Hernán Cortés ~ Moctezuma II

• El mito que destruyó una gran cultura

Alvaro Custodio

na difícil mi- Qye1znlcontl ,/ue se hallase. sión tenía dOI/ Don Hernando Hernando Co,.- l/O era un hom- tés, agricultor .'- /¡re tan mesura- ganadero, cuall- do como Juan de do partió de San- Grijalba, quien tiago de Cuba al se había adelan- frente de la expe- lado unos años a dición que debía Cortés llegando llevarle hasta la.' hasta la costa costas ya deSClI - 'l"e aquél bauti- biertas de Méxi- '-______---1 ;.ó como Santa ca. Había arriesgadu lud" ,/1 /u/ - \/(/1 /(/ de-IL/ .' .\ leFes y que éste de­ tuna en la empresa que compartía cidió llamar , nombre consucompadreDiegoVelázquez que ha prevalecido. Grijalba no de Cuél/ar, gobernador de la isla tuvo la decisión de aventurarse en Fernandina (Cuba), quien le en- de la tierra que había comendó explorar aquel territorio descubierto, contra el parecer de sin adentrarse demasiado en su sus capitanes entre los que se en­ espesura: se trataba esencialmen- con traba , des­ te de rescatar todo el oro y la plata pués lugarteniente de Cortés.

26 pCS3;r de que Diego Velázquez de Cué- costa. El espanto se reflejó en los rostros de 1 llar quiso destituir a Cortés del mando los enviados del emperador de México yal­ ~e a expedición por juzgarlo demasiado guno de ellos se desvaneció. Se les quitaron ambicioso. no pudo impedir que zarpase del las ligaduras y Cortés ordenó que se fes diera puerto de la Habana hacia su destino ellO de vino y comida. Los españoles se regocijaron febrero de 1519 con once navíos en los que con la reacción de los aztecas que desco­ iban 108 marineros, 508 soldados, 32 ba­ nocían la pólvora y su uso mortífero. Cortés llesteros, 13 escopeteros, 11 capitanes -en los había encadenado para que no se total 673 españoles- más 200 indios cuba­ arrojaran asustados al mar. nos y algunos negros para carga y servicio. ¿Por qué en vez de recibirlos hostilmente. Sin olvidar los 16 caballos y los perros de como 105 indios de Tabasco que hubieron de presa que tan eficaz papel jugaron en la con­ ser sometidos por fuerza volviéndose en­ quista. Iban a posesionarse de lejanas y ex­ tonces sumisos y dadivosos, se mostraron tensísimas tierras en nombre del rey de Cas­ desde un principio tan rendidos? El cacique tilla, Carlos 1 de Hasburgo, elegido ese de Tabcoob obsequió a Cortés, como tributo mismo año emperador de Alemania; un de paz, veinte esclavas, entre ellas la hija del mancebo de escasos 20 años quien ni si­ cacique de Oluta llamada Malinali quien quiera conocía la existencia de Hemando hablaba las lenguas maya y , apren­ Cortés. Porellola conquista de México,como diendo rápidamente el castellano. A los es­ la de casi todo el Nuevo Continente, fue pañoles, su nombre Malinalinitzin--el sufijo esencialmente una empresa privada en la tzln equivalía al don hispano- les son6 a que el Estado sólo ejerció un poder nominal Marina y así la llamaron: Doña Marina o refrendando corno simple notario cuanto se Malinche. Su papel en la conquista como había consumado por la audaciay el valorde intérprete, confidente y amante de Cortés fue los que participaron con su propio riesgo y decisivo. Fue la Malinche quien explicó a don fortuna en la gran aventura. Hemando, por la relación que hicieron los Hernán Cortés era un hidalgüelo de MedeUín embajadores del emperador azteca, que su (Cáceres) que estudió en Salamanca, sin señor había tomado al capitán español porel mucho fruto, por lo que decidió embar­ dios Quetza1coatl, expulsado por Jos demás carse para las Indias en busca de fortuna. Se dioses de la residencia divinal. formó como capitán luchando contra los in­ dios rebeldes de la Española (Santo Do­ mingo) y en la conquista de la Fernandina EL PUEBLO DEL SOL (Cuba), enemigos pequeños que no exigían un gran despliegue de ciencia militar. Se Cuando los aztecas o llegaron al Va· casó con una dama llamada Catalina Suárez, Ile de México o Anahuac a mediados del siglo de apodo la Marcaida. Acumuló una fortuna XIII, las tres civilizaciones que los habían de cierta consideración con el propósito de precedido en territorio que hoy derinimos emplearla en la conquista de nuevos te­ como mexicano -mayas, teolihuacanos y rritorios como jefe de la expedición. toltecas- no eran más que un recuerdo de A la llegada de Cortés a la costa del Golfo pasadas glorias. Los mexicas asimilaron las recibió casi de inmediato una embajada del tradiciones de estos dos últimos pueblos ya señor de México Moctezu ma Xocoyotzin con que 105 mayas quedaban a muy larga dis­ ricos presentes de oro, piedras preciosas y tancia y hablaban una lengua distinta del grandes plumas de colores, siéndoles col­ nahuatl. Los aztecas se afincaron en las ribe­ gadas las insignias de los tres dioses mayores ras del Lago de Texcoco donde ya vivían del panteón azteca. Los españoles se queda­ Olras tribus de la misma raiz étnica que ron pasmados con aquel sorprendente re­ acabaron por someterse. (ciu­ cibimiento que no acaban de entender. Los dad donde nacen los dioses), situada a 40 propios embajadores de Moctezuma vistie­ kilómetros de la capital mexicana, floreció ron a Cortés a bordo de su nave capitana con entre los siglos 11 y VIll; Tula, la gran urbe los atavíos del dios dejando en tolteca donde se yerguen los famosos atlan­ el suelo los demás presentes que despertaron tesde cinco metros de altura, subsistió de los no sólo la curiosidad de los españoles sino su siglos VIII al XII dejando también hermosas codicia. Cortés ordenó que pusieran grilletes reminiscencias arquitectónicas en territorio en el cuello y en los pies de los mensajeros, maya que los toltecas conquistaron tempo­ empezando en seguida a disparar estre­ ralmente. El pueblo tolteca fue quizá el más mecedores cañonazos de su navío contra la culto del Valle de México y era adorador del 27 dios QueuaJcoau, aeador de la pareja hu­ su ciudad habría de ser fundada donde vie­ mana y de la vida. ran un águila posada sobre un nopal co­ La tradición cuenta que el numen tutelar de miéndose una serpiente índigo, imagen que los aztecas. Huitzilopochtli (encamación del hoy sirve de d iv isa a la República mexicana. Casi en el centro del lago de Texcoco había Sol al mediodía y dios de la guerra) condujo al pueblo que lo veneraba hasta el lago de un gran islote abandonado por las otras tri­ Texcoco desde una remota región nórdica bus y aJlí fue donde los aztecas creyeron ver llamada Aztlan (lugar de las garzas) y Chi­ la señal simbólica. Aquel islote se convirtió comoztoc (lugar de las siete cuevas) que al­ con el tiempo. la diligencia y las constantes gunos mexicanos de la norteame­ victorias militares en la ciudad de Teno­ ricana reivindican como el solar de sus an­ chtitlan que los poetas nahoas llamaron ci­ tepasados. Huitzilopochtli les hizo saber que miento del cielo. El dominio de los aztecas sobre las demás tribus nahoas se debió principalmente al ge­ nio político y militar de un tecutll (noble) lIamadoTlacaelelquien fue hasta el día desu muerte el poder detrás del trono durante cuatro reinos. La fundación de se calcula hacia 1370 cuando en Castilla se acababa de comelere) crimen de Montiel por Enrique de Trastámara en la persona del rey Pedro lel Cruel o el Justiciero. Se cree que el sentido fatalista y el desprecio a la muerte de los mexicanos tiene su origen en el culto a Huitzilopochtli en' cuyo honor hizo erigir Tlacaelel el enorme (teocallt) de Tenochtitlan, destruido por los españoles. El culto a Huitzilopochtli exigía que se le ofrendaran en forma permanente los co­ razones calientes de los prisioneros de gue­ rra ya que los dioses, para subsistir, tenían que alimentarse de sangre humana o de lo contrario el 'sol volvería a apagarse como ya habia sucedido cuatro veces. Tlacaelel obtuvo tantas victorias y tan se­ guidasq ue en ocasionescaredó de enemigo a

",.gm.nto d.¡ C6dk. Lo.ud. problbt.m.n" d. ol1g.n olm.c•. Su nombr.1o tom. d.¡ An:ob¡~ d. C.nt.rbull'. WM"m Lo.ud (1673·U'.5) uno d •• u. pr""'-ro. du.,.o•. lo. cUo •• , p.,.on.J••• qul d ..c:l1to. p.rt.,.c:en • l ...llgl6n '/ .setlo de vio ~u. qul.n.... htl. n , •• c:ultur •• JH'~ente •. Lo. tetC .... ligur. ds; l. IIn. ,",.rte., ...1 .so. Qu.tulao.1I punundoM .1 •• Il10 p.'" d.r vid .... p.r.). hum.n& ••u Izqul.fId •••1 dios d.'. Mu.,... M.Cllt.cutN. d.vor.ndo • un gu_lO.

28 quien combatir, poniendo así en peligro la dicho los reyes que gobernaron tu ciudad: marcha de Tonatiuh (el 501), 10 cual sería el que habrías de instalarte en tu asiento, que fin del quinto y último período del ciclo vital. habrías de venir acá. Llega a la tierra, ven y De ahí que se atribuya a Tlacaelel -en un descansa; toma posesión de tus casas reales, campo histórico donde se anda a tientas-Ia da refrigerio a tu cuerpo. A vuestra tierra habéis llegado, señores nuestros. invención de las guerras norldas cuyo único objeto era hacerse prisioneros mutuamente Moctezuma (palabra que en nahuatl sig­ para sacrifi.carlos a los dioses. Se cree que en nifica señor sañudo a 10 grande) 00 podía la inauguración del templo mayor de Teno­ aceptar en su conciencia, repleta de supers­ chtitlan fueron sacrificados a Huitzilopcr ticiones, que los aztecas, dominadores abso­ chtli más de 20.000 cautivos tlaxcaltecas, lutos del único mundo que conocían pudie­ huejotzingas y mixtecas. Los sacrificados al­ ran ser arrollados por un puñado de aventu- canzaban en forma directa el Paraíso Oriental. vergel celeste. El cuerpo de la víc• tima se arrojaba, decapitado, escaleras abajo del teocalli; la cabeza se colocaba como trofeo en el tzompantll (empalizada de calaveras) con que los sacerdotes (tlamacaz­ qui) ornamentaban sus templos. Los miem­ bros del sacrificado eran cortados y con­ sumidos por los familiares del guerrero que lo había capturado. Este acto de canibalismo debe ser apreciado desde su estricto prisma religioso como una ,comunión mistica con quienes ellos consideraban como un ángel. Moclezuma Xoxoyotzin (el joven, para dife­ renciarlo del primer Moctezuma que reinó 33 años antes) tenía 53 años cuando ofreció tan espectacular y generosa bienvenida a don Hemando Cortés el 8 de noviembre de 1519 a quien dedicó en lengua nahuatl, tra­ ducido al castellano por Malitzin (doña Ma­ rina) el siguiente discurso: - Señor nuestro, después de tanta fatiga y cansancio has lle­ gado a tu tierra. has arribado a tu ciudad, Tenochtitlan. Ojalá que mis antepasados pudieran ver lo que yo, el residuo, eJ...super­ viviente de ellai, veo con asombro. Ya he puesto mis ojos en tu rostro. Hace cinco días, quizá diez, tenía la mirada fija en la región del misterio. Y tú has venido entre nubes, entre nieblas. Y esto era lo que nos dejaron

29 Otro 'ag_nlo del Códice Lald, mod-'o de pktog,."alndlg."', Oelllqu"rd•• derecha vemos a un sae.,ctote h-= le 1'11 o olr.,.... al elos de la Muert•. AbaJo, a le; derect'l .. Tlaloc, dios" ~ UJvla, pr01l'oca al tru.no, • rel6mpago con una a ..'." ,un hadla da oblllden .. reros venidos de lejanas tierras. Aunque tu­ tendrá la imptesión, a causa de la multitud viesen apariencia mortal, habían de ser dio­ de sus dioses extraños y repelentes cuya na­ ses (teulea y no teules como escriben los cnr turaleza parece tan impenetrable como im­ nistas de la conquista) cuya misión era de­ pronunciables ~u.s nombres, de encontrarse volver al dios Quetzalcoatl, creador de la ante un oscuro y enredado politeísmo. Sin vida humana, el reino que le había sido embargo, originalmente cada tribu nahua arrancado por los otros dioses, temibles y que emigró a la meseta central tenía por lo venerables, pero asesinos de hombres. Un regular un dios nacional al lado del cual se espíritu tan dócil al influjo religioso -tam­ veneraba un número de fenómenos y fuerzas bién 10 era el de los españoles, aunque con naturales personalizadoslt, dice el notable diferente estilo- no podía enfrentarse a investigador germano Walter Krikeberg en quienes venían ungidos por una de las su­ su libro _Las Antiguas Culturas Mexicanaslt. premas cüvinidades del panteón azteca. Si en La adoración, como premisa religiosa, del vez de Moctezuma Xocoyotzin hubiera rei­ astro solar (Tonatiuh) fue la gran aportación nado Ahutizol, el más aguerrido de los mo­ del pueblo azteca al identificarlo oon Huitzi­ narcas mexicas, con el implacable Tlacaelel lopochtli (Sol del mediodía) inexistente en la como Primer Ministro, Cortés no habría sido teogonía tolteca. La adoración de este dios acogido ensu nave capitana con las insignias terrible y voraz hizo imprescindible la gue­ de QuetzaJcotal ni recibido después en Teno­ rra, no sólo para nutrición dividinal sino chtitlan con guirnaldas y flores, perlumado­ para extender a través de ella su dominio res, chalchihuites (piedras preciosas) y co­ militar y político sobre los demás pueblos. llares de caracoles incrustados en oro. Así los mexicas, como los españoles. utiliza­ ron la religión como justificante trascen­ ALGUNOS CONCEPTOS dente de su imperialismo. SOBRE LA MISTlCA AZTECA El gran antropólogo mexicano Alfonso Caso -Cualquiera que intente por primera vez pe­ ha hecho un agudo análisis del contenido netraren el misterio de la religiosidad azteca intrínseco del culto del sol por el pueblo az- 30 "),:;. :' .,.1( ...; '"<::

teca a través de los sacrificios humanos que vida misma, con la sustancia mágica que se podría resumirse en el siguiente párrafo: encuentra en la sangre del hombre, el chal~ chihuatl (líquido precioso) terrible néctar «Huitzilipochtli, el joven guerrero, nace to­ del que se nutren los dioses» . (<

Ouetzalcoatl, según otra versión de la le­ El rey da C ••IMla, Callo. 1, c:uaodo fua alegldo emparador de yenda, es que había decidido prescindir de Alemanle como Cerio. V en 1518, a/lo en que .e Inleló la c:on­ qulsta da Mtxlco. (Grabedo an made,e para la adlcl6n ptlneepa los sacrificios humanos sustituyéndolos en dele. Clirt_ deRelacJ6".ob"" Conqul-rade/. NuanEtpalla de los servicios divinos por la oración, el ayuno, Hamtn Corte.). 32 TOL-TE

M, ~ de M'.leo moltrWldo '.dlstrlbucIÓn d' ... trlb.,. prlncIJNI .... n.I ..rt110rlodomllMldo por 101 ade<:,.d • .s. ,1 ,.~ d, P'lzc:ulro, do,," tla_" ...nl.tOll ~ IndJo. 'I'.COI que no l. dejlron domInar por Iq"'UOI, ••1 "on"r. con Cua'.m •• In l. 11M'. RETRATO SUCINTO DEL personalidad resulta difícil de definir porque EMPERADOR DE sus historiadores están demasiado próximos o lejanos a su persona: el (el único Moctezuma el Joven subió al trono de sus que puede hablar) resultaba prácticamente '1'ayores el año Diez Conejo (1502) cuando inabordable por el extremo rigor del pro­ reinaban en España los Reyes Católicos. Ha­ tocolo. No se le podía tocar, ni mirar a los cia dos lustros que Cristóbal Colón topara ojos, ni hablar sino en voz muy baja con la con las Indias Occidentales en busca, por el cabeza gacha. S6lo estaban autorizados para camino más corto, de las Costas de Catay y dirigirse a él en tono familiar sus más ín• Cipanga (la India y Japón). Era hijo Mocte­ limos allegados, sus mujeres, sus concubi­ zuma del emperador y había nas, sus hijos y los grandes sacerdotes ejercido importantes cargos cortesanos an­ cuando hacía penitencia, sangrándose les de ser elegido gobernante de México. Su orejas, brazos y piernas para ofrecer su san-

33 gre al dios invocado. Hernán Cortés en su legítimas mujeres». Por otras descripciones .Cartas de Relación al Rey y Emperador de los cronistas de la época sabemos que Carlos V» y Bernal Díaz del Castillo,soldado Moctezuma era un monarca de gran refí• de Cortés, en su sabrosa« Historia Verdadera namiento, superior al de los reyes y nobles de la Conquista de la Nueva España», des­ europeos de su tiempo. Vivía en un palacio criben desde su angularidad cristiana y su extraído de algún cuento de hadas con ex­ bagaje cultural a la europea a tan enigmático tensos Jardines repletos de flores exóticas, personaje. Por otro lado, los indios infor­ estanques cubiertos de magnolias y de aves mantes de fray Bernardino de Sahagún para cantoras; un jardín zoológico con todas las su monumental .Historia General de las Co­ especies del mundo ani mal en aquel con­ sas de Nueva España» hácenlo desde su leja­ ti nente, enormes estancias, aposentos sun­ nía en años y tra to, por lo que hemos de tuosos, casas de recreo, baños de vapor y un conformamos, salvo rasgos directos, con juego de pelota (tactlt) cuya bola de hule no nuestras propias deducciones. debía botar, siendo impulsada por los codos Dice Bernal Díaz del Castillo: _Era el gran y las caderas para introducirla a través de un Montezuma (así escrito su nombre) de hasta aro construido en la pared, ejercicio más ri­ 40 años (ya sabemos que tenía 53). de buena tual que propiamente deportivo. esta tura y bien proporcionado e cenceño e de La comida del emperador-siempre lo hacía pocas carnes y la color ni muy moreno sino solo- era servida por hermosas jóvenes, propia color e matiz de indio y traía los cabe- asistidas por v jejos cortesanos y sol ían entre­ 1I0s no muy largos, sino cuanto le cubrian las tenerle saltimbanquis, malabaristas y de­ orejas e pocas barbas prietas e bien puestas e formes bufones, exactamente igual que .. ralas y el rostro algo largo e alegre e los ojos las cortes europeas. Sin embargo, el menú de de buena manera e mostraban en su persona, Moctezuma era mucho más rico y variado en el mirar, por un cabo amor e cuando era que el de un Luis XIV, ya que incluía 30 pla­ menester gravedad; era muy polidoy limpio, tos distintos de. los que el monarca apenas si bañabase cada día una vez a la tarde. Tenía probaba un bocado: guisados de ánsares, ga­ muchas mujeres por amigas. hijas de señores llinas, guajolotes (pavos. desconocidos hasta puesto que tenía dos grandes cacicas por sus entonces en Europa), faisanes, perdices, tór-

El chec·mool " .. tl.n • .o"" ~ ,,'-ntr. un pt.to dond ••• d~.It,_n t•• ofr.nd •• 110. dl.e•. en oc..lo_. lo. corezone. cllte"e. de lo' guerrero. In.mllJO' .acrltlcmoa. 34 Reproduc:c:l6n 1m-alnMle de lo que debió .. ,Ie pwneentt.lde Tenoentllu p .... ldld. pOl".u Imponent.Templo M.yorqu.c:.u ..,. t.n prolund. Mlmlr.el6n en 1" conqul.'.dor. y dem'. eronl.t•• del .1gIo XVI. tolas, venados, palomas, liebres, verduras, pinlor mexicano Diego Rivera lo ha descrito gusanos de maguey, perros cebones sin pelo, gráficamente en sus murales del Palacio Na­ frutas tropicales, etc. En América no existía cional, obra maestra del género). Expone el ganado bovino siendo el alimento básico Cortés después la maravilla de Jos templos del pueblo -y lo sigue siendo en (!uestros religiosos en forma de pirámides (no eran días- el maíz que alI í llaman elote y §egún sepulcros, como en Egipto, sino oratorios un manuscrito del siglo XVI (Chronica de la monumentales) que el llama Santa Provincia del Santísimo Nombre de o: mezquitas o casas de ídolos los cuales Jesús de Guatemala)« poco faltó para tenerlo mandé dem bar y arrojar escaleras abajo». por Dios (el maíz) y era yes tanto el embeleso Primer ejemplo de terca intolerancia que que tienen con las milpas (sembrados de llevaría años después, una vez consumada la elote) que por ellas olvidan hijos y mujer y conquista, a fray Juan de Zumárraga, primer otro cualquiera deleite como si fuese la arzobispo de México -su labor fue notable milpa su último fin y bienaventuranza". El en otros aspectos- a hacer arrasar por los maíz lo toman en forma de empanada q ue los monjes a sus órdenes 500 templos indígenas españoles llamaron tortilla y como tamal, y despedazar 20.000 de sus ídolos, destru­ rellenos de carne picada y de otros ingre­ yendo incluso más de 10 que ya estaban, las dientes. ruinas de Teotihuacan (Ja ciudad de los dio­ En su Segunda Carta de Relación describe ses) y quemando todos los códices que se Hernán Cortés la capital del imperio azteca, guardaban en el palacio real de Texcoco. Por Tenochtitlan, y entre otras cosas dice: _La su parte. Diego de Landa, segundo obispo de plaza del mercado de es tan Yucatán, mandó quemar en una gran ho­ grande como dos veces la ciudad de Sa­ guera la mayoría de los códices donde se lamanca, toda cercada de portales alrededor contenía lo más sustancioso de la hisloriadel donde hay cotidianamente arriba de 60.000 pueblo maya. También este prelado reparó ánimas comprando y vendiendo». (El gran en parte tan grave yerro componiendo su 35 ejerció puestos cortesanos y s610 espo· rádicarvente acudió a) campo de batalla. -;.;. .-:-.;!' -~-.":. ¡ .•. Ahuitzol extendióel dominio nominal azteca ,'S',~ --,..-' , ~'t. .. :. hasta cerca de Guatemala y dio término al templo mayor de Tenochtitlan con un nuevo

•• ,. T~- sacrificio masivo de prisioneros. Al morir X"~tv'" ','~ .. '--',-::: Ahuitzol, el Consejo Superior del reino (Tla­ ~-- '.. -If'.J.., . - u=¡: --." '- tocan) eligió como Tlacatecutll (Señor de Señores) a Moctezuma Xocoyotzin. Después --~.;_... ::.; _.;" ~ .. ' .. de larga peni tencia y meditación, rodeado de . f"-"I "_ .--, ...... ~ .... sus dioses tutelares, aceptó la corona de Mé­ ( ,- , "''¡.:'.I._~ ...... _...... ;.• ~.l xico a la edad de 34 años. Le trasquilaron, le . . " .. I agujerearon las ternillas de la nariz donde le pusieron un sutil y delgado canutillo de oro, t..!"'IJI--2-,:-'-·~--i'.~: :g;~:¡.1J.....;,P1.. : ~I , atributo de su dignidad imperial. " . ~ ~~~1tlL. Cabe pensar que se creyera, como los re­ ,\ yes castellanos, ungido para su gobiefIX) por ~--" la Gracia de su dios (Huitzilopichtli), pe. ft ,1. _... '0_' ...... -. t.,- ro qujzá sin la de Ouetzalcoatl, el dios y ...... ··_1l·fc : -L~ ...... '¡¡; ~ ...... N"-;

tre todos los personajes de la historia uni­ Cortés, Pedro de Alvarado, a quien los indios versal. habían llamado por su rubia cabellera, To­ Sin embargo la conquista de México no fue natluh, el sol. Cortés hubo de extremar su precisamente una empresa fácil para aquel genio militar y polítiCO para reparar los gra­ puñado de españoles si no una lucha a muer­ ves entuertos de sus propios compatriotas te, minuciosamente planeada y ejecutada hasta lograrsalvarde su total exterminio tan por Hernán Cortés, que acarreó tan menguada expedición como la suya a uno de irreparable calamidad histórica como ruera los pueblos más cultos y aguerridos de la la destrucción total de Tenochtitlan, ci­ América indígena. miento del cielo, la Venecia de América cua­ triplicada en tamaño y población. Los LA CONQUISTA Y EL errores, la avidez y las contradicciones de los CONQUISTADOR DE MEXICO españoles disputándose la presa -Ve­ lázquez de Cuéllar y Narváez contra Cortés El hidalgüelo de Medellín que había osado en México, PizalTO contra Almagro en Perú, desobedecer la autoridad del gobernador de Pedrarias contra Balboa en Panamá, etc.­ la isla Fernandina (Cuba) zarpando hacia lo convirtieron la generosa acolada de Mocte­ desconocido en compañía de 673 españoles, zuma en horrorosa carnicería provocada por 200 indios cubanos, algunos negros y 16 ca­ el nerviosismo del rapaz lugarteniente de ballos, ballestas, escopetas, arcabuces, ral- 38 canetes, culebrinas y pelotas de bronce (ba­ sin más objeto aparente que salvar el princi­ Jas de cañón) no pudo sospe<;harque desde su pio de ,autoridad ante la rebelión de su an­ desembarco en tierra mexicana fuese be­ tiguo maestre de campo y conquistador de neficiario de lan esotérico temor a Quetzal· México, Cristóbal de Olid. coatl en el supremo gobernante de aquellas Era generoso con el vencido, romo Julio Cé­ tierras. Cabe reconocer que aunque Cortés sar, pero igual que éste implacable con quien contase con tan inesperada fortuna, se reveló quebrara el principio de autoridad que le como uno de los más extraordinarios jefes llevó a esos arrebatos típicamente iberos con militares y políticos del calibre de Alejandro reacciones desorbi tad as como las condenas a Magno. Julio César y Napoleón. Cortés ganó muerte del príncipe Cualpopoca, del último para la corona de Castilla un imperio más emperador azteca, Cuauhtemoc y del rey de extenso que el de Roma en tiempos de Au­ Tacuba, Tetlepanquetzal. Su natural re­ gusto y fue además un gran organizador y pugnancia hacia las crueles ceremonias de estadista mientras le duró la gubematura de los sacrificios humanos provocó numerosas México (1521-26). Se hizo después descubri­ actos impulsi vos de destrucción de ídolos dor -Mar de Cortés y Baja Califom ia-em­ sustituidos por imágenes de la Virgen María, prendiendo expediciones que aún nos pro­ actitud simplista en cualquier creyente eu­ ducen asombro como aquella a las Hibueras ropeo del siglo XVI. No sería objetivo juzgar en América Central que duró más de dos años al conquistador con criterios éticos de nues- 39 con un doble propósi 10: para no dejar ame­ nazada su retaguardia al dirigirse hacia la capital del imperio y tratarde ganarse como aliados a los tlaxcaltecas que él sabía es­ quilmados y malquistados por y con los az­ tecas. Sus planes salieron a la perfeCCión: sin la ayuda del pueblo tlaxcalteca, la conqui~ta de México por Hernán Cortés hubiera termi­ nado en un completo desastre. Para los caci­ ques tlaxcaltecas,ganados por las palabras y promesas de Cortés a su causa, los españoles eran sus liberadores del yugo azteca: el yugo español, por malo que fuera, no podía ser peor. A los tlaxcaltecas agregó Conés la tribu de los huejotzingas, los dos pueblos más cas­ tigados con tributos y expoliaciones por los hasta entonces invencibles aztecas. Más tarde sumó Cortés a los chalcas y xo~ Encuentro de Mocle.luma r Harn'n Cort's ..gun .¡ lienzo de chimi1cas del lago de Texcoco, pero su úl­ TI ••c.I., debido' un IncIlo tl.. ultec • . Oelr'. del conqul".CSOr "emos • le Mellncl'le (dall. M.rln.), .m.n", confidente. In­ timo golpe de suerte fue la alianza de un "'Pra'e de Cort'" En" par" Inf.,Io,.lgunoa d,lot p,.e"'" príncipe texcocano resentido con M~te­ con que Moclezum.l ot»equl6 • tu hU''Ped, quien pocos di •• cH.pu'S con"lrtló al ~p.,.do, de "".Jeo en au Pflslonero. zuma por haberle negado el trono de Tex­ coco: Ixtlixochitl (Flor de Cara Negra) cuyos tro tiempo so pena de caer en el mismo error partidarios, muy numerosos y fuertes, sig­ de incomprensión y falta de perspectiva his­ nificaron una ayuda decisiva para el con­ tórica. La moral cristiana había sido aco­ quistador. modada al interés de Estado hasta el punto Moctezuma envió numerosos emisarios y de que llegó a aplicarse como principio la embajadores con espléndidas dádivas para regla que informó Ja política internacional Cortés suplicándole que no se dirigiera a de Felipe JI en época tan cargada de cismas y Tenochtitlan. Cualquier capitán de menos segregaciones po1ítico~religiosas: hereticae talla y audacia que Cortés se hubiera con­ non est servanda fldes (los acuerdos con he­ tentado con la enorme fortuna que ya habían rejes no obligan), Nicolás Maquiavelo había puesto a su disposición el emperador y los escri to su cínico tra tado polít ICO «El Prínci• caciques por donde pasara. Para entrar en la pe» en 1S 13 donde establece como principio capital azteca había que utilizar una de las de gobierno la falta de escrúpulos y el telTOl' tres calzadas artificiales que ligaban el islote cuando es necesario para alcanzar y conser­ con la tierra firme, lo cual suponía ence!­ var el Poder. El estadista ha de saber in­ rrarse en aquella enorme ciudad lacustre de terpretar a un tiempo los papeles de león y unos 300.000 habitantes -no existía ciudad zorro: sus ejemplos vivos fueron dos españo­ europea entonces con esa población- cuyas les: Fernando el Católico y César Borgia. Y salidas podían ser fácilmente cortadas, ro­ eso fue Cortés también en la conquista de deados por el ejército más numeroso y te~ México: un león y un zorro. mible de aquellas tierras. Cortés se jugó todo Su primera sorpresa agradable fue descubrir a una carta. como Julio César al atravesar el que los indios tolonacas, pobladores de la Rubicón camino de Roma. Nos deja todavía costa donde él después fundara la Villa Rica perplejos la hazaña de Cortés que, aun es­ de la Veracruz, debían pagar onerosos tribu­ tando varias veces al borde del desastre, con­ tos al emperador azteca y así su primera siguió todos sus propósitos a los 19 meses de medida fue despachar a los recaudadores de su entrada solemne en Tenochtitlan bajo los Moctezuma Xocoyotzin con las manos va­ auspicios de Moctezuma Xocoyotzin, a quien cías. Los lIaxcaltecas, tribu si tuada en el ca­ pocos días después, en un golpe temerario mino lateral desde la costa a Tenochtitlan, hizo prisionero para poder dominar, a través opusieron fiera resistencia al paso de la ex­ de su inmensa autoridad real, el imperio az­ pedición española, pero acabaron por ser teca y como salvaguardia de su propia segu­ dominados gracias a la superioridad del ar­ ridad. mamento europeo sobre las flechas y maca­ Cuando el conquistador parecía alcanzar su nas con puntas de obsidiana; Cortés había intento, al rendir, Moctezuma y la mayoría escogido ese enfrentamiento, si se producía, de los reyes confederados con su imperio. 40 vasallaje al rey de Castilla y a él mismo. los guarnición en las llamadas por los cronistas vigías del em"perador le hicieron saber que en Casas Reales -el palacio de Axayacatl la costa del Golfo había desembarcado la donde hoy se levantael Monte de Piedad en el más formidable expedición militar enviada Zócalo de la capi tal mexicana- con Mocte­ hasta entonces a tierra firme compuesta por zuma como su prisionero y la callada hosti­ unos 1.500 soldados y abundante material lidad Que él creía ver en todos los rostros bélico a las órdenes de Pánfilo de Narváez aztecas. Los habitantes de Tenochtitlan quien traía el encargo del gobernador de Cu­ celebraban en esos momentos una de sus ba, Diego Velázquez de Cuéllar, de tomar el fiestas religiosas llamada Texcatl en honor mando y deponer a Cortés. Cortés se dispuso de su dios tutelar Huitzilopochtli, encar­ a enfrentarse inmediatamente a tan pe­ nación de la guerra. Habían esculpido ligroso enemigo para lo cual escogió a 200 de una gigantesca efigie del dios con semilla de sus mejores soldados, dejando en Tenoch­ chicalotes (bledos) emplumándolo y ador­ ti tlan una guarnición al mando de Pe­ nándolo con turq uesas, oro y otras piedras dro de Alvarado, uno de sus mejores capi­ preciosas. En la cabeza le pusieron un tocado tanes en el campo de batalla, un león que mágico con plumas de colibrí y otros muchos nada tenía de zorro como también puso de aderezos por todo el cuerpo. Una gran mul­ manifiesto por sus inútiles crueldades du­ titud, presidida por los nobles, asistía a la rante la con'luista de Guatemála en la que ceremonia precedida por un areito (danza fue máxima igura. sagrada). El triunfo rápido, sin casi disparar un ar­ Alvarado creyó sin duda que aquel homenaje cabuzazo, sobre Narváez al que hizo pri­ al dios de la guerra durante la ausencia de sionero y después dejó en libertad, es otra de Cortés era la señal escogida para atacar su las inconcebibles hazañas de Cortés.Compró cuartel general y llevarlo junto con sus sol­ a los emisarios de Narváez, convenció de que dados a la piedra de los sacrificios. Incapaz se pasaran a su bando a los capitanes recién de dominarse, quiso anticiparse a lo que él llegados y sumó a sus huestes toda la ex­ creía un taimado golpe -suposición abso­ pedición enviada con tra él. Cuando se dirigía lutamente gratuita- y dio orden de acu­ con su aguerrida tropa hacia Tenochti tlan se chillar indiscriminadamente a los de­ produjo el bárbaro y profundo error de Pedro sarmados celebrantes. vestidos con sus me­ de Alvarado que estuvo a punto de costar el Jores galas. El Códice Florentino que recoge exterminio ulterior de todos los españoles. los testimonios de los informantes del padre Los nervios consumían al lugarteniente del Sahagún, máximo historiador de la cultura gran conquistador, encerrado con toda su azteca, describe así el terrible hecho: «1n-

Huida de Cortes y sus hueslesla Noche Trllte. segun el LIenzo de Tlalcala. Los Indlol la,caltecas 1ueron colabor adores esencl.. les en la (:(Inquisla de Me,lco. Los españoles son alacados desde canoas cuando Inlentan huir pOr la celude; le mayorla murieron ahogados en el lago de Texcoco cargados con su bolin. 41 media tamen te cercan a los que bailan, se creencias rel igiosas de Moctezuma y sus m ás la nzan a l lugar de los atabales; dieron un a ll egados consejeros aj confundirlo con el tajo al que estaba tañendo: le cortaron am­ dios Quetzacoatl, estuvo a punto de evitar. bos b razos. Luego lo decapi taron; lejos fue a Los dos bandos combati eron con extraordi­ caer su cabeza cercenada. Al momento todos naria fiereza y heroísmo. Los españoles ll e­ acuchill an, alancean a la gente y le dan ta­ vaban por su escaso número, pese a l e fecto jos ... Inmediatamente cayeron por tierra mortífero de sus a nnas modernas, todas las d ispersadas sus entrañas .. etc». de perder por lo que Cortés decidió lo que Tuvo que intervenir Moctezuma para tratar parecía imposible de conseguir: huir du­ de detener las represalias que los aztecas rante la noche, bajo intensa lluvia, del islote tomaron de mocl.,) inmed iato contra la pre­ hacia tierra firme, pero no pud ieron burla r la sencia española, pero no sirvió de mucho. vigilancia azteca y el resul tado en vidas y Estaban cercados en las Casas Reales y hu­ material perdidos fue catastrófi co. Lasaguas bieran sido aniquilados si Hernán Cortés no del lago de Texcoco se tragaron toda la arti­ acude e n su ayuda con las tropas de refresco llería yel oro acumu lado del q ue los soldados que habían venido a combatirlo a él. El Con­ no querían despren derse, hund ié ndose con sejo del Reino azteca (Tlalocan) decidió des­ su botín. E l gran triunfo del 8 de nov iembre conocer la autoridad de Moctezuma y tras­ en que Moctezuma colgara un collar de ca­ pasar el trono a Cuitlahuac, hermano de racoles dorados del cue ll o de Cortés se con­ Moctezuma, partidario de la resistencia con­ virtió en del 30 de j unio de tra el invasor. Con esta medida dio comienzo 1520. Cuando el conquistador ll oró, como es la gran batall a e n tre mexicanos y españoles tradición, bajoel viejo a huehue te de Tacuba, que Cortés, beneficiado por las ingenuas s610 vio pasar a 23 jinetes malheridos, unas

Ataqu, fInal. T,noehtlU.n por l ~ e 'Pañola. con berg.ntln,. , m. ndad o,eonlt,u1r por Cort'. en Tl.xc;a", y por a.,• . El artllta nune. oIvlálbl l. ""ur. d. l. Mallr.:h. q-... . ~ I lleva lnelu.o un e.cudo. A l. t.r.qu"rda, CIIb,I"'ro. Tigre. y Caballero ••"u .... l•• dos orde ne. m litar• • zt.c ••. (Uenzo de Tlp cala). 42 EncuanllO da ColUi. '1 Cuauhtamoc, último amparador allaca, cuando ,a rindIó T.nochtltlan (1521) a nt.la apl.,I.nta lup ... lorldad _ a.tra"glc. y mat.rl.1 d. lo •••p.ño .... Cort6. mand6 ahore.r a Cuauhtamoc cuatro año. d ..pu6.¡unto con al ray de Tacub. ct.Irante 'u a.umbro .. _ y dllpar.c.ada- eltpecUcl6n por llana firme a la. Hlbu ..... (Hondur ..). cuantas lanzas, algunos ballesteros, esca­ jerarquía. Cuando los guerreros tenochcas y sísima infantería y los aliados tlaxca1tecas y texcocanos se dieron cuenta cesaron in­ totonacas diezmados. Habían tenido que pa­ mediatamente en la lucha, dejando el campo sarporencima de los montones de cadáveres libre a los españoles. Si en vez de aplicar tan españoles e indios que obstruían la calzada, rígido concepto de la jerarquía, hubiesen salida obligada del islote central de Teno­ continuado los aztecas el combate, no cabe chtitJan. duda alguna de que los españoles habrían Cortés no ·dio tregua a sus menguadas tropas sido definitivamente aniquilados. El sentido empr.endiendo la marcha hacia , de la autoridad indígena al retirarse cuando pero cuando cruzaban cerca de Teotihuacan lenÍan la partida ganada fue la última de las -ruinas de la Ciudad de los Oioses- cre­ piezas providenciales que condujeron a Cor­ yéndose ya a salvo, les salió al paso en las tés al completo triunfo de sus planes. proximidades de Otumba un nutrido ejérci to Cuenta Bernal Díaz del Castillo que cuando de tenochcas y texcocanos: ¿Quién daba en entraron a toda prisa en territorio tlaxcal­ ese momento un ardite por los abatidos con­ teca como una mesnada en fuga no podían quistadores? En uno de sus grandes ins­ saber si los caciques les serían leales y si la tantes de inspiración, Cortés, rodeado de sus guarnid 5n de Veracruz seguía en pie: «No capitanes , Cristóbal de quedábamos sino 440 con 12 caballos, 12 ba­ Olid, Gonzalo Oomínguez y Juan de Sa­ llesteros y 7 escopeteros y no teníamos pól• lamanca logró alcanzar al jefe azteca, de­ vora y todos heridos y cojos y mancos ... ». Se rribándole y arrancándole el vistoso pena­ ha repetido con insistencia que el indio es cho y las divisas que simbolizaban su alta por natui""3leza desconfiado, escurridizo y 43 , ," 'J ~.-~ 4:)®5»~

Plctogr.lI. ulaca: .n ..n .... z •• d. un. madra '1 un ~dr •••u. hilo. adol ..canl_ p.ra mol.r malz y convartlrlo.n tortilla. -comotodavla.a hac_ p.sc.r con .alllb.rdo'l telar Io.tr.... y eap•• .,. VIIIOlO. eolor•• que u.ab.n lo. hablt.nle. de Tlfloc:htltlan.

tagiadoporuna de las dos enfermedades que los españoles transmi tieron a los indígenas: la viruela y la sífilis. El nuevo monarca az­ teca era un joven de 22 años, Cuauh temoc (el Aguila que Cae) quien supo defender su her­ mosa capital durante 93 días. Acabó por im­ ponerse la superioridad estratégica y mate­ rial de los hispanos -Cortés estuvo en dos desleal a la menor ocaSlOn, pero aquellos ocasiones en manos indias salvándole su tlaxcaltecas que acogieron a Cortés y a sus prurito de hacer prisioneros para sacrificar­ hombres con los brazos abiertos, dándoles la los posteriormente, ya que·sus capitanes pu­ más generosa hospi talidad en la derrota, dieron rescatarle- al cortar el, agua y los desmienten tal aserto. La fuga y el desastre abastecimientos del ejército azteca, después de la Noche Triste puso a aquel puñado de de convertir en ruinas la maravilIosa ciudad españoles en el trance de fiarlo todo a la de Tenochtitlan. voluntad de unas tribus que loscronistas-y El 13 de agosto de 1521 -el sitio había em­ ellos mismos como tales- habían calificado, pezado el 26 de mayo- consumó Cortés la como al resto de los indígenas de América, de conquista de México ya que hecho prisionero ignaros y sal vajes. Cuauhtemoc no volvió a encontrar firme re­ sistencia en todo el territorio dominado por los aztecas. Tencohtitlan pasó a llamarse EL TRAGICO DESENLACE: México que también Uegó a ser una esplén­ DESTRUCCION DE TENOCHTITLAN dida ciudad de palacios y mansiones, pero al y DE SU CULTURA estilo europeo con un marcado sello indíge• na. La religión y la cultura aztecas fueron Cortés permaneció cerca de un año en te­ igualmente desplazadas por la fe católica, rritorio tlaxcalteca preparando minucio­ protegida debidamente para su mayor samente su asalto definitivo al corazón del eficacia por el temible Tribunal de la Inqui­ imperio azteca. Mandó construir 13 bergan­ sición, y por la autoridad de los virreyes que tines armados con artillería que debían sur­ trataron de hacer tabla rasa -salvo ex­ car el lago de Texcoco destruyendo a su paso cepciones- con el pasado no sólo de los az­ cuanto estuviese a su alcance. Recibió gran­ tecas sino de las restantes cu lturas des refuerzos tras los nuevos desembarcos en originarias de América. El cejo de algunos el Golfo que se ponían incondicionalmente a misioneros como fray Bernardino de Saha­ sus órdenes. Se dirigió entonces hacia gún y los estudios e investigaciones antropo­ Tenochtitlan para dar la batalla final. El lógicos posteriores salvaron del olvido la ex­ emperador Cuitlahuac había muerto con- traordinaria cultura de los mexicas .• A. C. 44 EL LEGADO AZTECA (Cuadro cronológIco) Rest os arqueológicos de las culturas que precedieron al imperio de los aztecas Meseta Central de México

Cultura teotihuacana: Siglos 1/1 al metro y 20 de fondo del que llegaron a resca­ IX d. C. tarse 13 esqueletos de hombre, 8 de mUjeres y • 21 de niiios, más numerosas piezas de ce· TEOTIHUACAN (La ciudad donde nacen los rámica y Joyas. Templo de Kukulkan (nombre dioses} maya de Quetzalcoatl) y templo de los gue­ rreros. Grupo de las MlJ columnas. Juego de Pirámides del Sol y de la Luna. Templo de pelota. Caracol. Templo de los tableros. Tumba Quetzafcoatl (llamado par los españoles Cíu .. del sumo sacerdote. M\Jrales, relieves, etc. dadela). Viviendas. Tumbas. Pinturas murales Maxima maravilla arqueOlógica de Mesoamé· de Tepantitla. Casa de las Mariposas. Imagen rica. de la diosa del Agua. Imagen del dios de! Fue­ go. Máscaras de basalto, Jade, etc. Cerámica. Cultura azteca: Siglos XIII al XVI Tripedes, hachas de obsldiana. etc. d. C. TENOCHTITlAN (Nombre azteca de laaclual Cultura tolteca: Siglos IX al XII d. C. capital de México, fundada en 1370). TOllAN (Tula) REYES AZTECAS Templo de la Estrella Matutina con sus Atlan­ Acamaplchlll (1375-96), tes. Ceramica de Mazapan. Muro monumental Hullzllhultl (1396-1417), con friso de relieves, Juego de pelota. Chac­ Chlmalpopoca (1417-28). meales: fíguras de dios o de hombre con las Ilzcoall (t 428-40). piernas doblad<:is y la cabeza vuelta hacia un lado con plato para ofrecer ofrendas. Esta ciu­ Tlacaelel: Primer Ministro hasta 1502). dad, consagrada a Quefzalcoatl, fue destruida (1440-69), por los -tribus del lag'ode Tex~ AxayaclIIl (1469-8t). coco-- hacia 1168 Tuta fue el mayor centro de Tlzoc (1481 -86), la cultur~ clásica en la altoplan1cie mexicana. Ahultzol (1486-1502), Moclezuma 11 (1502-20) XOCHICAlCO Pirámide con relieves semeJantes a los de Tula Llegada de Hernán Cortés: 1519. y a los toltecas de Chitchen-Itzá (Yucatán). Culllahuac (t 520), Juego de pelota y vIviendas. Cuauhlemoc (t 520-24). Conquista definitiva y destrucción de Teno­ Cultura Maya: Siglos X al XII. chtitlan: 1521. CHITCHEN-ITZA El dominio azteca se extendió desde el Lago Ciudad sagrada fundada hacia 534 d. C. In­ de Pátzcuaro en el norte de Guatemala, en el vadida por los toltecas deTula hacia 900 d. C., sur y de costa a costa. quienes también levantaron construcciones en Piramides de Tenayuca, Teopanzolco, Ma­ la isla de COLumel y en la ciudad de IzarnaL linalco y deiTepozteco. Templo Mayor: resios Cenote sagrado donde arrOjaban algunas de recientemente descubiertos en el subsuelo de r svíctimas sacríflcadas a sus dioses; era un la plaza central (Zócalo) de la capital de Me· pozo de agua subterránea de 60 rn. de diá· xlco.

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