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AUTORES: Francisco Xosé Fernández Riestra Arqueólogo Capítulos: 1, 2, 3, 4, 5 y 7 Jesús Marcos Fernández Arquitecto Capítulo 6 nada Agradecimientos Agradecemos la colaboración de numerosos vecinos que facilitaron todo tipo de ayuda en el trabajo de campo: Barnéu, Casa Farrucón · Becerrales, Casa Montera · Briximada, Mª Luz de Casa Roque · Busto, Casa Piñeira y Casa Perolo · , Casal` Tempranu · Cuantas, Casa Vega · Culiema, Casa Pachín y Casa Rectoral · Chanos, Aurelio Gayo Castro y Feliciano Gayo Feito de Casa Catorce · Chanu, Casa Lola · Funtaniel.la, Casa Bernaldón · Gillón, Casa Guerra y Casa Pimpanín · Lagüeiro, Constantino Cuervo de Casa’l Pontigo · L’artosa, Graciano y Olga de Casa Estebanón · Casa Forcón y Casa Zreizu · L.lamera, Casa García y Casa Floro. · , Casa’I Campa, Casa Tíu Sidru y Casa Pasquín · L.lamas del Mouru, Manuel de Casa Los Xarros y Casa Lauriano · L.lamera, Casa Floro, Casa García · L.larón, Casa Casín · Nandu, Casa Pistolu y Casa’l Palacio · La Nisal: Casa Frandambres, Casa Fonsu, Casa Daradiós y Casa Fuertes · Noceda, Casa Centén, Casa Freixe y Casa L.lope · Ouría, Casa da Groba · Parada La Nueva, Gloria de Casa Xuanín · Pousada de Rengos, Valentín de Casa Pepe Galán · Retornu: Casa’l Xastre y Casa Cul.lar · Samartín de Sierra, Casa Llano · Sigueiru, Casa Anxelu · Sonande, Casa Mingón · Sorrodiles, Casa Xuana, Casa Frade, Casa Muirazu, Casa’I Sierra · Soutu Los molinos, Casa Silvestre · Tresmonte d’Arriba, Casa Boto · Vecil, Casa Juanito · Veigaipope, José Martínez y Mª Carmen de Casa Mulineiru · Vilar de Cendias, Casa Tomasón · Vil.larín de · Francisco de la Casa Sierra · Vil.larmental, Casa’l Conde, Casa Felicianu y Casa Menende · La Viña, Casa Vicente, Casa Chaguín · Xarceléi, Palacio de Xarcelei.

Patrimonio religioso Agradecemos la colaboración a todos los párrocos de las parroquias citadas. Julián de Hoyos González, párroco de las parroquias de Pousada de Rengos, La Riegla, Larna, Castanéu, Noceda y , J. A. Moretón, párroco de San Pedro de Culiema, Samartín y Tubongu y al prior D. Emiliano de Burgos y PP DD del Monasterio de Courias.

Documentación y transcripción Francisco Xosé Fernández Riestra y Laura Arango del Campo.

Dibujos y plantas Francisco Xosé Fernández Riestra

Colaboradores en documentación Juaco López Álvarez, director del Muséu del Pueblu d’Asturies y Armando Graña García, etnógrafo. Juan Pablo Torrente Sánchez-Guisande, presidente de la sociedad Fogium Lupale, dedicada al estudio y protección de las estructuras cinegéticas históricas. Archivo Municipal de . Marta Veiga. Colaboradores: Loi Barbón Barbón (traducción al inglés), Fernando de Álvaro, Carlos Varela, (datos de campo de Cangas de Narcea). Oficina de Política Lingüística de Cangas del Narcea. José Martínez Fernández, propietario del molino y la estacada de Veigaipope. Yania Suárez García.

Fondos fotográficos Francisco Xosé Fernández Riestra. Mara Herrero. Archivo de C. X. Varela Aenlle. Miki López. GDR Alto Narcea Muniellos. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies, Xixón. Fondos de Fritz Krüger y José Ramón Lueje. Jimena Ingeniería. Fernando de Álvaro. Arnaud Späni.

Diseño Creativa. www.somoscreativos.com

Imprenta SUMMA D.L.: AS-2380-2011

I.S.B.N.: En tramitación nada Las construcciones son una de las “herramientas” que más sencillas hasta las más complejas. En el libro se mejor definen la vida humana. Su presencia en el describen los tipos de casas que existen, que son el paisaje y su importancia para las personas es tan centro de la vida de las familias; los hórreos y paneras grande, que no es extraño que al estudio de la arqui- para guardar las cosechas y otras muchas cosas; las tectura tradicional se hayan dedicado tantas páginas. eras para mayar el centeno o el trigo; las cabanas en En Europa, ya desde el siglo XIX, se han publicado las que se refugiaban personas y ganado en las brañas numerosos estudios y catálogos dedicados a la arqui- propiedad de pueblos y de vaqueiros; los cortinos o tectura vernácula, y la preocupación por su conserva- colmenares cerrados para la cría de abejas, que en ción dio lugar a la constitución de museos etnográficos el área tiene especial importancia, y sólo aparecen al al aire libre, a los que se trasladaron construcciones oeste del río Narcea, con la salvedad de uno en Rei- representativas de esa arquitectura. A partir de los tornu; las corripias, construidas en todos los castañe- años sesenta del siglo XX, la museología dio una vuelta dos, en la que se echaban las castañas y se mantenía de tuerca a este asunto y, con la aparición de los este fruto hasta que se desprendía su envoltura; los ecomuseos, la tendencia fue conservar las construc- palomares para criar pichones; las fuentes y lavaderos, ciones in situ. En España, hasta los años ochenta del espacios de uso común; los puentes, imprescindibles siglo XX, no comenzaron a musealizarse construcciones para el transporte de personas, animales y mercancías, tradicionales, como la Casa Gassia, en el Ecomuseu y cuya conservación era incumbencia de los mismos de les valls d’Àneu (Lerida); el Caserío Museo Igartubeiti vecinos; los cierres de fincas; los edificios industriales, (Guipúzcoa); las pallozas de O Cebreiro (Lugo); la necesarios para la transformación de las materias Casa del Marco, en Vilarquille (San Martín de Oscos) primas: molinos, mazos, caleros y hornos de alfareros; o las casas de teito de escoba de Veigas, en el Eco- las capillas y las iglesias parroquiales destinadas al museo de Somiedo, etc. En cuanto a estudios, el interés culto religioso, y los cementerios que son, en definitiva, por esta arquitectura ya se manifestó a fines del siglo la última morada de todos los vecinos. Tampoco han XIX, pero su investigación pormenorizada no comenzó pasado inadvertidas al autor otras construcciones más hasta el siglo siguiente, en el que arquitectos y etnógra- modernas, que se han integrado en el medio rural y fos publicaron numerosos trabajos de ámbito regional que hoy forman parte de él: las escuelas, que comen- y nacional. No obstante todo lo hecho, todavía queda zaron a proliferar a partir de los años veinte del siglo mucho por hacer en esta materia y, por eso, estudios XX, y las casas de los camineros que se edificaron a locales como éste de Francisco Fernández Riestra son fines del siglo XIX con la apertura de nuevas carreteras. muy necesarios para avanzar en su conocimiento.

Está claro que la arquitectura tradicional no es ajena La arquitectura tradicional constituye un retrato muy a la Historia, ni es atemporal. Por una parte, todas las fiel de la sociedad. Su estudio permite conocer muchas construcciones tienen su historia particular, que en la cosas de esa sociedad y de sus miembros: su nivel mayoría de los casos desconocemos; en la que parti- técnico y económico; su modo de vida; las diferencias cipan un propietario, canteros, carpinteros, herreros, sociales; sus ideas sobre la distinción, el confort y la vecinos que ayudan en el acopio de materiales, etc. higiene, también su religiosidad y su gusto artístico, Por ejemplo, en el libro se mencionan dos capillas de etc. No existe actividad humana que no tenga asociada Cangas del Narcea, una en Parrondo y otra en Xedré. a ella una construcción. Por ello, el presente libro es La primera fue sufragada con un dinero que dejó a un muestrario de las actividades de tres concejos del fines del siglo XVIII un vecino del pueblo que murió suroeste de : Cangas del Narcea, Degaña e en México, y la segunda se levantó en 1795, tiene una . El autor ha tenido el acierto de describir todas fachada de mármol y es un testimonio de una época las construcciones que utilizan sus vecinos, desde las en la que se inició con grandes espectativas la explo- tación de canteras de mármol en el valle de Rengos. El debate hoy es cómo conservar este patrimonio Por otra parte, el conjunto de construcciones rurales cultural. Las medidas son varias. La primera es el que existe en este territorio es un muestrario de su estudio y la documentación de lo que irremediable- evolución histórica y arquitectónica. En el territorio mente va a desaparecer. Otra, es la “musealización” conviven construcciones de la Edad Media y modelos de algunas construcciones representativas. Otra, es de casas muy antiguos con edificaciones contemporá- la difusión de esos estudios y de esas actuaciones con neas. Esta situación es el resultado de una sociedad el fin de enseñar a la población el valor de esta arqui- rural muy conservadora, debido al aislamiento geo- tectura y llegar a conseguir que se identifique con ella, gráfico y también a la persistencia de la figura del para que sea la misma sociedad la que tome la iniciativa meirazo (mayorazgo) o heredero único, sistema here- de su conservación. Por eso este libro es una obra ditario que da lugar a sociedades muy aferradas a la importante, porque pretende difundir y ayudar a valorar tradición. Esto, unido a la pobreza generalizada en la un patrimonio cultural muy cercano, y porque, además, que vivía la mayor parte de los campesinos asturianos, al final del estudio el arquitecto Jesús Marcos Fernán- es la causa de la pervivencia de tipos de casas muy dez propone unas pautas técnicas para reparar y antiguos, a veces cubiertos de paja de centeno, que rehabilitar estas construcciones mejor de lo que se en 1927 estudió el etnógrafo y lingüista Fritz Krüger. vino haciendo hasta ahora. No se trata de que las Sin embargo, los pueblos que visitó este profesor generaciones actuales y las venideras vivan como las alemán cambiaron considerablemente a partir de los anteriores, nada de eso, sino de que sepamos vivir años setenta del siglo XX, primero por la expansión de manteniendo algunos elementos del pasado, que son la minería del carbón y, en los últimos años, por el sin duda muy dignos de perpetuarse en el tiempo, envejecimiento de la población y el despoblamiento junto con los mayores adelantos técnicos, del mismo del campo, lo que ha colocado a muchas de estas modo que hacen otras sociedades que, con frecuencia, construcciones en una situación crítica o ha provocado son las más avanzadas de la Tierra. su desaparición.

Juaco López Álvarez 11 Resumen 12 1.01 El paisaje histórico. Núcleos concentrados, dispersos, polinucleares. La casería aislada. Los caminos. Cultivos, praderías, monte y brañas. Crisis naturales y despoblados. 14 1.02 Aproximación a algunos aspectos culturales vinculados a la casa: La familia troncal. El régimen de Muirazu, familia y casería. Nombres de las casas y apellido troncal. Ritos de construcción y creencias de la casa. 18 1.03 La comunidad. Ayuda comunitaria recíproca en la construcción tradicional. La asistencia de la comunidad en incendios y crisis naturales. Los maestros carpinteiros de armar, canteiros, mamposteros, teitadores y constructores de hórreos. 22

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2.01 Aspectos generales de la construcción tradicional en el suroccidente de Asturias 28 2.02 Las armaduras de cubierta. 29 2.03 Las armaduras de cubierta en el monasterio de Courias. Algunos ejemplos singulares. 31 2.04 Las cimentaciones. 33 2.05 Pies derechos, pilares y otros elementos de la estructura vertical. 33 2.06 Muros de carga. Sillería. Ejemplos de paramentos de mampostería. Forjados de madera. 35 2.07 Los cerramientos. Acabados y revocos. 38 2.08 Corredores y galerías. 40 2.09 Los vanos. 43 2.10 Las cubiertas. Remates, cumbreras y aristas. Bufardas. Aleros. Chimeneas. 44 2.11 Las cubiertas vegetales. Las cubiertas de teja de madera. 50 2.12 Corradas, patios, escaleras. Portales. 53 2.13 Carpinterías, herrajes y mobiliario. 56 2.14 La cocina tradicional. L.lariegas y lareiras. 59 2.15 La decoración y arte popular en la construcción tradicional. Las bandas de cal. 60 2.16 Las cartelas. Epigrafía. Marcas en las armaduras de madera. 63

67 3.01 La casa redonda tipo palloza. La casa tipo Narcea. Aproximación a la evolución de la 68 casa redonda y la casa Narcea. 3.02 Tipos de casa tradicionales. La casa en talud a tres vertientes y la casa de corredor. La casa bloque. La casa tipo Sierra. Casas de bodegueiros y criados. 82 3.03 Las casas semiurbanas y casas-tienda en vial. Casillas de peón caminero. 90 3.04 Los palacios rurales. 92 3.05 Hórreos y paneras. Seriación de las características constructivas y estilísticas desde el siglo XVI a 1950. 93 3.06 La construcción aislada de la cuadra-pajar. 107 3.07 La iglesia parroquial y el románico rural en el suroccidente asturiano. Los campos de iglesia. La capilla. Los Cementerios. Los Cruceiros. 108 119 4.01 Las brañas. El chozo. Las cabanas. La cabana con estructura de bloque de troncos. 120 4.02 Los cerramientos de tierras y prados. Purtiel.las y accesos. 123 4.03 Construcciones y elementos vinculados a la vivienda. El forno. Las corradas. Las eiras. Los emparrados. 125 4.04 Construcciones vinculadas al agua: Fuentes, lavaderos, pozos y pozos de riego. 127 4.05 Los molinos. Molinos de regueiro y de río. Los molinos señoriales: el Monasterio de Courias y el molino de Omaña. Un molino de sangre: el molino de cacao de Courias. 129 4.06 Las estacadas. La estacada de Veigaipope. 131 4.07 Los puentes. Los puentes de piedra. El pontón de madera de Augüera (Castanéu). Los pontigos. 133 4.08 Los cortinos y talameiros. Las corripas. 135 4.09 Los caleichos, cousos, corrales y cortinos de lobos. El caleichu de Pena Ventana. 136 4.10 Los hornos de cerámica tradicional de L.lamas del Mouru. Los caleiros. 137 4.11 Los palomares. 138 4.12 Las escuelas rurales. 140 4.13 Mazos y fraguas. 142 4.14 Las bodegas. 143

147 5.01 El marco jurídico. La ley de patrimonio. Los catálogos urbanísticos. 148 5.02 Núcleos destacados con valor de conjunto. 149 5.03 Posibilidades de actuación en los ejemplos destacados de vivienda. 151 5.04 Hórreos y paneras relevantes. Posibilidades de gestión de las cubiertas vegetales. 152 5.05 Los puentes. 153 5.06 La situación del patrimonio religioso. Valoración patrimonial del románico rural y 153 problemática de conservación.

157 6.01 Introducción. 158 6.02 Rehabilitación – Restauración. 159 6.03 Obra nueva. 161 6.04 Conclusiones. 162

165 7.0 1 Apéndice documental. 166 7.02 Apéndice planimétrico. 169 7.03 Bibliografía. 173 7.04 Fuentes documentales. 177 7.05 Fotografías. 178

CASTELLANO ENGLISH Los concejos de Cangas del Narcea, Ibias y Degaña, The municipalities of Cangas del Narcea, Degaña and situados en el espacio montañoso del suroccidente de Ibias, located in the mountainous south western area of Asturias, mantienen un rico patrimonio de arquitectura Asturias, maintain a rich heritage of traditional architecture tradicional en gran parte desconocido fuera de la largely unknown outside the region. They are remarkable comarca. Resultan destacables por su valor patrimonial for their heritage value, uniqueness and until recently for y singularidad, el mantenimiento hasta fechas recientes maintaining archaic types of housing which have disap- de algunas tipologías de viviendas arcaicas desapare- peared in most rural settings in Europe. Thus, teitada cidas en la mayor parte de los entornos rurales de (thatched) house models built in the medieval tradition, Europa. Así, los modelos de viviendas teitadas de known as pallozas (roundhouses) and casas Narcea tradición medieval, conocidas como pallozas y casas (Narcea type houses), are currently in a state of conser- Narcea, se encuentran en un estado de conservación vation verging onnearcomplete disappearance. The próximo a la desaparición completa. Destacan también formal characteristics of the many traditional houses las cualidades formales de las numerosas viviendas erected during the nineteenth century and the first half tradicionales realizadas durante el siglo XIX y primera of the twentieth century are equally noteworthy, often mitad del XX, a menudo formando agrupaciones de appearing in groupings of great quality and forming an calidad y constituyendo una parte esencial de los essential part of the heritage values of the region. Asso- valores patrimoniales de la comarca. Asociado a estas ciated with these constructions we find a great number viviendas aparece una extensa agrupación de hórreos of horros and paneras (raised granaries) dating from y paneras datados entre el siglo XVI y el primer tercio between the sixteenth century and the first quarter of del XX. La comarca mantiene también un amplio grupo twentieth century. The region also maintains a large group de casonas y palacios rurales realizados en general of casonas (large rural houses) and palaces generally dentro de las características de la arquitectura tradicio- undertaken within the characteristics of traditional archi- nal. Los elementos complementarios son enormemente tecture. The complementary elements are extremely variados e incluyen espacios de uso colectivo como varied and include spaces for collective use such as las fuentes o emparrados, construcciones de uso ga- fountains or bowers, constructions for agricultural and nadero y agrario como cabañas y molinos, y estructuras livestock use such as cabins and mills, and specialized especializadas como las trampas de lobos y los hornos structures such as wolf traps and black pottery kilns. de cerámica negra. Also worth highlighting is the potential of two largely Resta además llamar la atención sobre la potencialidad forgotten elements, the first being the presence of one de dos elementos en gran parte olvidados: por una of the largest concentrations of rural Romanesque chur- parte, la presencia de una de las mayores concentra- ches in all of the northern Iberian peninsula, often asso- ciones de iglesias románicas rurales del norte peninsu- ciated with public spaces of exceptional quality such as lar, asociadas a espacios comunes de excepcional church fields, which hold great significance to the local calidad como son los campos de iglesia, cargados de community. The second is the conservation of a large gran significación para la comunidad local. En segundo group of bridges covering various typologies and dating lugar, la conservación de un numeroso grupo de puen- from both medieval and modern periods, scattered tes de periodo medieval y moderno que abarcan varia- throughout the many waterways of all three municipalities. das tipologías, dispersos en los numerosos cursos de agua de los tres concejos.

12 ASTURIANU OCCIDENTAL GAL.LEGO-ASTURIANU

Los conceyos de Cangas del Narcea, Ibias ya Degaña, Os concellos de Cangas del Narcea, Íbias e Degaña, asitiaos no espaciu montañosu del suroccidente situados no espacio montañoso do suroccidente d’Asturias, tienen un padremuñu grande d’arquitectura d’Asturias, tein un patrimonio grande d’arquitectura tradicional, abondu desconocíu fuera la comarca. Son tradicional, qu’é desconocido abondo fora da comarca. bien remarcables pol sou valir cumo padremuñu ya Son de destacar polo valor patrimonial e singularidá el polo característico del sou mantenimientu hasta’l día mantemento, hasta hai pouco, d’algunhas tipoloxías de de güei dalgunas tipoloxías de viviendas bien vieyas, vivendas mui vellas, que xa non esisten na mayor parte saparcidas na mayor parte de los entornos rurales dos orredores rurales d’Europa. Asina, os modelos de d’Europa. Asina, los modelos de viviendas teitadas de vivendas teitadas de tradición no medievo, conocidas tradición medieval, conocidas cumo casas de teitu ou como casas de teito ou «casas Narcea», atópanse nun «casas Narcea», alcuéntranse nun estáu de conserva- estado de conservación próximo a desaparecer del ción que ta cerca de saparcer dafeitu. Tamién chaman todo. Tamén chaman a atención as cualidades formales l’atención las cualidades formales de muitas viviendas das muitas vivendas tradicionales feitas durante o siglo tradicionales feitas no sieglu XIX ya na primer mitá del XIX e primeira mitá do XX, muitas veces facendo peteiros XX, que dalgunas veces forman grupos de calidá ya de calidá e amañando unha parte principal dos valores constitúin una parte esencial de los valores del padre- patrimoniales da comarca. Asociado a estas vivendas, muñu de la comarca. Asociada a estas viviendas aparece unha xuntanza grande d’horros e paneras aparez una bona riestra d’horrios ya paneras dataos fechados entre o siglo XVI ye o primeiro tercio do XX. A ente’l sieglu XVI ya’l primer terciu del XX. La comarca comarca ten tamén un peteiro grande de casoas e mantién tamién un grupu de casonas ya palacios rurales palacios rurales edificados, normalmente, dentro das feitos en xeneral dientro de las características de características da arquitectura tradicional. Os elementos l’arquitectura tradicional. Los elementos complementa- complementarios son mui variados e tein espacios d’uso rios son abondo estremaos ya inclúin espacios d’usu colectivo como as fontes ou os emparrados, construc- colectivu cumo las fontes ou los emparraos, tamién cióis d’uso ganadeiro ye agrario como cabanas e molíos, construcciones d’usu ganadeiru ya agrariu, cumo ca- ye estructuras especializadas como as trampas de lobos banas ya molinos, ou estructuras especializadas, cumo e os fornos de cerámica moura. las trampas de l.lobos ya los fornos de cerámica prieta. Queda tamén chama-la atención sobre a potencialidá P’acabar, yá necesario tamién falar de la potencialidá dos elementos en gran parte esquecidos: por unha de dous elementos en gran parte esqueicíos: d’una parte, a presencia d’unha das máis grandes concentra- parte, la presencia d’una de las concentraciones ma- cióis d’igresias románicas rurales do norte peninsular, yores d’ilesias románicas rurales del norte peninsular, axugadas a sitos comúis d’excepcional calidá como asociadas a espacios comunes de bona calidá, cumo son os campos d’igresia, con muita significación prá son los campos de las ilesias, cargaos de gran significáu comunidá local; por outra parte, a conservación d’un pa la comunidá del sitiu; d’outra, la conservación d’una grupo numeroso de pontes do período medieval e mo- bona riestra de pontes del períodu medieval ya moder- derno que collen tipoloxías estremadas, e tán estraga- nu, qu’abarcan distintas tipoloxías esparcidas nos lladas nos muitos cursos d’auga dos tres concellos. muitos cursos d’augua de los tres conceyos.

13 1.01 El paisaje histórico

Núcleos concentrados, dispersos, la red de poblamiento es densa, abar- catorce parroquias y situados en ge- polinucleares. La casería aislada. cando más de 280 aldeas de entre 5 neral a media ladera, en rellanos y en Los caminos. Cultivos, praderías, y 25 viviendas en su mayoría, que se menor medida en vegas fluviales. monte y brañas. Crisis naturales distribuyen en 54 parroquias y cinco y despoblados. arciprestazgos. Cada parroquia acoge La tipología de los asentamientos de un promedio de cinco o seis aldeas, la comarca corresponde, en general, El área geográfica del concejo de Can- contando con una capilla propia en a núcleos concentrados de densidad gas del Narcea, comprende un espa- cada núcleo. Históricamente se en- variable, a veces estructurados en ba- cio de montaña de 823.57 Km2, em- cuentra articulado en cinco territorios rrios con cierta entidad propia, confor- plazado en el SO de Asturias en la denominados cuartos o partidos de mando asentamientos polinucleares. cuenca alta del río Narcea. Sierra, Naviegu, Rengos, Val.le del Las viviendas mantienen una segrega- Coutu y y Las Montañas, co- ción clara dentro de las agrupaciones, La altitud del concejo varía entre los rrespondientes a los arciprestazgos escaseando las alineaciones en me- 300 y 2000 metros, con precipitaciones de Cangas, Naviegu, Rengos, Sierra dianera. Algunos pueblos se articulan que varían entre los 1000 y más de y Allande. con viviendas dispersas obedeciendo 2000 mm anuales. Las aldeas se em- a su formación original como brañas, plazan mayoritariamente en una franja El área geográfica de los concejos de en el caso de Arandoxo, Tabladiel.lo de altitud de entre 300 y 1200 metros, Ibias y Degaña abarca 417.46 Km2 en o Chanos, convertidos a veces en predominando los emplazamientos en la cuenca del río Ibias, afluente del núcleos permanentes en al menos par- rellano y a media ladera en montañas Navia, con altitudes comprendidas te de las viviendas. En general son de formas alomadas. Un número sig- entre los 220 y los 1961 metros. Las muy escasos los asentamientos dis- nificativo de entidades se disponen precipitaciones pueden variar entre persos y los inferiores a cuatro vivien- por encima de la cota de 800 metros los 850 y los 1600 mm anuales, con das, como Valmayor, Medéu, Soutu de altitud. clima de rasgos continentales en las los Molinos o Cabuezos, vinculado al zonas más altas y más suavizado en camino real de L.. Sin em- Por encima o en torno a la cota de mil el entorno del río Navia. Esta cuenca bargo, estas pequeñas entidades sue- metros el número de entidades des- ha mantenido siempre una fuerte rela- len tener constatación documental me- ciende, si bien se mantienen un ción con los territorios situados al sur dieval como núcleos poblados en la número apreciable de núcleos, algu- de la Cordillera Cantábrica, aparecien- mayoría de los casos. nos de ellos de notable tamaño, como do una intensa relación cultural tanto El Puertu, Brañas d’Arriba, Gillón, Rei- con las sierras orientales de Galicia Algunos autores como Mark Gimson tornu, Vidal, Xalón, L.larón, La Viliel.la, como con el noroeste de León. Esta sostienen que desde los periodos mo- Parada la Nueva, Chanos, Sigueiru, vinculación se observa tanto en los derno y medieval se produce en la co- Fontes de Corveiru, Valmayor y Corros. aspectos de cultura inmaterial, tradi- marca un progresivo declive poblacio- Estos pueblos de altura mantienen el ción oral y rasgos lingüísticos, como nal de los pueblos situados a mayor tipo de hábitat concentrado, si bien en la cultura material en la que se ins- altura en beneficio de los que se en- algunos presentan disposición disper- cribe la arquitectura tradicional. En cuentran en cotas inferiores, incluyendo sa como en el caso de Chanos o Ta- total, la cuenca del río Ibias, acoge a posibles traslados de algunas entida- bladiel.l.u, situado a una cota inferior. unos noventa núcleos de población, des como en el caso de Aciu1 . Estos En el concejo de Cangas del Narcea de tipo concentrado, distribuidos en movimientos de asentamientos se do-

1 Gimson, 1983: 65.

14 15 cumentan también según Gimson en Queda por establecer una seriación tradición oral de los concejos, que el territorio de Ancares. Lo cierto es mínima de posibles oleadas de deser- puede coincidir con arquetipos de le- que se observa desde el siglo XVI un ciones debidas a riesgos naturales yendas de despoblación aplicadas a cierto estancamiento de algunos de los como inundaciones y especialmente deserciones reales. pueblos más altos en relación a otros deslizamientos del terreno y aludes de núcleos que se beneficiarían de los nieve conocidos como adén o aná, La red de caminos tradiciona les era nuevos cultivos. Pueblos de montaña que explican en la tradición popular la una densa malla con escasa jerarqui- como L’Artosa, núcleo más poblado desaparición de pueblos como Vil.lar zación que comunicaba los pueblos de la parroquia de Veigal.lagar en 1887, d’Arbas o Gilloncín3 así como las oca- entre sí y las cabeceras parroquiales. es superado en población por varios sionadas por enfermedades infeccio- Una parte significativa de los caminos pueblos de la misma parroquia en sas que provocaron andoncias o pan- tenían la consideración de caminos 19202. En estos años se abandona tam- demias como en el caso del pueblo de de herradura y no eran practicables bién el pueblo de L’Acebal, uno de los Rivadales. También se testimonian las por los carros, que se restringían a las más altos de Cangas del Narcea, situa- tradiciones de traslados de pueblos zonas de mejor orografía y cuando era do en el cordal de Parada La Nueva. por derechos de pastos como ocurre posible a la comunicación de los en El Corralín. Parece además que las núcleos con las tierras de labor de las Por otra parte, para comprender la épocas de mayor frialdad y de pestes cortinas. Esta situación queda reflejada formación histórica del poblamiento periódicas que se dan entre el siglo en los numerosos informes y referen- en estos concejos es necesario valorar XIV y el periodo moderno coinciden cias documentales históricas sobre la el gran volumen de despoblados me- con oleadas de abandonos. Este pue- comarca. Así, en el diccionario de Ma- dievales y contemporáneos documen- de ser el caso de Borbol.lón, núcleo doz se describen muchos de los ca- tados en diversas fuentes, resultando emplazado en las inmediaciones de minos de la comarca como medios, expresivo de la presión a la que estaba , o de Santa Cecilia, aldea vin- malos, muy malos o impracticables, y sometido el territorio. Entre los tres culada al cellero de Tubongu docu- de los del concejo de Cangas se afir- concejos se supera la cifra de cuarenta mentada en el siglo XV. La aldea de ma que los hay en crecido número y despoblados anteriores al siglo XIX Samartín en Sierra aparece en este se encuentran “todos ellos en mal es- presentes en documentación eclesiás- siglo prácticamente herma, ya que tado no solo por la excesiva escabro- tica y en los testimonios de la tradición según el informante del cabildo de sidad del país, sino por que no se oral. El encuadre histórico del pobla- Oviedo ”está despoblada…porque non cuida su composición y reparo”. Pos- miento se basaría en los límites parro- bibe ninguno en ella, salvo Gómez Per- teriormente, las carencias de la red quiales actuales, consolidado en torno tierra, persona de ochenta annos” 4. de carreteras quedan reflejadas en la a los siglos XI y XII. La mayoría de las tardía realización o el abandono incon- entidades, así como la red parroquial, Las causas de abandono en ocasiones cluso de los principales ejes: la obra aparecen consolidadas en este periodo. se reflejan con notable arraigo en la de la carretera hacia Degaña, que

2 Nomenclátores de la Provincia de Oviedo, 1887 y 1920. 3 Según la tradición oral recogida en los pueblos del valle, la aldea de Gilloncín estaba situada enfrente de Gillón bajo la falda del pico Caniel.las. En un momento indeterminado del periodo moderno un alud de nieve sepultó durante el mes de mayo las cuatro viviendas que la formaban. El relato oral prosigue con la vuelta de dos hermanos emigrados en Madrid que se plantean reconstruir la casa familiar, pero no obstante deciden no hacerlo “por que van vinir más mayos” en referencia al riesgo de adenes de la zona. 4 Fernández Conde, 1993: 265.

16 terminaba en Rengos, permanecía pa- dos para recogida del fruto y el pasto Los policultivos intensivos a partir del rada en 1926 después de haberse de la montanera, divididos a veces en siglo XVIII, ocasionaron el máximo suspendido las obras en 19105. La parcelas vinculadas a cada casa. En aprovechamiento posible de las tierras apertura de la carretera del río del terrenos mas distantes, se localizan y del medio y la densificación de los Coutu no llegaría en algunos tramos los terrenos de monte arbolado y con cerramientos, agotándose práctica- hasta la década de 1920, al igual que grandes manchas de matorral, aptos mente la posibilidad de creación de el inicio de la carretera de Ounón, para el pastoreo y multitud de aprove- nuevas casas. suspendido antes de la Guerra Civil. chamientos diversos, como la madera, leña, frutos y colmenas. El aprovechamiento agrícola compren- de las huertas de hortalizas de uso El cultivo del monte se realizaba me- intensivo, cerradas e inmediatas a la diante cambiel.las o azadones, de uso vivienda. En un círculo más amplio, la colectivo para los cultivos de centeno agricultura tradicional situaba una fran- y trigo intermitentes en el monte, tras ja de terrazgo manso de cereal en la rotura mediante roza y quema, co- cortinas, cerradas al exterior pero sin nocidos en la comarca como semar a divisiones internas, situadas a menudo borronadas, cavadas, novales o semar en terrazas con muros de mampos- en bravo, sobre el terreno quemado tería, en los terrenos de mayor pen- con intervalos que podían variar entre diente. En esta franja pueden aparecer los cuatro y los doce años o más, para ya los prados de siega y de diente diferenciarlo de los terrenos de aradura (pascones) frecuentemente cerrados continuada en los terrenos de manso por cercas de piedra. El aprovecha- de las cortinas. Este sistema se prac- miento tradicional cuenta además con ticó en algunas localidades hasta me- los castañedos y robledales, explota- diados del siglo XX.

5 La Maniega, 4,1926.

17 1.02 Aproximación a algunos aspectos culturales vinculados a la casa

La familia troncal. El régimen ba se recurría a otro hermano o herma- central y balcánica. Esta modalidad de Muirazu, familia y casería na, en este último caso generalmente presenta semejanzas con modelos de si faltaban varones. Este hijo se casará Europa oriental, al igual que con los La casa no comprende solamente la pa en casa con la mujer llegada de sistemas de mayorazgos presentes en construcción de vivienda, sino un con- fuera, la nueva. Este sistema garantiza el norte peninsular. junto de construcciones, tierras, monte, una cierta estabilidad ante la imposi- arbolado y bienes intangibles como bilidad de realizar nuevas viviendas, A partir de las primeras décadas del los derechos de participación en el con lo que resultaba difícil casarse a siglo XX, las posibilidades de construc- patrimonio común de la aldea. El con- los segundogénitos y demás hermanos ción de un nuevo hogar se incrementan cepto de casa incluye también a los que tenían que buscar salida en un por aparecer una incipiente diversifi- miembros de la familia y en un sentido matrimonio con un mayorazgo o ma- cación económica en la comarca, lo amplio el patrimonio simbólico del lina- yorazga. Las otras alternativas se orien- que con el tiempo dará lugar a eco- je familiar. taban a quedar en casa como solteros nomías familiares mixtas, a caballo en una posición subordinada o en la entre el campo y los nuevos empleos La familia troncal se caracteriza por el emigración. Así cobra sentido la expre- industriales o mineros. mantenimiento del patrimonio de la sión “sin pregancias, nun hai casa- casa indivisible, trasmitiendo la propie- mientu” escuchada en La Viña. Este modelo social, basado en la uni- dad o los derechos de arrendamiento dad de familia y casa, es considerado al primogénito varón en régimen de En el contexto europeo, el modelo de por muchos autores como una heren- mayorazgo (muirazu, meirazu), previo familia del suroccidente asturiano se cia medieval, como sin duda lo es el testamento verbal (la manda) o fre- podría relacionar, siguiendo la clasifi- marco cultural y tecnológico, reforzado cuentemente escrito. Cuando por di- cación de Peter Laslett, con el tipo durante los siglos XVI y XVII6. A partir versas circunstancias esta figura falta- medio-central, dominante en Europa del siglo XVIII este tipo de familia irá

6 La casa de humo de tradición medieval es una constante europea durante la edad moderna a menudo incomprendida desde el mundo urbano coetáneo, pero bien reflejada en la literatura: “Mi padre tenía su propio palacio, como cualquier otro; sí de tal categoría que ningún rey pudiera construir tal con sus propias manos, sin que se hubiese convertido en la obra de la catedral. Estaba pintado de lodo y techado de paja, en vez de con estéril pizarra, frío plomo y rojo cobre, para que en él pudieran darse cereales nobles. Y mi padre, para poder presumir de nobleza y hacienda, mandó edificar los muros de su palacio, no con piedras del borde del camino o extraídas de los eriales, ni mucho menos con simples ladrillos que pueden ser amasados y cocidos en un santiamén, como suelen hacer tantos otros grandes señores; él, por el contrario, tomó madera de roble, de éste útil y noble árbol, en el que crecen el embutido y los gordos jamones y el que precisa mas de cien años para alcanzar su plenitud. Las habitaciones, salas y aposentos las dejó, por dentro, ennegrecer del humo, simplemente porque éste es el color más estable del mundo. Tales pinturas reclaman, hasta alcanzar la perfección, más tiempo del que un artista del pincel necesita para sus grandes obras de arte. Los tejidos eran del tejido más delicado del globo, pues habían sido obra de quien desde años inmortales compite con Minerva. Las ventanas, sin razón alguna, estaban consagradas a San Sincristal, (…) La sala de armas estaba bien guarnecida de arados, picos, hachas, azadones, palas, tornaderas para el estiércol y para el heno, con las que se ejercitaba diariamente. Pues cavar y roturar era su disciplina militaris, como la de los antiguos romanos en tiempos de paz; uncir los bueyes era su comando de capitán, acarrear el estiércol sus conocimientos de fortificación; arar el campo sus operaciones de campaña; limpiar los establos su noble entretenimiento y sus torneos. De este modo llevó sus armas por el globo –todo cuanto pudo abarcar- y así obtenía de cada cosecha un rico botín. Todo esto lo traigo a colación no por vanagloriarme, sino para no dar pie a nadie para burlarse de mí como de otros nuevos nobles de mi igual; pues, en nada me tengo mejor que mi padre, quien estableció su morada en un lugar tan placentero, es decir, en el Spessart, donde los lobos se dan mutuamente las buenas noches.”, en Simplicius Simplicissimus, J. Ch. Von Grimmelshausen, 1669.

18 transformándose paulatinamente en el trabajo de labrar la tierra con el incluso en los del campo. En los traba- las zonas mas urbanizadas. l.laviegu, xuncir el ganado o guiar el jos domésticos, la que es lista puede carro, actividades compartidas con el incluso dirigir a su marido”8. La familia tradicional era el centro de hombre. Algunos autores refrendan producción, reproducción y organiza- esta situación en zonas culturalmente En este marco ocupan un lugar funda- ción del trabajo, por lo que cada miem- afines del norte de León7. También la mental los matrimonios concertados bro de la casa tiene una función espe- encuesta del Ateneo de Madrid en entre las dos familias con la negocia- cífica en la economía familiar, en base 1901, en las respuestas de Cangas de ción de la dote, así como los matrimo- a su posición, la edad y el género. En Tineo incide en el régimen de bienes nios por poderes, frecuentes hasta los el contexto cultural de la comarca, la en común, y respecto a la considera- años 60. En los contactos entre las dos división sexual del trabajo es sin em- ción de la mujer afirma que “No hay familias intervenían figuras como los bargo bastante débil. El importante diferencia entre marido y mujer; unos casamenteiros y embusteiros por cada papel de la mujer en la sociedad tradi- y otros ayudan a las órdenes de los una de las partes. En ocasiones se cional de estos concejos se refleja en padres. Éstos pierden la dirección de constata, al menos hasta la década la participación en actividades consi- los negocios y quedan así anulados de 1930, algunos casos del roubu la deradas exclusivamente masculinas cuando ya no pueden trabajar. La mu- novia, en la que el novio recoge a la en otros ámbitos culturales, como era jer se ocupa en toda clase de trabajo, novia de forma forzosa con la finalidad

7 González-Quevedo, R., “Roles sexuales y cambio social en un valle de la cordillera cantábrica”, Cuadernos de Antropología, 12, pp. 62-66. 8 López Álvarez, J. y Lombardía Fernández, C., Costumbres de nacimiento, vida y muerte en Asturias. Encuesta del Ateneo de Madrid 1901-1902, 1998, p. 84.

19 de forzar un acuerdo de dotes u obte- los niños se les apoda con el nombre prolongación de la casa en todos sus ner el permiso de los padres de la de la casa en diminutivo (p. ej. las términos. novia. La novia era alojada en una marquesinas, de Casa Marqués). Se vivienda considerada neutral, en la dan también situaciones en las que El segundo elemento de adscripción última etapa en pensiones. Aún siendo los miembros de las familias reciben es la localidad, muy por encima de la un robo en parte ritual o simbólico, las cualidades negativas o positivas parroquia. Las esferas más lejanas de contando a veces con la colaboración atribuidas a la casa (casa farta, casa identificación incluyen el valle o la co- de algún miembro de la familia de la fulgazana, casa fuerte). Estas son al- marca, como Río del Coutu o Sierra. novia, muestra la dificultad de los gunas manifestaciones relacionadas acuerdos de boda. con el llamado “culto a la casa”. En la organización de la comunidad de la aldea, la casa es en cierto modo El marco social de estas construccio- La identidad de la casa como sujeto un sujeto jurídico, poseedor de dere- nes, al menos desde época moderna, esencial de la organización de las chos y obligaciones y representada es el de la familia troncal con régimen aldeas se expresa, con menos fuerza en las xuntas vecinales o conceyos de mayorazgo (meirazu), fuertemente en la actualidad, en todos los ritos de por algunos de sus miembros, normal- vinculada a la vivienda, que cuenta paso del individuo. En el caso de la mente uno de los amos. Las xuntas siempre con nombre propio y cualida- muerte, la adscripción de la persona para tratar los asuntos que afectan a des a menudo al margen de la familia. fallecida al espacio familiar mortuorio, cada pueblo se convocan a toque de La adscripción de los individuos en manifestación bien mantenida en la campana, que puede estar situada en las aldeas se realiza con la casa antes actualidad, identificándose los panteo- una casa como sucede en Casa’l Fe- que con la familia, al igual que en al- nes con el nombre de la casa en pri- rreiru de Veigaimiedru. La representa- gunas zonas de la meseta norte penin- mer lugar. ción de cada pueblo se realiza por el sular, Pirineos y País Vasco entre otras, vistor, elegido por turno entre los veci- además de amplias zonas de la Euro- En las obras de nueva construcción o nos de cada aldea y figura plenamente pa central y atlántica. reforma, se coloca en ocasiones una vigente en la actualidad. placa con los nombres del matrimonio La fuerza de la casa como factor iden- en la fachada de la vivienda o la pane- tificador del individuo por encima in- ra, realizándose hasta la década de Nombres de las casas cluso de la familia, se manifiesta ex- 1980 e incluso posteriormente. y apellido troncal presamente en otras zonas de Europa, en las que se da el régimen de mayo- Los árboles en el monte se marcan Los nombres de las casas coinciden razgo y familia troncal, coincidiendo a también con un signo que representa a menudo con el del apellido de la menudo con una alta proporción de la propiedad de la casa, mas recien- familia troncal, el apellido patrilineal hidalgos arrendatarios o propietarios9. temente con las iniciales del dueño. trasmitido por el mayorazgo, o bien A algunos individuos se les llega a Las tierras son acotadas por finxos y con el de una familia anterior. El ape- identificar por el nombre de la casa, e mol.lones como elementos simbólicos llido se mantiene a menudo en asturia- incluso actualmente en ocasiones a de la pertenencia a una vivienda y la no o gallego-asturiano, manteniendo

9 “En Labourt los aldeanos y aldeanas mas miserables se hacen llamar señor y señora de tal casa, que son las casas que cada uno de ellos tiene en su aldea, aun cuando sólo constara de una pocilga de puercos… y tanto es así que por lo común dejan su nombre y el apellido de sus familias, y las mujeres hasta el nombre de sus maridos, para tomar el de sus casas…”, en Tableau de l’inconstance des mauvaisanges, Pierre de Lancre, 1612.

20 formas próximas a las formas de los por nombres derivados de atributos te en el que el amo de la casa convida apellidos medievales de la comarca. físicos se constata también durante la a las personas que están participando edad media en el Registro de Courias. en la construcción. Otras costumbres El mantenimiento de los nombres de aluden a la protección de puntos es- las casas con formas originales muy Relativos a oficios, parentesco o pro- tructurales de la edificación, como los antiguas en un entorno culturalmente cedencia se encuentran nombres co- cimientos, esquinas y jambas de la nivelador, resulta expresivo de la co- mo Casa’l Xastre, El Carteru, Gaiteiro, puerta. El párroco también bendice la hesión social y cultural de este territorio, Ferreiru, L’Abogau, Mulineiru, El Flaire, construcción al final de la obra o des- a pesar de todos los cambios recientes. El Meirazu, Los Xarros, Nieto, Tiu Sidru, pués de algún suceso negativo. Estaba Así, son frecuentes los nombres de El Gallego y El Bercianu. difundida la creencia de no deber em- casa basados en apellidos como Casa pezar obras de construcción en martes Peire Menendi, L.lope, Cul.lar, Gonzali, Debidos a las características de orien- y viernes, y de bajar de la escalera Suar, I’Campa, L.linde, Xardón, que tación y orográficas, los elementos del pisando el último paso con el pie de- corresponden a los apellidos en cas- entorno, vegetación, orígenes históricos recho, al igual que al salir de casa10. tellano de Pérez, Menéndez, López, y a las cualidades de la casa aparecen Collar, González, Suárez, Campa, Lin- los nombres de Casa Solana, L’Avisíu, Si alguien fallecía fuera de la vivienda de o Jardón, además de otros que Val.le, Navariegu, Regueiro, La Veiga, o existía algún suceso desgraciado, mantienen la misma forma como Fuer- Picos, Forcón, Purtel.lón, Caleyu, La se solía poner una cruz de madera, se tes o Marrón. Vinculados a apellidos Tronca, Pasquín, Zreizu, Centén, Bou- realizaban bendiciones y en algún caso vaqueiros se encuentran entre otros zas, Mourana, Casona, Casa Nuova, se tallaban o pintaban con mazarrón Casa Boto, Berdasco, Gayo y Casa La Torre, Camona y El Palaciu. una acumulación de cruces, como se Catorce, por el apodo de una recua observa sobre el pegollo de una panera de machos de arriería de catorce ani- Además se encuentran algunas vivien- de Corros. También existía la creencia males propiedad de la casa. das con nombres relacionados con una en relacionar el crujido de las vigas de posible significación religiosa como en la vivienda11 o el canto cercano de una Otros nombres de vivienda responden Casa Las Ánimas y Casa Daradiós. curuxa con anuncios de muerte. En a nombres personales, a veces unidos otros casos los ruidos escuchados du- al apellido, así se encuentran casas rante la noche en la piérgula y en un con el nombre de Pricón, Antunon, Xa- Ritos de construcción parreiru, son relacionados por los infor- biel, L.lourienzu, Fonsu, Xuana, Mingón, y creencias de la casa mantes con “cousas d’outru mundo” y Xanín, Manín, Mingueiru, Queitanu, con una mujer fallecida que se presenta Frandambres, Xuanarias o Minguarias. En el suroccidente asturiano se ha sentada en el escanu de su casa des- mantenido, como en otras zonas, el pués de ser escuchados ruidos12. Algunos nombres aluden a apodos o rito de coronar la nueva construcción características físicas personales como con el ramo, a menudo de laurel, en En este sentido, se observa una enor- en Casa La Roxa, El L.largu, L.longu o el punto mas alto de la cubierta recién me variedad de elementos protectores El Coxu. La identificación de personas terminada. Este rito incluye un banque- en los dinteles de puertas de viviendas,

10 Recogido en Vil.larmental y Cibea. 11 Recogido en La Reigada, Allande. 12 Vil.larmental y La Puela, respectivamente.

21 cortes y paneras, como cruces, invo- protección13. Muchos elementos rela- la cuadra y el ganado, que utilizaba caciones religiosas, tallas en forma de cionados con el horno y el pan se en- sus propios amuletos colgados de las serpiente, herraduras y cornamentas cuentran ritualizados. Los elementos chuecas. En la puerta de un parreiru de animales que protegen frente al religiosos como estampas, cruces, de una casa en L’Artosa aparece talla- mal, el demonio y el mal de guel.lu. relicarios, agua bendita y amuletos da la proclama “Una y dos, o no entrar, Frente estos elementos se podían ex- protectores aparecen relacionados o alabar a Dios, 1898”. clamar en voz alta invocaciones de con la cocina, los espacios de dormir,

1.03 La comunidad

En la construcción de una vivienda menudo eran realizadas por algún y la prestación personal a la familia participaban numerosos miembros, miembro de la familia, así como la ex- afectada, con mayor intensidad entre que acumulaban saberes dispersos y tracción y colocación de l.lousas o las casas de la parroquia y del propio especializados, así como también lousas de la cubierta. Otros rasgos valle. Otras situaciones comprometi- miembros de la comunidad de aldea, expresivos, aún hoy, de la vitalidad de das, como la enfermedad, la muerte obligados por vínculos de vecindad y la comunidad, son los turnos de ma- del amo o la pérdida de mucho gana- reciprocidad. La colaboración de fami- tanza acordados entre las casas, para do, también originan la asistencia de liares y vecinos en el acarreo de mate- permitir la ayuda mutua o los turnos de los vecinos. riales, es definida en algunas zonas ir pula vicha de las reuniones nocturnas con la figura de el carretu14, especial- de miembros de diversas familias. Los materiales de construcción proce- mente en el transporte de madera, dían del entorno inmediato, a menudo piedras y barro para realizar la masa Normalmente en caso de desastres menos de un kilómetro, ya que el trans- de la mampostería. La carpintería me- puntuales como incendios, aún hoy porte era muy caro y difícil de realizar, nor, las tablas y ripia de la cubierta, a es frecuente la asistencia económica debido a las limitaciones de la red de

13 “Si sos el demoniu de ti reniegu, Ave, María y José” exclamado al trazar un circulo alrededor de sí en el suelo con una guiada, en el que se traza una cruz. La Reigada, Allande. También, “Gueyus de curuxa, mal rayu te parta”, recogida en Sierra, Cangas del Narcea. 14 Paredes, 2006: 63.

22 caminos de carro y de los propios me- argamasa de construcción, el uso que gresivamente al cobrar importancia dios y tecnología de transporte. podía exigir mayores cantidades de otros oficiales canteiros y mamposte- cal, se utilizaba arena o arenón de mon- ros, especialmente a partir del siglo Solo algunos materiales ligeros y de te para amasar la arcilla. La mayor parte XIX, dado que las construcciones van uso más reciente procedían de un ra- de las iglesias medievales de la comar- empleando paulatinamente menos ma- dio mayor. Es el caso del vidrio, los ca prescinden del mortero de cal, salvo dera debido a razones culturales y clavos de ferrería o la cal. El vidrio se en las bóvedas. Esto mismo ocurre en especialmente al encarecimiento de empieza a generalizar tímidamente en parte de las casonas y palacios. la misma. las casas campesinas a partir de me- diados del siglo XIX. Anteriormente su Los andamios se realizaban con un El carpinteiro d’armar es un especia- ausencia se suplía con carpinterías y piso de entretejido vegetal sujetos me- lista con consideración de maestro u respiraderos en los escasos vanos. En diante mechinales y apeos de rollizos oficial, por lo tanto, podía llevar el ma- el caso de los clavos de ferrería, em- a la fachada. yor peso en la dirección de la obra y pleados en asegurar estructuras de ajustar el presupuesto y las condicio- madera, su uso es escaso y reciente, En tiempos pasados, el capital aporta- nes de trabajo con la familia o propie- empleándose en su lugar los tornos do por la emigración americana, ma- tario que encarga la obra. A diferencia de cierno de roble, mucho mas baratos drileña y catalana en el caso de Ibias, de los trabajos de mampostería, reali- y fáciles de conseguir. fue fundamental para la compra de zados frecuentemente por cuadrillas muchas casas arrendadas en la co- de canteros gallegos, la carpintería de El empleo de cal en la construcción marca, así como en las reformas y armar se realiza por maestros locales. estaba muy limitado hasta principios reedificaciones emprendidas. del siglo XX, incluso en muchas cons- Los canteiros eran los otros maestros trucciones nobiliarias, a pesar de la con un papel esencial en la obra. En existencia de caleros documentados Los maestros carpinteiros de armar ocasiones podían actuar también co- desde el siglo XVIII en la zona caliza mo oficiales con responsabilidad en de Rengos. Su uso se limitaba al blan- Es conocido el importante papel de el trabajo de la madera estructural, queado de revocos en algunos interio- los carpinteros de armar en la cons- realizando también trabajos de carpin- res y en exteriores de obras de cierta trucción tradicional. En este sentido tería. Los canteiros suelen aparecer importancia. También era notable su es significativa la expresión de llamar organizados en cuadrillas en obras de uso en las bandas decorativas que al carpinteiru cuando se pensaba ini- cierta importancia. A menudo existen cubrían muchas fachadas en los tres ciar una obra. Este peso en el conjunto relaciones de parentesco entre algu- concejos. Sin embargo, para hacer la de la obra ha ido disminuyendo pro- nos de sus miembros, ocupando los

23 mas jóvenes labores subordinadas y en algunas casas. En cambio el teitado Xuan del Monte, por parte del maestro de peonaje. Los mamposteros amasa- con paja a baguna se realizaba nor- de Veigaipope Juan Álvarez de Casa ban el mortero de barro y realizaban malmente por miembros de la propia Pepe Sierra de Veigaipope. La obra los muros de carga y las labores de casa o de las aldeas cercanas. fue realizada a lo largo de varios meses cimentación, siendo éstos a veces los del verano y otoño, viviendo alojados miembros de menor edad o en situa- Los constructores de hórreos y paneras en la casa y trabajando de lunes a ción de aprendiz. El acopio de mate- constituían otro de los oficios especia- sábado, día en el que regresaban an- riales, el corte de madera y la cimen- lizados organizados, con la figura del dando por el monte a Veigaipope. La tación, corre a menudo a cargo de la maestro u oficial más tardíamente, y obra fue ejecutada por el maestro car- propia familia. una pequeña cuadrilla de carpinteros pintero, un hijo que siguió los pasos a menudo con algunos miembros uni- del padre y algunos ayudantes. Este La construcción tradicional con mam- dos por lazos familiares. Era frecuente taller construyó varias paneras decora- postería y estructuras de madera, al- que en los talleres de constructores de das similares a las levantadas en la canza la década de 1960, en la que paneras alguno de los hijos siguiera década de 1920, realizando también se van realizando construcciones mix- con el oficio heredado. Normalmente, construcciones de vivienda. tas entre lo tradicional y las nuevas al igual que otros especialistas, solían técnicas, si bien desde los años treinta, trabajar con mayor preferencia en una había tenido una difusión progresiva comarca o partido en los que eran co- el cemento y la cal en los muros de nocidos y recibían los encargos, como carga, en las zonas mejor comunica- se observa en los talleres del río del das. En este periodo final aparece una Coutu o en algunos de Sierra, dedican- mayor difusión del hierro y se empiezan do los meses de verano y otoño y alter- a emplear los cargaderos de hormigón nando este trabajo con las labores en los vanos de construcciones de agrarias en la propia casa. En la última mampostería en torno a 1950. etapa, que comprende desde 1900 a 1950, se observa una mayor vincula- Los teitadores de cubiertas de paja a ción de estos carpinteros con las obras paleta constituían un oficio especiali- civiles y la edificación de las villas. Así, zado e itinerante, que se desarrollaba una panera del pueblo de Casares de dos a tres meses al año, entre Agos- aparece realizada por un maestro car- to y Octubre. De ellos, una parte pro- pintero “de obra pública”, según se cedían de los propios pueblos de la muestra en las cartelas que flanquean comarca, mientras que otros se trasla- la puerta de la panera: “Esta obra fue daban desde los Ancares, donde exis- echa en el año de 1913 por la cuadrilla tía un notable número de teitadores de Paulino Martínez de Agüera maestro que se dispersaban especialmente por carpintero de obras públicas y particu- todo el norte de León ofreciendo sus lares finas y ordinarias 5 de octubre” y servicios. También existían teitadores “Esta panera fue hecha por orden de a paleta en los propios pueblos, traba- D. Emilio Rozas de este pueblo de Ca- jando los últimos en Ibias y Degaña y sares en el año de 1913. Viva mi dueño en Mual, Moncóu, Noceda, Larna, Cor- por muchos años”. Aún en 1947, se veiru y Tresmonte entre los de Cangas, realiza de forma totalmente tradicional conservándose aún paletas de teitar la panera de Casa Regueiru en San

24 nada

2.01 Aspectos generales de la construcción tradicional en el suroccidente de Asturias

La construcción tradicional es un reflejo del siglo XX las cubiertas vegetales de vada densidad, aglutinando las cons- de las influencias ambientales, cultu- centeno y escobas fueron empleadas trucciones complementarias como hó- rales e históricas de un territorio. La fundamentales en Ibias, Degaña y una rreos, eiras o tendejones en el interior arquitectura tradicional de los tres con- amplia zona de Cangas. de corradas. No suelen aparecer ali- cejos está relacionada con la existente neaciones en medianera, aunque exis- entre el suroccidente de Asturias y el El mayor esfuerzo constructivo se cen- ten algunos ejemplos. Entre los espa- territorio de las sierras orientales de tra en la vivienda, que aglutina las cios comunitarios de mayor signi- Lugo y el occidente de la provincia de necesidades básicas de la produc- ficación aparecen las fuentes, los cam- León, áreas unidas por fuertes lazos ción. El volumen de la edificación varía pos de iglesia, donde a menudo se culturales. en función del potencial económico situaban las boleras, y los espacios de la casa. Las paneras y hórreos son centrales en el interior de los núcleos. Los materiales básicos son fundamen- las principales construcciones comple- Otros espacios vinculados a los traba- talmente piedra, barro y madera pro- mentarias en número, manteniendo en jos colectivos, como las eiras, podían cedentes del entorno, lo que explica muchos núcleos una representación actuar también de lugares festivos y el alto grado de mimetismo ambiental de un granero por vivienda. Algunas de reunión. y paisajístico que alcanzan estas cons- construcciones complementarias de trucciones. La piedra es sobre todo uso colectivo son mucho más escasas Resulta fundamental el papel de la fa- pizarra de diferentes tipos, cuarcitas, y en ocasiones de origen reciente co- milia extensa, capaz de aportar mano cuarzo y areniscas carboníferas. En mo en el caso de los lavaderos. de obra para ejecutar algunos trabajos puntos muy localizados como en Ren- y el acarreo, pero también la participa- gos se emplean calizas, mármol y ca- Las viviendas se disponen de forma ción de especialistas de diversos oficios liza griotte de color rosado en la zona independiente, a pesar de formar a y la solidaridad vecinal regulada por la de Parrondu. Hasta la primera mitad veces pueblos concentrados de ele- tradición y el derecho consuetudinario.

28 El proceso de construcción era un es- factores como la orientación de los vien- fuerzo muy oneroso, frecuentemente tos dominantes y la disposición del realizado por fases, en las que se po- arbolado. El buen uso de la vegetación día interrumpir las obras durante mu- como elemento arquitectónico, queda chos años. En este sentido, es fácil reflejado no solo en la formación de observar en la lectura de los paramen- emparrados capaces de cubrir viales tos la agregación de estructuras y y espacios de reunión, sino también en volúmenes en el tiempo. Se da también la abundante distribución de arbolado un carácter orgánico en función de las en el interior de los núcleos, más des- necesidades variables de la casa. cuidada en la actualidad.

Al igual que en otras comarcas con A lo largo del siglo XIX se van genera- una sólida tradición constructiva, des- lizando las construcciones de dos taca la buena resolución en la genera- plantas, la disposición regular de los ción de volumetrías y articulación de vanos y el rasgado vertical de los mis- los espacios, así como el elevado nivel mos, realizándose construcciones con de calidad formal logrado. El hermetis- fachadas de mayor simetría. mo y el carácter tectónico predominan en algunas construcciones que pre- En el discurrir del siglo XX aumenta la sentan volúmenes rotundos y paramen- influencia urbana en formas y materia- tos masivos, a veces con menor em- les, continuando la difusión de balco- pleo de madera al exterior y ausencia nes. Predominan las plantas de ten- de vuelos o salientes de ningún tipo. dencia rectangular y mayor empleo de las cubiertas a cuatro vertientes con Las construcciones consiguen una ex- línea de cumbrera. Se produce un cla- celente integración y adaptación topo- ro aumento de la volumetría y mayor gráfica al medio, aprovechando al máxi- independencia de la topografía y del mo la orientación de la vivienda y la entorno, cobrando importancia la red adecuación a la climatología. Se valoran de caminos.

2.02 Las armaduras de cubierta

Las vigas de sobremurio forman la El tipo de tijeras más básico se forma Las cubiertas de combos se caracte- parte inferior del cuadro de vigas de con un tirante y dos pares, cajeados y rizan por la elevada altura y pendiente la cubierta y actúan repartiendo el peso ensamblados a media madera. Cuando de los pares, de entre 45 y 60 grados. uniformemente en la fábrica e indepen- la luz de la crujía lo exige, la tijera recibe La singularidad de esta cubierta reside dizando ésta de la humedad de los el refuerzo de uno o varios apeos inter- en que la altura y la inclinación permi- muros. Pueden ir ancladas o insertas nos a modo de pendolones, a veces ten acoger el piso, normalmente con en la obra de fábrica. colocados ligeramente en diagonal. uso de pajar, sobre el tirante de la

29 30 cercha, situado a más de un metro por obras de cierta entidad. La línea cum- rrerías industriales. Los tornos se rea- debajo de la altura máxima de los mu- brera o viga de la cumal va encajada lizan con cierno de roble debido a su ros de carga. Es frecuente que asomen de forma oblicua en los pares, con una durabilidad, si bien fueron sustituidos al exterior las cabezas del tirante. El de las esquinas ajustada entre las ca- paulatinamente por clavos de hierro. encuentro de las tijeras recibe la viga bezas de las tijeras. Las tercias suelen cumbrera o cumal, anclada a las tijeras emplear tacos y suplementos para Las tijeras pueden ir ensambladas a con grandes tornos que impiden el apoyar correctamente en los pares. media madera o también machihem- deslizamiento. La cumal, dispuesta en Es muy frecuente el empleo de todo bradas, asegurando la cabeza pasan- pendiente, se recibe en los testeros tipo de elementos curvos con gran te con un gran torno. Es frecuente que con una pieza de madera cajeada a libertad para conformar las armaduras. sean ajustadas con cuñas talladas a medida. Si las luces son amplias sue- medida e introducidas a presión. Los len aparecer riostras denominadas Los cangos o cabios conforman los cajeados a media madera son habitua- burros o burriquetos sobre las tijeras, pontones sobre los que se sujeta la les en los encuentros de cuadros de recibidas en las carreras de los muros. ripia o tablazón de la cubierta con tor- vigas horizontales de todo tipo. nos de madera, que con su vuelo for- En las cerchas convencionales pueden man la estructura de muchos aleros. En otros casos los apoyos de la cubier- aparecer pendolones que ayudan a En los edificios más antiguos y los de ta se trasmiten mediante los pies del distribuir el peso de la cubierta y a carácter más popular, la ripia es muy corredor a las cabezas de las vigas veces pendolones suspendidos en irregular hasta la aparición de las se- de los forjados inferiores.

2.03 Las armaduras de la cubierta en el monasterio de Courias. Algunos ejemplos singulares

Las armaduras utilizadas en la cubierta ciden con los pies derechos. El volu- cerchas de pendolón suspendido em- del Monasterio de Courias hasta su men de estas cubiertas permitía su plean empalme superior de cola de reforma presentan un origen culto, pero uso como almacén y despensa. milano encajado entre los pares y la su realización se inserta probablemen- cabeza superior del pendolón, utilizan- te en los talleres de carpinteros locales. Las intersecciones de dos naves obli- do grandes tornos pareados en varios En las crujías de mayor anchura se gaban a utilizar limahoyas y limatesas puntos. El otro tipo de cercha, quizás empleaban armaduras de puente con dispuestas diagonalmente y soporta- realizado posteriormente, emplea un pies derechos reforzados con torna- das por pares de grandes combos de ensamblaje con dos grandes torna- puntas y provistas de listones longitu- hasta 70 grados de inclinación, que puntas internos dispuestos de forma dinales a través de los puentes, que- alcanzan los vértices en los extremos oblicua, similares a los empleados en dando el forjado del piso sobre el de la cumbrera. Estos pares parecen otras naves del edificio. Las escuadrías tirante compuesto de la cercha, forma- obedecer al uso de las técnicas de son de gran sección, así como en las do por tres vigas ensambladas. Los tradición local. carreras y las tercias. Según la tradi- ensamblajes utilizados son de cola de ción oral, con el peso de la nieve el milano y de pico de flauta. La luz de Las armaduras de la nave de la iglesia pendolón apoya en el armante inferior, estas cerchas alcanza los 18.5 metros, salvan una luz de más de diez metros separado unos 15 cm. Esta estructura, con dos apoyos intermedios que coin- y emplean dos tipos de cercha. Las construida a finales del siglo XVI, man-

31 tiene una buena conservación y pre- Otras armaduras de interés empleadas didos de las cerchas y el cupulín, con senta un gran valor patrimonial y nota- en el edificio eran las que cubrían falsos nervios de madera que cubre la caja ble interés técnico. techos mediante artesonados suspen- de una de las escaleras monumentales.

32 Las armaduras del siglo XVIII con ar- de realización mas reciente, aparecen tesonados de limabordón destacan en en la iglesias de Bergame y Larna ar- las iglesias de Ibias y Degaña, a veces maduras afines pero sin el cuerpo del mostrando una rica decoración pinta- crucero elevado. da. En el concejo de Cangas, aunque

2.04 Las cimentaciones

Las cimentaciones de la construcción ma como un podio y llega a constituir tradicional suelen ser bastante someras banquetas y muros de contención de cuando se contacta con la roca madre, gran tamaño, más frecuentes desde lo que sucede a menudo. En terrenos mediados del siglo XIX. La roca madre más blandos puede aparecer un relle- se talla, a veces en suficiente altura no formado por mampuestos y cantos, como para formar parte del muro en como asiento por debajo de la zapata. alzado, mientras que en el interior de La obra inicial consiste en la excava- una casa en talud puede constituir más ción de una trinchera de cimentación de tres cuartas partes de la altura inte- para alojar la zapata, que sobresale rior. Los materiales de la excavación entre diez y quince cm del resto del eran aprovechados para la mampos- paramento. En emplazamientos con tería de la obra o los rellenos. mucha pendiente la zapata se confor-

2.05 Pies derechos, pilares y otros elementos de la estructura vertical

Las formas más antiguas son pies de- a veces adquiere notable desarrollo. do a desempeñar funciones de mero rechos denominados pies de armar o Pueden emplearse pequeños pies so- cerramiento el paramento de mampos- sufitos, que presentan un remate ahor- bre los medianiles como apoyo de la tería, que podía así asentarse en seco. quillado a modo de horcones. En las viga cumbrera. Así pueden verse en algunas construc- versiones mas elaboradas la horquilla ciones arruinadas de Ibias y en una superior se cajea para acoger la carre- En los modelos mas arcaicos, presen- de las casas alargadas fotografiadas ra. Los pies derechos siempre se tes hasta la primera mitad del siglo XX, por Krüger en Zarréu en 1927, en la asientan sobre un elemento inferior se llegaba a sustituir los muros de car- que toda la cubierta y el forjado des- aislante, mejor o peor trabajado, que ga perimetrales por estos pies, pasan- cansan sobre sufitos, utilizando un

33 cerramiento irregular de mampostería ción de pilastras y cuerpos de mam- del siglo XX, se siga utilizando la salida en seco ajeno a la estructura. En la postería empleados como estructuras del humo a teja vana en al menos una actualidad estos apoyos son muy es- verticales, alineados con la cumbrera parte de la cubierta, segregada por casos y aparecen casi siempre en o las aristas de la cubierta. Aquí se medianeras, que alcanzan la cubierta construcciones arruinadas. utilizan también todo tipo de apeos, para evitar riesgos de incendios. Estos burros y burriquetes curvos con gran medianiles internos facilitan además Se realizan medianiles de mampos- libertad para complementar la estruc- los apoyos y su empleo antiguo en tería, especialmente en las viviendas tura de la cubierta. viviendas de cierto volumen, lo justifica de mayor volumen, para reducir las Fray Toribio de Santo Tomás y Puma- luces del maderamen estructural, de Es habitual que incluso en viviendas rada1 en la Asturias de principios del forma que resulta frecuente la utiliza- muy evolucionadas del primer tercio siglo XVIII: “… los murios o tapiazas

1 Arte General de Grangerías II (1711-1714), De las Grangerías Temporales, Fray Toribio de Santo Tomás y Pumarada, p. 963.

34 madres que deben subir hasta recibir Las zapatas de los pies de madera de viegu y Cibea. El empleo de pilastras las alas del techado. Ni repares el que corredores y portales presentan forma de mampostería de esquistos de sec- sean tantas, porque la delantera som- semicircular truncada y troncocónica ción cuadrada, rectangular y circular, berado, no puede menos de estar to- en los modelos más arcaicos, mientras a veces como parte inferior de pies o talmente dividida con murio padre, o que aparecen en forma de bocel, de apeos de madera, es bastante frecuen- gruesa tapia hasta el techado de lo influencia culta, a partir del siglo XVIII, te en los tres concejos. demás de la casa. Lo uno por la quie- e imitando capiteles clásicos en las tud del ruido que aya en la casa. Lo últimas viviendas semiurbanas desde A partir de 1900 se difunden las colum- otro por si ay infortunio de incendio. Y finales del siglo XIX. nas de fundición industrial en las villas por esta segunda razón es preciso y aldeas mejor comunicadas. dividir totalmente de la casa todos los Cuando se dispone de arenisca, se corrales del ganado y sus tenadas. Así pueden realizar columnas monolíticas que la trasera y delantera de qualquie- de sillería, con buenos acabados que ra casa de traza no pueden menos de reproducen en piedra la forma de los estar divididas hasta el techado de los pies de madera, como puede verse restante todo”. en muchas viviendas de Degaña, Na-

2.06 Muros de carga. Sillería. Ejemplos de paramentos de mampostería. Forjados de madera

En las construcciones de la comarca cascotes o ripia, atadas con llaves de de los paramentos, a veces en varias predominan las estructuras verticales refuerzo. El aparejo se realiza con ar- hiladas en función de lo requerido por de muros de carga de mampostería gamasa de arcilla amasada con arena la estructura. En las construcciones pétrea, normalmente en una sola crujía y a veces mezclada con cal. La arcilla de más de una altura, el espesor del y formando parte de la fachada. era buscada con propiedades de pe- muro disminuye entre 10 y 15 cm en gada o adherencia. El espesor de un cada altura, utilizando un retranqueo La construcción de un muro de carga muro ordinario varía entre 70 y 90 cm. interno, o bien disminuyendo paulati- comprende dos hojas de mampostería Es muy frecuente el empleo de vigas namente el espesor, casi siempre en concertada con un relleno interior de de madera insertas a lo largo la cara interna.

35 La mampostería de pizarras favorece El empleo de grandes mampuestos y Excepcionalmente se emplean arenis- el empleo de hiladas muy regularizadas sillares de pizarra, alcanza un nivel cas amarillas y calizas rosas de mon- y el uso de poca argamasa. Las arenis- simbólico y de prestigio que a menudo taña, mármol o granito. Las cuarcitas cas carboníferas, especialmente en no se justifica por motivos constructi- y el cuarzo son empleados con bas- Cibea, alto Naviegu, parte de Sierra, vos, sino por su representatividad. El tante abundancia y su dureza no favo- Cangas y Degaña favorecen la sillería origen del empleo de mampuestos rece la labra, aunque se utilizan en con muy buenos acabados y la posibi- desproporcionados, hunde sus raíces paramentos como relleno y en los lien- lidad de realizar elementos decorativos para algunos autores en la tradición zos ordinarios, pudiendo formar hila- tallados. Las cuarcitas, sin embargo, constructiva de las casas de la Europa das, a veces buscando un sentido se tallan con dificultad, por lo que se románica2, al igual que los remates estético en el contraste del cuarzo. En procuran disponer en forma de hiladas pétreos con rostro humano. Al menos los pueblos emplazados en las vegas, homogéneas, enmarcadas por pizarras desde el siglo XVIII, se detecta este los cantos rodados también se em- en las zonas mas comprometidas. La tipo de lienzos en algunas viviendas, plean como rellenos de paramentos, dificultad de talla o la falta local de especialmente de Ibias, si bien en la a veces ligeramente careados, así co- tradición de cantería, explican también última etapa de la cantería a principios mo para pavimentos de firmes los de el arraigo de las esquinas curvas en del siglo XX, parece haberse revitali- pequeño tamaño. muchas construcciones rectangulares. zado el uso de grandes sillares, quizás También son frecuentes las esquinas favorecido por mejores medios auxilia- La conformación de los forjados de matadas en chaflán, que a veces obe- res. También parece tener un arraigo madera de los pisos prescindía de los decen a las realizaciones de las cua- antiguo en los talleres de canteros, el pontones en muchas viviendas, gracias drillas de canteros pontevedreses. La empleo de formas antropomórficas en al uso abundante de vigas emplazadas solución más habitual en las esquinas, los remates de las llaves que traban muy juntas. A partir del siglo XIX au- es el empleo de grandes despieces, las hojas de los muros, dotando a las menta la difusión de los pontones, qui- preferentemente de pizarra, dispuestos piezas fundamentales en la estructura zás debido a la escasez de madera. en cadenas a soga y tizón. Los para- de una dimensión simbólica, como Los talleres de carpintería también fa- mentos aparecen teñidos de colores puede verse en una casa de Fontes vorecieron este cambio al tratarse de rojizos y anaranjados, debido a la diso- de Corveiru o en el motivo antropomór- piezas fácilmente aserradas, al igual lución de las arcillas de esta coloración fico de una ventana de L.ladréu. que los listones que tapan las juntas. que forman parte de la argamasa.

2 Langé, 1989:73.

36 37 2. SISTEMAS CONSTRUCTIVOS

Los cerramientos más ligeros se for- y respiraderos y en la última etapa rior en las viviendas con mayores po- man con entretejido vegetal de sebe, grandes vanos con ventanas de guillo- sibilidades económicas. En la difusión tazón o cainzo o ciebu revocados con tina. En algunas viviendas, los cierres de esta técnica tan representativa de barro y en ocasiones encalados. En el de madera al exterior adquieren una la comarca, ha tenido que influir su interior pueden dejarse vistos. Otros gran superficie, con corredores casi utilización inicial en construcciones de cerramientos se disponen también co- herméticos y estructuras en ángulo, prestigio como casas rectorales, igle- mo estructura vertical, formando cie- como se observa en muchos pueblos sias y casonas. Las bandas se dispo- rres con una trama de pies de madera del río del Coutu. La tendencia durante nen enmarcando los pisos y huecos con enlistonado de tablillas, colocadas los últimos cuarenta años se orienta a de la casa, representando diversas horizontalmente y los intersticios relle- un uso menor de los cierres externos composiciones que recercan venta- nados de ripia, hojas de maíz, paja de de madera, quizás debido a la escasa nas, puertas y aleros. Los ejemplos centeno revocada o zarzo. Se utilizan tradición de rehabilitar madera en com- mas complejos parecen auténticas tanto en cierres internos como en es- paración con otras comarcas. arquitecturas figuradas. tructuras voladas al exterior. Los que presentan una estructura mas pesada Las terminaciones de piedra vista eran Un revoco característico es el recebado suelen darse en construcciones ante- las predominantes en toda la comarca de argamasa, que deja vista solo las riores a mediados del siglo XIX. hasta después del primer tercio del partes mas planas de los mampuestos, siglo XX, favorecidas por la escasez utilizando juntas muy amplias que ho- Otros sistemas se asemejan a los em- de cal y el buen comportamiento frente mogeniza el paramento y oculta la ripia pleados en la caja de un hórreo, con a las humedades de los paramentos o piedra menuda. Puede ir enmarcado tablas insertas en un carril entallado de pizarra y cuarcita, en comparación por bandas de cal. Como se vio ante- en el lecho de dos vigas, en los cierres con algunas calizas y las areniscas. riormente, la disolución de las arcillas denominados bolaos, normalmente en Con anterioridad al siglo XX recibían rojizas y anaranjadas de la argamasa interiores y en la separación de la co- revoco las casonas, los palacios y las tiñe de este color la mampostería de cina con el zagual. En algunos núcleos casas más fuertes, aunque no siempre muchas construcciones, siendo apre- como Alguerdo se encuentran cierres en todas las fachadas. En las casas ciable visualmente a gran distancia. externos de losas de pizarra rectangu- más populares, se trataba de cargar lares, encajadas de forma similar en al menos la parte superior de la facha- mampuestos con un carril entallado, da, los recercados de los vanos y las reproduciendo en piedra el cierre de zonas más expuestas. madera de los bolaos. También se pueden emplear grandes losas de pi- Los revestimientos de cal se tienden zarra en los cierres externos de corre- a utilizar en un primer momento en la dores, especialmente en Ibias. fachada principal, en el interior de corredores y en general en la planta Los cierres de corredores utilizan ta- superior, sobre superficies revocadas blas verticales, a veces de distintos o directamente sobre la mampostería. largos y anchos, que a modo de mandil El empleo de bandas o encintados de protegen también el frontal del corre- cal con una finalidad estética, se acre- dor y las cabezas de las vigas del piso. dita al menos desde el siglo XVIII, aun- Pueden presentar pequeñas ventanas que su uso sin duda es bastante ante-

38 39 2.08 Corredores y galerías

El empleo más frecuente y represen- Los más antiguos presentan cerra- corredores también reciben un trata- tativo de la tradición local responde a mientos casi ciegos que otorgan el miento más o menos cuidado, rema- corredores volados dispuestos sobre aspecto de un volumen hermético en tándose con forma de cuarto de bocel la prolongación de las vigas del forjado voladizo. En torno a 1900 se realizan en muchas variantes. Desde finales inferior, a veces con doble viga. La corredores con abundante decoración del siglo XIX se emplean los antepe- situación del corredor es también apro- tallada y pies derechos rematados con chos de forja y de fundición tipo indus- vechada para facilitar el acceso a la formas clásicas. trial en los últimos ejemplos, algunos vivienda mediante un patín situado en de uso ocasional y mayor empleo en un extremo. Son escasos los de planta Las galerías dispuestas ocupando todo villas y cerca de las carreteras. en L, que obligan a conformar la es- el frente de corredor suelen cerrarse tructura superior con más elementos con ventanas de guillotina, que van añadidos a las vigas del forjado, como insertas en raíles verticales. Estos sis- vigas y jabalcones. También son re- temas son representativos de la carpin- presentativos los conformados con un tería de taller y la influencia de las villas altillo superior, que se abre al parreiru, y no se generalizaron hasta principios para facilitar su aireación y formar un del siglo XX, llegando posteriormente espacio de oreado de cosechas. Otros a numerosos núcleos. En las fachadas corredores se encuentran insertos en de muchas casas bloque se dispone el interior de portales, utilizándose en un pequeño tramo central de galería el acceso a los cuartos añadidos sobre sobre el plano de la fachada, flanquea- la fachada. do por dos balcones o vanos, que co- rresponden a la sala y dos cuartos Los corredores entre medianiles se laterales. Esta conformación se da des- emplean mucho menos y en algunos de mediados del siglo XIX hasta 1930. casos aparecen asociados a construc- ciones semiurbanas o de comercio Existen multitud de tipos de barrotes mixto, conformando un portal inferior. torneados y de tabla recortada y cala- Sin embargo, eran frecuentes en algu- da empleados en los antepechos. Nor- nas zonas como Degaña y algunos malmente usan un variado repertorio puntos de Cangas del Narcea, en los decorativo de motivos tradicionales, que se dio en viviendas de marcado como rosetas hexapétalas, discos ra- carácter popular. diales, bandas de picos y semicírculos entrelazos de motivos geométricos y Los cerramientos más comunes desde vegetales. Los modelos más tardíos el siglo XVIII muestran un tramo central utilizan numerosos recortes de mar- con barrotera de tablas recortadas, quetería y profusión de colores. Aun- flanqueado por dos tramos cerrados que en los últimos tiempos estas reali- con tabla en los laterales, al modo de zaciones se deban a la carpintería de las paneras coetáneas. Los petos de taller, asiduamente se observan los corredor se cierran con barrotes tor- realizados por carpinteros locales. Las neados y de tabla recortada y calada. cabezas de las vigas inferiores de los

40 41 42 2.09 Los vanos

La conformación de los vanos y mar- emplazadas sobre un antepecho que por las casonas, palacios y unas pocas caciones ha variado a los largo del a su vez se apoya en una gran solera casas populares. Emplean sillares de tiempo. En las zonas más expuestas que atraviesa el paramento y suele pizarra o arenisca gris que permite un y de peor climatología predominan los ser visible al exterior. Los vanos de las trabajo más fácil. Otros arcos de medio paramentos sobre los vanos, y éstos puertas presentan una conformación punto que se encuentran en la zona de son escasos y de pequeño tamaño. parecida, con la diferencia de que las se realizan con lajas de pizarra. Las marcaciones más antiguas se rea- jambas se suelen conformar con tres lizan en madera y con sillería de gran sillares, de los que el central, se coloca En cuadras, bodegas y otros espacios despiece, aunque a veces de escasa transversal al muro. La pieza de dintel funcionales se emplean vanos muy es- sección. Así, se observan grandes o cargadero puede adoptar una forma trechos con aspecto de aspillera, con jambas monolíticas que cubren con arqueada para soportar mejor los em- un gran derrame interno y a veces tam- una sola pieza la altura de las puertas, pujes, así como un ligero arqueado en bién externo. En ocasiones, se dispo- y jambas de madera cortada como si forma de arco rebajado. Los dinteles nen en horizontal por influencia quizás fuera sillería. compuestos con una clave central sue- de los utilizados en algunas casonas. len ser obras anteriores al siglo XIX en Las marcaciones de madera emplean casas de cierta entidad. En este senti- Los balcones pueden utilizarse tanto grandes escuadrías de castaño y roble do también se encuentran orejeras en fábricas de mampostería como en y van atadas al muro mediante trave- talladas de forma tosca en las esquinas los cerramientos ligeros. Parten de saños transversales de madera, enca- y diversas molduras tratando de emu- modelos simplificados de las construc- jados en las marcaciones. lar los rasgos barrocos. ciones señoriales de los siglos XVII y XVIII, pero su difusión es más tardía Las marcaciones de las ventanas se Los vanos con arco de sillería son es- en la construcción popular. realizan con cuatro piezas de sillería, casos y se reducen a los empleados

43 2.10 Las cubiertas. Remates, cumbreras y aristas. Bufardas. Aleros. Chimeneas

La cubierta de una construcción es testero en la parte alta del desnivel viviendas. Otro rasgo recurrente es la uno de los elementos más dependien- aprovechado para acoger el acceso prolongación del faldón frontal aco- tes del medio físico y la geología de al pajar. La pendiente varía entre 20 y giendo en el mismo plano el corredor, cada zona, sin descartar también la 45 grados. Es habitual especialmente como ocurre en algunas casas bloque tradición cultural en el modo de explo- en Cangas que las vigas del hastial se de tres vertientes situadas en Valvaler tar los recursos. prolonguen en un acusado vuelo, a o El Coutu. El testero situado contra el veces de más de dos metros, para talud puede resolverse con ala recor- En la comarca abundan las viviendas proteger el hastial, constituyendo uno tada generando una fachada muy re- con cubiertas a tres vertientes, con el de los elementos expresivos de estas presentativa que puede acoger un por-

44 tal volado. Los testeros con remate de de lajas de pizarra (murín), rematado Al sobresalir más que el plano de la ala recortada eran frecuentes también por losas en sustitución del remate cubierta, tenían funciones de cortafue- en las antiguas cubiertas vegetales. habitual de cruceiros de pizarra. En gos en las medianeras y protegían del los extremos de la cumal o cumbrera viento, facilitando además el acceso A partir del siglo XIX, a veces en edifi- se disponen dos piedras picudas so- para el mantenimiento. Estos testeros cios de cierta entidad, se dan cubiertas bre una losa circular con el fin de re- fueron muy empleados hasta principios a cuatro vertientes en pabellón con matar y asegurar la línea cumbrera. del siglo XX en Degaña, Cibea, Narcea línea cumbrera. También cuartos ais- Las aristas en pizarra se resuelven de y Rengos. Aparecen asociados a plan- lados modestos como las bodegas y dos formas, por una parte utilizando tas rectangulares y cubiertas con pen- cuartos auxiliares pueden cubrirse a un plano de losas cortadas a lo largo dientes superiores a 45 grados. En cuatro vertientes. Los testeros en am- de la limatesa o bien mediante la su- Cangas aún pueden verse en Piedra- bos extremos de la crujía de la casa, perposición de uno de los vertientes fita (casa Xumil), Retornu, Brañas y presentan rasgos de antigüedad en a lo largo de la arista. En este caso se algunos otros pueblos, además de los muchas viviendas de planta alargada emplean losas de gran superficie a lo empleados en algunas iglesias, donde de Cangas, pudiendo desarrollar has- largo de la limatesa, al igual que en se utilizan también para el acceso al tiales de planta curva, como se obser- los bordes del alero. Es representativo campanario. va en Xinestosu, Naviegu o en La Viña. de la comarca, la disposición de la línea cumbrera en pendiente en algu- En algunos remates de cubierta de Las cubiertas más extendidas en los nas construcciones semiurbanas y mu- Ibias puede aparecer el cuarzo, que tres concejos son las de losa de piza- chas casa bloque, lo que representa con la coloración blanca destaca como rra, conocida como l.lousas o lousas. una pervivencia de las formas arcaicas elemento singular y quizás simbólico. En el concejo de Cangas de Narcea cuando aportan ventajas constructivas. Otros remates empleados en Sierra se emplean las cubiertas de teja curva presentan forma esférica y se realizan en la mayor parte del partido de Sierra, En las zonas donde predominaban las con cerámica negra de L.lamas del pero siguen apareciendo los aleros de cubiertas vegetales, también fue habi- Mouru, denominadas paxareras, por losa en algunas casas. La zona de tual el empleo de aleros de pizarra posarse en ellas las aves. Suelen ir transición, con la pizarra empleada en denominados refaldes o veiros combi- rellenas de arena. Excepcionalmente el resto del concejo, se delimita aproxi- nados con la paja, que al ser sustituida pueden aparecer remates antropomór- madamente por la villa de Cangas, posteriormente por la teja curva, dio ficos, como el presente en una vivienda Cibea y el valle de Naviegu, donde ya lugar a muchas cubiertas mixtas. de La Nisal realizado en arenisca y predominan las cubiertas de l.lousa otros como el de Casa Cuervo en acompañadas de muchas mixtas. En Las losas de pizarra se extraían de Ounón, donde se coloca en el vértice estas zonas de transición ya desde afloramientos locales de diferentes una cruz de sillería, quizás reutilizada. antiguo, la pizarra se emplea siempre calidades, en función del grosor de la La presencia de mineral de cobre en en los bordes del alero en una exten- exfoliación, que si era excesivo condi- algunos afloramientos dota a las piza- sión variable. cionaba el peso y la sección del ma- rras de tonos verdosos, como ocurre deramen. en Busto o en Corros. El remate habitual de la línea cumbrera en las viviendas se realiza con losas Los hastiales escalonados conocidos La difusión de la teja cerámica debe recortadas y encajadas, denominán- como penales o guindastras, ejecuta- mucho al estamento señorial de los dose cruceiro. Algunas líneas cumbre- dos con grandes losas, también están monasterios y casas nobles, que arren- ras desarrollan un pequeño paramento vinculados a las cubiertas vegetales. daban las barreras de arcilla o traían

45 ellos mismos las cuadrillas de tejeros Los aleros de madera cuentan en los presentando una apariencia casi ce- itinerantes, al menos en las primeras tipos más sencillos con la prolongación rrada con el fin de proteger el interior etapas de la expansión de este tipo de los cangos. En general los aleros de los golpes de aire y de la lluvia. de cubierta. Posteriormente, las cua- de madera ofrecen bastante vuelo, a Otras chimeneas utilizan una estructura drillas de tejeros ajustaban las condi- menudo más de un metro, salvo en los de madera muy ligera y van revestidas ciones del trabajo con los propios casos en los que factores como el al exterior por losas de pizarra, cuando usuarios. El empleo durante el medievo viento, en situaciones expuestas, limita no forman directamente la caja externa de este material está documentado en su uso. Otras veces, se coloca una con grandes losas enterizas. el Monasterio de Courias, mientras que hilada de losas voladas desde la parte en el resto de la comarca y en las cons- superior del muro, al modo de los de- Existe una notable variedad de tipos, trucciones tradicionales la expansión nominados veiros o refaldes. Los aleros si bien menor que antes de los cam- es más reciente y progresiva desde el de madera más complejos, utilizados bios introducidos por los nuevos ma- siglo XVI. en casas de cierta entidad, presentan teriales de construcción. Se utilizaron dos o tres órdenes de canes, dispues- además cajas externas construidas en Las bufardas más sencillas, son sim- tos en planos horizontales. Excepcio- madera, en general desaparecidas. ples aperturas de un solo plano que nalmente, en la zona de cubierta de se despega levemente de la cubierta, teja curva, pueden aparecer algunos apenas veinte o treinta cm, con el fin aleros a bocateja, formados por el vue- de permitir la salida de humo, iluminar lo escalonado de un cuerpo formado y airear. Cuando adquieren más volu- por varias hiladas de teja. men pueden adoptar la forma de una pequeña mansarda, con un plano flan- Los aleros de mampostería revocada queado por dos cierres. en muchos casos se pintaban con algún motivo decorativo geométrico. Otras veces la bufarda se cubre con Los talleres de canteros realizaban dos o tres vertientes, pudiendo llegar aleros de sillería de perfil cóncavo y a formar un volumen de habitación en anteriormente con forma de papu de las viviendas de modelos evoluciona- paloma, originarios de estilos cultos. dos, en los que aparecen con casi toda la superficie acristalada. Las chimeneas son un elemento que se habría generalizado con los tipos Los boqueirones de acceso al parreiru de vivienda más evolucionados, sobre o pajar aparecen, cuando no van alo- todo a partir del siglo XIX, entre las jados en un testero, insertos en la cu- viviendas más populares, donde se bierta, bien en un simple quiebro o asocia a la campana o estructuras formando un casetón. Estos se dispo- afines. Estos elementos han sufrido nen sobre el plano de la fachada, rom- frecuentes renovaciones al tratarse de piendo la línea de alero y aparecen estructuras muy expuestas y en mu- tanto de uso personal como de dos chos pueblos han sido sustituidas. La hojas para permitir acceder al carro al caja puede estar formada con fábrica interior del parreiru. de mampostería o sillarejos y cubierta en la parte superior con grandes losas,

46 47 48 49 2.11 Las cubiertas vegetales. Las cubiertas de teja de madera

La utilización de las cubiertas vegeta- abandono de esta técnica: “Entre las procedían tanto de los propios pue- les presenta un notable interés patri- clases de cubierta mas usadas, cita- blos de la comarca como de la zona monial, a pesar de su escasa presen- remos aunque sea de pasada, la anti- de Ancares. En cambio el teitado con cia actual, debido a la importancia que gua y pintoresca cubierta de paja, de paja a baguna se realizaba normal- tuvieron en tiempos pasados a lo largo las habitaciones rurales. Se emplea la mente por teitadores del entorno. Am- de los siglos, en los que se utilizaba paja de trigo y la de centeno para la bas técnicas son muy antiguas, si bien en todo tipo de construcciones, inclu- confección de estas cubiertas, siendo la técnica de baguna parece presentar yendo casas blasonadas y construc- la primera la mejor por ser más rígida un mayor arcaísmo. ciones religiosas, donde chocaba con y sobre todo más larga por lo que fa- la doctrina de la iglesia respecto al uso cilita mejor la salida de las aguas plu- La cubierta vegetal5 denominada a de materiales perecederos. viales. Ofrecen mucho peligro de in- baguna se forma añadiendo sucesivas cendio y su uso es cada vez menor, hiladas de feixes o gaviel.las de paja, Fray Toribio de Santo Tomás y Puma- relegándose a construcciones que irán fijados posteriormente con un rada refleja la visión de estas cubiertas secundarias” 4. La preferencia de la trenzado circular de velos, bagunas o en la Asturias de principios del siglo paja de trigo sobre la de centeno no beos en Ibias, formada con avellano, XVIII3: “Con este arte de techar, amado es lo habitual, ya que normalmente se salgueira, ganzo o uzo valdieganus sobrino, se comenzó en el mundo a prefería la de centeno cultivada en el (planta trepadora) que se va colocan- techar los palacios y casa. Y aún oy monte con borronadas por ser más do sucesivamente en la cubierta y ase- en muchos payses, aí harto vecinos, fibrosa y duradera. En otros puntos de gurando mediante gabitos. El picuo no ay otra techumbre en los lugares. Asturias era también utilizada la paja vértice se reforzaba con varias varas Pero a lo menos en cubiles y cabañas de escanda. curvadas y clavadas y aumentando el es locura usar de otra techumbre; espesor en torno a un palo que atrave- porque sale el edificio mucho más Las cubiertas grandes eran más one- saba la cubierta y a veces formaba un caliente y más varato, solamente a rosas y además requerían gran canti- culgadeiru en el interior. A la acción costa de renovar la techada de quatro dad de paja de cereal, por lo que cons- de colocar los velos se denomina en- a quatro años. Que el maderaje te tituían un símbolo de la capacidad y touzare, atouzar, encurdunar, cintar o durará vidas enteras”. fortaleza de la casa. Otra cuestión a embagunar. En los hórreos con cubier- valorar es la influencia de estas cubier- ta de tablones, que no tienen armadura A lo largo de la edad moderna pero tas en muchas construcciones actua- de cangos, se solía techar con esta especialmente desde finales del siglo les que ya no la emplean, pero que cubierta. Ésta podía durar varios años XIX, estas cubiertas van quedando presentan formas derivadas del siste- y al renovarse se coloca una nueva relegadas a las zonas montañosas del ma de cubierta anterior. capa sobre la anterior. Esta labor podía interior del suroccidente de Asturias y realizarse por una sola persona, pero en general en la cordillera Cantábrica Como se vio anteriormente, los teita- lo normal es que participaran al menos occidental. En 1948 un tratado de dores de cubiertas de paja a paleta dos, colocando y entregando el mate- construcción asturiano describe así el formaban un oficio especializado y rial, trabajando también las mujeres,

3 Arte General de Grangerías II (1711-1714), De las Grangerías Temporales, Fray Toribio de Santo Tomás y Pumarada, p. 959. 4 “Lecciones de construcción”, 1948, Requejo Velarde, S., Mieres, p. 56. 5 Vocabulario recogido en Casa Vega de Cuantas (Ibias) y Tresmonte d’Arriba (Casa Boto) y en Larna (Casa Pasquín y Casa I’Campa), Noceda (Casa L.lope y Casa Freixe) y Vidal (Casa Binita).

50 51 Era muy frecuente, al menos en los un ancho de una brazada para poder cubierta de tabla de roble debajo de últimos tiempos, que las gaviel.las de trabajar bien. Para alisar y dar el aca- la de pizarra. Actualmente mantienen paja, cada vez mas escasa, se dispu- bado final a la superficie techada se una presencia casi testimonial, habien- sieran sobre una fuerte cama de xinies- emplea una paleta en forma de espada do sido sustituidas en las viviendas por ta o escoba (Genista ssp.) que es casi de unos 70 cm de longitud. Esta herra- losas, aunque se mantienen en varias exclusiva en los aleros y de la que mienta presenta sección con una cara brañas de la zona del Coutu y Las Mon- parece existir una fuerte tradición de plana y otra ligeramente abombada tañas. Algunas cubiertas de casa se empleo en estas cubiertas, más acen- terminada con una suave arista, pre- cambiaron, a decir de los vecinos, a la tuada quizás en la zona de Cibea. sentando la superficie recubierta con vuelta de la emigración a Madrid. También se recurría a la paja de trigo pequeñas muescas. En algunos de forma complementaria, como en el núcleos como Larna, los informantes Este sistema de cubierta es citado en hórreo de Casa Pasquín en Larna. En describen una variante de paleta en el interrogatorio del Marqués de la algunos hórreos el alero se dispone forma de raqueta redondeada, y de Ensenada en diversos puntos del su- con una doble capa de escoba, suje- manera similar a algunas de las utiliza- roccidente, especialmente Allande, tando una hilada de feixes con la parte das en la región alpina. Los sucesivos Tineo y Cangas del Narcea, siendo su leñosa hacia el exterior, con el fin de taios (Ibias) o calles van completando extensión mucho mayor hasta princi- levantar la altura del alero. Esta capa la vertiente o superficie que se quiere pios del siglo XX, incluyendo la propia se cubre con otra de feixes de escoba techar. La paja se ata con binciel.los villa de Cangas de Narcea. El padre colocada con la parte verde hacia aba- o brincaios (Ibias), especie de cordel Luis Alfonso de Carvallo las cita em- jo y finalmente se cubre con paja de hecho con haces largos de paja, ade- pleadas en la cubierta del santuario centeno. Por el exterior podían ir colo- cuado por no quebrar la paja. Este del Acebo a fines del S. XVI o principios cados varales asegurando la cubierta. sistema era muy utilizado en Degaña del XVII6. Esta cubierta era también e Ibias, donde aún se emplea. En Can- usada en hórreos desde el periodo La cubierta vegetal a facha o a paleta gas se utilizó en algunas zonas y hasta medieval7, abundando la documenta- presenta mayor complejidad y requiere fechas recientes en el hórreo de Casa ción y al menos hasta la primera mitad mayor cantidad de paja de centeno, Boto en Tresmonte. del S. XX aún se conservaba en algu- pero a cambio ofrece mayor durabili- nas construcciones de los vecinos con- dad, de hasta más de veinte años si Las cubiertas de tabluca o tejas de cejos de Ibias y Allande, este último, se realiza un mantenimiento periódico. madera aún se mantienen de manera mantuvo un hórreo hasta mediados En estas cubiertas las gaviel.las, cuel- relicta en el valle del Coutu y la parro- del siglo XX. mos o feixes van atados directamente quia de Las Montañas. Las cubiertas a los cangos y la ripia de la cubierta. que existían en La Viña fueron reem- Las tablucas eran extraídas “a golpe Para la colocación se retira la cubierta plazadas las últimas décadas y en una de hachu” de un tronco de roble, a anterior en la vertiente que se va a vivienda de Valmayor de la parroquia poder ser del ciernu o duramen de la renovar y se comienza a colocar de de Fontes de Corveiru, fue sustituida madera. Cortadas de esta forma, las abajo a arriba con un taio o carrera hacia 1990. Otras viviendas deshabi- tejas tienden a tener sección ligeramen- desde el veiro o alero hacia arriba, en tadas en Veigadhorru conservan la te triangular y presentan la ventaja de

6 Carvallo, 1695: 467.

7 1280: Testamento de Arias Pérez, chantre de San Salvador de Oviedo: “un palacio tellado con so lagar e otras duas casa bonas e un orriotavlizo e tres pallizos”, en Barros, Llangréu, Fernández Conde, 1982: 94.

52 tener el mismo largo. La colocación se núcleo en torno al cual se conserva el mismas. También se mantiene un veiro realiza en hiladas solapadas entre sí y grupo más variado de construcciones. y un portalón de acceso a la corrada, dispuestas lateralmente en tresbolillo, Se trata de una casa de dos alturas mientras fueron reemplazados por pi- de tal forma que permanezcan prote- en talud con cubierta a tres vertientes. zarra varios portalones de carro en la gidas las juntas. La cumbrera y las La cocina, el cuarto y un espacio auxi- década de 1980. aristas se resuelven cortando las piezas liar se disponen en la planta superior. de forma similar a los tejados de lousa, Presenta un volumen cúbico de mam- La construcción que presenta un mayor formando un cruceiru en la cumbrera postería vista con marcaciones de ma- número son las cabanas, existentes en y colocando una hilada solapada en la dera, realizado hacia 1920 y emplaza- varias brañas de los pueblos de la pa- limatesa. Originalmente se clavaban a do aislado en una pista a las afueras rroquia, como de Braniegu, Las Abieras la ripia con tronos de madera y ya en del pueblo. o El Pumar, además de en varias los últimos años con clavos8. brañas de Bisuyu y de la parroquia de Se conservan al menos dos ejemplos Veigal.lagar. También se mantiene ac- Actualmente se mantienen en deficien- de molinos en uso a las afueras del tualmente en la capilla de Combu. te estado la Casa Manuel o Cristina pueblo, variando el sistema de coloca- en Las Defradas en Las Montañas, ción de las tablillas y el tamaño de las

2.12 Corradas, patios, escaleras. Portales

La corrada conforma un espacio aglu- Las escaleras pueden disponerse en económico, transformados a menudo tinador de los elementos complemen- el exterior formando patines, que pue- por sucesivas agregaciones. Otros tarios: Panera, pajar, tendejones, en den estar incluidos en anexos y prote- patios se forman con el edificio princi- ocasiones la eira, cuadras, pozo de gidos por la prolongación del faldón pal de vivienda en planta en L, com- agua. El cierre suele ser de gran altura, de la cubierta, dando acceso a un pletado por cerramiento y alguna cons- delimitando un espacio de uso privado lateral del corredor. A menudo apare- trucción auxiliar. claramente segregado. Un elemento cen incluidos en el portal y en viviendas básico es el portón del carro de dos más recientes suelen disponerse en Los portales más habituales se disponen hojas, en ocasiones con puerta lateral el interior. en el lateral largo de la vivienda, flan- para personas, con cubierta a dos queados por dos volúmenes adosados. vertientes y a veces a cuatro. Son ele- Los patios se disponen cerrados en mentos fundamentales en la conforma- los cuatro laterales y con planta en U ción de los núcleos de comarca. en casonas y casas de cierto potencial

8 Graña García A. y López Álvarez J., “Las construcciones con cubierta de madera” en Los Teitos en Asturias, 2007, pp. 156-166.

53 54 55 2.13 Carpinterías, herrajes y mobiliario

La carpintería de las puertas de vivien- estilizando y más tarde aparecerán los fachada. La generalización de los vi- da son inicialmente de cuarterón, de paños rectangulares colocados en ho- drios influyó mucho en la regularización dos hojas, en origen con una cancela rizontal sobre peines cada vez más de los vanos y el empleo de huecos o canciel.la delante para impedir la delgados, realizados ya con sierras de mayor tamaño y de rasgado verti- entrada del ganado durante el verano. mecánicas en los talleres de carpintería. cal. Hasta mediados del siglo XIX los Posteriormente se van difundiendo las escasos vanos tenían contraventanas puertas de paños o casetones, que Los colores más frecuentes en la última macizas de madera en muchas vivien- aparecen primero en viviendas de cier- etapa de la construcción popular, in- das. El empleo de las carpinterías so- to potencial y finalmente las de paños crementados gracias a la difusión de bre el plano de la fachada, muy habi- verticales enmarcados. materiales foráneos que se distribuyen tual en los tres concejos, parece estar desde las villas a partir de 1900, son asociado a la difusión del vidrio. Muchas puertas de tipo arcaico em- el rojo, marrón y añil. Cuando era po- plean ranuras verticales caladas como sible las carpinterías externas se pro- El mobiliario presente en las viviendas respiraderos. Hasta mediados del siglo tegían con aceite de linaza. de cierta antigüedad, se forma con XX las carpinterías de puertas y venta- armarios verticales empotrados en los nas presentan casetones cuadrados En una primera etapa de la difusión muros, que pueden recibir alguna de- rehundidos y peines sólidos y pesados. de los vidrios en los vanos, éstos se coración geométrica. Los más arcaicos A finales del siglo XIX los paños se van tienden a colocar sobre el plano de la de éstos se forman a partir de un tronco

56 vaciado y ligeramente escuadrado. bogadeiru o entemiso se realizaba de do gran cantidad de motivos decorati- También aparecen las alacenas, los un gran tronco ahuecado o bien con vos y religiosos. Son frecuentes las escudil.leiros, especie de vasar con sebe. En torno al fuego se dispone el iniciales del propietario y símbolos varias repisas superiores para deposi- escanu, pieza normalmente de factura protectores como la cruz o el sagrado tar las escudiel.las y platos y los espe- cuidada que a veces dispone de mesa corazón. También se encuentran va- teiros, que aluden más a la función de móvil para las comidas. riados motivos geométricos y de for- colgar utensilios de cocina. Tampoco mas serpentiformes. Esta gran varie- faltan las arcas, en la sala, zagual o Existe variedad de formas en el empleo dad se explica por el arraigo y fuerte algún dormitorio y las maseras en la de los herrajes de picaportes de puer- tradición de las ferrerías en la comarca. cocina. El trobo de la colada para el tas y portones de corrada, presentan-

57 58 2.14 La cocina tradicional. L.lariegas y lareiras

La cocina es la pieza más importante en L o U. Otros elementos que confi- antiguas sin reformar o adosadas a de la vivienda tradicional, concentran- guran el burru o guindastre para sus- casas nuevas totalmente renovadas. do a los miembros de la familia en torno pender el caldero del pote mediante Estas cocinas se pasan a denominar al fuego, la comida y el descanso. Es las pregancias. cocinas viejas o cocinas d’afumiar y también frecuentemente la pieza de son piezas muy valoradas por la co- mayor superficie. La vida en la cocina A partir de la década de 1920 y en munidad, ya que en cierto modo repre- gira en torno al fuego bajo de la muchos pueblos ya a mediados de sentan a la casa y continúan utilizán- l.lariega o lareira, que no se apagaba siglo se difunde la cocina económica, dose en muchas de ellas para ahumar nunca, sino que se anublaba por la bilbaína o de hierro. Paulatinamente, la matanza. noche. En torno al hogar se disponen los fuegos bajos de las l.lariegas y los escaños, normalmente dispuestos lareiras quedan asociados a casas

59 2.15 La decoración y arte popular en la construcción tradicional. Las bandas de cal

En la comarca no abundan las mani- soportes adecuados en viviendas os- cia 1800. En una vivienda de Retornu festaciones decorativas en piedra, de- curas, habitualmente sin revocar inclu- se encuentra, en un cuarto, un motivo bido a que las características de los so en el interior hasta el siglo XIX, vegetal de ramas o espiga similar a esquistos y cuarcitas no favorecen la dificultaba la realización de expresio- las talladas de algunos dinteles y a talla. No obstante son frecuentes los nes artísticas populares. También es las toscas pinturas de alguna capilla cruciformes y otros símbolos tradicio- posible que lo perecedero de algunos popular, en las que se representan nales tanto en madera como en piedra, soportes impida la perdurabilidad de ramas y rosetas circulares sobre un y cuando el tipo de piedra lo permite otras muestras decorativas. fondo de cal. En las viviendas semiur- aparecen esporádicamente figuracio- banas de principios del siglo XX se nes antropomórficas, como en Soutu Pinturas en mazarrón, aceite de linaza, pintan zócalos con orlas geométricas, los Molinos o en una vivienda de Fontes cal y el añil. Presumiblemente sería entrelazos y cenefas vegetales en las de Corveiru. empleada en alguna pintura popular paredes de la sala, pasillo o algún las de origen orgánico como el sarro cuarto, utilizando colores ocres, na- Las manifestaciones del arte popular u hollín, la sangre y aceites. Conoce- ranja, azul o verde, aunque pocas en madera, aunque sobrias son mu- mos escasos ejemplos de decoración veces se mantienen en la actualidad. cho más frecuentes, siendo destaca- pintada de cierta antigüedad. En Casa En las viviendas más arcaicas esca- das especialmente en las paneras de Ouría, aparece una orla vegetal sean las manifestaciones artísticas, desde el siglo XVIII. La escasez de enmarcando un escudo, realizado ha- aunque aparecen rosetas hexapétalas

60 talladas en algunas puertas como en XVIII, que emplean el repertorio habi- nas construcciones se trata de imitar la casa vieja de Casa’l Moirazu en tual de radiales, tetrasqueles o esvás- al exterior la estructura constructiva o L’Abechera. ticas circulares, aspas y casetones de se fingen sillares. En relación con los diversas formas. encintados, Alguerdo mantiene varias También se decoraban los muebles casas con representaciones comple- empotrados de las cocinas con tablas Las bandas decorativas de cal, deno- tas de arquitecturas figuradas en las recortadas con semicírculos, entrela- minadas también encintados, enmar- que se pintan falsas ventanas, sillares zos calados o picos. En Ibias un esca- can el volumen de la construcción y tramas de ladrillos en las fachadas. no presenta tallado un viril o expositor siguiendo la conformación de los pisos Aquí aparece más claro el origen culto eucarístico acompañado de cruces. y las alineaciones de esquinas, vanos de estas representaciones, que eran Los paños de las carpinterías de puer- o aleros. Emplean un repertorio de comunes al menos hasta la etapa tas y armarios aparecen decorados motivos geométricos; tramas, semicír- neoclásica en edificios palaciegos o con casetones, acordonados y aspas culos, picos e imitaciones de molduras religiosos. Algunas casonas mantie- al menos desde el siglo XVIII. Lógica- y siluetas de elementos arquitectóni- nen restos de decoraciones similares, mente en las casonas y palacios se cos como pináculos o bolas. Son ha- así como el Monasterio de Courias, encuentra una gran variedad de car- bituales los remates de ventanas con donde se pintan ventanas fingidas en pinterías talladas de los silos XVII y cruces o elementos místicos. En algu- la fachada noreste.

61 62 2.16 Las cartelas. Epigrafía. Marcas en las armaduras de madera

Las cartelas observadas en la comarca Otras proclamas habituales consisten aluden mayoritariamente al amo o pro- en invocaciones religiosas como “Ave motor de la construcción y en menor María” o los anagramas de cristo. En medida a la autoría material de la obra, Casa Silvestre de Soutu Los Molinos, especialmente en los últimos tiempos. un dintel de una vivienda de 1820 pre- Es frecuente tanto en viviendas como senta un rostro flanqueado por cruces, en paneras mostrar los nombres del similares a los que aparecen en Casa matrimonio de amos que realiza la obra L.luis de San Xuan del Monte. junto a la fecha, incluso hasta la déca- da de 1980, así como la proclama del En las armaduras de madera del Mo- maestro de la obra. Aunque muchas nasterio de Courias del siglo XVIII, se de estas cartelas son posteriores a emplean muescas sencillas de ensam- 1870, también se localizan ejemplos blajes para alinear correctamente las del siglo XVIII, y el arraigo de su uso y vigas antes de su montaje, consistien- la densidad que alcanzan en otros do en líneas de muescas con un concejos hace suponer que la costum- número determinado de marcas que bre tiene cierta antigüedad. coincide en las dos partes a ensam- blar. Marcas de este tipo, junto con

63 numeraciones comunes y romanas se círculos y semicírculos que se tallan estar relacionada con el calendario utilizan en los desmontajes de hórreos, con herramientas de carpintero en los agrícola, las fases lunares y la corta al igual que las lineales descendentes pares, tercias, pies, pontones, tablas de maderas, actividad bien regulada pintadas a lo largo de la caja. y en general los elementos de carpin- en el siglo XVIII y que podría justificar tería de armar. La secuencia completa el marcaje de la madera en un periodo Además se dan también otro tipo de de estas marcas se encuentra también o circunstancias determinados. marcas diferentes formadas a partir tallada en algunas viviendas y en el de distintas combinaciones de aspas, mobiliario de la comarca, pudiendo

64 nada

Los tipos arquitectónicos básicos las aldeas y sólo las cuadras y las reúnen la mayoría del patrimonio edifi- construcciones religiosas pueden ale- cado representado en las construccio- jarse a veces de los pueblos y presen- nes esenciales y de difusión generali- tarse aislados. Los modelos de vivien- zada como la vivienda, los graneros, da tradicional y de las construcciones las cuadras y pajares y los templos básicas de una sociedad representan religiosos, sin considerar las construc- multitud de rasgos y definen el carácter ciones adscritas a las actividades y cultural, técnico e histórico de una oficios complementarios o especializa- comunidad humana. dos. Estas edificaciones conforman

3.01 La casa redonda tipo palloza. Problemática de la evolución de la casa redonda.

La casa de planta redonda tectura tradicional el paradigma de que conforman la armadura. El cierre y las pallozas vivienda arcaica. Se trata de viviendas de los cangos se realiza a caja y es- terreras de planta con tendencia cir- piga asegurados con una cuña, mien- La casa de planta redonda de cubierta cular o elíptica y cubierta vegetal. La tras que un pino o gancho de madera vegetal, y los modelos afines de pallo- ordenación interior es laxa y se realiza frena el desplazamiento lateral hacia za de planta de tendencia circular, con madera y zarzo sin alcanzar nor- la parte baja de la cume. La solución elíptica y elipsoidal, han sido conside- malmente los techos, con lo que el de las cubiertas documentadas en rados tradicionalmente como el mode- humo procedente del fuego bajo pue- Ibias en la última etapa, suele contar lo de vivienda representativo de las de impregnar todas las estructuras. con una o dos tijeras de una sola cu- montañas del noroeste peninsular, en La armadura puede descansar sobre me, dispuestas sobre horcones late- los territorios del extremo occidental un o dos pies derechos centrales de rales o si se carece de éstos, sobre de la Cordillera Cantábrica, abarcando remate ahorquillado, el pé de armar, un apoyo de obra o el propio cierre el sureste del territorio de Lugo, los o más comúnmente en una tijera que perimetral de mampostería, más con- concejos noroccidentales de León y apoya lateralmente en pies pegados sistente en este caso y trabado con el suroccidente de Asturias1. En la al muro o en el propio muro del perí- masa de barro. denominación popular con anteriori- metro. La cubierta puede ser de ten- dad al siglo XIX parecen haber predo- dencia cónica, con una o dos cum- En la sociedad tradicional no existe el minado los términos de casa pallaza, breras muy pendientes y de forma concepto de intimidad individual en el pal.laza y casa de palla. más alargada en función de la planta. sentido actual, introducido con más Los cangos se disponen a modo de fuerza durante los siglos XIX y XX des- Estas viviendas han encarnado tradi- cabios de pares unidos que descan- de el ámbito urbano, cuando a menudo cionalmente en los estudios de arqui- san sobre la línea cumbrera o cume los emigrantes retornados introducen

1 Las viviendas de planta redonda y el tipo de planta alargada y su evolución han sido estudiadas y documentadas en profundidad por Juaco López Álvarez y Armando Graña García en Los Teitos en Asturias, (Gijón, 2007),así como por Ástur Paredes en La Casa Tradicional asturiana, (Oviedo, 2006). Este autor define las tipologías como casa redonda y casa tipo Cangas del Narcea. En la década de 1970 Mark Gimson realiza un estudio de las pallozas que incluye una casa de La Braña en Cangas de Narcea.

68 en muchas viviendas los cuartos sepa- escanos solían estar reservados a las siglo XIX, la difusión de las ideas higie- rados. La familia compartía el espacio personas adultas, así como los enfer- nistas y creencias como las miasmas, con los animales. Además, la compar- mos, siendo habitual como lecho de favorecieron una reacción institucional timentación del espacio entre los miem- muerte de los moribundos. a favor de la renovación de la vivienda, bros de la familia era también muy dé- que se refleja en las renovadas norma- bil, ya que el espacio de descanso o Estas características son representati- tivas de edificación, en las topografías dormir era en buena medida colectivo. vas de la casa de humo del campesino médicas y en diversos informes de la Las tenues separaciones del espacio europeo, procedente de diversos tipos época. La incomprensión y la valoración segregaban especialmente a los amos, de vivienda medieval. Las pallozas y negativa de las viviendas arcaicas y el matrimonio que detenta el control de las casas Narcea eran en su momento las casas de humo en general, se la casa. El resto de personas que inte- tipos universales, que comprendían acentúan a principios del siglo XX y graban la familia troncal, como tíos diversos niveles sociales y locales del queda reflejado en informes y artículos solteros y ancianos, podrán disponer entorno inmediato, siendo tardío e in- como el realizado por un técnico del en ocasiones de alguna alcoba o algu- fluenciado por el exterior el estigma Ministerio de Agricultura en 1936, en el no de los cuartos que se van cerrando social hacia las casas de humo y fuego que se describe una vivienda tradicio- en el portal, en cambio los niños y jóve- bajo, y en general hacia todos los ras- nal de un campesino pobre de Galicia2. nes comparten el espacio de descanso gos de las viviendas arcaicas. En oca- Mario Gómez, en sus excursiones por con la salvedad de la división por siones se refleja un choque cultural y el concejo de Cangas del Narcea en la sexos, y duermen en la lareira, alguna la incomprensión desde la cultura ur- década de 1920, valoraba en cierto alcoba y a menudo en el parreiro. Los bana. Desde las últimas décadas del modo el nivel de desarrollo de cada

2 “Vivienda.- Debemos tener valor para descubrir las peores casa rurales; las que, sin constituir las generalidad, existen en gran número, las que demandan con urgencia y por humanidad medios económicos del estado y de los propietarios para ser mejoradas.

El verdadero cariño a una persona no se demuestra aconsejándole que cubra sus llagas para que no se vean, sino facilitándole medios para llamar al médico y que se las cure.

Para conocer a fondo la vida de los humildes en la aldea gallega hemos vivido un día y una noche en casa de un labrador pobre.

En la planta baja, de poco mas de tres metros de fachada por otros tantos de fondo, está el “lar”, o sea el hogar donde se hace la vegetariana comida y donde se hace la obscura vida; tan obscura que apenas nos veíamos unos a otros. Esto se debe no sólo a la pequeñez de un solo ventanuco, precisamente en un país en que escasea el sol, sino al humo que llena el local, pues el hogar no tiene chimenea y se fuerza a escapar con dificultad al humo por entre las desvencijadas tejas. Consecuencia de esto es que las paredes interiores estén ennegrecidas, cubiertas de hollín.

Al ver en el espesor de uno de los muros una especie de nichos de poca profundidad, nos dicen que es ¡donde duermen los “nenos”! Y en una cuadra pequeñísima, en comunicación con el hogar, una vaca conviviendo con la familia.

Una estrecha escalera de madera conduce al piso, que no llamamos superior porque es de lo más inferior que hemos visto en nuestra larga vida. En este piso alto, pero cuya altura no os permite estar de pie cerca de la pared, porque tropezando en el techo con la cabeza os exponéis a hacer bailar las tejas, está la cama donde duermen los padres. Y hay casucas que ni piso alto tienen.

Estas miserables casas deben desaparecer.”

Hojas divulgadoras, 1, Ministerio de Agricultura, Dirección General de Agricultura, Madrid, 1936.

69 localidad en función del número de tran una planta ligeramente ovalada y conservación de la madera, pero ade- casas encaladas que existiesen. mayor desarrollo de la cumbrera. La más, el ahumado era un proceso fun- disposición en el terreno es en pen- damental en la sociedad tradicional La situación actual de estas viviendas diente, con el interior ligeramente es- para la vital conservación de muchos es un modesto reflejo de la importancia calonado en el límite de la corte o cua- alimentos vegetales y cárnicos, por lo que tuvieron hasta épocas recientes dra, situada en una cota inferior. La que internamente estas viviendas en todo el suroccidente asturiano, y articulación interna se realiza en dos cuentan con numerosas estructuras en esta comarca de modo especial partes, de vivienda y cuadra, pero en para suspender lejos del suelo y ahu- en el concejo de Ibias. Actualmente los ejemplos de mayor superficie suele mar los alimentos. se conservan multitud de restos con ser tripartita al sumarse el astro o za- los muros completos, pero sin la es- gual, que actúa como distribuidor cen- La Casa Loina, en O Viñal, es una de tructura interna. Otro pequeño grupo tral de la corte y la lareira. Sobre la las últimas que mantuvo la cubierta mantiene las armaduras en proceso corte se sitúa el parreiro o pajar, que vegetal hasta fechas recientes. Estuvo de deterioro creciente. Las últimas puede cumplir funciones de dormitorio habitada hasta 1975, utilizándose pos- pallozas de Ibias se situaban en San- colectivo. La vida familiar se concentra teriormente de pajar. Presenta planta tiso, Arandoxo, Peliceira, San Clemen- en torno a la cocina de humo y fuego circular ligeramente ovalada con unas te, Lagúa, Villarín, Busto, Castaosa, bajo, que es también el principal es- dimensiones de 5.4 por 6.6 metros en Liares, , Peneda, Cuantas, Boiro pacio de habitación y donde se suelen el eje largo, ligeramente apuntado en y O Viñal entre otros núcleos, desta- ir separando cuartos de dormir y alco- la alineación de la cumbrera. Utiliza cando la concentración en torno a la bas o camas-armario. También suele aparejo de mampostería de pizarra de zona de Valdeferreiros. Las pallozas aparecer asociado el espacio del cor- 80 cm de espesor con un alzado de van normalmente acompañadas de tello para la cría del gocho. Los princi- muros de 2.8 metros en la parte inferior hórreos y palleiros de cubierta de paja, pales elementos de la lareira son los y 90 cm en el exterior de la parte alta, que no suelen faltar configurando la escaños en torno al fuego, dispuestos donde la cota interna se sitúa a 1.8 unidad de explotación. Estas últimas en L o U, y el guindastre para suspen- metros por debajo del suelo externo. construcciones mantienen en unos der las pregancias de pote y el forno, Presenta dos puertas enfrentadas que pocos casos una conservación algo a veces construido exento de la pared. se abren a un espacio central de tres mejor y reproducen a pequeña escala Cobran importancia los sistemas de metros de ancho, que estaba delimita- la volumetría de las pallozas. ahumado y aislamiento de alimentos do por los dos tabiques de tabla dentro como el cainzo, el gacheiro para curar de la cocina, a modo de zagual. El perfil Las pallozas presentan planta circular la matanza y los colgadeiros. muestra el habitual resalte en la roca y remate casi cónico de la cubierta, madre, formando un talud entre la corte con un diámetro máximo en torno a los Como es sabido, las propiedades del y la zona de habitación, situada 70 cm. ocho metros. Algunas de ellas mues- humo y el sarro son favorables a la más alta. Actualmente no se observan

70 indicios de horno, que debió ser des- las reedificaciones sobre casas ante- siempre en pendiente con la crujía en montado durante su uso de palleiro. La riores. El interés histórico y patrimonial sentido perpendicular a las curvas de tijera se alineaba con el cierre de la de estas casas radica en haber sido nivel. Las plantas pueden oscilar entre cuadra, transversal al eje largo. En las el tipo casi único de vivienda, en su los 12 y más de 20 metros de largo, inmediaciones se encuentra el palleiro amplia área de distribución, hasta prin- siendo casi siempre más anchas en la circular que aún mantiene la armadura, cipios del siglo XIX; y en representar parte superior de la ladera. La confor- propiedad de Casa de Baixo. la continuidad en el tiempo de mode- mación de la planta presenta un buen los de vivienda, al igual que las pallo- número de variantes, pudiendo contar zas, desarrollados desde el medievo. tanto con esquinas o esquinas redon- La casa tipo Narcea Presentan además un notable valor deadas, como los extremos totalmente formal y han sido objeto de estudio curvos. Respecto a los hastiales ocurre Esta tipología destaca por su alta re- por diversos autores, especialmente algo parecido, ya que puede carecer presentatividad en el concejo de Can- desde principios del siglo XX, como de ellos, contar con dos o frecuente- gas del Narcea, donde parece haber Ángel del Castillo o Crespi. Estas ca- mente con uno solo en la parte supe- sido el tipo de vivienda casi exclusivo sas arcaicas de planta alargada po- rior, habiendo casi desaparecido los en todo el concejo hasta las primeras drían haberse desarrollado a partir de de remate escalonado que coronaban décadas del siglo XIX, además de en dos tradiciones constructivas antiguas los extremos de las viviendas, sobre menor medida Degaña y algunos pun- anteriores. Por una parte, las casas todo en la mitad sur del concejo. Las tos de Ibias como Llanelo. Aparecen de planta redonda propias de la cul- dos divisiones internas que delimitan restos o ruinas de ellas en numerosos tura castreña del noroeste, origen más el zaguán eran realizadas en madera núcleos, escaseando más en las zo- valorado por la historiografía clásica en los ejemplos más arcaicos, como nas más bajas del concejo y en la y por muchos autores actuales. Por Casa’l Moirazu de L’Abechera, si bien zona de Bisuyu y Las Montañas, don- otra parte, actualmente se ha tendido es muy frecuente que el que limita con de pudo haber comenzado antes la a estimar, sin negar la influencia de la la cocina sea de madera y el que se- sustitución. En bastantes casos se casa redonda, la tradición constructiva para el pajar se construya de mampos- aprecian restos de estas viviendas, a de las casa rectangulares medievales, tería a modo de cortafuegos. veces zaguales completos, insertos que se documentan al menos desde en volúmenes de construcciones más la alta edad media en contextos cultu- El interior se encuentra fuertemente recientes. Estas construcciones supo- rales próximos. En nuestra opinión en excavado en la parte superior y media, nen una notable supervivencia de mo- la casa Narcea confluyen ambas co- y presenta un perfil escalonado en delos arcaicos de casa, entendida rrientes constructivas. dos niveles, correspondiendo el infe- como tipo de larga vigencia, que sería rior a la corte (cuadra) y el superior a construido aún durante el periodo mo- Se trata de una vivienda con un desa- la zona de habitación. El grado de derno y contemporáneo, además de rrollo en planta longitudinal, construida pendiente del emplazamiento a menu-

71 do supera el 20%. En correspondencia fin de apretar la hierba en el extremo pueden estar relacionadas. No obstan- con la fuerte excavación, los muros inferior. te se realizaban tijeras de este tipo de carga perimetrales actúan también también con tijeras rectas o de curva- como muros de contención, alcanzan- La armadura presenta un gran desarro- tura muy suave. Los combos, realiza- do en algunos ejemplos más del 75% llo, con tijeras curvas llamadas combos, dos con madera de haya, castaño o de su altura total por debajo de la cota con riostras laterales. El gran desarrollo roble, se buscaban específicamente del suelo externo, especialmente en que alcanzan permite emplear las vigas en val.linas u hondonadas sobre terre- el hastial superior y en el tramo medio. del armante inferior de las cerchas para nos de gran pendiente, en los que La volumetría externa ofrece un perfil soportar el piso. Los sistemas de anclaje aparecen árboles con la curvatura de muy característico debido al desarrollo se realizan a partir de encajes a media tronco adecuada. El haya presenta el en pendiente de los paramentos y madera o a caja y espiga, ajustados problema de la menor durabilidad en especialmente la línea cumbrera de por cuñas encajadas a presión en el entornos de humedad, sin embargo la cubierta. Esta disposición es singu- cierre de la tijera y asegurados con era empleado en algunas construccio- lar no sólo a la arquitectura culta si no tornos pasantes de ciernu de roble, que nes de Cibea y Rengos. también a la mayoría de las construc- realizan la función de llave de los en- ciones populares de otras comarcas, samblajes. Para evitar el desplazamien- Los paramentos, realizados con arga- en las que se tiende a desarrollar las to de la viga de la cumal o cumbrera masa de arcilla y arena, suelen pre- plantas en paralelo a las curvas de debido al peso de la cubierta y la pen- sentar un acusado hermetismo y casi nivel. La disposición en pendiente de diente, se asegura con grandes tacos total ausencia de vanos de iluminación, los paramentos y el forjado interior a que la traban en las tijeras. Los cangos estando reducidos a las puertas, tro- lo largo de la crujía, constituyen tam- o cabios pueden ir colocados por pares neras y alguna bufarda o ventano. bién soluciones diferenciadas de la con cierre de caja y espiga o frecuen- mayoría de las tradiciones constructi- temente de forma discontinua, anclados El espacio superior de habitación se vas populares. a la cumal con un cajeado de media distribuye entre la l.lariega (cocina) y madera y tornos. En este caso se dis- el zagual. Las piezas o cuartos de ha- El pajar o parreiru se dispone sobre la ponen en oblicuo con relación a la cum- bitación, cuando aparecen, se van se- cuadra con el piso de madera, o brera y las vigas de sobremurio que gregando a partir de estas dos estan- sul.lau, en pendiente, ocupando fre- recorren los laterales. La cumal, casi cias. Desde el zagual (moucasa, cuentemente entre 2/3 y 3/4 de la su- siempre de sección cuadrada de unos trescanu, tescanu, l’astru, zaugual), se perficie total. Este piso, según la tradi- 30 cm de canto, va asegurada en los accede al exterior por una o dos porti- ción oral, podía realizarse antigua- testeros con tornos pasantes y en oca- cas enfrentadas y frecuentemente tam- mente con entretejido vegetal. En los siones se emplaza apoyada en piezas bién a la corte, a través del pustigu o dos extremos de la crujía se emplazan de madera cajeada a medida. Puede trapón, pequeño paso o trampilla abier- dos vanos, el buqueirón de acceso a alcanzar un gran desarrollo de más de to en el medianil para el acceso a la la piergula o al parreiru en el hastial quince metros de largo en una viga, corte desde el zagual, a veces, formado superior y el cuiteiru en el extremo como se observa en la casiel.la de casa con escalones. Cerca de esta división, inferior para dar salida al cuitu o estiér- Estebanón. suele aparecer el cebadeiru, trampilla col, cargándolo directamente al carro. en el suelo para la ceba del ganado En algunas de estas casas más evolu- El término combo alude a la forma cur- desde el parreiru. Las porticas apare- cionadas, el tamaño de la puerta del va de esta tijera, que recuerda a las cen a veces con cuarterón (apertura pajar permitía introducir el carro y des- estructuras de cruck medievales euro- superior) y canciel.la al exterior. Los lizarlo por el piso en pendiente, con el peos, con cuya tradición constructiva nombres del zagual como moucasa

72 73 (mediocasa) aluden a una concepción en ocasiones la armadura anterior. (ganzo), pitoxas (haz vegetal de diver- de la casa en tres partes y en el caso Otras veces la introducción de los nue- sas plantas), capuchas (candil de hie- de trescanu (detrás del escanu) se re- vos materiales fue aprovechada para rro) y culmiel.los, haz de paja de hasta fleja incluso una percepción del espacio realizar recrecidos de los muros o re- un metro de largo apretado con una en dos zonas, propia de los modelos formas completas. Sin duda este cam- corra y empleado sobre todo en exte- más arcaicos con una única puerta bio, ha sido lo que permitió prolongar riores. El forno, adosado interiormente para la cocina y la cuadra, como puede la vida de estas construcciones con en el centro o en un lateral de la cocina, verse en Casa Catorce en Chanos. uso de cuadra y cocina para curado aparece en casi todos los ejemplos, si de alimentos. Con el cambio a cubier- bien en algunos casos parece un aña- La disposición habitual tripartita cuenta tas de teja, en bastantes ocasiones, dido posterior. La piérgula es una es- con dos medianiles intermedios a me- fue conservada una capa de paja o tructura volada de madera dispuesta dia altura, que en algunos casos se escoba como elemento aislante y de sobre el fuego bajo, con función de realizan íntegramente en madera (bo- asiento. Las tejas se disponen normal- secadero y de ahumar algunos produc- lau), siendo más frecuente que sea mente en forma de espiga, en oblicuo tos, además de impedir que suban pétreo el que separa el zaguán del con relación a la cumbrera y alineadas chispas a la cubierta. Normalmente no pajar, por su función de cortafuegos. en dirección de la máxima pendiente. se construían de sebe por temor a los Ningún cerramiento interno supera los incendios y por la misma razón, cuando tres metros de altura, constituyendo La l.lariega nombra tanto el propio ho- se podía, se utilizaba madera de nozal por encima de esta cota un volumen gar, siempre de fuego bajo, como la o humeiru (nogal y aliso). La mayoría único. Las cubiertas se disponen a estancia de la cocina, que actúa como de ellas desaparecieron al aumentarse tejavana y en origen eran exclusiva- centro de reunión familiar y en origen los pajares sobre la cocina, aprove- mente vegetales con escoba, piorno como dormitorio del matrimonio cabeza chando el acceso del hastial superior, y paja de centeno colocada con la de familia, contando en ocasiones con previsto en origen para la piérgula, técnica de baguna, o velos (sujeción alcobas, camas-armario cerradas de como buqueirón de acceso al parreiru. externa con zarzos leñosos) y a paleta, madera situadas detrás de los escanos Otros elementos o estructuras suspen- con gavillas atadas directamente a la o adaptadas a algún hueco de la es- didas, destinadas a colgar y aislar ali- armadura sin sujeción externa, a no tancia. El fuego no se apagaba nunca mentos son las varas del fumeiru, el ser el empleo de varales asegurando aunque por la noche se anublaba, cu- culgadeiru y el cainzo. El burro o guin- las zonas más expuestas. El cambio briendo los rescoldos con ceniza para dastre es un pie de madera giratorio a las actuales cubiertas de teja y losa evitar riesgo de incendio. La iluminación del que penden sobre el fuego las ca- de pizarra, se ha venido realizando al en el interior de la casa se realizaba denas del pote o pregancias. El ca- menos desde el siglo XIX, manteniendo mediante teas vegetales de garabil.las bal.lete de hierro se coloca en el hogar

74 Casiel.la de Casa Estebanón. L’Artosa. Casiel.la de Casa Estebanón. L’Artosa. Sección longitudinal. Siglos XVI - XVII. Sección transversal.

Casa Frade. Vil.larín de Cibea. Casa Cul.lar. Reitornu. Planta y corte de sección. Siglos XVII - XVIII. Corte transversal. Siglos XVIII - XIX.

75 para situar encima el pote o la ol.la de tuadas, se supera la cifra del centenar Los dueños de estas construcciones barro. Los espeteiros, escudil.leiros y de construcciones. Entre los ejemplos coinciden en su buena resistencia al armarios insertos en los muros, realiza- excepcionales, se encuentra Casa Fra- viento y al peso de la nieve, ya que dos a veces mediante el vaciado de de en Sorrodiles y la casiel.la de Casa resbala en dos planos al tener también un tronco, conforman el mobiliario, fre- Estebanón en L’Artosa en la armadura en pendiente la línea cumbrera. Tam- cuentemente con carpinterías de paños de la cubierta. Otros ejemplos desta- bién suelen afirmar que eran los teja- propias del siglo XVIII. La piedra de la cados son Casa Xuana en Sorrodiles, dos de los cuales marchaba primero colada (bogadoira o entemisu) comple- Casa Frandambres y Casa Fonsu en la nieve. La disposición de la cumal ta los principales equipamientos de la La Nisal, Casa Xuanín en Parada la en pendiente, obligó a colocar las ca- cocina, que como veremos se manten- Nueva, Casa Roque en Brixemada, nales de tejas en posición tangencial, drá en lo fundamental, en otros modelos Casa Xuangarcía en Los Pedrueños, en vez de perpendicular, para favore- de casa más evolucionados con dos ya como modelo evolucionado, y varios cer la evacuación, favorecida también alturas. El principal cambio se dará con ejemplos de Castilmoure. En todos los por el mayor ancho en la parte superior la disposición de un forjado del pajar casos estas construcciones reciben de la crujía. sobre la cocina, eliminando la tejavana uso de cocina vieja de afumiar y ca- y limitando la extensión del humo por siel.la para corte del ganado. Otra ventaja se da en la altura continua toda la vivienda. de los muros, que no sobrecargan los Esta tipología presenta notables cuali- paramentos de la parte inferior de la El área actual abarca varios núcleos dades formales y el desarrollo de pendiente. de la zona de Sierra (La Nisal, Parada volúmenes y formas en cierto modo La Nueva, Barnéu, Brixemada), Cibea orgánicas, derivadas de la búsqueda El piso inclinado del pajar favorece la (L.ladréu,Vil.larmental, Sorrodiles, de la mayor funcionalidad. Así, estas acumulación de la hierba en la parte L.lamera) y numerosos pueblos de la construcciones presentan una notable baja, situando el heno en un plano infe- cuenca alta de los ríos Naviegu y Nar- relación entre el volumen y la superficie rior y en el extremo contrario a la cocina, cea. En El Coutu destacan varios ejem- de los cerramientos externos y de la para disminuir el riesgo de incendio. plos de La Viña y L’Artosa. cubierta, con buenas características Otros factores que pudieron haber in- de aislamiento, favorecido por la exca- fluido en la consolidación del modelo, Este tipo fue de distribución masiva y vación, como reconocen los propieta- son los periodos fríos que se constatan casi uniforme en todo el concejo. Ac- rios, que las definen siempre como a partir de la baja Edad Media o la tualmente restan muy pocos ejemplos más calientes que las otras construc- promoción como vivienda del campe- en buen estado de conservación, si ciones tradicionales. sinado desde el estamento señorial. bien sumando las arruinadas y desvir-

76 La evolución en planta más frecuente Xedré construida en torno a los siglos las actuales viviendas sugiere que pue- es la incorporación de un volumen XVI-XVII y Casa Uría en Naviegu, posi- den intervenir otras tradiciones cons- lateral a la cocina adoptando plantas blemente anterior, que mantiene el tructivas, además de la denominada en L (Casa Cul.lar o Casa Antunón en volumen inicial definido. Otros ejem- casa redonda. Retornu o Casa Xuana en Sorrodiles), plos de casas fuertes emplazan la pa- conformando posteriormente portales nera en el interior del patio como Casa En construcciones como la casiel.la entre volúmenes laterales (Casa Naciu García en L.lamera y Casa Rubio en de Casa Estebanón con planta de for- en Vil.lar de Naviegu) al añadir otro Fontes de Corveiru. ma elíptica, parece haber inicialmente cuerpo en la parte baja de la fachada, dos grandes pies derechos en el cen- flanqueando el acceso y conformando Casa L’indianu se desarrolla como un tro de cada uno de los dos círculos, el portal. En el volumen incorporado gran volumen hermético, internamente de diferente tamaño, que conforman en la parte baja de la ladera, el desnivel organizado en torno a un patio. La lec- la planta, como parece confirmar la del terreno permitía incluso construir tura de paramentos y la conformación forma del plano. Estos pies fueron des- un cuarto alto y emplazar a veces un de la distribución, sugieren el desarrollo critos por Fritz Krüger en su trabajo de corredor de acceso. Esta evolución del edificio a partir de la crujía de la campo de 1927. Según la tradición debió ser frecuente ya durante el siglo fachada SE, paralela a la fachada prin- oral recogida en la zona de Navia de XVIII, como se intuye de la descripción cipal y desarrollada en pendiente, con Suarna3, estas plantas se trazaban a de casas del de Leitariegos, en la cocina antigua en la parte superior, cordel, situando dos círculos tangentes las respuestas particulares del catastro el zagual intermedio para el acceso y en el sentido de la pendiente, el mayor del Marqués de la Ensenada. pajar sobre la cuadra. En el exterior se de ellos en la parte alta, destinado a observa el recrecido del paramento y vivienda. La lógica constructiva sitúa Estas ampliaciones se van realizando la discontinuidad de la estructura por un sufitu o pie derecho en el centro de en distintas fases a lo largo del tiempo, debajo del corredor, donde se aprecia cada círculo, marcando entre ellos el y aunque se documentan diversas va- la presencia de un podio de sillería y largo de la cumbrera, al no haber tes- riantes, la mayoría de las agregaciones un esquinal que muestra el adosamien- teros. Luego el trazado uniría los inters- siguen estas pautas. to a la crujía inicial. ticios de los círculos en el lado largo. Esta planta evidencia la influencia y el Las casas de una parte de la hidalguía arraigo de la planta circular, con la que rural parecen haberse formado si- Aproximación a la evolución de la no obstante, se consigue desarrollar guiendo el mismo desarrollo, como casa redonda y la casa Narcea un eje largo. Actualmente esta cons- podemos ver aún hoy en algunos ejem- trucción presenta una notable armadu- plos. La mayor diferencia estribaría en Esta tipología podría suponer una su- ra de tijeras de combos, que responde que el núcleo originario sería también pervivencia de modelos constructivos a una reforma antigua. de mayor escala. Se conservan ejem- medievales de planta alargada. En plos de vivienda nobiliaria con planta general, se ha relacionado estas vi- Otra construcción fotografiada por en U de patio cerrado, originadas a viendas como una derivación posterior Krüger en Degaña, a pesar de que este partir de una vivienda Narcea de gran de casas de planta redonda o elíptica autor la interpreta como reciente, obe- desarrollo, como Casa L’Indianu en asimiladas a la palloza. El análisis de dece al empleo de técnicas igualmente

3 Xosé Manuel González Reboredo y Clodio González Pérez, Antropología y etnografía de las proximidades de la sierra de Ancares, Vol. II, pág. 15, 1991.

77 arcaicas, que parecen mostrar el uso clara la relación formal de muchas ca- en Leitariegos, donde parece que se de armaduras procedentes de otra tra- banas rectangulares de las brañas de producen resultados diferentes a los dición constructiva diferente o comple- Cangas con el tipo de casa Narcea. de Ibias en cuanto a la morfología de mentaria a la de las casa circulares. las plantas. Esta vivienda se encuadra en la tipología La sustitución de la madera por la pie- Narcea, mostrando una planta rectan- dra es un proceso continuado en el En el caso de que hubiera una única gular con estructura de pies derechos tiempo desde el siglo XI que empieza línea de evolución o sustrato cultural laterales y un cerramiento de mampos- en las construcciones religiosas y no- de casa redonda medieval, resulta tería en seco sin función estructural. biliarias, para extenderse posterior- difícil de explicar la disparidad de re- Corresponde en lo fundamental a mo- mente a las viviendas campesinas. sultados en la edad moderna entre delos de casas de postes medievales, Según la documentación, bajomedie- Somiedo, Cangas del Narcea y De- acreditados en la documentación y en val, a finales del siglo XV gran parte gaña e Ibias, no sólo en cuanto a las la arqueología, en el contexto regional de las viviendas de los pueblos astu- plantas sino también en cuanto los y del noroeste peninsular. También re- rianos eran de piedra o con paramen- tipos de estructuras de madera, e in- viste interés la evolución de la armadura, tos significativos de mampostería, aun- cluso los asentamientos de hilera con ya que resulta factible que en un primer que en la comarca suroccidental medianeras. De no haber varias líneas estadio los combos, concebidos como desconocemos con precisión la evolu- evolutivas de tipologías medievales pies derechos curvados, se desarrollara ción de este proceso. En el contexto diferenciadas en estas comarcas re- desde el suelo o desde un zócalo pé- bajomedieval asturiano, la vivienda sulta difícil justificar la diversidad ob- treo, de forma análoga a los documen- rural de piedra y madera se cubre de servada en el periodo moderno. Pero tados en otras regiones. En la confor- teja y la que emplea estructura de ma- además, en Degaña y Cangas no po- mación de la tipología entraría tanto la dera se cubre de paja, madera o teja. demos afirmar la existencia de plantas tradición constructiva de la planta cir- redondas durante la edad moderna cular, como otras reelaboradas durante En el suroccidente existe una relativo de una manera clara, o el alcance de el medievo con planta rectangular u vacío documental y arqueológico entre su difusión, y el panorama anterior nos elíptica. Otro factor a valorar, es la vin- el siglo V y el XV, al menos en cuanto resulta desconocido. En Cangas del culación de la planta larga con un terri- la arquitectura tradicional y hábitat Narcea, a pesar de la numerosa con- torio de fuerte cultura ganadera al me- rural se refiere. centración de núcleos, cercana a las nos desde el medievo, mientras que en trescientas entidades, no se observan el área de la planta circular, ha podido En lo relativo al periodo moderno, en restos de casas redondas propiamente tener más peso relativo la agricultura Cangas del Narcea no se conservan dichas, manteniéndose sin embargo del centeno combinado con una orogra- las respuestas particulares del Catas- numerosos restos de viviendas en di- fía más suave. En este sentido, resulta tro del Marqués de La Ensenada, salvo ferente grado de conservación asimi-

78 lables al tipo Narcea. No existe ninguna de origen románico. Degaña y en cierta numerosos recrecidos y reformas, en excavación en los numerosos despo- medida Cangas del Narcea se encua- las que los cuerpos adosados o el portal blados medievales y modernos de la dran en una tradición constructiva que son obra del siglo XVIII, sobre un núcleo comarca y tampoco se ha realizado comparte algunos rasgos con los con- anterior. La sillería de algunas puertas ningún estudio arqueológico o de lec- cejos del norte de León. Las bufardas y la forma de algunos vanos remiten a tura de paramentos sobre viviendas y casetones antiguos son similares a los siglos XVI-XVII en algunas de las conservadas o en ruinas. los acreditados en las cubiertas vege- construcciones, como ocurre en Casa tales de amplias zonas de Europa. Montera de Becerrales o en Casa En Somiedo, área culturalmente adscrita Cuando la orografía lo permite se da l’Indianu, donde el podio de la parte a la cultura castreña del noroeste, no se una moderada tendencia a la agrega- baja se sitúa en este periodo. La men- conocen restos ni testimonios de casas ción de volúmenes laterales mediante cionada casona de Uría en el valle de redondas y el Catastro del Marqués de medianeras. En las viviendas exentas Naviegu, podría estar edificada en torno La Ensenada muestra lo arraigado de son frecuentes las agregaciones de a los siglos XV-XVI. También es muy los tipos rectangulares somedanos ya volúmenes laterales. probable que algunas reconstruidas en el siglo XVIII, con un avanzado grado durante los siglos XVIII y XIX estén lo- de madurez y un alto porcentaje de vi- Por otra parte no siempre se ha valo- calizadas sobre suelos de viviendas viendas teitadas de dos plantas. rado suficientemente las grandes dife- anteriores, ya que el número de hogares rencias de tamaño y función entre la en muchas aldeas permanece casi es- Las armaduras de los teitos somedanos casa castreña y la palloza, si bien es table entre los siglos XVI y XIX, a dife- corresponden a un tipo de desarrollo mayor aún la distancia entre la organi- rencia de la situación de crecimiento rectangular, presente también en Euro- zación social de la familia castreña y que se da en otros concejos. pa, de acreditada antigüedad, que no la familia medieval que acoge el gana- se vincula con la planta de la casa re- do bajo el mismo techo. Tampoco se Las excavaciones arqueológicas de donda. Se caracterizan por el empleo ha estimado siempre la gran distancia despoblados y yacimientos de arqui- del ala quebrada, la presencia parcial cronológica entre la antigüedad tardía tectura doméstica medieval en el con- de testeros, la ausencia de viga cum- y los principios de la edad moderna. texto de la meseta norte peninsular, brera en muchos casos y el empleo de muestran la importancia de las plantas zancos o refuerzos laterales entre los Estas casas se siguieron construyendo excavadas y el desarrollo de viviendas pares de tijeras que van aseguradas con mayor volumen hasta mediados del de postes desde el periodo altomedie- entre sí sin viga cumbrera. Respecto a siglo XIX. A finales de este siglo muchas val, como documentan diversas exca- los hastiales escalonados, relacionados de ellas reciben uso de cuadra-pajar y vaciones arqueológicas4. con las tradiciones constructivas de se abandonan como vivienda principal. plantas rectangulares, está comproba- Esporádicamente, se constatan reedifi- Algunos autores recientes han revalo- da su presencia en los Pirineos durante caciones hasta finales de siglo en algu- rizado el papel de las plantas alargadas la edad media, así como probablemente nos pueblos. Algunas de estas cons- en el ámbito de la arquitectura tradicio- en la Cordillera Cantábrica, donde apa- trucciones albergan paramentos de la nal del noroeste peninsular. Juan Ma- recen vinculados a numerosas iglesias construcción inicial, ya que se observan nuel Báez Mezquita5, en su estudio de

4 Azkarate Garai-Olaun, A. y Quirós Castillo, J. A., “Arquitectura doméstica altomedieval en la Península Ibérica. Reflexiones a partir de las excavaciones arqueológicas de la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz, País Vasco”, ArcheologiaMediavale, XXVIII, pp. 25-60. 5 Báez Mezquita, J. M., Arquitectura popular de Sanabria: Asentamientos, morfologías y tipologías rurales, Zamora, 1994, pp. 79-113.

79 la arquitectura popular sanabresa, no se adaptó a las necesidades cam- teitos de Somiedo como pallozas evo- plantea para el noroeste la coexistencia biantes, como ocurre en buena parte lucionadas o construcciones recientes de formas rectangulares, oblongas y del noroeste, donde las casa redondas sin entrar en el análisis interno, tenden- circulares a lo largo del tiempo desde de los castros no generaron formas cia repetida por muchos autores. Este épocas protohistóricas, apoyándose posteriores, pero en cambio si se de- autor defiende la antigüedad de las tanto en el análisis de la arquitectura sarrollaron las plantas oblongas y rec- plantas rectangulares en Somiedo, tradicional como en los resultados de tangulares coetáneas. contrastada por la documentación en las excavaciones arqueológicas de el periodo moderno. este territorio. La casa redonda muestra Carmen-Oliva Menéndez6, realiza un cualidades apropiadas para un primer amplio estudio de los modelos de cu- Por otra parte, Hans Soeder, aporta un momento de desarrollo, pero cuando bierta vegetal en toda Europa, en el completo cuerpo documental de arma- es necesario aumentar el volumen y que incluye las pallozas y las casas duras de madera, viviendas y cons- especializar las estancias, la planta de planta longitudinal del noroeste, trucciones pastoriles del entorno del circular muestra incapacidad para res- inclinándose por una cierta evolución territorio alpino, en la que muestra es- ponder a los requerimientos. La pervi- desde plantas circulares, aunque ad- tructuras de madera similares a las vencia del tipo en determinadas zonas mitiendo la complejidad de variables empleadas en Somiedo y Cangas8 en se explicaría por responder a las nece- y la existencia de una zona de contacto el contexto europeo. sidades de una sociedad autárquica, cultural entre Cangas y León para ex- especializada en agricultura y gana- plicar la planta larga, que relaciona dería de montaña, para las cuales pre- con la presencia de hastiales y la ma- senta una conformación adecuada. En yor diferenciación de espacios. cambio, este autor, resta protagonismo al supuesto arcaísmo de la planta cir- Fernando Linares García, en su estudio cular con relación a la rectangular, de la arquitectura de las brañas aludiendo a su temprano abandono en somedanas7 llama la atención sobre aquellas zonas en las que esta planta la confusión de Krüger al calificar los

6 Menéndez, C. O., Teitos, cubiertas vegetales de Asturias a Islandia, COAATPA, Oviedo, 2008, p. 224. 7 Linares García, F., La arquitectura de las brañas somedanas, Universidad de Valladolid, 2004, p. 46. 8 Soeder, 1964: 138, 169.

80 Periodo aproximado siglos XVI - XVIII

Casa’l Bercianu. Cruces. Casa’l Bercianu. Cruces. Sección transversal. Planta.

Periodo aproximado siglos XVII - XIX

Casa’l Purtel.lón. Reitornu. Casa’l Purtel.lón. Reitornu. Sección transversal. Planta.

Periodo aproximado siglos XVII - XIX

Casa Catorce. Chanos. Casa Catorce. Chanos. Sección transversal. Planta.

81 3.02 Tipos de casa tradicionales. La casa en talud a tres vertientes y la casa de corredor. La casa bloque. La casa tipo Sierra. Casas de bodegueiros y criados

La casa en talud con corredor emplazar el pajar sobre un segundo volado sobre las vigas del piso inferior. forjado a lo largo de la crujía que su- La carpintería de armar ofrece una Aunque no siempre se delimitan clara- prime la tejavana y permite instalar la buena realización y presenta bien tra- mente con respecto a las casa bloque, sala, además del cuartu del pai en un bajadas las zapatas del corredor y las ya que los ejemplos de mayor volumen lateral del corredor. Para facilitar la cabezas de las vigas de ménsulas abo- presentan muchas analogías, enten- ceba del ganado, se dispone un paso celadas. En la puerta inferior aparece demos aquí este tipo diferenciado por con trampilla en una esquina de la tallada en relieve una de las escasas el menor tamaño medio, la presencia sala. La carpintería de la cocina podría muestras figurativas conservadas en de corredor y el uso de la cubierta a datar de finales del siglo XVIII. el concejo, que muestra un rostro y una tres aguas con el testero en la parte roseta hexapétala, representando qui- alta de la pendiente. Casa Silvestre en Souto los Molinos, zás el sol y la luna, flanqueados por construida en 1820, es otro ejemplo dos cruces. Este modelo de casa suele Casa Vicente en La Viña mantiene el muy representativo, que aunque man- corresponder en un primer momento esquema general de las casa Narcea, tiene la estructura interna parcialmente a caserías de mayor potencial econó- mostrando la evolución hacia las vi- modificada, ofrece aún los rasgos ca- mico, habiendo sido construidas por viendas de dos plantas. Mantiene ras- racterísticos de las viviendas de este campesinos que gozaban de un acce- gos conservadores como la planta par- tipo difundidas al menos desde el siglo so a la propiedad de al menos parte cialmente curvada, pero sobre el piso XVIII, en un momento en que la mayoría de la casería que explotaban. de la cuadra se sitúa una sala que da de las viviendas del concejo eran terre- acceso a un corredor lateral. El zagual ras. La cubierta se dispone con tres Otras veces el corredor se dispone y la cocina mantienen casi todas las vertientes y el hastial en la parte alta, situado entre muros machones o cor- características de las viviendas arcai- mientras que bajo el faldón central de tafuegos laterales, en casas tanto ado- cas, pero la mayor diferencia se da en la cubierta se dispone un gran corredor sadas, en escasos ejemplos, como

82 83 exentas, restando hoy pocos ejemplos ta. Las casas de corredor se difunden están ya generalizados los morteros de este tipo. En la comarca, el corredor especialmente a partir de 1850, conti- de cal y el ladrillo macizo en los recer- más abundante aparece volado sobre nuando su construcción hasta la dé- cados, así como la ordenación regular las vigas maestras de la primera plan- cada de 1940. En esta última etapa y simétrica de los vanos en la fachada.

84 La casa bloque cúbico, con predomino de los para- en una pequeña cumbrera. En las fa- mentos sobre los vanos o las carpin- chadas de muchas de estas casas se Esta tipología se define por la presen- terías. Suelen presentar cubierta a cua- dispone un pequeño tramo central de cia de grandes volúmenes de aspecto tro vertientes rematadas en vértice o galería sobre el plano de la fachada

85 flanqueado por dos balcones o vanos, aproxima en ciertos rasgos a las gran- ellas las aproxima a los palacios. En que corresponden a la sala y dos cuar- des casas en talud con cubierta a tres Sonande se localiza uno de los mejores tos laterales. Esta conformación se da vertientes, si bien en éstas el corredor ejemplos de esta tipología, ya de tipo con mayor abundancia desde media- volado es un factor diferenciador. nobiliario e incorporando rasgos de la dos del siglo XIX hasta 1930. La planta arquitectura culta, como orejeras en inferior se utiliza sobre todo de cuadra Las numerosas casonas blasonadas los vanos, molduras y una variada de- y bodega. Los elementos de sillería se se asimilan al tipo de casa bloque de coración tallada sobre los sillares de realizan con grandes despieces y en tamaño variable, como las existentes arenisca gris. Otros ejemplos sobresa- bastante casos los aleros se realizan en Arbolente, Veigaipope, Parrondo, lientes de esta zona se encuentran en de mampostería revocada o sillería. Pambléi, Vidal o Rebol.las y Pinl.lés Riegla de Cibea y Veigaimiedru. Este tipo, en algunos ejemplos, se aunque el desarrollo de algunas de

86 87 88 La casa tipo Sierra pando en ocasiones un extremo de la Otros tipos de vivienda singulares en nave opuesto a la fachada principal. la actualidad, que pueden aparecer Estas viviendas se desarrollan con Esta modelo de casa se construye localmente en algunos núcleos, son planta rectangular y cubierta en pabe- abundantemente en todo el partido los derivados de viviendas mínimas llón con cuatro vertientes, desarrollan- de Sierra y los valles cercanos, espe- para caseros y criados, emplazadas do línea cumbrera. Suelen presentar cialmente desde principios del siglo en torno de otra vivienda principal, de dos a tres alturas, especialmente XX y con mayor abundancia en las incluso dentro de la corrada. En la en terrenos muy pendientes, aprove- décadas 1940 y 1950. Aparece tam- zona de Ibias reciben el nombre de chando la baja de cuadra. Uno de los bién con menor densidad en diversos bodegos y sus habitantes bodeguei- rasgos característicos es la disposi- pueblos del valle del Naviegu y en ros. Se trata de construcciones muy ción de un gran portal aprovechando otros puntos de la comarca. Los vanos básicas, de escasa superficie y me- el vuelo de la cubierta en el eje largo, se resuelven con marcaciones de si- dios, aunque pueden presentar dos por lo que se emplean jabalcones y llería y madera y en muchas de las plantas. En épocas pasadas fueron el apoyo de las vigas del pajar. Los más recientes con mampostería y obra más abundantes como consta en su forjados se siguen realizando al modo de albañilería. Esta casa es una de presencia documental. tradicional, con vigas vistas y empleo los últimos tipos construidos por los de pontones. En la planta alta se dis- talleres de mamposteros locales den- pone el espacio de habitación, con la tro del mundo tradicional. Presentan cocina a la entrada y un largo pasillo semejanzas con algunas viviendas central que distribuye los cuartos a construidas en Tinéu y Allande donde ambos lados. Esta generación de vi- se encuentran ejemplos de cierta viendas contaba ya con cocina econó- antigüedad y puede haberse formali- mica y otras comodidades. Una parte zado el modelo inicial. de la crujía se dedica a parreiru, ocu-

89 3.03 Las casas semiurbanas y casas-tienda en vial. Casillas de peón caminero

A partir de las últimas décadas del veces es el emigrante retornado el que no existe o se segrega a otra construc- siglo XIX se aprecia en la comarca un encarga la construcción de un dormi- ción. Las escaleras son internas, apro- mayor dinamismo constructivo, abierto torio a costa de la sala o en un extremo vechando a veces el desnivel para a nuevas tipologías e influencias esti- del corredor. En este periodo la vivien- disponer un pequeño patín. Las mar- lísticas emanadas del mundo urbano da fue permeable a las modas y cam- caciones de carpintería de taller pre- y de las villas, favorecido por la lenta bios de estilos, que se reflejaron espe- dominan sobre la sillería. mejora de las comunicaciones. cialmente en el diseño de las carpin- terías, la difusión de galerías con ven- Como variante de las anteriores, las Otro factor cultural de gran trascen- tanas de guillotina, el aumento de los casas de uso mixto comercial se dis- dencia sobre el caserío lo constituye vanos y la generalización de los bal- ponen sobre los principales ejes de la emigración a América y Madrid, que cones. A partir de 1930 se realizan carretera y en las cercanías de las favorecerá la renovación masiva del vanos cuadrangulares más amplios, villas. Suelen contar con un portal en caserío gracias a los recursos y men- incluso poco después con rasgado paralelo a la fachada con columna de talidades aportados por cientos de horizontal. Estos cambios serán asimi- fundición y algunas incorporan ele- emigrantes. No nos referimos aquí a lados por los talleres locales de oficia- mentos decorativos del eclecticismo, la arquitectura denominada indiana, les y mamposteros locales, en un me- en forma de canes, molduras e impos- sino a numerosas casas renovadas en dio en el que apenas habrá impacto tas. Aparecen bastantes ejemplos en la comarca gracias a las aportaciones de los materiales industriales hasta Cibuyu, Xavita, La Riela y Chanu, don- de emigrantes, que permitieron la com- mediados de siglo. de se encuentra en Casa Lola un ejem- pra completa o parcial de las tierras plo de promoción americana. arrendadas y la aplicación de modelos Entre estas viviendas son habituales constructivos novedosos por su gálibo los desarrollos sobre planta cuadran- Las casillas de peón caminero cuentan y realización. Se aportan ideas higie- gular con cubierta a tres o cuatro ver- con algunos ejemplos realizados en nistas e individualistas, como es la tientes y ordenación simétrica de los torno a 1920, aplicando los modelos progresiva importancia de los espacios vanos, con numerosos balcones pro- habituales del tipo, con entrada central privados, la multiplicación de los cuar- vistos de antepechos de hierro forjado flanqueada de dos vanos simétricos. tos, y la reducción de los dormitorios o barrotes de madera. Suelen presen- Podían realizarse con mampostería y familiares compartidos. Culturalmente tar un buen volumen y son normales algunos despieces de sillería, dispo- se empieza a modificar el concepto los desarrollos en tres alturas. Pueden niendo a veces de huerta y cuadra en de privacidad, más diluido en las co- seguir apareciendo cuadras en la plan- la parte posterior. munidades tradicionales. No pocas ta baja, pero en muchas, este espacio

90 91 3.04 Los palacios rurales

Los palacios rurales se encuadran en este caso incluida en el interior. Los la primera planta. Las dos crujías la- la arquitectura tradicional, si bien se periodos constructivos más represen- terales enmarcan el cuerpo central diferencian de las viviendas comunes tativos son los siglos XVII y XVIII, co- originario, a cuya crujía se adosa la- en su escala, las características de rrespondiendo estilísticamente al ba- teralmente la ampliación de los siglos los materiales y la mayor influencia en rroco y neoclásico. XVII y XVIII, creando una nueva facha- ocasiones de los estilos considerados da con balcones ordenados y un cultos. Los tres concejos reúnen un Como elementos representativos vin- salón en posición central, situado so- conjunto muy notable, con numerosos culados cuentan con capillas, palo- bre la bodega. El palacio conserva ejemplos y variedad tipológica. mares y molinos, aunque estos suelen las estructuras, distribución interna y encontrarse disociados. El palacio de el mobiliario originarios, así como una Los palacios rurales de la comarca La Muriel.la, con fachada de cuerpo excelente l.lariega. corresponden a varias tipologías, central flanqueado por torres, cuenta abundando los de fachada flanquea- con un puente de arco apuntado pro- Otros palacios destacados son los da por torres en los ángulos. Las plan- visto de portón, emplazado sobre el de San Pedro de Arbas y el de Arda- tas se articulan a menudo en crujías río Narcea. liz, con planta en L y torre en un ex- con planta en L, planta en U y los de tremo, ambos del linaje de Queipo más volumen suelen formar un patio El palacio de Xarceléi presenta planta de Llano, así como el de Flórez- interior con corredor, columnas o pies en U con una fase inicial del siglo XVI, Valdés en Carbachu. derechos. En algún caso conservan desarrollada en torno a un patio de la torre medieval originaria como ele- servicio delimitado por tres cuerpos, El palacio de Nandu muestra planta mento mítico y de prestigio, como en de los que la crujía intermedia se dis- cuadrada y patio central con corredo- L.lamas del Mouru y Sorrodiles, en pone como zona noble residencial en res, integrando la capilla en el volu-

92 men. Conserva varios vanos de la fase de palacio con torres en las esquinas inicial del siglo XVI, con arcos de me- de la fachada y desarrollado entre dio punto y puertas aboceladas. los siglos XVI y XVIII a partir de una torre inicial. En Degaña las casas En Ibias destacan los palacios de blasonadas responden al tipo de ca- Ron en Lagüeiro y el de , sona tradicional. este último, un ejemplo de la tipología

3.05 Hórreos y paneras. Seriación de las características constructivas y estilísticas desde el siglo XVI a 1950

Los hórreos y paneras han sufrido una Todo ello es el reflejo del proceso de del siglo XVI y principios del XVII. fuerte regresión, especialmente du- cierre de casas en las entidades peor Emplean también esquinas de una rante los últimos cuarenta años, debi- comunicadas y de la falta de uso en sola pieza de gran sección. En Can- do a la desaparición de la economía muchos casos. gas del Narcea se encuentran en Gi- agraria y los cambios de funcionali- llón, Cibuyu, L’Artosa, Aciu, La Mu- dad. Las dificultades en la conserva- Los hórreos más antiguos por su cons- riel.la entre otros. Ejemplos de hórreos ción de este patrimonio en los conce- trucción corresponden a un pequeño del periodo medieval anterior abun- jos de la comarca se reflejan en la grupo, pertenecientes a la primera dan en la documentación9. degradación creciente que se obser- etapa, que se da desde el siglo XVI a va en algunos núcleos, debido al em- mediados del XVII. Estos hórreos em- La caja se denomina cesta en Cangas pleo de técnicas de mantenimiento plean barrotillo visible en la caja, y en del Narcea y sebe y zarrumen en inadecuadas y a la descontextualiza- un caso excepcional, en el hórreo de Ibias, como recuerdo del antiguo sis- ción. Otras veces, las paneras quedan casa Quintos de L’Artosa, estas juntas tema constructivo descrito hacia el inmersas en algunos casos en entor- se decoran con rallas blancas y ne- año 1600 con precisión por el padre nos arquitectónicos muy alterados. gras, al modo propio de los hórreos Luis Alfonso de , natural de

9 “renouar e mantener el palaçio de tella que y esta, e dos orrios techados de palla,” 1319, cellero de Piedramuelle, Martínez Vega, 1991: 109.

93 94 95 Cangas del Narcea: “...tenían el suelo El hórreo de casa Guerra en Gillón, les son de tipo arcaico en el piso y la y vientre de madera como todos los se mantenía en fechas recientes con caja con esquinales de una pieza y demás lo tienen, y los bordes, o haros cubierta a baguna de escoba y paja colondras anchas con engarce a ba- de arriba eran de barretones texidos de centeno, levantado sobre un cuer- rrotillo. Se conserva la puerta original apretadamente con varas, o mim- po inferior. Los elementos estructura- característica de principios del siglo bres... úsase aún en Asturias esta les son también de tipo muy arcaico XVII formada con dos paños y peines manera de texido, pues vemos algu- con grandes soleras de piso, esqui- muy anchos. Es un hórreo de excep- nos graneros, que llaman orrios, he- nales de una pieza de más de 70 cm cional valor por su cronología y buena chos de barretones, texidos con va- de escuadría y las tablas de la cesta conservación. En Caldevil.la d’Aciu ras, tan firmes y seguras que aunque o caja de gran tamaño, con engarce destacan tres hórreos del siglo XVII están encima de quatro palos, ex- a barrotillo muy ancho que permanece realizados probablemente por un mis- puestos a los ayres y tempestades y visible. Se conserva la puerta original, mo taller en las casas de Gamayón, cargados de pan y otras cosas, lo realizada en torno a la segunda mitad de Cachón y de García, contando con sufren todo”. del siglo XVI y formada por dos paños las cabezas de liño decoradas. En el verticales con la proporción de dos hórreo de casa Freixe en Noceda los No obstante, la documentación mues- tercios y un tercio unidos con grandes elementos estructurales son también tra la existencia de hórreos de tabla y tachones de hierro. En este momento de tipo arcaico. Este hórreo carece vigas desde el periodo medieval, que se emplea en el piso grandes soleras de cangos y utiliza una cubierta de convivirían con los hórreos de sebe. de madera, a veces reforzadas por grandes tablas insertas en los aguilo- Así, en un documento relativo al con- vigas transversales. Los hórreos ar- nes, lo que dificultaría el uso del teita- cejo de Grau fechado en 136910, se caicos de Cangas del Narcea podrían do a paleta. Otros hórreos como el de alude a un hórreo de madera techado contar en el cuadro superior, en sus- casa Centén, en el mismo pueblo, de palla. Hay que tener en cuenta ade- titución del gato de las esquinas, con muestran la evolución de los hórreos más que los hórreos de barretones, dos vigas paralelas recibidas en los de fines del siglo XVIII. El pequeño parecidos a los cabaceiros, es más liños para contrarrestar los empujes hórreo de casa Vega en Cuantas, fe- difícil que se reflejen en los documentos laterales. Esta estructura sería apro- chado en 1794 y tallado con un pe- debido a la modestia y el carácter efí- vechada también para emplazar las queño respiradero en forma de cruz, mero de estas construcciones. tuñas a modo de contenedores de es otro ejemplo de las construcciones cereal. Otro rasgo presente en los de este periodo. Algunos de los hórreos de cubierta hórreos arcaicos de la comarca es el vegetal más representativos conser- empleo de un sobreliño de gran es- En hórreos y paneras desde finales vados en la actualidad o hasta fechas cuadría dispuesto con vuelo. de este siglo se van introduciendo los recientes, muestran el proceso evolu- ensamblajes machihembrados y otras tivo en las estructuras de los hórreos El hórreo de casa Anxelu de Sigueiru, novedades en los ensamblajes de la llevado a cabo entre la segunda mitad conserva cubierta a baguna, formada caja, así como el corredor emplazado del siglo XVI y las primeras décadas en su mayoría por escoba alcanzando en la fachada sobre la prolongación del XIX. un gran espesor. Realizado en made- de las cabezas de las trabes. Previa- ra de haya, los elementos estructura- mente las juntas se realizaban con

10 “...hun orrio de madera e techado de palla con so suelo, que está al çemiterio de Santa María Magdalena” (Fernández Conde, Torrente & De la Noval, vol II,nº 247, 488).

96 97 98 barrotillo oculto en las ranuras latera- flanqueando la puerta principal, en medida el maestro. Algunas cartelas les de las tablas, y las esquineras los laterales y a veces en la fachada como la conservada en Bergame pro- emplean secciones más pequeñas posterior. Las tallas se realizan a bisel claman exclamaciones como “Viva mi con proporción de un tercio y dos y mediante planos rehundidos, si bien dueño que ha tenido el empeño de tercios en cada cara, que permitía desde mediados de siglo las tallas construirme”, pintada cubriendo otra aprovechar troncos de menor diáme- van perdiendo profundidad y los mo- anterior en la que constaba la autoría tro, para pasar finalmente a realizarse tivos se van simplificando, aparecien- del artesano. Entre las cartelas alusivas en dos piezas desde comienzos del do tallas lineales y desde principios al matrimonio de amos que emprenden siglo XIX. Este siglo conocerá la difu- del siglo XX sobre todo pinturas. Este la obra, aparecen ejemplos como en sión de los corredores en los cuatro estilo decorativo ha sido definido co- Casa Fuertes de La Nisal, “Se hizo por costados de las paneras, ya utilizada mo estilo Allande11 y se encuentra orden de Manuel Pérez y su esposa en algunos casos anteriormente. distribuido por todo el occidente de Rosa Cas (…) r año 1904” y en Casa Asturias. Un ejemplo representativo Llano de Samartín “Hizieronme Fran- En los siglos XVIII y XIX aparecen, en de mediados del siglo XIX y del uso cisco Arias, y Theresa Flórez su mujer. las construcciones que presentan de- de la simbología cristiana es la panera Año 1789”. coración, motivos aislados y en algu- de Casa Ferreiru en Aciu, construida nos casos la realización de ricos con- en 1840, en la que flanqueando la En la última etapa de construcción de juntos decorativos, que se deben en puerta se tallan los símbolos cristianos paneras, en torno a 1920, son habitua- parte a la influencia del barroco po- de un viril o expositor eucarístico y un les las cartelas pintadas a molde, ha- pular. A partir del siglo XVIII se percibe cáliz, y en los laterales un tetrasquel ciendo referencia al amo que ordena el trabajo de algunos maestros y talle- y un pez inscrito en un círculo. la obra y en menor medida al maestro res muy destacados como el de Do- carpintero. Así, en una panera de Ci- mingo Álvarez, que trabaja en el con- A partir de mediados del siglo XIX se buyu, aparece flanqueando la puerta cejo de Ibias, realizando conjuntos aplica por muchos talleres una profu- la cartela “se hizo el año de 1919 por de grandes tallas de planos rehundi- sa talla de elementos externos de las orden de Luis Menéndez” y “se pintó dos con motivos de animales y paneras, como mandiles y barandas el año 1920 a primeros de Febrero”, geométricos insertos en arquitecturas de corredor, aleros con guardamalle- omitiendo al constructor. figuradas. Las tallas mas frecuentes tas y molduras de todo tipo, decayen- desde las últimas décadas del siglo do las tallas de la caja. En las últimas Un factor diferencial de los concejos XVIII emplean un buen repertorio de realizaciones, después de los años del suroccidente, es la prolongación motivos geométricos circulares, con veinte, adquiere más importancia la de la construcción de paneras en sus- esvásticas o tetrasqueles, rosetas pintura de colores vivos, a veces em- titución de hórreos arcaicos a lo largo hexapétalas, radiales curvos y rectos, pleada en toda la caja de la panera. de todo el siglo XIX y las primeras entrelazos, caras, relojes, motivos re- décadas del XX, momento en el que ligiosos y algunas figuras animales y Como se vio anteriormente, son muy ya se habían dejado de edificar, salvo humanas. Los motivos aparecen rea- frecuentes las cartelas con los nom- excepciones, en el centro y oriente de lizados a lo largo de todo el siglo XIX bres del hombre y la mujer de la casa Asturias. Este proceso de sustitución en forma de grandes discos tallados que realiza la obra, la fecha y en menor podría explicar el relativamente corto

11 Graña García, A. y J. López Álvarez, Hórreos y paneras en el concejo de Allande (Asturias), Oviedo, 1983. La definición del estilo Allande y su evolución se debe a estos autores, que documentan así mismo el trabajo de los últimos talleres de constructores de paneras.

99 número de hórreos arcaicos, a pesar que Yriarte trabaja desde los últimos so también muy incompleto de la De- de que no faltan. La construcción de años del siglo XVIII. Algunos estudios legación de Educación y Ciencia paneras alcanza la década de 1940 y recientes muestran la riqueza y varie- aporta la cifra de 1229 hórreos y pa- durante los años veinte se construye- dad de la decoración tallada y pintada neras en Cangas. ron en gran número, a diferencia de lo en la zona de Sierra en Cangas13. que ocurría en el oriente de Asturias, El volumen actual de hórreos y pane- donde el nomenclátor de 1920 afirma El censo incompleto del Ministerio de ras, al margen de estas estimaciones, que están desapareciendo12. Educación, realizado en la década disminuye rápidamente, con grandes de 1970, ofrece un total de 285 hó- pérdidas registradas durante las tres En la segunda mitad del siglo XIX, la rreos y 168 paneras en el concejo de últimas décadas, más acentuadas en homogeneidad constructiva y similitud Ibias y 46 hórreos en el de Degaña. los núcleos con poca población y en en decoraciones, identifica a algunas El número de hórreos para Cangas las entidades de difícil acceso. La cuadrillas de carpinteros dirigidas por del Narcea, según las repuestas par- problemática de la conservación de maestros que se asocian a determina- ticulares del catastro del Marqués de este patrimonio en la comarca se cen- dos rasgos constructivos o decorati- la Ensenada en 1787, aporta la cifra tra en la despoblación rural, la degra- vos. Anteriormente, algunos artesanos de 2040 hórreos y sólo doce paneras. dación creciente por falta de uso, el destacados como Gabriel Ignacio de Estas cifras, que no incluían el coto empleo de técnicas de mantenimiento Yriarte, maestro vasco que firmó algu- de Leitariegos, carecen de fiabilidad inadecuadas y en la descontextuali- na de sus obras, empleaban un modo en lo relativo al número de paneras, zación, quedando inmersos en algu- de trabajo y estilo decorativo que sin- ya que del trabajo de campo se de- nos casos en entornos ambientales gularizaba sus obras, o Domingo Álva- duce que la cifra real era bastante muy degradados. rez, en el conejo de Ibias, que al igual mayor. En la década de 1970, un cen-

12 “(…) El tipo corriente es llamado casería, y consta de dos edificios contiguos, el uno de dos pisos, y el otro de planta baja, al lado el hórreo y la panera, que son construcciones elevadas sobre cuatro o seis pilares. Unos y otras tienden a desaparecer, muy en especial en la zona E. de la provincia”, Nomenclátor de España, Provincia de Oviedo, 1920, Madrid, 1923. 13 - Gayol, N., “Arte popular nos horros ya paneras en Sierra (Cangas del Narcea)”, Asturies, 10, 2000.

100 101 102 103 104 105 106 3.06 La construcción aislada decorte-parreiru (cuadra-pajar)

La construcción de cuadra-pajar exen- rrollo en planta longitudinal, desarro- se realizaban para uso exclusivo del ta, habitualmente denominadas ca- llada siempre en pendiente con la cru- ganado menudo, la reciel.la de cabras siel.las o cortes del ganau, con el pa- jía en sentido perpendicular a las cur- y ovejas. rreiru o pajar situado en el piso vas de nivel. Los extremos de la planta superior, era uno de los elementos más pueden ser semicirculares o cuadra- En el concejo de Cangas del Narcea comunes en las aldeas antes de los dos, siendo habitual en ambas que la son representativas la corte de casa grandes cambios ocurridos durante parte superior tengan mayor luz. Pue- Minguarias en Fontes de Corveiru, para los últimos treinta años. den contar con uno o dos hastiales, el ganado menor, la casiel.la de casa habiendo casi desaparecido los de L.laguín en La Viña, la de casa Fuertes El término casiel.la, como diminutivo remate escalonado. Esta disposición en La Nisal y la de casa García en de casa, resulta ajustado, ya que re- recuerda así mismo el modelo de mu- L.lamera. Fritz Krüger, en su trabajo de producen el esquema de las casas chas de las cabanas construidas en campo de 1927 documentó con profu- arcaicas adaptado a las necesidades las brañas, aunque reproducido en las sión estas construcciones en Xinestosu. de uso para el ganado, con un desa- aldeas a una escala mayor. Algunas

107 3.07 La iglesia parroquial y el románico rural en el suroccidente asturiano. Los campos de iglesia. La capilla. Cementerios. Cruceiros.

La mayoría de las parroquias apare- origen anterior. Un porcentaje elevado En torno a 24 parroquias han perma- cen consolidadas en el periodo de la de parroquias y muchas de las capillas necido vinculadas al Monasterio de plena edad media, mientras que un conservan imaginería gótica y romá- San Juan Bautista de Courias hasta la pequeño grupo de ellas aparece se- nica, representando la mayor concen- actualidad a través de los párrocos gregado en la baja edad media o épo- tración de Asturias. Los entornos y los dominicos. Hasta la década de 1920 ca moderna, si bien cuentan en oca- emplazamientos orográficos son tam- un número significativo de entidades, siones con templos parroquiales de bién muy relevantes. especialmente en el Valle del Coutu y

108 109 110 Las Montañas, seguían pagando el Piñera, Samartín, , Xedré y arrendamiento de tierras y viviendas Vil.lacibrán, empleando a veces testero al monasterio, a menudo con cereal y escalonado de penales o guindastras. otros productos en especie. Esta vin- Pero es además muy relevante el culación señorial podría explicar la número de templos con la nave abo- aplicación repetida de determinados vedada, a pesar de los derribos reali- tipos de templo localizados en el con- zados durante las últimas décadas, cejo de Cangas del Narcea, mostrando como Piñera o Pousada. Con nave de un completo repertorio de plantas. El cañón apuntada, sistema muy escaso templo modelo se desarrolla con nave en el ámbito asturiano, se mantienen única cubierta de madera y presbiterio entre otras las de Veiga de Rengos y con alfiz añadidas durante el siglo XVI abovedado y remate de planta semi- Fontes. El templo de Noceda reprodu- y las capillas adosadas entre los siglos circular. La nave es más ancha en la ce con exactitud la planta del de Veiga XVI y XVIII. zona de los pies, aplicando un rasgo de Rengos, si bien la bóveda de la de origen culto al románico popular, nave fue sustituida durante el siglo XIX. Destacan las pinturas murales de Car- que se ha relacionado con la mejora Otros templos emplean cabecera cua- ceda, Piñera y San Martín de Sierra, de la percepción óptica de la nave. En drada, probablemente a partir del siglo además de muchas ocultas por los en- este modelo destacan las Iglesias de XIV, como en Robléu de Teinás y calados. Otros rasgos representativos Castanéu, Larna, Berguñu, Xarceléi, L.larón. Son habituales las portadas son el amplio conjunto de pilas bautis-

111 males de tradición románica y el alto algunas muestras de armaduras con de estos espacios las mesas de cor- nivel de integridad en acabados pintu- artesonados. Destacan los templos de pus, que ocupan a veces un espacio ras, revocos, mobiliario y carpinterías. , , , preeminente. En ocasiones cuentan Santa Comba, , Tormaleo, Se- con pequeños podios para la los Ibias y Degaña destacan por las igle- roiro y Alguerdo. En Degaña son nota- músicos y las actividades de las fies- sias de crucero elevado y las estructu- bles las iglesias de Degaña, Trabau y tas. Como elementos vinculados de ras de madera con decoración pinta- Zarréu, esta última declarada Bien de interés aparecen los cabildos y las da. Entre las armaduras de cubierta Interés Cutural. cruces de misiones. Los entornos de es relevante el uso de artesonados y las capillas, en las aldeas que no tienen otras que parecen mantener viguería parroquia, reciben usos similares. medieval como Tubongu. Los campos de iglesia Los Santuarios L’Acebu y Santarbás, Las Iglesias de San Pedru Las Mon- Destacan por entornos ambientales son centros de peregrinación, en los tañas, Bergame y de Veigal.lagar, des- muy destacados y el alto valor simbóli- que el espacio exterior juega un papel tacan por el fuerte carácter popular y co para la comunidad, además de la parecido al de los campos de Iglesia. el nivel de integridad en estructuras, vitalidad de uso en muchos casos en En San L.luis del Monte, además del acabados y mobiliario. La primera las celebraciones colectivas religiosas templo, existía casa de novenas para mantiene arco del triunfo de medio y tradicionales. En Cangas son muy la comunidad asentada al servicio del punto sobre impostas molduradas de destacados los campos de iglesia de santuario. Pero aquí, lo más destacable posible origen románico tardío. Algu- Castanéu, Vil.lacibrán, Larna, Fontes es la presencia de grandes árboles nos templos son expresivos de las de Corveiru, Xarceléi y Bergame. La asignados por casas o familias a lo reformas realizadas en época moder- mayoría de los de Ibias se mantienen largo del tiempo. na, generando templos de gran ta- en buen estado y algunos como el de maño como el de La Riela y Bisuyu. Alguerdo muestran un gran emparrado como elemento diferenciador y espa- En Ibias se sitúa uno de los mayores cio de reunión. Otro rasgo asociado templos románicos de la comarca en es la presencia de arbolado singular San Antolín. El resto de los templos del de gran tamaño, comúnmente teixos, concejo suelen responder al tipo de robles y en menor medida fayas y cas- crucero elevado formando cuerpo taños, frecuentemente amenazados cúbico levantado sobre el crucero con por reformas muy agresivas de estos cubierta a cuatro aguas, presentando entornos. También resultan definitorios

112 La capilla que se empiezan a concentrar los en- desarrollada con planta rectangular y terramientos en los cementerios parro- cubierta a dos o tres vertientes. En la Las capillas cuentan con multitud de quiales. Su emplazamiento, frecuente- fachada casi siempre aparece un por- ejemplos dispersos en la comarca. La mente, corresponde con yacimientos tal o cabildo formado al prolongar fron- práctica totalidad de los pueblos man- arqueológicos medievales o antiguos. talmente los muros laterales de la nave, tienen o tuvieron capilla, incluyendo En otros casos, la memoria de la capilla cerrando el frente con una canciel.la muchos de tres viviendas como en el desaparecida o conservada remite a de rejas de madera de sección cua- caso de Soucéu o Soutu los Molinos. El despoblados. Las fábricas del periodo drada o torneadas. Este portal acoge número total existente puede superar del bajo medievo se mantienen sin en muchos casos un poyo corrido de las doscientas cincuenta capillas entre duda en muchas de ellas, ya que a mampostería. En muchas de las capi- los tres concejos, sin contabilizar una pesar de la pobreza de elementos de llas más arcaicas se observa la caren- amplia cifra que se encuentran arruina- estilo, se percibe su antigüedad en las cia de campanario, lo que es casi ca- das o muy degradadas. La relevancia plantas, la fábrica, la conformación de racterístico, aunque también se dan de este patrimonio se debe, además, al las seteras y en algunos casos la per- bastantes casos de espadañas, inclu- importante volumen de imaginería romá- vivencia de arcos apuntados como so rematadas con bolas y portadas de nica y gótica que acogen, al igual que ocurre en la capilla de La Viliel.la. medio punto de sillería frente a las ocurre con los templos parroquiales. habituales de carpintería. La ausencia El modelo más frecuente de capilla de espadaña es un rasgo arcaizante Frecuentemente, las capillas podían tradicional cuenta con una fábrica de que enlaza con los campanarios de contar en origen con cementerio, en mampostería similar a la empleada en madera empleados anteriormente en uso hasta el siglo XVI, momento en el muchas construcciones populares, algunas capillas rurales. Resulta muy

113 114 frecuente el empleo de vigas curvas despieces de sillería caliza, griotte y en la cubierta para resolver la luz con de mármol de Rengos respectivamente. un solo elemento, sin emplear tijeras, como se puede ver en la capilla de Entre las que presentan trazas popu- Tresmonte en Cangas y en la de Sal- lares con diferentes grados de trans- vador en Ibias. formación se encuentran las de Valva- ler, Santa Comba, Salvador, O Viñal, Las de carácter popular y propiedad Penedela, Mourentán, Carbueiro, Bus- común obedecen al trabajo de mam- telo, Corros, Vil.ladestre. L.lamas, San posteros y canteros de talleres de la Romanu d’Arbas, Trones y Busto. Al- donde se sitúa la parte mas antigua, comarca y participan de las caracterís- gunas capillas como La Pilarina de delimitados por un muro de mampos- ticas del resto de edificios populares. Carceda actúan como santuarios. tería. A partir de este espacio se desa- Otras capillas obedecen a un origen rrollan alrededor de la nave. Más re- nobiliario, si bien su conformación y cientemente, el crecimiento desorga- uso son a veces totalmente populares. Los cementerios tradicionales nizado de algunos cementerios dio La capilla de Parrondu vinculada a una lugar a obras inadecuadas con un fuer- casona reformada en 1808, es de estilo Los cementerios de tipo tradicional te impacto en los entornos de los tem- neoclásico al igual que la capilla del suelen ocupar un pequeño espacio plos, que forman además espacios Cristo en Xedré. Ambas presentan tra- delimitado adosado a la nave del tem- arqueológicos. Además de presentar zas cultas y ejecución con grandes plo. Normalmente en la fachada norte un interés patrimonial intrínseco, cabe

115 destacar que el mantenimiento de los comunes en las parroquias de mayor se conducían los cuerpos al cemente- cementerios antiguos es necesario incidencia, como las del río del Coutu, rio parroquial, a veces, a través de para proteger el entorno de las iglesias e incluso a la realización de estructuras grandes distancias. También se depo- al que se adosan. Aparecen vincula- de mampostería adosadas a la nave sitan algunas ofrendas y cruces de dos al espacio común de los campos de la iglesia como ocurre en Bergame, madera. En Vil.ladestre se mantiene de iglesia. Un elemento de interés que con el fin de acoger inhumaciones uno de madera de gran tamaño en el se mantiene en algunos cementerios colectivas en breve plazo de tiempo14. cruce del camino a Val.liciel.lu, en las sin reformar son las estelas anepigráfi- cercanías de la capilla de San Bartuelu, cas, realizadas con losas apuntadas donde se cruzan dos viales que con- siguiendo la tradición de enterramiento Los cruceiros ducían a la parroquia desde distintos medieval. De la etapa tradicional tam- pueblos. Otras veces el punto se mar- bién se mantienen cruces de madera Los cruceiros mantienen una pequeña caba colocando unas pequeñas cru- y estelas de pizarra decoradas, en las representación con relación a la situa- ces de madera en un simple rellano que la epigrafía alude a la casa y pue- ción de hace sólo unas pocas déca- del terreno o clavándolas en un árbol. blo de origen del fallecido, en otra das, habiendo desaparecido la ma- En montes del término de Busto, en el expresión de la familia troncal. La en- yoría de ellos. Aparecen preferen- concejo de Ibias, se conserva uno con cuesta del Ateneo de Madrid de 1902 temente en cruces de caminos en los estructura elemental de lajas de pizarra también recoge la tradición de empo- itinerarios que unen las distintas aldeas en forma de pequeña hornacina, sobre trar calaveras en los muros de la iglesia con la iglesia parroquial. Su presencia la que se depositaban las cruces. Es- o cementerio, al menos en el concejo se enmarca tanto en las tradiciones y tos caminos se denominan a veces en de Cangas del Narcea, costumbre de creencias populares que otorgaban este concejo caminos dos mortos, alu- la que aún quedan restos en Larna y un gran valor simbólico a los encuen- diendo a la conducción de cuerpos al Xarceléi. Por otra parte, las últimas tros de caminos, como al hecho reli- cementerio parroquial. grandes epidemias como la gripe de gioso que integra estos puntos en las 1918 obligaron a la realización de fosas paradas para realizar rezos cuando

14 En esta iglesia parroquial el carnero se adosa en el ángulo exterior de la nave y la sacristía formando un volumen único con el templo e integrado bajo la misma cubierta. La estructura de mampostería se recrecía en función de las necesidades de inhumación.

116 nada

Las construcciones y estructuras com- actividad productiva. Salvo los que que conforman una parte fundamental plementarias son elementos vincula- son de propiedad común, estos ele- del paisaje rural y cuentan con una dos a la casa que, debido a su depen- mentos se relacionan con la casa hasta presencia masiva. Las construcciones dencia del medio o su relación con el punto de ser una prolongación de de fuentes, escuelas o molinos se re- actividades puntuales u oficios espe- la misma en todos los sentidos, como lacionan con actividades comunitarias, cializados suelen emplazarse de forma ocurre con los cortinos, cabanas y por lo que mantienen un fuerte valor dispersa y separadas de la aldea, en palomares. Otros elementos son los simbólico en la población. relación con las necesidades de la cerramientos y cancelas o purtiel.las

4.01 Las brañas. El chozo. La cabana. La cabana como estructura de troncos

Las brañas son asentamientos en altu- das a albergue ocasional, guardar los de esta situación, como ocurre en Sal- ra dedicados al aprovechamiento es- aperos y la leche o guarecer las crías depuestu o La Rubia. Las cabanas tacional de los pastos extensivos de de ganado. Eran frecuentes las caba- pueden disponerse más o menos agru- los espacios de monte. Con este nom- nas que contaban con hogar, un rudi- padas, como ocurre en la braña de La bre se comprende tanto el extenso mentario mobiliario y xergones para el L.linde, o de forma espaciada. espacio de pasto como el conjunto de descanso. edificaciones. Están formadas normal- Muchas brañas eran asentamientos mente por pequeñas agrupaciones de Por su disposición en el terreno, la modestos, de dos o tres construccio- construcciones de mampostería, con mayoría de las brañas se sitúan a me- nes. Algunos pueblos como Valdebois el fin de albergar a los pastores y el dia ladera aprovechando rellanos u llegaron a tener ocho brañas de redu- ganado, así como las crías y el ganado hombreras a alturas muy variables, cido tamaño. Frecuentemente estas menor que se estabula en cortes de aunque con tendencia a ocupar una pequeñas agrupaciones se encuen- cabras y ovejas. Las construcciones altitud media o alta. Otras brañas se tran arruinadas o desaparecidas en la pueden variar entre algunas de gran encuentran en el entorno de vegas, actualidad. tamaño, destinadas al ganado vacuno, pudiendo contar con prados cerrados. que pueden estar provistas de pajar y El grupo más minoritario lo forman las Algunas brañas presentan construc- vivienda para el pastor hasta las más que se emplazan en cumbreras de ciones que son auténticas viviendas sencillas, la mayoría de ellas destina- monte, debido quizás a lo expuesto de dos plantas y gran volumen, simila-

120 res a las de los pueblos permanentes. en zonas de pastos de altura. Solían Las mayores densidades se daban Entre ellas destacan las de la Riegla presentarse a una cota de entre 900 y en los cordales del sur y suroeste del de Naviegu, la de Vil.lar d’Arbás y la 1500 metros, a menudo por encima concejo de Cangas del Narcea, pero de Riborrozas, con una notable cons- de las brañas y en las cercanías de se distribuían también en los cordales trucción de vivienda y cuadras que alguna fuente. Fueron frecuentes hasta altos del Coutu, Degaña e Ibias. En recuerda a los emplazamientos de ven- la década de 1950. este último concejo se localizaban tas en caminos de arriería. algunos por debajo de la braña de Se trata de un construcción elemental, Alguerdo y en la fuente de Campave- En épocas anteriores, en las que las de planta cuadrada o circular y cu- lla, en la misma zona. En Cangas del brañas recibían un gran trasiego de bierta vegetal con mucha pendiente, Narcea existían agrupaciones por en- gente y actividad, era frecuente que a veces de mas de cinco metros de cima de la braña de Antolín, en las se realizaran algunos cultivos dado altura, realizada con rollizos que par- inmediaciones de la braña de Veiga que se convertían en poblados esta- ten desde el suelo o desde paramen- la Pena y probablemente en la braña cionales. Recuerdo de ello son los tres tos de escasa altura, atados con ra- conocida como Chozos de Paradiel.la, hórreos conservados en la braña de mas. La cubierta externa se formaba situada sobre de la braña de Valma- La Viña, una de las mas destacadas especialmente con xiniesta entrelaza- yor. También abundaban en los cor- ambientalmente y por la calidad de sus da a los rollizos, sobre la que se dales de L.lamera, Fontes de Corveiru construcciones. En el concejo de Ibias continúa espetando más capas. Com- y Xinestosu. En el valle de Combo se destacan las brañas de Leituelos, que plementariamente también se utiliza- localizaban por encima de la braña muestra restos de cabanas circulares ban piornos y otras plantas. En el re- de La Tresiecha. y la de Arandoxo, que presenta diver- mate superior, con mayor cantidad sos tipos de cabanas y llegó a contar de escoba, se sitúa una protección Las cabanas son construcciones de con poblamiento permanente, al igual de tapines, barro y gabitos como re- uso ganadero empleadas tanto en que ocurrió con la braña de L’Acebal, fuerzo. Contaban con una puerta he- brañas de altura como en algunos Chanos y otros pueblos de Cangas del cha con madera o escoba. En el inte- prados cerrados cercanos a los pue- Narcea en diferentes épocas. rior el pastor podía refugiarse, blos. Existe una gran diversidad de pernoctar y cocinar con un pequeño tipos en función del tamaño, la planta Los chozos son pequeñas construc- fuego. Normalmente después del in- y la forma de la cubierta cambiando ciones circulares o cuadrangulares vierno tenían que ser reconstruidos la forma según fueran para el ganado usadas como refugio estacional por total o parcialmente. vacuno o la reciel.la de cabras u ove- los pastores, ubicados normalmente jas. También pueden disponer de un

121 espacio delimitado para uso del pastor Con el cambio de uso del monte muchas sobresalir las cabezas de las vigas. y otros para separar a las crías del de estas construcciones cayeron en Otras veces terminan las esquinas sin ganado. A menudo presentan un co- abandono, al igual que muchas brañas, sobresalir. Las paredes podían apare- rral como cierre exterior provisto de lo que compromete su conservación. cer realizadas tanto de forma simple, cancela o purtiel.la. con una sola hilera de rollizos, como Otras construcciones efímeras mucho doble con dos hileras de vigas. Tam- Los modelos más frecuenten tienen más elementales eran los chabolos, bién existe variedad en el tratamiento planta rectangular, muchas veces con refugios ocasionales con cubierta de de los rollizos, ya que se empleaban las esquinas curvas, con cubierta a una vertiente de escoba o retamas, de secciones cilíndricas y escuadra- dos o tres vertientes de pizarra, teja arrimados a un talud, en relación con das como vigas de sección cuadran- curva o tabluca de madera. Emplean tierras de labor o prados. gular, a veces de más de 30 centíme- aparejo basto de pizarra en seco o tros. Cuando emplean los de doble con masa de arcilla. Al exterior son Las cabanas con paredes de troncos hilada de troncos, van reforzados en casi herméticos, a excepción de algu- aparecen en un pequeño grupo de la zona del hastial con tres llaves pa- na pequeña hornacina o ventano. Las brañas de Allande, especialmente en santes de madera entallada, sobresa- plantas circulares u ovaladas se ob- la braña de Valpreselle, cerca de los liendo la cabeza de las mismas y ase- servan aún, aunque en mal estado de límites de Cangas de Narcea e Ibias, guradas con pernos de madera. Los conservación, en la braña de Oul.ladas. así como en la zona de Las Montañas tornos de madera aparecen también Otro elemento singular es la presencia en Cangas de Narcea, donde se dan en las esquinas, ensamblajes y extre- de un hastial escalonado en la braña tipos menos puros, en los que las vigas mos de las vigas, a veces de dos en de Naviegu. Hasta hace cincuenta de madera se emplean sobre todo en dos. Los intersticios entre las hiladas años muchas cabanas tenían cubierta el testero, en Braña Nueva, La Tresie- de troncos se rellenan en seco con de escoba y piorno, así como de teja cha o La Fulgueirosa. En la braña de cascote de cuarcita. de madera o tabluca de roble en el Valpreselle apenas se conservan al- valle del Coutu y Las Montañas. En gunos ejemplos en ruinas o reforma- Las jambas de las puertas se realiza- esta última zona aún hoy se conservan das, habiendo sido muy afectadas por ban con madera escuadrada de gran cabanas de tabluca en algunas brañas los incendios y el abandono. Este tipo sección, acogiendo el cajeado de la como Cimera y La Fulgueirosa. La de cabana es excepcional por presen- carpintería de la puerta. La cubierta braña de Vil.larmental fue una de las tar la estructura de bloque con las se ejecutaba con losa de pizarra, aun- últimas en utilizar cubierta vegetal entre paredes realizadas con rollizos de que en esta zona se empleaba también las de Cangas. madera de roble unidos en las esqui- la teja de madera. nas con entalladuras y tornos, dejando

122 Estas construcciones utilizan un siste- En Rubriellos (concejo de Ponga), en nicas medievales o la dificultad en ma de ensamblajes y llaves similar al un contexto constructivo muy diferente, algunos medios para levantar muros modelo de la block-bau centroeuropea se localizaba un hórreo de colondras de mampostería con cuarcita y esca- y alpina, donde también aparece em- horizontales con las esquinas pasan- sez de arcilla. Otra posible explicación pleada en cabañas de zonas de pas- tes, actualmente arruinado, similar a puede ser su relación con el personal tos abiertos en altura, aunque asociado algunos del noreste de León que si- especializado que explotó la madera a bosques de resinosas. guen el modelo centroeuropeo. La pre- de esta zona desde el siglo XVIII, con sencia de estas técnicas en el suroc- destino a los reales arsenales de la Fuera de esta comarca no conocemos cidente de Asturias podría explicarse armada y a diferentes empresas priva- paralelos en Asturias de esta técnica. como una supervivencia local de téc- das posteriores1.

4.02 Los cerramientos de tierras y prados. Purtiel.las y accesos

Los cierres más numerosos actualmen- se dejaba algún elemento como símbo- Se emplean también los cierres de te suelen ser de piedra. Normalmente lo de propiedad, a veces unos fragmen- chantos con losas de pizarra hincadas los espacios de mayor productividad tos de teja. También podían recibir la en vertical, a veces delimitando eiras se tienden a cerrar, como en el caso talla de algún signo con el valor de como en Busto. de los cortinales, tierras de cereal y propiedad, al igual que ocurre con las huertas que cuentan a veces con un marcas de los árboles que identifican Los cierres leñosos y de sebe han cierre común al exterior. La compleji- cada árbol con la casa correspondiente. decaído mucho, existiendo aún una dad de la articulación de los espacios gran variedad de formas. Algunos de rurales da lugar a que los cerramientos Los cierres de piedra más numerosos ellos utilizan un entrelazado de abla- hayan generado un gran volumen de se realizan con pizarra, cantos de río neira o salgueiras sujetos a estacas o normativa consuetudinaria, a menudo o cuarcita asentados en seco, con una forcones ahorquillados. Estos últimos en relación con las servidumbres de altura por lo general superior al metro. pueden ir emplazados en otros casos paso, el calendario agrícola y las nor- Estos cierres se rematan a veces con sólo con grandes rollizos encajados mas de cultivo en las cortinas. una hilada superior de losas de pizarra en horizontal, o con un relleno de la colocadas de canto en vertical. Siem- parte inferior con lajas y mampuestos Los finxos, marcos y mochones son pre que es necesario se dejan pasos colocados posteriormente, como pue- elementos abundantes como cierres para el agua o escalones para el paso de verse en Arandoxo. simbólicos y jurídicos, con acreditado de personas. Probablemente estos cie- y frecuente uso en la comarca desde rres se intensificaron a partir del siglo Un tipo de cierre leñoso muy frecuente la edad media. Suelen formarse con un XVIII, conformando una parte notable en los tres concejos se forma con hor- gran monolito hincado en vertical. del paisaje cultural de la comarca. cones de extremo ahorquillado, simi- Según la tradición, en la parte inferior lares a los emparrados y colocados

1 Sobre la explotación de madera y la presencia de especialistas de diversas procedencias puede verse: J. López Álvarez, “La explotación de madera en el monte de Muniellos (Asturias), 1766-1973”, (2003) pp. 7-43.

123 en posición oblicua, sobre los que se tipos más frecuentes utilizan grandes tadas en las que se talla el carril central. disponen rollizos en horizontal que postes, provistos de entalladuras en sostienen un cerramiento de tablas forma de L para recibir los rollizos ho- Estos sistemas de portillas, de notable verticales, inclinadas hacia el interior rizontales móviles que quedan asegu- antigüedad, ofrecen buenas cualida- del cierre. rados por pasadores. Otro sistema des y están emparentados con tipos muy utilizado emplea dos grandes pos- de cierres empleados en diversas zo- En los cierres de monte se realizan tes, tallados con una canal central, nas europeas. además cierres mediante cárcavas o enfrentados en posición oblicua, de fosos en los que se aprovecha la tierra tal manera que los rollizos horizontales Existen además pasos escalonados resultante para formar un talud por el van quedando encajados en el carril para peatones, adosados lateralmente lado interno. a distintas alturas según el largo que a las canciel.las en el acceso a las tengan. En ocasiones llevan marcas corradas y en los cierres de tierras y Las canciel.las, purtiel.las o cancelas talladas en los extremos indicando el muros de contención. Tienen por fina- en Ibias, son parte fundamental del orden. Esta solución se da también lidad impedir la circulación del ganado. paisaje ganadero de montaña. Los con dos grandes lastras o losas enfren-

124 4.03 Construcciones y elementos vinculados a la vivienda. El forno. Las corradas. Las eiras. Los emparrados

El forno de panificación es una de las cotes de teja o ladrillo en los más re- en la segunda planta pueden empla- partes esenciales de la vivienda y la cientes. Los de piedra a menudo em- zarse en talud o sobre un muro de car- cocina. Normalmente se cocía el pan plean una falsa bóveda realizada me- ga con parte de la planta del horno cada diez o quince días y en fiestas o diante aproximación de hiladas. En la desarrollada en voladizo. En estos ca- trabajos colectivos, manteniendo el parte superior de la boca aparece a sos se refuerza la estructura del forjado uso muchas viviendas en la actualidad. veces una losa de pizarra colocada a de madera para colocar losas en el Los hornos tradicionales cuentan con modo de pequeña campana con el fin piso como elemento aislante del hogar. una bóveda de perfil semiesférico o de evitar que suban chispas a la cu- También se suele recurrir a prolongar apuntado realizada con piedras, cas- bierta. También es habitual el empleo en el exterior el volumen cilíndrico des- de pequeños nichos en la parte inferior de el nivel del bajo y excepcionalmente para recoger la ceniza, fundamental a emplazar el horno sobre la estructura para la colada y otros trabajos de la de un pozo de agua inferior. casa. Cercano al horno siempre apa- rece la piedra de colada, conocida En algunas casas emplazadas entre como bogadeiru, entremiso o dala, dos caminos convergentes, el horno sobre la que se colocaba el trobo de aparece en la segunda altura confor- madera en el que se introducía la ropa. mando un rotundo remate curvo de la La situación de este elemento obedece crujía de la casa, como se muestra en a la cercanía de la ceniza y la posibili- Casa El Xastre en Ouría y otros pueblos dad de calentar agua en el fuego bajo. de Ibias. En las pallozas el horno se dispone exento en la pieza de la lareira, El horno aparece desarrollado frecuen- sin presentar normalmente desarrollo temente al exterior, a menudo adosado al exterior. Algunas viviendas pobres a uno de los hastiales o formando parte que carecían de horno compartían al- del portal. Normalmente cuentan con guno de las viviendas vecinas. un volumen de planta circular y en al- gunos casos cuadrangular, con cubier- El horno de pan construido en un vo- ta de pizarra o teja curva en las zonas lumen independiente, denominado a en las que se emplea. Los que se sitúan veces casa de forno, aparece bien

125 representado en todo el occidente as- roiro, Cuantas o Andeo. Es posible que trata de espacios de marcado carácter turiano y bastantes pueblos de esta las normativas concejiles que obliga- privado que permiten realizar trabajos comarca. Suele tratarse de construc- ban a construir los hornos de panifica- agrarios y actuar de depósito de pro- ciones exentas con cubierta a dos ción exentos de las viviendas, ya en ductos y herramientas. Alcanzan una aguas y el horno desarrollado al exte- un periodo avanzado, pudieran influir difusión muy alta en Degaña, Ibias, rior en uno de los testeros, utilizando en su construcción, en el caso de los Las Montañas, El Coutu y la mayor el cuarto restante para la masera, los situados en las villas. parte de Naviegu, Cibea y Narcea, utensilios y la leña. Pueden contar con escaseando más en pueblos puntuales otro cuarto inferior aprovechando el Las corradas son espacios delimitados de Sierra, en parte de los núcleos si- desnivel del terreno. Los ejemplos que en altura que incluyen el edificio de tuados en altura y en los originados a conocemos de la villa de Cangas se vivienda principal, aislando la casa del partir de brañas, si bien a menudo se asemejan a los tipos del noroeste de exterior mediante un muro de mampos- siguen empleando corradas de muros León, donde son abundantes y en oca- tería vista a menudo de gran altura. bajos en los que el muro de cierre siones responden a la función de hor- Actúan como elementos de aislamiento resulta menos aparente. nos comunales. En Cangas del Narcea de la casa y sus construcciones com- se encuentran varios ejemplos en los plementarias. En el interior suele situar- Las eiras son espacios generalmente pueblos del valle de Naviegu, empla- se la panera, tendejones para albergar pavimentados con grandes losas de zados en las corradas o en el entorno el carro y aperos, veiros y otros ele- pizarra destinados a mayar el cereal de las casas. En el concejo de Ibias mentos auxiliares. El acceso desde el panificable, trigo o centeno. Suelen son numerosos, presentando planta exterior se realiza por un portón de disponer de acceso para el carro y un rectangular y el desarrollo del horno dos hojas para acceso del carro, cu- cierre perimetral de mampostería o al exterior, como puede verse en Se- bierto a dos o cuatro vertientes. Se losas de pizarra hincadas en vertical.

126 El emplazamiento está en relación di- Los emparrados se forman con arma- y capillas, dota a estos elementos de recta con la vivienda, la corrada y las zones de madera a base de grandes un fuerte significado y gran valor patri- construcciones de palleiros que aco- pies derechos de remate ahorquillado, monial. La conformación permite siem- gían la paja sobrante, dejando también en relación directa con las estructuras pre la libre circulación inferior y a me- espacio para el almacenamiento en verticales de las construcciones arcai- nudo el paso de los carros. Son facinas, medas y balagares. Las labo- cas de la comarca. Sobre ellos se dis- abundantes en la cuenca del Navia y res de mayado se realizan de forma pone un entramado de madera y ra- gran parte del concejo de Ibias, donde colectiva, por lo que eran también es- mas para permitir el crecimiento de destacan los emparrados de Riodepor- pacios significados por su uso comu- las vides. La disposición sobre los cos, Alguerdo, Villardecendias y Ou- nitario, utilizándose en ocasiones para caminos y espacios públicos simbóli- mente entre otros. bailes y otras reuniones festivas. cos, como las anteiglesias parroquiales

4.04 Construcciones vinculadas al agua: Fuentes, lavaderos, pozos y pozos de riego

Las fuentes más elementales y a veces cuenta la Diputación de Oviedo impul- las más antiguas se forman con una sa un plan de promoción de lavaderos simple piedra con desagüe en forma con ayudas económicas. de bocín o en ocasiones una teja y algún peldaño o losa. Otras veces son Las fuentes más elaboradas disponen simples cortes en talud con una cubeta ya de un cuerpo rematado en un pe- inferior y a menudo cuentan con un queño frontón donde se aloja el bocín abrevadero lateral. Sólo modernamen- de desagüe o el caño. En este caso te se vinculan a lavaderos, realizados suele aparecer ya un depósito o arque- por los vecinos con materiales y formas ta posterior. tradicionales. Muchos de los lavaderos conservados datan de mediados del El conjunto más destacado lo forman alto Naviegu promovidas por emigran- siglo XX. A principios de los años cin- un conjunto de fuentes de Cibea y el tes desde el último tercio del siglo XIX

127 hasta las primeras décadas del XX. Los lavaderos cubiertos cuentan con Otros modelos más singulares incor- Algunas de estas fuentes están reali- una tipología bastante arraigada en poran cubierta a dos vertientes sobre zadas con sillería arenisca carbonífera los concejos del suroccidente y que muros y pilastras de mampostería. El de color gris y cuentan con un cuerpo se emplea al menos desde las agua sobrante a menudo se desvía, al rematado en frontón moldurado de últimas décadas del siglo XIX, cons- igual que en las fuentes, para el rega- estilo neoclásico academicista. Este truyéndose hasta los años 50 del dío a través de pequeños canales o cuerpo acoge el depósito que recibe siglo XX. Se realizan con planta rec- directamente a pozos de riego como funciones de ol.lera para enfriar la le- tangular con muros herméticos de en Pousada de Rengos o Folgueras che en ollas de barro. A menudo cuen- mampostería y una sola vertiente del Coutu. tan con fecha y epigrafía con dedica- sobre la fachada con cubierta de toria del donante. Entre ellas destacan madera y losa. La tipología puede El aprovechamiento de las aguas flu- las de Veigaimiedru, Trescastru, la proceder de fuentes cubiertas que viales y de manantiales se encuentra fuente de L.lamacarbachu en Val.láu, incorporaron la función de lavadero. muy extendido, alcanzando en algunos Vil.larín de Cibea, Riegla de Cibea, Otros modelos distribuidos por Ibias, casos notable complejidad como en Sonande y Sigueiru. de planta semicircular, realizados en el intensivo aprovechamiento que se hormigón y provistos de óculos pa- realiza en las vegas del río Ibias a En L.lamas aparece una fuente con recen obedecer a proyectos de obra través de canales, pozos de riego, una larga galería de captación adinte- de la Diputación Provincial en los sangradeiras y chapacuñas para dis- lada y excavada, contando con puerta planes de cooperación. tribuir el agua en una extensa superfi- conformada en talud. cie y múltiples parcelas.

128 Los pozos de riego son construcciones rar servidumbres de uso y de paso. En redonda para emplazar el horno en la de mampostería o tierra, de planta cir- Cangas destaca una gran concentra- parte superior. Otras veces aparecen cular y rectangular, en los más recien- ción de pozos en el valle que transcurre emplazados en talud, contando con tes, reconstruidos y ampliados con desde Xedré a Piedrafita y Xalón, así una pequeña puerta. En algunas casas hormigón, que almacenan y distribuyen como los que se localizan en los valles fuertes disponen de un pequeño co- el agua en tierras de labor y prados de de Naviegu, Rengos y en muchos pue- bertizo específico si se sitúan en el siega y pascones. Cuentan con orificios blos de Sierra. exterior. A veces presentan un abreva- inferiores y compuertas para regular el dero adosado y posteriormente fueron aprovechamiento del agua. Su uso a Los pozos de agua a menudo se cons- añadidos lavaderos. menudo es compartido y organizado truyen en el interior de las casas, apro- por turnos o calendas, pudiendo gene- vechando en algún caso su estructura

4.05 Los molinos. Molinos de regueiro y de río. Molinos señoriales: Monasterio de Courias y molino de Omaña. Un molino de sangre: el molino de cacao de Courias

En un primer momento se utilizan pe- en algunas casas hasta las dos prime- que son de arenisca adecuada para queños molinos de mano circulares, ras décadas del siglo XX. Estos moli- este uso. Eran manejados por las mu- accionados mediante un palo, cuyo nos todavía hoy aparecen en algunas jeres, se emplazaban en las cocinas uso perduró de forma complementaria casas, empleándose para afilar, ya y complementaban la molienda del

129 molino hidráulico, ya que sólo molían al estar edificados sobre el mismo cau- marginales, lo que sumado a su falta pequeñas cantidades. En Portugal y ce. El vano inferior del infierno puede de uso, dificulta su preservación. otras áreas fueron también empleados ser de arco de mampostería, sillería o hasta principios del siglo XX. adintelada con cargaderos de piedra A principios de siglo fue frecuente el o madera. Suelen contar con una cu- aprovechamiento de estas construc- Los molinos de regato son muy abun- bierta a una o dos vertientes, prolon- ciones para instalar pequeñas centra- dantes en los tres concejos, ya que gando los faldones para proteger la les de corriente alterna. Otro uso sin- casi no había pueblo que no dispusiera fachada en el hastial, donde sobresale gular reciente es el empleo como de uno o varios. Gran cantidad de ellos la losa denominada pousafuel.les para centro de cría de alevines en el molino se abandonaron, arruinándose desde apoyar las cargas. La construcción es de Vil.laxur en Riegla de Naviegu. la primera mitad del siglo XX. Solo en muy sencilla, con paramentos de mam- el regueiru que baja desde Caldevil.la postería vista, resolviendo el piso con Los molinos que se mantienen en uso de Rengos existía una agrupación de pontones de madera o grandes losas suelen ser los de mayor entidad y va- nueve molinos de este tipo. En el con- de pizarra. rias muelas, como los localizados en cejo de Ibias se localizan en gran Antrau, Bimeda, Pousada de Rengos número en los afluentes del río princi- Los molinos son espacios de sociali- (Molino de Casa Pepe Galán) y Veigai- pal. El tipo de molino predominante es zación, de propiedad a menudo com- pope (Casa Mulineiru o Martínez), que el de regato, normalmente de una sola partida y en ocasiones comunal, con con tres muelas y cuatro infiernos es muela y rodezno horizontal y con las varios vecinos que organizaban la uno de los que mas trabaja de la co- infraestructuras de acopio como la molienda por turnos. Se encuentran marca. Estos molinos requerían una canal y el cubo reducidos al mínimo, localizados en espacios actualmente gran inversión por lo que su construc-

130 ción siempre aparece vinculada a ca- trucción que lo albergaba y la cubeta nos de sangre situados en la zona sas fuertes o nobiliarias. circular de mampostería con firme in- central datados en el siglo XIX, siendo terior de canto rodado que alojaba en mas numerosos en la meseta y amplias Los dos molinos de mayor volumen el centro el eje, las muelas y el meca- zonas de Europa. conservados con grandes deficiencias nismo del molino. En torno a esta es- en la comarca tienen también un claro tructura circulaba una mula arrastrando origen señorial. Se trata del molino de una pértiga horizontal que accionaba Omaña, situado junto al puente de el mecanismo de molienda del eje ver- Ambasaguas en la villa de Cangas y tical central. El molino cesó en su fun- documentado en 1771 en el plano de cionamiento a causa de la Guerra Civil. la villa. El segundo ejemplo es el molino Las muelas se conservaron en el exte- del Monasterio de Courias emplazado rior desmontadas hasta la década de sobre el cauce del río Narcea. Se trata 1980. Los restos fueron exhumados de una construcción de notable volu- en una excavación arqueológica y ac- men y altura rematada a cuatro vertien- tualmente se encuentran expuestos tes con una planta de palomar. Cuenta en el edificio que acoge la Casa del con un gran tajamar construido en si- Parque de Fuentes del Narcea, De- llería y se documenta desde la segun- gaña e Ibias. da mitad del siglo XVIII. La construcción de este molino se atri- El molino de cacao de Courias es el buye a la llegada de los Dominicos, único ejemplo que conocemos en la comunidad con fuerte presencia ultra- comarca de molino de sangre o trac- marina, en el último tercio del siglo XIX. ción animal. Se localiza también en los El chocolate era un alimento muy valo- términos del monasterio de Courias, rado como parte de la dieta monástica. ocupando una parte del antiguo edifi- cio de caballerizas y pajares del mo- En el resto de Asturias existe documen- nasterio. Se conserva parte de la cons- tación de un escaso número de moli-

4.06 Las estacadas. La estacada de Veigaipope

Se conoce por estacada la estructura encuentran en activo. La comarca Narcea en Veigaipope para captar las de rollizos de madera que forma la mantiene varias estacadas de tipo tra- aguas del molino de Casa Mulineiru. presa en el río que capta las aguas dicional, como las que se encuentran En la comarca se mantienen otras es- para un molino y secundariamente pa- en el río de Gillón, para captar las tacadas más pequeñas en el valle de ra regadíos de vega. Actualmente es- aguas del molino de Casa Pepe Galán El Coutu y la zona de Las Montañas. tas construcciones son muy raras al en Pousada de Rengos y en Moneste- haber sido sustituidas por presas de riu en el Coutu. La más relevante de Esta estacada ha sido renovada hace hormigón en los pocos molinos que se las conservadas se encuentra en el río unos veinte años manteniendo la con-

131 formación original2. Presenta unas di- de un metro con respecto al eje per- orificios que produce la corriente en mensiones de 17 metros de ancho por pendicular al cauce, con el fin de fa- un punto débil que la presión del agua una altura máxima de 4 metros. La vorecer la salida de los materiales de puede ir horadando. Estos huecos estructura se forma con un cuerpo de arrastre por el aliviadero principal en deben de ser rápidamente rellenados, rollizos ensamblados en capas suce- la orilla oeste. al igual que hay que mantener limpios sivas formando una malla ortogonal, los aliviaderos. en la que se rebajan para el ensambla- En la última renovación trabajaron cin- je las cabezas perpendiculares a la co o seis personas durante quince presa. Cada hilada puede llegar a acu- días. Anteriormente en las reconstruc- mular unos ochenta troncos de castaño ciones los troncos de castaño y roble de entre 15 y 24 cm de diámetro. Las se arrastraban dentro del río con pa- vigas se disponen inclinadas con una rejas de bueyes y de vacas. La made- pendiente de entre el 20 y el 25% des- ra sumergida se conserva bien pero de el dique hacia el interior del talud la obra necesita mantenimiento para y se aseguran además con cadenas. que la estacada nun arreple, es decir El relleno se compacta con cantos que no acumule materiales de arrastre rodados y ramas de humeiru. La esta- como graba y ramajes. También hay cada se dispone girada en planta más que evitar la aparición de guliel.lus, u

2 José Martínez Fernández, propietario del molino de Veigaipope, es el responsable de la construcción de la estacada.

132 4.07 Los puentes. Los puentes de piedra. El puente de madera de Augüera (Castanéu). Los Pontigos

el de Cecos en Ibias. Muchos presen- más pequeños de Ounón y Santuyanu. tan arcos apuntados o de medio punto con perfil de lomo de asno, si bien las El puente de Portiel.la consta de un sucesivas reformas han tendido a dis- solo vano sobre el río Ounón o Antrau, minuir la pendiente de los accesos constituido por un arco de medio punto acumulando rellenos. Otro problema con labra de sillares de pizarra. Ado- generalizado ha sido la eliminación de sado en la baranda del acceso izquier- los pretiles de sillería en muchos de do se observa una inscripción en sillería ellos. Varios de ellos presentan aparta- de carácter histórico. deros de planta semicircular como el de Ambasaguas, Chanu o el de El puente de dos arcos de L.lumés se L.lumés. dispone con arcos de medio punto con una luz de unos 6 metros en la orilla El puente de Tubongu se emplaza so- derecha y 8 metros en la izquierda, bre el río Narcea con un perfil en rampa con apoyo y tajamar intermedio apro- de gran pendiente, formado por dos vechando un afloramiento. Presenta arcos de bóveda de cañón de medio un perfil casi horizontal excepto en el punto de 8 y 15 m de luz en el vano arco izquierdo en el que se aprecia un principal. La pila intermedia actúa como posible relleno del tímpano para adap- La comarca mantiene un numeroso un gran machón entre las dos bóvedas, tarlo a la pendiente del vial. En la pila grupo de puentes de origen medieval apoyando del lado derecho sobre un central aparece un tajamar de planta y moderno dispersos en los cursos de afloramiento de roca madre de pizarra. triangular, mientras que por la parte de agua de los tres concejos, especial- Acoplados al apoyo intermedio apare- aguas abajo se aprovecha este pilar mente en los cursos de los ríos Narcea, cen dos tajamares de planta triangular. para disponer un apartadero. Naviegu e Ibias. El puente sobre el camino a Moral o Otros puentes de interés son los de El Algunos de los puentes relevantes que de Casa de La Ponte tiene quince me- Pueblu, Veigaimiedru, Veigaipope y ya presentan a menudo fábrica medieval tros de longitud con arco único de me- dentro de la arquitectura de estilo los son los de Chanu, La Riela, La Mou- dio punto peraltado y ligeramente puentes de Los Peñones en la villa de riel.la, Ponticiel.la, Ambasauguas, apuntado sobre el río Naviegu. Otros Cangas y el de La Venta d’Argancinas Courias, Bimeda, La Pescal, Santuy- puentes con bóveda apuntada son los que se sitúa en el límite de los concejos anu, Tubongu, el puente de Ounón y de La Mouriel.la sobre el Narcea y los de Cangas de Narcea y Tinéu.

133 El pontón de madera de Augüera (Cas- mente desbastada. En uno de los estri- XX estos puentes eran fundamentales tanéu), se sitúa sobre el antiguo cami- bos se aprecia un núcleo de piedras en la red de caminos de carros y cuen- no a Saúrciu. Es uno de los últimos colocadas a chapacuña, técnica tam- tan con abundante documentación his- representantes de los numerosos bién utilizada en el lecho del río para tórica. En el occidente de Asturias puentes de madera que existieron has- proteger la cimentación. abundaron además puentes de madera ta mediado el siglo XX. La estructura de estructura compleja, algunos sobre actual data aproximadamente de 1960, Un aspecto destacado es que mantie- pies derechos, como el que se situaba momento en el que se renueva por ne vigas de madera en la cimentación en Ambasauguas o en Veigadhorru. parte de los vecinos manteniendo la de los estribos, formando parte de las Otros empleaban grandes jabalcones conformación original, similar a la des- zapatas, por debajo del nivel ordinario de 45 grados y sopanda inferior unidos aparecida Ponte del Pozo del Corral del cauce del río. Este sistema de ci- con pernos, pudiendo salvar grandes en la villa de Cangas. Los apoyos son mentación responde a técnicas anti- luces. Entre los más notables del río anteriores a este momento. guas. La madera se conserva bien Navia estaban los del Carpio y Silvón debajo del agua, siempre que esté con tirantes y tablero suspendido y el El puente se dispone con un tablero permanentemente sumergida, como de Salcedo, con un gran arco. Desde formado por tres grandes vigas que ocurre en las estacadas de las presas el siglo XIX se realizaron muchos de descansan sobre los estribos laterales de los molinos. Hace pocos años el ellos con proyecto de ingeniería. y sobre una estructura volada de tron- Ayuntamiento de Cangas del Narcea cos a modo de ménsulas, alcanzando realizó una renovación del tablero su- También se conservan los puentes más de 13 metros de luz sobre el cauce. perior y las barandas. pequeños de madera, denominados Estas vigas alcanzan 45 cm. de sección pontigos, con estructura muy sencilla en los extremos y superan los 15 metros de madera, utilizados sobre todo para de largo. En los apeos de piedra existe Los pontones eran muy frecuentes en servicio de peatones y ganado. Los también una estructura formada con todo el norte y noroeste peninsular, pasos sobre pequeños cursos de agua vigas, mientras el resto del apoyo se estando bien documentados en la zona se resuelven con pontigos formados realiza en mampostería en seco tosca- de Ancares. Hasta principios del siglo con grandes losas de pizarra.

134 4.08 Los cortinos y talameiros. Las corripas

Las abejas eran consideradas un ga- pertenecían a dos o tres viviendas. las castañas que se van recolectando, nado más de la casa, alcanzando su almacenadas y tapadas con hojarasca explotación unos niveles muy elevados En Ibias los cortinos son muy abundan- y ramas hasta que posteriormente se en toda la orla de montaña que man- tes en todo el concejo, destacando la recogían para almacenarlas en la pa- tiene grandes manchas de vegetación concentración de los valles da Viouga nera o la casa. Se emplazan en el mon- melífera. Los cortinos son cerramientos y Forna que supera las cuarenta cons- te en los propios castañedos. de mampostería de planta circular u trucciones. En Cangas del Narcea ovalada dispuestos en pendiente. En abundan en Bisuyu, Las Montañas, la zona del Coutu y Las Montañas apa- Mual, Rengos y el río del Coutu con una rece también un grupo de cortinos de gran densidad en el valle de Combu. planta cuadrangular. Su finalidad es proteger los trobos o casiel.los de los El talameiro es una pequeña estructura incendios, los robos y de los ataques cuadrangular de mampostería en for- del oso. Interiormente presentan rella- ma de pilastra, que sostiene en la parte nos para disponer las colmenas. Los superior una entramado de madera muros son de gran altura y se realizan capaz para unos pocos casiel.los. A con mampostería en seco, rematados veces contaba con un cierre perimetral con una hilada de bardas o losas en en la parte inferior. Su área de distri- voladizo. Habitualmente carecen de bución estaba restringida al sur del puerta accediéndose al interior me- Valledor, Las Montañas y El Coutu en diante una escalera de mano. Cangas y la parte colindante de Ibias. Se mantienen algunos ejemplos mal La ubicación valoraba la situación de conservados. resguardo de los vientos fríos y húme- dos, la orientación sur, la presencia Las corripas son construcciones de de grandes espacios de vegetación planta circular, rara vez semicircular arbustiva melífera, la presencia de si se encuentran adosados a un talud, agua y la no alineación en vertical con construidos con piedra irregular asen- otros cortinos. Se trataba de construc- tada en seco y una altura de muro que ciones muy costosas que no podían no suele sobrepasar el metro de altura. tener todas las casas y frecuentemente Su finalidad es proteger en su interior

135 4.09 Los caleichos, cousos, corros, corrales y cortinos de lobos. El Caleicho de Pena Ventana

chuzos, piedras o mastines, convirtién- el occidente. Al norte de Caldevil.la de dose a veces en un espectáculo para Rengos se sitúa la Ermita La Trapa. los vecinos. Como muestra de indicios toponímicos Otras trampas estaban pensadas para aparece el nombre de calechu al sur atrapar al lobo después de una batida de Degaña, en el reguero de El Corralín con ojeadores, obligando a los anima- y en Retornu. En Xalón y Vil.larmental, les hacia un punto sin salida como una también existen indicios de trampas angostura topográfica o una fosa o de lobos y al oeste de La Viliel.la se pozo. En la zona de La Veiga’l Tachu localizan Las Penas del Couso. y Oubachu existen indicios de este tipo de trampa denominadas corros, Estas construcciones presentan indi- similares a las conocidas como pozo cios de tener una cronología muy anti- lobal en otras zonas. gua. El valor cultural, tipológico y pa- trimonial, debido a la importancia del Los caleichos se emplazan en collados lobo en la cultura tradicional de estos o estrechamientos de cordales, en concejos, ha propiciado su protección zonas de frecuente paso nocturno de y documentación. lobos, a veces a gran altitud. Su cons- trucción suponía un gran esfuerzo para El Caleicho de Pena Ventana se en- la comunidad, debido a la altitud y la cuentra en la sierra de este nombre distancia a las aldeas. Es posible que sobre los pueblos de Arbolente y Lar- los primeros se realizaran con cierres na, a 1377 metros de altitud, en las Los caleichos o caleyos, en Ibias de- vegetales y en fosa. inmediaciones de un collado denomi- nominados cousos, corrales y cortinos nado El Chanu’l Caleichu y de un aflo- de lobos, son construcciones de plan- En el concejo de Ibias se localiza en ramiento de cuarcitas. Presenta forma ta ovalada o poligonal construidos con la sierra de Busto una trampa de fosa cuadrangular con unas dimensiones mampostería en seco. Los paramen- denominada Cortín dos lobos. Se trata de 51 metros en el eje largo y 35 de tos, de aproximadamente tres metros de una fosa excavada de planta ova- ancho. Se dispone en pendiente con de altura al interior, se remataban en lada, con aproximadamente doce me- desnivel de 20 metros entre la parte bardas, losas voladas hacia adentro tros de largo por cuatro de profundi- inferior y la superior, rematada en talud. para que el lobo no pudiese saltar. La dad. Se emplaza en altura en el entorno El perfil del muro de cierre presenta finalidad de los caleichos es la captura de un collado de cordal. Otro couso dos rellanos o escalones con el fin de de lobos que saltan al interior atraídos se localiza en términos de Villardecen- reforzar el paramento, debido a la ele- por un cebo vivo, habitualmente un dias y al norte de Cecos se localiza el vada pendiente. Se mantiene en bue- cabrito o curdeiru herido. Se desarro- llamado Corral dos lobos. En el monte nas condiciones relativas a pesar de llan en pendiente con el costado su- de Trabáu se encuentra en mal estado haberse desplomado las bardas y la perior del cierre en talud en la zona de conservación otro caleicho. parte superior del cierre, conservando por donde salta al interior el lobo, bus- una altura de muros de hasta 2’7 me- cando que el animal pierda las refe- Otro topónimo que puede presentar tros en el interior. El cierre se forma rencias visuales del cerramiento. Una relación con estas construcciones es con cuarcitas asentadas en seco con vez capturado el lobo, era muerto con el de trapa, abundante también en todo un espesor en la base de 1’6 metros,

136 procedentes del afloramiento contiguo, en el que se aprecian los cortes de la extracción. Por el lado externo aparece una banqueta o podio de 35 cm de ancho y 1’6 metros de altura con la finalidad de reforzar la cimentación y quizás servir de grada para observar el interior. Esta construcción aparece registrada como CN-1 en el Catálogo de estructuras cinegéticas de Asturias.

4.10 Los hornos de cerámica tradicional de L.lamas del Mouru. Los caleiros

antes de la Guerra Civil, después de circular, a veces oculta al exterior, con la cual trabajaban sólo tres o cuatro un diámetro de 1’8 metros y altura de familias. Existen indicios de actividad 1’3 en la cámara superior de cocción alfarera a pequeña escala en Xera, y 2 metros de diámetro y una altura de Tinéu, y en algunos núcleos en el con- 1’5 en la inferior de combustión. Esta cejo de Cangas del Narcea. cámara se cubre con una bóveda de piedra y ladrillos que mantiene unos Las familias de Xarreiros se distribuían conductos para dejar pasar el aire en los pueblos de Bruel.les, Valcabu caliente y el humo a la cámara superior y L.lamas del Mouru. Este último con- de cocción. La alimentación se realiza taba con hornos en L.lamas, Valdela- con carroubas (cabeza de la raíz de forca, El Mouru (con horno comunal), la uz) y rozo de monte. Las piezas se Este alfar es conocido por elaborar La Penona, La Venta y Fontarmada. cargaban cuidadosamente en la cá- cerámica negra bruñida de cocción En torno a diez alfares eran explotados mara superior abierta, sobresaliendo reductora elaborada en torno alto. Las por mujeres hacia los años veinte, si en forma de punta de bala, y tapándo- tipologías cerámicas producidas enla- bien no todas cocían. Actualmente las (muflando) con tapines para que zan formalmente con cerámicas bajo- mantiene la actividad alfarera la Casa no salga el humo del tiro y se favorezca medievales o anteriores, si bien la tra- Los Xarros, estando al frente Manuel la atmósfera reductora de la cocción. dición cultural de esta cerámica puede Rodríguez y sus hijos. Aunque podían En la fachada del horno se dispone un irradiar de diversos núcleos del centro ser compartidos y existía algún horno portal que acoge la boca de la cámara y occidente de Asturias. comunal, la mayoría de los hornos se inferior y el espacio necesario para vinculaban a una familia o casa. mantener el rozo seco. El horno antiguo La Cerámica de L.lamas del Mouru de Casa Los Xarros dispone además alcanzaba los 22 alfares a principios Los hornos de alfarería responden al de otro anexo para el depósito y seca- del siglo XX, con un número algo me- tipo de hornera de criba descubierta do de las piezas antes de la cocción. nor de hornos, entrando en crisis ya emplazados en talud. Presentan planta

137 Los alfares de L.lamas fueron estudia- blu, en la vega del Narcea a la altura tería asentada en seco. El horno pre- dos por el etnógrafo alemán Fritz de Moncóu y probablemente en el senta planta circular y una estructura Krüger en 1927, por Juán Uría Ríu en Col.ladiegu de Oubachu, donde se de cubierta abovedada, a veces for- 1928 y especialmente por José Manuel documenta el topónimo El Caleiru. En mada con una falsa bóveda de aproxi- Feito en la década de 19803. Actual- una comarca con sustrato geológico mación de hiladas. La finalidad del mente se conservan en buen estado predominantemente pizarroso y de horno es la cocción de la piedra caliza varios hornos: el horno antiguo de Casa cuarcita, que origina suelos ácidos, la a altas temperaturas. Cuenta con un Los Xarros y el de Casa Lauriano utili- cal era un elemento muy escaso y vano frontal de extracción y una aper- zado antiguamente por Maximina, ade- apreciado, fundamental para el oca- tura superior en la cámara para la com- más del de Casa Merín en Bruel.les. sional abonado de las tierras de labor, bustión y alimentación. Solían estar Probablemente el número total sea la construcción y los revocos. Su em- emplazados en talud y con acceso de bastante mayor, al encontrarse varios plazamiento responde a la cercanía carro a la parte superior. Un caleiro cubiertos por tierras de labor. de los afloramientos calizos y en menor conservado en las cercanías de El medida de la presencia de zonas de Pueblu se emplaza en talud en las Los caleiros se localizan en la cuenca monte capaces de suministrar com- inmediaciones del afloramiento calizo alta de Rengos en torno a los aflora- bustible vegetal. Son construcciones que era explotado. mientos calizos, en la zona de El Pue- casi macizas realizadas con mampos-

4.11 Los palomares

Los palomares suelen ser construccio- mo abono. Era una construcción ade- El tipo de palomar observado en Can- nes de cierta entidad pertenecientes más vinculada al prestigio social de la gas del Narcea responde al modelo a residencias nobiliarias o casas fuer- casa que fue decayendo en el primer habitual en otras comarcas, con planta tes. Se utilizan para explotar la carne tercio del siglo XX en paralelo a la dis- circular y cuerpo en forma de torre con de los pichones y los excrementos co- minución de las tierras de cereal. cubierta cónica, disponiendo los ni-

3 Feito, J. M., Cerámica tradicional asturiana, (pp. 89-106).

138 chos de cría en la pared interior, espe- ocupa la planta superior de una pe- Narcea se encuentran los de Pousada cialmente en el piso alto. Siempre se queña construcción con corredor que de Rengos y Ventanueva y en Ibias el procuraba revocar el exterior para evi- en el bajo acogía una escuela. En Can- de Riodeporcos. tar que pudieran subir animales por gas del Narcea destaca el situado en las juntas. Las entradas en forma de el piso superior del molino del monas- En el mapa de la villa de Cangas de aspilleras, se protegen con losas vola- terio de Courias, construido en el siglo 1771 aparece reflejado un palomar de das de pizarra, al igual que en la cor- XVIII. Los pequeños palomares do- planta circular y cubierta cónica, similar nisa corrida en el perímetro exterior mésticos, mucho más abundantes, a la mayoría de los conservados, en que actúa de elemento protector y aparecen situados en la parte superior el barrio de El Fuexu4. aislante. En ocasiones se emplazan de viviendas, desvanes y pajares. sobre pequeños afloramientos rocosos dominando el entorno. La cronología En el territorio de Sierra se conserva suele abarcar desde el siglo XVIII al el de Casa Pistolu en Nandu, anterior- XIX. También se conservan unos po- mente de Casa’l Palacio; otros del mis- cos ejemplares de planta cuadrangu- mo tipo se mantienen en Riegla de lar, con cubierta a varias aguas como Naviegu y en Carbachu el del Palacio el de Casa Llano, en Samartín, que de los Flórez-Valdés. En el valle del

4 “Diseño de la villa de Cangas y lugar de Entrambasaguas con sus arrabales, vega y río”, realizado en Cangas de Tineo en 1771, representando también el citado molino de Omaña; citado por J. P. Torrente Sánchez-Guisande en “La explotación de madera en el monte de Muniellos (Asturias), 1766-1973”, J. López Álvarez, 2003: 52.

139 4.12 Las escuelas rurales

La escuela se instalaba en origen en cejo que quisiera levantar una escuela. galerías en el lateral corto de la crujía, los cabildos de las iglesias. En parte dando servicio a la vivienda del maes- por ello y por considerarse un espacio Cangas del Narcea, Ibias y Degaña tro y conformando un portal inferior de noble, las escuelas se siguieron cons- son sin embargo algunos de los con- acceso. Así aparecen por ejemplo en truyendo posteriormente en las inme- cejos donde los americanos tuvieron las escuelas de Aciu, Veigadhorru, o diaciones de las capillas e iglesias. menos influencia, debido al peso de Tandes. En Ibias se construyen escue- la emigración madrileña y catalana. las similares a la de Vilar de Cendias, El aporte de los indianos en la promo- Los vecinos contrataban l.lacianiegos edificada con anterioridad a 1928, que ción de escuelas abarca especialmen- y babianos en las ferias al igual que presenta una fábrica totalmente tradi- te desde 1870 hasta la Guerra Civil5. en Tinéu y Allande. La situación de la cional con grandes despieces de si- Se trata de una obra enorme que bus- escuela rural en los concejos de la llería y mampuestos de pizarra. Predo- caba quizás la promoción social de comarca ha quedado recogida en el minan las escuelas mixtas con vivienda algunos americanos. Esta promoción conocido viaje por las escuelas de en la planta superior, como la construi- superó en muchos aspectos al estado Asturias de Luis Bello6. da en Degaña hacia 1926 con la apor- y las sociedades obreras en Asturias tación económica de los emigrantes y en gran parte del norte. La plataforma Las numerosas escuelas conservadas del pueblo en Argentina y la prestación inicial eran las sociedades de asturia- en los tres concejos representan a personal de los vecinos en la obra y nos residentes en América a los que menudo la influencia de los modelos el acarreo de materiales. seguirían los pasos los concejos y las de arquitectura escolar de los años acciones colectivas. La escuela de veinte, adaptados a las posibilidades Los emplazamientos se localizan en Ounón es promovida por Marcelino de los pueblos que tenían que costear general en espacios soleados y eleva- Peláez, natural de la localidad y emi- total o parcialmente su edificación. Se dos con relación al pueblo, a veces grante en Argentina, que financia hacia valoran las corrientes higienistas del algo separado de el. Se buscaba un 1929 una escuela mixta con vivienda momento, buscando la orientación sur, espacio tranquilo y en el que no inter- en su pueblo natal. Donó la finca, pagó la ventilación y los grandes vanos de firiera la población. la construcción y la dotó de material. iluminación en la medida de lo posible, Los vecinos colaboraron con el acarreo como en la escuela de Brixemada. Las En el periodo de Primo de Rivera cobra de materiales. Fue conocido por ofre- cubiertas se resuelven a tres o cuatro impulso la creación de nuevas aulas, cer mil pesetas a cada pueblo del con- vertientes. Es frecuente el empleo de que será realmente fuerte con la se-

5 “He querido saber cuántas escuelas se han creado en el Concejo de Cangas durante diez años: nueve. Y cuantos expedientes hay en tramitación: uno. ¿Imagináis cuál es? El del indiano de Cibea (…). Este es, sin embargo, el partido en que menos influjo tiene la protección de los asturianos de América. Hoy por hoy conserva más fuerza todavía la otra forma supletoria de acción oficial: la institución de los maestros legos, que muchas gentes celebran como nota cómica y pintoresca, sin comprender su espíritu.” (pg. 32) Viaje por las escuelas de Asturias, Luis Bello, 1926. 6 “Brañas de Arriba tiene una escuela de montaña. Un albergue. Quien censure la estrechez y pobreza de sus cuatro paredes, la vejez de sus vigas, por donde fue filtrándose el humo de muchos inviernos, y la modestia de su mensaje, dará pruebas de tener ojos y no ver. ¿no se ha dejado cargo de cómo viven las buenas gentes de Brañas de Arriba? Son catorce vecinos, si no recuerdo mal. La maestra, muy inteligente, muy suave, con la suavidad algo irónica de una aldeana culta, va contando su vida en la escuela. No tiene ningún mérito vivir tres o cuatro meses al año bajo la nieve, porque todo el pueblo vive así. Los niños y las niñas –son catorce- vienen por galerías que labra el vecindario si la nieve queda tan alta que no se puede abrir calle (…)”(pg. 24) Viaje por las escuelas de Asturias, Luis Bello, 1926.

140 gunda república. En este periodo la las Graduadas como Escuelas unita- muchos pueblos, y de que persiste el comarca conocerá la visita de las Mi- rias a efectos de la enseñanza8. problema de las distancias que tienen siones Pedagógicas. Asturias pasa de que andar los escolares, careciendo 1300 escuelas en 1926 a 2300 en En 1929 Mario Gómez se lamenta en además de cantina escolar9. En estos 19347. En este año, los tres concejos La Maniega de que a pesar del enorme años se inauguran entre otras las es- alcanzan las cien escuelas, ciento vein- esfuerzo se siguen contratando babia- cuelas de La L.linde, Chanu, Val.láu, te si se consideran las secciones de nos al no disponer de casa escuela en Monesteriu y El Puertu.

7 Cangas del Narcea: “Se de la enseñanza primaria en las Escuelas nacionales de Abanceña, Acio, Agüera del Coto, Abres- , Araniego, Bergame, Besullo, Bimeda, Bruelles, Cangas del Narcea, Carballedo, Carballo, Carceda, Castañedo (Agüera de), Cerecedo, Cibea, , , Defradas (Las), El Otero, El Pládano, El Puelo, Gedrez, Gillón, Irrondo, , La Regla, La Pescal, Larna, Larón, Leitariegos, (Brañas de), Limés, Linares del Acebo, Llamas del Mouro, Llano, Moal, Monasterio del Coto, , Montaña, , Noceda de Rengos, Onón, Piñera, , Portiella, Posada de Besullo, Posada de Rengos, Pueblo de Rengos, Puerto de Leitariegos, Rengos, Ridera, Robledo de San Cristóbal, Robledo de Tainás, San Julián de Arbás, San Martín de los Eiros, San Martín de Sierra, San Pedro de Arbás, San Pedro de Coliema, Santa Marina, , , Trascastro, Trones, Vallado, Valleciello, Vallinas, Viescas, Villacibrián, Villagimada, Villaláez, Villar de Lantero, y .” En Degaña, “Existen Escuelas nacionales en Cerredo, Degaña, Fondodevega, Rebollar y Tablado.” En Ibias, “La enseñanza se recibe en las Escuelas nacionales de Alguerdo, Andeo, Boiro, Busto, Cecos, Dou, Fresno-Fondodevilla, Marcellana, Marentes, Omente, Penedela, Riodeporcos, San Antolín, San Clemente, Santa Comba, Sena, , Taladrid, Uría, Valdeferreiros, Villarcebollín, Villar de Cendias y Villarmeirín.” Asturias nomenclátor escolar, Muñiz y Vigo, A., Oviedo, 1934. 8 Cangas, contaba con 87 escuelas, Ibias con 26 y Degaña 7. 9 La Maniega, 22, 1929.

141 4.13 Mazos y fraguas

mediante el sistema de “pujón tuerto”, mediados del siglo XIX pero de origen exclusivo de Bisuyu, que necesita una anteriores la instalación industrial de rueda vertical similar a la del mazo. La A Fornaza, situada en los límites de la propiedad era casi única de los secto- provincia de Lugo y la parroquia de res con más recursos de la sociedad. Sena en el concejo de Ibias, con ac- ceso mediante camino desde el puen- Los machucos son funcionalmente si- te de Boabdil. Cuenta con siete hornos milares a una ferrería aunque con me- abovedados en hilera instalados a con- nor capacidad por lo que a veces se tinuación de una larga galería con plan- les denomina ferrerías menores. La ta en U para aprovechar las corrientes Los mazos conocidos también como propiedad podía ser nobiliaria o fre- de aire en el tiro. La galería concluye machucos o martinetes se localizaban cuentemente compartida por varios en una gran chimenea de planta cua- en Bisuyu, donde llegaron a funcionar ferreiros organizados en calendas. drada, parcialmente derrumbada. El cuatro ingenios, el último de ellos hasta Fabricaban todo tipo de herramientas conjunto, aunque en parte arruinado, 1960. Se trata de construcciones emi- agrarias y ruedas de carro. El último mantiene estructuras muy notables e nentemente funcionales emplazadas mazo conservado en Bisuyu conocido incluye numerosas instalaciones com- en talud y provistas de un banzau de como Mazud’Abaxu ha tenido dos re- plementarias y viviendas. cantería o madera para almacenar el construcciones al haber sufrido un agua que mueve la rueda hidráulica a incendio tras la primera rehabilitación. Las fraguas son la construcción más través de un árbol de levas, accionan- modesta y requieren el menor espacio do a su vez el martillo. Los barquines Un ejemplo sobresaliente de fundición de trabajo de entre los talleres emplea- de la maquina de aire se accionan de plomo singular, documentada a dos en la industria del hierro, siendo

142 relativamente numerosas en toda la muy sencillas, apareciendo como sim- la fragua de Casa Balbino, datada en comarca, destacando en la reparación ples cuartos de mampostería vincula- 1886, en Pousada de Rengos, pueblo y fabricación de todo tipo de herra- dos normalmente a la vivienda del fe- donde también había fraguas en mientas menores. Los elementos bási- rreiro y primando la funcionalidad y la Casa’lFerreiru y Casa Maguzo. En Bi- cos que acogen son el hogar, el fuelle, posibilidad de luz natural. suyu llegaron a trabajar veinte fraguas la incla o yunque, un baño de piedra, y otras muchas se distribuían por los una piedra de afilar, un banco de ba- Actualmente perviven entre otras las tres concejos y la villa de Cangas. rrenar y un torno10. Son construcciones fraguas de Casa Payarín en Bisuyu y

4.14 Las bodegas

En las zonas de mayor densidad de nivel del piso interno a una cota inferior viñedos, como en L.lumés, Ponticiel.la, a la del suelo exterior. También resulta San Tisu, Courias, Oubanca, Cibuyu, fundamental la orientación, evitando la Chanu, La Riela, Tubongu y El Puelu, exposición al sur, prefiriendo al norte aparecen también las bodegas domés- y el este. Los muros se realizan en ticas como construcciones exentas, a mampostería vista con marcaciones veces en el entorno de la corrada de de madera y presentan un aspecto la casa y frecuentemente en el cuarto hermético. La cubierta suele realizarse inferior de la panera. También es habi- a una o dos vertientes sobre la fachada, tual en algunos pueblos que las casas en pizarra, teja o mixta. Antiguamente sitúen sus bodegas en aldeas próximas parece ser que se empleó también la Las bodegas de tipo tradicional son por su mejor emplazamiento y cercanía cubierta vegetal, como se documenta abundantes en los concejos de Ibias a las viñas, como ocurre con varias en Ancares. Cuando aparecen concen- y Cangas del Narcea gracias al fuerte casas de la zona de Aciu que ubican tradas pueden situarse al borde de un arraigo vinícola de la comarca. Una sus bodegas en La Riela. En Ibias se camino, adosadas en medianera como disposición habitual en las viviendas localizan buenos ejemplos en los pue- pueden verse en Ponticiel.la y también tradicionales se da en la planta baja blos cercanos al río Navia como Riode- construirse aisladas en las inmediacio- de la casa, a veces a continuación de porcos, en los que los cuartos de bo- nes de las casas. la cuadra. Cuando aparece como dega aparecen en los bajos o anexos construcción aislada es frecuente que de muchas casas. Esta construcción El arraigo de esta construcción está la propiedad o el uso sea compartido busca cualidades de aislamiento frente bien documentado desde la Edad Me- por varias casas. En los pueblos más a las condiciones exteriores de luz y dia y es bien conocido el papel de la altos de los tres concejos esta cons- temperatura, apareciendo frecuente- iglesia en la expansión de la cultura trucción escasea o desaparece. mente construidas en talud y con el vitícola en el suroccidente de Asturias,

10 López Álvarez y Graña García, 1998: 39.

143 especialmente por parte del cabildo la bodega construida hacia 1780, ocu- algunos l.lagares domésticos que pro- de Oviedo y el monasterio de Courias11. paba la principal estancia de la facha- ducían sidra en el concejo de Cangas da noreste, estando abovedada y em- del Narcea, como el de Casa Chanu Además de las frecuentes bodegas plazada bajo rasante con doble altura. en Pousada de Bisuyu12 y otros en la domésticas, existen otras bodegas de Otra estancia en paralelo ocupaba la zona de La Riela. Si bien esta produc- gran tamaño asociadas en origen al prensa del l.lagar, conservándose una ción, significativa en épocas pasadas, estamento señorial, reflejado en las gran pesa de un l.lagar de viga. La ha declinado mucho y tiene hoy un bodegas de los palacios rurales y en aireación se regulaba mediante aspi- carácter testimonial. la del Monasterio de Courias. En el lleras y huecos que buscan mantener palacio de Xarcelei se emplaza en el la temperatura constante. El piso es bajo ocupando toda la fachada princi- frecuentemente de tierra pisada y a pal con orientación noreste. En el pa- veces de losa de pizarra. lacio de Santolaya ocupa una orienta- ción similar en el volumen principal del Al igual que en los vecinos concejos edificio. En el monasterio de Courias, de Allande y Tinéu, existen también

11 Uno de los numerosos documentos relativos a l.lagares en el siglo XV se encuentra en la descripción de una bodega propiedad del cabildo de Uviéu emplazada en la aldea de Santa Cecilia, perteneciente al cellero de Tubongu: “…estaba en la aldea de Santa Cecilia una casa-palacio con su corredor e un portal ante la puerta e una bodega e un lagar viejo e cinco tinas en que non se echa vino; e tres cubas. Está todo mal reparado e el lagar non se faze vino e la casa non está bien reparada. Será menester para reparar todo lo sobredicho seys mil marevidís a lo menos”, Fernández Conde, 1993: 217. 12 Hevia Llavona, 2007: 44.

144 nada

5.01 El marco jurídico. La ley de patrimonio. Los catálogos urbanísticos

blamiento rural, la ausencia de mante- pectos estéticos de la fachada como nimiento o el empleo de técnicas in- la conformación de los vanos y carpin- adecuadas en el mismo y la descon- terías. Su aplicación está planteada textualización de las construcciones, para las agrupaciones de interés en quedando inmersas en entornos muy las que se propone preservar el valor degradados. En la protección y digni- de conjunto, como una alineación de ficación de este patrimonio cabe con- viviendas o cuadras bien conservadas. siderar como positiva toda acción que Esta categoría comprende también los favorezca igualmente las actividades elementos que configuran la relación productivas tradicionales del medio de la edificación con la vía pública, rural y todas las iniciativas y activida- como patines, voladizos o portales. La Ley de Patrimonio Cultural (1/2001) des que ayuden a contrarrestar el pro- define el patrimonio etnográfico como ceso de despoblamiento rural. La categoría de Protección Parcial se el integrado por las expresiones rele- aplica a “aquellos inmuebles que po- vantes o de interés histórico de las El patrimonio rural presenta una degra- seen notables valores de carácter ar- culturas y formas de vida tradicionales dación de los valores de la vivienda quitectónico, histórico, etnográfico, en de los asturianos, desarrolladas colec- tradicional, en ocasiones acentuada su configuración exterior; destacan tivamente, basadas en conocimientos en las zonas más accesibles, abarcan- por una cuidada implantación (…), y técnicas transmitidos consuetudina- do una proporción alta de los núcleos pudiendo conservar en su interior una riamente, en lo esencial de forma oral. rurales. Los ejemplos de vivienda tra- organización de interés o elementos En este contexto se reconocen y valo- dicional con mejor nivel de conserva- de valor que lo caractericen. Deben ran las expresiones significativas de ción aparecen en algunos casos en mantenerse sus condiciones tipológi- la relación entre el medio físico y las núcleos de difícil acceso en la cabe- cas y también su volumetría, sus ele- comunidades humanas que lo han ha- cera de los valles, enfrentándose a la mentos exteriores así como los valores bitado, con sus tradiciones, construc- falta de uso y mantenimiento que com- internos que posea: configuración y ciones, bienes muebles y valores in- promete su conservación. Una situa- jerarquización espacial, escaleras, por- tangibles que comprenden la arqui- ción parecida ofrecen las construccio- tales, patios, etc. La protección del tectura tradicional, entendida como el nes complementarias. bien debe englobar también su conjunto de construcciones populares parcela”1. El nivel de intervención au- que reflejan las técnicas constructivas, Los catálogos urbanísticos de los Pla- torizado admite la reestructuración, formas, tipos y expresiones artísticas nes Generales de Ordenación Urbana que podrá ser de diferente intensidad vinculadas con la cultura propia de (PGOU), parcialmente desarrollados en función de los valores tipológicos, una comunidad y un territorio. en los concejos de la comarca, reco- espaciales o constructivos que posea nocen tres niveles de protección en en su interior. En esta categoría se Los problemas de conservación en el los inmuebles comprendidos. comprenden las viviendas de un in- patrimonio tradicional se deben a la terés arquitectónico o etnográfico me- degradación por falta de uso, originado La categoría Ambiental recoge una dio o alto. en gran parte por el creciente despo- protección básica, aplicada a los as-

1 Piquero Rodríguez, 2004: 107, “Contenido de los catálogos urbanísticos”, en Los catálogos urbanísticos. Aspectos jurídicos, metodológicos y de gestión, Oviedo, 2004.

148 La categoría de Protección Integral, res e interiores que lo definen. La pro- monumental, poseen sobresalientes supone la aplicación de las normas de tección del bien engloba además su valores de carácter arquitectónico, his- 1/2001 que se refieren con carácter parcela, preservando su forma y cuan- tórico o etnográfico que admiten unas general a los bienes integrantes del tía de ocupación del espacio”. intervenciones menos limitativas, pu- Patrimonio Cultural de Asturias2. En diendo plantearse la recuperación fun- esta categoría quedan comprendidas Esta categoría comprende el grueso cional mediante la rehabilitación, pero “Aquellas entidades cuyo carácter sin- del patrimonio monumental religioso, respetando su configuración estructu- gular y/o excepcional valor histórico, los palacios rurales, elementos etno- ral, características singulares y elemen- arquitectónico, etnográfico, determine gráficos como construcciones o vivien- tos concretos que lo componen”3. la plena conservación de sus carac- das tradicionales de valor muy desta- terísticas originarias, sus condiciones cado, los puentes históricos y bienes estructurales y tipológicas, su volume- arqueológicos pero también los inmue- tría y la totalidad de elementos exterio- bles que “sin presentar un carácter

5.02 Núcleos destacados con valor de conjunto.

una agrupación más reducida de del valle, aunque se mantienen ciertos construcciones que integran un barrio valores de conjunto en Trabáu y El o una alineación, en aldeas que pre- Rebol.lal y elementos aislados o pe- sentan interés pero niveles desiguales queños conjuntos en otros pueblos del de conservación. concejo como Fonduveigas y Zarréu.

En el concejo de Ibias destacan los En el valle de Naviegu se concentran pueblos de Alguerdo, Ouría, Mouren- gran número de núcleos con un nivel tán, Villardecendias, Oumente, Valva- alto, entre los que se encuentran Tres- ler, Busante, Valdeferreiros, Marentes, castru, Veigaimiedru, Brañas d’Arriba, San Clemente, Folgueiras da Viouga, Palaciu, Riela de Naviegu, Corros, Na- Resulta destacable el nivel de integri- Seroiro, Pradias, Andeo, Dou, Pene- viegu, Val.láu y Bimeda. dad de algunos pueblos que mantie- dela y Riodeporcos, además de un nen la calidad formal, con un nivel de conjunto de edificios de la capital del En el valle de Cibea destacan Riegla conservación aceptable en volume- concejo. de Cibea, L.lamera, Sorrodiles, Sonan- trías, acabados y carpinterías, además de, Vil.larmental, Xinestosu, Sigueiru y de presentar elementos de interés En el concejo de Degaña el impacto Fontes de Corveiru. La mayoría de ellos individual. Otras veces destacan los de la actividad industrial ocasionó una con un nivel alto de calidad de las cons- valores arquitectónicos limitados a brusca transformación en gran parte trucciones tradicionales, destacando

2 Art. 27 de la Ley 1/2001. 3 Piquero Rodríguez, 2004: 106.

149 las casas bloque de Riegla de Cibea Montañas, El Pumar, Bisuyu, Eirrrondu en pueblos como L.lamas, Adralés, y las Narcea en L.lamera y Sorrodiles. de Bisuyu y San Fliz. San Pedru de Courias y Santa Marina.

En el valle del Narcea, Rengos y la En el partido de Sierra y las zonas con- zona contigua se encuentran Xedré, tiguas se encuentran Castilmoure, Ve- Xichón, Tresmonte, Noceda, Mual, Lar- cil, San Pedru Culiema, Tubongu, na, Arbolente, Cibuyu, Aciu, Caldevil.la Vil.ladestre, El Puelu, La Nisal, Mieldes, d’Aciu, La Riegla y Chanu. Dagüeñu, Chanos, L.lamas del Mouru, y Xarceléi. En el valle del Coutu y la zona de Bisu- yu se localizan L’Artosa, Veigadhorru, En el entorno de la villa de Cangas se La Viña, Combo, Monesteriu, Bergame, localizan también aldeas con casas y Escrita, Las Defradas, San Pedru las construcciones de interés, entre otros

150 5.03 Posibilidades de actuación en los ejemplos de vivienda.

Entre las actuaciones orientadas a más amplia la nómina de los que man- tido, existen ejemplos cercanos de favorecer la preservación de las tienen estructuras y volumen externo. ecomuseos como el de Veigas en So- viviendas rurales se muestra necesario La problemática de estas viviendas es miedo, que muestran algunas pautas aumentar la sensibilidad social a través diferente a la de otros modelos de a seguir en las construcciones de ma- de la divulgación y la puesta en valor vivienda que permanecen habitados yor interés. de elementos significativos. Algunos o son potencialmente habitables, al elementos del patrimonio etnográfico mantener uso de cuadra-pajar en la Uno de los escasos ejemplos de inter- pueden contar con planes de mante- mayoría de ellas y en otros casos usos vención reciente en una casa Narcea nimiento específicos que faciliten la marginales, lo que podría favorecer la se encuentra en la casa vieja de Casa información, el asesoramiento y las conservación de las morfologías y es- Roque en Brixemada, empleada como tramitaciones administrativas. En tructuras. Se observa también que en cuadra, donde los propietarios rehabi- bastantes casos, la desinformación o bastantes casos existe una cierta esti- litaron la estructura de cubierta respe- la edad avanzada de los propietarios ma y receptividad de los propietarios tando completamente los valores for- impiden acceder a posibles canales hacia su conservación. males y estructurales de la cons- de ayudas. trucción. Al margen de la problemática Entre los ejemplos de valor excepcio- de la preservación de estas viviendas, La inclusión de una muestra de vivien- nal, con un estado de conservación presenta interés una intervención loca- das tipo Narcea en el Inventario del que ofrece aún posibilidades de recu- lizada en el pueblo de Vil.ladestre, don- Patrimonio Arquitectónico de Asturias peración, se encuentra Casa Frade de se realizó la reedificación completa aconseja la realización de un plan de en Sorrodiles y la casiel.la de Casa de una vivienda reproduciendo la vo- gestión que al menos garantice ayudas Estebanón en L’Artosa en lo relativo a lumetría del tipo dentro de los paráme- al mantenimiento de las cubiertas en la armadura de la cubierta, además tros de la arquitectura contemporánea. una muestra significativa de los ele- de los citados anteriormente en el mentos más valiosos conservados; y apartado de esta tipología. La singu- La actuación mediante planes de re- actuaciones singulares de la adminis- laridad y el gran valor patrimonial de cuperación en algunos núcleos de re- tración sobre algunos de los elementos estas construcciones justificarían una ferencia como el de Alguerdo en Ibias, más destacados que ayuden a revalo- inter-vención o plan de actuación so- favorecería la revaloración y la consi- rizar socialmente estas construcciones. bre alguna de ellas y en todo caso un deración social hacia los valores de la Los ejemplos de primer nivel se man- seguimiento de las labores de mante- arquitectura tradicional. tienen en muy corto número, siendo nimiento de las cubiertas. En este sen-

151 5.04 Hórreos y paneras relevantes. Posibilidades de gestión de las cubiertas vegetales

Entre los hórreos y paneras de la co- das para su conservación y restaura- y pintada de entre 1880 y 1930 en Ibias, marca cabe destacar que la mayoría ción. Existe una limitada ayuda a la El Coutu y Sierra. Entre las paneras son anteriores a 1936 y presentan va- renovación de cubiertas vegetales, decoradas más destacadas se en- lores de calidad arquitectónica y de- que en casos singulares como en el cuentran las levantadas por Domingo corativa contrastables. Estas carac- hórreo de Sigueiru del siglo XVII mere- Álvarez en Ibias, en torno a Alguerdo, terísticas suponen la necesidad de cerían un tratamiento singular. Entre y Gabriel de Yriarte, que trabaja en los recoger en el catálogo del PGOU la los hórreos de cubierta vegetal desta- pueblos del entorno de Bisuyu. Ambos mayoría de las paneras y hórreos con- can también los de Noceda y el amplio realizan conjuntos decorativos de ca- servados, en base a los criterios ob- conjunto de Ibias. Otras agrupaciones rácter singular realizados a finales del servados por La Ley del Principado relevantes son las de tres hórreos del siglo XVIII y primeros años del XIX. de Asturias de Patrimonio Cultural, y siglo XVII en Caldevil.la d’Aciu, y las que sean susceptibles de recibir ayu- paneras con amplia decoración tallada

152 5.05 Los puentes. El Caleicho de Pena Ventana

Los puentes históricos ofrecen gran- conjuntos de interés con otros elemen- Varias calel.los o cousos de lobos ofre- des posibilidades de revalorización y tos y espacios públicos, como se da cen posibilidades de recuperación, puesta en valor gracias a la variedad en La Riela. Otros como el de Chanu experiencia ya realizada en otras co- y calidad de las construcciones con- presentan la posibilidad de una restau- marcas. Aunque en ocasiones cuentan servadas y su amplia distribución en ración vinculada a los singulares valo- con accesos difíciles, es posible vin- los tres concejos de la comarca. Pre- res naturales del río en ese tramo. Los cularlos con rutas de montaña y cami- sentan la ventaja de tener escasos puentes antiguos de la comarca son nos históricos. Como factores favora- costes de mantenimiento una vez res- además construcciones muy valoradas bles a la puesta en valor se encuentran taurados o consolidados y muchos de socialmente. Los principales riesgos la situación en marcos geográficos ellos pueden compatibilizar las funcio- de conservación de estas construccio- muy destacados, como ocurre en Pena nes de viales con un cierto tratamiento nes residen en la ejecución de obras Ventana, y el hecho de que se trata de que respete las cualidades en cuanto civiles inadecuadas. construcciones de fácil preservación patrimonio. Muchos de ellos forman una vez consolidadas.

5.06 La situación del patrimonio religioso. Valoración patrimonial del románico rural y problemática de conservación

El suroccidente de Asturias cuenta con miento de la estructura de la cubierta, como son la administración, la iglesia la mayor concentración de templos los acabados interiores, carpinterías y la comunidad local, con el fin de parroquiales románicos y de tradición y bienes muebles, así como por el res- gestionar intervenciones urgentes en románica de toda Asturias, con más peto del entorno libre de pavimentos algunos casos y especialmente de de cuarenta templos, sin contar las masivos y alteraciones de rasantes garantizar la protección de los entor- numerosas capillas de origen medie- discordantes con el templo. En este nos, el control de las reformas y las val. Además existen varios santuarios caso se respetó también el entorno del labores de mantenimiento de cubierta como el de L’Acebu, Santarbás y San campo de iglesia de forma ejemplar. de los templos. L.luis del Monte y más de 260 capillas incluyendo las arruinadas. El valor patrimonial de las iglesias pa- rroquiales y de muchas capillas de la La intervención en la iglesia parroquial comarca reclama un plan de actuación de Castanéu supone un modelo de que integre a los distintos actores vin- recuperación en cuanto al manteni- culados con estas construcciones,

153 154 nada

6.01 Introducción

El estado de la arquitectura tradicional uso, mantenimiento y abandono tanto ra de huecos, revocos, etc. hasta una en nuestra comarca es preocupante, de las construcciones principales, vi- completa reestructuración interior, pro- tanto por su paulatina desaparición viendas, como de las arquitecturas vocada por la aparición de nuevos como por su estado de conservación. auxiliares, conduciéndolas al colapso usos, instalaciones y exigencias de Tal como se recoge en el capítulo 5 físico, con el hundimiento de cubiertas confort. Ésto se produce tanto en la “los problemas de conservación son, y el desplome de los muros y provo- vivienda habitual como en las construc- básicamente, la degradación por falta cando la generación de solares ruino- ciones auxiliares. Así, es frecuente la de uso, el empleo de técnicas de man- sos e invadidos de maleza en el interior transformación de las cabanas de las tenimiento inadecuadas y la descon- de los pueblos. Por otra parte, la apa- brañas en lugares de uso vacacional textualización de las construcciones, rición de nuevas construcciones que y de recreo. Con frecuencia suelen quedando inmersas a veces en entor- sustituyen a las existentes o próximas emplearse materiales inapropiados, de nos muy degradados”. a ellas, con volúmenes, formas y ma- producción y acabados industrializa- teriales disonantes, que rompen y dis- dos, como planchas de fibrocemento, Desde mediados del siglo XX se viene torsionan el mimetismo y la armonía carpinterías de aluminio en color natural produciendo una intensa transforma- de estas agrupaciones, integradas en o dorado, chapeados cerámicos o de ción del entorno rural y de su arquitec- el paisaje, tanto en su adaptación a la piedra, cerrajería excesivamente orna- tura, facilitada por el enriquecimiento topografía del terreno como en el em- mentada o sustituciones de estructuras de la sociedad, cambios en las estruc- pleo de materiales que se funden con de cubierta en madera por forjados de turas y relaciones familiares, la mejora su entorno, y obtenidos en el área más hormigón armado con entrevigado de las comunicaciones, la emigración próxima (la piedra de los muros gene- cerámico y cobertura de teja de hormi- hacia núcleos urbanos, el abandono ralmente se extraía a una distancia no gón, por citar solo algunos ejemplos. de las explotaciones agrícolas y gana- superior a un kilómetro). Estas nuevas deras así como la aparición de nuevos construcciones destacan sobre el con- Si se quiere proteger este patrimonio materiales de producción industrializa- junto quebrando el equilibrio existente. deberían realizarse rehabilitaciones da, más económicos, fáciles de obte- con calidad, que sin caer en el tipismo, ner y generalmente inadecuados. Por último, también se actúa con fuer- generen con su ejemplo una línea de za sobre las edificaciones tradiciona- actuación a seguir. La alteración del paisaje rural se realiza les, con reformas que pueden ir des- a través de dos actuaciones comple- de la modificación de sus envol- mentarias. Por una parte la falta de ventes; cubiertas, carpinterías, apertu-

158 6.02 Rehabilitación - Restauración

Deberíamos diferenciar entre rehabili- gran desarrollo, con tijeras curvas lla- Antes de acometer cualquier actuación tar y restaurar. Restaurar supone de- madas combos. Es algo similar a lo debemos analizar de modo objetivo volver una construcción a su estado y realizado en el concejo de Ibias con nuestro programa y presupuesto y ve- uso original. La rehabilitación puede la recreación de una casa redonda o rificar las posibilidades reales de eje- mantener el mismo uso u otro diferente, palloza en el área recreativa de San cución. lo que conlleva la transformación para Antolín. Incluso se podrían restaurar dar respuesta a las nuevas necesida- varias viviendas que encajen en los Por tanto, el primer paso sería realizar des. En cualquier caso, sea restaura- tipos arquitectónicos descritos en el un estudio exhaustivo de la construc- ción o rehabilitación, ésta ha de hacer- capítulo 3, con ubicaciones diferentes ción con levantamiento planimétrico se de forma respetuosa tanto con la en nuestra comarca, y proponiendo en el que se recoja no sólo la distribu- construcción original y su identidad, un recorrido arquitectónico que nos ción existente y posición de los muros, como con su entorno inmediato. permita acercarnos a un conocimiento huecos y estructuras de madera, sino más exhaustivo de las mismas, así también el estado de los mismos, indi- La restauración integral es poco habi- como ver la evolución de la vivienda. cando secciones, estado de conser- tual en el caso de vivienda particular, Esto proporciona un mayor respeto y vación y patologías presentes como ya que existen nuevos requerimientos valoración por el resto del patrimonio fisuraciones, desplomes, hundimien- y necesidades no contempladas en a conservar. tos, pudriciones o humedades, que las construcciones vernáculas, como requieran refuerzos, recalces, atados, es el caso de baños, cocinas moder- En la rehabilitación, es imprescindible reparaciones o sustitución de los ele- nas, o instalaciones de saneamiento un estudio preciso del estado de con- mentos dañados. Para ello debemos y fontanería. Será diferente cuando servación del edificio para determinar contar con la ayuda de técnicos y planteemos una casa - museo. Algo lo que puede mantenerse y lo que constructores con experiencia en el que podría resultar interesante en el debe ser eliminado; así como estable- manejo básico de las técnicas y mate- caso de la vivienda tipo Narcea, de la cer lo que la construcción antigua riales tradicionales, que nos den un que cada vez quedan menos ejem- admite, como el tipo de calefacción, asesoramiento y presupuesto real. plos, en la que se muestren no sólo aislamiento térmico y acústico, siste- las distintas particiones y elementos mas tecnológicos y materiales nuevos, El segundo paso, sería proponer una funcionales de la misma, sino también creados para alcanzar un determinado nueva distribución basada en la lógica los sistemas constructivos empleados confort y cumplir con la extensa nor- y en el aprovechamiento de los vanos como las estructuras de cubierta de mativa existente. existentes, que reduzca la apertura de

159 nuevos huecos tanto en los muros ex- tricos de cal, aún muy presentes en da, así como remates y encuentros de teriores como en los medianiles exis- el Concejo de Ibias. Se debe asimismo cumbreras y limatesas a cruceiro o tentes, evitando así debilitar la resis- guardar los elementos dañados por peine con sus correspondientes imper- tencia de los mismos ante la posible si fuera necesario utilizarlos como mo- meabilizaciones. presencia de nuevas sobrecargas. delo de la pieza de sustitución. Otro aspecto sería la agrupación, tanto En cuanto a los cerramientos interiores, vertical como horizontal de los núcleos Debe respetarse, siempre que sea po- si éstos han de ejecutarse nuevos, es húmedos, baños y cocinas, para dis- sible, la volumetría original, tanto en la aconsejable utilizar tabiquerías de car- minuir la presencia de instalaciones altura de sus muros (no siempre se tón-yeso con aislamiento acústico in- de fontanería (empotradas o de super- dispone de la altura mínima exigida), termedio, de menor peso y gran facili- ficie) y saneamiento. la relación paramentos - vanos (se bus- dad de ejecución y puesta en obra, lo ca una mayor iluminación y ventilación), que evitaría sobrecargas en los forja- El proyecto debe contemplar la con- como en la conformación de las cubier- dos de madera existentes. servación de todos aquellos elemen- tas, muy cerradas y mayoritariamente tos que sea posible recuperar; corre- a tres y cuatro aguas, con pocos hue- Utilizar preferentemente carpinterías dores y galerías, estructuras de cos de iluminación y ventilación, bufar- de madera con tratamientos frente a madera de cubierta, forjados y enta- das, y la casi inexistencia de casetones xilófagos y la humedad, sin persianas blados de madera, piezas de sillerías o buhardas salvo por los boqueirones y con contraventanas. Pueden incluir en la conformación de los huecos o de acceso al parreiru o pajar en su doble acristalamiento o bien disponer vanos, como antepechos, dinteles o hastial superior. No debemos olvidar doble ventana. No utilizar barnices jambas, las grandes losas de pizarra que las cubiertas pueden considerarse brillantes e impermeables que impidan en aleros y bordes, suelos pétreos, una fachada más, ya que los núcleos respirar a la madera y le den un aspec- tanto enlosados como realizados con rurales suelen asentarse a media ladera to artificioso. canto rodado, elementos singulares y son muy visibles; por tanto, cualquier como hornos, alacenas empotradas geometría o elemento extraño de la Si es necesario colocar aislamiento o chimeneas, carpinterías como los misma resulta fácilmente observable, térmico o acústico, (el espesor de los portones de entrada o piezas de ba- por lo que se recomiendan, si son ne- muros entre 60 cm y 100 cm suele randas, elementos de forja como tira- cesarios, huecos de cubierta enrasa- bastar), valorar la posición y composi- dores o rejería y elementos decorativos dos en la misma y canalones y bajantes ción del mismo. como encintados o elementos geomé- de zinc, cobre o chapa de acero laca-

160 En relación a los revocos y acabados, arenón utilizado solía dar la pigmenta- tal como se indica en el capítulo 2, ción final, incorporando el color en la éstos eran escasos hasta después del capa del mismo revoco. Se deben evi- primer tercio del siglo XX, favorecidos tar colores disonantes y chillones. por la escasez de cal y el buen com- portamiento frente a las humedades Finalmente debe estudiarse la correcta de los paramentos de pizarra y cuar- incorporación de nuevas instalaciones cita. No obstante, su empleo es gene- como sistemas de calefacción o insta- ralizado hoy en día, aunque mayorita- laciones de ACS (agua caliente sani- riamente se emplean morteros de taria) para el ahorro energético exigi- cemento Pórtland tanto en rejunteados das por el CTE (Código Técnico de la como en revocos, que al ser imper- Edificación) pudiendo situar los pane- meables y no transpirables favorecen les o captadores solares en terreno de la aparición de humedades por capi- la propiedad en lugar de cubierta o laridad y la formación de sales, por lo fachada y/o sustituirlo por calderas de que se recomienda el uso de morteros biomasa, instalaciones de geotermia, de cal, impermeables pero transpira- aerotermia u otros similares. bles. En colores naturales, terrosos; el

6.03 Obra Nueva

En una construcción nueva es posible vientos dominantes y buscando el sol tanto en el interior como en el exterior, reivindicar los modelos tradicionales en sus estancias habitables. sea piedra o madera. Emplear morte- sin caer en tópicos y meras copias que ros teñidos con arenas o pigmentos actúen como decorados. La sencillez Se debe captar la esencia de la zona. que se asemejen a los del lugar. y el respeto por la tipología local son No se trata de imitar, sino de redefinir las pautas para definir estas nuevas los elementos dentro de la nueva cons- Es fundamental distribuir los espacios arquitecturas. trucción, evitando volumetrías y tipolo- para que la luz fluya sin obstáculos, gías de carácter urbano o de otros evitando una presencia masiva del Se debe dialogar con el entorno, res- estilos arquitectónicos (andaluza o vidrio y buscando la síntesis y limpieza petando el paisaje y amoldándose a vasca por poner algún ejemplo). visual, con una respuesta sobre el con- la topografía, integrando los desniveles junto más que el protagonismo de ca- del terreno, resguardándose de los Utilizar los materiales del propio lugar, da una de las fachadas o partes.

161 6.04 Conclusiones

En nuestra comarca, formada por los entre las distintas casas que confor- No se pretende construir parques te- concejos de Cangas del Narcea, De- man un núcleo e identifican su paisaje, máticos sino poner en valor aquello gaña e Ibias, pese a que se aprecia como los emparrados, tan caracterís- de lo que aún disponemos como ya una continua degradación de los ticos del concejo de Ibias donde des- han hecho en muchos otros territorios. núcleos rurales y del patrimonio de tacan los de Alguerdo, Villardecendias vivienda tradicional, más acusada en y Oumente entre otros, los cierres de las zonas con mayor accesibilidad, fincas y purtiel.las, así como construc- aún es importante el volumen de lo ciones de uso público; fuentes, lava- que puede ser recuperado, con bue- deros, puentes, estacadas, presas, nos ejemplos de conservación en los pozos de riego, etc. núcleos de peor o difícil acceso. Para conservar la armonía y belleza No sólo deben respetarse las construc- de nuestros pueblos basta muchas ciones particulares y espacios cerra- veces con actuaciones de bajo coste, dos de la casa tradicional, sino los centrándose en controlar los cromatis- espacios abiertos de la misma como mos de fachadas, evitando emplear corradas, patios, escaleras exteriores colores estridentes, alterar la geometría y portales y las construcciones asocia- de las cubiertas, mantener la propor- das a ella, como hórreos, paneras, ción vertical frente a la horizontal de pajares, pozos, hornos etc., así como los huecos o controlar los materiales los espacios de relación y explotación empleados en los cierres de fincas.

162 nada

Glosario de la casa tipo Narcea1 encuentran la piérgula, las varas del trapón del parreiru, el cebadeiru y el fumeiru, el culgadeiru, el cainzo, y el cuiteiru. Los propietarios de estas construccio- fumeiru. nes se han referido a ellas de forma En la cubierta, el alero se denomina genérica en algunas ocasiones como Sebe, tazón, ciebu o cebatu son térmi- refalde, veiro, y vera; las sujeciones casa a contrapena, casa encuevada, nos para referirse al entretejido o zarzo externas bagunas y velos; la acción y casa con forma estrapal.lada (aplas- vegetal de avellano, salguera y otras de realizarlas se conoce por entouzare, tada). Parece haber una cierta identi- plantas con el que se realizaban mu- atouzar, cintar, encurdunar y embagu- ficación más sistemática con el término chos elementos como el piso o sul.láu nar. Externamente también aparecen de casiel.la, aplicado también a la del parreiru. los gavitos sujetando el varal (los ga- cuadra-pajar aislada, que coincide vitus van espetados sujetando el varal con el uso mayoritario actual de estas Los elementos de la estructura de ma- sobre la cubierta vegetal). En algunos construcciones. Con el nombre de dera son el sufitu, el combu, los burros, casos se utiliza baguna para designar fundada se han referido varios infor- los burricos y burriquetes, la cumal, toda la cubierta. Gaviel.las, cuelmo, mantes a la fachada. las tixeras, los cangos y los murones, feixes, son términos que denominan postes que sujetan el comedero. Los las gavillas de paja o escoba. Los espacios básicos son la l.lariega, cangos van hincados verticalmente en el portal, el parreiru,la corte, el curripu la viga de la solera o sobremuriu que Cuartu la ceba, cuarto nuovo, cuartu o corte lus gochus y el zagual denomi- recorre la parte superior de los muros del pai, cuartu los novios y el cuartón nado, zaugual, l’astru, estrau, astragal, de carga. son algunos de los nombres frecuentes moucasa, tescanu, trescanu, separado para designar los cuartos cerrados en por el bulau de madera. Los ral.lones son rollizos pequeños o el portal o el corredor. ramas equivalentes a la ripia, elemen- En la cocina y espacios inmediatos tos de madera horizontales que cie- Los Culmiel.lus, garabil.las, pitoxas, y aparece el escanu, l’alcoba, el xergón, rran la cubierta sujetos a los cangos capuchas son útiles de iluminación. el fornu, la furnica, la bogadoira, el mediante brincaios (Ibias) o cibiel.los guindastre o burru, las pregancias, el o valdiéganos (Cangas del Narcea). escudil.leiru y el espeteiru, maseira, Las gabiel.las de la cama de escoba Transcripción parcial de las respues- la pala del forno, la rastriel.la, y el o paja van a su vez atadas a los tas particulares del Catastro del Mar- cabal.lete. ral.lones. Esta estructura solía perma- qués de La Ensenada en Brañas de necer tras cambiarse la cubierta a Arriba y Trascastro. Entre la vajilla se encuentran las ol.las teja curva. y las tarreñas de barro, las escudiel.las, El Coto de Leitariegos se incorpora de- el caveiru, la cimbreira y la tril.ladoiras. Los huecos y puertas son el buqueirón finitivamente al concejo de Cangas de del parreiru, la puerta’l parreiru, las Narcea en 1925. Comprendía los pue- Entre las estructuras de ahumado se porticas del moucasa, el pustigu y el blos de El Puertu, Brañas d’Arriba,

1 Vocabulario recogido en L.lamera, Sonande (Casa Mingón), Larna (Casa Pasquín, Casa I’Campa), Retornu (Casa Cul.lar, Casa’l Xastre), Brixemada (Casa Roque), Parada la Nueva (Casa Xuanín), La Nisal, (Casa Frandambres, Casa Fonsu), Barnéu (Casa García), L’Artosa (Casa Estebanón), Chanos (Casa Catorce), Tresmonte d’Arriba (Casa Boto), Noceda (Casa L.lope), Vil.larmental (Casal` Conde y Casa Feliciano) y Vil.larín de Cibea (Casa Frade).

166 Brañas d’Abaxu, Trescastru y el caserío yos ejemplos ha llegado hasta hoy. y ocho de fondo (…). Orrio: Tiene uno de Cabuezos. El coto contaba con 59 Contaba con “cubierta de paxa, que de quatro pies de / piedra delante de casas habitables y 42 hórreos2. Las su havitazion se compone de cozina la casa de / rentar dos reales de vellon respuestas particulares del catastro de terrena, dos alcobas, dos paxares y en cada un año. La Ensenada muestran con detalle sus quatro cavallerizas”. construcciones y vecindario en 1787. Bienes pertenezientes / a Joseph Ro- La casi totalidad de las construcciones Otra casa en Trescastru “Tiene la en driguez. aparecen con cubierta de paja, inclu- que havita cubierta de paja, cuya ha- Cassa: Tiene una cubierta de paja / yendo las viviendas, pajares, caballeri- vitazion se compone de cozina terrena, que consiste su havitazion en / cozina zas y hórreos. Las casas aparecen des- dos quartos altos, caballerizas, paxar”. terrena, quarto alto con / su alcoba, critas con portal, cuarto bajo o alto con Esta casa mide 18.6 por 8.3 metros de dos pa/xares y quatro / cavallerizas. pajar, cocina terrena, una o dos alcobas, ancho, con una superficie de 154.9 m2. La que tiene de / frente veynte y dos bodega, cuarto para los aperos y hórreo. baras / y de fondo ocho (…). Orrio: Transcripción al uso3, de un extracto Tiene uno ymmediato a dicha / casa En una muestra de siete viviendas de de las respuestas particulares del Ca- de quatro pies de piedra / cubierto de Trescastru y Brañas d’Arriba las casas tastro de La Ensenada, en el Coto de paxa (…). documentadas presentan un eje longi- Leytariegos, 1787: tudinal mas o menos acusado y arrojan Bienes pertenezientes / a Melchor Ro- un promedio de superficie de 120.8 Libro primero de / seglares vezinos y driguez. m2, solo válido como valor estimativo foras/teros hazendados en este / Coto Cassa: Tiene la en que havita cubierta dado lo irregular de las plantas y el de Leytariegos con/forme al Cajon 15 / de paja, cuya havitazion se com/pone corto número de viviendas promedia- de la / Real Ynstruccion. de cozina terrena, dos quartos altos, do. La superficie varía entre los 166.7 cavallerizas / paxar. Tiene de frente m2 de la mayor, con un planta de 16.5 Bienes pertenecientes / a Thomas Ro- veyn/te y dos baras y media y de / por 10 metros y los 66.5 m2 de la más driguez. Lugar de Tras/castro.4 fondo diez (…). Orrio: Tiene uno ynme- pequeña, de 13.28 por 5 metros de Cassa: Tiene la en que havita, que se diato a dicha] / cassa de quatro pies ancho. Esta casa, situada en Brañas com/pone de conzina5 quarto dor- de piedra / y barro. Cubierto de paxa d’Arriba, es representativa de las vi- mi/torio, paxar, portal, cavalleriza y / (…). viendas mas modestas alguno de cu- bodega. Tiene de frente ve/ynte varas

2 “21ª A la veinte y una que dicho Coto / se compone de cinquenta y dos vecinos y / ocho viudas y que no ay ninguna casa / de Campo ni alquiler de las que contiene / la pregunta. 22ª A la veinte y dos que en dicho termino ay / cinquenta y nueve casas habitable yome / arruinadas por desidia de sus dueños y quarenta / y dos orrios sin que los suelos de dichas casas / tengan ningun tributo de los que expresa la / pregunta.” Respuestas generales de Catastro de La Ensenada. Coto de Leytariegos, 1787. 3 Respuestas particulares del Catastro de La Ensenada. Coto de Leytariegos. Archivo Municipal de Cangas del Narcea (806/1). Se ha trascrito sólo la parte referida a bienes inmuebles obviando las referencias a el conjunto de fincas rústicas, ganados y demás posesiones registradas en las respuestas particulares. 4 Nota del escriba en el margen izquierdo. 5 “cozina” por conzina.

167 Bienes perte/nezientes a Pablo / Rodri- com/pone de cozina terrena, una / al- con su paxar, cubi/erta de paxa. Tiene guez. cova, dos cavallerizas y un / paxar. de frente / quatro varas y de fondo tres Cassa: Tiene la en que havita cubierta Tiene de frente zinco / varas y de fondo (…). / de paxa. Cuia havitazion se com/pone veynte y seys (…). Orrio: Tiene uno de cozina terrena, un quarto alto y dos de quatro pies de / piedra cubierto de Bienes pertenecientes / a Juan Sierra. cavallerizas / con dos paxares. Tiene paxa / distante zinco passos de / dicha Cassa: Tiene la en que havita (…)su de / frente veynte varas y / de fondo casa (…). habitación se compone de / cozina, diez (…). Orrioi o Panera: Tiene uno un quarto y dos dormi/torios y vajo de de seys pies de piedra / cubierto de Dos ejemplos de casa en Brañas / la misma cubierta / un quarto tapado paxa ynmediato / a dicha casa, seys d’Arriba y una caballeriza en que sirve para / la custodia de los ape- pasos (…). Vil.lard’Arbás: ros de / lavor y cavallerias, que todo tiene /veynte varas de frente y doze / Bienes perte/nezientes a Rosa / Rodri- Cassa (…) Tiene la en que havita cu- de fondo (…), y ynmediato a dicha guez, bierta / de paxa, que su havitazion / se cassa / tiene un quarto vajo y otro alto Cassa: Tiene la en que havita cubier/ta compone de / cozina terrena, / dos con su paxar / y tres cavallerizas que de paxa, que su havitacion / se com- alcobas, dos paxares / y quatro cava- / si todo para zerraryerva / y para el pone de cozina terrena / dos dormito- llerizas. Tiene / de frente diez y seys reconozimiento / de los ganados el / rios, un port/tal y una cavalleriza. Tie- varas / y de fondo seys (…). Cavalleri- qualquarto tiene de frente / diez baras nen (---) Tiene la en qisiste? cubierta za: Tiene una en el sitio del Villar / de y de fondo (…). / de paxa, que su / havitazion se Arbas para la custodia de / su ganado

168 7.02 Apéndice planimétrico

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176 7.04 Fuentes documentales

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177 7.05 Fotografías

Fotografías margen superior a inferior de izquierda a derecha.

Cubierta Alguerdo. Mara Herrero.

Página 10 Sin título. Miki López. 2006. Eirrondu de Bisuyu. Mara Herrero. La Viliel.la. Mara Herrero. A Estierna. Mara Herrero. Valle de Degaña. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 11 Tabladiel.lu. F. F. Riestra. Vaca Asturiana de los Valles. GDR Alto Narcea Muniellos. Seroiro. Mara Herrero.

1.01 El paisaje histórico Página 15 Valle de Naviegu. GDR Alto Narcea Muniellos. Bisuyu. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 17 Bisuyu, 1927. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. L´Artosa. F. F. Riestra. Aciu. F. F. Riestra. Cecos, 1927. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies.

1.02 Aproximación a algunos aspectos culturales vinculados a la casa Página 19 Trones, 1927. Fritz Krüger. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Protección contra el mal en puerta. GDR Alto Narcea Muniellos. Cierre de losas. GDR Alto Narcea Muniellos. Baile en la eira. Cangas del Narcea, hacia 1920. C. X. Varela Aenlle. Lavadeiro, 1927. Cangas del Narcea. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Marca de casa en árbol. Casares. F. F. Riestra. Página 22 Casa Roque. Briximeda. F. F. Riestra. Casa Roxo. Villauril. Mara Herrero. Cruces en puerta de cuadra. Sigueiru. GDR Alto Narcea Muniellos.

1.03 La comunidad Página 23 “HIZIERONME FRANCISCO ARIAS Y THERESA FLOREZ SV MUGER. AÑO 1789” Casa Llano, Samartín de Sierra. F. F. Riestra. Hachu y argolla para el arrastre de vigas. F. F. Riestra. Página 24 Detalle inscripción en hórreo. Las Tiendas. GDR Alto Narcea Muniellos. Teitado en hórreo. Casa Perdigueira. GDR Alto Narcea Muniellos.

178 Página 26 Estructura cubierta. Palaciu. Mara Herrero. Villardecendias. Mara Herrero. San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Lagüeiro. Mara Herrero. Encintados de cal. Villardecendias. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 27 Casa Manula. Mourentán. Mara Herrero. Vano de madera. Santa Comba dos Coutos. GDR Alto Narcea Muniellos. Detalle vuelo hórreo teitado. Cuantas. GDR Alto Narcea Muniellos.

2.01 Aspectos generales de la construcción tradicional en el suroccidente de Asturias Página 28 Interior de corrada. Ouría. F. F. Riestra. Camino emparrado. Riodeporcos.GDR Alto Narcea Muniellos. Página 29 Andeo. FFR. Oumente. GDR Alto Narcea Muniellos.

2.02 Las armaduras de cubierta Página 30 Parreiru. L.larón. F. F. Riestra. Cumal y apoyo sobre tijera. Casa Antón. Retornu. F. F. Riestra. Parreiru de la casiel.la Casa Chaguin. La Viña. F. F. Riestra.

2.03 Las armaduras de la cubierta en el monasterio de Courias. Algunos ejemplos singulares Página 32 Armadura de combos en el encuentro de dos crujías. Hacia 1790. Courias. F. F. Riestra. Armadura del cupulín. Courias. F. F. Riestra. Armadura de biblioteca y cupulín. Courias. F. F. Riestra. Ensamblaje superior de pendolón. Iglesia s. XVI. Courias. F. F. Riestra. Armadura de puente. Courias. F. F. Riestra. Cerchas de pendolón suspendido. Iglesia finales s. XVI. Courias. F. F. Riestra. Armante y pie derecho en armadura de puente. Hacia 1790. Courias. F. F. Riestra. Tornapuntas en armadura de puente. Courias. F. F. Riestra. Armaduras de crujia. Hacia 1790. Courias. F. F. Riestra. Página 33 Nave de la iglesia de Courias. GDR Alto Narcea Muniellos.

2.04 Las cimentaciones Página 33 Cimentación sobre roca madre cortada. Tandes. F. F. Riestra.

2.05 Pies derechos, pilares y otros elementos de la estructura vertical Página 34 Oumente. F. F. Riestra. Dou. F. F. Riestra. El Pueblu. F. F. Riestra. Alguerdo. F. F. Riestra. Castaosa. GDR Alto Narcea Muniellos. Samartín. F. F. Riestra. Casa Estebanón. L´Artosa. F. F. Riestra.

179 Página 35 Oumente. F. F. Riestra. Oumente. F. F. Riestra. Alguerdo. F. F. Riestra. Miraval.les. F. F. Riestra. Chanu. F. F. Riestra.

2.06 Muros de carga. Sillería. Ejemplos de paramentos de mampostería. Forjados de madera Página 36 Villardecendias. F. F. Riestra. Oumente. F. F. Riestra. Folgueiras da Biouga. F. F. Riestra. Ouría. F. F. Riestra. Página 37 Casa Groba. Ouría. F. F. Riestra. Villardecendias. F. F. Riestra. Ouría. F. F. Riestra. Ouría. F. F. Riestra.. Ouría. F. F. Riestra. La Viña. F. F. Riestra. Casa Pachu. S. XVIII San Pedru Culiema. F. F. Riestra. Villardecendias. F. F. Riestra. Andeo. F. F. Riestra.

2.07 Los cerramientos. Acabados y revocos Página 38 Alguerdo. F. F. Riestra. Página 39 Veigadhorru. F. F. Riestra. Casa Manón. L.lamera. Mara Herrero. Folgueiras da Biouga. F. F. Riestra. Casa Pedro García. Pousada de Bisuyu. Mara Herrero. Trones. Mara Herrero. Alguerdo. F. F. Riestra. Valcabu. F. F. Riestra. Casares. F. F. Riestra.

2.08 Corredores y galerías Página 40 San Clemente. Mara Herrero. Casa Roxo. Villauril. GDR Alto Narcea Muniellos. Villardecendias. F. F. Riestra. Página 41 Alguerdo. F. F. Riestra. La Riela. F. F. Riestra. Dou. F. F. Riestra. Morzóu. F. F. Riestra. Caldevil.la d’Aciu. F. F. Riestra. Monesteriu. F. F. Riestra. Dou. F. F. Riestra. San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Ounón. F. F. Riestra.

180 Veigaipope. F. F. Riestra. Chanu. F. F. Riestra. L.lamera. F. F. Riestra. Murias de Pontarás. F. F. Riestra. Veigadhorru. F. F. Riestra. Dou. F. F. Riestra. Bisuyu. F. F. Riestra. Página 42 L.lamas. F. F. Riestra. Villardecendias. F. F. Riestra. Santolaya. F. F. Riestra.

2.09 Los vanos Página 43 La Viña. F. F. Riestra. Monesteriu. F. F. Riestra. Villa de Cangas del Narcea. F. F. Riestra. Villardecencias. F. F. Riestra. Oumente. F. F. Riestra. Página 44 Villardecendias. F. F. Riestra. Caldevil.la d’Aciu. F. F. Riestra. Dou. F. F. Riestra. Casa’l Palacio. Nandu. F. F. Riestra. Santolaya. F. F. Riestra. Ouría. GDR Alto Narcea Muniellos. Folgueiras da Biouga. F. F. Riestra.

2.10 Las cubiertas. Remates, cumbreras y aristas. Bufardas. Aleros. Chimeneas Página 46 Tejado. Villarmeirín. GDR Alto Narcea Muniellos. Tejado. Pixán. Mara Herrero. Página 47 Ounón. F. F. Riestra. La Nisal. F. F. Riestra. Aciu. F. F. Riestra. Folgueiras da Viouga. F. F. Riestra. Alguerdo. F. F. Riestra. Remate de cubierta con pieza de L.lamas del Mouru. F. F. Riestra. Página 48 Alguerdo. F. F. Riestra. Caldevil.la d’Aciu. F. F. Riestra. Trabáu. F. F. Riestra. Folguerias da Viouga. F. F. Riestra. Detalle cubierta de pizarra. F. F. Riestra. L.lavachos. F. F. Riestra. Brañas d’Arriba. F. F. Riestra. Arbolente. F. F. Riestra. Chanu. F. F. Riestra. L’Artosa. F. F. Riestra. L’Artosa. F. F. Riestra. Riegla de Cibea. Mara Herrero. Cruces. F. F. Riestra.

181 Trabáu. F. F. Riestra. San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Página 49 Morzóu. F. F. Riestra. Marentes. Mara Herrero. San Clemente. Mara Herrero. Hastial escalonado. Mara Herrero. Detalle limatesa. Trabáu. Mara Herrero. Alero con canecillos. Vil.latexil. Mara Herrero. Limatesa. Parada. ANM.

2.11 Las cubiertas vegetales. Las cubiertas de teja de madera Página 51 Casa de corredor con cubierta de paja. 1927. Zarréu. Fritz Krüger. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Cubierta de tabluca en una cabana. Braña de Treisiel.la. Casa en Trones. 1927. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Casa el Gaiteiro. Valdeferreiros. Hórreo de Casa Anxelu S.XVII. Sigueiru. F. F. Riestra. Santiso. GDR Alto Narcea Muniellos. Velos o Bagunas. Sigueiru. F. F. Riestra. Casiel.la Minguarias. Fontes de Corveiru. F. F. Riestra. Hórreo teitado a bagua. Peneda. GDR Alto Narcea Muniellos. Molín de Las Defradas. F. F. Riestra. Detalle molín de Las Defradas. F. F. Riestra. Binciel.lu en cubierta de hórreo. Casa Boto. Tresmonte d’Arriba. F. F. Riestra.

2.12 Corradas, patios, escaleras. Portales Página 54 Folgueraxú. F. F. Riestra. Ouría. F. F. Riestra. Folgueraxú. F. F. Riestra. San Pedru Culiema. F. F. Riestra. Alguerdo. F. F. Riestra. Folgueraxú. F. F. Riestra. Folgueraxú. F. F. Riestra. Página 55 Corrada. Oumente. F. F. Riestra. Corrada Casa Moirazu. Sonande. F. F. Riestra. Portal de Casa. Xinestosu. F. F. Riestra. Portal. Trones. Mara Herrero. Página 56 Casa L’Indianu. Xedré. F. F. Riestra. Casa’l Palaciu. Nandu. F. F. Riestra. Escaleras acceso a corredor. F. F. Riestra. San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Casona. Santolaya. F. F. Riestra. Casa L’Indianu. Xedré. F. F. Riestra.

2.13 Carpinterías, herrajes y mobiliario Página 57 Casa Vicente. La viña. F. F. Riestra. Oumente. F. F. Riestra. Casa Coque. Berguñu. F. F. Riestra.

182 Casa da Groba. Ouría. F. F. Riestra. Villardecendias. F. F. Riestra. La Viña. F. F. Riestra. Vecil. F. F. Riestra. Folgueiras da Biouga. F. F. Riestra. Página 58 Ounón. F. F. Riestra. Casa Frade. Miraval.les. F. F. Riestra. Alguerdo. F. F. Riestra. Busto. F. F. Riestra. Picaporte. F. F. Riestra. Casa Xuanín. Parada la Nueva. F. F. Riestra. Casa Roxu. Villauril. Mara Herrero. Ouría. F. F. Riestra. Armario. Casa Vicente. La Viña. F. F. Riestra. Armario en tronco ahuecado. Casa Fonsu. La Nisal. F. F. Riestra.

2.14 La cocina tradicional. L.lariegas y lareiras Página 59 Casa García. L.lamera. F. F. Riestra. Casa L’Indianu. Xedré. F. F. Riestra. Armadura de campana. Casa’l Palaciu. Xarceléi. F. F. Riestra. Casa Perolo. Busto. F. F. Riestra. L.lariega. Casa Roxu. Villauril. Mara Herrero. Campana. Palacio de Santolaya. F. F. Riestra. Página 60 L.Iariega. Casa L’Indianu Xedré. Mara Herrero.

2.15 La decoración y arte popular en la construcción tradicional. Las bandas de cal Página 61 Villardecendias. F. F. Riestra. Villardecendias. F. F. Riestra. Alguerdo. F. F. Riestra. Página 62 Villardecendias. F. F. Riestra. Casa L.Iuis San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Casa L.Iuis San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Arquitectura figurada. Alguerdo. F. F. Riestra. Casa Martínez. F. F. Riestra. San Pedro Las Montañas. F. F. Riestra. Casa Mourana. Ounón. F. F. Riestra. Vil.Iatexil. F. F. Riestra. Barandilla casona hacia 1780. Becerrales. F. F. Riestra. Combu. F. F. Riestra. 1935. La Viliel.la. F. F. Riestra. Llave de madera rematada con rostro. Monesteriu. F. F. Riestra. Casa’l Rubiu. Fontes de Corveiru. F. F. Riestra. Página 63 San Pedru de Courias. F. F. Riestra. Ounón, hacia 1930. F. F. Riestra. Figuras antropomórficas. Casa Xuangarcía. Los Pedrueños. F. F. Riestra. Decoración. GDR Alto Narcea Muniellos. Las Tiendas. GDR Alto Narcea Muniellos.

183 Desagüe. Trabáu. F. F. Riestra. Naviegu. Mara Herrero.

2.16 Las cartelas. Epigrafía. Marcas en las armaduras de madera Página 63 Cartela. 1931. Seroiro. F. F. Riestra. Casa Ricardo. 1896. Vecil. F. F. Riestra. Página 64 Marca de Casa. Casares. F. F. Riestra. Secuencia completa de marcas. Arbiales. Allande. F. F. Riestra. Marca en pie derecho. Monesteriu. F. F. Riestra. Marca de Casa. Casares. F. F. Riestra. Marca en viga. Monesteriu. F. F. Riestra.

Página 66 Casa Palanca. L’Artosa. F. F. Riestra. Casa Roxo. Villauril. Mara Herrero. Oubachu. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos. Folgueiras da Biouga. F. F. Riestra. L.lamera. Mara Herrero. Página 67 La Riegla de Cibea. Mara Herrero. Calle Pelayo. Villa de Cangas del Narcea. F. F. Riestra. San Clemente. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 68 Casa Redonda. Castaosa. Mara Herrero.

3.01 La casa redonda tipo palloza. Problemática de la evolución de la casa redonda Página 70 1940. Rengos. Dibujos F. F. Riestra. Casa Fonsu de Tandes. Dibujos F. F. Riestra. Casa Redonda. Casa Loína. Viñal. Ibias. Dibujos F. F. Riestra. Página 71 Planta y alzados Casa Estebanón. L’Artosa. Dibujos F. F. Riestra. Página 73 La Viña. F. F. Riestra. Buqueirón de parreiru. Casa Estebanón. L’Artosa. F. F. Riestra. Casiecha de Casa Floro. L.lamera. F. F. Riestra. Casa Roque. Brixemada. F. F. Riestra. Llanelo. C.X. Varela Aenlle. Casa Moirazo. L’Abechera. F. F. Riestra. Casa Bicheiru. Retornu. Mara Herrero. Casa Roque. Brixemada. F. F. Riestra. Casa Fonsu. La Nisal. F. F. Riestra. La Nisal. F. F. Riestra. Casa Frandambres. La Nisal. F. F. Riestra.

184 Página 74 Casa Estebanón. L’Artosa. F. F. Riestra. Parreiro. Casa Frade. Vil.larín de Cibea. F. F. Riestra. Casa Frade. Vil.larín de Cibea. F. F. Riestra. Página 76 Casa Catorce. Chanos. F. F. Riestra. Brañas d’Arriba. F. F. Riestra. Casa Xuana. Sorrodiles. F. F. Riestra. Página 78 Casa Antón. Fontes de Corveiru. F. F. Riestra. Casa Menende. Vil.larmental. F. F. Riestra. Xinestosu. F. F. Riestra. Página 80 Casa Feliciano. Vil.larmental. F. F. Riestra. Degaña, 1927. Fritz Krüger. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Casa Xuangarcía. Los Pedrueños. F. F. Riestra. Casa Xuana. Sorrodiles. F. F. Riestra.

3.02 Tipos de casa tradicionales. La casa en talud a tres vertientes y la casa de corredor. La casa bloque. La casa tipo Sierra. Casas de bodegueiros y criados Página 82 Casa Silvestre hacia 1820. Soutu los Molinos. F. F. Riestra. Morzóu. F. F. Riestra. Folgueiras da Biouga. F. F. Riestra. La Viña. F. F. Riestra. Veigadhorru. F. F. Riestra. La Veiguiel.la. F. F. Riestra. Página 83 Casa Fonsín. Veigadhorru. F. F. Riestra. Bergame. F. F. Riestra. Sorrodiles. F. F. Riestra. Combu. F. F. Riestra. L.lamera. F. F. Riestra. Casa de Don Julián. La Riela. F. F. Riestra. Ounón. F. F. Riestra. Dou. F. F. Riestra. Página 84 Cibuyu. F. F. Riestra. Caldevil.la d’Aciu. F. F. Riestra. Casa L’Indianu. Xedré. F. F. Riestra. Bisuyu, 1927. Fritz Krüger. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Casa Vicente Fachada. La Viña. F. F. Riestra. Vista posterior. Casa Vicente. La Viña. F. F. Riestra. Casa Piñeira. Busto. F. F. Riestra. Página 85 Cruces. F. F. Riestra. Casiel.la Zreizu. L’Artosa. F. F. Riestra. Eirrondu de Bisuyu. F. F. Riestra. Bruel.les 1927. Fritz Krüger. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Casa Basilio. Bustiel.lu. F. F. Riestra. Casa del Menor. Ouria. F. F. Riestra. Vil.latexil. F. F. Riestra.

185 Página 86 L.lamera. F. F. Riestra. Veigadhorru. F. F. Riestra. Casa Moirazu. Sonande. F. F. Riestra. Alguerdo. F. F. Riestra. Casa Cacharol. Porl.léi. F. F. Riestra. Casa Capa. Veigaimiedru. F. F. Riestra. Página 87 Casa’l Rubiu. Fontes de Corveiru. F. F. Riestra. Casa Ricardo 1896. Vecil. F. F. Riestra. Casa’l Rubiu. Miraval.les. F. F. Riestra. Sorrodiles hacia 1885. F. F. Riestra. Casa Lozano. Chanu. F. F. Riestra. Trones,1927. Fritz Krüger. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Casa bloque blasonada. Arbolente. F. F. Riestra. Página 88 Casa La Venta. Bimeda. F. F. Riestra. Ibias. GDR Alto Narcea Muniellos. Casa’l Palaciu. Nandu. F. F. Riestra. Valcabu. F. F. Riestra. Ouría. F. F. Riestra. Seroiro. F. F. Riestra. Csa bloque.Casa Estebanón. L’Artosa. F. F. Riestra. Parreiro. Casares. F. F. Riestra. Parreiro. Casa García. L.lamera. F. F. Riestra. Página 89 Casa Peláez. Brixemada. F. F. Riestra. Vil.latexil. F. F. Riestra. Portal Casa Pérez. L.lavachos. F. F. Riestra. Casa Pérez. L.lavachos. F. F. Riestra.

3.03 Las casas semiurbanas y casas-tienda en vial. Casillas de peón caminero Página 90 Casa Juan, 1931. Vecil. F. F. Riestra. Cibuyu. F. F. Riestra. Vista lateral. Casa Juan. Vecil. F. F. Riestra. Página 91 Casa Lola. Chanu. F. F. Riestra. Casa Binito. Chanu. F. F. Riestra. L.Iamas. F. F. Riestra. Agüera de Castanéu. F. F. Riestra. Calle Pelayo. Villa Cangas del Narcea. F. F. Riestra. Cibuyu. F. F. Riestra. La Riela. F. F. Riestra. Xavita. F. F. Riestra. Casa Ramón. La Riela. F. F. Riestra. Casilla de peón caminero. La Mouriel.Ia. F. F. Riestra.

3.04 Los palacios rurales Página 92 Palacio de Ron. Cecos. GDR Alto Narcea Muniellos. San Pedru d’Arbas. F. F. Riestra. Fachada principal. Xarceléi. F. F. Riestra.

186 L.Iamas del Mouru. F. F. Riestra. Patio. Xarceléi. F. F. Riestra. Xarceléi. F. F. Riestra. Página 93 La Mouriel.Ia. F. F. Riestra. Palacio de los Miramontes. Sorrodiles. GDR Alto Narcea Muniellos. Tremáu de Carbachu. GDR Alto Narcea Muniellos. Palacio de Ardaliz. L’Ardalí. Mara Herrero.

3.05 Hórreos y paneras. Seriación de las características constructivas y estilísticas desde el siglo XVl a 1950 Página 94 Decoración en hórreos Casa Roque. Brixemada. F. F. Riestra. Casa Vega, 1796. Cuantas. F. F. Riestra. Maestro D. Álvarez. Alguerdo. F. F. Riestra. Maestro D. Álvarez, 1801. Alguerdo.F. F. Riestra. Maestro D. Álvarez, Casa Meirazo. San Clemente. GDR Alto Narcea Muniellos. Vecil. F. F. Riestra. Casa La Mata. Bustiel.Iu. F. F. Riestra. Vil.Iadestre. F. F. Riestra. L.Iamas. F. F. Riestra. 1790. Combu. F. F. Riestra. Maestro D. Álvarez, 1800. El Rebol.lar. F. F. Riestra. Casa La Mata. Bustiel.Iu. F. F. Riestra. Casa LIano, 1789. Samartín. F. F. Riestra. Casa LIano, 1789. Samartín. F. F. Riestra. Seroiro. F. F. Riestra. Página 95 Decoración en hórreos Seroiro. F. F. Riestra. Valvaler. GDR Alto Narcea Muniellos. Casa Coque. Berguñu. F. F. Riestra. Casa La Mata. Bustiel.Io. F. F. Riestra. Tetrasquel, S. XIX. F. F. Riestra.. La Nisal. F. F. Riestra. Casa Fuertes, 1903. Parada la Nueva. F. F. Riestra. 1851. Combu. F. F. Riestra. Vil.Iadestre. F. F. Riestra. Casa Pacho, hacia 1800. San Pedru Culiema. F. F. Riestra. Tetrasquel con corona. F. F. Riestra. Casona, S XVIII. Becerrales. F. F. Riestra. Página 97 Casa Llano. Samartín. F. F. Riestra. Casa Pita, 1851. Soucedo. F. F. Riestra. Talla de cara. F. F. Riestra. La Viliel.la. F. F. Riestra. Aciu. F. F. Riestra. Vil.lar de Rogueiru. F. F. Riestra. Casa Xuanín. Parada la Nueva. F. F. Riestra. Casa Ferreira. Aciu. F. F. Riestra. Vil.lar Rogueiru. F. F. Riestra. Casa Pita. Soucédo. F. F. Riestra. Casa’l Coxu. Santianes. F. F. Riestra. Casares. F. F. Riestra.

187 Casa Llano, 1789. Samartín. F. F. Riestra. Casares. F. F. Riestra. Página 98 Hacia 1850. Combu. F. F. Riestra. Casa Pachu, hacia 1800. Culiema. F. F. Riestra. Hacia 1900. Barnéu. F. F. Riestra. 1913. Casares. F. F. Riestra. Bergame. F. F. Riestra. 1945. Bergame. F. F. Riestra. Casa Lozano, hacia 1920. Chanu. F. F. Riestra. Casa L.luis, 1947. San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Veigadhorru, 1917. F. F. Riestra. 1913. Casares. F. F. Riestra. Ounón. F. F. Riestra. 1930. La Riela. F. F. Riestra. Casa García. Caldevil.la d’Aciu. F. F. Riestra. Casa Bernardo. Fontaniel.la. F. F. Riestra. Bergame. F. F. Riestra. Casa Pita, 1851. Soucéu. F. F. Riestra. Página 100 Casares. F. F. Riestra. Casa Lozano. Chanu. F. F. Riestra. Santianes. F. F. Riestra. Página 101 Detalles de hórreos S. XVI-XVII Hacia 1640. La Mouriel.la. F. F. Riestra. Caldevil.la d’Aciu. F. F. Riestra. Casa Quintos. L’Artosa. F. F. Riestra. Casa Guerra, S. XVl. Gillón. F. F. Riestra. S.XVIII. Caldevil.la d’Aciu. F. F. Riestra. Casa Anxelu, hacia 1580. Sigueiru. F. F. Riestra. Casa Anxelu, S. XVI-XVII. Sigueiru. F. F. Riestra. Casa Guerra, hacia 1570. Gillón. F. F. Riestra. Tapajuntas decoradas, S. XVI-XVII. Casa Quintos. L’Artosa. F. F. Riestra. Casa García, hacia 1640. Caldevil.la d’Aciu. F. F. Riestra. Página 102 Hórreos S. XVIII Casa Rigueiru. San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Casa Binita. Vidal. F. F. Riestra. Morzóu. F. F. Riestra. Hacia 1700. Vil.ladestre. F. F. Riestra. El Puelu. F. F. Riestra. L’Artosa. F. F. Riestra. Casa Centén. Noceda de Rengos. F. F. Riestra. Becerrales. F. F. Riestra. Bisuyu. F. F. Riestra. 1789. Casa Llano. Samartín. F. F. Riestra. Página 103 Hórreos S. XIX-XX Hórreo. Brañas d’Arriba. GDR Alto Narcea Muniellos. Vecil. F. F. Riestra. Veigadhorru. F. F. Riestra. Interior corredor panera. Dou. F. F. Riestra. Santolaya. F. F. Riestra.

188 1919. Bergame. F. F. Riestra. I1947. Ibias. GDR Alto Narcea Muniellos. Hacia 1910. Eirrondu de Bisuyu. F. F. Riestra. Página 104 Hórreos finales S. XIX mediados S. XX Veigadhorru. F. F. Riestra. Becerrales. F. F. Riestra. La Veiguiel.la. F. F. Riestra. Mual. F. F. Riestra. Casa Forcón. L’Artosa. F. F. Riestra. Casares. F. F. Riestra. Vil.latexil. F. F. Riestra. Página 105 Casa Julian, hacia 1930. La Riela. F. F. Riestra. L.lamas. F. F. Riestra. Alguerdo. F. F. Riestra. Ibias. F. F. Riestra. Bergame. F. F. Riestra. Andeo. F. F. Riestra. Casona Santolaya. F. F. Riestra. Ounón. F. F. Riestra. Ounón. F. F. Riestra. Ounón. F. F. Riestra. Monesteriu. F. F. Riestra. Dou. F. F. Riestra. Dou. F. F. Riestra. Casa Menguchin. Lagüeiro. Mara Herrero. Página 106 Casa Pasquín. Larna. Dibujos F. F. Riestra. Casa Binita. Vidal. Dibujos F. F. Riestra. Casa Freixe. Noceda. Dibujos F. F. Riestra. Casa Tiu Sidra. Larna. Dibujos F. F. Riestra. Casa Vega, 1749. Cuantas. Dibujos F. F. Riestra. Casa Casín. L.larón. Dibujos F. F. Riestra.

3.06 La construcción aislada de corte-parreiru (cuadra-pajar) Página 107 Casa L.luis, hacia 1945. San Xuan del Monte. F. F. Riestra. San Romanu d’Arbas. F. F. Riestra. Palacio. Parrondu. F. F. Riestra. Combu. F. F. Riestra.

3.07 La iglesia parroquial y el románico rural en el suroccidente asturiano. Los campos de iglesia. La capilla. Cruceiros. Cementerios Página 108 Iglesia, 1953. La Riegla de Cibea. Fondo J.R. Lueje. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Brañas d’Abaxu. Campanario. GDR Alto Narcea Muniellos. Trabáu. F. F. Riestra. Larna. F. F. Riestra. Espadaña. Santa Comba. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 109 Bóveda del presbiterio. Carceda. F. F. Riestra. Campanario. Veiga de Rengos. F. F. Riestra.

189 San Antolín. F. F. Riestra. Xinestosu, 1927. Fritz Krüger. Archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies. Xedré. F. F. Riestra. Berguñu. F. F. Riestra. Cabidrio. Castanéu. F. F. Riestra. Cabidrio. Veigal.lgar. F. F. Riestra. Castanéu. F. F. Riestra. Fontes de Corveiru. F. F. Riestra. Calvario Gótico. Xarceléi. F. F. Riestra. Monesteriu d’Ermu. F. F. Riestra. Página 110 Campanario. Piñera. F. F. Riestra. San Pedru las Montañas. F. F. Riestra. Veigal.lagar. F. F. Riestra. Vil.latexil. F. F. Riestra. Robléu de Teinás. F. F. Riestra. Noceda. F. F. Riestra. Mieldes. F. F. Riestra. Bergame. F. F. Riestra. Interior. Larna. F. F. Riestra. Página 111 Plantas de Iglesias La Riela. Dibujos F. F. Riestra. Piñera. Dibujos F. F. Riestra. Veiga de Rengos. Dibujos F. F. Riestra. Xarceléi. Dibujos F. F. Riestra. Veigal.lagar. Dibujos F. F. Riestra. Fontes de Corveiru. Dibujos F. F. Riestra. Larna. Dibujos F. F. Riestra. Página 112 Mesa de corpus. Vil.lacibrán. F. F. Riestra. Xarceléi. F. F. Riestra. Vil.lacibrán. F. F. Riestra. Larna. F. F. Riestra. Página 113 Bergame. F. F. Riestra. San Pedro d’Arbas. F. F. Riestra. Larna. F. F. Riestra. Capilla Sta Barbara. Fontes de las Montañas. Mara Herrero. Capilla de S. Lorenzo. Mourentán. Mara Herrero. Capilla con una vertiente cubierta de tabluca. Combu. F. F. Riestra. Página 114 Sonande. F. F. Riestra. Rimolín. F. F. Riestra. Vil.lar de Bergame. GDR Alto Narcea Muniellos. L.lamas. F. F. Riestra. San Xuan del Monte. F. F. Riestra. Nuestra Señora de las Nieves. Bustelo. GDR Alto Narcea Muniellos. Viñal. F. F. Riestra. Capilla del Cristo. Xedré. F. F. Riestra. Palacio. F. F. Riestra. San Romanu d’Arbas. F. F. Riestra.

190 Página 115 Brañas d’Abaxu. GDR Alto Narcea Muniellos. Rimolín. F. F. Riestra. La Viliel.la. F. F. Riestra. Capilla de Santa Lucia. Boiro. GDR Alto Narcea Muniellos. Bustiel.lu. F. F. Riestra. Castanéu. F. F. Riestra. Estela anepigráfica de forma apuntada. Castanéu. F. F. Riestra. Castanéu. F. F. Riestra. Larna. F. F. Riestra. Página 116 Cruceiro en el camín dos mortos. Busto. F. F. Riestra. Entorno del camín dos mortos. F. F. Riestra. Cruceiro de madera. Vil.ladestre. F. F. Riestra.

Página 118 Oumente. Mara Herrero. Molín - fonte. Mourentán. Mara Herrero. Fonte de la Nisal. F. F. Riestra. Fonte de Bimeda. F. F. Riestra. Puente Medieval. Ounón. F. F. Riestra. Página 19 Lavadero. Veigaimiedru. F. F. Riestra. Pozo de riego. Pousada de Rengos. F. F. Riestra. Molino, canal y banzáu. Tremáu del Coutu. Mara Herrero.

4.01 Las brañas. El chozo. La cabana. La cabana como estructura de troncos Página 120 Braña de La Viña. GDR Alto Narcea Muniellos. Cabana. Braña de La Viña. C. X. Varela Aenlle.

4.02 Los cerramientos de tierras y prados. Purtiel.las y accesos Página 121 Sufitu ahorquillado. Braña de Cabanas d’Aciu. F. F. Riestra. Braña Cimera. F. F. Riestra. Braña Folgueirosa. Fernando de Álvaro. Página 122 Cabana con estructura de vigas de madera. F. F. Riestra. Estructura de bloque con vigas en doble hilada. Braña de Valpreselle. F. F. Riestra. Posible resto de chozo. Sierra de Busto. F. F. Riestra. Página 124 Cierre de mampostería. Arbolente. F. F. Riestra. Cierre de pies ahorquillados y mampostería. Arandoxo. GDR Alto Narcea Muniellos. Cierre en pradería de Xinestosu. GDR Alto Narcea Muniellos. Cierre de chantos. Sigueiru. F. F. Riestra. Cierrre de madera y pies ahorquillados. Combu. F. F. Riestra. Cierrre de sebe. Cruces. F. F. Riestra.

191 4.03 Construcciones y elementos vinculados a la vivienda. El forno. Las corradas. Las eiras. Los emparrados Página 125 Forno integrado en el volumen de la vivienda. Ouría. F. F. Riestra. Forno en planta alta. Lagüeiro. F. F. Riestra. Emparrado. Alguerdo. GDR Alto Narcea Muniellos. Forno y Bogadeiru de la colada. Xedré. F. F. Riestra. Página 126 Eira. Alguerdo. F. F. Riestra. Eira. Oumente. F. F. Riestra. Página 127 Emparrados. Alguerdo. GDR Alto Narcea Muniellos. Emparrados. Oumente. Mara Herrero. Emparrados. Alguerdo. Mara Herrero.

4.04 Construcciones vinculadas al agua: Fuentes, lavaderos, pozos y pozos de riego Página 127 Fuente y pila de lavado. Trescastru. F. F. Riestra. Página 128 Fuente y molino. Riegla de Cibea. F. F. Riestra. Lavadero. San Antolín. F. F. Riestra. Lavadero. Seroiro. F. F. Riestra. Lavadero. Miraval.les. F. F. Riestra. Lavadero. Vilardecendias. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 129 Pozo de riego. Mara Herrero. Pozo de riego. Mara Herrero.

4.05 Los molinos. Molinos de regueiro y de río. Molinos señoriales: Monasterio de Courias y molino de Omaña. Un molino de sangre: el molino de cacao de Courias Página 130 Interior de molín. Veigaipope. F. F. Riestra. Molín. Veigaipope. F. F. Riestra. Molino de mano. Pousada de Rengos. F. F. Riestra. Muela. F. F. Riestra. Molín de Regueiru. Caldevil.l d’Aciu. F. F. Riestra. Molín de cacao. Monasterio de Courias. F. F. Riestra. Página 131 Canal y banzáu. Riegla de Naviegu. Mara Herrero.

4.06 Las estacadas. La estacada de Veigaipope Página 132 Estacada con pescador. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos. Banzao de Veigaipope. Mara Herrero.

4.07 Los puentes. Los puentes de piedra. El puente de madera de Augüera (Castanéu). Los Postigos Página 133 Puente medieval. La Riela. F. F. Riestra. Inscripción en la ponte de Portiel.la. F. F. Riestra. Puente medieval. F. F. Riestra. Puente medieval. Courias. F. F. Riestra.

192 Página 134 Pontón de madera. Agüera de Castanéu. F. F. Riestra. Pontón. Fonduveigas. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos.

4.08 Los cortinos y talameiros. Las corripas Página 135 Cortín de Vil.larmeirín. Villardecendias. Mara Herrero. Corripa de castañas. F. F. Riestra. Cortín en el camino de L’Artosa. F. F. Riestra. Cortín. Mual. GDR Alto Narcea Muniellos. Trobos o Casiel.los. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos.

4.09 Los caleichos, cousos, corros, corrales y cortinos de lobos. El Caleicho de Pena Ventana Página 136 Estructura. Pena ventana. F. F. Riestra. Página 137. Vista del caleichu de Pena Ventana. F. F. Riestra.

4.10 Los hornos de cerámica tradicional de L.lamas del Mouru. Los caleiros Página 137 Pieza de cerámica de L.lamas del Mouru. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 138 Rematando una tarreña en el torno alto. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos. Cámara de combustión. Bóveda y respiraderos de horno antiguo. Casa Laurianu. F. F. Riestra. Bóveda y cámara superior de cocción de actual alfar. F. F. Riestra.

4.11 Los palomares Página 139 Palomar del monasterio de Courias. Palomar. Riodeporcos. Mara Herrero. Casa palomar. Riegla de Naviegu. Mara Herrero. Palomar. Casa Pistola. Nandu. F. F. Riestra. Palomar en piso alto de casona. Riegla de Naviegu. Mara Herrero. Palomar. Palacio de los Flórez Valdés. Carbachu. GDR Alto Narcea Muniellos.

4.12 Las escuelas rurales Página 141 Escuela rural. Villardecendias. F. F. Riestra. Escuela rural. Seroiro. GDR Alto Narcea Muniellos. Escuela rural. Brixemada. F. F. Riestra.

4.13 Mazos y fraguas Página 142 Fragua. GDR Alto Narcea Muniellos. Mazo de Bisuyu. GDR Alto Narcea Muniellos. Eje horizontal y palas del mazo de Bisuyu. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos.

4.14 Las bodegas Página 143 Bodega. Riodeporcos. GDR Alto Narcea Muniellos.

193 Página 144 L.lagar o prensa. La Riela. Mara Herrero. Alineación de bodegas. Ponticiel.la. F. F. Riestra. Paisaje de viñedos. Ponticiel.la. Mara Herrero. Bodega con palomar. Soto de Cibuyu. Mara Herrero.

Página 146 Casa Frade. Vil.larín de Cibea. F. F. Riestra. L’Artosa. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos. Iglesia de Santa María. Carbachu. GDR Alto Narcea Muniellos. Ermita de San L.luis de Monte. GDR Alto Narcea Muniellos. Palacio Tormaleo. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 147 Alguerdo. GDR Alto Narcea Muniellos. Mourentán. GDR Alto Narcea Muniellos. Caleicho de Pena Ventana. Ximena Ingeniería.

5.01 El marco jurídico. La ley de patrimonio. Los catálogos urbanísticos Página 148 Fresno. GDR Alto Narcea Muniellos.

5.02 Núcleos destacados con valor de conjunto Página 149 Emparrados. Alguerdo. Mara Herrero. Página 150 Vista conjunto. Valvaler. GDR Alto Narcea Muniellos. Brañas d’Arriba. Alguerdo. GDR Alto Narcea Muniellos. Casa da Groba. Ouría. GDR Alto Narcea Muniellos.. Brañas d’Abaxu. GDR Alto Narcea Muniellos.

5.03 Posibilidades de actuación en los ejemplos de vivienda Página 151 Cubierta antes de rehabilitación. Casa Roque. Brixemada. F. F. Riestra. Casa Frade. Vil.larín de Cibea. F. F. Riestra. Entablillado. Carbaéu. Mara Herrero.

5.04 Hórreos y paneras relevantes. Posibilidades de gestión de las cubiertas vegetales Página 152 Maestro D. Álvarez. Alguerdo. F. F. Riestra. Las Tiendas. GDR Alto Narcea Muniellos. Talla de pez. Casa’l Ferreiru. Aciu. F. F. Riestra. Talla de cáliz. Casa’l Ferreiru. Aciu. F. F. Riestra. Lagúa. GDR Alto Narcea Muniellos. Valdeferreiros. GDR Alto Narcea Muniellos.

194 5.06 La situación del patrimonio religioso. Valoración patrimonial del románico rural y problemática de conservación Página 153 San L.luis del Monte. GDR Alto Narcea Muniellos. Santarbás. GDR Alto Narcea Muniellos. Iglesia parroquial de Castanéu. GDR Alto Narcea Muniellos. Capilla de Becerrales. F. F. Riestra. Página 154 Santuario del Acebo. Arnaud Späni. GDR Alto Narcea Muniellos.

Página 156 Casa en abandono. Alguerdo. GDR Alto Narcea Muniellos. Proceso de teitado a beo o baguna. Valdeferreiros. GDR Alto Narcea Muniellos. Detalle emparrado. Oumente. GDR Alto Narcea Muniellos. Casa Xavier. La Viña. Mara Herrero. Seroiro. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 157 Ruinas muros circulares. Busto. GDR Alto Narcea Muniellos. Hórreo. Riodeporcos. GDR Alto Narcea Muniellos. Casa con corredor antes de rehabilitación. Marentes. GDR Alto Narcea Muniellos.

6.01 Introducción Página 158 Casa. Riegla de Naviegu. GDR Alto Narcea Muniellos. Vista conjunto. Riegla de Naviegu. GDR Alto Narcea Muniellos. Galería en esquina. Alguerdo. GDR Alto Narcea Muniellos. Corredor sobre pies derechos. Cuantas. GDR Alto Narcea Muniellos.

6.02 Rehabilitación - Restauración Página 159 Riodeporcos. GDR Alto Narcea Muniellos. Casa rehabilitada. Naviegu. GDR Alto Narcea Muniellos. Encintados de cal. Casa Roxu. Villauril. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 160 Uría. GDR Alto Narcea Muniellos. Remate cumbrera con técnica de cruceiro. GDR Alto Narcea Muniellos. Recreación de palloza. San Antolín. GDR Alto Narcea Muniellos. Página 161 Vanos alineados en muro de fábrica. Oumente. GDR Alto Narcea Muniellos.

6.04 Conclusiones Página 162 Interior corrada. Marentes. GDR Alto Narcea Muniellos. Cierre de fincaron muros de piedra y arbolado. Val.láu. GDR Alto Narcea Muniellos. Casa Rehabilitada. Naviegu. GDR Alto Narcea Muniellos.

195 Página 164 Santiso, 2006. Miki López. Pote. Folgueiras de Boiro. GDR Alto Narcea Muniellos. Carbachu. Mara Herrero. Respuestas particulares, Catastro del Marqués de La Ensenada. F. F. Riestra. Cordal de Pena Berguera. F. F. Riestra. Página 165 Dou. GDR Alto Narcea Muniellos. Hórreo. GDR Alto Narcea Muniellos. Hórreo teitado. Sigueiru. GDR Alto Narcea Muniellos.

7.01 Apéndice documental Página 168 Viviendas de corredor y cubierta vegetal. Estado 1970. Degaña. Dibujos F. F. Riestra.

7.02 Apéndice planimétrico Página 169 Sección transversal. Emplazamiento molino de cacao de sangre. Monasterio de Courias. Dibujos F. F. Riestra. Forno antiguo de alfarería. Casa los Xarros. L.lamas del Mouru. Dibujos F. F. Riestra. Página 170 Casa Juan. 1931. Construida por la cuadrilla del maestro de obras Antón de Casa Isanta de Bruel.les. Vecil. Dibujos F. F. Riestra. Casa Mourana, hacia 1900. Ounón. Dibujos F. F. Riestra. Página 171 Pontón de madera. Augüera (Castanéu). Dibujos F. F. Riestra. Estacada de madera de molín de Casa Mulineiru. Dibujos F. F. Riestra. Cabana con estructura de rollizos en doble hilada. Braña de Valpreselle. Dibujos F. F. Riestra. Página 172 Casa Silvestre, construida en 1820. Soutu los Molinos. Dibujos F. F. Riestra.

196 interior de contraportada interior de contraportada