Roger L. Casalino Castro

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Soy Peruano 2

Roger L. Casalino Castro

Por un Perú de peruanos con “Identidad” Por un Perú de peruanos con “Sentido de Patria” Por un Perú de “Auténticos Peruanos”

¡Hay tantas cosas por decir!... que da pena no decirlas. ¡Hay tantas cosas por hacer!... que son una esperanza. ¡Hay tantas cosas para recordar!... que me llenan de orgullo. ¡Hay tantas cosas para defender!... que me siento obligado.

¡Vamos Cholo! ¡Levanta la cabeza!

Roger L. Casalino Castro

Introducción

“Soy Peruano”. Sentimiento que en el poema se manifiesta desde el principio de la humanidad, que se expresa desde la caída de una gota del deshielo de las nevadas cumbres de nuestra cordillera, para convertirse en ríos que darán vida a un territorio tan importante como las personas que en él vivimos.

Desde éstas páginas, invoco a quienes compartimos la emoción de ser peruanos, a renovar nuestro “Sentido de Patria”, ese sentido que con frecuencia olvidamos cuando evitamos entregarnos plenos por ella cada vez que nos lo requiere, cuando preferimos que otro haga por nosotros lo que nos corresponde hacer, cuando anteponemos intereses personales a los intereses de la patria o cuando nos comportamos como hijos indignos de ella.

Ser peruano resulta una tarea muy difícil porque significa una lucha permanente contra la naturaleza que nos da y nos quita, contra un sistema de vida que nos quita y no nos da, pero principalmente porque hay peruanos que no lo son; ellos prefieren aparentar serlo y esa indignidad debe ser desterrada de todo corazón peruano.

“Soy Peruano porque así lo quiso el tiempo” también dice el poema, y por ello, el tiempo que nos toca vivir en este hermoso país, debemos vivirlo con devoción, con entrega, con verdadero sentido de patria, para ser “un peruano que vive su Perú”

Soy Peruano 4

Roger L. Casalino Castro

Con toda humildad en éste libro, en los setenta poemas que contiene y en lo que en cada uno trato de expresar, pretendo inducir una cuota de peruanidad en aquellos que aún no comprenden que en cada época, el Perú, sin importar cómo se llamara en cada oportunidad, siempre fue forjado a base de esfuerzo, sacrificio y humanidad.

Reitero pues la invocación, para que a través de una entrega total, podamos, cada uno de nosotros, vivir el orgullo de ser peruanos y vivir la gloria de ser individualmente parte del Perú.

El Autor

01

Roger L. Casalino Castro

Quiero expresarlo todo en Poesía

Quiero dejar de ser un escritor, quiero expresarlo todo en poesía, unas veces será en el verso clásico, otras tan sólo lo haré con armonía.

Rimaré versos volando en el silencio, atrevidos los habrá al estilo de la prosa, algunos se apoyarán en la cadencia, en la fuerza del ritmo, en lo picante.

Jamás caminaré buscando personajes, todos los míos adornan el ambiente; son la tierra, son el agua, son el viento; son el , son la , la cascada.

Ellos hacen de mí un instrumento, ellos quieren que sea su elemento, un dios que genere la virtud y la belleza, un diablo, que queme con la brisa

Soy Peruano 6

Roger L. Casalino Castro

Quieren que sea la tierra que se entrega, también el arado que la surca y acaricia, la que pide agua en pleno orgasmo con placer, para dar vida al fruto de su entraña.

Como la hembra que da todo de sí para filtrar la esperma en sus ovarios, como la mar que crea de la nada, nuevas formas de vida, noche y día . Como el sol que brilla a la distancia, nos alumbra, calienta e ilumina, como la luna que con alegría se aparece, se mira en él, para ocultarse con tristeza.

Como el ocaso que nos llena de artificio arrebolando en pradera de celajes, para después, de un reposo, en nuestra noche, bendecirnos, al ofrecernos otro día.

Quiero expresarlo todo en poesía...

02

Roger L. Casalino Castro Soy Peruano

Nacen los ríos en las cordilleras servidos por aguas cristalinas, lágrimas plateadas desprendidas, de los nevados picos que nos miran.

Agua libre que baja cantando, entre rocas, cascadas y quebradas, agua que arrastra tierra nueva, para humedecer los cauces empedrados, de los valles lánguidos y tristes, cicatrices viejas que surcan la costa apretujada por el mar contra los cerros.

Fui león cuando eran fieras sin melena y caminé las cordilleras cual paciente puma. Fui tigre colmillos de sable, y también jirafa lanuda de cuello corto, y convertido en llama vagué por las alturas, entre volcanes y altiplánicas llanuras.

Antes de que los ríos cavaran valles, cuando ya los halcones de afiladas garras cazaban al vuelo aves y serpientes, ¡yo fui cóndor! Robusto rey del cielo, dominando los aires de la costa y de la sierra para proteger mi especie del terrible hombre.

Fui animales hermosos, vanidoso y cruel Por ello pagué el precio vil de mi soberbia, cuando al nacer de nuevo, nací humano, salvándome tan sólo, por nacer peruano.

Soy Peruano 8

Roger L. Casalino Castro

Comprendí que era parte de algo grande, al percibir la nobleza de mis vidas anteriores, cuando pude volar sin agitar las alas, o cuando felino: fui cauto y silencioso, y convertido en dios... colocaron mi cabeza en los altares.

Desde pequeño aprendí que ser peruano, es escarbar camotes con las manos, saciar la sed de saber de todo niño, arrancando achiras y papas de la tierra. Fruto bendito del sacrificio del incario.

Fui peruano con los pies descalzos en la arena, caminé sus playas, sus quebradas y sus valles, crucé los ríos nadando en turbulentas aguas, y dormí en la ribera bajo un árbol refrescante.

Soy peruano a pesar de los errores. Siento un Perú gritando que esto es mío. Debo entonces luchar por la justicia, con la ilusión de que haya papas para todos.

Amo al Perú de los milenios de cultura, amo al Perú que no conoce fronteras ni ataduras. Amo la aridez y soledad de sus desiertos, y el serpentear de los ríos de su selva.

Amo al Perú de cordilleras y cañones donde brilla el Sol del Incanato, donde los picos nevados son guardianes, que miran fríos hacia oriente y occidente.

Roger L. Casalino Castro Soy peruano porque así lo quiso el tiempo, soy tan peruano como las minas y el petróleo, como las aguas de sus ríos al caer, doy mi sangre, como ellos la dan al amazonas.

Soy del Perú del Cuzco y Machu Picchu, de sus tradiciones, Iglesias y balcones, ¡de la costa, de la selva y de la sierra! ¡Soy un peruano, que vive su Perú!

¡Siento un Perú gritando que esto es mío!

O3

Soy Peruano 10

Roger L. Casalino Castro

Mi Perú

Cómo escribirle al Perú sin expresarlo en poemas, cómo mirar a la sierra sin sucumbir a su fuerza, cómo caminar por ella sin adorar su belleza, sin afirmar que alienta la comunión de las almas.

Cómo caminar la costa sin quitarnos los zapatos para sentir la caricia del calor de sus arenas, sin ver el mar por la tarde para mitigar las penas, y recordar entonces, tantos, tan dichosos ratos.

Cómo penetrar la selva sin recordar sus amores, poseídos de belleza, poseídos de ternura, dominados por la flora, en medio de la espesura, de una selva que te abraza y te arroba con sus flores.

Cuánto amo mi Perú, lo quiero de mil amores, siento que su historia oculta me motiva y enamora, me susurra a los oídos, que así como antes, ahora, somos la gloria, el honor, arco iris de colores.

En los vientos y las nieves que decoran los volcanes, en cordilleras preciosas que se adornan de lagunas, en barrancas y pendientes que nos ofrecen las punas, está la fuerza peruana que nos convierte en titanes.

Las cascadas de los ríos que bajan por las laderas y que luego serpenteantes discurren hacia la selva, nos llevan por los parajes colmados de madreselva, donde mil pájaros vuelan flameando como banderas.

Roger L. Casalino Castro ¿Puedo acaso ser humilde mirando tanta belleza, más sabiendo que ahí guarda disimulada su fuerza, sabiendo que flora y fauna no dejarán que se tuerza las virtudes del peruano, que son orgullo y nobleza?

Felino va el otorongo, silenciosa la anaconda, disimula el cocodrilo, no ubicamos las pirañas, son los amos del silencio, no se valen de artimañas, son la fuerza de la selva, sin un eco que responda.

Es mi Perú fina estampa de un caballo pajarero, mi Perú repiqueteando con alegría los cascos, es el chalán caminando entre lomas y peñascos, es mi Perú la hermosura, por eso tanto lo quiero.

Mi Perú que es marinera, valses, polcas y tondero, mi bandera es mariposa revoloteando en el prado, es mi Perú resbalosa, es festejo y lo bailado, es el cajón, las guitarras y ese bordón jaranero.

Música andina que trina el charango alborotado, música linda que canta silbando mística quena, musa que me trae el viento que me libra de condena, que me dice que el Perú, es un país encantado.

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Época Andina

04

Roger L. Casalino Castro

Génesis

En el tiempo Huiracocha hizo la vida, la plenitud del cielo. El ruido sordo quedó atrás, me despertó el cantar del cuculí que sólo para mí siguió cantando, diciéndome así que soy incaico, que puedo disfrutar de mi silencio, que se hace bello en el piar de un pajarillo.

¡Vamos vida! Que estás oculta en una flor, que estás latente debajo de una hoja, o en la química eterna de una roca. ¡Vamos despierta!

Inyecta en mí la alegría de mi origen, destierra esa angustia incomprendida, de ser tan poco... en un mundo tan hermoso, de no ser nada... en la inmensidad del tiempo.

Déjame conservar la ilusión de que soy útil, déjame saber que mi paso por la tierra, sirvió al menos... para ser, con humildad, por un instante, una partícula muy pequeña de energía, que aportó una chispa al Universo.

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05

Sol del Pasado

Sol de los nobles Incas que coronaron el pasado de estas tierras benditas de mil glorias no contadas, de caciques victoriosos que resueltos enfrentaron con valor y sacrificio a las tierras no labradas, vírgenes invioladas por el pico o el arado.

Cuántas generaciones pasaron para lograr la papa. Cuántos esfuerzos y lágrimas para cosechar el maíz. Cuántas plantas silvestres con las manos escarbaron, trabajando con pasión para mejorar su raíz... antes que el español cambiara el poncho por la capa.

Cuando la llama era bestia y vagaba en las alturas, con la alpaca y la vicuña correteando el altiplano, hombres de la sierra hicieron, aquello que soñaron, con esa paciencia infinita que enaltece al ser humano domesticando las plantas en andenes y llanuras.

Quiero pensar en el tiempo anterior a Machu Picchu, Saqsayhuaman no existía y Ollantaytambo era loma, se organizaban buscando conservar agua y comida, porque la raza del Quechua que ya tenía un idioma, investigaba en la tierra y en los frutos que le daba.

Mirando al Sol del pasado que calentaba la tierra,

Roger L. Casalino Castro cada día comenzaba al brillar en la montaña, y sin dudar de su ciencia y como honor a la vida, busca la mejor semilla que atesora en su cabaña, luego con mucho cariño, la acaricia y la entierra.

Cuando de noche la Luna coqueteaba con el Sol y se ponía rosada por las cosas que escuchaba, el quechua que sí quería y la chola que se oponía, hacen del amor un juego cuando el trueno retumbaba para engendrar nueva vida al Incanato del Sol.

Quiero recordar el tiempo que mi memoria rebasa, tiempo que fuera de fuerza, de sudor y de trabajo, tiempos que fueron la base de constancia y armonía, para que después más tarde se construya desde abajo un Incanato que corone la grandeza de su raza.

Cómo saber lo que hiciste para enfrentar a los pumas cómo sobreviviste al frío, a víboras y alimañas, cómo cuidabas tus hijos, tus animales, tu siembra, y en simultáneo luchabas, sintiéndolo en tus entrañas al grito de gavilanes que te ofrecían sus plumas.

Pero nunca alzaste vuelo y te quedaste en la sierra para enseñar a los pueblos cómo se siembra la papa, para enseñarle al mundo que tu tajlla no se quiebra, demostrando que tampoco a tu inteligencia escapa, que eres el hijo del Sol... y eres fruto de ésta tierra.

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06

Oración a Huiracocha

Percibo una voz que me llama. Es el Ande que me grita desde adentro, para hacerme saber que tiene alma. Es el Huiracocha fuerte que nos guarda. Es el Huiracocha ferviente que nos guía. Es el Huiracocha afable que nos ama.

Está dolido y llora. Se ha enterado que en otros continentes... hay guerras... Que los unos se matan con los otros. Que unos comen mucho... y otros comen, nada.

Que unos tienen abrigo... y otros, ni mortaja. Que los unos se van al cielo por hacer lo que les dicen. Que otros van al infierno por buscar otro consuelo.

Que hay un Dios que sufre, crucificado en un altar, al que no llegan los débiles... hay un pecado en el camino, que es muy difícil salvar.

Roger L. Casalino Castro Ven Huiracocha, alma de mis dioses, consuela este espíritu que busca la hermandad. Salva este cuerpo, del dolor y la miseria.

Dame la riqueza de ser noble y generoso, de asistir al desvalido, de compartir mi papa, de conceder abrigo.

Dame el valor, de ser humilde y abnegado. Dame la dicha, de honrar mi ayllu, cultivando los dones santos, que has colocado en mis manos.

Haz que con paciencia encuentre el honor en el trabajo, el amor en la bondad, la paz en la hermandad.

¡Ven Huiracocha ¡ alma de mis dioses. ¡Ven!...

¡Somos los hijos del Ande!

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07

Eternamente

Quiero gozar de la vida de los muertos, quiero gozar del cielo que ellos viven, me han contado que los nichos son los puertos de donde se parte a la gloria que perviven.

Quiero escapar a las tinieblas de la tierra, quiero llegar a donde aguardan los que fueron, hacia la realidad que cada sueño encierra, a la unión con los que otrora ya partieron.

Dejaré tan sólo, el polvo de mis huesos y la gloria del bien que haya sembrado, con la producción bendita de mis sesos.

Dejaré las penas, el rencor y los dolores, y todo aquello a lo que estaba acostumbrado, para vivir eternamente... sin temores.

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La Luz de las Sombras (Huilcañaupa)

Llega hasta mí la luz de las sombras, la luz de los espíritus presentes. Reviven en mí las palabras del pasado, que nos invitan a ser pacientes y prudentes.

El trabajo será bendecido por el Inti. El amor será la ruta a las estrellas. La amistad será el fruto de la vida. En la armonía estará siempre Huiracocha.

Percibo el regocijo del reencuentro, veo la felicidad en la mirada de los vivos, y en la ternura que se refleja en cada uno, hay un espíritu que nos consuela desde lejos.

Sintamos pena al extrañar los que se fueron. Sintamos el amor de amar a los que amamos. Sintamos la dicha de vivir lo que vivimos. Y la gloria de ser, lo que somos... lo que fuimos.

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Marcahuasi El Relieve de las sombras

Allá donde el sol brillante despierta vida en las sombras, en los perfiles labrados que atesora el Huilcañaupa. (Templo muy antiguo)

Cada día anuncian la vida que las rocas perpetúan, mil espíritus emergen para ofrecer su presencia.

Cada noche en dulces sueños cobijan a los viajeros, los protegen de peligros adornados por la Paksa (claridad de la luna)

Mas en las noches oscuras, adorarán las estrellas, porque saben que algún día, volverán los que se fueron.

Allí donde nada vale, o en apariencia, es inútil, sin embargo vale tanto, si nos metemos al alma.

Roger L. Casalino Castro Marcahuasi tierra santa que por milenios espera, allá arriba, en la montaña, acariciada del viento.

Esperamos con paciencia, los que aguardamos con fe donde las rocas recuerdan la inmortalidad del hombre.

Soledad, hambre y dolor, frío y pasión, y un silencio, que enmudece los sentidos al estar cerca de Dios.

Así como un día llegaron para crear Marcahuasi, otro día volverán a orar en el Huilcañaupa.

Los espíritus creyentes se inclinarán con fervor, pedirán humildemente, aprender del Creador.

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Gloria en el Altiplano

En los tiempos trepidantes surgieron las cordilleras al impulso de la fuerza que desde adentro empujaba, los nevados majestuosos se adornaron de lagunas donde nacieron los ríos alegres y cristalinos, las aguas cavaron valles y fueron a dar al mar.

Al estar cerca del cielo sobre el altiplano triste en la pasividad embriagante del paisaje mustio, percibimos que la gloria pasó dejando una huella que dominó los Andes haciendo de ellos colinas, convirtió el valle en llanura como esperanza de vida, de la quebrada hizo un lago al que llamó Titicaca.

Meseta de tierra fértil de ríos que serpentean, Ñusta viajera desnuda va en busca del lago hermoso para entregarle sus aguas y convertirlo en espejo, donde el Sol se regocije al reflejar su esplendor.

Cada mañana brillante emerge por el oriente precedido del celaje que anuncia su aparición, y cuando los rayos de fuego lo llenan de colorido, hacen del cielo serrano un jardín que flota al viento, que nos llena de emoción, que nos llena de calor.

Rayos de luz rebotando sobre las aguas azules,

Roger L. Casalino Castro para estrellarse gozosos contra las chullpas de piedra para proyectar su sombra más allá del infinito, llevando el mensaje santo del Inti al dios Huiracocha

Pero un día algo pasó y se agitaron las aguas, de borbollones de espuma del color del arco iris, surgió la Pareja Andina caminando a tierra firme, y al violar la tierra virgen que ofrecía el altiplano, colocaron la semilla que poblaría la sierra.

Inteligencia y cordura, serenidad y paciencia, fuerza que mueve montañas para construir ciudades, empeño que encausa ríos para dominar la tierra, y hacer un Incanato grande... bajo la Luna y el Sol.

Meseta de tierra fértil de ríos que serpentean...

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Roger L. Casalino Castro

Saqsayhuaman

Te he encontrado soportando el peso de los años, altivo y firme enclavado en lo alto de tu loma. Un paraje que se adorna con tu noble arquitectura que aprovecha planos cumbres y pendientes.

Hombres de época remota, de creación e ingenio, te dieron vida eterna en tu monumental belleza. Nos hacen ver que en cada roca, que en cada unión y en la variedad de ángulos, atesoras mil historias.

¡Dime cómo es verdad que coronando tus murallas tienes un cerebro que es el centro de la tierra! Cómo en verdad dominas huestes , tierras, caminos, y sabes todo del clima porque el cielo te lo dice.

En el círculo central de tu magistral cabeza, recibes información de las pozas que circundan, diversos son en tamaño, y sin embargo uniformes, otras en el contorno confirman inteligencia.

Te construyeron capaz de sobrevivir milenios, te construyeron capaz de proteger los incanatos. Yo sé que el de Manco Cápac, fue tan sólo uno, de los que vieron en tí el mejor de los amigos.

Cuando al estar en la cima me imbuí de tu energía, miedo tuve de saber de tus sagrados secretos, grande fui al comprender de tu espíritu grandioso, grande fui al percibir, sin vanidad... tu gloria. Qué pequeño me sentí al mirarte desde abajo,

Roger L. Casalino Castro parado ante aquellas rocas que colosales sustentan el honor de tus murallas, la belleza de tus formas que zigzaguean con fuerza exigiendo mi respeto.

Luego me sentí hombre al caminar por la cima, poseído de tu influjo al paso firme que andaba, en el centro de tu mundo rodeado de cordilleras que me dicen desde lejos que te aman y te adoran.

Porque te crearon grande para preservar la vida, porque te crearon fuerte para inducir al trabajo, porque te hicieron hermoso porque la vida es bella, porque te hicieron capaz de guardar conocimientos.

No te crearon guerrero, te hicieron inteligente, para orientar a los pueblos al cultivo de la tierra, enseñarles que debían organizarse en incanatos, que los cuidarías con celo, en armonía y en paz.

Te escucho decir que ya tú no quieres guerras... que se puede cultivar hasta en la punta del cerro, que se cuide a los niños como fuerza del futuro, se preserve en el anciano la alegría del pasado.

Los niños quieren saber, los ancianos enseñar, los niños quieren hacer, los viejos saben hacer, a los niños dar amor, a los jóvenes trabajo, a los padres el deber, y a los ancianos... respeto.

Me cuentas y lo sabemos, que bárbaros ambiciosos, llegaron desde otras tierras montados sobre animales protegidos de armadura y nuevas armas de fuego, con el pensamiento indigno de los que buscan poder.

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Roger L. Casalino Castro

Les diste la bienvenida, los acogiste gustoso, mas ellos no comprendieron, no podían comprender, que tú cuidabas la tierra, que tú dabas de comer, y que eran tus armas nobles: la alegría y el saber.

No recordemos historias que nos llenan de tristeza, ni cómo bárbaros brutos destrozaron tu apariencia al sentir que tu deidad ofendía su presencia, ni cómo en impía labor, derribaron tus murallas.

En tu cerebro sagrado la inteligencia pervive, sobrevivirás por siglos tan firme como hasta ahora, paciente, protector y fuerte al amparo de tus bases, esperando por que un día retornen tus creadores.

Te devolverán tus piedras y reharán tus murallas, fluirán por tu cerebro nuevas aguas cristalinas, así comprenderá el mundo que la vida es comunión, por el amor, por la paz y el calor de la amistad.

Roger L. Casalino Castro 12 El Inca

Magnífico camina delante de sus huestes, erguido el pecho muestra el Sol del Incanato, la frente altiva luce viril la mascaipacha que lo eleva como el hijo de los Andes.

La madre Quilla lo guarda por las noches, Huiracocha le da la luz de los sentidos, el Inti le proporciona calor y fortaleza para consolar a quienes ama con cariño.

No habrán guerras sin dominios ni fronteras, no habrá hambre si escogemos las semillas, tendremos abrigo si protegemos las alpacas, viviremos en paz si conservamos la armonía.

El Inca se aposenta en tierra virgen, que luego deja sembrada de esperanzas, todos escuchan animados sus consejos, porque es la voz, entre el Inti y la tierra.

Vienen a él los que quieren aprender, humildemente le ofrecen sus esfuerzos, quieren aprender cómo lograr comida, .quieren labrar con amor la pachamama.

Es la palabra veraz que no mancilla, es el ejemplo que laborioso los alienta, es el caudillo que no ofrece, pero enseña, es el Inca de todos, que sustenta.

Soy Peruano 28

Roger L. Casalino Castro

Cada tarde se reúne con los niños, juega con ellos y los escucha con cariño, cuenta historias de los Incas de otro tiempo, hablan del Sol, de la luna y las estrellas.

El Sol, les dice, es el dueño de la luz, la luna, en cambio, es el reflejo en la laguna, las estrellas son los niños que algún día, nuevo brillo darán a nuestro Sol.

Soy apenas, un tambo en el camino, soy tan sólo, un paso más hacia el destino, el final, está tan lejos en la ruta, que el tiempo, exigirá de nuestro tiempo.

Yo fui un niño colmado de ilusiones porque nací y eso era parte de mí mismo, luego crecí para sembrar la realidad, y moriré, justamente en la cosecha.

Ustedes son la nueva vida de mi campo, y crecerán fuertes, sanos y valientes, continuarán mejorando mis sembríos, y su cosecha, será el futuro quien recoja.

He caminado largamente el Incanato, he puesto los pies descalzos en su suelo, he sentido la dureza de las piedras, he resbalado sobre el lodo de los huaicos.

He sentido el dolor en carne propia

Roger L. Casalino Castro cuando el clima anulaba todo esfuerzo, he resembrado los campos, reabierto los caminos, he dado gracias al Inti por la vida.

Un duro pasado soporta mi tristeza para mostrar con orgullo esta sonrisa, al distinguir en la hermosura del ocaso, el preludio feliz de un nuevo día.

No habrán guerras sin dominios ni fronteras... .

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Soy Peruano 30

Roger L. Casalino Castro

La Verdad

La verdad es aquella que me levanta al amanecer, la que veo cuando sale el Sol, cuando despiertan las flores, cuando se avivan las hojas, cuando comienza el trabajo.

Tomo mi tajlla, voy a los campos, a cultivar la tierra cuando brilla el Sol, porque él es la vida, porque él es el Inti, que me deja ver, que me da calor. Y cuando él descansa, al caer la tarde, descanso también. Entonces la luna, que es la madre Quilla, me guarda en mis sueños, contándome historias, de vida y amor.

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Roger L. Casalino Castro

Plegaria en Machu Picchu

Emerge de la noche entre rayos truenos y centellas, anunciando la aparición de un nuevo día. Emerge Machu Picchu, corona magnífica del Ande, espíritu del conocimiento, resumen de la vida.

Vida que ilumina las tinieblas, tinieblas de un destino abierto, destino de seres de otros mundos que llegan a sembrar en nuestra tierra.

Que vienen a hacer cosas hermosas desde lejanas estancias con humildad casi divina, con respeto a nuestros Apus.

Machu Picchu guía de los cielos, galáctico templo de los dioses, compendio espiritual de las estrellas, guía mis pasos.

Tú que eres la ilusión en la niñez, la esperanza en la juventud, el consuelo en la vejez... sé mi refugio...

Musa de los poetas,

Soy Peruano 32

Roger L. Casalino Castro

espíritu de los místicos, delirio de la grandeza, pasión de lo desconocido, disipa mis dudas.

Fuerza de padre, amor de madre, espiritualidad de los principios... protege mi ayllu.

¡Es la oración de los que vemos en el INTI el Sol que alumbra nuestro suelo, pidiéndonos desde la sombra de las ruinas: ¡Recuperar el orgullo del pasado! ¡Y la dignidad, levantando la cabeza!

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Roger L. Casalino Castro Pachaqutek

Era un niño mirando al infinito desde una cumbre empinada, de cara al Sol, porque de él se nutría. Desafiando al viento... Ingresando al tiempo para abrir la historia, y tomar su sitio.

Hijo orgulloso del Inca, era su madre una colla, se llamaba Pachakuteq. En sus venas gloriosa la sangre hervía, él ya sabía... que su destino era grande.

El brazo derecho fuerte para enfrentar a la vida, el otro brazo era suave para mostrar el camino. Uno la fuerza del padre, el otro el amor de madre; uno era garra de puma, el otro, astucia de zorro; uno era punta de lanza y el otro plumas de guía. Uno el retumbar del trueno, el otro arrullo de lluvia; el derecho surca la tierra, el izquierdo siembra semilla.

El padre Sol se lo dice y el entiende que muy pronto, cuando trece lunas... por trece veces vea, se sentará junto al Inca a aprender sabiduría, a comprender el por qué debe ser conquistador ¡Conquistará nuevas tierras,

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Roger L. Casalino Castro

las proveerá de agua y enseñará a cultivarlas! Pues donde pisen sus llamas... La cosecha será buena.

El Sol le da la energía, la luna cuida su sueño, mientras espera el momento que le depara el destino, cuando otras trece lunas... por otras trece veces vea. Será el Inca Pachqutek, uno de los Incas grandes.

Con la derecha grandioso, con la izquierda guía y Sol. Con la derecha el poder, y con la izquierda control: ... el equilibrio de un Dios.

Al pasar trece nuevas lunas... que por trece veces ve, siente llegado el momento de vestirse como Inca. El porte erguido de llama, ágil... mezcla de chasqui y guanaco, los brazos firmes de puma, ojos astutos de zorro sobre nariz aguileña. Todo observa, todo ve, su paso es fuerza de ley, es su palabra sagrada. Él es el hijo del Sol, él vive y morirá con él.

Roger L. Casalino Castro Es un dios en esta tierra, una estrella en el espacio. ¡Pachqutek!... ¡Pachaqutek!... Todos dependen de ti , mas no dependes de nadie, todos se inclinan a ti, mas no te inclinas a nadie.

Eres sabiduría, eres calor. Cuatro suyos te veneran, y haces honor a tu nombre... Enseñando que la tierra es la madre que sustenta. Enseñando que el trabajo es la fuerza que protege. Enseñando que la familia es la fuerza que perdura.

¡Pachaqutek!... ¡Pachaqutek!... ¡Siete siglos... te recuerdan!

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Roger L. Casalino Castro

La Quena

En el mundo de la quena, un soplo le da la vida haciendo brotar las notas como suspiros del alma para llevarlos al cielo.

Es arroyuelo que canta, es paloma mensajera llevando noticias gratas al que sufre mal de amores, o padece desconsuelo.

Canta mi quena querida, cuéntale al mundo que sufro, cuéntale cómo es milagro, el que tus notas sugieran que el amor es lo más bello.

Dime mi querida quena dónde estarás en la tarde, cuando esperando a mi amada, requiera tus dulces notas para hacer fácil la espera.

Quiero tenerla conmigo, gritarle a todos que la amo, y al compás de tus silbidos apaciguar los latidos de éste corazón herido.

Cuéntale quena querida

Roger L. Casalino Castro que yo me muero por verla, que sólo tú me consuelas cuando silbando me tocas esa música del alma.

¡Canta mi quena querida!

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Roger L. Casalino Castro

La Momia Madre

Ha muerto la madre de muerte repentina, ha sucumbido a los avatares de la vida, ha llegado al final de su camino, porque así debió suceder, feliz destino, después de sembrar las semillas de una raza.

Y los hijos la rodean para darle sepultura, la preparan con cuidado y con ternura. Tú, péinala... y coloca las hondillas, perfúmala con el aroma de esas yerbas milagrosas mientras sigues trenzando sus cabellos, haciendo más largas aún las trenzas de su pelo.

Así... así... ahora colócala sentada, sobre esa manta tejida de vicuña, acomódala... las rodillas pegadas a su pecho, los pies juntos, las manos estiradas... que tomen los tobillos...con cuidado, la cabeza que supere las rodillas, que la espalda no se curve... así, orgullosa... como orgullosa fue toda su vida.

Ahora sí... ponle otra manta,, la que ella usaba en sus paseos, aquella que ponía sobre el césped, cuando a la sombra de una mata de pacaes, hacía el amor, amante, apasionada.

Pero antes, corónale la frente,

Roger L. Casalino Castro con esa cinta de colores que tejiera con sus manos, adórnala con metales muy brillantes, y con ese collar de conchas... para que el mar purifique sus acciones.

Ahora cúbrela... con tantas mantas como hijos en la vida ella pariera, con tanto amor como ella en vida diera, con tanto celo como ella nos cuidara, tanto cariño como ella prodigara, para que envuelta, eternamente viva, en el calor de las emociones de su vida.

Ponle alimentos en bandejas bien cuidadas, no, no te apures, hazlo tranquila y amorosa, hazlo con paciencia que tiempo es lo que tiene, ponle ternura a la tarea que realizas, porque pronto tendrá un banquete con los dioses.

Se lo merece... era mujer y era madre, ahora será parte feliz de un mundo nuevo, ahora estará en un lugar de privilegio y desde ahí, ella vera, cómo el recuerdo, hace del mortal un semi dios sobre la tierra.

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Roger L. Casalino Castro

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Qosco

Ciudad milenaria muchas veces, escondes fiel el enigma del pasado, envuelto en ese manto de grandeza que ocultan frías tus angulosas piedras.

Cada una es clara muestra de cultura, de cuidado, de paciencia y de trabajo. La arquitectura grandiosa de tus templos corona de gloria la herencia de tus tierras.

No son tu orgullo las lanzas o las flechas ni los torpes mazos en actitud guerrera. Tu orgullo está en el varayoc del comando hecho para imponer el orden por la vida.

Qosco, vital y eterno ombligo de la tierra, ¡Yo sostengo que jamás fuiste guerrero! Fuiste un eje cultural que con esfuerzo forjó un Incanato brillante como el sol.

¡Claro!... es cierto que tenías generales que comandaban ejércitos armados... eran amautas armados de quipus y tajllas, para enseñar a todos a cultivar la tierra.

Para mostrar las bondades del Sol y de la Luna,

Roger L. Casalino Castro del día y de la noche... y de la lluvia. Adorarlos de día humildemente en el trabajo, para ser bendecidos por ellos cada noche.

Nada se compara al enclave de tus piedras que nos inspiran a ser firmes y valientes, a soportar... cargando Iglesias por los siglos, como Cristo cargó la Cruz hasta el calvario.

No puedo decir más sin ofender memorias. No puedo escribir más sin desmentir historias. Mas la verdad de mi pluma escarba en el olvido, para descubrir que Qosco... es cultura y es verdad.

Qosco, vital y eterno ombligo de la tierra...

19 Socctapara

Soy Peruano 42

Roger L. Casalino Castro

En el centro del valle, en la parte que estrecha en quebrada, cual pirámide egipcio se yergue al lado del río que viene bordeando por una ensenada, para estrellarse en sus faldas de granítica roca. Cerro que es mudo testigo de historias vividas, por Incas, Caciques y bravos valientes, altivos, de gesto bravío, audaces, orgullosos y gentiles con el que vencido fue bravo enemigo.

Cómo hubiera querido pararme en la cima, convertido en cacique, vestido de cielo, tachonado de estrellas el poncho, mirando la lucha, gritando adelante, ingresando a la gloria. Hubiera querido vivir un momento de aquellos. Hubiera sido un Inca firme y robusto, como un dios, como cóndor o zorro, como un puma astuto y sagaz. Dice nada de aquel cualquier libro de historia.

Socctapara, eres tumba de muchos que un día, en batallas que en tiempos remotos ahí se libraron, sucumbieron luchando del alba a la noche sombría, los que tú recibiste y guardaste en tu seno, convirtiendo la gloria de antaño al presente en altar. Aunque lunas y siglos por cientos pasaran, guardarás para ti, consintiendo que en pleno, cada día despierten mirando hacia el mar, pues ahí, desde el lado del río observas el valle, vigilas caminos y guardas hermosas historias.

Roger L. Casalino Castro

Sentimiento Andino

20 El Primer Amor

Soy Peruano 44

Roger L. Casalino Castro

Si el amor llama a tu puerta, no le digas nunca no, tampoco le digas si, dile pues, lo pensaré. Si él insiste con que quiere, dile pues, quizá algún día, cuando me ofrezcas la dicha que haga palpitar mi pecho. Él te dirá muchas cosas, te ofrecerá muchas más, pero tú dirás que no y cerrarás tus encantos. Él te dirá cosas lindas, te pegará con cariño, y una cosquilla al sobaco para que pierdas la calma. Te reirás mucho de él, reirán juntos los dos, otra cosquilla a los pies, mas no abrirás tus encantos. Le pedirás que te deje y que regrese otro día, que para entonces quizá... si es que la vida te ofrece. Él volverá, no lo dudes, fácil se alocan los hombres, pues no soportan el no de la mujer que ellos quieren. Tú, resiste las cosquillas y esos golpes de cariño, y así tu macho tendrás, en los brazos como un niño.

Roger L. Casalino Castro

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Botón en Flor

El botón en flor que llora gotas de rocío nos ofrece la frescura de inocentes años, pétalos tiernos que se abren a la vida, para expresar la belleza de su encanto.

Nos llama a la caricia llena de alegría, brillando coqueta al salir el sol, ofrece su polen a una mariposa que viene trayendo sueños de ilusión.

Vienen las abejas a trabajar la miel, luego un picaflor se arrima al festín, mientras luce hermosa todo su esplendor la más bella flor que adorna el jardín.

Al caer la tarde, ve caer el sol, se curva graciosa mirando al ocaso recoge los pétalos guardando sus sueños, después de gozar de un día de amor.

Soy Peruano 46

Roger L. Casalino Castro

22

Kukulí

Kukulí que cantas al amanecer para alegrar mi camino, para hacerme conocer que voy hacia buen destino.

Kukulí que me acompañas volando de rama en rama, que yo siento en mis entrañas porque me inspiras amor.

Kukulí que con cariño me esperas en la cabaña, tanto me ama y extraña que me trata como a un niño.

Roger L. Casalino Castro 23

El Dolor

Cerca del dolor me pude confortar, cerca del dolor fui la pasión, cerca del amor pude ser feliz, cerca del amor fui la ilusión.

Lejos del dolor no sentí nada, lejos del dolor viví con ansias. Lejos del amor fui soledad, lejos del amor no tuve calma.

Puede doler hasta lo más profundo. hasta donde el cuerpo se confunde con el alma, hasta donde la realidad y la ilusión se miran, hasta donde los sueños no lo son, hasta donde la tristeza ríe, hasta donde las lágrimas fluyen de alegría.

Porque el dolor exalta los sentidos, haciendo del amor un cielo hermoso.

24

Soy Peruano 48

Roger L. Casalino Castro

Si Polvo fui... Polvo seré

Dentro de mí, con dolor, me supe humano, mas no lo pude gritar con alegría, deseaba que cada igual fuera mi hermano, entonces me alegré de saber lo que sabía, al recordar que otro animal me dio la mano cuando fui insecto, felino y cocodrilo.

Los humanos somos seres tan extraños, a quienes Dios nos dotó de inteligencia, sin embargo, nos llenamos con engaños, para apaciguar apenas la conciencia, por temor a que al paso de los años, acabemos sin piedad nuestra paciencia.

Instrumento de la dura realidad, sentado en el banquillo del delito, veo mi luz, convertida sin piedad, en el oscuro infierno del proscrito, mi cielo sigue buscando la bondad, y en la espiritualidad, sufro contrito.

Mis sueños están viviendo su presente como flor que florece por un día, pues no me atrevo a soñar, estoy ausente, al olvidar la piedad que yo sentía , al observar cómo la gente, puede sufrir hambre y tiranía.

Roger L. Casalino Castro Huiracocha ven... salva mi carne. Huiracocha por favor... calma mi sed. Que la biología santa de la tierra, encuentre en mí algo de bueno. No quiero dar asco a los gusanos, que mi osamenta quede limpia... que en mi se regocije el tiempo... al convertirme nuevamente en polvo.

Si polvo fui... Otra vez, polvo seré.

Soy Peruano 50

Roger L. Casalino Castro

Época Virreinal

Roger L. Casalino Castro 25 El Barco

Barco que me llevas lejos, a la Ilusión de otro puerto, a otro Amor, a otra Alegría. Al sueño imposible de la sirena hermosa, de blonda cabellera, de cuerpo gracioso, de escamas brillantes, vestida de gala, dorado y plateado.

Barco que anuncias caricias, que jamás olvido, que llenas la vida de dulces recuerdos, luciérnagas fugaces de vívidas luces titilando alegres, iluminando mis oscuras noches, cuando la tristeza me sale al camino.

Barco que el alma columpia, en silencioso vaivén, sugiriendo noches de morbo, de angustia, victoria y derrota del salvaje instinto que estalla en borrasca, que amaina los vientos, que termina en calma.

Barco que con tristeza zarpas... Barco que con alegría arribas a puerto...

Soy Peruano 52

Roger L. Casalino Castro

26 La Ruta del Sol

Yo estaba allí... parado frente al mar, mirando aquel hombre bajo la ramada sentado a la mesa de humilde posada, bebiendo agua... y comiendo pan con la mirada firme hacia el mar abierto viendo en el horizonte lo que alumbra el sol, lo que nadie ve, lo que todos temen. El mirar sereno de quien se sabe grande, de quien tiene un alma que lo lleva lejos por nuevos caminos, rebasando escollos; sabiéndose fuerte porque siente adentro que es punta de lanza que fija el camino, que rompe los cabos que lo atan a tierra, que su sino está lejos allende los mares teniendo por guía la ruta del Sol.

El estaba allí... yo podía leer en su rostro... pensaba que el Sol le indicaba el camino, que esa era la ruta que seguir debía, porque él es Colón que significa mundo y también es Cristóbal que dice algo nuevo. Demasiado fuerte para estarse quieto, demasiado grande para no emprender la aventura nueva de lo que el sabía; adonde el Sol le dice desde la mañana, avanza conmigo, no te quedes quieto y luego en la tarde lo llama de nuevo, vamos don Cristóbal que ese es su destino, supere ese charco, flote sobre él; tan sólo es un mar con dificultades puestas por temor y tontos prejuicios;

Roger L. Casalino Castro eres noble y vales por tu sano juicio, tu instinto lo dice y no acepta error porque un mundo nuevo es tu justiprecio. Llegaste de oriente en la ruta del Sol, por la ruta de los grandes acumulando experiencia, buscando con paciencia retoños de ciencia, e inspirado por el Sol conociste mucha gente.

¿Qué es esto?... al llegar te preguntaste, si el sol me ha dicho que allá... allende los mares hay un nuevo mundo que ver... No acepto limitaciones que me trunquen el camino, es mi guía y santo el Sol que me señala el destino, Él me dice que es de grandes no regresar al oriente. Yo debo ver a los reyes, generales y patriarcas, yo seré punta de flecha... luego vendrán generales como sostén de la fuerza, al final plumas de guía, Irán los espirituales.

Construirá carabelas para flotar en los mares; indicaré con La Pinta cual es la ruta del Sol, en La Niña llevaré disimulada la fuerza y La Santa María será el equilibrio de Dios. Participarán los reyes con ofrendas y dinero, contrataré los cartógrafos, navegantes y braceros, navegarán los valientes sin temor al más allá, conquistaremos la gloria allí en la ruta del sol.

Viajaremos a las Indias, hallaremos nuevas tierras, nuevos manjares y frutos, nuevas especias y razas; pero el éxito más grande será volver algún día trayendo un rico tesoro de nuevos conocimientos, aportar las experiencias y señalar el camino, pues yo sé que volveré... siempre en la ruta del Sol

Roger L. Casalino Castro Roger L. Casalino Castro

27

Vinieron

Vinieron a conquistarnos, con la magia de sus arcabuces y cañones, con la cruz y la espada. Han vuelto a la reconquista, con la magia del dinero, y de los sistemas económicos.

¿Quién será el Felipillo? ¿Quién el ? Quien el virrey?... ¿Quienes sus aliados invisibles? ¿Quiénes serán los Atahualpa?... Que pagarán para morir. ¿Serán los campesinos? ¿Serán los desesperados miserables... que habitan cerros y arenales?

No podrán escapar al sistema. se les dará facilidades, para que muerdan el anzuelo, para que caigan en el cuento. Es su sino, es su destino, perder las humildes propiedades, que ya no son suyas. Están impositivamente confiscadas.

Roger L. Casalino Castro 55 Ya les echaron el ojo. No hay escapatoria. ¿Otra vez morirá Tupac Amaru? Modernas víctimas, descuartizados por los cuatro jinetes cardinales, La Sunat, los Municipios, los Bancos, las Instituciones, arengados por el gobierno, arrinconados por los capitales, que pugnan por la mejor presa.

¿Quiénes serán Atahualpa... que pagarán para morir?... Víctimas inocentes del Sistema, los pequeños y medianos empresarios

Soy Peruano 56 Roger L. Casalino Castro

28

La Toma de Saqsayhuaman

Me encuentro en Saqsayhuaman, de pronto inmerso en una lucha, sorpresiva, cruenta y desigual. Cada cañón vale un ejército, cada mosquete, muchas hondas, cada sable, muchas vidas.

Están haciéndome un guiñapo; oigo alaridos de dolor, gritos de angustia me conduelen, nadie comprende el por qué de tan horrible matanza... y mientras... yo, sigo muriendo.

Lucha Cahuide en lo alto de la torre abriendo cabezas hasta caer vencido acribillado de plomo y de metralla. Mas los mosquetes, síguenle tirando, no lo necesitan de héroe, ellos... lo prefieren muerto.

Yace moribundo a mi costado, sus ojos lloran lágrimas de sangre; jadeante luce brillantes orejeras. Radiante el sol que lleva al pecho, una mano se agarra a la macana, cuando la espada... el corazón le clava.

Roger L. Casalino Castro 57 ¡Ha caído el enemigo! Dice el grito. ¡Al guerrero infiel ya dimos muerte! ¡Corred! Vayamos a la entrada. ¡Arrancad la enorme sierpe de oro, que de esta fortaleza los muros santifica, para ofrendarla con loas al Señor!

Alaridos eufóricos se escuchan, cual una arenga guerrera... vociferando sin cesar aquello, que terrible, la voz pregona, para mostrar con crueldad, lo que implanta el nuevo idioma.

¡Disparad!... ¡Que ya son nuestros, acabad con los idólatras del Sol, acabad con los bárbaros os digo, que Cristo bendecirá este día... con indulgencias y dones por matar infieles en su nombre!

Y con fervor... sigo muriendo, apoyado sobre el palo de mi tajlla, que sin embargo... no se quiebra. Estoicamente sigue soportando, el peso de mi angustia... cómo pesa... y la carga asfixiante del que hiere.

Mas no muero... aún sigo consciente. Sigo escuchando gritos y explosiones. Los ayes son iguales, de uno y otro lado; los de aquellos que defienden, y los de aquellos, que conversos, parte son ya... del enemigo.

Soy Peruano 58 Roger L. Casalino Castro

Los de armadura no se mueren. Las espadas y mosquetes hacen daño. Las hondas sólo sirven desde lejos. Mientras tanto... yo sigo muriendo, abrazado a mi Dios, mi Huiracocha, firmemente, contra el suelo.

Mancilladas las reliquias de mis Apus, al despertar, inmóvil, agotado, aplastado por dos cuerpos que soportan mis espaldas, sigo sin comprender qué dicen los triunfantes gritos del que invade,

Largas horas después... Yo vivo... Siguen anunciando que han vencido, ¡que del Señor su Dios ha sido la victoria! ¡Que un milagro se ha visto consagrado, en la empuñadura de la espada vencedora, donde una cruz revela su misterio!

Mi Dios, mi Huiracocha, está dolido, ¡Saqsayhuaman en pedazos se desgaja! Ruedan sus hermosas piedras cuesta abajo empujadas por la pólvora y el odio, sin que sepamos por qué se nos ataca desoyendo el clamor de la cultura.

Al destruir el amor a nuestros Apus, para imponernos la Cruz y la sotana, las heridas de mi cuerpo ya no duelen, son más graves y profundas las del alma, sufriendo, abatido en la amargura, llorando, condolido en la tristeza.

Roger L. Casalino Castro 59

La mirada, ya no abarca el horizonte, hay mil preguntas sin respuesta, y hay mil respuestas que no entiendo. El humo asfixiante de la pólvora interfiere el contacto con mi Sol... ya no podré llamarlo Inti con cariño.

La hoja cortante de la espada... segó alegremente mi cosecha. ¡El calvario de la Cruz... se enclavó en la Pachamama! ¡Penetró en mi ayllu... inclinó mi frente!.

¡Huiracocha!... ¡Espíritu del Ande!... ¡Qué dolor!...

Soy Peruano 60 Roger L. Casalino Castro

29

Rebeldía al Horror

Miro los tenebrosos tiempos del ayer, veo Puerto Quemado en llamas, abrasado, al arribo del virrey de la ignorancia, camino a destruir el Incanato y su cultura.

Los criadores de chanchos protegidos de armadura, se aprovecharon de la fe de los pacíficos Incas, les impusieron la Biblia, les destruyeron el quipu para ocultar la grandeza de su experiencia sagrada.

El dios Inti avergonzado no quiso alumbrar la cruz y en un eclipse total quedó el Incanato en sombras, porque la lacra social y la ignorancia guerrera, se impusieron a un pueblo sano que no sabía pelear.

Arcabuces y cañones contra semillas y tajllas, el calvario de la cruz contra el Sol de vida y luz, y los símbolos paganos que trajeron de otro mundo, obligaron con la espada a los dioses de esta tierra.

Cabalgando apocalípticos con armaduras de hierro, con la mente perturbada tras títulos y riquezas, al exabrupto del fuego de mosquetes y cañones, cambiaron la venia al Sol por humilde genuflexión.

Roger L. Casalino Castro 61

Se revelan los sentidos al pensar en la ignominia, de la hoguera, las cadenas y los potros de tormento; de la horca, de los cepos, o de la gota fría, que horadaba las cabezas y borraba las ideas.

Cuántos bárbaros pecados de las ilustres sotanas bajo la sombra y soberbia de la exclusiva verdad, egoísmo pernicioso de la idea consagrada y de la crueldad oculta bajo un manto de bondad.

Cuántos horrores sufridos en socavones mineros para satisfacer caprichos en lo suntuosos palacios, donde cortesanos fatuos hacían de pavos reales, para ofrendar a Dios las riquezas que Él no quiere.

¿Cómo mirar atrás sin maldecir a los buitres? ¿Cómo revisar la historia sin revelarse a su estigma, sin desdecir la verdad que nos justifica el crimen, y sin llorar el horror de que se hiciera por Dios?

¿Quién hizo del humano el modelo universal, que puede decir: mío, y tomar lo que es de todos? ¿Por qué debe ser blasfemo el que piensa diferente? ¿Quién le dio el derecho de oprimir a un semejante?

Dios es uno y lo vemos cada día en cada flor, en el momento sublime de la creación y la belleza, cuando de mil formas la naturaleza hace el amor... cuando en la unión de dos... se hace la vida.

Soy Peruano 62 Roger L. Casalino Castro

30

Parto en París

Sueños de libertad, sueños de gloria, me llevan a un París bendito, en actitud parturienta, en la revolución de las ideas. Escucho el murmullo de mil voces, oigo chirrear la guillotina, que acaba en un chasquido, cortante, seco, tremebundo, doliente, estimulante.

Luego ese ¡Ahhhh!... Agridulce. Insatisfacción de un pueblo que reclama a sangre y fuego, que ignorante se queja, para quedar en silencio. En la complicidad del silencio ya no vociferan más, los gritos se revierten, odian con dolor su llanto, en los pechos la desazón se agita.

La reina ha muerto. ya no está María Antonieta, a quien denigrar, a quien ofender, a quien echar la culpa de ser pobres, en quien defecar fracasos.

Roger L. Casalino Castro 63 El amor se desvanece, las arengas ya no duelen, la discordia está despierta, la amistad tiembla de miedo, la angustia del mañana los aterra.

Un perro orina en el cadalso, una rata bebe la sangre derramada. Convertidas en pálidas plebeyas, las cabezas tiradas en el suelo, lucen burdas, han perdido la peluca. Interminables noches de insomnio, largas noches de amargura.

Se desenfrenan las ideas anunciando el doloroso parto, pujando la patria ... puja acuartelada en las Iglesias... Hay cambio de guardia... Los enemigos: ahora son amigos... Todos pujan por un cargo... ¡Qué parto Señor... qué parto! ¡Qué doloroso parto!... ¡Se está pariendo la República!... Legalitè... Nuevas leyes... corruptos nuevos. Egalitè... Nuevas esperanzas... frustraciones nuevas. Fraternitè... Nuevos pobres, nuevos ricos.

¡Qué parto... Señor... Qué parto!

Soy Peruano 64 Roger L. Casalino Castro

31 Libertad

¡Libertad! ¡Libertad! Que te venimos gritando por más de trescientos años, sin que los oídos sordos escuchen nuestra demanda. Libertad, divino tesoro que guardan los poderosos, de la que apenas dan gotas como bendito rocío para aliviar nuestra sed. Libertad por la que mueren, los héroes y los poetas, los que consagran a Dios, la verdad que diera vida al vuelo de la gaviota.

Libertad que desde niños, aprendemos en la escuela para nutrirnos de patria, para aprender que la vida, si no es libre... vale nada. Libertad que consagrada al culto de las ideas nos restringe la inconsciencia de aquellos a quienes duele, que se pida para todos.

Libertad bendito cielo de los que claman justicia, que necesitan consuelo, cuando por dar amistad... ¡Te coactan libertad!

Roger L. Casalino Castro 65 32

Capotea, Pica, Banderillea y Mata

El ruedo es un lleno entero en graderías de sol, en sombra se ubican jueces, autoridades y curas, los caballeros de frac, chaleco y flor de solapa hacen venias y saludan con gran seriedad y estilo. Chavalillos pretenciosos lucen sombrero de pluma; las majas de la mantilla sobre peineta de nácar, con disimulo abanican para llamar la atención sobre el busto que resalta a la presión del vestido.

Mundo torero de luces, tauromaquia de pasiones irrumpe al sonar trompetas con ritmo de paso doble. Se abre el portón del ruedo, se ponen a todos de pie, cuando en feroz estampida el toro cruza la arena. Se estrella con la barrera y carga en busca del peón para embestir con fiereza al torero que lo observa. Le mide fuerza y vigor... calculando la embestida, luego, mostrando el capote, entra con gran señorío.

El torero curva el cuerpo, pues torear es filigrana, arte de poses y pases para que sufran las reinas que lo contemplan gozosas regodeando en la tribuna esperando por un guiño de una mirada torera. Los aplausos lo estimulan, el Sol le inyecta valor, brilla su traje de luces cuando llama al toro bravo, soportando la embestida, le da un revuelo al capote, para repetir la escena y arrancar su primer ¡ooole! Vuelve la fiera jadeante, chispea el traje de luces al rozar de los pitones, al grito taurino de ¡ooole! Chicuelinas revolean y el público vibra en pleno cuando el torero, sereno, mira y desprecia al bravo.

Soy Peruano 66 Roger L. Casalino Castro

Los peones capotean donde el picador espera; el toro embiste con fuerza al impulso de sus patas, el caballo aguanta firme al frenar del picador, que con decisión se afirma sobre la silla y estribos para clavarle la pica, bajándole la cerviz.

Jadea el noble animal con los ojos enrojecidos, encuentra trajes de luces que lo acosan por doquier, uno se aparta del grupo y se lanza sobre él, y cuando cree tenerlo a merced de sus pitones, siente que queman sus lomos al clavar de banderillas como si fueran las garras de mil aves de rapiña, que aletean sobre el morro para aumentar su dolor.

Enardecido y burlado recorre el ruedo rabioso cuando el torero aparece con la muleta en la mano, que lo llama y lo provoca, que lo invita a la cornada, y el rojo se vuelve negro cuando se lanza al desquite. Suerte de quites y pases, soberbias manoletinas, el torero pone nervio cuando raudo pasa el bruto, que voltea, que pelea, que persiste y no se rinde, hasta tenerlo jadeante, con la mirada perdida.

Enfrenta al toro, lo observa pleno, ¡Llegó el momento! Toma la espada, prepara estoque, ¡Suerte de dioses! Relaja el cuerpo, aprieta el puño, respira fuerte. Inclina el cuerpo y va hacia delante, quiebre gracioso, punzada diestra. ¡Clava la espada que va hasta el puño!... ¡Una que basta! Saltan barreras gritando ¡ooole!... ¡ole torero! ¡oreja y rabo!.

Roger L. Casalino Castro 67

Época Republicana

Soy Peruano 68 Roger L. Casalino Castro

33

Ha nacido el Perú

Ya lo siento venir, escucho el sonar de los cascos se rompe el silencio. Ha llegado a la entrada de Lima. Ha llegado una mezcla de santo y caudillo, de Dios y de hombre, que montado en un blanco caballo, con la mirada pasiva penetra hasta el alma, su presencia es la guerra, mas inspira la paz.

Es el Gran General, que ha venido surcando los mares, que ha venido volando en paraca, que ha venido sembrando a su paso: idealismo, esperanzas y gloria, con la Libertad. Ha llegado el Veintiocho de Julio, se escucha su voz. Ha llegado el momento sagrado, lo gritan los vientos, retumban los Andes, comentan los valles, que en Huaura ha sellado nuestra Libertad. ¡Ha nacido el Perú! ¡Viva el Perú!

Roger L. Casalino Castro 69

34

Bolívar

Estaba en un huerto florido de la vieja Magdalena, protegido bajo la sombra del ramaje, mirando la figura cuyas manos asían con firmeza la barra del barandal de la casona.

Supe que era el libertador con sólo verlo... aquel a quien decían don Simón, el General; era un joven con la mirada de mil años, y era pequeño, con la estatura de un volcán.

Fui atraído por el brillo de sus ojos, lo observé para medirlo con prudencia, me di cuenta de la dimensión de su grandeza, porque me encendía con el sol de sus ideas.

Su dimensión era un conjunto de virtudes: era la luz con que alumbraba su mirada, era la energía que exhalaba por los poros, era la simpatía enorme que inspiraba.

No, me dije...yo quiero conocerlo, quiero estrechar su mano con firmeza, sentir la seguridad personal de su palabra, y ser más humilde aún en su presencia.

Al influjo del brillo de su espada, supe el ¡por qué! libertaba las naciones, sentí el ¡por qué! las generaciones del futuro, le pondrían su nombre a plazas y naciones.

Soy Peruano 70 Roger L. Casalino Castro

Vuelvo al ayer para sentir en esta plaza, lo que él vivió orgulloso en las victorias de las pampas de Junín y de Ayacucho, para brindar en la gloria con los dioses.

Allí estaban departiendo grandes hombres, las mentes más preclaras del momento; el pueblo canta las victorias de las cumbres y las madres de los héroes...ya no lloran.

Bolívar les dice entonces con voz grave, yo no soy peruano porque nací en otra tierra, pero alegre escuché en el canto de las quenas, que al cruzar los Andes yo sería Americano.

Roger L. Casalino Castro 71

35

El Otro Bolívar

Sin dudar un instante de su corazón peruano, llegó aquí por la ruta que imponía la cordura, y con tantos valientes al alcance de la mano, le dio la libertad a una América madura.

Me rindo, don Simón, a su memoria, porque su gloria supera las razones del olvido, porque llena las páginas ilustres de la historia, con la grandeza del genio, fuerte y atrevido.

Desafió a los planetas, a la luna y las estrellas, atravesó cordilleras, valles, montes y cañadas; fue vencedor de los Andes, de batallas y querellas, y a las fuerza realistas, las mantuve encañonadas.

Usted enderezó la espalda del sufrido labrador y le inculcó que orgulloso levantara la cabeza, le enseñó que se gana si se juega a ganador y a usar la espada con habilidad y con destreza.

Le pedimos nos bendiga en la santa libertad, con el calor de esa magia que al universo asombra, con esa generosidad grande de entereza y lealtad, que fulgurante ilumina, para no recibir sombra.

¡Usted enderezó la espalda del sufrido labrador!

Soy Peruano 72 Roger L. Casalino Castro

36

El Cóndor y el Águila

El cóndor le sugirió al águila, que volara más allá de las montañas, que se adentrara en la selva, donde hay caza, y pasara la noche sobre un árbol.

¡No puedo hacer semejante cosa! porque yo amo la cumbre de los cerros, soy feliz al trabajar por mi comida y despertar con el sol, en la mañana.

Serías cóndor si no volaras por los valles, lejos de tu cielo y tu agreste cordillera, en la humedad de una selva que te abrasa, y sin disfrutar de la carroña que te gusta?

Serías parte de un mundo diferente, al que no puedes acostumbrar a tu manera te verías envuelto por sus modos, y sus costumbres, te convertirían en paloma.

Perderías el reinado de tu mundo, la libertad de ser lo que tú eres, perderías la fuerza de tus garras, y al volar... tendrías que agitar las alas.

Roger L. Casalino Castro 73

¡No!... ¡Yo quiero defender mi mundo raro! Poner mis huevos en la barranca inaccesible, pelear mi vida enfrentando a una sierpe, en una lucha de mil siglos que he vivido.

Déjame ser parte del camino cuando vuelo divisando a los viajeros, déjame sentir que soy el dueño, de los vientos, del Sol, de las praderas.

¡Yo quiero defender mi mundo raro!

Soy Peruano 74 Roger L. Casalino Castro

37 El porongo

Vamo pe muchaco, llena el porongo’chicha, séllalo con pasta’e camote pa’enterralo bajo tieeeerra. A ve... a ve, ¿Cómo e’cogite el porongo? ¿el poto ha’etau bien seco? tiene que ser alargaaaao. Veamo pue... el recuadro que has cortao, aquí abajito’e la punta, ¡tienes que hacerlo con chaaanfle! ¡Ajá!...así sí que ta’güeeeno, la chicha que no rebalse, y ahora ya bien tapao, amárralo con un tieeento.

¡Ya pue ya ta’güeno! haz un hoyo a su tamaño, aquí...juntito a mi cama pue pa’que naide me lo toque. ¡Qué güeno que’ta’eto! mi porongo’etá seguro, y cuando pasen dos lunas, escarbaremos la tieeerra. Lo agarraré con fervor, lo limpiaré con pacieeeencia, y al abrirlo suaveciiito... disfrutá ese fermento chicha. ¡Ah!... ¡Porongo, porongo!... ¡Mi poronguito, porongo! que p’al día’e mi santo... ¡te tomaré to’ititito! Pa’ brindá pue con Castilla.

Roger L. Casalino Castro 75 38 La Bemba de la Zamba

Nunca se vio cosa igual decía un día mi padre, hablando con su compadre de un caso fenomenal Él, un zambito bien camba que todo se contornea, está que se jaranea con la bemba de la zamba. Ella, una zamba bembona de curvas que se desbordan, donde sus pechos le adornan, atributos de campeona.

¡Qué bemba descomunal! si la usa como recurso, está fuera de concurso, es bemba profesional. Señora de la “boquita” por qué no la frunce un poco, hace un calor que me aloco, necesito su sombrita. Así se burla el zambito dándose el son de poeta, y al referirse a su jeta, la zamba le pega un grito.

Zambito cara’e patada, te agarro te despabilo y levantándolo en vilo lo tira por la portada.

Soy Peruano 76 Roger L. Casalino Castro

Cae p’arriba la gamba, destrozada la camisa, mientras nace una sonrisa en la bemba de la zamba. Tranquila pué’ña Petita, uté me quiere matá. ¿Por qué no me quiere da’ un beso de su bembita?

Zambito zarrapastrozo, aunque sea tu mujé, encasa no quiero vé negro tan espantoso. Cortado el zambo en su maña sale a buscar sus amigos, y con éstos por testigos se embomba chupando caña. Y diciendo a su manera que se muere por su zamba, quiere volver por su bemba, que allá en la casa lo espera.

No se da cuenta siquiera que viene tumbando sillas, lo toma por las costillas y le da su marinera, Tú sabes zambo bandido, cómo soy cuando me enrazo, lo pone debajo’el brazo y se lo lleva rendido. Nu’hay na que’acé, ¡Qué caramba! él ya no siente dolor, pues lo domina su amor por la bemba de la zamba.

Roger L. Casalino Castro 77 39

La Resbalosa

Más que muñeca preciosa. Más que coqueta bandida. Por ti me mato la vida, después de la Resbalosa.

Trina la guitarra fino vibrando alegre el bordón, al compás de castañuelas, de cucharas y cajón. Revolotea el pañuelo, pica, quiebra, punta y taco sacándole lustre al suelo, da la vuelta, coquetea, llama y jala salerosa levantándose el vestido para enseñar la rodilla al tiempo que juguetea la cabeza primorosa, altiva, alegre y sencilla la peruana Resbalosa.

No me den de lo que abunda, yo me doy solo y entero, es por eso que me muero, al final de la segunda.

Soy Peruano 78 Roger L. Casalino Castro

El pañuelo sobre el hombro, muestra risueña el vestido y arranca el baile graciosa al terminar el punteo y el consabido pregón. Canto agudo y jaranero, suenan palmas, uno y dos, qué lindo repiqueteo, qué guitarra, qué bordón, castañuelas, cuchareo, dale primo... Qué cajón...

Si ya morirme quisiera Pa’que pongan en mi losa, ¡Aquí yace el sandunguero que mató la Resbalosa!

Roger L. Casalino Castro 79 40

A Chabuca Granda Chabuca ojos de buena

Chabuca de la dulce cara, la de los ojos de buena, la que nos canta bonito. Flor que sola se engalana al bordón de las guitarras, de cucharas y cajón.

Señora de los cantares, el puente luce de fiesta cuando vas a la alameda. Ritmo es el andar criollo mientras el río te canta una canción jaranera.

Coqueta luces Chabuca de jazmines en el pelo al asomar José Antonio, ...fina estampa caballero, en su caballo de paso al compás de marinera.

Chabuca, Chabuca linda cómo te extraña la gente desde Barranco a Amancaes. Herederos de tu musa, de tu armonía e ingenio al entonar tus canciones.

Soy Peruano 80 Roger L. Casalino Castro

Pasito a paso van caminando por las calles y veredas que se adornan de lisura. Ahí va la flor de canela, ahí va la María Sueños, lucen rosas en la cara.

Esa es la Lima que cantas, esa es la Lima que alegras con alma de provinciana. Naciste allá en las alturas cuando te traía Dios al Puente de los suspiros.

Chabuca de la dulce cara, la de los ojos de buena la que nos canta bonito.

Roger L. Casalino Castro 81 41 La Vieja Lima

¡Lima, bendita Lima!... si tú supieras... ¡Cómo me duele la vida de tanto vivir contigo! Cómo se enfría el alma al andar calles sombrías, de mirar jardines mustios, de mirar cerros pelados.

¡Pero qué rico estimulan! El olor del anticucho, la butifarra sonriente con cebolla y con ají. Que viva la carapulca, el sango y los picarones y aquel aroma bendito a ruda y malva de olor.

Cómo adoro las morenas de allá de los barrios altos, cuando preparan tamales, sangrecita y chicharrones, cuando me dicen, primito, chapa tu pan con chorizo, porque la gloria del mundo, es saborear el sabor.

La mazamorra y la chicha, color de la vieja Lima, fresquito el cantar criollo en una tarde de gallos, olor que huele a saumerio e invita a la procesión, donde las chicas fervientes imploran por un marido.

El turrón de doña Pepa, pa’los niños y las viejas, la “mulita” de cañazo, pa’los que matan la tarde, anís pa’los caballeros de bastón y de sombrero, y el clavel en la solapa, pa’enamorar a una guapa.

Mas por el barrio dicen que no todo es por el centro, hay una zambita linda que a todos trae de vueltas, ninguno que no suspire cuando va por los mandados, va rompiendo corazones, pa’que pierdan la razón.

Soy Peruano 82 Roger L. Casalino Castro

Zambita de Cinco Esquinas que camina y los marea, los pone bizcos y locos, que hasta se bañan a veces, luego componen canciones, marineras y festejos, pa’decir cómo lo mueve, sin ofender su virtud.

Que vivan los Barrios Altos, sentir de la vieja Lima, donde se vive en jarana, donde se adora el sabor, sabor que sabe a monillo, sabor que sabe a calzón, sabor que nos llena el alma, sabor que grita ¡Perú!

Ladra el perro canta de la comadrita Pancha, el cura llama a la Misa pa’espantar a los demonios, los pregoneros ofrecen viandas y platos ricos , la gente luce de fiesta, aunque apenas si es domingo.

Cómo adoro las morenas de allá de los Barrios Altos

Roger L. Casalino Castro 83 42

El Gañán

De madrugada va arreando el gañán por el camino, dos bueyes que van doblando un recodo de la loma, con paso firme y callado ignorante del destino, sólo sabe del trabajo y del cantar de la paloma.

Cuando llega caminando sobre sus chapos de cuero, con los bueyes por delante, el blanco y el colorado, canta el gallo, ladra el perro saltando tras el carnero, es alegría y es pena el huaino que está silbando.

Levanta el yugo del suelo lo pone sobre los hombros nada lo apura ni exige, su tiempo no tiene precio, el arado está escondido debajo de unos escombros, la olla de la comida en el fogón como trapecio.

Unce al viejo toro blanco manso como un cordero, luego termina el uncido acercando al colorado, grita el gañán a la yunta partiendo por el sendero, el aguijón en la mano y sobre el yugo el arado.

El sol en el horizonte da comienzo a la jornada, llega al potrero y tomando el arado en la derecha, poniendo sobre la tierra la punta medio inclinada, mira al cielo y pide a Dios que le dé buena cosecha.

Pasa las horas gritando al blanco y al colorado, jala, para, dobla, vuelve, ni un instante de descanso, y mira de cuando en cuando el surco ya terminado y al tiempo que va pasando, el sol avanza al ocaso.

Soy Peruano 84 Roger L. Casalino Castro

Cholo gañán caprichoso que se olvida de comer, quiere ganarle a la tarde, quiere completar la vuelta, antes de que el sol se oculte no se quiere detener, se le revientan las manos, pero el arado no suelta.

Sigue surcando el terreno sin levantar la cabeza, grita arreando: ¡Para! ¡Dobla! ¡Ara colorado! Sigue gritándoles ¡Jala! Cuando el arado endereza y la reja que va entrando salta del suelo empedrado.

El sol se oculta en la tarde, ya casi no puede ver, desenganchando el arado lo coloca sobre el yugo, la jornada ha terminado y ahora debe volver, a la choza donde espera como bocado un mendrugo.

No siente las privaciones porque jamás nada tuvo, ni le importa que otro mundo exista tras la montaña, ama la tierra y la vida que en su campo se detuvo, siente la yunta jalando más adentro de su entraña.

Sigue gritándoles ¡Jala! Cuando el arado endereza.

Roger L. Casalino Castro 85

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Orgullo Herido

¿Qué haces arrinconado en esa esquina, perdido sin remedio por el miedo, vencido, simplemente y sin razón, cuando solamente estás herido?

Han herido tu orgullo, estás dolido, te han arrancado aquel escudo protector, han dejado a la fuerza de tu espada, todo el peso de la lucha... y tu dolor.

¡Vamos!, ¡Despierta!, no te aplomes, no te dejes vencer por dos palabras, porque vendrá entonces el olvido, y te hará pedazos... serás nada.

¡Vamos!, ¡Qué la estupidez no te domine! que la fiera que hay en ti sea tu escudo, saca las garras y muestra esa sonrisa, para que tus dientes exijan más respeto.

¡Levántate!, grita, pelea y pon el pecho, el orgullo está herido... mas no muerto. El orgullo es el valor que se agiganta, es el elixir sagrado de los héroes.

Soy Peruano 86 Roger L. Casalino Castro

44 Cholo Grande Perú, ¡Qué destino! Vivimos con esperanza como un grito de venganza después de tanta añoranza a lo largo del camino. En época de titanes construyeron las ciudades, fortalezas y deidades de roca en las soledades, guerreros y capitanes.

Colosales monumentos, incógnitas del pasado que en el tiempo han perdurado, no habiéndose superado aquellos conocimientos. Y declinaba su sol y así crecía su sombra como águila que se encumbra a la infinita penumbra, al llegar el español.

Terrible fue la conquista, ley de sangre e inquisición, para saciar su ambición, se recurre a la traición de la plebe pesimista. Milenios de años de gloria, van al abismo profundo, la lacra del viejo mundo, con su caudillo iracundo, se meten en nuestra historia.

Roger L. Casalino Castro 87

Procrean en las nativas, degeneran nuestra raza, acaban con la realeza, se aprovechan la riqueza con sus ansias posesivas. Y trescientos años pasan, que el sol se había ocultado, que había dormido, su orgullo lo ha despertado y a los intrusos arrasan.

El cholo a España se enfrenta, con todo su gesto altivo, y por tenerlo cautivo, se le enseñó a vengativo y no se olvida la afrenta. Los lanzan y los despojan, no son todos los que fueron, pero luchan y vencieron, y al lugar del que vinieron por el océano arrojan.

Amanece un nuevo día, el cholo va a trabajar, la mujer en su telar de nuevo puede cantar, ahora con alegría.

De sol a sol la jornada, es el amo de los Andes, y si los observas comprendes, que es más grande que los grandes al volver por la quebrada.

Soy Peruano 88 Roger L. Casalino Castro

Heredero de hondas pena, orgulloso de sus glorias, en la frente sus memorias, en el pecho sus historias, el cholo toca en su quena. El pasado es su presente, su presente es el futuro con emoción lo aseguro, el cholo es hombre maduro y ya levante la frente.

Cholo peruano eres tú, el destino de esta tierra, por el orgullo que encierra, tu pecho, como la sierra,

Roger L. Casalino Castro 89 45 Admiración

No me llega el rencor de los cobardes ni me asusta la daga del malvado; a lo ancho del mundo que he rodado he sentido admiración por los rebeldes.

He admirado esa tan noble rebeldía en aquellos valientes que lucharon por la patria y en su vida reflejaron la grandeza del sol al medio día.

He admirado rebelde raza Inca, desde el fuerte y aguerrido Sinchi Roca, ha corrido la sangre, y no es poca, hasta el bravo caudillo Manco Inca.

He admirado ese gesto altanero con que muestran ganar cuando han perdido, cual María Parado de Bellido, quien pusiera su pecho por señero.

He admirado extasiado la entereza con que Ugarte tomara la bandera, y al saltar del morro, convirtiera, la derrota en victoria de nobleza.

He admirado el valor... No es decir mucho, pero si es Bolognesi del que trato, ¿Se imaginan lo grande del retrato al quemar de su último cartucho?

Soy Peruano 90 Roger L. Casalino Castro

Nadie puede negar que son rebeldes los que lanzan un grito de conciencia, y poniendo en ello inteligencia, se convierten en grandes adalides.

Es por eso que quiero como tú, que cholos, mestizos y criollos, sin tener más prejuicios por escollos, reconquistemos para nosotros el Perú.

Roger L. Casalino Castro 91

46

“Cholo Barato”

El Incanato flota aún en el espacio, la fuerza de su razón nos ilumina, cambiarán los inquilinos de Palacio, mas el Sol seguirá alumbrando al que camina.

Surgirán las dudas en la conciencia fría al llegar los tiempos de locura y desazón, del abuso, de la crueldad sombría, del interés usurero, que rompe la razón.

Pero un día surgirá la nueva inspiración, que nacerá digna de la gloria del pasado, para darnos feliz consuelo en la oración.

Desearemos retomar el Sol del Incanato, cada uno de nosotros, altivo, ya cansado, del irrespeto... y de ser “Cholo Barato”.

Soy Peruano 92 Roger L. Casalino Castro

47

La Lira y El Arpa

El desenfreno de las palabras agita el horizonte de las ideas, en mil pasquines y diarios con idioma impropio, con el pensamiento turbio, diciendo lo que expresamos sin decir lo que pensamos.

Continuamos locos, desbocados, En un bla, bla, bla perenne, exaltando las virtudes para exaltar las maldades aparentando ser fuertes... para decir que es ofensa lo que sabemos que es cierto.

Mas la afición de poeta, me lleva a sentir las cosas como si fueran divinas. Quiero expresar mi contento cuando tengo enferma el alma, y quiero expresar mi dicha cuando sólo en mi hay tristeza.

Roger L. Casalino Castro 93

Hoy quisiera ser cantante o compositor de barrio, llevar música al estadio y gritar ¡Viva El Perú! Componer fuga y tondero en cada grito de gol, festejar en Barrios Altos.

Al compás de marineras, de guitarras y cajón, con el arpa cristalina que trina como los pájaros, con esa musical belleza que hace el alma un estropajo, festejar a mi Perú.

Mas no me suena la música. La reemplacé por la lira de un Nerón no corrompido, de un Ollantay amoroso y de un Bécquer atrevido, que me dicen al oído lo que mi pluma define.

Cuando el arpa imita al fuego que enciende los corazones, apagándolo de golpe para imitar un deshielo, la lira me dice entonces: ¡Ponle los versos del alma! ¡Pon de la musa divina!

Soy Peruano 94 Roger L. Casalino Castro

Todos los grandes poetas, olvidados e ignorados, me dicen cómo escribir, versos que llamen a gloria y que canten al Perú... por un Perú sin crueldad, por un Perú de peruanos.

El arpa acompaña a la lira, van la zampoña y la quena, y sueñan volar al Edén disfrutando de sus notas, disfrutando de sus versos. Quiero ser compositor de barrio, Y gritar... ¡Viva el Perú!

Roger L. Casalino Castro 95 48

Mar

Soy tan feliz a la orilla del mar, divisando la inmensidad de su ensueño, viendo como las gaviotas olvidan el tiempo, como las olas no preguntan cual es la edad de la playa cuando la acarician en romántica pausa.

Otras olas alegres y marineras, tempestuosas sobajan las agrestes rocas para romper en sonoras carcajadas que decrecen al compás de la resaca, para regocijarse luego complacidas en la sonrisa sensual de sus espumas.

Salgo del rumoroso y profundo éxtasis marino, me distraigo a la llegada de unos hombres, vienen armados de licencias al bolsillo, y alardeando de especial tecnología. Sin piedad, depredarán las virtudes naturales, de la mar que se ofrece a ellos sin recelo.

Romperán el equilibrio generado por el tiempo, olvidarán que la mar es una hembra hermosa, una hembra pura que merece todo su respeto. Hembra de aguas claras que en su agitar se ofrece, hembra que nos entrega el fruto de su vientre para hacernos dignos de ser buenos humanos.

Soy Peruano 96 Roger L. Casalino Castro

La mar nos tienta con el cantar de las sirenas, nos seduce en cada curva de sus playas, nos doblega con el meneo ondulante de sus aguas. Hembra que viene a nosotros dulce y cantarina, vestida de cielo a entregarnos riquezas y tesoros, para obsequiarnos gozosa el fruto de la vida.

Roger L. Casalino Castro 97 49 Avalancha

En ómnibus polvoriento procedente de la sierra, ha abandonado su tierra un curtido cholo hambriento. Un costalillo de cancha, cuatro costales de papa, es todo lo que se saca, al pasar de la avalancha. Seis hijos más su mujer además de un entenado, la miseria en que ha quedado, no la puede comprender.

Cree que se acabó todo pues su destino se estrecha, perdió toda su cosecha bajo las piedras y el lodo. Una punta de carneros con si casita y su perro la vaca con su becerro cayeron de los primeros. Taciturno y confundido el cholo oculta su pena tocando triste la quena porque se encuentra perdido.

Luego agarra su costal olvidando su vigilia y tomando su familia emprende a la capital. Así llega al terminal, se asusta con tanta bulla,

Soy Peruano 98 Roger L. Casalino Castro

un zambito lo apabulla y termina en un corral. Con las nubes se cobija, como colchón usa el suelo, su único testigo: el cielo. las manos en la verija. Cuando el alba se despunta se desdobla y despercude, pero el hambre lo sacude y el estómago se junta.

Su familia está rendida, tremenda temeridad, sin conocer la ciudad comenzar la nueva vida. Enfiló derecho abajo mirando por donde iba, y allí por donde deriva no se consigue trabajo. Vuelve en la tarde cansado y la familia en la calle, le cuenta sin más detalle, que el dueño los ha botado.

Pasan días y semanas, ya se acostumbra a la vida, con un plato de comida sale todas las mañanas. Trabaja como una mula sin saber lo que sucede, ¿Y qué otra cosa puede si su ignorancia lo anula? Y así, como un animal y pocas horas durmiendo,

Roger L. Casalino Castro 99 los hijos que van creciendo van a la escuela fiscal.

Ellos aprenden sin tasa la herencia de su destino, renaciendo en su camino el orgullo de su raza. Ven la terrible verdad de aquel padre que los trajo, y que a fuerza de trabajo, les da la Universidad. Esa tan grande añoranza que en su rostro se dibuja, es fuerza que los empuja y los llena de esperanza.

Porque aprenden de la vida, porque surgen de la nada y de la madre extenuada en su lucha decidida. Es así que soportaron avalanchas naturales, vejaciones criminales, en la ruta que tomaron. Y usando como ventaja esa escuela de dolor, orgullosos, con amor, su padre ya no trabaja.

Porque ahora ya destaca, no lo dudes, no te asombre, cada mujer, cada hombre, con su Título y su Placa.

Soy Peruano 100 Roger L. Casalino Castro

50

La Cordillera

¡Cómo conforta el alma la grandeza de los cerros, ver las rocas que frenaron su carrera cuesta abajo, Oír cómo una planta nace de una semilla olvidada murmurando que hay vida en cada pizca de tierra.

Veo los espinosos cactos como arañas panza arriba, ofreciendo su riqueza convertida en pitajaya, fruto salvador que dan al pobre viajero hambriento , a quien tan sólo queda, la conformidad del poco.

Cordillera solitaria a la que el tiempo no apura, que nos impones respeto al estar cerca del cielo, muestras cómo la pendiente nos invita a la prudencia al decirnos cómo Dios juega el dado de la suerte.

Voy a vencerte una vez cuando corone tus cumbres, voy a vencerte otra vez al perforar tus entrañas, desafío del hombre cuando construye en sus faldas: hidroeléctricas, canales, carreteras, muchos puentes.

Más no emites un quejido por tan pequeño arañazo, ni tampoco dices nada cuando explotan dinamita; en cambio nos das gozosa esas riquezas preciosas, que para tí son tan sólo, viejas lágrimas guardadas.

Cordillera solitaria , a la que el tiempo no apura...

Roger L. Casalino Castro 101 51 Quiero vivir en Los Andes

Un tropel de caballos galopa sobre mis versos y una jauría de lobos me acosa sin cesar. Una luz esplendorosa me ilumina los sentidos, y me conduce a los Andes obligándome a pensar. Un huainito me susurra que la sierra es el amor, allí las flores despiertan entre rocas y cañadas, en un sentimiento tierno de alegrías y dolor, diciendo cómo las nubes de esperanzas van preñadas

Una muliza me lleva al ritmo de su paso alegre, en un festival hermoso de pasión y de color; alentado por un sueño voy coronando las cumbres para ver como sus hielos, se alimentan de calor. Gozo feliz y contento la inmensidad de su gloria, tomando vida del cielo al alcance de mis manos; sufro al ver como abajo hacen flecos de la historia, arrasan lo más querido, y pelean entre hermanos.

Quiero vivir en Los Andes, caminar entre los cactos, vivir libre en las alturas como el guanaco y el puma, donde sentimientos puros, como divinos y exactos, crean música que canta en el volar de una pluma. Baja el agua cristalina al murmullo de arroyuelos, discurriendo cuesta abajo con su mensaje de vida, escarbando las cañadas, empozándose en hoyuelos, para que al fin en los llanos tengan comida servida.

No quiero vivir abajo, donde todo es consecuencia. Quiero vivir en Los Andes donde la vida es tierna. Flor que nace de una piedra, vida que tiene presencia Ama lo poco que tienes, es parte de la vida eterna.

Soy Peruano 102 Roger L. Casalino Castro

52 Ayacucho

Te vi un día no lejano como un botón en flor, en el centro de hermosa campiña de verde y tranquilo paisaje. Contrastaba con el melancólico perfil de tus torres, con el blanco de tus transparentes piedras, con el rojo de las tejas. Cantando de alegría al tañer de las campanas de tus treinta y tres iglesias, se alborotaban las palomas bajo el claro cielo azul.

Cómo recordarte triste, Ayacucho ciudad grande! Si ponías alegría en la dulzura de tu canto, aún llorando de pena por un amor perdido. Cómo olvidar la belleza de tus jardines floridos, donde pájaros cantores, hacen fiesta para alegrar tu suelo.

Llegaron los extranjeros, profesores y estudiantes, con cariño de madre los acogiste en tu pecho, bebieron de tu seno al calor de tus abrazos. No comprendieron el signo que tu mano señalaba, no comprendieron el quipu del amauta sagrado, no comprendieron que el Inca era maestro y amigo. Tomaron la ruta del engañoso camino, desenfundaron la espada en vez de empuñar la tajlla, desenfundaron las armas en vez del pico y la lampa.

Los Ayacuchanos fieles aferrados a tu brazo, sufrieron en carne propia el horror de la inclemencia, granadas y dinamita reemplazaron a la yunta. Vieron morir a sus padres, vieron morir a sus hijos,

Roger L. Casalino Castro 103 bebieron de tus lágrimas como consuelo bendito, salvó el alma del horror, mas no el cuerpo de la bala. ¿Puede acaso el terrorismo avasallarte Ayacucho? Ni cien ni mil bandoleros que pretendan someterte con amenazas de muerte, de torturas o secuestros. No al Ayacucho glorioso libertador del Perú, ni el terrorismo de Estado podrá vencerte Ayacucho porque ese Perú profundo quiere respeto y honor.

Al pasar la tormenta cruel del horror y la locura, al superar el abismo de enfermiza ideología, se retomó el camino por la ruta del trabajo. Se retornó al ejemplo de María Parado de Bellido, de los que dieron la vida en defensa del orgullo, del amor que perdona... de la familia que espera. Te honraremos Ayacucho, honraremos a los muertos a los que murieron antes de entender lo que pasaba, a los niños huérfanos... a las viudas tristes.

Gritemos con fuerza que esta es tierra santa, que es tierra de hermanos que buscan la paz, que es la tierra de hombres y mujeres grandes. Es tierra de hombres, de los que hacen patria, donde los poetas perciben la gloria de una reconquista que ya se respira.

Tierra de valientes, tierra de patriotas, de campos gloriosos, de música linda, tierra generosa, noble y amorosa. No dejemos que otros piensen por nosotros. ¡Digámosle al mundo lo que hizo Ayacucho! ¡De La Quinua a la Gloria... escribió Perú!

Soy Peruano 104 Roger L. Casalino Castro

53

Madre de Dios

Se agitan las palmeras de mechón caído, los mangos frondosos de muy gruesos troncos extienden sus ramas para dar consuelo a las plantas tiernas de los dulces ojos, las que no se atreven a mirar al cielo.

Exóticas orquídeas de infinitas formas, pájaros hermosos de muchos colores, unos van trepando y otros majestuosos van volando raudos al plegar las alas, para dar las gracias a Madre de Dios.

Se cruza un venado, ruge el otorongo, el tigrillo juega con un armadillo, los sajinos buscan algunas raíces, los pájaros cantan trinando graciosos, es todo alegría, es Madre de Dios.

Esto sólo es parte de su biología, es muestra minúscula de algo incomparable, que está en cada hoja, está en cada tronco, y lo que no vemos, abajo, en la tierra, donde siembra a mano, la Madre de Dios.

La humedad invade, el calor sofoca, mas de repente sopla refrescante brisa, se agitan las hojas, silban los castaños, y entonces de nuevo vuelvo a respirar, es suave caricia de Madre de Dios.

Roger L. Casalino Castro 105 Veo aquel espejo con nombre de río reflejando quieto los rayos del sol. Él me dice: hay paiches, hay peces dorados, hay vida infinita bajo mi cristal, aquí todo es lindo... es Madre de Dios.

Luego me sugiere que no desespere, seguir navegando por aguas sagradas, y llegar a un puerto, obsequio de Dios, para dar al hombre un lugar seguro, donde trabajar... un lugar de amor.

Esta tierra linda se debe cuidar, fauna incomparable, flora celestial, riqueza que nunca debes depredar, es Ley de los hombres, es la Ley de Dios, es tierra bendita... es Madre de Dios.

Soy Peruano 106 Roger L. Casalino Castro

54 Acarí

Vino la luna a contarme cómo un día, cuando curiosa asomaba por oriente, Dios dibujaba un paraíso alegremente con los vientos y arenas del desierto. Vistió la cordillera con la arena para guardar un tesoro allí escondido, darle calor a la vida de sus días y refrescar el sueño de sus noches.

El hilo santo plateado de su río, hace un invierno que parece primavera, en el verano se tiñe con la tierra, que como abono arrastra de la sierra. Brotan los sauces, cayacasos y retamas, las cañabravas, chilcas y guacanes, los pajarillos alegran con sus trinos el paraje que feliz dibujó Dios.

Es el Acarí bendecido por ser bueno, el Acarí sonriente que acoge al , donde la vida se toma como viene y se recibe con humildad y con cariño. Los acarinos sabemos que el esfuerzo es herramienta que mueve la montaña, el acueducto que irriga los desiertos, haciendo fácil convertirlos en praderas.

La ternura que se refleja en la mirada, la alegría que se muestra en la sonrisa, y la paciencia con que se vuelve del trabajo, son acarinos, porque así los hizo Dios.

Roger L. Casalino Castro 107 55 Arequipa

Arequipa que brotaste de la ardiente lava, construida en talla de sillar y piedra laja, de rejas forjadas a martillo, sangre y fuego, guardas en tus portones mitos y tradiciones.

Tus ventanas y balcones de discretas celosías, protegían a las doncellas cuidadas y primorosas, del asedio de donceles de pluma, capa y sombrero, al repiquetear los cascos de sus caballos de paso.

Arequipa de valientes y aguerridos montoneros, Arequipa de libertarios nobles y temerarios, tierra que hiciste patriotas de paisanos y plebeyos, protegida por el Misti, el Chachani y Pichu pichu.

Tres volcanes te guardan Arequipa ciudad blanca. Advierten en fumarolas que ellos te cuidan con celo, que antes de verte vencida explotarán a una vez, para cubrirte de gloria abrasando al enemigo.

De la humeante lava ardiente que cubrirá tus sillares, volverás a nacer de nuevo siempre Arequipa para que todos te admiren y reconozcan que nadie, jamás diga que Arequipa sucumbe a fuerzas extrañas

No pretendan dominarte, ni por número ni fuerza, porque el espíritu grande de los hijos de esta tierra, dirán presente en la lucha por defenderte Arequipa, para orgullo de tus hijos... y los hijos de tus hijos.

Soy Peruano 108 Roger L. Casalino Castro

56

Forja Arequipeña

Historia que se remonta al fuego de los volcanes, que congelaron su lava para hacerte ciudad blanca bajo hermoso cielo azul.

Floreciste en la vertiente blanca flor de las laderas, coqueteaste con el Misti seducida por sus nieves, que te invitan a la vida.

El hierro de tus ventanas, forja de yunque y martillo, forja dulce de artesanos que engalanan las paredes le dan vida a los sillares.

Cada portón: un enigma, cada ventana: una intriga, cada balcón: una espera, cuando espero que aparezca, la razón de mi pregunta.

¿Qué se guarda tras las rejas? ¿Qué tesoros se preservan? ¿Serán las manos de seda de una hermosa arequipeña, que se protege con celo?

Roger L. Casalino Castro 109 Pero si hablamos de manos, rescatemos las que empuñan cincel, y martillo, las que moldean las piedras que adoquinan rebeldes calles.

Manos hábiles y fuertes, manos que calientan fraguas, las que agarran las tenazas para trabajar los hierros, que te hacen bella Arequipa.

Cada portón: un enigma. Cada ventana: una intriga. Cada balcón: una espera...

Soy Peruano 110 Roger L. Casalino Castro

57 Costanera 700

Nombre que nos huele a mar, sabor que sabe a marino, marinera y resbalosa, todo en uno en Costanera, Costanera setecientos.

Sabor que allí se adereza con tradición y cucharas, nacido en los Barrios Altos, con cajón y con guitarras, al toque de don Humberto.

La chita horneada a la sal, los camarones al ajo, las ostras al natural, bocaditos y caprichos y el tiradito: al limón.

Viene el pulpito a la concha, caracoles al siyau, porque es mestizo el menú de la cocina peruana, que es zamba y es china chola.

Filibustero el ceviche, lomo saltau chino cholo, sacalagua el arroz con pato, mulato es el frijol con lonja, zambos la tripa y tamal.

Roger L. Casalino Castro 111 Cholita la pachamanca, y el sancochao: ni me acuerdo; la Perricholi, el virrey, los mandingos y piratas; los culis y los mochicas.

Los licores: de primera, el ambiente: distinguido, la discreción: con estilo, y todo viene del mar, fresquito y seleccionado.

Por eso es que los criollos, que saben comer lo fino, recomiendan a extranjeros, Costanera setecientos... sabor que sabe a Perú.

Exaltando las virtudes de las delicias servidas, decorando las paredes, mil firmas lo certifican: ¡Sabor que vale un Perú!

Soy Peruano 112 Roger L. Casalino Castro

58

El Viejo Café

¡Cuántos amigos pasaron por aquel viejo café a través de tantos años! ¡Cuántos que cada mañana, habitúes de la barra, hablamos de temas mil, como si fuera posible salvar a la humanidad.

Sin egoísmos, sin odios, comentando de los diarios, afanes y triunfalismos del político de turno. Vendedores y ayayeros, comerciantes e industriales, políticos desempleados y otros más, quién sabe qué, porque no hablan, sólo miran y se ríen para adentro.

¡Qué negocios de café! Rápidos y sencillos. Todos tan productivos que nos hacen millonarios. Se fomenta la amistad al festejar de inmediato, pidiendo un nuevo café a cuenta de utilidades.

Roger L. Casalino Castro 113 Cuántos llegan al reencuentro, más... otros, no volverán, pero en cada uno queda el momento placentero más importante del día.

Sin presiones, sin afanes, con un respiro profundo ordenando las ideas para enfrentar a la vida con renovado fervor.

¡Ah! Mi querido café... en la barra del express ¡Cuánto consuelo encontré!

¡Qué negocios de café!...

Soy Peruano 114 Roger L. Casalino Castro

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Orfandad

Una lágrima le recorre la mejilla, horadando tristemente su niñez; abandonado solamente por nacer, como fruto de una noche de placer, sin esperanza de llegar a la vejez, bajo un sol que para él... no brilla.

Cada mañana despierta entumecido, se despoja de periódicos y trapos que le cubren de la rodilla a la cabeza, y asomando con su cara de tristeza, se acomoda inocente los harapos, arreglándose el pelo... adormecido.

Con el ceño fruncido por el frío, las manos percudidas al bolsillo, las rodillas sucias, los zapatos rotos, su ayer suena a tiempos remotos, su hoy de hambre, es lograr un panecillo, su mañana... inexistente... sombrío.

Busca en cada mirada una ilusión, persigue en cada marchante una esperanza, para desvanecer la angustia... una palabra. Mira al cielo rogando por que se abra, para que aparezca el sol de la bonanza, para calmar el dolor... de su pasión.

Roger L. Casalino Castro 115 Es un niño perdido en el camino, dando tumbos al compás de circunstancias que le juegan pasadas dolorosas; pero algún día llegarán almas piadosas para llevarlo a vivir otras estancias, y rescatarlo... para un nuevo destino.

Entonces, él sabrá lo que es ser niño, podrá conocer lo que es abrigo, podrá comprender lo que es amor. Desde entonces sentirá menos temor al compartir su pan con un amigo, al ofrecerle la mano... con cariño.

Entonces podrá aceptar sueños hermosos: Que la esperanza es superior al abandono. Que la ilusión es más fuerte que el olvido. Que la emoción es recoger tiempo perdido, y que aunque nadie lo perdone, él perdona, pues la bondad y el amor, son maravillosos.

Soy Peruano 116 Roger L. Casalino Castro

60 Honor a los poetas Testamento

El día que yo muera, ya lo he dicho, las águilas volarán sobre mi tumba y los halcones vigilarán los cielos. Un cóndor se posará sobre mi cruz entre dos pumas silenciosos.... para cuidarme eternamente.

Será mi muerte.... sólo un hito feliz en el principio, sólo el comienzo... de una etapa consecuencia de una vida, soportada y mecida en el columpio, de penas y alegrías...sube y baja.

Se romperá el hechizo de lo oculto, se abrirán las tumbas, serán libres los versos, me llenaré de poesía... Tendré un cielo hermoso en la alborada de una muerte que bendice mi existencia, para gozar de un parnaso esplendoroso.

Recordaré lo que es ser un niño tierno riendo al impulso de mí mismo al vivir cada presente ilusionado. Recordaré los momentos placenteros, el amor de los míos, con cariño, y la gloria del bien que haya sembrado.

Quiero hacer tantos versos...que me olvido, pero no puedo olvidar que quiero tierra; que debo devolver la que he tomado

Roger L. Casalino Castro 117 de la madre que me dio toda la vida, con la que tengo una deuda de respeto y a la que debo abrazar toda la muerte.

Quiero hacer tantos versos...que me olvido, versos de amor, de odio, de dolor, que no quisiera que por mí jamás se llore. Aquellos que requieran mi presencia, deben pensar que en sus luchas y dolor, estaré presente en su conciencia.

Se de la vida...tantas cosas, que recuerdo cada bien que he recibido, cada momento de felicidad que me han brindado. He sido tan feliz en el cariño al gozar tiernamente en el amor... que a cada quien devolveré el que me ha dado.

Seré feliz entonces, para siempre, donde la luz es el origen de lo bueno. Trataré que los malvados no hagan daño, que no destruyan lo santo de esta tierra... evitaré que la mediocridad y la ignorancia... puedan sumir mi genio en el olvido.

Soy Peruano 118 Roger L. Casalino Castro

61

Vallejo en París

Llegué a París, con ansias de aspirar un soplo de Vallejo; mas no pude. Llegaron a mí tan sólo, los gritos de angustia, los cadalsos, la afeminada musa de otros tiempos, las malicias cortesanas, la politique del nuevo orden, la fraternitè de las alianzas, ...para hacer la guerra, la egalitè confusa que se exporta, ...y que la economía pasa por encima.

Ah Vallejo... Eres tan grande que yo insisto, que te busco ilusionado, en tu mundo de café y en tus sueños, volando en el humo de un cigarro, que se eleva a una buhardilla... de dolor y de pobreza... allí, donde una mujer, tu única alegría, te hace vivir la vida. ¡Qué capacidad de hacerte amar! Genio bendito batiéndote entre penas, poeta excelso luchando en el infierno como heraldo abanderado de la musa.

Roger L. Casalino Castro 119

Paradoja permanente instaurada en otra tierras, no quisiste cambiar tu quena por la lira, ni tu andino pututu por trompetas, la zampoña siguió soplando en tus oídos, manejó tu pluma la sangre de plebeyo, y la valentía rebelde de un peruano.

Te he buscado en los cafés, en los teatros y burdeles, ...y en la Opera, en Sacre Coeur y Notre Dame, por las calles alegres de París, ...y por las tristes. Quizá te fuiste a España, pues hallé de ti... tan sólo una sombra de nostalgia, ...que no bastó, para hacerte aún más grande.

Te seguiré buscando en los museos, en las tumbas de los grandes, en La Bastilla y en Versalles, caminando sobre charcos y veredas, con mis zapatos de tristeza... con el sombrero que disimula la alegría... hasta que tu esencia de poeta venga a mí para intentar renacer desde mi pluma, la realidad de tus poéticos misterios.

Soy Peruano 120 Roger L. Casalino Castro

¡Hasta que te hallé!... ¡Pero... dime!... ¿Qué haces ahí? Napoleón no es de tu estilo. La guerra era su sino, su aliada era la muerte... quería llegar a Emperador. En cambio tú. Tú querías salvar a tus paisanos, a tus “quechuablantes” olvidados, vencidos por la limosna. Querías verlos madurar, cultivando la dignidad y el orgullo, recordando sus raíces, para salvar su pasado milenario.

Abandona esa odiosa tumba, no es destino de un poeta. Trae a mi tu poesía, con esa claridad bendita que ocultas en cada verso, con ese amor a tu sierra que yo siento por mi tierra.

Salvemos nuestro pasado de esa historia que han contado, aquellos que la contaron, siempre y sólo a su manera. ¡Ven Vallejo, ven y cuenta!... Tú... que estás del otro lado, tú que sabes como fuimos, dilo con el alma abierta.

Roger L. Casalino Castro 121 Ven... desmiente a los chancheros, arranca esa bandera desteñida, de la verdad sacrosanta, que nos obliga a creer.

Ven...a inspirar las juventudes. Es tiempo de sembrar para un milenio, es momento de rescatar tiempo perdido. Devuélvenos la ilusión de tu consuelo, devuélvenos la emoción de tu tristeza.

¡Ahh!... Yo conocí a Vallejo, muy adentro, aquí, en lo profundo del alma. Le reclamé entonces... ¿Por qué tan joven has muerto? Cuánto talento perdido, tantos versos al olvido. Me respondió pensativo: Fue mi dolor tan inmenso al escribir cada verso...

Fueron de sangre mis lágrimas en la hiel de mis amores... Exudé el clamor de los pobres, degusté de las migajas, bebí del cáliz del dolor ajeno... mi corazón lo di a un niño, le debía el alma a mi madre... y yo debía morir... quería que fuera un jueves, lo hice en un Viernes Santo de un gris Abril en París.

Soy Peruano 122 Roger L. Casalino Castro

Hoy es quince de Abril, apenas, año trunco de esperanzas truncas, cuántas flores marchitas de camino al cementerio. Vallejo se va... Se va para Momparnase, a saldar su compromiso con los poetas ilustres, con los genios de la musa, con las letras eternas...

Mil generaciones de poetas, épicos cantando gloria, románticos amando, líricos alabando al genio, pluma en mano, con fervor, marcan el rumbo de la humanidad, hacia futras conquistas, Para creer en Dios... para salvar al mundo.

Vallejo al Campo Santo va, en carroza negra, rodando sobre ruedas blancas; amigos... pocos mujeres... sólo una que lo llora, ritual... simple, idioma... extranjero, se olvida el Quechua natal.

Roger L. Casalino Castro 123

“Piedra Negra sobre Piedras Blancas” parten los “Heraldos Negros” y convertido en “Masa” todo queda en un “Idilio Muerto”

Humilde séquito lo entierra, inmensa multitud lo aclamará después, la inmortalidad será su gloria. Vallejo ha muerto...

Supo vivir cuando fue vida, supo morir cuando fue muerte, el resumen de ser, son cada verso, hay en ellos tanto...

Ay hermanos... tanto que aprender en ellos

Soy Peruano 124 Roger L. Casalino Castro

62

Plegaria

La imaginación quiere volar. Y yo estoy aquí... atado a las exigencias de la vida, al temor del hambre, a las necesidades básicas... a la opresión del poder excluyente, a la frialdad impositiva de los que deben salvarnos.

¿Cómo creer?... Si el que recibe las armas para defendernos, da la vuelta y dispara contra nosotros mismos. ¿Cómo tener fe?.... Si los que elegimos para guiarnos, nos miran tan sólo como sujeto de impuestos. ¿Cómo sostener las esperanzas?... Si aquellos que deben hacernos la vida agradable, nos hacen víctimas de multas y sanciones.

¿Cómo vivir en paz?.... Si caminamos por la calle, como perros con el rabo entre las piernas, a la espera de un atraco. Si no dormimos tranquilos por temor a los ladrones, y los pillos viven sueltos... y los mansos, oprimidos.

Roger L. Casalino Castro 125 Vivimos un mundo donde la maldad campea En la calle... en las oficinas públicas, donde abundan los lobos... bajo una piel de cordero, y cuatro mil formularios.

¡Defiéndeme Dios de los Alcaldes! de los que se dicen autoridades, de la opresión de las armas, del poder de la coima. Defiéndeme Dios de las leyes! de los que las hacen.... de los que las festinan.

¡Defiéndeme Dios de los maleantes! sin importar donde vivan, ni como vistan...ni cómo vivan. ¡Defiéndeme Dios de las ofertas! que me las sacan del cuero, de donde más duele. ¡Defiéndeme Dios de los políticos! de sus falsas artes y manejos... y de sus amigos.

¡Defiéndeme Dios! de la demagogia cruel... que asesina la fe de los pueblos...

¡¡Líbrame Señor!!

Soy Peruano 126 Roger L. Casalino Castro

63 El Vuelo

Al divisar la tierra desde arriba, volando por encima de las nubes mirando a través de los espacios libres, admiro la imperfección de los profundos valles, el discurrir gracioso de los ríos, la altura empequeñecida de las cordilleras que se adornan de lagunas vestidas de esmeralda.

Percibo en la aridez de las agrestes cumbres, la pobreza de los mineros sin taladro escarbando a mano en las laderas; limitados por el corazón frío del dinero, que imitando a las perpetuas nieves, filtran algunas gotas, para medio morir de sed.

Es bueno volar de vez en cuando pues arriba las fronteras no se ven, son fantasmas inventados...que no existen, que se ignoran durante el viaje al infinito; ahí descubrimos que las limitaciones son terrenas, que el tiempo lo manejan las estrellas.

Al apreciar la perfección de los sentidos y comprender la grandeza de la mente, quisiéramos ser más de lo que humildemente somos; y no somos nada, en la dimensión del pensamiento. Sabemos de la inmensidad del universo, y también de las posibilidades de la mente... ellos son iguales...sin embargo... cuando el pensamiento llega a los confines, con él llega la pregunta:

Roger L. Casalino Castro 127 ¿Qué hay más allá?... Y la respuesta: quizá el fin de la muerte... o el principio de la vida eterna. ¡Qué vulgaridad volver a tierra! Otra vez a caminar pasito a paso, por pasillos programados, por aduanas lacerantes... lacerando la dignidad del ser humano.

Otra vez a enfrentar la vida con sus vicisitudes ordinarias... sus desesperanzas y temores. ¡Otra vez a soportar... la regulación de nuestras vidas! justo y como todos rechazamos. Sutano dice que eso es bueno, que es de todos... y los cabritos pagamos y sudamos, para que se compren armas, para mantener ociosos... para sostener las estúpidas fronteras.

¡Quiero volver a volar y viajar al infinito! ¡Penetrar en el espacio, sin oriente ni occidente! ¡Que mis ideas alumbren... que mi vida sea eterna!... ¡allí!...¡allí donde existe un Dios!

Soy Peruano 128 Roger L. Casalino Castro

64

La Roca

Que imponente luce aquella enorme roca enclavada sobre las faldas de aquel cerro. ¡Qué firmeza la que muestra de sí misma! cuando otras con disimulo se le arriman para apoyarse y no caer por la pendiente aprovechando el gran peso de su masa.

Mírala, que fuerte. Parece inconmovible. Que nada podrá removerla de su enclave. Todo aquello que se estrelle con su bloque, rodará sin remedio al precipicio. Más, aquel peso, que es la base de su fuerza, será debilidad un día, cuando vaya cuesta abajo.

Un día, cayó una roca más pequeña a sus espaldas, e incrustada para siempre allí quedó. La lluvia que caía, discurría entre las dos escarbando poco a poco el sustento de sus bases; el sereno matinal, gota a gota se filtraba, y en apariencia, la gran roca se asentaba.

Entre las frescas y alegres gotas del roció, y las intermitentes lluvias que caían, dieron paso al sol que en las tardes abrasaba, y se hizo la vida al germinar unas semillas. Insertaron en ella sus raíces prodigiosas, y desencajada quedó, sujeta a su grandeza.

Roger L. Casalino Castro 129 La lluvia pudo correr debajo de ella, y abrió surcos donde antes no podía; la gran roca no pudo soportar su propio peso y se desprendió para rodar en avalancha, arrastrando lo que hallaba en su camino para convertirse en monumento a la desgracia.

Nadie es tan grande que no pueda sucumbir, a las presiones y bondades del entorno; las adulaciones, el estrés y las pasiones. Cada gota que hoy parece milagrosa...moja al fin, cada flor que nos llena de alegría...da tristeza, cada éxito que hoy nos satisface...nos arrastra.

Soy Peruano 130 Roger L. Casalino Castro

65

El Pantalón de la Vergüenza

¡Ah! depresión terrible que me abruma al escuchar las historias de gobiernos, que no respetan nada, todo lo quieren, que no me quedan ganas de vivirlos.

¡Por qué!, ¡maldita sea!, ¡los malditos! pueden decidir cómo llevar mi vida; ¿¡por qué vivir la angustia del despojo! o la vergüenza quimérica del éxito?

¡Por qué volver atrás, a la colonia! ¡por qué otra vez la Inquisición! donde el despojo era el pan de cada día, donde la ciencia anunciaba brujería.

¡Por qué la camarilla que se oculta, tras las falsas cortinas de palacio! puede decidir quien vive o muere, o confiscar aquello que "conviene".

Unos se alquilan por la cuota de su miedo, o por un sol, porque ese no hace sombra; perdida la dignidad, muerto el orgullo, los genuflexos aplauden y se agachan.

Al retorno de la balsa del Kontiki, con las curiosidades que trajo del oriente, también vinieron algunos extranjeros a quienes dimos nuestro pan con esperanza.

Roger L. Casalino Castro 131

Pero el poder que corrompe corazones, llenó de bichos y termitas el palacio, que ya se cae, carcomido por venganzas, pues no perdonan al que vive del trabajo.

¿Podrá serenamente el oriental espíritu apartar con inteligencia la ponzoña, donde agazapados leopardos montesinos e hipnotizantes víboras lo guardan?

Hoy le toca pagar al empresario como en otro tiempo pagaron al contado, los hacendados, labradores de la tierra, por la venganza cruel de un mandatario.

Dichos y lemas al cansancio nos sacuden y nos llena de estupor tanta insistencia, pretendiendo saturar nuestra conciencia, de economía libre, sin un sol en el bolsillo.

¡Maldita sea!, la suerte que tenemos que vengativos medievales nos gobiernen, que nos impidan ver la luz que da reposo y que limiten la libertad con talangueras.*

Quiero quitarme la camisa del temor, y también el pantalón de la vergüenza; caminaré como lo hacen los orates, encerrado, en el clamor de mi conciencia.

Soy Peruano 132 Roger L. Casalino Castro

El corazón sagrado de este pueblo, ya no acepta que se abuse del poder, exige no abatir a quien trabaja y respetar al que surge desde abajo.

Salgamos a cantar que ¡Somos Libres! y que "el peruano oprimido" se acabó, que no se entregue el país al cieno verde, porque socava las bases del Perú.

*"Talanguera"- Cerco de alambre de púas que se usa en el campo. Deja ver, pero no permite pasar.

Roger L. Casalino Castro 133 66 Voy a Llorar

Voy a llorar... No puedo seguir viendo más cómo se mata, detesto el absurdo que me obliga a contemplar la insanía de tanta política barata y esos vientos mal olientes de locura resoplar.

Voy a llorar... Estoy triste hasta el fondo de mi mismo al encontrar tanta basura en el camino, de mirar como se arrojan al abismo, una patria, muchas vidas y un destino.

Quiero llorar... Cuando tomo un diario en busca de noticias y me asombran al publicar tanta violencia; detesto ver que se destaquen por primicias, el terrorismo, la muerte y la indecencia.

Voy a llorar... La demencia cruel del Sendero que aniquila, la crueldad de otras bestias que secuestran, la ignorancia del que para robar se alquila y los de la ley que buscan y no encuentran.

Voy a llorar... Porque esta patria mía de cerros es pradera, porque utilizan el nombre de un gran Inca, prostituyendo su escudo, su lanza y su bandera, para matar aquel que con ellos no delinca.

Quiero llorar... Viendo como Sendero deja muerte y abandono,

Soy Peruano 134 Roger L. Casalino Castro recorriendo el país por costa, selva y sierra; saldo triste que no olvido ni perdono pues han mancillado el orgullo de esta tierra.

Estoy llorando... Y sigo caminando por el sendero del horror, al que malignas cucarachas alientan y sostienen, las que imponiendo la disciplina del terror hablan de un alma que ellos saben que no tienen.

Siguen llorando... Viudas destrozadas, violadas madres doloridas, hijos sin padres, despojos de padres sin tierra, hombres desvalidos, las esperanzas perdidas, porque un maldito loco a su locura se aferra.

Están llorando... Pues la dinamita que abrió la ruta del progreso y la ideología que sonó a música de vida, son fuerzas mal usadas empujando en retroceso, son palabras mal dichas, por una causa perdida.

No llorar más... Recuperemos el espíritu del orgullo del incario, reconquistemos con valor el imperio que heredamos, ya no más bombas, que resuene el campanario, anunciando cordura para esta tierra que amamos.

No llorar más... Reconstruyamos con esfuerzo las ciudades, torres caídas, brazos partidos, edificios rotos; resembrar los campos, repoblar los Andes, como en otros tiempos, que hoy se ven remotos.

Roger L. Casalino Castro 135 67

Las Ilusiones de mi Pueblo

Mi pueblito se halla enfermo de añoranza en la indolencia apacible de sus calles, ya no hay grupos que nos cuenten sus historias, sólo perros que se acosan y se huelen entre sí.

Nadie sale a caminar a media tarde, todos duermen cansados de hacer nada, todos prefieren realizar trabajo fácil, que la cosecha espere, que otro venga a cosechar.

El progreso llega eléctrico al declinar el sol cuando el nuevo dios anuncia: hágase la luz, porque entonces, se encenderá el televisor, y las porno-novelas los matarán con emoción.

Dioses baratos traídos de otras partes han invadido los hogares más humildes para engañarlos con acertijos y monadas, para inducirlos a gastar lo que no tienen.

No son verdades las mentiras del tolk show, no lo son tampoco los guapos ni las bellas, no lo son los afeminados super machos, la mariconada se adueñado del programa.

Ídolos de barro que soportan las ciudades, falsos dioses que debieran quedar entre sus muros. Ellos ofenden la pobreza de los pueblos, al cambiar sus tradiciones y costumbres.

Soy Peruano 136 Roger L. Casalino Castro

Han acabado con las bondades de mi pueblo, queda tan poco de ese amor con que se amaba, se ha roto el lazo familiar... no se conversa... el chisme sucio ha reemplazado al pueblerino.

Añoro con tristeza la felicidad de la ignorancia, el bendito “no saber” del progreso de los pueblos, de sus crímenes, explosiones y accidentes, de políticos corruptos, de ladrones y asesinos.

Otra vez quiero ser niño... un iluso niño triste... con la esperanza de recuperar mi identidad, volver a mis cerros para divisar cómo la vida, es más hermosa... si se alimenta de ilusiones.

Mi pueblito se encuentra enfermo de añoranza...

Roger L. Casalino Castro 137 68 El Sur en Lágrimas

Bruma de bombas cargadas de impaciencia, lágrimas de artificio provocadas por la ira, gobierno de dolor y de imprudencia, al acosar a un pueblo que aún respira, que llora las propias con paciencia. Se espesa la bruma, se convierte en niebla, aumenta la angustia por razones sin sustento, los políticos, lejanos, señalan al que tiembla, mientras pájaros de acero arrojan su excremento, hijo muere, madre llora, no hay quien se conduela.

El orgullo cansado se dirige a los volcanes a frotar el pedernal de la justicia por la noche, la rebeldía al buir como lava en los titanes enciende la antorcha para evitar que en el derroche, se avasalle a un pueblo valiente en sus afanes. Ha llegado la hora de exigir en rebeldía, llegó el momento de expresar lo que pensamos, basta de promesas que se incumplen cada día, salgamos a mostrar que juntos caminamos cuando los tanques simbolizan cobardía.

Arequipa responde rebelde con calor, Puno muestra frío la fuerza de su raza, Moquegua y Tacna sacan las garras del valor, Cusco enseña que conserva su grandeza, Madre de Dios se une plena a éste clamor. ¡Ama Sua! reclamamos al gobierno, (no seas ladrón) a los políticos exigimos: Ama ccella, (no seas ocioso) al Presidente pedimos: ¡Ama llulla! (no seas mentiroso) o verán cómo el Sur, que nunca calla, puede convertirles la vida en un infierno.

Soy Peruano 138 Roger L. Casalino Castro

69 de la Modernidad

Como Ícaro vulgar vuelo sin plumas, despego en las alas del progreso... a una modernidad sofisticada; Ícaro presumido de alas tecnológicas, falsa razón de la inteligencia, sueño y realidad del hombre, en un vano intento por someter al tiempo. ¡Argucias! Que burlan la verdad del Dios leal, Abusan sin piedad de los que ven a medias, de la necesidad de los humildes.

La velocidad es vértigo, la locura valor, la guerra respeto, la adrenalina emoción, la homosexualidad se aplaude... Forma insensata de pecado para burlar la Ley Divina.

La televisión la intimidad invade, domina el instinto, lo avasalla. Nos hace víctimas del artificio, de la insatisfacción y del deseo. La familia olvida la tertulia, no se comunica... no conversa.

Nuevos vicios dan calor al alma. Las tarjetas de crédito de colores llegan como solución con dependencia, son la mano en el bolsillo ajeno. El anticristo bancario invierte la parábola, y cinco mil, dan de comer a uno.

Roger L. Casalino Castro 139 El contrato obliga. La verdad amarga surge, de la encrucijada de la pequeña letra. Cómplice de la agonía permanente, el ladrón se oculta en el inciso, donde la Ley disimula su tristeza, obligada a ver de un sólo lado.

El zoológico predador de prestamistas, son vampiros, son pitones, son tarántulas, elegantes lobos vestidos de cordero, buenos amigos... que te salvan de ir al cielo. El vampiro disfruta de la presa adicta, el pitón la constriñe lentamente... con paciencia, la tarántula inocula su ponzoña... la adormece, tiene en ella comida para rato.

Lo grotesco opaca lo sublime, el libertinaje deteriora la virtud, el deseo pertinaz rompe el recato, en una avalancha de pasión, descontrolada.

¡Cómo envejece mi gastada lira que ya no se atreve a deleitar mi canto! Teme desteñir mi musa, ya no la engalana con sus trinos, desentona en las manos de un Nerón moderno, viciosa y atrevida, corrompida y ambiciosa... borracha y drogada de consumo... en el festín del moderno Apocalipsis.

Soy Peruano 140 Roger L. Casalino Castro

70

¡VAMOS CHOLO¡

¡Vamos Cholo! ¡ Levanta la cabeza! ¡No te detengas, muestra tu nobleza! Defiéndete ya, que no estás solo. La dignidad y el orgullo, es lo que de grande tienes, no te dejes robar por aquellos que mantienes, enfréntalos, recupera lo que es tuyo.

Sabes que el hoy es parte del mañana, hurga en tu hermoso pasado, demuestra que no estás cansado de trabajar de la noche a la mañana.

Tanto de malo te han dicho, tanto de bueno han ocultado, mas la razón de lo que han contado dice que eres fuerte por voluntad, no por capricho.

Ahora puedes enfrentar a todo el mundo, tu tronco nace de las raíces de la historia, la sombra de tus ramas son convocatoria por eso eres más Perú cada segundo.

No permitas que te frieguen, que revienten, que no te entierren argumentos de otra tierra, el juego limpio es lo que tu pecho encierra, los que mucho hablan no dicen lo que sienten.

Roger L. Casalino Castro 141 ¡No te achiques! Si no hay palas, no te compliques, escarbarás nuevamente con las manos, harás un hoyo en el surco con tu tajlla, tomarás en la mano una anchoveta, colocarás en su vientre una semilla, y al sembrarla así, con tus hermanos, cosecharás como el oro en una veta, la dignidad y el orgullo de tu raza.

La delincuencia, Es el arma que te ha dado el menosprecio, todos tus males han nacido en la limosna, como el hambre que se mitiga en la migaja, como el falso orgullo que parte de un ¡qué bien!

¡No carajo! Exijamos amor para cada niño de esta tierra, Exijamos respeto para cada gramo de este suelo.

¡Vamos Cholo! ¡Levanta la cabeza!

Soy Peruano 142 Roger L. Casalino Castro

ÍNDICE

Introducción 3 Prólogo 5 01 Quiero expresarlo todo en poesía 7 02 Soy Peruano 9 03 Mi Perú 12

Época Andina:

04 Génesis 15 05 Sol del Pasado 16 06 Oración a Huiracocha 18 07 Eternamente 20 08 La luz de las sombras 21 09 Marcahuasi 22 10 Gloria del Altiplano 24 11 Saqsayhuaman 26 12 El Inca 29 13 La Verdad 32 14 Plegaria en Machu Picchu 33 15 Pachaqutek 35 16 La Quena 38 17 La Momia Madre 40 18 Qosco 42 19 Socctapara 44

Sentimiento Andino: 20 El Primer Amor 47 21 Botón en Flor 49 22 Kukulí 50 23 El Dolor 51 24 Si Polvo fui... Polvo seré 52

Roger L. Casalino Castro 143

Época Virreinal 25 El Barco 55 26 La Ruta del Sol 56 27 Vinieron 59 28 La Toma de Saqsayhuaman 61 29 Rebeldía del Horror 66 30 Parto en París 68 31 Libertad 71 32 Capotea, Pica, Banderillea y Mata 73

Época Republicana 33 Ha Nacido El Perú 77 34 Bolívar 78 35 El Otro Bolívar 80 36 El Cóndor y El Águila 81 37 El Porongo 83 38 La Bemba de la Zamba 85 39 La Resbalosa 88 40 Chabuca ojos de buena 90 41 La Vieja Lima 92 42 El Gañán 94 43 Orgullo Herido 96 44 Cholo 97 45 Admiración 100 46 Cholo Barato 102 47 La Lira y el Arpa 103 48 Mar 106 49 Avalancha 108 50 La Cordillera 112 51 Quiero vivir en Los Andes 113 52 Ayacucho 115 53 Madre de Dios 118 54 Acarí 120

Soy Peruano 144 Roger L. Casalino Castro

55 Arequipa 122 56 Forja Arequipeña 124 57 Costanera 700 126 58 El Viejo Café 128 59 Orfandad 130 60 Honor a los poetas –Testamento 132 61 Vallejo en París 134 62 Plegaria 140 63 El Vuelo 142 64 La Roca 144 65 El Pantalón de la Vergüenza 146 66 Voy a Llorar 149 67 Las Ilusiones de mi Pueblo 152 68 El Sur en Lágrimas 154 69 Apocalipsis de la Modernidad 156 70 ¡Vamos Cholo! 159

Roger L. Casalino Castro 145

SEMBLANZA Y CURRICULUN LITERARIO

ROGER L. CASALINO CASTRO

Nacido en Acarí /Arequipa - Perú, el 07/07/1933 Asiste a la Escuela Fiscal El Molino, Acarí y Lomas, sin duda la etapa más feliz de su vida. Completa sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Salesiano de Lima. Durante muchos años viaja como vendedor por Costa, Sierra y Selva utilizando cualquier}medio disponible en la época –desde balsas

Soy Peruano 146 Roger L. Casalino Castro

hasta aviones- visitando toda clase de establecimientos comerciales pequeños y grandes, actividad que le permitió acumular experiencias inolvidables sobre el Perú. Esta actividad le ofreció también la oportunidad de viajar por todos los países de Sudamérica y parte de Centro América en diferentes niveles gerenciales, incluyendo dos años como residente en Ecuador. Como turista ha recorrido muchos países de Europa y New York en los Estados Unidos.

Esta gama de contactos y vivencias durante tantos años alternando con niños, jóvenes y adultos ha influido en él de manera saludable, de tal manera que cuando ya en la edad madura, -a los sesenta años de edad- se decide a escribir, quizá de manera inconsciente, comienzan a aflorar vivencias como recuerdos, sentimientos y pensamientos que le dan a sus poemas, narraciones y cuentos ese toque de peruanismo presente en todas sus obras, y por su origen pueblerino, lo hace en un idioma fácil, sencillo y de sabor nacional, tratando de que cualquier peruano, de cualquier región o condición, orgulloso de su pasado, los pueda comprender. Por todo ello, sentimientos de ternura y emoción, apego a la tierra y un respeto profundo por la naturaleza, surgen .de manera espontánea y natural recreándola con admiración para dar marco a sus ilusiones y esperanzas. La realidad se confunde con la imaginación y su prosa, insertada de poemas, es una característica especial en él, por ello, una colección de los libros de Roger L. Casalino Castro, le permite al lector, tener en sus manos lectura agradable, tierna y emotiva.

Roger L. Casalino Castro 147

SUS OBRAS

1.- * El Retorno.- 1993 - 60 poemas y un cuento Presentado en El Takiwasi – La Casa del Canto 2.- * Y Dios... Trajo al Hombre.- 1995. – Poesías, Cuentos, Pensamientos. Presentado en el Colegio de Abogados de Lima. 3.- * Terremoto en aquel viejo Acarí. 1996. Presentado en el Instituto Nacional de Cultura del Callao y en La Biblioteca Nacional del Perú.. 4.- * Rosa Negra.- Un canto a la Vida- 1997. Una creación muy especial con 34 poemas a La Naturaleza, El Amor y El Pensamiento. 5.- * Lima: de la Conquista a la Reconquista.- 1998 Presentado en la Municipalidad de San Isidro. 6.- * Los Hijos del Ande – La Honda, La Tajlla y El Varayoc - 2000 – 17 poemas evocando el pasado en el inicio del Incanato. Presentado por La Universidad Tecnológica del Perú. 2001, ha recibido múltiples reconocimientos y felicitaciones. 7.- * Las Calles del Virrey. El Mojón Filosofal. Presentado en La Feria del Libro Ricardo Palma. Evoca el romance del Virrey Amat y La Perricholi. y la Lima de aquel tiempo. 8.- * La Tristeza, la Alegría y la Ilusión. 2001 – Poemario (20 poemas) y Reflexiones. Presentado en La Feria del Libro Ricardo Palma. 9.- * Soy Peruano - Poemas al Perú – 2003 Amplio comentario en la página Editorial del iario El Peruano. Presentado por La Universidad Tecnológica del Perú.

Soy Peruano 148 Roger L. Casalino Castro

23- * Viaje a la Belleza de lo Increíble - 2012 - Presentado en la Municipalidad de Jesús María por el Crítico Literario José Beltrán Peña. CD * Canta Perú- Música Criolla (10 Temas) Valses, Canciones, Polca, Festejo y Marinera Norteña.

RECONOCIMIENTOS Y DISTINCIONES

Colegio de periodistas del Perú por El Retorno -1993 Moción de Saludo del Congreso de la República por “Rosa Negra” 1998 Reconocimiento de la Casa del Poeta del Callao. - Invitación del Instituto Nacional de Cultura de Ancash – Huaraz y Yungay - 2000 Moción de Felicitación del Congreso de la República .por Los Hijos del Ande – La Honda, La Tajlla y El Varayoc. 2001 Felicitación de la Embajada de USA por el libro Los Hijos del Ande cuya narrativa captura la atención del lector. 2001 Reconocimiento de la Universidad Tecnológica del Perú por su labor de creación y difusión cultural en el campo de la literatura. 2002 Distinción de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas– ANEA – como El Mejor Escritor del Año 1998 - Biblioteca Nacional del Perú con motivo de la presentación del Libro Soy Peruano – Poemas al Perú. 2003 Organizador, con la Municipalidad de Lima y la Universidad Tecnológica del Perú del Homenaje a César Vallejo en el Teatro Segura el 15 de Abril del 2003. Agencia de Publicidad “AÑOMJ” Diploma de Honor en Arte Poético 2004. Reconocimiento y presentación del CD – CANTA PERÚ - por La Universidad Tecnológica del Perú - 2008. Diploma del Recital Internacional – Voces de la Poesía –

Roger L. Casalino Castro 149 2009 Diploma de Caras de La Cultura como Creador Literario y Compositor Musical. – 2009 VI Festival Internacional de la Poesía Palabra en el Mundo 2012 VII Festival Internacional de la Poesía por La Paz 2013 Agradecimiento de la Embajada de Guatemala por su Colaboración Participación y Presentación del Libro Viaje a la Belleza de lo Increíble en la Feria “San Isidro Abre sus Puertas al Mundo”. 2013 Agradecimiento de la Embajada de Guatemala por su Colaboración Participación y Presentación del Libro Viaje a la Belleza de lo Increíble, destacando la Belleza de Guatemala y su Maravilloso legado Cultural, en la Feria Internacional del Libro 2013 en Jesús María. 2014 Diploma de La Casa de La Literatura Peruana por su Narrativa Poética 2014 Distinción por su trayectoria Literaria e invalorable participación en las actividades culturales del Club Social Miraflores y Premio “La Palabra en Libertad” otorgado por “La Sociedad Literaria Amantes del País”

Obras Inéditas aún:

10 * Haciendo Perú – Mis comienzos. 1999 11 * La Calle me Dijo Sí, 2002 – Hermosa historia de un grupo de niños en las calles de Lima. 12 * Las Gafas de don Ricardo - 2003- El mundo visto a través de las gafas de don Ricardo Palma. 13 * Reflexiones Impropias 2004 – Lima y sus trámites institucionales. 14* La Promesa de la Esperanza 2005 – Escenas

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de Lima 15 * La Razón de la Culpa 2006 Lima cotidiana. 16 * Vayamos a las Estrellas 2006 – Ciencia Ficción 17 * La Esquina de la Inocencia 2007- Bondades y aspiraciones de un guachimán. 18 * La Balanza, La Rueda y El Reloj 2007 – Filosofía de estos tres elementos. 19 * El Umbral del Infierno 2008 – Vicisitudes de un desplazado 20 * Oda a España – La Dama del Tiempo. 2009 – Una mirada crítica a España. 21 * Sueños y Realidades en 270 Poemas - 2010 – Antología Personal. 22 * La Diosificación de los Miserables – 2012 La realidad de los engreídos 24* Bajo las Pirámides de Tikal – 2013 – Ficción 25 * Soy Falladito – 2014 – Los primeros años de mi vida en el campo. 26* Cuentos y Poemas para la Cuarta edad - 2015

El Editor

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