Sabemos Muy Poco De Los Mudéjares Aragoneses, Pese a La Gran Densidad Que Alcanzó La Población Mudéjar En Aragón Durante Los Siglos XII a XVI
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INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LOS MUDEJARES ARAGONESES por José Ma. Lacarra Sabemos muy poco de los mudéjares aragoneses, pese a la gran densidad que alcanzó la población mudéjar en Aragón durante los siglos XII a XVI. Puede decirse que apenas hay estudios directa- mente dedicados al tema. En 1904 Eduardo Hinojosa dedicó unas breves páginas al estudio de los Mezquinos y exaricos. Datos para la historia de la servidumbre en Navarra y Aragón 1 ; en 1923 se publicaba la tesis doctoral de F. Macho y Ortega titulada Condi- ción social de los mudéjares aragoneses (siglo XV) 2 ; recientemen- te Ma . Luisa Ledesma Rubio estudiaba La población mudéjar en la Vega baja del Talón3 Sin embargo, se conserva una documentación muy abundante que hace relación a los cultivadores agricolas de origen musulmán, 1 Apareció en Homenaje de D. Francisco Codera, Zaragoza, 1904, pp. 523-531, y re- producido en la edición de sus Obras, t. I, Madrid, 1948, pp. 245-256. Es de adver- tir que las referencias a los documentos publicados por don Eduardo Ibarra Ilevan, equivocadamente, la fecha de la era, que debe ser reducida al cómputo actual. 2 Memorias de la Facultad de Filosofía y Letras (Zaragoza, 1923), t. I. pp. 137-319. La tesis habia sido preparada durante el curso 1916 a 1917, sobre documentación del Archivo de Protocolos de Zaragoza, ampliada luego con una visita al Archivo de la Corona de Aragón. Se publicó después de muerto el autor, y por tanto sin las correcciones que éste hubiera podido introducir. Acompaña un apéndice de 105 do- cumentos, muchos de ellos transcritos en forma abreviada. Otra serie de Documen- tos relativos a la condición social y jurídica de los mudéjaresaragoneses publicó en "Revista de Ciencias Juridicas y Sociales", V (1922), 143-160; 444-464. 3 Miscelánea ofrecida al Ilmo. Setior D. José Marz'a Lacarra y de Miguel, Zaragoza, 1968, pp. 335-351. Se utiliza fundamentalmente documentación de la Orden de San Juan de Jerusalén. El estudio de GUY LIÁZU, La condition -des musulmans dans rilragon chrétien aux Xle et XI1e siécles ("Hesperis-Tamuda", IX, 1968, fasc. 2, pp. 185-200), es un comentario, no siempre acertado,de los Documentos para el estudio de la reconquista y repoblación del valle del Ebro, que publiqué en EEMCA, Il (1946), III (1947-48) y V (1952). 7 JOSE MARIA LACARRA tanto en los Archivos eclesiásticos de la región —Archivos del Pilar y de la Seo de Zaragoza, catedrales de Tudela y Tarazona, parro- quiales, etc.—, como en los Archivos de las Ordenes Militares, de Protocolos, Municipales, etc., que sólo en una mínima parte ha sido publicada o utilizada. Sin duda la habrá también en los Archi- vos de las grandes casas nobiliarias que han llegado hasta nosotros más o menos completos, pero su conocimiento y su consulta no siempre es fácil4 Toda esta documentación hace referencia, en general, a los cultivadores agrícolas por cuenta ajena; rara vez a los que son propietarios de tierras, que sabemos que subsistían hasta el siglo XVIs . Menos referencias tenemos de los mudéjares que residían en las aljamas urbanas, casi siempre de seriorío real, y por tanto de los mudéjares que habitualmente no ejercían la agricultu- ra, sino la artesanía y el comercio en Zaragoza, Huesca, Calatayud, Teruel, etc. 6 . De aquí la dificultad con que nos encontramos para llegar, de momento, a conclusiones generales. Los sarracenos o moros, como se les llama en la documenta- ción —jamás mudéjares—, eran conocidos de antiguo en Aragón como prisioneros de guerra. Son los mauri capti, de que hablan los fueros. Reducidos a servidumbre, tenían sin embargo la conside- ración de personas. Si su duerio los entregaba en prenda —dice el Fuero de Jaca—, debían ser llevados al palacio del rey, y el duerio del sarraceno o sarracena estaba obligado a darle pan y agua, quia 4 Entre la documentación de la Iglesia y Ordenes Militares se conservan bastantes re- ferencias a tierras cultivadas por moros que antes fueron de nobles. Isidro de las Cagigas publicó la Carta Puebla de Sahlla (Salillas de Jalón), otorgada el año 1312 por D. Martín López de Rueda y su mujer Doña Francisca Ximenez de Castellot, a diecinueve familias de moros; se conservaba en el Archivo de la Audiencia de Zara- goza ("Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su reino", VI, 1916, 122-126). El importante Archivo de la Casa de Fuentes, se dispersó, y creo que en gran parte se destruyó en Zaragoza, hace poco más de veinticinco años. En los Ar- chivos de Protocolos abunda la documentación de los siglos XIV y XV relativa a la administración de las aljamas de señorío. 5 En las Escrituras drabes pertenecientes al Archivo de Ntra. Sra. del Pilar, publicadas por R. García de Linares en el "Homenaje de D. Francisco Codera", pp. 171.-197, se publican varios documentos en que los contratantes son propietarios musulmanes. Tambien los hay entre los conservados en el Archivo Catedral de Tudela o proce- dentes de esta región. 6 MACHO ORTEGA, op. cit. pp. 188-190 publica un extracto de las Ordinaciones de la aljama mora de Huesca sancionadas por el rey don Martín en 1399, tomándolas del A.C.A., Reg. 917, fol. 8. 8 LOS MUDEJARES ARAGONESES est homo et non debet ieiunare sicuti bestia 7 El moro cautivo era objeto de comercio y de exportación al otro lado del Pirineo 8 , pero normalmente, sobre todo en los siglos XII y XIII, el moro cautivo era tenido como una mercancía sometida a rescate. Su va- lor no estaba en relación con su capacidad para el trabajo, sino con el precio que podían pagar por el rescate. En este sentido los fue- ros municipales de Arag6n, como otros fueros de frontera, dispo- nen que el vecino que tenga un esclavo moro, deberá cederlo para el rescate de otro vecino prisionero de los moros, previo el pago de su precio y de los gastos que hubiera ocasionado 9 . Es verdad que no todos los sarracenos capturados en el siglo XII en acci6n de guerra eran objeto de rescate. Los había que por ser de condición más modesta, por exceso de cautivos musulma- nes, o por otras circunstancias diversas quedaban al servicio de los cristianos, generalmente empleados en faenas agrícolas 18 . Pero al correr de los arios, olvidado un tanto su origen, tendían a confun- dirse con los otros sarracenos sometidos por capitulación11. 7 A. UBIETO, Jaca: Documentos municipales (971-1269), Valencia, 1975, p. 51. 8 J. Ma. LACARRA, Un arancel de aduanas del siglo Xl, Zaragoza, 1950. 9 Así, en los fueros de Calatayud (1131), Daroca (1142), etc. Vease CH. VERLIN- DEN, L'esclavage dans lEurope médiévale, I, Brujas, 1955, pág. 157 y sigts. 10 En 1 146 Ramón Berenguer IV concede a la Orden del Temple que "quantos sana- cenos habetis in honoribus vestris et hereditatibus vestris, aut illos quos de aliis par- tibus pro amorem Dei adduxeritis vel de Ispania quos Deus ibi vobis dederit, omnes vobis serviant omnibus diebus et nullus homo eos vobis subtrahat neque recolligat in sua casa aut in sua hereditate neque eis faciat aliqua injuria", L. MIRET Y SANS, Les cases de Templers y Hospitalers en Catalunya, Barcelona, 1910, pág. 114. 11 En julio de 1179 Alfonso II concedía al Temple dos sarracenos, uno en Zaragoza y otro en Tierz, con su heredad y cuanto poseían "ut habeant illos duos sarracenos jarndictos et possideant in hereditate libere et quiete et nunc et deinceps, ad facien- darn ex illis propriam voluntatem suam sine meorumque retentu et alie persone cuiusque. Hos quidem sarracenos cum hereditate Worum ubique quam nunc habent vel quam de cetero et iustis modis adquirere poterint cum personis quoque eorum et cum filiis et filiabus et tota generacione suam iamdictam hereditatem possessu- ris, dono, laudo..." (A.H.N. Cart. Magno, II, p. 182, n o 194; p. 199, no 217). Por los terminos en que está redactado el documento parece que se trata de un siervo adscripticio. En 1292 la aljama de Zaragoza se querelló de que • Jucef Galip, descen- diente de uno de estos sarracenos, no debía ser "moro franco", querella que fue presentada ante Nicholao del Espital,.."savio en derecho" y subdelegado de don Bartholome d'Eslava, juez por el rey en los pleitos entre la aljama de los moros de Zaragoza y los "moros francos" de Zaragoza. La Orden del Temple defendió a Jucef Galip, "como por aquel qui es del Temple quitio e ha ser de todos tiempos en su vida, e fueron los suyos antecessores de cient e XIII annyos, encara quel sennyor don Alfonsso de noble recordación rey d'Aragón los die al Temple segunt se mani- fiesta por el priuilegio del dicho sennor rey", documento que copia (A.H.N. Cart. Magno, II, p. 246-248). En esta fecha parece que los descendientes de los dos sarra- cenos del siglo XII están equiparados a los vasallos de señorío. 9 JOSE MARIA LACARRA Así, pues, en los siglos XII y XIII coexisten en las tierras de Aragón dos tipos de sarracenos de condición jurídica totalmente diversa, y sobre la cual no cabía confusión entre los contempo- ráneos: los mauri capti y los mauri pacis; estos ŭltimos consti- tuían la inmensa mayoría de la población•musulmana de Aragón, como descendientes de los que habían capitulado ante los conquis- tadores cristianos. Tanto los fueros de Calatayud y de Teruel en el siglo XII, como los fueros de Jaca y de Aragón en el siglo XIII se ocupan de unos y de otros 12 . Puede decirse que con la sumisión de Murcia tienden a desaparecer los moros cautivos, al cesar las cabalgadas, causa principal de cautiverio.