2. La Evolución Del Arte Parietal En Las Cuevas Y Abrigos Ornamentados De
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La evolución del arte parietal en las cuevas y abrigos ornamentados de Francia 1 Por el Abate H. Breuil N 1905 traté, por primera vez, de hilvanar en conjunto y pers E pectiva las primeras indicaciones de cronología relativas a la evolución del arte rupestre paleolítico, con los datos conocidos entonces de la Mouthe, Combarelles, Font-de-Gaume, Pair-non-Pair y Marsoulas, en Francia, y solamente de la cueva de Altamira, en España. Desarrollé el mismo tema en Mónaco el año siguiente. No me forjé ilusiones sobre el carácter tan provisional de este ensayo que fui retocando sucesivamente en las diversas publicaciones que, gracias al príncipe Alberto de Mónaco, pude editar con lujo sobre las cuevas de Altamira (1908), Santander, Font-de-Gaume (1910). las de los Pirineos cantábricos (1912), de la Pasiega (1913), de la Pileta, Málaga (1915) y de Combarelles (1924). El estudio todavía inédito, en parte, de muchas otras del sudoeste y sur de Francia y del noroeste de España, me han llevado a una concepción mucho más compleja de la evolución de este arte sobre el que hoy escribo (en 1934): examinaremos, pues, sucesivamente, solamente para Francia, los diversos grupos de cuevas y abrigos decorados: 1) Piri neos: 2) norte del Garona; 3) Provenza occidental. En cada grupo estudiaremos primero los hechos relativos a la evolución de la pintura; los casos de superposiciones directas de técnicas diferentes nos permitirán clasificar los documentos de una misma época por comparación de estilos. Después, en cada región, examinaremos también el desarrollo paralelo de la evolución del grabado y de la escultura parietal. 1. Conferencia dada en el Teatro de Périgueux el lunes 17 de septiembre de 1934, revisada y puesta al día por el nutor. PSANA - v 7 ABATE B. BREUIL I.—CUEVAS PIRENAICAS 1. EVOLUCIÓN DE LA PINTURA2 En Marsoulas (Alto Carona) encontramos ricos palimpsestos ro cosos que nos fijan la cronología relativa de las cinco o seis últimas capas de pinturas paleolíticas pirenaicas. Allí, dos capas pictóricas son más recientes que los grandes polícromos; la más reciente, que no está nunca recortada por los grabados, está representada por unas bandas rojas barbadas de aspecto aziliense, asociadas con algunas puntuaciones. No nos atrevemos a afirmar que sean azi lienses o un poco anteriores (como podría hacerlo pensar la exis tencia de numerosos grabados de líneas barbadas en unos cinceles y azagayas del Magdaleniense VI avanzado de las mismas regiones). La capa de signos rojos más fuertes que les precede está recor tada por unos grabados animales de gran tamaño y superpuesta a las pinturas polícromas; allí no se encuentra (con unas rayas de extremos astados y con puntuaciones) más que unos pediformes de cinco ramas (de las cuales, una externa acodada), pudiendo re presentar esquemas de manos, semejantes a las igualmente esque máticas (raras) intercaladas entre los grandes polícromos de Altamira : hay también ciertas variedades de tectiformes, de los cuales, uno con un techo de larga banda puntuada, de sabor más cantábrico que francés. El gran Bisonte polícromo subyacente es también de sabor muy "altamirano"; está asociado a un Caballo muy grande, igualmente polícromo, semejante a la única figura de este estilo encontrada en 2. Por miedo de dilatar excesivamente el texto de esta nota hemos suprimido la considerable bibliografía. Todos conocen los volúmenes y artículos que he publicado con mis colaboradores E. CARTAILHAC, L. CAPITÁN, O. PEYRONY. BOURRINET, Conde BÉGOUEN, E. ALCALDE DEL RÍO y H. OBERMAIER. También deberán consultarse las publicaciones españolas de P. WERNERT, H. OBERMAIER, de la VEGA DEL SELLA, E. HERNÁNDEZ PACHECO; las de las cavernas pirenaicas del Conde BÉGOUEN, CASTERET, E. PASSEMARD : sobre las de Lot, del Abate LÉMOZI, y PEYRONY; las de Charente, de Henri MARTÍN y P. DAVID; las Provenza, del Abate BAVOL y de GUERRET, sin olvidar las primeras notas de Emile Riviere sobre la Mouthe y de F. DELAU sobre Pair-non-Pair; en fin, mis propios trabajos, en el último de los cuales (Quatre cents siécles d'art pariétal) doy la síntesis. 8 PSANA-V LA EVOLUCIÓN DEL ARTE PARIETAL EN LAS CUEVAS Y ABRIGOS ORNAMENTADOS DE FRANCIA la Bástide (Altos Pirineos) y a uno de la cueva de Bédeilhac (Ariége). Borrados por los polícromos se notan unos Bisontes en negro modelado (como a difumino) y una Figura de trazo negro lineal. En otro punto de Marsoulas existe un Bisonte de cabeza polícroma, muy bien grabado como el precedente, pero su cuerpo está cubierto de un semillero apretado de puntuaciones rojas; no pudiendo sepa rarse mucho de la época de los polícromos. Este se sobrepone a otro totalmente negro y también relleno de puntuaciones negras, excepto la cabeza, que es de negro modelado. Las otras figuras de Marsoulas, negras modeladas o negras se guidas, no pueden fecharse sino por comparación. Bédeilhac3 ha dado una serie de polícromos y negros modelados comparable al conjunto de Marsoulas y además dos grandes Bi sontes oscuros, lavados, que deben ser un poco anteriores a los polí cromos, y muchas figuritas negras de trazo, muy simples, compara bles a las más antiguas de Niaux. La gran cueva de Niaux contiene un gran número de figuras negras, reunidas principalmente en el "Salón noir". Las más anti guas son unas figuritas lineales muy simples que borran las grandes imágenes en negro modelado por sombras de rayado. No hay otras manifestaciones, pictóricas posteriores, sino los signos rojos y algunas figuras lineales de animales. Estos signos rojos están raras veces superpuestos (puntas de flechas, y pequeños claviformes) a Bisontes en negro modelado con sombras rayadas. Su aspecto es bastante próximo a los cantos pintados azilienses que existían en la vecina Curva de la Vache (Aillat). Se encuentran allí numerosas puntuaciones dispuestas en círculos o en bandas, un tectiforme como en Marsoulas de largas rayas plumeadas semejando flechas, pero además unas figuras de Bisontes y Caballos (razados con gran sencillez en rojo, utilizando unos relieves rocosos. Se en cuentran algunos de estos signos y animales rojos muy sencillos en la vasta gruta de Eglises d'Ussat, que yo considero como el último confín pirenaico del arte paleolítico a punto de desaparecer. 3. La gruta superior de Gargas tiene también ligeros vestigios negros modelados y polícromos; se sabe que en los tiempos prehistóricos estaba enteramente separada de la cueva inferior, puramente auriñaciense. PSANA - v 9 ABATE H. BREUIL El Portel nos permite remontarnos más alto: existen muchos Bisontes y Caballos sombreados por rayado como los más sencillos de Niaux, que parecen ser las más recientes imágenes de la cueva —Magdaleniense IV— (aparte una figura de un pequeño Buey rojo y una cabeza cercana igualmente roja y no menos mala, que pueden ser de la época preaziliense ?). Es de notar, por su estilo magdaleniense, salvaje y rudo, una hermosa figura de Bisonte negro, en tinta negra, que rellena casi lodo el interior: se relaciona con figuras rayadas en negro y parece de un estilo más arcaico; su anterioridad se establece por el hecho de que se han grabado secundariamente sobre la pintura negra "correcciones" que no están en el espíritu del original, sino en el doe las contiguas. Diversas figuras negras, a veces modeladas, otras de anchas ban das, del mismo estilo pero más sencillas, se superponen, en efecto, a unas imágenes antiguas, trazadas en rojo lineal y de estilo auri ñaciense; éstas son inseparables de otras muchas de trazos oscuros y aun negros también arcaicos. En las más arcaicas se ven dos trazos dorsales de Cérvidos con las astas en perspectiva torcida como en el arte auriñaciense can tábrico (Pasiega) y en el arle oriental de España. Entre los dos conjuntos deben encontrarse, fuera de serie, por analogía de estilo solamente, varios otros grupos; uno está cons tituido por dos gruesos signos en rojo seguido: a) inmensa mancha de cuatro digitaciones extendidas como los dedos de una mano: b) una especie de cabaña-cúpula con la entrada dividida en dos: su carácter especial hace difícil la clasificación; yo me inclinaría a relacionarlo con los grandes signos rojos, auriñacienses, del lecho de Altamira; no son de una sola época; las más antiguas están rodeadas de rojo: las que están bordeadas de negro, a veces de amarillo, se superponen a las primeras. Un segundo grupo está formado por varios Caballos gruesos de patas cortas, de estilo muy auriñaciense: la mayor parte en tono negruzco seguido o en bandas muy anchas; uno sólo está en rojo sombrío rodeado de negro: a pesar de esta bicromía, esta figura no tiene nada de común con los hermosos polícromos magdalenienses. Puede fecharse con certeza mediante el descubrimiento por M. DIDON 10 PSANA-V LA EVOLUCIÓN DEL ARTE PARIETAL EN LAS CUEVAS Y ABRIGOS ORNAMENTADOS DE FRANCIA en Sergeac (Dordogne), lanío en el abrigo Blanchard como en el abrigo Labattut, caídos en los hogares auriñacienses medios evolu cionados y auriñacienses superiores de unos bloques que llevan grandes pinturas bícromas de la misma técnica. Por lo tanto, no pueden remontarse más allá del fin del Auriñaciense medio. Falta por mencionar una última figura: un Caballito muy pequeño pintado de rojo seguido y grabado, figura completamente anormal en nuestras cuevas (aunque haya todavía otra en el Mas d'Azil, R. D. galería inferior). Por su técnica y su pequeñez, se rela ciona con el arte oriental de España; es difícil decir más: probable mente más reciente que las pinturas auriñacienses del Portal, debe ser más antigua que las figuras negras magdalenienses. Mas d'Azil. el Tuc d'Audoubert y los Trois Fréres tienen pocos vestigios de pinturas: restos muy desvanecidos con pinturas rojas antiguas, algunos trazos negros magdalenienses: el "Sorcier", o dios con cuernos de Trois Fréres, está en negro modelado como otra figura de bisonte de la galería superior.