Fuentes Humanísticas 53 /Año 27 / ii semestre 2016 / julio-diciembre 2016 Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

ISSN 0188-8900

Diseño y producción editorial•nopase. Eugenia Herrera / Israel Ayala Ilustración de portada: Israel Ayala Murillo. Traductora de abstracts Fuentes Humanísticas 53: Mtra. Dolores Serrano

Fuentes Humanísticas, Año 27, Número 53, II Semestre 2016, julio-diciembre 2016, es una publicación semestral editada por la Universidad Autónoma Metropolitana a través de la Unidad Azcapotzalco, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades. Prolongación Canal de Miramontes 3855, Col. Ex-Hacienda de San Juan de Dios, Delegación Tlalpan, C.P. 14387, Ciudad de México y Av. San Pablo 180, Col. Reynosa Tamaulipas, Delegación Azcapotzalco, C.P. 02200, Ciudad de México • Tel. 5318-9125 y 5318-9441 • Fax 5394-7506 • Página electrónica de la revista: http:// fuenteshumanisticas.azc.uam.mx y correo electrónico: [email protected] • Editor respon- sable: Dra. Teresita Quiroz Ávila. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo de Título No. 04- 2006-011311402400-102, ISSN 0188-8900, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título número 6926 y Certificado de Licitud de Contenido número 8017, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Maria Eugenia Herrera Godoy, Vía mercurio 56. Arcos de la Hacienda. C. Izcalli, Estado de México, C.P. 54730, [email protected], T/2166-3332. Este número se terminó de imprimir en diciembre de 2016, con un tiraje de 500 ejemplares.

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publi- cación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Autónoma Metropolitana. La revista Fuentes Humanísticas es el espacio editorial del Departamento de Humanidades, perteneciente a la División de Ciencias Sociales y Huma- nidades, que permite el diálogo entre los investigadores nacionales y del extranjero de las distintas disciplinas que integran el campo humanístico. Sus objetivos son los siguientes:

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Asesores externos Mtra. María Emilia González Díaz Dra. Graciela Sánchez Guevara n Universidad Autónoma de la Ciudad de México (México) Mtra. Concepción Lugo Olín n Instituto Nacional de Antropología e Historia (México) Mtra. Patricia María Montoya Rivero n Universidad Nacional Autónoma de México, Acatlán (México) Dra. Martha Islas n Universidad de Guadalajara, Centro Norte (México) Dr. J. Carlos Vizuete Mendoza n Universidad de Castilla-La Mancha (España) Dra. Evelia Trejo n Universidad Nacional Autónoma de México (México) Dra. Angelita Martínez n Universidad de la Plata (Argentina) Dra. Carmen Alemany n Universidad de Alicante (España) Dr. Álvaro Moreno Leoni n Universidad Nacional del Río Cuarto (Argentina) Dra. Esperanza Arciniega Lagos n Universidad del Valle (Colombia) Dr. Jean Lèo Leonard n Universidad Paris-Sorbonne (Francia) Dr. Luis A. Torres n University of Calgary (Canadá)

Consejo Editorial Divisional Dra. Elvia Espinosa Infante Mtro. Gonzalo Carrasco González Dr. Alejandro Segundo Valdés Dr. José Hernández Prado Dr. Antonio Marquet Montiel

Dr. Saúl Jerónimo Romero n Coordinador de Difusión y Publicaciones de la División de Ciencias Sociales y Humanidades Lic. María de Lourdes Delgado Reyes n Distribución 3

Convocatoria 2017-2018

La revista Fuentes Humanísticas abre sus puertas a los investigadores de todo el mundo dedicados a las Humanidades para que envíen artículos, ensayos, reseñas y comentarios críticos para su posible publicación en las secciones: • Historia e Historiografía • Literatura y Lingüística • Educación y Comunicación • Cultura y Estudios culturales • Mirada crítica (comentarios y reseñas) • Debate. Actividades y publicaciones

Los textos se someterán a un proceso de dictaminación; deberán ser inéditos, estar escritos en español, y llevar anexo, tanto en español como en inglés: título, resumen (5 líneas) y palabras clave; además de sín- tesis curricular (5 líneas), así como correo electrónico, teléfono (particular, institucional y celular). No se aceptan contribuciones que estén conside- radas en otras publicaciones. Los autores de los trabajos elegidos que colaborarán en distintas secciones de la revista, dan su consentimiento tácito para que estos se publiquen y difundan en formato impreso y electrónco. La presentación de originales se realizara únicamente vía electrónica a la dirección: [email protected]. Las normas editoriales y las Reglas de funcionamiento se pueden consultar en las páginas 213-216 y en: http://fuenteshumanisticas.azc.uam.mx.

Próximos números

“Lenguas y culturas en el marco de la francofonía” (i semestre 2017) Coordinadora Yvonne Cansigno “Fiesta y fandango” (ii semestre 2017). Cierre viernes 17 febrero 2017 Coordinador Alejandro Ortiz Bullé Goyri “Los exilios en México” (i semestre 2018). Cierre viernes 19 mayo 2017 Coordinador Enrique López Aguilar

Contenido

María Elvira Buelna Serrano 7 Ideas y Universidad Autónoma Metropolitana religión Presentación. en México Ideas y religión en México. Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

Norma Durán R. A. 23 Universidad Autónoma Metropolitana De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

J. Carlos Vizuete Mendoza 41 Universidad Castilla-La Mancha, España Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos xvi a xviii)

María Cristina Montoya Rivero 73 Facultad de Estudios Superiores Acatlán, unam Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas también se gana el cielo

Valeria Cortés Hernández 95 Facultad de Estudios Superiores Acatlán, unam Argumentos en defensa de la religión en una nación moderna. La Sociedad Católica de México

Nora Pérez-Rayón Elizundia 109 Universidad Autónoma Metropolitana La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo en el siglo xxi Literatura y 129 Danaé Torres de la Rosa Lingüística Instituto Tecnológico Autónomo de México El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros literarios

Historia e 145 Sergio Ángel Vásquez Galicia Historiografía * Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. Facultad de Filosofía y Letras, unam Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

Cultura y 165 Ana Sofía Rodríguez Everaert Estudios Revista Nexos culturales Orozco: ¿pintor sin ideología?

175 Mónica Morales Barrera Facultad de Estudios Superiores Aragón, unam Caín y Abel: transmisión y apropiación de la ley, un punto de vista lacaniano

Educación y 187 Juan Carlos Ramírez Robledo comunicación Universidad Iberoamericana El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

Mirada 203 Gerardo Bustamante Bermúdez crítica Universidad Autónoma de la Ciudad de México

207 Colaboradores

211 Quienes somos

213 Reglas de funcionamiento

217 Debate. Actividades y publicaciones 7

María Elvira Buelna Serrano*

Presentación. Ideas y religión en México. Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

Presentación 1. Reflexiones sobre la religiosidad como componente En este número la revista Fuentes Huma- del accionar cotidiano nísticas dedica el dosier al análisis de la religiosidad como elemento cultural cons- Para analizar la religiosidad como manifes- titutivo de la sociedad. Sus autores parti- tación social parto de concebirla como ex- ciparon en el Seminario Ideas y religión en presión de dos características constitutivas México, organizado por la uam y la unam de los humanos: la de ser mamíferos con en junio de 2015. El dosier también inclu- conciencia inter-temporal y la de formular ye un segundo conjunto de trabajos di- preguntas de naturaleza ontológica para versos; se trata de cinco artículos misce- explicar su relación con el entorno. láneos, uno de carácter psicoanalítico, uno Desde la interrogante ontológica he- historiográfico, uno de estética y dos de mos construido varias respuestas para crítica literaria. ubicarnos como seres terrenales relacio- Esta presentación consta de dos par- nados con el universo. Se trata de explica- tes. En la primera se exponen algunas refle- ciones subjetivas que dan origen al mito xiones sobre el fenómeno de la religiosi- y conllevan la construcción de cosmogo- dad con el fin de contextualizar la temática nías; cosmovisiones que intentan explicar central de esta publicación. En la segunda la relación hombre-naturaleza. Estos sis- se presenta una síntesis de los trabajos di- temas, una vez institucionalizados, dan versos, esperando que sea de utilidad para fundamento a la tradición y a la fe. el lector. La cosmovisión dota de funcionalidad a cada uno de los elementos de la orga- nización social, lo integra a una forma de concebir el mundo y de concebirse sí mis- mo en relación a ese mundo, establece un * Universidad Autónoma Metropolitana, sistema de comportamiento acorde a sus Unidad Azcapotzalco. [email protected] estructuras políticas y religiosas, un campo 8 Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

de creencias que se institucionaliza y se que las personas enfrentan durante su vi- mantiene como tradición. da cotidiana.1 Sin comprender la cosmovisión que De acuerdo con nuestro planteamien- da cohesión al comportamiento social no to, la religiosidad es producto de la razón se entiende la racionalidad particular de porque requiere explicar los fenómenos quienes pertenecen a una sociedad deter- naturales y el sentido del tiempo. En la minada, sus valores responden a la pre- historia de la humanidad se ha manifestado servación del conjunto del que forman en muchas modalidades territoriales, en parte y les es significativo. La visión cós- sistemas politeístas o monoteístas, y ha mica teocrática resignifica al universo, a existido al margen del poder, o bien, lo la tierra y a la naturaleza por medio de una ha servido y legitimado. genealogía mítica que establece actos En la historia del cristianismo primi- fundacionales y dicta normatividades so- genio, su fundador propuso separar el po- cio-religiosas que dan sustento al ejercicio der religioso del civil: “Dad al César lo que de doctrinas, ritos y liturgias. es del César y a Dios lo que es de Dios.” La otra vertiente para explicar el sen- Posteriormente, en el siglo iv d. C., se tido religioso de la especie es la concepción orientó a legitimar y ser legitimado por el inter-temporal del humano, es decir, una poder civil en el Imperio Romano de Oc- percepción temporal que vincula el pasa- cidente. Por último, las revoluciones libe- do-origen, la vida-transcurso y el futuro- rales del siglo xix consolidaron la supre- fin. Por ello, desde la prehistoria, los sa- macía del poder civil sobre el religioso piens sapiens empezaron a enterrar a sus en Occidente. muertos en un lugar específico como una Desde una perspectiva histórica, la forma de preservación. religiosidad cristiana en Europa fue resul- En efecto, la cosmovisión en las orga- tado de la escisión del judaísmo, transitó nizaciones sociales primigenias relaciona- de la oposición al mismo a la condena del ba la vida-muerte, el principio-fin con los politeísmo romano. Se constituyó en la fenómenos de la naturaleza. Los sistemas religión de Imperio Romano de Occidente explicativos se constituyeron en creencia, en el siglo iv. Mientras no fue una religión en símbolo, en código, en rito; un conjunto de Estado, integraba conversos mediante de comportamientos y manifestaciones or- una labor proselitista; cuando logró ser la ganizativas que institucionalizaron el sen- religión del imperio, buscó herejes y here- tir ontológico e hicieron coherente la con- jías. Desde entonces mostró su natura- cepción inter-temporal. Así, la religiosidad leza intolerante. Persiguió desde el poder otorgaba a la cotidianidad su razón de ser cualquier modalidad religiosa: cristianos y permitía solventar las crisis que ésta que no reconocían a la Iglesia Romana, conlleva. Desde otra perspectiva, Luck- principalmente los arrianos, a los politeís- mann considera que las representacio- tas, a los maniqueos, a cualquiera que cues- nes religiosas son objetivaciones sociales tionara la estructura eclesiástica o se opu- que los individuos internalizan de manera siera al monopolio de intermediación con inconsciente. Ellas se utilizan para signifi- car y darle sentido a las diferentes catarsis 1 Cfr. Thomas Luckmann [1973 (1967)], La religión invisible, Salamanca, Sígueme, p. 72. 9 Fuentes Humanísticas 53 > Presentación. Ideas y religión...> María Elvira Buelna Serrano

Dios. No obstante, en todo momento fa- hicieron más dependiente de los intereses voreció los sincretismos locales, con lo cual políticos entre los monarcas. Desde finales generó una estructura distinta en cuanto de ese siglo la Iglesia propició una serie de a su acercamiento al Dios único. La escala reformas institucionales que no fueron su- de acompañantes iba desde los arcánge- ficientes para consolidar un cambio en sus les hasta los santos. Así, cuando el cristia- estructuras. Ellas culminaron en el siglo nismo occidental consolidó su poder ins- xvi con el proceso de Reforma promovi- titucional en Roma, se constituyó en un do por Martín Lutero, después el de la monoteísmo ecléctico porque reconfiguró Contrarreforma instaurado por la sede e integró las diferentes creencias prevale- romana. El Concilio de Trento, realizado cientes en los territorios que conservó el entre 1545 y 1563, redefinió dogmas, prin- Imperio Romano de Occidente. cipios y liturgias, obligó a párrocos y obis- La religión cristiana tuvo una modali- pos a residir en su jurisdicción, creó semi- dad adicional, la de su contacto con el narios para la formación de sacerdotes, mundo racionalista greco-romano. La fi- prohibió el casamiento de los mismos y la losofía de Aristóteles y Platón reconfiguró acumulación de beneficios, y fortaleció las explicaciones causales del cristianis- la estructura jerárquica. Asimismo, resta- mo occidental. Creencia y razón se conjun- bleció el funcionamiento de la Inquisición taron. La ontología, la lógica, la moral –contra la herética pravedad y apostasía–, adquirieron estructura disciplinaria; la la cual prácticamente había desaparecido teología se sistematizó como cúspide del en Europa, con excepción de los reinos de conocimiento epistémico por encima de la España porque los Reyes Católicos la filosofía misma. Este vínculo lo estableció habían refundado en 1478. La policía del en el siglo iv san Agustín de Hipona, espíritu resurgió con nuevos bríos e in- después, en el xiii, santo Tomás de Aquino tentó controlar la difusión de ideas y cono- lo reconfiguró en su obra magistral, la cimientos que se propagaban con rapidez Suma teológica. El estoicismo también im- nunca vista antes gracias a la invención pactó de manera importante las concep- de la imprenta en 1445. En Roma, desde ciones morales cristianas, particularmen- 1557, se empezó a editar el Índice de Li- te mediante las epístolas de San Pablo. En bros Prohibidos, calificando a autores y el siglo xviii, cuando diversos ilustrados se obras según un grupo de censores que dieron a la tarea de sistematizar el cono- presuntamente contravinieran el dogma cimiento, el concepto epistémico se mo- impuesto en Trento. dificó mediante la primacía del llamado A pesar de las medidas tomadas por “método científico” que, sin cuestionar la la curia romana, la vertiente racionalista existencia de Dios, incidió en el mismo. mantuvo su cause. El Renacimiento había La famosa frase “Dios creó, y Lineo cla- trastocado las formas de concebir el mun- sificó” puso de manifiesto el dilema de la do, la razón da un giro en busca de la Modernidad entre ciencia y creencia. verdad. A partir de Bacon se delimitó cla- Las crisis milenaristas y la consoli- ramente el campo del conocimiento teo- dación del poder civil de las monarquías y lógico y el del científico. Poco a poco el del Imperio Romano-Germánico durante racionalismo europeo discutió sus princi- el siglo xv minaron el poder del papado y lo pios íntimamente constitutivos. El Siglo 10 Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

de la Luces cuestionó la religión, el dog- categoría epistémica en la explicación del ma, la institución eclesiástica y la existen- cosmos. cia de Dios mismo. La laicidad contribuyó a construir una sociedad fundamentada en la libertad del intelecto. En consecuen- 2. Religiosidad, religión y liturgia cia, la ciencia resignificó la concepción in- en México ter-temporal de la humanidad. Aún así, las creencias en una vida En la actualidad, un número considerable después de la muerte propias de toda reli- de saberes basados en la creencia ha sido giosidad, y la cosmovisión cristiana, han cuestionado, muchas proposiciones han prevalecido como instituciones informales perdido validez y son inaceptables como en el transcurso de los siglos en Occiden- principio explicativo del mundo natural. te. La inquietud ontológica que nos agobia Podemos vivir sin Dios, sin ángeles ni vír- y surge del contraste entre vida-muerte, genes; el politeísmo puede convivir con el entre momento y eternidad, nos aferra a monoteísmo, las religiones pueden tener creer en la singularidad de los humanos dominios regionales. No obstante, exis- para sobrevivir a la muerte. Por ello se man- ten aún las guerras religiosas que generan tiene esta conciencia integral, la de pen- genocidios basados en la intolerancia. sar que nuestra sobrevivencia no depende Los cambios en la ciencia y en la socie- solo del entorno inmediato. Nuestra es- dad no han eliminado las creencias como pecie le da significado sobrenatural a la sustento de la explicación de fenómenos muerte, creemos en un el futuro subjeti- naturales y sociales porque la tradición vo, para lo cual inventamos la eternidad. mantiene su funcionalidad, las institucio- Este hecho permite compensar los senti- nes que le dieron origen se modificaron y mientos de lo efímero de la vida, la religión perdieron poder político en el transcurso le da futuro a la muerte, la religiosidad al de la historia;2 sin embargo, han persis- recuerdo, porque dota a la vida post-mor- tido de manera informal. tem de un fin, de un telos. Sobre estas bases aparentemente en- Así observamos que el predominio debles pero endémicas se sustentan siste- de la explicación mítico-religiosa ha sido mas místico-religiosos que dan contenido general en la historia de la humanidad, pe- a la diferenciación de las instituciones re- ro sólo el cristianismo integró la explica- ligiosas formales e informales.3 Ésta es una ción racional fundamentada en la filosofía y en la ciencia griegas. La apología de la razón generó otro tipo de explicaciones 2 Cfr. P. Berger y T. Luckmann, La construcción social basadas en la ciencia que permitió dis- de la realidad, 18ª. ed., Buenos Aires, Amorrotu, 2003. tinguir los argumentos racionales de las 3 Retomo el concepto de instituciones formales e creencias. No obstante, prevaleció un es- informales de Douglas North, quien define a las píritu místico porque la incertidumbre por formales como aquellas que se establecen median- te leyes y reglamentaciones; las informales, las que lo desconocido nos inclina a buscar certe- permanecen como comportamientos culturales zas. Por ello la religiosidad perdura a pesar a lo largo del tiempo. Véase Douglas North [2012 de la primacía de la razón científica como (1990)], Instituciones, cambio institucional y de- sempeño económico, México, Fondo de Cultura Económica, p. 14. 11 Fuentes Humanísticas 53 > Presentación. Ideas y religión...> María Elvira Buelna Serrano

veta para la comprensión de las culturas Por otra parte, el carácter festivo de porque en el contexto de sus instituciones los mexicanos urbanos de la Ciudad de nos explica creencias, comportamientos y México y la supeditación ante el poder mi- jerarquías sociales, así como la ubicación litar, religioso y civil también persisten de las personas en una determinada socie- históricamente como tradición. En este dad; también valores y dogmas, aunque entorno, debe comprenderse la elevada se niegue su validez universal, como lo re- convocatoria de los papas como portado- claman las tradiciones e iglesias. res de ideales subjetivos y sueños implíci- En Iberoamérica, el cambio de un sis- tos de fe cuando han visitado nuestro país. tema de creencias a un sistema de razón Las visitas del Papa a regiones urba- lógica causal ha encontrado fuertes resis- nas del altiplano o de Chiapas, Michoacán tencias en el tiempo y nula penetración en o Chihuahua, convoca a un número consi- ciertas regiones. Resistencias de las insti- derable de personas que se vuelcan a tuciones formales religiosas, pero tam- las calles para recibirlo, para verlo pasar bién resistencias derivadas de la tradición, durante el trayecto que recorre entre el sobre todo en lugares aislados donde el aeropuerto y su lugar de residencia tempo- sincretismo es arcaico, extensión de ritos ral, asiste a los eventos organizados por y liturgias locales basados en la doble re- la arquidiócesis y es despedido con múlti- lación politeísta-monoteísta que hacen del ples pruebas de afecto. ritual el sustento de la creencia y cumplen Este fenómeno ha llamado la atención una función de cohesión social. de diferentes observadores por la capa- La religiosidad del pueblo mexicano cidad de convocatoria que mantiene la se sustenta en la prevalencia de las insti- Iglesia Católica en nuestro país, fenóme- tuciones informales como son el sincretis- no no exento del interés de los políticos y mo ritual entre lo prehispánico y las litur- religiosos. La exaltada religiosidad del pue- gias católicas. Las manifestaciones de esta blo mexicano hacia el papado es conmove- religiosidad se presentan de manera más dora, aunque tenga que ver con nuestras evidentes en zonas con elevada población tradiciones y rituales: recibimos a quienes indígena, pero también en las urbes gran- ostentan saberes o a los que los fundan en des o pequeñas, donde sus habitantes con- la tradición sincrética religiosa mexicana. servan sus expectativas de vida después El 90% de los mexicanos se conside- a la muerte porque responden al sentido ran católicos4 y las muestras de religiosi- inter-temporal humano. dad pública son más abiertas. La resisten- De manera simultánea, tradición y so- cia de la Iglesia a mantenerse al margen ledad derivada del mundo especializado de la política, del sexo, de la educación son también componentes de la tradición. y la propiedad es cada vez más explícita. Esta pervivencia se explica porque el co- Por esta razón debemos recordar que la nocimiento individual es limitado y se acepta la supremacía de quienes se han 4 Según el último censo de población, el 89.3% de especializado en un determinado campo los mexicanos mayores de cinco años es católico. del saber. Por ello la creencia tiene ma- Cfr. inegi, Censo de población y vivienda 2010. Indi- yores ámbitos de acción. cadores sociales. Consultado el 21 de agosto de 2015 en línea: http://www3.inegi.org.mx/sistemas /temas/default.aspx?s=est&c=19004 12 Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

Iglesia Católica logró consolidar sus ins- corromana y, a partir del siglo ii d. C., el tituciones formales e informales entre inicio de una práctica de resguardo piado- 1521 y 1853 mediante un sincretismo ri- so de los restos de quienes habían muerto tual generalizado y permeó las relaciones dando testimonio de su fe. Esta práctica se sociales novohispanas a través de organis- conservó en el ámbito de lo privado hasta mos religiosos y prácticas cotidianas que el siglo iv, cuando los obispos trasladaron daban sustento y cohesión al entrama- las osamentas de los mártires a las basíli- do social. cas y su culto pasó a formar parte de las ins- Ésta es la relevancia de los artículos tituciones formales eclesiásticas, situa- orientados al análisis de la religiosidad. Ellos ción que coincide con la derogación de la nos permiten comprender la conformación proscripción del cristianismo en el Impe- de las instituciones católicas formales y su rio Romano, su legitimación mediante el pervivencia informal, nos dan luz sobre Edicto de Milán de 313 y su reconocimien- creencias y las estrategias diversas de la to como religión oficial con el Edicto de institución eclesiástica para difundir ideas, Tesalónica en 380 d. C. Entre los siglos iv cultos, celebraciones y procesos de forma- y xii los obispos generalizaron el culto al ción religiosa. Enseguida paso a realizar santo patrón en las diócesis. una exposición sucinta del contenido para En el tercero describe el largo proceso orientar la lectura de este dosier. de centralización realizado por la Santa Sede para que fuera ella la única con juris- dicción para otorgar el reconocimiento de 3. Síntesis orientativa de la santidad a algún católico sobresaliente contenidos y relevancia en Occidente. Este proceso inició con las de los trabajos reformas gregorianos implementadas por Gregorio VII en el siglo xi, el periodo de El trabajo de Norma Durán, “De reliquias transición abarcó todo el siglo xii y su con- y milagros: de la explicación teológica a la solidación hasta mediados del siglo xiii du- autoridad de la verdad pontifical”, contie- rante el pontificado de Inocencio IV (1243- ne varios apartados. En el primero deli- 12549). Se le llamó canonización porque mita los presupuestos desde los cuales el reconocimiento tendría sustento en el analiza la producción de milagros; el del derecho canónico. discurso cristiano como sistema organiza- El cuarto abunda sobre la corrobora- do de pensamiento que utiliza la retórica ción del milagro en los procesos de cano- como sistema de validación. La verdad de nización: el relato de la vida, la comproba- este discurso se concibe como intrínseca- ción ante notario de testimonios de vida y mente buena y se fundamenta en expec- prodigios, la relatoría de hechos y reser- tativas morales; por consiguiente, el cono- vas, el consultorio cardenalicio para esta- cimiento de esta verdad es de carácter blecer, mediante juicio canónico, una sen- moralizante. tencia y, para los casos de reconocimiento En el segundo apartado la autora hace de santidad, la emisión de la bula papal y un recorrido temporal desde las herencia la instrucción de la celebración correspon- del culto a los muertos de la cultura gre- diente. Norma Durán concluye que exis- 13 Fuentes Humanísticas 53 > Presentación. Ideas y religión...> María Elvira Buelna Serrano

te la fabricación de una narrativa que arrepentimiento de los pecados: la litera- hace constatar el milagro del proceso de tura espiritual, los tratados de oración y canonización de los santos. meditación, los sermones de las penas del En el artículo “Las penas del infierno infierno y las representaciones pictóricas. en la literatura espiritual, la predicación Analiza críticamente las obras más impor- y la iconografía (siglos xvi a xviii)” Car- tantes de cada uno de estos medios. los Vizuete Mendoza examina meticulo- El autor considera como la literatura samente los cuatro medios de los que se espiritual más relevante a aquella que fo- valió la institución eclesiástica para confi- mentó el temor a la condena eterna y que- gurar una cultura en torno a la vida post dó plasmada en relatos de visiones del in- mortem en la que los humanos podrían fierno y fue impresa desde finales del siglo gozar de la gloria o sufrir el fuego eternos xv. Destaca la vívida descripción escrita como premio o castigo por su comporta- por santa Teresa de Jesús en el Libro de miento en la tierra. la vida, capítulo 32. En segundo término, la Para analizar estos medios, el autor Visión de San Pablo, texto que circuló en parte de considerar el decreto sobre el latín y romance antes de la invención de la santísimo sacramento de la penitencia emi- imprenta. En él, se narra la visita del após- tido por el Concilio de Trento (1551), en el tol a la morada de los elegidos, a la de los cual se estableció la obligación de los ca- condenados y al paraíso terrenal en com- tólicos de confesar sus pecados por lo pañía del arcángel san Miguel. El mayor menos una vez al año. Los ministros de la número de copias manuscritas recupe- Iglesia eran quienes podrían juzgar si Dios raron un sermón inspirado en la visita al los absolvía. Para decidir, debían distinguir infierno. Este texto lo editó en español la entre dos tipos de contrición, la perfecta, imprenta de Menardo Ungut y Stanislao la que se definió como el “dolor del alma Polono en Sevilla en 1494, y se reeditó en y detestación del pecado cometido, con Toledo en 1525 por Gaspar de Ávila, pero propósito de no pecar en adelante”; o bien, a partir de 1559 la Inquisición lo incluyó la imperfecta, aquella motivada “por la feal- en el índice de libros prohibidos. El terce- dad del pecado y temor del infierno y sus ro fue el Ars morendi que editó el parisino penas”. A ésta se le denominó atrición. Anoine Vérard. En 1496 reeditó el libro con Como era difícil para el confesor dilucidar un Tratado de las penas del infierno que si efectivamente el confeso sentía dolor contenía una serie de xilografías dedica- del alma, detestaba el pecado y tenía el das a ilustrar las penas que sufrían los con- firme propósito de no volver a cometerlo, denados por cometer alguno de los siete los ministros se abocaron a infundir temor pecados capitales. a los terribles castigos del infierno. Si bien El autor señala que existe una notable la finalidad era promover una atrición co- cantidad de tratados de oración y medita- mo parte de un proceso hacia una vida espi- ción publicados entre el siglo xvi y xviii, ritual, este segundo nivel del proceso no pero se aboca a analizar los de mayor difu- se generalizó entre la población católica. sión en la formación de una “sensibilidad Vizuete clasifica en cuatro los medios religiosa atribulada por la conciencia del pe- de los que se valió el clero para fomentar el cado y la necesidad de la contrición –el 14 Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

dolor de corazón por la ofensa a Dios– o conservadas en la Pinacoteca del templo al menos de la atrición –el temor a las pe- de San Flipe Neri, en la Casa Profesa de la nas del infierno– para alcanzar el perdón”. Ciudad de México. Analiza cada una de las obras, las diversas Carlos Vizuete concluye que la con- ediciones y la recepción que tuvieron templación de las imágenes de condena- desde los siglos xvi hasta el xix. Conside- ción eterna debió: ra que en los tratados de oración y medi- taciones, muchos de los cuales eran el [...] producir en el espectador un doble material didáctico utilizado durante los efecto: por un lado el temor a las penas del ejercicios espirituales, existía un despla- infierno representadas de forma tan ás- zamiento del objetivo deseable de la me- pera; por otro el aborrecimiento del pe- ditación, es decir, el de promover la devo- cado que conduce, de manera inexora- ción, hacia la exaltación del temor por las ble, a experimentar dichas penas. penas del infierno. El tercer medio del que se valieron La literatura espiritual, los ejercicios los religiosos para fomentar el temor a la del espíritu, la predicación y la iconogra- condena eterna fueron los sermones. El fía pretendían generar, en principio, la atri- autor señala que desde Trento se impuso ción, después, como segundo nivel del pro- a los párrocos la obligación de predicar y ceso, la contrición causando el dolor del enseñar el catecismo. Las penas del in- alma y aversión al pecado mismo, pero se fierno no formaron parte de las prédicas produjo un deslizamiento del objetivo úl- ordinarias, sino que fueron producto de las timo a la primera fase del proceso. De esta misiones populares. Vizuete destaca co- manera se generó una cultura de vida sig- mo los misioneros jesuitas más promi- nada por el temor al infierno y una angus- nentes del siglo xvii, al padre Alonso de tia permanente ante la muerte. Andrade (1590-1672), el padre Jerónimo La organización de los gremios en co- López (1589-1658) y el padre Tirso Gon- fradías y las festividades relacionadas con zález (1624-1705). La finalidad de estas los santos patronos fue parte de la insti- misiones era popularizar los ejercicios es- tucionalidad eclesiástica que forma parte pirituales, y fueron muy exitosas porque de nuestra herencia cultural y persiste ins- generaron un efecto catártico utilizando tituciones informales. En relación a esta una amplia gama de recursos retóricos y configuración, el artículo de María Cristina teatrales como el “empleo de crucifijos Montoya Rivero, “Festividades en la igle- y calaveras, representaciones pictóricas sia de La Santísima. Entre procesiones, del infierno, procesiones nocturnas que chirimías y tarascas también se gana el concluían en un acto de contrición”. cielo”, nos presenta un ejemplo bien docu- Por último, las representaciones pic- mentado, el de la Iglesia de la Santísima tóricas eran uno de los elementos de gran Trinidad en la Ciudad de México. impacto visual para los feligreses, las al- Montoya Rivero describe el trayecto mas pervivían en medio de llamaradas y histórico iniciado por algunos sastres que las rodeaban terribles demonios atormen- rendían culto al misterio de la Trinidad. És- tándolas. En este rubro incluye los graba- tos decidieron organizar una hermandad dos de los libros espirituales y las pinturas que obtuvo un terreno donde edificó una 15 Fuentes Humanísticas 53 > Presentación. Ideas y religión...> María Elvira Buelna Serrano

pequeña ermita durante la primera mitad como firmar la patente de ingreso, pagar del siglo xvi. Constituyeron una cofradía, las cuotas, asistir a las festividades y a los la cual solicitó en 1576 su adición a la de entierros, orar diariamente. Todo ello era Roma. En pocos años consiguió su recono- garante de la salvación eterna. cimiento como archicofradía, lo cual le El trabajo presentado por Valeria Cor- permitía agregar a otras cofradías y ob- tés, “Argumentos en defensa de la religión tener indulgencias plenarias para los có- en una nación moderna. La Sociedad Cató- frades. Poco después se integraron otras lica de México”, nos introduce a la crisis de dos hermandades, la Trinitaria, que con- conciencia que generaba en la sociedad gregaba a personalidades de la alta so- el triunfo del liberalismo en México ante ciedad novohispana, y la Congregación la incapacidad para apreciar los beneficios de San Pedro, integrada por sacerdotes del de contar con un Estado laico que no esta- clero secular. Esta última firmó un conve- bleciera entre sus principios constitucio- nio mediante el cual se comprometió a nales la obligatoriedad de profesar la re- edificar una iglesia, una capilla para los ligión católica. trinitarios y dos salas para los sastres a Uno de los aciertos del artículo es el cambio del permiso de ocupar el terreno de de rescatar: la archicofradía para construir un hospital para clérigos. La archicofradía creció con [...] los argumentos esgrimidos por el el tiempo hasta llegar a contar con doce grupo conservador de la importancia de hermandades. Por esta razón fue una de mantener al catolicismo como religión las más importantes en la Nueva España. exclusiva del Estado mexicano y a su El primer templo de la Santísima se Iglesia como pilar fundamental para la construyó en el siglo xvi; el segundo unidad nacional y la modernidad. se inauguró el 19 de septiembre de 1667; el tercero se edificó entre 1755 y 1783. Ce- Pocas veces los estudiosos investigan lebraban de manera conjunta la Semana la serie de razones que argüían los conser- Santa, el día de la Santísima Trinidad, el vadores para sustentar sus posiciones, ya jueves de Corpus Christi y el de los San- que, a pesar de que el interés de la alta tos Difuntos. Asimismo, cada una de las jerarquía católica fuese el de mantener su cofradías organizaba las fiestas corres- poder económico, político y social, tam- pondientes al santo patrono. Montoya re- bién había intelectuales convencidos de lata minuciosamente los preparativos y que la institucionalización del Estado lai- ceremonias realizadas de manera anual co acarrearía consecuencias nefastas para por las cofradías. el país. La autora concluye que las fiestas de la Valeria Cortés analiza algunas publi- Iglesia de la Santísima expresan el fenó- caciones periódicas donde los defensores meno de la religiosidad popular que se con- del catolicismo como religión de Estado figuró durante tres siglos y se manifestaba dieron a conocer sus opiniones sobre el en procesiones, imágenes, velas, música y particular. Los textos los encontró en pe- sermones. La pertenencia a una cofradía riódicos publicados por la Sociedad Cató- era prestigioso, pero era indispensable lica de la Nación Mexicana, fundada en cumplir las reglas y códigos de conducta, 1868 con el fin de defender la religión ca- 16 Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

tólica como la única posible en nuestro renunciar al estadio de modernidad al país. Esta sociedad contó con la bendición que también aspiraban. del Papa Pío IX y tuvo presencia en gran parte del territorio nacional. El primer La secularización continuó su curso. periódico que editó fue La Voz de México Después de la muerte de Juárez, Sebastián (1870-1875); posteriormente, debido a di- Lerdo de Tejada fue aún más radical en la ferencias políticas entre los redactores y la aplicación de la ley. Las publicaciones ca- asociación, publicó El Mensajero Católico tólicas continuaron editando sus revistas, (1875-1876), asimismo imprimieron otras pero su discurso fue modificándose poco revistas dirigidas específicamente a mu- a poco para mantener la filiación a la Igle- jeres, a hombres o a niños. Los textos más sia Romana. relevantes los ubicó entre los años de 1870 Nora Pérez-Rayón nos presenta un y 1872, año de la muerte de Benito Juárez. trabajo de recapitulación y análisis sobre La autora distingue los ejes de argu- “La visita de Benedicto xvi a México. Ex- mentación de los articulistas conserva- presiones y argumentos del anticlericalis- dores: la libertad sólo existe donde hay mo en el siglo xxi”. En éste recupera las religión; la libertad y tolerancia religiosa voces críticas que cuestionaron la visita minan la unidad nacional; la felicidad de papal, a las instituciones formales eclesiás- las naciones, del hombre y de la humani- ticas, a las estatales y a la clase política. dad se alcanza siguiendo las leyes procla- Las críticas se emitieron en publicaciones madas en los evangelios, las cuales son la periódicas de amplia difusión nacional: verdad, el amor, la fe y la caridad; la mo- Reforma, La Jornada, El Universal, Milenio ral propicia la felicidad, no la razón; la y Proceso. educación requiere cimentarse en princi- La doctora Pérez-Rayón contextuali- pios católicos: sistema de las ciencias, los za claramente los intereses políticos que dogmas, la moral y la política; la sociedad se conjuntaban en la visita papal con una es un cuerpo espiritual dotado de vida, dimensión simbólica. Especifica las dife- fuerza y progreso. rentes motivaciones de los involucrados Valeria Cortés concluye que los con- en el suceso. Por una lado, el Vaticano in- servadores mexicanos sustentaron parte tentaba recuperar las simpatías para los de sus argumentos en los planteamien- Legionarios de Cristo perdidas por la di- tos de Edmund Burke en cuanto a la ne- fusión de los escándalos de pederastia cesidad de evitar cambios drásticos y cometidos por su fundador, el michoacano mantener las tradiciones para generar Marcial Maciel. Después de la muerte de cohesión social: Juan Pablo II en 2005, las congregación fue obligada a reconocer los crímenes de [...]concibieron el estado moderno po- su fundador, a desligarse de su imagen y niendo como requisito indispensable el reorganizarse bajo la supervisión de Ro- desarrollo interno de las instituciones, la ma. Por otra parte, la curia mexicana vincu- defensa de las tradiciones que dotan a lada al cardenal Norberto Rivera y a cier- la nación de identidad, cohesión y soli- tos grupos del Partido Acción Nacional daridad, y el apoyo del estado a la Iglesia pretendía incidir en la modificación del y, por supuesto, a la religión, sin por ello artículo 24 constitucional para lograr lo 17 Fuentes Humanísticas 53 > Presentación. Ideas y religión...> María Elvira Buelna Serrano

que definieron como “plena libertad reli- o creencias. Éste es uno de los temas más giosa”. Mediante este concepto formula- importantes porque, de manera evidente, do, estos grupos intentaban lograr la obli- la institución eclesiástica mexicana desea gatoriedad de la formación religiosa en las restablecer sus formas de reproducción instituciones públicas de educación bási- de instituciones informales a través de las ca arguyendo que era un derecho de los instituciones formales. padres que pagaban impuestos. También La pretensión partidista de influir en proponían que los clérigos, como cualquier el voto de las elecciones que se realizarían otro ciudadano, pudiesen ejercer su dere- tres meses después de la visita pontifical cho de libertad de expresión, el voto ac- fue un rotundo fracaso. El pan pudo cons- tivo y pasivo sin restricción alguna, y se tatar que la presencia del Papa en el monu- les otorgara el derecho a adquirir medios mento a Cristo Rey en el Cerro del Cubile- masivos de comunicación. Por último, te y la asistencia de los candidatos al la el entonces presidente Felipe Calderón misa oficiada por el Pontífice no implica- requería del reconocimiento y apoyo para ba que su partido sería el mayoritario en paliar los costos de su estrategia de guerra las preferencias políticas. contra el narcotráfico. Así, la autora concluye que, a pesar de La serie de artículos que reconfigura que los datos muestran que la mayoría Pérez-Rayón en su análisis los escribieron de los mexicanos se consideran católicos, reconocidos estudiosos del tema religio- su religiosidad subsiste en términos de ins- so. La autora tuvo particular cuidado en titución informal, pero también cuenta con retomar los artículos representativos de una formación laica liberal y anticlerical. una gama ideológica plural. Estructura De esta manera los ciudadanos tienden a paso a paso las críticas que vertieron en adecuarse a opciones políticas, morales las diversas publicaciones periódicas. Res- y sexuales acordes con criterios propios y pecto de los intereses del pontífice, se le están lejos de adecuarse a las directrices criticó duramente por negarse a recibir a señaladas por la religión institucionaliza- las víctimas de abusos sexuales cometidos da en Iglesia Romana. por Maciel. En relación al interés preponderante de la curia mexicana, la reforma del artícu- 4. Heterodoxias diversas lo 24 constitucional, los críticos señalaron que la Constitución garantizaba adecua- La segunda parte del dosier la configuran damente la libertad religiosa y propusie- una serie de artículos misceláneos. En el ron que en el artículo 40 se agregara a la primero, Danaé Torres de la Rosa presenta definición de república democrática, fe- en este dosier un estudio sobre los géne- deral, representativa y laica porque así el ros literarios que se entrelazan en la obra Estado también estaría obligado a promo- póstuma de José María Arguedas, El zorro ver los valores civiles seculares, tales como de arriba y el zorro de abajo. Coincide con la tolerancia, la libertad, la pluralidad, la Philippe Lejeune respecto de las limitacio- no discriminación, el respeto a los dere- nes de la teoría literaria sobre los géne- chos humanos sin distinción de raza, gene- ros porque éstos son producto de una sis- ro, edad, nacionalidad, orientación sexual tematización concebida en determinado 18 Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

momento y depende de fenómenos his- Para concluir, Torres de la Rosa refle- tóricos complejos. Por tanto, la clasifica- xiona sobre la necesidad de realizar la lec- ción de los géneros es insuficiente. A par- tura unitaria de El zorro de arriba y el tir de estas consideraciones presenta su zorro de abajo como una nueva propuesta propuesta de análisis de la obra y la tipifica autobiográfica. Se niega a juzgarla como bajo la denominación de género híbrido. una novela inconclusa e invita a percibir- Plantea un esquema estructural donde la como: existe un macro conjunto, el de géneros dominantes, que tiene dos tipos de relato: [...] una proclamación de la existencia del el ficcional y el autobiográfico. Éstos for- ser humano, un reclamo para reconocer man dos sub-conjuntos configurados cada que detrás de un libro hay un hombre (co- uno de ellos por cuatro géneros subordi- mo Arguedas advierte cuando ‘critica’ a nados. Al ficcional lo constituyen el mí- los escritores de su generación). […] un tico, el costumbrista, el teatral y el de can- manifiesto de la complejidad de las rela- ciones. Al autobiográfico, el del diario, las ciones entre una sociedad en búsque- epístolas, la crítica literaria y el mítico. da de su identidad; un testimonio de los Las premisas de las que parte la pro- problemas a los que se enfrenta un autor puesta de Torres de la Rosa es la incon- en los procesos creativos; un ejemplo de sistencia en la clasificación de esta novela la imposibilidad de escribir; un caso de gé- como literatura indigenista o mestiza, por- nero híbrido; una nueva propuesta de es- que Arguedas crea diferentes universos critura del yo; una evidencia de que el narrativos, juega con la realidad y plasma lenguaje representado en los géneros sus opiniones acerca de la ineficacia del literarios no es suficiente para expre- lenguaje para transmitir mensajes, su im- sar la realidad consciente e inconsciente posibilidad para plasmar la complejidad del hombre. real y mental de las personas y la incapaci- dad de los humanos para entenderse. Por “Aportes a la biografía del historiador estas razones, concibe esta obra como tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl” una metáfora, tanto social como personal es el estudio historigoráfico que nos brin- que, pesa a su: da Sergio Ángel Vásquez Galicia. Compa- ra las diversas aportaciones sobre la vida [...]fragmentariedad, El zorro de arriba y de este autor acolhua realizadas por nota- el zorro de abajo enuncia una nueva pro- bles historiadores como lo son Edmundo puesta de literatura autobiográfica que O´Gorman, José Rubén Romero Galván, parte de una lectura unitaria. Así, los Camilla Towsend, Amber Brian, Bradley límites entre los géneros literarios, defi- Benton, Charles Gibson, Diana Rosell y Ge- nidos en un principio, se desdibujan y rardo Pérez Gerardo. Se propone ubicar crean una obra caleidoscópica y visce- de manera más apropiada el horizonte ral, como una suerte de equilibrio entre histórico desde donde el narrador formu- la novela total de Vargas Llosa y García la su historia. Márquez, y la fragmentaria de Macedo- Después de rescatar los datos de vida nio Fernández. personal de Ixtlilxóchitl, el autor ubica la temporalidad de los cargos que desmpe- 19 Fuentes Humanísticas 53 > Presentación. Ideas y religión...> María Elvira Buelna Serrano

ñó en la adminsitración novohispana co- para sus espectadores la disyuntiva que mo juez gobernador, los privilegios fami- irremediablemente se nos presenta cuan- liares como cacique de Teotihuacan, la de- do nos plantamos frente a la tragedia, ya cadencia del mismo, la residencia en la sea ésta coyuntural, previsible o inevitable Ciudad de México, las opciones educati- en el futuro. Al enfrentarnos a ella, tene- vas a las que posiblemente accedió y las mos dos opciones que son en apariencia implicaciones de que fuese sepultado en pasivas, pero que, si se asumen plenamen- la parroquia de Santa Catalina Mártir en la te, no pueden sino llevar a la acción”. Apa- capital novohispana. rentemente la autora concibe a la ideolo- Vásquez Galicia finaliza su texto ela- gía como motivación para la acción. borando una serie de observaciones sobre Rodríguez Everaert afirma que el ja- la biografía de Ixtlilxóchitl: lisciense mantenía un actuar ideológico más complejo porque “deliberadamente [...]como funcionario público, sus cargos buscó provocar de forma reflexiva y crítica lo mantuvieron en el escalafón medio de con su pintura. Pocas ideas tan bien esta- la administración novohispana, y sólo blecidas y fundadas como la potenciali- de forma efímera pudo alcanzar la cús- dad del arte cuando se le mira libremente”. pide de esta estructura; las ventajas eco- No pretendía imponerse con su arte, pero nómicas, políticas y sociales que dicha trasmitía ideas y causas en sus murales. posición pudo ofrecerle, se vieron afec- “Caín y Abel: transmisión y apro- tadas por el proceso de pérdida de pri- piación de la ley, un punto de vista laca- vilegios que vivió la nobleza indígena de niano”, Mónica Morales Barrera analiza su tiempo, esto no sólo se reflejó en la el mito hebreo de Caín y se hermano Abel decadencia del cacicazgo familiar y en sus como la forma de transmisión y apropia- circunstancias económicas al momento ción de la ley simbólica en la cultura. de fallecer, sino también en el conte- Bajo la influencia de Freud y Lacan, nido de sus crónicas. Morales Barrera utiliza la historia de los hijos de Adán y Eva por concebirla como Ana Sofía Rodríguez Everaert presen- un herencia arcaíca, cuyo origen data del ta “Orozco: ¿pintor sin ideología?” Sostiene siglo i a. C. Con ella pretende explicar la im- que José Clemente Orozco incorporó a su portancia de generar sujetos que se hayan expresión artística una visión ideológica apropiado de leyes simbólicas que los in- del mundo, por lo que considera erróneas tegre a la sociedad donde viven mediante las aseveraciones de Octavio Paz acerca una serie de prohibiciones y generación de que la pintura de jalisciense carecía de de culpabilidad que les permite ajustar posiciones ideologicas. sus comportamientos a los aceptados Sin realizar un análisis detallado de socialmente. las pinturas de Orozco ni del significado Morales Barrera considera que la pro- que da Octavio Paz a la palabra “ideolo- hibición desempeña una función educati- gía” en el contexto del literato o del pintor, va que estructura la personalidad de los Rodríguez Everaert considera que Orozco individuos y, gracias a ella, el indivuo for- no es dogmático, sin embargo no carece ma su carácter mediante la sublimación y de ideología porque su arte busca “recrear formación reactiva. Cuando internaliza la 20 Análisis de diversas manifestaciones de religiosidad

ley simbólica, el sujeto adquiere conciencia como se le ha clasificado injustamente, moral mediante sentimientos de culpa, pues ella: que le permiten responsabilizarse de sus acciones. La responsabilidad es funda- [...] se inspira en tópicos locales, pero va mento para la educación y la adquisición mucho más allá, pues lo mismo dialoga de patrones culturales. con temas bíblicos o mitológicos; encuen- El artículo concluye aseverando que tra y da lo mejor de sí a través del manejo , la responsabilidad y el castigo de voces narrativas y oralidades que el estructuran al sujeto; forman la concien- zacatecano maneja con originalidad a lo cia moral; generan lazos sociales. La culpa largo de su prolífica obra. propicia el amor, el perdón, la inhibición de conductas antisociales. Cuando la culpa Destaca los textos de Alberto Pare- se convierte en responsabilidad, se crea des, Vicente Francisco Torres y Antonio una deuda que se paga a su vez transmi- Marquet porque, además del análisis eru- tiendo la ley. La culpa y la deuda dan dito, aportan testimonios de vida gracias cuenta de la subjetividad; y sólo en este a su cercanía con el escritor. registro el castigo adquiere sentido. Alberto Paredes llama la atención so- Por último, en “Devenir de la obra de bre la rigidez de la etiquetas impuestas a Severino Salazar”, Gerardo Bustamante los géneros literarios, que en el caso de Bermúdez elabora una reseña crítica de Severino serían literatura moderna de la los artículos publicados en el número 44 provincia mexicana, literatura post–revo- de la revista Tema y Variaciones de Litera- lucionaria, neo-regionalista, literatura gay. tura, coordinado por Antonio Marquet y El manejo de fuentes bíblicas y hebraicas Edilberta Manzano en el primer semestre se manifiesta en sus distintas obras. Pro- de 2015. Este número fue producto del ho- pone nuevas formas de análisis y tipología menaje que organizó el Departamento de a partir de la visión de conjunto de la obra Humanidades para conmemorar el senti- del zacatecano. do fallecimiento de nuestro estimado pro- Antonio Marquet contribuye con nue- fesor Severino Salazar Muro (1947-2005). vas líneas de lectura de Donde deben estar Contiene ocho ensayos críticos sobre la las catedrales. La capacidad crítica de Mar- obra del zacatecano y un texto-carta- quet le permite enfocar el análisis en la retrato literario sobre Salazar, incluidos represión discursiva, específicamente res- en la sección “Tema”, más tres artículos pecto de la relación de Baldomero Beru- sobre otras temáticas, pertenecientes a la men y Crescencio Montes, a la que califi- sección “Variaciones”. ca como heteronormativa porque, afirma Gerardo Bustamante nos presenta el Marquet, “la homosexualidad no se dice, interés por escribir este artículo: “No hay se procede a recurrir a la sordidez y a la mayor homenaje para un escritor falleci- monstruosidad como expedientes para ex- do que la reedición de su obra, los estudios presar el horror contra una sexualidad que realizados alrededor de ella y, sobre to- ni siquiera se menciona”. do, el diálogo entre académicos, lectores y Tomás Bernal Alanís presentó un aná- admiradores”. Señala Bustamante, la obra lisis comparativo de la toponimia en la no- de Severino Salazar no es regionalista, vela Donde deben estar las catedrales. El 21 Fuentes Humanísticas 53 > Presentación. Ideas y religión...> María Elvira Buelna Serrano

Tepetongo de Salazar alcanza una dimen- reflexiona sobre la escritura, la revisión, sión universal como el Macondo de García los agregados o modificaciones que en su Márquez o la Comala de Juan Rulfo. Así, momento hicieron los editores o el pro- para Bernal, Severino dio vida a Tepetongo pio escritor. “por medio de la palabra exquisita y mágica Marcela Quintero en su artículo “La que pueblan las páginas de esta novela poética del juego cósmico en ¡Pájaro, vuel- fundacional del universo salazariano”. ve a tu jaula!, de Severino Salazar”, estu- En “Severino Salazar y el habla colo- dia el tema de la tragedia clásica, los ele- quial de sus relatos”, Ezequiel Maldonado mentos de religión y símbolos presentes y Concepción Álvarez Casas retoman los en una obra poco estudiada por la crítica. estudios de Ángel Rama y Carlos Pacheco La revista cierra con un testimonio y aplican los conceptos de oralidad, tradi- de Uriel Martínez, quien da cuenta de la ción, neoregionalismo, literatura dialógica, vida, pasiones y trayectoria del homena- oralitertura y literatura monológica a los jeado. Un texto poético que con acierto personajes de la obra del zacatecano. quedó incluido en el número de Tema y va- Edilberta Manzano presentó el aná- riaciones de Literatura en homenaje a Se- lisis sobre ediciones y correcciones de la verino Salazar. Con esta reseña se con- obra del zacatecano en “Severino inaca- cluye el número 52 de la Revista Fuentes bado o el recomienzo eterno”. A partir Humanísticas que invitamos a su lectura. de las aportaciones de Maurice Blanchot,

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Norma Durán R. A.*

De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

About Relics and miracles: from the theological explanation to the authority of pontifical truth

Resumen Abstract

El artículo intenta explicar el milagro This article seeks to explain “mira- desde la novedad del cristianismo: el cles” in a world in which a new cha- santo como intercesor y hacedor de racter, one who performs miracles, milagros. La explicación del milagro appears: the saint. The explanation en Occidente se apoyó en la teolo- for miracles in the Western World gía de Agustín de Hipona y, poste- was initially based on Augustine of riormente, en la escolástica tomis- Hippo’s theology, and soon after ta. En el siglo xii comenzó a darse that, on Thomist Scholastics. During el monopolio de la certificación de the XIIth century, the Holy See be- lo milagroso. La Santa Sede inventó gan to monopolize the canonization nuevas prácticas para decir qué era process through the invention of milagroso y qué no. La validación de new practices. Since the validation los testimonios para la santificación of testimonies needed for sanctifi- sólo se puede hacer desde la “ver- cation can only be achieved on the dad retórica” y no desde la “verdad basis of “rhetorical truth”, not on científica”. Para explicar las eviden- “scientifical truth”, to explain the cias de estos procesos recurro al “gi- evidence that these processes use, I ro lingüístico”. will recur to the “Linguistic Turn”.

Palabras clave: ciencia, retórica, san- Key words: science, rhetoric, saints, tos, canonización, giro lingüístico canonization, linguistic turn

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 23-40 Fecha de recepción 14/04/15 > Fecha de aceptación 10/02/16 [email protected]

* Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. 24 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

Introducción ¿Cómo ocurría antes el milagro? En el mundo judío, el milagro era una a invención más importante que surge manifestación ocasional que el Dios único Lcon el cristianismo es, desde mi punto ofrecía a su pueblo elegido: ocurría por la de vista, la aparición de un nuevo perso- voluntad directa de Él. Podemos citar nu- naje: el santo (mártir) que, en tanto tal, merosos ejemplos: el propiciar la lluvia a se identifica por su capacidad de realizar través del Profeta Elías, el maná que cae milagros por medio de sus restos o reli- del cielo, los milagros realizados cuando el quias, reliquiae (residuos, huesos, despo- pueblo hebreo sale de Egipto guiado por jos, aquello que quedaba de ese ser hu- Moisés, etcétera. Con la encarnación de mano fallecido de forma violenta). Cristo, los milagros se multiplicaron. Los La novedad de este fenómeno no era Evangelios nos dan una amplia referencia pensable de esa manera ni para la cultura de un mundo pleno de los milagros de Je- pagana ni para la judía. Sin embargo, si- sús (los exorcismos, multiplicación de pa- guiendo en esto a la antropología, pode- nes y peces, curaciones de ciegos, paralíti- mos afirmar que el pensamiento mágico cos, mujeres hemorrágicas, resucitaciones (lo milagroso en sentido amplio) ha existi- de muertos, etcétera). La finalidad de la do en múltiples culturas. Pero sólo el cris- realización de tantos milagros era testifi- tianismo concibió este tipo de milagro. car que Jesús era hijo de Dios. Sus discípu- Hasta el surgimiento de la Moderni- los repiten los mismos milagros que sirven dad, las diferentes culturas han tenido un para certificar y testimoniar la verdad de lugar para lo milagroso. Será con la Ilustra- los Evangelios. ción que lo milagroso tienda a desapare- En el mundo pagano “los milagros” se cer, y esto se deberá a la emergencia de la daban por la participación directa de los razón instrumental.1 La desaparición del dioses. Pero los rituales de la religión de pensamiento mágico se dio con la apari- la civitas eran una cosa, y las realizaciones ción del pensamiento científico; ese pro- milagrosas en las que creía la gente común ceso será lo que estudiarán las diferentes eran otra. Los rituales de la religión de la teorías de la secularización, comenzando ciudad estaban cuidadosamente articu- por la de Max Weber. lados por sacerdotes especializados que Las particulares circunstancias en las propiciaban los beneficios de las deidades. que se dio la cristianización del Imperio ro- Por otro lado, esta religión no pretendió mano durante los primeros cuatro siglos dar ninguna explicación (credo) sobre las de nuestra era (persecuciones intermiten- cuestiones trascendentales de la vida.2 tes) posibilitó la irrupción del milagro a Eran las religiones “mistéricas” (que vistas partir de estos “muertos singulares”. Estos desde la religión oficial de la ciudad eran santos emulaban la muerte de Cristo, y supersticiones) las que daban cabida a es- por este hecho se pensó que compartían tas necesidades vitales. En cambio, la “re- con Él, el paraíso. ligiosidad popular” era muy pragmática frente a los fines inmediatos. El término “do ut des” (doy para que des), da cuenta 1 Estoy plenamente consciente de toda la crítica que se hizo a este tipo de racionalidad desde la Escuela de Frankfurt. 2 John Scheid, La religión en Roma. 25 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Norma Durán R. A.

en forma concisa de lo que eran los ritua- 1. El “giro lingüístico” les domésticos y “populares”. como punto de partida En este contexto religioso tan diferen- te es cuando se da el proceso de cristia- El lugar desde el que puedo formular una nización de las clases urbanas de la pobla- explicación del milagro es a partir del lla- ción. Ahí los santos (mártires) comparten mado “giro lingüístico”5. Es decir, mi com- el mundo celestial, y es por su mediación prensión de los milagros parte de que lo ante Dios, que se producen ahora milagros. que hoy tenemos no es la percepción mis- La certeza de su destino celestial es com- ma de lo milagroso, sino las narraciones probada por algo inusitado hasta enton- que sobre ello se realizaron. ces: las osamentas de estos hombres Para el mundo moderno, pensar los gozan de la bilocación tierra/cielo.3 milagros implica no sólo un acto de fe, En este ensayo busco distinguir el sino también un “mundo encantado” que enorme esfuerzo explicativo de los gran- tiene su propia racionalidad, y ésta no es des teólogos occidentales para entender la de la ciencia empírica que nace con la el milagro (desde Agustín de Hipona hasta Ilustración. El mundo moderno opera con la escolástica de Tomás de Aquino), fren- otras distinciones y con otra lógica. Podría te a la explicación jurídica que lo validará resumirse de esta manera: el mundo mo- desde la Santa Sede. En otras palabras, derno estiliza sus experiencias de una si para los primeros el objetivo era enten- manera cognitiva; el mundo premoderno, der (explicación teórico-teológica), para la de una manera retórica.6 ¿Qué quiero decir segunda es certificar, autentificar y dife- con esto? Que lo que tenemos que anali- renciar lo milagroso de lo no milagroso. zar son narraciones, no son las experien- Este proceso jurídico no pasa por una cias o las percepciones mismas del acon- comprobación científica,4 sino que sigue tecimiento. Es decir, que para que estas los cánones de la comprobación de la percepciones puedan ser trasmitidas se verdad “retórica”. En este sentido, hago han tenido que formular a partir del len- explicito mi punto de partida en el si- guaje. En este sentido, se han escrito a guiente apartado. partir de un tipo de comunicación que es

5 Entiendo por giro lingüístico a la filosofía analítica que abarca la primera mitad del siglo xx y que con- 3 Sólo a partir de la retórica y de los tropos se puede sidera que el pensamiento se hace desde el len- entender esta bilocación. Los restos del mártir, guaje y no a partir de la conciencia (lo que se llama aunque sea sólo una parte de su osamenta (un hue- filosofía de la conciencia y que se instaura a par- so), se explican mediante la figura retórica de la tir de la Ilustración). Lo social se representa como sinécdoque, que consiste en convertir una parte tradición semántica en la que se vive. Es decir, del todo como representación esencial de ese lo social se convierte en lo cultural. Por lo tanto, todo. Es importante distinguir la metonimia de la se comienza a hablar de racionalidades y no de sinécdoque. Pues aunque las dos designan el todo racionalidad. Cfr. Alfonso Mendiola, “Las tecnolo- a partir de una parte, sólo la sinécdoque utiliza gías de la comunicación. De la racionalidad oral a la parte como expresión “esencial” de ese todo. la racionalidad impresa”, p. 21. En la última parte Un fragmento del cuerpo del santo representa al expongo este tipo de validación. santo en su “esencia”. 6 Cfr. Alfonso Mendiola, Retórica, comunicación y 4 Me refiero a la ciencia moderna que nace en los si- realidad. Ver segundo capítulo. El texto de este glos xviii y xix y que procede empírica e instru- autor está formulado a partir de la obra de Niklas mentalmente. Luhmann. 26 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

primordialmente oral y que se modela, en Una cultura con primacía retórica tiene su forma escrita, a partir de la retórica. El como objetivo fundamental moralizar y mundo de la retórica no es el mundo de no conocer, o dicho de otra manera, su la ciencia, sino que es un mundo que se forma de conocimiento es moralizante, valida lingüística y no empíricamente. Si por esto la relación peculiar en la filosofía lo previsto no sucede, la expectativa no escolástica entre verdad, bondad y belle- cambia, pues la verdad descansa sobre ex- za. Es decir, la verdad debe ser buena y pectativas morales. Al ser así, lo que cam- moral, mientras que la modernidad sepa- bia es la justificación por no ver realizada ra estas tres esferas: la ciencia, el dere- la expectativa. cho y el arte.8 Vale poner un ejemplo: cuando se ha- ce una peregrinación para pedir por lluvias El discurso cristiano, como un sistema para salvar las cosechas, y éstas no se dan, organizado de pensamiento, tuvo una re- la no realización de la expectativa puede lación especial con la textualidad, se cen- ser adjudicada a la falta de fe de los pere- tró en textos y tomó sus metáforas y tro- grinos.7 Nunca se pondrá en duda la capa- pos de ellos. El cristianismo se modeló cidad de Dios para propiciar las lluvias. en el lenguaje9 a partir de la narración de De ahí el inmenso abismo que separa la acontecimientos como la encarnación, manera en que los modernos podemos muerte y resurrección de Jesucristo, de ahí hablar de la realidad. Ya que las expecta- que las narraciones de los milagros de los tivas modeladas cognitivamente funcio- santos sean reformulaciones de todo este nan en términos de la comprobación em- mundo milagroso.10 pírica de la hipótesis. El saber, en su Por todo esto, acepto la verdad que figura moderna, implica corrección de la surge de esta lógica de pensamiento, pero estructura de la expectativa (hipótesis) entiendo que no es mi lógica de verdad. cuando ésta no se cumple. Conocer, en Asumo como verdadero lo que las narra- la modernidad, es sinónimo de aprender. tivas nos muestran como milagroso. Para Por ejemplo, si mi expectativa es que a estos hombres y mujeres, los milagros cierta temperatura el agua se congela, ocurren y se transmiten por la narración y esto no sucede, tengo que reformular que se hace de ellos, que es finalmente mi presupuesto. lo que nosotros tenemos. El milagro ven- dría a ser una puesta en narrativa de lo verdadero en sentido literal, analógico, anagógico (moral) y escatológico (particu- larmente el evento del martirio, del cual 7 “¿Qué implicaría para el hombre del siglo xvi mo- hablaremos). Los santos y santas repiten dalizar su expectativa en términos cognitivos?: aceptar que no existe una relación causal entre la lo que la narrativa bíblica posibilita. En procesión y la lluvia. La comprensión de que no hay ninguna relación entre el ritual del cura y la lluvia traería consigo una estilización cognitiva de la expectativa, y eso no era posible en aquel siglo. 8 Alfonso Mendiola, op. cit., p. 151. Pero aunque la lluvia no llegue, la expectativa se 9 Cfr. Averil Cameron, Christianity and the Rhetoric of mantiene contrafácticamente, porque la carencia Empire: The Development of Christian Discourse. de lluvia se explica por medio del concepto de 10 Alain Boureau, L’Événement sans fin. Récit et chris- pecado.” Alfonso Mendiola, op. cit., p. 147. tianisme au Moyen Âge. Ver capítulo 1. 27 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Norma Durán R. A.

un primer momento fueron los apóstoles cada aniversario de la muerte del familiar quienes operaron milagros. En sentido se reunían celebrando un festín en me- anagógico (moral) corroboraban lo mo- moria de éste. Esta celebración seguía ralmente verdadero y, en última instan- perteneciendo al ámbito de lo privado. cia, evidenciaban su propio destino es- En el contexto de las persecuciones catológico: su estancia definitiva en el se comenzó a dar la práctica de resguar- reino celestial. dar piadosamente los restos de quienes Desde estos presupuestos abordo el habían muerto dando testimonio de su fe. mundo en el cual los milagros ocurren. En La primera constatación de este nuevo el Antiguo y en el Nuevo Testamento se cuidado por los restos de un mártir data encierra todo lo posible y lo imposible o de las actas de san Policarpo en el año sobrenatural. 156.11 Las persecuciones romanas en con- tra de la nueva religión habían sido espe- cialmente duras en la parte oriental del 2. El milagro a partir imperio, en Occidente habían sido menos de la primera religión revelada: numerosas.12 Al organizarse las iglesias la cultura judeocristiana cristianas, a lo largo y ancho del Medite- rráneo va a darse un trato especial a El culto a los muertos era una práctica fuer- aquellos restos de quienes dieron prueba temente instalada en la cultura greco- de esta virtus (una especie de fuerza) que rromana, pero una nueva significación permanece en sus restos como testimo- comenzó a operarse en el seno de este nio de que gozan ya de la gloria eterna. Los cuidado por los muertos. De esta cultura mártires, mediante su muerte violenta, permanecía la práctica de celebrar con un comparten ya la gloria eterna, pues emu- ágape muy importante el aniversario de la laron con su muerte la del Salvador. Es por muerte del familiar. En esta sociedad, esta analogía que sus restos o reliquias la memoria por los antepasados era res- pueden operar milagros. guardada y celebrada el día del falleci- La primera vez que la palabra mártir miento, y no la del nacimiento del perso- (martus en griego, testigo)13 es utilizada naje. El cristianismo conservará está fecha para nombrar a alguien que muere por de rememoración por considerar que era una causa –en este caso sus creencias– el momento en que se celebraba el naci- aparece a finales del siglo II, antes era só- miento a la eternidad. Esto era particu- lo testimonio, testus, superstes, en latín. larmente conmemorado en la fecha de la Ahora se utilizaba para referirse a personas muerte de los primeros mártires. que habían dado su testimonio a través de En el mundo romano, la conmemo- su “bautismo de sangre”, es decir, de su ración de la muerte del familiar era una muerte violenta, misma que igualaba la costumbre que pertenecía al ámbito de lo manera en la que Cristo había redimido privado, es decir, ni el estado ni ninguna institución religiosa específica tenían inje- 11 René Aigran, L’hagiographie, p. 13. rencia en estas prácticas. Los recién con- 12 No estamos diciendo que no las hubo: hay que re- vertidos no eliminaron sus prácticas fu- cordar a los mártires de Lyon y Tarragona. 13 François Hartog, “El testigo y el historiador”, pp. nerarias, al contrario, las conservaron y 49, 51. 28 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

a la humanidad y, como su resurrección era ba, poner ofrendas en recuerdo de ellos la prueba de la Redención, estos mártires y festejar su aniversario luctuoso, aunque lo emulaban ahora gozando ya con Él del a algunos teólogos les molestaba16 (pues paraíso celestial. veían una continuidad con las prácticas El milagro, a partir de las reliquias, se paganas) fue un hecho cotidiano que no se justificaba por medio de una analogía. Es- eliminó en el paleocristianismo. La tumba ta vez provenía del Antiguo Testamento. era por antonomasia el lugar privado de La correspondencia la encontraron en II la familia. Reyes 13: 20, 21.14 Como esto ya había su- Los cristianos de estos tiempos, aho- cedido en el Antiguo Testamento, podía ra lo sabemos, no tuvieron sus propios ce- ocurrir nuevamente. La palabra mártir ten- menterios. Tradicionalmente se inventó la drá desde ese momento una nueva conno- creencia de que las catacumbas eran el lu- tación, significando ahora: quien goza ya gar particular de entierro de los cristianos. de la bienaventuranza eterna. De alguna Incluso se dio la bella invención de que eran manera se considera que estos restos lugar de reunión en tiempos de persecu- comparten un doble lugar, pues al lograr ción. Grandes especialistas17 han venido su salvación participan tanto del reino de a demostrar que las catacumbas eran los Cristo celestial, como del lugar terrenal: cementerios colectivos de los romanos y el locus donde descansan sus restos. Con que, en algún momento, los cristianos esto se produce la bilocación de estos se- también las utilizaron como cualquier ro- res humanos especiales, inusitada e im- mano más.18 Incluso la palabra cemente- pensable hasta entonces: la unión de lo rio no denominaba la noción que hoy te- celestial con lo terrenal; es por ello que nemos de ella. La palabra koemeterion, del realizan milagros, prodigios, exorcismos griego, significaba únicamente tumba.19 y curaciones. Locus significaba lugar don- En estos tiempos se empezó a dar la cos- de reposaban estos personajes y, a la vez, tumbre de querer enterrarse junto a uno también se nombraba con esta palabra a de estos mártires que, estando ya en pre- sus reliquias.15 sencia de Cristo, podían interceder por Como en los Evangelios no se explici- ellos a la hora del juicio final.20 taba nada del cuidado por los muertos, las costumbres funerarias de visitar la tum-

16 Victor Saxer, Morts, martyrs, reliques en Afrique 14 “Eliseo murió y fue sepultado. Por entonces hacían chrétienne aux prémiers siècles. Cfr. sobre todo la incursión en la tierra, y un año y otro, las tropas de parte que dedica a Tertuliano. Moab, y sucedió que mientras estaban unos se- 17 Eric Rebillard, Religion et sépulture. L’Église, les pultando a un muerto, vieron de pronto venir una vivant et les morts dans l’Antiquité tardive. de estas tropas y arrojaron al muerto en el sepul- 18 Utilizo la palabra romano en sentido general: toda cro de Eliseo y se fueron; y en cuanto el muerto persona que fuera ciudadana del imperio, ya re- llegó a tocar los huesos de Eliseo, resucitó y se sidiera en el norte de África, en Sicilia, en Medio puso de pie.” Oriente, etcétera y no en el sentido de habitante 15 Esos loci indicaban exactamente donde cielo y de la ciudad de Roma. Este tipo de “cementerio” tierra se tocaban, coincidían. El santuario que con- existió en la antigüedad, así como los columbaria. tenía la tumba o una reliquia se denominaba sim- 19 Cfr. Erick Rebillard, “L’Église de Rome et le déve- plemente Loca sanctorum. Lugar donde las leyes se loppement des catacombes. À propos de l’origine suspendían. Peter Brown, The cult of the saints. Its des cimetières chrétiens”, p. 742. Rise and Function in Latin Christianity, p. 11. 20 Peter Brown, op. cit., p. 57, nota 36. 29 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Norma Durán R. A.

Mientras duraron las persecuciones día para hacer grandes banquetes que (la última se dio a principios del siglo iv) las eran ofrecidos a los santos patronos por catacumbas albergaron a muchos difuntos toda su familia: la comunidad cristiana. cristianos. Peter Brown, en su ya célebre Brown22 se refiere a los obispos como libro The cult of the saints, explica que es- “grandes empresarios”, pues fueron ellos tos “amici de Cristo” reproducían las rela- quienes canalizaron este culto en favor ciones clientelares del patrono con sus de la Iglesia. De ahí en adelante fue pena- protegidos, es decir, los santos como ya es- lizable pretender la propiedad de los res- taban en el cielo y gozaban de la presen- tos de un mártir en beneficio propio. La cia divina eran seguros intercesores para Iglesia y sus santos patronos fueron los ad- quienes no se sentían capaces de dar el ministradores de la nueva división social mismo testimonio de sangre de los márti- que impuso la Iglesia: los ricos y los pobres, res. A la larga y ya sin persecuciones, estos y ella fue la que administró las limosnas personajes serían los santos patronos, para repartirlas entre los pobres.23 los amigos de Cristo, que podían operar Los mártires, y luego los santos en milagros y curaciones pues intercedían general, operaron una complicadísima por los fieles como los patroni terrenales elaboración de la “mentalidad” pagana lo hacían a diario con su clientela. Esto no que contaba con una serie de seres invisi- es un pequeño cambio; las figuras que bles como ángeles, demonios, lares, ge- unían cielo y tierra (ángeles, daimones, ge- nius, etcétera. La delicada red que unía a nius, lares, penates y demás divinidades los muertos paganos con sus propias fami- tutelares), no eran, en estricto sentido, se- lias en ágapes y otros cultos privados sería res humanos ¡y ahora eran hombres y prerrogativa de las iglesias, que unirán mujeres muertos! El gran acierto de la definitivamente los restos mortales de Iglesia, cuando el cristianismo dejó de ser los santos con los altares (tumba-altar). perseguido, fue que los obispos ejercie- Los nuevos santuarios albergaron en su ron el control de estos cuerpos. En vez de interior los restos de los mártires. El mapa ser los restos de los mártires y confesores de la cristiandad occidental se reformuló parte del culto funerario familiar, pasaron por los sucesos (milagros, curaciones, exor- a ser propiedad de la Iglesia. Obispos con cismos) que ocurrían en ellos.24 Lo que el una gran visión de futuro, como Ambro- cristianismo vino a trastocar fueron los lí- sio de Milán, en el año 386,21 hicieron tras- mites, antes infranqueables, entre vivos y ladar los restos y osamentas de mártires muertos, así como entre lo terrenal y lo ce- recién descubiertos a sus basílicas y lo- lestial. El gran esfuerzo por explicar teo- graron de esta manera que el culto de estos lógicamente el milagro (la teología es restos ya no fuera familiar. Pasó entonces a ser un culto de la Iglesia. Los obispos se volvieron los grandes administradores de la época. Ahora sí se podía justificar el gran 22 Cfr. Peter Brown, op. cit., p. 38. festejo en su dies natalis, su nacimiento 23 Cfr. el último libro de Peter Brown, Through the eye a la vida eterna, el día de su muerte, el of the needle. 24 Peter Brown, The cult of the saints. Its Rise and Function in Latin Christianity. Sobre todo, capí- 21 Victor Saxer, op. cit., p. 240. tulo 6. 30 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

pensada como “la” ciencia) en Occidente Pero, ¿cómo se había pasado de la an- la dio Agustín de Hipona.25 tigua repugnancia de los muertos a una nueva familiaridad con ellos? “Por la fe en 25 La explicación teológica que se da en el cristianismo la resurrección de los cuerpos, asociada al occidental siguió durante la Alta Edad Media culto de los antiguos mártires y de sus la interpretación de Agustín de Hipona. Según tumbas”, nos contesta Philippe Ariès, en Benedicta Ward, Miracles and the Medieval Mind, 26 y Benoît Bourgine, “Le miracle dans la théologie su ya legendario y bello libro. fondamental classique”, estas explicaciones están Para el Occidente cristiano, que reci- explicitadas en los textos de Agustín: De Genesis bió a los nuevos pueblos que llegaron para ad litteram y de De Tritintate, De Utilitate credendi y La ciudad de Dios. Agustín se refiere a los mila- quedarse en los territorios de Europa oc- gros con varias palabras: signa, portenta, virtutes cidental, la cristianización y las prácticas signorum monstra, magnalia, mirabilia y mira. Para funerarias tomaron un camino particular. el obispo de Hipona las razones de la Creación estaban contenidas en las seminun semina y las Se empezaban a configurar unas prácticas seminales rationes. Es decir, dentro de la propia que la Iglesia iría monopolizando poco a creación estaban contenidas todas las posibili- poco. El cuidado por los muertos, su me- dades, que a veces causaban milagros y que pa- recían estar en contra de la naturaleza, pero de moria y su “culto” fueron absorbidos por la hecho eran inherentes a ella. Toda creación, por Iglesia, quien tuvo el poder de decir quién consiguiente, era entonces tanto natural como se enterraba en un campo santo y quién no. milagrosa. Para Agustín había actos maravillosos de Dios mostrados en los acontecimientos del Con esto decidía quién moría dentro de mundo, pero ellos no eran opuestos a la naturaleza la Iglesia y quién no, en otras palabras, sino eran la realización de esas razones escondi- disponía quiénes tenían acceso a la salva- das dentro de la naturaleza, por eso, toda ella era potencialmente milagrosa. Hay tres niveles de ma- ción eterna. Siglos más tarde esto deri- ravillas: las provocadas por los actos visibles y varía en la intercesión por los muertos en diarios de Dios, vistos por los hombres como sig- el tercer lugar, aquel representado por el nos de la bondad de Dios; las provocadas en el 27 ignorante, que no comprende cómo funciona la purgatorio a fines del siglo xii, y culmi- naturaleza y se sorprende con lo que un hombre sabio no, y las maravillas provocadas como mi- lagros genuinos, manifestaciones del poder de Dios, no contra natura sino praeter naturam. Dios ma el versículo del evangelio de Juan (5,17) que no entra en contradicción con la naturaleza de justifica: “Mi padre sigue obrando todavía. Y por los seres tal y como salieron de sus manos desde eso yo obro yo también.” Agustín, sin embargo, el primer día. Él actúa en virtud de una disposición en el último libro de la Ciudad de Dios nos viene a puesta en ellas desde la creación. Los milagros hacer toda una relación de los milagros realizados no son, pues, obras divinas en contra de la natu- por las reliquias de los santos. Prácticamente la raleza por Él creada. Mediante la noción de “ra- llegada de las reliquias de san Esteban a Uzalis lo zones seminales” tomada del estoicismo y del habían puesto frente a los portentos realizados neoplatonismo, explica cómo Dios ha colocado por sus restos. Los pensadores del siglo xviii se lo en las creaturas potencialidades que se prestan a reprocharán, pues pensaban, desde su contexto, dos especies de desarrollo; uno ordinario, según que era el del deísmo, que se perdía el esfuerzo el curso normal de la naturaleza –la razón seminal reflexivo tan importante que había sido alcanzar de un ser se identifica entonces con la ley de el monoteísmo. Desde ese momento, la hazaña su desarrollo; otro, extraordinario, según una po- de los primeros cristianos se perdía “al cristianizar- sibilidad escondida en ella desde su creación. El se las masas incultas, que se decantaron por el milagro corresponde a la puesta en obra de esta politeísmo, encarnado en la creencia de los san- potencialidad insólita, que deja de ser milagro tos y sus milagros y reliquias. Cfr. Peter Brown, explicado desde aquí. Sin embargo, continúa el The cult of the saint. Its rise and Function in Latin obispo de Hipona: si Dios creó el tiempo y todas Christianity, p. 15. las cosas, no quiere decir que después de la 26 Philippe Ariès, El hombre ante la muerte, p. 34. Creación, Dios deje de actuar en ella. Agustín to- 27 Cfr. Jacques Le Goff, El nacimiento del purgatorio. 31 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Norma Durán R. A.

naría con la celebración universal de los Vigilancio (siglo iv), Claudio de Turín (es- fieles difuntos el 2 de noviembre (siglo xi). pañol que nació a mediados del siglo viii) Como hemos visto, las reliquias de los o Juan Calvino (xvi) las desechan por va- mártires y santos fueron fundamentales nidad o devoción idolátrica. Siempre hubo para el cristianismo de la temprana Edad gente que pensaba diferente. Sin embar- Media. Fueron el equipamiento fundamen- go, la homogenización vino con la Refor- tal de altares, juramentos, empuñadura ma Gregoriana. En los siglos x y xi los san- de espadas… Eran fuente de milagros, ex- tos extendieron su poder de protección y pelían olores gratos, sanaban a los enfer- fueron foco de los movimientos de paz. mos, etcétera. Las translationis, relatos de traslados de estas reliquias, son tratadas por Gregorio de Tours que ya da cuenta 3. La Reforma Gregoriana de ellos. Los traslados de reliquias son un y la canonización papal género mixto que oscila entre la vitae, las crónicas y los anales.28 Muchos de ellos En el siglo xiii surgió la necesidad de re- están conectados con la memoria de dedi- pensar la distinción entre lo sobrenatural y caciones de iglesias y otras formas de lo natural. Esto se debió a que por primera procesiones. Estos relatos, más inclinados vez Roma pretendió el monopolio de decir a dar testimonio de los poderes de las re- qué es milagro y qué no lo es. Esta cuestión liquias, eran la forma más común de “ca- delimitaba finalmente quién accedía a los nonizar” al santo. Era un proceso que no altares, es decir, quién podía ser intercesor pasaba por Roma. El obispo del lugar era frente a Dios, del milagro. El nominativo quien formalizaba esta “canonización”. En de santo sólo lo ostentaría quien la Santa el siglo IV se nos da ya testimonio de estos Sede decidiera. Así comenzaba la histo- traslados. Uno de ellos es la invención de ria de un proceso para “canonizar” a los santa Cruz por santa Helena, texto muy personajes que operaran milagros.30 Des- conocido en Occidente desde épocas tem- de luego, se entiende que el milagro es pranas y que provee de detalles que serían realizado por Dios, y es mediante la inter- muy comunes en otros traslados, aunque cesión de este personaje, que Dios los pueden ser muy variados.29 lleva a cabo. La translatio se escribía para decir có- Este proceso se desarrollaba a partir mo había sido adquirida la reliquia, así de la iniciativa del obispo ordinario (o del como para hacer aceptable la presencia metropolitano) del lugar donde el santo del cuerpo de un santo en un monasterio había muerto. El papado aceptaba abrir lejano, pues el robo y los traslados de re- una averiguación, únicamente si se apoya- liquias ocurrían cotidianamente en este ba por un número suficiente de súplicas de universo. Desde luego hubo disensiones en la sociedad cristiana, pues no todos aceptaban los milagros de las reliquias. 30 Es preciso insistir: es el proceso el que fabrica al santo, pues es éste el resultado escrito de un procedimiento y de un interrogatorio oral, aunque también es un objeto material (papel y 28 Paul Geary, Furta sacra. Thefts of relics in the Cen- tinta) organizado, que utiliza un lenguaje y unas tral Middle Age, p. 11. prácticas discursivas. Cfr. Didier Lett, Un procés 29 Ibid., p. 12. de canonization. 32 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

personalidades influyentes, tanto laicas vocabulario del milagro. Tomás de Aquino como eclesiásticas. Es significativo que fue el pensador que más influyó en la teo- desde esta época los procesos de canoni- logía de este tiempo. Él tendió a rempla- zación tendieron a volverse motivo de Es- zar muchas distinciones con el binomio tado, y tanto monarquías como prelados natural/sobrenatural. Desde el siglo xiv, de una nación unían sus esfuerzos para será muy común encontrarlo en las len- abrir “una causa”. La última palabra des- guas vernáculas.35 cansaba en la decisión del pontífice. Uno Para mantener su preeminencia en de los rasgos más importantes de este la sociedad, el clero de estos siglos debió proceso era basarse en interrogatorios: repensar profundamente su relación con preguntas formuladas por el clero romano. el mundo laico, reafirmando y precisando Era un proceso que seguía las pautas de los instrumentos de mediación que tenía los procesos judiciales, es decir, obedece y dándose otros nuevos. Este trabajo se a una “juridización” que se extendía a to- completó en los siglos xii y xiii, con el de- dos los ámbitos de la sociedad. Incluía, sarrollo de la teología de los siete sacra- por ejemplo, la supresión de los juicios mentos (sobre todo la confesión auricular ordálicos31 y el establecimiento de la Inqui- y la obligación de hacerlo, al menos una sición (contra los herejes principalmente). vez al año), el culto eucarístico (también En los procesos de canonización,32 se obligatorio anualmente), el matrimonio, preguntaba a los testigos si los milagros el surgimiento del purgatorio y de la pre- operados eran sobre o contra natura.33 dicación. El culto a las imágenes y las reli- Esto es significativo pues el concepto su- quias será conservado con un control más pranaturam hace su emergencia en estos severo por parte de la Iglesia. siglos.34 Lo sobrenatural tendrá un éxito Cuando resurgieron las ciudades, ha- contundente; aparece contemporánea- cia el siglo xii, la difusión de la cultura ára- mente con el surgimiento de los mendi- be había extendido sus vínculos con Occi- cantes, la escolástica y la Reforma Grego- dente. El saber de Aristóteles se difundió riana. De aquí en adelante formó parte del a partir de su recepción árabe; luego lle- garía directamente del griego. Con ello se dará una nueva explicación teológica del 31 La prohibición de estos juicios eran otra señal del proceso que se operaba en toda la sociedad cris- milagro. Esta recepción quedó más clara- tiana occidental. La verdad ordálica dejaba en ma- mente formulada por la filosofía escolás- nos de la comunidad el consensar, mediante la tica de Alejandro de Hales, Alberto Mag- valoración de estas pruebas, si Dios se inclinaba ante tal o cual decisión. Cfr. Thomas Head, “Saints, no, Buenaventura y culminó con Tomás heretics and fire: finding meaning through the or- de Aquino.36 deal”, en Sharon Farmer y Barbara H. Rosewein, (eds.), Monks and nuns, saints and outcasts, Ithaca/ Londres, Cornell University Press, 2000. 35 Ibid. 32 El “proceso clásico”, con todas sus etapas, quedó 36 En De potentia, Tomás de Aquino distingue entre conformado hasta el siglo xvii, con Urbano viii. Cfr. aquellos milagros que están por arriba de la natu- Christian Renoux, “Une source de l’histoire: de la raleza (supra naturam), los que son contra la na- mystique moderne revisitée: les proces de cano- turaleza (contra naturam) y los que están más allá nisation, p. 189. de la naturaleza (praeter naturam). Como ejem- 33 Robert Bartlett, The natural and the supernatural in plo de milagro sobrenatural, menciona aquel en el the Middle Ages, p. 10 que Dios concede materia con una forma en que 34 Ibid. la naturaleza es incapaz de conseguir: encarnación 33 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Norma Durán R. A.

¿Cómo controlar lo milagroso frente a los santos. En el futuro esta instancia será los procesos centrífugos e incontrolados? la llamada Congregación de Ritos (1588). En una época en que la Iglesia se redefi- nía en todos los ámbitos, el monopolio Es frecuente pensar que el nacimien- de canonizar a los personajes que hacen to de la canonización pontifical ocurre en milagros no es un evento menor. Antes 993, pero, nos dice André Vauchez,37 el que nada, se comienza a exigir que sean término canonizare apareció, por primera probadas las virtudes de los candidatos a vez, en un texto del siglo xi. Con la Refor- santos y que se demuestre la reputación ma Gregoriana la centralización comenzó de santidad del servidor de Dios. En 1234 su marcha. En una primera instancia só- se decreta la reserva pontifical para propo- lo se buscaba la canonización para dar un ner el culto de futuros santos y se insti- lustre suplementario al santo. Las cosas tuirá un proceso que indague sobre la pro- comenzaron a cambiar a partir de Grego- ducción de los milagros efectuados por rio VII (siglo xi). El siglo xii constituyó un siglo de transición, progresó el proceso de canonización pontifical, aunque no dejó del Verbo, o cuando la naturaleza puede convertir de existir la translatio obispal que tenía la materia en cierta forma sin importar cuál sea su valor definitivo como canonización; sin materia particular (es una acción inmediata de Dios). Un milagro es contra natura cuando la dis- embargo, la prerrogativa papal ya empe- posición de lo material ocurre y contradice lo zaba a poner en duda estos traslados. que normalmente sucede: cuando una virgen da Hasta el siglo xi, el culto de los santos ha- a luz. Un acontecimiento praeter naturam es cuan- do Dios produce un efecto que la naturaleza bía permanecido como un dominio mar- puede producir, pero Él lo hace de tal manera, ginal de la iglesia regido esencialmente que nadie puede alcanzarlo según la naturaleza. por la costumbre. Esto ocurre cuando la naturaleza carece de herra- mientas suficientes para lograrlo; como cuando En el IV Concilio de Letrán (1215) se to- Cristo convierte el agua en vino; cuando ocurre mó el decreto de un sínodo de la época ca- una plaga, pero ésta es mayor que cualquier otra: rolingia y se insertó en el Decreto de Gra- la plaga de ranas en Egipto, o cuando un acon- tecimiento sucede en menor tiempo de lo normal: ciano, que prohibía venerar las reliquias curación con la invocación del santo. En estos descubiertas recientemente sin la autori- últimos ejemplos, Tomás prefiere, a comparación zación del princeps; pero, si en el xiii el de Agustín, ver el milagro, no como una acelera- ción de la naturaleza, sino como una suspensión princeps era el pontífice, en el ix era desde del proceso natural de la naturaleza. Cfr. Michel luego el emperador. En la segunda mitad Goodich, Miracles and wonders. The development del xiii la canonización papal deja atrás el of the concept of miracle, 1150-1350, pp. 19-20. Por otro lado, Tomás insiste en que la finalidad traslado de reliquias como acto decisivo del milagro es el testimonio de la verdad. “Los de canonización y comienza un periodo de verdaderos milagros no pueden suceder más que definición por parte de la Santa Sede.38 por el poder divino: Dios los produce para la utili- dad de los hombres con dos fines, confirmar la Para Inocencio IV (1243- 1254): verdad predicada, y mostrar la santidad de un hombre que Dios quiere proponer como ejemplo de virtud.” (Suma teológica IIa II ae q 178) Esto reafirmaba otra distinción importante: la que se da entre milagro y magia. Cfr. Alain Boureau, Satan héretique. Histoire de la demonologie (1280-1330), 37 André Vauchez, La sainteté en Occident aux derniè- p. 129. Los verdaderos milagros son peticiones de res siècles du Moyen Age, p. 25. alguien a Dios. Ellos eran los santos. 38 Ibid., p. 35. 34 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

canonizar consiste en decidir con toda re- implicaba, desde un mundo que modela- gularidad y de manera canónica que un ba sus saberes desde la retórica, ajustarse santo sea honrado como tal, es decir, que a las posibilidades narrativas que tenía esa le sea dado un culto solemne como se le sociedad, y éstas se organizaban en tres da a los santos de la misma categoría. Si modelos: el género deliberativo, el epidíc- se trata de un confesor, que se celebre tico y el judicial.41 para él el oficio de confesor; si se trata de He analizado en otro lugar que estos un mártir igual, y así sucesivamente.39 relatos de santos no comparten, en forma “pura”, uno sólo de estos géneros, pero de- No obstante estas prescripciones, has- finitivamente están organizados desde es- ta el siglo xvi los obispos continuaron con te pensamiento. La diferencia con la forma la iniciativa de los traslados de reliquias y to- como la sociedad moderna estructura su davía la opinión pública tendía a confundir verdad es radicalmente diferente de la traslado y canonización, incluso a acordar- que estamos hablando. Es en este sentido le más importancia al traslado. En los últi- en el que me ubico desde el “giro lingüís- mos siglos de la Edad Media gran cantidad tico”: las percepciones sólo pueden ser so- de nuevos cultos no fueron ni aprobados ni cializadas (comunicadas) por el lenguaje, reprobados por la Santa Sede, y se desa- y éste presupone tres niveles en la comu- rrollaron localmente con toda libertad. nicación: el nivel sintáctico, el semántico y Esto es indicativo de la lentitud para impo- el pragmático.42 Si antes de este “giro” la ner los criterios de Roma. ciencia siempre se formuló pensando en la existencia de un solo tipo de enunciados, los constatativos (que sólo se fijaban en el 4. Corroboración del milagro nivel sintáctico y en el semántico), hoy la en los procesos de canonización pragmática ha venido a complicar la com- prensión de todo texto y, desde luego, más La entrada en escena del papado iba acom- evidentemente la de los textos “histó- pañada de formas de control que antes no detentaba. Esto incluía el monopolio de la verdad. La canonización implicaba, desde de la conciencia […] por lo tanto hay que elaborar luego, decidir sobre el milagro. Un primer un concepto de narración que tome en cuenta los requisito que pedía la Santa Sede para co- condicionamientos sociales. Debe quedar claro menzar el proceso de canonización era la que estos condicionamientos sociohistóricos se manifiestan en la función y estructura de la narra- redacción de una vita, es decir, la narración ción, son comunicativos”. Alfonso Mendiola, Re- de la vida del santo o santa. No hay santo tórica, comunicación y realidad, pp. 251-252. sin “biografía” del personaje. Para nuestra 41 María del Carmen Ruiz de la Cierva, “Los géneros retóricos desde sus orígenes hasta la actualidad”, en finalidad esto es muy importante. Hoy sa- http://www.rhetorike.ubi.pt/00/pdf/carmen-los_ bemos que no hay relato neutro.40 Narrar generos_retoricos.pdf [consultado el 7 de junio de 2015]. Los tres géneros que enuncia Aristóteles son: el deliberativo, el epidíctico y el judicial. Si 39 André Vauchez, ibid., p. 35. la vita está construida bajo el paradigma del epi- 40 Hoy, inclusive, se ha puesto en duda la universa- díctico, el proceso de canonización se insertaría lidad de la narración, en el sentido de que los mo- como realizado a partir del judicial. dos de narrar son distintos en cada época: “la na- 42 Cfr. J. L. Austin, Cómo hacer cosas con palabras. Pa- rración es una operación social y no una operación labras y acciones. 35 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Norma Durán R. A.

ricos”.43 Es decir, una narrativa comparte tancia. Esta averiguación se hacía bajo con la literatura la tropología: la “modali- juramento, ya que si el testigo mintiera zación”44 del lenguaje, misma que le im- cometería perjurio, falta capital en esa pide asignarle a los enunciados únicamen- época.46 La intención de esta primera te una función “constatativa”. “biografía” es juzgar si la vita apoyaba la Dicho todo esto, uno de los primeros intención pastoral que presidía a toda ca- criterios de garantía sobre quién había nonización. El primer requisito era asegu- realizado milagros era el recabar informa- rar que la vida del santo fuera trazada a ción sobre los prodigios y portentos que manera de suscitar la imitación de virtu- se le atribuyen al personaje que se quiere des y que no fuera tachada de historias ex- postular como santo. En muchas regiones travagantes y poco edificantes.47 estos criterios fueron: don profético en ar- El acta notarial, ampliamente conoci- tículo mortis, muerte en olor de santidad y da en Italia en el siglo xii, fue un elemento poder taumatúrgico. A partir de este mo- importante en el proceso; sus caracteres mento, el milagro se testimonia, se sope- fundamentales ya estaban presentes des- sa, se valora y se corrobora mediante el de aquí, pues el acta tenía un valor de ins- testimonio. Testimoniar es “hacer decir” a trumento público. El problema era el de alguien que vio el milagro. Ésta es la prime- las pruebas de santidad; se necesitaba una ra instancia, pero cuando ya no hay quien evidencia que fuera aprobada desde dos dé testimonio de vista, será quien haya cuestiones fundamentales: la virtud de oído de quien vio, quien dé el testimonio. costumbres y la verdad de los signos (obras La canonización incluía necesaria- de piedad en vida, y las manifestacio- mente el milagro. Sin milagro no hay san- nes de los milagros después de la muer- to. La cuestión era cómo certificarlo. Es en te).48 La averiguación preliminar debía de- este contexto donde nace el procedimien- mostrar que los numerosos milagros se to bajo la fórmula de un proceso judicia- producían en la tumba del santo; en este rio.45 Es decir, una averiguación a base de paso no era necesario probar la realidad preguntas y respuestas a los testigos pre- de esos milagros, pues eso constituía el senciales y a los de segunda y tercera ins- proceso de canonización. Esta averigua- ción, llamada en la época processus o infor- matio in partibus, se confiaba a tres comi- 43 Desde la aparición del texto de Hayden White, Me- sarios, entre los cuales se encontraba, en tahistoria. La imaginación histórica en la Europa principio, al menos un obispo.49 La inda- del siglo xix, la consideración de la retórica ha ve- nido a trastocar las evidencias de la historia. El gación se hacía generalmente donde se en- modelo más elogiado de la puesta en práctica de contraba la tumba del santo y donde se la explicación pragmática es el bello libro de Fran- çois Hartog, El espejo de Herodoto. 44 La noción de modalización se refiere a que todo 46 Sin embargo, nos dice José Luis Sánchez Lora enunciado construye una forma de intersubjeti- (“Hechura de santo: procesos y hagiografías”, pp. vidad institucional entre los interlocutores. 349), que “en el juramento basta la verdad moral y 45 No es coincidencia que la Santa Sede extienda es- ésta queda a salvo si el testigo tiene certeza mo- ta lógica de monopolio a los procesos inquisito- ral, y para ellos es suficiente que jure lo que tenga riales y a la justicia (prohíbe, como lo hemos di- por más probable. cho, la justicia ordálica). La “juridización” obedece 47 André Vauchez, op. cit., p. 41. a la centralización de todo aquello que hable de 48 Ibid., p, 43. lo verdadero. 49 Ibid., p, 50. 36 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

producían los milagros que habían dado que aseguraba haber visto el portento y nacimiento al culto, luego se extendía a los su deposición deberá ser avalada (sope- lugares donde había pasado su existencia. sada) por su calidad de testigo. Haber Los comisarios eran acompañados de re- visto transmitía una certeza mayor que la ligiosos, generalmente mendicantes, para de haber oído. Decir que se ha visto, pro- asistirlos y asegurar la regularidad del pro- baba el haber presenciado el portento. El cedimiento. Entre ellos se reclutaban los testigo venía a testimoniar en su lengua intérpretes, que traducían a las lenguas ro- materna, oralmente. ¿Pero, qué implicaba mance las preguntas de los comisarios, ponerlo por escrito? La escritura, como la elaboradas en latín y cuyas respuestas en palabra, es una técnica de comunicación romance serían traducidas y puestas por distinta de la oralidad. Aunque no se pue- escrito nuevamente en latín. de reducir un mensaje al medio material de La averiguación, sin embargo, ponía su transmisión, todo cambio en los siste- más énfasis en los milagros, aunque tam- mas de comunicación tiene efectos impor- bién se averiguaba sobre la fama y exten- tantes sobre los contenidos transmitidos.51 sión del culto. La meta era recoger las indi- La escritura permite conservar las pala- caciones sobre las circunstancias de cómo bras de los testigos pero los transforma por se producían los milagros. Ya elaborada un proceso de abstracción y de selección. la averiguación, el Papa confiaba a uno o Construye un dispositivo espacial de selec- muchos cardenales el examen del dosier. ción de la información y un nuevo tipo de Esto podía durar años. Mientras tanto, clasificación: la semejanza morfológica. los cardenales preparaban una relación o La puesta por escrito tiende a borrar las relatio para sus colegas y en este nivel es contradicciones y destila de los relatos los en el que se expresaban todas las reser- factores de semejanzas que no existían vas y dudas. Más tarde el Papa reunía un en su forma oral. Además, entre las pro- consistorio secreto donde se conocían las fundas alteraciones provocadas por las opiniones, luego, en un segundo momen- metamorfosis entre lo dicho y lo escrito,52 to, se consultaba para la sentencia y, des- dos aspectos merecen ser estudiados: el pués, en un tercer consistorio (éste era impacto del paso de lo oral a lo escrito y público), si era positivo, se inscribía al nue- el del romance al latín.53 vo santo. Después de esto se daban las El derecho medieval manifiesta una solemnes bulas y se instruía al obispo del neta preferencia por el testimonio oral, lugar a celebrar solemnemente la fiesta 50 del santo. 51 “Las tecnologías de la comunicación configuran las En esta perspectiva típicamente gre- estructuras cognitivas y, segundo, la ciencia es el goriana –la necesidad de un control y de resultado de un cambio tecnológico en los medios de comunicación, es decir, la ciencia sólo es posible la búsqueda de autenticidad– el proceso después de la invención de la imprenta.” Alfonso se recargaba en la verdad del milagro. ¿Pe- Mendiola, “Las tecnologías de la comunicación. De ro cómo comprobarlo? La respuesta es- la racionalidad a la racionalidad impresa”, p. 15. 52 Cfr. E. A. Havelock, La musa aprende a escribir. Re- taba en el testimonio, es decir, era la ca- flexiones sobre la oralidad y la escritura desde la lidad o cualidad de la narración de alguien Antigüedad hasta el presente. 53 Para la historia de la construcción de un proceso cfr. Didier Lett, Un Procés de canonisation au Mo- 50 Ibid., pp. 53-66. yen Age. 37 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Norma Durán R. A.

“por la voz viva” a expensas de la voz muer- particular que corrobora la superioridad ta (la escritura): “Es más digno de fe, lo de lo oral, pero a pesar de todo esto, la re- es que dicho de viva voz y sobre juramen- dacción del proceso verbal que será la to que la supervivencia del documento es- prueba en la Santa Sede, está como paso crito mismo.” (Novela 73 del Código Justi- de una lengua a otra. La lengua en la que niano) Inocencio II confirma el adagio e el notario formula la pregunta es en latín, Inocencio IV escribe que “sólo los testigos pero el testigo contesta en romance. Lue- son de derecho natural, y es sólo por arti- go traducirá esto al latín, pasando por la ficio de derecho, un milagro de derecho po- adaptación a la jerga jurídica. La fuerte sitivo, que se puede dar la piel de un animal influencia del notario se nota cuando se muerto como referencia a lo real.”54 (Ha- pregunta sobre la fama santitatis. Ellos, bla, desde luego, de lo escrito en pergami- los notarios, juegan un rol esencial en el nos). La voz en la Edad Media es una auc- proceso pues ajustan el testimonio oral a toritas, en el sentido medieval de garantía. una forma jurídica propia. La justicia está En el marco de un procedimiento inquisi- “formalizada” y de ahí resulta la estanda- torial, cuya meta es hacer decir la verdad, la rización de las deposiciones que dan la palabra de los hombres y mujeres, consig- impresión de realidad en el mismo proce- nada en un proceso de canonización, se so: siempre la misma declaración. Es la parece a la palabra de Dios, es similar a la “forma” la que garantiza la verdad. No es verdad ordálica, prohibida desde el siglo el relato de una historia que dan nuestros xiii. Ambos medios certificaron la verdad documentos, sino es más el discurso de un medieval (la primera hasta la Reforma Gre- procedimiento. Muchos de los testigos son goriana y la segunda a partir de ella). letrados y testifican en latín; otros, la ma- Alain Boureau distingue una escala de yoría, no. El notario escribe una lengua que indicios de verdad que pasan por lo reve- no hablan. Hay palabras que se resisten a lado (texto escriturístico), autorización la latinización, como los términos médi- (padres de la iglesia), autentificación (na- cos y toponímicos. En general, la oposición rrador que dice “yo vi, yo constaté”) y el no está entre los testigos que dominan la alegado dicitur, que se acerca al rumor. La escritura y rechazan las palabras y la gra- autenticidad de un episodio procede de un mática vulgar. Se trata más bien de una contrato de creencia (o de veracidad) esta- oposición de lengua entre los que la hablan blecido entre el narrador y sus auditore/ y los que la escriben. Los notarios utilizan lectore que se apoyan en una garantía: el latín vulgar, salido de la lengua notarial. una auctoritas.55 La averiguación in par- Con toda esta documentación produ- tibus se hace para decir o hacer decir. El cida los testigos deponen, bajo juramento, discurso realizado en primera persona es su identidad, su presencia física, su pala- transformado en un relato hecho en tercera bra y su cuerpo son sus pruebas. En el tes- persona del singular. En él hay indicios de timonio: “Fenómeno oral que implica ins- oralidad y este efecto revierte un estatuto tancias de enunciación y condiciones de recepción”,56 se constata el contexto en el cual las palabras son solicitadas, oídas, 54 Ibid., p. 260. 55 Alain Boureau, L’Événement sans fin. Récit et chris- tianisme au Moyen Âge, pp. 35-36. 56 Didier Lett, op. cit., p. 217. 38 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

recibidas y consignadas por escrito. La de- nes, curación de ciegos y paralíticos.59 Lo posición producida está subordinada a lo más común y menos original es relatar que está destinada. En otras palabras, los milagros post mortem, aunque para- los testimonios producidos son comple- dójicamente es a partir de ellos cuando mentos condicionados por la finalidad de muchas veces se deduce la santidad del la documentación. La escritura, como las personaje. No hay santo sin milagros. El de palabras pronunciadas, tiene su propia efi- resurrección es siempre el más valorado cacia performativa.57 Las palabras pronun- por ser el milagro crístico por excelencia. ciadas por los testigos pasan por un proce- Jesús mismo resucitó. Es el símbolo de la so de unificación de su léxico y sintaxis. victoria de la vida eterna sobre la muer- La puesta por escrito de las deposiciones te. Los beneficiados son, por lo general, representa el principio de un proceso vo- seres impecables.60 luntario de estandarización. Estos proce- Lo que quisiera enfatizar es que el mi- sos tomarán una forma extrema con la lagro se produce a partir de las narraciones reescritura del proceso bajo la forma de de los testigos, y las deposiciones de éstos abreviatio. Las fuertes desemejanzas y las serán las que validen la acción milagrosa. contradicciones que pudieran existir en Además, no es lo mismo el testimonio de la forma oral son atenuadas, o borradas, un clérigo que el de un laico, ni el de un en provecho de los relatos que presentan hombre que el de una mujer.61 Tenemos semejanzas extremas que, sin embargo, ante nosotros la fabricación de toda una nunca llegan a ser meras duplicaciones. narrativa que hace decir y constatar el mi- Los postuladores de la causa saben lagro. Un milagro que se oficializa por la que hay una estricta jerarquía entre los autoridad de la Santa Sede. Sólo los clé- milagros: los que son in vita serán oídos rigos, que son los jueces, y el papa, en en primer lugar, luego vienen los post mor- última instancia, serán capaces de distin- tem (estos se realizaban por lo general a guir los verdaderos de los falsos… partir de las reliquias del santo).58 En par- ticular los que realizó Cristo: resurreccio- 5. A manera de conclusión

57 La noción performativa tiene que ver con la teoría del lenguaje llamada pragmática. La pragmática se Aquí me regreso al inicio de mi primera quiere distinguir de la semántica; mientras la consideración: la verdad en la Edad Media semántica estudia los enunciados independientes está ligada al lenguaje, es decir, se corro- de un contexto de habla, la pragmática los estu- dia como oraciones emitidas en un contexto de- bora y se prueba a partir de éste. En el caso terminado. La pragmática divide el acto de habla del milagro, es particularmente notorio, en tres partes: locución (lo que se dice), ilocución pues son los procesos de beatificación y (el modo en que se dice) y perlocución (el modo de recepción de lo que se dice). Esta teoría hace una distinción entre enunciados constatativos (aquellos que designan algo en el mundo) y los per- 59 Didier Lett, op. cit., p. 383. formativos o realizativos (los que provocan algo en 60 Ibid., p. 384. el mundo). Cfr. J. L. Austin, op. cit. 61 “Pero, ¿qué es una autoridad fidedigna? En mate- 58 Desde luego, el término reliquia se había exten- ria religiosa lo será el clérigo para el laico; y el con- dido, desde hacía muchos siglos, a lo que había to- fesor, prior o cualquier padre grave para los reli- cado o pertenecido al santo (lo que contenga su giosos”. José Luis Sánchez Lora, “Hechura de santo: sangre, su sudor, sus cabellos, una uña…) procesos y hagiografías”, p. 351. 39 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Norma Durán R. A.

canonización,62 así como la escritura de Bibliografía la vida lo que certifica la santidad. Esta indagación, que fue conformada e institu- Aigran, René. L’hagiographie. Bruselas, So- cionalizada a partir de la Reforma Grego- cieté des Bollandistes, 2000. riana, ha tenido muchas modificaciones. Ariès, Philippe. El hombre ante la muerte. Desde el siglo xiv los procesos duran Madrid, Taurus, 1992 (1977). siglos, los criterios de santidad y la valora- Austin, J. L. Cómo hacer cosas con palabras. ción del milagro varían, como varía todo Palabras y acciones. Barcelona, Paidós, en la historia. Importa subrayar que la in- 1982. dagación que sigue una particular orde- Bartlett, Robert. The natural and the super- nación, saca de los testigos el testimonio natural in the Middle Ages. Nueva York, que corrobora el milagro. No opera con Cambridge University Press, 2008. pruebas “científicas” (empíricas) que certi- Boureau, Alain. “Miracle, volonté et imagi- fiquen esta averiguación, son testimonios nation. La mutation scolastique (1270- orales de los testigos los que fabrican el 1320)”, Miracles, prodiges et merveilles milagro, sus testimonios son pesados, au Moyen Age. París, Publications de sopesados, estandarizados para verificar la Sorbonne, 1995. su autenticidad. . L’Événement sans fin. Récit et Los hombres y mujeres que vivieron christianisme au Moyen Âge. Paris, Les en estos largos siglos no eran ingenuos. Belles-Lettres, 1993. Su racionalidad simplemente no era la . Satan héretique. Histoire de la nuestra. Si partimos de lo que Michel demonologie (1280-1330). París, Odile Foucault ha venido diciendo: la verdad no Jacob, 2004. es una; cada sociedad fórmula una for- Brown, Peter. Agustín de Hipona. Madrid, ma de verdad que no obedece la lógica Acento, 2001. de otras verdades que se han producido en . El mundo en la Antigüedad otras épocas, podremos entender un poco tardía (de Marco Aurelio a Mahoma). más la Edad Media. Buscar la lógica que Madrid, Taurus, 1989. explica estos fenómenos que dan cuenta . The cult of the saints. Its Rise de otras formas de pensamiento es la la- and Function in Latin Christianity. bor por excelencia del historiador. Volver University of Chicago Press, 1981. inteligible lo que ya no lo es, porque ha si- . Through the eye of the needle. do suplantado por una nueva verdad, la del Princeton, Princeton University Press, mundo moderno: la que nace con la cien- 2012. cia moderna. La Verdad con mayúscula ha Burgine, Benoit. “Le miracle dans la theo- dejado de existir desde que se ha histori- logie fondamental classique”, en Re- zado, y esto nos obliga a hacer un esfuerzo cherches de Science Religieuse. 4, t. 98, para comprender otro tipo de verdades y París, Centre Sevres, 2010/4. relativizar un poco nuestras certezas. Cameron, Averil. Christianity and the Rhe- toric of Empire: The Development Ward. Benedicta Miracles and the Me- 62 André Vauchez, op. cit., p. 117. Los procesos de bea- dieval Mind. Filadelfia, University of tificación y canonización se establecerán hasta las reformas de Urbano VIII, entre 1625 y 1634. Pennylvania Press, 1993. 40 De reliquias y milagros: de la explicación teológica a la autoridad de la verdad pontifical

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J. Carlos Vizuete Mendoza*

Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos xvi a xviii)

Hell penalties in spiritual literature, preaching and iconography (16th to 18th centuries)

Resumen Abstract

El artículo examina la presencia del The aim of this paper is to examine tema de las penas del infierno en la the presence of hell penalties in literatura espiritual de los siglos xvi Spanish spiritual literature from al xviii, especialmente en las medi- 16th to 18th centuries, specially the taciones de la vía purgativa, y cómo meditations of the purgative way, pasó de las páginas de los libros a la and how it went from pages in books predicación en ejercicios espirituales into the preaching of spiritual exer- y misiones populares, en ocasiones cises and people’s missions, someti- con apoyo iconográfico, para tratar mes with iconographic support, to de conseguir en los fieles el arrepen- try to get from the faithful the repen- timiento por el temor a las penas del tance for the fear of hell penalties. infierno.

Key words: hell penalties, spiritual Palabras clave: penas del infierno, literature, preaching, iconography, 16th literatura espiritual, predicación, icono- to 18th centuries grafía, siglos xvi-xviii

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 41-71 Fecha de recepción 31/05/16 > Fecha de aceptación 12/09/16 [email protected]

* Universidad de Castilla-La Mancha, España. 42 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

uando acepté la generosa invitación sacramenti ipsius paenitentis actus, nem- Cdel Seminario Interinstitucional Per- pe contritio, confesio et satisfactio”5, y la manente, “Rosalía Velázquez Estrada”, de definió así: “es un dolor del alma y de- Reflexiones Historiográficas para partici- testación del pecado cometido, con pro- par en la sesión del 10 de junio de 2015 pósito de no pecar en adelante”6. Si la sobre el tema “Ideas y religión en México”, contrición es imperfecta, movida “por acababa de aparecer mi artículo “«Dolor la fealdad del pecado y temor del infierno de corazón». Contrición, literatura espiri- y sus penas”, es atrición.7 tual y la formación de una sensibilidad Obligados todos los fieles por el pre- religiosa postridentina”1, por lo que propu- cepto de la confesión anual, los confeso- se que mi intervención versara sobre un res deberán aprender a descubrir las se- aspecto complementario y que, por las li- ñales por las que conocer si hay o no dolor mitaciones de espacio, no había podido verdadero en los penitentes que se acer- ser abordado en la publicación: el temor can a recibir el sacramento.8 Como son que despiertan en los fieles las penas del pocos los que alcanzan una contrición per- infierno y con ello conseguir, al menos, el fecta, movidos por el amor a Dios, era ne- dolor de atrición2 y recibir el perdón de cesario excitar el temor considerando la los pecados en la confesión. Este artículo “terrible justicia de Dios”, como se apren- es una elaboración más amplia de aque- día en un muy popular catecismo,9 para lo lla conferencia.3

5 Concilio de Trento, Sesión XIV (25 de noviembre de 1551), Doctrina sobre el sacramento de la peni- Introducción tencia, cap. 3. Denzinger, H., Enchiridion symbolo- rum, n. 1673, p. 519. 6 Ibid., n. 1676, p. 520. El Concilio de Trento señaló, en la doctrina 7 Ibid., n. 1678, p. 521. sobre el sacramento de la penitencia, que 8 El jesuita Pedro de Calatayud, conocido misionero la contrición –como uno de los actos del del siglo xviii, dedicó dos amplios capítulos en su obra Doctrinas prácticas que suele explicar en sus penitente– es “cuasi materia” de la con- misiones el P. Pedro de Calatayud: Tratado VIII. Del fesión:4 “Sunt autem quasi materia huius dolor y la satisfacción de los pecados. Doctrina II. De las señales por donde se puede conjeturar y pre- sumir la falta de dolor verdadero en los penitentes 1 Vínculos de Historia, 4 (2015), pp. 106-124. For- (pp. 303-316). Doctrina III. De las señales por las maba parte del dosier sobre la historia de las que se puede colegir que hay propósito verdadero de emociones. no volver a pecar en los penitentes que se confiesan 2 Como es bien sabido, frente a la contrición, que (pp. 316-322). es el arrepentimiento por haber ofendido a Dios 9 A. M. Claret, Catecismo de la doctrina cristiana. movido por el amor; la atrición es un movimiento El diálogo entre el Padre –que interroga– y el del alma por el temor a las consecuencias del catequizado –que responde– es el siguiente: “P: pecado. Uno de los medios más eficaces para ¿Podemos tener dolor con nuestras solas fuerzas? conseguir la atrición era la consideración de las R: No, padre. P: ¿Qué hemos de hacer para tener- penas del infierno. lo? R: Pedírselo a Dios con humildad y constancia, 3 Omito el amplio apartado dedicado a la confe- valiéndonos de la intercesión de la santísima Vir- sión y su tratamiento historiográfico, así como gen, del ángel custodio y demás santos. P: Y pa- lo referente a la contrición, tratados en el an- ra excitarnos a dolor ¿qué haremos de nuestra terior artículo donde lo pueden encontrar los parte? R: Pensar en la terrible justicia de Dios. P: interesados. Y para que me mueva esta justicia de Dios ¿en qué 4 M. Pedros, “Necesidad de la confesión en el Con- pensaré? R: En dos cosas. P: ¿Cuál es la primera? cilio de Trento”, pp. 631-633. R: Que por cualquier pecado venial mereceremos 43 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

que resultaba muy útil la meditación o la teatrales, entre los que no faltan la exhi- predicación sobre las penas del infierno y bición de pinturas, cruces o calaveras, que el destino terrible de los condenados. La generaban un sentimiento de angustia y suerte de éstos ha generado, a lo largo de temor ante la justicia de Dios que “puede los siglos, un imaginario macabro y pro- castigarme con las penas del infierno”. vocado una atmósfera de angustia y te- mor en la vida de los fieles.10 ¿Cuáles fueron sus consecuencias? En Visiones del infierno el artículo antes citado me centré en el análisis de los mecanismos utilizados por Quizás la descripción más vívida del in- la literatura espiritual para conmover el fierno en la literatura espiritual del siglo alma mediante la contemplación de los xvi sea la que realiza Teresa de Jesús en sufrimientos de Cristo. Son éstos los que el capítulo 32 del Libro de la vida, donde deben llevar al penitente al aborrecimien- cuenta la visión que tuvo de aquél, hacia la to del pecado en un movimiento de amor, primera mitad de 1560:11 la contrición perfecta. Para ello, se ponían en juego recursos de una espiritualidad Estando un día en oración me hallé en un emotiva, que pone el acento en el sufri- punto toda, sin saber cómo, que me pa- miento para alcanzar el perdón. recía estar metida en el infierno. Enten- Ahora pretendo analizar los medios dí que quería el Señor que viese el lugar que se emplearon en la literatura espiri- que me tenían aparejado, y yo merecido tual y la predicación para conseguir el por mis pecados.12 rechazo del pecado por medio del temor a las penas del infierno, originando, como La entrada la describe “a manera de un consecuencia, una sensibilidad espiritual callejón muy largo y estrecho, a manera de angustiada que todavía es perceptible en horno muy bajo y oscuro y angosto”; el el siglo xix, como muestran la reedición de suelo estaba cubierto de “un agua como las obras, la práctica de los ejercicios espi- lodo muy sucio y de pestilencial olor, y rituales (muchas veces reducidos a la pri- muchas sabandijas malas en él”. Luego mera semana, la que contiene la vía pur- sintió “un fuego en el alma que yo no gativa) y la multiplicación de las misiones puedo entender cómo poder decir de la populares. En éstas, los misioneros em- manera que es”, ni siquiera comparándolo pleaban todo tipo de recursos efectistas y con los muchos dolores que había experi- mentado en su vida, “no es esto nada en comparación con lo que allí sentí, y ver que que se nos retarde entrar en el cielo, y padecer habían de ser sin fin y jamás cesar”. Jun- terribles penas en el purgatorio o acá. P: ¿Cuál es la segunda? R: Que si Dios nos hubiese quitado la to al fuego y la desesperación lo que ca- vida luego de haber cometido un pecado mortal, racteriza el infierno de la visión teresiana ya estaríamos en el infierno para siempre” (pp. es la oscuridad: “No hay luz, sino tinieblas 347-348). 10 J. Delumeau, El miedo en Occidente, pp. 368-392; También puede verse en A. Nava Sánchez, “Es por meter miedo a los hombres: el miedo al infierno 11 La fecha la apunta F. Sebastián Mediavilla en su en el siglo xvi novohispano”; C. Soler, “La predica- edición crítica del Libro de la vida, p. 246. ción sobre el Infierno. ¿Pastoral del miedo?”. 12 Teresa de Jesús, Libro de la vida, cap. 32.1, p. 245. 44 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

oscurísimas. Yo no entiendo cómo puede quieren conseguir con la meditación del ser esto: que, con no haber luz, lo que a la infierno, la conversión:15 “Pensaba qué vista ha de dar pena todo se ve.” podría hacer por Dios”16. La consecuencia Aunque la relata a renglón seguido, inmediata es tratar de guardar la Regla de la visión de las penas que sufren los con- la Orden con la mayor perfección, lo que la denados en el infierno acaeció en una llevará a la fundación del convento de San ocasión posterior: José de Ávila, en diciembre de 1564. Desde finales del siglo xix –después Después he visto otra visión de cosas es- de que Charcot la incluyera en su nómi- pantosas, de algunos vicios el castigo. na de personajes histéricos– una cuestión Cuanto a la vista, muy más espantosos me se ha abierto paso entre los estudiosos de parecieron; mas, como no sentía pena, Santa Teresa: si sus visiones caen dentro no me hicieron tanto temor; que en esta de la mística o pertenecen al campo de lo visión quiso el Señor que verdaderamen- patológico. ¿Sus experiencias son reales te yo sintiese aquellos tormentos y aflic- o alucinaciones? ción en el espíritu, como si el cuerpo lo es- Aunque insiste repetidamente en que tuviera padeciendo. Yo no sé como ello vio, “con vista de ojos”, la descripción plás- fue, mas bien entendí ser gran merced, tica que hace, parece inspirada en las imá- y que quiso el Señor yo viese por vista genes apocalípticas a las que recurría la de ojos de dónde me había librado su predicación de la época para tratar de ame- misericordia. Porque no es nada oírlo de- drentar al pecador. Los estudiosos de la cir, ni haber yo otras veces pensado en mística clasifican las visiones teresianas diferentes tormentos (aunque pocas, que en varios tipos: corporales, que ella nunca por temor no se llevaba bien mi alma), tuvo, que se ven con los ojos del cuerpo; ni que los demonios atenazan, ni otros imaginarias, que se ven con los ojos del diferentes tormentos que he leído, no es alma; intelectuales, que no se ven ni con nada con esta pena, porque es otra co- los ojos del cuerpo ni con los ojos del alma, sa. En fin, como de dibujo a la verdad. Y son sin formas –no se ve nada–, se siente el quemarse acá es muy poco en com- la presencia de lo que se ve y se entiende, paración con este fuego de allá.13 aunque no se ve nada; y mixtas.17 Otros,

Teresa contempla el infierno como conse- cuencia del pecado que aparta de Dios y manceadas, como la impresa en Toledo en 1533 por conduce a la condenación eterna y esta Juan de Villaquirán, o la traducción que realizó contemplación produce en ella el efecto fray Luis de Granada, impresa en Sevilla por Juan que las obras espirituales –que ha leído–14 Cromberger en 1536. En las Constituciones a las monjas (1.13) recomienda la lectura, entre otros, tanto del Contemptus mundi como “los de fray Luis de Granada”. 13 Ibid., cap. 32.4, p. 247. 15 El capítulo 24 del libro primero del Contemptus 14 Más adelante dirá: “Espántame como, habiendo mundi trata: “Del juicio y de las penas de los peca- leído muchas veces libros adonde se da algo a en- dores”. El siguiente, último del primer libro: “De tender las penas del infierno, como no las temía ni la ferviente enmienda de toda nuestra vida” (el tenía en lo que son” (cap. 32.5, p. 247). ¿A qué libros impreso toledano carece de foliación). puede referirse? Sin duda al Contemptus mundi, 16 Teresa de Jesús, Libro de la vida, cap. 32.9, p. 249. del que circulan numerosas ediciones latinas y ro- 17 M. Martín del Blanco, “Visiones”, p. 1423. 45 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

sin embargo, insisten en explicarlas desde E vio san Pablo un horno de fuego, la psiquiatría y la neurología.18 e salían de allí siete llamas e cada una de Durante los siglos medievales –al ellas de su color e eran allí en derredor menos desde el siglo xii– circuló un tex- del horno siete plagas: La primera de to apócrifo de la Visión de San Pablo de fuego, la segunda de helada, la tercera las penas del infierno,19 que según la tra- de nieve, la cuarta de sangre, la quin- dición habría sido encontrado en los ci- ta de serpientes, la sesta de relámpagos, mientos de la casa de Pablo en la ciudad la séptima de hedor. de Tarso durante el reinado del empera- E en aquel horno son metidos los pe- dor Teodosio. Su contenido narra la visita cadores que no tomaron penitencia en que el apóstol realiza, acompañado por el este mundo de sus pecados. Allí son las arcángel san Miguel, a la morada de los ánimas atormentadas e reciben penas se- elegidos, a la de los condenados y, por úl- gún que cada una mereció. Las unas llo- timo, al paraíso terrenal. Este texto fue rando e las otras dando gritos, las otras abreviado tempranamente en forma de gimiendo, las otras arden e demandan sermón, referido sólo a la visita al infierno, muerte e non la pueden haber. del que se conservan múltiples copias ma- Señores san Pablo nos dice que debe- nuscritas y se imprimió ya en 1494.20 De- mos temer mucho el lugar del Infierno bió alcanzar cierta notoriedad y fue in- que es gran abundamiento de lágrimas cluido en los índices de libros prohibidos por el mal e tormento de las ánimas.21 de 1559, 1583 y 1612. El descenso al infierno tiene por obje- En su visita al infierno, san Pablo va to que san Pablo conozca las penas “por viendo las distintas estancias y los supli- orden”. He aquí la descripción: cios que reciben los condenados y que san Miguel le explica: éstos son los adúlteros, E vio san Pablo que eran ante las puertas ésos los traidores, aquéllos los que no del Infierno árboles de fuego e los peca- guardaron la castidad, los otros los que dores colgados de los árboles, los unos de mataron a sus hijos. Aquél que llora en- los pies, e los otros por las manos, e los tre siete diablos es “un obispo que fue otros por las lenguas. menospreciador de la ley del Salvador e lujurioso e no casto del su cuerpo. E por ende padece estas penas hasta el día del juicio”22. Como las lágrimas asomaran a los 18 Es el caso, entre otros, de María Luisa Morales Za- ragoza, que interpreta psicoanalíticamente las ojos del apóstol, le dijo el arcángel: “¿Por visiones del Libro de la vida, y de Esteban García- qué lloras, Pablo? Todavía no has visto las Albea, que atribuye a Santa Teresa la “epilepsia mayores penas del infierno.” Y lo llevó a Dostoievski”. 19 Una de sus versiones hispanas, en forma de ser- un pozo, cerrado con siete sellos, que al món, ha sido publicada por Fradejas Lebrero, cuyo abrirlo dejó salir un hedor pestilente: allí texto es el que sigo. están “los que no creyeron en Jesucristo 20 Fradejas (p. 393) recoge la existencia en España de cuatro versiones, dos latinas y dos en romance, que vino a tomar carne e nasció de santa una de éstas es La revelación de Sant Pablo, Sevilla, por Menardo Ungut y Stanislao Polono, en 1494; fue reeditada en Toledo, por Gaspar de Ávila, en 21 He modernizado la ortografía. Fradejas, p. 394. 1525 (BnF París, RES-R-1676). 22 Fradejas, p. 396. 46 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

María, Virgen”. Preguntó después san Pa- inmundos; y los lujuriosos son sumergidos blo cuántas eran las penas del infierno: en pozos donde sapos y serpientes les de- voran el sexo. Las ilustraciones del libro, El ángel respondió ciento e cuarenta e como ha demostrado E. Mâle,26 se convir- cuatro mil son las mayores. E las menores, tieron en el modelo para las representa- si fuesen cien varones e cada uno de ellos ciones de las penas del infierno, que de tuviesen lenguas de hierro e no fuese su esta manera aparecen en la historia del ar- vida otra sino contar las penas, tantas son te en los últimos años del siglo xv y los que antes serían escomidas23 que no con- primeros del xvi. (Ver apéndice gráfico) tasen las menores penas del Infierno.24

Unos años antes de que se imprimiera Meditaciones de las penas en Sevilla la Visión de San Pablo, el librero del infierno y editor parisino Antoine Vérard publicaba un Ars moriendi (Lart de bien mourir. Le livre Para asomarnos, apenas, al enorme cam- de bien vivre) al que añadió, en una edición po de la literatura espiritual recurriré a un posterior (1496), un Tratado de las penas reducido número de estas obras, entre la del infierno que contenía unas xilografías notable cantidad de ellas que salieron de de dichas penas, vinculando cada una de las prensas entre los siglos xvi y xviii,27 ellas con uno de los pecados capitales: los prefiriendo siempre las más difundidas por orgullosos están atados a una rueda, que considerar que tuvieron una mayor inci- gira entre altas montañas, mientras son dencia en la formación de esa sensibilidad devorados por dragones; los envidiosos religiosa atribulada por la conciencia del se encuentran sumergidos en un lago de pecado y la necesidad de la contrición –el agua helada, unos hasta el ombligo, otros dolor de corazón por la ofensa a Dios– o hasta el cuello25; los iracundos, atados de al menos de la atrición –el temor a las pe- pies y manos sobre mesas de carnicero, nas del infierno– para alcanzar el perdón. son heridos y traspasados por los demo- Al abordar el tema de la meditación del nios con todo tipo de cuchillos y objetos infierno y sus penas, la selección de las punzantes; los perezosos son devorados obras se centrará en algunos de los nume- por reptiles y dragones; los avaricio- rosos tratados de oración y meditación.28 sos son introducidos en cubas en las que El primero será el Exercitatorio de la el agua ha sido sustituida por metal fun- vida spiritual, del abad de Montserrat Gar- dido; los glotones son alimentados por cía Jiménez de Cisneros; luego el libro de los demonios con toda clase de animales los Ejercicios espirituales de Ignacio de Lo-

26 E. Mâle, L’art religieux de la fin du moyen âge en 23 Que antes se desgastarían las lenguas. France, pp. 471-475. 24 Fradejas, p. 397. 27 Melquiades Andrés presenta una relación de mil 25 Así las había visto san Pablo: “E vio san Pablo mu- doscientos títulos aparecidos entre 1485 y 1750: chas ánimas sumidas [en un río] las unas hasta las Historia de la mística en la Edad de Oro en España y sobrecejas, e las otras hasta las bocas, e las otras América, pp. 153-201. hasta el ombligo, las otras hasta los hinojos e cada 28 Todas las citas proceden de las ediciones de las día lloran durablemente e son atormentadas” (Fra- obras señaladas en el apartado final de fuentes dejas, p. 395). y bibliografía. 47 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

yola, que aunque no está pensado para la que convienen a nuestra salud. Mas tó- lectura del ejercitante sino para guiar al mase también oración, en otro sentido director, no se puede negar su amplísima más largo, por cualquier levantamien- influencia. En los tratados de oración es- to del corazón a Dios; y según esto, la tán presentes diversas escuelas: el Libro meditación y la contemplación, y cual- de la oración y meditación del dominico fray quier otro buen pensamiento se llama Luis de Granada, el Tratado de la oración también oración. Y de esa manera usamos y meditación del franciscano descalzo fray aquí este vocablo; porque la principal Pedro de Alcántara, la Escuela de oración, materia de este tratado es de la medi- contemplación y mortificación de las pasio- tación y consideración de las cosas divi- nes, del carmelita descalzo fray Juan de Je- nas, y de los misterios principales de sús María, el calagurritano, y los Exercicios nuestra fe.30 espirituales de las excelencias, provecho y necesidad de la oración mental, del cartujo Pero en esto no todos estaban de Antonio de Molina. Junto con ellos algu- acuerdo. El dominico Melchor Cano se en- nas obras de particular importancia en la frentó con Bartolomé Carranza y Luis de literatura espiritual: la Guía de pecadores Granada, también dominicos, por la dispu- del mismo fray Luis de Granada, el Audi, ta entre la oración ascética, intelectual y filia del maestro Juan de Ávila, la Intro- cristocéntrica, tradicional en la orden de ducción a la vida devota de Francisco de santo Domingo, y la más espiritual y afec- Sales y las Meditaciones del jesuita Luis tiva del Libro de la oración. Fray Luis y de la Puente, de las que se cuentan más de los que le copian, desde el franciscano cuatrocientas ediciones y traducciones, descalzo fray Pedro de Alcántara31 al je- precedidas de un tratado de oración. rónimo fray José de Sigüenza, señalan dos Los que aspiraban a una más intensa meditaciones para cada día de la sema- vida espiritual debían entrar en un camino na, una por la mañana y otra por la tarde,32 de perfección con la práctica cotidiana de unas sobre los novísimos –meditaciones la oración. No es de extrañar que la mayor fundamentales “porque de aquí han de parte de los manuales compuestos para comenzar los que de nuevo vuelven a la formación de los novicios y religiosos Dios”– y otras sobre la pasión de Cristo. nuevos contengan un tratado sobre la Las primeras versan sobre: los pecados oración en el que se dice qué es y cuántas y el conocimiento propio (lunes); las mi- partes tiene.29 Muchos no son originales y serias de la vida humana (martes); la muer- copian textos precedentes, especialmente te (miércoles); el juicio final (jueves); las el de fray Luis de Granada que comien- penas del infierno (viernes); la gloria del za diciendo: cielo (sábado); y los beneficios divinos (domingo). Las de la pasión se distribuyen Oración, propiamente hablando, es una petición que hacemos a Dios de las cosas 30 Luis de Granada, Libro de la oración y meditación, p. 3. 31 Tratado de la oración y meditación, pp. 249-359. 29 Según las distintas escuelas, seis o siete: prepara- 32 Fray José de Sigüenza coloca por la tarde las que ción, lección, meditación, contemplación, acción fray Luis de Granada y fray Pedro de Alcántara po- de gracias y petición. nen por la mañana. 48 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

de la siguiente manera: institución de la se aparta el hombre de pecar”. Con este Eucaristía (lunes); prendimiento de Cristo temor sólo nadie se podrá salvar, pues el (martes); Jesús ante los jueces (miérco- que hace el bien por temor no ama a Dios, les); Eccehomo (jueves); el misterio de la “empero hemos de considerar, que aun- cruz (viernes); la soledad de la Virgen (sá- que con este temor no esté juntamente bado); y la resurrección (domingo). la caridad, es carrera y puerta para ella, El plan, que no es nada original, re- según dice el Eclesiástico: El temor de cuerda la distribución de los temas de Dios comienzo es del amor”. Por último, el meditación en las cuatro semanas de los tercero, el temor filial, nace del verdadero Ejercicios espirituales y ya estaba presente amor a Dios y “se aparta de pecar por te- en el Exercitatorio de la vida spiritual, im- mor de la ofensa de Dios, ca de los hijos es preso en Montserrat en 1500, que Ignacio temer la ofensa del padre”. Entre los dos de Loyola pudo conocer en el monaste- últimos sitúa un temor al que llama “ini- rio antes de su estancia en Manresa.33 cial” que comparte las características de El Exercitatorio dedica la primera de ambos pues “por la ofensa de Dios y por sus cuatro partes a la vía purgativa (capí- la pena del infierno se abstiene y aparta tulos 10 a 19), precedida de una introduc- de pecar”. Todo esto no es más que una ción a los ejercicios espirituales (capítulos adaptación de la triple clasificación del 1 a 9). En el fundamento de todo el proce- amor –propio, servil, filial– que está pre- so de la vida espiritual se encuentra el sente en los autores de la devotio moder- temor, “que es principio de la sabiduría na, de Juan Tauler36 a Enrique Herp,37 pues divinal”, y a explicarlo y clasificarlo dedica la obra de García Jiménez de Cisneros se el capítulo 10,34 sustentado en las doctri- nutre, también, de las de Hugo de Balma, nas de autores monásticos35. Distingue Juan Gerson, Gerardo de Zupfen y Juan tres tipos de temor: el temor humano, el de Mombaert. temor servil y el temor filial. El primero “es El capítulo 9 es una larga enumera- malo, ca procede del mucho amor de sí ción “de las cosas que nos traen temor mismo y de la presente vida”. El segundo y siempre debemos temer”38, entre las origina el dolor de atrición pues, según san que se encuentran la incertidumbre de la Agustín, se produce “cuando por temor muerte cierta –¿dónde, cuándo, buena, del infierno, o de alguna pena temporal, mala?–, el juicio inapelable de Dios, las penas del purgatorio que, según san Agustín, exceden a cualquier pena de este 33 Ruiz Jurado, “¿Influyó en S. Ignacio el Ejercitatorio de Cisneros?”, piensa que Ignacio debió conocer, mundo, y: más que el Exercitatorio –que era un libro que los mojes no solían dar a los peregrinos– un resumen El espanto de los demonios y las penas manuscrito que contenía las meditaciones de la vía purgativa, más apropiado para preparar una del infierno, y el fuego de él, que nunca se confesión general, y que fue impreso en Montse- amatará. De ser apartado para siempre rrat en 1555 con el título de Compendio breve de exercicios espirituales. Tanto el uno como el otro conocieron múltiples reediciones y traducciones. 34 García Jiménez de Cisneros, Exercitatorio, pp. 132- 36 Instituciones, en Juan Tauler Obras, p. 445. 138. 37 Directorio de contemplativos, pp. 270-273. 35 San Anselmo, Casiodoro, Juan Casiano, san Ber- 38 García Jiménez de Cisneros, Exercitatorio, pp. 138- nardo, san Agustín, el Maestro de las Sentencias. 142. 49 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

de los muy amados ciudadanos del cie- En la meditación del miércoles41 lo. Los lloros y aullidos que tienen los “debes, hermano, pensar de las penas in- que están en el infierno, porque son sin fernales y del mismo infierno, según al- ninguna consolación; ca “son puestos así gunas semejanzas que los santos ponen como ovejas en el infierno y la muerte los sobre esto”. Deben considerarse: primero, come”39. El conocimiento y confusión de la crueldad de las penas por el crujir de sus pecados. El aborrecimiento que ten- dientes, los gemidos y las blasfemias drá de sí mismo y de todas las cosas que de los condenados. Segundo, la cantidad de son hechas en todo el mundo. La perdu- las penas, “el fuego oscurísimo que no rable pena del infierno, ca en el infier- se amatará, el frío intolerable, el hedor no ninguna redención hay. El quitamiento espantoso, las tinieblas palpables”. Allí perdurable de la holganza de la gloria será la pena en todos los sentidos corpo- y esperanza de ir a ella. La obstinación rales, cada uno será castigado en los miem- de la razón, porque el que está en el in- bros con los que pecó. Habrá también fierno está obstinado en el mal y dende una pena interior, el gusano que roe la adelante no quiere bien alguno. El crujir conciencia. Tercero, la duración de las pe- de los dientes, por la gran angustia que nas, que nunca tendrán fin. tienen los que están en el infierno. El de- El Compendio abrevia todo esto y de- tenimiento y cautividad que tienen los dica a la vía purgativa el capítulo 342, que están en el infierno, ca no se pueden sin embargo desarrolla las penas de los mover del lugar en que están cuando sentidos corporales, cuya enumeración quieren. está ausente en el Exercitatorio: Debe el hombre temer: El gusano de la conciencia que siempre roe la con- Allí los ojos deshonestos y carnales serán ciencia a los que están en el infierno, de atormentados con la vista horrible de las cosas que dejaron de hacer y de los los demonios y de aquellos que aquí mal escándalos que dieron y de los pecados amaron. Los oídos, con la confusión de que hicieron.40 las voces y gemidos que allí sonarán; las narices con el hedor intolerable de aquel Los que se inician en la vida espiritual sucio y miserable lugar; el gusto será ator- deben comenzar por la vía purgativa, para mentado con rabiosa hambre y sed; el pasar del temor servil al filial. Se ejercita- tacto y todos los miembros del cuerpo rán en la oración metódica con una serie con frío y fuego no sufrible; porque cada de meditaciones distribuidas a lo largo de sentido padezca su propio tormento y la semana: los pecados (lunes), la muer- pague su merecido.43 te (martes), el infierno (miércoles), el juicio (jueves), la pasión de Cristo (viernes), la Y es de aquí de donde lo toma Ignacio Virgen (sábado) y la gloria (domingo). para la meditación del infierno, el quinto

41 Capítulo 14, pp. 166-168. 42 Compendio breve de exercicios espirituales, pp. 15- 29; la meditación de las penas del infierno nn. 64- 39 Sal. 49, 15. 73, pp. 20-22. 40 He modernizado la ortografía, pp. 138-142. 43 Núm. 69, p. 21. 50 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

ejercicio de la primera semana, cuyos cinco Ignacio, antes de señalar los puntos puntos corresponden a los cinco sentidos: de meditación del primer ejercicio, ano- ta el modo como el ejercitante debe dis- El primer punto será ver con la vista de la ponerse para la meditación: imaginación los grandes fuegos y las áni- mas como en cuerpos ígneos. El primer preámbulo es composición vien- El segundo, oír con las orejas llantos, do el lugar. Aquí es de notar que en la con- alaridos, voces, blasfemias contra nuestro templación o meditación visible, así co- Señor y contra todos los santos. mo contemplar a Cristo nuestro Señor, el El tercero, oler con el olfato humo, cual es visible, la composición será ver piedra azufre, sentina y cosas pútridas. con la vista de la imaginación el lugar El cuarto, gustar con el gusto cosas corpóreo donde se halla la cosa que quie- amargas, así como lágrimas, tristeza y el ro contemplar. Digo el lugar corpóreo, así verme44 de la conciencia. como un templo o un monte, donde se El quinto, tocar con el tacto, es a sa- halla Jesucristo o nuestra Señora, según ber, cómo los fuegos tocan y abrasan lo que quiero contemplar. En la invisible, las ánimas.45 como es aquí de los pecados, la compo- sición será ver con la vista imaginativa y Es decir, que en la meditación que pro- considerar mi ánima ser encerrada en es- pone, se fija preferentemente en la pena te cuerpo corruptible, y todo el compó- de sentido y quiere que el ejercitante apli- sito en este valle, como desterrado, entre que a las penas del infierno los sentidos brutos animales. Digo todo el compósito de la imaginación,46 cuyo fin indica en el de ánima y cuerpo.48 segundo preámbulo a la meditación: “pa- ra que si del amor del Señor eterno me Para favorecer la composición de lu- olvidare por mis faltas, a lo menos el te- gar se puede recurrir a una imagen o a las mor de las penas me ayude para no venir páginas de un libro que ayuden al que me- en pecado”47, y para esto nada mejor que dita a estar delante de los misterios en los apelar a lo sensible. Sin embargo, para que piensa. Este método de oración, pues comprender el poco desarrollo de los pun- de oración metódica se trata, se converti- tos es necesario no olvidar que el libro rá en característico de la Compañía de Je- va destinado a quien dirige los ejercicios sús y será difundido por medio de los ejer- y que es él quien, con una plática o una cicios espirituales y la predicación.49 lectura, debe orientar la imaginación del Sin embargo, los que recurren a ma- ejercitante para que experimente en su nuales o tratados de oración y medita- alma el temor que le lleve a apartarse del pecado. 48 Ignacio de Loyola, Ejercicios espirituales, pp. 69-70. 49 La evolución de la predicación jesuítica novo- hispana desde la “retórica de las pasiones”, domi- 44 El gusano (latinismo) “gusano de la conciencia”. nada por la composición de lugar como técnica 45 Ignacio de Loyola, Ejercicios espirituales, nn. 66-70, ignaciana, hasta el sermón de corte, ha sido estu- pp. 76-77. diada por Chinchilla Pawling en diversos trabajos, 46 J. Rovira, p. 212. especialmente en De la “compositio loci” a la re- 47 Núm. 65, p. 76. pública de las letras, pp. 131-305. 51 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

ción para avanzar en la vida espiritual elemento nuevo, también sufrirán las po- encuentran desarrollados los puntos. Así tencias del alma: lo hace fray Luis de Granada en su Libro de la oración y meditación50. Después de La imaginación padecerá con la aprehen- recordar las palabas de san Buenaventura sión de los dolores presentes; la memo- sobre las penas del infierno, que se deben ria, con la recordación de los placeres “imaginar debajo de algunas figuras y pasados; el entendimiento, con la consi- semejanzas corporales que los santos nos deración de los bienes perdidos y los enseñaron”, desarrolla la meditación en males venideros. pasos sucesivos. Primero, una conside- ración introductoria sobre las penas del Tras el amplio preámbulo repasa indi- infierno, diferenciando las de daño de las vidualmente cada una de las penas con ví- de sentido, y al describir estas últimas lo vidas descripciones y referencias a la Sa- hace con las mismas palabras que encon- grada Escritura y a los Padres, sin que tramos en el Compendio montserratino51: falten los autores profanos, como Virgilio u Ovidio. Nos propone entonces que con- Allí, pues, los ojos deshonestos y carnales sideremos el lamento del condenado: serán atormentados con la visión horri- ble de los demonios; los oídos, con la ¡Oh, malaventurado deleite, y malaven- confusión de las voces y gemidos que turado trueque, y malaventurada hora allí sonarán; las narices, con el hedor y punto en que así me cegué! ¡Oh, ciego intolerable de aquel sucio lugar; el gusto, de mí! ¡Oh, miserable de mí! ¡Oh, mil con rabiosísima hambre y sed; el tacto y veces malaventurado de mí, que así me todos los miembros del cuerpo, con frío engañé! ¡Maldito sea quien me engañó, y fuego incomportable.52 y maldito quien no me castigó, y maldito el padre que me regaló; maldita la le- Y lo completa con una enumeración de che que mamé, y el pan que comí, y la penas tomadas del Moralia de san Grego- vida que viví! ¡Maldito sea mi parto, y mi rio: el frío insoportable, el fuego que no se nacimiento, y todo cuanto ayudó y sir- apaga, el gusano inmortal, el hedor in- vió para que yo tuviese ser! ¡Dichosos y tolerable, las tinieblas palpables, los azo- bienaventurados los que nunca fueron, tes atormentadores, la visión de los de- los que nunca nacieron, los vientres que monios, la confusión de los pecados y la nunca engendraron, y los pechos que no desesperación. Pero fray Luis añade un criaron!53

El siguiente paso es la consideración 50 Es la quinta de las meditaciones fundamentales: de la pena de daño, mayor que las penas Consideración de las penas del infierno, pp. 151-169. terribles de sentido, pues no es otra cosa 51 Es imposible conocer quién depende de quién: el que la privación de la vista de Dios. Compendio se publicó en Montserrat en 1555, pero como manuscrito es anterior, y el Libro de oración en Salamanca en 1554. Aunque A. Albareda apunta la existencia de una posible edición del Compendio en 1520, de la que no se conserva ningún ejemplar. 52 Pp. 151-152. 53 P. 162. 52 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

Además de estas penas, comunes conviene para aquel lugar, que atormente a todos los condenados, hay otras par- mucho y nunca acabe de atormentar.55 ticulares por las que cada uno padecerá conforme a su pecado, concluyendo la me- En 1559 ambos libros fueron incluidos ditación con la consideración de la eter- en el Catálogo de libros prohibidos, pu- nidad de las penas. blicado por el inquisidor Fernando de Val- La Guía de pecadores, en su primera dés: “Fray Luis de Granada: De la oración edición de Lisboa, fue considerada por y meditación y de devoción, y Guía de pe- muchos como una tercera parte del Li- cadores, en tres partes”. Con ellos se en- bro de la oración, un centón de piezas que cuentran los Comentarios de Bartolomé había redactado con anterioridad, que se Carranza, el Audi, filia de Juan de Ávila, el gestó inmediatamente después de la apa- Tratado de la oración e impedimentos della rición del Libro. Hay, por tanto, un claro de Francisco de Borja. Como consecuen- paralelismo entre ambos. Su primer libro cia, fray Luis reelaborará ambas obras, trata de la vía purgativa, de la conversión más la Guía que el Libro, que aparecerán del pecador, por lo que los primeros ca- en su versión definitiva en Lisboa en 1566, pítulos abordan los temas de las medita- el segundo, y 1567, la primera con una ad- ciones fundamentales del Libro: la consi- vertencia en el frontispicio: deración de la muerte (cap. 2), el juicio (cap. 3), la gloria (cap. 4), y las penas del Este libro, cristiano lector, sale agora a infierno (cap. 5), donde se repiten algu- luz añadido y emendado y cuasi hecho nos de los pasajes presenten en el Libro y nuevo por su mismo autor: impreso con la añade otros nuevos, como éste: aprobación y licencia este año de 1567, y por eso puede correr y ser leído de todos. Esta muchedumbre de penas nos signifi- ca la escritura divina cuando dice que en En la nueva redacción, la considera- el infierno habrá hambre, sed y llanto y ción de las penas del infierno pasa al capí- crujir de dientes y cuchillo dos veces agu- tulo décimo, el último de la primera par- do y espíritus criados para venganza y te, y cambia tanto la composición como serpientes y gusanos y escorpiones y mar- la extensión. tillos y asensios54 y agua de hiel y espíri- El Tratado de oración y meditación de tu de tempestad, y otras cosas seme- fray Pedro de Alcántara es una recopila- jantes, por las cuales se nos figura la ción hecha a partir del Libro de la oración muchedumbre y trerribleza espantosa y del segundo volumen del la Guía de de los tormentos de aquel lugar. Allí tam- pecadores de fray Luis de Granada y alcan- bién habrá aquellas tinieblas interiores y zó una amplísima difusión, contándose exteriores, para cuerpos y ánimas, muy más de ciento setenta ediciones. La medi- más oscuras que las tinieblas de Egipto tación de las penas del infierno56 tiene co- que se podían palpar con las manos. Allí mo objeto que “se confirme en tu ánima habrá fuego, y no como el de acá que ator- menta poco y acaba presto, sino como 55 Luis de Granada, Guía de pecadores, f. 23v. 56 Pedro de Alcántara, Tratado de oración y medita- 54 Ajenjo, bebida amarga. ción, pp. 275-278. 53 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

el temor de Dios y el aborrecimiento del nos que, después de Trento, no podía pecado”, y sigue fielmente el texto del do- admitirse.58 minico: la cita de san Buenaventura, los Tras informarse del alcance de la dos tipos de penas, de sentido y de daño, prohibición, acometió la revisión del libro, la exposición detallada de cada uno de los que debió estar terminada a finales de cinco sentidos y las potencias del alma, pa- 1564 pues al año siguiente ya circulaban ra concluir en la eternidad de las penas: copias manuscritas. El Maestro Ávila mu- rió el 10 de mayo de 1569, por lo que la Pues en esta duración, en esta eternidad segunda versión de Audi, filia salió de querría yo, hermano mío, que hincases las prensas toledanas de Juan de Ayala los ojos de la consideración y que, como en 1574 al cuidado de dos de sus discí- animal limpio, rumiases ahora este paso pulos.59 Las dos versiones tienen algunas dentro de ti, pues clama en su Evange- diferencias, pero en lo sustancial la doc- lio aquella eterna verdad diciendo: “El trina espiritual de la primera versión era cielo y la tierra faltarán, mas mis palabras sana, segura y tradicional. Para andar por no faltarán”.57 el camino de la perfección son necesa- rios: oración vocal, ayunos, vigilias, limos- El Audi, filia es una de las obras más im- nas, el recurso a los santos, la lectura de portantes de la literatura espiritual. Juan libros piadosos y la ayuda de imágenes de Ávila se ocupó en su redacción casi toda devotas. Destinada a los que ya han deja- su vida, iniciándolo durante su estancia en do atrás la vía purgativa, no encontramos Sevilla, tras salir de las cárceles secretas en ella meditaciones sobre las penas del de la Inquisición en julio de 1533, respon- infierno, aunque sí la de la muerte: diendo a los ruegos de una religiosa que le pidió una reglas de bien vivir, tomando Cap. 60. De lo que aprovecha para el como arranque las primeras palabras del propio conocimiento la meditación de la salmo 44: Audi, filia, et vide et inclina aurem muerte, y del modo de meditar en lo que tuam. El libro estaba terminado en 1556, toca al cuerpo. Cap. 61. De lo que se ha de circulando manuscrito, y sin que el autor considerar en la meditación de la muer- lo supiera fue impreso en Alcalá de He- te acerca de lo que sucederá al alma, para nares por Juan de Brocar a iniciativa del aprovechar en el propio conocimiento. librero Luis Rodríguez. Pero en 1559 apa- reció incluido en el Catálogo de libros A finales del siglo xvi queda fijada la prohibidos. La razón no fue, indica Sala doctrina propia de la espiritualidad jesuí- Balust, que tratara de enseñar a todos la tica con la publicación de la carta del pre- oración y la meditación, sino principal- pósito general, el P. Claudio Aquaviva, so- mente por contener una doctrina sobre bre la oración (1590) y el Directorio para los la justificación expuesta en unos térmi-

58 L. Sala Balust, “Vicisitudes del Audi, filia…”, pp. 126-127. 57 Este párrafo falta en la primera edición del Trata- 59 El mismo año de 1574 apareció otra edición en Ma- do, fue añadido en las ediciones posteriores. drid, y al año siguiente una más en Salamanca. 54 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

ejercicios espirituales (1599). Como con- distribuidas con el esquema de las cuatro secuencia se multiplicaron los libros de semanas de los ejercicios.62 espiritualidad escritos por jesuitas, que Las meditaciones de la vía purgativa combinan lo doctrinal y lo práctico, en- son treinta y seis en total, dedicando una cuadrando las clásicas vías –purgativa, al infierno (núm. 16) y otra a las penas del iluminativa y unitiva– en las cuatro se- infierno (núm. 17). La primera considera, manas de los ejercicios espirituales. en sus seis puntos: la eternidad de las pe- Sin duda uno de los autores que más nas, lo terrible del lugar, sus moradores ha influido en la formación de la sensibi- y atormentadores. Comienza con la de- lidad espiritual postridentina ha sido el finición del infierno: “es una cárcel per- jesuita Luis de la Puente, autor de una de petua, llena de fuego y de innumera- las obras más difundidas, Meditaciones bles y terribles tormentos para castigar de los misterios nuestra santa fe (Vallado- perpetuamente a los que mueren en pe- lid 1605), de la que se conocen trescientas cado mortal”63. El punto segundo presen- ochenta ediciones, completas o en com- ta la eternidad de las penas. El tercero su pendio, en diversas lenguas,60 además de invariabilidad: múltiples adaptaciones pues son muchos los autores que han construido sus obras [...] considera la continuación e invariabi- espirituales tomando los materiales de lidad de las penas, que anda junta con la las meditaciones del P. La Puente.61 eternidad. Ponderando cómo las penas La obra original comienza con una de tal manera durarán para siempre que amplia introducción que es un tratado de serán continuas, sin interrupción, e inva- la oración mental (pp. 1-48), a la que si- riables, sin disminución.64 gue la primera parte, en la que se encuen- tran las meditaciones de la vía purgativa, El punto cuarto propone la considera- las de los pecados y las postrimerías (pp. ción de lo terrible del lugar, con imágenes 49-245), que son las que nos interesan. ya conocidas: lugar oscuro, con tinieblas La segunda parte reúne las meditaciones espesas, un fuego que abrasa pero no sobre la vida de Cristo, hasta su bautismo alumbra, con un hedor abominable. El quin- (pp. 246-424). La tercera contiene las me- to punto presenta la miseria, desventura y ditaciones de la vida pública de Cristo desconcierto de sus moradores. El sexto (pp. 425-772). No es de extrañar que casi y último, lo terrible de los tormentos y los inmediatamente se presentara una selec- verdugos infernales que los aplican. ción de estas meditaciones, el Compendio,

60 En español, 35 completas y 46 en compendio; en 62 Compendio de las meditaciones del padre Luis de la francés 108; en italiano 62; en latín 40; en alemán Puente, de la compañía de Jesús. Compilado por el 34; en flamenco 27; en inglés 8; en portugués 7; padre Nicolás de Arnaya, de la misma Compañía. en polaco 6; en bohemio 2; en árabe 1. Provechoso para personas de cualquier estado, 61 Valga como ejemplo: Arca de salvación o sea Curso deseosas de su salvación. Valencia, por Juan Crisós- de meditaciones espirituales para todo el año sa- tomo Garriz, 1617. El P. Nicolás de Arnaya pasó a cadas en mayor parte de las obras del V. P. La México, donde fue provincial. (R. H. Valle, “Jesuitas Puente, ordenadas y adicionadas por el Rdo. P. Ra- de Tepozotlán”, p. 166). món Genover. 3 tomos, Madrid, Imprenta de A. 63 Luis de la Puente, Meditaciones…, pp. 142-143. Pérez Dubrull, 1888. 64 P. 1 45. 55 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

La segunda meditación es sobre las Nunca. ¿Cuándo saldré de aquí? Nunca. penas del infierno, tanto la de sentido ¿Quién me sacará de aquí? Nadie. ¿No como la de daño. Sigue el esquema igna- hay remedio? No. ¿Quién me consolará? ciano considerando cómo sufrirán cada Nadie. ¿Quién, siquiera, se compadecerá uno de los sentidos corporales para pasar de mí? Nadie. ¿Qué no hay consuelo? No. después a las potencias del alma y concluir ¿Qué no hay alivio? No. ¿Y habrá espe- con la pena de daño. El fruto que se ha de ranza alguna? No.66 seguir de ambas meditaciones es “echar hondas raíces en los afectos del temor de En 1613 apareció en Barcelona la obra Dios y el aborrecimiento de los pecados”65. del cartujo Antonio de Molina, Exercicios Otros jesuitas publicarán florilegios espirituales de las excelencias, provecho y de meditaciones reducidas a la vía purga- necesidad de la oración mental, que cono- tiva, la de la primera semana de los ejer- ció una amplia difusión.67 Dividido en dos cicios; tal es el caso del P. Francisco de partes, la primera –con tres tratados– se Salazar cuyos Afectos y consideraciones ocupa de la oración, de sus partes y de la sobre las cuatro postrimerías aparecieron meditación, respectivamente. La segun- en Madrid en 1628 y que fueron reitera- da propone los distintos ejercicios –tam- damente publicados, siempre en formato bién en tres tratados– con sus respecti- manual, y destinado a un público creciente vas meditaciones: las fundamentales, en que practica los ejercicios espirituales, los el primero, y las de la vida y pasión de días de retiro o realiza cotidianamente Cristo, en los otros dos. oración mental. La meditación del infier- Los tratados de la primera parte en- no, sigue muy de cerca al P. La Puente en cierran la doctrina de la oración mental y los puntos, pero se hace más afectiva en las en uno de sus apartados se explicitan los consideraciones en las que, con una retó- afectos que se ejercitan con cada una de las rica barroca, quien medita entre en diá- meditaciones. Con la de las penas del in- logo con su alma: “¡Oh, alma, qué sentirás fierno se toma conciencia de la fealdad cuándo ya sin esperanza de misericordia del pecado, se desarrolla el temor a dichas te veas rodeada de los demonios y que te penas, se toma propósito de evitar todo llevan por suya al infierno!” Son enton- pecado, se conoce el rigor de la justicia di- ces frecuentes las exclamaciones y las pre- vina, se cobra ánimo para despreciar los guntas retóricas encaminadas a alcanzar regalos superfluos y los deleites de esta los afectos deseados: vida, se fortalece la voluntad para llevar a cabo actos de penitencia y mortificación, ¡Ay de mí! Que me abraso, que me abra- se agradece a Dios el haberte librado de so, que me muero, que me muero, que las penas y, por último, se acrecienta el reviento de dolor, que no lo puedo sufrir amor a Dios que se porta como un padre.68 un punto, que un momento se me hacen cien mil millones de años. ¿Cómo lo sufri- 66 Francisco de Salazar, Afectos y consideraciones…, ré por toda la eternidad? ¿Cuándo se aca- pp. 237-238. bará esto? Nunca. ¿Cuándo se aliviará? 67 Se conocen al menos 39 ediciones en español, además de traducciones al latín, francés, italiano y portugués. 65 P. 154. 68 Ff. 108-109. 56 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

En la segunda parte se presentan las torial,71 publicándose una segunda edición tres meditaciones de las penas del in- en 1609 y una tercera en 1610. Rápida- fierno, incluidas en el quinto ejercicio.69 La mente se trasladó a las principales lenguas primera trata de la gravedad de las penas europeas. En 1618 se publicó en Bruselas del infierno, la segunda de las penas de los la primera de sus casi cien ediciones en sentidos exteriores, la tercera de las que español, en versión de Sebastián Fernán- sufren los sentidos interiores del alma, dez Eizaguirre. A lo largo del siglo xvii todas ellas prolijas y llenas de referencias se publicaron traducciones de Francisco a la Sagrada Escritura y a los Padres en de Quevedo (1634) y Francisco de Cubillas sus consideraciones, concluyendo con el (1663), de cuya versión se hicieron treinta afecto que se ha de sacar de la medita- y cinco ediciones; a finales del xviii, a ción. La descripción del infierno que hace instancias del cardenal Lorenzana, Pedro es ésta: de Silva haría una nueva traducción (1793) de la que hay más de veinte ediciones a lo Considérale pues como una caverna o largo del siglo siguiente. Se puede afirmar seno muy ancho en medio de la tierra, que aunque la Introducción sea una obra cerrado por todas partes, sin que pueda de espiritualidad francesa ha tenido gran entrar un solo rayo de luz ni de aire, oscu- influencia en el mundo hispánico. rísimo en gran extremo porque, aunque En el origen de la obra, como ocurriera está lleno de fuego es de tal condición con Audi, filia, se encuentra la solicitud por virtud divina que atormenta y no de una mujer, la señora de Charmoisy, a alumbra sino para ver las cosas que han la que dirige espiritualmente.72 Se trata, de atormentar…70 pues, de una guía para iniciarse y avanzar en la vida espiritual.73 La Introducción se Para seguir con los restantes sentidos, divide en cinco partes, cada una de las en una enumeración de penas que ya co- cuales contiene diversos “avisos y ejerci- nocemos: el oído (ruidos, voces, llantos, cios”. La primera se correspondería con la gemidos), el olfato (pestilente olor, azufre, hedor de corrupción), el tacto (el fuego y el hielo), el gusto (hambre y sed, bebidas 71 El preámbulo de la edición crítica de Annecy habla de más de mil. amargas, hiel y ajenjo). Por último, las pe- 72 “No ha sido iniciativa mía el publicar esta Introduc- nas del alma de las cuales la mayor es la ción. Un alma noble y virtuosa, habiéndole Dios pena de daño, la privación de la visión de infundido la gracia de aspirar a la vida devota, me solicitó una especial ayuda para lograrlo” (Fran- Dios. Y todo esto por toda la eternidad. cisco de Sales, Introducción…, p. 11). Un sentido totalmente distinto tiene 73 El adjetivo “devota” hace referencia a la vida cris- la última obra que consideraré, La intro- tiana vivida de manera coherente, es decir, a la búsqueda de la perfección. La novedad de la obra ducción a la vida devota de Francisco de es que abre este camino también a los seglares Sales, obispo de Ginebra; aparecida por que pueden, con estos ejercicios, introducirse el primera vez en enero de 1608, en Lyon, se camino de la santidad, que hasta entonces –se pensaba– estaba reservado a los religiosos. Así convertirá de inmediato en un éxito edi- lo afirma en el prólogo: “Mi intención es instruir a los que habitan en las ciudades, viven entre sus familias o en la corte y, por su condición, están obli- 69 Ff. 151-158. gados a profesar una vida común en cuanto a lo 70 F. 153v. exterior” (p. 10). 57 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

vía purgativa; las tres siguientes con la vía meditaciones de los novísimos, y en espe- unitiva –la segunda señala los fundamen- cial la del infierno y sus penas. Las tres vías tos para avanzar en la vida espiritual: la de la devotio moderna marcan las etapas de oración y los sacramentos; la tercera, un camino que recorrer cuya meta es el continuación de la anterior, el ejercicio amor de Dios. Las meditaciones de la pri- de las virtudes; la cuarta trata de los peli- mera etapa no alimentan el temor sino gros y tentaciones que asaltan a quien as- que deben llevar a un proceso de elección pira a una vida devota–; y la última con la –dejar la vida mundana por la vida espiri- vía iluminativa. tual–, muy claro en los Ejercicios espiritua- Así pues, en la primera parte es donde les y también señalado en la Introducción se encuentran las distintas meditaciones a la vida devota. para iniciar el proceso de purificación del Sin embargo, cuando en la Compañía alma, entre ellas las de los novísimos, comienzan a redactarse los Directorios pa- siendo la séptima la meditación del in- ra los ejercicios espirituales se aprecia ya fierno.74 No hay en ella ninguna de las ex- un cambio. Determina el Directorio oficial, presiones vistas más arriba. Se abre con publicado por el P. Aquaviva en 1599: una sencilla composición de lugar: “Imagí- nate una ciudad tenebrosa, envuelta en A estos cinco ejercicios de N. P. Ignacio pez y fuego, habitada por ciudadanos que [los de la primera semana] se pueden no pueden salir jamás de ella.” Le siguen añadir otros, según se dice al fin del quinto tres consideraciones breves, la primera ejercicio, como de otras penas del pecado, hace referencia a las penas de sentido: de la muerte, del juicio o de otros tormen- tos del infierno; y aun parece que estos [...] sufren tormentos indecibles en todos rarísima vez se han de omitir, porque sus sentidos y en todos sus miembros; tienen mucha importancia para arrancar pues, como emplearon todos sus miem- al alma del desordenado amor a estas bros y todos sus sentidos en pecar, su- cosas visibles; y en estas meditaciones fren en ellos las penas del pecado. concibe el alma el santo temor del Señor, que da como fruto el espíritu saludable La segunda, sobre la pena de daño: [de la salvación].75 “existirá otro mucho mayor, que es la pri- vación y pérdida de la gloria de Dios”. Y la La especificación de “otros tormen- tercera, sobre la eternidad de las penas: tos del infierno”, el “parece que éstos ra- “circunstancia que por sí sola hace al in- rísima vez se han de omitir” y la pondera- fierno insoportable”. Termina con tres ción de la “mucha importancia”, son una breves afectos y resoluciones como fruto interpretación de las aclaraciones de Igna- de la meditación: el rechazo del pecado, cio a los ejercicios.76 Pero ya para enton- en adelante. ces, todavía en vida del santo, circulaban En resumen, del análisis de las obras precedentes se desprende la existencia de un desplazamiento en los fines de las 75 La cursiva es mía. Los Directorios de ejercicios, p. 350. 76 I. Iglesias, “La escatología que vivió Ignacio de Lo- 74 Pp. 41-43. yola”, p. 271. 58 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

entre los ejercitadores textos de la medi- sermones “de dominica” aparecían, con tación de la muerte (obra, al parecer, del frecuencia, otros de las principales fiestas Dr. Ortiz) y del juicio (obra de Polanco), del Señor, de la Virgen, de los santos y concebidas en el estilo y esquema de las de difuntos.78 meditaciones del libro de los Ejercicios. In- Pero el tema de las penas del infierno cluso se prodigan peticiones de que dichas no forma parte del catálogo de esta pre- meditaciones sean incorporadas al tex- dicación ordinaria, sino que encuentra to mismo y reciban carácter oficial, aun- su lugar en la de carácter extraordinario que reconocen que las meditaciones de de las misiones populares, realizadas por la muerte, el juicio y el infierno, producen verdaderos especialistas. Los misioneros más bien tristeza y temor. demostraban un gran conocimiento de Más tarde la popularización de los la psicología popular y empleaban una ejercicios espirituales, cuyo exponente oratoria simple, que hablaba al corazón, más significativo han sido históricamente combinada con una amplia serie de re- las misiones populares, robustecerá no cursos efectistas y teatrales. pocos de estos aspectos, con una fuerte Toda la misión responde a un plan carga de catarsis –el temor a las penas del que tiene como fin lograr una confesión infierno– buscada en sí misma en orden a general (de toda la vida) como punto de la purificación de la confesión y no como partida de una reforma de vida individual.79 primer paso de la vida espiritual. La duración se sitúa entre los siete y los quince días, pues más allá de las dos sema- nas era imposible mantener el estado de Sermones de las penas excitación que conducía al éxito de la mi- del infierno sión, medido en el número de confesiones generales realizadas.80 El objetivo pri- En Trento se impuso a los párrocos la obli- mario de las misiones es conseguir la con- gación de la predicación y la enseñanza del versión, expresada en la recepción de los catecismo. La primera debía versar sobre sacramentos de la penitencia y la eucaris- los artículos de la fe, los sacramentos, la tía, lo que explica que los misioneros se- práctica de las virtudes y todo lo concer- leccionen los temas de sus sermones entre niente a la salvación de las almas. Se había los de la vía purgativa y que las misiones de fundamentar sobre la Sagrada Escri- se conviertan en una versión de la primera tura y las enseñanzas de los Santos Pa- dres.77 Como no todos los que tenían en- comendada la cura de almas contaban con 78 F. Herrero Salgado y M. A. Núñez Beltrán, Predica- la preparación y la facilidad para la predi- dores y sermones en España, han catalogado 8.688 sermonarios y sermones impresos, clasificándo- cación cotidiana, pronto aparecieron co- los por tipos y temas. lecciones de sermones que se ajustaban 79 El tema de las misiones populares ha entrado con al ciclo del año litúrgico. Junto a estos fuerza en el panorama historiográfico, como mues- tran los trabajos, entre otros, de Gómez Navarro, Herrero Salgado, Peñafiel Ramón, Rico Callado y Tellechea Idígoras, en España, y de Chinchilla 77 Concilio de Trento, Sesión V, Segundo decreto Pawling, en México. de reforma: Sobre la lectura y la predicación de la 80 J. W. O’Malley, “Misiones populares”, en DHCJ, vol. S. Escritura. 3, pp. 2691-2696. 59 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

semana de los ejercicios espirituales.81 en la iglesia fue tal, que de oír desde fuera No solía faltar un sermón de la confesión las mujeres lo que hacían los hombres general, pues el fin último de la misión es se volvían a llorar y sollozar tanto, que se la preparación para realizarla con fruto y oían de muy lejos. Algunas vi yo que te- por lo tanto los sermones y las pláticas van nían los ojos hinchados de llorar. Hom- encaminados a excitar en los oyentes los bres había que se disciplinaban con tal sentimientos de contrición o, al menos, fuerza que al fin de la disciplina caían los del temor de la atrición.82 desmayados. Las bofetadas que se daban A lo largo del siglo xvii destacan las en los sermones al sacar el Santo Cristo, figuras de algunos misioneros apostóli- eran con tan buena gana, que se acarde- cos jesuitas: el padre Alonso de Andrade nalaban las mejillas.85 (1590-1672), que misionó en Castilla La Nueva, Andalucía y Extremadura, autor de El método del padre Jerónimo López un libro de meditaciones que tuvo amplia fue después desarrollado y adaptado por difusión;83 el padre Jerónimo López (1589- otro famoso misionero jesuita, el padre 1658), del que se dice que predicó más Pedro de Calatayud (1689-1773), de cuya de mil trescientas misiones a lo largo de actividad nos ha dejado un relato auto- cuarenta años;84 y el padre Tirso González biográfico86 así como una colección de plá- (1624-1705), que se inició en este ministe- ticas y sermones de misión.87 Acostum- rio con el P. Jerónimo y que desde 1687 braba entrar en los pueblos, crucifijo en sería el XIII general de la Compañía. Solían mano, al anochecer; congregaba a la gen- recurrir a elementos espectaculares du- te y empezaba a formar procesión que, con rante la predicación, para crear un clima faroles y hachas encendidas, recorría las de tensión emocional: empleo de crucifijos calles mientras los misioneros cantaban y calaveras, representaciones pictóricas coplas piadosas. En la plaza, hacía el pa- del infierno, procesiones nocturnas que dre Calatayud fervoroso sermón al pue- concluían en un acto de contrición. El pa- blo reunido, terminando con un acto de dre Tirso González da cuenta del efecto contrición. A lo largo de los días de la mi- que estos actos producían: sión, los sermones sobre los novísimos y las verdades eternas se alternaban con Los llantos, lágrimas y pedir a voces mi- instrucciones catequéticas.88 Veinte ser- sericordia, casi en todos los sermones, ha mones componen su programa:89 1) Intro- sido cosa singular. Y el fervor con que dos ducción primera a la misión. 2) Introduc- veces en cada misión se juntaban más de ción segunda. 3) Del pecado mortal. 4) Del cuatrocientos hombres a tomar disciplina número de los pecados. 5) De la muerte

81 M. Ruiz Jurado, “Ejercicios espirituales”, en DHCJ, 85 Citado por R. García-Villoslada, Historia de la Com- vol. 2, p. 1228. pañía de Jesús, 1540-1940, Madrid, Compañía Bi- 82 El P. Calatayud compuso un pequeño librito: Modo bliográfica Española, 1954, p. 441. práctico y fácil de hacer una confesión general, 86 BNE Madrid, Ms 5838, Noticia de mis misiones des- Zaragoza, Francisco Moreno, 1751. de el año 1718 hasta el de 1730. 83 Meditaciones diarias de los misterios de nuestra 87 BNE Madrid, Ms 4503, 5587, 5844, 5870 y 6313. santa Fe, Madrid, 1660. Se conocen siete ediciones. 88 El mismo P. Calatayud explica su método en Arte y 84 Gentilli, “El padre Jerónimo López, «Maestro y méthodo de hacer misiones, Madrid, 1754. caudillo de misioneros»”. 89 BNE Madrid, Ms 5847. 60 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

del justo y del pecador. 6) Del juicio par- por título “Sermón del infierno”. El tema ticular. 7) Del sexto mandamiento. 8) Del es “Discedite a me, maledicti, in ignem infierno, o de las penas del infierno. 9) aeternum, qui paratus est diabolo et an- Del número de los predestinados. 10) Del gelis eius (Mt. 15)”. Comienza diciendo juicio final. 11) Del amor a los enemigos. que “este sermón de esta tarde es de las 12) De la gloria. 13) De las ánimas. 14) De penas del infierno”, pero antes de entrar la devoción a María Santísima. 15) De las en materia dirá un punto sobre la confe- redes. 16) De las señales de los réprobos. sión general (al margen indica: “Explícase 17) De la deshonestidad. 18) Del infierno con un símil la diligencia que basta para de un alma en pecado. 19) De los dolo- examinarse para la confesión general”). res de María Santísima. 20) De la pasión Tras él comienza la explanación del tema de Cristo. siguiendo los siguientes puntos: “Cegue- La sola enumeración de los temas de dad de los que pecan. Símil”, “Declárase los sermones pone de manifiesto el bajo para qué creó Dios el infierno. Símiles”, nivel de la educación religiosa de los fie- “Almas en el infierno por un solo pecado”. les, al tiempo que señala la raíz de los Presenta luego una descripción del in- defectos que se pretenden corregir. La ex- fierno dividido en “las nueve calles o dife- posición de la doctrina cristiana se reduce rencias del infierno”: a lo incluido en las cartillas, es decir, los formularios más usuales de la fe. No se Dice san Agustín que el cielo es Jerusalén pretende realizar una catequesis comple- celestial y el infierno Babilonia. En el cie- ta, que es obligación ordinaria de los pá- lo ponemos nueve coros y en el infierno rrocos, sino producir en los fieles una hallamos nueve nombres que explican conmoción que les lleve a un cambio de los tormentos externos. Y por que mejor vida. Y el modo más efectivo es recurrir al nos acordemos las podemos llamar las sermón de los novísimos: el juicio perso- nueve calles del infierno. La primera calle nal tras la muerte y la suerte que aguarda del infierno se llama abismo; la segunda a los condenados. Con este sistema, los el estanque; la tercera el pozo; la cuar- resultados son más espectaculares cuan- ta el horno; la quinta el humo; la sexta to más dramática es la exposición. el hielo; la séptima el gusano; la octa- ¿Cómo era el sermón de las penas del va el carnerario; la novena la tiniebla. ¡Lí- infierno del padre Calatayud? He con- brenos Dios de poblar estas calles!92 sultado dos versiones manuscritas del mismo90 y tienen un contenido idéntico Inmediatamente va señalando, una aunque en una de ellas, mediante las anota- por una, cada una de las calles: de qué ciones marginales, se puede ver rápida- pasaje de la Escritura o de los Padres pro- mente la estructura del sermón91. Lleva cede el nombre y cuáles son las caracte- rísticas de las penas que en ellas padecen los condenados. Así, “los que quiebran el 90 BNE Madrid, Ms 5847, ff. 74v-82v y Ms 5870, ff. 50-57v. No lo transcribo por su extensión. Un sexto y noveno mandamiento vendrán a ejemplo novohispano de sermón del infierno parar a un estanque de azufre y fuego”. puede verse en Chinchilla, “La transmisión de la verdad divina”, pp. 360-362. 91 Es el Ms 5870. 92 F. 51. 61 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

Al tratar del horno es el momento de con- El jurador y murmurador, el que dice pa- siderar la eternidad de las penas:93 labras deshonestas, estará diciendo: La lengua fue el cabestro por donde el dia- Considera, hermano, que esta noche es- blo me ha traído al infierno. El que no qui- tando todos los de esta ciudad durmien- so perdonar a un enemigo dirá: ¡Oh lo- do viniese el ángel de tu guarda y te des- cura! ¡oh cuán barato me pudiera yo haber pertase y te llevase a un horno de esta salvado y salir de mis pecados con per- ciudad y, durmiendo los de aquella casa, donar a mis enemigos y contrarios y el ángel abriese la puerta y te dijese: Ve y confesarme bien! No tuve ojos para ver abre la boca de aquel horno. Y tú fueses mi remedio. Éste será el gusano que no y quitases la tapa y vieses el horno lleno morirá, según sentencia de Cristo.95 de fuego, y vieses siete hombres allí con argollas de hierro encendido al cuello y La octava calle es el carnerario, “o cis- clavadas en la pared del horno. Y tú les terna de muertos”, que procede del ver- preguntas: ¿Quiénes sois vosotros, mise- sículo final de Isaías: “Exibunt et videbunt rables? Y ellos te responden: Siete hom- cadavera, que los santos del cielo se aso- bres somos que estamos aquí por siete marán a aquellos soberanos balcones y pecados mortales. Y ¿cuándo habéis de mirarán los cuerpos muertos, esto es los salir de aquí? Nunca. Si esto vieses ¿no condenados”.96 Por último, la novena es se te quitaría la gana de pecar?94 la tiniebla, que es no ver a Dios o lo que es lo mismo, la pena de daño, que también El tomento del gusano de la concien- explica por medio de un símil. El sermón cia son los remordimientos de los con- llega a su clímax recurriendo a uno de los denados, que explica con un ejemplo y una efectos dramáticos: sacar ante el audito- consideración sacada de él, para descen- rio la pintura de un alma condenada. der luego a los pecados particulares, fácil- mente entendibles por el auditorio, con No me doy por contento, señores, de lo objeto de lograr su aborrecimiento: que hemos hablado ahora del infierno, veo que con grandísima facilidad bajan Así, hermano, puedes considerar que el los hombres allá. Entre todas las cosas del amancebado está siempre diciendo: Por mundo ninguna me espanta más que ésta, fulana me estoy quemando; por fulana la facilidad con que se comete un pecado estoy en el infierno. El que calló algún mortal. Muchas veces he pensado qué pecado por vergüenza, lo está diciendo traza habrá para remediar tan gran mal, a voces: Porque hice este pecado en tal que es el mayor que hay en el mundo, y he rincón y no lo confesé, me condené. El que reparado que a los predicadores antiguos no quiso pagar lo que había hurtado dirá: les mandaba Dios salir de paso algunas Por treinta reales estoy al lado de Judas.

95 F. 52v. 93 Al margen anota: “Disímiles y símiles para explicar 96 “Et exibunt et videbunt in cadavera virorum la duración de las penas. Consideración de la eter- qui prevaricati sunt in me; vermis eorum non nidad de las penas del infierno”, f. 51v. morietur, et ignis eorum non extinguetur et erunt 94 Al margen anota: “Fruto de esta consideración es usque ad satietatem visionis omni carni” (Is, no pecar”, f. 52. 66,24). 62 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

veces. El profeta Ezequiel subió un día a de tener fin los tormentos del infierno, predicar con una navaja y una espada, un para siempre, para siempre fuego que peso y un brasero de fuego, y delante de nunca se acaba. Y así ¿hay alguien que qui- todo el pueblo se cortó el cabello de la era pecar?” Tras otro apólogo termina cabeza y barbas y con el peso los pesó y el sermón: dividió en tres partes iguales, y la tercera la arrojó al viento, la segunda pasó a cu- No hay sino dos mesones, no hay sino chillo y la primera la quemó, y dijo Iste est dos posadas donde hemos de ir a parar: Hierusalem,97 esta es Jerusalén, una parte o al cielo, para siempre, o al infierno, para será quemada, otra degollada y la terce- siempre. Por ventura el corazón te tiembla ra irá en cautiverio y desastre. Y vemos y me dirás ¡Ay de mí! Y ¿qué remedio me también que la Iglesia no se contenta con queda? He pecado mucho y según la pre- leer los evangelios, sino que manda pintar sente justicia me veo condenado a las las mismas cosas del evangelio. Así que no penas del infierno. Te respondo que el sólo predica la Iglesia a los oídos sino remedio lo tienes en Cristo y en su Ma- también a los ojos. Supuesto esto, he he- dre, arrójate a los pies de la Virgen y di cho pintar en un lienzo un alma que está conmigo el acto de contrición. penando en el infierno para predicaros a los ojos, ya que no basta a los oídos. En el Ms 5870 viene a continuación Espantarte has, hermano, de ver esta una “ponderación de las penas del in- figura y te causará horror el ver esta ima- fierno” y en la nota marginal se señala que gen, más yo te digo que si estás en peca- es “otra consideración del P. Palencia”. do mortal tú eres éste. Pregúntale: ¿por Se trata de una descripción de lo que su- qué estás ahí, desdichado?...98 frirán cada uno de los sentidos: los ojos, el oído, el olfato, el gusto y el tacto; a Continúa el sermón, ante la vista de la los que siguen las penas del alma con los pintura, con una serie de preguntas y res- sufrimientos de las potencias: la memoria, puestas sobre algunos pecados, los mis- el entendimiento, y la voluntad, con el mos que se han puesto como ejemplo en gusano de la conciencia. Tras lo cual se la calle del gusano de la conciencia: por pinta un alma condenada: ocultar los pecados en la confesión, por no perdonar a los enemigos, por el vicio de ¡Oh, quién os pudiera traer aquí en me- la lengua (murmurar, maldecir, usar pala- dio una de las muchas almas que penan bras torpes), por hurtar y no pagar lo que en aquel lugar por menos pecados que los debía, por amancebado y por deshonesto. que muchos de vosotros tenéis cometi- Entonces invita a preguntar al alma con- dos! Que la vierais sentada en una silla de denada por los tormentos que sufre –el fuego, negra más que el carbón, echando fuego, el gusano, la compañía de los de- por los ojos, boca y narices humo y espa- monios, cada uno de los sentidos cor- dañas de fuego. Su cuerpo, podrido y he- porales– “para que entiendas que no han diondo, cubierto de gusanos y serpien- tes; en lugar de cabellos, un manojo de víboras. Y aquellos crueles verdugos con 97 Ezequiel, capítulo 5, versículo 1-5. (Ez 5,1-5) 98 Ff. 54v-55. los martillos en las manos martillando en 63 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

ella como en un yunque haciéndola el son famoso misionero popular de la segun- y para que ella cante y entone la música da mitad del siglo xviii en España, di- de Babilonia: Pereat dies in qua natus fundiéndose el culto a la advocación por sum et nox in qua dictus est conceptus toda Andalucía. est homo.99 La segunda tiene su origen en la ciudad de Palermo, en la isla de Sicilia, Con el comentario del versículo del mandada pintar por el misionero jesuita libro de Job, ponderando lo terrible de las Juan Antonio Genovesi. El culto de la nue- penas del infierno y su eternidad, da fin a va advocación se extendió rápidamente la consideración. –primero en Sicilia, luego en Italia y Es- paña– antes de que el padre Genovesi muriera de peste en junio de 1743, con fama de santidad, siendo maestro de no- Representaciones de las penas vicios y Rector del Colegio de Mesina. del infierno Para entonces la difusión de la nueva ad- vocación está vinculada, más que a las Aunque sea imposible saber qué pintura misiones populares, a las Congregaciones mostraba el padre Calatayud en la pre- Marianas que funcionan en todos los Co- dicación del sermón de las penas de in- legios de la Compañía. En 1737 ya estaba fierno durante sus misiones, sus propias presente en la ciudad de México.101 palabras confirman el empleo de este arti- De los abusos que en estos actos tan ficio, que era común entre los misioneros teatrales se practicaban en todas partes apostólicos, ya fueran jesuitas, capuchi- se ocupó en 1771 el IV Concilio Provincial nos, dominicos o franciscanos. Él la había Mexicano ordenando redactar una Instruc- tomado del padre Jerónimo López que ción para el mejor arreglo de las misiones usaba con frecuencia cuadros en los que hacen los religiosos de los apostólicos que aparecían almas condenadas, en me- colegios de Pachuca, San Fernando, Santa dio de llamas, rodeadas de demonios que Cruz de Querétaro, Zacatecas y demás re- las atormentan. gulares de esta Nueva España, y que se en- En esta práctica se encuentra el ori- cuentra incorporada, como las demás gen de, al menos, dos advocaciones ma- instrucciones, al final de las actas del con- rianas actuales: la Divina Pastora y la cilio. Uno de los asistentes a los debates Madre Santísima de la Luz. La primera conciliares dejó anotado en su diario: fue mandada pintar por el misionero ca- puchino fray Isidoro de Sevilla en 1703,100 Es digno de notarse que mandándose en quien para difundir el culto a la nueva la instrucción que no saquen los misio- advocación publicó algunas novenas. Tras neros figuras de condenados ni cosas de su muerte, en 1750, recogió el testigo el esta naturaleza y pareciendo esto muy beato fray Diego José de Cádiz, el más bien al señor de Guadalajara, dijo que sólo

99 Job 3, 3. 100 Cruces Rodríguez, “La Divina pastora de las almas: 101 Vizuete Mendoza, “La boca del dragón infernal…”, historia de la advocación…”, pp. 987-989. pp. 32-37. 64 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

lo había visto practicarse con grandísi- acto de amor a Dios con mucho respeto, mo fruto en el padre Garcés, de su misma veneración y gravedad. religión dominicana, era el sacar a un con- denado confesándose con el diablo en XIV: No aprueba este santo concilio sacar castigo de que había callado sus pecados. pinturas extrañas de condenados ni otra ¿En qué se distinga esto de lo que hacen invención que no esté aprobada por la los misioneros crucíferos y se reprueba Iglesia, sino que aconseja saquen una en la instrucción? No sé yo si en que éstos imagen devota de Nuestra Señora, que son franciscanos, y el señor Alcalde y pa- sea intercesora de todos y patrona de dre Garcés, dominicanos.102 la misión.103

Era habitual iniciar las misiones con Las representaciones del infierno han la llegada sorpresiva de los predicadores, estado presentes en el arte desde los si- durante la noche, con gran aparato teatral glos medievales, aunque no como elemen- de calaveras, luces, cantos penitenciales, to autónomo sino vinculado al Juicio Fi- técnica que se conocía con el significativo nal.104 En ellas, los réprobos son conducidos nombre de “asalto”, con lo que desde el por los mismos demonios al interior del primer momento se producía en la comu- infierno, representado por una enorme nidad una psicosis terrible de la inminen- boca de la que, en ocasiones, salen llamas. cia del juicio divino. Este sistema queda Así se encuentra en la iconografía tradi- prohibido por el concilio que recomienda cional de la Virgen de la Luz y que el IV la moderación en las palabras y en las ma- Concilio Mexicano mandó corregir elimi- nifestaciones penitenciales, porque lo que nando la “boca del dragón” para que nadie debe perseguir el predicador es alcanzar el pudiera entender que la Virgen tenía el interior de los oyentes y esto se consigue poder de sacar del infierno las almas de más con la ponderación que con otros ar- los condenados.105 tificios usuales entre los misioneros: Al origen de las representaciones de las penas del infierno ya he aludido. Se XIII: Los sermones útiles no consisten en encuentra en los grabados de la edición dar voces desmesuradas, pues es barbarie de 1496 del Ars moriendi publicado por y rusticidad hacer ademanes continuos Antoine Vérard. (Véase apéndice gráfico) desacompasados; y más penetra los inte- Otros editores utilizarán el mismo recur- riores el hablar sin precipitación, según lo so, incluyendo grabados que ilustran las pide la circunstancia, levantando la voz meditaciones de las penas del infierno, cuando particularmente se llama la aten- como puede verse en la edición de la ción; mas no aprueba este santo concilio obra de fray Luis de Granada, Libro de la la práctica de cantar en el púlpito, ni la oración, publicada por Manuel Martín en de que otros lo hagan en sitio escondi- do para amedrentar los oyentes ni las de 103 Instrucción para el mejor arreglo de las misiones. manejar el Santo Cristo con tropelía, pues 104 La bibliografía sobre el tema es muy amplia, como el Santo Crucifijo se ha de sacar para el muestran los trabajos de Portús, Siracusano, Vila y von Wobeser. 105 Vizuete Mendoza, “La boca del dragón infernal…”, 102 Extracto compendioso, f. 206. pp. 37-42. 65 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

Madrid en 1778; o en la del jesuita Pablo fuego, el desorden y la confusión. Las figu- Señeri, El infierno abierto al cristiano para ras de los condenados presentan rostros que no caiga en él o Consideraciones de las desencajados, los miembros retorcidos penas que allá se padecen, publicada en y se encuentran a merced de las más ho- Puebla de los Ángeles por el impresor Pe- rrendas formas animales que adoptan los dro de la Rosa, en 1780, con grabados de demonios, dando muestras de la más de- Manuel Villavicencio.106 pravada crueldad. Cada sentido sufre un Si las misiones populares pueden con- tormento indecible y el conjunto produce siderarse como “ejercicios abiertos”, las un efecto aterrador en quien lo contempla. casas de ejercicios permiten la realización La segunda es un lienzo de grandes a lo largo del año de sucesivas tandas en dimensiones. La parte central está ocupa- las condiciones de encerramiento y sole- da por una enorme boca del infierno en- dad que quería san Ignacio.107 Sus capillas treabierta, lo que permite ver lo que le y claustros son el lugar idóneo para ins- sucede en el interior a los condenados. A talar pinturas que ayuden al ejercitante ambos lados están representadas sendas a tener presente las verdades en las que escenas independientes: en la primera, tal medita. Procedentes de la que fuera casa como se explica en la cartela, una noble de ejercicios de la Ciudad de México, se mujer de Murcia, agonizante, recibe los conservan en la Pinacoteca del templo auxilios espirituales de dos padres de la de San Felipe Neri, la Profesa, dos de estas Compañía que la deberían conducir al pa- pinturas que tienen por tema las penas raíso pero, por no realizar bien la confe- del infierno. sión, una visible garra del demonio, que La primera es obra anónima, aunque hace presa en ella, manifiesta claramen- atribuida a Miguel Cabrera.108 Dividida en te su destino infernal; en la segunda, de dos niveles, cada uno de los cuales repre- forma alegórica, se representa la situa- senta varias escenas de las siete penas que ción de un alma en pecado mortal rodeada sufren los condenados identificadas por de demonios que esperan que se corte el medio de una cartela y una cita bíblica: I. “hilo de la vida” para arrastrarla al infier- La cárcel del infierno; II. El fuego; III. La no. En la parte inferior del cuadro, bajo compañía de los condenados; IV. La pena la boca y las dos escenas, corre un friso de daño; V. El gusano de la conciencia; dividido en siete espacios en cada uno de VI. La desesperación; VII. La eternidad de los cuales se representan las penas que en la pena. Los condenados, que caen desde la el infierno reciben los que han cometido altura empujados o arrastrados por los de- pecados capitales. monios, se distribuyen en unas como cavidades en el seno de la tierra que co- rresponden a los espacios de las penas. Conclusiones Todo el ambiente está dominado por el No hay duda de que la contemplación de estas imágenes, o de otras semejantes, 106 Von Wobeser, Cielo, infierno y purgatorio…, pp. debía producir en el espectador un doble 123-149. efecto: por un lado el temor a las penas 107 Cuevas, pp. 164-165. 108 Portús, p. 271. del infierno representadas de forma tan 66 Las penas del infierno en la literatura espiritual, la predicación y la iconografía (siglos...

áspera; por otro, el aborrecimiento del pe- Francisco de Salazar. Afectos y conside- cado que conduce, de manera inexorable, raciones devotas sobre los cuatro no- a experimentar dichas penas. Ambos fru- vísimos, añadidas a los Exercicios de la tos son los buscados por la literatura es- primera semana de San Ignacio de Lo- piritual, que alimenta la meditación, y la yola. Madrid, Pedro José Alonso y predicación; la diferencia de tono entre Padilla, 1663. ambas origina el deslizamiento antes se- Francisco de Sales. Introducción a la vida ñalado que pasa de considerar el temor devota. Edición de E. Alburquerque, como primer paso en la vida espiritual, la Madrid, BAC Clásicos de Espiritua- vía purgativa, a un medio para conseguir lidad, 2013. el dolor de atrición y poder realizar una García Jiménez de Cisneros. Exercitatorio buena confesión. de la vida spiritual. Montserrat, Juan Luschner, 1500. Edición crítica de C. Barault, en García Jiménez de Cisneros. Bibliografía Obras completas. Monserrat, Abadía de Monserrat, 1965, vol. II, pp. 91- Obras de literatura espiritual, manus- 454. critos e impresos Ignacio de Loyola. Ejercicios Espirituales. Edición crítica de C. de Dalmases, Antonio de Molina. Exercicios espirituales de Santander, Sal Terrae, 1987. las excelencias, provecho y necesidad Juan de Ávila. Audi, filia. Toledo, Juan de de la oración mental, reduzidos a doc- Ayala, 1574. Edición crítica de L. Sala trina y meditaciones, sacados de los Balust, en San Juan de Ávila. Obras Santos padres y Doctores de la Iglesia. completas. Nueva edición crítica. Ma- Valencia, Herederos de Benito Macé, drid, BAC Maior, 2000, pp. 533-780. 1693. Juan Gerson. Contemptus mundi. Toledo, Antonio María Claret. Catecismo de la doc- por Juan de Villaquirán, 1533. trina cristiana, explicado y adaptado a Juan Tauler. Obras. Edición y traducción la capacidad de los niños y adornado de T. H. Martín, Madrid, Universidad con muchas láminas. Barcelona, Here- Pontificia de Salamanca/Fundación deros de la Vda. Pla, 1848. Universitaria Española, 1984. Compendio breve de exercicios espirituales. Lart de bien mourir. Le livre de bien vivre. Barcelona, 1555. Edición de J. Mello- París, Antoine Vérard, 1496. BnF Pa- ni, Madrid, BAC Clásicos de Espiri- rís, RES-D-857. tualidad, 2006. Luis de Granada. Libro de oración. Sala- Enrique Herp, Directorio de contemplativos. manca, Andrea de Portonaris, 1554. Edición y traducción de Juan Martín Edición de T. H. Martín. Madrid, BAC Kelly. Madrid, Universidad Pontifi- Clásicos de Espiritualidad, 1999. cia de Salamanca/Fundación Univer- . Libro llamado Guía de pecca- sitaria Española, 1974. dores, en el que se enseña todo lo que Extracto compendioso de las actas del el Christiano deue hazer, dende el prin- Concilio IV Provincial Mexicano. BNE cipio de su Conversión, hasta el fin de Madrid, Ms. 5806. 67 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

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Apéndice gráfico 71 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > J. Carlos Vizuete Mendoza

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María Cristina Montoya Rivero*

Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas también se gana el cielo

Festivities in the church of La Santísima. Among processions, chirimías and tarascasalso gets heaven

Resumen Abstract

En este texto se exponen algunos da- This text gives explanation of the tos sobre la historia de la iglesia de history of the Holy Trinity Church la Santísima Trinidad, de la ciudad in Mexico City as well as the asso- de México, así como de las cofradías ciations that stemmed from it. With que ahí tuvieron su sede. Y con base basis in the history of the colonial en los principios de la historia de las philosophy, the text studies the main mentalidades se estudian las princi- festivities of this New Spain precinct pales festividades que se celebraban so to detect the causes, process and en ese recinto novohispano, para de- reasoning behind such events, and tectar las causas, formas y razones thus understand certain aspects of de tales celebraciones, a fin de com- the way of thinking, feeling and beha- prender ciertos aspectos del sentir, ving of social groups from the time. pensar y actuar de esos grupos so- ciales en aquella etapa. Key words: New Spain, religious asso- ciations, Holy Trinity Church, Festivities Palabras clave: Nueva España, co- fradías, iglesia de la Santísima Trinidad, festividades

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 73-93 Fecha de recepción 13/09/15 > Fecha de aceptación 09/02/16 [email protected]

* Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Acatlán. 74 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

a capital del virreinato de la Nueva Es- italiana, como consta en la Gaceta de Mé- Lpaña participó, al igual que el resto de xico, de abril de 17373. las ciudades de la corona española, en la En el curso de los años subsiguientes celebración de gran cantidad de festivi- el templo fue rehecho en tres ocasiones; dades. Muchas de éstas se originaron en una en el siglo xvi, ésta fue obra de un grupo los numerosos templos que se fundaron de beatas de Santa Clara que tuvo permi- en el transcurso de los tres siglos de la eta- so para ocupar temporalmente el lugar; la pa colonial; así sucedió en la iglesia de La construcción se hizo de adobe y no duró Santísima1, instituida en la Ciudad de Mé- mucho tiempo. En la siguiente centuria se xico desde el siglo xvi, como se verá a con- emprendió una nueva edificación, la cual tinuación, y que se convirtió en la sede se inauguró el 19 de septiembre de 1667 y, de un número considerable de cofradías. según se verá en líneas posteriores, para Posteriormente, me referiré a las fiestas entonces ya estaban ahí los congregantes que acostumbraban celebrar los cofrades de San Pedro, quienes se hicieron cargo de integrantes de tales hermandades. los gastos de la obra. Finalmente, la iglesia La Santísima se había fundado en los actual es la que se levantó entre los años primeros años de la vida colonial; sus de 1755 y 1783 y se dedicó el 18 de enero de orígenes partían de la primera mitad del ese año de 1783, suceso que se celebró con siglo xvi2, cuando algunos sastres empe- una solemne inauguración, registrado en zaron a rendir culto al misterio trinitario y el Diario Curioso de México de la siguiente crearon una hermandad que se estableció manera: “…el día 18 de la cátedra de S. Pe- en unos terrenos que les habían sido do- dro, se estrenó y dijo la misa el Sr. Arzo- nados fuera de la traza, en sus límites, ha- bispo y predicó del Dr. D. José Uribe, cura cia el oriente de la ciudad. Ahí se levantó del Sagrario de la Santa iglesia, y fue en una primera construcción; fue ésta una viernes y sábado.” 4 pequeña ermita. Para oficializar su funda- El presente artículo parte de los fun- ción, los sastres, debieron instituir una damentos de la historia de las mentalida- cofradía que seguramente al paso del des; se ha tomado en cuenta lo señalado tiempo recibió la aprobación de las auto- por Jacques Le Goff cuando destaca que la ridades civiles y religiosas, como era usual. mentalidad es el contenido espiritual del Hacia 1576 dicha hermandad pidió y con- pensamiento; es decir, son las formas en siguió la agregación a la institución que que un determinado grupo social siente, con el mismo título existía en Roma; así, piensa y actúa, las cuales se asumen a lo la cofradía novohispana pudo gozar de to- largo del tiempo, lo que sucede de una ma- dos los privilegios de la de aquella ciudad nera consciente, pero también inconscien- temente.5 Por ello, considero que a través

1 El templo de la Santísima Trinidad está ubicado en 3 J.F. Sahagún de Arévalo (editor, 1722 y 1728-1742), el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la Gaceta de México, México, Imprenta del Real y Su- actual calle de Santísima número 12, esquina con perior Gobierno y del Nuevo Rezada de doña María Emiliano Zapata 60. Esta última calle es la prolon- de Ribera, abril de 1737. gación de Moneda. 4 J. Gómez, Diario Curioso de México. 1776-1785, en 2 J. C. Cervantes López, La archicofradía de la San- Documento para la historia de México. tísima Trinidad. Una cofradía novohispana. 5 Jacques Le Goff, “La mentalidad: una historia 75 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

del conocimiento del porqué, del cómo las cofradías se distinguieron por sus obras y del para qué de la celebración de las espirituales y por la ayuda social que brin- fiestas en el México colonial, es posible daron a sus integrantes y a la sociedad. llegar a comprender algunos aspectos del La gran diversidad y complejidad de sistema de valores que incluyen el sentir, las cofradías7 hace difícil establecer una pensar y actuar que compartía aquella so- rigurosa catalogación de las mismas; sin ciedad en dicha etapa. Para tratar el tema embargo, se ha detectado que en la Nue- de las festividades que se celebraban en va España, por su población multiétnica, el templo de La Santísima, me referiré, de las hubo para todo tipo de personas: al- manera muy general, a algunas de las ca- gunas cofradías se fundaron para deter- racterísticas y funcionamiento de las cofra- minados grupos raciales; mientras que días. Posteriormente expondré los datos en otras se tomaba en cuenta el estatus más relevantes de las diferentes etapas socioeconómico de sus integrantes; otro constructivas de la iglesia y señalaré cómo grupo fue el de las cofradías gremiales y y por qué llegaron a establecerse ahí va- otro más el de aquellas instituciones que rias de las hermandades novohispanas sólo tuvieron fines piadosos. Pero también cuya presencia fue determinante en la his- existieron las que se conocen como cofra- toria de La Santísima. Finalmente, y con días de retribución, porque además de los base en información bibliográfica y de los fines piadosos, apoyaban a sus socios y a datos que se registran en algunos docu- determinados grupos sociales con ayuda mentos de archivo, pasaré a exponer cuá- en especie o monetaria. Asimismo, se tiene les y cómo fueron las fiestas que corrían noticia de aquellas que se establecieron a cargo de las cofradías cuya sede fue la en ámbitos urbanos y de otras más que se iglesia de los trinitarios. fundaron en zonas rurales. Cada cofradía tuvo su propia organi- zación interna, para ello se redactaban las Las cofradías constituciones, es decir, los reglamentos que la regían; en éstos quedaba establecida La Santísima fue el templo novohispano que albergó al mayor número de cofradías 7 Sobre las cofradías en la Nueva España existen va- durante la época colonial. Antes de aden- rios estudios, algunos de los cuales son: Alicia Ba- trarnos en el tema de las festividades, zarte Martínez, “Entre la devoción y el olvido; conviene saber que las cofradías fueron imágenes de las cofradías de la Santísima Trinidad, asociaciones laicas que se fundaban para ciudad de México”, en: Boletín de Monumentos His- tóricos, tercera época, núm. 24, enero-abril de 2012, practicar los valores cristianos y que fun- en https://revistas.inah.gob.mx/index.php/boletinm cionaron al cobijo de la Iglesia. Todas onumentos/article/.../250 [consulta: 25 de abril 2015]; coincidían en que rendían culto a Dios, a Clara García Ayluardo, “Las cofradías como fuentes la Virgen o a algún santo, al tiempo que para la historia económica del México colonial”, Bo- 6 letín de Fuentes para la Historia Económica de Mé- promovían las virtudes cristianas. Así, xico, núm. 3, enero-abril, pp. 17- 22, México, Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, 1991; María del Pilar Martínez López Cano, Gisela ambigua”, en Jacques Le Goff y Pierre Nora, Hacer von Wobeser, et al., Cofradías capellanías y obras la historia. pías en la América Colonial, México, unam, Facultad 6 J.C. Cervantes López, op. cit. de Filosofía y Letras, 1998. 76 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

la manera cómo se conformaría la herman- ces para alejar las tentaciones; además se dad y se determinaba el gobierno que ten- fomentaba el sentimiento de solidaridad dría. Con relación a esto último, se trata- para con el prójimo al brindar ayuda a los ba de un cuerpo dirigente o “mesa” cuyos enfermos, dar limosna a los necesitados, miembros eran elegidos por los cofrades apoyar la educación de los huérfanos y y, por lo menos, contaba con una persona enseñar la doctrina cristiana. Estas accio- que fungía como presidente, con un secre- nes y otras más servían no sólo para llevar tario, encargado de los libros de la institu- una vida cristiana ejemplar, sino que se ción, y un mayordomo, que hacía las veces convertían en una excelente “inversión es- de tesorero; en ocasiones hubo en la mesa piritual”8, pues así se podía lograr que las otros cargos más, como por ejemplo el de almas salieran más rápido del purgatorio. los diputados. El ser parte de una organización que ga- Estas hermandades subsistían con los rantizaba la salvación del alma, en una recursos que obtenían de las cuotas que época en que las enfermedades y la inse- pagaban los cofrades al ingresar, más guridad ponían en constante peligro la los pagos que se hacían periódicamente, vida, hacía más fácil tener una existencia según se señalaba en los estatutos de ca- tranquila y, por lo menos, el más allá esta- da una. Además, recibieron donaciones di- ba garantizado. versas; fue frecuente que se les otorgara dinero en efectivo a través de legados, pero también se les obsequiaron bienes El templo y las cofradías muebles e inmuebles. De acuerdo con lo de La Santísima que recibían, pero también según la buena o mala administración financiera interna, Un aspecto de interés es que algunas co- se detecta que hubo cofradías ricas; otras fradías novohispanas alcanzaron el rango que sólo contaron con los recursos nece- de archicofradías; así sucedió con la co- sarios, mientras que también las hubo po- fradía de la Santísima Trinidad que habían bres, con graves carencias. En términos ge- fundado los sastres en la Nueva España en nerales, estas hermandades tuvieron un la primera mitad del siglo xvi, y que se importante peso en la economía colonial; había unido a la de Roma en 1576. Se des- muchas veces por el manejo de inmuebles conoce la fecha exacta en que obtuvo el en las ciudades, de los que obtenían ren- estatus de archicofradía, pero se sabe que tas considerables y, otras, porque fueron para 1582 ya lo tenía; con ello esta insti- dueñas de haciendas, en donde se produ- tución, además de gozar de todos los be- cían diversos bienes que se ponían a la neficios de la de Roma,9 también podía venta. Muchas de ellas fungieron como ins- tituciones de crédito. En lo espiritual, el éxito de las cofra- 8 A. Lavrín, “Cofradías novohispanas: economías días fue muy importante: en su interior, sus material y espiritual”, en María del Pilar Martínez López Cano, Gisela Von Wobeser, et al., Cofradías, miembros adquirían una cultura religiosa capellanías y obras pías en la América Colonial. basada en las prácticas piadosas. Las ora- 9 Sobre los beneficios e indulgencias que concedía ciones y la devoción hacia Cristo, la Virgen la Archicofradía de la Santísima Trinidad fundada en Roma consúltese: Antonio Guzmán (O.SS.T.), y los santos se consideraron medios efica- Tratado del origen de la Confraternidad, o Archico- 77 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

recibir por agregación a otras cofradías, las En sus inicios la Congregación de San cuales, a su vez, obtenían todas las indul- Pedro estuvo integrada por sacerdotes y gencias de las que gozaba la nueva archico- no contaba con una sede propia, lo que fradía de la capital del virreinato. Al volver- logró con ese acuerdo de 1580. Al paso del se archicofradía, la mesa directiva buscó tiempo, tuvo numerosos integrantes; los tener mayor realce y aceptó en la herman- hubo de todo tipo: algunos destacaron por dad trinitaria a personajes de la alta so- su prestigio11; y pronto, además de los clé- ciedad novohispana; por eso, a partir de rigos, también fueron admitidos seglares. entonces, en ella existieron dos clases La convivencia de las dos hermanda- de cofrades: los sastres y los caballeros. des, la Archicofradía de La Santísima Tri- Como se hacía en la institución de nidad y la Congregación de San Pedro, se Roma, la archicofradía trinitaria de la Nue- prolongó aproximadamente hasta 1861, va España estableció como sus principales cuando a causa de las Leyes de Reforma objetivos la práctica de cuatro obras de mi- perdieron sus propiedades. Los años que sericordia: enterrar a los muertos, dar po- transcurrieron entre la firma de la escritu- sada al peregrino, visitar a los enfermos y ra de 1580 y ese año de 1861 fueron com- redimir al cautivo. Además, en el aspecto plicados, pues ambas hermandades se en- de ayuda económica, la Archicofradía do- frentaron constantemente. Como se había tó a algunas jóvenes para que contrajeran acordado, a pesar de múltiples tropiezos, matrimonio o ingresaran a algún conven- los clérigos de San Pedro construyeron to; también brindó ayuda a los pobres y una nueva iglesia, que fue la que se dedicó a los cofrades necesitados. en 1667. Poco después, en 1689, los con- Hacia 1580, la Archicofradía de la San- gregantes de San Pedro iniciaron sus ta- tísima firmó un acuerdo con otra herman- reas en el hospital que levantaron junto a dad novohispana: la Congregación de San la iglesia.12 Pedro. Esta última había sido fundada en A partir de la edificación de ese ter- 1577; en el acuerdo señalado se estableció cer templo dedicado a la Santísima Trini- que dicha hermandad ocuparía los terre- dad, otras cofradías se agregaron a la Ar- nos de la Archicofradía, donde podría cons- chicofradía y se establecieron en su sede. truir un hospital para atender a sacerdotes Éstas fueron: laicos enfermos; a cambio se comprome- • San Homobono, tió a construir una nueva iglesia, una capi- • Santo Rosario y San Antonio de lla para los trinitarios y dos salas adjuntas Padua, para las reuniones de los sastres.10 • Divino Redentor,

fradía del Sagrado, y Celestial Orden de la Santísima Trinidad, Madrid, Impr. Joseph González, 1730, en: Romero, ex-alumna de la fes Acatlán, a quien agra- https://books.google.com.mx/books?id=Wqhv4 dezco sus aportaciones e interés en el tema. d25rBkC&printsec=frontcover&hl=es&source=g 11 Se contó, entre otros, con el arzobispo Pedro Moya bs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=fal de Contreras, el licenciado Pedro Gutiérrez de se [consulta 11 de mayo 2015]. Pisa y Diego Vázquez del Mercado, quien llegó a 10 Archivo General de la Nación (en adelante agn), Ramo ser deán de la catedral de Michoacán y obispo de Papeles de Bienes Nacionales, leg. 863, exp. 1. Parte de Yucatán. la información que procede del Archivo General de la 12 Vid. M. C. Montoya, La iglesia de la Santísima Nación fue recopilada por la Lic. Guadalupe González Trinidad. 78 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

• Preciosa Sangre de Cristo y Nues- fradía, pero también de las que les con- tra Señora de los Dolores, cedía la Archicofradía y, a su vez, como es- • Santo Cristo de la Salud, ta última tenía los privilegios de la de Ro- • Nuestra Señora de la Guía, ma, también los recibían los integrantes • Jesús Nazareno, de las agregadas a la fundación trinita- • Redentor Cautivo, ria de la Nueva España, lo que en su mo- • Santo Ecce Homo, y mento debió considerarse como un gran • San Andrés Avelino. beneficio espiritual.14 Cada hermandad contó con su propio O sea, que contando a la Archicofra- altar, en donde daba culto al patrono de su día y a la Congregación de San Pedro, en devoción, fuera éste Jesucristo, la Virgen o total, en la iglesia llegaron a existir doce algún personaje del santoral, escogido por hermandades.13 la misma organización, al que celebraban La inestabilidad del subsuelo de la con una fiesta el día establecido en el ca- Ciudad de México fue causa de graves lendario litúrgico.15 problemas en el ámbito de la construcción en el siglo xvii, razón por la cual, por cuar- ta ocasión, en marzo de 1735 se determinó Las festividades en La Santísima que era necesario que la iglesia fuera reconstruida de nuevo. Si bien se hicieron Las constituciones de las cofradías no- algunas obras paliativas, llegó un momen- vohispanas establecían entre sus normas to en que su mal estado era tal que el ar- la práctica de un culto caracterizado por la zobispo Manuel Rubio y Salinas decretó suntuosidad del barroco, el cual provenía en 1742 que se cerrara. Finalmente, al ca- de la reforma religiosa, emprendida por bo de un largo proceso de construcción, la Iglesia católica frente al protestantismo, que se extendió de 1755 a 1783, con los y de los decretos del Concilio de Trento. La recursos de la Congregación de San Pedro, participación de los cofrades en ceremo- pero también con la cooperación de la Ar- nias y festividades era una obligación, chicofradía, alguna ayuda de las otras her- pero hay que tener en cuenta que en una mandades y la de algunos particulares, tuvo lugar la solemne reinauguración del templo, el 18 de enero de 1783. Por mucho tiempo fue este templo 14 Lo dicho queda de manifiesto en el Sumario de las gracias e indulgencias concedidas por la santidad novohispano el que albergó el mayor nú- de Paulo Quinto y Clemente Décimo a los cofrades de mero de cofradías, lo que le confirió gran la Archicofradía de la Santísima Trinidad de Roma, prestigio en los siglos xvii y xviii. Los de que gozan los cofrades de la Santísima Trinidad de México, por agregación a dicha archicofradía y los miembros de cada una de éstas gozaban de de Querétaro por agregación a la de México… Docu- las gracias que les otorgaba su propia co- mento que puede consultarse en: agn, Indiferente General, caja s/n, el cual se imprimió en la ciudad de México, por la Viuda de don Joseph Bernardo de Hogal, Impresora del Real y Apostólico Tribunal 13 Hacia fines del siglo xviii, la decadencia de algunas de la Santa Cruzada en todo este Reino, 1743. de esas cofradías llevó a las autoridades a ordenar 15 A. Bazarte, “La cofradía de San Cosme y Damián una restructuración. En consecuencia varias de és- en el siglo xviii”, en Fuentes Humanísticas, año 10, tas se integraron a la de San Homobono. núm. 18. 79 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

época en que las diversiones eran pocas, dad; también en estos actos se buscaba este tipo de celebraciones, en especial hacer notar la unión que existía entre los las procesiones, congregaban de manera miembros; la fe de quienes integraban la voluntaria a la población, la cual las vivía institución y la pertenencia a un deter- y disfrutaba con verdadero gusto. Los minado grupo, o bien, el estatus socioeco- cofrades y las autoridades de cada cofra- nómico que se tenía. día se esmeraban para que su institución Julio César Cervantes López expone se destacara por el número de asistentes, que casi todas las hermandades asenta- adornos, esculturas, música y así luciera de das en La Santísima coincidían en ciertas manera sobresaliente en las fiestas. Desde celebraciones. Éstas eran: la Semana San- luego que no descartamos que existieran ta, el día de la Santísima Trinidad, el día rivalidades entre las hermandades, para de Corpus Christi y la celebración de los las cuales la opinión de la sociedad que Cofrades Difuntos. Además, de manera asistía a las celebraciones era un factor a particular, cada cofradía celebraba a su tomarse en cuenta y que servía de motiva- santo titular y, en ocasiones, festejaban a ción para mejorar cada vez más las parti- otros personajes del santoral. cipaciones. Además, en los días de fiesta, En el siguiente cuadro se observan dependiendo de la calidad de los elemen- las celebraciones en las que participaba la tos que se mostraban al público, se hacía Archicofradía y se destacan aquellas en las patente el poder económico y los objetos que también debían participar el resto de de lujo con los que contaba cada herman- las cofradías establecidas en La Santísima:

Celebración Fecha

Santa Inés 28 de enero. Movible. Debían participar todas las cofradías asen- Semana Santa tadas en el templo. San José 19 de marzo. Movible. Debían participar todas las cofradías asen- Santísima Trinidad tadas en el templo (siguiente domingo después de Pentecostés).

Movible. Debían participar todas las cofradías Corpus Christi asentadas en el templo (una semana después de la fiesta de la Santísima Trinidad).

Nuestra Señora de los Dolores 15 de septiembre. Noviembre. Participaban todas las cofradías asentadas Aniversario de los cofrades fallecidos en el templo. Jubileo circular Movible. Celebraciones mensuales Cada domingo último de mes. Fuente: Julio César Cervantes, op. cit., p. 211. 80 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

Con relación a los recursos destinados mismo, se daba cuenta de lo que el co- para las festividades, el autor consultado frade recibiría por parte de la cofradía; fi- explica que hacia finales del siglo xviii la nalmente se anotaba la fecha, la firmaban Archicofradía llegó a gastar aproximada- los interesados y se sellaba.18 De las cuotas mente un total de 1,300 pesos anuales que pagaban los nuevos integrantes, cier- en sus celebraciones. Las de mayor cos- ta cantidad era para la cofradía a la que in- to fueron las de Semana Santa; el gasto gresaban, pero otra parte era para la Ar- ascendió a más de doscientos pesos; y la chicofradía; esta última se destinaba para fiesta titular de la Santísima Trinidad, en ayudar a los gastos de la procesión del la que se invirtieron alrededor de quinien- Jueves Santo, a las misas del Espíritu San- tos pesos. Con la suma que se otorga para to y para la celebración del domingo de cada festividad, se pagaban muy diversos la Trinidad. rubros; éstos podían ser: a los celebrantes Otra obligación que tenían los cofra- de las misas, a los expositores de sermo- des era colaborar en la compra de ceras. nes, por impresión de estampas, por la Recordemos que en aquel tiempo se ca- música, los cohetes, farolas, andas, refri- recía de luz eléctrica y las velas eran muy gerios, regalos para los invitados del alto apreciadas, por eso las cofradías llevaban clero, etcétera.16 registros específicos de la aportación de ca- Parte del dinero que se destinaba a las da miembro para el efecto.19 En las anota- celebraciones procedía de los pagos que ciones de los mayordomos sobre los gas- hacían los mismos cofrades de las distintas tos anuales de las cofradías, se incluía la cofradías afiliadas a la Archicofradía; así, cuenta de los cabos de vela que existían por ejemplo, en las constituciones de cada y que se podían usar, ya que eran indis- hermandad se especificaba que la cofra- pensables para alumbrar los altares en los día debía hacerse cargo de un altar con días de fiesta, que era cuando se buscaba su santo patrono o virgen titular, el cual que éstos lucieran lo mejor posible y ésta no podía cambiarse a otra iglesia, “para era una manera de lograrlo. que se perpetúe y quede firme para que Veamos ahora algunos datos que arro- gocemos los hermanos de ella”17. jan diversos documentos del Archivo Ge- Las cofradías entregaban a sus nuevos neral de la Nación sobre los cuatro festejos miembros una patente, que era un docu- más importantes de la Archicofradía de la mento en el que alguna autoridad de la Santísima Trinidad en los que participaban hermandad hacía constar el nombre de la persona que ingresaba a la institución; se señalaban tanto la cuota que debía pa- 18 Un acercamiento al estudio de los sumarios de in- gar por el derecho de admisión, como la dulgencias y patentes se puede revisar en: Alicia Bazarte Martínez y Clara García Ayluardo, Los cos- que debía entregar periódicamente; asi- tos de la salvación. Las cofradías y la ciudad de Mé- xico (siglos xvi al xix), México, cide, ipn y agn, 2001. 19 agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofra- 16 Para un acercamiento a los costos de cada una de días, Caja-exp. 6317-006, año 1782. El libro con- las fiestas a cargo de la Archicofradía de La Santí- sultado registra las aportaciones de cera por parte sima puede consultarse a Julio César Cervantes de los cofrades; se trata de un libro que pertene- López, op. cit., pp. 116-147. cía a la Cofradía de Nuestra Señora de la Guía, con 17 agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofra- sede en La Santísima, y que se encuentra en días, Caja-exp. 3231-010, año 1689, f. 5. excelente estado. 81 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

todos las cofradías asentadas en el tem- María… Cofradías de indios. Jueves San- plo, esto es: el Jueves Santo, la fiesta de la to: Salen las de la Santísima Trinidad… el Santísima Trinidad, la procesión del Cor- Santo de la Salud costeado por los ciruja- pus Christi y la celebración en honor de los nos y barberos, vestidos de campo. San cofrades ya fallecidos. Homobono por los sastres con túnicas en- Las festividades de la Semana Santa, carnadas. Nuestra Señora de los Dolores, en que se conmemoraban los sucesos de por su cofradía de Nazarenos. Jesús Naza- la pasión, muerte y resurrección de Jesu- reno, por los cocheros vestidos y armados cristo, partían de los domingos previos, es a pie y a caballo llevando insignias. San decir, del periodo de la cuaresma, cuando, Pedro por los Colegios con su Abad que los sacerdotes asistían portando vistosas lo es un canónigo. Santísima Trinidad capas y dirigían sus homilías a los fieles re- por los sastres vestidos en campo…21 cordando temas alusivos a la manera en que Jesucristo se preparó para la Pasión. La procesión de Jueves Santo era la Ya propiamente en la Semana Santa o Se- fiesta más importante que se organizaba y mana Mayor, el inicio se marcaba con la partía de la iglesia de la Santísima Trinidad. fiesta del Domingo de Ramos; para ese Las cofradías establecidas en ese recinto día se mandaban a hacer ramos tejidos de religioso participaban y se encargaban de palma y laurel. También se ponía un mo- darse a conocer por los vistosos arreglos numento con naranjas y candilejas. que hacían a sus santos y vírgenes titula- El jueves de esa semana correspondía res. Participar en este desfile era obliga- al llamado Jueves Santo. Se celebraba una torio y así se especificaba en las Constitu- misa solemne, como se hace en la actua- ciones de la Archicofradía: lidad, y en recuerdo a la acción de Jesús con sus apóstoles, un sacerdote lavaba los [...]salir de la iglesia de la Santísima en so- pies a doce personas. Se sabe que la Archi- lemne procesión la tarde del Jueves San- cofradía elegía a doce cofrades para hacer to su prodigiosa imagen y las demás titu- el lavatorio de los pies y después se les lares de todas las cofradías a los que asistan otorgaba una limosna.20 los guardianes y demás individuos llevan- Era el Jueves Santo cuando tenía lugar do el estandarte aquel a quien tocare por la famosa procesión de la que dan cuenta antigüedad, debe celebrarse con la mayor varios de los cronistas de la época, así decencia un jubileo de cuatro horas a las como también autores del siglo xix. Según tres mañanas, [se] dará lo que es misa y un documento fechado el 12 de mayo de sermón.22 1764, cada iglesia tenía designado un día para sacar en procesión sus imágenes: Para que la todas cofradías que te- nían su sede en La Santísima estuvieran Domingo de Ramos… sale la de Jesús Na- presentes, se enviaban invitaciones por zareno y la costa el p. Capellán de dicha Iglesia, van todas las clases de gentes… de Nazarenos. Lunes Santo: Sale la de Santa 21 agn, Historia, Diversiones Públicas, vol. 1, exp. 7, año 1795, f. 39. 22 agn, Indiferente Virreinal, Bienes Nacionales, caja- 20 J. C. Cervantes López, op. cit. exp. 886-020, s/f. 82 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

parte de los Guardianes de la Archicofra- los ayudantes que cargaron las imágenes; día; por ejemplo, en la misiva de marzo así como también se pagó por el alquiler 23 de 1783 se citaba a las cofradías a las de las túnicas negras y los refrescos para ocho de la mañana para los oficios de la quienes ayudaron.25 Según el inventario función de palmas (Domingo de Ramos), de los Bienes de la Archicofradía de la San- y a las horas regulares los días Jueves, tísima Trinidad con fecha de 1664, en la Viernes y Sábado de la Pasión… en la tarde salida del paso también participaron niños; (Jueves) al lavatorio y la Procesión por ser este dato sólo se encontró en los expe- actos propios de nuestro Patronato.23 Los dientes de ese año y el siguiente. Este gru- cofrades de cada organización agregada po infantil tenía un estandarte de color a la Archicofradía procuraban mantener rojo con su insignia y sacaba en procesión lo especificado en los acuerdos a los que una imagen del Ángel de la Guarda que se habían llegado con los trinitarios y, a veces, encontraba en el altar de la Señora de la gastaban cincuenta pesos al año para que Merced.26 De esta agrupación de niños no los sacristanes u otras personas ayudaran se cuenta con otro registro. a arreglar los altares y mantuvieran las En ocasiones las cofradías tenían pro- velas encendidas.24 blemas internos por acusaciones de malos Para el arreglo de los santos, cristos o manejos de sus mayordomos; la mayoría las vírgenes titulares, las cofradías gas- de estos pleitos no interfería en sus obli- taban en diversos objetos, desde flores, gaciones con la Archicofradía. Pero en la hasta el pago a peluqueros que componían Semana Santa de 1712, la cofradía de Nues- el cabello de las imágenes; así, la cofradía tra Señora de la Guía no asistió a ninguno de San Homobono gastó en la celebra- de los oficios porque se había entablado ción del Jueves Santo de 1791 más de cin- un pleito judicial muy grave contra los cuenta pesos en faroles, adornos de papel administradores anteriores.27 para las andas de la escultura; se compra- Una forma de mostrar la solvencia eco- ron ramos de flores, se mandó hacer un nómica de las cofradías era a través de los manto nuevo, se pagó a personas armadas adornos que llevaban las imágenes; a es- para resguardar el paso, al peluquero, a tos adornos los mayordomos le llamaban de manera general, “alhajas”, y eran muy apreciados. Entre otros había: bastones, 23 agn. Bienes Nacionales, vol. 118, exp. 7, años 1769- resplandores, vestidos bordados en plata 1801, s/f. y oro, aretes para la virgen, botones de 24 En el Archivo General de la Nación existen los re- cibos agregados al informe de los mayordomos de plata. Es decir, se trataba de prendas en cada cofradía en los que se especifican los tipos las que la plata y el oro salían a relucir. Es- de gastos que tuvieron para arreglar los altares y tos adornos sólo eran usados en ocasiones los pasos de Jueves Santo, como el recibo de José Pavón quien se encargó del altar de la cofradía de especiales, como en la procesión del Jue- la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores, (Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofradías, caja-exp. 5983, años 1732-1748, fs. 10) y el recibo 25 agn, Indiferente Virreinal, Cofradía y Archicofradías, del sacristán de La Santísima, quien recibió de la caja-exp. 3754-017, s/f. cofradía de Santo Ecce Homo una cantidad por cui- 26 agn, Bienes Nacionales, caja 887, exp. 04, año 1664, dar el altar y arreglar al santo. Indiferente Virreinal, f. 3. Cofradías y Archicofradías, caja-exp. 5313-029, 27 agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofra- año 1775-1721, f. 57. días, caja-exp. 3519-019, Año 1712, f. 26. 83 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

ves Santo. Por ejemplo, la Archicofradía fradías que sus integrantes portaran armas, tenía entre sus alhajas la tiara de plata de ya que según su informe, los cocheros, mu- Dios Padre, las tres potencias de Dios Hijo, latos e indios se envalentonaban y origi- un hilo de plata, la corona de espinas de naban pleitos, pues además en su ropa de plata, el Espíritu Santo de plata, dos ca- gala llevaban armas, lo que los volvía más pas de Dios Padre, dos roquetes con en- peligrosos. El virrey prohibió los trajes es- cajes finos.28 peciales y la orden llegó a todas las cofra- Mantener el orden fue uno de los as- días y, a pesar de las protestas, en la Se- pectos que preocupaban a las autoridades, mana Santa de abril de 1794, los cofrades de ahí que se expidieran distintos bandos tuvieron que vestir ropas más sencillas. para lograrlo. Entre las disposiciones de Afortunadamente algunos autores finales del siglo xviii se cuentan, por ejem- realizaron descripciones detalladas de es- plo, la de 1776, de la Secretaría de Cámara ta procesión; así, y aun cuando se hizo del Virrey, que expidió un bando para que ya en siglo xix, su autor, Antonio García se prohibiera la circulación de caballos y Cubas, nos presenta un relato muy cerca- mulas por las calles cercanas a donde pa- no de la celebración que se hacía en la Co- saba la procesión del Jueves Santo, con el lonia, pues por entonces las costumbres se fin de que el recorrido fuera ágil.29 Además mantenían casi sin cambios: de facilitar la circulación, otra preocupa- ción de las autoridades fue que el público • La procesión que salía de la Santísima, co- asistente mantuviera la compostura, por mo he dicho, a las tres de la tarde, guar- ello, en 1790, el virrey Juan de Güemes Pa- daba el siguiente orden: checo prohibió la venta de comestibles, • Los trinitarios de túnica roja con escudo bebidas y juguetes en las calles por donde de metal y gola de tela blanca encañonada. pasaban las procesiones durante la Sema- • De esta cofradía eran los que por delante na Santa y también en aquellas cercanas de la procesión conducían una enorme a los templos,30 pues se consideraba que cruz negra de forma ochavada con canto- con ello el público se distraía y no atendía neras e inri de metal dorado y pendien- a la celebración religiosa. te de los brazos la sábana santa, previa- Sin embargo, no siempre se evitaron mente encarrujada por las monjas de San los problemas, el mismo desfile atraía a Bernardo. muchos espectadores y en las calles ale- • Sacerdotes con sobrepelliz. dañas no faltaban quienes vendían aguas • Imagen del Redentor Cautivo, en hom- frescas y pulque. Esto generó algunos dis- bros de individuos de varias sociedades. turbios al final de los recorridos y obligó a • Ecce Homo, con su túnica de púrpura y ca- que el corregidor de la ciudad pidiera al vi- pa blanca de seda bordada de oro, coro- rrey Revillagigedo que prohibiera a las co- na y caña de plata y soga de oro. • San Dimas preso. Cubrían sus piernas un calzón de terciopelo y llevaba al cuello, 28 agn, Bienes Nacionales, caja 887, exp. 06, s/f. soga de seda encarnada con mezcla de 29 agn., Indiferente Virreinal, Bandos, caja-exp. 1016- oro. 014, año 1776, f. 1. • El Señor de las Tres Caídas, con su túnica 30 agn., Indiferente Virreinal, Bandos, caja-exp. 6527- 074, año 1790, f. 11. de terciopelo morado bordada de oro, 84 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

llevaba a cuestas la cruz que ayudaba a del Abad de Guadalupe, la cruz de carey, sostener Simón Cirineo, de calzón corto, continuaba enseguida con dirección al chupa de terciopelo y gorra de lo mismo templo de la Merced, en el que entraba, con pluma verde. quedándose fuera las imágenes de la • Cofradía del Señor de la Salud. La cofradía Virgen y la Santísima Trinidad…31 fue fundada por cirujanos, farmacéuticos y flebotomistas por el año de 1625. Poco a poco las transformaciones en • El Cristo de la Salud. Con Santa María la vida de la sociedad de la capital de la Magdalena, abrazada al pie de la cruz. Nueva España y las diversas circunstancias • Camaristas del misterio de la Santísima por las que atravesó nuestro país, hicieron Trinidad. Eran doce señoras vestidas de que las procesiones desaparecieran; por saya y mantilla. disposiciones de las autoridades, por mu- • La Santísima Trinidad, representada por el chos años se prohibió el culto fuera de los padre eterno, que sostenía en sus bra- recintos religiosos; sin embargo, al paso zos el cuerpo inanimado de Jesucristo, y del tiempo volvieron a resurgir en algunos llevaba en el pecho el espíritu santo, sim- lugares y aún es posible ver los desfiles de bolizado por una paloma de oro. Esta instituciones religiosas que llevan sus imá- imagen de la Trinidad iba en unas hermo- genes por las calles, como sucede en sitios sas andas, bajo un rico palio de seda blan- como Taxco, San Luis Potosí o San Cristó- ca con bordados y flecos de oro, soste- bal de las Casas, donde las procesiones nido por ocho varas de metal, fijas en las tienen lugar todos los Jueves Santos. mismas andas. De acuerdo al calendario de festivida- • San Pedro, imagen de talla con su aureola des de la Archicofradía, la siguiente fies- de plata dorada, y al pie del santo el gallo. ta de importancia era la de la Santísima • El abad de Guadalupe, con una cruz de Trinidad, una de las más celebradas en carey, precediendo a sacerdotes congre- este templo, pues se trataba de la fiesta ti- gantes del misterio. tular de la hermandad. La creencia en la • Los demás miembros de esta congrega- Santísima Trinidad es uno de los pilares del ción o esclavos del Misterio de San Ho- cristianismo y se considera un misterio por mobono, sastres en su mayor parte, de la dificultad de entenderlo racionalmen- pantalón blanco y chaqueta negra, esca- te, pues es a través de la fe como el cris- pulario y escudo de la Santísima en el pe- tiano debe aceptarlo. El verdadero Dios es cho, del lado derecho. Iban incorpora- una Trinidad, o sea que en una sola esen- dos los congregantes de San Sebastián y cia o naturaleza hay tres personas: Padre, San Pedro. Hijo y Espíritu Santo.32 • La procesión, así organizada, recorría la Los festejos se celebraban con gran calle de la Santísima, y 3ª. de Venegas, pompa, duraban cuatro días y se inver- entraba al templo de Jesús María, donde tían los mayores recursos posibles; por las monjas cantaban un himno, proseguía ejemplo, en los años 1813 y 1814 se llega- después por las calles de ese nombre, y le salía al encuentro la comunidad de la Mer- ced, en la esquina llamada de la Papelería, 31 A. García Cubas, El libro de mis recuerdos, pp. 329- 330. donde el Provincial recibía de las manos 32 CatholicNet, El misterio de la Santísima Trinidad. 85 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

ron a gastar 1,136 pesos33; se iniciaban el es decir, a la hostia convertida en el cuer- día anterior “…con vísperas y maitines la po de Cristo. En la Nueva España se em- tarde y noche del sábado 8 del que rige; pezó a celebrar en 1526, lo que ocurrió misas y sermones en los tres días que si- en la capital, donde se organizó con mu- guen, domingo, lunes y martes, siendo la cho esmero y poco a poco también se ex- procesión la tarde del primero, día domin- tendió a otras ciudades. En un principio go”34. La celebración del domingo se com- fueron los frailes, los nuevos cristianos, pletaba con la procesión, y por la noche los gremios de artesanos y las cofradías con música y fuegos artificiales. quienes se encargaron de los adornos, ca- El ofrecer comida era otra de las cos- rros, representaciones y danzas que acom- tumbres; se ha registrado que en 1827 se pañaban a la procesión. Más adelante co- compraron doce botellas de aguardiente rrió a cargo de las autoridades civiles y de un cuartillo y medio, seis botellas de je- eclesiásticas del virreinato. rez, seis docenas de empanaditas, una En la capital de la Nueva España, el adobera de queso, soletas, rodeos, puchas, día dedicado a esa festividad religiosa, aceitunas y tornachiles.35 los habitantes se congregaban en las igle- Con motivo de la fiesta titular tam- sias, participaban desde la clase social más bién se mandaban imprimir estampas con elevada hasta la más humilde. El senti- el misterio de la Santísima Trinidad e in- miento de religiosidad florecía en cada vitaciones para la celebración. Y para mayor rincón de la ciudad y éste era el lazo que lucimiento de la fiesta se pedían prestados querían conservar la Iglesia católica y el objetos de plata a otros templos para ofi- gobierno virreinal; así, ambos poderes ciar los servicios religiosos. A los herma- unían fuerzas para que las celebraciones nos pobres se les repartía una limosna de integraran a esa sociedad tan diversa y cuatro pesos por asistir a la fiesta. llena de contrastes. La asistencia no era Otra de las mayores celebraciones opcional, era una fiesta obligatoria, a ella en los reinos españoles fue la de Corpus se presentaban los altos dignatarios ecle- Christi, la cual tenía lugar una semana des- siásticos, el virrey, los tribunales, otros pués de la festividad de la Santísima Tri- órganos de gobierno y, desde luego, las nidad. Sus orígenes se remontaban a la cofradías. Edad Media, pues fue instituida por de- A cada cofradía se le hacía llegar una creto papal en 1264, y se le consideró invitación hecha por el vicario general de trascendental para la Iglesia católica, ya la Iglesia metropolitana y estas misivas que se dedicó al Santísimo Sacramento, tenían el siguiente tenor:

[...] por cuanto en la mañana del día… la 33 J. C. Cervantes López, op. cit. 34 agn, Bienes Nacionales, vol. 55, exp. 16. La fiesta a procesión Santísimo Corpus de la Santa la que hemos hecho referencia se llevó a cabo los Iglesia Catedral y el día de su octava [se] días 9, 10 y 11 de junio de 1811. manda a todos los clérigos en obedecer 35 agn, Bienes Nacionales, vol. 515, exp. 14. Los rodeos son galletas con forma de pequeñas donas, bajo conforme a derecho se debe imponer espolvoreadas con azúcar y canela; las puchas asistencia precisa y puntualmente con su son panes de dulce decorados con un glaseado, sobrepelliz y bonete á las 8 de la maña- generalmente de color blanco; los tornachiles son chiles güeros en vinagre. na los citados días igual hacemos a los 86 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

tesoreros de las Cofradías y Hermanda- En la procesión, la Archicofradía lleva- des de esta capital para que concurran ba en andas el misterio de la Santísima con sus respectivas insignias… como ha Trinidad y detrás de esta imagen desfila- sido costumbre.36 ban las demás cofradías con sus santos titulares en el lugar que les había sido Como aclaraba la invitación, las co- asignado. Con las imágenes se hacía pa- fradías debían estar puntuales a las 8 de la tente la presencia divina y se destacaba mañana para tomar su lugar y los herma- el ejemplo de la vida de los santos. Los nos debían acudir vestidos con sus mejo- trinitarios caminaban por la ruta prevista res galas y sus respectivas insignias. En la junto con las demás cofradías de otras iglesia de La Santísima, las hermandades iglesias, como eran las de la Merced, del se reunían desde temprano en su patio y Carmen, de San Francisco y otras más. procuraban llegar puntuales a las puer- Además, estas instituciones podían incluir tas de la catedral. Las cofradías asentadas carros alegóricos con pasajes bíblicos, en este templo estaban encabezadas por músicos y cohetes. la Archicofradía de la Santísima Trinidad, Detrás de las cofradías se encontra- cuyos miembros se distinguían por llevar ban los frailes de las diferentes órdenes sacos con una cruz en el pecho “…hecha de religiosas y si la imagen de la virgen de los color púrpura con forma misteriosa, pues Remedios estaba de visita en la capital, su cada trazo era un triángulo demostrativo cofradía y su imagen salían detrás. Ense- del misterio de la Trinidad”37. Según la tra- guida se presentaban las cofradías de la dición, el emperador Constantino le otorgó iglesia metropolitana, como la del Santísi- a la organización de caballeros trinitarios mo Sacramento; después seguía la Cruz el color púrpura de los emperadores como de la Iglesia y detrás de ella caminaban premio a su valentía y sacrificio. El diseño los colegios y la Universidad, seguidos del de la cruz vino a través de la aparición de virrey, su corte y sus ministros, pajes, la un ángel: real audiencia y, por último, los tribunales y sus cocheros, vestidos con libreas ador- [...]hermosísimo con dos cautivos a am- nadas de botones de plata.39 bos lados, siendo uno cristiano y el otro La procesión salía del patio de la igle- turco que intercambiaban de posición, sia metropolitana hacia la calle del Empe- dando a entender la tarea de la Archicofra- dradillo, conocida hoy como Tacuba, atra- día era redimir y que al vestir dicho ángel, vesaba algunas otras calles del primer el hábito y el saco de ella significaba que los cuadro de la capital y terminaba en la calle ángeles fueron los primeros cofrades.38 de la Profesa, hoy conocida como Madero. Las calles, los balcones, zaguanes, venta- nas, puertas eran adornados para recibirla, 36 agn, Indiferente Virreinal, Bienes Nacionales, vol. y en algunas vías el desfile caminaba en- 418, exp. 10, s/f. tre pétalos de flores. La gente se apostaba 37 J. Alcocer y Vera, Excelencias de la antiquísima Archi- cofradía de la Santísima Trinidad en cuyas numero- sas fundaciones, que diversos reinos dichosamente gozan, como esta muy noble y leal ciudad de México, Capital de la Nueva España. 39 J. de J. Blanco y J. Olvera Ramos (selec. y prólogo), 38 Ibid. Luis González Obregón, p. 370. 87 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

para ver pasar las columnas en perfecta al diablo y a los pecados.43 Las tarascas marcha, al compás de los rezos, con las perseguían a quienes se encontraban en la velas encendidas y el olor de las miles plaza y junto con ellas aparecían los gi- de flores que engalanaban las andas de gantes; estos alcanzaban entre seis y ocho Cristo, santos y vírgenes. varas de alto y eran figuras grotescas que En algunas ocasiones, el lugar en el generalmente se montaban sobre ruedas. desfile fue causa de rivalidad entre las También aparecía el diablo cojuelo, que cofradías; por ejemplo en 1697, el viajero de igual manera se dedicaba a asustar a italiano Juan Francisco Gemelli relató que los transeúntes desprevenidos, sin embar- la Archicofradía de la Santísima Trinidad go esta parte de la fiesta fue suspendida había tenido una trifulca con los llamados por el virrey Revillagigedo y no se volvió chinos, que eran habitantes de origen fili- a retomar.44 pino, quienes también participaban en la De hecho, desde los primeros años de procesión40. Los problemas más graves se la Colonia, cuando se introdujo la fiesta suscitaron entre las autoridades. En 1537 de Corpus, el primer arzobispo de la Nueva el virrey Luis Enríquez de Guzmán se en- España, fray Juan de Zumárraga en 1544 frentó al cabildo de la iglesia metropoli- atacó severamente a las celebraciones: tana y se llevó la custodia. La procesión se suspendió y salió hasta las dos de la Y cosa de gran desacato y desvergüenza tarde, pero sólo las cofradías participaron. parece que ante el Santísimo Sacramento Después, en 1664 el virrey Juan de la Cer- vayan hombres con máscaras y en hábi- da discutió con el arzobispo de México, tos de mujeres, danzando y saltando con pero el desfile no se detuvo.41 meneos deshonestos y lascivos, haciendo Terminada la procesión, en el cemen- estruendo, estorbando los cantos de la terio de la catedral o en los portales de la Iglesia, representando triunfos, como el diputación, se levantaba un escenario en el del dios del amor, tan deshonesto y aun a que se representaba un auto sacramental, las personas no honestas tan vergonzoso obras de poesía y alguna breve obra de de mirar […]45 teatro. Al lado del tablado se colocaba el Santísimo Sacramento, para la adoración En 1550, dos años después de la de los fieles, y en su presencia se tocaban muerte del primer arzobispo, la procesión las chirimías.42 Más tarde y cuando ya los del Corpus se seguía realizando tratan- asistentes se encontraban más alegres y do de guardar la compostura; por enton- distraídos, aparecían las tarascas, horri- ces, el cabildo eclesiástico ordenó que se bles figuras de cartón que representaban hiciera: “…de la misma manera que se ha- cía en vida del señor obispo, sin danzas ni

43 M. D. Bravo, “La fiesta pública: su tiempo y su es- 40 G. Gamelli Carrieri, Viaje a la Nueva España. pacio”, Pilar Gonzalbo Aizpuru (dir.), Historia de 41 J. de J. Blanco y J. Olvera Ramos, op. cit., p. 370. la vida Cotidiana en México. Tomo II. La cuidad 42 Instrumentos de madera, rectos, encañonados, barroca. largo de tres cuartas, con diez agujeros para el uso 44 J. de J. Blanco y J. Olvera Ramos, op. cit., p. 370. de los dedos con los cuales se forma la armonía del 45 Joaquín García Icazbalceta cita en la “Introduc- sonido según sale el aire. ción” a los Coloquios de González Eslava, pp. 27-28. 88 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

bailes ni fuegos ni invenciones...”46 Pero Generalmente se decían veinticinco misas, las prohibiciones de antaño se fueron una era cantada, y se ponía un monumen- olvidando y, finalmente, fue el mismo ca- to y una ofrenda, en la del año de 1794 se bildo de la ciudad el que volvió a permitirlas incluyó un carnero, vino y bizcochos.48 al observar que para el mayor lucimiento Las fiestas de los santos titulares de y asistencia, las representaciones, juegos y las cofradías establecidas en La Santísima bailes eran favorables ya que así se ame- se celebraban para rendir culto a Cristo, la nizaba la fiesta y se volvía más atractiva.47 Virgen o al santo en particular que era pa- De tal manera que por muchos años esta trono de alguna cofradía, elegido de acuer- festividad se vio teñida de aspectos profa- do a sus tradiciones o intereses. Por ejem- nos populares. plo, la cofradía de los sastres había escogido La procesión del Jueves de Corpus se a san Homobono, un comerciante de telas realizó en México durante toda la época y sastre que, a base de su trabajo había colonial y parte del siglo xix; fue suspen- acumulado una fortuna que destinó para dida después de la caída del Imperio de ayudar a los huérfanos. Otras cofradías Maximiliano. Hoy sólo se celebra con mi- elegían a alguna de las advocaciones de la sas y en los atrios de las iglesias se venden virgen, por ejemplo los acuñadores de oro artesanías con forma de pequeñas mulas rendían culto a la virgen de la Soledad. La de hoja de maíz. La modernidad dio paso celebración y asistencia a las fiestas titu- a nuevas fiestas y aquella multitudinaria lares era una obligación para los cofrades procesión quedó como una de las estam- de la hermandad respectiva, mientras que pas más representativas del ayer colonial. para los vecinos del barrio era una oportu- La celebración por el aniversario de nidad para gozar de convites (bocadillos) los cofrades fallecidos fue otro festejo y de disfrutar de los fuegos artificiales. importante en La Santísima, tenía lugar en En estas fiestas no había altos dignatarios el mes de noviembre, y en las misas se re- eclesiásticos ni civiles, sólo los feligreses, zaba y rogaba por el alma de los muertos, los cofrades y sus autoridades. a fin de que salieran del Purgatorio y al- La manera en que se organizaban era canzaran el Cielo. Como lo ha señalado la siguiente: primero se hacían las invita- Julio César Cervantes, era ésta una prácti- ciones a los miembros de la mesa directiva ca destacada; significaba la comunión de de todas las cofradías inscritas en la Igle- los santos, en la que se manifestaba la sia, asegurando en las cartas que su pre- ayuda mutua, ya que los vivos rogaban sencia le daría esplendor y seriedad a la por los difuntos y así colaboraban en su fiesta. Por ejemplo, la Congregación de San salvación; y cuando esto último sucedía, Pedro tenía como fecha titular el 29 de ju- una vez que alcanzaban la gloria, eran los lio y las invitaciones se repartían desde el muertos los que intercedían por los vivos. día 3 de ese mes. En esas misivas se ex- plicaba que la fiesta tendría vísperas des- de el sábado a las tres y media, para el 46 Archivo del Cabildo de la Catedral de México, libro 1°, 10.7.1550, en Censura y teatro..., p. 242. domingo habría otras vísperas temprano, 47 En “Fiesta religiosa y cultura popular”, http://www. hemisphericinstitute.org/cuaderno/censura/html/ censura/censura_info.htm [consulta: 18 de mayo 2015] 48 agn, Bienes Nacionales, vol. 863, exp. 5. 89 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

la misa y el sermón.49 Los congregantes mos de flores; en la reunión hubo chiri- debían ir a la misa con sus sacos, sobrepe- mías, azabales, juncias; para la diversión llices o su ropa con sus insignias,50 además general se prendieron dos ruedas de fue- debían escuchar el sermón. Después de gos artificiales.53 brindar al alma el alimento espiritual, ve- Para dar mayor lucimiento, los cofra- nía el alimento del cuerpo mundano con des podían pedir permiso para sacar a su la fiesta. imagen titular en una pequeña procesión La cofradía de San Homobono, en su acompañada por el Santísimo Sacramen- fiesta que se celebraba el 13 de noviem- to, con el fin de que los miembros de la bre, hizo gastos para pagar al rector del organización y los asistentes al evento Colegio de San Pedro a fin de que asistiera pudiesen ganar indulgencias,54 como lo a la celebración, pagó la misa, el sermón, había pedido la cofradía de San Homo- vino y chocolate para el sacerdote que bono. Esta misma organización a veces expuso el sermón, se pagó por el alquiler se extralimitaba en sus funciones cuando se del coche que trajo y llevó al padre pre- trataba de festejar a su patrono. Así suce- dicador, se pagó a los trinitarios que asis- dió en 1780, pues durante la convivencia tieron, se le compensó a quien puso y quitó se había organizado una rifa entre los co- las bancas de la iglesia, a quien arregló el frades, cuyo boleto costó 25 pesos. El pre- altar y colocó las velas y las lámparas.51 mio consistía en 300 pesos y el privilegio También la cofradía gastaba en traer los de salir el Jueves Santo en una columna pífanos (flautas de madera) y clarineros especial con el paso y con vela en mano. para animar la misa. La reunión era adere- Sin embargo, don Miguel Primo de Rivera, zada con la repartición de bocadillos. Fi- provisor y vicario general del arzobispa- nalmente todo concluía con los fuegos do, se negó aceptar la rifa y se tuvieron artificiales, ruedas, cámaras o castillos.52 que regresar los boletos.55 Otras fiestas que se celebraban en la igle- Aunque las misas y las fiestas ya es- sia de la Santísima de las cofradías agre- taban establecidas, la cantidad de misas gadas eran: el 11 de julio, día de la Preciosa que se celebraban en la iglesia fue un mo- Sangre de Cristo; el 16 de ese mismo mes, tivo para que los acuñadores de la casa de día del Redentor Cautivo; 6 de agosto, día moneda pidieran el cambio de su fiesta del Señor de la Salud, y los días fijados pa- titular, del día del natalicio de María (8 ra la Virgen, como el 2 de febrero. Otro de septiembre) al día de Nuestra Señora de ejemplo de lo que se hacía en las fiestas, los Dolores (15 de septiembre). La cofra- lo tenemos en los gastos que hizo la co- día exponía que el día 8 había demasiadas fradía de Nuestra Señora de la Guía: en la misas dedicadas a la Virgen y los acuña- misa hubo músicos y un coro, el altar se dores no estaban de acuerdo en que se adornó con ramos de cipreses, palmas, ra-

49 agn, Bienes Nacionales, vol. 118, exp. 07, años 53 agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofra- 1760-1801, s/f. días, caja-exp. 4762-035, año 1796, s/f. 50 agn, Bienes Nacionales, Caja, 887, exp. 01, s/f. 54 agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofra- 51 Ibid., f. 119. días, caja-exp. 5647-039, año 1733, f. 2. 52 agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofra- 55 agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofra- días, caja-exp. 3754-017, años 1791-1809, f. 270. días, caja-exp. 4876-027, año 1780, f. 2. 90 Festividades en la iglesia de La Santísima. Entre procesiones, chirimías y tarascas...

predicara sobre la misma fecha dos o más Honor y garantía espiritual significa- veces.56 ba el pertenecer a una cofradía; muchas de El culto al santo o virgen titular era estas asociaciones no sólo proporciona- más para la convivencia de la cofradía y ban un seguro para los gastos funerarios; de la comunidad que rodeaba a la iglesia, firmar la patente de ingreso, cumplir con puesto que podían asistir a las celebracio- las cuotas, asistir a las celebraciones en los nes religiosas, ir a la fiesta y disfrutar de días de fiesta, acompañar los entierros de los juegos pirotécnicos. los cofrades difuntos, hacer las oraciones En la actualidad el templo permanece de cada día, entre otras prácticas, era ga- la mayor parte del día cerrado, pero aún rantía para los fieles pecadores para al- entre sus muros y vetustas pilastras se canzar el camino de la salvación. puede sentir el eco del bullicio de los Entre esas prácticas, las procesiones cantos y los rezos de antaño dedicados fueron muestra del orden corporativo de a los santos patronos en el día de sus la sociedad virreinal; a través de su estruc- celebraciones. tura se distinguía el sistema de las relacio- nes entre los individuos de la sociedad en su conjunto. Se puede decir que la par- Consideraciones finales ticipación era generalizada, ya que la ma- yoría de la población formaba parte, por lo Siguiendo a Le Goff, cuando afirma que la menos, de alguna de estas instituciones. génesis de las mentalidades y su definición Las fiestas fueron un elemento im- se aprehenden a partir del conocimiento prescindible para las cofradías. Entre más de los centros de elaboración de medios vistosas y completas fueran las celebracio- creadores y vulgarizadores de ciertos co- nes, más reconocimiento socioeconómico nocimientos, en las festividades de la San- y religioso adquirían las hermandades que tísima, con sus diversas expresiones crea- las llevaban cabo, y a final de cuentas, ello doras, como lo fueron las imágenes, los provocaba un aumento del número de co- adornos, las velas, la música, los sermo- frades y, por lo tanto, en el de las limosnas nes, etcétera, se puede distinguir una ex- y donaciones que recibían. pansión de creencias y prácticas entre las Es indudable que muchas celebracio- corporaciones establecidas en el templo y nes que en la actualidad se pueden dis- aún más allá de éstas. frutar en pueblos y algunas ciudades de La importancia de estas asociaciones México tienen su origen en aquellas que en aquel entonces se extendió a muchos surgieron en la etapa virreinal. Por ello, a aspectos y fue destacada; por ello influ- pesar de los cambios, todavía subsisten yeron en las formas de vida de la pobla- costumbres, han perdurado en el tiempo. ción novohispana; por ejemplo, muchos Las cofradías siguen existiendo, en festejos coloniales corrían a cargo de las especial en los poblados de zonas rurales, cofradías. pero también las hay en algunos barrios citadinos. Hoy han cambiado, pues sus fi- nes principales se relacionan con celebra- ciones piadosas y con la práctica de la ca- 56 agn, Indiferente Virreinal, Arzobispos y Obispos, caja-exp. 3442-05, año 1796, s/f. ridad cristiana. 91 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > María Cristina Montoya Rivero

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Valeria Cortés Hernández*

Argumentos en defensa de la religión en una nación moderna. La Sociedad Católica de México

Arguments in defense of religion in a modern nation. The Catholic Society of Mexico

Resumen Abstract

Una vez restaurada la república ba- Once restored the republic under the jo los ideales del liberalismo, el presi- ideals of liberalism, President Benito dente Benito Juárez aniquiló al grupo Juárez annihilated the conserva- conservador como oposición políti- tive group as a political opposition, ca, consolidó la división entre Iglesia consolidated the division between y Estado y se propuso secularizar a Church and State and proposed to la sociedad buscando una regenera- secularize society seeking a social ción social. Los conservadores reac- regeneration. The Conservatives re- cionaron reorganizándose como la acted by reorganizing themselves Sociedad Católica de la Nación Mexi- as the Catholic Society of the Mexi- cana, un grupo sin afán político que can Nation, a group without political se propuso defender la permanen- eagerness that set out to defend the cia e importancia de la Iglesia en la permanence and importance of the escena modernizante del México de Church in the modernizing scene of 1868-1869. Aquí se presentan algu- Mexico of 1868-1869. Here are some nos argumentos que presentan a la arguments that present the Church Iglesia y a la Religión como indis- and Religion as indispensable in na- pensable en la vida nacional. tional life.

Palabras clave: Argumentos, Iglesia, Key words: Arguments, Church, Ca- religión católica, modernidad, educa- tholic religion, modernity, education, ción, liberalismo, libertad liberalism, freedom.

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 95-107 Fecha de recepción 14/09/15 > Fecha de aceptación 20/10/2016 [email protected]

* Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Acatlán. 96 Argumentos en defensa de la religión en una nación moderna. La Sociedad Católica de...

La justicia levanta a la nación; constituciones que invariablemente en su mas el pecado hace miserables a los pueblos. texto inicial incluían un saludo a Dios; la educación de las jóvenes generaciones, los servicios sociales prestados a la comu- nidad, en manos del clero: creación y admi- La armonía nistración de orfanatos, asilos, hospitales, etc.; situación que se mantuvo durante la n México, la separación entre la Iglesia primera mitad del siglo xix. Ey el Estado empezó a gestarse desde Brian Connaughton advierte que la 1830. Este proceso no fue de fácil diges- ruptura entre ambas instituciones no fue tión para el clero mexicano decimonónico el propósito principal de ninguna facción porque una vez lograda la independencia, política de la época, durante el desarrollo de la reorganización política e institucional, la colaboración en- [...] ya que los políticos de todos los colo- tre ambas instituciones fue mutua y muy res ideológicos peleaban más bien por cerrada. David Brading recuerda que du- determinar el signo político de la religión rante más de treinta años que duró la re- en la república católica […]. Sin embargo, pública federal, casi todos los sucesos de la Reforma condujo a la separación en- Estado se celebraban en los atrios de las tre la Iglesia y el Estado, pero también catedrales; por ejemplo, cuando Vicente entre la religión y la política.2 Guerrero capturó las banderas del ene- migo francés en 1829, las depositó en el Las diferencias sobre los correspon- santuario de Nuestra Señora de Guadalu- dientes intereses políticos entre ambas pe, en el Tepeyac, y el Tratado de Guada- instituciones se hicieron irreconciliables, lupe Hidalgo, se firmó en la sala capitular una vez que se decretaron las llamadas de ese santuario en 18481, y es que desde Leyes de Reforma, en 1861, cuando el cle- el periodo colonial se transterró a la Nue- ro, guiado por sus obispos altamente poli- va España y a todas las colonias españolas tizados, decidió apoyar al grupo auto- en América la tradicional alianza españo- nombrado conservador, que se opuso a la la entre el trono y el altar que partía de una reducción política de la Iglesia para limi- colaboración mutua incondicional; de ello tarla al papel de guardián espiritual de sus da cuenta la historiografía nacional. feligreses; además, y bajo el signo de los Brading señala, por ejemplo, el conti- afanes modernizantes del grupo liberal en nuo apoyo económico por parte de la Igle- el gobierno, el Estado otorgaba a dichos sia al gobierno, el respaldo ideológico con feligreses, en su calidad de ciudadanos, que la Iglesia dotó al Estado naciente en la libertad de credo, al mismo tiempo que coronación de Agustín de Iturbide (1821) favorecía la introducción y fortalecimien- al ungir en el nombre de Dios a un empe- to de una Iglesia católica nacional, dis- rador nacido en tierras aztecas. Del mis- puesta a jurar la Constitución de 1857.3 mo modo, la proclamación de las distintas

2 Brian Connaughton, Entre la voz de Dios y el lla- 1 Incluido en Manuel Ramos Medina, Historia de la mado a la patria, p. 17. Iglesia en el siglo xix, p. 40. 3 El 18 de junio de 1861, el periódico La Unidad Cató- 97 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Valeria Cortés Hernández*

Hacia la ruptura sia en asuntos que consideraron del ám- bito civil: el registro de matrimonios, na- Como es evidente, la ruptura entre Esta- cimientos, defunciones; la existencia y do e Iglesia no fue abrupta, los constan- administración de cementerios públicos, tes cambios de gobierno y los debates y se señala qué días debían tenerse como sobre las formas políticas de organización festivos y se prohíbe la asistencia oficial nacional, incluyeron continuamente el te- a las funciones de la Iglesia; también se ma de la Iglesia (como institución con la declara la libertad de cultos, se seculari- que se habían compartido en mayor o me- zan hospitales y establecimientos de bene- nor medida las decisiones y las circunstan- ficencia, se suprimen las comunidades reli- cias del gobierno y de la que se esperaba su giosas como conventos y monasterios, y respaldo en asuntos como el orden social se nacionalizan los bienes de la Iglesia.4 y la obediencia a la autoridad política) y, Al imponer estas leyes, el gobierno en última instancia, el tema de la religión; mexicano emulaba a otros estados como aunque en el momento más álgido de la Francia y E.U. que en busca del signo de crisis ente ambas instituciones, el clero de modernidad adoptaban este tipo de estra- élite optó por interpretar el discurso liberal tegias con el fin de romper con las formas como un ataque directo e inequívoco a la políticas antiguas e inaugurar las que dic- religión en sí misma: sus valores, dogmas, taba el paradigma político sobre el gobier- ritos y prácticas, entendiendo como “reli- no civil de la segunda mitad del siglo xix. gión” todos los comentarios y críticas libe- La carrera hacia la secularización5 política rales que aludían a las actitudes, prácticas había empezado y los liberales mexicanos y hechos realizados por determinados quisieron incluir a México en ella. miembros del clero. Las carencias y contradicciones que Estas tensiones se materializaron en dicho paradigma político presentaba en sí la Guerra de Reforma, también llamada mismo y la falta de condiciones en Méxi- “Guerra de Tres Años” (1859-1861), en la co para adoptarlo con mayor provecho, no que el grupo conservador aprovechó el pareció preocupar a los liberales mexica- apoyo del clero católico y este último in- nos, en cambio una vez que lograron salir terpretó el enfrentamiento entre los gru- victoriosos de la guerra de tres años y lue- pos políticamente opuestos, liberales y go de derrocar al segundo intento impe- conservadores, como una “guerra de reli- rial apoyado por los conservadores y el gión”, cuando en realidad el centro de la clero (1864-1867), el gobierno liberal me- fricción era el deseo del grupo liberal por xicano se apresuró promover las Leyes de decretar y aplicar las Leyes de Reforma, Reforma y a adoptar otras medidas que que limitaban la participación de la Igle- dictaba el paradigma de la modernidad: la difusión de un modelo educativo laico,

lica denunció la creación de una “nueva Iglesia ca- tólica mexicana” en Santa Bárbara , Tamaulipas. El 4 F. Tena, Leyes fundamentales de México, 1808-1999. creador y preceptor, Ramón Lozano era un ex pres- 5 Por secularización se entiende un proceso en el que bítero “que vivía en concubinato sacrílego y con las esferas económicas, políticas, jurídicas y éticas hijos habidos”. La Iglesia fue reconocida, según se independizan de las normas religiosas. En cuan- el diario por el gobierno liberal de Tamaulipas. La to a la esfera religiosa, tiende a privatizarse según Unidad Católica, p. 2 los intereses y la voluntad de los individuos. 98 Argumentos en defensa de la religión en una nación moderna. La Sociedad Católica de...

positivo, enciclopédico y politizado para ron forma y lugar a una nación estable y promover la secularización social y redu- poderosa como Inglaterra. Entre otras co- cir la importancia política de la Iglesia, sas, este filósofo inglés criticó en Francia confiscando sus bienes para beneficiarse el hecho de desechar todo aquello que económicamente de ellos. El Estado se en- había definido a Francia para intentar re- contraba en problemas económicos. construirla de lo ajeno: El clima intelectual del último tercio del siglo xix aspiraba a imponer cambios Vosotros tenías ventajas en vuestras an- en las formas políticas que incluyeron tiguas instituciones, pero escogisteis ac- transformaciones institucionales y socia- tuar como si jamás os hubieses amoldado les; sin embargo, los conservadores, nota- a vivir en una sociedad civil y tuvieses que blemente influenciados por el pensamien- empezar todo de nuevo. Comenzasteis to de Edmund Burke,6 consideraban que mal, porque empezasteis por despreciar el estadio de modernidad sólo sería posi- todas aquellas cosas que os pertenecían.7 ble en un marco de cambios paulatinos en donde la permanencia de la tradición po- Los conservadores mexicanos inten- lítica, cultural y social garantizara la con- taron adoptar la prudencia recomendada solidación de la identidad nacional y for- por Burke y concibieron el estado moderno taleciera desde dentro la soberanía. En el poniendo como requisito indispensable el ideal de Burke, la burguesía jugaba un pa- desarrollo interno de las instituciones, la pel fundamental como motor del desa- defensa de las tradiciones que dotan a rrollo económico y material insustituible, la nación de identidad, cohesión y soli- por lo que habría necesidad de fortalecer daridad, el apoyo del estado a la Iglesia a ese sector social y respaldarlo desde el y, por supuesto, a la religión, sin por ello Estado; en cuanto a la Iglesia, el filósofo renunciar al estadio de modernidad al que inglés la consideró una institución capaz también aspiraban. de garantizar el orden social, imponiendo La lucha entre ambas facciones fue obediencia, respeto y conformidad con los intensa y presentada en intervalos de cor- lineamientos del gobierno, con quien de- ta duración: la Guerra de Reforma, el Se- bía mantener una relación de apoyo mutuo gundo Imperio; y uno de los frentes que en lo político y económico. Burke no se pretendieron defender fue la importancia oponía al cambio, pero consideró un error de la Iglesia católica y, por ende, la reli- destruir las instituciones y las tradiciones gión, como un elemento de insustituible políticas, sociales y económicas que die- importancia en la escena nacional. El presente texto fue presentado co- mo colaboración en la mesa redonda Ideas 6 Filósofo, político inglés de la segunda mitad del si- glo xix, se le considera padre del conservadurismo y Religión, convocada por el Seminario In- o del liberalismo conservador inglés. Vivió durante terinstitucional Permanente de reflexio- la segunda mitad del siglo xviii y se opuso a los pa- nes historiográficas “Rosalía Velázquez Es- radigmas políticos que provocaron la Revolución Francesa, hacia 1789. Publicó sus Reflexiones sobre trada”, en junio del 2015. El objetivo del la revolución en Francia en 1790. El texto ha sido traducido a diversos idiomas desde su primera pu- blicación, entre ellos el español. Es posible encon- 7 Edmund Burke, Reflexiones sobre la revolución en trar ediciones recientes. Francia, p. 72. 99 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Valeria Cortés Hernández*

evento fue mostrar las diversas ideas, todos los medios al grupo conservador acciones y reacciones que ha generado la como fuerza política de oposición. Ante religión en México. Por lo que aquí no se esta circunstancia, muchos conservadores pretende sino poner al alcance del lec- decidieron olvidarse de la política y volver tor algunos argumentos que los conserva- a sus actividades cotidianas como el co- dores católicos esgrimieron ante lo que mercio, la docencia, el cuidado de sus ha- sintieron como ataques directos a la reli- ciendas, etcétera. Quienes se sintieron gión cuando el gobierno de Benito Juárez en una situación de mayor vulnerabilidad se propuso aplicar las Leyes de Reforma, (entre ellos jerarcas clericales y notables eliminar al grupo conservador (único alia- intelectuales laicos), se exiliaron en el ex- do a la causa religiosa) como antagónico al tranjero. Algunos volvieron cuando el pre- liberalismo en el poder y reducir los efec- sidente decidió otorgar a cuenta gotas la tos de la reacción de la Iglesia. amnistía e intentaron mimetizarse con sus En este espacio se pretende mostrar coetáneos. Otros, los menos, buscaron re- los argumentos esgrimidos por notables organizarse como grupo, esta vez sin in- representantes del grupo conservador, tereses políticos.8 empeñados en señalar al gobierno y a sus De modo que el 25 de diciembre de detractores la importancia de mantener 1868 se declaró establecida la Sociedad al catolicismo como religión exclusiva del Católica de la Nación Mexicana, declarada Estado mexicano y a su Iglesia como pilar bajo el amparo de la Purísima Concepción; fundamental para la unidad nacional y la una asociación sin intereses políticos a la modernidad. Los argumentos citados in- que podrían acceder todos aquellos que cluyen señalamientos sobre errores polí- se interesaran en apoyar y defender la ticos (y pecaminosos) del afán liberal al religión católica como única posible en interpretar las ideas de libertad e igualdad México, sin importar filiación política, ocu- desde un punto de vista secular, así como pación o nivel económico. Entre otras al considerar a la Iglesia como institución actividades se ocuparían de visitar orfana- retrógrada que se empoderara con la ig- tos, hospitales, asilos y cárceles, vigilar la norancia y el fanatismo del pueblo. De adecuada enseñanza religiosa en las es- modo que se han seleccionado desde di- cuelas y en las familias, difundir y cumplir versos discursos, algunas ideas en las que los mandatos del pontífice en Roma, in- los católicos y conservadores logran refle- formar de los eventos propios de la reli- jar el porqué y cómo es que la religión ca- gión y las efemérides de la Iglesia. tólica romana debía incluirse en un pro- Desde la tradición liberal represen- yecto para la construcción de una nación tada por Juárez, y con respecto a la trans- moderna como la que aspiraba a ser Mé- formación social, la modernización de la xico en el último tercio del siglo xix. nación mexicana sólo sería posible a tra- En 1867, una vez resuelta la Guerra vés de una transformación acelerada de de Reforma en favor de los liberales, de- las formas del imaginario social de la po- rrotado el Segundo Imperio, ejecutado el blación, sobre todo de aquellos esquemas emperador en Querétaro y vuelto al poder Benito Juárez como presidente, una de sus 8 Vid. J. Adame, El pensamiento político y social de los primeras disposiciones fue eliminar por católicos mexicanos (1867-1914). 100 Argumentos en defensa de la religión en una nación moderna. La Sociedad Católica de...

en los que la influencia de la Iglesia era el cual se difundían formas de pensamien- más notable, porque validaban la ignoran- to, se validaban o se desaprobaban de- cia y el fanatismo como condición natural terminadas realidades o circunstancias. que, por otro lado, servían a la causa de la En esto radica la importancia de rescatar sociedad conservadora. La estrategia del los debates que sostuvieron importantes gobierno para esta transformación inclu- miembros del liberalismo y del conserva- yó herramientas de secularización social. durismo porque en sus argumentos se en- La educación escolar lograría avanzar de cuentran contenidos los valores que mejor forma masiva, de modo que facilitó la los definen y las metas que cada grupo creación de la Escuela Nacional Prepara- aspira a alcanzar. toria como alternativa frente a las institu- La Sociedad Católica contó con sus ciones de educación en manos de religio- propias publicaciones periódicas. La Voz sos. Por su parte, los liberales aliados al de México (1870-1875) fue un periódico gobierno, se prodigaron en publicaciones que alcanzó presencia no sólo en la capital periódicas desde las que se criticaron las de la república, también se distribuyó en estrategias educativas pías y se calificó a aquellas provincias en las que la Sociedad la Iglesia y al clero de traidores a la patria tenía filiales, porque esta agrupación al- por su apoyo al imperio de Maximiliano I, canzó una presencia y una capacidad or- y de retrógradas y opositores al progreso ganizativa sin precedentes. Una vez rota por su apoyo al grupo conservador que la relación de este rotativo con la Socie- defendió a la Iglesia como institución po- dad a causa de intereses políticos irrecon- lítica y a los esquemas y tradiciones here- ciliables entre redactores y la asociación, dados del periodo colonial como propios el vocero oficial fue El Mensajero Católi- y deseables para la nación mexicana. co (1875-1876). Aunque los argumentos La prensa fue un recurso de expresión que aquí importan fueron publicados so- muy importante de la época. Más que in- bre todo entre 1870 y 1872, hasta la muerte formar, su objetivo era difundir, comuni- de Juárez. car, fungir como escaparate de ideas polí- Los periódicos citados fueron de ticas, filosóficas, propuestas intelectuales, acceso al público en general, por lo tanto novedades científicas, literarias y artísti- sus publicaciones están marcadas con la cas, y en menor medida dar noticias de intención de poner sus ideas al alcance acontecimientos importantes a nivel na- de propios y extraños. A ellos reaccionó cional y en el extranjero. Por ello, la prensa la prensa liberal descalificando sus postu- fue la tribuna por excelencia para debates ras y atacando a sus redactores. Sin em- políticos y de todo tipo. Lo corriente fue bargo, esta prensa no fue su único canal que las agrupaciones sociales y políticas de emisión. La Sociedad Católica también contaran con alguna publicación perió- contó con publicaciones dirigidas especí- dica como medio de expresión y comuni- ficamente a los miembros de dicho colec- cación con sus simpatizantes y para hacer- tivo que, además, internamente estuvo se de nuevos adeptos. organizado en al menos dos sub grupos: Dadas estas características, es posible el de hombres y el de mujeres, entre ellas identificar a la prensa decimonónica mexi- cabe destacar la revista La Sociedad Ca- cana como otro aparato educativo desde tólica y su Memoria. Existieron también 101 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Valeria Cortés Hernández*

publicaciones específicas para niños y se- Católica, otros más impartieron cátedra ñoritas, tal es el caso de El Ángel de la en la Preparatoria propia de la agrupa- Guarda (1870), La Idea Católica (1869- ción y, a la vez, en la Escuela Nacional Pre- 1871), aunque en estas últimas no apare- paratoria, dirigida por Gabino Barreda. cen los textos que aquí importan. Por Vale advertir que las publicaciones de la otro lado, fuera de la Sociedad Católica, Sociedad privilegiaron más la difusión de el catolicismo encontró apoyo en otros las ideas y los mensajes que la mención periódicos que, sin ser parte de la agru- de sus autores, por lo que en la mayoría de pación, la apoyaron y se sumaron con los casos el nombre del editor o articulis- publicaciones propias y en la difusión ta era omitido. de las publicaciones de La Voz. Tal es el Son dos las condiciones que el libera- caso de El Pájaro Verde, La Unión y El Fénix lismo en el gobierno planteó como fun- de América. damentales para lograr la secularización Se ha dado la mayor difusión a los social: concientizar a la sociedad sobre la intelectuales que pusieron su pluma al importancia de la libertad como valor su- servicio del liberalismo. Se han repetido premo de la humanidad y la educación hasta la saciedad los nombres de Ignacio laica. Sobre estos dos temas los redactores Ramírez, Guillermo Prieto, Ignacio Manuel católicos centraron sus afanes para de- Altamirano, etc., como los artífices y difu- mostrar que en ambos el catolicismo sores del pensamiento liberal, al grado de aseguraba, por un lado, el orden social ne- que se corre el riesgo de suponer que los cesario para la consolidación nacional y, conservadores católicos no contaban con por otro, que la educación en manos de redactores e intelectuales de talla digna la Iglesia siempre había aspirado a llevar de mención. Este supuesto es un error. El a las sociedades y las naciones al progreso catálogo de Publicaciones periódicas del y bienestar. Sobre estos dos temas expo- siglo xix: 1856-1876, ofrece una muy com- nemos algunos argumentos que desarro- pleta lista de esos artífices: Francisco llaron los conservadores católicos en su Abadiano, José Ignacio Anievas, José Joa- esfuerzo por mostrar la necesaria presen- quín Arriaga, Tirso Rafael Córdoba, José cia de la Iglesia católica en la construcción de Jesús Cuevas, Felipe Dávila, Manuel de la modernidad nacional. Domínguez, José Mariano Fernández La secularización como requisito del de Lara, Manuel García Aguirre, Diego estado moderno fue propuesta en los idea- Germán y Vázquez, Rafael Gómez, Ger- les que movieron los hilos que desenca- mán Madrid y Ormaechea, Feliciano Mar- denó la Revolución Francesa en 1789. Pa- tín, Tadeo Romero, Bonifacio Sánchez ra la segunda mitad del siglo xix el propio Vergara, Tomás Sierra y Rosso, José Joa- Papa había sufrido los embates del libe- quín Terrazas, José Dolores Ulíbarri y Mi- ralismo radical y en 1864 Pío IX emitió su guel Zornosa.9 Todos ellos destacados encíclica, Syllabus errorum, en la que con- intelectuales de su tiempo. Algunos fun- dena con excomunión a todos cuantos se gieron como presidentes de la Sociedad afiliasen al liberalismo y al comunismo. El clero de todos los niveles se apresuró a difundir esta medida y los católicos píos 9 M.A. Castro y G. Curiel, Publicaciones periódicas me- xicanas del siglo xix: 1856-1876 (parte I), pp. 601-611. iniciaron una producción discursiva en la 102 Argumentos en defensa de la religión en una nación moderna. La Sociedad Católica de...

que se condena la idea de libertad esgri- El catolicismo ama a la libertad y quiere a mida por el liberalismo radical. la libertad, mas no como el velo para cu- brir la malicia [Epístola 1a. de San Pablo], ni con los deseos y desarreglos que quie- La modernidad debe ser católica re el mundo. “Hemos sido llamados a la libertad, decía San Pablo, solamente que En el escenario mexicano que nos hemos no debemos dar la libertad por ocasión planteado, la Sociedad Católica retomó de la carne [Epístola de San Pablo a los las publicaciones que vieron la luz en 1864, Gálatas].” pues aquellas ideas cobraron actualidad, por eso se rescató el opúsculo de José Arróniz deplora que el liberalismo Joaquín Arroniz, El catolicismo y los hom- esgrima su noción de libertad como un bres de la época, en el que se señala: medio infalible que conduciría al progreso material, cuando la evidencia en Estados La libertad que Dios ha dado al hombre, Unidos y Francia no mostraba que la ri- no es por cierto la que ellos pregonan. queza y el bienestar material fuera una Aquella no excluye el orden, ni se conquis- condición de la mayoría de la población ta con la rebeldía, ni hace la guerra al en esas naciones. Recuerda que fue la ley principio de la autoridad. Su poder, su y la tradición lo que mantuvo a ambos fuerza y su prestigio están basados en pueblos en como potencias en otros tiem- la verdad de su doctrina; mientras que la pos e insiste en que la libertad sin fe es libertad demagógica, desposeída de to- un absurdo; la libertad y la tolerancia reli- do sentimiento noble proclama la impie- giosa es: dad y la mentira [...]. Una libertad ilimi- tada como la que ellos quieren, natural [...] injusta y perjudicial a la unidad so- es que produzca efectos contrarios a los cial de la nación, y por lo tanto el culto principios que invoca ¿por qué? Porque religioso debe ser uno solo para que sean la libertad infinita pertenece a Dios y no a unas mismas las costumbres y los senti- los hombres. Su condición humana suje- mientos piadosos del pueblo.11 ta en todo a la primera causa, que Dios nada vale, ni nada es ante el poder de En la revista La Sociedad Católica en- aquel que tiene en sus manos la vida y la contraremos continuidad con esta idea so- muerte de las sociedades. No hay liber- bre que la libertad del hombre debe ser bus- tad donde no hay religión.10 cada en la obediencia de las leyes de Dios y que sólo la religión católica, a través de Para respaldar sus argumentos, Arró- su Iglesia, puede promover y guardar. En niz acude al Nuevo Testamento, mostran- 1869 sus lectores fueron convocados así do así que su postura no es individual y a mantenerse fieles al catolicismo y prac- reaccionaria, sino que se funda en uno ticar sólo esta libertad: de los libros que el catolicismo tiene por muy santos.

10 J. Arroniz, El catolicismo y los hombres de la época. 11 Ibid. 103 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Valeria Cortés Hernández*

Las leyes que rigen la existencia humana levanta a la nación; más el pecado hace del hombre son en esencia y solo con las miserables a los pueblos.”13 inflexiones que reclama la multiplicidad de los seres de que se componen, son las mismas que gobiernan la vida colectiva Educación y modernidad de las naciones. ¿Mas cuáles son las leyes que mantienen al mundo moral, y por En 1869, el presidente de la Sociedad Ca- decirlo así, hacen las veces de esa atrac- tólica, el abogado Miguel Martínez, reac- ción tan maravillosa como enérgica, que cionó ante el establecimiento de la Escue- mantiene en el espacio los mundos in- la Nacional Preparatoria (1868), que hacía contables que lo puebla? Son los de la público que sus esfuerzos se centrarían en verdad y el amor, la fe y la caridad. Saber secularizar a la juventud a través de una lo que Dios quiere que hagamos y ha- propuesta educativa que incluía una edu- cerlo. He aquí el mayor bien, la mayor cación moral laica para demostrar que la perfección y la mayor felicidad del hom- bondad del ser humano no estaba defini- bre, de las naciones y de la humanidad da por la religión o un determinado credo. toda. En una palabra y para decirlo todo Sustentaban esta estrategia basándose de una vez, el Evangelio infalible de nues- en dos teorías del conocimiento en boga: tro maestro y salvador Jesucristo, que el racionalismo y el positivismo. Ante esto nos enseña a creer y obrar, es la ley única la Sociedad Católica se organizó para crear y suprema del mundo moral.12 su propia Escuela Preparatoria y dar así a los padres de familia una opción para con- En este primer número, la Sociedad tinuar la educación de sus hijos sin poner Católica recuerda a sus miembros que la en peligro la salvación de su alma. lucha no es sólo en contra del gobierno y su soberbia, sino también para orientar a No. La moral cristiana jamás condena la todos aquellos que puedan perderse eje- justa libertad, antes bien le da más am- cutando esa libertad de elegir otra religión plitud. En la teoría racionalista [priva] la que no sea la verdadera o al defender la facultad de hacer cuanto la ley no prohí- tolerancia religiosa como una virtud; con- be, pero la ley caprichosa e inmoral pro- voca a todos los esfuerzos materiales, fí- híbe lo que no debe prohibir [se refiere sicos y morales para: entre otras cosas a la prohibición de la práctica del culto fuera de los templos]. [...] agrupar en torno de todas estas gran- Si os atenéis a esta regla vuestra libertad dezas de la patria a nuestros compatrio- queda ciertamente a merced del gobier- tas débiles y poderosos, pobres y ricos, no. [...] La política cristiana, que es la Mo- a la nación toda, en fin, y sobre este bas- ral Evangélica, aplicada a las naciones, el to pedestal clavar triunfante la cruz de principio de la libertad civil y la política, Jesucristo, para que a la luz de su esplen- es éste: “haced todo lo que queráis, con dorosa irradiación pueda leerse esta ver- tal de que no lo prohíba la moral cristia- dad que baja de los cielos: “La justicia na, ni la ley con que ella se conforma”. Y

12 La Sociedad Católica, 1869. 13 Ibid. 104 Argumentos en defensa de la religión en una nación moderna. La Sociedad Católica de...

como la Moral no es variable al antojo del dor, defendió a la Iglesia y a la religión con hombre, ni las leyes acomodadas a ella, la ardor incomparable. Siendo rector del Se- libertad no está dependiente del antojo minario en Morelia, publicó en 1852 Los del gobernante, acaso usurpador, sino de principios de la Iglesia católica compara- la voluntad infinitamente buena y sabia dos con los de la escuela racionalista, tex- de Dios, con cuyas infinitas perfecciones to que fue reeditado después constante- son incompatibles, la ignorancia, la preo- mente pues la fuerza de sus razonamientos cupación, la maldad, la ambición, la co- y su capacidad argumentativa se mante- dicia, la soberbia y todos esos males que nían vigentes, además, el liderazgo del ar- engendra el despotismo y la tiranía.14 zobispo en su defensa de la Iglesia fue considerado insuperable aún después de En cuanto a la educación, la Sociedad su muerte. La Sociedad Católica recurrió Católica se mostró preocupada por la crí- a sus escritos para defender la educación tica liberal planteada en dos sentidos: que propugnada por la Iglesia, el clero y laicos la educación que impartía la Iglesia era píos a la sociedad mexicana, de modo que retrógrada, pues se veía favorecida por la se ocupó de la reimpresión de esta singu- ignorancia para fomentar el fanatismo, y lar obra en la que se afirma: que a la Iglesia no le importaban los avan- ces científicos y tecnológicos por atacar a El catolicismo inició a la humanidad en el los dogmas en los que se sostenía. conocimiento de sí propia, fijó inaltera- La educación que propiciaba la Igle- blemente los dos puntos, y tiró de la sia fue un tema abordado por los intelec- línea de progreso y perfección que debía tuales mexicanos desde décadas anterio- recorrerse para que todo contribuyese res a la Reforma. Valentín Gómez Farías y por su parte a la felicidad común. José María Luis Mora ya habían mostrado El catolicismo dio a conocer la felici- preocupación por el tema en 1833 y pro- dad, estableció los respectivos objetos pusieron la libertad educativa y la educa- que a ella conducen, enseñó y fecundó ción laica respectivamente,15 aunque los los elementos bastantes para que cada avatares políticos impidieron que cualquier institución llenase su objeto. Columbrar proyecto al respecto del tema educativo la verdad en la idea genérica de la verdad prosperara. La educación se mantuvo co- fecunda, pudo ser obra de la razón; pero mo responsabilidad casi exclusiva del clero reconocerla en todo, enseñarla y hacerla hasta 1868. efectiva en el sistema general de las cien- Ante las críticas de este quehacer edu- cias, de los dogmas, de la moral y de la cativo, es célebre la defensa realizada por política, debía ser obra de otro principio, el arzobispo Clemente de Jesús Munguía y dígase cuanto se quiera, lo fue de facto (1810-1868). Abogado y posteriormente del principio católico.16 ordenado presbítero (1843), fue nombra- do arzobispo de Morelia; dueño de una Con ello quedaba sentado que la edu- claridad intelectual notoria, excelente ora- cación se había confiado a la Iglesia cató-

14 La Sociedad Católica, 1870, p. 47. 16 C. Munguía, Los principios de la Iglesia católica com- 15 M. Guzmán, Escuelas laicas, pp. 25-67. parados con los de la escuela nacionalista, pp. 27-28. 105 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Valeria Cortés Hernández*

lica para el conocimiento de la humanidad no podía producir sino anarquía y desobe- y para la construcción de la felicidad y el diencia. Percibe la secularización como un progreso. ¿Cómo podría oponerse a él? peligro y la educación laica como una pre- Al contrario, al haber alentado la verdad, tensión que no se habría sopesado ade- el conocimiento y la ciencia, la Iglesia se cuadamente y que se seguía por pura hacía una institución fundamental para el imitación, sin calibrar previa y profunda- desarrollo y la difusión científica, aunque mente las consecuencias. La educación la había condicionado a la obediencia de la religiosa, según el arzobispo, había garan- moral cristiana dando el debido lugar al tizado la existencia y el progreso de rei- principio teológico del que emana toda la nos e imperios. En su escrito hace alarde verdad y el bienestar del hombre. de erudición citando pensadores euro- Munguía no fue ajeno al quehacer peos; en su crítica a la secularización, cita educativo ni insensible a la importancia a Boland: de la erudición y el desarrollo intelectual; había estudiado para abogado, se formó La religión cristiana regla los gobiernos, también como presbítero y asumió la rec- los gobiernos regla los cuerpos, los cuer- toría del Seminario de Morelia. Consideró pos reglan las familias, la familia regla al importante la educación, pero supuso que individuo. Todo tiende a formar cuerpo desprovista de los valores en los que se en el mundo social, es la fuerza de adhe- funda la moral religiosa, más que conseguir rencia del mundo físico, y puede decirse el progreso y el bienestar de los pueblos, que no hay espíritu público o social sino acarrearía miseria y desgracia. en los cuerpos públicos: espíritu de reli- gión, espíritu de patria, espíritu de cuer- “Instruid a los pueblos, derramar sobre po, espíritu de familia público, en fin, alma ellos la mayor copia de luces, incorporar- de la sociedad, principio de la vida, de su los en las grandes discusiones filosóficas fuerza, de sus progresos.18 y políticas y los haréis felices”. He aquí el grito de las escuelas progresistas, que se Por obvias razones, la Sociedad Ca- han figurado descubrir el secreto y con- tólica se abanderará con estos plantea- quistado el derecho de regenerar a la so- mientos. La creación de su Escuela Pre- ciedad. Otra escuela menos presuntuosa, paratoria (1869) fue cimentada en estos pero más discreta, más sabia y más pru- principios para tranquilidad de las familias dente ha visto en estos clamores el más católicas que buscaran la formación inte- completo extravío que ha podido sufrir lectual de sus hijos sin poner en riesgo la la raza en materia de política: Ella dice salvación de su alma. Al parecer, la crítica “moralizad a los pueblos y la sociedad de los liberales simpatizantes del gobierno será perfecta”.17 no afecta este propósito educativo, por- que aspiran sobre todo a proporcionar Munguía se muestra convencido de “tranquilidad a las madres mexicanas” por- que la educación política del pueblo, sin que prepararían a sus estudiantes como una cuidada educación moral religiosa,

17 Ibid., p. 67. 18 Ibid., p. 177. 106 Argumentos en defensa de la religión en una nación moderna. La Sociedad Católica de...

bachilleres “para todas las carreras profe- Bibliografía sionales, donde la ciencia crezca al abri- go de la religión, como se desarrolla una Adame, J. El pensamiento político y social de planta delicada al abrigo de un frondo- los católicos mexicanos (1867-1914). so arbusto”.19 México, Universidad Nacional Autó- noma de México, 1981. Arroniz, J. El catolicismo y los hombres de la Comentarios finales época. Orizaba, Imprenta de Ramón López, con Licencia de la Mitra, 1864. Los argumentos aquí expuestos provoca- Brading, D. “Intransigencia ultramontana ron las más de las veces reacciones rápidas en la reforma mexicana”. Manuel Ra- y en muchos casos viscerales por parte de mos Medina (comp.). Historia de la reconocidos liberales que defendieron y Iglesia en el siglo xix. México, El Cole- aplaudieron las estrategias del presidente gio de México, El Colegio de Michoa- Juárez para el establecimiento de la Es- cán, Instituto Mora, Universidad cuela Nacional Preparatoria y los plantea- Autónoma Metropolitana-Iztapala- mientos educativos de Gabino Barreda, su pa, Centro de Estudios de Historia de director. En algunos casos tuvieron lugar México condumex. interesantes debates periodísticos. Burke, E. Reflexiones sobre la revolución La Sociedad Católica tuvo presencia en Francia. Madrid, Alianza Editorial, en la mayor parte del territorio nacional, 2013. gozó de la bendición del papa Pío IX y los Castro, M. y G. Curiel. Publicaciones perió- sacerdotes se encargaron de apoyar y dicas mexicanas del siglo xix: 1856- difundir sus ideas por todos los medios a 1876 (Parte I). México, Universidad su alcance. Pese a sus esfuerzos, la maqui- Nacional Autónoma de México, 2003. naria de secularización no se detuvo y la Connaughton, B. Entre la voz de Dios y muerte inesperada de Benito Juárez (1872) el llamado de la patria. México, Uni- no supuso para los afanes de los conser- versidad Autónoma Metropolitana- vadores católicos ningún alivio pues el Fondo de Cultura Económica, 2010. gobierno interino de Sebastián Lerdo de Guzmán, M. Escuelas laicas. México, Em- Tejada (1872-1876) se mostró aún más presas editoriales Sociedad Anóni- radical. Aunque las publicaciones de filia- ma, 1948. ción religiosa continuaron, su discurso fue Munguía, C. Los principios de la Iglesia tendiendo cada vez más a mantener fiel católica comparados con los de la es- a la grey frente al avance discreto de la cuela racionalista. México, Imprenta existencia de otras religiones que apro- de J.R. Bardebillo y C., 1878. vecharon la puerta abierta para la liber- Tena, F. Leyes fundamentales de México, tad religiosa en aras de la modernidad. 1808-1999. México, Editorial Porrúa, 1999.

19 La Sociedad Católica, 1870, p. 38. 107 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Valeria Cortés Hernández*

Hemerografía

Sociedad Católica (1869). La Sociedad Sociedad Católica (1870). La Sociedad Ca- Católica, Tomo I. tólica, Tomo II.

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Nora Pérez-Rayón Elizundia*

La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo en el siglo xxi

Benedict xvi’s visit to Mexico Expressions and arguments of anti-clericalism in the 21st century

Resumen Abstract

La visit del papa Benedicto xvi a Pope Benedict xvi’s visit to Mexico México en el año 2012, constituyó in 2012 provided an opportunity to una oportunidad para apreciar el con- appreciate the critical context, both texto crítico, tanto nacional como national and international, that the internacional, que vivían los actores involved political actors were living políticos involucrados en el evento. in the event. The article focused on El artículo se enfocó al análisis de los the analysis of opinion speeches pu- discursos de opinión publicados en blished around the experience in torno al acontecimiento en varios de several of the country’s main news- los principales periódicos del país papers (Reforma, La Jornada, El Uni- (Reforma, La Jornada, El Universal y versal and Milenio). Milenio).

Key words: Mexico, Catholic Church, Palabras clave: México, Iglesia cató- 21st century, Benedict xvi, anti-cleri- lica, siglo xxi, Benedicto xvi, anticleri- calism calismo

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 109-128 Fecha de recepción 12/11/14 > Fecha de aceptación 27/12/14 [email protected]

* Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. 110 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

a visita a México del Papa Benedicto ven diversas corrientes político-ideológi- Lxvi en 2012 nos permite apreciar, en cas que constituyen un abanico de visio- torno al espectáculo mediático, la proli- nes, posicionamientos y comportamien- feración de discursos apologéticos y de tos. México es heredero de dos grandes exaltación de la religiosidad del pueblo influencias culturales: la religión católica mexicano, y de las expresiones de regocijo y el liberalismo, que se han confrontado a por otra visita papal, así como voces críti- lo largo de más de dos siglos en múltiples cas de actores políticos y sociales en torno temas y por diferentes medios. Al respec- al acontecimiento. Estas voces se expre- to, el análisis de la visita de Juan Pablo II saron en la prensa a través de editoriales, ofrece una oportunidad para apreciar la columnas, artículos y entrevistas que brin- utilización de la dimensión religiosa con daron al público interesado información, fines electorales o para impulsar políticas contexto internacional y nacional, análisis públicas confesionales, y las reacciones so- e implicaciones de la visita, es decir, un ciales que ello provoca. conjunto de elementos para alimentar el Benedicto xvi llegó a México en mar- juicio de los lectores interesados. La revi- zo de 2012, en un período electoral pola- sión de estos textos, publicados en perió- rizado frente a la inminente elección pre- dicos tales como Reforma, La Jornada, El sidencial entre los candidatos, Enrique Universal y Milenio, seleccionados por cri- Peña Nieto por el pri, Andrés López Obra- terios de tiraje, difusión nacional, calidad dor por el prd, y Josefina Vázquez Mota de los colaboradores y pluralidad ideoló- por el pan, entonces partido en el poder. gica, constituyó una muestra representa- El pontífice estuvo solo tres días y en el tiva de los argumentos que sustentaron Estado de Guanajuato. las críticas al sumo pontífice, a la jerarquía Ratzinger llegaba a México como ca- católica, al gobierno y a la clase política.1 beza de una Iglesia afectada por una de las Si bien el gran público no suele detenerse más severas crisis institucionales, desle- en estos textos, hay un sector de la opinión gitimada por la grave acusación de encubri- pública que los atiende y suele convertirse miento a la pederastia de sus clérigos a ni- en difusor de estas perspectivas. Desde lue- vel internacional; por otro lado, lo recibía go estas publicaciones no compiten con la un presidente, Felipe Calderón, debilitado influencia de la televisión y de la radio. por la guerra contra el narcotráfico y el Partimos de la certeza de que la Igle- bajo crecimiento económico. No obstante, sia católica no es un bloque monolítico, si- y en buena medida gracias al impulso y el no que se inserta en la sociedad, expresa proyecto de su antecesor Juan Pablo II, la sus contradicciones, y en su seno convi- jerarquía católica contaba con un poder y una presencia en los espacios públicos 2 1 Como en toda selección, hay un cierto margen alea- impensable unos años antes. torio. Considerando que, hoy en día, la geometría México, como lo tuvo muy presente política derecha-izquierda es muy compleja y rela- Juan Pablo II, era importante no sólo tiva, nos atrevemos a señalar a La Jornada como periódico de izquierda; El Universal de centro; Re- forma y Milenio de centro derecha. Cabe la apre- ciación de que en sus páginas editoriales han 2 Véase Soledad Loaeza, La Iglesia católica en la buscado una integración de colaboraciones de ca- transición mexicana a la democracia, Nora Pérez- rácter más plural. Rayón, El beso de la discordia. 111 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

por el alto porcentaje de población que 1. La crisis provocada por se identificaba con el catolicismo y su fi- denuncias de abuso sexual delidad guadalupana, sino porque conta- y ocultamiento institucional ba con una jerarquía en lo general disci- plinada a la línea vaticana por razones La importancia que Juan Pablo II dio a Mé- históricas y relativamente alejada del radi- xico durante su pontificado obedeció a calismo de algunas corrientes vinculadas intereses político religiosos concretos, ins- a la teología de la liberación o movimien- critos en su proyecto de centralización y tos afines al clero centro y sudamericano;3 fortalecimiento del poder institucional de además, se confiaba en que la tradición la Iglesia que encabezaba, así como a su mexicana podría funcionar como un blo- meta de impulsar la religiosidad católica y que de contención frente a la intromisión a sus representantes, en todos los ámbitos de movimientos religiosos no católicos de la cultura y la sociedad, a través de una que venían de Estados Unidos. Por último, nueva evangelización. En la geopolítica la relación que se cimentó con las visitas vaticana se privilegió a América Latina co- de Juan Pablo II generó la percepción po- mo “el continente de la esperanza” por el pular del lugar especial que México ocu- número de sus fieles católicos y su mani- paba en el corazón del Papa, lo cual repre- fiesta religiosidad. Cinco exitosas visitas a sentó para Benedicto un desafío y una México desde esa óptica lo confirmaban oportunidad. Benedicto xvi tuvo esto en (1979, 1990, 1993, 1997 y 2002). mente al elegir a México para una visita El carisma natural del pontífice pola- en 2012. co, la catolicidad de grandes sectores so- ¿Con qué argumentos se criticaba y ciales y el papel de los medios de comu- descalificaba al papa alemán? ¿Qué obje- nicación potencializaron los efectos de las tivos negativos se atribuían a su visita? visitas configurando una imagen gene- ¿Cómo se apreciaban desde aquí las divi- ralizada en la sociedad sobre el lugar siones en la curia vaticana? ¿Qué imagen preferencial que México y los mexicanos proyectaba el episcopado mexicano? ¿Con ocupaban en el corazón del Obispo de que elementos se configuraba la crítica al Roma. Paradójicamente, aun cuando las gobierno calderonista en ocasión de la vi- acusaciones de pederastia clerical surgie- sita? ¿Cómo se describía el comporta- ron bajo el pontificado de Juan Pablo II, miento de la clase política? este asunto no opacó las visitas a Méxi- Este texto se integra con cuatro apar- co, ni siquiera en el año 2002.4 tados en los que se analizan los argumentos de crítica al personaje, a su predecesor, a la jerarquía católica mexicana, al gobier- 4 Roberto Blancarte en Milenio advierte que Bene- dicto xvi, desde que asumió el pontificado, e inclu- no y a la clase política nacional. so antes, tomó decisiones encaminadas a aislar y castigar a Maciel y no se puede decir lo mismo de Juan Pablo II quien lo protegió durante todo su pontificado. Engañado o consciente, prefirió 3 Estas corrientes estaban presentes en el país pero ocultar sus crímenes, aduciendo el bien de la Igle- eran minoritarias (obispos como Bartolomé Ca- sia, como fue el caso también de todos aquellos rrasco de Oaxaca, Sergio Méndez Arceo de Cuer- que por complicidad o ceguera lo defendieron y navaca, Arturo Lona de Tehuantepec, Samuel Ruiz trataron de que no se supiera la verdad. R. Blancar- de San Cristóbal de las Casas…). te, Milenio, 10 de abril de 2012. Véase José Manuel 112 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

La crisis estalló como un huracán du- La defensa del Vaticano, en mi opi- rante el pontificado de Ratzinger, quien nión, obedecía a una tradición y práctica desde 1981 hasta la muerte de Juan Pablo histórica insostenible en el siglo xxi, por II, en el 2005, se desempeñó como pre- anacrónica y contraproducente. Los argu- fecto de la Sagrada Congregación de la mentos en que se fundamentaba el secreto Fe, una moderna inquisición. Benedicto de los pecados de sus representantes eran xvi tuvo así una responsabilidad directa, la ignorancia y falta de pruebas contun- como la cabeza de esa congregación, en dentes, pero sobre todo la protección de la grave crisis de la Iglesia católica uni- la institución religiosa frente a “enemigos” versal, provocada por las denuncias de prestos a desprestigiarla. La denuncia pú- abuso sexual a menores, abuso cometido blica de las faltas de sus prelados consti- por sacerdotes, religiosos e incluso obis- tuía un mal mayor frente a la feligresía que pos, en diferentes partes del mundo, pro- depositaba su fe y obtenía guía y consue- tegidos y encubiertos por la institución lo en los representantes religiosos; sem- en una conspiración de silencio a lo largo brar dudas por culpa de algunas manza- del pontificado de Juan Pablo II. Durante nas podridas afectaría la credibilidad y la los años en que Benedicto xvi encabezó el imagen de toda la Iglesia. Todo lo cual pontificado, las denuncias se multiplica- hacía vano el intento de justificar y encu- ron y se hicieron públicos los abusos a brir, así como ocultar los millones de dó- través de la prensa, la radio, la televisión, lares pagados por concepto de nego- y el cine con documentales y películas. ciaciones con las víctimas, los traslados Hay un acuerdo generalizado entre de parroquias. los columnistas y articulistas sobre la gra- En México, la indignación se centró vedad de la crisis. Así, Bernardo Barranco en la figura del padre fundador de la con- en La Jornada advierte que los abusos se- gregación religiosa La Legión de Cristo, xuales del clero y el encubrimiento ecle- fundada por el michoacano Marcial Ma- siástico muestran la disfuncionalidad e in- ciel. Maciel fundó escuelas y universida- coherencia de la institución frente a la des a partir de 1950, en México y más tarde cultura contemporánea, lo que se refleja- en España, Chile, Estados Unidos, Irlan- ba en la actitud inquisitiva de los medios da, en la misma Roma y en otros países. de comunicación, donde este pontificado Sus estrechas relaciones con empresarios, aparecía “cosificado a una tradición petri- banqueros y políticos le posibilitaron mul- ficada y que va a contracorriente de la tiplicar sus recursos financieros y apoyar lógica del mundo”. El encubrimiento y mu- algunas obras sociales. Denuncias contra tismo de la institución, la doble moral, la su afición a ciertas drogas y abusos se- complicidad y la hipocresía han minado xuales se presentaron desde esa década la credibilidad de la Iglesia y sus pastores.5 y aun antes en el vaticano, pero fueron desestimadas. En la década de 1960 hizo amistad con el obispo de Cracovia, quien Vidal, Benedicto xvi, El Papa enigma Debe decir: El ya durante el pontificado brindó un apo- Papa enigma. De delfín de Juan Pablo II a pontífice yo sustancial a la congregación que le de la curia. posibilitó extender y consolidar sus acti- 5 Bernardo Barranco, “La Iglesia en pecado”, La Jor- nada,14 de abril de 2012. vidades a otros países. Maciel se convirtió 113 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

así en importante asesor del Papa sobre se acusaba a Maciel fueran cambiados a asuntos mexicanos.6 prescriptibles. Se dio efecto retroactivo al La historia del Maciel pederasta fue Código y esta facilitó la sanción a Maciel. denunciada en México desde 1997 en un Muerto Juan Pablo II, se obligó a los le- programa televisado y censurado de in- gionarios a reconocer los pecados del fun- mediato por simpatizantes de los legiona- dador, desligarse de su imagen y aceptar rios, que lograron bloquear la información la intervención vaticana para su reorgani- y denostaron a los valientes ex legiona- zación.7 No obstante, en Milenio Blancar- rios víctimas de Maciel que se atrevieron te observó la participación de los legiona- a hacer públicas sus acusaciones, ante rios en transmisiones televisivas sobre el la falta de respuesta a sus denuncias en evento papal.8 El objetivo de Benedicto el Vaticano. xvi era limitar los daños en una congre- Hacia 2002, el año de la visita, con la gación religiosa rica y poderosa con redes publicidad de los escándalos de pederas- nacionales e internacionales, que aportaba tia en los Estados Unidos, los delitos cri- vocaciones y dinero al Vaticano. minales de Maciel fueron imposibles de Un libro titulado La voluntad de no ocultar a la opinión pública mexicana y saber, obra de José Barba, exlegionario, eran ampliamente conocidos a través de Alberto Athié, exsacerdote, y el investiga- artículos, reportajes y libros. Maciel era dor Fernando González, se presentó en la indefendible y los empresarios, banque- ciudad de Guanajuato durante la visita del ros, políticos y prelados que lo apoyaron pontífice Ratzinger. El libro se fundamen- tuvieron que guardar silencio ante las evi- ta en documentos de los Archivos del Va- dencias. Si bien Ratzinger, todavía en ticano, donde encontraron denuncias que vida de Juan Pablo II, obligó al fundador se remontan a 1944 y prueban que tanto de los legionarios a retirarse a una vida de Ratzinguer como el papa polaco tuvieron oración y penitencia. Así, el personaje conocimiento de las mismas.9 que llevó una triple vida, como sacerdote, Los articulistas recordaron a sus lec- pederasta y bígamo, murió tranquilamen- tores las reuniones previas del papa ale- te en 2007. Ratzinger, prefecto de la mán en sus visitas a Irlanda, Alemania, Congregación de la Fe, tuvo acceso a la in- Estados Unidos y Malta, donde Benedicto formación contra el fundador de los le- xvi se reunió con víctimas de abusos se- gionarios y modificó el 18 de mayo de xuales, a quienes pidió personalmente 2001 el Código del Derecho Canónico para perdón. En México fue muy criticado que que los delitos imprescriptibles de los que su agenda no incluyera un espacio para recibir a representantes de víctimas de abuso sexual. 6 En 1994 Juan Pablo ii proclamó a Marcial Maciel como un ejemplo para la juventud. Entrevista de la autora con José Barba, exlegionario (Cd. de Méxi- co, 1999); numerosos libros sobre los legionarios se han publicado desde entonces, entre ellos: José 7 Nora Pérez-Rayón, “Las redes de complicidad y Martínez de Velasco, Los legionarios de Cristo. El silencio: El Vaticano, la jerarquía católica mexicana nuevo ejército del Papa. Fernando M. González, y la legión de Cristo”, El Cotidiano, núm. 162. Marcial Maciel, los legionarios de Cristo: testimonios 8 Roberto Blancarte, “Los medios como promotores y documentos inéditos. José Barba, Athié y Fernan- religiosos”, Milenio, 10 de abril de 2012. do González, La voluntad de no saber. 9 Athié, Barba y González, op. cit. 114 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

Al respecto, Guerra Castellanos en El desde el primer momento una preocupa- Universal advierte que si hay una institu- ción fundamental por la secularización de ción que entiende el valor de las palabras la sociedad europea y la disminución de los y de los símbolos es la Iglesia católica. fieles católicos. Ese eurocentrismo del Considera que nada hay de objetable en papa alemán fue interpretado como una los discursos papales: mensajes de recon- falta de interés en América Latina. En ese ciliación, de perdón, de búsqueda espiri- sentido, desde el Vaticano, con la visita a tual, pero a su juicio, cuesta trabajo enten- México se pretendía proyectar otra ima- der las ausencias y silencios que marcaron gen, un giro en la geopolítica vaticana. la visita papal. Entre éstos, el más criticado La prensa de opinión se encargó de por los editorialistas fue la negativa del recordar a sus lectores la participación di- papa a reunirse y dar audiencia a las vícti- recta y la estrecha colaboración de Ratzin- mas de abusos sexuales.10 Álvarez Icaza, ger en la guerra que, junto con Juan Pablo también en El Universal, advierte la sor- II, se emprendió contra la teología de la presa e indignación por la negación a la liberación en Latinoamérica, como parte reunión con víctimas que debieran recibir de la lucha frontal contra el comunismo. disculpas por la desatención y ataque que En ese episodio de la historia, teólogos y recibieron tanto de la legión como de otros religiosos comprometidos en las luchas sectores de la Iglesia católica, bajo la pro- populares contra las dictaduras militares tección de Juan Pablo II.11 La Conferencia en América Latina fueron sus víctimas. del Episcopado Mexicano, fue la princi- Este punto lo vincula Barranco con la pal responsable de la agenda papal y de preocupación y la responsabilidad por propiciar una reunión de a Benedicto xvi las conversiones en América Latina a de- con las víctimas de pederastia. nominaciones religiosas no católicas, cris- tianas y paracristianas. El autor se refiere a espacios sociales populares e indígenas 2. Eurocentrismo y desinterés abandonados sin una hipótesis pastoral en América Latina, alternativa, hueco llenado por nuevos mo- así como continuismo y vimientos religiosos. Todavía en la déca- conservadurismo moral da de 1970 la mayoría de las naciones lati- noamericanas tenían arriba del noventa El Papa Juan Pablo II, excelente diplomá- por ciento de católicos, proporción que tico y comunicador, fue un actor estelar en se ha derrumbado estrepitosamente en la política mundial a lo largo de su ponti- Brasil y Centroamérica donde, solo en Ni- ficado. En cambio, Benedicto xvi mostró caragua y El Salvador, los católicos ape- nas rebasan la mitad de la población.12 10 Gabriel Guerra Castellanos, “Silencio para los ino- A Benedicto xvi se le considera un centes”, El Universal, 26 de marzo de 2012. continuador del conservadurismo moral 11 José Álvarez Icaza, “Benedicto xvi: cuál agenda”, El Universal, 20/23 de marzo de 2012. Además del conocido caso de Maciel y los Legionarios de Cristo 12 Bernardo Barranco, “Para entender la visita de Be- se advierte de otro caso exhibido en el documen- nedicto xvi a México”, La Jornada, 14 de marzo de tal Agnus Dei que descubre a otro sacerdote me- 2012. Para cifras sobre pluralidad religiosa en Méxi- xicano denunciado por la víctima, sin que las auto- co, véase el análisis de Elio Masferrer en el libro Plu- ridades hayan hecho nada. ralidad religiosa en México, cifras y proyecciones. 115 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

de Juan Pablo II, pero sin su carisma: su nuó en el cargo durante el primer año y imagen era la de un intelectual frío y dis- medio del pontificado de Ratzinger. El es- tante. Se le critica su alejamiento de la cándalo desatado por las filtraciones de doctrina y el espíritu del Concilio Vaticano documentos confidenciales de Benedicto II y su cercanía a sectores conservadores xvi que involucraron a su secretario per- como el Opus Dei, Comunión y Liberación sonal, ya para entonces procesado y con- y la Legión de Cristo. Se citan palabras del denado por ese delito, “el llamado vati- teólogo Hans Kung: canliks”, fue considerado una expresión de dicho conflicto.14 Una y otra vez, este Papa relativiza los textos conciliares y los interpreta de for- ma retrógrada contra el espíritu de los pa- 3. La débil visión crítica dres del Concilio. Incluso se sitúa expresa- de México en 2012 mente contra el concilio ecuménico, que según el derecho canónico representa la Benedicto xvi frustró expectativas al ha- autoridad suprema de la Iglesia católica. cer una enumeración incompleta y parcial Benedicto xvi, no quiere saltos herme- de la situación nacional: pobreza, corrup- néuticos, que van más allá del propio Con- ción, violencia doméstica, narcotráfico, cilio. Sobre todo el paulatino alejamiento crisis de valores y criminalidad. La Jorna- de la centralidad del Concilio Vaticano II da planteó en un editorial, que todo ello que lo ha llevado a acercarse a sectores era producto del neoliberalismo y que su ultraconservadores de la Iglesia.13 Iglesia no había asumido una posición clara de rechazo a esa orientación económica. El contexto vaticano en el que se de- Asimismo, se señaló que en la mayoría de senvolvía Benedicto xvi en el 2012 implica- los casos las jerarquías eclesiales latino- ba enfrentar a una curia vaticana fortale- americanas, la mexicana incluida, mante- cida y dividida tras la larga enfermedad de nían sus alianzas con oligarquías políticas, Juan Pablo II. Se trataba de una curia en económicas y mediáticas.15 general conservadora ideológicamente, Precisamente a las faldas del Cerro del dada la preferencia del papa polaco por Cubilete, donde se ubica el monumento a candidatos afines, pero dividida en su in- Cristo Rey, se llevó a cabo el acto religioso terior. Asunto que también llamó la aten- principal de su visita el día 25 de marzo, ción de los columnistas o articulistas. Por ejemplo, Loret de Mola en El Uni- 14 “Papa de facto” en los últimos años por enferme- versal ubicó dos corrientes principales, dad de Juan Pablo, se apunta que Sodano bloqueó ambas conservadoras: una presidida por los intentos de Ratzinger contra sacerdotes pede- rastas; filtró denuncias de corruptelas de funcio- Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del narios allegados a Bertone; acusaciones contra Vaticano y muy cercano a Benedicto xvi, Sodano por sus estrechas relaciones con la Legión y la otra por Angelo Sodano, exsecretario de Cristo a la que dio permisos para la construc- ción de universidades a cambio de beneficios per- de Estado de Juan Pablo II, quien conti- sonales y familiares, información que se ha hecho pública por filtraciones. Carlos Loret de Mola, “Gri- llas en el Vaticano”, en El Universal, 29 de marzo 13 Citado por Barranco, “La Iglesia en pecado”, La de 2012. Jornada, 14 de abril de 2010. 15 “Editorial”, La Jornada, 23 de marzo de 2012. 116 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

en una misa multitudinaria. La selección La tarea de la Iglesia no es la transfor- del lugar tenía un carácter simbólico y en- mación del orden político, ni el cambio viaba un mensaje. El santuario de Cristo del tejido social, sino el anuncio de Cristo. Rey no es realmente un santuario popular, Es la caridad la que debe animar todas como La Villa o San Juan de los Lagos, nuestras acciones; no se trata de hacer donde acuden grandes multitudes. Más un mundo a la medida, sino de amarlo. que un centro de peregrinaje es un men- Es por esto que la Iglesia no tiene como saje teológico que la jerarquía envía a la vocación principal la transformación del sociedad, y este mensaje es una teología orden social, quiere llevar la luz de Cris- del martirio: el camino a la santidad es a to pues es él quien transformará todo y través del sufrimiento, así se logra el con- a todos.18 tacto con Dios. El personaje central de esta teología es León Toral y los cristeros que se enfrentaron al gobierno y murieron 4. Críticas al episcopado por Cristo. Aquí el culto se concentra en el nacional por la visita Cristo Rey, símbolo representativo del más rancio conservadurismo católico. En ese En el marco jurídico que ha normado las sentido Ratzinger es distinto de Juan Pablo relaciones Iglesia-Estado a partir de la II, quien en sus visitas a México centraba Constitución de 1917, modificado en 1992, sus actos en la Virgen de Guadalupe y en las iglesias obtuvieron el reconocimiento el mensaje a las grandes masas y no en la jurídico como asociaciones religiosas; el formación de élites puras del que gustaba derecho a impartir educación religiosa en el Papa germano.16 planteles privados y el derecho al voto pa- López Narváez, del diario Reforma, sivo. También ampliaron sus derechos de destacó las declaraciones del arzobispo propiedad y la libertad de manifestacio- José Guadalupe Martín Rábago, según las nes extraordinarias de culto externo con cuales el Papa no venía al país a proponer la previa autorización de la Secretaría de las tácticas a través de las cuales se podría Gobernación. Además, se reanudaron las acabar con la violencia en México, sino a relaciones diplomáticas con el Vaticano.19 encontrarse con el jefe de Estado y con Si bien el episcopado en lo general el pueblo mexicano.17 Al respecto cabe re- consideró estas medidas como un avance, cordar las palabras que pronunció Be- se quedaron pendientes otras demandas. nedicto xvi durante una audiencia a los Pero la jerarquía católica es persistente y miembros de la Fundación Juan Pablo II: su tiempo no se agota en la mecánica sexenal de la política mexicana. Desde

18 Entrevista a la académica italiana Alessandra Dino, autora del libro La mafia devota. Iglesia, religión y 16 Hugo José Suarez, autor de Apuntes sobre el paisaje Cosa Nostra, citada por Cynthia Rodríguez, “Ante la religioso en Guanajuato y Distancias y “Encuentros violencia en México, ceguera papal”, Proceso, núm. generacionales en Guanajuato”, entrevista con Ro- 1844, 4 de marzo de 2012. drigo Vera, “Una visita interesada”, Proceso, núm. 19 María Eugenia García Ugarte, La nueva relación 1842, 19 de febrero de 2012, pp. 48-50. Iglesia-Estado en México, México, Nueva Imagen, 17 Froylán López Narvaez, op.cit. 1993. 117 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

entonces han seguido presionando por rechos que, argüían, estaban también con- integrar nuevas modificaciones tanto a la sagrados en tratados internacionales so- Constitución como a la ley reglamentaria bre derechos humanos signados por el respectiva. El Partido Acción Nacional en gobierno mexicano. el poder no pudo cumplir con las expecta- En el 2011 se presentaron dos inicia- tivas de la Iglesia católica, ni con sus pro- tivas para modificar los artículos 24 y 40 mesas al episcopado. En la transición de la Constitución. La iniciativa de modi- política el Ejecutivo vio debilitado su po- ficación del artículo 24 sobre la libertad der y un Congreso multipartidista amplió de creencias se presentó primero y desató los suyos. Las modificaciones no depen- un debate en la prensa. Los articulistas sa- dían del favor presidencial, y si bien la lieron en defensa de una laicidad que con- Iglesia católica logró ocupar mayores es- sideraban amenazada por el poder y la pacios, aumentó su influencia política y presencia política del clero. su visibilidad, al final quedó insatisfecha.20 El mismo año un diputado del pri pre- Al llegar Felipe Calderón a la presidencia sentó una iniciativa que pretendía ampliar en 2006 también se lograron algunos la libertad religiosa para incluir la libertad avances en la agenda eclesiástica, pero de conciencia y proponía obligar al Estado tampoco se cumplieron demandas im- a garantizar que los hijos recibieran la edu- portantes y pendientes para la jerarquía, cación religiosa y moral acorde con las con- aun cuando el gobierno y el pan (y en oca- vicciones de sus padres. Dicha iniciativa siones también miembros del pri) traba- fue interpretada por corrientes liberales jaron con representantes de los congresos laicas y anticlericales como una táctica que estatales y nacional a fin de promoverlas. abriría las puertas a la jerarquía católica La visita de Benedicto xvi implicaba para politizar su agenda moral contra el el apoyo a la jerarquía católica en su lucha aborto, las nuevas parejas homosexuales, por lograr “la plena libertad religiosa” en la defensa de la familia tradicional y sus el marco jurídico, apoyando la modifica- pretensiones de obtener un mayor espa- ción del artículo 24. Se trataba de ir más cio para su intervención institucional en la allá del respeto a la libertad de creencias elaboración de políticas públicas.21 y culto garantizada por la Constitución de Frente a las constantes amenazas y 1917, modificada en 1992. Ahora se quería violaciones al Estado laico, señala Soledad incluir el derecho de los padres a la edu- Loaeza en Reforma, los defensores de la cación religiosa de sus hijos en las escuelas laicidad del Estado propusieron reformar públicas, sostenidas por los impuestos de el artículo 40 constitucional para especi- la sociedad; el derecho de los clérigos, co- ficar que el Estado mexicano es laico, mo cualquier otro ciudadano, a poseer me- característica implícita en la Constitución dios de comunicación de masas y a ejercer de 1917, explicitada en el artículo 3. La sus derechos de libertad de expresión y laicidad debe abarcar, a su juicio, todas voto activo y pasivo sin restricciones. De- las acciones del Estado, como la salud,

20 Véase Nora Pérez-Rayón, “Cambios en la cultura 21 José Ramón Cossío, Ministro de la Suprema Corte política en materia religiosa. 1988-2002”, Argu- de Justicia, “Por una República laica”, El Universal, mentos, núm. 44, pp. 5-25. 20 de marzo del 2003. 118 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

respetar y garantizar los derechos repro- los siguientes términos: “Toda persona ductivos de la población femenina y a toda tiene derecho a la libertad de convicciones la ciudad.22 éticas, de conciencia y de religión y a tener Sus críticos advertían que la Constitu- o adoptar en su caso, la de su agrado.” Tam- ción de 1917 y las modificaciones de 1992 bién señala que la libertad de religión garantizaban la libertad religiosa en térmi- incluye el derecho a participar individual y nos suficientemente claros. La consecuen- colectivamente, tanto en público como en cia inmediata del debate fue una iniciati- privado, en las ceremonias, devociones o va para declarar expresamente la laicidad actos de culto respectivos y que: de la República en el artículo 40 que la de- fine desde 1917 como república democrá- [...]nadie podrá utilizar los actos públicos tica, federal y representativa. Laicidad de expresión de esta libertad con fines po- que, a juicio de varios articulistas, debe líticos, de proselitismo o propaganda abarcar todas las acciones del Estado co- política… mo la salud, el respeto y la garantía a los derechos reproductivos de la población La reforma incluye la objeción de con- femenina y a toda la ciudadanía a morir ciencia. Agrega que “los actos religiosos con dignidad. Los defensores de esta po- de culto público se celebrarán ordinaria- sición recuerdan y enfatizan que el Estado mente en los templos” y “los que extraor- laico no es antirreligioso, promueve valo- dinariamente se celebren fuera de estos res civiles y seculares: tolerancia, libertad, se someterán a la ley reglamentaria”. pluralidad, no discriminación, respeto a los Blancarte rechaza de manera contun- derechos humanos sin distinción de raza, dente que no haya libertad religiosa en género, edad, nacionalidad, orientación México: es más la verdadera libertad reli- sexual o creencias y sobre todo consideran giosa en la historia y en el México de hoy irrenunciable el carácter laico de la edu- cuando ha habido un Estado laico.25 cación pública. Finalmente, el resultado del debate de Diputados constituía, según Blancarte en Mile- arrojó una nueva redacción de ambos ar- nio, una seria contrarreforma orquestada por la tículos. Primero se aprobó la modificación jerarquía católica y el pan. Al final, con la interven- 23 ción de fracciones parlamentarias de los partidos al artículo 40 fortaleciendo la laicidad de izquierda y algunos priistas, la redacción se pu- y después el artículo 24,24 que quedó en do enmendar, salvo un párrafo que luego fue mo- dificado por el Senado. De esa manera, lo que venía como un burdo intento por desvirtuar el 22 Soledad Loaeza, op. cit. sentido del Estado laico terminó por convertirse 23 La nueva redacción del artículo 40 es la siguiente: en la puerta que abriría el paso a la laicidad consti- Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en tucional de la República. una República representativa, democrática, laica, 25 La reforma al artículo 24 fue aprobado por el Sena- federal, compuesta por estados libres y soberanos do (72 votos a favor y 35 en contra) dos días des- en todo lo concerniente a su régimen interior, pero pués de concluida la visita papal, entre protestas unidos en la Federación establecida según los prin- de organizaciones civiles e iglesias no católicas. cipios de esta ley fundamental. En nombre de la bancada del prd, Leonel Godoy 24 Tras la aprobación en el Senado del artículo 40 cons- consideró la modificación innecesaria y advirtió titucional que incluye el adjetivo laico a la defini- que pudiera ser el preámbulo de nuevos cambios ción de la República representativa, democrática y que permitan la intervención religiosa en ámbitos federal, el debate se presentó en torno al artículo públicos. La modificación debe ser avalada todavía 24 cuya iniciativa original presentada en la Cámara por la mayoría de los congresos estatales. Mariel 119 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

En El Universal el ministro de justicia tá comprometido en general a aplicar sus González Cossío planteó que la rectifica- leyes con las herramientas de la ciencia y ción a la iniciativa original garantizaba la razón y evitar que sus normas y prácti- las libertades de convicciones, éticas y de cas se basen en cualquier tipo de dogmas conciencia, reitera la libertad de religión y religiosos o ideológicos. En esa interpreta- explicita la prohibición de que los actos ción la laicidad se identifica con la sepa- religiosos se utilicen con fines políticos, ración entre el Estado y las iglesias, pero el de proselitismo o propaganda electoral. Estado no es antirreligioso, simplemente No son obviedades y tienen consecuencias garantiza que en el espacio público preva- jurídicas. No es igual que alguien apele a lezcan las leyes nacionales y protege el de- la libertad de conciencia frente a un re- recho de cada persona a decidir si partici- querimiento público a que haga valer un pa o no de alguna confesión. La laicidad derecho fundamental constitucional.26 es considerada requisito esencial de toda Introducir la laicidad en el artículo 40 institución democrática que posibilite y que define a la República, no tiene sólo un promueva el pluralismo y la expresión de la valor simbólico sino que implica recono- diversidad pues funciona como fundamen- cer jurídica y constitucionalmente la laici- to anti-hegemónico y anti discriminador.28 dad como criterio rector del orden jurídi- Los mismos autores recuerdan las co. La legitimidad de las instituciones pasa consecuencias de la laicidad: la libertad por la aceptación de la pluralidad y es ne- de conciencia, de pensamiento, de expre- cesario generar las condiciones necesarias sión, asociación y decisión sobre la propia para mantener la convivencia.27 vida y cuerpo y el respeto ante el derecho Interesa a varios articulistas que la de los demás al ejercicio de esas mismas opinión pública comprenda el concepto de libertades. El Estado laico promueve valo- laicidad como un principio universal que res cívicos y seculares: tolerancia, libertad, ha evolucionado con el tiempo, pero es pluralidad, no discriminación, respeto a los un eje central para el pensamiento liberal derechos humanos sin distinción de raza, mexicano fundamental plasmado en la género, edad, nacionalidad, orientación Constitución de 1917. Un Estado laico es- sexual o creencias. Irrenunciable carácter laico de la educación pública.29 Ibarra, “Consuman reforma religiosa”, Reforma, 29 En El Universal, Sylvia Gómez Tagle de marzo de 2012. recuerda a sus lectores que en México la 26 J. R. González Cossío, op. cit. Iglesia ha tenido un enorme poder econó- 27 Ibid. Una encuesta de Reforma mostró que para la mayoría de los mexicanos existe libertad reli- mico y político y ha tratado de imponer giosa en el país (mucha 54%, algo 19%, poca 21%, ese poder en múltiples campos de la vida 4% nada) y es preferible un Estado laico que una nacional para limitar el poder del Estado y mayor intervención de la Iglesia en asuntos públi- cos (64% por el Estado laico, 22% por una mayor afectar derechos ciudadanos. Con gobier- participación de la Iglesia. Los católicos llenaron las nos panistas confesos, continúa la autora, calles y las plazas pero de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, 2010, citado por Gabriela de la Paz en Reforma hay 15 divorcios por cada 100 matrimonios. Otro indicador es el éxito de 28 Rosaura Ruiz y Bruno Velázquez, “De laicidad y un taquilla que han tenido las películas como “El cri- Papa en campaña”, El Universal, 24 de marzo de men del Padre Amaro”, desautorizadas por la je- 2012. rarquía católica. 29 Ibid. 120 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

la Iglesia ha desatado una nueva ofensiva con apoyo oportunista del pri, ha propi- en relación al derecho de libertad religio- ciado reformas constitucionales en la ma- sa en el campo de la educación y los dere- yoría de las entidades de la república para chos de las mujeres limitando su libertad ajustarlas a dogmas religiosos. Fervoroso y derecho a la salud. Se pretende imponer creyente y decidido promotor de la tesis en el espacio público la doctrina católica. vaticana sobre la “libertad religiosa”, el pre- Se privilegia el derecho del no nato sobre sidente, la cúpula episcopal y el Vaticano los derechos de la mujer sobre su cuerpo se aliaron con el objetivo de desfigurar la obligándola a concebir contra su voluntad naturaleza del artículo 24 constitucional. y poniendo en riesgo su salud. Se soslaya Se propusieron, y casi lo logran, introducir el problema de la pederastia asociada prin- en un texto clarísimo la confusa noción de cipalmente a escuelas de sacerdotes y “libertad religiosa” cuando el artículo 24 monjas católicas, sin reclamar o salir en original establece la libertad de religión, defensa de los derechos de los niños. La que no es lo mismo. Afortunadamente el reacción de la Iglesia ha sido tardía y con artículo 24 se mantuvo como garante del poca determinación para investigar y cas- Estado laico y la derecha fue derrotada. tigar esos delitos en el mundo.30 En vez de restringir o negar la esencia lai- Según esta corriente de opinión, al Es- ca se incorporaron nuevos derechos a los tado no le corresponde diseñar políticas ya existentes, “pero la intentona era de salud y normas jurídicas en atención a otra”. El autor exhorta a mantenerse vigi- un credo religioso. En los últimos años los lante.32 Este discurso nos recuerda que gobiernos panistas, con el apoyo oportu- aún quedan resabios de un nacionalismo nista del PRI, han propiciado reformas revolucionario que anclaba uno de sus ejes constitucionales en la mayoría de las en- en un anticlericalismo jacobino. tidades federativas para ajustarlas a dog- Libertad religiosa sí, reclama Álvarez mas religiosos. La experiencia histórica Icaza, pero para todas las iglesias en el muestra que la mejor manera de mejorar marco del Estado laico. Libertad de con- la paz social es la preservación del laicismo ciencia sí, pero que no pretenda el Papa en la enseñanza y en la actuación de los o la jerarquía que el Estado mexicano sea gobiernos. Muchas batallas se han librado guardián o perro de caza de su moral y por ello.31 visión del mundo.33 Rodolfo Echeverría Ruiz planteó en En el mismo periódico El Universal, El Universal que el Estado laico experi- Francisco Valdés Ugalde exalta el valor de mentaba una nueva amenaza de la dere- la tolerancia, principio práctico del pro- cha, y el presidente Calderón constituía yecto laico, y cita al presidente del prd, uno de sus más enconados representan- quien comenta que quienes no son cató- tes, vinculado al único partido político me- licos, han soportado a su pesar los fervores xicano que abiertamente se identifica con religiosos de la visita. Han tolerado que los el credo católico y que en los últimos años,

32 Rodolfo Echeverría Ruiz, “Calderón y el 24 consti- 30 Sylvia Gómez Tagle, “Estado, Iglesia y derechos tucional”, El Universal, 16 de marzo de 2012. ciudadanos”, El Universal, 17 de marzo de 2012. 33 J. Álvarez Icaza, “Benedicto xvi: cuál agenda”, El 31 Ibid. Universal, 23 de marzo de 2012. 121 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

católicos dispusieran de espacios y recur- ratorias el Estado laico pagaba un local sos públicos para honrar a quien encabeza a un sacerdote católico, a un pastor pro- su Iglesia, pero el derecho penal, la escue- testante y a un rabino judío para los alum- la, los medios, las elecciones son nichos en nos que quisieran consultarlos. Pero en los que no puede tolerarse la intromisión México muchos identifican laico con an- religiosa. La intolerancia, sostiene el ar- tirreligioso. El laico civilizado respeta la ticulista, es incompatible con la democra- libertad religiosa, aunque él sea ateo o cia como principio. Los gobiernos son los agnóstico. En México, con la “educación únicos capacitados para ordenar los valo- socialista”, la educación no era laica sino res en la sociedad. Cada individuo elige y antirreligiosa y en no pocos ambientes de ordena sus valores religiosos, de sexo o educación superior, no son raros los maes- ideológicos, pero la convivencia exige un tros abiertamente antirreligiosos. Es abe- conjunto de valores mínimos y la máxi- rrante, a juicio del autor, que según el ar- ma tolerancia a valores distintos. La re- tículo 24 constitucional la mayor fiesta forma del artículo 24 impulsó la del 40 de- tapatía, la de la Virgen de Zapopan, sea finiendo a la república como laica.34 estrictamente ilegal, como lo ocurrido en El fenómeno religioso crece, se frag- Silao y León durante la visita pontificia fue menta y en ocasiones se radicaliza, por ilegal también en un Estado que se dice ello es imprescindible entenderlo y condi- moderno y democrático.36 cionarlo a través de medios políticos y ju- Por otra parte se publican críticas al rídicos propios de la democracia, advierte papel de la jerarquía católica en México José Ramón Cossío. Las reformas a los ar- frente al narcotráfico. A mi juicio, dice Gó- tículos 24 y 40 constitucionales son con- mez Fragoso, la Iglesia católica no se ha sideradas positivas y evitan la supedita- mostrado lo suficientemente crítica y de- ción a credos religiosos que pretendieran cidida frente al fenómeno del narcotráfi- imponerse, según artículo de José Ra- co e incluso ha sido en ocasiones acusada món Cossío, ministro de la Suprema Corte de beneficiarse de las donaciones y las nar- de Justicia.35 colimosnas que recibe de sus fieles vincu- Gómez Fregoso, de Milenio, a contra- lados al narco, pero de fuerte identidad corriente, opina respecto al debate del católica.37 En cuanto a la violencia, la inse- Estado laico y laicismo la especificidad pa- guridad y el narcotráfico, advierte Álva- radójica del caso mexicano al compararlo rez Icaza, con el francés. Sostiene que en Francia, la campeona del laicismo, nadie protestaba [...]la mediocridad y la pequeñez de la jerar- porque se vulneraba o se afectaba al Es- quía católica mexicana en este tema es de tado laico cuando, con Charles DeGaulle, alarma. El liderazgo que se necesita es las grandes celebraciones cívicas comen- mucho mayor que el que ha ejercido, que zaban con una misa y en los liceos o prepa-

36 Jesús Gómez Fregoso, “El asunto del laicismo”, Mi- 34 Francisco Valdez Ugalde, “Teocracia, tiranía y de- lenio, 30 de marzo de 2012. mocracia”, El Universal, 18 de marzo de 2012. 37 Véase Nora Pérez-Rayón, “Iglesia católica, Esta- 35 José Ramón Cossío, “Por una República laica”, El do y narcotráfico. Un desafío al siglo xxi”, Socioló- Universal, 20 de marzo de 2012. gica, núm. 62, pp. 139-173. 122 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

sólo pedir al crimen organizado que de- casos de abuso sexual y de continuidad en tenga sus acciones durante la visita.38 el encubrimiento menos publicitado.41 Se critica el peso político que ha asu- Al respecto, comparto la opinión de mido la jerarquía católica en el gobierno Alessandra Dino quien sostiene que: de Calderón y que ha posibilitado que en la mitad de los estados se estén debatiendo Muchas veces cuando la Iglesia no toma leyes para penalizar el aborto, con el apo- posición, en realidad apoya las acciones yo del pan y en ocasiones también del pri, del crimen organizado, como cuando el maniobras que desgraciadamente resul- mafioso o el criminal construyen una ca- taron exitosas. pilla al lado de la iglesia o se encargan de reparar los centros religiosos. Los si- lencios de la Iglesia siempre han sido más 5. Críticas al gobierno por tiempo largos, fuertes y abruptos. Si la Iglesia no inoportuno y sede oportunista habla, la mafia o el crimen organizado se valen de este factor que termina por legi- El presidente Felipe Calderón invitó al Papa timar sus hechos… el silencio tácito es en pleno proceso electoral y ante eleccio- una forma de complicidad, aunque sea in- nes que se anticipaban muy competidas. voluntaria… No como el obispo que pide Si bien el pan, no es el brazo político de la tregua, sino tomando una posición fuer- jerarquía católica, lo que es claro es que te y deslindándose por completo de los comparten un referente religioso católico delincuentes, entonces se empezaran a que los hermana en muchos posiciona- ver cambios.39 mientos ideológicos. Se trataba de una visita breve y la elección del lugar fue Se denunciaba también la responsabi- cuidadosamente seleccionada: el Estado lidad de la Conferencia Episcopal Mexica- de Guanajuato. na de no integrar en la agenda la entrevista del Papa con las víctimas de abuso sexual y se argumentaba que las razones eran claras: no quisieron exponer errores, ni 41 Entre otros, Jorge Ramos Ávalos en Reforma ad- vierte que este Papa temeroso no haría alusión al aceptar responsabilidades. Las denuncias caso del sacerdote mexicano Carlos López Valdés estaban plenamente fundamentadas en aun cuando hay un documental Agnus Dei (Cor- los propios archivos vaticanos y reconoci- dero de Dios, donde Jesús Romero lo denuncia como abusador sexual en el tiempo en que era su das hacia 2012, incluso por la misma Legión monaguillo y tenía 11 años). Los abusos y viola- de Cristo. No se trataba de un problema de ciones se repitieron por varios años. A los 24 años credibilidad sino de conveniencia institu- hizo la denuncia a las autoridades sin resultados. 40 La cineasta mexicana Alejandra Sánchez se inte- cional. Se denunciaron en la prensa otros resó en hacer un documental y armado con una cámara oculta Jesús enfrentó a su violador. Pero la difusión de la película no tuvo ninguna conse- cuencia legal, y Jorge Ramos Ávalos cita la conclu- sión de la directora: “La particularidad de México 38 J. Álvarez Icaza, op. cit. es la complicidad entre las mafias del poder: la ma- 39 Cynthia Rodríguez, op. cit. fia de la Iglesia y la mafia del Estado, que permite 40 Véase Roberto Blancarte, “La voluntad de no sa- que estos casos queden en la impunidad.” Ramos, ber”, Milenio,17 de abril de 2012. op. cit. 123 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

En Guanajuato, la población católica republicano y laico, manifiesto con su asis- constituía el 93.8 por ciento, casi diez tencia a la misa pública oficiada por Be- puntos porcentuales arriba de la media nedicto xvi. del país, 83.8 por ciento, según el censo de Al respecto, el presidente de la Con- 2010, y donde el voto panista ya había ferencia Episcopal Mexicana, Carlos Aguiar llevado a su gobernador anterior, Vicente Retes, declaró que los precandidatos a la Fox, a la presidencia y la gubernatura en presidencia de la República mostraron in- 2012 la encabezaba otro panista. La re- terés en asistir a la misa presidida por el gión tiene una bien ganada fama de con- Sumo Pontífice y que la Iglesia no sólo tie- servadurismo y la visita sería una opor- ne las puertas abiertas para ellos, “sino que tunidad para exaltar el sacrificio de los les ha reservado un lugar preferencial”. muertos en la guerra cristera. La misa que Por su parte, el arzobispo de León, José el pontífice germano celebró al pie de la G. Martín Rábago, declaró que esperaba estatua de Cristo Rey, importante símbo- que el mensaje del Papa Ratzinger “pro- lo religioso del Bajío, tenía ese propósito. voque una conversión en los que llevan En la ciudad de Guanajuato se exhibían la conducción del país”. A su juicio las en esos días, espectaculares de la película palabras del Papa deberían servirles para La Cristiada, por estrenarse, y mantas con tomar decisiones en beneficio del país, a letreros: “Bienvenido al corazón de Méxi- favor de los derechos humanos, del bien co” y “Gracias por reconocer a nuestros común, de la justicia y contra la corrupción. mártires cristianos.” Sobre esto opina Blancarte en Milenio que: Este espacio regional garantizaba en lo posible el control y la seguridad del [...]los candidatos no consideran requerir ilustre visitante y sus simpatizantes, cons- ningún tipo de conversión, pues todos tituía una zona no asolada por el narco, ellos sostienen ya hacer todo lo que el relativamente próspera y segura, de cul- papa les pide. El problema consiste en tura católica muy arraigada. La jerarquía la diferencia de perspectivas entre lo católica y las redes parroquiales organiza- que unos y otros consideran ser un buen ron el traslado de un número representa- católico.42 tivo del clero y fieles de diversos estados, facilitado por la ubicación geográfica del ¿A qué van los candidatos a una misa Estado en el centro del país. con el Papa?, se pregunta Blancarte. Los La crítica en los artículos de opinión candidatos creen en la oportunidad de la advierte el oportunismo presidencial, que foto, en la posibilidad de que la cercanía pretendía una suerte de bendición a su con el Papa les atraiga unos cuantos votos régimen y sus políticas, pero los reproches o por lo menos que no los pierdan, si los se extendieron a la clase política en su con- otros candidatos aparecen en la misa. Un junto. La visita congregó a distinguidos mero cálculo político. La Iglesia se presta miembros de todas las corrientes políti- a la farsa porque considera que parte de cas, así como a los cuatro candidatos pre- su trabajo es convencer a los políticos para sidenciales, gobernadores, legisladores, secretarios de Estado y otros funcionarios, 42 Roberto Blancarte, “Candidatos católicos en vías a quienes se critica su pérdida de sentido de conversión”, Milenio, 13 de marzo de 2012. 124 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

que transformen sus creencias personales El editorial de La Jornada se indigna- en políticas públicas.43 ba por: Los partidos y sus candidatos se disputaban un supuesto capital político [...]la obsecuencia de la clase política… ante católico. Aparentemente, Josefina Vázquez el poder fáctico del catolicismo institucio- Mota y el pan se verían favorecidos por nal y su desembozado afán por recuperar, los discursos ideológicamente más cer- en nombre de una supuesta libertad reli- canos del Papa. Sin embargo, ante el giosa, fueros y potestades nefastos para pragmatismo de la clase política, el pri el país y abolidos hace mucho tiempo. de Peña Nieto se ha mostrado en materia religiosa tan conservador como el pan. Ló- Denunciaba que la presencia de Rat- pez Obrador, del Partido de la Revolución zinger tenía el propósito concreto de ace. Democrática, y Quadri, del Partido Nue- lerar el desmantelamiento del Estado va Alianza, también estuvieron presentes laico, proceso que, desde su perspectiva, en Guanajuato. se había iniciado en el régimen de Sali- Imperó el cálculo político y los candi- nas. Las reformas constitucionales, según datos se apresuraron para salir en la foto el editorialista, tuvieron como fin res- y hasta López Obrador buscó un encuen- paldar las pretensiones clericales de ex- tro con Benedicto xvi. ¿Qué tanto peso pandir su presencia política, mediática y tiene la jerarquía para incidir en la inten- educativa para lograr nuevas modifica- ción de voto? Poco, según especialistas, ciones legales.46 no hay un voto católico, su asistencia no Se publican también llamados al valor incrementaría sus votos más allá de su nú- de la tolerancia. Pedro Salazar, presiden- cleo duro. Podrían incluso perder algunos, te del prd y articulista de El Universal, abo- pues la mayoría de la población, incluso ga por la tolerancia y señala que los no católica, se opone a la mezcla de religión católicos han soportado, a su pesar, que y política y ello comprende a los propios los católicos dispusieran de espacios y re- católicos. Señala Jean Meyer en El Univer- cursos públicos para honrar a quien enca- sal que si el pan piensa que la presencia beza su Iglesia. El autor convoca a jerarcas del Papa al pie del Cerro del Cubilete y y fieles a responder con igual tolerancia al su monumento a Cristo Rey, les va a dar proyecto laico en el que el derecho penal, un solo voto están muy equivocados. La las escuelas, los medios, las elecciones son Iglesia católica está presente en todo el nichos en que no puede tolerarse la intro- territorio nacional y los católicos militan misión religiosa.47 y votan por diferentes partidos.44 La es- Sergio Sarmiento, también en Refor- trategia de los precandidatos es no dejar ma, hace un llamado a la tolerancia desde que otro tome ventaja.45 otra perspectiva. Admitiendo que no pro- fesa la religión católica y opuesto a mu-

43 Ibid. 46 “Editorial”, “¿A que vino el Papa?”, La Jornada, 26 de 44 Jean Meyer, op. cit. marzo de 2012. 45 Jorge Chabat, “El amor está en el aire”, El Univer- 47 Pedro Salazar, “El difícil arte de tolerar”, El Univer- sal, 26 de marzo de 2012. sal, 29 de marzo de 2012. 125 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

chas de las posiciones de la Iglesia que en las escuelas públicas por las que ha pa- considera inaceptables sobre la mujer y la sado la inmensa mayoría de niños y jóve- moral, ni acepta tener puntos en común nes y están sometidos al bombardeo de con los dogmas católicos, sostiene que la una cultura moderna y secular. Las formas tolerancia debe aplicarse precisamente a de catolicismo pueden ser muy variadas a aquello con lo que no congeniamos. Por nivel regional, urbano, rural; entre estratos otra parte, advierte su no creencia en las socioeconómicos y entre generaciones. culpas colectivas, ni toda una orden, ni No obstante, dichas encuestas nos mues- toda una Iglesia puede ser responsable tran un comportamiento entre una mayo- de los delitos de una persona, como no ría de católicos y no católicos tendiente a todos los maestros son pederastas porque construir sus opciones tanto políticas co- haya algunos maestros pederastas.48 mo de moral social y sexual de acuerdo Un Estado laico, continúa Sarmiento, con criterios individualistas que se separan no tiene por qué ser anticatólico o antirre- de las directrices vaticanas y de la alta ligioso: le basta con ser neutral ante las jerarquía eclesiástica. religiones y ante quienes no profesan nin- Patricia Galeana en Reforma sostuvo guna fe. que sin la neutralidad del Estado no pue- de haber democracia, por ello hay que ¿Se habría revolcado Juárez en su tumba preservar al estado laico de los embates por la visita del obispo de Roma: lo dudo, del fanatismo religioso y de la corrupción Juárez era un liberal convencido y un fé- política. Las violaciones a la laicidad del rreo defensor del Estado laico, pero tam- Estado afectan la convivencia pacífica en- bién era católico, cosa que hoy muchos tre mexicanos, polarizan a la sociedad. quieren soslayar…49 Había que preservar el Estado laico de los embates del fanatismo religioso, advierte David Martín Moreno recuerda que Patricia Galeana.51 en la en traña de aquel “México profun- Es un hecho incontrovertible que los do” permanece arraigada la fe católica, medios constituyen un poder fáctico y no guadalupana contra todo lo que se quiera son neutrales. En la prensa de opinión se argumentar.50 critica, en particular, el comportamiento Las encuestas nos muestran cla- de la televisión ante las trasmisiones del ramente que la sociedad mexicana, si bien evento. Así, Blancarte comenta que Tele- mantiene su alta adscripción a la religión visa y TV Azteca son las mejores promo- católica, comparte tendencias universales toras del catolicismo en México, ignoran- derivadas de procesos de secularización y do la pluralidad religiosa y promocionando modernización. Históricamente ha reci- valores coincidentes con la jerarquía cató- bido una educación liberal y anticlerical lica. Se privilegia el sentimentalismo y la emoción frente a los símbolos religiosos y

48 Sergio Sarmiento, “Jaque Mate. Benedicto”, Refor- ma, 26 de marzo de 2012. 49 Ibid. 50 David Martín del Campo, “Entre Paréntesis/Bene- 51 Patricia Galeana, “Amenaza al Estado laico”, Re- dicto en la primavera”, Reforma, 27 de marzo 2012. forma, 25 de marzo de 2012. 126 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

se evita cualquier análisis que pueda herir cionales a través de sus editoriales, co- los sentimientos del clero o de los fieles.52 lumnas y artículos de opinión. Estamos de acuerdo con Bernardo Barranco en que, en los últimos años, el afán de la jerarquía Conclusiones mexicana por usar el poder público para imponer su agenda y el entreguismo El análisis de la breve visita de Benedicto eclesial de estamentos de la clase política xvi a México, en 2012, hace evidente la im- mexicana, han provocado el retorno del portancia del contexto nacional e interna- anticlericalismo con nuevos aliados. Entre cional para advertir el alcance y las limi- ellos un buen número de católicos progre- taciones de los actores políticos, ante un sistas, académicos, activistas de derechos evento de relevancia social y mediática. humanos, colectivos de mujeres y de ho- La visita de Benedicto xvi, si bien te- mosexuales, y miembros de diversas igle- nía una dimensión espiritual, como todas sias cristianas y paracristianas. El nuevo las visitas pontificias, a su vez implicaba anticlericalismo se opone a la pretensión objetivos políticos: contribuir a romper la de la Iglesia por imponer su visión moral en visión eurocéntrica del Papa alemán con la vida cotidiana y la sexualidad y cuestio- una muestra de acercamiento a América na la falta de equidad y trato privilegiado Latina; apoyar a la jerarquía católica en que recibe el alto clero católico.53 sus esfuerzos por avanzar en el terreno En general, la prensa de opinión en jurídico, hacia una definición de libertad los diarios seleccionados, presenta una vi- religiosa confesional; apoyar, en lo gene- sión muy crítica a la Iglesia católica y al ral, a un gobierno y un partido afines a la pontificado de Benedicto xvi. Se concibe agenda moral católica y necesitado de re- a la jerarquía católica mexicana como una conocimiento, por los costos de su estra- amenaza constante en la búsqueda de tegia en la guerra contra el narcotráfico; ampliar sus espacios de poder político y avivar con su presencia una religiosidad social, como queda manifiesto en las con- católica mexicana, amenazada desde la sideraciones sobre las modificaciones a los perspectiva de la Iglesia católica, por el artículos 24 y 40 constitucionales, y que avance constante de las denominaciones terminaron reforzando el carácter laico religiosas no católicas. En esta ocasión del Estado, aun cuando se reconoció la confluyeron la intencionalidad política del objeción de conciencia. Vaticano, del episcopado mexicano y Se criticó duramente la negativa del del gobierno panista para impulsar sus Pontífice a recibir a las víctimas de la pe- respectivas agendas. Un evento así puede abordarse des- 53 “…ante el creciente clericalismo, es decir, la am- de distintas perspectivas. En el presente bición y el comportamiento descomedido del alto artículo se contempló en particular el an- clero, de presión política para imponer privilegios ticlericalismo que puede apreciarse en la y convicciones al resto de la sociedad, surge una nueva forma de anticlericalismo. Aparecen nuevos prensa de opinión de algunos diarios na- actores y comportamientos de rechazo a las as- piraciones de poder e invasión eclesiástica al ám- bito de la política pública, del Estado y de la 52 Bernardo Blancarte, “Los medios como promoto- sociedad”. Bernardo Barranco, “Neoanticlericalis- res religiosos”, Milenio, 10 de abril de 2012. mo en México”, La Jornada, 01 de febrero de 2012. 127 Fuentes Humanísticas 53 > Ideas y religión en México > Nora Pérez-Rayón Elizundia

derastia de Marcial Maciel en el país. Se apoyo papal al episcopado para frenar los expusieron sus crímenes, el silencio de la avances en derechos sexuales y reproduc- institución que por años lo protegió y no tivos, así como para debilitar el carácter se deslindó de Juan Pablo II, ni de Bene- laico del Estado a través de concesiones dicto xvi en cuanto a sus respectivas res- en medios y educación.55 ponsabilidad en el encubrimiento de los No hay que perder de vista que la delitos de pederastia. Se señaló que la je- Iglesia católica se maneja en tiempos lar- rarquía mexicana diseñó la agenda para gos y no sexenales, y seguirá presionando protegerse a sí misma. Se cuestionó el por lo que considera “una plena libertad tibio discurso de Benedicto xvi frente a religiosa”, tanto con Benedicto xvi, quien la problemática socioeconómica del país, renunció al pontificado unos meses des- así como la prudencia frente al gobierno y pués de su visita a México, como con el la jerarquía católica mexicana. Quedó en Papa Francisco. evidencia la pobre reacción frente a la vio- lencia y el narcotráfico, vista su creciente influencia política. Bibliografía Al respecto, la sociedad mexicana, aun cuando todavía es mayoritariamente Barba, José Alberto Athié y Fernando Gon- católica, sabe diferenciar en sus decisio- zález , et al. “La voluntad de no sa- nes de política y moral. Por ejemplo, la ber”, México, Grijalbo, 2012. mayoría de las mujeres utilizan medios de Loaeza, Soledad. La Iglesia católica en la control de la natalidad prohibidos por la transición mexicana a la democracia. Iglesia, se divorcian o abortan cuando lo de- México. El Colegio de México, 2013. ciden y siguen considerándose católicas. Pérez-Rayón, Nora. Estado, Iglesia católica También han demostrado que no hay un y anticlericalismo en México. La prime- voto católico, sino que éste, como la ins- ra visita de Juan Pablo ii en la prensa de titución misma, es plural y diferenciado. opinión México. México, uam-a, 2013. Varios editorialistas advirtieron que la . El beso de la discordia. Anticle- visita no le daría más votos al pan, pero los ricalismo y laicidad en México. La V vi- candidatos de los otros partidos no deja- sita de Juan Pablo ii en la prensa de opi- ron pasar la oportunidad de no ser vistos nión. México, uam-a, 2016 (en prensa). como enemigos de la Iglesia o de la reli- Martínez, Sanjuana. La cara oculta del gión. Los resultados electorales les dieron Vaticano. De Ratzinger a Benedicto la razón y enviaron al pan al tercer lugar. Los articulistas presentan un abani- co plural de argumentos, pero una mayo- intelectuales de prestigio, líderes de partidos los políticos pan, pri y prd, un ministro de la Suprema ría clara de colaboradores, identificados Corte, defensores de derechos humanos, etc. con diversas corrientes liberales y de iz- 55 Según algunas encuestas, hubo menor emoción quierda, se mostraron anticlericales y de- que en las visitas de Juan Pablo ii. Los mexicanos no se sintieron tan emocionados por la visita de fensoras de la laicidad estatal, pero no an- Benedicto xvi, ni mostraron el mismo cariño que tirreligiosos.54 Se manifestó temor ante el por Juan Pablo ii. Cabe señalar que fueron sólo tres días y un solo estado, Guanajuato, no obstante hoteles, líneas de camiones y vendedores ambu- 54 Entre sus articulistas predominan académicos e lantes no vendieron lo que esperaban. 128 La visita de Benedicto xvi a México. Expresiones y argumentos del anticlericalismo...

xvi: el Papa inquisidor. México, Plaza Gómez Gregoso, Jesús. “El asunto del lai- y Janés, 2005. cismo”, Milenio, 30 de marzo de 2012. Vidal, Manuel. “Benedicto xvi, el papa Gómez Tagle, Sylvia. “Estado, Iglesia y de- enigma”. De delfín de Juan Pablo ii a rechos ciudadanos”, El Universal, 17 pontífice de la curia. México, Planeta, de marzo de 2012. 2005. Guerra Castellanos, Gabriel. “Silencio para Zizola, Giancarlo. La otra cara de Woytila. los inocentes”, El Universal, 26 de España, Tirant Le Blance, 2005. marzo de 2012. Martín del Campo, David. “Entre Parénte- sis/Benedicto en la primavera”, Refor- Hemerografía ma, 27 de marzo de 2012. Pérez-Rayón, Nora. “Las redes de compli- Álvarez, Icaza. “Benedicto xvi: cuál agen- cidad y silencio: El Vaticano, la jerar- da”, El Universal, 20/23 de marzo de quía católica mexicana y la legión de 2012. Cristo”, El Cotidiano, núm. 162, Méxi- Barranco, Bernardo. “Para entender la vi- co, uam-a, julio-agosto, 2010. sita de Benedicto xvi a México, La . “Iglesia católica, Estado y Jornada, 14 de marzo de 2012. narcotráfico. Un desafío al siglo xxi”, . “La Iglesia en pecado”, La Jor- Sociológica, núm. 62, México, uam-a, nada, 14 de abril de 2012. septiembre-diciembre, 2006. Blancarte, Roberto. “Candidatos católicos Ruiz, Rosaura y Bruno Velázquez. “De lai- en vías de conversión”, Milenio, 13 de cidad y un Papa de campaña”, El Uni- marzo de 2012. versal, 24 de marzo de 2012. . “Los medios como promoto- Salazar, Pedro. “El difícil arte de tolerar”, res religiosos”, Milenio, 10 de abril de El Universal, 29 de marzo de 2012. 2012. Sarmiento, Sergio. “Jaque Mate. Benedic- . “La voluntad de no saber”, Mi- to”, Reforma, 26 de marzo de 2012. lenio, 17 de abril de 2012. Valdez Ugalde, Francisco. “Teocracia, tira- Cossío, José Ramón Ministro de la Supre- nía y democracia”, El Universal, 18 de ma Corte de Justicia, “Por una Repú- marzo de 2012. blica laica”, El Universal, 20 de marzo Vera, Rodrigo. “Una visita interesada”, de 2003. Proceso, núm. 1842, 19 de febrero de . “Por una República laica”, El 2012. Universal, 20 de marzo de 2012. Chabat, Jorge. “El amor está en el aire”, El Universal, 26 de marzo de 2012. Cibergrafía Echeverría Ruíz, Rodolfo. “Calderón y el 24 constitucional”, El Universal, 16 de Nuzzi, Gianluigi. His holiness: The secret marzo de 2012. papers of Benedict xvi o Ratzinger was “Editorial, “A que vino el Papa?”, La Jorna- afraid: the secret documents, the money da, 26 de marzo de 2012. and the scandals that overwhelmed Galeana, Patricia. “Amenaza al Estado the pope. ebook:Giancarlo Nuzze: laico”, Reforma, 25 de marzo de 2012. Amazon.it Kindle store. 129

Danaé Torres de la Rosa*

El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros literarios

El zorro de arriba y el zorro de abajo: “escrituras del yo” and the boundaries of literary genres

Resumen Abstract

En este trabajo analizo los distintos In this paper I analyze the literary géneros literarios que aparecen en genres that appear in José María la novela El zorro de arriba y el zorro Arguedas’ novel El zorro de arriba y el de abajo de José María Arguedas, zorro de abajo, which are included in los cuales se incluyen dentro de las so-called “literaturas del yo”. Thus, llamadas “literaturas del yo”. Así, los the different narrative, fictional distintos niveles narrativos, ficcio- and generic levels work as a form nales y genéricos funcionan como of catharsis in which the author forma de catarsis en la que el autor presents a complex and divided configura una realidad compleja y reality. escindida.

Key words: autobiography, José Ma- Palabras clave: autobiografía, José ría Arguedas, the boundaries of literary María Arguedas, literaturas del yo, lí- genres, literary genres mites entre géneros literarios, géneros literarios

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 129-143 Fecha de recepción 14/04/15 > Fecha de aceptación 12/09/15 [email protected]

* Instituto Tecnológico Autónomo de México. 130 El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros...

a obra póstuma de José María Argue- arriba y el zorro de abajo tiene un lugar Ldas, El zorro de arriba y el zorro de aba- preponderante. Arguedas fue un hombre jo,1 si bien es parte de la novela indigenista escindido, resultado de la confrontación al igual que sus antecesoras, rompe con el del mundo indígena con la ciudad y, so- concepto tradicional del propio modelo bre todo, del encuentro conflictivo entre por su forma y contenido.2 Un tema que dos lenguas que implican culturas y cos- la crítica destaca en buena parte de sus movisiones diferentes. La oposición en- obras es la construcción de la identidad tre las vivencias de su infancia (lo indíge- nacional peruana como sociedad mestiza na) y la cultura letrada, motivó la escritura con raíces quechuas,3 que en El zorro de de gran parte de su obra, culminada en El zorro de arriba y el zorro de abajo con el desencuentro de los serranos y los coste- 1 Utilizo la edición: José María Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo, edición crítica de Eve- ños en la búsqueda de un mejor porvenir. Marie Fell, 2da. ed., Madrid-París-México-Buenos Su visión está en ambos lados: arriba (la Aires-São Paulo-Río de Janeiro-Lima, allca xx, sierra, lo indígena) y abajo (la costa, la ciu- 1996. En adelante, para referencias de la novela, sólo pondré el número de páginas entre paréntesis. dad); lo subjetivo y lo objetivo. Este punto 2 El tema indigenista abarca diversos aspectos, los de vista lo distingue de la novela indi- cuales se analizan en las siguientes fuentes: Car- genista tradicional en la que se añora y los Huamán, Pachachaka: puente sobre el mundo. Narrativa, memoria y símbolo en la obra de José mitifica una Edad de Oro precolonial en María Arguedas, México, El Colegio de México-Uni- voz de personajes ajenos a los indígenas. versidad Nacional Autónoma de México, 2004; Arguedas escribe desde adentro gracias a Carmen María Pinilla, Arguedas: conocimiento y vida, Lima, Pontificia Universidad Católica del Pe- sus antecedentes familiares y a su lengua rú, 1994; José Luis Rouillón. “La luz que nadie apa- materna, cede la palabra a los indígenas en gará. Aproximaciones al mito y al cristianismo en el lengua quechua y muestra la decadencia último Arguedas”, en José María Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo, edición crítica de Eve- social y humana, y su consecuente pérdi- Marie Fell, 2da. ed., Madrid-París-México-Buenos da de identidad a la que han llegado por Aires-São Paulo-Río de Janeiro-Lima, allca xx, culpa del capitalismo. 1996, pp. 341-359; Antonio Lorente Medina, “La novela indigenista: Alcides Arguedas, Jorge Ica- Dentro de este esquema bifurcado, za, Ciro Alegría, José María Arguedas y Manuel la dicotomía escritura-vida es recurrente, Scorza”, en Trinidad Barrera (coord.), Historia de pues el propósito general de la novela gira la Literatura Hispanoamericana, tomo III, Madrid, Cátedra, 2008, pp. 57-78; Martin Lienhard, “La en torno al rencuentro con la capacidad «andinización» del vanguardismo urbano”, en Jo- de escribir del autor. Arguedas, además de sé María Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de anunciar su inminente suicidio en el pro- abajo, edición crítica de Eve-Marie Fell, 2da, ed., Madrid-París-México-Buenos Aires-São Paulo-Río ceso de creación de esta obra, propone de Janeiro-Lima, allca xx, 1996. pp. 321-332. que la imposibilidad de plasmar la com- 3 Véanse los siguientes estudios que versan sobre plejidad del universo real y mental de un el tema de la identidad: Roland Forgues, José Ma- ría Arguedas: del pensamiento dialéctico al pensa- hombre es, a su vez, reflejo de los límites miento trágico. Historia de una utopía, Lima, Ho- del lenguaje, y de la incapacidad de en- rizonte, 1989; Ricardo González Vigil, El Perú es tendimiento entre los hombres, motivo todas las sangres. Arguedas, Alegría, Mariátegui, Martín Adán, Vargas Llosa y otros, Lima, Pontificia que se evidencia en la abrupta presencia Universidad Católica del Perú, 1991; Elena Aibar Ray, Identidad y resistencia cultural en las obras de José María Arguedas, Lima, Pontificia Universidad ideología en la obra de José María Arguedas, Lima, Católica del Perú, 1992; William Rowe, Mito e Instituto Nacional de Cultura, 1979. 131 Fuentes Humanísticas 53 > Literatura y Lingüística > Danaé Torres de la Rosa

de diversos géneros literarios. La autobio- una suerte de equilibrio entre la novela grafía y el relato ficcional complementan total de Vargas Llosa y García Márquez, y la psique escindida de Arguedas, reflejo la fragmentaria de Macedonio Fernández. de la evidente dificultad de transmitir la “totalidad” de la realidad peruana. Las pa- labras, en última instancia, no son un me- Géneros dominantes dio eficaz para transmitir un mensaje o, menos aún, para respaldar una identidad La novela tiene dos géneros principales, común. Esta dificultad ha sido vista por a los que llamo dominantes, el relato fic- la crítica de varias formas, también insufi- cional y la autobiografía (que, si bien es cientes, para expresar el problema: desde ficcional, recurre a la primera persona), el fracaso del autor, hasta la posibilidad ambos relacionados estructural y semán- de que la novela haya quedado trunca ticamente por otros géneros literarios al momento de morir el autor.4 La gran subordinados. Esta distribución aparen- variedad de interpretaciones no permiten temente fragmentaria es la evidencia más establecer una verdad única, pues deja- fehaciente del objetivo de Arguedas (que rían de lado el propósito fundamental se explicita en los diarios), y de la ansiedad de la obra: evidenciar su realidad múltiple y frustración que sentía al momento de y caótica. escribir su obra póstuma. Los géneros te- Por tanto, en este trabajo analizo los jen una maraña de sensaciones e ideas géneros literarios presentes en la obra incapaces de concretar una idea común póstuma de Arguedas, los cuales oscilan para todos los receptores. En un estado entre lo ficcional y lo autobiográfico, y emocional frenético, Arguedas expone su permiten al autor crear distintos universos mayor preocupación, misma que ha ena- narrativos que, unidos por el hilo conduc- jenado a los hombres desde que se tiene tor de las literaturas del yo, configuran memoria: la imposibilidad del ser huma- una catártica forma de exponer una vida no para comunicarse con sus semejantes. escindida. La novela, entonces, puede ser Para facilitar la comprensión de los juegos una metáfora de la convivencia intestina genéricos de Arguedas, propongo el si- de la sociedad peruana y, a su vez, de la guiente esquema estructural: realidad personal de Arguedas. A pesar de su notoria fragmentariedad, El zorro de arriba y el zorro de abajo enuncia una nue- va propuesta de literatura autobiográfica que parte de una lectura unitaria. Así, los límites entre los géneros literarios, defini- dos en un principio, se desdibujan y crean una obra caleidoscópica y visceral, como

4 El análisis como novela inconclusa puede verse en Julio Rodríguez-Luis, Hermeneútica y praxis del in- digenismo. La novela indigenista, de Clorinda Matto a José María Arguedas. 132 El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros...

Géneros subordinados

-Relatos míticos Relato -Cuadro de costumbres ficcional -Teatro -Canciones El zorro de arriba y el zorro de abajo Géneros dominantes (género híbrido) -Diario íntimo -Epístolas Autobiografía -Crítica literaria -Relatos míticos

La estructura multiforme evidencia dos freudiano) y el relato ficcional (lo aparen- momentos de escritura: los diarios y el temente objetivo, vinculado al “Yo” so- relato ficcional, los cuales corresponden a cial). Esta idea también la discute Julio necesidades distintas del autor. Para Ro- Rodríguez-Luis en su estudio dedicado a la land Forges, esta distinción va más allá praxis de la novela indigenista, y destaca del estilo literario y se puede analizar con el proceso bifurcado que vive el autor al teorías psicoanalíticas: momento de la escritura:

Decir “Yo” es para el escritor guardar el El que El zorro haya quedado incompleta contacto con el mundo y consigo mismo; sugiere cómo Arguedas ha sido al cabo es preservar su angustia replegándose incapaz de plasmar esa visión totaliza- en sí mismo. Decir “Él”, al contrario, es ir dora del Perú a la que aspiraba, y llama hacia lo impersonal, pues “Él” es “yo mis- la atención sobre los cuatro diarios con mo vuelto nadie, el prójimo vuelto el los que se anuncia desde el principio que otro”; es, pues, para el creador objetivar irá tejida la narración. […] El diario y la su propia interioridad. El paso del “Yo” al novela se revelan por lo tanto como pro- “El” se presenta, por consiguiente, como cesos inseparables el uno del otro. La el paso de la unicidad a la multiplicidad, obra titulada El zorro de arriba y el zorro de la subjetividad a la objetividad.5 de abajo no es una novela, sino la escri- tura del esfuerzo por escribir una novela Arguedas, dividido entre el mundo in- narrada en dos planos, el uno autobio- dígena de su infancia y la ciudad letrada gráfico y el otro deliberadamente exter- a la que pertenece (aunque no lo quiera), no o novelístico. Si el escritor que elabo- presenta esta polaridad emotiva con el uso ra ambas secciones consigue concluir la del diario (subjetivo, apegado al “Ello” novela, no se suicidará, pues se habrá probado a sí mismo que no ha fracasado 5 Roland Forgues, op. cit., p. 47. como novelista, y al abrirse nuevas pers- 133 Fuentes Humanísticas 53 > Literatura y Lingüística > Danaé Torres de la Rosa

pectivas para la continuación de su voca- tes de los géneros literarios y su inefica- ción, los diarios que tratan del suicidio cia al encontrarse con textos que desa- quedarían subordinados al texto de la fíen los conceptos establecidos. O qui- novela propiamente dicha, en tanto que zás somos los críticos quienes nos enfren- lo que ahora ocurre es exactamente lo tamos a la imposibilidad de una clasifi- contrario.6 cación genérica, ya que como asegura Philippe Lejeune: Rodríguez-Luis asevera que la nove- la no puede leerse por separado pero, al [...] elaborar una ‘teoría de los géneros’ es mismo tiempo, señala que ha quedado in- intentar hacer una síntesis general utili- completa. Esta última aserción resulta zando conceptos que sólo tienen sentido discutible pues además de que es anacró- en el campo histórico. […] Los ‘géneros’ nico jugar con posibilidades cuando el son fenómenos históricos complejos que resultado está impreso, hay referencias sólo existen en el sistema.7 textuales que confirman que la obra es una unidad creada conscientemente. Por La novela, según la concepción tradi- ejemplo, las cartas del epílogo muestran cional, no permitiría este tipo de juegos que Arguedas entrega el material a im- narrativos, lo que dificulta encontrar un presión, una vez revisado que esté comple- género pertinente para esta obra. Argue- to, aunque no satisfaga sus supuestas ne- das juega con este problema y convierte cesidades iniciales. El epígrafe inicial: “A la paradoja verdad-mentira/juego-reali- E. A. W. y al violinista Máximo Damián dad en una exposición tácita de la expe- Huamani, de San Diego de Ishua, les de- rimentación genérica literaria propia del dico, temeroso, este lisiado y desigual siglo xx. Quizás sería pertinente llamar relato”, y la confesión de Arguedas en el a este género “híbrido”, como bien señala segundo diario (“Desde que empecé a es- César Augusto Hernández Coria, ya que cribir en Santiago el balbuciente diario que “el término hibridación, [es] uno de los ad- aparece como primer capítulo, algo estram- jetivos que más comúnmente describen bótico, de esta novela, he estado dos veces la confusión e indeterminación genérica más en Chile y cinco veces en Chimbote. No presente en la literatura de los últimos puedo comenzar ahora el capítulo III. Me tiempos”8. Los géneros híbridos, aunque lanzaré, pues, nuevamente, a divagar”; p. son propues-tas que no se han convertido 79), comprueban la lealtad de Arguedas en modelos institucionalizados (al igual con su proyecto, un lisiado y desigual re- que Rayuela, pues no tienen imitadores lato; un estrambótico diario, primer ca- directos), marcan una ruptura con el siste- pítulo de la novela, manifiesto de la im- ma motivada por una crisis social. May se- posibilidad de su (la) incomunicación entre ñala que destaca en los periodos de crisis (con) los hombres. sociales y políticas.9 El adjetivo híbrido La realidad a la que se enfrenta El zo- rro de arriba y el zorro de abajo es la misma 7 Philippe Lejeune, El pacto autobriográfico y otros que muchas novelas modernas: los lími- estudios, p. 296. 8 César Augusto Hernández Coria, Monterroso y las “literaturas del yo”, p. 32. 6 Julio Rodríguez-Luis, op. cit., pp. 201-202. 9 Georges May, op. cit., p. 121. 134 El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros...

significa transgredir, evolucionar, a partir El juego autobiográfico se prolonga de un modelo definido y predominante. con el uso de la tercera persona, recurso En los géneros híbridos, como la auto- con el que Arguedas cede a otro personaje biografía y las escrituras del yo, los límites (el autor disfrazado) la voz narrativa. En El están desdibujados.10 zorro de arriba y el zorro de abajo la terce- Las escrituras del yo necesitan de ra persona es aún más compleja, pues el un lector ideal que conozca y admita las pacto autobiográfico se contradice y se reglas del juego que se propone; Lejuene afirma conforme aparecen los fragmen- le llama “pacto autobiográfico” y parte tos “reales” (los Diarios) y los ficcionales de la aceptación del yo autobiográfico (la novela). De nuevo, una negación del como sujeto real (identidad verificable) y axioma básico para descodificar el signifi- la oposición de mentira-verdad como sub- cado del lenguaje: realidad-mentira, men- jetividad:11 “Para que haya autobiografía tira-realidad; no hay una comunicación (y, en general, literatura íntima) es ne- completa con el lector, así que se recurre cesario que coincidan la identidad del a la empatía para una mejor comprensión. autor, la del narrador y la del personaje.”12 Para Lejeune, la función de la autobiogra- En este sentido, El zorro de arriba y el fía en tercera persona se trata de un jue- zorro de abajo es ejemplo de cómo las go literario: fronteras entre géneros son confusas, pe- ro no afectan la comprensión de la obra, Los autobiógrafos también son actores. al contrario, matizan aspectos que, de otra Y algunos se suelen entregar a este jue- forma, serían incomprensibles (por ejem- go de verdad, ante su público. Pero como plo, la marca tipográfica de las cursivas son a la vez los autores del papel que para el texto de los diarios es una indica- interpretan, el procedimiento tiene para ción de lectura hacia otro género). El pacto ellos una función muy diferente. Les sirve autobiográfico que hacemos con Argue- a la vez para expresar sus problemas de das simula un estado de ansiedad en el identidad y para seducir a sus lectores. que sus lectores comparten sus preocu- Estos juegos tan complicados, y a fin de paciones y dilemas. Es incuestionable la cuentas poco frecuentes, son una espe- veracidad del discurso plasmado, y es un cie de casos-límite reveladores.13 punto de partida para cualquier análisis y consideración crítica seria; no se puede La tercera persona proporciona la su- valorar una obra desde las posibilidades ficiente distancia al autor para el tratamien- inciertas, sino desde el texto concreto. La to de temas que no podría desarrollar si veracidad o no de la novela no está en hablara en voz propia, sea por temor a duda; lo importante es ver cómo Arguedas juicios negativos o por ocultar las verda- juega con esa realidad y la plasma desde deras razones de su pensamiento. La in- su punto de vista, que nosotros, lectores, tromisión de la voz en primera persona aceptamos como verdad al ser “Diarios”. rompe la referencialidad extratextual, ca- racterística fundamental del modelo de novela autobiográfica. El zorro de arriba y 10 César Augusto Hernández Coria, op. cit., p. 45. 11 Ibid., p. 57. 12 Philippe Lejeune, op. cit., p. 52. 13 Philippe Lejeune, op. cit., pp. 89-90. 135 Fuentes Humanísticas 53 > Literatura y Lingüística > Danaé Torres de la Rosa

el zorro de abajo es un “caso límite”, tanto Escribo estas páginas porque se me ha di- de la apertura de los géneros como de la cho hasta la saciedad que si logro escribir manifestación póstuma de un autor, y po- recuperaré la sanidad. Pero como no he ne en tela de juicio la veracidad del dis- podido escribir sobre los temas elegidos, curso biográfico-literario. Lejeune agrega elaborados, pequeños o muy ambiciosos, que “las figuras de la tercera persona su- voy a escribir sobre lo único que me atrae: ministran una serie de soluciones en las esto de cómo no pude matarme y cómo que precisamente el distanciamiento se ahora me devano los sesos buscando pone de manifiesto, pero siempre para una forma de liquidarme con decencia, expresar una articulación (una tensión) molestando lo menos posible a quienes entre la identidad y la diferencia”14. Co- lamentarán mi desaparición y a quienes mo reitera George May, “la imposibilidad esa desaparición les causará alguna for- de expresar la verdad debe ser, tarde o ma de placer. (p. 8) temprano, reconocida por todo autobió- grafo”15. El zorro de arriba y el zorro de La escritura le permite ordenar de algu- abajo es una unidad, desconcertante, pe- na manera sus pensamientos; reflexionar ro una unidad. y sanear las fracturas que hay en su vida. El La tentación de utilizar teorías psico- discurso es paradójico, pues empieza con analíticas no ha sido descartada por al- la probable función catártica de la escri- gunos críticos quienes, sin dejar de lado el tura, pero después se dirige al tratamien- texto, han aportado numerosas ideas pa- to obsesivo de la autodestrucción. La em- ra el análisis estructural. Roland Forgues, patía con los lectores, tópico recurrente en por ejemplo, propone que la estructura de las cartas póstumas, justifica el proceso la novela, manifestada en: creativo y establece un vínculo (un pacto, quizás) con sus receptores. La escritura [...]el movimiento continuo de vaivén y del yo en la obra final de Arguedas, como la victoria final del ‘Yo’ sobre el ‘Él’ nos señala May para la autobiografía, “puede enseñan que José María Arguedas nunca ejercer la fe en una comunidad de fieles”17. logrará dar definitivamente este paso. La realidad de Arguedas se convierte en la En el conflicto interior que le desgarra de un pueblo, silogismo exagerado pero y le lamina, las pulsiones de muerte, cierto, cuando se vive una crisis social. La representadas por el ‘Yo’ alienante, ter- búsqueda de un héroe (o antihéroe) es, minarán venciendo el instinto de vida, según May, expresado por el ‘Él’ liberador.16 [...]la razón fundamental que explica el in- Arguedas busca un orden en su vida a terés y el placer que nos produce el leer través de la escritura, como él lo afirma en las autobiografías de los otros: la narra- su “Primer diario”: ción que hace el autor de su propia vida tiene por virtud quizás inesperada, qui- zás mágica, la de reflejar también la de

14 Ibid., p. 97. 15 Georges May, op. cit., p.102. 16 Roland Forgues, op. cit., p. 47. 17 Georges May, op. cit., p. 116. 136 El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros...

su lector.18 por ejemplo, hablan de una realidad cons- tante en la vida de los peruanos, pues Los límites entre la autobiografía y Arguedas es un “hombre de dos mundos el relato ficcional en la novela, aunque y vínculo entre ellos”20. Para Carlos Hua- claros tipográficamente debido al uso de mán, “Arguedas pretende demostrar que cursivas para los diarios y redondas para el mito en la cultura quechua-andina y el resto del texto, son confusos. La auto- costeña permanece vivo. Se va reconfi- biografía comparte con el relato la prosa gurando de acuerdo con las exigencias narrativa, así como el propósito de contar del proceso histórico peruano. No es un la vida de un personaje (héroe, en plural residuo insignificante. Es parte sustancial o singular); pero la diferencia radica en el del Perú indio y mestizo”21. Los mitos apa- pacto autobiográfico que establecemos recen tanto en los “Diarios” como en la con el autor en la autobiografía.19 En El novela, lo cual muestra la importancia de zorro de arriba y el zorro de abajo, el pacto la tradición en la vida cotidiana. Huamán nunca acaba por establecerse de una señala también que los mitos no sólo se forma convincente, pues, por ejemplo, la narran como historias del pasado, sino narración en tercera persona (versión que se actualizan, como el de Tutaykire que novelada de la vida del autor) obliga al tendrá su versión moderna en el encuen- lector a desvincularse del pacto auto-bio- tro de la Argentina y Asto: gráfico, aunque ya se había establecido previamente. Hace dos mil quinientos años, Tutaykire (gran Jefe o Herida de la noche), el gue- rrero de arriba, hijo de Pariacaca, fue de- Géneros subordinados tenido en Urin Allauka, valle yunga del mundo de abajo; fue detenido por una Las escrituras del yo, al ser géneros híbri- virgen ramera que lo esperó con las pier- dos, aceptan reglas procedentes de otros nas desnudas, abiertas, los senos descu- géneros, usan diferentes narradores, así biertos y un cántaro de chicha. Lo detuvo como el diario íntimo, las cartas, las re- para hacerlo dormir y dispersarlo. El agua ferencias históricas, los periódicos, etcé- baja de las montañas que yo habito; corre tera. Arguedas, más allá de apostar por por los valles yungas encajonados entre una obra revolucionaria, manifiesta la vir- montañas secas y ocres y se abre, igual tualidad de esa visión aparentemente to- que la luz, cierto, cerca del mar; son venas tal que ofrece un género por sí solo; el delgadas en la tierra seca, entre méda- uso de distintos géneros presenta un pa- nos y rocas cansadas, que es la mayor norama más amplio de la realidad perua- parte de tu mundo. (p. 50) na, simbolizada en la caótica situación de Arguedas. Cada género subordinado La Argentina mostraba las piernas sua- significa una situación particular que el ves tras un tul rosado. No aceptaba com- autor intenta explicar. Los relatos míticos,

20 Antonio Cornejo Polar, “Un ensayo sobre «Los zo- 18 Ibid., pp. 125-126. rros» de Arguedas”, pp. 303-304. 19 Ibid., pp. 201-220. 21 Carlos Huamán, op. cit., p. 143. 137 Fuentes Humanísticas 53 > Literatura y Lingüística > Danaé Torres de la Rosa

promisos de «por noche». Cobraba caro. Este recurso plantea la paradoja de Se acercó el hombre. Él retrocedió. Era saber para quién escribe Arguedas, ya que como si el cielo se le viniera encima. la lengua quechua acompaña los relatos, ¡Rubia, blanca, desnuda! […] Retroce- y, al mismo tiempo, legitima la voz del día. La Argentina cambió de dirección. narrador y autentifica el significado. De Su pieza, ubicada al final del callejón ro- esta forma, los mitos proporcionan la vi- sado, era un cuadrilátero irregular, más sión de mundo para el referente cultural amplio que las otras celdas. Sonreía y y validan el testimonio del autor. avanzaba; dirigió al hombre hacia la ca- Por otra parte, la crítica literaria, si ma. «Tú no eres un putamadre sino una bien podría decirse que no es un género vizcachita; che pide, huahua.» La rame- literario propiamente dicho, en El zorro ra abrió los brazos, blanquísimos, movió de arriba y el zorro de abajo sí lo es, pues, los pechos. Asto se apellidaba ese pes- a diferencia de la crítica tradicional, Ar- cador. «¡Lucero, estrella!», dijo a locas, guedas se dirige directamente a los au- cuando ella se inclinó para abrazarlo. tores, como si fuera un diálogo. La cer- (p. 38) canía y la confianza crean un vínculo particular entre el crítico y el autor del que Los relatos míticos también se pue- se habla, y transforman la objetividad de den ver en la voz narrativa que recuerda las opiniones en sensaciones subjetivas. la de los narradores en los cuentos clásicos Así, aunque las palabras no pueden ex- o los relatos genésicos, tono familiar que presar la complejidad temática, el autor asegura la lealtad del lector: utiliza otros modelos literarios que se identifiquen con su estilo y con su modo Hace dos mil quinientos años nos encon- de retratar el mundo. La crítica, por tanto, tramos en el cerro Latausaco, de Huaro- se convierte en un género porque ayuda a chirí; hablamos junto al cuerpo dormido Arguedas a amalgamar las partes de este de Huatyacuri, hijo anterior a su padre, complejo collage literario. Uno de los casos hijo artesano del dios Pariacaca. Tú reve- más evidentes es el de Juan Rulfo: laste allí los secretos que permitieron a Huatyacuri vencer el reto que le hizo el ¿Quién ha cargado a la palabra como tú, yerno de Tamtañamca, dios incierto, va- Juan, de todo el peso de padeceres, de nidoso y enfermo. El yerno desafió, pri- conciencias, de santa lujuria, de hombría, mero, a Huatyacuri, a cantar, danzar y de todo lo que en la criatura humana hay beber; y cantó y danzó doscientos bailes de ceniza, de piedra, de agua, de pudrirse distintos con doscientos mujeres; Huat- violenta por parir y cantar, como tú? (p. 10) yacuri, acompañado de su esposa, que también era hija del simulador Tamta- Nicanor Parra también es un excelen- ñamca, hizo danzar a las montañas can- te ejemplo: tando al compás de una tinya fabricada por un zorro. Todas las pruebas las ganó Pienso en este momento en Nicanor Parra, el hijo de Pariacaca… (p. 49) ¡cuánta sabiduría, cuánta ternura y escep- ticismo y una fuerte coraza de protección que deja entrar todo pero filtrando, y 138 El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros...

una especie no de vanidad sino de herida mismo que ustedes, eso mismo contra abierta para las opiniones negativas de lo que me siento como irritado. (p. 18) su obra! ¡Qué modo increíble de ponerse amargo e iracundo por esas cosas! (p. 15) Usa la captatio benevolentia para atraer la simpatía del lector, y descalifica Carpentier, aunque no comparte su sen- su afirmación al decir “estoy desvariando”, sibilidad, es un gran modelo por su inte- pero no altera el propósito de la novela. ligencia: Arguedas afirma: “Yo vivo para escribir, y creo que hay que vivir desincondicionalmen- En cambio, a don Alejo Carpentier lo veía te para interpretar el caos y el orden”. (p. 18) como a muy «superior», algo así como El cuadro de costumbres es un gé- esos poblanos a mí, que me doctoreaban. nero muy utilizado en la novela, pues Sólo había leído El reino de este mundo los ambientes de la fábrica y las calles y un cuento; después he leído Los pasos proporcionan los elementos necesarios perdidos. ¡Es bien distinto a nosotros! Su para describir una situación atroz y re- inteligencia penetra las cosas de afuera pugnante, como si se tratara de una no- adentro, como un rayo; es un cerebro que vela naturalista: recibe, lúcido y regocijado, la materia de las cosas, y él las domina. Tú también, Juan, La fetidez del mar desplazaba el olor pero tú de adentro, muy de adentro, desde denso del humo de las calderas en que el germen mismo; la inteligencia está; tra- millones de anchovetas se desarticula- bajó antes y después. (pp. 11-12) ban, se fundían, exhalaban ese olor como alimenticio, mientras hervían y sudaban aceite. El olor de los desperdicios, de la Sin embargo, la personalidad de Fuen- sangre, de las pequeñas entrañas piso- tes no acaba de convencer a Arguedas: teadas en las bolicheras y lanzadas sobre el mar a manguerazos, y el olor del agua La última vez que vi a Carlos Fuentes, lo en- que borbotaba de las fábricas a la pla- contré escribiendo como a un albañil que ya hacía brotar de la arena gusanos ge- trabaja a destajo. Tenía que entregar la no- latinosos; esa fetidez avanzaba a ras del vela a plazo fijo. Almorzamos, rápido, en suelo y elevándose. (p. 40) su casa. Él tenía que volver a la máquina. Dicen que eso mismo le sucedía a Balzac El teatro aparece en los diálogos, y y a Dostoievski. Sí, pero como una des- se explicita aún más por medio del uso de gracia, no como una condición de la que los turnos de enunciación de los zorros. El se enorgullecieran. ¿Qué acaso no hubie- diálogo de los zorros místicos es además ran escrito lo que escribieron en otras cir- una buena muestra de la dialéctica del cunstancias? Quién sabe. ¿Qué otra cosa lenguaje y de la reflexión en torno a los iban a hacer con lo que tenían en el pecho? límites del lenguaje: Perdonen, amigos Cortázar, Fuentes, tú mismo Mario, que estás en Londres. Creo el zorro de abajo: ¿Entiendes bien lo que estoy desvariando, pretendiendo lo que digo y cuento? 139 Fuentes Humanísticas 53 > Literatura y Lingüística > Danaé Torres de la Rosa

el zorro de arriba: Confundes un poco apresa y la frustración de no poder evitar las cosas. el círculo vicioso del lenguaje. Respecto a el zorro de abajo: Así es. La palabra, este diálogo, Forgues sugiere que: pues, tiene que desmenuzar el mundo. El canto de los patos negros que nadan El escritor establece aquí una diferencia en los lagos de altura, helados, donde bien neta entre el lenguaje de las pala- se empoza la nieve derretida, ese canto bras, incapaces en lo sucesivo de traducir repercute en los abismos de roca, se el mundo en su globalidad (tiene que hunde en ellos; se arrastra en las punas, desmenuzar el mundo) y el lenguaje de hace bailar a las flores de las yerbas du- la naturaleza que lo refleja en su integra- ras que se esconden bajo el ichu, ¿no lidad. Mientras que el primero debe frag- es cierto? mentar, partir la realidad, a imagen y el zorro de arriba: Sí, el canto de semejanza de las divisiones sociales, para esos patos es grueso, como de ave gran- captarla y comprenderla, el segundo la de; el silencio y la sombra de las monta- expresa en su equilibro ideal.22 ñas lo convierte en música que se hunde en cuanto hay. Las canciones y la tradición oral son el zorro de abajo: La palabra es más elementos que Arguedas utiliza para otor- precisa y por eso puede confundir. El gar veracidad a su relato. Otra vez, la fa- canto del pato de altura nos hace enten- miliaridad tiene un papel preponderante der todo el ánimo del mundo. Sigamos. en la creación del pacto autobiográfico, Éste es nuestro segundo encuentro […]. pero ahora con mayor fuerza, pues semeja el zorro de arriba: Oye: yo he bajado situaciones que el autor (y los posibles siempre y tú has subido. Pero ahora es lectores) vivieron en la niñez, como las ex- peor y mejor. Hay mundos de más arriba periencias que las abuelas y las madres y de más abajo. El individuo que preten- transmiten a los hijos. Por ejemplo, Ar- dió quitarse la vida y escribe este libro guedas recuerda un momento así cuando era de arriba; tiene aún ima sapra sacu- toma una droga: diéndose en su pecho. ¿De dónde, de qué es ahora? (pp 49- 50) Cada quien toma veneno, a sabiendas, de vez en cuando; y yo siento los efectos De nuevo, la distancia de la tercera en estos instantes. En mi memoria, el sol persona permite a Arguedas anunciar su del alto pueblecito de San Miguel de Obra- frustración más grande: sentirse de arriba jilo ha cobrado, de nuevo, un cierto color y saberse de abajo, o quizá estar escindi- amarillo, semejante al de esa flor en forma do por sentirse y saberse tanto de arriba de zapatito de niño de pechos, flor que cre- como de abajo (o ni de arriba ni de abajo): ce o que prefiere crecer no en los campos “El individuo que pretendió quitarse la sino en los muros de piedra hechos por vida y escribe este libro era de arriba; tiene los hombres, allá en todos los pueblos se- aún ima sapra sacudiéndose en su pe- rranos del Perú. Esa flor afelpada donde cho.” Ningún ejemplo puede definir mejor el cuerpo de los moscones negrísimos, los dentro del texto la incomunicación entre los seres humanos, la confusión que los 22 Roland Forgues, op. cit., p. 70. 140 El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros...

huayronqos, se empolva de amarillo y per- viceversa, pero su distinción del resto de manece más negro y acerado que sobre los la novela es lo que le da mayor veracidad. lirios blancos. (p. 17) Como afirma May,

A pesar de la familiaridad que podría [...]los documentos adquieren a los ojos implicar un recuerdo de este tipo, el autor del autobiógrafo un valor persuasivo su- necesita evocarlo con el uso de medios perior al de sus propios recuerdos, lo que externos, como si sus orígenes estuvieran no constituye en sí mismo garantía alguna cada vez más lejanos. de autenticidad. En particular el diario Las epístolas son recursos que, al igual íntimo puede desempeñar, desde este que el diario íntimo, legitiman el pacto punto de vista, un papel extremadamen- autobiográfico de la obra. Son tres cartas te ambiguo.23 que anuncian su muerte inminente, ade- más de ser testimonio de los deseos de El diario íntimo es el género que pue- Arguedas para con su novela póstuma: de considerarse verídico y que, apoyado en la datación y en las referencias de viajes Si a juicio de sus asesores y de usted mis- y de personas conocidas, así como de cir- mo, don Gonzalo, el relato aparece como cunstancias comprobables, obligaría al insuficiente, deje a mi viuda que lo ofrez- lector a aceptar el pacto autobiográfico. ca a cualquier editor peruano o de otro Pero todo esto pasa también por el arti- país. Yo no dudo del valor de algunos ca- ficio literario (incluyendo el supuesto re- pítulos (he alcanzado a recomponer el gistro verídico de fechas). Sin embargo, primero en estos días) y de la importan- hay una búsqueda de la verdad detrás de cia documental del conjunto. No puedo la mentira, por lo que, después de leer aventurar un juicio definitivo, tengo du- en conjunto El zorro de arriba y el zorro de das y entusiasmos. (p. 250) abajo, no se puede afirmar que sólo los diarios son autobiográficos. Si la novela no fuera una unidad, ¿por qué incluir las cartas, llamándolas “Epílogo”? Al inicio de esta carta para don Límites de los géneros Gonzalo Losada, fechada en Santiago de literarios. Límites del lenguaje Chile, el 29 de agosto de 1969, Arguedas señala que ha “corregido y reafirmado a Como afirmaba en las primeras páginas mi vuelta, en Lima, el 5 de noviembre” (p. de este trabajo, Arguedas expone la rea- 249), lo cual confirma la consciencia que lidad más inquietante con la que se po- el autor tenía de la escritura. dría encontrar un hombre dentro de una A pesar de que ya he señalado la fun- sociedad: la incomunicación. Pero, ¿cómo ción de la autobiografía en El zorro de se puede estar incomunicado si se com- arriba y el zorro de abajo, me gustaría des- parte el mismo código? Arguedas propone tacar algunas características del diario que los géneros literarios, como sinónimo íntimo, como género diferenciado. En las de lenguaje, son insuficientes para ex- escrituras del yo es muy común la inclusión de la autobiografía en el diario íntimo y 23 Georges May, op. cit., p. 92. 141 Fuentes Humanísticas 53 > Literatura y Lingüística > Danaé Torres de la Rosa

presar la totalidad; experimenta con mu- rescatar la memoria colectiva y personal; chos de ellos sin encontrar uno que lo sin embargo, la oralidad y la memoria satisfaga. Los géneros subordinados cohe- que recuperan la tradición de un pueblo, sionan a los dominantes; todos son de- paradójicamente, necesitan apoyarse en pendientes y solo se entienden como uni- el lenguaje para su transmisión y en la es- dad, funcionan en conjunto (por eso no critura para su conservación y trascenden- es incompleta, pues no se entienden por cia. De ahí que Arguedas recurra a trans- separado). Sin duda, El zorro de arriba y el cribir mitos y mostrar sus diarios, pues, zorro de abajo es un ejemplo de literatura como dice May, “el simple hecho de que escindida, frecuente en la segunda mitad la memoria sea inconstante, caprichosa del siglo xx. Algunas características de e infiel es lo bastante conocido universal- esta incomunicación vuelven a repetirse mente como para que aquí haga falta en la descripción de los males sociales, algo más que recordarlo”25. Lengua que como la prostitución,24 el desempleo, la no es hablada o escrita, muere, de aquí inhumanidad del capitalismo, las ansias la frustración de Arguedas de no poder de una revolución (caso curioso, ya que escribir, pues significa, en última instan- se enuncia en boca del padre Cardozo), cia, que no puede conservar su pasado, su la locura, representada en la parodia del memoria que podría ser la memoria de lenguaje político y eclesiástico (referen- su pueblo. Cornejo Polar asegura que: cias veraces) que hace el loco Moncada y, nuevamente, el diálogo de los zorros En los “diarios” se intenta explicar la ra- místicos, culminación de la imposibilidad zón de este fracaso múltiple; en especial, de comunicación y los límites de la pala- de la quiebra absoluta del lenguaje. Ar- bra. Si leemos con cuidado, estos ejem- guedas concibe la palabra como resulta- plos podrían verse incluso como esbozos do de la unión entrañable del hombre con de ensayos sociológicos, lo que abriría el mundo, relación que a su vez supone un poco más la clasificación genérica de la naturaleza viviente del universo […]. La la obra. escritura es, pues, un acto condiciona- El lenguaje es lineal y, como elemen- do. Está sujeto al modo de inserción del to común entre todos los géneros litera- hombre en el mundo y depende decisi- rios, no puede abarcarlo todo. La aglome- vamente de que la relación misma, en ración de recursos dentro de la novela es esencia dialogante, pueda generar un prueba de la imposibilidad individual de sentido legitimador de uno y otro polo expresar su mundo en un solo género e im- y de su vínculo esencial. En otras pala- plica que el lenguaje no es un medio de bras, la escritura es posible a partir de transmisión eficaz, pero es el único del la afirmación del universo como totali- que puede echar mano un escritor. Más dad significativa.26 allá del conflicto, hay una búsqueda por El Zorro de arriba y el zorro de abajo 24 Respecto a este tema, véase el profundo artícu- es un manifiesto de la fractura del yo con lo de Kessel Schwartz, “The Whorehouse and the Whore in Spanish American Fiction of the 1960s”, Journal of Interamerican Studies and World Affairs, 25 Georges May, op. cit., pp. 89-90. 15 (1973), 472-487. 26 Antonio Cornejo Polar, op. cit., p. 205. 142 El zorro de arriba y el zorro de abajo: las escrituras del yo y los límites de los géneros...

relación a lo social, y la fractura del yo todo que no ha podido expresar como con la creación; por eso es una novela él quisiera. fragmentada, escindida. Como señala Wi- El zorro de arriba y el zorro de abajo es lliam Rowe, “las posiciones contradictorias una proclamación de la existencia del ser asumidas por Arguedas en los “Diarios” humano, un reclamo para reconocer que reflejan el hecho que El zorro… constituía detrás de un libro hay un hombre31 (como una etapa nueva para la cual la visión y los Arguedas advierte cuando “critica” a los métodos anteriores no podían servir”27. escritores de su generación). Un libro no es El pacto autobiográfico, advierte Cornejo un ser inerte, es el testimonio de la escri- Polar, tendrá un marco “referido a un vasto tura, de la vida y de la creación de un complejo de contradicciones”28. autor. Empatía es la palabra clave en las El aspecto psicológico enfrenta a Ar- escrituras del yo, sobre todo porque están guedas a una infinidad de dudas que verán condicionadas a los límites del propio la luz en un discurso crítico y angustioso lenguaje. Los límites de la autobiografía de la creación literaria. Después de todo, están marcados, en gran medida, por la en palabras de May, “la intimidad condu- serie de elementos extratextuales cono- ce a la universalidad”29. La memoria pa- cidos por el probable lector. El zorro de rece agotarse, la vejez se acerca, pero lo arriba y el zorro de abajo no es una novela único que queda es el testimonio de los inconclusa, sino un manifiesto de la com- límites de la palabra: plejidad de las relaciones entre una so- ciedad en búsqueda de su identidad; un Parece que se me han acabado los temas testimonio de los problemas a los que se que alimenta la infancia, cuando es tre- enfrenta un autor en los procesos crea- menda y se extiende encarnizadamente tivos; un ejemplo de la imposibilidad de hasta la vejez. Una infancia con milenios escribir; un caso de género híbrido; una encima, milenio de historia de gente entre- nueva propuesta de escritura del yo; mezclada hasta la acidez y la dinamita. una evidencia de que el lenguaje repre- Ahora se trata de otra cosa. (p. 81) sentado en los géneros literarios no es su- ficiente para expresar la realidad conscien- Ya sea por medirse en el tiempo, por te e inconsciente del hombre. encontrar el sentido de la existencia o por simple vanidad,30 Arguedas asume una posición comprometedora y abierta fren- Bibliografía te a su público, a sabiendas de que el re- sultado pueda interpretarse mal, al igual Arguedas, José María. El zorro de arriba y el que un zorro (llámese místico o serrano) zorro de abajo. Edición crítica de Eve- no entiende el mensaje del otro. Su obra Marie Fell, 2da. ed. Madrid-París-Mé- exterioriza la necesidad de expresar ese xico-Buenos Aires-São Paulo-Río de Janeiro-Lima, allca xx, 1996. Cornejo Polar, Antonio. La novela peruana. 27 William Rowe, op. cit., p. 192. Matto de Turner, López Albujar, Ale- 28 Antonio Cornejo Polar, art. cit., p. 301. 29 Georges May, op. cit., p. 129. 30 Ibid., pp. 56-71. 31 Ibid., p. 130. 143 Fuentes Humanísticas 53 > Literatura y Lingüística > Danaé Torres de la Rosa

gría, Arguedas, Scorza, Ribeyro, Var- para obtener el grado de Maestría. gas Llosa. Lima, Horizonte, 1989. México, Universidad Autónoma Me- . “Un ensayo sobre «Los zo- tropolitana-Iztapalapa, 2004. rros» de Arguedas”, en José María Huamán, Carlos. Pachachaka: puente sobre Arguedas. El zorro de arriba y el zorro el mundo. Narrativa, memoria y sím- de abajo. Edición crítica de Eve-Marie bolo en la obra de José María Arguedas. Fell, 2da. ed. Madrid-París-México- México, El Colegio de México-Uni- Buenos Aires-São Paulo-Río de Ja- versidad Nacional Autónoma de neiro-Lima, allca xx, 1996. pp. 296- México, 2004. 306. Lejeune, Philippe. El pacto autobiográfico Forgues, Roland. José María Arguedas: del y otros estudios. Trad. Ana Torrent, pensamiento dialéctico al pensamien- Madrid, Megazul-Endymion, 1994. to trágico. Historia de una utopía. Li- May, Georges. La autobiografía. Danubio ma, Horizonte, 1989. Torres Fierro (trad.). México, Fondo . “Por qué bailan los zorros”. de Cultura Económica, 1982 [ed. or. José María Arguedas. El zorro de arri- 1979]. ba y el zorro de abajo. Edición crítica Rodríguez-Luis, Julio. Hermeneútica y pra- de Eve-Marie Fell, 2da. ed. Madrid- xis del indigenismo. La novela indige- París-México-Buenos Aires-São Pau- nista, de Clorinda Matto a José María lo-Río de Janeiro-Lima, allca xx, Arguedas. México, Fondo de Cultura 1996, pp. 307-315. Económica, 1980. Gómez Mango, Edmundo. “Todas las Rowe, William. Mito e ideología en la lenguas. Vida y muerte de la escritura obra de José María Arguedas. Lima, en «Los Zorros» de Arguedas”, en Jo- Instituto Nacional de Cultura, 1979. sé María Arguedas, El zorro de arriba . “Deseo, escritura y fuerzas y el zorro de abajo. Edición crítica de productivas”. José María Arguedas, Eve-Marie Fell, 2da. ed. Madrid-París- El zorro de arriba y el zorro de abajo. México-Buenos Aires-São Paulo-Río Edición crítica de Eve-Marie Fell, 2da. de Janeiro-Lima, allca xx, 1996, pp. ed., Madrid-París-México-Buenos Ai- 360-368. res-São Paulo-Río de Janeiro-Lima, Hernández Coria, César Augusto. Monte- allca xx,1996, pp. 333-340. rroso y las “literaturas del yo”. Tesis

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Sergio Ángel Vásquez Galicia*

Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

Contributions to the biography of the historian of Tetzcoco Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

Resumen Abstract

Este trabajo hace algunos aportes a This work provides new clues about la biografía del cronista tetzcocano the biography of Fernando de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl. A Alva Ixtlilxóchitl, the chronicler of través del comentario de textos y Tetzcoco. Through the commentary el análisis comparativo de fuentes of text and comparative analysis of primarias se revisaron los siguientes primary sources the following topics temas: sus funciones como juez go- were reviewed: his responsibilities bernador; la decadencia del cacicaz- as judge-governor; the decline of go de San Juan Teotihuacan; su re- cacicazgo of San Juan Teotihuacan; sidencia en la Ciudad de México; la his residence in Mexico City; the institución en la que pudo recibir edu- educational institution in which Ix- cación superior; y las implicaciones tlilxóchitl possibly received higher de haber sido sepultado en la parro- education; and socioeconomic im- quia de Santa Catarina Mártir de la plications of having been buried in capital novohispana. the parish of Santa Catarina Mar-tyr at Mexico city.

Palabras clave: Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, biografía, Tetzcoco, juez Key words: Fernando de Alva gobernador, cacicazgo de Teotihuacan Ixtlilxóchitl, biography, Tetzcoco, Judge governor, cacicazgo of Teotihuacan

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 145-163 Fecha de recepción 07/04/15 > Fecha de aceptación 23/06/16 [email protected] * Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras. 146 Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

n este artículo ofrezco algunos aportes Después, sigo los indicios de su vida Ea la biografía del historiador aculhua en la Ciudad de México. Al respecto, las Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, a fin de ubi- fuentes son aún más escasas y los estudios carlo de mejor forma en el contexto his- prácticamente inexistentes. No obstante, tórico que permite comprender el sentido los documentos publicados por Edmundo de sus narraciones. Para mi propósito re- O’Gorman en su edición de las obras del tomo la información estrictamente nece- tetzcocano me permiten hacer aportes so- saria de los más recientes trabajos acerca bre tres aspectos. En primer lugar, su sitio del tema.1 Pero para hacer realmente nue- de residencia. Suele aceptarse que vivió en vos aportes, doy prioridad al análisis de la Ciudad de México,4 pero, según hemos fuentes primarias a través del comentario podido deducir, residió en Tlatelolco; esto de textos históricos y el método compa- matiza su inclusión en la vida capitalina. rativo documental. En segundo lugar, me refiero a la institu- Primero me centro en dos asuntos de ción en la que pudo recibir educación la vida de Ixtlilxóchitl en el Aculhuacan, que superior. Es común señalar que fue en el considero requieren ser revisados; uno Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco,5 pero de ellos consiste en precisar las funciones la decadencia que vivía el centro educati- que desempeñó como juez gobernador, vo en la época descarta esa posibilidad. ya que han sido confundidas con las del Por último, profundizo en su situación eco- gobernador y esto ha dado una dimensión nómica al momento de fallecer, y en las imprecisa de su lugar en la estructura ad- implicaciones sociales de haber sido se- ministrativa novohispana.2 El otro, particu- lariza su inclusión en el proceso de pérdida de privilegios que vivieron los descendien- 4 En documentos de la época se afirma que Ixtlilxó- tes de antiguos pipiltin, tomando como re- chitl era residente de “la dicha ciudad de México”. ferencia el cacicazgo de San Juan Teotihua- Véase “Diligencias sobre ser españoles los descen- can, que perteneció a su familia.3 dientes de Juan Grande, abuelo de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, y que exhiban los títulos del cacicazgo de san Juan Teotihuacan”. Ixtlilxóchitl, Obras históricas, Edit. O’Gorman, v. II, p. 359. 5 Es posible que Mariano Veytia (1718-1780) fuera 1 Entre las mejores contribuciones a la biografía del el primero en señalar que Ixtlilxóchitl estudió en el tetzcocano están: Edmundo O’Gorman, “Estudio Colegio de Santa Cruz. Ver Edmundo O’Gorman, introductorio”, v. I, pp. 1-256; Cristina Torales Pa- op. cit., v. I, pp. 214-215. Ángel María Garibay reto- checo, “Don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, histo- mó esa información y fue seguido por Eugenio riador tetzcocano”, pp. 79-107; José Rubén Romero del Hoyo, Ignacio Dávila Garibi, Germán Vázquez Galván, “Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”, pp. 351- Chamorro y recientemente por Pablo García. Los 366; Camila Towsend, “Introduction: The Evo- autores que están en contra de esa posibilidad lution of Alva Ixtlilxóchitl’s Scholaty Life”, pp. 1-17; son: Juan José Daneri, José Rubén Romero Galván, Amber Brain, “The Alva Ixtlilxóchitl Brothers and Camilla Towsend y el autor del presente texto. the Nahua Intellectual Cummunity”, pp. 201-218; y Véase Ángel María Garibay Kintana, Historia de Bradley Benton, “ The Outsider: Alva Ixtlilxóchitl’s la literatura náhuatl, p. 726; Eugenio del Hoyo, Tenous Ties to the City of tetzcoco”, pp. 37-52. “Ensaño historiográfico sobre D. Fernando de 2 Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio español Alva Ixtlilxóchitl”, p. 349; Ignacio Dávila Garibi, (1519-1810), p. 174 y Diana Roselly Pérez Gerardo, “Prólogo”, v. I. s/p; Germán Vázquez Chamorro, Garcilaso de la Vega y Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, “Introducción”, pp. 16-19; Pablo García, Estrategias pp. 119-122. para (des)aparecer, p. 11; Juan José Daneri, El agua 3 Un primer acercamiento como el que proponemos a su molino, pp. 44-45; Romero, op. cit., p. 354, y en: Diana Roselly Pérez Gerardo, op. cit., pp. 122-127. Camilla Towsend, op. cit., p. 3. 147 Fuentes Humanísticas 53 > Historia e Historiografía > Sergio Ángel Vásquez Galicia

pultado en la parroquia de Santa Catari- to.11 El cronista del Aculhuacan tuvo tres na Mártir. hijos con Antonia Gutiérrez: Juan de Alva Cortés, Ana de Alva y Diego de Alva Cor- tés. Los dos varones fueron poseedores Datos biográficos generales del cacicazgo de San Juan. Ixtlilxóchitl murió en la Ciudad de Mé- Nuestro historiador nació alrededor de xico el 25 de octubre de 1650.12 (Véase 1578.6 Fue el segundo de cuatro hermanos: Figura I) Francisco de Navas, Fernando de Alva, Luis de Alva y Bartolomé de Alva. Su pa- dre fue el español Juan Navas Pérez de Ixtlilxóchitl, juez gobernador Peraleda7 y su madre fue Ana Cortés Ixtlil- xóchitl. Por esta vía era descendiente del El 7 de diciembre de 1612, Ixtlilxóchitl fue antiguo gobernante tetzcocano, Neza- nombrado juez gobernador de Tetzcoco. hualcóyotl.8 Por sus tres abuelos españoles De 1617 a 1618 desempeñó esta función en era racialmente un castizo (ver Figura I).9 Tlalmanalco, y de 1620 a 1622, en Chalco.13 Su prestigioso linaje le dio acceso a cier- Por ello, Charles Gibson afirmó que fue una tos cargos. De 1613 a 1622 ocupó el de especie de “gobernador profesional”.14 juez gobernador en distintos pueblos. De haber sido correcta esta observación, Posteriormente, fue intérprete en el Tri- podríamos colocarlo en la más alta esfera bunal de Indios de la capital novohispana10 del mando indígena, al ocupar en repeti- y solicitador de causas en el Ayuntamien- das ocasiones el máximo cargo al que podían aspirar los naturales de estirpe. Sin embargo, Gibson no hizo distinción en- tre las funciones del gobernador y las del 6 Edmundo O’Gorman, op. cit., p. 17. juez gobernador.15 7 Ixtlilxóchitl y dos de sus hermanos cambiaron el primer apellido con el que fueron bautizados (Pera- leda) por “De Alva”. Según O’Gorman, posiblemen- te fue para identificarse con Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, duque de Alba, quien conquis- 11 “Memoria testamentaria de Antonia Gutiérrez, tara Portugal para los reyes de España en 1580. esposa de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”. Edmundo O’Gorman, ibid., v. I, pp. 17-18. Según Ixtlilxóchitl, Obras históricas, Edit. O’Gorman, v. Bradley Benton, fue por adopción del apellido de II, p. 390. sus padrinos de bautizo. Bradley Benton, op. cit., 12 Edmundo O´Gorman, “Estudio introductorio”, v. I. p. 43. Solamente el primogénito uso del apellido p. 36. Navas de su padre, tal vez por la herencia del ca- 13 “Nombramiento de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl cicazgo de San Juan. como juez gobernador de Tetzcoco” y “Manda- 8 Edmundo O’Gorman, “Prólogo”. Fernando de Alva miento del virrey Marqués de Gelves a don Fer- Ixtlilxóchitl, Nezahualcóyotl Acolmiztli, p. 12. nando de Alva Ixtlilxóchitl. Que haga públicas las 9 También Bradley Benton, op. cit., p. 40. averiguaciones respecto a don Antonio de la Mota”. 10 Edmundo O’Gorman, “Estudio introductorio”, v. I. Manuscritos de Texcoco, pp. 14 y 16-17 y “Nombra- p. 27. En 1631 fue intérprete entre el juez goberna- miento de Juez Gobernador de Tlalmanalco a fa- dor de Calpulalpan, Antonio Gónzalez, y Hernando vor de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl y prorroga de Torres, por el arrendamiento de unas tierras. por un año”. Ixtlilxóchitl, Obras históricas, Edit. Javier Eduardo Ramírez López, “Religión, nobleza O’Gorman, v. II, pp. 336-337. y sociedad mestiza en Tezcoco. 1600 a 1790” (en 14 Charles Gibson, op. cit., p. 174. prensa). Agradezo al autor el haberme facilitado 15 Tomás Jalpa Flores, La sociedad indígena en la re- su artículo. gión de Chalco durante los siglos xvi y xvii, p. 371. 148 Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl de Alva Bartolomé María Pérez María de Alcaudete de de Peraleda de Juan Navas Pérez de Peraleda de 1660-1666) Luis de Alva (Ilegalmente, Cristóbal Sánchez (1680-1691) Diego de Alva Cortés Juan Grande Juan Grande Ixtlilxóchitl Zarzabaraza, Zarzabaraza, piloto de Colón de piloto Fernando de Alva (1597-1639) (1533-1563) Francisco Verdugo Quetzalmamalitzin Ana de Alva Ana Cortés Ixtlilxóchitl (1639-1660) Francisco de Navas (1580-1597) o Rodríguez o Francisca Cristina Verdugo Cristina Verdugo Francisca Antonio Gutiérrez Cortés Juan de Alva (1563-1580) Beatriz Papatzin Hija de Cuitlahuac de Hija Ana Cortés Ixtlilxóchitl tlahtoani de Tenochtitlan de tlahtoani Hija de Axayácatl, Tenancacaxhuatzin tlahtoani de Tenochtitlan de tlahtoani Ixtlilxóchitl, Fernando Cortés cacica de Tepeapulco de cacica tlahtoani de Tetzcoco de tlahtoani Luisa CortésLuisa Ixtlilxóchitl, de Tetzcoco Nezahualpilli, Indígena Español Mestizo Castizo Desconocido Juan San de cacicazgo del Poseedores tlahtoani de Tetzcoco de tlahtoani Nezahualcóyotl, tlahtoani

Figura I. Tomado de Sergio Ángel Vásquez Galicia, La identidad de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl a través de su memoria histórica, p. 64. 149 Fuentes Humanísticas 53 > Historia e Historiografía > Sergio Ángel Vásquez Galicia

Para describir a este último funciona- cias entre Tlalmanalco y Amecamecan.19 rio, retomaremos las atribuciones que ob- Asimismo, eran enviados para resolver los servó Tomás Jalpa al estudiar el gobierno conflictos de sucesión en el gobierno indí- indígena de la región de Chalco, pues consi- gena, como lo intentó en Chalco, Andrés deramos que son aplicables a las comi- de Santiago Xuchitototzin, originario de siones que tuvo Ixtlilxóchitl. Sobre esto Xochimilco. 20 volveremos más adelante. Según Jalpa, la Las autoridades novohispanas procu- Corona creó el cargo de juez gobernador raban que quien ocupara el cargo tuviera para auxiliarse de indígenas que solucio- conocimiento de la historia y linajes de naran “conflictos en pueblos que no eran su pueblo,21 aunque eso no garantizaba su de su comarca”16. Por ello, fue una espe- buen desempeño cuando se trataba de una cie de comisionado representante del go- comunidad que le era ajena y cuyo siste- bierno virreinal. Su función era “sustituir ma de elección desconocía.22 Sólo en al- temporalmente al gobernador en turno gunos casos estos servidores tuvieron cuando la comunidad estuviera en desa- acceso a las facultades de gobierno y justi- cuerdo [con su desempeño] o se hubiera cia que tenía un gobernador en forma. presentado un problema grave”17. Única- Antes de proseguir, debemos acotar mente los indígenas nobles podían acce- que la documentación de la época tam- der a esas tareas. bién atribuye las funciones antes descritas Uno de los problemas que los jueces al juez indígena de residencia. Ejemplo de gobernadores tuvieron que resolver con ello es lo que señala la relación que dejo mayor frecuencia, fue el cumplimiento del el virrey Mendoza, a su sucesor, Luis de pago de tributo. En efecto, cuando un pue- Velasco (1511-1564): blo se había atrasado con esta exigencia, y su adeudo era considerable, se enviaba Yo he tenido por estilo, viendo ser conve- a este comisionado para sustituir al ine- niente y necesario, enviar jueces indios a ficiente mandatario local y poner al día tomar residencia a los gobernadores y pro- el gravamen. Generalmente, una vez que vinciales de algunos pueblos, cuando se la recaudación se regularizaba, sus funcio- quejan los maceguales, y son informa- nes terminaban y se procedía a la elección dos que les hacen algunas fuerzas y agra- de un nuevo gobernador,18 sin embargo, vios o les tienen tomadas sus tierras; también podía suceder que el juez se man- para que sean desagraviados de ellos hay tuviera al mando. minuta. Solamente conviene que el térmi- Otro problema que atendían, era la no que se les diese no exceda de cien días disputa por linderos, tal como lo hizo Juan y menos según la calidad del pueblo, y que García, originario de Cuauhtitlan, quien fue V. S. les mande que acabados le vengan comisionado por el virrey Antonio de Men- doza (1493-1552), para zanjar las diferen-

19 Ibid. 20 Domingo Francisco Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Octava relación, pp. 119-123. 16 Ibid., p. 370. 21 Por eso Chimalpain decía que “Xuchitototzin era 17 Ibid., p. 371. experimentado”. Ibid., p. 177. 18 Ibid., p. 370. 22 De eso acusó Chimalpain a Xuchitototzin. Ibid. 150 Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

a dar cuenta y razón de lo que hubieren específicas. Sólo en Tetzcoco desempeñó hecho, y que les tome las comisiones…23 facultades de gobierno y justicia. Es posi- ble que esto respondiera al respaldo que Sin embargo, los títulos que recibió logró de las autoridades virreinales, que lo Ixtlilxóchitl como funcionario de los tres reconocieron como “legítimo sucesor de pueblos de la Cuenca de México, fueron de los reyes que fueron de dicha ciudad”28. juez gobernador.24 Por ello, la descripción Por ello, el virrey Diego Fernández de Cór- realizada por Jalpa es la pertinente para ex- doba (1578-1630) ordenó a los alcaldes, re- plicar su caso. Así, en Tetzcoco el cronista gidores y naturales [de Tetzcoco] que “[le] aculhua fue comisionado para resolver los tengan por tal Gobernador, y obedezcan y problemas que provocó el regidor, Anto- cumplan sus mandamientos”,29 y le otor- nio Maldonado, en las cosas “tocantes al gó la vara de la Real Justicia.30 servicio de su Magestad, y cobranza de sus En contraste, los nobles indígenas reales tributos”25. En Tlalmanalco, su mi- tetzcocanos no vieron con gusto la sión fue poner al día los gravámenes y elección de Ixtlilxóchitl. En enero de 1613, vigilar el buen funcionamiento del servi- a través del alcalde mayor, Melchor de Mo- cio personal.26 Y en Chalco, indagar las lina, solicitaron al virrey Fernández de Cór- anomalías cometidas por el alcalde mayor, doba, que el noble indígena Pedro de Are- Antonio de la Mota, y su teniente, Andrés llano ocupara el cargo. Para esto, alegaron Calvo, en el repartimiento de indios.27 que Ixtlilxóchitl era falto de brío y “no le Dos de las tres cabeceras donde Ix- estiman los indios ni se da maña a las cosas tlilxóchitl fue juez gobernador, le eran aje- del servicio personal ni a la cobranza de los nas, y sus funciones fueron temporales y tributos”31. Bradley Benton ha mostrado que los lazos familiares de Ixtlilxóchitl con 23 Los Virreyes españoles en América durante el go- la nobleza tetzcocana en realidad fueron bierno de la casa de Austria: México, v. I, pp. 38-57. mínimos, y por tal motivo, a escasos 32 Las cursivas son mías. días de haber asumido el cargo de juez go- 24 “Nombramiento de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl como juez gobernador de Tetzcoco” y “Manda- bernador, los principales lograron que lo miento del virrey Marqués de Gelves a don Fernan- destituyeran.32 No obstante, las relaciones do de Alva Ixtlilxóchitl. Que haga públicas las ave- riguaciones respecto a don Antonio de la Mota”. Manuscritos de Texcoco, pp. 14 y 17, y “Nombra- miento de Juez Gobernador de Tlalmanalco a favor 28 “Nombramiento de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl y prorroga como juez gobernador de Tetzcoco”. Manuscritos por un año”. Ixtlilxóchitl, Obras históricas, Edit. de Texcoco, p. 14. O’Gorman, v. II, p. 336. 29 Ibid., p. 15. 25 “Nombramiento de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl 30 También podría proponerse que Ixtlilxóchitl se como juez gobernador de Tetzcoco”. Manuscritos desempeñó como juez de residencia en Tlalma- de Texcoco, p. 14. nalco y Chalco, y como juez gobernador en Tetz- 26 “Nombramiento de Juez Gobernador de Tlalma- coco, sin embargo, insistimos en que los docu- nalco a favor de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl mentos señalan que, en los tres casos, su cargo fue y prorroga por un año”. Ixtlilxóchitl, Obras históri- el segundo. cas. Edit. O’Gorman, v. II, p. 336. 31 “Expediente formado para que Pedro de Arellano 27 “Cédula de comisión a Fernando de Alva Ixtlilxó- retenga el título de gobernador de Texcoco, y pro- chitl, juez gobernador de Chalco, para resolver ceda a las obligaciones que le corresponden”, los asuntos pendientes con Antonio de la Mota, Tetzcoco, 1613. agn-México, Ramo Indiferente Vi- alcalde mayor, y su teniente”. Manuscritos de rreinal, caja 3066, exp. 8, f. 1v. Texcoco, p. 17. 32 Ibid., f. 1r. También Bradley Benton, op. cit., p. 46. 151 Fuentes Humanísticas 53 > Historia e Historiografía > Sergio Ángel Vásquez Galicia

del aculhua con los funcionarios españo- da a la naciente administración colonial.36 les fueron lo suficientemente sólidas para Esta circunstancia ha sido ponderada pa- lograr nuevas comisiones en Tlalmanal- ra comprender el sentido de su producción co y Chalco. Incluso, posteriormente le fue historiográfica,37 nosotros intentaremos otorgada una Real cédula que lo recomen- acotar el proceso a partir de la decadencia daba para ocupar “oficios honrosos, y ca- del cacicazgo de San Juan Teotihuacan. lificados, conforme a su calidad”33. Guido Munch definió al cacicazgo co- Por lo anterior, podemos decir que Ix- mo una institución que implicó “un ‘víncu- tlilxóchitl fue un hombre de confianza lo’ civil perpetuo, por el cual se realizaba para las autoridades novohispanas, que la sucesión, posesión y disfrute de los bie- recurrieron constantemente a sus servicios nes a él pertenecientes”38. Su finalidad era para resolver conflictos de gobierno y ad- perpetuar en una familia de reconocidos ministración entre los naturales. Sus car- méritos el goce de las utilidades produci- gos de juez gobernador en Tlalmanalco y das por un conjunto de bienes raíces. Al de- Chalco, y de intérprete y solicitador de finir a esta institución por la propiedad causas en la Ciudad de México, lo situa- de la tierra, Much hizo eco de los trabajos ron en el escalafón medio de de la admi- pioneros respecto al tema.39 No obstante, nistración virreinal.34 Y sus funciones en en las primeras cinco décadas del siglo xvi, Tetzcoco sólo le permitieron un efímero los derechos y privilegios de los caciques asomo a la cúspide del gobierno indígena. del centro de México sobrepasaban sus patrimonios territoriales. Éstos, como ha destacado Margarita Menegus, también La decadencia del cacicazgo implicaron el ejercicio del poder.40 Así, des- de San Juan Teotihuacan pués de la conquista, los gobiernos locales siguieron en manos de la élite indígena. En la época en que Ixtlilxóchitl redactaba Los antiguos tlahtoque fueron reconocidos sus crónicas,35 los descendientes de anti- por el gobierno español como “caciques y guos pipiltin padecían la perdida de los pri- gobernadores”.41 El poder de estos fun- vilegios que las autoridades virreinales les cionarios fue considerable; en ellos reca- habían concedido como pago por su ayu- yeron las tareas de gobierno, justicia y administración.42 Tuvieron facultades para

33 “Cédula para recomendar a Fernando de Alva Ix- 36 Sobre este proceso véase José Rubén Romero tlilxóchitl para ocupar algún cargo”. Manuscritos de Galván, Los privilegios perdidos, pp. 55-73. Texcoco, p. 16. 37 José Rubén Romero Galván, “Fernando de Alva 34 En algunos pueblos y ciudades, las labores de go- Ixtlilxóchitl”, pp. 351-353. bierno y justicia quedaron en manos de los jueces 38 Guido Munch, El cacicazgo de San Juan Teotihuacan gobernadores, y por lo tanto, ese cargo era el más durante la colonia, 1521-1821, p. 11. alto al que podía aspirar un indígena; sin embargo 39 Principalmente, siguió a Gibson. Margarita Mene- –como ha mostrado Tomás Jalpa–, en Tlalmanal- gus Bornemann, “El cacicazgo en Nueva España”, co y Chalco, sus funciones fueron temporales y pp. 16-17. específicas, y el mandatario más importante era el 40 Ibid., p. 27. gobernador. Ver Tomás Jalpa, op. cit., cuadros 33, 41 Glorinela González Franco, Tetzcoco, un siglo de 34 y 37. vida novohispana, p. 96. 35 Esto sucedió entre la última década del siglo xvi y 42 Gonzalo Aguirre Beltrán, Formas de gobierno indí- mediados del siglo xvii. gena, p. 37. 152 Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

resolver problemas de límites de tierras y bildo Indígena50 provocó que les fueran aprovecharon la vara de justicia para hacer retiradas ciertas atribuciones de gobierno averiguaciones sobre posibles revueltas de y justicia,51 que fueron desempeñadas por indios.43 Sus prerrogativas incluyeron: la alcaldes y regidores, e incluso retiradas en exención de pago tributario y de servi- su totalidad, cuando un linaje ajeno al ca- cio personal;44 la percepción de cierto tri- cicazgo logró hacerse del gobierno. buto tasado por la Real Audiencia;45 el de- Menegus también ha destacado que, recho de oficiar a la máxima autoridad a diferencia del mayorazgo, no existieron del virreinato, y de llevar sus peticiones an- cédulas de fundación del cacicazgo.52 Por te el rey;46 la posesión de un fuero espe- tal motivo, reconstruir su historia y fun- cial;47 podían vestir como españoles, por- cionamiento –dice la autora– demanda tar arma, montar a caballo, ostentar escudo de armas y otros ornamentos que visual, y socialmente, los distinguían de los mace- encargaba de administrar justicia, pues era juez huales.48 Sin embargo, la situación de los tanto de lo civil como de lo criminal. Además ins- peccionaba la construcción y el buen funciona- caciques-gobernadores del centro de Mé- miento de calles, mercados y carnicerías. Sus labo- xico cambió dramáticamente desde la res fiscales eran la recaudación de tributos y las sexta década del siglo xvi, cuando la ins- administrativas daban prioridad a ordenar y vigi- 49 lar la construcción y mantenimiento de obras pú- tauración de la Alcaldía Mayor y del Ca- blicas. Algunos funcionarios menores de esta ins- titución fueron: el teniente o lugar teniente de alcalde mayor, el alguacil mayor, el escribano público, el intérprete y el juez de obrajes. Glorine- 43 Silvio Zavala y José Miranda, “Instituciones indíge- la González Franco, op. cit., pp. 71-92. nas en la colonia”, v. I, pp. 105-106. 50 En el ámbito del gobierno indígena la Corona im- 44 En 1578 algunos tetzcocanos argumentaban su plantó el llamado régimen municipal. La entrada descendencia de Nezahualcóyotl para que “sien- en vigor de este sistema significó que los pueblos do tales (pipiltin) no los echen” al servicio perso- de indios pasaran de “pueblos señoríos”, gober- nal. “Petición de algunas personas manifiestas nados por un cacique, a “pueblos concejo”, go- como descendientes de Nezahualcoyotzin para no bernando por un organismo colectivo: el cabil- prestarse a los servicios personales”, Tetzcoco. do. En San Juan Teotihuacan el Cabildo Indígena 1578. AGN-México, Ramo Indiferente Virreinal, comenzó a funcionar desde 1556 y estuvo forma- caja 3269, exp. 21, f. 1. do por naturales de linaje ajeno al cacicazgo. Sus 45 Silvio Zavala y José Miranda, op. cit., v. I, p. 105. funcionarios fueron: el gobernador, encargado de 46 Así sucedió con Hernando Pimentel y Francisco regir, administrar justicia y presidir el cabildo; los Verdugo Quetzalmamalitzin. Véase “Carta en que alcaldes ordinarios, que tuvieron funciones judi- el rey Carlos V otorga a Hernando Pimentel y su ciales; los regidores, encargados de la adminis- familia licencia para usar las armas del conde de tración; el alguacil mayor, que se desempeñó Benavente”. Manuscritos de Texcoco, pp. 6-7, y “Car- como policía; los mayordomos, que velaban por ta de don Francisco Verdugo Quetzalmamalitli al los fondos públicos, etc. El cabildo también tenía rey Felipe II, sin lugar ni fecha”. La nobleza indí- la obligación de vigilar el cumplimiento del pago gena del centro de México después de la conquista, de tributo y el repartimiento de indios. Estas fun- pp. 201-202. ciones se realizaban yuxtapuestas con la Alcaldía 47 “Su tribunal era la Audiencia y no podían ser apre- Mayor. Guido Munch, op. cit., pp. 14-15, y Silvio Za- hendidos por los jueces ordinarios, salvo por deli- vala y José Miranda, op. cit., v. I, pp. 144-149. to grave”. Silvio Zavala y José Miranda, op. cit., v. I, 51 William Taylor ha mostrado que este proceso fue p. 105. distinto en otros lugares de la Nueva España, co- 48 José Rubén Romero Galván, Los privilegios perdi- mo en Oaxaca, en donde la nobleza indígena dos, p. 64. mantuvo una fuerte presencia política y económi- 49 En Tetzcoco residía un alcalde mayor que tenía ba- ca hasta el siglo xviii. Tomado de Margarita Me- jo su jurisdicción a Teotihuacan. Éste rendía cuen- negus Bornemann, op. cit., pp. 17-18. tas al virrey a través de la Audiencia de México y se 52 Ibid., p. 15. 153 Fuentes Humanísticas 53 > Historia e Historiografía > Sergio Ángel Vásquez Galicia

ceñirnos a la documentación disponible.53 El cacique-gobernador de San Juan Tomando esto en cuenta, podemos decir recibió tributo durante algún tiempo. En que la historia del cacicazgo de San Juan 1559 Yacapitzáhuac, gobernante sujeto a Teotihuacan comienza en 1533, con la Real esta cabecera, querelló contra Verdugo cédula que reconoció a Quetzalmamalit- con el objeto de repartir las tierras del ca- zin Huetzin, de nombre cristiano Francis- cicazgo entre los principales. Después de co Verdugo, como cacique-gobernador de las diligencias, el virrey Mendoza mandó Teotihuacan. Este noble indígena se casó que los pueblos tributarios: con Ana Cortés Ixtlilxóchitl, hija de Fer- nando Cortés Ixtlilxóchitl, gobernante de [...]todos los dias le diesen al s[eño]r d[o] Tetzcoco.54 n Fran[cis]co quatrocientos cacaos, dos Además de regir e impartir justicia, gallinas, un cagete de chiltecpin, un cage- Verdugo tuvo numerosos privilegios. En te de tomates menudos, un cagete de primer lugar, el goce de sus tierras patri- pepitas, cien chiles anchos, una medida moniales, las cuales tuvieron su origen en de sal, una carga de leña de encino, una las pillalli, o tierras de los pillis, de la época rueda de ocote, diez molenderas, diez prehispánica, y entre las que se incluye- leñeros […] por decreto de su excelencia ron, las que adquirió en dote al casarse con se mandó q[ue] todo este tributo se le Ana Cortés.55 Sobre éstas, la Relación del diese al s[eño]r d[o]n Fran[cis]co y le sir- señorío de Teotihuacan señala: viesen como lo havian hecho con sus antepasados[...]58 [...] y le hizo merced de todas las tierras de este pueblo, y de los vasallos q[ue] vivian Como podemos notar, el tributo que en las tierras nombradas yaotlalli q[ue] recibía Verdugo era considerable, tanto así se havia adjudicado el s[eño]r Nezahualco- que el encomendero del pueblo, Alonso yotl q[uan]do los vencio, y las tierras de de Bazán, también le “movió pleito” por- las milpas del s[eño]r Yxtlilxochitl q[ue] que “queria q[ue] a sus casas pagasen tam- tambien se le entreguen a la s[eñor]a bien tributo […], y mandó la R[ea]l Aud[ienci] d[oñ]a Ana.56 a q[ue] se estubiese como se estaba, y pa- gasen y sirviesen a d[o]n Fran[cis]co como Además, pudo gozar del fruto de las s[iem]pre”.59 tierras señoriales, es decir, del que se ob- Otra prerrogativa del cacique de Teo- tenía de las antiguas tecpantlalli (tierras tihuacan fue portar escudo de armas. En su para el mantenimiento de la gente del solicitud, Verdugo argumentó tres puntos: tecpan) y tlatocatlalli (tierras para el man- su antiguo linaje, su ayuda en la conquis- tenimiento del tlahtoani).57 ta de México y su conversión al cristia- nismo. Éstos quedaron plasmados en el diseño de su divisa (Figura II). En el cuartel 53 Ibid., p. 16. superior derecho pidió se le concediera un 54 Guido Munch, op. cit., p. 10. 55 Ibid., p. 12. 56 Los primeros señores de Teotihuacan y sus comarcas, f. 4v. Las yaotlalli son las “tierras del enemigo”, es 58 Los primeros señores de Teotihuacan y sus comar- decir, las adquiridas mediante guerra. cas, f. 5r. 57 Guido Munch, op. cit., p. 11. 59 Ibid., f. 6r. 154 Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

águila rampante negra, y en el izquierdo un sol, “en memoria de la luz que con la fe de Jesucristo cobró esta Nueva España”60. También aludió al carácter guerrero de sus antepasados, solicitando “por orlas las espadas y piernas como están figura- das en dicho escudo”61. Y por último, pidió una “divisa encima del tinble de un león de oro rampante”62, que representaba la ayuda prestada por los tetzcocanos en la conquista.63 Con el incremento de funcionarios es- pañoles en la administración novohispa- na, estas prerrogativas también fueron anuladas.64 Las concesiones de escudos de Figura II. Escudo de Francisco Verdugo. armas a los caciques prácticamente desa- Tomado de La nobleza indígena del centro parecieron para principios del xvii. Suma- de México después de la conquista. do a esto, cuando Ana Cortés Ixtlilxóchitl (esposa de Verdugo) quedó a la cabeza del cacicazgo (1563), las funciones de go- molendera y un leñero.66 La dádiva se bierno fueron definitivamente retiradas.65 mantuvo en 1580, una vez que el patrimo- No obstante, donde se manifiesta con nio pasó a su hija Francisca Cristina Ver- mayor nitidez el proceso de pérdida de dugo (abuela de nuestro historiador), pero privilegios, es en el tributo. Ya vimos lo en 1597, cuando llegó a manos de Ana copioso que fue para Verdugo. Pero, pos- Cortés Ixtlilxóchitl (madre del cronista), teriormente, el virrey Gastón de Peralta la molendera y el leñero fueron retirados. (1510-1587) ordenó que el pago anual pa- En el transcurso de cuarenta años, el pri- ra Ana Cortés fuera de 60 gallinas, una vilegio casi fue anulado. Desde entonces, la preocupación de los caciques de San Juan fue preservar sus tierras. 60 “Carta de don Francisco Verdugo Quetzalmamali- En las ocasiones en que Yacapitzá- tli al rey Felipe II, sin lugar ni fecha”. La nobleza in- huac disputó con Verdugo, las autoridades dígena del centro de México después de la conquis- virreinales resolvieron a favor del último. ta, pp. 201-202. 61 Ibid., p. 201. Para poner punto final a este conflicto, deci- 62 Ibid., pp. 201-202. dieron que “ni él (Yacapitzáhuac), ni otro 63 Para el estudio de otros escudos de armas otor- qualq[uie]ra le pusiese pleito, so pena de gados a nobles indígenas, véase: Los escudos de armas indígenas. De la colonia al México indepen- cinquenta pesos p[ar]a la cámara de s[u] diente, Edit. María Castañeda de la Paz y Hans Ros- m[ajestad] y destierro al q[ue] quebranta- kamp. También, María Castañeda de la Paz y Miguel se”67. Pero los intentos de los nobles indí- Luque Talaván, “Heráldica indígena. Iconografía tipo códice en los escudos de armas tepanecas”, pp. 70-75. 64 José Rubén Romero Galván, Los privilegios perdi- 66 Los primeros señores de Teotihuacan y sus comar- dos, p. 61. cas, f. 6v. 65 Guido Munch, op. cit., p. 14. 67 Ibid., f. 5v. 155 Fuentes Humanísticas 53 > Historia e Historiografía > Sergio Ángel Vásquez Galicia

genas por apropiarse de las tierras no men- cacicazgo. En esa ocasión, cinco personas, guaron. Con el fallecimiento de Verdugo, seguramente indígenas principales, en su esposa Ana Cortés y, posteriormente, su nombre de los “labradores y vecinos” de hija Francisca Cristina, enfrentaron el pro- San Juan, pidieron al virrey García Sarmien- blema. En ambos casos, los pipiltin argu- to de Sotomayor (¿?-1659) que ordenara mentaban “q[ue] a ellos pertenecían las medir las tierras de doña Ana Cortés. Lo tierras nombradas tlatocatlalli, y las de tec- que pretendían era reclamar las de “so- pantlalli, y q[ue] querían repartírselas”68. bras y demasías” para repartirlas “a los más La Real Audiencia decidió que Francisca cercanos y linderos con toda igualdad”.74 Cristina era la legítima heredera y dispuso También reclamaron que doña Ana exhi- “graves penas q[ue] se les impusieron a los biera los títulos del cacicazgo, pues la acu- principales p[ar]a q[ue] no le volviesen a saban de ser española, lo mismo que a su poner pleito”69. esposo. Cuando las autoridades dieron En 1597 tocó a la madre de nuestro inicio a las averiguaciones, Ixtlilxóchitl vi- historiador, heredar y defender las tierras, vía en la Ciudad de México (Tlatelolco) y que ya habían sido invadidas por españo- tenía en su poder los títulos.75 Cuatro tes- les, pillis y macehuales.70 En 1610 su es- tigos fueron interrogados; dos de ellos, poso, Juan Navas Pérez, solicitó amparo Diego Delgadillo y Jerónimo Martínez, re- al virrey Luis de Velasco (1539-1617) para conocieron a los hijos de Ana Cortés y Juan proteger el cacicazgo. Al año siguiente, Navas como españoles; los dos restantes, Ixtlilxóchitl entró en la querella como re- Juan de Chávez y Diego de Yebra (cuñado presentante de sus padres.71 En julio de de Ixtlilxóchitl), insistieron en la sangre 1611, el cronista se encargó de organizar indígena de la cacica e identificaron a sus la “Probanza de doña Ana Cortés”72. En su hijos como castizos.76 Después de presen- “Informe testimonial” trece personas die- tar los títulos y la probanza, Ana Cortés ron fe de la legítima posesión del cacicaz- pidió ser avalada como legítima poseedo- go, así que el justicia mayor de San Juan ra, pues, aunque su padre y abuelo fueron determinó que “amparaba y amparó al españoles, no venía “por esa línea el di- dicho Juan de Peraleda y a la dicha doña cho cacicazgo sino de madre”77. El pleito Ana Cortés” y que “ninguna persona les continuó, pero los documentos no llega- perturben ni desposean”.73 Pero en 1643 ron a nosotros. Pese a ello, sabemos que nuevamente se cuestionó la posesión del dos hijos de Ixtlilxóchitl, Juan de Alva y Diego de Alva, tomaron posesión del pa- 68 Ibid., f. 6v. Las tlatocatlalli son las tierras de los trimonio y, aunque notablemente dismi- tlahtoque, o gobernantes, y las tecpantlalli, las tie- nuido, el cacicazgo se mantuvo en su fa- rras del tecpan, donde se encontraban los funcio- milia durante largo tiempo. narios administrativos. 69 Ibid 70 “Diligencias de información y probanza de doña Ana Cortés Ixtlilxóchitl”. Ixtlilxóchitl, Obras histó- ricas, Edit. O’Gorman, v. II, p. 294. 71 La documentación puede ser consultada en Ibid., 74 “Diligencias sobre ser españoles los descendientes v. II, apéndices 5, 8 y 16. de Juan Grande…”. Ibid., v. II, p. 355. 72 “Diligencias de información y probanza…” Ibid., v. 75 Ibid., v. II, p. 357. II, pp. 295-301. 76 Ibid., v. II, p. 358-362. 73 Ibid., v. II, pp. 332 y 333. 77 Ibid., v. II, p. 364. 156 Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

Ixtlilxóchitl en cibieran instrucción. Seguramente esa fue la Ciudad de México una prioridad, pues en su memoria testa- mentaria el padre dejó constancia de su El 19 de julio de 1596 Francisca Verdugo interés porque alguno de sus hijos fuera dictó ante escribano real su carta testa- sacerdote.85 Para esto fundó una capella- mentaria. En ella se reconoció como “ve- nía que fue aprovechada por Bartolomé cina de esta ciudad de México”78 y declaró de Alva, hermano menor de Ixtlilxóchitl.86 haber edificado “las casas en que al pre- Sin embargo, no contamos con do- sente vivo que son en esta ciudad, en el cumentación que esclarezca cuál fue el barrio de San Ana, las cuales labramos y centro educativo al que ingresó el cronista edificamos el dicho Juan Grande, mi ma- tetzcocano. Ante ello, realizaremos un ejer- rido e yo”79. Esta propiedad, ubicada en el cicio de inferencia a partir de las posibili- barrio de Santa Ana Atenantitech, en Tla- dades existentes en su contexto. Una de telolco,80 fue heredada por la madre de ellas es que se educara en la Real Univer- Ixtlilxóchitl en 1594,81 y desde ahí nuestro sidad de México. Bartolomé, a pesar de ser historiador formó parte de la vida de la castizo, pudo ingresar y recibirse en 1622 Ciudad de México.82 como Bachiller en Artes.87 Su preparación Ixtlilxóchitl debió recibir educación su- le permitió redactar un Confesionario ma- perior, la complejidad de sus obras así lo yor y menor en lengua mexicana y traducir sugiere.83 Seguramente eso sucedió alre- al náhuatl: La madre de la mejor, de Félix dedor de 1592, cuando su padre, Juan Na- Lope de Vega; El gran teatro del mundo, vas Pérez, era maestro de obras del Cabil- de Pedro Calderón de la Barca; y El animal do de la capital y estaba encargado de la propheta y dichoso patricida, de Antonio distribución de agua en el barrio de San- Mira de Amescua.88 tiago Tlatelolco.84 En la Ciudad de Méxi- Las instituciones jesuitas fueron otra co, Juan Navas y Ana Cortés contaron con opción educativa entre españoles y crio- varias posibilidades para que sus hijos re- llos. Para las primeras décadas del siglo xvii ya se encontraba establecido el Cole- gio Máximo de San Pedro y San Pablo. Ahí 78 “Testamento de doña Francisca Verdugo, abuela se impartían clases que tenían como obje- de Alva Ixtlilxóchitl”. Ibid., v. II, p. 287. 79 Ibid., v. II, p. 289. 80 Este barrio se ubicaba en el cruce de la acequia de Tezontlalli, que separaba a México de Tlatelolco, y 85 Sergio Ángel Vásquez Galicia, op. cit., p. 136, y la calle de Santo Domingo, que salía de la capital Camilla Towsend, op. cit., p. 3. por el norte hacia el Tepeyac. 86 Con anterioridad la tía abuela de Ixtlilxóchitl, Ma- 81 “Testamento de Juan Pérez de Peraleda, padre de rina Navas, fundó otra para el historiador aculhua. don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”. Ixtlilxóchitl, “Testamento de Juan Pérez Peraleda, padre de Obras históricas, Edit. O’Gorman, v. II, p. 340. don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”. Ixtlilxóchitl, 82 La esposa de Ixtlilxóchitl aún vivía ahí en 1680, Obras históricas, Edit. O’Gorman, v. II, p. 341. cuando dictó su “Memoria testamentaria”. “Me- 87 Tara Malanga, Spanish Theater and a New Religion moria testamentaria de Antonia Gutiérrez, espo- in New Spain: Don Bartolomé de Alva’s Mexican Ca- sa de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”. Ibid., v. II, tholicism, p. 22. p. 390. 88 Las tres traducciones fueron publicadas en: Spa- 83 La instrucción recibida en escuelas tetzcocanas de nish Golden Age Drama in Mexican Translation. Pa- primeras letras no hubiera sido suficiente para ra un estudio sobre la relación entre el trabajo inte- redactar sus obras. lectual de Ixtlilxóchitl y su hermano Bartolomé de 84 Cristina Torales Pacheco, op. cit., p. 84. Alva, véase Amber Brian, op. cit. 157 Fuentes Humanísticas 53 > Historia e Historiografía > Sergio Ángel Vásquez Galicia

tivo proporcionar formación a quienes pre- de Zamora.92 También debemos tomar en tendían ingresar a la Compañía de Jesús, cuenta que su hermano Bartolomé tuvo sin embargo, “la clases inferiores, abiertas una estrecha relación con jesuitas. No sólo a cualquiera que lo desease, tuviera o no dictaminó el Arte de la lengua mexicana vocación religiosa, son las que dieron el del padre Horacio Carochi, rector del Co- tono de la educación en aquella época”89. legio de San Pedro y San Pablo, a quien Éstas incluían: gramática, retórica y dialéc- manifestó “la admiración a su alaban- tica (Trivium), y eran indispensables para za”93, también le dedicó su traducción de obtener algún cargo administrativo. En el La madre de la mejor. Y la misma aten- primer curso del plan de estudios los je- ción tuvo para el jesuita Jácome Basilio, a suitas también enseñaban rudimentos de quien dedicó su traducción de El gran tea- latín a los niños no menores de siete años tro del mundo.94 que supieran leer y escribir. Después, pa- Por último, referiremos algunos as- saban a los cursos de gramática latina, pectos de la situación económica y social poesía y, finalmente, filosofía y teología.90 en que se encontraba el historiador tetz- Por su parte, el Colegio de San Gre- cocano al momento de su deceso. Por las gorio, también fundado por los jesuitas, pesquisas de O’Gorman en el archivo pa- era el centro educativo destinado a los na- rroquial de Santa Catarina Mártir, sabe- turales de rancio linaje más importante de mos que fue sepultado ahí, en la capilla la capital,91 empero, existen elementos de la Preciosa Sangre de Cristo.95 Santa que nos llevan a pensar que nuestro histo- Catarina, Virgen y Mártir, fue una de las riador no se educó en ese tipo de colegios, principales devociones de su familia. Su por ejemplo: su condición de castizo, que abuela, que fue sepultada en la iglesia de le permitía moverse en un ámbito español Santiago Tlatelolco, pidió a sus albaceas y criollo; el hecho de que su hermano fue- que su cuerpo fuera acompañado “por los ra alumno de la Universidad; los cargos curas de la parroquia de la Señora Santa administrativos a los que tuvo acceso; y el Catalina de esta ciudad…”96 Y su padre de- interés familiar porque fuera sacerdote. jó instrucciones para que sus exequias in- Por esto, una institución jesuita, destinada cluyeran cuatro misas rezadas “en la iglesia a españoles y criollos, es más plausible. La y parroquia de Santa Catarina Mártir”97. preparación que ahí pudo obtener explica- Fieles a la devoción familiar, Ixtlilxóchitl y ría su inclinación por redactar obras como el Romance del rey don Sancho o El cerco 92 “Poesías de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”, Ixtlilxóchitl, Obras históricas, Edit. O’Gorman, v. II, pp. 267-274. 93 Horacio Carochi, Arte de la lengua mexicana, p. 6. 94 Spanish Golden Age Drama in Mexican Translation, 89 Elsa Cecilia Frost, “Los colegios jesuitas”, pp. 311- pp. 57 y 321. 312. 95 “Registro de la partida de entierro de don Fer- 90 Ibid., p. 313. nando de Alva Ixtlilxóchitl”, Ixtlilxóchitl, Obras 91 Pilar Gonzalbo Aizpuru, La educación popular de históricas, Edit. O’Gorman, v. II, p. 370. los jesuitas, p. XV. Otros dos colegios jesuitas del 96 “Testamento de doña Francisca Verdugo, abuela momento fueron el de Pátzcuaro, Michoacán, y de Alva Ixtlilxóchitl”, Ibid., v. II, p. 287. el de san Martín en Tepotzotlán. Dorothy Tanck 97 “Testamento de Juan Pérez de Peraleda, padre de de Estrada, “Colegios para indios en la Nueva Es- don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”. Ibidem, v. II, paña”, pp. 643-647. p. 338. 158 Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

su esposa dispusieron ser inhumados en terio, pero la acaudalada, además de que Santa Catarina,98 una parroquia creada contaba con exequias públicas que in- para atender las necesidades espirituales cluían un acompañamiento de hasta 30 de los españoles y de la población no in- personas, con cruz alta, misa de cuerpo dígena de México.99 presente y ofrenda, se inhumaba dentro Es posible que nuestro cronista no go- del templo, en la capilla de la congregación. zara de una buena situación económica al Quienes accedían a este privilegio eran los final de su vida. Su registro de defunción, bienhechores o fundadores de la misma, y hallado en los libros de la parroquia, dice tenían garantizado un lugar para su mujer que “no testó ni dejó misas”100. Esta preca- e hijos legítimos.104 ria situación es confirmada por la “Me- La honra fúnebre de Antonia Gutié- moria testamentaria” de su esposa, quien rrez fue pública e incluyó “Diez acompa- señaló “hallarse sumamente pobre que no ñados y cruz alta”105. Esto sugiere que, en tiene ningunos bienes ni caudal de que algún momento, ella e Ixtlilxóchitl forma- poder hacer testamento”101. A pesar de su ron parte de la gente acaudalada de San- infortunio, ambos fueron sepultados en la ta Catarina. La pertenencia del cronista capilla de la Preciosa Sangre, así que segu- a una cofradía no es un evento extraordi- ramente formaron parte de la cofradía nario, ésta fue una práctica común entre consagrada a su nombre, por eso el regis- los novohispanos. Lo que sí es significati- tro de partida de Antonia Gutiérrez men- vo, porque de alguna manera se refle- ciona que “fue hermana”102. jó en su producción historiográfica, es La cofradía de la Preciosa Sangre era que no siempre gozó de una buena situa- una de las más ricas de Santa Catarina. ción económica. Fue fundada por peninsulares y criollos y, como todas las corporaciones de su tipo, contaba con una estricta estratificación, Para terminar basada en “la posición social y económica de sus miembros”103. En Santa Catarina, la Los distintos aspectos de la vida de Fer- gente común era sepultada en el cemen- nando de Alva Ixtlilxóchitl que hemos revisado, arrojan las siguientes observa- 98 Ver “Memoria testamentaria de Antonia Gutié- ciones: como funcionario público, sus car- rrez, esposa de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”. gos lo mantuvieron en el escalafón medio Ibid., v. II, p. 390. de la administración novohispana, y só- 99 Juan Javier Pescador, De bautizados a fieles difun- tos: familia y mentalidades en una parroquia urbana: lo de forma efímera pudo alcanzar la cús- Santa Catarina de México. 1568-1820, pp. 19-21. pide de esta estructura; las ventajas eco- 100 “Registro de la partida del entierro de don Fer- nómicas, políticas y sociales que dicha nando de Alva Ixtlilxóchitl”, Ixtlilxóchitl, Obras históricas, Edit. O’Gorman, v. II, p. 370. posición pudo ofrecerle, se vieron afecta- 101 “Memoria testamentaria de Antonia Gutiérrez, das por el proceso de pérdida de privile- esposa de don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl”, gios que vivió la nobleza indígena de su Ibid., v. II, p. 390. 102 “Registro de partida de Antonia Gutiérrez”. Ibid., v. I, p. 40. 103 Sólo la cofradía de Santa Catarina podía competir 104 Ibid., p. 288. con la suntuosidad de la Preciosa Sangre. Pescador, 105 “ R e g i s t r o d e p a r t i d a d e A n t o n i a Gutiérrez”. I x t l i l x ó - op. cit., pp. 27, 299 y 308. chitl, Obras históricas, Edit. O’Gorman, v. I, p. 40. 159 Fuentes Humanísticas 53 > Historia e Historiografía > Sergio Ángel Vásquez Galicia

tiempo, esto no sólo se reflejó en la de- “Carta de don Francisco Verdugo Quetzal- cadencia del cacicazgo familiar y en sus mamalitli al rey Felipe II, sin lugar ni circunstancias económicas al momento de fecha”, en La nobleza indígena del cen- fallecer, sino también, en el contenido tro de México después de la conquista. de sus crónicas. Emma Pérez Rocha y Rafael Tena Por otra parte, aunque el historiador (comp.). México, Instituto Nacional tetzcocano no fue “un gobernante profe- de Antropología e Historia, 2000. sional”, el acceso a distintos oficios apoya “Carta en que el rey Carlos V otorga a Her- los indicios que se tenían acerca de su bue- nando Pimentel y su familia licencia na relación con las autoridades españolas, para usar las armas del conde de Be- aunque no podemos decir lo mismo de su navente”, en Manuscritos de Texcoco. vínculo con la nobleza tetzcocana. A pe- Antonio Peñafiel (comp.). México, sar de ello, Ixtlilxóchitl estuvo en contac- Innovación, 1979. to constante con los pipiltin de diversos “Cédula de comisión a Fernando de Alva pueblos. Esta circunstancia, sumada a su Ixtlilxóchitl, juez gobernador de Chal- condición de castizo, debió permitirle vi- co, para resolver los asuntos pendien- vir en un barrio indígena en México (San- tes con Antonio de la Mota, alcalde ta Ana Atenantitech) y, al mismo tiempo, mayor, y su teniente”, en Manuscritos tener acceso a la educación y prácticas de Texcoco. Antonio Peñafiel (comp.). religiosas de criollos y españoles. México, Innovación, 1979. “Cédula para recomendar a Fernando de Alva Ixtlilxóchitl para ocupar algún Bibliografía cargo”, en Manuscritos de Texcoco. Antonio Peñafiel (comp.). México, Aguirre Beltrán, Gonzalo. Formas de go- Innovación, 1979. bierno indígena. 3a edición. México, Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Domingo Universidad Veracruzana/Instituto Francisco. Octava relación. José Rubén Nacional Indigenista/Gobierno del Romero Galván (ed.). México, Uni- Estado de Veracruz/Fondo de Cultu- versidad Nacional Autónoma de Mé- ra Económica, 1991. xico-Instituto de Investigaciones His- Brian, Amber. “The Alva Ixtlilxochitl Bro- tóricas, 1983. thers and the Nahua Intellectual Dávila Garibi, Ignacio. “Prólogo”. Fernan- Cummunity”. Texcoco: Prehispanic and do de Alva Ixtlilxóchitl. Obras histó- Colonial Perspectives. Jongsoo Lee y ricas. 2a edición. Vol 1. Notas Alfredo Galen Brokaw, Boulder, University Chavero. México, Editora Nacional, Press of Colorado, 2014. 1965. Carochi, Horacio. Arte de la lengua mexi- “Diligencias de información y probanza cana. Miguel León-Portilla (introd.). de doña Ana Cortés Ixtlilxóchitl”, en México, Universidad Nacional Autó- Fernando de Alva Ixtlilxóchitl. Obras noma de México-Instituto de Inves- históricas. Vol. 2. Edit. Edmundo tigaciones Históricas-Instituto de O’Gorman. México, Universidad Naci- Investigación Filológicas, 1983. onal Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1975. 160 Aportes a la biografía del historiador tetzcocano Fernando de Alva Ixtlilxóchitl

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Ana Sofía Rodríguez Everaert*

Orozco: ¿pintor sin ideología?

Orozco: a painter with no ideology?

Resumen Abstract

Este artículo busca evaluar la opi- This article seeks to analize the nión que expresa Octavio Paz en opinión that Octavio Paz reveals to diversos escritos sobre la pintura de have in several writings about José José Clemente Orozco como una pin- Clemente Orozco’s painting as one tura carente de ideología. Para ello, lacking of ideology. In order to do se analiza el concepto de ideología so, the concept of ideology stated en Paz y se contrasta con diversos by Paz is revisites, as well as various fragmentos que dedica el poeta a la opinions that the poet expresses con- obra de Orozco. Ambas cuestiones cerning Orozco’s work. Both matters se vinculan con elementos de la es- are bound together with elements tética del pintor, que permiten ase- of the painter’s aesthetics that allow verar que su obra efectivamente in- us to affirm that his work shows a corpora una manera particular de ver particular understanding of the world al mundo y el quehacer artístico, que and the artistic duty that can be seen pueden entenderse como ideológi- as ideological even in Paz’s notion of cas, incluso según la noción que tie- the concept. ne Paz del concepto.

Key words: Octavio Paz, José Clemen- Palabras clave: Octavio Paz, José Cle- te Orozco, ideology, art, muralism mente Orozco, ideología, arte, mura- lismo

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 165-174 Fecha de recepción 21/01/15 > Fecha de aceptación 04/02/16 [email protected]

* Revista Nexos. 166 Orozco: ¿pintor sin ideología?

a posibilidad que la creación artística de Edward Stanton acerca del distancia- Lofrece para transmitir ideas –conside- miento entre estos personajes: “la distan- rando simultánea y críticamente las impli- cia entre ambos poetas nunca fue la poe- caciones que éstas puedan tener en su sía, sino la política y su visión acerca del alcance estético– es un tema que atañe arte y la ideología”2. no sólo a las artes, sino también a la lite- Para adentrarse y problematizar la ratura y al quehacer intelectual en general. compleja relación que existe entre el arte Cualquier discusión alrededor de los entre- y la ideología según la visión de Paz, pue- cruzamientos entre el arte y su dimensión den ser esclarecedoras las ideas que tiene ideológica, en particular cuando tiene fi- sobre el muralista José Clemente Orozco nes políticos, ha de preocuparse por esta en particular. En diversos escritos dedi- compleja aunque fructífera relación. Estoy cados a este pintor, el poeta defendió la consciente de que este trabajo se hubiera idea de que la pintura de Orozco carecía nutrido al revisar los testimonios del pro- de ideología y consideraba que justa- pio Orozco sobre su arte e intenciones. Sin mente en ello residía su valor. Lo que re- embargo, el interés fundamental está en trataba Orozco, según Paz, se burlaba de la visión que tiene Octavio Paz respecto al las ideas; cosa que era muy distinta a lo pintor, por lo que las fuentes consultadas que hacían sus pares muralistas Siqueiros se centran en esto. y Rivera, que necesitaron siempre “de La tensión entre estas dos cuestiones una filosofía que justificara sus pretensio- fue una preocupación constante en la re- nes artísticas”3. flexión de Octavio Paz, que la vivió incluso La interpretación de Paz sobre la obra en relación con su propia obra. Dice en “El de uno de los “tres grandes”, como se co- ogro filantrópico”, tantas veces citado, noce a esta triada de pintores, parecería en el que piensa las condiciones del auto- absolutamente descabellada a primera ritarismo de Estado: vista. ¿Cómo decir que detrás de la repre- sentación de un Cristo que destruye su [...] lo que me prohíbe adherirme a la du- cruz, de un grupo de estudiosos sepulcra- dosa y confusa doctrina del ‘arte com- les que atestiguan el nacimiento de un prometido’ no es tanto una reserva de monstruo y de Miguel Hidalgo en pie de orden estético como una repugnancia lucha independentista, no hay ideas fir- moral: en el siglo xx la expresión ‘arte mes que buscan ser defendidas?4 Un vis- comprometido’ ha designado con fre- tazo rápido a estas evocadoras imágenes cuencia a un arte oficial y a una literatura parece suficiente para negar contunden- de propaganda.1 temente la opinión de Octavio Paz. Sin embargo, como nos recuerda Leonard Esta aversión al arte comprometido no era cosa menor. Llevó a Paz a pelearse con Pablo Neruda, quien por otro lado ha- 2 Margarita Cuéllas, “Paz y Neruda: poetas com- batientes”. bía inspirado diversos aspectos de su poe- 3 Octavio Paz, op. cit., p. 246. sía.Margarito Cuéllar recuerda la propuesta 4 Se hace referencia a las obras: Cristo destruyendo su cruz (1943), The epic of American civilization (1932-34) y los murales en el Palacio de Gobierno 1 Octavio Paz, “El ogro filantrópico”, p. 7. de Guadalajara realizados entre 1936 y 1939. 167 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Ana Sofía Rodríguez Everaert

Folgarait en su estudio sobre el muralismo Condena al dogma y la revolución social, el propio Orozco decía que el arte no debería contener Para empezar a discutir la opinión que le opiniones en materia de religión, política o merece a Paz la pintura de Orozco es im- sociedad. Según el pintor, en las crea- portante buscar esclarecer el concepto de ciones artísticas no debía haber nada que ideología que tiene el primero. No es una estuviera fuera del producto plástico en tarea fácil pues, como muchos de los con- sí mismo, aseveración que en principio ceptos presentes en su obra, éste parece demostraría que la lectura de Paz habría definirse más claramente a partir de aque- sido correcta.5 llo que no es, que de lo que es.8 Siguien- No obstante, el mismo Folgarait en- do el estudio que hace de la Revolución cuentra una válida contradicción entre Mexicana en El laberinto de la soledad estas aseveraciones y lo que Orozco pin- –fundamental considerarlo, además, por tó, y aunque sumarnos a su preocupación los vínculos que existen entre el proceso para buscar probar el contenido ideológico histórico de la Revolución y el muralis- de la obra del jalisciense sería ciertamente mo– podemos decir que para este autor la interesante, no es lo que este texto pre- ideología sería lo opuesto a las manifesta- tende hacer.6 Lo que aquí se busca es tra- ciones instintivas y espontáneas del pro- tar de entender mejor cuál es la noción de pio ser, en este caso, del ser mexicano. Esto ideología que está presente en la obra se puede deducir del estudio crítico que de Orozco, mediante un diálogo con las hace el poeta de la ideología detrás de la impresiones que ésta causó en la sensibili- Independencia y de la Reforma en el si- dad entrenada y los ojos conocedores de glo xix como una expresión falsa del ser la historia del arte que fueron los de Oc- mexicano.9 En El laberinto de la soledad, tavio Paz.7 Paz afirma tajantemente:

[...] la Revolución [por su parte] apenas si tiene ideas. Es un estallido de la realidad: una revuelta y una comunión, un trasegar viejas substancias dormidas, un salir al 5 Leonard Folgarait, Mural painting and social revo- lution in Mexico. 1920-1940, p. 53. aire de muchas ferocidades, muchas ter- 6 Al respecto, en un trabajo de Renato González nuras y muchas finuras ocultas por el Mello vemos que hay distintos momentos en la miedo a ser.10 producción de Orozco que se relacionan estre- chamente con sus ideas: un primer momento de clasicismo mexicano, en el que se buscaba usar símbolos propios y originales para temas univer- 8 J. Aguilar Mora, La divina pareja. Historia y mito en sales, y en 1924, con La Trinidad revolucionaria, Octavio Paz. que se propondría pintar más bien una “pintura 9 Octavio Paz, El laberinto de la soledad, Postada y agresiva y violenta, una pintura de combate como Vuelta al laberinto de la soledad, p. 181. A diferen- debe ser la de nuestra época”. Renato González cia de la Independencia y de la Reforma, a princi- Mello, Orozco, ¿pintor revolucionario?, pp. 51 y 52. pios del siglo xx las ideologías no encontrarían 7 Muestra de esto es la exposición que estuvo de los quereres particulares y anhelos universales septiembre de 2014 a enero de 2015 en el Palacio del mexicano, por lo que la Revolución sería una de Bellas Artes: “En eso ver aquello. Octavio Paz y verdadera expresión de éstos. el arte”, en la cual se retomaron las ideas sobre el 10 Ibid., p. 146. Es interesante notar que en otra de arte del poeta. las interpretaciones clásicas de la historiografía 168 Orozco: ¿pintor sin ideología?

Es justamente por esta razón que el que había sido un movimiento legítimo, en autor ve en el zapatismo la mejor y más última instancia se hubiera establecido auténtica expresión revolucionaria, “no como una nueva academia impositora de como ideología sino como un movimien- cánones que ahogaban a los artistas más to instintivo”11. Si se parte de este princi- jóvenes, según queda de manifiesto en pio conceptual para hacer una lectura cui- otros ensayos de su autoría14. dadosa de lo que dice Paz sobre el trabajo Finalmente, es una crítica que tiene de Orozco en escritos de distintos momen- también un fundamento moral pues, se- tos, es posible matizar en diversos sentidos gún el autor, en las defensas que se hacían su impresión de que la obra del jalisciense del muralismo había mucho de hipocre- es absolutamente desideologizada. sía. Paz reprueba la complicidad que se es- Dice, por ejemplo, que frente a Rive- tableció entre esos “artistas marxistas” ra y Siqueiros, Orozco era el menos “dog- que pintaban con una libertad impensable mático”12, o que dentro de la muerte del en la Rusia comunista, y el gobierno que muralismo por lo que él denomina “in- se disfrazaba con ellos, pretendiendo una fección ideológica”, Orozco habría sido “fisonomía progresista y revolucionaria” la excepción13. Estas aseveraciones, más que no existía por ningún lado.15 que hablar de la carencia de ideología en la Sin embargo, es posible resumir la pintura de Orozco, parecen proponer que opinión y críticas que Paz hizo al mura- su apego ideológico no fue tan extremo lismo por su “dogmatismo” diciendo que, y por eso contraproducente como en los más allá de su reprobable relación con el dos casos citados. Por otro lado, también gobierno, lo que le molestaba era de hecho se anuncia que la inconformidad de Paz su infalibilidad e incongruencia ideológi- con la presencia de ideas entre los símbo- ca. El muralismo se había aferrado a una los no era necesariamente por su prota- serie de ideas tan rígidas y de algún modo gonismo en el muralismo sino porque éste, inauténticas, que no permitía ya la nueva exploración del sentir de los artistas y, en sobre la Revolución Mexicana, La ideología de la este sentido, era fácil que se quedara atra- Revolución Mexicana de Arnaldo Córdova, el autor pado entre los preceptos gubernamen- coincide con Paz en la ausencia de un programa tales. El poeta dice claramente que en su ideológico en el movimiento armado. Sin embar- go, esto que Paz ve como una virtud, Córdova lo segunda etapa, el muralismo había dejado interpreta como parte del fracaso de la Revolu- de expresar imágenes o convicciones que ción en tanto revolución social. El último define concernieran al pueblo mexicano y lo trai- a la ideología como un “movimiento colectivo de ideas y valores o creencias, que de alguna ma- nera inspira, define o dirige la conducta o acción de esa clase social”. Arnaldo Córdova, La ideolo- gía de la Revolución Mexicana. Formación de un nuevo régimen, p. 35. El trabajo de Córdova es definitivamente útil para pensar hasta qué punto 14 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. I, p. 35. podían expresar los murales una serie de ideas que 15 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. II, p. fueran inherentes a la Revolución Mexicana. 201. A esto debe referirse en el reproche que hace 11 Ibid., p. 333. Sobre este tema véase Ana Sofía Ro- a Luis Cardoza y Aragón y su crítica de arte. Según dríguez y Luciano Concheiro, “La Revolución Me- Paz, éste nunca fue duro con la nociva influencia xicana de Octavio Paz” en Nexos. moral y artística de la ideología comunista en la 12 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. I, p. 23. pintura de Rivera y Siqueiros. Octavio Paz, Los 13 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. II, p. 65. privilegios de la vista, vol. I, p. 22. 169 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Ana Sofía Rodríguez Everaert

cionaba como lo había traicionado la Co- reconocen otros autores y críticos en la lonia o el positivismo.16 obra de Orozco, es lo que hace de su arte Si se toma en cuenta lo anterior, las una expresión genuina, verdaderamen- razones por las cuales el poeta rescata te artística según la describiría Paz. Sin la obra de Orozco de las críticas que hace embargo, eso no significa que esta for- a los otros dos famosos muralistas no son ma de expresión no sea ideológica. Qui- del todo claras. Sin embargo, a grandes zás a disgusto del autor de Piedra de sol, rasgos parecería que se explican según dos esto es lo que a continuación buscare- cuestiones. Primero, en el hecho de que mos demostrar. Orozco no se adhirió tan definidamente al marxismo –corpus ideológico específi- co que resalta Paz en sucesivas críticas, El poder de lo real aunque no siempre es explícito con ello– y, segundo, que cuando lo hizo en alguna Alma Reed dice que la definición que Oroz- ocasión, no fue de ninguna manera tan or- co tenía del arte estaba primeramente re- todoxo como sí lo fueron Rivera y Siquei- lacionada con la transmisión de la emo- ros, quienes incluso habrían militado en el ción.18 Es importante enfatizar el tema de Partido Comunista Mexicano. la emoción pues, aunque parecería con- Es posible, empero, aventurar una trario a un arte ideológico que es discípu- tercera hipótesis sobre por qué la pintura lo de manuales con indicaciones precisas de Orozco ocupa un lugar especial, deci- sobre lo que el arte tendría que transmi- didamente superior, en el gusto estético tir al pueblo, mantiene relación con otras de Paz en relación con la de sus pares. Esta tendencias artísticas que complejizan y se hipótesis estaría, más que en la concepción identifican con el arte de Orozco. El rea- del poeta sobre lo ideologizada que pu- lismo, el simbolismo y el expresionismo diera ser la obra del jalisciense, en la idea se cruzan con el concepto de ideología lo- que tiene Paz del arte como la expresión grando que el arte de este muralista trans- del más íntimo sentir de su creador. Por la mita emociones con ciertas convicciones forma en que el nobel se refiere a su pintu- que parecerían estar lejos de ser tan ino- ra, Orozco sería muy parecido al mexicano centes como sugiere Paz. descrito en El laberinto de la soledad: un Para el poeta, el realismo de un artista hombre encerrado en lo nacional pero radica en su capacidad para mostrar una cuyas paredes no doman su capacidad de visión “intensamente moderna del hom- buscar una expresión universal.17 El estilo bre y del tiempo”19. Según él, Orozco logra emocional, trágico e irónico que también esto de una manera singular. No busca penetrar la realidad a través o “con el ar- ma” de una ideología, sino que “arreme- 16 Ésta es la conclusión principal de El Laberinto de la te contra ella y sus encarnaciones”20. Sin soledad. embargo, si se repara en lo que plantea 17 Esta interpretación del arte mexicano de finales del siglo xix y del siglo xx como un movimiento entre expresar el ser nacional pero con alcances universales es también recuperada por Jorge Al- 18 Alma Reed, “Orozco y la pintura mexicana”. berto Manrique. Manrique, “Las contracorrientes 19 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. I, p. 86. de la pintura mexicana”, pp. 256-267. 20 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, p. 250. 170 Orozco: ¿pintor sin ideología?

Folgarait, esta acción de confrontación con se mezclarían la tradición de la Academia, la realidad sería, de hecho, profundamen- al expresar ideas, con el simbolismo que te ideológica. Este autor describe la ideo- adopta fuertemente durante su estancia logía como un cuerpo de valores que da en Estados Unidos25. Para este autor, lo propósito a la acción y al pensamiento hu- característico del arte de Orozco es su per- mano mediante prácticas simbólicas que tenencia al grupo de simbolistas, en el puedan ser aprehensibles pública y con- que también ubica a José Vasconcelos y a cretamente –entre las cuales estaría la pin- Alfonso Caso, entre otros, cuya preocupa- tura–21. Para Folgarait, el realismo es par- ción era recobrar la dimensión metafísica te de una ideología invisible que implica del quehacer filosófico y artístico.26 Oroz- tener el poder para controlar, al preten- co asumiría estos preceptos para sí mismo, der justamente no controlar. El realismo a partir del trabajo realizado de la mano de da poder, pero no a lo real, sino a aquellos Vasconcelos, pensando que el artista tiene que han construido lo real.22 Paz admi- el deber y autoridad de recordarle a la hu- te que el máximo logro de Orozco sería manidad los fines a los que está destinada, haber alcanzado la veracidad, pero sobre dándole de este modo una perspectiva todo la comprensión23. Sugiere que el pin- de proyección universal.27 Denunciando la tor tenía en sus manos los secretos del realidad, entendiéndola y adoptando la mi- mundo, que sólo así podía pintar y, de este sión espiritual de expresarla –como bien modo, se acerca al concepto de realismo dice Paz–, Orozco no necesitaba de un que describe Folgarait. Este último revela cuerpo preexistente y articulado de ideas una dimensión mucho más compleja de que seguir, pero no por eso renunciaba a la noción de ideología al verla en relación adquirir con el mundo un compromiso y con el poder. La pintura ideologizada, si- en este sentido su acción artística bien po- guiendo a Folgarait, es una pintura que en- dría considerarse ideológica. tiende el poder y Orozco habría com- prendido ese poder según Paz, aun si asumimos que se trata de un poder más Tragedia, ironía e indignación bien relacionado con los secretos y diná- micas de la emoción humana. Además de su adhesión a ciertos postula- En otro momento, Paz dice que la mi- dos estéticos, el color y las figuras presen- sión del artista era para Orozco una misión tes en sus obras también descubren el espiritual o religiosa, y en este sentido espíritu e intenciones que tenía Orozco al plantea que el muralista habría sido tam- pintar. Paz supo ver esto, si bien no lo iden- bién afín al expresionismo.24 Esto coincide tificó con su noción de ideología. El pri- con lo que sugiere Fausto Ramírez sobre la intrincada correspondencia de tenden- cias dentro de la obra orozquiana. En ella 25 F. Ramírez, “Artistas e iniciados en la obra mural de Orozco”, pp. 417-419. 26 González Mello también identifica el acercamien- to de Orozco a la realidad a través de símbolos, 21 Leonard Folgarait, op. cit., p. 11. producto de la influencia que había recibido de la 22 Ibid., p. 199. teosofía. González Mello, Orozco, ¿pintor revolucio- 23 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. II, p. 230. nario?, p. 78. 24 Ibid., p. 67. 27 F. Ramírez, loc. cit., pp. 409-414. 171 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Ana Sofía Rodríguez Everaert

mero de los rasgos que sale a relucir en la pensó que ésta se dirigiera a ningún pa- pintura de José Clemente Orozco, según raíso, sino todo lo contrario.31 Renato Gon- el poeta, es el de un cierto sentido trá- zález Mello coincide con esto cuando su- gico. “Como Siqueiros, Orozco ama el mo- giere que “las figuras deformes y objetos vimiento y como Rivera, es también monu- aguerridos” en la pintura del muralista nos mental, pero Orozco es además, trágico.”28 llevan a “un mundo paranoico en donde la A este reconocimiento le sigue la impre- mutua destrucción de las cosas es argu- sión que causa en el espectador esta forma mento estético”32. de pintar. La pintura del más grande de Sin embargo, a pesar de esta visión los muralistas no produce pasmo, según trágica del destino del hombre, Orozco Paz, sino que está interesada en el desti- también se caracterizó por incluir cierto no mexicano y su grandeza reside en su humor en su obra, cosa que reconoce nues- conciencia de soledad.29 tro poeta. Sobre la cuestión de la risa en la Lo anterior nos recuerda la interpre- obra de Orozco, Paz plantea que ésta se tación del premio nobel sobre la Revolu- presenta como manifestación de la con- ción Mexicana, pues cuando dice sobre ciencia moderna, “la única filosofía crítica Orozco que “en pocos artistas ha encar- porque es la única que de verdad disuel- nado con tal violencia la voluntad de Mé- ve los valores”33. En otro lugar argumenta xico, que si es voluntad de romper con la que esta burla de las ideas, el humor ne- madre, también lo es de trascender nues- gro que Orozco recupera de José Guada- tra situación de orfandad”30, esta “volun- lupe Posada según el poeta, transforma tad de México” habría alcanzado su punto en idea lo que se vuelve obstáculo.34 Aquí culminante –único en su historia de movi- parecería existir una contradicción mucho lizaciones sociales– durante la Revolución, más evidente en las impresiones del poe- como ya se vio antes. La búsqueda que ta sobre la obra orozquiana, no sólo en ve Paz en Orozco por realizar una pintura relación con lo que dice sobre la visión que trascienda, junto con el uso que hace negativa que tiene el pintor del hombre también del humor en la misma, como se moderno y del porvenir, sino porque habla verá a continuación, promueve la impre- directamente de la transmisión de ideas en sión de que el pintor se sentía poseedor sus pinturas. Esto despierta una serie de de una misión importante como artista, preguntas que nos sirven para compleji- y sobre todo como artista mexicano. Esto zar una vez más la intención ideológica alcanza mayor relevancia cuando se con- en Orozco que en un principio Paz habría trasta con la visión trágica que, según Paz, negado. ¿Puede ser dogmática la expre- Orozco habría tenido del devenir de la sión del humor cuando ésta es “anárqui- historia. En un recuento que hace el poe- ca”, como la describe nuestro poeta?35. ta de la pintura del siglo xx dice que Orozco ¿Realmente buscaba Orozco imponer una jamás deificó la historia en su pintura, no

31 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. II, p. 67. 32 Renato González Mello, op. cit., p. 87. 28 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, pp. 250 y 33 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. II, pp. 251. 129 y 130. 29 Ibid., p. 250. 34 Ibid., p. 87. 30 Ibid. 35 Ibid., p. 200. 172 Orozco: ¿pintor sin ideología?

visión particular o, en su misión espiritual cionario, más que volverlo indiferente, de recordarle al mundo sus fines superio- habría contribuido a que asumiera con res, quiso hacerlo de la manera más crítica responsabilidad su papel de crítico para posible, combinando tragedia y humor pa- concientizar a la sociedad mexicana so- ra suscitar la reflexión en su público? bre lo intrincado de la situación en que No hay que olvidar que Orozco pinta vivía. Sin embargo, esto tampoco habría en un contexto muy particular, el México evitado que Orozco se formara una idea postrevolucionario, que es un momento de particular de las revoluciones que queda- ajuste y negociaciones con el fin de crear ría de manifiesto en su obra. Si se atiende una nueva cultura mexicana. Al respecto, al ensayo de John Hutton sobre la obra hablando específicamente de los murales pintada en 1930, Zapata, vemos que con en la Escuela Nacional Preparatoria, Alejo ella Orozco propone una idea de revolu- Carpentier dice que Orozco trazaba el ción que se aleja de la interpretación de movimiento patético y complejo de la vi- que éstas tienen lugar a partir de la elección da mexicana de ese momento con figu- o la cooperación de los pobres pelean- ras que “adquieren un extraño carácter, do por un mejor futuro, sino sencillamente trágico y a la vez burlón”. Para el escritor porque las condiciones las demandan. Por cubano, Orozco no era como Holbein, que esa razón, no están necesariamente a fa- comunicaba unidad ideológica en sus vor de algo, sino que son negaciones de lo frescos, sino que con las contradicciones que existe en ese momento: un presente expresaba su indignación ante las injusti- inaceptable.39 Si se atiende esto, más allá cias sociales y supersticiones, contra las del futuro positivo o negativo que pudie- cuales “los pinceles del artista se rebelan en ra vislumbrar el pintor para el México un vasto clamor de protesta que se tradu- revolucionario, éste admite que la Revolu- ce en escenas de una crudeza contunden- ción irrumpió en la realidad, interpretación te”36. Octavio Paz coincide con esto cuan- que sin duda alguna coincide con la vi- do dice que Orozco encarna ese segundo sión que expresa Paz sobre el espíritu del momento de la Revolución Mexicana al movimiento armado mexicano y que com- cual lo caracterizan la desilusión, el sar- prueba que detrás de la pintura de Orozco casmo y la búsqueda.37 Una explicación sí hay una serie de nociones y conceptos sobre el escepticismo del pintor frente a la perfectamente formulados y articulados, Revolución Mexicana la provee González que entrarían incluso en los explicados por Mello, quien dice que a Orozco ésta le pa- el autor de El laberinto… recía desastrosa, además de que lo había Como ya se ha visto, el muralista bus- afectado en más de un sentido por el com- caba expresar su más profundo sentir plicado entramado político y su relación incorporando diversas visiones estéticas. con los funcionarios del régimen.38 Enemigo de las simplificaciones y escépti- Podríamos decir que el desencanto co de su circunstancia más inmediata, el de Orozco frente al movimiento revolu-

39 John Hutton, “If I am to die tomorrow: Roots and 36 Alejo Carpentier, “El arte de Orozco”. meanings of Orozco’s Zapata entering a peasant’s 37 Octavio Paz, Los privilegios de la vista, vol. II, p. 87. hut”, en Art Institute of Chicago Museum Studies, 38 Renato González Mello, op. cit., p. 70. vol. 11, no. 1, pp.38-51. 173 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Ana Sofía Rodríguez Everaert

pintor de Jalisco se habría comprometido Bibliografía a compartir su visión del mundo desde el rol que consideraba que le correspondía Aguilar Mora, J. La divina pareja. Historia como artista. En todo esto, sin duda hay y mito en Octavio Paz. México, Era, ideas y una visión enérgica y particular 1978. del quehacer artístico que perfectamente Folgarait, L. Mural painting and social revo- puede considerarse como ideológica e lution in Mexico. 1920-1940. Cam- ideologizante. A pesar de sus reservas, bridge, Cambridge University Press, Octavio Paz tendría que estar de acuerdo 1998. con esto, pues como se ha visto aquí, mu- González Mello, R. Orozco, ¿pintor revo- chas de las expresiones del pintor en rea- lucionario? México, Universidad Na- lidad coinciden con las ideas que tiene cional Autónoma de México/Institu- Paz sobre lo que corresponde al artista to de Investigaciones Estéticas, 1995. como actor social y a la Revolución como Manrique, J. A. “Las contracorrientes de la movimiento armado y también cultural. pintura mexicana”, El nacionalismo y Sin embargo, lo que con razón anotó el el arte mexicano: IX Coloquio Interna- poeta es que Orozco no buscaba impo- cional de Historia del Arte. México, nerse con su arte, elemento que es crucial Universidad Nacional Autónoma de en la reflexión sobre los vínculos que exis- México/Instituto de Investigaciones ten entre el arte y la ideología y, sobre Estéticas, 1986. todo, entre el arte y la política, pero que no Nettel, G. Octavio Paz. Las palabras en es condición para la efectiva transmisión libertad. México, Taurus, 2014. de ideas y causas. Paz, Octavio. “Tamayo en la pintura me- Efectivamente alejado del dogma, el xicana”, Las peras del olmo. México, pintor quiso más bien recrear para sus es- Seix Barral, 1977. pectadores la disyuntiva que irreme- . El laberinto de la soledad, diablemente se nos presenta cuando nos Posdata y Vuelta al laberinto de la plantamos frente a la tragedia, ya sea és- soledad. México, Fondo de Cultura ta coyuntural, previsible o inevitable en el Económica, 1993. futuro. Al enfrentarnos a ella, tenemos dos . Los privilegios de la vista. Vol. I opciones que son en apariencia pasivas (edición del autor). Barcelona, Círculo pero que, si se asumen plenamente, no de Lectores, 1990. pueden sino llevar a la acción. De cara a . Los privilegios de la vista. Vol. la tragedia, uno no sabe si reír o turbarse, II (edición del autor). México, Fondo pero cualquiera de las dos respuestas de Cultura Económica/Círculo de Lec- descubre al espíritu y lo deja sin posibili- tores, 1994. dad alguna de marcha atrás. Con un actuar Ramírez, F. “Artistas e iniciados en la obra ideológico mucho más complejo, Orozco mural de Orozco”, Modernización y deliberadamente buscó provocar de for- modernismo en el arte mexicano. Mé- ma reflexiva y crítica con su pintura. Po- xico, Universidad Nacional Autóno- cas ideas tan bien establecidas y fundadas ma de México/Instituto de Investi- como la potencialidad del arte cuando se gaciones Estéticas, 2008. le mira libremente. 174 Orozco: ¿pintor sin ideología?

Hemerografía entering a peasant’s hut”, Art Institute of Chicago Museum Studies. Vol. 11, Carpentier, Alejo. “El arte de Orozco”, núm. 1, pp. 38-51. Recuperado de: ‹htt Nexos, diciembre de 1983. p://www.jstor.org/stable/4115887›. Paz, Octavio. “El ogro filantrópico”, Vuelta, Reed, A. “Orozco y la pintura mexicana” agosto de 1978. en Orozco visto por la crítica. Sitio del Hospicio Cabañas. Patrimonio de la Cibergrafía Humanidad. Recuperado de: http:// app.jalisco.gob.mx/srias/cultura/ Cuéllar, M. “Paz y Neruda: poetas orozco/orozcovisto.html [1930]. combatientes”. Nexos. Recuperado Rodríguez, A.S. y Concheiro L. “La Revolu- de: http://www.nexos.com.mx/?p=1 ción mexicana de Octavio Paz”, en 5747 [2014]. Nexos. 15 noviembre. Recuperado de: Hutton, J. “If I am to die tomorrow: Roots http://cultura.nexos.com.mx/?p=5 and meanings of Orozco’s Zapata 400 [2013]. 175

Mónica Morales Barrera*

Caín y Abel: transmisión y apropiación de la ley, un punto de vista lacaniano

Cain and Abel: transmission and appropriation of the law, a Lacanian point of view

Resumen Abstract

El tema de la transmisión de la ley The theme of the transmission of simbólica en la cultura y su apropia- the Law within a culture and its ción por parte del individuo es un appropriation by the individual is a asunto poco estudiado entre las in- subject little studied in contempo- vestigaciones pedagógicas contem- rary educational research. The pro- poráneas. El problema radica en que blem is that it is assumed that eve- se da por sentado que todo individuo rybody will apprehend it but no one la aprehenderá, pero no se sabe a knows for sure how this happens. ciencia cierta cómo sucede esto. En In this paper is analyzed from the el presente escrito se analiza, des- psychoanalytic point of view, the He- de el punto de vista psicoanalítico, el brew myth “Cain and Abel” which is mito hebreo “Caín y Abel”, el cual se proposed as a way of transmission propone como un camino de trans- and appropriation of law in the hu- misión y apropiación de la ley en el man psyche. psiquismo humano.

Key words: transmission, law, psy- Palabras clave: transmisión, ley, choanalysis, education psicoanálisis, educación

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 175-186 Fecha de recepción 27/07/15 > Fecha de aceptación 17/03/16 [email protected]

* Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Aragón. 176 Caín y Abel: transmisión y apropiación de la ley, un punto de vista lacaniano

Planteamiento del problema aprenda el gobierno de lo pulsional.1 Sa- bemos que no es posible proporcionar al a transmisión de la ley simbólica en la infante toda la libertad de seguir sus im- Lcultura y su apropiación por parte del pulsos sin limitación alguna; es algo que individuo es un asunto poco estudiado en- debe aprender para insertarse en el mundo tre las investigaciones pedagógicas con- de la cultura, y esta tarea no se puede temporáneas, debido, en parte, a que se realizar sin interdicciones. Prohibir, entre da por sentado que el individuo la apre- otras funciones, es una de las tareas edu- henderá, pero no se sabe a ciencia cierta cativas más difíciles pero estructurantes cómo sucede esto. El sujeto, en su psiquis- en la vida psíquica. Mediante su acción, el mo, está desprovisto de móviles innatos sujeto conoce la ley, se apropia de ella, lo que lo lleven a acatar una ley, no es parte que le posibilita constituirse como sujeto de su herencia filogenética sino que se le deseante. En este contexto, la prohibición transmite de una generación a otra. La tiene una valencia positiva: es un acto de esencia del hombre, tal como le es dada por amor en lo simbólico, dirigido a poner lí- la naturaleza, es caótica, codificada sim- mites al goce angustiante del todo está plemente por sensaciones de placer-dis- permitido, abriendo el camino hacia el pla- placer y por esta razón la transmisión de cer socialmente regulado. la ley cumple una función educativa, en En el terreno psíquico, se educa para tanto no abandona al sujeto a sus im- que el sujeto no se autodestruya, para que pulsos y lo inscribe en el mundo de la cul- no sea víctima del goce pulsional sin ley tura. Sin esta interiorización de la ley, el que le habita en el principio de la vida. A niño se vería indefenso ante su naturale- medida que el sujeto se civiliza –dice Anny za pulsional, como se observa en la visible Cordié–, el “destino pulsional” se desdi- problemática de los niños expósitos. La buja y en ello la educación desempeña un asimilación de la ley no es efecto de con- papel muy importante.2 El sujeto va en- sejos o amonestaciones, ni producto de una contrando los caminos de la sublimación y autoconciencia, es un asunto que tiene sus de la formación reactiva que dan lugar al propias condiciones; implica, en principio, carácter, a la moralidad y a la expresión del los bretes en la aplicación de la ley y sus deseo en la cultura. efectos en la subjetividad en quien la re- Durante la crianza de los niños, tienen cibe. El propósito de este escrito es anali- lugar la transmisión y la apropiación de la zar, desde el punto de vista psicoanalítico, ley. La introyección de la ley en el psiquis- un camino de cómo ocurre la transmisión y mo proviene de un primer rechazo al goce apropiación de la ley, mediante el análisis (de ese plus entrópico libidinal que tiende del mito hebreo: Caín y Abel. hacia la muerte); incide en la configura- ción subjetiva del mundo, en los modos de pensar y actuar; implica la emergencia del Justificación: amor y el deseo en lo simbólico viabilizan- su sentido en la educación

Una de las misiones de la educación en 1 Sigmund Freud, “Conferencia núm. 34. Esclareci- mientos, aplicaciones, orientaciones”, p. 138. todo lugar y tiempo es lograr que el niño 2 Anny Cordié, Malestar en el docente, p. 318. 177 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Mónica Morales Barrera

do el futuro camino de las relaciones amo- de Caín y Abel –Antiguo Testamento, Gé- rosas. Con la internalización de la ley, sur- nesis, 4:1-17–. En él pesquisamos el proce- ge la conciencia moral, la culpa en lo sim- so de transmisión y apropiación de la ley bólico, la responsabilidad; sin ella, tanto en el registro simbólico, el cual –conside- la cultura como la educación son imposi- ro– contiene un acto de transmisión fun- bles. Legendre dice que la humanidad está dante: la transmisión de la culpabilidad y acuciada por la necesidad de fundarse de las prohibiciones, herencia arcaica de la para vivir y ello implica la interiorización humanidad.5 Este relato, como todos los de de la Ley en lo simbólico. La ley, dice el estructura mítica, conserva su matiz enig- autor, sirve para instituir la vida.3 mático, no contiene explicaciones ni justi- Esencialmente, la ley en lo simbólico ficaciones de los actos y decisiones de sus se inscribe en el sujeto durante la vida edí- protagonistas; estos aspectos son de suma pica del niño. En estos momentos, apren- importancia pues permiten su examen derá –vía la transmisión y con apoyo de sin el tamiz moralizante de algunas inter- medidas educativas– las prohibiciones pretaciones sobre esta narración. Como universales del incesto y el parricidio, lo dice Lévi-Strauss, “los mitos despiertan que posibilitará su inserción en la cultura. en el hombre pensamientos que le son Éste es uno de los sentidos en que puede desconocidos”6. leerse la herencia freudiana sobre el mito En un primer momento encontramos edípico. La historia del enamoramiento el homicidio de Abel como desencadenan- del niño hacia su madre es tan sólo la te del relato, que coincide en lo esencial ficción que viabiliza la aparición de la fun- con las perspectivas de Freud y Lacan pues ción paterna de castración, lo cual pro- ambos autores ponen el acto transgresor híbe el incesto y permite el acceso al de- como el quid que permite el decurso. En seo exogámico. Tótem y tabú Freud hace derivar del mito del “asesinato del padre de la horda pri- mitiva” la génesis de la culpa y de la ley Hipótesis del trabajo que dan origen a la cultura. Es decir, la apropiación de la ley se produce a través Para responder la pregunta cómo se trans- de una relación agresiva entre el padre mite la ley y cómo el sujeto se apropia de y el hijo. El efecto que se produce en el ella se propuso el análisis del mito bíblico4 sujeto es una crisis desencadenada por la culpa y el arrepentimiento, los cuales son 3 Pierre Legendre, El inestimable objeto de la trans- el resultado de la originaria ambivalen- misión, p. 122. cia de sentimientos hacia él y la ley que 4 Que la Biblia contenga mitos, en el sentido estricto representa. Satisfecho el odio tras la agre- del término, es algo que Robert Graves y Raphael Patai disertan en la introducción de su libro Los sión, sale a la luz el amor por vía de la mitos hebreos. Indican que “mito” proviene del identificación simbólica con él, y de esta griego (mythos, que significa ‘palabra’ o ‘historia’). Allí participan dioses y diosas que intervienen en los asuntos humanos. En la Biblia, en cambio, sólo riquezas mitológicas perdidas (Robert Graves y se reconoce a un único Dios. Sin embargo, hay Raphael Patai, Los mitos hebreos, p. 9). una liga entre personajes bíblicos, héroes y dio- 5 René Kaës, “Introducción: el sujeto de la herencia”, ses griegos que reaparecen en los midrasim pos- p. 14. bíblicos. La Biblia ofrece breves muestras de sus 6 Claude Lévi-Strauss, Antropología estructural, p. 23. 178 Caín y Abel: transmisión y apropiación de la ley, un punto de vista lacaniano

manera se instituye el superyó, al que se do Caín el homicida, ¿no es insólito el des- le confiere el poder del padre y crea las li- tino dispuesto para él, que se asoma en el mitaciones destinadas a prevenir una re- versículo 17 del Génesis 4?8 petición. Por su parte Lacan señala: “La Para el análisis del mito se utilizaron conquista de la realización edípica, la in- dos fuentes epistemológicas distintas: la tegración y la introyección de la imagen primera cosmovisión la brinda los midrás edípica se hace […] en la relación agresiva.”7 posbíblicos9 desde el estudio que Graves y En otros términos, la integración simbólica Patai hacen en su libro Los mitos hebreos. se realiza a través de un conflicto imaginario. Los textos midrásicos fueron compuestos Es menester recalcar que cuando se alrededor del año 100 a. C. por los escribas habla de este asesinato o relación agresi- y ofrecen una personalidad de Caín distin- va no se trata de su realización efectiva, ta a la que proporcionan las interpretacio- sino de la deposición subjetiva que el su- nes del Nuevo Testamento y la catequesis jeto hace de la omnipotencia del Padre de la Iglesia católica. La segunda fuente Real. Lo que se observa en Caín es una se- proviene de los conceptos psicoanalíticos de rie de transformaciones en su psiquismo Freud y Lacan, principalmente se utilizan que derivan en la resignificación de su rela- el mito freudiano del “asesinato del padre ción con Jehová y donde el castigo juega de la horda primitiva” y los tres registros un papel fundamental, a saber: como parte que Lacan propone en la lectura de una constitutiva de la Ley misma, vinculado con realidad: imaginario, simbólico y real.10 el Otro que la sustenta y como pago real- Interesa notar, a partir de estas tres dimen- simbólico que Caín debe aceptar en tan- siones, la posición del padre y sus transfor- to ha asumido la responsabilidad del acto maciones en la subjetividad del subor- transgresor. Lo que sobreviene, entonces, dinado (Caín), pues en ello se observa la es la internalización de la ley en la subje- relación del sujeto con el Otro de la ley. tividad, y la apropiación de un derecho.

Apoyos metodológicos en el análisis del mito de Caín y Abel 8 Versículo 17: Y salió Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Y co- Como apoyo metodológico se dividió la noció Caín a su mujer, la cual concibió y parió a secuencia del mito hebreo en tres partes Henoch: y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo Henoch. bajo el criterio de las interrogantes que 9 En hebreo, darash (“interpretación”) son escritos surgen de su lectura literal, sin la conside- exegéticos judíos de las Escrituras; constan de ración del contexto histórico en que fue los comentarios que diversos rabinos dieron a las leyes y costumbres estipuladas en el Antiguo creado. A saber: ¿Por qué Jehová hizo la Testamento. El propósito primigenio del procedi- distinción entre las ofrendas de los her- miento derásico es explicar el sentido de un texto manos? ¿Qué motivó a Jehová a dar señal bíblico, por lo que siempre está en referencia a la Escritura. Siendo el midrás un estudio atento del de protección al autor del fratricidio? Sien- texto, trata de explicar pasajes difíciles; se preo- cupa por llenar lagunas, hacer más comprensible el texto y armonizar pasajes contradictorios. 7 Jacques Lacan, Seminario 4: La relación de objeto, 10 Cf. Jacques Lacan, El simbólico, el imaginario y el p. 304. real. 1974-1975. 179 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Mónica Morales Barrera

Caín y Abel. Caín, que significa “tallo”.12 Después, Eva La interiorización de la ley dio a luz un segundo hijo a quien llamó Abel, que quiere decir “soplo”, o según Las cosas no son tan simples –pensaba aque- otros, “vanidad” o ‘pena’, previendo su lla tarde el Bien– como creen algunos niños pronta muerte.13 y la mayoría de los adultos. Todos saben que en ciertas ocasiones yo me Desde esta perspectiva, los destinos de los oculto detrás del Mal, como cuando te en- hermanos estaban ya signados. fermas y no puedes tomar un avión y el avión se cae y no se salva ni Dios; y que a veces, por el contrario, el Mal se esconde detrás de mí, Las interrogantes del mito como aquel día en que el hipócrita Abel se hizo matar por su hermano Caín para que éste • La ausencia de motivos quedara mal con todo el mundo y no pudiera (primer enigma) reponerse jamás. Las cosas no son tan simples. 3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una Augusto Monterroso ofrenda a Jehová. Monólogo del Bien 4 Y Abel trajo también de los primo- génitos de sus ovejas, y de su grosu- ra. Y miró Jehová con agrado a Abel y Caín y Abel: sus nombres a su ofrenda; 5 Mas no miró propicio a Caín y a la Antes de que venga al mundo un bebé, ofrenda suya. [Las cursivas son mías] dice Lacan, su existencia está prejuzgada inocente o culpable, y el hilo tenue de su El primer enigma que surge de la lectura verdad no puede dejar de entreverse en el literal del mito es por qué Jehová mira con nombre que sus padres le han puesto. Lo mejores ojos la ofrenda de Abel sobre la que se pone en juego es la determinación de Caín, pregunta que ha sido impulso de del deseo del Otro y sus efectos en la cons- múltiples interpretaciones teológicas. Gra- titución del sujeto. Una cosa son los atribu- ves y Patai señalan que desde la antigüe- tos pensados para el hijo y otra el deseo dad, los comentaristas del Génesis tenían inconsciente de los padres.11 que encontrar una explicación a la decisión En el relato de Caín y Abel, Graves y de Jehová de mirar con preferencia la obla- Patai refieren el significado de los nombres ción de Abel y no así la de Caín. No estaban que contienen en sí mismos un destino: dispuestos a admitir que Dios podría ha- ber obrado arbitrariamente.14 Era impe- Cuando nació Caín se puso en pie, salió rioso seguir conservando la imagen de corriendo y regresó con una espiga de trigo que dio a Eva; entonces ella le llamó

12 Robert Graves y Raphael Patai, op. cit., p. 105. 11 Jacques Lacan, “La agresividad en psicoanálisis”, 13 Ibid. pp. 632- 633. 14 Ibid., p. 116. 180 Caín y Abel: transmisión y apropiación de la ley, un punto de vista lacaniano

Jehová como omnipotente antes de admi- Por su parte Caín mismo señala di- tir su incompletud, sus faltas, sus deseos. rectamente a Dios como el provocador del Era necesario, entonces, encontrar otro delito. Cuando Jehová le pregunta a Caín: personaje sobre quien pudieran imputar- “¿Dónde está tu hermano?” objeta: se las faltas. Así, la “maldad” de Caín de- bía ser probada, y encontró su coartada ¿Por qué habría de preguntarme esto en intérpretes de la Biblia y en mitos Aquel que vela por todas las criaturas, a tardíos. Es posterior al fratricidio que hay no ser que planeara el asesinato Él mis- necesidad de justificar la conducta ma- mo? Si Tú no hubieras preferido su obla- ligna de Caín. ción a la mía, yo no habría envidiado. La elucidación del fratricidio que se encuentra en un midrás posbíblico que Desde un enfoque antropológico, Lévi- Graves y Patai presentan en su obra, es Strauss señala que ciertamente en los mi- de otro orden. El acto de Caín no es valo- tos se observa la ausencia de motivos en las rado dentro de un esquema moral, sino acciones de sus personajes16 tal como se como efecto de la elección de Jehová. En observa en la selección de Jehová. Desde esta dilucidación se reconoce a Dios como el psicoanálisis, Lacan, en su seminario El el real incitador del acto homicida de Caín, yo en la teoría de Freud y Lacan, plantea y que registra no sólo el despropósito de algo similar al analizar el juego de “par e las sentencias de Jehová, sino también lo impar”, pues señala que la noción de cau- absurdo de su reflexión: salidad depende, en un primerísimo mo- mento, de una “apuesta primitiva”, 17 es de- Abel, el más fuerte de los dos, había aga- cir, del azar donde hay igual probabilidad rrado a Caín y lo tenía a su merced. Dios de ganar o perder, y demuestra cómo a incitó a Abel a que lo matara, diciendo: partir de las siguientes tiradas se forman “¡No perdones la vida a este malhechor!” regularidades que van constituyendo le- Pero cuando Caín lloró y exclamó: “¡Her- yes. Esta legalidad va conformando, a pos- mano, perdóname! Sólo estamos noso- teriori, el orden simbólico, esto es, algo que tros dos en el mundo, ¿qué dirán nuestros ordena los subsecuentes eventos. Desde padres si me matas?” Abel compasivo, le esta perspectiva ya no se requieren dioses soltó. Entonces Dios dijo: “¡Como le has para echar a andar la maquinaria; tenemos perdonado, tendrás que morir tú!” En ese aquí una apuesta primitiva en que Jehová momento Caín se levantó, arrancó una no posee ninguna intencionalidad explí- caña afilada y, como no sabía cuáles eran cita de mirar con buenos o malos ojos una los órganos vitales, hirió a Abel por todo u otra oblación, pero que, no obstante, es el cuerpo, comenzando por las manos el desencadenante de la historia. y los pies. No obstante, otros dicen que Importa destacar los efectos de incor- Caín había visto cómo Adán sacrificaba poración de la ley que operan en Caín un toro y por eso lanzó varios tajos al cuello de Abel con una espada.15 [Las cur- sivas son mías] 16 Claude Lévi-Straus, Antropología estructural, p. 239. 17 Jacques Lacan, El yo en la teoría de Freud y en la 15 Ibid., p. 113. técnica psicoanalítica, p. 288. 181 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Mónica Morales Barrera

con la decisión de Jehová: Él funge como Lacan– se transmite la castración19 y co- un detonante, cumple la función de un mo corolario puede ocurrir la transmisión operador estructural,18 en tanto dispara la y apropiación de la ley. trama del fratricidio que da lugar a las trans- En El reverso del psicoanálisis, Lacan formaciones subjetivas de Caín. Así, aun- apunta a la ignorancia feroz de Yahvé20 que encontremos en los celos un motivo en la exégesis bíblica, a la castración del para la hostilidad sobre su hermano Abel padre, a la caída de su omnipotencia. –tal como aparece en la experiencia co- El padre que todo lo sabe, sin castración tidiana del hermano mayor, celoso del re- en lo simbólico, es el padre de Schreber; cién nacido a quien se le proporcionan ma- no transmite la ley pues la ejerce y de ahí yores cuidados–, éstos sólo aparecen après las consecuencias fatales en el desenca- coup, es decir, después de la elección de denamiento de la psicosis de su hijo. Asi- Jehová, y ¿cómo no iba a ser si Jehová le mismo, cuando un hijo encuentra en la había expulsado de su mirada preferente? realidad las características de un padre Pero ¿qué significa ser el preferido, perverso, es decir, que utiliza la ley a con- sino aquel que está en calidad de “obje- veniencia, la transmisión y apropiación to” del goce del Otro? Obtiene privilegios de la ley no tienen lugar, pues el sujeto no (privus, privado; legis, ley); es en realidad al está implicado en la trama y sólo puede hijo consentido al que se le priva de la vida, vivir la ley como algo ajeno a sí mismo. es decir, del lugar de deseante. Éste es el Volviendo al mito hebreo, Caín, en lugar de Abel. Caín es arrojado al mun- este periplo, halla que el padre es inase- do terrenal de la ley y del castigo, pues no sinable, y con ello se sujeta más a la ley. hay otro camino para apropiarse de la ley Esto es lo que se encuentra en la narración sino mediante el crimen y la sanción. Es así del padre asesinado de la horda primiti- como Caín debió aceptar esta remoción va de Tótem y tabú. Los hijos lo han ma- de la mirada del padre para advenir como tado y, après coup, han encontrado que sujeto deseante. él es inasesinable. Con tal acto se funda la En el proceso aparece otra operación prohibición sobre la culpabilidad de los hi- lógica como contraparte de la exclusión de jos y, lejos de que tal homicidio los hubiera Caín de la mirada preferente de padre que da lugar a un cambio de posición sub- 19 En este contexto, nos referimos a la castración jetiva: Jehová –como padre imaginario como la realizada a quien, ocupando el lugar del idealizado– cae ante los ojos de Caín al Otro, está sujeto a una legalidad que no es la suya. 20 “Yahvé se sitúa en el punto más paradójico con revelársele abruptamente que Él tiene pre- respecto a la del budismo que recomienda purifi- ferencias; muestra su falta, no lo posee to- carse de las tres pasiones fundamentales, el amor, do, está castrado. Este descubrimiento le el odio y la ignorancia. Lo que más nos cautiva de esta manifestación religiosa única es que a Yahvé permite deponer a Jehová del lugar de om- no le falta ninguna: amor, odio e ignorancia, he aquí nipotencia; si no fuera de este modo, sólo pasiones que no están ausentes en absoluto de su se generaría esclavitud, sacrificios sin fin discurso. El padre real se articula propiamente con lo que sólo concierne al padre imaginario, a sa- al Todopoderoso. De padre a hijo –dice ber, la prohibición del goce. Por otra parte, lo que hace de él lo esencial [es] la castración. Hay ahí un orden de ignorancia feroz, quiero decir en el lugar del padre real.” Cf. Lacan, El reverso del psicoaná- 18 Jacques Lacan, El reverso del psicoanálisis, p. 131. lisis, p. 145. 182 Caín y Abel: transmisión y apropiación de la ley, un punto de vista lacaniano

liberado, se consolidó la ley: desde ahora, impuesto el castigo del destierro pone ya nada está permitido.21 El padre muerto señal de protección al ejecutor de un ha nacido de la necesidad de establecer crimen. Estamos en el Génesis, ante el un más allá, una trascendencia del mundo primer homicidio, y en tanto inaugural, no pulsional para inscribir al sujeto en la existe el antecedente de desobediencia, escena simbólica; es el garante de la ley pero por su causa se instituye la necesidad y salvaguarda del goce; es una operación de una ley y de un castigo. En el principo que limita y ordena el deseo del sujeto. habría un desafío fundante lanzado por Resulta entonces imposible transmi- Jehová, que tendría el sentido de “incitar tir la ley reducida al estatuto de mensaje; el crimen para provocar el castigo”, es lo único que se transmite es una pregunta decir, que el sujeto viva la ley por medio de y ésta sólo se plantea desde el lugar de la su transgresión. Este primer crimen es en ausencia, es decir, la desidealización del realidad un llamado al castigo de Jehová padre es condición para la transmisión de la que da alivio a la culpa, es fundante. ley. En el mundo de las certezas nada pue La culpa es uno de los signos de que de transmitirse. la ley ha sido interiorizada. Aunque Caín deniega en un primer momento el acto de- • Apropiación de la ley lictivo, la culpa martirizante hace su labor (segundo enigma) en la subjetivación de la falta y como con- secuencia la responsabilidad asumida se 11 Ahora pues, maldito seas tú de la tierra convierte en condición de posibilidad para que abrió su boca para recibir la sangre de que el castigo del destierro funcione como tu hermano de tu mano: un pago ante el acto cometido. 12 Cuando labrares la tierra, no te volverá Este primer develamiento de no ser el a dar su fuerza: errante y extranjero serás preferido del padre le permite reaccionar en la tierra. impulsivamente ante lo que él considera 13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi ini- efectiva e instantáneamente una injusti- quidad para ser perdonada. cia, y con ello surge la culpa, el remordi- 14 He aquí me echas hoy de la faz de la miento, el arrepentimiento, la respon- tierra, y de tu presencia me esconderé; sabilidad, sentimientos que no pueden y seré errante y extranjero en la tierra; y aparecer de otra forma. Imaginemos por un sucederá que cualquiera que me hallare momento que un sujeto, por cualquier me matará. razón, sólo hallara neutralidad, santidad o 15 Y respondióle Jehová: Cierto que cual- bondad divina en el Dios Padre. Esta con- quiera que matare a Caín, siete veces será dición le imposibilitaría desidealizarlo, castigado. Entonces Jehová puso señal en destituirlo de su omipotencia y esto no es Caín, para que no lo hiriese cualquiera que sin consecuencias en la subjetividad del lo hallara. [Las cursivas son mías] sujeto. En tanto una autoridad esté en el lugar de objeto idealizado el individuo no La segunda incógnita apunta a en- es sujeto deseante, y al privarse de esta tender por qué Jehová después de haberle condición se promueve una hostilidad inconsiente que flagela su ser, la cual se 21 Jacques Lacan, El reverso del psicoanálisis, p. 127. revierte encontrando el camino de la 183 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Mónica Morales Barrera

autodestrucción, de la autopunición y del ley, lo que redundará en Caín en la posibi- sometimiento. lidad de conformar un futuro. En el contexto del amor no narcisista, del don, Jehová promueve el crimen y el La ley en lo simbólico pacifica, tran- castigo mediante el desafío; tiene como quiliza. Lo anterior difícilmente se com- corolario el desprendimiento del apego a prende en tanto la ley se asocia tan solo la familia original. Afirma Lacan que sólo al castigo. De esta manera, Caín depone a se puede formular “el tú eres matándose Jehová del lugar de padre todopoderoso, […] Él otrifica al partenaire, hace de él el admite su responsabilidad, acepta el cas- lugar del significante”22. Por un lado, Jeho- tigo del destierro, y pide su bendición en el vá reconoce a Caín como sujeto deseante, viaje que ahora emprenderá. no como objeto de su goce; por otro, Caín tiene la posibilidad de destituirlo de ese • Destino de Caín y fundación de una lugar de idealización que le ha conferido genealogía por su naturaleza divina. Jehová desafía, (tercer enigma) no conserva el amor de Caín para él, como lo hiciera con Abel. Asimismo, el fratricida 17 Y salió Caín de delante de Jehová, y afronta el amor y la mirada de Jehová: habitó en tierra de Nod, al oriente de cometiendo un crimen, buscando su cas- Edén. Y conoció Caín a su mujer, la cual tigo, llamando a la ley del padre, pues bien concibió y parió a Henoch: y edificó una se sabe que más vale pagar la culpa que ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del vivir la angustia, tal como lo hiciera Ro- nombre de su hijo Henoch. dión Raskólnikov en Crimen y Castigo.23 Ahora bien, ¿por qué alguien conside- En el versículo 17 del Génesis, capítulo rado asesino recibe un estigma de resguar- 4, se habla del destino de Caín, lo que re- do y no una marca como la que dejaban los significa las interpretaciones morales que instrumentos de humillación pública que se han adjudicado a este mito bíblico. utilizara la Santa Inquisición para castigar Après coup podemos encontrar el senti- el delito? Caín es protegido mediante una do de este primer asesinato. señal24 y esto posee el efecto de una bendi- Lo que se destaca en esta antífona es ción (bien-decir). ¿No se espera, acaso, que el destino de Caín después de haber pa- el padre o la madre bendigan a sus hijos gado su falta con el destierro: tuvo mujer, cuando éstos parten? ¿No es lo que el hi- se convirtió en padre, edificó una ciudad jo pide a sus progenitores cuando se va de cuyo nombre fue justamente el de su hijo su lado? Tal acto permite a Caín un cambio Henoch, e inició todo un linaje sin que de posición subjetiva: del hijo dependien- pueda pesquisarse –en el Antiguo Testa- te, al hombre que ha internalizado una mento– un designio funesto en su descen- dencia;25 destino bienaventurado el de

22 Jacques Lacan, De un Otro al Otro, p. 73. 25 Las interpretaciones funestas sobre Caín apare- 23 Fedor Dostoievski, Crimen y Castigo. cen en el Nuevo Testamento y en documentos 24 Un midrás primitivo describe la marca de Caín co- apócrifos. Uno de los castigos de los cainitas era mo una letra tatuada sobre su brazo. Robert Graves que les nacían cien hijas por cada hijo (Graves y y Raphael Patai, op. cit., p. 119. Patai, op. cit., p. 126). 184 Caín y Abel: transmisión y apropiación de la ley, un punto de vista lacaniano

Caín si pensamos en el personaje como A manera de síntesis homicida. Un midrás bíblico explica: La ley simbólica es efecto del parricidio Tras el nacimiento de su primogénito simbólico, esto es, Caín, habiendo depues- Henoch, Dios permitió a Caín descansar to en su omnipotencia al padre idealizado, de su vida de vagabundo errante y cons- se somete a la ley de los padres muertos;28 truir una ciudad llamada Henoch para descubre, a posteriori, que el padre es ina- honrar la ocasión.26 sesinable y que con cada acto de transgre- sión, se sujeta más a la ley. La convivencia Henoch no hereda las faltas de su pa- con esta ley, dice Marta Gerez, nunca es dre, como lo hicieran, por ejemplo, los hi- pacífica, pero es ineludible: sin ley el suje- jos de Edipo. Lo que se gesta en la trilogía to acaba desubjetivizado.29 sofocleana es precisamente la imposibili- La ley en lo simbólico genera lo que dad de transmitir y apropiarse de la ley, en alemán se denomina schuld, que inclu- lo que daría derecho a la vida. Lo que ad- ye en su significación a la vez culpa y vertimos en el mito edípico es a: Layo deuda, que sólo puede sentirse après coup, filicida, Edipo parricida y producto del tal como aparece en el mito del asesina- incesto asesino, y una genealogía rota. La to del padre de la horda primitiva, en el descendencia de Edipo estará marcada relato de Caín y Abel, y en el desgarro por los dobles lazos sociales y por sus des- de Raskólnikov después del asesinato de tinos mortales: Polinice y Eteocles pelea- la usurera. rán entre ellos hasta la muerte por el tro- La culpa, la responsabilidad y el casti- no depuesto por su padre; Antígona e go en el registro de lo simbólico estruc- Ismene encontrarán igual fortuna funesta. turan al sujeto; son promotoras de la con- Ántigona será condenada a ser sepultada ciencia moral, permiten el advenimiento viva por haberse revelado en contra de lo de la vergüenza, el establecimiento de decretado por su tío Creonte que entonces lazos sociales, religa, hace comunidad. La gobernaba la ciudad de Tebas, e Ismene culpa es una de las señales que advierte morirá por mandato de Atenea, guardia- que la ley ha sido incorporada, y da na de la civilización. En cambio, Henoch27 cuenta de la relación del sujeto con la ley. será un elegido de Dios y se convertirá en Sin ella, no existiría el amor, el perdón, uno de los principales profetas hebreos. la inhibición de conductas antisociales, la responsabilidad, la vergüenza ante la mi- rada del Otro. Cuando la culpa se convier- te en responsabilidad –lo cual depende de la castración del Otro– se crea una deu- 26 Ibid., p. 115. da que se paga a su vez transmitiendo la 27 Se convirtió en el principal consejero de Dios: “He- ley.30 La culpa y la deuda dan cuenta de noch anduvo con Dios; vivió, después de engen- drar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas” (Génesis 5, 22). “Los hijos de Dios 28 Marc Howlet, “El concepto de iniciación”, p. 141. fueron enviados para enseñar a la humanidad la 29 Marta Gerez Ambertín, Seminario: Rostros de la verdad y la justicia; y durante 300 años enseñaron vergüenza y la desvergüenza, p. 18. ciertamente al hijo de Caín, Henoch, todos los se- 30 Marta Gerez Ambertin, “La sanción penal: entre el cretos del cielo y de la tierra.” ‘acto’ y el ‘sujeto del acto’”. 185 Fuentes Humanísticas 53 > Cultura y Estudios culturales > Mónica Morales Barrera

la subjetividad; y sólo en este registro el Gutiérrez. Madrid, Alianza Editorial, castigo adquiere sentido. 2007. Lacan dice: “Toda sociedad […] mani- Howlett, Marc. “El concepto de iniciación”. fiesta la relación entre el crimen y la ley a Trad. Vincens, Antoni. Ornicar? Núm. través de castigos, cuya realización, sea 2 Champ Freudien. Barcelona, Petrel, cuales fueren sus modos, exige un asenti- 1981. miento subjetivo.”31 Esta asunción de la res- Kaës, René, et al. “Introducción: el suje- ponsabilidad hace que el castigo tenga to de la herencia”. Trad. Mirta Sego- efectos de incorporación de la ley y se ad- viano. Transmisión de la vida psíquica quiera una deuda simbólica en tanto que entre generaciones. Buenos Aires- el sujeto está sujetado a la ley. Madrid, Amorrortu, 2006. Lacan, Jacques. El simbólico, el imaginario y el real. 1974-1975. 2ª ed. Texto esta- Bibliografía blecido por Exotéricas, Julio de 1990. . El Seminario 2: El yo en la teoría Cordié, Anny. Malestar en el docente. Irene de Freud y en la técnica psicoanaliti- Agoff (trad.). Buenos Aires, Nueva ca. 1954-1955. Irene Agoff (trad.). Visión, 1998. Texto establecido por Jacques Alain Dostoievski, Fedor. Crimen y castigo. Rosa Miller. Buenos Aires, Paidós, 1983. María Phillips (introd.). México, Po- . El Seminario 4: La relación de rrúa, 1988. objeto. 1956-1957. Trad. Enric Beren- Freud, Sigmund. “Conferencia núm. 34. guer. Texto establecido por Jacques- Esclarecimientos, aplicaciones, orien- Alain Miller. Buenos Aires, Paidós, taciones”. Obras completas, tomo 2001. XXII. Trad. José L. Etcheverry. Buenos . “La agresividad en psico- Aires, Amorrortu, 1986. análisis”. Trad. Tomás Segovia. Escri- . “Totem y tabú”. Obras Com- tos 1. México, Siglo XXI, 1984. pletas, tomo XIII. Trad. José L. Etcheve- . El Seminario 16: De un Otro al rry. Buenos Aires, Amorrortu. 1986. Otro. Trad. Nora A. González. Buenos Gerez Ambertin, Marta. “La sanción penal: Aires, Paidós, 2006. entre el ‘acto’ y el ‘sujeto del acto’”. . El Seminario 17: El reverso del Culpa, responsabilidad y castigo: en el psicoanálisis. 1969-1970. Enric Beren- discurso jurídico y psicoanalítico. Bue- guer y Miquel Bassols (trad.). Texto nos Aires, Letra Viva, 2004. establecido por Jacques-Alain Miller. . Seminario: Rostros de la ver- Barcelona. Paidós, 1992. güenza y la desvergüenza. México, Tec- Legendre, Pierre. El Inestimable objeto de nológico de Monterrey campus DF. la transmisión. Isabel Vericat Nuñez Inédito. 13 de febrero de 2008. (trad.). México, Siglo XXI, 1996. Graves, Robert y Raphael Patai. Los mitos Lévi-Strauss, Claude. Antropología estruc- hebreos. Trad. Javier Sánchez García- tural. Eliseo Verón (trad.). Barcelona, Paidós, 1987. Sófocles. Edipo Rey. Introducción de Ángel 31 Jacques Lacan, “La agresividad en psicoanálisis”, p. 118. María Garibay. México, Porrúa, 1991. 186 Caín y Abel: transmisión y apropiación de la ley, un punto de vista lacaniano

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Juan Carlos Ramírez Robledo*

El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

The autobiographical account as a companion of the formative process

Resumen Abstract

En este artículo presento una carac- In this article I present a narrative terización narrativa de la formación. characterization of the formative De la hermenéutica de Ricœur deri- process. From the hermeneutics of vo una manera de entender la labor Ricoeur I derive a way of understan- formativa como configuración auto- ding the formative work as an auto- biográfica, similar a la elaboración biographical configuration in the de una trama. Considero condiciones manner of development of a plot reflexivas, temporales y simbólicas because I think reflective, tempo- del proceso formativo que alcanzan rary and symbolic conditions of the su momento de configuración crea- formation process reaches its mo- tiva en un proyecto formativo que se ment of creative configuration on a comporta como una trama narrativa. training project that behaves like a narrative plot.

Palabras clave: formación, narración, autobiografía, cultura, identidad Key words: formative process, narra- tion, autobiography, culture, identity

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 187-201 Fecha de recepción 30/06/15 > Fecha de aceptación 09/02/16 [email protected]

* Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. 188 El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

aracteriza a esta investigación reali- En la disciplina pedagógica, la forma- Czarse en las fronteras difusas de los ción es un término habitual para referirse ámbitos disciplinares y esforzarse por una a prácticas educativas de muy diverso fusión dialogante entre esos saberes. Emu- signo, sin que sea explícita la manera co- lando a Paul Ricœur, me he propuesto no mo la definen los responsables de su de- tanto la reconciliación entre posturas ra- sarrollo. Asimismo, en contextos escola- dicalmente opuestas, sino una mediación res, la formación es un tópico recurrente que acerca y asocia derroteros teóricos que del discurso de las instituciones sin que con el tiempo se fueron alejando fruto de exista en realidad un sustento de la inten- la especialización, a pesar de compartir cionalidad formativa que se dice gestar, o un origen común. Ubicar este trabajo en sin fundamentos conceptuales de la me- el ámbito de la filosofía de la educación es el todología que se pregona desarrollar. La primer signo de este carácter fronterizo; formación se presenta en estos ámbitos los autores que estudio y en los cuales me como un hecho evidente y un cometido apoyo, los temas que analizo y los nexos loable, pero no como un objeto diferen- singulares que propongo entre los con- ciado y particular de los procesos educa- ceptos son otras señales que abonan a tivos que ameritara una praxis específica. esta intencionada empresa de diálogo e Según se quiera ver, es una práctica sin integración. claridad conceptual o un concepto sin asi- Desde luego que impulsar un pacto deros metodológicos. Caracterizar la for- entre saberes no es fácil y corre el riesgo mación es una empresa imprescindible de ser criticado por quienes defienden la para aquellos que creen que concepto y ortodoxia disciplinar como una suerte método se imbrican. También es evidente de asepsia teórica. Mi convicción es que, que el debate actual sobre la formación sin menguar el rigor académico que se en la disciplina pedagógica da muestras demanda a este tipo de investigaciones, de un cierto desgaste en las rutas empren- es posible y deseable aportar a la reflexión didas, por lo que es loable aprovechar las pedagógica insumos propios de la filoso- perspectivas interdisciplinares. fía de la cultura. Considero oportuna esta Por estos motivos me propongo en contribución, no sólo por la naturaleza in- esta reflexión sugerir una explicación de terdisciplinaria del concepto formación, los componentes y fases del proceso for- sino principalmente porque la tendencia mativo y proponer una caracterización de las investigaciones pedagógicas es narrativa de los mecanismos que lo acom- concentrarse en las prácticas educativas pañan, empleando para ello presupuestos que pretenden su desarrollo sin profundi- propios de la hermenéutica. Me interesa zar en sus fundamentos teóricos.1 especialmente destacar cómo el relato au- tobiográfico es un acompañante recurren- te en los procesos de formación personal. 1 En el estado del conocimiento del Consejo Mexi- cano de Investigación Educativa, se señala que la noción de formación es discurso reiterativo, desgastado, por lo general poco o nada funda- la significación de la noción, además de que en mentado y su teorización ha sido durante casi el campo de la intervención son endebles los re- todo el siglo xx esquivada o incluso eludida, por sultados. P. Ducoing y B. Fortoul (coord.), Proce- lo que se remite a las acciones formativas y no a sos de formación, 2002-2011, pp. 47-50. 189 Fuentes Humanísticas 53 > Educación y comunicación > Juan Carlos Ramírez Robledo

I. Perspectivas conceptuales 2. Perspectiva filosófica

Mi enfoque de la formación se inserta den- 1. Perspectiva pedagógica tro de la tradición filosófica del Arte de vivir y, por ello, retoma la exhortación socráti- La formación es un proceso diferenciado ca al autoconocimiento y la vida reflexiva. de la educación pues está orientado al pro- Desde esta perspectiva, se reconoce que la ceso vital de los sujetos y no a la apropia- vida se construye de diversas formas y, de ción de contenidos educativos. Considero este modo, es un proceso esencialmente la educación como un fenómeno general creativo que procede de la reflexión sobre que incluye varios tipos de procesos, en- el mundo y sobre uno mismo en él. La tre ellos a la formación. Se distinguen por formación como arte de vivir, es un esfuer- sus finalidades y funcionamiento más que zo dianoético, es decir, un ejercicio crítico por los elementos que los integran, por- frente a la vida cotidiana, porque el análi- que en ambos es posible verificar la exis- sis de las estructuras socioculturales es un tencia tanto de elementos relativos al condicionante para la generación de los sujeto como de aquellos que proceden del proyectos existenciales individuales. De medio sociocultural. Lo específico de la este modo, de las dos grandes tendencias formación es que para el individuo es una actuales de las filosofías del arte de vivir experiencia particular que, sin negar la par- que señala Nehamas,2 entre el arte de vi- ticipación de otros agentes educativos en vir como adaptación a la norma y el que su puesta en marcha, se verifica por las ac- propone un ejercicio interpretativo de la ciones que realiza por y para sí mismo. Es cotidianidad, el proceso formativo se in- un cometido general de todo ser humano, serta en esta última, y alcanza una mayor pero no como proceso único, sino como un dimensión si se le ubica desde un enfo- derrotero personal que está radicalmente que hermenéutico. condicionado por las diferencias indivi- duales, de género, sociales, étnicas, lingüís- 3. Perspectiva hermenéutica ticas y culturales. Es un proceso permanen- te que se realiza en la cotidianidad, por lo La renovación de la reflexión hermenéu- cual está dispuesto a la reconstrucción de tica en el siglo xx ha influido de tal manera los procesos de aprendizaje de los sujetos, en el pensamiento social que ha provoca- en cuanto historias particulares. La forma- do que se configure una comprensión de ción es un proceso eminentemente creati- los fenómenos sociales como textos, cuyo vo y, por lo tanto, abierto a lo trascendente, valor y significado viene dado por la inter- lo posible y lo utópico y, en este sentido, pretación que de ellos hacen los sujetos. dirigido a la constitución de la identidad Este cambio de orientación se generó de de los sujetos, en cuanto estrategia de manera simultánea en un gran número transformación e innovación existencial. de disciplinas sociales.

2 Alexander Nehamas, El arte de vivir. Reflexiones socráticas de Platón a Foucault, pp. 23-25. 190 El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

En la historia se reivindicó el relato grafía y los biográficos narrativos porque y la recreación narrativa frente a la expli- en ellos se indaga la dimensión personal cación determinista o el predominio de lo como un factor crucial en los modos en que cuantificable, propio de la historia estruc- los agentes y actores educativos constru- tural-funcional. Tras la crisis del positivis- yen y desarrollan sus experiencias en las mo y el funcionalismo, se adopta como aulas. Así, se reconsideró la educación metodología de investigación las historias como un proceso de construcción de la de vida y las autobiografías, al entender identidad y, específicamente, de una iden- la vida social desde la perspectiva de los tidad narrativa. actores en lugar de una instancia teórica Desde la perspectiva hermenéutica, deductiva. En este sentido, en su estudio la formación es un proceso constructivo e se transita en etapas que corresponden a interpretativo de los proyectos existen- los tres órdenes que comprende la pala- ciales de los sujetos, dirigidos a la gene- bra autobiografía: el bios, al entenderse ración de tramas de sentido a modo de como la reconstrucción de una vida a textos significativos que se relacionan es- través de la comprensión de los principios trechamente con la identidad personal y organizativos de la experiencia; el auto, en comunitaria. Esto debido a que la narra- cuanto análisis de en qué medida el tex- tiva es una estructura central en el modo to representa a un sujeto; y, finalmente, la como construyen sentido los seres huma- grafía, que atañe al texto como instru- nos, porque “la vida humana es históri- mento retórico.3 ca, de modo esencial, y […] cada vida es En la antropología, especialmente en una historia narrada en el tiempo y un los estudios etnográficos, se pone en evi- proyecto existencial biográfico”4. De tal dencia que se ha adoptado el enfoque na- suerte que se parte de la consideración rrativo al concebir la tarea del etnógrafo de que el yo no es una identidad fija, ni un como una escritura en el discurso social agente autónomo, sino que se despliega y como una transformación de un suceso en un relato que se encuentra en un mar- fugaz o transitorio en un texto permanen- co cultural previo. te y analizable. En el campo psicológico se han hecho 4. Perspectiva cultural tanto aportes generales en la concep- ción de la mente, como específicos en re- Es preciso señalar que no cualquier pers- lación con métodos terapéuticos basados pectiva sobre la cultura es una mediación en la narración. Esta perspectiva enfati- formativa; por ejemplo, los conceptos za los procesos por medio de los cuales clásicos de cultura corresponden a una ma- los individuos construyen y transforman nera de concebir la formación como una el conocimiento para que estos significa- práctica de moldeado acorde con un ideal dos constituyan su realidad psicológica. de humanidad; así, se proponen impulsar En el campo educativo, el giro narra- un proceso por medio del cual el ser hu- tivo puso en auge los estudios de etno-

4 Fernando Bárcena, Joan-Carles Mèlich, La educa- 3 Ángel G. Loureiro, “Problemas teóricos de la auto- ción como acontecimiento ético. Natalidad, na- biografía”, pp. 3-6. rración y hospitalidad, pp. 94-95. 191 Fuentes Humanísticas 53 > Educación y comunicación > Juan Carlos Ramírez Robledo

mano se parezca cada vez más a ese pro- les como colectivos. De este modo, se totipo. Estas concepciones están asocia- mantiene un equilibrio entre el entrama- das con el espíritu ilustrado de la moder- do de códigos que tiene validez suprain- nidad con el que la sociedad despliega dividual y las significaciones individuales diversos mecanismos para establecer los que no se pierden en la realidad cultural saberes y facultades que cultivan al sujeto por encontrarse a la misma distancia en- y lo hacen apto para la convivencia social. tre “el fundamento objetivo de la expe- Desde este enfoque, la formación es un riencia subjetiva y la apropiación subjeti- esfuerzo por ennoblecer las facultades va del mundo”5. Si se concibe la cultura innatas del ser humano conforme a los va- como praxis, la formación es un proceso lores y las metas sociales que han sido que constituye, a través de la acción y la sancionados por la colectividad. Si se con- participación comunitaria, un sujeto que cibe la cultura como un modelo, los signi- transita entre la realidad subjetiva interna ficados personales tienen pocas posibili- y el entramado de significaciones socia- dades de expresión creativa y desarrollo les. De ahí que uno de sus elementos esen- autónomo, pues deben adaptarse inflexi- ciales sea la relación del sujeto con la alte- blemente a los significados establecidos ridad, porque el tejido de interpretaciones por el entorno sociocultural. de la cultura está conformado por la in- En contraste, la cultura como sim- teracción con los otros, incluso los que se bolización permite una imagen renovada consideran extraños o excéntricos. del proceso formativo cuyo cometido es volver inteligible la experiencia cotidiana 5. Descripciones de la formación que, de por sí, es significativa para quienes la viven. Permite que se reconfigure el Mi enfoque sitúa como núcleo del proce- mundo cultural haciéndolo un mundo so formativo el sentido oscilante entre la humano; por ello es un acto de creación interioridad y la exterioridad. La forma- que no impone la estructura de significa- ción no es la suma de esos componentes dos, sino que son componentes esencia- ni su progresión, sino la relación entre les para interpretar el contexto social y ellos. De la manera como se conciba al su- para comprenderse en él. Desde esta pers- jeto y la cultura depende como se imagi- pectiva, la finalidad de la formación exce- na la relación entre interioridad y exterio- de el transmitir significados y establecer ridad. En otras palabras, esta relación un modelo de ser humano que sirva de oscilante no tiene la finalidad socializante canon para someter al individuo al orden y de aculturación de la educación, sino un colectivo; por el contrario, pretende que la cometido de desarrollo personal autó- cultura sea un sistema de representación nomo. Esta correlación es el centro de la simbólica con el cual el sujeto se com- paradoja de la formación: uno se forma prende y establece un diálogo creativo a sí mismo, pero uno no se forma solo, con la sociedad. sino a través de mediaciones sociales y A lo anterior se suma la cultura como culturales. praxis, porque permite la expresión de la dualidad de la experiencia humana cons- tituida tanto por significados individua- 5 Zygmunt Bauman, La cultura como praxis, p. 258. 192 El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

Con la ayuda de estos enfoques disci- En la obra de Schütz y Luckmann se plinares describo la formación como: a) Un encuentra una explicación de la manera cometido permanente de todo ser huma- como los seres humanos construyen e no que se lleva a cabo de manera perso- interpretan sus experiencias; de acuerdo nal, en condiciones socioculturales y que con el prototipo que ellos proponen, los está dirigido a la constitución de la iden- individuos constituyen con las vivencias tidad de los sujetos (perspectiva peda- cotidianas una reserva de conocimien- gógica). b) Una reflexión crítica y creativa tos disponibles que se utilizan como siste- sobre el mundo y uno mismo en él, que ma de interpretación de sus experiencias toma la forma de un ejercicio interpreta- pasadas y presentes, y que determina sus tivo de la cotidianidad (perspectiva filo- expectativas. Esta reserva no permane- sófica). c) Un proceso interpretativo de ce idéntica sino que se enriquece con un los proyectos existenciales, dirigidos a la flujo continuo de experiencias nuevas que generación de tramas de sentido a modo modifican su estructura. El saber acumu- de relatos que configuran la identidad na- lado por cada individuo constituye así su rrativa (perspectiva hermenéutica). d) Un biografía de experiencia. Es a partir de la proceso complejo que “acompaña la evo- estructura de conocimiento que los sabe- lución de la vida”6, resultante de la afecti- res tipificados no se agotan en las expe- vidad del sujeto y su interacción con la riencias que el sujeto considera como cer- cultura (perspectiva cultural). canas y familiares, sino que promueven Como se deduce de lo anterior, la la interacción con la red de significados experiencia es el detonador del proceso del entorno social. La biografía se genera formativo, porque apela a la manera en sobre la acumulación de significaciones que cada persona se apropia de lo que retrospectivas que, a su vez, reinterpre- experimenta y le otorga sentido. Delory- tan la trayectoria de vida y constituyen la Momberger emplea el neologismo bio- identidad del individuo. grafización para referirse: Pero en este punto es pertinente se- ñalar que la transformación de la expe- [...] al conjunto de operaciones y de com- riencia en proceso formativo e identidad portamientos por medio de los cuales los personal no proviene únicamente de individuos trabajan para darse una forma aquello que se ha vivido personal y direc- propia en la que se reconocen a sí mismos tamente; Delory-Momberger emplea el y se hacen reconocer por los otros.7 término heterobiografía para nombrar las formas de experiencia y escritura de sí Por ello interesa reconocer, en el pro- cuando se confrontan con las narrativas ceso de construcción de la experiencia, de otros y surge una apropiación, en el aquello que se configura como formación sentido de comprenderse a partir de la del sujeto. experiencia de otras personas. En este or- den de ideas, es oportuno señalar cómo 6 Anita Gramigna, “La estética de lo lúdico. Enlaces el relato autobiográfico genera una me- entre la hermenéutica y la formación”, p. 93. taformosis de la experiencia de modo tal 7 Christine Delory-Momberger, “Experiencia y for- que posibilita la formación de la persona. mación. Biografización, biograficidad y heterobio- grafía”, p. 699. Las fases del proceso formativo darán 193 Fuentes Humanísticas 53 > Educación y comunicación > Juan Carlos Ramírez Robledo

cuenta de ello y también pondrán las ba- Recupero de Paul Ricœur la noción ses para argumentar que las condiciones de texto9 como idea de composición y or- reflexivas, temporales y simbólicas nece- ganización que permite extender al dis- sarias para su formación, alcanzan su mo- curso los métodos estructurales que ante- mento de configuración creativa en un riormente sólo se aplicaban a los aspectos proyecto de transformación personal que estrictamente lingüísticos. El texto como se comporta como la trama de un relato paradigma de la distancia hermenéutica autobiográfico. entre el autor y su lector, permite a Ricœur explicar los pasos de la configuración del relato hacia la refiguración del mundo real II. Fases del proceso formativo del lector fuera del él. En este marco de- seo proponer una extensión de las impli- Hasta este momento me he referido a la caciones de la hermenéutica de Ricœur narración en un sentido amplio, utilizan- sobre el texto –como relato– a la historia do el término para el proceso general de de vida del sujeto en formación porque crear tramas de significado; no obstante, a conserva la mayoría de esas característi- partir de este momento, cuando es nece- cas en su estructura narrativa. De tal suer- sario determinar qué hace que una narra- te, puedo señalar que la tarea formativa ción sea formativa y cómo contribuye a consiste en que el sujeto se atreva a cons- ese proceso del sujeto, es preciso distin- truir su propia narrativa vital a partir de lo guir ese sentido amplio, de uno específico que lee. Esto vale tanto para el acto de sobre la constitución del relato narrati- la lectura propiamente dicho como para la vo, propiamente dicho. Para este cometido actividad de interpretar y tratar de tradu- me parece útil la distinción de Greimas8 de cir los signos que emite el texto del mundo. dos niveles del concepto narratividad: en La lectura, entonces, aparece a los ojos del un primer nivel, lo narrativo concierne a lector como una mediación que permite las estructuras que están definidas por la comprender el mundo, su mundo. Pero, al serie de transformaciones de un estado mismo tiempo, el texto hace posible una de cosas a otro y, en un segundo nivel, las segunda mediación: la presencia de la estructuras estrictamente discursivas que subjetividad. En definitiva, entiendo la for- competen a las instancias de enunciación. mación como la configuración de una En el primero de los sentidos, lo narrativo identidad personal al modo de la elabo- es constitutivo de todas las formas figu- ración de un argumento –de una trama– rativas del discurso y, en el segundo, de su en una narración. manifestación en el relato oral o escrito. A este modo narrativo de enfocar la En la trayectoria argumentativa de este configuración de sí mismo lo denomino apartado haré hincapié en esta última la textualidad de la formación y está en acepción de lo narrativo, pues mi interés deuda con la triple mimesis (prefiguración, es explicar cómo el proyecto formativo se configuración y refiguración) referida por comporta como una trama narrativa.

8 A. J. Greimás, J. Courtes, Semiótica 1. Diccionario 9 Paul Ricœur, Del texto a la acción. Ensayos de her- razonado de la teoría del lenguaje, p. 162. menéutica II, p. 28. 194 El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

Ricœur.10 Ésta se lleva a cabo a través del ducta humana en la cultura de referencia. mythes que permite construir el entra- Esto factores inciden en el diálogo cultu- mado del texto. Valoro el empleo del tér- ral como proceso formativo, consideran- mino entramado por su conexión con el do sus componentes externos, donde la significado etimológico de textus, pala- resignificación dinámica del tiempo y el bra latina que equivale a tejido, entrela­ espacio es indispensable para contextua- zado o contextura, y que será el sentido lizar los esfuerzos introspectivos del su- que utilice para explicar las fases de la jeto, además de que tiene un marcado textualidad de la formación. carácter simbólico. El con-texto radica en el despliegue de actividades que propi- 1. Pre-texto cian el análisis de las condiciones socio- culturales en las que se lleva a cabo la Denomino a la primera fase del proceso experiencia, con el objetivo de ampliar y formativo pre-texto ya que constituye las enriquecer el horizonte de comprensión. condiciones estructurales y temporales que prefiguran las capacidades para la 3. Texto comprensión de sí. Estas condiciones, que son análogas a la mimesis I de Ri- La tercera fase es análoga a la mimesis II, cœur, corresponden a los factores de la la cual consiste en una configuración di- interioridad del sujeto que se ponen en námica de la trama a través de la integra- juego al comienzo de su formación. En ción de factores estructurales, temporales esta primera fase se destaca la dimensión y simbólicos. En esta fase se lleva a cabo creativa y oscilante entre interioridad y ex- la configuración del relato autobiográfi- terioridad en la autocomprensión y refle- co a través de la integración de los facto- xión que generan condiciones para el res dinámicos de las etapas previas. La análisis del trayecto existencial del sujeto denomino texto por ser una creación na- y la construcción imaginativa de su pro- rrativa del sujeto que condensa su trayec- yecto formativo. El pre-texto consiste en to y proyecto de vida en una trama com- el análisis de las experiencias para iden- prensiva que da dirección e impulsa su tificar los hechos significativos que van esfuerzo formativo y que lo orienta a mo- constituyendo la historia personal. do de señas de identificación en una ruta por recorrer. 2. Con-texto 4. Inter-texto El con-texto completa la mimesis I, pues ofrece las aptitudes para comprender las El inter-texto señala la recomposición del mediaciones simbólicas de la acción; esta proyecto formativo del sujeto al llevarlo segunda fase, por lo tanto, ofrece las re- a la acción. Es semejante a la mimesis III glas de significación según las cuales se en cuanto que la trama constituida en el puede comprender e interpretar la con- proyecto se reconfigura al ponerse en contacto con el mundo cultural y en la interacción con otros sujetos. La última 10 Paul Ricœur, Tiempo y narración I. Configuración del tiempo en el relato histórico, p. 129. fase del proceso pone en relación la for- 195 Fuentes Humanísticas 53 > Educación y comunicación > Juan Carlos Ramírez Robledo

mación con la identidad narrativa del su- últimas fases del proceso (texto e inter- jeto, por ser una puesta en acción de las texto). El uso del término tiene una doble señas de identificación. motivación: por un lado, deseo enfatizar su sentido de dispositivo que funciona co- mo andamiaje y sostiene los esfuerzos III. Mecanismos narrativos formativos del sujeto; por otro lado, me del proceso formativo permite subrayar que el proyecto for- mativo está constituido por ideas o pro- Con las fases del proceso narrativo se pue- posiciones sobre el sujeto que sirven de de indicar la ruta de transformación de la afirmación de su proceso y lo impulsan. experiencia que, oscilando entre la inte- En lo sucesivo, me referiré a la pró-tesis rioridad y la exterioridad y orientadas con al describir los modos que caracterizan al la reflexión y el análisis del contexto cul- relato autobiográfico formativo. tural, configuran un proyecto de transfor- En la pró-tesis se puede emplear mación personal y de enriquecimiento de cualquiera de los modos de organización la experiencia. Ese proyecto se gesta co- de la dimensión espacial propios de la tra- mo un relato autobiográfico y, en la ma- ma narrativa; no obstante, destaca la ico- nera en que se elabore, está la clave para nización como una función referencial comprender su potencial formativo. A con- típica del relato formativo: a las figuras tinuación describiré las principales carac- espaciales ya constituidas por la cultura terísticas de este tipo de relato. de referencia, el sujeto en formación las dota de atributos provenientes de sus 1. Formas del relato autobiográfico propias vivencias, o bien, los resignifica simbólicamente; pero, en todo caso, cons- La historia o contenido narrativo se con- tituyen elementos que enriquecen su forma por una serie de acontecimientos constitución semántica. Por ser –en princi- inscritos en un universo espacio-temporal pio– un texto realista es una representa- dado. La teoría narrativa denomina diegé- ción de las coordenadas espacio-tem- tico a este mundo particular de lugares, porales que proviene de la perspectiva objetos y actores que entran en relaciones del actor-narrador; es decir, el sujeto en que sólo son posibles en ese mundo. Es formación es al mismo tiempo, personaje conveniente iniciar este análisis distin- actoral del relato y fuente de observación guiendo la historia o diégesis con su enun- en la descripción del espacio. ciación narrativa: los momentos pre-texto En cuanto a la dimensión temporal, lo y con-texto permiten la configuración del esperable es que la pró-tesis presente un universo diegético, pero será hasta la fase orden de las secuencias narrativas lleno del proceso que denomino texto, cuando de anacronías11 porque el relato condensa el sujeto construya un relato oral o es- una disposición compleja de los sucesos, crito de su esfuerzo formativo. Voy a de- al provenir de un intenso proceso reflexivo nominar pró-tesis –que se deriva el tér- mino latino: pro, por, en favor de; y thĕsis, tema o proposición– al relato del proyec- 11 Se denomina anacronías a las rupturas causadas entre el orden de los sucesos en el tiempo diegético to formativo del sujeto que surge en las y su orden en el tiempo del discurso. 196 El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

en el que se propicia encontrar relaciones de la narración singulativa –relatar en un entre acontecimientos ocurridos en mo- suceso sólo una vez–, sin embargo, y de mentos diversos y de muy distinta consti- manera semejante a lo que señalé para tución. Más aun, me atrevo a señalar que las anacronías, la narración repetitiva y la entre más rupturas existan entre el orden iterativa darán cuenta del proceso creati- del tiempo diegético y el tiempo real de los vo de organización del tiempo diegético sucesos, y esto se manifieste en el tiempo en las fases pre-texto y con-texto: narrar del discurso, más elocuentes son los fru- un acontecimiento más de una ocasión o tos de la tarea reflexiva y de autocom- condensar en una sola exposición varios prensión en las etapas previas. No se pri- sucesos análogos, constituyen evidencias vilegia la analepsis12 sobre la prolepsis13 de la configuración de la trama narrativa. porque la discontinuidad en el orden de Es de esperar que los personajes de los sucesos puede ser tanto para ligar cier- la pró-tesis sean de tipo realista, porque tos acontecimientos con hechos ocurridos proceden de la historia del sujeto, aunque previamente, como para anunciar una re- desempeñarán una función secundaria, lación entre un hecho y su correlato en pues el actor-narrador se erige siempre el futuro. como centro del relato; importa la inte- En cambio, se destacan el resumen14 racción entre los personajes en la media- y la elipsis15 como movimientos que esta- da que da cuenta del proceso de transfor- blecen el ritmo del relato; esto debido mación del actor-narrador. También es a que el tiempo diegético del proceso factible que se haga un mayor uso de per- formativo tiene una duración muy amplia sonajes no referenciales y, en ese caso, que hace indispensable sintetizarlo y, co- los atributos con los que sean envestidos mo consecuencia de ello, existen muchos permitirán reconocer el valor simbólico sucesos que al no considerarse relevan- que les atribuye el narrador. En la circuns- tes, no formarán parte de la enunciación tancia de que en el relato existan persona- narrativa. Podría parecer que la prepon- jes referenciales que sean caracterizados derancia del resumen privilegiaría el uso mediante convenciones sociales, habi- tualmente se referirán a miembros de su familia –padre, madre y hermanos–, del 12 Con la analepsis se interrumpe el curso del relato para referir acontecimientos que en el tiempo entorno socioafectivo –amigos, amigas diegético ocurrieron antes y, por ello, tiene una y pareja–, o de instituciones escolares función de recuerdo. –maestros, maestras y compañeros–. En 13 La prolepsis interrumpe el relato para anunciar un acontecimiento posterior al punto en el que se términos generales, se privilegia la na- inserta en el texto, por lo cual tiene una función rración de los sucesos en vez del discurso de anuncio. de los personajes, a menos de que sea de 14 El resumen es un movimiento narrativo donde se observa el ritmo de aceleración más pronuncia- gran relevancia en el universo diegético do: los sucesos tienen una duración mayor en el del sujeto hacer remembranza de algu- tiempo diegético que en el espacio que les dedica nas de sus palabras. Si ése fuera el caso, el discurso narrativo. 15 La elipsis da una impresión de máxima acelera- la evocación se puede presentar, indis- ción porque una duración diegética específica no tiene lugar alguno en el discurso narrativo, al no hacer referencia de ese tiempo ni siquiera en for- ma resumida. 197 Fuentes Humanísticas 53 > Educación y comunicación > Juan Carlos Ramírez Robledo

tintamente, bajo la modalidad de discur- ceso. En este sentido, no es equivalente al so figural directo16 o figural traspuesto.17 proceso formativo, sino que es una me- La perspectiva narrativa de la pró- diación formativa que lo impulsa a través tesis siempre se basa en una focalización de su configuración metafórica. interna: el relato coincide con la mente del De este modo, el relato autobiográfico actor-narrador, cuya información narra- hace posible que la persona se considere tiva depende de sus límites de conoci- un sujeto en formación. El relato subraya mientos y percepción, y de su ubicación que se encuentra en un trayecto y apun- espacio-temporal. Es un relato en primera tando hacia un proyecto; que es un sujeto persona con un narrador autodiegético en transición, entre lo que ha sido y está porque, sin ser monólogo interior, siem- dejando de ser, y lo que es y anhela ser, pre se refiere a la trayectoria de vida del lanzado hacia el futuro. El sujeto en for- sujeto en formación. Sin embargo, no es mación es una persona anhelante pero, en sentido estricto una narración retros- también, un sujeto con historia y en la pectiva; aunque el relato se centre en la historia. En su trayecto personal –incom- descripción y análisis de hechos del pa- prensible sin la historia colectiva­– se vis- sado­, esos hechos han sido selecciona- lumbra lo que se proyecta, lo que se desea dos para figurar en la trama del relato en para sí. El trayecto no sólo explica su pre- cuanto que tiene un alto valor para sig- sente, sino configura líneas de significa- nificar el proyecto formativo del sujeto. do y dirección que cruzan el momento De tal suerte que, en la pró-tesis tendrá actual y siguen un curso hacia lo que aún igual importancia la narración prospec- no es, pero ya se encuentra expectante, tiva, aunque aparezca en el relato con anhelante de aquel que va a ser y que se menor frecuencia que la retrospectiva. otea desde la atalaya del presente. El trayecto otorga sentido y el proyecto es 5. La pró-tesis como texto autobiográfico usufructuario de esa pieza clave del pro- ceso de la formación. Como he señalado, la tercera fase del pro- En el relato autobiográfico de carác- ceso de formación consiste en la configu- ter formativo, la dinámica temporal no ración de una trama narrativa a través de se experimenta como una sucesión de la integración de factores estructurales, eventos cuyos marcadores de su vertigi- temporales y simbólicos de las etapas noso transitar se encuentren solamente previas. La pró-tesis es el dispositivo que en la realidad social –en aquello que lla- logra esa trama comprensiva de la histo- mamos la historia humana–. El tiempo, ria de vida del sujeto y de sus aspiraciones en el sujeto en formación, se experimenta formativas, además de ser un relato que internamente: uno mismo es la evidencia da dirección a su proyecto y permite sos- de su devenir. El cambio personal –signi- tener el esfuerzo del sujeto durante el pro- ficado como crecimiento– son las data- ciones de la cronología personal: se mar- can periodos, ciclos, eras, en una línea del 16 Es el discurso donde el personaje pronuncia sus tiempo íntima. Se construye una trama propias palabras, sin intermediación alguna. comprensible del devenir vital a modo de 17 En el discurso figural traspuesto convergen dos discursos: el del narrador y el del personaje. 198 El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

una cartografía personal que permita la cambio y crecimiento que le ofrece el navegación por la vida. proceso formativo. Sin ese anhelo no Esta reconstrucción comprensible hay formación y el relato autobiográfico de la propia trayectoria es posible porque condensa esa proyección de sí. en el relato autobiográfico la vida no es Por ello hay que agregar que, para con- la simple progresión de sucesos o hechos figurar el proyecto personal, se requiere que ocurren, sino que la vida personal se también de la imaginación. Ya se esbozaba configura a través de acontecimientos que su presencia cuando he afirmado que el marcan un antes y un después. Los acon- proyecto es la construcción de una ima- tecimientos permiten denominar las pro- gen deseable de sí que se lanza como pias etapas, pues están al servicio de ese representación hacia el futuro. Debe el mapa personal que se despliega para com- sujeto, en este sentido, imaginarse y prender el tránsito, el cambio y el creci- trascender el presente creando alterna- miento. Como indican Jirku y Pozo, tivas de lo que aún no es, pero se desea. La imaginación para el proyecto for- [...]la escritura ya no es el cuento retros- mativo es una utopía en su sentido más pectivo y ordenado de un yo, sino que el literal: no está en un lugar –por lo menos acto de escribir es un acto de organización y no en el momento presente–, porque está de aclaración de la vida humana mediante proyectado hacia el futuro. No es irreal o estrategias narrativas lo que la convier- falsa la imagen de sí, sólo que no está aún te en un acto literario.18 aquí. La imaginación permite idear otras formas de ser, de actuar y de moverse en Esto ocurre porque, para el sujeto en el mundo. formación, la experiencia se narra y no sólo La pró-tesis como condensación na- se vive. Narrar es el proceso por medio del rrativa del trayecto-proyecto del sujeto es cual la experiencia se configura como acon- una totalidad significante que hace inteli- tecimiento, dotando de sentido lo que se gible la historia personal y el proceso iden- vive y alimentando la trama que va expli- titario que se encuentra en proceso ten- cando el propio devenir. Pero no sólo el diendo al futuro. Es, de manera análoga a sujeto está arrojado al mundo en un pre- lo señalado por Ricœur para la tradición sente colectivo y en un mundo con histo- narrativa, un proceso dialéctico entre se- ria –en un mundo que le ha sido narrado–, dimentación e innovación. El sujeto que sino que está lanzado al futuro. La persona reflexiona sobre su vida, está dejando de requiere verse en el devenir cotidiano del ser lo que era porque se encuentra ya en presente como carente, necesitada y, al dirección hacia una transformación pro- mismo tiempo, deseosa de una imagen yectada. En función a estas ideas es que de sí proyectada al futuro, que sea lo afirmo que se comporta como una trama suficientemente atractiva o sugerente- narrativa: la experiencia existencial se re- mente atenta de sus carencias y necesida- configura en las coordenadas del trayec- des, para arrojarse hacia la promesa de to-proyecto asumiendo las formas pro- pias del relato autobiográfico. Sólo me hace falta incorporar un úl- 18 Jirku y Pozo, “Escrituras del yo: entre la autobio- grafía y la ficción”, p. 15. timo elemento a la descripción de la pró- 199 Fuentes Humanísticas 53 > Educación y comunicación > Juan Carlos Ramírez Robledo

tesis: la enunciación formativa del trayec- formativo que, no obstante, requiere to-proyecto formativo es un relato incon- profundizar en sus sentidos y alcances. cluso que lanza al sujeto hacia la acción La relación entre formación y auto- propiamente formativa. La historia que biografía ha estado generalmente asocia- relata sólo es el señalamiento del itine- da a la concepción del proceso formativo rario del viaje hasta el momento, no su como conocimiento sobre sí que se fun- conclusión; es, más bien, el anuncio de las damenta en tres supuestos: que para el próximos puertos señalados para la tra- individuo es transparente su experiencia, vesía. Por ello, también, será preciso re- que aquellas vivencias que se recuperan configurar la pró-tesis a medida que se retrospectivamente constituyen las notas vaya avanzando en su puesta en acción. claves de su identidad y que, aunque problemática, es posible conciliar la inte- rioridad con el mundo a partir de la acción IV. A modo de conclusión intencionada del sujeto. Sin embargo, en el contexto de una sociedad contempo- En este trabajo he querido realizar una ránea que ya no puede ser definida como reflexión en el ámbito de la filosofía edu- un conjunto centralizado, funcional y ho- cativa presentando una caracterización de mogéneo, hay que poner en cuestión es- la formación que tiene presente dos ca- tos supuestos y transitar hacia otras ma- rencias señaladas en las prácticas edu- neras de concebir las prácticas narrativas cativas vigentes: su opacidad conceptual autobiográficas. También se perfila una lí- y pobreza metodológica. El diálogo en- nea de investigación que permite ampliar tre perspectivas disciplinares me permitió la perspectiva de análisis de los relatos au- identificar en la dualidad interno-externo tobiográficos más allá de los relatos ho- el factor clave para situar los acentos que modiegéticos –aquellos en que coincide las perspectivas hacen del concepto pero, el autor, el personaje y el narrador–, para sobre todo, me facultó para señalar que considerar los relatos de narrador colec- en mi caracterización no hay una dicoto- tivo como renovadas formas de construc- mía entre estos componentes de la for- ción del saber de los sujetos y nuevas mación o preponderancia de uno sobre formas de configuración de la identidad otro, sino un sentido oscilante que expre- a través de las comunidades y grupos de sa tanto su repercusión mutua, como su adscripción. Es pertinente el estudio de los condición dinámica. relatos de narrador colectivo como modos En este sentido, el proceso formativo en los que se desarrollan relatos con fines no lo identifico como algo que hay que formativos que en su construcción toman dejar obrar –como un simple dejar evolu- en cuenta los imperativos socioculturales. cionar lo que el sujeto ya tiene en potencia El incremento y popularidad de las dentro sí–, sino como una tarea por em- investigaciones sobre historias de vida, prender. Por esta razón describí las fases biografías y autobiografías están relacio- de la formación como mecanismos que nados con la reivindicación de la autorrea- requieren la intervención del sujeto y, lización que se proyecta en los procesos específicamente, propuse la textualidad formativos. Foucault analizó las diver- como una mediación con un alto potencial sas tecnologías por las que el individuo se 200 El relato autobiográfico como acompañante del proceso formativo

objetiva como sujeto, entre ellas las for- Genette, Gérard. “El discurso del relato”. mas modernas de narrar la verdad sobre Figuras III. Barcelona, Lumen, 1989. sí mismo a modo de una confesión. El in- . Nuevo discurso del relato. Ma- cremento de las múltiples estrategias drid, Cátedra, 1998. ahora secularizadas –como el psicoanáli- Gramigna, Anita. “La estética de lo lúdico. sis, los diarios y las autobiografías– serían Enlaces entre la hermenéutica y la ejemplos de nuevas formas de gobierno formación”. Luis Eduardo Primero de los individuos. El dilema planteado es (coord.). Hermeneutizar la educación. si el auge de relatos autobiográficos co- México, Universidad Pedagógica Na- mo saber de sí mismo, posibilita otras cional, 2007. formas de existencia y autonomía o son Greimás, A. J., J. Courtes. Semiótica 1. estrategias más sofisticadas de regulación Diccionario razonado de la teoría del social mediante la individualización. Par- lenguaje. Madrid, Gredos, 1982. tiendo de este análisis se abre la posibi- Nehamas, Alexander. El arte de vivir. Re- lidad de otra línea de investigación para flexiones socráticas de Platón a Fou- poner de manifiesto cómo los relatos au- cault. Valencia, Pre-textos, 2005. tobiográficos asociados a la formación de Pimentel, Luz Aurora. El relato en pers- los sujetos se inscriben dentro de las nue- pectiva. Estudio de teoría narrativa. vos mecanismos del liberalismo avanzado, México, Siglo XXI/Universidad Na- cuya esencia consiste en apelar a la indi- cional Autónoma de México, 2008. vidualidad, a la subjetividad y a renovados Ricœur, Paul. Tiempo y narración I. Confi- modos de autorregulación. guración del tiempo en el relato his- tórico. México, Siglo XXI, 2000. . Del texto a la acción. Ensayos Bibliografía de hermenéutica II. México, Fondo de Cultura Económica, 2002. Bárcena, Fernando, Joan-Carles Mèlich. La Schütz, Alfred, Thomas Luckmann. Las educación como acontecimiento ético. estructuras del mundo de la vida. Natalidad, narración y hospitalidad. Buenos Aires, Amorrortu, 1977. Barcelona, Paidós, 2000. Schütz, Alfred. La construcción significati- Bauman, Zygmunt. La cultura como praxis. va del mundo social. Barcelona, Pai- Barcelona, Paidós, 2002. dós, 1993. Ducoing, P. y B. Fortoul (coords.). Procesos . El problema de la realidad so- de formación, 202-2011. México, cial. Escritos I. Buenos Aires, Amo- Asociación Nacional de Universida- rrortu, 2008. des e Instituciones de Educación Su- perior /Consejo Mexicano de Inves- tigación Educativa, vol. 1. (Colección Estados del Conocimiento) Foucault, Michael. Tecnología del yo. Y otros textos afines. Barcelona, Paidós / I.C.E., 1990. 201 Fuentes Humanísticas 53 > Educación y comunicación > Juan Carlos Ramírez Robledo

Hemerografía Jirku, B., y B. Pozo Sánchez. “Escrituras del yo: entre la autobiografía y la fic- Delory-Momberger, Christine. “Experien- ción”. Quaderns de Filologia-Estudis cia y formación. Biografización, bio- Literaris, 16, 9-21, 2014. graficidad y heterobiografía”. Revista Loureiro, Ángel G. “Problemas teóricos Mexicana de Investigación Educativa, de la autobiografía. La autobiografía 19 (62), julio-septiembre, 2014 y sus problemas teóricos. Estudios e . investigación documental”. Anthro- pos, 29, diciembre, 1991.

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Gerardo Bustamante Bermúdez*

Devenir de la obra de Severino Salazar

El número 44 de Tema y Variaciones de Literatura, prestigiada revista Tema y Variaciones de Literatura 44, temática del Departamento de Humanidades, de la División de Cien- Antonio Marquet cias Sociales y Humanidades, de la Universidad Autónoma Metro- Montiel y Edilberta politana, Azcapotzalco, dedica un merecido homenaje a la obra del Manzano Jerónino (coords.), uam- escritor zacatecano Severino Salazar Muro (1947-2005). No hay ma- Azcapotzalco, yor homenaje para un escritor fallecido que la reedición de su obra, División de los estudios realizados alrededor de ella y, sobre todo, el diálogo Ciencias Sociales y Humanidades- entre académicos, lectores y admiradores. En términos generales és- Departamento te es el propósito del número reciente de la precitada revista, que de Humanidades, en esta ocasión estuvo coordinada por Antonio Marquet y Edilberta semestre I de 2015, Manzano. A ellos hay que reconocerles el excelente trabajo pues, al 215 pp. igual que críticos como Alberto Paredes o Vicente Francisco Torres, quienes han hecho lo propio desde la edición y la crítica literaria, la obra de Salazar goza de difusión y crítica especializada que ahora, con este volumen, se amplía. La obra de Severino Salazar con frecuencia ha sido injustamen- te clasificada dentro del “regionalismo”. Su obra se inspira en tópicos locales, pero va mucho más allá, pues lo mismo dialoga con temas bíblicos o mitológicos; encuentra y da lo mejor de sí a través del manejo de voces narrativas y oralidades que el zacatecano maneja con originalidad a lo largo de su prolífica obra. En este sentido, el número de Tema y Variaciones de Literatura ofrece una gama de es- tudios novedosos que lo mismo abordan los tópicos del regionalismo que aquellos que la crítica literaria no había considero con profun- didad. Con este tomo, se revela una faceta más amplia de estudios que, sin duda, abrirán posibilidades ulteriores de investigación.

* Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 53 > II Semestre 2016 > pp. 203-206 Fecha de recepción 27/10/15 > Fecha de aceptación 04/02/2016 [email protected] 204 Fuentes Humanísticas 53 > Mirada crítica > Gerardo Bustamante Bermúdez

El número 44 de esta revista contiene ocho ensayos críticos sobre la obra del zacatecano y un texto-carta-retrato literario sobre Salazar, incluidos en la sección “Tema”, más tres artículos sobre otras temáticas, pertenecientes a la sección “Variaciones”. A diez años de la desaparición física de Severino Salazar, ocurri- da el 7 de agosto de 2005, los ensayos en torno a su obra remozan las lecturas hechas hasta el momento. Hay al menos tres artículos: los de Alberto Paredes, Vicente Francisco Torres y Antonio Marquet que, además de la lectura puntual y erudita, logran un acercamiento biográfico y testimonial debido a la cercanía y amistad que tuvie- ron con nuestro homenajeado. Doble mérito el de estos escritores porque sus textos y anécdotas hacen que los lectores podamos leer la dimensión humana de un escritor; nos hablan sobre sus viajes, proyectos de escritura, visiones sobre la literatura, así como del proceso de creación y publicación. El volumen muestra diferentes ópticas sobre el Premio Juan Rulfo, en su emisión de 1984. La obra de Salazar merece relecturas que se acompañen de la teoría literaria y cultural que permita estudiar la poética del creador de Tepeton- go y es lo que aquí se ofrece. En el presente volumen aparecen textos de profundas lecturas de Salazar: algunos se ocupan del estilo literario, los temas, la cultura popular, la vida de provincia, la intertextualidad con obras de la mitología, de la literatura mexicana del siglo xx o autores europeos y norteamericanos. En este sentido, este número de la revista am- plía los espectros de lectura, más allá de la clasificación que con frecuencia se le ha dado al autor de Donde deben estar las cate- drales; a saber: literatura de la provincia mexicana, literatura neo- colonial o literatura regionalista. La obra de Salazar es esto, pero también trasciende esos límites, y en el mencionado volumen se proponen lecturas que abarcan con seriedad toda su obra. El artículo de Alberto Paredes, el editor y acucioso especialista del zacatecano, hace una revisión respecto del lugar que ocupa la obra de Severino Salazar dentro de las etiquetas de la literatura moderna de la provincia mexicana, literatura post-revolucionaria, neoregionalista, su participación dentro de la llamada literata gay, así como el extraordinaro manejo de las fuentes bíblicas y hebrai- cas en distintas obras. El crítico hace una tipología de los textos del escritor analizado para, a partir de ello, ampliar la mirada sobre la obra de Salazar. Para ello, parte de la pregunta fundamental: “¿Ante qué obra estamos?” Un texto de gran importancia es “Severino Salazar y el habla coloquial de sus relatos”, escrito por Ezequiel Maldonado y Concep- ción Álvarez Casas, sobre todo porque los autores retoman los estu- 205 Fuentes Humanísticas 53 > Mirada crítica > Gerardo Bustamante Bermúdez

dios del latinoamericanista Ángel Rama y de Carlos Pacheco para poder hablar y aplicar los conceptos de oralidad, tradición, neorre- gionalismo, literatura dialógica, oralitertura y literatura monológi- ca, que aplican a diferentes tipos de personajes que aparecen en la obra de Salazar y que son importantes no sólo por su función diegética, sino por la forma de hablar y construir discursos inclu- so poéticos. Por otra parte, Tomás Bernal Alanís no escatima comparacio- nes para el estudio de Donde deben estar las catedrales, novela “del lenguaje de los lugares y de las cosas de ese universo llamado Tepetongo” (p. 55). Dice Bernal que así como García Márquez creó su Macondo, Juan Rulfo su Comala, Salazar da vida al pueblo zaca- tecano de Tepetongo, al darle una dimensión universal “por medio de la palabra exquisita y mágica que pueblan las páginas de esta novela fundacional del universo salazariano” (p. 53). A lo largo del texto, el crítico sostiene que con esta novela el autor “logró que el centralismo literario pusiera más atención a lo que pasaba en la provincia mexicana y sus escritores”, pues finalmente, Salazar en su propio estilo y registros, dialoga también con la obra de Mauricio Magdaleno, Agustín Yáñez, José Rubén Romero y el propio Rulfo. Como parte de la crítica textual y genética, Edilberta Manzano hace un interesante artículo titulado “Severino inacabado o el re- comienzo eterno”, en el que estudia, apoyándose en textos de Maurice Blanchot, los cambios que han tenido algunos títulos del autor. La lectura de este artículo es, sin duda, una referencia sobre el tema de la escritura, la revisión, los agregados o modificaciones que en su momento hicieron los editores o el propio escritor. Pien- so que este texto servirá como guía a los nuevos lectores y estu- diosos de la obra de Salazar con el fin de hacer una clasificación que permita estudiar al autor desde la crítica genérica. Bajo la misma línea, Marcela Quintero en su artículo “La poé- tica del juego cósmico en ¡Pájaro, vuelve a tu jaula!, de Severino Salazar”, estudia el tema de la tragedia clásica, los elementos de religión y símbolos presentes en una obra poco estudiada por la crítica. Este artículo será fuente de consulta obligada para ulteriores estudiosos del escritor que nos ocupa. El artículo de Antonio Marquet abre nuevas líneas de lectura sobre Donde deben estar las catedrales y sostiene que en la obra el autor “aboga por una iglesia de los márgenes en cuyas vidas se en- cuentra la santidad”. Se trata de un texto académico que hace un sentido homenaje al autor zacatecano. Marquet se ocupa del análi- sis contextual y del discurso como elementos sintomáticos de la represión heteronormativa en la relación Baldomero Berúmen y 206 Fuentes Humanísticas 53 > Mirada crítica > Gerardo Bustamante Bermúdez

Crescencio Montes, pues escribe el ensayista “como la homose- xualidad no se dice, se procede a recurrir a la sordidez y a la monstruo- sidad como expedientes para expresar el horror contra una sexuali- dad que ni siquiera se menciona” (p. 127). Por lo anterior, este tipo de estudios abona ampliamente a ampliar el panorama sobre las investi- gaciones realizadas sobre la obra de Salazar, considerado con fre- cuencia en los manuales literarios sólo como un escritor regionalista. La sección “Tema” de la revista cierra con una especie de carta- recado o testimonio de Uriel Martínez, quien da cuenta de la vida, pasiones y trayectoria del homenajeado. Un texto poético que con acierto quedó incluido en el número de la revista. Finalmente, los tres artículos que cierran el volumen se en- cargan de la revisión de las narrativas breves del siglo xix como formas que darán impulso al cuento; tal es el caso del texto escrito por Alfredo Pavón, gran estudioso e historiador del cuento mexi- cano. El artículo de Fernando Martínez Ramírez se ocupa de la narrativa de Francisco Tario, un autor recientemente revisitado por la crítica. Martínez apuesta por “otro punto de vista” y clasificación de lo que tradicionalmente se ha denominado como “fantástico”, en el caso de Tario. Por su parte Helder Ariel Díaz estudia la novela Brenda Berenice o el diario de una loca, del sonorense Luis Montaño. Con herramientas de la sociología de la literatura y el psicoanálisis, aquí se lee un interesante y completo análisis sobre el concepto de la marginalidad, tanto literaria como diegética. El autor no sólo hace una revisión sucinta sobre la llamada “novela de temática homosexual”, sino que ubica y estudia la obra de Montaño en la di- mensión que ocupa dentro de las letras marginales del siglo xx. Si el mejor homenaje para un escritor ausente es que su obra sea leída, difundida, reeditada y estudiada, este número de Tema y Variaciones de Literatura hace justicia a una voz literaria destacable que va más allá de lo regional. La obra de Severino Salazar Muro, a partir de estas reflexiones críticas, sin duda seguirá siendo referen- cia para nuevas generaciones de lectores que continúen nutriendo los estudios en torno al autor. 207

Colaboradores

Norma Durán R. A. Doctorado y maestría en Historia por la Universidad Iberoamerica- na. Libros publicados: Retórica de la santidad. Renuncia, culpa y sub- jetividad en un caso novohispano (2008), Formas de hacer historia. Historiografía grecolatina y medieval (2001), Historiografía general. Antologías Universitarias (1996). Traductora de los libros de François Hartog: Regímenes de Historicidad. Presentismo y experiencias del tiempo (2006). Evidencia de la Historia (2011). De los antiguos a los modernos, de los modernos a los salvajes. Para una historia cultural de Europa (2015). Artículos varios en revistas especializadas. [email protected]

José Carlos Vizuete Mendoza Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid, 1978. Doctor en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid, 1984. Profesor Titular de Historia Moderna en la Universi- dad de Castilla-La Mancha. Especializado en Historia de la Iglesia, se ha centrado en el estudio de las Órdenes Religiosas; en las corrien- tes espirituales y en la religiosidad popular (devociones, fiestas y cofradías); en la historia de la archidiócesis de Toledo y sus obispos; y en la historia de la Universidad de Toledo. Publicaciones, en Espa- ña, Italia y México: 12 libros (8 como autor, 4 como coordinador); 21 artículos en revistas especializadas; 56 capítulos de libros y obras colectivas; ponencias y comunicaciones presentadas en congresos nacionales e internacionales. [email protected]

María Cristina Montoya Rivero Licenciada en Historia y maestría en Historia del Arte por la Uni- versidad Nacional Autónoma de México. Profesora de tiempo com- pleto de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán; en donde im- 208 Fuentes Humanísticas 53 > Colaboradores

parte cursos de teoría e historia del arte y un seminario de arte colonial mexicano. Entre sus publicaciones se cuentan: La Iglesia de la Santísima Trinidad (1984), y los artículos: “Juan Caballero y Ocio, patrono y benefactor de obras religiosas” (2010) y “La arqui- tectura barroca novohispana” en la revista Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas (2014). [email protected]

Valeria Cortés Hernández Profesora desde hace 10 años en la Facultad de Estudios Superio- res Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es doc-toranda en el posgrado de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras, maestra en Historiografía de México, egresada de la Uni-ver- sidad Autónoma Metropolitana, es miembro del Seminario In-terdis- ciplinario de Estudios Comparados entre México y España (Univer- sidad Nacional Autónoma de México y Universidad de Can-tabria) desde 2010. Ha colaborado en libros colectivos y revistas especiali- zadas, así como en seminarios y coloquios. [email protected]

Nora Pérez-Rayón Elizundia Licenciatura en Relaciones Internacionales por El Colegio de Méxi- co. Maestría y Doctorado en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor-Investigador en el Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana de 1976 a la fecha. Entre sus publicaciones se cuentan los libros: Entre la tradi- ción señorial y la modernidad. La familia Escandón y Barrón y Escan- dón Arango (1890-1910) (1995), México 1900. Percepciones y valores en la gran prensa capitalina (2005) e Iglesia, Estado y An-ticlericalismo. La primera visita de Juan Pablo II a México, 1979, en la prensa nacional (2013). Ha publicado también capítulos de libros y artículos en revis- tas especializadas entre otras Sociológica, El Cotidiano, Fuentes Hu- manísticas, Revista de Estudios de Historia Moderna y Contemporánea [email protected]

Danae Torres de la Rosa Doctora y maestra en Literatura Hispánica por El Colegio de Mé-xi- co, con la Licenciatura en Letras Hispánicas por la Universidad Autó- noma Metropolitana Iztapalapa. Profesora de tiempo completo en el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Sus líneas de investiga- 209 Fuentes Humanísticas 53 > Colaboradores

ción son la literatura de la Revolución mexicana, literatura mexicana del siglo xx y xxi, y teoría literaria, especialmente en Hispanoaméri- ca. Ha publicado en diversas revistas arbitradas y libros especializa- dos. [email protected]

Sergio Ángel Vásquez Galicia Licenciado, maestro y doctor en historia por la Universidad Nacio- nal Autónoma de México. Especialista en historiografía de tradición indígena y cultura náhuatl. Actualmente es profesor de asignatu-ra del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Uni- versidad Nacional Autónoma de México y realiza una estancia pos- doctoral en el Posgrado en Historiografía de la Universidad Autóno- ma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. [email protected]

Ana Sofía Rodríguez Everaert Licenciada en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde 2012 es miembro de la redacción de la revista Nexos en donde actualmente edita la sección cultural en línea de la mis- ma. Sus publicaciones hasta la fecha tienen como eje la historia intelectual, la historia de las ideas y los usos públicos de la histo- ria. Su más reciente artículo individual es: “La ideología en vela”, Nexos, diciembre 2014. Junto con Luciano Concheiro, es autora del blog de historia intelectual “La rotativa” (2013 portal de Nexos) y del libro El intelectual mexicano: una especie en extinción (2015). [email protected]

Mónica Morales Doctorado en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Maestría en teoría psicoanalítica y estudios de especializa- ción sobre “Los efectos terapéuticos en los lugares de acogida de noche sobre cierto tipo de niños y adolescentes perturbados” en la Ecole Experimentale de Bonneuil Sur/ Marne. París, Francia. Pro- fesora en la licenciatura de Pedagogía de la Facultad de Estudios Su- periores Aragón y en la Maestría en Docencia para la Educación Me- dia Superior Universidad Nacional Autónoma de México. Meda-lla Sor Juana Inés de la Cruz (8 de marzo de 2013). [email protected] 210 Fuentes Humanísticas 53 > Colaboradores

Juan Carlos Ramírez Robledo Licenciado en Pedagogía, maestría en Filosofía y Crítica de la Cul- tura por la Universidad Intercontinental. Doctorando en Investiga- ción Educativa por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de Méxi-co. Sus proyectos de investigación se desarrollan en torno a la fi-losofía y hermenéutica educativas, en los cuales analiza los víncu- los entre la formación y la cultura, de manera particular, las filosofías del arte de vivir y la narrativa. [email protected] 211

Quienes somos

La revista Fuentes Humanísticas es desde 1990 un espacio editorial del Departamento de Humanidades de la Universidad Autónoma Me- tropolitana, Unidad Azcapotzalco. Su objetivo es difundir los resultados de su colectivo académico y establecer un diálogo con investigadores nacionales y del extranjero, del ámbito de las humanidades. Las temáticas y líneas de investigación que orientan su actividad son, esencialmente: historia, historiografía, literatura, lingüística, estudios culturales, educa- ción y comunicación. En el año 1993 la Universidad de Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del Libro, otorgó la Mención Honorífica Premio Arnaldo Orfila Reyna a Fuentes Humanísticas como Revista de Difusión Cultural.

Fuentes Humanísticas incluye monografías, artículos, ensayos, reseñas y crónicas breves. Mismos que son dictaminados por pares. El contenido ini- cia, generalmente con un dosier temático al que siguen diversas secciones. La revista se edita en idioma español, con una periodicidad semestral; el público al que se dirige está formado por investigadores, docentes y estudiantes de nivel superior y posgrado. Formamos parte del índice de Revistas Latindex (Sistema Regional de Información en Línea para Revis- tas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal), ebsco, Repositorio Zaloamati (Universidad Autónoma Metropolitana), Clase y Biblat (Universidad Nacional Autónoma de México).

El primer número apareció en 1990 con su nombre original: Fuentes, el cual hacía referencia a los materiales base que dan sustento a una inves- tigación; sin embargo, éste fue modificado debido a que ya existía otra publicación periódica registrada con ese nombre, por lo cual se acordó llamarla Fuentes Humanísticas, a partir del número 4, en el año 1992. Esta revista representa cinco lustros de resultados de investigación y vincula- ción entre especialistas de las humanidades; a la fecha se han publicado 50 números, de los cuales solamente tres han sido dobles (15/16, 21/22, 25/26) y contamos desde 2011 con una página electrónica. 212 Fuentes Humanísticas 53

A lo largo de su historia Fuentes Humanísticas ha tenido cambios funda- mentales, que han dado lugar a cuatro periodos claramente diferenciables:

Periodo Del número Coordinadores

Marcela Suárez Sandro Cohen 1° 1990-1994 1 al 9 Silvia Pappe Alejandra Herrera

2° 1994-2004 10 al 29 Antonio Marquet

30 al 34 José Ronzón 3° 2004-2010 35 al 41 Margarita Alegría

4° 2011 A partir del 42 Teresita Quiroz Ávila

• 1º En un principio, la revista Fuentes Humanísticas se formó como una miscelánea, sin secciones definidas, en la que predominaban artículos de tema literario. Tenía un formato carta (21x28 cm) e incluía ilustraciones.

• 2º A partir de 1994, en el número 17, la revista agrega a la miscelánea un dosier temático dedicado a Quebec. En este perio- do se incrementa también la presencia de artículos sobre historia e historiografía, cambio que se hace evidente en el número 20.

• 3º Para 2004, con el número 30 cambia su formato a medio oficio y elimina las ilustraciones. Al mismo tiempo, el dosier temático se consolida como la parte fundamental de la publicación y se sepa- ran las secciones por líneas de investigación. Para esta tercera etapa, 25% de los artículos corresponden a análisis históricos.

• 4º En 2011, la revista llegó a su número 42, en el cual hubo cam- bios tanto en el diseño de la portada como en los interiores, se ce- lebraron 20 años de trabajo ininterrumpido y arrancó la versión electrónica de la misma. 213

Reglas de funcionamiento Fuentes Humanísticas*

Objetivos La revista Fuentes Humanísticas es un espacio editorial del Departamento de Humanidades, perteneciente a la División de Ciencias Sociales y Hu- manidades, que permite el diálogo entre los investigadores nacionales y del extranjero de las distintas disciplinas que integran el campo humanís- tico. Sus objetivos son los siguientes: • Enriquecer el ámbito de las humanidades a través de la publicación de resultados de investigación, que aporten elementos a la discusión aca- démica en las diversas disciplinas humanísticas. • Estimular, en este contexto, la expresión e intercambio de ideas en- tre pares.

Características: contenido y estructura • Como vehículo de comunicación del Departamento de Humanidades, la revista Fuentes Humanísticas abre un espacio de discusión y valo- ración con base en el quehacer académico, para lo cual se apoya en la estructura y estrategias de funcionamiento de la División de Ciencias Sociales y Humanidades. • En este contexto, el dominio temático de la revista se relaciona con las disciplinas y líneas de investigación propias del trabajo académico departamental: historia, historiografía, literatura, lingüística, educa- ción, comunicación, cultura y estudios culturales. • La revista se conforma con textos especializados: monografías, artícu- los y ensayos, que son dictaminados por especialistas. Incluye tam- bién un apartado en el que se publican reseñas y crónicas breves. • La publicación se edita en español, cada seis meses. • Está dirigida a investigadores, docentes y estudiantes de instituciones de educación superior, nacionales y extranjeras, y a todos los interesa- dos en los temas que trata. • La publicación pertenece al ámbito de la educación superior y de posgrado.

* Convocatoria 2017-2018, p. 3. 214 Fuentes Humanísticas 53

Proceso de dictaminación • El material que se envíe para ser publicado en la Revista debe ser inédito y no estar concursando en otra publicación, será sometido a un predictamen editorial, mismo que llevarán a cabo los miembros del Consejo Editorial. El objetivo de esta primera parte del proceso es proponer a los autores algunas correcciones necesarias, antes de en- viar los textos a dos dictamenes externos para evaluación de pares en ciego. El material se asignará para su predictamen a aquellos miem- bros del Consejo cuya especialidad se relacione con la temática de los textos que deberán predictaminar. En caso de que las correcciones sean menores, el texto se enviará directamente a los dictaminado- res externos. (Proceso que conserva el anonimato) • Luego que los autores hayan realizado las correcciones sugeridas en el predictamen (una semana), los textos se enviarán a dictamenes externos (tres semanas). Deberán entregar una carta detallando las correcciones realizadas a sugerencia de los dictaminadores.

Criterios editoriales Generalidades • Los textos deberán ser versiones definitivas e inéditas con una exten- sión entre 12 y 25 cuartillas a doble espacio, en el caso de artículos y en- sayos; 8 a 10 en el de crónicas o comentarios, y de tres a cinco en el de reseñas (tipo Arial de 12 puntos, aproximadamente 25 renglones y 78 ca- racteres por línea, a doble espacio). • El título del trabajo se escribirá en mayúsculas y minúsculas, sin punto final, sin subrayar y no deberá ser mayor a 15 palabras. El nombre del autor y el de la institución a la que pertenezca aparecerán al final del tex- to, y se anexará nota curricular no mayor a cinco líneas (aproximada- mente 50 palabras). • Se requiere que los temas de los artículos se apeguen a las líneas de in- vestigación propias de las Áreas del Departamento de Humanidades (historia, historiografía, lingüística, literatura, cultura, estudios cultura- les, educación y comunicación). • Los trabajos de investigación incluirán tanto en español como en inglés: título, el resumen con una extensión no mayor de cinco líneas, así como al menos cuatro palabras clave. • Las citas textuales que excedan las cuatro líneas irán a renglón seguido y con margen izquierdo de cinco golpes (un tabulador) respecto del resto del cuerpo del texto. • Las colaboraciones pueden ser individuales o colectivas. • Todas las páginas que integren el texto deberán estar foliadas con nú- meros arábigos consecutivos, en la parte media inferior.

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Los originales deberán seguir, para las citas y la bibliografía, hemerografía y cibergrafía, el modelo apa.

Citación en el texto principal Para la citación de las fuentes se utilizará, dentro del texto del trabajo y a con- tinuación de la cita, el apellido del autor, la fecha de publicación y la página citada entre paréntesis, siguiendo este esquema:

Las autoras sostienen que “en un texto no todo está dicho, siempre es necesario inferir e interpretar” (Hernández y González, 2009, p. 47).

O también:

Rosaura Hernández y María Emilia González (2009, p. 47) sostienen que “en un texto no todo está dicho, siempre es necesario inferir e interpretar”.

Las citas en las que se alude a una idea pero no a su autor (indirectas), debe- rán ser señaladas de la siguiente manera:

La teoría del prototipo (Hudson, 1981) permite la clase de flexibilidad crea- tiva en la aplicación de conceptos.

Bibliografía, hemerografía y cibergrafía Las fichas deberán seguir los siguientes modelos:

Bibliografía Las referencias bibliográficas se presentarán de la siguiente manera: Apellido (s), iniciales (año). Título del libro. Lugar de la publicación: Editor. Almendros, N. (1992). Cinemanía: ensayo sobre cine. Barcelona: Seix Barral. Eco, U., (2009). Apocalípticos e integrados (2a ed.). México: Fábula en Tusquets.

• Dos autores o más autores: Hernández Monroy, R., González Díaz, M. E. (2009). Prácticas de la lectura en el ámbito universitario. México: Universidad Autónoma Metropoli- tana-Azcapotzalco. 216 Fuentes Humanísticas 53

• Capítulo en un libro: González Echevarría, R. (1984). Humanismo, retórica y las crónicas de la Conquista. En Roberto González Echevarría (comp.), Historia y ficción en la narrativa hispanoamericana. Coloquio de Yale (pp. 149-166). Ca- racas: Monte Ávila Editores.

• Tesis (de doctado o de maestría): Rey Pereira, C. (2000). Discurso histórico y discurso literario. El caso de El Car- nero (Tesis de Doctorado). Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

Ficha hemerográfica Las fichas hemerográficas de revista se presentarán de la siguiente manera: Apellido (s), iniciales (año). Título del artículo. Nombre de la revista, vol., (no.), pp. Granados Chapa, Miguel Ángel. El esfuerzo improductivo de la nación. Proceso, (286), pp. 14-15. Juliano, D. Cultura popular. Cuadernos de Antropología, (16), pp. 25-38.

• Ficha hemerográfica de periódico: Se presentarán de la siguiente manera: Apellido (s), iniciales. Fecha de pu- blicación (día, mes, año). Título del artículo. Nombre del periódico, páginas en que aparece el artículo. García Soler, L. A mitad del foro. Convocatoria y llamados a misa. La Jorna- da. (18 de enero de 2009), p. 16.

Cibergrafía (material electrónico) • Libro electrónico: Las referencias bibliográficas se presentarán de la siguiente manera: Apellido (s), iniciales (año). Título del libro. Recuperado de http:// - URL o [versión electrónica]. Lotman, I. M. (1996). La semiosfera I. Semiótica de la cultura y del texto. Recuperado de http://culturaspopulares.org/populares/documentos diplomado/I.%20Lotman%20-%20Semiosfera%20I.pdf

• Modelos de fichas para casos especiales. Cualquier aspecto no previsto en estos lineamientos será resuelto en el seno del Comité Editorial. 217 Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 53 218 Fuentes Humanísticas 53 > Debate. Actividades y publicaciones

José María Morelos. Tesis filosóficas

Héctor Cuahutémoc Hernández Silva (Estudio preliminar) El Colegio de México/Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azca- potzalco/Secretaría de Cultura/inehrm/Centro de Investigaciones y Ediciones Históricas, a.c.

En 1795 José María Morelos concluía en el Seminario Tridentino de Valladolid, Michoacán, los estudios que le daban derecho a optar por el título de Bachiller en Artes. Ese mismo año se traslado a la Ciudad de México para presentar su examen de grado en la Real y Pontificia Universidad de México. 219 Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 53

Tema y Variaciones de Literatura 46

José Francisco Conde Ortega y Gabriel Ramos (coords.) Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

Los aniversarios pueden ser, algunas veces, esas fiestas a las que se llega “ávido de tiernas compañías”. Así, algunas páginas de determinados autores vuelven a funcionar, aceptada la invitación, como ese “licor oscuro y melancólico” que propicia y favorece la conversación. Eso pretende ser este número de nuestra revista. Este 2016 comparten Shakespeare y Cervantes 400 años –cada quien en su respectivo calendario– de su muerte física. También, en el ámbito de la lengua española, se cumplen el primer centenario de la muerte de Darío; el primero de la aparición de La sangre devota, de Ramón López Velarde; y sesenta años de la primera edición de Los demonios y los días, de Rubén Bonifaz Nuño. Este número de Tema y Variaciones de Literatura se ocupa de reflexionar acerca de la obra de estos tres autores. 220 Fuentes Humanísticas 53 > Debate. Actividades y publicaciones

Paradojas de la Hipermodernidad Entrevista a Giles Lipovetsky y comentarios críticos de sociólogos mexicanos

María Magdalena Trujano Ruiz (coord.) Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

Este libro muestra algunos de los temas y problemas más abordados por el filósofo social (a decir de él mismo) Giles Lipovetsky a lo largo de su obra. Una producción teórica que desbordando los parámetros y el lenguaje filosóficos, se ha centrado en el análisis de los problemas característicos de su sociedad capitalista tardía que cierra el siglo XX y transita al XXI. Una perspectiva que ha generado gran interés mundial y de algunos mexicanos para debatirla aquí, mediante la entrevista realizada en 2014, misma que se revisa desde cinco aproximaciones científicas: dos sociológicas, una filosófica, otra politológica y otra más desde el diseño gráfico. 221 Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 53

Antonio Caso La persona humana y el Estado totalitario

Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

La persona humana y el Estado totalitario, de Antonio Caso, se publicó originalmente en 1941, hace 75 años y es todavía uno de los “tesoros ocultos”; de los “secretos mejor guardados” de la filosofía política mexicana del siglo XX. En este libro el filósofo mexicano –nacido en 1883 y fallecido en 1946- completó una de las reflexiones más luminosas de aquella época sobre la naturaleza de los regímenes totalitarios – entonces el nazismo de Adolfo Hitler, en Alemania y el socialismo soviético de José Stalin, en suelo ruso- y acerca de la significación histórica y cultural de la democracia liberal en el mundo, reflexión que no ha perdido su actualidad y que resulta en extremo orientadora e imprescindibles en pleno siglo XXI. 222 Fuentes Humanísticas 53 > Debate. Actividades y publicaciones

Estrategias frente a la turbulencia económica internacional

Ricardo Marcos Buzo de la Peña Carlos Gómez Chiñas (coords.) Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

México Híbridos De cuando México se volvió plural y todo los discursos fueron insuficientes

Luis Humberto Méndez y Berrueta José Othón Quiroz Trejo María Magdalena Trujano Ruiz Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco 223 Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 53

Apreciaciones socioculturales de la música

Alan Edmundo Granados Sevilla José Hernández Prado (coords.) Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

El búho de Minerva Apuntes de la filosofía del Derecho

Arturo Berumen Campos Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

Fuentes Humanísticas 52 /Año 27 / ii semestre 2016 / julio-diciembre 2016 Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

ISSN 0188-8900 Convocatoria 2017

La revista Fuentes Humanísticas abre sus puertas a los investigadores de todo el mundo dedicados a las Humanidades para que envíen artículos, ensayos, reseñas y comentarios críticos para su posible publicación en las secciones:

• Historia e Historiografía • Literatura y Lingüística • Educación y Comunicación • Cultura y Estudios culturales • Mirada crítica • Debate. Actividades y publicaciones

Los textos se someterán a un proceso de dictaminación; deberán ser inéditos, estar escritos en español y llevar anexo, tanto en español como en inglés: título, resumen (5 líneas) y palabras clave; además de síntesis curricular (5 líneas) así como correo electrónico, teléfono (particular, institucional Diseño y producción editorial•nopase. Eugenia Herrera / Israel Ayala y celular). No se aceptan contribuciones que estén consideradas en otras publicaciones. Los Ilustración de portada: Israel Ayala Murillo. autores de los trabajos elegidos que colaborarán en distintas secciones de la revista, dan su con- Traductora de abstracts Fuentes Humanísticas 53: Mtra. Dolores Serrano sentimiento tácito para que estos se publiquen y difundan en formato impreso y electrónico. La presentación de originales se realizará únicamente vía electrónica a la dirección: http://fuenteshumanisticas.azc.uam.mx

Próximos números Fuentes Humanísticas, Año 27, Número 53, II Semestre 2016, julio-diciembre 2016, es una publicación semestral editada por la Universidad Autónoma Metropolitana a través de la Unidad Azcapotzalco, “Ideas y religión en México” División de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades. Prolongación Canal Coordinadora María Elvira Buelna de Miramontes 3855, Col. Ex-Hacienda de San Juan de Dios, Delegación Tlalpan, C.P. 14387, Ciudad de México y Av. San Pablo 180, Col. Reynosa Tamaulipas, Delegación Azcapotzalco, C.P. 02200, Ciudad de México • Tel. 5318-9125 y 5318-9441 • Fax 5394-7506 • Página electrónica de la revista: http:// “Lenguas y culturas en el marco de la francofonía” fuenteshumanisticas.azc.uam.mx y correo electrónico: [email protected] • Editor respon- sable: Dra. Teresita Quiroz Ávila. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo de Título No. 04- Coordinadora Yvonne Cansigno 2006-011311402400-102, ISSN 0188-8900, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título número 6926 y Certificado de Licitud de Contenido número 8017, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Maria Eugenia Herrera Godoy, Vía mercurio 56. Arcos de la Hacienda. C. Izcalli, Estado de México, C.P. 54730, [email protected], T/2166-3332. Este número se terminó de imprimir en diciembre de 2016, con un tiraje de 500 ejemplares. Más información en: Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publi- cación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de http://fuenteshumanisticas.azc.uam.mx la publicación sin previa autorización de la Universidad Autónoma Metropolitana. [email protected], [email protected]