Redalyc.Cosmovisión, Tradición Oral Y Práctica Religiosa Contemporánea
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Alteridades ISSN: 0188-7017 [email protected] Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa México PORTAL ARIOSA, MARÍA ANA Cosmovisión, tradición oral y práctica religiosa contemporánea en Tlalpan y Milpa Alta Alteridades, vol. 5, núm. 9, 1995, pp. 41-50 Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74711352004 Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto ALTERIDADES, 1995 5 (9): Págs. 41-50 Cosmovisión, tradición oral y práctica religiosa contemporánea en Tlalpan y Milpa Alta MARÍA ANA PORTAL ARIOSA* Las prácticas religiosas en las zonas urbanas de Un elemento fundamental que distingue a los nuestro país son una cuestión poco analizada por la pueblos de otros asentamientos urbanos es su vínculo antropología mexicana contemporánea, la cual ancestral con la tierra, aun cuando la actividad agrí- generalmente ha centrado su mirada en la religiosidad cola haya sido desplazada. Este vínculo comúnmen- de grupos étnicos y rurales. Sin embargo, en años te está arraigado en una estructura prehispánica de recientes, la exploración de fenómenos culturales en pensamiento, la cual, a pesar de las evidentes trans- las grandes ciudades nos abre el complejo y fascinante formaciones por el paso del tiempo, permanece como universo de la relación entre el hombre y lo sagrado en eje de la organización social y de la visión que estos un escenario social diferente: el de la urbe, poblada pobladores tienen sobre el mundo que los rodea. por ciudadanos mestizos, inmersos en acelerados Dentro de esta cosmovisión mestiza encontramos procesos de “modernización” y cuyas actividades un eje organizativo fundamental: el de la práctica reli- productivas no se relacionan prioritariamente con giosa católica relacionada con la organización festiva actividades agrícolas. en torno a la imagen del santo patrono del pueblo. Esta transformación, para el caso del Distrito Fe- Dicha organización trasciende el acto ritual festivo deral, se debe en parte al acelerado proceso de ur- para convertirse en una compleja red social a partir banización e industrialización del Valle de México, del llamado sistema de cargos. provocando la modificación jurídico-administrativa Mi hipótesis central es que el vínculo que establece de espacios geográficos y sociales que antes no for- cada pueblo con su santo patrón sólo se puede com- maban parte del área metropolitana y que a partir de prender a profundidad si lo ubicamos dentro de una 1928 fueron incorporados a la urbe, con las impli- cosmovisión mayor, la cual, aún en el caso urbano o caciones políticas, jurídicas, económicas y sociales semiurbano, como el que analizaremos aquí, contiene que esto conlleva. una profunda raíz prehispánica. En este sentido, lo que hoy conocemos como Distrito Esta cosmovisión,1 enraizada en estructuras de Federal (D.F.) está constituido por un conjunto de pensamiento indígena, se ha refuncionalizado en el espacios sociales muy diversos, que han sido integrados tiempo integrando a ese marco conceptual prehispá- a la rígida estructura delegacional buscando una nico elementos modernos, lo cual posibilita que la cierta unidad, pero cuyo entramado manifiesto (colo- visión del mundo se mantenga vigente. De tal suerte nias, barrios, pueblos, etcétera) es producto de procesos que lo que tenemos ante nosotros no es un fenómeno históricos y sociales particulares, lo cual se traduce en arcaico o una reminiscencia del pasado, sino una formas distintas de comprender y ordenar el mundo y práctica religiosa híbrida, que representa uno de los de construir los referentes identitarios propios. pilares de la construcción de la imagen del mundo moderno, a través de la cual estos grupos construyen * Departamento de Antropología, Universidad Autónoma su identidad, ya no como campesinos, sino como Metropolitana-Iztapalapa. ciudadanos del D.F. Cosmovisión, tradición oral y práctica religiosa contemporánea en Tlalpan y Milpa Alta El trabajo que aquí presento explora algunas de las le otorga a dicho vínculo con la tierra y el profundo prácticas religiosas que se realizan actualmente entre contenido sagrado del mismo, que se produce y repro- los pueblos de las delegaciones políticas de Tlalpan2 y duce una forma particular de “ser en el mundo”. Tam- Milpa Alta, en México, D.F. Particularmente haré refe- bién de allí se desprende la importancia que tienen las rencia a aquellos mitos y rituales vinculados con los prácticas religiosas en la organización social de dichos santos patronales y con la adoración a los cerros.3 pueblos. Tlalpan y Milpa Alta, ubicadas al sur del D.F., Es importante hacer notar que la denominación de (Mapa 1) son consideradas, junto con Xochimilco, Tlá- “rurales” no obedece, o cuando menos no actualmente, huac, Contreras y Cuajimalpa, delegaciones “rurales” a criterios reales en lo estrictamente económico o en dentro de la urbe, por ser espacios originalmente agrí- realción al tipo de producción, ya que el acelerado colas que, hace más de sesenta años, fueron incorpora- crecimiento de la mancha urbana y la cada vez mayor dos a la estructura jurídico/administrativa del D.F. necesidad de vivienda ha ido en detrimento de las Este “ser rurales en la urbe” es un referente cen- áreas cultivables, que antaño constituían parte funda- tral para la construcción de identidades sociales urba- mental de la actividad humana de la zona. Formal- nas contemporáneas, cuando menos para el caso de mente, definido desde la ciudad y sus autoridades, la México, no sólo porque como vemos en el mapa 1, una denominación permanece y representa una suerte de gran parte del territorio del D.F. mantiene estas carac- referente simbólico que contrasta y distingue tipos de terísticas, sino sobre todo porque en este espacio población y formas de vida en nuestra urbe, más allá considerado como rural, el vínculo con la tierra es lo de que el censo demuestre que la actividad agrícola del que da a los habitantes de los pueblos de dichas dele- D.F. es cada vez menor y que el sector terciario resulta gaciones una manera específica de organizar su mundo el preponderante. Esta cuestión llama la atención, y sus prácticas.4 Es a partir de la significación que se pues la manera como se define y se nombra el espacio social de un grupo humano desde “afuera” (en este Mapa 1. Delegaciones políticas del D.F. caso desde afuera lo representa la ciudad) conlleva referentes que inciden en la manera en que el grupo se autonombra y construye su identidad. La elección de estas dos delegaciones que comparten un mismo denominador: lo rural, nos permite observar que a pesar de ello, sus procesos particulares son en Gustavo A. extremo diferentes. Así, aun cuando Tlalpan y Milpa Madero Azcapotzalco Alta sean delegaciones colindantes no podemos consi- derarlas como parte de una región homogénea, ya que V. Carranza sus características sociales, económicas e históricas Miguel son divergentes. Hidalgo Cuauhtémoc En el cuadro 1 vemos que aunque no es mucha la Iztacalco diferencia en la extensión territorial de cada una de Benito Alvaro Juárez ellas, la densidad de población es mucho mayor en Obregón Iztapalapa Tlalpan, lo cual ha provocado una fuerte presión so- Cuajimalpa bre la tierra, particularmente sobre terrenos dedica- de Morelos Coyoacán dos a la producción agropecuaria. De allí, que mientras Tláhuac Milpa Alta se dedica de manera prioritaria al cultivo del nopal, la crianza de borregos y la producción y venta de mole, Tlalpan ha sufrido una importante Magdalena Contreras transformación, pasando de ser un ámbito eminen- Xochimilco temente agrícola hasta antes de la década de los Tlalpan cincuenta, a uno de prestadores de servicios en la ac- tualidad. De tal suerte que, según el censo de 1990, sólo un 1.9 por ciento de su población económicamente Milpa Alta activa se dedicaba a las actividades agropecuarias. Asimismo, vemos que el tipo de asentamientos también es diferente; en Milpa Alta sólo hay pueblos, en Tlalpan hay, además de pueblos, colonias y barrios. Esto es significativo ya que los barrios son producto de 42 María Ana Portal Ariosa CUADRO 1. Datos Generales de las Delegaciones de Tlalpan y Milpa Alta Tlalpan Milpa Alta Extensión territorial 309.72 km2 281 km2 Por ciento del territorio en el D.F. 20.66% 19.18% No. de habitantes 484,866 74,000 Constituida por: 74 colonias 11 pueblos 11 barios una villa 8 pueblos Pueblos que la conforman: San Pedro Mártir Villa Milpa Alta San Andrés Totoltepec San Lorenzo Tlacoyucan San Miguel Ajusco San Juan Tepenahuac Santo Tomás Ajusco San Agustín Ohtenco La Magdalena Petlacalco San Fco. Tecoxpan San Miguel Xicalco San Pedro Actopan San Miguel Topilejo San Antonio Tecomitl Parres Santa Ana Tlacotenco San Pablo Oztotepec San Bartolomé Xocomulco San Salvador Cuauhtenco un proceso de urbanización muy largo iniciado en el y sus costumbres a través de las crónicas, lograron siglo XVI; los pueblos se constituyeron durante el siglo sistematizar un cúmulo importante de conocimiento, XVI como producto de la política demográfica colonial, para lo cual tuvieron que hacer “recordar” a los po- a partir de la cual se congregaron los grupos indíge- bladores indígenas su pasado y sus costumbres. Ello nas que habitaban en la zona en poblados dispersos; permitió a los pobladores sistematizar