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Fernando de Fuentes (director cinematográfico)

Biografía

Pionero del cine sonoro y realizador de tres clásicos del cine mexicano -El compadre Mendoza (1933), Vámonos con Pancho Villa (1935) y Allá en el Rancho Grande (1936)- es una de las figuras más famosas y menos comprendidas de nuestra cinematografía. Los comentarios alrededor de su carrera lo señalan casi siempre como un autor que decidió dejar de serlo para convertirse en un eficiente realizador de cintas taquilleras, dividiendo artificialmente su filmografía en dos períodos caracterizados por la presencia o ausencia de pretensiones estéticas.

Hasta cierto punto, fue natural que De Fuentes haya preferido triunfar en la taquilla a ser reconocido como un artista. En 1936, cuando la industria del cine mexicano luchaba por sobrevivir, todos los directores en activo deseaban recuperar la inversión económica de sus filmes. Los tiempos no estaban para pretensiones estéticas.

Los magros resultados de sus primeras películas habían provocado que Fernando de Fuentes viese peligrar su futuro como director. Una prolongada enfermedad había retrasado la filmación de Vámonos con Pancho Villa (1935), su obra maestra incomprendida por varias décadas. La película fue estrenada tres meses después de Allá en el Rancho Grande (1936) y sólo se mantuvo una semana en cartelera. Éxito y fracaso se presentaron al mismo tiempo y a Fernando de Fuentes le quedó muy claro que la sobrevivencia estaba en la fórmula, en los géneros y en la satisfacción del naciente público del cine mexicano.

Sin embargo, el impresionante éxito de Allá en el Rancho Grande (1936) no debe atribuirse exclusivamente a la exacta combinación de canciones, amores, charros y bailables. Detrás del filme estaba un director verdaderamente dotado de cualidades, poseedor de una excelente habilidad técnica y de un extraordinario sentido para la narrativa visual. Fernando de Fuentes fue, en realidad, el primer director mexicano que comprendió la naturaleza del cine sonoro y que aprovechó con éxito todas las posibilidades de este medio.

La labor pionera de Fernando de Fuentes se extendió más allá del Rancho Grande. Con (1934) De Fuentes "mexicanizó" al género de horror incluyendo en la historia elementos de la tradición colonial, rica en leyendas y fantasmas. Así se quiere en Jalisco (1942) fue la primera cinta mexicana a colores y Jalisco canta en Sevilla (1948) la primera co-producción oficial de México con España. El resto de sus filmes fueron más que exitosos y ayudaron a cimentar las bases de la industria del cine mexicano.

¿Y Fernando de Fuentes el autor? El reconocimiento de sus primeras obras fue tardío, como suele suceder en estos casos. Sin embargo, la apreciación de ellas suele estar empañada por la subjetividad de la "teoría de autor" y con frecuencia conduce al menosprecio del resto de su filmografía. Por ello, y sin dejar de reconocer los valores estéticos de sus filmes más célebres, nos atrevemos a reconsiderar a Fernando de Fuentes como un director que siempre buscó el triunfo comercial, aún en sus filmes más personales, y que nunca dejó de proyectar su personalidad, hasta en sus cintas más taquilleras.

Filmografía

¿Quemarlo? ¿Quemarlo vivo? ¿Pero se han vuelto ustedes locos? ¡¿Este es el pago a un soldado de la Revolución?! ¡¿Este es un ejército de hombres o una tropa de perros?!" (Antonio R. Frausto en Vámonos con Pancho Villa, 1935, de Fernando de Fuentes).

Humor, vida, movimiento, muerte, canciones, visión personal y fuerte raigambre cultural fueron los sellos fílmicos del más importante realizador mexicano de los años 30. Sus películas El fantasma del convento (1934), Allá en el Rancho Grande (1936), y La Zandunga (1938), son muestra de la diversidad creadora de su autor. Al productor, escritor, y a veces editor de sus propios filmes Fernando de Fuentes se le llamó “el John Ford mexicano”, comparación que sin duda define la factura narrativa de sus filmes; aunque para el crítico T. Pérez Turrent, De Fuentes fue al cine mexicano lo que David W. Griffith al estadounidense, el “padre fundador”. Más de treinta películas componen su obra que va de 1932 a 1952, en las que también evidencia pasión por el uso de la técnica (ya había implementado el subtitulaje al español del naciente cine sonoro), el uso de cámaras Mitchell, la sonorización sincrónica, el revelado con base en la curva gamma, y la utilización del color en la que sería la primera película mexicana con esta tecnología, Así se quiere en Jalisco (1942). De Fuentes sabía del gusto popular, fue administrador de cines; sus películas La calandria (1933), El tigre de Yautepec (1933), (1934), La familia Dressel (1935), (1936), La casa del ogro (1938), (1939), lo ponen de manifiesto. Debuta en 1932 con la película El anónimo. Sus conocimientos fílmicos estaban avalados por la experiencia como asistente del director Antonio Moreno en la película Santa (1931), como editor de Águilas frente al sol (1932) del mismo Moreno, como director de diálogos y coadaptador de Una vida por otra (1932) de John H. Auer. Esta última cinta era considerada por De Fuentes como su primer trabajo de dirección, debido a su decidida participación en la composición de escenas, aunque menospreciara todavía el valor de la cámara (nos informa E. García Riera). Pero es la llamada “trilogía de la revolución”: El prisionero 13 (1933), El compadre Mendoza (1933), y ¡Vámonos con Pancho Villa! (1935), la que le ubica como el cineasta con raíces históricas, aunque éstas fueran las de la corrupción y el desencanto (puntualiza J. Ayala Blanco). Se trata de tres insuperables filmes sobre el tema revolucionario, tópico del que se han realizado más de cien cintas en México y el mundo sin alcanzar la dimensión humana que De Fuentes les imprimiera a las suyas. En la década de los cuarenta sigue realizando cintas que fundarán nociones temáticas, como Doña Bárbara (1943), sobre la mujer poderosa que destruye o se apodera de masculinidades. No era la primera vez que el cineasta planteaba con relevancia la presencia de sus actrices, ya lo había hecho con Lupe Vélez en La Zandunga. Otro discurso cinematográfico en el que De Fuentes insiste, con Así se quiere en Jalisco, es el del charro cantor, en este caso con Jorge Negrete, tal como lo inaugurara con Tito Guízar, en Allá en el Rancho Grande, y que se dio en llamar la “comedia ranchera”, convirtiéndose en una de las pocas aportaciones mexicanas a las variantes de géneros cinematográficos. La obra de Fernando de Fuentes es un cine de contradicciones ideológicas, mismas que ahora sólo importan a los sociólogos interesados en el cine. En la constelación de realizadores mexicanos ocupa un lugar de privilegio. Es él uno de los principales impulsores de dos circunstancias históricas sobresalientes del cine nacional que llevan por etiquetas de estudio: la “industria del cine mexicano” y la “época de oro del cine mexicano”. Fernando de Fuentes no es el eslabón perdido del cine mexicano, no es el origen, no es la destreza absoluta; es el constructor de relatos alegres que de pronto se tornan perplejos. Nacido en , de adolescencia en Monterrey con padre banquero, asistente secretarial de Carranza, aspirante a ingresar a Hollywood, quiso ser ingeniero, poeta, filósofo. Fue técnico, gerente, adaptador, inversionista de cine… fue cineasta.

Director

Tres citas con el destino (1954)

Canción de cuna (1953)

Los hijos de María Morales (1952)

Crimen y castigo (1951) Por la puerta falsa (1950)

Hipólito, el de Santa (1950)

Jalisco canta en Sevilla (1949)

Allá en el Rancho Grande (1949)

La devoradora (1946)

Esperanza (1946)

La selva de fuego (1945)

Hasta que perdió Jalisco (1945)

El Rey se divierte (1944)

La mujer sin alma (1944)

Doña Bárbara (1943)

¡Así se quiere en Jalisco! (1942)

La gallina clueca (1941)

Creo en Dios (1941)

El jefe máximo (1940)

Allá en el Trópico (1940)

Papacito lindo (1939)

La casa del ogro (1939)

La Zandunga (1938)

Bajo el cielo de México (1937)

Las mujeres mandan (1937)

¡Vámonos con Pancho Villa! (1936)

Allá en el Rancho Grande (1936)

Desfile deportivo (1936)

Petróleo (1936)

La familia Dressel (1935)

Cruz Diablo (1934)

El fantasma del convento (1934) El compadre Mendoza (1934)

El tigre de Yautepec (1933)

La calandria (1933)

El prisionero trece (1933)

El anónimo (1933)

Productor

Despedida de casada (1968)

Amor se dice cantando (1959)

¡Paso a la juventud..! (1958)

Las mil y una noches (1958)

Escuela para suegras (1958)

La sombra del otro (1957)

Que me toquen las golondrinas (1957)

Las aventuras de Pito Pérez (1957)

Escuela de vagabundos (1955)

La intrusa (1954)

Canción de cuna (1953)

Los hijos de María Morales (1952)

Las locuras de Tin-Tan (1952)

Paco, el elegante (1952)

Crimen y castigo (1951)

Entre abogados te veas (1951) (productor ejecutivo)

Corazón de fiera (1951)(productor ejecutivo)

Por la puerta falsa (1950)

Médico de guardia (1950)

Hipólito, el de Santa (1950) No me defiendas compadre (1949)

Las tandas del principal (1949)

El colmillo de Buda (1949)

Jalisco canta en Sevilla (1949)

Allá en el Rancho Grande (1949)

Si Adelita se fuera con otro (1948)

La devoradora (1946)

El rey se divierte (1944)

Doña Bárbara (1943)

¡Así se quiere en Jalisco! (1942)

Creo en Dios (1941)

El jefe máximo (1940)

Allá en el Trópico (1940)

Papacito lindo (1939)

La casa del ogro (1939)

Allá en el Rancho Grande (1936)

Petróleo (1936)

La familia Dressel (1935)

Escritor

El dinero tiene miedo (1970)

Face of the Screaming Werewolf (1964) (secuencias Del lobo)

La casa del terror (1960) (sin créditos)

Angustia de un secreto (1959)

Aladino y la lámpara maravillosa (película) (1958)

Las mil y una noches (1958) (adaptación)

La sombra del otro (1957) (adaptación) Que me toquen las golondrinas (1957)

Las aventuras de Pito Pérez (1957) (adaptación)

Escuela de vagabundos (1955) (adaptación)

La hija del ministro (1952)

Casa de vecindad (1951)

Por la puerta falsa (1950)

Hipólito, el de Santa (1950) (guionista)

Jalisco canta en Sevilla (1949)

Allá en el Rancho Grande (1949) (adaptación y dialogo)

La devoradora (1946)

La selva de fuego (1945) (guionista)

Hasta que perdió Jalisco (1945)

El rey se divierte (1944)

La mujer sin alma (1944)

Doña Bárbara (1943)

¡Así se quiere en Jalisco! (1942)

La gallina clueca (1941)

Creo en Dios (1941)

El jefe máximo (1940)

Allá en el Trópico (1940)

La casa del ogro (1939)

La zandunga (1938) (guionista y dialogo)

Bajo el cielo de México (1937)

Las mujeres mandan (1937)

¡Vámonos con Pancho Villa! (1936) (adaptación)

Allá en el Rancho Grande (1936) (guionista)

Petróleo (1936)

La familia Dressel (1935) Cruz Diablo (1934)

El fantasma del convento (1934)

El compadre Mendoza (1934) (guionista)

El tigre de Yautepec (1933)

La calandria (1933) (guionista y dialogo)

El prisionero trece (1933)

La llorona (1933)

El anónimo (1933)

Una vida por otra (1932)

Editor

Allá en el Rancho Grande (1936)

La familia Dressel (1935)

Cruz Diablo (1934)

El fantasma del convento (1934)

El compadre Mendoza (1934)

El tigre de Yautepec (1933)

La calandria (1933)

Águilas frente al sol (1932)

Asistente de Director

Santa (1932) (sin créditos)

Allá en el rancho grande (Comentario personal)

Pues como a mí me gustan mucho ese tipo de películas, y más si el protagonista es Jorge Negrete la trama es muy al estilo mexicano con charros, pelea de gallos, carreras de caballos y mujeres muy bonitas, en este caso “Crucita” es la manzana de la discordia. Está padre, me gusta lo típico mexicano. Lo que no me gusta es que José se pelea con el patrón a causa de los chismes del pueblo, pero todo se resuelve con la verdad y José se casa con Crucita -

¡Así se quiere en Jalisco¡

En esta película, “Lupita” decide irse del pueblo a causa de dinero, pero cuando don Luis se entera de esto, le ofrece dinero a sus padres con tal de que no se valla y ella acepte el puesto de ama de Laves en su casa, y cuando su novio de “Lupita” se entera de ello se enfurece, pero don Luis tiene malas intenciones y quiere quitarlo del camino. Me encantan las actuaciones de Jorge Negrete y además sus canciones ya que a mi papá también le gustan y creo que me heredó su gusto; excelentes películas y muy buen director Fernando de Fuentes.