El Ciego : Drama En Cuatro Actos
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EL TEATRO COLECCION DE ÓBRAS DRAMÁTICAS Y LÍRICO-DRAMÁTICAS. DRAMA EN CUATRO ACTOS. MADRID. Imprenta deD. Anselmo Sta. Coloma , Calle de las Dos , Hermanas 19 , bajo. , . , CAT.iLOGO délas obras Dramáticas y Líricas Galeria de lágrimas, I Herencia El fin de la novela. Al cabo de los años mil... á un tiempo i criminal El filántropo. Honrado y Amor de antesala. de Alarcon. El hijo de tres padres, Instintos Abelardo y Eloísa. , Esperanza. i Indicios vehementes. orilla. Ahogarse á la Isafeel de Médicis. Ki anillo del rey. I Alíircou. ' El caballero feudal. Jaime el Barbudo. Angela. ¡Es un ángel! Juan sin tierra. Afectos de ódloy amor. pena. Espinas de tlor. Juan sin Arcanos del alma. El 5 de agosto. Jorgp el artesano. Amar después de la muerte. El escondido y la tapada. Juan Diente. Al mejor cazador.. El Ucenciado Vidriera José Izaría. Achaque quieren las cosas. amaiites de Chinchón ¡En crisis!! l.es Amor es sueño de los dados... El Justicia de Arñgnn. Lo niojor caza de cuervos. dos sargentos españoles V El calalleío de! milagro. Los caza de hereücias. o la linda vivandera. V El monarca y el judio. ^mor, poder y ^?lucas. Los dos inseparables. El rico y el pobre. vmar por seña,' de un casero. El beso de Judas. La pesadilla Al pié de ia leti René. Echarse en brasos de Dios. La hija del rey Antiguos y modernos. El alma del rey Garcja. Los psiremos. Aquí está un moso c veraa. dedos huéspedes. El afán de tener novio. Los Abnegación y nobleza. éxtasis. El juicio público. Los Amores perdidos. posdata de una carta, El sitio de Sebastopol. La Bonito viaje. Lluíven hijos- kerótco. El todo por fcl tod'^. Boadicea , drama mosquita muerta, El jiíano, ó el hijo de las La Batalla de reinas hidrofobia. Alpujarras. i La Baria la flamenca. las toma. La choza dei almadreño. El (^ue las da I Biches mal adquiridos. ' patriotas, El ca^nino de presidio. Los 3al^as?r. de Teruel, i amantes El honor y el dinero. Los Borómetro conyugal- e-l espejo. i La verdad en Guevara. El hijo pródigo. Cañizares y de la Condesa. , El payaso. La Banda Cosas suyas, i espDsa de Sancho el BtM El amor é interés. La Calamidades, Qne vedo. cuarto se alquila. L boda de rt\ dos gotas de agua. Este Como ! Turia. La Creación y el Diluvio. razón. El patriarca del Con razón y sin La gloria del arte. palabras. El rey del mundo. i Cómo se rompen La (íitanilla de Madrid. buena suerte. Esposa y mártir. Conspirar con ' de San Fernando. cada dia. La madre parientes^ amigos. El pan de Chismes, y ' de don Juan. I El mestizo. Las flores Con el diablo á cuchilladas. Apariencias. El diablo de Amberes. I Las ! Costumbres políticas. guerras civiles, ciego. ; Las Contrastes. El i de amor. El último vals de Weber. Lecciones Catilina. reinas. El traspaso. Las dos Carlos IX y los Hugonotes. de Florencia. Escenas nocturnas. La libertad Culpa y castigo. archiduquesita. El laberinto. La Córte y cortijo. Las prohibiciones. mayor. El giiano aventurero. Caza escuela de los amigos, i El solterón. La CarBíoli. La escuela de los perdidos.! ninguno. El vértigo de Bosa. Cuatro agravios y sin la esperiencia.j por el atajo. La bondad Camino del matrimonio. Echar San Plácido. La escala del poder. Duque de Viseo. El reló de maridos. Las cuatro estaciones. contra un tio. El clavo de los Dos sobrinos La vida de Juan Soldado. fortuna. El bello ideal. De audaces es la querellas del rey Sabio. el miriñaque. Las hijos sin padre. El hongo y Dos oración de la tarde. < El rey de bastos. La D. Primo Segundo y Quinto. de om. El trotegido de las nubes. La llave \ Don Sancho el Bravo. Providencia. Fiarse en apariencias. La Don Bernardo de Cabrera. banqueros. J Furor parlamentario. Los tres Dos artistas* Las huérfanas de la caridad. 2.* parte. Faltas iuveniles. Diego corrientes j sepultura. de un diaü! L-a cruz en la Diana de San Román. ¡Flor Flor marchita. La ninfa Iris. D. Tomás. bien ajeno. Funesta casualidad. La dicha en el El amor y la moda. amores. Grazalema. Los tres ¡Está loca! pueblo. Baltasar * La mujer del En mangas de camisa. Gaspar, Melchor y mundjj Las carcajadas. , resbala. el ahijado de lodo el El que no cae... Las bodas de tamacho. Glorias de España , o con- El Niño perdido. misterio. quista de Lorca. La cruz del El Hipócrira ' la espada. Glorias mundanas, La pluma y El cura de aldea. la Finojoia La barquera de » rascar... Historia china. El querer y el valle. Hacer cuenta sin la huéspeda. La flor del El homb renegro. "Bt CIB60, DRAMA EN CUATRO ACTOS, Arreglado del francés á la Ei««na Española POR Y DON DIOMSIO SCABLATIS, ÍMPRENTA DE D, ANSELMO SanTA COLOStA, Calle de las Dos Hermanas, 19, bajo. La propiedad de esta obra pertenece á D. Alonso Gullon , editor de la colección de obras dramáticas y líricas tituladas EL Teatro , y con arreglo á la ley de propiedad literaria , nadie podrá sin su permiso reim- primirla en España y sus posesiones , ni en los paises con que haya ó s« celebren en adelante convenios internacionales. Los comisionados de la misma galería son los exclusivos encargados de la venta de ejemplares y del cobro de derechos de representación en todos los puntos. Queda hecho el depósito que exige la ley. ALBERTO MOREL. Mr. DÜPERRIER. Mr. DARCY. Mr. ROüSEAÜ. REMY. ARMANDO. LUISA. GENOVEVA. SUSANA. JULIETA. Niña de 6 años. Criados. 6 / íí335 Habiendo examinado este dran^a^, no hajlo incon- Teniente en que su representación sea autorizada. Madrid 5 de julio de 1860, El Censor de Teatros. Antonio Feriiér del Uio. ACTO PRIMERO. Sala en casa de Mr. Duperrier. —En el fondo la caja del dinero. —En primer término, dos bufetes, sillones, etc. —En el segmido á la derecha, una es- calera de caracol que conduce. desde la caja al piso segundo. —Los rayos <ie la luna entran por una ventana junio á la caja y alumbran la escena. ESCENA PRIMERA. Remy. Hemy. ¡Las cinco! Aunque lleguen ahora, mi trabajo está terminado. {Limpiando el despacho y ordenando los muebles,) Válgame Dios, qué \ y vida tan monótona se lleva en esta casa , désde que el señor Duperrier pusó disimuladamente en la calle á su hijo! Este roba- ba sin compasión á su padre y. yo tenia que hacer la vista gorda, lo que me proporcionaba mis utilidades. No se parece el actual cajero á mi señorito. ¡Oh! el señor Alberto es laborioso, puntual, económico, y sin embargo ha principiado á trasnochar ; ha venido á la madrugada y aun no ha bajado á la caja. Pero... gente se acerca. ESCENA II. Genoveva. Remy. Mmt. Señorita... <G£7<ovEVA. ¿Estás solo? 1 2 Remy. Enteramente solo. Genoveva . Pues . Juraría qwe estabas hablando. Remy, Hacia mis reflexiones en alta voz. Genoveva. ¿No ha bajado todavía Alberto? Remy. No. Genoveva. ¿Está enfermo? Remy. No; pero como se ha acostado tarde... Genoveva. Se afana demasiado. ¡Es el señor Duperrier tan se- vero! Remy. Sí, pero no le exigirá que pase 'las noches por esos mundos de Dios, y vuelva á casa á la madrugada. Genoveva. ¡A la madrugada! Remy. Sí tal, salió de toda gala... sin duda fué al baile. Genoveva. ¿Al baile, estando de luto por su madre, como yo por mi buena madrina? ¡Oh! ¡Eso no es posible ! Remy, subid á su habitación; puede estar enfermo. {Rouseau entra por el fondo,) ESCENA III. Dichos. Rouseau. Rouseau. ¿Está visible Mr. Duperrier? Remy. Mi señor siempre está visible para su notario. Rouseau. Anunciadme. Remy. ¡Al punto! Genoveva, Y de paso sube al cuarto de Alberto. Remy. Vendré á daros la contestación. Genoveva. Gracias, Remy. ESCENA IV. Rouseau. Genoveva. RoT sE\u. Perdonadme, Genoveva, no os había visto al entrar. ¿Ese Alberto de quien habláis, es uno de los depen- dientes del señor Duperrier? Genoveva. Sí señor; entró aquí hace cuatro meses, y hoy es caje- ro de la casa. Rouseau. ¡Oh! es demasiado jóven para ocupar tal puesto... El cajero de esta casa maneja milloneB. 3 Genoveva. Alberto es muy digno de la confianza del señor Du— perrier. RoüSEAü. ¿Conocíais á ese jóven? Genoveva. Desde niña. RousEAü. ¿Es de vuestro país? IIenoveva. No señor; pero su madre fué á establecerse allí. Ma- dama Morel vivia de su trabajo, y era viuda de un mi- litar. Alberto, su único hijo, recibió, gracias á los sa- crificios que ella se impuso, una buena educación: tenia brillantes disposieiones para el dibujo, y toda indicaba que sería algún día un artista distinguido. Hace tres años entré en uno de los primeros colegios de Lion, siguiendo el consejo del señor Duperrier^, antiguo amigo de mi padre y á quien me acostumbra- ron á mirar como tutor. Un dia en nuestra sala de es- tudio, y en vez de nuestro anciano profesor de dibu- jo, vi aparecer á un jóven entre nosotras, y este jóvea era Alberto: el discípulo llegó á ser maestro... RoüSEAü. Veo efectivamente que le conocéis. Genoveva. Durante un año asistió constantemente á la clase; mas- ía directora nos avisó un dia que la señora Morel, en- ferma de gravedad, había llamado á su hijo, y Alberto no volvió mas. Juzgad de mi sorpresa, cuando al venip hace tres meses á casa del señor Duperrier, el cual dispuso para mi madrina y para mí una bonita habita- cion, me encuentro cara á cara y en su escritorio á mi profesor de dibujo. Según supe después, por cum- plir la última voluntad de su madre, abandonó la pin- tura y se dedicó á la teneduría de libros.