Régimen Y Caudal Del Río Guadalest Según Las Fuentes Históricas
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Régimen y caudal del río Guadalest según las fuentes históricas J. Vicent MARTÍN DEVESA Resum: La construcció del pantà de Guadalest ha alterat el comportament natural del riu. Per establir quin era el seu règim, hem rastrejat en diferents arxius i publicacions notícies i descripcions de successos vinculats amb el seu cabal circulant, des del segle XVII. Analitzarem de pas els aprofitaments hidràulics històrics en la conca del Guadalest, i els documents generats en la gestió d’aquestes infraestructures al llarg de dos-cents anys (segles XVIII-XX). Les normes de gestió habituals i les pràctiques d’emergència ens informen així mateix del règim del riu. Paraules clau: riu, rambla, sequera, algoleja, aigua per ampolla Resumen: La construcción del pantano de Guadalest ha alterado el comportamiento natural del río. Para establecer cuál era su régimen, hemos rastreado en diferentes archivos y publicaciones noticias y descripciones de sucessos vinculados con el caudal circulante, desde el siglo XVII. Analizaremos de paso los aprovechamientos hidráulicos históricos en la cuenca del Guadalest, y los documentos generados en la gestión de estas infraestructuras a lo largo de doscientos años (siglos XVIII-XX). Las normas de gestión habituales y las prácticas de emergencia nos informan asimismo del régimen del río. Palabras clave: río, rambla, sequía, algoleja, aigua per ampolla 20 Revista d’investigació i assaig de la Marina Baixa | Núm. 15 - 2019 Revista d’investigació i assaig de la Marina Baixa | Núm. 15 - 2019 21 Régimen y caudal del río Guadalest según las fuentes históricas 1. Introducción Los estudios que describen el régimen y caudal del río Guadalest, demuestran que responde al modelo de régimen pluvial típico del clima mediterráneo (Rico, 2008). Según los diferentes estudios, a pesar de contar con un caudal medio de más de 700 litros por segundo, presentaría un índice de irregularidad interanual superior a 45 (Gil, 2015). En la práctica estos datos representan grandes crecidas de caudal entre octubre y febrero, frente a acusadísimos estiajes. A partir de la puesta en funcionamiento del pantano de Guadalest, entre 1960 y 1967, se han controlado en parte los efectos de estas crecidas periódicas, a la vez que ha servido para aprovechar este excesivo caudal de otoño e invierno, permitiendo así el desarrollo de la agricultura y el turismo residencial (Juárez, 1993). Para reconstruir cuál es el régimen y caudal propio del río Guadalest no podemos usar el criterio del caudal medio anual, teniendo en cuenta los totales anuales que actualmente se registran. Si lo hiciésemos así estaríamos extrapolando el aforo real que circulaba por el cauce en circunstancias unas hídricas artificiales, es decir, suponiendo un caudal regular a lo largo del año. Sin embargo los estudios previos afirman que el caudal del Guadalest nunca fue regular. Como apuntan distintos autores estos valores lo acercan más al comportamiento de una rambla que al de un río (Galiana, 2001; Gil, 2017). 2. Crecidas, estiajes y dificultades en las comunicaciones Históricamente el río Guadalest ha supuesto un obstáculo para las comunicaciones entre las dos riberas y las distintas poblaciones del valle. Su ancho cauce hubiese necesitado de un costoso y largo puente, que no se construyó hasta finales del siglo XIX. Una de las primeras pruebas de estas dificultades la encontramos en un documento de 1612: Establiments de cases i terres dels nous pobladors del marquesat de Guadalest i baronia de Confrides (Martines, 2011). Después de la expulsión general de los moriscos del reino de Valencia en 1609, todo el valle de Guadalest quedó despoblado. Los Marqueses de Guadalest, otorgaron una carta de poblamiento en 1611 para atraer nuevos colonos a las 18 antiguas poblaciones vacías. Una de ellas, la antigua alquería de Muxaraques, era la única que se encontraba en la orilla izquierda del río. Cuando en 1612 se hizo un recuento de pobladores, la alquería de Muxaraques no estaba habitada. La explicación del escribano era esta: […] Advertixse que aquest lloc no esta ni pot estar poblat per la incomoditat de la misa y per estar lo riu de per mig […] Efectivamente la parroquia se encontraba en el pueblo de Castell de Guadalest, que no está lejos de la actual partida de Muixaraques, pero a falta de un puente, el río suponía un obstáculo para llegar. 22 Revista d’investigació i assaig de la Marina Baixa | Núm. 15 - 2019 Régimen y caudal del río Guadalest según las fuentes históricas Las dificultades para cruzar el río eran estacionales. Cuando se producían lluvias intensas el caudal podía arrastrar todo lo que se encontrase a su paso e impedía el paso. Así lo exponían en 1762 los habitantes de Callosa d’en Sarrià, cuando redactaron un memorial dirigido al Rey Carlos III, en el que solicitaban una serie de mejoras en su término. En su punto segundo piden que se cambie de lugar el molino de Callosa, ya que los vecinos debían cruzar el río para llevar el grano a moler y esto según el informe, era causa de accidentes (ACO, s. VII /209). […] Mudando de sitio el Molino de Callosa en la parte Siniestra del Cauce se ebitan muchos peligros que acontesen en tiempo de muchas aguas por la mucha avenida y rapides del cauce […] de esta forma se hebitan algunas desgracias que an sucedido en algunos que para hir a moler al tiempo de pasar dicho rio en tiempo de muchas aguas se an perdido personas y Cavallerias […] Los habitantes de la comarca cruzaban los ríos Guadalest y Algar a través de diferentes vados, ya que la mayor parte del tiempo el caudal lo permitía. En tiempo de lluvias esta maniobra podía resultar muy peligrosa. Según la relación de Valencia a Altea de Francisco Martínez y Martínez (1865-1944), se describe este proceso, refiriéndose al río Algar (Martínez, 1920): […] Al aplegar al riu, ahon moltes vegades es donava el cas de que venía creixcut, y entonces era precís el ausili de uns homens, que açò es dedicaven, els que uno davant i altre darrere de la caballería, la guiaven ajudantla a passarlo […]Si la riuada era molt sobèrga, si’l riu venia gròs, entonces no había que pensar en vadejarlo, pues tal es la fòrça de la corrent, que no hi ha res que la ressistixca […] Esta descripción, según refiere el autor, la recordaba de niño, es decir antes de 1879, cuando se abrió al tráfico en Altea el primer puente de todo el valle del Algar-Guadalest. Hasta que en 1892 se construyó el puente sobre el Guadalest, no se superaron estos problemas de comunicación que podían aislar durante alguna semana las dos orillas (Navarro, 1994). 3. Rambla y algoleja El ancho cauce del Guadalest, que en algunos tramos supera los doscientos metros, es el resultado de estas crecidas regulares. Pero esta gran extensión de terreno sólo se veía ocupado por agua durante las avenidas. Por esto existía la costumbre en Callosa d’en Sarrià y Altea de roturar pequeños huertos dentro de la propia rambla. Esta práctica se denominaba traure rambla o fer algoleja. La primera expresión hace referencia a la posibilidad de sacar, de obtener pequeñas parcelas en la rambla del río. La segunda proviene del árabe y hace referencia a la walija, la tierra de aluvión, sobre la que se establecían estas parcelas de cultivo (Martín, 2005). Revista d’investigació i assaig de la Marina Baixa | Núm. 15 - 2019 23 Régimen y caudal del río Guadalest según las fuentes históricas En 1866 el ingeniero Francisco Morell describia así las ramblas de Callosa d’en Sarrià en su informe (pp.38-39): […] pequeños bancales dentro del cauce del rio, que con inmenso trabajo preparan y cultivan los labradores pobres, y que llevan consigo la desgracia de estar á los accidentes de las avenidas. El rio lleva y deja a su capricho las tierras, las plantaciones y cuanto se le opone a su impetuosa corriente, y de este accidental estado se desprende que aquellos terrenos ni han tenido ni pueden tener estabilidad, y por consecuencia títulos legítimos de pertenencia. Así sucede; y aunque tampoco del producto de estas tierras se les exija contribución, no compensa en nuestro concepto el trabajo que se emplea en ellas, puesto que la mayor parte de los años es improductivo […] Se trataba por tanto del aprovechamiento de un recurso marginal. Su cultivo se daba cuando no quedaba otra alternativa. En los mismos términos se refiere a la algoleja Francisco Martínez i Martínez en El Derecho consuetudinario en Altea (1923): […] El terrible enemigo de estas propiedades son las grandes y fuertes avenidas del río, que no suelen ser frecuentes, pero que, en cuanto pasan algunos años el anchuroso cauce está convertido en una fronda, parece que se enfurruña y quiera volver a sus fueros y con una furia de la que no se puede formar idea si no se ve, hace tabla rasa de todo, igualando el cauce que al bajar las aguas se encuentra todo hecho un pedregal, sin árboles ni plantas […] Cuando esto pasa, en Altea y Callosa se dice popularmente que el río ha sacado sus escrituras de propiedad. Después de cada crecida, con el cauce arrasado, el proceso de roturación volvía a empezar y al poco tiempo los huertos volvían a colonizar el cauce. 4. Escasez y riadas periódicas Frente a estas fuertes crecidas se producían largos periodos en los que no pasaba agua por el cauce del Guadalest. Las noticias que explican estas situaciones provienen de los molineros y de los regantes que utilizaban sus aguas. Uno de los testimonios más antiguos encontrados es el Quadern del moli dit de Cellés (AMG, 585/5). El molinero de este molino debía llevar un diario detallado donde se anotaron todas las incidencias.