El Golpe De Estado Del 28 De Junio De 2009, El Patrimonio Cultural Y La Identidad Nacional De Honduras
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Esta = p. 3 sin folio El golpe de Estado del 28 de Junio de 2009, el Patrimonio Cultural y la Identidad Nacional de Honduras 3 DARÍO A. EURAQUE El golpe de Estado del 28 de Junio de 2009, el Patrimonio Cultural y la Identidad Nacional de Honduras Esta = p. 5 sin folio 5 Esta = p. 6 y 7 sin folio ISBN-978-99926-769-7-4 © Darío A. Euraque, 2010 El Capítulo 3 fue escrito en colaboración con Yesenia Martínez Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra, excepto para propósitos de reseña y crítica, sin autorización del autor. Cuidado gráfico de Julio Escoto Director de CENTRO EDITORIAL srl San Pedro Sula, Honduras, C. A. Arte de portada: Javier Eliú Producción de documental fílmico y Guión adaptado: Manuel Farías Guión y Coordinación: Darío A. Euraque y Yesenia Martínez. Impreso por CENTRAL IMPRESORA, S.A. Tel. (504) 2553-4506, www.centralimpresorahn.com IMPRESO EN HONDURAS PRINTED IN HONDURAS 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 6 La ciencia del raciocinio y la de la memoria, la lógica y el arte mnemónica son las bases del saber humano, las que tienen influencia más decidida en sus progresos, las que no pueden estar atrasadas sin que su atraso lo cause en las demás ciencias.1 José Cecilio del Valle (1777-1834). Abogado y Sabio de la Ilustración, redactor de la Declaración de Independencia de Centroamérica en 1821. Que ninguna corporación, autoridad o persona particular por sí, o unida con otras ni con todo el pueblo donde resida, tome la voz de la nación, ni del pueblo para obligar a las legitimas autoridades a hacer lo que soliciten de deponer empleados, prender, y deportar individuos por graves delitos que se les supongan […]2 General Francisco Morazán (1792-1842). Prócer, Estadista y Paladín de la Unión de los Pueblos de Centroamérica 1 Escritos Inéditos de José Cecilio del Valle, Seleccionados por Ramón Oquelí (Tegucigalpa: SCAD, 1996), p. 36. 2 Morazán, Francisco. “Decreto Sobre Tumultos y Asonadas”, 1 de Junio de 1825, en Francisco Morazán: Obras, Vol. 1, La Organización del Estado de Honduras, Editor, Víctor Cáceres Lara et al. (Tegucigalpa: Litografía López, 1992), p. 113. 7 p. 8 = blanca sin folio 8 El porqué y el cómo de este Testimonio n 1940 Froylán Turcios, gran intelectual hondureño y de las Américas, otrora abanderado del General Augusto Sandino en E Nicaragua, ya en el ocaso de su vida y residiendo exiliado y enfermo en San José, Costa Rica, redactó un texto con el título “La Vida del Pasado”. Entre otras cosas decía entonces Turcios: “El que vive en una vieja ciudad ––respetada por la civilización–– y cultiva las rosas del sueño, siente con mayor amargura el paso de los años. Cada sutil recuerdo, cada ladrillo milenario, cada gárgola pétrea, cada objeto secular, pesan sobre él con la aniquiladora fuerza del Tiempo implacable. El pensamiento y el espíritu sufren este amargo mal del pasado, y, en la obra de arte, se tornan herméticos y taciturnos”3. Turcios murió tres años más tarde. A partir de ese momento Turcios desapareció de la memoria histórica de Honduras, ello a pesar de los esfuerzos de Clementina Suarez y don Medardo Mejía y la Revista Ariel. No fue sino hasta la década de 1980 que Honduras conoció de nuevo al otro Froylán Turcios. En esa década el frágil sistema político hondureño fue abatido una vez más por políticos y militares desnacionalizados que casi destruyen la incipiente democracia, incluso con un intento de golpe de Estado en 1985. Fue en esa coyuntura que el otro Turcios comenzó a rescatarse, comenzando, como quizás lo caracterizaría Julio Escoto, otro gran escritor hondureño, una “marcha a batallar desde la muerte”. Sí, existió un Turcios rebelde, futurista, nacionalista y simultáneamente cosmopolita, desafiante de la rutina provinciana, que luchó contra la amargura del pasado hondureño. El Dr. José Antonio Funes hace años retrató este Turcios mejor que nadie. La búsqueda en Honduras por la Identidad Nacional desde la década de 1980 se nutrió de este otro Turcios, sobre todo por medio de libros por don Medardo Mejía, ya en la antesala de su muerte, y por Ramón Oquelí (1934-2004), quien no sufrió 3 Turcios, Froylán, “La Vida del Pasado”, Revista Ariel, Nº. 77 (1 de Noviembre, 1940), p. 1922. 9 la desdicha de presenciar el golpe de Estado del 2009. Este Turcios yace hoy olvidado en el Cementerio General de Tegucigalpa, pero sin duda denunciaría el último golpe de Estado en Honduras. Este Turcios fue el que conocí primero, gracias al hecho de que un tío materno, Armando Méndez Fuentes (1925-2003), heredó fotografías, correspondencia y libros de Turcios por medio de la amistad con su hermana menor, Mercedes, a la vez amiga de mi abuela materna, María del Pilar Osorio Fuentes. Sospecho que los hondureños y hondureñas hoy nos debatimos entre las encarnaciones de los dos Turcios. Me apego al segundo Turcios, al que no lo destruye el pasado, aun cuando, como dijo Rafael Heliodoro Valle, la “historia de Honduras se puede escribir en una lagrima”. Entonces, en primera instancia, me comprometí con este testimonio para contribuir al rescate de un enorme esfuerzo institucional, oficial, de Estado, por fortalecer la Identidad Nacional de mi país, mismo que fue violentado por un cruento golpe de Estado contra un Presidente electo democráticamente, Manuel Zelaya Rosales. En ese afán nos fundamentamos no sólo en Turcios sino también en Walter Benjamín, cuyo compromiso ético y metodológico permea todo este libro: “articular históricamente lo pasado no significa conocerlo como verdaderamente ha sido. Consiste, más bien, en adueñarse de un recuerdo tal y como brilla en el instante de un peligro”. El documental que acompaña el libro igualmente supone esta visión. Le corresponde al documental ilustrar, con voz, imagen y canto, lo que buscábamos en el Instituto Hondureño de Antropología e Historia entre el 2006 y el 2009, articulación con la política cultural de la Secretaria de Cultura, Artes y Deportes y los espacios democráticos promovidos por el Presidente Zelaya. Así como el testimonio, el documental ilustra cómo se destruyeron (¿retrasaron?) nuestros sueños, y con qué consecuencias. En este contexto comienzo con los indicados agradecimientos más inmediatos: Trinity College y colegas y amigos de Hartford, Connecticut en los EUA, especialmente a Pablo Delano, quienes aportaron fondos y solidaridad humana en los momentos más difíciles del trauma del post- Golpe; a mi familia, que vivió y sigue viviendo el impacto del golpe de Estado, como miles y miles en Honduras; al Dr. Rodolfo Pastor Fasquelle, Secretario de Cultura, Artes y Deportes durante la Presidencia de Manuel Zelaya Rosales, quien me confió el cargo como Gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia en un “instante de un peligro”; a Javier Eliú, quien diseñó la portada de este libro en continuo diálogo con el autor y otros y otras que en seguida se reconocen: Manuel 10 Farias, desterrado hace años de Chile a Honduras, quien se encargó de convertir los guiones que generamos junto con Yesenia Martínez en un doloroso documental. También agradezco a los siguientes colegas y amigos que leyeron todo o partes del manuscrito en sus diferentes fases entre Diciembre del 2009 y Octubre del 2010. Todos ellos lo enriquecieron con observaciones, sugerencias y críticas: Rodolfo Pastor Fasquelle, Helen Umaña, Julio Escoto, José Antonio Funes, Geraldina Tercero, Rebeca Becerra, Patricia Cardona, Víctor Ramos Rivera, Salvador Suazo, Isadora Paz, Cordelia Frewen, Natalie Roque, Karla Moncada, Lidisis Figueroa, Rolando Canizales, Rosemary Joyce, Ignacio Ruperez, y Yesenia Martínez. Este libro se concibió y se escribió en Tegucigalpa, Hartford, San Pedro Sula, Santa Barbara, Comayagua, Tela, La Ceiba, Olancho, y aun en otros países: Costa Rica, Nicaragua, Ecuador, España, y hasta en Cambodia. También se escribió en numerosas ciudades donde viajé entre fines del 2009 y recientemente denunciando el impacto del Golpe de Estado sobre la política cultural de Honduras. Agradezco a todos aquellos y aquellas que de diferentes maneras acuerparon este proyecto. Son tantos, que el espacio no me permite regístralos todos aquí. Este libro, y el documental que lo acompaña, se produjeron bajo la sombra de un terrible golpe de Estado. Mis colaboradores más cercanos en el proyecto, Manuel Farias y Yesenia Martinez, generaron el banco de datos fílmicos para el documental bajo condiciones adversas, por decir poco. Entre Enero y Junio de este año nos trasladamos a todas las ciudades, regiones, aldeas y otros espacios registrados en este libro entrevistando, filmando, conversando y reflexionando sobre nuestro cometido. Las extensas notas en cada página de este libro no sólo fundamentan nuestros argumentos, igualmente registran los detalles de esas andanzas. Los nombres de muchos hondureños y hondureñas que colaboraron con coordinación y entrevistas también se reconocen en las notas, incluso muchos empleados del Instituto Hondureño de Antropología e Historia que siguieron y siguen leales a la política cultural que implementábamos hasta Junio del 2009. Simultáneamente a la generación del banco de datos fílmicos, yo escribía el libro en varios países y ciudades, puesto que desde Enero de este año no solo me re-integré a la universidad en Estados Unidos donde he sido catedrático desde 1990, también me dedique a denunciar el golpe de Estado en numerosas universidades e instituciones de las Américas donde se me invitó con ese fin. El financiamiento de este libro- documental se originó fundamentalmente con los honorarios otorgados 11 por todas las universidades donde dicté conferencias en los Estados Unidos. Si bien es cierto que el financiamiento del proyecto se origina allá, su razón de ser es mi amor por Honduras, a cuya historia le he dedicado mi pasión por la vida intelectual. Cerremos este apartado pero abramos este testimonio con palabras de Froylán Turcios.