Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes del franquismo en Andalucía

Juan Miguel Baquero

Las huellas en la tierra

Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes del franquismo en Andalucía

Juan Miguel Baquero

Eres una mariposa de hielo, bella, plácida, transparente, que se derrite al levantar el vuelo. Edita: Consejería de Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática

Colabora: Extra! Comunicación

© De los textos: Juan Miguel Baquero © Del prólogo: Francisco Ferrándiz © De la presentación: Manuel Jiménez Barrios © De los artículos: sus autores © De las fotografías: Juan Miguel Baquero © De la fotografía de J. M. Baquero: Ana Ordaz © De las imágenes de las páginas 67, 69, 139-163: respectivos equipos técnicos

Diseño y edición gráfica: Juan Diego Bazán Gallego. [email protected]

Primera edición: junio de 2018

Depósito legal: SE 1093-2018

Imprime: Servicio de Publicaciones y BOJA

Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimien- tos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titu- lares de los derechos de la misma. Sumario pág. 11 Prólogo 13 Presentación 15 Introducción 16 Fuentes de Andalucía 24 Benamahoma 32 Álora 42 Huelva 48 Palomares del Río 60 La Puebla de los Infantes 70 Guadalcanal 76 Monturque 84 Guillena 90 Castro del Río 100 Nerva 106 San Fernando 118 Guadalcázar 124 El Coronil 130 Camas 138 Cártama 142 Villanueva de la Concepción 148 Colmenar 152 Marmolejo 158 Villaverde del Río 164 Lucena 176 Puerto Real 182 Artículos

a represión durante la guerra civil y el franquismo entender que ningún pacto de convivencia con vocación de Prólogo dejó tras de sí un paisaje de terror expresado en permanencia pretenda cimentarse sobre el olvido e impuni- decenas de miles de civiles asesinados, hom- dad de los crímenes del pasado. Por ello, a pesar de la incom- L bres y mujeres, enterrados en fosas comunes que prensión de algunos entornos sociales, se encuentren o no, fueron abandonados a su suerte durante décadas. No es un se acaben exhumando o no, el trabajo de memoria y de de- abandono casual. Aún hoy en día, estas fosas son la marca manda de justica en torno a estas fosas comunes es indispen- más ostensible de una suerte de apartheid funerario en el sable para profundizar y enriquecer el tejido democrático de que las personas ejecutadas durante la represión franquista nuestro país. no solo fueron excluidas de la comunidad de los vivos, sino Como en tantos otros conflictos, la represión de género también de la legítima comunidad de los muertos. Quedaron durante la guerra y la posguerra –que convirtió el cuerpo de sepultados, parafraseando a David Lowental, bajo la tierra de las mujeres en otro campo de batalla en el que el fascismo se un «país extraño» en el que la ejecución y el entierro en la fosa amplificaba con el sexismo más rancio y violento–, fue espe- se prolongaba en una suerte de pérdida de ciudadanía. cialmente desoladora. Este Anuario quiere enfatizar la aflic- Resulta sorprendente que sesenta, setenta u ochenta años ción y lucha específicas de las mujeres que padecieron las después de la guerra, y más de cuarenta años desde la muerte consecuencias de la derrota en la guerra. Aparte de las eje- del dictador, las fosas comunes continúen manteniendo vi- cuciones y de la represión que afectó de manera genérica a vos rescoldos del aura de represión, estigma y miedo que las muchas de las personas que defendieron la República, las produjo en primer lugar, y que los procesos memoriales que mujeres sufrieron agresiones sexuales, encarcelamientos y emergen en torno a ellas incomoden sobremanera en algu- una multiplicidad de humillaciones públicas que las marca- nos sectores de la población y de la clase política, o aún ge- ron para siempre. Las supervivientes tuvieron que afrontar el neren ansiedad y miedo en otros. Que las fosas sigan estando escarnio, esconder sus duelos, sortear la miseria y multiplicar tan vivas y provoquen reacciones en ocasiones viscerales es los cuidados. Para construir un país más justo y solidario en- una demostración palpable de su eficacia como dispositivo raizado en el conocimiento crítico del pasado, la experiencia de represión, aún a día de hoy. de las mujeres que experimentaron la guerra y posguerra en Uno de los hechos más desesperanzadores que el pro- los parajes más sórdidos de una España en ruinas ha de ocu- ceso de exhumaciones de fosas de las dos últimas décadas par un lugar central en la memoria de la represión. nos ha mostrado es la enorme dificultad para cultivar un de- bate en profundidad sobre la guerra y la dictadura, sobre sus Francisco Ferrándiz consecuencias y heridas, incluso a largo plazo. Es difícil de Antropólogo social y cultural (CSIC)

Intervenciones en fosas comunes 11 del franquismo en Andalucía

a búsqueda de la verdad y la reparación de las El impulso dado en los últimos años en Andalucía a las in- Presentación víctimas y familiares de la represión franquista tervenciones arqueológicas en fosas comunes viene a demos- es una prioridad para el Gobierno de Andalucía, trar que la apuesta memorialista es una realidad palpable. L consciente de que una sociedad madura y demo- Este Anuario, Las huellas en la tierra, recoge el testigo crática tiene la obligación de saber qué ocurrió durante los del anterior, Que fuera mi tierra, un proyecto pionero que le- duros años de la dictadura. vantó acta de estas actuaciones y de los relatos de vida que Las andaluzas y los andaluces hemos sabido defender un emergen al abrir la tierra. En Las huellas en la tierra apare- relato colectivo de apoyo y de reivindicación de la dignidad de cen un total de 21 trabajos realizados durante los años 2016 quienes dieron su vida por sus ideas y por la democracia. Es y 2017. por ello que las políticas de memoria forman parte del ADN Buscar a los desaparecidos y atender las legítimas peticio- del Gobierno andaluz y son, pues, un compromiso firme. nes de sus familiares no es más que cumplir con el deber de Sabemos también que se ha llegado tarde a la reparación Estado. Y Andalucía ha asumido esta obligación porque siem- debida y que, incomprensiblemente, décadas después, nues- bra futuro y respeta los derechos humanos más elementales. tro país sigue sembrado de fosas comunes, lo que no deja de En definitiva, lo que sigue es un trabajo en el que se con- ser una anomalía en Europa. juga el periodismo de investigación con la sensibilidad y el Debemos, por tanto, afrontar de una vez la inmensa tarea rigor en la materia y que, además, incorpora un aspecto funda- de los desaparecidos forzados. Debemos leer bien, desde un mental y necesario: el homenaje y reconocimiento a la mujer. relato verídico y asumido por todos y todas, las páginas más La represión franquista fue especialmente encarnizada oscuras de nuestra historia reciente, porque sólo así podre- con las mujeres, por ello la tarea de reparación debe tener mos evitar que se repita la ignominia. una mirada femenina, aspecto en el que también estamos fir- En este camino, Andalucía avanza con paso firme desde memente comprometidos en nuestra apuesta por una Anda- hace años, con una normativa específica que ha alcanzado su lucía justa y reparadora. Una Andalucía con Memoria. cénit a partir de la Ley de Memoria Histórica y Democrática. Una Ley que ayuda en la consecución de la verdad, la justicia Manuel Jiménez Barrios y la reparación como un instrumento transversal que atiende Vicepresidente de la Junta de Andalucía y a las recomendaciones de Naciones Unidas pero, sobre todo, consejero de Presidencia, Administración Local de las propias reivindicaciones de una sociedad democrática. y Memoria Democrática

Intervenciones en fosas comunes 13 del franquismo en Andalucía

No se van a librar por más que berren y pataleen». mejor libro periodístico 2016–, el nuevo anuario andaluz de in- Introducción Las arengas genocidas del golpista Queipo de Llano tervenciones en fosas comunes atestigua la cruel permuta de resuenan a cada palmo de tierra. Es el eco de la ig- la esperanza republicana por el desolador paisaje del fascismo. « nominia. La herida que Andalucía aún cicatriza. Como metáfora de un tiempo que canjea deseos por ba- La insaciable represión del franquismo adopta un trata- las. Como una suerte de caricia literaria que navega desde el miento especial contra la mujer. Violación, tortura, escarnio rastro de la resistencia hasta los puertos evocadores, y trági- público, desprecio, olvido y, por supuesto, asesinato. Los re- cos, del empuje democrático que quiso cambiar, a bien, el beldes no dudan en usar el cuerpo femenino como campo de rumbo de España. batalla. Las «rojas» quedan expuestas a los más turbios pasa- Con este trabajo acompaño los vestigios de quienes tuer- jes del terror. cen el brazo al patriarcado y ganan espacio en las primerizas La imagen con la que arranca Las huellas en la tierra es calles de la igualdad. Porque señala la deuda viva con todas un homenaje a todas las mujeres. Una dedicatoria que reco- las represaliadas, con todas las mujeres que sufrieron en sus rre cada página de este libro. Porque la memoria de este pue- carnes las muchas caras del afán represivo franquista. Porque blo nace de la dignidad más absoluta. Y los zapatos de tacón seguimos caminando. Y porque Las huellas en la tierra siguen ajados por décadas de penumbra son el espejo en el que des- creando memoria contra el olvido y la impunidad. cubrir que, si somos, es porque ellas fueron. Con la senda marcada por Que fuera mi tierra –galardo- Juan Miguel Baquero nado por Heraldo de Madrid con el Premio Chaves Nogales al Periodista

Intervenciones en fosas comunes 15 del franquismo en Andalucía Fuentes de Andalucía (Sevilla) La memoria eterna de las «niñas» de El Aguaucho

Ficha

Localización Antiguo cortijo de El Aguaucho

Número de víctimas 0 (no localizadas)

Fecha de los 17 de agosto de 1936 asesinatos (fecha probable)

Equipo técnico Elena Vera Elisabet Conlin Juan Manuel Guijo

18 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Fuentes de Andalucía (Sevilla) os asesinos cumplieron su doble co- metido: matar y ocultar el crimen. Las «niñas» violadas no están en El La memoria eterna L Aguaucho. Los cuerpos de las jóve- nes nunca fueron arrojados al pozo de aquel de las «niñas» de antiguo cortijo. Nunca. Pero su memoria, El Aguaucho ahora eterna, ha vencido al olvido y la impu- nidad trazada por los fascistas. Se han llevado «a las más nuevas», dicen en el pueblo. Corre el verano del 36 y un pu- ñado de falangistas sigue violando a las «ni- ñas». Luego les dan «cuatro tiros». Ebrios de muerte, los asesinos rompen el silencio de la madrugada regresando con sostenes y bragas ensartados en la punta de los fusiles. Y cuen- tan que las han tirado a un pozo. Mienten Un grupo de jóvenes fueron como bellacos. violadas y asesinadas por La terrorífica narración corresponde al caso fascistas de Fuentes de de las mujeres de Fuentes de Andalucía (Se- Andalucía que mintieron villa) que fueron vejadas y ejecutadas por las guarda un trato especial para las mujeres. al contar dónde arrojaron fuerzas golpistas. Ocurre en agosto de 1936. Usadas como escarmiento, como ejemplo, Más de 81 años después, arrancaba el intento como campo de batalla. los cuerpos yacentes. de exhumación que certificaría el macabro y El trabajo arqueológico ha sido único en sádico crimen múltiple. España por las dimensiones de la interven- La X en el mapa señalada La búsqueda de la fosa, por el contrario, ción. Por su complejidad, precisaba bajar a por los propios criminales acaba con resultado negativo. Sin un mínimo más de nueve metros de profundidad alre- era el pozo de un antiguo cortijo, resto óseo que atestigüe un episodio repe- dedor del pozo que, en teoría, era la tumba tido en muchos puntos de la península como ilegal de aquellas «niñas». Una máquina ex- pero allí no ha aparecido un ejemplo de la represión de género que ejecu- cavadora de grandes dimensiones se afana mínimo resto óseo que tan los rebeldes en la guerra civil y la dicta- durante días en mitad del campo para rebajar confirme tal relato. dura. El terror, aplicado en cualquier rincón, la tierra. Para arañar trozos de historia.

Intervenciones en fosas comunes 19 del franquismo en Andalucía Apareció el pozo. Pero allí no estaba nin- se rebelaron contra la vida que llevaban», re- Relatos orales que debían quedar corrobo- guna de las mujeres que faltan en Fuentes: ni lata Juan Morillo, de la comisión memorialista rados «con metodología científica» y confir- Coral García Lora (16 años) y su hermana Jo- fontaniega. mar el «significado muy especial» que atesora. sefa García Lora (18), María Jesús Caro Gon- ¿Los «delitos» de las mujeres? «Que iban a «Es un episodio muy significativo y que se ha zález (18), Joaquina Lora Muñoz (18) o María la Casa del Pueblo a leer y escribir, bordaban repetido en varios espacios de Andalucía, León Becerril (22). Tampoco otras víctimas. banderas republicanas, participaban en las como la fosa de Grazalema, de las mujeres de Caso de Josefa González Miranda (17), Dolores manifestaciones del Frente Popular y organi- Guillena o de Puebla de Guzmán», asegura. García Lora (hermana de Coral y Josefa), María zaron una huelga como respuesta al hecho de Una tipología criminal «que pone en evi- Caro Caro (35) y Manuela Moreno Ayora (40). que los señoritos dejaran las tierras sin sem- dencia que hubo una represión de género y «Me llevaba a todos sitios con ella, siempre brar para boicotear a la República», relaciona. esto se ve en el número de mujeres que hay en en brazos, me acuerdo cuando me cogía de la Suficiente justificación para los rebeldes, las exhumaciones y en el trato especializado mano…». Los ojos de Pablo Caballero [87 años] que logra que el «grupo de jóvenes» sean que los verdugos tuvieron con ellas», en pala- se tornan vidriosos. El habla se le entrecorta. «raptadas el 27 de agosto del 36 por falangis- bras de Giráldez. Está recordando a su tía, Josefa González. tas y miembros fascistas y golpistas y traídas La exhumación había sido reclamada du- «Hermana de mi madre», precisa. Los asesinos a este lugar, el cortijo de El Aguaucho». Aquí rante años por familiares de las víctimas con hicieron «lo más malo del mundo», dice. «las vejaron, violaron, les hicieron de todo». Y, el apoyo de la Asociación Memoria Histórica Los testimonios orales mantenidos du- se suponía, «echaron sus cuerpos a un pozo». Fontaniega. Contaba con la colaboración del rante décadas apuntan que los criminales «se Porque la cautela era máxima al arrancar el Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía y La divirtieron todo lo que quisieron y luego las proyecto exhumatorio. Todos los agentes im- Campana, en cuyo término municipal está mataron». Es lo que decían «los más viejos del plicados mantenían una «especial prudencia» ubicado el cortijo. pueblo». Que los franquistas buscaban «carne por la «complejidad» del caso. La Junta de An- La Junta destacó también la colaboración fresca». Que obligaron «a las niñas, a las más dalucía, como promotora de la intervención, del actual propietario de la finca al facilitar la nuevas», a hacerles de comer y servirles. Sin subraya el mensaje de sensatez y tranquilidad. tarea dirigida por la arqueóloga Elena Vera. ropa. Sometidas a todo tipo de humillación. «Hay que insistir en la prudencia», dice el Que ya unía desde el primer día, casi con un Abusadas. La crónica popular señala un lugar primer día de trabajo de campo el director ge- pálpito, dos palabras clave: «complejidad» y que es una pista falsa. La X en el mapa: el pozo neral de Memoria Democrática, Francisco Ja- «prudencia». Había que bajar. Hasta el fondo, de El Aguaucho. vier Giráldez. «Hay que tener en cuenta un y ver si el final de la historia era el contado du- El crimen «tiene un claro componente de tema terrible», continuaba casi como premo- rante décadas. O es otro que quizás nunca se género y de clase, porque son mujeres pero nición: «los testimonios los tenemos a través sepa. El objetivo, no obstante, está en la mano: mujeres jornaleras, que en el año 36 toma- de los propios asesinos, de que fueron veja- la memoria de las «niñas» de El Aguaucho se- ron conciencia de su condición de persona y das, asesinadas y arrojadas a un pozo». guirá viva para siempre n

20 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

Me llamo Pablo Caballero González, tengo 87 años. Cuenta la historia como si fuera un niño. La vive como tal. «Han perdido los malos: Mi tía era Josefa González Miranda, hermana de Como si el tiempo se hubiera detenido en aquel momento en mi madre. Tenía 17 años. En algunos sitios le han que un grupo de fascistas secuestra, veja y mata a «una niña». no se impone el olvido» « puesto 18, pero no los había cumplido todavía. Pablo asiste al intento de localizar los restos de aquellas mu- Recuerdo de ella muchas cosas. Íbamos al pueblo, donde ha- jeres de Fuentes que, según sus captores, habían sido arro- bía una fuente… que le decían Fuente de la Reina, y me lle- jadas a un pozo de El Aguaucho. Con lágrimas en los ojos, vaba a mí siempre». siente cada vez que la máquina araña la tierra.

Entrevista a Pablo Caballero, sobrino de Josefa González, una de las «niñas» de El Aguaucho.

22 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Y, al final del proceso, deja un legado que recoge Miguel ¿Hubo guerra en Fuentes? médico estaba echando fotos desde la ventana y luego usa- Ángel Melero: «Roto, hundido por tener que explicar cara a No, guerra ninguna. Ni resistencia. Llegar [los fascistas] y ha- ron esas imágenes para identificar a la gente. Y cogieron a cara a este niño de 6 años [porque ahí se paró su reloj], que cerse amos. Aquí la gente salió corriendo. Quisieron cambiar las niñas, a las mujeres más jóvenes que participaron en la los fascistas no sólo la violaron y mataron, sino que se mo- a los presos de La Campana y de aquí, pero no se hizo y a mu- manifestación, y vinieron aquí. Lo que hicieron fue una bar- faron de todo un pueblo señalando un lugar falso para la chos los mataron. Y ya venían los capitalistas de Fuentes muy baridad. Iban buscando sembrar el terror. En cierto modo lo ubicación de su cuerpo, el famoso pozo de El Aguaucho. Y enrizados por lo que habían hecho en La Campana. consiguieron, porque no hay forma más brutal ni más… va- encima viene el ‘niño’ y nos consuela a nosotros diciendo mos, ni la palabra asesino describe eso. que ‘han perdido los malos, aunque no hayamos encon- Dispuestos a aplicar el terror incluso con las «niñas». trado los cuerpos, porque no han conseguido que se im- Eso es… yo qué sé, lo más malo del mundo. Llegar, que ellos E iban buscando mujeres. ponga el olvido’. Enorme. Eterno. «Qué grande es la gente estén comiendo y que a ellas las tengan en cueros… lo que Sí. No se sabe exacto cuántas. Unos dicen que 15, otros que de la Memoria». hacían con ellas. Yo qué sé. Eso es lo que decían los más vie- cinco… En Fuentes están puestos todos los nombres, cada jos, que se divirtieron todo lo que quisieron. Y luego las ma- uno tiene un árbol y una plaquita. Al principio mataban cada Pablo, cómo era Josefa. taron. Yo me he enterado de todas esas cosas. Sí… desnudas. día. Hubo chivatos. Y las buscaban en grupito. Cogían a tres, Era muy cariñosa. Ella era la que se quedaba con la familia Ellos vivían en el otro sitio, en aquel que está pegado a la au- hacían de todo, y a los días iban a por otras mujeres n en la casa. Mi padre iba a trabajar y éramos cuatro en la fa- tovía de ahora, allí estaban los jefes y cuando se hartaban de milia, y mi abuela vendía cerillas por la calle porque tam- ellas las traían aquí y las remataban. Los cuatro sinvergüen- bién estaba viuda. Y ella era la que se quedaba. Como yo era zas, falangistas. Había mucho falangista en el pueblo. La ma- el mayor, los otros eran más chicos y se quedaban en casa yoría [de los criminales] eran del pueblo. Del mismo pueblo con la abuela y yo me iba con ella a todos lados. Me acuerdo [que las «niñas» de El Aguaucho]. de eso, de cogerme de la mano, ir a Fuente de la Reina… te- nía mucho apego a ella. Mucho. Ahora mismo estoy un poco ¿Se supo quiénes eran? emocionado. Por lo menos de tres o cuatro se sabía que estuvieron aquí.

¿Ha pensado por qué irían a por ella? ¿Cómo vivieron luego los verdugos? Qué se yo. Porque ella no era… el novio dicen que era de iz- Bien, cómo van a vivir. Mi madre, Pastora González Miranda, quierdas. Se llamaba Manuel, o Antonio, tenía 20 años. Y ella, se enfrentó a uno de los que había. Le echó una bronca. «Tú pues claro, iba a todos lados con él. Era muy buena persona. eres un sinvergüenza. Todavía estás aquí, que has matado a Al novio lo mataron el 5 de agosto. A ella el 17 o el 18. todas las mujeres y has abusado de ellas y todo…». Pero eso con Franco todavía vivo. Sería sobre el año 70 o 72. De todo Como si fuera un «crimen». le dijo. Y lo que hizo [el asesino] fue quitarse de en medio. Y ¿Recuerda el día de la tragedia? ya está. Movimiento de… [Pablo se muestra un tanto nervioso en este instante, como si el discurso, repetido mil veces, ema- ¿Qué le parece que los victimarios nunca hayan pasado nara con dificultades al recuperar el día clave] allí en la ca- por un juzgado español? lle estaba todo siempre cerrado porque venían cuatro o cinco A mí qué me va a parecer. Eso es una cosa malísima. De lo por la tarde y la gente estaba guardada. Oía decir: «¡Ya vienen más malo que se puede hacer. Eso de matar a la gente, así a por mí!». En mi calle, Sol, que es muy ancha pero no muy como así, abusar de ellas… larga, mataron a ocho o diez. ¿Cómo puede llegar una persona a esos extremos? En su casa el crimen supuso… No me lo explico todavía. En el pueblo se dice que fue una Una bomba, ya ves. venganza, que el 1 de mayo hubo una manifestación y el

Intervenciones en fosas comunes 23 del franquismo en Andalucía Benamahoma (Cádiz) La crónica genocida de los «Leones de Rota»

Ficha

Localización Cementerio viejo

Número de víctimas 26 (en proceso)

Fecha de los Desde el 15 de agosto asesinatos de 1936

Equipo técnico Jesús Román Juan Manuel Guijo Antonio Domínguez

26 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Benamahoma (Cádiz) a memoria avanza. Y vence al terror. para acabar buscando los huesos del medio Como ocurre en la fosa común de centenar de víctimas ejecutadas en apenas un Benamahoma (Grazalema, Cádiz). El mes, entre agosto y septiembre de 1936. La crónica genocida de L lugar donde la crónica del genocidio En el pequeño pueblo de la sierra de Cádiz fundacional del franquismo tiene nombre: no hubo guerra civil. La plaza cayó rápido en los «Leones de Rota» el grupo de falangistas conocidos como los manos rebeldes, al igual que la mayor parte «Leones de Rota». En la aldea gaditana, el re- de la provincia y el suroeste peninsular. La fá- cuerdo supera décadas de olvido e impunidad cil conquista no evita que las tropas fascistas

La fosa de Benamahoma atestigua cómo en la pequeña aldea de la sierra de Cádiz los falangistas matan a más de 50 personas en apenas un mes.

El sumario abierto contra el cabo local de la Guardia Civil confirma las «ejecuciones y asesinatos, saqueos y violaciones» desatadas.

Intervenciones en fosas comunes 27 del franquismo en Andalucía pongan en marcha la estrategia de aniquila- Francisco Espinosa Maestre en uno de los ca- «Vadillo ordenaba los fusilamientos», con- ción del adversario social y político diseñada pítulos del libro La Justicia de Queipo. fiesa uno de los testigos. Matan a «unas 50 de antemano. Vadillo es el máximo responsable de la personas, entre ellas algunas mujeres», seña- Las tapias de la iglesia muestran aún hoy carnicería desatada y, tras un puñado de de- lan. También «fue sancionado [ejecutado] un un reguero de impactos de bala como tes- nuncias anónimas, queda acusado de los muchacho de 15 años», apunta el testimonio timonio. Sólo unos metros ladera abajo, los crímenes y condenado a diecisiete años de de otro «león» falangista como testigo y partí- cuerpos inertes de los ejecutados acabaron cárcel. El criminal responde, no obstante, de cipe de las fechorías. arrojados a los sucesivos agujeros abiertos en un solo asesinato. El de una mujer. El resto Los fascistas matan a una mujer «recién pa- el antiguo cementerio. queda impune. Otras 50 ejecuciones que rida». Es la memoria oral del terror. La historia Los golpistas de la zona inician la represión quedan justificadas legalmente por la apli- que todos repiten en el pueblo. El relato guar- de inmediato, con el apoyo decidido de las fuer- cación del bando de guerra, según consta en dado en el primer estante del recuerdo. La re- zas paramilitares de Falange. Son los conocidos la sentencia. tahíla que traza las secuelas de la barbarie. como los «Leones de Rota». Con sangre y fuego Pero el cabo no es un lobo solitario. Tiene Cuentan que la mujer yace tirada a los pies escriben una crónica genocida que queda rela- el animoso soporte de la centuria falangista li- de la iglesia, junto al grupo de víctimas morta- tada por el propio régimen de Franco. derada por Fernando Zamacola Abrisqueta, les. Pero está viva. Cuando los pistoleros mar- «Ejecuciones y asesinatos, detenciones ar- los temidos y sanguinarios «Leones de Rota». chan, acaba arrastrándose calle abajo. Como bitrarias, desapariciones forzadas, saqueos, De sus terroríficas hazañas dan fe los propios una alimaña malherida. Dejando un rastro de violaciones, amenazas, coacciones, tortu- golpistas encausados. sangre. ras…», narra el historiador y arqueólogo di- «Asesinatos perpetrados por él mismo en Los «Leones de Rota», avisados por algún rector de los trabajos en el viejo camposanto personas menores de edad o de reconocida vecino, sólo tienen que seguir el trazo rojizo de Benamahoma, Jesús Román. buena ideología, varios de ellos en personas dibujado en el suelo. Acaban el trabajo. «Otros La fuente principal para conocer «cómo del bello sexo con el exclusivo fin de violación refieren que el sepulturero la encuentra y la funcionó todo el aparato represivo» en el caso por parte del citado Juan Vadillo Cano, y so- remata dándole con una pala en la cabeza». es el Procedimiento Sumarísimo Número bre saqueos e incautaciones verificados con el Dicen «que la sangre se mezclaba con la le- 1098 incoado en el año 1940 contra el cabo solo objeto de lucro». La transcripción literal che» de aquella mujer «recién parida» n de la Guardia Civil Juan Vadillo. Lo cuenta del texto judicial no deja lugar a dudas.

28 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes 29 del franquismo en Andalucía escasos metros de la fosa que no se atreven a mi- progenitor, Antonio Sarmiento Gutiérrez, arrastrado desde el El drama de las rar. «No, no miramos, nos quedamos aquí arriba», vecino pueblo de El Bosque y asesinado por los fascistas. A repiten Ana y María. Como si ladera abajo hu- Es el drama de las hermanas Sarmiento. El de todas las hermanas Sarmiento biera un abismo. Como si la tumba abierta ema- víctimas del franquismo. «Tengo una cosita, como nervios nara todo el dolor acumulado en una vida de gritos callados. por dentro», confiesa María. «Yo sí estoy muy nerviosa», ter- «Nunca le hemos visto la cara a nuestro padre», dicen. Tie- cia Ana. Ya saben «dónde está» su padre, revelan en mitad de nen 83 y 81 años. Y no se atreven a asomar los ojos encharca- una «extraña mezcla de alegría y tristeza». dos al agujero excavado en la tierra serrana. No son capaces de «Sabíamos lo que nuestra madre nos podía contar». ver los huesos al aire. Alguna de esas personas pudiera ser su Cuando Ana Barea Fernández, enlutada por Antonio, rompía el manto de silencio. Ahora sus hijas sí pueden hablar. Porque en «aquellos tiempos», dicen, «había más opresión». «¿Qué oíamos en casa? Nada. Antes no se escuchaba nada, éramos chicas y mientras crecimos, qué nos iba a con- tar». Siguen. «Yo tenía seis meses y ella tenía dos añitos». «Cuando fuimos mayorcitas... ella [su madre] no que- ría que viniéramos aquí. No sabíamos por qué, hasta que cuando teníamos doce o trece años empezamos a conocer cosas», dice Ana. «Tenía miedo de que le pudiera pasar algo, porque se llevaban a la gente y ya no se volvía a saber nada. Y por nosotras también tenía miedo. Siempre estábamos asus- tadas», alerta María. El asesinato de su padre «fue una tragedia en nuestra casa». Con el secuestro como disparo. «A nuestro padre se lo trajeron de El Bosque junto a otras cinco o seis personas». Y el desamparo como herida abierta. «Nuestra madre se quedó sola y sólo con sus manos para sacarnos adelante, ni había pagas de viudedad ni nada».

—«Ya habíamos venido aquí otras veces, cuando empezaron a cavar las primeras veces. Tengo una cosita, como nervios por dentro».

—«Yo sí estoy muy nerviosa, temblaba mucho pero... es una mezcla de alegría y tristeza, porque vamos a saber dónde están».

—«Aunque no le hemos visto nunca la cara a nuestro padre».

—«Tenemos una foto de cuando estaba en la guerra de Melilla» n

30 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 l compromiso de la Junta de Andalucía con la Me- Crece el compromiso moria tiene un dato categórico: las 57 interven- ciones de los dos últimos años. Unas cifras que con la Memoria E colocan a la región en la vanguardia de la recu- peración memorialista en el país. Y esta obligación contraída con las víctimas del franquismo sigue creciendo. El vicepresidente de la Junta, Como ejemplo, el incremento del 154 por ciento de la par- tida presupuestaria para actuaciones en fosas comunes para Manuel Jiménez Barrios, presencia el próximo ejercicio. Un extremo que confirmó el vicepresi- los trabajos exhumatorios junto a una dente andaluz y consejero de la Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática, Manuel Jiménez Barrios, en la comisión de parlamentarios andaluces. visita a los trabajos arqueológicos en el antiguo cementerio de Benamahoma realizada junto a una comisión de diputa- dos del Parlamento de Andalucía. «La búsqueda de la verdad, la transparencia, el recono- cimiento y la reparación». Son las claves que destaca Jimé- nez Barrios como definición de la tarea emprendida desde el Gobierno andaluz. Una labor desarrollada «desde el rigor científico» con la dirección de los diferentes equipos de ar- queólogos y antropólogos encargados de la localización y ex- humación de los restos óseos de las víctimas de la represión franquista. Con estas actuaciones «se pone de manifiesto que una so- ciedad democrática como la que vivimos también tiene que ser consciente de que tiene que recuperar su pasado para que todo el mundo se sienta absolutamente confortable den- tro de esta democracia que nos hemos dado», en palabras de Jiménez Barrios. Andalucía «siempre ha sido sensible y, en esta materia, es absolutamente pionera, consciente de que en esta tierra hay muchas víctimas del franquismo que hoy merecen el respeto y la reparación», ha subrayado. La visita del vicepresidente de la Junta significa la más alta presencia institucional en una fosa de la guerra civil n

Intervenciones en fosas comunes 31 del franquismo en Andalucía Álora (Málaga) Un castillo para «la noche de los 60»

Ficha

Localización Castillo medieval, antiguo cementerio

Número de víctimas 9 (en proceso)

Fecha de los Desde el 7 de febrero asesinatos de 1937

Equipo técnico Andrés Fernández Cristóbal Alcántara Francisco Melero Eloísa García Juan Fuentes

34 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Álora (Málaga) onocida la sublevación, el alcalde pan durante la República y ahora viven una ordena que el pueblo entregue las calma tensa que destrozan los rebeldes. armas. Ocurre en Álora (Málaga), Dominando el valle del Guadalhorce, está Un castillo para la C donde el regidor Ángel Cabello Mesa el castillo de Álora. Sus muros van a ser testi- intenta controlar una situación desbocada en gos silentes del terror. La fortaleza queda con- «noche de los 60» todo el país desde el estallido de la conspira- vertida en una fosa común elevada casi 250 ción golpista. Los jornaleros han peleado el metros sobre el nivel del mar.

Málaga vive en febrero del 37 uno de los episodios más dramáticos de la guerra civil: la huida masiva de refugiados por la carretera de Almería.

En plena «desbandá», los rebeldes comienzan una dura limpieza en Álora, donde la fortaleza árabe sirve para matar y enterrar a republicanos.

Intervenciones en fosas comunes 35 del franquismo en Andalucía El contexto histórico de aquellas fechas lo cuenta el historiador José Miguel Arlandi Pérez.

«El 21 de julio el pleno del Ayuntamiento decide que se actúe con energía para sofocar cualquier movimiento fascista que surja en la localidad. Hacen votos por la democracia, por la derrota total de la reacción. Muestran, todos, confianza ab- soluta en la victoria, dándose ‘vivas’ entusiastas a la Repú- blica y al Frente Popular. Existen noticias de la llegada de miembros de las milicias republicanas en el mes de agosto de 1936. En septiembre, las tropas gubernamentales ya están bajo el mando del teniente coronel José María Piaya Rebollido. Los voluntarios milicianos forman distintas columnas, implantándose en Álora el cuartel general del sector. La zona comprende desde la zona del valle de Abdalajís hasta la serra- nía de Ronda. Ahí destaca la columna CEFA y los batallones Metralla, Ascaso, México, Largo Caballero o Pablo Iglesias. La línea del frente resulta casi inamovible desde la ocu- pación de Antequera en agosto del 36. Y la de Ronda, en sep- tiembre del mismo año. Hasta la ofensiva rebelde en enero y febrero del 37. El sector de Álora contaba con 4.753 miembros de tropas, 133 suboficiales y 156 jefes y oficiales. Entre sus -ar mas destacan 7 fusiles ametralladoras, 13 ametralladoras, 8 cañones y 14 morteros. Durante estos meses solo se producen leves escaramuzas. Los comités organizan el trabajo, la incautación y redistribu- ción de la producción ganadera y agrícola para las milicias re- publicanas del frente. Pero el 14 de enero comienza el avance golpista en el Las detenciones y muertes quedan materializadas por ele- presos hasta el antiguo cementerio, que se encontraba en el frente entre Antequera y Ronda, reforzando sus líneas en el mentos falangistas, sin ningún tipo de garantías judiciales. castillo árabe de Álora. doble de sus guarniciones. El 31 del mismo mes arranca la Así, el 14 de febrero nombran una comisión gestora con Allí, en las tapias, fusilan a todos cuantos quieren y luego ofensiva final de los rebeldes para ocupar Málaga, por orden cuatro miembros, todos afines al nuevo ‘Movimiento’. El arrojan sus cuerpos a las fosas abiertas. La represión en el del general Queipo de Llano. mismo día se produce el primer fusilamiento de un grupo a pueblo, sin embargo, no queda resumida sólo en los asesina- En la madrugada del 8 de febrero del 37 culmina el las afueras de la localidad aloreña [el pueblo vivió una ejecu- tos. También en las vejaciones sufridas por familiares de víc- avance. Explota la huida masiva por la carretera de Almería, ción masiva conocida como ‘la noche de los 60’]. timas. O en las propias condiciones que viven los detenidos y en unas tierras colapsadas por el gran número de refugiados Los ejecutados pasan, desde ese momento, por la cárcel. en todas aquellas personas que fueron cesados de ejercer sus llegados desde cualquier punto de Andalucía. El recinto está en pésimas condiciones y siempre supera el profesiones. Y, por supuesto, en quienes son afines a los idea- El mismo día comienza una fuerte represión. Los fascistas aforo previsto. Los golpistas usan un local de las dependen- les republicanos y soportan una represión siempre presente realizan los primeros arrestos y ejecuciones en el municipio. cias municipales como presidio. Y, desde allí, suben a los en sus vidas» n

36 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 ¡Yo no cuento las cosas! No tengo nada que con- Como el día que secuestran a su hermano. «Vinieron El chiquillo tar. ¡Qué voy a contar yo ahora de eso! No cuento pegando a la puerta tres hombres, falangistas, y se lo lle- quiere ser militante « nada… Con ocho años que tenía, ¿qué voy a con- varon. Tenía 23 años. Mi madre, chillando. Y mi hermana». tar? ¿Es que sabía yo acaso los movimientos que Lo sacan, lo trasladan a la cárcel «y de ahí al cementerio, ya había?». La memoria de Antonio Mayo resiste. Pese a sus reti- está». El lugar de la gran fosa es el castillo medieval del pue- La memoria de Antonio Mayo cencias iniciales. Y acaba contando. blo. «Aquí [señala el patio central de la fortaleza], a matarlo, claro, y aquí está mi padre también, que eso fue después, ter- minada la guerra». O la historia vivida «con los milicianos». El chiquillo, que ahora calza casi 90 años, quiere ser un guerrillero más. «¡Yo lo pasé muy bien! Me quería ir con ellos, y no me dejaron. Me vine llorando a mi casa». Los resistentes venían «de Sevilla», recuerda. De Álora «nada más que había uno, que yo recuerde». Y el pequeño. «Yo iba a todos lados con ellos, vestido de miliciano como salgo en la foto [que acompaña estas líneas]. Me cogían en hombros y esas cosas. De esto sí me acuerdo porque era grande», rememora. Nunca le contaron la «causa» de la lucha, pero sí de quien de algún modo comandaba el grupo. «El viejito que sale en la foto, que yo le decía ‘el abuelo’ y me llevaba siempre». El viejo Antonio explica la imagen, con el chiquillo An- tonio empuñando un arma. «Me acuerdo perfectamente. Como si fuera hoy. Me dieron la pistola para que jugara con ella. Estaría descargada, digo yo… y alguien tenía una cámara y nos dijeron que nos teníamos que poner para la foto. Enton- ces uno se puso con el culo así como sale y me dijeron que le apuntara. Y eso fue, todo de cachondeo». Antonio es risueño. Fuerte. Encara la vida que le ha to- cado. Con firmeza. «¿Si encontramos a mi hermano? Mi so- brino lo que quiere es que, si dieran con él, enterrarlo con la madre. Ahí está. ¡Martín! Ven acá» n

Intervenciones en fosas comunes 37 del franquismo en Andalucía Que estábamos hablando de padre. Yo le he di- casó con mi madre, Antonia Lamas González, cuando esta- El aciago día cho [al periodista] lo que tú me has dicho, que en ban en zona roja. Se casaron bajo las armas, porque no había caso de que se encontrara, sacarlo, enterrarlo con iglesia, bien casado. Aquellos papeles los rompieron todos, amanece matando « tu madre y contigo cuando estés muerto». Anto- no quedaron nada y mi madre pues ya no rezaba en ningún nio Mayo introduce en la conversación al hijo de su hermano. lado con mi padre. Al nacer yo [un mes después del asesi- «Se llama igual que el padre, Martín Mayo Aranda», dice, ce- nato] me puso los apellidos de mis abuelos». La memoria de Martín Mayo diendo el testigo. El aciago día de abril de 1937 «amaneció matando», dice. «Cuando yo esté muerto, los tres», ratifica Martín. «Se lo Martín padre acaba ejecutado. «Y yo nací en mayo, que es- tengo dicho a mi mujer, que si muero antes de que saquen a taba mi madre con la barriga yendo arriba y abajo para ver a los que están aquí delante, con mi madre y a echar humo». mi padre en la cárcel». La saca dejó una cicatriz imborrable. La coincidencia nominal entre progenitor y vástago tiene «Mi madre… lloraba, pero cada vez que veía al pringoso una explicación. Siempre. «Mi padre era un miliciano y se ese [uno de los gatilleros] lo rifaba». ¿Le insultaba? «Le decía de todo. En la fuente arriba, donde lo pillaba. Era de los ma- los». De los fascistas, se refiere. «Y mira si yo no sabía nada que tuve que ir a afeitar al pa- dre del pringoso ese, allí a su casa, fui a afeitar al viejo… para haberle cortado el pescuezo». En aquel momento, precisa. Ahora no. «Pero es que mi padre no hizo nada. Nada. No de- bieron matarlo. Con 23 años, no tenía sangre en las manos ni nada. Nada». «Un miliciano viejo le dijo: ‘¡Martín, vente, que como esta gente [los golpistas] te coja, te mata!’. Se fue con ellos y llegó hasta Almuñécar. Y allí dijo: ‘pero bueno, si yo no he hecho nada, ¿por qué me voy a ir con mi mujer como está [embara- zada]?’. Se vino y lo cogieron». El hijo de Martín, y nieto, se llama Cristóbal. Y completa el relato. «De pequeñito he sabido que a mi abuelo, el pa- dre de mi padre, lo habían fusilado sin tener ninguna man- cha de sangre, solo por tener unos ideales». La familia busca, dice, cerrar el duelo. «Saber que está aquí y enterrarlo como se merece». Cristóbal, maestro que ejerce en La Rioja, analiza el con- texto que rodea a la Memoria Histórica. Con dos necesidades vitales, apunta: buscar a los desaparecidos «que están sepul- tados bajo tierra» y romper la impunidad que protege los crí- menes del franquismo. Y una apuesta «acertada», subraya, como es la «decisión de la Junta de Andalucía» de abrir el currículum educativo «para que todos los andaluces conozcan la verdad, lo que ocurrió, para que jamás se vuelva a repetir». En ese camino del aprendizaje, dice, no hay «rencor» n

38 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Empezaron a llamarme ‘rojo, como tu abuelo’, y Ahí sigue Juan Lepe Vera, al que en Álora conocen por «el El niño «rojo» yo con 12 años no sabía ni qué era eso de ‘ser un rey». Luchando por las causas justas. Por las ideas que nunca rojo’. Así que comencé a aprender y preguntar, caducan. «No tuve escuela», dice, «pero he leído bastante», que leía a Lorca « a coger libros, y me apunto por la noche a la es- precisa, sabedor de quien soporta el envite del más pintado. cuela. Empiezo a leer quién era Rafael Alberti, Antonio Ma- Aquel día que le refriegan ser nieto de un «rojo», el niño chado, Picasso… toda la generación de poetas y escritores de trabaja en «una casa del centro». Carga materiales de cons- izquierda que mataron o tuvieron que ir al exilio. Y cuando trucción desde el sótano. «Llevaba un cubo de mezcla y La memoria de Juan Lepe Vera, leo que Lorca era ‘rojo’, y los demás, entonces me dije: ‘yo voy cuando subo veo una reunión de cuatro o cinco mujeres re- «el rey» a ser el más rojo de este pueblo’. Y así sigo». zando el rosario y les dije que en vez de rezar por qué no

Intervenciones en fosas comunes 39 del franquismo en Andalucía repartían las cosas que tenían en la bodega, que se estaban es firme. La hija de Juan observa la escena con un miedo atá- y esa noche nos vamos a casa del alcalde y le decimos que ahí pudriendo». vico, desconocido y creciente. El suceso late hasta el día de encima no pueden hacer nichos». La respuesta, ante la inocente estupefacción del joven hoy. Año 79, con el régimen de Franco dando arqueadas y Juan, es el consabido: «eres un rojo, como tu abuelo». Y este «A uno de los hermanos de mi abuelo, que era mayor que el país sumido en plena Transición a la democracia. «Con- familiar era Juan Vera Muñoz, asesinado por los fascistas él, los falangistas lo mataron a palos en la puerta de la cár- voqué una asamblea de familiares [víctimas del terrorismo cuando tiene solo 37 años de edad y un delito mortal, según cel de Álora. No quería subir al castillo y como era un hom- franquista], que hace 40 años quedaban muchos vivos, y nos los rebeldes: ser miembro del sindicato UGT. bre fuerte se tuvieron que liar con él entre unos cuantos, con negamos a que allí se hiciera nada». La primera señal para En la familia no es el único que falta. «Mataron también a las culatas de los fusiles y con lo que pillaron… lo mataron preservar la zona, dice, «fue una cadena grande que se puso sus tres hermanos, a los cuatro los fusilaron. Y uno de los hi- a palos». alrededor del patio de armas del castillo para que la gente jos de mi tío abuelo se fue a la sierra con una partida de gue- El relato que traza Juan Lepe no tiene escapatoria. Tiene respetara la zona donde están las fosas». rrilleros y también lo mataron, con 17 años de edad», narra claro que fueron crímenes de lesa humanidad. Pasó de una El mismo lugar donde ya han sacado «diez cuerpos». La «el rey». casa donde reinaba el «silencio total» a convertirse en un re- dirección arqueológica del proyecto, apunta, «pidió a la Uni- A su abuelo materno fueron a buscarlo «en una casita que ferente en la pelea por rescatar todos los nombres. Y en ese versidad de Granada ayuda con el georradar y ya tenemos los tenía en el campo». Cuando lo llaman, sale al encuentro de la camino sigue: verdad, justicia y reparación. planos». Marcan varias posibles tumbas ilegales. «Parece que Guardia Civil con una de sus hijas, que tenía 11 años de edad. Las primeras elecciones municipales después de la dic- concuerdan con la realidad», con los datos que han acumu- Aquella niña se llama María Vera Álvarez, y vive. Recuerda el tadura de Franco dejan en el pueblo «al primer alcalde so- lado en años de investigación. último día que vio a su padre, «porque está lúcida y con la ca- cialista, Pedro Aranda». Lepe pormenoriza los resultados y «Hay una de 12 metros por 2 de ancho que podría ser beza en su sitio, aunque tiene más de 90 años», anticipa Juan. el número de concejales que dan la alcaldía «a la izquierda»: la de ‘la noche de los 60’ y otras que concuerdan con las fe- «Ella me ha contado que la Guardia Civil le preguntó: 4 del PSOE, 3 del Partido del Trabajo, uno del Partido Comu- chas que tengo, de fusilamientos de 15 personas, de 10… por ‘¿Usted no ha echado ropa ni nada?’. Cree que era para que nista y otro del Partido Andalucista. Enfrente, la UCD saca ahí van», señala esperanzado. Sabedor de que la lucha de las volviera y pudiera escapar, porque estaba lejillos… pero como 8 encabezada «por Antonio Martos, abogado y una persona víctimas del franquismo «sigue hasta hoy». Que aquellos ni- no había hecho nada, de sangre ni ningún delito, no fue». ejemplar, muy bueno», especifica. ños «rojos» que aprendieron leyendo a Lorca, a Alberti, a Ma- Acompañó la partida. Y acabó en la fosa común. Pocos días después «me avisa Martín Mayo». Es hijo de chado, a Miguel Hernández… siguen marcando los senderos Cuando proponen al abuelo volver a su casa, «un falan- represaliado por el franquismo «y me dice: ‘Juan, en el ce- de la memoria n gista dijo: ‘¡Y si se escapa!’, a lo que otro contestó: ‘Si se va, yo menterio el Paro Comunitario [plan de empleo público] está lo cojo con mi caballo y una escopeta’». La memoria de María rompiendo donde está la fosa para hacer un panteón encima’,

40 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Mi padre era un jornalero nato, del campo. borriquilla que tenía y salió para la carretera de Almería». Leche de cabra, Cuando entraron las fuerzas [rebeldes] por Ante- Con una niña de tres años metida en un cubo, un niño de dos quera, los señoritos de los cortijos venían y decían al cinto «y yo con seis meses en los hombros de mi madre», cañas de azúcar y muerte « que todo aquel que tuviera chaquetillas, eran rojos recuerda. «Y una cabrilla amarrada a la burra para darle a mis todos. ‘Esos eliminados’, decían. Y así era». La dureza del re- hermanos leche, porque la de mi madre me la daba a mí, pero lato de José Florido Lobato no llega de sus ojos, ni de su rostro a ellos había que darles alguna comidilla». La memoria de José Florido arado por el tiempo, sino del pasado que azota toda una vida. Toda la familia intentando escapar. Con rumbo, sin sa- José nace el 13 de septiembre del año 36 cerca de la cuesta berlo, a la Desbandá. «Había tres barcos enfrente, en el mar, del Algarrobo. «En la punta de abajo vivían mis padres, en con los alemanes, con los aviones, y por la carretera matando una casilla de alquiler». Su madre era María Lobato Martínez. a todo lo que pillaban… viejos, niños. Todos». José mira fija- Su padre, Cristóbal Florido Hidalgo. Tenía 26 años cuando mente con unos ojos que parece tuvieran dentro las imáge- pierde la vida a tiros «Y ella tenía 22 y se quedó viuda con tres nes de la carnicería provocada por los franquistas apoyados hijos, que nos tapaba con una servilleta… ni un colchoncillo por tropas de la Alemania nazi de Adolf Hitler y de la Italia donde dormir siquiera». fascista de Benito Mussolini. «¡Ahí vienen los malos, los fascistas, vámonos!». El La primera noche «mi padre no durmió, decía que se grito, y el miedo, recorren el pueblo. «Mi padre aparejó una fumó tres paquetes de tabaco y que veía pasar gente, y más gente, diciendo: ‘¡venga que vienen los fascistas!’, hu- yendo por la carretera donde nos metieron a todos embo- cados allí». Acorralados en el mayor crimen de guerra del franquismo. José teatraliza una escena revivida mil veces. «Mi padre: ‘María, ¿y qué hacemos nosotros con este cuadro, hija? Y yo que no he hecho nada, ¿qué me van a hacer?’. Y mi madre: ‘Cristóbal, tú sabes lo que pasa, que esta gente no tiene mi- ramientos, vamos a seguir’. Pero nos volvimos. Y fueron a por él». A por su padre, «que fue denunciado por un tal… aquí le decían Antonio ‘el Remamao’», apunta. «Un mes estuvo en la cárcel. Era el preso 92». Lo único que hizo, dice su hijo, es participar en «un comité» de bra- ceros que pedía «que se respetase el sueldo de los jornales y que lo subieran un poquillo porque no se podía tirar». Acabó siendo uno más en «la noche de los 60», como se conoce en el pueblo a aquella madrugada rota a tiros. Y José, como en una atropellada letanía, regresa a la en- cerrona sufrida en «la carretera de la muerte». «Pusieron tres barcos enfrente, cuando la cuesta se empina y se mete por la sierra ahí ya metieron… y los aviones, iban batiendo por lo alto, y luego ya las fuerzas que ayudaron a esta gente… los italianos, los metieron también por la cuesta del Moro, con ametralladoras tirando a todos los que iban por ahí que- riendo escapar por las cañas de azúcar» n

Intervenciones en fosas comunes 41 del franquismo en Andalucía Huelva El anarquista que Franco mató por leer a Nietzsche

Ficha

Localización Cementerio de La Soledad

Número de víctimas 1

Fecha de los asesinatos 10 de febrero de 1938

Equipo técnico Jesús Román Juan Manuel Guijo

44 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Huelva scribir artículos en prensa. Dar dis- Pedro Masera Polo tiene 61 años cuando cursos en la bocamina. Y acumular cae abatido a tiros «el 10 de febrero del 38 libros de filosofía. Es el cóctel vital de a las 6 de la mañana», precisa a pie de fosa El anarquista que E Pedro Masera. Un autodidacta que su nieta, María Luisa Masera. Con los res- hace crecer a sus hijos jugando entre publica- tos tocados por el aire. Antes de la condena a Franco mató por leer ciones infantiles. Un obrero consciente, asido muerte, los golpistas regalan al revoluciona- a Nietzsche a la lucha de clases como única guía posible. rio un año de cárcel. Ahora, sus huesos han Son los principios, y el fin, del anarquista que sido rescatados. Y su historia queda escrita Franco mató por leer a Nietzsche. para siempre. «La gente que habla de que esto es abrir heridas, ¿de verdad tienen víctimas del fran- quismo en su familia? ¿Lo han visto de cerca? Los que no saben, por la desmemoria o por- que no lo han padecido, lo mejor que podían hacer es no hablar. Porque encima nos hacen mucho daño». La reflexión que hace la des- Entrevista a María Luisa Masera, cendiente de un asesinado es tajante. Tiene nieta de Pedro Masera, un minero derecho a buscar a los suyos. cargado de ideales y ejecutado por los franquistas en 1938. ¿Se trata de dar sepultura digna y cerrar el duelo? Sus restos han sido exhumados Exacto. Y entonces se cierra la herida. Ven- de una tumba ilegal en el dré el día 1 de noviembre, o cuando sea, y cementerio de Huelva. veré el nombre de mi abuelo en una lápida [llora]. Ya no tendré dentro esa cosa de dónde «Siento una satisfacción enorme estará y dónde lo matarían. Ahora sé que mi de haber visto a mi abuelo aunque abuelo está ahí y tiene un nombre. Los nietos también estamos afectados y además es una sea un esqueleto», dice su nieta en cuestión cultural: las personas enterramos a una entrevista a pie de fosa. nuestros muertos. Es una necesidad.

Intervenciones en fosas comunes 45 del franquismo en Andalucía Siente la carencia, aunque siquiera pudo Las ideas, y la cultura, al servicio de la era mayor y se quedó escondido. Hasta que verlo vivo. lucha obrera. Franco publica un bando diciendo que no No lo conocí, claro. Nací varios años después Es lo que ha llegado a mí de su vida. Que había nada que temer para los que no tenían de terminar la guerra. Justo un 10 de febrero, luchaba mucho, dando mítines en la bo- delitos de sangre. Él estaba como un animal cuando se cumplían nueve años de su asesi- camina. Por ejemplo para que la gente no acorralado por patrullas de falangistas, y es- nato. Es algo que me emociona mucho por- entrara y se negaran a trabajar como protesta taba sólo, sin nada, y decide entregarse en el que es muy curioso. Y en mi familia nunca por la quema de la pirita al aire, que era muy cuartel de la Guardia Civil de Valdelamusa. Y hubo problema en hablar de estas cosas. contaminante. claro, mandan a preguntar por sus activida- des a su pueblo. ¿No sucumben a la desmemoria colectiva? Y se convierte en un ejemplo de la resistencia Jamás. Desde que me alcanza la memoria sé al fascismo en la Cuenca Minera. ¿A quién preguntan? que mi abuelo era anarquista. Que era un hom- Mi familia era del Cerro del Andévalo y la A un adicto al régimen. Uno que tenía una bre entregado a la causa. Que por esa implica- zona minera ha sido siempre muy reivindi- tienda, que era muy de derechas, muy conser- ción estaba en las listas negras que tenían los cativa, precisamente por las condiciones de vador, y que lógicamente va a echar toda clase encargados de la mina. No le daban trabajo y te- trabajo tan duras. Cuando estalla el Movi- de porquería sobre mi abuelo. nía cinco hijos… ha llegado a vender cabras que miento [el Golpe de Estado] allí hay lucha, se eran herencia de mi abuela y alguna otra cosa proclama el comunismo libertario, que duró ¿Ahí lo secuestran y ejecutan? para soportar el tiempo que estaba parado. mes y pico. Mi abuelo tenía ya una edad y sus Lo traen a la cárcel de Huelva. Luego lo juz- actuaciones quedaban más que nada en con- gan y condenan a muerte. Está un año preso ¿Quién era Pedro Masera? cienciar a la gente. Mi padre sí formaba parte hasta que lo matan. La fecha de la ejecución Era minero. Y autodidacta, leía muchísimo. Mi del Comité Revolucionario. También traba- es el 10 de febrero del 38, a las 6 de la mañana. padre me contaba que tenía un montón de li- jaba en la mina. Tenía 61 años. Mi padre era el pequeño de los bros, sobre todo de filosofía [sonríe y hace una cinco hijos y tenía 25. Se llamaba igual, Pedro pausa, pensativa]. Le gustaban Friedrich Niet- Huelva cae rápido en manos rebeldes y casi Masera. zsche, Arthur Schopenhauer… tenía las obras sin guerra… completas de Eliseo Reclus. Enviaba artículos Cuando entran los «nacionales» a últimos de ¿También sufre represión? a Solidaridad Obrera de Barcelona sobre los agosto [del 36] la mayoría sale a la sierra a es- Llevaba un pasaporte para Veracruz (Mé- problemas de los trabajadores aquí en la mina. conderse. Conocían aquello como la palma xico), de los que la República extendió para Estaba suscrito a revistas anarquistas como Es- de la mano. La gente más joven, como mi pa- la gente más comprometida. Y en el puerto tudios y Blanca y a publicaciones infantiles de dre y otros, decidieron irse a Madrid como de Alicante, pues ya sabemos todos lo que los padres de Federica Montseny. podían. Andando, en tren… pero mi abuelo pasó: que cuando veían los barcos virar e

46 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 irse pues… se quedaron con los fascistas en- una fábrica, cuando él pasaba tanta hambre en habían fusilado. Ya era un dato. Y cuando el trando por tierra y los buques marchándose. Toledo ella se iba a trabajar al campo para lle- juez Garzón presentó esa cantidad de quere- También estuvo en la cárcel y condenado a varle al menos alguna fruta. ¿Sabes lo que ha- llas, no recuerdo bien cómo fue… oí la noticia muerte, eh, aunque le conmutan la pena por cían? Guardaban las cáscaras para comérselas y seguí buscando. cadena perpetua y pide traslado a las colo- durante la semana. Cáscaras de fruta como ali- nias penitenciarias para hacer trabajos forz… mento para hombres sometidos a trabajos for- ¿Y Pedro Masera está entre las 114.226 vícti- de esclavo del franquismo, que se llama, en zados. Mi madre contaba muchas veces que le mas del franquismo que acumula esa causa? el Alcázar de Toledo. Luego lo traen a Huelva. decía: «no me vayas a dejar, no te canses de ve- Sí. Se envió la documentación a través de una Pero claro, ya había conocido a mi madre en nir, si tú me dejas me muero». asociación memorialista. Esto se quedó pa- el 36 en Madrid. rado un tiempo pero el año pasado entré en Relatos de amor en plena guerra. contacto con Rafael Moreno [periodista e in- Cuente esa historia de película. Sí. Mi padre estuvo cuando defendieron el vestigador] y ya empezamos otra vez. Hasta Fue una cosa muy graciosa. En Madrid antes frente en la Ciudad Universitaria, con Franco hoy [sonríe]. nevaba, más que ahora, y mi padre no había ya a las puertas mismas de Madrid, y en la visto nunca la nieve. Un día mi madre iba a Casa de Campo. De ahí lo mandaron a Aran- Un proceso complejo, pero son los prime- comprar leche y él estaba jugando con unos juez, que era zona roja porque el resto de pue- ros que consiguen sacar a su familiar de una compañeros a tirarse bolas de nieve. Entonces blecitos de alrededor ya había caído. Y allí fosa del cementerio de Huelva que retienen le tiró una y le dijo cualquier piropo. Y como conoció a mi madre. a más de 2000 ejecutados. ¿Qué siente? las madrileñas somos un poco chulonas, se Siento una satisfacción enorme de haber visto volvió y le llamó tonto y no sé cuántos. Y a él Y la hija que surge de aquella historia viene a mi abuelo aunque sea un esqueleto. Porque le hizo tanta gracia que se fue detrás de ella, la a curar la tragedia que marca su familia. he crecido con esa ansiedad de que me fal- acompañó hasta donde vivía y ya iba siempre ¿Tiene que ver con que las ideas no se matan? taba. De pensar dónde estaría y no atreverme a verla. Así se hicieron novios. Claro, absolutamente. En mi casa siempre se a preguntar por la pena tan grande que veía ha mantenido su memoria. Con todo, queda- a mi alrededor. Si ahora sirve para que otras ¿Ya siempre estuvieron juntos? mos marcados de por vida. familias se atrevan, bienvenido sea. Yo siento Ahí se conocen y después de casi tres años de una tranquilidad espiritual grande. Eso es lo noviazgo mi padre se va a Alicante. Y mi madre, ¿Cuándo piensa que tiene alguna opción de que siento n Faustina García-Redondo, no sabe de él du- rescatar los restos de su abuelo? rante una temporada. Después la pobre, que Por un certificado de defunción que tuvo que era una mujer muy republicana y trabajaba en pedir mi padre ya me enteré de cuándo lo

Intervenciones en fosas comunes 47 del franquismo en Andalucía Palomares del Río (Sevilla) Los Cinco de la Riuela

Ficha

Localización Cementerio municipal

Número Entre 3 y 5 de víctimas (contexto alterado y escasas evidencias antropológicas de muerte violenta)

Fecha de los asesinatos 13 de agosto de 1936

Equipo técnico Elena Vera Juan Manuel Guijo Elisabet Conlin

50 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Palomares del Río (Sevilla) El 13 de agosto los cinco hombres, que en Palomares del Río», declara José González, se encontraban encarcelados, iban a hijo de uno de los asesinados, en un reportaje Los Cinco de la Riuela ser trasladados a Sevilla, pero a mi- publicado hace más de una década. « tad de camino, en un paraje cercano Esas cinco personas eran Manuel Lama a Gelves denominado La Riuela, se detuvieron. Suárez, Francisco Ponce Martín, Antonio Allí fueron fusilados por falangistas, y los deja- González de la Rosa, José Vargas Garrido y ron a pleno sol durante cinco días, agujerea- José Blanco Osuna. Conocidos desde enton- dos, hasta que fueron tirados a una fosa común ces como Los Cinco de la Riuela.

En La Puebla del Río (Sevilla) llueven las balas del Mogador, el barco que hostiga las calles ribereñas que serán luego un hervidero de falangistas.

La «limpieza» se lleva por delante a Manuel Lama, Francisco Ponce, José Vargas, Antonio González y José Blanco, que acaban en una fosa en Palomares del Río.

Intervenciones en fosas comunes 51 del franquismo en Andalucía ribereños. Manuel Lama ve «caer algunas ba- las en su patio», como cuenta Vicente Aranda en el libro Los Cinco de la Riuela, editado en el año 2005 con el subtítulo Cinco víctimas del le- vantamiento militar de 1936 en La Puebla del Río. Aguas arriba, a la altura de Coria, el vapor recibe varios disparos y uno, engatillado por «Quico» Morejón, mata al golpista Conde de Villacreces. La tarea de «limpieza» llega con los calores de agosto. La Puebla es un hervidero de falan- gistas que ejecutan una represión sistemática. La lista acaba contando al menos 41 casos do- cumentados. Algunos escapan, como los re- fugiados de «El Villo», una isla en mitad de la marisma que plagada de carrizos y eneas sirve de refugio. Es necesario «que esta historia no caiga en el olvido», como refleja Aranda en el pró- logo de su obra. Que quede la memoria viva de Manuel Lama Suárez, «el niño de Lama- gome», y de su hija Dolores Lama Castro. De José Blanco Osuna, alias «Potoco», y de su hijo José Blanco Garrido. De Antonio Gonzá- lez de la Rosa, «el Piñonero», y de su hijo José González Hernández. De Francisco Ponce Todos vivían en La Puebla del Río (Sevilla), lo surca la sombra trágica del Cabo Carvoeiro, Martín, «el Carmona», y de su hijo Antonio un municipio de tradición agrícola y ganadera. el «barco de la muerte» donde penan cientos Ponce Mije. Y de José Vargas Garrido, «Joseli- De campo, dehesas y marismas. Tras el golpe de criaturas antes de perder la vida a tiros. llo er cantaó» o «Caramulo», y de la hija de su de Estado, las calles cigarreras no registran nin- O el Mogador, un mercante transformado hermana, Manuela Sevillano Vargas, y todos gún conato de resistencia. El río Guadalquivir sí en buque de guerra que hostigará los pueblos los familiares y todos los nombres n

52 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 a búsqueda de los Cinco de la Riuela ha trazado Un hueso occipital muestra un orificio de entrada. El estudio Doce años de una dolorosa huella que avanza en el tiempo. de los restos depara varios individuos adultos (cinco mascu- Como en una pesadilla. Más allá de la rutina del linos, uno femenino y otro de edad avanzada y sexo inespe- «sufrimiento» extra L duelo sufrida por las víctimas del franquismo. cífico) y otros subadultos (de entre 8 y 16 meses de edad, otro En 2005 arranca una primera intervención que localiza de más de 12 años y uno de 7 a 12). restos óseos. Son de represaliados, según los responsables Las fosas del franquismo están muchas veces alteradas Tras diversas excavaciones, una nueva de la excavación. Unas muestras acaban enviadas al departa- por la dinámica de uso habitual de los cementerios. No que- mento de Biología Molecular de la Universidad de Barcelona daron protegidas ni inmunes a estas transformaciones. Como intervención arqueológica pretende para un análisis genético que no casa ninguna identificación. es el caso de Palomares. En el cementerio local no se conoce despejar las dudas suscitadas por El mismo equipo, sin embargo, descarta después que los la presencia de otros enterramientos clandestinos de repre- huesos sean de asesinados. Y abren de nuevo la tierra, una saliados salvo los Cinco de la Riuela. las actuaciones precedentes. década después, con resultado negativo. Aunque señalan la El depósito exhumado es consecuencia de la destrucción posibilidad de que existan otros contextos secundarios con o remoción de los originales. Dentro del conjunto estudiado opciones de albergar a las personas ejecutadas. Otra vez. es «imposible» saber qué huesos corresponden a las víctimas. La labor realizada, «sin procesamiento científico alguno», La balística y los restos antropológicos con daños perimorten desaconseja nuevas «aventuras». El trabajo va a quedar en ma- son las únicas evidencias conservadas en el emplazamiento nos de Elena Vera, directora arqueológica, y Juan Manuel Guijo, de la fosa original o cerca, que habría estado en algún punto responsable del estudio antropológico. Atienden «por razones de la zona rebajada en un primer momento. humanitarias» a «las circunstancias emotivas excepcionales de «Los hechos acontecidos desde 2005 han supuesto una sufrimiento durante casi doce años de los familiares». espera de once años para los familiares, añadiendo un mayor Se hace «prioritario despejar cualquier duda sobre los dolor y frustración al que llevan soportando toda la vida», es- restos exhumados en el lejano 2005», escriben. En un cráneo criben Vera y Guijo. Si algo queda claro «es que la fosa fue al- aparecen esquirlas de balística y un proyectil de arma corta. terada hace décadas» n

Intervenciones en fosas comunes 53 del franquismo en Andalucía

l pueblo debe saber y no olvidar –después de de- «El pueblo debe saber» masiados años de silencio– lo que ocurrió. Los sucesos de agosto de 1936 dejaron en nuestro E pueblo una renta trágica: cuarenta y tantas viudas La memoria de y un número considerable de niños sin padres. Entre ellas se encontraba mi querida madre. Y yo. José González Hernández Antes que nada dejo bien claro que no me guía ningún afán de venganza. Entre otras cosas porque los que ejecuta- ron a mi padre ya no viven y sus familiares no tienen culpa. Muchas veces me pregunto: ¿cómo puede el ser humano cometer tales actos de barbarie? Lo que sucedió en La Puebla en aquellos infaustos y calurosos días de aquel verano fatí- dico pone los vellos de punta al más desalmado de los morta- les. Aquello nunca debió ocurrir. En el caso que narro se dieron cinco agravantes: persecu- ción, detención, cárcel, ensañamiento y fusilamiento. ¿Qué irían contando esas hienas a sus casas una vez que cometie- ron los asesinatos? El pueblo debe saber que por nuestros muertos nunca ta- ñeron las campanas. Sólo se oyó el ruido de las pistolas y las metralletas. Que nuestros muertos no necesitaron ningún confesor porque no habían cometido ningún delito: no ha- bían matado, ni robado, ni hecho mal a nadie. A no ser que fuese un delito ondear una vez la bandera republicana por las calles de La Puebla en una manifestación obrera, que fue el caso de mi padre. El pueblo debe saber que me dejaron sin padre con algo más de dos años. Que mi madre se encontró de la noche a la mañana sin marido, viuda, con dos hijos y sin saber qué hacer para subsistir. ¡Y, además, marcados! Por ser mujer e hijos de un obrero, de un trabajador de la tierra, de un jornalero repu- blicano. Pero, sobre todo, ¿sabe alguien lo que significa para un niño no poder decir nunca ¡papá!?

[Extracto de un extenso relato de José González Hernández, «uno de tantos marcados por la guerra civil»] n

Intervenciones en fosas comunes 55 del franquismo en Andalucía i padre estaba en mi casa, venía de trabajar en «Tú ahora el campo. Llegaron: «vente que te vamos a ha- cer unas preguntas». Y ya no venían más. Como no me vas a recordar» M los demás. Era José Blanco Osuna. Se casó con 28 años y lo mataron con 29. Yo nací un mes después. Mi madre no contaba nada. Cuando yo llegaba, cambia- La memoria de ban la conversación. Intenté conocer, le pregunté muchas ve- ces, pero contestaba: «tú ahora a mí no me vas a recordar…». José Blanco Garrido Nunca me contó nada. Por mi novia supe quién mató a mi padre. Esperando el tranvía llegó uno y me pidió un cigarro. Ella sabía quién era, yo no. Y ya pasado un poco de tiempo me dijo: «¿te acuerdas del que te pidió el cigarro en la esta- ción? Pues fue el que mató a tu padre». Si en aquel momento lo llego a saber no sé lo que hubiera pasado. El dolor lo he llevado toda la vida. Porque ni yo lo he co- nocido ni él llegó a conocerme [cae preso de la emoción]. Los que hicieron eso eran unos criminales, todos. En La Puebla se llevaron por delante a muchos padres de familia, Nosotros siempre hemos estado buscando a los Cinco de la Riuela. Cuando se entierren por lo menos está uno tran- quilo de que no está en el suelo. Es lo que queremos. Ni ren- cores ni venganza. Que los criminales ya no viven y los hijos no tienen culpa. Con el hijo de uno [de los asesinos] he ju- gado toda la vida, en la calle, al fútbol, nos peleábamos, y es una bella persona. Si en La Puebla hay dos buenos, él es uno. El hijo de uno de ellos n

56 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 o tenía 11 añitos. Eso pasó en agosto, no se me ol- «¿Quieres que te diga vida porque yo cumplía en septiembre. Tenía casi 12 años ya. Ese día lo recuerdo. Y me ha quedado a mí quiénes eran?» Y la pena, que yo siempre he dicho que cuando se lle- varon a mi padre yo les tenía que haber dicho: «yo me voy a ir con él». Eso de siempre lo he tenido yo metido aquí [señala el pecho]. La memoria de Mi padre se llamaba Manuel Lama y mi madre Joaquina Castro. Me acuerdo que estaba con mis primas y mis tíos, sen- Dolores Lama Castro tados al fresco en la puerta. Entonces los vimos venir con los fusiles. Iban… [hace una pausa y mira fijamente]. ¿Quie- res que te diga quién eran? Eran dos «alonsitos» [golpea la mesa], mira, y un hijo de Teresa Moreno, el Curro. Lo cuento tal como pasó porque es que no se me olvidan ni las caras. Preguntaron y mi tío les dijo: «no, mire usted, por aquí no ha pasado ni ha venido nadie». Y un Guardia Civil que había venido nuevo al pueblo llegó y dijo: «¿qué pasa, que no quieren declarar?, pues eso se le hace así [gesto de un disparo] y acabamos con todos». Aquella misma noche que se llevaron a mi padre, aquella noche… La familia se quedó destrozada. Lo tuvieron en la cárcel. No estuvo muchos días ence- rrado pero le dieron una buena soba. Mi madre iba a verlo y dice que le parecía que tenía hasta un ojo fuera. Él le decía: «vete, vete, que a mí no me va a pasar nada». Y no volvía la cara. Mira, después de eso, hemos roto los libros así de gordos de las trampas, de darle mi padre la comida a la gente sin di- nero. Cuántas libretas de lo que le debía la gente… las sacaba y jugaba con mi Joaquín. Y mi madre los rompió y los quemó. Dijo: «para qué queremos esto». Yo he convivido en la misma calle con los que se lo lleva- ron. Uno en la esquina y otro un poco más abajo. ¿Cómo se vive con los criminales? Mi madre no abría la puerta ni... al- gunas veces salía a la puerta y cuando los veía encajaba y me metía corriendo para adentro. Me decía mi madre: «¿qué te pasa?». Y yo le decía: «¿qué me pasa?, que viene fulano». Se quedaron todos viviendo en esta calle. Y digo, «estoy rodeá». Desde arriba hasta abajo. ¿Y ahora qué haces tú? Ya los nietos y eso no tienen culpa n

Intervenciones en fosas comunes 57 del franquismo en Andalucía staba trabajando en el campo, cargando gavillas Mi madre no se puso nunca más ni una blusa blanca. Ahí «No te tienes que enterar de trigo. Mi padre era Francisco Ponce Martín. está, el luto. Siempre de negro. «Pa mí es iguá», decía. Ya no Cuando llegó a mediodía a su casa, fueron a por tuvo más una feria, un Corpus, una fiesta. Nada más que tra- de nada» E él. Y hasta hoy. Nadie sabe nada. Se lo llevaron bajar de noche y de día en todo lo que se terciaba. De blan- y no lo vio más mi gente. Porque yo era un crío, tenía cinco queo, pintar, lavar… Nunca intentó casarse ni nada. Quedó en años. El trabajo, su casa, sus hijos y su mujer. Eso era todo. su sitio y hasta que murió. Del asunto de mi padre no contaba nada. No quería. La memoria de Nunca. Una vez le dije: «mamá, ¿por qué no me cuentas de Antonio Ponce Mije estas cosas que yo me entere de lo que hay?». Y me dijo: «tú ya no te tienes que enterá de ná, porque el sufrimiento es mío, tú lo mejor posible p’alante». Lo vivió muy malamente. Con tres niños a sus brazos solos, una mujer, ¿dime tú cómo lo iba a hacer? Y aquí se convivía con los criminales… A los canallas los cogía el pescuezo y no iban a servir ni para puchero. Ya no, porque se han ido muriendo todos. Pero en aquellos enton- ces me entero de quién ha sido y… ese no se va de rositas. Aunque yo hubiera acabado donde fuera. Aquí en el pueblo se ha conocido todo. Eso es lo que mi madre tenía de reservas: preservarnos de ellos. Que no quería vernos en un cuartel ni en una cárcel. Fue su forma de proteger. Ella se lo tragó todo. Así fue. Pero ya no quiero venganza ni quiero nada. Lo que quiero es reco- ger lo poquito que haya, si ese es mi padre, y darle sepultura como es debido. Del día que ocurrió no te puedo decir. Con la edad que tenía no me daba cuenta. Luego el dolor lo he vivido muy amargo. He echado de menos a mi padre. Lo tengo en mi imaginación de niño de cinco años. Ahí sí lo tengo yo n

58 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 i abuelo era un hombre de campo. Se llamaba Los falangistas, un día sí y otro no, le preguntaban: «Juan «Hicimos una fosa Juan José García Lama. Vivía en una choza en José que tú tienes que saber, tu hermano tiene que estar por La Dehesa de Abajo. Allí tenía su ganado y eso. aquí». Y le cogería miedo y qué hizo, que se fueron los dos a pequeña» M Su hermano, Serafín, pertenecía a un sindicato una finca cerca de allí que había muchas zarzas. Aquello era o partido. Aquí en el pueblo nadie hizo ninguna barbaridad un bosque. Ahí se escondieron. pero cuando estalló el Movimiento, se fue huyendo a La De- Mi padre al oscurecer les llevaba comida en una talega y hesa. Mi abuelo lo tenía escondido. se la dejaba en los juncos o en un acebuche. Se conoce que sospecharían algo y vigilaron. Ese día lo detuvo la Guardia La memoria de Civil. Se lo llevaron a mi padre donde estaba con las borre- Juan José García Peña gas, para que lo viera. La familia no creyó que lo iban a ma- tar. Cuando pasó, a los pocos días le salió al encuentro su tío y no se lo creía. «Han matado a mi hermano, han matado a mi hermano», decía. Todo me lo contaba mi madre. Mi padre poco hablaba de eso. Evitaba hablar del tema. Después en la calle me han dicho que tuvo enfrentamientos con algunos falangistas del pueblo. Pero en la casa no contaba nada. Al final, poco tiempo antes de morir, me contó eso de cómo se llevaron a su padre. A mi abuelo lo mataron en la estación de Palomares y lo dejaron tirado en la cuneta. Allí dicen que se llevó dos o tres días. Cuando la familia se enteró pagaron a dos hom- bres para que fueran a recogerlo pero ya lo habían enterrado en el cementerio. Él no está con los Cinco de la Riuela. Está aparte. Estuve hablando con el hombre que lo recogió y me de- cía: «desde que pasó eso no he vuelto a entrar en el cemen- terio». Se fue del pueblo. Me contó que a la entrada «hicimos una fosa pequeña, y lo enterramos». Mi abuelo lo único que hizo fue proteger a su hermano. Buscarlos es una forma de honrar su memoria n

Intervenciones en fosas comunes 59 del franquismo en Andalucía La Puebla de los Infantes (Sevilla) «No he podido olvidar a mi padre»

Ficha

Localización Cementerio municipal

Número 6 (dos mujeres, cuatro de víctimas hombres)

Fecha de los Desde el 22 de agosto asesinatos de 1936

Equipo técnico Elena Vera Juan Manuel Guijo

62 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 La Puebla de los Infantes (Sevilla) Mi historia se la voy a contar en tres palabras. Soy hijo de Luis Pineda San «No he podido Vicente. Y resulta que a mí me co- « gieron mis abuelos, me criaron. Con cuatro años me metieron en un internado. olvidar a mi padre» Ahí no se hablaba de Franco ni de nada. Eso estaba todo oculto. Así pasó mi vida, mi ju- ventud, y no me enteré de cuándo murió mi padre, cómo lo fusilaron». El relato de Luis Pineda es certero, claro, mantenido en el trasiego vital de quién ha Entrevista | Luis Pineda perdido todo antes de abrir los ojos. Luis ha mantenido viva la memoria de su padre, A su padre, Luis Pineda San asesinado por el terrorismo franquista en Vicente, el terrorismo franquista lo su pueblo, La Puebla de los Infantes (Sevi- mata en La Puebla de lla). Así hasta el último momento en que se los Infantes (Sevilla). abre el nicho que atesoraba los restos saca- dos de una fosa común en los años 80 del siglo pasado. Luis acaba recogido por sus El paso del tiempo, y una enfermedad abuelos que lo envían a un internado terminal, nos deja sin Luis justo al final del proceso. Poco antes, ofrece esta entrevista donde «todos teníamos En el Registro Civil usted aparece con el alguna pequeña historia». cargada de emotividad y potentes testi- mismo nombre y apellidos de su padre. Lo monios. Es la muestra de que Luis consi- reconocen e inscriben sus abuelos. Luis Pineda falleció poco tiempo gue doblegar la impunidad de los crímenes Antes de nacer mi vida ya empieza a cambiar. de Franco. De que su lucha permanecerá después de ofrecer esta entrevista: Llegaron a un acuerdo con mi madre y me siempre. pusieron los apellidos de mi padre, que ya lo y lo hizo ganando al olvido, Porque ha muerto ganando al olvido. To- iban a fusilar. Luego pude cambiarlo, pero se- tocando con los dedos cando con los dedos la memoria eterna de guí con esos apellidos hasta el día de hoy. Y la memoria eterna de su padre. su padre. con esos moriré.

Intervenciones en fosas comunes 63 del franquismo en Andalucía ¿Cuándo suspecha que algo ha ocurrido en lo llevaron. Porque yo no lo sé, ni mis abuelos El que lo era, pues calladito. Y ahí me fui ha- su familia? me lo han dicho, ni mis tíos ni nada. De eso ciendo mayorcito y die, «esto, ¿la guerra?». Siempre me lo ha dado el corazón. Decía: «a mi estoy ajeno total. No sé cómo pasó. Unos de- Mi padre está fusilado y entre ellos está [en padre lo han matado en la guerra». Eso se fue cían que fue alguien que le debía dinero a mi el cementerio] como ustedes habéis visto... el transformando hasta que di con la clave de que padre y diría: «yo te denuncio, te quito de en cuerpo presente [solloza]. lo habían cogido y hecho prisionero, que se lo medio y ya estoy tranquilo». ¡Había tantos bu- habían llevado y le habían pegado dos tiros. los! Eso es lo único que sospecho. ¡Sospecho! ¿Contaban historias entre los niños internos? No sé la realidad. Lo llevaban todo muy en secreto. Sólo se en- ¿Cómo conoce esa clave? teraba el niño que estaba «sentenciado». No No recuerdo. Poquito a poco. Al mes pillaba Y usted se cría al amparo de sus abuelos, al permitían [los curas] que habláramos. Todo una cosa, a los cinco o seis meses pillaba que le matan dos hijos. ¿Nunca cuentan so- eso era tabú. Era un régimen interior con un bre estos crímenes? otra, y así fui almacenando hasta que salió trato complicado. No, nada. Eso lo han mantenido ellos hasta la composición, que a mi padre lo mataron. que se han muerto. Yo me he ido enterando Eso ya sí me lo dijo mi abuela [Luis recrea la por fuera. Dentro de ese tratamiento, tan duro y rígido, conversación]: ¿pasaban hambre? —A tu padre lo sacaron de casa, estaba dur- ¿Qué fue de su madre? Hambre de la época que pasamos todos. ¿En miendo la siesta. Llamaron, salió tu madre. De mi madre pues fue eso… [suspira] que me aquella época quién no pasó hambre? Aun- —¿Qué querían? dejó chico. Me dejó con mis abuelos, que se que estábamos en un colegio y arrimaban la —Venimos a por tu marido. hicieron cargo, y luego me metieron en un in- comida, pero ¿qué es lo que arrimaban? Y ya no volvió más. Se lo llevaron y ya no vol- ternado. Allí estuve desde los cuatro añitos o vió más. Eso es lo único que me han dicho mis cinco aproximadamente hasta los 18 años. En Cuéntelo. abuelos. un régimen interior de curas. Ahí no se ha- Coliflores, coles… No me he comido yo co- blaba de absolutamente nada. La vida normal les. ¡Ni una! Coles por la mañana, por la tarde La tragedia les rompería la vida... y eso lo llevaban ellos muy en secreto a todos y por la noche. Coles, coles, coles… Pero algo Le mataron a otro hermano, un tío mío, pero los niños, porque todos teníamos allí una pe- caliente pillábamos todos los días. Algo. Des- ese fue ya en el frente, eso fue peleándose con queña historia. pués ya fue mejorando la nación, y en el co- los «cristianos» [remarca las comillas]. legio se notaba. Ya de merienda nos daban ¿En el internado estaban señalados como medio bollo. Cuando no había, ya se puede ¿Por qué buscaron a su padre? «los hijos de los rojos»? imaginar: el platanito, la naranja o cualquier No lo sé. Pienso que fue un chivatazo. De la Los hijos de los rojos, sí. Era muy duro. Por otra cosa sola, sin pan y sin nada. Era un cole- envidia que había y le tocó el turno a él. Y se eso no había dios que dijera ni media palabra. gio donde había 250 niños aproximadamente.

64 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 ¿Y cuando tenían mucha hambre? Las cáscaras de las naranjas, de los plátanos, de todo lo que se pillaba de postres pues… Ave que vuela, a la cazuela [sonríe].

¿Recibían maltrato físico? Me han pegado. A mí, a cualquiera. Eso era lo que caía. El reparto que había.

¿Por qué motivos os pegaban? Pues por no rezar, por ejemplo, leñazo que te crió. Estábamos ya más hechos a los cates… En fin, las cosas de los curas de aquella época.

¿Os encerraban como castigo? Sí, ¡bueno! Eso era el padre nuestro de cada día. Hoy le tocaba a uno, al día siguiente a otro. Y castigos mirando a la pared. Entrabas en el comedor y había una fila de niños todos mi- rando a la pared, todos castigados, para que dieran ejemplo.

Sale del internado con 18 años. ¿Cómo em- pieza a buscarse la vida? Me dio por ser sastre. Así soy, un desastre [ríe]. Empecé a trabajar en una sastrería enfrente de mi casa y allí estuve hasta que me fui a la vida militar. Y cuando vine de vuelta cambié de rumbo y así fuimos luchando hasta que me fui a Alemania en el año 62 o 63, a Krefeld, en Duisburg.

Intervenciones en fosas comunes 65 del franquismo en Andalucía ¿Y allí no sigue «desastre»? conseguido ese objetivo de llevar a nuestros ¿Sabe quién o quiénes fueron los asesinos? Allí de minero. De sastre a minero. Cuando cogí padres al sitio que les correspondía. Pero no No. el martillo perforador lo primero que clavé fue hemos sabido por qué los fusilaron. Yo no me la cabeza, no el martillo [ríe]. En la mina estuve he enterado. No puedo decir «a mi padre lo fu- ¿Guarda rencor? un año y pico, de los siete en Alemania. silaron porque mató a otro o porque le debía». Hombre, yo rencor… Siempre digo: «si te co- No, no lo sé. No me lo han dicho mis abuelos, giera ahora mismito no sé lo que te haría». ¿Había muchos españoles? se fueron a la tumba sin decírmelo. Porque se trata de mi padre. De otra persona Sí. Todo aquel avance éramos españoles. Menos extraña, pues no puedo decir si guardaría los dos o tres principales, que eran alemanes. ¿Llegar a este punto es la muestra de lo im- rencor. portante que ha sido mantener vuestra lu- E iban a hacer el trabajo más duro. cha por la memoria? ¿Le emociona hacer eterna la memoria de A arrancar carbón. Cada uno ha ido luchando como ha podido. su padre? Yo todavía no he podido olvidar a mi padre. El No te lo puedes imaginar. Cuando mi hija Con todo ese complejo trayecto vital, ¿siem- afán de conocerlo. me dijo: «papá, el nicho del abuelo lo van a pre mantuvo la lucha por su padre? abrir», y casi me caigo de rodillas de la alegría Llevamos muchos años. Me ha costado ¿Ha logrado que esa etapa no se cierre en falso? que me entró. Y yo sin poderme mover. He muchos viajes a La Puebla. Hasta que por fin La hemos transmitido poquito a poco hasta perdido toda la musculatura, no tengo nada, ahora que no puedo moverme he tenido que que por fin nos comunicaron que se podía ya nada, nada de musculatura. Voy recuperán- nombrar a mi hija que me sustituyera en todo. abrir el panteón. Pero ¿quiénes fueron? Los dola muy lentamente. Me levanto mareado, Yo he cumplido mi palabra. dos de siempre. pero seguimos luchando poquito a poco. ¿Qué siente? En el pueblo, cuando iba y decía su nombre, Ahora ya me estoy tranquilizando porque ¿qué ocurría? Su lucha es un ejemplo, Luis. veo un objetivo. Al principio lo veía casi im- Malo. Complicado. Ahí hay un miedo... algo Y yo se lo agradezco. Nos lo merecemos por posible. Porque había de curas metidos allí… tremendo. En el pueblo no querían ni mirar- el esfuerzo que hemos hecho para ser ca- No te puedes imaginar. El cura del pueblo, el nos. Se metían dentro de las casas cuando nos paces de llevar esto a término feliz. Nuestras alcalde del pueblo, el veterinario del pueblo… veían llegar. Todo el pueblo. ¿Qué miedo hay broncas, nuestros disgustos, todo lo que sale Toda la flor y esencia del pueblo estaba allí ahí? ¡Parecíamos pestosos! Hay muchos tapu- cuando se lucha contra los caciques. Que no metida. Para luchar contra toda esa gente, jos, son muy suyos, muy metidos en las cos- había manera de romper, no había manera, te dos desgraciados, que éramos Eva [Oliva] y tumbres anteriores de la posguerra. Todavía sacaban 50.000 patrañas. Y todas las fuimos yo. Los únicos que nos apoyábamos y hemos sigue manteniendo esa costumbre. venciendo n

66 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

«Luisa, te dejo un legado»

«Mi padre, malito, me dijo: sigue con la historia de mi padre», sostiene Luisa Pineda.

stoy aquí por mi abuelo, el padre de mi padre. Eso lo tenía dentro, no lo soltaba. Era su lucha, quería saber Nunca lo hemos conocido. Cuando lo mataron, mi dónde estaba su padre. abuela estaba embarazada de mi padre, de seis me- Sufro por mi padre. A mi abuelo no lo conocí, pero he E ses. Lo llamaron al cuartelillo y ya no lo vieron más. visto lo que ha pasado mi padre, lo que ha luchado, siempre La familia de mi padre se hizo cargo de él... entre comillas. hablando de su padre. Más que de su madre, que al fin y al Mi abuela se puso mala, con los nervios. La internaron. Mi pa- cabo con lo que pasó como que rechazó un poco a mi padre. dre estuvo en el colegio Virgen de los Reyes, frente al hospital Eso rompió la familia. Totalmente. Mi padre antes de nacer ya Macarena. Hasta que se escapó, con 17 años. Ya no fue más. tenía su vida rota. Según él me contaba, oyó la historia por primera vez Estaba muy malito. Me dijo: «Luisa, te dejo un legado, si- cuando tenía cinco años. Lo que habían hecho con su padre. gue con la historia de mi padre» n

68 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 l hilo que cose la historia familiar está custodiado La Puebla de los Infantes cae pronto a manos fascistas. Madre ejecutada por mujeres. En tantos casos. Como en el de Ma- Los rebeldes acaban ejecutando a varias decenas de perso- ría Josefa Cano López, asesinada al ocultar el pa- nas. Los hijos de María Josefa escapan «a los montes», per- «por no delatar a sus hijos» E radero de sus vástagos y ofrecer su vida a cambio. seguidos por una segura muerte. Ella era «una mujer muy «Es lo que hace una madre, no delatar a sus hijos», dice su humilde, de vida muy pobre, de campo». La casa, como pa- bisnieta, Eva Oliva, concejal de Izquierda Unida en el Ayunta- radigma social, sólo merece «suelo de barro». Y así, sin piso María del Carmen Ruiz y Eva Oliva miento de Sevilla y presidenta de la Asociación Sevillana Ver- firme, acaba durmiendo una heroica espera de décadas. dad, Justicia y Reparación. La exhumación realizada en 1982 en la fosa de la carre- son nieta y bisnieta, respectivamente, de A María «la suben a un camión y la matan en una cu- tera a Peñaflor sacó los restos óseos de seis personas. «Se hizo María Josefa Cano, la mujer que ofrece neta, como a los demás», recuerda su nieta, y madre de sin metodología arqueológica», recuerdan, «pero no recrimi- Oliva, María del Carmen Ruiz. «No tenemos foto de ella», namos nada de cómo se hizo». Pero no sabían «si estaba o no su vida a cambio de la de sus vástagos. subraya dolida. La memoria pasa por línea materna para en el panteón del cementerio» del pueblo. Ya sí. «Porque to- encontrar a una mujer desaparecida. Todas comparten una das las víctimas tenemos derecho a saber dónde está nuestro misma rúbrica: «El dolor lo he visto y sufrido a través de mi familiar». Porque María Josefa «es memoria viva» y estos pro- madre». cesos se viven «mirando al futuro». La lucha continúa n

Intervenciones en fosas comunes 69 del franquismo en Andalucía Guadalcanal (Sevilla) Zapatos de tacón y seis disparos en la cabeza

Ficha

Localización Cementerio de San Francisco

Número 6 (dos mujeres, cuatro de víctimas hombres)

Fecha de los Desde el 19 de agosto asesinatos de 1936

Equipo técnico Inmaculada Carrasco Inmaculada López María del Carmen Barragán

72 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Guadalcanal (Sevilla) os mujeres yacen con las manos en- de oro, un anillo matrimonial y cráneos perfo- lazadas. Una sobre la otra, en un rados a balazos. acompañamiento que pareciera in- Es la imagen que deja una de las fosas co- Zapatos de tacón y seis D destructible. Llama la atención el munes excavadas en el cementerio de San Fer- disparos en la cabeza calzado de ambas. Con tacón, de tipo borce- nando de Guadalcanal (Sevilla). Una de las guí y un postín inusual en la época. Junto a mujeres tiene cuatro proyectiles alojados en la ellas aparecen monedas de 1 y 5 pesetas, cor- cabeza y dos debajo de ésta. Seis disparos que chetes, horquillas, botones de nácar, bronce y evidencian el ensañamiento criminal oculto madera, una medalla con cadena, pendientes en el antiguo camino de la Fuente del Arco.

Dos mujeres y cuatro hombres han sido rescatadas de las fosas de Guadalcanal (Sevilla) como muestra de la feroz represión golpista.

La Sierra Norte era un lugar clave para el abastecimiento de las tropas rebeldes y la matanza previa de derechistas multiplica el afán genocida.

Intervenciones en fosas comunes 73 del franquismo en Andalucía En otro depósito osteológico aparecen Porque controlar la Sierra Norte sevillana Como Dolores Romero, Andrés Maldo- cuatro hombres. Están bajo el epitafio de la era crucial para los rebeldes para garantizar el nado, Guaditoca García, Jacobo Pinelo, Dolo- familia González Olivera, colocado en 1940 abastecimiento de la soldadesca. Los encar- res Moyano, Miguel Burgos, Plácida Expósito, señalizando el lugar por el padre de uno de los gados de tal empresa forman la denominada José María Vázquez, José Nicolás García, José represaliados, Máximo González Mariscal. La ’columna Carranza’. Chaves… Muchos pertenecen a organizacio- primera tumba sale casi a flor de tierra. La se- Y Guadalcanal vive un proceso revolucio- nes políticas y sindicales republicanas e iz- gunda fosa afectada por la cripta de un pan- nario previo a la entrada golpista. Acaban ase- quierdistas. teón familiar construido con posterioridad. sinados 43 derechistas del municipio el 26 de El historiador José María García Márquez Todos los cuerpos con evidencias de muerte julio y 6 de agosto del 36. El pueblo cae a las recoge 111 casos documentados en Las vícti- violenta. 15:30 horas del 19 de agosto del 36 en poder mas de la represión militar en la provincia de Cuando las tropas rebeldes al mando del del tabor de mercenarios regulares número 2 Sevilla. Con 35 asesinados por bando de gue- exgeneral golpista Gonzalo Queipo de Llano de Melilla. rra, 33 ejecutados por sentencia en consejo de van tomando Sevilla, expanden la muerte Las fuerzas del comandante Rodrigo com- guerra, 9 desaparecidos… y 54 muertos en la como una temible mancha de aceite. Para piten contra un leve conato resistente de cárcel, siendo el pueblo con más fallecidos en la ocupación definitiva de todos los pueblos defensores de la República. E inician la ven- la Prisión Provincial. Ignacio Gómez Galván el 11 de septiembre del 36, las unidades mi- ganza. La inminente entrada de los fascistas recoge también la historia local en Guadalca- litares sustituyen el poder local y despliegan en el pueblo provoca una huida masiva de po- nal Siglo XX (1931-1940). tácticas terroristas con el «soporte legal» del blación civil, sabedora de las funestas som- En la intervención arqueológica han par- bando de guerra. bras que planean sobre la villa. ticipado como voluntarios estudiantes de la Y en cada plaza, los fascistas aplican el fa- La ofensiva golpista enfrenta a militares Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. El natismo extremo. La represión es además es- adiestrados contra campesinos, obreros y Ayuntamiento de Guadalcanal colabora ade- pecialmente violenta en aquellas localidades jornaleros. Pistolas y escopetas de caza con- más con operarios y apoyo logístico. Y las que rechazan la insurrección armada y ofre- tra tanques, aviones y ametralladoras. El fas- arqueólogas responsables del proyecto agra- cen cierta resistencia. Caso de Marchena, cismo suma más de 14.000 víctimas en toda la decen «el inestimable apoyo de los familiares Constantina, La Campana o Cazalla de la Sie- provincia. En el pueblo situado entre las sie- de las víctimas» a cada paso y la implicación rra, como refiere el informe técnico de la in- rras del Viento y del Agua hay 144. Uno de municipal, «en especial» de la teniente de al- tervención en Guadalcanal. cada cien. calde, Cristina Díaz Omenat n

74 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

Monturque (Córdoba) El abismo de la Casilla de Cubero

Ficha

Localización Finca Casilla de Cubero

Número de víctimas 7

Fecha de los asesinatos 24 de agosto de 1936

Equipo técnico Andrés Fernández Cristóbal Alcántara Eloísa García

78 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Monturque (Córdoba) aimundo García abre una humilde El pueblo queda adherido a la sublevación maleta. Saca una chaqueta y una ca- desde la misma noche del 18 de julio del 36. misa. Están agujereadas por los tiros Calca los pasos de otros sitios. E, igualmente, El abismo de la R que mataron a su abuelo. La escena pese a no haber resistencia ni represalias re- Casilla de Cubero marca la presentación de un libro sobre los su- gistradas contra derechistas locales, los gol- cesos de Monturque (Córdoba). El relato his- pistas inician una notable represión que deja tórico que permanece salpicado de muerte. una huella eterna en la zona.

Una vieja cantera en Monturque (Córdoba) acaba sirviendo para el enterramiento ilegal de un grupo de republicanos de Cabra.

Intervenciones en fosas comunes 79 del franquismo en Andalucía 80 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Caso de Miguel Moreno Antequera, asesi- documentos… Una camisa y una chaqueta La búsqueda de la fosa nunca fue sencilla. nado por franquistas el 24 de agosto junto a con agujeros de bala. Algunos familiares intentaron hace años loca- otros 17 vecinos de Cabra en el pago de la Ca- «Apenas si podía percibirse la respiración lizar el enterramiento clandestino haciendo silla de Cubero. Los vecinos ya están tirotea- de los allí presentes», escribe el Diario de Cór- catas por la zona. El lugar exacto, sin embargo, dos. Miguel, unas balas más tarde, cae en el doba en un reportaje titulado «Un doloroso no aparecía. paraje que servía como yacimiento y hoy es recuerdo». El «amargo tesoro» que la familia La pequeña cantera que sirvió de sepultura una finca cultivada de olivos. guarda por más de 80 años es testigo de una a los egabrenses resistía como un infierno La antigua cantera queda así convertida vida, de una tragedia. oculto. Una obstinación que acabó torciendo en una bajada al infierno. La excavación ar- Antes de recibir la muerte, Miguel con- la persistencia del trabajo arqueológico. queológica confirma la matanza. En la mar- sigue huir de sus captores. Escapa herido y Allí estaban, como recoge el libro editado gen izquierda de la carretera a Málaga y en las busca refugio en casa de unos amigos. Ahí se por el Ayuntamiento de Monturque. El libro proximidades del término municipal de Lu- cambia de ropa para evitar que la sangre le del cronista Francisco Luque atesora además cena aparecen los restos de varios de los eje- delate. Luego, para salir de Monturque, pide una retahíla de fotografías y testimonios de los cutados. En la Casilla de Cubero. No hubo ayuda a un conocido que resuelve la situa- sucesos provocados por el terror franquista en tanta suerte en la Estacada de los Muertos, ción con un chivatazo. el municipio: asesinatos, detenciones, depu- donde los fascistas también fusilaron a jorna- Los rebeldes rematan a Miguel junto al ración de funcionarios, saqueo, vejaciones... leros de Priego de Córdoba. resto de republicanos. Otros también intentar El drama resumido en 17 capítulos al que se La contextualización de los sucesos bebe la fuga. En balde, a la postre. La vieja cantera suma el rescate de los cuerpos yacentes en la de la obra Monturque durante la guerra ci- es ya un abismo. Casilla de Cubero n vil (1936-1939), de Francisco Luque Jimé- nez, cronista oficial del pueblo. El día en que sus páginas comienzan a andar queda la fo- tografía que aporta el nieto de una víctima de Franco. Raimundo muestra las pertenencias que su abuelo Miguel llevaba en el momento de su asesinato. Sobre la mesa de presentaciones, saca objetos que trae envueltos en una ban- dera republicana. Un pañuelo, un paquete de tabaco, unas gafas destrozadas, algunos

Intervenciones en fosas comunes 81 del franquismo en Andalucía

Guillena (Sevilla) Todas las calles del concejal «Botella»

Ficha

Localización Zona rural de El Serrano

Número de víctimas 0 (no localizada)

Fecha de los asesinatos Agosto de 1936

Equipo técnico Elena Vera

86 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Guillena (Sevilla) l concejal «Botella» ya está en las escrito que el 20 de septiembre de 1940 envía calles de Guillena (Sevilla). La in- el comandante del puesto de la Guardia Civil fructuosa búsqueda de los restos de a Cuesta Monereo. Ni un solo tiro se disparó Todas las calles del E Antonio García López no puede ser en Guillena. Hasta que entraron los fascis- suplida con nada. Sobre todo para sus hijos tas. Primero la columna Ramón de Carranza, concejal «Botella» que todavía viven, Antonio y Manuel. Pero el luego la que estaba al mando del comandante homenaje del pueblo al rotular una vía a su Antonio Castejón Espinosa. nombre resulta definitivo. «Este pueblo estuvo dominado por los ro- «En esta Villa no asesinaron a ninguna jos desde el día 18 de julio de 1936 hasta el persona los rojos». La frase forma parte del día 26 del mismo mes que fue liberado por

En Guillena (Sevilla) los golpistas asesinaron a Antonio García López, republicano y miembro de la Corporación municipal.

«En esta Villa no asesinaron a ninguna persona los rojos», dice un documento del franquismo, pero esto no evitó las matanzas rebeldes a la entrada de las columnas de Carranza y Castejón.

Intervenciones en fosas comunes 87 del franquismo en Andalucía la Columna mandada por un jefe que se ape- observa el cuerpo a medio enterrar, a la dere- vicepresidente de la agrupación local de Iz- llidaba Carranza», sigue el texto oficial. «A la cha del camino y junto a un tipo de árbol de- quierda Republicana y, además, presidente entrada de las Gloriosas Fuerzas Nacionales», nominado «aguapero». Con ayuda de su hijo del Centro Obrero Republicano guillenero. continúa, «huyeron al campo los elementos colocan varias piedras encima de la tumba El Ayuntamiento local «debe reconocer rojos sin hacerse fuertes dejando abandona- para evitar la previsible acción de los lobos. mediante la nomenclatura de una calle de das muchas escopetas». En su pueblo cuenta lo sucedido y le con- nuestro pueblo al concejal Antonio García Todo, dice, «sin actos heroicos». Que no firman que el muerto es el concejal. Otra López, pues ese será el único lugar donde su hubiera violencia previa no salvó a nadie. vecina del mismo municipio contaba que du- familia podrá decir que vive el espíritu de su Caso del concejal durante la Segunda Repú- rante años pasó por el lugar marcado por los ser querido y encontrar un cierto alivio des- blica Española. Ahí está ahora, cerca del casco pedruscos. Por puro «sentimiento» cogía flo- pués de tanto sufrimiento», informaba en un histórico, la calle dedicada al concejal «Bote- res por el camino que luego arrojaba a la al- comunicado. lla» para avivar la memoria colectiva y refor- tura de donde estaba enterrado «el Botella de Como decía la presidenta de la ARMH 19 zar el trabajo realizado desde la Asociación Guillena». Mujeres, María Dolores Sánchez, sienten para la Recuperación de la Memoria Histórica Varias prospecciones en El Serrano, sin «tristeza, dudas, rabia». Pero a la vez «deseos 19 Mujeres de Guillena. embargo, han resultado negativas. No salta de continuar». Así es la Memoria Histórica. En la madrugada del 25 al 26 de julio del 36, ningún indicio de los restos óseos del jorna- «Nosotras seguiremos buscando justicia». Así mientras el pueblo es tomado por las tropas lero casado con Gracia Fernández Vázquez, es la lucha y la dignidad intacta de las vícti- golpistas, huye del pueblo junto a un nume- con quien tenía seis hijos. Uno de ellos, de su mas del franquismo. La calle a su nombre es roso grupo de guilleneros. Temen las repre- mismo nombre, fue proclamado prófugo al no «uno de los deseos de sus hijos», porque «el salias de los rebeldes que están llegando al incorporarse a filas. Detenido e ingresado en más deseado, recuperar su cuerpo, ha sido pueblo y acaban escondidos en la zona más la Prisión Militar de La Ranilla, formó parte imposible». cercana al municipio de El Ronquillo, un lu- del grupo de 46 ciudadanos que salen de la Antonio García López abandonó su pue- gar conocido como El Serrano. Prisión Provincial de Sevilla el 11 de noviem- blo por miedo a la represión fascista. Justo lo Varios testimonios apuntaban a este espa- bre del 36 para ser asesinados. Sus restos, es ocurrido. No regresó nunca más. Su familia, cio boscoso como el paradero final de Anto- posible, estarán en las fosas comunes del ce- en especial sus hijos, llevan 30 años buscando nio García. En agosto de 1936, cuando tenía menterio sevillano. sus restos. Señalados, sufrieron el estigma de 46 años, una batida de la Guardia Civil lo en- Antonio García había sido elegido demo- los rojos durante el franquismo. Tras las falli- cuentra. Un vecino de El Ronquillo, llamado cráticamente en las elecciones municipales das intentonas el nicho preparado queda va- Plácido, presencia la escolta mortal y oye va- de mayo de 1931 por el Partido Republicano cío. Sus hijos rotos. Y escrita en Guillena la rios disparos. Al regresar de su jornada laboral Radical. Tras la escisión de este partido fue memoria del concejal «Botella» n

88 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

Castro del Río (Córdoba) Los trece de Santa Cruz

Ficha

Localización Paraje de Santa Rita

Número de víctimas 12

Fecha de los asesinatos 6 de agosto de 1936

Equipo técnico Jesús Román Juan Manuel Guijo Elena Vera Antonio Domínguez

92 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Castro del Río (Córdoba) inco de la tarde del 18 de julio. Unas son claras: tomar las posiciones clave de la ca- gotas de sudor corretean las sienes pital. Y matar. palpitantes del coronel Ciriaco Cas- La tarde y la noche quedan empapadas de Los trece de Santa Cruz C cajo Ruiz. Bate con fuerza el calor en sangre. Como los trece hombres detenidos en el cuartel de Artillería de Córdoba. El militar Santa Cruz. Fueron paseados en una cuerda lee el bando de guerra golpista y acata el man- de presos, ejecutados y enterrados en el pa- dato criminal de Queipo. Las instrucciones raje de Santa Rita el 6 de agosto de 1936.

Tras el intento fallido de la columna Varela de conquistar Castro del Río (Córdoba), los rebeldes asesinan a un grupo de entre 40 a 50 personas.

La cuerda de presos está formada en su mayoría por jornaleros que acaban enterrados en un olivar del paraje de Santa Rita.

Intervenciones en fosas comunes 93 del franquismo en Andalucía Sus nombres eran: Juan José Gómez Gálvez La represión desatada en el sur de la pe- hombres indefensos, la mayoría asentados en «Bandurria» (46 años), Antonio Rafael Gómez nínsula adquiere tintes de masacre en zonas el cortijo La Reina, parcelado por la reforma Márquez (17 e hijo del anterior), Eduardo Lu- estratégicas. Como en la población montillana, agraria», apunta Arcángel Bedmar. que Gómez (16), Antonio Luque Merino (46), enclavada en la campiña cordobesa y conver- «Los militares usaron a los detenidos como José Morales Jiménez (41), Juan José Caña- tida «en un continuo ir y venir de tropas espa- parapeto en su camino hasta el cuartel de Es- dillas López (19), Rafael de Dios López (37), ñolas y extranjeras en su labor de conquista de pejo, en cuyo patio los mantuvieron amarra- Manuel Jordano López «Penitas», Antonio los pueblos de alrededor», escribe Bedmar. dos de dos en dos a pleno sol», dice. Tras el Serrano Calderón (39), Antonio Serrano Sa- En los primeros días de la guerra de los mil fracaso en la conquista de Castro del Río, la bariego (20), Antonio Ventura Luque (23), An- días pisotean el terreno las columnas del coro- columna Varela ataca la empresa con una tonio Ventura Luque (20 y primo del anterior) nel Eduardo Sáez de Buruaga (Baena y Espejo) o fuerza atestada de mercenarios marroquíes y un joven de apellido Vallejo (18). la del comandante de Infantería Rafael Corrales que siembran el terror «rapiñando, violando y Es sólo el comienzo de la represión en Romero y del capitán de corbeta Ramón de Ca- asesinando a familias enteras». una provincia donde los rebeldes encuen- rranza (Puente Genil). Otra sería la del coman- La narración continúa con el fracaso de tran amplio eco: 47 de 75 pueblos se dante del Tercio Pedro Pimentel Zayas. Igual Varela y el arrastre de «entre 20 y 50 deteni- a la sublevación armada, según la pormeno- que la encabezada por el general José Enrique dos». Los golpistas asesinan a los presos. La rizada investigación del historiador Arcángel Varela Iglesias (Castro del Río y Antequera). masacre ocurre en un olivar de la finca de Bedmar. «Además de las filas militares llegadas del Santa Rita. Los insurrectos toman los edificios pú- exterior, el teniente de la Guardia Civil Cristó- El estudio de Bedmar, que sirve de soporte blicos y los servicios de correos, telégrafos bal Recuerda Jiménez abandera el golpe en el histórico a la petición de búsqueda de la fosa y Telefónica. Desde ahí ordenan a todos los vecino municipio de Fernán Núñez y realiza común por parte de algunos familiares de cuarteles que urge apresar a las autoridades incursiones represivas en tierras montillanas los trece de Santa Cruz, marca esa finca de republicanas y ocupar las Casas del Pueblo. Santa Rita, situada al otro lado del río Gua- durante el verano del 36», cuenta el autor del También es el caso de Montilla. En la lo- dajoz, donde han aparecido los restos óseos libro Los puños y las pistolas. La represión en calidad se repite el mismo esquema que en ya exhumados. Montilla (1936-1944). otras plazas donde la sublevación fascista La base para señalizar el enterramiento La aldea de Santa Cruz sufre esas expedi- triunfa con rapidez. La Guardia Civil toma el clandestino han sido los testimonios de Fran- ciones mortales. El 20 de julio el grupo de fa- pueblo con el aval de los informes que lle- cisco Merino, autor de Castro del Río del rojo gan desde Córdoba. Al mando está el capi- langistas capitaneado por Eugenio de Larriva al negro, y Blas Criado. Merino confirma que tán Luis Canis Matute, quien al día siguiente encuentra la carretera cortada por unos ca- en los años 60 aparecieron huesos al realizar incauta el Ayuntamiento y declara el estado rros a la altura del arroyo Hondo. La réplica labores agrícolas. Criado grabó en los 90 imá- de guerra. al puesto de control es el arresto de «trece genes de restos humanos, botas y ropajes.

94 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes 95 del franquismo en Andalucía Para completar el informe histórico, un in- tegrante de la columna criminal deja su de- claración. Manuel León Fernández, «testigo del exterminio», escribe: «El día 6 de agosto, cuando salimos de Montilla en dirección a Castro del Río, le entregaron a Varela una cuerda de 40 o 50 presos de la cárcel de Mon- tilla. Al llegar a Castro, mientras hacíamos el ataque, los tuvieron todo el día a pleno sol, custodiados por la Guardia Civil. En un mo- mento en que yo paseaba con una cantim- plora de agua, los presos, con voz lastimera, murmuraban: ‘¡Agua! ¡Agua!’. Yo me acerqué instintivamente y les di de beber. El guardia me dijo: ‘No te molestes… ¡para lo que les va a servir!’. Cuando aquella noche estábamos descansando junto a las piezas de artillería, se oyeron unas descargas. Me incorporé y pude observar cómo remataban a toda la cuerda de presos traídos de Montilla» n

96 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes 97 del franquismo en Andalucía

Nerva (Huelva) La venganza contra la resistencia minera

Ficha

Localización Cementerio municipal

Número 186 (en proceso, cifra de víctimas según inscripciones en el Registro Civil de la localidad)

Fecha de los Desde el 20 de agosto asesinatos de 1936

Equipo técnico Andrés Fernández Cristóbal Alcántara María Isabel Brenes Miguel Vila Elena Loriguillo

102 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Nerva (Huelva) uesos enredados entre tierra rojiza y represión que dejó cientos de víctimas eje- metálica. Es la escena que desvela la cutadas. La cifra total de muertos oscila en- mayor fosa común de la guerra civil tre 500, según las estimaciones más cortas, y La venganza contra la H en zona rural, abierta en el cementerio 2.000. Muchos eran trabajadores que protago- resistencia minera de Nerva (Huelva) como paradigma de la ven- nizan el último foco de resistencia a los gol- ganza franquista contra la resistencia minera. pistas en la Cuenca Minera de Riotinto. La intervención arqueológica de la El pueblo, asediado por tierra y aire, se tumba ilegal muestra evidencias de la brutal rinde con un pacto en la mano: que no haya

En Nerva (Huelva) está una de las mayores fosas comunes de la guerra civil en zona rural: entre 500 y 2.000 víctimas, según diversas estimaciones.

La tumba, localizada donde indicaban los testimonios orales, muestra evidencias de la magnitud represiva en la Cuenca Minera de Riotinto.

Intervenciones en fosas comunes 103 del franquismo en Andalucía más sangre. Pero las tropas de Franco traicio- cuenta a pie de fosa María de los Ángeles He- En mitad de las codiciadas colinas carga- nan el acuerdo y hacen expirar henchido de rrera. «Los traían vivos», subraya. Ahora su pa- das de metales han estado tiradas por más de barbarie el mes de agosto de 1936. dre, Antonio, regresa a Nerva con la esperanza ocho décadas un puñado de víctimas del fran- Las diversas catas realizadas en el cemen- de que allí esté su hermano, «el tío Eloy». quismo. Quizás 1.000. O el doble. Toca preci- terio dejan al descubierto cadáveres que «Siempre hemos sabido que aquí había sar a la labor arqueológica. aparecen a escasos 30 centímetros de la su- una fosa de la represión de Franco». Es la ig- «Ahora tratamos de definir el perímetro de perficie. Los cuerpos yacen en posiciones de nominia que guarda silente el fruto vengativo la fosa, ver hacia dónde va», explica Cristó- enterramiento no ritualizada y con evidencias de los golpistas. «Que mejor condena que la bal Alcántara, arqueólogo, con el cuerpo su- de muerte violenta. Justo donde marcaban que se está consiguiendo, que se sepa lo que mergido en la tumba reabierta y los ropajes los testimonios orales, a uno y otro lado de la hicieron», describe mirando los huesos. teñidos del color bermellón de la arena. Los puerta de entrada y extendiéndose por toda Pero «faltan muchos familiares» de las cuerpos aparecen en disposición anómala, la fachada principal. En total, casi 200 metros víctimas, lamenta. «Los que se fueron o han con partes en diferentes cotas: «aquí hay otro cuadrados de fosa común. estado en silencio... ya las siguientes genera- que está boca abajo, con el cráneo y los brazos Los trabajos en el camposanto están en la ciones a lo mejor ni saben que tienen gente a este lado y las piernas hacia allá». primera fase de localización y delimitación aquí», dice apuntando con los dedos en direc- Aparecen restos de calzado duro y resis- de la sepultura. A raíz de los resultados obte- ción a los agujeros excavados en la tierra roja. tente. «¿De la mina?, puede ser». Una suela nidos, si es viable, se procederá a la exhuma- La impulsora del proyecto exhumatorio enseña las letras «LA». En todas las catas ción, estudio antropológico e identificación ha sido la Coordinadora Cuenca Minera del aparecen huesos a escasa distancia de la su- genética de los restos óseos hallados. Río Tinto para la Recuperación de la Memo- perficie y la evidencia de que debajo sigue ha- «Ya se sabe que están aquí», dicen los fami- ria Histórica. La intervención está coordinada biendo más. «Están saliendo». Pero hay que liares de víctimas cuando ven la arena abierta y financiada por la Dirección General de Me- «definir la fosa, perimetrarla y luego ver el es- salpicada de huesos. Las suelas de los zapatos moria Democrática de la Junta de Andalu- tado de los restos para determinar si es viable indican que los cuerpos cayeron boca abajo. cía, y cuenta con la colaboración logística del o no exhumarlos», según Andrés Fernández. «Porque los fusilaban aquí, en la verja, y de- Ayuntamiento de Nerva y la dirección técnica «Están de todas las posturas, como caen lante tenían la fosa, ahí caían directamente o del arqueólogo Andrés Fernández. y ya está. Y estará desde aquí hasta el fondo, los arrastraban adentro», cuentan. En las rejas Las fosas comunes del cementerio de Nerva ¿no? Aquello también». La sobrina de Eloy hay marcas, cicatrices de las balas «y trozos de están además declaradas Lugar de Memoria Herrera, víctima del franquismo, señala desde forjado que están rotos». Histórica de Andalucía desde el año 2013. Y es un extremo a otro del cementerio. «Por lo me- «Mi padre dice que, de pequeño, los chi- una de las más grandes de las 120 contabiliza- nos es lo que los familiares nuestros mayores quillos se venían a mirar y [los fascistas] los das en Huelva, una de las provincias más cas- siempre han dicho, lo que pasa es que siem- echaban, pero veían como llevaban gente», tigadas de España. pre ha sido... tabú» n

104 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

San Fernando (Cádiz) La fosa de los soldados leales a la República

Ficha

Localización Cementerio municipal

Número de víctimas 48 (en proceso)

Fecha de los Desde el 21 de julio asesinatos de 1936

Equipo técnico Jorge Cepillo Juan Manuel Guijo Francisco Javier Pérez Guirao Félix Urra Mate Rodríguez Susana Rodríguez

108 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 San Fernando (Cádiz) omo si no existieran. El Ministerio de Defensores de la democracia a los que ig- Defensa se desentiende de más de nora el Gobierno de España presidido por cien militares ejecutados por los gol- Mariano Rajoy. El diputado de Unidos Po- La fosa de los soldados C pistas en San Fernando (Cádiz) tras demos Juan Antonio Delgado registró una permanecer leales al Gobierno republicano. pregunta parlamentaria al hilo de la infor- leales a la República De las 204 víctimas documentadas en la an- mación periodística publicada en eldiario.es tigua Isla de León, 108 eran miembros de la sobre el caso. Armada opuestos al «glorioso Alzamiento Y la respuesta oficial es que el Ejecutivo y la Nacional». cartera dirigida por María Dolores de Cospedal

De las 204 víctimas de Franco en San Fernando (Cádiz), 108 eran miembros de la Armada opuestos al «glorioso Alzamiento Nacional».

Los militares fueron ejecutados junto a otro centenar de defensores de la democracia en la plaza isleña, clave en el inicio de la guerra civil.

Intervenciones en fosas comunes 109 del franquismo en Andalucía no tienen «competencia ni responsabilidad» legalidad. Era la justicia al revés: rebeldes que estrategia de aniquilación del adversario so- sobre el enterramiento colectivo. Quieren matan acusando de rebelión. cial y político. Y en ese plan, el acuartela- zanjar y olvidarse de la fosa de los militares, El buceo documental refiere que en te- miento isleño es una suculenta plaza. usando además como coartada el trabajo que rritorio isleño cayeron abatidos «oficiales, Los militares enterrados en la fosa isleña ya realiza Andalucía. marinería, infantería, cuerpos auxiliares, fo- eran miembros en activo del ejército español «Que se esté actuando desde la Dirección goneros, radiotelegrafistas, dotación del que decidieron no adherirse al golpe de Es- General de Memoria Democrática de la Junta Ferrándiz, del Cánovas…». El historiador de- tado de 1936. Y esa decisión les costó la vida. de Andalucía no exime que el Gobierno y De- tiene el relato. «Hasta poder hacer una esta- Como al resto de ejecutados por una filiación fensa puedan asumir su responsabilidad en dística más fina», dice. política o sindical, por una delación... por un tema en el que además incumplen una Junto a ellos yace otro centenar de vícti- unas ideas progresistas como todo «delito». ley estatal que está en vigor», corrigen fuen- mas. Sumergidos todos en la arena que riega En esas centenas de historias hay «dos ca- tes de la administración andaluza. «En esta o la costa atlántica andaluza. La fosa del fran- sos de militares que son emblemáticos», na- en cualquier otra fosa», subrayan, como hace quismo abierta en el cementerio de San Fer- rra López Moreno. El capitán de Corbeta la Junta interviniendo de oficio en las tumbas nando está siendo intervenida y ya hay más Virgilio Pérez Pérez y el Comandante de In- ilegales. de una decena de cuerpos recuperados. Qui- fantería de Marina Manuel de Sancha Mora- Porque el grupo de oficiales y soldados zás mañana puedan tener rostro, de nuevo les. «Ambos tuvieron la valentía de oponerse opuestos al Golpe de Estado quedaron ente- nombre y apellidos. Aunque de muchos toda- abiertamente a la sublevación militar y aca- rrados en una fosa común de la bahía gadi- vía se buscan a sus familiares. baron dando su vida en el acto de permane- tana. «La inmensa mayoría fueron asesinados La matanza ocurre en una zona donde no cer leales al juramento que ofrecieron a la en el periodo que conocemos como ‘terror ca- hay conflicto bélico tradicional. Sin bandos República», explica. liente’, de julio del 36 a febrero del 37», en apli- ni ejércitos enfrentados. Por su ubicación, el Los documentos descubiertos por el pro- cación del Bando de Guerra, como apunta el control de la provincia gaditana resultó de- pio investigador, hasta ahora inéditos, con- investigador Miguel Ángel López Moreno, que terminante en el desarrollo de la guerra civil firman la causa contra estos militares. «En los ha indagado sobre el caso. española. archivos de esta Comisaría no parece afiliado Las muertes documentadas en la localidad El suroeste peninsular sentó las prime- a ningún partido político de los que compo- arrancan una semana después de la subleva- ras bases del triunfo fascista con la entrada nían el funesto Frente Popular», dicen los in- ción armada «y terminan el 7 de julio de 1941». de las tropas africanistas. Estas milicias ve- formes sobre Virgilio Pérez. Los textos están A partir de esa fecha «sólo» hay «fusilamien- nían de batallar contra las tribus rifeñas ejer- firmados entre junio y agosto del 41 por el ca- tos» a demócratas después de Consejos de ciendo tácticas de violencia extrema. Y aquí pitán de Fragata e Inspector Jefe de Investiga- Guerra que el régimen dictatorial activa para hacen lo mismo, sembrando el país de repre- ción y Vigilancia de San Fernando, José García revestir las ejecuciones de una apariencia de sión y muerte como herramienta clave en la de Lomas.

110 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

«Sin embargo era elemento de confianza del citado Frente», describe el archivo. Como Jefe de la Escuela Naval, el capitán recibe ór- denes por radio «directamente de Madrid». Las órdenes derivan en un apoyo decidido del militar a la legalidad republicana. Una de- cisión que significa su sentencia: «como ele- mento peligroso fue detenido, muriendo (sic) más tarde por oponerse al triunfo del Movi- miento Nacional». La «probada lealtad a la República» que de- fine Miguel Ángel López Moreno acabó desce- rrajada a balazos. Como la de otros soldados que se negaron a «sacar las tropas a la calle». Caso de los 108 que yacen en una fosa gadi- tana y a los que Defensa ignora. Los mismos que Andalucía intenta rescatar junto al resto de víctimas del franquismo. En el caso de la Isla, con el empuje de la Asociación por la Re- cuperación de la Memoria Democrática, So- cial y Política de San Fernando (AMEDE) n

112 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

Me llamo Rosa María de Sancha Caballero y soy En la antigua Isla de León no hubo guerra civil. Como en «Mi abuelo, militar, nieta de un militar que está ahí en la fosa. Mi gran parte del suroeste peninsular. Esta falta de resistencia re- abuelo, Manuel de Sancha Morales, era el Co- publicana al golpe fascista no evitó el baño de sangre. Fami- está en la fosa» « mandante en Jefe de las tropas de Infantería de liares como Rosa, y María Teresa Martínez de Sancha, buscan Marina. Sabemos dónde está, ahí [señala la tierra abierta], dar un entierro digno a sus víctimas. hasta el sitio exacto».

Rosa María de Sancha Caballero y María Teresa Martínez de Sancha, nietas de Manuel de Sancha Morales, Comandante en Jefe de Infantería de Marina.

114 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 «¿Leales a la República? Por supuesto. Mi abuelo fue fusi- murió solo mi abuelo», apunta Rosa de Sancha. «Los familia- lado porque no sacó las tropas a la calle y no declaró el estado res sabíamos dónde estaba la fosa del 36», desvela. de guerra», explican. «Fue nombrado por la República, ¿y la Un pulso certificado «por lo que se está descubriendo: labor de un militar cuál es? Estar a la orden del Gobierno es- huesos, zapatos, restos de uniformes…», enumera. La «pro- tablecido que le nombró». Por eso no entienden que Rajoy y pia historia» que emerge de un ignominioso ocultamiento de Cospedal vuelvan la cara a esta realidad. décadas. Como el relato que escribía un militar con una pro- El arresto y encarcelamiento de Manuel de Sancha acaba lífica «vida civil» de músico, compositor y director de la or- a tiros «el 28 de agosto». En esa época, recuerdan, la mayo- questa del Teatro de las Cortes n ría de los ejecutados «eran militares». Y «están ahí, todos, no

Intervenciones en fosas comunes 115 del franquismo en Andalucía Sed buenos», pide Agustín a sus hijos. El consejo La historia estremece. Más, contada a la vera de una La carta escrita en un rubrica una carta escrita en un trozo de cartón fosa rebosante de huesos. El testimonio lo ofrecen María que tiene el sello del arsenal militar de La Ca- Rosa Rodríguez Aragón, sobrina de Agustín, y su hija Isa- cartón de La Carraca « rraca. Y es una despedida. La última voluntad de bel Fuentes Rodríguez. Ambas transmiten la fuerza propia Agustín Rodríguez Nieto, militante de la CNT ejecutado por de la mujer sureña. Nervio, dignidad y lucha continua por las tropas fascistas. sus muertos. La misiva llega a manos de su mujer, Rosario Benítez Mu- Agustín combate los calores veraniegos al modo posi- ñoz, apenas horas después de que la vida de Agustín se vaya des- ble aquella tarde del 18 de julio. Hasta que entra el infierno trozada a tiros el 28 de octubre del 36. El anarquista quiere un por la puerta. «Se lo llevaron a punta de pistola. Llevaba a su mensaje claro para sus hijos: «que no soy una mala persona, que hijo más chiquitín en brazos, que era un bebé y apenas le dio no me matan por ser malo». Junto al cartón escrito deja lo poco tiempo de soltarlo», cuenta Isabel. que lleva encima. «Ahí tienes las 2,26 pesetas que me quedan».

María Rosa Rodríguez Aragón junto a su hija, Isabel Fuentes Rodríguez, busca a su tío, el militante de CNT Agustín Rodríguez Nieto.

116 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 La madre de sus hijos inicia entonces un peregrinar dia- rio para localizar el lugar del secuestro. En vano. «Se enteran de su muerte porque tienen una prima que limpiaba en la ofi- cina del Ejército del que sellaba las penas de muerte y ella le echa un ojo a la lista de todos los días, para intentar avisar a la gente que conocía. Y un día, el 29 de octubre, encuentra que han matado a Agustín el día antes». La despedida garabateada en un papel marrón de La Ca- rraca certifica el asesinato. Allí estaba preso Agustín. «Lo ma- tan en la misma saca que al alcalde, Cayetano Roldán, porque fueron matando a toda la corporación», explica María Rosa. Los sacan en grupos para proseguir a balazos con la estrate- gia genocida. «Él era activista de la CNT y escribiente, una persona se- ñalada y que siempre caía en las detenciones preventivas de los gobiernos de la época», narra Isabel. Como tantos en cualquier rincón de Andalucía. «La familia cuenta que le avi- saron. ‘Vete, que vienen a por ti’. Pero decía: ‘si no he hecho nada, por qué me voy a ir’. Nunca imaginaron hasta dónde iba a llegar la represión». Porque en San Fernando «no hubo guerra», especifica. «Solo terror, intolerancia, sicosis». Continúa María. «Aún vive su hija, mi prima, que todavía cuenta que no se le olvida cómo llegaron unos hombres a su casa y con una pistola en la cabeza se llevaron a su padre. Impresiona oírla». María Rosa Rodríguez Benítez «está muy mayor pero eso no se le ha olvi- dado, lo tiene ahí… grabado». El drama de una familia que sabía qué trozo del cemen- terio mirar. «Siempre supe que estaba aquí», y los ojos vuel- ven camino a la fosa. «Mi madre me decía ‘por aquí no se pisa, hija’. La mudez de la derrota está ahora cambiada por la esperanza». «Y echamos mucho de menos a Manuel», culminan. Juan Manuel Fernández Roldán, fallecido en julio de 2017, era pre- sidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Democrática, Social y Política de San Fernando (Amede). El nieto de Cayetano Roldán Moreno, último alcalde republi- cano de una corporación municipal masacrada. «El hombre que se quedó a las puertas de recuperar a su abuelo», como escribe la periodista Vanessa Perondi n

Intervenciones en fosas comunes 117 del franquismo en Andalucía Guadalcázar (Córdoba) Los carboneros ejecutados por pleitear una finca

Ficha

Localización Cementerio municipal

Número de víctimas 1 (en proceso)

Fecha de los asesinatos 18 de septiembre de 1936

Equipo técnico Andrés Fernández Juan Manuel Guijo Cristóbal Alcántara Rafael Espino

120 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Guadalcázar (Córdoba) Venga usted, que ahora le voy a con- La escena está presidida por la calurosa tar toda la verdad». Teresa Espera Ma- mañana del 29 de agosto de 2015. Ahí arranca Los carboneros rín (72 años) se dirige «al periodista». una intervención coordinada por la Asocia- « Una leve brisa serpentea los cipre- ción para la Recuperación de la Memoria ses del pequeño cementerio de Guadalcázar Histórica de Aguilar de la Frontera (AREME- ejecutados por (Córdoba). El sol aprieta al ritmo acompasado HISA). El trabajo continúa. Una de las vícti- pleitear una finca de picos y palas. La tierra está siendo perfo- mas ya ha sido localizada y el resto pudiera rada para rescatar los restos de siete miem- estar en un nicho tras haber sido exhumados bros de una misma familia: «los Carboneros». muchos años atrás.

Siete miembros de una misma familia fueron asesinados en Guadalcázar (Córdoba) tras pelear durante la República el arrendamiento de una finca.

Intervenciones en fosas comunes 121 del franquismo en Andalucía «Cuando llegó Franco le querían quitar hizo el muerto. Llegó a casa ensangrentado y «Para mí también ha servido para com- una tierra que habían ‘desmontado’, hacían escapó», cuenta. probar que ahí hay parte de mi familia, no lo carbón y la dejaron bien», apta para el cultivo, Su familia, natural de Casariche (Sevilla), sabía y esta labor nos lleva a conocer la his- cuenta Teresa, nieta de uno de los ejecutados. tenía arrendadas aquellas tierras y vivían en toria», asegura. El Ayuntamiento, subraya, «ha «Ese día llegaron al cortijo a buscarlos y les el cortijo de Villafranquilla, en la localidad dado todos los permisos necesarios [para la tuvieron que poner de comer», a un grupo de cordobesa de Fernán Núñez. La llegada de documentación y búsqueda] y no pone nin- guardias civiles y falangistas, refiere. «Queso, la República con sus bríos de cambio y jus- guna traba, al contrario». jamón… se decían, ‘esto es muy raro’. Cuando ticia social, y la Ley de Reforma Agraria, ha- Como la Junta, presente en el inicio de se hartaron de comer les dijeron que ahora bían aplazado el desahucio anunciado de unos trabajos asumidos como parte del em- iban a dar un paseo y ya cerca del cementerio «los Carboneros». puje de la generación de los nietos. Caso de uno de mis tíos dijo: ‘ustedes nos vais a matar’. Años antes de la matanza «pleitearon en María Teresa Torres Salazar, descendiente de A él lo mataron allí mismo, lo subieron a una los juzgados y la Audiencia Provincial de Cór- Manuel Torres. «Esto lo hago por mi padre y yegua y a los demás los fusilaron ahí». doba ayudados por la Asociación Española de por la memoria de mi abuelo», dice. Señala una pared del recinto. Y un rincón Agricultores, Arrendatarios, Aparceros y Me- Porque buscarlos, precisa, «no es una donde esperaba la fosa común donde reposa- dianeros de la Tierra», apunta el presidente de venganza, no vamos contra nadie. Dicen rían Manuel Torres Herrera, Manuel Galindo AREMEHISA, Rafael Espino. que removemos… pues claro, por mi padre, Moriana, Manuel Torres Romero, Juan Anto- Resistían. «Y esto incomodó al patrono». porque esto cierra un ciclo». Andalucía si- nio Marín Sojo, Antonio Marín Lomares, José Tras el golpe militar era suficiente «delito». En gue apostando por ese «deber del Estado» Rodríguez Gil y su hijo, José Rodríguez. el proceso de preparación del proyecto arqueo- que exigen los colectivos memorialistas, re- Aquel era el lugar donde su madre lloraba. lógico el alcalde de Guadalcázar, Francisco Es- clama la Organización de Naciones Unidas Cada día. «Otro de mis tíos se salvó, le dieron tepa, ha descubierto que su propio bisabuelo (ONU) y que pocas regiones ponen negro un tiro en la boca y le salió por el otro lado y se es uno de los allí fusilados y sepultados. sobre blanco n

122 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

El Coronil (Sevilla) Tierra para los pobres

Ficha

Localización Cementerio de San Sebastián

Número de víctimas 0 (no localizadas)

Fecha de los Entre agosto y asesinatos noviembre de 1936

Equipo técnico Elena Vera Elisabet Conlin

126 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 El Coronil (Sevilla) en la tierra no había nada. Los tra- En El Coronil, la fosa quedó cargada con bajos de localización de la sepultura más de un centenar de asesinados. Las dife- abierta por los fascistas en El Coronil rentes catas realizadas sobre el terreno no Tierra para los pobres Y (Sevilla) han resultado infructuosos. han dado el resultado esperado. «No se han Las referencias, basadas en testimonios ora- encontrado evidencias» de restos óseos co- les, estaban en lo cierto. La fosa común estuvo rrespondientes a víctimas del franquismo, en el cementerio de San Fernando, pero fue confirma la directora arqueológica del pro- «desaparecida» por el «buen trabajo» de «los yecto, Elena Vera. criminales». Había «que seguir», para agotar todas las «Construyó [el terrateniente del pueblo] opciones, «hasta el último momento». Los el panteón encima de la tumba ilegal para malos presagios, sin embargo, quedaban fi- demostrar quién manda». En la vida y en la nalmente confirmados. La fosa había sido va- muerte. La tajante oración «es lo que los ma- ciada. Los huesos desalojados. Tirados luego, posiblemente, al osario. yores siempre han contado en el pueblo». La El intento de localización estaba marcado verbalizan varias mujeres que acuden al cam- por los relatos transmitidos en el pueblo. Y posanto «para ver la fosa». que reflejaban el intento por subvertir el or- «A ver si hay suerte y aparecen todos», mu- den social establecido y la postura reacciona- sitan. Pero no, no la hubo. La frase retrata ria de los caciques ante tamaña provocación también el desprecio del «señorito» sobre «los de las clases bajas. De esos braceros someti- pobres». Como símbolo de la perversa acción dos a la penuria y la exclusión en los años 30 La infructuosa búsqueda en represiva ejercida en muchos pueblos anda- del siglo pasado. El Coronil (Sevilla) simboliza el luces por determinados latifundistas henchi- Como confirma el presidente de la asocia- poder y la represión terrateniente dos de aire vengativo. ción memorialista de El Coronil, Antonio Ma- contra la clase obrera. Un bebé tirado a un agujero. Una menor nuel Mateos: «es lo que siempre han dicho los violada. Y otras 119 criaturas muertas a tiros. viejitos». Que los 121 ejecutados por los gol- Las tropas de Franco escriben con saña la es- pistas en el municipio estaban arrojados a la Las tropas de Franco dejaron más trategia de aniquilación del adversario social tierra abierta en un rincón del cementerio. de cien víctimas tras el golpe y político. El odio de clase provoca sonoras Justo donde diez años después del inicio de Estado del 36, entre ellas matanzas que definen el terror fundacional de la guerra civil, uno de los terratenientes del un bebé y una menor violada. del franquismo. pueblo «y de los más significados en el apoyo

Intervenciones en fosas comunes 127 del franquismo en Andalucía al golpe de Estado del 36» levanta su mauso- el genocidio franquista. Este paso contó con el 150 condenados a penas de cárcel, «familias leo. «En una esquina, cuando lo habitual en asesoramiento de la ARMH local y de la Coor- a las que se confiscaron todos sus bienes» o estos casos es hacer el panteón a la entrada dinadora Estatal de Apoyo a la Querella Ar- «tres personas escondidas como ‘topos’ te- para que sea lo más visible». gentina (CeAQUA). miendo por su vida, una de ellas hasta diez Durante los trabajos de búsqueda de la fosa «Aparte de la declaración testimonial de años oculta», y «11 mujeres rapadas y obliga- «ha aparecido otro testimonio muy valioso y hijos y nietos y de organizaciones de familias das a tomar purgantes»… Todo en El Coronil. que nos da una idea del resultado final de la his- de víctimas, como representante oficial de Y el dolor y el silencio sepultado durante déca- toria», cuenta. «Una persona que tenía 14 años un Ayuntamiento sí es la primera vez», con- das de oprobio. cuando se construyeron los nuevos nichos a firman fuentes de la oficina consular. La pe- «Es cierto que no están apareciendo [los mediados de los años 40 nos ha contado ahora tición espera que la justicia del país austral restos óseos], como deseamos, pero el tra- que en esa parte, donde nos marcan la fosa, sa- «ordene proceder a la comprobación de los bajo ha sido el correcto y estamos cerrando el lieron muchos cráneos con agujeros y cuerpos hechos objeto de la denuncia, así como de to- círculo de la historia de estas víctimas en un con alambres alrededor de las manos». das las circunstancias relatadas». pueblo donde se está haciendo un trabajo ex- Aquellos restos acabaron arrojados al osa- Una «copia certificada» de toda la docu- celente de recuperación de la memoria», ana- rio. Y si la intervención arqueológica no se mentación aportada «como prueba» de las liza el coordinador de exhumaciones de la hubiera llevado a cabo, la evidencia quizás graves violaciones de los derechos humanos Dirección General de Memoria Democrática nunca hubiera llegado a ver la luz. Si no se hu- está en manos de la titular del Juzgado Nacio- de la Junta, Miguel Ángel Melero. biera abierto la tierra «nunca nos lo hubiera nal en lo Criminal y Correccional Número 1 Porque la fosa de «los pobres» es un sím- contado». La deriva, el final que apuntan las de Buenos Aires, María Servini de Cubría. bolo del poder y la represión de los terrate- nuevas pruebas y las viejas historias, significa El archivo describe la entrada en el pue- nientes en el campo andaluz. De cómo el «que los criminales hicieron un buen trabajo blo, a sangre y fuego, de los «fascistas de la «señorito» demostró quién mandaba en la de ocultación». Que la fosa tapada por nichos columna Figuerola». Episodio que deja una tierra. Y porque, a su pesar, la memoria vence y panteones fue «desaparecida». «represión de tal magnitud» como apuntaba aunque la oposición siga vigente en las calles, Y todos son crímenes sin resolver. Una si- la fosa expoliada. Como «una niña de 16 años desde esa parte anestesiada. Como confirma tuación que llevó a El Coronil a ser el primer que también fue violada por los falangistas la propia alcaldesa, Maribel Gómez. «Hay ve- pueblo del país en denunciar en el Consulado del pueblo que la detuvieron, y un niño de po- cinos que me han dicho: ‘¿Por qué tenéis que de Argentina en Cádiz estos delitos de lesa hu- cas semanas», según la denuncia. hacer eso? [buscar la fosa], ¿no te das cuenta manidad. El Ayuntamiento participa así en la Hay que sumar decenas de fallecidos «en cir- que abre heridas?’» n denominada Querella Argentina que investiga cunstancias no aclaradas», 14 desaparecidos,

128 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 osé Jiménez Galán, Manuel Mateos Palacios y Y decir José Pérez Marín. Tres vidas paralelas que los re- beldes finiquitan a balazos. Tres nombres como «no están en un agujero» J ejemplo de más de un ciento. «Nunca se conocerán las razones reales que condujeron al asesinato de estos coronileños». El motivo definitorio, el Los familiares de víctimas esperaban impulso que condena. Disputas personales con vecinos de derechas, viejas rencillas y, seguro, la afiliación política y sin- encontrar «los cuerpos» pero subrayan dical. El compromiso de unos con la democracia y el de otros que la intervención sirve para con el naciente fascismo español. Es probable que los asesinatos respondan a la «combina- mantener su memoria «y sus ideas». ción» de estas circunstancias, afina Antonio Manuel Mateos López, familiar de los dos últimos. «Manuel y José eran sue- gro y yerno respectivamente». «O algo más simple y no menos José Jiménez, Manuel Mateos y cruel», apunta: «las reiteradas órdenes de exterminio lanza- José Pérez: tres vidas y muertes das desde el Gobierno militar del Ejército sublevado y re- del camposanto donde se sospecha que llevaban a cabo todos belde por el general golpista Queipo de Llano, que dirigió sin los fusilamientos y va directamente a una fosa que siempre se paralelas que ejemplifican distinción contra toda la ciudadanía sevillana republicana, ha pensado que está allí en el cementerio. Allí los fusilan y allí el destino de más de un ciento. de izquierdas o sospechoso de serlo». los tiran a la fosa abierta», suelta de un tirón. «En esos días comprendidos entre el 18 y el 31 de julio de ¿Quién era José, por qué lo matan? «Era un jornalero, de 1936 la confusión se apoderó de los vecinos de El Coronil, al la gente pobre y humilde, y aquí ocurrió bastante que los te- igual que ocurrió en otros lugares», explica. «De forma espo- rratenientes encabezaron la represión». Aparte, continúa, «el rádica y descoordinada surgieron algunos intentos de resis- pueblo fue tomado el 18 de julio del 36, fue algo inmediato, no tencia, de fugas, de detenciones de derechistas y de grandes hubo guerra ni resistencia, pero sí fueron primero por el Go- propietarios de tierras», revela Mateos López. bierno legal que había en el Ayuntamiento y luego por cual- Pero los ricos sólo fueron encarcelados. «No existió nin- quiera que se hubiera significado por muy poco que fuese». gún tipo de represalias, asesinatos o vejaciones contra nin- Sobre la búsqueda errada de la fosa, Ana confiesa con lá- guno de estos vecinos de derecha», confirma documentado grimas en los ojos: «Es un paso más, por lo menos el intento. en «fuentes directas». Los golpistas, al entrar en el pueblo, Han pasado 81 años de esto [los asesinatos] y nadie había he- acataron su propia justicia del revés matando a discreción. cho nada por decir ‘vamos, a ver qué ocurre’. Ojalá encontrá- «Mi tío tenía 24 años cuando lo asesinan y no se había sig- semos los cuerpos, porque es una forma de recuperar… no la nificado de forma especial aunque era simpatizante de la Re- dignidad perdida, porque ellos siempre la han tenido a través pública», añade Ana García Pérez, sobrina de José Jiménez. de sus ideas y de nosotros, pero sí eso de decir ‘no están en un «Fueron a por el más débil, el hermano de mi abuela». agujero’, tirados de aquella forma». «Según relatos de mi abuela, él estaba trabajando en el Al no aparecer… «bueno, se ha intentado, y desde luego sí campo, como en aquella época mucha gente, y se lo llevaron, hemos rescatado su memoria para siempre». Y sus nombres, simplemente. Sin acusación». A José lo retienen «en la cárcel subraya, «van a seguir adelante», rompiendo la impunidad. de pueblo» y «a los pocos días, en una de estas sacas noctur- Manteniendo la memoria de José Jiménez, de José Pérez, de nas, lo fusilaron». Manuel Mateos alias El Zamboro, de todos los nombres. «Y Ana, emocionada, detiene la historia. Y prosigue. «Se su- las ideas que ellos tenían las tenemos nosotras ahora y vamos pone que [lo ejecutan] en la tapia del cementerio, por detrás a seguir defendiéndolas» n

Intervenciones en fosas comunes 129 del franquismo en Andalucía Camas (Sevilla) A la espalda de la cruz

Ficha

Localización Antiguo cementerio municipal

Número de víctimas 5

Fecha de los asesinatos Mayo de 1938

Equipo técnico Andrés Fernández Cristóbal Alcántara María Isabel Brenes Eloísa García

132 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Camas (Sevilla) ebajo de donde niñas y niños apren- A la espalda de la cruz «se arrojaban cadá- dían las leyes de tránsito. Porque el veres» de víctimas de la represión, según tes- antiguo cementerio del pueblo había timonios orales. En una primera intervención A la espalda de la cruz D sido convertido en Parque de Educa- aparecieron los mineros que cayeron presos ción Vial. Y allí estaban las fosas comunes de de una emboscada en La Pañoleta, a las mis- Camas (Sevilla). Hoy, las serpenteantes ca- mas puertas de Sevilla. Era la traición que evitó lles simuladas y el reguero de señales dejan cambiar la historia, como se contaba en Que sitio al rescate de las páginas secuestradas fuera mi tierra, el primer Anuario de interven- por el silencio. ciones en fosas comunes del franquismo.

El antiguo cementerio de Camas (Sevilla) pasó de ser donde «se arrojaban cadáveres» a un Parque de Educación Vial y, ahora, la tierra que rescata las páginas secuestradas por el silencio.

Intervenciones en fosas comunes 133 del franquismo en Andalucía Además de los que perdieron la vida en Antonio Barba Blanco. Su diligencia de ente- la asechanza, la tierra albergaba otras vícti- rramiento marcaba el camino. mas del propio pueblo y otros municipios cer- «Lugar donde ha sido enterrado el cadáver canos. Como confirmaban los datos que el de Antonio Barba Blanco: En Camas a once de equipo técnico había ido recabando del Re- mayo de 1938, el señor Juez, acompañado de gistro Civil camero y de Santiponce. mí, el secretario, se constituyó en el Cemente- Enterrados había restos de proyectiles de rio de esta Villa en el que a las once horas del fusil Máuser, suelas de caucho, unas llama- día de hoy se verificó el acto de dar sepultura tivas llaves de grandes dimensiones, mone- al cadáver de Antonio Barba Blanco, el que das… El trabajo ha contado siempre con el fue colocado en la fosa común situada a unos impulso de la Asociación Memoria, Liber- 30 metros de la tapia de la parte oeste y a cua- tad y Cultura Democrática y colaboración del tro de la parte sur». Ayuntamiento de Camas, fundamental con el aporte logístico y cumpliendo así con la po- En las excavaciones también pudo con- lítica de cooperación y «sensibilización» en- firmarse cómo los mineros que pretendían tre las administraciones promovida desde la cambiar el curso de la historia tuvieron en- Junta de Andalucía. terramiento bajo legislación republicana, en La segunda actuación arqueológica ha res- ataúdes. Y luego, décadas más tarde, recibie- catado otros cinco asesinados por los fran- ron multitudinaria sepultura en un mausoleo quistas. Entre ellos el último represaliado en construido en el cementerio municipal Nues- la localidad sevillana por las tropas golpistas, tra Señora de los Dolores y San Sebastián n

134 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

na causa: golpe de Estado. Un plan: organizar una ya siembra el exgeneral golpista Gonzalo Queipo de Llano, el La historia (y el entierro) columna de milicianos. Un objetivo: tumbar a fuego de ametralladoras alcanza al puñado de camiones car- los rebeldes. Parece escrito el destino de quienes gados de . de los mineros que iban U van a torcer el curso de la guerra civil. De un país. La emboscada tiñe de muerte la calurosa mañana del do- Pero el fogón de la historia tiene otro ingrediente: traición. Y mingo 19 de julio del 36. Todo salta por los aires. «La Guardia a vencer al fascismo la aventura muta en carnicería. Civil traidora lleva un rato disparando contra los vehículos Luego de 80 años, el país de la desmemoria entierra de que bajan la Cuesta del Caracol», explica el historiador José manera digna a 14 de aquellos resistentes. Los restos, en pe- María García Márquez. Una columna de milicianos partía queñas cajas de madera, reposan en un mausoleo erigido en El 29 de septiembre de 2016 quedó cerrado el círculo de el cementerio de Camas. la memoria. El entierro de alguno de los mineros que iban a de la Cuenca Minera de Huelva horas Un algarrobo, el árbol del «pan de los pobres», preside la vencer a Franco supone una victoria. Cada cajita, un triunfo después del golpe de Estado fascista escena. Alguien deposita una bandera tricolor junto a los fé- de la verdad sobre la ignominia. retros. Un violonchelo desliza el himno de Riego por las ca- El recuerdo está ahí, siempre, y ahora el homenaje del para cambiar el curso de la guerra. lles del camposanto. pueblo. La familia de Lida permanece emocionada. Pilar Al emotivo acto falta Lida Salgado. La hija de Francisco pasa lista «a todos los que hicieron posible esto». Y Nelly des- falleció en mayo con 84 años. Antes, vivió la intervención ar- cribe: «me gusta saber que las palabras cuentan, las ideas, Querían tumbar a los rebeldes con un queológica que rescató a su padre. Todos la recuerdan. Caso que nada de esto caiga en el olvido». Ambas sonríen. Acaban puñado de vehículos cargados de de Pilar Comendeiro y Nelly Bravo, sobrinas de José Palma de enterrar al «tío Joselito». Pedrero, otro de los mineros. Viajan desde Buenos Aires (Ar- «Cabe preguntarse si hubieran llegado a Triana y el golpe dinamita y muchos kilos de entrega, gentina) y Nueva Jersey (EEUU), donde un día descubren el no triunfa… cuántas vidas inocentes se hubieran salvado», pero una traición terminó en una paradero de su tío por el libro La justicia de Queipo, de Fran- cuestiona el presidente de la Asociación Memoria, Libertad y cisco Espinosa Maestre. Cultura Democrática, José Esteban Garrido. «Son nuestros mi- emboscada mortal. El entierro es una tarea cumplida. La comitiva recorre el neros, aquellos que fueron aniquilados en esas oscuras páginas pueblo, paralizado a su paso. Tantas décadas antes, España de nuestra historia», apunta el alcalde camero, Rafael Recio. masculla la certeza de la trama fascista cuando la Cuenca Mi- Y dice García Márquez: «hoy día los personajes ilustres Un grupo de catorce de aquellos nera de Huelva forja un grupo de combatientes para frenar de Camas son Paco Camino, Curro Romero, Sergio Ramos y resistentes fue exhumado y, a los rebeldes. La tropa suma integrantes en el camino hasta Capi». Toreros y futbolistas. «Sin comentarios», añade. Vendría enfilar la capital andaluza. bien recordar estos versos del poeta sevillano Luis Cernuda: y 80 años después, sus restos La columna tiene un aporte militar al mando del coman- entonces la ignorancia, / la indiferencia y el olvido, vuestras ar- han recibido digna sepultura. dante Gregorio Haro Lumbreras. Que integren la marcha mas / de siempre, sobre mí caerán, como la piedra, / cubrién- «causó serias dudas» entre los izquierdistas, cuenta Espi- dome por fin, lo mismo que cubristeis / a otros que, superiores nosa. Y en La Pañoleta, casi oliendo el terror demencial que a mí, esa ignorancia vuestra / precipitó en la nada n

136 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes 137 del franquismo en Andalucía Cártama (Málaga) «Soy el alcalde republicano de este pueblo»

Ficha

Localización Cementerio municipal

Número de víctimas 6 (en proceso)

Fecha de los Desde el 9 de febrero asesinatos de 1937

Equipo técnico Francisco Melero Andrés Fernández Cristóbal Alcántara Maribel Brenes Elena Loriguillo

140 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Cártama (Málaga) uando las tropas fascistas entran en que se entregan a las fuerzas golpistas. Que- Cártama (Málaga), un hombre apo- dan sumados a los dos centenares de prisio- dado «Anafre» enfila la plaza para en- neros que los adláteres de Franco arrastran «Soy el alcalde C carar al capitán sublevado. Y suelta desde Antequera. republicano de un rotundo: «Se presenta a usted el alcalde El avance rebelde prosigue por la cañada republicano de este pueblo». Se llamaba Pe- cercana al camposanto, donde las dopadas este pueblo» dro Hurtado Calero. No sobrevivió a aquella tropas encuentran un leve conato de resis- misma noche. tencia solventado sin mucha dificultad. La Los rebeldes conquistan el sitio el 9 de fe- relación de fuerzas no permite comparación brero del 37, tras la toma de la capital de la alguna. provincia. A partir de ahí ponen a funcionar Al pisar las calles del pueblo nombran un la maquinaria de control y sometimiento. El nuevo Ayuntamiento y el control queda en asesinato de la máxima autoridad es una de manos de los falangistas y de la Guardia Ci- las 108 documentadas en la localidad. vil. E improvisan un tribunal al que acude «la Como resultado, el cementerio alberga una gente de orden» para declarar contra los «fie- fosa común de la que ya están siendo rescata- les a la República». das algunas de las víctimas. A la entrada del La violencia roja ha dejado en el pueblo recinto, en una zona compuesta por dos rec- tángulos ajardinados. Ahí el trabajo arqueo- unos 42 fusilados, según cifras de Ramos Hi- lógico comienza a localizar y exhumar restos tos recogidas en el Mapa de Fosas andaluz. óseos de los ejecutados. Los golpistas elaboran un listado de ejecuta- Las pequeñas elevaciones denominadas bles del que empiezan a tachar nombres esa Espartales y Llana forman la conocida como misma noche. sierra de Cártama. Los primeros franquistas Como el del «Anafre», el «alcalde republi- en llegar por la carretera de Pizarra pertene- cano de este pueblo», y otros 107 vecinos. En La violencia roja deja en Cártama cen a la caballería. La infantería, que viene de conversaciones improvisadas y repetidas a lo (Málaga) 42 fusilados que reciben Álora, retrasa el paso para acceder al pueblo largo del tiempo, los mayores de Cártama re- enclavado al pie de estas montañas. cuerdan cómo uno de los tenientes sedicio- cumplida venganza: 108 víctimas, Sobre la línea del frente, que está situada sos dijo: «Que suenen las campanas si no se entre ellas el regidor local, en el límite del término municipal, aparecen han comido los badajos». Era el martilleo de que encaró a los golpistas. unos 160 infantes de marina republicanos la muerte n

Intervenciones en fosas comunes 141 del franquismo en Andalucía Villanueva de la Concepción (Málaga) La huida de película de «el Besugo»

Ficha

Localización Cementerio municipal

Número de víctimas 0 (en proceso)

Fecha de los Desde el 7 de mayo asesinatos de 1937

Equipo técnico Andrés Fernández Cristóbal Alcántara

144 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Villanueva de la Concepción (Málaga) «el Besugo» consigue escapar. Cuan- La escena ocurre en Villanueva de la Concep- do los victimarios empujan a los de- ción (Málaga) en la madrugada del 7 de mayo de tenidos, amarrados como bestias, 1937. Las fosas quedaron abiertas en el cemen- La huida de película Y viendo ya las puertas del cemente- terio local, en las afueras del pueblo. Ahí ente- rio… se produce la huida. Casi de película. rraron a 17 hombres. Todos, menos el escapado de «el Besugo» Los fascistas, sorprendidos, no logran dar con Sebastián Luque Molina, alias «el Besugo». el fugitivo. Pero cumplen su estrategia mortal: Los compañeros cuyas vidas fueron sega- matan al resto de presos. das a tiros respondían a los nombres de Andrés

Un total de 18 detenidos enfila el paredón, la muerte, pero uno consigue huir poco antes de los tiros, en las mismas narices de sus captores.

El resto, 17 personas, fueron ejecutadas y enterradas en el cementerio de Villanueva de la Concepción (Málaga).

Intervenciones en fosas comunes 145 del franquismo en Andalucía Aranda Aranda, Antonio Bueno Sánchez, An- represalias contra los guardias que obviaron «bastante separado de la fuerza por formar tonio Campos, Rodríguez, José Durán Cuesta, la orden de matar a tiros a personas sobre las parte del grupo de Falangistas que habían de Antonio García Morón, Alonso Guerrero Bravo, que no pesaba ningún juicio ni condena. enseñar el camino del cementerio». Cristóbal Hazañas Cruzado, Francisco Jiménez De la fuga del republicano da fe el Legajo El joven falangista, de 20 años de edad, en- Ruiz y Manuel Jiménez Ruiz. Divididos en dos 122 del Archivo Tribunal Militar Territorial nú- tra a la necrópolis «con el objeto de indicar el grupos, también estaban Francisco Muñoz Co- mero 2 de Sevilla. Es la causa número 3969 del sitio donde estaban hechas las zanjas». Las fo- bos, Luis Rodríguez Fuentes, Miguel Rodríguez año 1937, según la investigación y los datos sas para arrojar los cadáveres de los republi- Luque, José Roldán Gámez, Antonio Ruiz Do- aportados al proyecto arqueológico por los his- canos recién asesinados. mínguez, José Ruiz Domínguez, Andrés Sarrias toriadores Raquel Zugasti Villar y Miguel Ángel En el momento en que llega «la fuerza» oye Muñoz y Antonio Vergara Rodríguez. Melero Vargas. «varios disparos». Enterándose más tarde, Antes de los fusilamientos masivos, los de- El caso está instruido «con motivo de la eva- continúa, «que habían sido hechos a conse- tenidos fueron trasladados desde la cárcel ha- sión en el pueblo de Villanueva de la Concep- cuencia de la fuga de uno de ellos». Luego bilitada en el municipio malagueño a la Casa ción cuando iba a ser ejecutado el condenado sabe «de la ejecución de los nueve restantes», Cuartel de la Guardia Civil. El primer recinto a esa pena Sebastián Luque Molina, (a) el Be- que formaban la cuerda de presos junto a «el no reúne las condiciones de seguridad nece- sugo», como queda escrito en el expediente. Besugo». sarias para retener a tal número, entienden En la causa aparece otro apunte. La «Decla- Los rebeldes dan «batidas» por las inme- los golpistas. ración del falangista Fernando Castillo Arra- diaciones, recuerda. Sin éxito. Aunque de- La secuencia cronológica marca como en bal». El golpista, el mismo día 7 de febrero, fiende el trabajo realizado y «que no huvo la batalla de Málaga una de las columnas su- confirma que se abren «zanjas» en el campo- [sic] mala intención ni abandono por parte blevadas que avanzó desde Antequera rompe santo para arrojar los cuerpos aún calientes. de nadie». Que en el ánimo de todos, tanto el frente republicano por El Torcal. Ocupa así El trabajo arqueológico busca localizar al me- «de la Guardia Civil como en la Falange», Villanueva el 6 de febrero del 37. nos dos tumbas ilegales. subraya, está «el deseo de cumplir con los Los rebeldes inician la temida represión. La declaración del miembro de extrema deberes». Cuentan que el piquete está formado por derecha confirma los aspectos conocidos Matar. Uno de los guardias, Juan Ramírez miembros de la Guardia Civil. Un grupo de del trágico suceso. Porque él, alardea, había Moreno, también declara. Anduvieron con falangistas permanece atento, a la espera de sido «nombrado por Falange como conoce- presteza para fusilar, dice. Con miedo en el la orden. Llegado el momento, los guardias dor para que acompañase a la fuerza al sitio cuerpo de que «aprovechasen cualquier des- civiles se niegan a realizar el vil fusilamiento donde habían de ser ejecutado los reos con- cuido el resto de los sentenciados y pudiesen en masa. denados a la última pena». escaparse». Así avanzan «hasta dentro del ce- Los golpistas tienen que acudir a Antequera Describe cómo trasladan a los presos. menterio, donde tuvo lugar la ejecución por y Málaga, donde buscan refuerzos para el acto «Marchaban atados de dos en dos y rodeados las malas condiciones del exterior formando genocida, según la información aportada por por los guardias que a la vez los llevaban cogi- parte después [él mismo] de la batida que se Juan Lepe. Se ignora, por el momento, si hubo dos por un hombro». Castillo Arrabal marcha dio» buscando a «el Besugo» n

146 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes 147 del franquismo en Andalucía Colmenar (Málaga) El «hoyo» abierto a las luces de Riogordo

Ficha

Localización Cementerio municipal

Número de víctimas 0 (no localizadas)

Fecha de los Desde el 6 de febrero asesinatos de 1937

Equipo técnico Elena Vera Juan Manuel Guijo Elisabet Conlin

150 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Colmenar (Málaga) Mi padre me contaba que ahí ma- taron a unos pocos». Josefa Barba El «hoyo» abierto Palomino cuenta los sucesos de Col- « menar (Málaga). Está en el cemente- rio del pueblo, donde los fascistas trajeron «en a las luces de Riogordo un camión» a un puñado de criaturas. Sabe la historia de primera mano: su padre fue obli- gado a cavar la fosa común. «A él no le mataron por una chispa, por- que iba por tabaco y lo agarraron para hacer el hoyo», dice. A su padre «y a otro hombre más», subraya. «Luego comenzaron a tirarles coronel Rivolta a partir del 6 de febrero del año a todos tiros y ya cayeron. Uno solo, a la fosa 37. El mismo día, los fascistas toman otros pue- común». Dice que, en plena masacre, «de la blos de la zona, caso de Alfarnate y Alfarnatejo. paerilla [la pequeña pared] veía las luces de Cuando el ejército rebelde entra en Col- Riogordo», el pueblo vecino. menar, encuentra las calles prácticamente va- Las víctimas, abatidas, se derrumban dentro cías. Las charlas radiofónicas de Queipo de del «hoyo», remarca, mientras no para de mi- Llano incentivan el miedo a los golpistas. Con Cuando los rebeldes entran en rar la parte baja del recinto. Todo ocurre «en lo razón. El genocida anima al exterminio del Colmenar (Málaga) encuentran hondo» del camposanto. En la parte baja, donde adversario social. A la violación de las muje- las calles del pueblo casi vacías: abren las zanjas colmadas de muerte. «Así que… res. A robar y matar. esto es lo que él me contaba», concluye. El terror provoca la marcha hacia la costa el miedo a los fascistas ha La fosa albergaría al menos 16 ejecuta- para enfilar Almería. Otras familias esconden provocado la «desbandá». dos, según la información contabilizada en a los suyos en el campo y en cortijos cercanos. el Mapa de Fosas de la Junta de Andalucía. La El horizonte salvador es el final de los comba- Josefa Barba cuenta cómo su teoría indica que la tumba ilegal estaba mar- tes, una esperanza que nunca llega para mu- padre, obligado a cavar la fosa, cada por un monumento erigido en honor a chos. Los que alguna vez regresaron pudieron las víctimas del franquismo. comprobar cómo el régimen implantado por fue testigo de los asesinatos: El testimonio –que la mujer ofrece al antro- las armas había girado la bisagra de sus vidas, «no lo mataron por una chispa, pólogo Juan Manuel Guijo Mauri– refleja la ma- marcadas ahora por la pérdida de libertades, lo agarraron para hacer el hoyo». tanza de las tropas sublevadas dirigidas por el la represión y el silencio n

Intervenciones en fosas comunes 151 del franquismo en Andalucía Marmolejo (Jaén) Los pájaros de Loma Candelas

Ficha

Localización Cementerio de Santa Ana

Número de víctimas 4

Fecha de los asesinatos 8 de enero de 1944

Equipo técnico Elena Vera Juan Manuel Guijo Elisabet Conlin

154 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Marmolejo (Jaén) a madrugada despierta a bomba- y trasladan los cuerpos inertes para su ex- zos. Las batidas para cazar guerrille- posición pública en la plaza del Ayunta- ros antifranquistas tienen éxito. Cada miento de Marmolejo (Jaén). Sirven de Los pájaros de L vez más. Y aquella redada nocturna anuncio del terror. en el cortijo de Loma Candelas va a ser mortal Antes de acabar enterrados en una fosa co- Loma Candelas para cuatro maquis y su enlace. mún del cementerio municipal de Santa Ana, Hace tiempo que la guerra ha terminado. a los cadáveres les practican autopsias. La do- Pero las masacres continúan. La Guardia cumentación existe aún y sirve para localizar Civil abate a la partida el 8 de enero de 1944 la tumba ilegal.

Una partida de maquis y su enlace, el casero de un cortijo en Marmolejo (Jaén), acaba acribillada en una emboscada el 8 de enero de 1944.

Intervenciones en fosas comunes 155 del franquismo en Andalucía De aquel agujero han sido exhumados los sierras de Córdoba y Jaén. El objetivo de los se oyeron a los perros ladrar como desespera- restos óseos de los maquis Mateo y Manuel fascistas es eliminar cualquier conato de re- dos». Unos disparos acallan a los animales. Y Alcalá Cabanillas (hermanos de Bujalance), sistencia. Barrer la rebeldía, y de paso a todas los victimarios registran la residencia mien- Baldomero Arévalo García (Marmolejo) y aquellas personas identificadas con ideales tras sacan a la familia al patín frontal. «A mi Juan Cachinero Montoro, alias «el obispo» de izquierdas. abuela Elena y a mi madre las colgaron en un (Cardeña). Y el casero de Loma Candelas, Ra- Las poblaciones ocupadas caen sumidas en eucalipto, con las manos atadas hacia atrás món Lara Gómez. el silencio y el miedo. En la zona de Marmo- para que hablasen». «¡Ay dios mío, qué ruina más grande!». Ra- lejo, la serranía de Andújar, hubo varios grupos La escena dibuja gente correteada por tiros món asoma el hocico ante los insistentes gol- de «huidos». Durante un tiempo mantienen a los pies. Quieren obligar que «canten». De pes al portón. No quiere abrir. Tiene a los en jaque a las autoridades golpistas. Pero ac- madrugada, los franquistas suben a la cima guerrilleros en casa. «Una bomba de mano túan sin organización, agrupados por afinidad del cerro para ejecutar la redada de Loma fue a caer sobre la puerta hiriéndolo mortal- ideológica y con la caza o la rapiña como sólo Candelas. Golpean la entrada del cortijo. Y las mente», recuerda su hija, Ana Lara. sustento posible, amén de los contactos que bombas de mano provocan la estampida. «Lo que vino después fue un auténtico ponen su vida en juego cada jornada. «Quienes pudieron se tiraron por las ta- y vergonzoso zafarrancho». Una matanza. Uno de estos enlaces es el casero de La pias del corral pero eran rematados con- La partida queda acorralada en la loma que Fresnadilla, un comunista libertario llamado forme ponían pie en tierra», dice Ana Lara. vierte al río Yeguas. Con el monte, sugerido Manuel Martínez. Ayuda al grupo anarquista «De allí hubiera sido imposible escapar por- como única escapatoria, convertido en la de «los hermanos Jubiles». Cuando cae apre- que tenían la casa cercada por todas partes», puerta que conduce de la nada al abismo. sado su «estratega principal», el capitán del certifica. Baldomero, los hermanos Mateo y Ana revela un detalle tenebroso: «durante ejército republicano Juan Rodríguez Muñoz, Manuel, «el obispo» y su padre, Ramón, aca- la larga espera [hasta traer unas bestias para el nombre del cortijo aparece en unos docu- ban acribillados. acarrear a los muertos] los guardias civiles mentos que porta en la cartera. Ana, minutos antes de la carnicería, ha- aprovecharon para comerse los zorzales que Van a por él. Lo someten a un severo in- bía preparado «un poco de café de trigo mo- mi padre mandó preparar para Baldomero y terrogatorio. Tiene a los cuatro maquis ocul- lido». Luego los maquis preguntaron «si había los suyos». Los pájaros fritos de los maquis, tos en el pajar. El 7 de enero los guardias por allí mucha caza». Tienen hambre y quie- aún calientes, acaban en los estómagos de sus irrumpen en el caserío para acosar y torturar ren dar cuenta de unos zorzales. «Los paga- asesinos. a Elena Pérez, esposa de Manuel, y a su hija ron», reseña. «Por fin les apañé los pájaros y La fosa de Marmolejo estaba señalizada Julia. Sacan la confesión. Y ponen rumbo a una vez fritos, de madrugada, llegaron». Una por una lápida colocada en los años 80 en me- Loma Candelas. bomba revienta al casero, que grita: «¡Ay dios moria de los antifranquistas. Como ejemplo El nieto del casero, Mateo Alcalá Martínez, mío, qué ruina más grande!» n de la concienzuda represión ejercida en las contaba en el año 2005 el episodio. «De pronto

156 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 n la fosa de Marmolejo hay una serie de actuacio- del caso «al evidenciarse la posibilidad de una muerte violenta, Regates de la justicia nes previas al rescate de los cuatro maquis y el ca- un entierro ilegal y la comisión de delito de lesa humanidad». sero de Loma Candelas. El hallazgo de los huesos se Los tribunales nunca intervienen. Aunque decretan acor- E realiza a finales del año 2014. Pero varias circuns- donar la zona, proteger los restos y paralizar los trabajos que tancias retrasan la exhumación definitiva de los restos óseos. no pueden reanudarse hasta que la causa queda finalmente El hallazgo de restos óseos con En el lugar aparecen características propias de los ente- sobreseída. rramientos clandestinos a víctimas del franquismo. Caso de Extremo que conlleva la ejecución de los trabajos dos evidencia de muerte violenta cuerpos no están enterrados de forma canónica, superposi- años después. El equipo técnico que retoma la tarea arqueo- fue notificado a los tribunales, ción de individuos arrojados de forma arbitraria y caótica o lógica reseña la «total despreocupación» observada en las posibles muestras del uso de armas de fuego. «circunstancias de conservación del depósito» que queda que nunca intervinieron pero Tal extremo se comunica a la Guardia Civil. Queda solici- «parcialmente expuesto». paralizaron la exhumación. tado además al Juzgado número 2 de Andújar la instrucción

Intervenciones en fosas comunes 157 del franquismo en Andalucía Villaverde del Río (Sevilla) Un saco colmado de huesos

Ficha

Localización Cementerio de San Sebastián

Número 4 (un preadulto, una de víctimas mujer, dos hombres)

Fecha de los Desde el 29 de agosto asesinatos de 1936

Equipo técnico Inmaculada Carrasco Carmen Romero Inmaculada López

160 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Villaverde del Río (Sevilla) n un saco y a flor de tierra estaban los restos de una maestra, un joven, un pescador y un vendedor de melones. Un saco colmado E Apiñados, como si fueran cualquier cosa. La zona ajardinada del cementerio de de huesos Villaverde del Río (Sevilla) escondía el ejem- plo de la represión franquista en la vega del Guadalquivir. Una zona donde no hubo resis- tencia. Pero sí asesinatos. Isabel Molina Sánchez. Antonio Terriza Mar- tín. Fernando Herrero López. Antonio Guerra Mellado. Son los nombres y apellidos. La tumba ilegal donde estaban original- mente los cadáveres había sufrido alteracio- nes. La hipótesis señala que la familia de la profesora realiza una exhumación clandes- tina a finales de los 70 o inicios de los 80. El hijo de Isabel, médico de profesión, justifica La nula resistencia a los golpistas la extracción ósea identificando «una pelvis en la vega del Guadalquivir femenina». El acto, quizás comprensible hace déca- no impidió una feroz das, provoca sin embargo la pérdida de la in- represión en la comarca. formación contenida en la fosa. Y el posterior traslado de los huesos sobrantes en un fardo En la fosa del cementerio de de rafia sintética. Quedan enterrados «a un Villaverde del Río (Sevilla) palmo del suelo», como especificó el sepultu- había restos de una maestra, rero que realiza el nuevo depósito. La iniciativa de la búsqueda de esta fosa dos jóvenes y un hombre, parte de la familia de Antonio Terriza. Lo- apiñados en un fardo gran culminar así un proceso que arranca en de rafia sintética. el ya lejano 1982. Cuando España se dispone a

Intervenciones en fosas comunes 161 del franquismo en Andalucía celebrar un Mundial de Fútbol, ellos reclaman lo detiene. Su hermana Esperanza va lleván- «Cuando llegan a la finca y lo apuntan con verdad y reparación. dole la comida a la calle Marchante, donde los una pistola hubo un forcejeo con su verdugo, Las primeras indagaciones parten al am- fascistas han habilitado la cárcel local. de tal manera que, de un mordisco, le arranca paro de la ley que abre la puerta a solicitar Tres días más tarde ya le comunican que no la falange de un dedo a su asesino antes de pensiones «en favor de las viudas, y demás es necesario que vuelva. Se han llevado a An- que acabara con su vida», según el testimonio. familiares de los españoles fallecidos como tonio. Para matarlo. Su madre, Esperanza Mar- Pese a las muertes, la resistencia en la vega consecuencia o con ocasión de la pasada gue- tín Cabeza, también cae presa. De profesión del Guadalquivir fue nula. El día 26 de julio rra civil». Corre el 79. Cuatro años después la lavandera y vendedora de periódicos, acaba sale de Sevilla la columna del comandante víctima queda inscrita como «fallecido como comiéndose un lustro de encierro en Sevilla. Rafael Corrales junto a una compañía de mer- causa de la aplicación del Bando de Guerra» Entre rejas sufre vejaciones. De todo tipo. cenarios del Tercio que una jornada antes lle- en el Registro Civil de Alcalá del Río en el 83. El día del asesinato, los rebeldes suman a gaba procedente de Cádiz. Antonio ya está muerto de forma oficial. la expedición mortal a otro joven del pueblo. Toman la comarca sin problema. Cuando Casi medio siglo después de su asesinato. Co- Apenas un muchacho de 16 años al que se co- llegan, la Guardia Civil ya controla muchos sas del país de la desmemoria. Pero los des- noce como «Bruno». Es Fernando Herreno pueblos. Los derechistas tienen el poder y los cendientes no desfallecen. En 2008 reclaman López. Ambos caen tiroteados en la misma dirigentes obreros huyen ante la proximidad y ante el Comisionado de Naciones Unidas para carretera y quedan tirados en la cuneta. Unos la acción golpista, como narra José María Gar- los Derechos Humanos. De manos de la Aso- vecinos recogen los cuerpos horas más tarde cía Márquez en Las víctimas de la represión ciación para la Recuperación de la Memoria y abren un agujero en el cementerio, como militar en la provincia de Sevilla. ¿Qué justi- Histórica adjuntan un informe con todos los cuenta el enterrador al padre de Antonio. fica entonces la encarnizada represión? datos obtenidos sobre la desaparición forzada En la fosa van a estar acompañados por la La búsqueda de la fosa de Villaverde ha o involuntaria. maestra Isabel. La mujer es natural de Villa- contado con la colaboración de la Asocia- Las sospechas dirigen la mirada a la zona verde del Río y Minas. Y su familia araña la tie- ción comarcal Pro Memoria Democrática central del camposanto. Allí estaba enterrado, rra para sacarla. Estos extremos los confirma «Vega Media del Guadalquivir». Una labor según las indicaciones y testimonios de anti- al equipo técnico de la excavación el que fuera que queda escrita en memoria de todas las guos trabajadores municipales. Los restos, a alcalde local, Manuel Rodríguez. víctimas, como subrayan las arqueólogas finales de 2016, aparecen en un saco tintado Y añade otro elemento. Otra víctima. Un responsables de la intervención. «A la fa- con el rótulo «Patatas de consumo». trabajador del campo y corredor de melona- milia de Antonio Terriza Martín, que nunca Antonio Terriza Martín se dedicaba a la res. Era Antonio Guerra Mellado (47 años), un cesó en su búsqueda». Y, en especial, «a sus pesca y, en ocasiones, echaba mano a las la- ciudadano de Brenes. «Lo llevan engañado sobrinas Esperanza y Dolores Rubio Terriza, bores del campo para traer a casa el sustento. con la excusa de que van a vender un melo- y sus sobrinas nietas Concepción y Espe- Cuando tiene 21 años la «falange del pueblo» nar», recuerda. ranza García Rubio» n

162 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes 163 del franquismo en Andalucía Lucena (Córdoba) Los muertos del teniente «Polvorilla»

Ficha

Localización Cementerio Nuestra Señora de Araceli

Número de víctimas 5

Fecha de los Desde el 18 de julio asesinatos de 1936

Equipo técnico Francisco Carrión Méndez Daniel García Quiroga Iván Sánchez Marcos Carmen M. Román Muñoz Rosa María Maroto Benavides Erik Borja Miranda Laura Gutiérrez Mesa

En todas las fases del proyecto han participado como voluntarios 52 estudiantes de la Universidad de Granada del Grado y Máster de Arqueología y de Antropología Física y Forense

166 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Lucena (Córdoba) inco de la mañana. 19 de julio del 36. de Lucena. Un número que completan siete Los golpistas emiten el bando de gue- muertos en cárceles franquistas, según la in- rra en Lucena (Córdoba). Un grupo vestigación del historiador Arcángel Bedmar. Los muertos del C de guardias civiles ha tomado el pue- Cinco de estas víctimas han sido exhuma- blo un día antes. Ya está en manos fascistas. Un das del cementerio Nuestra Señora de Araceli. teniente «Polvorilla» triunfo fácil empapado con la sangre de los de- La intervención arqueológica arranca el 9 de rrotados: los muertos del teniente «Polvorilla». enero de 2017 y copa diversas fases hasta di- La feroz represión deja un mínimo de 124 ciembre. Culmina con éxito, casi cerrando un asesinados. Dividen la cifra 21 personas de nuevo año de exhumaciones de fosas del fran- Jauja, 11 de Las Navas de Selpillar y otras 92 quismo en Andalucía.

La guerra civil deja en Lucena (Córdoba) un mínimo de 124 víctimas aunque el pueblo cae el mismo 18 de julio en manos de los rebeldes.

Los restos óseos de cinco personas asesinadas han sido exhumadas del cementerio Nuestra Señora de Araceli.

Intervenciones en fosas comunes 167 del franquismo en Andalucía escribe Bedmar en su informe histórico. Un testigo presencial cuenta hasta 23 un solo día, tiroteados «en la cuesta de Balan- dranes». Los rebeldes matan a tiros a cinco mujeres. El Registro Civil de Lucena, sin embargo, recoge pocos casos. Con frecuencia están ma- tizados con eufemismos tipo: «desconocién- dose las causas de su muerte» o «apareció muerto por herida de arma de fuego a con- secuencia de los sucesos del Glorioso Alza- miento Nacional». El «poder absoluto» de los golpistas en el pueblo no resta el ansia de sangre, adjudi- cada a discreción con el ánimo colaborativo de «personas de orden» y voluntarios dere- chistas. «Los jefes militares ordenaban o per- mitían los encarcelamientos, las torturas, el expolio de bienes y los fusilamientos sin que se arbitraran consejos de guerra u otros me- En los huesos rescatados aparecen múlti- por el teniente Luis Castro Samaniego, alias canismos con apariencia legal que justifica- ples fracturas perimortem (durante la muerte). «Polvorilla», entran en el ayuntamiento y en ran las violencias». Caso de orificios en cráneos por entrada y sa- la Casa del Pueblo socialista. Ahí detienen a La prueba está en la fosa común descu- lida de balística. O rotura de costillas, clavícu- los primeros. Las ejecuciones se suceden de bierta y exhumada en el cementerio lucentino. las, húmeros, escápulas… que desvelan datos forma masiva y colectiva. Sobre todo a partir Y en otras inhumaciones por descubrir practi- sobre las severas palizas a las que fueron so- de agosto del 36. cadas de forma ilegal en el lugar del asesinato. metidas algunas víctimas. La tierra guarda, Como la «macabra» matanza que conme- Huesos, quizás, que reposan en enterramien- también, alguno de los mortales proyectiles. mora el primer mes de la rebelión militar. tos clandestinos en la Alameda de Cuevas, la Y cal viva. «Muchos testimonios orales nos aseguran carretera de Cabra, el pilar de la Dehesa, las Los castigos comienzan en Lucena el que en la madrugada del 19 de agosto ase- paredes de Uñate, el cortijo Angulo o la cuesta mismo 18 de julio cuando las tropas mandadas sinaron a 25 personas en el cementerio», de Balandranes n

168 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

Busco a mi madre, se llamaba Pilar Cruz. Me con- «algún aumento en los escasos jornales». Y a su madre «tuvo La niña con la taron que estaba trabajando, le pagaban muy la mala suerte de tocarle». La muerte. Que los fascistas recla- poco sueldo y fue a pedir una subía a la Casa del maban «por cualquier motivo». enfermedad del alma « Pueblo. Por ahí la cogieron». El relato de Pilar Rol- «Yo tenía 5 años. Lo pasé muy mal. Me dio un ataque muy dán Cruz es limpio, certero. Roto por la tragedia. «Un 12 de grande de… antes le decían tiricia [la enfermedad del alma, noviembre del 36 fueron a llevarle la comida y dijeron que no cuando el corazón entristece] y mi padre me llevó al campo La memoria de Pilar Roldán Cruz, hacía falta más. Ya la habían matado». a un cortijo que tenía un familiar, por apartarme un poco del «Te he contado cosas muy desagradables. Qué lástima... sufrimiento». Pilar salpica la narración con algunas lágrimas hija de Pilar Cruz Ya sabes, hijo, ya te he contado mi vida». Porque «durante que enjuga a duras penas. los años de la República» fueron «varias mujeres» a reclamar «Mi abuela lo pasó muy mal también, toda su vida sus- pirando. La cosa no era para menos. Éramos tres hembras y un varón, la mayor con 19 años. Mi padre se llamaba Ber- nardo, mi hermano igual y otra Araceli, Carmen y yo, la más pequeña. Aunque la verdad la sé cuando fui más grande. En- tonces comprendí». Un latigazo de dolor recorre a Pilar, hija de «la de Man- tas», cuando el equipo técnico informa del hallazgo de res- tos óseos. La búsqueda en el cementerio ha sacado «a cinco, son hombres», advierte. «Pero me han dicho que hay más si- tios para encontrarla... y me he emocionado», atina. «Man- tengo la esperanza». Antes, dice, «no se les podía buscar». Y ahora «está una todas las noches pensando que si tuviera la suerte de en- contrarla y verla». Un propósito vital que la mujer sigue bus- cando: «Que yo esté tranquila el día que me muera» n

170 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Toma mis zapatos», decía al descalzado. «Coge mi «Su familia hacía jeringos, que es como en Lucena se El altruismo anarquista abrigo», animaba al desarropado. El altruismo de llama a los . Por eso le apodaban ‘Jeringuito’. Ganaban «Jeringuito» tenía alma anarquista. Una filantro- dinero y él no carecía de nada. Siempre tenía zapatos, ropa, de «Jeringuito» « pía innata atada a unos concienzudos ideales que pero salía a la calle y veía a un pobre, una persona que nece- motivaron a los golpistas para asesinar al militante de la CNT sitaba algo y se lo daba», cuenta Susana. Manuel Jiménez Martínez. A Manuel «se lo llevaron varias veces», recuerda Merce- La memoria de Mercedes Jiménez «Nada era suyo», recitan dos de sus nietas, Mercedes Ji- des. «Luego lo soltaban», continúa. El carrusel de detencio- ménez Pérez y Susana Quintero Jiménez. Manuel, hijo único, nes finaliza «un día que llegan a casa, llaman a la puerta y Pérez y Susana Quintero Jiménez, vivía bien del negocio familiar. Y era «de izquierdas». Siem- preguntan por él». El militante anarquista acaba en la prisión nietas de Manuel Jiménez Martínez pre, subrayan, «presumía y ostentaba de ser de la CNT». de El Pozo. «Se ve que alguien le cogió encono», dice una. «Y todo por pensar diferente», apostilla la otra. Lo matan «en agosto del 36, cuando los asesinatos - vos», apuntan. Dejaba tres hijos. Y su mujer, Teresa Valverde, embarazada, fallece al poco tiempo. «Qué mala condición hay que tener. Qué mala sangre para hacer esas cosas», de- fine Susana. Porque los criminales, como refiere Mercedes, «vivieron siempre con total impunidad mientras que las víc- timas eran las señaladas». Ambas están sentadas en un banco de hierro. Cuentan la historia familiar ante el cementerio en el que los golpis- tas mataron y enterraron a decenas de criaturas indefensas. «Fueron muertes muy violentas», sugieren a tenor de las evi- dencias que aporta la fosa localizada «después de mucho es- fuerzo y muchas horas de trabajo». «Es un triunfo de la verdad ante el silencio», titula Mer- cedes. La familia «siempre ha insistido en que no se olvidara la memoria» del anarquista «Jeringuito». Ahora solo quie- ren «encontrar los restos para darle un entierro digno, ce- rrar el duelo». No buscan «pelearnos con nadie ni venganza ni nada«. Los huesos que ya han aparecido, «sean míos o no, son míos», aporta Susana. «Ahí están, y esa es la verdad» n

Intervenciones en fosas comunes 171 del franquismo en Andalucía 172 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Oye muchacho, ¿tú eres hijo de Antonio Burgui- difuminando entre silenciosos lustros. «De chiquillo yo de- «Tu abuelo llos, el chófer?». Manuel Burguillos Castilla tuerce cía que mi abuelo se había perdido en la guerra». O que «a el gesto y encuentra «a un hombre mayor sentado lo mejor está en Cuba y se ha hecho rico», decía el nieto en sí que era bueno» « a la puerta de su casa». Sí, responde. «Tu abuelo sí la escuela. que era bueno». Pese al paulatino olvido, Manuel rescata una significa- Esa pista arranca un motor apagado. «Pregúntale a tu pa- tiva anécdota. «Había un cuadro, los niños le decían ‘el tío de La memoria de Manuel Burguillos Castilla, dre y verás», entona la voz cada vez más lejana. «Ahí empecé las barbas’. Y es que la casa de mi abuelo la presidía una foto a tirar de carrete», reconoce Manuel. «Se ve que el hombre se- de Pablo Iglesias. Cuando pasó todo, mi abuela le superpuso nieto del vicepresidente local del PSOE ría compañero de él o algo», imagina. una estampa de la virgen de aquí. El que entraba no lo veía, Manuel Burguillos Serrano El abuelo es Manuel Burguillos Serrano, bracero y vi- pero estaba detrás ‘el tío de las barbas’. El cuadro se salvó y lo cepresidente del PSOE de Lucena. El relato se había ido conserva la familia con el mismo marco». Manuel Burguillos Serrano era concejal durante la Repú- blica. Trabajaba en el campo y un día, al llegar del tajo, conoce que han preguntado por él. Querían hacerle «unas pregun- tas». Su mujer le ofrece «irse a Jaén, que es republicana toda- vía». Pero Manuel niega la huida. No ha hecho nada. El 20 de julio «bajó para ver qué querían, y ya no volvió». Tenía poco más de 30 años, y dos hijos, cuando cae ejecutado. Antes estuvo detenido en el conocido como «convento de los frailes», que los rebeldes usan como cárcel. «Hasta la madru- gada del 19 de agosto que lo fusilaron, consta que aquí en el cementerio», dice Manuel. «Mi abuelo era un idealista total, reivindicaba todo lo que podía para la clase obrera». Como miembro de la cor- poración municipal pide «muchas veces» el traslado del «fa- moso» teniente «Polvorilla». Por eso, entiende, «le tendría tantas ganas». Porque en Lucena «no hay tiros antes de entrar los fascis- tas». Aunque sí se saben, «de siempre», los nombres «de los chivatillos y de los que se presentaban voluntarios para pegar el tiro». Tiempo pasado, advierte, «del que ninguna culpa tie- nen ahora sus familiares». Unos criminales «que nos lo han puesto difícil», resume. La «satisfacción» de encontrar restos óseos en el cemente- rio local «es una prueba de que no estamos locos, que había muertos y asesinados, que están ahí, igual que hay más fo- sas y esto vincula tanto a Lucena, Cabra, Monturque, Priego, Moriles…». Algunas víctimas «se quedaban en la carretera». Como la «fosa muy grande» que hay entre Lucena y Montur- que en la Alameda de Cuevas. «Está aquí justo al lado. Ahí hay mucha gente» n

Intervenciones en fosas comunes 173 del franquismo en Andalucía ¿No sería mejor esa barriga mía que de un rojo». «Nació muerta». ¿O eso le dijeron? «Sí», piensan. «Nació «Cuide de mis niñas, Un falangista suelta la frase a una mujer encarce- muerta… dios sabe lo que allí pasaría». lada. El tinte provocador busca minar la moral de La cárcel de Isabel y otras muchas mujeres lucentinas son muy chiquitas» « Isabel Sabá Vázquez. Y quizás deslizar el futuro fue el convento de los Padres Franciscanos. Entre aquellas diseñado por los golpistas de Lucena desde julio del 36. Isa- paredes «las mataban los frailes». Decían: «mañana te toca bel presenta un avanzado estado de gestación. Está presa. Su a ti». «Y los que no eran frailes», completa Araceli. Blas es- marido, Blas Baltanás Pela, huido. capa del rastro de muerte. «Se fue de mi casa el día 25», a «Mi madre estuvo 17 días detenida», cuenta Isabel (83 una semana de la entrada rebelde en el pueblo, afina su her- años). «Se quedó sola, con cuatro hijos [Rafael, Blas y las dos mana. Dice «a mi abuela» una letanía alojada en la memo- hermanas], y la detuvieron embarazá», dice Araceli (87 años). ria familiar: «cuide usted mucho de mis niñas, que son muy «¿La criatura que traía?», contestan ambas con cierta sorpresa. chiquitas». Araceli e Isabel, octogenarias, buscan a su padre, Blas Baltanás, desaparecido para huir de una muerte segura.

Guardan la memoria de su madre, Isabel Sabá, encarcelada en «los frailes» con un embarazo del que nace una «criatura muerta», según dijeron sus captores.

174 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Desde entonces, Blas está desaparecido. Nunca supie- Hasta «el picón que había para los braseros, por si estaba mi Isabel, la madre, «se casó de segundas con un primo her- ron más de él. Excepto «a los 20 años [1956], cuando vino de padre… y ya ves que ahí se hubiera asfixiado», sonríe. Tam- mano de mi padre», Antonio Pela Burgos. Fue «muy bueno», la guerra el novio de Pepita la mosca, y vino en busca de mi bién el robo de medio saco de harina que acaba repartido en sostienen. Ambas evocan noches de radio. Con La Pirenaica, abuela que vivía en el barrio Alto» para informar «que lo vio el ayuntamiento. Empleados que se llevan en cartuchos de «callandito». A oscuras y voz baja. Sonríen. Registran el inte- enterrado en Guadalajara», narra Isabel. Aunque sospechan papel «el pan de sus hijos». rior de sus historias vitales. «No nos hemos tapado nunca, los que esté enterrado en alguna fosa. O cómo «los de la Falange» obligan a la matriarca «a po- que sí se han tapado fueron los criminales», advierte Isabel. A «cuatro o cinco los mataron llegando al río, en Puente nerse un Corazón de Jesús en la solapa» si quiere vender chu- «Nadie les hizo ni les dijo nunca ná». Y ellas, sentencia Ara- Genil». ¿Sería Blas uno de ellos? Encuentran un suspiro de rros. «Y se lo puso». Isabel habla a escasos metros de donde celi, «cada vez somos más mayorcillas y recordamos cada vez «lógica». Aunque siempre les dijeron «que se salvó». «Pero antaño oían decir a la gente: ‘ustedes sois rojas’. También les más todo aquello» n no lo sabemos», remata. «Eso nos lo contaba mi mamá», re- quitaron «el carnet de beneficencia». Con todo, «la posguerra cuerda Araceli. «En mi casa siempre nos han hablado de lo fue muy mala», según Araceli. que ocurrió, y de política, toda la vida», recita. «Y con una foto muy grande en el portal de mi casa de mi papá». La tragedia motivó que quedaran «señaladas toda la vida». «En los colegios nos echaron», apunta. Con la cruz en- cima desde el apresamiento materno en la calle Quintana –«está la casa todavía igual»– donde los rebeldes someten a las mujeres a condiciones deplorables de reclusión. «Mi abuela le llevó un colchón, que estaba embarazá, y ahí dormían todas atravesadas», dice Isabel. Cuando la suel- tan, dejando atrás aquella «criatura» que nace muerta, «se busca la vida haciendo churros y vendiendo carbón por las tardes». Más tarde, vende casas. «No pasamos hambre pero nos miraban por encima del hombro porque éramos las hi- jas del rojo». Araceli ya es «mayorcilla» y, con sus «casi seis años», tiene que ayudar «a poner los cacharros en la esquina para vender los jeringos». Antes, visitaba «a mi mamá en la cárcel». Entre las macetas del convento, recuerda, «había un rellano así chi- cuelo» en el que paraba «con mi abuela para llevarle algo de comer». Salía «ella» de una habitación repleta de mujeres. Y colchones tirados por el suelo. «Me acuerdo», repite. «Hay personas que no, pero ella sí contaba que lo pasó muy mal en la cárcel. Que mataban a alguien y las ponían a limpiar la sangre». Que los frailes amenazaban: ‘mañana te toca a ti’. Y los que no eran frailes. «Había uno que le decían el de la bala, que iba a misa y... dicen que mató al primero que asesinan aquí, un hortelano. Y tuvo todos los hijos curas y metidos en eso, en la iglesia. Más católicos que ninguno». Isabel, en plena conversación en el centro de Lucena, aviva anécdotas. Cuando la Guardia Civil «registraba la casa».

Intervenciones en fosas comunes 175 del franquismo en Andalucía Puerto Real (Cádiz) Paradigma en las exhumaciones de fosas del franquismo El trabajo realizado en el pueblo gaditano queda como recuerdo de una labor ejemplar que extrajo de la tierra los huesos de 185 víctimas de la represión. Puerto Real (Cádiz) Ejecutado por sus ideas». Cuatro pa- terror caliente y fundacional del franquismo labras que firman el objeto genocida que se ceba en Andalucía. Como ocurrió en Paradigma en las de la estrategia criminal puesta en Puerto Real (Cádiz). De la fosa común abierta « marcha por los golpistas. Cuesta leer en el cementerio de San Roque salieron los la frase. Imaginar el contexto en el que una huesos de 185 personas. Dos eran mujeres y exhumaciones de persona reciba un par de balazos en la cabeza nueve no llegaban a los 17 años. fosas del franquismo por su forma de pensar. Es, hasta ahora, el segundo mayor ente- «Ejecutado por sus ideas». Porque los re- rramiento ilegal con víctimas de la represión beldes no tenían nada que ocultar en pleno exhumado en suelo andaluz. Y un ejemplo.

De la fosa abierta en el cementerio de San Roque salieron 185 personas.

Dos eran mujeres y nueve no llegaban a los 17 años de edad.

178 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 El paradigma de las exhumaciones de fosas del franquismo. Los restos óseos aparecidos en la fina arena del camposanto cuentan que casi el 80 por ciento presenta evidencias de episodios vio- lentos. Seis de cada diez cadáveres tiene ori- ficios de proyectil. Una veintena, balística asociada al cuerpo. Un centenar, fracturas pe- rimortem. Las cifras surgidas del silencio gritan que Puerto Real es testimonio vivo del terrorismo fascista. Narran la verdad, para que nunca se olvide. Para que la pedagogía del terror mute en didáctica de derechos humanos. Por muy dura que sea la realidad. Por muy impactantes que sean las imágenes dibujadas en la tierra. «Desmembrado», repite Francisco Aragón Garcés, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Social y Política de Puerto Real. «Lo jalarían con mu- los, entre carros o coches... no tengo ni idea, pero estaba descuartizado». El día que esta persona apareció en la fosa fue «el más duro» para todos. Como una fría explosión en la mente. Como un vacío car- gado «de rabia». Difícil olvidar las extremida- des separadas del tronco, arrojadas apenas a la tumba. «Claro que lloramos», musita Aragón. «Suponemos que era una persona signifi- cativa, o hizo algo, y por eso hubo ese ensaña- miento con él. Te haces una idea de la situación

Intervenciones en fosas comunes 179 del franquismo en Andalucía aquella y… eso es imperdonable», elucubra. muchos pueblos andaluces. «Ni un solo tiro», de las administraciones: Junta de Andalu- «Las fracturas eran extrañas, como si lo hubie- avisan, antes de la entrada de los golpistas cía, Diputación de Cádiz y Ayuntamiento de ran colgado o tirado hacia atrás. La mandíbula solo un día después del 18 de julio del 36. Puerto Real. también la tenía destrozada», tercia Antonio «La mayoría de los fusilados eran campesi- «Ejecutado por sus ideas», envilecían los Molins Romero justo después de enjugar las nos, salineros, panaderos y obreros de Mata- golpistas. Ideas parecidas a las que atesoran lágrimas con grandes dificultades. «Horrible», gorda», dice Aragón. «Hay que dejar claro que un equipo de voluntarios que recita el propio define, recordando la estremecedora escena. no los mataron por llamarse fulanito ni men- Paco Aragón: Antonio Molins, Francisco Le- Una persona descuartizada. La muestra ganito, sino porque tenían una ideología». brón Laínez, Manuel Arellano, José Cerejido más patente de la infernal violencia extrema «Ejecutado por sus ideas», retumba la frase Romero, José Antonio Feria Hernández, José ejercida. El testimonio vivo del terror. «Y como aterrador epitafio que corona un docu- Gómez González, José Vega Catalán, Susana cuando descubrimos la primera mujer», con- mento validado con el sello republicano del Rodríguez y María José Méndez. «Y que me tinúa Molins. «Estaba, uf... me dio una impre- Ayuntamiento puertorrealeño. «Los fascistas disculpe el que me haya olvidado», subraya. sión grandísima». todavía no habían tenido tiempo ni de cam- Septiembre de 1995. El sindicato CNT de Describe cómo encontraron los restos: «el biarlo», dice Manuel Arellano Santana. Puerto Real decide iniciar «una investigación cuerpo de la mujer tenía signos de tortura. La avidez sangrienta de los golpistas gana sobre el movimiento obrero en nuestro pue- Los dos brazos rotos, las dos muñecas rotas, y en el cementerio local un lugar con total im- blo» para «dejar constancia» de lo ocurrido en dos tiros en las rodillas. Una en cada una». Era punidad por su alejamiento del núcleo ur- la época, cuenta Paco Aragón. Ahí comienza «más bien chiquitita y con bastante edad», re- bano. Hasta el recinto da su primer viaje, cada esta historia. compone. «Me impresionó». día, «el carro de la basura», un armatoste ti- Convocan jornadas y exposiciones, un Toda la fosa era terrorífica: montoneras rado por un mulo que cada mañana bascula Punto de Información donde intercambiar de huesos repartidos en 30 metros de largo para arrojar cadáveres al agujero. datos con las víctimas, publican revistas… E por dos y pico de ancho y una profundidad La intervención en el municipio gaditano inauguran un monolito en memoria de los de más de metro y medio. Hay cuerpos que, deviene en ejemplar por varias circunstan- asesinados por el franquismo. Pero además lo- por la postura adoptada, parecen emerger de cias. Por la lucha a prueba de cualquier im- gran retirar la Medalla de Oro y el título de Hijo la tierra. Muchos cráneos tienen tiro de gra- pedimento y el compromiso encarnado en Adoptivo al dictador Francisco Franco y supri- cia, alguno dos e incluso tres que entran por el colectivo memorialista. Por la implicación mir los símbolos y calles fascistas. Objetivos in- la nuca. «Eran balas de calibre 9 mm que usa- personal e ideológica de todos. O las mues- augurales completados ya en el año 2007. ban los paramilitares falangistas». tras genéticas recopiladas a 56 familias. Por Escudriñan los primeros documentos en el Y toda la escena demostraba que en el pue- las jornadas de puertas abiertas y las visitas de Archivo Municipal. Ahí salta un elemento de- blo actuó «una banda de salvajes». Porque hasta 14 institutos y colegios. Y por otras cla- cisivo: «los desaparecidos». El hallazgo «con- en Puerto Real «no hubo guerra». Como en ves que son una guía a seguir, como el empuje firma los testimonios orales de vecinos» que

180 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 informaban sobre sucesos acontecidos tras el golpe de Estado y después de la guerra ci- vil, caso de «detenciones, reclusiones y fusila- mientos». La indagación llega luego al Archivo Histórico Provincial de Cádiz o el Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevi- lla, donde aparece Puerto Real en la causa 272 de un consejo de guerra. Acaban localizando, con nombres y apelli- dos, hasta 124 vecinos del municipio que son víctimas mortales. «De derechistas no mata- ron a ninguno, no hubo sangre», repiten. A partir del estallido armado, «la Falange se hace cargo e iban casa por casa sacando gente». Entre los miles de documentos custodia- dos en la sede sindical anarquista surgen fra- ses palmarias. «Salió en octubre de 1936 por orden del comandante y de manos de la GC, no volviendo más», reza en uno. Y un listado de nombres con el resultado «todos ya sancio- nados» como eufemismo de asesinatos masi- vos. «Desapareció sin que hasta la fecha se sepa nada de su paradero», dice otro papel como justificación de la ignominia. O «fue fu- silado en este término municipal». Todo «por de muestras genéticas en el Banco de ADN y quedaron señaladas de por vida». A otras, re- dios, España y su Revolución Nacional Sindi- de la Universidad de Granada el pasado 20 de fieren, «les decían que firmaran como que el calista», escriben los fascistas. marzo de 2017. marido estaba muerto para coger la paga de La fosa será localizada el 15 de junio Es la memoria del terror. «A las mujeres viuda, pero hubo mujeres que no las firma- de 2010. El enorme enterramiento queda las mataron, las violaron, algunas se tuvieron ron nunca», afirman sin ocultar el orgullo de abierto en varias fases, en un proceso ce- que ir, las humillaban, les hacían levantar el los que saben que, si somos, es porque ellas rrado en 2016 y que culmina con la entrega brazo por la calle, les daban aceite de ricino… fueron n

Intervenciones en fosas comunes 181 del franquismo en Andalucía Artículos Queipo y Bohórquez: ace poco, ante la última movida en que es el justo». Y cerró el turno Pilar Alcalá- torno a Queipo, su pasado criminal Zamora Queipo de Llano al afirmar: «De los la represión desde arriba y el destino de sus restos, dieron su fusilamientos de la Macarena no sé nada. Las H opinión algunos de los descendien- guerras son las guerras». tes. Son dignas de reproducirse. Genoveva Se puede entender que la familia piense Martí Queipo de Llano afirmó: «¿Y las barba- así. No debe ser agradable tener un pariente ridades del otro lado? Se hicieron cosas muy como ese, tan duramente criticado por su ac- mal por ambos bandos». Por su parte Gon- tuación tras el golpe militar. También es ver- zalo García Queipo de Llano dijo: «… ya ten- dad que no cabe esperar de todos que hagan drá ahí arriba el juicio que le corresponda, como aquellos descendientes de dirigentes fascistas y nazis de algunos países europeos que decidieron indagar en su pasado fami- liar. Claro que en países como Alemania, por ejemplo, es más fácil que haya descendientes que se planteen de manera crítica la memoria histórica familiar por la sencilla razón de que ese país fue derrotado en la guerra, fue testigo del suicidio o la ejecución de los mayores res- ponsables del nazismo y, transcurrido cierto tiempo, decidió asumir ese pasado. Recorde- mos que Alemania decidió anular las senten- cias de los tribunales nazis. Nada de esto ha ocurrido en nuestro país, donde el franquismo se perpetuó hasta con- trolar la transición y en el que una temprana amnistía borró todos los delitos de carácter político habidos durante la dictadura, impi- diendo así no ya que ninguno de los respon- sables pasara por el banquillo sino que aquel régimen fuera definido jurídicamente como lo que fue desde su mismo origen. La «ley de

Intervenciones en fosas comunes 183 del franquismo en Andalucía memoria» de Zapatero fue un proyecto fallido sevillano. Conocemos bien lo que ellos y el de Río Tinto) la cuenca albergaba entonces y la iniciativa del juez Garzón, que pudo dar personal a sus órdenes hicieron en Sevilla, unos cuarenta mil habitantes. Según Queipo lugar a una comisión de verdad, con lo que Cádiz, Huelva, Badajoz, Córdoba y Granada sus fuerzas causaron más de cuatro mil bajas, ello hubiera supuesto, fue abandonada por el en las semanas siguientes a la sublevación. es decir, el 10% de la población. La magnitud poder político y abortada por el judicial. Primero miles de crímenes a golpe de bando del genocidio se percibe si decimos además Y así tenemos a Queipo, responsable de gra- de guerra que han quedado impunes y a con- que previamente solo se había producido de- vísimos crímenes, enterrado en un recinto ca- tinuación un sinfín de pantomimas seudoju- rramamiento de sangre en El Campillo, donde tólico y objeto aún de polémica entre quienes diciales que por un lado segaron otras miles once personas fueron asesinadas, si bien re- defienden su presencia en una basílica por su de vidas y por el otro obligaron a otras tantas a cientemente un estudio ha puesto en duda condición de «Hermano Mayor Honorario» de cumplir terribles condenas en prisión. la autoría de dicho crimen. Las investigacio- la Hermandad de la Macarena y quienes man- ¿Qué delitos habían cometido las víctimas? nes realizadas hasta ahora en esa zona permi- tienen que habría que sacarlo de allí por lo que La inmensa mayoría eran simplemente obre- ten saber la identidad de poco más de mil de representa. Aunque la Justicia no haya dicho ros y personas comprometidas con la Repú- esas víctimas. El resto, hasta cuatro mil, siguen nada sobre él, los historiadores sí lo hemos he- blica. Pero en medio también se llevaron por desaparecidas. Su acta de defunción no existe. cho desde hace ya tiempo. Y para ello nos hemos delante a cientos de mujeres y hombres, gen- Así se actuó en el suroeste y esta es la situación servido de los propios documentos dejados por tes de todo tipo, desde jóvenes –incluso meno- aún por definir en un régimen democrático. los golpistas, muchos de los cuales suelen lle- res de edad– a personas de edad avanzada, por La iglesia bendijo esta terrible masacre. Al- var al final las firmas de dos hermanos mayores el simple hecho de ser familiares de izquierdis- gunos sacerdotes destacaron por encima de de dicha Hermandad: Queipo y Bohórquez Ve- tas que habían podido escapar o por pertene- la media, como los párrocos de El Campillo y cina, el auditor de la Segunda División. Los res- cer a familias tachadas de malditas en las que Nerva, que se señalaron en su apoyo al golpe tos de ambos descansan allí, los del primero en la represión se cebó. No cabe establecer pro- triunfante y por su aportación a la gran tarea. el lado izquierdo y los del segundo, que ejerció porción alguna entre ambas represiones. Vea- Los máximos responsables de todo aquello, ambas funciones durante largos años, delante mos un caso que conocemos bastante bien. uno desde Capitanía y otro de la Auditoría, de la escalera de subida al altar. Entre los argumentos utilizados por Queipo reposan en la basílica de la Macarena. ¿Por En la maquinaria represiva, tan importante para que se le concediera la Laureada apare- qué había de querer esta o el Arzobispado sa- fue la tarea de Queipo como la de Bohór- cía la importancia de la operación por la que car de allí dichos restos? Al fin y al cabo todos quez. Uno en la cima del ilegal poder militar los golpistas ocuparon la cuenca minera de forman parte de la misma historia: la del fas- y otro orientando y dirigiendo el aparato ju- Huelva a fines de agosto de 1936 mediante la cismo español n dicial militar. Ambos están en el origen del utilización de tres columnas. Con sus siete nú- destino fatal de decenas de miles de personas cleos (Nerva, Rio Tinto, Zalamea la Real, El Francisco Espinosa Maestre en el ámbito de acción del gran foco golpista Campillo, Campofrío, Berrocal y La Granada Historiador

184 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes 185 del franquismo en Andalucía 186 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 La Memoria Democrática uando desde algunos sectores se y alumnas que han abandonado las aulas sin cuestiona que la memoria histórica haber tenido ningún contacto con esta temá- en el sistema educativo y democrática no está presente en tica. Pero también es cierto que existen ex- C los centros educativos no universita- periencias muy relevantes desarrolladas por no universitario rios, simplemente se hace extensiva una per- docentes de diferentes provincias. cepción generalizada pero que no es del todo La aprobación de la Ley de Memoria Histó- real. Es cierto que su presencia es testimo- rica y Democrática de Andalucía de 2017 su- nial en los libros de texto y que hay alumnos pone un punto de inflexión importante en este sentido, ya que el apoyo normativo en el cono- cimiento y recuperación de la memoria va a permitir volver a colocarla en un punto central del proceso de enseñanza-aprendizaje. La nueva Ley se marca como objetivo fun- damental velar por la salvaguarda, el conoci- miento y difusión de los hecho acaecidos, así como la protección, conservación y difusión de la dicha Memoria como legado cultural, en el período que abarca la Segunda República, la Guerra Civil, la Dictadura franquista y la transición a la democracia hasta la entrada en vigor del primer Estatuto de Autonomía para Andalucía. Asimismo, en 2018 se aprueba la formulación del I Plan Andaluz de Memoria Democrática, siendo algunos de sus objetivos el de promover la participación de la ciudada- nía andaluza en el desarrollo, impulso y con- cienciación de actuaciones relacionadas con la memoria democrática en Andalucía y el de facilitar el conocimiento de los hechos y cir- cunstancias acaecidas en ese periodo, ase- gurando la preservación de los documentos

Intervenciones en fosas comunes 187 del franquismo en Andalucía y favoreciendo la investigación y divulgación prácticas en la temática (Proyectos de innova- Educación Artística se pueden desarrollar para su estudio y conocimiento científico. ción, premios, etc), por publicaciones, ponen- contenidos relacionados con la Memoria De- No cabe duda de que es fundamental resal- cias o participación en actividades de memoria mocrática de Andalucía en las diferentes eta- tar, fortalecer y pulir la relación entre educa- democrática o por haber participado en la ela- pas educativas. ción y memoria democrática para que resulte boración de los últimos currículos. Desde la Consejería de Educación de la lo más eficaz posible; porque cohesiona to- Para poner en marcha el proceso, el pa- Junta de Andalucía entendemos que el estu- talmente con la manera de entender la Edu- sado día 14 de marzo de 2018 fueron convoca- dio de la Historia reciente de un pasado trá- cación y entender la Memoria. Para que la dos por primera vez los miembros del futuro gico debe producirse por la aplicación de Memoria Democrática pueda ser útil, el re- ECP. A partir de ahí se han sucedido diferen- método, el estudio y la teoría histórica sobre quisito fundamental es que sea estudiada y tes reuniones y se ha creado una estructura la base de un profesorado formado que pueda aprendida a través del estudio riguroso de la de trabajo con el objetivo de planificar las ac- acceder a las fuentes más solventes. Historia, por un lado, y a través de los Dere- tuaciones en el sistema educativo, especial- Para el profesorado, trabajar la Memoria chos Humanos, dos planos esenciales para mente aquellas que se van a poner en marcha viva (porque en muchos casos hablamos de entender memoria y educación. el curso 2018/2019. una exhumación, un testimonio, una investi- Y eso se está haciendo y debe ser el camino Una de las conclusiones en la que hay coin- gación reciente...) de su propio entorno con a seguir, el de afrontar el reto de la inclusión cidencia generalizada es la necesidad de con- los estudiantes plantea un reto de gran inte- de la memoria histórica y democrática como seguir la inclusión curricular. En ese sentido, rés didáctico que va a enriquecer las materias materia de estudio transversal en la educa- la actual normativa curricular en vigor ya con- que se imparten. En este sentido, experien- ción andaluza desde la investigación histó- templa la inclusión de la Memoria Democrá- cias de coordinación entre profesorado, en- rica, desde los derechos humanos, de la mano tica en el currículo de la Educación Primaria, tidades memorialistas y DG de Memoria de las instituciones y con todo el rigor cientí- de la Educación Secundaria Obligatoria, del Democrática pueden servirnos de referen- fico que aportan nuestros docentes. Bachillerato y de la educación permanente de cia. Por ejemplo, la visita a una fosa en el Para analizar, diseñar y estructurar actua- las personas adultas, tal y como se establece momento en que se estudia ofrece una gran ciones e iniciativas que faciliten y posibiliten la en el artículo 47.1 de la Ley. cantidad de recursos didácticos que mejoran inclusión de la memoria histórica y democrá- Tanto en Primaria, Secundaria como Ba- el aprendizaje del alumnado. Esos recursos tica en la enseñanza no universitaria, la Con- chillerato está presente de una manera ex- van desde las explicaciones de los científicos sejería de Educación ha confiado esta tarea a plícita en Ciencias Sociales, en Geografía e (documentalistas, arqueólogos y antropólo- un grupo de profesionales, constituidos como Historia, en Educación para la Ciudadanía gos forenses, etc.), al contacto con los familia- Equipo de Coordinación Pedagógica (ECP), y los Derechos Humanos, en Historia de Es- res de las víctimas, etc. Pero también lo ofrece formado exclusivamente por docentes en ejer- paña. Pero también en Valores Sociales y Cí- el relato oral de personas mayores del muni- cicio avalados por su trayectoria de buenas vicos, Lengua Castellana y Literatura o en cipio, en muchos casos las propias familias,

188 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 que pueden contar en primera persona cómo óptica didáctica los materiales existen- centros educativos cada 14 de junio, lo vivieron en su entorno familiar (la muerte tes, se detectarán necesidades y se ela- como se establece en la Ley de Memoria de un padre o una madre, la cárcel, las pena- borarán nuevos materiales que faciliten Democrática en Andalucía, así como la lidades, etc.), o simplemente la investigación su inclusión en las aulas. promoción de actividades complemen- a partir de fuentes solventes. 2. Proponer actividades formativas para el tarias y extraescolares. La Consejería de Educación no quiere con- curso 2018/2019 para incentivar la For- vertir la Memoria Histórica y Democrática en mación del Profesorado, buscando fór- Como es fácil deducir, todas estas actua- una asignatura concreta e impuesta, sino en un mulas novedosas que resulten atractivas ciones han de suponer un revulsivo y, a la vez, instrumento netamente transversal que tiene para el profesorado. un estímulo para la inclusión de la Memoria cabida en multitud de espacios, y siempre 3. Creación de un Portal Educativo de la histórica y democrática en nuestros centros con un objetivo común: el del conocimiento Memoria, como herramienta de orga- educativos, en nuestras aulas, en nuestras co- como forma de asimilación, concienciación y nización, compilación y difusión para la munidades educativas para que toda la ciuda- no-repetición… y con el de respeto y defensa formación y el aprendizaje, en el que se danía tenga acceso al conocimiento y difusión de los derechos humanos, que son a su vez concentrarán estudios, materiales, en- de los hechos acaecidos, así como la protec- transversales a todos nosotros. laces…, del que se valga el profesorado ción, conservación y difusión de la dicha Me- Y en esta tarea de tanta responsabilidad para poder emplearlo en las aulas. moria como legado cultural, así como que quienes deben liderar el proceso en nuestros 4. Incentivar y apoyar proyectos de centro ayuden a promover la participación de la ciu- centros son los “que saben”, docentes con ex- que tomen como referencia la memoria dadanía andaluza en el desarrollo, impulso y periencias profesionales y personales que los histórica y democrática, bien a través del concienciación de actuaciones relacionadas avalan. Para ello el Equipo de Coordinación Programa vivir y sentir el Patrimonio o con la memoria democrática en Andalucía y Pedagógica se encargará de marcar las princi- bien a través de la convocatoria anual de el de facilitar el conocimiento de los hechos pales líneas educativas que pueden facilitar su Proyectos de Innovación, investigación y y circunstancias acaecidas en ese periodo, ase- inclusión en los centros educativos, centradas elaboración de materiales curriculares. gurando la preservación de los documentos fundamentalmente en varias iniciativas claves: 5. Creación de una Comunidad en red de y favoreciendo la investigación y divulgación profesorado para conectar a todos los para su estudio y conocimiento científico n 1. Facilitar materiales y recursos educati- docentes interesados. vos a los docentes, fundamentalmente 6. Apoyar con propuestas el desarrollo de Domingo Domínguez Bueno de carácter curricular, para posibilitar su actuaciones contempladas en las Ins- Director General de Innovación inclusión en las aulas. En ese sentido los trucciones para la conmemoración del y Formación del Profesorado, miembros del ECP van a revisar bajo la día de la memoria democrática en los Consejería de Educación de la Junta de Andalucía

Intervenciones en fosas comunes 189 del franquismo en Andalucía 190 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 El movimiento ste otoño llegaba sembrado de bue- en el pasado mes de marzo, se hace patente a nas noticias para los familiares de los través de las intervenciones arqueológicas de memorialista y las políticas asesinados en Andalucía por los mili- los últimos meses: Écija y El Coronil, en Se- E tares golpistas que acabaron en julio villa; Lucena, en Córdoba; Benamahoma en de Memoria Democrática de 1936 con el Gobierno legítimo y democrá- Grazalema (Cádiz); Nerva, en Huelva y Vi- tico de la II República española. llanueva de la Concepción, en Málaga. Ade- El impulso de la reciente Ley de Memoria His- más, entre otras, de la infructuosa actuación tórica y Democrática de Andalucía, aprobada en el pozo de El Aguaucho, en el pueblo

Intervenciones en fosas comunes 191 del franquismo en Andalucía sevillano de La Campana, donde se preten- El terror sembrado durante cuarenta años de las 706 fosas comunes que refleja el mapa día encontrar los cadáveres de 16 mujeres de represión había dejado una huella imbo- de fosas andaluz. que fueron arrojadas a él tras ser violadas y rrable en la generación que vivió la guerra y Las asociaciones, en principio de ámbito asesinadas. sus hijos. Las políticas de silencio y olvido im- andaluz, y compuestas fundamentalmente por Mientras, se están cotejando las muestras pregnaron también la transición y muchos familiares de víctimas, pretendían de manera de ADN encontradas en los restos de las 185 años de democracia. La derecha social y polí- transversal impulsar las políticas de memoria personas exhumadas de la fosa de Puerto Real. tica no quería que se conociera la verdad. en las administraciones. Y están de acuerdo en Y se ha creado el Consejo de Memoria Histó- Tras muchos años de silencio, se empezó a la necesidad de recuperar la memoria y digni- rica que contará con la participación de fami- oír el clamor de los nietos en la década pasada ficar a las víctimas del franquismo, si bien cada liares y asociaciones. También se ha avanzado que a través de los colectivos memorialis- una ponía el acento en uno de los distintos ins- en la inclusión de la Memoria Democrática en tas reclamaban a las instituciones el recono- trumentos para conseguir los objetivos de ver- los currículums educativos. cimiento y dignificación de las víctimas del dad, justicia y reparación. La señalización y delimitación de la fosa franquismo, así como el conocimiento de lo Más tarde comienzan a proliferar asocia- de Pico Reja en el cementerio de San Fer- que pasó, recuperando la historia de los ven- ciones provinciales y locales de víctimas. Y nando de Sevilla y una exhumación en el ce- cidos con el rigor de aportar pruebas de unos las jornadas convocadas anualmente al am- menterio de la Soledad de Huelva, son quizás hechos que fueron deliberadamente oculta- paro de las subvenciones así como la publi- el símbolo de que ya la Administración An- dos o tergiversados durante tantos años de cación de las investigaciones, ponen en valor daluza con la imprescindible colaboración dictadura. el ingente trabajo de los historiadores y pro- de los ayuntamientos ha asumido en profun- El Decreto 334/2003, de 2 de diciembre de porcionan a muchos familiares la inmensa didad las reivindicaciones del movimiento la Junta de Andalucía abre una rendija para emoción de oir o ver escrito el nombre de la memorialista. la investigación y la difusión del golpe mili- persona que desapareció un día de su casa ¿Cómo se hubieran podido concebir estos tar, la denominada guerra civil y la dictadura a manos de las fuerzas paramilitares fran- avances sin la fuerza de la razón, la exigencia franquista pero las exhumaciones todavía y quistas que lo asesinaron «en aplicación del y el alma de tantas personas que sufrieron di- durante casi diez años son una utopía. A fina- bando de guerra» o ejecutados tras un con- rectamente la represión (cárcel, trabajo es- les de 2007, la Ley de Memoria Histórica crea sejo de guerra sumarísimo. clavo, humillaciones, marginación social), o un marco jurídico básico que, no obstante, La primera exhumación en Andalucía im- el dolor de vivir la desaparición de sus seres requiere un desarrollo posterior y resulta in- pulsada por el movimiento se inicia en abril queridos sin saber dónde los mataron con la suficiente. Pero tiende la mano a los fami- de 2004 en una fosa de El Bosque (Cádiz) que mayor impunidad y qué fue de sus restos, sin liares que acuden a las asociaciones y a los contenía los restos de 13 republicanos veci- que quede huella siquiera en el Registro Civil, ayuntamientos para poder rescatar los cuer- nos de Ubrique que habían sido fusilados sin en muchos casos? pos de los asesinados y que yacen en alguna formación de causa en 1936, al comienzo de

192 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 la guerra civil. La excavación arqueológica se directamente conforme al protocolo aprobado lleva a cabo por técnicos de la Delegación Pro- por el gobierno central y en respuesta a las so- vincial de Cultura de la Junta de Andalucía. licitudes de familiares y/o ayuntamientos. Se Son enterrados en el cementerio de Ubrique crea el Comité Técnico de Coordinación de Ex- el 5 de febrero de 2005 poniendo fin a una larga humaciones donde también hay representan- polémica suscitada por el tiempo –prolongado, tes de los colectivos memorialistas. a juicio de los familiares- que estos restos estu- Todo este camino recorrido a lo largo de vieron sin ser sepultados y sin garantías en la casi quince años de trabajo del colectivo me- cadena de custodia. Los familiares habían pe- morialista se ve reflejado, sin duda, en las ex- dido en un principio la práctica de pruebas de humaciones que la Junta de Andalucía afronta ADN que identificara a cada víctima. La Admi- ante la petición de familiares, asociaciones o nistración no atendió esta solicitud. ayuntamientos y en el desarrollo de la Ley de Después le siguieron las fosas de Puebla de Memoria Histórica y Democrática que posibi- Cazalla y, por supuesto, la de Málaga, cuando lita la aplicación de políticas de verdad y repa- todavía la posición política de los partidos de ración moral. izquierdas frente a las exhumaciones no era Por otra parte, la adhesión a la Querella Ar- muy clara ni demasiado comprometida. A tra- gentina contra los crímenes del franquismo vés de las asociaciones se le exigía a la Admi- marca un antes y un después en el objetivo nistración que fuera ella quien actuara pero, de conseguir justicia para las víctimas. Pero mientras, se trabajaba como se podía, con la necesaria implicación del gobierno central ayuda estatal a través de las subvenciones del en esta tarea hace imposible, por el momento, último gobierno de Zapatero. su aplicación a pesar de las presiones de las Y con la inhibición de los jueces cuando se instituciones internacionales de derechos hu- denunciaba la aparición de restos. Salvando manos. Junto a la anulación de las sentencias las lagunas legales. Creando precedentes res- dictadas en los consejos de guerra franquis- pecto al procedimiento con la ayuda de los tas, son las dos asignaturas pendientes por las profesionales. que el movimiento memorialista tendrá que La constancia de las reivindicaciones ante la seguir luchando n Junta de Andalucía hacen mella en el Gobierno que a partir de 2013 colabora en las exhuma- Concha Morón Hernández ciones, en un primer momento, y las aborda Activista defensora de los Derechos Humanos

194 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 El banco de ADN a principal misión de un banco de La gran mayoría de los bancos de ADN tie- ADN es –en general– la de recibir, pre- nen un interés puramente científico-médico, de la Memoria servar y custodiar muestras biológi- aunque también hay bancos de interés ve- L cas y los datos generados a partir de terinario, vegetal, medio-ambiental, etc. En las mismas tras los pertinentes estudios gené- este sentido, y en el ámbito estrictamente sa- ticos. El objetivo final es el de ponerlas a dis- nitario, Andalucía es una de las regiones más posición del personal interesado autorizado en avanzadas desde que creó y actualizó por De- su estudio o en la valoración de los resultados. creto 1/2013, de 8 de enero, «la constitución y

Intervenciones en fosas comunes 195 del franquismo en Andalucía funcionamiento de Biobancos con fines de in- establecerá y gestionará un sistema de banco estableciendo una búsqueda por fami- vestigación biomédica, se crean el Registro de de datos de ADN en colaboración con las uni- liaridad en función de lo que haya esta- Biobancos de Andalucía y el Biobanco del Sis- versidades públicas de Andalucía, en el que se blecido previamente. tema Sanitario Público de Andalucía». registrarán tanto los datos de los restos óseos — Cuando de la comparación no se ob- Pero el tema de la Memoria Democrática exhumados como el ADN de personas volun- tengan las coincidencias adecuadas se es único y diferente, responde a una situación tarias que, tras su acreditación, deseen formar continuará el proceso con nuevas incor- especial y que ojala nunca más se repita en parte de este banco de datos por su condición poraciones de perfiles genéticos. la historia de España. Muy recientemente el de familiares víctimas». — Cuando se encuentre una compatibili- Parlamento Andaluz aprobó la Ley 2/2017, de En el banco de datos de ADN de Andalu- dad así será informado en el correspon- 28 de marzo, de Memoria Histórica y Demo- cía se aunarán esfuerzos y se establecerán los diente informe. crática de Andalucía. Esta ley sienta las bases lazos de colaboración y coordinación necesa- — Conforme avance la tecnología, se irán de todos los procesos de estudio e identifica- rios para realizar las actuaciones precisas que incorporando las nuevas metodologías ción. Por ello, el banco de datos de ADN ha puedan derivarse del proceso de identifica- y se realizarán los estudios pertinentes. de mantener la más alta calidad tanto en el ción mejorando la realización de las pruebas Actualmente, en Andalucía se han reali- procesamiento de las muestras como en el al- que lleven a la identificación segura y certera zado ya decenas de exhumaciones de fosas macenamiento de las mismas y de sus datos, de esos restos. con la recuperación de cientos de posibles conscientes de que cada muestra biológica Dentro de este banco de datos de ADN: víctimas de la Guerra Civil. Cuando se rea- tiene un valor incalculable. Toda la actividad — Se integrarán los perfiles genéticos ob- liza una exhumación, se protocoliza la reco- del banco de ADN se lleva a cabo poniendo tenidos a partir de restos óseos obteni- gida de muestras de los familiares que crean especial cuidado en la protección de los dere- dos en la exhumación de las distintas que pueden tener un antepasado enterrado chos legítimos de los donantes, y en especial actuaciones que se están llevando en en esa zona. Parte del éxito en la identifica- su privacidad, con la colaboración directa de Andalucía en materia de Memoria De- ción de las víctimas reside en una correcta las entidades memorialistas, de la Dirección mocrática. identificación de los familiares; así, siempre General de la Memoria Democrática y siem- — Se incorporarán los perfiles genéticos que se pueda se han de intentar tomar mues- pre con estricta referencia a la Ley 2/2017. obtenidos de familiares de víctimas de tras de familiares de primer grado (hijos y/o Nuestro banco de datos nace del desarro- la guerra civil, a partir de una toma de hijas, cada vez más difícil por el tiempo per- llo del art. 13 (traslado de los restos y pruebas muestras de hisopado bucal y/o sangre. dido ya transcurrido). En caso de que no genéticas) y concretamente en su punto 3. «La — Se procederá a la comparación entre sea posible, siempre se recomienda tomar Administración de la Junta de Andalucía reali- los perfiles genéticos obtenidos en las muestras de familiares relacionados por vía zará pruebas genéticas que permitan la identi- muestras de familiares con los perfiles materna para poder completar los estudios ficación de los restos óseos exhumados. A tal fin, genéticos obtenidos en los restos óseos, de ADN con análisis de ADN mitocondrial,

196 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 y de cualquier otro tipo de familiar por línea en un momento determinado, como puede El banco de datos de ADN de Andalucía, al descendiente si no se cumplen los criterios ser el presente. amparo de la Ley 2/2017, se convertirá en una anteriores. La tecnología en el análisis de ADN avanza herramienta imprescindible e integrada en el El proceso de análisis de ADN en restos a pasos agigantados, por lo que en un futuro procedimiento técnico para llevar a cabo la óseos de estas características es lento, com- no muy lejano se podrían aplicar nuevas téc- identificación de las víctimas. Cualquier es- plejo y caro, por lo que cada caso requiere un nicas de estudio sobre los restos óseos que fuerzo merece la pena, todo sea por la memo- estudio previo minucioso del estado de con- sí nos permitan la identificación de las víc- ria y dignidad de las víctimas n servación de la muestra y el tipo de familiares timas. Además, existen casos donde se han con los que se podría comparar inicialmente obtenido perfiles genéticos completos de las Juan Carlos Álvarez, José A. Lorente, y, de no haber identificación inicial en un fu- víctimas pero no se disponen de familiares María Sáiz, Xiomara Gálvez, turo. Esto se debe a que la mayoría de las pie- suficientes para poder identificarlos. En -es María Jesús Álvarez-Cubero, zas con las que se trabaja para la extracción de tos casos, estos perfiles genéticos quedarán Luis Javier Martínez-González y ADN han estado expuestas a diferentes facto- almacenados en la base de datos del banco Claudio Hernández res como filtraciones de aguas, escorrentías, de ADN para futuras comparaciones con po- Laboratorio de Identificación Genética, etc., que hacen muy difícil la obtención de sibles familiares. Departamento de Medicina Legal de la Facultad las cantidades de ADN de calidad necesarias Es un trabajo altamente especializado y de Medicina de la Universidad de Granada para los análisis. No podemos en consecuen- complejo, pero desde la Universidad de Gra- cia olvidar que en estudios similares llevados nada tenemos los medios materiales y el a cabo por otros equipos dentro y fuera de Es- equipo humano y para abordarlo con la ma- paña, la identificación por ADN llega a ser im- yor calidad, garantía de éxito y compromiso posible en muchos casos, bien por falta de posible. No en vano, nuestra universidad fue cantidad y/o calidad en el ADN de los huesos, la primera de España en identificar a una víc- bien porque no hay familiares de referencia tima de la Guerra Civil española (en el año adecuados con los que comparar. 2002-2003 se identificó a D. Emilio Silva, en- Justamente por esto es muy importante la terrado en una fosa común en Priaranza del creación de un banco de datos de ADN donde Bierzo, provincia de León) y del mismo modo, se almacenen, donde se guarden, los datos o la Universidad de Granada, junto con la Guar- perfiles genéticos de los familiares en aquellos dia Civil, fue impulsora en 1999-2000 de un casos en los que no se han podido identificar programa pionero en todo el mundo (Pro- a las víctimas y el ADN junto a los restos óseos grama FÉNIX) para identificar personas des- de los que no pudieron obtenerse realutados aparecidas con ADN.

198 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 La represión a las mujeres presión de clase y opresión patriarcal Hay que insistir en el carácter diferencial de forman las dos caras de una misma la represión a las mujeres. Por las formas en moneda cuando se aborda la situación que se aborda su destrucción. Y por el mensaje O de la mujer después del triunfo del que pretende consolidar, perpetuando unas franquismo tras el sangriento golpe de Estado. determinadas relaciones entre los dos sexos.

Intervenciones en fosas comunes 199 del franquismo en Andalucía Tanto desde los contenidos de las soflamas represión. Pero sí en el caso de las mujeres. franquistas como de todo lo que rodea a las fo- Muchas formas de tortura insisten en visibi- sas que podrían definirse como ‘especializa- lizar el cuerpo femenino como mejor modo das’ en mujeres se perciben netas diferencias de humillación. con el resto de personas represaliadas. Las pa- Ya se encargarán la nueva psicología y la labras de los golpistas sobre las mujeres repu- nueva psiquiatría de que los distintos pape- blicanas, socialistas, anarquistas, comunistas les otorgados a los dos sexos encuentren argu- y cualquier librepensadora las ubican en un mentos biológicos que naturalicen la situación. coto de caza durante el periodo más duro de Ese es el mensaje para las que sobrevivan: la represión. someterse a la sumisión, al silencio y al miedo. Fuentes y testimonios, incluidos los de los En una especie de entierro en vida. verdugos, inciden en aspectos de la brutal re- Pero tampoco ese terror acabó con el va- presión física que dejan bien a las claras la co- lor de tantas mujeres que debieron sobrevivir sificación de la mujer. Como su concepción para sacar del hambre a sus familias, afron- de objeto sexual que debe quedar reducido tando vidas enteras de humillaciones y un su- a la perpetuación de la especie. O su necesa- frimiento atroz por la supervivencia de cada ria sumisión al nuevo hombre que ‘ilumina’ la día que ven salir el sol n España triunfadora. Raramente se alude a zonas del cuerpo Juan Manuel Guijo Mauri de las personas de sexo masculino objeto de Antropólogo

200 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017

202 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 De números y Memoria firmaba el filósofo y matemático griego En un contexto, al menos historiográfico, Pitágoras que «todas las cosas son, en en el que desde algunas vertientes pretende esencia, números», coincidiendo con hacerse primar y desglosarse lo cualitativo A él, casi 24 siglos más tarde, el historia- sobre lo cuantitativo, entendemos que am- dor escoces Thomas Carlyle, cuando defendía bos son, no sólo compatibles, sino recípro- que «con números se puede demostrar cual- camente necesarios, y que desde luego los quier cosa». números siguen resultando vitales a la hora

Intervenciones en fosas comunes 203 del franquismo en Andalucía de explicar el alcance de los procesos de vio- el conocimiento de la magnitud del genocidio, víctimas de la guerra civil y la dictadura fran- lencia política y social desarrollados en An- establecer medidas reparadoras a partir de la quista -o lo que es peor, la desmemoria como dalucía desde el primer tercio del Siglo XX, y colaboración entre todos los agentes implica- política de memoria-, frente al tránsito posi- con ellos de aquellos vinculados a la recupe- dos: administraciones, colectivos memorialis- tivo de casi dos décadas de políticas públicas ración de la memoria histórica y democrática tas y los propios familiares de las víctimas. de memoria en Andalucía. de nuestra tierra. Casi un centenar de intervenciones y en En fin, los números no son tampoco en este En este sentido hemos podido conocer, de torno a 4.000 víctimas recuperadas en Anda- caso objetos inertes, sino vivos en el sentido forma fehaciente, el verdadero alcance de la lucía entre 2003 y 2017, en torno a 700 ente- de que cada uno de ellos viene acompañado voraz y poliédrica represión surgida del golpe rramientos colectivos ilegales a partir de la de una historia que los nutre y los conforma: de Estado de 18 de julio de 1936, y fortalecida actualización del Mapa de Fosas de Andalu- de reivindicación y angustia, de esperanza y e institucionalizada a partir de abril de 1939: cía y, en última instancia, 28 intervenciones objetivo cumplido, o en su defecto de genero- entre 45.000 y 50.000 andaluces y andaluzas con más de 300 víctimas recuperadas entre sidad del que sin lazos de sangre hace suyos a obligados al exilio, más de 60.000 sumidos en 2016 y 2017 gracias a la excelencia profesio- todos los que permanecieron juntos en la in- dignidad de una fosa. la ruina económica y patrimonial por la actua- nal y profunda sensibilidad de equipos técni- Todas las intervenciones en fosas de la gue- ción sobre ellos de las Comisiones de Incau- cos andaluces. rra civil y la dictadura franquista desarrolladas tación de Bienes y la aplicación de la Ley de Decía el poeta, novelista y dramaturgo ale- en Andalucía en estos dos últimos años así nos Responsabilidades Políticas, al menos 5.000 mán Goethe, que «el mundo está regido por lo demuestran, conformando la consecución condenados por masones, y por supuesto en números», y son éstos los que dicen «si un país de un proyecto, por ser de justicia, vital, y sobre torno a 60.000 desaparecidos. está bien o mal gobernado». Una afirmación el que los números hablan; muestran lo conse- Decir que el franquismo se sustentó sobre perfectamente asumible para los procesos de guido y recuerdan lo inconcluso, como motivo una base de silencio, miedo y represión cons- recuperación de la memoria histórica y de- de un orgullo inmarcesible, y como un com- tituye un axioma, pero los números proporcio- mocrática en Andalucía, a través de su esencia promiso y un reto de presente y de futuro n nan el grafismo de una realidad que, sobre todo en las intervenciones en fosas pues muestran, en el caso de los miles de andaluces y andalu- tanto la falta de sensibilidad y responsabili- Miguel Ángel Melero Vargas zas encuadrados en el eufemismo de la desa- dad que provoca la ausencia de voluntad de Historiador. Dirección General parición, han servido como base para, desde aplicar una política estatal de cobetura a las de Memoria Democrática

204 Las huellas en la tierra Anuario 2016-2017 Intervenciones en fosas comunes 205 del franquismo en Andalucía

Este libro se terminó de imprimir el 14 de junio de 2018, coincidiendo con el Día de recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la Dictadura «Y cogieron a las niñas, a las mujeres más jóvenes que participaron en la manifestación del 1 de mayo. Lo que hicieron fue una barbaridad. Iban buscando sembrar el terror» Pablo Caballero, sobrino de Josefa González, una de las «niñas» de El Aguaucho

«Opresión de clase y opresión patriarcal forman las dos caras de una misma moneda cuando se aborda la situación de la mujer después del triunfo del franquismo tras el sangriento golpe de Estado» Juan Manuel Guijo Mauri, antropólogo