SENADORES DISCUSION México, D.F., Jueves 22 De Octubre De 2015
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SENADORES DISCUSION México, D.F., jueves 22 de octubre de 2015. Versión Estenográfica NOTA: ESTE DOCUMENTO SE PUEDE VISUALIZAR EN EL ARCHIVO PDF LIGADO. EN CASO DE NO VISUALIZAR EL ARCHIVO LIGADO FAVOR DE SOLICITARLO AL CORREO ELECTRONICO [email protected] Continuamos con la presentación del dictamen de reformas constitucionales en materia de desindexación del salario mínimo. Se concede el uso de la palabra al Senador Ernesto Gándara Camou, para presentarlo a nombre de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, en términos de lo dispuesto por el artículo 196 del Reglamento del Senado. El Senador Ernesto Gándara Camou: Con su venia, señor Presidente. Compañeras Senadoras y Senadores: A nombre de mis compañeros de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, Octavio Pedroza, don Armando Neyra y el Senador Isaías González, vengo a presentar, junto también con mis compañeros de las Comisiones de Puntos Constitucionales, que preside el Senador Enrique Burgos, y Estudios Legislativos, Segunda, del compañero Senador Alejandro Encinas, el dictamen de reformas constitucionales a los artículos 26, 41 y 123 referentes a la desindexación del salario mínimo. Como ustedes saben, algo que es claro, evidente y totalmente consensuado por todos nosotros, es que esta es una tarea inmediata; es fundamental, antes que cualquier otra cosa, quitar este gran obstáculo que será a nivel ley constitucional y poder lograr reformas para desvincular el salario como unidad de cuenta. Con esta reforma, estaremos iniciando la generación de condiciones que se necesitan para lograr dignificar un verdadero salario mínimo en el país. Hoy damos un gran paso que no va, desde luego a resolver el problema, pero tampoco lo resolvería si no lo hacemos. Es el inicio de una tarea en la que todos estamos de acuerdo y que nos vamos a seguir poniendo de acuerdo en el cómo lograr esta dignificación del salario. Por eso, en este paso que tenemos que dar, posteriormente iremos también al reajuste del salario mínimo. Esta reforma, pues, dará paso a otras acciones para el mejoramiento del poder adquisitivo de las familias mexicanas. Nos propusimos todos, compañeras Senadoras y Senadores, en avanzar en la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo. Y hoy, el que estemos avanzando en este tema, y esperemos que podamos aprobarlo el día de hoy, reviste una significativa importancia. Por eso celebramos las coincidencias a las que hemos llegado en las tres comisiones dictaminadoras. Celebro y agradezco el apoyo de ustedes, Senadoras y Senadores, en particular de los coordinadores de los grupos parlamentarios, y desde luego, celebro también, que podamos ponernos de acuerdo en lo esencial, para poder avanzar en este camino. Hemos recibido, pues, una iniciativa del Presidente de la República, del licenciado Enrique Peña Nieto, en materia a este primer paso que es la desindexación del salario mínimo y su uso como unidad de cálculo en el orden jurídico para efectos económicos. En la recepción y el análisis de esta iniciativa, distintos integrantes de todos los grupos parlamentarios nos hemos sumado al análisis y al enriquecimiento, inclusive, de la minuta que nos ha mandado nuestra colegisladora hermana, la Cámara de Diputados. Consideramos, pues, que hay una evolución del concepto del salario mínimo en el mundo actual en el que México no ha sido parte. Existe también en nuestro país un deterioro innegable del poder adquisitivo del salario La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, informó que a lo largo del siglo XXI, México es el único país de América Latina con salarios mínimos estáticos y la única economía importante que no hizo nada para propiciar su recuperación. Hoy surge una oportunidad de cambio con la aprobación de esta reforma y con lo que tendremos que hacer después de manera inmediata. Vamos a ser testigos los legisladores de que sabemos sumar y no restar. El valor del salario mínimo no se utiliza únicamente como la mínima remuneración que legalmente pueden recibir los trabajadores, sino que también se utiliza como una unidad de cuenta para indexar ciertos supuestos y montos que incluyen el saldo de créditos, viviendas, topes, multas, entre otros. Esta vinculación del salario mínimo, esos supuestos y montos, ya hoy en día genera distorsiones en su comprensión al provocar aumento en costos y pagos para la población no responden necesariamente a las mejoras en el poder adquisitivo de los trabajadores, aquellos que dependen de factores como la inflación y el crecimiento de la productividad. Cuando en la defensa de las posturas políticas encontramos intereses que coinciden y que llevan a posiciones encontradas estamos ayudando a la comprensión del futuro. Con esta reforma vamos, pues, como bien lo hemos dicho ya todo, a desvincular el salario de esta función de medición de unidad. Hoy podemos decir que el salario mínimo ha prescrito su uso como unidad de cuenta o para el pago de obligaciones, derivadas de las leyes, la cual ya es una situación anacrónica urgente de resolver. Por eso les pedimos, compañeras y compañeros que aprobemos este primer paso para pasar lo más pronto posible al análisis del legislación ordinaria, derivada del mandato constitucional, y al análisis también que tenemos que ver con todo lo que implica, no solamente el aumento del salario, la recuperación, sino todo lo que implique el poder adquisitivo de las familias mexicanas, particularmente de nuestra clase trabajadora, y que profundicemos en el futuro inmediato también en el análisis de la relación salario con canasta básica, de la relación salario con educación, de la relación salario con las mismas prestaciones y los apoyos de las instituciones sociales del Estado mexicano, y que finalmente lleguemos todos juntos a buscar lo que realmente queremos, un mejor nivel de vida para los mexicanos, un mejor nivel de vida sin demagogias, sin cosas irreales, pero sí a fondo poniéndonos de acuerdo. Compañeras y compañeros Senadores, ya iniciemos, sigamos adelante, no detengamos la marcha, es algo fundamental para el bienestar de las familias mexicanas. Muchas gracias por su atención. (Aplausos) El Presidente Senador Roberto Gil Zuarth: Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 199 del Reglamento, tiene el uso de la palabra el Senador Mario Delgado Carrillo para presentar su voto particular. El Senador Mario Delgado Carrillo: Gracias, con su venia, Presidente. Compañeras, compañeros, me parece una buena noticia que finalmente vayamos a dictaminar esta iniciativa, pero también hay que ser muy claros en los alcances de lo que hoy se está aprobando, porque se ha generado una expectativa allá afuera de que con esta reforma van a empezar a subir los salarios de los trabajadores, y eso no necesariamente va a ocurrir así. Y no ocurre porque en esta discusión no ha habido un esfuerzo por tenerlo desde el punto de vista de los derechos humanos, tener al trabajador como sujeto central de derechos humanos en las actuales economías. Hemos tenido debates importantes de qué pasará con la inflación, de qué pasa con la productividad, de qué va a pasar con las finanzas públicas, con las empresas, pero se nos olvida que el concepto de salario mínimo es fundamentalmente un concepto de bienestar y ahora protegido, formando parte de los derechos humanos, una política de principios de derechos humanos que deba mantenerse firme en la imposición de los derechos esenciales contra los argumentos políticos o económicos, haciéndolos valer y tomarlos en serio aún contra cualquier argumento. Se debe soportar todo esfuerzo por asegurar el mínimo vital, las necesidades básicas del trabajador. Si bien sobre el incremento del salario mínimo es necesario y debemos actuar con racionalidad para evitar los extremos, por un lado mantener el salario mínimo como está, o bien aumentar el salario automáticamente o por decreto. Creemos que hay que actualizar los conceptos de salario mínimo ordenados por el Constituyente de 1917, a la luz de los derechos humanos que ahora son el centro del sistema jurídico e imponen a todas y todos a actuar con ánimo de su reconocimiento, protección, garantía y promoción. Hay que reconocer que la política económica ha sido muy mala para los trabajadores en México, el bajo crecimiento económico en los últimos 30 años, menos del uno por ciento anual, per cápita, la precarización laboral en la economía y la grave crisis de desigualdad en nuestro país han sido factores determinantes para elevar sus niveles de pobreza, más de la mitad de la población se encuentra en pobreza en nuestro país, el 20 por ciento en pobreza extrema, y 30 por ciento en pobreza moderada. Varios de los argumentos para mantener el bajo crecimiento económico en nuestro país mediante bajos salarios, exigiendo mayores niveles de productividad, han colocado a las familias mexicanas en la informalidad y en la precariedad. La realidad es que al 54 por ciento de los trabajadores formales no les alcanza su salario para comprar la canasta básica alimentaria. Tan sólo este año el poder adquisitivo de los mexicanos ha disminuido casi seis por ciento. La consecuencia de todo ello es que el mercado interno esté hundido, las familias no tienen dinero para gastar y las empresas no tienen dinero para invertir. Entonces, la reforma de desindexación del salario que hoy se discute, representa una condición necesaria, más no suficiente para recuperar su poder adquisitivo. Es necesario establecer las bases sobre las cuales se fundamente una política para una verdadera recuperación de los salarios en México. Lo anterior es algo urgente, fijémonos que nuestro objetivo fuese, que para el año 2021, por ejemplo, todos los trabajadores de México pudieran acceder a la canasta mínima alimentaria. El salario mínimo tendría que crecer casi 20 por ciento cada año durante los próximos seis. Esto nos habla del rezago tan grande que existe entre un empleo en nuestro país y su función social ideal, ganar el salario mínimo en México significa estar en la pobreza, situación que padece el 21 por ciento de los ocupados en México, es decir, más de 10 millones de personas, o uno de cada cinco de los trabajadores formales.