Liturgia De La Palabra El 8 De Noviembre 2020 Celebrando El Día De Los Muertos
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Liturgia de la Palabra El 8 de noviembre 2020 Celebrando el Día de los Muertos Canción de Entrada Entrada: Que los Ángeles te Lleven al Paraíso – Carmelo Erdozáin Que los ángeles del cielo te encuentren y te lleven al paraíso del Señor. Que los ángeles del cielo te encuentren y los santos y los mártires también CORO Que los ángeles en coro te reciban en la ciudad santa de Jerusalén, y con Lázaro, pobre en esta vida, tengas el descanso eterno con Dios Que los ángeles del cielo te encuentren y te lleven ante el trono del Señor. Que los mártires y santos te bendigan y te dé la vida eternal el Señor. Versículo de Apertura Oficiante Damos gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz. Confesión de Pecado Oficiante Confesemos nuestros pecados contra Dios y contra nuestro prójimo. Oficiante (y Pueblo) Dios de misericordia, confesamos que hemos pecado contra ti por pensamiento, palabra y obra, por lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer. 1 No te hemos amado con todo el corazón; no hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Sincera y humildemente nos arrepentimos. Por amor de tu Hijo Jesucristo, ten piedad de nosotros y perdónanos; así tu voluntad será nuestra alegría y andaremos por tus caminos, para gloria de tu Nombre. Amén. El Sacerdote dice: Dios omnipotente tenga misericordia de ustedes, perdone todos sus pecados por Jesucristo nuestro Señor, les fortalezca en toda bondad y, por el poder del Espíritu Santo, les conserve en la vida eterna. Amén. Invitatorio al Salterio Oficiante; Señor, abre nuestros labios. Pueblo Y nuestra boca proclamará tu alabanza. Oficiante; Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: Pueblo Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ¡Aleluya! Antífona Oficiante El Señor es glorioso en sus santos: Pueblo Vengan y adorémosle. Invocación Yo soy Resurrección y yo soy Vida, dice el Señor. El que tiene fe en mí, aunque muera, tendrá vida. Y todo aquél que tiene vida y se ha entregado a mí en fe, no morirá eternamente. De mi parte, yo sé que mi Redentor vive y que al final se levantará sobre la tierra. Después de mi despertar, me resucitará, y en mi carne veré a Dios. Sí, yo mismo lo veré, mis propios ojos lo verán, 2 al que es mi amigo y no un extraño. Antífona Oficiante; La tierra es del Señor, pues él la hizo: Pueblo; Vengan y adorémosle. Salmo del Día (salmo 130) 1 De lo profundo, oh Señor, a ti clamo; Señor, escucha mi voz; * estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica. 2 Si tú, oh Señor, notares los delitos, * ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse? 3 Mas en ti hay perdón, * por tanto serás venerado. 4 Aguardo al Señor; le aguarda mi alma; * en su palabra está mi esperanza. 5 Mi alma aguarda al Señor, más que los centinelas a la aurora, * más que los centinelas a la aurora. 6 Oh Israel, aguarda al Señor, * porque en el Señor hay misericordia; 7 Con él hay abundante redención, * y él redimirá a Israel de todos sus pecados. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Primera Lectura (Sabiduría 3:1-9) Lectura del libro de la Sabiduría Las almas de los justos están en las manos de Dios y ningún tormento podrá alcanzarlos. A los ojos de los insensatos están bien muertos y su partida parece una derrota. Nos abandonaron: parece que nada quedó de ellos. Pero, en realidad, entraron en la paz. 3 Aunque los hombres hayan visto en eso un castigo, allí estaba la vida inmortal para sostener su esperanza: después de una corta prueba recibirán grandes recompensas. Sí, Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él. Los probó como al oro en el horno donde se funden los metales, y los aceptó como una ofrenda perfecta. Cuando venga Dios a visitarnos, serán luz, semejantes a la centella que corre por entre la maleza. Gobernarán naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre. Los que confiaron en él conocerán la verdad, los que fueron fieles en el amor permanecerán junto a él. Lector; Palabra del Señor. Pueblo: Demos gracias a Dios. La Epístola ( 1 Corintios 15:50-58) Lectura del primer libro de los Corintios Entiéndanme bien, hermanos: lo que es carne y sangre no puede entrar en el Reino de Dios. En la vida que nunca terminará no hay lugar para las fuerzas de descomposición. Por eso les enseño algo misterioso: aunque no todos muramos, todos tendremos que ser transformados cuando suene la última trompeta. Será cosa de un instante, de un abrir y cerrar de ojos. Al toque de la trompeta los muertos resucitarán como seres inmortales, y nosotros también seremos transformados. Porque es necesario que nuestro ser mortal y corruptible se revista de la vida que no conoce la muerte ni la corrupción. Cuando nuestro ser corruptible se revista de su forma inalterable y esta vida mortal sea absorbida por la inmortal, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: ¡Qué victoria tan grande! La muerte ha sido devorada. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado, y la Ley lo hacía más poderoso. Pero demos gracias a Dios que nos da la victoria por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. Así, pues, hermanos míos muy amados, manténganse firmes y no se dejen conmover. Dedíquense a la obra del Señor en todo momento, conscientes de que con él no será estéril su trabajo. Lector: Palabra del Señor. Pueblo; Demos gracias a Dios. Aleluya Busca Primero - Karen Lafferty 4 No solo de pan dice Dios que vivirás, sino de toda su palabra, de mi siempre serás y conmigo estarás. Aleluya, aleluya El Evangelio (San Juan 5:24-27) Lectura del Evangelio según a San Juan. En verdad les digo: El que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, vive de vida eterna; ya no habrá juicio para él, porque ha pasado de la muerte a la vida. Sepan que viene la hora, y ya estamos en ella, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la escuchen vivirán. Así como el Padre tiene vida en sí mismo, también ha dado al Hijo tener vida en sí mismo. Y además le ha dado autoridad para llevar a cabo el juicio, porque es hijo de hombre. Lector: Palabra del Señor. Pueblo: Demos gracias a Dios. El Sermón El Dr Orlando Espin Credo de los Apóstoles Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna. Amén. Oficiante; El Señor sea con ustedes. Pueblo; Y con tu espíritu. Oficiante; Oremos. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; 5 venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación pero libranos del mal. Porque tuyo es el reino, tuyo es el poder, y tuya es la gloria, ahora y por siempre. Amén. Plegarias – A Oficiante; Señor, muéstranos tu misericordia; Pueblo; Y concédenos tu salvación. Oficiante; Reviste a tus ministros de justicia; Pueblo; Que cante tu pueblo de júbilo. Oficiante; Establece, Señor, la paz en todo el mundo; Pueblo; Porque sólo en ti vivimos seguros. Oficiante; Protege, Señor, a esta nación; Pueblo; Y guíanos por la senda de justicia y de verdad. Oficiante; Que se conozcan en la tierra tus caminos; Pueblo; Y entre los pueblos tu salvación. Oficiante; Señor, que no se olvide a los necesitados; Pueblo; Ni se arranque la esperanza a los pobres. Oficiante; Señor, crea en nosotros un corazón limpio; Pueblo; Y susténtanos con tu Santo Espíritu. Colecta del Día Oficiante: Oh Dios, creador y redentor de todos los creyentes, concede a los fieles difuntos los inescrutables beneficios de la pasión de tu Hijo, para que en el día de su aparición puedan manifestarse como hijos tuyos; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén. Oración de los Fieles Padre, te suplicamos por tu santa Iglesia Católica. Que todos seamos uno. Concede que todos los miembros de la Iglesia te sirvan en verdad y humildad. Que tu Nombre sea glorificado por todo el género humano. Te pedimos por todos los obispos, presbíteros y diáconos. Que sean fieles ministros de tu Palabra y Sacramentos. Te pedimos por cuantos gobiernan y ejercen autoridad en todas las naciones del mundo. Que haya justicia y paz en la tierra. 6 Danos gracia para hacer tu voluntad en todo cuanto emprendamos. Que nuestras obras sean agradables a tus ojos.