Natura, Ars, Fortuna, Virtus, Unanimiter Deflent. Muerte Y Fama Temprana De Agostino Mitelli (1660-1667)
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Natura, Ars, Fortuna, Virtus, unanimiter deflent. Muerte y fama temprana de Agostino Mitelli (1660-1667) Natura, Ars, Fortuna, Virtus, unanimiter deflent. The death and early reputation of Agostino Mitelli (1660-1667) García Cueto, David * Fecha de terminación del trabajo: mayo de 2003. Fecha de aceptación por la revista: noviembre de 2003. C.D.U.: 75 Mitelli, Agostino BIBLID [0210-962-X(2004); 35; 239-256] RESUMEN El nacimiento de la fama del artista durante la Edad Moderna se revela desde la actualidad como un fenómeno en buena medida dirigido y planificado. Este trabajo analiza el episodio concreto de la fama temprana del pintor boloñés Agostino Mitelli, causada entre otras circunstancias, por su temprana muerte en Madrid durante el mes de agosto de 1660. Para ello se han considerado diversos testimonios literarios y poéticos procedentes de fuentes de la época, todas ellas anteriores a 1667, año de la aparición de la oración IIPrencipe, consagrada a la memoria del pintor e hito en este proceso. Palabras clave: Historiografía del arte; Biografía; Elogios poéticos; Pintores; Pintura barroca. Identificadores: Mitelli, Agostino. Topónimos: Madrid; Bolonia. Período: Siglo 17. ABSTRACT Artistic reputation in the Modern Age has become a phenomenon which is largely controlled and consciously planned. In this study we discuss an example of this: the reputation achieved by the Bolognese painter Agostino Mitelli, largely posthumous, since it was mainly the result of his early death in Madrid in August 1660. Severa! contemporary literary and poetic documents are examined. These documents ali date from before 1667, when ll Prencipe, devoted to the memory of the painter and key element in the establishing of his reputation, was published. Key words: Historiography of Art; Biography; Poetic eulogies; Painters; Baroque painting. Identifiers: Mitelli, Agostino. Place Names: Madrid; Bologna. Period: Siglo 17. * Departamento de Historia del Arte. Universidad de Granada. Cuad. Art. Gr., 35, 2004, 239-256. 239 GARCÍA CUETO, DAVID La fama de los artistas y su fortuna crítica se han desvelado a lo largo de la Historia como procesos de intensidad cambiante. Excepto las grandes figuras del Renacimiento italiano -si bien a veces ni siquiera ellas-y algunos destacados artistas de otras escuelas, como Diego Velázquez en el caso de la española, los demás artífices han visto por una u otra causa cómo su consideración cambiaba, aumentaba, disminuía o incluso desaparecía. Pre tendo en este trabajo, a modo de particular contribución al esclarecimiento de estos proce sos, analizar los inicios de la fama del pintor boloñés Agostino Mitelli, quien tras haber alcanzado una muy considerable estima entre sus contemporáneos, la cual perduró no menos de cien años, cayó en un notable olvido en tiempos más recientes. Agostino Mitelli (Batedizzo 1609-Madrid 1660) fue junto con su compañero, el también pintor Angelo Michele Colonna, responsable de la difusión de la quadratura o ficción pictórica verosímil de arquitecturas desde el núcleo boloñés a varias regiones italianas, como la Toscana o el Lazio, y también a otra nación europea, España. La venida de Mitelli y Colonna al servicio de Felipe IV para decorar al fresco distintos espacios de los reales sitios españoles, constituyó un singular episodio para cuya culmina ción hubieron de activarse muchos de los dispositivos diplomáticos existentes en la época; participaron en aquellas gestiones Diego Velázquez, el marqués de Liche, Virgilio Malvezzi y el cardenal Giovan Cario de Medicis, entre otros, y tras superar las complejas gestiones necesarias, los artistas llegaron por fin a Madrid a finales del verano de 1658, comenzando de inmediato a trabajar en el Alcázar Real. Ni ésta ni ninguna otra de las obras realizadas por el dúo de boloñeses en la Corte española han llegado hasta nuestros días, si bien el lugar que aquellas decoraciones ocuparon en el panorama artístico español de las cuatro últimas décadas del siglo XVII fue de verdadero privilegio, ya que se convirtieron en casi único referente en un panorama que carecía de fresquistas capaces y actualizados, e iniciaron con su ejemplo y magisterio una corriente de pintura de quadratura vigente, con ciertas mutaciones, hasta bien entrado el siglo XVIII. Pero no es propósito de este trabajo analizar la obra española de Agostino Mitelli y Angelo Michele Colonna, cuestión que cuenta con una considerable aunque aún insuficiente biblio 1 grafia y de la que me he ocupado en otras ocasiones , sino analizar, como anticipaba, el episodio concreto del nacimiento de la fama de uno de estos artistas, Agostino, desde su prematura muerte en Madrid el 2 de agosto de 1660 hasta el año 1667, en el que se cerró una serie de importantes homenajes con la lectura en Génova y la posterior edición en Bolonia de una oración fúnebre consagrada a la memoria del pintor, titulada Il Prencipe. La creación de la fama de Agostino se debió a más circunstancias que a la veneración y el recuerdo de sus coetáneos, ya que lejos de constituirse de forma espontánea, fue un proceso dirigido y causado por diferentes intelectuales de aquel momento, persuadidos, convencidos o aliados con el gran promotor de la elevación del nombre de Agostino Mitelli a las más altas cumbres del Parnaso, que no fue otro que el padre Giovanni, hijo y biógrafo del artista, quien entre los años 1665 y 1667 redactó una Vita de su progenitor, titulada Vita et Opere di Agostino Mitelli 2, en principio con la intención de llevarla a la imprenta, y tras frustrarse esta posibilidad, la continuó con la recopilación de todos aquellos materiales 3 útiles para documentar la existencia de la familia Mitelli y su entorno más inmediato • 240 Cuad. Art. Gr., 35, 2004, 239-256. NATURA, ARS, FORTUNA, VIRTUS, UNANIMITER DEFLENT. MUERTE Y FAMA TEMPRANA DE AGOSTINO M/TElll (1660-67) 1. El convento de la Merced. Detalle del Plano de Madrid de Pedro Texeira, 1656. En las siguientes páginas intentaré analizar el surgir de la fama temprana de Agostino, si bien este acontecimiento poseyó tal densidad, que su consideración exhaustiva desbordaría los límites necesarios de este trabajo, por lo cual he de limitarme a apuntar las líneas maestras y los personajes fundamentales que en él participaron. Tras analizar las circuns tancias de la muerte del artista en Madrid, me referiré a las diversas conmemoraciones que en los años siguientes tuvieron lugar en Italia, para concluir con la presencia de Agostino en la historiografia del seiscientos en aquellos territorios. SOBRE LA MUERTE DE AGOSTINO MITELLI Y SUS HONRAS FÚNEBRES EN MADRID E ITALIA La última empresa artística comenzada por los boloñeses en Madrid antes de la muerte de Agostino fue la decoración de la iglesia de la Merced, templo del amplio complejo conventual que los mercedarios calzados habían levantado en la Corte, el cual fue por completo destruido durante las profundas reformas urbanas de la villa en el siglo XIX; hoy tan sólo puede ser evocado a través de distintos testimonios gráficos, de los cuales el que reproduce una imagen más cercana a la que pudieron conocer los boloñeses es el plano de Pedro Texeira de 1656 (lámina 1), en la que es posible apreciar la magnitud del templo, la anchura de su nave y la disposición de su cabecera. La decoración de las zonas más carismáticas del interior de esta iglesia no fue pactada antes de la llegada a Madrid de los artistas, y por ello no se mostraron en principio dispuestos a acometerla. Tras finalizar las obras que el rey y sus consejeros habían dispuesto que realizasen, Mitelli y Colonna deseaban volver a Bolonia, anhelo que en Colonna parecía Cuad. Art. Gr., 35, 2004, 239-256. 241 GARCÍA CUETO. DAVID más intenso, tal vez por su marcada hipocondría y su mala adaptación al clima madrileño. Pero los frailes intercedieron ante el rey, argumentando, como recuerda el historiógrafo Malvasia, que la casa del monarca no podía ser más que la de Dios 4, razón que a todos debió parecer suficiente y definitiva. Además, por lo que se desprende de un testimonio referido a Colonna algo posterior a este momento, los mercedarios fueron generosos 5 pagadores, lo cual al menos debió hacer más llevadera la imposición regia . En cualquier caso, los trabajos en la iglesia comenzaron en la primavera o en las primeras semanas del verano de 1660, si bien fueron compaginados con la terminación de las pinturas del salón de San Pablo del Buen Retiro, y seguramente con otras tareas artísticas menores en las posesiones de don Gaspar de Baro, marqués de Liche y del Carpio, valedor de los boloñeses en Madrid. Mitelli tuvo tiempo antes de morir de realizar los bocetos y cartones necesarios para la decoración de la cúpula de la iglesia de la Merced, en la que debían representar la Asunción, los cuales fueron aprovechados por Colonna para pintarla tras el fallecimiento del artista, hecho que el padre Giovanni Mitelli reprochó una y otra vez en la biografía de su padre 6. En efecto, Agostino nunca llegó a terminar esta obra; la muerte le llegó de fomrn fulmi nante e inesperada. Como cabe suponer, un hecho tan funesto como éste tuvo que ser recordado en varias ocasiones por su hijo en la Vita, en la que afirma que el fallecimiento de su progenitor se debió a lo que sigue: «morí il Mitelli, per il travaglio del riscaldersi del 7 camino p[er] il mese di Agosto et bevere da' Madrid al Casino del Marche.Se di Lichie» • Parece que fue algo simple; mientras el pintor iba hacia la casa del Pardo o de la Moncloa, propiedad del marqués de Liche, para pintar, se acaloró en exceso o se insoló. A consecuen cia de esto debió contraer unas fuertes fiebres que acabaron con él. Sin embargo, en el manuscrito se recoge otra posibilidad menos difundida, según la cual la muerte de Agostino se debió a su envenenamiento por los pintores españoles del rey, llevados por la envidia de 8 su genialidad, si bien nada puede afirmarse sobre la veracidad de esta suposición .