Los Dominios De Imperio Britanic
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
POLITICA DE UNIDAD Nte. 156 - 13 de Julio de 1940 - 60 cénts. S E G U N D A EPOCA — AÑO IV REDAC. Y ADM.: RONDA SAN PEDRO. 7. - TEL. 11482 AVISOS Y SUSCRIPCIONES: VERGARA, 3. - TEL. 22890 Por EUGENIO NADAL K9ARR1D0S los mástiles por la ofensiva más ful- minante de la historia, arría sus maltrecha» banderas la Revolución Francesa en su propia Pa• tria. La voz digna del anciano Mariscal Pétain de• nunciando las causas de la tribuljción presente fue• ron un completo examen de conciencia de una nación que había olvidado hacía largo tiempo tan cristiano y necesario ejercicio. Encastillada tras parapetos de externa legalidad, habíase negado reíteradacrente Francia al examen de ÜU conducta y de la situz Jfn de Europa en los últimos años. Endurecida en rígidos formulismos democráticos, había sido incapaz de sor• ber el hálito juvenil de la Europa naciente. Ignoró U renovación que suponía el fascismo, cerróse a toda revisión de las injustas fronteras creadas en Versi- lles. Y trataba d« justificar su actitud con una fari saica ñdelidad a la letra, que mata — y dígalo, :.i no, ella misma, véticida y torpedeada por sus pru- pios aliados—. Fué el suyo egoísmo suicida por cie• go y enervante, por apegado a formas de vida y de pensamiento anquilosadas, inútiles, viejas. Francia, la F rancia democrática, radical-socialista, anticlerical, burguesa y sedentaria, que perdía progresivamente población y vrvia en el culto a fórmulas hueras de vida, daba la impresión de ser un país detenido en determinadas formas, ya incapaz de superarlas, y destinada a una lenta consunción por agolamicnfo de su vitalidad. La gran conmoción actual, replanteando todos los problemas a la luz de la verdad más dura, ha quebrado los polvorientos moldes y ha ímpuesli una ineludible revisión de valores. De tal modo que, por primera vez desde tiempo inmemorial, el mur- do. atónito, ha podido escuchar la voz contrita del primero de los franceses reconociendo los graves errores y fallas de su Patria. Extraordinario acon• tecimiento que nos da la medida de una catástrofe capaz de hendir el espeso muro del insoportable or• gullo francés. A estas horas Francia ha advertido el error de su fidelidad a los carcomidos principios liberales, y quizá comience a sospechar que, si quiere vivir, debe asimilar el empuje salvador de las ju• ventudes europeas. Quizá comience a comprender que no es ella la medida de todas las cosas. Y esta crisis espiritual, esta hora de duda y quebranto hará posible su rejuvenecimiento. Que para renovarse es preciso cierto grado de humildad. De este modo, la primera consecuencia de la victoria, alemana habrá sido la reincorporación de Francia a la normal evo• lución de los pueblos europeos. Y, en efecto, insinúase ya la triza de posible» re• formas sociales y políticas decisivas, pero, sobre todo, de actividades más ¿.obles ante la vida. Un sentido de responsabilidad más hondo; un culto a los valores morales, una decisión de servir y de vivir cara a las realidades espirituales básicas. ¿Conseguirá, por ejemplo, la Francia que apenas se Los partes del Alio Mando del Ejército alemán insisten sobre la actuación de sus submarinos. La superioridad de esboza detener la disminución de sus habitantes? Se• efectivos de la floto inglesa ha sido contrarrestada gracias al arrojo de estos marinos alemanes. Ellos cuidan d« ría el síntoma definitivo de su resurgir. Mientras tan• afirmar que la supremacía marítima de Inglaterra es inferior a la que suponen las notas del Almirantazgo inglés to, de la acción de Pétain y Laval cabe sospechar una liquidación de la Tercera República y la irrevocable clausura del período histórico abierto en la reunión de los Estados Generales. « « « U lis piolaai literlorei Los principios revolucionarios que los granaderos LOS DOMINIOS DE imperiales condujeron por toda Europa en la boca de sus fusiles, se han hundido a la fuerza de las Rita de armas de una revolución de sentido opuesto. La vieja IMPERIO BRITANIC Europa ha muerto cuando la juventud ha penetrado en la cuna y último baluarte de la democracia, l'n Acosía, hombre extraordinario — Hitler — ha liquidado en el fet c«« este titule el comentarte áe naestn rata continente la era que inició otro hombre genial: Na• poleón. Dos revoluciones, dos ejércitos, dos caudillos. JAIME RUIZ MANEN española Lo que nació en París en 1789 ha muerto con la entrada de los alemanes en París en 1940. También et estudio de A /-» r**»!* Inglaterra ha sido el catalizador de las dos revo• Reportaje de luciones. Su temor al poder de los países que las MIGUEL TORMO bailtiagO ÜC CUD engendraron derramó los ejércitos de Francia y Ale• sobre la ^esta de la escuadra española al mando del aln Federico de Madrid mania sobre el continente. Y con ellos, lo» principios raote Cerrera, durante ia guerra contra los Estados Unidos que defendían. Siflut en pió. 7 DESTINO EL MUNDO Y LA Un recuerdo a la retroceder al Islam, que consti• sucesores de la doble monarquía tuía una unidad económica per• el odio a Austria y a Hungría, la Pequeña Entente fecta y que era una garantía de que más enérgicamente se opuso paz en una inmensa región de los La «Gran Rumania" ha pasado a la restauración de los Habsbur- Balcanes. Todo fué inútil. La con• a la historia. Después de haber go, tanto en Budapest como en signa era formal: Austria y Hun• cedido a los Soviets la Besarabia Viena. Pero como es fatal que en gría (debían separarse y quedar y la Bucovma del Norte, países de el Danubio debe existir una po• reducidos a dos países miserables. mayoría rumana, llega para este tencia fuerte, Alemania, cansada Una persona de la intimidad de país la hota de rendir cuentas a de aquel caos y de aquella agita• Clemenceau contaba a un amigo Hungría y a Bulgaria. Si las rei• ción, que también iba dirigida del cronista que el -Tigre» tenía vindicaciones rusas eran injustas, contra ella, anexionó un día Aus• un odio feroz a Austria y a Hun• no lo son, aunque se trate de re• tria y otro día el territorio checo gría y que no disimulaba que esas PROEZAS BRITANICAS giones que consiluyen un mosaico de los Sudetas y más tarde la dos naciones debían ser aniquila• de razas, las de Hungría y Bul• Bohemia entera. Una Austria-Hun• -Por fin hemos conseguido una victoria. das. Al preguntarle las causas de gría — afirmaba todo el mundo — -¿Contra quién? ese odio, Clemenceau no encon• de unos treinta millones de ha• traba otras que el catolicismo. Ese bitantes, un imperio austro-hún• -Contra la escuadra de nuestros aliados. odio de la masonería francesa, y garo viable, habría hecho imposi• de • la masonería continental en ble la anexión de Austria a Ale• general, era compartido por la ma• mania. Los que trataban de im• sonería y el protestantismo inglés. pedir la existencia de un bloque FRANCIA E INGLATERRA Checoeslovaquia convirtióse en austro-húngaro capaz de subsistir el interprete y en el vigilante per• fueron los principales artífices de (Viene de U página primera) petuo del pensamiento de la Coiv la Gran Alemania. ferencia de la Paz. Checoeslova• Parapetada tras el Canal de la Mancha, su inasequible insularidad obligó De toda esa construcción que quia — y tampoco esto es un tó• al genial curso a intentar el bloqueo continental. Los duminios de la Francia tomó la denominación serví! de pico — era una sucursal de la revolucionaria se hicieron desmesurados, gigantescos. Napoleón sucumbió a la Pequeña Entente poca cosa queda masonería francesa. Los presiden• postre, pero las raíces de ja revolución quedaban echadas en todos los pueblos en pie. Checoeslovaquia ha des• tes Masaryk y Benes eran anti• de Europa. es la consecuencia de las campañas imperiales. Hitler, vencida aparecido y la Gran Rumania que• cristianos. Senes llegó a ser uno dará reducida a una pequeña Ru• Polonia y asegurada la paz en el Este, ha tenido que ocupar enormes extensio• de los grandes astros de la ma• mania. Queda Yugoeslavia, mu• nes del Norte y Oeste europeos, para alcanzar todas las costas próximas a la sonería europea. En ocasión de un cho mejor construida que sus alia• Gran Bretaña y asegurarse la iniciativa en las operaciones — recuérdese, por homenaje que se le tributó poco das, pero actualmente sin amigos. ejemplo, la campaña de Noruega, destinada a garantizar la segundad tlel Reich antes de la guerra española, toda en el Norte, para tener las manos libres en el frente occidental —. Y con el nuestra prensa masónica, y tam• El "copenaguea- ritmo de sus-victorias han cundido por todas partes los conceptos nacionalistas garia. La primera exige la Tran- bién algún diario católico incauto, y autoritarios. silvania y la segunda la Dcbrud|a. publicó el retrato del señor Be• miento" de la es• Inglaterra, catalizador de las revoluciones continentales. Y, sin embargo, no Los tratados fueron tan injustos nes acompañado de un entusiasta cuadra francesa ha participado en ellas. Precisamente por esto fué capaz de dispararlas. Por para Hungría como para Bulgaria. ditirambo. ser ajena a ellas, aunque lo bastante próxima a sus intereses para excitarlas y Hungría, a la cual tanto debe la Fué Checoeslovaquia el alma de El golpe de fuerza de la escua• obligarlas a estallar. civilización y especialmente el la Pequeña Entente, la que ali• dra británica contra la escuadra Y no puede participar en las revoluciones de Europa, porque su especifico cristianismo, fué reducida a la in• mentó en los otros dos Estados francesa ha agudizado la querella modo de ser se lo impide. Pragmática, ignoró siempre los principios generales significancia, como Ausiria. Y Bul• — alma y razón de todo movimiento revolucionario — y se atuvo únicamente garia, si liega a reconquistar la en lo exterior a las necesidades de cada momento, y en lo interior a las cos• Oobrud|a, no cesará de pedir una tumbres y tradiciones.