminados entre los grupos humanos. Como he avanzado, resulta ¿La arboleda perdida? una imagen poco menos que desconcertante, por Además, la peste despertó ciertos terrores aso- cuanto los vivos se desenvuelven con una natu- ciados a los espacios que, de un modo u otro, se ralidad inapropiada en el lugar y el momento. relacionaron con el contagio. A modo de ilus- Y frente a esta extravagante interpretación de tración recordemos las cautelas que se tuvieron un entierro comunitario, otro retrato de ciudad

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Fig. 6. Anónimo. Vista de Sevilla. O/l. Sevilla, Fundación Fondo de Cultura, h. 1660 realizado algunos años -quizás meses- después, La comparación con las fuentes grabadas, las que en cierto modo no se encuentra libre de los vistas de Mathäus Merian y de Rombourt Van efectos de la peste. Me refero a la vista del puer- den Boyen (fg. 7), en las que se han visto las to de Sevilla y que pertenece a la colección Focus bases de composición y representación, evidencia (fg. 6). Y, al margen de la divergencia cualitativa dos detalles signifcativos: ante todo, la presencia entre ambas obras, muy superior en el segundo de embarcaciones que siguen unas pautas muy de los lienzos, hay que poner la atención en otra similares, entre las que se alinean embarcadas instantánea que habla de un orden que, supues- y las que transitan por el río, bien de llegada o tamente, se ha trastocado con la crisis del 49: el de salida. El Arenal siguió siendo el sostenedor económico. La principal fuente de riqueza de la de la vida económica de la ciudad. Y las fuentes ciudad se presenta a través de este cuadro, pero alternativas a las propias de Indias, hacen pensar también una galería de tipos humanos, que se en la continuidad del fujo de plata a la ciudad exhibe orillando el escenario principal, a modo de pasada la mediación de siglo27. Pero al fn el frau- retrato colectivo. Se ha dicho que la obra pudo de se impone, con el consiguiente ocultamiento haber sido realizada por un artista holandés, a de información precisa en los registros de entrada expensas de algún agente comercial extranjero, de bienes. Para la década de los setenta, cobra que ante todo quiso tener un retrato de tan im- sentido el comentario de un viajero asiduo, el portante puerto25. En cierto modo, se trataba de carmelita fray Isidoro de la Asunción, que llega a recuperar la imagen de una arboleda, en meta- decir: “todos los cargadores y los que pasan en la fórica alusión a los palos de los navíos. En las fota procuran ocultar cuando pueden y pasarlo fechas en que pudo realizarse esta obra, Sevilla sin pagar derechos; y es mucho más de lo que 28 pierde relevancia al lado de Cádiz, en relación importan los indultos” . con el tráfco colonial. Sin embargo, no son po- Mucho se ha escrito sobre la ciudad que puso cos los holandeses en ella establecidos con tratos a prueba su resiliencia durante el contagio, y que comerciales, algunos tan conocidos como Josua llegó a la quinta década del siglo mermada en su van Belle o Gaspar Pluyms26. pujanza económica. Y aun así tardaría en perder

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barroca tal como se manifesta en su propia obra, la iglesia del hospital de la Caridad32.

Una década para curar heridas y restituir el orden La década de los cincuenta, sobre todo en su Fernando Quiles Fernando primera mitad, transcurrió salpicada por el brote de peste, la carestía económica y el posible ex- travío de los artistas en su nebulosa creativa. En la práctica fue un tiempo dedicado a la cura de heridas y de retorno a una normalidad que quizás Fig. 7. Mathäus Merian. Hispalis vulgo Sevilliae urbis toto orbe no llegara como se esperaba. Todavía en el vera- seleberrimae primareae effgies Hispaniaeque. Talla dulce. Frankfurt, 1683 no de 1650 se temía la reproducción del brote. Y aún en el cincuenta y cinco no eran pocos los pin- tores que pugnaban por abrir tienda en un mer- su esencia, que la convirtió en una nueva Babilo- cado que podría estar desarticulado. Al respecto nia, tal como Lope de Vega cantó: son muchos los matices que permitirían cambiar Eso hay en el Arenal, nuestra visión de esa realidad. Una realidad que ¡oh, gran máquina Sevilla! a través del parco relato notarial pudiera parecer ¿Esto sólo os maravilla? de retorno a la cotidianeidad previa al contagio, Es a Babilonia igual29 aunque una mirada crítica genera dudas, pues permite sospechar que pasarían años antes de Una idea que sedujo a Miguel de Mañara, si que ello ocurriera. bien volvió sobre el parangón con un sentido más amargo, al reconocer en su testamento, al fnal Al arzobispo Pedro de Tapia le tocó en suerte de sus días, haber servido “a Babilonia”30. En arreglar las costuras de la lacerada piel sevillana. efecto, esa Babilonia que había podido conocer Su indomable espíritu derrochó generosidad al desde su juventud y, sobre todo, contemplarla punto de no buscar otra cosa que el benefcio de desde la institución donde se refugió, el hospital los necesitados, poniendo mucho cuidado incluso de la Caridad, que se erigió a la sombra de las en favorecer a las mujeres. Lorea, que conocía atarazanas y con puerta al Arenal. bien esta actitud, dijo: “Buscaba con sus limos- nas el remedio de la necesidad, no su crédito, ni El caso de Mañara es relevante, por demás, sustentar con ellas a olgaçanes, quando sobran dada su posición en la ciudad y su evolución per- tantos en todas partes, padeciendo calamidades, sonal, que refeja en cierto modo lo que ocurrió y miserias”33. con el conjunto de la población. Se le ubica en Don Pedro era dominico, poco dado a la os- el ámbito público ya en 1649, con sólo 22 años. tentación y la alharaca, pero sintiendo como Vinculado, entonces, al Concejo y la Universidad obligación asistir a su rebaño más menesteroso. de Mercaderes. Además, de tener una posición En él encontró su mejor aliado para dar cumpli- 31 de privilegio dentro de la Orden de Calatrava . miento a sus compromisos con la fábrica cate- Desde 1655 fgura como miembro de las juntas dralicia Alonso Ramírez de Arellano. Ante todo, del Consulado, por lo que fue comisionado a la logró de su munifcencia el aporte de veinte mil Corte un año más tarde, retornando en 1658 ducados que, con otros tantos había aportado como caballero Veinticuatro, en representación su antecesor, permitió rematar al fn la fábrica de la ciudad para felicitar el nacimiento del prín- del Sagrario, que llevaba décadas en un proceso cipe Felipe Próspero. Pero tan brillante trayectoria constructivo iniciado décadas antes, con don Pe- quedó frustrada con el fallecimiento de su espo- dro de Castro34. De quien le precedió en la sede, sa, en septiembre de 1661. A consecuencia de Pimentel, supo de los benefcios del trato directo ello sufrió un proceso introspectivo que le llevó, con los feles. Llegó a decirle, de cara a sus visitas fnalmente, a encarnar el espíritu de la cultura pastorales, que cambiara de actitud con relación

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Fig. 8. Lucas Valdés. La Virgen del Rosario preside la batalla de Lepanto. O/l. Iglesia de la Magdalena, 1709-1715 a ellos, “que mudase de traje, pues venia a tierra como hizo la hermandad de la Oración en el más distinta, que distante, pues la umildad que Huerto, del colegio dominico de Montesión, en era de exemplo en Castilla, seria de poca estima- octubre de 1656, pintando para la ocasión un cion en Andalucía, donde era menester portarse anónimo pintor –que se ha pensado era Murillo– conforme al natural de la Prouincia”35. Recomen- unas sargas37. Sin saber cómo se concretó seme- daciones que siguió en el cumplimiento de su jante escenario naval, cabe pensar en referentes ministerio en la primavera de 1654. que por entonces circulan por algunos centros artísticos españoles, como Toledo. En nuestra ciudad tenemos un modelo más tardía de Lucas El bálsamo espiritual Valdés, que en a la postre es una recreación de La Iglesia que había sido muy diligente y activa poder naval hispano (fg. 8). en plena crisis, cediendo espacios, dando susten- El estímulo al culto sacramental es una de las to y confortando anímicamente, empujó desde más claras manifestaciones de esta nueva sensibi- distintos ámbitos la renovación de ciertas formas lidad postraumática. A principios de 1651 Miguel de culto mayoritarias, sobre todo, el Rosario y la Cid contribuye a la exaltación eucarística con la Inmaculada, sin olvidar el culto universal a San fundación de una festa en San Martín38 y otra Fernando. El proceso de reivindicación de la ima- en Omnium Sanctorum39. Sin embargo, fue el gen de Fernando como santo, en que se involucró dogma de la Inmaculada Concepción el que más Murillo, se frustró con la peste. Sin embargo, se vibró en el corazón de los sevillanos. El estímulo siguieron moviendo los hilos de la causa, al punto al culto concepcionista es notorio en los primeros de que en 1655 Roma asumió el culto inmemorial años de la década. La demanda espiritual tras el del santo rey. contagio creció a instancias de los franciscanos y La terrible coyuntura se hizo notar en la reo- de un meritorio fraile, fray Juan de Quirós, siendo rientación de valores sociales. El sentimiento de Murillo el gran intérprete de la matriz artística, ser tan vulnerables y no tener una defensa física que fjó en un lienzo, el mismo que presidió la frente a la acometida del agente contaminante, iglesia conventual a partir del verano de 165140. dio más sitio a la religiosidad más recalcitrante. Asimismo, otros personajes tomaron parte en la Prácticas religiosas impregnadas de pietismo, empresa, como el duque de Arcos, que llevó a respuesta a veces incontrolada en semejante si- reclamar al gran artista para que le hiciera un tuación36. En algún caso con miradas al pasado, trabajo en su villa, Marchena. Y aun cuando no como la celebración de la batalla de Lepanto, ha podido verifcarse cuál fue la encomienda de

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los Ponce de León, se ha pensado que podría ser autos sacramentales, está claro y la conectividad la que guarda hoy en día el Louvre41. es plena46.

La fcción como itinerario Oratoria y narrativas barrocas Al fn, el arte da continuidad de este trastoque El teatro es mucho más que Calderón y el Co- y respuesta a una nueva inquietud comunicativa. liseo madrileño, más que la Montería y los pasa- Fernando Quiles Fernando El abanico de posibilidades que se abre a partir calles del Corpus. Es un arte “total”, que incluso de estas ansias expresivas, se manifesta en todos traspasó los muros del ámbito sacro. Con toda los ámbitos de la creación artística y literaria. Y clarividencia lo expuso Juan de Zabaleta, en El día en este sentido considero fundamental el lugar de festa por la tarde (Madrid, 1660): ocupado por el mundo del teatro. Y, sin embargo, Quien hubiera gustado de un Templo sin gente a la luz de los documentos, los corrales dejaron podrá decir quán celestiales gustos están allí de ser escenarios para la comedia y lo fueron en escondidos… Si alça los ojos a los Altares verá las exclusiva para la tragedia. Las cifras de muerte en Imágenes de muchos Santos; quédese mirándolos 42 estas viviendas colectivas fueron elevadísimas . A a ellos en ellas, y ellos con la acción en que están pesar de ello, todo apunta a que, aun en plena fgurados representan vivísimamente muchas de crisis epidémica, los autores de comedias y los sus virtudes. El templo se vuelve teatro y teatro del actores y las actrices, siguieron dando muestras Cielo. No entiende bien de teatros quien no dexa de la vitalidad de este arte. No faltan referencias por el Templo el de las Comedias47 documentales a acuerdos laborales entre autores y compañías para seguir con la actividad, incluso Y es que en los templos también se drama- en el vórtice de la epidemia. Igual es una clara tizó, siendo uno de los ámbitos primordiales de muestra de la vitalidad del teatro, como la nece- esta teatralidad sacra, el púlpito, donde el orador sidad de afrontar la crisis de vida con una fcción despliega su talento persuasivo y su capacidad alternativa. En el verano del cincuenta el autor comunicativa. Y así la retórica que en este siglo de comedias Francisco de Castro acordó con José se “literaturiza”, tanto por la “densidad concep- Rafael, a cuyo cargo estaba el corral del Coliseo, tual” como por el desarrollo del “ornato”. Los efectuar cuarenta representaciones43. El contrato jesuitas, conocedores de las ilimitadas posibilida- especifca que en modo alguno se habría de ac- des de la oratoria, despliegan todo un arte que tuar en la Montería, lo que pone de manifesto el se ha sintetizado en estos términos: hecho de que seguía siendo un lugar alternativo Es cierto que la oratoria de este siglo insiste mucho muy popular. Así lo refejan los documentos, los más en la ilustración deleitosa, en la sensibilización mismos que aluden al éxito de convocatoria tras y en sentimentalización de los mensajes que en la de la epidemia. La Corte está en el horizonte de fuerza persuasiva de los argumentos racionales para varias de las compañías teatrales. Recordemos el doblegar la voluntad. Se trata, en defnitiva, de una caso de Luis López, autor de comedias, quien en actitud muy barroca que pretende impresionar y septiembre de 1652 realiza una “gira” por Cór- mover deleitando, persuadir más que de convencer doba y la Corte44. desde con pruebas racionales48. La capacidad transmisora del teatro es indu- Llevando a lo límites este arte expresivo, fray dable. Y así, contrariamente a lo ocurrido dos Luis de Granada puso las bases de la teoría de décadas más tarde, la comedia llegaría a ser ce- tonos, para que la desarrollara el padre Escardo, lebrada por la propia Iglesia. No de otro modo se que llegó a dar indicaciones sobre las destrezas explicaría el hecho de que la orden de san Juan del predicador, explicando que “De la voz que ha de Dios, en su convento hospital de la Misericor- de usar el predicador en cada parte del sermón, dia de Cádiz, contratara al autor de comedias ó de los Tonos, y de que vicios se ha de guardar Pedro de la Rosa, para que con su compañía en la pronunciación”49. Al fn la conexión entre la representara treinta comedias diferentes45. El pa- oratoria y el arte se hizo precisa, porque fortalecía rentesco de este arte dramático con el arte de el mensaje o bien permitía su pervivencia en el la representación litúrgica, de manifesto en los tiempo. Además era preciso conjugar el riesgo

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 51-78 No hay mal que por bien no venga 61 que entre un público adocenado tenía la repe- Felipe de Ribas y, lo más importante, la relación tición de los sermones con el fn de facilitar la de maestro-discípulo entre Saavedra y Bernardo asunción de la palabra de Dios. Y así “la predica- Simón de Pineda (1651). Un desarrollo que invo- ción, en términos de “retórica sacra”, encontró lucra la periferia sevillana, como a la sazón eran 50 su última vía de sobrevivencia en el arte” . ambas ciudades gaditanas. Esta teatralización de la liturgia, con la que el Con todo este debate formal no podemos pa- fel es espectador, puede estar en la base de la Quiles Fernando reducción de los sermones impresos durante la sar por alto los condicionantes expresivos. Hay segunda mitad del XVII51. quien ha observado que hacia 1650 se produce un cambio, con un “desinterés argumental” y un “reforzamiento elocutivo”. Un reforzamiento del Un nuevo orden artístico, con el agotamiendo de un sistema adorno como forma de persuasión, con un juego en la disposición de los nichos, desajustados los Quizás sea el retablo donde mejor se pone en centrales respectos de los laterales como forma claro la respuesta artística a una necesidad expre- de dinamizar la lectura. Al fn la lectura de esos siva y conceptual. El sistema tetrástilo contribuyó a organizar el relato bíblico o hagiográfco en los libros abiertos sigue dando sentido a la trama altares mayores de las iglesias. Se atribuye a Felipe organizativa del retablo55. de Ribas la aportación más genuina de la retablís- Martín González hacía otra interpretación en tica de mediados de siglo. El retablo mayor de los la manera de conducir la lectura en el retablo, al mercedarios, de 1646, es novedoso. Dabrio resalta considerar la ruptura de la horizontalidad en la que con esta obra “el arquitecto dará un paso disposición de los cuerpos, que refuerza el barro- hacia adelante, al concebir una estructura de gran 56 tamaño articulada por un orden gigante de co- quismo en los retablos . lumnas, que presentan como novedad el fuste sa- Y con el retablo el conjunto de las artes invo- lomónico, utilizado en Sevilla antes de ahora sólo lucradas. La arquitectura que se plantea como con carácter decorativo, pero no estructural”52. mero estructurador de contenidos, para facilitar El salomónico podría ser el signo del nuevo la lectura del repertorio hagiográfco. Hasta tanto tiempo. Se ha considerado el retablo mayor de la no se adopte las nuevas estructuras de altares Cartuja de Jerez de la Frontera, construido entre con baldaquinos, de la mano de Pineda, estas 1636 y 1639 con traza de Alejandro de Saavedra, construcciones no son más que una amalgama aunque se ha sugerido que pudo ser el famenco de piezas, obra de artífces de muy diversa forma- José de Arce, que se ocupó de la labor escultó- ción. En este punto resulta cuando menos signi- rica, quien pudo motivar la introducción de ese elemento en la nueva arquitectura en madera. Su fcativo resaltar el papel jugado por los pintores- paso por Roma bien podría justifcar esa infuen- doradores. La policromía implica una operación cia53. También se tiene a Cano como otro de los global, que atañe tanto a las estructuras como introductores del salomónico. Valgan sus dibujos a los elementos fgurativos, cuando no el muro sobre la “Puerta Salomónica” o el detalle de re- inmediato, pero también una actividad parcial, tablo con columnas “tuertas”54. En este sentido diferenciado elementos arquitectónicos, de los habría que al menos sospechar en la “concilia- decorativos y los fgurativos. Todavía a princi- ción” ideológica entre un conjunto de artistas pios de la década de los cincuenta, se contratan que coincidieron en tiempo y lugar, entorno al operaciones parciales sobre las esculturas. Como retablo nuevo y a mediados del XVII. A Saavedra nos descubre el acuerdo frmado por Francisco de se le ha atribuido la paternidad del primero de los retablos salomónicos en el antiguo reino sevilla- Fonseca, con el convento de Santa Clara de Car- no. Tuvo a su lado a Arce. En la catedral vieja de mona, “el estofar, dorar y encarnar nueue cuerpo Cádiz coincidió con el escultor Alonso Martínez de santos y seis niños y dos tarjas para el retablo y Juan Gómez Couto, dorador, quien a su vez del altar mayor del dho convto que los seis niños trabajó con Martín Moreno. Y al fn el vínculo con y dos tarjetas se conputaron por dos cuerpos”57.

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Paradigmas constructivos e inercia funcional fuentes notariales, se produjo principalmente por Un pequeño detalle que testimonia cómo la incorporación de nuevos artistas en un número en la década de los cincuenta, la ciudad ha de superior a lo que habitualmente ocurría, según recuperar su equilibrio, con medidas paliativas, las necesidades de taller. No voy a entrar en de- algunas puramente epidérmicas, otras de índole talle sobre las prácticas de taller que llevaron a estructural. Revertir la situación implicó al con- esa renovación, principalmente los exámenes de Fernando Quiles Fernando junto de los poderes públicos, tanto civiles como maestro, pero sí quiero retornar a las conclusio- eclesiásticos. En el ámbito constructivo, más allá nes de aquellos estudios previos. Algunos de los de intervenciones que devolviera la confanza a nombres de los nuevos titulares de taller han sido los ciudadanos hacia los espacios públicos, de los identifcados incluso con una producción artísti- que huyeron para ponerse a salvo y que algún día ca, como Ignacio de Iriarte, que provocó un im- habrá que analizar, cabe destacar la renovación portante cambio en la evolución del paisaje. De de la Cárcel Real. Después de la profunda reforma Llanos y Valdés, quien había enviudado en tan que hizo Pedro Sánchez Falconete del viejo recin- aciaga circunstancia, se conoce la macabra serie to hay que recordar la operación efectuada entre de cabezas cortadas, aunque son más tardías, cabe pensar en una corriente creativa dramática, 1659 y 1660 por Pedro del Valle58. Evidentemente los confictos urbanos recientes aconsejaron a los en la que se incluye el conjunto de su obra, con responsables de la institución su mejora. especial relevancia de obras con el San Jerónimo del Museo, que apoya su libro en una calavera. El Sagrario fue una empresa artística de la ma- yor relevancia, en que se involucró el cabildo y En principio, la renovación del taller se pro- especialmente algunos próceres locales que com- dujo con el ingreso de una numerosa serie de prometieron su persona y dinero, para refuerzo nuevos pintores, que se examinaron en los años 61 del culto a la Inmaculada, las festas asociadas, que siguieron al de la peste . No obstante, quie- más luego la adecuada conformación del espacio nes lideraron la escuela fueron los maestros de interior en que tomaron parte artistas que ha- las dos generaciones anteriores que habían lo- brían de situarse en artística, como grado salvarse del contagio. El papel de Murillo, José de Arce, que en 1657 realiza las ocho bultos por diversas circunstancias, será capital a partir que se apoya en el antepecho de la tribuna, con de ahora. No obstante, algunos de los neóftos la que se trata de renovar una arquitectura que también lograron situarse en el mercado con re- en 1652 no deja de ser anticuada. Un proyecto conocimiento de su producción. inicial manierista de Juan de Zumárraga, que res- Curiosamente, las circunstancias sobrevenidas petaron con fdelidad sus seguidores59. dieron al traste con el orden gremial y se dieron Por último, llamo la atención sobre la pervi- situaciones tan anómalas, como la que refere un vencia del teatro y los corrales de comedia. En la documento de 1651. Se trata de la cancelación primavera del cuarenta y nueve fueron cerrados de un contrato de aprendizaje establecido en- e incluso cancelados los autos sacramentales del tre el maestro Alonso de Zamora y el iniciado Corpus. Y sin embargo no había acabado el año, Tomás Toledano. El acuerdo, frmado en 1646, sin que pudiera garantizarse la seguridad del pú- concretaba un tiempo de formación de siete blico, cuando se autorizó la apertura del corral de años. Y a falta de los dos últimos, se decidió dar la Montería. Hasta cinco representaciones fueron por fnalizado el periodo de aprendizaje, al haber permitidas. Sin embargo, ante el evidente riesgo cumplido con una ardua tarea creativa, algo que para los espectadores, la Junta de Salud obligó a no ha trascendido en otros casos: “Consentia y cancelar los espectáculos60. conssº quedandole el dho aprendiz çiento y bein- te lienços pintados como le ordenare de a dos baras o dos baras… cada uno acauados en toda Regenerando los talleres artísticos, frente a perfecçion acauados a satisfaçion suia luego que una demanda aminorada de acauados los dhos ciento y beinte quadros a La regeneración del taller de pintura, que he de ser y qdar libre como si berdadermte se obie- podido en cierto modo ilustrar a partir de las ra acauado los dhos siete años”62. Quizás no se

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 51-78 No hay mal que por bien no venga 63 trate de un acuerdo de obra en compensación de Silva al cabildo secular, en el verano de 1676, por el tiempo de aprendizaje, sino más bien una tenemos noticias de la actitud coercitiva de los propuesta para medir el proceso de formación, del ofcio con quienes ejercían sin título: “Para el tiempo dedicado a la tarea. sustentarme y a mi mujer y dos hijos trabajando No hay estudios sobre la demanda artística tras en el ofcio de pintor haciendo algunos cuadros de la peste. Evidentemente hubo de resentirse, o foreros que me encargan y es así que por los con la reducción poblacional, pero también con veedores del dicho ofcio me han hecho y me ha- Quiles Fernando el cambio de sensibilidad. Sería interesante volver cen muchas extorsiones y amenazas de quitarme sobre ella para tratar de explicar la evolución del los útiles de mi arte”66. arte en esta década. Hasta qué punto esa de- La crisis pudo motivar cierto reacomodo de manda condicionó la producción de los artistas. los talleres artísticos. Algunas de las collaciones Ante todo, cabría considerar el fallecimiento más afectadas por el impacto de la peste, que de algunos promotores, con lo que probable- dieron asiento a importantes sectores de la pro- mente hubo de producirse mermas en los pagos, ducción artística, como las que arriman a la línea pese a las garantías legales. Quizás fuera la razón de muralla, como la de Omnium Sanctorum. Pre- de que un artífce tan popular en la época con cisamente, la calle de la Feria, que se adentra en Blas de Escobar, a quien se le conferen diversos San Juan de la Palma, a cuyos fancos se situaban contratos en la fecha, como el retablo principal muchos obradores de pintura, hubo de sufrir el de los mercedarios gaditanos, tuviera que pedir más duro revés. Y, sin embargo, las collaciones de prestado a su colega Alfonso Martínez hasta 158 San Bartolomé y San Nicolás, que tampoco logra- pesos y medio63. ron abstraerse de ese mismo envite, mostraron en los primeros años de la década cierta mejoría. A A nivel de escultura he podido conocer cómo fnes de 1650 se coloca el lienzo de Murillo de la en el tiempo de la peste y meses sucesivos, la mortandad dejó muchos encargos sin entregar. Santa Cena en su altar. Y por esas mismas fechas En abril de 1654 el escultor Manuel de Morales el maestro, recién salido de la dolorosa coyuntu- dejaba expuesto en su testamento la situación ra, se estableció en san Nicolás, en cuyo padrón personal vivida a raíz de la epidemia, con varias consta en 1651, acompañado de sus dos aprendi- 67 obras realizadas a demanda de su clientela y que ces, Juan Jacinto Guerra y Juan López Carrasco . en algún caso no logró cumplir por fallecimien- Es evidente que el comercio de Indias, que había to64. La venta en tienda, más habitual de lo que se marcado este territorio como de su propiedad, refere en las crónicas, pudo verse muy perjudica- tuvo una más rápida y mejor respuesta inmediata da con esta dramática coyuntura. Y de otro lado, tras la calamidad. Aun cuando se habla del empo- muchas de estas obras menudas que transitaban brecimiento de la ciudad y de las graves mermas por esta vía comercial, acabado su itinerario en en su tráfco con Indias, muchos de los trafcantes los ámbito conventuales y eclesiásticas, cuya rele- repartidos por estos barrios colindantes con el vancia se hizo notar, al contrario de lo que ocurrió de Santa María la Mayor, actuaron con mayor en otros ámbitos de la privacidad. agilidad para salir de la sima. Algunos pintores aprovecharon la coyuntura No podemos dejar de lado una circunstancia para separarse del maestro y poner tienda propia, relacionada con el consumo privado de arte, que como ocurrió con Juan Rodríguez Mejía quien tiene que ver con la pervivencia de los usos tradi- planteó el examen como el modo de poner or- cionales en los espacios domésticos. Ello motivó den en su situación profesional: “Digo que yo a la dotación artística de los mismos, manteniéndo- muchos años que uso el arte de la pintura y por se la capilla y el estrado como espacios para alojar la estrechesa de los tiempos no he podido de las obra de arte sacro. Y el patio, más que el ves- examinarme y atento a mi mucha pobreza suplico tíbulo, mantendrán su vínculo con el arte profa- a Vsa sea servido a darme licencia para usar el no. Hay documentos que hablan de la existencia dicho arte por el tiempo que Vsa fuese servido en los hogares a principios de los cincuenta, de en que recibiere merced de su grandeza”65. Sin bodegones de procedencia famenca, referidos embargo, por otro escrito, presentado por Luis como “nuevos”68.

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II/Los sesenta y el nuevo sistema creativo ro de preferencia, perspectiva y geometría en el El año sesenta fue muy signifcativo para la arte, dibujo como soporte de la creación. Y por ciudad y su población. Y justo empezó poniendo encima de todo un concepto que se concreta en el broche a una década desconcertante. Lo puso este momento, el de la integración de las artes. el auto de fe celebrado a mediados de abril de Santa María la Blanca es el ejemplo. ese año69. Hasta ochenta fueron los reos, en su Fernando Quiles Fernando mayoría, acusados de judaizantes. El lienzo, que El periplo cortesano de dos maestros: Murillo es de propiedad privada, primero se encargó a y Valdés Francisco de Herrera el Mozo, aunque debido al También la Corte ejerció su infuencia sobre elevado precio en que se tasó, fue traspasado a este lado de la periferia, por lo que respecta al otro artista, quien probablemente es el que lo arte, de la mano de un conjunto de ideas que 70 hizo en gran parte . De otro lado, hay que signi- circularon de uno a otro, con la intermediación fcar la celebración en Sevilla del acuerdo de paz de varios artistas, principalmente Murillo y Valdés de España con Francia. Señalándose la efeméride Leal. con “festas y común alegría”71. Con seguridad hubo de tener infuencia en el Hablamos de los sesenta como un nuevo tiem- devenir de escuela el viaje de Murillo. Palomino, po en que los procesos creativos del cincuenta se que seguramente tenía información de primera concretan en un código formal. Como punto de mano, alude a que el viajero “vio repetidas vezes partida, siguen una serie de indicaciones. las Eminentes Pinturas de Palacio, y del Escorial y otros Sitios Reales, y Casas de Señores; y Copió Al cabo de la Corte muchas de Ticiano, Rubens, y Vandic... no des- cuidandose en el dibujo por las Estatuas, y en las En Madrid se produjo la confuencia de diver- Academias de esta Corte...”74. La historiografía sas corrientes creativas, en convivencia con una reciente ha confrmado dicha estancia en 1658, nutrida e infuyente élite socioeconómica, que confrmándola un documento notarial del 30 de dio protección a algunas de las iniciativas que abril75. acabaron en cambios sustanciales en el arte cor- tesano y en su proyección hacia la periferia. En Para Murillo fue importante la estancia corte- este sentido hay que considerar la importancia sana, tal como se puede verifcar a través de su del teatro en la Corte y su incidencia en el desa- arte, por el reforzamiento técnico, con atención rrollo general de las artes locales. La quadratura al dibujo como base de sus creaciones, lo que asi- que se asocia con la escenografía, propia de un mismo le llevó a fundar la Academia de la Lonja. nuevo arte amparado por Calderón y su escuela, Y también fue muy importante esa experiencia tuvo un extraordinario desarrollo por el aporte por lo que respecta a la redefnición del retrato de dos grandes maestros boloñeses, que había como género artístico de especial signifcación. acudido al llamamiento de la Corona. Mitelli y Hay mucho de leyenda en relación con la estancia Colonna tuvieron una infuencia notoria en la cortesana del sevillano, del mismo modo que hay proliferación de este arte. Pero también hay que dudas sobre la asunción del modelo de retrato considerar la alternativa de Herrera el Mozo, con cortesano, que Murillo hará suyo y reproducirá un concepto más cortonesco en sus propuestas para benefcio de distinguidos miembros de las creativas. En la década de los cincuenta, en la élites locales. Una circustancia que pude consta- conjunción de todo esto, surge una nueva pintura tar años atrás, que adelantó a los años cuarenta escenográfca72. sus primeras experiencias en este terreno, es la que le vincula con el arzobispo Agustín Spínola En el caso de Mitelli y Colonna, se tiene noticia y los retratos de familia. El pintor no sólo tuvo de su labor en el Alcázar y en el Palacio del Buen la oportunidad de conocer de primera mano los 73 Retiro, a partir de 1658 . retratos familiares, especialmente los del marqués En el ámbito cortesano se acrisolan las nuevas de Leganés y de su esposa, sino que llegó a hacer formas e ideas artísticas que harán suyas los más su propia versión76. Es decir que antes del cuaren- destacados artistas locales. Retrato como géne- ta y nueve Murillo conocía los retratos del holan-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 51-78 No hay mal que por bien no venga 65 dés Van Dyck. De otro lado, habría que considerar con el impulso dado en la Corte a la generación la cualifcada opinión de Valdovinos, al considerar de nuevos espacios escénicos. que el retrato del Marqués de Legarda lo pintó el La feliz iniciativa del Conde Duque de Olivares 77 artista sevillano durante su estancia madrileña . de construir el Palacio del Buen Retiro, con su Y también Valdés Leal tuvo un notorio pro- Coliseo, a partir de 1630, está en la base de un greso en su arte en la visita a Madrid. Su viaje cambio sustancial en la relación del teatro con el está fechado en 1664. Se dice que lo hizo para medio cortesano. Y con ella el desarrollo de la Quiles Fernando ver célebres pinturas. “No se sabe, que hiziesse arquitectura y el arte escénico. Las mutaciones cosa de Pintura, solo si me dixo Claudio Coello, que empiezan contribuyendo a la generación del que avia ido a la Academia, y que dibujaba dos, espacio escénico, acaban convirtiéndose en el so- o tres fguras cada noche”78. porte de todo un arte pictórico decorativo, en el que tomaron parte los artistas que acabarían El viaje a Madrid, donde tanta inspiración por desenvolverse en el arte de la quadratura. pudo tener de la pintura del taller de corte y de Al fnal, se desarrolla desde mediados de siglo lo dispuesto en los grandes palacios madrileños, un arte que bien podríamos denominar “para- sino que pudo quedar infuido para la etapa crea- teatral”, por el hecho de haberse vinculado con tiva que inicia recién retornado a Sevilla, el de la el teatro, aun cuando tenga otro uso. Pero será pintura escenográfca. Valdés, en realidad, no es la llamada “comedia grande o de tramoya” la un gran artífce de la perspectiva, como lo sería su que concierte la acción de todas las artes para hijo, al que se ha debido devolver algunas atribu- general un espectáculo integral80. Y a ello hay ciones antiguas al padre. En noviembre de 1659 que añadir la aportación de Calderón de la Barca, frma con Pedro de Ribas la realización del retablo quien en apenas dos décadas, escribió diversas mayor de la iglesia de San Benito de Calatrava. El obras que fueron representadas con ayuda del primero de una serie donde inicia su despliegue ingeniero Cosme Lotti. La culminación de este creativo, más allá de policromar la madera. Hoy proceso personal y creativo se dio con La púr- los muros de la citada iglesia guardan memoria pura de la rosa (1660), que se ha considerado de las andanzas de un lejano seguidor de Valdés, “una representación musical”81. El gusto de los Domingo Martínez, pero es muy probable sobre principales seguidores de las representaciones de la vieja creación valdesiana. Otra obra que nos palacio, la familia real, junto con su séquito, que permite caracterizar esta parte de la creación de le acompañaba en muchas de ellas, fomentó el Valdés es el altar mayor de San Antonio de Padua despliegue escénico, al punto de que Calderón (1667), el de san Clemente (1680). Y, sin duda, la tuvo conficto con el arquitecto Lotti, llegándo a culminación de un proceso parateatral que per- exponer su queja en estos términos: “Yo he visto mite asimismo hablar de bel composto: el retablo una memoria que Cosme Lotti hizo del teatro y mayor del Hospital de la Caridad, acompañado apariencias que ofrece hacer a Su Majestad en por Pedro Roldán y Bernardo Simón de Pineda. El la festa de la noche de San Juan; y aunque está alcance de su obra en estos encargos queda de trazada con mucho ingenio, la traza de ella no manifesto en el contrato frmado en 1667 por el es representable por mirar más a la invención de que se compromete a hacer “el dorado y estofa- las tramoyas que al gusto de la representación. do del retablo mayor de la iglesia del convento Y habiendo yo, Señor, de escribir esta comedia, de San Antonio de Padua, con la pintura de las no es posible guardar el orden que en ella se me paredes y bóveda del presbiterio”79. Y eso mismo da” (fg. 9). le ocupará en otras obras, siendo de destacar la En Sevilla tuvo continuidad la cultura teatral pieza paradigmática, la del hospital de la Caridad. cortesana, mediando el siglo. Se ha podido loca- lizar al autor de comedias “por Su Magestad”, Lo parateatral en la cultura barroca Fernando Miguel Bermúdez itinerando por los 82 El teatro en este nuevo tiempo aún tendrá corrales de Sevilla y Jerez . mayor protagonismo en su proyección hacia el El teatro fue el crisol donde se fundieron todas resto de las artes. Este desarrollo tendrá que ver estas ideas, pero también motivó un conficto con

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que, luego de la invención de Alonso Cano y la precedencia de Alonso Matías, concretó el orden tetrástilo, que culminó su trayectoria en 1660. Se ha hablado de revolución barroca con respecto a este orden colosal en clave palladiana87. En el cambio de 1660 hay que consignar un Fernando Quiles Fernando elemento clave, que conecta con el concepto arri- ba mencionado: la columna salomónica que se presenta como elemento que conciliaba estructu- ra en madera con teatro. Se ha puesto de relieve la importancia del Templo de Salomón88. Aunque hay autores que llaman la atención sobre unos inicios más remotos, anteriores a Pineda. Con- cretamente se ha aludido a la Cartuja de Jerez, en cuyo retablo mayor aparecen, atribuyéndose Fig. 9. Baccio del Bianco. Adrómeda y Perseo, de Pedro Calde- rón de la Barca. Coliseo del Real Palacio del Buen Retiro, 1653 la idea del soporte salomónico a José de Arce89. (MS Typ 258, Houghton Library, Harvard University) Sería Felipe de Ribas el responsable último de este la Iglesia, que sólo se resolvió en 1679, con la cambio que contribuye a la plenitud del barro- clausura de los últimos corrales de comedias83. co en el retablo. Reconfguró el tetrástilo con el Curiosamente, en el desenlace de una campaña aporte del salomónico90. de descrédito de este arte, fue trascendental la intervención de Miguel de Mañara. Y lo que es Academia, formación y dignidad artística, en aún más llamativo por volver al punto de retorno un nuevo rumbo creativo de este ensayo, según diría el padre Tirso Gon- Del once de enero de 1660 es el acta fun- zález: “...que no entraría la peste en Sevilla si se dacional de la Academia. En el primer pasaje se 84 desterrasen las comedias...” . Y con ello también pone en consideración de los lectores, que “Nos retrocedo para recordar las palabras de Gómez los profesores de el arte de la Pintura de cuyos Piñol, al situar en ese suceso el fnal de una etapa nombres va frmado este instrumento, dezimos en la historia de esta ciudad. que por quanto entre todos los de nuestro Arte A todo lo dicho hay que añadir un hecho tras- esta dispuesto institutir y fundar una academia cendental en la evolución de las artes del retablo, en que se exerciten nuestros estudios y abiliten a que junto con la pintura escenográfca, dan la los que se vibieren de vsar ...”91. pauta del cambio en los sesenta. El agotamiento del sistema compositivo en uso hasta el momento La Academia y la Lonja y la República de las y su sustitución por uno nuevo, que se hace eco Letras de los desarrollos escénicos. Kinkead calculó que unos 350 pintores traba- Se marca hasta 1660 la vigencia del “modelo jaron en la ciudad en la segunda mitad del XVII. tetrástilo” en el ámbito de la retablística85. Lo que Y aunque se frmaron centenares de contratos de se ha dado en llamar “protobarroco” muestra aprendizaje, en una evolución que se ha dibujado la primacía de la estructura sobre la decoración. como dientes de sierra, con un crecimiento con- Arquitectura que responde a un sistema expresivo tinuado desde el cincuenta hasta el setenta92. No motivado por la Compañía, con un arquitecto llegó a la décima parte los que se involucraron en que pautó el proceso que llevó al canon, con un un trascendental cambio en el refuerzo formativo, sistema tetrástilo de orden colosal86. Una visión propiciado por la Academia de la Lonja, con cuya del arte arquitectónico de raíces romanas, que “institución y fundación” se inaugura la década. se a asociado bien a Palladio y Serlio, pero que Se atribuye a Murillo su creación y por ello se le tuvo alternativas en la fgura de Herrera y el ám- da su nombre. También se sitúa a Herrera el Mozo bito cortesano, con el Escorial como referente. Lo en su origen. La más que evidente complicidad

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 51-78 No hay mal que por bien no venga 67 entre ambos artistas, puesta de manifesto en la difcultad se conjugaba con los valores religio- evolución artística del primero a partir del retorno sos de sus impulsores98. He ahí la singuralidad del segundo a Sevilla, tuvo que pesar en la decisión de estas convocatorias, en las que tenían un lu- de separar técnica e idea, de trascender el trabajo gar destacado las justas poéticas99. Y con Torre de obrador para llegar al dibujo y el natural como Farfán ejerciendo como máximo exponente de argumentos. Pero también hubo de infuencia la la escuela poética sevillana, al tiempo que lanzó

experiencia que tuvo en su visita a la Corte, justo puentes hacia el mundo de las artes. Su conexión Quiles Fernando dos años antes. Incluso el propio Ceán Bermúdez con la catedral, las festas de la Inmaculada y de adelanta al 1658 la fecha en que Murillo concibió san Fernando, para las que redactó algunos tex- la idea de instituir dicho centro formativo93. Todo tos panegíricos, oportunamente ilustrados con parece indicar que los asistentes no siempre asu- algunas de las mejores creaciones artísticas del mieron a plenitud los principios de la Academia, momento, le puso en el centro de uno de los recogidos en los Estatutos. más relevantes procesos de cambio de los tiem- 100 El proyecto, que se inspira en el modelo bolo- pos barrocos . Conocidas son sus relaciones con ñés de los Carracci, pero toma también en con- Herrera el Mozo, Murillo, Valdés y otros maestros sideración las experiencias cortesanas, trata de del momento, sin olvidar a Matías de Arteaga generar un espacio adecuado para la enseñanza que tuvo el acierto de retratarlo para el libro del santo rey101. del dibujo sirviéndose de modelos vivos94. La Academia prologó su vida hasta 1674. Adoleció de problemas económicos, a pesar de De las Artes Liberales al Bel Composto la protección del conde de Arenales. Corzo resu- Nuevamente, la Corte fue el medio en que se me los problemas del primer año de vida en estos alimentó un cambio entre los artistas sevillanos. términos: “...no debió obtener el éxito espera- En 1623 inició el Gremio de Pintores y Doradores do, tanto por la falta de adecuación del espacio madrileños el litigio con la Corona por la onerosa disponible como porque buena parte de los que carga de la alcabala. La defensa de la dignidad se comprometieron en enero en mantenerla per- del arte de la pintura vuelve a la palestra. Un dieron su interés y dejaron de abonar las cuotas; largo itinerario legal que bien podría culminar tampoco parece que la distribución de cargos con el alegato de Gaspar Gutiérrez de los Ríos, fuera efcaz...”95. autor de la Notizia general para la estimación de 102 Tal vez no haya correlación entre la creación las artes . El eco de la pugna con el alcabalero de la Academia de la Lonja, de pintores y escul- llega a la periferia, donde Sevilla da continuidad tores, y la República de las Letras, hermandad de en 1652. En abril de ese año el arte de la pintura poetas. Sin embargo, no puede negarse que algo conoce “la escritura que gano Angelo Nardi” en había cambiado cuando a principios de la década el pleito con el Consejo de Hacienda por la exen- 103 de los sesenta se produjeron ambas concreccio- ción del pago de la alcabala . nes. Al menos desde 1662 se ha podido constatar Un retorno a la normalidad se produce, des- la concurrencia en Academias Literarias, siempre de el arte, con una especie de revuelta legal del en torno a la celebración del Carnaval. Tan ilustre colectivo frente a la administración. Así el 20 de escritor como Fernando de la Torre Farfán jugó diciembre de 1653, los representantes corpo- un papel protagonista en la conformación del rativos apoderan a los procuradores de la Real grupo. Él mismo recordaba en 1665 que no era Audiencia para que realicen acciones legales que la primera vez que ejercía como presidente96. No hoy desconocemos. Y dos años más tarde se re- fue privativo de Sevilla, ni tan siquiera se ciñó al pite la acción con sendos poderes otorgados a XVII, puesto que el concepto de “República de las dos procuradores en los meses de septiembre y Letras” tuvo una larga maduración que empezó octubre. Cuestiones que se nos escapan, pero sin ya en el siglo XVI, derivando hacia el mundo de duda relativas al funcionamiento del arte y ofcio la flosofía.97 de la pintura. Los conciliábulos, celebrados en vísperas de Otro signo de este nuevo tiempo es el progre- la Cuaresma, tenían un carácter festivo, que con so de las artes hacia su integración. La presencia

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de Herrera el Mozo en Sevilla pudo ser capital la pintura nos descubre su talante, en las palabras para cambiar el orden de las cosas en el seno que supuestamente pronunció: «¡El diablo tiene de los talleres sevillanos y, probablemente, en los esta pintura en el cuerpo! Porque si he querido gustos en la clientela. Herrera testimonió a través ser geómetra, lo he conseguido; si aritmético, de las pocas obras que hizo en el tiempo que también; si arquitecto, lo mismo; y en este diablo permaneció en la ciudad, antes de retornar a la de la Pintura, con tanto como me he desvelado 106

Fernando Quiles Fernando Corte, su bagaje italiano y probablemente la in- en ella, voto a N. que aún no sé dibujar un ojo» . fuencia berniniana, que tanto impacto ocasionó En la Corte fue habitual la intromisión de pintores en la ciudad. Baldinucci alabó en Bernini (en su y escultores en el terreno de los arquitectos, con Vida del Caballero Bernini) una cualidad por en- el triunfo del barroco a mediados de siglo, dada cima de otras, al ser “el primero que intentó unir sus cualidades plásticas y ornamentales107. la arquitectura con la escultura y la pintura de tal La proyección de este espíritu integrador sobre manera que todas hiciesen una hermosa mezcla” el arte sevillano se verifca años más tarde, avan- 104 o lo que es lo mismo un “bel composto” . zada la década del sesenta y ya dentro del se- Al menor de los Herrera luego le encontra- tenta. Y probablemente serían dos obras las que mos enfrentado al maestro de obras reales José nos permitirían constatarlo: la obra de la iglesia del Olmo, a propósito de la construcción de la hospitalaria de la Caridad y el montaje de las es- basílica del Pilar, en Zaragoza105. Habría que leer tructuras y elementos decorativos utilizados para a Palomino para descubrir la paradójica perso- celebrar la festa de San Fernando. Aun siendo las nalidad artística de Herrera. Aunque categoriza- más relevantes no fueron las únicas. Sin embar- do en nuestro medio como pintor, tuvo mayor go, la mayoría de las referencias que podemos proyección y reputación en el ámbito cortesano, traer ahora pertenecen a la década siguiente. Y ejerciendo como arquitecto. El mismo teórico de ello queda para otra ocasión.

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NOTAS que huuo en la Ciudad de Seuilla este ynterbalos que avnque se aliuiaua algo, año de 1652. AHPS, Piezas aisladas, con la continuaçion y perseberançia del 1 Clarividente fueron Emilio Gó- lib. 28796. Antonio Domínguez Ortiz, corrimto no bastaron todos los dhos re- mez Piñol y Mª. Isabel Gómez González, “Documentos sobre el motín de la Feria medio pues murio de la dha enfermd y concretando su opinión en este pasaje: en 1652,” Archivo Hispalense 221-22 que esto que tiene dho lo saue por el “En el plano general de la situación del (1947): 69-93. José Calvo Poyato, “Re- mucho conocimto que tubo con el dho arte sevillano se observa que, paradóji- cesión y hambre en Sevilla: El Motín de don Juº de Villacis y pñor hauerle cura- la Feria,” La Aventura de la historia 171 camente, a partir del trágico año de la do de la dha enfermd hasta que murio Quiles Fernando (2013): 40-44. Juan Carpio Elías, “Acti- devastadora peste de 1649, se activa- dellla juntamte con el doctor Alº grana- tudes religiosas durante el levantamien- ron misteriosas sinergias espirituales y dos…” artísticas que determinaron la apertura to popular de la Feria: Sevilla, 1652.” 11 “...Fueron presos de los más de una treintena de años decisivos en Hespérides: Anuario de investigaciones culpados, y arcabuceados luego... en- el arte y la cultura hispalenses que he- 13-14 (2005-2006): 27-42. viando otros á la Cárcel Real, de que mos delimitado hasta la fecha crítica de 8 Ortiz de Zúñiga, Anales, 74. luego sacaron a ajusticiar con igual su- 1679, año en el cual Miguel Mañara, 9 “E Reçeuiodo mucho gusto plicio... [a] los más insolentes en el mo- artífce decisivo de una campaña impul- biendo el buen estado que los alborotos tín”. Ortiz de Zúñiga, Anales, 99. sada por algunos medios eclesiásticos, de la plueue desa ciud hauia tomado 12 logró del Consejo de Castilla la supre- con tanta Reputacion del seruiçio de Ibid., 107. sión en Sevilla de las comedias teatra- Sumag y credito de la justiçia por me- 13 José Jaime García Bernal, “El les.” Emilio Gómez Piñol y Mª Isabel Gó- dio de l anobleça que con tanto valor… ritual funerario de los Arzobispos de mez González. “El Sagrario de la Santa dispuisiçion acudieron a ello de que su Sevilla según los cuadernos manuscritos Iglesia Catedral de Sevilla.” Cuadernos magd dios… a hecho la estimacion que de los maestros de ceremonias de la ca- de Restauración de Iberdrola VIII (2004): es justo yo estoy muy…” AHPS. PN. lib. tedral hispalense (siglos XVII-XVIII).” e- 21. 1807, fol. 991. Spania [En ligne], 17, 2014, mis en ligne 2 Fray Antonio de Lorea. El siervo 10 AHPS. PN., lib. 556, fols. 944-6; le 26 février 2014, consulté le 09 juillet de Dios... Fr. Pedro de Tapia, de la Or- 23-IV. Probanza de don Juan de Villlacís 2020. URL : http://journals.openedition. den de Predicadores, obispo de Sego- y Sandoval. En el punto 2º, fol. 954r, org/e-spania/23398 ; DOI : https://doi. via, Siguenza, Cordova y arzobispo de refere el documento: “saue que por el org/10.4000/e-spania.23398. Sevilla... historia de su apostólica vida año passado de mil y seios y cinta y dos 14 A pesar de los años, sigue sien- y prodigiosa muerte. Madrid: Imprenta al tiempo que vbo en esta ciud tumulto do la lectura obligada en relación a este Real, 1676, 285. y alboroto en el barrio de la feria asis- tema: Juan Ignacio Carmona García. La 3 Completando el pasaje: “fati- tio en ella el dho don Juº de Villaçis por peste en Sevilla. Sevilla: Ayuntamiento, gaba ya esta a lo fnes del año, y no se cauo y gobernador de los amotinados 2004. Y por lo que respecta al motín esperaba el alivio de traerse granos de procurando con muchas beras Reducir- quiero recordar el valioso trabajo de An- tierras ultramarinas, porque de ellas se los y aquietarlos estando todo el tiempo tonio Domínguez Ortiz: “Documentos tenia noticia de escasez, que los subiria que duro el dho motin en el cuerpo de de precio, y el que tenian los premios de guarda que hicieron en la casa del sr sobre el motín de la Feria de 1652.” Ar- la plata era tan grande, que ponia ma- Marques de la algaua asi de dia como chivo Hispalense 21-22 (1947): 69-93. yor impedimento a que se alentasen los de noche hasta el domingo de la sma No son los únicos trabajos, pero sí son Mercaderes, que otras veces causaron trinidad que se les dio el asalto y que es los más oportunos para fundamentar el alivio con la conducción de gruesas cosa muy constante que trauajo mucho este estudio. cantidades de trigo y cebada”. Ortiz, el dho don Juº de Villacis en ello por an- 15 Me ocupé de ello en el artículo 75, año 1651. dar Armado y preuendio rezelandose no “En los cimientos de la Iglesia sevilla- le matasen de cuyo ejercicio y del que 4 Diego Ortiz de Zúñiga, Anales na. Fernando III, rey y santo.” Bol. del tubo prebiniendo los demas cuerpos de Eclesiásticos y Seculares de la Muy No- Museo e Instituto Camón Aznar 75-76 guarda para el asalto que se dio y las ble y Muy Leal Ciudad de Sevilla, Me- (1999): 203-250. También fue objeto de boces y serenos de aquellas noches se trópoli de Andalucía (Madrid: Imprenta estudio de Amanda Wunder: “Murillo le origino vna destenplanza en el cele- Real, 1796), V, 86. Entre ellos el mar- and the Canonisation Case of San Fer- bro de que se le siguio vna estilaçion al qués de Villamanrique y don Fernando nando, 1649-52.” The Burlington Ma- pecho y pulmones con tanto ynpetu y Enríquez de Ribera. biolencia que le sofocaua y aogaua con gazine 143:1184 (2001): 670-675; “Un 5 Archivo Histórico Provincial de el mucho umor que caya en las partes pintor, un cadáver, y un retratola ima- Sevilla [AHPS. PN.], lib. 1806, fols. 603- que siruen a la respiraçion y que aun- ginería de Fernando III en la Sevilla ba- 608. que se le asistio con mucho cuydado a rroca.” Estudios de historia iberoameri- 6 AHPS. PN., lib. 1806, fol. 459. la cara deste achaque abriendole fuen- cana. XXXIII Reunión de la SSPHS, Mª 7 José Maldonado y Dávila le tes y dandole muchas sangrias y vsando Soledad Gómez Navarro y José M. de dedica un texto, que se conserva ma- de los demas remedio sque conbenian Bernardo Ares, coords. (Córdoba: Uni- nuscrito: Tractado verdadero del Motin pª su curacion no obstante le apreto por versidad, 2003): 128-132.

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registros holandeses que apuntan en de Villasís y testigos, aparte Miguel de 16 Pablo Hereza, Corpus Murillo. otra dirección. Ramón María Serrera Biografía y documentos (Sevilla: ICAS, Mañara, otros próceres locales. La ce- Contreras. “¿Esplendor o declive?: Se- 2017), 250. remonia se celebró el 1 de agosto de villa en 1650 y la plata americana.” In 1650, en el convento de Sta. María de 17 Testifcó en la declaración de la Mª Salud Elvás y Sandra Olivero, coords. las Dueñas, od. San Benito y san Bernar- última voluntad de José Suero, fallecido Redescubriendo el Nuevo Mundo: Es- do y, en suma, supuso que “los señores con la peste: “...Saue que el susodho tudios americanistas en homenaje a don luis federigui y don migl mañara le estando en el articulo de la muerte por

Fernando Quiles Fernando Carmen Gómez (Sevilla: Universidad, pusieron y calçaron dos espuelas do- no ayer escribano ante quiepoder lo 2012): 17-29. radas y el dho don Pedro nuñez de vª otorgar hiço y otorgo la dha memeoria 26 Juan A. Sánchez Belén. “El vicencio puso al dho Don Diego fernan- que le a ssido leida”. AHPS. PN., Lib. comercio holandés de las especias en dez de Cordoua una espada dorada y 540, fol. 416, 20-VIII-1649. España en la segunda mitad del siglo asi puesta y ceñida se la boluio a sacar 18 Tal como queda expuesto en el XVII.” HISPANIA. Revista Española de de la bayna y teniendola desnuda en la testamento de 26 de agosto. AHPS. PN. Historia LXX/236 (2010): 649. mano le dijo y pregunto tres beces Don Lib. 1801, fols. 568-570. 27 Michel Morineau. “Un aluvión Diego fernandez de Cordoua quereis 19 Término acuñado por Fermín de oro y plata: Los caudales de Indias,” ser cauallero y otras tantas beces el de los Reyes Gómez, en “La estructura in España y América: Un océano de ne- susodho dijo y respondio si quiero ser formal del libro antiguo español.” Para- gocios, 1503-2003, coord. Guiomar de cauallero y otras tres veces el dho señor testo 7 (2010): 21. También Carlos M. Carlos Boutet (Sevilla: Sociedad Estatal don pedro nuñez de vªbicencio dijo Dios Collantes Sánchez. “La búsqueda del Quinto Centenario, 2003): 220. Más todo poderoso os haga buen cauallero mecenazgo a través de la poesía sevi- en: Stanley J. Stein y Barbara H. Stein. y el señor san Venito y san Berndo sean llana impresa (1649-1682).” Janus 9 Plata, comercio y guerra: España y Emé- buestro abogados y le toco con la dha (2020): 96. rica en la formación de la Edad moder- espada en la caueza y en los ombros y 20 Alonso Hortiz de Viedma, na (Barcelona: Crítica, 2002). se la bolvuio a entrar en la Bayna el dho maestro albañil de la collación de Om- don Pedro nuñez de villavicencio a todo 28 María Josefa Arnall Juan. “El nium Sanctorum, da carta de pago lo qual los dhos ses caualero estubieron ‘Itinerario a Indias’ (1673-1679) del P. a Fernando Moreno, mayordomo de bestidos con sus mantos blancos con Fr. Isidoro de la Asunción, C.D. (Ma- la fábrica de la iglesia de San Juan de nuscrito 514 de la Biblioteca Provincial ynsinias de la dha horden de Calatraua la Palma, por valor de 1771 reales, el y Universitaria de Barcelona).” Boletín y el dho señor Don Diego fernandez monto total de la solería que hizo para Americanista 28 (1978): 222 y ss. de Cordoua pidio a mi el dh son puº le el citado templo, con el levantamiento de por testim los sudoho para que en 29 Más en Ramón Mª. Serrera de la del coro. Más 48 reales percibidos todo tiempo conste… //vto. Y el dho Contreras. “Lope de Vega y ‘El Arenal por los peones. AHPS, PN. Lib. 541, fol. señor Don frey martin pizarro dijo que de Sevilla’.” Boletín de la Real Academia 520; 30-XI-1649. las obedecia y obedeçio con el respeto Sevillana de Buenas Letras: Minervae 21 AHPS. PN. Lib. 548, fol. 433. El debido y que esta presto de las cumplir Baeticae 35 (2007): 163. nuevo contrato se frmó el 30 de junio (provisiones) y de dar el auito e ynsine 30 “Yo, don Miguel Mañara, ce- de 1650. de la dha horden de calatraua a el dho niza y polvo, pecador desdichado, pues 22 Fue Jesús Aguado de los Reyes don diego fernandez de cordoua como lo más de mis logrados días ofendí a la quien primero hizo balance del registro su magd lo manda… y en presencia de Majestad altísima de Dios, mi Padre, documental: “La peste de 1649: Las co- ls dhos señores caualleros y de mi el dho cuya criatura y esclavo vil me confeso. llaciones de Santa Cruz y San Roque.” esno y testigos el dho sr don fray martin Servía a Babilonia y al demonio, su prín- Archivo Hispalense 72 (1989): 45-56. piçarro hico sentar en el suelo a l dho cipe, con mil abominaciones, soberbias, 23 don diego fernandez de cordoua y se le El 25 de septiembre de 1651. adulterios, juramentos, escándalos y leyeron por vn libro de las constitucio- Fernando Quiles. “Sevilla, barroca y re- latrocinios; cuyos pecados y maldades nes de la dha horden de Calatraua cier- naciente (1649-1675).” In: Mª. de los no tienen número y sólo la gran sabi- tas pregtas y puesto de rodillas le bistio Ángeles Fernández Valle, Carme Ló- duría de Dios puede numerarlos, y su y puso vn escapulario y manto blanco pez Calderón e Inmaculada Rodríguez infnita paciencia sufrirlos, y su infnita con la dha ynsinia de la dha horden…” Moya. Espacios y muros del barroco misericordia perdonarlos”. Así se expre- AHPS. PN. Lib. 544, fols. 395-396. iberoamericano (Sevilla-Santiago: Enre- sa Miguel de Mañara en su testamen- 32 Oliver Piveteau. Don Miguel dars-Andavira, 2019): 13-37. to. Tomo el pasaje de Francisco Martín Mañara. Frente al mito de Don Juan. 24 Ibidem. Hernández. Miguel de Mañana (Sevilla: Sevilla: Fundación Cajasol, 2007. 25 Hay que hacer un expurgo de Universidad, 1981): 49. 33 Fray Antonio de Lorea. El siervo la historiografía, puesto que más allá de 31 Se ha podido constatar docu- de Dios... 234. Hamilton, que usó la documentación mentalmente la ceremonia de imposi- ofcial de la Casa de Contratación, para ción del hábito de caballero de la Orden 34 El socorro a la obra se relata en: la que se ocultó no poco contrabando, de Calatrava de don Diego Fernández Ibidem, 234-235. habría que considerar las referencias de de Córdoba, siendo padrino don Juan 35 Ibidem, 243.

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36 José Antonio Maravall. La cul- 46 Y el valor didáctico de los autos 52 María Teresa Dabrio Gonzá- tura del Barroco (Barcelona: Ariel, re- sacramentales ha sido puesto de relieve lez. “El retablo en la escuela sevillana impr. 1985): 327; Fernández Basurte, en numerosas ocasiones. Valga a modo del Seiscientos.” Imafronte 3-5 (1987- Federico. “Epidemias y manifestaciones de ejemplo un caso tan signifcativo 1989): 198. religiosas en la Málaga del siglo XVII. La como el de la producción franciscana 53 Teodoro Falcón Márquez. “El Virgen de la Victoria.” Baética: Estudios en la Nueva España durante el XVI, es- arquitecto de retablos y escultor Martín de arte, geografía e historia 16 (1994): tudiado por Jesús Lara Coronado en “La Moreno y los primeros retablos con co- 307. educación moral en los autos sacramen- lumnas salomónicas en Sevilla.” Boletín Quiles Fernando 37 Las fuentes referen una “fes- tales del siglo XVI en Nueva España.” de arte 34 (2013): 72. ta de la batalla naval”. Hereza, Corpus Perfles educativos 34 (2012): 79-97. 54 La columna “tuerta”, como Murillo 298-299. La atribución a Murillo Recuperado en 19 de julio de 2020, Vignola la llama en su Regla de los en: Jorge Bernales Ballesteros. “Presen- de http://www.scielo.org.mx/scielo. cinco órdenes de Architectura, que en cia de Murillo en las festas barrocas de php?script=sci_arttext&pid=S0185- España fue conocida por la edición de Sevilla.” Murillo y su época (Sevilla: Mi- 26982012000200006&lng=es&tlng= Patricio Caxés, de 1593. Véase: Fernan- nisterio de Cultura, 1982): 1-43. es. do Marías. “Alonso Cano y la columna 38 Miguel Cid registra la funda- 47 El día de festa por la tarde (Ma- salomónica.” Figuras e imágenes del ción de una festa en benefcio de la drid: Impr. María de Quiñones, 1660): BArroco. Estudios sobre el barroco es- cofradía del Stmo. Sacramento de San 47. pañol y sobre las obras de Alonso Cano Martín. Documento fechado el 13 de 48 José Antonio Hernández Gue- (Madrid: Fundación Argentaria, 1999): enero de 1651. AHPS. PN., Lib. 546, rrero. “Defensa de la retórica barroca”. 291-321. Y también: Falcón, “El arqui- fols. 195-199. Edad de oro 23 (2004): 41-51. tecto”, 72. 39 La festa al Santísimo de Om- 49 Juan Bautista Escardó. Rhêto- 55 Ricardo González. “”Los reta- nium Sanctorum, con un juro de 15.049 rica Christiana (Mallorca: Herederos blos barrocos y la Retórica cristiana.” reales, en: AHPS. PN., Lib. 546, fols. de Gabriel Guasp, 1647). Más en Luis Actas III CIBI: Territorio, Arte, Espacio y 247-253. Robledo Estaire. “El sermón como re- Sociedad (Sevilla: UPO, 2001): 578. 40 Hereza, Corpus Murillo, doc. presentación: Teatralidad y musicalidad 56 Juan José Martín González. 54, pág. 271. en la oratoria sagrada española de la “Avance de una tipología del retablo 41 Diego Angulo. “Murillo en Contrarreforma.” Revista de musicolo- Marchena. 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También: Juan Luis Cárcel Real de Sevilla.” Laboratorio de Coliseo, cuarenta representaciones, González García. “Técnicas jesuíticas de Arte 9 (1996): 164. desde la fecha y por 270 reales diarios. predicación misional, del Viejo al Nuevo 59 Gómez Piñol y Gómez Gonzá- Mundo (c. 1550-1650)”. ).” In Barroco Referido queda que no se han de efec- lez, “El Sagrario”, 13-145. vivo, Barroco continuo, Fernando Quiles tuar las representaciones en el corral de 60 José Sánchez-Arjona. Noticias la Montería. AHPS. PN., Lib. 544, fol. y Mª del Pilar López, eds. lits. (Bogotá/ referentes a los anales del teatro en 802; 1650. Sevilla: UNC/Enredars, 2019): 368-385. 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La oratoria sa- avecindado en la collación de San Juan comedias propio, donde se celebrarían grada de la época del barroco. doctrina, de la Palma. AHPS. PN., Lib. 546, fol. representaciones veinte días después cultura y actitud ante la vida desde los 511, 3-III-1651. del Corpus. AHPS. PN., Lib. 550, fols. sermones sevillanos del siglo XVII (Sevi- 63 AHPS. PN., Lib. 549, Fol. 308; 660-1; 1652. lla: FOCUS, 2000): 60. 4-XII-1651.

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Fernando Quiles Fernando barroca sevillana del siglo XVII (Sevilla: Pemán en “La reconstrucción del reta- 68 En la dote de doña Ines Blan- Universidad, 2002): 223. blo de la Cartuja de Jerez de la Frontera. dón, doncella e hija de Fernando Pinto 79 Duncan T. Kinkead. Pintores y Archivo Español de Arte 23/91 (1950): Blandón y doña Guiomar de Quadros, doradores en Sevilla: 1650-1699. Do- 203-228. ambos difuntos, que contrae matrimo- cumentos (Bloomington: AuthorHouse, 90 nio con don Joseph de Alderete, hijo Luque, “Origen”, 173. 2007), 579. Domingo de Alderete y Monroi y doña 91 Ramón Corzo. La Academia 80 Catalina Bazquez, también fallecidos, Díez Borque, José María. «Pala- de Arte de la Pintura se Sevilla, 1660- fgura este pasaje: 5r. “Yten seis frutte- cio del Buen Retiro: Teatro, festa y otros 1674. Sevilla: Instituto de Academias ros de fandes nueueos a tres ducados”. espectáculos para el Rey.» In La década de Andalucía, 2009: 21. Al respecto También seis cuadros de devoción que de oro en la comedia española, 1630- podrían considerarse algunas lecturas son descritos como “usados”. AHPS. 1640: Actas de las XIX Jornadas de Tea- complementarias, como las más actuali- PN., Lib. 545, fol. 425r; 27-X-1650. tro Clásico, Felipe B. Pedraza Jiménez, zadas de Antonio García Baeza, titulada coord. (Ciudad Real: Universidad de 69 Rafael Japón. “El Auto de Fe Entre el obrador y la academia: la ense- Castilla-La Mancha, 1997): 170. de 1660El gran teatro de la muerte en ñanza de las artes en Sevilla durante la 81 Sevilla.” Revista de la Inquisición (Intole- Valga la síntesis de Erwin He- segunda mitad del Seiscientos (Sevilla: rancia y derechos humanos) 19 (2015): verbeck. “El teatro cortesano del siglo ICAS, 2014) y la de Rafael de Besa Gu- 119-137. XVII”. Documentos Lingüísticos y Litera- tiérrez, sobre “La Academia del Arte de rios, 10 (1984), 31-39. la Pintura de Sevilla.” In Coleccionismo, 70 Consuelo Maqueda Abreu. 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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.7321

SOCIALITÀ, IDENTITÀ E “DISORDINE” NEI QUARTIERI POPOLARI DEL SECONDO DOPOGUERRA IN ITALIA

Carolina De Falco Università della Campania “Luigi Vanvitelli”

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8209-0024

SOMMARIO La progettazione dei quartieri popolari del secondo dopoguerra in Italia risente dell’allontanamento dai temi principali del Movimento Moderno: le case in linea parallele, disposte ordinatamente lungo l’asse eliotermico, sono sostituite da gruppi di residenze differenti per tipologia, sfalsate o ruotate fra loro, in modo da ottenere spazi a verde e luoghi urbani per incentivare la socialità. Inoltre, per evitare la conformità, gli edifci presentano varietà nelle aperture e nella texture delle facciate, tanto da caratterizzare il paesaggio urbano, alla ricerca di armonia, bellezza e valori identitari. L’apparente disordine, infatti, è in realtà governato da una regola, che si rivela nel momento in cui il degrado e l’incuria portano a trasgredirla. Nella prospettiva della storia dell’architettura e della città, si propone il risultato di alcuni casi studio in Italia che rendono evidenti tali rifessioni. Parole chiave: storia della città, quartieri popolari, secondo dopoguerra, INA-Casa, socialità e identità

ABSTRACT The design of working-class neighbourhoods in post-war Italy was infuenced by a departure from the main themes of the Modern Movement: terraced houses, arranged neatly along the heliothermic axis, were replaced by groups of residences of different types, staggered or rotated in relation to each other to create green and urban spaces that encourage sociability. To avoid uniformity, buildings offered variety in the openings and texture of the facades, so as to characterise the townscape in a quest for harmony, beauty and identity. This apparent disorder was, in actual fact, governed by a rule, which is revealed when degradation and neglect result in it being transgressed. From the perspective of the history of architecture and the city, this paper proposes the results of some cases study in Italy that make these points clear. Keywords: history of the city, working-class neighbourhoods, post-war architecture, INA-Casa, sociability and identity

La città è certamente il luogo dove si rende si periodo storico. D’altro canto, il disordine non maggiormente necessario il tentativo dell’uomo deve essere considerato solo con un’accezione di imporre un ordine che ne renda vivibile gli negativa, ma anche come segnale della vitalità spazi. La defnizione di norme e piani in campo sociale di una determinata città e ciò provoca una urbanistico è determinate nell’individuare le stra- dialettica dove in realtà ordine e disordine «si op- tegie più opportune a prefgurarlo. In ogni caso, pongono in una specie di lotta senza quartiere, l’ordine non può essere esclusivamente formale, ma pur opponendosi sono elementi dinamici ma deve riguardare anche l’organizzazione socia- l’uno dell’altro, si sostengono vicendevolmente, le, la vita economica, il potere politico, nonché la non si contrappongono»1. È quanto accade nel cultura che esprime il sentire collettivo, in qualsia- caso delle periferie, nate come ampliamento dei

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 79-90 80 Socialità, identità e “disordine” nei quartieri popolari del secondo dopoguerra in Italia centri urbani, le quali pur se differenti tra loro per un lato sono criticati i fondamenti del Movimento cronologia costruttiva, dislocazione, funzionalità Moderno e dello zoning, dall’altro si guarda alle per il territorio, nonché per lo stato del degrado esperienze europee delle città giardino inglesi, dei che le caratterizza, «costituiscono un contributo nuovi quartieri organici svedesi, dei piani olan- alla particolare forma di ordine di quella determi- desi, e alle green belts americane, confgurando nata città e insieme una continua incentivazione accesi dibattiti, dove gli aspetti estetici e formali al disordine»2. si saldano a quelli etici e sociali. Il complesso del

Carolina De Falco Carolina Golden Lane realizzato dagli Smithson a Londra Esiste inoltre un ulteriore aspetto da conside- rappresenta il tentativo, nel 1951-52, di elabora- rare, quello percettivo. In particolare, la cultura re nuovi contesti urbani contrapposti alla rigidità architettonica dei primi anni Cinquanta, dedi- geometrica della Ville Radieuse, che trova spazio cando particolare attenzione al contesto in cui nei dibattiti del Team X5. gli edifci si inseriscono, mette in risalto il valore della stratifcazione storica. L’apparente disordine Allo stato attuale, nelle città dove spesso più determinato da un tessuto urbano sviluppatosi del disordine predomina il caos, dove sempre nel tempo può invece risultare armonico proprio maggiori sono le differenze, etniche, religiose e per l’accostamento di edifci nuovi ad altri pre- culturali, nasce l’esigenza di comprendere non esistenti ed appartenenti ad epoche diverse e soltanto il signifcato di ogni luogo, ma anche «ciò avvenne in quanto l’artista intuì la propria «le interrelazioni che uniscono tra loro i vari luo- opera in uno con la natura circostante, la quale, ghi attraverso catene di signifcati che entrano nella fattispecie, era costituita da opere d’arte profondamente nello spazio e nel tempo, nella preesistenti. In tal modo ebbe origine la bellezza concrezione delle confgurazioni tridimensionali di talune piazze o strade, o complessi di edifci, e nella storia»6. Proprio lo sguardo storico, pro- che, nate in epoche lontane l’una dall’altra, co- posto attraverso le rifessioni nate dallo studio di stituiscono ormai un tutto inscindibile, al pari di alcuni quartieri popolari nel sud Italia, «sembra un’opera d’arte»3. quello capace oggi di offrirci la verifca più sicura di qualsiasi ipotesi sulla città; la città è di per se Nel secondo dopoguerra, tale consapevolez- stessa depositaria di storia»7. za genera l’esigenza di ricreare nel progetto dei nuovi quartieri l’“effetto di città vissuta” piutto- sto che realizzata in maniera simultanea. Acca- Il “disordine” per il benessere della città de allora che ci si allontana da quanto era stato “socievole” costruito in maniera ordinata in ottemperanza ai Ludovico Quaroni si esprime in maniera critica dettami del Razionalismo, a partire dagli esempi sulla fase anteguerra quando «bisognava dare in Germania. Senza contare che gli edifci fun- anche all’Italia la siedlung: bisognava rispondere zionalisti e le “stecche” di case orientate lungo alla richiesta degli architetti che volevano qual- l’asse eliotermico avevano già sollevato non po- cosa di simile, e che in fondo si accontentava- che critiche relative all’eccessiva uniformità tra gli no di avere, tutte in fla, tante casette uguali», stessi contemporanei. D’altra parte, in Italia, l’a- rendendo in tal modo evidente la ricerca di un vanguardia del Futurismo aveva posto l’accento modello di aggregazione diverso rispetto al mo- sull’eterogeneità degli elementi che defniscono notono accostamento di unità abitative a schiere la città: edifci, strade, fabbriche, in una visione parallele, che fosse invece adattabile “caso per dinamica che si contrapponeva a quella della cul- caso e luogo per luogo”8. tura classica. In questo ambito, diviene determinante l’o- I quartieri popolari dei primi anni Cinquanta perato dell’INA-Casa, Ente dedicato alla costru- evidenziano dunque la ricerca critica di nuovi zione delle case popolari in base alla Legge del modelli di aggregazione degli edifci, secondo un 1949, nota come Piano Fanfani, in aiuto a coloro accostamento non schematico e in un apparente che erano ancora costretti a vivere in malsane “disordine”, volto alla creazione di scorci e visua- condizioni igieniche, in baracche o nei rifugi sot- li differenti, anche sulla scia degli studi di Kevin terranei9. Come ricordato da Giovanni Astengo, Lynch sulle immagini ambientali4. Pertanto, se da all’INA-Casa sono riconosciuti sia l’azione fonda-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 79-90 Socialità, identità e “disordine” nei quartieri popolari del secondo dopoguerra in Italia 81 mentale svolta contro la «disseminazione di case no a Roma e La Falchera a Torino, sotto la guida piovute dall’alto» che il merito «di aver rischiarato rispettivamente di Ludovico Quaroni con Mario l’atmosfera dell’edilizia popolare in Italia»10. Va Ridolf e di Giovanni Astengo, sembra che la sottolineato che anche Bruno Zevi, co-fondatore strada giusta contro la crescita indifferenziata sia dell’APAO (Associazione per l’Architettura Orga- stata fnalmente trovata. L’ambizione è quella di nica) e pertanto inizialmente critico nei confronti realizzare complessi di unità residenziali fondate dell’INA-Casa per la direzione affdata ad Arnaldo su un rapporto più consapevole fra l’uomo e la Foschini, rappresentante di un linguaggio più vi- natura, articolate intorno a un “nucleo” con il De Falco Carolina cino al precedente regime, rivede il proprio giu- luogo per l’istruzione e “autosuffcienti” grazie ai dizio11. Zevi sostiene infatti che mentre il compito servizi collettivi, con la consapevolezza del valore di costruire case popolari era ritenuto «lavoro da educativo, sul piano sociale, fornito da un’am- geometri, indegno di “artisti” o tecnici qualifcati: biente di vita confortevole. Allontanandosi da che ci vuole a progettare una casetta economica? schemi di tipo seriale, declinati in aggregazioni C’è forse bisogno di incomodare architetti?», al in linea parallele, i nuovi quartieri sono formati da contrario l’Ente dell’INA-Casa ha ben compreso abitazioni differenti per tipologia: case in linea e che «disegnare un alloggio operaio è arduo e case a torre, sfalsate o ruotate fra loro, in modo impegnativo. Mobilitando architetti e ingegneri da ottenere oltretutto spazi a verde destinati alla capaci ha elevato lo standard della produzione vita pubblica. L’obiettivo è anche quello di faci- edilizia»12. Ciò è reso possibile anche grazie all’in- litare la reciproca conoscenza tra i residenti, at- carico affdato ad Adalberto Libera di dirigere traverso le cosiddette “unità di vicinato”: «unità l’uffcio di architettura dell’organo di Gestione sociali nelle quali la vita si può svolgere con minori dell’INA-Casa, il quale avrà un ruolo importante costrizioni, minor peso, più libertà e più ricchezza nella redazione della manualistica elaborata per che non nell’indistinto agglomerato urbano»16. offrire le linee guida ai progettisti attraverso mo- Anticipate nel 1929 dai neighborhood unit di delli tipo illustrati, con indicazioni quali, superfci Clarence Arthur Perry, in occasione della reda- minime complessive, numero dei vani per abitan- zione del Piano Regionale di New York, le unità te, sistemazione ottimale di cucina e bagno, fno di vicinato divengono fondamentali nel progetto al trattamento degli esterni13. del quartiere La Martella a Matera elaborato, tra A tal proposito, va tuttavia osservato che nel- il 1952 e il 1954, da Ludovico Quaroni, con Fe- le prescrizioni dell’INA-Casa è raccomandato di derico Gorio, Michele Valori, Lugi Agati e Piero fare attenzione alle esigenze dell’«uomo reale Maria Lugli17. e non di un essere astratto, dell’uomo cioè che A tal proposito, non si può non citare l’espo- non ama e non comprende le ripetizioni indef- nente italiano del Team X, Giancarlo De Carlo, il nite e monotone dello stesso tipo di abitazione quale sottolinea che sono gli individui a dare for- fra le quali non distingue la propria che per un ma allo spazio e gli usi si sovrappongono rompen- numero, non ama le sistemazioni a scacchiera, do i vincoli con la funzione: la tipologia acquisisce ma gli ambienti raccolti e mossi al tempo stes- minore importanza, la realtà diversifcata, e appa- so»14. Se da un lato, quindi, si verifca uno sforzo rentemente “disordinata”, esclude la ripetizione per mettere ordine nella situazione di emergen- in serie. Secondo De Carlo, non solo nell’ordine za post bellica, dall’altro lato, come sottolineato c’è la noia frustrante dell’imposizione, mentre il da Zevi, l’intento è quello di riuscire a soddisfare disordine al contrario esprime la fantasia esal- «qualcosa di più della mera funzionalità, qualco- tante della partecipazione, quanto quest’ultimo sa di impercettibile […] che si sente nel viverci: «possiede una sua struttura ramifcata e comples- qualcosa che trasforma quattro mura in quattro sa che, non essendo istituzionalizzata, si rinnova mura pensate, e pensate affettuosamente, e che di continuo, reinventando a ogni istante le im- in defnitiva determina il passaggio dall’edilizia magini di una realtà che si trasforma»18. Pertanto, 15 all’architettura» . la giustapposizione di elementi in composizioni Quando all’inizio degli anni Cinquanta, tra i chiuse, che aveva caratterizzato la modernità, si primi quartieri INA-Casa, sono costruiti il Tiburti- trasforma in una combinazione aperta, vitale e

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Fig. 2. Napoli, Carlo Cocchia, gruppo di edifci a Fuorigrotta Fig. 1. Napoli, spazio pubblico destinato a bar a Fuorigrotta. in cui risulta evidente la differenza di tipologia e l’asimmetria Sullo sfondo uno degli edifci di Carlo Cocchia (Da: Cocchia, delle aperture. I balconi dell’edifcio più basso sulla destra pre- Carlo. “Aspetti dell’edilizia popolare a Napoli”. In Edilizia po- sentano un’originale schermatura a fori per nascondere gli polare 17 (1957), 19) stendini (Foto De Falco, 2017)

ricca di eventi spaziali, anche simultanei, dove le manda soluzioni spaziali tendenti a prospettare attività si sovrappongono e si moltiplicano. le abitazioni verso l’interno, in modo da «pre- Si realizza pertanto una rinnovata cultura disporre gli abitanti a più frequenti incontri, fa- dell’abitare, che non coincide più solo con lo spa- vorevoli alla instaurazione di migliori rapporti di zio privato della residenza: «la città non è fatta vicinato»24. Infatti, attraverso il quotidiano avvi- solo di addizioni di alloggi. La città è fatta anche cinamento nelle scuole, negli spazi di gioco, nei di servizi, attrezzature, infrastrutture, spazi vuo- negozi, nelle strade interne «intime e circoscritte, ti, spazi aperti, giardini, parchi, ecc., e l’abitare simili a passaggi obbligati in entrata della resi- avviene nell’insieme di queste attività svariate»19. denza come in uscita, nascono automaticamente Anzi, per evitare il rischio di realizzare complessi quei rapporti scambievoli di interessi comuni e a carattere esclusivamente residenziale o “dor- quei sentimenti di solidarietà che costituiscono mitorio”, i servizi pubblici e gli spazi collettivi, le premesse della convivenza umana»25. già essenziali nella vita di una città, «divengo- In via Giulio Cesare a Fuorigrotta, tra il 1952 no addirittura indispensabili per un quartiere di e il 1954, non lontano dai noti edifci a ballatoio nuova formazione, senza tradizioni, senza uno realizzati da Luigi Cosenza a Viale Augusto, Coc- spirito, un’anima comune a tutti gli abitanti, che chia realizza un gruppo di otto palazzi che rende appunto vanno cercando nel centro sociale o nei evidente il cambiamento di linguaggio. I primi 20 negozi l’occasione di non sentirsi più soli» . D’al- sono scanditi dalla maglia modulare dei pilotis e tro canto, van den Booek e Bakema, autori della declinano con raffnate variazioni il tema del bloc- prima strada pedonalizzata a uso commerciale in co multipiano in linea, eppure, tali «costruzioni Europa, il Lijnbaan a Rotterdam, realizzata tra il logiche» e simmetriche risultano «carenti sotto 1948 e il 1953, scompongono il quartiere in bloc- l’aspetto della morfologia urbana per la pro- chi residenziali di altezza e tipologia differente, grammatica rinuncia a conformare un ambiente garantendone l’unità attraverso “gruppi visuali” spaziale unitario e riconoscibile»26. Al contrario, 21 e servizi sociali . gli edifci di Cocchia risultano così diversifcati da Nell’ambito dell’edilizia popolare a Napoli22, non sembrare frutto di una progettazione simul- incisiva è l’opera di Carlo Cocchia, presidente tanea: quattro sono formati da blocchi sfalsati e della Sezione Campana dell’Istituto Nazionale di prospettano anche su piazza San Vitale, collegati Urbanistica e docente di Composizione Architet- da un corpo basso destinato a negozi allo scopo tonica al Politecnico di Milano, paragonato dal di «vivifcare la strada», gli altri, con altezze varia- più giovane De Carlo a Niemeyer «per il rigore bili da quattro a dieci piani, sono ideati in modo e l’asciuttezza del suo linguaggio»23. Per quanto da «disporre più liberamente i corpi di fabbrica, riguarda i nuovi quartieri, anche Cocchia racco- per ottenere risultati assai più concreti degli ef-

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Fig. 3 Napoli, Carlo Cocchia, rione INA-Casa a Bagnoli, plani- metria 1/500, 1955 (Archivio Storico Istituto Autonomo Case Popolari Napoli, Vol. “Licenze Edilizie. Rioni Bagnoli ed Ag- nano”) fetti esteriori, cioè di ambienti espressivi di calore umano e conforto civile»27 (fg. 01). Il raffnato contrasto del colore rosso mattone sull’intonaco Fig. 4. Napoli, Stefania Filo Speziale, rione INA-Casa ad Agna- crema dei prospetti e l’ideazione di un’originale no, planimetria 1/500, 1953 (Archivio Storico Istituto Autono- mo Case Popolari Napoli, Vol. “Licenze Edilizie. Rioni Bagnoli schermatura a fori per nascondere gli stendini sui ed Agnano”) balconi di alcuni edifci lascia trasparire lo stra- ordinario contributo fornito da Cocchia al tema di cui la metà affdati al romano Giorgio Costa- della residenza, ricercato non solo nella costante doni, differenti per tipologia e disposti in maniera revisione dei dettami del razionalismo interna- variata, tanto che «chi percorre queste vie ha un zionale, avvertiti troppo riduttivi, quanto nella susseguirsi di sensazioni e di visuali continuamen- reinterpretazione del senso dell’abitare (fg. 02). te variate; chi vi abita agevolmente riconosce gli Da tale punto di vista, i complessi residenziali slarghi e si affeziona al suo angolo»30 (fg. 04). progettati da Cocchia per l’INA-Casa a Bagnoli, Di particolare interesse è l’intervento di Carlo a Barra e infne a Secondigliano, cui si aggiunge Cocchia a Barra, che si inserisce nel piano urba- quello di Stefania Filo Speziale ad Agnano, risul- nistico di Luigi Cosenza, del 1945-1946, il quale tano di particolare interesse in quanto tra i pri- aveva previsto l’ampliamento dell’asse sette-ot- mi a seguire un andamento organico, oltretutto tocentesco di corso Sirena con i rioni D’Azeglio, precedenti al più noto quartiere La Loggetta di da lui stesso progettato, e Cavour, costituiti dal- Giulio de Luca, del 195628. A Bagnoli, nel 1952, la disposizione “razionale” di un unico tipo di Cocchia dispone gli edifci in continuità con le edifcio ripetuto in serie parallele. A “rompere” vie preesistenti senza proseguirne però l’impianto le maglie ordinate del piano Cosenza interviene a scacchiera, ma anzi rompendone la simmetria Cocchia il quale, tra il 1950 e il 1952, proget- e proponendo uno schema di matrice organica, ta per l’INA-Casa il Parco Azzurro, composto da all’interno del quale venticinque edifci si dispon- nove edifci bassi e tre case a torre (fg. 05). La gono in maniera irregolare lungo la strada che distribuzione sfalsata dei palazzi alti consente di l’attraversa a monte e ripiega con un’ampia curva ricavare spazi liberi e di animare la zona. Lo sbalzo alla quota inferiore (fg. 03). Non lontano, sopra dei terrazzi collocati a una estremità degli edifci un’altura affacciata sull’ex fabbrica dell’Italsider, a torre contribuisce nel determinare la spiccata di fronte a Nisida, il quartiere progettato dalla Filo asimmetria dell’insieme. Annoverato, insieme a Speziale, nel 1953, si sviluppa con andamento av- La Falchera, tra gli esempi migliori mostrati al IV volgente nel rispetto dell’orografa del terreno29. Congresso Nazionale di Urbanistica, tenutosi a 31 Via Tacito conduce in salita al cuore del rione che Venezia nel 1952 , il quartiere a Barra è segna- comprende le strutture collettive con il mercato, lato tra i casi all’avanguardia anche sulle pagine il centro sociale e quarantotto edifci residenziali, della rivista Domus, che gli dedica attenzione al

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Fig. 5. Napoli, Carlo Cocchia, veduta aerea del rione Parco Az- zurro a Barra in primo piano; sulla destra il rione D’Azeglio di Fig. 6. Napoli, Carlo Cocchia, rione INA-Casa Parco Azzurro a Luigi Cosenza e alle spalle il rione Cavour (Da: L’INA-Casa al Barra (Da: L’INA-Casa al IV Congresso Nazionale di Urbanistica, IV Congresso Nazionale di Urbanistica, Venezia 1952. Roma: Venezia 1952. Roma: Società Grafca Romana, 1953) Società Grafca Romana, 1953) andrebbero sottoposte a tutela. Senza contare pari delle architetture di Mario Ridolf a Terni e di che un ambiente insediativo nel quale si riesca a Mario De Renzi e Saverio Muratori a Valco San creare “bellezza” è anche socialmente più vivi- Paolo a Roma, riconoscendo che «Napoli ha un’e- bile: il paesaggio urbano crea, infatti, legami tra strema importanza nell’architettura moderna» in i suoi abitanti ed esprime un senso condiviso e Italia32 (fg. 06). Successivamente, tra il 1957 e tacito fra coloro che vi risiedono. il 1962, Cocchia realizza anche il quartiere a Se- L’auspicio di Bruno Zevi «costo a vano uguale condigliano nel quale trasferisce le rifessioni e le per tutti ma case tutte diverse» è dunque reso esperienze maturate, tanto da essere segnalato possibile, non solo dalla disposizione eterogenea «tra i maggiori e più signifcativi del secondo set- degli edifci tra loro, ma anche dalla diversità tennio INA-Casa»33. con cui sono trattate le facciate34. La rotazione dei volumi, gli aggetti dei balconi e i vuoti delle Paesaggio urbano: varietà e identità logge, con cui sono realizzate, creano un effetto Nell’ambito di queste considerazioni, si inten- di movimento e di varietà, affdata inoltre alla de anche rifettere sull’importanza conferita in scelta accurata dei materiali lapidei a vista, della fase progettuale all’aspetto esteriore degli edi- texture e del colore degli intonaci. I nuovi quartie- fci, strettamente collegata al tema, quanto mai ri sono progettati pertanto nella consapevolezza attuale, della vivibilità dei luoghi pubblici. Ancora «dell’importanza dell’aspetto esteriore della casa, più singolare è che l’armonia sia stata raggiunta del suo affancarsi ad altre case in mutuo armo- in una fase di contestazione verso l’ordine costi- nico rapporto, del loro collaborare a costituire tuito dalla simmetria e dall’uniformità, in favore uno spirito collettivo del rione, della strada, della della varietà compositiva dell’ambiente urbano, piazza, dell’ambiente sociale nel quale l’uomo, in anche se, va sottolineato, comunque sottesa a Italia specialmente, vive più ancora che nell’inter- 35 una regola. D’altra parte, in epoca recente, l’im- no dell’abitazione» . A tal proposito, va ricordata piego delle geometrie frattale e topologica libera la fondamentale infuenza di Gordon Cullen sul 36 dalla necessità di “semplifcare” il mondo attra- tema del paesaggio urbano , il quale affermava verso i teoremi euclidei, defnendo nuove forme che «un solo edifcio è architettura ma due edi- di estetica in cui l’irregolarità non è più percepita fci formano Townscape […] Moltiplicate questo come caratteristica negativa. Al contrario, l’odier- per la dimensione di una città ed avrete l’arte 37 no disordine dei luoghi urbani è stato in parte dell’ambiente» . determinato dalla noncuranza e dal non aver Questa ricerca d’identità è ciò che rende qua- inteso la qualità dell’originario disegno di pro- litativamente distinguibile il paesaggio urbano getto, mentre invece le opere d’autore realizzate dei quartieri dei primi anni Cinquanta. Non è un

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Fig. 7. Matera, quartiere Spine Bianche. Gli edifci di Michele Valori e Federico Gorio e sulla destra quello di Mario Fiorentino e Hilda Selem (MAXXI Museo nazionale delle arti del XXI secolo, Roma. Collezione MAXXI Architettura. Fondo Valori, F42550) caso se il complesso di case popolari di Giovanni Marcello Girelli e Sergio Lenci, si ritroveranno suc- Astengo a Torino, caratterizzato dalle cortine in cessivamente a lavorare anche nel quartiere Spine mattoni degli edifci a tre piani, sia noto come La Bianche a Matera, formidabile cantiere sul quale Falchera Vecchia per differenziarlo, anche “stori- si concentra l’attenzione della cultura italiana di camente”, dalla Falchera Nuova, costruita negli quegli anni; nel secondo caso, viceversa, Mario anni Settanta. Dello stesso autore, il complesso in Fiorentino dopo l’intervento materano porterà la via dei Filosof a Perugia presenta «giardini rigo- propria esperienza a Canzanella39. gliosi, tetti in coppi, scalinate piene di vita, stra- A Spine Bianche, da un lato con il noto “edif- dine prive di traffco, muri in mattoni», tanto che cio per abitazioni e negozi” De Carlo “tradisce” il fotografo Guido Guidi nel reportage svolto in i principi del Movimento Moderno, con la scelta occasione del cinquantesimo anniversario dell’i- di un linguaggio più aderente alla realtà locale, stituzione del piano INA-Casa, occupa «ormai da e rimarca l’importanza dell’attività commerciale due ore lo stesso piazzale senza smettere mai di nella vita del quartiere, dall’altro i diversi gruppi trovare nuovi spunti per il suo lavoro»38. di edifci danno prova di autonomia formale, pure Va sottolineato che tale “pluralità nell’unità” nell’ambito di un disegno fortemente unitario, del piano urbanistico di quartiere è raggiunta an- sia a livello urbanistico, ma anche nell’impiego che dall’avere, quasi sempre, affdato i progetti uniforme del rivestimento esterno in mattoni a architettonici degli edifci a più gruppi, spesso vin- faccia a vista, di produzione locale, dall’effetto citori ex aequo dei concorsi, a loro volta composti vibrante nelle tonalità dal giallo al rosa. da numerosi professionisti, architetti e ingegneri, A titolo di esempio tra gli altri, gli edifci realiz- anche di formazione diversa, la cui interazione zati da Mario Fiorentino con Hilda Selem –corri- provoca una straordinaria circolazione di idee. spondente di The Architectural Review all’epoca È il caso a Napoli dei quartieri di San Giovanni della vicedirezione di Cullen– introducono ele- a Teduccio e di Canzanella a Soccavo, nei qua- menti di novità nei balconi coperti al primo piano, li intervengono architetti di estrazione romana. corredati da ringhiere in ferro sagomate per ac- Nel primo caso, Carlo Aymonino, Carlo Chiarini, cogliere vasi da fori, ricavati da un arretramento

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 79-90 86 Socialità, identità e “disordine” nei quartieri popolari del secondo dopoguerra in Italia casuale e individuale delle aperture, conservate oramai solo in minima parte allo stato originario, dovuta o alla sostituzione delle persiane con le tapparelle o al ribassamento della luce e all’inse- rimento di chiusure a doppia anta (fg. 08). L’attenzione all’aspetto e all’identità che ha improntato i progetti dei primi quartieri del dopo- Carolina De Falco Carolina guerra è venuta invece a mancare successivamen- te, per lasciare il posto a interventi di speculazio- ne, destinando le periferie a luoghi anonimi, regni del disordine o “non luoghi”40. La sensibilità verso la tutela dell’architettura moderna sta iniziando a Fig. 8. Matera, quartiere Spine Bianche. Un esempio di alterazio- 41 ne delle aperture sulla facciata di un edifcio (Foto De Falco, 2019) concretizzarsi solo di recente . La consapevolezza del bene pubblico è fondamentale per favorire del flo della facciata che provoca in tal modo lo «le opportunità di una polis amica e più socievole 42 svuotamento degli angoli. contro la solitudine del cittadino globale» . Un altro effetto di varietà, come nel caso de- Il rapporto tra spazio costruito e spazio aperto gli edifci progettati da Michele Valori e Federico è dunque cruciale per creare luoghi abitabili e co- Gorio, è affdato alle aperture con persiane lignee stituisce una componente innovativa all’interno tinteggiate con colori differenti e caratterizzate del panorama dell’edilizia economica e popolare da un’anta unica da solaio a solaio, la quale inol- degli anni Cinquanta. Pertanto, è necessario un tre determina, se aperta o se chiusa, un gioco di approccio che miri al recupero della dimensione asimmetrie che richiama il palazzo Borsalino ad umana della vita in comunità, oggi quanto mai Alessandria di Ignazio Gardella, sebbene con una attuale, a partire dal patrimonio urbano, con l’in- tecnologia di tipo tradizionale a cerniera (fg. 07). clusione dei quartieri più periferici, rintracciando- Invece, purtroppo, il disordine è provocato dall’a- ne e tutelandone i valori identitari, per rendere i busivismo che ha condotto alla trasformazione luoghi pubblici più “ordinati” e vivibili.

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NOTE breve a Zucconi, Guido. 2003. Astengo 18 De Carlo, Giancarlo. 1970. “Il Giovanni. In Olmo, Carlo ed. Dizionario pubblico dell’architettura”. In Para- 1 Indovina, Francesco. 2017. Or- dell’Architettura del XX secolo, vol. I, metro, n. 5, 11. Vedi anche De Carlo, dine e disordine nella città contempo- Roma: Istituto della Enciclopedia Italia- Giancarlo. 1972. “Ordine-istituzione ranea. Milano: Franco Angeli, 11. Vedi na, 106-109 e di recente Ciacci, Leonar- educazione-disordine”. In Casabella, anche Di Biagi, Paola and Gabellini, do, Dolcetta, Bruno and Marin, Alessan- n. 368-369, 65-71; Blake Peter and De Patrizia, ed. 1992. Urbanisti italiani: Pic- dra. 2009. Giovanni Astengo. Urbanista Carlo, Giancarlo and Richards, Jim M. cinato, Marconi, Samonà, Quaroni, De Militante. Venezia: Marsilio. 1973. L’architettura degli anni Settanta.

Carlo, Astengo, Campos Venuti. Roma: 11 La vicenda del rapporto tra ar- Milano: Saggiatore. Sulle opere di De De Falco Carolina Laterza. chitettura e politica è analizzato da Carlo vedi da ultimo il catalogo della 2 Indovina, Francesco. 2017. Ordi- Zeier Pilat, Stephanie. 2019. Ricostruire mostra: Guccione, Margherita and Vit- ne e disordine nella città contempora- l’Italia. I quartieri Ina.Casa del dopo- torini, Alessandra ed. 2005. Giancarlo nea. Milano: Franco Angeli, 135. Vedi guerra. Roma: Castelvecchi. De Carlo. Le ragioni dell’architettura. Milano: Electa. anche Oriol Nel·lo, Dell’ordine e del 12 Zevi, Bruno. 1970. “La DC at- disordine urbano, 7 dicembre 2018. Ac- tacca l’Ina-casa. S’impenna saltando 19 Bunčuga, Franco. 2000. Con- cessed July, 10, 2020 https://www.casa- l’ostacolo quartiere città”. In Cronache versazioni con Giancarlo De Carlo. Ar- dellacultura.it/832/dell-ordine-e-del-di- di architettura. 174, 447-448. chitettura e libertà. Milano: Eleuthera, sordine-urbano 13 INA-Casa. 1949. Piano incre- 146. Su Indovina vedi anche Belli, mento occupazione operaia. Case per 20 Quaroni, Ludovico. 1957. “La Gemma. 2016. A colloquio con l’urba- lavoratori. Suggerimenti, Norme e sche- politica del Quartiere”. 1957. In Urba- nistica italiana. Per la storia di una nuo- mi per l’elaborazione e presentazione nistica, 22, 10. va tradizione. Napoli: Clean. dei progetti. Fascicolo 1. Roma: Istituto 21 Tafuri, Manfredo. 1988. Il pa- 3 Cocchia, Carlo. 1950. Strutture Poligrafco dello Stato. INA-Casa. 1950. norama internazionale negli anni ’50 e spazi nella natura. Napoli: Pellerano Suggerimenti, esempi e norme per la e ’60. In Tafuri, Manfredo and Dal Co, Del Gaudio, 17. progettazione urbanistica. Progetti tipo. Francesco. Architettura contempora- Fascicolo 2. Roma: Istituto Poligrafco 4 Andriello, Vincenzo. La città vista nea. Milano: Electa, 332. dello Stato. Vedi anche Beretta Anguis- 22 attraverso gli occhi degli «altri». Lynch, Sull’edilizia popolare a Napo- sola, Luigi ed. 1963. I 14 anni del piano The Image of the City, 1960. In Di Biagi, li, con un approccio urbanistico, vedi: INA-Casa. Roma: Staderini. Paola, ed. 2009. I classici dell’urbanisti- Stenti, Sergio 1993. Napoli moderna, 14 ca moderna. Roma: Donzelli, 145-161. INA-Casa. 1949. Piano incre- città e case popolari 1868-1980. Napo- mento occupazione operaia. Case per 5 Biraghi, Marco. 2008. Storia li: Clean; Carughi, Ugo, ed. 2006. Città lavoratori. Suggerimenti, Norme e sche- dell’architettura contemporanea 1945- Architettura Edilizia pubblica. Napoli e il mi per l’elaborazione e presentazione 2008. Vol. II. Torino: Einaudi, 123-124. Piano INA Casa. Napoli: Clean; Pagano, dei progetti. Fascicolo 1. Roma: Istituto Lilia. 2012. Periferie di Napoli. Roma: 6 De Carlo, Giancarlo. 1989. “L’in- Poligrafco dello Stato, 10-11. Aracne. teresse per la città fsica”. Urbanistica, 15 Zevi, Bruno. 1953. L’architettura 23 95, 17. 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Di Biagi, Paola ed. 2001. La 2004. Encyclopedia of the City. London: Luigi Cosenza oggi: 1905-2005. Napoli: grande ricostruzione. Il piano Ina-Casa Routledge, 513; Lenza, Cettina. 2019. Clean, 119. e l’Italia degli anni ’50. Roma: Donzelli; Paesaggi urbani del Novecento: i borghi 27 vedi anche Caramellino, Gaia and Sot- e i quartieri di Matera tra diritto all’abi- Cocchia, Carlo. 1961. L’edilizia a gia, Alice ed. 2014. “Tra pubblico e pri- tare e diritto alla bellezza. In Matera, cit- Napoli dal 1918 al 1958. Napoli: Società vato. Case per dipendenti nell’Italia del tà del sistema ecologico uomo/società/ pel Risanamento, 80. Vedi anche Coc- secondo Novecento”. In Città & Storia, natura: il ruolo della cultura per la rige- chia, Carlo. 1957. “Aspetti dell’edilizia IX, 319-327. nerazione del sistema urbano/territoria- popolare a Napoli”. In Edilizia popolare, 10 Astengo, Giovanni. 1951. “Nuo- le. 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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 79-90 88 Socialità, identità e “disordine” nei quartieri popolari del secondo dopoguerra in Italia

2018. Case INA e luoghi urbani. Storie tra Napoli e la Basilicata”. ArcHistoR, provincia di Perugia. Perugia: Fabrizio dell’espansione occidentale di Napoli. 12, 136-173, cui si rinvia per ulteriori Fabbri editore, 131. Napoli: Clean. approfondimenti. Inoltre, sono stata 39 Per approfondire vedi De Falco, 29 Ivi, 25 in nota, per ulteriori riferi- chairman (con G. Belli) della sessione Carolina. 2019. “«Sequenze di paesag- menti bibliografci sulla Filo Speziale. Paesaggi urbani in età moderna e con- gi architettonici»: la costruzione delle 30 Astengo, Giovanni. 1951. “Nuo- temporanea al IX Convegno dell’AISU case popolari nei primi anni Cinquanta vi quartieri in Italia”, In Urbanistica, 7, La città globale. La condizione urbana 11. come fenomeno pervasivo. Bologna, tra Napoli e la Basilicata”. ArcHistoR,

Carolina De Falco Carolina 2019/09/11-14, i cui atti sono in corso 12, 161-169. 31 L’INA-Casa al IV Congresso Na- di stampa. zionale di Urbanistica, Venezia 1952. 40 Augè, Marc. 1992. Non-leux. 37 Cullen, Gordon.1953. “Prairie Roma: Società Grafca Romana, 197- Introduction à una antropologie de la planning in the New Towns”. In The Ar- 98. surmodernité; trad it. Nonluoghi. Intro- chitectural Review, CXIV, 679, 33; qui si 32 Ponti, Gio. 1952. “Sequenze cita la traduzione di Andriello, Vincen- duzione a una antropologia delle sur- di paesaggi architettonici”. In Domus, zo. 1959. Il Townscape. Concetto, limiti, modernità. Milano: Elèuthera. 270, 6. caratteristiche. Roma: Tip. DAPCo, 10. 41 Carughi, Ugo and Visone, Mas- 33 “Il quartiere di Secondigliano di Sull’origine del concetto di paesaggio simo ed. 2017. Time Frames: Conser- C. Cocchia”. 1953. In Casabella conti- urbano vedi anche Maderuelo, Javier. vation Policies for Twentieth-Century nuità, XXIII, 231, 53. 2005. El paisaje. Génesis de un concep- Architectural Heritage. London: Rout- 34 Zevi, Bruno. 1953. L’architettura to. Madrid: Abada. ledge; Canella, Gentucca and Mellano, dell’INA Casa. In L’INA-Casa al IV Con- 38 Marino, Gianluca. 1999. Note Paolo ed. 2019. Architettura d’autore gresso Nazionale di Urbanistica, Venezia da un diario di viaggio con Guido Guidi. 1952. Roma: Società Grafca Romana, In Di Biagi, Paola ed. Guido Guidi. Se- del secondo Novecento. Il diritto alla 16. quenze di paesaggi urbani. Un itinerario tutela. Milano: Franco Angeli. 35 Muratori, Saverio. 1951. “La ge- tra quartieri InaCasa, Rubiera: Linea di 42 Treu, Maria Cristina ed. 2015. stione Ina-Casa e l’edilizia popolare in confne Editore, 10-11; Bori, Sergio. Pe- Per una città socievole. Le alterne for- Italia”. In Rassegna critica di architettu- rugia. Complesso residenziale di via dei tune di piani e progetti. Novellara (RE): ra, 20-21, 19 e 24. Filosof (Giovanni Astengo, 1956-1962). Palazzo Bonaretti Editore, 19. Vedi an- 36 Sull’argomento vedi De Falco, 2012. In Belardi, Paolo and Menchetel- Carolina. 2019. “«Sequenze di paesag- li Valeria ed. Da case popolari a case che Scandurra, Enzo. 2007. Un paese ci gi architettonici»: la costruzione delle sperimentali. Un secolo di architettura vuole. Ripartire dai luoghi. Troina: Città case popolari nei primi anni Cinquanta nell’edilizia residenziale pubblica della Aperta.

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 79-90 DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.7325

ENTRE LA NECESIDAD Y EL AZAR. NUEVOS DATOS PARA EL ESTUDIO DE LA OBRA DE CRISTÓBAL HALFFTER ENTRE 1957 Y 1962*

Germán Gan Quesada Universitat Autònoma de Barcelona

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0522-7138

RESUMEN Entre 1957 y 1962, el compositor madrileño Cristóbal Halffter (1930) participó plenamente del proceso de renovación de la composición musical española y lideró, en muchos aspectos, el inicio de su proyección internacional. Por medio de la recuperación de fuentes primarias hasta ahora inéditas –y a partir de la consulta preferente de su colección personal, conservada en la Paul Sacher Stiftung de Basilea–, este artículo ofrece nuevos materiales sobre algunas de las obras más signifcativas de ese período (Introducción, fuga y fnal, Sonata para violín solo, 5 microformas para orquesta, Formantes e In exspectatione resurrectionis Domini), como contribución a la reevaluación del repertorio musical español de vanguardia del segundo franquismo. Palabras clave: Cristóbal Halffter, música española de vanguardia, estética musical, estructura so- nora, aleatoriedad controlada

ABSTRACT Between 1957 and 1962, the composer Cristóbal Halffter (Madrid, 1930) played an integral part in updating Spanish musical composition and spearheaded its dissemination worldwide. In recovering a large number of primary sources, which have yet to be discussed, and, in particular, referring ex- tensively to the composer’s personal collection – held at the Paul Sacher Stiftung in Basel – this essay offers up new material on some of Halffter’s most signifcant compositions in this period (Introducción, fuga y fnal, Sonata para violín solo, 5 microformas para orquesta, Formantes, and In exspectatione resurrectionis Domini). It also provides a preliminary insight into their relevance to a forthcoming re- evaluation of the historical, technical, and aesthetic features of the Spanish avant-garde repertoire in the middle years of the Franco regime. Keywords: Cristóbal Halffter, Spanish avant-garde music, music aesthetics, musical structures, con- trolled aleatoricism

Introducción actividad en ese momento, su autor –con toda “La música española parece haber entrado, probabilidad Luis de Pablo, encubierto bajo el hoy, en un período de estancamiento”1. Aunque seudónimo ‘Musicus’2–, no dejaba en páginas tan terminante opinión, escrita hacia 1960, se posteriores de sostenerla parcialmente para juz- refería fundamentalmente a la actividad de las gar la ambigüedad, o al menos incertidumbre, generaciones de compositores españoles que, an- estética que descubría en las aportaciones de una clados en un paradigma estilístico de horizontes ‘nueva generación’ que, desde mediados del de- neoclasicistas y posnacionalistas, proseguían su cenio de 1950, pugnaba por actualizar la creación

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 92 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter Germán Gan Quesada

Fig. 1 a y b. Programa de concierto del estreno de la Introducción, fuga y fnal (Madrid, 30 de marzo de 1958) (Col. Particular) musical de nuestro país y por inscribirla dentro aseveraciones. El aforamiento de nuevas fuentes de las coordenadas generales que otro de esos aún no cotejadas y la necesidad de una mirada jóvenes músicos, José Luis de Delás, sintetizaba directa, y hasta cierto punto ‘ingenua’, sobre en octubre de 1959 en esta dicotomía: los documentos primarios, tanto sonoros como De hecho se observa la aparición de una tendencia escritos, posibilitan y guían este texto, que tam- en la que coexisten y contrastan elementos bién ofrece algunas intuiciones (que no resulta- constructivos y aleatorios, no sólo en el proceso dos defnitivos) analíticas y aprovecha los fondos de creación sino también en el de realización del archivo personal de Cristóbal Halffter (Paul Sacher Stiftung – Sammlung Cristóbal Halffter, interpretativa3 en adelante PSS-SCH), especialmente a raíz del Desde los primeros acercamientos panorá- trabajo de ordenación e inventario, desarrolla- micos a este fenómeno4 hasta contribuciones dos por quien frma entre 2014 y 2017, de su monográfcas más recientes5, la musicología colección epistolar, hasta este momento apenas española ha prestado sobrada atención al des- explorada. encadenamiento, evolución y marco cultural e institucional de este proceso general; tampoco faltan, obviamente, estudios particulares sobre En el umbral incierto de la vanguardia el papel jugado en él por uno de sus principales (1957-1959) protagonistas, el compositor madrileño Cristóbal Los caminos hacia la vanguardia, y no solo en Halffter (1930)6, en un período –que en este texto el caso de Halffter, fueron sinuosos: esa ‘tenden- se acota entre los años 1957 y 1962– decisivo cia constructiva’ orientada hacia la modernidad para la gestación de sus prácticas de vanguardia y de la que hablaba Delás coexiste en su catálo- para la consecución de una anhelada proyección go de fnales de los años cincuenta, de hecho, internacional de su catálogo. con obras en las que el resabio neoclasicista Sin embargo, y pese a este sostenido interés o la huella folklorizante domina sin atisbo de historiográfco, aún falta un balance crítico y ac- duda. Páginas como la Partita para violonchelo 7 tualizado que permita una valoración global de y orquesta (1957/58) , el Himnum [sic] heroicum las múltiples líneas de fuerza que caracterizan la panegyricum [op. 19] (1958/59), la música inci- creación musical española de vanguardia en el dental para La Orestíada (1959) o, sobre todo, 8 decenio de 1960; una valoración, en suma, que el ballet Jugando al toro [op. 21] , estrenado en amplíe, matice o corrija afrmaciones y premisas el Liceo barcelonés en abril de 1960, son prueba consolidadas en su interpretación y que permita de dicha coexistencia, que hasta cierto punto se rescatar del olvido –en términos, por ejemplo, de corresponde con la naturaleza transitiva de esta su presencia en programaciones musicales y de etapa de la producción halffteriana. su recuperación discográfca– el repertorio creado Incluso composiciones en que, desde un punto durante esos años sobre el que se sustentan tales de vista melódico-armónico, la opción por vo-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter 93 cabularios y estrategias dodecafónicos aposta- de obras presentadas a las editoriales italianas ba por una vía más decidida, la conformación Ricordi y Suvini Zerboni para incorporarse a sus estructural se amparó, en muy buena medida, catálogos editoriales14. en modelos tradicionales. Así, una obra como la La infructuosa conciliación entre principios Introducción, fuga y fnal [op. 15] (1957), para estructurales tradicionales y organización y tra- piano –más allá de las resonancias franckianas o tamiento de alturas dodecafónico es también 9 regerianas de su título –, muestra claramente el visible en obras poco posteriores a esta Intro- sometimiento de morfologías sonoras dodeca- ducción, fuga y fnal. Quizá la asistencia –a la fónicas ortodoxas a moldes sintácticos barrocos, que fnalmente hubo de renunciar– a los Inter- a lo que habrían de sumarse elementos rítmicos nationale Ferienkurse für Neue Musik de Darm- Germán Gan Quesada –como el uso de ritmos pointés, el carácter de stadt de 1958 (en los que, por ejemplo, Ernst giga de la fuga o el espíritu de toccata fnal– que Krenek disertó sobre “Nuevas posibilidades de acentúan una vinculación no desmentida por el aplicación del principio serial”15), hubiera podido propio compositor al referirse a las reverbera- llevar a Halffter a soluciones más maduras e in- 10 ciones bachianas omnipresentes en la obra . La tegradoras que las que muestra la Sonata para experiencia de Halffter en el repertorio barroco violín solo [op. 20], fechada en abril de 1959. era amplia desde los inicios de su actividad como “Obra puente” o hito divisorio en el catálogo director de orquesta en 1952; pero tampoco de- del compositor16, la op. 20 de Halffter parte –con bería obviarse el posible peso como precedente la ampliación del primer movimiento, reelabora- de soluciones similares anteriores en la propia ción de los movimientos centrales y adición del genealogía dodecafónica –así, la Suite op. 25 movimiento conclusivo– de las dos meses ante- (1921/23), de Arnold Schönberg– o, como ya riores Tres piezas para fauta sola [op. 18]; y si indicara Enrique Franco en 1960, la huella del bien en ese proceso de reescritura se omitieron 11 ‘neobachianismo’ de Paul Hindemith , una im- algunos rasgos que enfatizarían su conexión con pronta que, muy probablemente a propósito de la Introducción...17, no faltan otros que, recogi- esta Introducción, fuga y fnal, llevaría a Roberto dos por exégetas posteriores18, testimonian un Gerhard a motejar a Halffter de “progresista a entronque que no negaba el propio compositor, lo Hindemith” en su valoración de la obra del al tiempo que reivindicaba la pertenencia de la compositor madrileño12. sonata a una línea evolutiva “natural”: Introducción, fuga y fnal, estrenada por Ma- Los tiempos extremos son una lógica consecuencia nuel Carra a fnes de marzo de 1958 en el con- de la forma de creación que ya había empleado en la servatorio madrileño (fg. 1), constituyó también ‘Introducción, fuga y fnal’ para piano, es decir, una (Madrid, Ateneo, 8 de abril de 1958) la carta de escritura en la que algunos aspectos de la música presentación de Halffter en las actividades pú- del barroco hacen su aparición como elementos blicas del grupo ‘Nueva Música’, conformado coordinadores de la forma. pocos meses antes. Aunque sea cierto –como señaló ‘Musicus’ en el texto que aducíamos al No se trata de un neoclasicismo, sino de una comienzo de la introducción– que no acertaba búsqueda en la típica forma del barroco, para a extraer las implicaciones formales y tímbricas encontrar una lógica constructiva a un idioma que requería una comprensión consciente de la basado en la serie de doce notas. Este camino lo abandoné por considerarlo cerrado para una técnica serial dodecafónica13, también lo es que, junto a la Sonata (1958), de Luis de Pablo, y el evolución natural de mi pensamiento musical. Son, Preludio, diferencias y toccata sobre un tema en cambio, los tiempos centrales los que me van de Isaac Albéniz (1959), de Manuel Castillo, ha a servir para estructurar la siguiente obra, ‘Cinco mantenido cierta vigencia en el reducido reper- microformas para orquesta’. Considero por tanto torio pianístico español ‘moderno’ de esos años esta sonata para violín solo, el arranque de mi actual difundido en la actualidad; y que el propio Halff- forma de creación, ya que en ella están presentes 19 ter la juzgaba sufcientemente representativa del el fnal de una etapa y el principio de la siguiente momento de su evolución estilística como para Aludía Halffter a esos elementos barrocos incluirla en la primavera de 1959 en la selección como determinantes; por nuestra parte, indique-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 94 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter taciones por la Orquesta Nacional de España y Odón Alonso en febrero de 1961 (fg. 3). A este propósito, que precisaría una atención específca, traemos a colación solo una de las críticas más ponderadas de esta reposición de las 5 microfor- mas, la del compositor Alberto Blancafort, quien se detenía en el valor de la obra per se sin ocultar los términos del escándalo (y su cercanía personal a Halffter):

Germán Gan Quesada Séame permitido, sin embargo, exponer mi opinión personal de que las ‘Microformas’ constituyen la obra más acabada y personal del autor. Al cálculo más o Fig. 2. Evolución rítmica del patrón ostinato de la Sonata para menos matemático del andamiaje constructivo de la violín solo, de C. Halffter (IV. Finale, cc. 19-33) (Halffter, Cris- tóbal. Sonata per violino solo. U.E. 13425 LW. London: Univer- partitura, Cristóbal tiene el acierto de dejarse llevar por sal Edition, 1961) su instinto musical y la cualidad de aceptar y asimilar mos también dos referentes que creemos perti- cuantas infuencias sean afnes a su sensibilidad. Con nentes: lejano, el de la Sonata para violín solo op. ello el compositor crea un mundo sonoro personal 31/1 (1924), de Hindemith; más directo, el de la que se nos hace pronto familiar, por estar ligado, bartókiana Sonata para violín solo Sz. 117 (1944), pese a su novedad, a una serie de tradiciones. singularmente su “Presto” fnal como modelo Desde el punto de vista tímbrico, las ‘Microformas’ para el “Finale” halffteriano y su naturaleza rítmi- son abundantes en refnadísimas y sutiles bellezas. ca acuciante, fundada en un patrón rítmico –con Su audición tuvo la virtud de caldear el habitual claros paralelismos con el que aparece en los cc. ambiente poco apasionado del Palacio de la Música. 84-86 del “Tempo di ciaccona” de la sonata de En el Monumental fueron tan ruidosas y radicales las Bartók– que desarrolla, a modo de tropo por adi- muestras de entusiasmo y desaprobación como yo no ción, un esquema fjo no retrogradable de ocho había visto nunca en este local. Cristóbal Halffter salió unidades de tactus de semicorchea, completado cinco veces a corresponder a los aplausos y ruidos; mediante la multiplicación por números primos pero, a juzgar por los ánimos, hubiera podido salir y 21 (5, 32, 3 y de nuevo 5) de la agrupación binaria entrar indefnidamente inicial y en constante alternancia métrica (fg. 2). Otro de los protagonistas de la nueva com- posición en nuestro país recalcaba en enero de De las 5 microformas a In exspectatione 1960 el camino serial como la vía inexorable de resurrectionis Domini (1959-1962): la con- modernización defnitiva, previa su asimilación solidación de una primera práctica de van- como “algo específcamente nacional”: guardia Puede predecirse la incorporación total de la música Apenas un mes después del estreno por Anto- española a las corrientes seriales, con lo que sería nio Gorostiaga de la Sonata para violín solo en las sustituida la vieja infuencia impresionista francesa salas del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid por una determinante centroeuropea. A este (7 de junio de 1959), Halffter fechaba la versión ingrediente activo debe sumarse uno pasivo: el defnitiva de la cuarta de sus 5 microformas para retroceso absoluto de la música nacionalista más o menos enraizada en el folklore22 orquesta [op. 24]20, primer movimiento comple- tado de una obra que la historiografía musical Por su parte, Halffter, en una entrevista poco ha coincidido en señalar como determinante, no posterior, se hacía eco de esta perspectiva, al ma- solo para la trayectoria personal del compositor, nifestar un similar rechazo del elemento naciona- sino para la historia de un incipiente, y breve, lista –pese a reivindicar el “carácter ibérico” de serialismo español, tanto por su signifcación in- su creación–, la voluntad de dotar de una dimen- trínseca como –desde el ángulo de la recepción sión propia al empleo de las técnicas seriales –“mi pública de ese repertorio– por la encendida re- máxima aspiración es latinizar el serialismo”– y la acción del auditorio con motivo de sus interpre- renuncia a asideros constructivos preconcebidos

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter 95 o ajenos al despliegue sonoro, en la pretensión se presentaba aún una característica que quedaría de una “[...] creación pura, sometida únicamente enmascarada en la versión defnitiva a causa de la a las necesidades estrictamente musicales”23; un supresión –salvo en la tercera microforma, “Ada- objetivo de autonomía referencial sonora prio- gio”– de indicaciones agógicas y su sustitución por ritario –aunque, como veremos, situado en un puras marcas metronómicas: la conformación ab- horizonte estético en parte discrepante–, a juzgar solutamente simétrica de los tempi de cada ‘micro- por los títulos defnitivos de cada pieza en la edi- forma’ en torno a ese “Adagio” central: “Allegro ción de la partitura24 (I. Tema. Primera variación; II. molto” – “Allegro non tanto” – “Adagio” – “Alle- Segunda variación. Dos contrapuntos; III. Tercera gro non tanto” – “Allegro molto”. Germán Gan Quesada variación. Estructuras verticales y horizontales; Otras informaciones relevantes proveídas por IV. Cuarta variación. Ritmos; V. Quinta variación. el estudio de los materiales de escritura de la obra Variaciones sobre un ritmo serial) y por los co- merecerían también un comentario más detallado, 25 mentarios analíticos ya disponibles de la obra . como la probable derivación de su serie dodeca- En espera de mejor ocasión para un proyec- fónica de alturas a partir del estudio de compo- tado estudio específco sobre las 5 microformas siciones de Luigi Dallapiccola (expresamente, del halffterianas, nos centraremos ahora en dos as- Quaderno musicale di Annalibera, 1952) o, y sobre pectos menos transitados de su ‘intrahistoria’: su todo de cara a futuras ediciones críticas, interpre- proceso de escritura –y algunas observaciones taciones y grabaciones de las 5 microformas, las sobre los materiales de composición conserva- pormenorizadas indicaciones de Halffter –que dos en la PSS-SCH– y la relevancia de la obra no se incluyeron en la publicación de la partitu- en la difusión internacional, sobre todo en su ra– sobre la elección del instrumentario y ciertos vertiente editorial, del catálogo del compositor. consejos de interpretación de la cuarta microfor- Subvencionada por las becas de creación artís- ma, escrita únicamente para percusión y sin duda tica de la madrileña Fundación Juan March en con el asesoramiento de José María Martín Porrás, su convocatoria de 1959/196026, a la altura de quien había estrenado en junio de 1957 los Dos marzo de 1959 habían de ser siete (y no cinco) movimientos para timbal y [orquesta de] cuerda las ‘microformas’ constituyentes de la obra, bajo [op. 12] del compositor madrileño. Nos interesa, un concepto unitario de gradación de la densidad sin embargo, extendernos en otra circunstancia: instrumental –conservado a grandes rasgos en la cómo el análisis conjunto de la corresponden- versión defnitiva– que culminaría en el empleo cia entre Halffter, Tansman29 y Alfred A. Kalmus, del tutti sinfónico solo en la séptima pieza27. Por responsable de Universal Edition, ilustra de qué otra parte, existe en dichos materiales un esque- modo estas 5 microformas (y, en menor medida, ma formal gráfco, no datado, que responde a la Sonata para violín solo) fueron decisivas para la esta división septenaria, cuyos rasgos básicos adscripción de las partituras halffterianas al catálo- acabarían condensados en la redacción fnal: go de esa editorial vienesa-londinense y, por tanto, así, un “Allegretto” inicial, con la exposición del para su circulación internacional. tema de las variaciones por los instrumentos de En efecto, una de las primeras cartas cruzadas viento metal; dos subsecciones “Allegro molto”, entre Tansman y su alumno español confrma que, con protagonismo del viento madera y la cuerda, a fnes de septiembre de 1959, el compositor po- que proceden por canon rítmico directo, invertido laco ya había recomendado el nombre de Halff- y por aumentación; un extenso “Final” en tres ter a su propia editorial, Universal Edition, y que subsecciones; y, como séptima pieza, la “Exposi- la respuesta de Kalmus aconsejaba el envío para ción” del tema serial por el tutti orquestal. inspección de, precisamente, una “obra orquestal A inicios de octubre de 1959, la estructura inter- relativamente breve”30; sin descartar otras posi- na en solo cinco movimientos de la obra ya se había bilidades –como la de la parisina Eschig31–, tanto confrmado, según anunciaba Halffter a Alexandre Tansman como Halffter tomaron la iniciativa de Tansman, su maestro de composición en el segun- proponer para su evaluación el “Adagio” central do curso de ‘Música en Compostela’ celebrado en de la obra en curso de composición32, algo que verano de ese mismo año28; pero, al mismo tiempo, el autor madrileño cumplió a fnes de octubre de

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Fig. 3 a y b. Programa de concierto (Madrid, 23 y 25 de febrero de 1961) [5 microformas para orquesta] (Col. Particular) ese año, ofreciendo una breve descripción del es- sultados sonoros ‘bellos’ y a una “fuerza superior tado de escritura de las 5 microformas33 y antes de que nace de la naturaleza de la música” que trae añadir a la propuesta la Sonata para violín solo34. la memoria esa ‘necesidad interior’ [innere Not- Pese a la aceptación preliminar de Kalmus en no- wendigkeit] de la estética kandinskiana (fg. 4). viembre de 195935 –y a desatender su petición de Aunque quizá también resonara en esta visión última hora de contemplar la posibilidad de inclu- dualista, que parece forzar lo formal en benefcio sión en el catálogo de “trabajos folclorísticos, por de lo expresivo heterónomo, la advertencia que ejemplo una corta suite sobre canciones populares su mentor Tansman le transmitiera en febrero de españolas”...36–, sucesivas dilaciones en las reunio- 1960 a propósito de su propia experiencia: nes del comité de nuevas admisiones de Universal Por lo que respecta a mi pequeño “tema serial”, Edition postergarían un año entero la aceptación ¡no es en ningún caso un “credo sine qua non”! 37 defnitiva de Halffter en su catálogo editorial , He empleado los medios que ofrece esta técnica concretada en 1961 y 1962 con la publicación, desde hace treinta años y, además, he estado respectivamente, de la Sonata para violín solo y personalmente muy en contacto con Schönberg, las 5 microformas para orquesta. Berg y Webern. Pero siempre como un [subrayado Los pormenores de esta ardua negociación edi- original] medio de expresión que enriquece nuestro torial revelan las expectativas puestas por Halffter lenguaje y nuestra disciplina, y jamás como un sistema en su nueva composición orquestal como “puerta exclusivo, considerando que es útil todo lo que está de entrada” en el panorama internacional, algo a nuestra disposición y que nada, dependiendo de que veremos corroborado en su trayectoria por cada problema, nos está impuesto ni prohibido. Por las salas de concierto a lo largo de la década de tanto, ya no soy el “dodecafónico” que era en 1925, 1960. Al mismo tiempo, el compositor parecía ni tampoco tonal, pues todo “sistema a priori”, en sentir la necesidad de una justifcación teórica de mi opinión, no aporta en absoluto la unifcación de su reciente deriva creativa y de cómo la “preocu- estilo, sino la aniquilación [subrayado original] de la pación por la forma” y el “interés por el ritmo” expresión original. Además, todo sistema restringe que descubría como constantes en su producción el campo expresivo y emotivo de la música, que es, no habían de juzgarse contradictorios con la bús- ante todo, una arte acústica y no gráfca. Por mi queda de nuevas y variables soluciones –en este parte, estoy seguro de que, una vez pasado por la caso, seriales dodecafónicas– para el control de útil disciplina de la serie, llegará por sí mismo a la la dimensión melódico-armónica. Así lo postulaba conclusión de que una técnica particular no es el en uno de sus textos estéticos más elaborados, objetivo, sino que lo es el contenido de invención que reviste39 publicado por vez primera en julio de 196138 y en el que, paradójicamente, defendía la necesi- En el difícil intento de equilibrio entre rigor dad de plegarse a posibles ‘desviaciones’ de la técnico y expresividad autónoma, Halffter encon- aplicación estricta de los principios serialistas, en tró un modelo en uno de los compositores que virtud de su supeditación a la consecución de re- mencionaba Tansman: Anton Webern, ejemplo,

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter 97 en sus propias palabras, para la “nueva gene- partir de los ejemplos de Pierre Boulez (Sonata ración” por su “don altísimo de invención y n. 3 para piano) y Karlheinz Stockhausen (Kla- organización”40, en un artículo publicado poco vierstück XI). después de la conclusión de las 5 microformas y El dúo pianístico no constituyó la primera op- a propósito de una obra (los orquestales 5 Stüc- ción sopesada por Halffter para su nueva compo- ke op. 10 (1911/13) del compositor austríaco) sición: tal vez impelido por la fortuna de semejan- cuya concepción aforística, distribución en cinco te formación desde el primer libro de Structures piezas e incluso la elección de tempi en torno a (1952), de Pierre Boulez, y por propuestas más uno central lento no es osado en exceso relacio- cercanas al Madrid de Halffter, como Móvil I (1957) nar con la propia composición halffteriana. En y Progressus/Móvil II (1959/67), de Luis de Pablo, el Germán Gan Quesada el momento de su interpretación en Viena el 6 músico madrileño acabó desechando, como corro- de abril de 1964, Bruno Maderna (al frente de boran los materiales de escritura conservados en la la Radio-Symphonie Orchester Wien) emparejó PSS-SCH y algunos testimonios epistolares46, varias las “microformas” de Halffter precisamente con posibilidades de empleo de diversas formaciones esa weberniana op. 10; y aunque algunas críticas instrumentales de unos diez instrumentos y con un no resistieran la cómoda tentación de relacionar esquema formal bipartito [“Allegro”-“Adagio”], sus “excesos sonoros y rítmicos” con el origen que hasta mediados de enero de 1961 se man- español del compositor41, la mayoría de la prensa tuvieron incorporando el dúo pianístico como nú- subrayó el dominio de la técnica sinfónica, la vi- cleo concertante47, para eliminar fnalmente todo talidad y rigor del empleo del lenguaje serial y la acompañamiento instrumental. brillantez de concepción rítmica de una “música Del mismo modo, la estructura combinatoria centelleante de fuerte atractivo”42. establecida en la versión editada de Formantes –a No era esta audición vienesa la primera vez grandes rasgos, el encuadramiento de seis estruc- que las 5 microformas visitaban el extranjero: ya turas o “formantes” móviles, cuyo orden queda habían sonado antes en París (26 de octubre de al arbitrio de los intérpretes, entre dos estructuras 1960) y México D. F. (3 de julio de 1961), dirigidas fjas, que actúan como introducción o preludio y en ambas ocasiones por el propio Halffter. Con fnal o posludio, respectivamente48– también se motivo de esa interpretación mexicana –en la que vio modifcada a lo largo de los meses de com- era la primera visita americana del compositor y posición de la obra. No hay duda, por otra parte, oportunidad para su encuentro con su tío Rodol- de que la escritura de cada uno de los formantes fo–, Cristóbal Halffter concedería una entrevista se conservó siempre estricta y que la partitura al musicólogo exiliado Otto Mayer-Serra en que establecería, en este punto, un respeto absoluto a resumía, de modo apodíctico, la única vía que, las indicaciones dinámicas y metronómicas, pero a su juicio, se abría para la consecución de una la concepción inicial de Halffter era más radical “música nueva en lenguaje, contenido, forma, en cuanto a las posibilidades de organización técnica, dinámica y sonoridades”43: “Hoy en día, formal interna: en planteamientos preliminares, únicamente el sistema serial nos abre la perspec- se preveían la posibilidad de hasta diez variantes tiva de una renovación formal [...] Sólo la serie es de alguno de los formantes móviles o el dibujo capaz de ordenar el caos”44. de múltiples trayectorias entre ellos, así como el Y, sin embargo, que “el caos” permitía otras desplazamiento de las estructuras fjas extremas posibilidades de resolución, más colaborativas hacia una posición intermedia. que reactivas, ya lo había experimentado Halff- Halffter se mostraba, en ello, extremadamente ter en su labor creadora... En el transcurso de consciente de los retos que la “música abierta” esa misma entrevista, el compositor mencionaba planteaba al compositor, si bien desde una postu- como su obra más reciente una concluida hacía ra sin duda estéticamente comedida: para “con- casi cuatro meses45: Formantes (Móvil para dos tinuar siendo dueño absoluto de aquello que ha pianos) [op. 26) (1960/61), su primera incursión creado”, era necesario, a su juicio, ‘moderar’ la en el ámbito de las ‘formas abiertas’ tan en boga libertad del intérprete en sus ámbitos de elección, en la vanguardia europea desde 1956/1957, y a como, en marzo de 1961, defendía que sí lograba

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Fig. 4 a y b. Halffter, Cristóbal. 1961. “Estudio técnico y estético sobre mis ‘Cinco microformas’ para orquesta.” La Estafeta literaria 221 (15 de julio de 1961): 10-11. Stockhausen en el mencionado Klavierstück XI, intérpretes –Manuel Carra y María Manuela Caro, ejemplo de equilibrio entre fexibilidad formal, esposa del compositor–, su primera audición pú- direccionalidad macroestructural y control para- blica en el Ateneo de Madrid el 17 de mayo de métrico49; y dos años y medio más tarde mantenía ese mismo año. Apenas tres semanas después, esta postura sin apenas cambios al aceptar los el 6 de junio, Carra y Caro presentaban la obra recursos aleatorios como la resolución natural de en el festival anual de la Sociedad Internacional la búsqueda de soluciones formales post-seriales, de Música Contemporánea (SIMC), celebrado en siempre que se supeditaran a una concepción es- Londres, en lo que constituía un paso decisivo en tructural de índole superior y no anularan la que las ambiciones artísticas de Halffter, puesto que consideraba irrenunciable ‘paternidad’ del com- era su primera presencia en un foro internacional positor sobre su obra50. Por utilizar los conocidos 52 términos de Ramón Barce, el concepto aleatorio de tal magnitud ; el compositor, sin embargo, no de Halffter se movía claramente en los márgenes era un desconocido para el público melómano superiores de ‘control’ del producto sonoro, una británico, puesto que su Sonata para violín solo actitud que continuaría vigente en su catálogo había recibido ya en medios ingleses alabanzas durante toda la década de 1960 y, especialmente por su “vitalmente fascinante” calidad a raíz de en el campo sinfónico, a lo largo de buena parte su edición53 y, aun más, el comentario de su ca- de su producción posterior51. tálogo había encabezado la discusión sobre los Dedicados a Tansman, y tras su estreno privado integrantes del grupo “Nueva Música” publicada en el domicilio madrileño del mecenas portugués a inicios de año por Arthur Custer en The Musical Duarte Pinto Coelho (21 de marzo de 1962) (fg. Quarterly, que señalaba las 5 microformas como 5), Formantes conoció, de manos de los mismos el fn de la etapa formativa de Halffter54.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter 99 Germán Gan Quesada

Fig. 5. Doble página de la partitura original de Formantes, dedicada a Duarte Pinto Coelho (Madrid, 21 de marzo de 1962) (Col. Particular) Con ocasión de esta interpretación londinense obra ha representado la música española en un de Formantes, Halffter ejerció, de manera excep- Festival de la categoría y trascendencia como el cional en su carrera, tareas de crítica musical55; que se ha celebrado hace unos días en Londres. Lo más interesantes que sus opiniones, no excesi- único que puedo decir, sin temor a equivocarme, vamente elaboradas, sobre las obras escuchadas es que mi obra no ha sido ni peor, ni mejor que en el festival, resulta –al menos para nuestro las demás, ni más vieja, ni más nueva que las discurso– comprobar cómo seguía presente en otras, pero sí diferente. Esto quiere decir que la esas críticas la obsesión contradictoria que pa- música española está totalmente incorporada a las rece dominar la trayectoria del compositor, y de corrientes de la vanguardia de la música mundial, muchos de sus cogeneracionales en el ámbito de que nos expresamos con unos medios que son la creación musical española, en estos años de comunes a todos aquellos compositores de la progresiva mayor visibilidad pública: la aspiración nueva generación que intentan una renovación del a una internacionalización técnica y estética de lenguaje sonoro para que este esté a la ”altura de la música española (por él mismo representada los tiempos en que vivimos”. Pero también quiere con acentos de retórica sufciencia) que, al mismo decir que nuestra música presenta una visión tiempo, conservase rasgos nacionales peculiares personal de los problemas, nacida de la fuerza que y diferenciadores que, tal vez, le permitieran un caracteriza siempre todas las actividades del espíritu encaje propicio en los círculos restringidos de la eminentemente españolas56 ‘nueva música’ de su tiempo: Desde la perspectiva de un compositor de van- Siempre resulta muy difícil el tener que hablar uno guardia en 1962, solo faltaba a Halffter superar de su propia obra, y esto se agrava cuando esta un escalón más, pero determinante, en la con-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 100 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter secución de un status internacional reconocido: el 13 de abril de 1963 la catedral de Cuenca había la participación –y sobre todo programación– en presenciado el estreno de su cantata In exspectatio- esos mismos Internationale Ferienkurse de Darm- ne resurrectionis Domini, cuya composición efectiva stadt a los que no había podido asistir en 1958 y a tuvo lugar entre julio y septiembre del año anterior los que sí habían acudido en el cambio de década (y de ahí su inclusión en este texto, próximo a su intérpretes como Manuel Carra y Pedro Espinosa conclusión) como encargo de la II Semana de Mú- o compositores como Ramón Barce, Carmelo Ber- sica Religiosa de la ciudad manchega. naola, Juan Hidalgo, Gonzalo de Olavide y Luis Aunque, como indica Jesús María Muneta60, de Pablo. Habría de esperar el músico madrile- pueda considerarse In exspectatione... la culmi- Germán Gan Quesada ño a la edición de 1963, precisamente con esos nación de la música religiosa halffteriana hasta ese Formantes (22 de julio) y en interpretación del momento –con estaciones previas en la Antífona prestigioso dúo conformado por los hermanos pascual a la Virgen ‘Regina cœli’ [op. 4] (1952) y Alfons y Aloysius Kontarsky57; y aunque no todo la Misa ducal [op. 10] (1955/56)–, no se trata sin lo allí escuchado le dejó la misma impresión –así, más de un compendio de pasadas experiencias: es por ejemplo y de modo exclusivamente privado, cierto que la introducción de elementos aleatorios tan solo pareció convencerle la interpretación en la parte orquestal recoge el interés anterior de de la op. 24 weberniana y del segundo libro de Halffter por estos procedimientos, pero, al mis- Structures, de Boulez, a diferencia de la tajante mo tiempo, la división de ese orgánico orquestal opinión peyorativa sobre las obras presentadas en grupos bien defnidos prefgura la concepción por Krzystof Penderecki (Threni) y Iannis Xenakis de la mencionada Sinfonía para tres grupos ins- (ST4)–, el compositor reconoció pronto el impac- trumentales, del mismo modo que el empleo de to que el ambiente darmstadtiano había causado cuatro percusionistas en su plantilla establece una en él de cara a su carrera futura, en comunicación pauta que se mantendrá en la Sinfonía... para ex- epistolar con el responsable de Universal Edition pandirse, hasta cinco intérpretes de percusión, en Alfred Schlee: Secuencias (1964) y Symposion (1964/66). Y, por Darmstadt ha sido para mí una experiencia muy otra parte, el recurso al texto (en este caso, una efcaz y un estímulo muy importante para seguir selección de fragmentos de la liturgia del Sábado trabajando en una línea de seriedad, de exigencia Santo) –cuya inteligibilidad se ve favorecida por el ante uno mismo y de responsabilidad. Espero mucho tratamiento contrapuntístico de relativa simplici- de las obras que ahora comienzo a elaborar en las dad, o incluso homofónico, de las partes corales y que, no sé si estarán presentes todas las ‘modas’ por la claridad de la escritura melódica de la parte oídas en Darmstadt, pero sí, que serán un refejo solista de barítono– sugiere una nueva solución al fel de una meditada, profunda y seria postura ante dilema entre rigor estructural del discurso sonoro la creación musical de nuestro tiempo58 autónomo y buscada emotividad quasi progra- mática: son la atmósfera expresiva y la semántica Durante el primer semestre de 1963, Halffter textual los elementos que dictan la construcción había prolongado su catálogo ofcial más allá de de clímax dinámicos y de progresión de tempi y Formantes: a inicios de año, había completado su que rigen la distribución de densidades sinfónicas primer encargo internacional de relevancia, la Sin- y participaciones instrumentales, descritas por el fonía para tres grupos instrumentales (1961/63), compositor en su comentario de la obra con sími- que se estrenaría en los Donaueschinger Musiktage les de naturaleza descriptiva61. el 19 de octubre y que, entre otras características, sofstica el universo tímbrico de las 5 microformas mediante el recurso a la espacialización instru- A modo de conclusión mental y al pensamiento aleatorio; a mediados de Los escasos cinco años que separan los es- junio, daba a conocer la versión inicial de Espejos trenos de Introducción, fuga y fnal y de In (1963/64), para cuatro percusionistas y cinta, su exspectatione resurrectionis Domini dibujan un primera aproximación –exceptuando anteriores arco evolutivo no exento de contradicciones, ti- aplicaciones incidentales y en música cinematográ- tubeos y soluciones fallidas –o, cuanto menos, fca– a las sonoridades electrónicas59. Por su parte, parciales– en la trayectoria de Cristóbal Halffter,

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter 101 dominada en ese lustro por una vocación de pro- yección internacional que comienza, con todo, a verse cumplida con su acceso al mercado edi- torial de la mano de Universal Edition y con la programación más frecuente de sus composicio- nes en auditorios foráneos; gracias, en muchas ocasiones, al desarrollo paralelo de su actividad como director de orquesta y al establecimiento de relaciones interpersonales en los círculos de vanguardia musical europeos. Al mismo tiempo, Germán Gan Quesada las composiciones de las que nos hemos ocupado en estas páginas establecen también, cada una a su particular manera, el inicio de una ‘genealo- gía’ propia dentro del catálogo del compositor: el fundamento matemático de estructuras musi- cales en las 5 microformas (varias de las cuales recurren para el cálculo de relaciones rítmicas y duración de secciones a la aplicación de la serie Fig. 6. Halffter, Cristóbal. 1969. “Diferencias sobre Líneas y de Fibonacci) se prolonga, por ejemplo, hasta Fi- puntos” (Madrid, 3 de octubre de 1966). Notations, ed. por John Cage y Alison Knowles, s. p. New York: Something Else bonaciana (1969); la introducción de elementos Press aleatorios controlados en conceptos formales de carácter global de Formantes o de la Sinfonía interés inmanente. A ello contribuye, sin duda, el para tres grupos instrumentales persiste, en la hiato interpretativo provocado por el abandono, década de 1960, en páginas como Secuencias en programaciones y grabaciones, de la gran ma- (1964)62, Antiphonismoi (1967) o, sobre todo, yoría de esas obras desde fnes de la década de Anillos (1967/68)63; la tensión entre expresivi- 1960, una situación que, sin embargo, contrasta dad textual y autonomía sonora se desata en el con su continua mención desde perspectivas pu- mencionado Symposion y en la versión sinfóni- ramente históricas, sociológicas o institucionales, ca de los Brecht-Lieder (1967), para culminar en sin atenderlas apenas como constructos sonoros y Yes, Speak Out, Yes (1968); y, de extendernos propuestas artísticas. No se trata solo de un défcit a obras ya compuestas en 1963, la experiencia de actitud o atención académicas, sino también electrónica de Espejos encuentra frutos mucho de una carencia (o de la improbable accesibilidad) más acabados en la segunda mitad de la década, de nuevas fuentes primarias cuyo análisis permita con obras como Líneas y puntos (1966) (fg. 6) o esa renovación hermenéutica: por no abandonar Noche pasiva del sentido (1969/70). el catálogo de Halffter, y como botón de muestra Probablemente, como indicaba el propio com- de esta situación, no existe grabación comercial positor muchos años más tarde en un sentido alguna de las 5 microformas, de In exspectatione... general, nos encontramos ante uno de esos pe- o de la Sinfonía para tres grupos instrumentales. ríodos en los que “[...] la técnica queda más en Cuando esas ‘microformas’ suban de nuevo a los primer plano, antes de eso que podemos llamar atriles de una orquesta en marzo de 202165, ha- ‘expresividad’; que no es algo opuesto a la técnica, brán pasado más de tres décadas desde su últi- sino su complemento”64; una etapa en la que la ma interpretación, que compartirá ciclo con otras simple escucha, por no decir el análisis, de muchas dos composiciones del mismo período presididas composiciones escritas en ella –y nos referimos por similares inquietudes de renovación, el depa- sobre todo a las 5 microformas para orquesta y bliano Imaginario II (1967) y los Espacios variados a Formantes en la producción halffteriana, pero (1962), de Bernaola; quizás está llegando por fn también a muy buena parte del repertorio de mú- el momento de escuchar estas ‘viejas’ vanguardias sica española de vanguardia “dura” de los años con otros oídos y, al mismo tiempo, de releerlas sesenta– puede dejarnos la impresión de que no y apreciarlas desde nuevos horizontes técnicos y rebasan el valor de meros testimonios de época sin estéticos...

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NOTAS 6 Por mencionar solo los de carác- form and timbre, which such a revolu- ter biográfco y analítico más acusado: tion implies”. * Este texto ha sido redactado en Marco, Tomás. 1972. Cristóbal Halffter. 14 Según consta por carta datada el el marco del Proyecto I+D+i RTI2018- Madrid: Servicio de Publicaciones del 26 de marzo de 1959 [PSS-SCH, Korres- 093436-B-I00 Música y danza en los Ministerio de Educación y Ciencia – Di- pondenz, carpeta Edizioni Suvini Zerbo- procesos socioculturales, identitarios y rección General de Bellas Artes; Casares ni] y por respuesta de Ricordi Milano a políticas del segundo franquismo y la Rodicio, Emilio. 1980. Cristóbal Halffter. su solicitud (28 de abril de 1959) [PSS- transición (1959-1978) (Ministerio de Oviedo: Servicio de Publicaciones de la SCH, Korrespondenz, carpeta Clausetti, Ciencia, Innovación y Universidades). Universidad de Oviedo – Departamento Eugenio]. 1 “Spanish music today seems to de Arte-Musicología; Daschner, Hubert. 15 “Neue Anwendungsmöglichkei- 2000. Cristóbal Halffter. Spanische Mu- Germán Gan Quesada have entered a period of stagnation”. ten des seriellen Prinzips”. La fcha de sik auf der Höhe ihrer Zeit. Saarbrücken: Musicus [seud. de Pablo, Luis de]. 1968. inscripción de Halffter en los cursos de PFAU-Verlag; Gan Quesada, Germán. “New Music in Spain.” En Twentieth Darmstadt de 1958, con fecha 12 de ju- 2005. La obra de Cristóbal Halffter: Century Music. Its Forms, Trends and nio de dicho año, se encuentra en el ar- creación musical y fundamentos estéti- Interpretations, ed. por Rollo H. Myers, chivo del Internationales Musikinstituts cos. Granada: Universidad de Granada. 203-214, 203. New York: The Orion Darmstadt (IMD-A100936-201517-09. 7 Press. Todas la traducciones se deben al Gan Quesada, Germán. 2018. https://www.imd-archiv.de/detail/IMD- autor. “El universo de la guitarra en la obra A100396-201517-09?q=cristobal+half de Cristóbal Halffter. Notas para su es- fter&d=&f%5Bevent_facet%5D%5B0 2 Según sostiene García del Bus- tudio.” Roseta. Revista de la Sociedad %5D=Ferienkurse+1958&p=1&s=25&l to, José Luis. 1998. “Crónica de vida y Española de Guitarra 13: 6-15, 12-15. =list&o%5Bscore%5D=desc); y, de he- obra.” En De Volder, Piet. Encuentros 8 cho, su nombre fgura entre los alum- con Luis de Pablo, 9-47, 14. Madrid: Gan Quesada, Germán. 2007. nos matriculados en el seminario de SGAE-Fundación Autor. Aunque publi- “Tópico folklórico, tradición e innova- Krenek (Maurer Zenck, Claudia. 2017. ción en un ballet ‘español’: Jugando al cado en 1968, el artículo de ‘Musicus’ “Hin- und hergerissen, oder: Heimisch toro de Cristóbal Halffter.” Revista de debió concluirse hacia 1959 ó 1960, ya im Exil, fremd in der Heimat. Ernst Kre- Musicología XXX, no. 1: 181-206. que las últimas obras comentadas en él nek zwischen den USA und Europa.” En 9 datan de 1958. O de la estrictamente literal con Return from Exile – Rückkehr aus dem 3 Delás, José Luis [de]. 1959. “La el título del movimiento conclusivo de Exil. Exiles, Returnees and Their Impact música después de 1950.” El Paso-Bo- la Sinfonía n. 2 (1902/03), de Vincent in the Humanities and Social Sciences letín 15 (Octubre): s. p. Reproducido en D’Indy, sin ninguna relación ulterior con in Austria and Central Europa, ed. por Toussaint, Laurence. 1983. “El Paso” y la obra de Halffter. Waldemar Zacharasiewicz y Manfred el arte abstracto en España, 249-256, 10 Halffter, Cristóbal. 1959. “Gé- Prisching, [201]-226, 214 y 225-226. 256. Madrid: Cátedra. nesis de una obra.” Acento cultural 4 Wien: Austrian Academy of Sciences 4 Por ejemplo, los pioneros de (Febrero): 52-54. Tanto Casares 1980, Press). Como confrma una carta de Ángel Medina: Medina Álvarez, Ángel. 70-71, como, con mayor profundidad, Manuel Carra a Halffter (21 de octubre 1996. “Apuntes sobre la recepción de Daschner 2000, 26-29, se basan en de 1958), ni él ni Luis de Pablo acu- la Música abierta en España.” Anuario este texto para sus comentarios sobre la dieron fnalmente a la ciudad alemana musical 51: 217-232; Medina Álvarez, obra. [PSS-SCH, Korrespondenz, carpeta Ca- Ángel. 2001. “Primeras oleadas van- 11 Franco, Enrique. 1960. “Dos rra Fernández, Manuel]. guardistas en el área de Madrid.” Cua- obras españolas para piano: la Sonata 16 Respectivamente, en Marco, dernos de música iberoamericana 8-9: de Blancafort y las piezas de C. Halff- Tomás. 1970. Música española de van- 337-366. ter.” Acento cultural 7 (Marzo-Abril): guardia, 55. Madrid: Ediciones Guada- rrama; y Casares 1980, 72. 5 Así, sobre Luis de Pablo (López 57-59, 58. Años más tarde, Halffter 17 Estelche, Israel. 2013. “Luis de Pablo: ofrecería una introducción histórica a Así, la titulación inicial de los vanguardias y tradiciones en la música la obra de Hindemith, con motivo de movimientos primero y tercero según española de la segunda mitad del si- la interpretación por F. Goebbels de su denominaciones genéricas tradiciona- glo XX.” Tesis doctoral, Universidad de Ludus tonalis (Madrid, Instituto Alemán, les: Preludio y Scherzo. Oviedo; Añón Escribá, Manuel. 2016. 11 de mayo de 1964). 18 Para un comentario analítico so- “Constantes estéticas en la música de 12 “[...] un progressiu a la Hinde- bre la obra, cfr. Daschner 2000, 30-32. Luis de Pablo.” Tesis doctoral, Univer- mith”, en carta a Joaquim Homs (27 de 19 [Halffter, Cristóbal]. 1963. “‘So- sidad de Granada) o Carmelo Bernaola junio de 1959). Ribé Queralt, Ramon, nata para violín solo’ de Cristóbal Halff- (Moro Vallina, Daniel. 2019. El composi- Pietat Homs Fornesa, eds. 2015. Robert ter.” (Programa de concierto. Madrid, tor Carmelo Bernaola (1929-2002). Una Gerhard. Joaquim Homs. Correspon- 11 de diciembre de 1963). trayectoria en la vanguardia musical dència, 108. Valls: Cossetània Edicions. 20 Aunque un guion bastante española. Bilbao: Universidad del País 13 Musicus 1968, 207: “[...] the avanzando de la segunda microforma Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea). consequences, especially as regards se fecha el 14 de enero de 1959, el

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter 103 manuscrito completo y defnitivo de la sin modifcaciones en Jambou, Louis. microformas’ para orquesta.” La Esta- obra indica las siguientes fechas de con- La musique entre France et Espag- feta literaria 221 (15 de julio): 10-11. clusión de cada pieza: I. 21 de enero de ne, pp. 307-336, pp. 330-333. Paris: Este texto, derivado del guion de la 1960; II. 14 de julio de 1959; III. 19 de L’Harmattan. conferencia que, bajo el título de “Mi- agosto de 1959; IV. 9 de julio de 1959; 30 Cartas de Alexandre Tansman croformas”, pronunció el compositor y V. 12 de enero de 1960. a Cristóbal Halffter, con fechas 28 de en el Ateneo de Madrid el 9 de marzo 21 Blancafort, Alberto. 1961. “Luis septiembre y 2 de octubre de 1959, de 1961 dentro del ciclo “Algunos com- Galve, Odón Alonso y la Orquesta Na- respectivamente [PSS-SCH, Korrespon- positores españoles ante su obra”, fue cional. Escandalosa acogida al estreno denz, carpeta Tansman, Alexandre]. En reproducido en varias ocasiones en los de ‘Microformas’, de Cristóbal Halff- esta última, Tansman le transcribía parte programas de mano de interpretaciones ter.” Arriba (Madrid), 28 de febrero de de la respuesta de Kalmus a su solicitud: de las 5 microformas; entre ellas, las yas Germán Gan Quesada 1961. “What I would like to see most would mencionadas madrileñas de febrero de 22 Barce, Ramón. 1960. “La música be a comparatively short work for or- 1961. española ante 1960.” Índice 133 (Ene- chestra” (subrayado original). 39 Carta de Alexandre Tansman ro): 12. 31 En carta de Alexandre Tansman a Cristóbal Halffter (21 de febrero de 23 H[ebrero] S[an] M[artín], [Gon- a Cristóbal Halffter (25 de octubre de 1960) [PSS-SCH, Korrespondenz, Car- zalo]. 1960. “Cristóbal Halffter y la mú- 1959) y en su respuesta (4 de noviem- peta Tansman, Alexandre]: “Pour ce qui sica concreta.” La Estafeta literaria 187 bre de 1959), se alude a estas gestio- est de mon petit ‘thème sériel’ ce n’est (15 de febrero): 6. nes con la casa editorial parisina [PSS- nullement un ‘credo sine qua non’! Je me suis servir des moyenes qu’offre 24 Halffter, Cristóbal. 1962. 5 mi- SCH, Korrespondenz, carpeta Tansman, cette technique depuis plus de trente croformas para orquesta. U. E. 13437 Alexandre]. ans, ayant été personellemente très lié, LW. London: Universal Edition. Aunque 32 Carta de Alexandre Tansman en plus, avec Schönberg, Berg et We- la publicación indica “segunda edi- a Cristóbal Halffter (12 de octubre de bern. Mais toujours comme d’un moyen ción”, no existió una edición anterior de 1959) [PSS-SCH, Korrespondenz, carpe- d’expression qui enrichit notre langage carácter comercial, sino solo provisional ta Tansman, Alexandre]. et notre discipline, et jamais comme un y de materiales orquestales para las in- 33 Carta de Cristóbal Halffter a Al- système exclusif, considérant que tout terpretaciones de la obra en 1961. fred Kalmus (30 de octubre de 1959) ce qui est à notre disposition est utili- 25 [PSS-SCH, Korrespondenz, carpeta Kal- Especialmente, Daschner 2000, sable, et que rien n’est ni Imposé, ni mus, Alfred A.]. 32-35, y, en menor medida, Casares défendu, suivant chaque problème. Je 34 1980, 81-88. Carta de Cristóbal Halffter a Al- ne suis donc pas plus ‘dodécaphoniste’ 26 Anales de la Fundación Juan fred Kalmus (10 de noviembre de 1959) que je l’étais en 1925, ni moins tonal, March. 1956-1962. 1965, 529 [Madrid: [[PSS-SCH, Korrespondenz, carpeta Kal- car tout ‘système à priori’ dans mon Fundación Juan March]. mus, Alfred A.]. opinion, n’apporte point l’unifcation 27 Carta de Cristóbal Halffter a 35 Carta de Alfred A. Kalmus a du style, mais l’annihilation d’expression Edizioni Suvini Zerboni (26 de marzo de Cristóbal Halffter (22 de noviembre de originale. Du plus, tout système rétréçit 1959) [PSS-SCH, Korrespondenz, carpe- 1959) [PSS-SCH, Korrespondenz, carpe- le champ expressif et émotif de la mu- ta Edizioni Suvini Zerboni]. ta Kalmus, Alfred A.], en que también le sique qui est, avant tout une art acous- 28 Carta de Cristóbal Halffter a manifesta su posible interés por las Tres tique, et non graphique. Pour ma part, Alexandre Tansman (8 de octubre de piezas para fauta sola. je suis certain, qu’une fois passé par la 1959). Reproducida en Tansman-Za- 36 Carta de Alfred A. Kalmus a discipline utile de la série, vous viendrez nuttini, Mireille, ed. 2005. Alexandre Cristóbal Halffter (12 de octubre de de vous même à la conclusion que ce Tansman. Une voie lyrique dans un 1960) [[PSS-SCH, Korrespondenz, car- n’est pas une technique particulière siècle bouleversé, pp. 440-441. Paris: peta Kalmus, Alfred A.]: “Folkloristische qui est le but, mais le contenu inventif L’Harmattan. Arbeiten, wie z. B. eine kurze Suite qu’elle recouvre”. 40 29 Hasta el momento, solo Louis ueber spanische Volkslieder [...]”. Esta Halffter, Cristóbal. 1960. “An- Jambou había atendido muy brevemen- petición surgía, con toda probabilidad, ton Webern. Cinco piezas para orques- te esta relación epistolar entre Halffter tras la audición por parte de Kalmus de ta, opus 10.” La Estafeta literaria 188 (1 y Tansman; cfr. Jambou, Louis. 2000. las Cuatro canciones [populares] leone- de marzo): 20-21, 21. “Alexandre Tansman – compositeur – et sas (1957), de Halffter, interpretadas en 41 Así, el crítico del Kurier vienés, Andres [sic] Segovia – interprète – ou Londres (9 de octubre de 1960) por Vic- que se refere a los “klängliche und un en-deçà de l’œuvre musical.” En toria de los Ángeles y Gerald Moore. rhythmischen Exzesse” de la compo- Hommage au compositeur Alexandre 37 Carta de Alfred A. Kalmus a sición, para continuar: “puedo imagi- Tansman (1897-1986). Actes du Co- Cristóbal Halffter (16 de noviembre de nármelo (a Halffter) sentado a gusto lloque International du 26 novembre 1960) [PSS-SCH, Korrespondenz, carpe- en locales famencos” (“Ich kann mit 1997 en Sorbonne, ed. por Pierre Gui- ta Kalmus, Alfred A.]. vorstellen, daß er gerne in Flamenco- llot, [231]-254, 250-252. Paris: Presses 38 Halffter, Cristóbal. 1961. “Estu- Lokalen sitzt”). Weishappel, Rudolf. de l’Université de Paris-Sorbonne [reed. dio técnico y estético sobre mis ‘Cinco 1964. “Stenogramme und Längeres.

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Gestern im Sendessal: 3. Musica-No- 53 “[...] vitally exciting”. Dickinson, Arts in the Twentieth Century, ed. por va-Konzert under Maderna.” Kurier Peter. 1962. “Solo Violin or Viola.” The Roberto Illiano, 323-345. Turnhout: Bre- (Wien), 7 de abril de 1964. Musical Times 103, no. 1431 (Mayo): pols. 42 “[...] sprühende Musik von 340. 60 Muneta, Jesús M.ª. 1978. Cuen- starkem Reiz”. Knessl, Lothar. 1964. 54 Custer, Arthur. 1962. “Contem- ca 1962. Renacimiento de la música “Radio Wien: Internationalizierte ‘neue porary Music in Spain.” The Musical religiosa española, p. 364. Cuenca: Ins- Musik’.” Neues Österreich (Wien), 8 de Quarterly XLVIII, no. 1 (Enero): 1-18, 7. tituto de Música Religiosa. Sin bien son abril de 1964. En 1965, Custer reeditaría este texto útiles las páginas dedicadas por Dasch- 43 Mayer-Serra, Otto. 1961. “Sólo con pequeñas modifcaciones, que en ner a esta cantata (Daschner 2000, 73- la ‘serie’ es capaz de ordenar el caos.” el caso de Halffter prolongan el comen- 74), es la monografía de Muneta (pp. tario hasta 1963 (Custer, Arthur. 1965. Germán Gan Quesada Audiomúsica 42 (1 de julio): 20-23, 23. 97-109 y 409-421) la que ofrece una “Contemporary Music in Spain.” En referencia más acabada sobre la escri- 44 Ibidem, 22. Contemporary Music in Europe, ed. por tura de la obra, así como un interesante 45 Los materiales de composición Paul Henry Lang y Nathan Broder, 44- comentario analítico. de Formantes (PSS-SCH) están fechados 60, 45-49. New York: Schirmer Books). 61 Como “[...] el mundo de sonori- entre el 13 de diciembre de 1960 y el 17 55 Así, Halffter, Cristóbal. 1962. “El dades gélidas” que pretende evocar el de marzo de 1961. Festival de Música Contemporánea de inicio de la obra, a cargo de los instru- 46 Como sendas cartas, ambas Londres.” Arriba (Madrid), 20 de junio mentos de viento ([Halffter, Cristóbal]. fechadas el 13 de diciembre de 1960, de 1962; y Halffter, Cristóbal. “Festival 1963. “In exspectatione resurrectionis a Alfred Kalmus y Alexandre Tansman de Música Contemporánea de Lon- Domini.” En II Semana de Música Re- [PSS-SCH, Korrespondenz, carpeta Kal- dres.” Arriba, 20 de junio de 1962. ligiosa. Cuenca. Abril, 1963. Programa mus, Alfred A.; Korrespondenz, carpeta 56 Halffter, Cristóbal. 1962. “Lon- general, s. p. [Madrid: Ministerio de Tansman, Alexandre]. dres, Festival de Música Contemporá- Educación Nacional – Dirección General 47 Así aluden a ella Franco, En- nea-España presentó ‘Formantes’ de de Bellas Artes]). Lamentablemente, la rique. 1960. “Un gran recital de Luis Cristóbal Halffter.” Triunfo, 2 (16 de única grabación disponible (aunque no Galve en París. Noticias y conciertos.” junio): 31. comercial) de In exspectatione..., con Arriba (Madrid), 18 de diciembre de 57 Para la consulta de las obras pro- toda probabilidad recogida en su segun- 1960; y Hebrero San Martín, Gonzalo. gramadas en los cursos de Darmstadt da interpretación (Madrid, 18 de mayo 1961. “Noches de Madrid.” Madrid, 16 en sus dos primeras décadas de activi- de 1963), apenas permite apreciar en la de enero de 1961. dad, cfr. Borio, Gianmario y Hermann escucha, por el grado de saturación di- 48 Para un comentario analítico so- Danuser, eds. 1997. Im Zenit der Mo- námica y falta de relieve tímbrico de su bre la obra, cfr. Marco 1970, 130-131; derne. Die Internationalen Ferienkurse toma de sonido, esa intención (AECID- Casares 1980, 88-93; y Daschner 2000, für Neue Musik Darmstadt 1946-1966. Biblioteca Digital 5SON-1151. http:// 36-38. Geschichte und Dokumentation in vier bibliotecadigital.aecid.es/bibliodig/i18n/ Bänden, III, 513ss. Freiburg: Rombach. consulta/registro.cmd?id=2429). Y aun 49 Halffter, Cristóbal. 1961. “Kla- 58 menos “el sabor austero de nuestro vierstück-XI, de Stockhausen.” La Esta- Carta de Cristóbal Halffter a Al- románico” que en In exspectatione... feta literaria 212 (1 de marzo): 14-15. fred Schlee (3 de agosto de 1963) [PSS- SCH, Korrespondenz, Carpeta Schlee, distinguía Rodolfo Halffter... (Alejandro, 50 Halffter, Cristóbal. 1963. “Cabe Alfred]. F. 1963. “Sonata para tres Halffter y un la creación en la música abierta.” La Es- piano. Velada con Ernesto, Rodolfo y 59 Para un análisis de Espejos, cfr. tafeta literaria 274 (14 de septiembre): Cristóbal a propósito de Don Manuel de Martín Nieva, Helena. 2011. “Espe- 5. Falla.” Mundo hispánico 184 (Julio): 39- jos para 4 percusionistas y cinta mag- 51 Barce, Ramón. 1965. “Control, 42, 42). nética (1963) de Cristóbal Halffter: supercontrol, infracontrol.” Atlánti- 62 contextualización y análisis gráfco.” Para el contexto sociopolítico e da IV, no. 15 (Mayo-Junio): 305-315. Espacio sonoro 52. http://espacioso- ideológico de Secuencias, cfr. Contre- Reproducido en Barce, Ramón. 2009. noro.tallersonoro.com/2011/09/28/ ras Zubillaga, Igor. 2019. “El Concier- Las palabras de la música. Escritos de espejos-para-4-percusionistas-y-cinta- to de la Paz (1964): Three Comissions Ramón Barce, ed. por Juan Francisco magnetica-1963-de-cristobal-halffter- to Celebrate 25 Years of Francoism.” de Dios Hernández y Elena Martín, 160- contextualizacion-y-analisis-grafco-he- En Composing for the State. Music in 170. Madrid: ICCMU. lena-martin-nieva/. Sobre su concepción Twentieth-Century Dictatorships, ed. 52 Las 5 microformas para orquesta en el marco de las interrelaciones entre por Esteban Buch, Igor Contreras Zubi- habían sido seleccionadas por la sección vanguardia musical y pictórica durante llaga y Manuel Deniz Silva, [168]-186. española de la SIMC para su interpreta- el período, cfr. Gan Quesada, Germán. London y New York: Routledge. ción, en representación nacional, en el 2017. “Plastic Frames for New Sounds. 63 “[...] yo encierro la macroforma festival del año anterior, celebrado en Spanish Avant-garde Music and Abs- de la obra y dejo en libertad la micro- Viena, pero fueron descartadas por el tract Painting in the Mid-Franco Regime forma”, afrmaba Halffter en una entre- jurado fnal de programación. (1957-1963).” En Music and Figurative vista a fnales de 1965 (“Entrevista con

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 106 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter REFERENCIAS estreno de ‘Microformas’, de Cristóbal Halff- ter.” Arriba (Madrid), 28 de Febrero de 1961. Discografía Borio, Gianmario, and Hermann Danuser, eds. Formantes Im Zenit der Moderne. Die Internationalen Ferienkurse für Neue Musik Darmstadt 1946- Alberto Rosado, Juan Carlos Garvayo (pianos) 1966. Geschichte und Dokumentation in vier VERSO VRS 2063 ‘Cristóbal Halffter. Música para Bänden. Freiburg: Rombach, 1997. piano(s)’ (2008) Casares Rodicio, Emilio. Cristóbal Halffter. Ovie- Germán Gan Quesada Introducción, fuga y fnal do: Servicio de Publicaciones de la Universidad Alberto Rosado (piano) de Oviedo – Departamento de Arte-Musicolo- gía, 1980. VERSO VRS 2063 ‘Cristóbal Halffter. Música para piano(s)’ (2008) Contreras Zubillaga, Igor. “El Concierto de la Paz (1964): Three Comissions to Celebrate Sonata para violín solo 25 Years of Francoism.” In Composing for Emma Alexeeva (violín) the State. Music in Twentieth-Century Dicta- Instituto Cervantes de Bremen NIPO 503-04-003- torships, ed. by Esteban Buch, Igor Contreras 7 ‘Polifonía de compositores / Komponisten- Zubillaga and Manuel Deniz Silva, 168-186. polyphonie’, 2 (2004) London and New York: Routledge, 2019. Custer, Arthur. “Contemporary Music in Spain.” Bibliografía The Musical Quarterly XLVIII, no. 1 (Enero, 1962): 1-18. https://doi.org/10.1093/mq/XL- Alejandro, F. “Sonata para tres Halffter y un pia- VIII.1.1 no. Velada con Ernesto, Rodolfo y Cristóbal a propósito de Don Manuel de Falla.” Mundo Custer, Arthur. “Contemporary Music in Spain.” hispánico 184 (Julio, 1963): 39-42. In Contemporary Music in Europe, ed. by Anales de la Fundación Juan March. 1956-1962. Paul Henry Lang and Nathan Broder, 44-60. Madrid: Fundación Juan March, 1965. New York: Schirmer Books, 1965. https://doi. org/10.1093/mq/LI.1.44 Añón Escribá, Manuel. “Constantes estéticas en la música de Luis de Pablo.” Tesis doctoral, Daschner, Hubert. Cristóbal Halffter. Spanische Universidad de Granada, 2016. Musik auf der Höhe ihrer Zeit. Saarbrücken: PFAU-Verlag, 2000. Armendáriz Moreno, David. Una conversación con Cristóbal Halffter. Pamplona: Servicio de Delás, José Luis [de]. “La música después de Publicaciones de la Universidad de Navarra, 1950.” El Paso-Boletín 15 (Octubre, 1959): 2001 s. p. (Reproducido en Toussaint, Laurence. “El Paso” y el arte abstracto en España, 249-256. Barce, Ramón. “La música española ante 1960.” Madrid: Cátedra, 1983). Índice 133 (Enero, 1960): 12. Dickinson, Peter. “Solo Violin or Viola.” The Mu- Barce, Ramón. “Control, supercontrol, infracon- sical Times 103, no. 1431 (Mayo, 1962): 340. trol.” Atlántida IV, no. 15 (Mayo-Junio, 1965): https://doi.org/10.2307/948839 305-315 (Reproducido en Barce, Ramón. Las palabras de la música. Escritos de Ramón Bar- “Entrevista con Cristóbal Halffter.” SP 272 (di- ce, ed. por Juan Francisco de Dios Hernández ciembre, 12, 1965): 47-53. y Elena Martín, 160-170. Madrid: ICCMU, Franco, Enrique. “Dos obras españolas para pia- 2009). no: la Sonata de Blancafort y las piezas de Blancafort, Alberto. “Luis Galve, Odón Alonso y C. Halffter.” Acento cultural 7 (Marzo-Abril, la Orquesta Nacional. Escandalosa acogida al 1960): 57-59.

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 91-108 108 Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el estudio de la obra de Cristóbal Halffter segunda mitad del siglo XX.” Tesis doctoral, rio musical 51 (1996): 217-232. https://doi. Universidad de Oviedo, 2013. org/10.3989/anuariomusical.1996.i51.317 Marco, Tomás. Música española de vanguardia. Medina Álvarez, Ángel. “Primeras oleadas van- Madrid: Ediciones Guadarrama, 1970. guardistas en el área de Madrid.” Cuadernos Marco, Tomás. Cristóbal Halffter. Madrid: Servicio de música iberoamericana 8-9 (2001): 337- de Publicaciones del Ministerio de Educación 366. y Ciencia – Dirección General de Bellas Artes, Moro Vallina, Daniel. El compositor Carmelo Ber- 1972. naola (1929-2002). Una trayectoria en la van- Germán Gan Quesada Martín Nieva, Helena. “Espejos para 4 percu- guardia musical española. Bilbao: Universidad sionistas y cinta magnética (1963) de Cris- del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, tóbal Halffter: contextualización y análisis 2019. gráfco.” Espacio sonoro 52 (2011). http:// espaciosonoro.tallersonoro.com/2011/09/28/ Muneta, Jesús M.ª. Cuenca 1962. Renacimiento espejos-para-4-percusionistas-y-cinta-mag- de la música religiosa española. Cuenca: Ins- netica-1963-de-cristobal-halffter-contextuali- tituto de Música Religiosa, 1978. zacion-y-analisis-grafco-helena-martin-nieva/ Musicus [seud. de Pablo, Luis de]. “New Music Maurer Zenck, Claudia. “Hin- und hergerissen, in Spain.” En Twentieth Century Music. Its oder: Heimisch im Exil, fremd in der Heimat. Forms, Trends and Interpretations, ed. por Ernst Krenek zwischen den USA und Eu- Rollo H. Myers, 203-214. New York: The Orion ropa.” In Return from Exile – Rückkehr aus dem Exil. Exiles, Returnees and Their Impact Press, 1968. in the Humanities and Social Sciences in Aus- Ribé Queralt, Ramon, y Pietat Homs Fornesa, eds. tria and Central Europa, ed. by Waldemar Robert Gerhard. Joaquim Homs. Correspon- Zacharasiewicz and Manfred Prisching, 201- dència. Valls: Cossetània Edicions, 2015. 226. Wien: Austrian Academy of Sciences Press, 2017. https://doi.org/10.2307/j.ctt1x- Tansman-Zanuttini, Mireille, ed. Alexandre Tans- p3w37.19 man. Une voie lyrique dans un siècle boulever- Mayer-Serra, Otto. “Sólo la ‘serie’ es capaz de sé. Paris: L’Harmattan, 2005. ordenar el caos.” Audiomúsica 42 (Julio, 1, Weishappel, Rudolf. “Stenogramme und Länge- 1961): 20-23. res. Gestern im Sendessal: 3. Musica-Nova- Medina Álvarez, Ángel. “Apuntes sobre la recep- Konzert under Maderna.” Kurier (Wien), 7 de ción de la Música abierta en España.” Anua- abril de 1964.

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Co Colaboraciónslaboracións Colaboracións Colabora Colaboracións Colaboracións ColaboraciónsColaboracións Colaboracións Colaboracións ColaboraciónsColaboracións ColaboraciónsColaboraciónsColaboracións Cola ColaboraciónsColaboracións ColaboraColaboracións Colaboracións ColaboraciónsColaboracións Colaboracións Colaboracións CoColaboraciónslaboraciónsCo labor Cola Colaboracións Colaboracións CoColaboracións laboracións Colaboracións Colaboracións Colabora Colaboracións ColaboraciónsColaboracións Colaboracións Colaboracións ColaboraciónsColaboracións ColaboraciónsColaboraciónsColaboracións Cola ColaboraciónsColaboracións ColaboraColaboracións Colaboracións ColaboraciónsColaboracións Colaboracións Colaboracións CoColaboraciónslaboraciónsCo labor Cola

DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6044

EL TORO POR LOS CUERNOS. SÍMBOLOS DE LO ESPAÑOL EN UN VIDEOCLIP DE ROSALÍA

Asier Aranzubia Cob Nieves Limón Serrano Universidad Carlos III de Madrid

Data de recepción: 2019-05-21 Data de aceptación: 2020-04-28 Contacto autores: [email protected]; [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6045-4202 ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0292-0882

RESUMEN La operación de sentido que está detrás del videoclip Malamente. Cap. 1. Augurio (Canada, 2018) de Rosalía depende, fundamentalmente, del proceso de re-signifcación al que son sometidos algunos de los símbolos más emblemáticos de lo español. Para superar esa limitación temporal inherente al formato que lastra su vocación narrativa, en este videoclip se trabaja a partir de una serie de ele- mentos simbólicos que el espectador conoce de antemano. Así, la imaginería asociada al mundo de los toros, la Semana Santa y el famenco se ponen al servicio de un relato de violencia de género y emancipación femenina. Palabras clave: Rosalía, videoclip, música, fotografía, símbolos

ABSTRACT The operation of meaning behind Rosalía’s music video Malamente. Cap. 1. Augurio (Canada, 2018) essentially depends on the process of re-signifcation to which some of the most iconic symbols of Spanish culture are subjected. To overcome the temporal limitation inherent to this format, which obstructs its narrative vocation, the video takes as its point of departure a series of symbolic elements that the viewer knows beforehand. Imagery associated with the world of bullfghting, Holy Week and famenco is thus used to tell a story of gender violence and female emancipation. Keywords: Rosalía, music video, music, photography, symbols

1. Declinando símbolos asaltar, valiéndose de tan noble tradición artística, La difusión, a fnales de mayo de 2018, del el exclusivo circuito del mainstream internacional. videoclip Malamente. Cap. 1. Augurio (Canada, La otra polémica se suscitó a raíz del uso que en 2018) de Rosalía, vino acompañada por una rui- el vídeo se hacía de una cierta imaginería asocia- dosa polémica. En realidad, por dos. Por un lado, da a la identidad nacional española: los toros, la estaban quienes acusaban a la artista de Sant Semana Santa, el mito de Carmen y, otra vez, el Esteve Sesrovires de apropiación cultural porque famenco. En líneas generales, lo que se le repro- siendo paya, catalana y de clase media no esta- chaba era que construyera su discurso audiovisual ba, según esta miope manera de ver las cosas,1 con unos mimbres simbólicos que habían sido ex- autorizada para hibridar el famenco con otras plotados hasta la saciedad, por ejemplo, durante músicas contemporáneas y mucho menos para el período franquista (Bousselham 2019). Pues

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 113-128 114 El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en un videoclip de Rosalía bien, para coger el toro por los cuernos diremos de re-signifcación del símbolo por medio de la que la hipótesis que intenta validar este artículo construcción de imágenes epatantes y provoca- se funda, precisamente, en esa inteligente opera- doras3 –como la del nazareno/skater que posa sus ción de rescate y manipulación de determinadas pies desnudos sobre un patinete con púas–, sino imágenes fuertemente asociadas a lo español a otro tipo de procesos más complejos en los que que está detrás del vídeo. Dicho de otra forma: el éxito de la operación dependerá de las com- este artículo pretende demostrar que buena parte petencias audiovisuales de un espectador al que del sentido de Malamente depende del proceso se le exigirá, por ejemplo, que conecte la imagen de re-signifcación al que son sometidos unos de la moto que pilota Rosalía con una similar de símbolos con los que el espectador medio está Javier Bardem en un flm de Bigas Luna que, no familiarizado de antemano. por casualidad, faba también buena parte de su sentido al diálogo con los símbolos y tópicos de Al estar (salvo contadas excepciones) irreme- lo español.4 diablemente sujetos a la duración del tema mu- sical que los ha hecho posibles, la mayoría de los Llegados a este punto, y antes de seguir exa- videoclips suelen tener una extensión no superior minando los procesos de signifcación que pone a los cinco minutos. En el caso de la música pop, en juego la pieza audiovisual que nos ocupa, dicha duración suele verse reducida a no más de creemos conveniente hacer un alto en el camino

Asier Aranzubia Cob e Nieves Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier tres minutos. Esta limitación temporal condicio- para plantear un par de cuestiones teóricas a pro- na sobremanera su capacidad de narrar que es pósito de los límites de la interpretación cuando una de las tres vocaciones a las que atiende, casi hablamos de videoclips. desde sus orígenes, el video musical.2 Es por eso que los creadores de los videoclips que afrontan 2. Texto y contexto la difícil tarea de narrar una historia en apenas Uno de los reproches recurrentes con los tres minutos se ven obligados a recurrir de mane- que ha tenido que lidiar el análisis textual es la ra frecuente a soluciones estereotipadas, clichés acusación de no prestar atención sufciente a y arquetipos para construir sus relatos. Es decir, determinados contextos sin los cuales no sería fórmulas utilizadas una y mil veces a lo largo de posible hacer una lectura cabal de los textos de la historia del audiovisual que el espectador reco- la cultura popular. Condicionados, en la mayor noce rápidamente y que le ayudan a reconstruir parte de los casos, por las rutinas adquiridas ese conato de historia, intermitente, fragmenta- en su campo de maniobras habitual (esto es, la do y muchas veces sin desenlace, que es, como exégesis fílmica) los analistas que han aplicado decimos, el santo y seña del videoclip narrativo sus herramientas metodológicas al estudio de (Caro Oca 2014). videoclips han sido tradicionalmente incapaces, Como ya habrán podido deducir, la función según sus críticos, de prestar atención a los có- más elemental que desempeñan las imágenes de digos y convenciones propias de la música y la lo español en el vídeo de Rosalía es a grandes ras- cultura popular; han sido, por ejemplo, incapa- gos la misma. De lo que se trata es de rentabilizar ces de advertir que a la hora de analizar un vídeo en términos semánticos ese saber que atesora musical es preciso tener en cuenta que estas una comunidad a propósito de algunos de sus piezas audiovisuales forman parte de una na- mitos o símbolos más emblemáticos para a partir rrativa mediática mucho más amplia (hecha de de ahí poder contar una historia con tres o cuatro otras actuaciones, conciertos y vídeos del mis- pinceladas. Pero la operación es un poco más mo artista pero también de entrevistas, noticias, compleja: porque no se trata sólo de incorporar programas de cotilleos, apariciones en anuncios, una determinada dimensión semántica asociada documentales, películas, etc.) a través de la cual a unos símbolos que el espectador conoce de se construye la imagen, a medio camino entre la antemano, sino que después, en una segunda realidad y la fcción, del artista pop. Y es nece- instancia, el relato va a reconducir o subvertir el sario tenerla en cuenta, sobre todo, porque los sentido ofcial que acompaña a dichas imágenes. espectadores a los que van destinados suelen Y no nos referimos sólo a ese tipo de operaciones conocer ese relato mediático y lo tienen muy

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 113-128 El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en un videoclip de Rosalía 115 en cuenta a la hora de interpretar el sentido de ha especializado una estrella ha sido rentabilizado un vídeo musical. en términos semánticos innumerables veces. Por En primer lugar, creemos que es preciso recor- ejemplo, para el afcionado al cine español tanto dar que la semiótica estructural (corriente teórica el Alfredo Mayo de La caza (Carlos Saura, 1965) de la que emana el análisis textual) considera que como la Aurora Bautista de La tía Tula (Miguel la lectura de un texto puede y debe completarse Picazo, 1963), dos obras clave del Nuevo Cine mediante la actualización de determinados datos Español, guardan memoria de los roles que mar- de contexto. Y no sólo de ese contexto hecho caron a fuego su carrera durante la década de los fundamentalmente de películas al que según cuarenta. Es decir, la lectura que el espectador sus críticos recurren los analistas que se han ocu- de los sesenta hace de ambos personajes está pado del videoclip, sino también a otro tipo de fuertemente condicionada por la circunstancia contextos: económico, regulatorio, sociocultural, de que Alfredo Mayo había interpretado a varios mediático, histórico, biográfco, artístico… Pero de los héroes más representativos del llamado a diferencia de lo que sucede con las aproxima- cine de cruzada –con la inevitable Raza (José Luis ciones a los objetos de la cultura que priorizan el Sáenz de Heredia, 1941) a la cabeza– y Aurora estudio de los contextos, el análisis textual pone Bautista había hecho lo propio con las heroínas límites a la relación entre el texto y sus contextos, del ciclo histórico de Cifesa. Así, el cazador al que sobre todo, para evitar que estos últimos acaben presta sus rasgos Mayo es, para el espectador Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier pesando más que el primero en términos herme- de La caza, una prolongación de aquellas repre- néuticos. Santos Zunzunegui lo ha explicado de sentaciones del ideal masculino del Régimen que la siguiente manera: encarnó en la posguerra (Zunzunegui 2018, 117). Toda obra da, por tanto, instrucciones sobre su La Tula del flm de Picazo, por su parte, hereda de propio contexto de comprensión. Se trata de lo que Agustina de Aragón el temperamento –ya Una- los semiólogos denominan el ‘contexto pertinente muno hablaba de su conficto interno como una de la interpretación’. No hace falta agotarse en “brava galerna” (Aranzubía et al. 2010)– pero lo extraordinarias y laboriosas reconstrucciones de un que en Agustina era aventura y heroísmo es en contexto inabarcable, lo que habrá que reconstruir Tula enclaustramiento y represión (Gubern 1997, es la parte del contexto que la película me demande 562). que actualice. Otra cosa es que cada uno de nosotros tenga sus antenas sufcientemente bien orientadas Para ir acercándonos al que enseguida se para captar y procesar de forma adecuada esas convertirá en el objeto de todas nuestras pesqui- instrucciones (Zunzunegui 2007, 55).5 sas diremos que aunque en el relato mediático- Según esto, el problema no sería de índole biográfco de Rosalía hay aspectos que pueden epistemológica sino que dependería más bien de ayudar a matizar el sentido del videoclip –pen- la pericia individual de cada analista a la hora de samos, por ejemplo, en el vídeo musical Antes identifcar esas marcas que el contexto ha dejado de morirme (Manson, 2016)6 en el que colabora en el texto. con su ex pareja C. Tangana o en la presencia, en Malamente, de determinados espacios que Por otro lado, conviene recordar que las opera- remiten al entorno real en el que, al parecer, ha ciones tendentes a actualizar datos relacionados transcurrido la juventud de Rosalía– su contex- con el contexto “biográfco” (que tiene que ver con la vida, inventada o no, de las estrellas cine- to pertinente de interpretación tiene que ver, matográfcas, pero también con el tipo de per- sobre todo, con la forma en que determinados sonaje en el que se han especializado) han sido creadores visuales han declinado previamente moneda corriente en el análisis textual. A nadie se los símbolos de lo español, con los otros diez le escapa que sin tener en cuenta el concepto de temas (o capítulos) que completan ese álbum star-system es difícil entender algunas de las ope- conceptual titulado El mal querer y con el otro raciones de sentido del cine clásico americano. Y videoclip que Canada ha producido para este no sólo de ese cine. El saber que atesoran los es- mismo disco: Pienso en tu mirá. Cap. 3. Celos pectadores a propósito del arquetipo en el que se (Canada, 2018).

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Fig. 1. Elevación del cuerpo sin vida de Rosalía por un “toro mecánico”. Plano general en el videoclip Malamente, Rosalía, 2018 (minuto 1:03)

Fig. 2. Rincón del taller con fotografías de mujeres desnudas. 3. Una moto con cuernos Plano detalle en el videoclip Malamente, Rosalía, 2018 (mi- Aunque el mundo taurino ya había compare- nuto 1:28) Asier Aranzubia Cob e Nieves Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier cido en los planos iniciales (jóvenes aprendices de torero se ejercitan en una cancha deportiva), ese vehículo/toro que parece acaba de cornear a justo antes de que arranque la segunda estrofa la joven, disipa cualquier duda al respecto. de la canción (“Se ha puesto la noche rara”) –y El motivo no tardará en volver a aparecer. Si con ella, el segundo acto de los tres7 en que está durante la primera parte del vídeo musical se nos dividido el videoclip– vemos como el cuerpo sin había contado la huida y muerte de la chica,9 vida de Rosalía empieza a ser elevado del suelo durante la segunda (que arranca en el momento por una de esas carretillas mecánicas que sirven en que los hombres depositan el cadáver en el para levantar palés y a las que en España, de- interior de un camión) nos adentraremos en el bido a que su parte delantera recuerda a una territorio de lo fantástico y asistiremos al proceso cornamenta, llamamos toro (fg. 1). Después de de transformación de la protagonista como paso dos planos que recogen la actuación8 de Rosalía previo antes de su inminente resurrección. No y su cuerpo de baile en el interior de un camión, por casualidad, dicha transformación tiene lugar nos topamos con la continuación del plano del dentro de un espacio tradicionalmente masculino toro mecánico y gracias a un ceremonioso movi- (los calendarios con chicas desnudas que decoran miento de cámara caemos en la cuenta de que las paredes del taller así lo confrman) en el que el vehículo que transporta el cuerpo sin vida de una Rosalía displicente y poderosa espera sentada la cantaora lo conducen una docena de hom- a que un mecánico le construya su moto. Tres bres, vestidos con colores oscuros, entre los que planos consecutivos de escasa duración (apenas se encuentra aquel del que huía, aterrorizada, la un segundo entre los tres) se encargarán de fjar protagonista durante la primera parte del vídeo de manera precisa el alcance de esa transforma- (gracias a los créditos del videoclip nos enterare- ción que acontece en el taller y, de paso, nos mos de su nombre: El cazador). Estamos, pues, proporcionarán la clave interpretativa sobre la ante la primera aparición del motivo del toro en que descansa el sentido del vídeo en su conjunto. el videoclip y a juzgar por lo que vemos, y por los datos que tenemos hasta aquí de la historia, Iluminado por un fogonazo de luz blanca que podemos fácilmente otorgar al animal uno de en términos diegéticos se justifca por las chis- los sentidos inherentes al símbolo: el de ser la pas del soplete del soldador, pero que las com- encarnación de lo masculino o, de una manera petencias genéricas del espectador asocian a lo más precisa, de lo viril. Que los hombres de ne- terrorífco o sobrenatural, contemplamos un pla- gro (entre los que signifcativamente se incluye al no de un rincón del taller del que cuelgan varias cazador) aparezcan encaramados a la cabina de fotografías de chicas desnudas (fg. 2). Debajo

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Fig. 3. Cabeza de toro. Plano frontal en el videoclip Malamen- te, Rosalía, 2018 (minuto 1:28) Fig. 4. Rosalía conduciendo una moto. Plano frontal en el vi- deoclip Malamente, Rosalía, 2018 (minuto 1:29) de las fotos advertimos un ramo de fores que Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier confere al rincón la inopinada condición de altar Aunque esta operación de re-signifcación del improvisado (volveremos más adelante sobre este símbolo se entiende perfectamente sin que sea detalle). Otro fogonazo nos lleva a la imagen, necesario recurrir a elementos externos al texto, sí en contrapicado, de la cabeza de un toro que a nos gustaría señalar que, para mejor darle la vuel- modo de trofeo cuelga de una pared (fg. 3). Y, ta al símbolo del toro y poner así la virilidad que lo por último, emergiendo de la oscuridad –como caracteriza al servicio del proyecto emancipador la turbadora Lady Macbeth/Asahy de Trono de de la mujer, el videoclip demanda al espectador sangre (Akira Kurosawa, 1957)– vemos un plano que actualice los contextos pertinentes de inter- frontal de Rosalía, vestida de negro y pilotando pretación que se han mencionado unos cuantos una moto de gran cilindrada del mismo color (fg. párrafos más arriba. Por un lado, el más previsi- 4). ble, el de ese álbum conceptual titulado El mal Las tres etapas de una transformación en ape- querer en el que las distintas canciones funcionan nas un parpadeo. Entre la imagen cosifcada de la a la manera de episodios o capítulos10 de una chica de calendario y la de esta Rosalía poderosa misma historia. Una historia, ya lo hemos dicho, que maneja una moto con la que después la ve- de maltrato y dependencia que termina cuando remos embistiendo a los novilleros hay, signifca- la heroína decide tomarse la justicia por su mano. tivamente, un plano de la cabeza de un toro. La Pues bien, en el cuarto tema del disco (que lleva mera contigüidad entre planos propiciada por el por título De aquí no sales. Cap. 4. Disputa) el montaje, la frontalidad, el emparejamiento gráf- ruido atronador de una moto marca el compás de co generado a partir de la similitud entre los cuer- un tema en el que, como en otros momentos del nos y el manillar de la motocicleta… todo invita álbum, aunque quien canta es Rosalía el punto a pensar la moto (y a quien la conduce) como de vista que reproduce la letra de la canción es el un trasunto del toro: como un agente activo – del hombre: “conmigo no te equivoques / con el todo lo contrario que esas chicas de calendario revés de la mano / yo te lo dejo bien claro”, dice cuya única función es ser miradas (Mulvey 1998, él mientas escuchamos el ruido del motor. Así 11) por el hombre- que toma las riendas de su pues, la violencia masculina que el tema musical vida (“No voy a perder ni un minuto en volver a asocia al ruido de la moto funciona como un dato pensarte”) y que en nada recuerda a esa chica de contexto que ayuda al espectador del videoclip temerosa (vestida con colores más claros) que en a comprender mejor la transformación que ha los primeros compases del videoclip intentaba, experimentado la protagonista: la nueva Rosalía sin éxito, zafarse de su maltratador. que veremos en la tercera parte del videoclip (esa

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 113-128 118 El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en un videoclip de Rosalía Cuando mediada la película, Raúl (Javier Bardem) le confese, orgulloso, a Silvia (Penélope Cruz) que el bulto que se adivina bajo los calzoncillos Sansón que se anuncian en la valla publicitaria junto a la que se han detenido es suyo (fg. 5), el espectador ya tendrá indicios más que suf- cientes para concluir que la valla publicitaria más famosa de la geografía española (la de Osborne) y esa otra valla (la de los calzoncillos Sansón) son Fig. 5. Conversación de Raúl y Silvia frente a valla publicitaria. sendas materializaciones de un mismo concepto: Plano general en Jamón, Jamón, Bigas Luna, 1992 eso que vulgarmente llamamos, el “macho ibéri- co”. Pues bien, ese macho ibérico que come ajos, vende jamones y torea novillos desnudo para (de) mostrar su hombría (sus huevos), va a recurrir a la potencia de una Yamaha de 600cc (otra metáfora de su virilidad) para intentar seducir a la hija del camionero maltratador.

Asier Aranzubia Cob e Nieves Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier Aunque, como habrán podido apreciar, la deuda contraída por el videoclip de Rosalía con Jamón, jamón no se limita a la recuperación de la triada moto/virilidad/toro de la que venimos hablando, lo que nos interesa señalar ahora es que esa imagen de cortejo que acabamos de des- Fig. 6. Rosalía subida en lo alto de un camión. Plano general en cribir debe ocupar, por razones obvias11, un lugar el videoclip Malamente, Rosalía, 2018 (minuto 1:29) de privilegio en el relato mediático-biográfco de Javier Bardem y Penélope Cruz. Siguiendo el ra- que hemos titulado Resurrección y que arranca zonamiento que está detrás de las críticas a los con el plano de Rosalía saliendo con su moto del análisis de videoclips que mencionábamos antes, camión en el que fue depositada, sin vida, por cabe pensar que una cita intertextual como esta los hombres) ha hecho suyas la virilidad del toro (que formaría parte, como decimos, del relato y la violencia de la moto porque las necesita para mediático de nuestras dos estrellas de cine más pagar al hombre con su misma moneda. Es por internacionales) sí puede ser actualizada por los eso que durante el tiempo que resta de videoclip consumidores habituales de videoclips. Esos que, la veremos embistiendo, ufana, al aprendiz de en cambio, son supuestamente incapaces de torero. identifcar la mayoría de las referencias intertex- tuales de origen eminentemente cinematográfco 4. El toro de Osborne que mencionan los analistas de videoclips (Good- win 1992, 22). Lo primero que vemos en Jamón, Jamón (Bi- gas Luna, 1992) son los testículos de un toro de Y decimos supuestamente porque en los úl- Osborne. Por culpa, probablemente, de la expo- timos años ha sucedido algo que creemos nos sición continuada a los embates del Cierzo, el obliga a pensar al consumidor de videoclips de apéndice en cuestión amenaza con desgajarse del otra manera: nos referimos a la consolidación a resto del cuerpo. No muy lejos de allí, en un cam- partir de 2010 de YouTube como vehículo princi- po de futbol abandonado, un aspirante a torero pal de difusión de vídeos musicales sustituyendo le da unos cuantos pases al carretón que empuja al que durante varias décadas había sido dueño su amigo. Antes de flmar su rostro, la cámara nos y señor del mercado: el canal musical MTV12. La ofrece un primer plano del paquete del aprendiz posibilidad de ver el mismo vídeo musical cuantas de matador para que quede clara la relación de veces se quiera, de parar la imagen o de verlo a este personaje con la imagen que abría el flm. cámara lenta introducen cambios signifcativos

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 113-128 El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en un videoclip de Rosalía 119 en la manera en que el espectador se relaciona videoclips (en realidad, un díptico) que guardan con los videoclips (Rufí et al. 2014, 39). Pruebas entre sí numerosos paralelismos (aunque también de esa transformación serían, sin ir más lejos, la diferencias signifcativas) que van desde la co- ingente cantidad de comentarios a propósito del mún elección del formato cuatro tercios hasta sentido de los vídeos de Rosalía que circulan por la apuesta por soluciones de puesta en escena Internet o esas piezas audiovisuales de muy di- y montaje similares pasando por la repetición de versa índole (mash-ups, lipdubs, vídeos de crítica espacios, temas, motivos y, cómo no, símbolos. audiovisual…) que crean y difunden los usuarios Tal vez, la diferencia más sustancial radique en más entusiastas (Viñuela 2013). la menor presencia de elementos narrativos en Pienso en tu mirá. Aunque en este segundo vi- Aunque algunas de las referencias que se van deoclip (se estrenó más tarde) también hay un a mencionar en este artículo no forman parte del conato de historia y aunque el tema, en esencia, acervo de los consumidores de videoclips (como es el mismo, en esta ocasión no podemos hablar tampoco forman parte del bagaje de referen- de un relato lineal ya que no es posible recons- cias del espectador medio muchas de las citas, truir los tres pulsos habituales de una historia: guiños o alusiones que los analistas identifcan, presentación / nudo / desenlace. En un ejercicio por ejemplo, en el cine de Quentin Tarantino) a extremo de síntesis, en Pienso en tu mirá el peso la hora de reconstruir el funcionamiento de los narrativo del videoclip recae, fundamentalmente, mecanismos internos de un artefacto retórico tan Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier sobre los hombros del primer y el último plano proclive a la intertextualidad como es el videoclip del relato. Merecen, por ello, que les dediquemos resulta fundamental identifcarlas y refexionar un párrafo aparte. sobre el papel que juegan en la producción de sentido. Sobre todo, porque, en última instancia, Pienso en tu mirá empieza y termina con sen- el único espectador que contempla la semiótica dos planos que exceden la duración de la can- estructural es el lector modelo: esa entidad de ción.13 Dos planos que se diferencian claramente existencia exclusivamente textual (no confundir del resto no sólo por su prolongada duración (se con el espectador empírico, es decir, el de carne trata, en realidad, de dos planos secuencia), sino y hueso) que utilizamos para nombrar a aquel también porque los dos están flmados con la cá- destinatario ideal que coopera en la actualiza- mara en movimiento, porque en ambos adquiere ción del texto respetando las instrucciones de uso protagonismo el sonido ambiente y, sobre todo, que éste, aunque sea de manera implícita, lleva porque el plano fnal, saltando por encima de los siempre incorporadas (Eco 1981). Instrucciones, otros 81 planos que completan el relato, es la y aquí es a donde queríamos llegar, entre las que clara continuación del primero. Dicho de otra for- se incluyen tanto las referencias intertextuales ma: en el plano inaugural tenemos la causa (un que la mayoría de los espectadores empíricos de camión choca contra una pared) y en el último videoclips son capaces de identifcar como las que la consecuencia directa de esa acción (el camión no. Huelga decir que siempre habrá un especta- ha volcado después del accidente). La colisión dor empírico (o varios, o cientos, o miles) con las del camión ha servido también para que la mu- competencias sufcientes como para identifcar ñequita famenca de color rojo que colgaba del todas (o casi todas) las referencias que circulan salpicadero (otro espacio claramente connotado en la obra en cuestión. como masculino) durante los primeros compases del video musical aparezca ahora, en el último plano, transformada en esa otra famenca (ves- 5. Morder el ojo tida también de rojo) que vemos encaramada a Como advierten los créditos con forma de lo alto del camión (fg. 6). Estamos, pues, ante conversación de whatsapp con los que termina otro relato de emancipación que parte de una Pienso en tu mirá. Cap. 3. Celos, los dos vídeos imagen de la mujer como souvenir y termina con musicales que Canada ha realizado para Rosalía ese plano de Rosalía victoriosa que es un claro se rodaron conjuntamente a lo largo de cinco remedo del celebérrimo plano de Lawrence de días de mayo de 2018 en diferentes localidades Arabia (David Lean 1962) en el que veíamos al de la provincia de Barcelona. El resultado son dos protagonista posando en lo alto del vagón de

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 113-128 120 El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en un videoclip de Rosalía de la fcción, se entiende) cuando en las entre- vistas advierte que su disco huye de una visión victimizada de la mujer (Cruz de la Peña 2018, 8). La venganza es, pues, un elemento central en este relato sonoro titulado El mal querer y por eso Canada, con buen criterio, le otorga, sobre todo en Pienso en tu mirá, un desarrollo que va más allá de lo previsto por la letra. Como en Malamente, una cabeza de toro (de hecho, es la misma) va a resultar decisiva a la hora de fjar el sentido de un videoclip, ya lo Fig. 7. Lawrence de Arabia en lo alto del vagón de un tren. hemos dicho, más reacio que el anterior a la con- Plano general en Lawrence de Arabia, David Lean, 1962 catenación ordenada de acciones. Y de nuevo, una rápida sucesión de tres planos, emparejados gráfcamente por el montaje (contrapicado de la cabeza de toro (fg. 8); plano detalle de su ojo (fg. 9); plano detalle de unos dientes mordiendo 14 Asier Aranzubia Cob e Nieves Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier una aceituna negra (fg. 10), nos acerca al sen- tido de una pieza audiovisual más ambigua que la anterior en la que la decisión de modifcar la identidad del personaje a quien debemos adjudi- car lo que se dice en el estribillo complica, todavía más, las cosas. En la canción, tanto las estrofas (“Me da miedo cuando sales / Sonriendo pa la calle / Porque todos pueden ver / Los hoyuelitos que te salen”) como el estribillo (“Pienso en tu Fig. 8. Cabeza de toro. Plano contrapicado en el videoclip Pien- mirá, tu mirá es una bala clavá en el pecho”) so en tu mirá, Rosalía, 2018 (minuto 1:31) reproducen el punto de vista de ÉL. Sin embargo, en el videoclip, y la clave está en los tres planos un tren que acababa de descarrilar mientras una que acabamos de mencionar, ÉL pronuncia las multitud lo aclamaba desde abajo. El contrapica- estrofas pero en el estribillo, a diferencia de lo do, el contraluz y el viento agitando la túnica de que sucedía en la canción, la escuchamos a ELLA. Lawrence se aliaban para cincelar la imagen de ¿Y por qué nos atrevemos a decir que en el una leyenda (fg. 7). videoclip es el punto de vista de ELLA el que es- Las imágenes concretas de los dos videoclips cuchamos cuando suena el estribillo? Porque el que Canada ha realizado para Rosalía añaden a toro, mientras no medie una operación de inver- los temas musicales de los que parten un plus de sión de sentido similar a la que vimos en Mala- venganza femenina que no estaba en las letras mente, es un elemento claramente masculino. Así de las canciones, pero sí en esa historia cerrada y pues, la mirá a la que alude el estribillo de la can- dividida en once capítulos que es El mal querer. ción es (en el videoclip) la mirada controladora de En concreto, en el penúltimo capítulo, el que lleva un hombre carcomido por los celos y al borde del por título Maldición, se consuma la venganza tal estallido violento. Y por eso, siguiendo una lógica y como se encargan de confrmar la letra (“He bastante precisa, cuando Rosalía carga la escope- dejado un reguero de sangre por el suelo”) y, ta con la que suponemos piensa defenderse de su sobre todo, un efecto sonoro: el ruido de una ka- pareja (disparándole “una bala en el pecho”) lo tana que inevitablemente nos trae a la memoria que introduce en realidad en el cañón del fusil es a la Beatrix Kiddo de Kill Bill: volumen 2 (Quentin una aceituna negra. Así, la traducción de la letra Tarantino, 2004). La propia Rosalía parece mos- en imágenes es, prácticamente, literal: “Pienso en trarse partidaria del “ojo por ojo” (en el terreno tu mirá, tu mirá clavá es una bala en el pecho”.

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Fig. 9. Ojo de toro. Plano detalle en el videoclip Pienso en tu Fig. 10. Rosalía mordiendo una aceituna negra. Plano detalle mirá, Rosalía, 2018 (minuto 1:32) en el videoclip Pienso en tu mirá, Rosalía, 2018 (minuto 1:33)

La mirada controladora (de ÉL) se transforma así elementos simbólicos e, incluso, las transiciones en la munición (en el argumento, en la razón de entre planos a partir de emparejamientos gráf-

fondo) que emplea ELLA para defenderse de su cos convierten a Un perro andaluz (Luis Buñuel Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier agresor. La imagen recurrente de unos hombres 1929), en particular, y al cine de Luis Buñuel,17 (vestidos también de negro) destrozando, prime- en general, en un referente claro no sólo para ro, una cantaora de porcelana (que es, como la Canada sino también para otros muchos crea- muñequita del salpicadero, otra sinécdoque de dores de videoclips. Pero es que en el caso que Rosalía) y, después, los muebles de un hogar (más nos ocupa el vínculo es especialmente fuerte por- adelante descubriremos que esa casa es en rea- que uno no puede dejar de pensar en esa luna lidad el interior de un camión15) o ese plano de atravesada por una nube que nos prepara para unos cuernos embistiendo por la espalda a Ro- el ojo tachado18 de una mujer cuando contem- salía16 son las pruebas materiales (audiovisuales) pla ese ojo de toro (en Un perro andaluz, como que confrman la agresión machista: no sabemos saben, de vaca) que se transforma en aceituna si real, soñada o simplemente anticipada. y que, signifcativamente, muerden y parten en dos mitades los dientes de una mujer. La imagen 6. España oculta más emblemática de la historia del cine español En los dos vídeos musicales de Canada lo espa- resuena así con fuerza en un díptico especialmen- ñol no está sólo en el juego con los tópicos, mitos te interesado, como venimos viendo, por aquellas y símbolos más reconocibles de nuestra cultura. imágenes que han echado raíces en el imaginario Ambos videoclips forman parte por derecho pro- colectivo español. pio de la historia del audiovisual español pero no Cuentan los productores del vídeo que fue tanto por cuestiones meramente administrativas Rosalía quien les proporcionó unas cuantas imá- –es decir, porque están rodados en Barcelona, genes de uno de los libros de fotografía más protagonizados por una artista española o rea- populares (en el doble sentido del término) de lizados por una empresa catalana (aunque afn- cuantos se han editado en nuestro país. España cada en Londres)– sino, sobre todo, porque en oculta, de Cristina García Rodero (1989) nace de ellos hay una voluntad más o menos explícita de un estudio casi antropológico en torno a las fes- interpelar a determinadas obras (películas, por su- tas populares que desde tiempos inmemoriales puesto, pero también fotografías y pinturas) que vienen celebrándose a lo largo y ancho de la piel se inscribirían dentro de una suerte de tradición de toro. Las muy variopintas maneras de inter- española de la representación visual (Zunzunegui pretar la Semana Santa, los festejos taurinos y 2015, 28). el carnaval que García Rodero encuentra en los La voluntad eminentemente provocadora de pueblos y aldeas de España le sirven para levantar algunas de sus imágenes, la querencia por los una monumental radiografía en blanco y negro

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Fig. 11. Joven torero junto a coches tuneados. Plano general Fig. 12. Bodegón. Plano general en el videoclip Pienso en tu en el videoclip Pienso en tu mirá, Rosalía, 2018 (minuto 1:22) mirá, Rosalía, 2018 (minuto 2:20)

de un país que nos recuerda al que hemos cono- medida, singular desarrollo, nos parecen espe- cido a través de los relatos o discursos ofciales, cialmente relevantes en términos de sentido. El

Asier Aranzubia Cob e Nieves Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier pero que al mismo tiempo se nos aparece radical- motivo del ramo de fores comparece hasta cua- mente distinto. No es extraño, pues, que Rosalía tro veces (planos 13, 39, 42 y 57) en Malamente. pensara en García Rodero cuando imaginó un La ausencia, en estos cuatro planos, de fguras videoclip en el que los símbolos de lo español humanas y el protagonismo de los objetos los servían de soporte para un discurso feminista. Un emparenta (aunque todavía no de una manera vídeo, además, en el que la idea fuerte que está tan evidente como en Pienso en tu mirá) con el detrás de la propuesta musical de El mal querer bodegón. Al menos en dos casos, la ubicación de (esto es, la fusión de la tradición famenca con la las fores justo debajo de una chica de calendario modernidad del pop y la electrónica) se encarna nos invita a pensar esos espacios concretos como en imágenes concretas como la del nazareno/ una suerte de altares improvisados en los que se skater o la mujer/toro. rinde culto (los cuatro planos están flmados en Y ya que hablamos de lo viejo y lo nuevo, los el taller mecánico) a la mujer: casi como si fuera retratos de camioneros posando en sus vehículos una de esas vírgenes que los aprendices de torero de trabajo y los de toreros jóvenes haciendo lo llevan tatuadas en su cuerpo. La cita más explícita propio junto a sus coches tuneados (fg. 11) que al género pictórico en cuestión la encontramos salpican ambos vídeos entablan un diálogo con en el otro videoclip de Canada y también, en esta el trabajo de una serie de fotógrafos españoles ocasión, el lugar de privilegio que la cantaora de contemporáneos que parecen empeñados en porcelana ocupa en el interior del bodegón invita prolongar aquella taxonomía de tipos humanos a pensar el conjunto como un altar en el que el que emprendiera el fotógrafo alemán August resto de los objetos harían las veces de ofrendas19 Sander en otro proyecto monumental, también (fg. 12). Como en los bodegones de Zurbarán y de corte etnográfco, titulado Hombres del siglo Sánchez Cotán los objetos quedan así imbuidos XX. Pensamos, por ejemplo, en esa serie de Car- de una cierta dimensión mística o espiritual. Ni los Sanva titulada 49cc compuesta por retratos de que decir tiene que en este tipo de operaciones, adolescentes españoles posando junto a esas casi que relegan a la mujer a un espacio ideal, ubicado motos de pequeña cilindrada que como ellos (han más allá de los límites de la realidad (el espacio dejado de ser niños, pero todavía no son adultos) propio de una virgen), hunde también sus raíces se encuentran un poco en tierra de nadie, a me- la violencia machista. Pero hay algo más: los ob- dio camino entre el ciclomotor y la moto. jetos del bodegón son, como no podía ser de otra Las alusiones, en ambos videoclips, a un gé- manera, típicamente españoles: una botella de nero pictórico que a pesar de no ser autóctono anís El mono, una cajetilla de cigarrillos Rex, un ha tenido entre nosotros un prolijo y, en cierta frasco de colonia Varón Dandy, ajos y frutas. Pero

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 113-128 El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en un videoclip de Rosalía 123 lo que llama la atención es que casi todos ellos para la que YouTube es, sin duda, un escaparate pertenecen a un tiempo que no es el de la historia fundamental. De igual modo, las citas a La maja que narra el videoclip. La botella de anís El mono, vestida de Goya en el videoclip de Di mi nombre. los cigarrillos Rex y la colonia masculina remiten Cap. 8. Liturgia (Henry Schofeld, 2018) y a los a un tiempo pasado. Parecen querer hablarnos molinos del Quijote en De aquí no sales. Cap. 4. de aquella España en la que el machismo era el Disputa (Diana Kunst y Mau Morgó, 2019) deben estado natural de las cosas. verse como la lógica prolongación de un proyec- to audiovisual coherente cuyas líneas maestras 7. A modo de conclusión quedan, en cierto sentido, fjadas por los dos ex- celentes vídeos musicales de Canada. En la bien urdida estrategia para asaltar los mercados internacionales que hay detrás de El La aparición de Rosalía en el último largome- mal querer, los videoclips juegan un papel pri- traje del cineasta español que mejor ha rentabili- mordial. En buena medida, Rosalía repite una zado la singularidad de la cultura española como operación que ha resultado exitosa en otras oca- ariete para penetrar en los siempre esquivos (para siones: utilizar la singularidad de lo local (y no hay el cine español) mercados internacionales, no es una música más pegada a un espacio geográfco sólo una feliz coincidencia. Además de un nuevo concreto que el famenco) para alzar así la voz en capítulo en el relato mediático de Rosalía al que medio de un marasmo global cada vez más satu- habrán de prestar atención los estudios futuros Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier rado de propuestas. El trabajo con la imaginería de su obra, su colaboración con Pedro Almodó- de lo español que está detrás de los videoclips var20 es también una llamada de atención sobre que ilustran y promocionan las canciones del dis- la vigencia de una fórmula en la que el olfato co debe entenderse, por lo tanto, como un epi- empresarial y el cuidado de la dimensión expre- sodio más dentro de una estrategia más amplia siva van de la mano.

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NOTAS 4 Por lo visto fue la propia Rosalía ña, Santiago. 2016. “El videoclip poste- quien pidió al equipo de Canada (la pro- levisivo actual. Propuesta metodológica 1 Coincidimos en lo sustancial ductora que está detrás de los vídeos de y análisis estético”. Revista Latina de con la posición que defenden Héctor Malamente y Pienso en tu mirá) que to- Comunicación Social, 71: 332-348). Fouce y Carlos García de la Vega en mara como referencia la obra de Bigas 8 Aunque anteriormente lo hemos torno al debate de la apropiación cul- Luna a la hora de diseñar el videoclip catalogado como videoclip narrativo, tural (Héctor Fouce, “¿Aduaneros de la (Álvaro Corazón, “Canada: Rosalía ha en puridad, Malamente es un vídeo tradición cultural?”, Revista Contexto, desacralizado los símbolos, que es lo musical híbrido en el que se mezclan y acceso el 20 de febrero, 2019https:// contrario de apropiárselos”, Jot Down, alternan dos de las tres categorías antes ctxt.es/es/20180822/Firmas/21285/ acceso el 20 de febrero de 2019, https:// mencionadas: la de actuación y la narra- Hector-Fouce-Rosalia-identidad-cultu- www.jotdown.es/2018/08/canada- tiva. ral-arte-musica-regionalismo-tradicion. rosalia-ha-desacralizado-los-simbolos- 9 De ninguna de estas acciones htm; Carlos García de la Vega, “Rosalía, que-es-lo-contrario-de-apropiarselos/ ). daba cuenta la letra de la canción. tonadillera”, Revista Contexto, acceso 5 Zunzunegui, Santos. 2007. Como tampoco lo hace de ninguna de el 20 de febrero, 2019. https://ctxt.es/ “Acerca del análisis fílmico: el estado de las que describiremos a continuación. es/20190213/Culturas/24444/Carlos- las cosas”. Comunicar, (29): 51-58, 55. Llegados a este punto urge, aunque Garc%C3%ADa-de-la-Vega-el-ministe- 6 Se ha especulado con la posibi- sea a pie de página, una rápida aclara- rio-Rosalia.htm). lidad de que Malamente fuera un co- ción sobre la forma en que la letra de la 2 Aunque utilizando diferentes mentario cifrado a la relación que Ro- canción se relaciona con las imágenes denominaciones, la mayoría de los estu- salía Vila Tobella mantuvo, hasta poco del videoclip: a la hora de nombrar los diosos identifcan tres categorías o tipos antes de que se editara el álbum, con diferentes grados de correspondencia Asier Aranzubia Cob e Nieves Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier de videoclip: los de actuación (aquellos Antón Álvarez Alfaro, más conocido entre la letra de la canción y las imáge- en los que el grueso del videoclip se como C. Tangana. El capítulo 1 de El nes que lo ilustran, Goodwin distingue consagra a la flmación de una actua- mal querer describe una relación tóxica entre “ilustración” (la correspondencia ción de la banda o del intérprete), los de pareja que termina con una toma de es muy signifcativa), “amplifcación” conceptuales (aquellos que intentan conciencia del personaje femenino. En (las imágenes van más allá de la letra: hacer sonar la música a través de las este sentido, el tórrido romance entre añaden acciones visuales) y “disyun- imágenes a partir de elaborados mon- C. Tangana y Rosalía que sugieren las ción” (no existe relación entre la imagen tajes visuales) y los narrativos (aquellos imágenes y sonidos de Antes de morir- y la palabra). En Malamente, el carácter que intentan contar una historia por me, puede leerse como el precedente eminentemente no-narrativo de la letra muy embrionaria que esta sea). Es pre- armonioso de una relación de la que en impide que exista una relación directa ciso señalar que estas categorías no Malamente se nos contaría su reverso o entre las imágenes y la palabra. Por lo son puras, en el sentido de que lo más su deterioro. De todos modos, no con- tanto, no podríamos hablar de “ilustra- habitual es encontrarse videoclips que viene olvidar que Antón Álvarez fgura ción”, pero tampoco de “disyunción” nacen de la combinación de varias. En como co-autor de la letra de Malamen- porque el sentido último de esa breve este punto se recomienda la consulta te (donde también hace ad-libs) y de sucesión de imágenes o metáforas que de Lynch, Joan D. 1984. “Music video: otras siete canciones del disco. Aunque es la letra de Malamente sí va a ser re- From performance to dada-surrealism”. el vídeo, que es de lo que nos ocupamos cuperado por el relato audiovisual. Es Journal of Popular Culture, vol. 18 (1): en este artículo, se realizó meses más decir, la letra de la canción y el videoclip 53-57); Carlsson, Sven E. 1999. “Au- tarde (cuando la pareja ya había roto) hablan de lo mismo: de una mujer que diovisual poetryor Commercial Salad of cuesta trabajo pensar que sus imágenes ha decidido poner punto fnal a una re- Images”. Musiikinsuunta (2): 5-12; Ana sean, en realidad, un ajuste de cuentas. lación de pareja enfermiza. De las tres María Sedeño, “El videoclip musical en Aunque también es verdad que ese “Y categorías de Goodwin sería, por lo el contexto del lenguaje audiovisual”, también a quien me rompió el corazón” tanto, la de “amplifcación” la que me- en Historia, estética e iconografía del que cierra en solitario, y después de un jor describiría el tipo de relación que se videoclip musical, ed. por Juan Antonio punto y aparte, los agradecimientos del establece entre la letra y las imágenes Sánchez López y Francisco García Gó- disco, parece ir destinado al único cola- de Malamente. Se recomienda consul- mez (Málaga: Servicio de publicaciones borador de El mal querer cuyo nombre tar Andrew Goodwin, Dancing in the de la Universidad de Málaga, 2009), no se cita en los agradecimientos. distraction Factory: Music television and 17-42; Selva, David. 2009. “El videoclip 7 La estructura de la letra de la popular culture, (Minneapolis: Universi- como herramienta de comunicación canción (tres estrofas entre las que se ty of Minnesota Press, 1992). comercial del sector fonográfco”. PhD va intercalando el estribillo) marca la 10 Según ha comentado Rosalía, el diss., Universidad de Sevilla. estructura, también en tres bloques, disco está inspirado en una novela anó- 3 No se nos escapa que el videoclip del videoclip. A la correspondencia en- nima del siglo XIII titulada El roman de es sobre todo un vehículo comercial y tre ambos elementos Simeon (1992) la la famenca en la que aparece uno de que la provocación es una herramienta denomina “correspondencia sintagmá- los primeros personajes femeninos acti- publicitaria muy efectiva especialmente tica” (citado en Sedeño Valdellós, Ana; vos (dentro de un triángulo amoroso, en en tiempos de redes sociales. Rodríguez López, Jennifer y Roger Acu- este caso) de la literatura medieval.

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11 Suponemos que no es necesario 15 El hogar y el camión como espa- dirigida al espectador que podría tradu- recordar que Bardem y Cruz se conocie- cios para un confnamiento. La salida cirse de la siguiente manera: “los ojos ron durante el rodaje de esta película. del camión es, en los dos vídeos, sinó- con los que miras el resto de las pelícu- Aunque habrían de pasar todavía unos nimo de emancipación. las no te van a servir en esta que acaba cuantos años para que fraguara su rela- 16 No nos parece casual que ese de comenzar”. ción de pareja, el germen de la misma alambicado plano flmado desde el pun- 19 La forma en la que está flmado parece que estuvo aquí. to de vista de un toro sea el que preceda el momento en que el toro mecánico deposita el cuerpo sin vida de Rosalía 12 A partir de esa fecha, los vi- a esos tres planos, unidos por el monta- en el camión, redunda en esta idea de deoclips comienzan a desaparecer de la je (cabeza de toro / ojo / aceituna), que culto religioso. El desplazamiento cere- parrilla de la cadena musical y su lugar acabamos de mencionar. ELLA piensa monioso del vehículo, la estilizada dis- es ocupado por realities. en la mirada celosa de ÉL justo después de que la hayamos visto, sentada en la posición del cuerpo sobre la plataforma 13 Algo que sucede, sobre todo, en cama, imaginando las consecuencias y la forma en que está iluminado otor- aquellos videoclips que tienen detrás dramáticas que los celos de Él pueden gan a la escena una inequívoca dimen- una apuesta económica superlativa, tener para su integridad física. sión sacrifcial y a Rosalía esa condición es decir, aquellos que hacen de las di- de Virgen que ya estaba implícita en las 17 El video que Canada ha realizado mensiones del proyecto un activo pu- letras de El mal querer y en las imáge- para la banda Scissorsisters –Invisible blicitario. Thriller (John Landis, 1983) nes de Filip Custic que ilustran el álbum light (Canada, 2010)– está construido de Michael Jackson, sería el ejemplo y que los videoclips han amplifcado. en buena medida a partir de la imagine- fundacional de esta tipología. Se reco- Pensamos, por ejemplo, en el aura que ría buñueliana. Y en el que han hecho mienda consultar Caro Oca, Ana María. dibujan en torno a la cabeza de Rosalía para Tame Impala –Theless I Know the Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier las manos de las mujeres del cuerpo de 2014. “Elementos narrativos en el vi- better (Canada, 2015)– se recurre tam- baile en Pienso en tu mirá y que la em- deoclip: desde el nacimiento de la MTV bién a los emparejamientos gráfcos. parentan con algunas de las imágenes a la era YouTube (1981-2011)”. PhD 18 Al ser el propio Buñuel quien sec- de la Virgen que coronan los pasos de diss., Universidad de Sevilla: 89. ciona el ojo de la mujer (y además en los la Semana Santa. 14 No estamos seguros de que sea primeros compases del flm) el alcance 20 Fue el profesor José Ángel Es- una aceituna, pero de entre los alimen- de ese gesto adquiere una dimensión teban quien nos puso tras la pista de tos que guardan un cierto parecido con enunciativa como se expone en Jenaro las concomitancias entre ambas pro- el ojo de un toro este es el que más fá- Talens, El ojo tachado. (Madrid: Cáte- puestas. A él y al profesor Juan Ignacio cilmente podemos asociar a un contex- dra, 1986). Ese ojo tachado de la mujer Gallego, que nos animó a escribir sobre to inequívocamente español. funcionaría así como una advertencia videoclips, está dedicado este artículo.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 113-128 126 El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en un videoclip de Rosalía REFERENCIAS García Rodero, Cristina. España oculta. Barcelo- na: Lunwerg, 1989. Aranzubia, Asier, Zumalde, Imanol, y Santos Zunzunegui. “Viaje a Ítaca. El caso de las Goodwin, Andrew. Dancing in the distraction Fac- adaptaciones al cine español de dos nivo- tory: Music television and popular culture. Min- las de Unamuno.” Signa. Revista de la Aso- neapolis: University of Minnesota Press, 1992. ciación Española de Semiótica 19 (2010): Gubern, Román. “La tía Tula.” En Antología crí- 213-234. https://doi.org/10.5944/signa. tica del cine español 1906-1995, editado por vol19.2010.6392 Julio Pérez Perucha, 561-563. Madrid: Cáte- Bousselham, Dina. “Rosalía y la idea de Espa- dra/Filmoteca Española, 1997. ña.” El Diario, Julio 30, 2018. https://www. Lynch, Joan D. “Music Videos: From performan- eldiario.es/tribunaabierta/Rosalia-idea-Espa- ce to dada-surrealism.” Journal of Popular na_6_798330177.html Culture 18, no. 1 (1984): 53-57. https://doi. Carlsson, Sven E. “Audiovisual poetry or Com- org/10.1111/j.0022-3840.1984.1801_53.x mercial Salad of Images.” Musiikinsuunta 2 Mulvey, Laura. Placer visual y cine narrativo. Ma- (1999): 5-12. drid: Episteme, 1994. Caro Oca, Ana María. Elementos narrativos en el Pérez Rufí, José Patricio, Gómez Pérez, Francisco Asier Aranzubia Cob e Nieves Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier videoclip: desde el nacimiento de la MTV a la Javier, y José Luis Navarrete Cardero. “El vi- era YouTube (1981-2011). PhD diss. Universi- deoclip narrativo en los tiempos de YouTube.” dad de Sevilla, 2014. Sphera Publica 2, no. 14 (2014): 36-60. Corazón, Álvaro. “Canada: Rosalía ha desacra- Sedeño Valdellós, Ana. “El videoclip musical en lizado los símbolos, que es lo contrario de el contexto del lenguaje audiovisual.” En His- apropiárselos.” Jot Down, 2018. https://www. toria, estética e iconografía del videoclip mu- jotdown.es/2018/08/canada-rosalia-ha-desa- sical, editado por Juan Antonio Sánchez López cralizado-los-simbolos-que-es-lo-contrario-de- y Francisco García Gómez, 17-42. Málaga: apropiarselos/ Servicio de publicaciones de la Universidad de Málaga, 2009. Cruz de la Peña, Silvia. “Rosalía. Baile, pop y Sedeño Valdellós, Ana, Rodríguez López, Jen- palos.” Rockdelux 374 (Julio-Agosto 2018): nifer, y Santiago Roger Acuña. “El videoclip 8-11. postelevisivo actual. Propuesta metodológica De la Vega, Carlos. “Rosalía tonadillera.” Re- y análisis estético.” Revista Latina de Comuni- vista Contexto, Febrero 15, 2019. https:// cación Social 71 (2016): 332-348. https://doi. ctxt.es/es/20190213/Culturas/24444/Carlos- org/10.4185/RLCS-2016-1098 Garc%C3%ADa-de-la-Vega-el-ministerio- Selva, David. El videoclip como herramienta de Rosalia.htm. comunicación comercial del sector fonográ- Eco, Umberto. Lector in fabula. Barcelona: Lu- fco. PhD diss., Universidad de Sevilla, 2009. men, 1981. Simeon. “Programmi narrative e stratifcazio- Fouce, Héctor. “¿Aduaneros de la tradición cul- ni del sensonella música per flm. Il caso di tural?” Revista Contexto, Agosto 22, 2018. “Entr’acte.” En Atti di Secondo Convegno https://ctxt.es/es/20180822/Firmas/21285/ Europeo di Analisi Musicale, ed., Rossana Hector-Fouce-Rosalia-identidad-cultural-arte- Dalmonte y Mario Baroni, 389-399. Trento: musica-regionalismo-tradicion.htm. Universita degli Studi di Trento, 1992. García de la Vega, Carlos. “Rosalía, tonadillera.” Talens, Jenaro. El ojo tachado. Madrid: Cátedra, Revista Contexto, Febrero 15, 2019. https:// 1986. ctxt.es/es/20190213/Culturas/24444/Carlos- Viñuela, Eduardo. “El videoclip del siglo XXI: el con- Garc%C3%ADa-de-la-Vega-el-ministerio- sumo musical de la televisión a internet.” Mu- Rosalia.htm. siker: cuadernos de música 20 (2013): 167-185.

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Zunzunegui, Santos. “Acerca del análisis fílmico: Zunzunegui, Santos. “Treinta años no es nada (o el estado de las cosas.” Comunicar 29 (2007): por qué y cómo seguimos hablando de cine 51-58. vasco).” En Euskalzinema: cinema gileenhi- Zunzunegui, Santos. Historias de España. De qué rubelaunaldi / Cine Vasco: tres generaciones hablamos cuando hablamos de cine español. de cineastas, editado por Joxean. Fernández, Santander: Shangrila, 2018. 21-32. San Sebastián: Euskadiko Filmategia / Filmoteca Vasca, 2015. Asier Aranzubia Cob e Nieves Limón Serrano Cob e Nieves Aranzubia Asier

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6135

PRÉSTAMOS, INTERCAMBIOS Y ROBOS COMPOSITIVOS EN EL CUBISMO SINTÉTICO PARISINO DE FINALES DE LOS AÑOS DIEZ

Belén Atencia Conde-Pumpido Universidad de Málaga

Data de recepción: 2019-07-04 Data de aceptación: 2020-07-03 Contacto autora: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7926-9536

RESUMEN Al inicio de la Primera Guerra Mundial el grupo cubista se reorganiza. Los límites antes establecidos entre aquellos que exponían en los salones y los cubistas contratados por Kahnweiler desaparecen y todos ellos pasarán a integrar un único grupo. Aparecen nuevas técnicas y temáticas que hacen dudar a algunos sobre la legitimidad de ciertos integrantes del nuevo grupo cubista. Algunas de estas dudas son plasmadas en artículos frmados por aquellos que en un principio, parecen defender el movimiento ante la imperante demanda del retorno al orden. Este artículo pretende sondear las similitudes presentes en algunas de las obras realizadas por algunos de estos artistas con el fn de establecer posibles préstamos e infuencias que pudieran justifcar sus interrelaciones. Palabras clave: vanguardias artísticas, cubismo, guerra, galería L’Effort Moderne, Léonce Rosenberg

ABSTRACT The Cubists reorganised at the beginning of the First World War. The boundaries that had hitherto existed between the artists who exhibited in the salons and the Cubists commissioned by Kahnweiler disappeared as they merged to form a single group. The emergence of new techniques and themes caused some to doubt the legitimacy of certain members of this new formation. Some of these doubts are expressed in articles written by those who, at frst, seemed to defend the movement against the prevailing demand for a return to order. This paper aims to explore the similarities in some of these artists’ works with a view to identifying possible loans and infuences that could explain the interre- lationships between them. Keywords: artistic avant-gardes, Cubism, war, L’Effort Moderne Gallery, Léonce Rosenberg

Críticas y susceptibilidades rompecabezas que para los historiadores del arte Cuando Pierre Reverdy inauguró la revista constituiría esta afrmación. No fue el único en Nord-Sud aseverando su disgusto frente a esos encontrar “poco cubista” la temática retratística, pseudo-cubistas, quienes pretendiendo hacer todo hay que decirlo. Amédée Ozenfant arrojaba retratos a la manera cubista, olvidan que el ob- similares acusaciones en su neonata L’Élan contra jetivo último es el de crear un cuadro y no una los cubistas primarios, cuya última voluptuosidad cabeza construida según las nuevas leyes del arte era la de sacar a golpe de escuadra la cara de (Reverdy 1917), seguramente nunca imaginó el sus mujeres (Ozenfant, 1916). La crítica resulta

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 129-144 130 Préstamos, intercambios y robos compositivos en el cubismo sintético parisino Belén Atencia Conde-Pumpido Atencia Belén

Fig. 1. Juan Gris, Muchacha con mandolina, 1916, óleo sobre lienzo, 92 x 60 cm, Kunstmuseum de Basel Fig. 2. Juan Gris, Retrato de Josette, 1917, óleo sobre tabla, cuanto menos curiosa, considerando que ambos 116 x 73 cm, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid se habían posicionado desde el inicio de la con- tienda del lado del cubismo y que, en estos años no podemos olvidar las exposiciones celebradas en los que se demanda taxativamente le rappel à ente 1915 y 1916 en el seno del taller de costura l’ordre, tanto uno como otro muestran una clara de Mme. Germaine Bongard, hermana de Paul voluntad de mantener viva la vanguardia. Poiret, en las que el propio Ozenfant elegía las Pero, ¿de qué o de quiénes necesitaba ser de- obras a exponer, o las asociaciones Art et Liberté fendido el cubismo? Lo cierto es que un poco de y Lyre et Palette, en las cuales se organizaban todo y de todos. El desmembramiento de la vida con cierta frecuencia exposiciones y encuentros artística parisina entre 1914 y los primeros años artísticos que llegaron a tener cierta relevancia. de la década de los veinte, no le pusieron las Pese a ello, sin lugar a dudas, el intento más cosas fáciles. Al forzoso exilio de Kahnweiler y el loable por restaurar la red expositiva en el ámbito reclutamiento de no pocos de sus miembros, se parisino, se le debe a André Salmon, quien, con une la diáspora artística de aquellos que tuvieron el patrocinio de Poiret, organiza la más relevante la suerte de no ser llamados a flas1. Las galerías exposición de estas fechas en el Salon d’Antin cerraron, los coleccionistas y compradores se del 109 de Faubourg Saint Honoré, bajo el título marcharon y a París no le fue sencillo revivir cul- de Art Moderne en France2. Una profundización turalmente de los horrores de la guerra. Sabemos en las pocas publicaciones de las que tenemos que se mantuvieron, aún con muy escasa activi- noticia sobre todas estas exposiciones demues- dad, la Galerie Weill, la Boutet de Monvel, la Paul tra dos cuestiones fundamentales. De un lado, Guillaume y la Bernheim Jeune. Además de ello, la convicción por parte de crítica y público de

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 129-144 Préstamos, intercambios y robos compositivos en el cubismo sintético parisino 131 que la mayor parte de ellas eran exposiciones de cionaron los propios cubistas ante estos cambios? carácter marcadamente cubista; de otro, la im- ¿Quiénes de entre ellos infuía sobre los demás? periosa necesidad de superar el movimiento que, ¿Consideraban ellos mismos al igual que Rever- a tenor de lo expuesto, no tenía ya nada nuevo dy que el grupo albergaba cubistas de primer y que aportar3. segundo orden? Veámoslo. A Léonce Rosenberg sin embargo, no le pare- cía que el cubismo no tuviese nada que aportar, Temáticas afnes: el auge del retrato fe- más bien todo lo contrario. El joven y ambicioso menino en el cubismo sintético. Relaciones marchante no duda en aprovechar la marcha de entre vanguardia y tradición y más allá Kahnweiler para concitar en torno suyo a los cu- Si volvemos sobre las proclamas de Reverdy y bistas que no habían marchado al frente como Ozenfant acerca de los retratos cubistas quizás Gris y Picasso –además de a Metzinger, Braque y

debiéramos preguntarnos quién, de entre los Conde-Pumpido Atencia Belén Léger cuando volvieron de él–, con el fn de abrir una galería exclusivamente cubista al fn de la cubistas, realizó un retrato de su mujer. Cues- ta creer que Reverdy, tan unido a Juan Gris, se guerra que habría de llamarse L’Effort Moderne4. Además de ello, Rosenberg no duda en integrar refriera al madrileño, pero lo cierto es que éste en la aún iniciática galería a algunos artistas an- había sido uno de los primeros en ahondar en teriormente cézannianos que justo en estos años las posibilidades retratísticas del cubismo durante deciden dar el salto al cubismo, como es el caso estos años con su reinterpretación de Muchacha de María Blanchard, Jacques Lipchitz, Diego Ri- con mandolina de Corot de 1916, en el Kunst- vera, Henri Laurens o Gino Severini. Y he aquí el museum de Basel (fg. 1), que a su vez le serviría quid de la cuestión. A aquellos de contrastada ex- de modelo para el Retrato de Josette de 1917 periencia cubista se unían ahora algunos nuevos del Reina Sofía de Madrid (fg. 2), a la sazón su llegados que despiertan los recelos de puristas y mujer. Todo un despropósito para el madrileño si detractores, que encuentran en ellos voluntades lo vemos desde esta óptica. Pero cuestionemos asociativas inducidas por cuestiones más de ín- primero el por qué de estos retratos. dole comercial que artístico. Los préstamos en las obras de Gris de 1916 Volvamos ahora a Reverdy. El poeta, fuerte- y 1917, de composiciones análogas a los maes- mente unido al cubismo desde su propia géne- tros de la tradición francesa –y en particular en sis, se suma de manera entusiasta al proyecto de Muchacha con mandolina–, se justifcan por la Rosenberg y al cenáculo cubista, cada vez más obstinación plural y al tiempo pluralizada a todos amplio. Tal sería su ímpetu que la propia Nord los ámbitos de la vida durante estos años, in- Sud sería considerada por el resto de la crítica cluido el artístico-cultural, de regresar a valores y como el órgano teórico de la futura galería5, mo- modelos propios en un intento, si acaso absurdo, tivo por el cual resultan aún más incomprensibles de encontrar refugio en lo conocido frente a lo sus invectivas. Asumida por parte del poeta la devastador de la guerra6; el ya comentado impe- existencia de un único grupo cubista en torno rativo de volver al orden. No son pocos los que, a la fgura de Rosenberg, sus afrmaciones solo amparados en esta justifcación, han estudiado pueden hacernos pensar en la posibilidad de que los paralelismos entre la paleta cromática de Gris considerase que en él se hallaban intrusos. durante estos iniciáticos años de la guerra y la de Algunas cosas habían cambiado con anterio- Zurbarán7, o que han insistido en lo apabullante- ridad al estallido de la guerra. Muchas, en reali- mente ingresco de la producción cubo-clasicista dad. Los cubistas de salón y los contratados por de Picasso por las mismas fechas. La conjugación Kahnweiler –considerados por muchos, líderes de clasicismo y vanguardia, en primera instancia del movimiento– se fusionaban ahora en un úni- quizás exclusivamente limitada a meros paráme- co grupo al que se unían nuevos adeptos; las téc- tros compositivos, es clara durante estos años. nicas evolucionaban buscando nuevos caminos, Además de ello, lo que no se puede negar es el uso del color planteaba nuevas posibilidades, que los años de la guerra supusieron un boom las temáticas se ampliaban… ¿Pero cómo reac- del retrato femenino cubista.

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Fig. 4. Gino Severini, Maternidad, 1916, óleo sobre lienzo, 65 x 92 Museo de la Academia, Cortona Fig. 3. Juan Gris, Mujer sentada, 1917, óleo sobre tabla, 116 x 73 Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid Pero volvamos por el momento a los retratos fe- meninos. Hablábamos de un boom. No sólo Gris vuelve a insistir con el ya mencio- nado Retrato de Josette de 1917; ese mismo año Diego Rivera, María Blanchard y Gino Seve- pinta Mujer sentada del Thyssen Bornemisza (fg. rini ahora reconvertidos al cubismo, participan 3), diametralmente opuesta a las dos anteriores, igualmente de la tendencia retratística femeni- na, coincidiendo además en la factura de algunas en las que claramente podía apreciarse el ascen- maternidades9. Dos de ellas, ambas de Severini, diente composicional clasicista. En Mujer sentada nos interesan particularmente por la refexión que hay otras infuencias. Nos sentiríamos tentados suponen en torno a las posibilidades ofrecidas a decir que de tipo africano, sobre todo si aten- por la conjugación de vanguardia y tradición, demos a los rasgos faciales, similares a los de además de constituir una fagrante evidencia de una máscara. ¿Infuencias africanas en la obra las claras oscilaciones del italiano entre ambas de Gris? Nada encontramos en su obra anterior vertientes, que lo llevarían a involucrarse en el a estas fechas de mínimo infujo africano. Y sin cubismo durante los años de la guerra y a virar embargo, en 1916, un año antes, Gris conoce a a partir de los años veinte hacia el clasicismo10. Lipchitz, escultor lituano que frma un contrato De un lado tenemos la Maternidad de 1916 en exclusiva con Rosenberg ese mismo año pa- del Museo de la Academia de Cortona (fg. 4), sando a formar parte del grupo cubista, quien de claro corte clasicista, de otro Mujer con planta además poseía una extensísima colección de arte verde de 1917 en colección privada (fg. 5), cuyo africano y que terminaría por convertirse en uña título ha hecho sin lugar a dudas pasar por alto y carne del pintor8. No parece ser una casualidad. el hecho de que manifestamente constituye la

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Fig 5. Gino Severini, Mujer con planta verde, 1917, óleo sobre lienzo, 60 x 92, colección privada

Fig. 6. Gino Severini, La Modista, 1916, xilografía sobre papel reinterpretación cubista de la anterior. Llaman japonés, 18,3 x 12,7 cm, Art Institute of Chicago particularmente la atención en ellas la exacta estructura composicional, la igual posición de la (fg. 6), muestra a la protagonista de pie, frente al cabeza de las protagonistas, su idéntico peinado, espectador. Tras ella, la mesa de trabajo donde se su análoga manera de sujetar al bebé y a la plan- disponen las telas en las que trabaja. Algunos han ta, e incluso los equivalentes posicionamientos apuntado que Picasso vio uno de estos diseños de éstos con respecto al seno de la protagonista. en casa de Apollinaire antes de marchar a Roma Comparemos ahora Mujer con planta verde y Re- para la preparación de los decorados del Ballet trato de Josette de Gris, y comprobaremos que se Ruso de Parade y que éste infuyó enormemente tratan juegos relacionales parecidos. En este caso, en La Italiana de la E.G. Bührle Collection (fg. 7)12. no es solo el motivo objeto del cuadro el equi- Otros, sin embargo, hallan mayores similitudes parable; son los planos utilizados para su conse- con Mujer con mandolina de Gris (Silver 1985, cución los que nos hablan de un espíritu común 49). Es cierto que hay detalles análogos entre es- en las obras de estos artistas y en las profundas tas dos últimas, no sólo a nivel compositivo, pues- refexiones que la conjugación de modernidad y to que ambas comparten idéntica posición de tres tradición supusieron para ellos. cuartos; también los hay en la utilización de los planos que componen las fguras, sobre todo en La temática retratística femenina, con inde- aquellos que resuelven los hombros y el pecho pendencia de sus relaciones con composiciones de las protagonistas. Sin embargo, la propuesta de infujo clasicista, interesa particularmente a Se- de Picasso tiene un componente más prototípi- verini11. Entre 1914 y 1916 el pintor lleva a cabo co, más vernáculo. El propio título del cuadro, La una serie de dibujos, xilografías y aguafuertes, Italiana, nos está indicando que Picasso no está de muy similar composición y casi en su totalidad representando aquí la transposición cubista de bajo el título de La Modista. Corot o de Ingres, sino la de una mujer de las Una de sus modistas en particular, fechada en muchas que pudiera haber visto en Roma durante 1916 y conservada en el Art Institute of Chicago su estancia o el arquetipo de todas ellas. O tal vez

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Fig. 7. Pablo Picasso, La Italiana, 1917, óleo sobre lienzo, 149 x 101,5 cm, E.G. Bührle Collection, Zurich Fig. 8. Auguste Dominique Ingres, Retrato de Madame Mallet, 1809, grafto sobre papel, 29 x 19,6 cm, colección privada no; veamos qué sabemos acerca de las infuen- cias en La Italiana. Sabemos, por los testimonios 1809 de Ingres (fg. 8), arguyendo que en las de una foto conservada en el Archivo Primoli de cartas que Jean Cocteau enviaba a su madre du- Roma, y una acuarela del pintor italiano Alberto rante la estancia en Roma con Picasso, se afrma Collina, que en los entornos de Plaza de España que el malagueño no dejaba de ensalzar al pintor se reunían, vestidas a la manera tradicional ita- francés, proclamando su primacía sobre los italia- liana, vendedoras de fores que, al igual que la nos (Cocteau 1917, 297). Que Picasso, conscien- protagonista de Picasso, portaban su mercancía te o inconscientemente, recurriese a infuencias en cestas (Moncada 2007, 14). También sabemos franco-tradicionalistas para la elaboración de La que en Via Margutta, donde se hospedaba el ma- Italiana, ya fuesen a través de la obras de los pro- lagueño, eran frecuentes las modelos, vestidas pios maestros de la tradición francesa, ya fuesen con traje regional prototípico del Lacio, que al a través de Femme à la mandoline de Gris, resulta igual que las anteriores repartían, en este caso sin lugar a dudas tentador para los historiadores fotografías propias en las que posaban ligeras del arte. Pese a ello, cuando nos referimos a Pi- de ropa, con la esperanza de encontrar trabajo casso y sus infuencias, el abanico suele ser bas- entre los artistas (Moncada 2007, 14). Pero trate- tante más amplio. Es probable que Picasso tuviese mos de ver más allá de la protagonista en sí. Tras a Ingres y a Corot presentes durante su estancia ella, a través de lo que podemos intuir como una en Roma, y que además estuviese interesado por ventana, distinguimos la Basílica de San Pedro del las posibilidades que sugería la revisión cubista de Vaticano, que sitúa inequívocamente la escena. la obra de este último por parte de Gris. Es más Carandente (1981, 49) ha querido ver aquí una que probable que Picasso viese a las vendedoras clara alusión al Retrato de Madame Mallet de de fores de la Plaza de España en sus paseos con

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Fig. 10. Gino Severini, Estudio para Ciociara, 1918, grafto so- bre papel, 16 x 14 cm, colección privada

en ambas composiciones podríamos decir que Fig. 9. Harry Lachman, Léonide Massine como prestidigitador chino en el Ballet Ruso de Parade, 1917, negativo fotográfco, aparece una ventana. Podríamos decir porque la Victoria & Albert Museum, Londres ventana real en La Modista se sitúa en el mismo lugar que en La Italiana, pero pareciera en este Cocteau y que viese, hablase y hasta pagase a caso, que lo que Picasso retiene en su memoria alguna de las modelos de Via Margutta vestidas como ventana es el póster en el que aparece re- regionalmente para que posase para él. Quizás presentado el personaje chino a la derecha. De sea menos probable que el Retrato de Madame hecho, podríamos aventurarnos a decir que ese Mallet, con su vista de la Basílica de San Pedro lo pequeño detalle, tan banal en apariencia, infuyó inspirasen para La Italiana. en Picasso mucho más de lo que pareciese en un Volvamos de nuevo a La Modista de 1916 de primer momento y no sólo en La Italiana. Así lo Severini. Es complicado a primera vista saber si la evidencia el que uno de los personajes principales indumentaria que lleva la protagonista responde de Parade, a quien estelarmente daría vida Léoni- a una tipología propia o si es el resultado de la de Massine, sería un prestidigitador chino al que conjugación de varias telas sobre las que pueda hemos querido relacionar con Chung Ling Soo encontrarse trabajando, pero en apariencia re- (fg. 9), ilusionista americano que se hacía pasar sulta bastante similar a la de los trajes regionales por chino, que ofrecía exitosos números de magia italianos que Picasso pudo ver en Roma. Varios en París desde 1909, y que terminaría muriendo detalles son coincidentes en ambas composicio- en 1918 de un tiro errado durante un espectácu- nes. De una parte, el brocado de los trajes, muy lo (Steinmeyer 2005). Parece por tanto probable similares entre ellos; de otra el hecho de que que, tanto Picasso como Severini, ambos amantes ambas protagonistas lleven collar –detalle que de la Commedia dell’Arte, lo circense y la farán- Picasso recuperará para el segundo gran lienzo dula, hubiesen frecuentado los espectáculos de resultante de su estancia en Roma, Arlequín y Chung Ling Soo en París, que Severini lo retratase mujer con collar del Musée National d’Art Mo- de manera casual en una de sus xilografías, que derne de París–, y por último, la igualitaria reso- a su vez fuese vista por Picasso en el estudio de lución de los tocados. Pero no sólo esto. También Apollinaire, y que una vez en Roma, Picasso, asi-

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Fig. 11. Diego Rivera, Paisaje Zapatista, 1915, óleo sobre lien- zo, 145 x 125, Museo Nacional de Arte, Ciudad de México

milador febril de injerencias13, se valiera de todo ello para la elaboración de La Italiana y de Parade. Fig. 12. Pablo Picasso, Hombre apoyado sobre una mesa, No olvidemos volver ahora a Mujer sentada de 1915, óleo sobre lienzo, 282 x 421, Pinacoteca Giovanni e Gris, aquella de aparentes infuencias africanas. Marella Agnelli, Turín Carandente fnalizaba las interrelaciones de Se- verini y Picasso en torno a La Italiana afrmando Sin embargo, sobre este último y sus publica- que, a su vez, ésta última serviría de modelo al ciones en Nord Sud deberíamos detenernos por italiano para La Ciociara de 1918, en colección un instante. En la aportación de Derouet para el privada. Comparen sin embargo Mujer sentada catálogo de exposición de la muestra dedicada al y Estudio para la Ciociara, en colección privada Arte de América Latina organizada por el Pompi- e igualmente datada en 1918 (fg. 10). No cabe dou hace ya algún tiempo (Derouet 1992, 60), se duda de que Severini tuvo muy presente la obra relatan los pormenores de la disputa mantenida de Gris para este estudio. entre Rivera y Reverdy en el transcurso de una cena en casa de André Lhote, que terminaría con la bofetada del primero al segundo, el orgullo he- ¿Robos compositivos o similitudes com- rido del joven y henchido poeta y su consiguiente posicionales? venganza, pluma en mano, en los sucesivos nú- Hagamos por un momento un alto en el ca- meros de Nord Sud14. mino. Como hemos visto, tanto cubistas conso- Parece ser, y así lo defende Derouet, que Ri- lidados como recién llegados, se sienten atraídos vera se sintió aludido ante las acusaciones de Re- por las posibilidades del retrato femenino y todos verdy acerca de los retratos cubistas y de ahí el ellos, indiscriminadamente, infuyen los unos so- resto de la historia. Es complicado estar seguros. bre los otros. Hasta el momento por tanto, sin Es cierto que el pintor vende a Rosenberg una explicación fehaciente de el por qué de las acu- serie de seis retratos que podrían haber sido su- saciones de Ozenfant y Reverdy. jeto de los ataques, pero el recibo de la compra

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Fig. 13. Pablo Picasso, Naturaleza muerta con paisaje, 1915, óleo sobre lienzo, 140 x 120 cm, Meadows Museum, Dallas tiene fecha de marzo de 1918 (Rivera, 1918) y no se conserva entre su correspondencia ninguno anterior a éste cuyo concepto sea el de retrato. El motivo que pudiera haber llevado a Rivera a sentirse aludido podría por tanto, haber sido otro. Y ciertamente, motivos existían. El pintor no se había granjeado la mejor de las famas entre sus compañeros de galería. Muy uni- do a Picasso, con el que pasa tiempo discutiendo de arte y de política (Rivera, 1960, 104), no du- Fig. 14. Diego Rivera, Maternidad. Angelina y el niño Diego, dará sin embargo, en acusarlo frente a todos de 1916, óleo sobre lienzo, 134, 5 x 88,3, Museo de Arte Carrillo Gil, Ciudad de México robo compositivo. Y lo cierto es que resulta evi- dente la relación, tanto compositiva como formal, berg del Pompidou ninguno de ellos que atesti- entre Paisaje Zapatista de 1915, en Museo Nacio- güe la factura de retratos por parte de Rivera en nal de Arte Ciudad de México de Rivera (fg. 11) las fechas anteriores a la publicación del primer y Hombre apoyado sobre una mesa, del mismo número de Nord Sud, pero sí sabemos que, al año, en la Pinacoteca Giovanni e Marella Agnelli igual que Severini y Blanchard, éste lleva a cabo, de Turín, de Picasso (fg. 12), tal y como indica al menos, una maternidad en la que se retratan Favela (1984, 103), o incluso Naturaleza muerta a la por entonces su mujer, Angelina Beloff, y con paisaje del Meadows Museum de Dallas (fg. al pequeño que ambos tuvieron (fg. 14) y que 13) como ha querido ver Hamill (1999, 68). Ello, moriría con poco más de un año, víctima de una unido al estrecho trato comercial de Rivera con neumonía sufrida durante un invierno que acu- algunos coleccionistas a espaldas de Rosenberg15, chilló a París. Quién sabe si la desazón provocada y la considerada por sus compañeros de galería, superproducción de naturalezas muertas al estilo por heridas no cerradas pudiera haber hecho al cubista, termina por enfrentar a muchos de ellos pintor magnifcar las afrmaciones de quien no dejaba de ser un joven y apasionado poeta. con el mejicano16. Los numerosos desencuentros entre unos y otros terminarían saldándose con la precipitada y no sencilla salida de Rivera del Conclusiones 17 grupo cubista . Hemos aquí ahondado en los préstamos e Cierto es, por tanto, que no encontramos en- intercambios compositivos llevados a cabo por tre los recibos conservados en los fondos Rosen- los cubistas del grupo Rosenberg en torno al re-

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trato en el cubismo sintético de los años de la Loches, huyendo de la Grosse Bertha21. Capítulo guerra por lo para algunos, incomprensible de aparte merecerían los intercambios entre Gris y las afrmaciones de Reverdy y Ozenfant sobre el Lipchitz, quienes tanto compartieron22. Capítulo tema18, pero este artículo bien podría haber ver- aparte merecerían igualmente las interesantísi- sado acerca de otro tipo de préstamos. Podría- mas interrelaciones que mantuvieron Braque y mos por ejemplo haber hablado sobre la análoga Laurens y que bien han valido la organización de utilización de formas ondulantes, orgánicas, casi ciertas muestras a tal efecto23, o lo que supuso intestinales, que utilizaban Blanchard o Metzin- para este último y para Gris la temática de las ger para conformar algunas de las botellas de botellas en las construcciones del primero y los sus bodegones19, y que estaban ya presentes en lienzos del segundo. algunos de los dibujos de Picasso de 1915 y 1916 (Richardson 1996, 364); o de la utilización por Salvando los posibles e inevitables desencuen- tros, lógicos entre colegas de profesión, y vencido Belén Atencia Conde-Pumpido Atencia Belén parte de algunos de ellos de la decoración punti- llista que invadió sus obras entre 1914 y 1916, y el escollo del affaire Rivera, aquellos que embar- que les valió la consideración de cubismo rococó, cados antes de la guerra en la aventura cubista, tema al que Rabinow ha dedicado un interesan- y aquellos otros que lo hicieron con la llegada de tísimo ensayo recientemente20. Podríamos haber ésta, muy probablemente no creyeron en rangos hablado del excepcional auge de la temática de o distinciones. Todos ellos se reunían, discutían la Commedia dell’Arte a partir de 1919, constan- e intercambiaban. Todos prestaban y tomaban te perenne en la obra de Picasso, quien reabre prestado. Todos creían en una nueva vida para la veda con su alter ego, Arlequin del Museum el cubismo que pasaba por integrar vanguardia y of Modern Art de 1915. Precisamente arlequi- tradición. ¿Y Reverdy y Ozenfant? Quizás nunca nes son los que empiezan a aparecer en la obra sepamos a quiénes se referían cuando hablaban de Blanchard sobre 1916. También lo hacen, de de esos pseudo-cubistas. Tal vez se refrieran a manera paralela, en las obras de Gris y Lipchitz Blanchard, Laurens o Severini. Tal vez sólo a Rive- (Amishai-Masisels 1974), quienes no habían ra. Tal vez a alguno de los exponentes del Salon nunca antes profundizado en esta temática, y d’Antin. Si le preguntásemos a Reverdy tal vez quienes comparten con Blanchard y Metzinger la nos diría que ya ni siquiera lo recuerda. ¿Y en primavera y el verano de 1918 en Beaulieu-près- defnitiva, tanto importa?

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NOTAS 638-639 (junio-julio); id.1996.»Le Cu- 6 Véase a este respecto Green, bisme “bleu horizon” ou le prix de la Christopher. 1987. Cubism and its ene- 1 A este respecto véanse Silver, guerre». Revue de l’Art, no. 113, así mies. Modern Movements and Reaction Kenneth. 1990. Esprit de corps: The como en las introducciones de las pu- in French Art 1916-1918. New Haven / Art of the Parisian Avant-Garde and the blicaciones de las correspondencias del Londres: Yale University Press, id. 2000. First World War, 1914-1925. Princeton: marchante con Gris y Léger en id.1990. Art in France 1900-1940, New Haven Princeton University Press y Cabanne, Juan Gris. Correspondances avec Léon- / Londres: Yale University Press, y muy Pierre. 2000. L’Epopée cubiste. Paris: ce Rosenberg, 1915-1927. París: Les particularmente id. (dir.). 2016. Cubism Éditions de l’Amateur, 347. Cahiers du Musée National d’Art Mo- and War: the Crystal in the Flame.exh 2 Roskill, Marck. 1985. 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El 2020, “Léonce Rosenberg y la idea “Lipchitz y Gris: los cubismos de un pin- primero, decepcionado por los derro- de un cubismo colectivo en la Galería tor y un escultor”. In Lipchitz. Un mun- teros tomados por el cubismo que cree L’Effort Moderne durante la Gran Gue- do sorprendido en el espacio, cat. exh., ver en estas exposiciones, el segun- rra”. Arte, Individuo y Sociedad. no. 3 Madrid: Museo Nacional Centro de Arte do por su odio visceral al movimiento (junio-julio). Reina Sofía, 27-38. y su gusto de corte impresionista que 5 A reforzar esta idea vendría la 9 Para el estudio de las incursiones coincidirá con el de algunos de los ex- publicación de varios artículos de mano de Rivera y Severini en el cubismo re- ponentes como Marquet, Dufresnoy de los integrantes y/o simpatizantes sultan interesantes las aproximaciones o Segonzac a los que defenderá entu- de la galería, además del propio Re- a sus autobiografías en Rivera, Diego. siastamente. Buenos ejemplos de es- verdy. A este respecto véanse Reverdy. 1960. My Art, my Life. An Autobiogra- tas críticas son Bissière, Roger. 1916. «Sur le cubisme»; id. 1918.»L’image». phy, New York: The Citadle Press; Se- «Le Réveil des Cubistes».L’Opinion Nord-Sud. no.13 (marzo); Dermée, verini, Gino. 1968. Il Tempo de l’Effort (15 abril), id. 1916.»Organisons l’art Paul. 1917. “Quand le Symbolismefut Moderne. Florencia: Enrico Vallechi. français».L’Opinion (24 junio),id. mort… «. Nord-Sud. no.1 (15 marzo); Dos interesantes exposiciones se han 1916.»La logique et les expositions». id. 1917.»Intelligence et Création». celebrado sobre la producción cubista L’Opinion (22 julio); Vauxcelles, Louis. Nord-Sud no.7 (agosto-septiembre); del mejicano, en 1984. Diego Rivera, 1916. «Quelques jeunes». L’Événement Braque, Georges. 1917. “Pensées et The Cubist Years. cat. exh., Phoenix: Art (28 julio), Pinturrichio [Vauxcelles, réfexions sur la peinture”. Nord-Sudno. Museum y 2004. The Cubist painting of Louis]. 1916.»Chez Barbazanges». Le 10 (diciembre). Para una profundización Diego Rivera. Memory, Politics, Place. Carnet de la Semaine(6 agosto). en la defensa teórica llevada a cabo por cat. exh., Washington: National Gallery 4 Los pocos estudios a Rosenberg Reverdy, Rosenberg y Maurice Raynal, of Arts. En el caso de Blanchard, inesti- dedicados nos muestran un marchante igualmente unido a la causa, véanse mable resulta la aportación de Carmo- exigente y cuadriculado que con sus también Reverdy, Pierre. 1919. “Le Cu- na Mato, Eugenio. 2013. “María Blan- incansables exigencias terminará por bisme, poésie plastique”. L’Art(febrero), chard y la segunda vida del cubismo”. alejar de sí a la mayor parte de los ar- Rosenberg, Léonce. 1919. Valori Plas- In María Blanchard. cat. exh., Madrid: tistas que en torno a él se aglutinaron. tici no.2-3 (febrero-marzo), id. 1920. Museo Nacional Centro de Arte Reina Particularmente críticos son los artículos Cubisme et Tradition, París: Éditions Sofía, 41-65, y su comisariado en la más y escritos en catálogos de exposición de l’Effort Moderne; id. 1921.Cubisme reciente 2017. María Blanchard, Juan de Christian Derouet como 1982. «De et Empirisme. París: Éditions de l’Effort Gris y los cubismos (1916-1927). cat. la voix et de la plume. Les émois “cu- Moderne; Raynal, Maurice. 1919. Quel- exh., Málaga: Museo Carmen Thyssen. bistes” d’un marchand de tableaux». ques intentions du cubisme. París: Édi- 10 Véase Coen, Elizabeth; Fagiolo Europe, revue littéraire mensuelle, no. tions de l’Effort Moderne. del’Arco, Mauricio. 1977.Gino Severi-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 129-144 140 Préstamos, intercambios y robos compositivos en el cubismo sintético parisino

ni, un taccuino cubo-futurista, Roma: d’Art Moderne Centre Georges Pompi- de Braque, Gris, Metzinger y sobre Bulzoni Editore y Fonti, Daniela. 1999. dou. todo Picasso. Véase Rabinow, Rebecca. Opere inedite e capolavori ritrovati, Mi- 16 Para conocer la opinión de los 2014.”Confetti cubism”. In Cubism, lán: Skira. El propio pintor abordaría es- integrantes de L’Effort Moderne sobre The Leonard A. Lauder Collection, 156- tas diatribas en Severini, Gino. 1921. Du Rivera y lo acaecido entre él, Reverdy y 163. Cubisme au Classicisme, París: Povolozki Rosenberg se hace fundamental la lec- 21 La particular simbiosis en la ma- Ed. tura de la correspondencia entre ellos y nera de concebir las formas abstractas 11 El interés por la representación el marchante. Ejemplos de estas cartas que conformarían los motivos de sus de la mujer, y más particularmente de la son Gris, Juan. 1917. “Lettreà Léonce obras durante este período por parte mujer danzante ha sido profundamen- Rosenberg», París (27 marzo), París: de estos artistas, no solo constituye te estudiada por Fonti, Daniela. 2001. Fonds Léonce Rosenberg, Musée Na- en sí el tema central de la evolución Gino Severini. La Danza, 1909-1916. tional d’Art Moderne Centre Georges del cubismo sintético durante los años cat. exh., Venecia: Peggy Guggenheim Pompidou; Braque, Georges. “Lettre de la guerra. Su procedimiento com- Collection. à Léonce Rosenberg”, Sorgues,[C20 posicional daban al tiempo respuesta

Belén Atencia Conde-Pumpido Atencia Belén 12 Daix, Pierre. 1977.La vie de pein- 9600. 35]. París: Fonds Léonce Rosen- a las propuestas de Reverdy sobre el tre de Pablo Picasso, París: Éditions du berg, Musée National d’Art Moderne cubismo, –particularmente en Reverdy, Seuil, 155 y 159; Carandente, Giovanni. Centre Georges Pompidou; Léger, Fer- “Le Cubisme, poésie plastique”–, base 1981. “Il viaggio in Italia: 17 febbraio nand. 1918. «Lettre à Léonce Rosen- a su vez de los posteriores escritos de 1917”. In Picasso opere, dal 1895 al berg», Vernon (23 agosto). Nueva York: Raynal y Rosenberg sobre el tema. Para 1971 dalla collezione Marina Picasso. Archives Museum of Modern Art. In un acercamiento a estos escritos véase cat. exh., Venecia: Palazzo Grassi, 48. Derouet, Fernand Léger. Une correspon- igualmente loc.cit, nota 7. 22 13 Para un acercamiento a las inte- dance d’affaires, 42. Sabemos por Wilkinson que resantísimas infuencias entre Picasso, 17 Para desgracia de Rosenberg, Lipchitz conoce a Gris a través de Mo- digliani, y que es gracias al madrileño Cocteau, Satie y Massine, así como Vauxcelles, deseoso de arremeter con- como entra en contacto con Rosenberg de cada uno de ellos a través de otras tra el cubismo, no duda en suceder una y L’Effort Moderne, Wilkinson, Alan. fuentes véase Kattner, Elizabeth Marie. batería de artículos en los que relata los 1996.The Sculpture of Jacques Lipchitz: 1997. The artistic collaboration resul- pormenores de los desencuentros de a catalogue raisoné,vol. I, The Paris ting in the creation of the ballet Para- éste con el mejicano y los consiguientes Years (1910-1930), Londres: Thames & de. Las Vegas: University of Nevada y sinsabores de este. Véanse Pinturrichio Hudson, 14. La relación entre ambos, Rothschild, Menaker. 1989. From Street [Vauxcelles, Louis]. 1918. «Le confit du como el propio Lipchitz dirá más ade- to the Elite: Popular Sources in Picasso peintre et du marchand». Le Carnet de lante, será decisiva en su producción: desings for “Parade”. New York: Institu- la Semaineno 156 (2 junio), id. 1918. “es un poco más tarde cuando conocí te of Fine Arts. «Désagrégation». Le Carnet de la Se- a Gris, en ese mismo 1916, en un mo- 14 El acontecimiento fue relatado maine no.157 (9 junio), id. 1918. «Exo- de».Le Carnet de la Semaine no.158 mento en el que era maduro para acep- por Max Jacob a Jacques Doucet y pron- tar los tabúes y las limitaciones de los to se convirtió en la comidilla de los am- (16 junio), id.1918.»De Profundis».Le Carnet de la Semaine no.164 (28 julio), cubistas ortodoxos”, Lipchitz, Jacques. bientes artísticos parisinos. Véase Jacob, 1947. (27 mayo). In Yvars, Juan Francis- Max. 1917. “Lettre à Jacques Doucet”, id.1918. «Perplexité». Le Carnet de la Semaine no.167 (18 agosto), id.1918. co; Ybarra, Lucía (eds.). 1997. Letters to Paris (22 marzo). In 1955. Correspon- Lipchitz and some personal notes by the dances. Paris: Les presses du réel, 145. «Schisme». Le Carnet de la Semaine- no.169 (1 septiembre). artist. Madrid: Museo Nacional Centro Las fuertes críticas de Reverdy a Rivera, de Arte Reina Sofía , 237-249. Tan in- 18 Hubert por ejemplo propone en las que se afrma que ha sidoexpul- tensa y profunda será la relación entre que Reverdy haga referencia a los dibu- sado de su tribu por falta de apetito y ambos que Lipchitz no dudará en re- jos ingrescos de Picasso y Gris, en Hu- fuerza viril, acusándosele de falta de prochar a Kahnweiler el poco peso que bert, «Pierre Reverdy et le cubisme mars valentía e inteligencia aparecen en Re- el marchante le otorga en la biografía 1917», 64. verdy, Pierre. 1917. “Une nuit dans la de Gris que publicase en 1946: “Nada 19 plaine”. Nord-Sud no.3 (15 mayo): 12- Sobre esta idea ha insistido por disminuirá la gloria pura de Gris, si te- 14. ejemplo Green en Cubism and its ene- nemos en cuenta que los años 1916- 15 Lipchitz tratará de defender a Ri- mies. Modern Movements and Reaction 1919, los cuales eran creativos para vera explicándole a Rosenberg que éste in French Art 1916-1918, 29. ambos, eran fecundados por nuestras se había limitado a vender obras previas 20 La acepción de cubismo rococó, entusiastas energías entremezcladas de a la frma del contrato entre ambos, utilizado por primera vez por Barr, Al- manera fraternal. Por mi parte, bendi- pero el asunto no termina de quedar fred. 1966. Picasso: Fifty Years of his go al cielo de haberme concedido este claro, en Lipchitz, Jacques. 1916. «Let- Art.cat. exh., Nueva York: Museum of privilegio. Realmente usted piensa que tre à Léonce Rosenberg», Paris (lunes Modern Art, fue posteriormente reto- una amistad como la nuestra, entre [febrero]). [C4 9600. 1014].París :Fonds mada por gran parte de la historiografía dos artistas creadores, únicamente tuvo Léonce Rosenberg, Musée National cubista para hacer alusión a las obras efectos unilaterales, hasta el punto que

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 129-144 Préstamos, intercambios y robos compositivos en el cubismo sintético parisino 141 sólo me puede usted dedicar en su libro de un pintor y un escultor”, 27-38, y du Centre Pompidou. cat.exh., París: esta modesta, pequeña mención en la para conocer algunos métodos de tra- Musée National d’Art Moderne, Cen- página 234: “Hubo un escultor, Jacques bajo similares entre Gris y Lipchitz véase tre Georges Pompidou. Véanse sobre Lipchitz, que fue amigo de Gris”. Le igualmente Stott, Deborah. 1978. Jac- este tema Taillandier, Yves. 1951.»Une he demostrado más arriba que yo era ques Lipchitz and Cubism. Nueva York / déclaration de Henri Laurens». Amis de más que esto. Espero que el porvenir no Londres: Garland Publishing Inc, 137. l’Artno.1 (26 junio) y Laurens, Henri. ratifque su sentencia…”, ibidem, 249. 23 Monod-Fontaine, Isabelle; Ra- 1952.»Henri Laurens, témoinage». XXe siècle (2 enero). Sobre esta inestimable relación véase mond, Sylvie (dir.).2005. Braque & Lau- Green, “Lipchitz y Gris: los cubismos rens. Un dialogue autour des collections Belén Atencia Conde-Pumpido Atencia Belén

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 129-144 142 Préstamos, intercambios y robos compositivos en el cubismo sintético parisino REFERENCIAS Third Year Postgraduate Symposium, London Amishai-Masisels, Zivah. “Lipchitz and Picasso: (8 y 9 de junio 2017). Thematic Interpretations.” Journal of Jewish Cocteau, Jean. «Lettre» (22 febrero 1917). In Art 1 (1974). Lettres à samère I (1898-1918), 297. Paris: Anónimo. “African Art in the collection of Jac- Gallimard, 2017. ques Lipchitz.” African Arts (Verano 1970). Coen, Elizabeth; Fagiolo del’Arco, Mauricio. Gino Atencia Conde-Pumpido, Belén. “Léonce Ro- Severini, un taccuino cubo-futurista, Roma: senberg y la idea de un cubismo colectivo en Bulzoni Editore, 1977. la Galería L’Effort Moderne durante la Gran Daix, Pierre. La vie de peintre de Pablo Picasso, Guerra.” Arte, Individuo y Sociedad 32 no. Paris: Éditions du Seuil, 1977. 3 (Junio-Julio 2020): 625-640. https://doi. Dermée, Paul. «Quand le Symbolisme fut Belén Atencia Conde-Pumpido Atencia Belén org/10.5209/aris.64156 mort… « Nord-Sud 1, Marzo 15, 1917. Barr, Alfred. Picasso: Fifty Years of his Art. Cat. Dermée, Paul. «Intelligence et Création.» Nord- exh. New York: Museum of Modern Art, 1966. Sud 7, Agosto-Septiembre, 1917. Bissière, Roger. «Le Réveil des Cubistes.» Derouet, Christian. «De la voix et de la plume. L’Opinion, Abril 15, 1916. Les émois “cubistes” d’un marchand de ta- Bissière, Roger. «Organisons l’art français.» bleaux.» Europe, revue littéraire mensuelle L’Opinion, Junio 24, 1916. 638-639 (Jjunio-Julio 1982); id. 1996. Bissière, Roger. «La logique et les expositions.» Derouet, Christian. Juan Gris. Correspondances L’Opinion, Julio 22, 1916. avec Léonce Rosenberg, 1915-1927. Paris: Braque, Georges. «Pensées et réfexions sur la Les Cahiers du Musée National d’Art Moder- peinture.» Nord-Sud 10 (Diciembre 1917). ne, 1990. Braque, Georges. «Lettre à Léonce Rosenberg», Derouet, Christian. «Diego Rivera ou comment Sorgues, [C20 9600. 35]. Paris: Fonds Léonce être o un ’être plus cubiste.» In Art d’Amérique Rosenberg, Musée National d’Art Moderne Latine 1911-1968. Cat. exh. Paris: Musée Na- Centre Georges Pompidou. tional d’Art, Centre Georges Pompidou, 1992. Cabanne, Pierre. L’Epopée cubiste. Paris: Éditions Derouet, Christian. Fernand Léger. Une corres- de l’Amateur, 2000. pondance d’affaires. Paris: Les Cahiers du Mu- sée National d’Art Moderne, 1996. Cabanne, Pierre. Les grands collectionneurs. Pa- ris: Éditions de l’Amateur, 2004. Derouet, Christian. «Le Cubisme “bleu hori- zon” ou le prix de la guerre.» Revue de l’Art Carandente, Giovanni. “Il viaggio in Italia: 17 113 (1996): 40-64. https://doi.org/10.3406/ febbraio 1917.” In Picasso opere, dal 1895 al rvart.1996.348280 1971 dalla collezione Marina Picasso, 48. Cat. exh. Venecia: Palazzo Grassi, 1981. Favela, Ramon (dir.). Diego Rivera, The Cubist Years. Cat. exh. Phoenix: Art Museum, 1984. Carmona Mato, Eugenio. “María Blanchard y la segunda vida del cubismo.” In María Blan- Fonti, Daniela. Opere inedite e capolavori ritrova- chard, 41-65. Cat. exh., Madrid: Museo Na- ti. Milán: Skira 1999. cional Centro de Arte Reina Sofía, 2013. Fonti, Daniela (dir.). Gino Severini. La Danza, Carmona Mato, Eugenio. María Blanchard, Juan 1909-1916. cat. exh. Venecia: Peggy Gugg- Gris y los cubismos (1916-1927). Cat. exh. enheim Collection, 2001. Málaga: Museo Carmen Thyssen, 2017. Gee, Mack. Dealers, critics and collectors of Casini, Giovanni, “A dealer’s « dictatorship »? moderne painting: aspects of the parisian art Giorgio de Chirico, Léonce Rosenberg, and the market between 1910 and 1930. New York / Parisian art market in the late 1920’s.” Annual London: Garland Publishing, 1981.

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 129-144 DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.5757

ARTE EN PRISIÓN. JORDI TELL EN EL PENAL DE A CORUÑA1

Gemma Domènech i Casadevall Institut Català de Recerca en Patrimoni Cultural

Data recepción: 2019/01/21 Data aceptación: 2019/07/10 Contacto autora: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0697-5282

RESUMEN En marzo de 1937 el arquitecto Jordi Tell Novellas (Barcelona, 1907 – Fredrikstadt, Noruega, 1991) ingresa en la Prisión Provincial de A Coruña procedente de Alemania, donde ha sido detenido por la Gestapo por su apoyo a la República Española. En los quince meses de reclusión Jordi Tell da rienda suelta a su auténtica vocación: el dibujo y la pintura. El interior de la celda, los retratos y las caricaturas de sus compañeros protagonizan los más de cuarenta dibujos inventariados hasta ahora. Una pul- sión artística que ayuda a Jordi Tell durante diferentes etapas de su vida tanto des del punto de vista material como en el anímico. Una demostración más de como el arte actúa como alimento del alma. Palabras clave: dibujo, pintura, cárcel, República Española

ABSTRACT In March 1937, the architect Jordi Tell Novellas (Barcelona, 1907 – Fredrikstad, Norway, 1991) was jailed in A Coruña Provincial Prison, having been returned from Germany, where he had been arrested by the Gestapo for his support for the Spanish Republic. During his 15 months in captivity, Tell gave free rein to his true vocation: drawing and painting. The interior of his cell, as well as portraits and caricatures of other prisoners, are the focus of the more than 40 drawings catalogued to date. This artistic drive helped Tell at different points in his life, from both a material and psychological point of view. It is a further demonstration of how art nourishes the soul. Keywords: drawing, painting, jail, Spanish Republic

El arte es una muestra de la capacidad intelec- y fexible, hasta separarnos momentáneamente, tual humana que no sirve solamente para cultivar sin sufrir la angustia del destierro” (Zambrano la creatividad con fnalidades culturales, sino que, 1989, 19). en su esencia, representa una manera de expre- Estas refexiones preliminares nos permiten sión primigenia que alimenta la necesidad de rea- llegar al objeto de este artículo: los dibujos reali- lización personal, que tiene una función terapéu- zados en la cárcel de A Coruña por el arquitecto tica o un poco de ambas cosas, sin perjuicio de su catalán Jordi Tell, interno en este presidio duran- valor artístico. Así es como encontramos rastros te la Guerra Civil española. Un ejemplo concreto de creación en las áreas más recónditas, privadas, de una práctica frecuente en la larga historia de quizás íntimas, de la actividad de los hombres y de las prisiones. En la cárcel el dibujo, la pintura, la las mujeres. Conviene recordar aquí las palabras poesía o cualquier otra disciplina artística, no son de la flósofa María Zambrano: “El arte es la raíz meros pasatiempos. Del radical “pintar es existir” que, uniéndonos a la tierra, nos permite, elástica de Allen S. Weis se puede circular hasta la afr-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 145-162 146 Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña Jordi Tell resulta paradigmático para ilustrar con un ejemplo práctico la refexión teórica. Jordi Tell i Novellas (Barcelona, 1907 – Fredrik- stadt, Noruega, 1991) fue un arquitecto catalán enrolado artísticamente en las flas del racionalis- mo como simpatizante del potente movimiento del GATPAC (Grup d’Arquitectes i Tècnics Cata- lans per al Progrés de l’Arquitectura Contemporà- nia), liderado por fguras de la talla de Josep Lluís Sert, Josep Torres Clavé, Joan Baptista Subirana o Ricardo de Churruca. El joven arquitecto Tell, hombre de fuerte compromiso político y azarosa vida, había llegado a A Coruña a principios de Gemma Domènech i Casadevall Gemma Domènech abril de 1937 tras ser detenido por la Gestapo en Berlín, donde se había refugiado en Alemania tras su apoyo al gobierno de la Generalitat y a su pre- sidente Lluís Companys en la insurgencia catalana de octubre de 1934 contra la considerada por el gobierno catalán deriva totalitaria de la Repúbli- ca española. En Berlín, con el imparable ascenso del nazismo de fondo, le sorprende el golpe de estado del General Franco contra la República. Junto al periodista y agregado de la embajada Fig. 1. Interior de la celda 17, 1937. Colección Familia Alba- española en Alemania, Eugeni Xammar,2 el vio- reda (Barcelona) loncelista Ricard Boadella3 y el periodista Jaume Gascon,4 detienen el intento sedicioso de situar bajo el fascismo español la embajada de la Re- pública y provocan el cambio de embajador. Este hecho no pasa desapercibido a la Gestapo, que lo detiene hasta ocho veces en siete meses. El acoso policial culmina en marzo de 1937 cuando es entregado a Franco y recluido por quince meses en la Prisión Provincial de A Co- ruña. El traslado desde Berlín se efectúa en tren hasta el puerto de Bremen y, desde allí en el barco de carga Hermes hasta A Coruña. Un viaje de nueve días en los que Tell no viaja solo. Forma Fig. 2. Interior de celda con presos ¿1937? Colección Familia Albareda (Barcelona) parte de un grupo de seis jóvenes detenidos y encarcelados meses atrás por el apoyo expresado mación de Óscar Chaves en su trabajo sobre los a la República española. Además de los citados artistas presos en Carabanchel, dónde la pintura Ricard Boadella y Jaume Gascon, están el em- 5 se defne como “espacio que llene el vacío de las presario hotelero barcelonés Miquel Albareda, el horas muertas y sin contenido (...) Un momento abogado santanderino José Luis García Obregón que recuerda al artista su condición anterior de y el madrileño de origen alemán Carlos Auern- hombre libre” (Chaves 2015, 2). Es decir, la pin- heimer. tura como acto de resistencia frente a la realidad Tras desembarcar en A Coruña el grupo ingre- coartadora. Una resistencia que en ocasiones va sa en el penal provincial, donde convivirán con más allá y se convierte en acto de transmisión ochocientos reclusos en un panorama desolador. de la dureza de la vida en la prisión. El caso de La falta de espacio y de limpieza son dos quejas

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 145-162 Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña 147 recurrentes, tanto como el frío que deberán so- portar. “Entren cada dia tants presos nous, que ja no tenen lloc. Hi ha celdes (construïdes per in- dividuals) ahont son 8”, escribe Miguel Albareda en el dietario que ha comenzado en Berlín y que continuará durante los más de dieciséis meses de reclusión.6 Por su parte, el periodista Jaume Gascon en sus memorias describe con detalle la insalubridad del lugar: “De grat o per força ens vàrem haver d’acostumar al forat que feia de co- muna, sense tapa, que teníem en un racó de la cel·la, i que per torn fèiem servir sense compli- ments de cap mena. Com que no teníem sabó ens havíem de rentar la roba a la pica amb aigua Fig. 3. Un preso en la celda 17, 1937. Colección Familia Alba- i Casadevall Gemma Domènech sola” (Gascon 2006, 175). Pésimas condiciones reda (Barcelona) de vida que mejoran signifcativamente con la entrada de productos del exterior. Las familias y amigos envían regularmente todo tipo de pro- ductos, especialmente comida, ropa de abrigo y material de escritura, que atenúan un poco las pésimas condiciones del penal coruñés. Envíos que en el caso de Jordi Tell se completan con material de dibujo, que se convierte en la peti- ción más recurrente en la correspondencia con su familia. Al poco de entrar en prisión escribe “Les agradecería mucho me mandasen papel de escri- bir y sobres, así como un block o libreta o papel corriente para dibuixar”,7 una solicitud que ser repetirá con insistencia en los meses siguientes. Fig. 4. Interior de celda con presos, 1937. Colección Familia Albareda (Barcelona) “O Tell non é un pintamonos é un artista”8 A lo largo de los quince meses que pasa en de lápices y papel, de libros de arte: “Me dicen el penal, Jordi Tell entretiene las horas retratan- si quiero algún libro? Si Montserrat tiene alguna do incansablemente a sus compañeros de cau- vez ocasión de comprar algún libro de arte bue- tiverio tal y como expone reiteradamente en la no, con la condición de que lo compre de lance correspondencia que mantiene con la madre y y a precio asequible, estaría encantando con él. los hermanos: “el inglés y el dibujo me ocupan (...) Sobre pintura del renacimiento es lo que más casi todo el día” y, más tarde “Los bloques y me gustaría”. Y, en otra carta: “Por si acaso lo lápices han llegado oportunísimamente pues el encontrase, de casualidad, me gustaría tener un dibujo, aparte del estudio del inglés, me ocupa tratado de Pintura. No se como se llama a eso casi exclusivamente”.9 El dibujo y la pintura son en español ni en otro idioma pero debe tener la auténtica vocación de Tell. Si bien la presión un nombre especial. No se si me comprenderán. familiar lo había empujado a la arquitectura, Me refero a técnica de pintura y dibujo. Quizás 10 nunca abandonó el anhelo artístico y durante su “Tratado de Arte pictórico”, algo así”. juventud en Barcelona compaginó los estudios Para Jordi Tell, el dibujo y la pintura serán a lo en la Escuela de Arquitectura con los de dibujo y largo de su vida refugio y salvación en los mo- pintura en la Academia Baixas y en la Escuela de mentos más difíciles y, el cautiverio en A Coruña Bellas Artes de la Llotja. Su pasión por la expre- será sin duda uno de ellos. Durante su interna- sión artística se refeja en las peticiones, más allá miento en el penal Coruñés, Jordi Tell realiza una

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 145-162 148 Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña serie de como mínimo cinco interiores de la celda y una veintena de retratos, usando en algunos casos la forma de la caricatura. Un pequeño ca- tálogo de obras repartidas entre las familias de quienes compartieron con Jordi Tell los muros de la cárcel de A Coruña. Una localización difícil que nos anima a pensar en la posibilidad, no muy lejana, de ver ampliado este catálogo con la apa- rición de nuevos dibujos. Los cinco interiores, que únicamente conoce- mos por unas fotografías de poca calidad, re- producen fdedignamente la celda diecisiete que conocemos gracias a la serie fotográfca realizada Gemma Domènech i Casadevall Gemma Domènech por Miquel Albareda, conservadas en el archivo de la familia (Domènech 2017). La falta de perso- najes en dos de ellos y la actitud ensimismada de estos cuando aparecen, transmiten una imagen de extrema soledad (fgs. 1 a 4). El talento retratístico de Jordi Tell queda de manifesto en los diez retratos localizados hasta el momento. Una buena muestra es el autorretrato que regala a su madre en octubre de 1937 y que acompaña de las siguientes palabras: “Las dimen- Fig. 5. Autorretrato, 1937. Colección Inés Tell (Barcelona) siones pequeñísimas del espejo y de la postal me han impedido hacerlo mejor pero a juicio de mis compañeros el parecido está algo acertado. Se lo remito. Si no le gusta, lo rompe y en paz!”.11 Se trata de un dibujo a una tinta realizado en el reverso de una de las habituales tarjetas postales utilizadas en su correspondencia familiar (fg. 5). También en el reverso de sendas postales y realizados también a una sola tinta son los que realiza a sus compañeros de celda, el violoncelis- ta Ricard Boadella y el abogado José Luis García Obregón, y que estos usaran para despedirse de Miquel Albareda cuando en la primavera de 1938 sus caminos se separaran. Miquel Albareda in- gresa en el ejército y como alférez es destinado a Toledo, mientras que Ricard Boadella y José Luís García Obregón son trasladados, el primero al campo de Rianxo, en la ría de Arosa, y García Obregón a un nuevo penal. El retrato de Boade- lla está fechado aún en 1937 y se acompaña de la dedicatoria en catalán “A l’amic Miquel, per- què em pugui penjar a la celda 17 del carrer de l’Arc del Teatre. Afectuosament, P.P. de la Coruña 1937”, evocando el retorno de este a Barcelona Fig. 6. Retrato de Ricard Boadella, 1937. Colección Familia Al- y por tanto la libertad recuperada. Más explícita bareda (Barcelona) es la dedicatoria que escribe García Obregón “A

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Miquel Albareda, como recuerdo de la larga es- tancia entre rejas, de viajes inopinados por mar y de no pocos sustos, con todo el afecto P.P de La Coruña, 30 Enero 1938”. También fechado en 1938 y probablemente también realizado en motivo de la despedida es el retrato que Tell de- dica a su amigo Miquel Albareda, en este caso en carbón sobre papel. Los tres conservados en la colección de la familia de Miquel Albareda (fgs. 6 a 8). En la misma colección se conserva el retrato de un personaje que no podemos identifcar, proba-

blemente otro de sus compañeros de celda. Rea- i Casadevall Gemma Domènech lizado en carbón, está frmado por Tell y fechado en 1937 (fg. 10). Una copia del retrato de Ricard Boadella con- servado por Albareda, está también en el fondo del músico conservado por sus herederos, junto con tres retratos de los días 7 y 8 de marzo de 1938, donde documenta el cambio de aspecto de su protagonista (fgs. 11 y 12). Jordi Tell extiende más allá del círculo íntimo Fig. 7. Retrato de José Luis García Obregón, 1938. Colección Familia Albareda (Barcelona). de su celda la práctica retratista. Conocemos los retratos que dedica a algunas destacadas fguras de la cultura y la política gallega como el pintor y poeta Mario Granell12 y el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento republicano de la Co- ruña, Arturo Taracido.13 Ambas obras han sido publicadas en el catálogo de la exposición Me- morial da liberdade. Represión e resistencia en Galiza 1936-1977 (Acuña Rodríguez 2006, 126, 128-129) y en la reciente biografía de Jordi Tell, Tell. El llop solitari de l’exili català (Domènech 2015, 172). A Mario Granell lo retrata en marzo de 1937 en la forma clásica de busto, sobre una postal y a una sola tinta. Se trata de un rápido apunte que acompaña de la dedicatoria “Al “pariente” colega-modelo afectuosamente J. Tell. P.P. de la Coruña 1937”, que denota la proximidad exis- tente entre ambos. Una relación que se explicita en las palabras con las que Granell acompaña el dibujo cuando lo manda a sus hijas (fg. 12): Queridísimas pequeñas: os envío ese retrato que me hizo un amigo. Lo tengo en mi poder desde el mes de marzo que fue cuando me lo hizo. No os lo envié Fig. 8. Retrato de Miquel Albareda, 1938. Colección Familia Albareda (Barcelona) antes porque esperaba “fjarlo”. Todavía no lo “fje”

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pero quiero mandároslo hoy para que admiréis esa “geró” y ese “tipo” de apache. Más elaborado resulta el retrato que dedica en enero de 1938 al político republicano Arturo Taracido Veira. Realizado a lápiz y carboncillo lo acompaña de la dedicatoria “Al amigo Taracido afectuosamente J. Tell, enero 1938 P.P. de La Co- ruña” (fg. 13). Como muestra de agradecimiento al retrato recibido, Arturo Taracido dedica un poema al ar- quitecto que nos corrobora la relación de amistad entre ambos. Un poema conservado por la familia

Gemma Domènech i Casadevall Gemma Domènech Taracido y que salió a la luz recientemente gracias al proyecto de recuperación de la memoria del penal “Memoria do Cárcere”. A J.G. TELL Aunque o papel emborronas c’o lápiz cal un Durero por convenencia non quero que te chamen pintamonas. Pois fxécheme un retrato que a máis de ser moi comprido, correuto e ben parecido, Fig. 9. Retrato de Miquel Albareda, 1938. Colección Familia Albareda (Barcelona). resultóumemoi barato, e dende ese mesmo día, a mala parte no ó tomes, adequiriche entre os homes de arte, categoría, que si un modelo calquera non da cartel ni prestixio a miña cara, de fxo, chelval una cartelera. Por iso cheo de unción diréi en todo-los tonos: O Tell non é un pintamonos, É un artista…, con perdón.14 Además de este retrato en la forma clásica del género, el político reaparece en la caricatura que del grupo de republicanos gallegos recluidos en el penal hace Tell en febrero de 1938. En ella Ta- racido aparece junto al escritor Antonio Quintás Goyanes, el abogado asturiano Benigno Arango y el periodista Domingo Quiroga15 en el patio de la cárcel. El detallismo en las expresiones faciales y cuerpos de los cuatro protagonistas contrasta con el espacio del patio del penal, a penas apun- tado excepto en la inconfundible cúpula central Fig. 10. Retrato sin identifcar, 1937. Colección Familia Alba- que asoma en la parte superior. Cabe destacar el reda (Barcelona) uso de la acuarela que lo convierte en un caso

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único entre las obras de Tell conservadas para este periodo. Esta caricatura fue presentada en la exposición Memorial da liberdade. Represión e resistencia en Galiza 1936-1977 y publicada en su catálogo (Acuña 2006, 127) y, luego por Domingo Rodríguez Tejeiro en su obra sobre las prisiones gallegas (Rodríguez 2010, 268) y de nuevo en la biografía de Jordi Tell (Domènech 2015, 171) (fg. 14). El tono humorístico del poema de Taracido a Tell agradeciéndole el retrato y la caricatura del grupo gallego en el patio de la cárcel, ponen de manifesto la complicidad entre ambos. Son muchos los puntos de conexión: republicanos, i Casadevall Gemma Domènech nacionalistas y masones. Una relación que de forma epistolar continua tras la liberación y que mantienen, aunque de forma irregular, a lo largo de sus vidas.16 Una muestra más de la buena relación entre el grupo catalán y el gallego, la encontramos en el poema de A. Quintás Goyanes “Estampa e per- fles do patio” de diciembre de 1937. Fig. 11. Dos retratos de Ricard Boadella, 8 de marzo de 1938. Diciembre en la cárcel, Colección Gloria y Nofre (Barcelona). bajos soportales un viento que corta, casi con unción. ni rastro de sol. Halla en Alvareda Sólo el optimismo esquiador frustrado que anida en los pechos, su más denodado hace que en el patio, mejor defensor. haya algún calor. De Bach y Beethoven En grupos los presos reniega Boadella, discurren tranquilos; pues los nazis fueron discuten a veces, brutales con el. charlan sin cesar. Y al igual que el arco Llegó la noticia... se juntan los grupos el héroe de Helvecia y la algarabía maneja su lápiz, crece más y mas. su homónimo Tell. El grupo babilónico Benigno Arango, y multiparlante jirón de tragèdia da a un rincón del patio embutido en negro curiosa expresión. todo su exterior. Libretas, cojines, En su fuero interno pipas, luengas barbas, también la amargura y en medio tranquilo ha puesto su trono y heroico Gascón. con todo rigor. También la gimnasia Domingo Quiroga, tiene algún prosélito extraña juntanza que la realiza de un Nelson sin barcos

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con faz de Voltaire. Y aún su voz a veces, y a modo de efugio tiene resonancias del padre Mercier. Ademán pausado, seriedad, prudencia, espíritu agudo nada concejil; tiene Taracido siendo comerciante un alma de artista antimercantil.

Gemma Domènech i Casadevall Gemma Domènech Todos los ofcios. Todas las carreras. Hay de todo tipo representación. Tan solo en el patio se notan dos faltas, mas son importantes, libertad y sol.17 La estampa del patio de la cárcel retratada por Quintás en diciembre de 1937 dista mucho de la Fig. 12. Retrato de Mario Granell, 1937. Colección privada que viven Tell y sus compañeros a su llegada al penal. Jaume Gascón la reproduce en sus memo- rias: “el primer dia ja sabien de la nostra arribada i ens varen batejar los seis alemanes. No cal dir que en un pati on tothom odiava el país d’on procedíem, perquè feia la guerra al costat d’en Franco, ens feren el buit, fns que un dia en Carlos Ponte Patiño se’ns va acostar més que els altres i en veure que no mossegàvem es va trencar el glaç, i de cop i volta tothom ja ens era més amic.” (Gascon 2006, 70). La caricatura del grupo gallego no será una excepción, y este será el género más agradecido de los practicados por Tell en A Coruña. Además de la del grupo gallego, conocemos la que dedica en 1937 al escritor Leandro Carré Alvarellos18 y que acompaña de la inscripción “Confo en que cuando salgamos al patio se le habrá pasado la indignación. Mil perdones!”, que apunta a una caricatura quizás no pactada previamente (fg. 15). Pero serán sus compañeros de celda los que con más frecuencia serán motivo de sus dibujos

Fig. 13. Retrato de Arturo Taracido Veira, 1938. Colección Ir- irónicos. En una carta a su madre, y haciendo gala máns Taracido Fraga. de su sentido del humor habitual, le “presenta” a sus compañeros de celda. Intercalados entre el

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 145-162 Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña 153 texto de la carta aparecen los seis ocupantes de la celda 16 con su nombre y una breve presentación de cada uno de ellos (fg. 16).19 Algunos de ellos aparecen también en la se- rie de veinticuatro dibujos que dedica a la vida cotidiana en el interior de la celda y que tiene a Ricard Boadella como protagonista central. Estos y las caricaturas que le dedica han permanecido inéditos en el fondo documental del músico (fgs. 17 a 19).20 La habilidad de Jordi Tell para con el retrato, como veíamos al principio le ayuda a sobrellevar

la mísera vida en prisión. El éxito que cosecha con i Casadevall Gemma Domènech los retratos y caricaturas de los compañeros, los convierten en moneda de cambio en el interior de la prisión. “De fumar más o menos tengo siempre pues un cigarrillo no se niega nunca a cambio de una caricatura”21 escribía a su madre a las pocas semanas de su ingreso, y unos meses más tar- de a su hermano Ernest: “Te quedarías parado si vieses lo que en cuestión dibujo he trabajado, Fig. 14. Antonio Quintas Goyanes, Benigno Arango, Arturo los compañeros dicen que al fn he encontrado Taracido y Domingo Quiroga en el patio de la prisión, 1938. Colección Irmáns Taracido Fraga donde puedo conseguir algo. Es curioso que a mi casi me aburre el dibujar. Pero en fn, cuando de obtener tabaco se trata o de conseguir unas libras de fruta fresca se hace lo que se puede y a veces mucho más.”.22 No siempre las condiciones en que se desa- rrollan estos retratos son tan agradables como las que describe Antonio Quintás Goyanes en su poema. Tal y como el propio Jordi Tell confesa a su hermano Ernest, no son pocas las veces que “me veo obligado a hacer (retratos) en el patio, algunas veces en tristes circunstancias”.23 Con estas palabras alude a los retratos que a los con- denados a muerte, que con el beneplácito de las autoridades penitenciarias, realizaba en el mo- mento previo a la ejecución para ser entregados a las familias, que recompensaban al autor con comida o demás.24 Esta será una práctica que le acompañará de nuevo durante su cautiverio en Oslo años más tarde. En los meses pasados en pri- sión nazi de Møllergata, el dibujo será de nuevo el antídoto para hacer frente a los horrores que se cometen. De forma casi febril retrata sus com- pañeros. El coronel del ejército noruego Gabriel Fig. 15. Retrato de Leandro Carré Alvarellos, 1937. Colección Lund, uno de los protagonistas, recuerda en sus Familia Carré memorias como antes del suyo había hecho más de sesenta y era considerado por todos como “un

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 145-162 154 Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña de Benito Prieto Coussent de los presos de Tui o los dibujos y caricaturas de Alfredo Bautista Alconero, conocido como Rei o Reisiño, Gaizca y Pajuelo en la isla prisión de San Simon (Acuña 2006; Caeiro 1995).

Retorno a la arquitectura En las tediosas horas pasadas en la celda, la creatividad de Jordi Tell encuentra otra vía de es- cape: la arquitectura. En el penal coruñés conoce a Emilio Cervigón Guerra, próspero empresario del sector de la madera y el mueble (Barro 2015;

Gemma Domènech i Casadevall Gemma Domènech Costas, 2009) y juntos sueñan una casa junto al mar, que materializarán recuperada su libertad (Arcas 2008, 2). En verano de 1938, Jordi Tell, que ha sido libe- rado el 22 de junio con la condición de quedarse en A Coruña hasta ser llamado a flas del ejército fascista, redacta el proyecto para la Casa Cervigón sobre la playa de Santa Cristina en el municipio de Oleiros. El encargo lo suscribe la empresa de Fig. 16. Carta de Jordi Tell a sumadre Teresa Novellas, 3 de marzo de 1938. Archivo Familia Tell (Noruega) Cervigón Hijos de Emilio Cervigón Carrera. Y Tell lo lleva a cabo desde el despacho de José Cari- dad Mateo (Betanzos, 1906 – Ciudad de México, 1996) buen amigo y compañero de estudios en la Escuela de Arquitectura de Barcelona,26 que en estos días está gestando las que serán las obras más representativas de la nueva arquitectura en Galicia: el bloque de viviendas de la calle Emilia Pardo Bazán en A Coruña y la Casa Caramés en Oleiros. Dos obras que demuestran la adscripción total y absoluta de su autor al nuevo estilo, una actitud progresista que va más allá del lenguaje formal utilizado y que alcanza también al mismo concepto de vivienda. Un pensamiento político y una visión de la arquitectura plenamente compar- Fig. 17. La nascita di Venere, 1938. Colección Gloria y Nofre tidos por Jordi Tell, que encuentra en el despacho (Barcelona) de Caridad Mateo el espacio idóneo para volver a la arquitectura y desplegar una propuesta consi- artista de los retratos”. Algunos de estos dibujos derada como una de las obras emblemáticas del ilustran el libro Dødsdømt (Condenados a muer- nuevo estilo en Galicia (Martínez Suárez 1984; te) donde el coronel Lund recoge su experiencia.25 Martínez Suárez 2009). El caso de Jordi Tell no es excepcional. La prác- La Casa Cervigón se levanta sobre un pequeño tica artística en el interior de las prisiones como promontorio que domina la playa de Santa Cris- ejercicio de resiliencia y resistencia es notable y tina, y lo hace en plena armonía con el paisaje bien conocida (Chaves 2016, 159).Centrándonos que la rodea. Miriam Arcas, arquitecta estudiosa únicamente en el periodo de la Guerra Civil en de la obra destacaba: “la curvatura de la fachada Galicia, son celebres los dibujos de Camilio Díaz esquiva el viento dominante, sin dejar de contem- Baliño desde la cárcel de Santiago, los retratos plar la bahía, las piezas principales se relacionan

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 145-162 Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña 155 en torna a esta visión, la del mar, con sus fuer- tes líneas de cornisas horizontales que invitan a contemplar el bosque.” (Arcas 2008, 7). Perfecta integración con el entorno e integración plena de la vivienda con los elementos exteriores (piscina, frontón, pista de tenis y diseño del jardín) que la completan. En la Casa Cervigón podemos reseguir todo el repertorio de la arquitectura moderna: las cu- biertas planas, el predominio de la horizontalidad (a partir del agrupamiento de las aberturas, las barandillas y el uso de grandes cornisas), el cuer- po cilíndrico marcando la esquina e integrando las dos fachadas, la torre de la azotea destacan- i Casadevall Gemma Domènech do este eje, las ventanas en ojo de buey, etc. Modernidad también presente en el mobiliario original conservado. La puerta de entrada, con una vanguardista composición con ojos de buey, la escalera de caracol y su barandilla donde se combinan elementos modernos como el vidrio y el acero inoxidable, los armarios del comedor con cierres de guillotina y el diseño de la chimenea, son los elementos más destacables. La vivienda, Fig. 18. Retrato de Ricard Boadella, 1937. Colección Gloria y Nofre (Barcelona) que consta de planta baja, piso y terraza mira- dor, presenta una distribución interior sencilla que como es propio de esta arquitectura de van- guardia, busca la comodidad de sus habitantes mediante amplias estancias luminosas y abiertas al paisaje que rodea la casa. La Casa Cervigón, que después de veinte años de abandono ha sido restaurada recientemente, es considerada uná- nimemente por la crítica como una de las obras más signifcativas de la arquitectura racionalista en Galicia. Como tal ha sido inscrita en el inven- tario de arquitectura racionalista, Catálogo del Docomomo Ibérico (fg. 20). Jordi Tell, tal y como temía, no ve acabada la obra. A principios de setiembre, en una carta a su madre, escribe: “Yo estoy empezando a trabajar en un proyecto de una casa de playa para un amigo. Si tengo tiempo de terminarlo y empezar la obra antes de que movilizen mi quinta, creo, dejaré algo nuevo aqui en Coruña”.27 Su quinta es movilizada, pero antes de marchar al frente, a fnales de setiembre, con las obras empezadas Tell Fig. 19. Retrato de Ricard Boadella, 1937. Colección Gloria y ha entregado el proyecto completo.28 Nofre (Barcelona) La Casa Cervigón es la única obra conocida de Jordi Tell en A Coruña, pero probablemente no es la única. En los meses pasados en el des-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 145-162 156 Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña la frontera catalana. José Caridad ingresa en el ejército republicano y destinado a los Servicios de Tierra del Cuerpo de Aviación para construir improvisadas pistas de aterrizaje cerca de los fren- tes de batalla (Del Cueto 2014). Jordi Tell, quien también había expresado su voluntad de enro- larse en el ejército, es enviado por el gobierno republicano a Oslo como Encargado de Negocios de la embajada española. En la capital noruega, en estos meses fnales de la guerra, trabaja en la organización de la ayuda humanitaria a la Repú- blica y en tareas de espionaje militar informando al gobierno republicano de la ayuda militar que

Gemma Domènech i Casadevall Gemma Domènech Hitler envía a Franco. En estas misiones colabora un joven alemán refugiado en Oslo con quien Tell ha trabado una gran amistad: Herbert Ernst Karl Frahm, militante socialista fugitivo de los nazis que en aquella época ya era conocido en los cír- culos clandestinos con el nombre que le llevará a la fama como uno de los estadistas clave de su país: Willy Brandt. Tell y Brandt mantendrán la amistad hasta la muerte de éste último. Cuando el 1 de mayo de 1939 Noruega re- Fig. 20. Casa Cervigón, Oleiros, 1938. Fotografía: G. Domè- nech conoce el gobierno de Franco, se desmantela la representación diplomática que Jordi Tell ejercía pacho de José Caridad Mateo, colabora y aporta en el país escandinavo. A pesar de esto, decide su trabajo a los proyectos que estaban en mar- quedarse en Oslo y buscar trabajo. Sin abando- nar el Spania-Komite y por tanto la ayuda a los cha en el despacho: “llevo ya varias semanas sin republicanos desplazados, retoma su carrera de salir apenas del taller, pues como les dije en mi arquitecto en el despacho del arquitecto noruego anterior, tengo bastante trabajo profesional”.29 Hjalmar Severin Bakstad. Una tranquila vida que Aparte de la colaboración con Caridad Mateo, se ve alterada el 9 de abril de 1940 cuando No- en una carta fechada el 12 de octubre de 1938 ruega es ocupada por Hitler. Dos meses después consigna a su madre que también trabaja en el Jordi Tell es detenido. Pasa cinco meses en el pe- taller de Santiago Rey Pedreira (A Coruña 1902- nal de Mollergate, del cual huye para refugiarse 1977), arquitecto municipal de A Coruña (1932- en Suecia. De la estancia en aquel penal noruego 1954), considerado el arquitecto racionalista más también han quedado para la posteridad diversas importante de Galicia.30 muestras de sus dibujos. De allí continúa su fuga hacia la URSS, Japón y Estados Unidos, hasta lle- Epílogo gar a México el 16 de junio de 1941. Establecido en Ciudad de México, comienza a trabajar como El 15 de setiembre de 1938 Jordi Tell es lla- arquitecto y, poco después, se asocia con Josep mado a flas. La movilización afecta también a Maria Xammar y Sala para crear Curvomex, em- José Caridad Mateo. La madrugada del 20 de presa de decoración y fabricación de muebles. octubre de 1938, junto a Rogelio, hermano de Tres años después comienza un nuevo negocio, José Caridad, y con la ayuda de cuatro marineros, como administrador de Indomex, una frma de- desertan abandonando España a bordo de un dicada a la importación y venta de confección. barco de pesca. Cuatro días más tarde, desem- Aparte de su carrera profesional de arquitecto, en barcan en el puerto de Brest (Francia) para poco México Jordi Tell puede retomar el contacto con después reingresar en la España republicana por los viejos amigos del antiguo Partit Nacionalista

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Català y de Estat Català y retoma el combate principios de los 1970 vuelve a la política activa político. y preside la agrupación del condado de Østfold del Sosialistisk Folkeparti. Todo ello, con un ojo en Una vida más o menos apacible que da un Cataluña. Desde su jubilación en 1974, alterna su nuevo giro de ciento ochenta grados cuando en residencia entre Cataluña y Noruega, intermedia 1946, fnalizada la Segunda Guerra Mundial, el en dos ocasiones con la academia noruega para gobierno de la República Española en el Exilio se promocionar la concesión del premio Nobel de reorganiza y lo nombra representante en los paí- la Paz al activista catalán Josep Maria Xirinacs, y ses nórdicos y vuelve a Noruega. En 1948 actúa sigue de cerca, y de primera mano, con una co- como delegado ofcial del Gobierno de la Repú- rrespondencia frecuente, el retorno del presiden- blica en la reunión de la ONU en París, donde se te Josep Tarradellas del exilio y la recuperación de impide la entrada de la España de Franco en el las instituciones de autogobierno catalán. Jordi organismo internacional presidido, por cierto, por Tell muere en 1991 en la localidad noruega de otro íntimo amigo de Tell durante los años no- Fredrikstadt (Domènech 2015). i Casadevall Gemma Domènech ruegos de resistencia al nazismo: Trygve Halvdan Lie. Dos años después, sin embargo, España es A lo largo de su vida Jordi Tell nunca abandona aceptada. Se desvanece el sueño del restableci- el dibujo y la pintura, sus auténticas vocaciones. miento de la democracia y, de paso, desapare- Lejos del dramatismo de los retratos realizados en cen las posibilidades para el Exilio de un retorno la prisión provincial de A Coruña y en el penal de a corto plazo. Jordi Tell, derrotado en su lucha Mollergate en Oslo, Jordi Tell retrata a su familia y para detener el franquismo desde el terreno in- pinta incansablemente los paisajes escandinavos. ternacional, canaliza el desencanto por medio de Unas pinturas que se convierten en su principal un cambio personal radical. Abandona las tareas fuente de ingresos en algunos de los momentos diplomáticas, la familia y la seguridad económica de máxima difcultad económica que vive en su largo exilio. Una pulsión artística, en defnitiva, de la ciudad de Sarpsborg donde vive, y se recluye que ayuda a Jordi Tell durante diferentes etapas en un pequeño islote (Hvaler) en el estrecho de de su vida tanto des del punto de vista material Skagerakk, al sur de Noruega, donde vivirá sin luz como en el anímico demostrando que, en el mun- eléctrica ensayando una vida naturista. do de la creación artística, no sólo de pan, ni para En 1961 vuelve al continente y a una vida más el pan, vive el artista. O, dicho de otra manera, convencional. Instalado en Dilling, trabaja en la demostrando como, en muchas ocasiones, actúa ofcina del arquitecto provincial de Østfold. A el arte como alimento del alma.

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NOTAS pués es enviado al penal de A Coruña teniente de alcalde del Ayuntamiento. y luego obligado a alistarse al ejército. Tras el golpe de estado de julio de 1936 1 Este trabajo cuenta con el apo- Al fnal de la guerra regresa a Barcelona es encarcelado unos meses, después yo del “Grup de Recerca en Patrimoni y continua con su negocio hotelero. Es de su liberación huye a Vigo donde de Cultural de Catalunya. Grup de Recerca conocida su participación en las redes nuevo es detenido en octubre de 1937. preconsolidat (GRPRE) (2017 SGR 835)” de evasión de judíos que pasan por Bar- Encarcelado de nuevo en A Coruña por y de CERCA Programme Generalitat de celona huyendo del horror nazi. Domè- trece meses, es juzgado y desterrado a Catalunya. nech i Casadevall, Gemma. 2017. “Els Fuerteventura, León y Lugo. Regresa A catalans de la cel·la 17”. Sàpiens 182 2 Eugeni Xammar i Puigventós Coruña en 1946 y trabaja en los Labo- (junio): 40-46. (Barcelona, 1888 – l’Ametlla del Vallès, ratorios Orzán. “Arturo Taracido Veira”, 6 1973). Una de las grandes fguras del Archivo Familia Albareda (Bar- Memoria do cárcere A Coruña [Consul- periodismo catalán de entreguerras. celona). Miquel Albareda, “Tagebuch ta: 01/10/2018] https://memoriadocar- Xammar, Eugeni. 1991. Seixanta anys eines politischen gefangenen (Diario de cere.com/2016/02/14/arturo-taracido- d’anar pel món. Converses amb Josep un preso político). veira/ Badia i Moret. Barcelona: Quaderns 7 Archivo Familia Tell (Noruega). 14 Taracido, Arturo. “Poema a Tell”, Gemma Domènech i Casadevall Gemma Domènech Crema. Carta de Jordi Tell a Teresa Novellas, 30 Memoria do cárcere A Coruña. [Consul- 3 Ricard Boadella i Sanabra (Bar- de abril de 1937. ta: 12/09/2018] https://memoriado- celona, 1912 – 1977). Violoncelista. A 8 Taracido, Arturo. 2018. “Poe- carcere.files.wordpress.com/2016/05/ los dieciséis años debutó en el Palau ma a Tell”. Memoria do cárcere A Co- taracido-poema-a-tell.pdf de la Música Catalana con la orquesta ruña. [Consulta: 12/09/2018] https:// 15 Domingo Quiroga Ríos (A Coru- sinfónica de Eduard Toldrà y dos años memoriadocarcere.files.wordpress. ña, 1900-1992), periodista, republicano después, lo hizo como solista. En julio com/2016/05/taracido-poema-a-tell.pdf y masón. Experto en pesca y medio de 1936 está ampliando sus estudios 9 Archivo Familia Tell (Noruega). ambiente, fue el primer presidente de musicales en Berlín. En marzo de 1937 Carta de Jordi Tell a Teresa Novellas, 12 Asociación para a Defensa Ecolóxica es detenido por la Gestapo y trasladado de mayo de 1937; Carta de Jordi Tell a de Galiza (ADEGA). Mera Costas, Pilar. al penal coruñés donde permanece un Teresa Novellas, 17 de junio de 1937. 2014. “Perseguidos en el limbo. La pri- año, luego es trasladado al campo de 10 Archivo Familia Tell (Noruega). mera represión de la masonería galllega concentración de Rianxo. A la salida, re- Carta de Jordi Tell a Teresa Novellas, 26 (1936-1939). Historia Actual Online, 33 toma su carrera musical con conciertos de enero de 1938. Carta de Jordi Tell a (invierno): 93-105. en las principales salas internacionales. Teresa Novellas, 3 de marzo de 1938. 16 Archivo Inés Tell (Barcelona) Domènech i Casadevall, Gemma. 2017. 11 Archivo Familia Tell (Noruega). 17 Quintás Goyanes, A. “Es- “Els catalans de la cel·la 17”. Sàpiens Carta de Jordi Tell a Teresa Novellas, 14 tampa e perfles do patio”, Memo- 182 (junio): 40-46. de octubre de 1937. ria do cárcere A Coruña. [Consulta: 4 Jaume Gascon i Rodà (Sant Feliu 12 Mario Fernandez Granell (A 12/10/2018]. https://memoriadocarce- de Pallerols, 1904 – Girona, 2005). Pe- Coruña, 1914 – Vigo, 1991). Inscrito re.com/2016/02/27/estampa-e-perfles- riodista y traductor. En los años veinte en la esfera surrealista, forma parte do-patio/ Corregimos Araujo por Aran- y treinta vive en Paris, Londres y Berlín de la intelectualidad gallega del s. XX go, siguiendo la identifcación que del trabajando como corresponsal de diver- vinculada al nacionalismo Fue encar- grupo hizo Enrique Acuña según Gon- sos medios de comunicación catalanes celado tras un intento fallido de pasar zalo Adrio. y americanos. Tras su detención en a territorio republicano en febrero de 18 Leandro Carré Alvarellos (A Co- Berlín y encarcelamiento en la prisión 1937. En la prisión continuó su activi- ruña, 1888 – 1976). Escritor y periodis- de A Coruña, en 1940 se establece en dad artística ilustrando libros infantiles. ta. Redactor en las revistas Vida Gallega Girona donde trabajará el resto de su Tras su puesta en libertad en 1942, se y Tierra Gallega. Fundador de la Edito- vida como traductor. Al fnal de su vida dedicó a la pintura mural, el cartelismo rial Lar y miembro de la Real Academia publica sus memorias de juventud. Gas- y la escenografía, hasta que en 1957 se Gallega. Pasó cinco meses en el penal con Rodà, Jaume. 2006. Memòries d’un instala en Venezuela donde continua su provincial de A Coruña. [Consulta: periodista català (1904-1940). Olot: Ins- carrera artística. En 1980 retornó a Ga- 12/09/2018] https://memoriadocarcere. titut de Cultura. licia y se instaló en Vigo. Fernández del com/2016/05/05/novo-retrato-de-jordi- 5 Miquel Albareda i Campmany Riego, Fernando, José Ballesta de Die- tell-leandro-carre-alvarellos/ (Palma, 1906 – Barcelona, 1965). Pro- go, and Francisco Pablos. 2014. Mario 19 Archivo Familia Tell (Noruega). pietario del Hotel Bristol de Barcelona. F. Granell: morte e reencarnacion dun Carta de Jordi Tell a Maria Novellas, 3 Deportista y fotógrafo amateur. El al- pintor galego. Vigo: Concello de Vigo. de marzo de 1938. zamiento militar de julio de 1936 le 13 Arturo Taraciro Veira (A Coru- 20 sorprende en Berlín durante un viaje y ña, 1887-1982). Miembro del partido Archivo Glòria Nofre (Barcelona). decide no regresar. En enero de 1937 Izquierda Republicana, presidente del 21 Archivo Familia Tell (Noruega). es detenido por la Gestapo e internado Casino Republicano, masón. Vicepresi- Carta de Jordi Tell a Teresa Novellas, 31 en la prisión de Múnich. Dos meses des- dente de la Diputación de A Coruña y de mayo de 1937.

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22 Archivo Familia Tell (Noruega). dorosa carrera durante la República (ar- teo. Arquitecto hispano-mexicano”. In Carta de Jordi a Ernest Tell, 28 de se- quitecto de la Cámara de la Propiedad Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes, and tiembre de 1937. Urbana de A Coruña, fundador del Co- Henry Vicente Garrido. Presencia de las 23 Archivo Familia Tell (Noruega). legio de Arquitectos de León, Asturias y migraciones europeas en la arquitectura Carta de Jordi Tell a Ernest Tell, 28 de Galicia y secretario de la delegación de latinoamericana del siglo XX. Ciudad de setiembre de 1937. A Coruña). José Caridad Mateo era hijo México, Universidad Autónoma de Mé- del general Rogelio Caridad Pita, go- 24 Sobre las condiciones de estos xico. Facultad de Arquitectura: 307-324 bernador militar de La Coruña fel a la 27 encargos contamos con la memoria fa- Archivo Familia Tell (Noruega). República fusilado por los fascistas el 9 miliar. Carta de Jordi Tell a Teresa Novellas, de noviembre de 1936. Su defensa de la 25 08.09.1938. Tras los 32 meses de reclusión legalidad democrática, su apoyo al Esta- 28 Arquivo Concello de Oleiros. en las prisiones Møllergaten y Åkeber- tuto de Autonomía de 1936 y su par- “Finca de recreo en Santa Cristina”, Jor- gveien, el coronel Gabriel Lund recogió ticipación como interventor del Partido di Tell, setembre 1938. su experiencia en el libro Dødsdømt Galeguista en las elecciones, le habían 29 (Condemnado a muerte) donde expone comportado la expulsión de su cargo a Archivo Familia Tell (Noruega). su relación con Jordi Tell. Lund, Oberst Carta de Jordi Tell a Teresa Novellas, la Cámara de la Propiedad Urbana, la i Casadevall Gemma Domènech Gabriel. 1945. Dødsdømt. Oslo: Ernst persecución y el encarcelamiento des- 15.09.1938. G. Mortensens Forlag, p. 71. pués del 18 de julio de 1936. Martínez 30 Archivo Familia Tell (Noruega). 26 Introductor de la arquitectura Suárez, Xosé Lois. 2009. “Arquitectura Carta de Jordi Tell a Teresa Novellas, racionalista en Galicia con una esplen- y república en Galicia: José Caridad Ma- 12.10.1938.

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6238

PROPAGANDA EN EL CINE DEL NEW DEAL: LOS PERSONAJES DE JUAN NADIE (FRANK CAPRA, 1941)

Valeriano Durán Manso Universidad de Cádiz

Data recepción 2019-08-09 Data aceptación 2020-04-30 Contacto autor: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9188-6166

RESUMEN Los medios de comunicación desempeñaron un importante papel en la difusión del New Deal du- rante la década de los 30. La propaganda de sus políticas, vinculada a una clara intención pedagógica y al compromiso con la sociedad para intentar superar la Gran Depresión, tuvo en el cine un oportuno aliado. En este contexto, destacó Frank Capra, uno de los cineastas más populares de estos años y que mejor conectó con el público americano debido a sus películas positivas e idealistas. Con los objetivos de poner en valor la propagación del New Deal en el cine de Hollywood y refexionar sobre la aportación de Capra, se analizan como persona y como rol –según las teorías de Casetti y Di Chio-, los personajes de Juan Nadie (1941). Los protagonistas encarnan el ideal de sociedad newdealista al funcionar como modelos para los espectadores, mientras que los antagonistas representan el peligro del fascismo. Palabras clave: propaganda, New Deal, cine clásico, personajes, Frank Capra

ABSTRACT The media played an important role in the dissemination of the New Deal during the 1930s. The propagandising of its policies, which was clearly pedagogical in its intent and refected a commitment to society in an effort to overcome the Great Depression, had a timely ally in the flm industry. It was an environment in which Frank Capra stood out. One of the most popular flmmakers of the day, he con- nected with the American public better than anyone, through his positive and idealistic flms. With the aim of highlighting how the New Deal message was spread in Hollywood’s flms and refecting on Capra’s contribution, this paper analyses the characters of Meet John Doe (1941) as both people and roles, in line with Casetti and Di Chio’s theories. These characters embody the ideal of New Dealist society, in that they function as role models for audiences, while the antagonists represent the dangers of fascism. Keywords: propaganda, New Deal, classic cinema, characters, Frank Capra

1. Introducción Delano Roosevelt, no tardaron en ser difundidas Las nefastas consecuencias del Crack de 1929, a través de los medios de comunicación de masas, además de la transición hacia el cine sonoro, mar- sobre todo la prensa y la radio, para recuperar el caron la producción de Hollywood a principios de optimismo de la población y el espíritu americano. los años 30, poniendo fn al mito de la prosperity En esta labor propagandística –y como estaban que había caracterizado a los 20. Con este pano- haciendo regímenes radicalmente opuestos a la rama de crisis, las políticas del New Deal (1933- democracia, como el comunista y el fascista–, el 1939), fomentadas por el presidente Franklin cine clásico ocupó un papel esencial, tanto en el

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ámbito documental como en el de fcción, don- “sobre el espíritu de la comunidad” (Willis 1998, de se centra este artículo. La respuesta favorable 42), que lanza este claro mensaje mediante sus de Hollywood al mensaje de Roosevelt permitió protagonistas –interpretados por Barbara Stan- que el cine se pusiera al servicio del New Deal, y wyck y Gary Cooper–, dos representantes del especialmente un estudio como Warner Bros. con americano medio que creen en los postulados la producción de películas sociales. Así, se puso de Roosevelt para construir el espíritu americano. de relieve la apuesta de Hollywood por conseguir Además, ambos evidencian “la fe de Capra en desde la pantalla “la reeducación de los princi- la persona, en el individuo y de cómo sus actos pios morales de la sociedad” (Mainer 2013, 187); infuye en los suyos, en la comunidad” (Macha-

Valeriano Durán Manso Durán Valeriano una estrategia que tuvo una rápida expansión en cuay 2007, 127). De esta manera, el análisis de Estados Unidos al ser el cine la industria cultural personajes planteado como persona y como rol más popular del momento. pretende demostrar la dicotomía entre los ideales del cineasta –que son newdealistas–, y los de ca- El cineasta más vinculado al espíritu del New rácter totalitario –que amenazaban desde Europa Deal fue Frank Capra –quien pudo desarrollar un e iban calando en Estados Unidos–, para generar cine de autor en plena era del sistema de es- una conciencia social, pues, como indica Edward tudios–, pues la cumbre de su éxito y populari- Dmytryck, “tenemos que mostrar la maldad para dad coincidió con los años de la Depresión y la cooperar con la bondad” (Pavés 2019, 148). Esta propagación de las citadas políticas sociales. Su idea queda plasmada en los antagonistas de Ca- tendencia por el idealismo impregnó los temas y pra, construidos para que el público rechace la los personajes de sus flmes, implantando lo que perversión que representan y admiren a unos denominó Gubern “los cantos apologéticos del protagonistas defensores del idealismo. American Dream” (2016, 388) en el cine de Ho- llywood, al contribuir al lanzamiento de un men- Desde estas consideraciones, el objetivo gene- saje patriótico, positivo y de unión de la sociedad ral de este estudio es poner en valor el papel del que favorecía la expansión de las iniciativas de cine clásico en la difusión de los valores del New Roosevelt a través de la pantalla. Considerado Deal a través de las películas realizadas y protago- nizadas por algunos de los directores e intérpretes con John Ford y William Wyler uno de “los ‘tres más relevantes de Hollywood. Para ello, se plan- grandes’ del cine americano de anteguerra” (Gu- tean los siguientes objetivos específcos: observar bern 2016, 247), Capra ha sido un director ligado la difusión de estos ideales en el cine americano y a la propaganda americana, incluso en el cine conocer el contexto hollywoodiense de los años documental, donde destacó con la célebre serie 30; refexionar sobre la aportación narrativa de Why We Fight (1942-1945), flmada para el War Capra y la construcción de sus flmes más próxi- Department en la Segunda Guerra Mundial. Ade- mos a los mismos; y analizar a los tres personajes más, junto a Ford, aborda en sus relatos “gestas principales de uno de sus títulos esenciales, Juan de búsqueda o reconstrucción del hogar perdido Nadie, como modelos sociales y de americanismo a través de tres claves: familia, lucha épica y Amé- presentes durante el New Deal. rica como espacio doméstico” (Sánchez-Escaloni- lla 2013, 72), transmitiendo la imagen de que el país era el hogar de todos los norteamericanos, 2. Marco teórico sobre todo en tiempos de crisis. En este sentido, se parte de la idea de que el interés pedagógico 2.1. El cine del New Deal: evasión y propa- por fomentar una serie de valores en la sociedad ganda estadounidense conlleva otro propagandístico El cine clásico de Hollywood experimentó una orquestado desde Hollywood. acusada transformación tras el Crack de 1929, Así, se aborda como estudio de caso la película que afectó especialmente al desarrollo de los Juan Nadie (Meet John Doe, 1941), donde Capra géneros narrativos, al planteamiento temático realiza una apuesta por el compromiso social y y a la construcción de los personajes. A pesar alerta del peligro que puede suponer abandonar de las graves consecuencias de la crisis, el sép- las pautas del New Deal. Se trata de un flme timo arte no fue especialmente perjudicado en

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 163-178 Propaganda en el cine del New Deal: los personajes de Juan Nadie 165 la taquilla, pues se despertó en los espectadores mía películas ‘populares’ y prensa ‘popular’ con “una necesidad casi patológica de evasión y de idéntica voracidad” (Laviana 1996, 159). No obs- diversión, lo que tuvo como consecuencia que tante, la repercusión masiva de la radio convirtió la industria cinematográfca fuese una de las a este medio en el protagonista para divulgar las poquísimas del país que no sólo no perdió te- informaciones del New Deal, incluso desde el pro- rreno, sino que ascendió verticalmente en estos pio gobierno. Debido a su poder de infuencia, años” (Gubern 2016, 234). A esto contribuyeron era el preferido por Roosevelt para propagar las las iniciativas del presidente republicano Herbert políticas de este programa, como refejó en sus Hoover (1929-1933) de facilitar el acceso al cine frecuentes freside chats (Huici 2017), en los que a aquellas personas más desfavorecidas mediante hablaba a los oyentes de forma clara y familiar Manso Durán Valeriano el reparto de entradas gratuitas junto con ropa con la idea de persuadirles sobre sus novedosas y hasta comida. Aunque Hoover conocía bien el medidas. Junto a la radio, y en lugar de la prensa, poder del celuloide para entretener a las masas, este presidente optó también por los informativos fue la administración demócrata de Roosevelt cinematográfcos para transmitir mensajes que (1933-1945) la que mejor explotó las posibili- pretendían conocer a la gente e incluso educar- dades políticas e ideológicas del cine, al apostar la. Por ello, “los medios de comunicación fueron por “un dispositivo cultural que curaba la crisis agente esenciales en la gran mediación newdea- ‘desde dentro’ de la conciencia colectiva de la lista, ya fuera racionalizando el aspecto social, sociedad, haciendo renacer la esperanza en la transmitiendo a la gente el optimismo pragmáti- capacidad de regeneración del sistema al refor- co del presidente o actuando como vehículo de zar la confanza del individuo en su propio afán información y contacto” (Muscio 1996, 24). de mejora” (Mainer 2013, 177). Así, mediante En cuanto a la industria fílmica, y a pesar de el progresista New Deal, se adoptaron medidas las políticas intervencionistas de sus gobiernos, de tipo industrial, relativas a la reforma agraria, “Hollywood formed a close relationship with the de política social, contra el desempleo y de ca- political and cultural programme of Roosevelt in rácter cultural. Estas iniciativas gubernamentales the 1930s and was able to assume a position del nuevo presidente se articularon en un triple of cultural leadership” (Smedley 2011, 47). El eje –socioeconómico, ideológico y cultural-, con presidente actuó de manera permisiva con la el fn de reactivar el país y fomentar el espíritu situación monopolística de Hollywood, donde americano entre la población: cinco grandes estudios –Metro Goldwyn Mayer, Warner Bros., Paramount, RKO y Twentieth Cen- El sueño americano y el americanismo eran, tury Fox–, dominaban el negocio en detrimento evidentemente, proyecciones ideales, construidas de los pequeños o independientes. Esta actitud sobre bases sólo parcialmente ciertas, pero para se tradujo en una estrategia benefciosa para los habitantes de los Estados Unidos de los años ambas partes, pues mientras estas majors “se treinta, y en la estrategia ideológica del gobierno, veían favorecidas al controlar todas las fases de el recordatorio de la labor de los pioneros y los proceso de producción, distribución y proyección valores asociados a la frontera: el individualismo, la de una película sin temor a la competencia”, el iniciativa y la tenacidad, pero también el sentido de gobierno y las instituciones eran plasmados en colectividad, la buena vecindad y la ayuda al prójimo la pantalla “como salvadores del país que había debían actuar como ejemplos ante los difíciles estado a punto de perderse entre las garras de la momentos que afrontaban (Girona 2008, p. 53). Depresión y del miedo” (Mainer 2013, 178). Así, En este cometido, los medios de comunicación la propaganda estatal se instaló en Hollywood, y, tuvieron un papel muy relevante. La prensa se en consecuencia, en las tramas de las películas, había convertido en un fenómeno social ameri- que empezaron a estar marcadas por una acul- cano en los años 20, que se extendió a la década turización patriótica y social y por la imposición siguiente –especialmente el amarillismo-, en los del happy end. El cine de fcción transmitió ef- entornos urbanos. De hecho, fue en esos años de cazmente las bases newdealistas, de modo que auge económico cuando se produjo “un ‘boom’ se establecieron dos líneas de intervención ideo- del periodismo y del cine […]. El público consu- lógica en estos años: “la estabilización social y

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la reelaboración del concepto de americanismo” los personajes habían sido estereotipos” (Pavés (Muscio 1996, 25). Con ello, se orientaba la ca- 2019, 137), y así se plasmó en los géneros más pacidad de las películas para generar opinión pú- desarrollados durante la década. Entre ellos, des- blica, pues la industria cinematográfca era, junto tacaron la comedia –especialmente la screwball con la radio, “la máxima instancia creadora de comedy, que inauguró Capra en 1934 con Su- opinión” (Torreiro 1996, p. 43). cedió una noche (It Happened One Night)–, el En estos años la clase media se convirtió en el musical, el policiaco, el llamado americana, el principal público del cine americano clásico y se de aventuras y el melodrama. No obstante, la produjeron cambios en las tendencias culturales y Depresión favoreció la realización de flmes de Valeriano Durán Manso Durán Valeriano de ocio de los espectadores. La crisis fue decisiva marcado carácter social, de cineastas como King en la notable migración del público desde el tea- Vidor, Mervyn LeRoy, Fritz Lang, John Ford o Ca- tro a las salas de cine debido al bajo coste de las pra, quien se convirtió en el “portavoz de la era entradas, así que Hollywood experimentó a prin- rooseveltiana” (Gubern 2016, 236) y, a pesar de cipios de los años 30 un periodo de gran libertad, sus destacadas incursiones en la comedia, ofreció que, a nivel temático, permitió el tratamiento de en estos años un corpus fílmico “visiblemente temas como la corrupción, el crimen, la libertad comprometido con estas cuestiones” (Girona sexual o la crítica a las instituciones públicas. De- 2008, 54). bido al carácter masivo del cine, la industria no Algunos rasgos de las películas del New Deal tardó en regular esta cuestión para evitar que son la apuesta por argumentos de la realidad co- el público imitara las controvertidas conductas tidiana para favorecer la identifcación del público que aparecían en la pantalla, y, también, para con los protagonistas; el optimismo, el valor y la que ésta se convirtiera en un escaparate idílico esperanza ante la adversidad; la exaltación de las de la sociedad americana. Así, el periodo cono- instituciones gubernamentales; el retorno a los cido como Pre-Code (1930-1934) –en el que los mitos de la América profunda; o “el cultivo de la flmes respiraban “una libertad, al fn y al cabo emotividad” y “la educación en la cultura cívica” una normalidad, que tardaría décadas en reapa- (Sánchez Noriega 2018, 340). A este respecto, el recer” (Freixas y Bassa 2012, 56) –, dio paso a talante social del programa entroncaba también la hegemonía del Código Hays, que se mantuvo con los valores morales y conservadores del Có- hasta 1967: digo Hays, que estaba vinculado a organismos de Su objetivo fnal es que las películas americanas presión como la Legión Católica de la Decencia. presenten una sociedad inmaculada, confortable, Esto evidencia el interés existente por parte del justa, ponderada, estable, aséptica y tranquilizante, poder político para que el ideario de Roosevelt en donde la lacra y el error son sólo pasajeros y llegara a amplios sectores de la sociedad ameri- accidentales. Una sociedad que insufe a los cana desde Hollywood. americanos el orgullo de ser tales y a los extranjeros la envidia y la admiración de su modélico way of life 2.2. El universo de Frank Capra y sus perso- (Gubern 2016, 237). najes idealistas El código implantó una férrea censura y apos- Capra es un cineasta de la contemporaneidad, tó por una visión “hipócrita y puritana que tendía pues, salvo las excepciones de La amargura del a ignorar algunas de las realidades más funda- general Yen (The Bitter Tea of General Yen, 1932) mentales de la vida” (Coursodon 1996, 230), lo y Horizontes perdidos (Lost Horizon, 1937), sus que infuyó también en la construcción maniquea flmes transcurren en Estados Unidos y hablan de de los personajes. Por ello, en los flmes de este los problemas del americano medio. Esta tenden- periodo “los sujetos que actúan de un modo cia por la actualidad podría responder a motivos positivo ven recompensadas sus acciones al ser económicos –al evitar las costosas producciones premiados, del mismo modo que son castigados históricas–, dentro de un estudio perteneciente los caracteres con un comportamiento volunta- a las minors como Columbia, pero le permitía riamente dañino” (Pérez Rufí 2009, 93). Ade- realizar flmes enmarcados en el drama social más, Dmytryck asegura que “antes de la guerra, del momento, especialmente durante los años

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 163-178 Propaganda en el cine del New Deal: los personajes de Juan Nadie 167 más duros de la crisis, como La locura del dólar la ilusión. El pasado suele ocupar también un lu- (American Madness 1932), donde critica y, pos- gar esencial en sus flmes, pero no aparece como teriormente, confía en el sistema bancario. Ade- un conjunto de tradiciones o de anécdotas, sino más, también posibilitó que el cineasta rodara como “una fuerza social por recuperar” (Muscio otros de carácter ideológico a fnales de los 30 y 1996, 31). A pesar del difícil panorama de crisis, a principios de la década siguiente, precisamente este planteamiento indica que Capra apuesta por cuando el auge del fascismo en Europa empezó la unión de las personas al ofrecer “soluciones a convertirse en una amenaza para Estados Uni- personales, humanas, basadas en su inconmovi- dos, y, por extensión, para los avances sociales del ble fe religiosa” (Pelaz López 2010, p. 108).

New Deal. Esto refeja que “del mismo modo que Así, los protagonistas masculinos de los fl- Manso Durán Valeriano reivindicaba una América casi utópica, con una mes de su segunda etapa, El secreto de vivir historia mitifcada, Capra también defende una (Mr. Deeds Goes to Town, 1936), Caballero sin democracia idealizada” (Pelaz López 2010, 97). espada (Mr. Smith Goes to Washington, 1939), Determinado por la difícil coyuntura socioeconó- la propia Juan Nadie o ¡Qué bello es vivir! (It’s a mica de la Depresión, el director plasmó la base Wonderful Life, 1946), “quedan destrozados por ideológica de toda su flmografía en sus primeros sentimientos de autocompasión, desprecio de sí flmes, que, como indica Girona, mismo, rechazo directo o indirecto de sus ideales ofrecieron, ante la nueva América de la abundancia, o cualquier variante del fracaso fnal a que se ven del hedonismo y del afán materialista que abocados” (Willis 1988, 14). Esto muestra que los retrataban, un discurso que privilegiaba valores héroes de Capra no son seres solitarios o fuertes intangibles como el amor, la amistad, el afecto y, –como correspondería al ideal clásico de héroe-, junto con ellos, una, a veces difusa, aunque otras sino “vulnerables, relacionales, capaces de amar muy explícita, nostalgia por el pasado, por aquellas y… enamorados” (Peris Cancio y Sanmartin Es- formas culturales y sociales que estaban condenadas plugues 2017, 151). En la representación de este a desaparecer ante el cambio que experimentaba el rol durante el New Deal, el star system desempe- país (2008, 49-50). ñó un lugar esencial, pues la elección del intér- En esta tarea ocupó un relevante lugar Ro- prete tenía una notable infuencia en el público y bert Riskin, uno de los guionistas y principales era preciso que el americano medio viera en este colaboradores del director. Ambos desarrollaron ser de fcción un modelo a seguir. Por este moti- un “optimismo crítico” que pretendía exhibir vo, Gary Cooper y James Stewart –protagonistas a través de sus flmes “la inquebrantable salud de las cuatro películas citadas-, Henry Fonda o del sistema democrático americano” (Gubern Spencer Tracy, fueron los actores que más veces lo 2016, 235). Así, este espíritu positivo e ideoló- encarnaron en estos años. Esta interrelación entre gico quedaba ligado a la fórmula planteada por actor y personaje pone de relieve que “el cine clá- el Gobierno de Roosevelt para paliar las adversas sico saca partido de las connotaciones previas de consecuencias de la Depresión, es decir, el New la estrella y, al mismo tiempo, las enmascara, pre- Deal, y fue decisivo en el universo narrativo de sentando a la estrella como personaje” (Bordwell, Capra, como se percibe en el talante idealista Staiger y Thompson 1997, 16), como sucede con de sus películas de la segunda mitad de los 30. Cooper en Juan Nadie. A este respecto, se puede afrmar que el tema Mientras que el héroe de Capra encarna valo- central de la obra del cineasta es la preocupación res como la honradez, posee un espíritu positivo y personal y relativa a su comunidad del americano una arraigada moral, muestra un talante ingenuo, medio; el mismo que sufría de forma más directa cuenta con la admiración de su entorno y exhibe los efectos del crack bursátil y necesitaba ver en el una notable preocupación por la recuperación de cine que un mundo mejor podía ser posible. Otras otros personajes o del bien común, las heroínas de sus constantes temáticas son el individualismo, presentan unos rasgos que los complementan y pero, a la vez, el compromiso con el entorno, o las convierten en unos personajes esenciales para el análisis de la realidad, además de la bondad, el el desarrollo de las tramas. Las protagonistas del sacrifcio, la derrota, la esperanza, la renuncia o cineasta suelen mostrar un carácter intrépido,

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una actitud decidida, una fuerte personalidad, lumbia. El contrato que frmó en 1935 con este un espíritu cosmopolita, y, además, aparecen estudio fue uno de los más favorables para un tanto en entornos domésticos como laborales, cineasta que se habían negociado en Hollywood donde ejercen su profesión de forma entregada hasta la fecha. Concretamente, “it provided for y con un considerable éxito. En este sentido, de- him to produce and direct four pictures over a bido a la Depresión, el cine clásico promovió en two-year period and guaranteed him a salary of los años 30 la fgura de la mujer –especialmente $100,000 per picture and 25 percent of the net en los roles de madre y esposa–, como el sostén profts, with each picture separately accounted” moral de la familia, pero también contribuyó “a (McBride 2011, 329).

Valeriano Durán Manso Durán Valeriano la consolidación de un nuevo modelo de mujer, alejada de los roles tradicionales, cuyas actitudes 2.3. Juan Nadie (1941): contexto, temas y infuirán en una progresiva e irreversible trans- personajes formación del ámbito familiar” (Lanuza Avello 2010). En línea con la working girl (Guiralt Gomar Esta película es la primera que produjo el 2008) se enmarcan algunas protagonistas de los cineasta con el sello Frank Capra Productions, flmes de la segunda etapa de Capra, quienes tras dejar Columbia en 1939, y pertenece a la destacan, además, por su talante resolutivo. Estos segunda y más fructífera etapa de su flmografía. perfles, masculinos y femeninos, intentaron re- En ella apuesta por mostrar la corrupción de la fejar al espectador medio estadounidense, y, por sociedad y ofrecer la propagación de los valo- otra parte, indicaron que “the greatest exponent res del New Deal como una solución ideológica of Hollywood’s new idealism was perhaps Frank posible. Además, ante el contexto mundial del Capra” (Smedley 2011, 72). momento, supone una denuncia “explícita de los peligros del fascismo” (Pelaz López 2010, 101), Al hilo de la omnipresencia y el auge de los que supondría la desaparición de valores ligados medios de comunicación de masas en la socie- a Estados Unidos como la libertad y la democra- dad americana, Capra mostró especial interés por cia. La trama contó con el guion de Riskin –pro- abordar el mundo del periodismo y por construir ductor del flme junto a Capra–, y se basaba en el personajes periodistas, como expresó en El poder relato A Reputation, de los escritores y guionistas de una lágrima (The Power of the Press, 1928), Richard Connell y Robert Pressnell, que se había Sucedió una noche y Juan Nadie, donde Douglas publicado en prensa en 1922 y adaptado al teatro Fairbanks Jr., Clark Gable y Barbara Stanwyck, en 1939 bajo el título de The life and the death respectivamente, interpretaron a protagonistas of John Doe. Aunque contaba con el apoyo del reporteros y columnistas. En ellas, el cineasta público, el director anhelaba el defnitivo respaldo apostó por entornos urbanos como espacios de la crítica, como expresa en sus memorias: dinámicos de oportunidades, prosperidad y mo- dernidad, radiografando la vida americana de la Mi primera aventura cinematográfca época y mostrando “una vívida imagen de Esta- completamente independiente, fue orientada a dos Unidos” (Girona 2008, 47). Además, planteó conseguir la aclamación de la crítica. Los éxitos del otro de los aspectos comunicacionales que más le brazo fuerte de Hitler contra la democracia estaban preocupaban, la dimensión política de los medios creando escuela. En toda Norteamérica surgían y su capacidad para poder infuir en los ciudada- pequeños führers que proclamaban que la libertad nos, alertando “a los espectadores de los peli- era algo débil, estéril, pasado. ¡La ‘nueva ola’ era gros que entrañan las grandes corporaciones y el Poder de la Sangre! Destruye a los débiles, los los manipuladores mediáticos” (García de Lucas, judíos, los negros; destruye el cristianismo y su Rodríguez Merchán y Sales Heredia 2006, 49). Sin anticuado mandamiento de ‘ama a tu semejante’. duda, la personalidad que imprimió en sus flmes, ¡Arriba la Herrenvolk! Riskin y yo asombraríamos a su libertad creativa, y, además, la gran populari- los críticos con realidades contemporáneas: el feo dad que experimentó especialmente durante los rostro del odio: el poder de los fanáticos de uniforme años 30, permitió a Capra imponerse como uno con camisas rojas, blancas y azules; la agonía de de los escasos cineastas autores que admitieron la desilusión, y las oscuras pasiones salvajes de las el rígido sistema de estudios, en este caso Co- multitudes (Capra 2000, 349).

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En cuanto a los temas que aborda, la película en la cinematografía de Capra, estando presente realiza una crítica a la prensa sin escrúpulos que en varios de los protagonistas de sus flmes: se impone para hacer negocio más que para in- The temptation to suicide is a major theme of formar sobre la problemática social. El ejemplo Capra’s work. The heroes two of his most personal más claro es la destrucción del rótulo grabado (and least commercially successful) flms before en piedra de la entrada del edifcio donde está Meet John Doe –The Way of the Strong and The el periódico, y que indica ‘The Bulletin: la prensa Bitter Tea of General Yen- actually do commit libre garantiza la libertad de las personas’, para suicide. Failed suicide attempts fgure im several colocar otro que reza ‘The New Bulletin: un perió- other Capra flms, and almost every Capra flm dico moderno para una nueva era’. Este cambio Manso Durán Valeriano takes its central character on violent mood swings de eslogan determina el desarrollo de la historia, between elation and despair before reaching fragile pues la apuesta por esta modernidad en detri- happy ending (McBride 2011, 434). mento de la libertad supone un reajuste de la plantilla –y despidos de trabajadores–, y un giro Posteriormente, aparecería también en Qué bastante radical en la línea editorial. Cuando bello es vivir, así que varios de los flmes que el un periódico realiza cambios de este tipo, “los director realizó desde el periodo mudo hasta la hace para adecuarse a los tiempos, satisfacer a Segunda Guerra Mundial, pasando por el New sus lectores y, por supuesto, para vender más. Deal, tuvieron personajes principales marcados Lo cual es lícito”, pero “lo peor es que muchos por el intento de suicidio. A pesar de su riqueza lo hacen para ser más ‘populares’ y, sin darse temática, su potente apertura y un “desarrollo cuenta, más amarillos” (Laviana 1996, 173). Así, que ascendía de forma inexorable hasta un clímax el flme destaca la hegemonía que tenía la prensa espectacular”, ni Capra ni Riskin encontraban un en Estados Unidos a principios de la década de los buen fnal para la historia: “es sorprendente, pero 40 –y el auge producido durante el New Deal–, cierto; Juan Nadie corría el peligro de no conver- además de su lado más oscuro para potenciar tirse en un flme clásico porque ¡no podíamos “el formidable papel de los mass-media por in- terminarlo!” (Capra 2000, 353-354). Al fnal, fuir y manipular en la gente mediante métodos optaron por un desenlace esperanzador, pues ilegítimos y fraudulentos” (Aguilera y Grau 2015, enfrentarse a temas tan críticos permitía inten- 172). La creación de un personaje como Juan Na- sifcar la propaganda del New Deal, el espíritu die aumenta las ventas del amarillista The New americano, la fraternidad y la unidad. Bulletin, pues los lectores se identifcan con él, de En lo que respecta a los personajes, el título modo que se convierte en un fenómeno social, original, Meet John Doe, conlleva “una invita- e incluso político. ción a conocer al tipo anónimo y representativo Capra presenta los temas sobre la situación de los valores de las reglas doctrinales del cine social de Estados Unidos en estos años en la carta de Capra –progresistas, si bien al mismo tiempo que supuestamente envía John al periódico pero fuertemente arraigadas a la moralidad cristia- que escribe Ann en la que iba a ser su última na” (Aguilera y Grau 2015, 168)–. Se trata de columna. Aquí destaca la incapacidad de los po- un ser de fcción que está próximo al ciudadano líticos para responder a los ciudadanos, el paro o medio y que actúa como su portavoz contra el la corrupción, pero teniendo en cuenta que en el poder de una minoría privilegiada que oprime cine clásico la pérdida del empleo en los protago- a la sociedad. John pertenece al típico héroe nistas supone “uno de los confictos principales americano idealista y honesto de Capra, capaz de la trama que sus héroes habrán de resolver”, de convertirse en un líder carismático, calar en se plantea “una temática de conficto social” (Pé- la sociedad e infuir en las masas. Este prototipo rez Rufí 2009, 170). También aborda aspectos de héroe refeja el culto a la personalidad que el como el idealismo, el populismo, la manipulación cineasta desarrolló en sus películas de estos años, de las masas, el sensacionalismo y el suicidio, que evidenciando “que no solo una persona concreta es expuesto “como reclamo y como redención” puede signifcar un cambio, sino que sin tales (Willis 1988, 38). A este respecto, resulta oportu- individuos estaríamos todos perdidos” (Gallagher no indicar que el suicidio es un tema recurrente 1996, 350). Por su parte, Ann se encuentra en

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la línea de los personajes que encarnaba Barbara Rodríguez Merchán y Sales Heredia o Laviana. Por Stanwyck, quien combinaba “la cualidad impe- otra parte, también se ha considerado oportuno tuosa y el sex-appeal con la integridad propia de abordar la perspectiva de género en los seres de una working class heroine”, una ecuación que fcción de este periodo de la historia del cine, atendía a “los elementos de radiografía social” para, concretamente, poder abordar la construc- (Aguilera y Grau 2015, 30). Junto con Katharine ción de los personajes femeninos y los roles que Hepburn, Bette Davis y Joan Crawford –y a pe- ejercían en los flmes de esta época. Para ello, sar de los aspectos que las diferenciaban–, refejó se ha recurrido a las investigaciones de Lanuza la imagen de la mujer trabajadora que se había Avello, Guiralt Gomar o Guarinos.

Valeriano Durán Manso Durán Valeriano incorporado masivamente al mercado laboral En segundo lugar, se han revisado libros y americano y se enfrentaba a la Depresión, y uno artículos sobre el director de Juan Nadie, Frank de los exponentes hollywoodienses de la mujer Capra, de autores expertos en su trayectoria moderna. cinematográfca, como Peris Cancio y Sanmar- Para potenciar las fuerzas del bien, las del mal tín Esplugues, Antuñano, McBride, Pelaz Ló- aparecen vinculadas a la corrupción y al auge in- pez, Girona, Machacuay, Gallagher y Willis. Del minente del fascismo en la sociedad americana mismo modo, se han consultado las memorias víctima de la crisis, como había sucedido en Ita- del cineasta y un estudio de uno de los direc- lia y en Alemania después de la Primera Guerra tores contemporáneos a él, Edward Dmytryck, Mundial. Esto queda plasmado en D. B. Norton, quien refexiona sobre su universo narrativo en un personaje que mueve los hilos desde su perió- el contexto del Hollywood clásico. Para cono- dico para despertar necesidades en la ciudadanía cer las aportaciones de la pareja protagonista y una fuerte alarma social con fnes políticos. Así, del flme, Gary Cooper y Barbara Stanwyck, y la se refeja que el magnate es “el ciudadano que construcción de sus personajes, se ha recurrido vende opinión” (Laviana 1996, 19), lo que implica a las biografías realizadas, respectivamente, por manipulación mediática. Estos tres personajes de- Meyers y Aguilera y Grau. En este sentido, han notan que a pesar del espíritu positivo que Capra resultado pertinentes las aportaciones sobre el imprimió en Juan Nadie, su trasfondo es triste y análisis del personaje audiovisual de Casetti y Di amargo; una mezcla que le otorgó el reconoci- Chio o Chatman para estructurar la plantilla que miento de público y de crítica, como indica su se aplica a los personajes que se estudian. En Oscar al Mejor Argumento Original. tercer lugar, se ha procedido al visionado de la citada película, protagonizada por los tres seres 3. Metodología de fcción que se abordan: Ann, John y Norton. En cuanto al resultado de los personajes, se debe Esta investigación es de naturaleza cualitativo- señalar que el rostro, el físico, la voz y, en defni- descriptiva, como se refeja en la metodología tiva, la interpretación de los actores que los en- empleada. En primer lugar, se ha procedido a una carnan –Stanwyck, Cooper y Edward Arnold, en revisión bibliográfca, y posterior lectura, de pu- este orden–, están estrechamente ensamblados blicaciones de autores e investigadores relevantes con su composición cinematográfca. Asimismo, sobre la historia del cine en Estados Unidos, el también se ha refexionado sobre la dimensión contexto de la Gran Depresión y del New Deal, el educativa de la película. cine realizado durante este periodo, la imposición del Código Hays y los géneros cinematográfcos, A continuación, se ha aplicado la plantilla de como Sánchez Noriega, Huici, Gubern, Mainer, análisis de personajes realizada en 2009 por el Sciomopoulos, Freixas y Bassa, Smedley, Echart, Grupo de Investigación en Análisis de Medios, Bordwell, Staiger y Thompson, Coursodon, Mus- Imágenes y Relatos Audiovisuales (AdMIRA), de cio y Torreiro. Asimismo, se han consultado publi- la Universidad de Sevilla, basada en las teorías caciones relativas a la representación fílmica del de Francesco Casetti y Federico Di Chio. Se trata ámbito periodístico de Estados Unidos durante las de una herramienta cualitativa que es heredera décadas de los 30 y principios de la de los 40, de de las aportaciones de destacados narratólogos, autores como Mera Fernández, García de Lucas, como Chatman, Greimas o Propp; fundamentales

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Ann Mitchell Long John Willoughby D. B. Norton

Iconografía

Edad

Apariencia física

Vestimenta

Habla Valeriano Durán Manso Durán Valeriano Transformación

Psicología

Carácter

Relación

Pensamiento

Sentimientos

Evolución

Sociología

Nivel social-eco- nómico

Nivel cultural

Sexualidad

Orientación

Rol

Papel que desem- peñan

Motivaciones

Acciones

Gráfco 1: Ficha de análisis de personajes como persona y como rol Fuente: Elaboración propia a partir de la plantilla de análisis del Grupo AdMIRA en las investigaciones sobre narrativa audiovisual. nes y las acciones de los seres de fcción. A este Esta plantilla, que atiende a aspectos relativos a la respecto, se considera que la motivación favorece iconografía, la psicología, la sociología y la sexua- la acción, así que al clasifcar a los personajes lidad, y a otros sobre los roles, permite conocer en función del rol que ejercen resulta “necesa- la apariencia, el habla, el carácter, las relaciones rio observar los factores relacionados con la vida con el entorno, el pensamiento, los sentimientos, personal junto a la relación del protagonista con la evolución, el nivel socioeconómico y cultural, la acción y el sentido de su actuación” (Pérez Rufí y la orientación sexual, así como o las motivacio- 2009, 269). Esto constata que el análisis como

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persona y como rol están interrelacionados, pues periódico” (Aguilera y Grau 2015, 172). Aunque con ellos se pretende apostar por la construcción ella no esperaba la repercusión que su personaje del personaje como un ser procedente de la vida y la columna que escribe provocan en la sociedad real, con las mismas inquietudes, problemas y as- americana, rápidamente se siente identifcada piraciones del espectador, para facilitar el proceso con el sufrimiento de éste, pues, en defnitiva, de identifcación. es el suyo propio. En cuanto a sus relaciones con los demás, vive con su madre viuda y con sus dos hermanas adolescentes, con quienes se lleva 4. Análisis de personajes bien. La persona de su familia a quien más admira

Valeriano Durán Manso Durán Valeriano es su difunto padre, que era autor de un idealista 4.1. Ann Mitchell: una periodista audaz diario que escribió hasta poco antes de morir. La protagonista trabaja como columnista en Sus páginas son las que la inspiran para redactar el periódico The Bulletin, y, después, en The New los discursos que pronunciará John por todo el Bulletin. Ann es una joven e intrépida periodista país. Con él establece una relación casi maternal que mantiene a su familia tras la pérdida de su porque le infunden ternura su frágil situación y padre y que posee un frme compromiso social la ingenuidad de su carácter. Además, desarrolla que entronca con el New Deal. Ella encarna un una especie de veneración por él y por los ideales modelo de mujer trabajadora que se siente rea- que representa –aunque ella es quien los plan- lizada profesionalmente, pero que tiene que re- tea–, así que ve en John la personifcación de los inventarse para sobrevivir en un ambiente hostil valores de su progenitor. El creciente interés que derivado de la Depresión. manifesta por el joven no tarda en propiciar un vínculo amoroso. En el ámbito profesional, inicia Iconografía. Ann tiene unos 25 años, es rubia una relación cordial con Norton cuando entra en y destaca por su amplia sonrisa, su mirada ex- su círculo de confanza, pues al principio no sos- presiva, su estilizada fgura y un elegante cami- pecha de sus intenciones. nar. Ella suele llevar una vestimenta muy sencilla y modesta en la que destacan los sombreros, y El pensamiento de Ann es muy práctico, y esto que es acorde a su edad, pero, sobre todo, a sus le permite encontrar soluciones efectivas a los posibilidades económicas. En cuanto a su forma problemas, enfrentarse a ellos y ganarse el res- de hablar, tiene un discurso claro y persuasivo peto de sus compañeros. No obstante, también es emocional, como refeja cuando habla de su que acompaña con un tono de voz directo que padre o con el protagonista, y está arraigado a transmite una gran seguridad. Por ello, nunca da unas profundas convicciones morales próximas rodeos para comunicar algo. La principal transfor- al New Deal y a la defensa de la democracia. mación iconográfca que sufre se produce en la Aunque por su implicación en la manipulación parte fnal y se evidencia en el elegante vestuario de la sociedad pertenecería al nutrido grupo de que porta para cenar con D. B. Norton, y en el “periodistas indeseables” (Mera Fernández 2008, cercano y cómplice discurso que emplea con el 508) que ha dado el cine, lo cierto es que es una protagonista. chica honesta. Así lo expresa al confesar al editor Psicología. Ann tiene un carácter afable y un del diario que se ha inventado a Juan y que la car- comportamiento audaz y enérgico que le permi- ta no existe. Esto es extensible a los sentimientos te ser readmitida en el diario gracias a la inven- nobles que profesa a su familia. En cuanto a su ción de Juan Nadie, un ciudadano que envía una vida amorosa, las responsabilidades del trabajo la carta a la redacción para expresar que se siente tienen tan absorbida que no desarrolla sus verda- defraudado por el sistema, está cansado de la deros sentimientos por John hasta que transmi- corrupción y lleva años en el paro, por lo que te el discurso radiofónico. Ella experimenta una amenaza con suicidarse desde el ayuntamiento notable evolución psicológica al abandonar las la noche del 25 de diciembre. Se trata de un per- aspiraciones económicas que le permitían con- sonaje anónimo “que en realidad comparte su servar su empleo, para luchar activamente por el misma realidad o la de cualquiera de los otros idealismo que encarna John. El punto álgido se compañeros despedidos por el nuevo director del produce cuando toma conciencia del peligro del

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 163-178 Propaganda en el cine del New Deal: los personajes de Juan Nadie 173 experimento social que ha fomentado y de los atraviesa; de hecho, aparece en el diario con la intereses reales de Norton, así que decide huir del ropa sucia y el pantalón roto. En cuanto a su for- magnate y seguir en la lucha junto al protagonis- ma de hablar, tiene carisma y una gran capacidad ta, a quien termina confesando su amor. de oratoria y de convocatoria, como se percibe en Sociología. Ann pertenece a la clase media tra- su primer discurso radiofónico, aunque al princi- bajadora, aunque la decoración y la estructura de pio muestra un tono tímido. La principal trans- su casa denotan que antes de la crisis gozó de un formación que sufre se percibe en el elegante estatus superior. En el ámbito social, se percibe vestuario que porta tras aceptar dar vida a Juan que controla perfectamente el mundo en el que Nadie, pues el periódico le da una considerable se mueve –tanto en las altas esferas como en la cantidad de dinero. Asimismo, sus palabras se Manso Durán Valeriano redacción del periódico, o incluso en la calle–, y, tornan más idealistas. por ello, sabe elegir a la persona que va a encar- Psicología. John tiene un carácter sensible, que nar a Juan Nadie. Asimismo, posee un nivel cultu- se advierte en el comportamiento tan honesto, ral alto que es propio de su labor profesional, de humanitario y razonable que exhibe, especial- sus inquietudes intelectuales y de su bagaje vital. mente cuando habla de los más desfavorecidos Sexualidad. Ann es heterosexual y no tiene de la Depresión, es decir ‘los Juan Nadie’ a los novio. Finalmente, cuando John va a suicidarse, que representa con fdelidad e intenta dar voz. consigue expresarle sus deseos, sentimientos y Él encarna valores como la integridad, la justicia planes de futuro. y la sinceridad en un panorama de crisis, así que se convierte en el modelo perfecto que buscan En cuanto al análisis del personaje como rol, desde The New Bulletin para personifcar al per- la protagonista desempeña los de working class sonaje. Además, al ser un ex jugador de beisbol heroine y chica buena. En el primer caso, motiva- profesional entronca con el espíritu americano y da por mantener su puesto de trabajo, se inventa adquiere mayor credibilidad ante los ciudadanos un personaje que le permite ser readmitida en de las clases populares. John acepta el reto de el periódico, ganar dinero –que, como confesa, convertirse en Juan Nadie porque desea operarse es su principal objetivo–, y aumentar los lecto- del codo para poder volver a jugar al beisbol y, res. Además, convencida de la causa de John, también, porque necesita dinero, pues no tiene consigue salvarlo del suicidio y del plan fascista ni para comer. Sin embargo, los motivos econó- de Norton. El segundo rol lo ejerce en el ámbito micos dejan rápido de interesarle. En lo relativo a personal, pues, motivada por el amor que siente sus relaciones, John comparte el espíritu solitario por el protagonista, decide protegerlo para em- y la vida social escasa de los héroes clásicos, y, por prender juntos una nueva vida. ello, solo tiene un amigo en quien confar, el Co- ronel –encarnado por Walter Brennan–, un vaga- 4.2. Long John Willoughby: un héroe idealista bundo que lo conoce muy bien y actúa como su El protagonista es un antiguo jugador de beis- conciencia. Asimismo, con Ann inicia un vínculo bol que dejó este deporte tras lesionarse el codo personal que se vuelve cada vez más íntimo, pues y ahora está en la indigencia. John intenta so- admira su valor como mujer y su profesionalidad, brevivir sin trabajo y sin un techo donde dormir, de modo que puede afrmarse que representa un pero, a pesar de ello, no necesita mucho para nuevo modelo de masculinidad para la época. Por ser feliz. Él representa a las numerosas víctimas su parte, apenas tiene relación con Norton, aun- anónimas de la Depresión, y esto lo convierte en que se enfrenta a él cuando descubre que quiere el modelo idóneo para encarnar a Juan Nadie en utilizarlo para sus intereses políticos fascistas. la campaña que inicia The New Bulletin. El pensamiento de John está marcado por unas Iconografía. John tiene poco más de 30 años, fuertes convicciones idealistas que están muy es alto y destaca por su sonrisa franca, sus ojos ligadas a los valores demócratas del New Deal azules y una imagen cercana. Aunque es atrac- y al americanismo como forma de unión de los tivo, posee una vestimenta casi harapienta que ciudadanos para hacer una sociedad más justa. evidencia la precaria situación económica que No obstante, presenta cierta ingenuidad, como

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revela al descubrir que tiene numerosos clubes 4.3. D. B. Norton: un magnate totalitario compuestos por miles de seguidores de todo el El antagonista es un magnate del petróleo que país que lo consideran un faro para guiarles. La adquiere The Bulletin para convertirlo en The New secuencia de la convención con estos clubes en Bulletin. Norton posee un excelente olfato para un estadio de Chicago es la que recoge con ma- los negocios y unas aspiraciones políticas ligadas yor precisión sus ideas, pues todos los asistentes, al fascismo, y opuestas al New Deal. Él encarna bajo la lluvia, anhelan con esperanza escuchar- un modelo de empresario hábil pero implacable lo. Esta transparencia es común al ámbito de los que no duda en recurrir a la manipulación para sentimientos, donde destaca por su nobleza, lograr sus propósitos. Valeriano Durán Manso Durán Valeriano su capacidad de entrega, y, en la parte fnal, su amor hacia Ann. La evolución que experimenta Iconografía. Este personaje supera los 50 años, el protagonista tiene un origen social, pues parte posee una oronda fgura y su rostro destaca por de una condición anónima y se convierte en un un gesto serio y una mirada dura que se percibe héroe nacional que abandera una causa de ma- a través de sus pequeñas lentes. Debido a esta nifesto calado idealista. Aunque va percibiendo apariencia física parece mayor para su edad, y en el peligro del plan en el que está involucrado, su esto infuye el sobrio vestuario basado en trajes clímax se produce cuando Norton lo traiciona boi- oscuros y de rayas que suele llevar. En cuanto a coteando la convención. Esto revela que “Capra su forma de hablar, posee un discurso claro pero alienta al principio las ilusiones de su héroe para parco en palabras que acompaña con un tono después destrozarle” (Willis 1988, 44), una pauta frme e hiriente. Su principal transformación se común en varios de sus flmes. La derrota lo lleva advierte en el esmoquin que porta en la cena al suicidio, pero, fnalmente, Ann lo convence de donde celebra con directivos de medios de co- que debe seguir defendiendo su lucha. municación, y demás personalidades, la carrera Sociología. John procede de un entorno so- política que va a iniciar manejando a Juan Na- cioeconómico muy deprimido, pues, práctica- die. Asimismo, su habla se torna más sosegada mente, vive en la calle debido a la Depresión y al fnal. suele viajar como polizón en los trenes de mer- Psicología. D. B. Norton tiene un carácter do- cancías junto al Coronel. Esta situación contrasta minante que se evidencia en la actitud decidi- con sus habilidades sociales, pues sobresale por da, prepotente y manipuladora que ejerce en el su capacidad para entender los problemas de los ámbito mediático y político. Por ello, al conocer ciudadanos, su oratoria y su don de gentes. Por el impacto de Juan Nadie en las clases popula- otra parte, su nivel cultural bajo favorece que sea res decide explotarlo para su benefcio. Así, en fácilmente manipulable. él se sintetizan, “en una signifcativa simbiosis, Sexualidad. El protagonista es heterosexual y los magnates a los que Roosevelt criticó durante posee una visión romántica de la pareja, pero este los años más duros de la Depresión y esos otros aspecto solo se muestra en el desenlace cuando personajes, más o menos públicos, que […] abra- Ann se declara. zaban la ideología nazi y sus estrategias políticas” En cuanto al análisis del personaje como rol, (Girona 2008, 275). En cuanto a la forma de rela- desempeña el de héroe idealista. A pesar de que cionarse, entabla con Ann un vínculo profesional se convierte en Juan Nadie alentado por curar para llevarla a su terreno, pues le interesa con- su codo, John muestra una frme convicción por tar con una periodista que está comprometida ayudar a los desfavorecidos. Así, motivado por con la causa de Juan Nadie y sabe escribirle los ofrecerles ánimo y confanza en plena crisis, en- discursos. Con John no tiene una relación cerca- carna al personaje y no desea abandonarlos el na y tampoco suelen hablar con frecuencia. Sin día de Navidad, como estipula su contrato. Por embargo, cuando éste se niega a su chantaje, ello, convencido de escapar de la estrategia de Norton despliega su despotismo para aniquilarlo. Norton, responde al ruego de Ann de no suici- Con quienes sí mantiene una relación estrecha darse para dar voz a los más débiles que siguen son su sobrino –y heredero de su imperio–, y el creyendo en él. cuerpo de matones que tiene a su servicio.

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Pensamiento. Este personaje es muy inteligen- la crisis-, lo voten y lo conviertan en el nuevo te y posee un pensamiento práctico, empresa- presidente. rial y estratega. El éxito de Juan Nadie entre las numerosas víctimas de la Depresión le permite 5. Conclusiones vislumbrar que podría obtener millones de votos con esta nueva corriente popular. Por ello, pla- Frank Capra es uno de los cineastas más repre- nifca que John anuncie ante sus seguidores la sentativos del cine clásico y del New Deal. Su obra creación de un tercer partido, una alternativa al cinematográfca, especialmente la de su segun- da etapa, constituye el espejo emocional de una Demócrata y al Republicano “dedicado a todos época muy concreta de la historia reciente de Es- los Juan Nadie del país, lo que equivale al noventa Manso Durán Valeriano tados Unidos, pues, además, muestra un especial por ciento de los votantes” (Laviana 1996, 174), interés por refejar los problemas e inquietudes con el que Norton se postularía como presidente del ciudadano americano medio. La evolución de Estados Unidos. Esta ambición se extiende al que experimentó su flmografía desde los prime- ámbito de los sentimientos, pues es frío y sólo ros años 30 hasta el fnal de la Segunda Guerra parece algo afectuoso con aquellos de los que Mundial, responde también al diferente modo en puede sacar benefcio, como Ann. El magnate que el republicano Hoover y el demócrata Roo- experimenta una considerable evolución tras el sevelt gestionaron la Depresión. Así, el talante rechazo de John, pues decide ejercer su posición optimista del segundo se plasmó en sus flmes ro- de superioridad y exhibir todo su poder. Por este dados entre 1934 y 1946, y contribuyó a animar motivo, lo desprestigia en la convención ante los y a dar esperanza a una sociedad que intentaba clubes llamándolo impostor y recurre a sus mo- evadirse de la crisis a través de la gran pantalla. tociclistas paramilitares para agitar a las masas Durante el New Deal las películas no solo se ofre- contra él, consiguiendo fnalmente este cruel cían como consumo sino también como servicio, propósito. con la intención de ofrecer diversión y educación. Sociología. Norton posee un nivel socioeco- Esto evidencia la efcacia del cine para transmitir nómico alto debido a sus múltiples negocios y unos valores sociales determinados desde el pro- un nivel cultural medio vinculado a su ideología pio gobierno, y, además, “como agente difusor próxima al fascismo que se estaba expandiendo de ideologías” (Mainer 2013, 171). Asimismo, la desde Europa. Este estatus le permite desarrollar segunda etapa de Capra está enmarcada en un un aparato político basado en el control de los periodo caracterizado por el interés de Roosevelt medios de comunicación, la instrumentalización por transmitir los valores newdealistas a través del de un líder, la articulación de un discurso próximo cine. Por ello, sus títulos destacan el protagonis- al ciudadano, la creación de estructuras paramili- mo de la gente humilde y sencilla que lucha por tares de agitación, y la propuesta de un gobierno sobrevivir, y apuestan por un tono amable e in- autoritario “que garantice la seguridad y el or- cluso optimista ante la adversidad, pero siempre den” (Girona 2008, 278). emotivo. Estos planteamientos posibilitaron que sus historias conectaran con los espectadores de Sexualidad. Este personaje es heterosexual, este periodo. pero se desconoce su estado civil, así como sus A este respecto, Juan Nadie es un flme que relaciones amorosas o sexuales. Este aspecto no plantea una problemática social determinada, aparece desarrollado. que resulta injusta y cruel para la población, para En cuanto al análisis del personaje como rol, después ir mostrando que la solución a la misma ejerce el de villano. Al principio, motivado por pasa por la aplicación de las políticas del New aumentar los benefcios del periódico, apoya la Deal, que, en realidad, entroncan con el espíri- iniciativa de Ann, pero el aparato propagandístico tu de lucha de la población americana. Se trata que erige en torno a John le permite proyectar de una película triunfante por una parte, pero una carrera política fascista. Así, motivado por derrotista por otra, que no duda en mostrar la llegar a la Casa Blanca, planifca la explotación abrupta inversión del idealismo de las masas en de éste para que sus adeptos –perjudicados por desilusión, sobre todo al tratarse de un idealis-

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mo manipulado y orquestado desde el poder. En un representante del americanismo por su tra- este sentido, aborda el peligro que conlleva el yectoria como jugador de beisbol. Gary Cooper populismo más demagógico, pues refeja cómo otorgó una gran credibilidad al personaje tanto un ciudadano anónimo puede convertirse en la por su interpretación como por su experiencia marioneta de un poder corrupto que solo desea en el celuloide como héroe americano idealista. controlar a quienes se identifcan con él. Además Estos patrones manifestan que el star system de propagar y defender el New Deal –como su- estaba al servicio de los valores propagandísticos cedía en otros títulos de la época y del director–, del gobierno. Por último, Norton personifca el el flme pretende educar a la ciudadanía en base prototipo de magnate sin escrúpulos que solo Valeriano Durán Manso Durán Valeriano al mismo, indicando cuál es el camino a seguir, actúa movido por sus intereses, a pesar de que especialmente al acentuar el peligro que supone estos puedan suponer una amenaza para la con- el fascismo como alternativa a la democracia. De vivencia pacífca de la sociedad. esta manera, “Capra propone como solución a estas tentaciones totalitarias, la recuperación de En este sentido, la condición clásica del héroe los valores que se encarnan en el hombre común –en lo que respecta a valores como el honor y la estadounidense” (Girona 2008, 278). Por este bondad–, se enfocaba a cómo los espectadores motivo, no realiza una crítica del sistema político debían ser y actuar, mientras que la actitud reso- y social norteamericano, sino de ciertos medios lutiva de la heroína para enfrentarse a la adver- de comunicación y algunos políticos que manipu- sidad se dirigía a las espectadoras. John y Ann lan a la sociedad, de manera que “the injustices encarnaron un prototipo masculino y otro feme- that are described and represented are particular nino, respectivamente, y exhibieron una profunda to specifc local government administrators and conciencia social. Así, en el universo del cineasta, media outlet owners” (Siomopoulos 2012, 37). los protagonistas defenden unos valores idealis- Esta dicotomía ideológica se transmitió a tra- tas, mientras que los antagonistas ambicionan los vés de unos personajes masculinos y femeninos materialistas, y esta oposición –que propiciaba la que se erigieron en patrones y modelos para la aceptación y el rechazo del público–, coincidía sociedad americana que intentaba superar las con las estrictas normas del Código Hays desde secuelas de la Depresión y que tenía en el star 1933. Además, revelaba la presencia de la moral system de Hollywood su universo mitológico. cristiana en Hollywood, pues los sujetos que ac- En primer lugar, la protagonista representa el tuaban de forma positiva eran recompensados y espíritu independiente que anhelaban muchas los que procedían de manera negativa eran cas- mujeres americanas de la época, así como el tigados. El inicio de la Segunda Guerra Mundial éxito profesional por encima del amoroso, y en también determina la caracterización de los per- su vehemente denuncia contra la injusticia so- sonajes, ubicando a John y a Ann en la órbita cial, la corrupción y el paro, apuesta por el New de los aliados y a Norton en la fascista, como se Deal como fórmula para construir una sociedad aprecia cuando se dirigen a las masas. Capra rea- más justa, honrada y productiva. La apuesta liza una idílica defensa de Estados Unidos que se por Barbara Stanwyck para interpretar a Ann plasma en la pareja protagonista, así que, a pesar resultó muy acertada porque la actriz ya había dado vida en el cine a otras jóvenes trabajadoras de que en el flme el mal está tan desarrollado y luchadoras, y así los espectadores pudieron como el bien, el happy end se presenta como la asociar mejor la naturaleza del personaje con única solución posible para enviar a la ciudadanía la personalidad de la estrella. En segundo lugar, estadounidense un mensaje positivo y de frater- junto a esta mujer moderna aparece John, un nidad ante la corrupción mediática y política que hombre sencillo, íntegro y honesto que refeja a amenazan el país. En defnitiva, la propaganda los perjudicados por la Depresión y que se con- en el cine hollywoodiense realizado durante el vierte en el líder de los más vulnerables gracias New Deal apuesta por un modelo de sociedad a un mensaje esperanzador que procede de los democrática, como demuestran los protagonistas profundos ideales del New Deal. Además, es de Juan Nadie.

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BELLEZA Y LEGITIMACIÓN DEL ARTE CONTEMPORÁNEO (REFLEXIONES A PARTIR DE ARTHUR C. DANTO)

Francisco J. Falero Folgoso Universitat de les Illes Balears

Data recepción: 2019-02-26 Data aceptación: 2020-03-11 Contacto autor: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4406-3981

RESUMEN La categoría estética de la belleza ha sido marginada, cuando no totalmente reprobada, por las poéticas y las teorías artísticas durante el siglo XX. Dicha categoría habría sido vista como una ré- mora desarrollando así actitudes francamente beligerantes. En la última década del siglo ha sido de nuevo objeto de atención por parte de la refexión del mundo artístico, en parte como culminación de una reacción frente al denominado arte contemporáneo, poniéndose de manifesto en programas curatoriales, en ensayos así como en respuesta a los abusos comerciales del patrimonio por parte del turismo cultural. En este trabajo refexionaremos sobre el valor y signifcación de esta categoría hoy a partir de la obra del flósofo Arthur Danto, para llegar a apuestas hermenéuticas como las de Federico Vercellone o Stefano Zecchi, o de la teoría crítica de Byung-Chul Han, pasando la crítica de la tutela de Salvatore Settis. Palabras clave: belleza, estética, vanguardia, arte contemporáneo, crítica de arte

ABSTRACT During the 20th century the aesthetic category of beauty was marginalized, if not wholly con- demned, by art theory. It was regarded as a hindrance by the leading avant-garde trends of the day, opposed as they were to the ideals of art or to its social function and developing belligerent attitudes in the process. In the last decade of the century, however, it came under renewed attention from art research, partly as a reaction to so-called “contemporary art”. This can be seem in some curatorial programmes and research works, and in the response to the commercial abuses suffered by art heri- tage at the hands of cultural tourism. In this paper we refect on the present-day meaning and value of this category, based on the work of the philosopher Arthur Danto, while also considering concepts such as the aesthetic hermeneutics of Federico Vercellone and Stefano Zecchi, the critical theory of Byung-Chul Han, and the cultural criticism of Salvatore Settis. Keywords: beauty, aesthetic, avantgarde, contemporary art, art criticism

Partamos de las consideraciones del crítico y (Danto 2005, 70)1, se ha abusado y se abusa hoy flósofo del arte Arthur C. Danto, punto de refe- de la categoría estética de la belleza en la def- rencia de estas refexiones, según el cual, jugan- nición del arte. do con la traducción inglesa del famoso verso de La problemática se inserta en toda una corrien- Rimbaud, “Un soir, j’ai assis la Beauté sur mes te de pensamiento de revisión crítica del arte con- genoux. Et je l’ai trouvée amère. Et je l’ai injuriée” temporáneo que puede tomar muy bien su punto

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 179-196 180 Belleza y legitimación del arte contemporáneo de partida en la obra de Jean Clair en los primeros bien ha experimentado su ausencia” (Vercellone años ochenta del siglo pasado (Clair 1983). Fue el 2013, 17). Y plantea las siguientes cuestiones: punto de partida que dio inicio a toda una viru- ¿está dotado el siglo XX de un ideal propio de lenta polémica, especialmente en Francia, sobre belleza? ¿O se trata, sin embargo, que vive en la legitimación del ahora denominado como arte violento enfrentamiento con la belleza, que no contemporáneo entre partidarios y detractores quiere contemplarla más y renuncia a delimitarla alcanzando su cenit en la siguiente década, cuyo en el cosmos de sus propios valores? (…) ¿Nos primer balance puso de manifesto Yves Michaud encontramos, entonces, ante un siglo sobrio, que (Michaud 2015). En este contexto, refere Danto no muestra interés por la belleza y prescinde de que en Estados Unidos a partir de la publicación ella a favor de la funcionalidad y lo útil?” (Verce- de un ensayo del prestigioso crítico Dave Hickey Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco llone 2013, 18-19). La respuesta de Vercellone es en 1993 (Hickey 2012) se emprende toda una que, en efecto, el concepto constructivo de arte tendencia de la crítica de la década que pretendía derivado de la conversión de la estética diecio- situar como leitmotiv en la refexión del arte el chesca, kantiana, en flosofía (histórica) del arte problema de la belleza, tras décadas de consen- por el romanticismo conllevaba inevitablemente so en torno a su obsolescencia flosófca en el a este desenlace de divorcio en el siglo veinte mundo del arte. La cuestión se planteaba como iniciado con las vanguardias. No hay ninguna po- reacción en una coyuntura que atravesaba un in- sibilidad de albergar un ideal de belleza porque tenso periodo de activismo político del arte alcan- el romanticismo supuso el desequilibrio entre la zando su apogeo en la Bienal Whitney de 1993 fnalidad-sin-fn del juico estético y la fnalidad (Danto 2005, 43-44). Este es el motivo que da técnica de la naturaleza del juicio teleológico, en pie a las refexiones, que podríamos denominar de contra reacción, de Danto sobre el tema que benefcio del segundo, respecto a la comprensión culminan en la publicación de la obra a la que nos del arte. Una semilla inoculada especialmente estamos refriendo. Por tanto, el libro de Danto, desde las refexiones de Schlegel que aparecen ya aunque muy contextualizado, se inscribe en ese en la primera “Introducción” a la Crítica del Juicio movimiento de refexión que se desarrolla hasta de Kant de las Philosophische Lehrjahre (Los años nuestros días, de un lado a otro del Atlántico, en de aprendizaje flosófco) que, madurándose a lo toda una serie de ensayos de distinta índole que largo del siglo XIX, acabaría de brotar con todas partiendo del mundo del arte se extienden a ám- sus consecuencias con las vanguardias, provocan- bitos estéticos más extensivos. Señalemos a este do la antítesis entre belleza y (arte del) siglo XX. respecto, a modo de ejemplo entre otros muchos Se habría llegado, después de un siglo volcado de los cuales algunos citaremos más adelante, en hacia la flosofía del arte en detrimento de la es- el desarrollo de las argumentaciones, el elocuen- tética natural, al rechazo de todos los cánones te cambio de título llevado a cabo con motivo de lo bello, visto con total desconfanza, para de la reedición de la obra de Luc Ferry Homo lanzarse a los brazos de su opuesto ideal lógico, aestheticus, por Le sens du Beau. Aux les origi- lo feo. La flosofía del arte desarrollada durante nes de la culture contemporaine (Ferry 2017). Se el siglo XIX es aquella que ha despojado lo bello volvía a una reposición de la “actualidad de lo natural, como correlato de lo bello metafísico, bello” como rezaba la obra de Gadamer que ya para instaurar en su lugar un bello propiamente a contracorriente publicaba a mediados de los artístico, un bello susceptible de construirse téc- años setenta y que signifcativamente sólo fue nicamente. Y así llega Vercellone a preguntarse: traducida al castellano a principios de los noventa “y si la belleza, justamente al hacerse artística (…) (Gadamer 1991). abdicase de sí misma y encontrase en lo feo su Los planteamientos del problema en torno a propio camino?” y responde: “Es cuanto ocurre las antinómicas relaciones entre belleza y arte del precisamente en el siglo XIX bajo el signo de la siglo XX han sido bien señalados por Federico bohème artística, que trae consigo, en realidad, Vercellone. Veamos. Afrma rotundamente al lo más contradictorio que pueda darse: la pro- comienzo de su ensayo: “Por lo pronto, no hay puesta del arte como institución autónoma.” belleza en el siglo XX. En el fondo, este siglo más (Vercellone 2013, 44).

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Ni que decir tiene que Vercellone persigue f- lógica interna de ambos discursos es diametral- nalmente, a través de sus análisis, hacer un alega- mente diferente. Pero dejémoslo en suspenso y to por la reinstauración de la belleza en el prove- vayamos a otra coincidencia de auscultación. Me nir del arte, en última instancia una legitimación refero a ese otro punto culminante del rechazo estético-clásica del arte. Pero dejémoslo aquí por explícito de la belleza a lo largo del siglo XX a la ahora y retomemos el hilo central con Danto, con que ambos otorgan un punto determinante en quien habíamos comenzado, y veamos cuál es su el transcurso de sus respectivas argumentaciones. postura respecto de estas cuestiones planteadas Me refero, pues, a la postura del Expresionismo por el flósofo italiano y con qué argumentacio- Abstracto norteamericano. Ambos citan el mis- nes la sostiene –avanzado ya que se encuentra mo fragmento extraído del texto “The Sublime is en las antípodas– el arte queda auto-legitimado Now”, de Barnett Newman (Newman 2006, 214- Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco en su propia autonomía flosófca. Lo cual no es 218) referente a la conocida afrmación de que nada de extrañar dado la diferenciación acusada la invención de la belleza por los griegos como de sus principios, hermenéuticos, en el primer un ideal ha supuesto la pesadilla para el arte y caso, analíticos, en el segundo. el pensamiento flosófco de la estética europea. En defnitiva, la expresión del Absoluto es subli- En principio, hay coincidencia digamos de me, según manifesta la poética de Expresionis- descripción de síntomas sobre el siglo XX. Danto mo Abstracto, frente al modelo de una belleza se dirige directamente hacia al núcleo de la que sublime del ideal de perfección de la tradición él denomina “Vanguardia intratable” y pone el europea. En defnitiva, romanticismo frente a acento citando el manifesto dadaísta de Tristan clasicismo. Tzara de julio de 1918: “Queda por hacer un gran trabajo negativo de destrucción. Tenemos Coincidencia en la auscultación, pero diferen- que barrer y limpiar.” (Danto 2005, 90). Y de cia de diagnóstico que revelan estrategias enfren- ahí la diatriba contra la belleza, ese loco e in- tadas: el impulso del arte moderno de destruir contenible deseo de asesinarla, como proclama- la belleza que pregonara Newman implica para ría Tzara. Belleza y siglo XX quedan así en una Danto una vía franqueable, un paso más para la relación antitética. Danto señala, entonces, algo total liberación del arte y su constitución flosóf- verdaderamente importante y que explica la es- camente autónoma. En Vercellone, es un punto cisión de Dadá como “Vanguardia intratable”, extremo de retorno. La explicación de la fgura y con una lógica distinta respecto del resto de las obra de Warhol se revela determinante entonces vanguardias. Dice así: en ambas estrategias como veremos más adelan- te. Digámoslo en una palabra, Vercellone busca El dadá se resiste a que se lo consideren bello: ésa una legitimación estética, en su sentido prístino es su gran trascendencia flosófca frente al discurso de aisthesis, del arte, Danto su superación por tranquilizador según el cual, con el paso del tiempo, lo una legitimación conceptual del arte. Es decir, que había sido rechazado como arte por no ser bello ambos se sitúan en uno de los polos de la dico- acabaría cobrando carta de naturaleza como bello y tomía que señalara Odo Marquard entre estético sería reivindicado como arte. Puede que esto sucediera y anestético (Marquard 1994, 21-35). La flosofía realmente con el arte de vanguardia del siglo XIX y de Vercellone quiere mantenerse en el arte esté- principios del XX. Matisse, por ejemplo, pasó a ser tico, la de Danto va hacia el arte anestético. El para muchos paradigma de belleza, como les pasó a sublime, por tanto, es considerado par el flósofo los impresionistas, tan denostados en su tiempo. En italiano como una disolución estética de la forma cambio, el dadá me parece el paradigma de lo que que habría que corregir históricamente, mientras yo denomino Vanguardia intratable, cuyos productos que para el flósofo americano en cambio es el sólo por error pueden considerarse bellos. No es ése su punto histórico último antes del advenimiento de objetivo, ni aspira a eso (Danto 2005, 91). la disolución de lo estético histórico mismo. La Podríamos leer entonces que el dadaísmo es bohème para Danto desemboca en el sublime la culminación efectiva, incontrovertible, objetiva, del Expresionismo Abstracto americano porque, de la lógica romántico-bohème que refería Ver- aun con todo, la recusación de la belleza por este cellone. Es, sin embargo, sólo mera apariencia, la último sigue siendo un movimiento estético. La

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 17912-196 182 Belleza y legitimación del arte contemporáneo “Vanguardia intratable” es decisivamente anties- se somete al arte y pretende levantar un sistema tética, se desvincula de toda emotividad subjeti- flosófco del campo de ruinas en que la práctica va. La obra de arte se desentiende de toda forma del arte contemporáneo ha dejado la estética. de relación simbólica y adquiere pleno valor de No es éste el lugar, y escapa a nuestra fnalidad, signo. Para una lectura como la de Vercellone, para analizar las consideraciones críticas de Me- el gesto iconoclasta de Dadá es un avatar más, dih Belahi a Badiou, sin embargo en el texto se todo lo extremo y signifcativo que sea, en ese presentan observaciones que son de sumo interés itinerario de la disolución de la forma. aquí. En este sentido, señala M. Belahi: Pero dejemos ahora a Vercellone, quien nos Je crois ensuite qu’il y a une raison à l’impossibilité, ha valido como punto de diálogo, y centrémonos pour une philosophie moderne, de produire une

Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco en la estrategia de Danto. Como es harto conoci- esthétique -une raison que Badiou n’énonce pas do, y reiterado en sus diferentes ensayos (Danto comme telle-; c’est la suivante : depuis Duchamp 2002), el punto nodal de su flosofía del arte vie- […] et Dada, pour la plupart des « gens-de-l’art » ne marcado por la toma de conciencia ante la in- (au sens des « beaux-arts »), la philosophie de l’art, diferenciación formal de una obra como Caja Bri- l’esthétique classique, voit sa condition de possibilité llo de Andy Warhol respecto de su referente, obra court-circuitée par le fait que la catégorie central que se constituye en paradigma para construir un de l’esthétique, de Platon à Hegel en passant par concepto objetivo del arte. Este gesto es, con una Kant, c’est la beauté. C’est la catégorie du Beau. estrategia totalmente diferente, muy similar en el C’est là-dessus qu’est fondée toute esthétique; or, fondo al que no mucho tiempo después llevará a l’art contemporain au sens strict, autrement dit les cabo un flósofo tan en las antípodas como Alain beaux-arts aujourd’hui, se targuent le plus souvent, Badiou, al pretender fundamentar precisamente et presque en primer lieu, d’être tout sauf «beaux». la legitimación del arte contemporáneo con una Ils présentent la plupart du temps des procédures nueva vía alternativa a la estética que él denomi- plus ou moins sophistiquées de mise en déroute de na con un sorprendente neologismo: la “inestéti- la catégorie de beauté, et donc de toute esthétique ca” (Badiou 1998). En este caso Badiou se vale de au sens classique. Là où l’esthétique, qui culmine Mallarmé que lo convierte en el artista paradigma avec Hegel, est en effet toujours une architecture de de todo arte posible. Y digo con gesto similar por- placement hiérarchique des arts sous le paradigme que el punto de partida de su indagación flosó- du beau, l’art, au moins depuis Duchamp, est une fca es señalar la invalidación de la estética como maligne déconstruction des hiérarchies instituées flosofía del arte ante el despliegue del fenómeno par l’autorité philosophique comme esthétique. del arte contemporáneo cuya característica es jus- […] l’art contemporaine est l’assomption négative tamente ser antiestético. Pero aquí el alcance y de l’effondrement architectonique de l’esthétique, resultado son complemente diferentes a los de et n’a aucun besoin de la philosophie pour le tenir Danto. Para decirlo brevemente, en Badiou el à bout de bras sa tâche infnie de déconstruction de triunfo es del arte sobre la flosofía al contrario l’esthétique (Kacem 2010, 11-12). que en Danto. Como lo expresa Mehdi Belhaj Kacem: “La inesthétique est la possibilité que A partir de aquí, del “adiós a la estética”, tal la philosophie se fonde à nouveau elle-même, como la ha proclamado Jean-Marie Schaeffer c’est-à-dire comme Système, sous la condition (Schaeffer 2005), sólo cabe un discurso como moderne de l’art comme déconstruction de l’es- Crítica (sofsticada) del arte singularizado, sin pa- thétique” (Kacem 2010, 19). Esta, sin duda, no es rangón de género ni de artista a artista e incluso, la ambición de Danto sino, antes al contrario, que en última instancia, de la obra en su singulari- la flosofía conceptual logre por fn defnir el arte dad categórica; o como objeto de la Sociología frente al escepticismo de otras apuestas analíticas cuantitativa del arte, tal como la ha desarrolla- como la de George Dickie por ejemplo. Así pues, do Nathalie Heinich en Francia (Heinich 1998). frente a la inhibición o impotencia de la flosofía En otros términos, la eliminación de todo rastro como estética ante el arte, su defnitivo divorcio, axiológico. Danto es consciente de ello y asume Danto reivindica la soberanía de una flosofía an- los hechos, pero se resiste a disolver la flosofía tiestética del arte. La “inestética”, por su parte, en sociología. De hecho ejerce una destacada la-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 179-196 Belleza y legitimación del arte contemporáneo 183 bor como crítico de arte vinculada a su trabajo de vanguardia y comunismo, entre radicalismo flosófco. La particularidad de Danto a este res- artístico y político, en la sociedad conservadora pecto es que frente a los deconstructores de la americana. Todo el esfuerzo de Danto, por tanto, estética que se centran en la liquidación de Hegel, va dirigido a deshacer el vínculo establecido por en una secuencia que va del romanticismo, con la modernidad entre arte y belleza, las «bellas Kant como precedente, a Heidegger (Schaeffer artes», que implica desvincularlo de la moral en 1992), el flósofo norteamericano reivindica su tanto en cuanto la modernidad estética anglo- fgura y su estética la sitúa en el núcleo de su sajona ha establecido un vínculo asimismo entre investigación. belleza y moral que ha determinado el mundo y el pensamiento artísticos en la segunda mitad del La estrategia de Danto es clara y circunstan- siglo XIX y sus prolongaciones en el XX. Es aquí ciada dentro del panorama artístico norteameri- Folgoso Falero J. Francisco que la “Vanguardia intratable”, es decir, Dadá y cano. La legitimación por parte de la crítica de más concretamente Duchamp, cumple un papel arte de la obra de Warhol, y en general de todo histórico decisivo en el avance del análisis flosó- el Pop Art, pasaba indefectiblemente por desar- fco. De tal manera que afrma: ticular la crítica que sustentaba el Expresionismo Abstracto americano, en tanto en cuanto suponía De no haber sido, por ejemplo, por las vanguardias la apoteosis de la pintura y la abstracción como artísticas del siglo XX, casi con toda certeza los su culminación bajo la categoría del sublime. La flósofos seguirían enseñando que el vínculo entre base de esta crítica formalista estaba encabezada arte y belleza es conceptualmente riguroso. Hizo en América por Clement Greenberg. Esta crítica falta la energía de las vanguardias artísticas para tiene en Kant su referente estético y Danto en- abrir una brecha entre el arte y la belleza que antes cuentra en Hegel su aliado frente a Kant en este habría resultado impensable, y que […] siguió panorama crítico americano. En otros términos, siendo impensable hasta mucho después de abrirse supone situar el debate crítico en la antinomia esta brecha, en buena parte porque se consideraba formalismo/contenidismo. Pero para llevar a cabo que el vínculo entre arte y belleza poseía la fuerza esta refutación se vale de una interpretación, di- de una necesidad a priori (Danto 2005, 68). gamos, antihegeliana de Hegel, que a su vez se En este sentido, Danto verá en Warhol la cla- enfrenta a una interpretación igualmente anti- ve de apertura de la posibilidad de desarticular kantiana de Kant. defnitivamente este error estético debido a un En la estrategia político-estética desplegada malentendido flosófco que él habría logrado por Danto el punto focal de este proceso se sitúa poner al descubierto. en la crítica del movimiento estético inglés repre- El crítico Roger Fry, y con él los modernos de sentado por el círculo de Bloomsbury. El flósofo Bloomsbury, habrían sido así víctimas de este moral Georges E. Moore y el crítico de arte Roger error estético al juzgar las obras de los postim- Fry constituyen sus principales referentes a este presionistas en las primeras décadas del siglo XX, respecto. Lo que les reprocha es su moralismo es- al considerar no sólo, con ser grave, que la pin- tético, que él denomina impropiamente esteticis- tura era cuestión de imitación de la naturaleza mo. Evidentemente éste se retrotrae a la sociedad sino fundamentalmente porque supusieron que victoriana de mediados del siglo XIX en su fgura la fnalidad de la misma era ser una manifestación clave, John Ruskin. Lo que viene a argumentar de la belleza. Así, si bien es justa una apreciación Danto es precisamente que el abuso (del uso) de estética respecto a la revalorización de los objetos la belleza por parte del arte llevado a cabo por rituales de los pueblos africanos o de otros pue- esta religión de lo bello conduciría con toda lógi- blos primitivos como obras de arte, se ven con- ca, y con razón, a abusar (injuriarla) de la belleza ducidos a un error conceptual al fundamentarla en los inicios de los movimientos de vanguardia. en su virtual belleza que el crítico se esfuerza por Todo ello ha conducido a una tergiversación de hacer perceptible, como igualmente ocurría con la flosofía del arte como una estética política de los cuadros fauvistas de Matisse, por ejemplo. La la belleza. Así se vio cómo en la posguerra se belleza es difícil, como vendría a decir Sócrates dieron vinculaciones ilegítimas entre movimientos al fnal del Hipias Mayor, y las obras de arte se

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 17912-196 184 Belleza y legitimación del arte contemporáneo verían feas hasta que el crítico no diera con la tablecer en parágrafo 48 de la Crítica del Juicio vía de ver la belleza en el arte, una crítica conce- (Kant 1990, 267-269), que se retrotrae en última bida como el ejercicio paciente de un saber ver, instancia a un aspecto fundamental de la teoría máxima del formalismo, según el silogismo: si el de la mímesis de Aristóteles, según expone en el objeto como producto de hacer humano es bello, capítulo IV de la Poética2. Un límite antropológico es una obra arte. Y esta postura llega hasta Cle- pues que invalida la argumentación de una be- ment Greenberg quien señalaría, a este respecto, lleza temporalmente incomprendida, una estética que todo arte verdaderamente original se vería al en diferido, que sostenía aquella crítica. inicio como feo. Deshacer semejante silogismo, Pero convendría, a este respecto, recordar desmontar el a priori, es lo que según Danto lleva cómo Konrad P. Liessmann señala la aporía este-

Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco a cabo la “Vanguardia intratable” en su vertiente tizante que supone caer en la red conceptual de paradigmática de Dadá, cuya irreverente poéti- Kant para las poéticas artísticas de la Modernidad ca conllevará a que sus “[…] productos sólo por que neutraliza el carácter intratable designado error puedan considerarse bellos”; lo cual supone por Danto: “[…] su gran trascendencia flosófca frente al discurso tranquilizador según el cual, con el paso Los intentos de ciertos artistas de romper este del tiempo, lo que había sido rechazado como círculo y provocar con su arte precisamente asco arte por no ser bello acabaría cobrando carta de y repugnancia,son por consiguiente más que naturaleza como bello y sería reivindicado como equívocos, pues el llamado entendido en arte reacciona con un enjuiciamiento de la calidad arte” (Danto 2005, 91). Y, en efecto, Dadá alcan- estética, es decir, no reacciona como se había za este paroxismo en el arte al rebasar el límite de deseado. Y precisamente aquel que ante tal lo estético, a saber, la representación o la nuda provocación reacciona con repugnancia -es decir, presentación de lo repugnante. Aquello que es según la intención del artista, que quería provocar- irreductible según la tesis de Kant a toda satis- es tildado demasiado a menudo de inculto y facción estética. La legitimación de obras como enemigo del arte. Tal vez, de Kant podamos las de un Damien Hirst en el panorama del arte seguir aprendiendo que el juicio estético de hecho contemporáneo sería muestra inequívoca de la funciona y tiene que funcionar sin interés alguno, asunción y triunfo del dadaísmo, expresado en y que todos los intentos de engendrar mediante esas poéticas de lo repugnante (y lo abyecto), arte, algo distinto, como por ejemplo el asco, pero sobre las estéticas dieciochescas. Afrma Danto también consternación, tienen que caer en el vacío que Kant habría visto la idea misma de un “arte (Liessmann 2006, 32-33). repulsivo” como una contradicción en sus pro- pios términos dado que, según su presupuesto, Lo que viene a decirse es que paradójicamente el arte tiene como propósito el de producir placer. el arte moderno actuando contra Kant no ha he- Así que, interpretando a Kant, afrma: “[…] si cho más que superar al propio Kant reafrmando una obra de mímesis representaba algo repulsivo, su mismo razonamiento. Dicho de otro modo, el sería en sí repulsiva, contraviniendo su estatuto Kant empírico, contextualizado por el gusto en artístico, que por naturaleza aspira a complacer” las postrimerías del siglo XVIII, queda superado (Danto 2005, 94). El trasfondo del análisis Dan- por el Kant flósofo del juicio de gusto: lo que to a propósito de la estética kantiana se articula se planteó como una limitación antropológica entonces para desvirtuar en su fuente la crítica no resultó ser fnalmente, tras el desarrollo de la formalista anglosajona. Por ello justamente se “Vanguardia intratable”, más que una limitación refere al límite que en el interior de la propia histórica. teoría de Kant cortocircuita el proceso de este- Habría que considerar, no obstante, que el tización de un objeto en su representación. Un problema proviene sin duda de la lectura sesgada límite infranqueable en el que el procedimiento de la estética de kantiana que establece Danto. de la crítica formalista de la transformación de la Ante todo, porque parece hacer caso omiso a la percepción de lo bello es irreductible: neutraliza distinción entre lo agradable y lo bello propia- el discurso de la redención estética (Danto 2005, mente dicho y centra su interpretación sobre la 91). En efecto, esto es lo que Kant viene a es- identifcación de una y otra categoría, dando lu-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 179-196 Belleza y legitimación del arte contemporáneo 185 gar a una visión puramente hedonista de la esté- Así pues, a lo que pone fn el gesto de Duchamp tica en Kant y ello tergiversa su teoría, siendo en (por ejemplo, poniendo bigotes a la Gioconda) es todo caso, como afrmó Adorno (Adorno 1980, a la convicción de la salvación del mundo no por 22), un “hedonismo castrado”. La explicación de el arte sino por lo bello. Un arte antiestético, es la elección de lo repulsivo y abyecto por la «van- decir, desagradable era la condición para redimir guardia intratable» frente a lo bello y sus con- el arte de la subyugación a la falsedad a la que secuencias no debería partir simplemente desde lo tenía sometido el complaciente mundo de la el nivel puramente psicológico de la satisfacción sociedad victoriana y eduardiana. Es pues un giro perceptiva. Con ello evidentemente Danto quiere político de denuncia de alienación de la realidad poner de manifesto el frme carácter antiestético por las élites burguesas. La gran confagración bélica llevaría a un punto insostenible aquel credo del estatuto artístico de dichas poéticas. Pero qui- Folgoso Falero J. Francisco zá en este sentido el propio Kant era antiestético. del embellecimiento (ocultamiento) de la reali- En todo caso, insistimos, lo bello no es reductible dad: el horror era tan descomunal (sublime) que a lo agradable como desde luego Kant lo expresa lo derrumbó. En el entramado argumentativo de de manera manifesta en el parágrafo 44 (Kant Danto cumple así un papel nodal de la visión te- 1990, 250-260). leológica en la liberación del concepto de arte. Un arte que sigue siendo moral, de denuncia cí- El problema del desinterés es decisivo porque vica, abre los contenidos materiales del arte a lo es el fundamento en Kant de la libertad. Un arte inhumano, lo abyecto, siguiendo así la estela del agradable a la sensibilidad supone una determi- moralismo estético/artístico desde Ruskin: el arte nación de los fnes de los sentidos. Bello signifca no solamente puede ser sino que debe ser no pues libre de la constricción de los intereses de bello, anti-bello, para ser moral, es inmoral que los sentidos. Así pues, cuando Danto habla del siga siendo estético; o es un imperativo moral concepto de belleza no signifca lo mismo que que los artistas no pueden hacer obras de arte para Kant. Y por ello mismo para este último la bellas para una sociedad inmoral. Siguiendo esta belleza es símbolo de la moralidad: la libertad de huella se legitimarían obras como la performan- imaginación análoga a libertad de la razón, como ce (registrada en video) titulada Bossy Burguer rezaba el parágrafo 59. Evidentemente Danto (1991) de Paul McCarty, no porque sean de una señala este fundamental aspecto y es entonces belleza insólita, como señala Danto que recibió la cuando procede a rechazar la otra vertiente de crítica de su momento prolongado el imperativo la crítica anglosajona: la función social del arte. de Bloomsbury y por lo tanto moralmente prove- En este sentido, señala cómo para el círculo de chosa la para la sociedad, sino porque su poética Bloomsbury, siguiendo los principios de Moore, el es moralmente bella; sería bello hacer un uso de nexo entre belleza, bondad y arte es inextricable, lo repugnante con fnes morales del bien social: la de manera tal que perseguir la belleza a través denuncia de los estereotipados cánones sociales y del arte adquiría el signifcado de moralizar el la obesidad de la sociedad de consumo. Y señala mundo. Un programa de civilización estética en que esto puede leerse como un ejemplo de la hi- el que “…no andaban tan lejos de Kant, a tenor potiposis kantiana, malinterpretando, a mi juicio, de la conclusión a la que llega éste, a saber, que el parágrafo 59 de la Crítica del Juicio, porque la belleza es símbolo de la moral, si bien en su supone en última instancia reintroducir la hete- caso la relación era una suerte de analogía” (Dan- ronomía estética en un sentido que no es sino to 2005, 88). Sin embargo, la apostilla con que una expresión más del paradigma del moralismo acaba el párrafo no es en absoluto secundaria, estético de origen pitagórico-platónico tal como como parce deducirse del hilo de sus argumenta- Armando Plebe lo determinó (Plebe 1961, 2). ciones en este aspecto, porque realmente lo que De este modo, Danto plantea una dialéctica señalaría es que no es tanto con Kant sino con histórica de la modernidad. Porque a partir de Schiller con quien estarían más próximos; aunque aquí critica a Kant siguiendo a Hegel. La moder- la vinculación de una utopía estética en la mo- nidad afrma la belleza (moral) del arte (de Kant dernidad es de una compleja genealogía como al formalismo), luego la niega en (nombre de) la se puede ver en Filiberto Menna (Menna 2001). moralidad (de la vanguardia dadaísta al activismo)

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 17912-196 186 Belleza y legitimación del arte contemporáneo y fnalmente la sintetiza (la supera moralmente) expresión de la vanguardia socialista, que llevaría omnicomprensivamente en el concepto lógico del a Barnett Newman a concebir el destino histó- arte (la flosofía analítica). Hay un fnal (lógico) del rico del arte como una continua querella entre arte. La belleza es pues “fnalmente” una opción tendencias formalizadoras e informalizadoras. El más de las posibilidades del arte, conviviendo pa- informalismo sería, podríamos decir por tanto, cífcamente, sin contradicción, con lo repugnante el kunstwollen del moderno, frente a la perfecta o abyecto y otros sentimientos o emociones en forma del kunstwollen clásico que, anacrónico, cuanto posibles contenidos estéticos objetivos ve- se convierte en vehículo estético de la ideología hiculados por la obra de arte. Como ocurre con del fascismo. En otros términos, en la poética Kant, el Hegel de Danto es “antihegeliano”. Si del Expresionismo Abstracto el sublime reem- respecto del primero lo bello queda limitado de

Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco plaza a la belleza como fn esencial del arte. El facto a lo agradable, respecto de Hegel lo bello no problema entonces se desplaza a esta categoría es una categoría dialéctica del Espíritu (la manifes- limitadora del concepto de arte, constituyendo el tación sensible de lo absoluto o la idea), sino un mayor desafío para la belleza. El procedimiento contenido mental (de lo que piensa y lo que siente) metodológico es similar, partiendo del concepto del sujeto, o dicho de otra forma una inversión kantiano, pasando por Burke y Lyotard, desem- psicológica: “[… ] si la belleza se percibe como boca en una lectura contraria a Kant. En esta un modulador en arte, entonces la maravillosa ocasión desciende lo sublime del ámbito de lo idea hegeliana -«La belleza artística nace y renace trascendental a mero contenido del asombro en del espíritu»- se entiende a la perfección. Va de la la conciencia del sujeto, es decir, una sensación. mente del artista a la del espectador a través de los Con ello no sólo desarticula el principio funda- sentidos” (Danto 2005, 177). De este modo una mental de un kunstwollen moderno plasmado en concepción metafísica del arte es reconducida a las obras del Expresionismo Abstracto, sino que la una cognitiva del arte. Por lo demás, según señala propia poética sea determinable como sublime. T. Griffero, este proceso de reinterpretación tergi- Así no es la consecución teleológica de la forma versada de Hegel tiene su origen entre sus propios pura que se auto-expresa indiferente a un conte- epígonos, como se puede apreciar en la teoría es- nido referencial de una exterioridad a sí misma: tética de Friedrich Th. Vischer: “[…] dal momento el espíritu subjetivo que se hace presente desbor- che l’idea è ora ritenuta irrealizzabile e ben presto dando todo límite formal, su representatividad soppiantata da un più generico “contenuto de como imagen. Pero ni siquiera la característica vita”, la bellezza artistica si reduce a mero effetto que lo defne, es decir, que se pueda determinar di superfcie (“impressione d’insieme”) senza alcun como el vehículo de un contenido asombroso, corrispettivo interiore” (Griffero 1998, 82). De ahí en este caso la transmisión de una sensación de que la considere como un modulador (junto a lo lo maravilloso de la plena conciencia de lo irre- repugnante o la indignación) en la producción de presentable e ininteligible en lo exterior, la natu- la intencionalidad de la obra de arte, aquello que raleza, e interior, el ser racional del hombre. Por hace posible el éxito del signifcado de la obra, es consiguiente, respecto al primer aspecto, anali- decir, tiene un papel funcional interno en la obra zando el cuadro Onement I de Newman, llega a la de arte, no externo: la función social. A partir de conclusión de que “La pintura abstracta no está estas constataciones, siguiendo el tema de este desprovista de contenido. Lo que hace es permitir trabajo, lo que nos interesa no es desarrollar un la presentación de un contenido sin los límites de análisis de la lectura de Hegel y Kant por parte de la representación en imágenes. Por ello, desde Danto, sino ver cómo se materializa esta teoría res- el principio, los inventores de la abstracción cre- pecto de la cuestión de la legitimación crítica del yeron [la cursiva es mía] que ésta estaba dotada arte. De este modo, viene a argumentar el valor de de una realidad espiritual.” (Danto 2005, 220). la belleza en el seno del Expresionismo Abstracto. Entonces lo sublime como contenido —sensación Bajo la interpretación política maniquea de en la mente de asombro— puede ser el rasgo Clement Greenberg, según nos cuenta Danto principal de esta poética pero no defnitorio o (Danto 2005, 205), la belleza queda subsumida excluyente respecto de otras cualidades estéticas, en el kitsch bajo el fascismo y el sublime se erige o moduladores, como precisamente la belleza.

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Porque lo bello puede ser causa de asombro y sin más como un sentimiento semejante a “…la de ahí que haya procedido a eliminar el senti- repugnancia, el erotismo, la sublimidad, además miento de terror como elemento necesario en de la piedad y el terror…”, es decir su psicologi- la defnición del sublime que en la lógica de su zación. Por otra parte, no deja de ser curioso que argumentación contradiría lo bello (Danto 2005, habiendo desautorizado la metafísica kantiana de 217-218). Este es el caso de la relectura de la la visión de lo bello, con su determinación de una serie de Elegy for the Spanish Republic de otro de “belleza interna” al concepto de arte en deter- los destacados representantes del Expresionismo, minadas obras, al fnal se fltre de alguna mane- Robert Motherwell, que es a la vez sublime y bello ra la diferenciación de Kant entre belleza libre y o sublime en tanto que bello. belleza adherente. Porque en cierto modo podría leerse “interna” como “adherida”. Y además es En efecto, el análisis de la belleza estética en Folgoso Falero J. Francisco las imágenes no fgurativas de la serie no se cen- llamativo el que en determinados casos, “…sin tra en la determinación de los elementos empí- saber por qué nada más verla e intuitivamente ricos que la caracterizan, sino que la belleza de [Las Elegías por la República española] que era dichas obras se deduce de la conexión conceptual algo por lo que valía la pena pararse” (Danto con el tema, esto es, la melancolía. De manera 2005, 153) sea la modalidad de percatación de que, aun teniendo los cuadros de Motherwell una lo bello en el arte. Uno se pregunta, si lo bello signifcación política, “Su patente belleza deriva- es evidente como sentimiento de la estructura ba naturalmente del hecho de ser elegías, puesto universal antropológica, entonces la sensación que las elegías deben ser bellas por naturaleza. de admiración inmediata de bello ante la serie A nuestro juicio, la belleza de la elegía transfor- de Motherwell sería tan inmediata para un es- ma de algún modo el dolor en algo soportable” pectador medio como lo es la sensación al ver (Danto 2005, 49). La belleza es pues interna y el arco iris, según su propia argumentación. Me por ello “No hay que admirar los cuadros por temo que, ante la obra, la intuición que le llevó ser bellos, sino porque el que lo sean está inter- a detenerse no fue en cuanto especie humana namente vinculado con el referente y su modali- impresionable ante la belleza natural sino como dad” (Danto 2005, 164). Es decir, la belleza como crítico especializado dispuesto a priori a ver allí modulador expresivo, su carácter agradable que una obra de arte y luego a posteriori justifcarla incita a la calma, es adecuado al tema concep- intelectualmente. De manera que, efectivamente, tual de la obra. Lo que se valora en la obra y la puede que después de su argumentación mu- legitima no es la belleza, sino la adecuación a los cha gente a quien pasara hasta ese momento fnes signifcativos de la obra: la reacción ante los desapercibida su belleza esté en disposición de sucesos de la Guerra Civil y el derrocamiento de apreciarla “intuitivamente” en estas obras y en la república española, visto desde la distancia, no otras que le parezcan similares. En cualquier caso, podría ser otra que la elegíaca y de ahí su belle- el sublime de la representación abstracta de la za. Una belleza que nos capta inmediatamente, muerte, el fnal trágico de la república española, como confesa (Danto 2005, 153), que requiere requería del tono elegíaco, de ahí la belleza de la de tu atención, pero que sólo el análisis concep- serie, la representación de la muerte de un bello tual permite otorgarle su valor relativo, es decir, ideal político. como modulador adecuado. Como se advierte, Una vez considerada la belleza aceptable en pese a que había sostenido que la belleza no era un concepto de arte, no como representación un requisito para el arte, la noción de “belleza mimética de la belleza natural, sino en cuanto interna” que desarrolla en el capítulo 4 parece interna y funcional respecto de su signifcado, indicar una matización de su postura anterior. porque ni es superada por lo sublime abstracto, En efecto, la belleza se convierte en determina- ni es antitética como en la injuria de la Vanguar- das obras en condición interna, intrínseca, de su dia intratable, lo importante es saber cuándo es determinación conceptual como obra de arte. legítimo valerse de la belleza en el arte y cuándo Cabe, en todo caso, resaltar la argumentación un abuso. Entonces vemos que el criterio no es del parágrafo al respecto, dónde la inconsisten- justamente autónomo sino heterónomo, la crítica cia de lo bello queda manifesta al determinarse estética es dependiente del criterio moral. Porque

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 17912-196 188 Belleza y legitimación del arte contemporáneo “[…] es un error presentar como bello lo que cla- cruel? Nada, sólo es un gesto profundamente ma, sino la acción, sí al menos a la indignación” humano de paliar el sufrimiento inexorable de (Danto 2005, 166). En este sentido, es un acierto la vida en el que la belleza es un bálsamo, como en el caso de las Spanish Elegies haber hecho uso en las Elegías, supone un distanciamiento de la de la belleza. Pero no lo hubiera sido en el caso realidad” (Danto 2005, 169). de El Guernica, por ejemplo, porque la inmedia- Las refexiones estéticas de Danto se enmarcan tez de los hechos no se adecúa a una actitud tras la conmoción de los atentados de New York contemplativa de refexión sobre la muerte, sino de 11 de septiembre, cuando obtiene la “…prue- que requieren la implicación. El modulador en ba de que la belleza en los momentos extremos este caso es la indignación y Picasso, modulando de la vida está profundamente arraigada en lo

Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco su mensaje político a través de su obra mediante humano” (Danto 2005, 51) y el arte ante acon- este grito de sentimiento de rabia acertó, de ahí tecimientos tan descomunales recurre a la belleza su gran valor. Igualmente que en una obra como para encarnar adecuadamente el sentimiento de el Vietnam Veterans’ Memorial en Washington de tristeza, monumentos fúnebres dónde consolar 1982 el uso de la belleza esté justifcado, como el alma humana. consuelo o duelo de un suceso irremediable, pero no en el caso, por ejemplo, de las hermosas fo- Visto en perspectiva, esta revalorización del esteticismo vinculado a situaciones consolatorias tografías de Sebastião Salgado dónde, la cruda viene a inscribirse como un capítulo subsiguien- realidad coetánea queda embellecida, mostrando te de la historia de la belleza melancólica, como una disonancia entre la belleza exhibida y el con- lo Otro inalcanzable, de la que Winckelmann, al tenido de dolor y sufrimiento ahí innecesario, que fnal de su Historia del Arte en la Antigüedad requieren moralmente la acción o la retórica de nos ofrece la imagen como la fgura del hombre la indignación. En defnitiva, para Danto la belle- amado que parece percibir una mujer enamorada za, considerada empíricamente sensual, implica entre lágrimas en la vela del barco que ve alejarse el goce y como tal es inmoral su modulación en desde la orilla sin esperanza de retorno (Winckel- toda producción de obras de arte que pretendan mann 2011, 194). Una fgura melancólica que a enmascarar la fealdad del mundo. Pero incluso través de Baudelaire, De Chirico, etc., marcan la en aquéllas ajenas al cinismo y la hipocresía se modernidad. La crítica de arte bajo la flosofía trataría de un error al introducir un elemento dis- analítica de Danto conduce a esta visión de la torsionador del mensaje, provocando una falla en belleza estetizante marginal en el arte. su signifcación. Por ello frente a la crítica radical heredera de los postulados de la “Vanguardia in- Precisamente la revocación del carácter nos- tratable” que deslegitiman todo uso de la belleza tálgico de la belleza en la modernidad (y en la cabe la opción de la belleza, pero no al arbitrio posmodernidad) es la tentativa de Vercellone des- del artista, sino lógicamente fundamentada en la de una perspectiva hermenéutica y no hedonista. adecuación expresiva de la signifcación intrínseca Ambos coinciden en proponer la belleza como de la obra. En el marco de las tendencias del acti- valor fundamental en la vida o en la existencia del vismo político de fnales de XX, Danto encuentra hombre frente a la deconstrucción y denigración una legitimación cognitiva y moral para la belleza: que han impuesto las tendencias vanguardistas el consuelo. Un consuelo que explicaría que la del siglo XX sin la cual el mundo es insoportable. obra del período de Niza de Matisse no queda como posibilidad de procurar un hábitat agrada- desvalorizada por su ilegitima barroca belleza, ble, placentero; o como posibilidad de un hábitat según la crítica vanguardista, sino que ésta, en interpretable, comprensible. cuanto goce estético, es un modulador interno En la tesis del flósofo italiano si la belleza lan- adecuado a la signifcación de la obra como con- guidece melancólica en la modernidad es porque suelo. Y se pregunta Danto ante la pertinencia ha sido prisionera del arte autónomo. Sería War- de una poética que busca la construcción de una hol (y en general el Pop Art y el Neodadá) quien, torre de marfl, de un santuario dónde le sufri- con su poética y su obra, habría signifcado el miento queda excluido: “Pero ¿qué hay de malo punto de infexión al provocar la transferencia de en crear un espacio de belleza en un mundo tan las formas del arte a la vida que habría quedado

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 179-196 Belleza y legitimación del arte contemporáneo 189 infructuoso en las vanguardias. Supone el fnal en el mundo, en cuanto valor esencial, disolvien- de la estética como flosofía del arte autónomo. do el arte autónomo: “[…] la efcacia del arte en Tras la in-formalización llevada a cabo por las ex- el mundo, más allá de la condena kantiana a su periencias de las lógicas expresionistas y como inefectividad, de la que, en realidad, ha surgido colofón la abstracta norteamericana, la provoca- su esterilización en el circuito cerrado —efcaz y ción del Warhol se convierte fnalmente en la vía potente a su manera, por otra parte— del merca- posible de re-mitologización del mundo, abrien- do del arte” (Vercellone 2013, 201). En tanto que do el camino de la nueva era de la globalización para Danto la belleza, en cuanto valor esencial de y suponiendo la cancelación del siglo XX, en la la vida natural, debe quedar reducida a una par- medida en que “Las nuevas divinidades mitoló- te circunstancial del arte autónomo para poder legitimar la libertad sus lenguajes.

gicas de Warhol están lejos de toda contracción Folgoso Falero J. Francisco idiosincrática, ajenas a toda profundidad psico- El problema, en última instancia, que plantea lógica: en su reiterativo presentarse, adornan el la legitimación de la imagen artística, de la obra mundo” (Vercellone 2013, 195). La liberación de arte, en Danto respecto de su valor es seme- del arte del mundo del arte, un arte que aban- jante, mutatis mutandis, a la postura de Séne- dona los círculos cerrados de sus instituciones ca en la situación flosófca en el mundo de la (museos, galerías, curadurías, academias…) y se cultura antigua respecto al valor intrínseco del haga comunitario, se expanda adornando con contenido de la de las imágenes bajo el estoicis- sus formas el mundo. En una lectura contraria mo ciceroniano, que señalara Panofsky (Panofs- a Danto, Warhol no representa para Vercello- ky 2016, 23-25). La solución de Séneca suponía ne la oportunidad de la semiotización del arte, la indiferencia del contenido de la imagen, su sino de una nueva simbolización de la belleza. mera contingencia. Análogamente, la teoría de Si para Danto la belleza primera (la natural) es la Danto conduce a una identifcación/determina- determinante contra Hegel (pero admitiéndola, ción lógica de la obra de arte, pero a costa de no obstante, como signifcación funcional en el una indiferenciación de su valor intrínseco que arte después del fnal del arte, el cual fue de- sólo vendrá dado contingentemente desde del cretado por el propio Hegel), para Vercellone la exterior. En nuestro mundo actual vemos que belleza de la naturaleza segunda (la del arte) es ello se produce por los círculos del arte al ser- la determinante, como en Hegel, en la medida vicio del mercado. Así, llegados a este punto re- en que ésta engloba la primera naturaleza, en- sulta que todo el esfuerzo crítico de lectura del tendida como tecnépoietica, tal como la flosofía objeto-imagen para legitimar su artisticidad, de- presocrática a partir de Demócrito estableció el terminarlos como una obra de arte, no redunda paradigma de natura laborans (Carchia 2002, 41- paradójicamente en una valoración intrínseca de 42), pero permite (contra Hegel ahora) invertir su la supuesta obra frente a otros productos, sino transcurso teleológicoal abrir la vía del nostos al que, en la praxis de una sociedad capitalista de saber técnico moderno que había sido escindido consumo globalizado, dicho valor se transfere artifcialmente en su olvido del origen en los ini- automáticamente en la apertura de disposición cios de la modernidad: su reencuentro goethiano para su convertibilidad en valor (extrínseco) en con la morfología primordial. De ahí la fealdad una burbuja fnanciera (autónoma) del mercado: del mundo, según Vercellone, de la implantación el mundo del arte. Por supuesto no se trata de la o la morfologización artifcial del ambiente, del intención Danto que, además seguramente, éste hábitat humano, de esa escisión, en defnitiva, no es para él un problema propiamente flosófco. del arte estético esterilizado en el circuito cerrado En cualquier caso, ello no quiere decir que no se que encapsula la belleza en un pasado remoto percate de las consecuencias políticas, ya que la e inaccesible (melancólica) y la técnica científca belleza como elemento expresivo adecuado en volcada hacia el futuro gobernada por una Razón la obra de arte ante la perpetración de la bar- sin memoria. En suma, dos ámbitos autónomos barie es sin duda una respuesta política. Desde con fnes en sí mismos y vueltos de espaldas uno el punto de vista de la praxis, no deja de llamar a otro. De ahí igualmente que Vercellone sólo la atención que la realización de la obra de arte pueda concebir la efcaciade la belleza simbólica bella esté circunscrita al arte público monumental

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 17912-196 190 Belleza y legitimación del arte contemporáneo (memoriales elegíacos), porque aquí coincide con En el fondo, se sitúa bajo el paradigma del la apuesta de Vercellone. embellecimiento como un eco tardío de los la- Según el flósofo italiano, la tecnología sin nos- mentos de un Ruskin, contra el que justamente protesta Danto. Y como tal, no se sustrae a la tos, es decir sin pasado, se manifesta en lugares gran aporía que ha acompañado la utopía es- públicos indiferenciados, aeropuertos, estacio- tética en su resolución en la modernidad desde nes, autopistas, los lugares, o no lugares, según Schiller hasta el surrealismo: o esteticismo políti- refere a Marc Augé (Augé 1993) que implican el co o politización de la estética. Lo cual se pone extrañamiento (de un fuir sin referencia como el plenamente de manifesto al ligar la apuesta por de los capiteles que impiden toda identifcación, el ornamento en la obra pública a la reivindica- añadiría yo), de igual manera que en la aliena-

Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco ción de un nuevo clasicismo. “Se trata de dar un ción de las periferias urbanas. Lugares construi- paso más allá y aprovechar la cuestión, en toda su dos bajo la racionalidad arquitectónica según el magnitud, así como el desafío que esta plantea. imperativo del funcionalismo obtuso (autorrefe- La propuesta —en una primera aproximación— rencial: la multiplicación del capital, especifcaría sería entonces la de una nueva concepción de lo yo). Así, frente a la barbarie de la tecnología (una clásico, que no tema tener a la segunda naturale- tecnología de la “segunda naturaleza” que per- za (en lugar de la primera) como su fundamento” mite la destrucción masiva, solamente reservada (Vercellone 2013, 204). Justamente el programa anteriormente a las catástrofes de la “primera del Movimiento Moderno. En defnitiva, la pro- naturaleza”) “[…] que, inevitablemente, desem- puesta, paradójicamente, para un programa que boca en la degradación y la anarquía del aban- pretende deshacerse del arte autónomo, llega a dono” y concluye: “[…] un poco de belleza no la formulación de la estetización del Movimiento haría ningún daño.” (Vercellone 2013, 202), pa- Moderno (en lo que parece ser, por lo demás, rece suplicar a las corrientes neo-vanguardistas. una lectura reductiva de Adolf Loos respecto del La respuesta, al fn y al cabo, está en la misma estatuto del ornamento en el seno del debate lógicamutatis mutandis que la de Danto: la mo- de fn de siglo, un complejo tema que aquí no numentalización de esos espacios, una llamada podemos desarrollar). al ornamento como paliativo o redención de la tecnología funcionalista devastadora. La belleza Sea como fuere, frente a Danto, Vercellone como ornamento bajo la categoría del decoro: la aparece aquí bajo la exhortación de Dostoievski: adecuación de la conducta en el encuentro con la belleza salvará el mundo. Un proyecto que, pa- el lugar construido. La re-signifcación arquitec- ralela e independientemente a la idea curatorial tónica del arte público a través del ornamento a la que se refería Danto, hoy acentúa su presen- implicaría la humanización (el reencuentro de la cia no sólo en el debate puramente flosófco o primera y segunda naturaleza) en las actividades teórico-crítico del arte, sino en el amplio sentido funcionales, burocráticas, piadosas, etc., que se estético que implica lo social, político y ecológico. desarrollan en esos edifcios. Y resulta verdade- La simplifcación de la declaración dostoievs- ramente signifcativo lo contradictoriamente in- kiana como lema continuista del utopismo esté- genuo del razonamiento cuando concluye así el tico, que desemboca indefectiblemente en dife- párrafo donde explica su argumentación: “[…] el rentes géneros de esteticismo, requiere prestar individuo es simplemente «acompañado» por el atención a algunas refexiones que problematizan contexto monumental, el cual ofrece la escena y dicho dictamen. Así, desde una flosofía crítica dictamina el tono de los comportamientos que se del nihilismo contemporáneo, Stefano Zecchi desarrollan en su interior. Por lo menos cuando denuncia el anti-humanismo radical de la mun- uno de esos lugares desempeña su función y no dialización de la tecnología que ha derivado en alberga, por ejemplo, una visita turística, estos no la indiferenciación de todo valor cultural, y por son objeto de la conciencia estética.” (Vercellone tanto del arte, en la circulación que homologa 2013, 203). ¡Como si el turismo no fuera hoy los diferentes niveles de los discursos o textos, una función práctica y utilitaria más que viene a desmaterializándolos en lo virtual del parámetro colmar la industria del ocio! técnico-comunicativo. La expresión más lacerante

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 179-196 Belleza y legitimación del arte contemporáneo 191 vendría puesta de manifesto en la fealdad del culturas que en posibilidad de participación. La mundo que alcanza su punto culminante (coin- asunción además del arte contemporáneo glo- cidiendo aquí con Vercellone) en los extrarradios balizado destructor de la belleza, ahondaría aún de las grandes ciudades: más la distancia de su propia tradición artística, La désolation d’une banlieue métropolitaine — a cambio participa plenamente en el conjunto espace du désastre urbain dans lequel on repousse del intercambio cultural en el marco global de les pauvres, les marginaux, les épaves de la société los mercados fnancieros. En defnitiva, señala de consommation— correspond à l’obligation de que la universalización de lo bello se ha llevado a vivre dans la laideur et, conséquemment, dans cabo a costa de su devaluación categorial, de su la vulgarité et la violence. On veut s’écarter de simplifcación en su traslación lingüística a otras

la laideur, on ne l’aime pas: on comprend alors tradiciones culturales, en un concepto tan insus- Folgoso Falero J. Francisco l’agressivité de celui qui veut la détruire ou le sens tancial como el Kitsch. El arte contemporáneo de frustration de celui qui se soumet à sa violence que rechaza lo bello, lo hace teniéndolo como (Zecchi 2002, 46-47). referencia en su doble vertiente, por un lado como lo meramente placentero, por otro como Lejos de una reclamación de un arte públi- profecía de salvación o su variante atenuada, la co regenerador a través de un restablecimiento compensación. Devolver lo bello a su extrañeza crítico del clasicismo, la cuestión planteada por es la vía de Jullien, devolver lo bello a su carácter Zecchi trasciende la idea de una legitimación de inventivo, la cuestión radical: investigar las condi- la belleza en el arte público, podríamos decir. ciones de posibilidad de lo bello, en el sentido de Más bien apela a la revocación del fundamento una nietzscheana genealogía (Jullien 2010, 211- nihilista que ha aquilatado la modernidad des- 213), dónde pueda confuir las contribuciones de de un pensamiento que devuelva la dimensión otras tradiciones culturales. de lo simbólico a lo imaginario. Se trata de re- pensar la belleza como categoría estética en su Es una línea conforme, entonces, a la que trama histórica desde la Antigüedad, e incluso plantea Franco Rella frente a las lecturas simplis- extendiéndola a tramas no occidentales, que redi- tas del culto a la belleza, en que lo pertinente es mensione la belleza para desde ahí poder analizar preguntarse, pero qué belleza (Rella 2017, 9). No cuál puede ser su funcionalidad en el mundo y ciertamente el insípido ideal de lo bello, ni mucho su relación, vinculante o no, con el arte de las menos el hedonismo consolador, sino aquélla que sociedades tardocapitalistas. nos sitúa ante el enigma de la diferencia (Rella 1991), que indaga en el origen mito-poético de Esta constituye la voluntad de las investigacio- la ambivalencia de diosa Afrodita (Carchia 2002, nes de François Jullien, acudiendo al pensamiento 9-10). Venecia es bella porque lleva en sí la des- de la tradición china, para salir del impasse en trucción, es la extrañeza de algo que cautiva y que nos hallamos como resultado de la ofensiva espanta, nos dice Jullien (Jullien 2010, 88 y 216), del arte contemporáneo sobre lo bello que vierte porque los sucios y villanos inmuebles de ciertas la constante amenaza de la liquidación del arte construcciones prefguran su muerte. Por eso mismo. Paradójicamente, señala con agudeza, Thomas Mann no escribió un mero relato, sino cuando el arte (occidental) expulsa lo bello, la una teoría de lo bello y del amor, que nos cautiva categoría para la experiencia de lo estético se y nos devora, del destino del hombre. ha mundializado a partir de la teorización de la cultura occidental, de manera que “L’ironie Es aquí justo dónde se invierte adecuadamen- de l’Historie est que, au moment précis où elle te la fórmula de Dostoievski: el mundo salvará s’est mise à imploser, la catégorie du beau a fni la belleza. Así reza el título de un opúsculo del d’uniformément s’imposer” (Jullien 210, 214). historiador del arte Salvatore Settis. En su caso, La consecuencia en Oriente (China, Japón…), y la conciencia patrimonial detecta perfectamente se podría extender a cualquier parte del globo, desde el punto de vista de la tutela que la muerte es que el arte confado a esta categoría se ha de Venecia no es su destrucción material exac- vuelto ilegible para sí mismo y conjuntamente ha tamente sino el sometimiento al imperativo de contribuido más a constituirse en barrera entre su belleza, de la destrucción por la fagocitación

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 17912-196 192 Belleza y legitimación del arte contemporáneo del turismo de masas al servicio del incremento Lo que las une es que ambas se venden en el pro- infnito del PIB que sólo es posible precisamen- celoso mercado del arte que no es nada irónico. te porque Venecia es bella. Pero qué belleza. La La cuestión es por qué seguimos llamándoles con misma que hace destruir la naturaleza al servi- la noción arte, es una cuestión lógica o es una cio de la belleza, esa que esquilmamos en bús- cuestión de valor, de legitimación ética y estética. queda de materias primas para poder viajar en Preguntarse por la belleza hoy es cuestionar el cruceros que ahogan las ciudades patrimoniales valor del arte. Porque la cuestión que debe ser portuarias, por ejemplo, esa que invade costas tarea en el seno de una estética sociológica auxi- porque son bellas, como Mallorca. Esa belleza liada por la historia social del arte es por qué las en suma que sólo es bella, que como bien dice sociedades que paulatinamente abandonaron el Rella “[…] l’arte solo bella è dunque l’assenza culto de lo sagrado desde el Renacimiento fueron Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco della vera belleza, di quella verità che in qualche elaborando el concepto de arte bello, que sólo modo la deve attraversare” (Rella 2017, 24). Por fue autónomo desde la Ilustración. A qué estrate- ello, advierte bien Settis que “[…] la bellezza non gia obedece esa autonomía que llegados los mo- salverà il mondo se noi non salviamo la bellezza” vimientos vanguardistas provocan la escisión de (Settis 2015, 19). El ejercicio de la tutela es una lo estético y lo artístico. Por qué, en defnitiva, en cuestión ética, que abarca hoy día a la par la be- la modernidad a medida que la belleza es despre- lleza natural y artística en un todo indisoluble. La ciada, injuriada, por el arte, justamente lo bello apuesta hoy no puede ser otra que ecológica, en no deja de ser un valor sino que se eleva en culto el sentido de que la destrucción de la naturaleza del modo de vida. Por qué lo bello degradado por no es sino la destrucción de ser humano como el arte de vanguardia no se ha transferido como especie. Sin la ética ecológica el arte es solo bello: valor a la vida social, sino que es recogido como un objeto más de consumo, mera mercancía. Y el escombro y encumbrado a panacea en los ideales arte contemporáneo que hoy se legitima frente de las sociedades nihilistas de consumo. Por qué a la belleza, no lo hace frente a la belleza kitsch, la búsqueda de la belleza otorgada como tarea sino paradójicamente frente a la belleza ecológica al arte ha sido transferida al individuo narcisista a la que debemos salvar, porque no es sino el como canon de éxito, de promesa de felicidad, reverso del objeto mercancía: el arte virtual fnan- para recoger el lema de Stendhal tan en boga hoy ciero que promueve todo el arte Kitsch. Ambos también. Por qué, como dice Byung-Chul Han, la se necesitan en la lógica implacable. belleza se ha vuelto, en el arte o no, pornográf- Así lo entiende Byung-Chul Han cuando ana- ca, para su consumo inmediato. liza la sociedad de lo pulido, lo terso que rige el Porque la belleza tiene ese componente enig- régimen estético de nuestras sociedades posmo- mático con lo erótico que no es sino el funda- dernas. Una estética que aúna en su experiencia mento mismo de la vida. Las sociedades hoy que perceptiva los diseños de la moderna tecnología han abjurado de lo utópico, del diseño estéti- con las obras de arte contemporáneo como las de co en el sentido de Giulio Carlo Argan (Argan Jeff Koons (Han 2016). La coartada de la ironía, 2010), que han abandonado los ideales de un categoría crítica de la que ha abusado la crítica perfeccionamiento ético y, por ende, comunitario estética hasta la saciedad y la nimiedad, no basta lo declinan en el individuo particular, se vuelve para legitimar esa obra como arte. Precisamente, estético, sólo estético. Ya que ser más perfecti- una de las urgencias del pensamiento estético ble moralmente es totalmente inútil me vuelco hoy es elaborar una genealogía de la obra de en mi perfeccionamiento estético que pone a arte tal como es esbozada por Giorgio Agam- mi alcance toda la industria del progreso tecno- ben. Porque no está nada claro que se sepa a lógico en cosmética y cirugía. El progreso que qué nos referimos con la expresión obra de arte no puede hacernos seres más éticos puede en (Agamben 2017, 11). En el mundo de las crea- cambio hacernos más hermosos, más atractivos, ciones como arte contemporáneo, las obras de más pornográfcos. La belleza es promesa de feli- arte bellas como las de Jeff Koons son el correlato cidad estética, nos hará más consumidores y más exacto de las no-obras de los performances o las consumibles. Sin embargo, la idea de Stendhal obras repugnantes y abyectas de Damien Hirst. de la belleza como promesa de felicidad no es

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 179-196 Belleza y legitimación del arte contemporáneo 193 tanto la salvación del mundo, sino que plantea un te puede conducir al abismo. El arte no ha hecho destino del hombre, como además prueba que más que plantear este interrogante en el desafío Nietzsche (Nietzsche 1996, 120121) aludiera a del destino humano. La crítica de arte que no se esta fórmula de Stendhal frente al Kant del he- ampare en unas categorías estéticas, la belleza donismo emasculado, relacionándolo con el mito principalmente, con un arduo trabajo de interpre- de Pigmalion. La cuestión, fnalmente, responde tación para el momento histórico que vivimos no a la duda que asalta a cualquiera que se siente hace más que hacerse partícipe del nihilismo que atraído por la belleza ajena, qué grandeza, qué invade nuestro mundo. felicidad, si además fuera ético… porque también Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 17912-196 194 Belleza y legitimación del arte contemporáneo

NOTAS traducción en inglés “to abuse”, en vez aspecto real nos molesta, pero nos gusta de por injuriada como es canónico en las ver su imagen ejecutada con la mayor 1 En concreto se refere al sentido traducciones españolas. fdelidad posible, por ejemplo, fguras de “abuso” otorgado a la palabra fran- 2 “Y es prueba de esto lo que su- de los animales más repugnantes y de cesa injuriée, siguiendo la norma de la cede en la práctica; pues hay seres cuyo cadáveres” (Aristóteles, 1974136). Francisco J. Falero Folgoso Falero J. Francisco

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 179-196 DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6008

FRAGMENTO / POLÍTICA / REPRESENTACIÓN: CONTACTOS (1970) DE PAULINO VIOTA1

Rubén García López Universidad de Valparaíso

Data Recepción: 2019-04-23 Data Aceptación: 2020-04-08 Contacto autor: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9266-5699

RESUMEN Pieza clave del cine independiente español del tardofranquismo, Contactos es uno de los flmes españoles más rigurosos en su articulación de las relaciones entre forma cinematográfca e ideología, entendidas desde un punto de vista acorde con el materialismo propugnado por los Cahiers du Ciné- ma de la época. Se considera aquí esta relación, así como la también existente con el pensamiento del escultor Jorge Oteiza, atendiendo principalmente a los elementos que separan el flme de Paulino Viota de los mismos. Principalmente, para ello se recurrirá tanto a las refexiones de Raúl Ruiz sobre la dialéctica fascinación/distanciamiento, así como al análisis de la otra dialéctica existente en el flm entre fragmento y sinécdoque, central para la comprensión de un dispositivo que se comprende al mismo tiempo como ruptura de la representación y como representación ideológicamente determina- da, inmersión tan sensorial como intelectual que logra evidenciar en sus mecanismos las prohibiciones políticas de tipo estético que determinaban profundamente la producción cinematográfca del periodo. Palabras clave: política, representación, fragmento, sinécdoque, Paulino Viota

ABSTRACT A seminal work in independent Spanish cinema of the late Franco years, Contactos is one of the most rigorous Spanish flms in articulating the relations between ideology and cinematic form, unders- tood in terms of the aesthetic and political materialism of the Cahiers du Cinéma of the time. That relationship is considered here, in addition to links with the thinking of the sculptor Jorge Oteiza, with the main focus being on the aspects that make Viota’s flm differ from these points of reference. Raúl Ruiz’s thoughts on the dialectics between fascination and distancing are considered and an analysis provided of the flm’s other dialectics between fragment and synecdoche. This is a topic central to the understanding of a flm that is, at the same time, a fracture of representation and an ideologically determined representation, an immersion as sensorial as it is intellectual, which reveals in its formal mechanisms political prohibitions of an aesthetic nature that profoundly infuenced cinematic pro- duction of the period. Keywords: politics, representation, fragment, synecdoche, Paulino Viota

Contactos, largometraje realizado en 1970 por los sesenta (Molina Foix 1968, 72-76) dieron a la un joven de 22 años llamado Paulino Viota, cons- producción cinematográfca de varios cineastas, tituye uno de los hitos del cine independiente es- realizada con frecuencia sin permiso o fnancia- pañol, el nombre que algunos críticos a fnales de ción estatal e incluso sin existencia legal, a lo largo

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Fig. 1. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’ Fig. 2. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’

de la última década de existencia del franquis- La gran singularidad de Contactos procede de mo, habitualmente en formatos subestándar2. su enorme coherencia entre sus planteamientos Aunque tradicionalmente este cine se haya visto económicos, ideológicos y formales, una pro- muy minusvalorado por lo que Marta Hernández puesta muy poco habitual en el contexto del denominará “el aparato cinematográfco espa- cine español, e incluso internacional, del perio- ñol” (Hernández 1976), en los últimos tiempos do. Contactos es un peculiar flme político y su ha habido una reivindicación decidida de algunos comprensión precisa tanto analizar su relación de sus títulos, principalmente largometrajes que con su contexto social como el modo en que su constituyen piezas clave de la cinematografía es- articulación formal pretende ser un elemento en pañola más arriesgada y experimental, como … sí mismo ideológico, planteamiento estético que ere erera baleibu izik subua aruaren (José Antonio también encuentra su fundamento en elemen- Sistiaga, 1968-1970), Umbracle (Pere Portabella, tos como el auge del pensamiento marxista en Europa y su vinculación en los años sesenta al 1972), La celosía (Isidoro Valcárcel Medina, 1972), estructuralismo, la semiótica y la crítica cinema- o la propia Contactos, incluida junto a los flmes tográfca francesas. de Portabella y Sistiaga entre las cien mejores pe- lículas españolas por una reciente votación de la revista Caimán3. Fue asimismo una de las obras 1. Génesis escogidas por la fundamental Antología crítica Contactos se rueda en mayo de 1970, aunque del cine español 1906-1995 (Pena 1997, 677- se desconocen las fechas exactas y el número 679), y es rara la historia del cine español que no de sesiones de rodaje, presumiblemente escasas. la considere aunque sea de pasada, siendo ade- Fue realizada clandestinamente sin pedir cartón más reconocida por algunos autores extranjeros de rodaje y flmada en 16mm, partiendo de un como Noël Burch o Pierre Léon (Léon 2014)4. En presupuesto inicial de 25000 pesetas aportadas la última década, fue restaurada gracias a una por la madre de Viota, escasez presupuestaria colaboración entre la Filmoteca Española y el Mu- que no permitió el uso de travellings para los des- seo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, proyec- plazamientos de la cámara, realizados con silla de tándose en festivales como el FID Marseille, la ruedas en los exteriores y a pie, cámara en mano, Viennale o Punto de Vista en Navarra, amén del en los interiores6. Jeu de Paume en París, el Lincoln Center de New El copión de Contactos fue montado por Vio- York, el Círculo de Bellas Artes madrileño o la Fil- ta y Guadalupe G. Güemes, actriz protagonista moteca de Santander, ciudad natal del realizador, del flme, alumna de interpretación de la Escuela siendo además editada en DVD junto a la restante Ofcial de Cinematografía (EOC) y pareja del ci- flmografía de Viota5, asimismo objeto de un libro neasta7, en junio, en una visionadora sin motor colectivo reciente (García López 2015). propiedad de Juan Tamariz, alumno de dirección

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 197-210 Fragmento / política / representación: Contactos (1970) de Paulino Viota 199 de la EOC por aquel entonces, antes de comen- zando para ello todas las escalas de planos, desde zar, poco antes del 24 del mismo mes el trabajo generales a detalles. de doblaje y sonorización en una tienda llamada El desarrollo de C1 continúa a lo largo del año, 8 CEHASA . Viota, Güemes y el técnico de la tienda pero termina estancándose en verano. Vega escri- harán todos los trabajos incluyendo el montaje be otro borrador con un planteamiento distinto, del negativo, labor que solía realizarse en los la- en el que entre otras cosas los planos-secuencia boratorios pero que, por la escasa cantidad de dejan de ser imperativamente de diez minutos planos a montar, se decide ejecutar en la tienda,

e incluso se abandona su uso en algunos mo- López Rubén García 9 que ofrece un precio mucho más asequible . La mentos, al tiempo que el empleo de la elipsis primera copia se proyectó de forma privada en se radicaliza, con grandes cambios argumenta- torno a fnales de octubre en CEHASA, con pú- les entre secuencias que buscan la confusión del blico externo en al menos una ocasión: como mí- espectador. Esta propuesta empero no prospera, nimo Francisco Llinás, Julio Pérez Perucha, Emilio de manera que el giro fundamental llegará por Martínez Lázaro y Augusto Martínez Torres, los la aportación de Santos Zunzunegui, que bajo dos primeros críticos de la revista Nuestro Cine el título “Cinema” (C2) reúne varias escenas, que en la década siguiente serían fguras centra- planos-secuencia de duraciones diversas si bien les del Nuevo Frente Crítico, el colectivo Marta predominantemente breves, que recogen pe- Hernández y la revista Contracampo (López San- queñas acciones o gestos, y a las que se suman güesa 2019, 5-93), y los siguientes fguras cono- algunas otras de José Ángel Rebolledo, pensadas cidas del cortometraje independiente madrileño. todas para ser alternadas con lo ya existente12. La El estreno público tendría lugar al mes siguiente, concepción del plano-secuencia se reafrma en la en la 2ª Semana Internacional de Cine de Autor voluntad de constreñir su omnipotencia habitual: de Benalmádena, proyección sobre la que escri- al estar cada secuencia compuesta por una única birá Llinás en el que acabó siendo último número toma, sin otras en consecuencia para recoger lo de Nuestro Cine (Llinás 1971)10. que queda fuera de campo, el off cobra un gran Para entender no obstante la singularidad de protagonismo, y los tiempos muertos y hechos Contactos, es más útil considerar su proceso de enigmáticos se potencian. Esta era una tendencia escritura. Esta comienza a inicios de 1969, siendo que ya se había ido haciendo presente en el de- escrito el primer borrador, titulado “Síntesis” (en sarrollo de C1, pero la nueva aportación radicali- adelante C1), por Javier Vega, primo de Viota y za la propuesta estableciendo con rotundidad la colaborador en José Luis y Fin de un invierno. En fragmentación como constante formal del flme. ese momento, C1 es una película compuesta por En efecto, en el diseño de movimientos de como mínimo ocho planos-secuencia de diez mi- cámara y puesta en escena elaborados por Viota nutos de duración11, y ya cuenta la misma historia a partir de C1 se tendía en algunas ocasiones a de Contactos: una joven (Tina) llega a Madrid, se reducir o dejar en fueracampo la gran cantidad instala en una pensión y empieza a trabajar de de elementos aportados por el guión. Desde el camarera, tras lo cual inicia una relación con otro primer momento interesa a Viota el espacio vacío inquilino de la misma pensión (Javier), militante y la potenciación del espacio off, pero en aquella antifranquista al que incorpora a su mismo traba- fase parecen deberse a la idea de que es imposi- jo, al tiempo que se prostituye con un cliente del ble que en la flmación de una realidad determi- restaurante. El uso del plano-secuencia sí difere nada durante diez minutos todo sea interesante. grandemente del que acabará caracterizando a La radical articulación de que serán objeto en la película: la cámara tiene una gran movilidad y Contactos no se planteará decididamente hasta cada plano reúne escenarios de diversa índole, la entrada de Zunzunegui en el proyecto y, fnal- generalmente explorados a fondo: así por ejem- mente, hasta la decisión de flmar los interiores plo un plano puede empezar en la calle, entrar aprovechando sus patios y ventanas, la cual sin a un edifcio, luego a una casa y fnalmente a duda, por coherencia formal, afectó al modo de alguna habitación, o en un restaurante explorar flmar los restantes escenarios e incluso reducir cocina, mostrador, comedor, lavabo, etc., utili- su número.

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no hay montaje que permita el corte a su interior, de modo que el encuadre se sostiene hasta que el personaje reaparezca, dejando al espectador en- tretanto ante la visión de un pasillo vacío. De esa manera, los momentos faltos de presencia huma- na serán numerosos, y lo que se hace allá don- de la mirada no alcanza, secreto, muchas veces imposible de saber15. Si el cine llamado “clásico” Rubén García López López Rubén García de Hollywood (aunque no solo él) tenía la ten- dencia a “representar la omnisciencia narrativa como omnipresencia espacial” (Bordwell 1996, 161), de modo que la cámara ostentaba el poder de registrar el lugar que quisiera cuando quisiera, Fig. 3. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’ colocando al espectador siempre en la mejor po- sición posible para presenciar los acontecimientos En el guión fnal (C3), elaborado por Viota en cuestión, Viota elimina tal omnisciencia redu- aproximadamente en abril de 1970 (Vega, Zunzu- ciendo los espacios, la movilidad de la cámara y negui y Viota 2015, 335-392)13, la cámara todavía la amplitud de la mirada, muy a menudo acotada sigue a los personajes, recorre pasillos, entra en por marcos diversos (de puertas, ventanas o pasi- habitaciones, se aleja o acerca a los personajes, llos) en manifesta acción de reencuadre16. etc., mientras en Contactos solo se desplazará de forma lateral, manteniéndose a una distancia 2. El anti-Oteiza prudencial de los actores, muy a menudo encua- drados en plano medio, americano o general14 A cada reescritura del guión, en consecuen- (fg. 1). Las dos casas utilizadas permiten el rodaje cia, la cantidad de información disponible para de los interiores desde un patio facilitando con el espectador se había visto reducida, culminan- ello los citados desplazamientos laterales, pero do en una película donde la mayoría de hechos también que durante estos se pierda de vista a los fundamentales tienen lugar fuera de campo y las personajes, cubiertos completa o parcialmente repeticiones, reiteraciones y redundancias no ya por marcos o tabiques (fg. 2). Este planteamiento narrativas sino también formales tienen el efecto se hará extensivo a los otros dos escenarios: los de acabar llamando la atención sobre la propia diversos exteriores presentes en C3 se reúnen en formalización de la película, de un modo que uno solo, pero dividido en tres zonas cuya unidad el propio Viota (y con él muchos comentaristas tardará en establecerse, y el restaurante pasa a posteriores) explicaría mediante la infuencia de ser el único escenario flmado siempre del mismo una de las referencias fundamentales del flme, modo, con un plano fjo que registra un trozo el escultor vasco Jorge Oteiza. de pared y una puerta batiente que da paso al En Quosque Tandem…!, Oteiza explica una idea que comedor (fg. 3). nos conmocionó a Santos y a mí profundamente: la Con esto, el trabajo de cámara y montaje ad- de que bastan tres golpes para extraer lo fgurativo quiere una radicalidad inesperada, al repetirse de un bloque de madera. Esta era una idea que además idénticas posiciones y encuadres y ser estaba muy ligada a esa búsqueda de que la forma imposible el seguimiento más allá de puertas y sea perceptible, visible. Hay un ejemplo concreto en paredes. La brutalidad de las elipsis, que deja sin la obra de Oteiza, la fgura de un rostro humano, en conocer rasgos fundamentales de la trama, per- concreto de un apóstol, que hizo para una iglesia didos en una distancia entre secuencias siempre en el País Vasco. La idea era que cogía un trozo imposible de determinar, se ve replicado por el de madera y, dándole sólo tres golpes, de una doble ejercicio del fueracampo: el exterior a los determinada manera, conseguía sugerir la cabeza bordes del encuadre y el interior, generado por de una persona. De este modo también quedan muy los límites espaciales. El contexto físico se impo- visibles los tres golpes del martillo, del instrumento. ne: cuando un personaje entra en su habitación Es decir, el elemento formal, al ser muy sencillo, no

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desaparece, queda evidenciado. Y eso, tal cual, es Contactos (Adell 2011)17. Tres golpes en Oteiza, treinta y tres planos- secuencia en Viota, de duraciones muy diversas, de diez minutos a cuatro segundos, cortando pedazos de tiempo de las vidas de sus protago- nistas, a veces útiles para entender su situación, otras absolutamente irrelevantes, otras aparen- Rubén García López López Rubén García tando cierta imprecisa importancia. Al igual que las paredes y puertas bloquean nuestro deseo de saber qué pasa al otro lado, el trabajo formal de Fig. 4. Ford, John, The Searchers [título de la versión en espa- ñol, Centauros del desierto], 1956. 119’ Contactos se experimenta en ocasiones como un obstáculo para la comprensión de lo que sucede. trágico de la vida que, para Oteiza como para Antes que la potencia del plano-secuencia y del Unamuno, atenaza al hombre impidiéndole una montaje, interesa a Viota la forma en que nunca vida plena, y crear por ello al fn un alma, el alma pueden no dejar algo de lado. Su impotencia. de un pueblo. La teoría artística de Oteiza no Es en este punto que podemos empezar a in- busca sino una solución para el problema una- tentar entender la dimensión política de Contac- muniano y una explicación del alma vasca. En el tos, que podría introducirse por la comparación apagamiento expresivo, lo que hay es un hombre con la propia obra de Oteiza y sus planteamien- que empieza a habitar poco a poco el vacío, un tos teóricos. Con su autodenominada “ley de los vacío acogedor, protector, que hace al hombre cambios”, Oteiza había aportado una idea que, vivirse a sí mismo y no sentir ya la necesidad de aunada al interés por las obras de pintores como la expresión, en realidad una necesidad del miedo Malévich o Mondrian, prendió con intensidad más que de la vida (Oteiza 1994, 75-78). El va- en Viota y Zunzunegui. Según el vasco, el arte cío de las cajas metafísicas de Oteiza está hecho comenzaría por una primera fase que partiría de para el hombre, para acogerle, para protegerle, un cero en busca de una ocupación del espacio, es un vacío que abre en su espíritu un espacio de un acto de expresión y comunicación que se ve- protección, le convierte en hogar de sí mismo, le ría progresivamente sucedido por una segunda da propiamente un alma. Como los pasillos de fase basada ahora en la desocupación del espa- Yasujiro Ozu o los marcos de John Ford (otras dos cio, donde el arte deja de ser expresión y donde referencias de Viota), reconoce la angustia, pero si antes “consideraba una nada como punto de para darle cobijo. partida, considera [ahora] una nada como punto El vacío de los planos de Contactos no es aco- de llegada” (Oteiza 1994, 72)18. gedor. La puerta que enmarca a Ethan Edwards Para Oteiza, el arte debía seguir este pro- en el célebre plano fnal de The searchers (John ceso de vaciamiento expresivo, esta “estética Ford, 1956) (fg. 4) remarca su permanencia en negativa”19 que en efecto coincide con la de el afuera de la comunidad, pero también permite Contactos, con su simplifcación de movimientos reconocer y con ello abrazar esa soledad, llamar de cámara, reducción de espacios y limitación del nuestra atención sobre ella, es decir atender y acceso a los mismos, sofocamiento de la gestua- mirar aquello que la comunidad olvida. Igualmen- lidad física y entonación verbal, con su ausencia te los espacios en Ozu, de una gran autonomía, de color y contados sonidos, con todo el trabajo puntúan y pautan la vida de sus ocupantes, in- en suma que en la película hay de reducción de troducen un equilibrio que muchas veces está elementos. Ahora bien, el apagamiento expresivo ausente de sus existencias. Los reencuadres de en Oteiza tenía un destino: hacer desaparecer Ozu rescatan una armonía y aseguran un acogi- el arte para generar un hombre. El fn del arte miento, algo que de ningún modo harán los de servía para crear un pueblo, gestado en ese es- Viota. Los planos de Contactos cercenan siste- pacio vacío abierto para acogerle, para crear en máticamente el poder y libertad del espectador él el fnal del miedo a la muerte, ese sentimiento y en la periferia de sus encuadres solo podemos

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encontrar espacios grises e inhóspitos. Contactos racterizó la larga polémica entre las revistas espa- es una máquina de angustia, cuyo vacío no está ñolas Film Ideal y Nuestro Cine durante los años hecho para ser habitado sino para habitar, para sesenta. Como muchos cinéflos de la década, la inundar el corazón de los que viven en él y llegar ideología antifranquista y crecientemente marxis- a quienes lo contemplan. El vacío de Oteiza es un ta de los dos amigos les acercaba a la segunda, vacío donde se gesta un alma, el de Contactos es pero el cine que más apreciaban era el defendido el vacío donde este alma se aplasta, no propia- por la primera, que además prestaba una mayor mente un vacío sino una forma que dirige y aboca atención a las formas cinematográfcas, mucho Rubén García López López Rubén García hacia él, no ya un vaciamiento del espacio o de más preocupada la otra por la idoneidad de su la forma sino, a través de estos, de los individuos dimensión discursiva. La nueva crítica cahierista que lo habitan. Contactos es la expresión de esa permitía establecer vínculos directos entre forma destrucción de todo lo vivo, la muerte de verdad e ideología, de manera que la refexión sobre la trabajando, no el fn del miedo a la muerte sino primera no quedaba en un mero plano estético el ejercicio libre y pleno de su acción, el registro y la segunda en otro discursivo, generando una de su obra. Por ello años más tarde, Viota re- suerte de programa para, desde la primera, poder fexionaría que “Contactos es Crónica de Anna intervenir en la segunda. Magdalena Bach (Chronik der Anna Magdalena Un texto fundamental en este programa mate- Bach, Danièle Huillet, Jean-Marie Straub, 1968) rialista, de clara raigambre althusseriana, lo cons- sin Bach, sustituyendo la música genial del can- tituye el célebre “Cinéma / idéologie / critique”, tor por la atmósfera oprimente del franquismo; escrito por Jean-Louis Comolli y Jean Narboni en sustituyendo el placer incesante de la escucha de 1969, donde se categorizan los diversos modos la película de Straub, por la rutina opresiva de la de relación entre cine e ideología, dando sitio vida bajo Franco” (Viota 1998, 112). tanto a John Ford como a lo que será Contactos, fácilmente ubicable en la categoría B, que defne 3. Una película marxista a los flmes políticos al nivel tanto de los signif- cados, mediante un “tratamiento explícitamente Tras la realización de Contactos, Viota y Zun- político de uno u otro tema”, como de los sig- zunegui, con la ocasional ayuda de otros amigos, nifcantes mediante una “deconstrucción crítica escribieron una serie de textos para acompañar del sistema de representación”, y confgurándose las proyecciones del flme. Todos ellos insisten en por lo tanto como la única categoría que a juicio la explicación de su dispositivo fílmico como uno de los autores tendría “alguna oportunidad de destinado a explicitar los mecanismos de produc- ser operativa contra (en) la ideología dominan- ción del discurso cinematográfco y, más aún, a te” (Comolli y Narboni 2008, 79)21. Contactos romper con la alienación de la ilusión cinema- en efecto tendrá un tratamiento político de su tográfca. Con ello, los autores se situaban in- tema (al menos dos personajes son militantes equívocamente en sintonía con el cine y la crítica antifranquistas, posiblemente comunistas, y las materialista defendidos en aquel entonces por la penurias de la condición obrera son el determi- revista Cahiers du Cinéma, que a partir de 1963 nante fundamental de la pareja protagonista), había empezado a pensarse como “instrumento pero también planteará una labor política a nivel de combate” (Anónimo 1963, 1) y abierto a líneas formal. Inspirados en la afrmación de Mao de teóricas hasta entonces poco presentes en sus pá- que en las concepciones sobre el desarrollo del ginas: el marxismo, el psicoanálisis, la semiótica universo existían dos concepciones enfrentadas, y el estructuralismo. Althusser, Lacan, Barthes o la metafísica y la dialéctica (Zedong 1976, 334)22, Lèvi-Strauss se habían convertido en referencias la cineflia materialista establecerá un enfrenta- fundamentales para el sector más trascendental miento entre idealismo y materialismo estéticos de la crítica francesa, y en su mayoría llegarán cuyo gran nombre va a ser el de Bertolt Brecht, también a Viota y Zunzunegui, lectores feles de para el cual, según Barthes, el arte debía ser una la revista20, cuya voluntad de aunar refexión for- “anti-Physis”, una lucha contra «la falsa Natu- mal e ideológica suponía la posibilidad de superar raleza burguesa y pequeñoburguesa: en una el debate entre cineflia y contenidismo que ca- sociedad aún alienada, el arte debe ser crítico,

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 197-210 Fragmento / política / representación: Contactos (1970) de Paulino Viota 203 debe cortar toda ilusión, incluso la de la “Natu- La idea de Ruiz es luminosa para entender por raleza”» (Barthes 2009, 114). Tal como afrmará qué, utilizando todas las herramientas distancia- Marta Hernández, «la confusión entre el signo doras y descentradoras posibles, se genera aquí lo (la llamada “imagen”) y la realidad signifcada (lo contrario a un distanciamiento emocional, antes “representado” por esa “imagen”)» (Hernández bien una adhesión doliente, una participación 2016, 49) será en consecuencia entendida como donde la angustia de las imágenes domina con la característica esencial del idealismo estético, rotundidad el espectáculo. Esto se da no a pesar, y aquello contra lo que debían luchar el cine y sino gracias al distanciamiento. En Contactos la crítica materialistas. consciencia de la formalización agrava la angus- López Rubén García tia, tanto por la pobre factura visual que potencia La estrategia de Viota presenta notables di- la grisura de los ambientes como porque su pre- ferencias respecto a los cineastas citados (a los sencia se manifesta en tanto violencia constante, que podría sumarse el Godard de la época, incluso arbitraria en muchos momentos en que entonces en el Grupo Dziga Vertov), ya que el la cámara se desplaza sin seguir a nadie o, al distanciamiento de Contactos no solo no va en contrario, decide no moverse cuando ello con- detrimento de su dimensión emocional sino que, vendría para corregir un encuadre o no perder de muy al contrario, busca una inmersión absoluta vista a un personaje. Ciertamente, es difícil hablar en el inhóspito universo que representa. Dicho de de “fascinación” como lo hace Ruiz, pero esta otra manera, los procedimientos distanciadores debiera entenderse en el sentido de inmersión de Contactos son la condición de la inmersión en en el mundo propuesto por la obra, y si tal es un la película, los pilares de sus mecanismos repre- universo angustioso y terrible, pocos juicios más sentacionales. Para entender este proceso, puede acertados cabe hacer sobre Contactos que el que ser útil recordar estas palabras (muchas décadas resultaría de parafrasear al chileno afrmando que posteriores) de Raúl Ruiz: es la película “la que pasa a la acción”, la que [el distanciamiento] es indispensable no sólo para “invade el mundo que rodea” al espectador, “lo captar racionalmente una película (…) sino también colorea, lo tiñe”, pero en los colores menos vivos para vivir los hechos de la película en toda su posibles. Dicho de otro modo, el espectador, más complejidad. No olvidemos que vivir una obra de que vivir, es vivido por la obra o, dicho de otro arte no consiste sólo en estar fascinado por ella, en modo, la padece. enamorarse de ella, sino también en comprender Contactos es una película marxista, pero suma- el proceso del enamorarse. Para eso necesitamos la mente peculiar. En ella importa más que la lucha libertad de alejarnos del ser amado, cosa de volver antifranquista la alienación del trabajo, de muchas mejor a él, libremente. El encuentro amoroso con horas, mal pagado y en malas condiciones, sien- una obra de arte es una práctica erótica que se do habituales las referencias a cómo desgasta a resume en esta fórmula: amar te hace inteligente –lo quienes lo viven impidiéndoles apenas hacer nada que contradice aquella según la cual el amor aturde más con sus vidas. Sin embargo, a pesar de la evi- como un bastonazo en la cabeza (Ruiz 2013, 187)23. dente voluntad de denuncia, Viota no se extiende describiendo estas condiciones de trabajo; simple- Por supuesto, el propio Ruiz es consciente de mente, muestra la puerta de una cocina y cómo lo poco que esto tiene que ver con los plantea- entran y salen por ella los camareros y camareras, mientos brechtianos: entrando comida y trayendo platos (fg. 3). Viota En Brecht, el pathos formal de la obra requiere un intenta un movimiento radicalmente contrario al alejamiento para facilitar el pasaje al acto (político). habitual en el cine político de su credo: en vez de En el proceso que estamos describiendo, el pasaje especifcar las condiciones socio-económicas de al acto (político) sobreviene en el interior del campo una situación determinada muestra la situación abierto por la obra de arte misma. Es la obra, no abstrayéndola precisamente de todo aquello que el espectador, la que pasa a la acción, la que se podría permitirle construir un discurso (político) extiende, invade el mundo que rodea al enamorado sobre ella. Del trabajo de los protagonistas, tan y, por así decirlo, lo colorea, lo tiñe (Ruiz 2013, 187- importante en la película, Viota solo muestra un 188). encuadre, siempre el mismo, en momentos distin-

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Fig. 5. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’ Fig. 6. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’

tos a lo largo de todo su metraje. No se extiende algo que ver con su labor clandestina, ignoramos más, no muestra jefes, capataces crueles, nada: propiamente lo que hacen y, más aún, se impone solo el constante entrar y salir durante un tiempo el tiempo vacío de la calle, los segundos que se que se hace interminable24. Afrma, sobre todo, el acumulan sin sentido. La cámara no presta siquiera lugar y sus reglas, que dominan el tiempo de los atención al hombre que espera sino que se des- cuerpos, dominio que afecta a estos incluso en plaza de un lado de la calle al otro, se detiene y el afuera de su espacio específco. Que algunos también espera, como aquel pero no con él. En la de los protagonistas pertenezcan a cédulas de re- misma posición, en otro momento, flmaba a Ja- sistencia anti-franquista es importante entre otras vier y Tina hablando con alguien, pero la lejanía era cosas por mostrar hasta qué punto incluso esta tal que nada de la conversación llegaba a nuestros dimensión se ve afectada por la otra. Cuando un oídos (fg. 8). Ambos planos duran tres minutos. personaje llega a su habitación y se queja por las Roman Jakobson consideraba la sinécdoque horas de trabajo, y manifesta su agotamiento y como “el método fundamental para transformar habla de la necesidad de vacaciones, o de jornadas en el cine las cosas en signos” (Jakobson 1976, de ocho horas, esa pesadez se entiende porque se 175). Pero no hay sinécdoque sin fragmentación. ha visto y ve, porque es, de hecho, lo único que se Contactos es una película hecha de fragmentos que ve, porque el tiempo de las habitaciones o el de la tiende a parecer, al menos en una primera visión, el calle es tan pesado como aquel. Se percibe en el resultado de tomar al azar varios pedazos de la vida movimiento lento, torpe y apesadumbrado de los de cierta gente y colocarlos unos detrás de otros sin cuerpos, en las palabras angustiadas y rendidas, y mucho cuidado (aunque no sea así). Al ver Con- en el apoyo de esa textura que unifca toda la pelí- tactos se tiene la impresión de que la película es el cula, el grano asfxiante del 16 hinchado a 35mm. resultado de haber escrito una historia, puesto todo Todo en la película es coherente con lo único que lo importante en el fueracampo y dejado a nuestros los personajes llegan a manifestar explícitamente: ojos solo lo irrelevante. Haber hecho la película de las penurias de su trabajo. modo que en todo momento sea evidente que nos falta todo por conocer y entender, desde las vidas 4. Poética del fragmento de los protagonistas a sus pensamientos. Contactos Comparemos, no obstante, cualquiera de los aparenta ser un vaciado por el cual el cine, de la planos del restaurante con otro como aquel (acaso realidad, solo ha dejado lo visible y, de lo visible, el más célebre de la película) en que Javier da la solo lo irrelevante, lo mediocre. vuelta a la manzana mientras la cámara le espera La potencia signifcativa de los planos del res- y Juan, su contacto en el partido, cronometra su taurante, no obstante, es innegable. Existe por recorrido (fgs. 5 a 7). Si bien, por la identidad tanto una tensión en Contactos entre el fragmen- de los dos hombres, asumimos que el acto tiene to y la sinécdoque, fundamental para defnir tan-

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Fig. 7. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’ Fig. 8. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’ to su dialéctica entre inmersión y distanciamiento signos del mismo objeto. Desvelemos ahora el poder como su pretendida dimensión política. El plano de la sinécdoque en la lengua y hablemos de nuestro del restaurante representa el trabajo de cama- monstruo diciendo simplemente “la joroba” o bien “la rero dotándolo de las características deseadas: nariz”. Procedimiento análogo en el cine: la cámara el ir y venir tradicional de los camareros de un no ve más que la joroba, o bien más que la nariz. Pars restaurante es convertido por mor de la dura- pro toto: es el método fundamental para transformar ción y la atención concentrada (los camareros se en el cine las cosas en signos (Jakobson 1976, 175). mueven, la cámara no) en una suerte de tortura Si solo muestro de alguien su joroba, lo desig- china donde salta a la vista la mecanización de no como jorobado. Del restaurante, Viota selec- los cuerpos humanos, sometidos a un monótono ciona una sola parte para mostrar: así, el trabajo ir y venir que se asimila al de un objeto, la puerta es caracterizado como una labor maquinal, repe- que también va de un lado al otro, movida por titiva y monótona, donde la ausencia de cualquier una fuerza ajena. Nos encontramos con esto ante otra consideración hace que toda referencia al tal vez el más perfecto uso de la sinécdoque en trabajo lo sea a esa cualidad cuya reiteración hace todo el flme, una reducción de todo un complejo esencial al concepto, perenne y unívoca. laboral a un trozo de espacio, que (re)percutirá con insistencia sobre toda la película, no solo por La sinécdoque, pues, es la redención del frag- su repetición (frente a los restantes espacios, tam- mento, pues no es factible hablar de fragmento bién la de un ritmo) sino porque es una imagen sin la conciencia de una quiebra, de un algo se- lo sufcientemente sintética como para permitir parado de algo, no hay fragmento si en la imagen que la referencia a ella sea automática cuando de este no se da al tiempo un peso fuerte de alguno de los personajes (sobremanera Javier) se aquello que no está. El fragmento es un campo queje de su trabajo. El procedimiento se asemeja sometido constantemente a una presión excesiva mucho al que Jakobson ponía como ejemplo para del fueracampo, angustiosa incluso. El fragmento afrmar la sinécdoque como herramienta principal en consecuencia bloquea la representación, la di- del lenguaje cinematográfco: fculta cuando menos, y esta tensión es esencial en la experiencia de Contactos. Podemos designar a la misma persona diciendo: “el jorobado”, “el narizotas” o “el jorobado narizotas”. El objeto de nuestro discurso es el mismo en los tres 5. Política del fragmento: Filmar la pro- casos, pero sus signos son diferentes. De la misma hibición manera podemos, en un flme, tomar al mismo Sobre una película como Sleep (Andy Warhol, hombre de espaldas – se verá la joroba -, luego por 1963), Pasolini consideraba que la “carencia de delante será la nariz lo que será mostrado, o por fn signifcancia se siente tan rabiosa y dolorosamente de perfl, se le podrá ver la una y la otra. En estos tres que llega a herir al espectador y, con él, su idea planos, tenemos tres cosas que funcionan como los del orden y su existencial amor humano por lo que

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existe” (Pasolini 1969, 65)25. Pero esa herida, que entre los personajes pero nunca entre estos, su Pasolini postula en buena parte por la oposición mundo y su representación. europea al sensualismo y vitalismo norteamerica- La sinécdoque pues, representa. Y el fragmen- nos de los sesenta, posee una enorme, si bien pa- to representa de otra manera: representa por- radójica, pertinencia en el contexto de un cine he- que no representa, representa porque bloquea cho bajo dictadura. Pasolini opone el neorrealismo, la representación, manteniéndose en un campo que afrmaría que “lo que es signifcante, existe”, metonímico casi puro, apoyado en la potencia al New American Cinema (NAC), que nos dice que de su insistente redundancia. Aunadas ambas Rubén García López López Rubén García “lo que existe, es signifcante” (Pasolini 1969, 65), dimensiones, los pedazos de mundo mostrados teniendo esto como resultado, a su juicio, el triun- representan una visión no solo de ese pedazo fo de lo insignifcante. Sin embargo, cabe aquí una sino del conjunto, donde vemos que el universo tercera proposición: “lo insignifcante existe, y es que habitan estos jóvenes en el Madrid franquista signifcante en tanto tal”. ¿Signifcante en virtud de 1970 está marcado por el conservadurismo de qué? En virtud de su vaciamiento casi absoluto moral y unas inaceptables condiciones laborales, de determinaciones, que posibilita su apertura a trabajos extenuantes, jornadas extensísimas y mal sentidos mucho más globales o abstractos. Allá pagadas. Un mundo cuyo carácter irrespirable se donde Pasolini no puede concebir la creación del ve favorecido en el plano sensorial por el forma- sentido más que a partir de cosas que ya lo po- to visual, el grano hinchado, la insistencia en los sean en sí mismas, en el cine de Warhol, como tiempos muertos, los espacios vacíos, la parque- en el de Jonas Mekas, la ausencia de signifcado dad interpretativa, etc. genera signos con un sentido otro: signos de la vida entendida como ajena a la signifcación, vida Todo ello lleva a la desesperanza, la tristeza, la celebrada o cuando menos atendida en su mero impotencia y el desánimo, el mismo que parece tener lugar, su carácter de evidencia ajena a (y, a empujar al protagonista masculino a abandonar la vez, amiga de) casi todo lo que de ella pueda la militancia. Como ya se dijo, el vacío de Contac- ser predicado. En Mekas, ideólogo de este tipo de tos aplasta el alma, y toda resistencia parece por signo, la for, el gato o el café registrados durante tanto imposible. Si contra los abusos laborales y apenas cinco fotogramas nerviosos se designan la dictadura existen formas específcas de lucha, solo a sí mismos y por ello devienen en segundo no hay aquí llamadas a la batalla. Pero el gran grado signo de la vida, la naturaleza, la felicidad… hallazgo de Viota es haber encontrado el modo Es porque se limitan a ser solo ellos que pasan a de manifestar las condiciones que imposibilitan signifcar otra cosa sin necesidad de convertirse en tal clamor. metáforas o sinécdoques26. En Contactos sí hay militantes, y dado el con- En el ánimo político de Viota no existe proble- texto y ciertas pistas, muy posiblemente comu- ma en que sus tiempos muertos (y extensos), sus nistas. Pero en la España de 1970 no se puede espacios vacíos o acciones secretas no generen explicitar más. Una película no podía mostrar ningún “amor humano por lo que existe”, puesto la lucha antifranquista, pero Contactos lo hará, que lo que existe es una dictadura, un sistema po- de muy peculiar manera, no resignándose a no lítico que domina la casi totalidad de lo existente, contar la historia prohibida pero sí aceptando las inviste la realidad toda. Si los tiempos extensos y prohibiciones (políticas) de tipo estético. La res- espacios vacíos generan desafección, será cohe- puesta a la desafección es la lucha, pero esta no rente con los sentimientos de sus protagonistas y puede mostrarse porque la dictadura lo impide; con una realidad que no amerita afecto alguno; la solución de Viota será la operación, casi impo- si lo insignifcante se impone, esto será coherente sible, de mostrar esta lucha mostrando al mismo con la imposibilidad de encontrar asideros vitales tiempo la imposibilidad de hacerlo. Mostrar sin en un universo marcado por su desprecio hacia la mostrar, decir sin decir. Lo que el poder franquista dignidad humana. Si su película generara algún quiere restar de sus calles, lo restará Contactos tipo de amor por lo que existe, ello redimiría en de sus imágenes pero evidenciando la resta, ha- cierto grado una realidad infame, por lo que, si ciendo sentir lo obligado del silencio y generando alguna calidez se manifesta en Contactos, lo hará por esa vía una estética y una narrativa precisa-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 197-210 Fragmento / política / representación: Contactos (1970) de Paulino Viota 207 mente fragmentadas, oprimidas y agujereadas, efecto, de una realidad constituida por miedos, el ejercicio de dos conspiraciones: una, la de la sospechas, riesgos, extenuación, agotamiento y resistencia, agazapada en lo invisible, escondida tristeza pero, sobre todo, verla en tanto consti- esperando el momento adecuado (que sabemos tuida, es decir formada en base a prohibiciones nunca llegó); otra, la del mundo franquista, que y reglas que norman la realidad y su represen- también quiere invisible a la resistencia y lo con- tación. Es la imposibilidad del fragmento para sigue porque es quien rige el negocio de lo visible representar lo que le permite precisamente re- (aunque su poder alcanza también a lo invisible, presentar una realidad dominada por la voluntad como ejemplifca la “secreta” aparición de la po- absolutista del poder dictatorial. Podríamos para López Rubén García licía en la segunda secuencia). concluir incluso ver Contactos como un curioso flm-denuncia: denuncia de todas esas películas Los fragmentos, a pesar de ser pedazos, no que asumen las prohibiciones que les toca vivir dejan en realidad ningún espacio libre entre ellos, pero no materialmente, esto es, sin hacer la pro- ese supuesto vacío es en realidad lo que más lleno hibición perceptible en sus imágenes, sin hacer está. Es la naturaleza del fragmento, esa visibi- que esta percuta en la materialidad de su forma. lidad torturada por el peso de lo invisible que le Porque si tiene un enorme valor hacer visible lo ha sido restado lo que posibilita que la película prohibido, no lo tiene menos el hacer visible la completa pueda verse como representación, en prohibición.

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NOTAS tiempo la versión ofcial, establecida por 15 Según González Requena, el Jaime Pena a partir de la información 22,69% de la película consiste en pla- 1 El presente trabajo forma parte suministrada por el propio Viota en una nos vacíos (González Requena 2015, del Proyecto Fondecyt Postdoctorado n° carta de 1996 que sería publicada pos- 199). 3180086. teriormente (Viota 1998), afrmaba que 16 De nuevo según Requena, el 2 Es el caso de los tres primeros el montaje fue realizado por Guadalupe 44´64% de la película está ocupado por cortos de Viota, Las ferias (1966), José G. Güemes junto a Gonzalo Álvarez, imágenes reencuadradas, como mínimo Luis (1966) y Tiempo de busca (1967), otro amigo santanderino que había edi- por un marco (González Requena 2015, rodados en Super 8, o Fin de un in- tado el negativo de Fin de un invierno. 199). Rubén García López López Rubén García vierno (Viota, 1968), Duración (Viota, Más adelante, Viota añadiría que habría 17 Al margen, anotar que los gol- 1970) y Contactos, rodados en 16mm, tenido lugar sin su presencia, siguiendo pes en realidad eran cinco. instrucciones precisas, y fnalmente, si bien esta última se infaría posterior- 18 El ensayo de Oteiza carece de en algunas proyecciones de la versión mente a 35. paginación convencional, a favor de restaurada, extendería esta ausencia a 3 Vid. Caimán n° 49 (mayo 2016). una numeración temática, que es la los trabajos de doblaje y sonorización. La lista completa, con todas las películas aquí referida. La información aquí presentada proce- votadas, puede consultarse en https:// 19 de del estudio de facturas y albaranes, “Estética negativa, en cuyo tér- www.caimanediciones.es/la-encuesta- mino fnal de eliminaciones está la fan- caiman-listado-completo/. cotejo de frmas y entrevistas con los implicados. tástica eliminación del propio lenguaje” 4 Burch, que vio Contactos en una 10 (Oteiza 1994, 83). proyección en la Cinémathèque parisina La película, pese a ser clandesti- 20 El segundo refere su lectura en en verano de 1971, fue el primer autor na, sí pasó censura, requisito necesario común en Zunzunegui (2006, 9-10). extranjero en hacerse eco de su existen- para ser proyectada en el festival, sien- 21 La versión original del texto fue cia, en términos siempre más que favo- do aprobada el 14 de noviembre con publicada en el número 216 de octubre rables. Las referencias al flme aparecen el siguiente comentario: “Película en de 1969 de Cahiers du Cinéma. Filmes en al menos tres de sus libros y algún 16mm. Parece ser experimental. Ado- artículo. lece de una auténtica falta de pericia. de Kramer, Straub y Huillet o Glauber Sin problemas”. Archivo General de la Rocha son algunos de los nombrados 5 Paulino Viota. Obras 1966- Administración, exp. 62419. como ejemplos de la categoría. 1982 (4 DVD’s + libreto). Barcelona: 22 Intermedio, 2014. 11 C1 nunca llegó a escribirse ínte- Por supuesto, otros lo dijeron antes que él (como Lenin, al que cita), 6 El coste del flme es incierto, gro, pero sí existió un esquema global, pero fue Mao la lectura central de aquel pero los datos más frmes indican que hoy extraviado. período para muchos. el tiraje de la primera copia standard 12 Zunzunegui y Rebolledo se ha- 23 en 16mm fue de 62.841 pesetas, con- cen amigos de Viota durante la estan- Los subrayados son del autor. vertidas en 139.424 con su ampliación cia de este en Bilbao, de 1965 a 1969. 24 Había una jefa en C1, pero en a 35mm, realizada en enero de 1971. Rebolledo, que estudia dirección en la las sucesivas reescrituras su presencia La inversión inicial tuvo por tanto que EOC, y que aporta dos secuencias a la fue mermando hasta desaparecer. ser aumentada, ahora ya por el padre película además de hacer labores de 25 Aunque sea irrelevante para la de Viota, constructor perteneciente a la interpretación y doblaje, no constará valoración de su tesis, debe hacerse pequeña burguesía santanderina. Por como guionista en los créditos, pero sí constar que Pasolini habla más bien so- supuesto, este dinero nunca fue recu- de ayudante de dirección. bre la noticia que le habría llegado de perado. 13 En esta fase, la película no tie- Sleep, ya que ni la nombra directamente 7 Ingresó en la EOC en 1968, a ne título. Este llegará tras el rodaje, en ni la describe bien. sugerencia de Carlos Fernández Cuenca algún momento de junio, inspirado por 26 Por supuesto, la apertura no es tras ver su trabajo en el estreno santan- la obra Kontakte (1958-1960), del com- absoluta. Las imágenes de Mekas se derino de Tiempo de busca. positor Karlheinz Stockhausen (Ferran- encuentran determinadas por los par- 8 El núcleo del trabajo se realizó do García 2009, 398). lamentos del autor, que generan una entre el 24 de junio y el 7 de julio. El do- 14 Para todo esto hay excepcio- suerte de clave para la lectura de unas blaje, concretamente, se realizó los días nes: hay dos primeros planos de Tina imágenes que no están hechas para 25 a 27, de diez u once de la noche a en la película, y dos movimientos de ser “leídas” al modo de un libro o un cuatro o seis de la madrugada, para evi- retroceso en la pensión, para pasar del flme narrativo común, sino de forma tar los ruidos de la calle. Debe subrayar- salón al patio desde donde se flma la más próxima a la lectura musical (como se que estos trabajos no se realizaron en habitación de Javier. También existen cuando hablamos de tonalidades ma- un estudio sino en una tienda común, panorámicas muy leves pero no por yores o menores). Pero se trata de una con medios por tanto precarios. ello intrascendentes, como las que en la determinación mínima y elemental, que 9 En consecuencia, los datos sobre sexta secuencia concluyen con la desa- en Contactos encuentra su paralelo en la posproducción vigentes hasta ahora parición de Tina del lugar donde se la las escasas referencias explícitas a la du- están equivocados. Durante mucho suponía. reza del trabajo.

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.5984

LAS MUJERES CAÍDAS COMO HEREDERAS DE MARÍA MAGDALENA EN EL AUDIOVISUAL (1910-1919)

Elena Monzón Pertejo Universitat de València

Data recepción: 2019-04-23 Data aceptación: 2020-05-15 Contacto autora: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4133-3146

RESUMEN En ocasiones, las imágenes actúan como focos de infuencia para la creación de otras imágenes, historias o personajes (Fritz Saxl). Este es el caso de la mítica Magdalena, quien ha funcionado como agente contaminante para crear toda una estirpe de herederas, entre las que se encuentran las mujeres caídas. Estos personajes viven su auge en la literatura decimonónica, teniendo también su presencia en la pintura de esa misma cronología. Después, saltarán al cine con un importante incremento en la segunda década del siglo XX. En el presente texto se estudia este fenómeno en el cine norteamerica- no del periodo que abarca de 1910 a 1919. En este sentido, se abordan dos cuestiones principales: por un lado, la herencia de María Magdalena y los fundamentos teóricos para ello y, por otro, las posibilidades que ofrece la prensa cinematográfca para llevar a cabo la aproximación al signifcado de películas que no se han conservado. Palabras clave: mujer caída, María Magdalena, cine, literatura, Fritz Saxl

ABSTRACT Images can be a point of infuence for the creation of other images, stories or characters. This is true of the mythical Mary Magdalene, a contaminating factor in the creation of a whole line of heiresses, among them fallen women. These characters experienced their apogee in 19th-century literature and art, before making the move to cinema and becoming especially prevalent in the second decade of the 20th century. This paper studies this phenomenon in North American cinema of the period between 1910 and 1919. Two main issues are addressed: the legacy of Mary Magdalene and its theoretical foundations; and the possibilities offered by the flm press in gaining an understanding of flms that have not survived to this day. Keywords: fallen woman, Mary Magdalene, cinema, literature, Fritz Saxl

Introducción terreno de la literatura decimonónica y la pintura En el periodo del cine silente, de forma parale- fnisecular, y cuenta con algunos estudios en el la a la presencia de María Magdalena en las pelí- ámbito cinematográfco (Watt 1984; Logan 1998; culas de temática bíblica, hay también toda una Andres 2005; Campbell 1974; Jacobs 1997; Cam- serie de producciones con argumentos ajenos a pbell 2006). Aunque en todos estos trabajos es los evangelios cuyas protagonistas son herederas común la mención a María Magdalena, por la caí- de la Magdalena: las mujeres caídas. Este tipo de da en desgracia de estas mujeres a partir del peca- personaje ha sido ampliamente estudiado en el do sexual, existe un vacío a la hora de adentrarse

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 211-222 212 Las Mujeres Caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919)

en este aspecto más allá de la simple referencia Vie et Passion de Nostre Seigneur Jésus Christ, nominal. Por ello, en el presente estudio se hace 1902-1907), María Magdalena no aparece con un análisis de las mujeres caídas atendiendo a la identidad propia. La presencia de este personaje herencia de la mujer de Magdala, proponiendo se elabora en su faceta de pecadora arrepen- unas bases teóricas en las que sustentar dicha tida, con un protagonismo que irá en aumento cuestión y estudiando las posibles variantes de a medida que el cine vaya decantándose por la dicha carga. vertiente narrativa. Como ya se ha apuntado, en Esta operación se lleva a cabo a partir de dis- el caso que aquí ocupa no serán las produccio-

Elena Monzón Pertejo Elena Monzón Pertejo tintas producciones dirigidas por Allan Dwan nes de temática bíblica las estudiadas, sino las (1885-1981), D. W. Griffth (1875-1948) y Ar- protagonizadas por las herederas de la mujer de thur Hopkins (1878-1950). Este último cineasta Magdala. no sólo incluye a las mujeres caídas sino también El segundo apunte necesario refere al grado a la antecesora por excelencia como personaje de herencia de María Magdalena en estos perso- que transita a través de los tiempos. Las obras najes: algunos apelan directamente a su fgura; estudiadas proceden, todas ellas, de los Estados otros recurren a su nombre para generar la aso- Unidos en el periodo que abarca desde1910 a ciación de ideas y, por último, están los que sim- 1919.1 Es éste un marco cronológico en el que plemente guardan el recuerdo de su tradición por las producciones cinematográfcas presentan una el vínculo con la prostitución y el pecado sexual. problemática debido, principalmente, a que mu- ¿Es, entonces, María Magdalena el arquetipo a chas de las películas se han perdido, y se conoce partir del que se construyen estas mujeres caídas? de ellas únicamente el título, la fecha, el autor y Con el propósito de alejar el estudio de plantea- conservándose, en ocasiones, algún fotograma mientos psicoanalíticos, se ha optado por recha- aislado. Por lo tanto, una problemática común zar el término arquetipo por su origen jungiano. para este periodo del cine reside en la imposibili- Se busca un alejamiento de tal término por su dad de visualizar parte de los materiales por las si- planteamiento atemporal, ahistórico; por su falta tuaciones señaladas. Para solventar esta cuestión, de comprensión de los fenómenos en su histo- y gracias a que, con bastante frecuencia, estas ricidad, por el vacío en el que son desarollados produciones audiovisuales parten de obras litera- y explicados dichos arquetipos. Por el contrario, rias precedentes, en el presente estudio se realiza se busca la comprensión de toda construcción la aproximación al signifcado de las películas no cultural en un tiempo y cultura concreta, o, si visualizadas recurriendo a las obras literarias en se trata de un análisis diacrónico, a través de los las que se basan y a la crítica cinematográfca del tiempos y sociedades pero siempre teniendo pre- momento. Todo ello se completa con el recurso sente su condición de constructo y no de cuestión a los elementos contextuales así como a los pro- innata. Por todo ello, en lugar de arquetipo se ha pios de la tradición cultural, tanto de la mujer de elegido el término mujer-concepto, bajo el cual Magdala como de estas mujeres caídas y de la se encuadran los conceptos, rasgos, itinerarios, propia historia del cine. comportamientos... que perflan a la Magdalena mítica y que contaminan a sus herederas. Apuntes previos Asimismo, como anclaje teórico para el estu- Antes de abordar los objetivos planteados, dio de la carga hereditaria, se recurre a la teoría resultan necesarias unas aclaraciones previas. de Fritz Saxl por la cual las imágenes, aunque La primera cuestión refere a la presencia de creadas en un momento determinado con un si- María Magdalena en el audiovisual. El año 1897 gnifcado propio, continúan su vida a lo largo del se considera como la fecha en la que el relato tiempo convirtiéndose en agentes contaminan- evangélico aparece en el medio cinematográfco, tes para otras creaciones. A esta potencialidad con el estreno del flm de Léar La pasión de Cristo de las imágenes Saxl la denominó como «poder (Léar, La Passion du Christ, 1897). No obstante, magnético» (Saxl 1989). Todo ello participa de la hasta que la casa Pathé realiza La Vida y Pasión línea de pensamiento de Aby Warburg y su teoría de Nuestro Señor Jesucristo (Ferdinand Zecca, La de la memoria social donde las imágenes vivirían

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 211-222 Las Mujeres Caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919) 213 etapas de letargo y etapas de renacer con sus a acoger a las mujeres de la calle, como la inici- distintas fases de continuidad y variación (War- ada por Rodolfo de Worms en 1225. Gran parte burg 2005).2 de estas instituciones tenían a María Magdale- La tercera puntualización necesaria se refere na como patrona, esa beata peccatrix, castisima a la consideración de María Magdalena como meretrix, que debía servir de ejemplo a las mu- personaje mítico. Como han demostrado los jeres que allí se cobijaban (Haskins 1996, 162 numerosos estudios procedentes de la teología y 201-204). El aumento de la prostitución del feminista, la imagen literaria que de María Mag- siglo XII fue todavía más álgido en el siglo XIX, dalena se desprende de los evangelios canónicos especialmente en las ciudades inglesas, donde Elena Monzón Pertejo es distinta a la Magdalena que se ha difundido las prostitutas, al motor de la revolución indus- a través de las manifestaciones culturales de trial, incrementaban su número y visibilidad en los siglos siguientes (Bernabé 1994; Ricci 1994; las calles. Así, las instituciones para albergar a las Schaberg 2008). Ello se debe a que su fgura se mujeres siguieron aumentando. Es este ambiente deforma a partir de la exégesis realizada por la el que servirá a gran parte de las obras literarias patrística latina, en el seno de un ideario patriar- en las que luego estarán basadas las películas.4 cal y androcentrista, que minimiza la importancia El tema de la prostitución no pasó inadver- de la Magdalena del evangelio para convertirla en tido para algunos artistas, como por ejemplo una pecadora que, tras arrepentirse, alcanza la Félicien Rops que, bajo títulos como El Rydeack salvación. Es por ello que aquí se utiliza el térmi- (c.1865), Indigencia (1882) o La bebedora de no «mítico» para referir, como han hecho otras absenta (1876), presentaba a estas mujeres de- autoras (Haskins 1996), a ese personaje creado macradas esperando la llegada de algún cliente. por medio de la simbiosis con otras mujeres del Edgar Degas (Escena de burdel, 1876-1877) y evangelio, con un pasado pecaminoso, una fase Toulouse-Lautrec (Salón de la Rue des Moulins, de arrepentimiento y conversión y un destino de 1894) también dedicaron parte de su obra a 3 salvación. esta temática (Bornay 1990). La misma aparece Entre las mujeres que pasan a confgurar el también entre los miembros de la Hermandad híbrido que es la Magdalena se encuentran: la Prerrafaelita con obras como Found Drowned de pecadora del Evangelio de Lucas (Lc 7, 36-50); la George F. Watts (1848-1850) (fg. 1) o Found de ungidora anónima de Betania (Mc 14, 3-9 y Mt Rossetti (1865-1869). En defnitiva, la prostitu- 26, 6-13); María de Betania, hermana de Mar- ción fue un fenómeno en auge en la mayoría ta y de Lázaro (Jn 12, 1-9), y la mujer adúltera de las capitales europeas y objeto de interés por cuya lapidación evita Jesús (Jn 8, 3-7). Todas ellas, parte de diversos artistas fniseculares. además de las distintas leyendas que se difun- La literatura victoriana fue ampliamente profu- dieron en los siglos medievales, confguran a la sa en esta temática, siendo el poema de Thomas Magdalena mítica que pervive en el siglo XXI: Hood The Bridge of Sighs (1844) uno de los re- la pecadora sexual que, llorando a los pies de ferentes principales, junto a novelas como Mary Jesús, pidió perdón por sus pecados y, gracias a Barton (Gaskell 1848) o No Name (Collins 1862), la misericordia del nazareno, obtuvo la redención y alcanzó la salvación tras una vida de arrepenti- Armadale (Collins 1866) o The New Magdalen miento y penitencia. En defnitiva, el mito de la (Collins 1873). Estas obras están protagonizadas Magdalena es el de la mujer caída en desgracia por mujeres caídas, prostitutas hambrientas, por el pecado sexual que, fnalmente, y no sin su- muchachas traicionadas, o jóvenes sumidas en frimiento, logra redimirse. Es este itinerario, con la desgracia que no pueden librarse de su pasado sus variantes, el que seguirán las protagonistas de prostitución, a pesar de sus intentos por integ- de las películas estudiadas. rarse de nuevo en la sociedad. Estas mujeres sólo podían alcanzar un fnal verdaderamente feliz si en su vida aparecía un hombre que, bondasoso, Las mujeres caídas del Ochocientos piadoso y redentor, les posibilitase esa reinte- Desde fnales del siglo XII, se fundaron por gración que tanto ansiaban. No obstante, a falta Europa toda una serie de instituciones destinadas de estos salvadores, un fnal alternativo, y sólo

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 211-222 214 Las Mujeres Caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919) Elena Monzón Pertejo Elena Monzón Pertejo

Fig. 1. Watts, George Frederic, Found Drowned, 1850. Óleo (Watts Gallery, Compton)

parcialmente feliz, podía darse por la ayuda de comentan, como por ejemplo el rescate de la jo- las mujeres caritativas que, siendo ángeles del ven protagonista por un hombre honesto en Way hogar, salían del espacio doméstico para ayudar Down East (G. W. Griffth, 1920) o el personaje a las muchachas de la calle, consideradas por el de Martha Bradshaw en The Eternal Magdalene puritanismo victoriano como sus antítesis (Hapke (Arthur Hopkins, 1919), caracterizada como el án- 1986, 16-22). gel del hogar que sale en rescate de las mujeres Estas madonas caritativas forman parte del caídas. fenómeno flantrópico tan en auge en la sociedad victoriana, que además conllevó un importante Herederas de la Magdalena en el audio- sesgo de género: la flantropía fue entendida, visual mayoritariamente, como una actividad femenina, Russell Campbell indica, en su estudio sobre la tanto por su extensión del papel de madre como prostitución en el cine, que las primeras películas por la supuesta pureza moral que ostentaban los con prostitutas eran de carácter cómico y que ángeles del hogar. La concepción de las mujeres aparecieron directamente con el nacimiento del se articulaba así entre estos dos polos, el ángel del cine en 1897 (Campbell 2006, 8-9). Las películas hogar y la prostituta, las madonas y las magda- aquí seleccionadas, lejos de tener tintes cómicos, lenas, en donde las primeras lograban salir al espa- se insertan en el género del melodrama con la cio público gracias a las segundas. Asimismo, esta mujer caída como joven traicionada y abando- actividad abría a las mujeres una vía para hablar de nada como denominador común. Es en este tipo temas relacionados con la sexualidad (Walkowitz de personajes, insertos en relatos dramáticos, en 1993). En todos estos textos se encuentran con- los que se muestran claramente los nexos con la sideraciones de la época sobre las mujeres, como mítica Magdalena por representarse, argumental- su condición de dependientes del marido o del mente, el mismo itinerario vital del mítico perso- padre, la polaridad madona-magdalena, lo nocivo naje: protagonistas caídas por el pecado sexual, de la prostitución y la concepción de los hombres con una historia de vergüenza, arrepentimiento, como salvadores que rescatan a las mujeres caídas y en algunos casos de redención, conllevando así al igual que Jesús hizo con la mujer de Magdala. conceptos y comportamientos defnitorios de su Las herederas de la Magdalena se convertían así en mítica antecesora. mártires de la sociedad, salvadas por las piadosas burguesas (Trudgill 1976). Muchos de estos aspec- El primero de estos flms, The Way of the World tos aparecen claramente refejados en varias de las (D. W. Griffth, 1910), dirigido por Griffth y pro- producciones audiovisuales que más adelante se ducido por Biograph Company, se estrenaba el 25

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 211-222 Las Mujeres Caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919) 215 de abril de 1910.5 En este melodrama se trata el tema de la joven descarriada, con Florence Barker dando vida al personaje llamado “The Modern Magdalene”. En la prensa del momento, una de las críticas se abría con la frase «Aquel que esté libre de pecado que tire la primera piedra», refe- rencia directa al Evangelio de Juan por la tradicio- nal confusión de María Magdalena con la mujer

adúltera (8, 3-7). Argumentalmente, la reseña Elena Monzón Pertejo apunta a un joven sacerdote en su empeño por recuperar a los feligreses de una comunidad que se ha ido alejando de la religión. La heredera de Fig. 2. Dwan, Allan, An Innocent Magdalene, 1916 María Magdalena, una joven caída en desgracia, termina arrodillándose ante el joven sacerdote y, pidiendo perdón como su mítica antecesora, pro- mete dedicar el resto de su vida a la penitencia.6 Ello concuerda con el tono general del flm tal y como se señala en otra de las reseñas de la época: la obra debía mostrar las cuestiones morales de un modo maniqueo al incidir en «el contraste en- tre la bondad y el pecado».7 Las alabanzas a esta producción de Griffth son generalizadas en toda la prensa del momento, siendo bautizada la pelí- cula como una «lección de caridad cristiana» que se ganó el aplauso de todo el público.8 Respecto al personaje interpretado por Florence Barker, se indica que esta «Magdalena de hoy en día» se convierte en la seguidora del joven sacerdote, Fig. 3. Griffth, David Wark, Way Down East, 1920 constituyendo la película un verdadero sermón, un llamamiento a la enseñanza cristiana.9 la misma que aparece en la película de D.W. Griffth Intolerancia (Intolerance. Love’s Struggle En An Innocent Magdalene (Allan Dwan, Throughout the Ages, 1916) en el papel de la 1916), Allan Dwan retoma el tema que había joven madre. El vínculo entre ambas películas no tratado dos años antes en su flm Remember se limita a la actriz, sino que se amplía al propio Mary Magdalene (Allan Dwan, 1914).10 La ac- D. W. Griffth, ya que éste, bajo el pseudónimo triz Lilian Gish, en el papel protagonista de la de Granville Warwick, fue uno de los creadores película de 1916, interpreta de Dorothy Raleigh, de la historia del flm de Allan Dawn.11 una joven de Kentucky que contrae matrimonio con un hombre que, inmerso en el mundo de Griffth retomará este tema en Way Down East las apuestas, no es aceptado por su padre, el (1920) –película que sí se ha conservado– donde Coronel Raleigh. Embarazada y abandonada, la Lilian Gish interpreta a Anna Moore, una joven joven regresa al hogar paterno donde es repu- envuelta en un falso matrimonio del que nace un diada, quedándole como único refugio el barrio bebé que muere al poco tiempo. El pasado de la de las prostitutas. Allí, en soledad, dará a luz a joven la perseguirá en sus intentos de reconstruir su hijo (fg. 3) (Lombardi 2013, 30). De nuevo, su vida y, fnalmente, acabará en medio de una se actualiza el tema de la Magdalena situándolo ventisca derrumbada sobre un río helado a punto en los tiempos modernos, fuera de narraciones de quebrarse. No obstante, a esta heredera de bíblicas, para asociar a la criatura mítica con las la Magdalena le corresponde el fnal feliz que se mujeres caídas, al igual que sucedía en la obra mencionaba al tratar las novelas decimonónicas: de este mismo director de 1914. Precisamente es salvada de la muerte por un joven bondadoso es la actriz que interpreta a Dorothy, Lillian Gish, y con gran capacidad de perdón que, enamorado

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 211-222 216 Las Mujeres Caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919) Elena Monzón Pertejo Elena Monzón Pertejo

Fig. 4. Griffth, David Wark, Way Down East, 1920

de ella, la rescata en el último momento en una siendo rescatada por el joven honesto que está de las escenas más representativas del melodra- enamorado de ella y, de este modo, puede rein- ma silente (fgs. 2 y 4). En la prensa especializada tegrarse en la sociedad. del momento, este flm es mencionado en nume- rosas ocasiones incluso antes de su estreno. Ello Madonas y Magdalenas en The Eternal se debe, en parte, a la gran cantidad de dinero Magdalene (Arthur Hopkins, 1919) que Griffth desembolsó para comprar los dere- chos de autor del drama teatral homónimo de Es la producción norteamericana dirigida por William A. Brady. En este sentido, la prensa señala Arthur Hopkins, The Eternal Magdalene (1919) que la suma constituyó «el mayor precio paga- –basada en la obra teatral de Robert McLaughlin do nunca por los derechos de una novela y obra The Eternal Magdalene. A Modern Play in Three teatral».12 Concretamente, la cantidad emitida Acts de 1918 (McLaughlin 1918)– la que mejor por el director ascendía a los $175.000.13 concentra todos los elementos relacionados no sólo con el tema de las mujeres caídas y María En un artículo escrito por John Emerson y Ani- Magdalena sino también con las madonas que ta Loos (Emerson y Loos 1921), asiduos colabora- salen en su ayuda. Este flm sufrió retrasos en su dores de la revista Motion Picture Magazine, se estreno debido a la censura y al igual que en otras detallan los elementos que conforman un dra- de las producciones, no ha sido posible el acceso ma poniendo ejemplos concretos como la obra a su visionado. Sin embargo, una vez más, gracias de Griffth. De las distintas cuestiones tratadas, a la crítica cinematográfca y la obra literaria que destacan el conficto mostrado entre los códigos adapta, es posible aproximarse a los principales morales y las realidades y obstáculos de la vida, ejes que se verían refejados en el flm. como los que sufre la protagonista de Way Down East. Respecto a la temática, estos mismos críticos Situada la acción en la localidad de Fort Hill indican que el centro principal es la moral, «una en 1917, el argumento gira en torno a la res- lección que se trata de dar a la audiencia, o el petable familia Bradshaw, donde el padre, Mr. hecho que se trata de demostrar. En Way Down Bradshaw, encabeza el comité ciudadano que East de Griffth, se muestra el peligro de la into- pretende expulsar a las prostitutas de la locali- lerancia moral que no acepta ninguna explica- dad, cuestión ésta que articula toda la obra. La ción para la mujer caída» (Emerson y Loos 1921, trama avanza por medio de la transformación 60-61). Anna Moore, como mujer caída, termina de Mr. Bradshaw, desde una postura de radical

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 211-222 Las Mujeres Caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919) 217 rechazo e intolerancia hacia las prostitutas a una semejantes» y para demostrarle que «la desgracia actitud de tolerancia y comprensión. Todo ello no siempre viene por nuestros actos». La mujer se orquesta con la repentina aparición de una se defne a sí misma como «la Magdalena eterna, misteriosa mujer, momento a partir del que toda hecha inmortal por el toque de Su mano hace una serie de desgracias se ciernen sobre la fami- dos mil años», en referencia directa a la adúltera lia del protagonista: se descubre que su hijo ha que es salvada de la lapidación: «Cuando aquél- robado dinero, su hija se escapa de la ciudad con los querían apedrearme, el Salvador se levantó un hombre casado que termina abandonándola diciendo: ‘Tampoco yo te condeno’». En ese

y la esposa de Mr. Bradshaw, Martha, fallece a momento, Jesús nombra a la Magdalena como Elena Monzón Pertejo causa de los disgustos. La misteriosa mujer es su mensajera: «Ve a lo largo de los siglos y da María Magdalena, personaje que recibió de Je- testimonio de lo que has visto. En todas partes sús la misión de viajar a través del tiempo para hallarás a los que han pecado como tú has peca- ayudar a las que han caído en el pecado. Bess, do. Párate ante ellos y sus perseguidores como la hija de Mr. Bradshaw, representa a las jóvenes yo lo he hecho». De este modo, María Magda- traicionadas que acaban en la calle, y su madre lena se convierte en defensora de los pecadores: a las piadosas burguesas entregadas a las activi- «Así he llegado a través de las épocas trasmitien- dades flantrópicas, especialmente a la ayuda de do sus palabras y seguiré mientras las naciones las prostitutas. se derrumban y caen los imperios, llevando su mensaje de misericordia para el hombre». Expli- La obra presenta distintas actitudes respecto cada su historia y misión, la mujer se despide de a la prostitución: Mr. Bradshaw y su rechazo ini- Mr. Bradshaw: «Mi tarea aquí ha terminado y el cial a lo que considera la mayor depravación y Maestro me hace señas desde lejos» (McLaughlin vergüenza, una auténtica plaga que «debe ser 1918, 86-87). erradicada a cualquier precio» (McLaughlin 1918, 4-5); Martha, la esposa del protagonista, repre- Al fnal de la obra literaria, el autor incluye una senta la postura contraria al socorrer a estas mu- caracterización de cada uno de los personajes. jeres, escuchando sus historias y comprendiendo Para la mujer de Magdala apunta que es aquélla sus situaciones. Este hecho conlleva cierto con- que Jesús salvó de morir lapidada, momento a ficto en el matrimonio, al rechazar Mr. Brads- partir del que dedicó su vida a defender «a las haw la ayuda que su mujer presta a esas mujeres mujeres de la clase a la que ella perteneció», con- que «han perdido todo el derecho a la simpatía virtiéndose en «un Ministro de la Misericordia» humana». Aunque Mr. Bradshaw admite que la (McLaughlin 1918, 93-94). Gracias a la crítica pobreza puede ser una de las causas de la pros- cinematográfca del momento, se puede decir titución, ésta no deja de ser «consecuencia de la que, en sus líneas principales, el flm sigue a la pereza» y «el amor traicionado es un apodo para obra en la que se basa: un «atrevido drama» que la lujuria» (McLaughlin 1918, 30). muestra las distintas facetas y aspectos de la vida, como «la belleza, la pasión, la virtud, el peca- El personaje de María Magdalena tiene pre- do, la caridad y la misericordia», y los posibles sencia incluso antes de la aparición de la actriz caminos a los que pueden dirigir. Asimismo, se que la interpreta, siendo mencionada por primera alaba la labor tanto del director Arthur Hopkins, vez a raíz del cuadro colocado en la biblioteca quien logra crear un «gran cuadro alegórico», de la familia Bradshaw, en donde aparece repre- como la de Maxime Elliot, la actriz encargada de sentada junto a Jesús. En su primera aparición interpretar a María Magdalena de quien se señala física, la mujer indica su condición de mujer de la que aprovecha «al máximo su oportunidad en el calle, cuestión reforzada por su aspecto: vestida papel estelar».14 de rojo, con un traje extremadamente corto, y con multitud de baratijas que adornan su cuerpo. Una vez cumplida su misión de concienciar a Mr. Algunas conclusiones y varios interrogantes Bradshaw sobre la situación de las prostitutas, Como se avanzaba líneas atrás, el trabajo con la Magdalena explica que su objetivo consistía este tipo de materiales conlleva una tarea especí- en hacerle ver su «incapacidad para juzgar a tus fca de “reconstrucción” que es posible, al menos

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en cuestiones de argumento y personajes, con el merosas las películas con este tipo de temas, por recurso a la crítica cinematográfca de la prensa lo que surge la cuestión del porqué de este in- del momento, así como a las obras literarias en terés por las mujeres caídas en esta cronología. las que están basadas los flms. Se trata de una La respuesta a dicha cuestión podría confgurar labor compleja que conlleva peligros derivados un estudio por sí mismo, por lo que en las próxi- del hecho de no contar con el material completo mas líneas únicamente se apuntan tentativas de en todas las ocasiones. No obstante, como si de respuesta que al tiempo que requerrirían de un una labor arqueológica se tratara y gracias a ele- estudio en profundidad, dan cierre –provisional–

Elena Monzón Pertejo Elena Monzón Pertejo mentos clave del contexto, recursos propios de a este texto. la tradición así como a las fuentes disponibles, En primer lugar, resulta necesario recurrir a la ha sido posible la aproximación al signifcado de historia del cine para ofrecer una posible respues- unas obras de las que se tenía una presencia par- ta. La fase del cine de atracciones, predominan- cial e, incluso, una ausencia total del celuloide. te hasta 1906-1908, dio paso a la fase narrativa Todas estas películas tratan, de un modo u en la que se abandonaba la fascinación por los otro, el tema o el estigma de la prostitución y de efectos especiales para centrar la atención en el las mujeres que han sido arrojadas fuera de la desarrollo de las historias y los personajes, siendo sociedad como consecuencia de establecer una el melodrama un género fundamental en este relación –sexual– con un hombre que fnalmente sentido. Es precisamente en fechas paralelas a las traiciona, engañándolas y abandonándolas, este cambio cuando se produce el auge de María en muchos casos estando embarazadas y, por Magdalena en las películas de temática bíblica, tanto, convirtiéndose en madres solteras. La así como en las protagonizadas por sus herede- asociación con María Magdalena se establece ras. Por lo tanto, una posible causa residiría en ya sea por adjudicarles el mismo nombre, por el vínculo entre el desarrollo de historias –dra- la referencia a la fgura mítica o por el itinerario máticas mayoritariamente– con el gran material que estos personajes viven del pecado a la reden- existente en la tradición de las mujeres caídas ción, revelándose en todas las vertientes el poder para alimentar estas tramas, unido a las altas magnético del que hablaba Fritz Saxl. Con ello posibilidades de éxito que ofrecía su fama en el se demuestra uno de los objetivos planteados al plano literario. inicio: el poder magnético del mito de la Mag- Por otra parte, no puede ser obviada la im- dalena para infuenciar la creación de personajes portancia de las imágenes como modelos de que, aunque insertos en narrativas alejadas de los conducta para el público. Al igual que el arte relatos bíblicos, quedan pobladas con sus here- contrarreformista, el audivoisual también se ha deras. Así se ha visto en muchos de estos flms, utilizado con fnes moralizantes, como demues- donde las protagonistas se confguran a partir de tran algunas de las críticas de la época incluídas la herencia del personaje mítico, de esa mujer- en páginas previas. En las imágenes tridentinas, concepto que deja toda su carga en esos nuevos María Magdalena funcionaba como ejemplo personajes contaminados, principalmente, por el de redención para los pecadores, función que aspecto del pecado sexual. La Magdalena míti- continúan sus herederas en las producciones ci- ca es, al mismo tiempo, antecesora y ejemplo nematográfcas de inicios del siglo XX. A dicha de conducta para unos personajes que, en los función se une también la tarea de alertar a las márgenes de la sociedad, buscan la redención. jóvenes de los peligros que entraña la sexualidad. Igualmente, queda también demostrada la con- Igualmente, desde su construcción como perso- tinuidad de temas procedentes de la literatura y naje mítico, la Magdalena ofrece la posibilidad pintura decimonónica. de satisfacer intereses contrarios: al tiempo que Por lo tanto, María Magdalena es origen, es se convierte en ejemplo de conducta por su con- referente y es elemento contaminante para la versión, es también utilizada como coartada para creación de toda una estirpe de herederas, de incluir elementos eróticos y temáticas sexuales las que aquí se han estudiado únicamente unas procedentes de su vida de pecadora. Este uso de pocas. Se trata de un periodo en el que son nu- la santidad –no sólo en el caso de María Magdale-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 211-222 Las Mujeres Caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919) 219 na, sino también de otras mujeres bíblicas– como resultaba difícil tratar sin una coartada aceptada velo para mostrar el cuerpo femenino desnudo, y asentada en la tradición. o para tratar aspectos relacionados con el sexo, En defnitiva, la poliédrica Magdalena es un tiene sus antecedentes en pinturas barrocas y su mito capaz de adaptarse a las diversas etapas, es- continuidad en lienzos del Ochocientos, en los que la santa penitente expone su voluptuosidad tilos y formatos, viviendo periodos de auge y sir- y exuberancia en contextos que resultan difíciles viendo como modelo a partir del cual crear toda de encajar dentro del arte religioso.15 Por lo tanto, una familia de herederas. El cine de los primeros otra posible respuesta, no excluyente, se ofrece al tiempos utilizó a estos personajes en su afán por Elena Monzón Pertejo interrogante planteado: María Magdalena es uti- desarrollar historias en un modelo cinematográ- lizada para hablar de un tema, la sexualidad, que fco en el que triunfó la narratividad.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 211-222 220 Las Mujeres Caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919)

NOTAS designatur? Quia enim septem diebus 7 Moving Picture World, January- omne tempus comprehenditur, recte June, 1910: 725. 1 Aunque en la presente investi- septenario numero universitas fguratur. 8 Ibid., 737-738. gación se ha limitado geográfcamente Septem ergo daemonia Maria habuit, 9 Ibid., 737-738. quae universis vitiis plena fuit. Sed ecce a los Estados Unidos, en otros países 10 Este cortometraje, catalogado quia turpitudinis suae maculas aspexit, surgían también producciones de esta como perdido, contaba en su reparto lavanda ad fontem misericordiae cucu- temática. En Alemania, por ejemplo, el con Pauline Buch, Murdock MacQuarrie rrit, convivantes non erubuit. Nam quia director Hans Oberländer y el productor y Lond Chaney. El argumento gira en semetipsam graviter erubescebat intus Oskar Messter realizan el flm Maria torno al incidente en el que se ve en- Magdalena, donde se presenta la histo- nihil ese credidit quod verecundaretur

Elena Monzón Pertejo Elena Monzón Pertejo vuelto un hombre por defender a una foris». Gregorio Magno, Homilia XXXIII, ria de una pecadora en la ciudad de Ber- mujer de la calle. La película ha sido Lectio S. Evang. Sec. Luc. VII, 36-50; PL lín en vísperas a la Gran Guerra; en Ru- localizada en los listados de la revista LXXVI, 1239. sia, Viatchslav Tourjanski estrenaba otra Motography, enero-junio 1914, vol. XI, 4 obra con el mismo título. También en Para el vínculo entre María Mag- nº 5, p. 184 y 743, dentro de la sección Reino Unido surgen este tipo de temas, dalena y las mujeres caídas de la litera- de melodramas. A pesar de la poca in- como es el caso de la película dirigida tura decimonónica en lengua alemana, formación de la que se dispone, el argu- por Walter West The Answer (1916), véase Ingrid Maisch, Between Con- mento y el título de la película ofrecen basada en la novela de Walter Newman tempt and Veneration. Mary Magdale- indicios que evidencian la herencia de la Flower Is God Dead? (Flower 1915) ne. The Image of a Woman through the Magdalena mítica en la mujer caída que donde uno de los personajes, interpre- Centuries (Collegeville: The Liturgical aparece en esta cinta. tado por Dora Barton, recibe el nombre Press, 1998), 111-133. 11 Stuart Oderman sugiere que de “Lost Magdalen”. Igualmente, el di- 5 Moving Picture World, January- Griffth planteó la temática de la mujer rector austriaco Otto Kreisler estrena en June, 1910: 704. embarazada y abandonada como prue- 1919 su película Maria Magdalena, ba- 6 Moving Picture World, January- ba para ver la reacción del público y, en sada en la obra homónima de Friedrich June, 1910: 698. La vida de penitente función de la respuesta de los especta- Hebbel (Hebbel 1844). de María Magdalena procede de diver- dores, utilizarla posteriormente en Way 2 Para un estudio global del pensa- sas leyendas que se fueron expandien- Down East (Oderman 2000, 64). miento de Warburg así como de sus dis- do desde el siglo IX y que, en el siglo 12 Motion Picture Magazine, Fe- cípulos véase Rafael García Mahíques, XIII, fueron recogidas por Santiago de la bruary-July, 1920: 84. Iconografía e Iconología. Volumen 1. La Vorágine en la Leyenda Dorada. Dicha 13 Ibid., 129. Historia del Arte como Historia Cultural obra señala que: “Santa María Mag- 14 (Madrid: Encuentro, 2008). dalena, deseosa de entregarse plena- Current Opinion, v. 63, 1917: 3 A partir de la homilía de Grego- mente a la contemplación de las cosas 252. rio Magno pronunciada en el año 591, divinas, se retiró a un desierto austerísi- 15 En este sentido, ejemplos para- se ofcializa la fusión de personajes en mo, se alojó en una celda previamente digmáticos son las obras de Guido Reni la fgura de María Magdalena: «Hanc preparada para ella por los ángeles y en (Magdalena penitente, siglo XVI) y de vero quam Lucas peccatricem mulie- dicha celda vivió durante treinta años Jules Joseph Lefèbvre (María Magdalena rem, Joannes Mariam nominat, illam totalmente apartada del mundo y ais- en la cueva, 1876). ese Mariam credimus de qua Marcus lada del resto de la gente” (Vorágine septem daemonia, nisi universa vitia 2001, 382).

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6250

PERLOV-GUERIN: RESONANCIAS

Luz Marina Ortiz Avilés Universidad de Córdoba

Data de recepción: 2019-08-20 Data de recepción: 2020-06-01 Contacto autora: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8117-9473

RESUMEN David Perlov y José Luis Guerin convergen en lo esencial al pensar el cine no en relación con lo industrial sino en relación con lo artesanal: el cine como un forma de escritura. Pero no es este el único punto de encuentro entre las obras cinematográfcas de estos dos directores pudiendo advertirse entre ambas otros puntos de confuencia. En este artículo trataremos, pues, de examinar la obra de sendos cineastas atendiendo a sus paralelismos, esto es rastrear aquellos elementos o rasgos del cine de Perlov que reaparecen en el cine de Guerin, así como de dilucidar la naturaleza de dicha relación. Palabras clave: fâneur, flm-diario, rostro, retrato, cotidiano

ABSTRACT David Perlov and José Luis Guerin share common ground in that they both see cinema as a craft rather than an industry. They see cinema as a form of writing. Yet this is not the only meeting point between the oeuvre of these two directors. There exist other points of convergence. In this article, we will try to examine the work of the two directors, looking at the parallels between them and identifying which elements or characteristics of Perlov’s flms also appear in Guerin’s works, while shedding light on the nature of this relationship. Keywords: fâneur, flm diary, face, portrait, the everyday

Introducción signifcar un punto de infexión y ello por cuanto David Perlov se convierte en uno de los pri- su diario, marcado por una fuerte tensión entre meros referentes del cine diario al comenzar la la historia personal (privada) y la historia colectiva flmación del suyo allá por los primeros años de (pública), abre un nuevo camino al cine de este la década de 1970. Aunque el cine autobiográfco país hasta entonces utilizado esencialmente como tiene sus antecedentes en los hermanos Lumière herramienta propagandista. con cortometrajes, por ejemplo, como La comida Inmigrante de Brasil, Perlov se convierte en el del bebé (Repas de bébé, 1895) de Louis Lumiè- padre del cine moderno israelí. Su cine ha infuen- re, el cine de Perlov –su diario– viene a sumarse ciado a generaciones de estudiantes –más aún a y contribuir a aquellas formas cinematográfcas través de su labor docente–, ha sido proyectado más íntimas y personales que comenzarían a de- en el Tel Aviv Museum of Art, ha sido seguido sarrollarse a fnales de los años sesenta y princi- por la crítica como ningún otro flme israelí y, sin pios de los setenta dentro del cine underground embargo, no es hasta el fallecimiento del cineasta americano y el cine directo. Además, dentro del en 2003 que su fgura alcanza la proyección y la panorama cinematográfco israelí, Perlov viene a visibilidad internacional1 que merece, por reivindi-

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cación de su mujer Mira, su hija Yael y exalumnos David Perlov y José Luis Guerin y amigos del cineasta como Ariel Schweitzer2. Descendiente de una familia israelí emigrada a Brasil, David Perlov (Río de Janeiro, 1930- Tel En su ‘Diario’, “Perlov ofrece un punto de Aviv, 2003) pasa su infancia y su adolescencia vista personal que no elude la refexión moral en Belo Horizonte y São Paulo respectivamente, ni estética” (Merino 2007, 28); se trata éste de hasta que en 1950 viaja a París con el propósito una obra sencilla, modesta, que no renuncia a de cursar los estudios de Bellas Artes. Una vez allí, la belleza y que representa una cartografía del y mientras cursa sus estudios, Perlov descubre a

Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz yo en el mundo en tanto diario de registros que Jean Vigo con su flme Cero en conducta (Zéro refeja la forma en que el autor transita y vive los de conduite: Jeunes diables au collège, 1933), espacios que habita. A este respecto se encuentra momento a partir del cual desarrolla una pasión emparentado en el panorama cinematográfco por el cine. Así, Perlov empieza a frecuentar la español con el flme Guest (2010) del cineasta Cinémathèque donde conoce a Henri Langlois barcelonés José Luis Guerin que también se trata –con quien entabla una relación de amistad y comienza a trabajar como asistente – y a Joris de un diario de registros que resulta una cartogra- Ivens –con quien trabaja como editor y ayudante fía subjetiva de los lugares por los que el cineasta de dirección–. transita. Además, como el cine de Perlov, también el cine de Guerin es un cine sencillo, depurado, En 1958, Perlov abandona París para instalarse junto a su mujer Mira en Israel donde residiría refexivo, poético… Ambos cineastas convergen hasta el fnal de sus días. En aquel tiempo el Cine en su entendimiento del medio cinematográfco Israelí estaba dominado por flmes de carácter como una forma de escritura pero más allá de propagandístico ordenados fundamentalmente estos puntos esenciales de confuencia entre las a ensalzar la patria o refejar la realidad social de cinematografías de ambos se revelan una serie de algunos colectivos. Se trataba pues, fundamen- paralelismos en su discurrir personal y profesional talmente, de un cine utilizado como instrumento y una serie de correspondencias entre algunos de por las instituciones gubernamentales y las or- los rasgos y elementos que defnen su cine, que ganizaciones Sionistas. En esta atmósfera, Perlov exponen una cierta familiaridad de Guerin con la revoluciona el documental al introducir en él sub- obra del cineasta de origen israelí. jetividad y una dimensión poética. Sin embargo, a pesar del reconocimiento obtenido por parte Como Perlov, tampoco Guerin ha cosechado de la crítica, a principios de los años setenta Per- la proyección y visibilidad que merece -ni nacio- lov dejaría de recibir encargos de las autoridades nal, ni internacional- siendo escasa la bibliografía israelíes que además denegaban las solicitudes existente sobre la vida y obra de ambos cineastas. del cineasta. Así, en 1973, decide hacerse de un Además entre la bibliografía existente ninguna equipo de flmar básico y con los recursos míni- aborda un estudio relativo a la obra de estos dos mos comienza a trabajar en Diary (1973-1983)3 directores. En este artículo nos proponemos arro- (Yoman (Diary), 1983), un flme «Ensa-yo» –esto es un flme híbrido entre el diario personal y el en- jar algo más de luz sobre las obras de Perlov y sayo cinematográfco– donde iría documentando Guerin centrándonos para ello en los paralelismos el día a día de su vida cotidiana junto a algunos que se evidencian entre ambas. Así, partiendo de los dramáticos acontecimientos que determi- para este estudio de la base de que el cineasta naron aquel periodo en Israel. Por otra parte, ese barcelonés conoce la obra de Perlov –como vere- mismo año, Perlov funda junto a otros el nuevo mos, así lo revelan las imágenes– trataremos de Departamento de Cine y Televisión en la Univer- examinar la obra de ambos, rastreando aquellos sidad de Tel Aviv tornando así la enseñanza una elementos y rasgos de la obra del cineasta de ori- parte crucial de su devenir personal y artístico. gen israelí que reaparecen en el cine de Guerin, Posteriormente, en 1998, el cineasta israelí así como también de dilucidar la naturaleza de la comenzaría a trabajar en Updated Diary (1990- correspondencia entre ambas. 1999)4 (Yoman Meudkan (1990-1999), 2001),

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 Perlov-Guerin: resonancias 225 entonces flmado con una pequeña cámara de sino entre sus flmografías, es decir, un proyecto vídeo; en el año 2000 completaría la edición de de comunicación entre directores para que estos Anemones5, un flme producido con sus alum- compartieran algunas refexiones sobre su trabajo nos de la universidad. En 2003 realizaría su últi- y aquello que lo motiva. En 2015, Guerin realiza mo flme titulado My Stills (1952-2002) basado La Academia de las Musas, su último largometra- completamente en las fotografías tomadas por el je hasta la fecha, cuya flmación también comien- cineasta durante un periodo de cincuenta años za en el seno de la universidad. y que resulta a la vez una refexión sobre la foto- Por otra parte, también Guerin compagina- grafía como actividad así como un homenaje a rá su actividad como cineasta con la docencia Avilés Luz Marina Ortiz los fotógrafos que siempre admiró adquiriendo en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona – el flme el carácter de testamento al condensar como profesor en el Máster en Documental de una vida marcada por el amor a lo cotidiano y el Creación–, en la Escuela Internacional de Cine y amor por el arte. Tv San Antonio de los Baños (en Cuba) –como José Luis Guerin (Barcelona, 1960) es un ci- profesor en la Maestría en Desarrollo de Proyec- neasta autodidacta formado en la historia del to Documental–, así como también impartiendo cine por su continuada presencia en la Filmoteca conferencias y talleres, por lo que la docencia de Barcelona. Aunque su obra arranca a la edad también forma parte esencial de su actividad de 15 años con una serie de obras en formato profesional. Super-8, no será hasta 1983 con Los motivos de Berta –su debut en 35mm- que dé el salto a la La fânerie en el cine de David Perlov y profesionalidad. Los motivos de Berta captará el José Luis Guerin interés de los círculos minoritarios -crítica espe- El fâneur, aquel tipo social típico del París cializada, festivales – sin embargo la obra del ci- del s.XIX que se caracterizaba por un deambular neasta barcelonés seguirá resultando inaccesible por la ciudad sin dirección ni rumbo preestable- hasta 2001, año en que presenta En construcción cido –esto es según un callejeo no planifcado–, que tuvo proyección en salas comerciales. Como actividad durante la cual mantenía una actitud el flme Anemones, de Perlov, En construcción observadora y perceptiva con una mirada inter- se trata de un flme rodado con el apoyo de sus pretativa, encuentra su manifestación en el cine alumnos del Máster en Documental de Creación de David Perlov y también así en el cine de José de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona a Luis Guerin. lo largo de dos años y medio. El diario de David Perlov, Diary (1973-1983), En 2007 verá la luz -solo en formato DVD- se encuentra a caballo entre el diario de vida y Unas fotos en la ciudad de Sylvia que se trata la refexión ensayística y ello, por cuanto los seis de un fotomontaje secuencial en blanco y ne- capítulos que lo conforman suponen tanto un re- gro y mudo construido a partir de fotografías gistro de las vivencias cotidianas del director y los realizadas por el cineasta. Entre septiembre de acontecimientos o circunstancias que lo rodean, 2007 y septiembre de 2008, aprovechando los como una refexión –a través de la voz over del viajes promocionales del trabajo previo del direc- director, en su mayoría incluida posteriormente– tor En la ciudad de Sylvia (2007), Guerin lleva a sobre el cine, su propia práctica autobiográfca cabo un periplo por un total de cuarenta y cin- o la convulsa historia de Israel en esos años gol- co ciudades flmando con una pequeña cámara peada por la guerra del Líbano o la masacre de doméstica su paso por ellas. El resultado de di- Sabra y Chatila. No obstante, estas refexiones no cho periplo será Guest un flm-viaje cuyo título vienen tanto a dar respuestas, a dirigir la lectura responde precisamente al estatuto del director de las imágenes a que acompañan, como a lanzar durante su realización: invitado. Además, Guest preguntas que ofrezcan una lectura poliédrica de supone una refexión sobre algunos de los intere- las mismas, llegando incluso con ello a poner en ses del cineasta y también así sus cartas flmadas tela de juicio su signifcado aparente como es el Correspondencia Jonas Mekas- José Luis Guerin caso de los fragmentos de programas televisados (2011) que resultan un diálogo no entre cineastas que en ocasiones incluye y en los que el Estado se

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 226 Perlov-Guerin: resonancias esfuerza por presentar una realidad muy alejada In Jerusalem (B’Jerushalaim, 1963) –un flme de de la que vive su sociedad. Son ejemplo de ello apenas 33 minutos que se estructura a través de las imágenes televisadas donde unos soldados diez observaciones de la ciudad de Jerusalén– y, dan agua a una civil que ha estado escondida sobre todo, en un trabajo posterior de Perlov durante varios días mientras el locutor comen- quien había sido enviado a Jerusalén para cubrir ta la solidaridad de los militares. Entonces Da- el bombardeo de Arab para la televisión. Durante vid Perlov dirá: “¿Y a esto llamas ser humano?” la realización de aquel trabajo Perlov descubriría (Diary (1973-1983), Chapter 1). Con esta irónica las posibilidades que la nueva tecnología le ofre- cuestión invalida la absurda exaltación realizada cía. El cineasta lo explicaría así en una entrevista: Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz por el locutor y pone de relieve los esfuerzos del Era la primera vez que trabajaba con una cámara Estado por maquillar los terribles sucesos vividos Arri 16 mm BL, habiendo trabajado hasta entonces por los civiles. en 35mm lo cual es complicado y pesado y demanda Para la flmación de este diario, la “cámara- una precisa puesta en escena. Yo estaba de pie sobre estilográfca” de David Perlov oscila entre el in- el tejado de un edifcio en Jerusalén planifcando terior de la casa familiar del director y el exterior, la toma que transmitiría el bombardeo de Arab actuando la ventana como elemento de abertura de la Agencia Judía, cuando de repente, una a dos espacios que no pueden desligarse sino joven prostituta apareció. Como de otro planeta. que muy por el contrario cada uno se nutre y es Yo empecé a hablar con ella. Estuve a punto de refejo de las vivencias que encierra y alberga el olvidar para qué había venido. Su monólogo era otro, entretejiéndose. sorprendente. Era obvio que con mi pequeña nueva cámara podía fácilmente flmarla y registrar su voz. En los diarios de Perlov el espacio urbano Y me dije: “Eso es lo que debo hacer vagar con adquiere importancia. Diary (1973-1983) está una cámara y flmar.” Así es como había hecho In flmado desde distintos lugares, principalmente Jerusalem pero entonces el equipo era pesado y el apartamento en Tel Aviv residencia del direc- complicado y los productores querían una película tor pero también desde Jerusalén, París, Agios de gran presupuesto. Hoy, todo es diferente, gracias Nikolaos, Colonia, Amsterdam, Lisboa, Londres, a las luminosas y rápidas cámaras, la grabación São Paulo, Río de Janeiro o Belo Horizonte; des- digital, la iluminación simple y los pequeños equipos tinos en su mayoría a los que viaja no tanto con (Klein, I. y Klein, U. 2006, 13). el propósito de dar cuenta de los espacios ur- banos del presente de la flmación como para Perlov compararía, además, el material de buscar en ellos sus propias huellas y evocar su trabajo del cineasta –la cámara 35mm y la Arri pasado. No obstante, también encontramos en 16 mm BL– con el material y la técnica de los Diary (1973-1983), y muy especialmente en el pintores impresionistas del s.XIX quienes pasaron capítulo cinco, una aproximación del cineasta a del óleo a los pasteles para poder abandonar –se- la fgura del fâneur. Como ocurre a este tipo gún explicaba el director– sus talleres y salir a la social, para David Perlov la mirada constituye una calle a capturar la vida misma. Como la pintura experiencia fundamental. Es la suya una obser- impresionista, Diary (1973-1983) es el resultado vación interpretativa y refexiva que no solo no de la actividad observadora del cineasta cámara cesará a lo largo de una década, tiempo durante en mano resultando especialmente interesante el cual Perlov irá realizando sus registros flmados, el quinto capítulo de este diario por cuanto en él sino que se prolongará hasta 1999, fecha en que Perlov refexiona sobre su propia práctica como flma los últimos registros que posteriormente cineasta así como sobre sus intereses, aquello que conformarán el trabajo que vendrá a servir de mueve su trabajo: la vida misma, sin artifcios. continuación y cierre de los diarios que aquí nos Señala Perlov: encontramos analizando y que se titularían Up- Me permito un juego de azar. El único juego de mi dated Diary (1990-1999). A su vez, el origen de agrado. ¿Atraparé algo en mi pequeño marco? ¿O esta actividad observadora tampoco se encuentra no? Mi pequeña vecina, ensayando la maternidad, en el inicio de la flmación de estos diarios de sabe perfectamente cuando la estoy observando. registros sino en un trabajo anterior del director, Observar se ha convertido en la esencia de mi vida.

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No en busca de una trama, de una historia. Es la explica también en el capítulo cinco, durante un imagen de un hombre corriendo la que me fascina, viaje en tren a Joinville Le pont a las afueras de no la razón por la cual corre, o hacia donde. La París adonde acude semanalmente para revelar trama, la intriga, las prefero fuera de mi vista. sus películas, sentirse subyugado por la naturale- […] De vuelta a mi juego. Comienza a divertirme. za y necesitar el artifcio de la ciudad para poder ¿Pasará alguien? Para mí un movimiento diagonal flmar a gusto. generalmente tiene éxito. Afortunado nuevamente. Además, como el fâneur, desea deambular Líneas rectas jamás me han llevado a nada. Persisto por las ciudades sin rumbo, sin una dirección pre- (Diary (1973-1983), Chapter 5). establecida y perderse en ellas aunque a diferen- Avilés Luz Marina Ortiz La actividad de observar se ha convertido para cia de aquella fgura de principios del siglo XIX su Perlov, como para el fâneur, no solo en la cla- callejeo no será a pie, o no exclusivamente, sino ve de su trabajo sino en su forma de vivir. Pero en taxi, medio que prefere. El taxi le posibilita no solo es la mirada –la observación– lo que lo por un lado recorrer la ciudad dejando a voluntad aproxima a la fgura del fâneur sino también su del taxista el trayecto y por otro introducir en sus gusto por las grandes ciudades donde dice sen- flmaciones el azar, pues sus registros vendrán tirse como en casa. Siente así como hogares París defnidos por el ritmo casual de los semáforos y Tel Aviv y en el capítulo seis confesa como con o un atasco imprevisto. Perlov explicará en los nostalgia no entender por qué cuando era bebé diarios el modo de proceder: “Recuerdo una vez, lo arrancaron de la ciudad donde nació, Río de durante mis días de estudiante en París, cuando Janeiro, también una gran ciudad a propósito de con todos mis ahorros tomé un taxi, diciéndole al la cual Perlov dirá: “la ciudad más hermosa del taxista: “Lléveme adonde quiera pero no me diga mundo. Río de Janeiro. No la promesa del Paraí- dónde estamos.” Tuve efectivo sufciente para so, sino el Paraíso mismo. Como en las postales, cuatro horas” (Diary (1973-1983), Chapter 5). El te saca una sonrisa. Nací en un mundo de pos- ritmo del taxi marcado por el tráfco –su avance, tal. La ciudad más maravillosa del mundo” (Diary su detención– determina los acontecimientos que (1973-1983), Chapter 6); o revela cómo fue la el cineasta va a observar y registrar con su cámara primera vez que llegó a São Paulo6 acompañado permitiendo así que el azar se introduzca nueva- de su abuelo: tenía diez años y entonces, como en el presente de la grabación, no pudo más que mente en su flmación. observar los enormes edifcios que atrapaban su Con la Arri 16 mm BL, pues, Perlov se adapta mirada. La ciudad ejerce pues, una fuerte atrac- en su forma de ejecución a los contenidos que ción sobre Perlov. quiere expresar. La representación de aconteci- La vida en las grandes ciudades con sus enor- mientos fugaces en el espacio público requiere mes edifcios, el tráfco y su aglomeración y muy técnicas rápidas como el esbozo, el croquis y la especialmente los no lugares de aquellas, como caricatura; todas ellas modalidades de trazo rá- son las estaciones de tren, han cautivado al ci- pido que permiten al artista observador –al fâ- neasta de origen israelí hasta el punto de que neur– capturar la vida misma –sus observaciones, durante el periodo de convalecencia tras ser so- sus impresiones…– durante su transcurso. Per- metido a una intervención quirúrgica de urgencia lov concibe el cine como una forma de escritura, en Londres acabará señalando: “Estoy mejorando tratándose la cámara para él de un cuaderno pero comienzo a sentirme inquieto. Ya basta de de notas, de la herramienta del escritor. Así, el este pulcro suburbio londinense. Añoro la gran cine se acerca en él a la aspiración anunciada ciudad. Aquí, en Oxford street, me siento en por Alexandre Astruc en su Nacimiento de una casa” (Diary (1973-1983), Chapter 5). La quietud nueva vanguardia: la «Caméra-stylo» donde se- de una zona a las afueras de la ciudad lo altera gún el autor el cine: “Se convierte poco a poco y, por contra, en la agitación de una de las calles en una lengua. Un lenguaje, es decir, una forma comerciales más concurridas de Europa encuen- en la cual y mediante la cual un artista puede tra el sosiego y la armonía del hogar. Cuestión expresar su pensamiento, por muy abstracto que esta que vuelve a ponerse de manifesto cuando sea, o traducir sus obsesiones exactamente igual

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 228 Perlov-Guerin: resonancias Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz

Fig. 1. José Luis Guerin, En la ciudad de Sylvia, 2007 Fig. 2. José Luis Guerin, En la ciudad de Sylvia, 2007

como ocurre actualmente con el ensayo o con la tas al tú-destinatario de la carta del trabajo que novela” (Astruc 1993, 221). como cineasta ha venido realizando pero, como Esta concepción del cine como una forma de decimos, no solo asume la práctica de este tipo social sino que también se inscribe como tal en el escritura que es la esencia del cine de Perlov, tam- flme al grabar su propia sombra proyectada en el bién defne el cine de Guerin. En la flmografía suelo mientras deambula por el espacio público. del cineasta barcelonés podemos encontrar varias Además, en ambas obras el cineasta barcelonés obras en que la fânerie se pone de manifesto en expone su concepción del cine, no otra que su algún modo. Así, nos encontramos por un lado pensamiento como una forma de escritura siendo con la representación visual de este tipo social expuesto desde el inicio de las mismas a través en la pantalla como es el caso del flme En la ciu- de la imagen de una página en blanco en Guest dad de Sylvia donde Xavier Laftte es identifcado y en Carta a Jonas Mekas nº 1 y de una pantalla como un fâneur y, por otro, con la identifcación de cine -a modo de lienzo de pintura- en Carta a del registro visual de la cámara con la fânerie Jonas Mekas nº 4; papel y “lienzo” que aguardan urbana y por extensión del cineasta como fâ- convertirse en soporte de una escritura no con neur como son el caso, por ejemplo, del flme lápiz o pintura sino una escritura cinematográf- Unas fotos en la ciudad de Sylvia realizado a partir ca convirtiéndose la ciudad, también en ambos de las fotografías que tomara Guerin llevando casos, en pura fuente de expresión. a cabo la práctica del fotógrafo-fâneur y sobre todo, y más importante para el análisis compara- tivo que aquí estamos llevando a cabo, su diario Los rostros: su observación, su retrato de registros Guest y Carta a Jonas Mekas nº 1 y La fascinación de Perlov por los rostros surgi- Carta a Jonas Mekas nº 4 de Correspondencia ría desde su niñez en los andenes de la Estação Jonas Mekas- J.L. Guerin; obras, como decimos, da Luz de São Paulo a donde llegó desde Belo que adquieren mayor interés por cuanto en ellas Horizonte con su abuelo y a donde acudiría con Guerin es identifcado como un fâneur cámara asiduidad sentándose a esperar el tren mientras en mano: en Guest al iniciar su paso errante por fjaba encuadres que dibujar. El tren solía trans- distintos emplazamientos geográfcos7 capturan- portar refugiados del norte del país que huían de do con su pequeña videocámara todo cuanto la sequía, la hambruna, la anemia y la tuberculo- acontece a su alrededor y llama su atención y en sis a la que ésta había dado paso, ejerciendo el Carta a Jonas Mekas nº 1 por cuanto el cineasta rostro de aquellos una fuerte atracción sobre el desvela la práctica que desde Guest ha venido joven Perlov que en el capítulo seis de este diario asumiendo a la vez que se inscribe en el flme llegaba a declarar que aquel mundo se trataba como tal tipo social. Esto último tiene lugar a de una droga para él. La multitud, el ajetreo de la través de la imagen de una hoja blanca donde muchedumbre así como los rostros del dolor y la aparece escrita la palabra fâneur en el instante desesperación8 producirían una huella tal sobre el exacto en que la voz over de Guerin da cuen- joven Perlov que perduraría toda su vida.

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Fig. 3. José Luis Guerin, En la ciudad de Sylvia, 2007 Fig. 4. David Perlov, Diary (1973-1983), Parte 1, 1974-1975

A consecuencia del interés del cineasta en la barrio de El Raval de Barcelona, objeto de un plan muchedumbre –en sus rostros–, su diario está de reforma urbanística, no será a través de sus cargado en su mayor parte de presencias huma- calles, plazas, avenidas, etc. que el cineasta nos lo nas. Conocidos y familiares del cineasta así como muestre sino a través de los rostros que lo habitan desconocidos que habitan el espacio público que y a su juicio lo representan. Del mismo modo, aquel recorre pueblan las tomas que Perlov flma La academia de las musas surge de un espacio tanto en interiores como en exteriores. Solo cuan- y los rostros que lo habitan, esto es un aula de do el ánimo del cineasta faquea o directamente Universidad y los alumnos y alumnas que asisten se encuentra abatido -como ocurre, por ejemplo, a las lecciones que allí se imparten. En este caso, en el capítulo dos-, Perlov realizará tomas en pi- y como el propio cineasta señalara, La academia cado del suelo del hogar familiar o, en el espacio de las musas: “Es, efectivamente, una película de público, del suelo y los pies de los viandantes. primeros planos. De rostros que se confrontan” El desánimo del cineasta torna en sus imágenes (Liébana 2015). Pero a este respecto resulta es- vacío fgurativo y aunque Perlov sale al espacio pecialmente interesante el flme En la ciudad de público forzándose a mantener el contacto con Sylvia y ello, por cuanto en él el cineasta barcelo- la realidad, como señala la voz over del cineasta, nés sitúa al personaje protagonista (Xavier Laftte) no es capaz de ver más rostros humanos. en la terraza de un café donde éste comienza una actividad observadora. El protagonista del flme Por su parte, José Luis Guerin está muy inte- se hallará aquí con la mirada sumida en la mul- resado en el cine como un arte del retrato. Con titud que le rodea observando minuciosamente la realización de sus tres obras Unas fotos en los gestos y expresiones de las mujeres que se la ciudad de Sylvia, En la ciudad de Sylvia y Las encuentran a su alrededor, deteniéndose en los mujeres que no conocemos (2007) que giran en detalles más triviales y permitiendo así que sean torno al encuentro entre un fâneur y una fugitiva redescubiertos por el espectador (fgs. 1, 2 y 3) . daba cuenta de este interés pues éstas suponen una refexión en torno a la fragilidad de la ima- Esta escena del flme En la ciudad de Sylvia en- gen-recuerdo, la fugacidad del rostro y el retrato cuentra su correspondencia en la obra diarística como único testimonio fable y duradero de la de David Perlov. Se trata concretamente de las fsionomía del ser humano. Con la excusa de la tomas realizadas por el cineasta de origen israelí búsqueda de una mujer fugitiva, Guerin nos lleva a la terraza del café Polaco en Tel Aviv en dos a recorrer distintas ciudades9 posando la cámara ocasiones distintas (fgs. 4, 5 y 6) durante una de en los rostros de las mujeres –generalmente be- las cuales la voz over de Perlov señala: llas– que las habitan y que recuerdan al fâneur a Esta flmación, esta búsqueda de imágenes la mujer anhelada. También su flme En construc- provenientes de un sueño, me animan a salir. Tra- ción dará cuenta del interés del director en el cine to nuevamente de contemplar rostros. Belleza y como un arte del retrato pues aunque el flme fealdad aún no me afectan. Es solo en los gestos trata de dar cuenta de la mutación sufrida por el donde hallo de vez en cuando cierto interés. En

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Fig. 5. David Perlov, Diary (1973-1983), Parte 1, 1974-1975 Fig. 6. David Perlov, Diary (1973-1983), Parte 1, 1974-1975

el café Polaco, ni siquiera escucho sus voces, su landés, como en el flme Zuiderzee (Ivens, 1930) lengua. Es como trazar un boceto. Estas dos mu- de cuya banda sonora mientras tanto, escucha- chachas me agrada observarlas. Son naturales. mos la música de Hans Eisler. También es ejemplo Deseo observarlas más y más (Diary (1973-1983), de ello el retrato que hará a su amigo enfermo Chapter 2) Abrasza que, yacente sobre una cama en el re- ducido espacio de una habitación atestada de David Perlov observa los rostros, gestos y ex- libros, insistirá a Perlov para que flme aquello presiones de quienes se encuentran en la terraza que durante años ha estado contemplando: el del café Polaco y del mismo modo Guerin invita techo de su habitación. La conversación entre al espectador de En la ciudad de Sylvia a observar ambos culminará con una vaga confdencia del los rostros, gestos y expresiones de quienes se enfermo a su amigo –esto es que no podrá so- encuentran en la terraza del café TNS Le café. portar la enfermedad por más tiempo– que dará Aunque el flme de Guerin se trata de un lar- lugar más adelante en este diario –en agosto de gometraje al estilo convencional, el espectador 1981, cuando Perlov vuelve a París– a una triste participa activamente en la observación pues éste secuencia, aquella en la que Perlov visita el hotel ocupará dos posiciones distintas como observa- en el que su amigo decidiría poner punto fnal a dor: por un lado, una posición externa al prota- todo aquel sufrimiento. Aunque en el momento gonista y, por otro, una posición que vendrá a de la flmación Perlov capta el signifcado de sus sincretizar la mirada de ambos. Además, en el palabras –la determinación de su amigo– será flme del cineasta barcelonés las imágenes vienen durante el montaje de este diario cuando sobre a suscribir las palabras de Perlov pues veremos al aquellas imágenes acabe por vislumbrar el rastro protagonista realizar bocetos10 de cuantos rostros de la muerte. De igual forma es ejemplo el retrato y gestos llaman su atención (fg. 7). que Perlov realiza a Belka, una joven armenia des- A propósito del interés de ambos cineastas en cendiente de armenios a la que el cineasta pedirá el rostro hemos de señalar otra correspondencia que cante en dicho idioma. Cuando Belka fnaliza entre sus obras; nos referimos al uso del sonido la canción, Perlov se interesa por el signifcado hablado como elemento para dirigir la atención de algunas palabras e inmediatamente después del espectador hacia el aspecto físico del mismo, nos muestra, desde los ventanales del Hotel Mt. ello poniendo en sordina sus diálogos o directa- Hermon donde está teniendo lugar el encuentro mente suprimiéndolos. En los diarios de Perlov es entre el cineasta y la joven, una vista de la ciudad ejemplo de ello el retrato que hace a su amigo y de São Paulo mientras volvemos a escuchar la maestro Joris Ivens. Durante el encuentro de am- canción en armenio que un instante antes veía- bos en el modesto apartamento que Ivens posee mos interpretar a Belka; ello en una operación en Rue de Saints Pères, en París, Perlov flma al que logra transfgurar el lugar del presente (São maestro en el balcón de su casa suprimiendo en Paulo) al lugar de la memoria de Belka (Armenia) el montaje el diálogo de aquel. Perlov asegura para poner de relieve la añoranza de la tierra na- entonces estar escuchando a Ivens hablar en ho- tal. Finalmente, y mientras aún dura la canción,

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de las voces que nos circundan; el signifcado de las sílabas no nos impide reconocer su carácter gutural, suave o meloso; y los gestos y ademanes, así como las expresiones faciales, tienen el mismo valor que una pantomima. Cada escena se convierte en una melodiosa ópera, o en una función de títeres (citado por Kracauer 2001, 148). Efecto que S. Kracauer extiende en el cine

al caso de los flme plurilingües, como son los Avilés Luz Marina Ortiz dos casos que aquí nos encontramos analizan- do, donde a su juicio la diversidad de idiomas Fig. 7. José Luis Guerin, En la ciudad de Sylvia, 2007 también aumenta el valor representativo de los gestos y expresiones pues al no conocer todas las la cámara de Perlov se detiene nuevamente en lenguas el espectador las recibe no como mensa- el rostro de Belka pero esta vez el diálogo de la je sino como una confguración de sonidos que joven ha sido suprimido. Estos y otros retratos ininteligibles devuelven su atención hacia el as- mostrados en Diary (1973-1983) son presentados pecto físico de los mismos. Ambos cineastas, por bajo esta misma fórmula, esto es con el diálogo tanto, hacen uso de la misma fórmula para instar en sordina, suprimido o simplemente en una len- al espectador a contemplar las imágenes –los ros- gua extranjera y desconocida. tros– con mayor intensidad al desplazar nuestra Por su parte, también el cineasta barcelonés va atención a las cualidades materiales del sonido a optar por esta fórmula en el flme En la ciudad hablado y realzar con ello su valor cinemático. de Sylvia. La ciudad de Estrasburgo, una ciudad fronteriza con Alemania y con gran afuencia tu- La búsqueda de un rostro, su imagen- rística, se convierte en el lugar idóneo para su recuerdo flmación por cuanto se trata de una ciudad pluri- Como venimos señalando, la fascinación de lingüe. Además, como Perlov, también Guerin va Perlov por el rostro humano lo impulsa en oca- a presentar en ocasiones los diálogos en sordina o siones a actuar como un espía que aguarda con incluso los va a suprimir. A excepción del diálogo su cámara el instante mágico de un gesto, una mantenido por los protagonistas durante el en- expresión, que le revele algo de alguien o que cuentro de ambos en el tranvía, el sonido hablado le permita tener una conexión con el otro. Pero va a carecer de énfasis en el flme. Ya sea por lejos de limitarse en su diario a aguardar dicha el idioma, por recibirlos incompletos, por estar revelación de forma pasiva, Perlov emprendería “situado” demasiado lejos de la fuente, etc., los también la búsqueda de otros rostros. Es ejemplo diálogos van a resultar ininteligibles para el espec- de ello, en el capítulo cinco, cuando tras un largo tador de modo que lo único que realmente queda paseo por la ciudad de París, Perlov vuelve a la en la pantalla y el espectador puede captar son calle donde vive su hija Yael y acude al Café Tabac los rostros y los gestos de los hablantes. de la esquina donde suele ir por las mañanas a En ambos casos -en los diarios de Perlov y el disfrutar de lo que para él es una dulce ociosidad. flme de Guerin- el efecto se aproxima a esa ex- Entonces su voz over nos explica: “Entro en el bar periencia descrita por el crítico de arte y sociólogo local con una sensación de alivio. Contento de ver John Ruskin de caminar por una ciudad extranjera gente. El sitio está lleno de espejos, pero quiero donde no se tiene conocimiento del idioma. Dirá flmar sencillamente, directamente, no izquierda, Ruskin: no derecha. No blanco, no negro. Sé que halla- Hay algo particularmente encantador en recorrer ré lo que estoy buscando. Un rostro como éste” las calles de una ciudad de un país extraño sin (Diary (1973-1983), Chapter 5). comprender una sola palabra de todo lo que O cuando situado en el espacio público de la se dice. En tal caso, nuestros oídos se vuelven calle junto a la salida de un servicio protestante completamente imperturbables frente a los sonidos trata de encontrar entre la multitud de africa-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 232 Perlov-Guerin: resonancias nos que salen del culto el rostro de su madrastra En En la ciudad de Sylvia, Xavier Laftte deam- Dona Guiomar. La voz over de Perlov explica así bula por la ciudad de Estrasburgo con el propó- la atracción maquinal –como involuntaria– de su sito de encontrar a Sylvia, una chica con la que cámara hacia la gente que se agolpa en la calle así tuvo un encuentro seis años antes en un bar de como su actividad detectivesca al escudriñar los esta ciudad y de la que solo guarda su imagen- rostros de mujeres que se van presentando ante recuerdo. Durante el segundo día que transcurre él –ante la cámara– en busca de un rasgo, una en el flme, Laftte, sentado en la terraza de una expresión, que le permita reconocer a la desapa- cafetería, es cautivado por una fsionomía –la de recida: su madrastra. Dice Perlov: Pilar López de Ayala– que atrae toda su aten- Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz ción. En ese momento el protagonista olvida todo Mi cámara se acerca más y más a la gente. Siento cuanto le rodea prestando atención únicamente como si estuviera buscando a alguien. [ ] Recuerdo al rostro que lo ha cautivado y ello hasta el punto a Dona Guiomar mi madrastra negra leyéndome la de que cuando Pilar López de Ayala abandona Biblia cuando era pequeño. Yo comprendía muy el café, Laftte se precipita tras ella recorriendo poco y retenía solo algunas imágenes. Imágenes toda la ciudad. Dicha persecución se desplegará como la de las ovejas, las ovejas del Señor, la cual principalmente por el casco histórico de la ciudad me agradaba y que nunca he visto en la vida real. de Estrasburgo hasta que suben a un tranvía don- Dona Guiomar era la única de la familia que usaba de tiene lugar el desencuentro de ambos. Será lentes. Comienzo a buscar un rostro como el de ella en ese elemento tecnológico que circula ajeno a entre la multitud. ¿Sería como el de ella? ¿Como todo cuanto acontece en la ciudad donde Laftte aquella? Seguramente era más joven. Ella jamás descubra que Pilar López de Ayala no es la per- usó sombrero. Pero Dona Guiomar poseía la misma sona que creía, Sylvia. mirada punzante (Diary (1973-1983), Chapter 5). El cineasta de origen israelí busca así el rostro Por su parte, Unas fotos en la ciudad de Sylvia de su madrastra pero no el rostro de aquella en también narra el encuentro entre un fâneur y el presente de la flmación sino el de su imagen- una fugitiva; en este caso la búsqueda de una recuerdo, esto es un rostro más joven. Asimismo, mujer con quien el director tuvo un encuentro en septiembre de 1977, durante un viaje que el (fcticio o no) veintidós años antes en un bar de cineasta realizaría a París con su hija Yael inte- Estrasburgo y de cuya experiencia trata de dar resada en conocer las vivencias y amistades de cuenta a través de su rememoración en prime- su padre en la capital francesa, Perlov descubre ra persona como enunciador del flme. Para su la fsionomía de una joven que llama su aten- búsqueda Guerin parte de la imagen-recuerdo ción. Aquella joven –explicaría el cineasta a su de Sylvia mostrándonos los rostros femeninos de hija– no se trata de su vieja amiga Romaine pero mujeres que le recuerdan a la desaparecida, es tiene el mismo aspecto que aquella durante los decir, se trata de la búsqueda de una mujer, de años en los que Perlov vivió en París. Es decir, la un rostro en una ciudad pero no del rostro de imagen de la joven desconocida en el presente Sylvia en el presente de la flmación sino el de de la flmación se corresponde con la imagen- una mujer veintidós años más joven, el rostro de recuerdo que el cineasta guardaba de su amiga. su imagen-recuerdo. También aquí, cuando una A continuación en el diario, Perlov y Yael realizan fsionomía cautiva toda su atención, Guerin se una visita a Romaine; entonces, observando su precipitará tras ella pero Unas fotos en la ciudad rostro resulta inevitable hurgar en las huellas del de Sylvia se trata de un fotomontaje secuencial tiempo tratando de desandarlas para vislumbrar por lo que dichas persecuciones son mostradas al en él los signos del rostro de la desconocida: el espectador a través de una serie de fotografías. rostro de la joven Romaine. Perlov refexiona así, La atracción irresistible de una fsionomía y la pues, sobre la fugacidad del rostro y la fragilidad precipitación del protagonista o del cineasta tras de la imagen-recuerdo, cuestiones estas sobre las ella –en En la ciudad de Sylvia y Unas fotos en que también Guerin va a refexionar en su cine, la ciudad de Sylvia, respectivamente–, nos traen concretamente en sus flmes En la ciudad de Syl- a la memoria el relato El hombre de la multitud via y Unas fotos en la ciudad de Sylvia. de Edgar Allan Poe. En éste, un hombre obser-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 Perlov-Guerin: resonancias 233 vador apasionado emprendía una persecución a Perlov se compra una cámara de 16 mm con través de las calles y bocacalles de la ciudad de el propósito de flmar para sí mismo la cotidia- Londres tras una fsionomía que había llamado nidad de la ciudad pero también del hogar y el su atención. En su ensayo El pintor de la vida entorno familiar12. Así, el cineasta de origen israelí moderna, Baudelaire reconocía en el observador flmará a sus mellizas Noemí y Yael; primero, ge- apasionado del relato de Poe una forma diferen- neralmente juntas, compartiendo un almuerzo o ciada de fâneur pues este no se caracterizaba por estudiando en casa; luego, la primera partida de un deambular con ritmo lento y cauteloso, ni su aquellas del domicilio familiar tras ser reclamadas trayectoria venía marcada por el azar, sino que para hacer el servicio militar o ya independientes Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz ambas cosas venían marcadas por la persona tras la una de la otra, enfrascadas en la cotidianidad la cual se precipitaba y recorría la ciudad. Así, nos de sus vidas, Noemí como profesora de danza y encontramos en el flme En la ciudad de Sylvia Yael como editora cinematográfca. Además fl- con la encarnación de este modelo de fâneur en mará las visitas que las amistades del matrimonio la pantalla así como también en Unas fotos en la realizarán al domicilio del cineasta en Tel Aviv –las ciudad de Sylvia donde es el propio cineasta el conversaciones, las festas…– así como también que actúa como tal. las que el propio Perlov realizara a sus amigos y conocidos en París o Brasil, etc. Ambos cineastas refexionan, pues, sobre la fugacidad del rostro y la fragilidad de la imagen- Por otro lado, como decíamos, también Perlov recuerdo y también ambos lo hacen a través de acudirá a la calle con su cámara atraído por la una actividad detectivesca buscando en los ges- agitación y el movimiento de la vida en la ciudad. tos y expresiones de desconocidos los rostros del Una vez en el espacio público, armado con su cá- ayer. Sin embargo, mientras el protagonista de mara, Perlov descubre otra forma de ver las cosas. En la ciudad de Sylvia o Guerin en Unas fotos en Así, en el capítulo dos, Perlov señala: “Apren- la ciudad de Sylvia convienen una manifestación diendo a usar la cámara hallo un nuevo modo del modelo de fâneur de E.A. Poe, no ocurre así de ver las cosas. Comienzo a descubrir cosas que con Perlov que en ningún caso se precipita tras siempre han estado allí, a la vuelta de la esqui- una fsionomía recorriendo la ciudad. na.” (Diary (1973-1983), Chapter 2). El ojo ob- jetivo de la cámara le permite, pues, romper con la ceguera que causa la cotidianidad. La cámara David Perlov y José Luis Guerin, cineastas actúa como instrumento revelador al permitirle de la cotidianidad descubrir la realidad de su cotidianidad tomando Perlov se convierte en su diario en un agente conciencia de todo cuanto le rodea. Pero no sólo de lo cotidiano. Cansado de un cine profesional se referirá a aquello que el ojo objetivo de la cá- que ha dejado de atraerle acude al cine amateur11 mara le permite captar –lo visible–, sino también para despojarse de las exigencias de los encar- a la banda sonora de la vida en la ciudad –lo gos -cada vez más herméticos y con más precep- audible–. Como señala el cineasta en el capítulo tos- así como también de los artifcios del cine uno, también añadirá sonido a su diario siendo profesional que él mismo confesa en una parte estos sonidos aquellos que caracterizan el espacio de estos diarios que tanto le gustaban antes. El urbano que habita y transita, como son: el ruido inicio de estos diarios resulta a este respecto una generado por el tráfco, las bocinas de los vehícu- declaración de intenciones pues en el comienzo los, el ladrido de un perro, el chirriar de la puerta del capítulo uno la voz over del cineasta explica sobre la que un niño se balancea o la música que así sus intereses: “Compro una cámara. Quie- tan presente está en el hogar familiar. ro comenzar a flmar por mi cuenta y para mí El cineasta explora el nuevo instrumento y con mismo. El cine profesional ha dejado de atraer- él también el medio. Perlov abandona el artifcio me. Busco algo diferente. Quiero acercarme a lo de la industria y encuentra en su hogar, los ob- cotidiano. Sobre todo, anónimamente. Lleva su jetos, las personas, las calles y vistas de la ciudad tiempo aprender a hacerlo” (Diary (1973-1983), el interés de un cine solitario que reivindica lo Chapter 1). cotidiano, lo usual, esto es la vida. Como señalará

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 234 Perlov-Guerin: resonancias el propio cineasta en el capítulo cinco su cine es las distintas ciudades recogiendo con su pequeña un cine de hechos, un cine de realidad y no un videocámara las historias de la calle, atrapando cine de ilusión y mitifcación y también así es el trozos de vida. Entre los pequeños fragmentos cine de Guerin que incluso en el artifcio de la de películas imaginadas destacan los que corres- fcción deja espacio para la vida, introduce el azar ponden a un grupo de vecinos de un solar en y reclama lo cotidiano. Cuba, una familia de vendedores ambulantes en El interés de José Luis Guerin por lo banal, lo Lima, un grupo de mujeres en Cali o un grupo cotidiano, queda patente a lo largo de su flmo- de niños en Samaria. De todos ellos se muestra la cotidianidad de sus vidas, lo común y banal como

Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz grafía. Desde sus largometrajes Los motivos de puede ser el tedioso día a día de una adolescente Berta, Tren de sombras (1997), En construcción, que comparte habitación con su madre y su perro En la ciudad de Sylvia o La academia de las musas Beethoven; las clases de salsa, impartidas en un hasta su diario de registros Guest o sus cartas más que reducido espacio, con que un paciente flmadas Correspondencia Jonas Mekas- J.L. Gue- de VIH se gana la vida; el día a día en una chabola rin, los trabajos del cineasta barcelonés se carac- de una familia limeña que explican sus frustracio- terizan por una fuerte presencia de lo cotidiano. nes vitales mientras preparan “cachanga”según Ya en su primer flme, Los motivos de Berta, Gue- la receta familiar de la abuela ya fallecida; o el día rin utilizará la cotidianidad de una adolescente en a día de unos niños que habitan en las ruinas de el entorno rural que habita para narrar el teórico Samaria y que se esfuerzan en explicar a la cáma- paso de aquella de la adolescencia a una cierta ra cómo era la escuela en la que ya no estudian y madurez. Elementos banales y cotidianos como de la que apenas queda nada. la casa familiar, los juegos de infancia así como también los compañeros y lugares de juego, la bicicleta que utilizará para desplazarse, etc. ca- La ceguera del artista racterizarán a Berta a la vez que pondrán de re- Es ésta otra de las cuestiones sobre la que lieve los cambios personales propios de quien se ambos cineastas van a refexionar en su cine: la encuentra en tránsito entre dos periodos vitales. invidencia o el oscurecimiento en términos de Asimismo, Guerin hará especial hincapié para la creación artística. construcción del paisaje del flme en los sonidos cotidianos –el aleteo de una mosca, un ventila- Perlov, por su parte, se ve forzado a una si- dor, el ruido de un tractor, etc. –, elemento (el tuación de aislamiento al no recibir apoyo de los sonido) especialmente interesante en su flme En organismos ofciales israelíes. Esa situación lle- la ciudad de Sylvia donde el paisaje sonoro se va al cineasta a asumir su independencia con la constituye en una banda sonora de la vida en la compra de una cámara 16 mm que le permita ciudad. En su mayoría los sonidos y ruidos que trabajar por él mismo y para sí mismo como el la integran se desprenden de la actividad de sus propio cineasta señala al inicio de su diario. Sin gentes, de lo cotidiano y lo común de quiénes embargo, asumir esta nueva realidad –su posi- la habitan como son, por ejemplo: el ruido del ción de cineasta independiente– no deja de ser tráfco, el timbre de una bicicleta, el chirriar de una tarea difícil y delicada que llevará a Perlov a los tranvías que recorren la ciudad, los gritos de vivir un periodo de malestar tanto personal como unos niños que corretean, el acordeón de un mú- artístico. sico callejero, etc. Pero la cotidianidad no solo En el capítulo dos de este diario, que compren- está presente en En la ciudad de Sylvia a través de los años 1978-1980 del mismo, Perlov trata de de la banda sonora del flme sino también en la transmitir los sentimientos y emociones que fue- actividad que llevará a cabo el protagonista del ron aforando en su persona con cada propuesta mismo; un viajero que atento a los movimientos, rechazada, con cada proyecto rehusado que poco gestos y expresiones de quienes le rodean –fun- a poco iban minando su ánimo e incluso afectán- damentalmente mujeres– va recogiendo en un dole físicamente al verse por ello aquejado de cuaderno sus impresiones, como coleccionándo- insomnio. Cuando Perlov se dispone a registrar los. Igualmente ocurre en Guest donde Guerin su estado de ánimo con imágenes advierte rápi- deambula por las calles y espacios públicos de damente la difcultad de dicha empresa: Nada

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 Perlov-Guerin: resonancias 235 le conmueve. Pero ¿cómo transmitir la desilu- no sujeto que flma tras la cámara– y su ojo no sión, el desánimo o la apatía? La voz over del se tratará ya de un ojo que mira sino un ojo que director, incluida posteriormente en el momento será observado y examinado. Resulta muy signi- de la edición de este diario, vendrá a alumbrar fcativa, pues, la inserción de esta secuencia en aquellas imágenes de abatimiento y desconsue- el diario por cuanto se trata de la única vez en lo. Así, mientras el cineasta nos muestra algunas él que el cineasta “se sienta” frente a la cámara. imágenes nocturnas del hogar familiar –vacías de Ello eleva el valor de estas imágenes que carga- presencias humanas–, el amanecer de la ciudad das de simbolismo vienen a subrayar el relato de y los primeros viandantes en la calle, objetos que su depresión así como el distanciamiento que el Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz le traen a la memoria acontecimientos trágicos cineasta sufre respecto de las cosas y las personas de su infancia en Brasil, planos de calles vacías, en términos emocionales. escenas callejeras como la celebración religiosa Mientras el doctor Pinkas examina el ojo iz- de Lag Ba’Omer que antes le atraían y ahora quierdo de Perlov aquejado de una “víbora”13, lo dejan indiferente o algunas tomas en picado paciente y médico dialogarán sobre la afección del suelo del hogar familiar cuyas intersecciones –la gravedad de la misma, si se trata de algo utiliza para expresar con su valor metonímico hereditario, si requiere operación – resultando lo difícil de la situación personal y artística que nuevamente relevante que durante la edición de atraviesa –dice Perlov: “Estos pasajes son difíciles este diario el cineasta optase por insertar esta de traspasar” (Diary (19731983), Chapter 2)–, la secuencia con el diálogo original y ello, por cuan- voz over del cineasta nos asiste y arroja luz sobre to como las imágenes también éste adquiere un aquellos difíciles capítulos de su vida al señalar: valor simbólico que trasciende lo físico –el pro- Estoy exhausto. Exhausto de ¿cuántos, veinte blema oftalmológico– y viene a inscribir el deseo años de energía malgastada, batallas frustrantes? del director: no otro que recuperar la visión, esto Exhausto, desgastado, incapaz de dormir. Hoy es encontrar una salida a la situación personal y contemplando nuevamente estas imágenes todo artística que atraviesa. Ello queda refejado en parece un árido desierto. El color de la arena. Horas las palabras del doctor Pinkas que al fnal de la que no transcurren. Busco sombra por todas partes. secuencia explica a Perlov: La luz del día irrumpe como una amenaza, trayendo La cirugía del ojo es un verdadero placer. [ ] He consigo la consciencia de mi estado de ánimo (Diary atendido casos de mucha gente que no veía. Yo (1973-1983), Chapter 2). los opero y al día siguiente vuelven a ver. Es como Todo este abatimiento y desconsuelo personal un nacimiento, es una sensación maravillosa, tanto traen consigo el desánimo y desaliento artístico para el paciente como para el doctor. Arrancarlos de del cineasta. Su familia, afectada por la situación, la oscuridad o la ceguera y de pronto vuelven a ver tratará de animarlo, ayudarle a superar el bache, bien. Pueden volver a pasearse y trabajar, es lo más a “traspasar estos difíciles pasajes” sugiriendo al importante (Diary (1973-1983), Chapter 2). cineasta la realización de nuevos proyectos que Entonces la precisión que el cirujano requiere fnalmente no lograrán materializarse. Es ejemplo para acometer con éxito su trabajo y devolver la de ello cuando Mira lo incita a flmar un sueño. visión a su paciente es puesta en relación por el Perlov tratará de salir a la calle y buscar esas imá- cineasta con la precisión que requiere un pintor genes pero fnalmente su búsqueda no tendrá en la ejecución de su obra así como también la éxito. Entonces el cineasta inserta la secuencia de indispensable exactitud de su vista. Perlov acom- su visita al oculista que en este instante tiene una paña sus refexiones con las imágenes de algunos fuerte carga metafórica pues la ceguera (tem- cuadros -o partes de ellos- de grandes Maestros poral) de aquel ante las cosas tornan problemas como Picasso14, Van Gogh15 o Rembrandt con f- físicos de visión a la vez que la voz over de Perlov guras tuertas, siendo la obra de este último, La revela: “Hace ya mucho que no veo realmente las conspiración de Claudio Civilis (1661-1662), la cosas” (Diary (1973-1983), Chapter 2). Entonces, que simboliza las cavilaciones del director quien de forma totalmente excepcional en estos diarios, acaba por preguntarse si la pérdida del ojo es- Perlov se convierte en objeto de flmación –ya conde tras de sí la lucha del pintor por conti-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 236 Perlov-Guerin: resonancias nuar siendo creativo, así dirá Perlov: “¿Para lu- dirigiéndose a Mekas señala: “Estoy rumiando char como este guerrero de Rembrandt?” (Diary su carta en un bar de estación de tren, en el bar (1973-1983), Chapter 2). restaurant de la Gare de Lyon” (Carta a Jonas me- kas nº 1) o la imagen de una pantalla de cine en Por su parte, también Guerin refexiona en su blanco que aguarda la escritura cinematográfca, cine sobre la ceguera (temporal) del artista. Es en Carta a Jonas Mekas nº 4. En ambos casos el ejemplo de ello su flme Guest. En este cuaderno cineasta barcelonés pone de manifesto ese deli- de bitácora su paso por Nueva York se presen- cado momento del proceso creativo, cuando aún ta como una excepción y ello por cuanto en él, no hay nada escrito –ya sea escritura literaria o ci- Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz Guerin, víctima de sus experiencias cinéflas, es nematográfca pues a tales efectos es indiferente incapaz de ver nada al convertirse la ciudad en la disciplina–. No obstante, como señalara Gue- un evocación cinematográfca de otras películas. rin en una entrevista, esa crisis de la página en Su experiencia como espectador trasciende más blanco en su caso no lo es tanto por una falta de allá de su estatuto de viajero. Así al deambular inspiración como por un exceso de motivación. por el espacio público de la ciudad de Nueva York El cineasta barcelonés lo explicaría así: la yuxtaposición de películas evocadas impide al cineasta buscar nuevas historias que desarrollar. A veces me sucede como dicen que les pasa a los Esta alienación sufrida por el cineasta queda re- dromedarios en el desierto, que no se mueven, y no fejada en la entrada del diario del jueves cuatro por falta de estímulos sino al contrario por un exceso de octubre a través de imágenes abstractas de la de estímulos. Cualquier punto en el horizonte es ciudad de Nueva York -sus rascacielos-, acompa- estimulante, y el resultado es que el dromedario no ñadas de un fragmento insertado del soundtrack se mueve. Entonces incluso que te den un espacio, del flme de Willian Dieterle Retrato de Jennie como aquí: me han puesto un cubo con unas (Portrait of Jennie, 1948), precisamente aquel en paredes y a partir de ahí puedo inventar cosas (De que un pintor (Joseph Cotten) abatido por la falta Pedro 2007). de inspiración dice: “Nueva York es un lugar frío en invierno. Y el invierno del treinta y cuatro no Conclusión fue ninguna excepción. Pero existe un tipo de David Perlov y José Luis Guerin convergen sufrimiento para el artista que duele más que el en su entendimiento del medio cinematográf- frío o la pobreza. Algo así como un ‘invierno de la co como una forma de escritura, comparten sus mente’, el terrible sentimiento de la indiferencia intereses como cineastas e incluso presentan del mundo”. ciertos paralelismos en su discurrir personal y Las imágenes abstractas de la ciudad de Nueva profesional. Ambos cineastas encuentran en el York y el soundtrack del flme de Dieterle ponen, cine artesanal el refugio que el cine en relación pues, de manifesto la circunstancia del cineasta con lo industrial no les ha dado, ambos llevan a a su paso por dicha ciudad. Pero no será esta cabo proyectos de naturaleza similar como los la única referencia que encontremos en Guest a flmes rodados con la ayuda de sus alumnos, los propósito de los temores a los que se enfrenta el flme-viaje o los flmes realizados a partir de foto- artista sino que también va a poner de relieve un grafías tomadas por los propios directores con an- delicado momento del proceso creativo, esto es terioridad y ambos combinan su actividad como la crisis de la página en blanco. Ello tiene lugar en cineastas con una labor docente. Tanto Perlov Guest a través de las imágenes de un cuaderno como Guerin asumen, como cineastas, la práctica abierto con las páginas en blanco situado junto del fâneur adoptando cada uno en su tiempo la al estuche de una cinta de video en el que apa- tecnología a su alcance que le permitiera una ma- rece escrita la palabra flm. Estas imágenes serán yor libertad de movimiento así como una mayor recurrentes posteriormente en Correspondencia invisibilidad en lo que a la actividad observadora Jonas Mekas-J.L. Guerin, en este caso con la ima- se refere, como era propio de este tipo social. gen de un cuaderno abierto con las páginas en Además, como decimos, Perlov y Guerin com- blanco donde también aparece escrita la palabra parten sus intereses como cineastas pues ambos flm mientras se oye la voz over de Guerin que van a sentir fascinación por los rostros hasta el

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 Perlov-Guerin: resonancias 237 punto de interesarse en el cine como un arte del su trabajo, presentándose la obra del cineasta de retrato utilizando el medio para llevar a cabo una origen israelí a este respecto como un preludio refexión en torno a la fugacidad del rostro y la –en el sentido de dar comienzo– de la obra de fragilidad de la imagen-recuerdo. También ambos Guerin en la que reaparecen algunos elementos van a reivindicar con su cine lo cotidiano, lo usual, y rasgos de aquella aunque trabajados, eso sí, lo banal, esto es la vida misma sin artifcios o desde el estilo personal del cineasta barcelonés. van a refexionar sobre un delicado momento del Así pues, no pueden verse los paralelismos en- proceso creativo: la crisis de la página en blanco, tre las obras de ambos como un sucursalismo de así como también la ceguera temporal del artista.

la obra de Guerin respecto de la de Perlov, sino Avilés Luz Marina Ortiz Sus cinematografías concurren no en tiempo como un infujo de esta última en la del cineasta ni lugar pero sí en aquello que mueve o motiva barcelonés, que se percibe como ecos de aquella.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 223-240 238 Perlov-Guerin: resonancias

NOTAS flme junto con sus alumnos de la Uni- 10 Los dibujos son realizados por versidad de Tel-Aviv y un actor invitado. Joaquín Jara (Sabadell, 1977). La cola- 1 En España, por ejemplo, desde 6 Dice Perlov: “el pueblo de mi boración de Jara en el flme de Guerin 2005 esta obra monumental va circulan- adolescencia. La inmensa ciudad” (Diary no es por casualidad sino fruto de sus do por festivales (como Punto de Vista, (1973-1983), Chapter 6) intereses como artista pues su obra confuye en una temática común, esto de Pamplona, o Festival Primera Perso- 7 Como Diary (1973-1983), Guest es el género del retrato como un pro- na organizado por el Centro de Cultura está flmado desde distintos lugares. ceso creativo, siendo también el rostro Contemporánea de Barcelona (CCCB)). Las ciudades que componen el itine- y su retrato, como vemos, una cuestión Además el CCCB se ha encargado, a rario al completo de 2007 a 2008, en extensamente abarcada en la obra de través de XCèntric, de dar a conocer no orden cronológico de visita, son: Vene- Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz Guerin. “Joaquín Jara”. Miscelanea, ac- solo Diary (1973-1983) sino también al- cia, Madrid, La Coruña, París, Marsella, ceso junio 6, 2019, https://www.misce- gunas de las obras del director flmadas Bogotá, Santa Marta, Vancouver, Nueva lanea.info/a40/joaquin-jara entre 1953 y 2003 como son In Jerusa- York, Madrid, São Paulo, Macao, París, 11 Entendido amateur, como indica lem, In Thy Blood Live y Biba que aún Estrasburgo, París, Santiago de Compos- Labayen: “En el sentido latino del voca- permanecen desconocidas. Asimismo, la tela, Gijón, Belford, La Habana, Valen- blo. Es decir el amateur como amante y, edición en DVD de la distribuidora fran- cia, Londres, Palms Spring, Los Ángeles, por lo tanto, creador de un cine personal cesa Re-voir ha ayudando a su difusión Rötterdam, Ámsterdam, Harvard, Pam- donde deposita lo más íntimo de sí mis- en nuestro país. plona, México D.F., Miami, Las Palmas mo.” Fernández Labayen, Miguel. “Jo- 2 Fue uno de los organizadores de de Gran Canarias, Nantes, Hong Kong, nas Mekas y el problema de la verdad: la retrospectiva que el Centro Pompidou Cali, Buenos Aires, Tubingem, Stuttgart, refexiones en torno a lo real.” en Pun- dedicó a Perlov en 2006. Lisboa, Jeonju, Seúl, Palma de Mallorca, tos de vista. Una mirada poliédrica a la 3 Filmado durante más de 10 años, Edimburgo, Madrid, Jerusalén, Wroclaw, historia del cine, ed. Daniel Aranda, Me- Diary (1973-1983) consiste en seis capí- Lima, Cuzco, Santiago de Chile y Vene- ritxell Esquirol y Jordi Sánchez-Navarro tulos de una hora cada uno aproximada- cia. No obstante, no todas formarían (Barcelona: Editorial UOC, 2009), 131. mente. parte del flme fnalmente. 12 Para la realización de Updates 4 También conocida como Revised 8 Señalará el cineasta “No recuer- Diary (1990-1999) Perlov optaría por Diary (1990-1999). do haber visto corbatas en aquellos una cámara de video más ligera. 5 El guión para Anemones fue pri- tiempos. No recuerdo haber visto sonri- 13 Una afección de la membrana mero concebido por David Perlov como sas.” (Perlov, Diary (19731983), Chapter mucosa de la conjuntiva que penetra en dibujos cuando a fnales de los años 6) la córnea y puede producir alteraciones cincuenta la Sociedad para la Protección 9 Estrasburgo, Florencia, Madrid, de la misma. de la Naturaleza le encargó un flme. El Lisboa, Mallorca, Marsella, Bolonia y 14 Se trata del cuadro Celestina (Pi- proyecto fnalmente no saldría adelante Aviñón en Unas fotos en la ciudad de casso, 1903). y cincuenta años después, basándose en Sylvia y nuevamente Estrasburgo en En 15 Se trata del cuadro Retrato de un los mismos dibujos, Perlov realizaría el la ciudad de Sylvia. hombre tuerto (Van Gogh, 1888).

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REFERENCIAS Klein, Irma, y Uri Klein. “An interview with Da- vid Perlov (excerpts).” En Diary: David Perlov. Diary (1973-1983) [DVD]. Francia: Re-Voir Vi- Astruc, Alexandre. “Nacimiento de una nueva deo, 2006. vanguardia: la «Caméra-stylo».” En Textos y manifestos del cine, editado por Joaquín Ro- Kracauer, Siegfried. Teoría del cine. La redención maguera y Homero Alsina, 219-224. Madrid: de la realidad física. Barcelona: Paidós Ibérica, Cátedra, 1989. 2001. Merino, Imma. “La vida y nada más.” La Van- Liébana, Raúl. “Entrevista a José Luis Guerin, Luz Marina Ortiz Avilés Luz Marina Ortiz guardia, Marzo 28, 2007. http://hemeroteca. director de La academia de las musas.” El lavanguardia.com/preview/2008/07/16/pagi- espectador imaginario 68, Diciembre, 2015. na-28/56809019/pdf.html?search=perlov http:// www.elespectadorimaginario.com/la- academia-de-las-musas/ Fernández Labayen, Miguel. “Jonas Mekas y el problema de la verdad: refexiones en torno a Pedro, Gonzalo de. “Ni yo mismo sé si esto es una lo real.” En Puntos de vista. Una mirada polié- película.” Público, noviembre 27, 2007. www. drica a la historia del cine, editado por Daniel publico.es/21656/ni-yo-mismo-se-si-esto-es- Aranda, Meritxell Esquirol y Jordi Sánchez- una-pelicula Navarro, 121-136. Barcelona: Editorial UOC, 2009.

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6478

HISTORIA DE UNA BÓVEDA ALBOAIRE: LA CAPILLA FUNERARIA DE GONZALO LÓPEZ DE LA FUENTE EN EL CONVENTO DE LA CONCEPCIÓN FRANCISCA DE TOLEDO Y DE CÓMO PASÓ A LLAMARSE DE SAN JERÓNIMO1

Antonio Perla de las Parras Universidad Nacional de Educación a Distancia

Data recepción: 2019/03/05 Data aceptación: 2020/03/03 Contacto autor: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1849-4390

RESUMEN El origen de la Concepción Francisca y sus fundamentos sobre el convento de san Francisco, fun- dado a su vez sobre los Palacios de al-Mamún, conocidos como de Galiana (taifa toledana), es clave para entender la que ha venido siendo conocida desde el siglo XIX como la capilla de San Jerónimo. José Amador de los Ríos en su Toledo pintoresca, (1845) refriéndose a ella como “una capilla, en- teramente abandonada”, confundió la iconografía del retablo describiéndolo como “consagrado a San Gerónimo”. Juan Facundo Riaño, en la solicitud al Ministerio de Fomento para la declaración de Monumento Nacional (23 de abril de 1884), mantuvo y perpetuó el error. La capilla fue creada en 1422 como capilla funeraria por “Gonzalo López de la Fuente, mercador”, casado con “María Gonzá- lez” tal y como reza la inscripción escrita sobre los azulejos hexagonales (tradicionalmente conocidos como alfardones) de la base de su cúpula. En los mismos se puede leer que Alfonso Ferandes soló la capilla. En 1905 Font i Guma llamaba por primera vez la atención sobre la extraordinaria cerámica de la cúpula alboaire, atribuyéndola a los talleres de Manises. El estudio histórico realizado para su restauración—por encargo del Consorcio de Toledo— y las conclusiones tras la misma, han ofrecido importantes datos que nos ayudan a conocerla bajo una nueva perspectiva. Palabras clave: fuente, qubba, Galiana, alboaire, Font i Guma

ABSTRACT The origin of the convent of the Franciscan Sisters of the Immaculate and its foundation on the monastery of San Francisco, which was itself founded on the Palacios de Galiana, is vital to unders- tanding what has been known since the 19th century as the chapel of San Jerónimo. In his 1845 book Toledo pintoresca, José Amador de los Ríos referred to it as “an entirely abandoned chapel” and mistook the iconography of the altarpiece, describing it as “consecrated to San Gerónimo”. In applying to the Spanish Ministry of Development for it to be declared a national monument (23 April 1884), Juan Facundo Riaño made the same mistake. The chapel was founded in 1422 as a funerary chapel for “Gonzalo López de la Fuente, mercador (merchant)”, married to “María González”, as the inscription on the hexagonal tiles (traditionally known as alfardones) at the base of the dome states. The tiles also state that “Alfonso Ferandes Çoladio” tiled the chapel. In 1905 Font I Guma drew at- tention for the frst time to the extraordinary tiles in the dome, attributing them to the workshops of

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 242 Historia de una bóveda alboaire Manises. The historic study conducted for its restoration – commissioned by the Consorcio de Toledo – and the conclusions it reached, provide us with important information that allows us to look at it from a fresh perspective. Keywords: fountain, qubba, Galiana, tile-lined, Font I Guma

¿La Capilla de san Jerónimo? La Capilla de combinación del azulejo con el ladrillo, la almorrefa2 san Gregorio tan felizmente empleada en los pavimentos de muchas construcciones de Andalucía, Castilla y El 7 de abril de 1884, la Real Academia de Aragón en el siglo XV, nunca se había visto usada Bellas Artes de San Fernando acordaba elevar al Ministerio de Fomento la solicitud para que en las techumbres y bóvedas; y esto hace que sea de Antonio Perla de las Parras Perla Antonio fuera declarada Monumento Nacional la Ermita capital importancia la dilucidación de los problemas del Tránsito de Toledo. En la misma sesión, se de historia del arte con cuya solución nos brinda este proponía, además, que otro espacio fuera decla- pequeño monumento. rado Monumento: “una antigua capilla abando- Por estas breves consideraciones (…) entiende nada que existe en el Convento de monjas de la que debe ser declarada monumento nacional la Concepción franciscana y ofrece la singularidad indicada Capilla, como medio único de salvarla de de tener una cúpula interiormente revestida de una ruina que redundaría en sensible pérdida para bellísimos azulejos, ejemplar quizá único de tan la historia del arte de construir en España, todavía rica ornamentación”. La propuesta la elevaba, muy defciente.3 Juan Facundo Riaño quien frmó la solicitud de Cuando Riaño se refere a la capilla, lo hace la Academia con fecha 23 de abril de 1884. En aludiendo a su estado de abandono y de forma el texto que se aprobó mandar al Ministerio se genérica a su pertenencia al convento de la Con- decía: cepción Franciscana, y aunque habla errónea- … una antigua y olvidada capilla que solo visitan los mente del retablo como dedicado a san Jeróni- más diligentes rebuscadores de las bellezas artísticas mo, no hace uso del patronímico para denominar de Toledo. Existe dicha capilla en el convento de al conjunto, algo que ocurrirá poco más adelante. la Concepción franciscana, en el primer patio Habría de haber extrañado en algún momento la de la entrada desde la calle a la portería a mano contradicción de que, llamando a la capilla como derecha. Consérvase entre los cuartos destinados de san Jerónimo, no ostentara atributo alguno a los demandaderos; tiene un pequeño retablo del santo entre sus muros. Pero lo cierto es que dedicado a San Jerónimo, y en el muro de la derecha algo si cuadraba si pensamos que se trata del incrustada una lápida con el epitafo de D. Diego espacio funerario de un mercader de paños y lo García de Toledo, Contador del Almirante, que asociamos con el hecho de que el santo fuera rescató sesenta cautivos del poder de los moros y el patrón del gremio de tejedores y sederos en falleció a 5 de noviembre de 1537. Más no es esto lo muchas poblaciones. que realmente la avalora, sino la bóveda o más bien Hasta la fecha de su declaración, había perma- cúpula que la cubre, toda revestida interiormente necido prácticamente olvidada, reconocible úni- de azulejos, muchos de ellos de refejos metálicos camente por personajes muy contados: “rebus- y ladrillo raspado [en el original tachado], cadores de las bellezas artísticas”, decía Riaño. admirablemente combinados con otros dibujos En líneas generales, puede decirse que era citada orientales y góticos; formando como un delicadísimo en la mayoría de las guías y los volúmenes reco- y menudo alfarje, de fondo esmaltado, del más rico pilatorios de las grandezas histórico-artísticas del y armonioso efecto. El aspecto oriental y magnífco pasado de la ciudad escritos en el siglo XIX, pero de esta cúpula, revestida a principios del siglo XV, siempre de forma más que genérica, sin ahondar induce desde luego a estudiarla detenidamente, ni resaltar el valor de su cúpula. pero su interés arqueológico sube de punto cuando se considera que es quizá la única en su género en la Cuando en 1848 José María Quadrado escribe Península, sin que tenga la Academia noticia precisa el capítulo sobre Toledo de la colección Recuerdos del arte que produjo una obra tan excepcional. La y bellezas de España, a la capilla se refere de

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 Historia de una bóveda alboaire 243 manera colateral, y tras decir que en “el convento Cinco años después de la declaración, en de la Concepción…, descuella en altura su cua- 1889, Pedro Alcántara Berenguer contestaba me- drada torre arábiga…”, introduce una nota con diante un artículo publicado en la revista Toledo, la siguiente aclaración: a lo que consideraba errores de información en … en otra capilla abandonada que hay en el patio la valoración de las actuaciones de la Comisión observase una lápida de mármol blanco con esta de Monumentos en su defensa del patrimonio leyenda: “Aquí yace D. Diego Gonzalez de Toledo, toledano, y más concretamente en su interven- contador del almirante, quien mandó sacar sesenta ción y toma de postura respecto al derribo del captivos cristianos de tierra de moros, y falleció —por todos así denominado—, “llamado palacio lunes cinco de noviembre de 1537“ (Parcerisa y del rey Don Pedro”. El artículo en cuestión tenía

Quadrado 1848-1853, 416) por título: “Sobre el llamado Palacio del rey Don de las Parras Perla Antonio Pedro I y la capilla de San Jerónimo” (Alcántara Sabemos que la lauda estaba en nuestra ca- 1889, 3-5). La atribución patronímica comenza- pilla, por lo que, al nombrarla como “otra” y se- ba a asentarse en el imaginario y, así, en la guía ñalar que da al patio, la está diferenciando de la que editara el vizconde de Palazuelos en 1890, de los Francos. Hemos de presuponer, además, al referirse al convento y detenerse brevemente que entonces aun estaba abierta a la que fue la en la capilla, lo hace llamándola por el nombre antigua nave de la iglesia. Destaca también el del santo (Palazuelos 1890, 1108)6. Pero es sig- hecho de que no la llame bajo ninguna advoca- nifcativo que cuando el arquitecto catalán Font i ción y que transcriba el nombre de la lauda como Guma publica en 1905 su trabajo sobre los azule- González de Toledo en lugar de García de Toledo, jos de la cúpula —que podemos considerar como como vamos a ver después. el primer estudio de reconocimiento y análisis del Tres años antes, José Amador de los Ríos en valor de las mismas— no le ponga nombre algu- su Toledo pintoresca, al hablar del convento se no, denominándola simplemente con el nombre había referido de igual forma a “una capilla, del convento (Font i Guma 1991, 35)7. Lo mis- enteramente abandonada”, sin tampoco poner- mo ocurre con el segundo hito en el estudio de le nombre alguno. Cometía el error que luego sus cerámicas —el llevado a cabo por González arrastraría Riaño en la exposición al Ministerio, Martí, publicado por primera vez en 1929 en Va- el de confundir la iconografía del retablo, des- lencia—, que obvia nombrarla bajo advocación cribiéndolo como “un retablo consagrado a San alguna, y se limita a señalar su pertenencia al Gerónimo” (Amador 1845)4. La misma confusión convento (González Martí 1929 y 1952). sería mantenida bastantes años después (1905) Todos aquellos autores que se han detenido por su hijo Rodrigo, pues aunque no menciona el ante el retablo, aunque sea de forma concisa, lo tema representado en el retablo de forma explí- han identifcado, hasta prácticamente el momen- cita, sí que dice que la capilla está “consagrada to de la última intervención restauratoria, con a San Jerónimo” (Amador 1905) y a falta de otro San Jerónimo, sin duda arrastrando el error en la elemento iconográfco, el único que se nos ocurre identifcación llevada a cabo por Amador de los es el de la pintura mural del altar. Ríos. No obstante, en la publicación de González Son esta serie de errores los que parece que le Simancas del año 1929 el error fue parcialmente pusieron defnitivamente nuevo nombre. Resulta subsanado al reconocer correctamente el tema llamativo que la declaración como Monumento iconográfco representado en la pintura mural —frmada el 19 de mayo de 1884 y publicada como la Misa de san Gregorio; aún así mantuvo el el 10 de junio de ese año—, fundamentada en nombre de San Jerónimo para el lugar (González el informe de la Academia en el que no se le Simancas, M 1929.184)8. Por todo lo dicho, no otorgaba adscripción alguna —que de hecho se ha de resultarnos demasiado extraño que Torres transcribe a continuación de la Real Orden— se Balbás, en el tomo dedicado al arte almohade, hacía sobre la “capilla de San Jerónimo, existente nazarí y mudéjar del Ars Hispaniae (1949), se ref- en el convento de la Concepción Franciscana de riera a ella como la “capilla de San Gregorio, en el Toledo”5. convento de la Concepción Francisca de Toledo”

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Fig. 1. Alfardones de la base de la cúpula con la leyenda de su fundación (González Martí 1929). “Esta capilla mando / faser gonçalo lopes / dla fuente mercador / fgo de gudiel alfon / çotrapero para çu / enterramiento e de ma / riagocaleç su muger / a servicio de dios e / dla virgen canta mar / ia e al señor sant cr / istovl e se acabo / e la fso alfonso fe / randes soladio (o solabdo) / enel año del señor de / mill e quatro cientos / veinte e dos annos.”

(Torres Balbás 1949). Podría pensarse que fuera cerámicos situados en la base de la cúpula a fruto de un error, pero tal adscripción es la que modo de arrocabe (fg. 1). De ahí, y como ocurre parece tener mayor lógica si atendemos al tema frecuentemente, cada uno ha ido interpretando del altar con la Misa de San Gregorio, propio y y transcribiendo el texto —escrito en caracteres perfectamente acorde con el repertorio de una góticos—, de tal forma que podemos encontrar capilla funeraria, aunque su representación no casi tantas transcripciones de la leyenda como haya sido especialmente profusa en la historia. autores la refejan. No sabemos si fue González Martí el primero que fantaseó con la suposición de que el tal Gonzalo López de la Fuente fuera Gonzalo López de la Fuente “un comerciante de telas, seguramente de fa- Habrá que preguntarse porqué esa obstina- bricación toledana” que “conocía Valencia”; lo ción en colocarla bajo la advocación de San Jeró- que sí parece, es que fue el primero que lo dejó nimo. No podemos sino suponer que la relación escrito, suponemos que basándose en la propia del santo como patrono del gremio de sederos inscripción, en la que dice que era fgo de Gudiel valencianos (y de otros puntos de la geografía), Alfonso trapero (sin separación en los alfardo- fue la pista que llevó a que la identifcación y nes). De hecho, en el mismo escrito, poco más confusión tuvieran sentido, pues como es sobra- adelante tiene que reconocer que, para hacer ta- damente conocido, fue levantada como capilla les afrmaciones, “ningún antecedente documen- funeraria (o transformada, como veremos), por tal hemos hallado” (González Martí 1929, 103). un tal Gonzalo López de la Fuente, de ofcio Pero todo casaba bien9, porque, como veremos mercador, según está escrito en los alfardones más adelante, la autoría de las cerámicas de la

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 Historia de una bóveda alboaire 245 cúpula, desde el estudio de Font i Guma, había sido adscrita a los talleres valencianos; el círculo se cerraba correctamente: comerciante pañero, San Jerónimo, Valencia. Balbina Martínez Caviró dio por hecho que en la inscripción ponía que se trataba de un “mercader en paños” aunque el califcativo no aparezca en la misma (Martí- nez Caviró 1990)10. Es posible que su afrmación venga del hecho de conocer la existencia de un documento al que se refere en su posterior obra sobre la Cerámica hispanomusulmana: andalusí Antonio Perla de las Parras Perla Antonio y mudéjar (publicada al año siguiente), en el que reseña la existencia de un encargo hecho en 1497 por un mercader llamado Pedro de la Fuente a Fig. 2. Azulejo en refejo con el emblema de Fuente en un Pedro Murcí, azulejero de Manises (Martínez Ca- azulejo moldeado con forma de estrella viró 1991)11. de paños a fnales del siglo XIV y comienzos del Hay atestiguados en Toledo diferentes perso- XV podía ser sufcientemente holgado como para najes con el apellido Fuente, aunque tal y como que el deseo de reconocimiento tuviera su plas- planteaba Jean-Pierre Molénat, no parece que mación en la creación de una capilla funeraria14. todos estuvieran emparentados, al menos de manera directa (Molénat 1997)12. El comerciante Damos por hecho, aunque solo sea por pura Gonzalo López de la Fuente, patrono y fundador lógica, que los azulejos con la imagen de una de la capilla, estaba casado con María González fuente con dos surtidores con forma de cabeza y era hijo de Gudiel Alfonso de La Fuente, ca- de perro, que aparece representada en algunos sado a su vez con Mencía González. La mayor de los azulejos de la cúpula, se corresponden parte de la información fgura en la cúpula, pero con el emblema de los Fuente. Justo en el anillo además se recoge en un documento de 1412 anterior a los azulejos con el IHS (ya casi en el citado por Molénat, en el que aparecen mencio- casquete) (fg. 2), en un par de azulejos de refejo nados dos de sus hijos: Gonzalo López y Fernand con forma de estrella, aparece custodiada por lo González. Gudiel era comerciante de especias y que parece un zorro (por el cuerpo y la cola) y habría muerto en 1418 o poco antes, pues ese otro animal de idéntica envergadura y cabeza, año Mencía testó, ya viuda de Gudiel Alfonso pero diferente morfología de cuerpo y cola. En trapero, nombrándoles ejecutores del testamento este modelo, la fuente está rematada por una a Gonzalo y Fernand. También se habla de una cruz que no fgura en el resto de las representa- hermana de éstos, llamada Constanza Díaz (Mo- ciones. En otros dos modelos de azulejos, dibu- lénat 1997, 589). jada en azul sobre blanco plumbo estannífero, está enmarcada como fgura heráldica; en unos Como se ha visto, en el primer documento se azulejos con forma de estrella de ocho puntas, se cita al padre como de La Fuente, mientras que la representa dentro de un escudo perflado en en el segundo como trapero —al menos así lo azul; en otro modelo, claramente reaprovechado, recogía Molénat—, de la misma manera que en el escudo no está dibujado, sino rehundido (fg. los alfardones de la capilla. 3). Hay un tercer modelo en el que, siendo casi Podemos dudar si se refere a un nombre idéntico al anterior y también reutilizado y en azul antroponímico concreto o a su profesión (que, y blanco, no hay escudo ni dibujado ni rebajado. como es sabido, a menudo son la misma cosa), Sobre el emblema de la fuente Rodrigo Amador pues ambas posibilidades son factibles (Carande de los Ríos en una nota nos desvela que: “No 1968)13, aunque, dado el ofcio del hijo, parece hace mucho ha sido en el interior del Convento lógico lo que siempre se ha aceptado, y es que el hallado por las monjas un pequeño capitel oji- del padre fuera el de comerciante o hacedor de val, de parteluz sin duda, en el cual destaca en paños. El nivel que podía alcanzar un comerciante relieve el mismo escudo, lo cual, arguye, hubo

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 246 Historia de una bóveda alboaire de corresponder a ésta capilla” (Amador 1905, 360). Es muy probable que el capitel procedie- ra de los dos enterramientos situados en el lado oeste de la misma, en los huecos bajo los arcos apuntados que fueron horadados por la actual puerta de acceso y por una ventana, recuperados conceptualmente en la última restauración, aún permitiendo el uso como acceso. El arquitecto González Valcárcel, intervino en los años setenta del pasado siglo remarcando y recreando exte- riormente en ladrillo los arcos apuntados de los Antonio Perla de las Parras Perla Antonio enterramientos, pero por las noticias recogidas sabemos que los nichos interiores ya existían. De Fig. 3. Detalle de uno de los azulejos de Manises en azul y hecho, la apertura de uno de ellos como puerta blanco sobre cubierta, recortados y reutilizados en la cúpula, de acceso es muy anterior (fg. 4). Por otra parte, con el emblema de Fuente la ubicación espacial para albergar los sepulcros principales parece bastante lógica, pues estaban justo enfrente de la puerta (la original, la del arco que daba a la nave de la iglesia) y a la izquierda del altar.

Lauda. Diego Gº de Toledo Del patrono que la mandó edifcar no ha que- dado ni rastro físico del enterramiento (nadie hace la más leve referencia al tema), pero del que sí ha quedado un rastro es del enterramiento de otro personaje: Diego García (o tal vez Gonzalo) de Toledo (fg. 5). La fecha de referencia de la capilla funeraria —la que aparece en la inscrip- ción cerámica—, es la de 1422, lo que plantea la duda de cuáles fueron las relaciones familiares para que, en 1437, tan solo quince años después, se registrara el enterramiento de un miembro en principio ajeno al fundador. La lauda de Diego Gº de Toledo estuvo instalada, hasta fnales de los años sesenta del siglo XIX, en la pared sur, en la que en 1887 se reubicaron las yeserías proceden- tes del arco del Palacio de los Señores de Higares (Martínez Caviró 1981), siempre conocido como el “mal llamado palacio del Rey Don Pedro”. Para Balbina Martínez Caviró, apenas parecía haber contradicción en la presencia de ambas genealo- Fig. 4. Exterior de la capilla, desde la entrada al convento por gías, justifcándolo sobre la base de una especie el patio de los demandaderos, con la puerta y ventana abiertos en los huecos de los sepulcros. Todo el cuerpo inferior, inclui- de capilla compartida. Así, escribía que, “según dos los arcos, fue intervenido por el arquitecto José Manuel datos hallados en el archivo conventual (aunque González-Valcárcel no cita cuales ni da referencias para su localiza- ción), ésta pudo ser también la capilla funeraria de los García de Toledo, ya que en ella estuvieron las lápidas de dos personajes llamados Diego Gar-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 Historia de una bóveda alboaire 247 cía de Toledo. Uno fue repostero del rey Enrique, muerto en la era de 1407. El otro, muerto en 5 de noviembre de 1437 fue contador del almiran- te… Otra hipótesis sobre las lápidas…, es que procedieran de otra capilla contigua, arruinada ya en el siglo XIX” (Martínez Caviró 1990, 262). La lauda fue comprada en 1869 por el Museo Arqueológico Nacional, incorporándola a la expo- sición permanente15. Cómo y cuándo salió exac- tamente de la capilla lo desconocemos, pero en

1857 aún debía permanecer en su lugar a tenor de las Parras Perla Antonio de las palabras de Rodrigo Amador de los Ríos: “En el año de 1844, y todavía en el de 1857, exis- tía empotrado en el muro de la derecha de esta Capilla, una lápida sepulcral, de mármol blanco” (Amador 1905, 360). También advertía en una nota, del error co- metido en el montaje de la lápida y el blasón en el Museo, ya que habían sido instalados con la primera arriba y el segundo abajo (Amador 1905, 361). Sus palabras fueron escuchadas (o mejor dicho leídas), pues cuando se procedió a su res- tauración en el año 2005 —para ser llevada a la Exposición celebrada en México sobre la España Fig. 5. Lauda de Diego Gº de Toledo Contador del Almirante, 5 de octubre de 1437 (Museo Arqueológico Nacional, Madrid, Medieval y el legado de occidente—, el montaje Expediente de ingreso 1869/11, Nº inv. 50099, Dimensiones era el correcto, con el blasón encima de la lauda, 92,5 x 60,4 cm) el mismo que presenta en la actualidad16. Con la inscripción de la lauda ha ocurrido lo la titula “Lápida sepulcral de Diego García de To- mismo que con las inscripciones de los alfardo- ledo”. Desconocemos el porqué de este cambio nes en el arrocabe: su lectura ha dado también en la interpretación del segundo nombre, pues juego a diversas interpretaciones (Amador 1905, el texto se limita a la fcha con una breve des- 19 361)17, fundamentalmente en lo que respecta a cripción (Franco 1980) . Es probable que Balbina la transcripción del nombre segundo del fnado, tomara de aquí el nombre de García (Martínez pues está escrito con una abreviatura: Gº. En su Caviró 1990, 262), que en el Catálogo de la Ex- transcripción en la Toledo Pintoresca, Amador posición celebrada en México volvía a repetirse 20 de los Ríos la interpretó como González y la se- (VV.AA. 2005) . ñaló, por lo tanto, como perteneciente a Diego Para intentar aclarar algo la cuestión, hemos González de Toledo (Amador 1845)18. Lo mismo de señalar que los García de Toledo tuvieron sus leyó José María Quadrado, o de lo mismo se hizo casas principales muy cerca, en la colación de la eco, y así, en su obra sobre Toledo, atribuye la Magdalena —donde está el que se conoce como sepultura al mismo hombre. Después, como la Corral de Don Diego—, y donde se ubicaba la lauda fue arrancada de la capilla parece que la Alcaicería de los Paños. El primer Diego García memoria del enterramiento se difumina. Amador de Toledo, de la dinastía de los García de Tole- de los Ríos hijo habla de su existencia en 1905, do, tuvo una gran actividad política y militar muy tal y como ya hemos visto, pero se limita a trans- cercana a la corona, ejerció el cargo de Almirante cribir la inscripción tal cual, con la abreviatura. Mayor de la Mar entre 1302-1309 según unos Pasado largamente el tiempo, en el Catálogo de autores (Moxo 1981, 459-460) y entre 1308- escultura gótica del Museo Nacional (1980), en la 1311 según otros (Pérez Bustamante 1991). Para fcha correspondiente a la lauda, Ángela Franco Salvador de Moxó se trató de “una de las fguras

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 248 Historia de una bóveda alboaire más notables de Castilla en los primeros años del Diego García V había casado con Margarita siglo XIV” (Moxo 1981). Diego García de Toledo Manuel (o Villena), hija de Enrique Manuel de I casó con Mari García, García Gudiel según in- Villena y descendiente del famoso infante don forma Rojas (Rojas 1636). Tras una compleja vida Juan Manuel. Murió en 1422, año en el que se de alianzas a diferentes bandos, murió ejecutado instituye la capilla, al menos según el texto de los por orden del infante D. Juan Manuel y, según alfardones. En El Becerro General se dice que el las crónicas, evidentemente noveladas, su cadá- García de Toledo casado con Margarita Manuel ver fue arrojado desde el alcázar al convento de “tiene su enterramiento en el monasterio de San San Francisco, donde había expresado su deseo Francisco en la ciudad de Toledo”23. Fue padre de ser enterrado. En su testamento, otorgado en del Diego García que sería el VI –apodado poste- Córdoba en 1319, dejó escrito: riormente “el Viejo”–, que matrimonió con otra Antonio Perla de las Parras Perla Antonio ….mando que si acaeciere mi muerte en la frontera, Ayala –Elvira– hija de Diego López de Ayala señor que lleven mi cuerpo a Toledo equelo entierren de Cebolla y de Guiomar Barroso. enel Monº de los frailes de S. Frco en el Cubillo en Cabe pensar que Gudiel Alfonso de la Fuente esta guerra: guardando los frailes e el convento el fuera descendiente del primer Diego García de mi enterramiento según que conmigo pusieron e Toledo, casado con María Gudiel, aunque no apa- sabe el ministro D. Ferran Perez e muchos frailes rezca en las genealogías. También que alguno de de la orden e Mari Garcia mi mujer ordenare que los hijos no principales de Diego G de Toledo VI y sea para la mi honra, e que me entierren como e Elvira Ayala, sea al que le pertenece la lauda del fagan aquello que fuese mi honra e que labre en Museo, pues dos de ellos fguran con el mismo el Cubillo lo que quisiere. E que si los frailes non nombre Diego G de Toledo, y que, realmente, qisieran facer e non avinieran con Mari Garcia a la capilla ya tuviera enterramiento de los García darme la sepoltura do ella quisiere mando que me de Toledo desde bastante antes. Por otra parte, entierren en la Iglª de S. Magnª de Toledo que es retomando la línea de los Fuente, Molénat recoge cerca delas mias casas en d yo moro, en la Capilla que de los dos hijos varones de Gudiel y de Men- do yace mio linage21. cía, Gonzalo López de la Fuente tuvo ocho vásta- Es de destacar la referencia al cubillo, pues gos, tres de ellos mujeres: Teresa, María y Catalina parece bastante evidente que se está refriendo de la Fuente. Solo Teresa se casó y lo hizo con un a una qubba. Diego García —de ahí que adoptara el nombre de Teresa García—. Este Diego García murió en Avanzando en la dinastía, Diego García III, 1437 y al parecer fue contador del almirante de apodado “el Mozo”, en el enfrentamiento entre Castilla, por lo que a Teresa se la conoció con el Pedro I y Enrique II, se situó al lado de éste últi- apodo de la contadora (Molénat 1997, 588-589). mo. Debió morir pronto, pues su hijo, también Parece bastante evidente, por lo tanto, que éste apodado “el mozo”, tomó posesión de parte de sea el vínculo. sus bienes en 1373. Este Diego III había casado con una prima tercera llamada Teresa García, hija de Fernández Barroso. El hijo de ambos, Diego El origen arquitectónico de la capilla García IV, murió en la batalla de Aljubarrota en Los orígenes del convento de la Concepción 1385. Una de las posesiones más preciadas de Francisca y sus fundamentos sobre lo que fue estos García de Toledo es la de Magán, donde el convento de San Francisco, fundado a su vez establecen un monopolio sobre la explotación y sobre parte de los Palacios de Galiana —o lo que comercio de la greda, utilizada para el abatana- es lo mismo, sobre la primitiva alcazaba árabe—, do de las lanas. Ya en época de Diego García han sido ya machaconamente referidos a lo lar- VI, un mandamiento de 1448 establece “que los go de más de siglo y medio de escritos24, entre ofciales de justicia no permitan sacar greda en los que el estudio de Balbina Martínez Caviró el arcedianato de la ciudad de Toledo a ninguna sobre los Conventos de Toledo, vino a poner persona salvo a Diego García de Toledo, según una especie de punto y aparte, ordenando con la merced otorgada a su favor por Juan II, rey de un soporte científco las diversas informaciones. Castilla”22. Quedan, no obstante, abundantes cuestiones por

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Fig. 6. Ibáñez Ibero, Topógrafo: Valentín Álvarez (Instituto Geográfco y Estadístico, Trabajos topográfcos, Provincia de Toledo, Toledo, Convento de la Concepción, 18 de enero de 1882, revisado en 6 de Marzo de 1882. Centro Nacional de Información Geográfca, Ministerio de Fomento, 170) dilucidar, pues muchas de las noticias siguen sin supuesto en el sentido histórico), es en realidad estar plasmadas sobre planimetrías que permitan de una construcción que formó parte del con- conocer los límites de cada uno de los espacios vento de los franciscanos. Probablemente haya en sus diferentes períodos: el de la alcazaba, el sido ésta la razón principal que llevó a que los del convento de los franciscanos, el de Santa Fé, primeros estudios obviaran su ubicación. Autores el de San Pedro de las Dueñas, el de la Concep- como José Amador de los Ríos, no se plantean ción25. Se trata de una situación que va siendo su, en principio, anómala existencia separada de lentamente revertida y de la que un buen ejemplo la iglesia; de una iglesia que, además, es un siglo es Santa Fe, del que recientemente con su reaper- posterior. Así, al referirse al acceso, lo hace dicien- tura como Centro de Arte Moderno y Contem- do que es por el patio de la entrada a la iglesia poráneo, sede de la Colección Roberto Polo, la (Amador 1845, 181). Algo parecido a lo que, po- UCM en colaboración con la Junta de Castilla-La cos años después, en los Recuerdos y bellezas de Mancha ha elaborado diferentes materiales para España describe José María Quadrado, cuando se refere a ella como la capilla abandonada que ayudar en la interpretación del conjunto, coordi- hay en el patio (Parcerisa y Quadrado 1848-1853, nados por Juan Carlos Ruiz Souza26. 416). En realidad, es Rodrigo Amador de los Ríos Cuando hablamos de los espacios que ocupa- quien habla directamente del “antiguo templo”, ron las monjas de la Concepción, pensamos auto- reconociendo que la Capilla de Santa Catalina era máticamente en los del convento actual, y cuan- la Capilla Mayor de la iglesia de los franciscanos, do hablamos de la capilla tendemos a hacerlo en que tenía una nave central —en el espacio que esa clave, a pesar de que, cuando menos (por hoy hace de patio de acceso a la iglesia de las

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 250 Historia de una bóveda alboaire concepcionistas—, con otras capillas a los lados. norte sur; sobradamente conocido es el caso de En el lado del Evangelio, las cuatro que existieron la ermita de Cuatro habitan, en Bollullos de la Mi- se corresponden con las dependencias de la casa tación, Sevilla, en la que, aunque la construcción de los demandaderos y con la de los Fuente. La no está fechada con exactitud, hoy se sabe que se actual torre formaría parte de la iglesia francis- asienta en una mezquita (de ahí su orientación), cana que, según él, habría que datar a fnales levantada en época almohade—entre los años del siglo XIV. 1198 y 1248—, basándose sobre todo en el que Orientado, no con perfecta exactitud, de Norte a fue su alminar (Barrucand y Bednorz 1992, 158). Sur, constaba aquel templo, a juzgar por lo que de él La misma evidencia, o similar, parece justifcar subsiste, de una sola y prolongada nave, claramente la orientación de la iglesia de los franciscanos y

Antonio Perla de las Parras Perla Antonio señalada, con un cuerpo de capillas, a cada lado, el que el Convento de la Concepción, en cuan- de fundación particular, el cual se extendía quizás, to pudo, construyera una nueva iglesia con la más hacia el declive del costado de Levante que al disposición adecuada, renunciando a ampliar la opuesto. Conservase en la cabecera, que toca ya existente, a pesar de que eso signifcara la nece- con la clausura, lo que fue Capilla Mayor, y lleva sidad de salvar un considerable desnivel. No ha nombre de Capilla de Santa Catalina, aunque está ya de extrañarnos lo más mínimo la existencia previa abandonada y sin uso, sirviendo de paso a la actual de una edifcación musulmana —posiblemente iglesia. Sobre el manchado muro, exterior hoy, y por un pequeño oratorio, una madrasa o ambas a la bajo de las denegridas celosías de las religiosas27, vez—, pues recordemos que tanto este convento, voltea tristemente el arco toral, ojivo… como el de Santa Fe, el desaparecido de San Pe- Por el costado del Evangelio, trepa una escalerilla de dro de las Dueñas, el Hospital de Santa Cruz y el madera, que conduce a otro locutorio del Convento, también desaparecido convento de Santa María, 30 dando así en su soledad muy triste aspecto a se asientan en el lugar que ocupaba la alcazaba . aquella sombría y húmeda Capilla cuya bóveda, En el plano de Toledo de Francisco Coello de resaltados nervios, pintada de vivos colores, (1858), el lugar de la capilla se identifca como proclama corresponder al siglo XIV. “capilla árabe”, de igual forma que en el plano La escasa altura con que en la actualidad se ofrece, de 1882 de José Reinoso. Es cierto que esto tam- acredita que el pavimento ha sido levantado, y que poco puede considerarse determinante de nada, su nivel hubo de estar más bajo aún que el del pues en aquellas fechas, los conceptos de arte callejón a cielo descubierto en que la nave se halla mudéjar, árabe, mozárabe, morisco, estaban es- convertida (Amador 1905, 357-358). casamente defnidos y eran ideas que aún tarda- rían unos años en estructurarse con una mediana Desde luego, es esta una hipótesis que poco claridad —quizás no tanto para las fechas del margen de discusión tiene —me refero a la del plano de Reinoso pero sí claramente para las de espacio que ocupó la iglesia franciscana, por Coello—, pero señalan en una evidente dirección supuesto— y mirando los planos del convento, (Soto y Perla 2016). sobre todo los topográfcos de Ibáñez Ibero, le- vantados en 188228 (fg.6) y los de López Torres y Ramos de 1932 (VV.AA. 1932, T. III), e incluso los Alfonso Ferandes Soladio de José Manuel González Valcárcel de los años Al menos parte de la explicación a lo que ocu- 70 del pasado siglo29, resulta difícil no pensar en rrió con el devenir de la capilla, tal vez la podamos ello como una realidad. La anómala orientación encontrar, una vez más, en el texto que recorre la norte sur de la iglesia, a la que aludía Amador base de la cúpula. La interpretación del pasaje en de los Ríos suavizada con ese “no con perfecta el que pone “e la fso Alfonso Ferandes Çoladio”, exactitud” (de todos es sabido que según los cá- también ha dado pie a diferentes disquisiciones. nones de la Iglesia debería ser de este a oeste), Algunas de ellas verdaderamente fantasiosas, es sin duda la clave que ha llevado a muchos a como la de Pedro Alcántara, que llegó a barajar rechazar la posibilidad de que hubiera habido una la posibilidad de que el maestro Alfonso Fernán- iglesia franciscana en tal espacio. No es el único dez Soladio fuera hijo o descendiente del maestro ejemplo conocido de una iglesia con orientación de obras, cantero, de la catedral sevillana, Diego

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Fernández, que trabajara para Enrique de Trasta- mara; o del maestro portugués José Fernández encargado junto a Basco Bras de la construcción en 1373 de las murallas de Lisboa (Alcántara 1889). Siguiendo la misma línea argumental, Pala- zuelos le otorga sin más el título de arquitecto, manteniendo el nombre completo, con sus dos apellidos apelativos y ya prácticamente desde en- tonces todos hablarán del maestro Alfonso Fer- nández Soladio. No puede menos que sorpren- de las Parras Perla Antonio dernos, pues la referencia nos resulta demasiado evidente, pero hasta 1991, en la obra de Balbina sobre la cerámica hispanomusulmana (Martínez Caviró 1991, 202), no encontramos que nadie hable de la que consideramos correcta lectura de la frase, que es la de que Alfonso Fernández soló la capilla. Y léase por solador lo mismo que Fig. 7. Panel de azulejos de la solería original de la capilla de Fuente, Manises (Museo Arqueológico Nacional, Nº de Inven- alicatador. Una vez más puede parecernos un ma- tario: 60064). Alfardones con el emblema Fer be y azulejos tiz poco sustancial, pero su trascendencia va más con la roseta gótica. De las cuatro rosetas góticas, tres están allá de lo anecdótico. Hemos de pensar que si en formadas por mitades, solo una está entera y de las esquinas exteriores, solo el triángulo superior derecho es una pieza rea- el texto está refejado el nombre del patrono, el lizada ex profeso, el resto son recortes. Esto delata que se trata de su mujer, su padre, el del solador, y ninguno de una composición realizada con restos, probablemente los más, es que no había nadie más que consideraran perimetrales del suelo, de ahí su buena conservación merecedor de quedar inmortalizado. Lo que nos lleva a plantearnos que, puesto que el que quedó Balbás debió de tenerlo totalmente claro, pero para la posteridad era solador, o alicatador, tal el caso es que en el Ars Hispanae (1949), pu- vez fuera porque no se levantó de nueva planta, blica junto a la imagen de la cúpula de Toledo, sino que lo que se hizo fue una transformación la fotografía con la solería que se conserva en (probablemente de qubba a capilla), realizando, o el Museo Arqueológico Nacional. Se trata de un más bien rehaciendo, la cúpula con las cerámicas; pequeño panel que recrea una solera de azulejos los alicatados de la solería; y las pinturas murales hexagonales con azulejos cuadrados en los cen- del retablo31. tros. Las piezas son valencianas, los alfardones muestran el emblema Fer be (hacer el bien), bas- En este punto, no es fácil dar con una expli- tante común en otros suelos de la misma época, cación respecto a la razón por la que, en nin- y la fcha de Sala únicamente dice que se trata guna de las obras del siglo XIX que mencionan de un panel, no de una solera, que pertenece al o tratan de ella, se recoja noticia alguna sobre Convento de la Concepción Franciscana de Tole- la solería original, máxime entre aquellos que do32 (fg. 7). Este ejemplo de Toledo cuenta con le demuestran su mayor admiración y reconoci- un antecedente muy cercano, pues en torno al miento como monumento singular. Ni Amador año 1410, los Heredia encargan para la capilla de los Ríos (Amador 1905), ni Font i Gumá (Font i del castillo de Mora de Rubielos un pavimento Guma 1905), cuyas obras se publicaron el mismo en el que se combinan los temas heráldicos con año, hacen mención específca a las cerámicas los alfardones con el emblema fer be realizados del suelo. Tampoco González Martí en su primer trabajo de 1929 hace referencia alguna, y no es en azul y blanco con fondo punteado y hojas de hasta la publicación de la cerámica del Levante perejil (Coll 2009, 106). español, en 1952 (González Martí, M. 1929 y Según la fcha del registro de entrada, los azu- 1952), cuando escribe la primera referencia, aun- lejos del Museo Arqueológico le fueron vendidos que no de forma contundente. Tampoco Torres en 1933 por Anastasio de Páramo y Barranco (el

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Fig. 8. Copia de las frmas en grafto de la cúpula (ver fgura Fig. 9. Azulejo de la cúpula con la invocación La ilaha illa ilah: 11) No hay más divinidad que Allah, no hay nada ni nadie que deba ser adorado excepto Allah (Allah deriva de Al-ilah que textualmente signifca El Dios) Conde de Benacazón), por 17.500 pesetas33. Que Anastasio Páramo estuvo en la capilla de Toledo, azulejos, hay tres en azul sobre cubierta plumbo lo atestiguan dos graftos con su nombre escri- estannífera y recortados, claramente reaprove- tos en la cúpula: A.PARAMO34 (fg.8). Azulejos chados, uno con la representación de un conejo hexagonales de Manises con el lema “Fer be”, registrados con idéntico origen, se encuentran o una liebre y otros dos con el escudo de los repartidos por diferentes museos y colecciones, Fuente; los tres son indiscutiblemente de Mani- en número tal que resulta perfectamente asu- ses. Ninguno de ellos tiene el mismo fondo, pero mible pensar que se trata de la cerámica que pueden relacionarse perfectamente con los del cubrió su suelo y que no solo fue desmontada, suelo, siendo a su vez ostensiblemente diferen- sino también dispersada. En el Museo de Artes tes a los del resto de la cúpula, por lo que no y Costumbre Populares de Sevilla se conserva un resulta difícil pensar que fueran reutilizados en alfardón con el emblema “fer be”, procedente el momento del solado. Marcan, por lo tanto, del convento de la Concepción Francisca de Tole- una evidente diferencia e introducen una duda do, que formaba parte de la colección particular temporal y de procedencia38. de Rafael González Abreu, donada al Museo de Sobre la presencia entre los azulejos de textos Bellas Artes de Sevilla en 192835. En la Fundación en árabe con las llamadas a la oración —La ilaha Valencia de Don Juan también existe un fragmen- ila ilah— y la invocación a Alá —Ala Akbar— cuya to del suelo (Martínez Caviró 1991, 205)36. En el transcripción es “El principio Dios, antes nada” Keramikmuseum Princessehof fueron deposita- (fgs. 9 y 10), se ha argumentado que se trata del dos dos azulejos hexagonales con idéntico lema, resultado de la mano de obra mudéjar y de la per- que pertenecieron a la colección van Achterbergh vivencia de sus tradiciones, restándole importancia 37 y cuyo origen parece ser también el mismo . y signifcación, como si no fuera trascendente el Cuando Font i Gumá la visitó, casi con toda hecho de que se encuentren en una capilla cris- probabilidad vio el solado de azulejos, sin embar- tiana. Considerando que esto es algo poco soste- go, no hizo ninguna alusión específca al mismo nible, solo se me ocurre una justifcación para ello contrastándolo con la cerámica de la cúpula. La y es la de su existencia anterior; como parte de la historiografía ha venido recogiendo sin más sus cúpula de una qubba; o como material recuperado palabras, y prácticamente ha olvidando la exis- de una edifcación, igualmente anterior. tencia de un suelo que acabó por desaparecer. La afrmación por extensión de que las cerámicas La cúpula de la cúpula sean de Manises (al menos en su totalidad), iniciada por Gumá, tal vez haya de A lo largo de los años transcurridos desde que ser revisada con sumo detenimiento. Entre sus se descubren sus valores en el siglo XIX, la atrac-

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Fig. 10. Azulejo de la cúpula con la invocación en árabe Ala Akbar que puede traducirse como “El principio es Dios, antes nada” Fig. 11. Detalle de la cúpula con la frma en grafto de A. Pá- ramo, en el ángulo inferior izquierdo de la imagen. Junto a ción ejercida por la composición de la cúpula no un nombre, también en grafto, y en árabe, el nombre de al- guien de quien desconocemos su identidad. El mismo nombre ha dejado de suscitar frases de admiración, y la aparece en el ángulo superior derecho. En la misma imagen, consideración como una pieza única de nuestro en el ángulo inferior derecho, se ven los restos de los trazos patrimonio. Pero si elogios ha recibido, desde en imitación de la armadura de madera (Fundación Amatller. luego los mayores le han venido de la mano de Arxiu Mas, nº 02627001, 1934) los estudiosos de la cerámica, comenzando por los de Riaño en la exposición para la propuesta cromada (fg. 11). Esta policromía seguramente de declaración como Monumento Nacional que fue juagueteada en alguna de las intervenciones veíamos al principio de este texto, pasando lue- de los años setenta del pasado siglo, con un tono almagra generalizado que es con el que nos la go por Font i Gumá (Font i Guma 1905)39 y algo encontramos antes de comenzar la restauración. después por González Martí. Todavía a fnales de los cincuenta debía ser suf- Con todo, resulta cuando menos curioso, cientemente visible, tanto como para que Torres comprobar cómo puede cambiar la percepción Balbás la describiera con cierta precisión, afnan- de un objeto y atestiguar cómo, tras la pérdida de do hasta describir el flete dorado que recorría el parte de sus elementos, podemos acostumbrar- centro de las calles (Torres Balbás 1949)40. Pero nos a contemplarlo como si dichas partes fueran en los años setenta fue ocultada defnitivamen- prescindibles, como ha sucedido en cierto modo te. Aunque la publicación de su estudio se hizo con el espacio que analizamos. A lo largo de la veinte años antes, González Martí no contempló segunda mitad del pasado siglo, se fue perdiendo la existencia del acabado primigenio y se lanzó en —salvo lógicamente en los huecos donde está la 1929 a buscar una justifcación e interpretación cerámica—, la terminación estucada y policro- a la organización del ladrillo que da forma a la mada que recubría la bóveda en simulación o cúpula, no solo en su función estructural, sino en fngimiento de un entramado de madera poli- la estética, como si fuera una fábrica destinada

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Fig. 12. Detalle de la parte superior de la cúpula, la zona del casquete, tras la restauración, con el fngimiento de la traza de madera

a ser vista (González Martí 1929)41. Desde ahí, también de Tordesillas, aunque de fechas más las posteriores afrmaciones —saltando el tex- avanzadas (VV.AA. 2000). En la ciudad de Sevilla to de Torres Balbás—, olvidaron la realidad del existen algunos paralelos aún más interesantes, estucado y el hecho de que se tratara de una sobre todo el de la capilla de la Quinta Angustia cúpula en imitación de un artesón de lazos, ali- de San Pablo, edifcada alrededor del 1400, en mentando una lectura reduccionista que contri- la que los espacios rehundidos de los casetones buyó a su ocultamiento. La excelente defnición fueron pintados imitando azulejos, con temas he- de las fotografías del Archivo Mas de Barcelo- ráldicos, atauriques y demás. Torres Balbás supo na, tomadas en 193442, nos permitieron ver los apreciar aquí también cómo “el color completaba estucados y las policromías y, en la restauración la decoración” en todas estas cúpulas que hoy se última (2007-2009), recuperar los restos que aún nos muestran blancas (Torres Balbás 1949, 290). se conservaban y devolverle el aspecto con el que fue concebida (fg. 12). En lengua árabe Albuháyra, Alboaire en el árabe hispánico, es la voz correspondiente a la En cuanto a que se trata de una pieza excep- labor que se hacía en algunas cúpulas, en las cional no nos cabe duda, pero su particularidad que se empleaba la cerámica como ornamento: viene dada, sobre todo, por la singularidad de armaduras o cúpulas guarnecidas con azulejos. presentar los espacios que harían las veces de La existencia de un término concreto que las de- casetones con cerámica vidriada y de refejo y la fne nos indica que no debieron de ser algo tan de haber sustituido el entramado de madera por excepcional, y aunque éste sea el único ejemplo un fngimiento realizado con ladrillo, estucado que conocemos en la Península, hemos de pensar y policromado. De los lenguajes del denomina- que la práctica de su construcción era conocida, do mudéjar, en Castilla León se conservan varios algo que por otra parte no hace sino aumentar, si ejemplos de cúpulas u ochavas de madera, algu- cabe, su valor, al situarla como el único ejemplar nos de ellos especialmente espectaculares, como conservado. el que forma la cúpula octogonal de la iglesia de San Facundo de Cisneros (Palencia); el del presbi- Capítulo aparte es el de la singularidad de sus terio de la Iglesia de San Facundo y San Primitivo cerámicas, atribuidas a los talleres valencianos de Tordesillas; o el del convento de Santa Clara, de Manises desde que Font i Gumá así lo dedu-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 Historia de una bóveda alboaire 255 jera, pero en cuyas representaciones y motivos de que dentro de la abundancia de las cerámicas hay elementos que nos producen una sensación de refejo dorado que pueblan la cúpula y que se contradictoria, como de que algo no acaba de combinan con las azul y blancas, pueden verse encajar en el conjunto. Algunos autores han de- diferentes refejos; plateados, dorados y cobrizos, jado traslucir esta sensación en sus textos, como lo que delata, al menos, facturas diversas. Las Torres Balbás, que solventaba el asunto con un cerámicas de refejo fueron siempre símbolo de “seguramente valencianas” (Torres Balbás 1949, poder y riqueza y el juego que aquí generan con 290). Por su parte González Martí justifcaba la los destellos de la luz, se convirtió en uno de los procedencia valenciana citando un documento elementos claves que llevó a la admiración de publicado por Riaño entre sus notas sin mayores curiosos e investigadores. referencias: una carta de 1422 en la que Juana Exteriormente, una de las cuestiones que se de las Parras Perla Antonio de Aragón le encargaba a la abadesa de Santo discutieron en la restauración de la capilla, fue la Domingo el Real unos azulejos de Toledo. Como de si había de considerarse o no original la cu- en el documento no se menciona el color azul, bierta de plomo. Atendiendo a la fecha de 1422 supone que en tales fechas en Toledo no se em- en que se levanta o refunda, hemos de pensar pleaba este color en la cerámica, de ahí, y según que su aspecto exterior no debía ser el mismo su conclusión, que se encargaran los de la cúpula que hoy ofrece, al menos en lo que respecta a a Valencia (González Martí 1929, 73). la cúpula, pues en ese momento es extraño el Uno de los argumentos que más ha pesado en empleo de plomo en las cubriciones en la Penín- la identifcación, es el de la existencia de las cerá- sula, y hemos de suponer que al exterior tendría micas de la torre de la catedral —en la parte que un acabado de revoco de cal, tal vez puzolánico se corresponde con las obras realizadas bajo el ar- para asegurar su impermeabilización. La actual zobispo Martínez de Contreras (1424-1434)—, y cubrición de plomo, debió ser colocada a partir en las de los pies del retablo mayor. Los de la torre del siglo XVI para subsanar algún problema de fueron colocados en 1429 y curiosamente algu- penetración de agua. nos de ellos presentan el emblema del gremio de A la Academia de San Fernando, llegaron en- tejedores de lana y otros el lema del ferbe. Los tre los años 1902 y 1904 repetidas solicitudes de la parte baja del retablo mayor son bastante sobre el mal estado de la cubierta, denunciando posteriores, pues se colocaron alrededor 1500. el deterioro que la entrada de agua estaba cau- Estos azulejos y alfardones son evidentemente sando en el monumento. En 1902 era la propia valencianos, sin género de dudas, como lo son Academia la que le solicitaba al vicepresidente los del suelo de nuestra capilla, con los que guar- de la Comisión Provincial de Monumentos que dan gran similitud. También existen similitudes empleara el dinero recaudado de las entradas con los alfardones del arrocabe que contienen la para restaurar la cubierta, sin especifcar con inscripción, piezas estas que no parecen ofrecer que material estaba recubierta43. En los escritos tampoco duda sobre su origen valenciano. remitidos por la Comisión a la Academia en julio Pero si miramos a la cúpula, una buena parte y septiembre de 1904, reclamando una actua- de sus azulejos se nos muestran con unas formas ción urgente, al mencionar que algunas habían y unas composiciones que nos cuesta identifcar sido arrancadas por el aire, se especifcaba que se automáticamente con las valencianas. La mayoría trataba de planchas de plomo44. Pero si hacemos parece que está conformada en el bizcocho, es caso a González Martí, no debían ser de plomo, decir modelada con las diversas formas y luego vi- sino de zinc, y habrían sido colocadas en una driada —bajo cubierta—. Sin embargo, hay algu- intervención llevada a cabo en 1890 (González nas piezas en las que se ve con bastante claridad Martí 1929, 66)45. Si realmente las planchas fue- cómo están recortadas después de cocidas. Una ron de zinc, difícilmente pudieron ser colocadas de estas, curiosamente, es un azulejo de los de la antes del último tercio del siglo XIX —que es serie llamada de huesos, presente precisamente cuando comienza a emplearse—, por lo que no entre los de la catedral y de clara fliación mani- sabemos qué habría antes de 1890. El plomo de sera. Tampoco puede pasarnos por alto el hecho la cúpula podía datar de esa fecha, ser anterior,

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 256 Historia de una bóveda alboaire unos 140 centímetros aproximadamente, unos durmientes de madera incrustados en la fábrica de la cúpula delimitan un casquete superior en- lucido con yeso y acabado de forma redondeada, como si se tratara de una terminación realizada en un segundo momento respecto al arranque de la cúpula. Se ajusta, por lo tanto, a la descripción que hace Rodrigo Amador de los Ríos de una planta octogonal que acaba transformada en un casquete semiesférico. Pero este autor elude la difícil explicación de estas formas y de las diferen- Antonio Perla de las Parras Perla Antonio cias existentes en los ajustes de los azulejos que soportan cada uno de sus tramos, haciéndolas constar sin más, sin esbozar mayores hipótesis. Por supuesto, no plantea la posibilidad de que se deban a una construcción en diferentes mo- mentos ni a la posible existencia de una cúpula anterior a la transformación del espacio como capilla funeraria (Amador 1905)47.

La misa de San Gregorio

Fig. 13. Arranque exterior de la cúpula, con forma octogonal En el lado norte, una pintura mural muy de- claramente marcada y revestida con un mortero de cal po- teriorada representa en el centro la Misa de san siblemente puzolánico. Fotografía del autor, tomada durante Gregorio, aquella que confundieran iconográfca- los trabajos de restauración, cuando se desmontó el recubri- miento de plomo mente y le diera el nombre equívoco. Cierto es que no es un tema iconográfco especialmente prolífco en las representaciones de la península o ser producto de alguna de las intervenciones —aunque sí lo es en la pintura famenca y en los llevadas a cabo por González Valcárcel, pues en la grabados del siglo XV—. Memoria de agosto de 1971 proponía el “levan- tado de las cubiertas en claustro, capilla y galerías La iconología de la misa de San Gregorio cuen- de patio”, y en junio de 1973 volvía a proponer ta la leyenda de un monje que murió sin que se la reparación de cubiertas46. le ofciaran los sufragios por su alma. Treinta días después del fallecimiento, estando celebrando Finalmente, en el desarrollo de los trabajos de misa, Cristo resucitado se le apareció a San Gre- restauración de los años 2009 y 2010, se des- gorio para decirle que si se hubieran celebrado montó el plomo que cubría la cúpula, que se los sufragios durante ese periodo de tiempo, el encontraba en muy malas condiciones, y se sus- alma del monje ya habría salido del Purgatorio. tituyó por otra cubierta de idénticas condiciones Se trata por lo tanto de la justifcación para la y material. Al levantar las planchas se constataron celebración durante los treinta días posteriores al varios hechos. En primer lugar, que la base de fallecimiento, de las llamadas misas gregorianas, la cúpula es octogonal y que está revocada con un tema especialmente indicado para una capilla un mortero de cal de color rojizo, con almagra, funeraria (fg. 14). probablemente un mortero puzolánico (fg. 13). A ambos lados del tema central, se representa La forma octogonal está perfectamente marca- la Anunciación, con la Virgen en el lado de la de- da y aristada, pero solo se conserva una franja recha y el ángel anunciador en el de la izquierda irregular, cortada, que oscila entre los 50 y los (según se mira de frente). Ambas escenas están 80 centímetros. Sobre ella, se solapa un enlucido especialmente perdidas, sobre todo la del Arcán- grueso de yeso, en el que se pierden las formas gel San Gabriel, pero en ellas es posible aún reco- aristadas en pos de una forma redondeada. A nocer fguras como la de los donantes que hemos

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Fig. 14. Pintura mural en el paramento norte con la represen- tación de la misa de San Gregorio en el centro y la Anunciación a los lados de suponer eran Gonzalo López de la Fuente y María González. Las noticias sobre las pinturas son confusas, comenzando porque los diferentes autores que sobre ellas han tratado no se ponían de acuerdo Fig. 15. Arco de conexión entre la capilla y la primitiva nave de con la época en que fueron realizadas, a pesar la iglesia (Amador de los Ríos 1905) de que todo parece indicar que todo el conjunto funerario es coetáneo. En lo que sí que coincidie- ta Toledo se refería a la linda celosía que también ron casi todos los autores es en denunciar que su hemos descubierto (Alcántara 1889, 3-5) (fg. estado de conservación era muy malo, un estado 15), lo que hace pensar que, con el abandono, sin duda provocado por el abandono y por tratar- vino la apertura de la puerta exterior por los arcos se de pinturas en seco sobre yeso. Los dorados de los enterramientos (la actual puerta, en el lado de coquilla (de pincel, no de pan de oro) sobre oeste) y el cierre de su acceso natural. Entre los los rojos de las casullas, con dibujos vegetales años 1889 y 1890 con las obras de restauración, damasquinados, y las carnaciones de los rostros, según atestigua Amador de los Ríos, se procedió hablan de unas pinturas con un importante grado a la apertura de la puerta original a la nave, de- de calidad. rribando el muro que cerraba el vano. Es de planta cuadrada, y presenta en el muro, por Arco y celosía donde comunicaba con el cuerpo de la iglesia, Desconocemos cuándo la capilla fue abando- grande arco de herradura descubierto en 1889. nada, si lo fue en el momento en que se abrió al En él, como residuo de la verja de madera que le culto la iglesia de las concepcionistas o tiempo cerraba y hubo de ser por ventura semejante a después (Palazuelos 1890)48. Lo que sí podemos los batientes de celosía advertidos en el Patio del constatar es que ya en las primeras décadas del Laurel, al interior del Convento de Santa Isabel de siglo XIX se encontraba “enteramente abando- nada”, como la describió José Amador de los Ríos los Reyes, —conserva la parte correspondiente al (Amador 1845, 181). Cuando fue declarada Mo- montante. Es éste, trabajo delicado de carpintería numento (1884), el arco del lado este —el que la policromada…, ofreciendo analogías bien notorias conectaba con la nave de la iglesia—, debía estar con las celosías granadinas que fguran en el Salón cegado, pues Alcántara Berenguer, de la comisión de las Dos Hermanas de la suntuosa morada de los de Monumentos, en la carta publicada en la revis- Al-Ahmares… (Amador 1905, 358).

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Fig.16 a y b. a) Imagen de la cúpula (Fundación Amatller. Arxiu Mas, nº 02625001, 1934). b) Imagen actual

El hueco de la celosía debió abrirse y cerrarse años después lo certifcaba escribiendo que ape- repetidas veces. En una de las quejas de la Co- nas quedaban ejemplos de las celosías granadinas misión de Monumentos (de 1904), se aludía a por haber desaparecido (Torres 1949, 189)51. En que, “el arco que da a la entrada de la iglesia de Toledo se encuentran las de la portada del patio la Concepción abierto a la intemperie”, era cau- de la Enfermería del convento de Santa Isabel. Los sante de parte de los daños49. Por ello debió ce- arquillos mixtilíneos del montante —policroma- rrarse nuevamente, pues en noviembre de 1975, dos y dorados originalmente, aunque tremenda- González Valcárcel certifcaba la “demolición de mente deteriorados—, son más extraños; desde cerramiento de 1 pie de espesor”50. Después de luego no aparecen en las celosías de la península, esto, volvió a ser cerrado de nuevo, y en la última pero recuerdan a los ejemplos de la arquitectura restauración fue abierto defnitivamente y prote- omeya de Oriente52. De aquí que, siendo cons- gido con un vidrio. ciente de la escasez de instrumentos, me atreva a señalar la posibilidad de que se trate de una La importancia de la celosía no pasó desaper- celosía de carácter omeya, más que nazarí, por cibida a nadie y fueron muchos los que en ella lo que estaríamos frente a un testimonio de esa vieron rasgos que iban más allá, como González estructura islámica, previa a la presencia de los Simancas cuando la defnía diciendo que “en franciscanos, de la que he venido hablando. el arco que sirvió de entrada hay una linda ce- losía de tipo granadino cerrando la herradura” En la pared contraria, la de la actual entrada, (González 1929, 185). El vizconde de Palazuelos una ventana tenía el destino de recoger la luz había escrito años antes (en 1890) que “hase del atardecer y fltrarla a través de la celosía. La descubierto recientemente un amplio arco de ventana actual es alargada en sentido vertical y al herradura (antigua entrada, sin duda, a la capi- exterior delata que el hueco original ha sido ce- lla) guarnecido por lindísima celosía arábiga, de gado parcialmente para reducir sus dimensiones. madera calada” (Palazuelos 1890, 1108). Lo que Entre los años 1973 y 1975 actuó sobre la ce- se trasluce de tales manifestaciones, es el hecho losía de madera González Valcárcel53 encargándo- de que en ella veían un claro origen de carácter le los trabajos a un carpintero que la desmontó, hispanomusulmán, perfectamente compatible reorganizó y volvió a montarla. Se eliminaron los con el principio mudéjar. Pero de esa tradición restos de color, de manera que de la policromía granadina de la que habla Simancas, apenas que- de la que hablaba Amador de los Ríos en la ac- da constancia y de hecho, Torres Balbás, veinte tualidad apenas quedan testigos. Considerando

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 Historia de una bóveda alboaire 259 una anomalía la asimetría de las composiciones, hecho, en el Archivo de la Fundación Doménech Valcárcel las reorganizó, alterando su estructura y i Montaner (actualmente depositados sus fondos trazado en otro perfectamente simétrico. en el Colegio de Arquitectos de Barcelona), se conserva al menos una fotografía de la capilla A modo de conclusión tomada por él en el año de 1904. Cuando visi- taron Toledo ya había sido declarada y acababa Al rastrear los pasos que la historiografía fue dando en el proceso de recuperación, tanto con- de ser restaurada, lo que ya supone un evidente ceptual como física de la capilla; de las transfor- grado de reconocimiento de sus valores, pero maciones y ajuste de sus contenidos; de la pér- fueron realmente estos autores quienes la eleva- dida intelectual de sus valores y el consiguiente ron y ensalzaron contemplándola como un hito deterioro del espacio, me encontré con el mo- de nuestra cultura. de las Parras Perla Antonio mento fundamental del estudio de Font i Gumá La trascendencia alcanzada por la capilla a lo al que hemos hecho repetidas veces referencia. largo de la historia justifcó plenamente la inter- Cuando este autor relata cómo “por primera vez vención llevada a cabo por el Consorcio de To- vimos la cúpula el año 1891, al terminarse la res- ledo para una recuperación integral y nos hace tauración” (Font i Guma 1905, 296), nos confr- refexionar sobre la capacidad que hemos desa- ma la existencia de las intervenciones llevadas a cabo tras la declaración como Monumento y la rrollado para transformar y dar la espalda a las fecha de su visita a Toledo. Una visita de suma im- realidades de un pasado que hemos dejado caer portancia y trascendencia incluso para posteriores en un cierto olvido en fechas demasiado cerca- ejemplos arquitectónicos, pues es el vínculo por nas. Hemos seleccionado unas partes del mismo el que Doménech i Montaner decide incorporar y hemos apartado otras construyéndonos una su- su concepto arquitectónico en su propio progra- puesta realidad ajustada a una imagen concreta ma, reproduciéndola de manera referencial en el (fgs. 16a y 16b). espacio destinado a la biblioteca del Hospital de Quedan aún aspectos que analizar de la capilla la Santa Creu i Sant Pau54. No vamos a descubrir de los Fuente, o tal vez de los García de Tole- ahora el bagaje cultural, histórico y artístico de do, incluso de la posible qubba de los palacios Doménech, ni los recursos de su lenguaje en la utilización de los elementos de la tradición hispa- del alcázar taifa de Toledo. Queda también por nomusulmana y mudéjar, porque lo que nos im- dedicarle un nuevo espacio a los azulejos de la porta destacar es la constatación de esa réplica, cúpula y a las representaciones con las llamadas a en diferente escala, y las connotaciones a nivel la oración: La ilaha ila ilah y Ala Akbar, así como simbólico que suponen. al resto de las cerámicas (lo que espero hacer en un segundo artículo). Pero de todo ello, en base Es sabido que Doménech realizó la mayor par- te de sus viajes junto a Josep Font i Gumá y de a los datos manejados y planteados, queda la Antonio Gallisá, inmersos los tres en el estudio razonable deducción de que allí donde se asentó y la recuperación de la cerámica antigua y con- el convento de San Francisco y posteriormente el temporánea en sus diferentes facetas. De ahí que de la Concepción franciscana, fue el lugar que no pueda pasársenos por alto la frase citada de ocupó el alcázar civil de al-Mamún, y que una Font i Gumá cuando decía “vimos”, pues es más parte de sus estructuras han sobrevivido y se han que posible que Doménech estuviera con él. De perpetuado a través de su transformación.

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NOTAS Gaceta de Madrid, junio, 1884, Jean-Pierre: 1997. Campagnes et Monts nº 162, 10. 675-676. de Tolède du XIIe au XVe siècle. Madrid. 1 El Proyecto de intervención le fue 6 Mucho mayor interés despierta Collection de la Casa de Velázquez.588. encargado por el Consorcio de Toledo la capilla de San Jerónimo, lindísima 13 En 1477 obtenía de los Reyes a los arquitectos Rafael Elvira y Arsenio muestra del estilo mudéjar, …Palazue- Católicos, en Sevilla, la Carta de hidal- Gil, del estudio A+U s.l. La Memoria los, V. 1890. 1108. guía un tal Sancho González Trapero me fue encargada por el consorcio ese 7 El monument que, per gran sort, en reconocimiento por los servicios mismo año. La dirección facultativa para se conserva encare és la cúpula del Con- prestados. En este caso, citado a modo la restauración estuvo integrada por los vent de la Concepció a la ciutat de Tole- de ejemplo, el tercer nombre, el de mismos arquitectos; el arquitecto técni- do. Font i Guma, J. 1991. 35. Trapero, no hace referencia al ofcio, al co Antonio de la Azuela; el arqueólogo 8 pero en otro departamento cer- menos de forma inmediata. Carande, R. Juan Manuel Rojas; y el que suscribe cano, que fue capilla de San Jerónimo 1968. Antonio Perla de las Parras Perla Antonio este texto como historiador y conser- y es Monumento Nacional, se conserva 14 Tampoco ha de pasarse por alto vador. La obra le fue adjudicada a la otra pintura mural a modo de retablo, que el vocablo paño a veces hacía refe- empresa de restauración Kérkide s.l.. El representando la Misa de San Gregorio. rencia a los tapices. Consorcio de Toledo se hizo cargo de la González Simancas, M. 1929. 184. 15 MUSEO ARQUEOLÓGICO NA- 9 actuación, que se llevó a cabo entre el En esa continua especulación ya CIONAL (MAN). Expediente de ingreso 2009 y el 2010, con la fnanciación de no solo es un comerciante sino que se 1869/11, Nº inv. 50099, Lauda de Diego Ministerio de Fomento. llega a asegurar que es “un rico mer- Go de Toledo Contador del Almirante. 5 2 Almorrefa: hilera de azulejos pa- cader”: …los ejemplares más notables, de octubre de 1437. Dimensiones 92,5 ralela a la pared en solados. que demuestran la alta consideración x 60,4 cm. en que se tenía a estos azulejos, son los 3 Real Academia de Bellas Artes de 16 La última restauración, realizada del interior de la cúpula del Convento San Fernando (RABBAASF). Comisión con motivo de su viaje a la exposición de la Concepción Francisca de Toledo, Provincial de Monumentos de Toledo, celebrada en México en el 2005-2006, encargados a Valencia por el rico mer- Capilla de San Jerónimo, Toledo. Sig. a sido llevada a cabo por la restauradora cader toledano Gonzalo López de la 45-4/4 del Museo, María Antonia Moreno Ci- Fuente. Estas piezas son, por la riqueza 4 Tanto en la iglesia como en el fuentes, a quien agradezco la atención de su ornamentación, su belleza y su va- locutorio se conservan aún algunas bó- riedad de formas, la labor más perfecta prestada y la información facilitada , lo vedas de arquitectura arábiga, a cuyo de este tipo. Pinedo, C. y Vizcaíno, E. mismo que a Carmen Dávila Buitrón, género pertenece también la bella torre 1977. 45. del mismo servicio. En la intervención se de que haremos mención más adelan- ha mantenido el montaje que entonces 10 Una interesante inscripción nos te. —Hay fnalmente en el patio de la tenía, sobre un bastidor de madera, en dice que esta capilla funeraria se debe entrada una capilla, enteramente aban- el que el blasón ya estaba sobre la lápi- a Gonzalo López de la Fuente, merca- donada, con un retablo consagrado a da. der en paños… p.261 Martínez Caviró, san Gerónimo, viéndose en uno de sus B.1990. 255-285. VV.AA.2005. muros una lápida de mármol blanco, 11 A fnales del siglo XV y comien- 17 En ésta se lee claramente la fe- que en caracteres góticos contiene esta zos del XVI, cuando la producción azu- cha de 5 de Octubre de 1437, y no la leyenda: AQUÍ YACE DON DIEGO GON- lejera de Toledo está en su apogeo, de 5 de Noviembre de 1537, que se le ZALEZ DE TOLEDO CONTADOR DEL siguen llegando a la ciudad piezas va- atribuye en la Toledo Pintoresca (pag. ALMIRANTE QUIEN MANDO SACAR lencianas. En 1497, el mercader Pedro 182) (escrita por su padre), y que sin ver SESENTA CAPTIVOS CRISTIANOS DE de la Fuente encarga al alfarero de Ma- el original copio Parro, en la página 153 TIERRA DE MOROS Y FALLECIO LUNES nises Pedro Murcí, maestro de “rajole- del tomo II de su Toledo en la Mano. CINCO DE NOVIEMBRE DE 1537. Tiene ta”, dos mil azulejos, hecho que viene a Amador de los Ríos, R.1905.361. un escudo de armas, y por blasón tres demostrar la fdelidad de la familia de la 18 “AQUÍ YACE DON DIEGO GON- áncoras sobre aguas ondulantes. Ama- Fuente a la producción manisera y con- ZALEZ DE TOLEDO CONTADOR DEL dor de los Ríos, J. 1845. (2006). 81-182. cretamente a este linaje de ilustres alfa- ALMIRANTE QUIEN MANDO SACAR 5 Excmo. Sr.: S.M. el Rey (Q.D.G.) reros. Martínez Caviró, B.1991. 205. SESENTA CAPTIVOS CRISTIANOS DE conformándose con lo propuesto por 12 Le nom del La Fuente est le TIERRA DE MOROS Y FALLECIO LUNES la Real Academia de Bellas Artes de mieux représenté parmi les jurados to- CINCO DE NOVIEMBRE DE 1537”. San Fernando; y teniendo en cuenta lédans du Ve siecle avec au minimum Amador de los Ríos, J. 1845. la importancia histórica y artística de la douze personnages différents ayant 19 Franco Mata, A.1980. capilla de San Jerónimo, existente en el porté le nom et exercé la fonction. Il est

convento de la Concepción Franciscana éventuellement possible qu´ils appar- 116. Lapida sepulcral de Diego de Toledo, ha tenido a bien disponer tiennent en fait à des familles différents García de Toledo. sea declarada monumento nacional. et homonymes et que tous ne soient Fecha de ingreso; 4 de junio de Madrid 19 de Mayo de 1884. pasd`origine juive convertie. Molénat, 1869.

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Forma de adquisición: compra dad, echando fuera del a los Claustrales enero de 1882, revisado en 6 de Marzo por el Estado en doce escudos (32 pe- q no quisieron ser Observantes: adon- de 1882. Centro Nacional de Informa- setas). Libr. Comp., fol. 3 r. de perseveraron los q quedaron en el ción Geográfca, Ministerio de Fomen- Materia: pizarra y mármol blan- (el resto había ido ya a San Juan de los to. co. Reyes) 4 años en la Observancia: los 29 AGA. (03) 115.000 26/00022, quales pasados, la reyna católica dio el Medidas: 0,925 x 0,604 m. José Manuel González-Valcárcel, Agos- dicho convento de San Francisco a las Procedencia: Convento de la to 1971. monjas de la Concepcion que estaba Concepción, capilla de San Jerónimo. 30 Las intervenciones en el que fue- primero en el monasterio de Santa Fee: Toledo. ra convento de las Comendadoras de y a los frailes q estavan en el, hizo pasar Santiago han sacado a la luz algunas de Cronología: siglo XV, año 1437. al dicho monesterio de San Juan de los las estructuras del aula régula islámica y Conservación: buena. Reyes: adonde los otros frayles Obser- han permitido una nueva lectura de al- 20 vantes ya estavan … Libro 2º, folcvj CA- “Lápida sepulcral de Diego Gar- gunas de las existentes, como la capilla de las Parras Perla Antonio PITUL. XVI De la orden de la Concepcion cía de Toledo, mármol y pizarra, 92,5 de Belén. Monzón F. y Martín, C. 2006. y de su principio. … comunicado con la x 60,4 cm MAN, Madrid” en VV.AA. Calvo Capilla, S. 2002. catolicareyna doña Isabel: …le dio los 2005. 31 palacios q antiguamente se dezian de No podemos obviar, no obstan- 21 Testamento de Diego García de galiana, q era uno de los alcazaresdes- te, la presencia justo en el año de 1421 Toledo, RAH M-20 fº 166v a 168 v. tacibdad: a donde esta el monesterio de de un tal Alfonso Ferrández, que fgura 22 AHN Sección Nobleza. BAENA, Santa Fee (en q antes estaba la casa de como canónigo y obrero en las obras de C. 422, D.8-10. la moneda) a donde esta señora (dejan- la catedral, y cuya data aparece refeja- 23 Hernández De Mendoza, do el menesterio de Santo Domingo) se da en uno de los libros de Cuentas de D.1601-1700. B/N, MSS/18244 V.1, metio con otras doze religiosas, en el Obra. Libro de la Obra (1383-1600)760. MSS/18245 V.2. ff.403 a 404 v. año de nuestra salud de 1484. … Libro 1383. Cuentas de la Obra.fol.42. Estas 24 Donde ahora tiende el convento 2º, fol cix… el año del señor de 1501 son las espensas que hizo Alfonso Fe- de Sta. Fe su elevada galería, y sus alas años, q por mandamiento de los reyes rrández, canónigo e obrero de la obra suntuosas el hospital de Sta. Cruz, y le- católicos se pasaron al monesterio que de la iglesia de Toledo asi en lavores vanta sus torneados cubos la iglesia de antes se llamavasant Francisco, y ago- de maestros, carpinteros, albañiles… e la Concepción, allí estuvo asentado el ra se llama la Concepción: de adonde mujeres e otras cosas que fueron me- palacio tradicional que transmitieron los poco antes avia mandado salir los frailes nester en la dicha obra en este dicho monarcas godos a los príncipes musul- q en el estavan, pasándolos al meneste- anno de la era de mill e quatrocientos manes, y estos todavía al conquistador rio de sant Juan de los reyes juntamente e veinte e un annos. Torroja Menéndez, castellano… En aquel breve espacio se con los otros Obserbantes q a el vinie- Carmen: 1977. Catálogo del Archivo de resume lo más importante de la histo- ron de la Bastida, … Libro 2º, fol cix obra y fábrica de la Catedral de Toledo. ria de Toledo durante largos siglos… vuelta. Alcocer, P. 1554. Tomo I. Toledo. Diputación Provincial. Parcerisa, F.J. y Quadrado, J.M.: 1848- 26 No parten de cero estos estu- 240-241. 1853.276. dios, pues ya entre el 2006 y el 2011 32 Panel de azulejos. Barro cocido 25 CAPIT. XII Del Monesterio de Fabiola Monzçon publicó varios estu- y vidriado. Convento Concepción Fran- sant Francisco primero de esta orden. Al dios sobre el mismo. Monzçon, F. 2009- ciscana Toledo. Nº Inv. 60064. Andrés tiempo que reynava en estos reynos el 2011. Martínez Rodríguez, (2017), señala rey don Fernando el sancto, …ayudán- 27 Las “denegridas celosías”, fue- como pie de la lámina 16 en la que se doles con sus limosnas, para edifcar en ron eliminadas en los años setenta del reproduce el panel del MAN: “Fragmen- ella (en la plaza donde corrían los toros) pasado siglo, previsiblemente por Gon- to del zócalo de la sepultura de Diego su convento, que era en el mismo lugar, zález Valcárcel, junto con la mayor parte García de 1437 en la capilla de San Je- adonde agora esta el monesterio de la de la planta alta donde se encontraba rónimo del convento de la Concepción Concepción, que caya debazo de los pa- el locutorio. En la memoria de 1975 se Franciscana (Toledo). Museo Arqueoló- lacios reales … y aunque este convento hacía referencia a la reparación de el gico Nacional. Fotografía de 2015: An- fue al principio pequeño, la reyna doña ángulo de la cubierta del locutorio que drés Martínez Rodríguez.” 163. Mariamuger del rey don Sancho (por un produce daños en la Capilla de San Je- 33 Archivo MAN. Expediente miraglo que vido) les dio parte de sus rónimo. Obras urgentes en el convento 1933/16: Adquisición por el Estado a palacios: en que hizieron poco despues de las Concepcionistas Franciscanas de D. Anastasio de Páramo y Barranco de su dormitorio y claustro … y en esto Toledo. José Manuel González-Valcár- una colección de alicatados, azulejos y que la reyna les dio, hizieron su yglesia cel, Marzo 1975, AGA. (03) 115.000 piezas varias en precio de 17.500 pese- y convento … Libro 2º, folcviij Y passa- 26/00109. tas. Número de Inventario: 60064 Ficha dos 15 años despues de lo sobredicho 28 Instituto Geográfco y Estadísti- antigua: “Azulejos valencianos, siglo (en 1491), los reyes Católicos movidos co, Trabajos topográfcos, Provincia de XV. Parte de un pavimento o friso de con sctózelo, mandaron reformar el Toledo, Toledo, Convento de la Concep- azulejos góticos de Manises, de los lla- monesterio de San Francisco destacib- ción, Topógrafo: Valentín Álvarez, 18 de mados “alfardons” pintados con dibujo

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azul y inscripciones repetidas que dicen: deando las losetas cuadradas, en cerá- la capilla de San Jerónimo en la que al fersbe = (hacer bien). Procedentes del mica vidriada en blanco, sin reproducir presente se observan deterioros en su Convento de monjas de la Concepción, los motivos en azul. La cerámica fue cubierta … Madrid 12 de Noviembre de de Toledo. Fueron descubiertos en la realizada por el ceramista Oscar Arribas. 1902. antigua capilla que llamaron de San Je- 39 No creyem possible imaginar un R.A.BB.AA.S.F., Comisión Provin- rónimo, fundada por Don Gonzalo Ló- conjunt més hermós ni més soperb. … cial de Monumentos de Toledo. Capilla pez de la Fuente el año de 1422, como quantas més vegadas la contemplém de San Jerónimo, Toledo. Sig. 45-4/4. reza la inscripción de los azulejos que més extassiats nos quedem devant 44 La Comisión provincial de Mo- decoran la parte inferior de la notable d´aqueix amaravella, á la qual, siguidit numentos de Toledo traslada la comu- cúpula de ladrillo de traza mudéjar con de pas, no se li ha donat l´importancia nicación que ha dirigido al excmo. Sr. primorosos azulejos que cubre la dicha merescuda, donchs per ella sola val la Ministro de Instrucción pública y bellas capilla. pena de fer un viatge á Toledo. Artes llamándole la atención acerca del 34 Antonio Perla de las Parras Perla Antonio Anastasio de Páramo nació en (No creemos posible imaginar estado en que se encuentra la techum- 1879 y fue un coleccionista de anti- un conjunto más hermoso ni más so- bre de plomo en parte arrancada por güedades y apasionado por la historia berbio...cuantas más veces la contem- el aire, que cubría toda la bóveda de la de Toledo. Obtuvo el título de Conde plamos, más extasiados quedamos ante capilla de San Jerónimo.(Solicita la Aca- de Benacazón a través de su matrimo- esta maravilla, a la cual, dicho sea de demia al Ministro) se dignara ordenar nio y con él el palacio de Benacazón de paso, no se le ha dado la merecida la formación de un presupuesto para Toledo. Adquirió abundantes objetos, importancia, pues por ella sola vale la atender a este servicio urgente si hemos antigüedades, manuscritos, legajos, pena hacer un viaje a Toledo.) Font i de conservar esta joya arqueológica y que fue repartiendo de forma un tan- Guma, J.1905.38. artística. 9 de julio de 1904 Comisión to aleatoria —unas veces en forma de 40 Los fondos del encintado de Provincial de Monumentos (Enumeran regalo y otras por venta— entre los di- ladrillo pintado de rojo, con fletes do- daños y problemas de toda una serie de ferentes museos del país. Fue miembro rados, que la cubre, se rellenaron con monumentos, entre ellos: La capilla de del patronato del Museo de la Hispanic piezas cerámicas, seguramente valen- San Jerónimo con las planchas de plo- Society, perteneció a la Junta del Mu- cianas, de fondo blanco y decoración mo de la media naranja desprendidas, seo Nacional de Artes Industriales y azul, unas, y otras dorada, de refejo y con el arco que da a la entrada de la Decorativas de Madrid y miembro de la metálico, que quedan un poco más en- Iglesia de la Concepción abierto a la in- Real academia de la Historia. Al parecer, fondadas que las cintas. Torres Balbás, temperie, que lastiman en gran manera, mantuvo relaciones con el ceramista Se- L.1949.365. no solo a la bóveda de aliceres, sino al bastián Aguado y frecuentes contactos 41 la mayor de las cuatro … aunque arco mudéjar que esta comisión trasla- con Hilario González, Director del Mu- en realidad toda ella está compuesta dó allí, procedente del palacio del Rey seo de Infantería y Presidente de la Real de núcleos de diez polígonos que se Don Pedro. 28 de septiembre de 1904. Academia de Bellas Artes y Ciencias ensamblan alrededor de otro, y todos R.A.BB.AA.S.F., Comisión Provincial de Históricas de Toledo. También aparece estos núcleos constituyen una inmensa Monumentos de Toledo. Capilla de San relacionado en algún momento con el red de hexágonos irregulares, el artífce Jerónimo, Toledo. Sig. 45-4/4. Director del Instituto Valencia de Don no mantuvo frme el propósito de que 45 ... se procedía después (de la Juan. Lafuente Urien, A., Gallo León, F., los ladrillos recortaran y defnieran en declaración como Monumento) a la et al: 2006. todas sus partes el lazo formado por consolidación de la cúpula, revistién- 35 Nº Inventario DE00760U. el conjunto de aquellos, sino que, a dola exteriormente de una cubierta de 36 Balbina Martínez Caviró en el li- trueque de perderse el dibujo de la red, cinc, quedando terminadas las obras en bro sobre la cerámica hispanomusulma- quiso con hiladas de ladrillo mantener 1890. González Martí, M.1929.66. na hace alusión a estas composiciones un total ritmo paralelo, horizontal, 46 AGA. (03) 115.000 26/01182. diciendo que en el Convento las hubo apropiado a la cúpula. González Martí, Junio 1973. Obras urgentes en la Capi- como “en otras solerías no toledanas”, M.1929.76. lla de San Jerónimo. Toledo. José Ma- y la fotografía que sirve para ilustrarlo 42 Archivo Mas, 1934, Fotografías nuel González-Valcárcel. es la de un alfardón, idéntico a los del del Convento de la Concepción francis- 47 …transfórmase el cuadrado de Museo Arqueológico, pero pertenecien- ca de Toledo. la planta en un octógono que sirve de te al Instituto Valencia de Don Juan, con 43 De la Academia al Vicepresiden- anillo, sobre el cual asienta la hermosa lo que no sabemos si tiene el mismo ori- te de la Comisión provincial de Monu- cúpula, en cuya superfcie, por lo que al gen o proviene de otro lugar. Martínez mentos histórico y artísticos de Tole- primer tercio de la misma corresponde, Caviró, B.1991.205. do: Esta Real Academia que ha tenido ladrillos presentados de canto, como 37 Keramikmuseum Princessehof, conocimiento del interés con que esa ocurre con la fachada descubierta en Colección van Achterbergh, MA 1539. Comisión provincial de Monumentos de la Mezquita de Bib-Al-Mardóm, dibujan 38 En la última restauración, se su digna Vicepresidencia mira el Con- de relieve, bien que a la manera grana- optó por reproducir la composición del vento de la Concepción de esa ciudad y dina, ancha zona de estrellas y de vis- suelo de la capilla, con alfardones bor- especialmente la cúpula de azulejos de tosas combinaciones de tracería, repar-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 241-266 Historia de una bóveda alboaire 263 tida aquella en fajas paralelas que van Monumentos de Toledo. Capilla de San 52 En ciertos elementos de tales cerrando la bóveda, hasta que las exi- Jerónimo, Toledo. Sig. 45-4/4. arquitecturas se inspiró Antonio Gaudí, gencias de la construcción lo permiten. 50 AGA. (03) 115.000 26/01185. en obras como la del Capricho de Co- Ya en la parte de la clave, la labor ha Noviembre 1975. Certifcación. Obras millas, reproduciendo este tipo de arcos escalonados que parece se convirtieron sido tallada en el ladrillo, cuyas hiladas urgentes en la Capilla de San Jerónimo. y tendeles quedan manifestos por los en una de sus señas. Sama, A. 2014. 28 Toledo. José Manuel González-Valcárcel cortes hechos en la construcción para y 134. 51 En el capítulo de las manifesta- el trazado geométrico a que aludimos, 53 AGA. (03) 115.000 26/01182. ciones nazarís, al referirse a las puertas cuyo desarrollo no coincidía ya con el de Junio 1973. Obras urgentes en la Capi- y celosías de la Alambra, escribe: la zona inferior de la cúpula,… Amador lla de San Jerónimo. Toledo. José Ma- de los Ríos, R: 1905.359. Celosías, existe una y restos de nuel González-Valcárcel. Memoria 48 Abandonada o descuidada en varias. La primera está sobre la puerta 54 En 1901 recibía el encargo del frontera a la de ingreso desde el patio tiempos muy posteriores, llegó a care- Hospital. Las obras se prolongaron du- de las Parras Perla Antonio cer de todo culto escribió Palazuelos, V. de los Leones a la sala de Dos Herma- rante largos años. Domenech, Ll., 1990. de. 1890. nas, en una ventana en alto y sin acce- 49 28 de septiembre de 1904. so, a lo que se debe su conservación R.A.BB.AA.S.F., Comisión Provincial de Torres Balbás, L.1949.189.

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.5777

EL PAISAJE EN LA ERA DEL ANTROPOCENO: EL VIDEOPAISAJE TECNORROMÁNTICO

Cristina Sanz Martín Universidad de Málaga

Data recepción: 2019/01/29 Data aceptación: 2019/08/07 Contacto autora: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5225-6847

RESUMEN Vivimos en una nueva era geológica –el Antropoceno– y una nueva sociedad con su correspondiente mentalidad, consciencia y forma de ver el mundo. En cambio, se sigue representando e interpretan- do el paisaje a través de los códigos heredados de la historia del arte, primordialmente, aquellos del siglo XIX tomados del Romanticismo, ignorando, de este modo, la realidad actual. Se ha identifcado un nuevo tipo paisaje que hasta ahora no ha sido estudiado. Este artículo trata sobre las propuestas artísticas que aúnan videoarte y paisaje en la tradición occidental, particularizando en aquellas que reinterpretan el imaginario romántico en el contexto de la era tecnológica. Se pretende estudiar y contextualizar el paisaje contemporáneo, el cual ha sido víctima de un uso muy heterogéneo y con- fuso desde la Posmodernidad. Habiéndose apropiado de él en los últimos años muy diversas ciencias, desde la geografía hasta el urbanismo, proponemos una revisión del mismo desde la teoría del arte.

Palabras clave: paisaje, vídeo, tecnorromanticismo, antropoceno, arte

ABSTRACT We live in a new geological era, the Anthropocene, and in a new society with its corresponding attitudes, consciousness and way of seeing the world. Nevertheless, we continue to represent and interpret the landscape through codes inherited from the history of art, mainly those that the 19th century took from Romanticism. In doing so, we ignore the reality of today. We have identifed a new kind of landscape that has yet to be studied. This paper addresses artistic proposals that bring together video art and landscape in the Western tradition, focusing on practices that reinterpret the romantic imaginary within the context of the technological era. The aim is to study and contextualize the contemporary landscape, which has been used in a very confusing and diverse way since the advent of Postmodernism. Having been appropriated by many different sciences in the last few years, from geography to urbanism, we propose a review of the landscape based on the theory of art.

Keywords: landscape, video, Technoromanticism, Anthropocene, art

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 268 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico El órgano con el que he comprendido el mundo es tan dispares como turismo, ecología, urbanismo, el ojo1. Goethe sostenibilidad o sociología (Maderuelo 2005, 38), Parece que hemos olvidado que el paisaje sur- como si hubiésemos olvidado que el paisaje fue gió como un género pictórico, con su correspon- un género que nació con las bellas artes. Otra diente defnición y con sus características propias de las problemáticas que motivaron este trabajo como corresponde a todo género, pero ha ido su- es que gran parte de las prácticas que hemos friendo un cierto desentendimiento por parte del analizado a lo largo de esta investigación son, relativamente, muy recientes. La gran mayoría

Cristina Sanz Martín arte contemporáneo en cuanto a su identidad y autonomía y una apropiación errada por parte de fueron creadas en la última década. Paradóji- todos los demás campos, desarraigándolo de su camente, estos nuevos paisajes sí han entrado verdadero sentido y otorgándole nuevos y dispa- dentro del circuito del arte: se escribe sobre ellos res signifcados. Además, no podemos pretender en magazines digitales –que se acercan más al que el modo en el que miramos hoy al paisaje y periodismo que a la ciencia–, los artistas han lle- a la naturaleza sea el mismo en el que nuestros gado a las galerías, participan en las ferias de arte antepasados miraron al paisaje pictórico y a la y comienzan a formar parte de los fondos de los naturaleza. ¿Cuál es el paisaje que representa a mejores museos de arte contemporáneo como el la era contemporánea? ¿Cómo son los códigos, MoMA. Pero se ha detectado un gran vacío en la narrativa, el lenguaje y la estética de aquellos cuanto a un estudio riguroso de las mismas desde que están creando una nueva tradición paisajista la teoría del arte. Existe una necesidad urgente de que sí representa al hombre del Antropoceno? La que estos nuevos paisajes sean estudiados desde hipótesis que plantea este trabajo es que ha sur- el ámbito académico. gido un nuevo tipo de paisaje y que hasta ahora Aunque a lo largo del curso de esta investi- no ha sido estudiado por los teóricos del arte. gación se han identifcado diferentes tipos de La principal problemática que se plantea hoy paisaje en el panorama del arte contemporáneo, día es la de reducir el paisaje a un sinónimo de en este artículo nos centraremos en tratar el que naturaleza. Es alarmante ver cómo en las últi- hemos denominado “paisaje tecnorromántico”. mas décadas se ha asumido de forma colectiva Sintetizaremos este amplio campo a través de la una idea errada del concepto. Con frecuencia, obra de cuatro videoartistas. en muy diversas esferas de la sociedad encon- Hablar de paisaje implica hablar de cultura, de tramos cómo se asume la existencia del mismo historia, de tradición, de literatura, de creencias como una realidad geográfca, mediante el em- religiosas, de flología, de percepción, de ciencia, pleo de términos como, por ejemplo, «paisaje de flosofía, de poesía, de bellas artes, especial- natural» o «paisaje físico», entre otros. Existe una mente de historia de la pintura, pero también de creencia común en una «naturalidad» del pai- fotografía, y no solo. El paisaje es una encruci- saje, creencia bien anclada y difícil de erradicar, jada donde convergen un sinfín de disciplinas. a pesar de que sea continuamente desmentida Surge a partir de un esfuerzo perceptivo, que por numerosas prácticas (Cauquelin 2013, VI). Y, está determinado, además, por la condición so- aún más preocupante, resulta la frecuencia con cioeconómica del individuo y su bagaje cultural. la que encontramos estas premisas dentro de la Solo al realizar un ejercicio subjetivo, al proyectar especialización de Arte. A diferencia de lo fre- el ser humano toda su tradición cultural y sus cuentemente asumido, el paisaje no puede ser sentimientos en el entorno, este se convierte en natural porque no existe de forma natural. Urge “paisaje”. El paisaje tiene dos dimensiones: lo aclarar que el paisaje no existe per se, sino es un físico, lo que nos rodea, y lo cultural, algo que constructo creado a través de la tradición cultural concierne directamente a la interpretación del in- y que se fue desarrollando con el paso de muchos dividuo (Maderuelo 2003, 23 y 25). El paisaje no siglos, gracias, también, al desarrollo tecnocien- es la naturaleza: la naturaleza es el conjunto de tífco. El paisaje, para constituirse como ente, elementos naturales que encontramos en el te- precisa de un sujeto que lo interprete. Hoy en rritorio y paisaje el resultado de la subjetivización día el término se ha diluido hasta abarcar cosas de un territorio. Para llegar a esta subjetivización

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico 269 se necesitan herramientas constructoras de pen- samiento, como la flosofía, la literatura, la reli- gión o el arte. Como recuerda A. Roger citando a René-Louis de Girardin: “hay país y paisaje, como hay desnudez y desnudo” (Roger 2007, 22). El reconocido paisajista Javier Maderuelo ex- plica que el paisaje es un concepto inventado o,

mejor dicho, una construcción cultural. No es un Cristina Sanz Martín mero lugar físico, sino el conjunto de una serie de ideas, sensaciones y sentimientos que elabo- Fig. 1. Lukas Marxt, Reign of Silence, 2013. Vídeo, color (7’), ramos a partir del lugar. El paisaje reclama una sonido, triología (https://vimeo.com/82123342) interpretación, un juicio estético desinteresado y la presencia de una emotividad, que es el resul- evidencia de todo el trabajo que hay detrás sin tado de la proyección emocional del artista y del que nos percatemos. Y, sin duda, convendría se- espectador sobre el medio. De este modo, en la guir la pista de lo que la tecnología esconde tras tradición occidental, el paisaje se va desarrollan- nuestras creencias de “natural”, para entender do paralelamente a los avances pictóricos hasta mejor este entramado que se oculta (Cauquelin originar un género que cobrará particular fortuna 2013, XII-XIII). a partir del siglo XVII, alcanzando su máxima ex- presión en el XIX con el Romanticismo, el Impre- Somos conscientes de que podría parecer sionismo (Maderuelo 2005, 38) y la irrupción de desacreditador empezar hablando de “género” la fotografía, que participa profusamente en la dentro del seno del arte contemporáneo, pero confguración del paisaje contemporáneo (fg. 1). al rescatar el paisaje en el contexto del género videográfco, no se pretende reconstruir un dis- No podemos olvidar la hibridación que expe- curso sectario en la línea del academicismo del rimentan las artes en la era contemporánea. La XIX que reconstruya fronteras entre las artes, mezcla de territorios, la ausencia de fronteras sino, revisar los géneros desde del pensamien- entre los campos son una característica de nues- to abierto e híbrido del siglo XXI. A partir de la tra era. Y el paisaje no se escapa de esta regla. aceptación de la consanguinidad de las artes que Su esfera se ha ampliado y ofrece un panorama caracteriza a la época transmedia, se propone mucho más amplio, como es el caso de la incur- estudiar los trabajos desde su propia identidad sión de las nuevas tecnologías audiovisuales que y sus características individuales. Mediante esta ofrecen versiones diferentes del paisaje. Lejos de revisión se pretende identifcar las problemáticas que esta expansión relegue el paisaje a un segun- existentes en el panorama actual y, así, garantizar do plano, estas incorporaciones evidencian muy una correcta preservación de las obras. bien cómo el paisaje es fruto de un largo, com- plejo y paciente aprendizaje y cómo depende de Todos los nuevos medios –fotografía, videoar- múltiples campos (Cauquelin 2013, VI). Este giro te, arte digital o cine– han heredado esas caracte- tecnológico que el arte experimenta, de acuerdo rísticas que cada género pictórico defendía y que, con la sociedad de su tiempo, ayuda a contrade- aún hoy, a pesar de la eliminación de las barreras cir y desmontar sus mitos: la tecnología pone en de las artes y la hibridación de los temas y los evidencia la artifcialidad de la construcción del formatos, permiten separar las obras en líneas paisaje. El hecho de que las obras precisen de temáticas. Y, precisamente, lo más interesante es una notoria cantidad de trabajo (imágenes cap- que no solo han heredado los géneros, sino que tadas por la cámara, trabajadas en un ordenador en muchas ocasiones los artistas contemporáneos mediante algoritmos matemáticos, inclusión de también los han cuestionado, problematizado y escenas y cortes o mezcla de diferentes técnicas transformado. Pero incluso esas obras más rei- de producción y reproducción) para alcanzar a re- vindicativas son reconocibles aún dentro de estas producir un paisaje que, digamos, podríamos ver «líneas temáticas». Así pues, es de este modo de manera natural sin todo este trabajo, es una como debemos tomar el concepto de “género”

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 270 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico hoy día, simplemente como una manera de disec- bre y naturaleza ya parte de un punto de vista cionar y catalogar las obras artísticas que presen- culturamente construido y que es representativo ten características y propósitos comunes. Esta no de nuestra tradición cultural, puesto que hoy día será una clasifcación hermética y sectaria, pero aún hay sociedades -e incluso en Europa también es necesario establecer algún tipo de cataloga- las hubo un día- que todavía poseen una idea ción para abarcar de alguna forma el estudio de de la naturaleza y del hombre como uno solo. un tema tan amplio como puede ser el videoarte. En cambio, nosotros hace mucho tiempo que las separamos, véase, por ejemplo, como Platón ya

Cristina Sanz Martín Por otro lado, este trabajo de investigación distinguía entre “el mundo de las ideas” y “el surgió también motivado por un interés antro- mundo de las cosas”, como si fueran dos ámbitos pológico. Si el paisaje desborda los límites de completamente separados2. De este modo, nos ser un mero género pictórico, si es un construc- atrevemos a decir que es cíclico que siempre tras to y un constructor cultural, a su vez, creador épocas de grandes avances el ser humano acude de identidad cultural, tiene que ser, por ende, a la naturaleza a buscar su propia identidad y también estudiado desde la antropología. Esto reconectar consigo mismo, véase, por ejemplo, es algo que los historiadores del arte han pasado cómo el Romanticismo surge tras el desarrollo por alto hasta ahora. Este trabajo defende que de la Revolución Industrial. Igualmente, por ejem- existe un lazo que desborda los límites del arte y plo, muchos investigadores entre los que desta- hunde sus raíces en la pura antropología, vincu- ca indudablemente Omar Calabrese y su tesis de lando al hombre y a la naturaleza de la forma más “Neobarroco”, defenden que vivimos un contex- primigenia posible. No podemos obviar que el to sociocultural similar al de la crisis del siglo XVII, paisaje no es nuevo, así como no podemos negar momento en el que, por cierto, tiene lugar el pri- que es novedad. Debemos identifcarlo correcta- mer gran reconocimiento de la pintura de paisaje mente y analizarlo a partir de una interpretación de la mano de artistas como Jacob van Ruisdael adecuada. Como defende el historiador del arte (1628-82) o Claudio de Lorena (1600-82). Simon Schama: “[el paisaje] es un texto donde las generaciones escriben sus repetitivas obsesiones” Tras analizar la praxis contemporánea, hemos (Balsom 2018). detectado que, de los diferentes tipos de video- paisaje, el paisaje tecnorromántico es el que más Este trabajo de investigación surgió a partir de pone la mirada en el pasado. Pero, a pesar de una serie de interrogantes como: ¿tenía que ver inspirarse en los códigos estéticos y narrativos el resurgimiento que está viviendo el paisaje con propios del Romanticismo, no ha permanecido que a lo largo de la historia los periodos de mayor estático y ha reinventado su discurso. Los artistas auge para el género han acaecido tras épocas no solo se han servido del avance tecnocientíf- de grandes desarrollos tecnocientífcos? ¿Es este co, sino también han transformado los códigos resurgimiento una “copia” del paisaje heredado de antaño utilizándolos como una plataforma del romanticismo, o si, por lo contrario, estamos para proyectar las inquietudes que preocupan a viviendo –debido al contexto histórico– un “re- la sociedad contemporánea como, por ejemplo, surgimiento” de esas necesidades intrínsecas al el tema de la percepción3. Las preocupaciones ser humano que le llevan a acudir a la naturaleza? en torno a las teorías de la percepción son uno En lo que respecta, en específco, al paisaje de de los rasgos más característicos del videopaisaje corte tecnorromántico, la respuesta, probable- del Antropoceno, que, además, le desmarca de mente, es: ambas. Es incuestionable que la heren- toda la herencia paisajista que le precede: la pre- cia romántica está en nuestra cultura. Pero, tras ocupación de los artistas por entender cómo el haber analizado detenidamente el Antropoceno individuo percibe el mundo, el esfuerzo por com- en contraposición a épocas pasadas, no hay duda prender cómo funciona la mente y cómo el indivi- de que hay “algo” que solo se puede explicar duo gestiona la información que recibe. Además, desde la antropología. “Algo” que vincula al ser aquí la importancia de este proceso mental se humano con la naturaleza desde el principio de enfatiza debido a que, en el caso del paisaje, ese los tiempos. De hecho, esta simple observación, “entorno” que percibe constituye el elemento esta visión de ver una “vinculación” entre hom- esencial de identidad del género.

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Primera etapa del videoarte: “Paisajes Como podemos comprobar a través de las pa- como instrumento de estudio” labras de la propia artista, es evidente que sí le preocupa la naturaleza y siente una sensibilidad Tras el análisis de la praxis hemos detectado por ella. Pero que no acude a ella por un deseo una diferencia entre los paisajes de la primera expreso. Lo que más ha preocupado a Mary Lu- época del videoarte y los de la segunda4. En la cier a lo largo de su carrera es la luz. La luz como primera época hemos clasifcado paisajes que un agente de la percepción visual y de la memo- hemos denominado: “paisajes como instrumen- ria. También reexaminar la cultura a través del to de estudio”. Este tipo de paisajes son más Cristina Sanz Martín paisaje y la lente de su videocámara8. A través de comunes en los inicios del vídeo debido a dos sus palabras, se siente que la naturaleza es como razones: por un lado, durante los primeros años si fuese un recurso al que llegó casi por inercia, del vídeo, lo importante no era el contenido de “porque estaba ahí”. De hecho, la magnífca las obras sino todo el engranaje técnico y formal. obra paisajística de Mary Lucier, puesto que aquí Y, por otro lado, el cambio de conciencia que ha no se pretende poner en cuestión y se reconoce experimentado la sociedad en los últimos años. la calidad de su larga trayectoria, es también un La sociedad empezaría, paulatinamente, a enten- continuo homenaje a la historia del arte. Tiene der la crisis medioambiental y esto se evidenciará obras homenajeando a los pintores románticos en la praxis, enfatizándose en la segunda etapa. -por ejemplo, Wilderness (1986), que aquí ana- Algo que, además, está relacionado con la tesis lizaremos-, a los pintores impresionistas, como antropológica que brevemente introducíamos. Ohio at Giverny (1983), una de sus obras más Pero hemos de recordar que los videoartistas no conocidas, y que recrea un jardín de Monet. O fueron los primeros en «objetivizar» la naturale- al paisajismo americano del XIX y del XX, como, za y utilizar el paisaje como medio para investi- por ejemplo, The plains of Sweet Regret (2004- gar otras cuestiones. Ya los impresionistas, por 2007), donde se sirve de la herencia de la historia ejemplo, utilizaron la naturaleza como un medio del arte y del imaginario colectivo americano con para llevar a cabo otras investigaciones como el esos paisajes que tanto nos recuerdan a Hopper estudio de la luz o la tematización de la mirada5. con esas infnitas llanuras y esas casas tan carac- terísticas en medio de los campos. Ella, puede Mary Lucier (Ohio, 1944) es considerada como ser que debido a su carácter pionero, no estaba una de la primeras videopaisajistas. Pero tras ha- centrada en crear una nueva tradición paisajís- ber estudiado su obra, nos atrevemos a decir que tica, sino estaba más preocupada por descubrir la naturaleza no era el fn de su trabajo, sino un las posibilidades que le brindaban la cámara de medio para llevar a cabo otras investigaciones. vídeo y la imagen en movimiento e investigar Teniendo la ocasión de conocer a la artista6, le otros campos como, por ejemplo, el interés que preguntamos qué le llevaba a trabajar el paisaje ha tenido a lo largo de toda su carrera por la luz y por qué a través del vídeo. Sorprendentemente, –véase, Dawn Burn, 1975–. Para ello se sirve de su respuesta cambió el curso de la investigación herramientas “que estaban ahí” como la heren- y, entonces, establecimos una nueva rama de in- cia de la historia del arte, homenajeando a sus terpretación para el paisaje del Antropoceno, la predecesores, o la naturaleza: “[Esto] me llevó de “paisajes como instrumento de estudio”, pues a un interés por las videoinstalaciones, ya que no era la única artista: engloban todo en lo que yo estaba interesada: En los primeros días, solo teníamos una bailarina, tiempo, espacio, sonido y luz. Hice mi primera nosotros mismos, y el paisaje. (Ríe). Trabajé mucho videoinstalación en 1973” (Barlow 2000, 233). con bailarines […] Pero el paisaje es interesante. Wilderness (1986, 20’) es una de sus mejores Mi último marido era un pintor de paisajes […] representaciones de videopaisaje y uno de los Así que pensé mucho sobre paisaje, me pregunté primeros videopaisajes de la historia. Es un ho- por qué seguía trabajando con él. En primer lugar, menaje a la tradición americana de paisaje. Una porque estaba ahí, y en segundo, porque es algo revisión del mito pastoral americano a través de que está en peligro. […] Los elementos del paisaje la lente de una tecnología contemporánea. For- me permiten proyectar mis propios sentimientos7. ma parte de una serie de trabajos que exploran

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 272 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico Cristina Sanz Martín

Fig. 2. Mary Lucier instalando Wilderness, 1986. Videoinstalación 7 canales, color (20’), sonido

la percepción visual y la memoria a través de la La naturaleza predomina las imágenes. Las luz y el paisaje. Esta instalación se centra en un cintas son en color, pero Lucier utiliza un brillo conjunto de motivos paradigmáticos derivados de azul plateado para bañar las imágenes en una luz las pinturas de la Escuela del Río Hudson –máxi- deslumbrante. El resplandor cristalino ligeramen- ma representante del paisaje pictórico romántico te agitado en un mar frígido con el que la cinta americano– y las escuelas luministas de mitad del concluye con un fnal impotente. Las imágenes XIX (fg. 2) (Barlow 2000, 147). de icebergs, de la costa de Maine, de la orilla de Connecticut, del atardecer y de las colinas Wilderness es una videoinstalación que consis- verdosas son de Lucier. Mientras que las demás te de tres series de vídeos sincronizados y repro- derivan de paisajistas americanos del XIX como ducidos en siete monitores. Estos monitores están Frederic Chruch, Fitz Hugh Lane, Winslow Homer, montados sobre pedestales, y los pedestales sobre Sanford Gifford o John Kensett. Periódicamente, plataformas que alzan su altura a diferentes nive- las imágenes retroceden poco a poco en la pan- les. En el centro de la instalación hay una urna de talla, para ser capturadas en un marco dorado jardín acanalada, fanqueada por dos columnas que simula un halo de beatifcación. Hay también en hilera que alzan la altura. Estas plataformas intrusiones derivadas de pinturas inglesas, como tienen forma de pedestales clásicos, troncos de las naturalezas muertas de John Peto y William árboles en yeso y, en el centro, una urna de jar- Harnett, y algunas referencias a pintores del XX dín (Barlow 2000, 148). Los tres canales de vídeo de la América industrial, como Thomas Anschütz están distribuidos a lo largo de esta formación de y Charles Sheeler (Barlow 2000, 149). monitores. Las series de vídeos se organizan en el orden de A/B/A/B/C/B/C, haciendo así posible el Segunda etapa del videoarte: paisajes complejo intercambio entre la narrativa temporal metafísicos y la vista de paisaje. Las cintas están estructuradas como un viaje de la cámara a lo largo de las geo- La contemplación del mundo exterior siempre será grafías interiores y costeras del noreste, llegando clave para la supervivencia de cualquier especie hasta las bahías del norte de la isla de Terranova. y, por lo tanto, es un acto instintivo9. En cada lugar la cámara examina imágenes de Gianfranco Foschino naturaleza, industrias y hogar a través del amplio En la segunda etapa, encontramos paisajes contexto de la relación del hombre con su medio. que, en general, muestran otro tipo de trata- Ha intentado reconstruir en vídeo las condiciones miento de la naturaleza. Son obras que se cen- exactas de ambiente, luz, y tiempo retratadas por tran más en el contenido que en los aspectos los artistas a los que rinde homenaje y, al mismo formales. Parten de una preconcepción de la na- tiempo, establecer un diálogo entre el pasado y turaleza como un sujeto. Como un ente que ne- el presente, lo mundano y lo poético, lo real y lo cesita expresarse, al cual quieren darle voz. Pero ideal (Barlow 2000, 147). también un medio para proyectar las cuestiones

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico 273 que a ellos les afigen metafísicamente como in- dividuos. Los artistas visibilizan mediante el arte diferentes preocupaciones de nuestra sociedad. Además, refejan también la toma de consciencia que surge en el Antropoceno de la naturaleza como algo que está en peligro y que debemos proteger.

Charly Nijensohn (Argentina, 1966) es un au- Cristina Sanz Martín téntico hombre del Romanticismo en el siglo XXI. Humanista, viajero de los de antaño, multidiscipli- Fig. 3. Charly Nijensohn, Dead Forest, 2009. Ví- nario e investigador. Se integra en la vida de las deo, color (7’ 07”), sonido (https://www.youtube.com/ comunidades de los lugares a los que viaja como watch?v=94fvxIHmpRc) un auténtico antropólogo. Su trabajo es pura lí- rica audiovisual. Es existencialista, dramático y un pero siempre hay un fortísimo mensaje. Por otro tanto tétrico. Horizonte, vacío, soledad, el indivi- lado, el tiempo en Charly Nijensohn es un recurso duo frente a la inmensidad de la naturaleza. Sen- fundamental. Sus obras son auténticos tableaux timental, crítico, poético, real e irreal. Sensorial y vivants. El tiempo es empleado como herramienta analítico. Sus trabajos son poemas audiovisuales para que el mensaje cale profundamente en el muy críticos. De hecho, su obra nos recuerda mu- espectador. Tiempo para que no se apresure y se cho a la de otro gran hombre tecnorromántico: relacione con la obra. Bill Viola, artista que hemos estudiado en esta Las similitudes de su obra con los paisajes del investigación pero que no alcanzamos a incluir siglo XIX son palpables a simple vista. Esto se aquí. El trabajo de Charly Nijensohn es una bús- evidencia muy bien en Dead Forest (2009, 7’ queda de respuestas a su propia existencia y a las 07”)12, donde presenta unas reminiscencias ro- respuestas cosmo-existenciales que le turban. Le mánticas muy cercanas a la estética de Friedrich. preocupan las «llamadas preguntas de la condi- A nivel formal, vemos esa imagen dividida en dos ción humana»10. por la línea del horizonte. Agua, cielo, y árboles A nivel formal, en su obra solemos encontrar muertos que nos dan la sensación de estar en una imagen partida en dos por la línea del hori- un cementerio, en un lugar en ruinas, muy de la zonte. En Nijensohn el horizonte es el eje compo- estética romántica. Realza el mensaje que quiere sicional de la imagen, organizando el espacio en transmitir enfatizando la imagen en la destruc- una bidimensionalidad de cielo y tierra. En cuanto ción (0’34”). En seguida presenta brevemente a a la edición, el artista no manipula digitalmente dos siluetas negras fotando en el horizonte. A sus imágenes. Su estilo de trabajo es plantear nivel general, observamos cómo comienza con siempre una escena, donde no se presenta una una escena un tanto tétrica, para, de repente, narratividad evidente11 y, mediante la estimula- incluir un plano de gran belleza que rompe la ción sensorial y emocional, remover la conscien- tónica de grises con colores rosados para con- cia del espectador. Además, Nijensohn provoca templar la Aurora al despuntar con sus rosados siempre una situación donde hay un desafío entre dedos (fg. 3). el hombre y la naturaleza. A él le interesa retratar Estas características que hallamos en Nijenso- la insignifcancia del ser humano ante la inmensi- hn, pero que extendemos también a los demás dad de la naturaleza. Siempre elige lugares remo- artistas estudiados, nos remiten a la tesis de R. tos, perdidos incluso en los mapas, para recrear Argullol. Ese desafío entre el hombre y la natu- estampas poéticas donde explorar temas muy crí- raleza, esa escisión, ese binomio de destrucción ticos. Su estética puede ser romántica, pero, tras y belleza que encontramos en estas obras nos ese Romanticismo, se encuentra un artista con- devuelven a “La atracción del abismo”. En esta temporáneo donde lo conceptual es el germen obra, Argullol defende que el paisajismo román- de su trabajo. Sus obras son muy reivindicativas. tico no es simplemente una genérica “pintura de Puede que no encontremos una gran narrativa, paisaje”, es, primordialmente, la representación

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 274 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico 1983, 112). El paisaje romántico es un canto a la belleza y la destrucción de la naturaleza. Volviendo al análisis de la obra, en el minuto 1’05”, vuelven a aparecer estos dos individuos sobre una plataforma, de negro, y dejándose lle- var a la deriva. Los dos hombres se dan la espal- da, a pesar de estar juntos, simbolizan la soledad

Cristina Sanz Martín característica en Nijensohn. A este plano le vuelve a seguir otra escena desoladora y muy emocio- nal: hay tristeza, se apela a las emociones del Fig. 4. Charly Nijensohn, Dead Forest, 2009. Ví- deo, color (7’ 07”), sonido (https://www.youtube.com/ espectador una vez más. También hay tensión, watch?v=94fvxIHmpRc) creada por la contraposición de la belleza de la vista y una escena tan triste, desconcertante y artística de una determinada comprensión de la melancólica. Después, vuelve a contraponer una naturaleza por parte de una sociedad. Por ello, el secuencia placentera, pero la calma se interrum- paisaje romántico deviene un escenario en el que pe por una tormenta, en un plano donde la línea se confrontan naturaleza y hombre y en el que del horizonte vuelve a ser la única protagonista. este advierte la dramática nostalgia que le invade Aparece un hombre fotando a la deriva en una al constatar su ostracismo con respecto a ella. El imagen que guarda un fortísimo mensaje exis- hombre romántico ansía reconciliarse con la natu- tencialista. Esto puede albergar multitud pensa- raleza, reencontrar su identidad en una infnitud mientos y nos hace sentir muy insignifcantes, que se muestra ante él como un abismo (Argullol desprotegidos y débiles ante la naturaleza. Si hasta ahora el autor había utilizado el recurso so- 1983, 14). Por tanto, nos encontramos en el siglo noro para potenciar la soledad mediante sonidos XVIII, más que con un simple cambio de estética, que recrearan “silencio” –pájaros piando, calma con un cambio de mentalidad, como el cambio o agua– o para tensar la situación mediante los de consciencia de la sociedad del Antropoceno truenos amenazantes, ahora silencia y solo hay al percatarse de la crisis medioambiental. Uno de vacío, en consonancia con el vacío metafísico que los rasgos que más diferencia al paisaje romántico intenta transmitir. Entonces, la tormenta vuelve y de toda la tradición precedente es, como expli- encontramos una vista del horizonte: un cemen- ca Argullol, el concepto de «desantropomorf- terio de árboles, la silueta negra del individuo a zación»: el hombre ha perdido defnitivamente la deriva y la tormenta que parece la destrucción su centralidad. Tras el Renacimiento y el siglo de total. La angustia por la muerte amenazando a las Luces, la naturaleza se torna trágica y des- la vida que no se inmuta y por la fragilidad crean, piadada. Frente al ambiente bucólico y sosegado junto a los recursos formales del audiovisual, un que le precede, en el Romanticismo se produce estado de tensión extraordinario. La obra acaba una «escisión» entre el hombre y la naturaleza. dejándonos a la deriva a nosotros e invitándonos En contraposición al escenario limitado y contro- a la refexión. lado, los horizontes se abren hacia el infnito y Es imposible no remitirse a Friedrich en estas la inmensidad. El paisaje romántico es trágico. imágenes. Obras como Monasterio de cemen- El hombre queda desposeído de la naturaleza, terio en la nieve (1818) o Caminante ante un reconoce su insignifcancia y se autominimiza mar de niebla (1818) presentan una estética que ante el universo (Argullol 1983, 16-24). Pero, no guarda grandes paralelismos con la estética de obstante, aún anhela y busca la reconciliación Nijensohn (fg. 4). Pero las obras de Nijensohn van entre ambos. La fascinación del romántico por la mucho más allá de la mera estética. Esconden un naturaleza está relacionada con la “doble alma” duro mensaje, una crítica metafísica y social. Nos de esta: se siente atraído por la promesa de tota- habíamos referido al lugar como “un cementerio lidad que ve en su seno, y, a la misma vez, por la de árboles”, y es que este lugar fue “asesina- violencia que la naturaleza lleva consigo (Argullol do” por el gobierno brasileño. Un lugar que no

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico 275 aparece ni en los mapas. Se encuentra en mitad del Amazonas, se trata del lago Umatuma. En la década de los setenta, el gobierno brasileño necesitaba abastecer de electricidad a Manaos. Para ello inundaron grandes territorios generan- do el que hoy es el lago artifcial más grande de Latinoamérica. Estas tierras también eran el hogar ancestral de la tribu Waimiri- Atroari (Nijensohn Cristina Sanz Martín 2015) -quienes, por cierto, se denominan “Kin- ja”-. Esta obra es una crítica social a la usurpación de territorios por parte del gobierno brasileño, pero también una crítica a la humanidad por la Fig. 5. Charly Nijensohn, El naufragio de los hombres, 2008. violación a la tierra en nombre del “progreso”. Videoinstalación, 3 canales, color (7’ 28”), sonido, loop (https://www.youtube.com/watch?v=pZHo_R20_b8) Una crítica que representa la preocupación del Antropoceno por la inconsciencia de la sociedad solo lo sublime llega. Esta obra es también un post industrial, que sacrifca su propia superviven- estudio perceptivo. cia en pro del desarrollo. La línea del horizonte, o la inexistente línea Por su parte, su obra El naufragio de los hom- en muchas secuencias debido al espejismo del 13 bres (2008, 7’28”) es pura lírica audiovisual. Una cielo sobre el agua, es la protagonista de la obra. videoinstalación de tres proyecciones registrada En este inmenso espejo el individuo pierde hasta en el altiplano boliviano, en el Salar de Uyuni, su propio horizonte y cuesta distinguir entre lo inundado durante el mes de lluvia (julio). Un es- irreal y lo real. Este recurso enfatiza aún más la pacio en el que los valores de la luz y el refejo soledad que intenta transmitir siempre. De nue- alteran la percepción. Un desierto blanco que vo, las siluetas negras, pero esta vez aún más parece un paisaje polar. Es un hecho que Bolivia perdidas divagando por la inmensidad. Enfatizan prácticamente ya no cuenta con espacios de nie- el mensaje existencialista. Esta obra es una poe- ve, ni glaciares debido al calentamiento global sía a su búsqueda metafísica. El recurso sonoro (AA.VV. 2014, 45) (fg. 5). contribuye a la sensación de soledad: el silencio. Este auténtico tableau vivant tiene tres di- En un espacio así tiene cabida cualquier inter- mensiones: el espacio, el tiempo y lo metafísico. pretación y pensamiento que el individuo quiera En esta obra la narratividad está más ausente debatir consigo mismo. Por otro lado, el cielo y que en ninguno de sus otros trabajos. De he- la tierra (o el agua) vuelven a ser protagonistas. cho, podríamos hablar de una obra meramente En otro tiempo, una obra de tales características sensorial. Pero donde, por difícil que parezca, el se habría presentado como un marco ideal para mensaje sociocrítico es aún más fuerte que las hablar de dios. Pero, otro de los rasgos que ca- cualidades formales que conforman su estética racterizan al paisajismo del siglo XXI, es que dios sublime. Nijensohn nos inmerge en un lugar tan suele desaparecer. Por lo general, desaparece esa peculiar que ni siquiera alcanzamos a esclarecer visión panteísta de la naturaleza. Todo suele girar si estamos en el cielo caminando entre las nubes en torno a la individualidad: al autoconocimiento o en el mundo real. Pero sí parece que nos hemos del propio individuo. Una individualidad que, sin perdido en un cuadro surrealista. El autor recrea duda, caracteriza a los individuos de esta era. una situación inmersiva donde nos circunda de Lukas Marxt (Austria, 1983) es un joven vi- pantallas gigantes y donde sin narración explici- deoartista cuyo trabajo se centra en un dialogo ta y recurriendo primordialmente a lo sensorial, continuo entre él y la naturaleza. Sus obras se nos invita a reconciliarnos con nuestro interior caracterizan por una cuidadísima estética, por la mediante la apelación emocional. De nuevo, un sensación de soledad, pero siempre acompañada retrato de nuestra insignifcancia frente a la natu- por la presencia del autor –como el “yo” román- raleza. Pretende llevarnos a la conmoción donde tico–, por planos que frecuentemente coquetean

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 276 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico parte del cambio y su trabajo refexiona sobre de dónde venimos, dónde estamos y cómo lidiamos con ese cambio. Pero esta vertiente postapocalíp- tica de su arte se desvía ligeramente del objeto de este artículo y entra en el terreno de otros tipos de paisaje que hemos identifcado. Y que también está muy relacionado con el concepto de “Entropía” de Robert Smithson15. Pero, como Cristina Sanz Martín explicábamos al principio, esta investigación par- te de la consanguineidad de las artes y defende Fig. 6. Lukas Marxt, It Seems To Be Loneliness But It Is Not, que es imposible establecer límites entre las obras 2012. Vídeo, color (37’), sonido, monocanal (https://vimeo. contemporáneas. Los paisajes de Lukas Marxt com/81338744) presentan una lectura romantizada de la natu- raleza del Antropoceno: busca la belleza en la con la idea de lo sublime, y unos paisajes que destrucción. Y, aunque pueda parecer contradic- invitan a perderse para encontrarse. Sus obras torio, desde su aceptación también se vislumbra, nos devuelven a los vastos e inmensos paisajes a veces, una cierta melancolía de lo que un día de la Escuela del Río Hudson. Como un autén- fue y ya no es. Una melancolía que ya mostraron tico viajero romántico, Lukas es un explorador: ha viajado al Ártico, ha entrado en una mina de los románticos. Sigue recurriendo a la idea de la uranio en Australia para captar un doble eclipse, naturaleza poderosa, virgen, inmensa y remota, vivido en una plataforma petrolífera en mitad del como vemos en obras como Low Tide (2014, 3’) Mar del Norte, se ha perdido en los desiertos ca- o Reign of Silence (2013, 7’). lifornianos, ha pasado días deambulando por las Marxt, como hemos mencionado, es uno de montañas canarias y hasta ha llegado a las costas esos artistas jóvenes que están ayudando a crear de Gana. Esto quizá explica que frecuentemente nuevos códigos estéticos, narrativos y conceptua- sus obras presenten un esteticismo que parece les para la paisajística del siglo XXI. Uno de los ras- sacado de los reportajes de National Geographic. gos que más caracteriza su obra es la utilización Marxt busca diálogar con la naturaleza, lo que ex- de la tecnología del dron –aunque, precisamente, plica esa necesidad de perderse en la inmensidad la obra que presentamos aquí no presente esta de los rincones más recónditos del planeta para particularidad–. Las vistas aéreas son otro de los reencontrarse a sí mismo: rasgos que caracterizan a la paisajística del An- A menudo visito lugares que me devuelven a mis tropoceno, pero no son algo nuevo. Recordemos necesidades básicas. Estas limitaciones son parte de que la fotografía ya las introdujo anteriormente, un método de trabajo para usar mi percepción de entre las que destacamos, indudablemente, las manera más consciente y detectar instintos que no vistas aéreas de Nadar. Sus vídeos son pausados, necesito en mi existencia normal. Es una explosión dan tiempo al espectador para refexionar, pero para demarcarme por un tiempo, para llevar una sin ser manipulado. Lukas plantea una situación vida de acuerdo con mis propias reglas y las de la e invita a refexionar a través de tu propia expe- naturaleza (Tschütscher 2015). riencia. En Double Dawn (2014, 29’) es, quizá, donde este concepto del deep time se manifesta Lukas busca retratar lugares remotos que mejor. Un plano fjo de media hora de un evento supongan un desafío para la supervivencia del natural: un amanecer y seguidamente un eclipse. hombre. En una entrevista que tuvimos la ocasión El espectador, acostumbrado al frenetismo con- de realizarle al artista austriaco14, Marxt nos habló temporáneo y al lenguaje de la TV o el cine, se de su concepción de un mundo postapocalípti- impacienta ante la oscuridad y la expectación. co. Pero es fundamental entender que lo concibe desde una perspectiva constructiva y no desde En It seems to be loneliness but it is not (2012, una visión pesarosa. Como aceptando el mundo 37’)16 (fg. 6), el artista camina por las montañas actual y, dándole un nuevo enfoque, crear nue- de la isla volcánica de Lanzarote mientras que el vos paisajes. En su obra se entiende que somos espectador hace el camino junto a él. Desde el

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico 277 principio, sentiremos la herencia de Richard Long. 54º y la 57º Bienal de Venecia. Su praxis parte Marxt no modifca nada, solo deambula por el de la fascinación por entender el mundo. Espe- entorno enriqueciéndose de la experiencia y dia- cialmente, el movimiento y los ritmos naturales. logando con el lugar17. Esto nos devuelve también Porque observar el exterior y conocer cómo fun- a los viajes del hombre romántico. El autor nos in- ciona la naturaleza es la única forma de conocer troduce en un escenario, pero sin darnos muchas bien nuestra identidad. Y cuando uno conoce premisas. Nos deja libres. Pretende que nosotros bien quién es, no puede “perderse”. Para ello mismos creemos nuestras propias sensaciones y viaja a lugares remotos del planeta, él también es sentimientos. Además, el audio no ha sido ma- un explorador. Mediante sus “pinturas” en mo- Cristina Sanz Martín nipulado y el tiempo transcurre a velocidad real. vimiento, Foschino debate temas que tienen que Muestra una naturaleza ardua, pero el artista, a ver con la metafísica tradicional, pero también través del modo en que se relaciona con ella, pre- con una metafísica genuinamente contemporá- senta un acercamiento agradable. La sensación nea. Sus obras obligan a detenerse, a pausar el de paz se apodera de la escena. La exaltación de ritmo vertiginoso de la vida actual y contemplar la subjetividad es otra evidencia, esta obra podría los fenómenos maravillosos que nos regala la caer en la crítica de ser una caminata documenta- naturaleza: da, pero la subjetividad de la cámara la desvincula de ello. Marxt presenta siempre una cámara muy Asumo este acto de contemplación como una subjetiva. Aquí encontramos muy bien retratada especie de rito solitario de aprendizaje, solo así la idea del “yo” romántico. La cámara presenta puedo concentrarme en el ritmo inherente. Siempre una dualidad, pues encontramos el “yo” del artis- me he sentido como un un niño que observa el ta, quien demuestra continuamente su presencia, mundo como algo extraño. Acudo a la naturaleza pero también el “yo” del espectador que toma con ánimos de sorprenderme, de descubrir la lente como sus propios ojos. Sabemos que no fenómenos descritos en libros y que no son estamos solos, sentimos la respiración de Marxt, apreciables dentro de las ciudades. Vivimos en un caemos con él por la ladera, nos estremecemos mundo de tiempos variables y rescatar imágenes del al no poder avanzar, desconfamos al adentrarnos devenir constante del tiempo ha sido mi obsesión. en la niebla y sentimos el vértigo del barranco. Él Observar el movimiento de una nube, el paso del presenta una serie de circunstancias y nosotros agua que corre o los cambios de luz para evidenciar las interpretamos. La imagen es muy inestable, que todo está sometido al tiempo, todo es puro la cámara tiembla. No hay una narrativa expli- cambio constante y ninguna tecnología será capaz cita. El movimiento de la cámara nos perturba, de contrarrestarlo. Eso me preocupa y me genera el silencio puede ser incómodo y los fenómenos nostalgia18. atmosféricos nos llevan a mantenernos siempre Para enfatizar esta búsqueda, Foschino de- expectantes. Por otro lado, la estética volcánica sarrolla una práctica artística basada en unos está relacionada con su idea postapocalíptica. aspectos formales que ya le caracterizan: obras Nos sentimos reducidos en un lugar remoto don- enmarcadas como un cuadro, una imagen en de nuestra supervivencia peligra. No hay agua, movimiento captada por una cámara siempre comida ni cobijo. Nos plantea la insignifcancia situada desde en un punto de vista fjo, silencio de nuestra existencia desde una contradicción: y tiempo a velocidad real. Esto provoca una gran somos tan “poderosos” que hemos conseguido contradicción en el espectador. Su obra es una destruir el mundo, pero, a la vez, somos nada. continua confrontación entre la tradición y lo Para fnalizar, el último artista que aquí pre- contemporáneo. Entre los códigos de la pintura, sentaremos es Gianfranco Foschino (Chile, 1983). de la fotografía y los del videoarte. Sus obras se La obra de Foschino es un excelente ejemplo de acercan alarmantemente a la pintura, devolvien- cómo, a partir de la reinvención del lenguaje ro- do la imagen en movimiento a lo que en esencia mántico, se pueden crear nuevos códigos para es, “imagen”, y dotando de un papel secundario desarrollar una nueva tradición paisajística. Su a los aspectos formales del formato audiovisual, trabajo ha alcanzando tanto éxito que ha llegado que suelen ser los protagonistas. Podríamos decir a exponer en lugares tan prestigiosos como la que Gianfranco Foschino pictorializa el tiempo y

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Fig. 8. Gianfranco Foschino, Espíritu Santo #1, 2013. HD, vi- deoinstalación, 2 canales (6’) color, sin sonido, loop (https:// vimeo.com/75973203)

país del paisaje. En la misma línea, Foschino res- peta la composición clásica del paisaje en todas sus obras, contribuyendo al pictorialismo. Esto se enfatiza mediante otros dos recursos: el pun- to de vista fjo y el silencio. Los cuales Foschino también utiliza como herramientas para enfatizar esa reconciliación que busca del espectador con los ritmos de la naturaleza. Para Foschino el si- lencio posibilita darle a la imagen la facultad de expresar su esencia -en este caso, el movimiento y los ritmos de la naturaleza- sin distracciones. Y para esto también es necesario un punto de vista fjo (fgs. 7 y 8)19.

Cima (2016)20 y Espíritu Santo #1 (2013)21 son dos trabajos que ejemplarizan de manera muy certera lo que venimos tratando. Son obras don- Fig. 7. Gianfranco Foschino, Cima, 2016. Vídeo HD, color (11’), de no hay narratividad, pero sí un fuerte con- sin sonido, monoconal, loop (https://vimeo.com/229305830) ceptualismo. Apelan a la pura sensorialidad para trasmitir su mensaje. En ellas se presentan to- el movimiento, a diferencia de lo que el arte ha dos los elementos formales y conceptuales que perseguido a lo largo de su historia intentando acabamos de comentar, puesto que la trayecto- dinamizar la imagen, como, por ejemplo, hicieron ria artística de Foschino sigue un hilo continuo los futuristas. Sus paisajes son auténticos lienzos que permite un análisis transversal. La presencia de LED. Esto contribuye a que el espectador no se de elementos románticos es incuestionable. En sienta incómodo en su acercamiento al videoar- Cima, la montaña amenazante, la desprotec- te, como suele ocurrir. Sus obras se caracterizan ción, la niebla, la soledad, el frío que transmite por esa bidimensionalidad entra la quietud y el la nieve, la escala tonal de colores apagados, la dinamismo. Por esa materialización de la imagen inmensidad o la presencia del “yo”, sintiéndonos en movimiento, devolviendo algo tan inmaterial un poco como un “monje frente a la montaña”. como es el vídeo al concepto de obra como ob- Un monje, además, diminuto. Mientras que, en jeto fetiche. Pero, también, los marcos blancos Espíritu Santo, la carretera a ningún lugar que –que contribuyen a la idea de cuadro– recuerdan se pierde, o, quizá, una carretera a un lugar en la importancia del marco en el paisaje. Dado que concreto, la niebla, la soledad, el bosque cerrado, el paisaje es una “porción” subjetivizada de la la expectación o el silencio. La carretera como naturaleza, es el concepto de “límite”, de “mar- una metáfora del viaje del alma, aunque aquí co” otra de las características que diferencia al ya no se viaja en barcos como retrataban Turner

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico 279 o Friedrich, sino en coche. El marco puede ser de decir también que hemos localizado muchos limitado, pero el horizonte se presenta infnito. más artistas –como Bill Viola, Richard T. Walker Son elementos que ya podrían haber sido sacados o Dan Hudson, por ejemplo– y obras de las aquí de una pintura de paisaje del XIX. Comentaba presentadas. Como comentamos al principio, es- el curador Justo Pastor (2016) acerca de los loci tas prácticas de videopaisaje no han sido nunca horribili y los loci amoeni y de cómo la obra de confrontadas o reunidas entre ellas, lo cual ha di- Foschino transforma ese horror en belleza subli- fcultado el trabajo de campo. Pero las coinciden- me. Pero, quizá “transformar” no sería el termino cias en torno al tratamiento de la imagen, la base acertado. Foschino no transforma, sino que su conceptual y el lenguaje empleado en numerosos Cristina Sanz Martín trabajo nos devuelve de nuevo a la tesis de Argu- y diferentes artistas no puede ser casual. Tanto las llol. Recordemos que este defendía que la pintura preocupaciones de orden temático que confor- de paisaje romántica no es una mera manifesta- man el imaginario de sus praxis como el medio ción artística, sino una determinada comprensión en el que trabajan coinciden. Por tanto, podemos de la naturaleza. Foschino ansía reconciliarse con hablar de «videopaisaje» y, dentro del videopai- esta naturaleza a la que reconoce estar sometido saje, de un videopaisaje tecnorromántico; donde y, de nuevo, como Argullol sostenía que hacían estos códigos y aspectos formales que caracteri- los románticos, él también desantropomorfza. zan al Romanticismo se reinterpretan aquí a partir Estas obras son puro tecnorromanticismo. Una de las posibilidades que brindan los medios con oda audiovisual a la belleza y a la destrucción. los que trabajan los artistas hoy –y, podríamos decir, incluso se enfatizan mediante las posibili- dades perceptivas e inmersivas que ofrecen es- Conclusión tos paisajes–, respondiendo a las demandas del Así pues, concluimos que, tras una revisión arte y la sociedad de hoy. El paisaje romántico se del panorama videoartístico, hemos localizado desmarcó de la tradición que le precedía por el numerosas prácticas que conforman una nueva profundo mensaje que se escondía tras sus re- tradición paisajística. Hemos identifcado un con- presentaciones, una particularidad que se denota junto de prácticas que, a partir de las nuevas tec- también en estos paisajes que, aunque parezcan nologías, los intereses de los individuos del siglo singularizarse por sus cualidades técnicas y for- XXI, y los nuevos lenguajes propios de esta era males, la realidad es que, siguiendo el conceptua- -como, por ejemplo, el audiovisual- reinterpretan lismo que caracteriza al arte contemporáneo, las los códigos románticos; como pueden ser la sole- obras esconden voraces críticas y refexiones de dad, lo sublime, la desantropomorfzación de la índole social, política y ética. Somos conscientes naturaleza, recursos formales como el camino, de que es un campo muy amplio y aún debe- el viaje, la niebla o la montaña, así como una mos seguir trabajando, pero esta investigación continua búsqueda de conexión espiritual o la ha identifcado una realidad ignorada, y sienta inmensidad y vastedad de la representación de las bases para que tanto nosotros, como otros la naturaleza, por ejemplo, todos ellos elementos investigadores, trabajemos en la conservación de que hemos visto en las obras estudiadas. Hemos estas nuevas prácticas artísticas.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 267-282 280 El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje tecnorromántico

NOTAS nica, como, por ejemplo, el surgimiento 12 La obra puede visualizar- de los “géneros” videográfcos. se aquí: https://www.youtube.com/ 1 Goethe citado por Anwandter, 5 El tema de “la tematización de watch?v=94fvxIHmpRc. 13 Juan. 2015. “Aproximaciones al tiempo la mirada” en la pintura impresionista La obra puede visualizar- como materia: dos muestras de Gian- ha sido estudiado por Stoichita, Victor se aquí: https://www.youtube.com/ franco Foschino”. Artishock, 29 de di- I. 2005. Ver y no ver. Madrid: Siruela. watch?v=pZHo_R20_b8. ciembre, 2015. http://artishockrevista. 14 En diciembre de 2017, pudimos 6 En junio de 2017, en la feria de com/2015/12/29/aproximaciones-al- realizarle una entrevista a Lukas Marxt. videoarte LOOP Barcelona, pudimos tiempo-materia-dos-muestras-gianfran- La entrevista será publicada junto a la

Cristina Sanz Martín conversar brevemente con Mary Lucier. co-foschino. investigación que motiva este artículo. 7 2 Yayo Herrero en discusión con Esta citación pertenece a la con- 15 Robert Smithson anticipó las Alicia Puleo, Joaquín Araujo y Raúl de versación aún inédita con la artista en teorías del Antropoceno con su con- Tapia durante la conferencia “Cultura junio de 2017. Será publicada junto a la cepto de paisaje entrópico en su ensayo y Medioambiente” organizada y divul- investigación que motiva este artículo. “Entropía y los nuevos monumentos”, gada por Radio 3. http://www.rtve.es/ 8 Electronic Arts Intermix. “Mary publicado en ArtForum en 1966 y reco- alacarta/videos/cultura18/video-cultura- Lucier”. Consultado: 20/9/2018. http:// gido en Smithson, Robert. “Entropy and medioambiente/4573100/. www.eai.org/artists/mary-lucier/biogra- the New Monuments.” En The Writings 3 Las teorías de la percepción se phy. of Robert Smithson, edited by Nancy Holt, 9-19. New York: New York Univer- pusieron muy de moda en los sesenta, 9 Esta cita pertenece a una entre- especialmente en EE. UU. Estas llega- sity Press, 1979. vista aún inédita realizada al artista en ron a través de las flosofías y religiones 16 Aquí https://vimeo. enero de 2019. La entrevista será publi- orientales a través del movimiento hip- com/81338744 puede visualizarse parte cada junto a la investigación que motiva pie. E introducirán nuevas vías de inter- de la obra. Somos conscientes de que este artículo. pretación y de pensamiento. el acceso a la videografía de Marxt es 10 4 En la historia del videoarte Se entiende por “preguntas de límitado al público. Pero el artista nos ha distinguimos dos etapas: una primera, la condición humana” al conjunto de brindado la posibilidad de visualizar su vi- desde la segunda mitad de la década de preguntas que en flosofía se encajan deografía de manera privada para poder los sesenta y los setenta, y una segunda, dentro de la rama de la metafísica. analizar adecuadamente su praxis. desde los ochenta a hoy. Las caracterís- Los temas de la metafísica se pueden 17 Esta práctica del caminar es ticas técnicas y las premisas conceptua- agrupar en tres grandes cuestiones: el profundamente estudiada en Careri, les han cambiando debido al desarrollo mundo, el ser humano y dios. Preguntas Francesco. 2007. Walkscapes: el andar tecnológico (sobre todo desde la digita- que todos los seres humanos se hacen como práctica estética. Barcelona: Gus- lización de la imagen y el desarrollo de durante su vida. Como, ¿de dónde ve- tavo Gili. El autor defende el deambular como un acto cognitivo capaz de trans- los softwares para su manipulación). En nimos? ¿qué hay después de la muerte? formar tanto el espacio natural como el la primera etapa, las obras se caracte- ¿existe un dios? Y un gran etcétera. antrópico. rizan por perseguir la experimentación Básicamente, aquellas preguntas que 18 Esta citación pertenece a una de la imagen cinética, la autorreferen- somos incapaces de responder. En mu- cialidad y las posibilidades que ofrecía entrevista aún inédita realizada al artis- chas culturas a lo largo de la historia la el formato vídeo, así como marcar dis- ta en enero de 2019. La entrevista será respuesta a estas cuestiones se ha en- tancias con la TV y el cine y reivindicar publicada junto a la investigación que contrado en las convicciones religiosas. su pertenencia al campo de las artes motiva este artículo. 11 visuales. Mientras que, en la segunda La crítica suele presentar la obra 19 Ibid. etapa, encontramos una praxis confor- de Nijensohn como carente de narrati- 20 La obra puede visualizarse aquí: mada que se centra en cuestiones que va, pero lo cierto es que el solo hecho https://vimeo.com/229305830. de plantear una escenografía es ya un se acercan más a las preocupaciones del 21 La obra puede visualizarse aquí: arte y menos a la experimentación téc- inicio de narración. https://vimeo.com/112594999.

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6074

OPERAR EN EL LÍMITE: “PLUS ULTRA”, UNA PROPUESTA CURATORIAL CRÍTICA DENTRO DE LA EXPO’92

Lola Visglerio Gómez Universidad Autónoma de Madrid

Data de recepción: 2019-06-01 Data de recepción: 2020-05-09 Contacto autora: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3177-1038

RESUMEN “Plus Ultra” fue un proyecto de arte contemporáneo desarrollado dentro del Pabellón de Anda- lucía de la Exposición Universal de Sevilla de 1992. Los responsables del proyecto, la comisaria Mar Villaespesa y la empresa de producción cultural BNV, pretendían adoptar una postura refexiva para con las connotaciones neocoloniales de los festejos. A través del análisis del lugar que el proyecto ocupó en el entramado artístico-cultural y de los condicionantes sociopolíticos que lo atravesaron, este artículo pretende alinearse con recientes trabajos de investigación sobre el arte español de los años ochenta y noventa que han valorizado experiencias –como “Plus Ultra”– tradicionalmente olvi- dadas por la historiografía ofcial. Examinaremos las injerencias y censuras a las que “Plus Ultra” se enfrentó, lo cual permitirá conocer las posibilidades, los límites y las contradicciones de una propuesta curatorial crítica desarrollada dentro de un marco celebratorio y multitudinario como el de la Expo’92. Este análisis permitirá asimismo ponderar la capacidad de intervención que las instituciones políticas locales, regionales y estatales tenían en el contexto para propiciar, condicionar o frenar iniciativas de arte contemporáneo.

Palabras clave: “Plus Ultra”, Pabellón de Andalucía, Expo’92, arte crítico, censura

ABSTRACT “Plus Ultra” was a contemporary art project developed at the Andalusian Pavilion at the Universal Exposition of Seville in 1992. Curated by Mar Villaespesa and produced by the cultural production company BNV, the project offered a critical eye on the neocolonial undertones of the celebrations. This text draws on recent critical research into the Spanish art scene of the 1980s and 1990s and which has assessed experiences – “Plus Ultra” among them – that have largely been overlooked by offcial historiography. In doing so, it offers an analysis of the project’s position in its artistic, cultural and socio-political milieu. In analysing the outside interference and censorship to which the project was subjected, this paper reveals the possibilities, limitations and contradictions of a critical curatorial proposal developed within a large-scale and celebratory setting such as Expo’92. It also seeks to gauge the extent to which local, regional and national political institutions were able to foster, infuence or constrain contemporary art initiatives in this context.

Keywords: “Plus Ultra”, Andalusian Pavilion, Expo’92, critical art, censorship

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 284 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 Introducción1 gio (2016), la relectura de la historia de 1492 Desde hace ya varios años son cada vez más que la Expo’92 y, a través de ella, el PSOE –el los autores y las investigaciones que, desde dis- partido que estaba, por entonces, en el poder– tintas disciplinas y con diversos enfoques, están plantearon trataba de recordar la “modernidad” volviendo la mirada hacia la escena del arte es- del descubrimiento y, de camino, la de la propia pañol de los años ochenta del pasado siglo, con España socialista, a la vez que intentaba matizar la intención de marcar distancias con las lecturas y hacer diplomáticamente provechoso ante la excesivamente “entusiastas” que habíamos he- comunidad internacional “el oscuro balance del Lola Visglerio Gómez Lola redado de la época y de alumbrar, así, nuevos pasado colonial español” (Quaggio 2016, 120). relatos historiográfcos que permitieran cues- Para evitar cualquier desviación en la exhibición tionarlas, enriquecerlas y transformarlas2. Estas de dicha imagen pública, la Expo’92 trató de si- voces han identifcado muy certeramente cómo lenciar e incluso censurar, en la mayoría de los en dicha década se volvió, en las esferas más casos con éxito, cualquier intento de poner en 5 ofcialistas del sistema artístico, a una línea des- cuestión alguno de los principios expuestos . politizada del arte (Marzo 1995; Albarrán 2009, No obstante, en todo evento perfectamente 49-57), orientada a una fácil inclusión del mismo hilado y orquestado pueden aparecer fsuras que, en el mercado (López 2004) y caracterizada por si no hacen que todo el edifcio se venga abajo, la absorción y aplicación acrítica de discursos fo- sí desestabilizan sus cimientos. Unos hombres- ráneos y por la obstinación por alinearnos, por anuncio paseando el eslogan “I love analfabetis- fn, con lo que estaba sucediendo en la esfera mo” por el Pabellón de Andalucía de la Expo’92 del arte internacional (Marzo 2005, 72-76; Verdú o un gran telón colgado sobre la fachada del Mu- 2008, 941-944). seo de Arte Contemporáneo en pleno centro de Gran parte de ese entusiasmo reverberaba Sevilla, cubierto con preguntas incómodas como aún a principios de la década siguiente, con los “¿Hay mejor negocio que el negocio del espec- eventos mediáticos y multitudinarios del annus táculo? / Sin historia el museo ordenará el tiempo miraculis (Badía y Marzo 2006, 13) de 1992, que de manera uniforme y canónica ¿es posible un se irguieron casi como un espejismo en medio de orden uniforme sin un estado disciplinario?”, son la crisis económica que ya empezaba a asolar al hechos aislados, pero que se inmiscuyen en la país3. La Exposición Universal de Sevilla (Expo’92), escenografía urbana cuestionando todo aquello celebrada ese año, aparecía de alguna manera que la Expo’92 estaba dando por sentado. Se fuera de lugar, puesto que parecía adscribirse más trata de dos propuestas artísticas –la primera de a la deriva celebratoria y festiva de la década an- Estrujenbank, la segunda del colectivo Juan Del- terior que a la difícil situación social y económica campo– de las muchas que conformaron “Plus que estaba por venir4. El espíritu triunfalista de Ultra”, un proyecto de arte contemporáneo que, la Expo’92, un “mega-acontecimiento mezcla de entre el 6 de mayo y el 8 de octubre de 1992, for- gran almacén, feria y parque de atracciones”, en mó parte de las iniciativas llevadas a cabo por el palabras de Juan Antonio Álvarez Reyes (2013, Pabellón de Andalucía de la Exposición Universal 15), nacía con el objetivo de proyectar, tanto de Sevilla de 1992. dentro como fuera de nuestras fronteras, una Las exposiciones, conferencias, talleres y de- imagen renovada y moderna de España (Borja y más actividades de los que constó el proyecto Mascareñas 1992; Chacón 1992), al tiempo que no han gozado de una revisión y relectura dentro parecía ignorar la fragilidad del tejido artístico y de la historiografía del arte español contempo- cultural que le daba sustento. ráneo, a pesar de que, contemplados desde una La Expo’92 trató de mantener una línea dis- perspectiva actual, fueron una propuesta pionera cursiva y una imagen pública homogénea y auto- en el contexto andaluz de los noventa. El úni- complaciente, en la que se transmitía una visión co análisis en profundidad realizado sobre “Plus “persistentemente optimista” de la emergencia Ultra” lo encontramos en el libro La exposición del mundo moderno y del progreso de la hu- como recolonización. Exposiciones de arte lati- manidad (Maddox 2004, 3). Para Giulia Quag- noamericano en el Estado español (1989-2010),

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 285 resultado de la tesis doctoral de Francisco Godoy completó con un programa de conferencias, una Vega (2018). En él, el autor se centra, principal exposición documental y unos talleres impartidos pero no únicamente, en los artistas y exposicio- por algunos de los artistas participantes. El pro- nes de “Plus Ultra” que abordaron de forma más yecto en su conjunto fue comisariado por Mar clara los discursos sobre el arte latinoamericano. Villaespesa y producido por BNV Producciones6. No obstante, la información y los análisis críticos La difuminación de los límites entre las labores de contenidos en dicho libro han resultado funda- curaduría y producción que caracterizó el trabajo mentales para la redacción de este texto. de ambos agentes hace necesaria una pausa para Un proyecto de las dimensiones y complejidad reseñar brevemente sus trayectorias. Visglerio Gómez Lola de “Plus Ultra” requeriría de un análisis mucho Mar Villaespesa, almeriense, se formó en Filo- más extenso del que podemos incluir en este ar- logía Hispánica en Madrid y, tras haber cursado tículo. Es por eso por lo que en esta ocasión no un posgrado en Estados Unidos, inició su trabajo nos centraremos en el estudio histórico-artístico o como crítica y comisaria de arte a principios de estilístico de las obras y artistas participantes, sino los años ochenta, habiéndose dedicado previa- en el análisis crítico de la imbricación que tuvo el mente a la enseñanza secundaria (Díaz y López proyecto en el entramado artístico-cultural del 2015, 20). Su carrera se vinculó especialmente al momento, así como, en especial, de los condi- ámbito andaluz, aunque no de forma exclusiva, cionantes sociopolíticos que lo embargaron. Este estableciendo una relación muy estrecha con el abordaje metodológico nos permitirá responder ambiente artístico sevillano. Escribió textos y co- a algunas de las preguntas que atraviesan esta misarió a muchos de los artistas incluidos dentro investigación: ¿cuáles fueron los problemas y las de la llamada “Generación de Sevilla” –Guillermo contradicciones a los que tuvo que enfrentarse Paneque, Rafael Agredano o Pepe Espaliú, entre “Plus Ultra” como proyecto curatorial para adap- otros–; con muchos de los cuales contaría poste- tarse a un marco como el de la Expo’92 y qué riormente para “Plus Ultra”. Desde fnales de los estrategia se siguió para resolverlos?; ¿cuál era el ochenta, Villaespesa abogó por una regeneración poder y la capacidad de intervención de las ins- del arte español hacia posiciones más comprome- tituciones políticas locales, regionales y estatales tidas con el contexto local, político y social del en el contexto para propiciar, condicionar o fre- momento. Este cometido fue canalizado a través nar iniciativas de arte contemporáneo?; ¿cuáles de su labor como crítica de arte –por medio de los fueron las posibilidades y los límites de una ex- proyectos editoriales Figura (1983-1988) y Arena posición crítica desarrollada dentro de un marco Internacional del Arte (1989)7– y de su trabajo celebratorio y multitudinario?; ¿de qué manera como comisaria –en exposiciones como El Sue- la recuperación y el análisis de experiencias como ño Imperativo (Madrid, Círculo de Bellas Artes, “Plus Ultra”, tradicionalmente olvidadas por la 1991) o 100% (Museo de Arte Contemporáneo historiografía, pueden evidenciar los caminos que de Sevilla, 1993). Es esta actitud comprometida la se han seguido en la construcción de la historia que serviría de nexo con las preocupaciones que del arte contemporáneo en el Estado español? movieron a Miguel Benlloch y a Joaquín Vázquez a fundar BNV. “Plus Ultra”, más allá del límite BNV Producciones es una empresa de produc- “Plus Ultra” fue un proyecto de arte con- ción cultural creada en Granada en 1988 pero temporáneo que constó de cuatro exposiciones: que se trasladó a Sevilla a partir del año siguiente. Américas, comisariada por Berta Sichel en el mo- A los dos primeros miembros se unió, ya en 1991, nasterio de Santa Clara de Moguer, Huelva; Tie- Alicia Pinteño. Benlloch y Vázquez habían creado rra de Nadie, comisariada por José Lebrero Stals en la capital granadina La Fábrica del Sur (1989), en el Hospital Real de Granada; Intervenciones, revista gracias a la cual conocieron la existencia desarrollada en monumentos históricos de siete de Arena Internacional y, por extensión, de Mar provincias andaluzas y El artista y la ciudad, en Villaespesa. A partir del contacto con la comisaria el entorno urbano de Sevilla; las dos últimas co- comenzarían a trabajar en arte contemporáneo, misariadas por Mar Villaespesa. “Plus Ultra” se iniciando su andadura con la ya mencionada

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 286 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 exposición El Sueño Imperativo. Hasta ese mo- español (Brea 1993). Entre las transformaciones mento, su único acercamiento a la producción que explican ese cambio, que abarcaron desde la cultural había consistido en la colaboración en experimentación en torno a la gestión autónoma dos exposiciones celebradas en Granada, Arte del arte hasta la emergencia de prácticas artísticas de diario, diseñadores andaluces y Alhambra: colaborativas o de nuevos formatos de difusión últimas miradas, ambas de 1989 (Vázquez 2018). y exhibición (Expósito 2004, 121), nos gustaría Durante sus años universitarios en dicha ciu- detenernos en dos; por una parte, el resurgir de dad, tanto Benlloch como Vázquez participaron prácticas artísticas de resistencia, más sensibles al Lola Visglerio Gómez Lola en diferentes movimientos activistas, militando contexto político y social y, por otra, la acción de en el Movimiento Comunista (MC). El cambio de determinados agentes –críticos de arte, gestores, orientación de ambos productores desde el acti- comisarios– que generarían los marcos necesarios vismo político al mundo artístico puede entender- para darles capacidad de enunciación. se como parte del proceso general de desman- Es necesario puntualizar, no obstante, lo mino- telamiento y/o transformación de la base política ritario de estas prácticas artísticas en relación al social en el Estado español durante la transición. discurrir histórico de la época: eran muy escasos La derrota que la militancia extraparlamentaria, a los artistas que trabajaban, desde diferentes pun- la que pertenecía el MC, sufrió en el referéndum tos de vista y formalizaciones, con esa común in- de la OTAN en 1986, provocó su alejamiento del tención crítica. Así lo recordaba Marcelo Expósito activismo; en palabras de Vázquez (2018): “nos cuando hablaba sobre su exposición La conquista hizo sentir que nuestro proyecto político estaba del paraíso, contra las celebraciones del Quinto agotado y nosotros con él”. Miguel Benlloch y Centenario (Museo Reina Sofía, 1992). El artista Joaquín Vázquez encontraron en el arte contem- y teórico mencionaba a apenas una docena de poráneo un espacio de refexión no agotado, un artistas, entre los cuales se encontraban Agustín nuevo espacio crítico, en el que BNV se insertó Parejo School, Francesc Torres, Carmen Nava- con “una voluntad de agitación cultural, de crear rrete, Ana Navarrete, Antoni Muntadas, María e incidir en la política cultural” (Vázquez 2002, Ruido, Rogelio López Cuenca, Pedro G. Rome- 25)8. ro o Preiswert (Aliaga y Expósito 2011, 43). Su Desde 1990 el tándem Villaespesa/BNV tra- práctica tendría en común el cuestionamiento de bajaría en diversos proyectos que siguieron esa las estructuras sobre las que se asienta el siste- intencionalidad de incidir en la realidad social y ma artístico y sus sistemas de canonización, así política de su contexto9. “Plus Ultra” es un ejem- como el alejamiento de categorías fuertemente plo de esta actitud comprometida que aúna las ancladas a una forma tradicional de entender y trayectorias y preocupaciones de ambos agentes, valorar la creación artística, como son la autoría, ya que el proyecto, a pesar de desarrollarse den- la individualidad o la concepción autónoma e in- tro de un contexto tan connotado como el de la violable de la obra de arte –y por tanto su supues- Expo’92, intentó adoptar una postura refexiva ta independencia y aislamiento con respecto a la con respecto al “Descubrimiento” (Villaespesa estructura social y a las circunstancias históricas 1992, 12). El distanciamiento crítico que caracte- en las que se produce–; unas categorías que son, rizó a “Plus Ultra”, evidenciado tanto en el plan- por otra parte, muy útiles para la inclusión de teamiento curatorial como en los artistas elegi- dichas obras en el mercado y en los procesos de dos, no puede entenderse como un caso aislado especulación artística que se iniciaban en aquellos a nivel estatal, a pesar de su excepcionalidad en el años. Muchos de los artistas arriba mencionados contexto andaluz. De hecho, “Plus Ultra” respon- serían incluidos en “Plus Ultra”, así como en otras de a un momento, coincidente con la irrupción iniciativas curatoriales que, en el período fronte- en el país de la fuerte crisis económica, en el que rizo entre décadas, darían cabida a las temáticas las prácticas artísticas atravesaron un proceso de y cuestiones que estos estaban trabajando10. Por repolitización (Marzo y Mayayo 2015, 663-666), tanto, hablamos de artistas que, aunque mino- que algunos autores identifcaron en su momento ritarios, encontrarían algunas plataformas desde con un “cambio de marcha” en la escena del arte las que poder enunciarse, por más que estas re-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 287 sultaran escasas y muy concentradas en ciertas estaban prácticamente naciendo en aquellos regiones del Estado. años. Villaespesa intentaría paliar en parte esa Estas exposiciones fueron de la mano de otra desactualización de la escena del arte español transformación relevante, la que ha dado en lla- por medio de proyectos como “Plus Ultra” o El marse el “giro comisarial” de los años noventa Sueño Imperativo, en los que intentó implemen- en el Estado español. Este fenómeno respondería tar las nuevas formas de crítica institucional que a la consolidación de la fgura del comisario que estaban emergiendo en la escena internacional comienza a adoptar un posicionamiento autoral, y que pasaban por usar la legitimación ofcial convirtiéndose en agente activo de debate y de como estrategia (Godoy 2018, 205). Es decir, es- Visglerio Gómez Lola crítica. A través de las construcciones discursivas tas exposiciones no buscaron tanto acabar con el de los comisarios, las exposiciones devienen en marco institucional que las acogía cuanto usarlo el principal canal de mediación e interpretación como plataforma para generar pensamiento y de las prácticas artísticas a principios de los años arte crítico. Esto se hace explícito en el caso de noventa (Fernández 2013, 103-104). De cara al “Plus Ultra”, a pesar de que el carácter triunfa- análisis de “Plus Ultra”, es especialmente rele- lista y autocomplaciente de la Expo’92 no facili- vante una generación joven de críticos, entre los tara el posicionamiento refexivo que el proyecto que podemos mencionar a Manel Clot, José Luis pretendía adoptar. Brea, Juan Vicente Aliaga o la propia Mar Villaes- En efecto, no podemos olvidar que el contexto pesa, que han sido agrupados por Jesús Carrillo de la Expo’92 no favorecía un clima de refexión bajo la categoría de “periféricos” (2014, 254). sobre las connotaciones neocoloniales de los fes- Este califcativo es cuanto menos problemático, tejos o sobre lo que estos tenían de simbólico –y puesto que muchos de ellos se habrían formado de real– en el proceso imparable de globalización en Madrid o incluso en Estados Unidos y habrían económica y neoliberalismo y en las relaciones de desarrollado gran parte de su trayectoria en cen- explotación de norte a sur. A pesar de todo, las tros tan hegemónicos como Barcelona, Valencia, protestas contra la celebración del Quinto Cen- Sevilla o Madrid. En cualquier caso y siguiendo tenario se dejaron notar por todo el país, orga- a Carrillo, lo interesante de estos agentes es que nizadas en torno a un amplio movimiento crítico estarían más atentos a las nuevas corrientes del bajo el lema Desenmascaremos el 92 (El colectivo posmodernismo crítico y de resistencia, intentan- vírico 1992). Este movimiento estuvo organizado do aplicarlo en los contextos locales en los que de manera transversal por colectivos insumisos, desarrollaron su actuación (258). ecologistas, pacifstas, feministas, okupas, autó- Aunque la mayoría de las exposiciones im- nomos y otros grupos de barrio. Sus acciones se pulsadas por estos comisarios, entre ellas “Plus llevaron a cabo mediante encuentros y manifes- Ultra”, planteaban una crítica velada o explícita taciones en todo el Estado. Además de las actua- al entramado institucional que les daba cabida, ciones de Desenmascaremos el 92, la campaña todas ellas proliferaron precisamente al amparo 500 años de Resistencia Indígena y Popular llegó de instituciones culturales públicas y privadas. A a realizar un “contradesembarco” simbólico en la principios de los años noventa la crítica institu- Torre del Oro de Sevilla el 12 de octubre de 1992, cional ya tenía un largo recorrido en el extran- Día de la Hispanidad (Apresados en Sevilla 1992). jero, aunque en España este tipo de propuestas Todas estas protestas fueron duramente repri- no había sido tan relevante, debido, en parte, al midas y no tuvieron apenas eco mediático11, ni sempiterno retraso temporal de nuestro país. Esta siquiera aquellas cuyas consecuencias fueron más situación diferencial fue ya advertida en aquellos graves y que tuvieron lugar justo el día antes de años, como así lo demuestran las palabras de la inauguración de la Expo’92. Ese 19 de abril Mar Villaespesa en el número 1 de Arena (1989) de 1992, tras la celebración de un concierto de cuando recordaba que “mientras aquí exigimos rock organizado por la Asamblea Okupa de Cruz museos, otros los cuestionan” (82). Sus palabras Verde, comenzó una manifestación espontánea incidían en la difcultad que tenía, dentro del Es- contra la celebración del Quinto Centenario. La tado español, el criticar a unas instituciones que Policía Nacional, ante la prohibición taxativa de

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 288 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 la Delegación del Gobierno de cualquier acto de pero sería la “Comisión de Participación de Anda- protesta (Gobierno prohíbe manifestación 1992), lucía en la Expo 92” el órgano superior y de alta reprimió duramente su desarrollo, con el resulta- dirección al que correspondía su aprobación. Esta do de tres heridos de bala, varios manifestantes y Comisión estaba presidida por el presidente de la agentes de policía con otras lesiones severas, 84 Junta de Andalucía e integrada por los consejeros detenidos y numerosas denuncias por malos tra- de Presidencia, Cultura, y Obras Públicas y Trans- tos en comisaría (Sánchez y Agudo 1997; Crespo portes, el director del Pabellón y siete vocales (De- 2017). Es aún más grave la escasa atención me- creto 151/1989, 2809). Esta Comisión sería por

Lola Visglerio Gómez Lola diática concedida a estos sucesos si tenemos en tanto la responsable última a nivel institucional cuenta que era la primera vez que la policía usaba tanto de “Plus Ultra” como del Pabellón en su disparos de bala contra manifestantes en Sevi- conjunto. Este llevaba por lema Andalucía. Tradi- lla desde la dictadura, en concreto, desde 1973 ción y Cambio y aspiraba a, según la Guía Ofcial (Maddox 2004, 286). Las pocas noticias que los de la Expo’92, “ofrecer al mundo un modelo de medios generalistas ofrecieron sobre este suceso progreso equilibrado y armónico” pretendiendo se abrieron con titulares como “Varios heridos al ser, además, “el [Pabellón] menos ofcial, el más dispersar la policía una manifestación de punkis divertido y el más acogedor de la Exposición Uni- en Sevilla” (El País, 1992) o “Varios policías he- versal de Sevilla 1992” (Guía Ofcial 1992, 142). ridos en un enfrentamiento con ‘punkis’ en la Asimismo, según Rodríguez Almodóvar, lo que plaza de San Marcos” (ABC, 1992), lo cual habla se buscaba era “evitar la fragmentación” y “en- por sí solo del tipo de cobertura informativa que contrar el lenguaje común de Andalucía a través podía esperarse de un acto de protesta contra de su historia, su cultura y muy especialmente a la Expo12. través de la modernidad” (Navarrete 1989, 20). Aunque “Plus Ultra” formó parte del pro- Un proyecto de arte crítico dentro del pa- grama de actividades del Pabellón y estuvo f- bellón “más divertido de la Expo’92” nanciado por él, la propuesta curatorial abogó, desde sus inicios, por alejarse de la celebración La posibilidad de realizar una exposición de del “Descubrimiento” y por tanto salir del centro arte contemporáneo para el Pabellón andaluz –geográfco, político y simbólico– que represen- de la Expo’92 fue ofrecida a BNV, quienes plan- taban Sevilla y la Isla de la Cartuja. Era una mane- tearon como exigencia poder trabajar con Mar ra de “negar el centro como respuesta frente al Villaespesa como comisaria. El ofrecimiento les poder que se impone como totalidad” así como llegó a Vázquez y Benlloch por medio de Juan de enfocar los eventos de 1992 desde la refexión Cañavate, responsable del programa de exposi- sobre la cultura y no desde la celebración (Villaes- ciones del Pabellón, a quien ya conocían de sus pesa 1992, 20). Por tanto, las ideas de diversión y años en Granada. No obstante, esta decisión de- consenso que defendía el Pabellón de Andalucía bió pasar en un primer momento por el director no parecían formar parte de los objetivos de “Plus del Pabellón, Antonio Rodríguez Almodóvar, un Ultra”. La densidad conceptual de los textos de personaje de gran relevancia en la esfera pública los catálogos, junto con el planteamiento curato- de la ciudad. Almodóvar había sido candidato a rial, se apartan de cualquier connotación lúdica. la alcaldía de Sevilla por el PSOE en las primeras Por otra parte, la idea de “evitar la fragmenta- elecciones democráticas de 1979, convirtiéndose ción” también parece alejada de las intenciones en teniente alcalde del ayuntamiento gracias a la de la muestra, desde el momento en que esta se coalición por la que Luis Uruñuela, candidato del fractura y se distribuye por todas las provincias Partido Socialista de Andalucía, obtuvo la alcaldía andaluzas, mientras pone además en cuestión los de la ciudad. discursos cerrados sobre la Historia. El propio títu- La dirección del Pabellón era un puesto ads- lo del proyecto va en esta línea, “Plus Ultra” –divi- crito a la Consejería de la Presidencia de la Junta sa imperial de Carlos V que se traduciría por “más de Andalucía, gobernada por el PSOE. De Almo- allá”– es usado para superar la idea de límite, dóvar dependían la dirección y coordinación de entendido no únicamente en su dimensión geo- todas las actividades relacionadas con el Pabellón, gráfca, sino también cultural y de pensamiento.

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En este sentido, el proyecto buscaba reivindicar museo, de Douglas Crimp (Godoy 2018, 179). el espacio público y el monumento “no como Por su parte, la refexión en torno al monumento residuos arqueológicos/históricos […] sino como pretendía ir más allá de su pretensión tradicio- espacios capaces de generar una reinterpretación nalmente celebratoria; como señalaba Mariano continua de signifcados” (Villaespesa 1992, 12). Maresca, autor del texto introductorio de Inter- La única idea defendida por el Pabellón con la venciones, “Plus Ultra” proponía “entrar en el que “Plus Ultra” podría comulgar es el concepto monumento, pero no para celebrarlo, sino para –complejo y a menudo inasible, especialmente disputarlo al régimen que lo posee y lo explica” en el contexto español– de “modernidad”. Y es (1992, 23). Visglerio Gómez Lola que el proyecto pretendía ejemplifcar, según Mar Si bien las obras que analizaremos a conti- Villaespesa, los debates más actuales de la esce- nuación pertenecieron en su totalidad a Inter- na artística, que la comisaria resumía en tres: “el venciones, nos parece necesario también reseñar discurso artístico expandido por el espacio públi- brevemente en qué consistió El artista y la ciudad, co, el discurso artístico expandido por las fuerzas de cara a entender mejor el proyecto en su con- socioculturales y el discurso artístico expandido junto. Esta muestra partía de la propuesta a once por los nuevos medios y tecnologías”13. Dichas artistas o colectivos de artistas, provenientes en cuestiones nos están hablando de una ruptura su mayoría de la provincia de Sevilla, de realizar de los límites tradicionales del arte, a través de la una obra en la trama urbana sevillana en la que superación de la concepción autónoma de la obra el tema fuera la propia ciudad14. En el catálogo artística y su imbricación en la realidad política de la exposición Villaespesa (1992) señalaba que y social. No obstante, de las cuatro exposicio- “en España no se han dado las condiciones socio- nes que formaron parte de “Plus Ultra” fueron culturales para el desarrollo de un contexto y una dos, El artista y la ciudad e Intervenciones, las audiencia que hayan posibilitado la interrelación que se plantearon como una refexión en torno arte-sociedad o el arte público” (14). Al repasar a dichos límites y son, por tanto, las que presen- dicho catálogo encontramos que, en la mayoría tan un mayor interés de cara al análisis que aquí de los casos, esa imbricación con el contexto lo- proponemos. En las otras dos, Tierra de Nadie cal que quería impulsar la comisaria se tradujo y Américas –que no fueron comisariadas por en piezas que cuestionaban de manera más o Villaespesa–, ese límite se orientó a la refexión menos incisiva la celebración del Centenario o cultural e identitaria acerca de la idea construida que proponían una refexión acerca de sus im- de Europa y América, respectivamente (Lebrero plicaciones15. 1992; Sichel 1992). Aunque es difícil conocer el tipo de recepción Intervenciones y El artista y la ciudad fueron y el volumen de público que El artista y la ciudad propuestas de arte público con piezas realizadas tuvo en Sevilla o el grado de aceptación, rechazo exprofeso que buscaban desplazarse de los en- o indiferencia que generó, lo cierto es que en su claves preasignados para la recepción artística y, gestación y desarrollo no hubo ningún tipo de de esta manera, dialogar más directamente con injerencia o censura por parte de la institución de los contextos locales de acogida. Ambas exposi- la que dependía, en este caso la Diputación de ciones pretendían problematizar el concepto de Sevilla. No podemos decir lo mismo sobre Inter- límite en su orientación al entorno urbano y al venciones, la exposición que contó con una ma- monumento, superando así las estrecheces que yor fnanciación, la más compleja desde el punto marca el cubo blanco. Como mencionábamos de vista logístico y el eje vertebrador de “Plus más arriba, estos planteamientos discursivos ali- Ultra”. En efecto, recordemos que el resto de ex- neaban “Plus Ultra” con los debates que sobre posiciones se ubicaron en una única ciudad, por arte público se estaban desplegando internacio- tanto, Intervenciones era la muestra que mejor nalmente, en concreto en el mundo anglosajón; cumplía esa descentralización de la que se vana- nos referimos a las refexiones que aparecen en gloriaba el proyecto. De las cuatro exposiciones Agorafobia, de Rosalyn Deutsche, The Lure of de “Plus Ultra”, esta fue la que chocó con más the Local, de Lucy R. Lippard o En las ruinas del difcultades a la hora de enfrentarse a los contex-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 290 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 Intervenciones, un camino tortuoso por la Carrera de Indias Intervenciones consistió en la propuesta a cuatro artistas españoles y cuatro extranjeros de realizar una obra site specifc en un monumento histórico de cada una de las ocho provincias an- daluzas. Los artistas participantes fueron Adrian Piper, Agencia de Viaje, Francesc Torres, Alfredo Lola Visglerio Gómez Lola Jaar, Agustín Parejo School, Dennis Adams, James Lee Byars y Soledad Sevilla. La mayoría de sus propuestas contaron también con una posición no complaciente con la celebración del Centena- rio. Mar Villaespesa y Joaquín Vázquez afrmaron que, si bien los artistas fueron informados de la intencionalidad y los objetivos del proyecto, no Fig. 1. Recorte de prensa de El País, 29 de junio de 1992 (A.BNV-MV) tuvieron ninguna limitación ni directriz impuesta en el desarrollo de su obra, más allá de que esta fuera llevada a cabo en un monumento históri- co relacionado con la Carrera de Indias16. Serían algunas instituciones locales las que limitarían la libertad de los artistas, debido a la denegación de los permisos necesarios para llevar a cabo algunas de sus obras (V. García 1992) (fg. 1). Las soluciones a estos confictos, que obligaron a cambiar la ubicación o modifcar sustancialmente las propuestas, fueron pensadas en colaboración entre artistas y organizadores. La ubicación originaria de la obra del artista estadounidense James Lee Byars fue una de las que hubieron de modifcarse por no conseguir los permisos institucionales requeridos. Byars pro- puso la realización de una gran esfera dorada de tres metros de diámetro, manufacturada en yeso por artesanos granadinos (fg. 2). La esfera ponía en juego relaciones simbólicas entre Orien- te y Occidente, haciendo también referencia a

Fig. 2. Byars, James Lee, La esfera dorada, 1992. Palacio de los materiales típicos del pasado musulmán de la los Córdova, Granada. Fotografía: Miquel Bargalló (Benlloch capital granadina. La geometría de la obra jugaba 2013, 100) con la ubicación que originariamente iba a tener, el palacio de Carlos V, que había sido construido tos locales e instituciones de acogida, por motivos en la Alhambra como una ruptura simbólica del de diversa índole. Es por eso por lo que a con- recinto musulmán (fg. 3). Sin embargo, el Patro- tinuación analizaremos, de todas las obras que nato de la Alhambra no concedió los permisos formaron parte de Intervenciones, aquellas que para la colocación de la obra en su recinto, por se enfrentaron con mayores problemas; indagare- lo que fnalmente se presentó en el Palacio de los mos en las causas de dichos confictos, así como Córdova de la misma ciudad, que pertenecía al en las soluciones buscadas, para posteriormente ayuntamiento granadino (Benlloch 2020, 65-67). intentar dilucidar las implicaciones y motivos que La obra fue completada por una intervención subyacen detrás de los mismos. de Miguel Benlloch, que activó la esfera de Byars

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 291 a través de una performance el día de su inaugu- ración (Benlloch 2020, 71) (fg. 4)17. Esta acción, la iniciación a la performance como tal para Ben- lloch, lo marcará profundamente y la volvería a recordar posteriormente por medio de O. Donde habite el olvido, un ejercicio de refexión sobre las políticas culturales de la ciudad de Granada, a la vez que una acción realizada en el mismo palacio de los Córdova en el año 200118. En ella el artista Visglerio Gómez Lola habla de la dejadez de las facciones políticas de Granada en materia cultural, las cuales dejaron que la esfera dorada fuera poco a poco descom- poniéndose y desapareciendo. Y es que, a pesar Fig. 3. Documentación para el Patronato de la Alhambra, si- de que Byars, una vez concluida la exposición, mulación de la pieza de James Lee Byars en el Palacio de Carlos regaló su pieza al ayuntamiento de Granada, ni V (www.archivomiguelbenlloch.net) este ni la Junta de Andalucía se hicieron cargo de su conservación. Sus restos fueron lanzados al barranco del Víznar, aunque Benlloch guardó algunos fragmentos como recuerdo (fg. 5). Otra de las piezas que sufrió prohibiciones fue la que presentó Agencia de Viaje, un grupo for- mado expresamente para Intervenciones, com- puesto por Victoria Gil, Kirby Gookin, Robin Kahn y Federico Guzmán. La obra que presentaron se llamó Cápsula del Tiempo Córdoba. 1992-2492 y pretendía realizarse en el paseo de la Avenida de la Confederación que corre en paralelo al río Guadalquivir a su paso por Córdoba. El ayunta- miento no concedió los permisos para su realiza- ción, por lo que se decidió trasladarla a Sevilla, en concreto a la Isla de la Cartuja. La obra consistió en la excavación de un foso que, relleno de brea, recibiría los objetos que todo aquel que quisiera podría introducir “para el futuro” (fg. 6). Agen- cia de Viaje tomaba un elemento que había sido característico en el contexto de las Exposiciones Universales, como son las llamadas cápsulas del tiempo, pero en este caso para subvertir el con- cepto de historia lineal y de progreso que dichas exposiciones tradicionalmente han promovido. En lugar de introducir en la cápsula elementos que podrían ser representativos de una historia Fig. 4. Miguel Benlloch introduciéndose en la esfera dorada. hegemónica u ofcial, Agencia de Viaje propone Fotografía: Manolo Oballa (www.archivomiguelbenlloch.net) que sean todos los espectadores, de manera es- pontánea y festiva, los que decidan qué es mere- School (APS), titulada Sin Larios, que se iba a rea- cedor de ser conservado para el futuro19. lizar sobre el monumento al marqués de Larios Sin embargo, el obstáculo más mediático situado en el centro de la ciudad de Málaga. La con el que se enfrentó “Plus Ultra” fueron las propuesta pretendía traer al presente un suceso cortapisas que sufrió la pieza de Agustín Parejo histórico acaecido el 14 de abril de 1931 cuando,

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 292 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 Lola Visglerio Gómez Lola

Fig. 5. Fragmento de la esfera dorada y cartela original, ex- puestos en la muestra Miguel Benlloch. Cuerpo conjugado (Sevilla, marzo de 2018). Fotografía: Lola Visglerio Gómez Fig. 6. Antonio Rodríguez Almodóvar, comisario del Pabe- llón de Andalucía y Emilio Cassinello, comisario general de la para conmemorar la proclamación de la Segunda Expo’92, depositando sendos objetos en la Cápsula del Tiem- po. Fotografía: Ángel Doblado (ABC, 12 de octubre de 1992). República, unos obreros anarquistas lanzaron la A.BNV-MV estatua al mar. Lo que APS propuso, como mane- ra de recordar la historia política del monumento ca de la mujer” como un tema más, derivado y por extensión, de la ciudad, fue volver a bajar la de la estructura autoritaria del régimen (Larum- estatua del marqués y subir en su lugar la fgura be 2009, 22) y que, por tanto, no requería de de un obrero que también formaba parte del con- una lucha diferenciada. A esto hemos de unir junto20. La acción interviene el espacio urbano y la desconexión que en el mismo periodo se dio trastoca la manera en que los monumentos cons- entre los movimientos feministas y las esferas más truyen la identidad de las comunidades que los politizadas del arte (Mayayo 2013, 23). Estas cir- habitan. Con su acción, APS pone en evidencia cunstancias no se esfumarían sin más a partir de las implicaciones de clase y de poder imperantes la muerte del dictador, por lo que el olvido de en el monumento, pero mantiene intactos los la fgura de la mujer en Sin Larios puede leerse roles de género también presentes en el mismo. como un refejo y una consecuencia tardía de los Hasta donde sabemos, en ningún momento dos factores descritos. La única persona que sí se sugirió la idea de que fuera la fgura de la llamó la atención públicamente sobre esta au- mujer con niño –que también forma parte del sencia fue Álvaro García, en un artículo del diario monumento– la que sustituyera al marqués, lo Sur: “yo vería saludable que al obrero estilizado cual es sintomático de la relación que ha existido le sustituyese, a su vez, la mujer con niño que históricamente en España entre las movilizaciones completa el grupo de homenaje, sólo por unos sociales de izquierda, el movimiento feminista y días” (citado en Méndez 2013, 318). el arte contemporáneo. Con ello nos referimos El ayuntamiento malagueño no permitió la a la concepción que la izquierda política tuvo, materialización de la acción, por lo que APS de- durante el tardofranquismo, de “la problemáti- cidió realizar una exposición en el Colegio de Ar-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 293 Lola Visglerio Gómez Lola

Fig. 7. Vista de la exposición de Agustín Parejo School en el Colegio de Arquitectos de Málaga. Fotografía: Javier Andrada. A.BNV-MV quitectos de Málaga con toda la documentación del proceso, incluida la encendida polémica que se generó en los medios locales al respecto (fg. 7). Además, utilizaron fotografías, cartelería, pe- gatinas, pintadas, etc., con los que empapelaron la ciudad de Málaga para asegurarse de que su propuesta calara en la ciudad (fg. 8 y 9). Quizás podríamos pensar que la información mediática Fig. 8. Agustín Parejo School, Postal de Sin Larios, 1992 (Mén- generada por la prohibición de la acción y el conse- dez 2013, 317) cuente desbordamiento del proyecto por el espa- cio público de la ciudad pudo ser más útil o tener mayor impacto social que la realización física de la acción. Cabría por tanto la duda de hasta qué pun- to, con una propuesta tan abiertamente política, APS no buscaba precisamente dicha censura para evidenciar las estrecheces del marco institucional.

Injerencias, impugnaciones, censuras. Lí- mites y limitaciones de “Plus Ultra” A pesar de las complejidades de concepto, coordinación y producción que implicaba, en general “Plus Ultra” se desarrolló con éxito. Sin embargo, como hemos visto, el suyo no fue pre- cisamente un camino de rosas. Años después, Mi- guel Benlloch y Mar Villaespesa se preguntaban sobre las causas que motivaron que, a pesar de todo, pudiera llevarse a cabo. Entre ellas, señala- ban lo que el proyecto tenía de internacionalidad –al invitar a artistas extranjeros de renombre–, así como la instrumentalización que del mismo hizo la propia Expo, al dar un caramelo, es decir, una pieza o intervención artística, al resto de provin- Fig. 9. Vista de la cartelería de Sin Larios en las calles de Mála- cias andaluzas que veían con envidia cómo todo ga. Fotografía: Javier Andrada. A.BNV-MV

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 294 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 se lo llevaba Sevilla21. No hay que olvidar que una Si BNV y Villaespesa no hubiesen sido tan de las críticas y descontentos más repetidos sobre conscientes de la independencia que debe guiar la Expo’92 fue la centralización que tuvo toda la cualquier proyecto artístico, probablemente el celebración en la capital andaluza. conficto ni siquiera se hubiera dado. No obstan- te, su existencia, así como los métodos usados Aunque el proyecto originario fue aceptado para superarlo, es decir, la amenaza de presión por el Pabellón, cuando se encontraba ya bas- mediática y de paralización total del proyecto tante avanzado tuvo que enfrentarse a una im- cuando este se encontraba ya avanzado, de- pugnación global por parte de la Consejería de Lola Visglerio Gómez Lola muestran la necesidad y la efectividad que los la Presidencia –de la que, recordemos, dependía modos de hacer y las herramientas del activismo orgánicamente el Pabellón– bajo el requerimiento político aún albergaban y que Vázquez y Ben- de cambiar a algunos artistas, argumentando que lloch conocían de primera mano. Lo relevante los nuevos nombres propuestos funcionarían me- de este suceso es que, hasta donde sabemos, jor en la exposición22. Los cambios específcos que los responsables políticos no esgrimieron ningún se plantearon, como la inclusión de Sigmar Polke tipo de causa técnica, presupuestaria o logística o Gerhard Richter, no estaban en las antípodas para justifcar los cambios propuestos, sino que de lo que hasta ese momento BNV y Villaespesa se basaron en una opinión fundamentada única- tenían planeado. Joaquín Vázquez señala inclu- mente en un juicio artístico, es decir, que ciertos so que, en el caso específco de los dos artistas artistas pudieran funcionar mejor en la muestra mencionados, sus nombres habían estado en sus que otros. Es evidente que no se estaba respe- conversaciones (Vázquez 2018) y, en particular, tando la autonomía del campo artístico, lo que Sigmar Polke aparece como posible artista para demuestra también el peso que el arte y la cultura la intervención de Granada en un anteproyecto habían adquirido como capital simbólico en unas 23 fechado en agosto de 1991 . instituciones jóvenes, pero ya acomodadas a un Villaespesa y BNV se negaron a los cambios contexto de normalización democrática. requeridos, lo cual paralizó el proyecto durante Una vez retomado el proyecto tras el bloqueo, veinte días. La negativa no vino por los cambios los problemas no cesaron. Una de las censuras concretos propuestos, sino por rechazar injeren- más mediáticas fue la ya mencionada al proyecto cias de ese calibre. Según BNV y Villaespesa, la de APS, Sin Larios. Son numerosas las opiniones decisión fue debida a la conciencia de que la publicadas tanto a favor como en contra de la de- gestión cultural y la producción artística, incluso cisión de denegar los permisos necesarios tomada aunque dependan económicamente de instan- por Pedro Aparicio, alcalde de Málaga durante cias políticas, no pueden deberse a ellas, sino que cuatro legislaturas y, posteriormente, presiden- tienen que desarrollarse “críticamente y, sobre te del PSOE andaluz. El mismo Aparicio, ante el todo, con autonomía e independencia” (Vázquez impacto que tuvo el suceso en la prensa local24, 2018). BNV y Villaespesa se mantuvieron frmes decidió responder por medio de un artículo titula- en su negativa y amenazaron con llevar el tema a do “Risumteneatis” (1992), cuya libre traducción la prensa, lo que hizo que fnalmente el proyecto sería “¿podéis amigos contener la risa?”. En el se desbloqueara. Un factor muy relevante a tener artículo, el alcalde no esgrime ningún tipo de ar- en cuenta en tal desbloqueo es la signifcativa gumentación técnica o logística para justifcar la presencia de jóvenes socialistas en las institucio- prohibición de la obra –al igual que sucedió con nes andaluzas que, en muchos casos, provenían el caso de Richter y Polke antes expuesto–, sino de un pasado reciente de lucha antifranquista, que se limita a califcarla de “cutre”, “hortera” un pasado común al de BNV. El hecho de que y “bodrio”. Aparicio, aparte de atreverse a emi- Vázquez y Benlloch hubieran sido líderes del mo- tir juicios artísticos, apelando a la “sutil frontera vimiento estudiantil y contestatario en Granada entre lo sublime y lo ridículo, tan movible en la y, a la vez, decidieran mantenerse fuera de las historia del Arte”, no parece considerar necesario instituciones, les pudo granjear la admiración y dar ningún tipo de justifcación para su decisión el respeto de sus antiguos camaradas que ahora ya que, según sus palabras “la historia mueve ocupaban posiciones de poder. a risa”. Leyendo el artículo es triste comprobar,

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 295 Lola Visglerio Gómez Lola

Fig. 10. Caricatura sobre el cruce de declaraciones entre el alcalde de Málaga y APS con motivo del proyecto Sin Larios (Diario 16, 14 de julio de 1992) (Méndez 2013, 320) como dice APS en el mismo diario cinco días des- Arias, el periodista señala que el Patronato dene- pués, que en tal decisión “no existe otro motivo gó los permisos por considerar que el único obje- que el capricho de un individuo” (Parejo School tivo era “utilizar la Alhambra para promocionar 1992) (fg. 10). la fgura de Byars” (Arias 1992). Como vemos, En Granada la negativa provino del Patro- al igual que en el caso de Málaga, de nuevo se nato de la Alhambra, que no cedió el patio del esgrime un juicio estético y artístico en el que no palacio de Carlos V para la esfera de Byars. El existe ningún motivo de peso que argumente tal Patronato, aunque incluía en sus órganos de di- decisión política. rección a miembros de la corporación municipal, En el caso de Córdoba fue el ayuntamiento está gestionado por la Junta de Andalucía des- de la ciudad, gobernado por Izquierda Unida, el de la transferencia de competencias del Estado que no dio los permisos necesarios para realizar en 1986 (Decreto 59/1986). Por tanto, las deci- la obra de Agencia de Viaje. No hemos podido siones tomadas con respecto a la obra de Byars conocer con detalle los argumentos aportados, corresponderían en última instancia a miembros aunque sabemos que estos hacían referencia a de la Junta de Andalucía, de la que, recordemos, difcultades técnicas, debido a la abundancia de dependía “Plus Ultra” en su conjunto. En un restos arqueológicos en la ciudad y que la excava- principio la justifcación fue por “una cuestión de ción de la fosa requerida para la obra podía poner método” pues, según el director del Patronato, en peligro. Lo que llama la atención en este caso Mateo Revilla, los responsables de “Plus Ultra” no es que la organización de “Plus Ultra”, a la hora les habrían informado bien sobre las intenciones de solucionar el problema, no adopta la estrate- del artista. Esto fue desmentido por Juan Caña- gia de cambiar o modifcar la pieza, como sucedió vate, que defendió que sí que se habían enviado en Málaga o Granada, sino que la trasladan de antecedentes sufcientes (V. García 1992). ciudad, en concreto a Sevilla, ese centro del que No obstante, a esta justifcación procedimen- a priori se pretendía huir. Esto nos habla también tal Revilla añadió razones de “criterio y flosofía” de que la cápsula no parecía tener una fuerte pues, según sus palabras, “sin juzgar las bonda- relación con el contexto cordobés, lo que facilitó des del arte neoconceptual […] cualquier inter- que pudiera trasladarse sin mayores problemas a vención en la Alhambra se debe hacer dentro de la mismísima Isla de la Cartuja. un contexto cultural diseñado por el patronato. No hubo tampoco, hasta donde sabemos, re- […] Creo además que se quiere aprovechar el acciones por parte del tejido asociativo o artístico prestigio del lugar para presentar algo que ya no de Córdoba por reclamar su derecho a contar con escandaliza a nadie” (V. García 1992). En otra la pieza que les correspondía. Esto refeja que noticia de prensa, en este caso frmada por Jesús existía también cierta indiferencia en la manera

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 296 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 en que la sociedad civil acataba las decisiones Una de las bases del proyecto era la invitación a un tomadas “desde arriba”. Es claro que en esta número de artistas internacionales y nacionales para inacción por parte de la sociedad civil jugó un que crearan una obra en relación al cuestionamiento papel importante la ausencia de cobertura mediá- del que partíamos y a un contexto determinado tica –veraz, independiente e imparcial– para este para cada uno de ellos […] no nos planteamos la tipo de disputas entre las autoridades políticas investigación sobre la contestación social posible en y la esfera del arte. Este sesgo en los medios de cada uno de esos lugares. No me parece ni acertado comunicación puede hacerse extensible, como ya ni desacertado, sino planteamientos curatoriales

Lola Visglerio Gómez Lola señalábamos al inicio de este artículo, a cualquier (Villaespesa 2018). actitud de protesta con respecto a la Expo’92. En Si bien ya hemos señalado los límites que im- este sentido, al ser preguntado por las protestas ponía la institución, los testimonios de Villaes- sociales presentes antes y durante la celebración pesa y Vázquez nos hablan de las limitaciones de la Expo’92, Joaquín Vázquez (2018) recono- y contradicciones que tuvo su propia actuación cía como algo muy signifcativo que ni BNV ni como agentes institucionales trabajando en un Mar Villaespesa, pero tampoco la mayoría de contexto y con un presupuesto público. En este artistas participantes en “Plus Ultra”, tuvieran sentido podría sernos útil recuperar una cita de conocimiento en aquel momento de que dichas la propia Villaespesa (1992), cuando hablaba de protestas estuvieran teniendo lugar. que en el contexto español no se habían dado Llama la atención que una propuesta artística unas condiciones socioculturales que posibilita- como “Plus Ultra”, que pretendía cuestionar la ran la interrelación arte-sociedad (14). A nuestro realidad política y social del propio marco en el parecer, el aislamiento que “Plus Ultra” tuvo con que se desarrollaba, no abordara siquiera tangen- las protestas –sea por decisiones curatoriales, se- cialmente el movimiento contestatario que estaba gún Villaespesa o por imposibilidad fáctica, según gestándose en la ciudad. Años después y cono- Vázquez– pone en evidencia que esa interrelación ciendo ya la violencia ejercida contra los grupos que anhelaba la comisaria fue limitada incluso que se irguieron en protesta contra la celebración, para unos organizadores que estaban especial- Miguel Benlloch (2020) escribía: “me queda un mente concienciados sobre el papel social que cierto desasosiego de si nuestra postura hubiera podía jugar el arte. Querríamos añadir dos fac- sido otra de conocer en aquel momento los graves tores más a esta refexión: la escasa cobertura sucesos que tuvieron lugar y sobre los que calló el mediática de los confictos –excepto en el caso silencio vergonzoso de los medios de comunica- de Málaga, donde dicha cobertura fue promovi- ción” (62). Vázquez, por su parte, no entiende esta da por la propia actuación de APS– así como la desconexión como una autocrítica a “Plus Ultra” inacción de la sociedad civil y, dentro de ella, de 25 sino como la constatación de un hecho: en ese la comunidad artística, ante los mismos . Ambos momento no existían las condiciones necesarias. factores están sin duda interrelacionados y son En sus propias palabras: “no pudimos plantearnos sintomáticos de la desactivación política que ex- el problema porque como diría Gramsci ‘ninguna perimentó la esfera artística y la misma sociedad estructura, grupo o sociedad se plantea problemas civil desde la instauración de la democracia. Ello para cuya solución no existen las condiciones ne- también nos habla, quizás, de la consideración cesarias o sufcientes […]’” (2018). de que el arte es un asunto que solo concierne a las élites y a los especialistas y que se encuentra Por su parte, Mar Villaespesa reconoce que se irremisiblemente alejado de la sociedad civil. embarcaron “en un proyecto muy crítico cuya base crítica era alejarnos del recinto expositivo, lo que conllevó no estar cerca de un escenario que tuvo Conclusiones esa contestación y por tanto no la conocimos ni El estudio de “Plus Ultra” ha demostrado contactamos con ella […]”. Sin embargo, la comi- cómo, a pesar de sus contradicciones, de sus li- saria añade que la contestación social que podía mitaciones o de las concesiones necesarias para generarse ante la celebración de la Expo’92 no que pudiera seguir adelante, fue posible plantear, entraba dentro de los objetivos de “Plus Ultra”: incluso en un escenario espectacular como el de

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 297 la Expo’92, un proyecto artístico cuya base crítica comprometida y la colaboración con BNV fueron se alzaba como pilar básico. Estudiar las censuras, poco a poco acercándola a esa escena política y injerencias y contratiempos experimentados por social de la que Benlloch y Vázquez procedían. “Plus Ultra” nos ha permitido conocer los límites Ahora bien, de este análisis no debería infe- de la Expo’92, así como el poder que los orga- nismos públicos, tanto la Consejería de la Presi- rirse que BNV o Villaespesa ocupasen posiciones dencia de la Junta de Andalucía como los ayun- aisladas o marginales en la escena artística espa- tamientos de Málaga y Córdoba o el Patronato ñola del cambio de década. Aunque “Plus Ultra” de la Alhambra tenían para promover o restringir fuera una de las escasas experiencias que, en el Visglerio Gómez Lola el desarrollo de una propuesta curatorial a priori contexto andaluz del momento, logró difundir autónoma. A nuestro juicio, los sucesos descritos un discurso que no iba en la misma línea que ejemplifcan la realidad de unas instituciones re- aquellos que estaban orquestando y promocio- lativamente jóvenes, pero contaminadas de unos nando los agentes ofciales del sistema artístico, modos de hacer y unas derivas autoritarias que esto no signifca que la posición de Villaespesa o están en relación con la consecución de una de- BNV fuera marginal dentro del mismo. Es eviden- mocracia limitada, también en lo referente a la te que ambos disponían de una situación privile- gestión y promoción cultural. giada dentro del campo artístico, que fue la que El hecho de que “Plus Ultra” pudiera fnal- les brindó la posibilidad de embarcarse en “Plus mente llevarse a cabo se explica tanto por el apo- Ultra”; un logro nada despreciable, teniendo en yo brindado por parte de las instituciones a todo cuenta la visibilidad y relevancia de un proyec- aquello que se asociara con una cierta idea de to realizado dentro de un evento tan mediático “modernidad”, como por la supervivencia, du- como la Expo’92, con artistas internacionales de rante los años ochenta, de algunos agentes que renombre y un presupuesto de 97.000.000 pe- mantendrían una posición alerta ante el manto setas (Godoy 2018, 150)26. de entusiasmo que cubrió la década. En esta línea se han expresado Tamara Díaz y Fernando López, De hecho, es precisamente esa situación de que señalan cómo, en la trayectoria de BNV en privilegio la que pone en valor su actuación. Por particular, puede localizarse una continuidad con una parte, porque la legitimidad que Villaespesa los movimientos de izquierda antifranquista du- estaba alcanzando en el campo artístico, unida rante la etapa democrática, no entendidos a la a la que BNV tenía en el político y social, fueron usanza del activismo político más radical, pero sí usadas de modo inteligente por ambos agentes manteniendo una constante e incisiva crítica a la para mantener la independencia y autonomía realidad andaluza y estatal. Esta hipótesis puede del proyecto ante las presiones ejercidas por las refutar el relato ofcial del abandono por parte distintas instancias políticas. Y, por otra, porque de la izquierda antifranquista de los supuestos ninguno de los agentes usó su posición privilegia- utópicos de base marxista. Ese abandono pudo da como organizadores de “Plus Ultra” para pro- no ser total, pero implicó un cambio de meto- gramar una exposición alineada con el espíritu del dología y de campo de actuación: de la acción Pabellón, sino que la utilizaron para dar cabida política directa a la actuación desde los límites dentro de ella a unas obras críticas o claramente del arte, así como desde una periferia, Andalucía politizadas; un tipo de propuestas que, por lo de- (Díaz y López 2015, 20). Si bien no literalmente, más, fueron bastante escasas en la programación esta idea de supervivencia contestataria puede hacerse extensible al trabajo de algunos de los de la Expo’92 en su conjunto. BNV y Villaespesa artistas presentes en este artículo, como Agustín supieron hacer uso de las herramientas y lugares Parejo School o Estrujenbank y a otros no analiza- de enunciación que les ofrecía la Expo’92 para dos, pero también participantes en “Plus Ultra”, evidenciar o denunciar sus mecánicas de funcio- como Francesc Torres o Antoni Muntadas. En el namiento. En defnitiva, supieron operar en el caso de Mar Villaespesa, su camino se trazó a la límite, es decir, negociar con la institución para inversa, es decir, procedente de la esfera del arte generar una crítica contra ella evitando sobrepa- y ajena al activismo político militante, su actitud sar los límites que esta estaba dispuesta a aceptar.

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NOTAS el año 2017, titulada Arte y cultura en cesos, véase Cantor 1992 y Fernández torno a 1992, que dio cabida a algunas 1992. 1 La redacción de este artículo se de las obras incluidas en “Plus Ultra”, 6 El artista y la ciudad es la única ha basado en las investigaciones lleva- o la que comisariaron Francisco Go- exposición de “Plus Ultra” que no fue das a cabo por la autora para la reali- doy y Carolina Bustamante en La Casa una producción de BNV, sino de la Fun- zación del Trabajo de Fin de Máster Encendida, Crítica de la razón migran- dación Luis Cernuda, dependiente de la titulado “Arte crítico y normalización te (2014). Esta revisión también se ha Diputación Provincial de Sevilla. democrática en el Estado español. Un llevado a cabo desde la investigación 7 Para saber más sobre ambos caso de estudio: Plus Ultra”, dirigido académica, como podemos ver en “El proyectos editoriales y el papel que ju- V Centenario. Conmemoraciones. Im- Lola Visglerio Gómez Lola por Patricia Mayayo Bost y desarrollado garon en la generación de masa crítica dentro del Máster en Historia del Arte plosión y explosión del museo” (Godoy y contexto desde Sevilla, véase Ortiz y Contemporáneo y Cultura Visual (UAM, 2018, 125-210); “Retablos de maravi- Eraso 2015, 103-115. llas: fcciones contra el marketing de Es- UCM, MNCARS) entre los años 2017 y 8 Puede encontrarse más infor- tado y memorias democráticas del ’92 2018. Agradezco a la directora, al tri- mación sobre los integrantes, la trayec- en la coyuntura de la crisis en España” bunal que valoró el trabajo, formado toria y los múltiples proyectos de BNV (Fernández 2016-2017) o“1992: la mo- por Juan Albarrán, Fernando Castro y Producciones en el archivo digital de dernidad del pasado. El PSOE en busca Rocío de la Villa, y a Noemi de Haro sus Miguel Benlloch, disponible en http:// de una idea regenerada de España” críticas, valoraciones y comentarios, los www.archivomiguelbenlloch.net/bnv- (Quaggio 2016). cuales han sido tenidos en cuenta para producciones.html la escritura de este artículo; y especial- 4 1992 marcó el inicio de una gra- 9 Entre otros, cabría destacar: mente a Joaquín Vázquez y a Mar Vi- ve crisis económica que asolaría al Es- 100% (Centro de Arte Contemporáneo llaespesa, por tomarse el tiempo de res- tado español durante los primeros años de Sevilla, 1993); Além Da Agua, Copia- ponder a mis preguntas. La redacción noventa y que acabaría con el clima de cabana, un proyecto transfronterizo con de este artículo se ha desarrollado en felicidad democrática mediatizado por Portugal (1996); Almadraba, desarrolla- el marco del proyecto Larga Exposición: los gobiernos socialistas durante la dé- do entre Gibraltar, Tánger y Algeciras las narraciones del arte contemporáneo cada previa. España sufrió la crisis del (1997) o F.E. El fantasma y el esqueleto. español para los “grandes públicos” petróleo, consecuencia de la Guerra del Un viaje de Hondarribia a Fuenteheridos (HAR2015-67059-P), dirigido por Noe- Golfo, pero la recesión llegaría cuando por las fguras de la identidad (2000) mi de Haro. Asimismo, su elaboración se agotaran las inversiones que prece- (Villaespesa y BNV 2012). ha sido posible gracias a una Ayuda de dieron a los fastos del 92. A fnales de 10 Formación del Profesorado Universitario año el país entró en recesión, el desem- Entre ellas: El Jardín Sal- del Ministerio de Educación, Cultura y pleo alcanzó más del millón de personas vaje (Fundación Caja de Pensiones de Deporte. y la peseta se devaluó en septiembre y Madrid); Denonciation (CASM, Barce- lona); De interés público (Galería Mo- 2 Son muchas las obras y autores en noviembre, más una tercera vez al riarty, Madrid); DominiPúblic (CASM, que podrían citarse aquí, pero que- año siguiente. El modelo de crecimien- Barcelona); El Compromiso en el Arte rríamos destacar algunos de los hitos to creado, basado en el sector terciario, (Sala Amadís, Madrid); Anys 90. Distàn- de este proceso de revisión colectiva, el turismo de masas y la especulación cia Zero (Centre d’Art Santa Mònica) o como el proyecto colectivo Desacuer- inmobiliaria, atravesado por un duro Los últimos días (Pabellón de España, dos. Sobre arte, políticas y esfera públi- proceso de reconversión industrial, no Expo’92); todas realizadas entre 1989 ca en el Estado español (2003-2014) o fue capaz de contener la crisis (López y y 1994. “Plus Ultra” junto con Los úl- los libros Arte en España (1939-2015) Rodríguez 2010, 173-177). timos días fueron las dos únicas que se ideas, prácticas, políticas (Marzo y Ma- 5 La Expo’92 llegó a censurar celebraron en Andalucía, las dos dentro yayo 2015); Arte y Transición (Albarrán varias obras, algunas incluso el mismo de la programación de la Expo’92. 2012 y 2018); Crítica y pintura en los día de la inauguración, como la pieza 11 años ochenta (Verdú 2007) y Culpables de Rogelio López Cuenca Decreto n.º1, Las pocas referencias que por la literatura. Imaginación política y incluida originariamente en una expo- aparecen al respecto en la prensa hacen contracultura en la transición española sición de arte público organizada por referencia a las protestas y disturbios sin (1968-1986) (Labrador 2017). la Sociedad Estatal para la Expo’92; detenerse en ofrecer información acerca de las razones que los motivaron (Apre- 3 En los últimos años hemos asis- también sufrió los envites de la censu- sados en Sevilla 1992; Concentración tido a un renovado interés por revisar ra el artista Dennis Adams, que había en Sevilla 1992; El gobierno prohíbe de un modo incisivo y no complaciente proyectado para el Pabellón del Este 1992; Varios heridos 1992; Varios po- las celebraciones de 1992, gracias, en una obra que incluía imágenes del des- licías heridos 1992). Signifcativamente, parte, al impulso generado por la cele- montaje de monumentos en Europa del las pocas noticias que sí incluían –aun- bración de su 25º aniversario. Podemos Este. Adams, tras la censura ejercida que de manera somera– las reclamacio- destacar dos exposiciones que han tra- sobre su obra, decidió aceptar la pro- nes de los colectivos movilizados fueron tado directa o indirectamente dichos puesta de participar en la exposición In- las reseñas de la cobertura que la prensa eventos, como la que el Centro Anda- tervenciones, dentro del proyecto “Plus extranjera hizo de la inauguración de la luz de Arte Contemporáneo realizó en Ultra”. Para saber más sobre ambos su-

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Expo’92. En El País se señala que “el 16 Por Carrera de Indias se acceder a documentación más detalla- rotativo mexicano Excélsior destacó las entendía la ruta que ponía en conexión da sobre el mismo ni sobre qué artistas protestas pro indigenistas contra ‘una los territorios de la Monarquía Hispáni- se propusieron desde la Consejería de gesta que les quitó costumbres, lengua ca a través del Atlántico. En concreto, la la Presidencia para su inclusión en la y religión’”, una referencia también pre- fuente elegida por los organizadores de muestra. sente en “algunos periódicos de Brasil” “Plus Ultra” para la selección de monu- 23 Anteproyecto exposición (Prensa mundial destaca 1992). mentos fue el libro Andalucía america- Pabellón de Andalucía Expo 92 (informe 12 Hubieron de pasar varios na: edifcios vinculados con el Descubri- agosto 91),1991. A.BNV-MV. años hasta que los sucesos de aquel miento y la Carrera de Indias (Equipo 28 24 Entre los titulares más so-

día salieron a la luz. Fue gracias al do- 1989). nados sobre el conficto: “El colectivo Visglerio Gómez Lola cumental Prohibido volar, disparan al 17 Para conocer más acerca Parejo quería cambiar la estatua de La- aire, realizado por Julio Sánchez Veiga de la performance de Miguel Benlloch, rios por un obrero” (El Diario de la Costa y Mariano Agudo Blanco (1997). Con en cuyo análisis no nos podemos de- del Sol, 16-06-1992), “Málaga deniega motivo del 25º aniversario apareció Ya tener, véase Alcaide 2010 y Benlloch que cambien la estatua del marqués de son 525 años, un documental frmado 2020. Larios por un obrero” (El País, 21-06- por Bettina (2017), en paralelo a las jor- 1992), “El marqués se queda sin paseo” 18 La pieza formó parte de nadas “Nada que celebrar” que, impul- (Sur, 04-07-1992) (Méndez 2013, 319). un Festival de Performance comisariado sadas ese mismo año por la Asamblea 25 por Margarita de Aizpuru. El registro en Aquí debemos señalar una de afectadas por la EXPO-represión, vídeo de la pieza puede consultarse en excepción: una Carta al Director del trataban de mantener viva la memoria Benlloch 2001. diario ABC, conservada en el Archivo de aquellos sucesos. Más información BNV-Mar Villaespesa, frmada por Jorge 19 “Informe del proyecto de en https://expo92nadaquecelebrar.wor- Luis Marzo y Jeffrey Swartz. La carta, ti- Agencia de Viaje para Intervenciones”, dpress.com/acerca-de/ tulada “Censura en el arte”, denuncia- 13 1992. A.BNV-MV. Informe del desarrollo del ba los casos de censura de la exposición 20 anteproyecto, 1991. Archivo BNV Pro- Para conocer en mayor de Hans Haacke en la Fundación Joan ducciones-Mar Villaespesa (A.BNV-MV). detalle la propuesta de Agustín Parejo Miró, o de los ya mencionados proyec- 14 Los artistas participantes School, véase Méndez 2013. tos de López Cuenca, Adams, Agencia 21 en El artista y la ciudad fueron Estru- Texto de evaluación de de Viaje y Parejo School: “Todos ellos jenbank, Juan Delcampo, Victoria Gil, “Plus Ultra” presentado en La Situa- proyectos que, por su contenido crítico Guillermo Paneque, Curro González, ción: Encuentros-Cuenca-Arte Espa- y su ambigüedad artística, no han visto José María Larrondo, Rafael Agredano, ñol, 1993. Reproducido en Villaespesa la luz pública, pero sí las sombras de los Antonio Sosa, Ignacio Tovar, Antoni 2013, 9. tijeretazos” (Marzo y Swartz [1992?]). Muntadas y José María Giro. 22 Solo sabemos de este con- 26 En este presupuesto no está in- 15 Para conocer más en deta- ficto a través de las entrevistas realiza- cluida la exposición El artista y la ciudad, lle esta exposición, véase: Godoy 2018, das a Joaquín Vázquez (2018) y Mar que tuvo una fnanciación diferente por 191-201 y Villaespesa 1992. Villaespesa (2018). No hemos podido depender de la Diputación de Sevilla.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 300 Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta curatorial crítica dentro de la Expo’92 REFERENCIAS Benlloch, Miguel. Acaeció en Granada. Granada: Ciengramos, 2013. Albarrán Diego, Juan. “Entre el viejo arte político y las nuevas políticas artísticas: la desactivación Benlloch, Miguel. “Acaeció en Granada.” En del arte español durante la transición demo- Acaeció en Granada, 61–74. Granada: Uni- crática.” Trasdós 11 (2009): 42–57. versidad de Granada, 2020. Albarrán Diego, Juan, ed. Arte y Transición. Ma- Borja, Jordi y Tona Mascareñas. “El Quinto Cen- drid: Brumaria, 2012 y 2018. tenario y la Imagen de España en el Mundo.”

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 283-302 DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6009

DESCRIPCIÓN CURATORIAL Y AUDIODESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS DE ARTE. UN ESTUDIO COMPARATIVO1

Anna Wendorff Aneta Pawlowska Universidad de Łódź

Data recepción: 2019-12-11 Data aceptación: 2020-02-01 Contacto autoras: [email protected]; [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0829-6603 ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2847-4403

RESUMEN El artículo refexiona sobre la traducción de la imagen en palabras. En la primera parte se enumeran las teorías que relacionan la imagen con la palabra, a continuación se acerca el tema de las audio- descripciones (descripciones verbales para las personas con defciencia visual) de las obras de arte. En la parte práctica se compara la descripción curatorial y la audiodescripción de la Sala Neoplástica del Museo de Arte de Łódź para analizar cómo la situación de la recepción de la obra audiodescrita modifca la forma de su descripción. Asimismo se indican los cambios actuales en la percepción y escritura de las audiodescripciones de las obras de arte. Igualmente se toca el problema de la elección de la técnica adecuada, desde el punto de vista de los métodos contemporáneos del análisis de las bellas artes para la creación de las audiodescripciones.

Palabras clave: audiodescripción, descripción curatorial, arte, hermenéutica de la imagen, personas con defciencia visual

ABSTRACT The article ponders the translation of an image into words. It begins by discussing theories combi- ning the image with the word before assessing the issue of audio descriptions (verbal descriptions for people with visual impairments) of works of art. The practical part of the article presents a comparative study of curatorial description and audio description from the Neoplastic Room at the Museum of Art in Łódź, which analyses how the way in which the audio description of a piece is received infuences the manner in which it is described. The article also describes ongoing changes in the perception and writing of the audio descriptions of artworks and addresses the problem of choosing a suitable techni- que for creating audio description from the standpoint of contemporary methods of analysing fne art.

Keywords: audio description, curatorial description, art, image hermeneutics, people with visual impairment

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 303-314 304 Descripción curatorial y audiodescripción de las obras de arte. Un estudio comparativo Imagen y palabra. Pequeño esbozo teó- extremadamente compleja, debe ir acompañada rico de una refexión discursiva igualmente compleja. Desde el punto de vista de la historia del arte, Otro problema que interesa a los historiadores la descripción discursiva de una obra de arte es el del arte es la intermediación verbal omnipresente inicio de un debate y un diálogo entre el crítico o en la cultura contemporánea, “un perpetuo mur- teórico de arte que explica la obra y su destina- mullo de comentarios estéticos” (Steiner 1991, tario. En contraposición a una simple descripción 10) y “una locura mandarina del discurso secun- de inventario, este relato verbal es el único medio dario” (Ibid., 11), que puede verse no como un disponible para el análisis del “lenguaje” visual, problema teórico o metodológico, sino como una por lo que el problema de traducir una imagen amenaza real a la percepción directa de una obra en palabras y la relación entre “lo expresado” y de arte y a su experiencia; puesto que “infesta “lo visible” está constantemente presente en la el pensamiento y la sensibilidad” (Ibid.), como refexión metodológica sobre la práctica de una nos convence George Steiner. Además, las nu-

Anna Wendorff e Aneta Pawlowska Aneta e Wendorff Anna disciplina artística. La naturaleza fundamental de merosas convenciones lingüísticas entre las que la refexión “lingüística” sobre el arte la convier- se inscriben las metáforas conllevan también te en un punto de partida para el debate sobre otros peligros, como una excesiva tendencia a la percepción del arte en las últimas décadas. la exaltación (a través de un lenguaje metafórico Según la hermenéutica de la imagen, propues- demasiado colorido) en las descripciones de las ta por Gottfried Boehm en la introducción a su obras de arte. El lenguaje no es una herramienta texto programático: “[la hermenéutica] provie- pasiva. Aquí podemos recordar la frase frecuen- ne de una fuente donde la experiencia visual de temente citada de Wittgenstein: “Los límites de la imagen pasa al medio del lenguaje” (Boehm mi lengua son los límites de mi mundo” (Witt- 2014,16). Otros flósofos hermenéuticos y esté- genstein 1975, 22). Durante mucho tiempo, las ticos del siglo XX son Martin Heidegger, Hans- investigaciones lingüísticas han asumido que Georg Gadamer y Paul Ricoeur. Estos emplean “existe una relación específca entre el sistema el llamado círculo hermenéutico, una fgura que lingüístico y la estructura de nuestras percepcio- nes del mundo, y lo que es más: ese lenguaje describe la forma de entender e interpretar el modela nuestra cosmovisión y nuestra forma de texto y la imagen. Según esta fgura, no se puede pensar” (Barańczak 1977, 161). La historiadora entender el todo sin entender el detalle, y el de- de arte Maria Poprzęcka, al refexionar acerca de talle no se puede comprender sin aludir al todo. la pregunta de “cómo hablar de arte”, llama la Así, una interpretación efcaz de la obra consiste atención sobre el hecho de que: en un movimiento circular – del todo al detalle y del detalle al todo (Sochoń 1995, 226). Por otra El lenguaje de la historia del arte no es sólo parte, está la posición representada por Max Im- metafórico, sino que es inevitablemente catacrético. dahl, el creador del concepto de la “icónica”2 de- (...) El lenguaje de la historia del arte nos permite sarrollado en los años 70 y basado en la creencia capturar una obra de arte solo a través del uso de que la imagen no se constituye a través de la de formas de lenguaje “impuras”. Las obras y el palabra. Según Imdahl, la especifcidad del len- lenguaje no existen independientemente unas guaje visual reside en la visualización de verdades de otras, como unidades “visuales” y “verbales” imposibles de expresar en el medio lineal del len- puras y diferentes. Sus relaciones se basan en la guaje natural. La imagen difere indudablemente reciprocidad, no en la oposición. La naturaleza de del texto y nunca es el equivalente exacto, porque su percepción es igualmente borrosa (Poprzęcka “la imagen es el resultado de la condensación de 2000, 38). signifcados que, en relación a cada información Cabe señalar que la cuestión de la traducción lingüística, representan la calidad de un nuevo de una imagen a su equivalente verbal ha sido tipo” (Imdahl 2009, 121). Sin embargo, la historia durante mucho tiempo el centro de atención de del arte debe esforzarse por acercar las palabras los historiadores del arte, ya que sólo a través a las imágenes tanto como sea posible, mientras de la mediación verbal es posible intercambiar que la estructura de una obra de arte, que es puntos de vista sobre una obra de arte.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 303-314 Descripción curatorial y audiodescripción de las obras de arte. Un estudio comparativo 305

Audiodescripción de las obras de arte sujeto, y libera asociaciones visuales sueltas rela- Una ambigüedad que prevalece entre los espe- cionadas con la representación contenida en la cialistas en cuanto a cómo se puede y debe hablar imagen. El ya mencionado Imdahl plasma esta de arte y de obras de arte, describiéndolas, pro- distinción en la fórmula conceptual de “recono- fundiza en la difcultad de crear una descripción cer y ver la visión” (Bryl 1993, 68). Según este verbal clara y coherente adaptada a las necesida- enfoque, “ver la visión” se aleja del lenguaje, des de las personas con problemas de visión, es porque es algo que se realiza solo en el acto de decir, la audiodescripción (AD). Defnida como: mirar. Al mismo tiempo, es la forma de la visión que les falta a las personas con discapacidad vi- Servicio de apoyo a la comunicación que consiste en sual. Este tipo de visión no declara ni interpreta, el conjunto de las técnicas y habilidades aplicadas, sino que implica al espectador en un determinado con objeto de compensar la carencia de captación proceso, basado no en la percepción de lo visible, de la parte visual contenida en cualquier tipo de sino ante todo en “la emergencia de lo visible, mensaje, suministrando una adecuada información dentro de los límites del margen de maniobra sonora que la traduce o explica, de manera que que tiene el artista. Una imagen se convierte en ł owska Paw Aneta y Wendorff Anna el posible receptor discapacitado visual perciba un mundo para el ojo que se extiende más allá dicho mensaje como un todo harmónico y de la de los espacios conocidos de forma empírica” forma más parecida a como lo percibe la persona (Boehm 2014, 125). que ve (Asociación Española de Normalización y Certifcación 2005, 4). Descripción curatorial versus audiodes- Un elemento importante del método de in- cripción en el ejemplo de La Sala Neoplástica terpretación en la historia del arte, la semiótica del Museo de Arte de Łódź de la imagen –esto es, el signifcado de la rela- ción entre el signo (imaginación en la imagen) En esta parte, las observaciones teóricas y la realidad– y la interpretación estructuralista se ilustrarán con dos descripciones de la Sala de la imagen, así como la tradición del pensa- Neoplástica del Museo de Arte de Łódź (Muzeum miento europeo en general, es la atribución a la Sztuki w Łodzi), Polonia: una descripción de una imagen de un papel secundario y, por tanto, la historiadora del arte, Janina Ładnowska, que se convicción de que la relación hermenéutica fun- creó a fnales de la década de 1980 como una damental entre la palabra y el lenguaje necesita descripción curatorial; y una audiodescripción ser reconstruida adecuadamente. Esto es tanto que se creó como resultado de una investigación más importante cuanto que algunos artífces de realizada en el Departamento de Historia del Arte las audiodescripciones son partidarios de abste- de la Universidad de Łódź en el año académico nerse de hacer comentarios y dar explicaciones, 2013-2014 para las personas ciegas y con visión parcial. como por ejemplo Barbara Szymańska y Tomasz Strzymiński, de la Fundación Audiodescripción En primer lugar, la Sala Neoplástica es una (Fundacja Audiodeskrypcja), autores de los prime- obra de arte integral, una síntesis plástica del ros estándares de creación de AD para produc- arte, según el “manifesto” de De Stijl (Doesburg ciones audiovisuales. Según estos, los principios and Eesteren 1923, 91–92). Es por ello que su básicos de la audiodescripción son: “1. Describe descripción, que utiliza principalmente relaciones lo que se puede ver en la imagen. No interprete espaciales y relaciones geométricas, es un buen ni presente sus conclusiones, opiniones o motivos ejemplo de cómo la experiencia visual de una mientras describe” (Szymańska and Strzymiński imagen pasa al medio del lenguaje. En el apén- 2010, 22). Así, lo que para algunos audiodes- dice presentamos una audiodescripción completa criptores ya constituye una descripción comple- de la Sala Neoplásica (Apéndice 1), y luego la ta, para un historiador del arte signifca solo el comparamos con fragmentos (debido al tamaño comienzo de la interacción entre el receptor de del discurso, en comparación con la AD tres veces la obra de arte y la obra misma, es decir, la sepa- más larga) de la descripción de Ładnowska, que ración de la percepción conceptual3 de la visión se publicó por primera vez en 1991 (Ładnowska realizada, que se aferra menos a la situación del 1991, 71-81).

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 303-314 306 Descripción curatorial y audiodescripción de las obras de arte. Un estudio comparativo La descripción de la sala fue elaborada por de la Fundación Cultura sin Barreras (Fundacja estudiantes de Historia del Arte de la Universidad Kultury bez Barier). Cabe destacar que, a pesar de Łódź durante un curso universitario relacio- de la continua discusión entre los centros de au- nado con el arte del siglo XX, y fue realizada en diodescriptores de Białystok (Fundación Audiode- el semestre de verano del año académico 2013- scripción, “escuela bialostocka”, enfoque obje- 2014 por la Prof. Aneta Pawłowska. Las clases se tivo) y Varsovia (Fundación Cultura sin Barreras, impartieron in situ, es decir, en el Museo de Arte “escuela varsoviana”, enfoque subjetivo), tanto de Łódź (ms¹). Los ocho estudiantes del curso las personas ciegas como los representantes de participaron en talleres especializados preparados las fundaciones, Robert Więckowski y Barbara para ellos por los empleados del Museo Nacional Szymańska, se mostraron satisfechos con las de- de Varsovia (Muzeum Narodowe w Warszawie), scripciones realizadas por los estudiantes. La pre- el Museo de Arte de Łódź, y la Galería Zachęta sentación de las descripciones tomó la forma de de Varsovia (Zachęta - Narodowa Galeria Sztu- lecturas en voz alta en el espacio del museo. Los ki). También se organizaron consultas adicionales vivos comentarios de los evaluadores del proyecto Anna Wendorff e Aneta Pawlowska Aneta e Wendorff Anna con metodólogos de la Universidad de Łódź (por despertaron relaciones espaciales expresadas en ejemplo, de la Facultad de Filología). El objeti- pasos, que no resultaron ser lo sufcientemente vo del proyecto era que los estudiantes crearan precisas; igualmente las observaciones se dirigie- descripciones de exhibiciones particularmente ron hacia el tono de voz y el ritmo de dicción de valiosas del Museo de Arte de Łódź en base a los estudiantes, ya que leían las descripciones a las encuestas realizadas previamente en la Aso- un ritmo demasiado rápido. La descripción no se ciación Polaca de Invidentes del Distrito de Łódź grabó, por lo que no adquirió la llamada “eti- (Polski Związek Niewidomych Okręg Łódzki), queta verbal de objeto presentado” (Szymańska acerca de la percepción de las artes visuales por 2015, 14), que incluiría las dimensiones de la sala los ciegos. Además, las frecuentes visitas al mu- en metros. Cabe destacar que ninguno de los seo incrementaron el conocimiento práctico de alumnos había trabajado antes en las audiode- los estudiantes sobre las tareas del museo de arte scripciones, y que el curso académico de 30 ho- contemporáneo. Por iniciativa propia, los estu- ras, complementado con consultas con personas diantes consultaron electrónicamente las descrip- con discapacidad visual, era la única fuente de ciones realizadas con Barbara Szymańska, de la su conocimiento. Fundación Audiodescripción (Fundacja Audiode- Veamos, por tanto, las similitudes y diferencias skrypcja). A la presentación de las descripciones entre las dos descripciones, la audiodescripción asistieron expertos, personas ciegas, consultores y la descripción del museo, para analizar cómo de otros proyectos, p. ej. “Susurros” (Podszepty) la situación de la recepción de una obra audio- del Museo del Palacio de Herbst (Muzeum Pałac descrita cambia la forma en que se la describe. Herbsta) en Łódź, así como Robert Więckowski,

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Tabla 1: Audiodescripción y extractos de la descripción curatorial de la Sala Neoplástica

AD de la Sala Neoplástica (Pawłowska and Sowińska-Heim Descripción del curador de la Sala Neoplástica (Ładnowska 2016, 62-63) 2015, 332-336) Nota histórica: En 1945, Władysław Strzemiński donó al Museo de Arte todas sus obras más importantes, desde sus primeras composiciones La Sala Neoplásica es un espacio expositivo de vanguardia post-suprematistas, pasando por composiciones unistas, com- diseñado por Władysław Strzemiński para obras recogidas posiciones arquitectónicas, paisajes marítimos y de Łódź, hasta en la década de 1930, que co-creó la Colección Internacional sus ciclos de dibujo en tiempos de guerra (las obras posteriores de Arte Moderno del grupo “a.r.”. La sala fue inaugurada en fueron transferidas a medida que se fueron creando). Katarzyna 1948, y posteriormente en 1960, cuando fue reconstruida Kobro también donó sus composiciones espaciales de metal, que después de su desmantelamiento durante la época del rea- sufrieron graves daños durante la guerra. Fueron preservadas bajo lismo socialista (Pawłowska and Sowińska-Heim 2016, 62). su dirección por Bolesław Utkin. En 1946, el Museo traslada sus colecciones al antiguo palacio de Maurycy Poznański (arquitecto Adolf Seligson, 1896). En la segunda planta del palacio, el di- rector del Museo Marian Mnich diseña una exposición de arte moderno polaco e internacional con una disposición sistemática y estilística. (...) El punto focal era la Sala Neoplástica diseñada

por Władysław Strzymiński en 1948 por orden del director Marian ł owska Paw Aneta y Wendorff Anna Mnich. Strzymiński contó con la asistencia de Bolesław Utkin, y el proyecto fue implementado por Władysław Górski (un artesano, estudiante de preguerra de Strzemiński en la Escuela Vocacional Suplementaria No. 10) (Ładnowska 2015, 332). Inaugurada cuatro años antes de la muerte del autor, la Sala Neoplástica recapitulaba las ideas de la nueva arquitectura, que aún no se habían materializado en la práctica. (...) En la década de 1940, Strzemiński no había pintado desde hacía mucho tiempo ni composiciones arquitectónicas ni unísticas, mientras que “la integridad de la pintura abstracta” lo llevó a la enseñanza en la Escuela Superior de Artes Plásticas (siglas polacas PWSSP) en Łódź (Ładnowska 2015, 336). La sala tiene una planta rectangular con el ala izquierda alar- La sala (...) está situada en una planta rectangular, 5,28 m x 9,60 m x gada (Pawłowska and Sowińska-Heim 2016, 62). 4,20 m (altura). Los muros más largos están situados al oeste y al este, los más cortos al norte y al sur (Ładnowska 2015, 332). En las paredes y el techo, hay pintados rectángulos de varios Las paredes y el techo están divididos en planos utilizando colo- tamaños en colores básicos (rojo, amarillo, azul) y neutros res básicos- rojo, azul, amarillo - y neutros - blanco y negro (...) (blanco y negro) (Pawłowska and Sowińska-Heim 2016, 62). (Ładnowska 2015, 332). Delante de ti, se halla la esquina izquierda de la habitación, La ventana situada en una pared diagonal está representada por que al fnal está truncada. Hay una gran ventana rectangular los colores rojo, negro, blanco y amarillo, encima de la ventana con dieciséis cristales y un amplio alféizar (Pawłowska and - plano gris (Ładnowska 2015, 333). Sowińska-Heim 2016, 62). A la derecha de la ventana hay una parte redondeada y La pared sur está redondeada (Ładnowska 2015, 332). convexa de la pared (...) (Pawłowska and Sowińska-Heim 2016, 62). En el centro del techo, hay una claraboya dividida en doce En el centro del techo hay una claraboya (Ładnowska 2015, 332). cuadrados (Pawłowska and Sowińska-Heim 2016, 62). Frente a ellas, cuatro esculturas de Katarzyna Kobro están Los pedestales de esculturas de vidrio están a la misma altura que colocadas sobre paralelepípedos de vidrio (Pawłowska and una franja negra, horizontal, inferior, que subraya los colores y la Sowińska-Heim 2016, 63). espacialidad de la composición (Ładnowska 2015, 333). En la pared de la derecha hay siete pinturas colgadas a una Los autores de las pinturas expuestas en la Sala Neoplástica son distancia de medio metro. (…) A la derecha, la primera, Con- artistas directamente relacionados con el grupo y la revista De tracomposición XV de Theo von Doesburg. Al lado la Com- Stijl, además de pertenecer a un círculo bastante amplio de sim- posición de Sophie Taeuber-Arp. Frente a ellas se encuentra patizantes. Los rasgos comunes de las pinturas son las formas la escultura Composición Espacial (3). Sigue 2 pasos, a la geométricas abstractas, el uso de colores básicos y neutros (...), derecha se encuentra la pintura Composición de Taeuber- la ortodoxia de lo vertical y lo horizontal se difumina por la diná- Arp. Frente a ella la escultura de Kobro Composición espacial mica de las líneas diagonales de van Doesburg, círculos y líneas (2) (Pawłowska and Sowińska-Heim 2016, 63). diagonales en las composiciones de Sophie Taeuber-Arp, rombos en Composición - fgura humana de Huszár, arcos en Henryk Stażewski. A pesar de estas características colaterales, las imáge- nes forman un todo unifcado. Los coloridos planos de imágenes se “transferen” a las coloridas superfcies de paredes y esculturas, y el espectador que está en el medio de este espacio participa en la creación de un “Gesamtkunstwerk” específco que genera tensiones enérgicas (Ładnowska 2015, 334).

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 303-314 308 Descripción curatorial y audiodescripción de las obras de arte. Un estudio comparativo En cuanto a la información histórica, en el caso cial fuente de luz y facilitándoles que imaginen de la AD aparece al principio de la descripción, los refejos de los rayos del sol en la estancia. La separándose de la descripción detallada, que es descripción de Ładnowska se refere sobre todo a concisa y simple, usa la voz pasiva y las frases im- los elementos plásticos, los colores (“La ventana personales. Sin embargo, la descripción museo- […] está representada por los colores rojo, negro, gráfca es muy detallada (abarca desde el origen blanco y amarillo, encima de la ventana - plano de la formación de la colección museográfca), gris”), que son una pieza clave para concebir a utiliza terminología especializada del periodo de Władysław Strzemiński. la historia del arte pertinente, por ejemplo las En la siguiente descripción audiodescriptiva el tendencias de la pintura abstracta (postsupre- efecto de la pared redondeada se ve reforzado matismo, unismo, etc.), predominando aquí las por su convexidad (“una parte redondeada y con- formas personales y la voz activa. Tiene una con- vexa de la pared” versus “La pared sur está re- strucción de cierre, ya que aparece al principio y dondeada”). Como sabemos las personas ciegas al fnal de la descripción.

Anna Wendorff e Aneta Pawlowska Aneta e Wendorff Anna conocen el mundo en mayor medida a través del En la AD detallada sólo se hacía una aproxi- tacto y los artistas se esfuerzan en acercarles su mación de la forma de la sala (“una planta rec- arte por este medio. Cabe mencionar el proyecto tangular con el ala izquierda alargada”), dado en blanco y negro “Tocando la fotografía” (Doty- que el resto de los datos se encontraban en la kając fotografi) del año 2017 de Rafał Kuszpyt, “etiqueta verbal”, mientras que en la descripción en el que el autor se dio a la tarea de conver- de Ładnowska, a parte de la forma, se daban tir su obra fotográfca en un bajorrelieve. Hizo también las medidas exactas de la longitud, la convexos los negros y cóncavos los blancos en altura y el ancho. Estas diferencias se deben, sin diferente medida según las tonalidades, de forma lugar a dudas, a las directrices de ahorro de pa- que una persona con disfunción visual pudiera labras en las audiodescripciones. “sentir” los claroscuros. La superfcie cromática en ambas descripcio- La construcción de vidrio es aproximada en nes posee una característica bastante similar, ambas descripciones5, en la AD sólo se ha detalla- ya que se trabaja con colores básicos y neutros, do el aspecto usando fguras geométricas (“doce representativos de neoplasticismo. Observamos cuadrados”); de forma similar a la siguiente des- la diferencia en la estructura de las frases, sim- cripción, en la que se describe los pedestales plifcadas en el caso de la audiodescripción: “En como “paralelepípedos”. Aquí de nuevo obser- las paredes y el techo, hay pintados rectángulos vamos que Ładnowska pone el acento sobre todo de varios tamaños en colores…”, frente a “Las en los colores de la composición (“una franja paredes y el techo están divididos en planos uti- negra”, “subraya los colores”), mientras que la lizando colores…”. audiodescripción se centra en la forma. El énfa- En la AD se describe la posición de la ventana sis en los colores básicos y neutros que hace un con ayuda de una esquina truncada de la sala, en historiador del arte profesional es el resultado del la de Ładnowska aparece una pared diagonal, un amplio conocimiento de los colores precedentes concepto difícil de comprender, especialmente para la teoría del neoplasticismo, algo que según para una persona ciega de nacimiento, para la han reconocido los audiodescriptores, no tendrá que una “esquina truncada” es algo más tangible mayor importancia para los receptores que tienen y fácil de imaginar, según dicen las encuestas. menos conocimientos de historia del arte. La audiodescripción se centra en una posición Si hablamos de los cuadros en la AD de la más precisa de la ventana, así como su forma y Sala Neoplástica, estos solo se mencionan. Cabe aspecto (“gran ventana rectangular con dieciséis destacar que el proyecto audiodescriptivo de la cristales y un amplio alféizar”), ya que los audio- Cátedra de Historia del Arte de la Universidad de descriptores se dieron cuenta de que esta acla- Łódź, a excepción de la descripción general de la ración hace más fácil la visita de los receptores Sala Neoplástica, abarcaba también cuatro obras con defciencias visuales, dirigiendo la atención de dicha sala, que fueron descritas de forma indi- de las personas con baja visión4 hacia la poten- vidual detalladamente, Contracomposición XV de

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Doesburg, Composición unista 11 de Strzemiński, volucradas en su proceso de creación y ambas Composición de tres equivalentes de Vantonger- la aceptaron. Preguntémonos también si exis- loo y Cuadro abstracto II de Stażewski. Vemos tiría la posibilidad de aprovechar la descripción también que en la audiodescripción los cuadros de Ładnowska, o en un contexto más amplio la han sido “intercalados” con las esculturas, lo que descripción del curador en general, para crear se debe a que la descripción se hace por orden una audiodescripción. Sin lugar a dudas, serviría de la visualización de estas (“a la derecha”, “al como punto de partida para futuros trabajos, ya lado”, “delante de ti”) y está ligada a las así lla- que podríamos utilizar solo algunos fragmentos madas audiodescripciones guiadas, que se usan que deberían ser adaptados a las necesidades de para moverse por el museo (ej. “da dos pasos”, las personas con discapacidad visual. Aún más “sigue 2 pasos”)6. Además esto se puede aplicar cercana a la audiodescripción es la descripción también al orden en que se describe toda la Sala conocida como tarjeta de catálogo o de inventa- Neoplástica, por ejemplo, la pared diagonal se rio del objeto, la cual podría desempeñar el papel describe antes de la pared redondeada, al cont- de una AD objetiva, una vez adaptado el texto a ł owska Paw Aneta y Wendorff Anna rario de lo que sucede en la descripción de Ład- la percepción de las personas con discapacidad nowska. También se describe la relación espacial visual, agregando información sobre las relacio- de los cuadros (“una distancia de medio metro”), nes espaciales, entre otras cosas. de modo que la persona con discapacidad visual pueda imaginarse su colocación. Destaquemos que desde el punto de vista de un historiador de Audiodescripción de las obras de arte. arte o de un traductor es curiosa la forma en que Nuevos enfoques se construyen frases sencillas, sin doble sentido, En los últimos años observamos cambios en la donde la narración de la descripción es lineal, de forma de audiodescribir las obras de arte. Cada modo que el invidente se pueda orientar sobre el vez más el audiodescriptor se aleja de una au- aspecto de cierto objeto, cuadro, espacio o forma diodescripción objetiva para mostrar las emocio- arquitectónica. nes y sentimientos de tal forma que el receptor Sin embargo, el curador “entrelaza” la des- minusválido sienta el placer estético. En tal sen- cripción de los cuadros con el contexto cultural tido la audiodescripción se está acercando a la (“artistas directamente relacionados con el gru- descripción curatorial en dos aspectos: usa cons- po y la revista ‘De Stijl’”); recordemos que en la cientemente los tropos literarios y proporciona audiodescripción este únicamente se menciona más información explicativa del contexto de la en la primera parte: la nota histórica. Ładnowska historia de arte. utiliza un lenguaje más bien especializado (“Ges- Las encuestas del año 2013 tituladas “El arte amtkunstwerk”) y metafórico (“se difumina por la dinámica de las líneas diagonales…”, “Los co- que (no) se puede ver” (Sztuka [nie] do zobacze- loridos planos de imágenes se ‘transferen’ a las nia), en las que participaron 210 personas invi- coloridas superfcies de paredes y esculturas”), dentes y con baja visión (Figiel and Więckowski hace referencia a todos los cuadros al mismo 2014, 73–83), señalaron que para el 31% de los tiempo, señala los elementos que los unen (“Los encuestados la fnalidad primordial de una visita rasgos comunes de las pinturas son…”), inter- al museo es la experiencia estética, la estimula- pretándolos de esta manera y aclarando el es- ción de la imaginación y las emociones relaciona- pacio descrito. En la audiodescripción tenemos das con el contacto con los artefactos; mientras un lenguaje seco, preciso, matemático (“siete que para el 30% de los encuestados la clave era pinturas”, “medio metro”), los pasos contados el correcto conocimiento de las obras de arte. y “medidos”, libre de cualquier interpretación. Aparte de esto, la mayoría de las personas con La flosofía más cercana al origen de esta audio- incapacidad visual (75,8%) declara que conoce- descripción sería por lo tanto la llamada “escuela ría la obra de arte, si además del aspecto de la bialostocka”, aunque así como hemos dicho an- pieza, se describiese también sus componentes tes, tanto la Fundación Audiodescripción como más importantes y el contexto de su origen, lo la Fundación Cultura sin Barreras estuvieron in- que señala expresamente la necesidad de colocar

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 303-314 310 Descripción curatorial y audiodescripción de las obras de arte. Un estudio comparativo las audiodescripciones dentro del discurso de la co, las expresiones poéticas, las metáforas, las historia del arte. comparaciones, la descripción de las emociones Desde el año 2013 se han realizado sucesivos de los protagonistas, los neologismos, el uso del lenguaje coloquial o/y del idiolecto del autor de la estudios en la universidad de Łódź que muestran que los estudiantes de historia de arte que se película (Ibid., 49). Basándose en la audiodescrip- apoyan en el conocimiento adquirido durante ción de autor para las películas se creó la audio- sus estudios y la formación sobre creación de AD descripción de autor para las obras de arte, en las son capaces de elaborar audiodescripciones com- que se trataría de representar la visión del pintor pletamente satisfactorias para una persona con o escultor; etc. Tentativas de este tipo las hizo Be- discapacidad visual, uniendo de forma natural en ata Jerzakowska en su manual de lengua polaca sus descripciones los elementos de historia de las con la audiodescripción de las 70 reproducciones teorías artísticas. Estas descripciones, de mane- de obras de arte, titulado Escuchar a los cuadros ra más o menos consciente, utilizan un método (Posłuchać obrazów) (Jerzakowska 2016), lo que hermenéutico para analizar la obra de arte tal y a continuación describió en su doctorado “Au- Anna Wendorff e Aneta Pawlowska Aneta e Wendorff Anna como lo concebía Hans-Georg Gadamer, toman- diodescripción de la pintura - determinantes del do en cuenta que el sujeto (en nuestro caso el género y sus realizaciones textuales” (Audiode- audiodescriptor) no puede interpretar el texto ni skrypcja malarstwa – wyznaczniki gatunku i ich el cuadro partiendo de una posición neutral de realizacje tekstowe) (Jerzakowska 2018). Las cero, carente de cualquier expectativa, y que la audiodescripciones de esta autora tienen un experiencia estética (que es la esencia del contac- carácter subjetivo y emocional, usan diferentes to con la obra de arte) está ligada al juego libre fguras literarias (epítetos, preguntas retóricas, del intelecto y la imaginación (Gadamer 1979, metáforas, etc.) que potencian la carga emocio- 148), uniendo la capacidad de crear cuadros con nal del texto, beben de la poesía, emplean los la capacidad de entender. Sobre todo, la inter- elementos ecfrásticos, también se sirven de buen pretación de Gadamer destaca el signifcado de grado del lenguaje de las bellas artes, traducen la dimensión simbólica y la alusión en las obras la simbología de las obras de arte y presentan las de arte. Por eso parece imposible y tal vez infun- interpretaciones o las sugestiones interpretativas dada la idea de eliminar de la AD las expresiones de las obras. En las grabaciones de las AD, aparte subjetivas o un lenguaje ligeramente más locuaz. de las palabras, podemos oír también los sonidos Según la opinión de las autoras, tal descripción y la música en el fondo que armoniza con el texto puede facilitar lo que se conoce como concreti- de la audiodescripción. Estas audiodescripciones zación estética de la obra de arte (Ingarden 1966, procuran en su forma de ser acercarse a las bellas 141). letras, a los textos artísticos. Si se trata del len- guaje, con frecuencia usan el presente histórico Subrayemos también que hay autores, como y las formas personales para que el receptor se Izabela Künstler-Zawisza, que empiezan a consi- involucre más en la obra (Ibid., 338-379). derar la AD más en las categorías de la narración que estricta descripción, opinando que detenerse Se sigue trabajando asimismo en potenciar la en la superfcie de la imagen y “lo que se ve” conjunción de la audiodescripción con las sensa- impide escribir una audiodescripción atractiva, ciones percibidas por otros sentidos y el uso más pictórica e interesante (Künstler-Zawisza 2017). avanzado de las nuevas tecnologías siempre con Otros, como por ejemplo Agnieszka Szarkowska el fn de hacer el arte más accesible y aguzar los y Piotr Wasylczyk, partiendo del cine de autor, sentimientos estéticos de las personas con def- crean audiodescripción de autor aplicada a ese ciencia visual. tipo de películas (Szarkowska and Wasylczyk 2014, 48-62), en la que se trataría de refejar la A modo de conclusión visión propia de los creadores del séptimo arte, Los estudios sobre la audiodescripción son sobre todo del director-autor (Ibid., 48), a través interdisciplinarios por su propia naturaleza. Las de tales métodos y técnicas como: la interpre- autoras, al cotejar las experiencias concernientes tación subjetiva, las alusiones al lenguaje fílmi- a la traducción de la imagen en la palabra (tema

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 303-314 Descripción curatorial y audiodescripción de las obras de arte. Un estudio comparativo 311 tan discutido en las teorías estéticas modernas), el ámbito de la hermenéutica antes que exami- así como de la relación entre lo visual y lo verbal nar la tarea del audiodescriptor en el contexto con la labor de traducción y la experiencia mu- del método icónico de Max Imdahl, ya que en seística, querrían señalar ciertas regularidades en este caso cualquier traslación de una imagen a la creación de audiodescripciones de obras de lenguaje verbal estaría de antemano condenada arte. al fracaso. El creador de la AD debería tener en Refexionando sobre el problema de la selec- cuenta el hecho de que “El lenguaje (…) del arte ción de un método adecuado para la creación de no es sólo metafórico, sino que es inevitablemen- una audiodescripción, desde el punto de vista de te catacrético” (Poprzęcka 2000, 38); simultáne- los métodos contemporáneos de análisis de las amente, debería rechazar “una locura mandarina obras de arte, debemos más bien quedarnos en del discurso secundario” (Steiner 1991, 11). ł owska Paw Aneta y Wendorff Anna

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NOTAS de los pasos. Para compensar este in- madamente 1 metro. A la derecha, la conveniente es imprescindible aplicar un primera, Contracomposición XV de Theo 1 Las autoras del presente texto ya sistema de localizadores precisos (p. ej. von Doesburg. Al lado la Composición han trabajado este tema en otro artículo a través de una red de beacons y una de Sophie Taeuber-Arp. Frente a ellas se presentado en la revista Przekładaniec aplicación móvil) o caminos que guíen encuentra la escultura Composición Es- que fue escrito en lengua polaca. Para a los invidentes, algo que en la antigua pacial (3). Sigue 2 pasos, a la derecha mayor detalle véase: (Pawłowska and tela de la Sala Neoplástica es imposible. se encuentra la pintura Composición de Wendorff 2017, 86-106). Taeuber-Arp. Frente a ella la escultura de 2 Icónica: método de investigación APÉNDICE Kobro Composición espacial (2).

que Imdahl desarrolló en los años 70. Se La Sala Neoplástica Da 2 pasos más –A la derecha, la Com- posición de Jean Helion. inscribe dentro de la corriente de la her- Nota histórica: La Sala Neoplástica es

menéutica, sin embargo, la icónica signi- un espacio expositivo de vanguardia di- Entre ella y la siguiente pintura - la es- fca una mejor comprensión de una obra cultura de Kobro, Composición Espacial señado por Władysław Strzemiński para de arte. Llama la atención sobre la com- obras recogidas en la década de 1930, (4). binación de forma y contenido, ya que que co-creó la Colección Internacional En el lado izquierdo, en la pared opues- una obra de arte es un fenómeno visual. de Arte Moderno del grupo “a.r.”. La ta, se encuentra el Cuadro Abstracto II Anna Wendorff e Aneta Pawlowska Aneta e Wendorff Anna La icónica ve las relaciones formales, sala fue inaugurada en 1948, y poste- de Stażewski. como por ejemplo la tensión direccional riormente en 1960, cuando fue recons- Dos pasos más allá: a la derecha, Geor- y las líneas. Proporciona una perspectiva truida después de su desmantelamiento ges Vantongerloo Composición de tres que recurre a la imagen como medio, es durante la época del realismo socialista. equivalentes. decir, muestra lo que es irremplazable Descripción detallada: Entre esta obra y la siguiente pintura, en la imagen. Según el icono, la visión Composición espacial de Kobro (6). física (reconocer) y la visión formal (ver) Estás frente a la Gran Sala Neoplástica.

se complementan entre sí, llevando a la Da cinco pasos. A la izquierda, en la pared opuesta, está visión de un orden superior, cuyos signi- Ahora estás dentro de la habitación. la Composición de Stażewski

fcados van más allá de la experiencia vi- La sala tiene una planta rectangular con Dos pasos más adelante: a la derecha, el sual práctica. El icono no busca un valor el ala izquierda alargada. cuadro de Vilmos Huszár, Composición - simbólico. Figura humana. Estás parado sobre una alfombra negra 3 Esta percepción puede estar con- que corre a lo largo de la mitad de la A la izquierda, en la pared opuesta, la tenida en el lenguaje y en los conceptos, habitación. Composición textual de Stażewski. es decir, descrita. En las paredes y el techo, hay pintados Frente a él se encuentra un cuadro de 4 Con base en el Informe suma- rectángulos de varios tamaños en colo- Vilmos Huszár, Composición. rio sobre el diagnóstico de los servicios res básicos (rojo, amarillo, azul) y neu- Da dos pasos y gira en el sentido de las prestados en materia de rehabilitación tros (blanco y negro). agujas del reloj. social para personas discapacitadas A la derecha hay un amplio pasillo que Enfrente el último cuadro - Kobro, Com- en Polonia (Zbiorczy raport z diag- conduce a la siguiente exposición. posición Abstracta. nozy świadczonych usług z zakre- Gira a la izquierda. Da dos pasos y gira a la izquierda. su rehabilitacji społecznej dla osób Frente a ti, la entrada a la Sala Neoplás- niepełnosprawnych w Polsce), se con- En la pared de la izquierda hay colgados tica Menor. cluye que las personas completamente tres cuadros.

ciegas son solo el 5% de la población Delante de ti, se halla la esquina izquier- Después de 5 pasos estarás dentro del con discapacidad visual, para el resto de da de la habitación, que al fnal está Pequeño Cuarto Neoplástico. los receptores de las AD la información truncada. Hay una gran ventana rectan- Es rectangular con una esquina inferior sobre la fuente de luz es importante gular con dieciséis cristales y un amplio izquierda truncada. (Kaczmarek 2011, 5). alféizar. A la izquierda hay una ventana. 5 Los estudiantes no conocían la A la derecha de la ventana hay una par- En el centro del techo una claraboya descripción de Ładnowska durante el te redondeada y convexa de la pared, cuadrada. y junto a ella hay un pasadizo a la Sala ejercicio de la audiodescripción, de ahí A las 11 a.m. el trabajo de Strzemiński. que no fuera tomada en cuenta en el Neoplástica Menor. A la derecha se encuentra la Composi- momento de su elaboración. En el centro del techo, hay una clarabo- ción unista 11 de Strzemiński. 6 La sala es estrecha con un ca- ya dividida en doce cuadrados. A la izquierda, sobre el fondo de la ven- mino de alfombra de feltro, de ahí que En la pared de la derecha hay siete pin- tana, una escultura de Kobro. los audiodescriptores pensaron que no turas colgadas a una distancia de medio Delante de ti hay un pasaje a la próxima había necesidad de describir el movi- metro. Frente a ellas, cuatro esculturas exposición (Pawłowska and Sowińska- miento izquierda/derecha, sin embargo, de Katarzyna Kobro están colocadas Heim 2016, 62-63). el problema señalado por las personas sobre paralelepípedos de vidrio. Los invidentes era la diferencia del tamaño pedestales tienen una altura de aproxi-

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 303-314 DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6374

LA ARQUITECTURA TEATRAL DEL SIGLO XVIII. EL CASO DE BURGOS Y EL PROYECTO DE FERNANDO GONZÁLEZ DE LARA

M.ª José Zaparaín Yáñez René J. Payo Hernanz Universidad de Burgos

Data recepción: 2019-10-29 Data aceptación: 2020-02-01 Contacto autores: [email protected]; [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1443-4964 ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2502-8598

RESUMEN La arquitectura teatral vivió un gran proceso de renovación en la España del siglo XVIII. Para ello se toma- ron como modelo los tratados arquitectónicos franceses e italianos del momento. Algunos notables perso- najes e instituciones de la política y la cultura, como el conde de Aranda o Jovellanos y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, impulsaron esta reforma. Este proceso de renovación de la arquitectura teatral no solo se desarrolló en la capital del reino sino también en las capitales de provincia como Burgos. En esta ciudad se trató a lo largo del siglo XVIII de construir un nuevo teatro acorde a los nuevos planteamientos estéticos ilustrados. Para ello, se encargó a Fernando González de Lara un proyecto de nuevo teatro en el que se tomaron como modelo al tratadista español Bails y al francés Patte y cuyos dibujos se conservan en el Archivo Histórico Nacional. Este teatro no se ejecutó por problemas económicos. La reclamación de los honorarios de González de Lara dio lugar a un cruce de correspondencia entre instituciones que nos permite entender la consideración que tenía el trabajo de los arquitectos en el siglo XVIII.

Palabras clave: Arquitectura teatral ilustrada, Burgos, González de Lara

ABSTRACT Spain’s theatres underwent major architectural renewal in the 18th century. French and Italian archi- tectural treatises of the time were used as a model, and the leading political and cultural characters and institutions of the day, among them the Count of Aranda, Jovellanos and the Royal Academy of Fine Arts of San Fernando, promoted the process of renovation. It played out in the capital of the kingdom and in provincial cities such as Burgos, which tried throughout the 18th century to build a new theatre in line with the new aesthetic approaches. Fernando González de Lara was commissioned with the task of building a new theatre for Burgos. The project was modelled on the treatises written by the Spaniard Bails and Fren- chman Patte and its drawings are kept at the National Historical Archive. Financial problems prevented it from ever being built. Gonzalez de Lara’s claim for his fees resulted in an exchange of letters that revealed the consideration for architects and their work in the 18th century.

Keywords: theatre architecture, Enlightenment, Burgos, González de Lara

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 315-330 316 La arquitectura teatral del siglo XVIII La renovación del teatro en la España del Por su parte, Gaspar Melchor de Jovellanos, siglo XVIII con el fn de propiciar acciones educadoras a tra- vés del teatro2, promueve una serie de medidas El siglo XVIII introdujo una revolución en las que debían seguir los dramaturgos y establece las prácticas escénicas europeas (Franzt 2015). Mien- características de los actores, al igual que harán tras se codifcaba la forma de articular correcta- otros críticos dieciochescos (Carnero 1994, 37- mente las piezas teatrales, fue refexionándose 67).También insistía en cómo organizar los nue- sobre el modo de edifcar los ámbitos físicos don- vos espacios dramáticos, pues juzgaba indecoro- de se representaban (Pevsner 1979, 73-106). Al- sos los antiguos teatros y su “aparato escénico”3. gunos grandes teóricos del arte y la arquitectura A su vez, las autoridades ilustradas trataron de setecentista, como Francesco Milizia, señalaban evitarlos desórdenes que podían producirse en las que todas las Bellas Artes y las ciencias más útiles representaciones al regular las prácticas escénicas debían concurrir en la formación de los teatros y el comportamiento del público4. Todo ello se vio (Milizia 1781, 426). España no quedó al margen acompañado, desde mediados del siglo XVIII, por de este movimiento y con él se vincula el debate una incipiente teoría sobre la arquitectura dramá- entre los “casticistas”, defensores de la tradicio- tica5. Ya José de Hermosilla, hacia 1750, en su nal actividad dramática española (Erauso y Zaba- tratado manuscrito de Arquitectura Civil (Rodrí- leta 1750), cuyo marco esencial fueron los patios guez 2019, 267-311), hablaba de la revolución 1 y corrales de comedias , y aquellos defensores de que estaba produciéndose en las construcciones un teatro más “a la europea” que, apoyándose M.ª José Zaparaín Yáñez e René J. Payo Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José tras la llegada de los Borbones y de las represen- en el modelo francés, desarrollaban la teoría del taciones musicales a la italiana,que habían hecho “buen gusto” (Rodríguez 2010, 37-55). En este cambiar los modelos de teatro, abandonándose sentido, la polémica que tuvo lugar, en la España los viejos corrales (Hermosilla 1750, 301-2). A pe- tardo-dieciochesca, en torno a los autos sacra- sar del retraso con el que llegaron las infuencias mentales (Hernández 1989, 185-220), constituye europeas y del carácter periférico que, en relación un buen exponente de los afanes renovadores y con las italianas y francesas en los años iniciales las resistencias en el mundo dramático hispánico del siglo XVIII, defne a muchas de las creaciones (Varios Autores 1997). arquitectónicas de este género en España, sí que Fue a partir de los años fnales de la centuria podemos señalar la existencia de algunas expe- cuando se gestó una teoría dramática de carác- riencias muy signifcativas en estos años (García ter neoclásico, basada en el concepto de las tres 1994, 214). unidades –de acción, de lugar y de tiempo– y Prueba de este interés es, igualmente, la re- en la “imitación de la naturaleza”, defendida cepción de obras tratadísticas extranjeras, como en España por teóricos como Luzán o escritores el Essai sur l’Architecture theâtrale de Pierre Patte como Moratín, Jovellanos o Iriarte, quienes en- –publicado en París en 1782, que tuvo una no- tendieron que algunas obras de nuestros clásicos table incidencia en la práctica de la arquitectura no se ajustaban a esas normas (Álvarez 1992, teatral hispana tardodieciochesca (García 1994, 57-73). Para ellos, las piezas teatrales, además 225) (fg. 1)–. A su vez, el tratado de Francesco de entretener, debían transmitir valores morales y Milizia –editado en Roma en 1771 y Venecia en formativos que contribuyeran al avance y mejora 1773 (Milizia 1773) – fue traducido al castellano social (Vieites 2019, 199-224). Ello se vio respal- en 1789 (Milizia 1789). En él se hacía un análi- dado por la creación, en noviembre de 1799, de sis histórico y teórico sobre las características de una Junta de Reforma (Soria 2009, 9-32.) de la las representaciones dramáticas y sus géneros y que fue nombrado presidente Leandro Fernández aportaba recetas prácticas para la edifcación de de Moratín, quien dimitiría sin poner en marcha los teatros, en las que distinguía entre antiguos la prohibición de representar una buena parte de y modernos, logrando una notable infuencia en las obras dramáticas del Siglo de Oro Español, teóricos hispanos como Ortiz y Sanz y en arqui- aunque sus sucesores sí que actuarían en este tectos como Silvestre Pérez (Sambricio 1975, 75). sentido, favoreciendo así una mayor penetración En España, las principales refexiones, además del del teatro francés (García 1989, 299-305). citado manuscrito de Hermosilla, aparecen en la

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Fig. 1. Patte, Pierre, Planta y secciones de un teatro, 1782. Essai sur l’Architecture theâtrale. París: Chez Moutard, p. 210 obra de Benito Bails, de ya avanzada la segunda mitad de la centuria, siendo sus consideraciones deudoras de las de Pierre Patte (Bails1783, 870- 90), trasladando sus aspectos gráfcos y textuales casi de manera mimética6 (fg. 2). Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José Como muy bien ha señalado García Melero, no existió una tipología única y universal del tea- tro (García 1994, 215), aunque, de forma pro- gresiva, se fue codifcando la manera en la cual debía plantearse, viéndose necesario establecer dos ámbitos esenciales: el dedicado al público y la caja escénica (Leóny Sanz 1994, 1.060-65). Fig. 2. Bails, Benito, Secciones de un teatro, 1783. Elementos Siguiendo la tradición arqueologista greco-ro- de Matemáticas, T. IX, Parte Primera. Madrid: Imprenta de la viuda de Ibarra, p. 889 mana7 se planteaba la posibilidad de repetir esos modelos, es decir, con espacio dedicado al pú- blico en forma semicircular. Pero, poco a poco, en su tratado manuscrito (Hermosilla 1750, 307) (fg. 3). fue evolucionándose hacia la planta en “U”8, para pasar, como señala García Melero, a la de Por su parte, las cajas escénicas fueron objeto herradura en el barroco académico-cortesano y de atención, dada la importancia otorgada a las a la elíptica y oval longitudinal truncadas por el nuevas escenografías de las piezas dramáticas u escenario en el pleno siglo XVIII, culminándose operísticas10. Algunos tratadistas comenzaron a en la de forma de campana en el periodo roco- sustituir las antiguas escenas-fachada, de tradi- ción clásica, por profundas escenas abiertas cu- có. En el Neoclasicismo algunos teóricos trataron yas cajas acogían complejas tramoyas. Respecto a de volver a la simplicidad del semicírculo o a este último aspecto, fue el presidente del Consejo la forma en “U”, aunque también otros, como de Castilla, el conde de Aranda –preocupado por Patte, defendieron las soluciones ovales por la renovación de la arquitectura española (Rodrí- razones fundamentalmente acústicas y ópticas guez y Sambricio 1998, 147-71)– una de las f- (García 1994, 216). Mientras, fue generalizán- guras que, desde un punto de vista político, más dose el modelo vertical en lo que se refere a la infuyó en la actualización de las escenografías ubicación de los espectadores en el patio y en teatrales al ordenar, en 1763, a la Junta de Tea- los palcos9. Para el caso español, ya José de Her- tros, que los paños de las escenografías fueran mosilla, hacia 1750, se decantaba por un tipo sustituidos por decoraciones pintadas y que las con estas características que aparece refejado orquestas se adelantaran hacia el público11.

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 315-330 318 La arquitectura teatral del siglo XVIII M.ª José Zaparaín Yáñez e René J. Payo Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José

Fig. 4. Barcenilla, Juan, Planta de un teatro, 1770. Museo de Fig. 3. Hermosilla, José de, Planta de un teatro, 1750. Archi- la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, A-3269, tectura Civil, fol. 193, Biblioteca Nacional, MSS-7573, Madrid Madrid

Prueba de la relevancia concedida a todos es- Igualmente, hubo razones de seguridad de- tos aspectos son aquellos exámenes y premios de trás del interés por reformar la arquitectura tea- arquitectura convocados por la Real Academia tral, puesto que fueron frecuentes los incendios de San Fernando, durante los siglos XVIII y XIX que asolaron las viejas y endebles estructuras (Balsalobre 1998, 261-86), en los que se pedía la de madera de los patios de comedias. Especial proyección de un teatro, empleándose modelos trascendencia tuvo el incendio del Coliseo de bien a la italiana, de tradición clásico-palladiana Zaragoza que ardió, en su totalidad, la tarde del que siguen las propuestas de Milizia, o a la fran- 12 de noviembre de 177816. Fue tanta la repercu- cesa de Patte, con plantas de auditorio ovales o sión de este trágico accidente que inspiró obras pictóricas y poéticas, las cuales, en clave prerro- elípticas. Así, por ejemplo, Juan Barcenilla diseñó, mántica, transmitían, por un lado, terror y, por en 1770, una obra a la grecorromana con ecos otro, atracción hacia un suceso que quienes lo palladianos12. Algo similar realizó Ramón Alonso, contemplaron no dudaron en juzgar como gran- en 1772, pero desarrollando los balcones en altu- dioso (Viamonte 2013, 93-111; Alier 1996, 157- 13 ra, a modo de palcos, por encima del graderío , 164.). Los incendios hicieron que el Consejo de y lo mismo haría, en 1790, Mateo Vicente Taber- Castilla17 y teóricos como Bails18 se plantearan las nero14, mientras que Juan Milla planteó, en 1772, condiciones de seguridad de estas edifcaciones un teatro en forma de “U”15. Todo ello no hace en cuya construcción emplearían los materiales más que expresar el rico debate sobre la forma más resistentes, estando dotadas de salidas de de construir los espacios dedicados a la práctica humo y puertas preparadas para una rápida eva- dramática en el siglo XVIII (Peruarena 2013, 221- cuación.De este modo, en los nuevos edifcios 51) (fgs. 4 y 5). teatrales se unían los tres conceptos que defnían

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 315-330 La arquitectura teatral del siglo XVIII 319 M.ª José Zaparaín Yáñez e René J. Payo Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José

Fig. 5. Alonso, Ramón, Sección de un teatro, 1772. Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, A-3275, Madrid la arquitectura vitruviana: la utilitas, la frmitas y ser zona de posadas y mesones (Miguel 1991, la venustas (González 1993, 37-38). 249-264, 1992, 45-74). A mediados del Setecien- Todas estas preocupaciones también encon- tos, comenzó a ponerse en cuestión su existencia, traron eco en Burgos, centrándose en la disponi- puesto que habían sido prohibidas las funciones bilidad de un edifcio para este fn, sus caracte- cómicas en la ciudad y el arzobispado (Miguel rísticas, emplazamiento e, incluso, en su propia 1994, 66). A ello se sumaba la exitosa predica- necesidad. Las tensas discusiones entabladas por ción de la Santa Misión que el dominico Antonio los capitulares de la vieja Caput Castellae a este Garcés protagonizó durante el otoño de 1752, respecto manifestan, a su vez, las difcultades exponiendo el conocido tópico moralista contra- 19 que los antiguos cascos urbanos tuvieron para rio al teatro . Este pensamiento se enmarcaba poder acoger, con garantías, un establecimiento en una campaña generalizada en toda España teatral conforme a las nuevas exigencias formu- contra el teatro (Miguel 1994, 66) que, en Bur- ladas a lo largo de la centuria. gos, trajo como resultado el acuerdo tomado el 2 de diciembre de 1752 para derribar el patio de comedias20, careciéndose desde entonces de un Los patios de comedias en Burgos hasta espacio apropósito donde celebrar las represen- 1796 taciones. De ahí que, cuando la Real Orden de Desde 1587, la ciudad castellana disponía de 7 de febrero de 1772 posibilitara a los concejos un patio de comedias que ocupaba la llamada invertir su liquidez económica en obras públicas, casa de los Niños de la Doctrina, ubicándose en se aprobara, no sin oposición, la construcción de el antiguo Corralón de las Tahonas. Estaba em- un nuevo edifcio consistorial que acogiera un plazado extramuros, en las inmediaciones de la teatro21. De este modo, no solo se mantenía el iglesia de San Gil, en una posición claramente sentido multifuncional propio de los consistorios periférica (Ibáñez 1990, 21), pero benefciada por de la Edad Moderna en las medianas y pequeñas

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 315-330 320 La arquitectura teatral del siglo XVIII poblaciones, sino que reforzaba el carácter lúdico calle. Mientras el corregidor intentaba que el pro- de la plaza como lugar de celebraciones y festejos pietario acometiera las mejoras, varios miembros (Navascués 2002, 10-12). del Concejo se dirigieron al Consejo de Castilla para insistir en sus defciencias. Ello no detuvo la Aunque este acuerdo no se materializaría, Bur- realización de las obras propuestas por Arbaiza gos logró contar, en la década de los años 70, y Céspedes quienes, al examinarlas, declararon con un patio de comedias “provisional” instalado su idoneidad25. en el solar del antiguo Mesón de los Reyes, en la calle Cantarranas la Mayor, actual Almirante Las funciones teatrales se retomaron y deven- Bonifaz. Lo promovió el maestro de obras Agus- garon, en pocos meses, un importante benefcio, tín Pérez, ocupando un solar del mayorazgo del lo cual animó al Concejo, tras un intenso deba- marqués de Villacampo, miembro del regimiento te, a adquirir el patio de comedias provisional burgalés. Era un local entre medianeras, de redu- en octubre de 1781. Tras ello, el Concejo llevó a cidas dimensiones y complicado acceso, en una cabo diversas mejoras que desembocaron en una zona de angosto viario. Su planta se disponía en nueva polémica con quienes consideraban que profundidad, perpendicular a la calle, y su inte- resultaban inútiles e incluso perjudiciales, pues rior quedaba articulado en pequeños aposentos, solo se había disimulado la lobreguez del sitio siendo la circulación espacial incómoda, dada mediante papeles y lienzos pintados que consti- la estrechez de unos pasillos levantados con ta- tuían otro “…pábulo más [que] se ha añadido al blazones y reducidos a oscuros “callejones” por fuego, si como es fácil ocurriera tal desgracia”. M.ª José Zaparaín Yáñez e René J. Payo Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José donde solo cabía una persona22, habiéndose eri- De ahí que se vuelve a pedir a los alarifes que de- gido sin cimentación, en madera y expuesto a las claren si tenía la seguridad, decencia, desahogo humedades de un terreno por el que discurría la y comodidad pública requeridas, descartando los maestros “…que pueda acaecer algún peligro al esgueva de la Moneda23. De ahí que sus condi- 26 ciones, especialmente tras el incendio del Coli- presente…” . seo de Zaragoza, fueran objeto de duras críticas. En septiembre de 1786, antes de que entrase a Por ello, el capitular Juan Antonio Santa María actuar una compañía, se reabre el debate, siendo y el diputado del común Juan del Val realizaron los maestros Luis y Francisco Céspedes quienes lo un proyecto para sustituirlo que sometieron a la revisaron y dieron el visto bueno27. Sin embargo, consideración de la Ciudad. Esta propuesta, que las continuas quejas de algún miembro del regi- tampoco se realizó, se ajustaba, en su opinión, a miento y las desavenencias con el propietario del la normativa del Consejo de Castilla al contar con solar obligaron a su cierre28, quedándose Burgos cuatro amplias salidas y efcaces “respiraderos” sin ningún establecimiento teatral. Fracasada la y tener fácil acceso a una bomba de agua, cum- iniciativa de algún autor de comedias para hacer pliendo su emplazamiento, próximo al río Pico, un teatro a su costa29, pasaron varios años hasta con las preferencias de la institución madrileña24. que tan controvertido tema fuera retomado por la vieja Caput Castellae. Sin embargo, no es hasta noviembre de 1780 cuando se pide a los alarifes de la ciudad, Julián Arbaiza y Luis Céspedes, que examinen el tea- El proyecto de Fernando González de Lara tro provisional, siendo su dictamen positivo, lo Tras las estériles polémicas y exiguas actua- cual permite sospechar que las descalifcaciones ciones desarrolladas por el Concejo de Burgos recibidas buscaban desautorizar un local de ca- a este respecto, fue, en 1796, cuando se encar- rácter particular que acogía funciones públicas gó a Fernando González de Lara que llevara a y, seguramente, no reunía unas condiciones de cabo un proyecto a fn de dotar a la ciudad, de decoro acordes a la renovación y modernización manera defnitiva, de un teatro apropiado a sus que Burgos estaba experimentando (Iglesias necesidades. González de Lara fue, sin duda, el 1978). En cualquier caso, los maestros centraron profesional más importante en el ejercicio de la su examen en cuestiones relativas a la seguridad, arquitectura en el Burgos del último tercio del indicando que era imprescindible dotarlo de un siglo XVIII (Cadiñanos 1985, 57-78; Payo 2005, tragaluz y que las puertas se abrieran hacia la 99-103; Iglesias 2011, 94-5), siendo,en esos mo-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 315-330 La arquitectura teatral del siglo XVIII 321 mentos, el único arquitecto titulado por la Real establecidas tras el incendio del Coliseo de Za- Academia de Bellas Artes de San Fernando en la ragoza. ciudad, lo cual, en teoría, le confería el privilegio No sin debate, se optó por levantarlo con de ser el tracista de sus principales obras públi- vocación de permanencia y se barajaron hasta cas (Quintana 1983, 100-01). Transformador y seis opciones para su emplazamiento, buscando generador de espacios urbanos como el Paseo siempre la cercanía con una corriente de agua: del Espolón (Iglesias 1978, 47-50), diseñador el Corral de los Infantes –junto al Arco de Santa de las nuevas casas consistoriales (Payo 2007, María–, Cantarranas la Mayor –en el denostado 190-211), de iglesias como la de San Juan de emplazamiento del patio de comedias de Agustín Huérmeces que evidencia el conocimiento de las Pérez–, a la salida de la Plaza de Margarita –frente grandes obras clásicas como el Panteón (Ibáñez a la esgueva que pasaba junto al convento de la 1976, 813-18), ejecutor de notables intervencio- Santísima Trinidad–, las llamadas “casas quema- nes en la catedral, como la polémica reforma de das” de la parroquia de San Lesmes y Casilda su portada principal (Iglesias 1978, 63-65; Nieto de la Moneda en la calle La Puebla –por donde 1999, 339-76), de retablos (Payo 1997, 379-93) también discurría una esgueva y se podían es- y director de obras públicas por toda la provincia tablecer cuatro salidas capaces–, las Panaderías y zonas limítrofes (Sambricio 1986, 336-40; Ca- –en el entorno de la Plaza del Mercado Menor– diñanos 1985, 57-78; Iglesias y Zaparaín 2018, 53-99), se hallaba, en 1796, en el ocaso de su y donde estuvo la Botillería –entre la Plaza del Mercado Mayor y la del Mercado Menor–, pro- carrera, enfermo y cuestionado en algunas de Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José 31 sus actuaciones. El cruce de cartas entre el ar- piedad del común e inmediata a una esgueva- . quitecto, el Consejo de Castilla, la Academia y el Todas las posibilidades contempladas estaban en Regimiento nos ayudará a comprender no solo la zonas próximas a las antiguas murallas o fuera de precaria situación económica del tracista, quien ellas, lo que revela la difcultad de encontrar, en se aferraba al pago de sus dibujos para subsistir, el centro de la ciudad, solares con las condiciones sino, también, la diferenciada consideración que precisas para las dimensiones de estos edifcios. cada una de estas instituciones daba al ejercicio Con amplio consenso, el emplazamiento elegido del diseño arquitectónico. fue el del Corral de los Infantes, donde el Con- cejo tenía propiedades y, según pensaba Angu- A principios de abril de 1796, el intendente lo, podría ampliarse su superfcie, agregando el corregidor convocó un regimiento para analizar solar correspondiente a la muralla, sin olvidar su la posibilidad de construir un nuevo espacio es- proximidad al Arlanzón, los amplios accesos que cénico, ante los inconvenientes de orden público era factible practicar y su ubicación en una zona y quejas que la carencia de los espectáculos tea- bastante céntrica de la población32. trales venía ocasionando. Dada la seriedad del tema, hubo una nueva sesión pasados unos días, Su elección revela el concepto y la imagen de en la cual volvió a reproducirse la polémica entre ciudad que venía desarrollándose a lo largo de las quienes, como Bernardo Íñigo de Angulo, desa- últimas décadas. En este periodo había sido obje- probaban su construcción, alegando los habitua- to de atención preferente el sector comprendido les daños morales, sin olvidar los problemas de su entre los puentes de San Pablo y Santa María, elevado coste y mantenimiento, y aquellos que, experimentando una intensa renovación, según como el marqués de Fuentepelayo, lo estimaban los criterios del Reformismo Ilustrado, al mismo imprescindible para una localidad en expansión, tiempo que la antigua Caput Castellae se abría que había recuperado su carácter estratégico hacía el exterior. De ahí que, progresivamente, se en las comunicaciones entre el norte y la corte, fuera prescindiendo del dogal de las murallas y ya convirtiéndose, además, en un destacado centro sobre la línea del lienzo sur se hubiesen levantado burocrático, donde se aglutinaba una importante la Cárcel y el Consistorio (Iglesias 1978, 71-74; población militar y con una juventud necesitada Payo 2007, 190-211) cuya cuidada disposición de entretenimientos30. Finalmente, se aprobó la hacia el río había generado el trazado del Paseo realización de un teatro acorde a la importancia del Espolón. A este también quedaba orientada de la ciudad y ajustándose a las disposiciones la Escuela de Dibujo que, entonces, construía el

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 315-330 322 La arquitectura teatral del siglo XVIII Consulado (Ibáñez 1982, 34-70). De este modo, damentalmente por su elevado coste, aceptan- el teatro actuaría de contrapunto a la Cárcel, em- do, en cambio, la construcción de una obra más plazada al principio del Paseo y en comunicación modesta en la calle La Puebla35, en la cual no con el Puente de San Pablo.Además, quedaría si- intervino González de Lara (Iglesias 1978, 77-79). tuado en uno de los puntos de mayor dinamismo Este rechazo no evitó que el autor del proyecto de la ciudad, inmediato a la Catedral y al Puente intentara cobrar su realización y en mayo solicitó de Santa María que daba acceso a la Plaza de que fuera la Real Academia de Bellas Artes de Vega donde, recientemente, se había instalado el San Fernando la encargada de estimar su precio moderno parador del Consulado para atender a pues, desde el primer momento, el Concejo se los muchos viajeros que llegaban a Burgos (Igle- mostró contrario a la remuneración, al conside- sias 1978, 102-03). rar que, cuando elaboró los planos, percibía un Más desencuentros provocó la elección del sueldo diario por atender las obras del Paseo del profesional que debía proyectarlo. Angulo tenía Espolón, por lo que “defraudaba” a la Ciudad claro “…que para que se consiga el acierto, el con su pretensión, no perdiendo ocasión algún buen gusto, solidez y ermosura…” solo podía capitular de recordar el error del arquitecto en elegirse a González de Lara. Se cumplirían, así, las sus tasaciones, por lo cual no era digno de nin- disposiciones regias que ordenaban la realización guna consideración. El arquitecto se vio obligado de las obras de carácter público por un arquitecto a insistir en múltiples ocasiones que eran rechaza- con el reconocimiento de la Real Academia de das sistemáticamente por el Concejo, por lo cual M.ª José Zaparaín Yáñez e René J. Payo Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José Bellas Artes de San Fernando y bajo la supervisión decidió exponer su situación ante el Consejo de de esta, (Bédat 1989, 371-98) pero como sus re- Castilla y la Academia a quien pidió disculpara los laciones con el Concejo no habían sido siempre posibles defectos de unos planos realizados con fáciles, y se desconfaba en su criterio a la hora más de 70 años36. de tasar la cuantía de las obras, también propone La Academia, antes de dictaminar, quiso que que se consulte a otro profesional de prestigio. el arquitecto comunicara al Consejo de Castilla Precisamente, por los problemas surgidos en su en cuánto estimaba su trabajo, lo que le llevó, en tasación del Paseo del Espolón, fueron muchos agosto de 1804, a enviarle los borradores de los los capitulares que se opusieron a su elección, planos, pues los originales habían sido devueltos aunque, fnalmente, a él fue encomendado el al Ayuntamiento, el cual primero se había negado proyecto33. a entregarlos, para después alegar su extravío. Pocos días más tarde, González de Lara pre- Los evaluó en 6.000 reales, cantidad que fue con- sentaba las conclusiones de su estudio. Consideró siderada justa por la Comisión de Arquitectura de que, aun ocupando todas las propiedades que la Academia37. La Ciudad pospuso aceptar esta tenía allí la Ciudad y el terreno de la muralla, el resolución y González de Lara estaba convenci- solar no era sufciente para un patio de comedias do que el Concejo actuaba de mala fe, sin tener de tamaño medio, adecuado a las necesidades en cuenta sus graves difcultades económicas y de la población. Esta declaración dio paso a un sus “…continuados achaques con su avanzada nuevo debate sobre el emplazamiento, eligién- hedad…” que le impedían trabajar. No mentía dose “…el sitio erial que hace sobre el puente el académico sobre su salud, pues falleció mien- de la cava…”, al tenerse en cuenta su proximi- tras el regimiento burgalés seguía dilatando el dad al río y la facilidad para practicar “… salidas proceso, aunque la Academia se ratifcaba en su desembarazadas”. Sin embargo, algún capitular tasación38. Todo ello dio lugar a una Real Provisión dejó constancia de su disconformidad, por hallar- de 6 de octubre de 1806 por la que se exigía al se alejado del entorno del Espolón y de la Plaza Concejo que pagase a la viuda del arquitecto39. 34 del Mercado Menor . Tras esta ardua polémica subyace la diferen- A fnales de octubre, la propuesta, con un ciada forma que tenían las partes implicadas de coste de 247.691 reales, ya estaba elaborada y entender el ejercicio de la arquitectura. Así, el se tramitaba ante el Consejo de Castilla que, a Concejo no aceptaba la necesidad de premiar o principios del año siguiente, la desautorizó, fun- remunerar “…una ocupación para la que le so-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 315-330 La arquitectura teatral del siglo XVIII 323 brava tiempo en las horas que devía ocupar…” en el cuidado del proyecto del Espolón. Además, en su opinión, “…los citados planos le pudieron costar poquísimo tiempo y trabajo, respecto que según noticias que tiene el Ayuntamiento, no hizo otra cosa que copiarlos de un libro que se le entregó por uno de sus capitulares, extendiendo las dimensiones en un campo abierto en aquel sitio no presentaba difcultad alguna”40. Por el contrario, para González de Lara y la Academia, una obra de esta naturaleza reque- ría mucho estudio y no se podía dejar en manos de profesionales no cualifcados, insistiéndose en que “Si entendiese algo el Ayuntamiento del estudio y trabajo que trae consigo la ydea de un edifcio especialmente de un teatro como el que se trata no se hubiera desentendido quando se le pidió su justa paga y hubiera conocido que tampoco podían sufragar semejante trabajo…” M.ª José Zaparaín Yáñez e René J. Payo Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José con la cantidad que se le abonaba por dirigir el Paseo del Espolón. La Academia, a través de su secretario, Isidoro Bosarte, criticó ácidamente la situación motivada, a su juicio, por no entregarse los planos de las obras públicas a la institución académica para su examen, siendo el cumpli- miento de las órdenes regias, “…muy necesa- rio no solo para que sirva de obstáculo a la ig- norancia sino también a la arbitrariedad de los Ayuntamientos”, como parecía haber sido el caso 41 de la antigua Caput Castellae , alentada por el Fig. 6. Bails, Benito, Planta, 1783. Elementos de Matemáticas, ambiguo papel jugado por el Consejo de Castilla. T. IX, Parte Primera. Madrid: Imprenta de la viuda de Ibarra, Cierto es que esta institución debía respetar la p. 889 supervisión de las obras públicas por parte de la Real Academia, pero también que intentaba pedes a elevar sus quejas al Consejo de Castilla seguir manteniendo sus antiguas prerrogativas para intentar su cobro47. Este edifcio nunca tuvo de control bajo el pretexto de la búsqueda de la condiciones óptimas para las representaciones48 economía (Bédat 1989, 376-78). y por eso no extraña que Isidoro Bosarte, cuando intervino en la reclamación de González de Lara En paralelo al encargo hecho a este arquitecto, ante la Academia, hiciera ver el despropósito que el Concejo dispuso la realización de un patio de suponía que “…el común de Burgos está obli- comedias provisional en la calle La Puebla dise- gado a pagar unos planos que no se pusieron ñado por Agustín Pérez, el cual, aprobado por en execución, hallándose ahora con una obra el Consejo de Castilla, sí que se llevó a efecto42, construida por otros dibujos mas malos que los estableciéndose que su coste no excediera de los que desechó”, siendo “…obra mezquina sin las 43 46.600 reales . El fallecimiento de Agustín Pérez conveniencias necesarias a su destino…”49. hizo que se encomendara la obra al alarife de la ciudad Francisco Céspedes44 quien introdujo no- tables y signifcativas reformas y mejoras45. Estas duplicaron el presupuesto, de cuya diferencia no se hizo cargo el Concejo46, lo que obligó a Cés-

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Fig. 8. González de Lara, Fernando, Sección longitudinal para un teatro en Burgos, 1796. Archivo Histórico Nacional, Sección MPD 159, Madrid

novaciones arquitectónicas teatrales que estaban teniendo lugar en la España tardo dieciochesca, el cual se produciría a través de la literatura tra- tadística y de sus contactos con la Academia de M.ª José Zaparaín Yáñez e René J. Payo Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José San Fernando de la que era académico de mé- rito. Además, el libro facilitado por un miembro del Concejo burgalés cuando estaba haciendo el proyecto y en el que se inspiró muy bien pudo ser el tratado de Bails (fg. 6). González de Lara traza una planta inscrita en el interior de un rectángulo que queda dividido Fig. 7. González de Lara, Fernando, Planta para un teatro en en tres secciones. La primera está conformada Burgos, 1796. Archivo Histórico Nacional, Sección MPD 158, por el gran vestíbulo que daba acceso a dos es- Madrid caleras divergentes a través de las que podía lle- garse hasta la zona de palcos. Se concedió, por Los diseños de González de Lara en el con- parte del tracista, un singular carácter represen- texto de la arquitectura teatral española del tativo a este primer espacio de relación que debía siglo XVIII mostrar la grandeza del nuevo edifcio. En este La propuesta de Fernando González de Lara sentido, parece hacerse eco de la crítica de Mili- de1796 se plasmó “…en cinco pliegos de papel zia respecto al escaso protagonismo que tenían de marca imperial y un topográfco pequeño…”, las entradas, vestíbulos y escaleras de los teatros diseñándose con “…escrupulosa exactitud y con tratando, así, de remediarlo52. La segunda zona arreglo a los preceptos del arte…”, atendiendo a era el espacio destinado al público que, siguiendo las disposiciones de seguridad establecidas por el modelos franceses –como el de Pierre Patte en su Consejo de Castilla50. Nos es conocida a través de Essai sur l’Architecture theâtrale – se desarrollaba los borradores enviados por el autor al Consejo en forma de herradura. Ya, en 1770, la Academia de Castilla cuando reclamó su pago, hoy custo- de Bellas Artes premió el diseño de Juan Barceni- diados en el Archivo Histórico Nacional. Efectua- lla que tenía una incipiente forma de herradura53. dos en tinta negra, verde y rosácea y aguada gris, Muy probablemente González de Lara conoció la son la planta, dos secciones, una fachada lateral propuesta de Bails (Bails 1783, 889) para quien y el esbozo del arranque de los arcos, cuya rígida la confguración del patio debía garantizar una traza y somera utilización del sombreado revelan perfecta visión y audición54. Finalmente, la tercera su condición de estudios previos51. Estos diseños zona en la que se articulaba la planta es la gran le ubican muy bien en el conocimiento de las in- caja escénica, que queda refejada en el diseño

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Fig. 10. González de Lara, Fernando, Alzado de la fachada norte para un teatro en Burgos, 1796. Archivo Histórico Na- cional, Sección MPD 161, Madrid

bemos que tres puertas daban acceso al vestíbulo principal y que otras dos en los extremos permitían

el paso a la zona destinada al público en la zona Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José baja. Quizá esta obra pudiera seguir el modelo Fig. 9. González de Lara, Fernando, Sección transversal para de los tratadistas como Hermosilla, articulándose un teatro en Burgos, 1796. Archivo Histórico Nacional, Sección con varios órdenes de columnas superpuestos. Sí MPD 160, Madrid que se conserva el alzado de la fachada norte del edifcio que estaba orientada hacia el Camino Real mediante la leyenda planta de los bastidores y a Madrid. Contaba con tres puertas de acceso, una foso. Igual que propone Bails, del que González central y dos en los extremos. La central quedaba de Lara es deudor, existe una clara relación entre rematada con el escudo de la ciudad, fanqueado la zona de los espectadores y el escenario, siem- por dos festones que le conferían una imagen se- pre a la búsqueda de una perfecta conexión visual mejante a la que presenta este elemento heráldico de aquellos con este55 (fg. 7). en los laterales del primer cuerpo de la fachada Por su parte, la sección longitudinal muestra de las nuevas casas consistoriales diseñadas por con detalle el desarrollo en altura de la planta, el propio González de Lara. La fachada muestra evidenciando que la distribución de los espacios numerosas ventanas de disposición predominan- del teatro -de accesos y representativo, de espec- temente horizontal, coronándose la cubierta con tadores y caja escénica-resultaba casi por igual, varias buhardillas (fg. 10). El carácter sumamente teniendo paralelismos con las propuestas de Bails sobrio, de rígida planimetría, nos hace plantear- que, en su tratado, dio una gran relevancia a la nos hasta qué punto el arquitecto no se inspira- colocación de los palcos (Bails 1783, 880). Al ría en el revivalismo neoescurialense (Rodríguez mismo tiempo que la sección transversal revela 2019, 403-50) que algunos profesionales, como la importancia concedida a la caja escénica y a la Ventura Rodríguez o Juan de Villanueva, estaban organización de los palcos, permite conocer que llevando a cabo en los años fnales del siglo XVIII. la estructura de entrecubierta se planteaba como En concreto, hallamos bastantes paralelismos con un espacio aprovechable (fgs. 8 y 9). los diseños que Juan de Villanueva realizó para el Lamentablemente, entre los planos enviados al entorno de El Escorial en donde siguió los modelos Consejo de Castilla no se encuentra el alzado de de Juan de Herrera con cuyo estilo armoniza per- la fachada principal que, sin duda alguna, sería es- fectamente (Sambricio y Herrero1988, 189-205; pecialmente signifcativo. A través de la planta, sa- Monleón 1988).

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NOTAS José Ortiz y Sanz, Viage arquitectónico- drid: Real Academia Española, 1986), antiquario de España. Descripción del 23. En este sentido, resultan muy útiles 1 Entre los estudiosos de este Teatro Romano de Sagunto (Madrid: estudios como el de Pedro Navascués asunto se encuentra René Andioc, Tea- Imprenta Real, 1807). Este hecho prue- Palacio para entender la importancia tro y sociedad en el Madrid del siglo ba el interés no solo por el rico pasado de las relaciones entre las nuevas cajas XVIII (Madrid: Castalia, 1988). arqueológico español sino también por escénicas y la zona destinada a los es- 2 “…un teatro que aleje los áni- la tipología teatral. Unos años antes, pectadores: Pedro Navascués Palacio, mos del conocimiento de la verdad fo- en 1794, Fernando Rodríguez había “Las máquinas teatrales. Arquitectura mentando doctrinas y preocupaciones ofrecido a la Real Academia de San Fer- y escenografía” en Arquitectura teatral erróneas, o que desvíe los corazones nando una serie de dibujos del Teatro en España. Catálogo de Exposición, ed. de la práctica de la virtud excitando pa- de Mérida: José Enrique García Melero, MOPU (Madrid: Dirección General de siones y sentimientos viciosos, lejos de “Los modelos de la tipología del teatro Arquitectura y Vivienda, 1984): 53-64. merecer la protección merecerá el odio a fnales de la Ilustración en España,” 12 Archivo de la Real Academia y la censura de la pública autoridad…”: Espacio, Tiempo y Forma, Serie VII, His- de Bellas Artes de San Fernando (en Gaspar Melchor de Jovellanos, Memoria toria del Arte, no. 7 (1994): 222. adelante, ARABASF). Un teatro según para el arreglo de la policía de los espec- 8 Un buen ejemplo de esta transi- los antiguos. 1771, A-3269; A-3270 y táculos y diversiones públicas y sobre su ción entre el teatro de tradición clásica A-3271 origen en España (Madrid: Ediciones y el teatro que empezará a extenderse 13 ARABASF. A 3272 a 3276 (VA- Cátedra, 1983), 130. en la época ilustrada con forma de “U” RIOS AUTORES: Hacia una nueva idea 3 “El teatro es el domicilio propio lo tenemos en el Teatro Farnese de Par- de arquitectura (Madrid: Real Academia de todas las artes; en él todo debe ser ma, construido por Aleotti entre 1618 de Bellas Artes de San Fernando,1992), bello, elegante, noble, decoroso y en y 1628, si bien es cierto que esta obra 94-97). M.ª José Zaparaín Yáñez e René J. Payo Hernanz Payo e René J. Yáñez Zaparaín M.ª José cierto modo magnífco, no sólo porque se realizó en madera, mientras que las 14 ARSABAF. A 3283 – A 3285. así lo piden los objetos que presenta a de la Ilustración se levantarán en mate- 15 ARSABAF. A 3277 – A 3280. los ojos, sino también para dar empleo riales más sólidos: García Melero, “Los 16 Gazeta de Madrid (Madrid), no- y fomento a las artes de lujo y comodi- modelos de la tipología del teatro a f- viembre 24, 1778. dad, y propagar por su medio el buen nales de la Ilustración en España,” 218. 17 Archivo Municipal de Burgos (en gusto en toda la nación”: Jovellanos, 9 Así lo proponía Benito Bails: “El adelante AMBu.), Exp. 14-294. Memoria para el arreglo de la policía de mejor modo de disponer los palcos es 18 los espectáculos y diversiones públicas y levantar sus diferentes pisos a plomo “Por recelo del fuego, enemigo sobre su origen en España, 139-40. unos sobre otros, sin pilares que tapen natural de los teatros se han edifcado en Florencia y Bolonia teatros con pal- 4 Novísima Recopilación de las Le- la vista, de modo que formen una fla cos de piedra y ladrillo; pero se ha expe- yes de España, Libro VII, Título XXXIII, de balcones. Esta disposición, sobre rimentado que estos teatros son sordos, Leyes XI-XII. que tiene nobleza y gracia, es admira- y sus bóvedas causan uno como zumbi- 5 Tendremos que esperar al trata- ble para ver el espectáculo; siendo la do que perjudica á la limpieza del son. do de José Hermosilla (1750) para que fgura elíptica de los antepechos ais- Mas acertado seria hacer de bóveda comience a existir una preocupación lados de los palcos, igualmente que la tabicada los corredores, y de albañilería teórica sobre el tema del teatro. Resulta de sus paredes testeras muy adecuada las paredes testeras de los aposentos, curioso que el tratado de Brizguz y Bru para rechazar la voz hacia el medio del con un revestido interior de madera”: (1738) no recogiera este tema: Athana- corral”:Benito Bails, Elementos de Ma- Benito Bails, Elementos de Matemáti- sio Genaro Brizguz y Bru, Escuela de Ar- temáticas, T. IX, Parte Primera (Madrid: cas, 881. quitectura Civil (Valencia, Joseph Tomás Imprenta de la viuda de Ibarra, 1783), 19 “…que la representación de Lucas, 1738). 880. comedias en la forma y por los modos 6 Benito Bails no transformó ni re- 10 Para el caso español fue la corte con que oy se practica induce conocida fexionó en exceso sobre las propuestas donde se desarrollaron las experiencias corrupcion de las costumbres y ocasio- teatrales de Patté. Se dedicó a reprodu- más interesantes al respecto: Ana M.ª na muchos daños espirituales y otras cir la plancha y el texto del tratadista Arias de Cossío, “La escenografía tea- tantas ofensas a Dios”: AMBu. Exp. 22- francés de manera casi mimética: Pedro tral en el Madrid de Carlos III: un intento 417. Navascués Palacio, “Estudio Crítico”, de renovación,” Anales de Historia del 20 AMBu. Exps. 22-417 y C2-6- Benito Bails, De la arquitectura Civil Arte, no. 1 (1989): 265-80 y Ana M.ª 17/1. 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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 315-330 DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.6106

FUENTES CHINAS DEL MARFIL HISPANO-FILIPINO: COMERCIO, MIGRACIÓN E INTERCAMBIOS CULTURALES1

Zhou Meng Universidad de Granada

Data recepción: 2019-10-05 Data aceptación: 2020-03-05 Contacto autora: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6416-1004

RESUMEN Este artículo tiene como objetivo buscar las fuentes chinas del marfl hispano-flipino, piezas he- chas por los artesanos chinos en Manila por encargo de los españoles durante el dominio hispánico en Filipinas. La mayoría de estos artistas procedían de Zhangzhou, ciudad que tuvo una emergente industria de marfl y abundantes relaciones comerciales con Manila en aquella época. En este texto abordaremos las actividades comerciales y la emigración de Zhangzhou a Manila, las relaciones entre la eboraria hispano-flipina y el marfl de Zhangzhou, y, sobre todo, las relaciones formales entre la fgura la Virgen María y la de Guanyin, cuyas interacciones iconográfcas nos ayudan a comprender mejor estos intercambios culturales. Palabras clave: marfl hispano-flipino, escultura marfleña de Zhangzhou, sangley, comercio, in- tercambio cultural

ABSTRACT This article aims to identify the Chinese sources of Hispano-Philippine ivory, pieces fashioned by Chinese artisans in Manila for the Spanish during their rule in the Philippines. Most of these artists came from Zhangzhou, a city with an emerging ivory industry and extensive commercial ties with Manila at that time. We will address commercial activities and emigration from Zhangzhou to Manila, the links between Hispano-Philippine ivory and Zhangzhou ivory, and, above all, the formal relationships between the fgures of the Madonna and Guanyin, whose iconographic interactions help provide a better understanding of these cultural exchanges. Keywords: Hispano-Philippine ivory, Zhangzhou ivory carving, sangley, trade, cultural exchange

Introducción y metodología sos, lóbulos de orejas demasiado alargados y nariz Dentro de los objetos llegados en el Galeón de aletas carnosas (fg. 1) (Ruiz Gutiérrez 2013, de Manila, los marfles hispano-flipinos son los 195). Suelen presentar, además, el cuello cilíndri- que mejor manifestan los intercambios culturales co con tres arrugas como en las representaciones surgidos entre Occidente y Oriente. Estas fguras, budistas y motivos decorativos orientales como hechas según los modelos traídos por los espa- nubes escamosas o vegetación con técnicas simi- ñoles desde Europa, han demostrado bastantes lares a las formas de presentación en la pintura características del arte asiático ya que es habitual china (Estella Marcos 1970, 161). que presenten rasgos anatómicos chinos: ojos Los autores de estas obras, llamados “sangle- abultados y oblicuos, párpados superiores grue- yes” por los españoles, son los artesanos chinos

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 331-346 332 Fuentes chinas del marfil hispano-filipino: comercio, migración e intercambios culturales mostraban una gran habilidad artesanal, razón por la que los españoles nunca dejaron de en- cargarles nuevas obras. En una carta dirigida al rey en 1590, Domingo de Salazar, primer obispo

Zhou Meng de Manila, manifesta que era tal “la abilidad que muestran al retratar las ymágines que bienen de España” que pronto no serían necesarias “las que se haçen en Flandes” (Salazar 1897, 66). La mayoría de los chinos establecidos en Ma- nila provenían de Zhangzhou y Quanzhou, en la provincia de Fujian, una región al sureste de Chi- na que tuvo una gran tradición en el campo de las artes escultóricas. En 1567, dos años después de que los españoles conquistaran Cebú, el go- bierno de la entonces dinastía Ming (1368-1644) levantó la prohibición que pesaba sobre el libre comercio marítimo y defnió el puerto de Zhang- zhou como el único autorizado para el comercio exterior. Con la posibilidad de introducir colmillos desde ultramar, en Zhangzhou surgió una intere- sante industria de marfl. Los artesanos de Zhang- zhou empezaron a tallar fguras religiosas chinas en marfl, algo insólito hasta ese momento. El hecho de que estas piezas fueran creadas coincidiendo con el surgimiento de la eboraria hispano-flipina ha inspirado la sospecha de una posible interrelación entre ambas. Aunque es bien conocido que los marfles hispano-flipinos fueron manufacturados por artesanos chinos, tema estudiado por Margarita Estella (Estella Marcos 1967; Estella Marcos 1970; Estella Mar- Fig. 1. Virgen con el Niño, siglo XVII, marfl, Museo Oriental, cos 1984 a; Estella Marcos 1984 b; Estella Marcos Valladolid (fotografía de la autora) 1989), pocos estudiosos han analizado sus fuen- tes en China.2 Además, se ha minusvalorado el establecidos en Filipinas. En 1571, Legazpi esta- impacto del arte de Fujian en ellos, especialmen- bleció la capital de las Islas Filipinas en la recién te en lo que respecta a su relación con el marfl conquistada ciudad de Manila convirtiéndola doméstico de Zhangzhou.3 Las piezas de ebora- desde ese momento en el puerto de partida de ria, hechas por los artesanos de Fujian, tanto de la ruta transpacífca que enlazaba Filipinas con iconografía cristiana como de fguras religiosas México. La gran demanda del mercado hispánico chinas, están estrechamente vinculadas entre sí. pronto atrajo a los comerciantes chinos, quienes El ejemplo más claro lo encontramos al comparar transportaron todo tipo de mercancías chinas a las imágenes de la Virgen y de Guanyin, fgura del Manila para hacer negocios con los españoles budismo chino, pues ambas presentan una serie (Fang 2012, 176-81). Con el tiempo los chinos de coincidencias iconográfcas que nos hablan de que iban estableciéndose en Manila aumentaron estos transvases culturales.4 Además, esto ocurrió en gran número y se encargaron de “todos los en un momento histórico en el que los europeos ofcios y artes mecánicas” (Salazar 1897, 64). Las intentaban llamar a la puerta de Asia Oriental imágenes religiosas que hicieron estos sangleyes mientras que China empezó a abrirse al mundo, a

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 331-346 Fuentes chinas del marfil hispano-filipino: comercio, migración e intercambios culturales 333 través del comercio y las migraciones entre Fujian dos pudieran realizar negocios con otros territo- y Filipinas. rios de ultramar. Con el objetivo de buscar las fuentes chinas Situado en la desembocadura del Río Jiulong, del marfl hispano-flipino, en este artículo vamos que cruzaba el sur de Fujian, el puerto de la Luna a centrarnos en analizar las relaciones estable- fue bautizado así por su forma geográfca, pa- Zhou Meng cidas entre Zhangzhou y Manila explorando los recida a la de este cuerpo celeste (Li 2001, 5). intercambios culturales que se produjeron, y, so- En una provincia montañosa como Fujian donde bre todo, las relaciones existentes entre la ebo- faltan tierras cultivables, los habitantes tuvieron raria hispano-flipina y el marfl de Zhangzhou. que vivir del mar, manteniendo una importante Para ello prestaremos una especial atención a las tradición de comercio marítimo a lo largo de su interacciones iconográfcas existentes entre las historia. Por eso, aún con la prohibición guberna- fguras de la Virgen y Guanyin, ya que nos reve- mental la gente de Zhangzhou continuó con los lan con claridad los intercambios artísticos que se negocios de forma ilegal. El lugar era ideal para produjeron. Utilizaremos para ello distintas fuen- ello ya que el puerto de la Luna poseía una costa tes, desde documentos españoles a corografías sinuosa y una posición relativamente interior con- chinas pasando por los diarios de los miembros veniente para esconder cualquier tipo de barco y de Compañía Neerlandesa de las Indias Orien- escapar de la vigilancia ofcial. tales, todo lo cual nos ayuda a comprender lo La legalización del comercio exterior en 1567 sucedido desde un punto de vista global. coincidió con la demanda de los españoles, satis- faciendo las exigencias del mercado americano a El puerto de la Luna de Zhangzhou: lugar través de la ruta transpacífca. Al mismo tiempo de origen del comercio y de la migración se promovió el asentamiento español en Filipinas, cuya tierra estéril generaba muy poco benefcio Cuando los españoles se establecieron en las por sí misma. Fue en este contexto histórico que Islas Filipinas, enseguida trataron de obtener los los comerciantes de Zhangzhou y Quanzhou, am- codiciados productos de Asia Oriental. El apetito bos del sur de Fujian, empezaron a frecuentar la comercial de España debió de estimularse a la Isla de Luzón, donde arribaban en siete u ocho vista de las embarcaciones tradicionales malayas, días (Fang 2007, 138). Las mercancías chinas fue- los denominados “praos”, que iban cargados de ron cargadas posteriormente en el famoso Ga- sedas y porcelana (Shurtz 1992, 62). Así, en una león de Manila, también llamada Nao de China carta al rey Felipe II escrita en 1567, Legazpi pro- en Nueva España, lugar de destino del galeón puso “correr la costa de la China y contratar con (Shurtz 1992, 93). la Tierra Firme”, lo que en su opinión sería muy Pese a la apertura del puerto de la Luna, los provechoso “y de grande efeto”.5 comercios con el ultramar no fueron totalmente El sueño de Legazpi se haría realidad muy libres en China, sino que, estuvieron bajo el con- pronto, aunque él no llegó a verlo debido a su trol gubernamental. Cada año, el gobierno chino repentina muerte, acaecida en 1572. En 1567, emitió un cierto número de permisos, llamado justamente el mismo año en que Legazpi expresó “shangyin”, que fueron distribuidos entre los su deseo de comerciar con China, este país, muy barcos según el destino al que se dirigían. La ley visitado por la fantasía de los europeos desde las promulgada en 1589 permitía la actividad de 44 descripciones de Marco Polo, llevó a cabo una barcos en el Océano Este y otros 44 en el Océano reforma que afectaría a la historia global. Como Oeste,6 sumando un total de 88 (Gu 1962, 3939). hemos avanzado, el gobierno Ming abolió la La primera de estas partidas incluía a su vez 16 prohibición que pesaba sobre el libre comercio permisos para la isla de Luzón dada su cercanía marítimo –vigente por casi dos siglos a partir de (Gu 1962, 3939). Sin embargo, la documentación la fundación de la dinastía en 1368– y consagró revela que no siempre se seguían estas directri- el puerto de la Luna en la ciudad de Zhangzhou ces: “Apenas hay barcos que llegan allá [Océano como el único lugar autorizado para estos inter- Oeste], y los que obtienen el permiso para ese lu- cambios. Esto supuso que los mercaderes priva- gar, secretamente negocian en Luzón, a lo mejor

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 331-346 334 Fuentes chinas del marfil hispano-filipino: comercio, migración e intercambios culturales por la cercanía de la isla y las buenas ganancias usaron los chinos para la realización de estos cru- que obtienen en ese lugar.” (Institute of History cifcados en una época tan temprana, máxime si and Philology 1987, 67). Es decir, la mayoría de tenemos en cuenta que la fe cristiana no comen- los barcos que obtuvieron el permiso prefrieron zaría a difundirse por China hasta la llegada del

Zhou Meng dirigirse a negociar a Luzón, eso sin hablar del fraile jesuita Matteo Ricci, quién estableció la pri- tráfco ilegal que aún continuaba desarrollándose mera misión en Zhaoqing en 1583. Sin embargo, debido a que el corto número de licencias conce- un documento del siglo XVI nos puede dar una didas nunca cubrió la demanda real. pista sobre el origen de esta industria. Por razones comerciales, una parte de los co- En 1561, el misionero jesuita Luis Frois escribió merciantes chinos se establecieron en Manila. una carta dirigida a Gonzalo Vaz donde relataba Según Dongxiyangkao, “Los chinos [que] acu- la historia de un hidalgo portugués que estuvo den a negociar frecuentemente a Luzón, suelen cautivo en China durante 1549-1553. En ella permanecer allí por un largo tiempo, llamándolo se afrmaba que los chinos, guiados por un fn yadong.7 Se reúnen gradualmente a vivir en el comercial, habían realizado pinturas de temática Parián, hasta llegar a unas diez mil de perso- cristiana que luego habían llegado a Goa para nas, de las cuales algunas tienen el pelo cortado adornar las habitaciones de los hermanos (Medi- [para convertirse al cristianismo] e incluso tienen na 1995, 475-76). Este hidalgo fue Galeote Perei- hijos allí.” (Zhang 1981, 89). En 1570, cuando ra, prisionero de la batalla de Zoumaxi (1549) que el maese de campo Martín de Goiti llegó a Lu- enfrentó a portugueses y chinos en Zhangzhou zón, encontró que “vivían en el quarenta chinos (Wicki 1958, 355).12 Después de ser capturado, 8 casados”, mientras que en 1572 el número de Pereira fue recluido en la cárcel de Fuzhou, capi- chinos llegó a ser de “ciento cinquenta ombres y tal de la Provincia de Fujian que está al norte de 9 mugeres”. Para completar estos datos, debemos Zhangzhou. Por eso, lo relatado en la carta pudo tener en cuenta que en 1588 la población china ocurrir al sur de Fujian, muy probablemente cerca 10 de Manila se estimó en unas diez mil personas. de Zhangzhou. El informe de Pereira demuestra que, a media- Suposición sobre el origen de los marfles dos del siglo XVI, ya existía una industria al sur hispano-flipinos de Fujian en la que se producían objetos de arte Los chinos, con su prevalencia en la cantidad cristiano para ser suministrados al mundo católi- y su capacidad de aprendizaje pronto se convir- co. Esta circunstancia quizá se deba a la deman- tieron en “ofciales de todos los ofcios” (Salazar da de los portugueses ya que habían mantenido 1897, 64). Eran sastres, zapateros, plateros, es- cierto comercio ilegal durante varias décadas en cultores, pintores, bordadores, hilanderos, etc., y las costas de Zhejiang y Fujian tras fracasar sus su aportación fue tal que se llegó a afrmar que intentos de establecer negocios con el gobierno sin ellos “la ciudad no podía mantenerse” (Shurtz Ming entre 1517-1522. Esta idea se refuerza si 1992, 113). El proceso de evangelización de las tenemos en cuenta que cuando fnalmente logra- Islas Filipinas, misión que acometieron las órdenes ron establecerse en Macao (1557), rápidamente religiosas de forma simultánea a la conquista de se implementaron talleres en el sur de China, las islas, requirió una gran cantidad de piezas re- elaborándose fguras cristianas con colmillos ligiosas, tarea que se encargaba, como siempre, transportados desde Goa. Estas piezas se corres- a los artesanos chinos. pondían con el llamado “marfl luso-oriental”, o Un documento importante que registra la ma- más concretamente, el “marfl sino-portugués” nufactura de fguras cristianas por los chinos es según la clasifcación de Bernado Ferrão (Tavares la relación de Hernando Riquel fechada en 1574, e Távora 1983, XVIII). Por falta de datos docu- donde se relata que “vinieron 3 navíos de China mentales, no se sabe el lugar de producción de que truxeron Mercadurias della”, y, aparte de los estas fguras, aunque también presentan obvios consabidos envíos de seda y porcelana, “traxe- elementos chinos. Según Gillman, es posible que ron Imagenes de Crucifxos, Sillas muy curiosas este enclave fuera Cantón, ciudad que en el si- á nuestro modo.”11 Es difícil saber qué modelos glo XVIII se convertiría en un centro productivo

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 331-346 Fuentes chinas del marfil hispano-filipino: comercio, migración e intercambios culturales 335 especialmente dedicado a la exportación (Gillman 1984, 36). A través de estos contactos con los portu- gueses, los fujianeses pudieron ser los primeros chinos que conocieron las fguras cristianas ya Zhou Meng que se trata de un periodo anterior a la evangeli- zación de Filipinas por parte de los españoles. De igual modo, con las ventajas geográfcas que les facilitaban el contacto con el extranjero, fueron los primeros fujianeses convertidos al cristianis- mo quienes introdujeron la nueva religión en su tierra natal. En el prólogo de la obra evangélica Qike redactada por el jesuita Diego de Pantoja, el funcionario Chen Liangcai, oriundo de Quan- zhou (Fujian), uno de los lugares de procedencia de los sangleyes, relata lo siguiente: “Cuando yo era niño, oí algo sobre el cristianismo. Los paisa- nos de mi pueblo natal, que viajaban mucho por el mar, y que tenían contactos con los extran- jeros, cuando volvieron, me contaron cosas de la religión de Jesucristo…” (Chen 2013, 303-4). Si tenemos en cuenta que Chen nació en 1569 (Museo de Tianyige 2006, 14), entonces su “in- fancia” debió transcurrir durante las décadas de

1570 y 1580, época inicial del establecimiento Fig. 2. Han Xiangzi (Personaje de los Ocho Inmortales), 1573- chino en Manila. Es posible que los “paisanos” 1644, marfl, Colección privada (Fuente: Gao, Meiqing, ed., de los que habla, convertidos al cristianismo en Chinese Ivories from the Kwan Collection (關氏所藏中國牙雕) (Hong Kong: Art Gallery-the Chinese University of Hong Kong, Luzón, también trajeran imágenes de Cristo Cru- 1990), 169) cifcado o de la Virgen proporcionadas por los es- pañoles, las cuales pudieron servir como modelos co enlace entre ambas. Los grabadores de Fujian, para que los artistas locales las copiaran. que mantuvieron una complicada relación tanto En cuanto al lugar de manufactura de los mar- con su tierra natal como con Filipinas, combina- fles hispano-flipinos, además de los talleres en ron la tecnología escultórica de ambos entornos Manila, varios investigadores han propuesto que culturales creando obras que catalogamos como su procedencia puede ser Fujian. Fernando Zó- “arte hispano-flipino” a la vez que dejaron en bel propone que “algunas imágenes, sobre todo sus propias resonancias en el arte chino. estatuas de marfl, fueron hechas en el sur de China para ser exportadas a Filipinas y Sudamé- El marfl de Zhangzhou: artesanía surgida rica.” (Zóbel de Ayala 1963, 15). Gillman tam- al calor de los negocios marítimos bién supone que los marfles encontrados en las iglesias coloniales de Filipinas, estaban hechos en La mayoría de los artesanos chinos en Manila realidad en los talleres de Fujian (Gillman 1984, fueron llamados “sangleyes”, término posible- 38). Aunque de momento es difícil encontrar mente procedente del dialecto minnanhua del sur testimonios más directos para comprobar esta de Fujian (Ollé 2002, 24). La provincia de Fujian suposición, la carta de Frois y el relato de Chen era conocida como “pueblo de escultura” dada Liangcai nos proporcionan interesantes indicios su larga tradición en esta disciplina artística, sien- en este sentido. Además, el hecho de que surgie- do buen ejemplo de ello la artesanía folklórica en ran sendas industrias de marfl tanto en Manila piedra de Shoushan y la escultura de madera de como en Zhangzhou nos hace pensar en un lógi- Putian, manifestaciones que se infuirían entre sí

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a partir de la dinastía Tang (618-907).13 En ese semejanza con las esculturas de piedra o de por- sentido, no sorprende que las fguras cristianas celana de Fujian (fg. 4), ha llevado a que sean hechas por los sangleyes demuestren tanta in- consideradas siempre como obras de Zhangzhou fuencia del arte chino. Además, a partir de la (Cai 2005, 39-87).

Zhou Meng segunda mitad del siglo XVI, el forecimiento del El literato Gao Lian, que vivía en Hangzhou comercio exterior de Zhangzhou ofreció un buen durante el reinado de Wanli (1573-1620), hace ambiente para el desarrollo de los distintos tipos notar en su obra Zunshengbajian que “La fgura de escultura, aprovechando las abundantes ma- de marfl de Fujian posee una hechura ingenio- terias preciosas importadas para la creación de sa, lamentablemente no hay lugar para que se nuevas obras. coloque y ni siquiera se aprecia como de buen En las postrimerías de la dinastía Ming (1567- gusto” (Gao 1994, 552). Esta descripción indica 1644), el único puerto legítimo de comercio ex- que la fgura de marfl de Fujian gozaba de buena terior fue Zhangzhou, lo que justifca la llegada fama fuera de la provincia, sobre todo por su a él de una gran cantidad de marfl importado. ingeniosidad. El literato fujianés Xu Bo (1563-1639) describió Según Gillman, en la corografía de Zhangzhou el puerto de la Luna aludiendo a su prosperidad: publicada en 1573 todavía no aparece ninguna “[Las] mercancías transitan [con los] viajeros, [y los] comerciantes ricos reúnen [esas] riquezas. alusión al marfl, sin embargo, la obra de Gao [Se] tallan los cuernos de rinoceronte hábilmen- Lian publicada en 1591 ya sí habla de ello (Gill- te, [mientras el] marfl pulido resplandece”(Shen man 1984, 38). Esto nos lleva a pensar que la industria de marfl de Zhangzhou pudo surgir 2000, 984).14 Dicho poema confrma el impacto del comercio ultramarino en Zhangzhou y el sur- entre los años 70 y 90 del siglo XVI, momento gimiento de una industria de escultura suntuaria que coincide con la primera etapa de desarrollo labrada en materiales preciosos como cuerno del comercio entre Fujian y Luzón. Así, la produc- de rinoceronte y marfl. Al respecto es digno de ción marfleña de este periodo podría tratarse de mención el registro de la cartografía de Zhang- una respuesta a la escultura de marfl producida zhou publicado en 1628: en Manila por los sangleyes (Gillman 1984, 39), pues no hay que olvidar que hacia 1590 estos El marfl no se encuentra en nuestra prefectura, productos se habían convertido en un arte muy siempre es comprado a los comerciantes que lo refnado según la carta dirigida por Domingo de importan al puerto. La gente de Zhangzhou lo talla Salazar al rey en 1590 (Salazar 1897, 66). en fguras de inmortales y cosas de este tipo con el fn de darse un placer. Tienen las orejas, ojos y miembros muy vivos, y las manufacturadas en Análisis sobre la procedencia del marfl Haicheng son excepcionalmente ingeniosas (Min El marfl fue un material abundante en Fujian 2012, 1835).15 dada la prosperidad del comercio ultramarino, sin Este texto revela que las “fguras de inmor- embargo, se trataba de una materia prima bas- tales” talladas en marfl por los escultores de tante rara en China hasta mediados del siglo XVI. Zhangzhou eran muy famosas, alusión que se Su aprecio hizo que fuera uno de los principales refere a las imágenes procedentes del budismo objetos tributarios que los estados dependientes y del taoísmo como Guanyin y los Ocho Inmorta- del Sudeste de Asia otorgaron al Imperio Central. les. Estas fguras suelen tener los cinco sentidos Según la lista en Dongxiyangkao, que consigna muy concentrados en una cara relativamente la producción de todos los reinos de esta zona, amplia y los bordes de las túnicas redondeadas, tanto en Malaca como en Tailandia y Camboya frecuentemente coloreados. El cuerpo se inclina se produjeron colmillos de elefante que se tribu- según la forma natural del colmillo, mostrando taron a la corte de la dinastía Ming (Zhang 1981, una elegancia confortable (fg. 2). El hecho de 13, 27, 37, 45, 53, 68). Durante la primera etapa que no existan registros sobre este tipo de fguras de la dinastía Ming (1368-1505) la talla de marfl de marfl en las cartografías de otras regiones se desarrolló principalmente en la corte, raramen- de la misma época y que presenten una gran te en los ambientes populares (Huang 2012, 18).

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Tal situación cambió con la llegada de los pimientas,21 50 picol de brasilete de la india y… europeos –primero los portugueses, luego los picol de marfl” (Blussé et al. 1986, 5). El día 2 españoles y los holandeses–, quienes siempre de octubre de 1640, el comerciante Hambuangh explotaron cualquier posibilidad de negocio en tomó el junco de Jocsim para ir a An´hai, otro

Asia Oriental. En los diarios de la Compañía puerto de Fujian que está muy cerca de Zhang- Zhou Meng Neerlandesa de las Indias Orientales (Vereenig- zhou, con “142.470 catti de pimienta… 9.748 de Oostindische Compagnie), se puede verifcar catti de caetche y 8.477 catti de marfl…”(Blussé cómo los holandeses reunían marfl y cuerno de et al. 1986, 500). Estos datos nos pueden dar una rinoceronte procedente de Camboya y Siam para idea del gran número de marfl introducido en Fu- luego transportarlo a otros puntos comerciales jian durante la dominación holandesa en Taiwan como Batavia y Fuerte Zeelandia (Departement (1624-1662) constituyendo un fuerte estímulo van Koloniën onder toezcht van Dr. H. T. Colen- para la industria de marfl en Zhangzhou. brander 1899, 64). Según De dagregisters van hetkasteel Zeelandia (Diario del Fuerte Zeelandia), Los registros documentales en chino y holan- el día 4 de agosto de 1637 el junco Rarop,16 que dés indican que el marfl utilizado en las fguras salió de Siam en julio del mismo año, llegó a Pe- de Zhangzhou provenía principalmente de Asia. houw (Islas Pescadores) con 105 catti de colmillos Sin embargo, en el caso de los marfles hispano- siameses y 9 cuernos de rinoceronte (Blussé et flipinos, tenemos poca información sobre su al. 1986, 358).17 El mismo documento nos infor- origen. Un análisis científco realizado por el Ins- ma que el 22 de agosto de 1639, el flibote Den tituto Andaluz de Ciencias de la Tierra con una Otter,18 partiendo de Siam, llegó a Tayouan con pieza hispano-flipina de la iglesia parroquial de “3014 catti de colmillos,19 11 picol de cera,20 5 Íllora (Granada) demuestra que esta fgura de picol de madera de agar…” (Blussé et al. 1986, Inmaculada, defnida como obra del siglo XVII, 475). Estos datos nos dan una idea del intenso su- también está hecha con el marfl asiático, lo que ministro de colmillos que se produjo, superando corrobora su relación con las piezas talladas en incluso la demanda del mercado y haciendo que Zhangzhou e indica que sería una obra hecha los benefcios se desplomaran. En 1641, cuando por los mismos artistas fujianeses establecidos en el agregado comercial gestionaba unos pedidos Manila (Rozalen and Ruiz Gutierrez 2015, 1-6). cuyo destino era el mercado de Japón y Taijouan (Taiwan), declaraba que los colmillos y cuernos de China tuvo la tradición de tallar colmillos des- rinoceronte eran muy baratos y se había logrado de la época neolítica, aunque durante muchos bastante cantidad (Departement van Koloniën siglos el marfl siempre fue un material raro y va- onder toezcht van Dr. H. T. Colenbrander 1900, lioso que se usaba para labrar escogidos objetos 52), algo que demuestra la gran cantidad de ani- rituales y de uso diario para las clases altas. Sin males de este tipo que habían sido cazados en embargo, resulta curioso que hasta ahora se ha- décadas anteriores. yan encontrado muy pocas fguras de marfl que sean anteriores a la dinastía Ming (1368-1644). Un porcentaje importante de los colmillos ob- Además, las piezas conservadas actualmente del tenidos en Camboya y Siam fueron introducidos en el mercado chino. Ante la imposibilidad de periodo Ming son en su mayoría del estilo Zhang- comerciar directamente con China continental, zhou. Por eso, creemos que la gran evolución de los holandeses lo hicieron a través de la Isla de la fgura marfleña china tuvo lugar en el último Formosa (Taiwan). De hecho, capturaron los bar- periodo de la dinastía Ming posibilitada por un cos que iban de Zhangzhou a Manila, obligando suministro sufciente de colmillos capaz de satis- a los comerciantes de Fujian a negociar con For- facer el gran consumo de este material. Así, las mosa. Ellos adquirían productos como porcelana denominadas fguras de “inmortales” de Zhang- y seda, y a cambio, ofrecían a los chinos otros zhou inspiradas por las fguras hispano-flipinas productos como pimienta, marfl, sándalo, etc. y hechas por los mismos artesanos de Fujian, Según los diarios de la Compañía de Indias, el podrían ser el inicio de esta industria en China, 27 de noviembre de 1629, el gobernador Put- e infuir, a partir de aquí, en el surgimiento de la mans dirigió varios yates a China con “… picol de industria doméstica china de fguras de marfl.

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Fig. 3. Inmaculada, primera mitad del siglo XVIII, marfl, Museo Fig. 4. Guanyin, siglo XVII, porcelana, Rijksmuseum, Amster- Oriental, Valladolid (fotografía de la autora) dam

La Virgen y Guanyin — ¿correspondencia acuden en situaciones extremas. A medida que el iconográfca o intercambios culturales? budismo se adaptaba a la cultura china, la fgura Cuando hablamos del estilo artístico que pre- de Guanyin iba adquiriendo aspectos achinados. sentan los marfles hispano-flipinos, uno de los Los ejemplos más típicos son algunas iconografías primeros elementos que se suelen resaltar es la que se consideran completamente indígenas de cara achinada que presentan las fguras, siendo China, como Shuiyue Guanyin (Guanyin con agua los ejemplos más típicos las representaciones de y luna), Baiyi Guanyin (Guanyin en túnica blanca), la Virgen (fg. 3). Las cejas altas, los ojos semice- Yulan Guanyin (Guanyin con cesta de pescado), 22 rrados, los párpados abultados, y la boca bien etc. Todas han sido incorporadas a las “treinta dibujada con las comisuras hacia arriba dan un y tres manifestaciones de Guanyin” del budismo aire suave y sonriente a estas fguras acercándo- Mahayana, aunque ninguna de ellas tiene su raíz 23 las mucho al aspecto de Guanyin (fg. 4) (Ruiz en los sánscritos clásicos. Gutiérrez 2006, 59), iconografía frecuente en el Otro fruto de esta adaptación cultural del bu- arte folklórico de Fujian y, por supuesto, en los dismo es que Guanyin quedó vinculada a un lugar marfles de Zhangzhou. concreto de China: el Monte de Putuo, situado En el panteón chino Guanyin es una diosa de en el Archipiélago de Zhoushan en el Mar de la género femenino, aunque, originalmente era una China Oriental y considerada como su residen- fgura masculina que procedía del budismo de la cia. Además, adquirió un apodo peculiar: Nanhai Guanyin (Guanyin del Mar Meridional),24 lo que India, conocido como Avalokiteśvara bodhisattva. 25 Su nombre completo en chino es “Guan shi yin” la convertía en una diosa marítima. Como la que signifca “quien oye los lamentos del mun- gente de las provincias costeras de Fujian y Zhe- do” y se le considera símbolo de “benevolencia”. jiang se dedicaba fundamentalmente a la pesca Los chinos creen que Guanyin tienen un poder so- o al comercio marítimo, diosas marítimas como brenatural, lo que ayuda a todos aquellos que le Guanyin y Mazu obtuvieron una gran difusión,

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Fig. 5. Songzi Guanyin (izquierda), 1573-1644, marfl, Colec- Fig. 6. Virgen del Rosario (vista frontera, izquierda), siglo XVII, ción privada (Fuente: Gillman, “Ming and Qing Ivories: Figure marfl, Museo de San Francisco, Medina de Rioseco- Valladol- Carving”, fg. 24); Virgen del Rosario (derecha), siglo XVII, id (fotografía de Fernando Fradejas); Virgen del Rosario (vista marfl, Hispanic Society of America, New York trasera de la misma fgura, derecha, fotografía de Fernando Fradejas) pues, según la creencia popular eran efcaces reducir la relación entre estas dos representa- protectoras ante las tormentas y los naufragios. ciones a una infuencia lineal y unidireccional de Cuando Martín de Rada pisó la tierra de Fujian Guanyin hacia la Virgen María, sino que podrían en 1575, le llamó la atención los ídolos venerados presentar relaciones más complejas, infuyéndose en la calle, y, según su relato, era “tanta la suma mutuamente. de los ydolos que vimos por todo lo que andu- Un ejemplo más llamativo es el de Songzi vimos que no se pueden contar porque demas Guanyin (fg. 5, izquierda), variante de la diosa que en sus templos y casas particulares para ello Guanyin, a la que los feles se encomendaban 26 ay muchos...”. cuando deseaban tener hijos. Esta imagen, por su Cuando los fujianeses emigraron a Filipinas, concreción visual (porta un niño en el brazo), está llevaron consigo sus propias tradiciones religiosas, muy relacionada con el arquetipo cristiano de la entre las que se encontraba el culto a Guanyin. Virgen con el Niño, la cual es sumamente habi- Este hecho se ha verifcado dada la existencia de tual en el marfl hispano-flipino. En una sociedad esta fgura en los templos de las comunidades agrícola como la China dinástica, la fertilidad era chinas en las islas (DY 2014). De ese modo, al considerada una fuerte responsabilidad familiar, copiar los modelos europeos, debían de pensar así que la petición de hijos, sobre todo varones, en las deidades de su propia religión, así que formaba parte indispensable de las prácticas po- inevitablemente los combinaban con el arte del pulares religiosas. La creencia de que Guanyin budismo chino. En el caso de la Virgen, es posi- era capaz de proporcionar hijos a quién se lo pe- ble que se reinterpretara la típica expresión de día tuvo su origen en un capítulo del Sūtra de Guanyin dadas las similitudes que existían entre loto (Yu 2001, 258-9), texto que fue traducido ambas iconografías. Sin embargo, no debemos al chino en el siglo V. Sin embargo, aunque la

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 331-346 340 Fuentes chinas del marfil hispano-filipino: comercio, migración e intercambios culturales fama milagrosa de Guanyin para “otorgar hijos” producción de la serie sino-portuguesa pueda ser fue conocida entre el pueblo chino durante mu- Cantón (Gillman 1984, 36), debemos considerar chos siglos, su representación como portadora la posible intervención de los artistas fujianeses, de un niño sobre el regazo apareció poco antes sobre todo si tenemos en cuenta la gran simi-

Zhou Meng del siglo XVI. De igual forma, los exvotos sobre litud que muestra esta fgura con la de Songzi esos milagros pertenecen, en su mayoría, a siglos Guanyin, cuya manufactura es típica del marfl posteriores, cuando ya existía un importante con- de Zhangzhou. Otro argumento que apoyaría tacto entre Occidente y Oriente y el cristianismo esta teoría son los frecuentes intercambios que se encontraba en amplia difusión por el territorio tuvieron lugar entre Macao y Manila, sobre todo chino. durante la unión de las coronas de España y Por- La rareza de la fgura de Songzi Guanyin antes tugal (1580-1640). de la Dinastía Ming y su pronta popularización a Pero más allá de los territorios portugueses, partir del siglo XVI nos hace pensar en su posible la Virgen del Rosario también se veneró en las vinculación con la fgura cristiana de la Virgen con Filipinas, donde los dominicos también tuvieron el Niño. Un ejemplo típico es una fgura de marfl una gran infuencia. Una fgura de marfl con de Songzi Guanyin que tiene mucha semejanza esta iconografía se conserva en el Museo de San con otra estatua mariana asignada al estilo “sino- Francisco en Medina de Rioseco (fg. 6, izquierda) portugués”. La fgura de la Virgen del Rosario (Estella Marcos 1984 b, 197-9), y, curiosamente, (fg. 5, derecha), perteneciente a la Hispanic So- posee una peana de nubes escamosas (fg. 6, de- ciety of America de Nueva York, tiene la misma recha). Este motivo es típico del arte chino y evo- postura que la de Guanyin (fg. 5, izquierda) así ca la fgura de porcelana de Guanyin producida como los detalles de la mano y el rosario. Aunque en Dehua (fg. 4). Fue habitual que los sangleyes el Niño de la Virgen del Rosario se ha perdido, establecidos en Manila, al reproducir fguras eu- todavía observamos en la parte restante una gran ropeas, incorporan elementos procedentes de su similitud con la criatura que tiene en brazos de propia tradición; pero también puede ocurrir lo Guanyin. Muchos investigadores indican que la contrario, es decir, que combinaran elementos fgura la Virgen está infuenciada por Guanyin, europeos al labrar la imagen de Guanyin. Esta pero Gillman opina lo contrario. Según él, esta suposición se comprueba en el estudio realizado fgura de Songzi Guanyin puede estar inspirada por Shi Chuanmiao, donde afrma que algunas en la imagen de la Virgen del Rosario: sustitu- yendo la cruz del rosario por una borla, retiran- fguras de Guanyin existentes en templos chinos do el globo en la mano del Niño y añadiendo de las Islas Filipinas se parecen mucho a imágenes algunos detalles chinos como la bufanda budista de la Virgen. Un ejemplo típico es una estatua arqueada. De esta forma, la Virgen del Rosario de Guanyin del templo Fa Zang Si, cuyo peinado se convertiría sin problemas en Songzi Guanyin crespo recuerda fácilmente a la iconografía cris- (Gillman 1984, 41). tiana de la Virgen (Shi 2008, 86). La Virgen del Rosario fue la advocación maria- Por su parte, Aristotle C. DY., al estudiar la na más venerada por los dominicos, quienes, no religión china en Filipinas, explica las actividades lo olvidemos, tuvieron mucha infuencia en Asia religiosas de los chinos desde un punto de vista Oriental a partir de la segunda mitad del siglo del sincretismo. En su análisis, la religión china XVI (Clarke 2013, 30). En 1587, tres sacerdotes tiene un carácter inclusivo que acepta con facili- españoles de la orden dominica llegaron a Ma- dad otras deidades ajenas (DY 2014).En el caso cao y fundaron allí la Iglesia de Santo Domingo, concreto de Guanyin, no hay que olvidar que misma construcción que más tarde quedaría en esta fgura también tuvo un origen extranjero, manos de los portugueses (Teixeira 1961, 608- y pudo adaptarse a la cultura china gracias a la 11). Por tanto, es posible que esta fgura mar- gran tolerancia mantenida respecto al budismo. fleña de la Virgen del Rosario fuera un encargo De ese modo, no resulta extraño que los artesa- hecho por los dominicos en Macao a un taller nos oriundos de Fujian, acostumbrados al plura- chino. Aunque Gillman propone que el lugar de lismo cultural y religioso –por su larga tradición

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 331-346 Fuentes chinas del marfil hispano-filipino: comercio, migración e intercambios culturales 341 comercial–, incorporasen elementos extranjeros ciudad. Los temas principales de estas piezas eran en el modelado de sus propias deidades. fguras religiosas chinas, que estarían inspiradas, en un sentido amplio, en las fguras cristianas Conclusiones hispano-flipinas. Zhou Meng Los marfles hispano-flipinos contribuyeron a El ejemplo más signifcativo para explicar la rela- la difusión del cristianismo en Filipinas durante el ción entre el marfl hispano-flipino y el de Zhang- dominio hispánico. En su producción, fueron los zhou es la gran semejanza que demuestra la fgura artesanos chinos los que desempeñaron el papel de la Virgen María con la de Guanyin. A través más destacado. Una gran parte de ellos provenían de un estudio comparativo de las dos imágenes, de Zhangzhou, ciudad al sur de la provincia de Fu- encontramos que la infuencia entre ambas era jian que en 1567 fue convertida en el único puerto mutua, es decir, los artesanos chinos incorporaban autorizado de China para comerciar con el exterior, detalles de Guanyin al modelar a la Virgen, y, al hecho que ofreció una oportunidad sin precedentes contrario, también se combinaban elementos de para los negocios entre Zhangzhou y Manila. la Virgen al manufacturar la fgura de Guanyin. Este intercambio se refeja particularmente en la Dado su papel de puerta principal a través de iconografía de Songzi Guanyin, cuya popularidad la que se realizaron los primeros contactos direc- en China a partir del siglo XVI pudo estar inspirada tos entre China y Europa, la ciudad de Zhang- en la imagen de la Virgen con el Niño. zhou pudo poseer una emergente industria de arte cristiano en la primera mitad del siglo XVI. Como siempre ocurre en el mundo de historia Tras el establecimiento de los españoles en Fili- de arte, la falta de documentación de estas piezas pinas, los mercaderes de Zhangzhou conocieron marfleñas, tanto de la serie hispano-flipina como de ellos los marfles cristianos. Es posible que co- de la de Zhangzhou, nos ha dejado muchas du- piaran estas fguras en su tierra natal, región en das que están por resolver con el descubrimiento la que se había mantenido una larga tradición de nuevas fuentes. Profundizar en ese tema nos escultórica. Gracias al forecimiento del comercio ayudará, desde un punto de vista global, a cono- ultramarino, se importaron un gran número de cer los intercambios culturales que se produjeron colmillos a Zhangzhou, haciendo posible el sur- entre Occidente y Oriente durante una época de gimiento de una industria local de marfl en esta gran contacto entre ambas partes.

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NOTAS History (Hong Kong: Hong Kong Uni- bido de las nuebas Islas del Poniente y versity Press, 2013); Maria Reis-Habito, descubrimiento que dicen de la China 1 La investigación ha sido fnan- ‘The Bodhisattva Guanyin and the que escribe Hernando Riquel Escrivano ciada por China Scholarship Council. Virgin Mary’, Buddhist-Christian Stu- de la Governación dellas à un su Amigo Agradezco a Adrián Contreras Guerrero dies, no.13 (1993), 61–69; Eva Zhang, a Mexico, la qual vino en los Navios que Zhou Meng por su ayuda en la redacción del texto ‘Kannon–Guanyin–Virgin Mary: Early estaban juntos en el Fuerte de Capul- en idioma castellano. Modern Discourses on Alterity, Religion co, y de la gran riqueza dellas y de los and Images’, in Transcultural Turbulen- 2 Otras publicaciones importan- tractos y Mercaderías de los Chinas, y ces: Towards a Multi-Sited Reading of tes son Beatriz Sánchez Navarro de de la manera que sacan y benefcian el Image Flows, ed. Christiane Brosius and Pintado, Marfles cristianos del Oriente Oro; y otra relación de las nuebas que Roland Wenzlhuemer (Berlin, Heidel- en México (México: Fomento Cultural han venido de Italia y Fortifcación de berg: Springer, 2011), 171–89; Aristot- Banamex, 1986); Regalado Trota José, Tunez, y de la Armada grande del Tur- le C. DY, ‘The Virgin Mary as Mazu or Images of Faith-Religious Ivory Cavings co, y como ha tractado de reducirse la Guanyin: The Syncretic Nature of Chi- from The Filippines (Pasadena: Pacifc Ciudad de Ginebra de la obediencia de nese Religion in the Philippines’, Philip- Asia Museum, 1990); José Manuel Ca- la Madre Santa Iglesia y ultimamente la pine Sociological Review, no. 62 (2014), sado Paramio, Museo Oriental de Va- muerte del Chistianisimo Rey de Francia 41–63. lladolid, Catálogo II: marfles hispano- y de lo que pasa en Paris y en Flandes. 5 flipinos (Valladolid: Museo Oriental de Carta de Legazpi sobre falta de Vá también el Epitafo que se halló aqui Valladolid, 1997); Ana Ruiz Gutiérrez, socorro y descubrimientos, Archivo Ge- del Bienaventurado Rey D Fernando ‘La iconografía mariana en la ebora- neral de Indias, FILIPINAS, 6, R. 1, N. 7. que ganó a Sevilla 1574,Archivo del ria hispano flipina: la Virgen del Niño 6 Océano Este (東洋) y Océano Museo Naval. Colección Fernández de Perdido de Caudiel, Castellón’, Millars. Oeste (西洋): conceptos geográfcos Navarrete, Nav. II, fol. 247, dto. 7º. Espai i Història, no. 29 (2006), 57–65; chinos de ciertas regiones del Mar del 12 Sobre la experiencia de Galeo- Marjorie Trusted, “Propaganda and Lu- Sur. El rango concreto de tales con- te Pereira véase Charles Ralph Boxer, xury Small-Scale Baroque Sculptures in ceptos tuvo varios cambios a lo largo South China in the Sixteenth Century Viceregal America and the Philippines”, de la historia. Según Dongxiyangkao, (1550-1575): Being the Narratives of in Asia and Spanish America: Trans- libro publicado en 1617 por Zhang Xie, Galeote Pereira, Fr. Gaspar da Cruz, Pacifc Artistic and Cultural Exchange, la gente de Zhangzhou tomaba la Isla O.P., Fr. Martin de Rada, O.E.S.A., 1500-1850, ed. DonnaPirceand Ronald Kalimandan como lugar de separación (1550-1575) (Farnham: Ashgate Publis- Otsuka (Denver: Denver Arte Museum, del Océano Este y el Océano Oeste. Al hing, 2011), l-lviii. Océano Este correspondía los reinos 2009), 151–63; Ana Ruiz Gutiérrez, 13 Shoushan: pueblo del norte de de Luzón, Sulu, Moluca, Brunei, etc., “Marfles hispano-flipinos”, 184–212. Fujian cuya producción más famosa es mientras que el Océano Oeste concluía 3 Cabe destacar es el estudio de la piedra de buena calidad que se usa lugares como Jiaozhi (nombre antiguo Derek Gillman, que hizo un análisis en la escultura. Putian: ciudad situada del norte de Vietnam), Zhancheng maravilloso de las interacciones entre en la costa central de Fujian que cuenta (Champa), Siam, Camboya, Malaca, el marfl de Zhangzhou y las fguras he- con una historia milenaria en el ámbito etc. Zhang Xie, Dongxiyangkao (東西洋 chas para el mercado portugués e his- de la escultura de madera. 考) (Beijing: Zhonghua Shuju, 1981). pánico, dándonos materiales importan- 14 7 Agradezco a David Sevillano Ló- tes para profundizar en esa línea. Derek Yadong (壓冬), término que se refere al hecho de que los comerciantes pez por su ayuda en la traducción del Gillman, “Ming and Qing Ivories: Figure chinos se quedaron en Luzón y pasaron poema chino. Carving”, in Chinese Ivories from the el invierno allí antes de volverse a China. 15 Haicheng: distrito de Zhangzhou Shang to the Qing: An Exhibition Or- 8 donde estaba el puerto de la Luna. ganized by the Oriental Ceramic Society Relación del descubrimiento y 16 Jointly with the British Museum, 24 May conquista de la isla de Luzón y Filipinas Junco (en holandés: jonk), tér- to 19 August 1984 in Oriental Gallery hecha por el maestre de campo Martín mino de un tipo de barco chino. La II, ed. William Watson (London: Oriental de Goiti, 1570, Archivo General de In- pronunciación es similar a la palabra Ceramic Society, British Museum Publi- dias, PATRONATO, 24, R.17, fol.6, v. “chun” (barco) del dialecto minnanhua, cations Ltd, 1984), 35–117. 9 Relación del descubrimiento, por lo que el “junco” de esta crónica holandesa puede referirse al barco típi- 4 Algunas publicaciones sobre las conquista de Luzón, 20 de abril de co de Fujian conocido como fuchuan ( interacciones culturales entre la Virgen 1572, Archivo General de Indias, PA- 福船). y Guanyin se pueden ver en Lauren Ar- TRONATO, 24, R.25, fol.10, v. 17 nold, Princely Gifts and Papal Treasures: 10 Carta de la Audiencia de Mani- Catti (en chino: 斤): unidad de The Franciscan Mission to China and la sobre situación en Filipinas, Archivo masa tradicional de Asia Oriental. 1 cat- Its Infuence on the Art of the West, General de Indias, FILIPINAS, 18A, R.6, ti = 590~600 g. 1250-1350 (San Francisco: Desiderata N.40. 18 Filibote (en holandés: fuyt): Press, 1999); Jeremy Clarke, The Virgin 11 Relacion muy cierta y verdadera un tipo de velero muy utilizado por la Mary and Catholic Identities in Chinese de lo que agora nuevamente se ha sa- Compañía de Indias durante los siglos

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XVII-XVIII, cuyo diseño era similar al de 21 Yate (en holandés: jacht): un gushi yu guanyin xinyang yanjiu: yi los galeones. tipo de bricbarca militar del siglo XVII. suwenxue wei zhongxin, 341-48. 19 22 Tayouan (en chino: 大員, en Sobre las iconografías de Guan- 25 Sobre el culto a Guanyin entre yin en el budismo Mahayana de Chi- otros casos también escrito como “Tai- el pueblo marítimo de Asia Oriental, jouan” o “Taioan”): nombre de un an- na, véase Yu, Kuan-Yin: The Chinese véase Chen Yunv, “Guanyin yu haiyang: Zhou Meng tiguo lugar de Taiwan donde se situaba Transformation of Avalokitesvara; Zhou mingdai dongnan yanhai de guanyin el puerto de transbordo comercial de los Qiuliang, Guanyin gushi yu guanyin xin- yang yanjiu: yi suwenxue wei zhongxin xinyang” (觀音與海洋:明代東南沿海 holandeses durante el siglo XVII. Está en (觀音故事與觀音信仰研究: 以俗文學為 el actual Distrito Anping de la ciudad de 的觀音信仰)’, Humanistic Buddhism: 中心,). (Guangzhou: Guangdong Hig- Tainan. En los documentos holandeses Journal, Arts and Culture (人間佛教: 學 her Education Press, 2011). ese término también se refere a la de- 報.藝文), no. 2 (2016), 102–33. 23 Dentro de las “treinta y tres nominación de toda la Isla de Formosa, 26 manifestaciones de Guanyin” del Ma- Relaçion Verdadera de las cosas lo que derivó en el actual nombre de hayana, la mayoría provienen de las del Reyno de TAIBIN por otro nombre “Taiwan”. “treinta y tres manifestaciones de china y del viaje que a el hizo el muy 20 Picol: peso que sirve en China Avalokiteśvara” descritas en el Sutra de Reverendo padre fray martin de Rada para pesar la seda y otras mercancías. 1 Loto. No obstante, sólo hemos aludido provinçial que fue de la orden del glo- picol = 133.3 libras = 60.47 kilogramos a las creaciones originales de los chinos rioso Doctor delayglesia San Agustin. = 100 catti. George Bryan Souza, The que nunca han sido mencionado en Survival of Empire: Portuguese Trade los sutras. Yu, Kuan-Yin: The Chinese Que lo vio yanduvo en la provinçia de and Society in China and the South Chi- Transformation of Avalokitesvara, 14. Hocquien año de 1575 hecha por el na Sea, 1630–1754. (Cambridge: Cam- 24 Sobre el origen del apodo Nan- mesmo, Bibliothèque nationale de Fran- bridge University Press, 1986), xvi-xvii. hai Guanyin, véase. Zhou, Guanyin ce, Espagnol 325, fol.29, v.

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EscritosEscritos sobre sobre Escritos sobreEscritos Escritos sobre Escritos sobre sobre EscritosEscritos sobre Escritos sob Escritos sobre EscritosEscritos sobre sobre Es EscritosEscritos sobre Escritos sobre sobre Esc Escritos Escritossobre sobreEscritos Escritos so EscritosEscritos sobre Escritos sobre sobre Escritos sobreEscr Escri EscritosEscritos sobre sobre Escritos Escr sobre Escritos sobre Escritos sobre Escritos sobre Escritos sobre sobre EscritosEscritos sobre Escritos Escritos sobre EscritosEscritos sobre… sob Escritos sobre EscritosEscritos sobre sobre Es EscritosEscritos sobre Escritos sobre sobre Esc Escritos Escritossobre sobreEscritos Escritos so EscritosEscritos sobre Escritos sobre sobre Escritos sobreEscr Escri EscritosEscritos sobre sobre Escritos Escr sobre

DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.7326

JOSÉ LÓPEZ CALO (1922-2020). “[SANTIAGO] EDAD MEDIA Y RENACIMIENTO”. EL CÓDICE CALIXTINO Y SU MÚSICA

Carlos Villanueva Javier Garbayo Universidade de Santiago de Compostela

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2904-0394 ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6574-3508

Con ocasión del Año Santo Compostelano de admiración y el respeto debido a un maestro, aña- 1982, la revista Ritmo dedicó un monográfco a diendo atinadas observaciones relativas a la vida, La Música en la Catedral de Santiago en el que, formación, trayectoria profesional, labor científca entre otros, tomó parte el profesor José López y divulgadora llevada adelante de manera ininte- Calo con un titular –[Santiago] “Edad Media y rrumpida a lo largo de más de medio siglo por el Renacimiento”1– que, con distintos planteamien- profesor e investigador gallego. tos y con mayor o menor número de items, repe- Los que tratamos con asiduidad y trabajamos tiría en varias ocasiones bien en formato acadé- codo con codo largas temporadas con José Ló- mico o más divulgativo. A pesar de la amplitud de pez Calo (1922-2020), el Padre Calo como era la propuesta, el recorrido se acabará centrando y conocido por todos y como gustaba ser llamado, concretando –como acostumbraba– en su tema podríamos llenar páginas de vivencias y anécdotas estrella: el Códice Calixtino y el nacimiento de la compartidas en viajes, congresos, cursos y estan- 2 polifonía “artística”. Y tampoco parece que el cias en archivos y bibliotecas. También de horas diverso tipo de géneros del Códice (más o menos de trabajo en el Centro de Investigación de la académicos: tropos, himnos, secuencias, conduc- Música Religiosa Española (CIMRE) un instituto tus, etc.), de marco litúrgico o de lector le obli- que tras su regreso de Roma, él mismo había crea- garan a variar los puntos básicos, que siempre do en 1976, al ser destinado en la que sería su en sus propuestas acabarán confuyendo en la residencia compostelana hasta el traslado fnal a grandeza de Santiago, la originalidad y antigüe- Salamanca en 2017: el Convento de San Agustín. dad del repertorio del Codex, Compostela como centro de producción, el papel de Gelmírez como El padre Calo se sentía especialmente orgu- el “nuevo David”, la desaparición del rito hispa- lloso del CIMRE; de allí salieron prácticamente no, o la relación estrecha en los atrios de la Iglesia la totalidad de sus investigaciones a las que se del mundo religioso y el popular (rito mozárabe, dedicaba con admirable entrega durante intermi- franco-romano, primera polifonía, etc.). nables y metódicas jornadas de trabajo, en las que disponía siempre de los medios más sofsticados para el procesado de la información, su digitali- José López Calo y la música en Galicia zación y para la impresión de los borradores de José López Calo S. J. (1922-2020) fue uno de sus empresas literarias y científcas. Son recuerdos los protagonistas indiscutibles de la musicología que evocan las enormes pero perfectamente or- hispana desde mediados del siglo pasado hasta denadas montañas de papeles que siempre tenía su reciente fallecimiento el pasado mes de mayo depositadas sobre su sencillo escritorio, donde se en su retiro salmantino. De motu proprio el Prof. apiñaban las observaciones y correcciones escri- Ángel Medina ya ha glosado doblemente su per- tas en bolígrafo rojo sobre los textos y sobre los fl3, reconociendo y completando lo que en otras pentagramas con música de los trabajos en que circunstancias muy diversas habían escrito Robert en cada momento se hallaba inmerso y que des- Stevenson4 y Emilio Casares5. Lo hace desde la pués pasaba a sus colaboradores para incorporar

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a las maquetas defnitivas de las ediciones. Los medidas incluidos, que el Padre Calo ofrece so- nombres del siempre recordado Suso, su sobri- bre los instrumentos musicales esculpidos en la no, Ana, Patricia, José Antonio o Fernando nos arquivolta central del Pórtico de la Gloria. Llama vienen entonces sin remedio a la cabeza por ser así la atención sobre la perfección y el detallismo también ellos merecedores de reconocimiento. inusitado de las reproducciones mateanas, casi copias perfectas de impresora en 3D que diría- Recuerdos también de sus ricos fcheros ma- mos en un lenguaje actualizado, pero trabajadas nuales que los que en algún momento trabaja- en duro granito en la segunda mitad del siglo mos desde el CIMRE manejábamos con sumo XII7. Si bien este tema había sido ya anunciado cuidado desde la metodología que él mismo nos con anterioridad8, estas notas de observación había enseñado, y que contenían información se encuentran en la base de los elementos que onomástica, cronológica y bibliográfca detalla- acabarían posibilitando la realización junto a Car- da y que en algunos casos incluso ofrecían refe- los Villanueva y bajo el auspicio de la Fundación rencias “cruzadas”, sobre los músicos integrados Barrié del Proyecto de Reconstrucción de los ins- en sus documentarios musicales de las catedra- Carlos Villanueva e Javier Garbayo e Javier Villanueva Carlos trumentos del Pórtico de la Gloria, prolongada y les castellano-leonesas que había realizado en fructífera colaboración que daría vida a una de los años 70 patrocinado por la Fundación Juan las empresas más importantes llevadas adelante March y en las propias fuentes bibliográfcas de durante la segunda mitad del siglo XX en el terre- su importantísima biblioteca personal, fruto de no de la organología medieval con permanente sus constantes lecturas. actualidad y vigencia9. Entre sus proyectos y trabajos relacionados de Los datos expuestos en esta monografía fue- modo más específco con la Música gallega (o con ron resumidos y aprovechados, al lado de otros la Música de Galicia, como él mismo matizaba en nuevos referidos a épocas posteriores en La Mú- numerosas ocasiones) comenzaremos destacan- sica en Galicia10. Este trabajo fue, tras el célebre do el volumen publicado en 1982 por la Funda- prólogo que Xosé Filgueira Valverde antepone al ción Barrié de la Maza, La música medieval en Ga- Cancionero Musical de Galicia de Casto Sampe- licia6, síntesis de trabajos anteriores. Editado con dro y Folgar11, el único relato completo del que todo lujo de detalles por la institución coruñesa, dispusimos durante mucho tiempo a cerca del el libro incluye dos discos sencillos de 45 rpm, recorrido histórico del arte musical en nuestra con la grabación por parte del Grupo Universita- tierra. Tomando a Filgueira como base general rio de Cámara que dirigido por Carlos Villanueva del trabajo aunque distanciándose de su postura comenzaba a destacar con fuerza en el terreno galleguista, el Padre Calo comparte con él plan- interpretativo de la música antigua, de cuatro de teamientos relativos al pasado musical compos- las Cantigas de amigo de Martín Códax, otras telano, al forecimiento de la lírica trovadoresca cuatro Cantigas de Santa María y siete piezas en en galaico-portugués y a la importancia del fol- diferentes estilos del Códice Calixtino, entre ellas clore como generador de discursos académicos. los polémicos Dum Paterfamilias y Congaudeant Pero su relato se centra sobre todo en el mundo Catholici. Ilustran el texto numerosas fotografías de las catedrales, tratado de manera casi anec- “facsimilares” de fuentes tan importantes para dótica por el pontevedrés, y especialmente en la música medieval gallega como son el Libro de la de Santiago de la que se ofrecen numerosos Horas de Fernando I (s. XI), tesoro de la Biblioteca testimonios documentales para situarla durante Xeral de la Universidad de Santiago con impor- el renacimiento y el barroco en la vanguardia de tantes composiciones en antiguo rito hispano, las capillas musicales peninsulares. Completa su el famosísimo Pergamino Vindel (s. XIII), el im- narración con elementos del siglo XIX referidos portante y entonces prácticamente desconocido a los compositores surgidos del Rexurdimento y Breviario de la catedral de Lugo (ss. XIII-XIV) y el su música vocal y, como Filgueira, refriéndose propio Códice Calixtino (s. XII). también a los cancioneros. El trabajo se cierra con Pero quizá lo más destacado de este libro y notas de actualidad sobre intérpretes, orquestas, su aportación de mayor relevancia de cara al agrupaciones y compositores entonces contem- futuro, fue la valoración y datos, con planos y poráneos, lo que visto en el momento actual nos

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 351-360 José López Calo (1922-2020). “[Santiago] Edad Media y Renacimiento” 353 da idea de lo que en Galicia hemos avanzado en edición realizada para la Xunta de Galicia16, haber el terreno de la cultura y de la difusión musical. sentido desde siempre admiración por Montes Otra de las aportaciones más conocidas de por haber sabido plasmar como nadie en sus toda la producción científca de López Calo y melodías el espíritu de lo verdaderamente galle- uno de los temas que más atención recibió a lo go, a pesar de ser principalmente un compositor 17 largo de su vida fue la realizada en torno a La de música religiosa , el Padre Calo se reconoce Música en la Catedral de Santiago, destacando deudor y continuador de la obra del biógrafo los XI volúmenes monográfcos que a lo largo de “ofcial” del compositor, Juan Bautista Varela de 18 la década de 1990 editó bajo el patrocinio de la Vega a quién le unía una estrecha amistad y de Diputación de A Coruña12. La serie se abre con los quién recibiría parte de su biblioteca y archivo cuatro correspondientes al catálogo de los fondos que quedaron así incorporados al CIMRE19. musicales del tempo jacobeo que había sido ya Esta antología fue completada con un volu- objeto de un detallado inventario aparecido en men dedicado a la música religiosa temprana del Compostellanum entre 1958 y 196613 y poste- compositor20, omiténdose otras composiciones riormente, en 1972, de una edición monográfca cuyo corpus se encuentra diseminado como es el Garbayo e Javier Villanueva Carlos por el Instituto de Música Religiosa de Cuenca14. caso de su excelente música para piano. Esta ta- Si en su metodología habitual al abordar el es- rea ha sido abordada recientemente por los Pro- tudio musical de una catedral el musicólogo solía fs. Carlos Villanueva y Joám Trillo con la edición presentar por un lado la descripción ordenada de crítica en dos volúmenes editados por la AGADIC sus fondos musicales, adaptando las normativas en colaboración con el Grupo Organistrum de la del RISM y por otro un completo documentario Universidad compostelana y que deben encua- conformado por el resumen cronológico de las drarse dentro de las actividades de recuperación referencias musicales tomadas de los volúme- y difusión de repertorio olvidado de autores ga- nes de actas capitulares y otros documentos de llegos llevadas adelante en los últimos años por importancia, en este caso optó por escribir real- dicho grupo. Se trata así de dos cuadernos, uno mente una Historia de la Música en la catedral dedicado a las composiciones de Montes para de Santiago, sin duda infuido por la tradición piano solo21 y otro con aquéllas obras escitas para historiográfca establecida en la catedral por el piano a cuatro y a seis manos22, continuando y canónigo Antonio López Ferreiro a fnales del si- contribuyendo a completar la labor que en su glo XIX15, ordenando los innumerables datos que momento inició el Padre Calo. maneja en un discurso diacrónico de épocas y estilos, desde la edad media hasta el siglo XVIII. Lecturas sobre el Códice Calixtino, apud Si meritoria fue la labor realizada por López López Calo Calo en torno a la catedral compostelana, no lo Como hemos visto, la paleta temática de los fueron menos los esfuerzos y trabajos dedicados “papeles medievales de música gallega” daba al que quizá es el más importante músico galle- para mucho: los fragmentos del Calixtino y otros go de todos los tiempos: Juan Montes Capón “papeles” de catedrales gallegas, castellanas, (1840-1899). Este compositor lucense formado catalanas o portuguesas, que López Calo refe- en el ambiente de la catedral de Lugo pero con re desde el primer momento, no se acabarán un gran componente autodidacta, organista en el concretando hasta las tesis e investigaciones de templo, director del importante Orfeón Lucense M. Rey Olleros, C. J. Gutiérrez o A. Tello, entre y protagonista indiscutible de la vida musical de otros23. O bien las argumentaciones de un reper- la ciudad amurallada en las décadas fnales del torio netamente compostelano, interpretado en siglo XIX, encarnó para los pedrellianos Ramón en los grandes rituales al Apóstol, y hasta mate- de Arana o Indalecio Varela Lenzano el ideal del rializado en un scriptorium compostelano (al me- verdadero compositor gallego, tanto en el terreno nos en parte), discurso iniciado ya en el siglo XIX de la música religiosa como en el de la música civil. y que López Calo prolongará y defenderá durante Si bien el autor confesa en el prólogo del pri- toda su vida. Esto le permite, y hasta le obliga mero de los diez volúmenes que componen esta a barajar propuestas que, sin estar contrastadas

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diplomática o documentalmente, resultaban muy tar del venerable Santiago en perpetua vigilancia: atractivas ya desde la época de López Ferreiro, de los teutones a un lado, los francos a otro, los Santiago Tafall o de Eladio Oviedo y Arce: a) la italianos a otro; están en grupos, tienen cirios reafrmación del Calixtino como el más antiguo ardiendo en sus manos; por ello toda la iglesia de los manuscritos de un Liber Sancti Iacobi24; b) se ilumina como el sol en un día claro. Cada uno el tratamiento de piezas monódicas, arregladas con sus compatriotas cumple individualmente a dos voces en el añadido de polifonía del propio con maestría las guardias. Unos tocan cítaras, Codex (sin duda, manipulado –nos dice Calo– en otros liras, otros tímpanos, otros fautas, carami- Compostela); c) la obviedad de los clérigos que llos, trompetas, arpas, violas, rottas británicas o enviaba Gelmírez a París para formarse (cantores galas, otros cantando con cítaras, acompañados y solistas ¿por qué no?, intérpretes de una poli- de diversos instrumentos, pasan la noche en vela; fonía anterior a la de Notre Dame plasmada en otros lloran sus pecados, otros leen los salmos, esa grafía clara y uniforme del Calixtino); d) y, otros dan limosna a los ciegos (…)”30. Este relato sin duda, el carácter popular que algunas piezas del Veneranda dies y los párrafos anteriores del Carlos Villanueva e Javier Garbayo e Javier Villanueva Carlos de este repertorio –monódicas o polifónicas–, Sermón sobre la variedad de lenguas que se escu- comparables a otras de la tradición más pro- chan en aquella Vigilia, en un templo iluminado fundamente gallega: afrmaciones “liturgistas” de día y de noche, y donde se escuchan todo generalizadas para los estudios del corpus galle- tipo de instrumentos, está referido, sin duda, a go-portugués y del propio Calixtino que, con la la Ciudad Santa de Jerusalén (Santiago, como la herencia pedrelliana, ya suscribirían C. Michaelis Nueva Jerusalén), donde David se reunía con sus de Vasconçelos, Th. Braga, H. Anglés, J. Filgueira levitas para entonar los salmos penitenciales, y en Valverde, o J. López Calo, como discípulo fel del cuyo interior con las luminarias no caía nunca la sacerdote y musicólogo catalán desde sus prime- noche, como refere San Juan en el Apocalipsis: ros pasos en Roma. “la ciudad no necesita ni de sol ni de luna que la alumbre porque la ilumina la gloria de Dios y su En el escrito que comentamos, pasando rápi- lámpara es el Cordero.” (…) “Sus puertas no se damente por el glorioso contexto de los años de cerrarán en el día –porque allí no habrá noche– Gelmírez, y dando por seguro que la grandeza y traerán a ella su esplendor y los tesoros de las del gran centro de peregrinación que fue San- naciones” (Ap. 21, 23-26).31 tiago a comienzos del XII no podría tener, sino, en paralelo una grandeza musical similar tanto Otro de los temas abordado por el P. Calo en su estudio del Calixtino fue el amplio desarrollo al- en terreno religioso como profano25, el P. Calo, orillando las serias dudas de otros estudiosos del canzado por el llamado “Canto de Ultreia” (Dum Pater Familias)32, un himno monódico en notación Calixtino, como M. C. Díaz y Díaz26 o F. López aquitana añadido al Codex, con un texto en latín Alsina27, convierte sus hipótesis en tesis con su- culto de contenido compostelano y con frases gerencias como ésta: “Queda, en resumen –nos supuestamente en antiguo alemán en el segundo dice– el hecho fundamental de que en los albores estribillo (Herru Santiagu, Got Santiagu, e ultreia, de la polifonía la catedral de Santiago se encon- e suseia…), lo que, tomando las frases de invi- traba a la cabeza del movimiento musical de su tación al canto que le preceden, tanto en este tiempo”28, en todo caso, sin llegar a demostrar “Canto de Ultreia” (“dicamus solemniter”) como documentalmente si la música del Liber Sancti en otras piezas del Códice: “cantet melodiam”, Iacobi llegó a interpretarse en Santiago. “dicamus solemniter” (Ad honorem, fol. 190v.), Llevados sus elogios compostelanistas a los o “illuc vut clamantes” (del Alleluia gratulemus, exteriores del Coro, como en otras ocasiones,29 fol. 120), le lleva a hablar de piezas muy popula- López Calo nos refere ahora el fragmento del res en las que los cantores invitan al pueblo a la sermón Veneranda Dies, atribuido a Calixto II, proclamación de esos singulares estribillos, “una como si del relato objetivo de una vigilia ante el prueba más –dice el P. Calo– de que el Calixtino altar venerable de Santiago se tratase: “Causa fue escrito en Santiago; incluso en sus elementos alegría y admiración –dice el pseudo Calixto– primitivos, pues ese himno supone haber oído contemplar los coros de peregrinos al pie del al- esas expresiones muchas veces, hasta el punto

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 351-360 José López Calo (1922-2020). “[Santiago] Edad Media y Renacimiento” 355 de haberle quedado grabadas en la memoria al H. Anglés en estos repertorios y, quizá por ello, ha poeta latino”.33 sido reclamado a los encuentros internacionales Otro tópico habitual, heredado por López Calo de mayor relevancia para escuchar sus propuestas y la evolución de las mismas. No obstante, se directamente de Santiago Tafall34, es la autoría de Aimeric Picaud, supuesto compilador del Códice, mantuvo fel a sus primeros pasos de los años y el “aire totalmente popular” del himno Ad 60 en los que ya apuntaba la difcultad de crear un sistema de transcripción válido para todas las honorem regis summi, frmado por Picaud.35 Sin 37 duda –afrma– sería interpretado por los peregri- piezas del Calixtino ; de hecho, a pesar de haber- nos y con los gritos fnales de estrofa en alemán lo intentado, no llegó a trazar un relato acadé- antiguo, como veíamos en el Dum Paterfamilias. mico uniforme de transcripción, como parecería En realidad, ni el texto ni la música, a pesar de las derivarse –según sus palabras– de una escritura orientación “liturgista” que queramos darle, son perfectamente homogénea, tanto en la monodía de tratamiento popular: se trata, por el contrario, como en la polifonía. de una “polifonía sucesiva” a modo de canon Sus evaluaciones en la década de los ochen- en dos frases paralelas, como ya había señalado ta fueron “optimistas”, valorando sus propias Garbayo e Javier Villanueva Carlos David Hiley, y con una estructura estrófca bien transcripciones más desde el punto de vista del diferente a la del resto de obras polifónicas, a intérprete que del musicólogo, y valorando muy pesar de la similitud de su escritura36. Un tema positivamente el trabajo de intérpretes como P. que ya desde hace años hemos interpretado po- Helmer, G. Paniagua o C. Villanueva, ya uno y lifónicamente. otros preocupándonos más del resultado musical Plantea, fnalmente, el autor, no obstante el y del buen funcionamiento de acentuación, ar- esplendor polifónico de los grandes años de Gel- monía, fraseo y respeto por estilos diferentes, que mírez en los que –supuestamente– en la catedral de crear un sistema. Así lo planteaba el P. Calo de Santiago se interpretaría todo ese maravilloso observando el resultado de sus propias transcrip- repertorio monódico y polifónico, si tendría conti- ciones del 83 o del 89: “El resultado fue, senci- 38 nuidad en los siglos posteriores, dado que no han llamente, asombroso” —asegura. Y reconoce aparecido en Santiago manuscritos de polifonía que fue “de asombro en asombro” ante aquella con notación musical hasta el siglo XV, y tampo- “belleza fresca, juvenil que se desplegaba ante 39 co hay referencias del ese supuesto peso musical sus ojos y oídos.” que habría alcanzado Compostela en el ámbito Esta línea derivada de la homogeneidad de musical español y europeo. Existe la sospecha, la grafía debió haberse traducido en un sistema como plantea Díaz y Díaz, de que este repertorio igualmente homogéneo; pero no fue así: el P. polifónico, escrito y copiado en Francia, nunca Calo nos dejó buenos argumentos “musicales” llegó a interpretarse hasta la época moderna. De en contra de cualquier tipo de transcripción (mo- hecho, los papeles del Calixtino que aparecen en dal, mensural modal, libre, sin plicas en las no- otros centros, como Ripoll, Orense, Zamora, o tas, etc.), dado que la notación del Calixtino no Braga, se ocupan exclusivamente del repertorio presenta signos ni detalles rítmicos que ayuden monódico. La supuesta formación de cantores a un tratamiento como el del Ars Antiqua parisi- especializados enviados por Gelmírez a París es, no; pero fue dándose una especie de prórroga, pues, mera conjetura, y en todo caso, sin refe- siempre solicitada en los sucesivos encuentros rencia documental conocida. de especialistas, reiterando que estamos ante un Aunque el presente artículo se encuadra- “callejón sin salidas” (…) “y el resultado es que ría entre los que llamamos de divulgación y de quien esto escribe está más sumido en dudas de propaganda a favor de Compostela, López Calo lo que estaba hace veinte años” (…) “Y lo más está considerado como uno de los grandes es- triste –concluye– es que creo que aquí se debe pecialistas en la polifonía del Calixtino: sin duda dejar el tema; [ya] que por el momento no se 40 el investigador que mejor ha logrado construir puede avanzar más”. un estado de la cuestión sobre este tema. De “En síntesis –escribe A. Medina–, el P. Calo algún modo, fue considerado el continuador de tuvo el valor de ofrecer en 1982 una propuesta

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medida y muy clara para los intérpretes. Entró de quienes se interrogan por el propio sentido de las lleno, pues, en el problema central de la polifo- transcripciones de la música antigua. Es sufciente nía del Calixtinus, al tiempo que dio respuesta a para valorarlo, aunque sean lícitas las dudas” 41. Carlos Villanueva e Javier Garbayo e Javier Villanueva Carlos

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NOTAS 10 José López Calo “La música en Baiona: Dos Acordes, AGADIC-Xunta de Galicia”. Galicia Eterna, vol. IV. Barcelo- Galicia, 2017. 1 José López Calo “Edad Media y na: Editorial Nauta, 1981, 877-931. 23 Cfr. Dialnet, tesis doctorales res- Renacimiento”, La música en la catedral 11 José Filgueira Valverde, “Intro- pectivas. de Santiago [Número patrocinado por la ducción y notas”. En Casto Sampedro 24 José López Calo, “La notación Universidad de Santiago de Composte- y Folgar, Cancionero musical de Galicia. musical de Códice Calixtino y la del de la]. Ritmo, año LIII, n. 527 (1982): 8-15. Museo de Pontevedra, 1942, 9-47. Ripoll y el problema de su interdepen- https://prensahistorica.mcu.es/arce/es/ 12 José López Calo, La música en la dencia”. Compostellanum, vol. VIII publicaciones/numeros_por_mes.do?idP catedral de Santiago, vols. I-XI. Diputa- (1963):183-189. ublicacion=1000644&anyo=1982 ción de A Coruña, 1992-1999. 25 Cfr. las diferentes propuestas de 2 Con esto trataba de distanciarse 13 José López Calo, “El archivo de J. Filgueira, Historias de Compostela. Bi- de la música de Limoges y aproximaba música de la catedral de Santiago de blioteca de Galicia, XII Santiago de Com- el Calixtino a Notre Dame y al propio Ars Compostela”. Compostellanum, vol. postela: Biblióflos Gallegos, 1970. Antiqua parisino. XIII (1958): 103-128; vol. VIII (1958): 26 Manuel C. Díaz y Díaz, El Códice 3 Ángel Medina, “José López Calo: 655-701; vol. IV (1959): 292-325; vol. Calixtino de la catedral de Santiago. Es- en el adiós a una leyenda de la Musi- IV (1959): 674-713; vol. V (1961): 285- tudio codicológico y de contenido. San- cología”; http://elotroaratos.blogspot. 330; vol. VIII (1963): 651-679; vol. IX tiago de Compostela: Xunta de Galicia, Garbayo e Javier Villanueva Carlos com/2020/05/jose-lopez-calo-en-el- (1964): 110-154; vol. XI (1966): 353- 1988. adios-una-leyenda.html. Escrito por 366. 27 Fernando López Alsina, La ciu- Ángel Medina el 12.5.20 [Consulta, 14 José López Calo, Catálogo mu- dad de Santiago de Compostela en la 4/10/2020]; “La Musicología sustantiva sical del archivo de la Santa Iglesia Ca- Alta Edad Media. Ayuntamiento de del P. José López Calo (1922-2020)”. Re- tedral de Santiago. Cuenca, Instituto de Santiago de Compostela, 1988; “La po- vista de Musicología, 2020 [en prensa]. Música Religiosa, 1972. sición de la Iglesia de Santiago en el siglo 4 Robert Stevenson, “José López- 15 Antonio López Ferreiro, Historia XII a través del Códice Calixtino”. El Có- Calo S. J. Biobibliography”. Inter-Ame- de la Santa A. M. Iglesia de Santiago de dice Calixtino y la música de su tiempo. rican Music Review, vol. XI, núm. 2 Compostela. Santiago de Compostela: José López Calo, Carlos Villanueva (ed.). (1991): 103-122. Imp. y Enc. del Seminario Conciliar Cen- La Coruña: Fundación Pedro Barrié de la 5 Emilio Casares Rodicio, “José tral, 1898-1911. Maza, 2001, 23-51. López-Calo: Trayectoria vital y musico- 16 José López Calo, Obras musicales 28 José López Calo, “Edad Media y lógica”. En De Música Hispana et Aliis. de Juan Montes, vols. I-X. Santiago de Renacimiento”: 9. Miscelánea en honor al Prof. Dr. José Compostela: Xunta de Galicia, 1992- 29 Cfr. José López Calo, La Música López-Calo, S. J. Emilio Casares, Carlos 2004. medieval en Galicia. Villanueva (coord.), vol. 1. Universida- 17 José López Calo, “Seis baladas 30 José López Calo, “Edad Media y de de Santiago de Compostela, 1990, gallegas”. Obras Musicales de Juan Renacimiento”: 9. 9-39; “López- Calo, José”. Diccionario Montes, vol. I. Santiago de Compostela: 31 Imagen que el prof. S. Morale- de la Música Española e Hispanoameri- Xunta de Galicia, 1992, 8. cana. Emilio Casares Rodicio (dir.), vol. 6. jo trae, precisamente, con la referencia 18 Juan Bautista Varela de Vega, Madrid: SGAE-ICCMU, 1.039- 1.042. apocalíptica en paralelo a la realidad Juan Montes, un músico gallego. Dipu- arquitectónica del templo catedralicio a 6 José López Calo S. J, La música tación de La Coruña, 1990. comienzos del s. XII; de hecho la facha- medieval en Galicia. La Coruña: Funda- 19 José López Calo, “Juan Montes. da oeste careció de puertas hasta bien ción Pedro Barrié de la Maza Conde de El hombre, el músico”. Cuadernos de entrado el siglo XIV. Pero, además, cuan- Fenosa, 1987. Música Iberoamericana, vol. 7, 1999, do se escribió el sermón Veneranda dies, 7 Ídem, 87-104. 103, nota 1. nuestra catedral carecía de fachada, lo 8 José López Calo “El Pórtico de la 20 José López Calo, Juan Montes, que haría más literal aún las palabras de Gloria: sus instrumentos musicales”. IX seminarista de Lugo. Obras musicales. Apocalipsis: “Las puertas de la basílica Centenario de la Catedral de Santiago. Lugo: Diputación Provincial, Lugo, 2001. nunca se cierran, ni de día ni de noche”; Santiago de Compostela: 1976, 163- 21 Joám Trillo (ed.), Carlos Villanue- Cfr. S. Moralejo, “La imagen arquitectó- 206. va (intr.), “Juan Montes Capón, obra nica de la catedral de Santiago”. Atti dei 9 Carlos Villanueva (ed.), El Pórtico para piano (I)”. Ars Gallaeciae Musicae Convegno Internationale di Studi “Il Pe- de la Gloria: música, arte y pensamiento. [Agra Vella, 30]. Baiona: Dos Acordes, llegrinaggio a Santiago de Compostela Universidad de Santiago de Composte- AGADIC-Xunta de Galicia, 2016. e la Letteratura Jacopea. Lucia Gai (ed.). la, 1988. Reed: El Pórtico de la Gloria: Universita degli Studi di Perugia, 1983: 22 Joám Trillo (ed.), Carlos Villa- música, arte y pensamiento: In Memo- 37-62. nueva (intr.), “Juan Montes Capón, riam Serafín Moralejo. Universidade de 32 obra para piano a 4 e a 6 mans (II)”. José López-Calo, La música en la Santiago de Compostela, Consorcio de Ars Gallaeciae Musicae [Agra Vella, 31]. catedral de Santiago, vol. V, 96-127. Santiago, 2011.

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33 José López Calo, “Edad Media y Polyphony-A reapraisal”, Journal of the 38 José López Calo, “Propuesta de Renacimiento”: 10. American Musicological Society, XXIV transcripción de la polifonía del Códice 34 Santiago Tafall y Abad, “La ca- (1971): 169. Calixtino”. Los instrumentos del Pórtico pilla de música de la catedral de Santia- 37 Sarah Fuller, analizando los diver- de la Gloria. Su reconstrucción y la músi- go. Notas históricas”, Boletín de la Real sos géneros y sus variables, da por segu- ca de su tiempo. José López Calo, Carlos Academia Gallega, vol. XX, núms. 229 y ra la imposibilidad de una escuela única Villanueva (coord.), vol. I. Fundación Ba- 230, (1931): 4-12 y 25-30. que pueda arrogarse la creación de la rrié: A Coruña, 1993, 693. polifonía compostelana, más próxima en 35 José López Calo, “Edad Media y 39 Ibidem. teoría a la parisina pero sin las caracte- Renacimiento”: 10. 40 José López Calo, “Claves viejas y rísticas gráfcas de una solución modal; 36 nuevas para la transcripción de la música Cfr. Carlos. Villanueva, “Música Cfr. S. Fuller, Aquitanian Polyphony of y liturgia en Compostela a partir del Ca- the Eleventh and Twelth Centuries. UMI del Códice Calixtino”. El Códice Calixti- lixtino: el Ofcio de Maitines y la Misa de Berkeley, 1969, nota 17, 88; “Perspec- no y la música de su tiempo, 258. la Vigilia del Apósto”. El Códice Calixti- tives on Musical Notation in the Codex 41 Ángel Medina, “La Musicología no y la música de su tiempo, 360; tema Calixtinus”, en El Códice Calixtino y la sustantiva del P. José López Calo (1922- también tratado por Sarah Fuller, “Hiden música de su tiempo, 183-233. 2020)”. Carlos Villanueva e Javier Garbayo e Javier Villanueva Carlos

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REFERENCIAS (1958): 655-701; vol. IV (1959): 292-325; vol. Casares Rodicio, Emilio. “José López-Calo: Tra- IV (1959): 674-713; vol. V (1961): 285- 330; yectoria vital y musicológica.” En De Música vol. VIII (1963): 651-679; vol. IX (1964): 110- Hispana et Aliis. Miscelánea en honor al Prof. 154; vol. XI (1966): 353-366. Dr. José López-Calo, S. J., Emilio Casares, Car- López Calo, José. “La notación musical de Códice los Villanueva (coords.), 1, 9-39. Santiago de Calixtino y la del de Ripoll y el problema de Compostela: Universidade de Santiago de su interdependencia.” Compostellanum VIII Compostela, 1990. (1963): 183-189 Casares Rodicio, Emilio. “López- Calo, José.” López Calo, José. Catálogo musical del archivo de En Diccionario de la Música Española e His- la Santa Iglesia Catedral de Santiago. Cuenca: panoamericana, Emilio Casares Rodicio (dir.), Instituto de Música Religiosa, 1972. 6, 1.039-1.042. Madrid: SGAE-ICCMU, 2000. López Calo, José. “El Pórtico de la Gloria: sus Díaz y Díaz, Manuel C. El Códice Calixtino de la instrumentos musicales.” En IX Centenario de Carlos Villanueva e Javier Garbayo e Javier Villanueva Carlos catedral de Santiago. Estudio codicológico y la Catedral de Santiago, 163-206. Santiago de de contenido. Santiago de Compostela: Xunta Compostela, 1976. de Galicia, 1988. López Calo, José. “La música en Galicia.” En Ga- Filgueira Valverde, José. “Introducción y notas.” licia Eterna, IV, 877-931. Barcelona: Editorial En Cancionero musical de Galicia, Casto Sam- Nauta, 1981. pedro y Folgar, 9-478. Pontevedra: Museo de Pontevedra, 1942. López Calo, José. “Edad Media y Renacimiento.” La música en la catedral de Santiago [Número Filgueira, José. Historias de Compostela. Biblio- patrocinado por la Universidad de Santiago de teca de Galicia, XII. Santiago de Compostela: Compostela] Ritmo LIII, nº 527 (1982): 8-15. Biblióflos Gallegos, 1970. López Calo, José. La música medieval en Galicia. Fuller, Sarah. Aquitanian Polyphony of the Ele- La Coruña: Fundación Pedro Barrié de la Maza venth and Twelth Centuries. Berkeley: Univer- Conde de Fenosa, 1987. sity of California, 1969. López Calo, José. “Claves viejas y nuevas para Fuller, Sarah.“Hiden Polyphony-A reapraisal.” la transcripción de la música del Códice Ca- Journal of the American Musicological Society XXIV (1971): 169-192. lixtino.” En El Códice Calixtino y la música de su tiempo, José López Calo, Carlos Villanueva Fuller, Fulher. “Perspectives on Musical Notation (eds.), 235-272. La Coruña: Fundación Pedro in the Codex Calixtinus.” En El Códice Calixti- Barrié de la Maza, 2001. no y la música de su tiempo, José López Calo, Carlos Villanueva (eds.), 183-233. La Coruña: López Calo, José. “Seis baladas gallegas.” En Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2001. Obras Musicales de Juan Montes, I. Santiago de Compostela: Xunta de Galicia, 1992. López Alsina, Fernando. La ciudad de Santiago de Compostela en la Alta Edad Media. Ayun- López Calo, José. Obras musicales de Juan Mon- tamiento de Santiago de Compostela, 1981. tes, I-X. Santiago de Compostela: Xunta de Galicia, 1992-2004. López Alsina, Fernando. “La posición de la Iglesia de Santiago en el siglo XII a través del Códice López Calo, José. “Propuesta de transcripción de Calixtino.” En El Códice Calixtino y la música la polifonía del Códice Calixtino.” En Los ins- de su tiempo, José López Calo, Carlos Villa- trumentos del Pórtico de la Gloria. Su recons- nueva (eds.), 23-51. La Coruña: Fundación trucción y la música de su tiempo, José López Pedro Barrié de la Maza, 2001. Calo, Carlos Villanueva (coords.), I, 681-710. Fundación Barrié: A Coruña, 1993. López Calo, José. “El archivo de música de la catedral de Santiago de Compostela.” Com- López Calo, José, y Carlos Villanueva (coords.). postellanum, vol. XIII (1958): 103-128; vol. VIII Los instrumentos del Pórtico de la Gloria. Su

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reconstrucción y la música de su tiempo. Fun- Stevenson, Robert. “José López- Calo S. J. Biobi- dación Barrié: A Coruña, 1993. bliography.” Inter-American Music Review XI-2 (1991): 103-122. López Calo, José. La música en la catedral de San- tiago, I-XI. Diputación de La Coruña, 1992- Tafall y Abad, Santiago. “La capilla de música de 1999. la catedral de Santiago. Notas históricas.” Bo- letín de la Real Academia Gallega XX (1931): López Calo, José. “Juan Montes. El hombre, el 229-234 [passim. Discurso reproducido en su músico.” Cuadernos de Música Iberoamerica- integridad en López-Calo, José. La música en na 7 (1999). la catedral de Santiago, IV, 331-380. Diputa- López Calo, José, y Carlos Villanueva (eds). El ción de La Coruña, 1994] Códice Calixtino y la música de su tiempo. La Trillo, Joám, y Carlos Villanueva. Juan Montes Ca- Coruña: Fundación Pedro Barrié de la Maza, pón, obra para piano (I). Ars Gallaeciae Mu- 2001. sicae [Agra Vella, 30]. Baiona: Dos Acordes,

Carlos Villanueva e Javier Garbayo e Javier Villanueva Carlos López Calo, José. Juan Montes, seminarista de AGADIC-Xunta de Galicia, 2016. Lugo. Obras musicales. Lugo: Diputación Pro- Trillo, Joám, y Carlos Villanueva. Juan Montes Ca- vincial, Lugo, 2001. pón, obra para piano a 4 e a 6 mans (II). Ars López Ferreiro, Antonio. Historia de la Santa A. Gallaeciae Musicae [Agra Vella, 31]. Baiona: M. Iglesia de Santiago de Compostela. Santia- Dos Acordes, AGADIC-Xunta de Galicia, 2017. go de Compostela: Imp. y Enc. del Seminario Varela de Vega, Juan Bautista. Juan Montes, un Conciliar Central, 1898-1911. músico gallego. Diputación de La Coruña, 1990. Medina, Ángel. “José López Calo: en el adiós a una leyenda de la Musicología.” Mayo Villanueva, Carlos (ed.). El Pórtico de la Gloria: 12, 2020. http://elotroaratos.blogspot. música, arte y pensamiento. Universidad de com/2020/05/jose-lopez-calo-en-eladios-una- Santiago de Compostela, 1988 [Reedición El leyenda.html [Consulta 4/10/2020] Pórtico de la Gloria: música, arte y pensamien- to: In Memoriam Serafín Moralejo. Universida- Medina, Ángel. “La Musicología sustantiva del de de Santiago de Compostela, Consorcio de P. José López Calo (1922-2020).” Revista de Santiago, 2011]. Musicología [en prensa]. Villanueva, Carlos. “Música y liturgia en Com- Moralejo, Serafín. “La imagen arquitectónica de postela a partir del Calixtino: el Ofcio de Mai- la catedral de Santiago.” In Atti dei Convegno tines y la Misa de la Vigilia del Apóstol.” En Internationale di Studi “Il Pellegrinaggio a San- El Códice Calixtino y la música de su tiempo, tiago de Compostela e la Letteratura Jacopea. José López Calo, Carlos Villanueva (eds.), 331- Lucia Gai (ed.), 37-62. Universita degli Studi di 386. La Coruña: Fundación Pedro Barrié de la Perugia, 1983. Maza, 2001.

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José López Calo

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 361-378 LA MÚSICA EN LA CATEDRAL DE SANTIAGO. LA EDAD MEDIA Y EL RENACIMIENTO*

Por José López-Calo

LA EDAD MEDIA La catedral de Santiago tuvo una importancia musical de primer orden durante la Edad Media. Esta importancia le vino sobre todo gracias a Don Diego Gelmírez (1140), que, en los cuarenta años en que fue, primero obispo, y luego arzobispo de Santiago, hizo por su diócesis y su catedral más que ningún otro prelado de la diócesis compostelana. Por su- puesto, importancia, y no pequeña, la tenía ya desde antes de lo que es buena prueba lo que sucedió en ella cuando la implantación en España de la Lex Romana –que en Galicia entró, con toda probabilidad, a raíz del Concilio de Burgos del año 1081, al que asistió el obispo de Santiago don Diego Peláez junto con los otro cuatro obispos gallegos–: fue necesario copiar los libros de la nueva liturgia, la romana, que era la que se impuso en toda la España cristiana, ya que hasta entonces en Santiago y en Galicia, como en casi todos los reinos de España, la liturgia usada era la antigua hispánica, llamada vulgarmente mozárabe. Pues bien: en la catedral de Santiago –como también en la de Orense– se conservan varios fragmentos de misales de la liturgia romana copiados con ese motivo, que tienen una doble característica muy notable: que están escritos en letra visigótica y que conservan cantos y oraciones de la liturgia hispánica, en lugar de los, o las, de la romana. O sea, que la liturgia nacional estaba tan arraigada en las catedrales gallegas, y en concreto en la de Santiago, que no sólo se utilizó la escritura tradicional hispánica para los nuevos libros, sino que, en algunos casos, se prescindió de las nuevas fórmulas litúrgicas y de sus cantos, para seguir con los que hasta entonces se habían usado. Pero, de todas formas, la importancia que Santiago tuvo hasta la ascensión de Gelmírez al trono episcopal en el año 1100 no pasó de ser una importancia local. En cambio, con él Santiago, es decir, su catedral, adquirió una dimensión verdaderamente universal. También en la música: Gelmírez supo aprovechar el gran momento que a comienzos del siglo XII vivía Cluny, incorporando el culto al Apóstol Santiago, la peregrinación a Compos- tela y, consiguientemente, la catedral compostelana, al impetuoso movimiento cluniacense. Lejos de ser un superfcial despliegue de fuegos fatuos, los esfuerzos universalistas de Gelmírez en favor de la catedral de Santiago estaban fundados en una realidad: la pujante vida de Santiago y de su catedral, donde los más actuales movimientos culturales tenían un amplio eco y constituían la base del quehacer de cada día. No es, pues, de extrañar que la gran novedad musical del siglo XII, los comienzos de la polifonía artística, se refejaran inmediatamente en Santiago y en su catedral. Tenemos la gran prueba de ello en el Códice Calixtino de la misma catedral, que constituye nada menos que la primera manifestación, en toda la Historia de la música universal, del estadio

* López Calo, J. “La Música en la Catedral de Santiago. La Edad Media y el Renacimiento.” Ritmo LIII, no. 527 (noviembre 1982): 8-13. Copyright © Polo Digital Multimedia, S.L. 2021 - Todos los derechos reservados Isabel Colbrand, 10 (Ofc. 88) - 28050 MADRID - España - Tlf. 913588814 - www.polodigital.com - email: [email protected]

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que podríamos llamar verdaderamente artístico de la polifonía, después de casi doscien- tos año de tentativas, y ante el cual la misma polifonía de San Marcial de Limoges queda eclipsada como simple esbozo de algo que estaba naciendo y que es, precisamente, la polifonía compostelana.

José López Calo López José Musicalmente, el Códice Calixtino está constituido por una recopilación de piezas, o grupo de piezas, de origen y carácter varios. Algunas, e incluso algún grupo de ellas, pare- cen haber sido compuestas específcamente para formar parte de esta colección, y aún hay indicios de que el último bloque, y más importante, que es el de la polifonía, fue añadido al cuerpo de Códice, ya que está después del explicit del libro 5º y último, e incorpora la transformación polifónica efectuada en uno de los conductus del libro 1º del Códice que originariamente aparece como monódico, aunque sucesivamente fue convertido en polifónico, y que fgura también entre esas composiciones polifónicas añadidas casi como apéndice al libro. Estudios recientes sugieren que la importancia del Códice Calixtino es todavía superior a cuanto hasta ahora se había venido pensando. Tradicionalmente se le consideraba como emparentado con la polifonía de San Marcial de Limoges, y, consiguientemente, para la transcripción de sus composiciones polifónicas se aplicaban los mismos principios, sobre todo rítmicos, que para aquella. Pero todo hace suponer que la polifonía del Calixtino es más avanzada que la de San Marcial, y que constituye el antecedente inmediato a la de Notre-Dame de Paris de Leonino y Perotino. Estas teorías no han sido adecuadamente discutidas entre los especialistas, pero parece que están sufcientemente fundadas como para prestarles atención, en espera de que futuros estudios musicológicos las confrmen, desmientan, o maticen. Queda, en resumen, el hecho fundamental de que en los albores de la música polifónica la catedral de Santiago se encontraba a la cabeza del movimiento musical de su tiempo. Todo esto se refere a la música culta. Pero el fenómeno de las peregrinaciones medievales a Santiago trajo consigo otra importante manifestación musical: la popular. Toda peregrina- ción ha sido siempre, como lo es hoy, una fuente importante de canto popular religioso. En la base de lo cual está el hecho psicológico de que el hombre tiende a exteriorizar ciertos sentimientos a través del canto. Y así, ya durante la preparación de la peregrinación –que en aquellos siglos medievales suponía meses, dada la complejidad y duración del viaje–, el futuro peregrino rompe frecuentemente en cantos, que pueden ser de esperanza, de ilusión por la gran aventura espiritual que se la avecina y de la que tanto espera. Luego, desde el momento en que se ponían en camino – y no olvidemos que se trataba de un viaje desde Francia, e incluso Alemania, o hasta Inglaterra.., y a pie…–, los peregrinos, que de ordinario hacían el viaje en grupos, entretenían las largas horas del viaje, o de las paradas nocturnas, con cantos, que no eran necesariamente sagrados, aunque lo fueran en gran parte, sobre todo en honor del Santo cuyo sepulcro o santuario visitaban, en este caso el del Apóstol Santiago. Estos cantos de los peregrinos dieron origen a un doble infujo mutuo, de gran importan- cia en la intercomunicación musical de las gentes de entonces: por una parte, los pueblos por donde pasaban los peregrinos oían con interés los cantos que ellos entonaban; y, por otra, ellos mismos oían –seguramente con no menos interés– los de los nativos de esos pueblos. Nos queda constancia de ambos hechos, sobre todo el primero. Así, una canción

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muy popular entre los peregrinos franceses y cuya actual redacción se remonta al siglo XVI nos dice que: “Les hommes, femmes et flles de toutes partes nous suivoient

pour entendre la mélodie Calo López José de ces bons pelerins François” O como dice la gran canción de los peregrinos que van a Santiago: “Quand nous passâmes dans la ville nommée Léon, nous chantâmes d´un air agile cette chanson; les dames sortaient des maisons avec décence, pour voir chanter nos compagnons à la mode de France”. Por fortuna y gracias, una vez más, al Códice Calixtino, conocemos importantes detalles de estas canciones, e incluso quizá algunas de sus melodías. Dice, en efecto, el Códice, hablando de cómo los peregrinos pasaban sus vigilias en la Basílica del Apóstol: “Causa alegría y admiración contemplar los coros de peregrinos al pie del altar venerable de Santiago en perpetua vigilancia: los teutones a un lado, los francos a otro, los italianos a otro; están en grupos, tienen cirios ardiendo en sus manos; por ello toda la iglesia se ilumina como con el sol en un día claro. Cada uno con sus compatriotas cumple individualmente con maestría las guardias. Unos tocan cítaras, otros liras, otros tímpanos, otros fautas, caramillos, trompetas, arpas, violines, ruedas británicas o galas, otros cantando con cítaras, otros cantando acompañados de diversos instrumentos pasan la noche en vela; otros lloran sus pecados, otros leen los salmos, otros dan limosna a los ciegos. Allí pueden oírse diversidad de lenguas, diversas voces en idiomas bárbaros: conversaciones y cantinelas en teutón, inglés, griego, y en los idiomas de otras tribus y gentes diversas de todos los climas del mundo. No existen palabras ni lenguaje en los que no resuenan su voces”. Pero aún hay más: el Calixtino nos ha conservado, probablemente, una melodía de las que cantaban los peregrinos de entonces. Mejor dicho, de varios años, si no decenios, antes, pues se nos ha conservado en una hoja añadida al Códice; hoja que ciertamente es anterior, posiblemente bastante anterior, al mismo, y que incluso parece que fue cosi- da allí por tratarse de un fragmento que ya entonces era considerado importante por su antigüedad. Se trata del mal llamado Himno de Ultreya y que más exacto sería llamarlo Dum Paterfamilias, por su incipit. El himno está, naturalmente, escrito en latín; pero en la segunda de sus estrofas incluye unas frases en teutón antiguo, precedidas de una fórmula de introducción o presentación, que el mismo Códice usa también otras veces para presen- tar otras canciones, o fragmentos de canciones de los peregrinos. Dice, pues, esa estrofa: “Iacobi Gallaecia opem rogat piam glebae cuius gloria dat insignem viam; ut precum fraequentia

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cantet melodiam: Herru Sanctiagu; Got Sanctiagu; e ultreia, e suseia. Deus aia nos!” José López Calo López José Una frase semejante la usa el Códice en otras dos ocasiones para introducir cantos de los peregrinos: ”Cunctae gentes, linguae, tribus/illuc vunt clamantes: / suseia, ultreia (“Alle- luia, gratulemur”, fol 120v); “Unde laudes Regi regum / solvamus alacriter, / cum quo laeti mereamur / vivere perenniter. / Fiat, amen, alleluia / dicamus solemniter; / e ultreia, e suseia / decantemus iugiter (himno “Ad honorem Regis summi”. Fol. 190v). Evidentemente, nos encontramos ante un claro refejo y una cita literal de los cantos de los peregrinos en los albores del siglo XII. Esos suseia (=sus, eia!, ¡arriba, vamos!), ultreia (=ultra, eia!, sigamos, adelante!), refejan, indudablemente, las exclamaciones con que los peregrinos se animaban a superar las difcultades del camino. Y los Herru Sanctiagu Got Sanctiagu (=Her Santiago, Got Santiago, Señor Santiago, Divino Santiago) son, ya se entiende, expresiones de los peregrinos teutones, que invocaban al Apóstol en su idioma y que el poeta latino deforma, transcribiéndolas tal como a él le sonaban –lo cual, dicho sea de paso, es una prueba más de que el Calixtino fue escrito en Santiago, incluso en sus elementos primitivos, pues ese himno suponer haber oído esas expresiones muchas veces, hasta el punto de quedarle grabadas en la memoria al poeta latino, si no es ya, como parece más probable, que fueran tradicionales incluso entre el pueblo de Santiago, al menos entre el clero, de puro oírlas repetir a los peregrinos. Todo esto se refere directamente a la existencia, y, en cierto modo, a la naturaleza, de las canciones de los peregrinos medievales. Pero, ¿y de la música…? ¿Conocemos también la música con que se cantaban esas canciones…? No se puede responder categóricamente a esta pregunta, que surge espontánea ante estos hechos históricos. Posiblemente, en el caso del Dum Paterfamilias, sí, pues la me- lodía que acompaña a esas expresiones (Herru Sanctiagu…) es un poco diferente de la del resto de la composición. Aparte de que la misma frase que usa la canción para introducirla (cantet melodiam) parece indicarlo. Más no se puede decir. Diverso es el caso de otra de las composiciones en que se presentan estas citas de cantos de peregrinos: el himno Ad honorem Regis summi. Se trata de una composición de un carácter totalmente diverso al de las demás música del Calixtino: está a continuación de las composiciones polifónicas y su estructura métrica, rítmica y armónica –no sabe uno a cuál de los tres aspectos dar la preferencia, pues los tres son muy marcados y caracterís- ticos– no encuentran parecido alguno con ninguna otra composición, ni del Códice ni de aquella época El carácter popular es evidente. El Códice la atribuye a Americo Picaud, “presbyter de Partiniaco”. Hasta ahora se venía suponiendo que esta atribución, lo mismo que las demás que se encuentran en otras composiciones del Códice, era falsa. Hoy ya no se puede ser tan categórico, desde que se ha demostrado que varias de las atribuciones son perfectamente verosímiles, ya que, efectivamente, existieron por entonces músicos de esos mismos nombres, y las investigaciones de los musicólogos en este sentido están muy lejos de haberse concluido y pueden deparar varias sorpresas agradables. En cierto sentido es indiferente que haya sido compuesto por él o por otro. Lo importante es su carácter popular y, de todos modos, tan diverso del de las demás composiciones del Calixtino, que

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hace que, haya sido quien haya sido el que las compuso, se trata, a todas luces, de un canto de aire totalmente popular. Las peregrinaciones a Santiago continuaron, con gran intensidad, durante toda la Edad Media. Y sin embargo no existe documento alguno que nos permita suponer que la cate-

dral compostelana hubiera vivido, entre el último tercio del siglo XII, cuando se compuso el Calo López José Calixtino, y la mitad del XV, cuando comienzan a encontrarse nuevos datos sobre la música culta en la misma, un momento que se pueda comparar con aquel período esplendente de los comienzos de la polifonía. Estos son los hechos documentales. Pero ante ellos el historiador no puede menos de plantearse una pregunta: ¿es posible que, después de aquella foración espléndida del siglo XII –que con toda probabilidad, se prolongó, en su ejecución, durante varios años, incluso decenios–, cayera la catedral de Santiago en un letargo musical de dos siglos largos…?. Difícil se hace aceptar esto, que contrastaría demasiado con la actitud general del Ca- bildo compostelano, que durante la Edad Media envió sus mejores hombres a París y a otras ciudades extranjeras a estudiar, los cuales, por fuerza, a su vuelta, tenían que traer a Compostela noticias de las innovaciones musicales que habrían presenciado; y contrastaría, sobre todo, con el hecho de que cuando la polifonía culta se encuentra documentada, en el otro extremo del arco histórico, hacia mediados del siglo XV, aparece con una pujanza y una vida que no se explicarían sin una tradición muy consistente. Lo que pasó fue, probablemente, que la música de los siglos intermedios entre esos dos extremos cronológicos se haya perdido, como se perdió la que se cantaba en el siglo XV, del que sólo conocemos datos históricos, pero no la música. Y de la Edad Media no pueden esperarse datos semejantes, ya que las Actas Capitulares, que son las que nos transmiten los del siglo XV, comienzan en 1450; exactamente el primer acuerdo capitular que se conserva es del nueve de junio de este año, y se trata, por añadidura, de una acta notarial suelta, ya que las actas estables no comienzan sino en agosto de 1465. Y aún se podría añadir el dato, que sin duda es de importancia fundamental, que el primer organista de que nos transmiten noticias las Actas es precisamente un francés, de quien, sin embargo, el acta no copia el nombre, pero que supone ya una tradición, lo mismo que sucede con las noticias que las Actas nos han conservado de los primeros “cantores”. Se podría resumir nuestra argumentación en una frase que sintetiza, en cierto sentido, la verdadera raíz del problema: ¿qué concepto nos habríamos formado de la música en la catedral de Santiago durante la segunda mitad del siglo XII si no se hubiera conservado el Códice Calixtino…? Evidentemente, pensaríamos que Santiago no había conocido la polifonía durante toda la Edad Media. Y, sin embargo, el feliz hecho de una tal conservación nos permite conocer una venturosa realidad que existió, pero que ni habríamos sospechado de no conservarse el códice. Pues algo de esto puede haber sucedido en los siglos XIII, XIV y primera mitad del XV. Claro que esto no es más que una suposición, que presento aquí en la esperanza de que alguien un día profundice en ella, aun sabiendo muy bien que es dudoso que en Santiago, en estos siglos, se diesen las condiciones necesarias de cultura musical, y aun de ordenación litúrgica, para que la catedral compostelana se mantuviera actualizada en cuando a modas musicales, de las que, sin embargo, tenían por fuerza que llegar noticias allí, a través de los clérigos de la misma catedral que, como ya queda dicho, se trasladaban a París para sus estudios eclesiásticos superiores.

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 361-378 374 La música en la Catedral de Santiago. La Edad Media y el Renacimiento

EL RENACIMIENTO Así, pues, el primer documento de esta nueva época que hoy por hoy se conoce es el acta capitular del 17 de enero de 1469, en que el Cabildo acordó conceder 400 maravedises viejos a los canónigos Juan de Monterroso, Francisco y Juan de La Coruña y Alfonso Pérez,

José López Calo López José “cantores, por cuando eran cantores e honraban â iglesia”. Me parece necesario advertir, antes de seguir adelante, por ser indispensable para comprender los datos que voy a ex- poner, que, en esta época, como en todo el siglo XV y aún en el XVI, “cantor” signifcaba siempre, y exclusivamente, “cantor de polifonía”. Por entonces el concepto de “maestro de capilla” o maestro de coro que cantaba la polifonía no estaba aún del todo defnido; en algunas catedrales españolas ya existía, en otras –entre ellas la de Santiago– aún tardó varios años en establecerse y en las más fuctuó durante algún tiempo, hasta que se fjó defnitivamente. Lo importante es ese documento capitular, por el que consta un doble hecho fundamental: que para 1469 ya se cantaba polifonía en la catedral de Santiago y que los cantores, o al menos algunos de ellos, eran canónigos. El dato siguiente es de 1479: el Cabildo encargó al “cantor” Jácome de Carrión que vinie- se todos los días a enseñar canto llano a los benefciados que quisieren aprender. Sorprende un poco que fuese el “cantor”, y no el sochantre, a quien el Cabildo encomendase esta misión de enseñar el canto llano. Quizá fuera por no estar todavía defnidas las respectivas obligaciones. El año siguiente hay un dato mucho más positivo: el 30 de agosto acordó el Cabildo dar a Juan de León, “cantor”, 9.000 pares de blancas para que “mostrarse seis benefciados e seis mozos de coro”. La presencia de un grupo tan nutrido de benefciados y de mozos de coro para cantar la polifonía indica que ésta estaba ya para entonces muy asentada. Como confrmación, se puede añadir que en el mismo acuerdo se dice que Juan de León debe venir a coro a misa y vísperas, que era precisamente cuando se cantaba po- lifonía. De hecho, en ninguna catedral española se hacía por entonces venir a los cantores a las horas menores, sino sólo a misa y vísperas, o en otras ocasiones en que también se cantase “canto de órgano” o polifonía. Para 1480 parece que ya había un conjunto polifónico o “capilla de música” estable, completo y bien organizado, incluso con una cierta jerarquía entre los cantores, si bien no aparece todavía el término “maestro de capilla”. Algunos de los cantores eran canónigos, entre ellos el citado Juan de León, que, por cierto, es una fgura interesante, pues su po- sición en la catedral osciló varias veces entre sus obligaciones –y sueldo– como canónigo y como cantor. A otros canónigos o benefciados de la catedral autorizo el Cabildo para que estudiasen música, como al racionero Jácome Álvarez, teniéndole presente como si realmente asistiese al coro el tiempo que dedicase a ello, “con condición que ha de servir a las procesiones, misa y vísperas” (22 de marzo de 1499). La fgura más importante, sin embargo, entre los cantores de estos comienzos de la po- lifonía renacentista en Santiago la constituye Jácome de Carrión, que, como vimos, aparece documentado desde 1479: el 30 de agosto de 1499 se le hizo un nuevo recibimiento, con 3.000 maravedises de salario cada año, “e que el dicho Jácome de Carrión, cantor, cante en el coro a las festas de la dicha iglesia e que cada día venga al cabildo a dar lición a los que quesiesen aprender a cantar”. El 4 de noviembre de 1502 se le confrma ese salario de 3.000 maravedises cada año,

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“porque venga cuando cantan canto de órgano e cada día dos veces a esta santa iglesia, una ves acabada la misa del aniversario e la otra acabada la nona, a dar lición e a ver a los señores e benefciados e mozos que sirven en el coro que quisiesen aprender a cantar, e cada vez debe oír una hora a lo menos”.

El 15 de enero de 1507 se le aumentó el salario a 5.000 maravedises anuales, aunque Calo López José sólo por un año, pero desde el 13 de abril de 1508 se le estabilizó el salario en 4.500 maravedises, “e que el dicho Jácome de Carrión sea obligado de cantar las festas e domingos e días que se ha de cantar canto de órgano, e cada vez que faltare que le descontarán cuatro reales de plata”. El 4 de enero de 1510 nuevo aumento de sueldo: 6.000 maravedises anuales. La posi- ción de este Jácome de Carrión en la capilla de música por estos años queda patente en el acuerdo capitular del 13 de abril de 1513: “En este capítulo los dichos señores dijeron que por cuanto son informados que Jácome, cantor, se ausentó desta cibdad, e agora, sin su voz, los otros cantar, por tanto, que entre tanto que se proveye de otro cantor en logar del dicho Jácome, mandaron despedir y despidieron a los cantores que quedaron, y que no se les dé salario fasta que otra cosa se provea”. Y con todo, curiosamente, no era su salario el mayor de entre los cantores de la catedral: mayor, mucho mayor, era el de Francisco de Lista, “cantor”, recibido con 10.000 maravedises anuales el 10 de enero de 1508; el mismo salario tenía Benavente, “cantor tiple”, que debió de ser recibido por las mismas fechas y a quien aún se le aumentó en 2.000 maravedises el 7 de diciembre de 1509. “por razón del dicho ofcio de tiple, y le mandaron que sirva muy bien, mejor que hasta aquí lo ha hecho; si no, que le pagarán segúnd sirviere”. Para entonces la catedral de Santiago contaba ya con una capilla de música bien nutrida, consistente en al menos ocho cantores, número muy alto para aquella época. Lo sabemos por una acta capitular de 1514. Aparte, claro está, de los seis mozos de coro tiples y con- traltos. De estos años de los comienzos del Renacimiento musical en la catedral de Santiago hay varios datos sobre la presencia de varios datos sobre la presencia de músicos franceses en ella, que creemos de gran signifcado, pues quizá ello contribuya a resolver el enigma de la falta de datos en el período que antecede a esta época histórica. Para citar sólo un par de ellos, aludiré en primer lugar al acta capitular de 26 de agosto de 1482, por la que consta que mandó el Cabildo a Juan Guedeja, su despensero, “dése por amor de Deus a os cantores franceses docentos pares de blancas, que con este mandamento lle serían recebidos en conta”. El segundo documento es anterior y se refere al primer organista de que hay constancia en la catedral de Santiago, aunque el modo como está redactada el acta y las que inmedia- tamente siguen sobre el mismo asunto demuestra que el órgano y su uso no eran nuevos en la catedral. Se trata de un acta capitular de 2 de junio de 1473, que nos dice que ese día se recibió por organista a un clérigo francés, “que chaman “(sic), con salario a doce coronas de oro cada año, “a corona por mes”; el cual se ofreció que “tangería os órganos as festas, e os axostaría desqueles fosen mester, dándolle apercibimento”; él aceptó las condiciones, obligándose a “tanger cada e cando que os señores llemandasen tanger”. Ese

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“cada e cando” lo resume el acta de recibimiento de nuevo organista, Alonso de Casteenda, el 26 de septiembre de 1474, diciendo que los debía tañer “según costume”. No se sabe si por haber muerto Jácome de Carrión o porque la nueva situación de la música polifónica exigía reorganizar la capilla de música, el hecho es que el 5 de diciembre

José López Calo López José de 1524 acordó el Cabildo que un canónigo escribiese a “Rivafrecha, cantor”, para que viniese a servir “de cantor” a la catedral. Se trataba, sin duda, de Martín de Rivafecha, entonces “cantor” y maestro de capilla de la catedral de Palencia. No debió de dar fruto esa diligencia porque el 1 de mayo de 1525 encargó el Cabildo al mismo canónigo. “traya de Castilla un buen tanedor (=tañedor, organista) e tres cantores de buenas voces, con que sea uno dellos maestre de capilla, e lo que con ellos e cada uno dellos seignalare e concertare, el dicho Cabildo lo cumplirá e guardará”. Es la primera vez que en las actas de Santiago aparece de modo explícito el concepto maestro de capilla. Pero que iba implícito en el “cantor” lo prueba –si hubiera sido necesario, que no lo es, tanto por los documentos de la misma catedral como, sobre todo, por los de otras cate- drales españolas– el hecho de que, cuando el 21 de julio de julio de ese mismo año recibe el Cabildo a Lorenzo Durán –que más tarde aparecerá como “maestro de capilla” –, el acta de nombramiento lo llama simplemente “cantor”, aunque el salario y condiciones eran verdaderamente excepcionales: 20.000 maravedises anuales y casa gratis. A partir de esa fecha la catedral de Santiago se distinguió siempre por su generosidad en destinar cantidades excepcionalmente altas a sueldos de los músicos: ese mismo año de 1525 volvió a adjudicar el mismo salario de 20.000 maravedises anuales –pero no la casa gratis, que signifcaba varios miles de maravedises cada año– a un contrabajo, cuando lo recibió el 6 de octubre. El mismo día recibió a un contralto con 15.000, lo cual, sin duda, demuestra que lo que el Cabildo compostelano tenía en cuenta al momento de fjar los salarios de los músicos era la valía de los mismos músicos.

Santiago Tafall1 dice que el maestro Durán murió en 1529. No he encontrado la base para esa afrmación, pues las actas capitulares no hablan de eso. La última vez que lo mencionan es el 19 de abril de 1529, en que el Cabildo acordó darle 12 ducados de oro para los mozos de coro. Luego ya nos encontramos, el 9 de agosto del mismo año, que se encarga a dos canónigos para que “hablen con el cantor e maestro de capilla que agora vino e se concierten con él sobre el salario que se le ha de dar”. Se trata de Alonso Ordóñez, hermano de Pedro Ordóñez, también maestro de capilla. En 1536 aún seguía el maestro en Santiago. Lo sabemos por el acta capitular de 5 de enero, en que el Cabildo acordó darle 6.000 maravedises. “por razón del gasto que hizo la noche e día de Navidad en el regocijo de la dicha festa del Nascimiento de Nuestro Señor”. Luego se fue a Palencia, sin que sepamos cuándo. Las actas de Palencia tampoco ayudan para aclarar la fecha exacta del cambio, pues en esta catedral faltan las de 1531 a 1540. A comienzos de 1541 ya estaba en Palencia, donde murió el 18 de julio de 1551.

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Le sucedió, el 17 de julio del mismo año 1536, Francisco de Logroño, a quien se puede considerar ya como el “maestro de capilla completamente tal y según el concepto que que- daría defnitivo”. Dos hechos nos autorizan a esta afrmación: en primer lugar el salario con que fue recibido: 60.000 maravedises anuales, cantidad mucho mayor que la adjudicada a

cualquiera de sus predecesores; y luego el hecho de que las actas, al nombrarle, ya incluyen Calo López José las condiciones del servicio; condiciones que, con las inevitables variaciones y ajustes, se mantendrían durante siglos. Son muy largas, por lo que me limitaré a resumirlas, copiando entre comillas algún que otro párrafo que me parezca más importante: El maestro, pues, debía venir a la catedral a cantar todos los días a la misa mayor cuando se cantase en canto de órgano o polifonía; y los días que no hubiese procesión y misa en canto de órgano debía dar lección a todos los benefciados, así canónigos como racione- ros, que quisiesen aprender, y a los mozos de coro, en el lugar que para ello le diputase el Cabildo; y esos mismos días debía dar otra hora de lección a la hora de vísperas; Debía venir a coro todo los domingos a la misa mayor, y en las festas de seis capas a las primeras y segundas vísperas y a misa, para cantarlas en canto de órgano “con los otros músicos que en la capilla hubiese, como se ha acostumbrado”. Lo mismo los sábados y vísperas de Nuestra Señora, a la Salve que se decía ante la ima- gen de Nuestra Señora la Preñada, “y cantarla con la capilla, como se acostumbra hacer”. Deben (sic, el acta habla en plural, en este número como en otros sin duda entendiendo al maestro como todos los cantores de la capilla) venir a los maitines de la noche de Navidad “y los cantes y regocijen con los otros músicos de la capilla cuanto mejor puedan, conforme a la festividad que es, como siempre en esta santa iglesia se hizo y se acostumbró hacer”. “Item, que sea obligado a proveer los ofcios de la Semana Santa, e especialmente las lamentaciones y pasiones y ben[di]ción del cirio, para que se digan como convendrá a la honra y autoridad desta santa iglesia”. Debía venir a todas las procesiones que se celebrasen en la catedral en que se dijese la letanía, y en las procesiones solemnes mitradas debía venir y “hacer decir los motetes, como se ha acostumbrado, con los otros músicos de la dicha capilla”. Lo mismo respecto a la asistencia a las vigilias y entierros de los canónigos, y “cantar la vigilia, misa y responso en canto e órgano”. Aún por otros dos conceptos fue Logroño el primer maestro de capilla en la plenitud del término: porque el Cabildo le hizo luego canónigo, como serían sus sucesores sacerdotes durante mucho tiempo, y porque a su muerte se pusieron edictos –la primera vez que esto sucedió, pues antes se buscaba al maestro por otros medios–. No se conserva (o al menos yo no he logrado encontrarla) referencia directa a este hecho: Logroño murió, a lo que pa- rece, a fnes de 1570 o en los comienzos de enero de 1571, después de una enfermedad, que parece haber sido larga2 ; en las actas siguientes no se encuentra referencia alguna a la promulgación de edictos para buscarle sucesor; pero el 30 de abril de ese mismo año acordó el Cabildo prorrogar hasta el 30 de junio los edictos a la canonjía de maestro de capilla, “que al presente está vaca”, y que se cumplían ese día. Los sucesores de Ordóñez en el magisterio de capilla fueron Francisco Velasco (1571- 1578), Andrés de Villalar (1579-1583) y Pedro, o Pero, Yáñez, o “Periáñez” (1583-1613)3.

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La catedral de Santiago siempre se distinguió por un modernismo en la música que, en ocasiones llega a ser llamativo. Por ejemplo en lo de las celebraciones de la noche y día de Navidad, que aparecen codifcadas ya desde los primeros decenios del siglo XVI. Pero aún es más claro, a este respecto, lo que sucedió con la admisión de ministriles o instrumentistas en las funciones diarias de la catedral: en esto la catedral de Santiago verdaderamente se José López Calo López José anticipó a su tiempo, pues los admitió antes que casi ninguna otra de España, puesto que sólo la superó, que yo sepa, la de Plasencia, que ya los incorporó dos años antes que la de Santiago. Quizá en alguna otra catedral que no haya estudiado hayan sido admitidos antes de esas fechas, pero, si lo fueron, sus documentos no han sido publicados todavía… En Santiago, pues, fueron admitidos ofcialmente el 27 de febrero de 1539: se trataba del cuarteo instrumental completo: un sacabuche contrabajo, un tiple, un contralto y un tenor; el primero parece que era el jefe o director, pues el acta lo coloca en primer lugar, saltando el orden lógico de la lista de instrumentos, y además le asigna un salario mayor, 18.000 maravedises anuales, mientras que el tiple tendría 17.000 y tanto el contralto como el tenor tendrían sólo 15.000 cada uno. La misma acta de su recibimiento añade que el sueldo les debía correr desde comienzos de ese mes de febrero de 1539, pues fue entonces cuando empezaron a servir. Desgraciadamente, casi ninguna música de la que se cantaba en la catedral de Santiago en el siglo XVI se nos ha conservado. Tan sólo unos Kyries y un himno Vexilla Regis, que Tafall (pág. 74) atribuye, con todo fundamento, a Alonso Ordóñez, y dos responsorios de difuntos. Libera me y Subvenite, que atribuye (pág. 79) a Francisco de Logroño. Estos dos últimos han sido publicados recientemente, transcritos por Nemesio García Carril4, quien los presenta anónimos.

NOTAS 2 Se deduce todo esto del acta también por motivo de su enferme- del 15 de enero de ese año en 1571 dad. 1 Santiago Tafall: La Capilla en la que se dice que el canónigo 3 Tafall, op. cit., 80-82. de Música de la Catedral de San- maestro de capilla Francisco de Lo- 4 Joám Trillo y Carlos Villa- tiago. Notas históricas, Discurso groño “murió pobre y en servicio nueva, Polifonía Sacra Galega, I, de ingreso en la Real Academia Ga- desta santa iglesia” y que, por tan- Sada, La Coruña, 1982. llega, Boletín de la Real Acade- to, no podía haber cobrado ciertas mia Gallega, 26, 1931, págs. 4ss. distribuciones que le correspondían Véase sobre todo pág. 53. del segundo semestre de 1570,

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DOI: https://doi.org/10.15304/qui.19.7327

“VINO LA NOCHE CLARA, TURBIA DE PLATA MALA”: MUSEOS Y COVID-191

Mikel Asensio Brouard Universidad Autónoma de Madrid

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1020-5486

Lockdown2 rios. La inmensa mayoría del trabajo técnico pasó El pasado junio se celebró la reunión anual de a realizarse mediante teletrabajo. Para la mayoría la alianza estadounidense de museos, bajo el lema de los museos, incluso del sector público, la falta “radical reimagining, reinspire, rebuild, reengage, de ingresos supone un desastre que afectará al reconnect”. Estas jornadas anuales, infuyentes desarrollo de actividades sustanciales, incluidas y multitudinarias, constituyen una oportunidad la seguridad y la conservación, de las que ya se única para comprobar el momento vectorial del han informado algunos episodios desagradables, sector (para los seguidores de Big Bang Theory, velados por la necesaria discreción profesional. aclararé que, aunque asumamos como paradig- El trabajo que exponemos es una refexión so- ma la cuántica gravitacional, máxime tras el nobel bre nuestra colaboración con varios museos que de Roger Penrose, tenemos la impresión de que se citan en el texto. La perspectiva metodológica estas reuniones son newtonianas, analógicas y sería la de una “evaluación participativa”, un en- con rozamiento). Este año, a pesar del sonido de foque más reciente y amplio que el de valoración la música políticamente correcta, se notaron más exclusivamente a partir de las nociones de conta- las lagrimas que las sonrisas, no solo no pudi- bilidad y control (Alkin y Christie 2004; Christie y mos ver a las amistades, conocer nuevos cole- Alkin 2008; Chouinard 2013). Las apreciaciones gas y profesionales, ver las novedades técnicas y están basadas en observaciones concretas, pero, las demostraciones de productos, los estands de por respeto a la labor desarrollada por museos las empresas, las instituciones y las universida- e instituciones, hemos renunciado a recoger los des, participar en las discusiones de los comités, nombres de los que han desarrollado las acciones y escuchar algunas conferencias de los nuevos que se comentan de manera crítica. Por tanto en bendecidos políticamente más correctos de la ocasiones pueden resultar opiniones gratuitas no profesión. Este año todo se celebró en formato fundamentadas. En cualquier caso, avanzamos no presencial y pongo este ejemplo, que muchos que es un artículo de opinión y que, por tanto, pueden considerar banal, para refexionar juntos es totalmente subjetivo. sobre lo que perdemos al pasar de un formato El primer resultado valorable de aquellos días presencial a uno no presencial. Incluso los que es que la actividad durante el lockdown fue, en trabajamos en museos, que apenas solemos salir conjunto, escasa, en proporción al potencial hu- del huerto de lo material, y santifcamos el objeto mano e institucional. Si bien es cierto que se pue- y sus signifcantes, no llegamos a ser del todo den documentar referencias de museos que reali- conscientes del cambio de escenario que supone zaron acciones signifcativas, la mayoría de estas la dimensión digital. propuestas venían más de los departamentos de Nuestro Comité Internacional de Museos de comunicación, que de los departamentos de in- UNESCO estima que el confnamiento supuso vestigación, conservación o programas públicos o el cierre de más del 90% de los más de 60.000 educativos, y eran más declaraciones motivacio- museos del mundo, manteniendo los servicios mí- nales y de presencia que realmente propuestas nimos de seguridad, limpieza y conservación. Se alternativas de funcionamiento institucional. Por suspendieron todas las actividades expositivas, los ejemplo, la consigna general para las exposiciones programas públicos y educativos, eventos y acti- temporales fue el bloqueo, entendiéndose una vidades, tanto para visitantes como con los usua- prórroga automática de los permisos, gestionán-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 383-391 384 “Vino la noche clara, turbia de plata mala”: museos y covid-19 a redes o a sus webs que ya tenían diseñados en versiones analógicas. No hay que menoscabar es- tas acciones porque llenaron una cantidad nada desdeñable de espacios en los medios, que supu- so una inyección de imagen para sus centros. Y tampoco es baladí que proporcionaran experien- cias en un momento de desconcierto social en el que eran bienvenidas. Sin embargo, muchos de estas propuestas adolecieron de una adecuación Mikel Asensio Brouard Asensio Mikel real al formato y al escenario digial, ya que es- taban pensadas para formar parte de talleres o Fig. 1. Resources & Information for the Museum Field de la AAM (Fuente: https://www.aam-us.org/programs/about-mu- visitas presenciales. Pudimos observar varias que seums/covid-19-resources-information-for-the-museum-feld/) se desdibujaban al aparecer aisladas y sin la di- namización adecuada de mediadores experimen- tados, por ejemplo, materiales de juegos simples que además eran de muy difícil interpretación de manera aislada por los potenciales usuarios o bien que transmitían unos valores distorsionados y diferentes del sentido que tenían en analógico. Como ejemplo de los miles de los mensajes motivadores políticamente correctos podemos citar el de Beryl Ondiek (ICOM 2020), directora de los Museos Nacionales de las Seychelles, quien declaraba “Los museos pueden servirse de todas las colecciones y la información que tenemos, y transmitir nuestro patrimonio cultural y natural a las comunidades a través de Internet con el fn de levantar el ánimo y mantener a todo el mundo conectado”. Lo cuál no deja de ser una obviedad y un brindis al sol, sin ningún viso de orientación propositiva. Fig. 2. Un programa participativo del Museo y Parque Arqueo- Un formato especialmente repetido en las lógico Cueva Pintada (Gran Canaria), de diálogos transversales entre piezas de la colección (cartel y viñeta de la actividad) redes sociales fue el de subir imágenes entresa- cadas de las colecciones y pedir a los visitantes dose automáticamente las prórrogas de los segu- que les enviaran pequeños relatos o historias. Las ros, y quedando las piezas prisioneras hasta que propias redes mostraron la difcultad de ir más la desescalada permitió su devolución. allá de un etiquetado simple y que los índices de participación eran muy modestos. No obstante, El segundo gran resultado del cierre ha sido seríamos injustos si no reconociéramos que algu- un intento de compensar la inactividad con un nos de estos programas sí estaban profundamen- aumento de la presencia en redes sociales y a te trabajados, adecuadamente argumentados y través de sus webs y correo electrónico. Sin que pensados a las condiciones de no presencialidad pretendamos que esto sea un demérito, hay que y a los diferentes formatos digitales. Nosotros reconocer, sin embargo, que una gran parte de mismos pusimos en marcha alguna de estas ini- instituciones no realizaron una actividad realmen- ciativas en los museos con los que colaboramos te signifcativa en estos formatos durante ese con resultados también modestos. periodo. Y a su vez, de las que sí se movieron, El tercer gran resultado ha sido la intención de la mayoría se limitaron a realizar propuestas bas- compensar el cierre con “visitas virtuales”. Bajo tante superfciales, por ejemplo, subir materiales esta etiqueta encontramos un conjunto muy am-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 383-391 “Vino la noche clara, turbia de plata mala”: museos y covid-19 385 plio de formatos de experiencia, muy diferentes museos que ofrecían “visitas virtuales” cuando entre sí y que, aunque tengan muy poco que ver en realidad tenían repositorios de fchas de pie- con lo que sería un museo virtual (Asensio et al. zas, fuentes, éxitos de pieza o fotografía, muchos 2011), comparten la idea básica de proporcionar diseñados para otras fnalidades y que resulta- al usuario una experiencia sobre las colecciones ban una base de datos descriptiva sin narrativa del museo dispuestas mediante algún sistema alguna. de navegación digital, no siempre muy amable Finalmente, y aunque tampoco se han diseña- y accesible. do para este periodo concreto, algunos museos

Un tipo de recursos han sido los basados en están promocionando sus audio-guías, signo- Brouard Asensio Mikel fotos a 360º, montadas en algún software de guías, guías interactivas o multimedia. No es éste navegación, o fotos tipo Street View, o incluso el lugar para hacer una revisión de este tipo de render 3D, pero, independientemente del sopor- herramientas, cuya mayoría no dejan claro si son te máquina, el efecto termina siendo una nave- herramientas de apoyo a la visita o alternativas a gación por las salas reales de la exposición per- la misma, pero que sería conveniente someter a manente donde poder apreciar las obras. Pocas una evaluación más detenida para comprobar su veces estas visitas recogen un audio, y algunos efcacia, lo que realmente aportan, y comprobar tienen puntos informativos que, al pinchar, am- que no producen efectos perversos como el de- plían la foto de la obra o aparece un pequeño tectado de disuasión de visitas potenciales. texto con información complementaria. Más adelante volveremos sobre el plantea- Otro tipo es sin más un formato audiovisual, miento museológico de estos recursos. Durante que puede variar desde calidades cercanas al el cierre, muchos profesionales de museos han documental a pequeñas píldoras cortas, entre- desarrollado una considerable labor técnica que sacadas generalmente de videos comunicados o sin duda hay que poner en valor. Aquí estamos noticias cubiertas por televisiones. Relativamente comentando solamente los temas que tienen que similares resultaban los videos con entrevistas a ver con la imagen pública de la institución y las expertos o personajes conocidos que eran igual- políticas de acceso a las exposiciones, es decir mente subidos a redes o a la web. los aspectos que tienen que ver con los públicos, Durante el cierre apareció también el formato visitantes y usuarios. de presentación (keynote o power point) locu- tados por expertos, generalmente académicos El reto de las reaperturas que glosaban un aspecto relacionado con obras Tras el cierre, los museos fueron considera- concretas o temáticas relacionadas con las co- dos como un icono social de nueva reactivación lecciones. Estas conferencias eran subidas a las progresiva y, de hecho, fueron escogidos explíci- páginas web institucionales y anunciadas por tamente como un signo de normalidad social y correo electrónico y redes sociales. turística, instándoles a abrir en fases muy tempra- Durante el periodo de cierre no ha habido nas de recuperación de la normalidad. Se partía tiempo real de montar verdaderas visitas virtuales del convencimiento de que los museos son un o visitas de realidad aumentada, o herramientas elemento importante de una sociedad al menos multimedia interactivas con sistemas de navega- desde una triple perspectiva: por su aportación ción más complejas, historias más elaboradas e social como una parte sustancial de la salud pú- información creada al servicio del formato digi- blica y psicológica; por su importancia socio-eco- tal (y no tomado, prácticamente sin adecuación, nómica dentro del tercer sector, como generador de la información descriptiva de catálogo o de de proyectos; y como un referente de la actividad folleto de la institución). Pero obviamente los cultural, educativa y turística. Países como Ale- escasos museos que ya disponían de este tipo mania o Italia se plantearon abrir los museos con de herramientas han podido, no solo ponerlas a prioridad frente a otros espacios como, por ejem- disposición de los públicos, sino hacer un alarde plo, los lugares de culto o los centros educativos, comunicativo real de su potencial en los medios y mucho antes que otros espacios de la cultura, digitales. Y también ha habido alardes fcticios, como los conciertos. Sin embargo, en compara-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 383-391 386 “Vino la noche clara, turbia de plata mala”: museos y covid-19 ción con teatros o cines, los museos presenta- restringidas y ampliándolo secuencialmente en ban una mayor complejidad en cuanto al control la fase 3. de aforo, al no tratarse de espacios asignados y La ventaja innegable de los museos es que, ubicaciones fácilmente controlables a través de por sus propias características, son espacios que orientaciones que supongan porcentaje de aforo. se prestan con cierta facilidad para una visita con- El panorama general de reapertura se desarrolló trolada, en los que resulta posible precisar proce- de manera bastante desestructurada. Las institucio- sos de carga máxima, una acogida secuencial y nes profesionales internacionales sacaron comuni- controlada, una progresión de los recorridos, un

Mikel Asensio Brouard Asensio Mikel cados con orientaciones de medidas (los ya citados control de la velocidad y de alternativas para los ICOM o AAM, y otros comités o asociaciones como reagrupamientos, y una previsión de las inciden- el IPCE, ICOMOS, o nuestra VSA3). Algunas institu- cias. Pero este control precisa de un plan previo ciones gestoras de las que dependían los museos adaptado a cada centro y a sus características. tardaron considerablemente en informar de planes Algunos centros tienen también estudios sobre de reapertura, lo que motivó que algunos museos sus audiencias y evaluaciones sobre el funciona- desarrollaran sus propios planes técnicos. Siendo miento de la institución y del funcionamiento de el confnamiento la fase 0, los museos fueron pro- los visitantes en sus espacios expositivos, una he- gramados para reabrir en la fase 1. Sin embargo, rramienta muy valiosa en estos momentos. debido a la falta de un plan claro de actuación, la Algunas instituciones incluyeron el control de mayoría de ellos retrasaron su reapertura a la fase temperatura en el acceso, alfombrillas de desin- 2, incluso algunos a la fase 3. fección o tapetes para los zapatos. En casos pun- El aterrizaje del propio decreto en la fase 1 tuales se informó de la intención de colocar arcos promovía una serie de medidas que mezclaban desinfectantes o nebulizadores en los accesos con los temas sanitarios evidentes y generales con diferentes soluciones, a pesar de la existencia de temas más complejos de gestión de personal, de dudas sobre su uso con personas. También se colecciones, de público y de programas. A las notifcaron algunos excesos de celo en la des- obvias de distancia, autoprotección y limpieza, infección de ciertos espacios que podía afectar sugería adecuaciones de los sistemas de reserva a las colecciones, para lo que los conservadores y horarios, espacios de acogida, recorridos, aforos tuvieron que actuar rápidamente en la dirección inicialmente al 33% y luego al 50%, y el cierre adecuada. de consignas, todo tipo de materiales táctiles, y La reserva en línea de los horarios ha tenido las visitas grupales que no fueran unidades de también efectos positivos de distribución de los convivencia. públicos entre los bloques horarios evitando la Era obvio que los museos debían respetar las clásica aglomeración de público en las horas pun- condiciones sanitarias y laborales, pero además ta. El pago en línea también facilita la acogida, era notoria la falta de planes de centro específcos aunque muchos centros propusieron la gratuidad que aterrizaran las indicaciones, resolvieran las para compensar al cliente los recortes de oferta dudas, nombraran responsables y evaluaran las y como incentivo para animar de nuevo la vida adecuaciones. cultural, de hecho, esta necesidad vital de mante- Por nuestra parte asesoramos a varias redes ner activa la curiosidad intelectual de la sociedad de centros que, en la fase 0, se ocuparan en como uno de los motivos básicos de la reapertura teletrabajo de la redacción de un “Plan gene- de los museos, un objetivo que no suele ocupar ral de Reapertura”, general para todos los cen- un puesto resaliente cuando se habla de los mu- tros, mientras que en la fase 1 se adecuaran en seos si lo comparamos con los habituales referi- semipresencial los “Plan de Centro” para cada dos a la conservación del patrimonio. institución, que incluyera la gestión de personal, El primer reto para la reapertura al público, en de funciones, de adecuaciones del centro, de opinión unánime entre los expertos, era conse- públicos y de programas; dejando la reapertura guir un recorrido lineal secuencial, sin disyuntivas para una reincorporación progresiva en fase 2, de recorrido, y sin retornos, de manera que no se comenzando con un plan piloto con cargas muy cruzaran los fujos y fuera más fácil controlar las

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 383-391 “Vino la noche clara, turbia de plata mala”: museos y covid-19 387 cargas. Algunos espacios expositivos permitían esta adecuación, aunque supusiera un alarde de imaginación y el cambio de hábitos, pero en otros suponía el sacrifcio de ciertas áreas. Por ejemplo, en la Casa Colón de Gran Ca- naria, tuvimos la oportunidad de trabajar con los técnicos un recorrido alternativo que supo- nía cambiar radicalmente el recorrido habitual.

El museo utiliza tres patios históricos del edifcio Brouard Asensio Mikel como distribuidores naturales de los trayectos, lo que genera una visita fexible con sucesivas en- Fig. 3. Casa Colón de Las Palmas de Gran Canaria tradas y salidas a los mismos espacios comunes. (foto tomada de un video del Cabildo de Gran Canaria) Por placentero que resulta esta opción, había que buscar una alternativa donde no se cruzaran los fujos, lo cuál se consiguió con unas pocas cintas para marcar un recorrido por la exposición per- manente, los servicios y las temporales, saliendo por la tienda. No siempre podemos conseguir estos resultados porque los espacios, pueden ser muy pequeños y retorcidos. Bien es cierto que, en los museos pequeños, la presión de públicos es a su vez reducida y permite adaptarse a unos ritmos con menos presiones de carga. Una certeza que conocemos de las evaluacio- nes realizadas es que los recorridos fjos no son del gusto de muchos visitantes (especialmente los más expertos). Por ello, era muy importante explicar a los públicos el sentido del conjunto de medidas propuestas. También sabemos desde hace años que las señaléticas suelen ser muy poco efcaces y estéticamente muy intrusivas, por tanto, había que buscar alternativas discretas y efectivas. Cada espacio expositivo debería especifcar las adecuaciones en base a los manipulativos, inte- ractivos, audiovisuales o 3D presentes en las sa- las. Así como los programas públicos y educativos que es posible desarrollar. Aún considerando la Fig. 4. Zona de acogida del Museo y Parque Arqueológico escasa demanda por la carencia de grupos, es im- Cueva Pintada (Gran Canaria) portante valorar qué tipo de experiencias pueden (Fotos propiedad del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada) aportar valor añadido a las visitas, constituyendo un plus de calidad para determinados públicos. vez la zona de cierre, sumándose las funcionalida- Algunos centros destacaban la oportunidad de des, y también habitualmente suele ser una zona desarrollar visitas “tranquilas” o visitas guiadas de acceso a servicios. Es también el primer lugar por los conservadores o expertos sobre la base donde se controla la carga y el fujo de acceso, de aplicaciones de ‘aprendizaje móvil’ (Asensio por tanto, era preciso diseñar espacios versátiles 2017). que permitieran la derivación y la espera. En la Uno de los puntos confictivos era sin duda la imagen puede verse una solución de círculos de zona de acogida, que en muchos casos es a su acogida para los grupos de convivencia, mientras

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 383-391 388 “Vino la noche clara, turbia de plata mala”: museos y covid-19 arrancaban visitas guiadas reducidas mantenien- sofsta para enmascarar que el ojo crítico nunca do la distancia. es bienvenido). Es preciso formar al personal de atención al Otros museos, los menos, están trabajando público sobre como desenvolverse y cómo reac- para compensar la cantidad con calidad, repro- cionar en diferentes supuestos de aglomeracio- gramando y re-evaluando las perspectivas. Los nes, confictos o emergencias. museos han vuelto la mirada a los públicos lo- cales (que muchos tenían olvidados). Con una Otro reto sustancial de gestión de los públicos oferta que, también en el mejor de los casos, se eran el cálculo y el control de las cargas. La mayor

Mikel Asensio Brouard Asensio Mikel ha orientado hacia la revitalización de sectores parte de los museos las calculan sobre los metros de la cultura muy golpeados por la crisis de la cuadrados y tipos de espacios. Sin embargo, esto pandemia, como las artes escénicas, la música o da una medida estática de los públicos que no la artesanía, convirtiendo las salas expositivas en tiene en cuenta ni los fujos ni las diferentes ve- escenarios reales o digitales de desarrollo de ac- locidades de los visitantes. Una exposición es un ciones culturales transversales, interdisciplinares, espacio dinámico muy diferente de un teatro o multimodales y polisémicas. un concierto, por lo que se necesitan modelos más predictivos del comportamiento real habitual Estas programaciones culturales, lo mismo que de los públicos en dichos espacios. Una vez más la conciencia social que comentábamos más arri- los espacios que disponían previamente de eva- ba esperemos que hayan venido para quedarse y luaciones de público en sus espacios expositivos no se pierdan tras la pandemia, porque sin duda tuvieron una enorme ventaja. No obstante, la li- suponen una mejora en el planteamiento global teratura científca también da pautas para hacer del museo como institución. estos cálculos de manera estimativa, a través del Sin embargo, este periodo ha traído también número de unidades expositivas en cada espacio y unas prácticas menos deseables. de las velocidades medias aportadas por los meta- En primer lugar, este periodo hubiera sido ideal análisis de observaciones de públicos (Asensio et para realizar una profunda refexión del plantea- al. 2017). Estos cálculos dan un índice dinámico miento museal actual de la institución o de la red de ocupación que predicen con exactitud el arco institucional. Sin embargo, todo apunta a que la de visitantes que podemos gestionar en concreto mayor parte de las instituciones no están aprove- en un espacio determinado. Por supuesto, esta chando esta oportunidad. Por ejemplo, el parón estimación deberá ser monitorizada y evaluada. de los programas públicos y educativos hubiera Finalmente, los planes de centro deberían in- sido una ocasión en la que al menos los departa- cluir y coordinar los planes de personal, los planes mentos correspondientes deberían haber realiza- de conservación, de seguridad, emergencia y eva- do una albor de análisis racional sobre el mapa de luación, de gestión económica, así como sistemas la oferta actual, sus públicos cautivos y latentes, de evaluación y seguimiento de las propuestas. cuáles son sus públicos potenciales, orientados o comprometidos, y cuáles los ausentes que no están captando; podríamos estar asistiendo a re- El peligro del retorno a la vieja normalidad modelación de los espacios o incluso un re-diseño Actualmente inmersos en la segunda ola, es de materiales y recursos (aprovechando las par- pronto aún ver el fnal de esta situación y sus po- tidas ya presupuestadas y que no se han podido sibles derivaciones. Sospechamos (digámoslo así) gastar por el cierre). En este ámbito concreto de que los más de los centros están atrincherados la oferta de programas públicos y educativos la en las actuales propuestas de mínimos, con una inmensa mayoría están externalizados y va a ser escasa demanda desde las sociedad, plasmada, complicado volver a conseguir el mismo grado de pero no solo, en la escasez de públicos, y una idoneidad a corto plazo, lo cuál redundará en el superfcial exigencia desde las administraciones deterioro estructural del sector producido en las que los soportan, dada la opinión generalizada últimas dos décadas (no me refero a la calidad de que la crítica no es apropiada en este momen- de los programas sino del planteamiento de ges- to porque no es empática (un viejo argumento tión de programas, aunque sin duda lo primero

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 383-391 “Vino la noche clara, turbia de plata mala”: museos y covid-19 389 también se ve afectado por esta precariedad, la tienen una obsolescencia alarmante). Un silencio superfcialidad y la improvisación). clamoroso sobre este tipo de recursos es la falta de En segundo lugar, ya lo insinuábamos más evaluaciones rigurosas que justifquen las bondades que les presuponen los que controlan sus benefcios arriba, el periodo ha sido prolífco en ejemplos (Asensio et al. 2018). de banalización de la actividad de los museos. La improvisación de acciones de comunicación ha Y, por último, desde nuestra perspectiva lo más estado inducida sin duda por la necesidad de los preocupante, este periodo ha supuesto un retro- gestores de producir mensajes casi a cualquier ceso sustancial en la mentalidad de museo. En los precio. La consecuencia ha sido un descenso en últimos cien años, hemos asistido a un progreso Brouard Asensio Mikel el necesario rigor disciplinar y patrimonial. Se han sostenido desde una concepción de museo tra- subido a las redes, se han colgado en las webs dicional, contemplativo y descriptivo, hacia unas o incluso se han desarrollado en sala, materiales, concepciones cada vez más, primero explicativas, actividades o comentarios vacíos e improvisados. luego narrativas y, más modernamente, participa- Por ejemplo podríamos citar ciertas tendencias tivas (Asensio & Pol 2017). La pandemia debería como la de confundir en los recursos educativos haber supuesto una consolidación de la participa- o de interpretación la legítima utilización de es- ción, y así podría parecer en una primera lectura trategias de gamifcación y los llamados serious superfcial del supuesto aumento de oferta en games con episodios lúdicos superfciales; otra redes o en internet, pero esta es una lectura muy ha sido la de colgar conexiones con recursos superfcial de la participación. Si analizamos los textuales o audiovisuales de poco rigor científco materiales y las actividades desarrolladas, observa- o patrimonial; y por último, en aras también a remos una tendencia a una didáctica tradicional, mantenerse en plano de actualidad, se han traí- contemplativa y disciplinar. El modelo comunica- do a colación noticias o discusiones mediáticas tivo es pasivo (por ejemplo, las supuestas visitas poco rigurosas a lomos de ese caballo desbocado virtuales que comentábamos más arriba, marcadas que constituyen los medios de divulgación sensa- como objeto de deseo por las autoridades museís- cionalista que lo mismo manipulan los datos de ticas, se han materializado en conferencias magis- fuentes científcas como se apoyan sin el menor trales sin transposición alguna, sin ninguna cone- rubor en ‘fake news’ o en las pseudociencias. xión al conocimiento de los receptores, sin ningún tipo de propuesta de refexión o de actividad por En tercer lugar, el periodo ha sido prolijo en la parte de los públicos y sin ninguna adaptabilidad entronización de las tecnologías digitales de la in- a la diversidad de la audiencia. formación, la comunicación y la interpretación. Me limitaré a recordar una vez más que la digitalización Evidentemente estos recursos pueden ser no necesariamente es sinónimo de innovación, ni perfectamente lícitos y serían más creíbles de de amejoramiento, ni, por supuesto, de efciencia no defender una vuelta a la caverna del elitis- o inclusión. Recordemos que la colocación desbo- mo, si vinieran acompañados de algún atisbo de cada de ordenadores no necesariamente mejoró la co-creación, de actividad colaborativa, de pro- interactividad de los manipulativos analógicos de puestas de participación, de refexiones para la los museos de ciencia, mientras que complicó sus- concienciar a los receptores, o de tener en cuenta tancialmente su sostenibilidad; o que muchas redes sus competencias. sociales no han conseguido mejorar la efcacia de Si el verdadero progreso pasa por el cambio las listas de distribución de correo electrónico que de mentalidad de los agentes, deberíamos espe- ya manejaban las instituciones; que la inversión en rar que la pandemia sea la ocasión, no solo para redes en términos de hora-persona es muchas veces aportar ocurrencias sobre propuestas novedosas, desmedida para los resultados obtenidos; o que las sin duda bienvenidas, sino sobre todo para fun- audioguías supuestamente modernas e interactivas damentar nuestras prácticas en verdaderos cam- siguen siendo un repositorio rígido y secuencial de bios conceptuales, que supongan entender mejor textos descriptivos, que apenas supone un avan- el papel de la sociedad en la puesta en valor del ce sobre un catálogo tradicional, excepto porque patrimonio, y el papel de liderazgo de los museos un libro mucho menos efímero (las tecnologías en ese derecho.

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NOTAS 2 Recogemos lockdown como gramas de apoyo y ayuda, así como un concepto, aplicado al periodo covid-19, interesante programa digital de acciones 1 El verso es de la “Casida de la mu- por eso respetamos la voz en inglés. de acompañamiento y formación: www. chacha dorada”, de Federico García Lorca, 3 La Visitor Studies Association pu- visitorestudies.org. Diván del Tamarit. Casidas, no. 8, 1936. blicó documentos, puso en marcha pro- Mikel Asensio Brouard Asensio Mikel

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QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 383-391 Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións RecensiónsRecensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións Recensións

RODRIGO DE MENDOZA. NOBLE Y COLECCIONISTA DEL RENACIMIENTO Estefanía Ferrer del Rio, Sílex Universidad-Historia, Madrid, 2020. 199 págs. ISBN 978-84-7737-583-8

Entre el 2019 y el 2020, se han publicado nu- y el espacio al protagonista de la presente obra; merosos trabajos que abordan la revuelta de las Infancia y juventud (1468-1489) (pp. 20-24), en el Germanías de Valencia con motivo de su V cen- que, a pesar de la carencia documental sobre sus tenario. Los estudios se han llevado a cabo des- primeros años, la Dra. Ferrer recopila los máximos de diferentes ramas del conocimiento: la historia, datos posibles sobre cómo se desarrolló –o pudo la historia del arte, la flología, etc. El libro que desarrollarse- su infancia y posterior adolescen- nos ocupa, escrito por Estefanía Ferrer del Rio, cia; El camino hacia la nobleza: la formación del además de estar en relación directa con dichas mayorazgo (1489-1492) (pp. 24-34), tema que, publicaciones a colación del aniversario, forma a pesar de que había sido tratado por otros inves- parte de la tesis doctoral de la autora. tigadores centrados en lo que al marquesado del Dicha tesis no abarca únicamente la biografía Cenete se refere (no tanto al personaje en cues- del I marqués del Cenete, Rodrigo Díaz de Vivar tión), es compilado y explicado extendidamente y Mendoza, sino que también ahonda en el aná- para comprender todos y cada uno de los detalles lisis, la identifcación y el estudio de su colección que envolvieron dicha formación del mayorazgo bibliográfca. Aunque esta obra sea un fragmen- y cuáles fueron los prolegómenos para convertir to, se muestra como una pieza completa capaz la progenie del cardenal de España en nobles de de ser entendida de forma aislada. La Dra. Ferrer alta alcurnia; Primeras nupcias (1492-ca. 1497): consigue crear una línea discursiva muy acertada, Leonor de la Cerda (pp. 34-43), capítulo en el así como de fácil lectura y comprensión. que, aún bajo el amparo de su progenitor, se acuerda un matrimonio con la hija única del du- La obra se divide en dos partes: aquella que que de Medinaceli, ofreciendo la investigadora presenta la más que llamativa vida de Rodrigo de todos los detalles preliminares a aquel enlace, la Mendoza en su conjunto, y la que nos muestra boda en sí y la posterior paternidad frustrada y algunos de los innumerables documentos que temprana viudedad; Sus primeros viajes a Italia han sido necesarios para dar luz a muchas de (1494-1500) (pp. 44-46), en donde se da a co- las lagunas bibliográfcas que, hasta el presente nocer un primer viaje a tierras italianas anterior estudio, tenía el noble de origen castellano, pero a los dos –ya conocidos- que realizó, en el mar- muy presente y relevante en sus últimos años en co de la I guerra de Nápoles; Segundas nupcias el ámbito del Reino de València. (1502): María de Fonseca (pp. 47-72), es, quizá, La primera parte del estudio está estructurada el capítulo más interesante a la par que ilustrativo, en Introducción (pp. 11-20), donde la investiga- pues la autora analiza pormenorizadamente todo dora contextualiza brevemente al lector sobre el lo que envolvió el amor que surgió entre María linaje de los Mendoza para ubicar en el tiempo de Fonseca y Rodrigo de Mendoza y las graves

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consecuencias que acarreó para ellos; Las etapas vestigación en torno a este llamativo y olvidado valencianas (1512-1514 y 1520-1523): la revuelta noble renacentista. de las Germanías (pp.72-96), parte en la que se Toda la lectura, en especial la del primer blo- detalla no solamente la relación de Rodrigo de que, está complementada por un sinfín de notas Mendoza con la ciudad valenciana sino también explicativas y/o que referencian las fuentes en las se especifca su implicación en dicho conficto; que se basa, lo que genera una lectura realmen- Mors repentina ab intestato (pp. 96-115),capí- te completa y enriquecedora. Del mismo modo, tulo en el que aborda todo lo que aconteció tras para complementar y apoyar gráfcamente los su muerte inesperada; Consecuencias legales de su segundo enlace (1594) (pp. 115-117), en el diferentes episodios del periplo vital del protago- que se tratan las consecuencias acaecidas a raíz nista, la autora incluye imágenes, en su mayoría de su segundo enlace y que todavía persistían, realizadas personalmente, además de un intere- sobre todo, a nivel legal para con sus herederos, sante estudio fotográfco comparativo (realizado a pesar de que habían trascurrido décadas desde con la ayuda del Dr. Gómez Lozano). Este estudio el óbito del protagonista; y, como conclusión, el busca esclarecer visualmente si Rodrigo de Men- Epílogo (pp. 118-120), donde la investigadora doza es el donante de la obra de Fernando de concluye con una refexión general sobre la fgu- Llanos, Nacimiento con donante, personaje que, ra del marqués y que ayuda al lector a acabar de hasta el momento, había sido asociado al em- comprender la poliédrica personalidad del noble. bajador Vich, y que la autora, junto al Dr. Ferrer Orts, contradice, dando a conocer al aristócrata Por otro lado, y no menos importante, ana- castellano como una de las fguras claves en la lizamos el segundo bloque del estudio, proba- llegada de los lenguajes renacentistas a Valencia. blemente el más interesante por lo novedoso e inédito, de la documentación histórica que tiene Sin duda, este estudio da relevancia a un per- relación con el objeto de estudio y que la au- sonaje poco conocido hasta ahora, Rodrigo de tora transcribe cuidadosamente. Consta de tres Mendoza, confeccionando una biografía real- apartados: Apéndice (pp. 123-125), siendo, en mente completa, apoyada siempre en la docu- este caso, una cronología detallada de Rodrigo de mentación estudiada por la autora, y publicada Mendoza; Textos y documentos (pp. 126-184), en un marco inmejorable: el V centenario de las con un total de veintidós textos que abordan di- Germanías de Valencia. versos aspectos referentes al marqués de Cenete y que amplían, en su defecto, lo aportado por la autora en la primera parte; y, en última instancia, Javier Martínez Marqués Bibliografía (pp. 185-199), donde la Dra. Ferrer ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2686-7449 aporta innumerables títulos empleados en su in- Universitat de València

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 397 CONSTRUYENDO PATRIMONIO. MECENAZGO Y PROMOCION ARTÍSTICA EN AMÉRICA Y ANDALUCÍA Guadalupe Romero Sánchez (Ed.), Universitat Jaume I, Publicacions de la Universitat Jaume I, Servei de Comunicació i Publicacions, Col.lecció: Biblioteca Potestas, 5, Castelló de la Plana, 2019. 219 págs. ISBN 978-84-17429-60-7

La historia del arte, como disciplina humanísti- relaciones artísticas. Sus líneas de investigación ca con una larga tradición científca, ha sabido ir son muy variadas pero, en este monográfco, se adaptándose con el paso del tiempo a las circuns- han interesado por cuatro aspectos singulares: el tancias sociales, ideológicas y culturales de cada patrocinio, el mecenazgo, el coleccionismo y la momento. En ese proceso, una de las líneas de promoción artística. La obra de arte se convierte trabajo que ha aportado resultados especialmen- en el objeto catalizador y mediador entre los más te sobresalientes es aquella en la que se plantea el diversos agentes de una sociedad –la americana estudio de las relaciones entre la península ibérica y la andaluza- que, según las circunstancias de y América a través de los testimonios artísticos cada momento, adoptaban un papel diferente: conservados. Su relevancia va más allá de la mera patronos, mecenas, coleccionistas o promotores. internacionalización de los resultados o la apertu- Diferentes roles que le permitían expresar a través ra metodológica de nuestras fronteras científcas de aquellas obras que promocionaban e impul- hacia un patrimonio tan rico y diverso como el saban sus valores, devociones, prácticas sociales procedente del encuentro entre estas dos culturas y desvelos. durante la Edad Moderna. Es también un camino El libro coordinado por Guadalupe Romero que ha permitido transitar desde el análisis histó- Sánchez se compone de un total de nueve estu- rico-artístico hacia análisis iconográfcos, socio- dios monográfcos realizados por investigadoras lógicos y culturales en los que el objeto artístico e investigadores de instituciones tales como las pasa de ser mero testimonio de un pasado, más o universidades de Extremadura, Jaume I de Caste- menos lejano, a convertirse en un documento fel, llón, Sevilla, Granada, Católica de Perú, Federal de múltiple y polivalente de las complejas relaciones Goias, Federal de Alfemas o de la institución The culturales que se establecieron entre dos mundos, Hispanic Society fo America Museum & Library. El muy distantes en el espacio, pero extraordinaria- contenido de cada uno de ellos es independiente mente cercanos al compartir un sustrato común. del resto de estudios y, sin embargo, conforman Además, como ocurre en la presente publicación, una estrecha red en la que podemos descubrir ese diálogo entre territorios culturales con íntimos el protagonismo de personajes tan signifcativos nexos y lazos permite adoptar diferentes ángulos como el marqués de Salinas, el conde de Villar- de aproximación que, en defnitiva, terminan por dompardo, los Moreno Beltrán-Cerrato o María completar ese complejo mapa de interacciones Manuela de Mori; también se puede rastrear la culturales que han transformado cada una de sus mirada de otros personajes como Pierre Verger o sociedades. analizar diversos aspectos de la actividad artística, A esta labor, ardua e ingente por el volumen tanto profesional como mercantil. de material que puede llegar a atesorarse, se Entre los primeros la fgura de don Fernando de ha dedicado con especial ahínco el grupo de Torres y Portugal y Mesía se nos desvela, a través investigación Andalucía-América. Patrimonio y del estudio de Inmaculada Rodríguez Moya, como

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un virrey preocupado por su labor edilicia, tal como creciente interés en el mercado norteamericano se demuestra con la fundación de Riobamba o la por obras de esta artista, desde la primera adqui- promoción de fortifcaciones como las de Callao en sión en 1912 hasta 2018. Lima, y, a la vez, como un noble interesado en el Un enfoque diferente es el que aporta Adriana engrandecimiento de su linaje a través de acciones Vidotte y Adailson José Rui en su estudio sobre los como la fundación de su capilla funeraria en Jaén. registros fotográfcos de Pierre Verger. Este francés Algo parecido ocurre con Luis de Velasco Sa- nacido en 1902 viajará por África y Brasil, don- linas, virrey de Nueva España y Perú, cuya labor de fallecerá 1996, desarrollará una intensa labor está asociada en Lima a la fgura de Francisco como fotógrafo, etnólogo, antropólogo e inves- Becerra. El marqués de Salinas, tal como demues- tigador que le llevará a visitar España durante la tra Yolanda Fernández Muñoz, se convierte en Segunda República, siendo un testigo excepcional el nexo de unión entre América y Extremadura. de la vida en Andalucía en 1935, con interesantes Hasta el punto de que en 1604 inaugurará la tomas de Granada o de barrios como el de Triana. mitad de la catedral limeña. Por último con una perspectiva más amplia Por su parte Ana Ruiz Gutiérrez nos presenta se han incluido los estudios del mercado escul- para su análisis la actividad de la familia Moreno tórico de Nueva Granada, realizado por Adrián Beltrán-Cerrato Ruiz de Castro. A partir de sus Contreras-Guerrero, y la labor de los imagineros ancestros, la autora nos presenta a diferentes en la Lima Virreinal de Diego Lévano Medina. En miembros de la familia motrileña como Agustín ambos casos la obra de arte recupera su condi- Moreno o Alonso Francisco Moreno. Buena par- ción de objeto sometido a las mismas pautas y te de su labor de munifcencia se realizará en la directrices de cualquier actividad profesional, a catedral metropolitana de México, en particular la que hay que añadir aquellos otros aspectos en la capilla de la Virgen de las Angustias. Gra- devocionales intrínsecos al arte religioso. cias a este trabajo se saca a la luz una parte de Resta por comentar el estudio de la editora de un relevante legado artístico que, a buen seguro, este volumen, dedicado a un amplio y porme- todavía nos permitirá contar con nuevas noticias. norizado estudio sobre las donaciones realizadas Una mención especial merece el estudio de en Granada por indianos retornados. Surgen así María del Castillo García Romero que introduce la los nombres de Damián Ruiz de Salazar, Petronila perspectiva de género al identifcar a doña María Carrillo, Daniel de Saavedra, Pedro Galera, Juan Manuela de Mori y Cosíos como una gran mece- Álvarez de la Vega, Luis Cortés de Puebla, José nas que supo desligarse de la fgura de su marido de Montalvo y Palma o Antonio Morcillo. Todos José de Mora y Romero. A pesar de su condi- ellos han ido perflando una geografía urbana de ción novohispana, al llegar a la península, tras Granada basada en el mecenazgo indiano. la muerte de su marido, acometió interesantes En resumen, se trata de una publicación nece- obras de mecenazgo como el dorado del retablo saria para entender este complejo mundo de las de la iglesia parroquial de Lebrija o los benefcios relaciones entre América y la península ibérica. concedidos al Convento de Santa María de Jesús. En espacial, para hacer visibles unas labores in- Esa circulación incesante entre un continente dividuales que, sin embargo, en todos los casos y otro, desde una perspectiva contemporánea, tenían algo de empeño colectivo a la hora de es la que descubrimos en el estudio de Hélène poner de manifesto a través del mecenazgo, el Fontoira y Cristina Domenech, dedicado a la patrocinio y el coleccionismo la afnidad cultural presencia de Luisa Roldán en las colecciones de entre dos territorios separados por un inmenso y Estados Unidos. Las autoras abordan el estudio proceloso océano. de varios grupos de la escultora sevillana en terra- Juan M. Monterroso Montero cota policromada, cuya belleza y delicada labor, ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6452-8937 es comparable con su calidad técnica y justifca el Universidade de Santiago de Compostela

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 399 PINTANDO AL CONVERSO. LA IMAGEN DEL MORISCO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA (1492-1614) Borja Franco Llopis y Francisco J. Moreno Díaz del Campo, Cátedra, Madrid, 2019. 479 págs. ISBN 978-84-376-4036-5

La necesidad de identifcación del morisco ideas parecen, en principio, más adaptables, más como persona antagónica del cristiano nuevo, moldeables al objetivo perseguido. Y la búsqueda fuerza la necesidad de unas señas identitarias que de estas señas es rastreada a través de los textos van encontrando su vehículo a través de diversos de autores como Lope, Cervantes, Calderón, Laso hitos que varían en el tiempo y entre los que el de Vega y Hurtado de Mendoza. de la vestimenta es sin duda uno de los más re- currentes, cambiando y transformándose según Pero no se ciñe exclusivamente a lo literario las urgencias de señalar en una u otra dirección este segundo bloque, pues en él tienen cabida a los supuestos enemigos (internos y externos) de capítulos tan interesantes como el de la vesti- un estado en construcción. menta, con sus códigos y costumbres y el de las celebraciones, ambos tan útiles para establecer En tres bloques se estructura el discurso. El primero nos introduce en la materia, su exten- las diferencias (en ambas direcciones) como para sión es considerablemente menor a la de los dos delatar, de manera más o menos velada, los orí- a los que precede, porque su objetivo es el de genes comunes. colocarnos en antecedentes y situarnos ante la Sobre una muy concisa selección de imágenes problemática que supone enfrentarnos a la arti- se nos muestra la difcultad histórica de estruc- culación de una idea y su visualización formal. Las turar un discurso, que va transformándose en el referencias eruditas que rastrean los autores de tiempo, y que persigue la elaboración de esas se- manera sistemática y exhaustiva, podemos decir ñas para la identifcación visual de una idea: la del que recogiendo prácticamente todos los estudios otro. El análisis de los relieves de Felipe Bigarny publicados al respecto —lo que es una constante (ca.1521) con el tema del bautismo de los moris- a lo largo de toda la obra—, se hace más presen- te, si cabe, en esta primera parte. cos, en la Capilla Real de Granada; y los lienzos con el de la expulsión de los moriscos atribuidos La forja de esa imagen que busca diferenciar a Vicente Mestre y a Pere Oromig (ca.1614), de lo indiferenciable, se estructura a través de la li- la Fundación Bancaja, conforman el eje sobre el teratura y de las representaciones visuales —pin- que gravita el discurso de la representación de lo tura y escultura fundamentalmente—. Tal vez la morisco, presente a lo largo de todo el estudio, literatura, la que conforma la segunda parte, sea la que más fácil lo ha tenido en el tiempo, pues aunque se concentra en la tercera parte de la a través de los textos, los diferentes autores han obra. Entre las deliberaciones en torno a los lien- recreado y construido unos modelos cuya plas- zos con el tema de la expulsión de los moriscos mación táctil es menos física y tal vez innecesa- queda la siguiente refexión que nos sirve para ria, pero que ha servido perfectamente para la recoger el hilo conductor del discurso que trans- identifcación de los contrarios. Los instrumentos curre a través de estas cuatrocientas setenta y con los que cuenta el lenguaje para modelar las nueve páginas:

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Se estaba “etnizando” al morisco con la manipulaciones. Los actos de barbarie descritos intensifcación de la diferencia, para señalarlo en la revuelta de las alpujarras no serían obra de como cuerpo extraño de la sociedad y, así justifcar los moriscos, sino de los venidos de fuera: turcos su expulsión. y berberiscos. No obstante, de esta forma, la idea Y pocas líneas más adelante se concluye, de invasión cobra también mayor cuerpo. Con el color de la piel y los trajes se hace a los Y como conclusión. El estudio que partía de moriscos más musulmanes y a los cristianos más una pregunta, también acaba con ella; la de si, en defnitiva, es o ha sido posible pintar al con- cristianos. verso, es decir, representar una idea, la idea del La carencia de elementos para poder esta- converso. Y tal afrmación pueda parecer un tan- blecer diferencias tangibles que se demuestran to ingenua como premisa en la historia del arte, imposibles, la evidencian las palabras recogidas pues es la misma que a fn de cuentas ha servido del que fuera obispo de Barcelona y maestro in- y sirve para representar cualquier otra idea, sea quisidor Martín García a fnales del siglo XV, para de la naturaleza que sea. Pero no lo es, pues la quien los moriscos eran hispanos compatriotas, pregunta alcanza la respuesta buscada, es decir, nacidos entre los propios españoles: es decir sin la de los instrumentos empleados para la identif- diferencia alguna. cación de esa realidad inmaterial, la del morisco, Las revueltas alpujarreñas suponen el punto la del cristiano nuevo, la del cristiano viejo, toda fnal para la constatación de un modelo de so- vez que no existen realidades tangibles o instru- ciedad con la expulsión del contrario: quien no es mentos raciales que los identifquen. como yo, no pertenece a esta sociedad que me Son por supuesto bastante más complejos los identifca como parte del grupo, es por lo tanto discursos que en esta escueta reseña se han se- extranjero, invasor. Es algo que venimos viendo, ñalado. No se trata de un estudio cerrado, sino, al desgraciadamente, en nuestro día a día, situando contrario, de una puerta que permanece abierta las refexiones del presente estudio en primera a esa nueva mirada que lleva un tiempo abrién- línea de actualidad. dose paso, intentando acercarse a la mirada de No obstante, plantea que visiones como la del los otros, que dicho sea de paso, no olvidemos arzobispo Castro, pudieran no estar encaminadas también fuimos nosotros: la Alteridad. realmente hacia la culpabilización del morisco y Antonio Perla de las Parras que las interpretaciones que se han hecho en este ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1849-4390 sentido sean fruto de otros intereses, lecturas y UNED

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 401 IMAGO URBIS. LAS CIUDADES ESPAÑOLAS VISTAS POR LOS VIAJEROS (SIGLOS XVI-XIX) Luís Sazatornil Ruiz, Vidal de la Madrid Álvarez (Coords.), Ediciones Trea, Col. Piedras Angulares, Gijón, 2019. 694 págs. ISBN 978-84-17987-45-9

Todos aquellos que, en la adolescencia provin- encargos que surgieron desde algunos promoto- ciana de principios de los 60, tuvimos que ver el res patrios –casi siempre la Corona- o por la sim- mundo, la historia y las ciudades más famosas a ple curiosidad que artistas y viajeros extranjeros través de la visión que el cine ponía ante nues- mostraron por nuestro país y que plasmaron en tro ojos como una inmensa ventana que daba imágenes de nuestros pueblos, ciudades y gentes, forma a nuestros sueños, sabemos muy bien lo no en vano España era una potencia incontesta- que tuvo que suponer que, hacia fnales del siglo ble en el XVI y parte del XVII, un país con gran XV, pero más aún en el siglo XVI, en una Europa predicamento y muchísimas cosas de interés en cada vez más pujante y ansiosa de conocimiento, el siglo XVIII o porque, perdido el tiempo de la salieran a la luz las primeras publicaciones que modernidad, pasamos luego a convertirnos en daban cuenta de las formas que tenía el mundo, un país pintoresco que marcaba diferencias con los continentes y las distintas naciones y de la apa- el resto de los europeos. riencia que ofrecían también las más destacadas Pues bien, este discurrir visual y temporal sobre ciudades del orbe, muchas de la cuales la gran nuestras ciudades, desde el siglo XVI al XIX, es mayoría de las gentes jamás habían podido ver. justamente lo que da sentido y justifca la edición Hubo muchas confuencias: la invención de la im- del libro que reseñamos, Imago urbis. Las ciuda- prenta, los descubrimientos geográfcos, la apari- des españolas vistas por los viajeros, del que son ción de métodos de estampación de imágenes y coordinadores Luís Sazatornil Ruiz y Vidal de la nuevos sistemas representativos como la perspec- Madrid Álvarez, pero en el que han intervenido tiva y medios técnicos también que permitieron un amplio equipo de investigadores, varios de disponer de métodos muy efcaces. Eso es lo que los cuales son sobradamente conocidos: Javier explica que, de sencillas y muy convencionales González Santos, Yayoi Kawamura, Jesús Ángel recreaciones urbanas, se pasase muy pronto a ela- Sánchez García, Juan Martínez Moro, Isabel Mª borar brillantes corografías que, además, incluso Rodríguez Marco, Gabino Busto Hevia, María empezaron a fantasear con ver los paisajes y las Soto Cano, Teresa Caballero Navas o Blanca Sa- ciudades en imposibles vistas a vuelo de pájaro o zatornil Pinedo. de carácter cenital que habrían de competir con lo que hoy son nuestras vistas aéreas. Surge como resultado de una gran exposición que tuvo lugar, entre los meses de abril y junio Claro está que, como casi siempre ha ocurrido de 2019, en el Museo de Bellas Artes de Oviedo, en nuestra historia, fueron otros países los que aprovechando los grandes fondos que, sobre imá- pusieron las bases de este conocimiento, pero genes urbanas de España, tenía el propio museo aun así, con nuestras carencias estructurales, pero también otros muchos organismos e insti- nuestro atraso técnico y nuestra peculiaridad cul- tuciones privadas y públicas de Asturias y Canta- tural, España no fue una excepción y poco a poco bria; también se benefció de las investigaciones tuvo la oportunidad de darse a conocer, bien por salidas a la luz de un proyecto de investigación

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concedido entre 2015 y 2019 por el Ministerio de árabes de España que capitaneó José de Hermo- Ciencia, Innovación y Universidades. Eso justifca silla, aunque concluye el autor el capítulo de la la calidad con que el libro está presentado y los Ilustración, indicando que, pese a todo, los ingle- trabajos que se incluyen en él y que abarcan des- ses llevaron casi siempre la delantera al igual que de estudios de un saber enciclopédico de amplio los franceses como Alexandre Laborde, que ya en espectro, hasta otros más puntuales y analíticos los inicios del nuevo siglo, dio a conocer nuestra que abordan el conocimiento de las obras, los riqueza monumental y sus variopintas ciudades artistas y las imágenes. en su afamado Voyage pittoresque et historique de l´Espagne poblado de muy brillantes estampa- El libro comienza, de hecho, con un capítulo ciones. Prosigue Sazatornil, su viaje corográfco elaborado por Juan Martínez Moro en donde se por la producción romántica viendo las distan- pone de manifesto la importancia que tuvo la cias existente entre los paisajes urbanos cargados irrupción de la imprenta y de las técnicas de es- de pintoresquismo, sentimientos, vehemencia y tampación, que permitieron, al fn, ir consiguien- emoción como los que realizaron artistas como do resultados visuales cada vez más efcientes y David Roberts, George Vivian o Gustave Doré, o precisos y que llegan a alcanzar, en el siglo XIX, españoles como Genaro Pérez Villaamil, que fue calidades excepcionales en muchas representa- el primero en ponerse a la altura de los extran- ciones. jeros tanto en sus grandes proyectos editoriales Luís Sazatornil Ruiz afronta, por el contrario, –España artística y monumental–, en sus dibujos y un segundo gran capítulo en donde, con una acuarelas, como en sus brillantes óleos que centra gran erudición y amplios conocimientos, da cuen- el autor en el fantástico referido a la catedral de ta de la realidad de la historia corográfca, desde Oviedo, que no por otra razón acapara también sus primeras experiencias en el siglo XV hasta la propia portada del libro. Por último, Sazatornil fnes del XIX, pasando primero por un análisis da cuenta de otros proyectos y artistas más tar- cultural del momento en que surgieron, por su díos: los Monumentos arquitectónicos de España variedad tipológica y sin olvidar tampoco quienes –un gran proyecto de calidad europea–, la obra fueron los principales historiadores que aborda- emprendida por Javier Parcerisa, las vistas aéreas ron el estudio de las imágenes urbanas de nues- de Alfred Guesdon o las estampas que ilustran tro país, para, a continuación, proceder ya a un la obra de Théophile Gautier –de los hermanos análisis concatenado. Muestra las carencias de la Émile y Adolphe Rouargue– y muchos otros, para España del XVI en este tipo de cuestiones y más concluir con la irrupción de la fotografía que ofre- aún la del XVII, pero sin dejar de valorar lo que ció otra imagen de nuestro país más precisa y fueron algunos logros destacables, entre los que realista pero no por ello menos interesante. Ob- resalta obviamente las panorámicas de Franz Ho- viamente salen a colación tanto Charles Clifford genberg y Joris Hoefnagel para Civitates y la obra como Jean Laurent, en su calidad de pioneros. de Pedro Texeira para la Topographia de la villa de Concluye, no obstante, afrmando el autor que Madrid, que considera una obra portentosa de su la llegada de la fotografía y el descubrimiento tiempo, si bien estampada en el exterior. También de las pinturas prehistóricas “de Altamira” su- profundiza en el XVIII dando cuenta de la aporta- pusieron una gran conmoción en el discurso de ción extranjera, británica, alemana y francesa en la pintura realista hasta el punto de que, según particular, pero sin olvidar tampoco la producción él, “ya nada será igual”. patria que nunca llegó a estar a la altura de las cir- Insistiendo en parte en cuestiones ya plan- cunstancias, pese al esfuerzo de ciertas institucio- teadas, pero ampliando en gran medida el gran nes como la Real Academia de San Fernando, que abanico corográfco español, esta vez centrado trató de mejorar las condiciones técnicas y artísti- en el Antiguo Régimen, es en lo que incide el cas de nuestro país. Cómo no, junto a otras obras capítulo de Javier González Santos que, como es menos conocidas, ahonda en el interés del Viage habitual en él, nos introduce de lleno en el reper- de España de Antonio Ponz y particularmente en torio gráfco de una manera precisa e intensiva. su interesante colección de grabados urbanos y No se centra solamente en las obras grabadas, de monumentos; también en las Antigüedades sino asimismo en todo aquél material icónico

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 403 que también se ejecutó con otras técnicas; de banas y las ya mentadas antigüedades árabes de ahí que, después de subrayar que la primera obra nuestro país. Con todo, nos recuerda el autor, corográfca española quinientista fue el Libro de que no hubo un programa muy defnido, lo que grandezas y cosas memorables de España editado explica que grandes obras como las de Llaguno en Sevilla en 1548 –pese a tener sus imágenes un o Ceán saliesen a la luz huérfanas de imágenes carácter muy simplista–, aborde primeramente pese a la gran calidad de sus textos, prueba sin los logros de Hoefnagel y Hogenberg en Civitates duda de las carencias que tenía el país en esta y, de manera muy especial, el proyecto frustrado materia de la impresión de estampas, con alguna de Anton van den Wyngaerde que nos dejó bri- excepción como la llevada a cabo por el italiano llantes panorámicas hechas a pluma y acuarela, Fernando Brambila ya bien entrado el siglo XIX. hasta llegar a los perfectos diseños de Juan de No así la producción extranjera que, por suerte, Herrera grabados por Pieter Perret que convir- puso atención en España y dejó muy importantes tieron El Escorial en todo un hito arquitectónico testimonios. y en una imagen que habría de tener infnidad Ya comentamos la obra de los artistas alema- de secuelas. Analiza también toda la producción nes y la de algún francés como Laborde; pero seiscentista, aunque a falta de grandes reperto- también se abordan las estampas salidas a la luz rios como el de Baldi en las vistas tomadas de las en la obra de Carter, Murphy, Twist, Townsend, ciudades de España y Portugal al hilo del viaje Synge o Swinburne, donde ciudades y monu- de Cosme III de Médici -1668-1669-, que nunca mentos salen a colación al igual que brillantes vieron la luz pública, resalta el autor la obra de antigüedades árabes y romanas. En fn, que con- Lavanha y su magnífca panorámica de Lisboa, sigue González Santos hacer de su capítulo un las vistas de Juan Bautista Martínez del Mazo de estudio completo de todo el período. Pamplona y Zaragoza, el Atlas de Pedro Texeira con su recorrido costero y peninsular, también Imago urbis, prosigue, con todo, con nuevos inédito, su Topographía de Madrid, los lienzos de capítulos que se centran ya claramente en la Pedro de la Corte sobre los Sitios Reales o los gra- obra gráfca que formó parte de la exposición y bados del francés Louis Meunier, así como la obra dan forma al libro, esta vez de la mano de Vidal de Álvarez de Colmenar, Les Delices de l´Espagne de la Madrid, que abre la secuencia de la Edad et du Portugal, que salió a la luz casi a la vez Moderna. Y es que, acompañado del equipo de en que Filippo Pallotta elaboraba su fantástica investigadores que ya se ha señalado, el autor panorámica de la plaza de la Armería del Alcázar refere con prolijidad y gran aparato gráfco todo de Madrid, aprovechando la partida del nuevo los pormenores catalográfcos de cada obra, de rey Felipe V cuando todavía estaba inseguro en sus autores, obras y características así como de el trono de España. su trasfondo cultural y sus consecuencias, contri- buyendo, sin duda, a su completo conocimiento: En todo caso, esta representación borbónica desde aquellas obras donde lo español se pierde le da pie al autor para destacar toda la produc- entre repertorios corográfcos mucho más am- ción del siglo XVIII español desde Miguel Angel plios como se ve en Civitates de George Braun, o Houasse y sus paisajes de los palacios reales, An- donde España aparece fantaseada en sus abun- tonio Joli sobre Madrid, de Battaglioli sobre las dantes recreaciones “a la francesa”, caso de Vo- festas de Aranjuez o de Lorenzo Quirós de la yages faits en divers temps en Espagne de Bernar- entrada de Carlos III en la villa y corte, que prece- din Martin, hasta la abundancia de grabados que den a los de Luís Paret y Mariano Sánchez sobre enriquecen Les Delices de Álvarez de Colmenar ciudades y puertos españoles, hechos todos al pese a ser muchos de ellos “viejos” conocidos de óleo y con unos criterios muy diferentes. una producción anterior. Nos abre también Vidal No concluye aquí el capítulo de González San- las puertas a las urbes, pueblos y monumentos tos; refere la producción grabada de estampas españoles del período ilustrado a través de Ponz, hecha en el siglo XVIII en los medios españoles Diego Villanueva, Espinalt, Campmany, Fleuriot y académicos, preocupados por dar a conocer de Langle, Townsed, Murphy… o Carlos de Var- muchos monumentos, algunas panorámicas ur- gas; lo mismo que hará en los últimos capítulos

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de nuevo Luís Sazatornil, esta vez analizando por que las integran en un marco de comicidad pre- lo menudo, junto a los autores ya señalados –J. A. sidido ante todo por el humor. Sánchez García aborda la producción del inglés Solo, pues, queda por decir que el libro con- George Vivian, Isabel Mª Rodríguez Marco la de Nicolás Chapuy y Ramón Mesoneros Romanos, cluye con un rico aparato bibliográfco, del mismo entre otros; Gabino Busto parte de la obra de modo que se inicia con una ilustrativa introduc- Genaro Pérez Villaamil, al igual que María Soto ción escrita por Alfonso Palacio, director del Mu- Cano, etc.–, todo el período romántico, el realis- seo de Bellas Artes de Asturias. mo y la primera fotografía aplicada a monumen- tos y a la ciudad. Y sin olvidar un guiño a otras corografías hechas en marquetería de madera y Alfredo Vigo Trasancos paja y ciertas representaciones urbanas, como las ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6932-8627 de Melitón González, “Mecachis” y Ramón Cilla, Universidade de Santiago de Compostela

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 405 “THE SPANISH ELEMENT IN OUR NATIONALITY”. SPAIN AND AMERICA AT THE WORLD’S FAIRS AND CENTENNIALS CELEBRATIONS, 1876- 1915 M. Elizabeth Boone, The Pennsylvania State University Press, Pennsylvania, 2019. 272 págs. ISBN 978-0-271-08331-5

M. Elizabeth Bonne es una eminente hispanis- recién restaurada en la fgura de Alfonso XII— y ta, catedrática de Historia del Arte en la Universi- Estados Unidos —nación republicana, protes- dad de Alberta, en Edmonton (Canadá), dedicada tante, anglófona y en vías de convertirse en una al estudio de la imagen y recepción de la cultura potencia industrial—. Además, el papel cada vez española en los Estados Unidos a fnales del siglo menor de España en el concierto internacional XIX y comienzos del siglo XX. En 2007 obtuvo tampoco sumaba partidarios a su causa. El país gran resonancia con su Vistas de España: Ameri- tuvo la oportunidad de redefnir su imagen en las can Views of Art and Life in Spain, 1860-1914, un Exposiciones Universales de Barcelona en 1888 y libro donde investigaba los viajes por España de de París en 1889, que fueron intentos controver- artistas norteamericanos y los cuadros resultantes, tidos de promocionar una imagen más diversa y ahora en cambio nos ofrece otro sobre la proyec- moderna; pero en la Exposición Colombina de ción exterior española entre el público americano Chicago de 1893 el considerable despliegue es- en la misma época. “The Spanish element in our pañol se vio eclipsado por los intereses políticos nationality” es el título de un ensayo escrito por de Estados Unidos sobre Cuba. Otra ocasión per- Walt Whitman en 1883, en el que reivindicaba un dida fue la Exposición Universal de San Francisco mayor reconocimiento a la cultura hispana como en 1915, que conmemoraba la inauguración del parte de la identidad estadounidense, demasiadas canal de Panamá y el centenario del de San Fran- veces asimilada exclusivamente a raíces culturales cisco, mientras que la celebrada el mismo año en históricas identifcadas sólo con la herencia cultu- San Diego dio un cierto protagonismo al revival ral inglesa. Dándole la razón, el libro homónimo de la arquitectura colonial española, recuperando de la profesora Boone apoya también ese ideal la California de las misiones; pero en ese caso, la de mayor pluralidad y muestra cómo se relegó herencia española fue utilizada como un cliché lo español a un papel trivial en las grandes ex- de hidalguía presentándose como antítesis de los posiciones organizadas en los Estados Unidos de pobres trabajadores emigrantes procedentes de América entre 1876 y 1915, mientras que pa- México, a los que dedica la autora los elocuentes radójicamente recibió especial consideración en párrafos fnales del libro. 1910 durante las celebraciones del centenario de Bien hubiera merecido honores de contracu- la independencia en Argentina, Chile y México. bierta la ilustración que presenta a unos mexica- El primer caso de estudio es la Exposición Uni- nos endomingados ante un reclamo de la expo- versal de Filadelfa de 1876 en conmemoración sición de San Diego, donde encontraron empleo del centenario de la independencia de las Trece como jardineros (p. 156, fg. 65), pues es un Colonias. Ya en esa muestra quedaron puestas de tema tan de actualidad hoy como por desgra- manifesto las enormes diferencias entre España cia también el auge del nacionalista English only —país que se reivindicaba como fundamental- o el supremacismo anglosajón sobre las demás mente agrícola, católico y con una monarquía variables poblacionales, con las consecuentes

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protestas antirracistas que reclaman más respeto de estas exposiciones. Además, el volumen ha a la diversidad. Este libro es pues una refexión sido elegantemente editado por The Pennsylvania muy oportuna sobre la identidad nacional esta- State University Press, con reproducciones de fo- dounidense; pero también sobre la española, que tografías y grabados de la época en alta calidad, también ahora es asunto polémico, pero ya hace que ilustran elegantemente el discurso de la au- un siglo era una cuestión muy controvertida. La tora. Muy a destacar es un encarte de hermosas exposición de Barcelona en 1888 dio cierto pro- láminas a color, integrado fundamentalmente por tagonismo a las señas de identidad catalanas, obras de arte español del siglo XIX enviadas a las entonces dentro de una concepción renovada exposiciones internacionales. Esa información es de España, pero ese ideal no entusiasmaba a la importante, pues como apunta la autora en la diplomacia cultural de la Restauración, que siguió introducción, son escasas las publicaciones en apostando por una continuidad casticista, prolon- inglés sobre el arte español de este periodo y las gando tópicos históricos. Al no identifcarse con pocas que se traducen no suelen incluir repro- los valores que España exportaba al extranjero ducciones fotográfcas de calidad. Por ello, esta en estas muestras internacionales, Estados Uni- investigación sobre la proyección cultural españo- dos los percibió como ajenos, sin llevar a cabo la en el extranjero entre 1875 y 1915, constituye una puesta en valor de los elementos de proce- además una feliz contribución a la difusión actual dencia hispánica en su identidad nacional. Todo de la pintura española de aquella época a escala salió mal, a pesar de los esfuerzos de quienes internacional. Buena falta hacía, y ojalá que la pusieron su mejor empeño y de la calidad de los autora persevere en ese camino, pues sería muy productos enviados. de agradecer que, siguiendo la línea que ha ido Elizabeth Boone analiza estas exposiciones trazando hasta ahora, su siguiente libro estudie y bajo una perspectiva integral, desde su concep- dé a conocer los cuadros españoles de ese perio- ción sobre el papel hasta la recepción y su fortuna do en museos y colecciones americanos. crítica, para elaborar un discurso eminentemente histórico-artístico. Para las muestras descritas, la Jesús Pedro Lorente Lorente autora presta especial atención a las arquitec- ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4500-5182 turas efímeras, a la presencia de obras de arte antiguo y moderno, a la participación de artistas Guillermo Juberías Gracia contemporáneos y a los testimonios fotográf- ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0098-5287 cos, dibujísticos y caricaturescos que quedaron Universidad de Zaragoza

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 407 INFORME GUERNICA. SOBRE EL LIENZO DE PICASSO Y SU IMAGEN Rocío Robles Tardío, Ediciones Asimétricas, Madrid, 2019. 147 págs. ISBN 978-84-17905-04-0

El Guernica de Pablo Picasso es, sin duda, de exposiciones durante el tercio central del siglo uno de los cuadros más famosos y estudiados XX, sobre los entresijos de la guerra cultural que del siglo XX. Para el gran público, el lienzo sigue enfrentó a Estados Unidos y a la Unión Soviéti- siendo uno de esos iconos reconocibles —como ca, sobre la reconfguración de las categorías de la Gioconda o las Meninas— que merece ser ad- vanguardia y arte moderno o sobre los múltiples mirados in situ y que, por ello, atrae a una gran mecanismos a través de los cuales una obra de cantidad de visitantes al Museo Reina Sofía. Para arte se resignifca a lo largo de los años. Todos los especialistas, Guernica es una obra controver- esos asuntos confuyen, de un modo u otro, en tida, rebosante de historias en las que reverberan Informe Guernica. algunos de los acontecimientos más importantes El inicio de la historia es bien conocido. En del siglo pasado, desde la guerra civil española y plena guerra civil, el gobierno de la República la Guerra Fría hasta la transición y el reestableci- encarga a un Picasso ya consagrado un cuadro miento de instituciones democráticas en España. de gran formato para su Pabellón en la Exposi- Sobre la fama del lienzo y su relación con esos ción Internacional de París de 1937. El artista, que procesos se han levantado algunos lugares co- en esos momentos atravesaba una crisis creativa, munes referidos, entre otros asuntos, a su fuerza pintó la obra en algo más de un mes, entre fna- como manifesto pacifsta o a la genialidad y va- les de abril —el bombardeo de la ciudad vasca lentía de su creador. de Guernika por parte de la Legión Cóndor tuvo El libro que ha publicado Rocío Robles Tardío lugar el día 26— y la inauguración del Pabellón tiene como principal objetivo “desmitifcar” el a comienzos de junio. El lienzo iba acompañado cuadro: tratar de aportar datos, lecturas y argu- de un conjunto de dibujos y bocetos que el artis- mentos con los que rescatar el lienzo de interpre- ta consideraba como parte indivisible de la obra. taciones simplistas que impiden pensar la comple- Picasso recibió 150.000 francos en pago por su jidad histórica de Guernica. Este no es un estudio trabajo. El proceso de producción de lienzo en exhaustivo —formal, iconográfco, estilístico— de el estudio de la Rue des Grands-Augustins fue la obra, sino, más bien, una concatenación de en- documentado por Dora Maar en una serie de sayos que dan cuenta de la vida pública del cua- fotografías. Este hecho —la reproducción foto- dro a través de una serie de acontecimientos que gráfca del cuadro— es uno de los problemas que se suceden entre 1937 y 1958, fecha en la Alfred atraviesan todo el libro. En cierto modo, Guernica Barr y Pablo Picasso deciden que el lienzo no debe se convirtió, desde su instalación en el Pabellón salir más del MoMA por su mal estado de conser- de la República, en una imagen de postal —una vación. Es decir, este libro es mucho más que un de las fotografías de Maar fue utilizada con tal estudio monográfco sobre una “obra maestra”. fn— que podía comprarse como un souvenir y El lector también encontrará refexiones y análisis que, devenido símbolo de la guerra y la resistencia sobre la evolución de la museología y la gestión antifascista, iba a circular por todo el mundo. Al

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mismo tiempo, las fotografías de Maar que mues- fueron piezas clave en esa versión domesticada tran ocho estadios en el proceso de elaboración de la modernidad artística occidental irradiada de la obra y que hoy cuelgan frente al cuadro desde el MoMA. en el Museo Reina Sofía contribuyeron desde En los años en que el lienzo estuvo depositado un primer momento a consolidar la imagen de en el museo neoyorquino, Picasso jamás se des- una obra genial, creada como por intervención entendió de él. Robles demuestra el celo con el divina, sin que aparentemente fuese necesario que Picasso cuidaba los lugares y proyectos en los el trabajo físico o intelectual del artista. Como que el cuadro podía o no exhibirse. El pintor ma- explica Robles: “Estas imágenes del reportaje lagueño era consciente de los estratos de sentido de Dora Maar, más complejo y más abundan- que iban depositándose sobre la superfcie del te que las ocho fotografías del lienzo, revelan la cuadro y de cómo estos podían ayudarle a recon- construcción y gestación de una obra hecha sin ducir su carrera: “Guernica también puede ser intervención de la mano del hombre, non manu- aprehendido como la historia de un depósito” (p. facta, una obra aqueiropoieta, de origen divino, 25). Es decir, Picasso aparece aquí no solo —no que se manifesta inmediatamente, ya desde el tanto— como un gran artista, sino también como estudio de Picasso, como icono de la guerra civil un hábil gestor que nunca renunció a su doble española y como obra llamada a convertirse en condición de autor y propietario. Desde que fuese punto de infexión en la cultura y práctica artística descolgado del Pabellón de la República en 1937, contemporánea” (p. 20). Guernica viajó sin descanso para ser expuesto en Posteriormente, la compleja dialéctica entre América y Europa: Oslo, Estocolmo y Copenha- el original y sus copias, realizadas con fnes muy gue (1938), Londres y Manchester (1939), Nue- diversos, se desplegará en varios frentes. Sin ir va York y otras veinte ciudades estadounidenses más lejos, el MoMA de Barr, produjo en 1942 una (1939-1943), Milán (1953), Sao Paulo (1954), Pa- copia fotográfca para que pudiera ser exhibida rís, Colonia (1955), Bruselas, Ámsterdam (1956), dentro de la itinerancia de la exposición Picasso: entre otras ciudades. En cada uno de esos con- Epoch of his Art. El cuadro ocupaba un lugar cen- textos, el cuadro adquiría signifcados diferentes. tral en la construcción del relato para la moderni- No era lo mismo mostrar la obra en Estocolmo, dad defendido desde el MoMA y desempeñó un Copenhague y Olso en el ambiente prebélico de papel importante en la redefnición de los objeti- 1938; que en Bruselas, Ámsterdam o, de nuevo, vos de la institución neoyorquina en el contexto Estocolmo en el clima de reconstrucción, moder- de la II Guerra Mundial, conficto que desaconse- nización y articulación europea de mediados de jaba el regreso a Europa de una obra tan valiosa. los años cincuenta. Durante la guerra civil espa- Como explica Robles: “Guernica es un cuadro de ñola, en Londres y Manchester, en Los Ángeles, guerra, un préstamo de guerra, un trofeo cola- San Francisco y Chicago, el cuadro pudo verse teral de guerra, del que Barr debe sacar y sacará en muestras organizadas por comités de apoyo máximo partido” (p 46). De hecho, este trató a la España republicana. En Milán o Ámsterdam en varias ocasiones de adquirir el cuadro para el el viaje del cuadro dibujaba un itinerario que MoMA, donde se había expuesto por primera vez “señala puntos de ciudades destruidas durante en noviembre de 1939 y de dónde saldría defni- la guerra. Guernica se presentaba en ellas como tivamente en septiembre de 1981 para arribar a bandera de redención y reconstrucción; y gran Madrid. En el museo de Barr, la fuerza política de parte de la crítica así lo entendió, también los pro- la boqueante vanguardia europea, que Guernica pios organizadores” (p. 108). Cuando el cuadro encarnaba de manera paradigmática, sería intro- fue mostrado en la gran exposición organizada ducida en un relato formalista unidireccional. Esta en París en 1955 acababa de estallar el conficto narración, en la que los ismos se sucedían en un en una Argelia que luchaba por su descoloniza- eje lineal, pronto desembocaría en el triunfo in- ción. En Francia, la muestra fue tratada como ternacional de la abstracción estadounidense —la un “asunto de estado, en el marco de la Guerra pintura del “mundo libre”—, en pugna contra Fría y en un periodo de reparaciones materiales y el realismo soviético. Paradójicamente, un cua- morales” (p. 107). El eco de las Mujeres de Argel, dro antifascista y su autor, comunista declarado, que Picasso había comenzado a pintar pocos me-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 409 ses antes de la exposición, conseguía actualizar arquitectura. En los fotomontajes que acompaña- el mensaje pacifsta de Guernica redirigiéndolo ban al proyecto, el arquitecto incluyó una repro- hacia un conficto que polarizaba a la opinión ducción del Guernica. Mies trataba de “crear una pública francesa. espacio para este cuadro” (p. 70), una pieza difícil Así pues, podría decirse que, en muchos mo- de instalar por su tamaño y por su complejidad mentos, en relación al cuadro que nos ocupa, política: un cuadro refugiado en Estados Unidos Picasso se comisariaba a sí mismo. Lo cual no se convertía en una especie de cuadro-pared para quiere decir que el artista controlase todo lo que un museo sin muros en el que ofrecer nuevas la obra podía signifcar en unos años claves para experiencias a los visitantes y nuevas posibilidades la construcción de un nuevo orden mundial. En de exposición en una coyuntura marcada por la los dos polos del eje Europa-Estados Unidos, guerra y la inminente necesidad de reconstruir las distintas sensibilidades estéticas de agentes ciudades arrasadas. culturales y públicos, las muy diversas agendas Todos estos recorridos de —con y a través de— institucionales y los cambiantes posicionamientos Guernica son aquí analizados con el apoyo de geopolíticos de los Estados connotaban el lienzo una abrumadora selección de fuentes primarias en direcciones diferentes: “La nueva Europa se que Robles maneja de manera magistral. No en identifcaba con Guernica, ella lo había creado vano, la profesora de la Universidad Complutense en 1937 y ahora lo había hecho resurgir; ahí estuvo integrada en el equipo que desarrolló la Guernica era presente, un icono que conservaba investigación Repensar Guernica, un ambicioso y actualizaba su valor simbólico. Para el MoMA, proyecto digital que el Museo Reina Sofía hizo en cambio, en nombre de la institución museo, público en noviembre de 2017, coincidiendo con el cuadro era una categoría plástica, un canon, el 80 aniversario de la obra y el 25 aniversario de Historia, preparado para convertirse progresiva- su llegada al museo, en 1992. En su web (https:// mente en una reliquia” (p. 117). guernica.museoreinasofa.es/) puede encontrar- En efecto, la forma de exponer el cuadro en el se abundante documentación sobre la vida de cubo blanco del MoMA contribuyó a convertirlo un lienzo que no puede comprenderse sin este en una suerte de “pala de altar” (p. 120), un ima- Informe Guernica y que, a tenor de la densidad gen devocional de la modernidad triunfante. No de signifcados que en él concurren, seguirá cre- siempre fue así, o, al menos, no siempre lo fue en ciendo en el futuro, con otros acontecimientos, los mismos términos. Uno de los doce capítulos lecturas y reapropiaciones. que integran el libro —quizás el más alejado de su hilo narrativo, aunque no por ello menos inte- Juan Albarrán Diego resante— se ocupa del proyecto Museo para una ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7317-8382 ciudad pequeña (1941-1943) que Mies van der Universidad Autónoma de Madrid Rohe desarrolló por invitación de una revista de

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 410 IMAGINARIOS Y FIGURAS EN EL CINE DE LA POSTRANSICIÓN José Luis Sánchez Noriega (Ed.), Laertes, Barcelona, 2019. 303 págs. ISBN 978-84-16783-71-7

La edición de un nuevo libro sobre el Cine es- interpretación conjunta de todas las aportaciones. pañol adquiere una dimensión específca y su- El primero está dedicado a la génesis y el contexto perior cuando su autor pertenece a la disciplina original de ese cine. de la Historia del Arte, caso de José Luis Sánchez Pilar Martínez-Basseur, trata las difcultades Noriega, coordinador de Imaginarios y fguras en para establecer los períodos de este momento y el Cine de la postransición. reconoce el corte arbitrario a partir de hipótesis Su larga trayectoria como profesor de Teoría e de trabajo fundamentadas, en sintonía con José Historia del Cine en la Universidad Complutense Carlos Mainer, y teniendo en cuenta los siguien- de Madrid, en la que es director del Departamento tes principios: la cercanía desdibuja los hechos; la de Historia del Arte III y coordinador del Máster crisis y la regeneración del cine español en esos de Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Vi- años; y el reencuentro del cine español con su sual, es indicativa de su dedicación a la historia, los público. A partir de ahí, expone una visión de los conceptos y las circunstancias y problemas de un cineastas de los noventa en el cine español; y el medio creativo propio del siglo XX y su evolución alcance del cine de autor y el cine comercial para a medida que se inició el siglo XXI. En ese tiempo, todos los públicos. José Luis Sánchez Noriega publicó varios libros es- pecializados, que hoy día pueden contarse entre El segundo autor de este primer bloque, Fer- los referentes imprescindibles de esta especialidad, nando Ramos Arenas, nos habla de la transforma- los principales: Desde que los Lumiére flmaron a ción de las culturas cinematográfcas nacionales los obreros, en 1996; De la literatura al cine, del a fnales del siglo XX, partiendo de la realidad de año 2002; Historia Del Cine, teorías, estéticas y un cine de calidad. Lo hace planteando las dife- géneros, un texto fundamental editado en 2002 y rencias generacionales y la profunda transforma- reeditado con revisión actualizada en 2018; Obras ción del cine español detectada entre Pilar Miró y maestras del cine negro, en 2003; Universo Almo- Alejandro Amenábar, evidenciadas en la entrega dóvar. Diccionario temático del cine, de 2004; y de los Premios Goya del año 1997. Eso lo lleva a Estética de la pasión en un cineasta posmoderno, las culturas cinematográfcas y el cine nacional y en 2017. Igualmente, ha coordinado con éxito la la continuidad en períodos de cambios y las alter- edición de Filmando el cambio social; Trayectorias, nativas que rompen con la denominada ley Miró. ciclos y miradas del cine español (1982-1998). Javier Sánchez Zapatero estudia las fuentes Como es lógico, esa experiencia ha sido fun- narrativas del cine español en las décadas de los damental para la edición de este volumen, para ochenta y noventa, en las que reconoce la im- la que ha contado con acreditados autores del portancia de los referentes literarios. Para ello, ámbito nacional. La división en cuatro bloques tiene en cuenta el antecedente que supuso la según afnidades temáticas le proporciona al libro convocatoria de Televisión Española para produ- una articulación lógica y efcaz, que permite la cir películas del año 1979, y también parte de la

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 411 infuencia del Real Decreto de Protección del Cine mundo rural como huída; y, como temas propios español de 1982, conocido como Ley Miró. Su de la época, el mundo rural como escape. Con- texto se centra en la aportación de los fenómenos cluye con los espacios de subsistencia y trampa editoriales y las adaptaciones de éstos. por medio de la atracción que ejercen los espa- El segundo bloque gira en torno a los espacios, cios medievales transformados en la juventud. las temáticas y los confictos de ese momento. Cierra este segundo bloque Gloria Camarero Francisco M. Benavent se ocupa de qué hablan con los cambios e hitos del cine de la transición a las películas españolas, en las que deduce los si- través de los decorados artifciales, como la ma- guientes temas: la que denomina movida nacio- queta de Gillo Pontecorvo en Operación Ogro, nal, con el trasfondo de la transición política; la película sobre el atentado del almirante Carrero mujer sin la venia marital, en la que reconoce el Blanco, del año 1980. A partir de ahí, plantea el principio de superación de unos modelos sociales paso del escenario natural al artifcial con el cine cada vez más desfasados; el cine de quinquis, de Pedro Almodóvar, señalando en ese sentido un con sus costumbres heredadas de épocas ante- antes y un después en Mujeres al borde de una riores; las drogas, el desempleo y el terrorismo, taque de nervios, que señala como la película en auténticas lacras sociales de la época; el refejo la que se impuso la artifcialidad como argumen- de la posguerra, el exilio y las migraciones; la pre- to creativo. Por último, analiza la teatralización ocupación por la educación y la religiosidad; las del espacio fílmico y la reutilización del espacio nuevas relaciones que empezaban a detectarse real en el cine de época. en las familias, los matrimonios, las parejas, y en- El tercer bloque trata las identidades, los esti- tre padres e hijos; y la diversión de la juventud, y, los y las personalidades en este cine. Otros cuatro como derivado, la aportación de los bailes. autores se hacen cargos de aspectos relevantes, María Marcos Ramos afronta un tema duro, la centrándose en las aportaciones de determinados representación de la mujer terrorista y, con esto, directores. Gonzalo Pavés Borges, analiza un tema el problema de ETA, de la que asegura que no muy concreto, los sueños en el cine de Bigas Luna, en hay película que lo trate de modo defnitivo o, al el que identifca secuencias oníricas en sintonía con menos, completo. La autora asegura la poca can- el escritor surrealista André Bretón. Expone, sobre tidad y la escasa calidad y hondura de la mayoría todo, la expresión de las fuerzas de lo desconocido de esas películas, y valora el hecho de acercarse y lo reprimido; y el alcance de un giro desde el cine a un hecho complejo y difícil de representar. Hace intelectual hasta películas como Lola; El sueño de un recorrido por los problemas de la sociedad Silvia; Jamón jamón; Huevos de oro; y Yo soy la Juani. vasca y española a través de los personajes fe- El propio José Luis Sánchez Noriega analiza las meninos de las distintas películas que abordan aportaciones de los directores de los años noven- el tema, y lo aprovecha para establecer roles que ta con un estilo próximo al televisivo y empeña- humanizan a la mujer. dos en superar la desconfanza de una parte del Un tema muy distinto es el que plantea An- público hacia el cine español. Distinguió entre la tonio Checa Godoy, los paisajes rurales reales y continuidad y la innovación de Alex de la Iglesia, fngidos a fnales de siglo. Al establecer la relación Enrique Urbizu, Gómez Pereira y Calparsoro; el entre el hombre y la mirada interior de éste sobre cine personal de Julio Medem, J. L. Guerin y A. el paisaje, saca los aspectos positivos y alaba las Villaronga; y el realismo comprometido de raíz virtudes de la aldea frente al éxodo. Deduce de europea de Fernando León de Aranoa, Ana Díez, ese cine una mirada muy dura sobre el drama Benito Zambrano, Iciar Bollaín y Montxo Armen- de la despoblación, planteada desde la época de dariz. Igualmente, destaca que estos directores los maquis y la montaña; y la interpretación de no asisten a las escuelas de cine y hacen un cine esos paisajes con el regreso de los exiliados. De de calidad y con decidida ambición estética; y esa manera, adquieren un sentido renovado los establece un nuevo concepto y compromiso de lugares ambivalentes. También plantea las posi- la realidad, en la que los puntos de mira y los bilidades de los paisajes transformados para re- avances quedan subordinados a los hechos rea- presentaciones diversas, como los de Almería; el les. Para él, fueron fundamentales dos conceptos,

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la elección de actores y no actores; y el hecho de Alejandro Amenábar y Coixet, en contacto con vivir las situaciones en vez de interpretarlas. Víctor Erice. En defnitiva, destaca un posiciona- Gérard Imbert, estudia el cine de Agustín Vi- miento personal que puede interpretarse como llalonga y la proyección del horror en la memoria un auténtico palimpsesto de la memoria, capaz histórica, individual y colectiva. Deduce que el de mostrar los poderes del cine. director remonta al origen histórico y proyecta el Ernesto Pérez Morán nos habla sobre las últi- problema en la sociedad y situaciones actuales; mas comedias de Mariano Ozores, circunstancia y, con esto, la universalidad del tema. En su texto que le permite refexionar sobre la moderniza- puede seguirse la identidad del mal y el horror ción del país en sintonía con el gobierno socialista como fondo; y, con un matiz distinto, la mons- de Felipe González. Aun reconociendo un éxito truosidad y la banalidad del mal; el trauma y la popular y decreciente, el autor advierte sobre el expiación de ese mal; y la guerra como máquina logro de la identifcación directa entre la reali- de matar el deseo o pervertirlo. dad sociopolítica tratada con oportunismo y los Cierra este tercer bloque Jean-Claude Seguin, títulos; los roles del hombre en enredos de adul- que analiza la infancia en las películas de Agustí terios y corrupción, en los que pasa del macho Villaronga, identifcando espacios complejos en reprimido al macho asustado e igualmente infel. los que se refeja el deseo de la carne, las ten- Como conclusión principal, tiene claro que la es- siones y la violencia. El autor identifca en sus casa variedad de temas, pese a los numerosos películas lecturas y bodegones que equivalen al títulos, no fue un problema para que abordase cine de pintura; y aprehende el poder de la luna la corrupción y la especulación que los directores en los planos de los ojos y las venas azules, con comprometidos no supieron (o no quisieron) ver. los que alude a la perversión y la inocencia. Cierra el libro el capítulo de Laura Pacheco El cuarto y último bloque juega con los con- Jiménez dedicado a las mujeres en el cine cri- ceptos de cine de géneros y géneros de cine. M. minal español de los años ochenta, en el que es Magdalena Brotons, analiza el equilibrio entre el frecuente que aparezcan como sumisas en sus trabajo como cineasta y la labor docente de José distintas variantes, o como prostitutas y manipu- Luis Guerin. Lo hace desde sus primeras pelícu- ladoras. La autora asegura que no es un género las, incluidos los cortometrajes de sus comienzos. novedoso; aunque, sí de actualidad en España Aquí plantea el cine como descubrimiento y el desde entonces. Elige ocho películas de la década interés en la fotografía estática y el montaje de mencionada y analiza el contenido sexual de los la película, a través de lo que llega al conficto personajes femeninos, y divide a la mujer en dos entre la razón y el romanticismo como recuerdo categorías: negociables y consumibles, dilucidan- y proyección de lo conocido. También se interesa do cambios de roles en diversas profesiones. por los lugares de la infancia; y por la importancia En defnitiva, un libro fundamental sobre una que dio este director a la música de vanguardia de las etapas más importantes de nuestro Cine, como banda sonora. en la que José Luis Sánchez Noriega muestra Bénédicte Brémard también analiza el cine de su magisterio tanto en la organización y la coor- José Luis Guerin, esta vez a partir de su cuarta dinación de los contenidos como en el capítulo película y con una estética próxima al género que le corresponde; y los autores que intervie- documental, con las que asegura que el director nen mantienen el elevado nivel, con el que son exploró nuevas vías de narración cinematográfca reconocidos como los principales expertos en la a contracorriente de la generación anterior. Lo materia en nuestro país. sitúa en un camino distinto e independiente de la comedia madrileña de Fernando Trueba; del cine liberado de la censura de Pedro Almodóvar; Andrés Luque Teruel del realismo de Armendáriz, León de Aranoa y de ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3807-9239 Iciar Bollaín; y de la proyección internacional de Universidad de Sevilla

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 413 ELOGIO DEL ANTROPOCENO (VESTIGIOS, ARTIFICIOS, RESIDUOS, PRODIGIOS) J. Martimore [heterónimo de Juan Martínez Moro], Editorial Milrazones - Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, Santander, 2019. 184 págs. ISBN 978-84-947555-6-9

La obra reseñada es una rareza bastante in- desde el otro lado de un “horizonte de extin- clasifcable. Para valorar su transversalidad basta ción”, nos enfrenta a los peligros aparentemente ver las etiquetas con las que aparece descrita en irreversibles de la era del Antropoceno. alguna web: ensayo, distopía, ciencia fcción, fu- A lo largo de lo que llevamos del siglo XXI turista, arqueología, antropología, ser humano, esta denominación ha ido ganando fuerza entre humanidad, libros ilustrados, literatura española, la comunidad científca para designar el tiempo etc. Todos esos palos (y algunos más: historia, geológico que sucede al Holoceno, producto arte, sociología, antropología, ecología, literatu- indeseable del signifcativo efecto del compor- ra, flosofía, estética, psicología, ciencia, deporte, tamiento humano sobre la Tierra en el último etc.) toca este singular libro, que participa de va- siglo. En este punto resulta curioso que, a lo lar- rios géneros y que es, al mismo tiempo, un ensayo go de 2020, venga celebrándose en el Museo futurista, una distopía literaria y una propuesta ar- Patio Herreriano de Valladolid una exposición tística con aspecto de memoria arqueológica. Tan con estimulantes paralelismos con la propuesta misteriosa obra no lo es más que su autor: un tal de Martimore: 2120. La Colección después del J. Martimore, que se presenta como arqueólogo Acontecimiento (Comisario: José María Parreño. amateur que escribe desde una fecha indetermi- Patio Herreriano. Museo de Arte Contemporáneo nada, vagamente situada unos “centenares de Español. Salas 3, 4, 5, 6 y 7 del 22 de febrero al años” después del apagón digital del año 2245. 29 de noviembre). Javier Arnaldo ya pone en re- En sus primeras páginas el libro se presenta lación la exposición y el libro que nos ocupa con como “un singular trabajo de sabiduría amateur, la llegada del Antropoceno al mundo de las artes tomada esta palabra en su sentido más emocional (“Pasado y presente en un futuro sin porvenir”, El e inteligente, levantado desde una óptica domi- Cultural, 19 de junio de 2020, pp. 22-23. En línea: nantemente artística, es decir en libre apertura https://elcultural.com/pasado-y-presente-en-un- tanto poética como lúdica y provocadoramente futuro-sin-porvenir; consultado el 1 de octubre disruptiva”. Todas estas -nada improvisadas- pa- de 2020). En ambos un observador, situado en labras merecen varias aclaraciones y advertencias. un futuro distópico tras el “Acontecimiento”, in- La primera es bastante obvia: se trata, desde lue- vestiga nuestro inquietante presente para intentar go, de una obra lúdica, un divertidísimo e inteli- explicar, a través de objetos, un pasado culpable gente juego de desciframiento de unas tramposas de romper “la armonía entre el ser humano y la pistas artístico-arqueológicas con las que Marti- Naturaleza”. Una conciencia sobre el “horizonte more, a la manera de un arqueólogo distópico, de extinción” que, para más inquietud -como se- reconstruye irónicamente las formas de vida y ñala Arnaldo-, coincide con la crisis planetaria de cultura en un “periodo a caballo entre los siglos una pandemia que “ha provisto de argumentos XX y XXI”. Pero también es “provocadoramente al visitante de 2120” (o, añado, al lector de Elo- disruptiva” pues, al interpretar nuestro presente gio del Antropoceno) para situarnos ante estas

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propuestas “menos supeditado(s) a la naturaleza carrera, especialmente en el ámbito de la Gráfca, distópica de su(s) discurso(s)”. en la que se ha reinventado varias veces. Si acudimos a los créditos del libro nos encon- La honda refexión teórica es un aspecto in- tramos con que el tal Martimore es, en realidad, sustituible en su producción, que alterna palabra un heterónimo de Juan Martínez Moro, que aquí e imagen, producción escrita y grabada. Su vo- frma como miembro del Instituto Internacional cación docente e investigadora ha forzado una de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria IIIPC sólida indagación sobre los fundamentos teóricos (Gobierno de Cantabria, Universidad de Cantabria del grabado y la ilustración. Hasta el momento y Banco de Santander). El propio IIIPC cofnancia esta línea de trabajo ha dado a luz una buena además la cuidada edición, puesta en las hábiles colección de textos, entre los que destacan su manos de Milrazones, una editorial -también san- Tesis Doctoral Ilustrar lo sublime (Bilbao, 1996), tanderina- especializada en ensayo no académico Un ensayo sobre grabado. A fnales del siglo XX y una referencia en el mundo del álbum infantil (Santander, 1998) y La ilustración como catego- ilustrado, experiencia que se aprecia en la alta ría (Gijón, 2004). Esta última obra muestra ya calidad del diseño editorial. De hecho, formal- claramente la comunidad de intereses existente mente la publicación es también bastante enga- entre su propia obra y las esencias de la ilustra- ñosa pues, tras su aspecto intencionadamente ción gráfca, una disciplina que le atrae pues, his- humilde, como de cuaderno de campo, se oculta tóricamente, «ha cumplido el papel de reunir, de un libro de Arte con un papel de gran calidad manera concurrente, los intereses de la estética, (que permite negros intensos en las sugestivas y la información y el conocimiento». Pocos artistas abundantes imágenes) y una cubierta de cartón se han comprometido con un recorrido tan minu- reciclado con un delicado (aunque inquietante) cioso no sólo por los límites técnicos y creativos grabado en seco con la calavera que ilustra el del grabado, sino por los fundamentos teóricos epígrafe titulado “Cofre”. El resultado es un libro e históricos de la tradición artística en la que su para ver, leer y tocar, sutil e inteligente, lleno de obra se sitúa. Ambos esferas de actividad se han artifcios, guiños y juegos, que se puede leer de interrogado mutuamente en una fecunda labor un tirón o en cómodas “pastillas”, sin saber muy de resultados contundentes. bien si son microcuentos, apuntes en un cuader- Después llegó su conexión con el mundo de no de campo arqueológico o fchas comentadas la arqueología científca (disciplina en la que ad- de un catálogo delirante de objets trouvés. mira la solidez argumental y metodológica), que Pero nada de eso es fruto de la casualidad. le ha llevado a ser miembro del citado Instituto En realidad, Juan Martínez Moro, el autor tras Internacional de Investigaciones Prehistóricas de el heterónimo, además de colaborador científco Cantabria. Producto de ese contacto es una de del Instituto de Investigaciones Prehistóricas es un sus más recientes estudios: Arqueología del arte reputado artista, docente apasionado, inteligente moderno. Cuerpo, objeto y lugar en un horizon- ensayista e investigador y catedrático de Dibujo te de extinción (Santander, Eds. La Bahía, 2015) de la Universidad de Cantabria. Formado en Sa- donde, irónicamente (el artista altermoderno se lamanca (Licenciado en Psicología) y en el País resiste aún a abandonar la ironía posmoderna), Vasco (Bellas Artes), fue durante años profesor de dice querer hacer una arqueología sensorial y fe- Grabado y Estampación en la Facultad de Bellas liz del arte moderno, reconocer su deuda con el Artes de Pontevedra (Universidad de Vigo), antes legado arqueológico y proponer una arqueología de volver a su Santander natal. Es bastante in- cognitiva (inspirada en la obra de Colin Renfrew) usual que la triple condición de artista, ensayista e de algunos objetos y creaciones, una suerte de investigador se mantenga de forma tan continua puente transhistórico muy inspirado y complejo y competente, como autor de publicaciones exce- que convierte el arte moderno en un yacimiento lentes en editoriales y revistas de impacto y como de experiencias sensoriales y aporta fundamento artista premiado (destaca el Premio Nacional de a ese acercamiento. Grabado, que concede la Calcografía Nacional, Además, y para mayor énfasis en ese desdo- en 2000), con una larga, reconocida y sostenida blamiento vital, separa esas dos carreras para-

QUINTANA Nº19 2020. ISSN 1579-7414. pp. 395-416 415 lelas tras sendas personalidades, frmando su Freud, Proust, Ortega, Skinner, Picasso, Borges, obra artística como Juan M. Moro (véase https:// Quevedo, Duchamp, Banksy, Hokusai, Magrit- juanmoro.com) y sus investigaciones y ensayos te, Goya, Baudelaire, Wilde, Bourriaud, Kavafs, como Juan Martínez Moro (véase https://unican. Dalí, Buñuel, Rodin, Platón o Lévi-Strauss. Todos academia.edu/JuanMart%C3%ADnezMoro). ellos, siempre con la cita precisa, ayudan a con- Ahora suma una tercera alter ego, más libre textualizar e interpretar, a veces con aparente aún, con este historiador y arqueólogo afciona- ingenuidad, otras con sarcasmo, esos “vestigios, do llamado J. Martimore -otro guiño, aquí a la artifcios, residuos y prodigios” del baúl de Marti- novela negra- que recibe un “insólito legado de more, que resumen arqueológicamente la cultura sus progenitores”, integrado por un “gran baúl antropocénica de este nuestro “periodo a caballo de oscuro cuero y herrajes oxidados” que con- entre los siglos XX y XXI”. tiene “toda suerte de pertrechos, cachivaches y En el libro de Martimore, la reconstrucción ar- singulares artilugios”, una “cápsula del tiempo queológica de ese pasado culpable se hace desde en forma de valija” que “habría permanecido el autodidactismo deliciosamente ingenuo de un generación tras generación vinculada al linaje de arqueólogo amateur, con unos conocimientos su actual custodio”. En ese linaje se reconoce, mínimos pues, en el mundo post-Antropoceno precisamente, a dos supuestos antepasados: un del refundado planeta “Gaia-Gea II”, el fn de J. Martínez, de “profesión docente”, y un tal J. “uno de los periodos más siniestros de la his- Moro “artista y diletante”. A partir de ahí su alter toria de la humanidad” se une con el fn de la ego futurista juega, literalmente, con todo tipo Historia como disciplina, dado -como reconoce de teorías especulativas sobre lo que él mismo Martimore- el “generalizado desafecto que, en denomina la Saga/fuga de J.M., donde asoma el presente, se tiene por la desprestigiada his- una primera conexión con Torrente Ballester (al toria de nuestros antecesores, cuya cerril irres- que escuchó y admiró en Salamanca) y donde ponsabilidad fue culpable de algunas de las más resuena otra obra del ilustre maestro gallego: el drásticas transformaciones sufridas en la fsiono- Quijote como juego. mía y la ecología de nuestro amado planeta”. Una muestra de la cultura humanista que Limitado por la “carencia de modelos, escuelas destila la obra, y una auténtica declaración de o paradigmas disciplinares de referencia” y por la intenciones sobre estos “juegos de ingenio”, es imposibilidad de consultar registros electrónicos abrir el libro con la dedicatoria a Tomás Moro del -tras la “defnitiva debacle electromagnética”-, Elogio de la locura de Erasmo: “Se me ocurrió Martimore se encuentra con que la única fuen- componer, por divertirme, el elogio de la Moría”, te posible de conocimiento del pasado humano recordando el parecido de su apellido More con reside en el “encuentro fortuito de documentos el vocablo Moría (en griego: locura, necedad). y vestigios tangibles de cultura material”. Debe, Ahora otro Moro, posiblemente también “por por tanto, enfrentarse de forma autónoma a divertirse”, compone este nuevo Elogio (¿de la tan colosal tarea, con el único auxilio de su viejo locura?) del Antropoceno, convocando cons- baúl, esa cápsula del tiempo que contiene una tantemente a los clásicos en vertiginosos juegos limitada aunque elocuente treintena larga de ob- cargados de humor y talento, donde el artista jetos minuciosamente ilustrados y comentados. altermoderno se mueve con pasmosa soltura En la delicada calidad de las ilustraciones reside por la tradición humanista, la retórica barroca, gran parte del protagonismo del libro y asoma, la literatura ilustrada, la cultura pop o la ironía en realidad, el J. Moro artista, componiendo un posmoderna. Uno de los epígrafes, titulado “The fascinante catálogo de “arte-factos”, entre los supreme vice”, recuerda la famosa sentencia de que abundan los objets trouvés y ready-mades Wilde: “El vicio supremo es la superfcialidad” al modo duchampiano, los objetos de inspira- y a pesar de que Martimore se presenta como ción dadaísta-surrealista o los caligramas. Por su amateur, diletante o autodidacta, todo el texto parte, los textos de J. Martínez Moro (disfraza- desprende un aire crítico, multidisciplinar y com- do de Martimore) dialogan y se complementan plejo, de cultura de alta gama (atinada, conteni- con las imágenes, multiplicando sus signifcados. da, nada exhibicionista). Por sus páginas asoman Todo queda organizado en torno a 9 capítulos:

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Antropométrica, Cultos, Sociedad, Doméstica, observado). Si todos nos movemos y cruzamos Arte, Bélica, Artifcios, Residuos y Prodigios. En nuestras miradas con los productos del arte mo- sus páginas se entremezclan las creencias (Pla- derno y, en general, con los objetos cotidianos, neta pelota), las costumbres sociales, el mundo un punto de vista alternativo y original, como doméstico, el sexo (Cuerpo al culto) y la violencia el que nos propone Juan Martínez Moro, puede (con recuerdos a Dalí y Buñuel), el Arte (la pipa de completar e interpelar nuestra visión, a menudo Magritte, la mierda de Manzoni) o el estudio de tan confusa y distraída. esos residuos que a menudo centran la labor del Y poco más se debería adelantar aquí. Un arqueólogo y defnen, en el caso que nos ocupa libro, en defnitiva, fascinante y envolvente, en y quizá mejor que cualquier otra cosa, el legado ocasiones apabullante, siempre divertido e inge- del Antropoceno (desternillante la descripción de nioso, culto y bien plantado (material e intelec- la U.B.A. antropocénica: Unidad Básica de Ali- tualmente). Una provocadora apuesta creativa y mentación). una sonora bofetada para estos tiempos de tribu- lación pandémica en las inquietas y atormentadas Quizá, en este momento de nuestra evolución tierras del Antropoceno. humana, desde un horizonte de extinción que acecha y al que nos resistimos, cabría recordar, para terminar, el viejo concepto astronómico Luis Sazatornil Ruiz de paralaje (el movimiento del sujeto observa- ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1787-9205 dor conduce a un cambio aparente del objeto Universidad de Cantabria

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POLÍTICA EDITORIAL QUINTANA é unha revista de Historia da Arte, cunha periodicidade anual, que publica traballos orixinais de investigación sobre calquera das especialidades relativas ao campo das Artes, sen desbotar as aproximacións interdisciplinarias que enriquezan o seu estudio. A publicación dos traballos de investigación se estructura en dúas seccións: a primeira – TEMA – ten un carácter monográfco e o seu contido é planifcado de antemán polo Comité de Redacción, invitando a destacados especialistas no tema escollido, mentras que a segunda - COLABORACIÓNS - está aberta a aportacións de temática libre. Os traballos presentados á sección de COLABORACIÓNS someteránse a avaliación empregando un sistema de revisión externa baseado no doble anonimato (double-blind peer review). A revista empregará dous revisores, membros do Comité Científco ou outros especialistas, para avaliar cada artigo recibido, acudindo a un tercer revisor en caso de discrepancia. Os artigos fnalmente publicados incluirán as datas de recepción e aceptación. A responsabilidade fnal do proceso de selección e aceptación de traballos recaerá na Dirección da revista e no seu Comité de Redacción, comunicando aos autores as decisións editoriais adoitadas. Os autores aceptan que a revista QUINTANA poida difundir os textos publicados nela, soamente con fnes científcos e sen proveito comercial, por calquera medio, incluido Internet, e asemade incorporalos nas bases de datos electrónicas nas que QUINTANA vaia integrándose cos devanditos fnes. Esta difusión entenderase como unha cesión de forma non exclusiva e só para esta fnalidade, sen límite temporal nen territorial, dos dereitos que lles correspondan como autores.

NORMAS PARA A PRESENTACIÓN DE ORIXINAIS Os traballos presentados deben ser orixinais e inéditos, comprometéndose os autores a asinar unha declaración de orixinalidade na que conste que o contido principal non foi publicado previamente nin se enviará a calquera outra revista mentras se atope no proceso editorial de QUINTANA. Os artigos poderán ser escritos en galego, castelán, catalán, portugués, italiano, francés ou inglés. A extensión máxima será de 15 a 20 páxinas para o texto principal, a espacio e medio e por unha soa cara, en papel de formato DIN-A4. O título do traballo, o texto, as notas ao fnal e a bibliografía escribiranse cunha letra Times New Roman de corpo 12; as citas longas escribiranse cunha letra de corpo 10 nun parágrafo á parte e sen entrecomillar. Os traballos deberán ir encabezados do seguinte modo: - título do artigo: centrado, con maiúscula negra de corpo 12. - nome e apelidos do autor: debaixo do título, centrado, con minúscula cursiva de corpo 10. - universidade (ou centro) ao que pertence o autor: debaixo do nome, centrado, con minúscula de corpo 10. - identifcador ORCID seguindo o formato recomendado por ORCID organization: https://orcid.org/0000-0002-1825-0097 - email institucional - breve resumo do artigo: de extensión non superior a 200 palabras. - palabras chave do artigo, cinco como máximo. - tradución do resumo ao inglés (abstract) non superior ás 200 palabras. - tradución das cinco palabras chave ao inglés (keywords). As notas presentaranse sempre ao fnal do texto (non se admiten notas ao pé), numeradas correlativamente e dentro do mesmo arquivo electrónico do texto principal. As chamadas das notas dentro do texto principal realizaranse en superíndice. As referencias bibliográfcas das obras consultadas teñen que aparecer nas mesmas notas ao fnal. O corpo ou texto principal coas notas ao fnal non presentará láminas ou fguras insertadas. Os pés de láminas - coa posición indicada no texto sempre co formato (fg. 1), (fg. 2), etc - se incluirán nun documento Word separado. Xunto cos arquivos do texto principal e os pés de láminas, o envío terá que acompañarse dun arquivo específco coa lista de referencias bibliográfcas (“Referencias”). A lista das referencias bibliográfcas estará ordenada alfabéticamente polos apelidos dos autores. Cada entrada de bibliografía incluirá: nome do autor (apelidos, separando o nome completo cunha coma), ano de publicación separado por puntos, título da publicación (en cursiva os títulos de libros; os artigos pechados entre marcas de cita “artigo.”), e datos da publicación (lugar de edición e editorial). Como norma xeral de presentación, os traballos enviados deben seguir o Chicago Manual of Style, como se amosa nos exemplos incluidos a continuación. Prégase seguir escrupulosamente estes exemplos para compilar e dar formato ás referencias de bibliografía, tanto nas notas ao fnal como na lista de referencias en arquivo Word específco.

Libros: Smith, Zadie. 2016. Swing Time. New York: Penguin Press. D’Agata, John, ed. 2016. The Making of the American Essay. Minneapolis: Graywolf Press.

QUINTANA Nº16 2017. ISSN 1579-7414. pp. 319-349 418

Grazer, Brian, and Charles Fishman. 2015. A Curious Mind: The Secret to a Bigger Life. New York: Simon & Schuster.

Cita de libros en notas ao fnal, con indicación de páxinas: Jack Kerouac, The Dharma Bums (New York: Viking Press, 1958), 128.

Capítulos de libro: Alarcos Llorach, Emilio. 1970. “Perfecto simple y compuesto.” In Estudios de gramática funcional del español, 13-39. Madrid: Gredos. Thoreau, Henry David. 2016. “Walking.” In The Making of the American Essay, edited by John D’Agata, 167–95. Minneapolis: Graywolf Press.

Cita de capítulos en notas ao fnal: Henry David Thoreau, “Walking,” in The Making of the American Essay, ed. John D’Agata (Minneapolis: Graywolf Press, 2016), 177–78.

Citas nas notas a unha obra xa referenciada previamente CMOS non recomenda usar “op. cit.” Como alternativa se aconsella empregar a forma abreviada para autor e título: Smith, Swing Time, 3. Alarcos Llorach, “Perfecto simple y compuesto,” 3. A fórmula “Ibid.” sí é admisible, seguida do número de páxina ou páxinas, pero só para unha única publicación citada na nota precedente: Ibid., 401-2.

Artigos e actas de congresos: Keng, Shao-Hsun, Chun-Hung Lin, and Peter F. Orazem. 2017. “Expanding College Access in Taiwan, 1978–2014: Effects on Graduate Quality and Income Inequality.” Journal of Human Capital 11, no. 1 (Spring): 1–34. Satterfeld, Susan. 2016. “Livy and the Pax Deum.” Classical Philology 111, no. 2 (April): 165–76. Bravo, Elena, Raul Barco, and Adrian Bullón. 2010. “Anatomic study of the abductor pollicis longus: A source for grafting material of the hand.” Clinical Orthopaedics and Related Research 468 (5): 1305-09.

Teses doutorais e traballos académicos: Rutz, Cynthia Lillian. 2013. “King Lear and Its Folktale Analogues.” PhD diss., University of Chicago. Gázquez González, Manuel Jesús. 2010. “Caracterización y valorización de residuos generados en la industria de producción de dióxido de titanio.” PhD diss., Universidad de Huelva. Departamento de Física Aplicada.

Textos antigos: Epictetus. 1916. Dissertationes. Ed. Heinrich Schenkl. Stuttgart: Teubner.

Diccionarios: Dictionary of the Middle Ages. 1982–89. Ed. Joseph R. Strayer et al. 13 vols. New York: Scribner.

E-Books: Kurland, Philip B., and Ralph Lerner, eds. 1987. The Founders’ Constitution. Chicago: University of Chicago Press. http://press- pubs.uchicago.edu/founders/. Melville, Herman. 1851. Moby-Dick; or, The Whale. New York: Harper & Brothers. http://mel.hofstra.edu/moby-dick-the-whale- proofs.html

Artigos de internet e xornais: Manjoo, Farhad. 2017. “Snap Makes a Bet on the Cultural Supremacy of the Camera.” New York Times, March 8, 2017. https:// www.nytimes.com/2017/03/08/technology/snap-makes-a-bet-on-the-cultural-supremacy-of-the-camera.html. Mead, Rebecca. 2017. “The Prophet of Dystopia.” New Yorker, April 17, 2017.

QUINTANA Nº16 2017. ISSN 1579-7414. pp. 319-349 419

Costa, Jordi. 2007. “Vetusta posmodernidad.” El País (Madrid), Noviembre 2, 2007.

Páxinas web: Biblioteca de la Universidad de Sevilla. “Guías de la BUS: Herramientas y guías para encontrar y gestionar la información.” Accessed May 1, 2014. http://guiasbus.us.es/guias Google. 2017. “Privacy Policy.” Privacy & Terms. Last modifed April 17, 2017. https://www.google.com/policies/privacy/.

Citas de artigos e webs nas notas ao fnal: Susan Satterfeld, “Livy and the Pax Deum,” Classical Philology 111, no. 2 (April 2016): 170. Rebecca Mead, “The Prophet of Dystopia,” New Yorker, April 17, 2017, 43. “About Yale: Yale Facts,” Yale University, accessed May 1, 2017, https://www.yale.edu/about-yale/yale-facts.

Pes de ilustracións: Fig. 1. Gisbert Pérez, Antonio, Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, 1888. Óleo, Museo Nacional del Prado, Madrid Para casos que non aparecen indicados aquí, prégase consultar o Chicago Manual of Style (17ª edición): http://www. chicagomanualofstyle.org/tools_citationguide.html

A sangría da primeira liña dos parágrafos, tanto no texto como nas notas, farase coa opción específca do menú formato ou deseño de parágrafo. Os mapas, gráfcos, debuxos, planos (sen enmarcar) e fotografías irán numerados consecutivamente en caracteres arábigos (fg. 1), (Fig. 2), etc. Os pés correspondentes deben ser o máis completos posible (autor, obra, cronoloxía, localización e copyright se fora necesario). Os debuxos realizaranse sobre papel branco de boa calidade. As fotografías presentaranse en formato TIFF ou JPEG cunha resolución mínima de 300 ppp. En cada artigo poderán incluírse ata 15 fguras.

ENVÍOS A integración da revista QUINTANA na plataforma Open Journal Systems, xestionada dentro do Portal Dixital de Revistas da Universidade de Santiago de Compostela - http://www.usc.es/revistas/index.php/quintana - fai posible o envío directo dos artigos para a sección de COLABORACIÓNS. Para iso é necesario rexistrarse como autor na sección “Autores” do menú superior, e a continuación seguir as indicacións para cargar arquivos de textos e imaxes. Recoméndase que os autores revisen a inclusión completa dos metadatos correspondentes a título, nome do autor/a, afliación e datos de contacto, resumo, palabras chave e código ORCID. Como orientación xeral, os traballos rexistrados antes do 31 de xaneiro de cada ano terán preferencia para ser admitidos no número dese mesmo ano. Os artigos, con título, resumo e palabras chave, deben incluir os seguintes datos e arquivos : - Título, nome e afliación do autor, código ORCID e email, xunto co resumo e palabras chave - Arquivo de texto principal gardado como Word, coas notas ao fnal (non se admiten notas ao pé) - Lista de referencias bibliográfcas en arquivo específco baixo o título “Referencias” - Lista de ilustracións cos pés correspondentes, numeradas como Fig. 1, Fig. 2, etc… - Arquivos de imaxes numerados (Fig. 01, Fig. 02, …) e en formato JPEG ou TIFF Os editores resérvanse o dereito de facer leves alteracións nos traballos recibidos coa única fnalidade de corrixir erros mecánicos ou lingüísticos. Se as modifcacións necesarias fosen considerables, consultarase ao autor para pedirlle a súa aprobación para tal efecto. Os editores tamén se reservan a non publicación das fguras que carezan da calidade sufciente. As probas de imprenta serán revisadas polos autores, os cales efectuarán os cambios mínimos necesarios, corrixirán os erros de impresión e devolveranas nun prazo dunha semana a partir da data de recepción. O atraso na devolución das probas implicará a súa publicación sen as correccións do autor.

NORMAS PARA O ENVÍO DE RESEÑAS DE LIBROS QUINTANA acepta publicar reseñas de libros baixo a condición de que o autor da reseña non comparta a mesma afliación académica ou institucional co autor do libro. As reseñas serán aprobadas e aceptadas polo Comité de Redacción. As reseñas terán un máximo de 3.000 palabras (incluindo título, autor, editor e datos de publicación, ISBN e número de páxinas) Para calquera dúbida ou consulta, contactar coa revista: [email protected] Páxina Web: www.usc.es/revistas/index.php/quintana

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EDITORIAL POLICY QUINTANA is a journal on History of Art, issued annually, which publishes original research papers about any of the specialities related to the Arts, including interdisciplinary approaches that enrich their study. The publication of research papers is structured in two sections: the frst one – SUBJECT – is of a monographic character, and its content is planned beforehand by the Editorial Board, who invites well-known specialists in the chosen theme, whilst the second one – ARTICLES – is open to contributions about any theme. The papers which are presented in the ARTICLES section will be subjected to assessment using a double-blind review process with anonymity for both authors and reviewers (double-blind peer review process). The journal will use two reviewers, members of the Scientifc Committee or academic experts, to assess each article received, and will resort to a third reviewer in the case of discrepancy. The articles which are fnally published will include reception and acceptance dates. The journal’s Director and the Editorial Board will have ultimate responsibility for the selection process, and will communicate the editorial decisions to the authors. The authors accept that QUINTANA could diffuse the texts which are published therein, only to serve a scientifc purpose, and without commercial proft, for any media, including Internet, and to incorporate these contents in the electronic databases of scientifc journals. This diffusion must be understood as an assignment for the use of, “non-exclusive” cession, and only for this purpose, with temporally and territorially unlimited cession of the rights that correspond to the authors.

NORMS FOR THE PRESENTATION OF ORIGINAL PAPERS The papers must be original and unpublished. The authors undertake to sign a declaration of originality stating that the paper was not previously published, and that it will not be sent to any other journal while it is under the editorial process of QUINTANA. Papers may be written in Galician, Spanish, Catalonian, Portuguese, Italian, French or English. The maximum length will be 15-20 pages for the main text, using one and a half spaces and written only on one side of DIN- A4 sheets. The paper’s heading, the text, the endnotes and reference list will be written in Times New Roman size 12 type; long quotes will be written in size 10 type in a separate paragraph and without quotation marks. The papers must be headed in the following way: - Title of the article: centered, block capitals in bold, size 12 - Name and surnames of the author: below the title, centered, with small letters in italics of size 10 - University (or centre) to which the author belongs: below the name, centered with small letters of size 10 - ORCID identifer, according to the ORCID organization format: https://orcid.org/0000-0002-1825-0097 - Institutional email - Abstract of the article, no longer than 200 words - Keywords from the article, maximum fve - Translation of the summary in English (abstract) - Translation of the keywords in English (keywords) The notes will be presented always at the end of the main text (footnotes are not accepted), numbered consecutively. The indications to the notes within the text itself will be done in superscript. Bibliographic references to works consulted must be included in endnotes, numbered consecutively. The main body of text with endnotes will not present fgures inserted. The list of captions with their numbers – position indicated in the main text following the format (fg. 1), (fg. 2), etc - will be included in a separate Word document. The main body of text with endnotes and the list of captions must be accompanied by a “References” list fle. The list of references should be alphabetized by author’s last name. Each bibliographic entry should include: author name (last name frst, separating last and frst name with a comma), year of publication, title of work (italicized for books, but articles enclosed in quotation marks instead), and publication information (location and publisher name - not enclosed in parentheses). As a general standard of presentation, submissions must follow the Chicago Manual of Style, as in the examples below. Please follow these examples scrupulously when compiling and formatting both your endnotes citations and reference list in order to avoid citing incorrectly.

Books: Smith, Zadie. 2016. Swing Time. New York: Penguin Press. D’Agata, John, ed. 2016. The Making of the American Essay. Minneapolis: Graywolf Press. Grazer, Brian, and Charles Fishman. 2015. A Curious Mind: The Secret to a Bigger Life. New York: Simon & Schuster.

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Books cited in the ednotes, with page numbers: Jack Kerouac, The Dharma Bums (New York: Viking Press, 1958), 128.

Book Chapters: Alarcos Llorach, Emilio. 1970. “Perfecto simple y compuesto.” In Estudios de gramática funcional del español, 13-39. Madrid: Gredos. Thoreau, Henry David. 2016. “Walking.” In The Making of the American Essay, edited by John D’Agata, 167–95. Minneapolis: Graywolf Press.

Book chapters cited in endnotes: Henry David Thoreau, “Walking,” in The Making of the American Essay, ed. John D’Agata (Minneapolis: Graywolf Press, 2016), 177–78.

Citations in the endnotes to a previously cited publication: CMOS does not recommend using “op. cit.”. Instead it is advised to use the abbreviated form for author and title: Smith, Swing Time, 3. Alarcos Llorach, “Perfecto simple y compuesto,” 3. The “Ibid.” is admissible, followed by the number of page or pages, but only for a single publication already mentioned in the previous endnote: Ibid., 401-2.

Journal article / Conference proceedings: Keng, Shao-Hsun, Chun-Hung Lin, and Peter F. Orazem. 2017. “Expanding College Access in Taiwan, 1978–2014: Effects on Graduate Quality and Income Inequality.” Journal of Human Capital 11, no. 1 (Spring): 1–34. Satterfeld, Susan. 2016. “Livy and the Pax Deum.” Classical Philology 111, no. 2 (April): 165–76. Bravo, Elena, Raul Barco, and Adrian Bullón. 2010. “Anatomic study of the abductor pollicis longus: A source for grafting material of the hand.” Clinical Orthopaedics and Related Research 468 (5): 1305-09.

PhD. / Thesis: Rutz, Cynthia Lillian. 2013. “King Lear and Its Folktale Analogues.” PhD diss., University of Chicago. Gázquez González, Manuel Jesús. 2010. “Caracterización y valorización de residuos generados en la industria de producción de dióxido de titanio.” PhD diss., Universidad de Huelva. Departamento de Física Aplicada.

Ancient texts: Epictetus. 1916. Dissertationes. Ed. Heinrich Schenkl. Stuttgart: Teubner.

Dictionaries: Dictionary of the Middle Ages. 1982–89. Ed. Joseph R. Strayer et al. 13 vols. New York: Scribner.

E-Books: Kurland, Philip B., and Ralph Lerner, eds. 1987. The Founders’ Constitution. Chicago: University of Chicago Press. http://press- pubs.uchicago.edu/founders/. Melville, Herman. 1851. Moby-Dick; or, The Whale. New York: Harper & Brothers. http://mel.hofstra.edu/moby-dick-the-whale- proofs.html

Internet articles / Journals: Manjoo, Farhad. 2017. “Snap Makes a Bet on the Cultural Supremacy of the Camera.” New York Times, March 8, 2017. https:// www.nytimes.com/2017/03/08/technology/snap-makes-a-bet-on-the-cultural-supremacy-of-the-camera.html. Mead, Rebecca. 2017. “The Prophet of Dystopia.” New Yorker, April 17, 2017. Costa, Jordi. 2007. “Vetusta posmodernidad.” El País (Madrid), Noviembre 2, 2007.

QUINTANA Nº16 2017. ISSN 1579-7414. pp. 319-349 422

Web pages/Websites: Biblioteca de la Universidad de Sevilla. “Guías de la BUS: Herramientas y guías para encontrar y gestionar la información.” Accessed May 1, 2014. http://guiasbus.us.es/guias Google. 2017. “Privacy Policy.” Privacy & Terms. Last modifed April 17, 2017. https://www.google.com/policies/privacy/.

Articles and web pages cited in endnotes: Susan Satterfeld, “Livy and the Pax Deum,” Classical Philology 111, no. 2 (April 2016): 170. Rebecca Mead, “The Prophet of Dystopia,” New Yorker, April 17, 2017, 43. “About Yale: Yale Facts,” Yale University, accessed May 1, 2017, https://www.yale.edu/about-yale/yale-facts.

Figure captions: Fig. 1. Gisbert Pérez, Antonio, Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, 1888. Óleo, Museo Nacional del Prado, Madrid Please refer to the complete Chicago Manual of Style (seventeenth edition), for issues that are not covered by these instructions: http://www.chicagomanualofstyle.org/tools_citationguide.html

The indentation of the frst line of the paragraphs, both in the text and in the endnotes will be done with the “format” or “paragraph design” specifc options from the toolbar. The maps, graphs, drawings, plans (without framing) and photographs will be numbered consecutively with Arabic numerals (e.g. fg. 1, fg. 2, etc.). The corresponding list of illustrations must be as complete as possible (author, work, chronology, location and copyright if need be). The drawings will be done on good quality white paper. The photographs will be presented on format TIFF or JPEG with a minimum resolution of 300 dots per inch. Up to 15 fgures may be included in each paper.

SUBMISSION GUIDELINES QUINTANA is integrated in the Open Journal Systems, managed within the Portal Dixital de Revistas da Universidade de Santiago de Compostela - http://www.usc.es/revistas/index.php/quintana -. Each paper for the ARTICLES section must be presented by means of this OJS access. The authors need sign in –“Autores” in the main bar menu - and proceed with the indications to upload texts and illustrations. It is highly recommended that the authors check the complete inclusion of the metadata corresponding to title, name, affliation, contact, abstract, keywords, and ORCID identifer. The papers, with title, abstract and keywords, should be registered before January 31th of every year. Submissions must include: - Title, name, and author’s institutional affliation, email and ORCID, with abstract and keywords - Manuscript, saved as Word document with endnotes (not footnotes) - References list, saved as Word document - List of captions, numbered Fig. 1, Fig. 2, … - Image fles, JPEG or TIFF numbered fles The editors reserve the right to make slight alterations to the papers received, with the sole objective of correcting mechanical or linguistic mistakes. If the modifcations needed were signifcant, the author would be consulted to request his/her approval. The editors also reserve the right to not publish any fgures which they consider to be of poor quality. The printer’s proofs will be reviewed by the authors, who will make the pertinent changes, correct printing errors and send them back within a week of reception. Any delay in sending back the copy will mean that the article will be published without the author’s corrections.

NORMS FOR THE SUBMISSION OF BOOK REVIEWS QUINTANA accepts reviews of books on condition that reviewers do not share the same academic or institutional affliation that the authors of the books. Reviews will be accepted by Editorial Board. Reviews are limited to a maximum of 3.000 words (includes book title, author, editor or publisher data, ISBN and number of pages) Contact E-mail: [email protected] Journal Website: www.usc.es/revistas/index.php/quintana

QUINTANA Nº16 2017. ISSN 1579-7414. pp. 319-349 QUINTANA Nº19 2020

TEMA: As medidas da desorde. Reflexións sobre canon, orde e proporción nas artes LUZ MARINA ORTIZ AVILÉS VIDAL DE LA MADRID ÁLVAREZ Perlov-Guerin: resonancias El orden subyacente: arquitectura y órdenes clásicos en Asturias durante la Edad Moderna ANTONIO PERLA DE LAS PARRAS Historia de una bóveda alboaire: la capilla funeraria FERNANDO QUILES de Gonzalo López de la Fuente en el convento de la No hay mal que por bien no venga. Del caos a un Concepción Francisca de Toledo y de cómo pasó a nuevo tiempo artístico (Sevilla, de 1650 a 1660) llamarse de san Jerónimo CAROLINA DE FALCO CRISTINA SANZ MARTÍN Socialità, identità e “disordine” nei quartieri popolari El paisaje en la era del Antropoceno: el videopaisaje del secondo dopoguerra in Italia tecnorromántico GERMÁN GAN QUESADA LOLA VISGLERIO GÓMEZ Entre la necesidad y el azar. Nuevos datos para el Operar en el límite: “Plus Ultra”, una propuesta estudio de la obra de Cristóbal Halffter entre 1957 curatorial crítica dentro de la Expo’92 y 1962 ANNA WENDORFF E ANETA PAWLOWSKA COLABORACIÓNS Descripción curatorial y audiodescripción de las ASIER ARANZUBÍA COB E NIEVES LIMÓN SERRANO obras de arte. Un estudio comparativo El toro por los cuernos. Símbolos de lo español en MARÍA JOSÉ ZAPARAÍN YÁÑEZ E RENÉ JESÚS PAYO un videoclip de Rosalía HERNANZ BELÉN ATENCIA CONDE-PUMPIDO La arquitectura teatral del siglo XVIII. El caso de Préstamos, intercambios y robos competitivos en el Burgos y el proyecto de Fernando González de Lara cubismo sintético parisino de finales de los años MENG ZHOU diez Fuentes chinas del marfil hispano-filipino: comercio, GEMMA DOMÈNECH I CASADEVALL migración e intercambios culturales Arte en prisión. Jordi Tell en el penal de A Coruña ESCRITOS SOBRE… VALERIANO DURÁN MANSO José López Calo Propaganda en el cine del New Deal: los personajes de Juan Nadie (Frank Capra, 1941) FRANCISCO JOSÉ FALERO FOLGOSO Belleza y legitimación del arte contemporáneo (reflexiones a partir de Arthur C. Danto) RUBÉN GARCÍA LÓPEZ Fragmento / Política / Representación: Contactos (1970) de Paulino Viota I S S N 1 5 7 9 - 7 4 1 4 ELENA MONZÓN PERTEJO 0 0 0 1 9 Las mujeres caídas como herederas de María Magdalena en el audiovisual (1910-1919)

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