Fútbol Y Otros Deportes
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06/ Fútbol y otros deportes Fútbol y otros Ricardo Piñeyrúa deportes 1 Carlos Contrera Ricardo Piñeyrúa es Profesor de Educación Física. Se ha desempeñado como preparador físico de fútbol, básquetbol y rugby. Dirigió el sector Deportivo de AEBU en los años 1974-1975 y de 1984 a 1992. Desde la apertura democrática es docente de fútbol e integrante del Consejo Asesor del Instituto Superior de Educación Física (UDELAR). A partir del año 1992 se dedica a la comunicación y el periodismo y ha trabajado para diferentes medios: Radio Nacional, Alfa FM, Nuevo Tiempo, Canal 10, Canal 12, TV Ciudad, Posdata y Brecha. También se desempeña como docente de fútbol en la carrera técnica de Periodismo Deportivo de la Universidad ORT. En la actualidad conduce y dirige el programa “13 a 0” en Radio El Espectador y es columnista de deportes en el informativo central de Televisión Nacional y en el programa “Campo de Juego”. Piñeyrúa es elector del Balón de Oro (FIFA–France Football) por Uruguay y ha publicado trabajos sobre este deporte en los libros colectivos 20 años de Democracia y La Aventura Uruguaya. Ricardo Piñeyrúa Fútbol y otros deportes ÍNDICE Introducción ........................................................................................... 5 El fútbol que nos hace conocidos ..................................................7 Ser uruguayo en el mundo .........................................................7 La red social de los uruguayos .............................................10 Uruguayos, uruguayos, donde fueron a parar ..............19 Cuestión de dinero ..................................................................... 21 El complejo camino para ser campeón ............................30 Vida interior ..................................................................................34 Las profundas raíces del fútbol uruguayo ..................... 40 Los hermanos menores ........................................................... 44 Los otros deportes ............................................................................ 49 Básquetbol .................................................................................... 49 Los Olímpicos.................................................................................52 Los emergentes ............................................................................56 La Liga Universitaria .................................................................59 Bibliografía .......................................................................................... 63 Carlos Contrera Carlos 4 Carlos Contrera 1 Introducción 06/ Fútbol y otros deportes Sobrevolar el complejo y extenso mundo del deporte en no para obtener medallas y títulos, sino para dar satis- el Uruguay deja la contradictoria sensación de com- facción a la demanda de quienes practican el deporte y probar cuánto tenemos, pero cuánto nos falta todavía. quienes se entretienen con él. Se trata de un fenómeno cultural de gran amplitud, con El mundo global nos ha superado. No es un lamento profundas raíces en los sentimientos y en las acciones. sino una constatación: la transformación del deporte en Una actividad democrática e integradora, una palanca la vedette del entretenimiento y la super profesionaliza- productiva que emplea a miles de personas, asociada a ción de sus figuras, deja a Uruguay cada vez más lejos. la salud y al entretenimiento, y que además, despierta El mundo, manejado de acuerdo a las leyes del mercado, pasiones. El deporte, y en especial el fútbol, es muy nos ignora y su velocidad de cambio, inversión e inves- importantes para los uruguayos. No somos distintos al resto del mundo; la diferencia es que en el mundo se tigación resulta imposible de seguir. han implementado políticas para favorecer su desarro- Quizás algún talento, una selección de fútbol, un llo, lo que en Uruguay recién se comienza a transitar. uruguayo radicado en el primer mundo, puedan traer La red que atraviesa la sociedad uruguaya en mate- un reconocimiento de la comunidad internacional, ria deportiva es muy extensa. Es mucho lo que tenemos una medalla o una copa. Pero es necesario aceptarlo: y también lo que falta, sobre todo en lo que respecta los éxitos son cada vez más ajenos. Sin embargo es a la integración nacional, a la profundización del de- importante mejorar, resolver los desafíos, caminar porte en el sistema educativo, a la transformación de y comprobar que se avanza, porque los avances que una infraestructura que debe acompasarse a los nuevos logremos en el deporte se reflejarán directamente tiempos, a la profesionalización de los deportistas y en en la construcción de ciudadanía, en una sociedad la gestión deportiva. Hay un largo camino a recorrer, más integrada. 5 6 CdF/Andrés Cribari 2 El fútbol que nos hace conocidos 06/ Fútbol y otros deportes Ser uruguayo en el mundo cos minutos la incomodidad llena el vacío, el recién llegado pregunta algo a su casual Es tarde, casi las dos de la mañana. Dos jóve- compañero que este no entiende; con algu- nes miran televisión mientras beben cerve- nos gestos y pocas palabras le aclara que no za. Apenas se saludaron con una inclinación habla alemán. “Soy uruguayo”, dice. de cabeza cuando el segundo entró al salón. Tras un silencio, el alemán responde “Ah, Solo quedan los restos de la reunión estudian- Uruguay” y agrega: “Francescoli”. Después til, mesas llenas de ceniceros y botellas, sillas con un gesto típico golpea con una mano abandonadas, diarios y revistas tiradas. abierta la palma de la otra recordando que El recién llegado se sienta a mirar las los uruguayos pegan mucho, para después pruebas de atletismo. Están por largar los darse vuelta y sentirse frustrado cuando la 200 metros femeninos y su país tiene chance velocista alemana Heinke Drechsler solo ob- de ganar un oro. Es alemán y mira con ex- tenía la medalla de bronce. pectativa el desarrollo de la carrera: de ganar seguirán compitiendo con los poderosos del La del estudiante es una historia repetida que mu- este y el oeste en los Juegos de Seúl. chos uruguayos han vivido fuera del país, quizás con Es el año 1988. Aún existe la URSS y los otros nombres. Hoy serían Forlán o Suárez; si fuera estudiantes miran la tele en la desaparecida en el sur de Italia, Edison Cavani. Por la década del 50 Alemania Democrática (RDA). Tras unos po- pudo haber sido Schiaffino y en Brasil, Obdulio. 7 Sea donde sea, pese a lo pequeño de nuestro país, el ganándola ocho veces entre su inicio y el año 1988. Des- fútbol fue, es y será una tarjeta de presentación, y como pués nos alejamos de lo títulos clubistas y comenzó la tal —dependiendo de los momentos— buena o mala. época de la falta de triunfos. Para ese alemán, y en esa época, se unían el inne- Es esta rica historia, y la cantidad de jugadores de gable talento de Enzo Francescoli y la dureza del fútbol talla mundial nacidos en el país, lo que identifica a practicado por los uruguayos. Habíamos perdido la brú- Uruguay con el fútbol, lo que se acentúa por los recien- jula, jugábamos mal y golpeábamos por impotencia. Y tes acontecimientos del Mundial de Sudáfrica y la Copa por si fuera poco, veníamos de obtener un récord hasta América de Argentina. hoy intacto: la expulsión más rápida en un Mundial. En El mundo nos conoce: somos el país de Onetti y México 86, el lateral de la selección José “Charly” Batista Benedetti, de Zitarrosa y Drexler, de Torres García y fue expulsado por el árbitro francés Jöel Quiniou a los 50 Barradas, de tantos intelectuales, artistas y científicos; segundos del tercer partido de la serie ante Escocia. La somos el Uruguay Natural de las hermosas playas y el expulsión fue exagerada, quizás influida por la fama de país productor de una de las mejores carnes del mundo. golpeadores que precedía a los uruguayos. Pero también somos el país del fútbol, de Forlán, Suárez Esa, sumada a los seis goles recibidos en aquel Mun- y Cavani, de Sosita y Francescoli, de Obdulio y Schiaffi- dial ante Dinamarca, era la imagen del fútbol uruguayo no, de Nasazzi y Scarone, de Nacional y Peñarol, el país que recorría el mundo. Un fútbol avaro, que golpeaba y de la celeste. se satisfacía con mantener el cero en su arco. Pero hubo otras imágenes anteriores: los uruguayos sorprendieron al mundo en los Juegos Olímpicos de Pa- rís (Colombes) y Ámsterdam (1924 y 1928); allí ganaron la medalla de oro, pero principalmente, sorprendieron Maracaná, el final y el camino con su fútbol atildado, sus pases cortos y su velocidad. Enclavado entre dos gigantes como Argentina y Bra- Ese fútbol se transformó en organización y en 1930 sil, poseedores de fuertes tradiciones culturales y se jugó el primer campeonato mundial en Montevideo presencia hegemónica en el continente, un país chi- y otra vez los celestes fueron ganadores. co como el nuestro se vio obligado a buscar en qué La gloria se extendió hasta 1950: el fútbol uruguayo destacarse y de alguna manera obtener el reconoci- era talentoso y tenía candidatos a mejor jugador del miento de esos pares desiguales. mundo, como alguna vez fueron considerados Héctor El fútbol cumplió en parte esa tarea, por lo me- Scarone y Alberto Schiaffino. nos en el sentimiento de los uruguayos. A partir de Si bien los éxitos de la selección se fueron ate- determinados éxitos se generó una idea de igualdad nuando, continuaron los de los clubes y fue la hora de ante los colosos vecinos, especialmente después de la los “grandes”: Nacional y Peñarol. Desde la década del victoria de Maracaná en la final del Mundial del 50 60, ambos clubes comenzaron a participar