Etnorock. Los Rostros De Una Música Global En El Sur De México
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Etnorock. Los rostros de una música global en el sur de México Martín de la Cruz López Moya Efraín Ascencio Cedillo Juan Pablo Zebadúa Carbonell (coordinadores) Libro dictaminado por los especialistas: Tania Cruz Salazar (El Colegio de la Frontera Sur), Lucio Raúl Carnicer (Colegium Córdova, Argentina). Etnorock. Los rostros de una música global en el sur de México de Martín de la Cruz López Moya, Juan Pablo Zebadúa Carbonell, Efraín Ascencio Cedillo (coordinadores). Diseño e imagen de portada: Efraín Ascencio Cedillo Primera edición: septiembre de 2014 ISBN: 978-607-8240-99-9 Impreso en México D.R. © 2014, UNIVERSIDAD DE CIENCIAS Y ARTES DE CHIAPAS Av. Sur Poniente 1460 C.P. 29000, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México UNIVERSIDAD DE CIENCIAS unicach.edu.mx Y ARTES DE CHIAPAS [email protected] D.R. © 2014, CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MÉXICO Y CENTROAMÉRICA Calle Bugambilia 30, fracc. La Buena Esperanza C.P. 29243, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México Tel. y Fax: 01 (967) 678 69 21, ext. 106 cesmeca.unicach.mx [email protected] D.R. © 2014, JUAN PABLOS EDITOR, S.A. 2da. Cerrada de Belisario Domínguez 19, colonia del Carmen, delegación Coyoacán, C.P. 04100, México, D.F. [email protected] Etnorock. Los rostros de una música global en el sur de México Martín de la Cruz López Moya Efraín Ascencio Cedillo Juan Pablo Zebadúa Carbonell (coordinadores) Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica Juan Pablos Editor, S. A. 2014 Índice Presentación 11 Prólogo Entramados rockeros y etnicidad contemporánea 19 Maritza Urteaga Castro Pozo El rock indígena en Chiapas. Estrategias de reconocimiento 27 y de consumo cultural Martín de la Cruz López Moya y Efraín Ascencio Cedillo Rock y juventudes indígenas en el Totonacapan 43 Ariel García Martínez Estilos juveniles e identidades en la región del Totonacapan. 59 Rockeros, consumidores y transculturados Juan Pablo Zebadúa Carbonell Jóvenes indígenas, identidad y rock en la Montaña de Guerrero 77 Jaime García Leyva Rock en tu idioma, rock en mi idioma: etnicidad 95 y geografías culturales en el consumo del rock en tsotsil Juris Tipa Los orígenes de Vayijel. Un paraje en los senderos del rock 111 Edgar Joaquín Ruiz Garza ¿Etnorock cristiano? Jóvenes músicos indígenas cristianos en la periferia 129 de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas Alan Llanos Velázquez Rebeldía, música y consumo cultural. 143 De los conciertos solidarios al Vive Latino Gustavo Coutiño Sorian Serie fotográfica: Jóvenes y mutaciones musicales 159 Efraín Ascencio Cedillo Presentación 10 11 as manifestaciones del rock en América Latina continúan creando nuevos nichos en los que Lcohabitar. Hasta hace un par de décadas, esta práctica musical estuvo ausente fuera de los entornos culturales de las grandes metrópolis y de los centros urbanos medios. Se podía constatar que el rock, en tanto manifestación artística de gran despliegue mediático, estaba dentro de las esferas de producción de juventudes netamente urbanas y que sus influencias y configuraciones sólo atañían a esos sectores que, marginales o no, devenían en actores de consumo de rock a grandes escalas. Hoy, en cambio, emergen novedosas expresiones en otros espacios, concretamente entre juventudes rurales o entre jóvenes hablantes de alguna lengua indígena, como ha ocurrido en algunas regiones de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, Perú o México. En el caso concreto de nuestro país, si bien la práctica del rock ha constituido un recurso creativo mediante el cual los jóvenes se narran a sí mismos en las periferias de las industrias de la música (ya como contracultura, ya como discurso de impugnación, o como una “forma de vida” según los cánones tradicionales del ser rockero), un complejo entramado de interacciones ha hecho posible que el rock haya encontrado nuevas formas de expresión entre juventudes indígenas a lo largo del territorio mexicano. En este sentido, la producción rockera en ámbitos indígenas de México converge en procesos globales, mediáticos y políticas culturales, o en las nuevas formas de habitar las ciudades, de autopercibirse y de narrarse que adoptan estos jóvenes en la contemporaneidad, lo que conduce a la aparición de un conglomerado de elementos culturales disímiles que son apropiados indistintamente por las juventudes indígenas, que ven en el rock un espacio de interpelación para situarse, precisamente como jóvenes, en las complejas realidades que sobresalen actualmente. ¿Qué tan musicales son las juventudes indígenas? Al integrar el rock dentro de sus prácticas musicales y fusionarlas con las sonoridades de las tradiciones musicales de sus pueblos, los jóvenes se posicionan como actores étnicos y urbanos que, a través de un sonido local que aquí llamaremos genéricamente “rock indígena”, conciben una nueva forma de representarse y de incluirse como parte de las permanentes reconfiguraciones sociales que acontecen en los panoramas socioculturales de las sociedades actuales. El rock constituye, entonces, un recurso para ampliar sus horizontes musicales, diversificar los paisajes sonoros y generar nuevas formas de intercambio intercultural entre estos “nuevos actores” rockeros en sus contextos étnicos. En el caso concreto de Chiapas, una escena musical emergente a partir del rock la constituye el evidente sincretismo cultural que protagonizan jóvenes que, al mismo tiempo que recurren a sus culturas ancestrales para generar discursos musicales y artísticos, adoptan modelos que anteriormente les eran negados por la simple perspectiva que signaba lo que “sí 10 11 debería” pertenecer a los colectivos indígenas. Al acoger formas de consumo musical como el rock, estos jóvenes mudan los esencialismos con los que se observaban desde fuera, para conformarse en sujetos que prohíjan sus propias identidades y pertenencias tal y como ellos mismos observan sus entornos sociales. De esta forma, las resonancias ancestrales, como es el caso del bolomchón, un canto y danza ritual por excelencia que se practica entre indígenas de la región de Los Altos de Chiapas, dialoga ahora con otras propuestas musicales como el reggae, el hip-hop, el heavy metal, el ska, el blues, la trova, las músicas del mundo o la música norteña mexicana, también conocida como grupera en el mercado de la música, por citar un ejemplo emblemático en el llamado rock indígena de Chiapas. Lo que se presenta en este libro titulado Etnorock. Los rostros de una música global en el sur de México tiene que ver con el análisis y el debate de la emergencia del nuevo sujeto “joven indígena”, un actor que había sido olvidado por los análisis que observaban únicamente las resistencias de estos jóvenes frente a los embates de una modernidad que eventualmente socavaría las tradiciones étnicas. Este nuevo sujeto resulta ser parte fundamental de lo que propicia, hoy día, una vuelta de tuerca a esas miradas que repetían un canon imperturbable sobre las etnias, y en concreto sobre las juventudes indígenas. Y si este nuevo sujeto deviene en consumidor de rock, entonces la discusión se amplía e implica tantas diversificaciones como propuestas analíticas, primero en las dinámicas étnicas donde se producen estos fenómenos y, después, en las perspectivas futuras de cómo observar a estos colectivos juveniles y las formas de apropiación de sus particulares dinámicas socioculturales. De igual forma, el libro consigna las influencias que el llamado “mundo global” ha generado a partir de sus múltiples propuestas, entre ellas el predominio de los medios de comunicación, las redes sociales, el consumo cultural, etcétera. Sin obviar, desde luego, la presencia de fenómenos sociales de gran envergadura, tales como la migración en los universos rurales e indígenas o las instituciones de educación, que influyen más directamente sobre los jóvenes rockeros, lo que indica que los jóvenes indígenas también están mediados por procesos que las propias globalidades generan y son activos participantes en estas prácticas. Finalmente, lo que de igual forma se pone de manifiesto a lo largo de todos los capítulos del libro son los permanentes flujos de “hibridación” de los que se nutren los jóvenes indígenas rockeros, de tal forma que no es posible hablar ahora de los escenarios culturales étnicos sin que emerja el horizonte analítico de los “entramados culturales” en los cuales participan, particularmente, los jóvenes. Los capítulos de Etnorock. Los rostros de una música global en el sur de México ilustran casos representativos de estos movimientos musicales rockeros en entornos sociales de tres entidades del sur de México: Veracruz, Guerrero y Chiapas. Exploran los procesos de producción y de circulación de los bienes simbólicos rockeros en estos espacios; se trata de un concierto de voces que muestran las transformaciones de las escenas musicales locales en las que los jóvenes juegan un papel protagónico. Los trabajos aquí reunidos muestran la experiencia musical de los hacedores del rock, ya como creadores y difusores de este género musical, o como receptores y consumidores que siguen a estas bandas y a otras de las escenas nacionales e internacionales. Hacerse rockero indígena representa en este contexto un lugar de apropiación entre los jóvenes indígenas y un espacio para el intercambio cultural y de múltiples saberes. ¿Seguirán siendo llamados indígenas estos jóvenes que adoptan la electrificación de los instrumentos musicales para hablar de sus preferencias culturales? ¿Quiénes son los hacedores del rock 12 13 indígena? ¿Se