Julieta Venegas Adquie- Re Su Mayor Relevancia
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MÚSICA Julián Herbert 80 la música de Julieta Venegas adquie- re su mayor relevancia. JULIETA Los momentos (Sony Music, 2013), el disco más reciente de la compositora, es una obra redonda en varios senti- LETRAS LIBRES dos. Primero, porque los once temas MAYO 2013 VENEGAS: que lo conforman van construyendo un periplo narrativo que desemboca en la circularidad; una circularidad enfatizada por los coros de Natalia POP & Lafourcade, Ceci Bastida y la propia Julieta, que generan texturas geme- las-no-idénticas en “Hoy” y “Un poco de paz”, primer y último tema (res- APOFRADES pectivamente) del álbum. Segundo, ipster is the new black. descalificación hacia el gusto y el cri- porque las distintas influencias que No solo se man- terio de los demás. Así, lo hipster no recupera cada una de las canciones tiene en calidad se conforma con desdeñar el –cada traza una curva que se conecta con la de moda inercial vez más utópico– mainstream: necesita tradición (principal aunque no exclu- H desde hace más de situarse al margen de los márgenes en sivamente con el tecno y la balada de una década, sino que parece devorar- un mundo (vaya paradoja) en el que la los años ochenta). Y tercero, porque la lo todo. Grupos de chicos se descalifi- circulación de la mayoría de los sabe- producción es impecable: todo es pre- can entre sí acusándose mutuamente res superficiales se ha masificado. El ciso, el piano y las cuerdas armonizan de “hipsterismo” y esgrimiendo como pop es una suerte de pecado original sin aspavientos con el sonido sinteti- prueba argumentos que se oponen: hipster que se expía mediante la burla; zado, y la voz de Julieta ha adquirido ser demasiado intelectual, ser dema- casi todos los homenajes –a Juan una dulzura que, por sí sola, vale para siado frívolo... La indefinición que Gabriel, a José José, a Rigo Tovar– lle- escuchar el disco: ninguna de sus obras rodea estas actitudes en México (y van implícita una sonrisa desdeñosa, anteriores fue cantada con un registro que puede ir desde la frecuentación un cierto grado de farsa y/o parodia: un semejante. Pero aun encuentro algo de ciertos cafés de la Condesa hasta intento de conquistar la oscuridad a más, una consistencia que solo pue- el gusto por músicos tan disímiles través de la ironía. Vivimos en el reino do describir tomando prestado –pido como Hello Seahorse!, El Columpio del pop exacerbado pero, al mismo perdón de antemano por esta here- Asesino o Carla Morrison) parece tiempo, nunca había sido tan difícil jía tanto a los cultistas conservadores tener como núcleo no tanto un cri- como ahora encontrar expresiones de como a los cínicos light– un cociente terio estético, sino el cinismo y la pop rotundo y sincero. Es ahí donde revisionista de Harold Bloom. 078-085-Artesymedios.indd 80 19/04/13 21:12 En su ya casi clásico libro La angus- nuevo y fresco que no logro defi- podría admitirse como sustancia bai- tia de las influencias, el profesor Bloom nir, algo que me resulta muy básico y lable en un país cuya única fertilidad establece seis “cocientes revisionistas” muy adulto y muy infantil al mismo son los cadáveres. Como imagina- (revisionist ratios) mediante los cuales tiempo; una energía estética que se ción plástica, la canción es un himno un poeta se apropia de la influencia acrisola en el espléndido video que a la zombificación nacional: hordas de su mentor para construir, tras un acompañó su lanzamiento como sin- de cuerpos moviéndose sin volun- largo proceso de confrontación y ago- gle, y que logra algo casi imposible: tad al ritmo de la música –una lec- nía, su voz original. El último de estos remixear a Luis Miguel con El prin- tura que el video que acompaña la índices es llamado apofrades. Bloom lo cipio del placer de José Emilio Pacheco. canción enfatiza, pues muestra a gru- define así: Pero la mejor pieza del disco, y pos de personas madreándose mien- también la más plena en su apofrades, tras danzan por calles y edificios de la es el retorno de los muertos [...]. El es la que le da título. “Los momen- ciudad de México. poeta posterior, en su propia fase tos” es soberbiamente almodova- Aunque Los momentos represen- final [...], mantiene su poema una riana, una suerte de mundo alterno ta un importante cambio en el estilo vez más tan abierto a la obra del pre- donde el Dúo Dinámico y Jeanette musical de Julieta Venegas, pues con cursor que, al principio, podríamos se reunieron a principios del siglo XXI esta placa se aleja del sonido acústico pensar que la rueda ha dado una para hacer una canción perfecta: pop que ha caracterizado la mayor parte de vuelta completa y que nos encon- crudo, sin un ápice de cinismo o iro- su carrera y se adentra en lo electró- 81 tramos de nuevo en el periodo de nía, pero también sin ingenuidad. Un nico, creo que son las letras el princi- inundado aprendizaje [...]. Pero [...] objeto cultural hecho de oxímoros pal punto de inflexión del disco. No el efecto misterioso que resulta de como espejos: una balada dura y sin tanto por su aspereza, sino porque esto es el de que el logro del nuevo oratoria que revisita un tópico lírico hay en ellas una depuración y clari- poema nos causa la impresión no de tradicional (el ubi sunt...?) y transcurre dad inéditas. Menos discurso, menos que el precursor lo estuviera escri- a contrapelo del arrebato. metáforas poetosas (de esas que tanto LETRAS LIBRES biendo, sino de que el poeta poste- En varias entrevistas, la propia gustan a los cantautores en México, MAYO 2013 rior hubiera escrito la característica Julieta Venegas ha descrito Los momen- llámense Saúl Hernández o Ricardo obra del precursor. tos como una obra “oscura”. Creo que Arjona): mayor ajuste entre versifica- es una apreciación adecuada aunque, ción y melodía; una densidad para- Esta sensación genera, en varios pasa- más que a la música, atañe a las letras. dójicamente clara verso a verso. Un jes, Los momentos: la de que Julieta Se trata, salvo la primera y la última, ejemplo de esto que digo se aprecia Venegas inventó la música cuya de canciones enfocadas en el desa- comparando, pongo por caso, la letra influencia recolecta, y no al revés. Es mor, el desapego, la partida, la inca- de “Si tú no estás” (del disco Otra cosa) un fenómeno con graduaciones. Por pacidad de comunicación. En un par con la de “Te vi”: comparten algunos ejemplo, en la canción “Nada impor- de ellas, la descomposición social es rasgos, pero la segunda es muy supe- tante” es relativamente fácil percibir el el fundamento del relato. Donde se rior a la primera. espectro del grupo español Mecano, nota esto con mayor claridad es en Aunque Julieta Venegas ha decla- tanto en el estilo de los teclados como “Vuelve”, aunque me temo que se rado también que este disco es, de en el fraseo de la voz y el contrapunto trata de la canción menos interesan- algún modo, la suma de todas sus de los coros. Pero en el tema siguiente, te del disco: en un álbum donde pre- obras anteriores, yo encuentro en titulado “Verte otra vez”, la influencia valecen la intimidad, el autoanálisis e él un diálogo mucho más inten- parecería desplazarse en un sentido incluso el autoescarnio, una rola tan so con Aquí (1997), su primer álbum, inverso: toda la estructura (la demo- abierta y colectiva como esta (en la donde la compositora luchaba tam- rada pulsión inicial de los teclados, el que participaron Rubén Albarrán y bién –con menos armas– contra tardío ingreso de la percusión progra- Anita Tijoux) suena un poco fuera de tremendos demonios. Algo de apo- mada, lo pegadizo del coro y la inclu- lugar. Incluso la letra se siente desvaí- frades habrá también en esto: cancio- sión de un fraseo intermedio más da, sin la redondez que caracteriza a nes como “¿Por qué?” y “Un poco lento, a modo de estrofa/coro) remi- los diez temas restantes. de paz” recuerdan la obra temprana te al más fresa pop mexicano de los En cambio, “Tuve para dar” –pri- de Julieta, salvo que han sido resuel- noventa: OV7, Sentidos Opuestos... mer single extraído del disco– me pare- tas con mayor belleza que antes. Y mi Sin embargo, la canción de Julieta es ce muy afortunada en su tratamiento segunda canción favorita del disco (la elegante y breve, sin los empalagosos del mismo asunto. Aquí sí hay un más triste: la de letra más sincera y y desmesurados melodramas electró- rasgo de ironía, de sarcasmo incluso, desnuda) se titula “Volver a empezar”. nicos y vocales que vuelven preten- generado no tanto por la letra sino por Me encanta el humor, el recicla- ciosas y aburridas las composiciones la combinación de esta con los acor- je cultural, la capacidad autoiróni- de sus precursores. Otro ejemplo des, beats y densos bajos de un dance ca... Pero ojalá el pop contemporáneo –que goza de atracción en los charts– absoluto, casi podría decirse perpe- fuera un poco más valiente y se atre- es “Te vi”, una canción naïf y terrible tuo, enfatizando este coro: “alegrías viera a ir, de vez en cuando, en serio. que suena un poco a balada italia- tuve para dar / no creas que siempre Es esa bravura bien ejecutada lo que na de los ochenta pero contiene algo he sido así”. Solo un coro como este más agradezco de Los momentos. ~ 078-085-Artesymedios.indd 81 19/04/13 21:12.