Último Cuarto Del Siglo Xvi
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
130 SUSANA NOEMI TOMASI HISTORIA ECONÓMICA MUNDIAL LA RELACIÓN ENTRE LAS CRISIS ECONOMICAS Y LAS GUERRAS TOMO V: EN LA EDAD MODERNA PRIMERA PARTE SIGLO XVI CAPÍTULO V: ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XVI 1 2 Editorial Magatem Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina Mayo de 2020 Dibujo de tapa: Karina Valeria Woloj mail: [email protected] Editorial Magatem Acassuso 5808 (1440) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Argentina TE: 011- 46822431 Mail: [email protected] 3 INTRODUCCIÓN Con este último capítulo, concluyo el análisis de la relación entre las crisis económicas y las guerras en el siglo XVI, que significó la conquista, esclavitud, saqueo y destrucción de los pueblos originarios de América, parte de África y Oceanía. Transcurrió este período con innumerables guerras entre los distintos reinos europeos, que fueron trasladadas a los territorios conquistados. El saqueo efectuado a los pueblos originarios, significó para Europa un auge económico, ya que la depredación de la riqueza de los mismos, fue volcada en el incremento de la fortuna de sus devastadores y por lo tanto en el incremento económico de Europa. Sin embargo, debido a la cantidad de guerras libradas en distintos lugares del mundo, el Imperio Español, que se instituyó como la superpotencia de este siglo y congregó un imperio formidable, con territorios por todo el mundo, en diversas oportunidades, se declaró en bancarrota, increíble, ya que el oro que esquilmaba solo de América, debería haberle sido suficiente para mantener el estado, pero no lo fue. El Imperio Español, logró su auge al sumar el Imperio Portugués, ya que a partir de 1580, la corona española y la portuguesa se unifican bajo el reinado de Felipe II. El Imperio Español subyugó amplísimas regiones en América, abarcando desde Estados Unidos hasta Chile y Argentina, territorios en África, colonias en Asia fruto de la conquista de Portugal, además de parte Italia, los Países Bajos, (donde tuvo que enfrentar la guerra de secesión) Borgoña, y más. Muchas de las guerras que surgieron en Europa, fueron a raíz de la reforma protestante y de las conquistas musulmanas de regiones y la pérdida de territorios y riquezas para la Iglesia Católica y los reinados católicos. Las luchas además existieron debido al crecimiento de las ciudades, ya que Europa mostraba un gran progreso urbano, y la transformación al sistema económico capitalista, que recién se vislumbraba, junto al desarrollo del comercio del Mediterráneo y la búsqueda de nuevos mercados, 4 por lo que surge la lucha por el control del tráfico marítimo entre las distintas potencias de Europa, dividido entre católicos y protestantes y los ejércitos musulmanes, que bloqueaban el tránsito marítimo. GUERRA POTIGUARA – PORTUGUESA 1574 – 1599 Potiguara (1) era el nombre de los indios que habitaban la costa del noreste de Brasil, en el siglo XVI, aproximadamente entre las ciudades actuales de João Pessoa, en Paraíba, y São Luis, en Maranhão. Los conflictos entre los Potiguara y los invasores se mencionan repetidamente en la memoria del grupo y se mencionan en documentos oficiales (informes, demandas, mandatos, cartas del órgano indígena) y en cartas escritas por los propios pueblos indígenas al órgano indígena y otras instituciones, como la Fiscalía General de la Nación, la Universidad Federal de Paraíba, así como los medios de comunicación. El comienzo de esta larga guerra (2) se atribuye al secuestro de la hija de un jefe de Potiguara por parte del dueño de un molino en 1574. En represalia, los indios invadieron el molino y mataron a sus habitantes. Algunas expediciones punitivas portuguesas fueron enviadas entre 1575 y 1584 para derrotar a la resistencia indígena. En 1585 los portugueses y españoles obtienen una victoria contra una alianza de Potiguara y franceses en el noreste de Brasil. Sin embargo, a fines del año 1585, los barcos franceses llegaron a la Bahía de la Traición, lo que requirió nuevas expediciones portuguesas. A finales de la década, la ciudad de Nossa Senhora das Neves (ahora João Pessoa) estaba rodeada de Potiguara y solo se recuperó en 1590. Con la pérdida del apoyo de los franceses y una gran epidemia, las Potiguara acordaron la paz con los portugueses en 1599. PRIMERA GUERRA PORTUGUESA-NDONGO 1579 En 1579, (3) el gobernante de Ndongo, Ngola Kiluanje kia Ndamdi, masacró a los portugueses y residentes congoleses en la capital de Ndongo, Kabasa, bajo la influencia de los renegados 5 portugueses. Tanto los portugueses como congoleses lucharon contra Ndongo, y la guerra intermitente entre Ndongo y Portugal persistiría durante décadas. INVASIÓN DE NDONGO 1580 La guerra (4) que siguió fue testigo de una invasión de Congo que fue derrotada por un estrecho margen en 1580 y una ofensiva portuguesa río arriba en el río Kwanza, que resultó en la fundación de su fuerte en Massangano en 1582. Aborígenes sobas cambiaron su lealtad a Portugal y pronto muchos de las provincias costeras se unieron a la colonia. Para 1590, los portugueses decidieron atacar el núcleo de Ndongo y enviaron un ejército contra Kabasa. Ndongo, sin embargo, había sellado recientemente una alianza con la cercana Matamba y la fuerza portuguesa fue aplastada. Después de esta derrota, Ndongo hizo una contraofensiva, y muchos de los sobas anteriormente pro- portugueses regresaron a Ndongo. Pero Portugal logró retener gran parte de la tierra que había ganado en las guerras anteriores, y en 1599, Portugal y Ndongo formalizaron su frontera. GUERRA CHICHIMECA SEGUNDO PERÍODO 1576-1600 CONFLICTO DE 1576 – 1579 María Isabel Monroy Castillo y Tomás Calvillo Unna (5) indican “que los jinetes armados iban y venían por la angosta cañada donde crecía la ciudad. A veces traían guerreros chichimecas cautivos y desnudos con su pintura de guerra; con más frecuencia, los prisioneros eran mujeres y niños. Todos eran vendidos como esclavos. Era una violación a las leyes antiesclavistas del rey; pero los colonos, alejados y desdeñosos de la autoridad real, no tenían muchos escrúpulos en el modo en que vengaban las depredaciones de los guerreros de aquellos parajes. La esclavitud era un castigo y dejaba una ganancia bien recibida por la gente de la frontera. La milicia tenía una estructura y un comportamiento informal, estaba mal disciplinada y a menudo luchaba sobre todo en defensa de su propia familia, sus propiedades o su entorno. A veces, sin paga 6 real ni reclutamiento regular, sencillamente constituía una compañía militar integrada por el séquito, empleados o parientes de algún fronterizo. Cuando Miguel Caldera cumplió 20 años de edad, la Guerra chichimeca crecía en intensidad y saña y seguía dificultando la búsqueda de plata y el trabajo en las minas, los ranchos ganaderos de la frontera y los asentamientos. La naturaleza de aquella confrontación contenía la clave que un día revelaría el camino para ponerle fin. El virrey Martín Enríquez estaba obligado por su conciencia a buscar esa clave y a terminar la guerra. En el intento, tenía que depender de hombres que tuvieran experiencia en la frontera: soldados, mineros, ganaderos, funcionarios, clérigos. Entre ellos estaban los hombres que vivían entre los constantes ataques y la persecución de los chichimecas y que insistirían en el recurso de la espada; pero también existían, como el bisoño soldado Caldera, los verdaderos conocedores del conflicto. Cuando Caldera se alistó en la milicia participaba de las ideas dominantes que había sobre los chichimecas; años más tarde se dio cuenta de que los medios con que durante tantos años habían intentado acabar con la guerra no habían servido más que para encenderla. Fue en la década de 1580 cuando, convertido ya en capitán, recorrió todos los confines del territorio y se dedicó a la pacificación de la Gran Chichimeca. En 1582 un grupo de estancieros y residentes de la frontera presentaron al virrey un informe detallado sobre la situación en que se encontraban y pedían justicia. Esto provocó que el virrey conde de la Coruña intensificara los esfuerzos por pacificar la región. Al mismo tiempo, se consideró impostergable la necesidad de aplicar parte de las entradas reales a la solución de la guerra. Con el impulso del virrey para lograr una fuerza combatiente capaz de vencer a los chichimecas surgió una nueva forma de organización militar: compañías más numerosas a las órdenes de capitanes, más presidios y mejor guarnecidos, más generales y más capitanes. En suma, el lustro que siguió a la crítica temporada de sequías de 1578 a 1579 vio surgir una verdadera milicia de la frontera, una fuerza militar integrada por soldados veteranos, residentes fronterizos y ciudadanos contratados por breves periodos de servicio para enfrentarse a las emergencias de la guerra. 7 En 1585, Miguel Caldera inició la campaña en la sierra occidental en la zona nayarita y estableció con los coras las primeras alianzas, que serían el principio de la paz. Se dio cuenta de que la diplomacia usada en occidente también podía resultar en el este, con los guachichiles de la nación de su madre. A la renovación de la milicia y a las erogaciones de la corona se sumó la campaña antiesclavista que inició el virrey marqués de Villamanrique y que prohibía terminantemente la esclavitud de los chichimecas. Desde distintos puntos, los capitanes Rodrigo del Río de Loza y Juan Morlete apoyaron y siguieron la política de Caldera para pacificar a los indígenas. Se prometió a los chichimecas amnistía, alimentos, ropas, buenas tierras para establecerse, aperos agrícolas, enseñanza de la agricultura, preparación religiosa y plena protección de sus personas y sus derechos. A cambio, debían renunciar a la guerra, aceptar la enseñanza cristiana y afirmar su lealtad a la corona española. Estas medidas se podían adoptar porque la situación, después de 40 años, había cambiado. Entre las personas que habían logrado establecerse —conquistadores o indígenas— existía un deseo generalizado de paz y los chichimecas, por su parte, estaban muy desgastados.