1 ICONOS Instituto De Investigación En Comunicación Y Cultura ANÁLISIS DEL DISCURSO DE LA VIOLENCIA EN PROGRAMAS TELEVISIVOS
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ICONOS Instituto de Investigación en Comunicación y Cultura ANÁLISIS DEL DISCURSO DE LA VIOLENCIA EN PROGRAMAS TELEVISIVOS DE CORTE CÓMICO: CASO EL CHAVO DEL 8 TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTORADO EN ESTUDIOS TRANSDISCIPLINARIOS DE LA CULTURA Y LA COMUNICACIÓN PRESENTA: ADRIANA BARRAGÁN NÁJERA ASESOR: DR. JOSÉ RAFAEL MAULEÓN RODRÍGUEZ CIUDAD DE MÉXICO ABRIL 2018 RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA SEGÚN ACUERDO NO. 20090139 DE FECHA 27 DE MARZO DE 2009. 1 INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1. LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA VIDA COTIDIANA Y SU MODELIZACIÓN EN EL PROGRAMA TELEVISIVO EL CHAVO DEL 8 1.1 Definición de vida cotidiana 1.2. Construcción televisiva de la vida cotidiana en el programa el Chavo del 8 1.2.1 Medios de comunicación: Programa El Chavo del 8 1.2.2 Asimilación: Personajes, sus frases, su lenguaje 1.2.3 Contexto social: Valores 1.2.4 Espacio público y privado: Vecindad 1.2.5 Socialización: Estereotipos 1.2.6 Cultura: Pobreza CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA EN EL DISCURSO COLONIZADOR DENTRO DE LAS NARRATIVAS MEDIÁTICAS 2.1 Violencia: su tipología 2.2 Violencia como poder y control 2.2.1 Violencia y control social 2.2.2 Poder simbólico y violencia 2.3 El discurso como violencia 2.3.1 Tipología del discurso violento 2.3.2 El discurso colonizador como discurso violento 2.3.3 El sujeto violentado 2.4 Narrativa de la violencia 2.4.1 Narrativa mediática 2.4.2 Personajes y atmósfera: la violencia en El Chavo del 8 CAPÍTULO 3. LA CONSTRUCCIÓN DE UN SISTEMA DE GÉNERO Y LAS PRÁCTICAS VIOLENTAS EN LOS PROGRAMAS CÓMICOS TELEVISIVOS 3.1 Construcción de género: femenino 3.2 Construcción de género: masculino 2 3.3. La construcción de género y las prácticas violentas. 3.3.1 La categoría de Cautiverio de Marcela Lagarde 3.3.2 Los otros Cautiverios 3.4. Lo femenino y masculino, sus prácticas violentas en los programas cómicos televisivos CONCLUSIONES FUENTES DE CONSULTA 3 INTRODUCCIÓN GENERAL El tema de la violencia ha sido abordado desde diversos enfoques teóricos1. En cuanto a la violencia simbólica mediática del siglo XXI en cuestiones de género, en la vida cotidiana y en la construcción de las relaciones sociales, debe ser observada fuera o más allá de los lenguajes políticos y mediáticos que solo la difunden, y reproducen de manera local con tintes testimoniales, cómicos, trágicos y anecdóticos, porque la violencia interacciona en el acto cotidiano desde distintas vertientes. Sin embargo, en su estudio y análisis no existe una conexión que permita vislumbrar la relación de distintas violencias y las instituciones que las legitiman, crean y fomentan. Por ello es importante abordar el fenómeno de la violencia mediática, la meta es cartografiarla, de tal forma que sus distintas aristas que resulten de ello permitan comprenderla. 1 Por ejemplo: el concepto de violencia simbólica a partir de Bourdieu (1999) permite describir las formas de violencia, no ejercidas mediante la fuerza física, sino a través de una imposición por parte de los sujetos dominantes a los sujetos dominados, estableciendo una visión del mundo, con roles sociales definido, con categorías cognitivas y estructuras mentales. Por otro lado está la perspectiva de Walter Benjamin (2001), quien menciona que toda violencia es un medio, porque es el poder que funda o conserva el derecho a través de ella, la violencia aspira a tener dos atributos para tener validez; el autor desarrolla los conceptos de la violencia mítica como fundadora de derecho y la violencia divina como destructora de derecho, la primera establece fronteras y la segunda arrasa con ellas; la mítica es culpabilizante y expiatoria, mientras que la divina es redentora, una amenaza y la otra golpea. Esta idea de la violencia fundadora del Derecho va ligada con el concepto de violencia que trabajará Hannah Arendt (1970), que permite entenderla como herramienta, medio que justifica el fin, arbitraria y sin sustituto en la vida política. Como se puede notar ante estas perspectivas, resulta necesario buscar vías conceptuales que permitan clarificar esos enfoques, con el fin de ofrecer una nueva mirada encaminada a entender y distinguir la violencia en nuestro tiempo y en nuestro contexto. Ello permite rebasar los discursos de la lamentación, la denuncia y las militancias en contra de la violencia paradójicamente violentas. En ese sentido, Foucault (1970) y su noción de discurso, permite entenderlo, por más que en apariencia sea poca cosa, las prohibiciones que recaen sobre él, su vinculación con el deseo y con el poder. Y esto no tiene nada de extraño: ya que el discurso —el psicoanálisis nos lo ha mostrado— no es simplemente lo que manifiesta (o encubre) el deseo; es también lo que es el objeto del deseo; y ya que —la historia no cesa de enseñárnoslo— el discurso no es simplemente aquello que traduce las luchas o los sistemas de dominación, sino aquello por lo que, y por medio de lo cual se lucha, aquel poder del que quiere uno adueñarse. 4 Esta investigación hace una revisión de la violencia a partir del análisis del programa el Chavo del 8, serie televisiva que resulta ser el objeto de estudio de esta investigación, en ella se expone la forma en cómo se reproduce la violencia, primero en un nivel micro y después a nivel macro. La serie fue seleccionada por su impacto en la televisión, ya que, desde sus inicios en la década de los setenta, ha sido aceptada y/o criticada. Es a finales de la década de los setentas, después de cinco años de que se comenzó a trasmitir el Chavo del 8, que el periodista Carlos Monsiváis escribió una crítica en la revista Proceso en la que manifestó que: … la serie se sostendrá finalmente sobre un solo gag2: el adulto que se viste y habla como niño. El público acepta la serie por la sagacidad (voluntaria e involuntaria) de la industria de la conciencia que demanda el encubrimiento de la banalidad y, para ello, convierte en humorístico lo que parece redituable. O te ríes de lo que te propongo como graciosísimo o no te ríes de nada. (en D’Artigues 179) Con esta crítica, el periodista señalaba que la serie se basaba solo en la burla, pero muy poco en el contenido reflexivo. Años más tarde, en 1984, Enrique Krauze, historiador, declaró lo siguiente: “Detesto particularmente las series para niños: he hecho esfuerzos desesperados para levantar a mi hijo de la lona mental donde, lunes a lunes, lo tiende Chespirito.” (en D’Artigues 179) A pesar de la crítica, en los años noventa el mismo Krauze le dedicó un programa de su serie México, Siglo Nuevo, en el que recorría la trayectoria personal y 2 Burla, chiste o broma. 5 profesional de Roberto Gómez Bolaños, se pone en evidencia su impacto televisivo, su aceptación en varios países y su alto raiting. A su vez, Raúl Trejo Delarbre alguna vez comentó que: “Chespirito era un actor de recursos histriónicos, que no se durmió en sus laureles, pero hizo un estereotipo. Contribuyó al empobrecimiento de las opciones culturales, la vulgarización del lenguaje.” (en D’Artigues 179) Gómez Bolaños no disimuló el enfado cuando habló de lo mal recibido que habían sido sus programas y sus obras de teatro, por la clase intelectual mexicana. Si bien El Chavo del 8 es el único programa en el mundo que se ha trasmitido simultáneamente en 15 países. Para el 2014 había alcanzado ya a trasmitirse en 20 países incluyendo China, ha sido un éxito en los países de habla portuguesa y en sitios tan apartados como Indonesia y Singapur. Este programa se instaló en la televisión chilena a partir de 1977, para 1990 Megavisión lo anunciaba como: “Es la historia de un pequeño pobre y sin recursos que vive en una vecindad que podría ser también un cité criollo, el paisaje de una popular población de Santiago”. El Chavo del 8 es uno de los productos de más alta sintonía de las pantallas de Megavisión. En 19783 llegaron los actores del programa a Chile, se suspendieron las clases y los alumnos fueron a recibirlos, las autoridades del Ministerio de Educación concedieron el asueto general e informaron que otorgaban a la gente la oportunidad de recibir a su ídolo. En Valparaíso, la multitud permaneció horas enteras a las puertas del hotel, mostrándose feliz por el simple hecho de saber que estaban muy cerca del Chavo del Ocho, la gente espontáneamente 3 La cronología de sucesos que se relata a continuación se puede consultar en Gómez Bolaños Roberto, El Diario del Chavo del ocho , pp.155-163 6 cantó el tema “Que bonita vecindad”, llenaron el Estadio Nacional de Santiago de Chile y se presentaron en la Quinta Vergara. Mientras que en Caracas, Venezuela, los empleados del hipódromo no llegaron a tiempo a su trabajo; las tres primeras carreras transcurrieron sin taquilleros que atendieran las apuestas y la empresa dejó de ganar porque la gente que llenaba el camino, se dirigía a ver al Chavo del 8 en el auditorio El Poliedro, cerca del hipódromo. En Buenos Aires, Argentina y Lima, Perú la gente acudió a darle la bienvenida al aeropuerto hasta en triciclos. En Puerto Rico se le entregaron las llaves de la ciudad; en Nueva York, Estados Unidos, llenaron al Madison Square Garden, allí la gente se reía y aplaudia, a la par; un policía afroamericano se acercó al Chavo y le dijo ‘I don’t kwow a damm word in spanish... but you are wonderful’ y estrechó efusivamente su mano. Lo que expresaba era que no entendía una maldita palabra en español, pero era maravilloso.