Estado Y Medios Masivos Final.Indd
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7 La administración y financiación de los medios masivos para la educación Management and Financing of Mass Media for Education Resumen La administración y financiación son dos factores fundamentales en todo proyecto económico, social, político o cultural, por cuanto a través de estos se resuelve la dinámica operativa que ga- rantiza el cumplimiento de los objetivos. En los proyectos agenciados por el Estado, se debe tener en cuenta que hay una interacción entre diferentes instituciones y organizaciones, lo que supone, en consecuencia, que la decisión política de desarrollar un proyecto genere un equilibro en la tensión de los intereses de sus actores. El Estado moderno guarda relaciones hacia su interior, en el sí mismo institucional, y en sus vinculaciones con otros Estados con los que tiene compromisos directos e indirectos. En este contexto, el presente capítulo se ocupa de describir la administra- ción y la financiación de los cuatro proyectos que han sido presentados en capítulos anteriores. Palabras clave: administración de proyectos educativos, Colombia, financiación de proyectos educativos, medios masivos, radio y televisión para la educación. Abstract Management and financing are two fundamental factors in any economic, social, political, or cultural project since the operating dynamic guaranteeing the accomplishment of objectives is resolved thereby. In projects brought about by the State, it should be noted that there is an inter- action between different institutions and organizations, which means that, as a result, the political decision to implement a project balances the tension between the interests of its stakeholders. The modern State maintains relationships inward, in its institutional self, and in its links with other States with which it has direct and indirect commitments. In this context, this chapter focuses on describing the management and financing of the four projects that have been presented in previous chapters. Keywords: educational project management, Colombia, educational project funding, mass media, radio and television for education. ¿Cómo citar este capítulo?/ How to cite this chapter? Vizcaíno, M. (2014). La administración y financiación de los medios masivos para la educación. En Estado y medios masivos para la educación en Colombia (1929-2004) (pp. 225-273). Bogotá: Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia. doi: http://dx.doi.org/10.16925/9789587600285 BY NC ND Estado y medios masivos para la educación en Colombia (1929-2004) La organización, administración y gestión de los programas Después de presentar los proyectos, uno a uno, se hace un repaso por la organización 226 institucional, la administración y gestión de recursos empleados en el desarrollo de los programas y la infraestructura tecnológica de emisión-transmisión que contribuyen a la comprensión de las circunstancias institucionales en las cuales se desarrollaron los programas, las prioridades asignadas y las decisiones sobre recursos financieros, tecnológicos y de planta física. La puesta en marcha de un proyecto del Estado es un proceso complejo que requiere una permanente vigilancia sobre los objetivos, los medios y sus resultados. La forma como se organiza una actividad expresa los objetivos y las prioridades atribuidas al campo de acción y a la proyección que de ella se esperan. Las deci- siones que asume el Estado son el hilo conductor de la presentación de este capítulo. Entre una identidad propia y una identidad prestada El proyecto de la HJN alcanzó muy rápidamente su identidad cultural y educativa en razón de su ubicación en la Biblioteca Nacional y con la gestión de un académico convencido de su proyección como fue su director, Daniel Samper Ortega. Él tuvo la capacidad de liderar un grupo de 12 personas que echaron a andar un proyecto con escasos recursos financieros pero con el apoyo gubernamental y de las entidades públicas y privadas que se vincularon al desarrollo de las iniciativas. La estabilidad del proyecto dentro de la Biblioteca se explica por las vinculaciones estrechas entre esta unidad y el Gobierno nacional, el cual se encargaba de respaldar la gestión con una política fuerte de construcción de nación. Solamente cuando se distrajeron los recursos y cuando se careció de una infraestructura técnica adecuada el proyecto se congeló para ser revivido en la administración del presidente Eduardo Santos, en febrero de 1941, ahora convertido en la Radiodifusora Nacional, que luego tuvo a su cargo la dirección de la televisión, en su etapa inicial, y luego el bachillerato por radio. Así, la HJN creó sus extensiones en el tiempo para que estos proyectos tuvieran una base institucional que los desarrollara a nombre del Estado. La televisión educativa dirigida a niños y adultos navegó en su propia historia por buscar una identidad propia. Su ubicación al lado de la televisión no fue una adecuada solución para el cumplimiento de sus objetivos ya que debió sobrevivir al La administración y financiación de los medios masivos para la educación lado de una competidora cada vez más sólida: la forma comercial de la televisión, la cual desplazó decisiones, recursos y prioridades a su favor con la consecuencia de ser administrada en una prioridad secundaria. Sus objetivos no han conformado una entidad con rasgos propios, de naturaleza jurídica y administrativa específica 227 ni con alguna de las denominaciones que en el Estado colombiano se dan a las organizaciones que cumplen funciones públicas. En tal sentido, no ha sido ni un ministerio, ni una superintendencia, ni un departamento administrativo, ni un instituto centralizado o no, ni una entidad sui géneris. Desde los primeros meses de funcionamiento de la televisión en Colombia el carácter cultural estuvo suficientemente claro y se expresaba en las programaciones que se ofrecieron a los pocos televidentes que tenían acceso al nuevo medio. Sin la formalización suficiente pero con la mística necesaria, una organización sin rival hacía presencia y tenía futuro porque era la única que existía en el país y estaba signada con el sello del Estado en un momento histórico en el que su poder era fuerte y tenía el respaldo de la legitimidad social. No era cualquier Estado, era uno que estaba dirigido por militares y asesorado por civiles que tenían claro el panorama del país y la tarea social y cultural que debía ser desarrollada. Una lección estaba clara: la decisión política identificaba la propuesta como subsumida en un proyecto más amplio de carácter cultural a secas. Cuando apareció la modalidad comercial en la televisión, el sentido cultural y educativo quedó bajo su subsidio, amparado inicialmente y opacado a lo largo de los años. La organización, en conjunto, servía más a la televisión agenciada por intereses particulares vinculados a la publicidad comercial que por una concepción de lo público. Esta es una historia que se tejió por los siguientes sesenta años. La primera fase de identidad propia es la época de la Televisora Nacional, que inicia en 1954 cuando el medio estaba orientado a ofrecer una programación cultural al lado de la cual surgió la dimensión educativa que alcanzó escaso desa- rrollo por condiciones financieras precarias. La preparación del proyecto de instau- ración se ocupó de los aspectos técnicos y de los primeros programas pero dejó de lado la organización administrativa. Se asumía que era un proyecto presidencial amarrado a la estructura de la existente Oficina de Información y Propaganda del Estado (Odipe), dirigida por Jorge Luis Arango, pero sin vida propia. La amistad del director con el general Gustavo Rojas Pinilla, su trayectoria en el Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación y su formación recia y bien definida, en su paso por Alemania, eran argumentos indiscutibles y suficientes. Estado y medios masivos para la educación en Colombia (1929-2004) Esta condición era una oportunidad que, de otra manera y siguiendo los conductos regulares y los estudios de prefactibilidad, no hubiera visto la luz del día sino después de un largo y tedioso curso de prerrequisitos, apropiaciones y capacidad de mover el aparato de Estado, como se demostró después con algunos 228 proyectos que se intentó poner en funcionamiento.70 Las órdenes de los militares configuraron una experiencia latinoamericana da abundantes ejemplos.71 A pesar de la claridad de los planteamientos y la precisión de las directrices, no todo era unanimidad en el seno del gobierno. Dos posiciones se vieron confron- tadas, la de Jorge Luis Arango y la del general Rojas. El presidente era partidario de que el nuevo proyecto dependiera de los Ministerios de Comunicaciones, Educación y Gobierno, mientras que Arango vislumbraba la televisión como una actividad de la Odipe. Rojas tenía razón desde el punto de vista del carácter que debía asumir la televisión y desde la coordinación necesaria que debía tener para asegurar su trascendencia social; Arango tenía razón desde el punto de vista funcional y polí- tico. Rojas entreveía lo que los administradores han denominado una estructura matricial por la dependencia múltiple y por la polifuncionalidad esperada; Arango presentía el fracaso de tal forma de funcionamiento y se inclinaba por imprimirle un sello desde el alto gobierno, jerarquizado como la estructura militar. Ganó esta posición, aunque fue transitoria. Al poco tiempo debió ser revisada, ya no dentro del mismo gobierno de facto sino del primero del Frente Nacional. La televisión educativa necesitó no sólo del Ministerio de Comunicaciones, sino también de Educación y de Gobierno, y de Hacienda, entre otros, por la misión asignada y por la proyección de sus programas. Era un proyecto del Estado y sus instituciones que exigía la transversalidad que comprometía toda la organiza- ción del Estado con la sociedad civil. Se tomó el camino más funcional pero de mayores riesgos en otro Gobierno, como se demostró con la milimetría política del Frente Nacional y la injerencia política en todas las administraciones respecto a la 70 Uno de ellos es aquel que tiene que ver precisamente con la actividad educativa dentro de Inravisión en lo que se llamó “Canal Cuatro”.