Rutas de El legado andalusí Nazaríes en su itinerario por Granada

Gran Itinerario Cultural del Consejo de Europa 2 3

Sin el reino de Granada, epílogo resplandeciente de la rica historia del Islam Los amantes de las artes populares podrán disfrutar y hacer suya las tra- en la Península Ibérica, el panorama de la civilización hispanomusulmana que- diciones, fiestas, oficios artesanos, la gastronomía y un sinfín de aspectos de daría irremediablemente deformado, incompleto, ininteligible. Esta Ruta se dedi- las hospitalarias tierras que se atraviesa de marcada tradición andalusí. Desde ca precisamente a los protagonistas de tan importante capítulo, a la dinastía na- las fiestas de la Cruz, romerías, episodios de moros y cristianos, Corpus Christi zarí que acuñó y encabezó el último estado de al-Andalus, cuya trayectoria de- pasando por los talleres artesanales de forja, mimbre, cerámica, encuaderna- paró, además de incontables sucesos de orden político o bélico, realizaciones ción… hasta la degustación de platos que realzan el placer de los sentidos por artísticas y culturales tan grandiosas como la mismísima Alhambra. sus productos naturales de primera calidad, gracias a sus aguas y tierras de huerta, mezcladas con tradiciones culinarias de añeja solera hacen del camino «¡Oh gentes de Al Andalus, qué gozo el vuestro! tenéis agua, sombra, ríos y una peregrinación verdaderamente memorable. Los acogedores bares, taber- árboles; el Paraíso eterno no está sino en vuestras moradas y si hubiese de ele- nas, mesones, ventas y restaurantes que jalonan el trayecto despliegan toda la gir, con éste me quedaría». sabiduría, variedad y originalidad de Ibn Jafaya las especialidades locales, que Este recorrido enlaza directamente Jaén y Granada, inaugura el tercio final pueden degustarse mediante de la Ruta, que llega por la cara meridional de Sierra Mágina hasta las alturas de la pequeña porción de una ta- Cambil y Huelma. A partir de aquí, el itinerario cambia de provincia y se interna pa o a mesa y mantel. en la comarca de los Montes Orientales de Granada por , en los Las materias primas se correspon- márgenes de su río que fluye hacia levante. La meseta elevada continúa desde den con los fundamentos de la dieta Guadahortuna hacia Píñar e , donde aparece surcada ya por el valle del mediterránea: cereales, legumbres, río Cubillas y la línea montuosa de , con sus características simas y verduras, hortalizas y frutas, aceite cuevas, escalón que rebasa los 2.000 m. y preludia los relieves del macizo de de oliva –un pilar esencial de la Sierra Nevada. En sus jornadas finales, el camino se ajusta al curso fluvial del alimentación por estos pagos– y Cubillas, y se desliza para encontrar la Vega, con sus choperas y regadíos, y al- vinos, con el apoyo crucial de canzar las últimas estaciones de la Ruta: Albolote, Maracena y Granada. A su es- carnes –cerdo, cordero, aves, caza– palda, como telón de fondo, se yergue la mole imponente, Sierra Nevada, la cima y el complemento de salazones y pes- de la Península, coronada por los 3.482 m. del Mulhacén. cado. Para terminar con sus postres y dul- Éste es un itinerario que habla de las vicisitudes de dos pueblos en cons- ces uno de los aspectos gastronómicos de la tante enfrentamiento de ideas, credos y costumbres, pero también de intercam- Ruta donde con más claridad se perciben, sin bios humanos y épicos, y del surgimiento de lo que se ha dado en llamar una pecar de exageración, las pervivencias de la tra- cultura de fronteras. Con todo, no hay que considerar esta frontera como algo dición andalusí, patentes en el uso de especias y inamovible, estático; antes bien, como un tejido dúctil, que fue desgarrándose frutos secos, en las masas empleadas en la repostería, en su fritura y horneado, según se tiraba de él. en el dulzor de la miel en que se bañan. Pocas rutas como ésta muestran a lo largo de su recorrido un número tan ele- El trayecto toca una gran cantidad de espacios protegidos, sobre todo de vado de castillos, fortalezas, torres, casas fuertes y atalayas, tanto en los núcleos ámbito serrano, desde parajes a parques naturales y nacionales, contándose va- urbanos como dispersas por sierras y campos. Y no es de extrañar, si se piensa que rios de ellos entre los más extensos y atractivos de la Península. Camino adelan- los territorios del Santo Reino de Jaén y de la orla septentrional de la provincia de te se detiene en el Parque Natural de Sierra Mágina, para terminar en Granada, Granada fueron desde la Antigüedad frontera y encrucijada natural entre el norte y en el regazo del Parque Nacional de Sierra Nevada. el sur, el este y el oeste de la Península. En su mayoría estas obras defensivas, que “Granada es el Damasco de Al Andalus, pasto de los ojos, elevación de las hoy aparecen aisladas o confundidas con los caseríos de poblaciones y cortijos, almas. Tiene una alcazaba inexpugnable, de altos muros y edificios espléndidos. datan de época medieval, sobre todo de los siglos XII al XV, cuando la divisoria en- Se distingue por la peculiaridad de su río, que se reparte por sus casas, baños, tre los reinos cristianos y musulmanes oscilaba a lo largo de estas tierras. La abun- zocos, molinos exteriores e interiores y jardines". dancia de fortalezas rurales es, además, síntoma de la ascendencia de los señoríos en esta zona fronteriza siempre expuesta al peligro, al ceder la corona vastas po- al-Saqundi, siglo XIII. sesiones a los nobles y órdenes militares para que sostuvieran su defensa. 5

Guadahortuna

A 65 kilómetros de la capital En su singular casco ur- bano se alza la iglesia granadina, a orillas del río de parroquial de Santa su mismo nombre, en el límite María la Mayor. Las de la provincia de Jaén y en primeras noticias de la carretera que nos aproxima su construcción son al Parque Natural de la Sierra de 1506, iniciada por el maestro cantero Domingo de Yguía, se Mágina podemos descubrir sumaría más tarde Diego de Siloé. Desta- esta villa de singular belleza ca la monumentalidad de su fachada a urbana y un vasto horizonte modo de arco triunfal, que recuerda a la de tierras de labor. Puerta del Perdón de la catedral grana- dina; a su lado se alza la torre campana- La población se ubica al borde del cau- rio rematada por cuerpos decrecientes. ce fluvial del río Guadahortuna, cuyo to- El interior, de tres naves separadas por pónimo procede de la voz árabe ued, arcos apuntados, se cubre con rica ar- río, y del latín hortus, huerta o huerto. madura mudéjar. La capilla mayor, dise- Su pasado se remonta al neolítico, en su ñada por Diego de Siloé, posee un bello etapa nazarí sufrirá las operaciones de retablo. hostigamiento que los jinetes castella- A la salida del pueblo está la ermita de nos acuartelados en Cazorla realizaban la Virgen de Loreto, patrona de la ciu- sobre el territorio musulmán de Guadix. dad. Siguiendo la carretera de Alamedi- Tras la conquista de la zona por don Fa- lla se encuentra el puente del drique de Toledo, en 1486, la reina Isabel Hacho, obra de ingeniería dispuso su repoblación con vecinos industrial de finales cristianos para garantizar la seguridad del s. XIX, que de los caminos y el abastecimiento de salva un ba- pan a la urbe granadina. La villa pronto rranco de prosperó hasta asumir, con Iznalloz, la 623 metros. cabecera comarcal de los Mon- tes Orientales.

Vista general ☛ Arriba, detalle de la Ermita de Loreto 7

Píñar

Adosado a la Sierra de Arana, Jaén. Tras su conquista Píñar es un pueblo blanco con al final de la guerra de Granada, la im- un castillo de origen árabe de portancia de Píñar posición estratégica que se cedió en favor de distingue desde la distancia. otras villas de repo- Los olivos y almendros real- blación cristiana. El casco urbano de zan su colorido. A su vez, es esta villa se extiende a una ventana al paisaje subte- los pies del castillo presidi- rráneo de sus cuevas. do por la iglesia de Santa Mó- nica. De origen mudéjar presenta una Habitado desde el Paleolítico Medio, es nave y cubierta de armadura. Subiendo una de las poblaciones de ocupación la colina aparece el recinto principal del humana más temprana de toda la Penín- castillo que consta de paños de muralla sula. Resultan espectaculares los hallaz- con torreones rectangulares y dos to- gos de la cueva de la Carigüela y los de rres semicirculares, se aprecia también la vecina cueva de las Ventanas. Son fa- un aljibe de dos naves. En la misma lo- mosos los restos del Neandertal (óseos ma del castillo se encuentra la cueva de y útiles líticos) y del Neolítico con sus la Carigüela y la cueva de las Ventanas, espléndidas cerámicas decoradas, ex- que bien merecen una visita, pues ofre- puestos en el Museo Arqueológico de cen al visitante un mundo de belleza na- Granada. Íberos, romanos y árabes con- tural que le transporta por forman la historia de Píñar. un viaje en el tiempo. En época musulmana la localidad se cuenta entre las principales de la co- marca. Desde la formación de la fronte- ra nazarí se consolida como villa fortifi- cada ante las avanzadillas de los cristia- nos desde sus bases de

☛ Castillo 8

Iznalloz

A unos pasos ya de Granada, romanos, así como un puente que cruza sobre el Tajo de la Hoz, se el río al pie de la población (Monumento Histórico Artístico), enlace de las calza- asienta esta población, capi- das que comunicaban el Alto Guadalqui- tal comarcal de los Montes vir con la vega y costa granadinas. Hace Orientales. Fue una villa de poco tiempo se descubrió, al borde de claro signo militar desde que un camino en la linde con el término de Píñar, una escultura romana del s. III –el los romanos la utilizaran co- llamado «togado de Periate»–. Será en mo enclave estratégico para época andalusí cuando el término adop- defender la vía que unía Ta- te su nombre definitivo, Hisn al-Lawza, o rraco con las costas andalu- lo que es lo mismo, el castillo de los Al- mendros. Hoy, desgraciadamente, sólo zas orientales. quedan ruinas. La localidad formaba En su término municipal han aparecido parte de la línea defensiva entre los rei- numerosos vestigios prehistóricos, so- nos cristianos y árabes. En los ss. XIV y bre todo en las cuevas que lo salpican. XV, Iznalloz aparece envuelta en las es- Sin embargo su precedente romano es- caramuzas de frontera, hasta su caída tá muy bien atesti- en 1486, arrastrada por la pérdida de guado. La ciudad Cambil. Después de la conquista de Gra- Acatucci, citada nada se convirtió en un gran centro co- en los itinerarios mercial, agrícola y ganadero. del Imperio, fue funda- El paseo por Iznalloz revela la diversi- da por los dad de culturas que se han superpuesto. A la entrada al pueblo se contempla el

Iglesia parroquial y, al fondo, torreón del castillo ☛ 11

construcción se vería interrumpida por la rebelión de los moriscos en 1568, en adelante sólo se hicieron intervenciones parciales. Los intentos de continuar la obra del s. XVIII fueron infructuosos, quedando el edificio inconcluso. Muy cerca, se halla el modesto edificio del antiguo Hospital, mandado cons- truir por los Reyes Católicos. Pasó a ser puente romano del s. I a.C. que salva el el Pósito que la Iglesia utiliza como al- cauce del río Cubillas, es de un ojo labra- macén para los diezmos. Hoy se puede do con sillares. Arriba, en la colina, se visitar su magnífico artesonado. encuentran los escasos restos del casti- Cerca del camino hacia se en- llo de los Almendros. Son construcciones cuentra la ermita de Nuestra Señora de nazaríes sobre otras precedentes, quizás los Remedios, patrona de Iznalloz. Se almohades: una torre de tapial y trata de un sencillo edificio de una mampostería y otras dos super- nave con armadura de tradición puestas a diferente nivel con mudéjar, se empezó a cons- sillares en las esquinas. A sus truir en el s. XVI, reconstrui- pies está la iglesia parro- da en 1960 se le añadió dos quial de Nuestra Señora de torrres en fachada. los Ángeles, eje del casco El núcleo moderno reside antiguo. De enormes pro- en torno a la plaza de la porciones, comenzó a cons- Constitución, donde está el truirse a mediados del s. XVI Ayuntamiento y un viejo pi- según proyecto de Diego de lar blasonado. Todo el térmi- Siloé. Responde a los cánones no municipal se dedica princi- renacentistas, con planta rectan- palmente a la agricultura, sobre gular de tres naves divididas por pilares todo al cultivo del olivar, de cuyas cruciformes con capiteles corintios, a los aceitunas sale uno de los mejores acei- lados se abren capillas hornacinas. El tes de España. Aunque también destaca presbiterio se cubre con bóveda de ca- el ganado lanar y vacuno. Iznalloz tam- setones con decoración de cartelas y el bién participa de los festejos de «moros escudo imperial; en los testeros laterales y cristianos» que tanto arraigo tienen resaltan los escudos del arzobispo Gue- en los pueblos que pertenecieron al an- rrero, del escultor Alonso Hernández. Su tiguo reino nazarí.

Sierra Arana Al sur de Iznalloz se elevan los espectaculares macizos calcáreos de Sierra Arana, coronada por la Peña de la Cruz, a 2.029 m . de altitud. En sus laderas crecen bos- ques de pinos centenarios y masas de monte mediterrá- neo. Tiene un gran interés faunístico con la presencia de cabra montés, jabalí, zorro, tejón, gato montés, gineta y gran cantidad de aves. En el lugar denominado «Casa del Forestal», en el paraje de El Sotillo, está situado el Museo Micológico, un lugar para el estudio y la investigación de las diferentes setas. Este paraje es un lugar abierto al esparcimiento, excursiones y prácticas deportivas. Otro de los atractivos de Sierra Arana son las cuevas, quizás de ellas, la Cueva del Agua, sea la más bella, profunda y espectacular, con un lago y manantiales en su interior. ☛ Torre de la iglesia parroquial Ermita de Ntra. Señora de los Remedios Restos de la fortaleza ☛ 12

Deifontes

Supone la última escala de los Durante la época musulmana se consoli- Montes Orientales, ya se perci- da su población, formándose una alque- ría dependiente de Iznalloz. Se vería en- be el descenso a las tierras ba- vuelta en cantidad de escaramuzas al jas que rodean la capital. A su estar situada en la zona fronteriza. Te- espalda están las estribaciones nemos numerosas citas de estos suce- de Sierra Arana, a sus pies una sos y en concreto del Condestable D. Mi- guel Lucas de Iranzo. Tras la reconquis- vega cultivada con esmero. ta perteneció a la abadía del Sacromon- Según los restos arqueológicos encon- te, luego sus tierras pasaron a manos trados en su término, se comprueba de hacendados nobles hasta su parcela- que fue habitado desde las primeras ción y reparto entre los labradores. épocas prehistóricas, pues se han halla- Deifontes conserva el aspecto de pue- do útiles del Paleolítico y del Neolítico. blo apegado al terreno, con su caserío La presencia romana se pone de mani- sencillo y encalado. En la parte más ele- iglesia fiesto en la Venta del Nacimiento, donde vada del pueblo se encuentra la parroquial de San Martín pudo existir un templo dedicado a las , templo mudé- divinidades del agua. Algunos historia- jar de una nave con armadura con tiran- dores creen que su nombre procede de tes y decoración a lazo. A las afueras Na- deus y fontes, las fuentes de Dios; del casco urbano está el paraje del cimiento ermita de San Isi- otros, quizás con más acierto, y la doro las de dar y al-font, la ca- . Ladera arriba se hallan Erillas sa o lugar de , lugar de hallazgos que la fuente. van desde el Neolítico a la épo- ca romana y musulmana.

Iglesia de San Martín Ermita de San Isidro ☛ Venta del Nacimiento 15

Albolote

El transcurrir de la vida del sus fuerzas, combate Albolote nazarí fue sencilla- que terminó con la derrota a las puer- mente como el de cualquier tas de Granada. pueblo agrícola de la zona, En una colina pró- normalmente prósperos y xima al municipio tranquilos pero no exentos de se conserva una to- rre vigía o atalaya de temidas sorpresas de los planta circular de época nazarí. Su fun- cristianos. ción era la vigilancia del corredor del Cubillas. Los primeros vestigios de poblamiento El punto neurálgico de esta villa es la son del Paleolítico, situándose en la zo- plaza de España donde se encuentra el na del pantano de Cubillas, también Ayuntamiento y la iglesia parroquial de existen restos arqueológicos de una vi- la Encarnación. Declarada Monumento lla romana del s. III d.C. Sin embargo el Artístico Nacional, fue construida en el nacimiento de Albolote como población s. XVI según diseño de Ambrosio de Vi- data de época nazarí y está relacionado co. Presenta planta rectangular de tres con la abundancia de encinas en su en- naves con arquerías de medio punto so- torno. De hecho su nombre, al-Bulut, bre pilares y artesonado mudéjar, es de significa encina o el encinar. Un cronista destacar el retablo mayor de 1610 de los árabe cita un asentamiento humano en maestros Pablo de Rojas, Berbabé de Gi- la zona que considera como una alque- biria y Marín de Aranda. ría perteneciente a la Cora de Elvira. Alejados del centro urbano, las orillas En el término municipal de Albolote, en del embalse del río Cubillas, nos abren 1431, tuvo lugar la batalla de la Higue- la posibilidad de disfru- ruela. Juan II de Castilla y su privado tar de un entorno be- don Álvaro de Luna al frente de las llo y apacible. tropas castellanas, descen- dieron por la falda de Pa- rapanda y acamparon en la zona de Marace- na, dedicándose a de- vastar la Vega. El emir Muhammad IX realizó una salida con todas

Iglesia parroquial ☛ de la Encarnación Arriba, torreón del s. XIII

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Maracena

«Su vega dilatadísima, seme- lugar, la heredad de Maratius. Que era jante a la campiña de Damas- un centro de población importante lo demuestra el que en la actual Casería co, es –por los infinitos elo- de los Titos se halló una piedra de moli- gios que de ella podrían ha- no de aceite datada en el s. II d.C. En cerse– el cuento de los viaje- época musulmana, Marasana, vivió una ros y la conversación de las época de prosperidad sin igual de vez en cuando quebrada por las incursiones veladas. Dios la tendió como cristianas, como la de Alfonso I el Bata- un tapiz sobre un llano que llador en busca de mozárabes granadi- surcan los arroyos y los ríos y nos en 1126., Tras la conquista de Grana- donde se amontonan las alca- da y la crisis de la población morisca, Maracena hubo de repoblarse de nuevo. rias y los jardines, en la si- En los siglos posteriores estuvo volcada tuación más deleitosa y con a la agricultura, en concreto a la vid, la mayor abundancia de siem- con el s. XX llegó el cultivo del tabaco y bras y plantíos.» al-Saqundi una rápida expansión de sus facetas in- dustrial y residencial. Nuestro itinerario hace su última etapa En el núcleo original de Maracena halla- antes de entrar en la legendaria capital mos la iglesia de la Encarnación, consa- de los nazaríes, deteniéndose en una de grada por los Reyes Católicos. Es de es- las prósperas poblaciones de la Vega. tilo mudéjar con armadura de madera, El origen de Maracena se pierde en el en el s. XVIII fue reformada y ampliada tiempo y es posible que haya que bus- adosándosele una esbelta torre. Los al- carlo en la época romana, rededores de esta villa trazan un her- como atestigua su moso paisaje. nombre, Mara- Unido a la historia de este pueblo es- tiena, el tá el escritor Emilio Carmona, un auténtico humanista del s. XX.

Iglesia de la Encarnación ☛

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Granada

«…dirigióse Abenalahmar a las primeras décadas del s. VIII, los mu- Granada con gran aparato y sulmanes decidieron trasladar la capital de la cora al pie de Sierra Elvira, a unos acampó en las afueras de la diez kilómetros del anterior municipio, ciudad, para entrar al día si- que quedó relegado a un segundo plano. guiente: luego cambió de pare- El resurgimiento de Granada llegó en el cer y entró al ponerse el sol del s. XI de la mano de la dinastía bereber de los ziríes. Su esplendor aconteció en- día de su llegada y con la espa- tre los ss. XIII y XV al erigirse en capital da todavía ceñida; luego salió del sultanato nazarí fundado por Ibn al- al castillo de Badis ben Habux; Ahmar. La nueva dinastía inauguró su ardían antorchas entre las reinado con un trascendental gesto: la creación de la ciudadela palatina de puertas y entró con sus eunu- la Alhambra. cos, como un recién casado». La antigua capital nazarí es un compen- dio cultural, artístico y monumental que Bajo los nazaríes Granada pasa a formar permite infinidad de itinerarios. En este parte del escogido grupo de ciudades caso se sugiere una selección represen- cuya historia es tan fuerte como su pro- tativa de la última ciudad musulmana. La pia realidad. El incipiente germen de joya más conocida del arte de al-Andalus Granada se remonta al s. VII a.C. a la po- es la Alhambra, cuyo nombre, al-Hamra, blación ibérica de Iliberis, asentada en la significa «la Roja». Aunque precedida de parte más elevada del actual barrio del una alcazaba musulmana, quizá de ori- Albayzín, obtuvo desde el año 45 a.C. el gen romano, su fisonomía toma cuerpo rango de municipio latino. En

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Frente a las excelencias regias de la Al- hambra, el Albayzín escenifica las esen- cias urbanas de Granada. Desde Plaza Nueva, adornada por la Chancillería y por la iglesia de Santa Ana, la Carrera del Darro, contornea la parte baja de es- te barrio, junto al río se alinéan el Ba- ñuelo gracias a los nazaríes, que crean una es el Mexuar, lugar de audiencias y de , los baños árabes del Nogal, obra convento de Santa Catali- ciudad aristocrática al estilo oriental. Es reunión de los consejos, el Oratorio y el zirí del s. XI, el na casa de Zafra casa de Castril el primer sultán, Mohammad ben Nasr, Cuarto Dorado, ante un Patio con una fa- y la , la , igle- al-Ahmar el que acomete su construc- bulosa fachada que da entrada al núcleo sede del museo Arqueológico, y la sia de San Pedro y San Pablo ción en 1238. de Comares, la más importante de las , hasta el Desde Plaza Nueva, la subida al conjunto construcciones. Un pasadizo conduce al paseo de los Tristes. pala- monumental por la Cuesta de Gomérez patio de los Arrayanes, en cuyo estan- En la Cuesta del Chapiz se hallan el planteamiento renacentista, rematada en cio de los Córdova casas del Cha- atraviesa primero la renacentista Puerta que se refleja la grandiosa torre de Co- y las el s. XVII por la fachada barroca diseñada piz de las Granadas, sobre la muralla que mares, sede del salón de Embajadores, , prototipo de construcciones domés- por Alonso Cano. Adosada a la Catedral unía la Alhambra con la fortaleza de To- conjunto levantado por Yusuf I y Muham- ticas nazaríes. En se sitúa la Capilla Real, panteón de los rres Bermejas, baluarte del s. XI recons- mad V. Contiguo se halla el palacio de los la meseta superior Reyes Católicos, obra del gótico flamíge- truido por los nazaríes. El camino de as- Leones, núcleo de la casa privada de la del cerro del Al- ro realizada por Enrique Egas entre 1505 censo se remansa en el pilar de Carlos V, realeza, éste se dispone en torno a un bayzín se eleva la y 1521. Enfrente se halla la Madraza, cen- iglesia de San Ni- fuente de origen clásico realizada por patio centrado por una fuente sobre do- tro de estudios establecido por Yusuf I. colás Pedro Machuca. A su lado se yer- ce leones. En el lado se sitúa la sala , sencillo templo mudéjar del XVI Muy cerca están la Alcaicería, el merca- gue la puerta de la Justicia, de los Abencerrajes. En el costa- ante la explanada con el más célebre mi- do para comercio de sedas y mercancías mandada labrar por Yusuf I en do norte están la sala de las rador de Granada. A unos pasos queda la del s. XIV, el Zacatín, arteria mercantil de iglesia del Salvador 1348, es uno de los principales Dos Hermanas y el mirador de , solar de la mezquita la medina, y la plaza de Bibarrambla. Al accesos al recinto defensivo. Lindaraja. Más allá se extiende mayor del Albayzín. El paseo transita otro lado de la calle Reyes Católicos, el Alcazaba En el vértice occidental sobre- el palacio del Partal, el más ahora a través del núcleo de la Corral del Carbón, una de las alhóndigas Qadima sale la Alcazaba, el sector antiguo, edificado a principios , encontrándose con la plaza Lar- donde se acogían mercancías. arco de las Pesas más antiguo de la Alhambra. del s. XIV, con la torre de las Da- ga y el . Desde esta zo- La periferia de Granada comprende en- Ante la plaza de los Aljibes se al- mas y el Oratorio alrededor del na a lo largo de la cuesta Alhacaba se ali- claves tan atractivos como el monasterio za la torre del Homenaje, reedifi- estanque central. Camino del Gene- nea una lienzo de murallas del s. XI que de la Cartuja, en un hermoso paraje de cada por al-Ahmar sobre otra anterior. ralife se suceden dos torres convertidas termina en otra de las entradas de la vie- vergeles muy elogiado por cronistas na- En la proa de la Alcazaba se sitúan la to- en palacetes: la torre de la Cautiva, de ja alcazaba, la puerta de la Monaita. Pró- zaríes. La Vega misma en su conjunto es convento de Santa rre de la Vela y la puerta de las Armas. 1340, y la de las Infantas, de mediados ximo se localiza el toda una evocación del mundo nazarí. Isabel la Real Desde la plaza de los Aljibes hacia levan- del XV. Por encima de la Alhambra, recos- , que solapa sus edificios Elemento consustancial a la ciudad es palacio de Dar al-Horra te se extiende el área palatina: en primer tada en el cerro del Sol, se eleva la ma- con el . Sierra Nevada, que siluetea el horizonte plano resalta el palacio de Carlos V, pie- yor finca de recreo adonde se retiraban Las laderas del Albayzín descienden has- de Granada coronada por el pico Mulha- puerta de Elvira za señera del renacimiento español pro- los emires, el Generalife, djennat alarif, ta la , con su imponente cén, cuyo propio nombre es también una yectada por Pedro Machuca en 1527. A el «Jardín del Arquitecto», un paradisía- arco de herradura, levantada en el s. XI y evocación del pasado nazarí. partir de aquí se desarrollan los alcáza- co recinto donde reinan la vegetación y reformada en el XIV por los nazaríes. An- res reales, núcleos palaciegos y jardines el agua con un pabellón mirador de prin- te ésta se extienden áreas urbanizadas que se yuxtapusieron a lo largo de su cipios del siglo XIV ante el placentero pa- ya en época cristiana, con edificios como hospital Real monasterio de San historia. El primer núcleo y más antiguo tio de la Acequia. el y el Jerónimo, del s. XVI, la iglesia y hospital de San Juan de Dios, de trazas barrocas, la de los Santos Justo y Pastor y la Uni- versidad. La Gran Vía de Colón devuelve el itinerario a lo que fue el corazón de la medina musulmana en torno a la mez- quita suplantada por el Sagrario y la Ca- tedral. Iniciada con criterios góticos, Die- go de Siloé la transformó en una obra de

La Alcazaba Catedral ☛ Vista aérea del Patio de los Leones La Alhambra con Sierra Nevada al fondo ☛ Puerta de la Justicia Carrera del Darro

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