La asincronía de : Del infra-poblamiento al crecimiento acelerado

The a-synchrony of Tierra del Fuego: From the infra-settlement to the growth acceleration

Por Horacio Cao* y Daniel D’Eramo**

Fecha de Recepción: 01 de junio de 2020. Fecha de Aceptación: 01 de abril de 2021.

RESUMEN que en gran medida se debió al desinterés del Tierra del Fuego aparece como un caso singu- Estado Nacional por un territorio que consi- lar: durante largos periodos su evolución eco- deró económicamente inviable. Esto ocurre nómica y social siguió caminos diferentes de así inclusive cuando a partir de la década del los recorridos por las otras jurisdicciones pata- ´30 se inaugura un periodo de resignificación gónicas. Adicionalmente, su provincialización patagónica, que en el caso de Tierra del Fuego ocurrió más de tres décadas después de que así no alcanza a quebrar el patrón de infra-po- lo hicieran el resto de los Territorios Naciona- blamiento y de estancamiento relativo de su les. Describiremos estas singularidades a partir economía. Una segunda etapa en donde ocu- del concepto de infra-poblamiento: durante rre un proceso de acelerado crecimiento eco- gran parte de su historia, en la Isla Grande no nómico, bajo el impulso de acciones de cuño se logró consolidar la masa crítica de pobla- desarrollista, aplicadas varias décadas después ción necesaria como para disparar procesos de que se instalaran en la continen- económicos, sociales y políticos semejantes a tal. De esta forma, una política explícita y de- los que ocurrían en el resto de la Patagonia. liberada de industrialización lograr revertir, en Para abordar la a-sincronía fueguina dividi- menos de dos décadas, el retraso relativo del remos el análisis en dos etapas. Una primera, último territorio nacional. Al repaso de estos de escasa dinámica económica y social, deter- procesos, descritos en clave de contraponer la minada por la ausencia de políticas efectivas situación de Tierra del Fuego con la del resto e intencionales de fomento y colonización, lo de los territorios patagónicos, es que se dedica el presente artículo de investigación.

* Licenciado en Ciencia Política, Doctor y Posdoctorando por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de . Máster Universitario en Alta Dirección Pública del Instituto Univer- sitario Ortega y Gasset, España. Correo electrónico: [email protected] ** Licenciado en Ciencia Política. Especialista en Gestión de Gobierno. Maestrando en Políticas Pú- blicas y Desarrollo en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede . Correo electrónico: [email protected]

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Palabras clave: Tierra del Fuego, Patago- A modo de introducción: lo nia, Territorios Nacionales, Provincialización, territoriano en la literatura académica Federalismo. El proceso histórico de Tierra del Fuego está ABSTRACT plagado de singularidades por desentrañar, situación que solo es mencionada de manera Tierra del Fuego appears as a singular case: for tangencial tanto en la historiografía que anali- prolonged periods its economic and social evo- za el recorrido realizado por los territorios na- lution followed different paths from those of cionales como en la que transita la trayectoria the other Patagonian jurisdictions. Addition- de la región patagónica. ally, its provincialization occurred more than Como veremos en las siguientes páginas, three decades after the rest of the National Ter- el carácter y conformación insular fueguino, ritories did so. We will describe these singular- sus peculiaridades demográficas, económicas ities based on the concept of underpopulation: y geopolíticas son, sin duda, elementos que for much of its history on the Isla Grande it was le dan un perfil y trayectoria peculiar. Si ha- not possible to consolidate the critical mass of blamos de singularidades, lo hacemos con population necessary to trigger economic, so- referencia a lo común. En lo territoriano, re- cial, and political processes similar to those that mite una suerte de tipo ideal, un conjunto de occurred in the rest from Patagonia. To address atributos que permitió delimitar un objeto de the Fuegian a-synchrony we will divide the estudio y ordenar un campo de investigación analysis into two stages. The first, with little atendiendo a sus dimensiones “espacial, tem- economic and social dynamics, determined by poral e identitaria” (Arias Bucciarelli y Jensen, the absence of policies for promotion and col- 2009. También Arias Bucciarelli, 2016). La onization, what was due to the lack of interest dimensión espacial de “lo territoriano” pone of the national State for a territory that it con- foco en las características de esas unidades sidered economically unviable. This happened administrativas, sub-estatales, dependientes even when, from the 1930s onwards, a period del poder central, constituidas por el Estado of Patagonian resignification was inaugurated, nacional con la Ley 1.532. La sincronía de los which in the case of Tierra del Fuego was not procesos de provincialización de dichos terri- enough to break the pattern of underpopula- torios durante el peronismo histórico consoli- tion and relative stagnation of its economy. A da un recorrido temporal común1. En esta di- second stage in which a process of accelerated mensión, el proceso fueguino es visiblemente economic growth occurs, under the impulse of asincrónico con relación a la situación conver- developmental policies, applied several decades gente de los demás territorios nacionales: Tie- after they were installed in continental Patago- rra del Fuego fue la única jurisdicción que no nia. In this way, an explicit and deliberate in- formó parte de la ola provincializadora del pri- dustrialization policy will reverse, in less than mer ciclo peronista (mediados del siglo XX). two decades, the relative backwardness of the Pero no hubo asincronía únicamente en lo last national territory. In summary, the present referido a lo político institucional: sostenemos work is dedicated to the review of these process- que su historia demográfica, económica y so- es, described in order to contrast the situation cial es sustancialmente diferente de la recorrida of Tierra del Fuego with that of the rest of the por el resto de las hoy provincias patagónicas. Patagonian territories. Keywords: Tierra del Fuego, Patagonia, Na- tional Territories, Provincialization, Federalism. 1 Trabajamos este tema con algún detalle en D’Eramo y Cao (2021). 248 Revista Estado y Políticas Públicas Nº 16. mayo - septiembre de 2021. ISSN 2310-550X, pp. 247-266

En esta dimensión del análisis, los procesos las nuevas provincias surgidas durante el primer clave ocurrieron entre las décadas de 1930 y ciclo peronista. 40, cuando munidos del proyecto industrialis- Para abordar la originalidad fueguina divi- ta y acicateados por visiones geopolíticas, “los diremos el análisis en dos etapas. Una primera, gobiernos de turno realmente se preocuparon de escasa dinámica económica y social, deter- por ‘argentinizar’ los territorios del sur” (Ban- minada por la ausencia de políticas efectivas deri, 2015: 186). Fue esa época cuando de e intencionales de fomento y colonización, lo manera sistemática se construyen ferrocarriles que en gran medida se debió al desinterés del y caminos, se tienden hilos telegráficos, se pro- Estado nacional por un territorio que conside- ducen excavaciones en busca de agua potable, ró económicamente inviable. Esto ocurre así se avanza en obras de infraestructura como la inclusive cuando a partir de la década del ’30 se construcción de sistemas de regadío en Río inaugura un periodo de resignificación patagó- Negro y Neuquén y (Vallega, 2001: 98; Ban- nica, que en el caso de Tierra del Fuego no al- deri, 2011). Veremos que estas acciones llega- canza a quebrar el patrón de infra-poblamiento ron de manera muy limitada a la Isla Grande. y de estancamiento relativo de su economía. Vista esta situación, la estrategia del presente Una segunda etapa en donde ocurre un proce- escrito es la de contraponer la situación de Tierra so de acelerado crecimiento económico, bajo el del Fuego con la del resto de los territorios nacio- impulso de políticas de cuño desarrollista, apli- nales –en particular con los de la Patagonia– bajo cadas con una diferencia de varias décadas des- la idea de convalidar la hipótesis de su singulari- pués de que se instalaran en la Patagonia con- dad. Este trabajo es continuidad y complemento tinental. De esta forma, una política explícita y de un proyecto de trabajo alrededor del cual se deliberada de industrialización lograr revertir, publicaron otros dos textos (D’Eramo y Cao, en menos de dos décadas, el retraso relativo del 2019 y 2021)2. Un concepto clave en este último territorio nacional. Finalmente desarro- marco es el de infra-poblamiento: durante gran llamos unas breves conclusiones. parte de su historia en la Isla Grande no se logró consolidar la masa crítica de población necesaria 1. La conquista del “desierto como para disparar procesos económicos, socia- fueguino” y el surgimiento de les y políticos semejantes a los que ocurrían en el los centros poblacionales resto de la Patagonia. Esta situación –cuya base Al momento de la sanción de la Ley 1.532 demográfica corroboraremos a partir de algunos de territorios nacionales3, las fuerzas de ocu- indicadores censales y demográficos– genera pación estatales ya habían avanzado bastante consecuencias que distinguen el proceso fuegui- sobre ese territorio patagónico que era visto no. Por ejemplo, la escasez de población fue una a la vez como “promesa de riquezas” y como limitante objetiva para su inclusión en el lote de “improductivo, inseguro, inculto” (Navarro Floria, 2002: 142). La conquista del “desierto fueguino” se lleva adelante luego de la firma 2 Los conceptos que aquí trabajamos forman del Tratado chileno-argentino de 1881 que parte de una investigación que, bajo la forma acuerda los límites de ambos países a lo lar- de Tesis, se realiza en el marco de la Maes- tría en Políticas Públicas para el Desarrollo. La tesis centra su mirada en la influencia que 3 La Ley 1.532 (año 1884) venía a reformar la tuvieron las políticas públicas en la particular Ley 954 (año 1878), promulgada cuando la temporalidad del proceso histórico del último posesión efectiva de Estado argentino sobre la territorio nacional. Patagonia era marginal. 249 Horacio Cao y Daniel D’Eramo “La asincronía de Tierra del Fuego: Un mapa teórico para su análisis” go de una frontera andina común y sobre la merece la cuestión indígena. Como en toda la base de un “principio bioceánico” que se hará Patagonia, el tema fue un tópico esencial de explícito en el Protocolo Adicional y Aclarato- la política civilizatoria y de penetración del rio de 1894. Su firma resolverá la cuestión de Estado en estos territorios. Hacia ella se des- fondo, quedando en posesión de la Argentina plegaron una combinación de modalidades, los territorios al este de la Cordillera y la mitad como el uso de la fuerza represiva del aparato oriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego, estatal y de guardias blancas privadas, como dejando abiertas e irresueltas cuestiones como así también la acción de la misión anglicana en la del Canal de Beagle y las Islas Picton, Nueva Ushuaia y de las reducciones salesianas en Río Lennox y Navarino, que derivarán años más Grande. Tratamos el tema con más detalle en tarde en litigios con el país trasandino. D’Eramo y Cao (2019 y 2021) Resuelta la cuestión limítrofe, el Estado El poblamiento en la zona sur (Ushuaia) nacional –a través del Ministerio de Guerra y y en la zona norte (Río Grande) de la isla -la Marina– decidió internarse en el archipiélago construcción de su base económica y el ase- fueguino, habitado hasta ese momento por guramiento de la conectividad con el conti- pueblos originarios y por población blanca eu- nente- pasó a ser la gran preocupación de las ropea (loberos, colonos ingleses y misioneros autoridades locales. Trataremos estos temas anglicanos) cuya llegada remite a las expedi- en la sección 1.2.; pero antes de abocarnos a ciones de Fitz Roy y Mayne y a los primeros ello, describiremos algunos datos estadísticos intercambios con las Islas Malvinas a partir de relativos al infrapoblamiento y la asincronía la ocupación británica en 1833. Tiene razón del proceso fueguino, los que sirven de marco Torre (2011: 17) al afirmar que la Conquista referencial para su abordaje. del Desierto en Argentina suele corresponder- se “en muchos escritos, [sólo] a esos escasos 1.1. La a-sincronía del proceso fueguino meses que duró la Expedición al Río Negro Los territorios nacionales eran espacios admi- encabezada por Roca y Villegas”, simplifica- nistrativos organizados desde el Estado cen- ción que desde una perspectiva acontecimien- tral y, por ende, privados de autonomía po- tal, pierde de vista que las expediciones cientí- lítica, lo que los diferenciaba de las provincias ficas y militares sobre las costas y el interior del “constituyentes” de la Nación. La Ley 1.532 territorio fueguino como por ejemplo la Expe- que los regía estableció un proceso gradual de dición Austral Argentina (Luis Piedrabuena y institucionalización política, conocido como ), la del Atlántico Sur (Augusto “provincialización”. Este proceso, al menos Laserre), la de Ramón Lista en San Sebastián en su aspecto formal y sui géneris, implicaba e incluso las exploraciones de Popper, sobre el la conquista, por parte de estos territorios, de norte de la isla, no pueden comprenderse por aquellos atributos propios que el federalismo fuera de un proceso de conquista, resignifica- argentino le reconoce a las 14 provincias cons- do en su larga duración4. tituyentes de la Nación. La provincialización Párrafo aparte, en esta somera descripción se subordinaba al crecimiento de la pobla- de la inserción estatal en el territorio fueguino, ción: a partir de los 1000 habitantes, podían organizarse a nivel vecinal y municipal; desde los 30.000 habitantes, podían conformar le- 4 La expresión “desierto fueguino” tiene esa gislaturas territoriales representativas del voto connotación cuya profundización es tema de popular y con amplias facultades para legislar un artículo de próxima publicación en Revis- sobre cuestiones de interés local. Para conver- ta Fuegia de la UNTDF 250 Revista Estado y Políticas Públicas Nº 16. mayo - septiembre de 2021. ISSN 2310-550X, pp. 247-266 tirse en provincias de pleno derecho debían extremo, el de La Pampa, en ocasión del alcanzar un mínimo de 60 mil habitantes. censo nacional de 1914); Sobre la base de las Figuras Nº 1 y Nº 2, pue- b. Todos los territorios nacionales fueron pro- den resumirse tres aspectos fundamentales de la vincializados durante el primer ciclo pero- situación histórica que venimos de mencionar: nista (1953/1955), con excepción del de a. Varios Territorios Nacionales habían alcan- Tierra del Fuego, zado prematuramente las condiciones de- c. En este último, a partir de los ’70, se da un mográficas para ser provincias (el caso más rápido crecimiento demográfico que desem- bocará en su provincialización en 1991. Figura 1 Evolución de la población en Provincias que fueron Territorios Nacionales Años 1895-2010

Fuente: Elaboración propia a partir de Censos Nacionales y Censo General de los Territorios Nacionales (1920).

En la Figura Nº 2 se compara la temporalidad se presenta la información relativa a Territorios de cada uno de los territorios nacionales, mos- Nacionales extra patagónicos, pues si bien en trando el momento en que se alcanza el requi- algunos aspectos tuvieron un despliegue dife- sito de los 60 mil habitantes y la demora en la renciado, en lo que refiere a la provincialización aplicación de la Ley de Territorios, hasta el hito en muestran una total sincronía (claro está, con final de la provincialización. En ambas Figuras la única excepción de Tierra del Fuego).

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La evolución de la población de los Te- porque, como sostuvimos, hay elementos que rritorios Nacionales de la región del Chaco remarcan la diferenciación del subtipo ideal pa- argentino remarca el carácter singular o de la tagónico en dimensiones que no sólo hacen a lo demografía fueguina con respecto al tipo ideal demográfico. Lo que sí es de destacar, es la total territoriano (Chaco y Misiones pueden asimi- sincronía de las provincializaciones, ocurridas larse, grosso modo, a la situación de Río Negro en todos los casos en los ’50 del siglo pasado5 y Formosa a Chubut. Los Andes fue desmem- (salvo, claro está, el caso de Tierra del Fuego). brado en 1943). No avanzamos en este análisis

Figura 2 La temporalidad de las Provincializaciones

1884 1895 1897 1900 1914 1920 1922 1935 1943 1947 1951 1953 1955 1956 1960 1970 1980 1991 Chaco 51 16 Chubut 63 8 Formosa 63 8 La Pampa 36 31 Los Andes* Misiones 51 18 Neuquén 63 8 Río Negro 51 20 Sta.Cruz 72 T.del Fgo 107 Aceleración

Hacia los 60.000 habitantes Demora en aplicación ley Provincialización

Nota: * El territorio de los Andes creado en 1900 nunca superó los 3000 habitantes. Con su disolución en 1943 su territorio se distribuyó entre las Provincias limítrofes de Salta, Jujuy y Catamarca Fuente: Elaboración propia a partir de Censos Nacionales y Censo General de los Territorios Nacionales (1920)

5 Vale citar que, a diferencia de lo que pasará con Tierra del Fuego a partir de 1992, el hito de la provincialización dio lugar a la confor- mación de “repúblicas tuteladas” por el poder central por lo menos hasta el inicio de la tran- sición democrática en 1983. Tratamos el tema con algún detenimiento en D’Eramo y Cao (2021). Ver también Ruffini y Blacha (2013). 252 Revista Estado y Políticas Públicas Nº 16. mayo - septiembre de 2021. ISSN 2310-550X, pp. 247-266

Como adelantamos, la literatura referida a la 2003: 13); la ausencia secular de una auténti- evolución institucional de los territorios da ca política de poblamiento y de integración de relevancia al hecho de que en un plazo me- los territorios australes (Luiz y Schillat, 1997), nor a los tres años se hayan producido ocho la contradicción entre un discurso poblador y provincializaciones, resaltando el carácter la realidad de una praxis latifundista (Bandie- sincrónico del proceso. Nos preguntaremos ri, 2005). De esta forma, entre 1895 y 1960, por las razones que hicieron a la “imposibi- Tierra del Fuego tuvo un infra-poblamiento lidad” primero y a la “aceleración”, después. que, es de resaltar, era simétrico a ambos lados Mucho más que ningún otro territorio na- de la Isla Grande: de 2.635 a 4.562 habitantes cional, el territorio fueguino, estuvo lejos de en el lado chileno y de 2.606 a 5.065 del lado ser, hasta la aceleración de los setenta, “una argentino (Martinic, 2006). provincia en ciernes”; en cambio, sí pasó a Uno de los indicadores que muestran con serlo a partir de una política expresamente mayor contundencia el infrapoblamiento re- intencional y deliberada por parte del Esta- mite a Las pirámides poblacionales surgidas do Nacional. de los censos nacionales 1895 – 1914 – 1947 y 1960. La anómala estructura poblacionales 1.2. Infra-poblamiento: latifundio en estos censos muestran un marcado predo- al norte y ciudad cárcel al sur minio de varones jóvenes, que se explica por el El territorio fueguino sintió con enorme fuer- peso relativo del personal militar (hasta 1947 za esa relación paradójica propia de la geogra- también por la Colonia Penal) y por la exis- fía patagónica “entre la necesidad de afianzar el tencia de una migración selectiva que, como se poder de ocupación territorial del Estado na- observa por el alto % de población no nativa, cional y su indiferencia posterior en materia de tendría un bajo arraigo (Figura 3). colonización y desarrollo” (Livon-Grosman, Figura 3 Estructura de la población por sexo, edad y lugar de nacimiento. Período 1895-1980 Año 1895 Año 1914

Nativos Referencias No nativos

253 Horacio Cao y Daniel D’Eramo “La asincronía de Tierra del Fuego: Nativos”

Año 1947 Año 1960

Nativos Referencias No nativos Fuente: INDEC, 2000: 36 y 37

En suma, estos registros son claves para enten- Nacional, se institucionaliza la Colonia Agrí- der los datos que se transcribieron en la Figura cola y Pastoril de Río Grande, espacio que, sin 1: en más de 70 años de ocupación –desde la conexión terrestre ni marítima con Ushuaia, ocupación en la década de los ’80 del siglo XIX quedó subordinado a su vinculación con la hasta 1960– en Tierra del Fuego se habían lo- ciudad chilena de El Porvenir. En esta etapa es grado instalar dos núcleos poblacionales –Us- notoria la influencia –económica, comercial, huaia al sur y Río Grande al norte– que tenían, financiera y cultural– de , puerto respectivamente, magros 3.500 y 4.500 habi- de referencia del único paso entre los océanos tantes cada uno. Ahora bien, independiente- Pacífico y Atlántico de la época (Martinic, mente de tratarse de espacios infra ocupados, 2006). Su decadencia –ligado a la apertura del el escaso poblamiento de la isla tuvo matices Canal de Panamá en 1914– sumada a la crisis diferenciados entre ambos núcleos, distinción de la industria lanar –primero a la salida de la que dejará sus huellas en un perfil que aún hoy Primera Guerra Mundial y luego con la crisis diferencia a ambas ciudades. del ’30– produjo que se profundizara notable- En el norte, los informes de Julius Pop- mente el aislamiento de Ushuaia y, sobre todo, per, del Gral. Ramón Lista y de Eduardo de Río Grande. O´Connor marcaron el comienzo de lo que El infra poblamiento de la región, terminó será la formación de un incipiente núcleo po- por generar “un pacto tácito entre la autoridad blacional (circa 1886/7) que devendría luego argentina y los pioneros del sur”, que fue con- en la ciudad de Río Grande. Este lugar origi- formando un “latifundio funcional” cuya ren- nariamente aparecía como más apto para acep- tabilidad hacía indispensable la concentración tar la capital provincial pues, a diferencia de de grandes extensiones, el aprovechamiento Ushuaia, generaba expectativas en cuanto a la de los puertos existentes (Punta Arenas) y no explotación aurífera y, sobre todo, a la expan- pensar en “planes de colonización costosos e sión comercial de la ganadería lanar. Es a par- impracticables” (De Imaz, 1972: 137). Como tir de estos emprendimientos y de la reducción afirman (Sili y Li, 2012), el viejo problema de salesiana que, por decreto del Poder Ejecutivo la tierra patagónica, surgido desde la época de 254 Revista Estado y Políticas Públicas Nº 16. mayo - septiembre de 2021. ISSN 2310-550X, pp. 247-266 la Gobernación en 1878, no pudo resolverse Argentina Austral. A través de ella, se presio- a pesar de las expectativas generadas con la naba a los gobiernos nacionales para evitar y/o creación de los territorios nacionales por una capitalizar en beneficio de los terratenientes combinación de razones especulativas, buro- todos los intentos de reforma legal que se pro- cráticas yde dispersión y contradicciones entre ponían (Ruffini, 2017) y cuyo desorden termi- las propias normativas, que entre finales del naba resultando adverso para los arrendatarios XIX y primeros años del XX totalizaron 51 y pequeños propietarios (Blanco, 2008) siem- leyes especiales y 7 decretos (Bandieri, 2005)6. pre a merced de los más grandes y poderosos. El espíritu del discurso colonizador que Estos temas fueron puestos en agenda ha- justificaba este plexo normativo se vio rápida- cia los inicios del Siglo XX, lo que terminó mente negado por los efectos reales y adversos concluyendo la sanción de la Ley 5.559 (año de leyes como la 1.265/1.882 (de remate pú- 1908) y la planificación de un conjunto de blico) y la 2875/1891 (que anuló la obligación políticas activas que sólo muy parcialmente de colonizar de la Ley 817). Con ellas se quitó llegaron a concretarse. Para su despliegue – todo requisito poblacional y se terminó favore- sobre todo en el caso de las ideas de un po- ciendo el proceso de concentración y especula- blamiento a partir de la redistribución de la ción. Trabajos realizados por Bandieri (2005; tierra pública– se requería de un rol para el 2011) muestran que el reparto de tierras en Estado al que el modelo de dominación de la la Patagonia equivalió, entre 1876 y 1903, a Argentina del Centenario no era permeable. la adjudicación en propiedad de alrededor de Más allá de su escaso despliegue, estos planes 18 millones de hectáreas entre 1826 beneficia- fueron importantes pues prepararon el terre- rios. De ese total solo 431 mil hectáreas fueron no para el salto cualitativo en la integración las otorgadas en Tierra del Fuego desde 1886: patagónica que ocurrirá a partir de los años casi el 90% (aproximadamente 380 mil ha) se ’30. Siendo la concentración de la propiedad concentró en las estancias de José Menéndez, rural un tema de agenda pública y el gran obs- Mauricio Braun, Alejandro y José Menéndez táculo por remover, el Estado Nacional, desde Behetty y Sara Braun de Nogueira. Por un aproximadamente 1916 y a través de la Direc- lado, la conservación y el acrecentamiento de ción Nacional de Tierras, intentó una suerte sus tierras era el objetivo central de los grandes de redistribución de tenencias y adjudicacio- propietarios rurales y núcleo duro de una for- nes nominales o precarias. En el caso de Tierra mación discursiva específica (Sayago, 2014), del Fuego, estas políticas operaron sobre los que se expresaba orgánicamente en la Revista denominados “palos blancos”, colonos dálma- tas y yugoslavos que resultaron adjudicatarios de tierras; esta situación explica una parte del crecimiento poblacional que se registra en el 6 Destacamos la Ley de Colonización o Ley período inter-censal 1920/1940. De igual for- Avellaneda 817/1876; la Ley de Frontera o ma, su ritmo moderado marca su escaso im- Ley de empréstito 947/1878, y la Ley de Pre- pacto transformador social y productivo (De mios Militares 1628/1885, la Ley de remate Imaz, 1972). Por último, hacemos notar que público 1.265/1882, la Ley de liquidación el fracaso del poblamiento sobre la base de 2.875/1891; en materia de ordenamien- una política de acceso a la tierra pública en to territorial: la Ley 954/1878 de creación el área de Río Grande no tuvo como única del Territorio Nacional de la Patagonia y la limitación la disfuncionalidad del latifundio: Ley Orgánica de los Territorios Nacionales la condición de insularidad y las distancias la 1.532/1884; y, en materia de acuerdos de lí- mites con : el Tratado del año 1881. 255 Horacio Cao y Daniel D’Eramo “La asincronía de Tierra del Fuego: Nativos” hacían competir en desventaja frente al resto El tiempo histórico de ejecución y funcio- de la Patagonia. namiento de la obra no es producto de la ca- En el sur, en la medida que se aproximaba sualidad. Además del objetivo poblacional, el a la cordillera –donde se encuentra emplazada régimen liberal-oligárquico próximo a celebrar la ciudad de Ushuaia– el territorio era mucho el primer centenario, atravesaba un momento menos apto para las explotaciones ovejeras. crítico por la inestabilidad económica y la alta La economía de la única área trasandina de conflictividad social y laboral. Había también, la Argentina estaba más atada a la escasa ac- entonces, razones que hacían a la necesidad de tividad comercial que generaba la actividad controlar y disciplinar la protesta social nacida estatal en general y, muy particularmente, en de los movimientos obreros compuestos ma- torno a la Cárcel del Fin del Mundo. En la yoritariamente por inmigrantes anarquistas época se pensaba que el área trasandina –en (Rappoport, 2013). Como sostuvo Nacach donde está la bahía de Ushuaia– sólo podría “… el proyecto de la colonia penal en Ushuaia poblarse a partir de un plan de colonización será la más clara política colonizadora en la penal, similar al que en esa época llevaba ade- isla. En materia simbólica, además, la colonia lante Estados colonialistas como Gran Bretaña penal no era sólo una manifestación del Es- en Australia –Nueva Gales del Sur– o Francia tado, sino su única manifestación. El Estado en Cayena (Guayana Francesa) (Ceccarelli, nacional —y la cultura argentina moderna— 2010). La idea de asentar una colonia penal llegaron a Ushuaia bajo la forma de una pri- en Tierra del Fuego ya había sido planteada sión” (2011: 84). por Nicasio Oroño en 1868, por el perito De todas formas, el crecimiento poblacio- Francisco Moreno en 1876 y por personajes nal a partir de la cárcel terminó siendo muy de la época como el marino italiano Giacomo modesto en términos absolutos: de los 228 Bove y Julius Popper. Será el Presidente Roca habitantes registrados en el Censo de 1895, quien tomará en definitiva la iniciativa guber- Ushuaia pasó a tener 600 en 1910 lo que puso namental, enviando en 1883 un proyecto al en evidencia el escaso efecto de la colonización Congreso elaborado por su Ministro de Justi- penal y el precario desarrollo de un área en la cia, Eduardo Wilde. que “ni el pastoreo, ni la industria de la made- El Presidio Militar y Cárcel de reinciden- ra podían ser fuentes del incremento de pobla- tes se construyó hacia finales del siglo XIX ción” (De Agostini, citado por Luiz y Schillat, como parte de una estrategia destinada al 1997: 217). En suma, terminó imponiéndose poblamiento de la ciudad de Ushuaia. El fun- una lógica de confinamiento, basada en una cionamiento efectivo de la cárcel –en instala- “concepción punitivo modernizante” (Caima- ciones precarias– empezó en 1896 como lugar rí, 2000: 2), insuficiente e ineficaz para resol- del territorio destinado al cumplimiento de ver “el acuciante problema demográfico” pero, condenas a reincidentes conforme a lo estable- en todo caso, dadas las penurias que impli- cido en la Ley 3.335 de 1895. El edificio de caba, funcionaba como herramienta de “fre- diseño y significación panóptica, construido no a la escoria citadina” (Nacach, 2011:85). con mano de obra convicta desde 1902, será La imagen del territorio carcelario dominaba durante casi cincuenta años sinónimo de Us- las percepciones oficiales al punto de excluir huaia. En 1911 y por decreto presidencial se proyectos alternativos para desarrollar el área fusionaría con el presidio militar que a finales (Caimarí, 2000), y mucho más aún, impedía del siglo XIX había funcionado en Isla de los el desarrollo de un entramado local con capa- Estados. La obra se concluyó en 1920 (García cidad política de transformar lo que hasta ese Basalo, 1981). momento aparecía como un destino inmodifi-

256 Revista Estado y Políticas Públicas Nº 16. mayo - septiembre de 2021. ISSN 2310-550X, pp. 247-266 cable y claramente dependiente de las decisio- país, en ocasión de la “Organización Nacio- nes y avatares del poder central. nal”. Existen dos principales líneas explicati- Como corolario de la situación que des- vas, posiblemente complementarias, para dar cribimos, no es de extrañar que, un contro- cuenta de esta resignificación; vertido personaje de la leyenda y de la historia • Por un lado, la visión industrialista que co- del territorio fueguino, Julio Popper, se mos- menzó a construirse a partir de la crisis del trara escéptico respecto a que Tierra del Fuego ’30, en donde la Patagonia comenzó a ser “pudiera constituirse alguna vez en provincia” vista como un activo de recursos naturales llegando incluso a sugerir lo que luego inten- estratégicos que debía integrarse a la Nación tará con éxito fugaz el peronismo poco antes como parte del proyecto de industrialización de su derrocamiento: la anexión del territorio (Masotta, 2001; Navarro Floria y Núñez, fueguino al territorio de Santa Cruz median- 2012). te la creación de la Provincia Patagonia (Ley • Por otro lado, la necesidad de “argentinizar” 14.408) derogada luego por el gobierno surgi- la Patagonia, frente a la potencial amenaza do del golpe del ‘55. Tampoco es extraño que, de Chile o de las protestas de obreros rurales, en el marco de los debates en torno a la cues- cuya ocasional adscripción anarquista suma- tión territoriana que ocurrieron a principios da a la presencia de no nativos, escandalizaba del siglo XX, Joaquín V. González sostuviera a ciertos sectores nacionalistas. que Tierra del Fuego –junto a Formosa y Los Andes– eran jurisdicciones de tercera catego- A la sombra de estas nuevas formas de ver el ría, algo así como económicamente inviables. sur del país se observa un importante creci- Su situación difería de la que atravesaban te- miento poblacional. Si comparamos los censos rritorios prósperos –Misiones, La Pampa, Río de 1914 y de 1947, la población patagónica se Negro y Chubut– o “secundarios”, en tanto incrementó en un 155%; su peso relativo en el poco poblados, pero potencialmente plausi- total del país se incrementó, asimismo, en un bles de ser desarrollados –Chaco, Santa Cruz, 30%, pasando de un 2,6 a un 3,4%. y Neuquén– (Navarro Floria, 2007: 206). Es relevante hacer notar que gran parte En suma, en el imaginario de la clase diri- del poblamiento de la Patagonia continental gente del centenario, Tierra del Fuego repre- estuvo asociado a políticas públicas como, por sentaba la “Terra Australis” o “El Fin del Mun- ejemplo, las dirigidas a la redistribución y sub- do”: mutatis mutandis, “tierra inútil” y “tierra división de tierras públicas, la construcción de de nadie” junto a la Patagonia meridional, las obras de riego, comunicación y transporte en Islas Malvinas, las islas sub-antárticas y la pe- las zonas del Alto Valle del Río Negro, obras nínsula antártica (De Lasa y Luiz, 2015: 28). que sentaron las bases del polo frutícola que surgió en esos territorios. La misma importan- 1.3. Desatención y bajo cia e impacto poblacional tuvo el desarrollo crecimiento en una etapa de re- de la industria extractiva (petróleo, gas, hierro significación de lo patagónico. y carbón) a partir de los descubrimientos en A partir de 1930, lo patagónico vivió una el Golfo San Jorge y Plaza Huincul (Chubut, etapa de especial re-significación material, Santa Cruz y Neuquén) y de la importancia política y simbólica. Como adelantamos en que tuvieron en la época centros mineros la introducción, fue por esos años cuando se como los de Río Turbio en Santa Cruz y de consolida la presencia estatal en toda la Pata- Sierra Grande en Río Negro. gonia, en un proceso que Banderi (2015: 186) De igual forma, fue crucial la instalación asimila al ocurrido en 1880 en el resto del de una serie de instituciones y agentes estatales 257 Horacio Cao y Daniel D’Eramo “La asincronía de Tierra del Fuego: Nativos” se hicieron presentes en la Patagonia Gendar- zas y necesidades locales las premisas genéri- mería, Vialidad, Parques Nacionales, escuelas cas del desarrollo regional. de frontera, sucursales del Banco de la Nación Argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Esta re-significación de lo patagónico no de- Yacimientos Carboníferos Fiscales, etcétera, rramó sobre un territorio considerado de “ter- consolidando una presencia estatal hasta en- cer orden” y, por tanto, de desarrollo inviable. tonces relativamente débil (Banderi, 2015: Mastroscello (2008: 89), un tanto teatralmen- 186). te, habla de “una isla olvidada en medio de El mayor crecimiento poblacional se ob- una noche de estancamiento”. Y algo de razón serva en los territorios de Río Negro, Chu- le cabe: hacia mediados de los ’30 el ciclo de la but y Neuquén, que en el periodo intercensal producción ovejera estaba en crisis –quedaba 1920/1947 triplicaron sus poblaciones (Figura un frigorífico en Río Grande que funcionaba 1), lo que los puso en condiciones legales de de manera estacional– y no se avizoraba en el ser convertidos en provincias, mucho antes de horizonte ninguna actividad económica capaz lo que en definitiva ocurrió durante el pero- de sacar a la economía de la isla de su letargo. nismo en los cincuenta (Figuras 1 y 2). Este Más allá de lo dicho, en la época tienen potente impulso en el poblamiento del sur del lugar algunos acontecimientos que, sin cam- país llegó de forma muy menguada a Tierra de biar el bajo dinamismo económico ni el in- Fuego, que para el Censo de 1947 solo tenía frapoblamiento, fueron poniendo las bases 5.000 habitantes, lo que representaba menos para el futuro desarrollo fueguino. Tal vez el del 1 % de la población patagónica y el 0,03% hecho más importante haya sido la clausura del total del país. de la Cárcel del Fin del Mundo en 1947. Esta Con el peronismo, se refuerza la revalori- decisión fue fundamental para cambiar la per- zación de “lo patagónico”. En ella, comenza- cepción del área sur: Ushuaia dejaba de ser rán a desplegarse políticas públicas que anti- vista como un lugar de castigo y reclusión para cipan el paradigma que luego conceptualizará comenzar a construir otra imagen, imprescin- la CEPAL y que buscará el crecimiento de las dible para su reconversión como polo atractor “nuevas provincias patagónicas” sobre la base de población. Ese mismo año, el Ministerio de los hidrocarburos y de la implantación de de Marina –de influencia notoria sobre los “polos de desarrollo” (Perrén y Pérez Álvarez, hechos de la Isla en aquel momento– pone 2009). en marcha un plan de fomento sobre la base Resulta interesante ver que los planes de de algunos recursos locales como madera y desarrollo desplegados en las provincias pata- mariscos. gónicas –de notable impacto sobre su evolu- En junio de 1949 se descubre el primer ción económica en el periodo 1960/90– tu- pozo de petróleo en Tierra del Fuego conoci- vieron dos factores clave, claramente ausentes do como TF1. Este pozo –ubicado cerca del en el caso fueguino (Perrén y Pérez Álvarez, casco de la estancia Violeta a 25 kilómetros al 2009): norte de la Ciudad de Río Grande, en la ori- • La rentabilidad del sector de los hidrocarbu- lla del río Chico– permitió abastecer de gas ros (para esos años representando entre un a la ciudad de Río Grande. A partir de este tercio y la mitad del Producto Bruto Geo- hecho histórico, surgieron nuevos lugares de gráfico), y extracción en la zona, como los campamentos • La existencia de gobiernos sub-nacionales de La Misión, Chorrillos, Beta y La Salada, dispuestos a gestionar y adaptar a sus fortale- entre otros. Sin encontrar obras públicas que pudieran ser comparables a las que ocurrían en

258 Revista Estado y Políticas Públicas Nº 16. mayo - septiembre de 2021. ISSN 2310-550X, pp. 247-266 la Patagonia continental, hacia los ’50 se abre ción de la ciudad– el grupo de inmigrantes la ansiada comunicación terrestre entre Río que finalmente se arraigó fue clave en la con- Grande y Ushuaia en la traza de la hoy Ruta formación de una clase dirigente, empresaria Nº 3. Aunque parezca increíble, hasta ese mo- y política que jugará un rol determinante en mento las {poquísimas} comunicaciones entre la provincialización (Mastroscello, 2008). Pro- las dos ciudades del Territorio Nacional ocu- bablemente estos cambios incidieron en una rrían principalmente por vía aérea. mayor tasa de crecimiento y explica en parte También en los ´40 el Estado nacional el aumento de población en el territorio. Sin contrató una empresa para la radicación de un embargo, no puede dejar de notarse lo escaso contingente de inmigrantes italianos en Us- que fue este crecimiento en términos absolu- huaia. Si bien no se alcanzaron los objetivos tos, y lo magro que es si se lo compara con de poblamiento –se esperaba que se instalaran los registros que se observan a partir de 1970 familias hasta incrementar un 40% la pobla- (Figura 4). Figura 4 Evolución de la población de Tierra de Fuego. Censos 1895–1914 /47 /60 /70 /80 /91–2001 /10

Fuente: Elaboración propia a partir de Censos Nacionales y Censo General de los Territorios Nacionales (1920).

Como se observa en la Figura Nº 4, hasta el petrolera y de un sector terciario vinculado a giro que implicaría la promoción industrial, el la administración pública estatal, emprendi- crecimiento poblacional fue particularmente mientos que de ninguna manera pueden ser frágil, en particular si se lo mira desde el pun- equivalentes al que tendrá la promoción in- to de la cantidad total de población. Después dustrial desde los setenta. de 1947, el mismo se sostuvo por la actividad

259 Horacio Cao y Daniel D’Eramo “La asincronía de Tierra del Fuego: Nativos”

Con los antecedentes detallados no re- Por otro lado, los resultados del censo realiza- sulta extraño que hasta bien entrado el siglo do en el año 1991 confirmaron que la novel XX el territorio fueguino siguiera siendo un provincia había superado holgadamente los área diferenciada, escasamente poblada y eco- 60.000 habitantes, cifra que le permitía aspi- nómicamente marginal dentro del área pata- rar a tal condición. gónica (Vaca y Cao, 2005). En el marco de En el año 2000, mientras la población una baja contribución del PBG patagónico al del lado chileno ascendía a 6.904 habitantes, producto nacional (3,5% del PBI) el aporte apenas superior a la de 1950, la nueva provin- de la isla, hasta bien entrado los ochenta, era cia argentina registraba un total de 101.079 insignificante: de apenas el 0,1% (Manzanal habitantes (Martinic, 2006). Con los datos y Rofman, 1989). Y esto en un marco de un del censo 2010, si se considera únicamente el par de datos contundente con respecto a su territorio y la población de la parte argentina infrapoblamiento: de la Isla, Tierra del Fuego tiene mayor densi- • El incremento absoluto anual medio de po- dad poblacional que Santa Cruz, La Pampa, blación en el periodo intercensal 1947/1960 Chubut, Río Negro, Catamarca, La Rioja, San fue de 219 habitantes/año, un 0,07% del Luis y Neuquén. Claramente ha concluido la país (INDEC, 2000: 27). etapa de infrapoblamiento. • En 1960 su población era casi cinco veces Viendo los datos de las Figuras Nº 1 y Nº menor que la provincia menos poblada del 2, la provincialización de Tierra del Fuego fue país (Santa Cruz, ver Figura Nº 1). posterior a la del resto de los Territorios Na- cionales, pero ajustada con inédita precisión 2. Y de repente, la provincialización y oportunidad a los tiempos demográficos Todavía en 1972, en un trabajo pionero, se que fijaba la Ley 1.532: tomando en cuenta destacaba a Tierra del Fuego como “un es- los ya citados resultados del Censo Nacional pacio vacío que debía poblarse” (De Imaz, del año 1991 –69 mil habitantes– y conside- 1972:172-145). Más aún, “su población rando las extraordinarias tasas de crecimien- proyectada de 35.000 habitantes para el año to demográfico (Hermida y otros, 2013) al 2000, no hacía previsible hacia el fin de siglo momento de la sanción de la Ley 23.775 la un cambio de [la] condición jurídica [y admi- población debió estar muy cerca del “número nistrativa de ese territorio]”. Para el momento mágico” de 60 mil habitantes que habilitaba la en que se escribían estos conceptos, esta situa- provincialización. ción, casi secular, estaba llegando a su fin. En No se requiere indagar demasiado para menos de veinte años ocurrió aquello que se concluir que detrás de estos registros especta- consideraba imposible: a lo largo de los años culares de desarrollo económico, crecimiento 1990/92 se cumplen los pasos necesarios7 para demográfico e institucionalización acelerada que la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del está, sin dudas, el éxito de la implementación Atlántico Sur se convierta, de pleno derecho, de la promoción industrial. Desde 1945 regía en una provincia miembro del pacto federal. en la provincia un régimen de zona franca (Decreto Nº 3824, de vigencia extendida por el Decreto Nº 7101 de 1955) que permitía el ingreso de mercancías libres de todo derecho y 7 El 26 de abril de 1990 la Cámara de Dipu- de toda obligación. Si bien este régimen había tados de la Nación aprueba el proyecto que facilitado la vida en la Isla, a todas luces se ha- venía con modificaciones del Senado. El 15 bía mostrado insuficiente como para promo- de mayo se publica en el Boletín Oficial la Ley ver un desarrollo económico. El lanzamiento 23.775 que la declara provincia.. 260 Revista Estado y Políticas Públicas Nº 16. mayo - septiembre de 2021. ISSN 2310-550X, pp. 247-266 del régimen de promoción fue mucho más la posibilidad de vender en todo el ámbito del ambicioso: ya no se dirigió a impactar en la territorio nacional –que los regímenes prece- vida cotidiana y el comercio, sino la implan- dentes no habían contemplado– fue lo que tación de un polo de desarrollo industrial. Se a la postre constituiría la clave del éxito del trataba de una práctica en boga por esa época régimen promocional. –Brasil había instalado un régimen de carac- La actividad industrial fueguina pudo ac- terísticas similares en Manaos, en el centro de ceder a los principales mercados del país, al- la Amazonia brasileña hacia el año 1967– y canzando mayores escalas de producción, algo significó el ingreso de Tierra del Fuego en la impensable cuando sólo se trataba de abas- senda patagónica del “desarrollismo genérico” tecer al muy reducido mercado interno de la (Perrén y Pérez Álvarez, 2009; Pérez Álvarez, isla al que se dirigían los anteriores regímenes 2016). promocionales. La necesidad e intención de Si bien como los anteriores regímenes, la dar el salto en la historia del Territorio surge promoción dictada por la Ley 19.640 se ba- claramente de los fundamentos del Proyecto saba en en exenciones impositivas y arancela- de Ley elaborado por el entonces Ministro de rias, tuvo una diferencia sustancial con ellos: Hacienda y Finanzas del Gobierno de Lanusse, no solo facilitaba la importación de materias Cayetano Licciardo9. En ellos se expresa una primas para su transformación en Tierra del triple justificación: la discriminación del Te- Fuego, sino que también les permitía la “ex- rritorio Nacional con respecto a la Patagonia portación” de esa producción al sector con- continental, la insuficiencia de los regímenes tinental del país, reteniendo para sí el valor de zona franca y las necesidades geopolíticas del Impuesto al Valor Agregado8. Además, ante el infrapoblamiento y el alto porcentaje la normativa estableció que las ventas reali- de población extranjera en la Isla. zadas desde cualquier lugar del país a la isla Sobre este último particular en la Figura se beneficiarían con los reintegros fiscales del Nº 5 también muestra la situación singular de régimen general de exportaciones, buscando Tierra del Fuego, tanto en lo relativo al im- con este sistema, compensar los sobrecostos portante número de población extranjera, de del transporte hacia la isla. Si bien estos dos prevalencia ostensiblemente superior al que se elementos no se vinculaban en forma espe- observaba en el resto del país, como en la so- cífica con la radicación de industrias, en la lución que se genera a partir de la promoción práctica representaron un enorme estímulo industrial, que produce una caída vertical de para ello. En efecto, el acceso a un abasteci- tal porcentaje. miento a precios competitivos y, sobre todo,

9 El mensaje de elevación y texto del decreto/ ley puede verse en http://servicios.infoleg.gob.ar/ 8 En la explicación del sistema promocional se- infolegInternet/anexos/25000-29999/28185/ guimos a Borruto (2010: 16/17). norma.htm, consultado el 26/07/18. 261 Horacio Cao y Daniel D’Eramo “La asincronía de Tierra del Fuego: Nativos”

Figura Nº 5 % de población extranjera Año censal Tierra del Fuego Total País 1895 43,2 25,4 1914 (1) 68,8 29,9 1947 59,1 15,3 1960 46,7 13,0 1970 41,4 9,5 1980 28,2 6,8 1991 15,3 5,0 2001 9,7 4,2 2010 8,9 4,5 Referencias. (1) se consideraron extranjeros a los pobladores naturalizados. Fuente: Censos Nacionales.

En cuanto a la aplicación de la ley, hay que patagónicas en los cincuenta y sesenta (Mas- hacer notar que no fue una historia lineal. La troscello, 2008). Al respecto, se han ensayado dictadura de la “Revolución Argentina”, apro- explicaciones de diferente tenor; por ejemplo, bó la Ley 19.640 en junio de 1972 y la regla- las que lo inscriben dentro de las estrategias mentó en diciembre de ese año (Decreto Nº para mitigar la influencia del combativo pro- 9208/72). Casi inmediatamente después, dejó letariado de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, el gobierno en manos de autoridades demo- y en tal sentido, se desplegaban estrategias que cráticamente electas (mayo de 1973). promovían su relocalización. Y vinculado con El breve gobierno peronista de los seten- el desmembramiento de los polos industriales ta, por su parte, no lo incorporó a su agenda históricos, la necesidad de asegurar y facilitar gubernamental. Más allá de que la ley fuera el salto tecnológico hacia la televisación color ratificada por el Congreso Nacional (año en la previa del Mundial 1978. 1974), el “Plan Trienal”, principal documento Si bien la evaluación del impacto de una económico de la etapa, ni siquiera la menciona política pública no está exenta de dificultades (Schvarzer, 2008). Sería interesante investigar y subjetividades (Parsons, 2007)10, lo cierto es las razones por las cuales un gobierno gené- que las cifras que venimos desgranando a lo ticamente intervencionista e industrialista largo del trabajo hablan de una política públi- desaprovechó este instrumento de promo- ca que por la vía de la promoción industrial ción. El efectivo lanzamiento de esta política pública ocurrió con la dictadura militar del autodenominado “Proceso de Reorganización 10 Sobre el tema hay trabajos críticos, particular- Nacional” (1976/83), bajo la paradoja de un mente en tres líneas: a) costo fiscal, b) debili- Estado poco consustanciado con estrategias dad de las cadenas productivas generadas en intervencionistas o desarrollistas como las la isla, c) falta de planificación del acelerado que fueron aplicadas en las nuevas provincias crecimiento urbano. Excede los límites del presente artículo de investigación tratarlas. 262 Revista Estado y Políticas Públicas Nº 16. mayo - septiembre de 2021. ISSN 2310-550X, pp. 247-266 logró quebrar un patrón secular que había El carácter insular, la lejanía, la inclemen- hecho del último territorio nacional una pro- cia climática fueron las justificaciones (¿razo- vincia demográficamente inviable. Y, como nes? ¿excusas?) para que la Tierra del Fuego dijimos, no solamente se terminó con el infra- fuera un territorio de “tercer orden”: se pensa- poblamiento: desde los ’80 Tierra del Fuego ba que no era posible disparar, en un contexto tiene un mejoramiento notable en todos los tan hostil y rezagado, un proceso económico registros sociales y económicos, llevándola a capaz de fijar población. Esto fue así para los ocupar los primeros lugares entre las provin- dos procesos económicos paralelos que se de- cias de la Argentina con alto IDH. 11 sarrollaron en la Isla Grande con muy poca in- Para finalizar esta sección destacamos que, terrelación entre sí12: por un lado, en torno a la si bien existe una coincidencia bastante grande ciudad de Río Grande actividades productivas en asignar a la promoción industrial el rol de vinculadas a la expansión de la ganadería ovi- piedra angular en el “despegue” demográfico y na; en la ciudad de Ushuaia, estrategia de colo- económico del último territorio nacional, no nización penal motivada por razones geopolí- por ello se omite otros elementos que conflu- ticas y punitivas (preservación del orden social yeron para hacerla posible: la evolución de la en la metrópoli). En ambos casos, en términos cuestión geopolítica, la influencia de la transi- de poblamiento y de generación de riqueza, ción democrática argentina, la unanimidad de ambos modelos se mostraron como claramen- los actores sociales fueguinos en el apoyo del te limitados. El orden latifundista tuvo un proyecto de ley, entre otros. Analizamos estos techo muy bajo en toda la Patagonia, mucho temas en D’Eramo y Cao (2021). más en Tierra del Fuego en donde la lejanía le quitaba competitividad. Para rematar estas de- Conclusiones y reflexiones finales bilidades, la decadencia de Punta Arenas ante Inscribimos el presente texto dentro de una se- la apertura del Canal de Panamá –puerto chi- rie de investigaciones dirigidas a resaltar la sin- leno que servía de pivote integrador en toda la gularidad del proceso histórico de la Provincia región– y la crisis del mercado de la lana a la de Tierra del Fuego, Antártida Argentina e salida de la primera guerra mundial y en 1930, Islas del Atlántico Sur. Esta singularidad se ex- hicieron mucho más inviable el crecimiento presa tanto en un marco de análisis territoriano económico bajo sus supuestos. –que pone el acento en su proceso institucio- Menos dinámico, todavía, fue la situación nal– como regional, que pone el foco de aten- de Ushuaia, en donde vivían un puñado de ción en las distancias del proceso económico y personas, la mayoría ligada al penal o al ac- social fueguina con respecto a lo sucedido en cionar militar (subprefectura marina) e insti- el resto de la Patagonia. En el texto, pusimos el tucional del Estado. A partir de los años ´40 acento en el infrapoblamiento. elemento clave si bien ocurren algunos cambios significativos, como indicador institucional –toda vez que el los mismos no tuvieron impacto inmediato. proceso de provincialización se había ligado al La creciente presencia de empresas públicas crecimiento demográfico– e indicador estraté- asentadas en el territorio; la creación de una gico del desarrollo territorial, dada la condi- zona franca; la clausura del presidio; el descu- ción fueguina de espacio a colonizar. brimiento de hidrocarburos en la zona norte

11 Véase: https://www.wikizero.com/es/ 12 Citamos que hasta la década del ´50 del siglo Anexo:Provincias_de_Argentina_por_IDH, pasado no había conexión terrestre entre am- consultado 15/3/2021 bas ciudades. 263 Horacio Cao y Daniel D’Eramo “La asincronía de Tierra del Fuego: Nativos” de la isla; la apertura oficial del tramo de la Si bien es mucho lo que queda por anali- ruta 3 que une Ushuaia con Río Grande; la zar del proceso histórico del último territorio contratación de una empresa italiana con ra- nacional, creemos que el presente texto marca dicación de un contingente de inmigrantes con claridad su a-sincronía con el resto de los europeos, son todos hechos importantes, pero Territorios Nacionales en general y con la his- de un dinamismo muy inferior al que por esa toria patagónica en particular: su diferenciado misma época se observaba en la Patagonia infra-poblamiento y la tardía y súbita acelera- continental. ción que dio curso a su desarrollo económico En suma, todos los datos y análisis mues- y provincialización. A modo de cierre pode- tran una trayectoria fueguina claramente asin- mos decir que todos los datos muestran que, crónica: ni el proceso económico –en donde el en términos relativos, Tierra del Fuego ya no clave rol nacional dio poca preponderancia a se caracteriza ni por su infrapoblamiento ni la isla– ni su evolución demográfica –indiso- por su bajo desarrollo económico. Más aun, el lublemente ligado a aquél– guardan parangón éxito logrado en su superación le ha permiti- con lo ocurrido en las otras jurisdicciones del do alcanzar los más altos niveles de desarrollo sur del país. En efecto, a diferencia del resto humano del país; se abre ahora como desafío de los territorios patagónicos–que realizaron mantener una dinámica que le permita soste- su acople a la “organización nacional” entre los ner estos virtuosos indicadores. En esta línea, años ´30 y ´50 del siglo pasado (Banderi di- consideramos importante profundizar el es- xit)– Tierra del Fuego consolidará tareas bási- tudio del proceso sociopolítico fueguino: una cas de organización económica, social y políti- trayectoria cambiante, que atraviesa diferentes ca décadas después, a partir de fines de los ’70, regímenes políticos y que es clave para abordar cuando la promoción industrial la inserte en la la tardía –y todavía frágil– construcción social senda del desarrollo. En tal momento, la larga de la novel provincia. etapa de infra-poblamiento, que describimos con detalle a lo largo del trabajo, se quiebra Referencias bibliográficas a partir de políticas públicas nacionales que, Arias Bucciarelli, M. (2016). Abordajes y perspec- articuladas a procesos locales, generan un ace- tiva en torno a los Territorios Nacionales en leramiento que en dos décadas resultarán en Argentina. Un itinerario conceptual y empí- su provincialización. rico sobre la producción historiográfica más La promoción industrial –Ley 19.640– y reciente. Boletín Americanista. Año lXVI. 1, la posibilidad de vender productos fueguinos Núm. 72, 17-33. en todo el ámbito del territorio nacional –que Arias Bucciarelli, M. y Jensen, S. (2009). La his- los regímenes precedentes no habían contem- toriografía de los Territorios Nacionales: un plado– constituyó la clave del éxito del régi- campo en construcción. Anuario del Centro men promocional. Aquí otra singularidad: el de Estudios Históricos «Prof. Carlos S. A. Se- proceso de desarrollo fue complementado casi greti» Córdoba (Argentina). Año 8, Núm. 8, inmediatamente por el proceso institucional. 183-200. De manera mucho menos traumática que lo Bandieri, S. (2011). Historia de la Patagonia. Bue- ocurrido con el resto de los Territorios Na- nos Aires: Editorial Sudamericana. cionales Nacionales, Tierra del Fuego apenas Bandieri, S. (2015). La Patagonia en clave regio- había alcanzado la cifra mágica de 60.000 ha- nal: un camino posible para una historiografía bitantes cuando logra el estatus de provincia y renovada. Folia Histórica del Nordeste. Núm. se incorpora como miembro de pleno derecho 24, 181-188. al pacto federal argentino.

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