LA ALBOLAFIA : REVISTA DE HUMANIDADES Y CULTURA MÍ RIAM ANDRÉS EGUIBURU

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IMÁGENES DE POSGUERRA : ADOPCIONES Y 1

TRANSFORMACIONES EN EL PAISAJE ASTURIANO 2386 ISSN:

Míriam Andrés Eguiburu Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo

RESUMEN : Tras la Guerra Civil Española, la reconstrucción del país fue asumida por La Direc-ción Gene- ral de Regiones Devastadas, ejerciendo al mismo tiempo un total control sobre la misma (1938- 1957). En la provincia asturiana fueron siete los pueblos adoptados, en los que se plasmaron los principios teóricos y prácticos del organismo, modificando para siempre su paisaje arqui- tectónico.

ABSTRACT : After The , the reconstruction of the country was assumed by The General Direction of Devastated Regions, exercising a total control about it (1938-1975). In the Asturian province seven villages were adopted, in which all theoretical and practical principles of the organism were materialized, changing its architectonical landscape forever.

PALABRAS CLAVE : Historia Dirección General de Regiones Devastadas, reconstrucción, Guerra Ci- vil, pueblos adoptados, . KEYWORDS : General Direction of Devastated Regions, reconstruction, Civil War, adopted villages, Asturias.

1.- LA DIRECCIÓN GENERAL DE REGIO- frentarse a un nuevo paisaje arquitectóni- NES DEVASTADAS : ORIGEN Y EVOLUCIÓN co 2. Siguiendo la estela de otros países europeos que ya habían tenido que en- El desarrollo de la guerra fue propor- frentarse a episodios bélicos de gran cionando paulatinamente más territorios magnitud 3, incluso antes de que la con- a reconstruir, conforme las batallas finali- zaban y los vencedores, tenían que en- 2 “La recuperación de la totalidad del territorio nacional nos ponía en posesión de nuevas 1 El presente trabajo se ha realizado al amparo de provincias, pero también de nuevas ruinas...”. una beca de Formación de Personal Investigador, Discurso del Ministro de la Gobernación Serrano en el marco del proyecto de investigación “Res- Suñer en “Número extraordinario dedicado a la tauración y reconstrucción monumental en Espa- Exposición de la Reconstrucción de España”, ña 1938-1958. Las Direcciones Generales de Reconstrucción, nº 3, 1940. Bellas Artes y de Regiones Devastadas, ref. 3 BLANCO LAGE, Manuel: “La arquitectura en HUM2007-62699, financiado por el Ministerio de Regiones Devastadas”, en AV , nº 3, 1985, p. 38. Ciencia y Tecnología, Dirección General de Pro- Son tomados como modelos estados como Italia, gramas y Transferencia de Conocimiento, Subdi- Francia o Bélgica, que tuvieron que enfrentarse a rección General de Proyectos de Investigación. los desastres de la I Guerra Mundial, adoptando

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tienda llegara a su fin se creó un servicio miento de aquellos que lucharon por España que asumiera la tarea reconstructora. y ya se reafirmaba el gobierno nacional como reconstructor de la destrucción que En Asturias, el Patronato para la recons- los republicanos habían provocado. Este trucción de la Cámara Santa 4 puede interpre- discurso de gesta heroica fue posteriormen- tarse como el germen del organismo que te una constante en las tareas de recons- nos ocupa, ya que su origen se encuentra trucción, incorporándose a la literatura de en otro suceso bélico que precedió la la época y a los discursos del Caudillo. Guerra Civil: la revolución de Octubre de 1934. Además, es precisamente en esta El 30 de enero de 1938, ante la necesi- provincia donde se crea, de manera pio- dad de la creación de un organismo de nera por Orden del 7 de diciembre de similares características, pero de ámbito 1937, la Comisión Informadora de la Recons- nacional, fue creado el Servicio de Regio- trucción de Oviedo , pocos meses después del nes Devastadas y Reparaciones, suscrito fin de la guerra en el frente Norte 5. La al Ministerio del Interior. El Decreto del causa de esta premura ya la establece el 25 de marzo de 1938 determinó sus ba- primer párrafo de Orden: la terrible des- ses, en las que se establecía no solo que el trucción de una capital asediada taún Estado tomaba las riendas de la recons- con marcas tangibles de Octubre del 34t, trucción del país, sino que creaba de esta el tratarse de un frente ya establecido, y la manera un Servicio que realizaría el total tremenda carestía de viviendas 6. Además, control de la misma 8, a través de siete el modo en que esta disposición se refiere comisiones de reconstrucción distribuidas en las a las ruinas, ya adelanta el posterior uso zonas de mayor destrucción del país 9. La ideológico que las que les dotaría el Zona Cantábrica, en la que se incluye Régimen 7. Se realiza además, un ensalza- Oviedo, estaría integrada además por las provincias de Santander, León y Palen- 10 incluso el nombre del organismo de esta última cia . Service des Régions Devastées. 4 García Cuetos desarrolla ampliamente este tema en ESTEBAN CHAPAPRÍA, Julián y GARCÍA Este Servicio se convertiría en Direc- CUETOS, M.ª Pilar, Alejandro Ferrant y la ción General de Regiones Devastadas el conservación monumental en España (1929-1939). l8 de agosto de 1939 y tan solo un mes Castilla y León y la primera zona monumental, Salamanca, 2007, vol. II, pp. 138 y ss. después se aprobaría el Decreto de 5 La Comisión Informadora de la Reconstrucción Adopción de Pueblos Adoptados. Si- de Oviedo es ya reseñada por: LÓPEZ GÓMEZ, guiendo el modelo belga, en concreto la José Manuel: Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón: la Dirección General de Regiones ley de 1919 del Services des Régions Devastées , Devastadas 1939-1957, Zaragoza, 1995, p. 27 y el Jefe del Estado adoptó aquellas pobla- LLANOS DE LA PLAZA, Eugenia: “La Dirección General de Regiones Devastadas: su organización administrativa”, en Arquitectura en España, está en trance de dejar de representar a Regiones Devastadas, Madrid, 1987, pp. 41-50. una ciudad viva para convertirse en la pura desig- 6 TOMÉ FERNÁNDEZ, Sergio: La formación de nación de un acontecimiento histórico: que sobre la ciudad burguesa 1850-1950 , Oviedo, 1988, p. 215. lo que fue solar de la capital de Asturias ya no Señala que la estimación oficial de la catástrofe quedan sino escasos edificios en medio de inmen- arrojaría un balance de tres mil edificios sas ruinas narradoras dramáticas del heroísmo siniestrados, perdiéndose un 75 % de su fecundamente gastado”. capacidad de alojamiento. 8 BOE, 29 de marzo de 1938. 7 BOE, 8 de diciembre de 1937. “El nombre de 9 BOE, 15 de junio de 1938. Oviedo, incorporado para siempre a la historia de 10 BOE, 17 de junio de 1938.

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ciones en las que la destrucción había triple condición que encarnaba en su per- «afectado a casi la totalidad de los bienes sona el propio Francisco Franco: Gene- de uso público y de los destinados a ser- ralísimo, Jefe de Estado y Caudillo de la vicios en la localidad» 11 . Reconstrucción. La importancia de la que se dotaba a esta última atribución, equipa- Los bienes objeto de su protección rada al hecho de haber sido (y de conti- evolucionaron de forma permanente, nuar siendo) general del ejército que per- llegando al punto incluso de dejar de ser mitió la liberación de España y de haber- requisito indispensable que los daños se se alzado como cabeza del Estado, se debieran a la contienda en sus últimos justifica, a nuestro parecer, en una doble años 12 . Aunque parecería consecuente vertiente: en primer lugar justificar los concluir entonces que la tarea de la que se dos cargos anteriores —era necesaria una ocupaba inicialmente al organismo se guerra y es necesaria la presencia de un llevó rápidamente a término y, por tanto, Caudillo que redirija el destino perdido de se incluyeron nuevos objetivos, lo cierto España hacia su reconstrucción (material es que la realidad no puede más que des- y moral) — y, en segundo lugar, la ya mentir este supuesto, ya que, avanzada la reiterativa necesidad de consolidar ese década de los 40, la mayor parte de las Régimen fuerte: Franco es el Generalísi- intervenciones se encontraban, en el me- mo, es el Jefe del Estado y reconstruirá jor de los casos, en pleno proceso cons- un país mutilado por el anterior gobierno. tructivo, como se ejemplificará a conti- En el caso asturiano, este título de Caudi- nuación. Esta nueva asunción de funcio- llo de la Reconstrucción adquiere una nes responde, por el contrario, al objetivo connotación especial al contar entre los propagandístico que protagonizó la tarea períodos más florecientes de nuestro pa- del organismo. A través de las interven- sado con otro Caudillo de gran relevan- ciones de la Dirección en catástrofes, cia, también reconstructor, pero de la tcomo las inundaciones en Cataluña o la España Católica: el rey Pelayo, Caudillo adopción de comarcas deprimidas de la . económicamente como el caso de Las Hurdes 13 t, mostraban un gobierno ca- La Dirección General de Regiones paz de hacer frente a sus problemas re- Devastadas se extinguió definitivamente ales, de reafirmación del Caudillo de la en el año 1957, cuando la función para la Reconstrucción. Este concepto, acuñado que fue creada, la Reconstrucción Nacio- en el primero de los números de la revista nal, se consideró finalizada. En este año, Reconstrucción 14 , se incluía en la nueva fue creado el Instituto de la Vivienda, en el que se integró la Dirección General de Arquitectura, Economía y Técnica de la Cons- 11 BOE, 1 de octubre de 1939, pp. 5489-5490. trucción que asumió, entre otras, sus com- 12 BOE, 15 de diciembre de 1950, pp. 5843-5844. petencias. 13 Según señala LÓPEZ GÓMEZ, José Manuel: Un modelo de arquitectura y urbanismo franquista en Aragón, op. cit., p. 37. La intervención efectiva de la Dirección en estos casos aún no ha sido constatada. 14 Reconstrucción , n.º 1, 1940, p. 2. En ella se denomina a Franco como “Excmo. Sr. D. los Ejércitos de España, Jefe del Estado, Caudillo Francisco Franco Bahamonte, Generalísimo de de la Reconstrucción Nacional”.

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2.- ASTURIAS Y SUS PUEBLOS ADOPTADOS por los nacionales—, el que determina el componente propagandístico que se evi- La labor de la Dirección General de dencia en estas afirmaciones. Regiones Devastadas se centró, a partir de la promulgación del Decreto de pue- Otra cuestión recurrente es la inten- blos adoptados, en la reconstrucción de cionalidad de establecer lazos entre este estas localidades. período de posguerra y el glorioso pasado nacional. Este aspecto puede ejemplifi- Las consecuencias teóricas de esta carse en las palabras del ministro Serrano adopción eran las siguientes: los técnicos Suñer, que en el año 1940 ya exponía del Estado redactarían un plan nuevo o paralelismos entre los pueblos adoptados de mejora de su urbanismo, el Estado y las cartas pueblas medievales o a gestas restablecería los servicios públicos, cons- heroicas de los conquistadores 16 . truiría viviendas de renta reducida, se reservaría el derecho a expropiaciones Como medio difusor de todos estos para sus propósitos de mejora y dis- propósitos encontramos la revista Recons- pondría la conservación de las ruinas que trucción, órgano propagandístico de la Di- considerara 15 . rección General de Regiones Devastadas, que dedicó diez artículos monográficos a A estos propósitos, en los que a ex- pueblos adoptados en los que se plasmaban cepción del mantenimiento de ruinas estas premisas. Además, en ella se presen- ejemplificantes, no podemos atribuirles tan hechos tan manipulados como la atri- más intencionalidad que la propiamente bución del incendio de Guernica a los material, hemos de añadir varios objeti- republicanos 17 . Muchas de las interven- que también pretendían alcanzarse con ciones de las que se hacía eco la propa- esta reconstrucción. En primer lugar, ganda de la Dirección General de Regio- encontramos el incuestionable trasfondo nes Devastadas —a través de exposicio- propagandístico de la reconstrucción nes, publicaciones y maquetas—, no lle- llevada a cabo por el organismo. La reite- gaban jamás a materializarse, tal sería el rada contraposición que se trató de esta- caso de Santander, adoptada tras el in- blecer entre el republicano destructor y el cendio que la asoló en febrero de 1941, nacional reconstructor, cobró una tras- en la que solo se actuó finalmente sobre cendental importancia en el caso de los su catedral 18 . pueblos adoptados , a través de los que se trataba de dejar patente el estado de Por otra parte, se pretendía ideologizar abandono en el que el gobierno republi- cano había permitido que se estancaran 16 “Son mandatos de fundación que recuerdan las dichas localidades. Los hechos que se cartas pueblas de nuestra Edad Media y las gestas denunciaban eran, en la mayoría de los heroicas de nuestro conquistadores de Indias”. Discurso pronunciado en “La exposición de la casos, absolutamente reales, si bien es el reconstrucción de España”, Reconstrucción nº 3, contexto en el que se inscriben —la dico- 1940, p. 2. tomía entre el Estado durante el “domi- 17 CÁRDENAS, Gonzalo: “Estudio de un pueblo adoptado: Guernica”, Reconstrucción, nº 1, 1940. nio rojo” y la reconstrucción realizada 18 RODRÍGUEZ LLERA, Ramón: La reconstrucción urbana de Santander 1941-1950 , Santander, 1980, p. 15 BOE, 1 de octubre de 1939. 42.

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esta reconstrucción, hacer patentes arqui- el caso asturiano. Las circunstancias que tectónicamente los ideales del Régimen. determinan las diferencias de estas locali- En este sentido, se dotaba al arquitecto dades frente a otras del territorio nacional de una labor casi misional, no solo se son: algunas de sus dificultades de re- debía reconstruir, sino que también se construcción, el desarrollo de la guerra en debía fomentar con las nuevas arquitectu- Asturias y los criterios de intervención ras un cambio en las costumbres, siempre aplicados a cada uno de los lugares. en un contexto de doble reconstrucción: material y moral. Un buen ejemplo de En el primero de los decretos de ello fue la creación de buenos hogares : no adopción ya encontramos, junto a locali- era suficiente crear viviendas, sino que en dades tan emblemáticas como Brunete, ellas debía desarrollarse una vida confor- Belchite o Potes, algunos de los pueblos me a los valores del Nuevo Régimen, en adoptados en Asturias: Tarna, Pendones, consonancia con la doble reconstrucción Las Regueras y Oviedo 21 . A ellos habría señalada. A este respecto, resultan muy que añadir, en sucesivas adopciones, los ilustrativas las palabras de José Moreno pueblos de Nava, y Can- Torres, director de la Dirección General gas de Onís. Cada una de ellos contaba de Regiones Devastadas: con una oficina comarcal y su situación en el mapa refleja las campañas más duras «Lo primero que hay que reconstruir de la Guerra Civil. Ideológicamente, es la idiosincrasia. No basta con devolver pronto se establecieron lazos entre la hogares y sanear los medios rurales de Reconquista española y la gesta que los España. Es necesario que cambien las nacionales estaban desarrollando en tie- costumbres» 19 . rras asturianas 22 .

Este concepto de los buenos hogares es- Esta compleja tarea reconstructiva no taba, además, muy ligado al nuevo nacio- estuvo exenta de problemas y dificultades nalcatolicismo. Se pretendía que en estas en el momento de su materialización 23 . Al nuevas viviendas se pudiera desarrollar más común, de tipo económico, se su- una vida conforme a los valores católicos man otros como la difícil la tarea de re- que se basaban, entre otros, en una abso- clusión de personal y del transporte del luta separación de los espacios entre mismo, así como de materiales. El exilio, hombres y animales, así como entre 21 BOE, 22 de octubre de 1939, p. 5916. sexos, que impidiera tanto la promiscui- 22 20 Discurso de Franco en Gijón, Septiembre de dad como la precocidad sexual . 1939, recogido en: RUIZ, David (coor.): Asturias contemporánea. 1808-1975. Síntesis histórica. Textos y Todas estas premisas las recogemos en documentos, Madrid, 1981, p. 139. “Yo sabía que fracasarían, porque tenía fe en los asturianos, en el temple de los que aquí se defendían y, ¿por qué no decirlo? Confianza en Dios. Si un día el 19 MORENO TORRES, José Manuel: “Un milagro de la fe y el portento divino puso en organismo para un nuevo estado”, Reconstrucción , manos de los asturianos la Cruz de la Victoria; si nº 12, 1941, p. 9. ésta fue cuna de la Reconquista, ¿cómo podría 20 PRIETO BANCES, Luis: “El proyecto y buen dejar Dios que pereciese lo que antes había uso de la vivienda”, Reconstrucción, n.º 17, 1941, pp. salvado el tesoro de la fe española?”. 21-32. “La casa hemos de concebirla, con el sen- 23 Algunos de estos problemas son citados por tido tradicional del hogar español, como primer MORENO TORRES, José Manuel: “Un centro de educación cristiana y familiar…”. organismo para el nuevo Estado”, op. cit., p. 9-13.

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depuración o muerte de un número im- ción de realizar las obras por administra- portante de arquitectos, se unía a la difi- ción directa, ya que las subastas se queda- cultad de que estos facultativos accedie- ban desiertas 26 . En cuanto a los materia- ran a trasladar su domicilio a los pueblos les, se extraían de canteras castellanas, por objeto de reconstrucción, tal como exigía encontrarse más próximas que las astu- la Dirección General de Regiones Devas- rianas, fundamentalmente se trataba de: tadas. Estas circunstancias se hicieron Lillo, a 16 km., Cuevas de Armada, a 21 aún más complicadas en nuestra región, km., y Boñar, a 80 km 27 . tanto por la calidad de alta montaña de algunas de las localidades adoptadas, co- Otro de los problemas fundamentales, mo por la inexistencia de efectivos sufi- común a muchos de los pueblos recons- cientes para mano de obra en los propios truidos, no solo en el caso español, sino pueblos, por lo que forzosamente había también en ejemplos similares en la veci- que trasladarlos desde la capital o locali- na Italia, fue el mal estado en el que se dades cercanas cada día 24 . encontraban con anterioridad a los daños bélicos 28 . A este respecto, podemos seña- Debemos señalar que estos dos aspec- lar cómo el pueblo de Tarna no contaba tos, la carestía de medios económicos y con los servicios más básicos, como al- de profesionales cualificados, determina- cantarillado ni agua corriente, sino que ron en gran medida el destino de muchos los tarninos y su ganado se abastecían de de los edificios objeto de reconstrucción, un manantial situado en la parte alta del dando lugar a intervenciones de muy va- pueblo, por lo que el organismo tuvo que riada calidad. Este punto era común a captarlo, almacenarlo y conducirlo, para algunos de los países europeos que trata- su mejor aprovechamiento. Las calles ban de recuperarse de la Segunda Guerra

Mundial, encontrando importantes para- 26 Encontramos repetida esta circunstancia en 25 lelismos con el caso italiano . cada una de las intervenciones llevadas a cabo en el concejo. 27 AGA. Exp. 76/13/20494. Informe sobre transporte En este mismo sentido, el clima y la de materiales . «Para cada 2 metros cúbicos de arena orografía de estos pueblos aportaría más a poner a pie de obra en Tarna, desde la gravera inconvenientes a la tarea: por ejemplo, en denominada “La Requejada” ha sido necesario pasar de la cota de 906 metros del pueblo a la el concejo de Caso ten el que se locali- 1.625 del Alto de la Raya, en cuyo punto, parte un zan tres de estos pueblost se elevan nu- ramal de unos 500 m de longitud al arenero, es merosas cumbres de aproximadamente decir, que ha habido que subir al Puerto de Tarna para alcanzar la divisoria de la cordillera Astur- 2.000 metros, encontrándose el 39 % de leonesa y, una vez alcanzada esta, remontar el su superficie a más de 1.200 metros. puerto del Alto de la Raya, para alcanzar a su vez la divisoria de los valles del río Porma y del río Esla, en la carretera que va desde el puerto de A todo esto, debemos añadir la obliga- Tarna a Boñar. Esto de por sí significa ya una labor ardua, si se tiene en cuenta que el número de metros cúbicos transportados de este material 24 AGA. Exp. 76/04/1191. Informe sobre solución se elevó a cerca de los 1.500 en el periodo personal Tarna. En él se barajan todas las comprendido entre mediados de mayo a últimos posibilidades de traslado y alojamiento de los de noviembre». trabajadores a fin de encontrar una solución lo 28 SERAFINI, Lucia: “Ricostruzione in Abruzzo más económica posible. nel secondo dopoguerra”, en Restaurando la 25 BARBACCI, Alfredo: Il restauro dei monumenti in memoria. España e Italia ante la recuperación Italia , Milán, 1956, p. 10. monumental de posguerra , Gijón, 2010, pp. 241-244.

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tampoco contaban con aceras ni pavi- realizada por el Nuevo Régimen en la mento y, tal como señala el informe, “la región 33 , la que precipitó unas primeras calzada en días de lluvia se convierte en intervenciones rápidas y de escasa calidad un lodazal instransitable” 29 . En cuanto a que culminaron con el derrumbamiento la luz eléctrica, era defectuosa y precaria, de algunas de las cubiertas de las nuevas por lo que debió instalarse un tercer hilo viviendas construidas 34 . con transformador que permitiera el ac- ceso a la luz para las viviendas y las En cuanto a los criterios aplicados pa- obras 30 . En otros casos, para acometer las ra materializar esta reconstrucción hemos obras era necesario construir primero las establecido, a grandes rasgos, dos mane- carreteras, como ocurriría en la ermita del ras muy generales de enfrentarse a la in- Cristo las Cadenas de la capital asturiana, tervención: reconstrucción material y a la que el acceso resultaba imposible tras reconstrucción propagandística. las destrucciones debidas a la guerra en sus inmediaciones 31 . Partiendo de la base de que todas las intervenciones tienen un componente La última de las dificultades que va- principal que es el material, queremos mos a señalar se encuentra en clara rela- englobar con este término a las interven- ción con uno de los objetivos que se per- ciones que tuvieron este objetivo como seguían en la reconstrucción de estos protagonista, es decir, que a partir de esta pueblos: el fuerte componente propa- inversión se pretendía fundamentalmente gandístico. Tal como señalaba Ascensión reactivar la actividad económica del pue- Hernández para el caso de Teruel, tras el blo. Podría decirse que se trata de una decreto de adopción, tuvo lugar un “reconstrucción a cambio de produc- “énfasis constructivo”, que, en lo concer- ción”. En esta reconstrucción material , sin niente al territorio que nos ocupa, fue descartar en ningún caso el componente muy inapropiado 32 . Retomando las prime- propagandístico —muy potente espe- ras pinceladas de la reconstrucción de la cialmente en el aparato que acompañó en localidad de Tarna, fue la voluntad de que los primeros año el caso de Tarna, aun- protagonizara el nuevo paisaje asturiano que no en los estilos o tipologías selec- en exposiciones, en la citada revista Re- cionados para la reconstrucción de sus construcción y, sobre todo, en un conjunto edificios— se encuadrarían los siguientes de postales en las que junto a otros ejem- pueblos: Tarna, Pendones, Las Regueras plos se hacían eco de la importante obra 33 En este conjunto de postales no solo se utilizaba el material gráfico como propaganda de 29 AGA. Exp. 76/04/1191. Plan de urbanización de las intervenciones, sino que se acompañaban de Tarna. Francisco de Saro. pequeños textos que rezaban: “Así quedó Tarna, 30 AGA. Exp. 76/13/20494. Informe y presupuesto pero el Caudillo le ha devuelto la vida con instalación transformador eléctrico Tarna. suprema belleza” o “estos montones de piedra 31 AGA. Exp. 76/04/1323 y 76/13/20503. fueron la Tarna destruida por los rojos y Proyecto de reconstrucción de la Ermita del Cristo de las reconstruida ya por la España imperial”, entre Cadenas. Juan Antonio Miralles Sastre. otras. 32 HERNÁNDEZ, Ascensión: “Arquitectura, 34 Los vecinos presentaron esta queja, entre otras, restauración y liturgia. Manuel Lorente Junquera y en una misiva que dirigen al Caudillo, recogida en las catedrales aragonesas”, en Historia, restauración y MARTÍNEZ TESTÓN, Gloria: Memoria histórica reconstrucción monumental en la posguerra española, de Tarna: “coses nuestres”, Oviedo, 2004, pp. 443- Madrid, 2012, pp. 97-132. 446.

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(los tres adoptados en el primero de los debidas, en su mayor parte, a incendios y decretos del 7 de Octubre de 1937, junto bombardeos nacionales. Su estado fue tan a Oviedo 35 ) y la Foz (no se trata estricta- desolador que la primera de las necesida- mente de un pueblo adoptado , pero su tra- des pasaba por habilitar viviendas que tamiento y circunstancias han determina- dieran a sus habitantes la posibilidad de do que lo consideremos como uno de continuar su vida cotidiana, tratando de ellos). evitar la emigración forzosa.

Del mismo modo que el componente «Si bien ha adquirido caracteres de ge- material está presente en todas las inter- neralidad, tanto en la capital como en el venciones, también lo está el propa- resto de la región, la destrucción de los gandístico. Englobamos con este término edificios públicos y religiosos, el proble- a las llevadas a cabo atendiendo única- ma verdadero, por su premura, lo consti- mente a sus edificios representativos — tuye la calificación destinada a viviendas, tales como la iglesia principal, el ayunta- ya que existen pueblos como Tarna, Pen- miento, la plaza mayor o el cuartel—, dones, La Foz, Las Regueras y barrios de relegando otras importantes carencias la capital como San Claudio, San Lázaro, como la carestía de viviendas a un segun- etc…en que la devastación ha sido abso- do plano. Con ello, la Dirección General luta» 36 . de Regiones Devastadas obtenía, a cam- bio de una pequeña inversión una gran Tarna, Pendones y Las Regueras fue- presencia en los pueblos objeto de la ron incluidos en el primero de los decre- misma (y por extensión del nuevo Régi- tos de adopción, el 7 de Octubre de 1939, men), mostraba su poder y justificaba las junto a localidades tan emblemáticas co- penurias atravesadas a cambio de una mo Brunete o Belchite 37 . mejora en el país. Engrosarían esta lista las capitales de concejo Nava, Cangas de Tarna, Pendones y Foz, tres de las Onís (incluyendo el amplio aparato pro- cuatro localidades que hemos clasificado pagandístico que rodearía la reconstruc- como ejemplos de reconstrucción mate- ción de Covadonga), Campo de Caso y, rial, se encuentran localizadas en el mis- por supuesto, Oviedo. mo concejo de Caso y presentan circuns- tancias e intervenciones similares. Las tres 3- RECONSTRUCCIÓN A CAMBIO DE PRO- fueron asoladas por respectivos incendios DUCCIÓN a la retirada de las tropas republicanas y en las tres los mayores esfuerzos se cen- Comenzamos estas pinceladas sobre la traron en recuperar su habitabilidad. El reconstrucción de los pueblos adoptados caso de Foz es peculiar, ya que oficial- en Asturias por los encuadrados como mente no se trata de un pueblo adoptado. «reconstrucción material: Tarna, Pendo- El hecho de que lo asimilemos como uno nes, La Foz y Las Regueras. de ellos se debe a que se incluye en las afirmaciones respecto a la reconstrucción Las destrucciones en estas localidades a causa de la guerra fueron devastadoras, 36 BEASCOA, Miguel: “Reconstrucción de Astu- rias”, Reconstrucción, 1940, p. 7. 35 BOE, 22 de Octubre de 1939, p. 5916. 37 B.O.E de 22 de Octubre de 1939, p. 5916.

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de Asturias de la revista Reconstrucción: vención. Esta tipología consistía en un piso bajo con cocina, baño y porche y un «Entre los pueblos adoptados por el piso formado por tenada, solana y tres Caudillo figuran los de Tarna, Pendones y dormitorios. la Foz, cuya destrucción sistemática por los rojos fue total» 38 . En Pendones, trató de realizarse una mínima intervención urbanística y sobre Del mismo modo, su aparición en el los restos de las viviendas se edificaron conjunto de postales publicadas en el año estas dos modalidades. En Foz, el núcleo 1941, nuevamente junto a Tarna y Pen- central del pueblo se reconstruyó aprove- dones, o su inclusión en la exposición de chando los muros perimetrales que aún la Dirección General de Regiones Devas- permanecían en pie, realizándose una tadas de 1940, junto a los citados pueblos única hilera de viviendas de nueva planta adoptados, hace suponer que formaba conforme al modelo 1. parte de ellos 39 . Lo cierto es que La Foz se encuentra en un concejo en que las A pesar de que gran parte de los pro- intervenciones por parte de la Dirección yectos para reconstruir estos pueblos se fueron numerosas (además de estos tres realizaron de manera conjunta, lo cierto pueblos también su capital Caso de Caso es que el caso más complejo y más dilata- fue adoptada) y, además, su posición ge- do en el tiempo lo presenta Tarna. ográfica, situada justamente entre Pendo- Hemos de señalar, en primer lugar, que nes y Campo de Caso hizo que, de alguna su adopción se realizó tras una visita per- manera, se aunara a los ejemplos anterio- sonal que el Caudillo realizó al pueblo, en res al tratar de reconstrucción en la pro- la que contemplando sus ruinas manifestó vincia asturiana. Otros de los factores que su intención de que fuera uno de los pri- pudieron influir en esta especial circuns- meros pueblos reconstruidos en Espa- tancia pudieron ser los ya señalados como ña 40 . En los años 40, finalizada la inter- comunes: las similitudes entre las inter- vención conjunta a Pendones y Foz que venciones a llevar a cabo y la devastación tuvo como resultado el inicio de 33 vi- común a las tres localidades, debida a viendas, la Dirección General de Regio- incendios. nes Devastadas asumió las obras como destajista y continuó con estas viviendas Para el conjunto de los tres pueblos, ya iniciadas y las 37 restantes para culmi- en los primeros años (1938-1939), el Ser- nar el proyecto de 70 viviendas. A este vicio Técnico de la Falange tcon Bata- fin, el arquitecto Francisco de Saro pro- llones de Trabajadorest y posteriormente yectó 8 tipos diferentes de casas, siempre la Diputación Provincial siguieron dos en función de dos factores básicos: el únicos modelos de vivienda (1 y 2), clasi- número de miembros que componían la ficados de esta manera en función de la familia y, sobre todo, la actividad a la que localización de su establo, para su inter- se dedicaran sus inquilinos.

38 BEASCOA, Miguel: “Reconstrucción de Astu- 40 Según palabras del alcalde de Tarna, Benjamín rias”, op. cit., p. 7. Martínez, que le acompañaría en esta visita. AGA. 39 Catálogo de la Exposición de Regiones Devas- Exp. 26/16452. Informe sobre el estado de reconstrucción tas, Madrid, 1940. de Tarna.

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De entre ellas, cabe destacar el tipo tando el acceso al tráfico rodado. Como “D”, que incluía entre sus dependencias era habitual, todas las calles confluían en un taller, ya que, además de la ganadería, la iglesia, frente a la cual se urbanizó una otra de las actividades más importantes pequeña plaza como lugar de reunión y desarrolladas en el concejo era el trabajo de señalización del edificio en el tejido de la madera, fundamentalmente el de la urbano. Sin embargo, no se registra obra madreña 41 . Cabe señalar que, en contra- alguna entre 1941 y julio de 1951. En posición a lo considerado para la vivienda 1950 se elevó a la comarcal de Oviedo un urbana, la vivienda rural era concebida escrito reflejando, entre otros, el malestar como un instrumento de trabajo, que de sus habitantes en relación a: los mate- incidía de manera determinante en la riales y técnicas constructivas empleados economía nacional 42 . tacababan de hundirse los tejados de las viviendas en proceso constructivot, las Exteriormente, se promovía el mante- dudosas expropiaciones llevadas a cabo nimiento de fachadas que conservaran el en las que no se había llevado a cabo edi- estilo rural del pueblo, un estilo regional ficación alguna, la inadecuación de algu- —incluso pintoresco— que presentara nas de las obras y las consecuencias que una imagen de arquitectura tradicional al las nevadas habían tenido en el pueblo margen de que, interiormente, la distribu- por la falta de lugares de cobijo 44 . Este ción de los espacios y la preocupación mismo escrito fue remitido al Director por condiciones como la ventilación o la General del organismo, así como a otros iluminación acercase, en gran manera, sus tantos órganos competentes en el mo- presupuestos a los del denostado Movi- mento tcomo la Brigada Especial de miento Moderno 43 . Asuntos Socialest al tiempo que en el año 1952 el propio Gobernador Civil, se Estas nuevas tipologías formaban par- dirigía también al director de la Dirección te del proyecto definitivo de urbanización General de Regiones Devastadas, expo- de Tarna. Se trataba de un trazado fácil- niendo que Asturias estaba siendo relega- mente reconocible en el pueblo actual, da al abandono y que especialmente la lineal, en el que las viviendas adosadas en reconstrucción de Tarna no iba a finali- hileras daban lugar a calles anchas, rectas, zarse nunca si no se ponía remedio 45 . que se cortaban en ángulo recto, facili- Posteriormente, el alcalde rectificó este escrito, aunque lo cierto es que la Brigada 41 AGA. Exp. 76/04/1191. Proyecto de once viviendas en Tarna. Francisco de Saro. Especial de Asuntos Sociales, como or- 42 PRIETO BANCES, Luis: “El proyecto y buen ganismo independiente, encontró eviden- uso de la vivienda”, Reconstrucción , nº 17, 1941, p. cias de que estas reclamaciones eran una 24. “La vivienda campesina ha de considerarse ante todo como un instrumento de trabajo, cuyo realidad en la localidad. funcionamiento repercute en la economía agraria, que es bien común de la nación”. En 1951 se reanudaron las obras en la 43 PRIETO BANCES, Luis: “El proyecto y buen uso de la vivienda”, op. cit., p. 24. “El aspecto externo de las edificaciones ha de contribuir a realzar el estilo local mantenido a través de 44 AGA. Exp. 76/13/20510. Escrito del alcalde de muchas generaciones; unas veces para que el Tarna al director general de Regiones Devastadas. pueblo no pierda su carácter, y otras para 45 AHP. Exp. 24580/18. Correspondencia entre el desterrar el mal gusto que ha llevado al campo la Gobernador Civil y el Director General de Regiones imitación banal de lo que se hace en la ciudad”. Devastadas.

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localidad con la obligada instalación de la solucionar algunos problemas urbanísti- mano de obra procedente de Oviedo (a cos y la intervención en dos edificios: la 80 km.) en la localidad, considerada la iglesia parroquial, que sufrió pequeños medida económicamente más viable 46 . La desperfectos al instalarse en ella el come- mayor parte de las viviendas construidas dor del batallón de prisioneros y poste- se conservan en la actualidad con modifi- riormente el comedor infantil 48 y en la caciones propias del uso, como cerra- que se repararon cubiertas y pavimentos, mientos, añadidos de pisos o intervencio- y las escuelas. En lo referente a las escue- nes en su fachada, sin embargo, aún se las, emplazadas en la parte alta del pue- pueden identificar fácilmente la mayoría blo, habían sido utilizadas como cobijo de estos tipos. Del mismo modo, el tra- de trabajadores y familias. El edificio no zado urbanístico sigue manteniéndose se recuperó, ante la aparente falta de in- prácticamente sin cambios, ya que el pue- terés de los organismos públicos, hasta blo no ha experimentado apenas creci- que la Dirección General de Arquitectura, miento. siguiendo el diseño del arquitecto Fran- cisco de Saro para la Dirección General El conjunto ofrece al exterior la típica de Regiones Devastadas, las reconstruyó fachada-cerramiento de los pueblos re- sobre sus muros perimetrales en julio de construidos por la Dirección General de 1957 49 . Las escuelinas no disfrutaron, sin Regiones Devastadas, que contribuyen a embargo, de una larga vida y fueron de- crear la idea de pueblo cerrado . Se estudiaba rruidas, con la firme oposición de los el remate de la población de cara al cam- tarninos, en el 2009. En su lugar, pese a la po, el alzado que iba a presentar el pueblo oposición generalizada, se ha instalado un al entorno en el que estaba situado: edificio contemporáneo destinado a Cen- usualmente se disponía una unidad com- tro de Interpretación del Urogallo, en pleta de manzanas enfrentada con las desuso desde esta misma fecha de inau- calles circundantes de la población, guración. El sentir popular condena que, cerrándola al situarse perpendicular a mientras en la época franquista se respetó ellas, como podemos observar en el caso el edificio precedente, ahora en democra- tarnino 47 . cia se haya tomado esta decisión de ma- nera unilateral, instalando en su lugar una Para restablecer completamente los arquitectura completamente descontex- servicios básicos del pueblo, aún restaba tualizada, de difícil comprensión en un entorno rural, y al que los habitantes 46 AGA. Exp. 26/16453. Proyecto de diez barracones apodan “el tanatorio”. de madera provisionales. Francisco de Saro. 47 BLANCO LAGE, Manuel: “España una”, Arquitectura en Regiones Devastadas , Madrid, 1987, Ya con la Dirección General de Re- p. 19. Esta idea de pueblo cerrado era cierta, ya giones Devastadas extinguida y sin poder que para acceder a estas viviendas reconstruidas contar aún con aquel ideal de pueblo adop- era necesario cumplir una serie de requisitos, según la circular 21, emitida en el año 1942: Ser vecino de la localidad antes del 18 de julio o haber sido destinados a la localidad en algún ser- 48 MARTÍNEZ TESTÓN, Gloria, op. cit., Memo- vicio del Estado, provincia o municipio. ria histórica de Tarna: “coses nuestres”, p.413. Carecer de vivienda propia, tener destruida su 49 AGA. Exp. 76/04/20510. Proyecto de antigua vivienda, si era de su propiedad, o estar reconstrucción de las escuelas unitarias para la localidad afectada por planes de urbanización. adoptada de Tarna. Francisco de Saro.

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tado que se les había prometido en 1938, Regueras” 51 en el que, tomando como 23 años después los habitantes de Tarna referencia las dimensiones y proporciones se vieron obligados a volver a elevar un de una de las iglesias afectadas, Santa documento de queja, en esta ocasión diri- María de Soto, desarrollaba el modelo gido directamente al general Franco, en el que consideraba más adecuado para todas que, entre otras cosas, denunciaban que las parroquiales, incluida esta última, con las viviendas aún no se habían culminado aprovechamiento de sus muros perime- y que las cubiertas de algunas de las cons- trales. Se proyectaba una de planta de truidas habían vuelto a hundirse con las cruz latina, con una sola nave con presbi- nevadas producidas ese año, por lo que terio y dos pequeñas capillas con bóvedas podemos dar por hecho que, efectiva- de arista, así como dos piezas cuadradas a mente, la reconstrucción de este enclave ambos lados del altar para sacristía y al- tan importante en el imaginario propa- macén. Al exterior, presentaría un tradi- gandístico de la inmediata posguerra no cional pórtico —en una región de fre- se realizó con el rigor que hubiera mere- cuentes lluvias como la asturiana un cido. pórtico para cobijarse forma parte de la arquitectura rural popular y se hace indis- Dejando ya a un lado el concejo de pensable en las parroquias—, a base de Caso, el cuarto pueblo encuadrado en arcos de medio punto, en su fachada esta reconstrucción material es Las Re- principal y lateral. En el lado opuesto al gueras. Se trata de un concejo extenso pórtico se pretendía cobijar un Monu- que presenta un caserío muy disperso, mento a los Caídos adosado a la pared. por lo que la reconstrucción de sus vi- Otros de los elementos que pretendían viendas resultó un proceso arduo y dila- recuperar del regionalismo constructivo tado. Entre las intervenciones que se lle- serían la espadaña rematada en cruz, los varon a cabo destacaremos por lo que aleros y, sobre todo, las celosías neopre- nos aporta como muestra de la política rrománicas. reconstructora de la Dirección General de Regiones Devastadas el modelo de Otro de los edificios representado en iglesia que, de forma exclusivamente teó- Las Regueras, pero común a varias locali- rica, se había establecido como base para dades asturianas es el centro rural de todas las del concejo. Este modo de en- higiene y vivienda del médico. Este pro- frentarse a la reconstrucción no hace sino yecto se encuadraba en otro más ambi- confirmarnos una de las premisas genera- cioso que pretendía construir estos cen- les sobre la labor del organismo: el uso de tros y viviendas del médico, absolutamen- tipologías fijas que repite hasta crear in- te necesarias para que el profesional ejer- cluso edificios intercambiables, como en ciera en la localidad. Todos los edificios este caso. Esto trae a colación el hecho de seguían el mismo esquema compositivo: que Manuel Blanco ya hablara de un esti- planta rectangular con separación de es- lo propio de la DGRD 50 . En 1941 el ar- pacios, dos pisos con grandes ventanales quitecto Vallaure redactaba el proyecto y cubierta irregular a dos aguas. Exte- “Iglesia para la localidad adoptada de Las 51 AGA. Exp. 76/04/1185. Iglesia para la localidad 50 BLANCO, Manuel. “La arquitectura en Regio- adoptada de Las Regueras. José Vallaure y Fernández nes Devastadas”, op. cit. Peña.

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riormente, el acceso al centro rural de Pendones 54 . higiene se encontraba en su fachada prin- cipal, mientras que la entrada a la vivien- A partir de este momento, se puso en da se hallaba en la lateral. Como elemen- marcha todo un aparato propagandístico tos decorativos encontramos nuevamente que rodearía la adopción de la ciudad y los machones en talud propios de la ar- que se materializaría en ocho artículos en quitectura rural y los detalles en piedra la revista Reconstrucción 55 , en las exposicio- vista que encontramos en otros edificios nes de la DGDRD que mostraban pro- del concejo. yectos mediante fotografías o maquetas 56 , y en la prensa nacional y regional. 4.- LA RECONSTRUCCIÓN PROPAGANDÍS- TICA . Sergio Tomé señala cómo trató de po- tencializarse su capitalidad en la recons- En este segundo bloque se encuadraría trucción, tras determinar que esta preva- Oviedo, las capitales Nava y Campo de lecía sobre la modesta industria. En este Caso, y el concejo de Cangas de Onís, sentido, el hecho de constituirse capital se incluyendo el enclave de Covadonga. consideraría tricéfalo —religioso, civil y militar— ajustándose al Plan Gamazo, La reconstrucción de la capital, Ovie- proyectado por el arquitecto militante do, adoptó unas connotaciones ideológi- Germán Valentín Gamazo y Candilejas cas muy destacadas, ya que se había alza- en 1940, a este fin 57 . Partiendo, por tanto, do como Ciudad Heroica, Mártir e Invicta , de que la zonificación del suelo debía tras sufrir un prolongado asedio. La revis- estar presidida por la función residencial, ta Reconstrucción cifraba sus daños en 52 85.000.000 pesetas . Aunque estos datos 54 BOE, 22 de octubre de 1939, p. 5916. varían en función de la fuente que con- 55 CASARIEGO, J. E. “Grandiosidad épica e histórica de la destrucción de Oviedo”, n.º 2, sultemos, lo cierto es que la diferencia en 1940, pp. 5-12; VALENTÍN Y GARCÍA- la cuantía de los desperfectos era más que NOBLEJAS, Germán. “Plan de urbanización de notable 53 . Estos números —además de la ciudad de Oviedo”, n.º 6, 1940, pp. 30-37; ANÓNIMO. “Reconstrucción: barrio de San las connotaciones socioculturales y políti- Lázaro”, n.º 15, 1941, pp. 15-16; ECHENIQUE, cas que señalábamos para la ciudad de Francisco. “Cuartel para la Policía Armada en Oviedo— contribuyeron de manera de- Oviedo”, ob.cit; ECHENIQUE, Francisco. "La torre de la catedral de Oviedo", n.º 21, 1942, pp. terminante a la adopción de la capital por 120-124; ANÓNIMO. "Reconstrucción del ayun- parte del Caudillo en el primero de los tamiento de Oviedo", n.º 55, 1945, pp. 219-228; MENÉNDEZ-PIDAL, Luis. "Catedral de Ovie- decretos de adopción, junto a los señala- do. Obras de reconstrucción", n.º 58, 1945, pp. dos pueblos de Las Regueras, Tarna y 317-344; y SARO POSADA, Francisco. "El gru- po de viviendas de San Lázaro", ob. cit., pp. 45- 60. 56 Oviedo cobró un papel protagonista en la cita- da exposición de la DGRD de Madrid, en 1940 52 BEASCOA, Miguel, op. cit., p.5. con los planes de nueva urbanización para la 53 Germán Valentín-Gamazo y García Noblejas, ciudad. Además, en la capital asturiana se celebró en su Plan de Urbanización de Oviedo, cifra sus en septiembre de 1940 la Exposición del Plan de daños en cien millones de pesetas, AMO, Leg. 49, Urbanización de Oviedo, para la que el consisto- doc. 2. En un informe de daños realizado para el rio se vio obligado a apremiar a la DGDRD en la consistorio gijonés, se elevan los propios de la consecución de sus proyectos. ciudad a veintidós millones de pesetas. AMG, 57 TOMÉ, Sergio. La formación de la ciudad burguesa, Exp. n.º 240, 1938. ob. cit., pp. 294-298.

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acompañado de un entramado de vías y breve recorrido por el que consideramos edificios representativos, estos tres ele- fundamental en cada una de ellas. mentos estuvieron muy presentes en las intervenciones que, al amparo de este En el ámbito religioso, la reconstruc- Plan, realizó la DGRD en Oviedo: el ción de la Cámara Santa, que aún se recu- religioso, fundamentalmente a través de peraba de una intervención ejemplar y las obras en la catedral y otras iglesias respetuosa llevada a cabo por el arquitec- parroquiales; el civil, materializado en la to Ferrant tras los sucesos del 34, vio su construcción de viviendas de los barrios continuación en el citado Menéndez- devastados de Santo Domingo y San Pidal. Su proyecto “personal”, despresti- Lázaro, en el proyecto para la plaza de gió lo anteriormente conservado y, orilló España y en la reconstrucción del consis- los principios de la restauración científica, torio; y el militar, con el cuartel para la incluso en procedimientos básicos como Policía Armada del barrio de Buenavista la diferenciación de materiales 60 . Esta como edificio más representativo. intervención fue obviamente acompañada del aparato propagandístico esperado, La DGRD se implicó de manera no- reflejando la revista Reconstrucción cada una table en darle forma al plan de nueva de sus fechas señaladas: de inicio, el mo- urbanización que Gamazo había redacta- mento en el que el propio Caudillo coloca do, siendo múltiples los agradecimientos la última baldosa de la cubierta recons- que recibió por parte del arquitecto y truida y la reconsagración de la cámara el también desde el ayuntamiento por este 7 de septiembre de 1942 61 . Esta última motivo 58 .Si bien es cierto que las realiza- ceremonia de exaltación político-religiosa ciones de la DGRD siguieron este plan incluía una asimilación del Caudillo con en líneas generales, también lo es que Alfonso II, continuando la intención de fueron numerosas las propuestas de “me- legitimación del Régimen, portando jora” que se hicieron del mismo, desta- Franco la Cruz de la Victoria en las ma- cando entre ellas las propuestas de urba- nos y acompañado de las reliquias en nización del arquitecto Menéndez-Pidal, procesión, todo ello en el centenario de que fueron posteriormente adoptadas y Alfonso II el Casto 62 . materializadas 59 . En el ámbito civil, la plaza de España, Retomando las tres vertientes en torno se proyectó con la intención de coronarse a la reconstrucción de la capital, realiza- como el espacio representativo por exce- remos a modo de pequeña muestra un lencia dentro del Plan Gamazo. Empla- zada en el nuevo barrio de Buenavista,

58 “Hemos de destacar muy especialmente la referente residencial y comercial, englo- ayuda moral y material prestada por la Dirección General de Regiones Devastadas, que nos han 60 AGA. Exp. 76/04/1187. Primera fase de las obras honrado al considerar siempre este proyecto de reconstrucción de la Cámara Santa y dependencias como propio, apoyándolo en todo momento y anejas en la catedral basílica de Oviedo. Luis Menén- facilitando su realización”. AMO, Leg. 49, doc. 2. dez-Pidal. Plan de urbanización de Oviedo. Germán Valentín 61 MENÉNDEZ-PIDAL, Luis. "Catedral de Gamazo. Oviedo. Obras de reconstrucción", ob.cit., p. 322. 59 AGA. Exp. 76/04/1195. Memoria de la variación 62 GARCÍA CUETOS, Mª Pilar. El prerrománico propuesta por la Dirección General de Regiones Devasta- asturiano. Historia de la arquitectura y restauración das. Luis Menéndez-Pidal. (1844-1976), Sueve, Oviedo, 1999, p. 160.

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baba en un principio las plazas de España Brunete, Santa María de la Cabeza, Bel- y de Asturias, enlazadas por calles con chite, Guernica, etc., y a la vez será un soportales. La plaza de España se pro- jalón que enmarque la reconstrucción de yectó como una plaza monumental porti- esta Invicta y Heroica Ciudad bajo el sig- cada, cerrada por tres de sus cuatro lados no del Caudillo” 66 , lo cierto es que su con edificios sede de organismos públicos propaganda primó sobre su materializa- y un cuarto lado abierto hacia el parque ción. San Francisco. En ella tendrían lugar ce- lebraciones políticas y conmemorativas. El proyecto para la plaza de España se Justo detrás se alzaría la plaza de Asturias, fue posponiendo y solo se culminó, abso- en la que se encontrarían los órganos lutamente transformado, en los años se- vitales del barrio: escuela y mercado, y de tenta. Se concebía la plaza como un cen- la que partiría una vía procesional y otras tro cívico en el que se debían concentrar tantas arboladas 63 . En el descalabro sufri- los edificios de Gobierno civil, Gobierno do por el plan Gamazo a la hora de su militar y las distintas Jefaturas que se en- materialización, los planes previstos para contraban dispersas por la ciudad en loca- Buenavista fueron unos de los más perju- les alquilados y condiciones deficientes, dicados desde un principio. El hecho de tanto de amplitud como de instalaciones. estar concentrado el dominio del suelo en Del proyecto original, únicamente llega- pocas manos determinó una revisión del ron a materializarse el Gobierno militar y plano inicial y de las ordenanzas de 1943 el de Jefatura de Obras Públicas a finales que culminaron, entre otras medidas, con de los años cincuenta, mientras que el la supresión de la plaza de Asturias 64 . A resto de los edificios fueron dejados al esta modificación se sumó el cerramiento olvido —de igual manera que la vía pro- parcial de la plaza, que previamente se cesional— y construidos posteriormente concebía abierta en su lado Norte, consi- con diferentes directrices, aunque se man- derando que se facilitaba así la adaptación tuvo una coherencia en su composición. al terrenos rocoso sobre el que debía En ambos casos, las características y la asentarse y contribuyendo a una sensa- disposición de los edificios en la plaza ción de recogimiento y contemplación 65 . debían de ajustarse a los establecidos por Al margen de las medidas espaciales del el plan y al carácter de sobriedad y noble- plan, el suntuoso proyecto a modo de za pretendido en la plaza. plaza imperial que se había proyectado para Oviedo fracasó estrepitosamente por En el último orden, militar, destaca- la falta de medios y de previsión del or- remos la construcción, de nueva planta, ganismo. Concebida como un “monu- de la casa cuartel de la policía armada mento vivo que perpetúe la gloriosa gesta también en el barrio de Buenavista. Se de la ciudad, al igual que se ha hecho en trata de un proyecto conjunto de Antonio Miralles Sastre con Francisco Echenique

63 AMO, Leg. 49, doc. 2. Plan de Urbanización de y modificaciones posteriores de Francisco Oviedo. Germán Valentín Gamazo. de Saro. Comenzadas las obras en 1942, a 64 TOMÉ, Sergio. “La reconstrucción de Ovie- do”, Eria, n.º 14, Oviedo, 1987, p. 221. 65 AGA. 76/04/1195. Plan de urbanización de Oviedo. 66 AGA. Exp. 76/04/1193. Proyecto de pórtico- Proyecto de reforma parcial de Buenavista. Francisco aterrazados y accesos (escalinata) a la calle de Santa Zuvillaga. Susana. Félix Cortina Prieto.

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juicio de Sergio Tomé, el proyecto aúna el por la oficina técnica de la provincia, a modelo setecentista de Vauban, preconi- 1,230.000 pesetas. Desaparecieron en la zador de la centralización en instalaciones contienda un tercio de los 94 edificios de castrenses, con el sistema anglosajón de viviendas existentes en julio de 1936, pabellones disociados 67 en torno a un presentando los restantes desperfectos patio central. De esta manera, se conse- por saqueo y bombardeos 70 . Pese a ello, guía un control total de los espacios, al únicamente hemos constatado un proyec- disponerse en torno a un patio, pero se to no materializado del organismo para mantenía la individualidad de cada uno de un solo grupo de viviendas destinadas a los edificios. Se trata de un conjunto de maestros. Frente a esta tremenda carestía, edificios monumental, con cuatro cons- los esfuerzos se centraron en los edificios trucciones principales. Basado en solu- representativos: la iglesia y su casa recto- ciones racionalistas constaba de un ral, el ayuntamiento, la plaza mayor y el núcleo cuadrangular de edificios en torno cuartel de la Guardia Civil. Aunque la al “patio de honor” unidos por una galer- adopción de Nava se produjo en 1941, su ía baja a la que se accedía a través del realidad no fue muy diferente a la de Tar- denominado pabellón Norte, sede de la na (en cuanto a las deficiencias de su ma- plana mayor. El resto de los laterales del terialización se refiere), de hecho 4 años patio estaban ocupados por compañías, después también el alcalde de la localidad dependencias y servicios generales, mien- se vio obligado a dirigir un escrito al di- tras que los talleres y el patio de instruc- rector de Regiones Devastadas, recla- ción se encontraban en el extremo inter- mando que las obras aún no habían dado ior del acuartelamiento 68 . Exteriormente comienzo en el concejo. Esta situación presenta un aspecto de fortaleza determi- no se solventaría hasta mediados del año nado por las torres almenadas que flan- 1946 71 . quean el pabellón norte, donde se en- cuentra además una escenográfica porta- Los edificios más representativos de da neorrenacentista rematada por el escu- su reconstrucción se disponen en torno a do imperial, en consonancia con los re- La Plazuela, actual plaza mayor: la iglesia mates en pináculos, bolas y frontones parroquial, la casa rectoral, el ayuntamien- partidos, aludiendo al estilo escurialense. to y la propia plaza. La iglesia de San Bar- Con ello los arquitectos pretendieron, en tolomé aún se recuperaba de la destruc- sus propias palabras, alejarse de la mono- ción y el saqueo del que había sido vícti- tonía del racionalismo 69 . ma en Octubre de 1934, cuando fue aso- lada por un terrible incendio que la dejó La siguiente de las localidades a anali- reducida a ruina. Posteriormente, el edifi- zar sería la capital de concejo Nava. El cio fue demolido y sus piedras utilizadas valor total de los daños ocasionados en como base de caminos, desapareciendo Nava se elevó, según los datos manejados completamente la fábrica 72 . Ya en la pos-

70 AGA. Exp. 76/04/1184. Informe de daños. 67 TOMÉ, Sergio. La formación de la ciudad burguesa, 71 Archivo Municipal de Nava, Exp. 409, orden ob. cit., p. 345. n.º 11. Correspondencia entre la alcaldía y la Dirección 68 ECHENIQUE, Francisco. “Cuartel para la General de Regiones Devastadas. Policía Armada en Oviedo”, ob. cit., p. 39. 72 S. TORGA LLAMEDO, Evolución histórica del 69 Ibíd., p. 38. actual municipio de Nava, Oviedo, 1996, pp. 19-20.

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guerra, su párroco obtuvo, a través de la ante el atrio. Este elemento contribuye al esposa del Generalísimo, el compromiso efecto escenográfico de dominio de la de financiación de su construcción 73 . Pese iglesia, ligeramente elevada en un lateral a que algunos estudios señalan a Luis de la plaza principal, sobre el resto de Menéndez-Pidal como responsable de las edificios de poder circundantes, de carác- obras, lo cierto es que la documentación ter civil. Esta escenografía se ve clara- conservada nos desmiente su autoría en el mente reforzada por la construcción de proyecto 74 . Consideramos que esta confu- una gran torre en el tramo primero de la sión podría deberse a su cargo de arqui- nave lateral izquierda, erigida precisamen- tecto jefe de la primera zona, que tendría te en dicho punto de la iglesia por ser entre sus funciones la de supervisar las más visible incluso desde la carretera y intervenciones en la provincia asturiana. “hacer por lo tanto más eficaz su mi- Se ocuparon de la obra de la nueva iglesia sión” 76 , que no es otra que subrayar la de Nava, por tanto, los arquitectos José presencia de la Iglesia y de la reconstruc- Francisco Zuvillaga Zuvillaga y Juan Va- ción llevada a cabo por el nuevo gobier- llaure y Fernández Peña. Se proyectó una no, consolidando al mismo tiempo am- iglesia de clara raíz historicista, neo- bos poderes. Las espadañas o campana- rrománica, que pretende evocar, al menos rios de las iglesias se convirtieron en el en sus líneas generales, a la destruida igle- hito principal de los pueblos, debido a la sia original. Esta recreación del edificio influencia que iban a tener en la imagen precedente, constante en la labor recons- general de la población, haciéndola visible tructora de la Dirección General de Re- prácticamente desde cualquier lugar de la giones Devastadas, tenía como objetivo 77 y contribuyendo con ello a recuperar la identificación que la memoria elevarla como pieza reguladora de la vida colectiva de los fieles mantenía con el en la misma. Otro elemento que resulta templo primitivo, como en otras iglesias de gran interés es la utilización de los rurales de la región 75 . Se proyectó la ur- contrafuertes exteriores sin ninguna fun- banización del terreno de la entrada de la cionalidad, descontextualizados, recupe- iglesia en forma de escalinata proporcio- rando el arte prerrománico, arte de la nando una pequeña plataforma horizontal monarquía asturiana y, por extensión, de la Reconquista. 73 S. TORGA LLAMEDO, Notas sobre el municipio de Nava: sus gentes, historia y costumbres, Oviedo, Como recuerdo permanente del moti- 2008, pp. 345. El apoyo de Carmen Polo se materializó en su presencia, junto a la de su hija, vo que provocó los daños en la iglesia y en la inauguración de la iglesia en 1947. de los acontecimientos acaecidos en la 74 A ello añadimos la confirmación de nuestra localidad, se colocó en la fachada princi- hipótesis por parte del arquitecto Miguel Monede- ro, que había documentado la relación de inter- pal de la iglesia un Monumento a la Me- venciones del arquitecto en la 1ª Zona en su tesis moria, recientemente retirado en aras de doctoral. MONEDERO, Miguel: Las restauraciones la Memoria Histórica. Este elemento, arquitectónicas de Luis Menéndez Pidal. La confianza en un método, Secretariado de Publicaciones e Inter- muy común en las obras de carácter reli- cambio Editorial de la Universidad de Valladolid, Valladolid, 2008. 75 ANDRÉS EGUIBURU, Míriam: La 76 AGA. Exp. 76/04/1184. Proyecto de la Iglesia reconstrucción de Gijón: la labor de la Dirección General parroquial de Nava. Francisco Zuvillaga de Regiones Devastadas en Gijón , Gijón, 2012, pp. 98- 77 BLANCO, Manuel: “España Una”, Arquitectura 118. en Regiones Devastadas , op. cit., pp. 29-30.

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gioso, contribuye a mostrar una recons- cta en cada una de las estancias, entron- trucción con una intencionalidad propa- cando con los supuestos del denostado gandística e ideológica muy explícita. En ty ocultado bajo estos fachadismos re- lo que concierne a la propia Plazuela, se gionalistas o historicistast Movimiento presentaba como principal objetivo uno Moderno. de los fundamentales en la tarea de Re- giones Devastadas: recuperar la normali- En cuanto al ayuntamiento, el edificio dad en la vida rural., evitando el citado también había sufrido las consecuencias éxodo rural. En este caso, dos eran las de la Revolución de 1934, en la que había actividades que se desarrollaban en la sido incendiado, y se hallaba en proceso plaza, además de la común de espacio de de reconstrucción en el momento en el reunión: la celebración de los mercados que estalló la contienda. En un principio semanales y las fiestas y bailes populares. la Dirección General de Regiones Devas- La reconstrucción de espacios públicos tas asumió esta reconstrucción, pero pos- de tal relevancia como éste suponían un teriormente modificó con el objetivo de punto clave en la afirmación del nuevo “dignificar” esta fachada, es decir, darle poder como reconstructor de un país un estilo más imperial, ya que el proyecto “mutilado por los perdedores” y, a efecto, no respondía a la reconstrucción repre- el propio Vallaure cita esta intencionali- sentativa del nuevo poder que estamos dad en una de las misivas enviadas al ar- desgranando 79 . Estas modificaciones quitecto Francisco Echenique reclaman- añadían unas pinceladas de estilo escuria- do la aprobación del proyecto 78 . lense, a través del almohadillado, los re- mates piramidales y las hornacinas abier- «Mi interés (...) como arquitecto de tas en los macizos centrales. Además se Regiones que ve la necesidad de que se le añadió una teatral escalinata a la plaza que haga a ese pueblo tan destrozado por la resaltara el edificio de poder civil y no guerra algo para todo el vecindario y que desluciera junto a la imponente nueva ha de mejorar notablemente su fisionom- parroquial. ía; tanto que con poco dinero es obra que será de mucha propaganda para Regio- En tercer lugar, la localidad de Campo nes». de Caso, igualmente capital de provincia, responde a una adopción tardía 80 y, por lo La Casa Rectoral y dependencias pa- tanto, sus características ya difieren en rroquiales se encuentran anexos a la igle- buena medida de las llevadas a cabo en la sia. Exteriormente, el cuerpo superior se inmediata posguerra. Este pueblo no solo alza sobre dos pilares y presenta en es- sufrió los incendios propios de la zona, quinas y dinteles piedra vista, en una clara sino que sus destrucciones se debieron evocación a la arquitectura regional que, también a fuertes bombardeos nacionales. además, armonizaba con el estilo de la Las intervenciones se limitaron a sus edi- iglesia anexa. Interiormente, una de las mayores preocupaciones del arquitecto 79 Archivo Municipal de Nava. Exp. 439, orden fue obtener luz natural y ventilación dire- n.º 3. Proyecto de reforma y terminación del edificio del Ayuntamiento de Nava. Juan Vallaure y Fernández Peña. 78 AGA. Exp. 76/04/4196. Correspondencia de la 80 Se haría efectiva el 15 de diciembre de 1940. Dirección General de Regiones Devastadas. BOE, 12 de enero de 1941, p. 258.

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ficios más representativos: la iglesia, po- cia asturiana como el porche frontal. Este der religioso, y el ayuntamiento, poder porche se encuentra flanqueado por dos civil 81 . torres-campanario, formas indispensables en la reconstrucción llevada a cabo por la La iglesia parroquial de San Juan el DGRD, en tanto en cuanto se alzaban Real se realizó según proyecto de 1955 como elementos reguladores de la vida del arquitecto Francisco de Saro, pero fue del pueblo, señalando la presencia de uno finalizada por la DGA en los años sesen- de sus órganos de control: la iglesia. Este ta. Se proyectó una iglesia que se alejaba factor podemos relacionarlo con la re- del modo habitual de intervención de la construcción de estos elementos en los DGRD en los edificios religiosos. Por proyectos de restauración de iglesias pre- norma, las premisas básicas para la re- rrománicas asturianas, como San Pedro construcción de templos rurales eran: de Nora o Santa María de Bendones, mantener todo lo que fuera recuperable obras de Luis Menéndez-Pidal 83 . En plan- —la fundamental en la economía de pos- ta, se compone de una nave única, con el guerra—, no variar en exceso la imagen baptisterio situado a los pies, y sacristía y de la antigua parroquial —para tratar de local para efectos del culto a ambos lado no dañar la memoria colectiva de los fie- del presbiterio. Interiormente, existe una les—, y potenciar el estilo popular de la especial preocupación por la iluminación. misma —en una política de beneficio de A los pies de la iglesia y en cada una de lo rural en detrimento de lo urbano. Por las puntas de la planta, se situaron vidrie- el contrario, debido a que se trata de una ras proyectadas de tal manera que la luz intervención muy tardía, de un momento incidiera sobre el presbiterio sin deslum- en el que la arquitectura ya trataba de brar, lo que unido a su situación elevada, librarse del conservadurismo que había proporcionaba una máxima visibilidad del protagonizado los años inmediatos al fin altar 84 . de la posguerra, el arquitecto Saro se atrevió con una fábrica que, en sus pro- En cuanto al ayuntamiento y juzgado pias palabras “rompe con las líneas clási- de Campo de Caso, que había sufrido los cas para esta clase de edificios y adquiere bombardeos sobre la localidad, fue erigi- una forma moderna y práctica” 82 . For- do también según proyecto de Francisco malmente, encontramos una iglesia en de Saro de 1954. Sus trazas responden al consonancia con el denostado Movimien- modelo de ayuntamiento difundido por la to Moderno, pero sin abandonar elemen- DGRD: paralelepípedo exento, compues- tos regionalistas tan propios de la provin- to por dos alturas, de tres crujías de an- cho, cubierto por un tejado a cuatro

81 ANDRÉS EGUIBURU, Míriam. “La recons- aguas, sostenido por un alero. La fachada trucción del concejo de Caso: una adopción de principal se encuentra formada por tres alta montaña”, en GARCÍA CUETOS, Mª del bandas de elementos: en la parte baja, se Pilar; ALMARCHA NÒÑEZ-HERRADOR, Esther y HERNÁNDEZ MARTÍNEZ, Ascen- sión. Historia, restauración y reconstrucción monumental en la posguerra española, Abada, Madrid, 2012, pp. 83 GARCÍA CUETOS, María Pilar. El prerrománico 333-360. asturiano. Historia de la arquitectura y restauración 82 AGA. Exp. 76/04/1191. Memoria del proyecto de (1844-1976) , ob. cit., pp. 202-203. reconstrucción de la iglesia de San Juan el Real. Francis- 84 AGA. Exp. 76/04/1190. Proyecto de reconstrucción co de Saro. de la iglesia de San Juan el Real. Francisco Saro.

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disponen soportales con triple arcada, allí acaecidos en ambas épocas 85 . Además, mientras que la primera planta se articula en el señalado propósito de establecer en torno a un balcón representativo, so- lazos con el glorioso pasado español, en bre el que se dispone una cartela que este caso Franco, erigido como Caudillo rompe la línea de cornisa, propio de la de la nueva Cruzada 86 y, por extensión, zona norte del país. Ònicamente los ma- como Caudillo de la Reconstrucción Na- teriales, piedra artificial en su parte baja, cional, trataba de asimilarse al citado Rey natural en su primer piso, pero sobre Pelayo, primer Caudillo de la Reconquista todo el uso de la madera de castaño, pue- española 87 . Con todo esto, parece claro den indicarnos que se trata de un ayun- que materializar en este importante en- tamiento asturiano, ya que la difusión de clave histórico-religioso los ideales arqui- este modelo de ayuntamientos es tal que tectónicos de la reconstrucción de pos- podría estar situado en cualquier localidad guerra, transformando un paisaje arqui- del norte peninsular. tectónico de tal peso, iba a cobrar una importancia fundamental. Para finalizar, el concejo de Cangas de Onís, antigua capital de la monarquía La historia constructiva de este lugar, asturiana, contaba como enclave principal declarado monumento nacional el 19 de con la Santa Cueva de Covadonga, lo que Abril de 1884, se dilató enormemente en contribuyó de manera decisiva a su adop- el tiempo, transformándose en el siglo ción, y sobre ella haremos las últimas XX en un importante centro turístico, consideraciones sobre la reconstrucción con carreteras de acceso y unión entre la asturiana. El enclave de Covadonga se basílica y la Cueva. La Santa Cueva de encuentra situado en el concejo de Can- Covadonga sufrió durante la contienda el gas de Onís, lo que contribuyó de manera saqueo de algunos de sus tesoros, así co- decisiva a que el concejo fuera elegido mo el deterioro de sus pavimentos y ba- como pueblo adoptado. Esta circunstan- laustrada. Del mismo modo, los refugios cia se debe a que, aunque hemos señalado o abrigos que se hicieron en este lugar los requisitos que debían cumplirse para provocaron grietas y hundimientos de formar parte del citado elenco, había otros fines, alejados de la simple recons- 85 Encontramos estos paralelismos reflejados trucción material, que se pretendían al- en la prensa: Región, 1 de Octubre de 1937 y La canzar con las intervenciones en estas Voz de Asturias, 2 de Octubre de 1937, que incluye una editorial dedicada al tema en la que señala localidades. Estas motivaciones, funda- “Las gloriosas tropas de España, en nueva reconquista, mentalmente ideológicas y propagandísti- tras brillantísima operación, ocuparon ayer el histórico sitio cas, cobran un peso importante en el caso de Covadonga”. Además la revista Vértice también destina unas líneas a exaltar las heroicidades de los de Covadonga. Como cuna de la recon- nuevos conquistadores, siguiendo las hazañas de quista, lugar donde el rey Pelayo libró la sus predecesores, Vértice nº 5, 1937. ARMIÑÁN, batalla que permitió recuperar la España Luis: “De la guerra en España: guerra en Astu- rias”. católica, su ocupación por parte de los 86 GARCÍA CUETOS, M.ª del Pilar. “La restau- nacionales durante la contienda ya estuvo ración en la España del Nacionalcatolicismo. Caudillaje y Cruzada”, en XVII Congreso CEHA, revestida de paralelismos entre los hechos Barcelona, 2008. 87 FERNÁNDEZ CUEVAS, Vicente. “Asturias y Galicia”, Temas Españoles nº 59 , Publicaciones Españolas, 1953, p. 4.

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determinadas zonas de la peña. Sin em- cepción en los casos de edificios em- bargo, el grueso de las obras de recons- blemáticos, como Santa María del Naran- trucción habidas en este lugar no tuvo co o la propia capilla de Covadonga 90 . Por lugar a causa de los embates de la guerra, otra parte, se hace común en este período sino de una remodelación deseada por el la selección del momento histórico que Cabildo, desde las últimas intervenciones interesa evidenciar, siendo en esta oca- del siglo XIX. Amparados en la voluntad sión, la Reconquista realizada por el rey de proteger las construcciones del interior Pelayo y, por tanto, se justifica la elimina- de la cueva, se realizó el desmonte de la ción de todos los elementos posteriores actual capilla construida por Frassinelli, lo con la siguiente afirmación: «establecido que, a todas luces, supuso una estrategia el criterio general de conservar en máxi- que permitió la posterior transformación mo grado el aspecto natural de la cueva, del lugar. De hecho, el arquitecto encar- testigo de la hazaña de Pelayo…» 91 . Por gado de llevar a cabo las obras, Luis lo tanto, se trataba de recuperar el mo- Menéndez-Pidal, tachó la iniciativa de numento como documento histórico, “afortunada” , ya que facilitaba la elimina- pero de una época concreta. Se eliminan ción del antiguo camarín 88 . Las obras todos los suplementos de fábrica super- comenzaron lentamente, con escasos puestos a la roca, así como la barandilla, recursos económicos, hasta que la Direc- alegando que restaba visibilidad, y se co- ción General de Regiones Devastadas, locó en su lugar un barandal-hachero que tras la adopción por parte del Caudillo se imponía, de igual modo, al paisaje na- del concejo de Cangas de Onís, en junio tural. Se proyecta una reconstrucción de de 1943, la dotó de recursos económicos. conjunto, que englobaba el aspecto fun- La primera de las consideraciones que se damental, la Iglesia, y sus elementos cir- tienen en cuenta en el momento de en- cundantes. Respecto a la iglesia se tienen frentarse al proyecto es la del respeto por en cuenta tres factores: el motivo del cul- el lugar natural, así como la de “todo vesti- to, la importancia y aspecto del mismo, y gio de cualquier época que sea, que esté ya vincu- las circunstancias locales. El motivo del lado a nuestra tradición y nuestra historia” 89 . culto, la imagen de Nuestra Señora de No deja de resultar un tanto contradicto- Covadonga, implicaba su instalación en ria esta afirmación, tratándose del mismo grado máximo de amplitud y visibilidad. arquitecto que aplaudía el desmonte de La escultura había sido depositada por las una realidad constructiva, el camarín de autoridades republicanas, ante el temor Frassinelli, que ya formaba parte del en- de agresiones, en la Embajada de España clave como documento histórico. A este en París, retornando el santuario de Co- respecto, debemos señalar que Menén- vadonga en Junio de 1939, tras el recibi- dez-Pidal defendía el respeto a las trans- miento multitudinario de varios concejos formaciones sufridas por un edificio con asturianos. el paso del tiempo, posibilitando una ex- La importancia y aspecto del culto, 88 “Proyecto de restauración de la Santa Cueva después de las alteraciones sufridas en dicho histórico lugar a consecuencia de la guerra”. Me- 90 GARCÍA CUETOS, Mª del Pilar: El prerromá- moria descriptiva. Archivo General de la Admi- nico asturiano…, op.cit., pp. 134 y 169. nistración, 76/13/20509, p. 3. 91 “Proyecto de restauración de la Santa Cue- 89 Ibid., p. 3.. va…”, op. cit., p. 5

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que incluía manifestaciones colectivas de posguerra 93 , momento en que el estilo devoción popular, tales como peregrina- asturiano cobró una importancia funda- ciones, romerías, asambleas, etc., condi- mental como reflejo de una de las épocas cionaba, debido a la insuficiencia de espa- doradas de la historia regional. Además cio de la cueva, la necesidad de que los fue considerado por algunos, como el actos realizados en la misma fueran vistos arquitecto Diego de Reina, como aquel en desde el mayor número de lugares próxi- el que se plasmaron los primeros inicios mos posibles. Por último, las circunstan- de un estilo nacional 94 , tan buscado por cias locales, lo accidentado del terreno y los arquitectos en este periodo. A fin de la dureza del clima, dificultaban una solu- poder celebrar en el santuario misas de ción ideal, ya que la imagen y el altar deb- Pontifical, se instalaron todos los acceso- ían situarse en un lugar visible, pero pro- rios necesarios para el culto: el trono tegido de la intemperie y la capilla en episcopal, un ambón, un atril, un banco lugar descubierto y visible. Finalmente, se para el servicio del altar y un gran púlpito reservó para el culto la parte central de la volado sobre la explanada para la bendi- Cueva, frente a la explanada, para que los ción de los fieles 95 . En cuanto a los de- fieles pudieran seguir las celebraciones nominados “elementos circundantes”, en desde la misma y, a ambos lados, recintos relación con el citado púlpito encontra- para las autoridades. De esta manera, el mos el “Chorrón”, situado bajo el mismo. altar y la Virgen, situados en el fondo de Se eliminan y tratan de disimular con la la oquedad, cerca del vértice del ángulo naturaleza, en la medida de lo posible, los de mayor abertura, se mantenían perfec- añadidos por mano del hombre, al tiem- tamente visibles. po que se orienta hacia la “Fuente del Matrimonio”. En ella, Menéndez-Pidal En cuanto a la capilla, fue construida dispuso un pilón hexagonal en forma de en el mismo lugar que el desmontado copa, de la que salen siete chorros y Camarín, excavado en la roca. Se levantó acondicionó el camino de acceso hacia la en fábrica de sillería y mampostería «al misma. modo de nuestras modestas capillas rura- les» 92 . Lo cierto es que se trata de una En cuanto a los accesos a la Santa sobria capilla-sagrario, sin detalles orna- Cueva, como señalábamos, se había mentales, en estilo neo-románico, con grandes contrafuertes, que podemos rela- 93 ANDRÉS EGUIBURU, Míriam. La reconstruc- cionar con las formas del prerrománico ción de Gijón. La labor de la Dirección General de Regio- asturiano. Estos elementos estuvieron, nes Devastadas, op., cit. ciertamente, presentes en la mayoría de 94 REINA DE LA MUELA, Diego. Ensayo sobre las directrices arquitectónicas de un estilo imperial, Ma- las parroquias rurales reconstruidas en la drid, Verdad, 1944, p. 109. 95 Mª Pilar García Cuetos señala como a estas ceremonias se sumó el Voto de Covadonga, insti- tuido en 1948 por el prelado Arriba de Castro, con la intención de afianzar el culto al Santuario, en relación con la Ofrenda al Apóstol Santiago de 92 “Proyecto de restauración de la Santa Cueva Compostela. Esta iniciativa vinculaba, definitiva- después de las alteraciones sufridas en dicho mente, el lugar de Covadonga con la Cruzada y la histórico lugar a consecuencia de la guerra. Se- figura del Caudillo. GARCÍA CUETOS, Mª del gunda fase”. Memoria descriptiva. Archivo Gene- Pilar: “La restauración en la España del Nacional- ral de la Administración, 76/04/1307. catolicismo…”, op. cit., p. 10.

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abierto un túnel desde la explanada del tando su patriotismot, el enaltecimiento hotel hasta la entrada de la capilla que no de la presencia de los órganos de poder fue modificado, considerando que no tcuyos edificios fueron dotados de privi- dañaba el aspecto del conjunto, pero se legios en la reconstrucción, asociando el dispusieron dos puertas que interceptaran poder civil y el religioso, y haciéndolos en sus extremos la corriente de aire que tangibles a través de elementos como las anteriormente quedaba comprimida con- omnipresentes torrest o la adecuación de tra la roca misma. De esta manera, la ga- estos espacios a la vida que se pretendía lería de paso pasaría a convertirse en una se desarrollara en ellos, en una doble ver- nave de acceso donde, en el momento tiente de la reconstrucción: material y actual, pueden depositarse las ofrendas de moral. los fieles 96 . En este sentido, resultaron de especial 5.- CONCLUSIONES relevancia los denominados buenos hogares que consistieron, a nuestro parecer, en La labor de la DGRD en los pueblos buenos ejemplos que debía imitar la iniciativa adoptados por el Caudillo en la provincia privada, dado el escaso número de vi- asturiana transformó tangiblemente el viendas que fueron objeto de reconstruc- paisaje arquitectónico de la región. ción por parte de la DGRD. En ellos no solo se buscaba la “producción a cambio El hecho de enfrentarse a un lienzo de reconstrucción” como apreciamos en prácticamente en blanco, a un país en la adecuación de las diferentes tipologías ruinas, ofrecía un amplio abanico de de vivienda desarrolladas en Tarna, en posibilidades de reconstrucción, permi- función de la actividad de sus ocupantes, tiendo la expansión de una arquitectura sino que se cuidaba de que en ellos pudie- adecuada a los nuevos ideales estableci- ra desarrollarse adecuadamente la vida del dos. católico ejemplar, con una clara separa- ción de espacios según sexos y unas con- La arquitectura, y en este caso su re- diciones higiénico-sanitarias mínimas. construcción, fue utilizada como objeto legitimador de un Régimen necesitado de Estos presupuestos acercaron, sin em- ello, a través de diferentes mecanismos de bargo, los envoltorios historicistas de los propaganda y ensalzamiento: desde los edificios del Nuevo Régimen a las bases más básicos, como los Monumentos a la del denostado Movimiento Moderno: las Memoria en la Plaza de España o en las nuevas iniciativas que buscaban la separa- parroquiales de Nava y Campo de Caso, ción de espacios según funciones, los hasta los más sutiles, como la repetición sistemas de luz y ventilación natural, la de tipologías que hicieran reconocible la economía de materiales y la simplificación nueva España ten su concepción de al máximo de los edificios eran premisas “Una”, un país homogéneo, unido, exal- que ya había sentado, con otra intencio- nalidad, el llamado “estilo republicano”.

96 “Proyecto de restauración de la Santa Cueva después de las alteraciones sufridas en dicho Bien es cierto que no encontramos en histórico lugar a consecuencia de la guerra. Se- estas pequeñas localidades alardes de gunda fase”, op., cit., p. 7.

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arquitectura imperial tque podemos acompañaba a estas adopciones y que apreciar, a pequeña escala, en los recuer- garantizaba el restablecimiento de la vida dos escurialenses del consistorio de Na- normal en los pueblos fue, en lo tocante a va— sino que debemos mirar a la capital, las localidades que nos ocupan, incierto. Oviedo, en la que sus elementos salpica- La propaganda y los discursos acompaña- ron gran parte de los edificios representa- ron a todas estas obras, pero tras la pom- tivos. Más sencillo resulta localizar vesti- pa de la adopción, pueblos como Tarna gios del estilo propio de la monarquía tque resultaba a priori uno de los ejem- asturiana, el prerrománico asturiano, cu- plos de la efectividad reconstructiva del yos elementos, descontextualizados, se Régiment o Las Regueras fueron olvida- encuentran presentes en los proyectos dos a pesar de las quejas elevadas por sus para las iglesias de las Regueras, Nava o la representantes. No se puede negar, al capilla de Covadonga con una nueva in- visitar los lugares reconstruidos, que las tencionalidad legitimadora: se trataba de dificultades con las que debían encontrar- la arquitectura testigo de la recuperación se los técnicos al llevar a cabo estas inter- de la España católica a través de la Re- venciones eran de gran importancia, no conquista, del mismo modo que la Gue- solo económicas, sino, especialmente en rra Civil la acababa de recuperar gracias al este territorio, orográficas y climatológi- Caudillo. cas, pero lo cierto es que la rigurosidad en el desarrollo de las mismas no fue una Al margen de la recuperación de los constante en la labor de la Dirección. historicismos, que se manifiesta también con más claridad en las obras llevadas a Al margen de que la calidad de las cabo en las grandes ciudades como Gijón obras no fuera en ocasiones del todo y Oviedo, el estilo predominante fue, sin satisfactoria, como en las viviendas tarni- duda, el regional rural. Se pretendió re- nas, querríamos finalizar señalando la construir estos pueblos con el mayor importancia de la consideración del con- tradicionalismo posible, haciendo de ellos texto en el que estas obras fueron realiza- un lugar agradable, que evitara caer en la das, de la necesaria valoración de una tentación de la ciudad, y mantuviera la arquitectura que no por asociarse a un “bondad” del mundo rural: ésta sería la período de la historia de España poco característica común a la mayor parte de honorable debe ser menospreciada, sino las intervenciones, especialmente las lle- que debe investigarse y conocerse para vadas a cabo en la más inmediata posgue- poder valorarla en su justa medida. rra.

Si algo se puede concluir de esta inves- tigación que presentamos, es la revelación de que engrosar la lista de “ pueblos adopta- dos por el Caudillo” no era todo lo salva- dor que podía parecer de manera teórica. Si bien es cierto que muchas obras se realizaron al amparo de estas adopciones, también lo es que el estandarte que

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