Monografía. Zoques De Oaxaca

ISBN 970753054-5

9 789707 530546 ZOQUES DE OAXACA

Mujeres principales migueleñas vistiendo a la Virgen del Rosario. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2001. Acervo personal.

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zoques oaxaca.indd 1 27/1/06 12:41:34 NOTA SOBRE EL AUTOR Leopoldo Trejo Barrientos es maestro en antropología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, e investiga- dor de tiempo completo de la Subdirección de Etnografía del Museo Nacional de Antropología.

Fotografía 1a. de forros y portadilla: Celebración de la Santa Cruz, 3 de mayo. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2003. Acervo personal.

Fotografía página 5: Cueva El Convento. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2002. Acervo personal.

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zoques oaxaca.indd 2 27/1/06 12:41:34 ZOQUES DE OAXACA LEOPOLDO TREJO BARRIENTOS

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zoques oaxaca.indd 3 27/1/06 12:41:35 CDI 972.004 C65 ZOQUES OAX. Trejo Barrientos, Leopoldo Zoques de Oaxaca / Leopoldo Trejo Barrientos. -- México : CDI, 2006. 48 p. : maps., retrs., tabs. – (Pueblos indígenas del México contemporáneo) Incluye bibliografía ISBN 970-753-054-5

1. INDIOS DE OAXACA – ZOQUES 2. ZOQUES (DE OAXACA) – UBICACIÓN GEOGRÁFICA 3. ZOQUES (DE CHIAPAS) – IDENTIDAD ÉTNICA 4. ZOQUES (DE OAXACA) – HISTORIA 5. TENENCIA DE LA TIERRA – ZOQUES (DE OAXACA) 6. ZOQUES (DE OAXACA) – RELACIONES INTERÉTNICAS 7. ZOQUES (DE OAXACA) – RELIGIÓN Y MITOLOGÍA 8. ZOQUES (DE OAXACA) – FIESTAS Y CEREMONIAS 9. ZOQUES (DE OAXACA) – ORGANIZACIÓN SOCIAL 10. MAYORDOMÍAS 11. ZOQUES (DE OAXACA) – VIDA SOCIAL Y COSTUMBRES 12. LOS CHIMALAPAS – ESTADÍSTICAS 13. LOS CHIMALAPAS – DEMOGRAFÍA I. t. II. Ser.

Primera edición, 2006

ISBN 970-753-054-5 / Zoques de Oaxaca

ISBN 970-753-006-5 / Pueblos Indígenas del México Contemporáneo

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Impreso y hecho en México

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zoques oaxaca.indd 4 27/1/06 12:41:36 ZOQUESZOQUES DE OAXACA DE OAXACA

DUEÑOS ANCESTRALES DE LAS RICAS SELVAS DE LOS CHIMALAPAS, LOS 5 ZOQUES DE OAXACA SE CONCENTRAN PRINCIPALMENTE EN LOS MUNICI- PIOS ISTMEÑOS de Santa María y San Miguel Chimalapa, inscritos en el ex distrito de Juchitán. Entre ambos ocupan una superficie estimada de 594 mil hectáreas, de las cuales 460 mil pertenecen a Santa Ma- ría y 134 mil, a San Miguel. Este gigantesco territorio alberga una importante variedad de ecosistemas, entre los que destacan la selva alta perennifolia, el bosque de pino, la selva baja caducifolia y el bosque mesófilo de montaña.1 La enorme diversidad de nichos ecológicos con que cuenta hace de Los Chimalapas una de las regiones con mayor riqueza biótica de nuestro país; sin embargo, la tala excesiva que lleva a cabo la pobla-

1 “Chimalapa es por lo visto el último lugar en México y Centroamérica donde persiste un gradiente continuo de bosques tropicales húmedos a bosques de neblina, bosque enano, bosques de pino y encino y bosques tropicales secos, todos ellos en condiciones prístinas” (De Ávila y García, 1997: 3).

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Así, en la actualidad es común dis- La importancia estratégica de tinguir entre el grupo etnolingüístico, Los Chimalapas se reconoce formado por un número variable de uni- desde el inicio de la Colonia dades socioculturales emparentadas lin- hasta nuestros días. güísticamente (Bartolomé, 1997), y el étnico, entendido como un conjunto de ción local, los madereros y ganaderos personas que además de reconocerse y externos ha puesto en peligro la conser- ser reconocidas como unidad, compar- vación de la zona y de las regiones ve- ten la certeza de participar de un mismo cinas que dependen de los caudales que origen y de ostentar un carácter grupal nacen en estas sierras, como son el Coat- único que las diferencia del resto de los zacoalcos —antiguamente llamado del grupos humanos. Corte—, el Ostuta y el Espíritu Santo, Por lo tanto, antes de hablar de los zo- cuyas aguas desembocan en el comple- ques de Oaxaca en particular, lo más con- jo lagunar huave y ayudan a mantener veniente será contextualizarlos en el mar- el equilibrio de salinidad de sus aguas. co de su filiación etnolingüística, para 6 Ahora bien, a pesar de que la impor- después justificar por qué la tradicional tancia estratégica de Los Chimalapas se división etnográfica del grupo etnolin- reconoce desde el inicio de la Colonia güístico zoque, en los núcleos chiapane- hasta nuestros días, poco se sabe de la co y oaxaqueño, no debe considerarse población que milenariamente la ha ha- un simple capricho que responde a los bitado. La creencia de que a determina- límites entre dos entidades federativas, da lengua indígena corresponde un grupo sino como una realidad lingüística, his- étnico ha provocado, entre otros facto- tórica y cultural que es necesario sacar a res, que durante mucho tiempo la pobla- la luz para dar rostro a un grupo étnico ción zoque, quien disfruta y posee estas minoritario que ha sabido mantener su tierras, haya permanecido relativamente identidad, a pesar de la hegemónica pre- anónima. Para resarcir tal injusticia, la et- sencia zapoteca que caracteriza al istmo nografía contemporánea ha realizado un oaxaqueño. considerable esfuerzo con el fin de dife- renciar entre los hablantes de una deter- EL UNIVERSO ZOQUE minada familia lingüística y los diversos Es probable que la categoría zoque sea grupos culturales que la conforman. de origen náhuatl y signifique “lodo”; de

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ser así, los zoques serían los “hombres se extendieron de manera gradual hacia del lodo” (Muñoz, 1977). Este apelativo el Istmo de Tehuantepec, Tabasco y Ve- debieron imponerlo los nahuas, quienes racruz, lo que propició la lenta separa- hacia finales del siglo XV y principios del ción de las lenguas mixe y zoque, y dio XVI incursionaban de manera importan- nacimiento en las costas meridionales te en el Istmo de Tehuantepec y en Chia- del Golfo de México a la cultura madre pas, con el firme propósito de controlar mesoamericana: la olmeca. la ruta comercial que unía al centro de A partir de sus aproximaciones a la México con el Soconusco. Otra interpre- escritura jeroglífica que adorna la fa- tación la proporciona Wichmann (1991), mosa estela preolmeca de la Mojarra, quien apunta la posibilidad de que el Terrence Kaufman y John Justeson han término provenga de una forma de sa- intentado sostener que los olmecas de- ludo utilizada en alguna de las variantes bieron de ser hablantes de una lengua dialectales del zoque de Chiapas. preprotomixezoqueana. De cualquier forma, tanto el etnóni- Durante los siglos que siguieron a la mo como los orígenes del grupo etnolin- decadencia y colapso de la cultura ol- güístico zoque no son claros aún. A partir meca, las áreas de influencia lingüística 7 de algunas excavaciones realizadas en las de mixes y zoques se fueron definien- costas chiapanecas del Soconusco y de la do, hasta el punto en que, según afirma comparación de sus materiales con aque- Norman Thomas (1977), para la época llos propios de los olmecas, el arqueólo- de la Conquista el grupo etnolingüístico go John Clark (1993) postuló la existencia zoque se extendía por el oeste de Chia- pretérita de una cultura cuya lengua muy pas y este de Oaxaca, el sur de Veracruz probablemente era una forma arcaica de y parte de Tabasco. Ahora bien, los pri- la familia mixe-zoque. La cultura Mokaya meros informes coloniales acerca de es- se desarrolló hace 3 600 años, aproxima- te grupo etnolingüístico se deben sobre damente, y según Clark, fue la primera todo a los misioneros y administradores, en Mesoamérica en domesticar el maíz y, quienes de manera empírica y gradual por lo tanto, en sedentarizarse; de ahí de- riva su nombre, que en lengua zoque sig- La cultura Mokaya se nifica “gente del maíz”. desarrolló hace 3 600 años, Teniendo como epicentro las férti- aproximadamente. les tierras del Soconusco, los mokayas

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fueron reconociendo el enorme pareci- punto de vista lingüístico, la actual pre- do que existía entre las lenguas que ha- sencia zoque y mixe en el estado de Ve- blaban los indígenas radicados en la re- racruz (Kaufman, 1964). gión; así pues, en la segunda mitad del A pesar de los importantes avances siglo XVI algunas fuentes mencionan en en la investigación de las lenguas mixe- forma explícita a población zoque tanto zoques, aun en nuestros días su clasi- en Oaxaca como en Chiapas. ficación dista mucho de ser conclusiva No obstante, en algunas ocasiones el y mucho menos consensuada. Terence parecido trascendía las fronteras del gru- Kaufman (1964) comenta que los dia- po etnolingüístico, lo que ha dado lugar lectos zoques se organizan en tres ti- a confusiones como la de Antonio de pos especiales: uno que abarca las cua- Ciudad Real (1993), quien hacia finales tro variantes reconocidas en el estado de del siglo XVI hizo pasar por mixes a los Chiapas; otro para Oaxaca, que no pre- zoques de Los Chimalapas. Claro que senta variaciones internas marcadas y, esta confusión se explica sobre todo por por último, el tipo de Veracruz forma- el estrecho parentesco lingüístico del do por dos lenguas que antes eran con- 8 mixe y el zoque, los cuales conforman sideradas popolucas. Agrega que debería la actual familia mixe-zoque. El primero considerarse un cuarto tipo, correspon- en proponer la existencia de esta familia diente al zoque de Tabasco. fue Lehmann, quien en 1915 confirmó el Por su parte, en años más recientes el parentesco entre zoque, mixe y popolu- lingüista Søren Wichmann (1991) ha pro- ca, tal como Karl Berendt había especu- puesto una nueva clasificación triádica de lado tempranamente en 1862 (Kaufman, subgrupos esenciales del zoque. El prime- 1964, Thomas, 1974). ro corresponde a la zona del Golfo e in- Hasta mediados del siglo pasado se tegra las variantes de Veracruz y Tabasco; consideraba al popoluca como integran- un segundo agrupa los cuatro dialectos de te incuestionable de la familia mixe-zo- Chiapas que se caracterizan por su alto que; sin embargo, Georges Foster postu- grado de cercanía y, finalmente, el subgru- ló que en realidad las variantes de esta po de Los Chimalapas, que evidencia mar- lengua o bien eran mixes o zoques, de cadas diferencias entre el habla de Santa tal forma que en realidad no existe un María y la de San Miguel, a tal grado que tercer tipo de lengua mixe-zoque llama- lo más conveniente, según Wichmann, es do popoluca, lo que explica, desde el considerarlas como lenguas distintas.

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Descanso después de cocinar para la fiesta del 6 de enero. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2003. Acervo personal.

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inexistencia de un idioma zoque gené- rico y que abarque a todos sus hablantes, es obligatorio distinguir entre los nú- cleos principales con el fin de promover el reconocimiento de las particularida- des de cada uno de ellos.

EL UNIVERSO ANGPØN A diferencia de los zoques de Chiapas que se llaman a sí mismos ode püt (Alon- so, 1997), los de Chimalapa se reconocen como angpøn. Esta última desig- nación hunde sus raíces posiblemente en el pasado prehispánico y llega hasta nuestros días como una muestra clara “Apu tzamu”. Principal autoridad ritual durante de la especificidad identitaria que a lo las mayordomías. San Miguel Chimalapa. largo de los siglos han sabido conservar 10 Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2002. Acervo personal. los zoques de Oaxaca. La primera vez que aparece en los reportes coloniales Más allá de las evidentes divergen- lo hace para designar el centro de los cias entre las propuestas de clasificación, pueblos zoques de la Villa de Tehuan- ambos autores parecen estar de acuerdo tepec en el siglo XVI, cuyo nombre era en reconocer sin mayor discusión al me- Anepaan o Utlatépec (Gerhard, 2000); nos dos subgrupos: el de Chiapas y el de después reaparece en los albores del si- Oaxaca. Este consenso es fundamental glo XIX como el término que los zoques no sólo porque coincide con la propues- de Chimalapa dan a su lengua: ta etnográfica que sí distingue al popoluca de los zoques y mixes, sino ante todo En los pueblos de Sta. Ma. y Sn. Miguel porque corrobora en el plano lingüístico Chimalapas se habla el idioma Anepaan la originalidad de los indígenas de Chi- que quiere decir gente industriosa y en malapa con respecto al conjunto de zo- nuestro castellano Zoque, ignoro el mo- quehablantes y, en especial, con aque- tivo de esta denominación... (Huesca et llos del núcleo chiapaneco. Así, ante la al., 1984: 93).

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Al margen de que el fraile Camilo Villo- la penetración y dominio zapoteca en el ro, párroco de Zanatepec, en su época Istmo de Tehuantepec. desconociese la etimología náhuatl del Desde entonces la comunicación en- término “zoque”, llama la atención que tre los diferentes conglomerados zoques, tras casi 200 años la categoría Anepaan que solía ser fluida, comenzó a deterio- perdure, aunque ya no como el nombre rarse hasta que las posteriores interven- de un asentamiento, sino como el del ciones nahuas y españolas terminaron idioma que identifica a las comunidades por fracturarla completamente. Entre los chimalapas. En este punto es interesan- caminos más importantes que mantenían te notar que el significado de “gente in- unidos a los zoques de Chiapas y Oaxa- dustriosa” que se le daba en ese enton- ca destaca el que corría por los antiguos ces en la actualidad ha desaparecido, y poblados angpøn de Niltepec, Ostutla, que los zoques de Oaxaca traducen su Ixhuatán, Zanatepec y Tapanatepec, si- nombre étnico, angpøn, como “los que tuados en el declive costero de Los Chi- hablan la lengua”. Este cambio de senti- malapas, muy cerca del sistema lagunar do “nos advierte del carácter histórico y y de la costa pacífica.2 Esta ruta la dispu- no etimológico del nombre étnico” (Tre- taron largamente hacia finales del siglo 11 jo, 2003: 18). XV zapotecos y mexicas; su importancia Ahora bien, debido a la carencia de radicaba en que por ahí se accedía a las fuentes y a la ausencia de investigacio- tierras del Soconusco y hacia los Altos nes arqueológicas en Los Chimalapas, la de Chiapas. historia del pueblo angpøn está poco do- cumentada. Respecto a la época preco- lombina, ya se ha señalado la posibilidad 2 Según González Martínez “hasta hace unos de que los grupos étnicos hablantes de 300 años existió una buena comunicación de los zoque tengan como antecedente prehis- zoques de Oaxaca con sus vecinos de Chiapas, Tabasco y Guatemala a través de un camino que, pánico más lejano a los olmecas; en este continuando por el río Coatzacoalcos aguas arriba, sentido, gran parte de la historia preco- llegaba hasta lo más denso de la Sierra Atravesada lonial angpøn se confunde en lo general y la enlazaba, por las riberas de los ríos Viejo y la Venta, con los poblados zoques de Tapalapa, Co- con la del resto de los grupos lingüísti- painalá, Coltipán y Cintalapa” (1986: 4). Es muy camente emparentados, diferenciándose probable que esta ruta sea la misma a la que se refieren Navarrete (1970), Cruz (1982) y Viqueira para el caso de los de Oaxaca, posible- (2002) y que posiblemente permaneció abierta mente a partir de los siglos XIII y XV, con hasta mediados del siglo XIX.

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Cortés tenía especial interés en poseer sugiere que durante algún tiempo dicha el pueblo zoque de Utlatepec, el cual ciudad fungió como la cabecera política funcionaba como “punto extremo de los angpøn precolombinos (Bartolo- mé y Barabas, 1996). de la navegación de canoas Con la llegada de los españoles, el en el alto Coatzacoalcos”. antiguo reino zapoteca de Tehuantepec Estas disputas provocaron que los ang- dio lugar a la provincia de Tehuante- pøn asentados sobre el camino emigraran pec, dentro de la cual siguieron inscri- gradualmente hacia las montañas Chi- tos los zoques de Oaxaca. Esta provin- malapas, por lo que fue menos frecuen- cia, cuya alcaldía se inauguró en 1529, te el contacto, no sólo con los zoques de tenía una composición pluriétnica que Chiapas, sino también con los huaves. comprendía a los grupos huave, zapo- Por el lado occidental los angpøn mantu- teco, mixe, chontal y, por supuesto, an- vieron una estrecha relación con sus pa- gpøn. Desde un principio el Istmo de rientes lingüísticos, los mixes; sin embar- Tehuantepec fue dado en encomienda a go, alrededor de los siglos XIV y XV los Hernán Cortés, dentro de los territorios 12 zapotecos los distanciaron; finalmente, conocidos como el Marquesado del Va- hacia la región del norte, el contacto con lle, que corrían desde los valles centra- los popolucas lo interrumpieron invasio- les de México hasta Los Chimalapas. nes nahuatlacas (Foster, 1964). Sabedor de la posición estratégica Se sabe muy poco sobre las formas de Los Chimalapas en la geografía de de gobierno y organización de los ang- la naciente Nueva España y de su enor- pøn en la época prehispánica. A partir me riqueza, Cortés tenía especial inte- de los estudios de Velasco Toro (1990) rés en poseer el pueblo zoque de Utla- y, más recientemente, de Juan Pedro Vi- tepec, el cual funcionaba como “punto queira (2003) acerca de los zoques de extremo de la navegación de canoas en Chiapas, se infiere que los de Oaxaca el alto Coatzacoalcos” (Gerhard, 2000: pudieron estar organizados en pequeños 274) y del cual saldría la madera nece- señoríos o cacicazgos de acuerdo con el saria para la construcción de embarca- patrón de sus vecinos chiapanecos. La ciones en la costa del Golfo de México; existencia de las ruinas arqueológicas incluso Humboldt comentaba que Cor- de Chimalapilla, cercanas a la cabece- tés construyó sus embarcaciones en la ra municipal de Santa María Chimalapa, desembocadura del río Chimalapa, hoy

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conocido como Espíritu Santo, con ma- manera definitiva sobre los predios que dera traída por el Coatzacoalcos.3 actualmente ocupan. Fue el mismo Hernán Cortés quien en Por otro lado, la conquista espiritual 1540 inició las políticas de congregación en la provincia de Tehuantepec estuvo de los asentamientos indígenas, al recon- a cargo de los dominicos, quienes distri- figurar de manera importante la geografía buyeron sus misiones desde un punto de humana de la región. Estas políticas, que vista étnico; así, para la región zoque eli- se sucedieron hasta entrado el siglo XVII y gieron a Santo Domingo Zanatepec co- que estuvieron vinculadas estrechamente mo centro de operaciones, desde donde con la catástrofe demográfica surgida a incursionaban a las selvas Chimalapas y consecuencia de las epidemias, explican al resto de los poblados angpøn. Siglos la desaparición de algunos asentamien- después, en vísperas del levantamien- tos angpøn, de los cuales, a pesar de to independentista mexicano, los padres aparecer mencionados en los primeros dominicos decidieron trasladar la cabe- registros coloniales, no es posible deter- cera doctrinal de Zanatepec a Santa Ma- minar su ubicación años después; dichos ría Chimalapa, debido a que en este úl- pueblos son: Tiloztoque, Tonaltepec, San timo lugar el clima era más benigno y 13 Bernardo, Acasebastepeque, Macuiltepec sano. Sin embargo, en poco tiempo Za- y Ocotepeque (Ciudad Real, 1993, Ger- natepec volvió a ser el centro rector de hard, 2000, Machuca, 1996). De cual- la política religiosa para los zoques de quier manera, las fuentes sugieren que Oaxaca (Arroyo, 1961). para la década de los ochenta del siglo La implantación del sistema colo- XVI, los pueblos angpøn de San Miguel, nial contribuyó en gran medida para la Santa María, Niltepec, Zanatepec, Ostu- separación definitiva de los núcleos zo- tla y Tapanatepec se habían asentado de ques de Oaxaca y Chiapas, así como para el confinamiento de la población angpøn en las montañas Chimalapas. En primera instancia, la Corona española trazó la frontera política entre el Virrei- 3 Durante la Colonia el transporte de mercancías a través del sistema fluvial Chimalapa fue muy nato de la Nueva España y la Capitanía importante. Desde el puerto de Veracruz salían General de Guatemala, aproximada- mercancías y municiones que subían en barcas por el Coatzacoalcos para después alcanzar el Pacífico mente en donde ahora reconocemos el por caminos de tierra (Acuña, 1982). límite estatal entre Oaxaca y Chiapas.

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Así, los zoques de Chiapas quedaron aledañas al camino y las convirtieron en inscritos en el gobierno colonial guate- estancias de ganado. Poco a poco los malteco y se integraron a su dinámica angpøn de Niltepec, Zanatepec, Ostu- regional, mientras que los de Oaxaca lo tla y Tapanatepec fueron despojados de hicieron al de la Nueva España. sus mejores tierras, por lo que se vieron Claro está que las fronteras políticas obligados a refugiarse gradualmente en por sí mismas no separaron a los grupos las montañas, lo cual restringió la pre- zoques, pero sí contribuyeron a ello. sencia zoque istmeña a las selvas de Los Además, la ruta al Soconusco y hacia Chimalapas. los Altos de Chiapas, antaño disputa- Ahora bien, la hegemonía zapoteca da por zapotecos y aztecas, pasó a ma- que desde tiempos prehispánicos definía nos de los españoles, quienes tempra- al Istmo de Tehuantepec no sucumbió namente se apropiaron de las planicies del todo ante el nuevo orden colonial;

Anciana que ayuda a cocinar para las fiestas. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2002. Acervo personal.

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todo lo contrario, pues durante las tres La adopción del vestido de tehuana centurias del Virreinato se fue delinean- y algunas formas de llevar las ﬁestas do en el Istmo el perfil de una identidad regional, cuya matriz fue preponderan- evidencian la tendencia a asumir una temente zapoteca, que se consolidó ha- identidad istmeña de tintes zapotecos. cia la segunda mitad del siglo XIX. Esto ha provocado que los angpøn, como el mercio intra e intercontinental, no sólo resto de los grupos indígenas istmeños, provocaron que la región recibiera la in- emularan y asimilaran múltiples formas fluencia cultural de ingleses, franceses, zapotecas de ser, a tal grado que Barto- estadunidenses y chinos, entre otros, lomé y Barabas (1996) mencionan un quienes por distintas circunstancias arri- largo proceso de zapotequización. baron a la zona y ayudaron a configurar La participación de los zoques de su cariz actual; sino también que el inte- Oaxaca en el levantamiento en contra rés capitalista pusiera en riesgo, una vez de los criollos de la región, que en 1834 más, el patrimonio milenario de algunos encabezara el líder zapoteco José Grego- de ellos, como ha sido y sigue siendo el rio Meléndez, es un buen ejemplo de la caso angpøn. 15 integración regional de los zoques y del liderazgo que ejercen los zapotecos en UNA LARGA LUCHA POR LA TIERRA el Istmo. En la actualidad, la adopción Si bien desde la época prehispánica del vestido de tehuana y algunas for- los zoques de Oaxaca han padecido la mas de llevar las fiestas evidencian esta opresión de otros grupos, en ese enton- tendencia a asumir una identidad istme- ces tal dominio no puso necesariamen- ña de tintes zapotecos, en detrimento de te en riesgo la posesión de sus tierras. la especificidad étnica angpøn. Sin embargo, el panorama cambió de Con la llegada del siglo XIX y el sub- manera rotunda con la puesta en mar- siguiente nacimiento de la nación mexi- cha del sistema colonial, pues desde en- cana, los grupos indígenas del Istmo de tonces tanto conquistadores como evan- Tehuantepec se vieron inmersos en una gelizadores iniciaron una lucha por la dinámica relativamente nueva. Los pro- tierra, y los angpøn tuvieron que recu- yectos de construcción de un tren o un rrir a distintos medios, legales y arma- canal transístmico que uniría los océa- dos, para hacer respetar su potestad so- nos para facilitar en gran medida el co- bre las selvas de Los Chimalapas, las

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mo tzima, “jícara”, y lapa, “oro”; aun- En el marco de un complejo conﬂicto que en realidad el nombre sea náhuatl y de límites entre Oaxaca y Chiapas, signifique río de los escudos, por chima, actualmete están en juego cerca de 160 “escudo”, y lapa, “río” (De Ávila y Gar- mil hectáreas de selvas que en el papel cía, 1997). pertenecen a los municipios angpøn. Según De Ávila y García, la copia del título de propiedad de los angpøn puede cuales pasaron de mano en mano des- ser apócrifa, puesto que en esa época la de que Hernán Cortés las obtuvo en en- compra de tierras a la Corona era un ac- comienda durante la segunda década to inaudito, además de que la terminolo- del siglo XVI hasta 1967, cuando el en- gía y redacción no concuerdan con las tonces presidente de la República, Gus- que se tienen por comunes para el siglo tavo Díaz Ordaz, ratificara por decreto XVII (Idem). Es muy posible que dicho tí- la posesión que los pobladores de San- tulo haya sido modificado para marcar ta María y San Miguel Chimalapa tienen un antecedente de condueñazgo que a sobre dichos predios, sin que esto haya la larga permitiera despojar a los zoques 16 detenido las invasiones. de sus tierras; sin embargo, esto no nie- Los angpøn de ambos municipios ar- ga la posibilidad de que las tierras hayan gumentan que sus tierras fueron adqui- sido otorgadas por el rey a la comunidad ridas a la Corona española alrededor de indígena después de que Tehuantepec 1687, cuando un vecino de Santa María, fue escindido del Marquesado del Valle de nombre Domingo Pintado, en manco- en 1560 (Idem). munidad con la gente de su pueblo, pa- En 1842, Antonio López de Santa gó 25 mil pesos de oro común por 360 Anna se dedicó a concesionar enormes leguas cuadradas de territorio. El enton- áreas del Istmo con miras a la construc- ces virrey de la Nueva España, Melchor ción de un ferrocarril interoceánico. An- de Portocarrero Lazo de la Vega, firmó te la creciente especulación que causó el contrato de compra-venta devolvien- este proyecto, los zoques de Chimala- do a sus auténticos dueños la tierra chi- pa decidieron, en 1850, solicitar al pre- malapa. Cuentan los comuneros que el sidente en turno, José Joaquín Herrera, dinero se contó con jícaras, de ahí que la ratificación de su título colonial, el traduzcan “chimalapa” como “jícara de cual les fue concedido. No obstante di- oro”, pues en zoque se descompone co- cha ratificación, durante el gobierno del

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general Porfirio Díaz miles de hectáreas tuvo por completo, a pesar de que en supuestamente baldías fueron vendidas 1967 el gobierno de la República reco- por la Louisiana Tehuantepec Railway nociese la propiedad zoque de las mon- Company, que en 1851 había adquirido tañas. La enorme extensión territorial, los derechos sobre el proyecto del tren por un lado, así como los proyectos de transístmico (Idem). desarrollo regionales, por el otro, han Los inversionistas que se hicieron de provocado una constante segmentación grandes extensiones de territorio chi- de los municipios zoques de Oaxaca an- malapa eran principalmente extranjeros, tes y después del decreto presidencial: y a lo largo del siglo XIX y hasta el inicio de la Revolución extrajeron la ma- Ya con anterioridad al decreto, la crea- yor cantidad de maderas preciosas que ción del municipio de Matías Romero les fue posible, sobre todo en el extre- y la construcción de la carretera trans- mo occidental de Los Chimalapas (Gon- ístmica habían cercenado el extremo zález, 1984). Por último, durante la pri- occidental de Chimalapa. A su vez, mera década de la centuria pasada el una invasión de madereros y ganade- Istmo de Tehuantepec se vio surcado ros conforma en los años 50 la colo- 17 por el tan anhelado proyecto transíst- nia Cuauhtémoc (entre otras “colonias mico y en 1907 se inauguró el ferroca- agrícolas”) bajo la figura de pequeña rril que unía los mares. Durante los años propiedad, a costa de 40 000 hectáreas que duró su construcción, cientos de in- de selva que pertenecían a Santa Ma- dígenas istmeños, entre ellos 160 fami- ría y que son rápidamente devastadas. lias angpøn de Santa María, se emplea- Otros invasores desmontan potreros en ron en las obras (Idem). el lado norte colindando con Veracruz, Este ambicioso proyecto desarrollis- y por el sur, en la raya con los munici- ta, que desde finales del siglo antepasa- pios de Zanatepec y Tapanatepec (De do amenazaba las tierras angpøn, sufrió Ávila y García, 1997: 10). un severo revés al estallar la Revolución, pues los concesionarios extranjeros tu- Sin embargo, la mayor amenaza al terri- vieron que abandonar Los Chimalapas torio angpøn se ubica al oriente, en la como consecuencia del movimiento ar- frontera con el estado de Chiapas. En el mado. No obstante, la carrera por apro- marco de un complejo y nebuloso con- piarse del territorio angpøn nunca se de- flicto de límites entre las dos entidades

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federativas, actualmente están en juego LOS ANGPØN EN EL ISTMO cerca de 160 mil hectáreas de selvas que A excepción de la población chontal en el papel pertenecen a los municipios que habita en el extremo occidental del angpøn. Además, en medio de este litigio istmo, los angpøn han mantenido con- emergen viejas historias de invasiones tacto, aunque ocasional, con los hua- perpetradas por madereros chiapanecos ves y los mixes. La mayoría de las ve- que desde la década de los cincuenta ces dichos encuentros tienen lugar en hasta finales de los setenta explotaron las ciudades económicamente rectoras los bosques chimalapas sin el consenti- de Juchitán, Matías Romero y, en mu- miento de los comuneros zoques. cha menor medida, Tehuantepec y Sa- Pero la disputa por las riquezas de lina Cruz. Con los “mareños” o huaves la selva va más allá de enfrentamientos las relaciones más cercanas fueron con y acusaciones, y desafortunadamente los de San Francisco del Mar, que es el todo parece indicar que dista mucho el único de los pueblos huaves cuyo nom- día en que vislumbremos su final.4 La bre es angpøn: Kitawajo’. puesta en marcha del megaproyecto de Es probable que durante la época co- 18 desarrollo denominado Plan Puebla-Pa- lonial y hasta mediados del siglo XX exis- namá, por ejemplo, pone en riesgo una tiera un concurrido comercio de herra- vez más la libre determinación de los dura entre los pueblos chimalapas y los pueblos angpøn sobre su tierra y forma huaves; los primeros ofreciendo maíz, de explotación (Gómez, 2000), al mis- fruta y frijol, principalmente, a cambio mo tiempo que en la frontera con Chia- de pescado y camarón. En el plano mí- pas no se ven luces de voluntad políti- tico existen leyendas que hablan de una ca para resolver el conflicto. guerra entre los zoques de Zanatepec y los huaves (Hernández, 1994), o bien, relatos bastante difundidos en Santa Ma- ría Chimalapa que hablan de naguales rayo provenientes de San Francisco del 4 Hasta mediados de 2004, el municipio de Santa Mar (Bartolomé y Barabas, 1996). María Chimalapa se había enfrascado en una larga y sangrienta disputa limítrofe con la colonia Los mixes de San Juan Guichicovi Cuauhtémoc por cerca de 10 mil hectáreas. Afor- son llamados sanjuaneros, aunque oca- tunadamente para los zoques, el gobierno federal decidió indemnizar a los colonos reintegrando a sionalmente se les nombra con los tér- los zoques las tierras en querella. minos køx o jøx, debido a que en su

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lengua dichas palabras significan “mu- mo oaxaqueño que separó a los angpøn jer” y “hombre”, respectivamente (Trejo, y sanjuaneros. No obstante, Bartolomé y 2003). A pesar de que el distanciamien- Barabas (1996) informan sobre la persis- to entre ellos comenzó en la época pre- tencia de relatos que cuentan las luchas hispánica con las incursiones zapotecas, entre naguales rayo mixes y los de Santa en realidad el tendido de la vía férrea María Chimalapa. transístmica y de la carretera trajo como Pero de todas las presencias étnicas consecuencia el nacimiento de una fran- no hay duda de que ha sido con la zapo- ja de poblados sobre esta última y, en teca con la que los angpøn han convivi- especial, del municipio mestizo de Ma- do y conviven más. Al ser durante siglos tías Romero, que a la postre se convir- el grupo indígena mayoritario y hegemó- tió en uno de los centros de comercio e nico de la región, los zapotecos istme- intermediación más importantes del ist- ños implantaron, para el caso zoque, un

Boda. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2004. Acervo personal.

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acapararon los principales productos Los zapotecos de Juchitán reproducen nativos, como maíz, frijol y frutas, ha- una imagen negativa de los angpøn ciendo las veces de intermediarios entre que se traduce en un trato desigual. los productores y el mercado regional. Aunado al férreo control económico que tipo de relación marcado por la discrimi- ejercieron, impusieron un sistema de nación y el abuso. Aun en la actualidad, exclusión étnica que prohibía no sólo los zapotecos de Juchitán reproducen los matrimonios interétnicos, sino tam- una imagen negativa de los angpøn que bién que en las fiestas angpøn y avecin- se traduce en un trato desigual. Sin em- dados bailaran bajo la misma enramada. bargo, esta prepotencia no se ha repro- Esta segregación provocó que en 1935 ducido únicamente en Juchitán u otros los zoques de San Miguel Chimalapa se pueblos zapotecos, como Ixtaltepec, a rebelaran y expulsaran de manera ma- donde de manera ocasional migran los siva a casi todos los avecindados (Tre- zoques, ya que también se presenta den- jo, 2003). Gran parte de las familias ex- tro de las comunidades angpøn. pulsadas se reubicaron en Santa María 20 A principios del siglo XX núcleos im- Chimalapa, que históricamente se había portantes de población zapoteca co- mantenido al margen de la inmigración menzaron a llegar a las cabeceras mu- zapoteca; otras familias, pasados unos nicipales de Santa María y San Miguel años, regresaron a San Miguel para vol- Chimalapa huyendo de la revolución ver a ser expulsadas en 1982, en medio (González, 1984). De inmediato comen- de un conflicto armado en el que inter- zaron a apropiarse del comercio local vinieron, además del problema étnico, erigiéndose como una minoría suma- factores externos como el narcotráfico y mente poderosa; al cabo de unos años organizaciones políticas regionales co- fueron aceptados como comuneros, si- mo la Coalición Obrero Campesina Es- tuación que aprovecharon para adue- tudiantil del Istmo (COCEI) y el Partido ñarse de grandes extensiones de terreno, Revolucionario Institucional (PRI). las cuales destinaron en primera instan- Por lo general, a los zapotecos o des- cia al cultivo comercial del café y, cuan- cendientes de zapotecos que viven co- do éste se vino abajo, al ganado bovino. mo avecindados en Los Chimalapas se Adquirieron las casas y terrenos del les llama genéricamente yøki, categoría centro de las cabeceras municipales y cuya traducción más acertada es la de

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“avecindado”. Es preciso tener presen- voluntad y capricho de un santo, donar a te que aunque se utiliza para designar a los migueleños los predios que actual- los zapotecos que viven en los pueblos mente ocupan (Trejo, 2003). Este recono- zoques, en realidad no es exclusiva de cimiento de originalidad explica por qué ellos, pues sirve también para nombrar en el contexto intraétnico “chimas” son a cualquier otra persona o grupo de per- sólo los de Santa María, mientras que los sonas que decida avecindarse sin impor- de San Miguel son llamados simplemente tar su filiación étnica. En otras palabras, migueleños. la categoría yøki designa a cualquier no- Las relaciones entre ambos pueblos nativo angpøn (Trejo, 2003). solían ser muy estrechas; desafortunadamente, la falta de un camino en bue- CONFIGURACIÓN PLURIÉTNICA nas condiciones que los comunique y la DE LAS MONTAÑAS apertura de otros que, sin jamás cruzar- En el ámbito regional, a cualquiera que se, insertan a las cabeceras con el ex- tenga como hogar Los Chimalapas se le terior, han provocado el gradual aleja- conoce como chima, por obvia asocia- miento. Además, los conflictos en que ción al territorio que lo contiene. Esta se ha visto envuelta la comunidad de 21 categoría no distingue fronteras étnicas, San Miguel en su cíclica lucha contra pues en el exterior lo mismo un yøki que los avecindados y la exitosa emergencia un angpøn son catalogados chimas. Sin del pentecostalismo en Santa María han embargo, cuando nos adentramos en las coadyuvado a este triste proceso. montañas deforestadas descubrimos que No obstante la fractura de importan- no todos los angpøn se piensan iguales tes vínculos rituales y comerciales, los y, por lo tanto, tampoco los avecindados nativos de ambos municipios se recono- son considerados como hechos del mis- cen como hermanos, no sólo por tener mo palo. un idioma y origen común,5 sino porque Los indígenas de ambos municipios durante siglos han luchado para man- zoques de Oaxaca reconocen que los habitantes de Santa María son los verdaderos chimalapas, pues ahí es la cuna de la cul- 5 Para la población zoque de Oaxaca las diferencias tura angpøn y los antepasados de aquel entre las dos formas de habla son evidentes y a su decir llega a resultar complicado entender la de pueblo fueron quienes poseyeron la totali- los otros. Sin embargo, todos coinciden en que se dad del territorio y decidieron, por buena trata de la misma lengua angpøn.

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tener medianamente a salvo las fronte- En los Chimalapas, desde principios de ras de un territorio compartido a través este siglo [XX], se ha gestado un proce- de la historia. Esta tenaz lucha ha pro- so de etnogénesis único: la creación de movido nuevas formas de cooperación la nueva identidad étnica de los “chi- y solidaridad basada en dos discursos ma” (Nigh y Rodríguez, 1995: 170). básicos, uno de ellos de carácter étni- co, que diferencia a los nativos del res- Sin embargo, es necesario tener claro to de los habitantes de Los Chimalapas, que, contrario a lo que proponen estos y otro que intenta unificar a todos los autores, una identidad territorial no nece- pobladores de la región en la categoría sariamente da lugar a una étnica, y en el de comuneros. caso de Los Chimalapas esto queda de- Gracias a estos discursos ha sido po- mostrado con claridad cuando se presta sible que los angpøn se piensen como atención a las relaciones que se tejen en- unidad a pesar de las diferentes ads- tre nativos y avecindados. En primer lu- cripciones religiosas y las marcadas di- gar, es fundamental mencionar que el vergencias políticas que comúnmente vasto territorio Chimalapa puede dividir- 22 sostienen; al mismo tiempo que avecin- se, para fines expositivos y de acuerdo dados zapotecos, mestizos y tzotziles, con los patrones de asentamiento huma- a la par de los nativos, hacen un frente no, en dos grandes zonas, la centro-po- común hacia el exterior cuando se tra- niente y la oriente. ta de defender las fronteras con Chia- En la primera están concentradas las pas. Esta última estrategia, que funde di- cabeceras municipales y la mayor parte versas filiaciones étnicas, ha dado pie de las congregaciones con mayoría ang- a que algunos investigadores hablen de pøn, mientras que en el oriente se en- un proceso de etnogénesis en donde la cuentra una serie de asentamientos de identidad emergente se define sobre to- relativa nueva fundación, cuya compo- do por compartir un mismo territorio y sición étnica es originalmente heterogé- un carácter de comunero: nea. En otras palabras, en el centro se concentran los angpøn, dueños origina- El vasto territorio Chimalapa puede les, y en el este, un conjunto de núcleos dividirse en dos grandes zonas: de inmigrantes con diferentes filiacio- la centro-poniente y la oriente. nes étnicas (Trejo, 2003). Si bien es cier- to que todos se reconocen como chimas

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porque habitan en las montañas, en am- En Santa María ninguna persona bas cabeceras municipales los angpøn manejan un discurso de autoridad de que fuese considerada yøki podía, tintes claramente etnicistas. hasta el año 2004, aspirar a ser De esta manera, y sobre todo en San- candidato a la presidencia municipal. ta María Chimalapa, la población asenta- da en la zona oriente está prácticamente Ahora bien, se ha definido a la zona excluida de la vida política del munici- oriente sobre todo a partir de su carácter pio, pues como no son angpøn no tienen pluriétnico, el cual es susceptible de ex- derecho a decidir sobre el destino de Los plicarse si se distinguen tres grandes mo- Chimalapas. Pero sería un error pensar mentos. El primero va desde 1950 hasta que este mismo discurso etnicista se pro- 1970 y se relaciona con la demanda de yecta únicamente hacia las personas del tierras ejidales que llevan a cabo peones oriente, ya que desde siempre los cargos de empresas madereras y ganaderas que más importantes del ayuntamiento habían explotaban la selva en su frontera con permanecido cerrados a la población ave- Chiapas. La mayoría de los peones eran cindada sin importar su procedencia. En mestizos proveniente de distintas entida- 23 Santa María, por ejemplo, ninguna per- des de la República, entre las que des- sona que fuese considerada yøki podía, tacan Durango, Guerrero, Michoacán y hasta el año 2004, aspirar a ser candidato Veracruz, aunque para la década de los a la presidencia municipal, aunque fue- ochenta se suma población chiapane- ra comunero y su familia tuviera tres ge- ca y jalisciense (De Teresa, 2000). El se- neraciones o más viviendo en el pueblo. gundo momento, 1973-1989, vio llegar El poder político y sobre las tierras eran al norte de Los Chimalapas, en su fron- competencia exclusiva de los nativos, es tera con el Uxpanapa, a decenas de chi- decir, del grupo étnico angpøn.6 nantecos que fueron reubicados como consecuencia de la construcción de la presa Cerro de Oro en la cuenca del Pa- paloapan (idem). 6 En San Miguel se sigue la misma lógica, aunque la participación política de sus congregaciones en el Finalmente, a partir de los años ochen- oriente es mucho mayor que la que se permite en San- ta, el límite oriental fue testigo de una ta María. De cualquier manera, hoy es poco probable constante e ilegal colonización lleva- ver a un avecindado compitiendo por la presidencia municipal o la comisaría de bienes comunales. da a cabo por núcleos de indígenas chia-

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A partir de los años setenta los angpøn todas ubicadas en la frontera entre Santa María Chimalapa y Chiapas (Idem). pusieron en marcha una estrategia Como puede apreciarse, la compo- de colonización interna encaminada sición étnica de Los Chimalapas,7 de su a reapropiarse de sus tierras. zona oriente en particular, es tan com- pleja como los conflictos de límites que panecos, principalmente tzotziles, quie- lo aquejan. Sin embargo, a pesar de la nes fundaron algunos asentamientos en considerable proporción de población la selva alentados por su gobierno estatal foránea, principalmente en Santa Ma- (Idem). Según Miguel Lisbona (1999), ni ría, donde los angpøn apenas represen- las causas ni el origen de los tzotziles in- tan 34 por ciento de la población mu- migrantes son los mismos, por lo que pro- nicipal, “esto no ha logrado desarticular pone como posible denominador común la predominancia de los hablantes de la búsqueda de tierras cultivables. lengua zoque en la región” (De Teresa, Por otro lado, a partir de los años se- 2000: 115).8 Y es esta predominancia, tenta los angpøn pusieron en marcha sustentada en un discurso etnicista por 24 una estrategia de colonización interna definición excluyente, la que nos invita encaminada a reapropiarse de sus tie- a pensar a los angpøn como un grupo rras (De Teresa, 2000). Esto nos expli- étnico único que se reproduce como tal ca la presencia zoque en el oriente de dentro de un universo cultural y étnica- los municipios chimalapas. Así, tenemos mente heterogéneo. que en algunos asentamientos del oriente, por ejemplo Benito Juárez y San An- MITADES, CULTURA Y RELIGIÓN tonio, pertenecientes al municipio de TRADICIONAL ANGPØN San Miguel, conviven mestizos, tzotziles Poco o nada se sabe sobre su cultura y zoques. No obstante, hay casos de co- desde la época prehispánica hasta los munidades monoétnicas, como La Espe- años sesenta, cuando un maestro vo- ranza, Santa María Chimalapa, en donde los tzotziles adventistas se reproducen de manera relativamente independiente; 7 Zapotecos, mixes y mixtecos son otras minorías o bien, asentamientos de mayoría mes- étnicas que habitan en Los Chimalapas. 8 En San Miguel Chimalapa los angpøn represen- tiza, como López Portillo, Nuevo San tan 54 por ciento de la población municipal (De Juan, Pilar Espinosa de León II y Río Frío, Teresa, 2000).

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luntario de nombre Carlos Muñoz visitó Santa María Chimalapa y posteriormen- te redactó sus vivencias en dicha cabecera municipal (1977).9 Desde entonces la literatura etnográfica acerca de los angpøn ha crecido, aunque no deja de ser mínima si la comparamos con la que tiene como tema central los problemas agrarios y la conservación de la biodi- versidad de Los Chimalapas. Así, en la mayoría de los estudios sobre la zona se habla de los angpøn luchando por su tierra, pero nunca leemos qué los distingue del resto de los grupos del Istmo y de Los Chimalapas. Tal vez la diferencia más evidente de los zoques de Oaxaca es que, además 25 de la lengua, representan de una misma forma el espacio. Dicha representación está fuertemente anclada en un sistema religioso y en una organización social comunes. Pero sería un error creer que debido a lo anterior los zoques son Mujer migueleña vistiendo a la Virgen de la Soledad. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2001. Acervo personal. 9 En 1844, como resultado de los trabajos de reconocimiento para una comunicación oceánica, al parecer llevada a cabo por una compañía inglesa, se culturalmente homogéneos, todo lo con- hablaba de los zoques de Santa María y San Miguel trario, pues la emulación de las formas Chimalapa de la siguiente manera: “En cuanto a su moralidad, son algo más racionales que éstos zapotecas, el impacto de la cultura na- [los mixes], llevándoles además la ventaja de ser cional masiva y la adopción de nuevas naturalmente buenos y serviciales, hasta el punto de fastidiar con sus inoportunos ofrecimientos” opciones religiosas evangélicas han frac- (Navarrete, 1970). turado la estructura tradicional angpøn.

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En la mayoría de los estudios mente a la altura de la iglesia, de tal forma que una sección queda ubicada en sobre Santa María Chimalapa se habla el norte-arriba y la otra en el lado sur- de los angpøn luchando por su tierra, abajo. En algunos censos del siglo XIX se pero nunca leemos qué los distingue menciona la división en dos secciones del resto de los grupos del Istmo de Santa María Chimalapa, y los ancia- y de Los Chimalapas. nos de ambos pueblos zoques corrobo- ran algunas de sus funciones, como la No obstante, a partir de la escasa in- de distribuir los cargos del templo cató- formación histórico-etnográfica de que lico entre ambas, así como la de impe- se dispone, sabemos que en los dos dir el matrimonio entre gente de seccio- pueblos angpøn prevalece un sistema nes distintas. de pensamiento dual jerarquizado, me- En Santa María, donde la segun- diante el cual los angpøn de ambos mu- da sección se conoce como Barrio de nicipios aprehenden su universo más San Blas, el sistema dual ha sido funda- inmediato. Este sistema de mitades se mental para canalizar, primero, los pro- 26 reproduce tanto en el espacio domés- blemas étnicos, y después los religiosos, tico como en todo el territorio de Los como se verá más adelante. Conforme Chimalapas, y tiene como base la oposi- la población avecindada fue llegando al ción entre un lado de arriba, vinculado pueblo, se estableció en el centro y en con lo fresco, la montaña y lo superior; la calle principal, de tal manera que pa- y un lado de abajo, marino, caliente e ra los años sesenta, cuando Muñoz vivió inferior. Un ejemplo de la lógica ante- en la comunidad, la división entre una rior lo encontramos en la división en mitad avecindada y otra angpøn estaba dos secciones que caracteriza a ambas claramente definida. En la actualidad, a cabeceras municipales. pesar de que la primera sección cuenta Es muy probable que la división te- con una presencia nativa muy importan- rritorial en mitades de las cabeceras te, todos los avecindados o yøki tienen Chimalapas tenga su origen en la época sus hogares en ella; mientras que en San colonial y fuera consecuencia de las po- Blas su ausencia es total. líticas de congregación. En ambos casos, La situación en San Miguel es total- una línea imaginaria que corre de este a mente diferente, pues en la cabecera mu- oeste atraviesa los pueblos aproximada- nicipal los avecindados son una minoría

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Cristo. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2004. Acervo personal.

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disgregada y, por lo tanto, no han podido principales. Desde el punto de vista geo- consolidarse como un grupo de poder. gráfico y meteorológico descubrimos que En este contexto, el sistema de mitades Santa María se ubica en tierras cuya alti- funciona ante todo como un referente es- tud supera los 200 metros sobre el nivel pacial que distingue con claridad entre del mar (msnm), lo que la hace depender el arriba y el abajo. Por ejemplo, cuan- de las lluvias provenientes del Golfo de do un migueleño camina dentro del pue- México. San Miguel está 30 kilómetros blo, éste se divide en sección de arriba, hacia el sur, que por estar asentado en o køxønang, y sección de abajo, o okjo- tierras bajas, con apenas 100 msnm, su nang. Pero si se dirige más allá de los lí- clima es más cálido y, aunque recibe las mites, rumbo a Santa María, dirá que va lluvias del norte, su agricultura depende hacia tsap jonang, lo que se traduce co- de las precipitaciones provenientes del mo “lado del cielo o de arriba”; mientras Pacífico, que tienen la característica de que en sentido contrario dirá okjo, es de- ser calientes. cir, “abajo”. Mas si el mismo migueleño A estas diferencias de altitud, clima quiere referirse a un punto indetermina- y precipitación se suma un discurso mí- 28 do hacia el norte, dirá jømneid jonang, tico relativo a los santos patrones, que que corresponde al lado de las monta- reconoce a Santa María como el pue- ñas, de las lluvias frescas y del arriba; en blo original y a San Miguel como de- tanto que al sur le dirá ok upxe jonang, pendiente. Según cuentan los ancianos, lado asociado con el mar, las lluvias ca- la Virgen de la Asunción apareció jus- lientes y, por supuesto, el abajo. to donde ahora se levanta la iglesia de Esta dualidad que caracteriza a las Santa María Chimalapa. La descubrió cabeceras municipales angpøn trascien- un cazador, quien inmediatamente fue de el espacio de la comunidad y se pro- a dar aviso a la gente de Chimalapilla, yecta al territorio Chimalapa, que inte- antiguo asiento de los angpøn. En con- gra en un solo sistema a los dos pueblos sejo, decidieron mudarse a donde apa- reció la imagen y refundaron su pue- Según cuentan los ancianos, blo bajo la égida de su nueva patrona, a la Virgen de la Asunción apareció quien celebran el 15 de agosto. justo donde ahora se levanta la San Miguel Arcángel no es oriundo iglesia de Santa María Chimalapa. de Los Chimalapas. Se dice que él apa- reció en una cueva cercana al pueblo

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zoque de San Miguel Copainalá, Chia- pas, pero se negaba a que lo llevaran a la iglesia de aquel pueblo y prefería regresar a su cueva. No obstante, un día hizo soñar a una pareja de indígenas zoques (no hay acuerdo si de Oaxaca o de Chiapas) haciéndoles saber su deseo de atravesar la selva y erigir un nuevo pueblo. Se dejó cargar por ellos y después de largas jornadas, justo donde juntan sus aguas los ríos Espíritu Santo y Chi- quito, en un paraje escasamente habita- Ancianos principales vistiendo al Santo Entierro en Semana Santa. San Miguel Chimalapa. do, decidió fundar San Miguel Chimala- Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2001. pa y celebrar ahí su fiesta todos los 29 Acervo personal. de septiembre. Como puede apreciarse, mientras una Así pues, San Bernardo Abad fue en- de las imágenes apareció dentro de Los contrado cerca del camino que va a San- 29 Chimalapas, la otra es chiapaneca. Esta ta María, entre Arroyo Pita y Cofradía. diferencia justifica el reconocimiento ge- Fue llevado a aquel pueblo y dejado en neralizado de que los verdaderos chimas la iglesia junto con la Virgen de la Asun- son sólo los de Santa María y sus congre- ción, aunque cada noche se las arregla- gaciones angpøn, mientras que los mi- ba para escapar y regresar al sitio de su gueleños deben de asumirse hasta cierto aparición. Cansados, los de Santa Ma- punto como adoptados, pues saben que ría llamaron a los migueleños y les ofre- las tierras les fueron regaladas por sus cieron la imagen, éstos aceptaron con la hermanos. Para salvar la contradicción condición de que los principales de San- que implica el origen chiapaneco de San ta María, es decir, los ancianos encar- Miguel Arcángel fue necesario volver gados de la iglesia, se comprometieran “chimalapa” al pueblo de San Miguel y a abrir la fiesta todos los 20 de agosto. marcar las fronteras entre ambos. Para lo- Es precisamente a partir de la donación grarlo fue necesaria la aparición de otro de San Bernardo que Los Chimalapas se santo, esta vez chimalapa, que hiciera las configuran como unidad gracias a la di- veces de patrón junto con el arcángel. visión ritual de su territorio en dos pue-

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blos, que desde entonces mantendrían y cosmovisión de los zoques de Oaxa- fuertes lazos rituales con el pretexto de ca. Como su nombre lo indica, se trata la fiesta del Abad. de los angpøn primordiales, aquellos a En aquellas visitas que los ancia- quienes las generaciones presentes de- nos de Santa María hacían al pueblo de ben su ser en el mundo y, sobre todo, la San Miguel, los principales migueleños costumbre que asegura el correcto de- trataban de manera reverencial a sus venir del universo. huéspedes reconociéndoles su carác- En ambas cabeceras municipales los ter de dueños primordiales del santo y antepasados yacen sepultados dentro de de las tierras de Los Chimalapas. Aho- la iglesia principal. En San Miguel cuen- ra bien, en medio de este ir y venir de tan que Gorgonia García y Julián Mora- santos patrones emerge la imagen de los les, quienes trajeron al santo arcángel antepasados, rasgo distintivo del ritual desde Copainalá, fueron enterrados cer-

Entrada de las velas semanarias a la iglesia. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2002. Acervo personal.

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ca del altar del patrón en reconocimien- En San Miguel a últimas fechas la to por haber fundado la tradición que hizo al pueblo. Desde entonces se cono- conmemoración del Niño Dios ha cen como el Común y tenían como fun- adquirido la categoría de mayordomía. ción velar por el correcto desarrollo de los rituales de mayordomía. Por su par- matumo tiene estrictamente prohibido te, los ancianos de Santa María hablan tener relaciones sexuales durante un lap- de cinco hombres que, conocidos co- so denominado novena, que se supone mo los “Cantores de Antes”, fueron se- el más peligroso de las fiestas. Además, pultados en distintos puntos de la iglesia no pueden tocar o ver sangre, pelear, re- (Muñoz, 1977). Ellos, más que fundar el gañar a los niños, pegarle a los perros, pueblo, fueron los primeros en alcanzar negarle comida a nadie, salir del pueblo, la categoría de “Padres del Pueblo”, que en fin, un conjunto de prohibiciones que era la última en la jerarquía religiosa y hacen de las fiestas un verdadero infier- que, al parecer, suponía no sólo haber no para los mayordomos. En Santa María instaurado la costumbre de los santos, Chimalapa se celebran actualmente dos sino también la participación de una mayordomías principales, dedicadas una 31 esencia divina vinculada con la tierra a la Virgen de la Asunción el 15 de agos- y con las potencias regeneradoras de la to y la otra a San Fabián y San Sebastián, muerte, propias también del Común mi- que se extiende desde finales de diciem- gueleño (Trejo, 2003). bre hasta el día de Carnaval, el día más Estos antepasados convertidos en tie- importante. San Fabián y San Sebastián rra atemorizan a los angpøn debido a antaño solían tener su propio templo, el que castigan con la muerte a los mayor- cual era considerado de “los hombres”, domos o a sus familiares que no siguen mientras que la Virgen permanecía en las incómodas prescripciones que defi- el templo principal, sepultura de los an- nen a las mayordomías zoques de Oaxa- tepasados. En la actualidad, a iniciativa ca. En la actualidad, en ambos pueblos de los católicos avecindados, se ha vuel- los ancianos principales han decidido to a levantar la iglesia de “los hombres”, ya no darles cuenta del desarrollo de las con lo cual se abre la posibilidad de que fiestas para evitar, en la medida de lo po- las antiguas procesiones de un templo a sible, que se desencadenen desgracias. otro renazcan en un ambiente marcado De cualquier manera, un mayordomo o por el pentecostalismo.

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Mayordomos del Niño Dios rumbo a la iglesia el 6 de enero. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2003. Acervo personal.

En San Miguel, el santo arcángel se neral no llueve en ese día. Cabe destacar celebra en dos ocasiones, la primera el que ambos santos patrones cuentan con 8 de mayo, día de su aparición y que no hijos; San Miguel tiene a San Miguelito, merece la categoría de mayordomía; y y San Bernardo, a San Bernardito. Estos el 29 de septiembre, que es la fiesta más santos hijos se celebran un día después importante y, por lo tanto, la más peli- que sus padres, es decir, el 30 de sep- grosa para los mayordomos. Por su par- tiembre y el 21 de agosto. Ellos visitan a te, Bernardo Abad, directamente asocia- los mayordomos en sus casas durante las do con el término de la canícula, tiene fiestas de sus padres, pero regresan a la su fiesta el día 20 de agosto, que suele iglesia cuando llega su día. No tienen un ser más animada debido a que por lo ge- mayordomo.

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En San Miguel a últimas fechas la dos años. Los mayordomos contratan al conmemoración del Niño Dios ha ad- chagolero y su esposa, en quienes recae quirido la categoría de mayordomía. An- la dirección absoluta de la fiesta; deci- teriormente sólo se buscaba a un matri- den hasta el más mínimo detalle, mien- monio joven para que fungieran como tras que los mayordomos permanecen padrinos del niño desde el 24 de diciem- como simples espectadores. El chagola bre al 6 de enero. No obstante que esta es quien habla con el santo y, anterior- mayordomía no es considerada tan peli- mente, hablaba con los antepasados. Lo grosa e importante como las otras dos, mismo que los matumos, tiene que se- hoy en día es una de las más grandes y guir un conjunto de prescripciones ri- costosas; suele encargarse a matrimonios tuales bajo pena de muerte. jóvenes y, sobre todo, a los maestros. En Santa María el intermediario es Debido a la influencia zapoteca, en al mismo tiempo el jefe de los “católi- ambos municipios es común que para las cos” encargados del templo. A diferen- mayordomías se busquen “capitanas”, es cia de San Miguel, en donde los cargue- decir, mujeres jóvenes que tienen como ros se cambian cada dos años, en Santa obligación mandar a hacer un estandar- María los cargos son vitalicios e incluso 33 te para el santo y, en su día, recorrer el pueden ser hereditarios. El apu tzamu, o pueblo entregando regalos, antes frutas y chagola, es quien dirige a los mayordo- en la actualidad utensilios de plástico, a mos e indica todos los tiempos y debe- todos los que las vean pasear, vestidas de res rituales. En ambas comunidades los tehuanas, por el pueblo. En Santa María intermediarios deben pasar por lo me- también se lleva a cabo la “Calenda”, ce- nos una noche con los mayordomos; en lebración típicamente zapoteca. Santa María, por ejemplo, durante esa Además de los mayordomos, en las velada los ancianos “católicos” cuentan fiestas angpøn destaca la figura de los historias referentes a los santos y a la intermediarios religiosos o chagoleros, costumbre con el fin implícito de trans- palabra zapoteca que adoptaron los zoques para designar a estas autoridades. En San Miguel persiste la costumbre de En San Miguel la figura del chagolero o sahumar la cama de los mayordomos jatón koan es independiente de los car- para que cohabiten sexualmente como gueros o “católicos”, quienes tienen a ritual de salida de su ﬁesta. su cargo el manejo del templo durante

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Rumbo al río para bañar a la cruz, 3 de mayo. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2003. Acervo personal.

mitir dicho conocimiento. Por otro la- nismo. Si bien en la actualidad festivida- do, en San Miguel persiste la costumbre des como Semana Santa, Todos Santos, de sahumar la cama de los mayordomos Navidad, el Carnaval, por mencionar al- para que cohabiten sexualmente como gunas de las más importantes, siguen vi- ritual de salida de su fiesta. vas en la costumbre de Los Chimalapas, su simbolismo está muy lejos de corres- EL EVANGELIO SEGÚN LOS ANGPØN ponder con el ideal que busca la parro- Durante siglos el catolicismo zoque de quia de Santo Domingo Ingenio, de la Oaxaca permaneció ajeno a lo dictado, cual dependen ambos municipios. ya no digamos por la ortodoxia vaticana, En este contexto de relativa indepen- que hubiera sido mucho pedir, sino tam- dencia religiosa se fue gestando silencio- bién a los preceptos mínimos del cristia- samente el embrión protestante hasta al-

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canzar grandes proporciones durante la versa. Encontramos que los zoques de segunda mitad de la década de los no- San Miguel han puesto en juego una venta, sobre todo en Santa María Chi- política de rechazo hacia las nuevas malapa. La primera vez que se registra opciones religiosas, como lo muestra población protestante entre los zoques el reciente censo del 2000. Así, a par- de Oaxaca es en la década de los cua- tir del contraste de las cifras de los tres renta. Para entonces los conversos sumaban apenas 30 en ambos municipios angpøn; sin embargo, un par de déca- das después no quedan rastros de ellos. Todavía en los albores de los ochenta el protestantismo seguía siendo un fenóme- no marginal, ya que en Santa María sólo había 21 conversos, mientras que en San Miguel había 64 (Trejo, 2003). Una década después, el censo de 1990 parece dar cuenta de una verdade- 35 ra revolución evangélica, pues el municipio de Santa María pasa de 21 a 1 256 protestantes y San Miguel de 64 a 324. Pero este vuelco religioso no sólo signi- ficó una desbandada del catolicismo al protestantismo, sino también un aban- dono de la religión tradicional en favor de un sistema de valores aparentemen- te no-religioso. Ahora bien, estos procesos de conversión no son aprehensibles mecánicamente, pues son resultado de la combinación de múltiples factores. En primera instancia, es preciso resaltar que la reacción de los municipios “Apu tzamu” regañando a San Sebastián durante angpøn ante el protestantismo no fue la la fiesta de Carnaval. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2002. misma, más aún, parece haber sido in- Acervo personal.

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últimos censos generales, descubrimos Durante el primer lustro de la dé- que el catolicismo se ha recuperado du- cada de los ochenta un número impor- rante la última década, mientras que el tante de avecindados migueleños buscó protestantismo presenta un crecimiento refugio en el pueblo debido a los con- mínimo. flictos armados que azotaban el pueblo Esto no significa que la mayoría de los angpøn del sur. Casi al mismo tiempo migueleños sigan reproduciendo las for- tuvo lugar la primera campaña de evan- mas rituales que marca la costumbre; al gelización protestante, que organizó un contrario, cada vez son menos las perso- grupo misionero pentecostal afiliado a nas que participan en las fiestas religio- las “asambleas de Dios”; dicha campa- sas tradicionales, salvo cuando es hora ña tuvo eco únicamente entre algunos del baile. En realidad, en San Miguel Chi- nativos zoques. Sin embargo, al cabo de malapa se está dando un tránsito del ca- quince años la cabecera municipal de tolicismo nativo fuertemente ritualizado a Santa María experimentó una conver- uno nominal, es decir, a uno que se asu- sión masiva al protestantismo que debe me como tal, pero que en realidad no ha- entenderse a partir del conflicto étnico y 36 ce nada para reproducirlo ni defenderlo. del sistema de mitades. El caso de Santa María es un poco Los avecindados, quienes hasta en- más complicado debido a la estrecha tonces tenían vetado el acceso a los car- relación entre los procesos de inmigra- gos religiosos, se fueron apropiando del ción y el incremento de población pro- sistema de fiestas y obligaron a los nati- testante, por un lado, y a la dependen- vos a permanecer como simples espec- cia entre el proceso de conversión y los tadores durante las mayordomías. Co- discursos étnicos, por el otro. La mayo- mo respuesta al monopolio avecindado ría, si no es que la totalidad, de los in- sobre las fiestas, la mayor parte de los dígenas tzotziles que llegaron a la zona angpøn optó por convertirse al pente- oriente del municipio profesaban la reli- costalismo, e hicieron de esta opción re- gión adventista del séptimo día; este he- ligiosa un marcador étnico. Ahora bien, cho nos ayuda a entender el incremento como antes de la entrada del protestan- acelerado de protestantes en el munici- tismo el pueblo se dividía territorial- pio; sin embargo, la verdadera revolu- mente en una sección avecindada y una ción evangélica tuvo lugar en la cabece- indígena, para mediados de la década ra municipal. de los noventa y principios del 2000 en-

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Preparando comida para la mayordomía del 6 de enero. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2003. Acervo personal.

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TABLA 1. SITUACIÓN LINGÜÍSTICA

Clave de Municipio Total Indígena Total 5 años Total HLI Hablantes Hablantes municipio Total % y más de zoque de tzotzil

265 San Miguel 5 947 3 859 64.9 5 182 1 827 1 675 106 Chimalapa

407 Santa María 7 106 4 944 69.6 6 087 2 861 1 757 611 Chimalapa

contramos que en el Barrio de San Blas ma materno, aunque no por eso deja de no sólo dominaban los angpøn, sino identificarse como indígena. La pérdida, también el pentecostalismo. Por su la- al parecer irreversible, de la lengua mado, en la primera sección los avecinda- terna en Los Chimalapas ha propiciado dos han asumido el papel de defensores la adopción de la categoría “zoque” en del catolicismo y de las mayordomías, sustitución del centenario etnónimo an- las cuales reproducen al estilo istmeño gpøn, el cual sólo es funcional y repre- siguiendo los patrones zapotecos. sentativo entre las generaciones mayores de 30 años que sí hablan la lengua. 38 LOS CHIMALAPAS EN NÚMEROS En Santa María Chimalapa, por ejem- Según cifras de la Comisión Nacional pa- plo, donde la población mayor a cinco ra el Desarrollo de los Pueblos Indígenas años en el municipio es de 6 087 per- (CDI), se estima que para el año 2000 los sonas, tan sólo 28.8 por ciento habla el hablantes de lenguas zoques en nuestro idioma angpøn. Cabe resaltar, además, país sumaban 86 589,10 de los cuales la que el porcentaje de monolingüismo es- gran mayoría, 66 583, habita en el esta- tá por debajo del 3 por ciento, aproxi- do de Chiapas, mientras que en Oaxaca madamente, situación que evidencia el tan sólo lo hacen 11 319. No obstante, proceso de sustitución lingüística que es necesario señalar que un porcentaje vive el zoque. En San Miguel la tenden- considerable de la población indígena cia es similar, aunque menos acusada. zoque de Oaxaca ya no habla su idio- Así, de los 5 mil 182 individuos mayores de cinco años con que cuenta el municipio, 34.1 por ciento conserva su lengua tradicional, y el porcentaje de mo- 10 Sin considerar las dos variantes del popoluca de Veracruz que lingüísticamente son consideradas nolingüismo es de apenas 0.4 por ciento zoque. (véase tabla 1).

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TABLA 2. ACCESO A SERVICIOS

Clave de Municipio Total de Con piso de Disponen Disponen Disponen Se cocina municipio viviendas tierra de agua de servicio de energía con leña o particulares entubada11 sanitario eléctrica carbón exclusivo Total / % Total / % Total / % Total / % Total / %

265 San Miguel 845 354 / 41.9 436 / 51.6 513 / 60.7 681 / 80.6 769 / 91.0 Chimalapa

407 Santa María 970 692 / 71.3 206 / 21.2 582 / 60.0 793 / 81.8 933 / 96.2 Chimalapa

Por otro lado, como consecuencia donde la falta de caminos que comuni- de las inmigraciones de indígenas chia- quen a la cabecera con sus congregacio- panecos al oriente de los municipios nes las mantiene relativamente aisladas. zoques de Oaxaca, encontramos que Lo anterior no significa que la vida en la segunda lengua indígena que se ha- las comunidades angpøn y en la cabe- bla en Los Chimalapas es el tzotzil. Se- cera municipal sea fácil. En principio, la gún Lisbona (1999), los núcleos hablan- única ruta de acceso a la cabecera es un tes de esta lengua, principalmente el de camino de terracería viable sólo para ca- 39 la congregación de La Esperanza, Santa mionetas y camiones, que se vuelve in- María Chimalapa, conservan un alto gra- transitable durante la época de lluvias do de monolingüismo, situación inversa (véase tabla 2). a aquellos que conviven con la pobla- Por su lado, el municipio de San Mi- ción mestiza y zoque de asentamientos guel presenta niveles de vida ligeramente como Benito Juárez y San Antonio, en el mejores. En primera instancia, está con- municipio de San Miguel, en donde el siderado con grado de marginación al- español es el idioma cotidiano. to, que si bien no es óptimo, si es inferior En lo referente al grado de margina- al que presenta Santa María. Esta relativa ción, Santa María está catalogado con la mejoría puede leerse sobre todo en su ta- categoría de muy alta, que se expresa de sa de mortalidad infantil, que a pesar de manera clara en una tasa de mortalidad infantil de 43.1, que es muy elevada. Una vez más, se hace necesario seña- 11 Incluye viviendas particulares que disponen de lar que la realidad en la zona centro es agua entubada dentro de la vivienda o fuera de la diferente a la que se vive en el oriente, misma, pero dentro del terreno.

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TABLA 3. EDUCACIÓN

Clave de Municipio Alfabeta Alfabeta Sin instrucción Primaria completa municipio Total / % Total / % Total / % Total / %

265 San Miguel Chimalapa 906 / 57.1 682 / 42.9 776 / 36.1 266 / 12.4

407 Santa María Chimalapa 1 178 / 55.2 955 / 44.8 1 014 / 38.2 311 / 11.7

ser grave (35.7), es sensiblemente inferior abandonando en forma gradual sus par- a la de su vecino angpøn. De igual forma, celas para dedicarse a actividades más las comunidades más aisladas del muni- redituables, como son el corte de made- cipio son aquellas del oriente, mientras ras finas, la cría de ganado bovino y, en que la cabecera, así como las congrega- algunas zonas, el narcotráfico. Esto no ciones del centro, se comunican hacia el implica que la agricultura esté desapare- exterior a partir de caminos de terracería ciendo por completo, sino que ha pasa- viables para carros pequeños. do a ser una actividad suplementaria de- En el rubro de educación, la gente de bido a las pocas ganancias que genera. Los Chimalapas presenta un rezago con- De cualquier manera, tanto los ang- siderable. Si bien es cierto que en ambas pøn como el resto de los habitantes de 40 cabeceras municipales se cuenta con Los Chimalapas siguen inscritos en su planteles para la enseñanza preesco- mayoría a la esfera primaria de la produc- lar, primaria, secundaria y, recientemen- ción y dependen de intermediarios para te, bachillerato en San Miguel, las cifras colocar sus cosechas, maderas y carne, muestran altos índices de analfabetismo principalmente en el mercado regional y mínimos porcentajes de población con de Juchitán. En San Miguel la mayoría de primaria completa, lo que nos habla de los campesinos cultivan para autoconsu- una deserción enorme en primaria y un mo y, por lo general, son hombres mayo- ingreso escaso a los dos niveles de edu- res de 35 años, mientras que los jóvenes cación siguientes (véase tabla 3). tienden a emigrar. De manera obvia, tanto los índices En Santa María el corte de made- de marginalidad como los de escolari- ra es quizá la actividad económica que dad están en armonía con las necesida- más ganancia deja a los zoques; sin em- des materiales de los habitantes de las bargo, la tala excesiva de especies, co- montañas zoques. Originalmente pro- mo la caoba y el cedro, ha hecho cada ductores de maíz, frijol, café y una gran vez más difícil esta tarea, la cual, ade- variedad de frutas, los angpøn han ido más, ha puesto en riesgo la conserva-

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El vestido de tehuana ha sido adoptado por las mujeres de la región. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2004. Acervo personal.

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ción y el equilibrio de las selvas. La caza de no más de 40 años que lograron co- del jaguar para comercializar sus colmi- locarse dentro del magisterio y además llos y piel ha provocado su gradual ex- tienen un papel importante dentro de la tinción, lo mismo que el tapir y otras política local. Otra opción laboral remu- especies exóticas con las que se trafica nerada, aunque temporal, es alcanzar un ilegalmente. En ambos municipios, pero puesto en el ayuntamiento. A pesar de sobre todo en Santa María, la población que en el papel las elecciones políticas que se dedica al comercio es mínima y, internas en los municipios chimalapas se por lo general, es avecindada; además, llevan a cabo por “usos y costumbres”, en el caso de los taladores, sus ganan- es decir, que se respetan las formas tra- cias son mínimas comparadas con las de dicionales de elección de las autorida- los intermediarios locales y transportis- des, en realidad la presencia de los par- tas, quienes revenden a precios altos a tidos políticos es evidente, sobre todo en las madererías juchitecas. San Miguel Chimalapa. En esta cabecera Por otra parte, en la actualidad exis- municipal cada tres años la enorme lista te un reducido grupo de zoques que re- de cargos o regidurías dentro del ayun- 42 cibe sueldos mensuales. Un porcenta- tamiento se la disputan las facciones po- je considerable corresponde a hombres líticas, las cuales luchan por asegurarle trabajo a sus incondicionales (véase tabla 4). Ante un panorama tan desalentador, que contrasta con la enorme riqueza de sus tierras, un porcentaje cada vez mayor de jóvenes angpøn ha decidido bus- car suerte fuera de Los Chimalapas. No obstante, debe resaltarse que la emigra- ción es un fenómeno característico, sobre todo de los zoques de San Miguel, pues sus vecinos angpøn del norte, qui- zá por la opción de la madera (cada vez Anciano migueleño en labores de vaquería. San más escasa), han pospuesto su partida. Miguel Chimalapa. Además, tanto la cabecera política co- Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2002. Acervo personal. mo el resto del municipio de Santa Ma-

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Toreada del 8 de mayo. Festejo de la aparición del Santo Arcángel. San Miguel Chimalapa. Fotógrafo: Leopoldo Trejo Barrientos, 2004. Acervo personal.

ría han albergado constantemente a de- de zoque de Chiapas y Oaxaca, es com- cenas de familias, indígenas y no, que plicado rastrear las rutas de migración y buscan tierras en Los Chimalapas. los lugares de atracción predilectos de Debido en gran parte a que las ci- los angpøn, sobre todo en el ámbito na- fras oficiales, tanto del INEGI como de cional. Sin embargo, en el entendido de la CDI, no distinguen entre los hablantes que el istmo oaxaqueño de Tehuante-

TABLA 4. SECTOR DE OCUPACIÓN

Clave de Municipio Población de 12 años y más municipio

Total Primario / % Secundario / % Terciario / %

265 San Miguel Chimalapa 2 560 886 / 72.2 156 / 12.7 185 / 15.1

407 Santa María Chimalapa 3 174 1 125 / 84.9 91 / 6.9 109 / 8.2

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pec no ha sido un destino histórico para misa descubrimos que la emigración de los zoques de Chiapas, es válido inferir los zoques de Los Chimalapas es sobre que los zoques residentes en municipios todo regional, ya que tiene municipios oaxaqueños son angpøn. Bajo esta pre- istmeños como destino.

TABLA 5. MUNICIPIOS ISTMEÑOS QUE ATRAEN POBLACIÓN ZOQUE DE LOS CHIMALAPAS

Municipio Filiación étnica Presencia zoque

Asunción Ixtaltepec Zapoteca 1 865

Juchitán de Zaragoza Zapoteca 632

Santa María Petapa Zapoteca 392

Matías Romero Mestiza 330

Santo Domingo Zanatepec Mestiza 226

San Juan Guichicovi Mixe 147

Santo Domingo Ingenio Mestiza 142

Ciudad Ixtepec Zapoteca 131 44 Acuites Mestiza 121 Espinal, El Zapoteca 83

San Pedro Tapanatepec Mestiza 51

Santiago Niltepec Mestiza 43

Santo Domingo Tehuantepec Zapoteca 29

Unión Hidalgo Zapoteca 23

San Dionisio del Mar Huave 17

San Francisco del Mar Huave 14

Total 4 246

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BIBLIOGRAFÍA

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zoques oaxaca.indd 46 27/1/06 12:42:07 ZOQUES DE OAXACA

CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN EN HOGARES ZOQUES DE OAXACA, 20001

Total % Hombres Mujeres

Población en hogares 10 687 5 325 5 362 Población de 0 a 4 años 1 125 10.5 563 562 Población de 5 a 14 años 3 215 30.1 1 616 1 599 Población de 15 a 24 años 2 028 19.0 1 021 1 007 Población de 25 a 44 años 2 075 19.4 1 043 1 032 Población de 45 a 64 años 1 617 15.1 788 829 Población de 65 y más años 588 5.5 271 317 Población de edad no especiﬁcada 39 0.4 23 16 Población de 5 años y más hablante de 5 001 2 454 2 547 lengua indígena2 Población de 15 años y más 6 308 3 123 3 185 Sin instrucción escolarizada 2 386 37.8 816 1 570 Con algún grado de primaria 2 908 46.1 1 689 1 219 Con posprimaria 967 15.3 589 378 No especiﬁcado 47 0.7 29 18 Población ocupada 3 283 2 658 625 47 3 Ocupados en actividades agropecuarias 2 210 67.3 2 190 20 4 Ocupados sin ingresos 1 365 41.6 1 223 142 Viviendas habitadas 2 257 Con agua entubada 989 43.8 Con drenaje 505 22.4 Con electricidad 1 903 84.3

Notas 1 Se reﬁere a la población en hogares en donde el jefe, el cónyuge o algún ascendente declaró ser hablante de lengua zoque. 2 Incluye hablantes de zoque y de otras lenguas indígenas de 5 años y más. 3 La diferencia entre la población ocupada y la población agropecuaria está distribuida en otras actividades económicas. 4 La diferencia entre la población ocupada y la población sin ingresos está distribuida en otros rangos de ingresos.

Fuente: Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas / Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, “Sistema Nacional de Indicadores sobre la Población Indígena de México”, 2002, con base en XII Censo General de Población y Vivienda, México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, 2000.

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zoques oaxaca.indd 47 27/1/06 12:42:08 Zoques de Oaxaca, de Leopoldo Trejo Barrientos, se terminó de imprimir en marzo de 2006 en los talleres de Impresora y Encuadernadora Progreso, S.A. de C.V., San Lorenzo Tezonco 244, Col. Paraje San Juan, Deleg. Iztapalapa, C.P. 09830, México, D.F. El tiraje fue de 6 000 ejemplares. Las tareas de digitalización y retoque de imágenes, composición tipográﬁca, diagramación y cuidado de edición estuvieron a cargo de la Coordinación Editorial de la CDI.

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