Ensayo-Musica-Aymara-Bolivia.Pdf
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1 2 3 Los aymara en Bolivia Los aymara, en el Estado Plurinacional de Bolivia, se encuentran en los suyus (regiones) de Jach’a Karangas y Jach’a Suyu Pakajaqis, que en la actualidad están ubicados en los departamentos La Paz, Oruro y en la parte occidental de Potosí. Jach’a Karangas está conformado por doce markas (municipios): Totora, Choquecota, Curahuara, Turco, Huayllamarka, Mayacht’asita, Corque, Sabaya, Huachacalla, Andamarka, Orinoca y Rivera, que reúnen a más de 150 ayllus (comunidades), establecidas en 18 municipios y 8 provincias del departamento de Oruro. Este suyu no sufrió la fragmentación total de su territorio, sobreviviendo en calidad de pueblo originario aymará. Las markas están divididas en dos parcialidades, que son urinsaya y aransaya, a excepción de Corquemarka, en donde son samancha y uravi, respectivamente. La muyt’a (el rodeo) territorial, costumbre milenaria de la cultura aymara y singularmente de Karangas, es uno de los valores que se conserva actualmente en los ayllus y markas (sistema de autoridad). La música autóctona es diversa en cada una de las markas; su interpretación se mantiene según el tiempo y está sujeta al calendario agrícola ganadero, sobre todo en los ritos a los centros ceremoniales en lugares sagrados en cada una de las doce markas. El origen de este suyu es anterior a la llegada de los incas, aproximadamente en el siglo XII. El “señorío” de los Karangas, como los denominaron los españoles, comprendió un territorio ubicado en distintos pisos ecológicos: en el altiplano, que corresponde al actual espacio ocupado, y en valles interandinos y de la costa pacífica. El pasado prehispánico de los Karangas se adscribe a la época de los Señoríos Regionales desarrollada entre los años 1100 y 1470 d.C. (Gisbert et al 1996; Michel 1997; Riviere, 198). Este periodo, denominado por los especialistas como Intermedio Tardío, se caracterizó por la emergencia de varios grupos o señoríos étnicos locales de habla aymara, entre ellos los 3 Karangas. Estos grupos habrían procedido del sur y al establecerse en la región altiplánica importantes Pacajes, Omasuyu y Sica Sica. El año 1651 Antonio de Castro y del Castillo desplazaron o sometieron a otros grupos étnicos menores.1 contabilizó 12 pueblos, que son: Viacha, Tiwanaku, Waqi, Jesús de Machaca, Ajawiri (hoy Caquiaviri), Calacoto, Caquingora, San Andrés de Machaca, Santiago de Machaca, Callapa, Con la creación de Bolivia, el territorio étnico de Karangas se convirtió en la provincia Julluma y Curaguara (hoy San Pedro de Curahuara). Carangas del departamento de Oruro,2 ambos creados por Ley del 5 de septiembre de 1826 (Bacarreza, 1910:89). La nueva provincia habilitó como capital al antiguo pueblo de Corque, Según el cronista Capoche, a quién se debe la memoria sobre las parcialidades urqu y que en tiempos de la Colonia también fue la capital administrativa de la región. uma, la Nación Pakajaqi estaba conformada bajo la siguiente relación urqusuyu-umasuyu: Q’araqullu, Jayu Jayu, Sicasica, Qalamarka, Qallapa, Wiyacha, Tiwanaku, Laja, Ajawiri Por su parte, el territorio de Jach’a Suyu Pakajaqi se extendía desde el río Desaguadero en (Caquiaviri), Guarina, Waqi, Pucarani, Caquingora, Achacachi, Jisk’a Machaqa, Chukiyawu y el suroeste hasta el límite con Sora, Karangas y Tarapacá. En los tiempos antiguos era una Jach’a Machaqa (Capoche 1959:135-137). de las naciones más ricas del Qullasuyu y era famosa por sus ganados (llamas), que durante la Colonia valían más que otros por ser grandes y llevar más carga. La historia colonial de la Nación Pakajaqi es de una continua y permanente desestructuración territorial, lo cual ha causado la conformación de nuevos pueblos, muchos de ellos ahora El nombre Pakajaqi (hombre águila) está relacionado con el carácter guerrero de la municipios, y su división en una cantidad de provincias que, sin embargo, conservan su nación, cuyo territorio está lleno de imponentes pukaras, Axawiri, Jach’a Pasa. Los ejércitos identidad cultural. Pakajaqis tuvieron un rol importante en la conquista Inca de Quito y en la defensa del territorio Qullasuyu durante la invasión de Gonzalo Pizarro en el año 1538. Actualmente, habiendo resistido el latifundismo y preservado la libertad de los ayllus y comunarios, Jach’a Suyu Pakajaqi está en proceso de reconstitución de sus markas: El territorio Pakajaqi estaba dividido en dos grandes parcialidades: urqusuyu y umasuyu, el Qallapa, Qaqinkura, Qalaqutu, Ullüma, Achiri, Jesús de Machaca, Berenguela y Santiago de primero correspondía a las partes altas, aptas para la ganadería; y el segundo a tierras aptas Machaqa. El planteamiento de reconstitución fue iniciado con el regreso al thakhi (camino) para la labranza y cultivo. y al respeto a los derechos de los pueblos indígenas, conservando una gran variedad de música autóctona en Pakajaqi. Los españoles, que no comprendieron la estructura política territorial del Qullasuyu, y de Pakajaqi en particular, la dividieron en varias provincias coloniales, siendo las más En síntesis, hablar de las dos culturas milenarias: Jach’a Suyu Karangas y Jach’a Suyu Pakajaqi, es hablar de una profunda historia e identidad ancestral; del ser aymara, sus diversas expresiones culturales y su patrimonio cultural; de la espiritualidad; es tener 1 Gisbert (1978) habla de que estos grupos de naturaleza guerrera habrían sido los que destruyeron (o terminaron de destruir) lo que quedaba de Tiwanacu. kamasa y ajayu (temple y espíritu), la fuerza de la vida en si misma, la fuerza que da la vida, permite la comunión, la fuerza del que espera y tiene fe, de la filosofía aymara, y de la vida 2 Al momento de su creación, la República de Bolivia se organizó en cuatro departamentos: Chuquisaca, Potosí, La Paz y Cochabamba. Posteriormente, en 1826 se creó el departamento de Oruro con dos provincias: Paria, con su eterna o wiñay qamaña (eterno vivir). 4 capital Poopó, y Carangas, con su capital Corque. 5 Por tanto, resguardar la identidad de estas culturas ancestrales y salvaguardar su patrimonio cultural inmaterial, es mantener vivo el arte, el idioma, la música, la gastronomía, la vestimenta, la religiosidad, la territorialidad, la forma de organización política y los nombres propios (ya sea en personas o toponimias) de estos suyus milenarios. El proyecto Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en Género Musical Autóctona de las Comunidades Aymaras de Bolivia (PCI-Aymara Bolivia) se sustenta en la identidad cultural y la territorialidad ancestral de Jach’a Karangas y Jach’a Pakajaqis, sobre las cuales está constituida la Mancomunidad de Municipios Aymaras Sin Fronteras. 6 7 La música aymara de Bolivia Un aspecto fundamental de la investigación es poder concebir y entender las manifestaciones y formas de expresión cultural como el arte y la ciencia y la presencia de la 1. Descripción general. A manera de introducción identidad cultural y política. Nada de esto se puede lograr sin la inclusión de una práctica descolonizadora como parte del análisis. La presente investigación implica un diálogo En Bolivia, la diversidad cultural de los pueblos y nacionalidades que la habitan es la horizontal de saberes a partir de una reflexión sobre la historia aymara, para revelar la base fundamental para la constitución del Estado Plurinacional. Desde este principio, las integralidad de los conocimientos, ritualidad y espiritualidad locales, vinculados al entorno políticas públicas se orientan al reconocimiento y aplicación de los derechos de la libre natural y social, aspectos cruciales en la conformación de la epistemología y ontología del autodeterminación, autogobierno o autonomía, así como al resguardo y protección del pueblo aymara. patrimonio cultural inmaterial de todas las nacionalidades bolivianas. Sin duda estos procesos son complejos, pero proyectos como este coadyuvan a construir, Desde el año 2010, el Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural de forma conjunta y complementaria, el ideal de fortalecer a las sociedades aymaras y su Inmaterial en América Latina-CRESPIAL, ejecuta el proyecto Salvaguardia del Patrimonio proyección integral de acción. Cultural Inmaterial de las Comunidades Aymaras de Bolivia. La primera fase del proyecto incluyó el registro sonoro, en campo, de la música aymara en peligro de desaparición, 2. Música y tiempo aymara: la interrelación de las prácticas musicales con las actividades abarcando 12 municipios en los departamentos de Oruro y La Paz, y obteniéndose 16 agropecuarias, climatológicas, ritualidad a la Madre Tierra (Pachamama) y propias del estilos musicales. ciclo vital aymara. A partir de estos aspectos y del ámbito musical de las “culturas aymaras”, este documento Cuando se emprende la tarea de explicar la música aymara, usualmente se hace referencia intenta aproximarse a una reflexión sobre la identidad aymara, partiendo de la continuidad al momento de su práctica, vale decir los contextos festivos, rituales o los vinculados a las de ésta dentro los procesos de globalización y reivindicación política en los Andes. Si bien actividades que marcan los cambios o fases de la vida de las personas. Otra mirada más la definición y caracterización de lo aymara parte de un criterio lingüístico, este documento ortodoxa habla de la clasificación de la música de acuerdo a las características físicas de demuestra la existencia de otros elementos (espacios rituales y musicales principalmente) los instrumentos musicales, o de las formas musicales y rítmicas de estas expresiones. Poco que caracterizan a esta población. La complejidad que trae esta aproximación de estudio se ha profundizado sobre la relación que se entabla en la práctica musical con los ciclos implica lograr una visión más global a partir de un trabajo interdisciplinar, que desde un vinculados a aspectos naturales y sociales; y si existe, sólo es abordada desde una forma enfoque dialógico y horizontal rompa los preceptos exóticos que hasta la fecha se han general, conformando únicamente calendarios anuales. Consideramos que la tarea de dado sobre la música, la danza y el canto en lo aymara. explicar la música aymara consiste en realizar la interrelación de estas vertientes; con la finalidad de conocer cómo los aymaras entienden, practican y viven la música.