Itinerario GRA Naza
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Rutas de El legado andalusí Nazaríes en su itinerario por Granada Gran Itinerario Cultural del Consejo de Europa 2 3 Sin el reino de Granada, epílogo resplandeciente de la rica historia del Islam Los amantes de las artes populares podrán disfrutar y hacer suya las tra- en la Península Ibérica, el panorama de la civilización hispanomusulmana que- diciones, fiestas, oficios artesanos, la gastronomía y un sinfín de aspectos de daría irremediablemente deformado, incompleto, ininteligible. Esta Ruta se dedi- las hospitalarias tierras que se atraviesa de marcada tradición andalusí. Desde ca precisamente a los protagonistas de tan importante capítulo, a la dinastía na- las fiestas de la Cruz, romerías, episodios de moros y cristianos, Corpus Christi zarí que acuñó y encabezó el último estado de al-Andalus, cuya trayectoria de- pasando por los talleres artesanales de forja, mimbre, cerámica, encuaderna- paró, además de incontables sucesos de orden político o bélico, realizaciones ción… hasta la degustación de platos que realzan el placer de los sentidos por artísticas y culturales tan grandiosas como la mismísima Alhambra. sus productos naturales de primera calidad, gracias a sus aguas y tierras de huerta, mezcladas con tradiciones culinarias de añeja solera hacen del camino «¡Oh gentes de Al Andalus, qué gozo el vuestro! tenéis agua, sombra, ríos y una peregrinación verdaderamente memorable. Los acogedores bares, taber- árboles; el Paraíso eterno no está sino en vuestras moradas y si hubiese de ele- nas, mesones, ventas y restaurantes que jalonan el trayecto despliegan toda la gir, con éste me quedaría». sabiduría, variedad y originalidad de Ibn Jafaya las especialidades locales, que Este recorrido enlaza directamente Jaén y Granada, inaugura el tercio final pueden degustarse mediante de la Ruta, que llega por la cara meridional de Sierra Mágina hasta las alturas de la pequeña porción de una ta- Cambil y Huelma. A partir de aquí, el itinerario cambia de provincia y se interna pa o a mesa y mantel. en la comarca de los Montes Orientales de Granada por Guadahortuna, en los Las materias primas se correspon- márgenes de su río que fluye hacia levante. La meseta elevada continúa desde den con los fundamentos de la dieta Guadahortuna hacia Píñar e Iznalloz, donde aparece surcada ya por el valle del mediterránea: cereales, legumbres, río Cubillas y la línea montuosa de Sierra Arana, con sus características simas y verduras, hortalizas y frutas, aceite cuevas, escalón que rebasa los 2.000 m. y preludia los relieves del macizo de de oliva –un pilar esencial de la Sierra Nevada. En sus jornadas finales, el camino se ajusta al curso fluvial del alimentación por estos pagos– y Cubillas, y se desliza para encontrar la Vega, con sus choperas y regadíos, y al- vinos, con el apoyo crucial de canzar las últimas estaciones de la Ruta: Albolote, Maracena y Granada. A su es- carnes –cerdo, cordero, aves, caza– palda, como telón de fondo, se yergue la mole imponente, Sierra Nevada, la cima y el complemento de salazones y pes- de la Península, coronada por los 3.482 m. del Mulhacén. cado. Para terminar con sus postres y dul- Éste es un itinerario que habla de las vicisitudes de dos pueblos en cons- ces uno de los aspectos gastronómicos de la tante enfrentamiento de ideas, credos y costumbres, pero también de intercam- Ruta donde con más claridad se perciben, sin bios humanos y épicos, y del surgimiento de lo que se ha dado en llamar una pecar de exageración, las pervivencias de la tra- cultura de fronteras. Con todo, no hay que considerar esta frontera como algo dición andalusí, patentes en el uso de especias y inamovible, estático; antes bien, como un tejido dúctil, que fue desgarrándose frutos secos, en las masas empleadas en la repostería, en su fritura y horneado, según se tiraba de él. en el dulzor de la miel en que se bañan. Pocas rutas como ésta muestran a lo largo de su recorrido un número tan ele- El trayecto toca una gran cantidad de espacios protegidos, sobre todo de vado de castillos, fortalezas, torres, casas fuertes y atalayas, tanto en los núcleos ámbito serrano, desde parajes a parques naturales y nacionales, contándose va- urbanos como dispersas por sierras y campos. Y no es de extrañar, si se piensa que rios de ellos entre los más extensos y atractivos de la Península. Camino adelan- los territorios del Santo Reino de Jaén y de la orla septentrional de la provincia de te se detiene en el Parque Natural de Sierra Mágina, para terminar en Granada, Granada fueron desde la Antigüedad frontera y encrucijada natural entre el norte y en el regazo del Parque Nacional de Sierra Nevada. el sur, el este y el oeste de la Península. En su mayoría estas obras defensivas, que “Granada es el Damasco de Al Andalus, pasto de los ojos, elevación de las hoy aparecen aisladas o confundidas con los caseríos de poblaciones y cortijos, almas. Tiene una alcazaba inexpugnable, de altos muros y edificios espléndidos. datan de época medieval, sobre todo de los siglos XII al XV, cuando la divisoria en- Se distingue por la peculiaridad de su río, que se reparte por sus casas, baños, tre los reinos cristianos y musulmanes oscilaba a lo largo de estas tierras. La abun- zocos, molinos exteriores e interiores y jardines". dancia de fortalezas rurales es, además, síntoma de la ascendencia de los señoríos en esta zona fronteriza siempre expuesta al peligro, al ceder la corona vastas po- al-Saqundi, siglo XIII. sesiones a los nobles y órdenes militares para que sostuvieran su defensa. 5 Guadahortuna A 65 kilómetros de la capital En su singular casco ur- bano se alza la iglesia granadina, a orillas del río de parroquial de Santa su mismo nombre, en el límite María la Mayor. Las de la provincia de Jaén y en primeras noticias de la carretera que nos aproxima su construcción son al Parque Natural de la Sierra de 1506, iniciada por el maestro cantero Domingo de Yguía, se Mágina podemos descubrir sumaría más tarde Diego de Siloé. Desta- esta villa de singular belleza ca la monumentalidad de su fachada a urbana y un vasto horizonte modo de arco triunfal, que recuerda a la de tierras de labor. Puerta del Perdón de la catedral grana- dina; a su lado se alza la torre campana- La población se ubica al borde del cau- rio rematada por cuerpos decrecientes. ce fluvial del río Guadahortuna, cuyo to- El interior, de tres naves separadas por pónimo procede de la voz árabe ued, arcos apuntados, se cubre con rica ar- río, y del latín hortus, huerta o huerto. madura mudéjar. La capilla mayor, dise- Su pasado se remonta al neolítico, en su ñada por Diego de Siloé, posee un bello etapa nazarí sufrirá las operaciones de retablo. hostigamiento que los jinetes castella- A la salida del pueblo está la ermita de nos acuartelados en Cazorla realizaban la Virgen de Loreto, patrona de la ciu- sobre el territorio musulmán de Guadix. dad. Siguiendo la carretera de Alamedi- Tras la conquista de la zona por don Fa- lla se encuentra el puente del drique de Toledo, en 1486, la reina Isabel Hacho, obra de ingeniería dispuso su repoblación con vecinos industrial de finales cristianos para garantizar la seguridad del s. XIX, que de los caminos y el abastecimiento de salva un ba- pan a la urbe granadina. La villa pronto rranco de prosperó hasta asumir, con Iznalloz, la 623 metros. cabecera comarcal de los Mon- tes Orientales. Vista general ☛ Arriba, detalle de la Ermita de Loreto 7 Píñar Adosado a la Sierra de Arana, Jaén. Tras su conquista Píñar es un pueblo blanco con al final de la guerra de Granada, la im- un castillo de origen árabe de portancia de Píñar posición estratégica que se cedió en favor de distingue desde la distancia. otras villas de repo- Los olivos y almendros real- blación cristiana. El casco urbano de zan su colorido. A su vez, es esta villa se extiende a una ventana al paisaje subte- los pies del castillo presidi- rráneo de sus cuevas. do por la iglesia de Santa Mó- nica. De origen mudéjar presenta una Habitado desde el Paleolítico Medio, es nave y cubierta de armadura. Subiendo una de las poblaciones de ocupación la colina aparece el recinto principal del humana más temprana de toda la Penín- castillo que consta de paños de muralla sula. Resultan espectaculares los hallaz- con torreones rectangulares y dos to- gos de la cueva de la Carigüela y los de rres semicirculares, se aprecia también la vecina cueva de las Ventanas. Son fa- un aljibe de dos naves. En la misma lo- mosos los restos del Neandertal (óseos ma del castillo se encuentra la cueva de y útiles líticos) y del Neolítico con sus la Carigüela y la cueva de las Ventanas, espléndidas cerámicas decoradas, ex- que bien merecen una visita, pues ofre- puestos en el Museo Arqueológico de cen al visitante un mundo de belleza na- Granada. Íberos, romanos y árabes con- tural que le transporta por forman la historia de Píñar. un viaje en el tiempo. En época musulmana la localidad se cuenta entre las principales de la co- marca. Desde la formación de la fronte- ra nazarí se consolida como villa fortifi- cada ante las avanzadillas de los cristia- nos desde sus bases de ☛ Castillo 8 Iznalloz A unos pasos ya de Granada, romanos, así como un puente que cruza sobre el Tajo de la Hoz, se el río al pie de la población (Monumento Histórico Artístico), enlace de las calza- asienta esta población, capi- das que comunicaban el Alto Guadalqui- tal comarcal de los Montes vir con la vega y costa granadinas.