30 Marco de la Rasilla Vives

ciones del Patronato de las Cuevas Prehistóricas Peltier, L., 1973. "The geographic cycle in perigla­ de la provincia de Santander. Vol. l. Santander. cial regions as it is relatad lo clímatic geo­ Manuel MILlAN CASCALLO «El rhinoceros en el arte González Echegaray, J. y Freeman, L. G., 1973. morphology... Anu. Ass. of Amer. Geographic, 40. (Grup de Recerques Aqueológiques de Gava) ..cueva Morín (Excavaciones, 1969)•. Publica­ pp. 214-236 . pleistocénico» ciones del Patronato de las Cuevas Prehistóricas Puyol y Estébanez, 1978. «Análisis e interpreta­ de la provincia de Santander. Vol. 11.Santander. ción del mapa topográfico... Ed. Tebar Flores. González Echegaray, J. y Freeman, L. G., 1978. Rouse, 1., 1968. «Prehistoric typology and the «Vida y muerte en Cueva Morín•. Institución Cul­ study of society». En Chang, K. C. (ed.) «Settle­ tural de Cantabria. Santander. ment Achaeology ... New Haven. Hernández Pachaco, E., 1944. «Fisiografía, Teran, M. de; Sole Sabaris, L. el alíi, 1969. Geología y Glaciarismo cuaternario en las monta­ «Geografía Regional de España». Ed. Ariel. Barce­ ñas de Reinosa•. Memoria de la Real Academia lona. de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 10. Trigger, B.,1968. «The determinants of settlement Madrid. patterns... En Chang, K. C. (ed.) «Settlement Higgs, E. S.; Vita-Finzi, C.; Harris, C. and Fagg., ... New Haven. 1968. «The climate, environment and industries of Trigger, B., 1968 a ...aeyond History: the methods Stone Age , 111•.P. P. S., 33. of Prehistory ... New York. Higgs, E. S. and Webley, D., 1971. «Further infor­ Utrilla; P., 1977. «Tipos de hábitat en el Magdale­ INTRODUCCION la cueva de la Pileta), por una parte, así como fa mation concerning the environment of Palae­ niense Cantábrico». Seminario de Prehistoria, de los rhinoceros de Merk, por otra, representan olithic man in Epirus•. P. P. S., 37. Arqueología e Historia Antigua de la Facultad de mundos climáticos y ecosistemas muy determi­ Higss, E. S. and Vita-Finzi, C., 1972. «Prehistoric Filosofía y Letras de Zaragoza. Zaragoza. pp. 7-19. Se pretende, en este estudio, hacer una valo­ nados. Lo cual, justifica el interés de su estudio. economies; a territorial approach11. Papers on Van Den Brinck, F. H., 1970 ... Guía de campo de ración analítica de las representaciones de rhino­ Así, el «Rhinoceros tichorhinus» es un claro indi­ Economic Prehistory. los mamíferos salvajes de Europa Occidental». ceros, cualquiera que sea su especie, dentro del cativo de estadios y zonas frias en fa glaciación Hoyos Gómez, M., 1979. «El karst de Asturias en Ed. Omega. Barcelona. arte cuaternario. Para tal valoración he preferido de Würm. El uRhinoceros simus» nos indicaría la aplicación del método expuesto por Leroi­ el Pleistoceno Superior y Holoceno: Geomorfolo­ Vega del Sella, Conde de la, 1921. «El Paleolítico una zona climática templado-cálida y el «Rhino­ gía, Sedimentología y Paleoclimatología. Tesis de Cueva Morín (Santander) y notas para la Gourhan en su: «Préhistorie de l'art occidental•, ceros mercki• una zona cálido-templada. A este no sólo más completo que el utilizado por Breuil, doctoral (en prensa)•. Facultad de Geológicas. climatología del Cuaternario». CIPP, 29. Madrid. valor, se suma la significación del hecho de tra­ Universidad Complutense de Madrid. ya que intenta poner en relación la figura repre­ tarse de especies desaparecidas, lo cual, nos Vita-Finzi, C. y HIGGS, E. S., 1970. «Prehistoric sentada con el lugar en que se halla, sino también fijaría tales representaciones en un momento de­ Llopis-Liado, N., 1970. «Fundamentos de economy in the Mount Carmel Area of Palestina. más apto para el tipo de estudio que aquf se pre­ terminado en el tiempo geológico, dentro de un Hidrogeología kárstica. (Introducción a la Site catchment analysis». P. P. S., 36. pp. 1-37. tende real izar. Por otra parte, el método leroi­ período claramente glacial: el Würm, dado que, geoespeleologia)•- Ed. Blume. Madrid. Wilson, L., 1969. «les relations entre le processus Gourhan se basa en un desarrollo monoevolutivo como se demostrará en el estudio, las representa­ Margalef, R., 1978. «Perspectivas de la teoría eco­ géomorphologiques el le climat moderna comme del arte cuaternario pleistocénico; esta unilineafl­ ciones de rhinoceros aparecidas, o mejor dicho, lógica•. Ed. Blume. Barcelona. méthode de paléoclimatologie. Rev. Geog. Phys. dad polariza hacia un concepto evolutivo que par­ reconocidas como tales hasta la fecha, son, a ex­ Noval, A., 1976. «la fauna salvaje asturiana•. et Géol. Dinam. (2). Vol. 11,facs. 3. pp. 303-314. te de lo tosco y esquemático avanzando paulati­ cepción de la ya mencionada de La Pileta, exclu­ Ayalga Ediciones. Gijón. namente hacia un mayor naturalismo, detallismo sivamente, de uRhinoceros tichorhinusu, animal y realismo, y siempre apoyándose, como propone atribuible al Würm por la fauna que le acompaña Gonzáfez Echegaray, en el paralelismo cultural, en las representaciones, o por su situación estra­ estético y cfimatológico-faunístico, para estable­ tigráfica, de tratarse de dibujos o estatuirlas en cer una cronología más válida y acorde con los arte mueble. la no aparición del «Rhinoceros datos que en fa actualidad se poseen, la estimo mercki», o mejor dicho, del «Dicerorhinus como más creíble, que la dualidad evolutiva que merckiu, facilita tal deducción. Y todo ello a pesar Breuil propone con su teoría de los dos ciclos de que el uDicerorhinus mercki» sólo sobrevivió, artísticos. según se deduce de los restos hallados hasta la fecha, a la primera parte de dicha El rhinoceros no es, evidentemente, una de glaciación. Lo las figuras más representadas en el arte cuater­ cual facilita no pocas deducciones cronológicas, climáticas, e incluso de relación climato­ nario. Más bien pertenece al grupo de las figuras raramente representadas, al menos proporcional­ ecológico-económico-cultural. mente al montante total de obras reconocidas co­ Otra característica importante de las repre­ mo pertenecientes al arte desarrollado durante el sentaciones de rhinoceros, es el hecho de que las Paleolítico pleistocénico. Sin embargo, el rhino­ mismas nos introducen en unas sociedades caza­ ceros es, sin duda, un animal altamente significa­ doras con una caza altamente especializada, y a tivo, no sólo dentro del llamado arte cuaternario, la vez, como todas las representaciones del arte sino también, dentro de toda valoración del mun­ desarrollado durante el Paleolítico Superior, en do pfeistocénico. Y lo es, porque el rhinoceros es los probables cultos mágicos de tales grupos. un animal que, tanto en su variedad de «Rhinoce­ Es decir, en los ritos ligados a la caza, como ros tichorhinus», como en la de «Rhinoceros si­ economía sustentadora del grupo, pero también, mus• (variedad que sólo aparece representada en en algunos casos, como muestra de admiración

en el complemento alimentario, y en ia propia su­ aparezcan más asociaciones de tal tipo de animal hacia determinadas cualiclafies, como podrían ben hacernos olvidar la conexión con la totalidad pervivencia de los grupos especializados, asegu­ que de otros, o que aparezcan más representa­ ser la fuerza y la agresivid&d, así se intuye, de al­ diacrónica y sincrónica. Hay que aplicar Jo rándoles una descendencia mediante matrimo­ ciones de bicornes que unicornes o incornes, en nios exógamos. No obstante la economía, las pro­ guna manera, en las representaciones de concreto para acceder a lo verosímil y a Jo univer· Jo que a rhinoceros se refiere, puede no ser un da­ carnívoros, cuyo parentesco con la economía sal. Así pues, y accediendo a Jo probable, induci­ pias actitudes socio-culturales serían presu­ to significativo, y que sólo llegaría a serlo si tal sería indirecto, por una parte, y nos relacionaría do por Jos datos, nos podríamos hallar ante las miblemente autónomas y tendentes, por razones condición se diese como constante a través de tales representaciones con verosímiles ritos de producciones motivadas por cultos mágicos de más geográficas y climáticas, claramente deter· Jos cuatro estilos, o tuviese una correlación con iniciación a las «SOciedades» de cazadores del grupos de cazadores, y nos trasladarían a la con­ mí nantes del tipo de economía y cultura, que por una progresión cuyo movimiento tuviese valor grupo, paralelizables a las que, todavía en la ac­ cepción de hallarnos, no ya ante las representa­ cualesquiera de otro tipo, a la autosuficiencia cronológico y, por Jo tanto, diacrónico. En pocas tualidad, presentan algunos grupos cazadores, ciones de rhinoceros, sino ante todas las repre­ económico-cultural y a Jos matrimonios endóga• palabras, considero como más significativas las cuya tecnología podríamos calificar como sentaciones artísticas del Pleistoceno, enfrentán­ mos, Jo que no excluiría estos atisbos de comer· valoraciones parciales que hacen mención a las equiparable, o poco lejana, a la inluible en un donos a Jos ritos de religiosos animistas en los cío y de relaciones entre grupos cercanos. características de cada estilo en si mismo, y sólo Paleolítico Superior. Otra posibilidad, para las fi· cuales el «brujo" trata de apoderarse del alma, del La colocación, en la cueva, de las represen­ considero aceptable la globalidad total valorati­ guras representadas por su fuerza y agresividad, espíritu del animal, o bien de alguna de sus cuali­ taciones nos puede dar una visión, asimismo en va, en cuanto a una evaluación evolutiva de las sería de tipo de interrelación miedo-defensa del dades. Asi, con la conquista del alma del animal, cuanto al arte parietal, de cuales son Jos ritos pre­ caracteristicas y la distribución geográfica de ta­ santuario en que aparece. Es decir, cumpliendo se propiciará la conquista de su cuerpo o de sus ferenciales de caza, pero, también nos puede les representaciones. Por ello, las conclusiones una función de guardián, similar a la verosímil de cualidades físicas simbólicas. hablar de ritos sagrados, escondidos, cobijados se dividirán en conclusiones sincrónicas para los toros alados, u otras figuras mitológicas, en el santuario, situado generalmente al fondo de hallar, posteriormente, las valoraciones globales En otro nivel de valores, las asociaciones y y diacrónicas. hallados en los templos de los imperios del Próxi• yuxtaposiciones con otros animales, o con sig­ la cueva, que, por el tipo de representaciones que mo Oriente durante las edades de Bronce y nos tectiformes, nos mostrará, por un lado, toda en ellos suelen aparecer: osos, félidos, etc... , pa­ Hierro. Aún puede apuntarse otra po,sibilidad pa­ la variante evolutiva de Jos ritos animicos en un recen llevarnos más allá de una caza por razones ra determinado tipo de representaciones, o de de subsistencia alimentaria, hacia unos posibles entorno determinado en el tiempo y en el espacio. DESCRIPCION Y CLASIFICACION ESTILISTICA conjuntos de representaciones, como pueden ser Mientras que, por otra parte, nos mostrarán, par· ritos de iniciación a la caza para los nuevos y jó• las de hembras en celo, o las de conjunción y venes cazadores del grupo. La caza de estos ani­ DE LAS REPRESENTACIONES DE RHINOCEROS cialmente, la fauna que les acompañó, o que, co­ EN EL ARTE CUATERNARIO (POR YACIMIENTOS) enfrentamiento macho/hembra, asimilables a un mo en el caso de algunas yuxtaposiciones, prece· males admirados por su fuerza y agresividad iba, concepto de culto a la potencia sexual y a la ferti­ dió o sucedió al rhinoceros y que, a su vez, forma· seguramente, más allá del simple hecho de con­ lidad. Ambas deseables para la economía caza­ ban parte de las preferencias cazadoras de tales seguir una piel hermosa o cualquier otro tipo de dora, y por ello merecedoras del ruego de la colec­ grupos. Dichas preferencias nos muestran no só• trofeo material, buscando, más bien, demostrar tividad, y no menos de los estamentos encarga· lo un culto o magia encaminados a favorecer la sus aptitudes de caza, consiguiéndolo al ser ca­ EL RHINOCEROS EN EL ARTE MOBILJAR DEL dos de la sustentación del grupo. Amén del presti­ caza como portadora de una alimentación de sub­ paz de abatir una pieza reconocida como dificil y ESTILO 1 DE LEROI-GOURHAN (YACIMIENTOS): gio proporcionado al cazador por la consecución sistencia, sino, asimismo, de toda una seria de que, por otra parte, implicaba el riesgo de la pro­ de ciertos tipos de caza, más estimados por su variantes económicas, e incluso sociales. Las pri· pía vida. Estas cazas, serían individuales, lo cual CHANLAT.-(Cerca de Brive, Corréze). Gra­ escasez, por su rentabilidad, o por su dificultad. meras pueden mostrarnos no sólo la alimenta· nos puede llevar a otra probabilidad en relación bado sobre plaquita de esquisto, tras una veladu­ Es muy probable, asimismo, que la fertilidad y la ra al «lápiz». Es muy esquemática, aunque con ción del grupo, sino también, Jos materiales de con tales cacerías, como una derivación intuible potencia sexual estuviesen, de alguna manera, una posible vestimenta: pieles y cueros; el rnate· de la ya mencionada: el hecho de que tales cierta intención de introducirse en detalles, en es­ emparentados o asimilados al concepto de fuer· rial para un cierto tipo de utillaje: hueso, asta y cacerías individuales, fuesen para desmostrar pecial del pelaje. El grabado presenta exclusiva­ za, y que, por tanto, añadiesen al natural deseo de marfil. Pero, también puede hablarnos, en no po­ cual de Jos cazadores del grupo era el más hábil y, mente el rostro. Se trata de un «Rhinoceros abundancia de caza, ernpdrüflti:lble con tales cos casos, de caza excesivamente especializada, como tal, el que se encargaría de dirigir el grupo tichorhinos bicorne". La publicación de esta representaciones, el de admiración por la fuerza pieza, pertenece a J. Bouyssonie y H. Delsol, la diriase que exclusiva. Eso es Jo que parece de· en las cacerías. Por otra parte, no podemos olvi­ como hecho genérico, cualquiera que sea la for­ mostrarnos la cueva de Rouffignac, con sus espe· dar que, en un momento determinado, el rhinoce­ pieza es atribuible al Auriñaciense 1, con lo cual ma en que se les aparezca, o yue intuyan que les cializaciones, deducidas del gran número de ros suele aparecer en el fondo de la cueva, preci­ también está de acuerdo Nougier. Así mismo, aparezca. Una última posibilidad a tener en cuen­ Leroi-Gourhan, coincide con tal opinión al atri­ representaciones, en la caza del mammouth, y, samente el que corresponde al estilo JI de Leroi­ ta está en la asociación-enfrentamiento con otras posiblemente, en la del rhinoceros como caza Gourhan, Jo cual significaría, para dicho período, buirlo al estilo 1, equivalente a su inclusión en un especies, porque en buena parto de este tipo de momento correspondiente al Aurif\aciense 1-11. complementaria de la primera, y, por tanto, nos su reconocimiento como una pieza difícil que le asociaciones, Jos animales enfrentados o repre· hablarla de un creíble comercio de intercambio, asegurarla su inclusión en tales ritos. Evidentemente, Nougier, Bouyssonie y Delsol la sentados, pertenecen a dos clirnatologias, o dos consideraron dentro del ciclo auriñaco­ con grupos vecinos especializados en otros tipos Por último, creo importante remarcar que, si ecologías, distintas y distintivas, que muy bien perigordiense. No obstante Nougier y Robert pre­ de caza, e incluso, por qué no, con grupos de bien este trabajo sigue la clasificación estilística podrían ser el reflejo de uconomias especializa­ sentaban sus dudas y no descartan la posibilidad economia mixta, recolectora, o pescadora para de Leroi-Gourhan, y la consecuente valoración de das estacionales. Estas razL'IW8 que, evidente­ de que perteneciese a principios del Auriñaciense complementar su alimentación. Evidentemente las asociaciones, las yuxtaposiciones, la posi­ mente, deben ser tenidan en cuenta a la hora de JI. (Fig. 1). se trataría de un comercio primario, muy primario, ción de las representaciones parietales en la trazar unas conclusiones, excoden del ámbito de realizado muy de tarde en tarde, pero, no por ello cueva, su distribución geógráfica, etc., no seguirá DOLNI-VESTONICE.-(Brno, Checoeslova­ las representaciones exclusivas del rhinoceros, menos significativo, ya que, esto no sólo nos las teorias de Leroi-Gourhan en todos los puntos, quia). Estatuilla. Cabeza de «Rhinoceros tichorhi­ para adentrarse en la funcionalidad del arte relacionarla a tales grupos con sus vecinos por ya que no creo positivo dar valoraciones globales nus» de estilo realista y plástica de líneas curvas. cuaternario. Pero, precisamente por tratarse de una razón económico-alimentaria, sino por todo de tales aspectos como acumulación de tipos o Freund la atribuyó a un momento correspondien­ representaciones artísticas cuyo sentido se dilu· el entorno necesario para la supervivencia del características, para todo el ámbito cuaternario. te al Auriñaciense 1-11,opinión con la que coincide ye en la lejanía del tiempo, no debernos nunca re­ grupo, es decir, que traería consigo una serie de La valoración debe estar más en la proporcionali­ Leroi-Gourhan, el cual Jo calificarla como pertene­ nunciar a esa búsqueda de lógicas situaciones pactos por matrimonio 8ntre miembros de distin­ dad que no en la cantidad en si, y, sobre todo, ciente al estilo J. La escultura está realizada en probables, aunque para ello debamos renunciar a tos grupo::, ve¡_;fno~:.,e¡ue asegurarían la concordia más en la cualidad simbOlizada que en la canti­ mezcla de arcilla y ceniza de hueso. La cabeza es visiones más sucintas y ajustadas y, no menos, entre los mistflos, así corno ci(:lrta colaboración, dad. El hecho de que en todo el arte cuaternario unicorne y presenta el cuello fracturado. (Fig. 2). cómodas. Los estudios especiHiizados nunca de-

en el complemento alimentario, y en ia propia su­ aparezcan más asociaciones de tal tipo de animal hacia determinadas cualiclafies, como podrían ben hacernos olvidar la conexión con la totalidad pervivencia de los grupos especializados, asegu­ que de otros, o que aparezcan más representa­ ser la fuerza y la agresivid&d, así se intuye, de al­ diacrónica y sincrónica. Hay que aplicar Jo rándoles una descendencia mediante matrimo­ ciones de bicornes que unicornes o incornes, en nios exógamos. No obstante la economía, las pro­ guna manera, en las representaciones de concreto para acceder a lo verosímil y a Jo univer· Jo que a rhinoceros se refiere, puede no ser un da­ carnívoros, cuyo parentesco con la economía sal. Así pues, y accediendo a Jo probable, induci­ pias actitudes socio-culturales serían presu­ to significativo, y que sólo llegaría a serlo si tal sería indirecto, por una parte, y nos relacionaría do por Jos datos, nos podríamos hallar ante las miblemente autónomas y tendentes, por razones condición se diese como constante a través de tales representaciones con verosímiles ritos de producciones motivadas por cultos mágicos de más geográficas y climáticas, claramente deter· Jos cuatro estilos, o tuviese una correlación con iniciación a las «SOciedades» de cazadores del grupos de cazadores, y nos trasladarían a la con­ mí nantes del tipo de economía y cultura, que por una progresión cuyo movimiento tuviese valor grupo, paralelizables a las que, todavía en la ac­ cepción de hallarnos, no ya ante las representa­ cualesquiera de otro tipo, a la autosuficiencia cronológico y, por Jo tanto, diacrónico. En pocas tualidad, presentan algunos grupos cazadores, ciones de rhinoceros, sino ante todas las repre­ económico-cultural y a Jos matrimonios endóga• palabras, considero como más significativas las cuya tecnología podríamos calificar como sentaciones artísticas del Pleistoceno, enfrentán­ mos, Jo que no excluiría estos atisbos de comer· valoraciones parciales que hacen mención a las equiparable, o poco lejana, a la inluible en un donos a Jos ritos de religiosos animistas en los cío y de relaciones entre grupos cercanos. características de cada estilo en si mismo, y sólo Paleolítico Superior. Otra posibilidad, para las fi· cuales el «brujo" trata de apoderarse del alma, del La colocación, en la cueva, de las represen­ considero aceptable la globalidad total valorati­ guras representadas por su fuerza y agresividad, espíritu del animal, o bien de alguna de sus cuali­ taciones nos puede dar una visión, asimismo en va, en cuanto a una evaluación evolutiva de las sería de tipo de interrelación miedo-defensa del dades. Asi, con la conquista del alma del animal, cuanto al arte parietal, de cuales son Jos ritos pre­ caracteristicas y la distribución geográfica de ta­ santuario en que aparece. Es decir, cumpliendo se propiciará la conquista de su cuerpo o de sus ferenciales de caza, pero, también nos puede les representaciones. Por ello, las conclusiones una función de guardián, similar a la verosímil de cualidades físicas simbólicas. hablar de ritos sagrados, escondidos, cobijados se dividirán en conclusiones sincrónicas para los toros alados, u otras figuras mitológicas, en el santuario, situado generalmente al fondo de hallar, posteriormente, las valoraciones globales En otro nivel de valores, las asociaciones y y diacrónicas. hallados en los templos de los imperios del Próxi• yuxtaposiciones con otros animales, o con sig­ la cueva, que, por el tipo de representaciones que mo Oriente durante las edades de Bronce y nos tectiformes, nos mostrará, por un lado, toda en ellos suelen aparecer: osos, félidos, etc... , pa­ Hierro. Aún puede apuntarse otra po,sibilidad pa­ la variante evolutiva de Jos ritos animicos en un recen llevarnos más allá de una caza por razones ra determinado tipo de representaciones, o de de subsistencia alimentaria, hacia unos posibles entorno determinado en el tiempo y en el espacio. DESCRIPCION Y CLASIFICACION ESTILISTICA conjuntos de representaciones, como pueden ser Mientras que, por otra parte, nos mostrarán, par· ritos de iniciación a la caza para los nuevos y jó• las de hembras en celo, o las de conjunción y venes cazadores del grupo. La caza de estos ani­ DE LAS REPRESENTACIONES DE RHINOCEROS cialmente, la fauna que les acompañó, o que, co­ EN EL ARTE CUATERNARIO (POR YACIMIENTOS) enfrentamiento macho/hembra, asimilables a un mo en el caso de algunas yuxtaposiciones, prece· males admirados por su fuerza y agresividad iba, concepto de culto a la potencia sexual y a la ferti­ dió o sucedió al rhinoceros y que, a su vez, forma· seguramente, más allá del simple hecho de con­ lidad. Ambas deseables para la economía caza­ ban parte de las preferencias cazadoras de tales seguir una piel hermosa o cualquier otro tipo de dora, y por ello merecedoras del ruego de la colec­ grupos. Dichas preferencias nos muestran no só• trofeo material, buscando, más bien, demostrar tividad, y no menos de los estamentos encarga· lo un culto o magia encaminados a favorecer la sus aptitudes de caza, consiguiéndolo al ser ca­ EL RHINOCEROS EN EL ARTE MOBILJAR DEL dos de la sustentación del grupo. Amén del presti­ caza como portadora de una alimentación de sub­ paz de abatir una pieza reconocida como dificil y ESTILO 1 DE LEROI-GOURHAN (YACIMIENTOS): gio proporcionado al cazador por la consecución sistencia, sino, asimismo, de toda una seria de que, por otra parte, implicaba el riesgo de la pro­ de ciertos tipos de caza, más estimados por su variantes económicas, e incluso sociales. Las pri· pía vida. Estas cazas, serían individuales, lo cual CHANLAT.-(Cerca de Brive, Corréze). Gra­ escasez, por su rentabilidad, o por su dificultad. meras pueden mostrarnos no sólo la alimenta· nos puede llevar a otra probabilidad en relación bado sobre plaquita de esquisto, tras una veladu­ Es muy probable, asimismo, que la fertilidad y la ra al «lápiz». Es muy esquemática, aunque con ción del grupo, sino también, Jos materiales de con tales cacerías, como una derivación intuible potencia sexual estuviesen, de alguna manera, una posible vestimenta: pieles y cueros; el rnate· de la ya mencionada: el hecho de que tales cierta intención de introducirse en detalles, en es­ emparentados o asimilados al concepto de fuer· rial para un cierto tipo de utillaje: hueso, asta y cacerías individuales, fuesen para desmostrar pecial del pelaje. El grabado presenta exclusiva­ za, y que, por tanto, añadiesen al natural deseo de marfil. Pero, también puede hablarnos, en no po­ cual de Jos cazadores del grupo era el más hábil y, mente el rostro. Se trata de un «Rhinoceros abundancia de caza, ernpdrüflti:lble con tales cos casos, de caza excesivamente especializada, como tal, el que se encargaría de dirigir el grupo tichorhinos bicorne". La publicación de esta representaciones, el de admiración por la fuerza pieza, pertenece a J. Bouyssonie y H. Delsol, la diriase que exclusiva. Eso es Jo que parece de· en las cacerías. Por otra parte, no podemos olvi­ como hecho genérico, cualquiera que sea la for­ mostrarnos la cueva de Rouffignac, con sus espe· dar que, en un momento determinado, el rhinoce­ pieza es atribuible al Auriñaciense 1, con lo cual ma en que se les aparezca, o yue intuyan que les cializaciones, deducidas del gran número de ros suele aparecer en el fondo de la cueva, preci­ también está de acuerdo Nougier. Así mismo, aparezca. Una última posibilidad a tener en cuen­ Leroi-Gourhan, coincide con tal opinión al atri­ representaciones, en la caza del mammouth, y, samente el que corresponde al estilo JI de Leroi­ ta está en la asociación-enfrentamiento con otras posiblemente, en la del rhinoceros como caza Gourhan, Jo cual significaría, para dicho período, buirlo al estilo 1, equivalente a su inclusión en un especies, porque en buena parto de este tipo de momento correspondiente al Aurif\aciense 1-11. complementaria de la primera, y, por tanto, nos su reconocimiento como una pieza difícil que le asociaciones, Jos animales enfrentados o repre· hablarla de un creíble comercio de intercambio, asegurarla su inclusión en tales ritos. Evidentemente, Nougier, Bouyssonie y Delsol la sentados, pertenecen a dos clirnatologias, o dos consideraron dentro del ciclo auriñaco­ con grupos vecinos especializados en otros tipos Por último, creo importante remarcar que, si ecologías, distintas y distintivas, que muy bien perigordiense. No obstante Nougier y Robert pre­ de caza, e incluso, por qué no, con grupos de bien este trabajo sigue la clasificación estilística podrían ser el reflejo de uconomias especializa­ sentaban sus dudas y no descartan la posibilidad economia mixta, recolectora, o pescadora para de Leroi-Gourhan, y la consecuente valoración de das estacionales. Estas razL'IW8 que, evidente­ de que perteneciese a principios del Auriñaciense complementar su alimentación. Evidentemente las asociaciones, las yuxtaposiciones, la posi­ mente, deben ser tenidan en cuenta a la hora de JI. (Fig. 1). se trataría de un comercio primario, muy primario, ción de las representaciones parietales en la trazar unas conclusiones, excoden del ámbito de realizado muy de tarde en tarde, pero, no por ello cueva, su distribución geógráfica, etc., no seguirá DOLNI-VESTONICE.-(Brno, Checoeslova­ las representaciones exclusivas del rhinoceros, menos significativo, ya que, esto no sólo nos las teorias de Leroi-Gourhan en todos los puntos, quia). Estatuilla. Cabeza de «Rhinoceros tichorhi­ para adentrarse en la funcionalidad del arte relacionarla a tales grupos con sus vecinos por ya que no creo positivo dar valoraciones globales nus» de estilo realista y plástica de líneas curvas. cuaternario. Pero, precisamente por tratarse de una razón económico-alimentaria, sino por todo de tales aspectos como acumulación de tipos o Freund la atribuyó a un momento correspondien­ representaciones artísticas cuyo sentido se dilu· el entorno necesario para la supervivencia del características, para todo el ámbito cuaternario. te al Auriñaciense 1-11,opinión con la que coincide ye en la lejanía del tiempo, no debernos nunca re­ grupo, es decir, que traería consigo una serie de La valoración debe estar más en la proporcionali­ Leroi-Gourhan, el cual Jo calificarla como pertene­ nunciar a esa búsqueda de lógicas situaciones pactos por matrimonio 8ntre miembros de distin­ dad que no en la cantidad en si, y, sobre todo, ciente al estilo J. La escultura está realizada en probables, aunque para ello debamos renunciar a tos grupo::, ve¡_;fno~:.,e¡ue asegurarían la concordia más en la cualidad simbOlizada que en la canti­ mezcla de arcilla y ceniza de hueso. La cabeza es visiones más sucintas y ajustadas y, no menos, entre los mistflos, así corno ci(:lrta colaboración, dad. El hecho de que en todo el arte cuaternario unicorne y presenta el cuello fracturado. (Fig. 2). cómodas. Los estudios especiHiizados nunca de- 34 Manuel Millán Cascalló u El rhinoceros en el arte pleistocénico» 35

EL RHINOCEROS EN El: ARTE PARIETAL DEL

ESTILO 11DE LEROI·GOURHAN (YACIMIENTOS): nos, y un animal carnicero no identificado. (Figs. LA PILETA.-(Málaga). Según H. Breuil, hay 4 y 5). -,;-;:-~ un rinoceronte, muy arcaico, unicorne, análogo al ~e uRhinoceros simus», asociado a figuras de cabra montés, bóvidos y numerosas ''serpentinas)) con ~ .• ,.,.lf trazado digital. Se trata de una pintura monocro· ~ ma. Sin embargo, según Leroi-Gouhan, las repre· sentaciones de bóvidos y de cabras monteses, es· \ tán superpuestas sobre el rhinoceros, y dado su ~ arcaismo y el hecho de estar bajo el resto del gru­ ·-~ po, y por sus lineas fuertemente sinuosas, y dado (Joil que sus detalles parecen como añadidos, es caracteristico del estilo 11. No obstante, Leroi· Gourhan califica las representaciones, en térmi· Fig. 6.-Cabeza grabada de rhinoceros de La nos generales, del estilo 111.Pero dadas sus condi· ~~'-"'-( . ~~ Farrasle. según Peyrony (escala 1/8). cienes particulares, y el hecho de la superposi· ción de las otras figuras, y, sobre todo, dado el r-----~ que dichas figuras presentan rasgos completa· 'n / v mente distintos en su estilo, es por lo que puede Fig. 1.-Rhinoceros de Chanlat según Bouyssonie. clasificarse esta figura en particular, con respec· rior. Para Leroi-Gourhan, dicho rhinoceros to al resto de los animales superpuestos, del esti· perteneceria al estilo 11.(Fig. 7). Jo 11,mientras que el resto del conjunto represen· Fig. 4.-Rhmoceros de Aldéne. según V. Perret. lado, es del estilo 111.Se encuentra situado en el PAULOV.-(Brno, Checoeslovaquia, cercano pasillo de entrada. a Dolni-Vestonice). Aparecen dos uRhinoceros GARGAS.-(Aitos Pirineos). En la chimenea tichorhinus» con las mismas caracteristicas, se· de la cueva, entre numerosas lineas entrelazadas Oso o Felino gún Gisela Freund, que el hallado en Dolni­ y arabescos trazados con los dedos sobre arcilla Felino 1 _ Oso Carnívoro Vestonice. Igualmente hechos en arcilla y mezcla más o menos calcificada, figura una silueta de 1 de ceniza de huesos. Estas estatuillas, cabezas rhinoceros profundamente grabada (long. 1'50 m.). Pertenecen, según Nougier, al ciclo auriñaco­ de rhinoceros, se hallaron junto con industria gra· Felino Rhinoceros vetiense bajo el habita! IV de dicho yacimiento. perigordiense. Leroi-Gourhan, por su parte, la También presentan el cuello fracturado. Por sus incluye en un estilo 11claro. El rhinoceros aparece Fig. 5.-Aidéne: distribución de las figuras del san­ caracteristicas estilisticas y por su clara relación junto a tectiformes de 2 tipos: a) Una sucesión de tuario, según Leroi-Gourhan. estratigráfica son atribuibles al estilo l. puntos que se van estrechando hasta convertirse en una linea única de puntos con aspecto serpen­ tiforme. b) Un conjunto de 7 lineas paralelas vertí· .-(Entre Bugue y Muzens· cales, que Leroi-Gourhan incluye (a estos últimos) Miremont, Dordoña). Sobre escamas y losas del como una derivada del signo femenino. (Fig. 3). pavimento rocoso destacado de la cueva, hay muchos fracmentos pintados y grabados, que Peyrony atribuye al Auriñaciense IV con puntas bicónicas. Hay entre ellos una cabeza de rhinoce· 1111111 ros muy finamente grabada. Aparece en lo que :.:· ~-:' :. . ... podríamos llamar el santuario. Hay ligeras raspa· Ftg. 7 --Les Rébiéres. según Nougier (escala 3/4) . duras de añadido que indican el ojo y Jos dos cuernos. Según Leroi-Gourhan, datables en el es· F;g. 3.-Gargas: tectiformes, según Leroi-Gourhan. tilo 11.(Fig. 6).

EL RHINOCEROS EN EL ARTE PARIETAL DEL ESTILO 111DE LEROI-GOURHAN (YACIMIENTOS): ALDENE.-(Gruta de Aldéne, Fauzan y Mi· nerva, Harault). Grabado de rhinoceros bicorne, EL RHINOCEROS EN EL ARTE MOBILJAR DEL de lineas sinuosas, con el flanco atacado por dos LA BAUME·LATRONE.-(Russau Ste. Anas· ESTILO 11DE LEROI·GOURHAN (YACIMIENTOS): tasia, Gard). Pintura hecha a dedo impregnado de trazos rectilineos verticales, que podemos in­ arcilla, de color castaño rojiza. El conde Begouen terpretar como dos flechas. Los detalles parecen LES REBIERES.-(Dordoña). Sobre guijarro lo considera de principios del Auriñaciense y, pa· como añadidos. El grabado aparece en el san· calcáreo, aparece grabada ei bosquejo de una ca· ra Nougier y Robert son pinturas de las más anti· Fig. 2.-Cabeza de éstatUIIIa de Dolni-Vestonice, tuario de la cueva, en la pared izquierda. Junto a beza de rhinoceros con un cuerno, bajo una repre· guas conocidas. Sin embargo, reconocen haber según G. Freund. éi, aparecen una serie de carnívoros: osos y feli- sentación completa de un alce hembra. que se· encontrado la misma técnica en el Magdalenien· gún Nougier es atribuible al Auriñaciense Supe· se en un mammouth pintado al trazo digital rojo, 34 Manuel Millán Cascalló u El rhinoceros en el arte pleistocénico» 35

EL RHINOCEROS EN El: ARTE PARIETAL DEL

ESTILO 11DE LEROI·GOURHAN (YACIMIENTOS): nos, y un animal carnicero no identificado. (Figs. LA PILETA.-(Málaga). Según H. Breuil, hay 4 y 5). -,;-;:-~ un rinoceronte, muy arcaico, unicorne, análogo al ~e uRhinoceros simus», asociado a figuras de cabra montés, bóvidos y numerosas ''serpentinas)) con ~ .• ,.,.lf trazado digital. Se trata de una pintura monocro· ~ ma. Sin embargo, según Leroi-Gouhan, las repre· sentaciones de bóvidos y de cabras monteses, es· \ tán superpuestas sobre el rhinoceros, y dado su ~ arcaismo y el hecho de estar bajo el resto del gru­ ·-~ po, y por sus lineas fuertemente sinuosas, y dado (Joil que sus detalles parecen como añadidos, es caracteristico del estilo 11. No obstante, Leroi· Gourhan califica las representaciones, en térmi· Fig. 6.-Cabeza grabada de rhinoceros de La nos generales, del estilo 111.Pero dadas sus condi· ~~'-"'-( . ~~ Farrasle. según Peyrony (escala 1/8). cienes particulares, y el hecho de la superposi· ción de las otras figuras, y, sobre todo, dado el r-----~ que dichas figuras presentan rasgos completa· 'n / v mente distintos en su estilo, es por lo que puede Fig. 1.-Rhinoceros de Chanlat según Bouyssonie. clasificarse esta figura en particular, con respec· rior. Para Leroi-Gourhan, dicho rhinoceros to al resto de los animales superpuestos, del esti· perteneceria al estilo 11.(Fig. 7). Jo 11,mientras que el resto del conjunto represen· Fig. 4.-Rhmoceros de Aldéne. según V. Perret. lado, es del estilo 111.Se encuentra situado en el PAULOV.-(Brno, Checoeslovaquia, cercano pasillo de entrada. a Dolni-Vestonice). Aparecen dos uRhinoceros GARGAS.-(Aitos Pirineos). En la chimenea tichorhinus» con las mismas caracteristicas, se· de la cueva, entre numerosas lineas entrelazadas Oso o Felino gún Gisela Freund, que el hallado en Dolni­ y arabescos trazados con los dedos sobre arcilla Felino 1 _ Oso Carnívoro Vestonice. Igualmente hechos en arcilla y mezcla más o menos calcificada, figura una silueta de 1 de ceniza de huesos. Estas estatuillas, cabezas rhinoceros profundamente grabada (long. 1'50 m.). Pertenecen, según Nougier, al ciclo auriñaco­ de rhinoceros, se hallaron junto con industria gra· Felino Rhinoceros vetiense bajo el habita! IV de dicho yacimiento. perigordiense. Leroi-Gourhan, por su parte, la También presentan el cuello fracturado. Por sus incluye en un estilo 11claro. El rhinoceros aparece Fig. 5.-Aidéne: distribución de las figuras del san­ caracteristicas estilisticas y por su clara relación junto a tectiformes de 2 tipos: a) Una sucesión de tuario, según Leroi-Gourhan. estratigráfica son atribuibles al estilo l. puntos que se van estrechando hasta convertirse en una linea única de puntos con aspecto serpen­ tiforme. b) Un conjunto de 7 lineas paralelas vertí· LA FERRASSIE.-(Entre Bugue y Muzens· cales, que Leroi-Gourhan incluye (a estos últimos) Miremont, Dordoña). Sobre escamas y losas del como una derivada del signo femenino. (Fig. 3). pavimento rocoso destacado de la cueva, hay muchos fracmentos pintados y grabados, que Peyrony atribuye al Auriñaciense IV con puntas bicónicas. Hay entre ellos una cabeza de rhinoce· 1111111 ros muy finamente grabada. Aparece en lo que :.:· ~-:' :. . ... podríamos llamar el santuario. Hay ligeras raspa· Ftg. 7 --Les Rébiéres. según Nougier (escala 3/4) . duras de añadido que indican el ojo y Jos dos cuernos. Según Leroi-Gourhan, datables en el es· F;g. 3.-Gargas: tectiformes, según Leroi-Gourhan. tilo 11.(Fig. 6).

EL RHINOCEROS EN EL ARTE PARIETAL DEL ESTILO 111DE LEROI-GOURHAN (YACIMIENTOS): ALDENE.-(Gruta de Aldéne, Fauzan y Mi· nerva, Harault). Grabado de rhinoceros bicorne, EL RHINOCEROS EN EL ARTE MOBILJAR DEL de lineas sinuosas, con el flanco atacado por dos LA BAUME·LATRONE.-(Russau Ste. Anas· ESTILO 11DE LEROI·GOURHAN (YACIMIENTOS): tasia, Gard). Pintura hecha a dedo impregnado de trazos rectilineos verticales, que podemos in­ arcilla, de color castaño rojiza. El conde Begouen terpretar como dos flechas. Los detalles parecen LES REBIERES.-(Dordoña). Sobre guijarro lo considera de principios del Auriñaciense y, pa· como añadidos. El grabado aparece en el san· calcáreo, aparece grabada ei bosquejo de una ca· ra Nougier y Robert son pinturas de las más anti· Fig. 2.-Cabeza de éstatUIIIa de Dolni-Vestonice, tuario de la cueva, en la pared izquierda. Junto a beza de rhinoceros con un cuerno, bajo una repre· guas conocidas. Sin embargo, reconocen haber según G. Freund. éi, aparecen una serie de carnívoros: osos y feli- sentación completa de un alce hembra. que se· encontrado la misma técnica en el Magdalenien· gún Nougier es atribuible al Auriñaciense Supe· se en un mammouth pintado al trazo digital rojo, 36 Manuel Mi/Jan Cascalló «El rhinoceros en el arte pleistocénicO» 37

en las prolongaciones de la "Vi a Sacra» de 2) En un rincón rebajado, a la izquierda del Rouffignac, entre el mammouth del uojo picaro» y panel anterior, Breuil señala una masa de pelos el antílope salga terminal. Por otra parte, Leroi­ con cola corta, patas poco visibles, y pezuñas. La Gourhan lo clasifica dentro del estilo 111. línea dorsal es la de un joven rhinoceros lanudo, aunque sus orejas nos hacen pensar en un oso. El rhinoceros representado, es de un gran es­ No obstante, parece más un joven rhinoceros. quematismo. A excepción de los dos trazos que Según Leroi-Gourhan es del mismo estilo que el representan las orejas, no presenta ningún de­ anterior. Es un grabado. talle, ni siquiera la cornamenta está representa­ da, sólo el contorno del animal, el cual es panzu­ .-(Comuna de Montignac-sur­ do y con una gran cabeza. Los trazos son muy Vézére, Dordoña). fuertes y marcados. (Fig. 8). 1) Pintura de rhinoceros en «hoyos» (según Nougier y Robert). Dicha pintura está en el absi­ de. El abrupto descenso hacia el abside de los «hoyos» de Lascaux, se interrumpe a los 5 m. de profundidad, por un estrecho rellano, dando acce­ so a un rincón. Sobre la pared derecha, hay una fi· gura de un caballo negro. Sobre la pared izquier­ ~).~ da, gran número de figuras constituyen lo que se .) ha dadb en llamar «la escena de /os hoyos ... '-...,_ De izquierda a derecha, aparecen: un rhino­ ceros y seis puntos alineados en tres rengleras horizontales de dos puntos verticales. Luego, un Ftg 9 -La Mouthe, según l'abbé H. Breuil. mástil totémico (según Breuil y Nougier) o funera­ ¿' ·, ·. rio, tiene un pájaro. A sus pies, aparece un / hombre tumbado y un bisonte destripado, con los -v· .. .,,,,_,...... ll¡ / (Fig. 10). r,L garfios disparados por el hombre. EL RHINOCEROS EN EL ARTE MOBILIAR DEL r 2) En el divertlculo de la cueva, en la galerla­ ESTILO 111DE LEROI-GOURHAN (YACIMIENTOS): No se sabe con seguridad si todas estas Passage, en la pared norte del abside, aparece un representaciones forman una misma escena. SI rhinoceros enfrentado a un ciervo, y al lado de LIMEUIL.-(Dordoña). Sobre losa de enlosa­ fuera asl, el rhinoceros seria el responsable de la otro ciervo o cierva sin cabeza, y de un conjunto do calcáreo duro y fragmentado. Es la silueta de Fig. 8. ·- Rhinoceros de La Baume-Latrone, escena. El que habría desventrado al bisonte. tectiforme que, según Leroi-Gourhan, es un signo un rhinoceros con las patas cortas y macizas. SO­ ~egun A. Ulury. Pero, lo más probable es que sea una simple yux­ de acoplamiento sexual. Leroi-Gourhan calificó el lo aparece el cuerpo del animal, falta el fragmen­ taposición con la escena verdadera ante el conjunto como perteneciente a su estilo 111.La to de la cabeza que lo completaba. Según Leroi­ hombre y el bisonte. técnica empleada es el grabado. Gourhan, de su estilo 111.(Fig. 11). BARA-BAHAU.-En Le Bugue, Dordoña. La técnica del bisonte, según H. Breuil, lo Gran animal grabado que según H. Breuil es clasi­ mismo que la del hombre, es distinta de la em­ ficado como rhinoceros. Está grabado sobre pa­ pleada con el rhinoceros. Este último está hecho red de arcilla, y presenta una lonjitud de 1 '50 m. con pintura «soplada», mientras que para el Se presenta en un divertículo de la cueva. Leroi­ hombre y el bisonte es pintura aplicada según la Gourhan también lo clasifica como un rhinoceros técnica normal de un dibujante. Antes de la apli­ sin cornamenta y lo incluye dentro de su estilo 111. cación de la pintura, el rhinoceros fue ligeramen­ t Breuil lo inclula en el ciclo auriñaco-peri­ te bosoL·ejando por estrechos trazos negros. En gordiense. ~ el pecho, se hallan una serie de trazos que simu­ LA MOUTHE.-(Dordoña). lan el largo pelaje. El boceto es preciso y nos ¡, 1) En el panel de la gran cabra montés, muestra un «Rhinoceros tichorhinus». Presenta aparece, comenzando el grupo, que no forma una una coloración negra de manganeso, muy obscu­ escena, sino una serie de superposiciones, un ro, mucho más intenso que el empleado para el rhinoceros corriendo a la izquierda, que mide 1'40 hombre y el bisonte. La diferencia de procedi­ m. desde el pie posterior al morro. Sólo lleva una mientos, va acompañada de la diferencia de colo­ pata por par, y presenta un enorme vientre hincha­ rantes. Se trata pués de una yuxtaposición. El rhi· do. Un circulo centrado ocupa el lugar del noceros está a la izquierda del hombre, y, a la de· . \ ,. 1) . 1 corazón. Según Breuil, la gran cabra montés es recha de éste último, está el bisonte. La pintura ~!~)~',~:',•\ í 1'., del Magdaleniense Antiguo, mientras incluye al está en el techo del abside, y se complementa 1 . ~ t t A • ·, J \ ,• rhinoceros en su ciclo. Leroi-Gourhan, por el con las figuras de un ciervo, un caballo y dos tec· .• 1 1 contrario, los incluye a ambos, como al resto de liformes, clasificados por Leroi-Gourhan como l las representaciones del panel, en su estilo 111, signos femeninos. El conjunto de Lascaux, fué 1 con lo que igualaría la datación de ambas repre­ clasificado por Leroi-Gourhan, para esta parte y sentaciones. Es un grabado. (Fig. 9). el divertículo, como pertenecientes a su estilo 111. Fig 10.-··Rhntoceros de Lascaux. según R. Nougier. 36 Manuel Mi/Jan Cascalló «El rhinoceros en el arte pleistocénicO» 37

en las prolongaciones de la "Vi a Sacra» de 2) En un rincón rebajado, a la izquierda del Rouffignac, entre el mammouth del uojo picaro» y panel anterior, Breuil señala una masa de pelos el antílope salga terminal. Por otra parte, Leroi­ con cola corta, patas poco visibles, y pezuñas. La Gourhan lo clasifica dentro del estilo 111. línea dorsal es la de un joven rhinoceros lanudo, aunque sus orejas nos hacen pensar en un oso. El rhinoceros representado, es de un gran es­ No obstante, parece más un joven rhinoceros. quematismo. A excepción de los dos trazos que Según Leroi-Gourhan es del mismo estilo que el representan las orejas, no presenta ningún de­ anterior. Es un grabado. talle, ni siquiera la cornamenta está representa­ da, sólo el contorno del animal, el cual es panzu­ LASCAUX.-(Comuna de Montignac-sur­ do y con una gran cabeza. Los trazos son muy Vézére, Dordoña). fuertes y marcados. (Fig. 8). 1) Pintura de rhinoceros en «hoyos» (según Nougier y Robert). Dicha pintura está en el absi­ de. El abrupto descenso hacia el abside de los «hoyos» de Lascaux, se interrumpe a los 5 m. de profundidad, por un estrecho rellano, dando acce­ so a un rincón. Sobre la pared derecha, hay una fi· gura de un caballo negro. Sobre la pared izquier­ ~).~ da, gran número de figuras constituyen lo que se .) ha dadb en llamar «la escena de /os hoyos ... '-...,_ De izquierda a derecha, aparecen: un rhino­ ceros y seis puntos alineados en tres rengleras horizontales de dos puntos verticales. Luego, un Ftg 9 -La Mouthe, según l'abbé H. Breuil. mástil totémico (según Breuil y Nougier) o funera­ ¿' ·, ·. rio, tiene un pájaro. A sus pies, aparece un / hombre tumbado y un bisonte destripado, con los -v· .. .,,,,_,...... ll¡ / (Fig. 10). r,L garfios disparados por el hombre. EL RHINOCEROS EN EL ARTE MOBILIAR DEL r 2) En el divertlculo de la cueva, en la galerla­ ESTILO 111DE LEROI-GOURHAN (YACIMIENTOS): No se sabe con seguridad si todas estas Passage, en la pared norte del abside, aparece un representaciones forman una misma escena. SI rhinoceros enfrentado a un ciervo, y al lado de LIMEUIL.-(Dordoña). Sobre losa de enlosa­ fuera asl, el rhinoceros seria el responsable de la otro ciervo o cierva sin cabeza, y de un conjunto do calcáreo duro y fragmentado. Es la silueta de Fig. 8. ·- Rhinoceros de La Baume-Latrone, escena. El que habría desventrado al bisonte. tectiforme que, según Leroi-Gourhan, es un signo un rhinoceros con las patas cortas y macizas. SO­ ~egun A. Ulury. Pero, lo más probable es que sea una simple yux­ de acoplamiento sexual. Leroi-Gourhan calificó el lo aparece el cuerpo del animal, falta el fragmen­ taposición con la escena verdadera ante el conjunto como perteneciente a su estilo 111.La to de la cabeza que lo completaba. Según Leroi­ hombre y el bisonte. técnica empleada es el grabado. Gourhan, de su estilo 111.(Fig. 11). BARA-BAHAU.-En Le Bugue, Dordoña. La técnica del bisonte, según H. Breuil, lo Gran animal grabado que según H. Breuil es clasi­ mismo que la del hombre, es distinta de la em­ ficado como rhinoceros. Está grabado sobre pa­ pleada con el rhinoceros. Este último está hecho red de arcilla, y presenta una lonjitud de 1 '50 m. con pintura «soplada», mientras que para el Se presenta en un divertículo de la cueva. Leroi­ hombre y el bisonte es pintura aplicada según la Gourhan también lo clasifica como un rhinoceros técnica normal de un dibujante. Antes de la apli­ sin cornamenta y lo incluye dentro de su estilo 111. cación de la pintura, el rhinoceros fue ligeramen­ t Breuil lo inclula en el ciclo auriñaco-peri­ te bosoL·ejando por estrechos trazos negros. En gordiense. ~ el pecho, se hallan una serie de trazos que simu­ LA MOUTHE.-(Dordoña). lan el largo pelaje. El boceto es preciso y nos ¡, 1) En el panel de la gran cabra montés, muestra un «Rhinoceros tichorhinus». Presenta aparece, comenzando el grupo, que no forma una una coloración negra de manganeso, muy obscu­ escena, sino una serie de superposiciones, un ro, mucho más intenso que el empleado para el rhinoceros corriendo a la izquierda, que mide 1'40 hombre y el bisonte. La diferencia de procedi­ m. desde el pie posterior al morro. Sólo lleva una mientos, va acompañada de la diferencia de colo­ pata por par, y presenta un enorme vientre hincha­ rantes. Se trata pués de una yuxtaposición. El rhi· do. Un circulo centrado ocupa el lugar del noceros está a la izquierda del hombre, y, a la de· . \ ,. 1) . 1 corazón. Según Breuil, la gran cabra montés es recha de éste último, está el bisonte. La pintura ~!~)~',~:',•\ í 1'., del Magdaleniense Antiguo, mientras incluye al está en el techo del abside, y se complementa 1 . ~ t t A • ·, J \ ,• rhinoceros en su ciclo. Leroi-Gourhan, por el con las figuras de un ciervo, un caballo y dos tec· .• 1 1 contrario, los incluye a ambos, como al resto de liformes, clasificados por Leroi-Gourhan como l las representaciones del panel, en su estilo 111, signos femeninos. El conjunto de Lascaux, fué 1 con lo que igualaría la datación de ambas repre­ clasificado por Leroi-Gourhan, para esta parte y sentaciones. Es un grabado. (Fig. 9). el divertículo, como pertenecientes a su estilo 111. Fig 10.-··Rhntoceros de Lascaux. según R. Nougier. 38 Manuel Millán Casca/16 «El rhinoceros en el arte p)eistocénico» 39

Según Breuil, es del Magdaleniense Medio, junto con los caballos y la cabra montés que le período en que, en opinión del propio «abbé», el acompañan y a los que se superpone, en su estilo rhinoceros era raro. Leroi Gourhan también es de IV. Precisamente por su estilo, Nougier lo creía si­ la misma opinión, y lo es por dos motivos: primero milar y paralelo al de La Colombiére, al igual que porque consideraba que los animales de clima H. Breuil. Pero, para Nougier los cantos rodados .•: .... :.... :" ~~ :J trio extremado, como el reno, el mammouth y el de La Colombiére, y por analogía estilística los de rhinoceros, compal\eros de representación, no La Mouthe, pertenecen a un arte perigordiense aparecian en el estilo IV antiguo, mientras que el cronológicamente sincrónico al Magdaleniense predominio representativo de esta época Antiguo. Para apoyar tal afirmación, también correspondía a la pareja bisonte-caballo que, a su coincidente con Breuil, de mantener al estilo del ~~r-- -v 1(""'1'"..··· vez, conformaban el tandem predominante en ciclo auril\aco-perigordiense con una cronología cuanto a representaciones en este estilo, y esto, sincrónica a la del Magdaleniense Inicial, apuntó implícitamente, nos introduce en el segundo mo­ a la estratigrafía mencionada para los guijarros r:.- tivo. Precisamente esta figura de rhinoceros se de La Colombiére, que según Jean Pissot y el doc­ halla yuxtapuesta a una representación realista tor Mayet, fueron encontradas en una capa del de caballo barbado con las características Auriñaciense Superior, que posteriormente, al típicas estilísticas del estilo IV antiguo. Además, considerarse dicho periodo como Perigordiense Leroi-Gourhan consideró al conjunto Niaux como Superior, los consideró como pertenecientes a típico de este estilo. este último periodo. Su sincronía con el Magdale­ Ftg 11 -Rhtnoceros t1e UmeUII. según Bouysson1e (escala 3/4) Sin embargo, no todo el mundo está de niense Inicial se lo dio las fechas de C 14, que, se­ acuerdo con tal inclusión. Así, Nougier comparó gún Nougier, de: 11.650, 13.400 y 15.500 en una el arte rupestre de Niaux con el arte mobiliar de primera datación y 14.500 y 14.950 en una segun­ La Vache, perteneciente al Magdaleniense VI, y da datación, cronologlas típicas todas ellas de un momento magdaleniense que oscila entre un mo­ EL RHINOCEROS EN EL ARTE PARIETAL DEL IV. No obstante, el cuerno delantero, aparece con los considerO como idénticos. La Vache no sola­ mento inicial, o Magdaleniense 1, hasta un Mag­ ESTILO IV DE LEROI-GOURHAN. la curvatura invertida: hacia delante, y ambos mente tenia datado su arte mobiliario por rela­ daleniense IV-V. Leroi Gourhan forjO sus afirma­ cuernos parecen como al\adidos, detalles que ción estratigráfico-cultural, sino también por e ciones basándose en la estilistica y en la más bien corresponderían al estilo 11.Sin embar­ 14. Tal datación, para el estrato cultural corres­ A) ESTILO IV ANTIGUO (YACIMIENTOS): cronologla y ambas le dictaban que, por un lado, go, la intención de realismo y el diseno interno pa­ pondiente al Magdaleniense VI, era de 10.500 el paralelismo entre La Mouthe y La Colombiére recen dar la razón a Leroi-Gourhan, aunque en un años. según la Universidad de Groninga, el mar­ CASARES.-(Guadalajara). Grabado de rhi­ era evidente, y que, precisamente por ese parale­ momento más cercano al Magdaleniense IV, acer­ gen de error es de.±. 60 años. Sin embargo, la fi­ noceros asociado a figuras de toro, caballo, pe­ lismo de estilo, por su realismo y por su detallis­ cándose ya mucho al estilo IV reciente. (Fig. 12). gura no sólo aparece yuxtapuesta al mencionado quel\os cérvidos y un gran ciervo. La cabeza es caballo, sino que, también, aparece rodeada de mo, cabía encuadrarlos a ambos en un estilo IV muy expresiva. La linea dorsal está muy marcada NIAUX.-(Ariége). Según l'abbé Breuil, en el un conjunto de caballos, lo que viene a reafirmar reciente y que la cronología de e 14 no venia sino llamado «Salón Noir», aparecen un cierto número y presenta, en su interior, numerosos trazos que su inclusión en el estilo IV antiguo, y por tanto, en a reafirmar tal afirmación. Para Leroi-Gourhan, el simulan el pelaje. Todos ellos rasgos del estilo IV de grabados, incisos sobre suelo arcilloso gla­ un Magdaleniense 111-IV,en el que la aparición arte constituye una evolución homogénea no obli­ cial, entre los cuales hay un caballo barbudo cor­ de Leroi-Gourhan. El propio Leroi-Gourhan la masiva del tandem caballo-bisonte, animal, este gatoriamente paralela a la evolución de las In­ tado por una figura incompleta de rhinoceros uní• incluye como tal, a principios del estilo IV, en un segundo, que también aparece profusamente en dustrias en un sentido absolutamente estricto. momento correspondiente al Magdaleniense 111- carne, el cuerno nos lo describe como derecho. Niaux. Por otra parte, sus características Pienso, por rni parte que es difícil desglosar am­ estilísticas, realistas, detallistas son típicas de bas evoluciones, pero si hallo lógicos ciertos des­ dicho estilo. fases, tanto de proceso como cronológicos. Si la estilistica es la que llevó a Breuil y, posteriormen­ te, a Nougier a la comparación de La Mouthe con B) ESTILO IV RECIENTE (YACIMIENTOS): La Colombiére, también debe de ser ésta la que sirva para comprobar la semejanza que tanto el LA MOUTHE.-(Dordoña). En el divertículo grabado parietal de La Mouthe, por otra parte sin llamado del «Rhinoceros» aparece uno de dichos estratigrafía cronológica, como los guijarros de La Colombiére tienen con !as representaciones animales, de 1 '77 m. de longitud. Para H. Breuil P. S anisticas de H•JtlíT:g:1ac, especialmente con sus difícil de descifrar. Se trai~.seoún &1, ~:teun •.•Hhi• representaciones de rhinoceros y rnarnmouth, noceros tichorhinus)~eon una sola pata por par. ciL~.rarnentüd:~!·.~stilo IV reciente. Por ello, cabría Con el vientre muy hinche.dr•, hasta ei st:Gio. Pien­ analizarlo como perteneciente un momento cro­ sa H. Breuil, que se trata de un macho vigoroso. a Los cuernos son anormales para sus dimen­ nológicamente magdaleniense a caballo entre el Magdalcniense Med:c y si Magdaleniense Re­ siones, y ofrecen una trayectoria curv::tda en •eS». Su vientre está atrav

Según Breuil, es del Magdaleniense Medio, junto con los caballos y la cabra montés que le período en que, en opinión del propio «abbé», el acompañan y a los que se superpone, en su estilo rhinoceros era raro. Leroi Gourhan también es de IV. Precisamente por su estilo, Nougier lo creía si­ la misma opinión, y lo es por dos motivos: primero milar y paralelo al de La Colombiére, al igual que porque consideraba que los animales de clima H. Breuil. Pero, para Nougier los cantos rodados .•: .... :.... :" ~~ :J trio extremado, como el reno, el mammouth y el de La Colombiére, y por analogía estilística los de rhinoceros, compal\eros de representación, no La Mouthe, pertenecen a un arte perigordiense aparecian en el estilo IV antiguo, mientras que el cronológicamente sincrónico al Magdaleniense predominio representativo de esta época Antiguo. Para apoyar tal afirmación, también correspondía a la pareja bisonte-caballo que, a su coincidente con Breuil, de mantener al estilo del ~~r-- -v 1(""'1'"..··· vez, conformaban el tandem predominante en ciclo auril\aco-perigordiense con una cronología cuanto a representaciones en este estilo, y esto, sincrónica a la del Magdaleniense Inicial, apuntó implícitamente, nos introduce en el segundo mo­ a la estratigrafía mencionada para los guijarros r:.- tivo. Precisamente esta figura de rhinoceros se de La Colombiére, que según Jean Pissot y el doc­ halla yuxtapuesta a una representación realista tor Mayet, fueron encontradas en una capa del de caballo barbado con las características Auriñaciense Superior, que posteriormente, al típicas estilísticas del estilo IV antiguo. Además, considerarse dicho periodo como Perigordiense Leroi-Gourhan consideró al conjunto Niaux como Superior, los consideró como pertenecientes a típico de este estilo. este último periodo. Su sincronía con el Magdale­ Ftg 11 -Rhtnoceros t1e UmeUII. según Bouysson1e (escala 3/4) Sin embargo, no todo el mundo está de niense Inicial se lo dio las fechas de C 14, que, se­ acuerdo con tal inclusión. Así, Nougier comparó gún Nougier, de: 11.650, 13.400 y 15.500 en una el arte rupestre de Niaux con el arte mobiliar de primera datación y 14.500 y 14.950 en una segun­ La Vache, perteneciente al Magdaleniense VI, y da datación, cronologlas típicas todas ellas de un momento magdaleniense que oscila entre un mo­ EL RHINOCEROS EN EL ARTE PARIETAL DEL IV. No obstante, el cuerno delantero, aparece con los considerO como idénticos. La Vache no sola­ mento inicial, o Magdaleniense 1, hasta un Mag­ ESTILO IV DE LEROI-GOURHAN. la curvatura invertida: hacia delante, y ambos mente tenia datado su arte mobiliario por rela­ daleniense IV-V. Leroi Gourhan forjO sus afirma­ cuernos parecen como al\adidos, detalles que ción estratigráfico-cultural, sino también por e ciones basándose en la estilistica y en la más bien corresponderían al estilo 11.Sin embar­ 14. Tal datación, para el estrato cultural corres­ A) ESTILO IV ANTIGUO (YACIMIENTOS): cronologla y ambas le dictaban que, por un lado, go, la intención de realismo y el diseno interno pa­ pondiente al Magdaleniense VI, era de 10.500 el paralelismo entre La Mouthe y La Colombiére recen dar la razón a Leroi-Gourhan, aunque en un años. según la Universidad de Groninga, el mar­ CASARES.-(Guadalajara). Grabado de rhi­ era evidente, y que, precisamente por ese parale­ momento más cercano al Magdaleniense IV, acer­ gen de error es de.±. 60 años. Sin embargo, la fi­ noceros asociado a figuras de toro, caballo, pe­ lismo de estilo, por su realismo y por su detallis­ cándose ya mucho al estilo IV reciente. (Fig. 12). gura no sólo aparece yuxtapuesta al mencionado quel\os cérvidos y un gran ciervo. La cabeza es caballo, sino que, también, aparece rodeada de mo, cabía encuadrarlos a ambos en un estilo IV muy expresiva. La linea dorsal está muy marcada NIAUX.-(Ariége). Según l'abbé Breuil, en el un conjunto de caballos, lo que viene a reafirmar reciente y que la cronología de e 14 no venia sino llamado «Salón Noir», aparecen un cierto número y presenta, en su interior, numerosos trazos que su inclusión en el estilo IV antiguo, y por tanto, en a reafirmar tal afirmación. Para Leroi-Gourhan, el simulan el pelaje. Todos ellos rasgos del estilo IV de grabados, incisos sobre suelo arcilloso gla­ un Magdaleniense 111-IV,en el que la aparición arte constituye una evolución homogénea no obli­ cial, entre los cuales hay un caballo barbudo cor­ de Leroi-Gourhan. El propio Leroi-Gourhan la masiva del tandem caballo-bisonte, animal, este gatoriamente paralela a la evolución de las In­ tado por una figura incompleta de rhinoceros uní• incluye como tal, a principios del estilo IV, en un segundo, que también aparece profusamente en dustrias en un sentido absolutamente estricto. momento correspondiente al Magdaleniense 111- carne, el cuerno nos lo describe como derecho. Niaux. Por otra parte, sus características Pienso, por rni parte que es difícil desglosar am­ estilísticas, realistas, detallistas son típicas de bas evoluciones, pero si hallo lógicos ciertos des­ dicho estilo. fases, tanto de proceso como cronológicos. Si la estilistica es la que llevó a Breuil y, posteriormen­ te, a Nougier a la comparación de La Mouthe con B) ESTILO IV RECIENTE (YACIMIENTOS): La Colombiére, también debe de ser ésta la que sirva para comprobar la semejanza que tanto el LA MOUTHE.-(Dordoña). En el divertículo grabado parietal de La Mouthe, por otra parte sin llamado del «Rhinoceros» aparece uno de dichos estratigrafía cronológica, como los guijarros de La Colombiére tienen con !as representaciones animales, de 1 '77 m. de longitud. Para H. Breuil P. S anisticas de H•JtlíT:g:1ac, especialmente con sus difícil de descifrar. Se trai~.seoún &1, ~:teun •.•Hhi• representaciones de rhinoceros y rnarnmouth, noceros tichorhinus)~eon una sola pata por par. ciL~.rarnentüd:~!·.~stilo IV reciente. Por ello, cabría Con el vientre muy hinche.dr•, hasta ei st:Gio. Pien­ analizarlo como perteneciente un momento cro­ sa H. Breuil, que se trata de un macho vigoroso. a Los cuernos son anormales para sus dimen­ nológicamente magdaleniense a caballo entre el Magdalcniense Med:c y si Magdaleniense Re­ siones, y ofrecen una trayectoria curv::tda en •eS». Su vientre está atrav

Fig 14.- Trois-Frérés. según H. Breuil. Fig. 13.-La Mouthe, según 1'abbé Breuil.

en el Santuario de la cueva. El rhinoceros presen­ dades acabadas por completo y su rostro expresi­ ta grandes incisiones y muy profundas en los 2 vo son tlpicos del estilo IV. Si como Leroi­ cuernos, y, sobre todo, las lineas dorsal y ventral Gourhan valoramos la figura como partícipe de y en la cola, vigorosamente trazadas. Se halla jun­ un conjunto que se le asocia, en este caso es in­ to a un bisonte, que está sobre él. Dados sus ca­ dudable que las caracterlsticas de la asociación B racteres, Leroi-Gourhan lo incluyó en su estilo IV son típicas del estilo IV reciente, maxime cuando A reciente. Su vientre es muy panzudo y se repre­ las caracterlsticas de estilo de los individuos 1\ /(\ ~~ sentan sólo dos de sus extremidades, una por representados son típicas del mismo. Si la valora­ t par, pero éstas estan perfectamente acabadas, ción es individual, su clasificación es más dificul­ F1g. 15.- Tectitormes según A. Lero1-Gourhan. A) Simbolos femeninos. B) Signos de ayuntamiento aunque resulten muy pequeñas respecto a su tosa. Pero, a pesar de todo, y siempre teniendo en sexual. gran vientre. La cara es muy expresiva. Para H. cuenta la variabilidad y la individualidad de las Breuil esta figura pertenecía al Perigordiense, ba­ representaciones, creo que llegaríamos a idénti­ sándose en sus extremidades. Es decir, para H. ca conclusión. (Fig. 14). Breuil el hecho de la representación de una extre­ 2) Grabado de rhinoceros que aparece en el la cueva. Es un ejemplar bicorne pintado con todo ción de tal tipo entre el estilo IV antiguo y el re­ midad por par era suficiente para incluirla en el panel del «Gran Bisonte» en el santuario de la detalle. ciente. (Fig. 16). ciclo auriñaco-perigordiense. Sin embargo, para cueva, asociado a la pata izquierda de dicho bi­ Leroi-Gourhan las extremidades completas son H. Breuillo calificó como auriñaciense. Pero, 2) En el mismo sector, aparece un bisonte sonte. Según H. Breuil, posee un inmenso cuerno mas un síntoma de pertenencia a estilos más re­ para Leroi-Gourhan, basándose en su detallismo, polícromo magdaleniense IV-V sobre un boceto curvado. Es claramente realista del estilo IV re­ en la expresión de la cara y, sobre todo, en la cientes, como serian los estilos 111y IV. Leroi­ pintado de la cabeza de un rhlnoceros, mirando ciente. Precisamente este segundo rhinoceros de Gourhan incluyó todo el conjunto de Trois Frérés representación de las extremidades, aunque ésta hacia la izquierda. Este rhlnoceros presenta las Trois Frérés, con carácterlsticas similares al an­ como perteneciente al estilo IV, pero de una ma­ sea sumaria, y, por otra parte la poca sinuosidad mismas características que el anterior, por lo que terior, pero más realista, apoya la tesis de la nera difusa entre estilo IV reciente y el antiguo. del diseño que le dan un realismo indudable muy Leroi-Gourhan lo incluyó en el mismo estilo. inclusión del anterior en el mismo estilo. Para ello se basa en el tandem bisonte-caballo, típico del estilo IV, le hacen incluirlo en el mismo. Opinión que comparto. pero, en este caso acompañado de reno, La cronología probable para el conjunto de Trois Precisamente la disposición del pelaje es COMMARQUE.-(Dordoi\a). En un estrecho mammouth y acompañamiento de rhinoceros, Frérés, en cuanto a sus representaciones uno de los rasgos más característicos del estilo corredor a la derecha de la cueva, aparece graba­ asociación típica del estilo IV reciente. Sin em­ artísticas, es del Magdaleniense IV-V. IV reciente. El diseño del pelaje de la cara es simi­ do un rhinoceros, con líneas bastante ténues bargo hay que reconocer en esta figura ciertos FONT-DE-GAUME.-(Dordoña). lar al que presenta el reno n. • 21 (seg. E. Ripoll) de (long_ 95 cm.), que Nougier atribuye al Magdale­ rasgos confusos. Por ejemplo, su cuerpo hincha­ Las Monedas en el cuello. En cuanto a su niense Antiguo_ Pero dada la expresividad de su do y de extremidades cortas son mas propios del 1) Una de las más clásicas representa­ cronología, podemos dar como probable su inclu­ cabeza y la poca elevación de la linea dorsal, que ciones del rhinoceros, descubierto por H. Breuil estilo 111,lo mismo que la marcada linea dorsal, sión en un Magdaleniense IV-V, siempre teniendo dan un entorno realista más bien cabría incluirlo cosa que incluso podría verse como un resquicio en 1.901, es un «Rhinoceros tichorhinus» pintado en cuenta la dificultad de precisión cronológica a inicios del estilo IV reciente. (Fig. 17). al trazo rojo, que se halla en el divertículo final de heredado del estilo 11.Frente a esto, sus extremi- que entraña la imprecisión de hacer una distin- 40 Manuel Millán Casca/16 «El rhinoceros en el arte pleistocénico» 41.

Fig 14.- Trois-Frérés. según H. Breuil. Fig. 13.-La Mouthe, según 1'abbé Breuil.

en el Santuario de la cueva. El rhinoceros presen­ dades acabadas por completo y su rostro expresi­ ta grandes incisiones y muy profundas en los 2 vo son tlpicos del estilo IV. Si como Leroi­ cuernos, y, sobre todo, las lineas dorsal y ventral Gourhan valoramos la figura como partícipe de y en la cola, vigorosamente trazadas. Se halla jun­ un conjunto que se le asocia, en este caso es in­ to a un bisonte, que está sobre él. Dados sus ca­ dudable que las caracterlsticas de la asociación B racteres, Leroi-Gourhan lo incluyó en su estilo IV son típicas del estilo IV reciente, maxime cuando A reciente. Su vientre es muy panzudo y se repre­ las caracterlsticas de estilo de los individuos 1\ /(\ ~~ sentan sólo dos de sus extremidades, una por representados son típicas del mismo. Si la valora­ t par, pero éstas estan perfectamente acabadas, ción es individual, su clasificación es más dificul­ F1g. 15.- Tectitormes según A. Lero1-Gourhan. A) Simbolos femeninos. B) Signos de ayuntamiento aunque resulten muy pequeñas respecto a su tosa. Pero, a pesar de todo, y siempre teniendo en sexual. gran vientre. La cara es muy expresiva. Para H. cuenta la variabilidad y la individualidad de las Breuil esta figura pertenecía al Perigordiense, ba­ representaciones, creo que llegaríamos a idénti­ sándose en sus extremidades. Es decir, para H. ca conclusión. (Fig. 14). Breuil el hecho de la representación de una extre­ 2) Grabado de rhinoceros que aparece en el la cueva. Es un ejemplar bicorne pintado con todo ción de tal tipo entre el estilo IV antiguo y el re­ midad por par era suficiente para incluirla en el panel del «Gran Bisonte» en el santuario de la detalle. ciente. (Fig. 16). ciclo auriñaco-perigordiense. Sin embargo, para cueva, asociado a la pata izquierda de dicho bi­ Leroi-Gourhan las extremidades completas son H. Breuillo calificó como auriñaciense. Pero, 2) En el mismo sector, aparece un bisonte sonte. Según H. Breuil, posee un inmenso cuerno mas un síntoma de pertenencia a estilos más re­ para Leroi-Gourhan, basándose en su detallismo, polícromo magdaleniense IV-V sobre un boceto curvado. Es claramente realista del estilo IV re­ en la expresión de la cara y, sobre todo, en la cientes, como serian los estilos 111y IV. Leroi­ pintado de la cabeza de un rhlnoceros, mirando ciente. Precisamente este segundo rhinoceros de Gourhan incluyó todo el conjunto de Trois Frérés representación de las extremidades, aunque ésta hacia la izquierda. Este rhlnoceros presenta las Trois Frérés, con carácterlsticas similares al an­ como perteneciente al estilo IV, pero de una ma­ sea sumaria, y, por otra parte la poca sinuosidad mismas características que el anterior, por lo que terior, pero más realista, apoya la tesis de la nera difusa entre estilo IV reciente y el antiguo. del diseño que le dan un realismo indudable muy Leroi-Gourhan lo incluyó en el mismo estilo. inclusión del anterior en el mismo estilo. Para ello se basa en el tandem bisonte-caballo, típico del estilo IV, le hacen incluirlo en el mismo. Opinión que comparto. pero, en este caso acompañado de reno, La cronología probable para el conjunto de Trois Precisamente la disposición del pelaje es COMMARQUE.-(Dordoi\a). En un estrecho mammouth y acompañamiento de rhinoceros, Frérés, en cuanto a sus representaciones uno de los rasgos más característicos del estilo corredor a la derecha de la cueva, aparece graba­ asociación típica del estilo IV reciente. Sin em­ artísticas, es del Magdaleniense IV-V. IV reciente. El diseño del pelaje de la cara es simi­ do un rhinoceros, con líneas bastante ténues bargo hay que reconocer en esta figura ciertos FONT-DE-GAUME.-(Dordoña). lar al que presenta el reno n. • 21 (seg. E. Ripoll) de (long_ 95 cm.), que Nougier atribuye al Magdale­ rasgos confusos. Por ejemplo, su cuerpo hincha­ Las Monedas en el cuello. En cuanto a su niense Antiguo_ Pero dada la expresividad de su do y de extremidades cortas son mas propios del 1) Una de las más clásicas representa­ cronología, podemos dar como probable su inclu­ cabeza y la poca elevación de la linea dorsal, que ciones del rhinoceros, descubierto por H. Breuil estilo 111,lo mismo que la marcada linea dorsal, sión en un Magdaleniense IV-V, siempre teniendo dan un entorno realista más bien cabría incluirlo cosa que incluso podría verse como un resquicio en 1.901, es un «Rhinoceros tichorhinus» pintado en cuenta la dificultad de precisión cronológica a inicios del estilo IV reciente. (Fig. 17). al trazo rojo, que se halla en el divertículo final de heredado del estilo 11.Frente a esto, sus extremi- que entraña la imprecisión de hacer una distin- 42 Manuel Mi/lán Cascaffó «El rhinoceros en el arte pleistocénico" 43 ~

...~-- "'~~~-\Y··r~;). t \\\~ 'f 1 1 \ 1 \ ~~\ rl' .. .. ,4J\ '· ~~~,.~? ('~ \\ \'J~(¡rt~A¡,.,, . 1~ ,~,(( ~::::-.\L ' ~ ,:--.:...;.'f. 1 '• .. -~~ l 1, 1 '-V·"h--- .... ~\\\l~,\~~t,:'''~ \ ' ~ Fig. 16.-Rhinoceros de La Font-de-Gaume, según H. BreuiL

Fig. 18.-Rhinoceros de Les Combarélles. según H. Breuil. .-(Oordoña). extremidades, sin completar, y el vientre quedan 1) Un grabado de rhinoceros que se en· disimulados por las muchas concreciones de la cuentra en la galeria derecha de la cueva (Comba· cueva. relles """l· Está a ras de suelo, sobre la pared iz· Por sus características cabe incluirlo en un quierda de dicha galería, poco más allá de la estilo IV reciente en un modelo correspondiente entrada. Es un grabado fino y preciso, con la ca· al Magdaleniense V (Fig. 19). ~~~ beza muy detallada y expresiva, que H. Breuil ROUFFIGNAC.-(Oordoña). En la llamada incluia en el Magdaleniense Antiguo. Para Leroi­ "Via Sagrada .., antes del cruce con la galerla ~o~--- Gourhan estaría a caballo entre el Magdaleniense «Breuif.,, aparecen dos grabados de «Rhinoceros Medio y el Magdaleniense Reciente; el animal tichorhinus" sobre el techo. La galerla «Henrl mantiene las caracterlsticas tlpicas de represen­ Breuif,. presenta un friso de rhlnoceros alineados, tación del estilo IV reciente. Es decir, su realismo, pintados, en la pared derecha, y un esbozo de rhl­ su detallismo y su expresividad. El pelaje de la ca­ noceros gabado en la pared izquierda. Por último, beza tiene evidentes semejanzas con algunas en el gran techo aparecen tres rhinoceros más, representaciones de las chinas de La Colombiére. pintados. Es decir, que la cueva de Roulfignac po· Es un «Rhinoceros tichorhinus)•, bicorne, con see seis rhlnoceros pintados y tres grabados. cuernos bien detallados. Su linea dorsal es mar­ cadamente alta y su cuerpo está bastante hincha­ Según Nougier, el friso que aparece en la do con lo que se acerca en alguna de las galería uHenri Breuif.,, reproduce una familia: el características al estilo IV antiguo. (Fig. 18). joven, la madre y el padre cerrando la marcha pa­ Ftg. 19 -Ah moceros y cabeza de cterva de Les Combarélles. según H. Breuil. ra proteger el grupo. 2) En la galeria de Combarelles 1, a la iz­ quierda, situado bajo el vientre de un león, apare· Según Leroi-Gourhan, todo el conjunto de la ce un «Rhinoceros tichorhinus" recortado por una cueva pertenece al estilo IV, en un momento cro­ cabeza de cierva. La cabeza del rhlnoceros está nológico correspondiente al Magdaleniense V-VI. junto de toda la cueva. Su expresividad, su de­ completamente detallada, con un realismo no­ Esta afirmación deviene de sus caracterlsticas la siguiente manera: estilisticas individuales, de asociación y de con- tallismo en el pelaje, similar a los rhinoceros de la table. Está grabada con un relieve marcado. Las Font-de-Gaume y no menos a los propios 1) y 2) Grabados de rhinoceros de la «Vfa mammouths de la cueva, claramente del mismo Sacra ... SOlo se marcan las partes delanteras. estilo de los rhinoceros, y, lo que es más, coetá­ Destaca la curvatura inversa de los dos cuernos ..--~ neo y compañero de ecosistema. El conjunto de del 1, mientras que el 2, ante él, en esbozo, pre­ ...... ~ representaciones de Roulfignac presenta como senta vigorosos cuernos. tandem principal de asociación el de mammouth­ La técnica empleada en el primer grabado, rhinoceros, con el rhinoceros supliendo en tal según P. Graziosi es comparable por completo a función al reno, inexistente, y como tandem de la técnica empleada en los dibujos pintados del /~ acompañamiento el de bisonte-caballo. Tal duali­ mismo ciclo, ciclo solulreo-magdalenlense de H. dad de asociaciones debe considera'rse como Breuil. tipica del estilo IV reciente. 3), 4), y 5) Es el gran friso de los rhinoceros F.g. 11 ·-Rh1noceros ue Commarque. según H. Breuli Las representaciones pueden analizarse de de la galeria uHenri Breui/ ... Están pintados en la

1 1 _L___ 42 Manuel Mi/lán Cascaffó «El rhinoceros en el arte pleistocénico" 43 ~

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Fig. 18.-Rhinoceros de Les Combarélles. según H. Breuil. LES COMBARELLES.-(Oordoña). extremidades, sin completar, y el vientre quedan 1) Un grabado de rhinoceros que se en· disimulados por las muchas concreciones de la cuentra en la galeria derecha de la cueva (Comba· cueva. relles """l· Está a ras de suelo, sobre la pared iz· Por sus características cabe incluirlo en un quierda de dicha galería, poco más allá de la estilo IV reciente en un modelo correspondiente entrada. Es un grabado fino y preciso, con la ca· al Magdaleniense V (Fig. 19). ~~~ beza muy detallada y expresiva, que H. Breuil ROUFFIGNAC.-(Oordoña). En la llamada incluia en el Magdaleniense Antiguo. Para Leroi­ "Via Sagrada .., antes del cruce con la galerla ~o~--- Gourhan estaría a caballo entre el Magdaleniense «Breuif.,, aparecen dos grabados de «Rhinoceros Medio y el Magdaleniense Reciente; el animal tichorhinus" sobre el techo. La galerla «Henrl mantiene las caracterlsticas tlpicas de represen­ Breuif,. presenta un friso de rhlnoceros alineados, tación del estilo IV reciente. Es decir, su realismo, pintados, en la pared derecha, y un esbozo de rhl­ su detallismo y su expresividad. El pelaje de la ca­ noceros gabado en la pared izquierda. Por último, beza tiene evidentes semejanzas con algunas en el gran techo aparecen tres rhinoceros más, representaciones de las chinas de La Colombiére. pintados. Es decir, que la cueva de Roulfignac po· Es un «Rhinoceros tichorhinus)•, bicorne, con see seis rhlnoceros pintados y tres grabados. cuernos bien detallados. Su linea dorsal es mar­ cadamente alta y su cuerpo está bastante hincha­ Según Nougier, el friso que aparece en la do con lo que se acerca en alguna de las galería uHenri Breuif.,, reproduce una familia: el características al estilo IV antiguo. (Fig. 18). joven, la madre y el padre cerrando la marcha pa­ Ftg. 19 -Ah moceros y cabeza de cterva de Les Combarélles. según H. Breuil. ra proteger el grupo. 2) En la galeria de Combarelles 1, a la iz­ quierda, situado bajo el vientre de un león, apare· Según Leroi-Gourhan, todo el conjunto de la ce un «Rhinoceros tichorhinus" recortado por una cueva pertenece al estilo IV, en un momento cro­ cabeza de cierva. La cabeza del rhlnoceros está nológico correspondiente al Magdaleniense V-VI. junto de toda la cueva. Su expresividad, su de­ completamente detallada, con un realismo no­ Esta afirmación deviene de sus caracterlsticas la siguiente manera: estilisticas individuales, de asociación y de con- tallismo en el pelaje, similar a los rhinoceros de la table. Está grabada con un relieve marcado. Las Font-de-Gaume y no menos a los propios 1) y 2) Grabados de rhinoceros de la «Vfa mammouths de la cueva, claramente del mismo Sacra ... SOlo se marcan las partes delanteras. estilo de los rhinoceros, y, lo que es más, coetá­ Destaca la curvatura inversa de los dos cuernos ..--~ neo y compañero de ecosistema. El conjunto de del 1, mientras que el 2, ante él, en esbozo, pre­ ...... ~ representaciones de Roulfignac presenta como senta vigorosos cuernos. tandem principal de asociación el de mammouth­ La técnica empleada en el primer grabado, rhinoceros, con el rhinoceros supliendo en tal según P. Graziosi es comparable por completo a función al reno, inexistente, y como tandem de la técnica empleada en los dibujos pintados del /~ acompañamiento el de bisonte-caballo. Tal duali­ mismo ciclo, ciclo solulreo-magdalenlense de H. dad de asociaciones debe considera'rse como Breuil. tipica del estilo IV reciente. 3), 4), y 5) Es el gran friso de los rhinoceros F.g. 11 ·-Rh1noceros ue Commarque. según H. Breuli Las representaciones pueden analizarse de de la galeria uHenri Breui/ ... Están pintados en la

1 1 _L___ r 44 Manuel Mil/án Cascal/ó

galeria, en Su pared derecha: 3) Para Nougier es el Animal, que por su dificultad de ser cazado, dado joven, que va en primer lugar. Presenta un técnica que ésta implica una caza muy especializada con menos estudiada, y una menor pilosidad que los un utillaje asf mismo especializada, lo mismo que siguientes. por su escasez, debía ser cazado raras veces, pe­ ro no por ello era menos apreciado, sino muy al 4) Es el rhinoceros llamado «Dubois», que es contrario, puesto que proporcionaria, sin lugar a el nombre que aparece en el gralfiti que hay sobre dudas: carne, marfil, hueso, cuero y piel. él, y que fue puesto en 1.954. Según Nougier sería la hembra, y presenta una gran expresividad en su Los rhinoceros están representados muy pre­ rostro, y un gran detallismo. Los cuernos presen­ cisamente, tanto en su conformación general, co­ tan una curvatura inversa. mo en sus detalles. Su pelaje es muy preciso, y presentan gran expresividad. 5) Según Nougier, es el macho. Mide 44 cm. de altura y 102 cm. de longitud total. Lo cual nos 6) Boceto grabado de rhinoceros de la pared da unas proporciones muy exactas, estando el izquiera de la galería «». Con un trazo animal figurado a una escala de 3'5 veces menor muy vigoroso y digital sobre margas calcáreas. con respecto al modelo real. Es decir que el ani­ Presenta la curvatura caracteristica de la parte mal figurado tendria unas dimensiones reales de delantera de un rhinoceros entre el cuerno ante­ 357 cm. de longitud, y 154 cm. de altura. Si lo com­ rior y el posterior y el movimiento del marra. paramos con las medidas medias descubiertas El animal hubiese sido de grandes dimen­ en los IIRhinoceros tichorh;nUSII, como el repre­ siones, imponentes según Nougier, pero el esbo­ sentado, más o menos conservados en los gla­ zo fue abandonado, y la curvatura de la parte de­ ciares fósiles de Sibería, vemos que éstas nos lantera, sirvió, asimismo, de parte delantera para dan una media de 160 cm. de altura, y de 350 cm. un mammouth. (Fig. 20-A). de longitud, con lo que se muestra claramente la 7),8) Y 9): aparecen pintados en el gran techo: perfecta proporción de la figura con respecto el modelo representado. Por otro lado, la medida 7) (Fig. 20-B). Se opone a dos figuras de mam­ normal de desarrollo en la cornamenta de los rhi­ mouht. Presenta unas lineas detalladas, con un noceros siberianos es la de 1 m. de desarrollo. El pelaje bien señalado. Es bicorne, y mira hacia la cuerno anterior del rhinoceros representado, mul­ derecha. tiplicada su medida por 3'5, da una dimensión to­ 8) (Fig. 20-C). Es el ejemplar más elaborado y tal de 126 cm., con 1 m. de cuerda de su curvatura, característico en sus detalles. Presentado el re­ es decir, de la distancia de la base de la corna­ lieve de los cuernos, el cuello montante hasta la menta a la punta. cruz, las patas cortas, presenta sus 4 extremida­ Los rhinoceros del friso de Roulfignac tiene, des y una pequeña cola tiesa. pues, sus dimensiones proporcionadas, salvo que 9) (Fig. 20-0). Es un esbozo de rhinoceros de su cuerpo es deamsiado gordo y pesado. Podria linea muy estilizada, con un cuello muy montante, interpretarse esto como IIn rito mágico de caza en 111ucho más que el de los que le acompañan, sus la que las partes desadas por los cazadores: la patas también están muy estilizadas, y el contor­ carne (vientre hinchada), la cornamenta, y ¿por­ no general es muy sinuoso. Por otro lado, es uni­ qué no?, su lana, su pelaje, son exagerados, co­ carne, a diferencia de los otros ocho que figuran mo queriendo representar un ideal de cómo debe en la cueva, y asimismo, también se diferencia de ser la pieza cazada. Es decir representan cánones los otros ocho en que mira hacia la derecha, mágicos de la caza de un rhinoceros. Por otro la­ mientras que los otros, incluido el esbozo graba­ do, la idea de representación de una familia de do de cabeza, miran hacia la izquierda. Si a esto rhinoceros que propugna Nougier, idea por otro sumamos la ausencia de todo detalle, incluida la lado muy posible y factible, no marca mas que ausencia total de pelaje, tenemos la impresión de eso, una posibilidad, pero tampoco debe descar­ hallarnos ante una representación de un estilo tarse el hecho de que sean tres figuras aisladas, y completamente distinto. A mi entender, dadas las que fueron colocadas en el mismo lugar y posi­ caracteristicas de esta representación, podria ción, porque, posiblemente, estas condiciones tratarse de una representación del estilo 111 de estuviesen incluidas o relacionadas con el propio Leroi-Gourhan, el cual se desentiende del proble­ rito mágico de su caza. Hecho este último, que no ma, calificando todas las representaciones de la queda en absoluto dp.sr.Mteoo en el ca::;o de que, cueva como pertenecientes al estilo IV, tal vez en como dice Nougier, se trata de una familia de rhi­ aras de una calificación general del conjunto de noceros. Es decir, apunto la posibilidad de que . la cueva. Nougier, los califica a todos como con­ sean tres figuras aisladas, que representan la re­ temporáneos igualmente, pero agregando que es­ petición, por otras tantas veces, de un mismo rito ta representación es un esbozo. Sin embargo, mágico con respecto a la caza de un rhinoceros. esta representación posee caracteres diteren- Manuel Millán Casca/16 r 44 «El rhinoceros en el arte pleistocénico» 45

Animal, que por su dificultad de ser cazado, dado galería, en su pared derecha: 3) Para Nougier es el que ésta implica una caza muy especializada con joven, que va en primer lugar. Presenta un técnica un utillaje así mismo especializado, lo mismo que menos estudiada, y una menor pilosidad que los por su escasez, debía ser cazado raras veces, pe­ siguientes. ro no por ello era menos apreciado, sino muy al 4) Es el rhinoceros llamado «Dubois», que es contrario, puesto que proporcionaría, sin lugar a el nombre que aparece en el gralfiti que hay sobre dudas: carne, marfil, hueso, cuero y piel. él, y que fue puesto en 1.954. Según Nougier sería Los rhinoceros están representados muy pre­ la hembra, y presenta una gran expresividad en su ,JI~ cisamente, tanto en su conformación general, co­ ' . rostro, y un gran detallismo. Los cuernos presen­ ~." mo en sus detalles. Su pelaje es muy preciso, y -{ ,,\ ¿ _.... tan una curvatura inversa. A presentan gran expresividad. ( .$~\:00,·&. ··(',~,··~ 5) Según Nougier, es el macho. Mide 44 cm. 6) Boceto grabado de rhinoceros de la pared de altura y 102 cm. de longitud total. Lo cual nos izquiera de la galeria «Henri Breuil». Con un trazo da unas proporciones muy exactas, estando el muy vigoroso y digital sobre margas calcáreas. B animal figurado a una escala de 3'5 veces menor Presenta la curvatura característica de la parte con respecto al modelo real. Es decir que el ani­ delantera de un rhinoceros entre el cuerno ante­ mal figurado tendría unas dimensiones reales de rior y el posterior y el movimiento del morro. 357 cm. de longitud, y 154 cm. de altura. Si lo com­ paramos con las medidas medias descubiertas El ·animal hubiese sido de grandes dimen­ en los 11Rhinoceros tichorhinus", como el repre­ siones, imponentes según Nougier, pero el esbo­ sentado, más o menos conservados en los gla­ zo fue abandonado, y la curvatura de la parte de­ ciares fósiles de Siberia, vemos que éstas nos lantera, sirvió, asimismo, de parte delantera para dan una media de 160 cm. de altura, y de 350 cm. un mammouth. (Fig. 20-A). de longitud, con lo que se muestra claramente la 7), 8) y 9): aparecen pintados en el gran techo: perfecta proporción de la figura con respecto el modelo representado. Por otro lado, la medida 7) (Fig. 20-8). Se opone a dos figuras de mam­ ~\~S-'·- mouht. Presenta unas lineas detalladas, con un ,\f'l>-- normal de desarrollo en la cornamenta de los rhi­ noceros siberianos es la de 1 m. de desarrollo. El pelaje bien señalado. Es bicorne, y mira hacia la e cuerno anterior del rhinoceros representado, mul­ derecha. tiplicada su medida por 3'5, da una dimensión to­ 8) (Fig. 20-C). Es el ejemplar más elaborado y tal de 126 cm., con 1 m. de cuerda de su curvatura, característico en sus detalles. Presentado el re­ es decir, de la distancia de la base de la corna­ lieve de los cuernos, el cuello montante hasta la menta a la punta. cruz, las patas cortas, presenta sus 4 extremida­ Los rhinoceros del friso de Roulfignac tiene, des y una pequeña cola tiesa. pues, sus dimensiones proporcionadas, salvo que 9) (Fig. 20-D). Es un esbozo de rhinoceros de su cuerpo es deamsiado gordo y pesado. Podría linea muy estilizada, con un cuello muy montante, Fig. 20.-Rouffignac, según R. Robert: A) boceto de rhinoceros grabado, llamado ei«Patrlarca»; se situa en la «Galerfa H. interpretarse esto como un rito mágico de caza en u1uuho rnás que el de los que le acompañan, sus Breui/n. 8) rhinoceros del ~cGranTecho" (Robert, tig. 7). C) rhinoceros del ccGranTechan (Robert, fíg. 8). O) rhinoceros del la que las partes desadas por los cazadores: la patas también están muy estilizadas, y el contor­ u Gran Techan (Robert, tig. 9). carne (vientre hinchado), la cornamenta, y ¿por­ no general es muy sinuoso. Por otro lado, es uni­ qué no?, su lana, su pelaje, son exagerados, co­ corne, a diferencia de los otros ocho que figuran mo queriendo representar un ideal de cómo debe en la cueva, y asimismo, también se diferencia de ser la pieza cazada. Es decir representan cánones los otros ocho en que mira hacia la derecha, mágicos de la caza de un rhinoceros. Por otro la­ mientras que los otros, incluido el esbozo graba­ ciales que la acercan a las características del es­ cuanto a estilo y factura. do, la idea de representación de una familia de do de cabeza, miran hacia la izquierda. Si a esto tilo 111,lo cual podria llevarnos a confusiones evi­ CHULGAN-TACHE.-(Urales, U.R.S.S.). Se­ rhinoceros que propugna Nougier, idea por otro sumarnos la ausencia de todo detalle, incluida la dentes y difíciles de evitar sin tener la visión de gún L. R. Nougier, en esta cueva aparece una pin­ lado muy posible y factible, no marca mas que ausencia total de pelaje, tenemos la impresión de conjunto de toda la cueva. Evidentemente podría tura en negro al carbón, muy detallada, de un eso, una posibilidad, pero tampoco debe descar­ hallarnos ante una representación de un estilo tratarse de un boceto como indican Leroi­ «Rhinoceros tichorhinus». En la cueva hay un to­ tarse el hecho de que sean tres figuras aisladas, y completamente distinto. A mi entender, dadas las Gourhan y Nougier, que es lo más probable, pero, tal de 11 figuras, lo cual vendrá a representar un 9 que fueron colocadas en el mismo lugar y posi­ caracteristicas de esta representación, podría ciertas características, como la linea dorsal mar­ % del total de representaciones de la cueva para ción, porque, posiblemente, estas condiciones tratarse de una representación del estilo 111de cada y elevada podrían hablarnos de una repre­ el rhinoceros. Nougier la dató como del Magdale­ estuviesen incluidas o relacionadas con el propio Leroi-Gourhan, el cual se desentiende del proble­ sentación del estilo 111.Sin embargo, estos rasgos niense 11al VI, y la juzga como coetánea a la de rito mágico de su caza. Hecho este último, que no ma, calificando todas las representaciones de la no son suficientes, ya que también representa­ Rouffignac, a la cual paraleliza. Incluye la cueva queda en absoluto dAsrert8dO en el ca"o de que, cueva como pertenecientes al estilo IV, tal vez en ciones del estilo IV reciente presentan tales en la llamada «Escuela de /os Urales». No se como dice Nougier, se trata de una familia de rhi­ . aras de una calificación general del conjunto de características, como las ya mencionadas de equivoca Nougier al equiparar! a al estilo y confor­ noceros. Es decir, apunto la posibilidad de que la cueva. Nougier, los califica a todos como con­ Trois-Frérés, Les Combarélles e, incluso, las mis­ mación estructural de Rouffignac, ya que, por una sean tres figuras aisladas, que representan la re­ temporáneos igualmente, pero agregando que es­ mas de Rouffignac; dato este último, harto intere­ parte, sus características estilísticas individuales petición, por otras tantas veces, de un mismo rito ta representación es un esbozo. Sin embargo, sante, ya que nos habla de la homogeneidad que son equiparables a las de las figuras de rhinoce­ mágico con respecto a la caza de un rhinoceros. esta representación posee caracteres diferen- presentan las representaciones de Rouffignac en ros de Rouffignac, y por otra, mantiene los mis-

' 1 1 L... «El rhinoceros en el arte pleistocénico» 47 46 Manuel Millán Casca/16

cuentro más admisible la hipótesis de Leroi­ ciente. Por lo que no es extraño que el rhinoceros mos tandems de asociaciones: mammouth­ Brun, Loire). Sobre placa de esquisto, según exca­ vaciones de M. Larne, proviniente de un horizonte Gourhan, ya que hay más evidentes puntos de sustituya al mammouth en el tandem preferen­ rhinoceros y caballo-bisonte. Por todo ello, cabria contacto entre esta representación y las magda­ cial, sólo que aquí se ha dado un giro preferencial incluirlas en el estilo IV Reciente, en un momento gravetiense, por lo cual fue incluido en el ciclo auriñaco-perigordiense. lenienses de La Font-de-Gaume, Les Combarélles de ecosistema de caza o de caza alternativa esta­ correspondiente al Magdaleniense V-VI. o Rouflignac, que con las gravetienses de La cional. Así en lugar de la típica antítesis: comple­ El rhinoceros aparece fracmentado. La pla­ Ferrassie o de Aldéne, de las que estilísticamente mento alimentario de estepa-pradera (caballo y quita no lleva más que la parte inferior del animal: hablando les separa un abismo. (Fig. 22). bisonte)/estepa-tundra-taiga (mammouth y reno), EL RHINOCEROS EN EL ARTE MOBILIAR DEL las dos extrtemidades delanteras cortas y maci­ los cazadores de La Colombiére prefieren aumen­ ESTILO IV DE LEROI-GOURHAN (YACIMIENTOS): zas, muy precias y equilibradas. tar la variabilidad aún manteniendo tal alternati­ Para Leroi-Gourhan, sin embargo, su preci­ va: estepa-tundra (rhinoceros)/estepa-pradera (ca­ A) ESTILO IV ANTIGUO: sión anatómica lo excluye totalmente de un estilo ballo), a las que se suma: pradera alpina-bosque ARCY-SUR-CURE.-(Gruta tribolitica, Yonne) correspondiente al gravetiense, como podría ser alpino (cabra montés y oso, ambos del mismo (Fig. 21) Sobre guijarro, grabado, aparece un rhi­ el estilo 11.Estilisticamente, lo colocó por su de­ ecosistema), o pradera alpina-bosque alpino/pra­ noceros de trazo neto y preciso. Junto a él, el tallismo casi fotográfico, en su estilo IV reciente, dera-estepa (caballo). La taiga del reno estaría cuarto delantero de otro rhinoceros que flanquea correspondiendo a una cronología paralela, en un representada por el félido que jugaría como va­ al anterior, doblándole en cierto modo, ligera­ momento impreciso entre el Magdaleniensa 111y riante complementaria menor. Tal abanico de po­ mente descalzado. Para Leroo-Gourhan en­ el Magdaleniense V. Para Leroi-Gourhan, la in­ sibilidades no desdice en lo más mínimo las aso­ cuadrable en el estilo IV Antiguo en un momento terrelación industria lítica-estilo artístico no tiene ciaciones, dignas de la devoción de los cazado­ correspondiente al Magdaleniense 111-IV. que constituir una homogeneidad obligatoria. de res, típicas de la época, ya que éstas no sólo se MARCHE LES DAMES.-(Provincia de Na­ lo cual se deduce que aunque, salvo por defecto mantienen sino que siguen como predominantes. mur). Sobre placa de marfil, aparece un rhinoce­ de clasificación, es admisible pensar que la pla­ Fig. 22.-Rhinoceros sobre placa de esquisto. según Quizás la ausencia del ammouth obedezca ya en ros asociado a tres peces que Eloy y Nougier con­ queta, al estar acompañada de algunos útiles que Larne, procedente de Saut-du-Perron. gran medida a la retirada hacia el Norte y el Este sideran del Auriñaciense típico. Sin embargo, se han reconocido como de tipo gravetiense, per­ de Eurasla que este animal desarrolla cuando la Leroi-Gourhan lo incluye en un momento magda­ tenezca al mismo momento cultural, nada obliga glaciación de Würm da sus últimos ramalazos, por ello a deducir una cronología absoluta y ho­ con lo que dicho animal se hace más escaso y leniense, entre el Magdaleniense 111y el Magdale­ LA COLOMBIERE.-(Cerca de Poucin, Ain). mogénea para un periodo cultural. No considero preciado, precisamente en el Magdaleniense VI, niense IV, dentro de su estilo IV antiguo. Se carac­ Según Nougier, el lecho D. 1 de la cueva. da perl­ especialmente extraño que un utillaje gravetoide tras el apogeo del mismo durante el Magdalenien­ teriza por un realismo casi miniaturista. gordiense superior con buriles de Noailles y pueda ser coetáneo, e incluso coexistente, de uno se IV-V, como demuestra el conjunto artístico de muchos guijarros grabados. Pero las fechas de C LE PLACARD.-(Charente). Sobre azagaya, magdaleniense. siempre y cuando el primero re­ Rouffignac. En cambio, el rhinoceros, más aman­ 14 de los estratos en que fueron halladas daban aparece el grabado de un «Rhinoceros tichorhi­ sulte de una persistencia, por otra parte más co­ te de la tundra y más adaptable que el una cronología claramente magdaleniense. Sin nus» muy detallado. Datada en el Magdaleniense mún de lo que algunos podrían pensar, y todo ello mammouth, se encaminaba de Este a Oeste y ha­ duda ésta se suma, para Leroi-Gourhan, a la 111.La azagaya apareció partida en dos mitades. sin tener en cuenta que los útiles recobrados en cia el Norte, con lo cual se hizo más abundante. estilística para que este autor considere dichos Breuil la reparó y reconoció en ella la linea dorsal un estrato de excavación pueden no ser represen­ guijarros como del estilo IV reciente. correspon­ Considero el conjunto, por todas las razones y la detallada cabeza de un rhinoceros. Dada su tativos del mismo si el porcentaje de los diversos diendo a un momento del Magdaleniense VI. Su expuestas, como perteneciente a un claro Magda­ datación estratigráfica y sus características ingredientes susceptioles de ser afectados por el factura es evidentemente realista, detallada y mi­ leniense VI. estilísticas cabe incluirlo en su estilo IV antiguo. azar son elevados. Es evidente que tales persis­ nuciosa. tencias de la industria no son exclusivas del Los rhinoceros que aparecen grabados son: B) ESTILO IV RECIENTE: Paleolítico, y que también se comprueban en el Entre estos grabados, aparecen seis de ellos 1) (Fig. 23) Sobre guijarro, aparece el cuarto SAUT-DU-PERRON.-(Yacimiento de la Viña arte, como en más de un caso citado; por ello en- con rhinoceros, sobre una totalidad de once trasero peludo de un «Rhinoceros tichordinus», guijarros grabados. y apunta, Leroi-Gourhan, el muy detallado; típico del estilo IV reciente. hecho de que «los rhinoceros son complementa­ rios, en este caso, de la cabra montes», que apa­ 2) Sobre un guijarro, según H. Breuil, apare­ rece representada cuatro veces. En el reverso de cen 2 animales representados, que él califica de la representación del rhinoceros, o de la cabra, rhinoceros jóvenes, o adultos que han perdido su aparece: el caballo en ocho guijarros, el oso en cornamenta. Este hecho no es tan raro en esta es­ tres y el félido en uno. Se trata pues de aso­ pecie, y actualmente también les ocurre. (Fig. 24). ciaciones complementarias de caza (o de admira­ 3) Sobre guijarro. aparece la figura de un ción de la tuerza, o de defensa del habita!, en el rhinoceros muy perfecta y detalladamente graba· caso de los úrsidos y los félidos cavernícolas). da, mientras que en el reverso del mismo guijarro En realidad no deja de ser una variante de los dos aparece el grabado de un oso de las cavernas. El tandems significativos del estilo IV reciente rhinoceros representado en primer plano, lo mis· (bisonte-caballo; mammouth-reno). El rhinoceros moque el que aparece en segundo plano, presen­ y el mammouth compartían el mismo ecosistema ta una cruz muy elevada, formando con el chiñón de estepa de loess típica y tundra por lo que no es una enorme masa tras la cabeza. Aparece cubier­ extraño tanto su simultaneidad como su sustitu­ to en su parte anterior, en el vientre, en las espal­ ción preferencial, como su equiparabilidad de uso das y en los muslos. de estrías que dibujan una y apetencia para las comunidades cazadoras es­ vedeja de cabellos. Las extremidades son pe­ pecializadas del Paleolítico Superior, y más queñas y macizas, y presenta un pelaje dorsal específicamente del Magdaleniense Medio Re- más corto cuyas regiones son divididas por una F1g 21.-- Representación de Arcy-sur-Cure. segUn Nougier. y

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cuentro más admisible la hipótesis de Leroi­ ciente. Por lo que no es extraño que el rhinoceros mos tandems de asociaciones: mammouth­ Brun, Loire). Sobre placa de esquisto, según exca­ vaciones de M. Larne, proviniente de un horizonte Gourhan, ya que hay más evidentes puntos de sustituya al mammouth en el tandem preferen­ rhinoceros y caballo-bisonte. Por todo ello, cabria contacto entre esta representación y las magda­ cial, sólo que aquí se ha dado un giro preferencial incluirlas en el estilo IV Reciente, en un momento gravetiense, por lo cual fue incluido en el ciclo auriñaco-perigordiense. lenienses de La Font-de-Gaume, Les Combarélles de ecosistema de caza o de caza alternativa esta­ correspondiente al Magdaleniense V-VI. o Rouflignac, que con las gravetienses de La cional. Así en lugar de la típica antítesis: comple­ El rhinoceros aparece fracmentado. La pla­ Ferrassie o de Aldéne, de las que estilísticamente mento alimentario de estepa-pradera (caballo y quita no lleva más que la parte inferior del animal: hablando les separa un abismo. (Fig. 22). bisonte)/estepa-tundra-taiga (mammouth y reno), EL RHINOCEROS EN EL ARTE MOBILIAR DEL las dos extrtemidades delanteras cortas y maci­ los cazadores de La Colombiére prefieren aumen­ ESTILO IV DE LEROI-GOURHAN (YACIMIENTOS): zas, muy precias y equilibradas. tar la variabilidad aún manteniendo tal alternati­ Para Leroi-Gourhan, sin embargo, su preci­ va: estepa-tundra (rhinoceros)/estepa-pradera (ca­ A) ESTILO IV ANTIGUO: sión anatómica lo excluye totalmente de un estilo ballo), a las que se suma: pradera alpina-bosque ARCY-SUR-CURE.-(Gruta tribolitica, Yonne) correspondiente al gravetiense, como podría ser alpino (cabra montés y oso, ambos del mismo (Fig. 21) Sobre guijarro, grabado, aparece un rhi­ el estilo 11.Estilisticamente, lo colocó por su de­ ecosistema), o pradera alpina-bosque alpino/pra­ noceros de trazo neto y preciso. Junto a él, el tallismo casi fotográfico, en su estilo IV reciente, dera-estepa (caballo). La taiga del reno estaría cuarto delantero de otro rhinoceros que flanquea correspondiendo a una cronología paralela, en un representada por el félido que jugaría como va­ al anterior, doblándole en cierto modo, ligera­ momento impreciso entre el Magdaleniensa 111y riante complementaria menor. Tal abanico de po­ mente descalzado. Para Leroo-Gourhan en­ el Magdaleniense V. Para Leroi-Gourhan, la in­ sibilidades no desdice en lo más mínimo las aso­ cuadrable en el estilo IV Antiguo en un momento terrelación industria lítica-estilo artístico no tiene ciaciones, dignas de la devoción de los cazado­ correspondiente al Magdaleniense 111-IV. que constituir una homogeneidad obligatoria. de res, típicas de la época, ya que éstas no sólo se MARCHE LES DAMES.-(Provincia de Na­ lo cual se deduce que aunque, salvo por defecto mantienen sino que siguen como predominantes. mur). Sobre placa de marfil, aparece un rhinoce­ de clasificación, es admisible pensar que la pla­ Fig. 22.-Rhinoceros sobre placa de esquisto. según Quizás la ausencia del ammouth obedezca ya en ros asociado a tres peces que Eloy y Nougier con­ queta, al estar acompañada de algunos útiles que Larne, procedente de Saut-du-Perron. gran medida a la retirada hacia el Norte y el Este sideran del Auriñaciense típico. Sin embargo, se han reconocido como de tipo gravetiense, per­ de Eurasla que este animal desarrolla cuando la Leroi-Gourhan lo incluye en un momento magda­ tenezca al mismo momento cultural, nada obliga glaciación de Würm da sus últimos ramalazos, por ello a deducir una cronología absoluta y ho­ con lo que dicho animal se hace más escaso y leniense, entre el Magdaleniense 111y el Magdale­ LA COLOMBIERE.-(Cerca de Poucin, Ain). mogénea para un periodo cultural. No considero preciado, precisamente en el Magdaleniense VI, niense IV, dentro de su estilo IV antiguo. Se carac­ Según Nougier, el lecho D. 1 de la cueva. da perl­ especialmente extraño que un utillaje gravetoide tras el apogeo del mismo durante el Magdalenien­ teriza por un realismo casi miniaturista. gordiense superior con buriles de Noailles y pueda ser coetáneo, e incluso coexistente, de uno se IV-V, como demuestra el conjunto artístico de muchos guijarros grabados. Pero las fechas de C LE PLACARD.-(Charente). Sobre azagaya, magdaleniense. siempre y cuando el primero re­ Rouffignac. En cambio, el rhinoceros, más aman­ 14 de los estratos en que fueron halladas daban aparece el grabado de un «Rhinoceros tichorhi­ sulte de una persistencia, por otra parte más co­ te de la tundra y más adaptable que el una cronología claramente magdaleniense. Sin nus» muy detallado. Datada en el Magdaleniense mún de lo que algunos podrían pensar, y todo ello mammouth, se encaminaba de Este a Oeste y ha­ duda ésta se suma, para Leroi-Gourhan, a la 111.La azagaya apareció partida en dos mitades. sin tener en cuenta que los útiles recobrados en cia el Norte, con lo cual se hizo más abundante. estilística para que este autor considere dichos Breuil la reparó y reconoció en ella la linea dorsal un estrato de excavación pueden no ser represen­ guijarros como del estilo IV reciente. correspon­ Considero el conjunto, por todas las razones y la detallada cabeza de un rhinoceros. Dada su tativos del mismo si el porcentaje de los diversos diendo a un momento del Magdaleniense VI. Su expuestas, como perteneciente a un claro Magda­ datación estratigráfica y sus características ingredientes susceptioles de ser afectados por el factura es evidentemente realista, detallada y mi­ leniense VI. estilísticas cabe incluirlo en su estilo IV antiguo. azar son elevados. Es evidente que tales persis­ nuciosa. tencias de la industria no son exclusivas del Los rhinoceros que aparecen grabados son: B) ESTILO IV RECIENTE: Paleolítico, y que también se comprueban en el Entre estos grabados, aparecen seis de ellos 1) (Fig. 23) Sobre guijarro, aparece el cuarto SAUT-DU-PERRON.-(Yacimiento de la Viña arte, como en más de un caso citado; por ello en- con rhinoceros, sobre una totalidad de once trasero peludo de un «Rhinoceros tichordinus», guijarros grabados. y apunta, Leroi-Gourhan, el muy detallado; típico del estilo IV reciente. hecho de que «los rhinoceros son complementa­ rios, en este caso, de la cabra montes», que apa­ 2) Sobre un guijarro, según H. Breuil, apare­ rece representada cuatro veces. En el reverso de cen 2 animales representados, que él califica de la representación del rhinoceros, o de la cabra, rhinoceros jóvenes, o adultos que han perdido su aparece: el caballo en ocho guijarros, el oso en cornamenta. Este hecho no es tan raro en esta es­ tres y el félido en uno. Se trata pues de aso­ pecie, y actualmente también les ocurre. (Fig. 24). ciaciones complementarias de caza (o de admira­ 3) Sobre guijarro. aparece la figura de un ción de la tuerza, o de defensa del habita!, en el rhinoceros muy perfecta y detalladamente graba· caso de los úrsidos y los félidos cavernícolas). da, mientras que en el reverso del mismo guijarro En realidad no deja de ser una variante de los dos aparece el grabado de un oso de las cavernas. El tandems significativos del estilo IV reciente rhinoceros representado en primer plano, lo mis· (bisonte-caballo; mammouth-reno). El rhinoceros moque el que aparece en segundo plano, presen­ y el mammouth compartían el mismo ecosistema ta una cruz muy elevada, formando con el chiñón de estepa de loess típica y tundra por lo que no es una enorme masa tras la cabeza. Aparece cubier­ extraño tanto su simultaneidad como su sustitu­ to en su parte anterior, en el vientre, en las espal­ ción preferencial, como su equiparabilidad de uso das y en los muslos. de estrías que dibujan una y apetencia para las comunidades cazadoras es­ vedeja de cabellos. Las extremidades son pe­ pecializadas del Paleolítico Superior, y más queñas y macizas, y presenta un pelaje dorsal específicamente del Magdaleniense Medio Re- más corto cuyas regiones son divididas por una F1g 21.-- Representación de Arcy-sur-Cure. segUn Nougier. y

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flechas ti picas de este yacimiento. 4) Sobre un guijarro (seg. H. L. Movius) apa­ rece un rhinoceros casi completo, de excelente factura, asociado a numerosas figuras sobreim­ puestas (de caballos). Es un ti pico ejemplo de las ~ imágenes realistas del estilo IV reciente, graba· das sobre guijarro para una creación de magia cazadora, según Nougier. (Fig. 26). 5) Sobre guijarro (excavaciones de H. L.

""' ''-./ 1 ~

Fig. 23.-Cuarto trasero de un rh~nocerossobre guijarro procedente de La Colombiére (H. Breuil. fig. 1).

FIG. 26.-Le Colombiére (H. L. Movius. fig. 4). linea curva que contornea lo alto del muslo para reunirse con la cola muy reducida. Las patas es· tán terminadas por pies tridáctilos. (Fig. 25). Movius), aparece el cuarto delantero de un rhino· grabada, la cabeza de un rhinoceros. que por sus ceros que parece ser unicorne. (Fig. 27). características habría que situarlo en el estilo IV La cabeza tiene el hocico convexo (con reciente, en un momento correspondiente al Mag­ nariz). con un pequei'\o cuerno frontal, y otro muy daleniense V. (Fig. 29). grande, fuertemente encorvado sobre la nariz. LOUROES.-(AIIos Pirineos). Cabeza de rhi­ Las curvaturas de los dos cuernos son neta· Fig. 25.-Rhinoceros sobre guijarro de la Colombiére noceros grabada sobre plaqueta. Leroi-Gourhan mente inversas. El vientre está cribado por cuatro (H. L Movius. fig. 3). flechas con emplumadura foliácea. que son las al hablar de la cueva no la menciona.

o ~ Fig. 27.- Le Colombiére (Movius Jr., fig. 5). ~~~

6) Sobre guijarro (excavaciones de H. L. Movius), aparece un grabado incompleto aso­ ciado a numerosas figuras de équidos. (Fig. 28). ? GOURDAN. -(Alto Garona): En la base de las Fig. 29.-Cabeza de rhinoceros de Gourdan, gravas magdalenienses de la cueva y asociado a arpones, sobre una estalagmita suelta, aparece. según Nougier. ~

J.J ~ Se trata de una representación bicorne, con gran expresividad y realismo, por sus ':\ --- características tipológicas cabria situarla a fina­ ~ les del Magdaleniense IV, en un momento inicial Fig. 24 --Representación sobre guijarro de dos rhinoceros de La Colombiére 1Movius Jr.. fig. 2). Frg. 28.-Le Corombrére (Movius Jr.. lig. 6). del estilo IV reciente. (Fig. 30).

L 48 Manuel Millán Cascalló «El rhinoceros en el arte pleistocénico» 49

flechas ti picas de este yacimiento. 4) Sobre un guijarro (seg. H. L. Movius) apa­ rece un rhinoceros casi completo, de excelente factura, asociado a numerosas figuras sobreim­ puestas (de caballos). Es un ti pico ejemplo de las ~ imágenes realistas del estilo IV reciente, graba· das sobre guijarro para una creación de magia cazadora, según Nougier. (Fig. 26). 5) Sobre guijarro (excavaciones de H. L.

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Fig. 23.-Cuarto trasero de un rh~nocerossobre guijarro procedente de La Colombiére (H. Breuil. fig. 1).

FIG. 26.-Le Colombiére (H. L. Movius. fig. 4). linea curva que contornea lo alto del muslo para reunirse con la cola muy reducida. Las patas es· tán terminadas por pies tridáctilos. (Fig. 25). Movius), aparece el cuarto delantero de un rhino· grabada, la cabeza de un rhinoceros. que por sus ceros que parece ser unicorne. (Fig. 27). características habría que situarlo en el estilo IV La cabeza tiene el hocico convexo (con reciente, en un momento correspondiente al Mag­ nariz). con un pequei'\o cuerno frontal, y otro muy daleniense V. (Fig. 29). grande, fuertemente encorvado sobre la nariz. LOUROES.-(AIIos Pirineos). Cabeza de rhi­ Las curvaturas de los dos cuernos son neta· Fig. 25.-Rhinoceros sobre guijarro de la Colombiére noceros grabada sobre plaqueta. Leroi-Gourhan mente inversas. El vientre está cribado por cuatro (H. L Movius. fig. 3). flechas con emplumadura foliácea. que son las al hablar de la cueva no la menciona.

o ~ Fig. 27.- Le Colombiére (Movius Jr., fig. 5). ~~~

6) Sobre guijarro (excavaciones de H. L. Movius), aparece un grabado incompleto aso­ ciado a numerosas figuras de équidos. (Fig. 28). ? GOURDAN. -(Alto Garona): En la base de las Fig. 29.-Cabeza de rhinoceros de Gourdan, gravas magdalenienses de la cueva y asociado a arpones, sobre una estalagmita suelta, aparece. según Nougier. ~

J.J ~ Se trata de una representación bicorne, con gran expresividad y realismo, por sus ':\ --- características tipológicas cabria situarla a fina­ ~ les del Magdaleniense IV, en un momento inicial Fig. 24 --Representación sobre guijarro de dos rhinoceros de La Colombiére 1Movius Jr.. fig. 2). Frg. 28.-Le Corombrére (Movius Jr.. lig. 6). del estilo IV reciente. (Fig. 30).

L 50 Manuel Millán Casca/16 f «El rhinoceros en el arte p/eistocénico» 51

caico, pero con un intento de buscar el detalle, marcado en su pelaje. Los cuernos y detalles, son como añadidos y minúsculos, y la cara es alarga­ da. Se trata de una cabeza.

b) El grupo checoeslovaco formado por las _, o estatuillas de bullo redondo de Dolni-Vestonice y ..... <(O: S Paulov. Con una serie de diferencias notables con >--LU N 1 'lt 1 1 Q. oz ::; respecto al grupo occidental: los rhinoceros son >--LU o unicornes, están hechos con gran perfección, con "' o

cuidado detallismo, aunque son de las más ar­ ->--O: N 'lt 1 1 1 ~1 ""o m que son de las pocas representaciones del estilo 1 >--0 6~ de dichos yacimientos checoeslovacos, ya que la z ~-o o LU o" mayoría de sus representaciones son del estilo 11 ü F1g. 30 -Cabeza de rhinoceros sobre plaqueta de de Leroi-Gourhan, estilo en el que, sin embargo, ü~.~ ~ N 1 1 51 1 ~ o tJ.ii Lourdes. según Nougier. dichos yacimientos no presentan ningún rhinoce­ :o; e o z o o "' LU z ros. Otra de sus caracteristicas es su material: ~r:<( > w - "'~ mezcla de arcilla y ceniza formando una pasta Q. o w Q. ~ N 'lt ~ 0: elaborada, que implica un conocimiento artesano ~ LU J ¡¡ ::> de la elaboración avanzada que no volverá a repe­ :3 o-;;;

tirse después del estilo 11,último de los estilos a w ~ m 1 .. - ~ o CONCLUSIONES: CARACTERISTICAS ESTILIS­ que pertenecen dichos yacimientos. Otra de sus o 0: ~ TICAS, ANALITICAS Y DISTRIBUTIVAS DE LAS 1 "'w o caracteristicas es que dichas cabezas presentan ol ~ tJ REPRESENTACIONES DE RHINOCEROS EN ~ oj ~ w el cuello fracturado de un modo que parece «ex ... . EL ARTE CUATERNARIO Y SU VALORACION o profeso .. y que se repite en todas las representa­ ¡¡: .. . EVOLUTIVA. ..a: S E ciones animales de estas cuevas, tal vez se trata - o "'~o de un ritual mágico-anímico relacionado con la tJ caza y posesión del animal representado. Sin em­ ,~ bargo, también presentan curiosas analogias, 1 EL RHINOCEROS EN EL ESTILO 1: "1 ~ aparte de las de ser representaciones de arte me­ " CARACTERISTICAS biliar y ser representaciones de «Rhinoceros - '" o tichorhinusn: todas ellas son representaciones In­ . 0 A) Relación cuevas-n. de obras-modo 'S ~ dividuales, representan exclusivamente la cabeza il N artlstico (mobiliar o parietal)-técnica-material. :o: "' del animal y, lo que es más curioso, ambos gru­ ~ (Cuadro 1). · pos son grupos en los que las representaciones = ¡ B) Tipo (individuos, asociaciones, yuxtapo­ de rhinoceros no presentan continuidad en los es­ ->--0: siciones) y caracteres de las representaciones. ... 1 tilos siguientes. Es decir que, no ya en dichos ya­ o m ~ (Cuadro 2). cimientos, sino en dichas zonas, los rhinoceros >--0 ~1~ no volverán a ser representados. La zona de z C) Distribución geográfica, según regiones: w ~o Quercy, cede su continuidad a sus vecinas del Pe­ : u "'w REGION 111(Quercy): Chanlat. rigord y La Charente, pero, las checoeslovacas LU ' a: 1 . o. - i3 w REGION IX (Checoeslovaqula-Rusia): Dolni­ desaparecen en la penumbra de los tiempos sin 1 a: a: Vestonice, Paulov {1)_ dejar continuidad alguna. En estas últimas, sepa­ w 1 o sa de un momento en el que, cuando el número de <( Características, conclusiones: Los represen­ o obras escasea, el rhinoceros puede ser conside­ o. Q. tados son, en todos los casos «Rhinoceros ;:: 0: tichorhinus». Todos ellos en arte mobiliar, pero, rado una representación frecuente, a una ausen­ " con una serie clara de diferenciaciones basadas cia total en estilo siguiente, precisamente en un L momento que ha aumentado el número de obras, LJ<1) en la distribución zonal: Se presentan dos grupos w w y dichas cuevas están en su apogeo, para desapa­ o ~ o ~=- completamente diferenciados y separados asi­ z <( z recer todo resquicio de arte en la zona tras este ... o ü o U) mismo por un abismo geográfico: 1- > 1 0: > LU :3 <( ... _, momento. g 5 g <( z w 1 Q. z w a) Un grupo en la Europa Occidental, en <( "' ::> "' ::> ... ~ .. U) "' .. ~ <( o :1: o. LU o :1: o Quercy, en la Francia del Alto Garona, que pre­ La desaparición de las representaciones de a: o _, a: o .. ... 3 <( 3 senta una plaquita con un rhinoceros bicorne,_ar- rhinoceros en el estilo 11de Checoeslovaquia, no o o ... o o

11) D•cha reg10n nQ es rnenciondda por A. LerOI·Gourhan 50 Manuel Millán Casca/16 f «El rhinoceros en el arte p/eistocénico» 51 caico, pero con un intento de buscar el detalle, marcado en su pelaje. Los cuernos y detalles, son como añadidos y minúsculos, y la cara es alarga­ da. Se trata de una cabeza. b) El grupo checoeslovaco formado por las _, o estatuillas de bullo redondo de Dolni-Vestonice y ..... <(O: S Paulov. Con una serie de diferencias notables con >--LU N 1 'lt 1 1 Q. oz ::; respecto al grupo occidental: los rhinoceros son >--LU o unicornes, están hechos con gran perfección, con "' o cuidado detallismo, aunque son de las más ar­ ->--O: N 'lt 1 1 1 ~1 ""o m que son de las pocas representaciones del estilo 1 >--0 6~ de dichos yacimientos checoeslovacos, ya que la z ~-o o LU o" mayoría de sus representaciones son del estilo 11 ü F1g. 30 -Cabeza de rhinoceros sobre plaqueta de de Leroi-Gourhan, estilo en el que, sin embargo, ü~.~ ~ N 1 1 51 1 ~ o tJ.ii Lourdes. según Nougier. dichos yacimientos no presentan ningún rhinoce­ :o; e o z o o "' LU z ros. Otra de sus caracteristicas es su material: ~r:<( > w - "'~ mezcla de arcilla y ceniza formando una pasta Q. o w Q. ~ N 'lt ~ 0: elaborada, que implica un conocimiento artesano ~ LU J ¡¡ ::> de la elaboración avanzada que no volverá a repe­ :3 o-;;; tirse después del estilo 11,último de los estilos a w ~ m 1 .. - ~ o CONCLUSIONES: CARACTERISTICAS ESTILIS­ que pertenecen dichos yacimientos. Otra de sus o 0: ~ TICAS, ANALITICAS Y DISTRIBUTIVAS DE LAS 1 "'w o caracteristicas es que dichas cabezas presentan ol ~ tJ REPRESENTACIONES DE RHINOCEROS EN ~ oj ~ w el cuello fracturado de un modo que parece «ex ... . EL ARTE CUATERNARIO Y SU VALORACION o profeso .. y que se repite en todas las representa­ ¡¡: .. . EVOLUTIVA. ..a: S E ciones animales de estas cuevas, tal vez se trata - o "'~o de un ritual mágico-anímico relacionado con la tJ caza y posesión del animal representado. Sin em­ ,~ bargo, también presentan curiosas analogias, 1 EL RHINOCEROS EN EL ESTILO 1: "1 ~ aparte de las de ser representaciones de arte me­ " CARACTERISTICAS biliar y ser representaciones de «Rhinoceros - '" o tichorhinusn: todas ellas son representaciones In­ . 0 A) Relación cuevas-n. de obras-modo 'S ~ dividuales, representan exclusivamente la cabeza il N artlstico (mobiliar o parietal)-técnica-material. :o: "' del animal y, lo que es más curioso, ambos gru­ ~ (Cuadro 1). · pos son grupos en los que las representaciones = ¡ B) Tipo (individuos, asociaciones, yuxtapo­ de rhinoceros no presentan continuidad en los es­ ->--0: siciones) y caracteres de las representaciones. ... 1 tilos siguientes. Es decir que, no ya en dichos ya­ o m ~ (Cuadro 2). cimientos, sino en dichas zonas, los rhinoceros >--0 ~1~ no volverán a ser representados. La zona de z C) Distribución geográfica, según regiones: w ~o Quercy, cede su continuidad a sus vecinas del Pe­ : u "'w REGION 111(Quercy): Chanlat. rigord y La Charente, pero, las checoeslovacas LU ' a: 1 . o. - i3 w REGION IX (Checoeslovaqula-Rusia): Dolni­ desaparecen en la penumbra de los tiempos sin 1 a: a: Vestonice, Paulov {1)_ dejar continuidad alguna. En estas últimas, sepa­ w 1 o sa de un momento en el que, cuando el número de <( Características, conclusiones: Los represen­ o obras escasea, el rhinoceros puede ser conside­ o. Q. tados son, en todos los casos «Rhinoceros ;:: 0: tichorhinus». Todos ellos en arte mobiliar, pero, rado una representación frecuente, a una ausen­ " con una serie clara de diferenciaciones basadas cia total en estilo siguiente, precisamente en un L momento que ha aumentado el número de obras, LJ<1) en la distribución zonal: Se presentan dos grupos w w y dichas cuevas están en su apogeo, para desapa­ o ~ o ~=- completamente diferenciados y separados asi­ z <( z recer todo resquicio de arte en la zona tras este ... o ü o U) mismo por un abismo geográfico: 1- > 1 0: > LU :3 <( ... _, momento. g 5 g <( z w 1 Q. z w a) Un grupo en la Europa Occidental, en <( "' ::> "' ::> ... ~ .. U) "' .. ~ <( o :1: o. LU o :1: o Quercy, en la Francia del Alto Garona, que pre­ La desaparición de las representaciones de a: o _, a: o .. ... 3 <( 3 senta una plaquita con un rhinoceros bicorne,_ar- rhinoceros en el estilo 11de Checoeslovaquia, no o o ... o o

11) D•cha reg10n nQ es rnenciondda por A. LerOI·Gourhan 52 Manuel Millán Casca/16 •El rhinoceros en el arte pleistocénico• 53

creo que sean debidas a la desaparición del rhi­ GARGAS: tectiformes de feminidad. noceros en la zona, puesto que los animales D) Yuxtaposiciones: representados en ella siguen siendo de fauna fria durante el estilo 11,ni tampoco podemos suponer LA PILETA: bóvidos y cabra montés. el abandono de su caza dado lo ocasional de és­ LES REBIÉRÉS: alce hembra. ta; se debe, más que nada, a una desvalorización o 1- de la misma, dicha desvalorización, no es debida E) Distribución geográfica, según regiones: w .., Q.-' M a los productos que su caza aportaba: cornamen­ REGION 11:La Ferrassie, Les Rebiérés. (Cha- ::;; ta, piel, carne, etc., sino, más bien a la dificultad rente, Perigord). o de su caza, que exigía un armamento y una prepa­ .:: REGION IV: Gargas. (Pirineos). ración muy especializadas, especialización que REGION VI: La Pileta (España, centro y sur). i~ no muestra el armamento del Auriñaciense típico, 0S aunque está en camino de conseguirla. Su dificul­ REGION VIl: Aldéne (ROdana). tad no sólo estribaba en lo problemático de su ca­ z o za, que necesitaba de todo un equipo coordinado Características, conclusiones: Hay un gran de cazadores, lo cual era seguro de que si existía, cambio, cambio zonal, de modo y estilístico. El ar­ ~ z dado su característica de grupo cazador, y dadas te mobiliar ha pasado. en cuanto a las representa­ w In las piezas escultóricas halladas: caballos mam­ ciones de rhinoceros, a un segundo término, aho­ a: mouths, etc., piezas todas ellas que nos hablan ra no sólo aparece el rhinoceros en arte parietal, ..w ... de animales gregarios que necesitan, indudable­ sino que este tipo presenta un claro predominio a: mente. de toda una organización en grupo para su sobre las representaciones en arte mobiliar. Por ~ caza, y que a esta dificultad sumaba la de su in­ otro lado, las representaciones de rhinoceros han w Q " vulnerabilidad en casi todos sus puntos que desaparecido de las zonas en que aparecía en el ~ "'w exigía para su caza un sinfín de riesgos, y a todo estilo 1 derivando hacia occidente. Aparecen en a: ello había que añadir su rareza. El rhinoceros. era todas las zonas de Francia, menos en Quercy y la !!! ~ ~ menos frecuente que el mammouth, dado el corto zona al norte de La Charente, y por contra, apare­ a:~ .. ~~ numero de crías que posee, y es, asimismo. más cen, para luego no aparecer ya más en el sur de o dificil de hallar porque no es un animal gregario, España, en La Pileta (Málaga), en donde encontra­ 8 su grupo más amplio es la familia, compuesta mos la única representación pintada de este esti­ exclusivamente de tres miembros: macho, M lo, diferenciación que no es la única entre la ~ hembra y cría. Pero. además, mucho más frecuen­ representación malagueña y las francesas, ya ;; te es hallarlo solitario, o la hembra con la cría. El que el representado en La Pileta en un «Rhinoce­ - - no ser un animal gregario, ni abundante, suma di· ros simus,,, representante de una fauna ... ficultades a las que ya aportaba el mero hecho de templado-cálida, mientras que las representa­ ti :> su caza. En cambiO el mammouth. que frecuenta­ ciones francesas son de «Rhinoceros tichorhi­ " = ba los mismos ambientes, que aportaba los mis­ nus» o lanudo, representante de una fauna gla­ o mos productos que el rhinoceros y más abundan· ¡¡ cial. Probablemente la representación de La Pile­ ... tes que los de éste, era un animal abundante y ta signifique un periodo interestadial que avanza .. 1 1~ ü gregario, y. por esta razón. menos dificil de cazar, hacia un estadial, puesto que se asocia a bóvidos .. pues permite mejor su conducción a lugares 1- i de clima templado, pero, también a cabras monte­ z - cerrados naturalmente o a abismos que permitan w ses que indican un clima trio. "'w mejor su caza. En suma, la caza del rhinoceros MI 1 g: ... w desminuyó, en razón a su substitución por la caza Característica diferencial con respecto al es­ a: de mammouth, m1entras que el rhinoceros pasó a tilo anterior es, también, la desaparición de los w - Q ser una caza rara y complementaria de la del materiales y técnicas del estilo 1: desaparecen las o mammouth Este hecho. se mantuvo hasta el final representaciones de rhinoceros en estatuillas .. ¡: M del Paleolítico Superior. hechas en mezcla de arcilla y ceniza, pero, tam­ bién desaparecen las representaciones de rhino­ ceros sobre plaqueta. Las representaciones en _J L EL RHINOCEROS EN EL ESTILO 11: arte mobiliar han pasado a estar sobre guijarro "' w ~.. w w CARACTERISTICAS calcáreo. iii "'w .. iii "'a: ..1- w .. a: ü w .. a: .."' z ~"' w "'.. .. g w a: "'¡¡¡ Las representaciones se encuentran en una .., -' ~ a: "'¡¡¡ .. ... a: w .. A) Relación cuevas-n." de obras-modo ¡¡: a: a: ... Q. ¡¡: "a: o w a: 1- zona más completa, más compacta, perdiendo la ".. g w a: .. ;;1 u. o artístico-técnica-material. (Cuadro 3). .. .. "' o 1- dispersión total y abismal de los dos grupos zona­ ~ ., ~ a: ~ i .. " ~ "'~ e " ~ e Bl Tipo y caracteres de la representación. les geográficos del estilo l. Presentan. asimismo, e -' 1-" e (Cuadro 4) :::1 8 :::1 una mayor homogeneidad estilística, con un lige­ () () C) Asociaciones: ro predominio de las representaciones completas del animal, a excepción de la representación total LA PILETA: bóvidos y cabra montés de sus extremidades, y que presentan un trazado

1 1 L 52 Manuel Millán Casca/16 •El rhinoceros en el arte pleistocénico• 53

creo que sean debidas a la desaparición del rhi­ GARGAS: tectiformes de feminidad. noceros en la zona, puesto que los animales D) Yuxtaposiciones: representados en ella siguen siendo de fauna fria durante el estilo 11,ni tampoco podemos suponer LA PILETA: bóvidos y cabra montés. el abandono de su caza dado lo ocasional de és­ LES REBIÉRÉS: alce hembra. ta; se debe, más que nada, a una desvalorización o 1- de la misma, dicha desvalorización, no es debida E) Distribución geográfica, según regiones: w .., Q.-' M a los productos que su caza aportaba: cornamen­ REGION 11:La Ferrassie, Les Rebiérés. (Cha- ::;; ta, piel, carne, etc., sino, más bien a la dificultad rente, Perigord). o de su caza, que exigía un armamento y una prepa­ .:: REGION IV: Gargas. (Pirineos). ración muy especializadas, especialización que REGION VI: La Pileta (España, centro y sur). i~ no muestra el armamento del Auriñaciense típico, 0S aunque está en camino de conseguirla. Su dificul­ REGION VIl: Aldéne (ROdana). tad no sólo estribaba en lo problemático de su ca­ z o za, que necesitaba de todo un equipo coordinado Características, conclusiones: Hay un gran de cazadores, lo cual era seguro de que si existía, cambio, cambio zonal, de modo y estilístico. El ar­ ~ z dado su característica de grupo cazador, y dadas te mobiliar ha pasado. en cuanto a las representa­ w In las piezas escultóricas halladas: caballos mam­ ciones de rhinoceros, a un segundo término, aho­ a: mouths, etc., piezas todas ellas que nos hablan ra no sólo aparece el rhinoceros en arte parietal, ..w ... de animales gregarios que necesitan, indudable­ sino que este tipo presenta un claro predominio a: mente. de toda una organización en grupo para su sobre las representaciones en arte mobiliar. Por ~ caza, y que a esta dificultad sumaba la de su in­ otro lado, las representaciones de rhinoceros han w Q " vulnerabilidad en casi todos sus puntos que desaparecido de las zonas en que aparecía en el ~ "'w exigía para su caza un sinfín de riesgos, y a todo estilo 1 derivando hacia occidente. Aparecen en a: ello había que añadir su rareza. El rhinoceros. era todas las zonas de Francia, menos en Quercy y la !!! ~ ~ menos frecuente que el mammouth, dado el corto zona al norte de La Charente, y por contra, apare­ a:~ .. ~~ numero de crías que posee, y es, asimismo. más cen, para luego no aparecer ya más en el sur de o dificil de hallar porque no es un animal gregario, España, en La Pileta (Málaga), en donde encontra­ 8 su grupo más amplio es la familia, compuesta mos la única representación pintada de este esti­ exclusivamente de tres miembros: macho, M lo, diferenciación que no es la única entre la ~ hembra y cría. Pero. además, mucho más frecuen­ representación malagueña y las francesas, ya ;; te es hallarlo solitario, o la hembra con la cría. El que el representado en La Pileta en un «Rhinoce­ - - no ser un animal gregario, ni abundante, suma di· ros simus,,, representante de una fauna ... ficultades a las que ya aportaba el mero hecho de templado-cálida, mientras que las representa­ ti :> su caza. En cambiO el mammouth. que frecuenta­ ciones francesas son de «Rhinoceros tichorhi­ " = ba los mismos ambientes, que aportaba los mis­ nus» o lanudo, representante de una fauna gla­ o mos productos que el rhinoceros y más abundan· ¡¡ cial. Probablemente la representación de La Pile­ ... tes que los de éste, era un animal abundante y ta signifique un periodo interestadial que avanza .. 1 1~ ü gregario, y. por esta razón. menos dificil de cazar, hacia un estadial, puesto que se asocia a bóvidos .. pues permite mejor su conducción a lugares 1- i de clima templado, pero, también a cabras monte­ z - cerrados naturalmente o a abismos que permitan w ses que indican un clima trio. "'w mejor su caza. En suma, la caza del rhinoceros MI 1 g: ... w desminuyó, en razón a su substitución por la caza Característica diferencial con respecto al es­ a: de mammouth, m1entras que el rhinoceros pasó a tilo anterior es, también, la desaparición de los w - Q ser una caza rara y complementaria de la del materiales y técnicas del estilo 1: desaparecen las o mammouth Este hecho. se mantuvo hasta el final representaciones de rhinoceros en estatuillas .. ¡: M del Paleolítico Superior. hechas en mezcla de arcilla y ceniza, pero, tam­ bién desaparecen las representaciones de rhino­ ceros sobre plaqueta. Las representaciones en _J L EL RHINOCEROS EN EL ESTILO 11: arte mobiliar han pasado a estar sobre guijarro "' w ~.. w w CARACTERISTICAS calcáreo. iii "'w .. iii "'a: ..1- w .. a: ü w .. a: .."' z ~"' w "'.. .. g w a: "'¡¡¡ Las representaciones se encuentran en una .., -' ~ a: "'¡¡¡ .. ... a: w .. A) Relación cuevas-n." de obras-modo ¡¡: a: a: ... Q. ¡¡: "a: o w a: 1- zona más completa, más compacta, perdiendo la ".. g w a: .. ;;1 u. o artístico-técnica-material. (Cuadro 3). .. .. "' o 1- dispersión total y abismal de los dos grupos zona­ ~ ., ~ a: ~ i .. " ~ "'~ e " ~ e Bl Tipo y caracteres de la representación. les geográficos del estilo l. Presentan. asimismo, e -' 1-" e (Cuadro 4) :::1 8 :::1 una mayor homogeneidad estilística, con un lige­ () () C) Asociaciones: ro predominio de las representaciones completas del animal, a excepción de la representación total LA PILETA: bóvidos y cabra montés de sus extremidades, y que presentan un trazado

1 1 L Manuel Ivlil/án CascaJ/ó

de silueta sinuosa y arcaica del animal, sobre las G) DistribuciÓn geográfica, según zonas: cabezas de un trazado simple y tosco, pero con REGION 11: Bara·Bahau, La l,",outM, Lascaux, mayor afán de detalle. Los detalles, parecen co· Limeui!. mo alladidos. Por otro lado, las representaciones presentan, asimismo, un ligero predominio de los REGION VII: La Baume-Latrone. rhlnoceros bicornes con respecto a los unicornes, Caracterlsticas, conclusiones. Representa lo que representa otra contraposición con respec­ una continuidad evolullva con respecto a su ante· to al estilo anterior. cesor, pero, zonalmente, representa también una Aparecen en este estilo, las primeras aso­ degeneración hacia formas más sintetizadas. Es ciaciones de representaciones de rhlnoceros, y el caso de La Baume-Latrone, que representa una aparecen también divididas zonal mente: a) aso­ forma aiSlada correspondiente a una reglón ciadas a animales, a bóvidos y a cabra montés en geográfica distinta al resto de las representa· el Sur de Espalla. b) unido a tecllformes que ciones. La Baume·Latrone es una continuidad representan la feminidad, y por tanto a la fertili­ evolutiva hacia la slntetlzaclÓn degenerada de la dad. Símbolos estos que perduran en los estilos figura .. Iniciado dicho proceso en Aldéne, en la siguientes asociados al rhinoceros. También apa­ misma zona del ROdano, proceso que termina con recen las primeras yuxtaposiciones. en las la desaparición de representaciones en el estilo cuales, el rhinoceros siempre es la figura inferior IV, y qúe se contrapone al de búsqueda de mayor sobre la cual se han superpuesto las otras figu­ realismo y detallismo del resto de las representa· ras. siempre de animales: bóvidos, cabra montés clones pertenecientes a la zona del Perlgord y y alce hembra. Charente, zona que ha conservado la preponde· rancia de representaciones que ya tenia en el es' En las representaciones completas. el núme· tilo 11, pero, que ha aumentado hasta convertirse ro de patas representadas no es homogéneo, en una preponderancia absoluta. puesto que, mientras que en la de Aldéne apare­ cen tres extremidades: las dos de delante y una En el estilo 111, el arte parietal sigue siendo de atrás; en cambio, en La Pileta, aparecen SÓlo prioritario. y con más marcada diferencia. sobre dos, una por par. Por último, cabe destacar la alu­ el arte mObiliar, pero, el predominio sigue en las sión clara a un rito de caza de rhinoceros repre­ representaciones grabadas. Las representa· sentado por dos flechas clavadas en el flanco. clones son predominantemente individuales, pe­ ro. su dominio sobre las yuxtaposiciones y aso· Otra caracteristica, tlplca en todo el arte ciaciones de figuras. minimo por otro lado, se cuaternario, es su estatismo. En cuanto al arte mantiene en el mismo nivel que el estilo fil. Las parietal, el estudio de las posiciones relativas. representaciones son todas de "Rh/noceros nos dará la posición Ideal de rhinoceros con res­ tlchorhinus». predominandO las representaciones pecto a su localizaciÓn en la cueva. (Cuadro 5). sin cornamenta sobre los bicornes y unicornes Aparece, pues, como predominante. su colo· (las menos representadas), destacando el hecho caci6n en el santuario de la cueva, situado al fono de que tas dos representaciones de rhlnoceros bl· do de la misma. come, que se dan en Lascaux, coinciden con las dos asociaciones. asociaciones en las cuales predominan los tectiformes de carácter femenino EL RHINOCEROS EN EL ESTILO 111: y los de acoplamiento sexual sobre las represen· CARACTERISTICAS tacionesde animales, que en este último caso, pertenecen a ciervos, uno de ell03 enfrentado al A) Relación cuevas·n. o de obras·modo rhinoceros. Por su parte, las yu"laposiciones o artistico-técnlca·materiaL (Cuadro 6). superposiciones. que se dan en La Mouthe, están B) Tipo y caracteres de la representaciÓn. bajo mammouths y cabra montés, animales (Cuadro 7). típicamente frlos que comparten el ámbito eCOló• gicO del rhinoceros. C) Asociaciones: Las representaciones muestr~n al rhinoce· LASCAUX: a) Tectiformes femeninos; b) tecti­ ros completo. salvo en el CaSO de Umeuil, única formes de acoplamiento sexual. enfrentando a un pieza de arte mobiliar,pero, en es!e caso se debe, ciervo, junto con un ciervo o cierva sin cabeza. no a que la representaciÓn nOfuenfl completa. D) Yuxtaposiciones: que lo era, sino a que la plaqueta apareciÓ fractu· rada, faltándole la cabeza que 110 se halló. Salvo LA MOUTHE: cabra montés y mammouth. en el caso. ya comentado de la Baume-Latrone, E) Colocación de las representaciones pa· se avanZa a una búsqueda del mayor detalle po­ rietales de rhinoceros en la cueva. (Cuadro 8). sible, ya la búsqueda de un mayor naturalismo, e 54 Manuel Millán Casca/16 •El rhinoceros en el arte pleistoc~nico• 55 57 t(E/ rhinoceros en el arte pleistocénico'' 56 Manuel Millán Cascal/6

incluso del movimiento de la figura, perdiendo manteniendo, en algunos casos, caracteres de parte de su hieratismo. Lo primero, se puede persistencia, como son los de marcar excesiva­ comprobar en la representación del pelaje del ani· mente la cruz o la línea dorsal y ventral, como en mal, lo segundo en la carrera que efectua uno de el caso de Casares. Sin embargo, es palpable el los rhinoceros de La Mouthe, o en el enfrenta­ avance hacia el detallismo, el perfeccionamiento o miento del rhinoceros con el ciervo y en el rhino­ de las formas y la naturalidad. La figura está de­ tallada y, en cuanto a la proporción, comienza a ~ ceros asociado a los tectiformes femeninos, con .. N N .., notarse una doble tendencia que se hará más pal­ :E una expresión natural. Los cuerpos están bien 8 proporcionados, pero, La Mouthe, con sus repre­ pable en el estilo IV reciente: a) Una tendencia sentaciones de rhinoceros con vientres hincha­ ultrarrealista, en la que el animal representado ~ estará proporcionado y cuidados sus de­ e¡ 1?_ dos, nos da un avance de una característica que todos talles. b) Una tendencia barroquizante caracteri­ J~ se hará típica en el estilo IV. Por otro lado, el de­ tallismo se fija más concretamente en el cuerpo zada por las formas iníladas, pero que comparte del animal que en la cabeza. A este afán por de­ con la anterior el detallismo.

o tallar el cuerpo, se une el hecho de la representa­ La cabeza presenta el má;dmo detalle y ad­ ción completa de las extremidades, salvo en el quiere una expresividad car<1ctedstica de todo el 11 i 1 1 1 ~ caso de la Baume-Latrone. Las extremidades se estilo IV, tanto antiguo como reciente. Las formas representan más frecuentemente como una extre­ presentan mayor naturalidad. midad por par, salvo en las dos representaciones ~ Las representaciones son de «Rhinoceros de Lascaux, que presentan las cuatro extremida­ tichorhinus», la mayorla de ellas presentan ani­ des, aunque, en uno de ellos, las condiciones de males bicornes (tan sólo el rhinoceros represen­ la cueva y los visitantes han hecho desaparecer tado en Niaux es unicorne). Predominan las repre­ N las dos extremidades anteriores. sentaciones del cuarto delantero sobre las repre· ~w 1 j 1 1 1 ... En cuanto a la colocación ideal de las repre­ sentaciones del animal completo y las del cuerpo ... sentaciones parietales de rhinoceros en la cueva, trasero. Las representaciones del cuerpo entero io ,¡; ésta, ha pasado al abside, a la composición no siempre tienen acabadas sus extremidades. central de la misma, mientras que aparece por pri­ Predominan, en este estilo, las representaciones . ~ mera vez en el divertículo de ella. sobre arte mobiliar, aunque las proporciones son ~~ ~ N N DO muy equilibradas y, evidentemente, poco signifi­ w ::> w a: )( significativa . .. )( (J) J: (J) rietales de rhinoceros. (Cuadro 11). J: ¡: ..J J: ... ::> ::> w "" ::> ~ ~ ::> .. S ..J ... S .. Las asociaciones no ~;óloaumentan su tras~ .... w ~ o o w <( w .. o F) Distribución geográfica, según zonas: :E :E ., :E :E e :E candencia, sino que acompai'•an a. la casi totali­ o ::¡ o ::> a: : :3 ~ a: .. ~ ~ REGION 1: Arcy·Sur-Cure, Marche·Les-Dames dad de las representaciones. Tan sólo el rhinoce­ a: .. :3 ~ :3 o ~ .. o .. e( e( REGION 11:Le Placard. ros de Le Placard no se presenta en asociación. ::;) :3 ::;) :3 o o Por otra parte, la temática rle asociación se hace, REGION IV: Niaux. lógicamente, más variada. El predominio corres· REGION VI: Casares. ponde al caballo, pero es un predominio diluido, poco marcado. Sin embargo, conforma, con el bi· Características: Prosigue la evolución, ((El rhinoceros en el arte pleistocénico)) 57

incluso del movimiento de la figura, perdiendo manteniendo, en algunos casos, caracteres de parte de su hieratismo. Lo primero, se puede persistencia, como son los de marcar excesiva­ comprobar en la representación del pelaje del ani· mente la cruz o la linea dorsal y ventral, como en mal, lo segundo en la carrera que efectua uno de el caso de Casares. Sin embargo, es palpable el los rhinoceros de La Mouthe, o en el enfrenta­ avance hacia el detallismo, el perfeccionamiento miento del rhinoceros con el ciervo y en el rhino­ de las formas y la naturalidad. La figura está de­ ceros asociado a los tectiformes femeninos, con tallada y, en cuanto a la proporción, comienza a una expresión natural. Los cuerpos están bien notarse una doble tendencia que se hará más pal­ proporcionados, pero, La Mouthe, con sus repre­ pable en el estilo IV reciente: a) Una tendencia sentaciones de rhinoceros con vientres hincha­ ultrarrealista, en la que el animal representado dos, nos da un avance de una caracteristica que estara proporcionado y cuidados todos sus de­ se hará típica en el estilo IV. Por otro lado, el de­ talles. b) Una tendencia barroquizante caracteri­ tallismo se fija más concretamente en el cuerpo zada por las formas iníladas, pero que comparte del animal que en la cabeza. A este afán por de­ con la anterior el detallismo. tallar el cuerpo, se une el hecho de la representa­ La cabeza presenta el má;dmo detalle y ad­ ción completa de las extremidades, salvo en el quiere una expresividarJ car"ctedstica de todo el caso de la Baume-Latrone. Las extremidades se estilo IV, tanto antiguo como reciente. Las formas representan más frecuentemente como una extre­ presentan mayor naturalidad. midad por par, salvo en las dos representaciones de Lascaux, que presentan las cuatro extremida­ Las representaciones son de «Rhinoceros des, aunque, en uno de ellos, las condiciones de tichorhinus», la mayorla de ellas presentan ani­ la cueva y los visitantes han hecho desaparecer males bicornes (tan sÓlo el rhinoceros represen­ las dos extremidades anteriores. tado en Niaux es unicorne). Predominan las repre­ sentaciones del cuarto delantero sobre las repre· En cuanto a la colocación ideal de las repre­ sentaciones del animal completo y las del cuerpo sentaciones parietales de rhinoceros en la cueva, trasero. Las representaciones del cuerpo entero ésta, ha pasado al abside, a la composición no siempre tienen acabadas sus extremidades. central de la misma, mientras que aparece por pri­ Predominan, en este estilo, las representaciones mera vez en el divertículo de ella. sobre arte mobiliar, aunque las proporciones son muy equilibradas y, evidentemente, poco signifi­ cativas dado el escaso número de representa­ EL RHINOCEROS EN EL ESTILO IV ANTIGUO: ciones, que en lineas generale~, aunque haya dis· CARACTERISTICAS minuido algo el montante tolal de representacíón, se puede considerar como homogéneo con res­ A) Relación cuevas-no o de obras-modo·téc­ pecto al estilo anterior. Sin embargo, es significa· nica-material. (Cuadro 9). tivo el vuelco de preferencias en cuanto a su pre­ B) Tipo y caracteres de la representaciÓn. sentación, debido, eVidef,iernente,' al notable (Cuadro 10). aumento de las representaciones hechas en arte mobiliar, con respecto o. lélS efectuadas en arte C) Asociaciones: parietal. CASARES: toro, caballo, ciervos. El arte mobiliar se (~faGIUa sobre guijarro, NIAUX: caballos. sobre hueso y marfil de una ¡orma equilibrada, y ARCY -SUR·CURE: rhinoceros. por tanto, equiparada, entre las representaciones sobre hueso y las representaciones sobre MARCHE·LES-DAMES: peces. guijarro. El arte parietal es horoogeneamente gra­ D) Yuxtaposiciones: bado, hecho que se asiroila a lodo el arte de este momento estilistico. Arte rupestre y arte mobiliar NIAUX: caballos. nos presentan, exclUSivamente, eün !:)us figuias E) Colocación de las representaciones pa- representadas en grabado, la cara.cterística más rietales de rhinoceros. (Cuadro 11). significativa.

F) Distribución geografica, según zonas: Las asociaciones no ~¡610 aumentan su tras~ REGlON 1: Arcy·Sur-Cure, Marche·Les·Dames cendencia, sino que acornpa"an a. la casi totali­ dad de las representaciones. Tan sÓlo el rhínoce• REGION 11: Le Placard. ros de Le Placard no se presenta en asociación. REGlON IV: Niaux. Por otra parte, la temática ele asociación se hace, lógicamente, más variada. El predomínio corres· REGION VI: Casares. ponde al caballo, pero eS un predominio diluido, Carecterísticas: Prosigue la evolución, poco marcado. Sin embargo, conforma, con el bi· 59 58 Manuel Mil/iin Casca lió ~~Elrhinoceros en el arte pleistocénicO>•

sonte, el tandem típico del estilo IV antiguo. Cu· hablar de homogeneidad de localización, pues riosamente, el bisonte no acompaña, en ningún ambas se hallan enclavadas en el ábside o com- caso, al rhinoceros, mientras que si lo hacen ani- posición central de la cueva. males, teóricamente, menos representativos, co- La distribución geográfica de las representa· mo es el caso de los peces de Marche-Les-Dames. clones de rhinoceros, nos muestra una mayor o Incluso llega a la asociación y yuxtaposición con- amplitud espacial que la observada en el estilo 111. <(O: ~! N ...... N U) ·¡; E sigo mismo. El toro y el cérvido acompañan al rhi- Se extiende prácticamente por toda Francia, ex· ozAl <(o ...... - - - u - - noceros en Casares, y con ello amplían la variabi- capto en la Reglón del Ródano y el Ouercy. Lama- CJ - 1 1 1 1 lidad de asociaciones, con respecto a dicho ani- yor concentración se da, igualmente en el Norte mal, incluyendo especies de bosque y estepa- de Francia. Casares representarla el punto más al .... ~i >-O:~~ 1 N .... pradera implicadas en climas más tolerantes. sur de la aparición de dichas representaciones. o m 8! >-o - 1 1 - - Constituirla, Casares, una larga prolongación de - o La asociación caballo-rhinoceros puede ser z la zona pirenaica francesa. La aparición de dicha o equiparable a la asociación caballo-bisonte. Es <( ü ~ &! representación de Casares en la zona meseteña "' <( N decir, que el bisonte podría haber sido sustituido ~ g ... ~ ~~ "' de Guadalajara, implicaba la extensión, hasta es- z 8 o~ - por el rhinoceros como apetencias de caza en es- 1 w ~~ lepa. De todos modos, el tandem rhinoceros/ca- ta zona, de fauna fría, lo que contrastaba con los w 1!: : 1 1 1 11 "'a: bailo implica un cambio notable de ecosistemas datos supuestos para el reno, otro animal de ... o o. ~ fauna fría que le acompal'\ó en las zonas de turba. w a: 1 preferenciales. Así, mientras que el tandem a: w J caballo-bisonte se corresponde a una caza que no Del reno se sabe, positivamente, por los hallaz- 1 ..... (.) "' . supera más que un bitopo equivalente, es decir, gos arquofógicos de cornamentas, que en la ... 1 D ambos habitan en las mismas zonas: estepa de Penfnsula vivió con toda seguridad en la cornisa ·¡·1i ~ 1 ! cantábrica. En cambio, ya es más dudosa su ... loess y pradera, el tandem rhinoceros-caballo o "'a: ... 3 podrla llevarnos ante una caza más específica, es constatación en Catalul\a, por lo que algunos :¡t o ... : 1 (.) autores creen que las cornamentas halladas en el decir, de actuación exclusiva en las estepas de lo- ¡¡: <( .. 1 Norte de la Catalul\a hispana fueran traidas por ..a: j 1 ess, lugar en que ambos animales coinciden en (.) habitar. O bien, se tratase de cazas complementa- intercambio comercial desde el otro lado de los o.l <(" 1 1 rias estacionales de coincidencia sectorial en la Pirineos. Sin embargo, la presencia de dicha N N 1 representación de rhinoceros en Casares, aunque i ~ estepa, pero de amplitud prolongable a la tundra, 5 "' 8 N ...... ponía parcialmente en entredicho las afirma- ¡¡¡ "' 1 por parte del rhinoceros, y a la pradera por parte " " - clones sobre la presencia de fauna fria en la í del caballo. Lo más probable es que ambas posi- 1 bilidades coexistiesen y que su decantación por Penlnsula, no era suficiente para afirmar dicha presencia, ya que podría tratarse de una repre- ~,~ 1 N una u otra posibilidad dependía tanto del grado ". . ~ "';. - - 1 1 1 1 1 § - - de especialización en determinados grupos de ca- sentación hecha por grupos cazadores migrantes provinlentes de zonas más al Norte. La solución za como de la interacción morfogeografla- <>u climatologfa-ecosistema de la zona en que dichos al problema de la fauna fria peninsular quedaba .... 1 en manos de los hallazgos arqueológicos y éstos >-a:~~ 1 N grupos habíll!sen o deambulasen. o m parecen confirmar a la Meseta como un región o-, o - 1 § - - <( - Más significativo, si cabe, es el caso de la 1 1 1 1 inhóspita de clima trio y seco con vegetación de ~ i ! ...z asociación con peces, animales estos últimos, no estepa loéssica, pero con fauna indiferente, más w precisamente muy representados, a pesar de que que específicamente fria, en la que como rhinoce- "'a: N 1 N ... la pesca era una de las alimentaciones comple- ros habla dominado el «Rhinoceros merkii». Sin w - "' - a: -- 1 mentarias más típicas en todo el Paleolítico Su- - embargo, aparece el mammouth, y, en menor can- ... perlar; los peces representarian una tradición D tidad, el «Rhinoceros tichorhinus», con lo cual su o magdalenoide que el rhinoceros redondea . presencia ecológica queda avalada por los hallaz- : 1 ... N .. 1 dominio de la estepa loéssica, complementada CARACTERISTICAS U) ::> .. a: D a: ~ w o D ü "'w )( o ,;, .. w : por la pradera y el bosque. Es probable que las X ,¡, .. a: o a: ri: o ~ a: ::> ri: w o <( ::> w .. <( ::> .. o. .. .. ::> ~ .. .. representaciones, tengan cierta relación con la A) Relación cuevas-n.o de obras-modo-téc· ~ ~ ~ ... "' .. z u¡ w ... ~ o- .. z "',:. w o. o admiración a la fuerza que se adivina de los o "' > J: "'o J: w ... nica-material. (Cuadro 12). a: o o w ~ a: o o ... a: o ~ o a: a: cuatro machos vigorosos . o a: ~ .. B) Tipo y características de la representa- ct .. .. o ct .. :1! ... :::> :1! :::> o En cuanto a la posición ideal de las represen· ción. (Cuadro 13). o taciones de rhinoceros en el arte parietal del esti· C) Asociaciones: lo IV antiguo, habrá que partir, en primer lugar, de la escasez de representaciones de este tipo. Y LA MOUTHE: «Sos primigenius», caballo, una vez tenida en cuenta dicha escasez, se podrá ciervos.

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~'- llEI rhinocefos en el afte pleis/océnicOll 59

sonte, el tandem tiplco del estilo IV antiguo. Cu· hablar de homogeneidad de localizaciÓn, pues rlosamente, el bisonte no acompana, en ningún ambas se hallan enclavadas en el ábside o como caso, al rhinoceros, mientras que sr lo hacen ani­ posición central de la cueva. males, teóricamente, menos representativos, co­ La distribución geográfica de las representa­ mo es el caso de los peces de Marche·Les-Dames_ ciones de rhlnoceros, nos muestra una mayor Incluso llega a la asociaciÓn y yuxtaposiciÓn con­ amplitud espacial que la observada en el estilo 111. sigo mismo. El toro y el cérvido acompanan al rhl­ Se extiende prácticamente por toda Francia, ex· noceros en Casares, y con ello amplian la variabi­ cepto en la Reglón del Ródanoy el Ouercy. Lama­ lidad de asociaciones, con respecto a dicho ani­ yor concentraciÓn se da, igualmente en el Norte mal, Incluyendo especies de bosque y estepa­ de Francia. Casares representarla el punto más al pradera implicadas en climas más tolerantes. sur de la apariCiÓn de dichas representaciones. La asociación caballo-rhlnoceros puede ser Constituirla, Casares, una larga prolongación de equiparable a la asociación caballo-bisonte. Es la zona pirenaica francesa. La apariciÓn de dicha decir, que el bisonte podrfa haber sido sustituido representaciÓn de Casares en la zona mesetena por el rhlnoceros como apetenCias de caza en es­ de Guadala!ara, impticaba la extensión, hasta es· tepa. De todos modos, el tandem rhinoceroslca­ la ZOna, de fauna fria, lo que contrastaba con los bailo Implica un cambio notable de ecosistemas dalos supuestos para el reno, otro animal de preferenciales. ASi, mientras que el tandem fauna fria que le acompanó en las zonas de turba. caballo-bisonte se corresponde a una caza que no Der reno se sabe, positivamente, por los hallaz­ supera más que un bltopo equivalente, es decir, gos arquológlcos de cornamentas, que en la ambos habitan en las mismas zonas: estepa de Penlnsula viviÓ con toda seguridad en la cornisa loass y pradera, el tandem rhlnoceros-caballo cantábrica. En cambio, ya es más dudosa su podrla llevarnos ante una caza más especifica, es constatación en Catalul\a, por lo que algunos decir, de actuación exclusiva en las estepas de lo­ autores creen que las cornamentas halladas en el ess, lugar en que ambos animales coinciden en Norte de la Catalufla hispana fueran traldas por habitar. O bien, se tratase de cazas complementa­ Intercambio comercial desde el otro lado de los rias estacionales de coincidencia sectorial en la Pirineos, Sin embargo, la presencia de dicha estepa, pero de amplitud prolongable a la tundra, representación de rhínoceros en Casares, aunque por parte del rhlnoceros, y a la pradera por parte ponla parcialmente en entredicho las afirma­ del caballo. Lo más probable es que ambas posl· ciones sobre la presencia de fauna fria en la bllidades coexistiesen y que su decantación por PenlnSula, no era suficiente para afirmar dicha una u otra posibilidad dependla tanto del grado presencia, ya que podrla tratarse de una repre­ de especialización en determinados grupos de ca­ sentaciÓn hecha por grupos cazadores migrantes za como de la interacción morfogeogralla­ provlnlentes de zonas más al Norte. La soluciÓn cllmatología-ecosistema de la zona en que dichos al problema de la fauna fria peninsular quedaba grupos habit~sen o deambulasen. en manos de los hallazgos arqueológicos y éstos parecen confirmar a la Meseta como un reglón Más significativo, si cabe, es el caso de la Inhóspita de clima frlo y seco con vegetac iÓn de asociaciÓn con peces, animales estos últimos, no estepa loésslca. pero con fauna Indiferente, más precisamente muy representados, a pesar de que que especllicamente frIa, en la que como rhlnoce­ la pesca era una de las alimentaciones comple­ ros habra dominado el «Rhlnoceros merkii•. Sin mentarias más típicas en todo el Paleolltico Su­ embargo, aparece el mammouth. en menor can­ perior; los peces representarlan una tradición y, tidad, el .Rhinoceros tichorhlnus», con lo cual su magdalenolde que el rhlnoceros redondea. presencia ecológica queda avalada por los hallaz­ La asociación aRhínoceros tichorhínus,," gos arqueológicos. caballo-"aos prímígenius"-cérvido plasma una geografía no lan especlllcamente frfa, tal aso­ ciación nos llevarla a una zona climática con pre­ EL RHINOCEROS EN EL ESTILO IV RECIENTE: dominio de la estepa loésslca, complementada CARACTERISTICAS por la pradera y el bosque. Es probable que las representaciones, tengan cierta relación cOn la A) Relación cuevas-n.o de obras·modo·b~c· admiración a la fuerza qUe se adivina de los nica-material. (Cuadro 12). cuatro machos vigorosos. B) Tipo y características de la representa­ En cuanto a la posición Ideal de las represen· ciÓn. (Cuadro 13). taclones de rhlnoceros en el arte parietal del estl· lo IV antiguo, habrá que partir, en primer lugar, de C) Asociaciones: la escasez de representaciones de este tipo. Y LA MOUTHE: «Bos prlmigenlus», caballo, una vez tenida en cuenta dicha escasez, se podrá ciervos. 61 60 Manuel Millán Casca lió u El rhinoceros en el arte pleistocénico"

Pasando ya a otro orden de cosas, se trata ROUFFIGNAC: rhinoceros, (probablemente igualmente, de representaciones de «Rhinoceros una familia). tichorhinus» exclusivamente. La mayorla de las CHULGAN·TACHE: caballo, mammouth, bi· representaciones son bicornes y casi se podría son te. hablar de particularismos en los casos en que no -' lo son. o <(U: Q) LA COLOMBIERE: oposición: caballo, oso, o -'" .... ., ozo-w N N N O> N fétido. Complementarias: cabra montés. Las representaciones son mayormente de o-w ------cuerpo completo, caracterlsticas típicas del esti· ~ O) Yuxtaposiciones: 1 "' lo IV. Es interesante el equilibrio alcanzado, en LA MOUTHE: caballo y cabra montés. j -'"' cuanto a la técnica de factura, en las representa· < animal de acompai'\amiento del mammouth, y por ~ ~ .. o Características, conclusiones: Representa el tanto secundario en cuanto a la caza preferencial ~ & u~E o 't: ~ 1 último paso de una evolución hacia el máximo del grupo, en cambio, en La Colombiére, parece u ~c;. perfeccionamiento en forma y naturalidad, a la adquirir un tono de preferencialidad junto con el n cual se llega con un realismo abarrocado y de- caballo, animal típico preferencial en el Magdale- tallado. Diriase que el hombre del Paleolítico niense. <<-'"' Q) o-a: N N O> había acabado el camino que llevó desde el slm- o m N En cuanto a la pintura, sólo uno de los rhino- o-o - - - - bolismo abstractista y balbuceante de las prime- ceros aparece policromo, el resto son trazos mo- .. 1 ras representaciones animistas hasta el concre- nocromos. Se emplea el carbón vegetal y coloran- tismo exacervado de estas representaciones del o tes vegetales, mezclados con grasa animal, apli- Magdaleniense Reciente. El hombre parecia ha- N N .., O> cados digitalmente. La técnica de pintado si se ~ ber pasado, paulatinamente, de pedir a la madre ¿¡ - - presenta homogeneamente desde las primeras naturaleza: -«quiero, necesito cazar un rhinoce- 1 representaciones pictóricas del estilo 11. Otras ros» ... a pedir: -«quiero, necesito apoderarme de , .. , 1 han aplicado la pintura a pincel, técnica recien este rhinoceros, y lo necesito asi, como lo he ~ nacida en el estilo IV reciente. En cambio, la pin- "'' representado». La representación se hace perfec- ii: "' - 1 tura aplicada mediante soplo, que habla apareci- " cionista de una forma tendente a lo fotográfico. do tímidamente en el estilo 111(Lascaux) desa- Sin embargo, las dos tendencias apuntadas ya en parecia. w w "' w z w :':1"' el estilo IV antiguo: la barroquizante por su exce- "'a: :¡¡ ~ :r o a: En w w w ..J o o a: < sivo realismo, como es el caso de las representa- cuanto a las asociaciones, constituyen :r :> :> w .. a; z ¡¡ ... .._a: .. o a; z < "'iii .. a: una parte trascendental y característica del estilo w"' X a: >:- w :¡¡ w clones de Saut-du-Perron, o la de Font-de-Gaume, a: :> :> ,¡, .,.. z .. o "'o .. .. ~ o ~ .. ¡¡: o a: o. y la barroquizante por exageración de formas, ca- IV reciente. No sólo aumentan cuantitativamente, .. "' :¡; o :¡¡ :¡¡ ".._ .. :::. -' :> :> o :¡¡ o o sino también cualitativamente. Lns asociaciones o "'.. z o a: ,;. o :> _. ,;. o o -' "'UJ_. racterizada por la cruz alta y los vientres hincha- a: o a: .. ... z o o o :> o ..J a: " :> <( constituyen el 60'7 %, mientras las yuxtaposi- o o !ll .._o o :r .. " ... dos y desproporcionados en relación a sus cortas w o ~ 1 "' o 1 clones suponen el 28'6 %. Tan sólo el 14'3 % de <;;) <;;) ..J :':1 "' ... extremidades. En algunos casos mantienen ras- u 1 u gos arcaizantes como son el quA aparezcan 1as las figuras de rhinoceros calificadas como perle- '1 lineas dorsal y ventral remarcadas. Ciertamente, nacientes al estilo IV reciente aparecen como no podría tratarse también de una cierta perduración asociadas ni yuxtapuestas. Es evidente que esto de los caracteres típicos desarrollados en el esli- nos convierte al rhinoceros como susceptible de lo 111acompañada del realismo ti pico del estilo IV. ser considerado como animal complementario de

1 _L_ "El rhinoceros en el arte plelstocen/co» 61

ROUFFIGNAC: rhinoceros, (probablemente Pasando ya a otro orden de cosas, se trata una lamilia~ igualmente, de representaciones de .Rhinoceros tichorhinus. exclusivamente. La mayoría de las CHULGAN·TACHE: caballo, mammouth, bl· representaciones son bicornes y casi se podría sonte. hablar de particularismos en los casos en Que no LA COLOMBIERE: oposición: caballo, oso, lo son. félido. Complementarlas: cabra montés. Las representaciones son mayormente de D) Yuxtaposiciones: cuerpo completo, caracterlslicas tlpicas del estl· LA MOUTHE: caballo y cabra montés. lo IV, Es interesante el equilibrio alcanzado, en cuanto a la técnica de factura, en las representa· LES TROIS FRÉRÉS: bisonte y signo sexual clones parietales de rhlnoceros. Equilibrio cuanti· de ayuntamiento femenino. tativo entre las representaciones grabadas y las FONT·DE·GAUME: bisonte. representaciones pintadas. Sin embargo, cualita· tivamente, predomina el grabado, ya que si el nú' LES COMBARELLES: cierva, león de las ca· mero de representaciones en una y otra técnica vernas. es el mismo, en cambio, el grabado es ROUFFIGNAC: mammouth. característico de un mayor número de cuevas, y LA COLOMBIERE: rhinocsros y caballos. tan sólo en el caso de Rouffignac existe una ca· existencia de ambas técnicas. En cam blo, en el E) Colocación de las representaciones pa. arte mObiliar, el grabado es exclusivo. Lo mismo rietales de rhlnocsros en la cueva. (Cuadro 14). que el material: siempre sobre piedra, ya sea en G) Distribución g90graflca; guijarro, en plaqueta, o en un fragmento de esta· lagtita. Además, con el Magdaleniense Reciente, REGION 1: Saut·du·Psrron, La colombiére. y por tanto, con el estila IV reciente, hall almos ya· REGlON 11: La Mouthe, Font·de-Gaume, Como cimientos en los que las representaciones de rhl· marque, Les Combarelles, Rouffignac, Gourdan. naceros aparecen de manera apreciable y slgnlfi· REGION IV: Les Trois Frérés, Lourdes. cativa, como es el caso de Roufflgnac, y sobre to­ do el de La Colomblére. Sin embargo, mientras REGION IX: Chulgan·Tache. que en Rouffignac el rhlnoceros no deja de ser un animal de acompanamlento del mammouth, y por Características, conclusiones: Representa el tanto secundarlo en cuanto a la caza preferencial último paso de una evolución hacia el maximo del grupo, en cambio, en La COlombiére, parece perfeccionamiento en forma y naturalidad, a la adquirir un tono de preferenclalídad junto con el cual se llega con un realismo abarrocado y de· caballo, animal típico preferencial en el Magdale· tallado. Dírlase que el hombre del Paleolítico nlense. habla acabado el camino que llevó desde el slm· bolismo abstraclista y balbuceante de las prime­ En cuanto a la pintura, sólo uno de los rhlno­ ras representaciones animistas hasta el concre· ceros aparece policromo, el resto son trazos mo­ tismo exacervado de estas representaciones del nocromos. Se emplea el carbón vegetal y coloran· Magdaleniense Reciente. El hOmbre parecia ha· tes vegetales, mezclados con grasa animal, apli­ ber pasado, paulatinamente, de pedir a la madre cados digitalmente. La técnica de pintado 51 se naturaleza: -"quiero, necesito calar un rhinoce­ presenta homogeneamente desde las primeras ros .... a pedir: -«quiero, necesito apOderarme de representaciones pletóricas del estilo 11. Otras este rhinoceros, y lo necesito asf, como lo he han aplicado la pintura a pincel, técnica reclen representado •. La representación se hace perfec· nacida en el estilo IV reciente. En cambio, la pino cionlsta de una forma tendente a lo fotografico. tura aplicada mediante soplo, que habla aparecl· Sin embargo, las dos tendencias apuntadas ya en do tímidamente en el estilo 111 (Lascaux) desa· el estilo IV antiguo: la barroquizante por su exce­ pareda. sivo realismo, como es el caso de las representa· En cuanto a las asociaciones, constituyen ciones de Saut·du-Perron, o la de Fonl-de·Gaume, una parte trascendental y característica del estilo y la barroquizante por exageración de formas, ca· IV reciente, No sólo aumentan cuantitativamente, racterizada por la cruz alta y los vientres hincha· sino también cualitativamente. Los asociaciones dos y desproporcionados en relación a sus cortas constituyen el 60'7 %, mientras las yuxtaposi· extremidades. En algullos casos mantienen ras· clones suponen el 28'S %. Tan sólo el 14'3 % de gas arcaizantes como son el qUA aparezcan las las figuras de rhlnoceros calificadas como perte· lineas dorsal y ventral remarcadas. Ciertamente, neclentes al estilo IV reciente aparecen como no podría tratarse también de una cierta perduración asociadas ni yuxtapuestas. Es evidente que esto de los caracteres tipicos desarrollados en el esti· nos convierte al rhinoceros como susceptible de lo 111 acompanada del realismo típico del estilo IV, ser considerado como animal complementario de Manuel Millán Casca lió 62 ~

cazas especializadas compartidas. Los tandems «8os primigenius», y la tundra, que permitirla la típicos de este estilo son los de bisonte-caballo caza del mammouth, rhinoceros y reno. A ellos se (estepa loésslca y pradera) como predominantes sumarian una serie de ecosistemas complemen- y mammouth-reno (estepa loéssica y tundra· !arios. como podrían ser el de la pesca. el de la tundra y taiga) como complementarios. El rhino· taiga (para caza del reno), la pradera alpina, en ceros parece sustituir al mammouth como animal ... N CIO ... donde hallarían a la cabras montés y al «8os pri· j 1 "' "' "" 1 ~111 complementario de preferencias coaligadas a los migenlus», y el bosque, en donde cazarían al cier· "' ritos de interdependencia religión animista/caza· vo y a la cabra montés. Las asociaciones del rhi· "' subsistencia en algunas cuevas, como es el caso noceros en el arte del estilo IV reciente alcanzan o ii .. ... ~ de La Mouthe. Rouftlgnac y Chulgan-Tache, en a todos los ecosistemas, lo que nos podría hablar a~ cambio, presentan una problemática distinta. del uso indiscriminado de los mismos por el caza- 1 z 1 Ambas cuevas parecen indicar una especializa- dor que los representó. Sin embargo hay que o 1 ción en la caza/culto animista del caballo y el aceptar la eterogeneidad segura a que nos lleva ü ~! ~j ' mammouth, mientras que el bisonte y el rhinoce- la aceptación de particularismos y exclusivismos ...... o z uc!l ros se constituyen como animales complementa- w "' 1 i zonales provocados por la morfogeografia y por (/) "" ~ w 1 ríos. En realidad, artísticamente, no se tratarla la variabilidad climática. a:: 1 más que de variantes del doble tandem típico . ..w ... En cuanto a la localización de las representa· a:: ! También las asociaciones de La Colombiere u - "' i clones de rhinoceros, en arte parietal, en las entrarían en el apartado de las variantes del doble ::'i cuevas del estilo IV reciente, habrá que destacar, !! tándem típico. Pero aquí, el rhinoceros ha susti· w en primer lugar, el aumento de la variabilidad de o ... o luido por completo al mammouth, que en el Mag· (/) 1 ... localizaciones. En este sentido, las representa· w g a daleniense IV, periodo al que pertenencen las pin· a:: ... clones aparecen emplazadas en cualquiera de las w u ¡ "' "' turas, ya está iniciando su éxodo hacia el Norte . ... .s localizaciones típicas apuntadas por Leroi· o.. Las yuxtaposiciones corroboran esta impresión, a:: Gourhan, a excepción del «pasillo». Asl, las ve· C') pero, aumentan el abanico de apetencias. Asl La .. mos aparecer, en la entrada, en el contorno, en la o 1 Mouthe, como La Colombiere nos trae su corres· "' composición central de la chimenea o el ábside, pendencia con la cabra montés. Les Combarelles en el divertículo y en el fondo o santuario de la E ~ N CIO C') con el ciervo y el león de las cavernas y La Font· g ... N ...... Ñ ~ cueva. pero el predominio pertenece a sus repre- ¡¡¡ <> ..,¡. de-Gaume con el bisonte, el bis del caballo en el "' ·¡; ... sentacrones en los contornos de la cueva, que se "' Magdaleniense Reciente. ~ convertirla, de este modo, en la posición ideal de ~ e Capitulo aparte merecen las asociaciones y ...... localización. ... 8 yustaposiciones del rhinoceros consigo mismo. "' La distribución geográfica de las cuevas con i Se ha llegado a hablar de representaciones de fa· e representaciones de rhinoceros mantiene una ex· ·O mi lías enteras como en el caso de Rouftignac. la· tensión similar, sólo que con un marcado giro ha· o les representaciones, se nos aparecen siempre z ...... co cia Oriente. Así, no aparee ninguna representa- o ...... o ... ..,¡. .... hinfladas, idílicas, apetecibles, como muestra ü "' "' g ción de rhinoceros de este estilo en la Península .. u "' palpable de la voluntad y deseo, de los grupos ca- z... 1 Ibérica, en cambio, aparecen representaciones en w e zadores, de propiciarse la abundancia de susten- (/) ·O la zona de Los Urales. Al respecto, se observa una w ·g .... !ación y, a su vez, la fertilidad generadora de ma- a:: ... co ...... fuerte concentración de cuevas con representa- .. ·g ... yor y mejor sustento, e incluso de ciertas cual ida· w clones de rhinoceros en la región 11 de Leroi- a:: :¡ des veneradas en los animales representados: la i Gourhan, es decir, la región de Charente-Perigord. w . tuerza, la agresividad y la potencia sexual. En es- o También aparecen en Charente Norte (región 1 de te sentido, resulta interesante la aparición de sig· o ~ co "' "' .. O> ...... 1 Leroi-Gourhan) y en los Pirineos (región IV de ¡:: ...... ! nos de ayuntamiento sexual asociados a un rhi· ".. Leroi-Gourhan). Realmente la representación de "' "' "' "' noceros y un bisonte en Les Trois-Fréres. Leroi- Chulgan-Tache puede calificarse de aislada. Gourhan atribuye a las representaciones aso- (/) (/) Por último, cabe considerar como muy signi· w w w w ciadas ante signos sexuales, caracteres de femi· w w w z ... "'~ :¡: a: :1: o 0: "'a: w o lE ticativo el aumento de representaciones de rhino- w lE w ::l o ... w -' o nidad o varonilidad, nada desestimables. Los sig· w o a: (/) ... w .. ~ :::::1 u u bablemente, móvil. El ecosistema preferncial es decir, el 56 %, mientras que las representa- seria, sin duda, el de estepa loéssica, que clones del estilo IV antiguo aportan, con respecto permitiría la caza del caballo, bisonte, rhinoceros al montante total de representaciones de rhinoce- y mammouth; como sistemas secundarios, la pra- ros, el12 %, las del estilo 111,el14 %, las del esti- dera, que permitiría la caza del caballo, bisonte y lo 11ellO%, y las del estilo 1 el 8 %. Pero el dato

.L Manuel Millán Casca lió 62 ~

cazas especializadas compartidas. Los tandems «8os primigenius», y la tundra, que permitirla la típicos de este estilo son los de bisonte-caballo caza del mammouth, rhinoceros y reno. A ellos se (estepa loésslca y pradera) como predominantes sumarian una serie de ecosistemas complemen- y mammouth-reno (estepa loéssica y tundra· !arios. como podrían ser el de la pesca. el de la tundra y taiga) como complementarios. El rhino· taiga (para caza del reno), la pradera alpina, en ceros parece sustituir al mammouth como animal ... N CIO ... donde hallarían a la cabras montés y al «8os pri· j 1 "' "' "" 1 ~111 complementario de preferencias coaligadas a los migenlus», y el bosque, en donde cazarían al cier· "' ritos de interdependencia religión animista/caza· vo y a la cabra montés. Las asociaciones del rhi· "' subsistencia en algunas cuevas, como es el caso noceros en el arte del estilo IV reciente alcanzan o ii .. ... ~ de La Mouthe. Rouftlgnac y Chulgan-Tache, en a todos los ecosistemas, lo que nos podría hablar a~ cambio, presentan una problemática distinta. del uso indiscriminado de los mismos por el caza- 1 z 1 Ambas cuevas parecen indicar una especializa- dor que los representó. Sin embargo hay que o 1 ción en la caza/culto animista del caballo y el aceptar la eterogeneidad segura a que nos lleva ü ~! ~j ' mammouth, mientras que el bisonte y el rhinoce- la aceptación de particularismos y exclusivismos ...... o z uc!l ros se constituyen como animales complementa- w "' 1 i zonales provocados por la morfogeografia y por (/) "" ~ w 1 ríos. En realidad, artísticamente, no se tratarla la variabilidad climática. a:: 1 más que de variantes del doble tandem típico . ..w ... En cuanto a la localización de las representa· a:: ! También las asociaciones de La Colombiere u - "' i clones de rhinoceros, en arte parietal, en las entrarían en el apartado de las variantes del doble ::'i cuevas del estilo IV reciente, habrá que destacar, !! tándem típico. Pero aquí, el rhinoceros ha susti· w en primer lugar, el aumento de la variabilidad de o ... o luido por completo al mammouth, que en el Mag· (/) 1 ... localizaciones. En este sentido, las representa· w g a daleniense IV, periodo al que pertenencen las pin· a:: ... clones aparecen emplazadas en cualquiera de las w u ¡ "' "' turas, ya está iniciando su éxodo hacia el Norte . ... .s localizaciones típicas apuntadas por Leroi· o.. Las yuxtaposiciones corroboran esta impresión, a:: Gourhan, a excepción del «pasillo». Asl, las ve· C') pero, aumentan el abanico de apetencias. Asl La .. mos aparecer, en la entrada, en el contorno, en la o 1 Mouthe, como La Colombiere nos trae su corres· "' composición central de la chimenea o el ábside, pendencia con la cabra montés. Les Combarelles en el divertículo y en el fondo o santuario de la E ~ N CIO C') con el ciervo y el león de las cavernas y La Font· g ... N ...... Ñ ~ cueva. pero el predominio pertenece a sus repre- ¡¡¡ <> ..,¡. de-Gaume con el bisonte, el bis del caballo en el "' ·¡; ... sentacrones en los contornos de la cueva, que se "' Magdaleniense Reciente. ~ convertirla, de este modo, en la posición ideal de ~ e Capitulo aparte merecen las asociaciones y ...... localización. ... 8 yustaposiciones del rhinoceros consigo mismo. "' La distribución geográfica de las cuevas con i Se ha llegado a hablar de representaciones de fa· e representaciones de rhinoceros mantiene una ex· ·O mi lías enteras como en el caso de Rouftignac. la· tensión similar, sólo que con un marcado giro ha· o les representaciones, se nos aparecen siempre z ...... co cia Oriente. Así, no aparee ninguna representa- o ...... o ... ..,¡. .... hinfladas, idílicas, apetecibles, como muestra ü "' "' g ción de rhinoceros de este estilo en la Península .. u "' palpable de la voluntad y deseo, de los grupos ca- z... 1 Ibérica, en cambio, aparecen representaciones en w e zadores, de propiciarse la abundancia de susten- (/) ·O la zona de Los Urales. Al respecto, se observa una w ·g .... !ación y, a su vez, la fertilidad generadora de ma- a:: ... co ...... fuerte concentración de cuevas con representa- .. ·g ... yor y mejor sustento, e incluso de ciertas cual ida· w clones de rhinoceros en la región 11 de Leroi- a:: :¡ des veneradas en los animales representados: la i Gourhan, es decir, la región de Charente-Perigord. w . tuerza, la agresividad y la potencia sexual. En es- o También aparecen en Charente Norte (región 1 de te sentido, resulta interesante la aparición de sig· o ~ co "' "' .. O> ...... 1 Leroi-Gourhan) y en los Pirineos (región IV de ¡:: ...... ! nos de ayuntamiento sexual asociados a un rhi· ".. Leroi-Gourhan). Realmente la representación de "' "' "' "' noceros y un bisonte en Les Trois-Fréres. Leroi- Chulgan-Tache puede calificarse de aislada. Gourhan atribuye a las representaciones aso- (/) (/) Por último, cabe considerar como muy signi· w w w w ciadas ante signos sexuales, caracteres de femi· w w w z ... "'~ :¡: a: :1: o 0: "'a: w o lE ticativo el aumento de representaciones de rhino- w lE w ::l o ... w -' o nidad o varonilidad, nada desestimables. Los sig· w o a: (/) ... w .. ~ :::::1 u u bablemente, móvil. El ecosistema preferncial es decir, el 56 %, mientras que las representa- seria, sin duda, el de estepa loéssica, que clones del estilo IV antiguo aportan, con respecto permitiría la caza del caballo, bisonte, rhinoceros al montante total de representaciones de rhinoce- y mammouth; como sistemas secundarios, la pra- ros, el12 %, las del estilo 111,el14 %, las del esti- dera, que permitiría la caza del caballo, bisonte y lo 11ellO%, y las del estilo 1 el 8 %. Pero el dato

.L 64 Manuel Millan Casca lió

cuantitativo es engalloso, puesto que si valora­ grupos cazadores. Esto es explicable, por una mos el númeo de rhinoceros con respecto al mon­ parte, aunque el mammouth y el rhinoceros tante total de las representaciones de cada esti­ compartlan los mismos ecosistemas sus migra­ lo, comprobaremos cómo la proporción cuantita­ ciones eran contrarias. Asf el mammouth, mayor­ tiva que aparentemente nos mostraba una progre­ mente proviniente del Este migró progresivamen­ sión que, desde el estilo I iba paulatinamente te hacia occidente desde principios del WOrn, en aumentando hasta alcanzar su cota numérica su éxodo desplazó a buena parte de los uRhinoce­ más alta con el estilo IV reciente, se invierte_ Asi ros tichorhinus. a migrar hacia el este. Pero cuan­ vemos que la proporción mayor de rhinoceros fi­ do la glaciación de Würm comienza su declive, gurados, con respecto al total de obras de su pro­ hacia el Magdaleniense VI, los mammouths se re­ pio estilo, corresponde al estilo 1, y que esta pro­ tirarán hacia el Norte yel Este, mientras los «Rhi­ porción va disminuyendo progresivamente duran­ noceros tichorhinus», lo harán hacia el Norte y el te los estilos 11, 111 Y IV antiguo, hasta llegar a la Occidente. Es decir, que hasta este momento minima expresión proporcional en el estilo IV re­ habrfa un aumento progresivo, en Occidente, del ciente, estilo que aglutina la mayor cantidad de número de especfmenes de mammouths, corres· obras del arte cuaternario. Este dato se puede pondido de una disminución del número de .Rhi· combinar con su participe de habitat, el mam­ noceros tichorhinus», pero que a partir del Mag­ mouth, quien, por el contrario, aumenta progresi­ dalenlense VI, se invierte el proceso. A esta razón vamente la proporción de sus apariciones con biológica y biotópica se anade una de tipo econó• respecto al total, dando su minima expresión pro­ mico: el mammouth proporcionaba a los cazado­ porcional en el estilo 1, y va aumentando paulati­ res los mismos productos que el rhinoceros, pero namente, durante los estilos 11, 111 Y IV antiguo, su con los alicientes de: mayor cantidad de producto proporción hasta llegar a su máxima expresión por pieza, mayor abundacia en cuanto a número durante el estilo IV reciente, en un momento de animales, mayor facilidad para su caza, por lo correspondiente al Magdaleniense IY-V, para vol· que no es de extranar que, zonal mente, como en ver a decaer en el Magdalenlense VI. Ello nos dará Roufflgnac, se convirtiese en caza prioritaria. una de las razones de la disminución propor­ Mientras, el rhinoceros pasaba a un segundo cional de las representaciones de rhlnoceros: el plano. mammouth le desplazó en las apetencias de los

CUADROS DE VALORACION TOTAL

DISTRIBUCION TOTAL DE OBRAS POR TECNICAS, MODOS, ESTILOS Y MATERIALES

ESTATUILLAS 3

MOBILlAR 20 GUIJARRO 10 PIEDRAS 15 PLAQUETA 3 [ PIEDRA 2 GRABADOS 17

TOTAL OBRAS 50 MARFIL·HUESO 2

PINTURA 12

PARIETAL 30

GRABADO 18 64 Manuel Mi/lan Casca lió uf/ rhínoceros en el arte pleistocénico)' 65

cuantitativo es engañoso, puesto que si valora­ grupos cazadores. Esto es explicable, por una mos el númeo de rhinoceros con respecto al mon­ parte, aunque el mammouth y el rhinoceros CUADRO CRONOLOGICO DE YACIMIENTOS CON REPRESENTACIONES DE RHINOCEROS tante total de las representaciones de cada esti­ compartlan los mismos ecosistemas sus migra­ lo, comprobaremos cómo la proporción cuantita­ ciones eran contrarias. Asf el mammouth, mayor­ tiva que aparentemente nos mostraba una progre­ mente proviniente del Este migró progresivamen­ PERIODO ESTILO YACIMIENTOS sión que, desde el estilo 1 iba paulatinamente te hacia occidente desde principios deiWürn, en aumentando hasta alcanzar su cota numérica su éxodo desplazó a buena parte de los uRhinoce­ más alta con el estilo IV reciente, se invierte. Asi ros tichorhinus• a migrar hacia el este. Pero cuan­ 5.000 a. e vemos que la proporción mayor de rhinoceros fi­ do la glaciación de Würm comienza su declive, gurados, con respecto al total de obras de su pro­ hacia el Magdaleniense VI, los mammouths se re­ pio estilo, corresponde al estilo 1, y que esta pro­ tirarán hacia el Norte y el Este, mientras los •Rhi• porción va disminuyendo progresivamente duran­ noceros tichorhinus•, lo harán hacia el Norte y el Es te los estilos 11,111 y IV antiguo, hasta llegar a la Occidente. decir, que hasta este momento MAGDALENIENSE LA COLOMBII::RE ESTILO IV habrfa un aumento progresivo, en Occidente, del RECIENTE CHULGAN-TACHE mlnima expresión proporcional en el estilo IV re­ RECIENTE LES COMBAAELLES ROUFFIGNAC SA.UT-OU·PERRON GOURDAN ciente, estilo que aglutina la mayor cantidad de número de especfmenes de mammouths, corres­ 10.000 (V-Vil LOUAOES LA MOUTHE FONT-DE-GAUME COMMAROUE TROIS-FRAU:S obras del arte cuaternario. Este dato se puede pondido de una disminución del número de «Rhi· ------MAGDALENIENSE combinar con su participe de habita!, el mam­ noceros tichorhinus», pero que a partir del Mag­ ESTILO IV NIAUX ARCY·SUA·CUAE MARCHE·LES-OAMES MEDIO ANTIGUO mouth, quien, por el contrario, aumenta progresi­ dalenlense VI, se invierte el proceso. A esta razón (111-IV) CASARES LE PLACARO vamente la proporción de sus apariciones con biológica y biotópica se añade una de tipo econó• respecto al total, dando su minima expresión pro­ mico: el mammouth proporcionaba a los cazado­ MAGDALENIENSE ANTIGUO LA MOUTHE UMEUIL porcional en el estilo 1, y va aumentando paulati­ res los mismos productos que el rhinoceros, pero (1-11) LASCAUX namente, durante los estilos 11,111 y IV antiguo, su con los alicientes de: mayor cantidad de producto 15.000 ESTILO 111 proporción hasta llegar a su máxima expresión por pieza, mayor abundacia en cuanto a número LA BAUME·LATRONE durante el estilo IV reciente, en un momento de animales, mayor facilidad para su caza, por lo ! SOLUTRENSE BAAA·BAHAU correspondiente al Magdaleniense IV-V, para vol­ que no es de extrañar que, zonalmente, como en , ver a decaer en el Magdalenlense VI. Ello nos dará Roufflgnac, se convirtiese en caza prioritaria. una de las razones de la disminución propor­ Mientras, el rhinoceros pasaba a un segundo LA PILETA ALOENE cional de las representaciones de rhlnoceros: el plano. INTER-GRAVETO· SOLUTRENSE mammouth le desplazó en las apetencias de los 1 l 20.000 ESTILO 11 r LES AEBIERES GAAGAS CUADROS DE VALORACION TOTAL LA FERRASSIE

DISTRIBUCION TOTAL DE OBRAS POR TECNICAS, MODOS, ESTILOS Y MATERIALES GRAVETIENSE 25.000 - PAULOV 1 ESTATUILLA$ 3 1 ESTILO 1 CHANLAT OOLNI-VESTONICE

AURIÑACIENSE MOBILIAR 20 1 ... GUIJARRO 10 1-11 PIEDRAS 15 PLAQUETA 3 30.000 [ PIEDRA 2 GRABADOS17 1

TOTAL OBRAS 50 MARFIL-HUESO 2 FIGURATIVONO 1 '""'"'""0" ""M (PREFIGURATIVO) 35.000 i

! PINTURA 12

PARIETAL 30 40.000 GRABAD018 MUSTEAIENSE

1 L 66 Manuel Millán Casca lió 11EIrhinoceros en el arte pleistocénicou 67

BIBLIOGRAFIA LA MOUTHE: (Por yacimientos y estilos) 1.957. p. 36. BREUIL, H.: «Ouatre cents siécles ...... pp. 302-229. LEROI-GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· LA MOUTHE: CHANLAT: ALDENE: dental ... p. 247, 261. BREUIL, H.: ..Quatre cents siiwles ... ». loe. cit. pp. «Le 289-302. BOUYSSONIE, J. y DELSOL, H.: «Grotte de HELENA, Ph.: «Les origines de Narbonne ... Privat· NOUGIER y ROBERT: rhinoceros dans l'art Chanlat .., XIII Congrés prehistorique, París, 1.950, Didier. Toulouse 1.937, p. 41. franco-cantabrique occidental ... Tomo XII, p. 30. LEROI·GOURHAN, A.: «Prehistoire de /'art occi­ pp. 183·190. dental ... Ed. París 1.967, pp. 247, 261, 282 a 284. LEROI·GOURHAN, A.: uPrehistoire de l"art occi· LASCA UX: LEROI-GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· denta/ ... Ed. d'art Lucien Mazenod. Parfs, 1.967. p. NOUGIER: «El arte prehistórico ... Ed. Plaza y Ja­ denta/... Ed. d'art Lucien Mazenod. París 1967, p. 331. WINDELS, F.: «Lascaux ... Centre d'Etudes et de nés. 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BREUIL, H.: •Ouatre cents siecles ....., loe. cit. p. Centra/e... S.P.A. pag. 74, 75. 1.957, tomo XXII. PI TI ARO, E.: «Une gravure sur galet de l'époque 82. aurignacienne ... L'Antropologie, 1.912, pp. 307· LEROI-GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· KLIMA, cit. 1.954, «Archeo/ogiké sozh/edy .. t. VI, p. 311. dental ... p. 320. LEROI·GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi­ 721 y 837. CAPITAN, L., BREUIL, H., PEYRONY, D.: «Les NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art...... dental .., loe. cit. p. 311. KLI MA, carta a M. ZOTZ del 29-1-1.957. Combare/les .., 1.924, pp. 142-143. p. 34. NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art LEROI·GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· franco-cantabrique occidental... S.P.A., tomo XII. CASARES: LA PILETA: dental ... p. 68. 1.957. p. 28. BREUIL, H., OBERMAIER, H., VERNER, W.: «La NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art CABRE AGUILO: «Las cuevas de Los Casares y de RIPOLL PERELLO, E.: «La cueva de Las Monedas Pileta ... Mónaco 1.915, pi. 111. franco-cantabrique ...... p. 18. La Hoz ... Archivo espanol de Arte y Arquologia. en Puente Viesgo (Santander)... Di p. Prov. Barce­ 1.934, n.• 30. CAPITAN. BREUIL. PEYRONY: «Les Com· lona. lnst. de Prehistoria y Arqueología. Barcelo­ na, pp. 18, 35 a 41. Lams. XIX y XX. bare/les .., loe. cit. p. 142. LA BAUME·LATRONE: LEROI·GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· LEROI-GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· BEGOUEN, R.: «La grotte de La Baume·Latrone ... denta/ ... Ed. d'art Lucien Mazenod. París, 1.967. p. 332. COMMARQUE: denta/ .., Ed. d'art Lucien Mazenod. París, 1.967. p. Mémoires de la Société Archéologique du Midi de BREUIL, H.: «Ouatre cents siecles ..... , loe. cit. p. 233. la . Tomo XX. Toulouse, 1.941. NOUGIER, R. y ROBERT, R.: «Le rhinoceros dans 285. NOUGIER, R., ROBERT, R.: «Le rhinoceros dans LEROI·GOURHAN, A.: «Prehistoire de /'art occi· l'art franco-cantabrique occidental ... S. P.A., tomo XII, 1.957, p. 24. l'art franco-cantabrique occidental,., S. P.A., Tomo dental>•, p. 330. LEROI·GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· denta/ ... 309. XII, 1.957, p. 25. p. NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art NIAUX: franco-cantabrique occidental... p. 26. NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art GARGAS: Abbé BREUIL: «La caverne de Niaux. Comple· franco-cantabrique occidental ... S. P.A., tomo XII, BREUIL, H.: «Ouatre cents siécles d'art quater· BARA·BAHAU: ments inédit sur sa decoration ... Bull. S. P.A. Tomo 1.957. p. 36. VIl, 1.952, pp. 12·13. naire .., loe. p. 250. BREUIL, H.: «Ouatre cents ciécles ..... , loe. cit. p. LES COMBARELLES: LEROI-GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art oc.ci· 308. LEROI-GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· dental ... pp. 310 y 316. Abbé BREUIL, H.: «Ouatre cents siécles ..... , loe. dental... Ed. d'art Lucien Mazenod. París 1.967. p. LEROI-GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· cit. p. 181. 249. denta/ ... p. 30. NOUGIER: «El arte prehistórico ... Ed. Plaza y Ja­ NOUGIER, ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art nés. Col. «Las Nueve Musas. Historia General de LEROI·GOURHAN, A.: «Prehistoire de /'art occi­ NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art las Artes ... Barcelona 1.968., p. 29. dental,., loe. cit. p. 307. franco·cantabrique occidental ... S.P.A., tomo XII, franco-cantabrique occidental ... Tomo XII, p. 32. 1.957. p. 26. NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art...... NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art uEI rhinoceros en e/arte pleistocénicOJI 67

LA MOUTHE: 1.957. p. 36. BREUIL, H.: «Quatre cents siécles... ». pp. 302-229. lEROI-GOURHAN, A.: «Prehisloire de I'arl occi­ LA MOUTHE: dental». p. 247, 261. BREUIL, H.: "Qua/re cents siécles ... ». loe. cil. pp. NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans I'art 289-302. franco·canlabrique occidental». Tomo XII, p. 30. LEROI·GOURHAN, A.: "Prehistoire de I'art occi· denta/ •. Ed. Parls 1.967, pp. 247, 261,282 a 284. LASCAUX: NOUGIER: .EI arte prehistórico •. Ed. Plaza y Ja· WINOELS, F.: «Lascaux •. Centre d'Etudes el de nés. Col. «Las nueve Musas. Hisloria General de Oocumenlatíon preéhistorlques. Montlgnac·sur­ las Artes». Barcelona, 1.968. Vézére, 1.948. NOUGIER, R. y ROBERT, A.: «Le rhinoceros dans BREUll, H.: .Quatre cents siécles ... ». !'art franco·cantabrique occidental•. S.P.A. Tomo XII, 1.957. p. 30. LEROI·GOURHAN, A.: "Prehislolre de /'art occi· dental». p. 254. LES TROIS FRÉRES: NOUGIER y ROBERT: «Le rh/noceros dans I'art... ,.. Tomo XII, pp. 32·33. BREUIL, H.: «Quatre cenls slécles ..... loe. eil. p. 145. A. A. GlORY: "Presentation des calques de gravu· res de la grotte de Lascawt». Congres Prehisl. de LEROI-GOURHAN, A.: "Prehístolre de I'art occi· France XIV session. Strasbourg·Metz, 1.953. dental•. Ed. d'art lucieo Mazenod. París, 1.967. pp. 308 a 310.

LlMEUlL: NOUGIER y ROBERT: «Le rhil1ocer·~s dans I'art...•. CAPITAN, L., BOUYSSONIE, J.: «Llmeuil, son g/. S.P.A., Tomo XII. 1.957. p. 36. sement a gravures plerre, de I'Age du Renne». Inslltullnlernacional O'Anthropologie n.· 1, Paris FONT·DE-GAUME: 1.924. pp. 120·121. BREUIL, H.: «Quatre cen/s siécles... ", loc. eil. p. 82. LEROI·GOURHAN. A.: .Preh/sloire de /'ar/ OCC/' dentah,. p. 320. LEROI·GOURHAN, A.: .Pre/listoire de I'arl occl· NOUGIER y ROBEAT: «Le rh/noceros dans l'arL •. dental., loc. cit. p.311. p.34. NOUGIER y ROBERT: "Le rhinoceros dans !'art franco-cantabrique occidental•. S.P.A., lomo XII. CASARES: 1.957. p. 28. CABRE AGUILO: "Las cuevas de Los Casares y de RIPOLL PERELLO, E.: "La cueva de Las Monedas La Hoz». Archivo espaflol de Arte y Arquologia. en Puente Viesgo (Santander»>. Oip. Prov. Barce· 1.934, n.· 30. lona. Insl. de Prehístorla y Arqueología. Bareelo· na, pp. 18, 35 a 41. Lams. XIX y XX. LEROI·GOURHAN, A.: "Preh/slo/re de I'ar/ occi· dental,.. Ed. d'art luclen Mazenod. Parls, 1.967. p. 332. COMMARQUE: BREUIL, H.: "Quatre cents s¡¡~cles ... », loe. cil. p. NOUGIER, R. y ROBERT, A.: «Le rhinoceros dans 285. l'art franco·cantabrique occidental•. S.P.A., tomo XII, 1.957, p. 24. LEROI·GOURHAN, A.: "Prehisto/re de {'art occi· denta/». p. 309. NIAUX: NOUGIER y ROBERT: «Le rn/noceros dans I'art Abbé BREUIL: "La caverne de Niaux. Comple­ franco·cantabrique occ/dental». S.P.A., lomo XII, ments Inédit sur sa decoration •. Bull. S.P.A. Tomo 1.957. p. 36. VII, 1.952, pp. 12·13. LES COMBARELLES: LEROI·GOURHAN, A.: "Prehistolre de I'art occi· dentah•. pp. 310 Y 316. Abbé BREUIL, H.: «Quatre cents siécles ... », loc. ell. p. 181. NOUGIER: «El arte prehistórico». Ed. Plaza y Ja­ nés. Col. .Las Nueve Musas. Historia General de lEROI·GOURHAN, A.: "Preh/stolre de rart occi­ las Aries •. Barcelona 1.968., p. 29. dental», loc. cil. p. 307. NOUGIER y ROBERT: "Le rhinoceros dans I'arl...». NOUGIER y ROBERT: "Le rh/noceras dans fart 68 Manuel Mtllán Casca lió

Alfredo GONZALEZ PRATS franco·cantabrique occidental». BuiLS.P.A., Tomo re/les•. loe. cit. p. 145. (Universidad de Alicante) «El yacimiento epigravetiense XII, 1.957, p. 36. NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art del Fontanal de Onil (Alicante)>> CAPITAN, BREUIL y PEYRONY: •Les Combe· franco-cantabrique occidental». S.P.A., tomo XII, re/les•, loe. cit. p. 51. 1.957, p. 34.

ROUFFIGNAC: SAUT·DU·PERRON: LEROI·GOURHAN, A.: uPrehistoire de l'art occi· LARNE, M., COMBIER, J., y ROCHE, J.: •Les gis· dental•, loe. cit. pp. 304 a 306. sements perigordienne el magdalenienne du Saut·du·Perron (Loire)». L'Antropologie. Tomo LIX, NOUGIER, L. R.: •El arte prehistórico•, loe. cit. 48, p. 411. 49, 59. LEROI-GOURHAN, A.: «Prehistoire de l'art occi· NOUGIER y ROBERT: •Rouffignac ou la guerre dental». París, 1.967. p. 282. des mammouts». La Table Ronde. Paris 1.957. NOUGIER y ROBERT: •Rouffignac l. La Galerie NOUGIER y ROBERT: •Le rhinoceros dans l'art franco·cantabrique occidental». S.P.A. tomo XII, Henri Breuil el le Grand plafond». 1.958, 1.959. 1.957. p. 18. En el mes de noviembre de 1.978, el director portancia de la estación, aconsejando su vigilan· NOUGIER y ROBERT: •Le rhinoceros dans l'art...•, del Museo Arqueológico Provincial, Dr. Llobregat cia en la medida de lo posible hasta el momento loe. cit. 38, 39. LA COLOMBII';RE: Conesa, nos encargó una rápida campana de sal· en que alli pudiera llevarse a cabo una excava­ LEROI·GOURHAN, A.: •Prehistorie de l'art occi· vamento en el yacimiento arqueológico de Onil ción científica. CHULGAN·TACHE: dental•, loe. cit. 282 a 284. denominado El Fontanal, tendente a poder recu­ Todavía no habíamos perdido el grato recuer· NOUGIER, R.: ··El Arte Prehistórico», loe. cit. pp. perar algún dato válido del conjunto sepulcral MOVIUS, H. L. Jr.: «El arte mobiliar del Perigor· do de un yacimiento mantenido incólume a lo lar· 48, 49. calcolitlco que los excavadores furtivos habían diense Superior de la Colombiere (Ain), y su de· go de milenios, cuando recibimos la noticia a tra­ trastocado gravemente. sarro/lo contemporáneo en la región franco· vés del Sr. López Urios de la grave violación de es· ARCY·SUR·CURE: cantábrica•. AMPURIAS, Barcelona 1.952. Los trabajos realizados no pudieron en modo te sitio arqueológico, a la vez que entraba en el Abbé PARAT: •Les grottes de la Cure y el de I'Yon· alguno enderezar lo que se puede calificar de gra­ Museo Arqueológico un interesante lote de mate­ MOVIUS, H. L.: u The Rock Shelter of La Colom· ne». L'Anthropologie. tomo XII, 1.901, pp. 119·134. ve atentado al patrimonio arqueológico alicanti· riales arqueológicos recuperados de la catástro­ biere (Ain)». U.S.A., VIl. 1.952. fe: varios idolillos aculados, puntas de flecha de GRAZIOSSI, P.: •L'arte del l'antica Etá del/a no, tanto más cuanto representaba una de las es· NOUGIER, L. R.: «El arte prehistórico». loe. cit. 29 silex de la mejor talla, amén de varios objetos de Pietra•, Sansoni. Florencia, 1.956. Table 19. casas estaciones prehistóricas conservadas en a 31. su integridad hasta nuestros días. El único aspec· metal, piedra y cerámica. LEROI-GOURHAN. A.: «Prehistoire de l'art occi· NOUGIER y ROBERT: •Le rhinoceros dans l'art... », to positivo de la breve y fria campana consistió en La existencia de una concienciación eluda· dental•. Paris, 1.967. p. 298. loe. cit. pp. 20 y 22. la detección de una fase cultural anterior al uso dana hacia nuestro propio patrimonio cultural e del lugar como necrópolis colectiva. El darlo a co­ histórico y el descuido de nuestros organismos MARCHE LES DAMES: GOURDAN: nocer es el objeto de estas notas. oficiales terminaron por acrecentar la destruc­ ELOY. L.: «Un grabado paleolitico sobre plaqueta ción ya comenzada. de marfil de Marche-les·Dames». París. 1.956. NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans l'art... », loe. cit. p. 34. ANTECEDENTES LEROI·GOURHAN. A.: uPrehistoire de l'art occi· dental». París. 1.967. pp. 71, 95 y 96. SITUACION LOURDES: De la existencia de este yacimiento se tenian NOUGIER y ROBERT: «Le rhinoceros dans f'art MAUOUIT, J. A.: «40.000 ans d'art moderne». Plon, noticias gracias a D. Andrés Berenguer, funciona· El conjunto del Fontanal se encuentra en la franco·cantabrique occidental•. S.P.A .• tomo XII. 1.954, p. 186. rlo de la Corporación Municipal de Onil, quien en base del Alto del Fraile Quinto, a poniente de 1.957 p. 22. sus recorridos por el lugar había recogido algu· NOUGIER y ROBERT: uLe rhinoceros dans l'art Onil, dominando el amplio valle conformado por nas piezas de sllex y observado la presencia de franco·cantabrique-occidental». S.P.A. Tomo XII, los macizos montanosos calizos. Los covachas LE PLACARD: huesos en el conjunto de covachones que confor· 1.957. p. 34. superiores (1 a 3) (fig. 2) se orientaban al Este. Un CAPITAN, BREUIL y PEYRONY: «Les Comba· ma la estación prehistórica. cuarto gran covacha más oriental parece ofrecer En 1.977 tuvimos ocasión de visitar el lugar un registro estratigráfico más amplio, a juzgar acampanados de los Sres. Berenguer y López por un agujero informe practicado por los furti· Urios. Efectivamente, inspeccionando los co· vos, asi como una configuración más propicia pa· vachos uno por uno comprobamos la existencia ra haber servido de habitación, mirando al Sur. de un homogéneo nivel de enterramientos huma· En fin, un último covacha orientado al Este nos, a la par que observamos gran cantidad de cierra el conjunto, habiéndose utilizado todos lascas de sílex que se concentraban en la parte ellos, en un momento determinado, para fines fu· alta del conjunto. nerarios. Convencidos del perfecto estado de conser· El acceso al yacimiento se realiza a través de vación de los sedimentos que albergaban las un camino vecinal que viene a morir a las casas inhumaciones, indicamos al Sr. Berenguer la im· de campo situadas alrededor de la fuente y de

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