Numancia: Usos Y Abusos De La Tradición Historiográfica
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Complutum, 9,1998:193-211 NUMANCIA: USOS Y ABUSOS DE LA TRADICIÓN HISTORIOGRÁFICA Jose Ignacio de la Torre Echávarri* RESUMEN. - Con estetrabajo pretendemos aproximamos al uso social ypolítico de la Historia desde un refe- rente básico como es la “gesta numantina ‘, valorando las implicaciones ideológicas y políticas de su iteroica resistencia ante los ejércitos romanos a partir delanálisis de los textos y de sIeterminadasformas de expresar la ~magen y la significación de Numancia, así como su incidencia social reflejada en la prensa, ~ divulgación a través de los libros de texto manejados en la escuela, además de su expresión en la literatura, la representación teatral de su tragedia, e incluso la plasmación de su imagen en las artes españolas. Todo ello nos permite cono- cer la incidencia social de la investigación y de sus resultados, valorando así la percepción que se tiene de la AntigUedad a lo largo deltiempo. AnsTx4cr- in timis paper an approacit is attempted to tite social ansI political use of History timrougim tite im- portant exampleof time “Numantianfeat”, timat since long ago has praised time imeroic effort oftime Celtiberian town of Numantia before time Roman conquest. Time analysis is mas/eof tite itistorical texis, tite ropic social influenceas it was reflected in tite newspapers, its wide acknowledgement in tite scitool books. andffirtiter its utterance in time literature, time timeatricalperformance ofits tragedy, as well time representation of its image in time Spanisim Art AII titese aspects allow us to know about time social influence of tite arcimaeological researcim ansI to appraise imow time perception timat time community has about tite Antiquity changes along tite time. PM.ABRAs CL4vE: Numancia, Historia y mito, Historia social de la arqueología. KEY WoRDS, Numantia, History ansI mytim, Social imistory ofarchaeology 1. INTRODUCCIÓN conformar el mito —el hecho histórico, el símbolo que representa y por último el yacimiento arqueológico—, A lo largo de la historia ha sido constante la siguieron caminos diferentes y en ocasiones opuestos, admiración por las hazañas de los pequeños pueblos conftgurando así una imagen desnaturalizada de Nu- que han presentado oposición y resistencia a los gran- mancia. Por ello el contenido de la Historia de Nu- des imperios, máxime silo hacían mediante hechos de mancia ha sido casi siempre selectivo, pretendiendo armas en defensa de su libertad. En España, Numan- que el símbolo sobrepasase al hecho histórico en la cia ha jugado en éste sentido un papel destacado en memoria colectiva. Así, se tenderá a magnificar la ges- nuestra historia, ocupando una posición privilegiada la en favor de detenninados intereses ideológicos, po- desde la antigúedad hasta nuestros días. líticos y sociales, llegando a convertir a Numancia en Numancia ha sido siempre algo más que una un símbolo nacional y transformando su nombre en ciudad celtibérica, y el mito que nació tras su destruc- un mito fundido “en el crisol de las leyendas”. ción en el 133 tC. lo hizo siguiendo ya entonces un Por eso no es de extrañar que la lucha militar camino diferente del que pudiéramos pensar como pu- de Numancia haya venido empleándose durante los úl- ramente histórico —si consideramos la historia como timos dos milenios como si su intención hubiese ido opuesta a la interpretación mítica—, ya que fueron las más allá de la defensa de su propia independencia an- primeras noticias trasmitidas por los autores clásicos te la romanización, siendo también necesaria para de- sobre su resistencia y destrucción quienes comenzaron fender a la cristiandad durante la reconquista leonesa la creación de una visión deformada de los aconteci- y castellana; para consolidar históricamente el Imperio mientos. De esta forma, los tres elementos que van a de Felipe II desde el corazón de Castilla; como sim- Dpto. de Prehistoria. Facultad de Geografía e Historia. Universidad Complutense. Ciudad Universitaria, s/n. 28040 Madrid. 194 JOSE IGNACIO DE LA TORRE ECHAVARRI bolo de la nación vascongada; ó como historia patrió- alentada, como denunciará posteriormente Eduardo tica que inspiró los nobles ideales románticos de uni- Saavedra (1890), por el interés que tenía el Ayunta- dad nacional, de resistencia y de abnegada lucha por miento de Zamora, que “más empeñado cada vez en la libertad para salvar a España de la invasión napo- ser heredero de la numantina gloria, alentaba con Icónica. premios todo trabajo dirigido, no a averiguar la ver- Será a partir del siglo XIX, durante el auge dad, sino a demostrar que no había otra fuera de la de los movimientos románticos, cuando se comience que a su pueril vanidad cuadraba, y de ahí que se ha- a construir una imagen de los orígenes de la nación yan escritos tantos y tantos tomos,..”, como fue el ca- española y una toma de conciencia colectiva de la na- so de Sandoval en 1615, Valcárcel en 1647 o Agustín cionalidad, que van a llevar a buscar en los hechos de Rojas también en el siglo XVII. pasados las raíces históricas sobre las que se asiente En el Renacimiento, una vez expulsados los la identidad nacional del emergente nacionalismo libe- árabes de España y dando por concluida la reconquis- ral español. De esta forma figuras como Numancia van ta. se vuelve a ubicar Numancia en su primigenio y a servirpara rastrear la “esencia” española en el “inicio correcto emplazamiento. Será Antonio de Nebrija en de los tiempos históricos”, y van a significar su uso 1499 el primero que vuelva a situar a Numancia, co- político por las ideologías españolas más variadas en mo así lo indicara Plinio, cerca de la fuente del Due- los dos últimos siglos, siendo empleada para despenar ro, al igual que lo hará el canónigo de la catedral de el apoyo de los isabelinos durante las guerras carlistas, Zamora florián de Ocampo en 1543. Aún así, también por el nacionalismo liberal romántico y posteriormen- habrá quién pretenda enclavaría durante el siglo XVI te por Restauracionistas, Tradicionalistas, Regenera- en la misma Soria como es el caso de los humanistas cionistas, Monárquicos, Republicanos y Franquistas. sorianos Pedro de Rúa, López de Gómara y Mosquera de Barnuevo. No será hasta mediados del siglo XVI cuan- 2. PRIMEROS ENSAYOS do se venga a romper con la tradición historiográfica HISTORIOGRAFICOS medieval acerca del emplazamiento de Numancia en Zamora, y podemos apreciar en el reinado de Felipe II A lo largo de la historia se han producido de- (1556-1598) uno de los puntos álgidos en el empleo sajustes entre la realidad histórica y arqueológica de del símbolo de Numancia coincidiendo con el mo- Numancia y su simbología, pues hubo momentos en mento de esplendor que está viviendo el Imperio es- los que su gloria y grandeza quedaron olvidadas, de- pañol. A partir de éste instante comienzan a florecer pendiendo de las circunstancias de los diferentes pe- toda una serie de crónicas, libros de viajeros y obras riodos históricos. La primera ocasión en la que esto literarias que rescatan el tema de Numancia como ba- sucede es como consecuencia de la crisis que sufrió el se ideológica que justifica el imperialismo de Felipe mundo romano con la entrada de los godos en la Pe- II, ubicándola en su correcto emplazamiento sobre el nínsula Ibérica en el siglo V d.C., así como por la cerro de la Muela de Garray. En éste sentido, la trage- posterior inestabilidad y el vacío institucional provo- dia de Cervantes La destrucción de Numancia (1582) cados por la invasión musulmana en el s. VIII, que será la obra más importante, no sólo del Siglo de Oro tendrán como resultado el olvido de Numancia, ya español, sino de las realizadas sobre tema numantino, que la última referencia histórica que tenemos es la acentuándose a partir de ese momento el contenido que en el siglo VII proporciona el Anónimo de Ráve- simbólico e ideológico que desempeña la ciudad, a la ita, situándola, al igual que en el siglo III d.C. el Itine- vez que se realza su interés universal por el gran nil- rario de Antonino, en la vía 27 que unía Uxama y Au- mero de reediciones y traducciones que va a tener la gustóbriga. obra. Además supondrá un punto de inflexión en la Durante el periodo de la reconquista y repo- idea que se tenía de Numancia, ya que a partirde aho- blación llevada a cabo por los reinos cristianos leonés ra, cuando se haga necesario expresar ideales de resis- y castellano, se rescatará el recuerdo de su gesta pero tencia a ultranza ante el enemigo, o bien los sueños de se trasladará a un emplazamiento diferente y distante libertad del pueblo, se hará a partir de la representa- del original, esto es a Zamora. El leonés será el primer ción de la tragedia cervantina. intento de emplear a Numancia desde un punto de vis- Sin embargo, habrá autores que seguirán sos- ta nacionalista, llevándola incluso a hacerla cambiar teniendo hasta la posterior época ilustrada que Nu- de emplazamiento para que ocupase el suelo en que mancia se encontraba situada en Zamora, propiciando más tarde iba a ser reedificada Zamora y justificar el empleo de un símbolo separado de su realidad y de con ello el cambio de capitalidad del reino, argumen- la correcta ubicación histórica, pese a que, como ya tando conceptos histéricos y religiosos que hicieron apuntamos, desde los siglos XV y XVI se habían des- que su “nueva ubicación” fuese respetada durante sie- crito sus minas en Garray, e incluso Lipsio (Fig. 1) a te largos siglos. Esta situación se vio favorecida y mediados del siglo XVI había realizado un grabado de NUMANCIA: USOS Y ABUSOS DE LA TRADICIÓN HISTORIOGRÁFICA 195 Fig. l.- Grabado de Numancia. Lipsio (s. XVI). las ruinas de Numancia y el cerco que estableció Es- reafirmar este pensamiento se va a encontrar en las cipión en torno a la ciudad.