Músicas del mundo

EL ARRANQUE ()

Miércoles 19 de noviembre de 2003· 7:30 p.m.

SALA DE CON IERTO

BANCO DE LA REPÚBLICA O

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Camilo Ferrero, primer bandoneón Juan Ramiro Boero, egundo bandoneón Ramiro Gallo, primer violín Pedro Pablo Pedroso segundo violín 1 Martín Vazquez, guitarra y bajo Arie) Rodríguez, piano Ignacio Varchausky, contrabajo Ariel Ardit, voz

e de su formación en 1996, El Arranque ha ganado una excelente reputación como la orque ta de tango integrada por mú ico jóvene , má importante en el mundo. Recientement r alizó una erie de concierto junto a Wynton Mar ali y la Lincoln Center Jazz Orche tra en el Lincoln Center de ueva York, varias funcione en el Festival Bueno Aire Tango del Teatro Nacional Palai Chaillot de Paris, y má de 50 concierto en todo Japón producidos por la famo a MIN-ON Concert As ociation. A í mi mo El Arranque es parte integral y vibrante de la escena de tango de Buenos Aire, en donde toca tanto en teatro y ala como en la Milonga (alones de baile) más populares.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. En u primer año El Arranque desarrolló un repertorio bailable que fue rápidamente aceptado y celebrado por la comunidad de tango, y hacia finales de 1997 había realizado más de 200 espectáculos en . En 1998 la agrupación fue invitada a grabar su primer disco compacto para la compañía Vaiven. E te disco fue apadrinado por dos figuras legendarias de la historia del Tango: el bandoneonista Leopoldo Federico y la cantante Nelly Ornar. Fue un éxito de ventas y logró amplia difusión radial en todo el país. En el mismo año adelantó su primera gira europea y dio conciertos en Berlín, Dresde y Stuttgart. En diciembre fue invitado por el gobierno de Buenos Aires para cerrar el primer Festival internacional de tango de esa ciudad, con un gran espectáculo para 3.000 personas al aire libre sobre la Avenida Corrientes. Este evento tuvo enorme repercusión entre el público y la prensa; lo principales diarios del país -El Clarín y La Nación• describieron a El Arranque como la "revelación del año".

El éxito en Buenos Aires y la amplia difusión que tuvo el primer 2 disco condujeron a una segunda y más amplia gira europea en 1999, que comprendió 20 conciertos en doce ciudades e incluyó grande capitale como Londres, Paris, Milán y Berna. En diciembre el conjunto fue nuevamente invitado a cerrar el Festival de tango de Buenos Aires. En 2000 El Arranque continuó presentándose en salas y teatros de Buenos Aires y Europa (Festival Romaeuropa, Lausanne y Stuttgart). Además regresó al estudio de grabación para producir su segundo di co, titulado Cabulero, publicado por BAM-EPSA Music y apadrinado por el gran Maestro José Libertella, fundador y director del legendario Sexteto Mayor.

En 2001 El Arranque tocó en 15 ciudades de Holanda, incluyendo el famoso Teatro Carré de Ám terdam, con el e pectáculo Tango Tango de Buenos Aires. En ese mismo periplo el grupo visitó varias ciudades de Suecia, Alemania y Suiza. A su regre o a Buenos Aires presentó su nuevo di co Cabulero, el cual incluyó por primera vez en un disco un track interactivo: un video clip para ver en el computador. Esta grabación obtuvo excelentes críticas de lo medios especializados y gran acogida entre el

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. público. En mayo de e e mi mo año El Arranque viajó a Nueva York para tocar junto a la Lincoln Center Jazz Orche tra dirigida por Wynton Mar aliso En e tos concierto se dieron a conocer dos trabajo originales especialmente e crito por Wynton Marsalis (Concerto Grosso) y por Ramiro Gallo (Suite Borgeana). Para cerrar e a temporada, luego de tre conciertos con ala llena en el Teatro Nacional Palais Chaillot de Paris la agrupación fue invitada a actuar en el Festival del Grec en Barcelona, el Teatro Trinidad de Lisboa, el Festival de Otoño de Madrid y nuevamente en varias ciudades de Alemania.

Entre enero y abril de 2002 El Arranque ofreció más de 50 concier­ tos en 40 ciudade de Japón y diez en Taiwán, convocados por la prestigiosa Min-On Concert As ociation. Esta gira es considerada la má importante y prestigiosa en la escena actual del tango a ni­ vel mundial. Inmediatamente de pué presentó dos concierto en el famoso Kennedy Center de Washington, D. C. en el marco del Festival Americartes. A u regre o lanzó su tercer disco, titulado Clásicos. Este nuevo trabajo e tuvo entre los discos más vendidos 3 en las disqueras más importantes de Buenos Aire (Musimundo, Zival' ). En noviembre de ese año la agrupación viajó nuevamen- te a Europa para registrar su primer disco en vivo; el concierto e realizó en el prestigioso auditorio de la RETE 2 de Lugano (Suiza), en el cual han grabado muchos de los solistas más de tacados de la música clásica. La gira continuó por Italia, Alemania y finalizó con cinco concierto en el Porchester Hall de Londres.

A comienzo de 2003 El Arranque recorrió diez ciudades d Noruega en la cuales ofreció concierto a través del Rikskon ertene (Conciertos del Rey) yel Norwegian ConcertInstitute, pre entacione que tuvieron un amplio de pliegue en los medio noruegos.

Recientemente El Arranque terminó de grabar un disco junto a la cantante , que será presentado en Bueno Aires. Mientras se avoca a la preproducción de su nueva grabación, la cual incluirá piezas originales de los integrantes del grupo y de otros colegas de su misma generación, el grupo prepara su primera

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PROGRAMA

Tema otoñal ENRIQUE MARIO FRANCINI (1916 - 1978)

El pollo Ricardo LUIS ALBERTO FERNÁNDEZ (1897 - 1947)

La guitarrera FRANCISCO BRANCATTI (1890 - 1980)

Volver CARLOS GARDEL Canta Ariel Ardit (1887 - 1935) ALFREDO LEPERA (1900 - 1935)

A media luz EDGARDO DONATO (1897 - 1963) 4 CARLOS CÉSAR LENZI (1895 - 1963)

Cuando tú no estas CARLOS GARDELI Canta Ariel Ardit ALFREDO LEPERAI MARIO BATTISTELLA (1893 - 1968)

Bajo el cono azul ALFREDO DE ANGELIS Canta Ariel Ardit (1912-1992) CARMELO VOLPE

El choclo ANGEL GREGORIO VILLOLDO (1868?-1919)

Melodla cú arrabal CARLOS GARDEL/ALFREDO Canta Arie! Ardit LEPERA

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. INTERMEDIO

A los míos OSVALDO MONTES (1944)

Remolino ALFREDO DEANGELIS/ Canta Arie! Ardit JOSÉ ROTULO

Monólogo CARLOS PAZO

Canaro en París JORGE SCARPINO (1896-1974) ALEJANDRO SCARPINO JUAN CALDARELLA (1891-?) 5 El día que me quieras CARLOS GARDEL/ALFREDO Canta Arie! Ardit LEPERA

La Cumparsita GERARDO MATOS RODRfGUEZ (1897-1948) ENRIQUE P. MARONI (1887-1957)

Mariposita ANSELMO AlETA Canta Arie! Ardit (1896-1964) FRANCISCO GARCfA (1899 - 1983)

CONCIERTO No. 85

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL TANGO O LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA

Carlos Kaltberg

Mil novecientos diecisiete. El siglo veinte cumple tres años, luego de su ominoso nacimiento en Sarajevo. Es abril. En la fría Petrogrado, ya depuesto el Zar por la revolución de febrero, Lenin desciende de un tren en la estación Finlandia y expone sus Tesis de abril. De aquí en adelante el triunfo bolchevique será un hecho. En los fangales de Flandes, el general Nivelle, comandante en jefe de las fuerzas aliadas, inicia desde Arras su malograda ofensiva. Llueve sin pausa en el frente occidental; la carnicería no cesa. El sexto día del mismo mes los Estados Unidos declaran la guerra a Alemania; la Primera Guerra cambiará de cauce. El día 26, en Montevideo, un oficio de la casa Breyer Hermanos comunica a Gerardo Matos Rodríguez, estudiante de arquitectura, lo siguiente: 6 Muy Señor nuestro: Contestando a su atenta carta del 25 corriente, lamentamos tener que decirle que no nos es conveniente aceptar su oferta por la propiedad de su Tango "La Cumparsita". Ampliando nuestra propuesta anterior le ofrece­ mos $50, moneda nacional, más 30 ejemplares de la obra, una vez impresa, esperando su decisión al respecto, para en ca o de su negativa devolverle el original. Le saludan muy atentamente,

¿Qué pueden tener en común los grandes acontecimientos de 1917 con ese prosaico oficio dirigido a un estudiante 'varado'? .. La respuesta, aunque no previsible, es categórica: el nacimiento de nuestra época; de la era de la incertidumbre, de los totalitarismo , de las utopías meteóricamente disparadas para fatalmente estrellarse. Momento que vio la luz en la noche del 29 de mayo de

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1913 cuando en el Théatre des Champs-Ély ée Igor Stravinsky e trenó su Consagración de la primavera, y que entró en escena un año antes al clavar e las balas de Gavrilo Princip en el pecho del archiduque Francisco Fernando, ese soleado 28 de junio de 1914, último día de la belle epoque. En ese escenario La cumparsita hubiera tenido cabida perfecta, pues pese a que la Casa Breyer no se mostró muy entusia mada con la pieza, pronto ésta se convertiría en el tango más famoso de todos los tiempos, gracias al arreglo de Roberto Firpo. Con la Primera Guerra Mundial, con la Revolución de Octubre y con el tango surge la modernidad~ la modernidad de los cubistas y dadás, de las alucinaciones poéticas de Huidobro y Maiakovski, del culto a la decadencia profesado por D'Anunzio y Thomas Mann.

No podía ser de otra manera. El tango e el resumen de todo lo moderno: de la mezcla forzada de naciones y razas, de la antinomia entre ciudad y campo, de la nostalgia por el mundo perdido bajo las aguas del capitalismo. Aunque nace en los 7 lupanares y conventillos del Río de la Plata, en las academias y casas de lenocinio de ciudades del Sur cuyo común denominador es el desarraigo, tiene que viajar a Europa para volverse la música del siglo veinte. Son los marineros de la fragata Sarmiento quienes lo diseminan en sus noches de desahogo etílico, en Marsella, en Zeebrugge, en Oporto, allá por 1905. Pronto se vuelve el baile del momento. El Papa lo censura, el Káiser lo prohíbe, el momento lo impone. Gustav Mahler lo incorpora a su lúgubre sexta sinfonía, Serge Diaghilev lo vuelve coreografía de sus Ballets russes y así lo baila el ídolo del momento, el demencial Nijinsky. El mismo año de La consagración de la primavera, en la cual Nijin ky crea la danza contemporánea, Jean Richepin presenta el tango a la Academia Francesa.

En Rites of spring, su clásico estudio sobre la gran guerra y el nacimiento de la era moderna, Modris Eksteins dice que "el mundo de 1893, cuando un manual de etiqueta francés había declarado que un joven respetable jamás podría sentarse en el mismo lugar

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. que una muchacha, parecía, veinte años despué , po ltIvamente medieval". BIas Matamoro nos recuerda que "el tango da nombre a tés y veladas de moda, y hasta a un color de vestidos, más o menos lo que hoy llamamos butano." Jean Cocteau, testigo de excepción de aquellos tiempos, describe así la fiebre de la época, en alguna página de Le passé défini:

Todo el mundo había enloquecido. Era 1913. Soto y su primo Manolo Martínez habían traído el tango de la Argentina en un gramófono. Vivían en un hotelito en Montmorency. Allí se veían viejas damas que jamás habían salido de sus casa , y jóvenes mujeres revoltosas de la alta sociedad. Viejas y jóvenes bailaban pegadas a Soto y Martínez. Si se piensa bien, la locura del tango era increíble. Marcaba el de a tre del barrio Saint-Germain y anunciaba la guerra. Toda la ciudad bailaba el tango, cuyas figuras, entonces, eran muy complicadas. Gruesos señores caminaban gravemente, marcando el compás, se 8 detenían obre una pierna y levantaban la otra como un perro que orina, mostrando la suelas de los escarpines lustrosos, y se asentaban el cabello con goma argentina. La edad no tenía importancia. Se tangueaba.

Los primeros tangos que llegaron al viejo continente fueron los últimos que produjo la Guardia Vieja, la de los primeros artífice del género, que aún se acompañaba de flauta, violín y piano en prostíbulos como "lo de María la Va ca" o alone sociales como "lo de Hansen". El bandoneón, e e aporte de Alemania a la música porteña, apenas si empezaba a figurar con los solos del Tigre Arolas y Arturo Bemstein. Ángel Villoldo, autor de El choclo, interpreta­ ba sus obras en la guitarra y la armónica. Todavía era un baile de auténticos malevos; baile de hombres con hombres, o de hombres con mujerzuela ,casi todas traídas de Europa con la promesa de un matrimonio feliz en el País de Jauja. "Por aquel entonces -escri­ be Rafael Flores-, los llamados 'niños-bien', provenientes de la familias adineradas, conformaban pandillas llamadas la 'Indiada'

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -luego la 'Patota'- para bajar al uburbio, a la tiniebla del tango, en busca de aventuras y emociones fuertes. Bajaban a la tiniebla del tango, a su explosión dionisíaca y festiva en los ambientes donde se­ ñoreaban el compadre y apadrinadas madamas. Allí se rinde culto al coraje individual, los hombres se enfrentan a muerte empuñando en su mano el consabido cuchillo."

Pero cruzando el Atlántico, el tango toma otro cariz. La Gran Guerra le cubre de un manto de ensueño; ya no es sólo una moda sino un escape. París, Barcelona, Berlín, se vuelven los grandes epicentros del género, como también Montevideo y Buenos Aires. Montmartre ingresa a la geografía del tango, alIado de Corrientes y Esmeralda, del Riachuelo, de Suárez y Necochea. Allí se foguea la Guardia Nueva, la que da el papel protagónico al bandoneón y al piano, y le añade ese nuevo instrumento humano, el "estribilli ta", que canta a la hora del refrán. Allí se hace famoso , el antiguo albañil de San José de Mayo, quien hace de filar por las calles de París a u orquesta típica con sus integrantes disfrazados 9 de gauchos. Allí encuentra inspiración Enrique Cadícamo, el gran poeta de la urbe porteña, para escribir ('Anclao en París '.' Y lo mi mo sucede en Nueva York, a donde parte el bailarín Casimiro Aín acompañado de sus bandoneonístas Ferrer y Filipotto. En la modesta pensión que ocupan en Manhattan, comparten habitación con el albañil italiano Rodolfo Guglielmi D'Antononguolla y le enseñan los pasos bá icos. Poco tiempo después, éste mismo, ahora llamado Rodolfo Valentino, impone su versión "apache" del baile en la película Los cuatro jinetes del Apocalipsis, cuyo libreto retrata y sutura, muy a lo Hollywood, la heridas de la guerra. Pronto el "apache" será obligado para todos los modernos de uno y otro lado del océano. Lo bailan los fascistas en sus juergas y los surrealistas en su atelier. Lo bailan John Reed en Moscú y Tina Modotti en México, y Kim Philby en España. Conspiradores de todos los países, ¡uníos ... y bailad el tango!

Mientras tanto, a orillas del Plata, el tango ha regresado como una importación. La Guardia Nueva lo cultiva en el Chantecler,

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. en el Café Garibotto, en el Royal Pigalle, en los 'Baile del internado". Ya hace tiempo que dejó de ser un baile de taura y compadritos; ahora estos son parte de una mitología que crece decididamente y que se expresa en un sinnúmero de piezas: en A media luz, en Malevaje, en Duelo criollo, y en una filosofía que luego Borges dejará esbozada en su Evaristo Carriego. En el célebre Armenonville, en el mítico 1913 de la Consagración de la primavera, se presentan por vez primera "el morocho del Abasto" Carlos Gardel y "el oriental" José Razzano cantando aires camperos. Nacen los ensambles de Juan Maglio, de Vicente Greco y del propio Canaro; poco tiempo después, Juan Carlos Cobían y Osvaldo Fresedo conforman los primeros sextetos, bajo la influencia de las agrupaciones estadounidenses de Jazz que circundan el continente. Para entonces el tango es mucho más que una moda o que un baile. Repatriado en el Sur se convierte en una tradición viva, cada vez más rayana en el canon clásico. Las armonizaciones verdaderamente polifónicas de Julio de Caro abrirán paso, poco tiempo después, a las audacias de Osvaldo 10 Pugliese, de Osmar Maderna, de Enrique Francini, de Horacio Salgan, y de éstos nacerán "Pichuco" Troilo y Ástor Piazzola. Aunque nunca se divorcia de su raigambre callejera, el tango, para la década de los treinta, es una música inteligente. Stravinsky, Britten, Weill y Schostakovich lo usan con soma, con la intención de decir algo cáustico, a veces de connotaciones políticas encriptadas. No en vano se da la paradójica circunstancia de que ni los Nazis ni los comunistas saben muy bien qué hacer con él. ¿Pertenece a la burguesía decadente o a la vanguardia social? E e es el mismo predicamento del populismo peronista y del aprismo latinoamericano. Ese tango nacido con la primavera, que ve nacer al siglo veinte entre el caos y la metralla, se ha vuelto la conciencia de nuestra época. Pero esta es sólo una de las partes de la hi toria. Como en cualquier tango, el tema regresa al origen.

Mil novecientos diecisiete. La Revolución Mexicana cierra u primer círculo con una constitución radical, coadyuvada por el ascenso de Venustiano Carranza. En la lluviosa Bogotá, José

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Eusta io Rivera, recién graduado como abogado de la Univer idad Nacional, parte hacia los llanos fronterizos a resolver un litigio y regresa con los primero borradore de lo que luego será La vorágine, ésta, a u manera, un gran tango exacerbado en el drama de la esclavitud cauchera. En Buenos Aires, en los estudios de la Nacional-Odeón, Carlos Gardel graba en noviembre Mi noche triste, título con el cual bautiza la letra que Pascual Contursi le ha puesto al tango Lita de Samuel Ca triota. De acuerdo con Horacio Salas, "con ese tango comienza míticamente el nuevo tango: el que cuenta historias, el que narra sentimientos. Una nueva visión donde los versos son tan importantes como la música." El tango-canción ha nacido. Luego vendrán todo aquello temas perennes escritos por Alfredo Lepera y con música del propio Gardel: Volver, Melodía de arrabal, Cuesta abajo, Mi Buenos Aires querido, hasta El día que me quieras, de versos inspirados en Amado Nervo, que ya casi ni es tango sino un tema hecho para el consumo mundial, sin lunfardismos ni situaciones porteñas. Pero con Mi noche triste también se abrirá esa época dorada de las líricas rioplatenses, de la acidez de Enrique Santos Discépolo, 11 del modernismo de Celedonio Flores, de la calidez de Homero Manzi y, sobre todo, de la univer alidad de Enrique Cadícamo. E e noviembre de mil noveciento diecisiete, cuando en el cono Sur aún era primavera, el tango, ya definitivamente, empezaba a subir de los pies a la cabeza.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. rnf ~ ?PróKilll(¿)S D ,

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NOVIEMBRE

Domingo 23 - 11:00 a.m. Recorridos por la música de cámara TANAKA T R ÍO (Colombia) Fabio Londoño (flauta), Jorge Camelo (violonchelo) y Marjorie Tanaka (piano)

El Tanaka Trío se conformó por el imple placer de hacer música sin la presión del concierto inminente. Meses de trabajo pausado pero arduo, 12 dieron como resultado su brillante debut en el XIX Festival Internacional de Piano de Bucaramanga en el 2002. Una singularidad del Tanaka Trío es incluir obra de autores colombianos en su repertorio. Programa: A. Mejía: Trío en Mi menor; G. Uribe Holguín: Página de álbum; A. Ma. Valencia: Trío "Emociones caucanas"; P. Gaubert: Tres acuarelas; J. Fran~ix: Trío. Tarifa D: $ 4.300 adultos; $ 1.600 niños; $ 4.000 estudiantes, afiliado y tercera edad.

SER SOCIO DE LA BIBLIOTECA LUIS ÁNGEL ARANGO lENE MUCHAS VENTAJAS Usted podrá disponer de los materiales que posee la Biblioteca sin moverse de su casa, llamando a los teléfonos 342 12 29 Y 343 12 63; o escribir al correo electr6nico [email protected] Este material será entregado el día hábil siguiente a su solicitud. Los horarios establecidos para este servicio son de lunes a viernes de 8 :00 a.m . a 4 :00 p.m. y los sábados de 8:00 a.m. a 11:30 a.m. Aproveche esta oporrunidad exclusiva para los socios de la BLAA. Si aún no lo es, lo invitamos a conocer todas las ventajas. Más informaci6n sobre la asociación en http://www.lablaa.org/servicio/socio.htm

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