Desde Las Orillas Del Sena Tomo XI Serie “Cartas a Ofelia”
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Desde las orillas del Sena Tomo XI Serie “Cartas a Ofelia” Félix José Hernández Desde las orillas del Sena A Don Santiago Lázaro Requeiro y Doña Fortuna Dueñas. 2 Desde las orillas del Sena Miguel de Cervantes Saavedra "La Libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres". Miguel de Cervantes Saavedra. 3 Desde las orillas del Sena Mis Memorias de Exilio París, 1 de mayo de 2016. Queridos amigos: El origen de Cartas a Ofelia está en las narraciones surgidas inicialmente a partir de las cartas que escribía cada semana a mi madre, Ofelia Valdés Ríos, contándole mis experiencias del exilio parisino. En ellas cuento lo que veo y siento: filmes, obras de teatro, museos, exposiciones, los libros que leo, las relaciones con los galos, la sociedad francesa, la política, Cuba vista desde aquí, los viajes por 66 países a lo largo de estos 35 años, mis éxitos y mis fracasos, mis nostalgias y mi amor por la Libertad, las relaciones con personalidades del exilio, mi trabajo en el Instituto y en la Universidad como profesor de Civilización Latinoamericana, las relaciones con colegas, alumnos y 4 Desde las orillas del Sena estudiantes, etc., en resumen, es la experiencia vivida por una familia cubana en todos estos años. Además aparecen los testimonios de numerosas personas que han logrado conquistar la Libertad. En realidad son mis Memorias de Exilio. Encontrarán los análisis políticos, con la fecha en que salieron fundamentalmente en revistas y periódicos de Francia y Bélgica. Al propio tiempo, he contado numerosas anécdotas sobre mi infancia en mi querido pueblo natal de Camajuaní (1949-1959), así como de mi adolescencia y juventud habaneras (1959-1981). Un gran abrazo a todos desde La Ciudad Luz, Félix José Hernández. 5 Desde las orillas del Sena Octavio Paz “Mis palabras irritarán a muchos; no importa, el pensamiento independiente es casi siempre impopular”. Octavio Paz 6 Desde las orillas del Sena Prólogo Doña Marta Requeiro Dueñas. Miami, 22 de abril de 2016. 7 Desde las orillas del Sena “Emigrar” Emigrar es padecer un dolor eterno. Es romper raíces, es llorar, despedirse, enlutarse prematuramente, perder protagonismo, y morir un poco. Envolverse en una cáscara dura para que el tuétano no sufra. Es tragar hiel y continuar viviendo. Es ser traicionado por la memoria tratando de ganarle la batalla al olvido. Es atesorar recuerdos amarillos y traslúcidos que van perdiendo el contorno. Es conservar un perfume y un sabor sólo nuestros. Es tararear una canción para que no se la lleve el aire del tiempo. Es tratar de pertenecer, mimetizarse, adoptar. Dividirse, no volver a ser completos. Es hacer de tripas corazón, y haberse decidido a cambiarle el rumbo a los sueños. La vida es insospechada. No es un libreto que traemos bajo el brazo cuando nacemos, sino que la vamos experimentando y escribiendo a medida que la vivimos. Como diría John Lennon: “La vida es aquello que te va sucediendo mientras estas ocupado haciendo otros planes”. Y yo agregaría: ¡Alcanzando los sueños! Por eso no hemos de culpar a quienes, a cualquier precio, quieran alcanzar lo más preciado y con lo que ya debe contar todo hombre cuando nace: La libertad. Porque sin ésta es imposible soñar. Hoy me he levantado con una tarea importante que me ha tomado por sorpresa; y ha sido la llamada, desde París, del Profesor Félix 8 Desde las orillas del Sena José Hernández para pedirme hacer el prólogo de su libro número 31, “Desde las orillas del Sena”, basado en las cartas que desde hace treinta y cinco años viene escribiendo a su madre, Ofelia. Hoy infelizmente ausente, y que ha modo de homenaje ha continuado enviando. Haré gala de mi mayor defecto, considerado así por los que carecen de autodeterminación, y me expresaré con la sinceridad y autenticidad que debe caracterizar a toda persona emancipada, al elaborar esta introducción. A él no lo conozco personalmente, hasta hoy, pero le profeso un sentimiento profundo de agradecimiento por el interés prestado en mí insipiente carrera como escritora y el interés de adherir, a este tomo, algunas de mis crónicas. Por lo que esta honorable tarea es más que un compromiso. No es correcto hablar - incluso de forma halagadora - de quien no se conoce extensamente; pero sabiendo de sus esfuerzos para lograr salir adelante, viendo que hoy es un catedrático con vasta experiencia, políglota, y periodista premiado innumerables veces; constato que es una persona intachable. Para nada diferente a como se presenta ante quienes sí lo conocen de tiempo, los que han hecho los prólogos de sus libros anteriores y los que, como yo, pueden imaginar su carácter y presencia a través de su trabajo y sus “Cartas a Ofelia”: crónicas escogidas que difunden conocimientos de diversa índole, encabezadas y concluidas con el mayor amor y respeto. Si me preguntan ¿cómo me siento?, diré primeramente que honrada. Como una especie de telonera descorriendo la cortina que cubre esta obra que se abrirá ante sus ojos, y que pondrá de manifiesto el difícil vivir de los cubanos dentro de la isla y no menos difícil, pero sí más alentador, fuera de ella. Donde como párvulos asombrados van descubriendo el mundo y sus matices 9 Desde las orillas del Sena más allá del horizonte acuoso que rodea a la tierra que los vio nacer. Ese mundo exterior que les fue prohibido hasta entonces, y que representa un abanico de posibilidades para el arriesgado que quiera jugárselo todo por sus sueños. Don Félix José Hernández dejó Cuba a los 35 años, en 1981, para emigrar a Francia como refugiado político, al lado de su esposa e hijo de cinco años, tras fracasar en el intento de salir en 1980 por el Puerto del Mariel. Los conocimientos que poseía en el idioma italiano y como los de Profesor de Geografía no le sirvieron de mucho. No fue fácil el inicio existencial para él y su familia en un país extraño. Trabajó como obrero de la construcción, se desempeñó como guardia de seguridad en hoteles, empleado de supermercado, distribuidor de folletos, e hizo limpiezas en tiendas y oficinas. Todo lo que estuviera a su alcance para salir adelante honradamente. Después de tantos esfuerzos y el azaroso vivir, superarse académicamente y lograr destacarse en su trabajo, hoy ostenta varios premios internacionales de periodismo entregados en Estados Unidos, Suecia, Madrid, así como el reconocimiento a su labor en su terruño querido. Ha ejercido como profesor en dos universidades de Paris, pertenece al Colegio Nacional de Periodistas de Cuba en el Exilio, es miembro del Pen Club de Escritores Cubanos, también en el exilio. Ha publicado artículos en destacadas revistas francesas y belgas. Fue redactor de la revista francesa Les Cahiers d´Histoire. Es el creador de las crónicas “Memorias del Exilio”, con un total de nueve tomos, donde recopila las cartas escritas a su madre, Ofelia Valdés Ríos, las que enviaba cada semana contándole las experiencias del cotidiano vivir en ese París, para ella tan lejano. Quien, a su vez, las leía frente a familiares y amigos que 10 Desde las orillas del Sena descubrían como se veía Cuba desde afuera, y conocían un poco del mundo a través de aquellas lecturas que se volvían imágenes asombrosas en sus mentes. Este compendio de misivas plasman las experiencias de sus viajes por los sesenta y seis países que fue conociendo a lo largo de treinta y cinco años; aunque también encierran anécdotas de su infancia, niñez y adolescencia en Cuba. Crónicas que igualmente se dieron a conocer en distintas revistas de Francia y Bélgica, en los respectivos idiomas. Por internet circulan más de tres mil artículos de éste tipo que han sido publicados desde los años ochenta en distintas revistas y diarios de Francia, Suecia, Bélgica, y España. “Desde las orillas del Sena”, la nueva antología de Cartas a Ofelia, se manifiesta con un lenguaje libre de demagogia adoctrinante, llena de amor de añoranza por lo dejado y emoción ante lo nuevo y variado. Tal y como es el mundo ante los ojos del expatriado: persona de carne y hueso que, sin llegar a ser un superhéroe, logra traspasar la barrera de la impotencia y completarse como ser humano, haciéndole saber a los coterráneos por qué es tan importante la libertad. Se encontrarán textos en distintos idiomas. Todos haciendo alusión a lo, a veces simple pero penosamente aún prohibido para el cubano que no se atreve a tomar las riendas de su destino y alucina con cada palabra que lee o escucha proveniente del exterior, soñando con lugares, aromas y sensaciones desconocidas. Me abstraigo e imagino ver a la Sra. Ofelia parada en la acera de su casa. No es difícil lograrlo pues igual hacía mi madre y suele hacer cualquier madre cubana, en espera del cartero que traiga 11 Desde las orillas del Sena una misiva con buenas nuevas proveniente de los más incógnitos lugares del universo donde asombrosamente hay un cubano. De Camajuaní es Don Félix, mi madre también lo es. Lo extraordinario fue saber, por él, que su padre y mi abuelo se conocieron. Siendo cubanos en la sangre llevamos el mismo ADN emocional y en los corazones las cicatrices del exilio. Con Cartas a Ofelia, Desde las orillas del Sena, se creará un puente de comunicación y unión con nuestras raíces y será, a través de ella, como un brotar de alas.