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REVISTA ILUSTRADA DE· ALPINISMO

NUMIERO 30» Enero-Febrero-Marzo, 1950

PEÑALARA lt ATTENi-IOFER KANDAHAR RENO ALLAIS

TRIUNFAN EN TODAS LAS NII!VES DEL MUNDO WILSON LEACOCK

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ORGANO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ALPINISMO PEÑALARA

AVENIDA DE JOSÉ ~'l'ELÉF. 21-87-43 0 ANTONIO, 27, 3. ~MADRID• DIRECTOR: REDACTOR·JEFE: F. Delgado Ubeda F. Heroáodez•Pacheco

DOCUME.NTOS

rr1 LA CARA NORTE DE LA PIQUE wa LONGUE DEL VIGNEMALE UMBADO en mi lecho escucho- el conti­ solo instante dejo de escuchar -como una T nuo golpear de la lluvia sobre el al­ música de fondo- el murmullo del bos­ féizar de mi ventana. Tengo otras sen­ que de Bujaruelo, el colorido del cielo saciones ; la luz farolera. de la calle di­ en las noches y en los días pasados bajo buja en negro sombras caprichosas en el el firmamento, el perfume de los cam­ techo de mi habitación ; la luna del arma­ pos sembrados de flores, el volar de las rio rebrilla cada vez que, veloz, . pasa un aves zigzagueando por entre el azul eter­ coche salpicando por la calle abandona­ no. Cierro los ojos y paréceme escuchar da; de vez en cuando, oigo palmadas la voz de Florencia Fuentes, preguntán­ llamando al sereno, que siempre tarda en dome jovialmente: contestar. Pero, sobre todo, es la monó• -¿ Cómo está la grieta? tona canción de la lluvia sobre el cinc -¡ Muy buena! -le contesté. quien distrae mi atención constantemen­ Di un salto para franquear la rimaya te. N o se por qué, pero es así. que separa el glaciar des Oulettes de la Igual me sucede con los recuerdos de caliza de la Pique Longue del Vignema­ montaña. Acabo de regresar de una be­ le y me afiancé en un pequeño agarre. llísima .excursión por Pirineos ; atiendo Encerrado en mi habitación, <;on el al trabajo de mi clínica,PEÑALARA acudo a distrac­ horizonte a escasa distancia de mis ojos, ciones, cultivo mi espíritu ... , pero ni un aun destaca más en mi recuerdo la beBe-

1 za deliciosa de aquella montaña. No ha­ trar mejor tipo de roca, pero nuestras bía nieblas como en días anteriores, y esperanzas lisonjeras se vieron mengua­ el sol, que emergía desperezándose len:­ >das ppr el verdadero estado de la caliza tamenÚ~ sobre la horc~da de Ossoue, ver­ · roji~:· extraordinariamente quebradiza, tía , sti luz sobre el infinito espacio, sin que comenzaba allí. A partir de ·aquel nubes_ que- celasen su caminar. momento ,nos fué 91uy difícil encontrar La brisa del verano· invitaba 8:1 ejer­ un solo a€;arre que permitiese l)Jlcer ~na cido. Tenían1os prisa por comenzar a- es­ presa eficiente. La ct1erda c'orrtérlzó -rt··pto­ calar. Mientras bromeamos con Folliot, vocar caídas de piedras. Florencia me ad­ que nos mira desde la base, Florencia vertía r~pidamente de ello, pero no pude comienza a dar los primeros pasos, aé-. --evitar que algunas me golpeasen en la reos y verticales. Pronto la figura de cabeza y en la mano, sin consecuencias. nuestro camarada en el glaciar se hace Coloqué un pañuelo bajo la copa del diminuta hasta llegarla a confundir con sombrero que llevaba para tal fin y au­ los pei:lruscos que salpican la blancura menté mi atención. azulada del hielo. La escalada parecía, por su peligro. Habíamos olvidado la docume~tación un juego de azar; los cambios bruscos de técnica de la escalada y tuvimos que do­ la calidad .de la roca había que acep­ minar la Pique Longue por donde nuestra tarlos con calma; la propia vida era la experiencia nos fué dictando. Por ello puesta del juego, había que ~tar ~i,n­ tardamos algunas horas. más, pero, sin pre alerta, darse. cuenta e:xactá de la .,si­ embargo, gozamos de Jod 'e¡~ cantos reser­ tuación y actuar rápidamente con sangre vados a -las "primeras" escaladas. fría. Gracias a la que demostró Fuen­ Suavemente, con esa facilidad llena de tes salvamos la vida, Un. pequeño inci­ armonía tan difícil de conseguir en to­ dente, de esos que no pueden pre\·crse dos Jos ejercicios, Florencia trepaba de­ siempre, pudo lanzarnos rocas abajo has­ lante de mí por la pared más alta y ta la base de la pared : al ihtentar mi bella del Pirineo. Subíamos por la de­ camarada descansar su peso en un resalte, recha del nervio calcáreo señalado en un gran bloque se desprende y cae al el croquis. La escalada era de una be­ vacío silenciosamente. Firmemente ase­ lleza extraordinaria, espléndida, como gurado, quedó suspendido de sus dimi­ creo sinceramente que no he realizado nutas presas de mano. N os miramos y ninguna otra. Tenemos buen humor y sonreímos. Entre tanto, la gran piedra chispea en nuestras palabras el sentido avanzaba vertiginosamente hacia el gla­ alegre de las cosas. Ponemos un pitón ciar que desde nuestra altura semeja­ y Fuentes da un paso delicado para pa­ ba una nube difusa. ¡Cómo recuerdo aho­ sar al lado izquierdo de la arista. Da­ ra aquella espléndida emoción ! Remu­ mos otros pasos muy fuertes y recobra­ llido en un butacón de mi despacho, su­ mos una clavija muy delgada y blanda, jeto una hermosa .copa de sonoro cris­ apta para aquel tipo de roca. ¡ Lástima tal labrado; la tengo entre mis manos que estuviera inservible por retorcida ! y podría lanzarla a lo alto jugando con Teníamos deseosPEÑALARA de alcanzar el final ella con menos peligro del que exponía• del espolón central, llamado "El Gran mos nuestras vidas en aquellos instantes. Gendarme", porque esperábamos en con- Sin embargo, no lo hago porque temo

2 tirarla al suelo y convertirla en peda- creppsculares; la cadena cimera monta­ zas, pero... ¿por qué no tememos los ~Q~ parecía difU:niinada e~ sus bordes montañeros, que alguna vez, de CU:ando . ·~Pót una luz ·incierta, maravillosa. Le­ en cuando, haya que buscar los peda- vanté los ojos hacia la cumbre con el an­ zos de una bella vida al pie de una cum- lielo con que deben mirar los pájaros bre? ¡ Me gustaría tanto poder escribif., su nido al acercarse a , ellos en invier- páginas enteras vertiendo conceptos des.: no; después miré hacia.· el abismo por ordenadamente sobre este tema 1 Pero no entre mis piernas: parecía un :cielo cu­ lo hago. N o es éste el lugar apropiado. bierto de suaves nieblas desparramadas. Unicamente escribiré las últimas palabras El preludio de la tto~e se extendfa sobre que desearía decir: " ... y por eso no cree- los campos, el aire -y)a llotZ. mos en la muerte, por eso no tenemos· Florencia distingile al fin ·la torreta ele miedo, por eso encontramos tan delei- la cima,. y me lo .com1llU~ con alegría. table nuestra devoradora pasión, nues- Entramos en una rona francamente bue­ tro esfuerzo, ¡a pesar de todo!" na y fácil; pero es entonces cuando re- Las dificultades de aquel paredón ver- doblamos nuestras precauciones. Alcan­ tical de 8oo metros de altura aumenta- zamos la cumbre, que cruzamos rápi­ ron con la presencia de un viento Este dos, y descendemos un poco para en­ que enfriaba nuestras manos haciendo contrar la cueva Russel. Ya est:alnos en aun más difícil la aprehensión de aga- ella. ¡Qué extraña felicida~ ·~'os inva­ rres. Las yemas de los dedos me san- de en aquel rinconcito escondido del mun­ graban junto a las uñas, pero en aquellos do! A veces, una sencilla lamparita es instantes era insensible al dolor. Vivía- más amada que las grandes estrellas; a mos con una intensidad extraordinaria ; vt!ces, una gruta es más acogedora que el aire que en la ciud.ad semeja inoloro, el más confortable hogaJ:". Antes de pe­ allí podía percibirlo perfumado de pu- netrar en la oscuridad cobijante nos da­ reza; el sol, que a través de los .crista- mos un fuerte abrazo de amistad y ca­ les de mi balcón aparece polvoriento, bri- maradería, un abrazo que no existe ja­ llaba alegre, cobijante, ayudándonos a do- más motivo de darlo en las urbes, feli­ minar la fuerte trepada; y el silencio citándonos mutuamente por el éxito de absoluto, vacío de sonidos lejanos, can- nuestra dura jornada; hemos dominado taba junto a nosotros con la melodía de la cara norte de la Pique Lonque del las fuentes montesas entre yerbazales y Vignemale con todas las dificultades piedras. propias de .una "primera" y por una Subíamos por unas lajas oscuras, con variante propia. Encendemos una cerilla unos agarres minúsculos, y a una veloci- e inspeccionamos el interior de la cue­ dad endiablada. Nos preocupaba tener va; sólo encontramos unos papeles hú­ que vivaquear en aquella pared, sin posi- medos, dos troncos pequeños y ahuma­ bilidad de descansar al menos los pies dos y cascos de botella. N os sentamos en toda la noche. Teníamos que ganar la y tomamos un limón entre los dos. Fue­ acción al sol que, indiferente a nuestra ra, la noche comenzaba a encender sus lucha contra el PEÑALARAtiempo y la naturaleza, primeras estrellas. Hacía un frío silen­ descendía proyectando desde los hermo- cioso, blanco, que surgiendo del glaciar sos picos distantes larguísimas umbrías penetraba en la cueva viscosamente, sm

3 Cara Norte de la Pique Longue del Vignemale. (Dib. Herreros.) • que nada pudiéramos hacer para evitarlo contra el, frío. Sabíamos que nada ha­ Sacamos . del morral un poco de choco· bíamos de conseguir, pero al menos lle­ late, pero a pesar de beber el último gamos a sentir calor gracias al esfuer­ sorbo de té azucarado nos fué imposi­ zo que ralizamos. Volvemos a sentamos ble ingerirlo, tan seca y pastosa teníamos y encendemos después de muchos esfuer­ la boca: N os levantamosPEÑALARA y comenzamos zos .los pequeños leños carbonizados ; el a tapar la entrada de la cueva con grue -humo nos irrita los ojos, pero el livia­ sas piedras, pretendiendo protegemos no calor que brota de las temblorosas

4 J. Pique Longue.-2. Clot de ~a Hount.-3. Calizas rojas muy desintegradas.-4. Arista · de Gaube.-s. Arista . intermedia.~. Chimenea de lós Austríacos.-7. Couloir de Gaube.-8. Glaciar . tle .las Oulettes.-:--9· Línea de puntos: Escal.apa de . Fuentes y ·Sol .. (Gráfico de Herreros.) .

llamas · nos acompaña amorosamente. dos estemos. fa#gados. Para mí, había Charlamos, comentando las incidencias ~ido un 9ía de convalecencia : el día an­ de la escalada: habíamos realizado un terior .me había intoxicado con un ali­ esfuerzo •continuo durante más de trece mento calentado en una lata, y tuve· que horas, sin reposarPEÑALARA sino en dos ocasiones permanecer a . dieta f'amis durante todo · y·sólo unos segundos para beber un poco el día; •única'lll~te .por l,a npche tomé de té. Nos sorprende que ninguno· de los un poco de sopa de arroz. Añoramos los

5 sacos de dormir y, sobre todo, "Villa leite cálido y dorado del sol, como ansía Meillon", la gruta situada bajo.un~ gran el pan el hambriento cercado en un jar­ roca en el caos des Oulettes, tibia, agra­ dín de RQres. dable, montañera. La noche anterior, mis El silencio vacío que reinaba presta­ camaradas me cedieron el sitio del fon­ ba majestuosidad al espectáculo; la no­ do, el más cobijado, en atención a mi che parecía muerta; el r.englón de cum­ pequeña dolencia; ¡ Cómo recordábamos bres, todas en el mismo plano, sin som­ entonces la paja ~;on que estaba cubierto bras ni relieves, daban la sensación de el suelo y 'que tanto ~rropaba! Ahora una procesión de espectros. Recordamos mismo, ya en mi casa, siento nostalgia a Jorge Márquez, nuestro buen camara­ de las horas de charla pasadas ~n torno da, fallecido en accidente en aquel mis­ al farolillo que nos alumbraba mientras mo macizo hacía un año. También él tomábamos, como bebida, el aromático gozó sensaciones parecidas a las nues­ y humeante té. tras ; miraría las mismas montañas y es­ Al apagarse las últimas brasas de la peraría la mañana del día siguiente con minúscula hoguera sentimos con mayor la misma avidez. Giré la cabeza hacia intensidad el frío. N os levantamos para el couloir de Gaube, donde él había caído asomarnos por encima de las piedras con · y elevé una tierna .oración al Todopode­ que habíamos tapado la entrada ; la her­ roso. mosura de aquella noche era tan mara­ En los momentos peligrosos de la es­ villosa, tan milagrosamente perfecta, que calada pensé que pudiera ser posible ce­ su belleza la gozo aún en este instante, gar nuestros ojos en la sombra de la con toda la riqueza de sus bellos ma­ muerte; tuve pensamientos delicados, lle­ tices perpetuos como los hielos que cu­ nos de sensibilidad hacia las cosas que bren sus vertientes. Comenzaba a enlu­ más amo pero que nunca me atrevería narse el glaciar; allí, en lo alto, .estaba a confesar. Siento en mi alma los pasos la Osa Mayor, graciosamente atada a su de aquellos recuerdos. La posibilidad de carro; la· Vía Lactea me recordaba las poder morir realza el valor de la vida, noches cercanas pasadas con Galilea, He­ pero a pesar de ello no me hubiera im­ rreros y Cimarra en Picos de Europa ; portado terminar mi camino en el abis­ <:uando d~rmíamos en la Vega de Urrie­ mo de aquella noche: es un buen fin para llu abría de vez en cuando los ojos y mi~ un montañero. raba el cúmulo el estrellas vigilando nues­ Abandonamos la entrada y nos pu­ tro sueño ; si alguna nube se interponía; simos a pasear por el interior. Las horas sentía la triste sensación de que había• se amontonaban lentamente en el am­ mos perdido nuestro Angel de la Guarda biente húmedo de la cueva Russel. Nos y esperaba anhelante volver a ver arder tumbamos a dormir juntando las es­ a mis estrellas, para cerrar nuevamente paldas ; a los pocos segundos dormíamos los ojos,' lleno de ·confianza ·que me ha­ ·plácidamente. Me despierta un calambre cia sonreír suav~·ente: Pero ·ahora' ·no en el muslo derecho; la fuerte deshidra­ podíamos· dormir:"PEÑALARA el · frín· no· nos deja- tación (enfermedad y esfuerzo) y el in­ .ba; Las estrellas erait' ¡inolvidables, :pa­ tenso :frío me lo debieron provocar. Vol­ recían: battt:la&s: de giislltiitds:iae luz en vemos a pasear, cantando canciones re- el cielo ; siri embargo, anhélábainos el dé=- , -gionaies ·con voz más fuerte que bien

6 S208k Cerbillo na 5241 -f- N \>. Ce'(\'-"'~ .&WER'If.

Croquis del macizo del Vignemale. (Dibujo H. errcros.) entonada. N os golpeamos las espaldas ces rojos del bosque ardiendo 'f, ·sobre para reaccionar. Miramos nuevamente al todo... ¡sueño lentamente:, con los ojos glaciar : sus: grietas estaban ; fantástiCas abiertos! como quizá "nunca lo hayan "eStado.· Un Por fin llega la luz ; la luz del nuevo incendio. inmenso brilla en la lejanía-'; se día, · que viene riendo.. Salimos fuera ; forma una gigantesca -~eta :roja·· en el corro hada la cumbre. El ·sol bañaba cielo. Florencio se duerme; .boca ,abajo, los- campos donde retoñaba la vida, donde en un rincón de·PEÑALARA la .g-r-uta.· .Mientras, sigo -las flore<;illas perdían sus: gQ,ti1;as. de ro­ mirando. la·: blancura: del glaciar; los mati- cío,, como el •cielo había p~dido ya sus

7 estrellas. Me cobijo tras una piedra y lo hago sale volando temblorosamente: dejo que la luz del amanecer acaricie era una mariposa. mi rostro. ¡ Qué feliz me sentía entonces ! A paso rápido reanudamos la marcha. Solamente cumbres y cielo. Unicamente Pronto distinguimos a Pepín que nos agi­ claro azul y alturas infinitas confundidas ta los brazos desde un alto. Cuando lle­ a través de una bruma incipiente y lu­ gamos a su lado, nos abrazamos con ca­ minosa. riñosa alegría. ¡Qué difícil de compren­ Comenzamos a dirigirnos hacia el gla­ der esa íntima amistad, ese alegre Yol­ ciar; su suave relucir blanco con la plati­ ver a verse, entre amistades formadas luz de la noche se torna de impercep­ únicamente alrededor de una mesa de tibles tintes azul verdosos bajo la llama café! Seguimos hacia el refugio, donde dorada del sol ; cuando el calor amoro­ tomamos un buen plato de potaje y una so del día viene sobre él comienzan a botella de vino tinto. Mientras saborea­ cantar de nuevo los arroyos enmudeci­ mos ávidamente la comida, los guardas dos bajo el gélido silencio de la noche, nos felicitan por la escalada realizada, y brotan ruídos armoriosos del fondo dándola una importancia superior a la de sus grietas profundas; suenan otra que nosotros considerábamos. :\o:; ale­ vez las piedras contenidas cuando caen gramos por el prestigio que supone para confundidas con el agua del deshielo, el G. A. M. de PEÑALARA. repicando de roca en roca ; y se escuchan Después de hora y media de marcha nuestras pisadas sobre las finas aristas, llegamos de nuevo a "Villa ?lf eillon' '. camino del refugio de Baysselance, don­ Florencia y yo nos tumbamos a dormir, de tomar caldo y vinos calientes que repa­ mientras Pepín nos prepara una buena ren nuestras fuerzas. comida. N os cuesta encontrar el camino; las La noche de aquel mismo día acam­ grietas son tantas que semejan un en­ pamos junto al lago de Gaube. La be­ caje de hielo; parece que caminamos so­ lleza del lugar en aquella noche fué mag­ bre una nube que se hubiera caí9o del nífica, perfecta: el lago, la luna, el bos­ cielo por un descuido de los ángeles que que, el reflejo de la hoguera sobre el la llevaban tras el viento. Avanzamos agua, la blandura de la yerba húmeda, despacio, porque es preciso tallar cons­ el clamor de la montaña, su aroma ... Qui­ tantemente pasos sobre los filos de las siera no describirla para no ofender :;u aristas, con el fin de poder apoyar nues-· recuerdo. tros botines de escalada en roca. A la mañana siguiente, después de des­ Cuando llegamos a la base del glaciar ayunar y de sumergirnos en las aguas bebemos lentamente un bote de leche del lago, de jugar sobre la hierba, par­ condensada. Nos desnudamos y tomamos timos hacia Cauterets, donde tan buenos el sol que calienta con delicia nuestra amigos tenemos, para dar~es ui1 fuerte piel ; nos frotamos con el agua friísima abrazo. del deshielo ; estiramosPEÑALARA los músculos de­ Cauterets. ¡ Que de doux souvenirs évo­ leitosamente. A través de una cascada, que en nous cette charmante ville des ádivino tirta florecilla silvestre ; me acer­ Pyrénées fran~aises ! Chaque fois que co para ·para mejor mirarla, pero cuando nous approchons de Cauterets par les

8 ' - " ~11 :'\ ,\ l.

La Pique Longue del Vig nernale y Couloir de Caube. PEÑALARA LHII 'A JL

Heinrich L ahme: v\ inter am Ri gi. PEÑALARA(De nuesl·ro XXV 'aló11 da Fntog1·afía.) sentiers des montagnes qui l'avoisinent, C'est un charme pour nous de parler nous entendons des voix amies qui nous ayec vous de nos Pyrénées. Alors il n'y appellent, les voix des montagnards qui a plus de frontiéres entre les beaux pies nous offrent une place autours de leur et entre les amis. Nous aimons la Mon­ feu de camp. Et dans se cercle de chau­ tagne pour son apreté, sa majesté, sa des sympathies, augmentent encare toutes beauté, sans s~uci de son emplacement nos raisons d'aimer leur magnifique pa­ · geographique ; et nos amis, pour la no­ trie. blesse de leur coeur, pour leur délica­ René, André, Maurice... je ne sais tesse, non pour le lieu oi.t ils sont nés. comment reconnaitre votre affectueuse Vous avez su conquérir si proJondé­ amabilité. Nous voudrions vous avoir ment notre sympathie que nous ne sa­ chez nous et vous entourer de toutes les vons plus depuis quand vous etes nos attentions que vous méritez. Nous se­ amis. Il nous arrive de croire que c'est rions heureux si nous pouvions un jour depuis toujours, bien longtemps avant de vous rendre votre ·Chaleureux accueil. vous avoir vus pour la premiére fois. Votre conception de la vie dans la na­ Soyons heureux, nous qui portons en ture nous a conquis, nous, hommes de nous la veritable liberté! la ville_ qui vivons toujours avec la nos­ talgie i:le la blancheur neigeuse de ces BALDOMERO SoL. cimes plus proches de Dieu. :Madrid, ag"osto, 194<).

PEÑALARA

9 RECUERDOS DEL 11 «TROFEO DE INVIERNO JORGE MARQUEZ:. (1949)

EDICO este relato de impresiones y tras los rayos caían no lejos de vos- , D recuerdos de mi participación en el otros? II ''Trofeo ele Invierno Jorge Márquez". -¿Es que ya no te acuerdas cuando, en recuerdo de aquel compañero desapa- atravesando aquellas interminables pe- recido, en cuya memoria instituyó PE- dreras de la Peña del Oso y La Pinare- XALAR.\ este "Trofeo" que lleva su ja, no podíais aguantar la ventisca por nombre. la cresta de la Mujer Muerta? La montaña, aun en los días que se -Y todo, ¿para qué? Para una "en- revuelve, tiene sus goces para el monta- peja" que parece una huevera con asas, ñero, en los pasajes ele la etapa vencida que ostentas sobre una consola, sin que gracias a la entereza y valor que des- nadie se fije en ella ... Nada, este año tú pliega, y cuando alcanzado el propósito, te vas a esquiar tranquilamente cuando descarga el morral sobre la rematada haga buen tiempo, y si no hace bueno a <:resta y pasea la mirada sobre el espa- dormir tranquilamente al "chalet" en do infinito experimenta un placer al cama blanda ... , a tomar café charlando contemplar la cima avergonzada que a con los amigos, mientras otros locos es­ nuestros pies yace en completa derrota. tán haciendo lo que tú ya hiciste ... Has- Pretendía guardar para mí los recuer- tantes ventiscas has corrido con ese mo- dos ele mi brega en el Trofeo, pero a pe- rral -a cuestas, y además... ya' no eres sar ele que en el transcurso de Jos días , ningun crío. los hechos pierden valor, 1.;e he decicli- -¡ Mira, perezoso magín! ¡Déjame en do a darlos a la publicidad en esta Re- paz ! Y o bien sé lo que quiero y lo que vista, después de varios' coloquios con hago. Ten en cuenta que aun no llego a mi "segundo yo", al que he tenic:l:o que la.eaad del General inglés Mr. C. G. Bru- justificar -como veréis- con razones ·· . ce, que pa·saba de sus sesenta años cuan- las censuras que me hacía ... L"l cosa empezó así: '- ',}. do formó parte de la expedición al E ve- -Antes de apuntarte para. el "Tro'..J.,':r~st._. Como ves, a su lado puedo pasar feo" de este año acuérdate de la noche. ··p.?r S!l nieto. Respecto a la "copeja", qui­ pasácla el año anterior, á. 1go ó 20o bajo · zá ·lleves razón ... , por su tamaño. Este cero con )a sola protección de la ligera año, aun cuando me den otra "huevera" te~a ele tu tienda, cerca de Peñalara, y me parecerá como para huevo de aves­ que al día siguiente te fué imposible as- truz si gano el "Trofeo" y la pondré en cender a la cumbre a causa de la ventis- la repisa, al lado de la otra. Ya verás, <:a, que os arrojó hacia abajo a ti y a tu cuando llegue a viejo (que .aun me que­ compañero cuando se te empezaron a dan bastantes trofeos), cómo me gustará helar los dedos elePEÑALARA la mano. enseñárselas a mis descendientes. En -¿Y la tormenta de Cabeza de Hie­ cuanto a Jo de ir a la sierra para tomar rro, cuando salisteis corriendo, tirando café y charlar, sabe, de una vez, que de prisa todas las cosas metálicas, míen- cuando venga lo haré para ascender a

10 las alturas, aunque tenga que ayudarme la", y pondremos la tienda, pero antes con un par de cachabas.· contemplaremos el frente de Cabezas de Hierro y la Cuerda Larga descifrando las * * * tonalidades pardas, blanquecinas y mo­ radas que tiene el valle del Lozoya. Aho­ -¿Ves? Habéis elegido el peor día. ra pon el oído y distinguirás, entre el Primero de enero y a dormir a la lagu­ zumbido del viento, el graznar de las na de Peñalara, con niebla y viento in­ aves de rapiña y el eco de la caída de aguantable. La gran nevada se anuncia, canchales de hielo. La laguna, que no el viento es del Este y no de buen augu­ puedes adivinar bajo el hielo, defensa · no ... natural de sus aguas durante el invierno, -¡ Cállate de una vez ! Vamos cinco se despojará de su cubierta helada a la compañeros bien entrenados y animosos llegada de la prima vera para que pue­ y ¿no sabes que aunque en el Puerto das refrescarte en sus aguas purísimas. siempre sopla. fuerte, luego, al adentrar­ -De todo cuanto has dicho no quiero se en el pinar, es gloria? ¡ Compruéba­ hacer caso alguno. Sólo .quiero \·er pues­ lo ! ¿Es que no te alegra esta carretera ta la tienda, calentarla y tomar algo re­

:.11 niebla espesa circunda el espacio y no tra derecha el declive del terreno se lan­ podemos distinguir nada a veinte metros zaba vertiginosamente hacia la segunda de distancia. El viento sopla fuerte dan­ laguna. do al hielo color de acero. N os ceñimos Elegimos entonces un paso -para no bien las prendas y nos encordamos. desviarnos de la subida directa- en la A los primeros pasos ~1 regatón del base de unos grandes salientes rocosos "piolet" horada la primera capa de hie­ que estuvieron a punto de hacernos re­ lo y por el agujero asoma una profundi­ troceder, ya que los pocos agarres ce­ dad azulada que me pt;oduce escalofrío. dían ante nuestras presas, y al quedar el La temperatura es ele nueve grados bajo hielo liso su débil espesor no aguanta­ cero. El tiempo ha dado vuelta y la ven­ ba el golpe del "piolet", y al desgajarse tisca nos lanza remolinos de nieve pul­ la placa quedaba la piedra al descubierto verulenta, batiendo los espacios descu­ finamente pulimentada. Mi compañero, biertos de nuestro rostro. que llevaba buenos clavos, pasó el pri­ Comprobamos el rumbo. La subida se mero, y gracias a él pudimos n·ncer va endureciendo por los bloques de hie­ aquel paso ele unos quince metros. en el lo que encontramos y hemos ele buscar que invertimos cuarenta minutos. Afian­ por el color de la nieve aquellas zonas zado él, me lanzó la cuerda, por la que menos ásperas. Al llegar a la primera subí. plataforma van surgiendo los bloques pé­ Vencido este pequeño contratiempo. treos de semblimte frío y repelente, so­ seguimos ascendiendo hasta desemblKar bre los que la nieve no puede estabili­ en el pequeño circo que, ribeteado por zar:se a causa de su inclinación. Jirones una aguda arista de nieve y de hielo. tie­ de niebla hechos danzar vertiginosamen­ ne por frent'e la cumbre. Lo atravesamos te por la ventisca azotan contra aquellas muy alegres, observando su fondo, en murallas. el que se con fundían, entre penumbras, Buscamos abrigo bajo una enorme la nieve, la niebla y el gris de sus des­ concavidad, y después ele un breve alto nudos canchales. Al coronar la cresta, el admiramos maravillados las cascadas de aire huracanado nos barría con tan ex­ hielo formadas en los peñascales circt1n­ traordinario' ímpetu que nos teníamos dantes, cuyos carámbanos semejan gigan­ que apuntalar fuertemente en el piso tescos órganos ele heladas flautas. para evitar ser llevados por aquellas rá­ Cuando dos personas se encuentran en fagas. duro trance, una poderosa corriente de La cumbre de Peñalara gemía en mil inteligencia se transmite entre ambos por misteriosos lamentos cuando cruzaba sus una simple mirada o un insignificante canales de hielo aquel viento endiablado. gesto,. que vale por todo un cambio de Tuvimos suerte : al segundo ·golpe de impresiohes. Así entre nosotros sucedía "piolet" localizanios el buzón· y, dejando cuando cambiábamos nuestras miradas nuestra tarjeta, abreviamos la partida antes de 'dar ·un pdso. · para aprovechar .un claro que ·nos mos­ • Al llegar. a 1~ segbndá plataforma, la traba al alcance de la martb la cresta de niebla había· aclaradoPEÑALARA : '¡a luz ·reflejada en Los Cla\r"eles. Nos repartimos rápidamen­ la.'bhmcura de la''riieve ilumiriaba1;aquelia t~; tinas. onzas •de. chocolate y. nos lanza­ zona dándola ·un· •asp'eéfb 'luna:t) ·1\. nues- . mds ·en vertiginosa· carrera a filontarnos sobre la arista antes que nos la ocultara aquel infernal viento . que nos cegaba: la niebla. Fue ron breves momentos, pero momentos dedicados especialmente a muy interesantes. Aquel claro, repenti­ mantenernos en aquella rampa de hielo namente surgido, era invitación apre­ de casi 75° de inclinación. miante para que subiéramos sobre aque­ Cuando nuevamente nos subimos en la llos graciosos riscos de Los Claveles, que cresta si bien salimos de Scila y nos ' veríamos desaparecer tan pronto alcanzá­ metimos en Caribdis, sentimos gran res- ramos el primero de ellos. piro. Allí dejamos, en un bote vacío, que En nuestra carrera hubimos de reali­ previamente llevábamos a título de bu­ zar algún malabarismo acrobático para zón, nuestra tarjeta, y junto. a ella un no dar con nuestros huesos en el hielo, botellín vacío que tuvo coñac, el cual nos ya que, al no sincronizar nuestras zanca­ hizo alegrar los pájaros de nuestra ator­ das, algún tirón de la cuerda era inevita­ mentada cabeza, hasta el punto de no ble, como lo eran las protestas del que darnos cuenta que a mí se me helaban de aquella manera se veía arrastrado. los dedos de la mano y a mi compañero Al remontar el primer saliente que­ los de los pies. Me embutí las manoplas dó cerrado todo nuestro contorno ; la y guantes, y con el objetivo casi finali­ ventisca nos azotaba 'terriblemente, te­ zado a la vista, con mucha alegría y can­ niendo que pararnos a cada instante si turreando, unimos nuestras desafinadas no queríamos ser lanzados por aquella voces a la del viento, haciendo otro paso desplomada .ladera. El trozo de cuerda, a media ladera, casi igual que el anterior, de cinco milímetros, y de nueve metros que nos llevó a la prominencia Este de de largo, en cuyo extremo adivinábamos Los Claveles, última y definitiva de aque­ al compañero, quedaba oculto en aquella Ila ·lucha de la que ·salíamos victoriosos. espesa niebla. Bajamos corriendo a la laguna de los Los primeros riscos fueron. pasados Pájaros, helada y cubierta de nieve, y sin grandes dificultades; el hielo hasta aiií, sobre su cristalina cubierta, nos abra­ entonces cedió a nuestras pisadas, aun­ zamos radiantes de satisfacción y alegría que teníamos que tantearlo previamente, por haber sabido resistir aquella prueba, en evitación de que algún puentecito se que fué de las buenas. rompiera. Avanzando uno y aguantando Creí que mi compañero tenía puestas el otro seguimos hasta pasar los tres pri­ las gafas, y ya le iba a decir que se las meros riscos. Entonces vimos que para limpiara de la nieve que las cubría, cuan­ seguir al inmediato, más bajo, la cos~ se do una observación más, detenida me hizo ponía más difícil. N o sólo el canto de la contenerme. Se trataba del hielo que te­ bota no atacaba el hielo, sino que el mis­ nía acumulado en el espacio libre que le mo "piolet" rebotaba sobre aquella placa dejaba la capucha, y que le formaba un lanzando gemidos como si diéramos so­ bloque impenetrable. Cuando se dió en bre pedernal. aquéiia, con la buena intención de qui­ Retrocedimos unos metros y hubimos tarse aquellos adornos tan poco transpa­ de realizar un paso a media ladera, don­ rentes, el sonido producido recordaba la de era menos difícil hacer escalones: fue­ panza de un caballo de cartón al ser des­ ron cuarenta y PEÑALARAcinco minutos de mucho piadadamente golpeada. trabajo, fatigosos y siempre batidos por N os embaulamos unos puñados de hi-

13 gos, almendras y pasas y nos pusimos en apuros que acabo de vencer, con la cual marcha con más' donaire qite un ejército has herido mi amor propio, que al mis­ desfilando después de la victoria. mo tiempo es el tuyo, y que tan en poco lo tienes. Pero ahora vas a oír la \'OZ * * '* de uno que ama la Montaña y que la siente verdaderamente. -¡ Bueno está por hoy ya ! Desde que La labor del montañero es una labor te pusiste a subir a la cumbre habrás vis­ callada, silenciosa : por eso busca las al­ to qu,e no he reéhistado. I\Ie has tenido turas, en donde el silencio es su mejor con más miedo que una liebre entre po­ amigo, y no tiene ni quiere otro contac­ dencos, pero ahora me vas a oír : to' que el de los aires, arroyos, l'>inos y ¿ Qúé 1ganas con esto? A pmlto de de's­ seres animados que tanto miedo produ­ peñarte \-'-arias veces; trabajando,· sudan­ cen al "urbartó". ·Siente en' ·el :fondo de do;· ta~ pronto· ti.unbándote :eh ·el' suelo su alma la grat1diosidad del éspat'io infi­ p~ra evitar 'ser barrido por~ el' viérÍto ; co­ nito, de la inmensa obra creada ¡'>Or ese rriend6 cómo tin loco 'cuando veías un Ser tan omnipotente, ante cuya obra ha breve claro y, ~ata postre, áqüellos dos de inclinarse nuestro espíritu. pasos a media ·ladera y... ¿para qué te ¿ Qúé sabes tú de compensaciones ? voy a recordar 'qtie los alfilerazos de los ;\ada te compensa más cuando, después graóos11de nieve proyectados en la cara de la fatiga al coronar una cúspide, pa­ me p~re~ía que ine apretaban un erizo seas tu mirada sin ningún entorpecimien­ sobre ella? ¿Y todo para qué? Para que to por todo el contorno y notas vibrar tu luego digas que la' Sierra de Guada:ra'­ alma de ese conjuilto, mezcla de alegría ma es una "Sierra 'familiar", o para re~ y bondad, que te produce toda empresa flejarlo en la declaración que tienes que desinteresada. ¿Tampoco te dice nada hacer, en la que nadie sabrá apreciar más el sentirte sano y fuerte? Entonces es que tu compañero y tú lo que aquello cuando ves en toda su ruindad la mise­ fué. ¡No 'mientas, hombre! ¿Es que aca­ ria de vida que llevas ahí abajo, y cuan­ so cis: van a recibir de una manera espec­ do una: oleada de tristeza te itl\•ade por tacular para colmatds de ovaciones cuan­ la lucha qtie sostienes· a diario para sa­ do lleguéis a la 'iiletá? ¿Os van a brinoar ciar· tus necesidades, las más perento­ lindas damisélas sus sonrisas? ¿o acaso rias. Entonces te preguntas : ¿Y todo os rendírán pl~itiisía vuestros· compañe­ aquello para qué ? ros por lo que acabáis de hacer? ¡Deja El moiltañero no busca el aplauso ni ya de ser un iluso ! el regalo, eso queda para los que miran Recuerda el otro día, cuando venías más la apariencia que el fondo de las co­ en el tren, el pitorreo de que os ·hacían sas ..Ntiestro regalo, como ahora has vis­ objeto 'cuando hablábais de marcharos a to, ha sido un puñado de pasas y almen­ dormir por esas cumbres nevadas, com­ dras y el abrazo de alegría que mi com­ pletamente solos, para hacer una de las pañero y yo nos dimos. etapas. 'del "Trofeo": ¿Tú crees que se puede llamar mon­ -Te he dejado,PEÑALARA ¡cobardón!; que suel­ tañero al que no se preocupa más que tes esa insultante perorata qúe gratuita~ de la arruga del pantalón o la caída de mente me has ofrecido después de los su ropa y, asoma las narices al Puerto,

•14 y cuando el aire le golpea tímidamente al fondo, en el pinar, y su canal nos la cara corre a guarecerse como un co­ deja la impresión de una absorbente sima nejo al "chalet"? O menos aun. El que; que nos atrae con sus remolinos de nie­ sin salir de él; emplea las horas de co­ ve sucia. dos en la mesa: de distracciones, que Avistamos la base de Peñalara, y en ofenden su propia persona, para después su fondo,· confundidos con el gris par­ muy ufanos alardear de sus proezas dusco de las piedras y el blánco grisá­ mot1tañeras 1¡¡No, eso no· es Iviontañis­ ceo de la nieve, las puntas de nuestros mo H Tal vez· fuera necesario hacer un abandonados esquís que, como antenas, espurgo . de esos montañeros de vaso y nos avisan que debemos derivar a la de­ mesa que todo lo encuentran mal y de recha para alcanzar lo qtie · fué nuestra todo censuran, para que sepan que no morada. fué ese el ·espíi-itú que animó a los fun­ ¡ Con qué alegre regocijo· acogiú la dadores de lo's ·clubs de Montaña; y a tienda nuestra presencia ! La revisamos lo mejor no estaría de más, antes de como se revisa a un fiel animal después aceptar su i:ontihriáción como tales miem­ de una impuesta separación. bros, exigirles un mínimo de actos o he­ Preparamos el morral y doblamos con chos en· nuestra Sierra para que al re­ gran trabajo y cuidado la tienda: la capa greso supiéran lo que significa la pala­ de hielo que tenía no había manera de bra· montañero. quitársela; nos pusimos en marcha hacia Por todo ello,_ te recuerdo que en este el refugio "Zabala" para cruzar el colla­ "Tro.féo" ·'las' miras fündati1entales que do y colocarnos a la vista del "Chalet lo hiCÍ~'ron · pone~ en práctica fueron la de Cotos". Al divisar su humeante dli­ de borrar todo aquello que al amparo de menea nos hizo saltar de gusto el ima­ llainar~e-· montaflerb :es falso y vacío, y ginado caldero humeante que tendría a llevar al fondo de su ser el conocimien­ sus pies. to de nuestras cumbres y el amor a la Dos potentes gritos montañeros anun­ :Montañá~ ciaron nuestra aproximación, y nuestro Todos ·tenemos la obligación de dar­ incondicional Lucio nos recibió como en lo a conoéer, contando las ventajas que él es proverbial, mientras nos ponía de reporta: . a todos aqtiellos que aman la vuelta y media, ayudándonos a quitarnos Sierra, ·y . es¡Jeci~lmen1:e' la de nuestro el morral. querido Guadarrama. ·' · . Y ... ahora, ¡vamos! Tenetnos que ali- * * * .

1 . gérar el paso. Que con esta conversación El día 16 de enero, domingo siguiente ya hemos pasado tres· de las lagunas, to­ a la marcha anterior, decidimos efectuar das heladas. Y, como habrás observado, · la segunda· etapa, que comprendía: Sa­ sigue bajando de arriba el ventarrón y lir del Puerto de Navacerrada, escalar azota estos contornos, dando a todo un el séptimo pico de Siete Picos, pernoc­ aspecto siniestro. tar en tienda en el Puerto de Fuen fría y después marchar a El Espinar por la PEÑALARA* * * divisoria de Mujer Muerta. A nuestra izquierda dejamos la Hoya Iniciamos a las seis de la tarde del de Pepe Hernando, que hunde su base sábado la marcha, y todo hacía presumir

lS que nuestro recorrido sería un paseo : así llo Siete Picos ? ¿ Era aq~ello Montón de fué, en realidad, y paseo maravilloso. Trigo? Y lo de más allá, ¿era Pinareja? Apenas iniciada la subida, y en la cum­ ¡No podía ser! ¿En dónde hemos visto bre del Telégrafo, comenzó el crepúscu­ un paisaje semejante? Aquello estaba re­ lo vespertino a cubrir de tintes rosa ater­ cién creado. Era un escalón del Infini­ ciopelados la cumbre del Cable y Gua­ to. N o queríamos mirarlo demasiado : las rramas, derramando en grises por los pi­ cosas bellas y hermosas deben mirarse nares hasta confundirse con el apagado con recato y poco tiempo. Los sentidos verde del fondo del valle. hechos a contemplar cosas más vulgares Peñalara, que tan mal nos trató el do­ sufren demasiado con estos contrastes de mingo anterior, semejaba un enorme in­ tan profunda grandeza. censario cubierto, a través de cuya ca­ Siete Picos aquella noche eran de pla­ peruza se traslucía fuego interno. ta de brillo apagado, augustos, graciosos. Brillaban las enormes gibas de Cabe­ Aquellos manchones negros eran rosas de zas de Hierro en colorido frío y seco. mármol, de mármol negro, transparen­ Maliciosa, nervuda y empingorotada, asis­ te, a través de los cuales veíamos Río tía desafiante en aquella puesta de sol, Moros. a la que retaba. . Tan armonioso quedaba todo que, Se­ Como en invierno las noches vienen gavia, esa capital castellana que tanta his­ de súbito, en pocos momento todo quedó toria tiene, estaba encendida en sagrada apagado, y al cielo, agujereándose, co­ luminaria para jalonar el lí~ite de lo her­ menzaron por brotarle puntos helados, moso y noble, para culminar toda su her­ tan brillantes, que en poco espacio de mosura en Siete Picos. Por eso, allí, a su tiempo quedó iluminado por infinitos derecha, los romanos construyeron la puntos jadeantes. Calzada como camino de peregrinación A medida que tomábamos altura aso­ a Siete Picos. maban humildemente las lucecillas de los El viento helado soplaba con tanta pueblos, convirtiéndose más tarde en to­ fuerza, que arrancaba de las arisW,s agu­ zudo rastrilleo al compás de etéreo olea­ dos sonidos, como la cuerda ,soltada de je. Según ascendíamos, el viento se ha­ un enorme arco. Venía a ser Siete Picos cía notar y se nos hizo fatigosa por nues­ una aguda flecha lanzada al espacio en tra pereza en calzarnos los esquís, debi­ vertiginosa carrera, al lomo de la cual do a que en algunos puntos cedía la dé­ marchábamos contemplando las profun­ bil capa de hielo hundiéndonos más de didades siderales. · medio metro. Os invitamos, montañeros, a que su­ Con parsimonia y relevándonos en ca­ báis una noche de luna a Siete Picos, beza, llegamos hasta la llanura que da cuando estén enharinados, y entonces entrada a Siete Picos, que iluminada de vuestros sentidos os dirán lo que no se plano por la luz lunar, esperábamos de puede expresar de ninguna forma. un momento a otro v~r surgir a supues­ Al• pie del séptimo pico dejamos los tos personajes de leyenda que forzosa- esquís y el morral, y le escalamos por su . mente debían guardarla.PEÑALARA ladera Norte, sin más escalones que los ¡ ¡ Siete Picos ! ! ¡ ¡ Luz de luna y borro­ que podíamos hacer con las botas y las nes negros como el dolor ! ! ¿ Era aque- manos. A cada momento temíamos un

16 resbalón en aquellas pelig,ras~~. pl¡¡.cas de Hicimos. un breve alto en ,medio de ' . '', ··'J· ;l hielo. Cuando alcan~¡nos la cruz que un pertinaz sile[lcio. Ni el miÍS, leve so- marca la cúspide tuvimos que, .tumbar­ plo de viento corría por allí. :LrJ.~os nos: el viento nos arrastraba. Allí clava­ a pensar que V ento_so p.o era V entoso. mos el vástago . de nuestra banderita, Nuestras botas tampoco hacían crujir la cuyo papel, tan pro~to se vió suelto, co­ nieve que pisaban. Sólo los rayos luna­ menzó un alocado .aleteo anunciando al res cortaba.n las copas de los r p,ino~ y valle que habíamos cumplido nuestro atravesando la capa de nieve se perdían primer objetivo. en las profundidades terrena~. Miramos Descendimos por la llambría de su hacia Siete Picos y había, desapa.r,~ido, cara Sur con toda serie de precauciones, Sólo al fondo apan~da ,Peña del Águila y en dos saltos nos encontramos junto a y Peño,ta, semiborradas, aso~ándose al nuestros morrales; extrajimos de ellos valle, oteándolo. y tratandq de ·recQger algo para fest(,!jar la escalada, y acto se­ sus pies en el camastro .de su pinada. guido nos lanzamos por .la ladera N arte Bajamos a la carretera,y por-~ Cal­ en busca del camino Schmid. A un cen­ va fuimos al Puerto de la Fuenfría, que tenar escaso de metros desapareció . el era barrido por un viento muy ·frio y viento, y en media hora nos enconframos fuerte. Tuvimos que volver nuestrp_s pa­ sobre nuestro camino. El camino Schmid, sos sobre la carretera, la cual ,quedaba iluminado por la penumbrosa luz que se protegida maternalme11t~ de aquellos em­ filtraba por los pinos, parecía que lo pa­ bates furiosos. sábamos en hora de sesteo. Preparamos nuestro cqndim~nto, bien Alumbrad0s por. aquella misteriosa y caliente, y en silencio tqmamos nuestra fría luz, y siguiendo unas huellas re­ cena, sumergidos en el hechizo de Siete cientes de esquís, seguíamos el curso del Picos. camino :acompañados por la sombra de -¡Ya que tantas co~as. bonitas cuen­ sus recuerdos, que nos hacían pensar en tas, debías de~ir lo otro ! ¿ Por qué no los miles de visitantes de otras épocas, dices que después de bajar del séptimo que parecían saludarnos con mudos ges­ Pico tuviste que quitarte los . guantes tos detrás de los corpulentos pinos que para frotarte los dedos desesperadamen­ lo enmarcan. te porque se te helaban? ¿ Por qué no. di­ Pero no estábamos solos, teníamos ces que tu compañero parecía que iba a otros más locuaces . compañeros, cuyos . ser ~¡:,rastarado por el v~ento y despeñado pasos allí estaban impresos .. Eran hhte­ . en .tl.cortadP;? ¿Y por qué .tanto .. hablar llas muy recientes . de .;¡.lima.ñas : lobos, .de l}uellas tan bonitas de ~p~¡nales sobre zorras y. algún corci).lo,Jo¡; cuales, no pu­ la , nieve si esperabas co~, angustia ver diendo borrar el hueco de ~ps pesuñas, surgi!-::i~lgún loqo tras aqllellas huellas.? dejaban su presencia en aquellas nieves, ¡J=>or · qu~, si· no .. era así, llev,a}?as aqi~rta de forma. breve .y graciosa, . a través de la oav.O, planta­ hu11d\as· hasta ·las· corvas en la nie;ve has­ mos en su. fueqte,.rmestr~.,PEÑALARA seg,unda ban­ ta llegar al Ca¡nino Schmid y que !!Spe­ dera. · rabas romperte una pierna en aquella

.~17 bajada, que se hacía interminable. Esa cuétpo · setneje ' una: · antorcha viviente es la verdad, ¡montañero de escritura contra la que aquel- bravucón-viento que­ acatarrada ! dará ' redUcido a tina simple baladro­ ~¿Vas a esperar, "droguero" canijoso, nada. a que me sorba este caldo caliente, cúya No quieto·proseguir más, voy a en­ bebida no cambiaría por un puñado de fundarme en el sacó diciendo adiós a la oro, -pára que sepas que no tienes más cuerda de Marichiva y Minguete, cuyo que ··veneno · en tu P'óbre ser y · que- la hálitO de agradecimiento por· nuestra ruindad es sólo: la llama de tu vida. compañía sentimos. ¿ Qi.té empresli., sea cual fuere su fina­ A-la mañána siguiente el día apareció lidad; no lleva ·en sí cierta dosis de é;­ radiante ·el :soi· !Yciñaba 'todo el valle v la fuerzos y de· sufrimiimtos? ¿Es que ~ca:­ carreter~ ., apitt-etiíi') S'álpicáda. de' s~l y ·so el placer 'o la alegría no llevan por de­ sombras de sfis''pirlos:T.~i'Si'Ct.tmbres pró• lante ratos de amargura? ¿O es qtie sa­ ximas. 'las teiiÜimQsl;tán. enciina• 'QUe te­ bríamos lo que alégría y dolor es si an­ mía~ds que un impulso de ··salutación tes nCi' hubiéramos conocido el último y volcará un. torrente de tierra y piedras 'el pririíéro?' ¿Quién: mejor paladea 'tih ánegaii'do pab siempre ·los "chalets" y ·sorbo:de agtia que el que con 'Unos cuan­ · tasá~h:le Cercedilla. · · tos k'tlós dé peso a la espalda en~ent'l'a · :Pteparadd ::el equipo, nos pusimos en tin arroyo a sh paso qtie':le 'llena el· 'espa­ marcha. Ata:camó's Mingueté, que cayó cio de sus manos, después de varias ho­ eh v~inte riiinútos; después, Montóii de ras recorrer. 'la montaña? ¿Quién en­ Trigo lo hubirirós de :remontar por el cúetitra más plácei- deslizándose seguro Oeste; debido al'fuerte ·viento que· barría y' tranquilo por una inclinada pendiente, hi áti:~ta''del' collado: Siri reparar en el que el que a fuerza de tesón, golpes y frío -y- fuerte· aire· que zarandeaba la cús- constancia Hegó a dóininar los · esquís . pide' dé ·Montórt·de Trigo;: estUvimos em­ hasta: · corivertitlb's en dóciles compañe- belesados en: el siempre rejuvertecido- pa­ ros?·-'~- ··h ·:!>··· .:. .¡, ··•· · ri6tama que desde su Cima ofrece: Gre­ · Todo requiere 'áprendizaje, y· el 'd¿· la -dos estab'á brillante 'Y' blanco; 'ei'l minia­ montaña és ·dttro. De lá misma manera türá ·pteciosista;:y"tenía una barrera. una que·'ehnot:fui :que liega a este·mündo :y cinta de nubes, que realzaba s'u belleza. se:· éncüentta ,·~n! posesión de' 't.má cuan­ SU'Diéndo ·Pinareja, el viento, que an­ tiosa fortuna, 's1ti ~aber· lo.s· sufrimien.'t6s . tés pudirlid!r: esquivar, redobló su ·fuer­ y', penas'' qtie se esconden. tra~: la Jiisma, -iá1i tan' rudos teníari'que ser nuestros éste no' sabrá nunca apreciar s~·: -\Íalor, ·impulsos avanzando, qtie algüna:vez hin­ "lo m:ismo ·que tú tampoco sabrás: i::oin­ camos' 'las . rodilias . éri'' la nieve 'al inen­ : pr~na~r ·la belleza de este Gua:darrama, guar por :un instante la violencia de sus . cuando· desde la. inmensa planicie. de Cas- bandazos. · ' ¡ .. · · tilla ·'lleguen :.larizadós• sus volcanes de No 'tOdo· iba: a:· ser deSagradable en viento, contra' •:Jos· que no : 'entdnttarás aquella as¿ensión; a. medida ·que' ascen­ · inM.defeii~a-:q!ue:l~';húída o· ei pbbre co­ díamos, y en el vaivén de nuestro avan­

1 - bi:(o )d~ i una i piedra;PEÑALARA siendo j tú tati! 'igno­ ce,. iba surgiertdo;i-d)mo imptÜsado rít- tátite''qtie/si ~rfu~ndot~ aecidido~ te: pón• . inicam'eri'te por utFpóderosísitno muelle, _t

iB al principiO tímidamente su peñotillo, marcha. Un silbido frío nos anunció la para después dejar al descubierto el co­ llegada del tren, que nos devolvería a llado brillante de blancura. Por la aris­ nuestro hogar. ta del collado surgía un paisaje de mon­ taña, y a su fondo el llano, que detrás * * * aparecía de color pardo duro, y en el que teníamos que fijarnos con deteni­ Ahora ya teníamos las dos terceras miento a precisar el rojo de los tejadi­ partes del "Trofeo", y sólo nos_ quedaba llos de aquellos pueblos ateridos por el una marcha para completar_lo; la del frío, que ni se atrevían a lanzar por sus Puerto de Navacerrada,. a. _Miraflores, diminutas chimeneas el humo de sus dor­ etapa ésta que sólo d.iscrep~ba de la del midos fogones. año anterior en que fu,~ proyectada en Al amparo de unas rocas abrimos el sentido contrario, o sea salir de Mira­ morral, y nos empapamos ampliamente flores y remontar por la d~visoria _has­ de aquel panorama virginal, más purifi­ ta Navacerrada; aparte de que .ahora te­ cado aún por la presencia de aquella nie­ níamos que pernoctar en tienda·. en el ve blanquísima· que temíamos profanar Collado de Valdemartín o. sus yroximi­ con las huellas de· nuestros .esquís. dades. . ., Al volcarnos a la ladera Norte de Pe­ Haciendo un poco de aritmética con ña del Oso pareció que descorríamos un respecto a la copa y medalla q~~ se en­ velo, a través del cual apareció el lomo trega a quien n~alice. el '/Trofeo", ha­ raspeante de P~sapán, y a su fondo la bíamos calculado, barajando las tres eta­ Sierra del Qui~t~nar, lisa y redonda en pas; su kilometraje, dureza:,.)~: especial­ sus protub~rancia~, .hechas para· ag¡..tan­ mente las inclemencias del , tier11po, que tar, estoicamente cuantos embates se di­ mi. compañero y yo ten!amos ganada la rigen contra Ríq Moro?. · medalla y la copa.~ .. sin as<1s1, ni peana, Nuestra subida a Pasapán y la baja­ )'a que, aunque la . etapa· . que íbamos a: da a su puerto fué muy tranquila; en­ realizar no era .. blanda,· en cambio tenía• rojecía el cielo con la puesta ,~e sol y mos como ~'handicap" muy favorable el las nieyes, ya muy atrás, lanza.ba1l sus magnífi,~o tiempo que prometió toda la últimos reflejos al día que mpría. A_que­ semana, y que tanto el sábado .como el lla enorme cañada de Río :Moros. y .las domingo se mantu,Y.o. protuberancias de sus .laderas oscure­ Animados por estos augurios, el día cieron tan rápidamente, que _cuapdo lle­ 22, por la tarde, desde el tren arranca­ gamos al. río tuvimos que atravesarlo mos hacia el :Cable, y por su. canal co­ sin luz. . : menzamos a subir. A poco, :veo a mi Sobre la carretera, en plena 1_10c~e; n.o compañero lanz:arse de pechos a un lado se distinguían otras siluetas que las_ de como movido .. por un .resorte, yo, sin mi compañero y mía. N o se · oían más . más ni más, . hago lo mismo, esperando palabras qqe el murmullo que. al.. fondo ver pasar algún diabólico aparato... Es­ sostenía· el rio con sus riberas,¡, ~liados, pero, y como no aparecía ni se .veía sin ánimos paraPEÑALARA turbar _aq~~ksilencio nada alarmante, miro hacia arr.iba con el que. provenía de las altur~s, ll~gatpos· a rabillo del ojo y observo que dos caba- . El Espinar, después de si~te , horas de .lleros habían improvisado .un trineo con

.19 lo que parecía una silla vuelta de espal­ lo que ríos faltaba para llegar a la cres­ da, y a grandes voces avisaban la velo­ ta de Va:ldemartín, surgió ante nosotros, cidad que no podían conseguir con sin apreCiaCión de distancia,· una silueta aquel Clavileño de las nieves. inmóvil, irregularmente ·recortada, y que N o hacía el menor viento, ni brisa. por la forma y fondo nuestra fantasía Los coches que allí abajo veíamos jun­ encajó en contraluz de un oasis. to a los "chalets", parecían, al moverse, Deseamos llegar a él y tener su com­ animales- anillados a la pared. Estába­ pañía con fal deseo, que casi nos topa­ mos solos completamente arriba. En mos con los riscos, que eran los que nuestro áscenso creímos haber roto la formaban aquel imaginado rincón, y que membrana transparente del valle, y des­ estando, como sabéis, al Sur de la cum­ de su cenit observábamos aquel oscure­ bre, ya nos había hecho soñar con deli­ cimiento que desde allá el horizonte im­ cadas odaliscas. Encorajinados por la pulsaba borrando toda huella de luz. En realidad, largamos un par de bastona­ sus garras cayeron pronto los bajos y zos a la nieve, que produjeron la rotura las siluetas recortadas de las cumbres de mi bastón. cercanas, que forcejeando virilmente en N os ocupamos en plantar una ban­ el combate caían una tras otra en la oscu­ dera con nuestra tarjeta, y cuál no sería ra lucha. Nada quedó visible. Había nuestra sorpresa cuando la vimos on­ quedadotodo cerrado. Ni aun las estre­ dear por una tenue brisa que en aquel llas hacían su aparición. momento empezaba a levantarse. Aquel Hubimos de ~char mano de las lin­ compañero aleteador nos hizo despertar, ternas, quedando nuestras vidas reduci­ y cuando alzamos nuestras miradas al das a dos diminutos círculos brillantes. cielo vimos sobre nuestras cabezas el es­ Quisimos buscar un compañero, nues­ pectáculo estrellado llamándonos a su in­ tro in~tinto lo necesitaba en aquella so­ fi.nito con varias estelas fosforosas pro­ ledad, y dirijimos nue?tras luces hacia ducidas al correr de estrellas que deja­ la ci.tmbre de Valdemartín, del que no ban inmensos surcos brillantes en aque­ perCibíamos a · un lado ·y otro más que llas misteriosas profundidaoes. el casquete suave qj.ie silueteaba cacha­ ·Ya ·d6\·nos sentíamos solos; allí deja­ iudailienre' 'dtifaiite nuestra subida. rrlbs nueliti:-a' bandera, como un jirón de V na soledad infitiiHi reinaba en la tie­ -ii~te§tfó'' e'J:i.tusiasmo, y sus bandazos re­ rra. N o oíamos riada, iii "aire, 'ni el vue­ sonaban a nuestras espaldas mientras nos lo de· algún pájaro sorprendido, rii un lanzábamos pendiente abajo al collado. solo canchal desprendido ; de tal mane­ Al Este del collado, y entre unas pie­ ra nos absorbió la soledad que ni aun dras que formaban una espléndida pla­ nuestras · pisadas perC'ibHú'nos. Nuestra taforma, removimos bien la nieve y la obsesión s'e concer1tr6 er\.'. perseguir el pisamos con los esquís para suelo de ~írcüló ·luminóko, ~ue . parecía tirar. de nuestra tienda, que transpiraba deseos de ímestras persona~. Tampoco' queríamos entrar en funciones . volver 1~ .vista atrás,. ¿Para qué?· Era­ . Los ojos ·se hicieron a la obscuridad PEÑALARA1 mos · desterrados'' solitariO~ en aquellas y los 'rincones y prominencias tan cono­ moles frías e ':iriai'ferentes. cidos ·comenzaron a surgir lentamente. . Con hi mirada al !rente, y sin saber Bájé1.al·arroyo por· agua, mientras mi 2o compañero prendía el hornillo .y ~repa­ sobre un desfiladero ~:uyo fondo era,.Pe­ raba la cena, y más por la. necesidad ñalara y el Puetto de·l~ Cotos~-!\qqella del agua, que la podíamos preparar con 'impres~~n era .aup;tenta~ por ~~. ~~~ue nieve derretida,, por rastrear aquellas en:­ velo, gris q~e de man~pl cru¡~ . im.~J;"~ep:­ tretejidas marañas de .. blanco y negro. tiblc;. ~ota.ba en ,el ~bi~te. P~r~cía, ,s~­ Cuando estuve entre ellas, el murmu­ gún mirába.n1os a las cumbres, q1:1e no,s llo quedo del nevero, encuadrado por aproximábamos lentament~, salv:a.nd.o )a El Escalerón y Maliciosa, me hablaba profundidad de aquella enorme, depre­ de mil cosas ocultas y misteriosas ; en sión ·que se alejaba: fugaz a nuestros este estado de ensimismamiento contem­ pies. plé nuestro Madrid, que pretendía ab­ los minutos sur~ Según avanzabaq . ' .... sorber con sus tentáculos brillantes los gían más precisos y d~ros lo~ núcleos pueblecillos serranos que a los pies de pétreos que antes se escondían .en la nie­ aquella serranía se tendían. El agua he­ ve. El pardo térreo . con sus manchas lada me enfrió las manos, sentí vibrar animales se diluían y ,surgían como un mi cuerpo y entonces noté mi soledad y poderoso juego de tramoya_ ; pensé en mi compañero que allí dejé: El cortante . frío del amanecer nos Remonté la pendiente hacia la tienda, hizo frotarnos las manos como aviso de asentada en aquel remanso pedregoso que debíamos activar la salida par~ la de Cabeza de Hierro y que me pareció prolongada marcha que debíamos cu­ más graciosa entre aquellas perdidas so- brir aquel día. ledades. , Como siempre, fué dura tarea prepa­ Estábamos embutiéndonos en el · saco rar la mochila bañados de aquel virgi­ de dormir cuando. a distancia oímos po­ nal frío, no sabiendo a qué ~tender más deroso crujir de ..}a nieve, que de fonna urgentemente, si a brincar para entrar acompasada se acercaba a nuestra tien­ en reacción los pies que se helaban, da ; prestamos atención y no transcu­ frotar las manos o golpearlas contra los rrió mucho tiempo cuando oímos pala­ costados. Esta situación, que todos co­ bras de saludo; eran de nuestro espe­ nocéis, es, sin duda, la más molesta de rado compañero Angel Pisonero, de La un vivac de invierno. Por .mi parte Deportiva Excursionista, que en solita­ puedo decir que· algunas veces empleé rio desde Navacerrada hasta allí vino casi dos minutos, saltando con los es­ para realizar con nosotros aquella eta­ quís y trajinando constantemente, hasta pa. El ruido cortante de sus crampones que me sobrevenía la reacción, y que en el hielo nos dió la sensación de apro­ una vez conseguida, podemos disponer ximarse alguna extraña máquina a nues­ con toda confianza de nuestro cuerpo. tra tienda. Tras este pequeño sobresal­ Con los pies o manos frías todo es tan to, y después de cambiarnos un pitillo, desabrido y molesto que si no nos ocu­ nos embozamos y acoplamos en nuestra pamos por hacerlas reaccionar puede lle­ tienda, quedando a poco los tres. fun­ gar incluso a desmoralizamos. Por ello, didos en un profundo sueño. todo nuestro interés se concentró en Cuando amaneció y desatamos la man­ abrevia~ la salida, para con la .marcha ga PEÑALARAcombatir aquella brisa helada y que de la puerta, la primera impresión que sufrimos fué la de estar colgados especialmente en aquella plataforma, fil-

21 trándose por la ropa, penetraba en nues­ lentía, especialmente por Bailanderos, tras carnes, a las que inmovilizaba; de camino ·de N a jarra. Allí, observando el consuelo nos servía elevar nuestras mi­ inmenso espacio de Asómate de Hoyos, radas: al. firmamento, viendo las mues­ y desde la rasante que pasa por Las To­ tras def; sol y que hacía lenvantarse de rres, queda encerrado un conjunto tan la tierra humeante vaho que desapare­ variado de quebradas, cuchillares, mono­ cía ·a poco en la atmósfera ligeramente litos y depresiones que la imaginación caldeada. se pierde buscando parecidos en aquella t1 ·poderoso astro solar no tardó mu­ infinita gama de contornos y contra­ cho en encender Cabeza de Hierro y El luces. Escalerón con el primer abanico dora­ Habíamos pensado que tendríamos do, desparramando su riente brillo por durante nuestro recorrido más nieve de toda la cresta como un hilo de fundido la que realmente encontramos. Cabeza metal. Pronto tuvimos a nuestro alcan­ de Hierro l\Jayor la bajamos esquiando ce uno de aquellos brazos que, caldeán­ sobre nieve helada, mejor dicho, hielo, donos al principi0 flojamente, ya duran­ y con piedras hábilmente dispuestas te todo nuestro recorñdo no nos aban­ para darse un buen morrón. Ko dejába­ donaría: mos de pensar en que aparte de la bo­ N os brotaron los primeros sudores fetada contra el hielo se espera el tale­ cuando subimos al collado de Cabeza gazo que el morral le suelta a uno en la Menor, y con la alegría de aquel día cabeza de forma despiadada. providenCial rios sentimos héroes y an­ Por la loma de Pandasco reemprendi­ siamos pisotear aquella quebrada diviso­ mos la etapa, animándonos · el saliente ria que se extendía ante nosotros. Hici­ del Alto de Matasanos, que según nos mós una breve parada en la cima y pa:. acercábamos nos recordaba cierto lazo samos a la Mayor. de parentesco estrecho con la inconfun­ El río Manzanares tersamente res­ dible Maliciosa. plandecía refulgiendo entre brumas. Se Por darnos gusto en nuestro deseo perfilaban masas negras penumbrosas, a de esquiar,· tan proilto· íbamos por la la­ veces cortadas por aristas vivas y leja­ dera Norte·· ·como por la Sur, escudri­ nas. Contornos imprecisos y deforme­ ñando al mismo tiempo las vaguadas y mente abultados mostraban a Pedriza, salientes que se vertían por sus lados. nuestra joya pétrea, en la que' Las Mi­ Aquel día fué de pocas palabras; el laneras, como primer contrafuerte, so­ diálogo lo manteníamos con las crestas bresalían. y con el infinito azul que nos cubría y Desde este punto de observación, Pe­ que por las divisorias era lluvia de oro. driza da 'una impresión irreal de su mag­ No nos entretuvimos en Cancha Pe­ nitud, indudablemente por quedar aloja­ lusa; puestos como llevaba los esquís y da en sus laderas ; pero a medida que aprovechando una cinta de nieve que avanzamos por la loma de Pandasco co­ discurría por el borde de la vaguada, mienzan a desdoblarse sus pliegues, y continué el descenso hasta el final de su entre un surgir PEÑALARAde vericuetos, riscos y base en el Collado de los Lobos; des­ perfiles infi~itÓs, tenhina culminando en de allí observé a mis compañeros Serna un grandioso conjunto de gracia y va- y Pisonero cómo bajaban entre las pie- 22 dras y matas, confundiéndose en el seno embutidos creían ver la Sierra, esa Si~: de la pendiente, de la que. a veces pare­ rra que no pide otras. ruedas qu~ la ~J?ar­ cían despegarse, venciendo los esf1,1erzos ca y la bóta.de clavos .. , que la misma· .l:U!-cía por retenerlos •. Allí El último es«u>:

PEÑALARA Refugio «Zabala• en invierno. (Fo t. Folliol.)

PEÑALARA

Fot. Andrada: Viejos amigos (Ayerbe). (De 1111estro XXV Solón de Fotografía.) 13artolomeo Gaidano: "Jtimi Casolnri. (De ¡zu rsl ro XXV Salón de Fotograf ía.) PEÑALARA NVfi11li\.·.' · ··L~Oit

Bl XXV Salón de Fotografía tro anterior Salón, ofrecemos en éste una y Pintura de Montafia, participación especial a un artista: Fran­ l'isco Andrada, que tanto en el arte de la Dice así el preámbulo · del Catálogo fotografía como en el de la acuarela es so­ ilustradd repartido ·en la Exposición : bradamente conocido entre nosotros y "A( celebrar 'PEÑALARA las "bodas de fuera de nosotros. El conjunto de obra~ plata" det· Salón anual de Fotografía de pintura y de fotografías que expone -demostración de la constancia de su la­ demuestra la calidad de su arte y el cari­ bor·- los amigos y entidades del extran­ ño a los temas que se encuentran en la jero han querido asociarse a la Exposi­ montaña. ción, y con tal motivo tenemos este año, "Solamente nos resta anunciar el ¡m'l­ junto ·a la representación de ·nuestras ximo Salón, para el cual se admitirán montañas, los bellos paisajes de Chile, las obras hasta el 1 5 de noviembre de Suiza e Italia, prometiendo más amplios 1950, y en el que esperamos se den cita horizontes al Salón de PEÑAL>.RA, que los artistas amantes de los asuntos que hace :ya tantos ·años púdo · traer a Madrid ofrece la montaña para mejorar, si po~i­ una. selección del 'Salón Internacional de ble fuera, este XXV Salón de Fotografía Londres, el cual sirvió de base para el artística y Pintura de Montaña." pri'irier Salón Internacional de Fotogra­ Efectivamente, varias circunstancias fía de ·Madrid (organizado por la Real han contribuido a hacer de este XXV Sociedad Fotográfica y el Círculo de Be­ Salón, que ahora comentamos, algo \·er­ llas Artes), del que han nacido los de­ daderamente excepcional y de mérito ex­ más de carácter periódico e internacional traordinario. Por una parte, la importan­ que vieneü celebrándose en España. Gra­ cia cada vez mayor que adquiere la Sec­ cias a cuantos han intervenido en esta la­ cton de Pintura ; por otra, la colabora­ bor de la Sociedad, y muy principalmen­ ción extranjera, sentando una coopera­ te a nuestros decanos Francisco Andra­ ción y fraternidad entre los montañeros da, Ramón González, José Tinaco y An­ de los diferentes países, que ha de ser tonio Victory, a los que por su constante aprovechada en cuanto vale, y finalmen­ labor y sin falta en los primeros veinte te la Sección dedicada a un artista que Salones celebrados antes de nuestra gue­ este año ha sido de la calidad de D. Fran­ rra, corresponde la Medalla de Honor de cisco Andrada. Cooperación, quePEÑALARA en este año se les adju­ Al hacer la crítica del Salón, comence­ dica. mos por sus defectos: quizá puedan re­ "Siguiendo el criterio iniciado en nues- ducirse a dos : un exceso de obras ex-

25 puestas, no obstante las dimensiones de personal, el "Paisaje", de Andrada, hijo; la magnífica sala del Círculo de Bellas de primera categoría "Contraluz ·~n Pes­ ~\rtes (y conste que todas las obras me­ quera'', de Pastor Calpena, y finas las recen ser exhibidas) y tal vez en algunos tres de García Baquero, así como la de ~asos abuso en la Sección de Fotografía, Conradi de ··"La ~Ialiciosa'.'í Vilarroig de fondos oscuros, que si son imprescin­ demuestra su técnica eti' "Puerto de Mi­ dibles, por ejemplo, en el "Atardecer en jares"; Raimundo de .Miguel muy bien La :Mira", de Somoza, para dar mayor en el "Puente del Descalzo"; completan­ reake al vigor de la nieve, en otros se do el grupo de acuarelistas Raimundo de ··~ome" el asunto. Miguel, hijo; Angel del Campo, Gonzá­ L1. Sección de Pintura es, indudable­ lez Cocho ("Estrj~acioJ}es de Gredas" es mente, la mejor y más numerosa de to­ de las mejores acuarelas expuestas), Ló• dos los Salones. Por esto, en los sucesi­ pez Iparraguirre, María Mira (valiente, vos puede, el jurado, ser un poco más personal y muy bonita "Naturáleza"), riguroso. Frente a obras como "Peñala­ Manuel Pastor, María Reneses y Santos ra desde El Paular", brillante óleo de Murillo (con dos cuadros vibrantes de co­ Esteve Botey, y "Camino de Navacerra­ lor). da", clásica pintura de J. Francés, desta­ Francisco Andrada, nuestro asociado ~an el joven Núñez de Celis con cuatro número uno, y conmigo el asistente a los (¡Jeas de Picos de Europa (siguiendo la 25 salones, presenta en "su exposición" esntela realista de su padre, y dominador acuarelas y fotografías, cinco de las pri­ como él del tono azulado del vapor de meras y 19 de las segundas, suficiente agua de la atmófera) y l\Iaría Revenga para demostrar su categoría artística. Do­ ~on un formidable lienzo de La Malicio­ minador perfecto de la difícil técnica de sa, "Primeras nieves", quizá lo mejor la acuarela, sus cinco obras son buenas, que sobre tema de paisaje bravío ha he­ pero destacan, en mi opin'ón, "La Sierra cho la ilustre pintora; valiente la nota de desde El Pardo", en la que ha consegui­ sol en los colores del primer término ; so­ do una magnífica perspectiva de sierra, y berbio el tono oscuro amoratado de la Ba­ "Pedraza", sumamente d~corativa. En fo­ rranca en sombra, y brillantes los juegos tografías, junto a sus característicos pai­ de luz en las nubes y cumbres de La Ma­ sajes nevados del Guadarrama, notables liciosa ; obra totalmente conseguida y de por la suavidad de los blancos de la nie­ la que queda recuerdo perenne en la ima­ ve, exhibe una buena colección de tipos, ginación. entre los que se encuentra "L1. mocita Hay en óleos, además, uno entonadí• enojada", que no en balde obtuvo un se­ simo de nuestro antiguo amigo Serra gundo premio en Estados Unidos. Farnés, titulado "Presagio", y dos de Los envíos de los clubs alpinos ex­ Benlos, joven y prometedor artista, sobre tranjeros son de una técnica irreprocha­ el paisaje de Santa Cruz de la Serós, así ble y de un carácter eminentemente docu­ ~omo notas muy estimables de la señori­ mental. Forman el grupo del Club Alpino ta Alix y Sres. Catalán, Río Moreno y Italiano: el Dr. Castagna, con tres prue­ Vida!. PEÑALARAbas, un poco iguales de asunto, pero las :\-Iuy interesante es la parte de acua­ tres muy buenas, los Dolomitas; Robert relas. l~erfectamente conseguido, ·mur Haeker, con doce pruebas, y diversas, en

26 . cambto, de la más depurada técnica, que para· que se viese bien la gama de tonali­ han constituido la admiración y envidia dades entre nieve y nieblas, habría tenido del gmpo de Alta Montaña( y el profe­ una prueba definitiva; admirablemente sor Marchesini, que exhibe siete prue­ enonada y cortada la "Cumbre del Gre­ bas impecables, principalmente "Castore pon". Somoza tiene un envío de prime­ 1vionte Rosa", "Monte Bianco" y Cimon rísima línea, y junto a la "Cumbre del della Pala da Passo Rolle". Bartolomeo ", que justifica, como aca­ Gaidano, de Turín, asiduo concurrente a bamos de decir, la visión artística de los los salones internacionales, hace un buen asuntos, las dos fotos "Atardecer en La envío, que completa el excelente conjun­ Mira" y "Niebla en. los Galayos", de nues­ to recibido de Italia; destacan en lo bue­ tra Sierra de Gredas, señalan la parte no de Gaidano "In Val d'Ayas", "Ultimi cumbre de este envío. Casalari", "Visione Montana", "In Gita" Antes de seguir con nuestra gente aca­ y "Ritorno dalla Speza". En el grupo ita­ bemos de citar la parte extranjera, seña­ liano figura una prueba de Francisco lando el amable envío de nuestro amigo Rampioni; de Madrid, con excelentes ca­ Belledonne, de Chile, que nos manda cin­ lidades en la nieve, titulada "Desde el co magníficas fotos, que :hacen sentir las Teleférico" ganas de conocer los bellos panoramas El Club Alpino Suizo manda un nu­ andinos. meroso y soberbio envío. Exponen los se­ De los nuestros, Enrique Herreros pre­ ñores siguientes: Altherr, con una mag­ senta cuatro obras maestras; pruebas im­ nífica prueba documental, del mismo tipo pecables y admirablemente montadas : que las dos de Willy Schmid; Heinrich "Naranjo de Bulnes" y "El Gutre" tienen Lahme, con tres pruebas artísticas, sobre cuanto en roca, nieve y hielo puede pe­ todo "Winter am Rigi" ; Luis Schuppli, clirse en fotografía. Guillermo Carrasco, con otras tres fotografías maestras, prin­ tres pruebas correctas. Delgado Ubeda. cipalmente "Dent d'Herens"; Carla Ko­ nos muestra principalmente los paradores tari, con dos pruebas de excelentes tona­ serranos. Díaz Duque tien~ un envío más lidades, y Arnold V ogt, con tres exce­ reducido que de ordinario, pero la prueba lentes, pero principalmente "Der Eis­ de la "Calleja de IVIanzanares" vale por graf', por la calidad de la nieve. una de las mejores del Salón. Arnaldo de Nuestros asociados :'peñalaros" tam­ España nos muestra unos "tipos" de la bién se han asomado a los grandiosos Sierra de Tolox, asunto éste de figuras y Alpes, y podemos decir que tanto en las poco tratado (salvo Andrada y Susanna) pruebas de Simancas, de Valles, como en este Salón. en las de Moreno y Somoza (producto Galilea, un poco más desigual este año. de su curso de escalada en Francia), de tiene, sin embargo, tres fotos dignas de altas cumbres, no tienen nada que envi­ su firma: "Pau~ar" (núm. 75), "Torreón diar nuestros autores de los excelentes de Gredas" y "Pedriza". José González artistas extranjeros; más aun, en "ojo Folliot hace un envío muy completo y de artístico" creo que les superan. Si Mo­ conjunto, así como Hernández-Pacheco. reno hubiese tenidoPEÑALARA más "picardía" y la que tiene unos soberbios de "Cedros de fotografía "Ladera del Dome de Gou­ Ketama'', trayendo a la Exposición lo ter" la hubiera presentado a gran tamaño exótico del Marruecos español. Muy bien

27 Ibarra en sus fotos, principalmente "Las cumbres; ¡cuántos aspectos tan diferen­ Guarramas" y "Atardecer'', sobre todo tes presenta el bosque en las distintas épo­ esta última. Asimismo es notable el gru'" cas del año!; por eso he, procurado va­ po de pruebas de Tutor, principalmente riaciones sobre ese tema .. "Galayos", el "Torreón" y "Pared N. del Má:s il'nportante que nunca ha sido se­ Pedraforca". guramente la colaboración en. este Salón Finalmente, D. Eduardo Susanna nos de nuestros amigos de toda España. Los ha enviado dos pruebas magistrales de catalanes están representados· por los se­ tipos de "La Alberca". ñores Alsins Malagelado, Llopis Ribas, Tocios los citados son los nombres más Mollpelleda (Enrique y Joaquín) y T o­ familiares entre nosotros. Pero tenemos rrás, de Arenys. de lt.·Iar ;; Cuadrado Gis­ además excelentes envíos de Madrid: bert y Masso Vidal, de Reus; Tubane, de Behrmann, cuatro óleos, entre ellos ver­ Ripoll, y Pedrosa, de T ortosa ; en todos daderamente notable por . su magnífica ellos se nota la veteranía de sus· autores. composición el grupo "Por primera vez De la tierra vasca tenemos las obras de en las alturas" ; Loygorri, otro artista Aurrecoechea, de Barrena, ele Ormazábal, bien conocido, presenta pruebas obteni­ de Navascués, de Crrecha, de López ele das en Gredas y en el Moncayo, prefi­ Guereñu Y oldi y de López de Guereñu riendo nosotros "En la cumbre" ; Paz Galarraga, todos con pruebas de gran Solana (Luis) me era desconocido, pero finura, pero destacando sobre todo este su obra expuesta basta para contarle y de­ último con pruebas tan excepcionales co­ searle entre los futuros colaboradores del mo "Luz matinal en la Sierra de Encía", Salón; las tres fotos son suaves y delica­ "Pastoreo en la montaña" y "Praderas das y de primera fuerza la titulada "Río de Escaray y San Lorenzo". Y añadamos Cares", perfectamente recortada; Alber­ a estos nombres: Alonso Díez, del to Cadenas contribuye y empieza bien, C. A. Tajahierro; José L. González, de pues todas las obras expuestas son bue­ Salamanca; Gurriarán, de Peña Trevin­ nas, pero una,, "Canal de Capazo", de­ ca, con tres buenas pruebas de "Las Mé~ muestra que su autor sabe ver ; si la dulas", principalmente la titulado "Ama­ prueba fuera grande se notaría más su necer"; Moral y Stuyck, de Cartagena, mérito. que junto a una fina prueba ele humoris­ Completan los envíos de Madrid obras mo, exhibe dos excelentes en tipo decora­ muy estimables de Alonso, Entrerríos, tivo : "El espinazo ele la Sierra" ~ Guada­ Fernández García, Heredero, Lada, Ló• rrama) y "Otoño", "Sierra de Tolox" pez (Angel), López Muñoz, López Pei­ (Málaga), y Quintana!, de la Sociedad nado, Lucas, Martín Regidor, Pallarés, Vetusta, de Oviedo, para completar la Ruiz Tofé, Valdivieso y Valls, con un cooperación española. grupo mío, un poco numeroso, dedicado Buen éxito el logrado por este Salón, en homenaje a los pinos del Guadarrama, que ha sido visitado por mas de veinte envío que encierra un poco de nostalgia mil personas. Como muy bien ha dicho de otros tiempos y de recuerdo de algu­ el crítico de Pueblo: nos ejemplares PEÑALARAdesaparecidos. Trátase de "De una Exposición en la que partici­ justificar que la belleza de un asunto en pan tantos artistas -fotógrafos y pinto­ la ·montaña no reside solameilte en las res- sólo puede hablarse aludiendo como

28 denominador común 'de cuanto en ella Trofeo de Invierno hay, del tema fundamental que la ins­ Jorge Márquez. pira : la montaña. Lo que se propone PEXALARA celebrando estas Exposiciones Las cimas, quebradas y canchales de anualmente es fomentar el alpirusmo nuestro Guadarrama se .cubren de blan­ como deporte y como delectación estéti­ co. Los arroyos silencian sus murmullos ca, dos cosas que muchas veces son in­ y los pinos se adornan de blancura. conciliables, pero que se aúnan en el al­ Toda la Sierra, convertida en suaves pinismo. ondulaciones blancas, forjará los encan­ "Tanto para los aficionados a la foto­ tos juveniles· de la Primavera. grafía artística como al paisaje de mon­ Perdidas en las soledades surgirán va­ taña, esta Exposición es completísima, cilantes huellas que os dirán de seres vi­ desde el punto de vista técnico y estéti­ vos, las alimañas, que buscan el susten­ co. L1. montaña es un tema lleno de su­ to de sus vidas, y tal vez contemplaréis, gestiones y de emociones y está muy bien recortada y graciosa, la silueta del cor­ tratado en todo o casi todo lo que hemos zo allá por la lejanía. visto en el Círculo de Bellas Artes. Tal Las trochas y senderos se esconderán vez lo más a propósito que podamos de­ dando paso a las huellas de los esquís ~ir de esta Exposición es que "enseña a que, perdiéndose por las colinas, nos di­ ver la montaña". rán del paso del montañero .. "Ha sido magnífico el esfuerzo de la Se impone cambiar nuestro atuendo y Sociedad PEÑALARA, y así lo consigna­ corresponder al llamamiento de las cum­ mos aquí, muy complacidos." bres. El montañero, mientras duerme la Por nuestra parte, sólo nos resta dar roca, se dispone a proseguir sus activi­ las gracias a todos nuestros colaborado­ dades en .la nieve y el hielo a través del res y trasladarles su parte en el éxito "Trofeo .de Invierno". común. A. VICTORY. BASES

Peñalara y las talas 1.8 Pa.rticipantes.-A este Trofeo po­ de pinos. drán concurrir los miembros de todas las Sociedades afiliadas a la Federación ;-.Juestra Sociedad, en virtud de· las Española de Montañismo que se encuen­ manifestaciones aportadas por nuestro tren al córriente de pago dentro de sus vocal Sr. Díaz Duque, ha acordado. di­ respectivas Sociedades y en posesión de rigirse a la Federación Española de Mon­ la tarjeta y seguro A de la F. E. M. tañismo a fin de que por dicho organis­ Será también condición indispensable el mo se exponga a la Dirección General haber cumplido dieciocho años en la fe­ ·de :.VIontes la extensión de las talas a que cha de comienzo del· Trofeo. está sometida la riqueza forestal de nues­ 2.n /nscripción.-Se efectuará en la tra Sierra. del Guadarrama1 que desgra­ Secretaría de esta Sociedad, .previa pre­ ·ciadamente estáPEÑALARA siendo objeto de cortas . sentación del carnet y recibo corriente abusivas que van dejando enormes claros de la Sociedad a que pertenezca el inte­ ·en nuestros pinares, antes tan espesos. resado, así como de la tarjeta y segu-

29 ro A de la F. E. M: Habrá do~>Jinscrip­ 3· Puerto de Navacerrada. Siete Pi­ ciones, por separado : . una/'para los .as­ cos (ascendiendo al 7. 0 pico). Puerto de pirantes a la Copa Trofeo Jorge l\Iár­ La Fuenfría o •collado de Tirobarra. Vi­ quez, y otra, para Jos aspirantes a la vac en cualquiera de estos puntos o pro­ Medalla. La inscripción no podrá simul­ ximidades. La Pinareja. Terminando bien tanearse en las dos modalidades ni ha­ por Peña del Oso, Pasapán (cumbre), cerse después de efectuada una: excur­ Río Moros; bien por Pasapán (collado) sión. a Quintanar (cota 1936, S.8 de Quinta­ 3. 8 M odalid.ades del Trofeo.-E! Tro­ nar), o bien por Collado del Río Peces, feo se podrá realizar en una de las dos NavaHermosa a Cabeza Grande. modalidades siguientes: 4· Puerto de· Navacerrada. Guarra­ Modalidad ~'A":· Con camping o vi­ mas. Cerro de .Valdemartín. Collado de vac en la nieve; Para clasificarse en !Valdemartín· (vivac en sus proximida­ esta modalidad . será preciso efectuar, des). Cabezas de Hierro. ·La Najarra bien tres. excursiones· del' grupo primero (por la divisoria). correspondiente, o bien cuatro ·excursio­ S· Miraflores (pueblo). La ~ajarra nes, dos de dicho ·primer grupo ·y dos (vivac en stis proximidades). Alto de del segundo, siendo 'obligatorio en todos Matasanos.· Cabezas de Hierro. Cerro de los casos ht': exctirsión 1 ó 2. del grupo Valdemartín. primero. !' :• •r

. ~ . 1l . . Modalidad '·'B1' .~ Sin camping ni vi­ Gritpq 2. 0 • vac en la • nieve. Para clasificarse· en esta categoría hay ·qué ·efectuar cinco I. Lozoya) (pueblo). Puerto de Loza- excursiones· de entre las reseñadas en el . ya oj -Navafría '(pernoctando en el alber­ correspondiente grupo tercero, siendo gí.te de Obrag• Públicas·, permanentemen­ obligatorias las tres ·primeras. te abierto). El!Nevero, Reventón (cum­ 4. 8 Excursiones a. efecftw..r: bre), terminando bien en el Puerto de ¡ "'- / Los Cotos o· cumbre de Peñalara, o bien :MoDALIDAD "A". en cualquier pueblo o punto de los \'a­ lles de Rasca fría;. P,~ ;3egpvia. Grupo 1.0 '::;: r 2. Alto de los Leones. Collado del I. .. Puerto de. N avlicerrada¡. ·Puerto .de Hornillo. Peñablanca de Castilla ( esca­ Los Cotos. Laguria de· Peñalahi: .(cam- lada 'por' cUalquier vía). San Rafael (es- . ping en sus márgenes). Subida directa , ·tación). a la cumbre de Peñalara. Travesía to­ :' 3· Escalada de dos riscos de La Pe­ tal de Los Claveles. Laguna de los Pá­ driza de Manzanares por cualquier vía jaros. Puerto de Los Cotos . de -libre elección entre · los siguientes : . 2. Puerto de· Navacerrada. Puerto de • Campana; Pajarito, Elefante, Camello, Los Cotos. Peña:i:itores o cumbre de Pe­ Acebo, Cancho· de .Jos muertos, Muela, ñalara (libre elección). Vivac en sus pro­ Pájaro, Tres Cestos, Risco de los Po- ximidades . .Travesía total de Los Glave­ ·llos, Tres Cestitos, Aguja del Sultán, les.:·,Reventón ·: (cumbre).PEÑALARA F1nal\ en cual­ primer. Hermanito; ·segundo Hermanito, quier pueblo ·m punto de. los ·valleS . de tercer ·Hermanito;· Bota; Dos Torres, Rasca fría. o ·Seg'ovia. Bola de · los· Navajuelas, Mataelvicial,

30 !v1ogote de la Dehesilla, Nieves, Coco­ oportunos,. cualquier duda o no confir­ drilo, Risco Moreno, Las buitreras. mación de paso por alguna cumbre será puesta en conocimiento del jurado a tra­ :MoDALIDAD "B". vés· de la hoja-declaración. Gmpo J. 0 7.a lttrado.-Será designado por esta (Obligatorias las tres primeras.) Pe­ Sociedad. Estará presidido por un repre­ ñalara. Pinareja. Cabezas de Hierro. sentante de la F. E. M., y serán invita­ Abantos. Cueva Valiente y Cabeza Li­ dos a tomar parte en el mismo las So­ jar. Peña del Aguila y Peñota. Quinta­ ciedades interesadas en el Trofeo. To­ nar (cota 1936). Las Torres de la J;>e­ das las incidencias y consultas serán re­ driza (torre superior). La Xajarra. El sueltas y evacuadas por este jurado )ievero y Peñacabra. Reventón (cum­ de acuerdo con el ·: Reglamento de bre). Siete Picos (travesía total del 2.0 la F. E. M:

al '¡;0 , con ascensión obligada a este úl­ 8." Duraci61i del Trofeo.-El Trofeo timo, donde existe buzón). Maliciosa. dará comienzo el día 2 de enero y fina­ ).1ontón de Trigo. Peñacitores. lizará el últiii1o domingo ·o día festivo Las ·exéUrsiories se efectuarán en ·do­ del mes de febrero de 1950 para los par­ mingt:í ó 'fiesta (y sus víspéras en la 1'110- ticipantes· en la modalidad "A". Para la dalidad ".A:';). · modalidad "R". finalizará el último do­ 5:..- Pre;nios.;_Serán toticedidos· · los mingo o día· festivo del mes de marzo sigltientés : de 1950. ·"Copa-Trofeo Jorge Márqúez'' y Me­ 9.a Cmrdicio;ws complementarias: dalla plateada, a· ·los · clasificados en la I .a Se considerará como una etapa o modalidad "A". La Medalla será conce­ ascensión a una~ cumbre la de aquello~ dida únicamen~e el primer año que se participantes. que· efectúen, durante el clasifique·· el ·participante'.' tiempo de duración del Trofeo, la visi­ "Medalla-Trofeo Jdrge Márquez", en ta a cualquier macizo diferente al de bronce, especialmente creada, a los cla­ Guadarramá, siempre que. efectúen una sificados· én la modalidád "B". ascensión superior a los 2.000 metros. Todo p~rticipante, • que se · clasifique Se considera incluido entre los posibles cinco años en un período de diez, en ei tnadzo de Gredas. cüalquier; ill0dat'idad, recibirá, además, la 2.8 No se admitirá. nii1guna declara­ "Medalla Social d~' Peñalara'', en "pfa­ Ción con fecha antei-ior a la inscripción. ta'>, que. nuestra Sociedad reserva ·para · 3.a El i.i~o de los esqúís es obligato­ los: hechos distíngttidos·. · ' rio,: salvo én los sitios o circunstancias . 6 ...: · .Vbntrol.~Para 'facilitar la labor ·que sea improcedente su uso. del jurado. desde el molriento de la ins­ · 4.a El eti1pleo de cualquier medio de cripción·, todo ·participante· queda inv(!s­ ·tránsporté, tánto pata el participante co­ tido de las funciones de control del Tro­ mo d.e sus enseres, está prohibido. feo. Se le hará entrega de un brazalete, · · 5.a Será · obligatorio firmar en los que llevará visíbie e~teriormente. durán­ libros de lOs buzones, allí donde existen, te el' ·tiempo qtte•:IJevaPEÑALARA a cabo 'tíh' recorri­ además de· depositar las tarjetas rellena­ do:·Dé1 esta ·forma, al donocet:se· los par­ das con los datos solicitados con toda ticipantes, por los motivos que juzque exactitud.

'-31 6." Será obligatorio recoger las tar­ La R. S .. E. A. PEÑALARA organiza­ jetas encontrada;> y confrontar. la firma rá, a través de la "Sección de Excursio­ en los libros de los buzones y la fecha. nismo y pruebas de Montaña", marchas Dichas tarjetas se acompañarán en la in­ por la Sierra de Guadarrama determina­ mediata declaración que se acompañe. Si dos domingos y días festivos, sincroni­ 110 existen tarjetas del Trofeo, se adjun­ zadas con el Trofeo. Estas marchas es­ tarán otras que existieran, haciéndolo . tarán dirigidas por montañeros compe- así constar en las declaracior~es. tentes pertenecientes al ."Grupo de Alta 7.a Antes de iniciar una etapa o re­ Montaña". Podrán adherirse a las mis­ corrido, todo participante debe poner en mas tanto los trofeístas como los que no conocimiento de los encargados d~ los lo sean. "chalets", directivos o compañeros, el En el tablón de anuncios de nuestro itinerario a seguir, asegurándose, de esta domicilio social y. en el "chalet" de Na­ manera, un posible auxilio. vacerrada estarán expuestas con suficien­ 8.a No será válida ninguna declara­ te antelación la marcha a efectuar y la ción en la que 110 figure un acompañan­ fecha. te al menos que sea trofeísta. Permanentemente estará expuesto en 9.a Las cumbres deben coronarse to­ nuestro domicilio social un cuadro del talmente y depositar inexcusablemente Trofeo, pudiendo cuantos lo deseen se­ la tarjeta. Si circunstancias de orden su­ guir la marcha diaria del mismo. Se re­ perior no lo permitieran, deberá expo­ comienda a los participantes su consul­ nerse en las hojas-declaraciones. ta; será el único medio de comunicarles 10. Se considerarán méritos la ho­ los asuntos de interés. norabilidad comprobada, abnegación y cuanto redunde en beneficio del Trofeo y su defensa. MEDIOS DE COMUNICACiÓN DE INTERÉS IO. Hojas- declaraciones.-Todos los PARA TODOS LOS PARTICIPANTES. jueves se entregarán en la .Secretaría de nuestra Sociedad las hojas-declaraciones Trenes eléctricos:tf..e ida y vuelta, dia.­ de la marcha o etapa realizada. Estas rios, a: El Escorial, San· Rafael y Puer­ hojas son diferentes para cada una de las to de Navacerrada. modalidades del Trofeo. Deberán ser ex­ Coches de línea de Madrid a Rasca­ tendidas con arreglo a. los datos solici­ fría, a Lozoya y Miraflores de la Sierra tados y, a ser posible, escritas a máqui­ todos los días laborables por. la tarde y na, y entregadas por el mismo partici­ domingos por la mañana a este ultimo pante, que las firmará y rubricará. Para punto.· Regre.so de Miraflores, los domin­ ajustarse debidamente a sus datos exis­ gos por la tarde, y de Rascafría y Lo­ tirán modelos de ambas en el tablón de zaya los días laborables a las siete de la anuncios de nuestra . entidad social, con mañana. la forma en .que debe¡:¡. :rellenarse. Dichas Coches de línea desde .La Granja a hojas-declaraciones se facilitarán impre­ Segovia, en combinación: con todos los sas en nuestro domicilioPEÑALARA social. trenes que marchan y regr-esan a: Madrid desde Segovia, Este servicio es. diario.

32 Nombramientos de Miembros Presidió el Congreso, en nombre del de Honor del G. D. J. Delegado N aciana! : de Deportes, el doc­ tor Fomoza, con el presidente de la Fe­ El Groupe des Jeunes d'Haute )don­ deración Nacional, Sr. Delgado Ubeda, tagne, de Tottlouse, ha nombrado miem­ y el Sr. Victory. bros de honor a los montañeros españo­ Se discutieron multitud de problemas les J ulián Delgado "Cbeda, Ramón de interesantes relacionados con la constmc­ Semir, Francisco Peire y Tomás Tomás, ción de refugios, sendas de montaña, fa­ respectivamente, de las Sociedades PE­ cilidades y ventajas económicas para los ÑALARA, Club Montañés Barcelonés, desplazamiento. en ferrocarril, organiza­ Centro Excursionista de Cataluña y ción del servicio de socorro en montaña Montañeros de Aragón por. su destacada y el funcionamiento del. Cuerpo Nacio­ labor en pro del acercamiento pireneísta nal de Guías. . franco-español. Las insignias les fueron También quedó constituido et Comi­ impuestas en un solemne acto celebrado té Español Pirenaico, dependiente de la en la Tour de Mayregne (Luchen) en el Fede~ación Nacional y formado por un pasado mes de enero. Presidente, un Secretario y varios Vo­ cales de las regiones catal.ana, aragonesa, vasca y madrileña. La residenda de di­ El Congreso cho Comité se fija en Zaragoza, de mo­ de la P. B. M. de Zaragoza. mento. Barcelona será el punto donde· se ce­ Los días 25 y 26 de marzo han teni­ lebre el próximo Congreso Nacional. do lugar en Zaragoza los actos del Con­ Los actos del Congreso tuvieron lu­ greso Nacional de Montañismo convo­ gar en el Centro Mercantil de Zarago­ cado por la F. E. M. za. Los · congresistas realizaron una vi­ Cedida la organización del" Congreso sita a· la ciudad en autocar, con expli­ a Montañeros de Aragón, esta Sociedad caciones en los principales ~1onumentos tuvo a su cargo el desarrollo del progra­ a cargo del Sr. Abad. En la "üisa Am­ ma aprobado. Concurrieron Sociedades paro" fueron obsequiados con un esplén­ de toda España, especialmente de Ma­ dido lunch por el Ayuntamiento de la drid, Cataluña, Aragón y Región Vasco­ ciudad. Navarra, las quePEÑALARA aportaron multitud de Montañeros de Aragón se desvivió por trabajos que fueron detenidamente estu­ hacer grata la estancia en Zaragoza a diados. los asistentes. Por parte de PEÑALARA

33 estuvieron los Sres. Victory, Hernández­ rac10n técnica y publicitaria; a D. Al­ Pacheco, Tutor y Adolfo Herranz. berto Santamaría Armengol y D. Juan Cardona Peitx, del Centro Excursionis­ ta de Cataluña, como recompensa a su La .Medalla de Mérito constancia montañera durante cuarenta de la P. B. M. años; a D. V. E. García María, del Club JVIontañés Barcelonés y C. E. C., que En cumplimiento de lo dispuesto en el desde el año 1915 ha efectuado una esti­ Reglamento de la ''Medalla Deportiva mable labor de montaña y ha formado de Montañismo", y después de estudia­ un Museo Etnográfico de gran interés. das detenidamente las propuestas pre­ Asimismo, son acreedores a esta distin­ sentadas, el Consejo Directivo de la Fe­ ción D.a Carmen Roméu de Piqué y don deración Española sometió a la conside­ José Piqué Milá, del Centro Excursio­ ración de la Delegación Nacional de nista de Cataluña, los cuales poseen un Deportes la oportuna propuesta de las historial escalador de gran calidad en di­ personas que, a su juicio, debían ser re­ versos macizos. compensadas por el año 1949· 2.0 "Medalla de Mérito", plateada, al Aprobada dicha propuesta, damos a Rvdo. D. Martín Anclréu, del Cabildo conocer las distinciones concedidas: Caedral de Covadonga, y Sres. J. Ra­ 1.0 "Medalla de Mérito", en plata, a món Lueje y Amalio Fernández Mari­ Mr. Raymond d'Espouy, del Club Alpi­ ñas, de las Sociedades G. l\L A., Torre­ no Francés y del G. D. J., en considera­ cerrado y Tajahierro, de Gijón y San­ ción a sus altos méritos deportivos y la­ tander, todos los cuales se han distingui­ bor de acercamiento hispano-francés en do ha tiempo por su labor en favor del los Pirineos; al Sr. D. Eduardo Padrós montañismo y calidad deportiva. de Palacios, de la Unión Excursionista 3. 0 "Medalla de Cooperación", pla­ de Cataluña, por su labor organizadora teada, a D. Alberto Besga Gallego, del y deportiva durante veinticinco años; a Bilbao Alpino Club, por su asistencia a D. Miguel Rábanos, de Montañeros de Campamentos nacionales. Asimismo ob­ Aragón, uno de los precursores de nues­ tienen dicha Medalla nueve instructores tro deporte en aquella región, y que con­ actuantes en Cursos oficiales de escalada. tinúa activo a los setenta años; a D. José 4. 0 "Medalla de Cooperación", en González Folliot, de PEÑALARA, de Ma­ bronce, a Jesús Fanjul y José Remis, drid, por su historial de escalador en to­ pastores de la Montaña de Covadonga, dos los macizos españoles, con una cali­ que tanto han ayudado a los montañeros dad técnica excepcional; a D. Baldome­ frecuentadores de los Picos de Europa, ro Sol Felip, de PEÑALARA, para pre­ y a 14 alumnos aprobados en dos Cursos miar sus magníficas escaladas y colabo- oficiales. PEÑALARA

34 ASOCIACION

Catálogo del XXV Salón BARRENA (Agustín J. M.a de). (Club De- de Fotografía artística portivo Eibar).-San Sebastián. y Pintura de Montaña~ 2¡. Recuerdos bélicos. 28. Cuán lejos el bullicio ~e la civilización. SEcciÓN DE FoTOGRAFÍA. 29. Inmensidades ele la alta montaña. JO. ¿Fuego en la montaña? ALONSO DiEz (Alfonso).-C. A. Taja­ BEHER...'\lANN (Enrique).-Madrid. hierro. JI. En las cumbres. 32. Atardecer en la montaña. 1. Valdecoro (~Iacizo Central de Picos de Europa). 33· Retiro en el monte. 34. Por primera vez en las alturas. 2. Otoño en Peña Santa (desde el Pico de la Padierna). BELEi:>oNE (Héctor).-Santiago de Chile. Aw~so (Pablo M.).-Madrid. 35. Alta montaña. Cerro .Caracoles. J. ,Chozas qe la Sierra. 36. Portillo. Laguna del Inca. 4. Manzanares. 37. Hotel Portillo y lagurra del Im;a. ALSIUS MALAGELADA (Ramón). (A. F. de 38. Amanecer en Portillo. 39· Ski en Portillo. Arenys.)-Arenys de Mar. CADENAS (Alberto).-Madrid. 5. Pastoral. Pirineo. 40· Collado de Pambuches (Picos ·de Eu- ALTHERR (E.).-Zurich (Club Alpino ropa). Suizo). .p. Peña Vieja, desde la Padierna. 6. Mettenberg. Monch. Eiger. 42· Puerto de Aliva. Chalet Real. Al\TDRADA (Francisco).-Madrid. 43· Canal de Capozo. 7. Viejo rabelero (T.orrico). 44· Las Peñas Santas, desde la Padierna. 8. La mocita enojada (Lagartera). CARRA&co GUIJARRO (Guillermo). 9· El orgullo de su ma~re (Lagartera). 45· Camino de Urbía. 10. Viejos amigos (Ayerbe). 46. Montón de Trigo. u. Oración (Silos). 47. Maliciosa. 12. Viejo serrano (Guadarrama). CASTAGNA (Dr.). (Oub Alpino Itajia­ IJ. Moza de La Alberca. no.)-Génova. 14· Viejas (Cañete). 48. Sassolungo e Sella (Trentinu). 15. Niebla en la Sierra (Guadarrama). 49· Sassolungo dalla Val Cardena (Tren­ 16. Castillo de Achart. tino). lj. Peñalara. so. Dolomiti di Brenta (Trentino). 18. Contraluz. CUADRADA GIBERT (Manuel). (Agrupa­ 19. Pistas de La Maliciosa. 20. Paisaje de nieve. ción Fotográfica de Cataluña, A. F .. de 21. Paisaje de nieve. Igualada y S. F. de la Asociación Ex­ 22. Paisaje de nieve. cursionista de Reus.)-Reus. 23. Alcaldesa segoviana. 51. Pirineo aragonés. Torla. 24. Barranco del Minguete. 52. Ermita de Soan Antonio del Montsant. 25. Tipos t~ledanos. DELGADO UBEDA (Julián).-Madrid. AuRRECOECHEA (BernardoPEÑALARA de).-San Se­ 53· Pedraforca (Pirineo catalárr); bastián. 54· Parador Nacional de Ordesa. (Pirineo 26. Peñas de Aya. aragonés).

35 55. Los Montes Malditos, desde el Valle de ~7· Atardecer en Elola (Sierra de Aitz­ Estós (Pirinc!O aragonés). gorri). 56. Parado/ Ñacion~l .de Riaño (Lebn). ·ss. .Pástoreo en la montañ·a (Sierra de Ar- 57· Río Esla :r montañas de Riaño (León). labán). 58. Refugio Estasen, en el Pedraforca. 89. · Primavera en: el Duranguesado. DfAZ DuQUE (Juan).-Madrid. 90. Peñas de Aitzoriotz, desde Maroto. 91. Praderas de Ezca~ay y S~ Lorenzo~ 59· Casa con Yelmo (Manzanares). 92. Uncillaitz, en el ,Duranguesado. 6o. Convento de San Francisco (Granada). 93· Nieblas en Aloña (Arantzazu). 61. Aitz-Chiki (Duranguesado). 94· Sierra de Aloña, desde · Gatví. ENTERRiAs (Eduardo G.).-Madrid. GuEREÑU YoLDI (Gerardo Lz. de). ~So­ 62. Río de niebla (Garganta del Cares, Pi­ ciedad Fotográfica de Guipúzcoa.)­ cos de Eúropa). Vitoria. EsPAÑA (Arnaldo de).-Madrid. 95. Tiro Tirso, desde Torre Llambrión (l'i- 63. Sierra Blanca de Tolox. .Tipos. "Cha­ cos de Europa). vales". 96. Observando (S. de Aitzgorri). 64- Sierra Blanca de Tolox. Tipos. "Fiso­ 97· Preparando el descenso (Urquiola). nomías". 98. Mascota (S. Altzania). FERNÁNDEZ GARCÍA (Ernesto).-Madrid. 99· Hacia la cumbre (S. de Aitzgorri). 65. Nieve en las Dos Castillas. roo. Macizo central de los Picos de Europa, GAIDANO (Bartolomeo). (S. F. S., A. F. l., desde el Llambrión. U. E. T., C. A. l.)-'-Tttrín {Italia). GURRIARAN (Gonzalo). ("Peña Tre\·in- 66. In val d' Ayas. ca".)-Barco de Valdeorras. 67. Ultimi Casolari. 101. Amanecer (Las Médulas). León. 68. Visione Montana. 102. ·Contraluz (Las Médulas). León. 69. Primo Sole. 103. Fantasmas (Las Médulas). León. 70. La Messe. HACKER (Roberto). (Club Alpino Italia- 71. Mostra Paesana. no.)-Génova. 72. A Cervinia. i04. 11 Mongioie (Aipi Marittime-Liguri). 73· In Gita. 105. Il Gruppo dell'Argentera (Aipi ~larit- 74- Ritomo dalla Spesa. time). GALILEA (José M.a).-Madrid. 106. ll Monviso (Aipi Cozie). 75· Paular. 107. Il Visolotto (Aipi Cozie). 76. Paular. zo8. La Ciamarella (Aipi Graie). 77. Arenas de Cabrales. 109. I1 Gruppo Jielle Levanne (Al pi Graie). 78. Gredos : Torreón. u o. ll Gran Paradiso (Al pi Graie). l'arctc 79. Pedriza. Sud. 111. 11 Gran Paradiso (Cresta terminale). GoNzALEz (José L.).-Salamanca. 112. JI Gran Paradi~o (Vista dal Gran Ger­ So. Hoyo Moros (Sierra de Béjar). darme). GoNZÁLEZ FOLLIOT (José). 113. 11 Gran J'aradiso (Vista dalla vetta in 81. Lomas del Noruego (Guadarrama). direzione Nord). 82. Torres de Altaiz (Picos de Europa). II4· La Grivola (Aipi Graie). 83. Bo5que de Santa Marina y Torre del 115. Punta Nera della Grivola. Friero (Picos de Europa). HEREDERO MARTÍN (Eusebio).-Madrid. 84- Subiendo al Balaitus (Pirineos). 1 r6. Al Mercado. 85. La Gave d'Ossoue (Pirineos); HERNÁNDEZ-PACHECO (Francisco).-Ma- GuEREÑU G.ALARRAGA (Gerardo Lz. de). drid. (Sociedad GeográficaPEÑALARA de Guipúzcoa.)- 117. Cedros de Ketama. Marruecos. Vitoria~ · u8. Bajo los cedros. Zoco de Ketama (Ma­ 86. Luz matinal en la Sierra de Encía. rruecos). 119. Poblado de S.araa. Macizo del Tidigüin 151. Cimon della Pala da Paso Rolle (Tren- (Alto Rií). tino). 120. Cumbre del Tidigüin (Alto Rif). . 152. Granta Parci. Val di Rhemes-Aosta. 121. Viento del Sur en el Kert (Alhucema~). 153. Castore. Monte Rosa. 122. Cárcavas y barrancos (Bajo Rif). 154. Monte Bianco. 123. El macizo del Gorgues (Tetuán). 155. Dent d'Herens. Valtournanche. HERREROS (Enrique G.a).-Madrid. MARTÍN REGIDOR (Mariano).-Madrid. 124. La Mira (Gredas). 156. Nubes de tormenta. Pinar de Valsaín'. 125. El Gutre (Gredas). MAsSÓ VIDAL (José). (Sección Fotográ- 126. Risco de Matalvicial (Pedriza). 127. Naranjo de Bulnes (Picos de Europa). fica de la Asociación Excursionista de lBARRA CANO (Luis de).-Madrid. Reus.)-Reus. 128. Collado de Monte Perdido. 157. Summitats. Niebla en los Puertos de 129. Las Guarramas. Beceite. 130. Atardecer (Ciudad Rodrigo). 158. Summitats. Llanos de la Mussara (Ta­ 131. Santillana de Mar. rragona). LADA ALONSO (Wenceslao).-Madrid. MoLLFULLEDA BORREL (Enrique). (A. F. 132. El Valle de Arenas de San Pedro. de Arenys de Mar.)-Arenys de Mar. 133. Puente del Duque. Amanecer en el 159. Elores en ·¡a cumbre. Cumbre de Mont­ Tormes. seny. LAH:-.IE (Heinrich). (Club Alpino Italia- 16o. Niebla en el Montseny, no-Suizo.)-Zurich. MoLLFULLEDA BoRREL (Joaquín). (Agru­ 134. Pigne d'Arolla. paclOn · Fotográfica de Arenys de 135. V\;inter am Rigi. Mar.)-Arenys de Mar. 136. Pigne d'Arolla. 161. Túnel de "Las Massanas". LÓPEZ (Angel).-Madrid. 162. Pirineo catalán. 137. Pórtico del Albergue Juvenil Franco. 163. El Ayats (Las Guilleries). 138. Ascensión a la Peña del AguiJa. MoRAL G. STUYCK (José Luis),.:.._Carta- LóPEZ MuÑoz (Antonio).-Madrid. gena. 139. Segundo y Tercer Hermanitos. LóPEZ PEINADO (Marcelino).-Madrid. 164. El espinazo de la Sierra (Guadarrama). 165. Otoño. Sierra de Tolox (Málaga). 140. Atardecer en Candeleda. 166. Se pasea por el prado... (composición LOYliORRI (José).-lVIadrid. sobremesa). · 141. La Sierra de Gredas: Amanecer en MoRENO (Antonio).-Madrid. Barco de Avila. 167. Ladera del Dome de Gouter y Aiguille 142. La Sierra de Gredas y el Tormes. 143. En la cumbre (El Moncayo). de Midi. 144. Peñas de Herrera (estrib~ciones del 168. Aiguille du Geant, desde el Dru. ).-!oncayo). i69. Cumbre del Grepón. Luc.\s FERMÍN (Ignacio).-Madrid. 170. Las !serías, desde Anayet. 145. Bramatuero (Pirineos). 171. Valle del Ara. 146. ).lar de nubes (Crestas del Diablo). 172. Desde las laderas de la Mira. LLOPIS RIBAS (Emilio). (A. F. de Are- NAvAscuÉs (Adolfo de). (C. D. Amai- nys.)-Arenys de Mar. kak-Bat.)--San Sebastián. 147. Cumbre del Far (Las Guilleries). 173. Gaztelu. 148. Cruz ~e Matagalls-Montseny. 174. Fresnos de Erroizpe (Ernio al fondo). MARCHESINI (Prof.). (Oub Alpino Ita- NoTAR! (Cario). (Club Alpino Suizo.)- liano.)-Génova.PEÑALARA Zurich. 149. Salendo al Monte Cervino. La Spalla. 175· Am Monterasch. 1:;0. Dal Rif. Amedeo di Savoia al Cervino. 176. Im Rosegtalmit.

37 ÜDRIOZOLA CALVO (José Antonio). (C. A. SoMOZA (Ramón).-Madrid. Tejahierro.) zdJ. Niebla ert los Galayos. 177. El monte de Corona (desde la canal de 207. Atardecer en La Mira. Capazo, Picos de Europa). :zo8. Cuerda de Amealito. 178. Camino de Peña Santa. (ldem íd.) 209· Las , desde el Dru. 179. Canal de Capazo. (Idem íd.) 210. Subiendo a las Grandes Jorasses. ÜRMAZÁBAL (Jesús). (Sociedad Fotográ- 21 I. y Dru. · fica de Guipúzcoa.)-San Sebastián. 212. Seracs en el Glaciar de Planpincieux. 213. Cumbre del Mont Maudit. 18o. Refugio de lgaratxa (Aralar). SUSANNA (Eduardo).-Madrid. 181. Escalada de Santa Bárbara (Hernani). ARES GóMEZ (Angel).-Madrid. 214. El gaitero. 215. Fiesta en La Alberca. 182. También ert' Siete Picos se necesita ToRRUS PLA (Juan). (A. F. de Arenys cuerda. PAZ SoLANA (Luis).-Madrid. de Mar.)-Arenys de Mar. 216. San Romá de Sau. Las Guilleries. 183. Garganta de los "Bellos" (Asturias) ... 184. Río Cares (Asturias). 217. S..m Romá de Sau. Las Guilleries. 218. San Romá de Sau. Las Guilleries. 185. Cangas de Onís (Asturias). PEDROLA (Eudaldo).-Tortosa. TuBAU (Miguel). (A. F. de Cataluña, 186. Pauls (pueblo de mantaña). Tort~sa. A. F. de Igualada y F. F. 11. 0.)­ 187. ·La Roca Foradada. Montes de Cardó. Ripoll. PEÑAS (José de las).-Madrid. 219. San Gil (Nuria). 188. Calleja en la Sierra. 220. Bellezas del Pirineo Catalán. QurNTANAL (Jesús). (Sociedad Vetusta.) TuTOR (Santiago).-Madrid. Oviedo. 221. Galayos: El Torreón. 222. Monte Perdido. 18g. Horizonte de Peña Ubiña (Gamoniteru). 223. Pedraforca. Pared Norte. 190. Igüedri (Picos de Europa). 224. Galayos: Refugio Victory. 191. Naranjo. de Bulnes (Picos de Europa). URRECHA ARRIOLA (Ignacio María de). RA::IIPIONI (Francisco ).-Madrid. (Sociedad Fotográfica de Guipúzcoa.) 192. Desde el teleférico. Rurz ToFE (Angel).-Madrid. San Sebastián. 225. Castillo Elejabeitia, desde Sa1r Miguel 193. Liébana. (Vizcaya). 194. Naranjo de Bulnes. ScHMID (Willi). (Club Alpino Suizo.)­ 226. Rebaño en el Monte Garbea. VALDIVIESO (Fernando).-Madrid. Zurich. 227. Cruz de Tejada. 195. Wellenkuppe, Obergabelhorn, Mont Du­ VALLS FARRÉ (Juan).-Madricl. rand. 1gó. Trifthorn, Wellenkuppe, Obergabelhorn. 228. .Cuchillar de los Cerraíllos. ScHUPPLI (Louis). (Club Alpino Suizo.) 229. El Purgatorio. 230. Nieves y Cocodrilo, desde las Milaneras. Zurich. 197. Dent d'Herens. VICTORY Y ROJAS (Antonio ).-l\'Iaclricl. 1g8. Matterhorn. 199. Matterhorn. HOMENAJE A LOS PINOS DEL GUADARRAMA. SrMANCAS (José M.).-Madrid. 231. Invierno. Los pinos fantasmas. 200. Pinar de San Rafael. 232. Otoño. El bosque encantado. 201. La Soldanelle y Dents du Midi. 233. El Capitán. 202. Nuestra señora de las Nieves. Zermatt. 234. Nieve y Sol. 203. Anzeidor y PEÑALARAlos Diablerets. Griyon. 235. Pin·o de Puerto (Navacerrada). 204. Camino del Lago Negro. Zermatt. 236. Verano. Fuenfría. 205. Pedriza en Primavera. 237. Canícula. Fuenfría.

38 238. Atardecer. Fuenfría. GoNZÁLEZ Ccx;uo (A.).-Ma

39 Un obsequio· a los fotógrafos. nas relaciones franco-españolas y tantos La Casa ."Negtor", de Barcelona, hace trabajos de interés ha realizado en la el obsequio, a cada uno de los partici­ cordillera fronteriza, sobre todo en lo pantes en el XXV Salóp de Fotografía que a . cartografía del macizo de Posets de Montaña de nuestra Sociedad, de un se refiere. sobre de papel fotográfico especial. Da­ Una distinción internacio­ mos las gracias a la casa citada por esta nal a nuestro Vicepresi­ atención. dente primero. Buzón para nuestra Revista. Como decimos en la sección de "Xoti­ cias", el "Groupe des Jeunes d'Haute La Directiva ha acordado habilitar el Montagne" (G. D. J.), de Toulouse, club armario-mostrador de la ventanilla .. de académico constituído en Francia, y cuyo despacho, en la oficina soCial,. para un fundador fué el Dr. Arlaud, ha tomado buzón en el que se depositen cuantos el acuerdo de nombrar miembro honora­ avisos· y noticias se dirijan ~on desdno rio a D. Julián Delgado Cbeda, como tes­ a nuestra REVISTA. timonio _de su reconocimiento por la la­ bor que viene desarrollando en pro de las Nuestra asistencia al Congre­ buenas relaciou

40 PEÑALARA Cima del Grepon. (Ji'ot. A r razola LÁMINA \'1.

Aiguille Verte de de el Grepon, ( Pot. Arrazola). PEÑALARA Año XXXIII Abril-Mayo-Junio de 1950 Núm. 304

ORGANO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ALPINISMO PEÑALARA ~ AVENIDA DE JOSÉ ~ 'J'ELÉF. 22 • 87-43 ANTONIO, 27, S,0 M A D R 1 D DIRECTOR: REDACTOR-JEFE: J. Delgado Ubeda F. Heroández-Pacheco DOCUMENTOS

RECUERDOS ALPINOS ~ LA TRAVESIA ~ CHARMOZ- GREPON s curioso el espíritu humano. A veces idealizamos tanto que llegamos a olvi­ E años enteros de nuestra vida quedan dar si fueron un sueño o un pedazo de dormidos para siempre en la mente, nuestra propia vida. mientras otras, una palabra, la visión Entonces, confundiendo los recuerdos de algo bello o la imagen de un sueño, y los sueños, los elevamos en nuestro quedan grabados en nosotros de tal for­ espíritu y formamos con ellos nuestro ma que podemos evocarlos largo tiempo ideal. después coq la misma nitidez que los vivimos. * * * Con frecuencia, -cuando abatidos por el dolor o la tristeza, sentimos la indife­ Jamás olvidaré mi prime·ra vtston de rencia de cuanto nos rodea, acuden a los Alpes. El trenecillo de Saint-Gervais nosotros sin esperarlos aquellos instan­ va subiendo fatigosamel\te entre los bos­ tes felices. Son como una luz que ilu­ ques de alerces que remontan las casca­ mina de repente la esencia sombría de das incesantes del . En los claros nuestro ser .y nos hace sentir, en medio del bosque, las praderas cuajadas de flo­ de nuestra tristeza,PEÑALARA la alegría infinita de res de los vf!lles alpinos alegran aún haberlos vivido. más, si esto ·es posible, nuestro ánimo A veces, a fuerza de· evocarlos, los feliz, mientras saltamos impacientes de

41 vagón en vagón anhelantes por ver aque­ ruidó de los aludes que caen por los llas cumbres a las que el deseo ha con­ precipicios sobrecogedores de las agujas vertido casi en mito. de . Al .Principio es un ruido Mas los sueños suelen morir al des­ sordo e intenso, mas en vano nos esfor­ pertar, y por un momento dudamos si zamos por descubrir su ruta de caída. aun seguimos soñando. La niebla se ha Luego se va apagando poco a poco has­ rasgado de repente, y en la maravilla ta confundirse con el bronco ruido del del atardecer alpino aparece ante nos­ furioso Arve. otros, como un dios, la cúpula enrojeci­ Más allá, la cumbre del Mont-Blanc, da del Mont-Blanc. Las nubes se rasgan por un curioso efecto de perspectiva, se fantásticamente entre los picos ingentes deforma y encoge, pareciendo más baja y el sol poniente va cambiando sin cesar que cuantos picos la rodean. En cam­ el color de las crestas que se van descu­ bio, al atardecer, se crece orgullosa so­ briendo ante nosotros, mientras la masa bre todas las cumbres y se ilumina con pétrea de los Drus se va adentrando los más fantásticos colores del ocaso, poco a poco en la sombra. mientras las demás cimas se ocultan ya Cuando la noche está llegando al va­ en la fría sombra de la noche. lle aun tiene mil colores diferentes la Cuando ésta llega, empezamos a dis­ cumbre del . Después todo frutar la delicia de la noche alpina. se oscurece, y cuando las primeras es­ )[uestro cuarto está sumido en pleno trellas asoman aún seguimos absortos y bosque, y tendidos en la cama, con los dichosos, maraviiiados ante tanta be­ ojos entornados, escuchamos el ruido lleza. del suave viento sobre los árboles, el so­ Así transcurrió nuestro primer día nido de los mil animalejos nocturnos que junto a los Alpes. pululan el bosque, mientras aspiramos con placer el aire frío que baja de los * * * glaciares. Otras veces deseamos sentir más de Llevamos ya largos días caminando cerca la noche y nos tumbamos bajo los por los Alpes y hemos realizado 16 as­ árboles, mientras la luna asoma por de­ censiones en el macizo del Mont-Blanc, trás de los Drus y refleja su luz sobre casi todas ellas de más de 4.000 m. Por los hielos casi verticales de la Aiguille eso hoy, al contemplar desde el valle las du Plan. murallas de nuestra última conquista, Poco a poco se nos cierran los ojos, los Drus, nos consideramos en forma fatigados por las largas horas de cami­ para realizar una de las más bellas ex­ no y quedamos dormidos. Entonces em­ cursiones de todos los Alpes : la trave­ pezamos de nuevo a soñar con nuestras sía de la cresta de los Grands Charmoz cumbres. y la ascensión del Grepon. fero antes nos tomámos unos días de * * * desca.(l.so en el valle. A tra:vés de PEÑALARAlos ·pinos y alerces que No nos quedabaln muchos días de es­ rodea:n nuestra habitación de l'Ecole tancia en los Alpes saboyanos, pues de­ d'Alpinistne llega a nosotros el lejano seábamos pasar a Italia para realizar allí

42 algunas ascensiones, y por ello hubimos tro grito se ahoga en nuestra soledad y de salir de bajo el estruendo se torna en sencilla oración : de la tormenta y ascender lentamente Gracias, Señor, por la augusta sole­ entre un diluvio de agua y de rayos, que dad de las calladas noches, por el ruido caían sobre las cumbres, hacia el Refu­ bronco del alud, por la quietud estelar gio de Plan de 1'Aiguille. de las montañas. Gracias por esta feli­ Nosotros no hemos realizado nunca cidad sin nombre, lejos del valle y de la ascensiones con guía, pero tenemos ex­ podredumbre de la ciudad, por el tinti­ celentes amigos entre los de Chamonix, near alegre de las estrellas, por el dulce y especialmente entre los monitores de canto del viento y del torrente. la Escuela de Alpinismo de Les Praz. Entonces nos tumbamos sobre la nie­ Por eso nuestra impresión fué grande ve, bajo la bóveda sin fondo del cielo, y cuando, bajo el estruendo de la tormen­ es tan fuerte la dicha que sentimos, ta, encontramos a Leroux herido y que quisiéramos quedarnos allí inmóvi• aturdido por la luz del rayo que, a po­ les como un yogi, o petrificarnos como cos metros de él y en la cumbre de La aquel hielo que no se deshace nunca. Peigne, había fulminado a nuestro buen Pero el frío nos despierta de nues­ amigo Belvachere. Hubimos de esperar tros sueños y seguimos caminando, ale­ al día siguiente, y al amanecer, unién­ gres, saltando las cortas y profundas donos a algunos guías que habían subi­ grietas del glaciar, mientras la primera do desde Chamonix, formamos la triste claridad del día asoma por encima de las caravana de socorro. A las tres de la cumbres del lejano Valais. mañana del día siguiente partíamos ha- A primera hora de la mañana llega­ cia el glaciar de Nantillons. . mos a la base de la escarpada muralla Pocas cosas hay tan deliciosas como rocosa que nos separa de la cumbre de andar bajo la noche por los glaciares al­ los Grands Charmoz. N o tomamos la pinos. Los seracs se agigantan en la in­ vía normal, sino atacamos la pared en certidumbre de la noche, semejando fan­ línea vertical hacia la cumbre 3-421, que tásticos seres que brindan con nosotros se alza 500 m. por encima de nosotros, por la soledad de la montaña. Las cres­ amenazando desplomarse sobre el gla­ tas y los picos nos ocultan el detalle de ciar de N antillons. Dos horas después llegamos a la base sus laderas y sólo vemos de ellas su in­ de una chimenea de 6o m. de altura~ gente silueta, recortada bajo las estre­ angosta, difícil y fatigosa en extremo~ llas heladas. Al principio el frío es in­ poco frecuentada, y que según nos dijo tenso, pero pronto la sangre fluye a después el formidable guía Mr. Fran­ nuestros músculos y sentimos el placer co, director de la Escuela de Alpinismo, de caminar en la soledad, bajo tanta be­ no había sido subida desde hacía mu­ lleza. chos años. Quisiéramos entonces gritar al inun­ Desde que dejamos el glaciar de Nan­ do nuestra dicha, predicar a los cuatro tillons, cqn las primeras luces del día, vientos la belleza de lo sencillo, la gran­ no separamos nuestra vista de la mura­ deza del silencioPEÑALARA o la miseria de cuanto lla, atentos a la marcha or~enada y con­ se hunde bajo las cumbres. Pero nues- tinua de la cordada, absortos por el pla- cer físico de la lucha con la roca. Cuan­ mos a la cumbre 3421, primera meta do llegamos a la plataforma superior de de nuestra travesía. la chimenea y miramos hacia las cum­ Pocas rutas tan aéreas pueden conce­ bres que nos rodean, observamos un pa­ birse como la travesía de los Grands norama bastante poco tranquilizador. Charmoz. La cresta es estrecha, a ve­ Hay en el macizo del Mont-Blanc tres ces delgada como un hilo, continuamen­ cumbres sobre las cuales se desatan con te interrumpida por difíciles obstáculos particular furia las tormentas, y de las que hay que franquear con la vista per­ cuales salen por encanto, como Minerva dida sobre los abismos ingentes del del cerebro de Júpiter, masas de nubes Géant y Nantillons, que acaban 1.200 torvas, que de repente se funden, se en­ metros debajo de nosotros, en los hielos tremezclan, se retuercen sobre sí mis­ eternos ·de los glaciares. mas, se extienden rápidamente hacia to­ No he recorrido ninguna travesía, ni das las cumbres e inician pocos minutos en los Alpes ni fuer~ de ellos, donde sea después de lucir un sol radiante uno de necesario mantener un tan continuo es­ esos divinos y terribles espectáculos que tado de tensión, tan incesante dominio tantas vidas han sacrificado en los Al­ de la roca, tan profunda compenetración pes. Estas cumbres son : la Aiguille Ver­ de la cardada. te, las Grandes J orasses y la cima del . Mas tampoco he conocido ningún lu­ Mont-Blanc. Sobre ellas está siempre gar donde se sienta tan intensamente el atenta la mirada de los montañeros. placer del vacío sin fondo y del abismo, Cuando nosotros volvimos la vista el el sentido de lo cósmico, de lo infinito. sol iluminaba todavía las agujas de Cha­ Allí el espíritu se libera de todo y se monix y aun sentíamos su agradable ca­ confunde con la roca, con la niebla, con ricia. Pero sobre el Mont-Blanc unas el hielo. Es una sensación como si el nubes negras y alarmantes ascendían, viento que arrastra furioso la niebla en­ empujadas por el fuerte viento de la tre las crestas borrara de repente nues­ vertienté italiana y bajaban .en tropel ha­ tros recuerdos y contempláramos por vez cia el Dome, hasta llegar a cubrir la Ai­ primera la grandeza del Universo. guille de Gouter. Un viento brusco y frío Algo así debió ser la impresión del se levantó de repente, formando una nube alma primera al salir de entre las bru­ mas del mundo que nacía. de ventisca . sobre la y Cuando llegamos a la punta 3·444, la filtrándose furioso a través del Col de penúltima de las trece que componen la Grands Charmoz, .hacia el glaciar de travesía, un penacho de nubes se retor­ Nantillons. Aun estábamos demasiado cía junto a la y se lan­ impresionados por el accidente de nues­ zaba a jirones· sobre la cumbre de la tro amigo Belvachere, y por un momen­ Verte. Otra masa de nubes de peor as­ to dudamos si volver sobre nuestros pecto había cubierto ya las Grandes Jo­ pasós.. P~ro como el peligro no era inmi­ rasses, y descendiendo hada el Col 'du ilient.e decidimos continuar, ascendiendo J.,¡¡ . Géant, se rasgaba en mil direcciones, por una serie sucesiva de chimeneas y trenzándose entre las Aiguilles de la Ro­ (f4' PEÑALARA 'fi~ttras hacia la cresta. Después de cua- J:-1 ( l . .... chefort. El espectáculo era grandioso, tro horas y media de ascensión llega- pero nosotros no nos paramos mucho n -44 tiempo a contemplarlo, y pocos minutos Tres minutos después nos lanzábamos después nos lanzábamos en rápidos rap­ sobre la pared impresionante del Grepon. peles hacia el Col Charmoz-Grepon. Subíamos en silencio, rápidamente, con Antonio Moreno es un excelente es­ los movimientos precisos de los que, por calador y gran amigo mío, pero he de haber realizado juntos innumerables as­ manifestar públicamente que tiene tres censiones, se comprenden sin necesidad terribles defectos, que siempre se alza­ de hablar, incluso en los más delicados rán entre nosotros como un obstáculo pasos. infranqueable: Atentos a la emoción de la escalada a) Le gustan los orejones; b) Se nos olvidábamos de la tormenta, del pe­ alimenta como los camaleones, motivo ligro, incluso, de las sombras, que se ex­ que me ha hecho sufrir hambres exte­ tendían ya sobre el profundo valle de nuantes; e) Tiene la perniciosa costum­ Chamonix. bre de echar litines y otras pócimas no­ Y es que la piedra, el hielo y el abi~ civas al agua de la cantimplora. Tan re­ mo de las montañas tienen un espíritu probables aficiones fueron causa de que vivo, palpitante, que se siente latir bajo al llegar a la base del Grepon no pudie­ los dedos que se agarran crispados a la ra precisar qué era más grande, si mi roca, que hace latir el corazón a su pro­ hambre o mi sed, aunque pude sospe­ pio ritmo, hasta notarlo golpeándonos en char que ambas juntas eran inferiores a la ca:beza. Este espíritu vivo nos impri­ la tormenta que nos iba a caer encima. me a nosotros también vida hasta hacer­ Estar en la base de un risco y con­ nos sentir el gozo formidable, el placer templar sus paredes es una tentación in­ físico de la lucha con la montaña. vencible para un escalador. Estar en la Ascendemos penosamente por la fa­ base del Grepon, más que tentación es mosa fisura lV[ummery, dominamos un un deseo irresistible, que no puede ven­ cmtloir chimenea y llegamos al Trou del cer ni aun la amenaza de una tormenta Canon, por el cual nos asomamos nue­ alpina. Sobre todo si se valora la capa­ vamente a los abismos del Mer de cidad de autosugestión del montañero, Glace. como se desprende de la conversación A las seis de la tarde llegamos a la que sigue: cumbre del Grepon. SoMOZA.-Nos va a caer una tormen­ Visto desde los Grands Charmoz el ta de campeonato. Y o creo que debía• Grepon es una esbelta aguja que se alza mos descender rápidamente al glaciar. sobre el precipicio angustioso, elevándo­ MORENO.-Sí. se soberbio en una única cumbre. Pero Yo.-Desde luego. SoMOZA.-Aunque en realidad lleva cuando se llega a ésta es necesario tod.ól• todo el día amenazando y no acaba de vía cruzar una larga y difícil arista has­ caer. ta llegar a la punta Sur, donde se alza, MoRENO.-Y yo creo que si no ha desfigurada por los rayos, la imagen de caído ya.... la Virgen que subieron allí los formida­ Yo.-InclusoPEÑALARA es posible que despeje. bles guías de Chamonix. SoMOZA.-Además, si subimos y baja­ Las nubes que nos amenazaban han mos rápidamente ... desaparecido como por encanto, pero la

4S noche se acerca y no tenemos tiempo que sar en los bloques de hielo desprendidos perder si queremos llegar aún con luz al de los seracs. A las tres de la mañana glaciar. A las siete de la tarde empren­ llegamos de nuevo a nuestro refugio, demos rápidamente el descenso hacia el después de veinticuatro horas incesan­ Col de Nantillons, y una hora después, tes de marcha y escalada. El día siguien­ mientras nos calzamos los crampones te amanece radiante, y nosotros descen­ nuevamente, contemplamos por última demos felices al valle, cruzando los bos­ vez las agujas y las crestas, de donde ques, saltando los pequeños arroyos bor­ conservaremos toda la vida uno de los deados de flores. De vez en cuando vol­ más bellos recuerdos de nuestras ascen­ vemos la vista hacia las cumbres y, em­ siones montañeras. briagados de tanta grandeza, olvidamos A grandes pasos emprendemos el des­ que abajo exista algo que no sea noble, censo por el glaciar de Nantillons, pero sencillo y hermoso. pronto nos alcanza la noche y hemos de bajar entre la oscuridad, tanteando las MARIANO ARRAZOLA. grietas con el piolet, tropezando sin ce- Del G. A. M.

PEÑALARA

46 UN SOLITARIO PEÑALARO POR LOS VALLES DE ORDESA Y ARAN

ocA novedad para el lector puede ser Circo de Salarons y Valle Aguas Tuer­ P el relato de una excursión por estos tas. Enorme sensación en medio de aque-­ valles. Sólo puede tenerla el decir que yo lla brecha, que me da paso a Francia. soy de Cádiz y en él vivo desde que nací Del lado de España, purísimo azul de en julio de 1909. Si se exceptúa una fu­ cielo. Del lado de Francia, mar de nu­ gaz visita en 1935 a Sierra N evada y ·bes, que no me dejan ver el Valle de subir un par de picos de esta sierra ga­ Gavarnie, pese a adentrarme en territo­ ditana, que oscilan de 1.500 a 1.700 me­ rio francés. Las nubes pasan veloces por tros, la montaña me era desconocida. He encima de la breaba, y mirándolas pa­ sido boy-scout (sigo siéndolo en espíritu) recen estar quietas, y en cambio se ven y me atraí¡m los relatos de campamentos avanzar los dos lienzos de la brecha. Me ·en Peñota, Oza, Ordesa, etc. N un ca sobrecoge tanta grandeza y estoy anona­ pude satisfacer esta ilusión de la monta­ dado viendo tanta nieve, tanta montaña ña hasta el año anterior. Por simpatía, y tanto Pirineo. híceme socio de PEÑALARA, con áni­ Regreso al Refugio de Góriz. Ceno y mo de visitar el Guadarrama. Varias duermo, y a la mañana siguiente a Or­ circunstancias lo impidieron y me fuí desa. He ido con guía, y aun recuerdo ·en agosto anterior al Pirineo aragonés y las tallas en la nieve hechas con su pio­ al catalán. En tres días pasé de la fina let para llegar a la Brecha de Roldán, arena de nuestra incomparable playa, del ocupadas a continuación por mi débil sol y del yodo del mar, al aire seco y calzado. Estoy entrenado a marchar en frío de cerca de 3.000 m., y el contras­ llano, pero no en la montaña. Ayer an­ te de clima y paisaje me impresionó y duve más de once horas y hoy he de -desde el primer momento me cautivó la andar ·cinco más hasta llegar a Casa de montaña. Viu. No os extrañe que mi cuerpo lo ¡ Ordesa! Quince años intentando co­ tenga en cuenta. nocerte. Y a llegué. Moles inmensas a mi Descanso un día en Ordesa y me mar­ alrededor que sólo me dejan ver un poco cho al Valle de Arán. de cielo, a mí, que estoy acostumbrado Espot. No hay que decir que visité, al infinito del mar y del cielo que jun­ en agradable paseo, el Lago San Mauri­ tan su azul cuando la vista ya no puede cio, en cuyas márgenes trabé amistad con seguir separándolos. Paseos por el fon­ dos viejos montañeros, quienes me acon­ do del valle hasta el Circo de Soaso. sejan que, para futuras excursiones, me Subida de clavijas (por primera vez en dirija al Refugio "José M.a Blanc", re­ mi vida), emoción. Otro día, Punta Acu­ gión de los Lagos de Peguera, y allí en­ ta, y medio Aragón bajo mi vista. Otro contraré a quien unirme en futuras ex­ día, el Toza! del Mallo, gigantesca qui­ cursiones. No hay que olvidar que soy _lla al sol. NuevasPEÑALARA clavijas, his del Cir­ un excursionista solitario. co de Salarons. Al día siguiente subo desde Espot a Otro día, Brecha de Roldán, por el dicho refugio. Fuerte subida que reco-

47 rro a buen paso, pues sólo tardo dos jamos, pues una tormenta amenaza, y la horas y cuarenta minutos, incluyendo lluvia se precipita sobre nosotros duran­ unos minutos para el desayuno. En el te más de dos horas, hasta que un refu­ Refugio Blanc encuentro unos conoci­ gio nos permite secar nuestras mojadas dos del Hotel La Creu, de Espot, quie­ ropas y dejar pasar el temporal. Son las nes a mis preguntas me dicen que hay siete de la tarde y emprendemos a buen unos cu~ntos muchachos catalanes que paso el camino hacia Salardú, adonde han salido a subir unos picos hace esca­ llegamos cerca de las once de la noche, samente media hora. distribuyéndonos entre ·el Hotel La Creu Aguardo el regreso de los mismos pa- . y el Rosta. seando por los lagos Negro, Tuerto, Es­ Día de descanso en Salardú, que apro­ condido, Truillo, etc. Regreso al refugio vechamos para visitar Arties y otros y almuerzo. Uegan los catalanes, que son pueblecitos cercanos. Llueve. informados por mis conocidos de mis Al día siguiente, dos catalanes y yo propósitos. Amables, acuden a presen­ emprendemos la marcha hacia el Mon­ tarse y ofrecérseme, pero ellos abando­ tarto de Arán. Hacemos el recorrido to­ nan mañana el refugio. para dirigirse a tal a pie a la ida y al regreso, aun cuan­ Espot y desde allí continuar· las excur­ do un camión nos hubiese permitido aho­ siones, acordando a~eptar mi unión. (Días rrarnos unos kilómetros de ida y otros después confesaron que al saber que yo de regreso. En la cima del Montarto. era de Cádiz, exclamaron : "¡ De Cádiz una lluvia fina y un viento frío hiela y en pleno Pirineo y solo, este "tío" está nuestras carnes. Unas firmas, como en loco!") el Ratera, y descendemos. Desde el Mon­ Dos días después salían de Espot cin­ tarto se divisa un bello panorama. Esta­ w catalanes y un andaluz, a pie. En la mos totalmente rodeados de montañas. "Guindeta" un camión nos conduce, por A nuestros pies el Valle de Artiés. el Puerto de la Bonaigua, hasta la Er­ Y he aquí un breve resumen de mis mita de Nuestra Señora de las Arras, y primeras actividades montañeras, que en allí comienza, a pie, una excursión por sí nada tienen de particular. Queden so­ el Pirineo catalán, que culmina al día lamente registradas como una actividad siguiente con la subida al Pico de Ra­ de un novicio montañero y peñalaro. tera. Magna visión, desde esta cima, de toda la región lacustre de Colomés. Ba- JOAQUÍN J. REY.

PEÑALARA

48 LAMll\A \'11.

PEÑALARA A iguille de Roe y glaciar del Géant (Grepon). (Fot . . lrrazola.) LA~llN A \ 111.

PEÑALARA

Mont- Blanc de:;Je los Grand Charmoz. (Fol. Arra::;ola.) AL DOLMEN DE PEÑALARA

A la Real Sociedad de Alpinismo PEÑALARA.

Formidable hinchazón del Guadarrama. ¿Por qué, si no, este afán por las alturas?' Jiba eminente del solar Ibero, ¿ Por qué arrastrar al dolmen las doncellas por cuyos valles, agua que derrama, tan sólo porque viera sus torturas reparte con el Tajo y con el Duero. el lívido estupor de las estrellas?

Cuando era nuestro globo plasticina, ¡ Horrendos sacrificios que, en la inopia debió Nuestro Señor juntar los dedos, de los bárbaros tiempos, ofrecía formando esta granítica colina, el hombre primitivo, como utopia haciendo igual con la de Gredos. del Dios que en su magín ya rebullía.

Acaso tuvo sed. E hincando alguna ¡ Oh pobres protomártires ! Presumo yema de su dedo sobre el dúctil suelo ; que vuestras almas, puras de pecados, surgió como un milagro esta laguna, subieron a los cielos entre el humo . espejo de los ángeles del cielo ... del fuego de los cuerpos inmolados.

Cansado de babélicas hazañas, ¡ Oh dolmen que le diste a Peñalara después de cien milenios, llega el hombre el nombre de fatales sacrificios, andando por las ásperas montañas, pues que debe de ser ~eña del Ara, y en ésta se fijó y le puso nombre. por tu piedra infernal de los suplicios;

Si fué Peña del Lar, o fué del Ara, yo me inclino ante ti, rústico templo lo oculta en su misterio la era antigua, de aquel hombre de la era primitiva, mas esto que yo intuyo, lo declara que al buscar la verdad, nos dió ejemplo el dolmen, que aquí mismo lo atestigua. de que la luz de Dios estaba arriba. PEÑALARAFRANCISCO DE LA VEGA.

49 NVftTil~· · · · L2\ROil

VIII Curso oficial (Barquillo, 19), siendo obligatoria la asis­ de Escalada. tencia de los cursillistas. La asistencia a la excursión a Gredos Como de costumbre, esta R. S. E. A. es potestativa. PEÑALARA organiza, patrocinado por la Federación Española de Montañismo, el Condiciones de inscripción: VIII Curso de Escalada. El programa del curso es el siguiente: I. Se admitirá un máximo de 12 de mayo.-A las veinte horas. Con­ 40 alumnos. ferencia por D. Baldomero Sol, sobre "El 2. Los menores de veintiún años ne­ sentido poético de la escalada". cesitan autorización paterna. 13, 14 y 15 de mayo.-Excursión pre­ 3· Todo cursillista deberá estar en paratoria del q.1rso al refugio "Victory", posesión de la tarjeta de la F. E. M. y en la Sierra de Gredas (grupo de los Ga­ estar asegurado contra accidentes de Mon­ layos), donde tendrán lugar diversas de­ taña en la póliza de la Federación. mostraciones y ascensiones, según los co­ 4. Tendrán preferencia los alumnos nocimientos de los cursillistas, con una que asistieron a la totalidad de las clases ascensión colectiva de los no iniciados al del VII Curso oficial, exclusivamente, así Gran Galayo. como los no iniciados en la escalada. 19 de mayo.-A las veinte horas, con­ 5· Las inscripciones son gratuitas y ferencia por D. Enrique Herreros, sobre se admiten hasta el 16 de mayo. 4 'La moral deportiva de la escalada". 6. Deberá acompañarse una fotogra­ 21 de mayo.-Primera lección prácti­ fía tamaño carnet. ca en la Pedriza de Manzanares. 7· Los alumnos inscritos serán selec­ 26 de mayo.-A las veinte horas, con­ cionados previamente según sus conoci­ ferencia por D. Mariano Arrazola, sobre mientos y aptitudes. «La Escuela de Alpinismo de Chamo­ 8. Será obligatorio el calzado de nix" y "Peñalaros en los Alpes". goma, anillo de seguridad y chaqueta de 28 de mayo.-Segunda lección prácti­ montaña. ca en la Pedriza de Manzanares. 9· Los alumnos que habiendo demos­ 4 de junio.-Tercera lección práctica trado aptitud hayan asistido con apro­ en la Pedriza de Manzanares y clausura vechamiento a todos los actos del del Curso. PEÑALARAVII Curso y a los de este VIII, serán Las conferencias tendrán lugar en el propuestos a la Federación Española de Salón de Actos de la Casa del Deporte Montañismo para la Medalla Deportiva.

50 Asamblea Hispano-francesa Asistieron, a más de los presidentes pireneísta. de ambas federaciones nacionales, fran­ cesa y española, señores Devies y Del­ A principios del año actual se había gado Ubeda, gran número de pireneistas <:elebrado, con carácter un tanto perso­ franceses, entre los que destacaban los nal, una reunión en Francia entre ele­ nombres de Ramond d'Espouy, Mme. Ba­ mentos dirigentes de las dos federacio­ carisse, René Girard, Robert Ollivier, nes de montaña, la francesa y la espa­ Dr. Charles Prunet, Maurice Jeannel, ñola. En dicha reunión, tenida en "Les Paul Plasteig, Urbain Cazaux, Troy, Agudes" (valle de L'Arboust), se llegó a René Prada, Gaston Santé, Philippe una serie de puntos de coincidencia que d'Espouy, J. V. Parant, etc. determinaron la redacción de unos Esta­ El Gobernador Militar de la Plaza, tutos, a título provisional. los Alcaldes de Pau y de Jaca (señores Para llegar unos Estatutos definiti­ Sallenave y Lacasa), el Rector de la Uni­ vos se convocó por la Federación Espa­ versidad y los Presidentes de las dos Fe­ ñola de Montañismo una reunión franco­ deraciones nacionales presidieron los di­ española en la ciudad de Jaca. versos actos. Los días 22 y 23 de abril tuvieron En las sesiones fueron aprobados los lugar las reuniones entre pireneistas de Estatutos con algunas pequeñas modifi­ ambas vertientes de la cordillera fron­ caciones: su redacción refleja el espíritu teriza. de confraternidad y camaradería entre Montañeros de Aragón y Peña Gua­ los montañeros de los dos países. Quedó ra llevaron el peso de b. organizacivn. establecida la urgencia en poner en cir­ a la que aportaron su colaboración entu­ culación la proyectada tarjeta federati­ siasta el Sr. Gobernador Civil de Hues­ va o carte federale a fin de obviar las di­ ca, la Diputación Provincial y el Ayun­ tamiento de Jaca. ficultades que presenta el tránsito por Las sesioneF- se celebraron en el Salón la zona fronteriza. de Actos de la Universidad de Verano, La clausura tuvo lugar en el histórico amablemente cedido por el Magnífico monumento nacional de San Juan de la Rector. Peña. Después del banquete oficial en En un día de gran nevada y ventisca uno de los hoteles más importantes de hicieron su entradaPEÑALARA en España los fran­ Jaca, se celebró en el casino un festival <:eses por el Puerto de Canfranc, abierto foklórico, en el que se improvisaron jotas <:on el quitanieves. con letrillas alusivas.

51 Consecuencia de esta reunión fué la Bsquf. constitución del nuevo Organismo fran­ co-español, denominado Comité Hispano­ Según noticias fidedignas, James Cout­ Francés Pireneísta o Comité Franco-es· tet, el campeón olímpico y jefe del Equi­ pagnol Pyrénéen, del que es secretario po de Francia, ha dimitido con carácter general D. José Ricardo Abad y secre­ irrevocable dicho cargo alegando que, tario adjunto M. Raymond d'Espouy. como tiene alguna probabilidad de que­ Uno de los acuerdos más importantes dar bien en los próximos Campeonatos tomados fué el de estudiar en primer tér­ del M un do, que han de celebrarse en mino y como de interés primordial la construcción de un refugio en el Monte América en el invierno próximo, desea Perdido (Marboré). También se acordó entrenarse con todo esmero e individual­ tener la próxima reunión internacional en mente. Gavarnie, en el mes de septiembre. La verdad de todo ello parece se'r la Nuestra Sociedad estuvo representada división que existe entre los elementos por D. José María Galilea y D. Santiago directivos del esquí francés que, por lo Tutor. visto, subsiste desde los disgustos que motivaron la selección del equipo fran­ Accidente mortal cés que en el invierno pasado fué envia­ en los Mallos de Riglos. do a Estados Unidos. Nada sabemos del sustituto de Couttet El día 7 de abril ocurrió un desgracia­ en tan difícil puesto, pero nos permiti­ do accidente en los Mallos de Riglos mos opinar que quizá Blanc fuera el úni­ (Huesca) al escalador de Montañeros co con posibilidades de reemplazarle con de Aragón Víctor Carilla, quien tuvo éxito. la desgracia de matarse al intentar la El equipo francés, con vistas a la for­ escalada de "El Puro" del Mallo Pisón. mación del nacional, ha recibido orden Enviamos la expresión de nuestra con­ de concentrarse en la Escuela de Chamo­ dolencia a la Sociedad Montañeros de nix el 5 de septiembre, a fin de dar co­ Aragón a que pertenecía el finado, y que mienzo a los entrenamient0s en seco y en fué la que organizó una caravana de so­ corro para rescatar el cadáver del infor­ la nieve. tunado montañero.

Bl Comité Español Pirenaico. Grupo Nacional de Alta Montaña' Con miras a la creación de un organis­ La Federación Nacional de Montañis­ mo franco-español en los Pirineos, se mo ha acordado dar ingreso como miem­ ha constituido, como dejamos dicho an­ bro activo en el Grupo Nacional de Alta teriormente, y como consecuencia del Montaña a María Antonia Simó de Jo­ Congreso de Zaragoza, un organismo en lís, del Centro ExcursionistaPEÑALARA de Cataluña. quien la Federación Española de Mon­ La enviamos nuestra sincera felicita­ tañismo delegará cuantas cuestiones se ción. refieran a la cadena fronteriza. Dicho

52 Comité Pirenaico dependerá directamen­ Un refugio en la cumbre te de la F. E. M., y tendrá funciones de­ de Pefialara. legadas, según hemos expresado. El nue­ vo Comité reside en Zaragoza, en la pla­ Existiendo el propósito por parte del za de Sás, núm. 7, siendo su presidente Instituto Geográfico de construir un re­ D. Mariano Bernardos Benedet, y su se­ fugio en la cumbre de Peñalara con ob­ cretario D. José Ricardo Abad. Por par­ jeto de establecer en la misma un vér­ te de Cataluña es vocal D. Ramón de tice geodésico para nuevos trabajos de Semir; por la región vasco-navarra, don triangulación, se ha acordado adherirse Ferrnín Aldaz, y por Madrid, D. José a tal proyecto en forma que permita María de Galilea. Nuestra Sociedad ha aprovechar la oportunidad de contar con quedado adherida al nuevo organismo, un albergue en sitio tan interesante des­ al que deseamos muchos éxitos. de el punto de vista montañero.

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53 ASOCIACION

Guarda en el refugio Bxcursión extraordinaria cVictory~. a los Picos de Buropa. La Directiva ha acordado el nombra­ miento a favor de Paulino Blázquez Con objeto de facilitar la asistencia al como guarda del refugio "Antonio Vic­ Campamento Nacional de Alta Montaña~ tory'', en los Galayos. que la F. E. M. organiza en el mes de El nuevo guarda reside en Guisando julio en Picos de Europa, nuestra Socie­ (Avlla) y en su poder se guarda una llave dad proyecta un viaje en autocar en la del refugio. Los vales de camas deben forma siguiente: sacarse en el domicilio social, siendo su Salida de Madrid. Sábado día 12 de coste de seis pesetas. julio a las cuatro de la tarde, para per­ Es conveniente avisar al guarda con noctar en Carrión de los Condes (Pa­ la debida antelación, a fin de que esté lencia). El día 13 se partirá a las siete de la preveni~o de la llegada de los excursio­ nistas. mañana hasta el puerto de Pan de Tra­ ves, desde donde se puede ir directamen­ te al refugio de Collado J ermoso. Nuevo .Delegado en el Refugio Durante los días 14 al 19 se efectua­ cJosé del PradO>. rán excursiones y escaladas según el pro­ Ha sido nombrado delegado del refu­ grama de la Federación. gio "José del Prado", en la Pedriza de El regreso se efectuará el domingo Manzanares, el consocio y destacado "pe­ día 20, a la una de la tarde, desde Puen­ driceño" Franco Orgaz Pearson, que tan­ te Poncebos, para llegar a Madrid la to cariño tiene puesto en tal construcción. noche del mismo día.

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54 BIBLIOGRAFIA Y REVISTAS

Cilo Daglari (Los Montes album, que dará idea exacta de la región Djilo) en Turquia. y de las más importantes montañas de Hakari. La Federación Turca de Alpinismo, En el programa de la Federación Tur­ fuera de sus ocupaciones normales, se ca de Alpinismo para 1948 está el de la ha dedicado a trabajos de exploración exploración y estudio de los montes Ka~­ en las montañas poco conocidas de la kar (Katchkar) del vilayato (provin­ península de Anatolia (Turquía), habien­ cia) de Rize. Este programa, además, do publicado el resultado de sus explo­ consta, por otra parte, de escaladas a las raciones y estudios. cimas más importantes y de exploracio­ Los trabajos comenzaron en agosto de nes de las regiones más interesantes. 1941, habiéndose explorado los macizos En 1948, seis alpinistas participaron montañosos de Erdjiyes, Aladagh y los en tales reconocimientos: cuatro de An­ Montes Djilo (Cilo), situados en la re­ kara, uno de Estambul y otro de Bolu. gión de Hakari, habiéndose proseguido Este equipo salió de Ankara el 10 de sep­ hasta el pasado año de 1948. tiembre de 1948 y llegó a Van, y en al­ La experiencia del equipo creció con gunos días penetró en la región monta­ la continuidad, haciéndose los recorri­ ñosa, acampando a diferentes altitudes, dos más frecuentes y fructíferos y las trepó por los glaciares y alcanzó las publicaciones y noticias en periódicos, Rechco-Guelyachine, que culmina a los conferencias y radio alcanzaron un ex­ 4.170 m. de altitud. Después de haber de­ traordinario interés. Un número espe­ positado un cuaderno conmemorativo, el cial de la Revista de Educación Física equipo volvió a Ankara el 2 de octubre fué dedicado a la reseña del carácter de de 1948. tales montañas. En fin, una obra titula­ Hakarl, la región menos conocida, fué da Daglarimiz (Nuestras montañas) ha en diferentes ocasiones objeto de diver­ sido publicada en 1948. sas exploraciones, dirigidas y prosegui­ Para dar valor científico a estos estu­ das por extranjeros. dios y publicar guías completas, geógra• En 189o y anteriormente los misione­ fos alpinistas pertenecientes a la Univer­ ros católicos y protestantes han perma­ sidad de Estambul y Ankara (profeso­ necido durante dos años en las montañas res Réchard Izbirak y Sirri Erin~) par­ de Van, Bitlis y. Hakari. Durante ellos ticiparon en los trabajos de 1945 y 1948. los ingleses Braun y R. Wigram fueron Réchad Izbirak estudió la montaña de los más destacados. la región de Kakari, y Sirri Erin~ pu­ Con ocasión de los estudios cartográ­ blicará otro más detallado sobre el mis­ ficos de la región de Moussoul en mo macizo. 1899-1900, el oficial cartógrafo inglés Tomando por PEÑALARAbase estos dos trabajos F. R. Maunsell penetró en el interior de se editará una guía especial de las Dji­ los montes Djilo (Cilo) e hizo la ascen­ los ( Cilo) que consistirá en una serie de sión de su cumbre, a 3.86o m. de altitud,

55 fijando el vértice de enlace más impor­ tes Djilo (Cilo) y Sat, y después de haber tante situado al Norte de Rechco. hecho estudios detenidos alcanzó la cum­ La ascensión más importante en la re­ bre Rechco (4.170 m.). gión de Haldí.ri fué hecha en 1937 por Todas estas montañas ofrecen un as­ un equipo alemán compuesto de cinco pecto verdaderamente imponente, pues personas. Este grupo estaba presidido son quebradísimas, ofreciendo en algu­ por un profesor de la Universidad de nos parajes fisonomía muy semejante a Insbruck, el Dr. Hans Bobek y se com­ las dolomitas del Tirol, siendo muchas ponía de alpinistas, todos ellos hombres de sus cumbres verdaderamente inaccesi­ de ciencia. bles, y sólo aptas para equipos muy en­ El equipo alemán acampó más de un trenados y hábiles, pues han sufrido una mes en las diferentes zonas de los mon­ intensa acción erosiva glaciar que se re­ tes Djilo (Cilo) y Sat, y levantó algunas conoce en sus expléndidos valles en U. cartas de las regiones exploradas a esca­ En las zonas más elevadas aun existe un la 1 :so.ooo. Tales cartas han sido publi­ glaciarismo importante de tipo residual cadas en un ejemplar en mayo de 1948 que hace más dificultosa, pero interesan­ en la de los Petermann Geog. Mittelun­ te, la exploración de tales montañas. gen. La muralla del Soupan Douric (4.o6o Por otra parte, las diversas observa­ metros), el colosal monolito del Guelya­ ciones anotadas por este mismo equipo chine (4.170 m.) y el macizo de Sat fueron aprovechadas y publicadas en el (4.000 m.) son las culminaciones princi­ libro Daglarimiz, editado por la Direc­ pales de estos imponentes relieves monta­ ción General de Educación , Física de ñosos de Turquía. Turquía. H.-P. Un grupo de ingenieros del Instituto (Traducción de un folleto enviado por la Di­ "'Maden Tetkik Arama" quedó largo rección Gral. de Educ. Fís.) tiempo, en 1947, en la región de los mon- Milli Egitim Basimevi. Estambul, 1949-

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56 .Año XXXlll Julio-Agosto-Septiembre de 1950 ------Núm. 30S l>l~ALAitA :A,~VVTA 1~/lRADA DE ALPINI/MO tORGANO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ALPINISMO PEÑALARA ~ AVENIDA DE JOSÉ N'l'ELÉF. 22 • 87 • 43 ANTONIO, 27, 3,0 ~ M A D R 1 D DIRECTOR: REDACTOR•JEFE: J. Delgado Ubeda F. Hernández-Pacheco

DOCUMENTOS

EN TORNO A LOS PICOS DE EUROPA OTRA 'VEZ EL PROBLEMA DEL LLAMBRION

:\ R. Cuñat y E. Herre­ ríos. Y mientras ellos no marchasen en ro~. que en los tiempos he­ común seguirían llevando la confusión roicos del montañismo en a cuantos montañeros condujesen u orien­ Picos abordaron y resol­ vieron el problema que hoy tasen hacia las cimas. \·uelve a ocuparnos. El plano del Macizo Central, de J. M. Boada y C. Casquet, de acuerdo o hay en los Picos de Europa una con el artículo citado, ayudó en no pe­ N zona cuya toponimia y altitud hayan queña escala a aclarar el caso, pero en sido· más discutidas que las del submacizo la hoja núm. s6 del Mapa del Institu­ del Llambrión. La Revista Peiíalara (ene­ to Geográfico se ha deslizado un error ro ele 1933), publicó un artículo donde que, resucitando el viejo problema, con­ quedó pe'rfectamente aclarada la nomen­ tribuye a que un buen número de afi­ clatura de las distintas cumbres, pero en cionados coronen Torre Blanca, creyen­ el que sus autores, a los que dedico estas do estar en Torre Llambrión. líneas, se lamentaban del cbmpleto des­ Y ahí empiezan las discusiones, cuyo acuerdo en que se hallaban los guías y origen es sencillo y constituye la clave PEÑALARAdel problema: todo el mundo está de guardas de la región, así como de la difi.: cultad de reunirlos y unificar sus crite- acuerdo en que la cima más alta de la crestería (1) es la· Torre del Llambrión, N o ocurre lo mismo en la cota 2.642 lo cual no ofrece duda mirando el ma­ (hoja núm. 55 del Mapa del I. G.), al cizo desde el Valle de Valdeón, o sea Oeste de la anterior, o sea en la que desde el Oeste. afirmamos que es el Llambrión verda­ Pero si entramos desde Ali:va en los dero, ya que desde el mismo Refugio Hoyos de Lloroza y Sin Tierra (últi­ del Collado Jermoso se aprecian las mos sitios a los que llegan los pastores grandes llambrias de su cara Oeste. lebaniegos), es Torre Blanca, ocultando Pero hay más: Torre Blanca es nom­ al Llambrión, quien parece ser la cota bre que conviene a una cima de color máxima (foto núm. 1). más claro que las que la rodean, y esto Y como en Torre Blanca hay un gran ocurre en la cumbre en la que está el mojón geodésico, de forma cúbica y de mojón, bien sea por sus pedreras, de to­ más de un metro de lado, visible per­ nalidad más clara que la roca semides­ fectamente desde gran distancia, resulta integrada de las crestas vecinas, o bien difícil hacer comprender a los nativos debido a efectos ele luz originados por del Sur y del Este que aquello no indica la distinta alineación del pico con res­ la mayor altura. pecto a los próximos, como también El p<;>rqué está el mojón en Torre puede apreciarse particularmente en la Blanca y no en Llambrión, como era de foto núm. 1. esperar (pues es más alto), estriba en la Resnmiendo: Torre Llambrión es la facilidad con que pudieron subir a To­ cota 2.642 de la hoja núm. 55, y To­ rre Blanca los materiales para la arga­ rre Blanca la que aparece con el nombre masa y en la dificultad relativa de esca­ de Llambrión (hoja núm. s6; 2.617 m.). lada que representa el Llambrión. y con el triangulito y punto indicadores Por otra parte, dada la proxi~idad de de vértice geodésico de segundo orden. ambas cimas y su cota no muy diferen­ En esto estamos de acuerdo con lo te, los topógrafos, como es lógico, eli­ que sostienen los guías de la zona de gieron para base de sus observaciones la V aldeón. de más fácil acceso, pero, y ahí está el La segunda parte, menos interesante, error a que arriba aludimos, la denomi­ de las discusiones, es análoga: esta vez naron Torre Llambrión (con 2.617 m.). se trata de Tiro Tirso y Tiro Llago, a Este nombre se contradice a sí mis­ los que también se suelen cambiar los mo. N o vamos a explicar lo que es una nombres, y ahora inexplicablemente, ya llambria, y está bien claro que un llam­ que Tiro Tirso es bien conocido de los brión es una llambría de grandes dimen- · montañeros a partir de las escaladas por siones ; pues bien, en la cima en que su cara Sur (G. Schulze en 190(5 y He­ está el mojón no hay ninguna; por el rreros-Tresaco en 1934) y de las poste­ contrario, predominan las piedras suel­ riores por la cresta N oro este. A él co­ tas. rresponde la cota 2.641 de la hoja nú­ mero SS· (r) Nos referimos al sector del Llambrión, Tiro Llago está perfectamente señala­ en particular, y no a la totalidad del macizo, PEÑALARAdo en los planos : son dos cimas geme­ ya que tampoco hay unanimidad. acerca de cuál es la máxima altura de los Picos: Torre de las, separadas por una profunda grie­ Cerredo o Torre de Llambrión. ta, generalmente llena de hielo; desde·

SB ellas parte un contra f ucrtc en direccifm no l7ribe, Camacho, Suárez, los dós Ma-· Suroeste, hacia el Llago Cimero. rianos, Alfredo, los hermanos Martínez, También aquí el nombre es suficiente:. "Canor" y José el de Sotres... , y vaya mente expresi\'o: un "tiro" es, en la to­ un recuerdo para Manolo el de Caín y ponimia particular de los Picos, un paso Eloy el de Bulnes, últimamente falle­ obligado de rebecos y, por extensión, la cidos. rima próxima a él. Pues bien : desde Trasllambrión y Hoyos Engros al Hoyo * * * de los Llagos, los rebecos no pasan por las grietas y quebradas que hay entre Otro tema interesante, por lo que de Torre Llambrión y Tiro Tirso (vía de él concierne al submacizo del Llam­ escalada de Folliot, Fuentes y S. Just brión, es el relativo a las altitudes. Aun en 1944), y sí por los alrededores de hoy día no se puede afirmar con exacti­ Tiro Llago, lo que explica la denomina­ tud cuál es el gigante de los Picos. ción de esta cumbre, junto al paso ha­ Habitualmente, y sin más base que cia el Hoyo del mismo nombre. las mediciones hechas por el Conde de Aquí los guías asturianos y montañe­ Saint Saud, a finales del siglo pasado, se ses son los que están en lo cierto. Y ha­ consideraba al Cerre

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60 LÁMINA IX.

Sin #om!Jre Torre Blancd

llro l:rso 1 1 c/1ojon g~odásico

F()t. 1 .-Desde Tiro Llago. Tiro Tirso impide ver el Llambrión, del que "ólo e aprecia el con­ trafuerte r\ indicado también en las otras fotos. ~tir an d o desde más abajo, incluso Tiro Tir o qt: eda o ulto por Torre Blanca, que parece ser entonces la mayor altura de la cresta. f Fot. ] . .d. Odrio:;o /a.)

Tlro Tirso Torre Sm #om6re Torre L/dmbrion Torre Blancd

Torre Cdsidno de Prddo 1 T;ro Lld:$2. p; /iincrs dq; Carbon

LcJ.s Colladind.s 1

1

Fot. 2. -Paredones meridionales del submacizo del Llambrión, tomada desde el Pico de la Pa­ diorna. Por efe.:to de per pectiva Torre Llambrión parece más baja que T1ro Tirso. Lo mi mo PEÑALARAocurre en la fot. 3· (Fol. A. Caderras.) Lüti A X.

Torre ÚcJm6r/on

firo Tir so Torre S in Nombre 17lro L/dno3-

Fol. 3- - El submacizo del Ll ambrión, por su cara l\orte, desde Pico Te. orero. (Fol. 'J. A. O.lriozola.)

Crocus. Centaurea. --+ PEÑALARA Flores de Mo ntaña. LÁMINA XI.

Enrique llerreros.-Naranjo de 11ulnes. PEÑALARA( De uuesfro .\X V Salón de Fo!ograjia de ¡lfontaíia.) LÁ~!! ':\ :\11.

llt!clor Belledonn e. - Porlill o Laguna del In ca. PEÑALARA(!Je nuestro .\X V alón de Fotografía de .lf on/(11/a.) LABORATORIOS DE FANTASIA FLORES DE MONTAÑA

EVISAI'IDO hojas del herbario se con· lleza sm salud-. Con esto surgen dos R virtió mi imaginación en vistoso ca­ significados en las plantas : para el mon­ leidoscopio de recuerdos, sucediéndose tañero amante de la Naturaleza son ale­ unos a otros con rapidez ... ¡ Felices ho­ gres pinceladas de color dadas por Dios ras de estudiante !. .. ; aun veo con clari­ para romper la monotonía del paisaje y dad los distintos lugares donde encontré proporcionar descanso a la vista y recreo cada planta de la sierra, en aquellas ex­ al espíritu; para el farmacéutico y quí• cursiones en las que los componentes del mico son prodigiosos laboratorios de vida curso eramos la peor de las plagas para efímera que es necesario aprovechar. la flora que estaba al alcance de nuestras Superpongamos mediante una lente manos. Nunca, hasta el examen prácti­ imaginaria estas dos visiones y con ello co de Botánica, pude imaginar la gran lograremos un relieve de realidad que cantidad de géneros y especies vegetales nos dé idea, aunque a la ligera, de los in­ que existían en las praderas y valles que dividuos vegetales con quien nos cruza­ tanto había pisado. Por esto, en recuerdo mos por nuestra sierra del Guadarrama de esas florecillas que la goma de nues­ y que son para la mayoría como los pea­ tras abarcas o la ·suela de nuestras botas tones que nos encontramos por las ma­ hace perecer ignoradas y que aun en su ñanas en nuestra ida al trabajo diario, infortunio, al troncharse, nos ofrecen el conocidos, sí..., pero de vista. aroma que para ellas es motivo de vida, Cuántas veces, tumbados al borde de emborrono unas cuartillas que os ofrez un arroyo en la Peñota, habremos visto a co con esa confianza sana que existe en­ las exquisitas "nomeolvides" de azulados tre. nosotros los montañeros. pétalos o a los ranúnculos de amarillas Para cualquiera que hojee revistas flores atentos al secreto del agua o, tal científicas es fácil comprobar que la Fito­ vez, habremos arrancado al borde de un química se enseñorea a pasos agiganta­ sendero una centáurea para que, al per­ dos de la industria de medicamentos y manecer sentados, contemplándola de cer­ perfumes, impulsada por dos imperati­ ca, nuestros ojos se llenáran de su visto­ vos: el posible agotamiento de las mate­ so encaje de colores. Cuando esto ha su­ rias primas minerales y lo oneroso de la cedido, ¿hemos pens~do en la identidad síntesis química. Ello obliga al hombre de la Química . y el Arte?, ni siquiera de ciencia a dirigir su atención hacia habremos tenido un recuerdo para aque­ aquellos seres que hace miles de años llos químicos que dirigidos por Willstat­ (antiguos egipcios y fenicios), mucho an­ ter (1913) extrajeron los colores de las tes de que Woehller sintetizara la urea, flores y los frutos bellos, fijando la estruc­ gozaban de prestigio y consideración, tura de su núcleo fundamental ; ellos ob­ usándose ·sin interrupción y con aires de tuvieron un colorante azul de la e enta.tt­ nigromancia paraPEÑALARA conservar la salud y rea cya11us, que llamaron cianina, de la la belleza -que para algunos es lo mis­ arrogante Peonia liberaron una materia mo, puesto que afirman que no hay be- roja, la peonina, y así iríamos citando

61 plantas y colores, pero con ello llegaría al invitación perfumada que nos envían -cansancio. El Creador forjó una gama cientos de laboriosas hierbas y veremos de colores que distribuyó en los lienzos cómo en la misma estaci11n de Cercedi­ florales, y el hombre, desprovisto de poe- • lla nos saludan olorosas matas de "cam­ sía, lGs clasificó, después de infatigables broño" ( Adcnocarpus hispanicus) con pesquisas, y los bautizó con nombres tan muchas flores, grandes, amarillo-áureas; prosaicos como "flavonas" a los amari­ si seguimos el sendero que conduce a la llos y "antocianas" a los azules, púrpuras Peñota, nuestros ojos tropiezan en se­ y violetas; todos tienen idéntico esqueleto guida con las desnudas ramas juncifor­ químico y sus diferentes matices radican mes de la "retama macho" (Spartiu.m en la disposición de los grupos ligados junccum), cuyas semillas se utilizan como purgantes; si en lugar de subir aquí nos fuéramos por la carretera que condoce a las Dehesas veríamos la cuneta reple­ ta de "cantuesos" ( Lcr.tJandula pcdwncll­ /ata), que inclinan graciosamente las es­ pigas de sus flores exhibiendo su viola­ do penacho de brácteas y regalándonos un poco de aroma de su esencia rica en ean­ teno, cineol y borneo!; al seguir avan­ zando ya divisaremos algún ejemplar de Veronica. becabtmga, que contiene, aun­ que no en mucha cantidad, algunos prin­ cipios tónicos, y más lejos, a la izquierda. se verá erguidos los "gamones" .(Aspho­ dcllls cerasifcrus), sustentados sobre tu­ berosas raíces, ricas en fécula, y de las cuales puede obtenerse alcohol, además de emplearse· en medicina popular contra las enfermedades cutáneas; tampoco fal­ .Ranúnculos. tan a la cita alguna variedad silvestre de la Viola tricolor; quién diría al verla tan exteriormente y según la reacción ácida humilde que sus flores poseen hasta un <> alcalina de los terrenos y jugos de la veinte por ciento del antociano delfini­ planta, por ello las tinturas vegetales de los pétalos de rosa y violeta sirvieron en dina, un principio activo, que es la vio­ .otros tiempos para reconocer el carácter tina, y que pertenece ·al grupo de "flores ácido o básico. ' cardiales" de nuestra F~rmacopea. Si al Dejemos que la fantasía nos lleve de llegar a una pradera nos tumbamos, nues­ la mano y sigam0s cualquiera de las. rutas tro cuerpo reposa sobre un lecho de "tré­ que tantas veces hemos pisado, pero en boles blancos" (Trifolium repe11s), ra­ lugar de mirar al misterio del bosque o dicantes y agachados con su foliolas man­ fijarnos en la divinaPEÑALARA majestad de la roca chadas de blanco, y velan nuestro des­ que se recorta en lo alto, acudamos a esa canso. distintas especies de "acederillas"

62 ·\Rumex), ricas en bioxalato potásico y Dalmacia se utilizaron como polvos i~sec­ usadas por algunos como refrescantes. ticidas. Supongamos que nuestros pasos nos Al llegar la noche, las tristes M athio­ encaminan por las estribaciones de Aban­ las, de lívidas flores rojizas con pétalos tos, y allí tropezaremos con magníficos ondulados, ceden con más intensidad su ejemplares de "rosa maldita" (Peonia aroma. broteri), de garzas hojas y pétalos ro­ A estas plantas limitan horizontes de sado-rojizos, cuya raíz en la especie P. pe­ altura, en unas zonas el "roble negro" regrina se utiliza contra los ataques epi­ lépticos en medicina popular; al ir as­ cendiendo, encontramos Aspidium acu­ leatum, cuyo aspecto nos recuerda al he­ lecho macho, aun cuando es bastante más modesto en cuanto a componentes útiles se refiere, y con abundantes matas de "digital" (Digitalis thapsis), erguidas, lu­ ciendo sus pendulantes flores de motea­ das gargantas entre grandes hojas re­ pletas de glucósidos tonificantes del co­ razón, que hacen disminuir la velocidad circulatoria y que al aumentar su dosis frenan totalmente el miocardio, produ­ ciendo la muerte; si nos metemos entre zarzas y rocas, contemplaremos la es­ condida vida de escasas matas de "fraxi­ nella" (Dicta.mnus albus) de demasiado aroma y hermoso porte. Arnica. En cuántas marchas la viscosa "jara" (Cistus ladaniferus) nos habrá entorpe­ (Quercur toza), símbolo de fuerza, con cido el paso llamándonos la atención con corteza y agallas repletas de taninos, úti­ sus graneles flores blancas y habrá que­ les en las curtidurías y por otros luga­ dado ignorada la existencia de su resina res; el "pino Balsaín o albar" (Pinus de láudano en otras épocas usada. sylvestris), fuente productora de tremen­ ¿Y de las compuestas? ... , cuántas ve­ tina, esencia de la que cada día es mayor su consumo y que se utiliza para obtener ~es habrán impregnado nuestro calzado colofonia y aguarrás, obteniéndose tam­ ·tos principios amargos y la esencia de las bién de sus ramas verdes la brea vegetal y "manzanillas" (A1atricaria chamomila) y la pez. Y mientras estos árboles ambicio­ Anthemis nobilis), tan utilizadas por su nan luz y aire, otros individuos vegetales ·acción aromática y estomacal en infusión llevan su modesta vida escondidos en la teiforme. Y ahora que tan de moda están verde exuberancia, los hongos, entre los los insecticidas PEÑALARAde síntesis, por qué no cuales vemos a la "falsa oronja" (Ama­ mencionar ¡1 Pyrethntm hispanicum de nita muscaria), de rojo sombrerillo mo­ .amarillas flores y del que las especies de teado de blanco, y la A. phaloides, reple-

63 tos ambos de sustancias muy venenosas. yan viendo la promesa del cielo los "nar­ También las rocas presumen de manto cisos" (Narcisus m picola), de bonito as­ vegetal; así encontramos en los peñasca­ pecto, que contienen un principio activo, les de El Escorial al grisáceo "liquen ca­ la narcisina, de acción emética, y los Or­ nino" .(P eltigera canina), preconizado nithogalum pyrenaicum, de amarillos pé­ contra la hidrofobia, y la P. aphtosa, de talos, presumiendo de una línea verde acción vermífuga; mientras si nos senta­ dorsal. Otro crocus, el C. nuddiflorus, se mos en las rocas de Siete Picos es muy encarga de avisarnos con su floración tar­ probable que descansemos sobre las "bar­ día de que pongamos punto final a nues­ bas de capuchino" (Usnea barbata), re­ tras ascensiones y marchas veraniega~ bosante de principios mucilaginosos. porque el invierno está próximo, ¡Hasta qué punto las plantas se identi­ Con estas líneas creemos haber condu­ fican con nuestras actividades!. .. ; al des­ cido vuestra atención hacia los seres don­ cansar de un descenso, sentados en el de se dan cita de un lado la Medicina pequeño recorte verde orlado de blan­ y la Química, con glucósidos, alcaloides, co, habremos mirado con simpatía a esas esencias, colorantes, taninos, etc., y por florecillas de aspecto de azafrán (Crocus otro, la Poesía, el Arte y la :rvi úsica, con carpetanus) y no hemos pensado que sus la fragancia y colorido de las flores acom­ aflechadas anteras señalaban la hora de pañadas de los ecos armónic-os del valle_ ir guardando los esquís, porque al apare­ cer ellas la nieve se retira para que va- ANTONIO PoRTOLÉs AI.ONso_

PEÑALARA PARAifHt • EN·EL• ·RffiGIO·

CRONICA DE LA FUENFRIA

ADRID se sacude en verano la gente tas, han afilado su pico muchas genera­ M como las vacas se sacuden las mos­ ciones de pájaros. Las hormigas, fingien­ cas con el rabo. El paisaje urbano se do buscar sus comiditas, se han enterado. trastorna anualmente. Parece que los de muchos secretos, y con un cachito de­ que quedan en la capital, avergonzados paja en la boca, para disimular la risa, de no veranear, hacen madrigueras en apresuradamente se han metido en su calles y paseos buscando dónde escon­ agujero a contárselo a las compañeras. derse. ¡ Horrible aridez la de una ciudad Hay que ver la cara que ponen las hor­ destripada! Por debajo de su piel del migas cuando sonríen maliciosamente y calenturiento asfalto se deja ver, una hay que oírlas cuando charlan todas a vez rota, una red de vasos e intestinos la vez, ¡no hay manera de que se en­ malolientes por los gases encerrados du­ tiendan! rante tanto tiempo. Debajo de estos pinos no se puede­ Al ver el despanzurramiento de la leer. Sus hojas se entremezclan con las. Puerta del Sol hemos huído, buscando hojas del libro y no logramos enterar­ un refugio en este albergue, al fondo del nos de lo que dice el "lipinobro" que se· valle de la Fuenfría. Debajo de los pinos forma. l\fás vale echar el libro a un lado. de la pradera, mis caros amigos, senti­ y, aprovechando la corriente de aire que­ mos que la calina de la llanura se ha ta­ sube del valle, dejar subir con ella nues­ mizado dejando pasar solamente el aire tras imaginaciones, como cometa atada puro y fresco. A través de !as ramas veo solamente por débil cuerda, para que os­ el cielo azul y unos lejanos cirrus blan­ cilen y cabeceen en el azul de manera cos : un cuadro al que no falta ningún vaga. De vez en cuando, tendremos que­ detalle para ser perfecto. No quiero ver dar un tironcito a la cuerda para asegu­ ni :as hormigas, ni la gente que anda por rarnos de que aun es nuestra la cometa. la pradera. El albergue sí, con su tipo de Es un ejercicio inútil, pero divertido es() señorona arrellenada en la más cómoda de echar a volar nuestras imaginaciones. butaca. Lo· trivial se enreda con lo serio y en la Dehajo de estos pinos han chillado y cabeza se forma una maleza como las de jugado varias generacionesPEÑALARA de niños, han zarzas y helechos que encontramos por dormitado muchos padres, han chacha­ estos alrededores. N os dicen que este año­ reacio muchas señoras y, en las ramas al- hay guerra en Corea, y que Corea está muy cerca. Como moscardón importuno Víctor Leal que siga mandando cemen­ nos ·sigue zumbando : guerra en Corea, to ; Delgado Ubeda nos ha procurado ra­ guerra en Corea, guerra en Corea... Po­ silla y arena; VictÓry trajo el tubo de hang, Fusan, Naktong, Pohang, Fusan, Barcelona, y Nicasio inventa un acue­ · Naktong... absurdo todo esto cuando te­ ducto para que no falte el agua mientras nemos un problema tan inmediato e im­ duran las obras. Hay quien sube y baja, portante como hacer que el agua llegue cava y pica,. mide y corta hasta que la abundantemente a todos los pisos del al­ obra queda terminada el día prefijado. bergue. Guerra, guerra; ¿pero entonces Mafé piensa ya que tenemos demasiada nadie se va a ocupar de que la Fuente agua y pide para el próximo año una del Pino mane otra vez? La vida se nos pisdna navegable. Si se llegase a cons­ complica cuando nos acordamos de que truir, el albergue resultaría pequeño. Di­ en Alpedrete hemos visto una casa bau­ cen que ha habido un terrible temblor de tizada con el nombre de Villa Tuscula­ tierra en el Tibet. Hasta el Himalaya ha lla. Divagaremos un rato acompañando a temblado. Nos alejamos hasta nuestro su propietario en su viaje a través de la albergue de N a \·acerrada, y todo está en Historia hasta dar con el nombre. Segu­ orden y tranquilo. Es un placer pisar ramente tal señor se llama Patricio ... , pa­ tierra firme. tricio romano. Tiramos de la c~erda para Volvemos a la Fuenfría. Aquí hacen evitar mayores consecuencias de tumbar­ falta muy pocas cos.:1.s más. Con unas se debajo de un pino de la pradera y 120.000 pesetas podría ponerse un buen volvamos a la realidad. piso de baldosín en el comedor y venta­ ¡Vamos al agua! Hoy será la inaugu­ nas metálicas que dejaran entrar más ración. Hemos construido una pequeña luz. Hace falta también algo de calefac­ presa, colocado en zanja unos 400 me­ ción en el primer piso, por lo menos, y trm: de tubería, levantado un depósito sustituir la vieja escalera de madera. de 10.000 litros, reparado el depósito an­ Ahora tiéndete debajo de un pino y su­ tiguo de 4.000 litros, uniéndole con tu, pón lo que tendrías a tu disposición por hería independiente al albergue. ~os ha­ por 33 céntimos diarios, que es la cuota bíamos quedado en seco, como barco va­ máxima que hoy se paga en PEÑALARA. rado, inservibles. ¡Ya estamos otra vez Echa tus cuentas y verás que no es en­ a flote! gaño, r acuérdate de que hay guerra en Se ha empleado en la obra cemento, Corea y paz en la Fuenfría. arena, rasilla, tubos, piedra, etc., y tam­ J. DÍAZ DUQUE. bién un elemento constructivo, que es el entusiasmo. Ha habido que prohibir a En la Fuenfría, agosto de 1950. PEÑALARA

66 'El Campamento Nacional y Vega de lirriello. Si el tiempo se mos­ -de Alta Montaña traba benévolo, seguramente sólo nos -en los Picos de Europa. mol:.>staría el calor. Picos, en pleno agos­ to, es región de altas temperaturas. No Un campamento o una visita a los sucedió así y tuvimos la suerte de que Picos de Europa no es una visita más; las nieblas habituales no impidieran la ·siempre se descubren nuevas sendas, se realización del programa, sino que sir­ conocen ri~cones ignorados y, lo más vieron para embellecer una vez más los "interesante, se da cuenta uno de que los paisajes lunares y caóticos que fuimos escaladores tienen allí un paraíso igno­ recorriendo. rado. Tuvimos el honor de que entre nos­ De Picos se asciende o escalan cum­ otros, aunque por brevísimo tiempo, se bres cuya nomenclatura se repite lasti­ hallaron un grupo ele seis magníficos mosamente durante años y años, sin que escaladores italianos pertenecientes al se evolucione ni en sus vías de accesos Grupo Gervasutti, de Milán. Habían ni se intenten nuevos itinerarios. Y es sido invitados por la Federación Espa­ que una vez allí, aunque se haya pro­ ñola, y desde su punto ele partida hicie­ ·yectado tal o cual escalada o se haya ron un recorrido que, aun apartándolos dispuesto la resolución de un problema de su itinerario, les satisfizo enorme­ alpino, se halla ante tal grandiosidad y mente, determinando que en otra ocasión .ante tanta cumbre y paredes vírgenes su estancia será ·más prolongada . ·que en contemplarlas se alejan y se di­ ¡ Gente simpática la del Grupo Ger­ fuminan todos aquellos pensamientos vasutti !. .. Los seis escaladores que lo

que antes de situarnos delante de ellos componían no eran especialistas del 6.0 , habíamos concebido. pero según pudimos comprobar estaban En este campamento me cupo el ho­ por demás acostumbrados a pisar terre­ nor de que la Federación Española de no parecido y dominaban la técnica de Montaña me designara, como director las escaladas. Picos les recordaban bas­ ·del mismo y, como consecuencia, mis de­ tante a una parte de sus Dolomi-tas. Rea­ ·seos de "hacer algo nuevo", tanto tiem­ lizaron una rápida escalada al Naranjo po albergados en mi pensamiento, se vie­ por la Vía Víctor, que clasificaron de ron frustrados por mis obligaciones fe­ un 3.0 Superior. Esperémosles otro año ·derativas; en que su permanencia en España pueda PEÑALARAser más dilatada, y con ella el poder rea­ El programa era atrayente y variado. Posada Valcte0n. Collado Jermoso, Aliva lizar más escaladas, a las que, sin duda

67 serán acompañados por miembros del descendieron por las vías conocidas de G. A. M. de PEÑALARA. Según me con­ su cara Sur. Les contemplaba desde uno taba el jefe del grupo, Sr Rivera, les de los promontorios cercanos a la base, interesaba mucho la pared de la Peña y yerdaderamente era un espectáculo Santa ... hermoso y atrayente el seguir los .!novi­ La nota destacada de este campamento mientos de todos que, ante la grandiosi­ fué la numerosa concurrencia al mismo: dad del anfiteatro, parecían solamente di­ representaciones de todas nuestras re­ minutos puntitos colgados de la pared. giones montañeras acudieron a la mag­ Ya mediada la escalada, las nubes me nífica asamblea de C. J ermoso. La capa­ impidieron ver la culminación, despla­ cidad del refugio resultó insuficiente. zándome entonces con los que no había• Así, la cantidad de tiendas que, rodeán­ mos escalado hacia las canales de la T or­ dolo, fueron instaladas en el hermoso ca para contemplar el campamento desde rincón del collado que le da nombre. Con gran altura y para volver a estudiar las las representaciones de todas las Socie­ posibilidades de escalada del Naranjo dades montañeras que en gran número por aquel lado, escalada que estimo muy asistieron a esta importantísima reunión realizable, aunque resulte corta y dura. de Alta Montaña, cambiamos los senci­ Y para que el Naranjo fuera en esta llos, pero simpáticos saludos montañeros ocasión escalado por todas sus vías co­ que desde alejados lugares de España i10cidas, al día siguiente, se realizó la venían a disfrutar del paisaje, y el am­ que faltaba, la cara N o roes te, por la vía biente "campamento" fué establecido rá­ Schulze. pidamente, cambiándose impresiones so­ Llegó la hora del regreso y clausura bre proyectos y formándose los gru­ del campamento, y con la llegada del pos que debían ya ponerse a "traba­ P. Rosendo Riesgo, de Oviedo, y Jesús jar". Quintana!, acompañados de sus dos hi­ Se han realizado ascensiones y escala­ das a T. Peñalba, Llastrión, Llambrión. jos, nos dirigimos a Puente Ponchos, en T. Tirso, Peña Vieja, Cerredo, Naran­ donde pasamos la noche. Al día siguien­ jo, etc. te, una misa celebrada en Camarmeña, El día 18, por la mañana, después . de misa de alta montaña y de reverente ri­ una noche fría por demás. (4. 0 ), aunque tual, jalonó espiritualmente aquellas jor­ parecía que las nieblas producirían un nadas tan gratamente transcurridas en desánimo para la proyectada escalada al ·el ambiente montañero, y condoliéndo­ Naranjo, llegaron a disiparse casi total­ nos todos de que el tiempo hubiera trans­ mente, por lo cual, y para dar ejemplo, currido también tan rápidamente, lo que encabecé la subida por la Canal de la nos llevó a la determinación de una re­ Celada, siguiendo ya luego todo el Cam­ petición. pamento del Urriello. Más de rs, for­ mando diversasPEÑALARA cardadas, subieron y J. M. GALILEA.

68 ' . Una escalada al Sa Pastora Una cruz en el Pico Y ordas. -del islote Bs V edra (Baleares). Los montañeros de la Sociedad "Pico En la prensa diaria se han dado refe­ Yordas", de Riaño (León), puestos de rencias de una escalada realizada a fina­ acuerdo con los vecinos del valle de Bu­ les del pasado julio por los montañe­ rón, acordaron colocar una cruz monu­ ros catalanes Francisco Martí Ferrando mental de madera en lo alto del Pico (Agrupación Excursionista Pedraforca) Y ordas, que da nombre a la Sociedad. y Manuel J>uig (Club Montañés Barce­ Este pico es conocido en la otra vertien­ lonés y Centro Excursionista AguiJa). te con el nombre de Pico de Burín. Los En esas noticias se daba cuenta de ha­ actos tuvieron lugar el 13 de agosto, re­ ber logrado una primera al monolito lla­ uniéndose en la cumbre gran número de mado "Sa Pastora", situado en la isla montañeros de León, Riaño y Valle de Es V edra (frente a 1biza) dichos mon­ Hurón, así como las autoridades de las localidades vecinas. Se celebró una Misa tañeros. Gran número de detalles puntualizan de Campaña y a la tarde regresaron a la hazaña, en la que emplearon dos horas sus puntos respectivos todos los asis­ ,. media realizando la escalada por la tentes. ' -pared que mira al faro. Ahora bien, en la revista Alpina, del Una expedición francesa con­ año 1935, se publicó un artículo, ilustra­ quista el Pico de Annapurna, do con fotografías, en cuyo texto se de­ en el Himalaya. muestra que el 16 de agosto de 1934, Francisco Moreno, Parra y Villalba (del Después de fracasar en su intento de C. A. E.), Félix Candela y Fernando escalada del pico Dhaulagiri, la expedi­ Dampierre (de la R. S. E. A. Pr-:ÑALA• ción francesa, patrocinada por el Club RA) y Margarita de Miguel y Baldomero Alpino Francés y la Federación France­ Fernández Aguayo (del Canoe) efectua­ sa de la Montaña, ha conseguido vencer ron la verdadera "primera" de este pica­ el pico de Annapurna, primer pico, ex­ cho de 385 metros. La ascensión de es­ cediendo de los ocho mil metros que el tos últimos tuvo lugar por la pared Sur, hombre ha logrado escalar en la gran logrando alcanzar las dos cumbres, don­ cordillera "techo del Mundo". de levantaron montones de piedras que, Los dos alpinistas franceses, Herzog al parecer, no han encontrado los últi­ y Lachenal, son los que culminaron la mos ascensionistas. cima el día 3 de junio pasado. Existe una curiosa leyenda· acerca de La escalada fué realizada por la cara este monolito entre los naturales de la Norte, y al descenso sufrieron graves isla, y consiste en creer que el que as­ heladuras ambos alpinistas, que estuvie­ cienda a la cumbre cambiará de sexo, ron en peligro de perder la vida. cosa no cumplida en los componentes de Daremos más detalles de esta epope­ las dos ascensiones a que nos referimos ya, felicitando al C, A. F. y a la F. F. M. ·en esta noticia. PEÑALARApor el éxito conseguido.

69 ASOCIACION

Servicio de agua en nuestro nifestándole desde estas líneas la expre­ albergue de la Fuenfría. sión de nuestro agradecimiento.

Ante la alarmante disminución del cau­ La Tarjeta de la P. B. M. dal de agua que surtía a nuestro Alber­ gue de la Fuenfría, la Junta Directiva ha Conseguido por la F. E. M. el inter­ tomado los acuerdos necesarios para rea­ cambio de derechos de utilización de re­ lizar con la máxima urgencia una nueva fugios del Culb Alpin Fran~ais y del captación de aguas que surtiese del líqui• Club Alpino Italiano, se pone en conoci­ do elemento tan imprescindible a la cita­ miento de todos los asociados que para rla casa. disfrutar de estos bendicios es _preciso Se ha proyectado la construcción de estar en posesión de la tarjeta de federa­ un nuevo depósito de nueve metros cú­ do, la cual se obtiene solicitándola en la bicos de capacidad para embalsar el cau­ Sociedad y entregando una fotografía. dal de un manantial cuyo aprovecha­ Para tomar parte en cualquier acto ofi­ miento ha concedido a la Sociedad el cial 'deportivo es preciso disponer de di­ Excelentísimo Ayuntamiento de Cerce­ cha tarjeta. dilla, previa autorización del Distrito Forestal. La Marcha de las X Horas. De esa manera se resueve definitiva­ mente el problema de abastecimiento de Próximamente, y como todos los años, agua a nuestro albergue, que dispondrá tendrá lugar la "Marcha de las X Ho­ en lo sucesivo del agua necesaria para ras", que en el pasado año cumplió su atender abundantemente a todos los ser­ XXV aniversario .. vicios. Esperamos que en el presente obtenga Nuestro directivo Sr. Díaz Duque ha el mismo éxito de siempre, por su histo­ laborado intensamente en esta obra, ma- rial tan brillante.

PEÑALARA

70 BIBLIOGRAFIA Y REVISTAS

Bl mapa topográfico nacional. con numerosos edificios (oficinas, talleres, lava~ deros de minerales, etc.). Toponimia de Pciía Trcvillca. Hoja núme­ Todos los edificios subsisten, pero la pobla~ ro 229 del Instituto Geográfico.-La toponi­ ción ha quedado reducida a unas roo perso~ mia es aquí un problema; no coinciden unas nas. En estas minas se explotó el Wolfram. cartas con otras ni éstas con las denomina­ Con la pista de esta mina empalma otra, poco. ciones que emplean los naturales del país. Por antes del coto minero otra que va al valle deno­ otra parte, se presta a confm:iones la existen­ minado de. San Gil, en donde existe una ex~ cia de dos Peña Trevinca en: el macizo: la plotación maderera. Al final existen peque~ oriental, que con sus 2.095 metros se asoma ñas y modestas edificacion·eg, hoy abandonadas. al lago de La Baña, y la cimera, más al Po­ niente, de 2.124 metros de altitud. Si el nom­ En lugar de Soliera urande, debe indicarse bre de Trevinca es una alusión a la cumbre Solleira grande y pequeña, vaguadas muy ~ divisoria de las tres provincias, ninguna de queñas con arbolado, que se denominan en la ellas lo es, según esta hoja núm. 229, que región con el nombre de Morteiras. coloca este punto interprovincial en un pequeño puerto que separa el circo de la Vega de Donde dice El Sacedo debe decirse Salcedo, Tera, de uno de Jos numerosos "foyos" o va­ nombre que se da a este valle, desde este lu~ lles de Casayo. gar hasta la ermita de San Gil. No figura en esta hoja una pista, apta para Peña Escrita debe quizá hacer referencia a coches, que llega a la mina de Valborrás. algunos grabados prehistóricos, existentes en la cumbre de la Sierra de Campo Romo, o sea Si se terminase la carretera en proyecto de en la cumbre S. de Valborrás. Esta denomina~ Puebla de Sanabria a la estación férrea de ción es recogida por el profesor de la Acade­ Sobradelo, que habrá de pasar .por el porti­ mia de Toledo Sr. D. Verardo García Rey. llo de Puertas, denominación muy conocida en El nombre de Peña Escrita se hace extensivo la región y que n·o figura en el mapa, situado a la zona dé pastos situada al N. de Vald~ entre la Peña Trevinca E y la cota 2.002 me­ buey, hacia donde concurren ganados trashu­ tros, situada más al naciente, pondrían en co­ mantes. Coincidiendo con la Y de Valdebuey municación fácil estas zonas de cumbres y hay un chozo. los maravillos lagos y lagunas que hay entre Con respecto a la denominación de Xestil Sanabria y Valdeorras. o Sestil, tan frecuente en las alineaciones Cán'~ tabro-Galaicas, puede admitirse la explicación En estas zonas los pastores dan: distintos nom­ dada por Gonzalo Gurriarán, quien indica que .. bres a los mismos lugares, pues no les interesa deriva de los parajes donde abundan las plan~ sino precisar los pastos por ellos aprovecha­ tas de xestas (Genista florida L.). También dos y cada pueblo tiene denominaciones p2. · se emplea esta denominación para aquellos pun­ ticulares. tos destacados y bien ventilados donde durante el verano seste.a el ganado huyendo de las En el núcleo minero de Valborras (Val y no moscas. Vall, pues esto es catalán y no gallego) ha Teixedo, o mejor Teixadal, denominación que existido hasta hace poco más de tres meses se da al valle y arroyo que, confluyendo con: una población de unos 2.000 habitantes, la el de Castaña en Entrambos Ríos, forma el mayor parte de ellos mineros, dividida en dos San Gil. Esta denominación proviene de la barrios, uno. situadoPEÑALARA más ál N., denominado abundancia de tejos (teixos en gallego). Peña Robiceira, y otro situado un kilómetro El "Puente de Veiga da Cebas", debe decir más hacia el S., al final de la pista en donde Puente da Vei'ga de Cebas. está situada la mina de Valborrás. Ambos "Hoya Castaño", mejor aquí "Foyo Cataño",

71 ]>Ues se da el nombre de Foyos vales o valles La senda que en el mapa se suspende a la .de Casayo a todas las profundas barrancadas altura del Teixadal, continúa hasta la Vega ·correspondientes al término de Casayo y situa­ del Tera. ·das al N. de la cresta de Trevinca. La zona abrupta que rodea la pequeña lagu­ Lomo Rencín debe cambiarse por Lomo de na de la Serpiente, formada por terrenos gra­ Rocín. níticos, se denomina El Cabrón, denominación Portillo de Morena Cavada, débe decirse muy frencuente en estas sierras y en otras Portillo de Mortera Cavada. Este lugar corres­ muchas peninsulares. ·ponde, según un viejo pastor de La Baña, al PEÑA TR.EVINCA. Los vecinos del Ayunta­ lugar situado al W. de El Picón, por donde miento de La Vega, en la cuenca del }eres, corre un torrente que se despeña en alta cas­ denominan: así a la cumbre de 2.124 m. situada cada cola de caballo hacía el lago de La entre las fuentes del Jeres y Tera. Los del Baña. Ayuntamiento de Carballeda, Casayo, etc., de­ Portillo de Puertas. Nombre no indicado en nominan así a la cumbre de 2.095 m., que cree­ ·el mapa. Es el más conocido de estas sierras, y rnos divisoria de las tres provincias, y, final­ el plural de "Puertas" debe referirse a los dos mente, otros comprenden con este n·ombre a portillos que muy inmediatos existen en estas toda la alineación que va desde esta última a la . zonas, el seguido por el camino de Orense a primera y más alta Trevinca. Llaman algunos León después de salvada la cara E. de Peiia a la más oriental Peña de los tres Goberna­ !revinca oriental yen·do de N. a S., y el que clore5. :salva el camino de León a .Zamora. F. H .-PACIIECO.

PEÑALARA

72. o

REVISTA ILUSTRAOA OE ALPINISMO

NUMERO 306 Octnbre-.Novlembre-Dlciembre, 1050

PEÑALARA ATTENHOFER KANDAHAR RENO ALLAIS

TRIUNFAN EN TOJ)AS LAS NI P. VES· DEL MUNDO WILSON LEACOCK

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CASA CENTRAL: ARENAL, 24- TELEFS. 22 24 85- 3112 28- 22 57 77 ~ . . Esta Casa no tiene sucursales en Madrid. • 1 • Albergue de _la R. S. E. A. PEÑALARA SUCURSALES EN EL ( CLUB ALPINO ESPAÑOL PUERTO DE NAVA· J S. DEPORTIVA EXCURSIONISTA ~ CER~ADA ...... ( • HOTEL ARIAS 1 • 1 ~ PEÑALARAServicio dé guarda esquís. ~ Servicio de conservación de eoquis duraute el verano •

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J Año XXXIII Octubre-Noviembre-Diciembre de 1950 Núm. 306 PlPi't~LAitA ~~VVTA 1~/lllADA DE A.LPINVMO <>RGANO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ALPINISMO PEÑALARA ~ AVENIDA DE JOSÉ N' 'I'ELÉF, 22-87-43 ANTONIO, 27, 3,0 ~ M A D R 1 D DIRECTOR: REDACTOR-JEFE: J. Delgado Ubeda F. Hernández-Pacheco

DOCUMENTOS

UNA ASCENSION A LA AIGUILLE VERTE ~ POR LA ARISTA DELJARDIN

!ENTRAS marchábamos por el glaciar Dru y el Grépon. Aquella-3 cuatro mon­ M de Talefre, subiendo lentamente a tañas las habíamos de hacer en travesía lo largo de la arista del Moine, podíamos con otras y además aun habíamos de te­ c()nt.emplar nuestro objetivo, la Aiguille ner tiempo para otras muchas ascensio­ Verte. Desde allí la veíamos desfigurada nes, pero entonces aun no eran más que por la perspectiva, estábamos demasiado proyectos y nuestra mirada se clavaba en cerca de su base, dominados por su enor­ su cumbre, deseando estar ya en ella. La me masa que se alzaba más de mil me­ Aiguille Verte es una gran montaña y tros por encima de nuestras cabezas. para no ofrece ninguna vía de al..._ensión fácil. poderla apreciar en . sus justas propor­ Habíamos pensado primitivamente subir­ ciones. la por el couloir ·Whymper, .pero el día Había oído hablar mucho de la Aiguille anterio .- habíamos cambiado de opinión Verte y había leído muchas cosas sobre y decidido hacerla en travesía con la ella antes de haberla visto. Cuando llega­ Aiguille du Jardín y la Grande Rocheuse, mos a Chamonix nos aconsejaron que de­ tres cumbres de más de cuatro mil me­ ·dicásemos · nuestra atención preferente­ tros de altitud. mente a cuatro cumbresPEÑALARA como las más in­ Cuando salimos del refugio, a Ja una teresantes : el Mont Blanc la Verte, el de la madrugada, el tiempo no nos pare-

73 cía demasiado seguro ; algunas nubes se ta por un puente de nieve y comenzó a pegaban a la cima del Mont Blanc por la tallar muescas en el hielo de la pared en vertiente italiana, sobre el precipicio de un lugar donde formaba un diedro en­ la Brenva, y a gran altura se formaba trante. Pero el hielo allí no era sólido, un velo muy tenue; pero lo que era peor sino que estaba formado por nieve hela­ síntoma, la noche no era fría y la nieve da mal soldada por los frágiles carámba­ no había llegado a helar en el glaciar, lo nos que colgaban, resultando un conjun­ que nos causaba mayor fatiga, por mar­ to hueco que tendía a derrumbarse. :\1uy car profunda huella. Teníamos la sensa­ lentamente iba ganando altura mientras ción de que no sería un día tan perfecto Antonio atravesaba el puente de nieve como el que habíamos disfrutado dos para que le llegase la cuerda. Al fin con­ días antes sobre las Agujas Mummery y siguió llegar hasta el borde, y clavando el Ravanel. piolet por encima de su cabeza consiguió Caminábamos con lentitud, evitando las salir arrastrándose a la pendiente superior grietas, que veíamos perfectamente a la y cruzar hacia la izquierda, hasta un lu­ luz de la luna llena .. El espectáculo era gar desde donde podía asegurarnos. Re­ maravilloso y nos producía la sensación petimos la maniobra sin que nos sir\"Íesc de encontrarnos. en un mundo extraño, de nada la cuerda, pues venía oblicua­ entre las masas de hielo de formas fan- mente de la izquierda, y arriba nos re­ tásticas y dominado por la imponente unimos. Poco a poco iba aumentando la masa del Mont Blanc con sus reflejos luz difusa. plateados. Desde allí alcanzamos el espolón roco­ Ya cerca del pie del couloir Whymper so que baja de los Clochetons, formado cruzamos otra cordada que había salido por rocas muy sueltas y con bastante hie­ media hora antes que nosotros con la in­ lo. Era imposible no tirar piedras, y yo tención de hacer la Verte por dicho cou­ me convertí en poseedor de un magnífi• loir. Pasamos de largo y rodeamos la co chichón por una de ellas. Francamen­ base de las paredes rocosas de la Gran­ te, a veces no compensa ir el último. de Rocheuse y la Aiguille du Jardín, Mientras tanto, la cumbre del Mont atravesando los restos de una enorme Blanc se tiñó de rosa, y al cabo de algún avalancha de nieve. Frente a nosotros po­ tiempo, repentinamente, brilló en ella un díamos contemplar a la luz de la luna la fulgor dorado, al ser alcanzada por el pri­ rimaya que habíamos de cruzar, y su as­ mer rayo de sol. pecto no era muy tranquilizador, una pa­ A tres cuartos de su altura dejamos el red de hielo fuera de plomada dominan­ espolón, cruzando el couloir de hielo que do desde gran altura la grieta cuyo fon­ baja del collado, y entrando en otro de do se perdía en la oscuridad, verdadero roca que se dirige directamente a la foso de la fortaleza que tratábamos de Aiguille du J ardin, por el que ganamos asaltar. Unicamente a su derecha, bajo el altura con gran rapidez. A medida que espolón de roca que desciende de los Oo­ subíamos aumentaba su inclinación y di­ chetons de l'Aiguille Verte, encontramos ficultad, y al final se estrechaba, forman­ un sitio donde laPEÑALARA altura era menor y es­ do una chimenea de cuarto grado, que taba algo rota. Mientras le asegurábamos nos exigió gran precaución por estar for­ desde el otro lado, Mariano cruzó la grie- mada por grandes bloques sueltos que po-

74 dían desprenderse al menor esfuerzo. l.'n a mil trescientos metros bajo nuestros poco más arriba llegamos al pie del gran pzes. gendarme en que termina una arista se­ Siguiendo casi siempre la arista alcan­ cundaria. zamos una cumbre secundaria, y por una ::Vlirando hacia abajo pudimos ver so­ fina arista de nieve, formando una depre­ bre el glaciar, debajo del coztloir Whym­ sión y una pendiente de rocas y nieve en­ per, cuatro puntitos, que comprobamos tremezcladas. la cumbre principal. que eran personas, porque empezaban a Era nuestro primer pico de cuatro mil moverse lentamente. Nos extrañó ver metros, pero no podíamos festejarlo con que descendían y supusimos, acertada­ un descanso en la cima, la travesía es mente, que eran los que cruzamos en el muy larga y aun nos quedaba lo más di­ glaciar, que habían abandonado la esca­ fícil. Veíamos la cúspide de la Grande lada. ·Volvieron a pararse, como si nos Rocheuse aun muy lejos y nos separaba estuvieran mirando; desde abajo se nos de ella la fina cinta de plata de la arista debía ver bien, recortados sobre el cielo. de nieve del Col , la par­ El tiempo no nos gustaba, una gran te más delicada de toda la travesía, sobre nube redonda se había sentado sobre la la cual Pointe Eveline se alzaba como cúpula del Mont Blanc y otras, más ba­ un centinela que guardase su acceso. jas que nosotros, iban avanzando sobre La Aiguille Verte aun no se veía, ocul­ los glaciares, mientras que al Sur, al otro ta por la Grande Rocheuse, y este juego lado de la cresta fronteriza, una barrera del escondite de las montañas, el no ver ininterrumpida de cúmulos se extendía hasta dominar un trozo arduo lo que vie­ sobre los valles italianos. Muy cerca de ne detrás, añade aún más atractivo a las nosotros, en la cumbre de la Aiguille du escaladas: el atractivo de la sorpresa, de Jardín, jugueteaba un penacho ele niebla. la nueva dificultad que se presenta cuan­ Desde la brecha atacamos la pared, a la do parece que están todas vencidas. derecha, por rocas más sólidas y aéreas Por una cresta de roca dentellada al­ con otro paso de cuarto grado, y conti­ canzamos, al pie Norte de la Pointe Eve­ nuamos por una larga serie de fisuras line, la arista de nieve, al principio des­ hasta. la arista principal. cendente y luego ascendente. Comproba­ mos que por el lado de Argentiere la nie­ El momento de alcanzarla nos produ­ ve, reblandecida por el sol, deslizaba so­ jo el efecto de correr un telón. Apareció bre el hielo que había debajo, y además, de repente ante nosotros la decoración hacia dicho lado, formaba cornisas muy del grandioso circo de Argentiere. N ues­ inseguras. Al principio seguimos el filo tra posición no podía ser más aérea. La de la arista, pero luego, debido a las cor­ arista era tan afilada en el sitio donde la nisas, un. poco por debajo de ella, por el alcanzamos, que nos hacía daño al sen­ lado de Talefre, donde la pendiente, de tarnos a caballo sobre ella, teníamos que una inclinación muy fuerte, era de un ponernos de pie en su filo para COJ:?seguir hielo duro, donde apenas mordían los subir un resalto; debajo de nosotros caía crampones. Avanzando uno a uno, mien­ la pared verticalmentePEÑALARA en dirección a: las tras aseguraban los otros dos con los pio­ nubes, que se deslizaban pausadamente lets fuertemente clavados para precaver sobre el glaciar de Argentiere, casi llano, un resbalón, llegamos al otro lado al pie

75 de un gendarme. Lo rodeamos, y luego Mont Blanc, que se alza al fondo rodea­ atravesando otra arista de nieve, alcan­ do de todos sus satélites, rematando la zamos la base de las pendientes finales gigantesca depresión de la de la Grande Rocheuse. Estas, de nieve y todos los glaciares que afluyen a ella. blanda, resultaban muy fatigosas por te­ Por todas partes la rodean cimas de nKa ner gran inclinación y hundirnos profun­ y de hielo. Pero cuando da mayor sensa­ damente en muchos sitios hasta el muslo. ción de altura es cuando se mira hacia el A nuestra izquierda se produjo un des­ valle de Chamonix, sobre el cual se ade­ prendimiento de piedras, liberadas por el lanta como una proa, y que se extendía sol del hielo que las retenía, y durante a más de tres mil metros por debajo de mucho tiempo las oímos retumbar mien­ nosotros, con la blanca línea del Ar\'e, tras se alejaban por el precipicio. Pasé yo sus bosques, sus hoteles, que veíamos delante, y algo más arriba alcancé una como puntos minúsculos, y al otro lado arista de roca completamente podrida, el Brevent, que desde allí parece una sim­ que me exigía gran precaución para no ple colina, y desde el cual días antes eon­ tirarles piedras a mis compañeros al to­ templábamos la Verte con la misma ilu­ carlas o por el roce de la cuerda. Desde sión con que un niño puede contemplar su parte superior alcanzamos la arista de un juguete que desea, entonces sólo un nieve final y, por fin, la -cumbre. proyecto y en estos momentos bajo nues­ Al fin se presentaba a nuestra vista la tros pies. cima de hielo de la Aiguille Verte, muy Hubiéramos querido quedarnos allí du­ cerca, a pocos cientos de metros. A am­ rante largas horas sumidos en la contem­ bos lados de ella huían hacia los glacia­ plación, pero la montaña es exigente y no res pendientes vertiginosas. No creo que permite gozar de estos momentos todo haya en los Alpes muchas cimas que el tiempo que se quiera, no teníamos más ofrezcan a la vista unas líneas tan puras remedio que descender. como la Verte desde la Grande Ro­ Por nuestro camino de subida volvi­ cheuse. Una esbelta arista de nieve la mos hasta el Col. Desde allí parte el fa­ une al Col de la Grande Ro-cheuse, don­ moso couloir .Whymper, por donde éste de acaba el culoir Whymper. Alcanza­ efectuó la primera ascensión a la n;onta­ mos el collado por rocas bastantes verti­ ña. Al ver desde arriba aquella pendiente cales, por donde conseguimos bajar evi­ vertiginosa que desciende hacia el glaciar tando los rappeles para ganar tiempo, re­ de Talefre podíamos darnos l:Uenta de buscando a derecha e izquierda para en­ que aun quedaban bastantes dificultades contrar un camino. que vencer. Comenzamos a descender, Una vez abajo, por la larga arista de cara al vacío, la primera parte, la más nieve, cuyo filo, un poco por debajo del inclinada, y donde por estar la nieve muy cual marchamos, semeja la barandilla de helada y aparecer a trozos el hielo duro, un balcón sobre el circo de Argentiere; nos vimos obligados a marchar uno a al cabo de un rato, llegamos a la cima. uno, a pesar de la lentitud que ocasiona­ Era nuestro primer descanso después ba. Más abajo, la nieve se ablandaba y de largas horas PEÑALARAde escalada. La Verte, disminuía ligeramente la pendiente, con lo por su situaCión aislada, es un mirador cual podíamos, al fin, descender los tres excepcional en medio de la cadena del a un tiempo con mayor rapidez a lo lar-

.76 go del canalón de avalancha, por el cual, cómo lo había subido, r de donde le cos­ de vez en cuando, se deslizaba con es­ tó mucho trabajo poder bajar, y yo he­ truendo un alud de nieve y piedras. cho una bola debajo del saliente. Enton­ Hacia la mitad alcanzamos una arista ces nos dimos cuenta de que la temida de roca y nieve que lo separa de un cu­ avalancha no era más que un avión que loir secundario. En ella estábamos segu­ había pasado casi rozando la cresta so­ ros contra la caída de piedras, bastante bre nuestras cabezas, y que ésta había irecuente a aquella hora. En el momento hecho de pantalla para el ruido hasta el de alcanzarla pudimos contemplar un momento de pasarla. Respiramos satis­ gran desprendimiento debajo· mismo de fechos, mientras "la avalancha" se ale­ la cumbre y ver los enormes bloques, de jaba describiendo una curva hacia el va­ muchas toneladas de peso, desaparecer a lle, y después de ayudar a Antonio a lo lejos, produciendo un sordo cañoneo. bajar de su nido pudimos continuar el En una ocasión, la nieve blanda, que descenso. tenía hielo debajo, se deslizó repentina­ Con un salto de unos cuatro o cinco mente bajo los pies de ?vlariano, que mar­ metros sobre un puente de nieve, termi­ chaLa delante, arrastrándolo, tuve tiem­ namos el paso de la rimaya, y sobre la po de pasar la cuerda alrededor de un pendiente suave del glaciar nos vol\"i­ bloque, pero fué precaución innecesaria, mos para contemplar lo hecho. Pero sólo pues Antonio aguantó perfectamente el pudimos \"er la mitad. La niebla había tirón y Mariano no sufrió más conse­ encapuchado la Verte y había comenzado cuencias que refrescarse la parte poste­ a bajar a lo largo del couloir Whymper. rior en la nieve húmeda. Si llegamos a retrasarnos hubiéramos te­ Aun habíamos de llevarnos otro susto: nido que bajar a ciegas. No podíamos en el momento en que dejábamos la aris­ quejarnos; en algunos momentos el tiem­ ta v cruzábamos el couloir secundario. po había estado amenazador, pero se ha­ Este presentaba señales de caída de pie­ bía mantenido hasta el final. dras, por lo. cual había que cruzarlo lo Mientras recogíamos anillos y dejába­ más aprisa posible. De un ancho de mos un intervalo menor de cuerda entre tmos \"eintiocho o treinta metros, presen­ nosotros, pensábamos en todas las emo­ taba en su centro una roca saliente, bajo ciones del día, en la marcha nocturna, la cual podía uno acurrucarse. Primero cuando la silueta imprecisa de aquellas cruzó }[ariano hasta ella, luego atrave­ paredes hacía que nos parecieran más in­ só la segunda mitad, mientras Antonio cógnitas las dificultades que nos espera­ llegaba hasta la piedra, y yo les asegu­ ban ; en las largas horas de escalada, en el raba a los dos, y. a continuación comen­ zamos Antonio y yo a hacer la misma descenso interminable ... maniobra, cuando, repentinamente, oí• :\os quitamos los crampones y a gran­ mos un estrépito sobre nuestras cabezas. des zancadas y a veces patinando de pie Sin la menor palabra creímos los dos atravesamos rápidamente el glaciar di­ que se trataba de una avalancha de pie­ rigiéndonos hacia el refugio de Con­ dras, y en cuatroPEÑALARA saltos nos encontra­ verde. mos, Antonio encaramado en la pared Al día siguiente paseábamos por las del otro lado, en un sitio que no supo calles de Chamonix. Era un día nubla-

77 do y llovía a ratos. En algunos momen­ remoto, o el mundo fantástico de los tos se abrían las nubes y podíamos ver glaciares iluminados por la luna. Desde la Verte, más blanca que de costumbre, allí, la mayor parte de la gente la veía por la nieve recién caída. ¡ Qué dos mun­ con indiferencia, nosotros, con un re­ dos tan distintos! Abajo, Chamonix, cuerdo lleno de aventura, y cuando ele siempre bullicioso; arriba, la alta mon­ nuevo se ocultaba volvíamos la mirada taña, solitaria y llena de contrastes, unas hacia otras cumbres que aparecían en ,·eces dura lucha que prueba al máximo su juego con las nubes y trazábamos con las facultades humanas, y otras, momen­ la imaginación los itinerarios que había• tos de una paz inigualable que nos inva­ mos de realizar en los días sucesivos. de al contemplar la grandiosidad de las montañas y los valles que se extienden H.AMÓx SoMOZA. a nuestros pies como algo muy lejano y Del G. A. M.

PEÑALARA

78 ESCALADA MONTSERRATINA: LA PORRA

A Porra es la tercera de las monu­ Santuario de la Moreneta conducen a L mentales 1-l.autas del grandioso órga• los rellanos superiores de la montaña. no de piedra conglomerada situado en la Como estábamos citados con Andreu, región de Les Trinitats, en 1vlontserrat, y Guillot y su novia en las ruinas de la que todo el mundo conoce por el nom­ Ermita de Les Trinitats para las nueve bre de Els Flautats. La travesía de la y tantas de la noche, nos entretuvimos cresta de Els Flautats es cosa no muy haciendo L' Agulla Retornats, sencilla es­ complicada, pero los escaladores mont­ calaclita, que gustó mucho a la chica. serratinos, al hacerla, siempre dejamos Luego seguimos hasta Les Trinitats y de lado a La Porra, que es una aguja nos dedicamos a contemplar la belleza -con personalidad propia y cuya ascen­ de todos Els Flautats, tocados por las sión requiere una muy completa jorna­ últimas luces ele la tarde. Después cayó da de escalada. la noche, encendimos el fuego del vivac Es toda ella de una pieza, esbeltísima, y seguidamente llegaron nuestros ami­ de algo menos de cuarenta metros de al­ gos. Y en la pequeña y verde pradera de tura y soldada por su base al zócalo ge­ Les Trinitats dormimos aquella noche. neral de Els Flautats, que tendrá muy bajo el cielo de septiembre, donde se re­ bien sus sesenta metro's, por lo cual es cortaba limpiamente la arrogante silue­ toda ella muy aérea. Tiene la forma de un ta del monolito que habíamos escogido tronco de cono invertido, siendo así sus como adversario. paredes algo extraplomadas y le dan una Al día siguiente, domingo, nos levan­ apariencia de inaccesible que se mantu­ tamos temprano y bajamos con rapidez vo durante muchos años. Pero, finalmen­ a oír misa de seis y media al monaste­ te, el espíritu y la visión de un escala­ rio, del que nos ·separaban tres cuartos dor descubrieron una posible vía de as­ de hora de escalones y sendero muy tri­ censo y la pericia y la técnica moderna llado, pero de durísimo desnivel. Y a la condujeron a la primera cardada a su vuelta preparamos el materia:! y nos fui­ cumbre. Así cayó La Porra, una de las mos derechamente al pie del zócalo de últimas agujas de Montserrat que res­ Els Flautats, junto a la canal que baja taban vírgenes todavía. donde se inicia nuestra aguja. Esta ca­ ...- Un par de años después de haberse nal, que ya he dicho tendrá unos seten­ efectuado su primera ascensión, cuando ta metros, es de escalada nada difícil, me preparaba para trasladarme por una pero muy sucia, ya que está llena de ve­ temporada fuera de Barcelona, quise des­ getación, a la par que es completamente pedirme de la escalada montserratina vertical, lo cual exige una técnica de con una de sus mejores agujas y escogí escalada verdaderamente "tarzanesca". para ello La Porra, que yo no ha:bía he­ Para ahorrar fuerzas subí el último de cho todavía. la cardada, cosa muy divertida, ya ·que Y un · sábadoPEÑALARA por la tarde subí con toda la broza y tierra que involuntaria­ María Teresa, sin prisa, por el sendero mente mandaban los de arriba iba a pa­ y las interminables escaleras que del rar a mi cabeza, entrándome directa-

79 mente por el cuello de mi chaqueta, po­ laboriosa y algo más lenta de como se niéndome de un humor estupendo. cuenta, pues mi cabeza se proyectaba en Situados todos en el "collet" (1) Este el vacío muchísimo m~s hacia afuera que del monolito, nos arreglamos bien, ya mis pies, los cuales daban en la pared, que allí principiaba la verdadera escala­ sólo que de puntillas. da. Primeramente debíamos flanquear En el ángulo de estas dos grietas hallé la base de La Porra para situarnos en una buena presa de pie para deseansar,. el "collet" Oeste, desde donde debería y allí estuve un ratito, sin dejar de ob­ proseguirse el as\:enso por las ligeras ra­ servar y estudiar lo que me esperaba. mas de un arbolito. Me encordé a cuer­ No era muy halagüeño, que digamos. da doble, y agarrándome a la roca salvé Con todo, tenía la tranquilidad de que· el flanqueo, que es algo fino pero muy si se ponía a llover, yo no me mojaría corto, pues pronto. se alcanza una corni­ lo más mínimo, pues la proyección de· sa de hierba que conduce al otro "collet". los muchos metros de roca extraploma­ Allí hice venir a mis compañeros, y lue­ da que tenía por cima de mi cabeza me· go, encaramándome al árbol ya citado, protegerían por completo. l;n l'onsuelo reanudé la ascensión. muy relativo, teniendo en cuenta que ha­ Ahí empieza el terreno desplomado. cía un sol espléndido ... Hay en la pared una grieta horizo.ntal a Gané unos metros hacia arriba, cla­ cosa de cinco metros por encima del ni­ vando un par de clavijas más. Como ob­ vel del "collet", a la que sólo se puede servara que en ei duro ángulo recto que· llegar, para clavar, poniéndose uno de formaban las dos grietas las cuerdas se pie en la rama más alta de este arboli­ resistían a seguir bien, cosa que más tar­ to, rama que se cimbrea lo indecible y de iba a ser un inconveniente grave, vol­ amenaza con romperse de un momento ví par~ atrás y saqué todo el hierro de a otro. Aparte del batacazo que se dará la fisura horizontal, a fin de evitar roza­ el escalador el día que esto suceda, me mientos. Y para facilitar todavía más el pregunto yo cómo demonios podrá en­ deslizamiento de las cuerdas llamé a An­ tonces alcanzarse en lo sucesivo la di­ dreu para que viniera a situarse en el' chosa grieta horizontal. propio ángulo -asegurado individual­ Afortunadamente, a mí no se me rom­ mente en una "escarpa" y de pie sobre pió la rama y pronto me vi sujeto a la la piedra saliente- y cuidara de que no pared por una buena "escarpa" (2), que se produjeran atascos que podrían ser dió pie para que fuera colocando otras fatales. y algún pitón hacia la derecha, y ganar Volví a subir. Ko dejaba de clavar, así cosa de ocho metros por medio de pero unas buenas presas· de pie facilita­ doble cuerda horizontal. Así alcancé el ban enormemente mi trabajo, permitién­ final de esta grieta, punto donde nace dome ahorrar material y haciéndome ga­ otra grieta vertical, que huye pared arri­ nar un tiempo precioso, ya que la as­ ba como una obsesión para el escalador. censión es de las largas. Y así estuve La operación de llegar hasta aquí fué por espacio de muchísimo rato, clavan­ PEÑALARAdo, pasando la cuerda por el mosque­ (1) Portilla o pequeño collado. tón, mirando para arriba, acariciando la (2) Clavija especial para e~a clase de roca. roca y ganando altt,tra poco a poco. pro-·

80 LÁ~IfNA Xlll

Arista de nieve del Col Annand Charlet. PEÑALARA(Pot. Somozn.) U~11NA XI\

PEÑALARAEl Mont Blanc desde la . (Fot. S omo:;a.) curando hacer el muumo de esfuerzo trecho la verticalidad va venciendo, pero posible, pues sabía por referencias que lo los primeros seis o siete metros son fie­ más difícil no era aquello. Lo único que ros. El escalador está acostumbrado evitaba era el mirar para abajo, pues los desde mucho rato a trabajar con una metros que llevaba ganados, más los se­ firme seguridad con tanto hierro como tenta del zócalo sobre la pequeña terra­ ha metido en la roca, pero aquí, al aban­ za que viene de Les Trinitats, y luego donar esto y verse obligado a defender­ los cuatrocientos metros de terreno cor­ se y mantenerse él solito en la roca lim­ tado que separan ésta del fondo del va­ pia, percibe una sensación un tanto rara. lle, _no son una memez. Con todo, algu­ pero muy frecuente en escalada. !'ero nas veces se escapaba 111i vista y veía, como no quedaba otro remedio que sa­ en primer término, los rostros atentos lir adelante, hice una especie de inven­ de mis amigos; más abajo, muy fino, el tario de las fuerzas que había al10rradn senderillo por el que habíamos venido durante la doble cuerda, me percaté a por la mañana, más abajo el asfalto gris grito limpio de que tenía suficiente cuer­ de la retorcida carretera del monasterio da, comprobé que todos los mosqueto­ y, allá en el fondo de todo, el rojo cur­ nes estuvieran bien mlocados para faci­ so del Llobregat, cuyas aguas sucias pa­ litar el paso de la cuerda libre, tanteé la recían estar estancadas en el sinuoso seguridad de las punteras de cáñamo de cauce. Y muchas casitas blancas y pue­ mi calzado de escalada y me entregué a blecitos por todo lo hondo. y la línea del la roca. tren de Magoria, muy chiquitito, pero Eran unas presas pequeñas y desper­ cuyos silbidos llegaban claramente has­ digadas por la pared lo que me mante­ ta allá arriba. Este es, más o menos cam­ nía en la roca. Antes de hacer cada mo­ biado, el panorama de todas las escala­ vimiento tenía que calcular el resultado das de Montserrat: siempre. consiste en que podría sacar de él y prever si po­ tener por las narices una roca que pa­ dría encadenarlo con el próximo. Mira­ rece fabricada en el mortero de un al­ ba a lo alto, calculaba lo que faltaba bañil; más abajo,· unos laberintos de ver­ para que el terreno se agachara, crispa­ dura, y en el fondo el paisaje de jugue­ ba los dedos en una almendrita de .pie­ te que ya he descrito, que no es de ju­ dra, alcanzaba otra con la otra mano. guete porque el desnivel que te separa tanteaba con un pie y, sin esfuerzo de él es una cosa rriuy gorda. muscular alguno, ganaba unos palmos Y así fui ganando altura, trabajando de altura para repetir luego la opera­ siempre a doble cuerda en aquel terreno ción, sin dejar de tantear nunca, ya que desplomado hasta llegar a la parte su­ yo creo que la seguridad en el paso es perior· de la grieta -veintitantos metros lo que más ayuda al escalador a perma­ más arriba del sitio que ocupaba An- · necer entero durante un· espacio de años. dreu-, donde ésta desaparece y la pa­ De este modo, con algunos pasos en zig­ red se pone ya vertical. Ahora restan zag, llegué adonde la pared dejaba de unos quince metros de escalada libre, ser vertical para agacharse gradualmen­ factible gracias PEÑALARAa unos contados pero te de manera altamente satisfactoria. oportunísimos apoyos microscópicos. Con todo, allí andaba con más cuidado En la parte superior de este último todavía, no dejándome vencer por la oh-

81 sesión de la cumbre, ya tan proxtma : y con un alambre triple pasado por el Limpiaba con esmero las presas de la es­ ojo, y descendió rápidamente Guillot, pecie de arenilla que el tiempo había co­ quien volando por el espacio libre, llegó locado en ellas a fin de evitar un resba­ con cuerda justa al "collet" del árbol. lón cuyas consecuencias no hubieran sido Luego bajaron las chicas y Andreu, y muy agradables. Comprobaba bien que últimamente yo, tomando toda clase de cada presa, más la de pie que la de mano, precauciones para que no se atascaran fuera segura, pues ya sabía yo por ex­ las cuerdas al retirarlas, pues sería una periencia que la roca de conglomerado mala broma que se nos resistieran al in­ cuando pierde verticalidad pierde firme­ tentar recuperarlas. Afortunadamente, el za. Y de este modo vime, al fin, en la rappel cedió dqcilmente a la primera sa­ cumbre de La Porra, núcleo de tierra y cudida, cosa de la cual nos alegramos piedras sueltas que forman un todo de muchísimo. Después colocamos el se­ pocos metros de diámetro. Eran las cua­ gundo en una de las ramas del árbol del tro y pico de la tarde. "collet", yendo a aterrizar en otro ár­ Después de descansar unos instantes; bol, a media eanal, el eual, a su vez tam­ cosa que me convenía, pues hacía mu­ bién sirvió para fijar el tercer rappel, chísimo rato que no había dado de pies que nos dejó ya en el suelo, junto a las en un suelo con algo de seriedad, hice mochilas y a las botas y a las cantim­ subir a Guillot, que llegó trabajosamen­ ploras de agua, cuando ya era casi no­ te, pues aunque tenga uno una cuerda che cerrada. Según nuestros relojes ha­ por delante la ascensión no deja de ser cía exactameilte cuatro minutos que ha­ interesante. Después subieron las dos bía salido el último funicular aéreo de chicas, que no se portaron mal tampoco, la estación del monasterio. y <.1Ue estaban de una euforia magnífica Sin prisa, pues ya contamos con no porque habían hecho la primera feme­ poder llegar aquella noc}le a Barcelona, nina a La Porra, y por partida doble. Y, bajamos algo silenciosifs por el camino / últimamente, llegó Andreu, con toda la y los escalones qué· conducen al monas- ropa por fuera, el pantalón roto y con terio, en donde nos preocupamos de lla­ un peso enorme de hierro a cuestas. Y mar por teléfono a nuestras casas. Ce­ con una cara que decía bien claramente namos luego de lo que nos quedaba de que no lo había pasado muy bien extra­ comida, y después nos fuimos a buscar yendo tanto material, rebelde en más de sitio para hacer el segundo vivac. Y una ocasión. este sitio lo encontramos en los muelles Había que abreviar, pues con el as­ asientos de la cabina de dase de lujo del ·censo de tanta gente había pasado el funicular de San Juan, e.n donde ya sa­ tiempo con más celeridad de lo previsto bía yo, por anteriores experiencias pa­ y el curso declinante del sol nos decía recidas, que no se duerme del todo mal. ·que no había que entretenerse. Fijé el primer rappel, de dos cuerdas de cua­ AGUSTÍN FAus CosTA. renta metros, enPEÑALARA un pitón ya eterno allí ;\ladrid, 8-II-so. EL PAISAJE GLACIAR

E XTRE los diversos elementos que han fragmentación en bloques prismáticos a ido formando el relieve de nuestra::, través de rotura~ ya preexistentes, lla­ montañas están los glaciares, ríos de hielo madas diaclasas, sobre la descomposición que ~on una velocidad mucho menor que y desagregación de las rocas que no tie­ los de agua descienden de las zonas más nen tiempo de redondear sus aristas, como elevadas, avanzando por los valles .hasta ocurre en las zonas. bajas. una altitud en la que se funden y trans­ La nieve, por su parte, también da lu­ forman en agua, dando origen a impe­ gar a una topografía de detalle típica de tuosos torrente. Si bien en nuestra Pen­ la alta montaña. En la loma de Peñala­ ínsula los glaciares actuales quedan limi­ ra, que da frente al Puerto de los Cotos, tados a a!gunos macizos de los Pirineos en una espacio que está:- ya a los 2.000 (Montes Malditos, Vignemale, Gavarnie, metros de altitud, aparece el terreno cons­ etcétera), han tenido un desarrollo rela­ tituído por una tierra dura, cubierta de tivamente grande en épocas geológicas unas hierbas muy cortas, como forman­ recientes. A su acción se debe en gran do rebordes semicirculares. Esto es efec­ parte el que la zona alta de nuestras to del reblandecimiento que hace la nie­ cordilleras que se eleva por encima de ve y del peso de la misma sobre la tie­ los 2.000 m. de altitud, y en algunos pun­ rra, que se desprende en pequeñas por­ tos aun por debajo de este límite, pre­ ciones, quedando consolidada luego con senten una topografía abrupta, grandio­ ese aspecto. Las acumulaciones de pie­ sa, de alta montana que parece aislarse, dras, que a trechos se encuentran tam­ como en cierto modo así es, del paisaje bién en la alta montaña, son en parte inferior, creado y dominado por la ac­ debidas a la acción de la nieve que des­ ción del agua corriente y de la atmós• ciende por las vertientes en aludes, arras­ fera. trando los cantos sueltos ; Ó bien éstos Los mismos aspectos de detalle del te­ se deslizan por la superficie de la nieve, rreno en la alta montaña son caracterís• quedando detenidos al pie de las laderas. ticos de un clima mucho más riguroso : En la nieve que cae sobre nuestras las rocas no tienen las formas redondea­ montañas puede considerarse que existe das que se encuentran en las zonas ba­ un ciclo anual "níveo" o "nival" desde jas, sino que, por el contrario, predo­ que se deposita hasta que se funde y minan los bloques con aristas agudas y, transforma en agua al cabo de un tiem­ según la constitución de la roca, se ori­ po más o menos largo, y según la orien­ ginan los más variados tipos. Como ejem­ tación del terreno la nieve desaparece y plo puede citarse La Pedriza del Man­ entonces puede observarse la pequeña to­ zanares: la zona anterior, incluso hasta pografía resultante de su acción ya ci­ el Yelmo, presenta ·la forma dominante tada. Pero no en todas las montañas de de bola, de cantos redondos; mientras nuestra Península desaparece la nieve por que en la zona PEÑALARAposterior las formas son completo. En el mismo Guadarrama, en macizas y esquinadas. Esto es efecto en grietas hondas adonde no llega el sol, la alta montaña del 'predominio de la puede mantenerse de un año para otro ;

83 en Gredas, en Sierra ?\evada, en los Pi­ de caudal imponente en la llamada puer­ l.:'OS de Europa, duran grandes manchas, ta o boca del glaciar. Este torrente tiene que como sucede en Sierra N evada pre­ un poder erosivo grande y sierra el te­ suponen un pequeño glaciar al pie del V e­ rreno, creando hondas y estrechas gar­ Jeta a los 2.850 m. de altitud. En estas gantas. El agua que sale del glaciar, en montañas no se puede hablar de nieves general, es turbia y tarda mucho en acla­ perpetuas actualmente, pero, en cambio, rarse. en los Pirineos, aunque muy elevadas y En conjunto, la marcha de un río de no en gran extensión, existen verdade­ hielo. tiene leyes semejantes a los de ros mantos o zonas de nieve que perma­ agua, pero su velocidad es mucho menor necen allí desde el período cuaternario, y ofrece extremos muy distanciados des­ en el que el hombre hizo aparición sohre de algunos metros por año, como suce­ la Tierra. de en los Pirineos, en los Alpes y otras La nieve que allí cae no desaparece cordilleras, hasta 20 y más al día, como cada año, sino que va acumulándose y se ve en los glaciares que salen del in­ forma capas superpuestas, que llegarían menso casquete de hielo que cubre a a sepultar la montaña bajo un espesor c;roenlandia. tan grande si en sus capas más profun­ De vez en cuando, a lo largo del gla­ das no sufriera una modificación física ciar aparecen zonas en que queda des­ por la que se transforma en hielo. Este, hecho, formando un extenso caos de blo­ que tiene ·una estructura gran u da cons­ ques de hielo

8t trado~ por el glaciar se llaman morrenas caída, que dan lugar a tipos distintos. del francés mora~ne). Las morrenas la­ El más conocido y característico es el terales se pueden juntar en el borde de glaciar de valle alpino ; el de Aletsch, la lengua glaciar, formando como una que sale del macizo de la J ungfrau y barrera o muro curvo, llamándose en­ desciende hasta cerca del valle del Ró• tonces morrena frontal, detrás de la dano, tie~e una longitud de 24 km. Las cual se puede acumular el agua de fusión morrenas, las laterales sobre todo, se ven del glaciar y formar un lago. bien en este glaciar de valle. Mucho más La acción erosiva de los ríos no se reducidos y sin salir apenas de la zona ha puesto nunca en duda; a su lenta la­ de neviza son los de circo, llamados así bor se atribuye, con pleno acierto, la for­ por estar encerrados en la hoya o circo mación de la mayor parte de los valles, en donde se forman, de lo que, como así como la destrucción del relieve, has­ ejemplo, podemos citar los de los Piri­ ta llegar a arrastrar las montañas más neos. Por último, tenemos los casquetes elevadas. dejándolas reducidas a penilla­ glaciares, formados sobre grandes exten­ nuras. Por el contrario, al glaciar se le siones de terreno poco quebrado, a lati­ ha discutido hasta hace poco su eficacia tudes elevadas. Los más grandiosos son erosiva, o sea demoledora o destructura los de la Antártida y Groenlandia. Una del terreno por donde pasa. Sin embar­ inmensa cubierta de hielo de enorme es­ go, en la mayor parte de los sitios donde pesor oculta uniformemente el terreno han existido glaciares, el modelado del firme; hay pocas morrenas, sólo las que terreno posee un sello característico que se forman de los escasos picos que aso­ lo diferencia del relieve fluvial. Los va­ man a manera de islotes (nunataks), el lles glaciares tienen un perfil transver­ hielo desciende hasta el mar y forma los sal en C. los fluviales en V. En Jos si­ icebergs, que llegan flotando hasta lati­ tios donde las rocas de las paredes del tudes relativamente bajas. En la Pen­ valle son duras y no están alteradas por ínsula Escandinava hay también peque­ la acción de la atmósfera, se notan estrías ños casquetes glaciares, de los que na­ que señalan el fuerte frotamiento de los cen algunos de valle. cantos de las morrenas contra la roca Las variaciones climáticas influyen de firme. Asimismo, la cantidad tan grande un modo preciso sobre la marcha y ex- de depósitos mórrénicos acarreados por , tensión de los glaciares y se notan en un el glaciar atestigua su fuerza de trans­ tiempo relativamente corto. El glaciar porte ; los cantos erráticos son a veces del Ródano es un ejemplo bien claro de de un tamaño considerable, su extraña este fenómeno. Estas pequeñas variacio­ posición sobre un terreno; a veces de nes que se notan actualmente en el avan­ <:onstitución distinta a la de ellos, es uno ce o retroceso de los glaciares nos pue­ de los argumentos para reconocer la exis­ den dar una idea de las habidas en épo­ tencia anterior de glaciares en donde aho­ cas no muy alejadas de la historia de la ra no los hay. Tierra y en las primeros tiempos de la El desarrollo que un glaciar adquiere humanidad, en que los glaciares han ocu­ depende· de una PEÑALARAserie de circunstancias pado grandes extensiones de terreno en <:omo la latitud, altitud de la montaña, sitios en donde ahora la nieve dura muy forma de la misma, cantidad de nieve poco tiempo en verano.

85 En Europa se sabe que un casquete un pequeño casquete del cual salía un glaciar recubría todo el i\'W. Los Alpes glaciar que ha formado con sus morre­ estaban también sepultados bajo otro cas­ nas el lago de San Martín de Castañeda, quete. En nuestra Península se reconoce el mayor de este origen en la Península y el trabajo glaciar muy patente en las re­ de 57 metros de profundidad, como ~e ha giones elevadas de las montañ'!s, y como indicado. tmo de los más interesantes efectos re­ Los montes de ü rbión han tenido tam­ sultantes son, además de las acumulacio­ bién un glaciarismo grande; no así el nes morrénicas, ya citadas, los lagos de Moncayo, que, no obstante su altitud de montaña. Estos .proceden de la acumu­ 2.315 m., no presenta más que unas pe­ lación del agua en una hoya excavada por queñas hoyas en su vertiente del E. el glaciar o detrás de una morrena fron­ En el Guadarrama se ven bien los cir­ tal. Estos lagos o lagunas se rellenan con cos glaciares de Peñalara, con sus morre­ el tiempo de aluviones y acaban por des­ nas, su laguna, cantos erráticos. En Gre­ aparecer. La extraña situación a tan dos el glaciarismo fué más intenso que grandes alturas, a veces sin desagüe algu­ en Peñalara. En la sierra de Béjar fué no, de su gran profundidad (57,00 m. el menos intenso; pero llegados al extremo lago de San Martín de Castañeda), el de la Cordillera Central, a la Sierra de color oscuro de sus aguas (Laguna N e­ la Estrella, en Portugal, volvemos a ver grade Urbión, de la Demanda) y lo im­ un desarrollo grande de los glaciares cua­ ponente del paisaje que las rodea han ternarios. dado lugar a las consabidas fábulas de De la Cordillera Central tenemos que los habitantes de sus alrededores (su in­ descender hasta Sierra N evada para en­ sondable profundidad y comunicación contrar señales glaciares. El nevero o con el mar, ruidos y bramidos, etc.) de­ ventisquero del picacho del Veleta, en el muestran la sorpresa que causa su en­ que las nieves se mantienen durante todo cuentro en lugares tan apartados de los el año, nos indica el hallarse próximo ya valles y ríos. el límite de las nieves perpetuas ; si esta La intensidad con que el glaciarismo hoya se elevara 750 m. (su altitud es de 2.850 m.) se formaría un pequeño gla­ cuaternario ha actuado en la Península ciar actual. ha sido grande no sólo en los Pirineos, En general, puede decirse que el lími• sino hasta en Sierra N evada, a pesar de te actual de las nieves perpetuas está su baja latitud. En los ·Pirineos, los gla­ unos 1.200 m. sobre la altitud a que es­ Ciares descendieron hasta distancias de taba en la época cuaternaria. En Sierra 15 y más kilómetros (Esera). En los Pi­ Nevada (Mulhacén, 3.482 m.), el límite cos de Europa, en las hondas canales del actual de las nieves permanentes estaría Cares, Sella, etc., se reconocen las hue­ alrededor de los 3.6oo m. de altitud ; en llas de los glaciares. Una serie de lagos el Guadarrama (Peñalara, 2.430 m.), (Anclara, Enol, Ercina) son también próximamente a los 3.920 m. ; en Gredos obra suya. Hacia el W. se continúan los (Almanzor, 2.592 m.), de los 3.200 a los lagos glaciares (Ausente,PEÑALARA Somiedo). El 3,300 m.; en Urbión (Pico de Urbión, glaciarismo toma un desarrollo insospe­ 2.246 m.), a 3·340 m.; en el Moncayo chado en Peña Trevinca, donde existía (2.315 m.), a 3.500 m.; en los Picos de

86 Europa (Cerredo, 2.639 m.), a los 3.400 trado ( 1), España se ha acercado y ale­ metros; en los Pirineos (Aneto, 3.404 me­ jado del polo varias veces durante la era tros), a los 2.8oo m. ';aaternaria, alternaron épocas frías, gla­ ·Las causas del glaciarismo cuaterna­ ciares, con otras templadas, interglacia­ rio que actuó en nuestra Península, en res. El hombre, que apareció ya casi contraste con el clima cálido de la época desde el principio de esta era, ha sufrido terciaria, en la que el Ecuador pasaba alternativas climáticas, viviendo en cue­ por el medio de aquélla, hay que buscar­ vas o, por el contrario, al aire libre, has­ la en los desplazamientos que las masas ta que el desarrollo intelectual le ha dado continentales experimentan de un lado medios para luchar contra la naturaleza para otro de la Tierra. E!J la época cua­ y avanzar en vez de retroceder hada las ternaria, Europa llegó a ocupar el cen­ regiones polares, dominando tan vastas tro de la región polar, formándose en­ extensiones heladas como Groenlardia y tonces el casquete escandinavo. España Antártida. llegó a tener la misma latitud que el cen­ JoAQUÍN GóMEZ DE l..r.ARENA. tro de Noruega, originándose, por tan­ ta, focos glaciares semejantes a los que (1) Véase "El glaciarismo cuaternario expli­ hoy existen allí. Como el Conde de la cado por desplazamientos polares", C. Vida!, Vega del Sella, uno Je nuestros más ac­ PEÑALARA, núm. 186, págs. 143-14Ó. Madrid. tivos montañer0s y consocio, ha demos- 1929·

PEÑALARA

87 NVIZTILLX· · · · L~Oil

Resumen de las actividades nefasta temporada nos derrotaron ... deportivas de esquí ¿Por qué ha sido así? Mucho podríamos en la temporada 1949~50. extendernos sobre el caso que nos ocupa, pero creemos inútil que aquí se desme­ Poco podemos agregar a nuestro histo­ nuce una causa que tantas ramificaciones rial deportivo con los resultados de la y orígenes tiene ; pero, sin embargo, no temporada que ha terminado. La falta podemos dejar de concretar lo que, a de nieve ha sido el principal motivo de nuestro entender, debe tenerse en cuenta nuestra reducida actividad, y aunque he­ para sucesivas temporadas: mos destacado a alg\.mos de nuestros so­ a) no escatimar esfuerzo alguno, eco­ cios a competiciones celebradas en otras nómico y moral, para lograr una cohe­ regiones, las clasificaciones no han dado sión entre los 'elementos deportivos que a PEÑALARA ningún galardón de los que ahora nos ha faltado ; estamos acostumbrados a anotar en el b) reducir el número de esquiadores transcurso de nuestra larga vida depor­ socios _de competición a fin de obtener tiva. con ello la preparación necesaria y po­ Es muy sensible que por primera vez der reducir el riesgo de que nuestra ca­ tengamos que lamentarnos en este sen­ tegoría deportiva sufra descalabros y sea tido ; nadie podrá alegar que las cosas se rebajada; han hecho de esta o aquella forma y que, e) formar solamente un equipo clP \)Or tanto, no hubo conformidad en nues­ primera categoría (en cada especialidad: tras determinaciones; hemos dejado a la y otro de segunda, compuesto por quie­ in:ciativa y al amor a nuestros colo-es nes, previas actuaciones, puedan (salvo por nuestros deportistas que determina­ accidente) asegurarnos laJ mejores clasi­ ran la composición del equipo o equipos ficaciones, y y cómo y cuándo debían competir y re­ d) exigir al esquiador una prepara­ presentarnos ... ción física adecuada y cuidado de su en­ La materia prima, en verdad, ha esca­ trenamiento, sin cuyo cumplimiento no l:tt:ado como nunca, y ello sólo ya es sun­ será inscrito en ninguna competición de­ ciente para no poder esperar mucho ... ; tendiendo nuestros colvres, umdo todo pero no hay que desconocer que nuestros ello a una disciplina rigurosa. esquiadores de competición se hallaban Los que de antemano no quieran ar" en las mismas condicionesPEÑALARA técnicas que tar o. sujetarse a dicha .disciplina y los sus adversarios, y, sin embargo, a los que, una vez comprometidos, no la cum­ que tantas veces hemos vencido, en esta plan, no pueden interesar a nadie y, por

88 LÁllf1NA XV

Cumbre de la Aiguille Verle desde la Grande Rocheuse. PEÑALARA(fiot. Somoza.) L .-\!\11 ''"' X\' 1

Aiguille de 13ionnassay. ( Fot. Somo::.a.)

~IA('JZO DE MONT ERRAT

PEÑALARA

Eugenio Guerri<:abdtia. La Porra. tanto, menos a una sociedad como la En Habilidad, J. L. Armiñán se clast­ nuestra, cuyo nombre tanto representa. fica el 16.0 entre 26 corredores q~e que­ Y eso es todo lo que se ha podido daron igualmente clasificados. hacer este invierno, y que, como deci­ En la prueba de I8 Km. ningúu co­ mos al principio de este comentario, es­ rredor de PEÑA~ toma parte. peramos sea superado en mucho en la En Descenso sigue la ausencia de próxima temporada. nuestros corredores. Afortunadamente, son muchos los que No se celebra la prueba de Saltos por están de acuerdo con este plan general ; el mal estado del trampolín, precisamente lo sabemos Y. nos congratulamos; pero si en la que teníamos fundadas esperanzas queremos continuar por la senda de tan en Cuñat y Armiñán. antiguo empezada, hay que poner algo más de cariño y entusiasmo en nuestras Semana deportiva actividades deportivas. de Sierra N evada. Los resultados de las pruebas de la temporada que se comenta demostrarán Se celebró durante la Semana San­ que las líneas que los preceden no son ta esta clásica prueba, para la que PE­ exageradas ni fuera de lugar, y por este ÑALARA seleccionó a los siguientes corre­ año carguemos la mayor reprobación a la dores : F. Fuentes, José Prieto, Juan Vi­ falta de nieve y a nadie más ... da!, Nicolás Klingember, José Ortega y Esperemos una reacción eficaz en la Rafael Lluch. próxima temporada. Insistamos en un En la prueba de Habilidad, entre I 1 entrenamiento, practicando el "fondo", clasificados, ohtuvimos los siguientes tan necesario para todo esquiador de la puestos: 2.0 , Juan Vida!, 2,36 2/5; 10.0 , especialidad que sea, y aprestémonos a la José Prieto, 3,32 4/5· lucha noble,· en buena lid, contra los ca­ En Fondo 18 Km. (muy mal medidos maradas contrincantes.-La Directiva. por cierto), F. 'Fuentes se clasifica el 5.0 y N. Klingember el 6.0 , entre los siete que terminaron tan dura pruPba. Campeonatos nacionales En el Gran · Descenso del Veleta: de esquí. 8.0 , Juan Vidal, con II m. 6"; 11.0 , Ra­ Por falta de nieve en el Guadarrama fael Lluch, con 13 m. 1"; 12.0 , F. Fuen­ tuvieron que ser celebrados en las pistas tes, tan !4 m. 13" ;· 16.0 , J. Ortega, con de Candanchú, con nieve abundante, aun­ 20 m. 59"; 17.0 , ~· Klingemberg,. cor1 que muy helada. 23 m. sz' 2/5, entre x7 clasificados. Para estos Campeonatos, y como com­ La longitud de este recorrido era de ponentes del Equipo Regional Centro, unos 5 Km. Hay que señalar que el co­ fueron seleccionados nuestros asociados rredor N. KlingembeTg la realizó casi en Sres. J. L. Armiñán, F. Fuentes, Luis su totalidad con un solo esquí, ya qu~ el Cuñat y Ramón Blanco; este último, por otro fué roto al principio de la prueba,. distintas causas, no pudo asistir. · José Prieto no se clasificó debido a que Castilla obtuvoPEÑALARA el 2.0 lugar en la prue­ poco antes de salir rompió en caída los ba de Relevos 4 X 8 Km. entre seis dos esquís. equipos participantes. En la prueba de Saltos. PEÑALARA ob-

8t tuvo los siguientes resultados: entre 8 Fuentes y Ramón Somoza se clasifican 0 0 saltadores clasificados, 4. 0 , Klingemberg, en los puestos 5. y 9. , respectivamente 0 con 519,o8 puntos; 5. 0 , F. Fuentes, con Enrique Ronda queda el 9. entre 15 par­ 456,6o puntos. tjcipantes. En la puntuación por Sociedades, HABILIDAD SOCIAL (día I9 de febrero). nuestra Sociedad obtuvo, con 2.239,09 I.6 Categoría: 1.0 , Ramón Blanco,

puntos, el segundo lugar entre las seis 1,30 4/5; 2. 0 , Antonio Castro, I,32;

entidades que puntuaban. 3.0 , Klaus Doer, 1,35 2/5; 4.0 , José Prie­

to, I,37 2/5; 5. 0 , José L. Armiñán, 1,48;

6.0 , José Pirinolli, 2,07 3/5, y 7.0 , Luis Pefialara en la Semana In­ Cuñat, 2,I6. ternacional de Candanchú. 2. 6 Categoría: 1.0 , Juan Vidal, 1,24 I/5;

Aparte de las actividades habituales, 2. 0 , Emilio Feíto, 1,31 4/5; 3·0 , Fidel PEÑALARA ha concurrido a la Semana Illana, 1.43 2/5; 4.0 , Luis Leonor, 1,48

Internacional celebrada en Candanchú 3/5; 5. 0 , Miguel García, 2,30 415· (27 diciembre 1949). Unicamente fué 3·a Categoría: 1.0 , Ramón Somoza, enviado a la misma nuestro consocio 1,31 I/5; 2. 0 , Juan Muñoz, 1,34; 3. 0 , Ni­

0 José Prieto. Este se clasificó, entre I5 colás Klingemberg, 1,36 3/5; 4. , Ma­

participantes en la prueba de Descenso, nano Requero, 1,43; 5.0 , Fernando Pina,

el número r 1, con un tiempo de I ,42". I,43 4/5; 6.0 , Antonio Rojas, 1,53 2/5;

En Habilidad Gigante, entre los 14 co­ 7. 0 , Enrique !{onda, I,55 4/5; 8.0 , Ge­

rredores, obtiene el lugar 12, con 2.47". rardo Asín, 1,57 3/5; 9.0 , Jesús Hojas.

Otra prueba de Habilidad, que fué co­ 2,7; !0.0 , J. L. Ortega, 2,35 2/5; II.~,

rrida en lugar del anunciado Descenso, 0 Santiago Carmona, 2,59 2/5; 12. , Ra­ entre los II clasificados obtuvo el pues­ fael Lluch, 3,09; 13. 0 , Florencia Fuen­ to número 8.0 con 2,20". tes, 3,19.

Femenina: 1.8 , Chiki Snurmacher, Pruebas Regionales de Bsquí. 2,07; 2. 8 , Merche Corbacho, 2,41 I/5; FoNDO REGIONAL PARA NEÓFITOS (OR­ 3. 8 , Adela Sanz, 3,17 3/5. GANIZADO POR LA FEDERACIÓN REGIONAL CAMPEONATO REGIONAL DE HABILIDAD. CASTELLANA DE EsQuf). , 1.8 Categoría. PEÑALARA clasificóse con PEÑALARA no se clasifica por no pre­ 7 participantes con el siguiente orden : sentarse ninguno de los participantes ins­ 9. 0 , Ramón Blanco; II.0 , Antonio Cas­ critos bajo su nombre. tro; !2.0 , Klaus Doer; 13. 0 , José Prieto;

FoNDo SOCIAL (día 5 de febrero): 17. 0 , José L. Armiñán, 24. 0 , José Piri­

1.6 Categoría: 1.0 , Florencia Fuentes, nolli, y 27. 0 , Luis Cuñat, en un total de

93 m. 45"; 2. 0 , Ramón Somoza, 113 m. 30 clasificados. 48". En cuanto a nuestros equipos de z.a y 2. 6 Categoria: No se realizó por no 3.a Categorías, por una falta de puntuali­ presentarse corredores. dad no les fué posible tomar parte en las · 3·a Categoría:PEÑALARA 1.0 , Enrique Ronda, pruebas citadas. 129 m. 13". PRUEBA DE SALTOS REGIONAL (Campeo­ FoNDO REGIONAL, r8 Km. : Florencia nato de Castilla).- Conjuntamente con

. 90 este concurso, organizamos el nuestro por: Florencia Fuentes, Carlos Armiñán, social de Saltos, el día 26 de febrero Nicolás Klingemberg y Ramón Somoza, (1.• y 2.8 Categorías), con los resultados con un tiempo total de 3 h. 16,28. siguientes: F. Fuentes realiza el 5.0 tiempo indi­ Campeo1zato regional i.a Categoría: vidual.

2.0 , Luis Cuñat, con 297,5 puntos; 3·"• Por la continuada falta de nieve tam­ José Luis Armiñán, con 274 puntos, da­ poco pudo celebrarse el Descenso. si ficándose seis saltadores. En la clasificación Regional por equi­ Sin duda es en esta prueba en la que pos PEÑALARA obtiene el tercer puesto hay que destacar el resultado de un en­ con la siguiente puntuación : 2,535,23, en­ trenamiento cuya eficacia se acusó por tre cinco sociedades participantes. nuestros dos saltadores. Su estilo fué, Tampoco obtuvimos puntuación en la sin duda alguna, mejor que el del vence­ combinada :Nórdica por no haber toma­ .dor, como lo atestiguan las notas de los do parte en ambas pruebas ningún co· jueces y sólo por muy poco margen de rredor nuestro. diferencia en contra (por la longitud) no nejoraron sus puestos; la veteranía su­ Homenaje pone mucho en los concursos de saltos a dos miembros del G. A. M. como los que celebramos en España, ya que el saltador que se da cuenta de Para celebrar los éxitos de los dos des­ la longitud queda por encima del estilo, tacados peñalaros miembros del Grupo se lanza a lograr más distancia aun t:n de Alta Montaña, José González Folliot detrimento del estilo, ya que éste (de­ y Florencia Fuentes, que el pasado ve­ bido a la corta duración del salto) no rano concurrieron seleccionados por la se puede apreciar desmenuzándolo en su F. E. M. a un curso en la Escuela ejecución por la misma rapidez en su de Alpinismo de Les Praz de Chamonix, trayectoria. De todos modos, debemo realizando notables escaladas en el ma­ congratularnos del avance que supone en cizo de los Alpes de Savoya, se reunieron favor de nuestros corredores menciona­ un centenar de asociados en una cena, dos, a los que felicitamos muy especial­ en la que se hizo derroche de buen hu­ mente. m.or y camaradería, glosándosc los he­

En la Categoría 3. 8 , Nicolás Klingem­ chos de los homenajeados, que han al­ berg obtiene la clasificación 3. 8 , asimismo canzado para PEÑALARA y su G. A. M. Regional. el reconocimiento de su valía en el mun­ En la Clasificación sa<:ial queda pro­ dillo internacional, ya inciada por Ra­ clamado campeón de I.8 Categoría Luis món Somoza, Antonio Moreno y Maria­ Cuñat, y subcampeón J. Luis Armiñán. no Arrazola el año precedente. CAMPEONATO REGIONAL RELEVOS 4X8. Presidió el acto con los festejados el Toman parte ocho equipos, clasificándo­ Presidente de la Federación Española de se siete. PEÑALARA presentó solamente un Montañismo y Vicepresidente de PEÑA• equipo, que obtuvoPEÑALARA el 5.0 lugar, formado LARA, Sr. Delgado Ubeda.

91 Muerte de un montafi.ero catalán. de la primera reunión del Comité Pi­ renaico Hispano-Francés en Francia Al descender del pico Vignemale el (Lourdes), la Federación Española de montañero barcelonés Juan Jobal Ribor, Montañismo acordó concurrir oficial­ del C. E. C., tuvo la desgracia de caer al mente a los a~tos correspondientes me­ fondo de un glaciar desde una altura de diante los siguientes delegados : más de 250 metros, muriendo instantá­ El Presidente de la F. E. M. neamente. Sus dos compañeros, con ele­ El Presidente del Comité Pirenaico mentos de socorro reclutados en Francia, Hispano-Francés. pudieron recuperar el cuerpo del infor­ El Delegado para la Región Oriental tunado escalador, cuyo cadáver fué tras­ del Pirineo. ladado a Barcelona. El hecho tuvo lugar El Delegado para la Región Occiden­ el día 30 de julio pasado. tal del Pirineo. Expre~amos nuestra condolencia al El Presidente de Montañeros de C. E. C. Aragón. Dos vocales del Consejo Directivo de Un accidente mortal la F. E. M. en el Torreón de los Galayos. El Secretario del Comité Pirenaico Hispano-Francés. Un montañero madrileño llamado Fe Se convino sumarse a la expedición liciano San José sufrió una caída mor­ colectiva organizada por "Montañer0s tal al intentar la ascensión al célebre de Aragón" desde Zaragoza, reuniéndose Torreón de los Galayos, en la Sierra dP. los expedicionarios en esta ciudad, des­ Gredos, frente al refugio "Antonio Vk­ de donde saldrían varios autocares que toriy", de nuestra Sociedad. El muerto pasarían la frontera por el Somport. intentaba la escalada con otros dos com­ El día I 5 de septiembre se salió de pañeros, que consiguieron salvarse de ser Zaragoza, a las dos de la tarde, llegán­ arrastrados en su caída por el infortu­ dose a Pau a dormir. narfo montañero. Acudieron a recibir a los excursionis­ tas en Canfranc varios delegados fran­ Reunión del Comité .PirenaiQO ceses, que acompañaron en sus coches a Hispano-Francés en Lourdes. la expedición hasta llegar a Pau. PEÑALARAEl día r6 se salió de Pau por la ma­ Fijada en la Asamblea • tenida en ñana, llegándose a Lourdes al mediodía Jaca en el pasado abril la celebración y siendo recibidos los congresistas en la

92 Alcaldía, donde les fué ofrecido un vino Los asambleístas salieron a continua­ de honor. ción en autocares en dinicdo.n .3: -C3;~te­ Se comió en un restaurante instalado rets, donde les fué ofrecida Ú~a cena, a orillas del lago de Lourdes, y a la tarde presidida por las autoridades locales. se celebró el Congreso en los locales ha­ Al día siguiente, día 17 (domingo), sa­ bilitados para ello en el Chateau-Fort, lieron los asistentes para Gavarnie, don­ en el Museo Pirenaico. de se oyó la Misa, en la cual el cura pá­ Los puntos tratados fueron los si­ rroco pronunció un muy sentido dis­ guientes: crso relativo a la Montaña. A continua­ Trabajos realizados desde el Congre­ ción y en el pequeño cementerio -aliado so anterior (Jaca). de la iglesia-, se colocaron sendos ra­ Documento de identidad del Comité mos de flores con lazos de la bandera Pirenaico Hispa!lo-Francés. española en las tumbas del Dr. Arlaud El nuevo refugio del Lago Helado de y del Abate Gaurier. l'v1 arboré. Bajo la presidencia del Dr. Girard, Abierta la sesión, que por deferencia que ostentaba la representación del señor especial de los franceses, fué presidida Devies (Presidente del C. A. F.), tuvo por el jefe de la Federación Española de lugar el reparto de Medallas concedidas )J:ontañismo, fué leída el acta de la se­ a los guías de Gavarnie. Unas briosas sión anterior. palabras del Dr. Girard fueron seguidas Los presentes atestiguaron haber com­ por otras emotivas del Presidente de la probado ·una mayor amplitud en la tole­ Federación Española. rancia del paso de la frontera por la ca­ Después de un vino de honor ofrecido dena pirenaica en el pasado verano. por la Municipalidad de Gavarnie, se ce­ El Sr. D. Ramón de Semir presentó lebraron las prácticas de salvamento con un plan completo de refugios a construir utilización de los medios con que cuen­ en la vertiente española de los Pirineos. tan las Sociedades de Socorros en :Mon­ El Sr. Delgado Ubeda presentó un taña. Estas prácticas fueron de verdadero proyecto del nuevo refugio del Marboré. interés, siendo seguidas con gran aten­ Dicho proyecto fué examinado y dis­ ción por todos los asambleístas. cutido, proponié:1dose por algunos de los Por último, una comida "en común", congresistas el empleo de materiales es­ celebrada en el "Hotel des Voyageurs'', peciales, tales como aluminio. constituyó la despedida de todos estos ac­ Por el Sr. Delgado Ubeda fué anun­ tos oficiales, en que los franceses testi­ ciado que la Federación Española de moniaron a los españoles su verdadera Montañismo concedía a madame Le Bon­ amistad por una serie de atenciones a didier la Medalla de Mérito por su labor las que será muy difícil corresponder en constante pro-pireneísmo. la misma medida. Finalizada la sesión, fué colocado por Por la noche se regresó a Pau, y al día el Presidente de la Federación Española siguiente a Zaragoza en autocar por el un lazo con los colores de la bandera Somport y en tren hasta Madrid. española en la estelaPEÑALARA funeraria de mon­ Confiamos mucho en el éxito de la sieur Louis Le Bondidier, existente en Asamblea celebrada con tanto entu­ el M u seo Pirenaico. siasmo.

93 1 Congreso Pircncísta Después, en el refugio de Los Cotos de San Sebastián. del Club Alpino Español se celebró una comida oficial, a la que asistieron repr~­ Organizado por el Instituto de Estu­ sentaciones de la Delegación Nacional de dios Pirenaicos, del Consejo Superior de Deportes y de todas las sociedades mon­ Investigaciones Científicas, se ha cele­ tañeras de Madrid. brado en San Sebastián un Congreso de El Sr. Delgado Ubeda, Presidente de Pireneísmo a finales del mes de septiem­ la F. E. M., pronunció un discurso re­ bre pasado. Fueron tratadas diversas cordando la historia del refugio y lo que cuestiones científicas relacionadas con su nombre representaba en el montañismo los Pirineos, asistiendo multitud de per­ espáñol, destacando los grandes méritos sonalidades, tanto españolas como fran­ del tan recordado José F. Zabala, que en cesas. una época en que el tecnicismo era por En dicho Congreso se echó de menos completo desconocido, inició la era del la asistencia de las sociedades españolas montañismo heroico en España, por Gua­ que, presididas por la Federación de darrama, Gredos, Picos ele Europa y Pi­ Montaña, pudieran haber aportado va­ rineos, llegando en sus andanzas hasta liosas sugerencias sobre los problemas los Alpes. pireneístas. Solamente acudió el Centro Se ha constituido una Comisión, crea­ Excursionista de Cataluña da por la F. 1;:. :tvl ., para la conservación del refugio, ostentando la presidencia de Reinauguración la misma para el primer año, l.a Socie­ el l"~fa~io• Zabala». dad Deportiva Excursionista, en cuyo po­ der obran las llaves. · E! día 29 de octubre tuvo lugar el Felicitamos a la F. E. l\1. por el acier­ acto de poner en funcionamiento el re­ to de su labor, ya que este refugio era fugio "Zabala", reconstruído por la Fe­ verdaderamente necesario para la prác­ deración Española de Montañismo. tica del montañismo invernal de altura El refugio "Zabala", que se construyó erÍ el macizo de Peñalara. por aportación de las sociedades Club Al­ pino Español, Deportiva Excursionista y Eugenio Guerricabeitia. R. S. E. A. PEÑALARA, por mediación de "Peña Zabala", organización que se creó Ha fallecido el 22 de octubre, en Elo­ para este objeto, había sufrido grandes rrio, a consecuencia de aquel mal ele co­ deterioros durante nuestra guerra. La Fe­ razón que adquirió en guerrit. deración tomó sobre sí la labor de po­ Hace veinte años le encontramos en nerle en condiciones de utilización y em­ L'1 Gran Facha con una caravana de prendió unas obras de consolidación y Bilbao que nos enviaba Velasco. En mejora. Se ha ampliado la capacidad del aquella memorable campaña, presidida mismo con un nuevo piso de literas, que por Bargueño, entre montañeros de le hacen contar con catorce plazas. Aragón, vizcaínos y franceses, brilló su El día de la inauguraciónPEÑALARA constituyó excelencia, como luego en Madrid, en una avanzada del invierno, celebrándose la sierra, en la profesión, en la amistad los actos en medio de una gran ventisca. y siempre, porque ¡ ¡ era ele oro ! !

94 Del Ocejón a La Almenara fuimos de una gran cruz metálica, construida inseparables y apreciamos la grandeza con arreglo a la idea de la Sociedad "Ma­ de su sencillez. Cuando le fué impuesto nuel Jradier", y con la aportación econó• el reposo, hubo que escaparse engañán­ mica de la Caja de Ahorros de la ciudad dole como al niño que se deja acostado de Vitoria, que de esta manera quería y engañarnos con: "irá por otro atajo", celebrar el primer centenario de su crea­ porque costaba su ausencia. Entregóse ción. entonces a quehaceres administrativos A los 975 metros sobre el nivel del en la Directiva. mar se yergue, airosa, la nueva cruz, Le dijimos adiós, ya moribundo, .per­ cuya altura es de 16,25 metros, siendo la cibiendo su voluntad de "donnirse"; se­ envergadura de sus brazos de 8,55 me­ guramente en su última directisima. se tros. abandonaría al vacío aflojando sus de­ El día de la inauguración se traslada­ dos una peiia que, nada más, soportaba. ron las autoridades, tanto civiles como Había superado un resalto y descubrió, eclesiásticas, al alto de Zaldiarán, donde sobre las nubes, otra Cima muy supe­ después de ser bendecida la enseña de rior. .. nuestra Redención por el Reverendísimo Le rezamos sentidamente mientras la señor Obispo de la Diócesis, pronuncia­ fila sigue con su Claro y su silencio ha­ ron sendas alocuciones esta· Dignidad y cia el refugio, donde será respetado un los Sres. Sopeña, delegado regional de puesto y su cucharón privilegiado de la F. E. M.; el presidente de la Caja de Piedrafita ... Ahorros de Vitoria, Sr. Botella; el pre­ sidente de la Sociedad 1\-Ianuel lradier; MARCELO VALMASEDA. el Sr. Quintana!, presidente de "Vetus­ Octubre 1950. ta", de Oviedo, ·y el presidente de la F. E. M., Sr. Delgado Ubeda. :Inauguración de una Cruz Inmediatamente después se procedió a ·en el monte Zaldiarán. la inauguración de un buzón alpino, cuya madrina fué la bellísima Srta. Larrañaga. En la cumbre del Monte Zaldiarán, PEÑALARA felicita sinceramente a los que domina a Vitoria, se celebró el día iniciadores y propulsores de esta feliz 12 de noviembre pasado la inauguración idea.

PEÑALARA

95 ASOCIACION

Cuentas de la Real Sociedad Española de Alpinismo « Peñalara,.

BALANCE DE SITUACION EN 31 DE DICIEMBRE DE 1950

ACTIVO Pesetas.

Albergue de La Pedriza (''José del Prado"): Terrenos ...... 4.72Ó,05 lrunueble ...... 96.522,96 Mobiliario ...... 18.467.40 II9.71Ó,41 ' Albergue de La Fuenfría: Inmueble ...... Ó59.71Ó,40 Mobiliario ...... I2g.OJ8,77 Instalación eléctrica y telefónica ...... 27.869.64 Agua y san~amiento ...... Il2.919,37 Calefacción ...... 18.972,39 938.sx6,57 Albergue de Navacerrada: Terrenos ...... 37·747,23 Alcantarillado general del Puerto...... ,...... 1.266,83 Inmueble ...... 351429.77 Agua y saneamiento ...... S7.IIS,IO Calefacción ...... 24-881,21 Instalación eléctrica ...... u.s84,12 Mobiliario ...... 14~·695.54

Albergue de Los Galayos (''Antonio Victory") : Valor del inmueble ...... 34·739,00

Refugio del Ventisquero de la Condesa: Irunueble ...... 1.596.94

Refugios de la Maliciosa y Siete Picos: Nuestra aportaciónPEÑALARA a los mismos ...... J.788.40

Suma y sigue ...... I.72Ó.077,12

96 Pesetas.

Suma autcrior ...... I.72Ó.077,12

Refugios y obras en común con otras sociedades: Nuestra parte en los refugios de Góriz, Vega-Redonda. Piedraiita,

Zabala, Candanchú, Béjar, Vall Ferrera, Tucarroya y Aloya ...... 15-744.S:~

Mobiliario del domicilio social: Coste del existente ......

Utiles de alpinismo: Valor de lqs mismos ......

Archivo fotográfico:

l'oste de las existencias ...... 131,95

Biblioteca:

Coste de las adquisiciones y encuadernaciotYes ...... 3-397,20

Publicaciones: Valor de las existencias

Valores: Una acción del Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama ...... soo,oo

Carnets: Valor de las existencias ......

Insignias: Valor de las existencias 3-8o7.so

Caja y Bancos:

Banco Español de Crédito ...... 114,40 Banco Hispano-Americano...... 206,75 Banco Mercantil e Industrial ...... 47.8oo,51

48.121,66 En Caja 8.772,43

Fianzas depositadas: J m porte de lasPEÑALARA constituidas: 9.)0,00

Suma y sigue ...... 1.848.691 ,so

97 Pesetas.

Suma anterior ...... r.848.6gr,5o

Deudores:

l\1anuel Gayo ...... 2.248,25 Eleuterio Arias ...... 3·667,55 Mauricio Jiménez ...... 5·194,58 Cimarra, S. A ...... 120,92 Deudores varios ...... 4-239.47 15-470,77 Daños sufridos en loa albergues y refugios durante la guerra: Evaluación a su primitivo coste .... ., ...... r&:l.5oo,go Amortizado ...... r8o.499,90 1,00

TOTAL ACTIVO ......

PASIVO Instituto de Crédito para la Reconstrucción Nacional: Total del préstamo concertado ...... 193.000,00

Delegación Nacional de Deportes: Anticipo concedido albergue Fuenfría ...... 100.000,00 Amortizado ...... 75.000,00

Anticipo refugio Galayos ...... JO.ooo,oo Amortizado ...... 6.000,00 24-000,00 49-000,00 Anticipos de los asociados: Ampliación albergue Navacerrada ...... 62.550,00 Obras complementarias albergue Navacerrada... : 50.200,00 Reconstrucción albergues ...... IS-440,00 Ampliación albergue Fuenfría ...... 8o.400,00 Mobiliario albergue Pedriza...... 1.525,00 2IJ.II5,00 Anticipos de la Directiva: Para suplir .déficit de Caja ...... 20.J40,70

Anticipos a reembolsar: S>umas pendientesPEÑALARA de pago 17.275 00

Suma y sigue ...... 492-730,70

93 Pesetas.

Suma anterior ...... Efectos a pagar: Aceptaciones a corto plazo ...... 40-000,00

Acreedores: Nicasio García ...... 2.846.39 Varios .. , ...... 5I.82Ó,IO

Fianzas recibidas:

Las constituídas por los encargados de nuestros albergue~ ...•.••••••• 32.000,00

Depósitos: Importe de los recibidos

Cuotas anticipadas: Recibido en 1950 a cuenta de las de 1951...... 63.050,00

Ingresos en los albergues por cuotas sociales: Importe a formalizar 100,00

Fondo social: Saldo acreedor en 31 de diciembre de 1950 ...... I. 18o.862,o8

TOTAL PASIVO ..•...... •......

MOVIMIENTO DEL FONDO SOCIAL

Saldo en 1.0 de enero de 1950 ...... ·· ...... · ......

Aumentos: Ingresos por cuotas atrasadas 86o,oo I·ngresos por cuotas corrientes : Entradas ...... 8.7oo,oc Cuotas ordinarias 1950 109-795,00 II8.495,oo Cuotas Sección Esquí ...... 66o,oo Cancelación, retención préstamo l. C. R. N...... 5.121,68 Utiles de alpinismo recibidos de la F. E. M ...... II.67o,oo Subvenciones y donativos ...... 23.000,00 Servicio de auton1óviles ...... 3-497.95 Albergue Fuenfría: Administración ...... 1.920,58 Albergue Navacerrada: Administración ...... 14.56o,48 PEÑALARA179-785,69

Suma )' sigue ......

99 Pesetas.

Szmra11 los mmumtos ...... Disminuciones: Albergue Pedriza: Admi.IMstración ...... 681,82 Refugios Guadarrama: Administración ...... 2.2~),94 Refugio de Los Galayos: Administración ...... 491,35 Revista: Administración ...... 9-597.30 Salones de fotografía ...... 6.932,19 Concursos de Esquí ...... 12.o86,5o Mat chas por rnora1aña y cursos escalada...... 12.665.50 Oficina social ...... , ...... , ...... 26.744,34 Representación y propaganda ...... 1.340,15 Impresos :¡:: gastos generales ...... 6.276,52 Cupón deportivo ...... 2.251,50 Intereses anticipos ...... 7.864.40 Iltltereses préstamo I. C. R. N...... 32.8&>,93 Intereses crédito y c/c...... 400,34 33-281,27

1.20.442,78

SALIJO EN 31 DE DICIE~!JIRE DE 1950 ...... 1. 18o.862,o8

MOVIMIENTO DE FONDOS EN 1950

Existencias en Caja y Bancos en 1.0 enero 1950 ... 13.973.38 Ingresos durante el año: Cuotas sociales : Cuotas atrasadas 86o,oo Cuotas de entrada y corrientes ... . 71.285,00 Cuotas anticipadas ...... 63.050,00 135-195,00 Cuotas Sección Esquí ...... 66o,oo Albergue de La Pedriza: Administración ...... 2.326,00 Albergue de la Fuenfría: Administración ...... 23.541,50 Albergue de Navacerrada: Administración ...... 38.192,85 Albergue de Los Galayos: Administración ...... 35,00 Revista: Administración ...... 2-576,00 Salones ele Fotografía ...... 1.307,00 In~ignías ...... 576,00 Carnets ...... 420,00 Puhlícaciones ...... 8o,oo Concursos ~e Esquís ...... IÓO,OO Marchas por montaña y cursos de escalada ...... 279,00 Reintegro gastos oficina ...... , ...... 861,17 ·Depósitos ...... 878,00 Servicio de automóvilesPEÑALARA ...... 21.o85,00

Stmr.a y sigue ...... , ...... 242-145.90

100 Pesetas.

Suma anterior ......

Cuentas corrientes: Mauricio Jiménez ...... 620,00 Ni casio García ...... 100,00 Deudores varios ...... 7.236,00 7-956,00 Subvenciones y donativos ...... 23.000,00 Liquidaciórt préstamo l. C. R. N ...... 7.700,oo Anticipos a Caja ...... 25-532AD Líquido negociación letras crédito Banco Mer- cantil e Industrial ...... 39-385,00 Intereses c/c. ba!'carias ...... 214-ÓO Líquido negociación letras Casa Cimarra ...... I3.Ó@,ÓO 1I7.497,66

TorAL ......

Pagos durante el año: Obras y mejoras en albergues y refugios: Pedriza, inmueble ...... 8.54,50 Pedriza, mobiliario ...... 2.849,00 3-703.50 Fuenfría, inmueble 3-9<'38.75 Fuenfría, agua v saneamiento ...... 21.755.90 Mobiliario ...... 4-199,30 Instalación eléctrica ...... 400.90 .Calefacción ...... 240,00 3o.s&t.8s Navacerrada, mobiliario ...... 10.541,75 Galayos, inmueble ...... 293.00 4$.I23,IO

Adquisiciones: U tites de alpinismo ...... 5496.90 Domicilio social ...... 2.983.35 Insignias ...... , ...... 652,50 9-132.75 Eostenimiento de albergues y refugios: Pedriza ...... 3-007.82 Fuenfria ...... 16.66o,53 Navacerrada ...... 32-594.73 Galayos ...... 52Ó,35 Refugios del Guadarrama ...... 229.94 PEÑALARASJ.OI9,37

Suma y ~gue ...... :......

101 Pesetas.

Suma anterior ...... 107.275,22 Labor cultural y deportiva: Revista : papel ...... , 3·745,8o Revista : Administración 4-751,85 8.497,65 Biblioteca ...... 120,35 Salones de Fotografía ..... , ...... , 8.586,19 Servicio de automóviles ...... , ...... 17-587,05 Marchas por montaña ...... 5.366,85 Concursos de Esquís ...... I0-~27.70 Cupón deportivo ...... , 2.251,50 52-937.29 Gastos varios: Oficina social 27.005,51 Representación y propaganda ...... 1.340,15 Impresos y gastos generales ...... 6.276.52

Cargas sociales: Anticipos a reembolsar ...... 950,00 Anualidad de D. N. D ..préstamo Fuenfría (abo- nado a acreedores y pagado en 1951) ...... (19.000,00) Anualidad D. N. D. préstamo Galayos ...... 6.000,00 Intereses anticipos ...... 7,.864,40 Intereses crédito l. C. R. N ...... 32.88o,93 Reembolso anticipos a Caja 27.987.70

Movimiento de fondos: Cuentas personales : Nicasio García ...... 3.663,50 M a u ricio Jiménez ...... 397.95 Casa Cimarra ...... 287,02 Acreedores varios ...... 14854.38 Deudores varios ...... 6.546,oo 25-748.75 Depósitos ...... 88:>-00 Pago letras crédito Banco Mercantil e Industrial. s.ooo,oo

Existencia en Caja y Bancos en 31 diciembre 1950 ...... , .. , ......

TOTAL ......

Madrid, 31 de diciembre de 1950.

V.o B.o El Tesorero,PEÑALARA El Presidente, El C onta.dor, VICENTE SÁINZ-EzQUERRA. A. VxcroRY. M. CoRREA AmóN.

102 INDICE DEL TOMO XXXIX DE cPE~ALARA:.

Enero- Diciembre 1950

Págs. Documentos.

La cara Norte de la Pique Longue del Vignemale, por Baldonuro Sol ...... Recuerdos del II Trofeo de Invierno Jorge Márquez (1949), por Joaqrdn de ia Cámara. IO - La Travesía Charmoz-Grepon, por Mariatto Arraso/a ...... 41 Un solitario peñalaro por los valles de Ordesa y Arán, por Joaquín J. Rey ...... 47 Otra vez el problema del Llambrión, por José A. Odriozola ...... •...... 57 Laboratorios de fantasía. Flores de Montaña, por Attlottio Portolés Alotrso ...... 61 Una ascensión a la Aiguille Verte por la Arista del Jardín, por RamÓ11 Somo::a ...... 73 Escalada montserratina: La Porra, por Agu.stÍil Fatts ...... 79 El paisaje glaciar, por Joaquítt Gómez de Llare11a ...... 83

Nuestra labor.

El XXV SalQ.n de Fotografía de Montaña...... 25 PEÑALARA y las talas de pinos...... 29 Trofeo de Invierno Jorge Márquez...... 29 VIII Curso oficial de escalada...... so Resumen de las actividades deportivas de esquí en la temporada 1949-1950...... 88 Cam.pamentos nacionales de esquí...... 89 Semana Deportiva · de Sierra N evada ...... ,...... 89 PEÑALARA en la Semana Internacional de Candanchú...... 90 Pruebas regionales (Federación Castellana de Esquí)...... 90 Homen'aje a dos miembros del G. A. M...... 91

Noticias.

Nombramiento de Miembros de Honor del G. D. ]...... 33 El Congreso de la F. E. M. en Zaragoza ...... ,...... 33 La Medalla de Mérito de la F. E. M...... 34 Asamblea hispano-francesa pireneísta ...... SI Accidente mortal en los Mallos de Riglos...... 52 Grupo Nacional de Alta Montaña ...... ,...... S~ Esquí ...... ,...... 52 El Comité Español Pirenaico ...... 52 Un refugio en la cum•bre de Peña1ara ...... 53 El Campamento Nacional de Alta Montaña err los Picos de Europa...... 67 Una escalada al Sa Pastora en el islote Es Vedra (Baleares) ...... 6Q Una cruz en el Pico Yordas (Riaño) ...... ,...... 69 Una expedición francesa conquista el Annapurna (Himalaya)...... 69 Muerte de un montañero catalán ...... 92 Accidente mortal en el Torreón (Galayos)...... 92 Reunión del Comité Pirenaico Hispano-Francés en Lourdes...... 92 Congreso pireneísta en San Sebastián ...... 94 Eugenio Guerricabeitia ...... · ..... · · · ·.... 94 Reinauguración PEÑALARAdel refugio Zabala ...... · ...... · .. · · · 94 Inauguración de un'a Cruz en el Monte Zaldiarán (Vitoria)...... 95

103 Asóciación.

Catálogo del XXV Salón de Fotografía de :\Ion taña ...... 35 Obsequio a los fotógrafos ...... 40 Buzón para nuestra REVISTA ...... ,...... 40 · Nuestra asistencia al Congreso de Zaragoza ...... ; ...... 40 N u evo socio de honor ...... 40 D!s~inción internacional a nuestro vicepresidente primero ...... 40 Vtsttas ...... :::: : ...... :...... 40 Guarda en el refugio "Victory" ...... 54 Nuevo delegado en el refugio "José del Prado" ...... '...... 54 Excursión extraordinaria a los Picos de Europa ...... 54 Servicio de agua en el albergue de la Fuenfría ...... ¡o La tarjeta de la F. E. l\{...... ¡o La marcha de las X Horas ...... ¡o Cuentas de la R. S. E. A. l'F.XAI.ARA (IQSO)...... 96

Para leer en el refugio.

Al dolmen de Peñalara (poesía), ¡}or Fra11cisco de la Vega...... 49 Crónica de la Fuenfría, por J. Día:: Dtu¡ttc...... 65

Bibliografía y revistas.

CiJo Dag1ari (Los Montes Djilo) en Turquía ...... SS El Mapa topográfico nacional. Peña Trevinca, por F. H.-Pacheco...... 71

Ilustraciones.

Cara Norte de la Pique Longue del Vignemale (dibujo Herreros)...... ¡. Gráfico de la cara Norte de la Pique Longue (dibujo Herreros)...... s Croquis del macizo del Vign-emale (dibujo Herreros)...... ; La Pique Longue del Vignemale y cou/oir de Gaube. Lárn. I, frente a ...... 8 Winter am Rigi (fot. H. Lalmre). L'ím. IT, frente a ...... 9 Refugio Zabala en invierno (fot. Folliot). Lám. III, frente a ...... , 24 Vicios ami~tos (fnt. A11dradaJ. Lám. JII, frente a ...... 24 Ultimi casolari (fot. B. Gaidamo). Lám. IV, frente a ...... 2S Cima del Grepon (fot. Arra::ola). Lám. V, frente a ...... 44 Aiguilte Verte desde el Grepon (fot. Arrazola). Lám. VI, frente a ...... 45 Aiguilte de Roe y glaciar del Géant (Grepon) (fot. Arra.zola). Lám. VII, frente a ...... 48 Mont-Bianc desde los Gracls Charmoz (fot. Arra::ola). Lám. VIII, frente a ...... 49 Desde Tiro Llago (fot. Odrio::ola). Lám. IX, frente a ...... 6o Paredones merirliona1es del Submacizo del Llambrión (fot. Cade~~Cts). Lám IX, frente a 6o Submacizo del Llambrión por su cara Norte (fot. Odrio::ola). Lám. X, frente a ...... 61 Crocus y Centaurea. Lám. X. frente a ...... 61 Ramínculos (dibujo) ...... 6z Arnica (dihu;o) ...... 63 Naranio de Bulnes (fot. E. Herreros). Lám. XI, frente a ...... 68 Portillo. :Laguna del Inca (fot. H. Bel/edomrc). Lám. XII, frente a ...... 69 Arista de nieve del Col Armand Charlet (fot, Somo:::a). Lám. XIII, frente a ...... 8o El Mont Blanc cle~de la Aiguille du Jardín (fot. Somo:::a). I,.ám. XIV, frente a ...... 81 Cumbre de la Aiguilte Verte desde la Grande Rocheuse (fot. Somoza). Lám. XV, frente a 88 Aiguilte de Rionnassay (fot, Somoza). Lám. XVI, frente a ...... 8g Eugenio Gnerrirabeitia. Lm. XVI, frente a ...... _...... ,...... 8g La Porra (Montserrat).PEÑALARA L'ím. XVI, frente a ...... _...... 8g

104