Analisis Oriente Antioqueño FINAL.Indd
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Oriente antioqueño: Análisis de la confl ictividad Asdi Bruno Moro Representante Residente, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD María del Carmen Sacasa Directora de País A.I. Elaborado por Área de Paz, Desarrollo y Reconciliación Alessandro Preti Coordinador del Área de Paz, Desarrollo y Reconciliación Olga González Reyes Astrid Elena Villegas Unidad de Análisis Carlos Iván Lopera Jorge Iván Rincón Ofi cina territorial del Oriente antioqueño Fotografía de portada: Emiro Marín Carvajal Reconocimiento especial Dirección de Prevención de Crisis y Recuperación del PNUD, Nueva York (BCPR, por su sigla en inglés) Agradecimientos Emiro Marín C., Inforiente. Observatorio de Paz y Reconciliación del Oriente antioqueño. Diseño, impresión y acabados Impresol PBX: 2508244 www.impresolediciones.com Documento de trabajo de PNUD para su uso interno Las opiniones y planteamientos expresados no refl ejan necesariamente las opiniones del PNUD, su junta directiva, ni los Estados miembros. Junio de 2010 El análisis que se presenta a continuación se basa en entrevistas realizadas en el territorio en el marco del proceso de investigación participativa denominado "Capacidades locales de paz en Oriente antioqueño" de la Corporación Justicia y Paz y el proyecto ART - REDES DEL PNUD, actualmente en proceso de publicación. También fueron de utilidad otras investigaciones sobre la región. Su elaboración sigue la metodología “Análisis del desarrollo relacionado con el confl icto” (Confl ict-related Development Análisis - CDA, por su sigla en inglés), herramienta preparada por la Dirección para la Prevención de Crisis y la Recuperación del PNUD (Bureau for Crisis Prevention and Recovery (BCPR), utilizada en diferentes países del mundo. Contenido 4 Antecedentes 5 Las causas estructurales y coyunturales y los actores 5 Confrontaciones derivadas del cambio de fuente de producción De la agricultura campesina a los megaproyectos 9 Entre la hegemonía y los movimientos cívicos 12 Confrontación de los grupos armados 18 Actores locales de paz y sus capacidades de construcción de paz 24 Situación actual y dinámicas 24 Estancamiento en el desarrollo humano 26 La recuperación social del territorio 27 La presencia de actores armados en la región 30 Los actores armados en la política y la gobernabilidad local 31 Las manifestaciones de la violencia 46 Escenarios posibles y tendencias 46 La difícil situación humanitaria tiende a continuar 47 Procesos hacia el restablecimiento de la población y garantías de los derechos de las víctimas 48 Se reafi rma la intervención cívico-militar 48 La presencia de los actores armados tiende a continuar 49 La gobernabilidad, entre los movimientos cívicos y la presión armada 50 Identifi cación de caminos a seguir 50 Transformación de confl ictos, cultura de paz, prevención y mitigación de efectos del confl icto 51 Verdad, justicia, reparación y derechos humanos 52 Gobernabilidad, democracia local y construcción de paz 53 Desarrollo social y económico sostenible para la paz 1. Antecedentes Mapa OCHA La región de Oriente, en el departamento de Antioquia, comprende 23 municipios que ocupan un territorio de 7.021 km2. Cuenta con una población de 522.819 habitantes, según el censo de 2005, de los cuales el 55% vive en las zonas urbanas y el 45% en las zonas ru- rales. Es una zona rica en diversidad biofísica y en aguas, con las cuencas de los ríos Nare, Río Negro, El Buey, Calderas, Ríoclaro, Samaná Norte y Samaná Sur. Los 23 municipios están distribuidos en cuatro subregiones: Altiplano: abarca los municipios de Rionegro, La Ceja, El Carmen de Viboral, Marinilla, Guarne, Santuario, San Vicente, La Unión y El Retiro. Concentra el 60% de la población. Es la subregión más desarrollada del Oriente, especialmente en las áreas de servicios, industria y comercio y, en menor medida, en la producción tecnifi cada de agricultura. Embalses: con los municipios de Alejandría, Concepción, Granada, Guatapé, Peñol, San Carlos y San Rafael. Vio buena parte de sus tierras agrícolas inundadas por la construcción • de embalses para la generación de energía hidroeléctrica. Por esto, la economía campesina, que era la vocación de su población, decayó y fue cambiada por el turismo. Páramo: La conforman Abejorral, Sonsón, Nariño y Argelia. El 66,6% es una población y región principalmente rural que vive de la agricultura y cultiva café, panela, papa, fríjol, maíz, Paz frutales y ganado de leche. • Bosques: comprende los municipios de Cocorná, San Francisco y San Luis. Esta subre- gión es esencialmente rural (70,7% de la población) y combina la economía campesina, la silvicultura y el comercio informal, pues es atravesada por la autopista Medellín-Bogotá. En la región del Oriente antioqueño se encuentran dos zonas diferenciadas por su dis- tancia física, pero también por sus características culturales: el Oriente cercano y el Oriente lejano. El Oriente cercano tuvo a lo largo de varias décadas dos grandes centros de poder económico y político: Marinilla y Rionegro, ambos con fuerte influencia de la Iglesia, el Partido Conservador y las élites locales, que moldearon un tipo de sociedad cohesionada social y políticamente. Aunque Marinilla se identificaba políticamente como conservador y Rionegro como liberal, ambos impulsaron el desarrollo del comercio, la industria y la agricultura. El Oriente lejano tuvo una colonización más dispersa, que conformó una estructura so- cial con menores niveles de organización y mayores posibilidades de independencia. Estos territorios sirvieron de refugio a los indígenas de los resguardos de El Peñol, San Antonio de Pereira y Sabaletas, así como a los campesinos desposeídos de sus tierras por los hacen- dados dueños de haciendas ganaderas. Allí, la violencia de mediados de siglo XX tuvo un notable impacto por la presencia de “Los Pájaros” y la “chusma liberal”, que se enfrentaron en una guerra de 15 años. El Oriente lejano empieza a adquirir importancia económica a partir de la década de 1960 con la construcción de las hidroeléctricas de Guatapé, San Carlos, de Jaguas y Calderas, la extensión de las líneas de energía y la construcción de la autopista Medellín-Bogotá. En la actualidad, el Oriente antioqueño junto con el Magdalena generan el 25% de la energía del país. Sin embargo, el manejo excluyente que se ha dado a estos proyectos los ha convertido en fuente de conflicto. 2. Las causas estructurales y coyunturales y los actores Confrontaciones derivadas del cambio de fuente de producción. De la agricultura campesina a los megaproyectos Desde la década de 1960, el Oriente antioqueño empezó a ser centro de proyectos de modernización e industrialización. A la amplia región de minifundios agrícolas que era el Altiplano fueron llegando nuevos proyectos productivos que causaron cambios radicales para la vida de la población. Algunos de estos cambios se convirtieron en causa de un fuerte confl icto. Inicialmente fue la industrialización, que se engendró en Rionegro. Esto trajo transforma- ciones en el entorno y en la dinámica social y económica del Altiplano con la vinculación de buena parte de la población al trabajo en las fábricas y la llegada a la región de centenares de familias en busca de empleo. Tales circunstancias aceleraron la urbanización de Rionegro y los municipios cercanos y, además, se desbordó la capacidad para satisfacer las necesidades básicas de los habitantes. Al mismo tiempo, numerosas familias de clase alta y media-alta invirtieron en la región comprando fi ncas de recreo, lo que cambió la vocación de la tierra y elevó sus precios. A partir de 1970, como parte de la búsqueda de salidas a la crisis energética que afron- taba el país, se determinó el Oriente como sede de distintas centrales hidroeléctricas que aprovecharían las riquezas hídricas naturales de la cuenca del río Nare. Los cambios de población ocurridos a raíz de la construcción de los embalses sobre las tierras de los campesinos y de la autopista Medellín-Bogotá trajeron situaciones que afectaron seriamente a la población local. “Uno de los municipios más afectados fue El Peñol, cuyo casco urbano fue trasladado en su totalidad. En 1970 se dieron inundaciones en las zonas rurales del municipio y ocho años después esta situación se presentaba en el área urbana. La comunidad se enfrentó a la reubicación en nuevas tierras, la urbanización de El Nuevo Peñol y a cambios sociolaborales1. De repente la pequeña localidad se vio invadida de maquinaria pesada y de numerosos foráneos. Se vivió la especulación en la compra y venta de tierras, paros de protesta, trabajo en masa para pobladores y emigración de otros, un giro en la economía local e incremento de la población”2. Guatapé fue otro de los municipios afectados. Su vida y paisaje dieron un giro radical con la construcción de la central hidroeléctrica de Guatapé. Muchos propietarios vendieron sus tierras para el embalse y la hidroeléctrica y se desplazaron hacia la Costa, los Llanos y el Eje Cafetero. Los campesinos de los municipios inundados vieron acabada su producción agrícola y migraron hacia Medellín y otras zonas del país. Los minifundistas que se trasladaron a las cabeceras municipales tenían que competir en desventaja –debido a su desadaptación al • 1 Tomado de “Capacidades locales de paz en el Oriente antioqueño”, documento en proceso de publicación, del proyecto ART - REDES del PNUD y la Corporación Justicia y Paz. 2 Ibídem. medio urbano– con todas las familias que llegaban en busca de empleo ante el boom de y región la industrialización. Paz Estos cambios en la composición