Vol 3. 1971. ANUARIO MARTIANO

La discriminación racial en los Estados Unidos vista por José Martí, por Juliette Oullion ... 9 Algunas impresiones de dos estudiantes francesas, al finalizar el primer año de clases dedicadas a José Martí, por Anne Lumeau-Précéptis y Maryse Lyonnet ... 95 ¿Poseemos los textos auténticos de Martí?: el caso de los Versos libres, por Ivan A. Schulman... 101 Seis cartas de Martí ... 115 Un artículo desconocido de Martí: ¿A los Estados Unidos? ... 121 Claves ... 123 Circular de José Martí a los jefes y oficiales del Ejército Libertador [Inédita] ... 127 Recuerdos de Martí, por Bernardo Figueredo ... 137 Dos ensayos de Roberto Fernández Retamar: I. Notas sobre Martí, Lenin y la revolución anticolonial ... 161 II. Martí y Ho Chi Minh... 180 José Martí: letra y servicio, por Jesús Sabourín ... 191 Reflexiones sobre la muerte de Martí, por Enrique H. Moreno Plá ... 201 Roncaral, ¿mucaral?, por Rosa Hilda Zell ... 225 Imagen de José Martí, por Cintio Vitier ... 231 Por la senda del Apóstol, por Luis García Pascual ... 249

CRÍTICA DE LIBROS Martí y su novela «Lucía Jerez», por Jorge Campos ... 311 Martí, Darío y el modernismo, por Octavio Smith ... 319 Estudios martianos (Times Literary Supplement) ... 325 Tres antologías martianas, por Cintio Vitier ... 327 Nota final ... 330

NOTICIAS Y COMENTARIOS ... 331

BIBLIOGRAFÍA MARTIANA, por Araceli García-Carranza ... 341

FE DE ERRATAS DEL ANUARIO MARTIANO NÚMERO 2 ... 385

COLECCIÓN CUBANA CONSEJO NACIONAL DE CULTURA LA HABANA 1971 CUBA

CONTENIDO

PÁG.

Cada autor se responsabilixl con sus opiniones. J La discriminación racial en los Estados Unidos vista por José No se aceptan colaboraciones no solicitadas. Martí, por Juliette Oullion ...... 9 Diríjase la correspondencia a: Algunas impresiones de dos estudiantes francesas, al finalizar el Sala Martí, Biblioteca Nacional José Martí, primer ano de clases dedicadas a José Marti, por Anne Lumeau- Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba. Précéptis y Maryse Lyonnet ...... 95 iPoseemos los textos auténticos de Marti?: el caso de los Versos libres, por Ivan A. Schulman ...... , ...... ; . . . 101

Seis cartas de Martí ...... 115 Un artículo desconocido de Martí: iA los Estados Unidos? ...... , . 121

Claves ...... 123 Circular de José Marti a los jefes y oficiales del Ejército Libsr- tador [Inédita] ...... , ...... 127 Recuerdos de Martí, por Bernardo Figueredo . , , , . . , . , . , . , . . 137 Dos ensayos de Roberto Fernández Retamar:

1. Notas sobre Martí, Lenin y la revolución anticolonial . . 161

II. Martí y Ho Chi Minh ..,...... *...... *..... 180

José Martí: letra y servicio, por Jeszís Sabourín , . , . . . . , . . . . 191 Reflexiones sobre la muerte de Marti, por Enrique H. Moreno Plá 201

, 1 Roncaral, imucaral?, por Rosa Hilda Zell . , ...... , . . . . . , , . 225 JJ Imagen de José Martí, por Cintio Vitier , . , , ...... , . . . . . 231 ,-.-- J Por a senda del Apóstol, por Luis Garcíu , .Y. . . , ; \t PÁG. t:l<í'lIC.4 DE LIBROS

Martí y su novela «Lucía Jerez)), por Jorge Campos ...... 311 Jlarti, Darío y el modernismo, por Octavio Smith ...... 319

Estudios martianos (Times Literary Supplement) ...... 32.5 LA DISCRIMINACIÓN RACIAL EN LOS ESTADOS UNIDOS VISTA POR Tres antologías martianas, por Cintio Vitier ...... 327 JOSÉ MARTÍ* Nota final ...... 330 POR JULIETTE OULLION

NOTICIAS Y COMENTARIOS ...... 331 PRIMERA PARTE: LOS NEGROS RIBLIocRAríA MARTIANA, por Araceli García-Carranza ...... 341 La cuestión negra es la piedra de toque de todos los principios pre fundos de la República norteamericana. Ya Alexis de Tocqueville vis- FE DE ERRATAS DEL ANUARIO MARTIANO NÚMERO 2 ...... 385 lumbraba que:

L’introduction de cette race étrangère est, en outre, la grande et la seule plaie de 1’Amérique. (18-9-1831, Obras Comp. T.V- pág. 88)

En efecto la diferencia que existe entre esta raza y los demás gru- pos étnicos en sus relaciones con los Estados Unidos es fundamentar. Los diferentes pueblos que constituyen un mosaico en aquella tierra, están como yuxtapuestos unos a otros y nunca pueden anular cierta distancia frente a un gobierno, a un país que no sienten como verda- deramente suyo. El caso límite de mayor separación, lo representan los indios que de una manera general adoptan una actitud que va de la resistencia defensiva a la iniciativa peleadora. Al contrario, el caso

* nMémoire» presentada, bajo la dirección del profesor André Joucla-Ruau, en las Facultades de Letras y Ciencias Humanas de Aix en Provence (curso 1969- 1970). Los capítulos que publicamos, precedidos por un prólogo de 33 páginas, constituyen lo fundamental de este trabajo que, por encima de su carácter escolar y de las limitaciones de su espafíol, resulta valiosísimo en cuanto desarrolla, con abundante información y sentido crítico, aspectos muy poco o nada investigados de la obra de Martí; aspectos, además, de candente vigencia. Con esta &esinal y las reflexiones de dos alumnas del profesor Lamore en la Universidad de Burdeos, que aparecen a continuación, damos con gusto la palabra a los estudiantes fran- ceses que sc acercan a Martí. ANUARIO MARTIANO Il 10 .A.VCARIO MARTIANO seer. he aquí la garantía de las Repúblicas... La actividad humana de los irlandeses, por ejemplo, representaría bastante bien una inte- es un monstruo que cuando no crea. devora. Es necesario darle gración casi perfecta y la distancia que los separa del país e=tá reducida empleo: aquí, ha creado. a su mínimo. (T. 9 - p. 85 - 29/10/1881) Para el negro no puede existir tal distancia entre él y el país que le hizo esclavo. Si lo aborrece, al mismo tiempo espera de él SU salva- Esta complacencia total, sin reserva. sólo durará el año de su llegada ción, su rehabilitación humana. Y a pesar de ser libre, no deja de for- y muy pronto se dará cuenta de que también allí existen fallas. Así mar parte inherente de este país. La llegada de los negros coincide con esa grandeza admirable deja translucir ambiciones alarmantes; el gi- la formacion de los Estados Unidos y la institución de la democracia. gantismo alcanza lo monstruoso: En efecto en el aiio 1620 el ((Flor de Mayo» trajo a los ((peregrinos>) La vida...en New York, es una locomotora de penacho humeante a Plymouth, y a fines de agosto del año 1619 una fragata holandesa y entrañas encendidas. había llevado a Jamestown a los veinte primeros esclavos. De ello se Y las cocinas dc Coney Island son un ((estómago de monstruo». puede inferir que la misma historia de este país se verá obligada a te- (T. 9 - p. 443 y 458 - 1883). ner en cuenta la evolución de la raza negra en su suelo. Por lo tanto, la visión que tendrá Martí de esta cuestión negra estará Ya la integridad moral que reinaba en aquella tierra empieza a gas- forzosamente relacionada con la que tiene del mismo país. tarse: Se tratará de establecer un paralelismo absoluto entre los dos en- foques, que no se pueden explicar el uno sin el otro. Es este pueblo como grande árbol: tal vez es ley que en la raíz de los árboles grandes aniden los gusanos. (T. 9 - p. 259 - 17/2/1882) I - VTSIóN IDÍLICA DE LOS ESTADOS UNIDOS: La traición, aunque no simbólicamente representada por un monu- LA LIBERTAD. mento, ya se asoma al lado de la legendaria lealtad. Bien lo prueba La liberté, c’est 12 aujourd’hui l’im- la anécdota del soldado Andrés al cual se edificó una estatua para de- mense ooif des conscientes. molerla después «porque no se dijese que la traición tenía un altar V. HUGO. donde la libertad tiene su más solemne templo». Aquel dilatado país En el año 1881 Martí llega a Nueva York. Ya hemos visto que en se vacía de su espíritu porque adolece del mal del «invierno de la aquella época, un hombre de cultura europea y más precisamente fran- memoria» y la misma libertad «escurridiza y vidriosa» corre peligro cesa, al llegar a los E.E.U.U. no podía sino dejarse llevar por un des- de ser negada con el coto impuesto a los chinos en 1882. Por fin, las bordante entusiasmo ideológico. antiguas virtudes que trajeron los puritanos parecen ceder el paso a En un principio es el aspecto gigantesco el que impresiona a Martí: los intereses. Así en Septiembre de 1883, resume el autor sus im- un pueblo que «heredó calma y grandeza»; las ciudades ayer pueblos, presiones: hoy son descomunales y maravillosas gracias al progreso deslumbrante. Y así se mezclan aquí, -porque no sin intención las pongo jun- También la for;una está en armonía y remata la labor humana a la tas, nara que como son se vean,- las primicias feroces de la vida que estimula. El italiano Delmónico podría ser cl símbolo de ello. Li- virgen, las parodias pueriles de la vida monárquica, las convul- bertad y democracia son los únicos valores que reinan aquí permitiendo siones aceleradas de la vida moderna. el desarrollo y al mismo tiempo la elevación del ser humano, en un (T. 9 - p. 457) ambiente apacible y solemne: Sin embargo para Martí la libertad resiste a todos los ataques y en iQué simple y qué grande! iQué sereno, y qué fuerte! iY este 1883 su pétrea representación será el digno símbolo de aquella tierra. pasmoso pueblo ha venido rl la vida. de h-herse desposado con fe Así se puede decir que hasta 1884, a pesar de denunciar acertadamente buena, en la casa de la Libertad, la América y el trabajo! Po- -c’r feliz. ha! que -;er lihrr: !a que los E.E.I;.L-. son el país de la libertad \ fl’!” lo- negros -‘on librrj. 10s negros son felices. El éxito en cl pro- i,len:¿ ;acisl 1~ aparece eI-idente n 3Iartí. y la di_;criminación racial. :Ihcru. +c;:o un recuerdo. :tLa~ razas >e confunden ,. escribe cn 1885 a c .;lGito (!e las elecciones proa idenciales. llace falta prc;:untarre ha5tu (111’ jll:!ltD tal silogibmo se i>LlfXlfZ verificar. Por ello lla\ que eSLldi¿lr. ii partir tle lo que dice l\Iarti. lo que han llegado a ser los ncgrgs di,;- puc+ (IC la abolición tle la rsclavitud. 1-P:: xr;~os a los que CS:á viendo vivir son 1abr:dores que se amon- 1.3 COii::titU(bión (10 cl-te país estaba manchada por ~n \irio ori- girtzl: habin transigido con la c:;clavitud de una raza. El Partido Iùnan cn (iarla de ei;a rueda-: la abu:rr;ante j parlcra íamilia de un homlJry de color» (T. 9 - muncha. p. 89). un limpiabo!as dc «alma libre de betunes» (T. 9 - p. 247), 1 T. 10 - 1). 93 - 6/11/1884) tnuchos rriadqs, y por fin seres miserables que harcn de payasos, de có- micos. de cabezudo de feria, como por ejemplo: Frente a Cl y ((por mantener la esclavitud de los negros hizo ~lna guerra el 5,l.N (I’. 9 -p. ?52) Así es que el Norte, los republicanos y la . ..con grandes risas aplauden otros la habilidad del que ha COU- l i!:xlad . svn los ~~4,s:elementos de una trilosia oue se enfrenta co?1 el seguido dar un pelotazo en la nariz a un desventurado hombre de color que. a cambio de un jornal miserable, se está día y noche :.k.:.: Ic?.; d-:kcratt:.+ y la esclavitud. Se distinguen pues, tres período<: con la cabeza asomada por un agujero hecho en un lienzo esqui- cI pa:n+o lejano qtie va de 1620 a 1860. período condenado por Marti vando con movimientos ridículos y extravagantes muecas los gol- por catar vigente la esclavitud. El pasado inmediato de i860 a 1363, pes de los tiradores... c;ue glorifica porque en esos años los apósto!es dí: la libertad han des- (T. 9 .- p. 127) terradù el mal de este país. En fin, a partir del año 1863, el período que >Iartí considera como el presente, un presente no totalmente pa- Es (1~ notar que este género de advertencias se integran en el marco radisíaco y que se podría definir bastante bien por la célebre frase de de la vida americana, prestándole un aspecto pintoresco y típico. Son Leibniz: ~Tout est pour le mieu-L dar.s le meilleur des mondes po- alrqresc y- abigarradas pinceladas que rematan el cuadro. Caras pica- 5‘:bles». rescas, muecas dc ((minstrels)) y listeza hacen de estos negros unos seres El mismo estado de ánimo que le lleva a componer un verdadero simpáticos pero algo convencionales. Sin embargo. cuando Martí plan- himno a ese pasado inmediato le lleva también a hacer el retrato de los tr-;l verdaderamente el problema del porvenir de los negros, lo hace en grandes hcmbrcs y oradores de aquel entonces. Son Ilenry Garnet, el !i..los para con ios negros que se encontraban en el grado más bajo de la i.uños cvntra los malvados, v no los bajó n:l::ra.,) i -,s:aia social. le llera también a callar los crímenes de los malhechores Todo eso significa que los negros son libres. Bien lo demuestran las c. I ?c:tks XIII. XI< 3~ XV. Y que se oigan sonar todavía las cadenas W!F ( i”. 9 - p. 3 $1 ),-o los gritps de alegría ), comparado con el presente 16 ANI.ARIO 3IARTIAZiO ANCARIO MARTIAN*j 17

.wrrompido cuyos oradores ya no con mcis que hábiles. Así Edmonds. ofendido, armado de un l-oto que veía como el símbolo de su !3!aine 1 Conkling llegan a ser más célebres que Sve. Garfield, Carpen- libertad... Fácil era pasear a los ojos del negro. que todavía se !er. Lincoln. Alaba también Martí el nues-o Sur que desarrolla sus mira en los pies las llagas de los grillos J- tiene en las caderas 1;s mordeduras de los perros, el fnntasmx de su sida de esclavo, !lian;ac-iones dc r.lgodón y le rehabilita frente al Norie: sus habitantes que Ie ponía el cerebro en hervor v le daba reflejos dc sangre en rrarrepcr;!idcs de su error» lle?.aron \iri!mente su -erre (T. 10 - p. los ojos. 31; j. 316). C’~gue describiendo la situación del negro :,egC;l SI primer (T. 10 - p. 314) silogismo: Durante el año 1885 aparece dos veces en una misma carta una alusión Ei negro mismo. a quien en \-einte afios de prueba ha aprendido al papel muy importante que desempeñaron los negros en la guerra: a tratar como hombre su señor antiguo, ve que en las gentes de su propio solar tiene amigos leales, y que el blanco se ha olvi- En las ralles donde hace veinte años era castigado como fe!rin el dado ya de ser su dueño: abonan ya los campos los huesos de los negro que portaba armas, ahora, con sus wstidos viejos dr gue- yerros que en otro tiempo por bosques y por niel-es los perseguían. rrear, y con mosquetes y banderas, alegrahan la noche lar: solda- (T. 10 - p. 316 - 25/10/1885) dos negros... Que detrás de ellos, con sus ropas desgarradas dc combate, venían los negros Invencibles de Filadelfia, que decidie- En fin la liberkd sigue siendo la soberan:t absolüta del país: ron en pro del Norte muchas batallas dudosas contra los rebeldes... (T. 10 - p. 170 y 175) Sería hermoso, de una hermos&a que llegaría al cielo, todo ata- que a la libertad humana en los Estados Unidos, nada más que Raras son estas advertencias, porque la característica esencial de los ne- por la tremenda magnitud de la defensa -a cuyo sacudimiento gro.; -según lo que dice Marti- no parece ser, como en el caso de 1’2zl drían abajo las trabas que aún impiden en los puebltis viejos el ejercicio del hombre... los indios, el aspecto gucrrcro del soldado, sino más bien del hombre (T. 10 - p. 341 - 9/10/1885) que: intenta primero reaccionar contra los abusos queriendo a toda costa integrarse a la sociedad, como se demostrará después. Sin rmbargo a partir de este mom:,A.‘+o Martí encontrará una nota dis- EI: e! año 1885 se nota también un aumento sensible del núínero <.=rdante en CEa idílica situación. Eso en un dominio muy particular de los textos que hablan de los negros, aunque el enfoque de Martí de !a vida política: el de los votos. W. E. R. Du Eois escribe en 1903:’ sigue siendo el mismo. Así es que continúan apareciendo en un segundo Les votes des Noils ne comptent point rar Ia fraude et la forte plano, mientras que el primero está ocupado por los del Norte, los del priment. Et l’on entrevoit le suicide d’une race... La puissance Sr, las figurxs principales y los problemas económicos o políticos de des bulletins de vote, il nous la faut pour notre defénse -sinon Irs E.E.U.U. Sin embargo ya empieza el autor a salir del bloque, de- qu’est-ee qui pourra nous sauver d’un second esclavage? nunciando el trjfico de los votos. ‘; Martí denuncia por primera vez un abuso. una inadecuación er,trc la realidad y la Icy. No puede votar el negro a pesar de la enmienda X\’ que estaba vigente desde el 30 de Marzo de 1870. Este abuso es II - PRIMERAS DESILUSIONES -- DCSCUERIMIENTO dc suma importancia, porque negar a un hombre sus derechos civiles DE LOS NEGROS equivale no sólo a rechazarlo al margen de la sociedad sino también a~hncer de él una víctima. En su carta del 25-10-1885 Martí escribe ya: En el segundo período, separándose poco a poco del bloque de los E.E.U.U., Martí se aproxima a los negros. Su progresiva desilusión Creáronse al punto intereses locales y capatnces autóctonos, que viene de que varias veces va a constatar inadecuaciones entre la ideo- vieron en el voto negro, azuzado y enconado häbilmente, un se- logía pregonada por los Estados Unidos y la realidad cotidiana. Eso le gcro instrumento de poder... y mantuvieron en cizaí%a al negro lleva a tomar conciencia del problema negro. Vamos a estudiar su ela- * W. E. B. Du Bois - Ames Noires (p. 24-25). boración. Poco a poco la deshumanización progresiva de esta tierra apa- ANUARIO MARTIANO 19 18 ASCARIO MARTIASO muel. Aquella pobreza, aquella miseria es la realidad de este país y recerá a los ojos del autor. La d ureza, la falta total de calor humano choca contra el símbolo de la estatua de la libertad: e incluso la imposibilidad de experimentar un sentimiento cualquiera van a ser de alli en adelante las características principales del país: i\‘edlos correr, gozosos como náufragos que creen ver una vela salvadora. hacia los muelles desde donde la estatua se divisa! Son Los hombres no se dctienrn a consolarse y ay-udarse. Nadie ayuda los más infelices, los que tienen miedo a las calles populosas y a nadie. Nadie espera en nadie... Todos marchan, empujándose, a la gente limpia...bajan del este, bajan del oeste, bajan de los maldiciéndose, abriéndose espacio a codazos y a mordidas, arro- callejones apiriados en lo pobre de la’ciudad... llaudolo todo, todo, por llegar primero... Sin riendas, sin des- (T. ll - p. 104 - 29/10/1886) canso, sin auxilio... se endurece el hombre en el miedo de los demás y en la contemplación dc sí... Aquí se muere el alma por La confrontación de los dos temas, Libertad y Miseria, el uno de falta de empleo. piedra, el otro de carne viva, es ahora la imagen de los Estados Unidos. (T. 11 - p. 83 - 28/9/1886) El primer tema es el que se pregona, se santifica: es la apariencia; el iiccl se debate como sc boxea: ante un circo, y sin guantes. segundo se oculta, se mete cn todos los hoyos; es el corazón, son las (T. Il - p. 89 - 3/10/1886) entrañas vivas. Así este país al que se han acogido todos los infelices que huían de la miseria no ofrece a éstos más que una situación se- Ya todos los valores del pasado han desaparecido y el único que per- mejante: « i América es, pues, lo mismo que Europa!» (T. ll - p. manece es la libertad: 338). Esta breve reseña muestra que Martí ya está desilusionado por De este mueblo del Norte hay mucho que temer, y mucho que la actual actitud de los Estados Unidos. Sólo un pasado que ya no es parece virtud y no lo es, y mucha forma de grandeza que está hue- más que un recuerdo merece veneración y estima, por haber sido una ca por dentro, como las esculturas de azúcar; pero es muy de época que supo acrisolar los ideales y las virtudes de los mejores hom- admirar, como que cada hombre se debe aquí a sí mismo, el mag- nífico concepto de la libertad y decoro del hombre en que todos bres. Se podría hablar de un psitacismo de valores en la imagen de se mantienen y juntan... este país en los años 1886-1887: «Fingen aún esas ideas, pero ya las (T. 10 - p. 459 - 3/6/1886) abominan» (T. 11 - p. 167 El Partido Liberal). Hablar de los Estados Unidos en estos términos revela la resurgen- Estas «esculturas de azlícar» hacen pensar en la célebre firmula de cia de un problema que el autor creía felizmente resuelto: el problema Metternich del «grand trois mâts vermolul. Y hasta aquella libertad de la raza oprimida. La inadecuación que acabamos de señalar en el empieza, según parece, a desmoronarse. ¿Y cabe preguntarse si la es. plano general entre la ideología y la realidad del país se encontrará tam- tatua que permanece no está ella también vacía?: bién en este plano peculiar que es la aplicación de la teoría sobre la . ..el concepto mismo de la libertad, egoísta e interesada en los libertad: la situación de los negros. En los años 1886-1887 el autor Estados Unidos, y en Francia generosa y expansiva. iBendito sea parece descubrir realmente a los negros, abandonando la representación el pueblo que irradia! puramente intelectual que se hacía de ellos. Ahora los ve vivir, lo que (T. ll - p. 335 - 13/11/1887) le permitirá darse cuenta de que hay un problema negro. El año 1886 se caracterizará por constataciones de Martí que a pe- Ahora bien, como para Martí «la calma es necesaria para la virtud» sar de su aspecto anodino revelan una situación marginal del negro en (T. 11 - p. 283)) se puede deducir que los Estados Unidos han per- la sociedad blanca. No son más que pinceladas en sus cartas, pero sue- dido su virtud. El Este del país está totalmente pervertido. Sólo el Oeste nan como notas discordantes si se las compara con los textos del primer «recién nacido» no ha tenido el tiempo de caer en los vicios de la ci- período: vilización. El último punto, la última plaga que notaremos será el hambre Se habla de que los republicanos del Senado se negaron a confir- mar a un caballero negro para un alto empleo, por no parecerles que roe las masas obreras, el pueblo, los pobres: el «hambre de cíclope». que debe haber negro demócrata. (T. 10 -p. 413) E so es lo que plantea el problema social del Tío Sa- 20 ‘..\L .4X10 >lARTIASO .ISC.4RlO .\IARTf.\.‘.C) 21

F-;: c: i --J. < Jilucho ‘.: comruta la energía del Presidente. que contra el voto del ‘to e5 un punto muy- importante- Jíartí ha sabido dis- Senado ha dado en ‘Kaohington a un negro un cmpleo altísimo. ( c’!‘:,r Uil rasgo pel.tinfr,t,- >- primordial de esta raza que más tarde {T. 11 - p. 21 y- 18) l.i.L<(Yi JOI;EY! llamará (‘Blues Peoplew: el ritmo. el sentido inriato tic 1.: 11%Cca: (: . ..y- loc: blancos arrogantes... unían su voz humildemente L:to pone de reliev-e el Indo superficial y falso del tic-filr: ccpai3Xl 19: 1 l%:.- : ;;:lrroa improv-ijadas de 10s negros frenéticos...» (p. 70.) Es una

,lc”imS’t> . y r-doblan ias mT.íticas y- por toda la vía los va -iguicndo un :llIi.-‘~ :’ :ri;tr cuyo encanto se funda principalmente en las repeticiones himno» (T. ll - p. 107). exacto contrapunto de lo que escribía en i2iiLlZaIltf25: 189-i: ;Oh. dile a Xoé . :;LK haga pronto el arca, que haga pronto el arca, . ...,:quiénrs llegan ahora, que todo el mundo sacude por cl aire que haga pronto ci arca! sus sombreros, v ondean sus pañuelos las mujeres, y- los nitios ba-

ten palmas?.... ‘ïrescientos negros !legan, ‘hermosos como una Es el Blues, con sus frases de una sencillez extrema, su ritmo ei:- bendición. Ungido traen ci rostro, más por el agradecimiento al ce~~lo en una especie de espiral ascendente. Se preguntaba el autor Norte que peleó por ellos, que por la libertad de que en él gozan. Conmueve verlos. y van conmovidos. La raza negra es de alma en un corto poema: «¿Por qué es tan triste la música dc los negros?» noble. (T. 22 - p. 263); aquí tenemos la explicación. La actitud de los negros (T. 10 - p. 8ú4) dc Charleston bien podría ilustrar el Negro Spirituals que menciona DC EOIS:2 Un aquel entonces Martí sentía el entusiasmo multitudinario como la demostración de una profunda verdad. . . . Vous étiez la musique et vous étiez la danse, mais persistait aux commissures de vos lèvres, se déployait aux contorsions de votre En fin el día 10 de Septiembre de 1836, escribirá el primer texto corps le serpent noir de la douleur. (p. 17) importante a favor de los negros: se trata del terremoto de Charleston. Este texto representa el término de la trayectoria de Martí en su deseo Sin embargo, en esta carta, sigue creyendo en las buenas relaciones de conocer a los negros. entre los antiguos dueños y los negros libertos. Esto, como se verá La gran novedad d 8 este texto es que aparecen los negros en el primer después, es un mito creado por cierta categoría de americanos que se plano. Los blancos retroceden. Tienen menos relieve, están mucho podría llamar «liberales de arriba». (T. 12 - p. 376.) Es, al fin y al más indeterminados. Martí describe a los negros suplicando, o bai- cabo, la lección que se puec?e sacar de Lu Cabaña del Tío Tom.3 Per- lando o en éxtasis; por primera vez, son seres que tienen cierta den- nwlecerá Martí con esta opinión hasta febrero de 1887, fiándose para siiI‘?d. Valora la raza y haciéndolo, la consecuencia inmediata y lógica formular su juicio en una manifestación totalmente exterior y cere- es una condenación de la raza blanca, que actúa criminalmente y de monja1 -con lo superficial que esto implica- pues se trata de un una manera antinatural contra esta raza cuya hermosura no ha sabido bnr~quete: descubrir: El Sur resucita. Sus jóvenes, nacidos entre negros libres, se asom- bran de cómo pudieron sus padres vivir en ociosidad, persiguiendo ;Tal parece que alumbra a aquellos hoIu!;res de África un ~01 ccri p-rros o marcando a latigazos a 105 negros esclavos. (T. 11 nrgïo I . ..Hay en su espanio y alegría algo de sobrenatural y mara- p. 15ú) vilioto que co existe en las demás razas primitivas, y recuerda en su: movimientos y miradas la majestad del león; hay en su afecto una lealtad tan dulce que no hace pensar en los perros sino en las 19 q-w nuestra que sigue Martí con la misma opinión que explicitaba p.ilomas... ;así :e ia vio (a Ia raza) surgir en estas E!W~S; calladas en su carta del 25 de octubre 1885, ya mencionada. El episodio del CL!:3:liG e! ~?xyor espanto de EU vida sacudió en Io heredado de SU +c~:;re Lo c,ue traen en ella de viento de selva. dc osci!acion de 2 Ames Noires. (op. cit.) mirhre, ie ruido de caña! (T. ll - p. 72 y 73) 3 IIarriet BEECHER -STOWE-La case de Z’OncZe Tom. 22 ANC:ARIO MARTIAX0 ANUARIO MART?An;O 23 terremoto suscita unas últimas advertencias antes de concluir. Por más que diga el autor: III-La-I.!? CLTIMAS ILZ~SIOII’ES - EL PROBLEJIA “‘I .ají es de buena y humilde esa raza que sólo los malvados des- ficuran o

ANCARIO MARTIA”I0 25 dad delante de las urnas. Aquí el problema negro empieza a precisarse cn su aspecto meramente social. El litigio entre «Las de arriba» -las daderamente un problema racial que estalla: el blanco contra el negro. blancas y «Las de abajo)) -1~s negras- ( T. ll - p. 186 ) ce resume El hwho de que un negro vive con una mujer blanca basta para de- finalmente en una cuestion de tren de v-ida. sencadenar todo el odio de los blancos que como miembros de la in- iSon damas y han de ir en carruaje! Las (>tle arriba)). que van quisición (‘adelantaban cautelosamente por el bosqueu (T. ll - p. 237.) llegando en sus carruajes propios, toman puesto detrás de SUS Este episodio de Onk Ridge merece particular atención, porque a partir rrirhas en la hilera... . a los negros viene de una comprensión profunda. Ahora puede es- Es su primer sentimiento total de amor para con los negros: cribir esta frase que denota la perfecta madurez de su pensamiento, su clarividencia y sus acertadas previsiones: No en balde se nota en el lenguaje de los negros cultos un dejo de desolación que mueve a echarles los brazos... iles luce ya en Es el albor de un problema formidable (T. ll - p. 238) los ojos aouella súplica desgarradora que ni cesa ni duerme, por donde revelan su agonia los desterrados! (T. 11 - p. 238) Por otra parte bien se ve cómo el problema se ha ensanchado entre lo que se ha llamado la segunda y la tercera etapa del pensamiento de Elementos tales como la fe religiosa y la sexualidad de los negros, Martí. En un principio, puramente social -y por lo tanto de ninguna que Martí sentía como elementos negativos y que, o bien habia legi- manera específicamente negro-, el problema ha llegado a ser pura- timado a medias, o bien condenado totalmente, van a ser analizados mente racial. En efecto la discriminación observada en los Estados diferentemente en el texto que trata de los acontecimientos de Oak Unidos no tiene por criterio principal la pobreza, sino el color de la Ridge. Escribía en 1886: piel. -La tercera y última etapa df: la cuestión negra corresponde exac- Jesús es lo que más aman de todo lo que saben de la cristia@ad tamente a la aclaración por el autor de las últimas ilusiones que estos desconsolados, porque lo ven fusteado y manso como se vieron tenía sobre esa tierra de la Libertad. La última ilusión que se man- ellos. :(T. ll - p. 73) tenía intacta en medio del desmoronamiento general de los valores de El refugio que había sido para’ellos la religión cristiana ya no-puede los Estados Unidos, era el recuerdo de aquel pasado glorioso. Pero ahora eso también vacila y Martí empieza a denunciar la supuesta valer, porque la miseria sigue siendo la misma y aparece en los cris- pureza de las intenciones de los norteamericanos de la época. Si antes tianos una discrepancia irreductible entre su ideología y sus actos: podía decir que el Norte era el último baluarte de la profunda bondad ;..expulsados (los negros) hoy mismo de la orilla ‘del mar en un que le había movido a emprender una guerra para desterrar la escla- poblado religioso al Norte porque cristianos que van allí a adorar vitud, también esta noción de bondad ahora empieza a rechazarla. En a Dios se enojan de verlos.... (T. 11 - p. 237) efecto, si el 3 de junio de 1886 escribía: «La esclavitud era la médula de aquella guerra» (T. 10 - p. 461); si el 10 de junio de 1887 todavía , Las nuevas generaciones simpatizan con las teorías de Swedenborg. aparece bajo su pluma una frase como ésta: En cuanto al comportamiento sexual de algunos negros, era triste- La guerra se hizo, cualquiera que fuese su pretexto, para acabar mente pero claramente condenado por el autor en estos términos: con la esclavitud. Las causas menores que aceleraron la Fuerra dependían de esa causa esencial, que la produjo. (T. 11 - p. 199.) Allá en los barrios viciosos, caen so pretexto de religión en orgías abominables, las bestias que abundan en todas las razas. (T. 5 &Iarcia YOSKOWITZ: El mte de sintesis e interpretación: Un estudio ds ll -p. 75) nEl Terremoto de Charleston, de José Mmti. Cuadernos Americanos - no. 6 - p. 142. ASCARIO 1\IARTI.4\0 29

Dos meses despuk el l’i de agosto. \:artí hacía tabla rasa de todo Y habla de la práctica de la secta africana de los (<\qoodoos» que aquello. Lleno de amargura. se daba cuenta de

Esto permite acabar el esquema que mostraba las relaciones entre Las alcancías mismas, de hierro todas, no son ya figuras de negros cl pensamiento de Martí acerca del prol:lemn negro y los Estados Uni- hambrientos que SC tragan el centavo entornando del gusto los dos. Martí se situa ahora en un plano muy alejado del bloque formado ojos... (Idem ) por los Estados I.!nidos: de modo que puede juzgarlo de una manera Por Lo mc11os esto denuncia una esperanza de Xartí. Ahora bien, Lotalmentc imparcial, y abarcar los distintos aspectos que antes no a lo larbu de este tercer período, demostrará que la situación de los podía ver. Una consecuencia es que Martí no puede estar de acuerdo, ni en la forma ni en el fondo, con la actitud de los Estados Unidos res- ncgros será siempre más crítica en la medida en que el problema se pecto aI problema negro y por lo tanto se siente solidario de los negros. hará más profnndamente racial y no tendrá nada que ver con un pro- Liema social. B. ESTL;FIO DETALLADO DEL TERCER PERíODO Ya lo hemos visto, julio y agosto son los meses en los cuales dispara Se ha echado UI? vistazo general sobre las grandes líneas de ese cl autor sus primeras denuncias. El «problema formidable» que está tercer período. Ahora, y por ser el más importante, tiene que ser es- naciendo se traduce por un ((aprietamiento de la línea de la raza» tudiado en detalles. Tres centros de interés permitirán abarcar de ma- (T. ll - p. 237), y un deseo de «mantener la raza blanca pura» neia bastante global el pensamiento de Martí en su última etapa. El (T. ll - p. 264). El motivo profundo de todo esto es el odio. El odio último proceso de acercamiento del autor hasta el grupo formado por tremendo que ninguna rrzón lógica puede explicar. El odio visceral: los negros se notará mediante numerosos detalles. Estos, a manera de una película, fijan tal cual vestido, ademán o característica física de el odio del blanco al negro. (T. 12 - p. 132) los negros; así por ejemplo: Este odio que se reveló mucho más fuerte que antes, se desencadenó -la barba en.las rodillas de las ancianas (T. 12 - p. 209 y 172.) después ‘de la emancipación, como lo subraya Kaspi: -10s gabanes claros de los negros de Marilandia (T. 12 - p. 179.) --los burlones negros de Filadelfia (T. 12 - p. 249.) Dans les plantations, le sort des Noirs, variait beaucoup d’un También encontramos dos veces alusiones a lts varias tribus de maître à l’antre. Mais en règle gènérale le Blanc, fUt il proprié- Africa. Con todo, estas advertencias se quedan en un plano de meras taire d’une centaine d’esclaves, n’était nullement gêné de s’asseoir à côté d’un Noir, cnr touf le monde savait que l’un était le maître constataciones y Martí no irá más lejos en el conocimiento de la raza. et l’autre l’esclave. La véritable ségrégation raciale est postérieure al contrario de lo que hará respecto a los indios: ia 11180. Darlins habló... de muchas tribus de África. de los papúas. battas y maories... (T. ll - p. 478) 6 Denise ARTACD y André KASPI: Histoire des Etats-Unis. ANUARIO MARTIANO 31 30 ASCARIO ?dARTIANO Este ejemplo también revela cómo Martí ya está bastante cerca de Martí tardará seis años para verlo, pero después de su ceguera, aca- los negros como para describir los menores detalles de uno de ellos. bará diciendo: En el segundo momento, Martí llegará hasta rechazar la misma palabra . . .los que se lo alimentaron (el corazón) de sangre esclava, y hoy «Raza». El texto publicado en 1893 e intitulado «Mi Raza» es inte- viven como sobre carbones ardientes, rechazando con furia el aire resante a este respecto. En él distingue dos especies de racismo: Un negro, el amor negro, la ambición negra... (T. 12 - p. 323 - Z#&! racismo bueno y justo: 8/1889 para La Opinión Pública) . ..que es el derecho del negro a mantener y probar que su color no lo priva de ninguna de las capacidades y derechos de la es- Ahora ve muy a las claras que el color negro ha llegado a ser una pecie humana. (Pág. 110 - Páginas Escogidas) verdadera mancha, que el blanco se esforzará a todo trance por horrar. Se trata del famoso ((castigo del color» que transforma en siervo al que Y otro malo e injusto que va más allá. Pero de todas formas la está manchado, quitándole todo derecho humano (T. 12 - p. 336.) palabra más importante, la que debe sobreponerse a cualquier otra, es la palabra Hombre: Contra esa plaga de la supremacía de una raza sobre otra, se alzará un hombre como Cristóbal Orth que acabará en la cárcel: El negro, por negro, no es inferior ni superior a otro hombre; peca por redundante el blanco que dice: «mi raza»; peca por redun- Lo que él quiere es que el homhre viva donde no lo maltraten dante el negro que dice: «mi raza». Todo lo que divide a los los demás hombres, y todos coman y beban, y no digan que la hombres, todo lo que los especifica, aparta o acorrala, es im pe- rosa colorada no es rosa, porque no hay más rosa verdadera que cado contra la humanidad. (Pág, 109)7 la blanca. (T. 12 - p. 294 - 15/8/1889) El problema racial en los Estados Unidos va a manifestarse bajo la Todas las relaciones que se establecen entre negros y blancos, todos forma de una tremenda discriminación que se encontrará en todos los sus actos se fundan de una manera más o menos evidente en el pro- planos. Esa discriminación, tal como la describe Martí entre 1887 y blema racial. Así por ejemplo, a propósito del proceso del médico Mc 1891, es ante todo sinónima de segregación. Dow «Lo de la raza está debajo» (T. 12 - p. 284.) La mayoría de las alusiones que tratan de la situación social de los negros muestra que ellos pertenecen a la categoría más baja, más pobre. La actitud de Martí después de haber denunciado la base racial del Esto, Martí ya’ lo había puesto de relieve durante los dos primeros pe- problema, puede resumirse en dos momentos.- En el primer momento ríodos estudiados. Son cocheros, guías de forasteros. La descripción aparece un intento de volver a dar su verdadero valor a la raza opri- de la miseria negra, de esta «procesión de míseros», llega a su paroxismo mida y despreciada. Así es como en las cartas se nota un nuevo ele- en la carta del 5 de marzo de 1889: mento que revela por parte del autor una búsqueda de las peculiares l l Allá f uera, por entre líos de negros acurrucados en los quicios, características negras. Eso es bien claro en el proceso de descripción halla el cuerpo la procesión de míseros, con los paraguas inútiles del personaje Frederick Douglass. En efecto, en 1885 Martí sólo lo a rastras. Uno duerme de espaldas a un pedestal y muda de lado definía como «el pujante orador)) (T. 10 - p. 238.) o «el esclavo orador» cuando cambia el viento. Otro, al favor de la noche, se encuclilla (T. 10 - p. 270); mientras que en 1889 ya se nota cierto afecto cuando contra las patas traseras del caballo dc una estatua. (T. 12 - pág. 169.) dice «el canoso mulato Douglass» (T. 12 - p. 188.) Además las carac- terísticas negras están presentadas como aspectos positivos del perso- Lo que revela la actitud de los negros alrededor de una estatua se naje: «el mulato Douglass, con su-melena leonina y sus guantes viejos» analizará después. Por ahora se puede señalar el simbolismo de la es- (T. 12 - p. 220) y sobre todo, en la página 337: 7 Es de advertir la similitud de expresión con V. HUGO que en 1860 escribía Douglass, el mulato elocuente... envió una carta donde se ven co- al señor Heurlelou en Haití: nI1 n’y a sur la terre ni blancs ni noirs, il p a des esprits. Vous en êtes un. Dewnt nieu, toutes les âmes sont blanches... (Actes rrer las lágrimas por el rostro de bronce. y mesarse con las manos et Paroles -Pendant l’exil- pág. 196.) frías de espanto la cabellera leonina. (T. 12 - p. 336-337) 33 ?.SCARIO ~IARTIANO AsCRIO \IIRTI 4x0

cena. Por una parte sc ve el lado brillante representado por el prín- En el -Sorte. puc:. 105 negros pueden ser m& felices que CII cl Sur. cipe Harry, hijo del p rriodkta Xew. v por Armour, w ;el gran porquero donde reina la miwria. Sin embargo, ya en c-;te texto aparece como de Chicago. que tiene él solo un piso

. ..un negro, un oprimido, un vencido... (T. 12 - p. 350.) 1Gte reproche implícito, Martí lo formulará bien claramente en una carta dirigida a Lu Nación el 9 de julio de 1889, en la que habla del Otro problema que queda por analizar es la actitud de Martí frente proceso del médico Mc Dow, convicto de asesinato. Martí se alegra de a los negros ricos del Norte. La primera reacción del autor consiste en que los negros hayan llegado a ser en ciertos aspectos los iguales de los alegrarse y en dar su total adhesión a los negros que «atesoran», ya que sin embargo lamenta su ostentación indumentaria. que des- la riqueza es para ellos la única manera de defenderse en una sociedad hlaneos; totalmente dominada por Wall-Street; así en 1887: cribe detalladamente:

. ..acaudalan como los judíos, porque la riqueza es al fin una patria, De los blancos, uno era corredor, otro empleado en negocios, otro cuando no se la tiene propia... (T. 11 - p. 237.) agente de seguros. De los negros: uno cargaba paraguas de puño de plata. v la mauo izquierda fúlgida con las sorti.jas: otro es Los negros íntegros y puros han conseguido su dinero, que repre- hombre eiocuentc, v todo un Chesterfield por los modales; otro tiene los crespos Frises, y lleva quitasol de algodón: uno es CO- senta para ellos la libertad: merciante rico. con una pescadería de fama. que se le ve en 10 . ..las listas que los diarios están publicando estos días de negros brillante del vestido, y en la recia leontina de oro. (T. 12 - p. ricos, que han hecho fortunas sin contratos de ayuntamiento ni 283.) concesiones de ferrocarriles. (T. 12 - p. 293.) -11 mismo tiempo este texto prueba que los ricos negros son una En fin no disimula su contento cuando escribe a La Opinión Pú- milloríaL -al contrario de lo que decía Martí a Lu Opinión Pziblica- blica en 1889: j el «gentío negro» que danza alrededor de los siete jueces da una idea de lau verdacleras proporciones. Pero e;l la avenida de al lado es donde se alegra el corazón, en la Sexta Avenida... Miles de negros prósperos viven en los alrede- Para concluir sobre la actitud del autor frente a los negros ricos se dores de la Sexta Avenida. (T. 12 - p. 205.) podría decir que él se akgra de la riqueza de ellos cuando ésta repre- senta una victoria sobre la sociedad yanqui, pero que la deplora cuando * Citado por F. L. SCHOEL en SU libro: Histoire de la Race Noire aux Etats- la misma que padecen los blancos. Unis du XVII6 siècle à nos jours. (Pág. 97) equivale a una alienación, 34 A\L-ARIO MARTIASO ANL-ARIO ~IARTI.ASO 35

La segregacion racial es mucho mác elidente en el terren.- de loS .\quc!la situacikn bien podría ser simbolizada por este negro que 1-a derechos cívicos. SCHUELL lo h a puc- bien de relieve.“. \!artí. anckndo solo hacia cl Oeste (T. 12 - p. 208). por su parte. c!escribe la humillaciùn de los negros o mula:a,.’ con1o -La cuestión de los votos que según la enmienda S\- da al negro Federic*o I)ou$ass o Lur)- Farsons. la :ii,;i‘iorl;tla mujer del at:arq~li-:a cl derecho de acceder a las urnas tiene mucho más importancia en iaj cle Chica,To {Iel diabólico ParsonL),. En noviembre de 1887. cn u!la > . v:::.Y.c. tlcl autor. El la enfocará bajo un solo aslwrto: el sojuzgamiento. carta mandada a La Yaciótz, se lee: tic Iwc-ho. de los negros al partido republicano. y las consecuencias que . . .la mestiza Lucy Parsons, que paseó los Estados TJnidos aquí tiel:e e-to en la eficacia de los votos. Así por ejemplo: rechazada, allí silhada, allá presa. hoy seguida de obreros l!oroso-. mañana de campesinos que la echan como a bruja, de-pi:& de . ..el anuncio de que los republicanos, para adueñarse de 1x Es- catervas crueles de chicuelos, para ((píntar al mundo el horror tados demócratas del Sur. fungirán de protectores del voto de color, que dicen que está oprimido por el señorío, lo que quiere de la condición de castas infelices. maJor mil veces que cl de los medios propuestos para terminarlo.,) decir, si se acuerda la ley por que los republicanos abogan, que Ios blancos del Norte protegerán, con las leyes y con las armas. (T. 11 - p. 348) a los negros del Sur. para que echen del gobierno de los Estados a los que fueron sus señores, y queden «presidiendo la civiliza- En Septiembre de 1889 Martí denuncia rotundamente la situaci¿n mar- ción)). como dice un diario, ): (T. 12 - p. 324) . . . Como lo dijo un negro, un oprimido. un vencido, ahí lo echa- ron, en un rincón del diario, donde no lo viera nadie... Y ce tlibuja un nuevo molimiento de negros que denuncian este hecho iv est;,:ilàrl _ que no voten más por los Tepublicanos: lo que corresponde . . . Los oficiales republicanos del buque de guerra en que iba Dou- perfectamente con el pensamiento de Martí. glass, se negaron a ir de viaje con él, porque «no podían sentarse a la mesa con un mulato»... La denuncia del autor cae por completo en el partido Republicano (T. 12 - p. 350-351) y los demócratas casi parecen justificados en su acción de sofoco, de . ei:or!oo sobre el voto negro. Con todo, es de advertir cómo Martí calla y en la página 336: ic,s medios que usaban ellos para impedir de hecho este voto. Sólo alude es decir el más benigno. Aquí cabe hacer una ;,A qué el seminario donde enscfian que Dios sentará a todos a! medio de los fraudes, los hombres a su lado por igual, si los ministros blancos de Dios. brer e reseña de la situación exacta de lo que acontecía en aquel entonces son más que Dios mismo y van contra su ley, y no quieren sen- elrededor de las urnas. Los testimonios de historiadores como tarse al lado de los ministros negros? además del sencillo Fraude elec- / SCHTELL’O o DUBOI§ certifican que, torc:. 1-s blancos del Sur -es decir los demócratas- recurrían no sólo 6 En su libro: Histoire de la Race IVoire nux Etatdnis ch XVII6 siècle ù nos io~rs: expone cómo en 1878 y en 1883, leyes promulgadas en el Sur y deno&inadas a \cx!sderos traficos de decretos que llegaban a anular la famosa en- ((Jim Crow Laws» instauraron una segregación en los ferrocarriles. «D’autres lois mie;:da IV, sino también a la \-iolencia física, como los linchamientos. rendirent la séparation des races obligatoires dans les hôpitaux, les prisons et les cimetières. En revanche e’est la coutume qui suffit à assurer la ségrégation dans ìrl. FABRE en su libro Les Noirs Américaim cifrará muy claramente les hôtels, les théâtres, les salles de concert ou de conférences, les biiliotèques. les églises, voire dans les ascenseurs lorsque l’usage s’en répandit.» (Pág. 93-94.) 1a uituaeión: 9 A propósito de los mulatos es interesante la declaración que hace Martí en . ..les Noirs furent écartés des urnes par «le fusil, la carde et le 1881: «les métis, nés des noirs et des blancs, haissent les blancs parmi lesquels ils ne seraient pas admis, -et les noirs, qui les empêchent d’y arriver... 11s vivent bilcher». En 1883 la Cour Suprême ratifia cet état de fait en dans cette haine perpétuelle comme des âmes dans le vide.» (T. 14 - pág. 2:- Se supone, para 2% Sun de Nueva York.) 10 Les cas de violence physique continuèrent de se présenter en dépit de tous les Esto no participa del todo de la teoría de Tocqueville: «...la véritable transition efforts de répression fédérale, car les shérifs et les juges à l’échelon de 1’Etat: tous entre le blanc et le nègre, c’est le mulâtre: partout où il se trouve un très grand animés du méme esprit que ceux-là méme qui recouraient à la forte, OU QUI me- nombre de mulátres, la fusion entre les deux races n’est pas impossible.» (De la nacairnt d’! rec6urir, étaient tacitement de mèche ou en sympathie avec les trans- Dérnocratie en Amérique -colec. «Idées»- pág. 198.) gresseurs de la loi. (Op. cit., p. 89.) déclarant contraire à la constitution la loi tic 1875 qui protég-rait mi-mo Frklcrick Douglass en 1883 insistiendo

tcuto. So obstante. no por eso dejan de ser reacciones infames. Oak empeñados en \-i\-ir... » (T. 12 - p. 168) aparece la denuncia de !a ‘i- Riflge lo mkmo que Luisiana fueron el teatro de aquellas represiones: tL;ación de los negros en el Sur. Por fin se \-erificarii una \-crklera ‘- feroz matanLa que percibiremos a través de 11na descripcicin g->ye-ca Lo< cauci-ir.w (1~ Luisiana. imitando a los terribles ~Gorros Blan- (‘r.- , del -Xoroe-te. asaltan, encubriendo ru odio con pretextos de del Sur, sobre el que se extiende la desolación. la muerte 1 ere af;!r: de moral pilbli~. los pueblos de negros don& \i\-e algún matrimo- lr.a:ar, afán de matar a todos los negros hasta el último. 1-a en -\g*)-to nio de la* dos raz:ls. v flagelan sin misericordia. contra un tronco dc 1887. cada día el sol se levantaba sobre los cadi\-eres de loi ~::~ros_’ de maplc al hombre o a la mujer, desnudos de cintura arriba. 1 (T. ll - p. 254). dos años después los héroe- 9 son «el revill-er. el puñal por la noche caeu. en número de más de cien. sobre la aldea. iñ- y la soga» (T. 12 - p. 323). Esta «caza de negros que va de creces en fili?LlIl rcndic%n a los negros dispuestos a resistir. y triunfan, cuando ya no queda un negro vivo. el Sur,> acaba con una escena de tremenda ferocidad cn la quv clescribe 1 T. 12 - p. 41 - 30/8/1888) ~10s vigilantes de moctarho y perilla», estos ((fino= caballeros del pie pe- queño y la barba sedosa». que descargan sus rifles por las puertas abier- Apunta aquí otra crítica. En los ejemplos que da Martí siempre se trata tas de las casas de los negros. cle un hombre negro \- de una mujer blanca. El hombre negro mancha El tema de la muerte al que llegamos a propósito de los ne$?rcs es a la raza blanca. Xunca aparece el caso contrario porque sería entonces demasiado importante para limitarlo al problema negro. Hay que en- la rasa negra la qu c resultaría manchada, siendo la madre la que da un sancharlo y estudiarlo en todos los aspectos de la vida norteamericana. bastardo a su propia raza. Parece que Martí ha entrevisto este problema, Cuando Martí llegó a los Estados Unidos consideraba este país como segiin lo que se puecle notar en su actitud de clenuncia de D:nvson, el el de la libertad ?- habló detenidamente de la estatua que ha5ia to- que consideraba que (cuna cosa era la flor de la blanca, y otra la flor mado por símbolo: estatua gigantesca y única en el mundo. construída de la negra)) (T. 12 - p. 282). Se puede advertir al paso con cuánta al tamaño del país y respondiendo a las exigencias de la idea que re- diferencia se espresa Jinrti al dirigirse a La Opini& PCblica o a La presentaba. Pero poco a poco, con todos los monumentos erigidos a los 1YfxriOrz. Cu carta al primer periódico es breve y no da ninguna pre- héroes nacionales, proliferan en la América del Norte las estatuas como cisicin sobre los apellidos y se contenta cou enunciar las conclusiones, si brotasen de la tierra misma. Hasta levantan cn monumento a Je- escondiéndose detrás de expresiones tales como «dicen que...» (T. 12 - fferson Du;is «en los días mismos declarados sacros por la r&elií,n a . 272). -J,l contrario, cuando se dirige al segundo denuncia detalla- los muertos rebeldes». (T. 10 - p. 461). : amentr la infamia de! capitán. Sería posible aquí hablar de una «pet.rificación>> del mundo norte- Es muy- de notar c&no Martí relaciona este problema afectivo con americano por Martí, que abarcará todos los aspectos de la vida en c! tremewlo problema de la violencia que se desencadena contra los esta visión: negro’: Mas hoy la vida no es montaña áspera, sino estatua tallada en la . ..Y el blanco del país, antes que verse dominado por el negro o montaña. mezclarse COX él de hembra o varón, decide exterminarlo, espan- (T. 9 - p. 255) tarlo. echarlo de la comarca como al zorro. (T. 12 - p. 336) Es:& incluidas en ella todas las manifestaciones humanas. huta las más inmateriales: la l:oesía del irlandés Bol-le O’Reill!- ser,i calificada rlunc;:~ SI:.; motií-aciones se pueden calificar de humanistas, de todas de ((poesía ds monumento» (T. 12 - p. 290) forma5 cc wiclente que ha visto bien el problema crucial: el de la vio- Esta multiplicación de estatuas traduce los primeros momentos de kn,ia. y que lo ha denunciado. un proceso dz degradación. La estatua representaba cierto valor y se si- Ahc.ra bien, dk:riminación no sólo es sinónimo de segregsción sino tuaba en el plano de la perfección, de lo sublime. Ahora ha bajado al t,nnbi&? de exterminio. Xartí describirá verdaderas cazas al hombre. plano humano, aceptando en sí misma la imperfección. El símbolo J-a F .:i niîa sencilla frase como: «los problemas del Sur, con sus negros no es más que un retrato. El proceso de degradación se desarrolla en el plano humano !- araba por repreìentar a traidorc- taIr> como t-1 sol- c~&~i la- t1oia.G. que raen... al T)ie del roblr de donde cuelga. dundo tlatlo Andrés. En fin lo -ublime se convierte en el mal. wgtin lo que \ ueltas. CI italiar:o ensangrentado. ‘? deduce de la mrtáf(lra martiana: (T. 12 - p. 491)

Estatuas talladas PIÉ fango parecen lo.; hi.jo.. dc -oc.ied;ldes des- LOC norteamericanos a su 1-w \an a perder prc bgrc.i\ amentc su c,-cncia póticas. de ser humano para \-olverie muñecos. El último ejemplo demuestra (T. 9 - p. 424) cómo los dos movimientos llegan a reunirse. La horca y los ahorcados son lo mk importante del espertüculo. Los espectadores que ahora La humanización progresiva de la estatua -por UII ri:*sliz. que ae tra- usan «anteojos de teatro0 son los que concurrían a los famosos baile?; tluce de manera casi fotografica, para el lector: hacia un hombre ahor- de disfraz organizados por Yanderbilt y de los qw Martí dio largas y cado --es simétrira de un proceso de deshuma~li~ac~ión de los indí- detalladas descripciones. L os. 1)ai 1a d ores se transformaban poco a poco genas que acabará en lo que se podría llamar con palabra consagrada en preciosas porcelanas de Dresde (T. 9 - p. 394). En tina última etapa por V.$LLE-INCLÁN: (). (T. el punto final, vaciando de su substancia al hombre y a la estatua. El 12 - p. 217) T a 1 mirada esperpéntica se extiende a toda la nación: bloque de piedra, roido por los gusanos, pierde poro a poco su materia interior hasta no conservar más que una fina capa como «una escul- . ..este vivir de toda la nación como un teatro de títeres, suspensos tura de azúcar)).” Así acaba por ser una realidad hueca. vacía, muerta. de los hilos que lleva en los cledcs nerviosos un rapaz barbudo, A partir de aquí, por un cambio de perspectiva, ie enfoca la otra rea- que hace veinte años vendía ratoneras. lidad que conserva toda su densidad: Es el ahorcado. El ejemplo más (T. ll - p. 224) evidente de este cambio de enfoque se sitúa en Marzo de 1891, cuando pasamos de la estatua de Clay al italiano ahorcado Bagnetto (T. 12 - Peleles que ahorcan a hombres 4. se divierten COil cl rfpectáculo en pág. 494). El hombre muerto suavemente meneado por el viento viene una búsqueda contínua de mayor refinamiento conseguido por medio a ser un espectáculo famiiinr y el cadalso se pone de relieve: de nuevas leyes.‘? Esa es la visión de Martí sobre los Estados Unidos. Esta visión sintética del problema no debe ser separada de la de . ..como un astro refulge el cadalso de John 13rown. los negros, que desempeñan la mayoría de las veres el papel del ahor- (T. 10 - p. 190) cado, como Green por ejemplo (T. 12 - p. 194). p’es la soga es la ley que reina en el Sur (T. 12 - p. 324). Al contrario el mes de Julio de 1882 nacía a la sombra del cadalso Las consecuencias inmediatas de esta situaci6n csceprional es que de Guiteau; y de un mismo modo murieron los anarquistas de Chicago Es un mundo cerrado que acaba y el italiano Bagnetto: los negros se recogen sobre sí mismos. sobre la famosa «cintura negra)): Tienen sus sacerdotes, sus poetas. sus Ya, en danza horrible, murieron dando \ut:ltas en el aire. em- periodistas, sus políticos (T. ll - 1). 264); sus iwtores, sus abogados, butidos en sa;oncs blancos. sus médicos (T. 12 - p. 205). Lo que demuestra que, ricos o pobres, (T. ll - p. 335) el resultado es el mismo: los negros tienen que juntarse para oponer . ..izan sobre una rama a Bagnetto, al italiano muerto; le picotean una resistencia. a balazos la cara: un policía echa al aire su sombrero: de los La actitud contraria es el exilio. Fk una solución desesperada que balcones y las azoteas miran la escena con antroJos de teatro... sa- sólo adoptan en última instancia:

i! . ..«rsta población re\ urlta. ya se sabe. si>10 tiene de amt*rir::na la última capa, la última generación»... (T. IO- p. 412.) 12 uEn Nuera York no hubiera sido novedad lo de los cuatro ahorcados. porque todos los viernes hay horca, y suele ser más de uno el muerto...Ayer mismo... «De este pueblo del Norte hay mucho que temer, y mucho que parece virtud y no lo es, y mucha forma de grandeza que está hurra por dentro, como las escul- estaban los diarios llenos de las descripciones de la horca, que no es de trampa ahora, turas de azúcar...» (T. IO- p. 459.) sino de pesas, y sube en vez de bajar...» (T. 12- p. 325.) So ce habla...dcl éxodo de los negros del Sur que. acorralados en rn la América del Sorte. Los del Sur eran los briosos vencidos. los no- todas partes >- tostados vivos en alguna, vuel\-en los ojos como bles de vieja raza arrepentidos ahora de su error. Tal era la imagen a un refugio hacia el Brasil. que se hacía Martí. 1. _’CIgue igual en lo más profundo de su corazón. :T. ll - p. 109) pues en 1890 aún justifica la guerra diciendo que el padre de Herir!- Grady murió: Sin embargo no todas sus reacciones son negativas J ahora ha\- que OCR de ia-mo csal- Por fin se puede decir que el proceso de acercamiento a 105 negros. (ando el panafricanismo. que se realizó vn trr: etapas. permitió a Nartí abarcar dc manera has- llav que di&iguir c‘ti e-te movimiento do> corrican 1t.i muv dife. tante completa el proJ:lema racial que plantea la cuestión negra. En I’rntf“. ‘P nr una parte. el provecto blanco del que hal)la \lartí en re- rfwto . si en un primer momento el autor tenía una \-isión idílica > IacicÍl~ con el sellador )Iorgan, cuja infamia di-imulada será denun- puramente intelec~tual de la situación. poco a poco saldrá de su error ciada por DC BOIS: c.W proyecto ocultaba un mero deGe0 de alejar a lia-ta formular un pensamiento muy moderno en algunos puntos. Io< negros. Por otra parte. la corriente negra. creada por Tou+aint le 3Iartí defiende a lo+ negros ante todo porque son perseguidos, do- Saulrur. Este segundo movimiento. según DL’ BOIS. cs utópico. por- Juin;Tdos, ultrajados. Ei decir que defiende al hombre mantenido por 11uc la política de lo- Estados Unidos respecto a las Antillas, las islas otros hombres en una situación infamante e inferior a la que podría prctcnder como ser humano. De ninguna manera el concepto de raza Hawaii y las Filipinas no está a favor de los pueblos de color. Ahora es un elemento que se puede tomar en consideración a los ojos de Martí. bifxn. Martí también habla dc esta política en sus cartas. relatando las -4 este respecto se podría decir que Jlartí ha intuido una posición muy cmbajadas de Douglass en Haití. Subraya el que ya en la isla hay con- moderna. En efecto, hoy día los que en los Estados Unidos intentan re- cesiones en manos de comerciantes norteamericanos; v que el mayor mediar la situación de los negros, plantean el problema no en términos deseo de los Estados Unidos es la anexión de la península de San I\rTi- raciales sino sociales y económicos. Basta leer los textos de MALCOLM col&. ((llave y señora del paso a las iinti1las.j) (T. 12 - p. 351) A. o del actual dirigente del partido de los «Black Panthers», EL- Esto debe ser considerado bajo el aspecto general de la política im- JIRIGE CLEAVER. para ciarse cuenta de que el concepto de «negri- perialista de los Estados Unidos, que empieza a dibujarse en los años tuc!)) ya no es tenido en cuenta. Eso podría parecer curioso cuando 1880-1890. Un diario como el !Vew York Herc~ld. por ejemplo, envió a aparece dos veces el adjetivo «Black)). Pero en realidad no hay posi- Stan1t.y a Africa. Martí pondrá de relieve los rc&s motivos que mo- ble contradicción, porque esta palabra no se limita a precisar un color \mieron a éste a emprender sus viajes: de piel sino que llega a ser el símbolo ,de todos los oprimidos por el imperialismo. . ..ni ve más en el Africa que la tierra que le pertenece, a él, hom- bre divino, por su derecho de conquista y la fortuna fatal de ‘SU Evidentemente, el paralelo no va más lejos, porque los medios pre- persona, que viene hecha del cielo:..Pero-se ve, cuando habla, la conizados por Martí y por los hombres del «Black Power» son -y no agonía de la marcha, el abejeo del campamento, el tronco secular podía ser de otra manera- totalmente opuestos. que cae envuelto en sus festones. El cielo húmedo y pavoroso. Y el hombre duro y egoísta. (T. 12 - p. 480) lW sigue Martí describiéndolo entre banquetes «Con los cómplices en In conquista, brutal y mercenaria, de la floresta negra»...(p. 485) Estaría aquí fuera de propósito desarrollar más este aspecto impe- rialista de los Estados Unidos, y cómo Martí ve el problema.‘3 Para conclrlir, puede decirse que en los textos de Martí se notan los varios elementos de esta cuestión del americanismo de los negros. Sin em- bargo todavía no ha establecido las relaciones necesarias para concebir la estructura interna de tal problema. De todos modos. en aquel en- tonces. era difícil ir más lejos.

” Ya Martí bahía definido el fenómeno del imperialismo europeo como: «Les exigences inopportunes des rois crampomk sur des trônes pourris.» (T. 12-- p. 28.) SEGL-SD--1 PARTE: LOS IA’DZOS

Le nègre roudrait se corl,fondre arec 1’Européen. et il ne le prut. L’lndiw pourroi jusyu’- el juego: .4sí e- el hombre americano: ni la grandeza le 5orprendtx. ni la novedad le asusta. 13s carreras dc caballos. Con todo no se puede tlcc.ir que JIarri ju-tifica ~0nipleLamentc la violencia de lo; w-Apaches 1 csngati\ 0‘:)). 5510 la t‘\- Jlarií no w limita a esas consideracione+ ideológicas \- dc (~:(ltbn w-a por !a N implacable rudeza,> de lo‘; blanco.~. grneral sino que analiza también la situación peculiar de los indios en I,a segunda parte de la denuncia está relacionada con la cau.-a pro- las reservas. que son una particularidad de los Estados Unidos, \- de las funda de esta guerra primitiva. es decir: la tierra. La tierra, que pa- que \a en ese primer período hace una clara denuncia. Pone de relieve rece ser la única preocupación de los hombres. desempeña un papel de todos sus aspectos negativos, e+ decir. la miseria de los indios. la ale- primera importancia. Para los indios la tierra wrrespondc a su e~p:wiu looía cle los encargados y todas sus funestas consecuencias: vital. mientras que los blancos sólo defienden su vida: . . . hay agentes encargados de distribuir los haberes indios, que Como defendían (los «Cheyenes») su tierra. no dormian. y caían parecen los leones de la fábula de Fedro, que toman para sí la sobre los blancos, que se dormían al cabo. porque no defendían mavor parte; y es tal el hambre en algunas agencias, que ya los más que su vida. (T. 9 - p. 297 - 15/J/1882. Para La Opiniórl indios, azuzados de ella, tienen puestas las manos cerca de tus Nacional. ) arreos de batallar. (T. 9 - p. 297.)

La posición de Martí es aquí muy reveladora. Es el punto de vista Para terminar hay que precisar la posición del autor con relación a de un emigrado que da más importancia a su tierra perdida que a la los blancos y a los indios. El vocabulario permitirá definir la distancia misma vida. Los vínculos que unen el hombre a la tierra son tan fuertes que separa a Marti de uno y otro grupo. Por un lado son las ((mise- que la pérdida del uno acarrea la destrucción del otro. Así es como rables tribus de indios», todas diferenciadas: los cheyenes, los crows, Martí, en un verdadero cuadro, y de una manera un poco idílica, des- los pies negros, los vientres gruesos, los Sioux y los arapajos. Por el olro cribe a aquellos Cheyenes mirando brotar el maíz de la tierra que SC Lado es un ser indeterminado cuya única característica es cl hecho cle les devolvió: ser blanco. En sus cartas utiliza Martí el sintagma nominal, el hombre blanco; incluso a veces lo pone entre comillas, como si utilizara el Oh. qué maravilla, cuando brotb cl maíz. !%ntábanse. acurrucados en el suelo, a verlo crecer. Y a la par que a la brisa de la tarde vocabulario indio. De eso se puede deducir que el ojo del observador abría el viento las hojas aun pegadas al tallo del maizal, acariciaha se coloca en medio del grupo indio mirando de allí al otro grupo, el de el «cheyene» pensativo la cabeza de su hijo, reclinada en sus ro- los blancos. dillas... Y así, viven ya dueños de sí, y &eños de su tierra, en En fin, si se analiza rápidamente su manera de resolver el problema que han hecho muy lindas haciendas. (T. 9 - p. 298.) indio, Martí parece dar su total adhesión a un tratamiento humano de Ya en esta época, Martí entrevé una solución al problema indio. los indios, preconizando así una ley de amor sin por eso rechazar la preconizando el empleo de agricultores indios más bien que europeos: misma idea de ley: No se trata para él de ponrr en cuestión las rela- ciones entre blancos e indios, sino de modificar el contenido de tales ;En verdad rrue no es de tierra de Europa de donde han de venir relaciones. Así los ((vivaces cheyenes» tratados con mansedumbre ya nuestros cultivadores! Somos como notario olvidadizo que llex-a no se sublevan, y el general Miles «los venci6 de veras porque fue bueno en sí, y anda buscando fuera las gafas con que ve. (idem.) con ellos». Tal actitud bondadosa tiene por fin una mayor eficacia. Notemos aquí el uso del posesibo «nuestros)) con el cíue apunta un Marti lo resume en una hermosísima frase: sentido americanista, cuyos diferentes temas >-a aparecen. El indio El amor encorva la frente de los tigres. (idem.) -el «cheyene»- es el «hombre americano»; pero sigue siendo un salvaje ingenuo que se alegra como un niño al \-er la invención de la En conclusión, ese primer período que va del año 1881 al año 1882. rueda descubierta por la civilización: presenta un catálogo bastante completo de cuantos problemas tienen 50 AXL-ARIO MARTIAXO ANUARIO MARTIANO 51 relación con la cuestión india. Pero estos problemas no están más que las «culpas históricas que ahora se pagan» (T. 10 - p. 272.) Grandeza e-bozados. Los elementos esparcidos poco a poco se integrarán en un del pasado, decadencia del presente, el enlace está realizado por un co!ljunto elaborado: un verdadero sistema. 1 diferencia de lo que heme‘ genio muerto. el tal Alamilla. También el ejemplo de lo que pasa en \i‘to en lo que se refiere a los negros. no encontramos aquí los dos pri- Jfxico es revelador: meros momentos que conducían a Jlartí al conocimiento. El entra di- Hay leyes. mas como en JIéxico. donde prohiben las lidias de wctnmente en el tercer momento. el momento de la elaboración. Su toros, buenas para hacer toros de los hombres. en el recinto de proce-o se podría representar por una trayectoria ascendente, pero este Tenochtitlan, y dejan las que haya en el pueblecillo cercano de \ez lineal y no en tres grados. ‘Tlalnepantla, donde un tiempo oró en su torre alta el gran Net- Ahora se estudiará pues, suce-il-amente, cada tema hasta su elabo- zahualcoyotl, poeta. rey y capitán excelso, y hoy desjarretan brutos. ración final. vestidos de toreros de comedia, hombres nacidos. por la grandeza de la tierra que los cría, a más glorioso empleo. (T. 9 - p. 256.)

II-;hVÁLISIS DE LOS DIFERE;\iTES TEMAS. 1882-1890. En la segunda fase, la del presente, Martí empieza denunciando netamente la situación del indio. Los americanos del Norte, después :i ) DENUNCIA DE LA SITUACIó7S DEL INDIO de haberlo vencido, han puesto a ese pueblo en jaula: Jaulas muy es- Casi todas las cartas están dirigidas a La ;Vación, una solamente al peciales, que se llaman las reservas. En tales reservas no hay más que Partido Liberal, otra a La Replíblica y por fin dos a La Opinión Iva- podredumbre y muerte. Así es el caso de los Cheyenes que se morían cionzl. Notaremos estas excepciones al paso. ((uno sobre otro de malaria»: La primera división que debemos subrayar se sitúa en el tiempo. . ..en vano se quejaban de que les había traído de sus hogares fríos Así se ven dos fases bien distintas en el pensamiento de Martí sobre el y sanos, en que prosperaba su naturaleza, a una tierra ardiente y problema indio. La primera fase es el pasado, la segunda el presente. pestífera, donde se secaban los senos de las madres, y la piel no Por muy breve que sea la primera si se la compara con la segunda, no servía más que Dara dibujar los huesos de los pequeñuelos... (T. deja de ser muy importante. En .efecto, si no es suficiente, es nece- 10 - p. 272 - 6/6/1885.) saria para explicar la visión martiana del presente indio sentido como resultante funesta de aquel pasado. El pasado permite ver las cualidades Relatando la convención de Lake Monk en la que se quería poner intrínsecas de la raza colorada. Así habla detalladamente de los

1~ en otro fragmento suelto escribe: Después de la crítica de la situación en las reservas, el autor estudia no la barbarie de los pueblos primitivos, sino la delicadeza y fe- la discriminación que existe fuera de esas mismas reservas: minidad de las civilizaciones más adelantadas. (idem.) . ..él no entra en las ciudades de sus vencedores, él no se sienta en sus escuelas, a él no le enseñan sus industrias, a él no le reconocen Breves, pero clarividentes son los apuntes sobre los acontecimientos alma humana... El no puede, si ef ansia de ver mundo le posee, que condujeron a la caída del imperio. Hay que buscar las causas en salir de aquel potrero humano... (idem.) \ii5eria en ella-. niiwria fuera di clla5. la drl iridio e: tan grantl(, un ijtifalo. nu -¿!u lw t%Ilcargado- 3 sino todos 105 blanco5 tienen la culpo que él mismo llega a simbolizarla. Esta manera de ensanchar el pro- de ha!Jerle tran-formado en un ((animal de reser\-as>,. .-!hora bien: blema e‘ un punto de suma importancia. Ya se ha visto cómo Martí relacionaba la miseria de 103 negros con la de todos los pobres y de los Da prenda de infamia el hombre que se goza en abatir a otro. Tiene su aristocracia el espíritu: v la formiln aquello5 que se re- indios en particular: y cómo en esto enfocaba el problema de manera gocijan COII el crwimiento 1. afirmación del hombre. El .$nero muy moderna. Es decir. que el vínculo que puede existir entre 105 humano no tiene más que una mejilla: dondequiera que un hombre hombres viene de su situación social y no de su raza. Hará lo mismo recibe un golpe en su me,jilla. todos los demás hombres lo re- para los indios; y su canturria. antes himno a la vida pasada. está ciben. (T. 10 - p. 288.) ahora consagrada a la pobreza: Por lo tanto ~1; en nombre del Hombre que hay que pedir las . ..los vapores de caridad que se llevaron a vivir un día en la luz wcntas: a esos otros niiíos. los nifios pobres. y es su canto al desembarcar icosa extraña! la misma cauturria, desordenada y melancólica. Que ya que se les ha quitado, por razones de la república. sus del indio salvaje. en que hay a un tiempo mismo crepúsculo y derechos de naciones libres, no se les quiten a los indios sus de- batalla. (T. 12 - p. 323 - 26 agosto de 1899 - para La Opinión rechos de hombres. (T. 10 - p. 326 - 25/10/1885.) Pública. ) . ..clubs de visita a los menesterosos . ..que van por las calles y El ataque de Martí ea no va a dirigirse contra el sistema, sino contra casas viendo donde hay desdicha de esa más cruel, que se esconde los mismos yanquis. En este momento es cuando va a producirse el para morir, como los indios, a oscuras y callada. (T. 12 - p. 338 - primer «trastorno» de un concepto bien establecido: los que han re- 30/9/1889.) hajado a hombres al nivel de bestias, son también bestias, pero en el Los textos que se refieren a esta denuncia de la situación de los sentido más despectk.0 de la palabra. Es decir que en este mundo indios son muy numerosos y largos: lo que revela el interés de Martí animal que ha reemplazado al mundo humano, permanecen aun las por ese aspecto de la cuestión. dos categorías. Por una parte los animales nobles y hermosos como los leones 0 los tigres; por otra los animales más repugnantes, viles y feos.

B) DfiXCNCIA DEI. COMPORTAMIESTO Y.4NQLrI Así pues, al mundo de los pájaros, refinado y lleno de gracia, de encanto. se opone el de la serpiente que mata y se enrosca alrededor Queda por estudiar ahora cuál será la reacción de Martí frente a esta de los huesos de sus víctimas; más detalladamente lo veremos después: situación. En este capítulo se analizará sucesivamente el enfoque Yanqui y el enfoque Indio. En el primero el autor ataca y critica, en . . .los colonos blancos que hace años vienen cerrando el cerco sobre la tierra ((Sioux», como estrecha sus anillos la serpiente al- el segundo sale a la defensa propiamente dicha de los indios. rededor de la presa vencida. (T. 1.2 - p. 292 15/8/1889.) La primera parte podría intitularse ctE1 Bestiario», pues vamos a ver cómo, tomando como referencia el ser humano, no pondrá en es- El mismo mundo de las serpientes se divide a su vez en dos. Por cena más que animales. En enero de 1886, escribirá a La Nación: un lado alude a la serpiente mística (T. ll - p. 36), herida; por otro vemos una culebra traidora que los blancos llevaban en la mano (T. Es indispensable alimentar la luz, y achicar la bestia. (T. 10 - p. 375.) 12 - p. 206.) En los aires, era la lucha del águila y del cóndor: Como ya se vio antes, el sistema gubernativo yanqui ha rebajado . ..esta raza fina. fuerte, imperial y alada como las águilas que la al indio. En efecto, por haberlo tratado en las reservas como un animal Geron nacer desde sus cumbres. y a quienes vence el cóndor de («los tienen como a bestias» T. 10 - p. 287), por haberlo cazado como los Andes. (T. 11 - p. 35.) 54 ASCARIO JIARTIANO

En la tierra, la \-ictoria del rocín sobre el caballo libre del desierto: 105 pensamiento-. el pueblo entero es un caballo loco: por fin su \iGn de los hombre‘ de‘;pués de siete aííos en los Estados Cnidos es: Tienen en la mirada el aire del desierto. el arrebato v algarada de la cacería, la cola ondeante del caballo libre. (T. ll : p. 35.) Los caballos llevan el freno en la boca. J- los hombres en el cha- lrco. F.1 ca:azón emp u’a.J .v el chaleco guia... (T. 12 - p. 57.1 El estudio detallado de esa última antítesis. permitirá ver el des- arrollo del procedimiento de animalización del blancc. Así se podrá Lo5 que utiii.r3,t caballos para saciar su sed de espectáculo. prisio- poner de manifiesto cómo Martí descubre la tramoya del sistema esta- neros de su sijtrrna. se han vuelto a su vez, por un cambio total de blecido. Además tenemos que prestar particular atención a ese tema situaciún. brutos m& feos que la yegua de Vanderbiit. Que tengan o que esquematiza y al mismo tiempo abarca todo el pensamiento de no una conciencia clara del hecho, el circo se ensancha y se vuelx-e Martí sobre los Estados Unidos. una rueda infernal que arrebata a todos, espectadores y corredores en el mismo torbellino. Todos son caballos, prisioneros ahora de eEe círculo Hay que empezar por las numerosas advertencias en las que pone infernal, azotadcs o enloquecidos. Son caballos esclavos. El indio por de relieve las carreras de caballos, presentándolas como una ocupación su parte es aquel caballo libre cuyo ámbito es la extensión infinita con esencial en la vida: las «proezas del potro americano Iroquois)) atraen los horizontes abiertos del desierto. Ese caballo es el símbolo de la toda la atención en los periódicos. De juego estas carreras vienen a ser libertad que le quitaron al indio, al mismo tiempo que su libertad una necesidad casi vital: efectiva. Así paca con. el «caballo querido, último símbolo de su li- . ..iaquellos. hombres y mujeres, van como mordidos de sed )~ de bertad», del pobre viejo Colorow. (T. ll - p. 289.) hambre a hacer apuesta en las carreras de caballos! (T. 9 - p. La última antítesis de este mundo animal se situará en el registro 460 - 1/9/1883.) de los animales más temibles. A las fieras tranquilas, a los animales más nobles y más hermosos de la selva se oponen especies de monstruos, Por fin la última etapa es alcanzada rápidamente y ya no se con- alimañas rastreadoras que tienen el olfato de molosos, que merodean tentan con hacer correr verdaderos caballos sino que proponen a los alrededor de las tierras del viejo Colorow. Las agencias son madri- espectadores carreras de hombres, o mejor dicho, de seres que de hu- gueras, los agentes tienen una conciencia brutal; ellos no se alegran mano no tienen más que el nombre. Numerosos son los textos que de una manera humana sino que dan gritos desaforados, alaridos: aluden a tales carreras en las que se hace una innoble especulación a . ..se oye como un alarido: ioklahoma !iOklahoma! (T. 12 - p. expensas de los corredores: 206.) . ..Ni los que «pusieron» en ellos,. (los caminadores) como se pone en un caballo, el dinero requerido para la carrera: estimulan a su Y añade que esos conquistadores del Oeste «oran o alborotan)). LO hombre con el regalo de un bastón... que -sea dicho de paso-- es una demistificación de la falsa religión Albert era bello. sí: icomo un caballo! . . . en nombre de la cual se impuso la civilización yanqui. Se esconden Strokel... viene, como un perro. con la boca llena de espuma y en los matorrales como lo harían jabalíes. A todo ello se añade la idea los huesos por encima de la camisa, a buscar el sueño que le niegan de multitud que lo estraga todo a su paso. Nube de langostas que no aquellos bárbaros... deja de ser angustiadora: . . . ..el circo hiede!... Petimetres, extranjeros, y algunas damas curiosas pasean en aquel Bajan de los caminos’más remotos, pueblos de inmigrantes, en aire fétido y azul por el interior del circo... (T. ll - p. 402-404 - montones, en hileras, en cabalgatas, en nubes... sin miedo al sol l-2/2/1888.) ni a la noche, ni a la muerte, ni a la . (T. 12 - p. 207.)

Es lo que Martí ya había llamado «el retroceso del hombre al bruto» En fin, el blanco es el sinónimo de oso, lobo, zorra (T. 12 - p. 291.) (T. 9 - p. 266 - 4/3/1882.) B ru t o es el caminador, «caballos azotados» Si se puede decir que a este nivel el trastorno de los conceptos está J-a rtBalizat!o. notemos con todo que I\Iurti 1 a más lt’jts: aún \ Il

- una wlebrs en In otra. (T. 12 - 1). 296.1 en un segundo momento apropiarse también de este territorio. Era lo que se llamó «La rarrera hacia el Oeste». También puso de relieve E5o denota la bondad superior del indio en cI mismo rnomf.llifa r11 TOCQUEVILLE el carácter continuo del adelanto blanco a expensas que el blanco llega al punto mGs bajo tle rilrza bc5tial. -1 este rc>lwcuto. de los indios. Pero se nota cómo u pesar de lamentarlo queda en la con relación al autor de la Gf-mocraci« eiz _-lnl&icn. se nota como dicotomía Civilización-Barbarie, que será la base de la doctrina social 1’OCQUEVILLE sólo hace la asociación de idra indio-animal ~nlvujr. del mismo Sarmiento. El escritor francés decía: ‘k- no va más lejos: A mesure que les indigènes s’éloignent et meurent, à leur place 11s (les indiens) se décident enfin: ils IJürtrrlt et sai\.ant dc loin vient et grandit sans cesse un peuple immense. On n’avait jama& dans leur fuite I’élan, le buffle et Ic castor. ils laisseni II ces vu‘parmi les nations un développement si prodigieux, ni une dcs- animaux sauvages le soin de Icur choisir une nouvelle pafric. truction si rapide... (p. 183.) Bien& des hardis aventuriers pénètrent dans les contrée indiennes; ils s’avancent h quinze GU vingt lieues de l’extrême frontière des Martí, a partir de la misma asociación de ideas, llega a elaborar todo blancs, et vont bâtir la demeüre de l’homme civilisé au milieu un sistema en el que el blanco queda completamente anonadado como même de la barbarie. (Op. cit. p. 182-183.) ser humano y al contrarío el indio sale engrandecido. Martí en SU carta a La Opin& Pública no describe esa carrera Hace falta analizar ahora cuál e- la causa de aquella acabada me- exactamente según el mismo enfoque, 0 sca que quiere hacer sentir la tamorfosis del mundo blanco. Así vamos a rer que la tierra tiene la pérdida que sufren los indios a causa de estas anexiones cle tierras. entera responsabilidad. Nos preguntaremos pues. para empezar, cuál Aquella anexión tiene dos aspectos inseparables y mutuamente depen- es la tierra india. dientes: Verdadera digestión y rapidez con que se realiza. Aquella tierra tan codiciada parece ser el rrisol de todos Io? en- El lunes 22 de abril del año 1889, a las doce en punto, al pro- cantos clásicos del país de Jauja. Bastan dos palabras para evocar el clamar pública la tierra el Presidente Harrison, se inicia una ola de antiguo tópico griego, cantado por Homero: invasión. Es una loca carrera para saber «;,Quién llega& primero? . ..el país de la leche y de la miel... (T. 12 - p. 205.) iQuién pondrá la primera estaca’ . . ..» La comparación con una carrera de caballos no es abusiva. El premio es una porción de tierra de ciento Sigue Martí con una comparación de tipo bíblico con la tierra pro- sesenla acres. Sólo un «jinete ágil y asesino» tiene posibilidades de metida. y el Oeste será: «la nueva Canaán». Por fin lo que queda es- ilegar, matando a su rival. Así asistimos a escenas tales como: tampado en el espíritu es un paisaje de Aleluya rompuesto por las «llanuras desiertas» de esta «tierra silenciosa. nueva: verde con sus yer- . ..unos treinta intrusos vadearon el río, se entraron por el bosque, bales y sus cerros)). Refinamiento. paz. suavidad >- quietud: así es como su rindieron. uno sin brazo, otro sin quijada. otros arrastrándose con el vientre roto. al escuadrón que fue a echarlos de su para- La guerra de anexión blanca aparece se puede calificar a esta tierra. peto, donde salió con el pañuelo de paz un mozo al que no se le pues como un afán de manchar lo inmaculado. Esta antítesis de la veía de la sangre. la cara... (T. 12 - p. 209.) pureza y de la vileza se ensancha a un plano moral. La india con SU magnolia blanca en la trenza como símbolo de pureza es deseada por Se desencadenan la> pasiones mlis brutales del hombre: la ((bestia)) que sólo con su mirada de deseo la injuria (T. 32 - p. 28 ipara el cme tenga el mejor rifl? ha de ser la mejor tierra! (T. Y 30-J 12 - p. 208.) 38 .\\c \RIO ZI.4RTl.4SO ASCARIO MARTI.-\SO 59

E‘to lleva a >Iartí a describir detalladamente el famc:o P;.inc!icster. Tragedia de la tierra. tragedia de los colores. LOS dos principales. in\-ento del sig!o. arma de suma eficacia, codiciada por los indios >- cl !,la:lco !- cl rojo. -on ambivalentes. Sólo el negro no es ambiguo. El blanco avanza utilizando el negro. Penetra en el país blanco. ac l- LlIlü.5. ’ que Se encontraba suficientemente poco para que el blarlc0 el de la que la poseía se sintiera privilegiado: leche. a expensa3 del rojo, los indios. dejando un surco de sangre. El blanco invadió. El blanco venció. Pero el indio ha desaparc- .4hora un grupo de jinetes alquilones. de bota j camisa azul. con cuatro revólveres a la cintura p en el arzón el rifle de Kinches- rido. y la tierra que J-a posee el blanco «se quedó como sin alma,, (T. ter, escupiendo en la divinidad y pasándose el frasco... (T. 12 - 12 - p. 206.) p. 208.) Kifle. b oca y locomotora, simbolizan bastante bien el mundo blanco. El rifle sería la imagen de la violencia y ferocidad; la boca sería el Esta escena parece pintada a lo vivo y digna de las mejores . , priículas del Oeste. Se puede de cir que Martí alcanza en la de%ripclon un pa- anima 1 con sus reacciones viscerales, y la locomotora sería el instru- roxismo de violencia: men!o simbólico de las invasiones a las que se lanza el mundo civilizado. -tquí cabe mencionar también el juicio que formula Martí en una Pocos hablan. Los ojos crecen. (T. 12 - p. 210.) carla dirigida n L

Esta escena bien hace pensar en un holocausto. El monstruo negro 1; T()CQr E\ILLE vei2 !a situación de manr-ra rnls:- cuarta: ,~Lrs %G;:a,qnol= !ac-h-!lt 1 <1:¡-s chi2ns >UF ies Indiem comme sur 12s bries farouthes... 1~ conduitc se engolfa más adentro del país de la leche y de la miel, dejando el :!t:; .41::;rI+n; i!cs Etats-Gnis enxrs les indigkxs respire au contraire le plus pur suelo cubierto de indios que con SUS cuerpos muertos hacían «alfombra amour des formes et de la Iégalité. Pourvu que les Indiens demeurent dans l’état ;auc:;ge, lrs .4méricains ne se mclent nullement de leurs affrires et le- traitent en a su propia tierra» (T. ll - p. 38.) peuples indépendants; il ne se permettent point euper leurs terres sans les avoir dûment acquises au mayen d’un contrat; et ~1 par hasard une nation indienne nc peut plus vivre sur son territoire, ils la pnxment fraternellement par la main 11 SCHOELL escribirá: . ..au Iendemain de la Guerre civile, en raison des énormes et la conduisent rux-mêmes mourir hors du pays de ses gres... On ne saurait intér&s immobiliers et mobiliers en jeu, les chemins de fer furent le prjncipal détruire les hommes en respectant mieux les lois de l’humanité.» (De la Démocratie domaine où sévirent une spéculation effrénée et des abus flagrants. (Histolre dns en /4méricpe -p. 187-188.) Etatdnis; p. 185.) 60 .~\l .lRIO ‘.1.4RTIASO ASL-.4RIO MARTIASO 61

DEFE.VS=I DE LOS 1.1.DIOS So tienen los hombres ese color de fruta sazonada de los que cría en paz la tierra. sino un color misterioso de luz de luna. como si Uartí \a a hacer un elogio ditirámbico clc lo.< indioc. utilizando cl peligro que pcrpetuamcntc afrontan fuese un aitro. corno argumento fundamental lo Estbtico. la IIrrmorura. El autor re- (T. 11 - p. 39) latarii la epopeya del color blanco y de un pedazo dr arco iris. Si tienen las plumas y el movimiento de los p”.iaros. 10s indio- ticnrn aún más h ará la rsrlal-itud. es decir lo que representan para el indio tambit:n. y- sobre todo. sus colores. Lo pintan todo. GUI; caras lo mi>;mo las reservas: que sus collares. Sus tr;ljes son amarillos. colorarlos. wrdes. azuleo. Un esclavo es muy- triste dr \erj pero aun es más triste uu hijo Incluso dice hlartí que hablan ((lengua de colore-n (T. ll - p. 163.) de esclavo: hasta cn el color se le len reflejos de cieno. . ..Otro. a medio acostar. suspende sobre un brazo el cuerpo esbelto, (T. 10 - p. 325) y dibuja sobre el fondo de creptisculo de la lona su cabeza bron- ceada, como un sol poniente. Ya los coiorrs se han puesto su traic de muerte y como el indio mu- De allá, del Iejano portón, vienen los indios, como colores locos... rieron: bien lo prueba la «faz terrosa» del médico (T. ll - p. 43)1° (T. ll - p. 36 y 39 - 9/8/1886.) Acabamos de estudiar cl punto de vista estético, bajo su forma cro- mática. Veámoslo ahora desde el punto de vista geométrico. La posi- Por lo tanto la palabra «pintoresco» --dos yeres empleada, T. 10 ción de los indios es, en este aspecto, p. 326 y 375- tiene su pleno sentido. Es de notar cómo esa palela de rel-eladora. Se trata de una ar- colores no tiene aquí nada falso pues se trata de una verdadera coljia monía entre las líneas horizontales y la única vertical. de la naturaleza: &stinguiremos dos momentos: es decir dos posiciones: dos actitudes. dos cuadros. . ..y las tribus de indios . ..imitaban . ..sobre sus pieles las formas y colores de la naturaleza, asemejándose en sus errantes rampa- El primer momento notable es lo que se podría llamar el tema del mentos a pedazos caídos de un arco iris. (T. 1.1 - p. 37.) (lor res, que poco a poco se entristecerán y uniformariil~ en un gris inde- proscrito hoy día por las sociedades crisiianas y cultas? ¿No es el colorado el sím- bolo que expresa violencia, sangre J barbarie? Toda civilización se expresa en terminado. Será la muerte de los colores. Si cl ptbligro hace mudar el trajes: y cada traje indica un sistema de ideas entero.» (Facundo-Colec. Austral- color que la quietud daba a los hombres: p. 101.) 62 .A.SL-.4RlO hl.iRTIASO ANCARIO M.4RTIA.TO 63

)- hundida en las palmas de las manos la cabeza coronada de . ..v los x-iejo- saben que el indio será vencido. porque no puede urnas. el pino joven de la selva sujetar a los vientos furiosos que vienen P’ \orifrrando por el aire J- escribiendo en cl cielo con relámpagos. (T. ll - p. 36) ( T. 10 - p. 288 - Agosto 1885)

E-ta !iosición e.< el símbolo perfecto de un pueblo sometido. ahogado. T\otemoq cle paso la metáfora del pino. empleada a mcrludo a propósito \-ertladeramente aplastado pero no aniquilado. Bajo ese aspecto de lla- (!e los ilidios. que tiene mucha importancia en la obra de Alarti. a punto de estallar: neza \- de abxldono se agazapac una fuerza que está Estos sobresaltos indios vienen a continuación dc las luchas san- -Aun cuando están sentados paxcc que van a arremeter. zrientas que caracterizaron el período que siguió a la conquista. ‘.. (T. 11 - p. 37) ?CHOELL esquematizó este fenómeno de «guerrc larvée)) de la n?anera . -igrnente: r’iquella fuerza además sólo existe y es posible mediante el único ele- raturellement, les mousquets étaient plus forts que les flèchcs mento vertical de la escena, cl médico. Con su escudo a los pies. la et l’on s’estimait justifié à s.approprier de nourelles terres.” fuerza que representa no puede concretarse, pero sin embargo perma- nere latente como una saeta dirigida al cielo, en medio de un bosque ASí es como aparece el trágico episodio de Colorow; patética resolución de lanzas: los pinos. Se nota aquí en la descripción de Martí un esfuerzo c!e e-e viejo jefe de sesenta años que reúne sus últimos bienes -y cs para dar una impresión de verticalidad. Esta rectitud parece inmóvil, poca cosa- para lanzar un desesperado asalto: fija: cl movimiento está como negado. Para añadir la vida a aquella Colorow, a quien todavía quedan noventa guerreros, pasó la niel-e perfecta belleza pictural, eran muy lentos los movimientos, era el co- cn silencio, pero ahora congrega a su tribu ofendida por la ava- lumpio y el mecer; movimientos le:,tos que traducían la potencia dc ricia de los vaqueros que le invaden su llano, y sentado nl pie somnolicnta: «movimiento fijo» que trïr duce la continuidad del tronco, antes frondoso, donde decidían los asuntos públicos en el tiempo de ese carácter pertinaz del indio, la rectitud. El médico sus padres, anima a sus hombres, manda a las «squaws)) a un eqente del pasado en que los hom- rincón de la selva cercana adonde curarán los heridos, mata cuan- representa una incursión en el Pr-- to ternero encuentra al paso. para curtir con sus sesos las pieles bres eran: crudas, y provoca, sin pérdida al principio. a las milicias de Illi- nols, aumentadas Cpn los aventureros famélicos de los contornos. . ..altos como columnas, crguidos como árboles, pujantes como cl (T. ll - p. 264 - 17/8/1887) viento... (T. ll - p. 36) Pero al fin y al cabo tendrá que rendirse desalentado por la actitud En este punto de la demostración, o mejor dicho de la rehabilita- de los blancos: .ci&n del indio. Martí justifica totahnentc la violencia. Se trata del . ..)-a dicen que se rinde cl pobre viejo Colorow, que al verse ro- ((odio natural al que le robó SU tierra so capa de contrato, y lo cmbru- bado c injuriado por los brutales vaqueros que merodean en sus tcce y denigra» (T. 10 - p. 287). T34 s el odio de un dios menospreciado. tierras, al ver que le quitaban a su tribu las tres mil ovejas que la sostienen, y cl caballo querido. último símbolo de su libertad... Y cl autor acaba con este juicio sobre la actitud guerrera de los indios: (T. ll - p. 289 - 4/9/1887) . ..revueltas frecuentes y justas. (T. 10 - p. 321) He aquí el caso típico de un sobresalto humano que tiene la belleza dc las causas perdidas. Martí no puede dejar de entusiasmarse por ta1 La guerra de los indios y de los blancos es una mera y primitiva c)po- actitud. Pero, al mismo tiempo lamenta su ineficacia para mejorar las sicion dc fuerza que se parece a la caza del búfalo: «masa contra masa)). l7 Histoire des Etats-Z’nis- (p. 51). Y esta oposición es desigual: ANUARIO MARTIANO 65

indios mirando crecer el maíz, por ejemplo. Este aspecto llega a su cuutli~~iones de miseria !- de esela\-itud que padecen los indios en lac punto culminante con la evocación de los cuadros de CORMOYi (T. rt~cr\a~. F-eremos más tarde hasta qué punto estaría realmente dc i:c~ut=rdo con una actitud mucho más violenta pero tal vez más eficaz. 9 - p. LS). P.4RRA J- OBREGO‘; (T. 10 - p. 231). que traducen un ambiente algo romántico 1. por lo tanto un poco artificial E-ta< reweltas siempre aplastadas. influirán en la posición misma . Martí se complace en la descripckn del cuadro de PARRA p esto no puede de lo; indios, es decir en el aspecto geométrico. Así se podrá distinguir -er estudiado sin relacionarse con las corrientes literarias contemporá- un segundo tema. el terna del «caído». neas. Podría wrvir de ilustración para tal escena entre la Niña Chole Es el tema de la muerte física o espiritual de los indios: la que 1. el marqués de BradomíI:. o también para una p’agma . de Atala, que c!cntIncia Nube Roja con este grito: justamente está represcntnda pnr GIRODET cn su cuadro <(Les funé- ;I-a los indios se han muerto! railles d’Atala». Sólo las posiciones están iuvertidas: (T. ll - p. 291 - 15/8/1899) . ..y Parra pintaba...a Fray Bartolomé. encendido siempre en los ardores a que le ino\ieron los csp~ctk~los tristes de la Española Es tic: notar que si a lo largo de .WI discurso, mantenía la cabeza bien en tiempos de Enriquillo. pidienrlo al cielo. a las puertas de un erguida: al final, acaba con este ademán: templo profanael brazo. sollozando a las rodillas del dominico. (p. 292) (T. 10 - p. 231 - 23/4,/1885)

La caída total, el aplastamiento de los indios, está simbolizado por el La visión de Martí hasta el año 1885 participa un poco de este am- médico. Unico elemento recto, vertical, erguido, ese generador de fuer- biente romántico. Pero no se limita a esta visión poco precisa, poco za y último defensor, cae a su vez. La insistencia de Martí bien revela real, y el ojo del observador se acerca. En cl primer texto de capital que el representa el tema central, el que da la posición general: importancia, con fecha del 9 de Agosto de 1886, el observador parece . ..El hombre de la medicina, con su crestón de plumas tendido a I:enetrar la intimidad del pueblo, entra debajo de esa tienda india que los pies. oía encuclillado el discurso de Nube Roja, encuclillado, para los demás espectadores es un obstáculo insuperable: con la cabeza hundida en las rodillas...los indios todos en cuclillas, con la cabeza baja atienden al discurso de Nube Roja. En el interior de sus tiendas reposan de sus ejercicios los gue- rreros, reclinados silenciosamente en círculo al borde de la lona, (T. 12 - p. 291) viendo apretarse en la abertura de la entrada a la gente curiosa que quiere saber cómo es por dentro una tienda india. El ruadro ha llegado a ser la perfecta antítesis del cuadro del pasado. Los que pisaban la naturaleza sentándose en su víctima que yacía a r . mientras que los visitantes se quedan al límite de la entrada: sus pies. está ahora en la misma posición que ella. El medico que, ya . ..pasean los visitantes por el grato sombrío a cuya entrada habi- lo hemos visto, simbolizaba la permanencia en el tiempo de la fuerza tan en carpas de pieles curtidas y pintadas por su mano, las fa- de su pueblo, se muere también. EsSe verdadero hiato temporal entre milias indias. un pasado ahora vencido y el presente que es el mismo aplastamiento. (T. ll - p. 35 >- 34) Se prftcisará esto en el capítulo siguiente. Llegados a este punto del estudio del problema indio. tenemos que De eso viene un cambio de enfoque que tiene por resultado enseñarnos establecer para concluir, resumiéndola, la posición precisa del autor. a los visitantes. a los blancos anónimos. por un intersticio de la tienda Si como se ha visto, desde el principio todos los elementos están india. Del mismo modo Martí escribirá entre 1883 y 1895: presentes. sin embargo se podría a veces encontrar algunas descrlp- Con Guaicaipuro, con Paramaconi. con Anacaona, con Hatuey he- riones un poco convencionales y romancescas; la del cuadro de los mos de estar, y no con las llamas que los quemaron, ni con las 66 AZCARIO ZIARTIAKO ASL-ARIO JI.\RTIASO 47 cuerdas que los ataron. ni con los aceros que los degollaron. ni con los perros que los mordieron. Primero Yartí describe un circo cruel. El espectáculo que dan los (T. 22 - p. 27) indios \- los vaqueros no provoca tantas risas groseras como fuertes cmocionrà ya que se trata de una trnnsp ocicii>nI de sus (~románticas y Sotaremos que los argumentos utilizados por el autor pueden ser terriblcr- hazañas» en la caza del búfalo. (T. 9 - p. 461 - 1/9/1883) calificados de humanistas. Puso de relieve las dos vertientes del con- Esa cs !n primera manera de presentarlo. Luego en la carta del 9 de cepto de perfección del ser humano: lo Hermoso y lo Bueno. En esto, Ago-to de 1886, el espectáculo alcanza los límites del género, ya que podemos ver además una concepción neoplatónica, ya que estamos muy la más lejos de lo que desea el público, que grita al «cowboy» que no cerca de la idea según la cual lo Hermoso es causa del Bien soberano. monte el caballo resabioso (T. 11 - p. 41). Sin embargo, a pesar de lle- En realidad, en el caso presente, el principio de PLATON así como gar a su paroxismo, el circo en esta primera fase, como espectáculo, se el de HEGEL está verificado, pues si para uno y otro la Naturaleza queda en las normas tradicionales del género. Es decir que encontra- sólo es bella en la medida en que forma parte del Arte, se puede decir mos dos grupos de personas netamente diferenciados: los que están en que los indios, tomando su origen y su inspiración en la Naturaleza y el ruedo y clan el espectáculo y los que están alrededor, que lo presen- además transponiéndola, hacen de ella una viva creación artística. Así cian y se manifiestan emotivamente con «volcánicos hurras» (T. 9 - p. se podría definir esa actitud, adaptando la célebre fórmula de SANT: 460). Los gritos y los cantos indios sirven de música de fondo para este el indio es a la vez la representación de una hermosa cosa y la hermosa espectáculo circense, que se terminará con un penacho de humo de la representación de una cosa. Para rematar perfectamente la trilogía locomotora a manera de saludo. neoplatónica, falta aun el tercer aspecto: Por otra parte se debe notar que los héroes del espectáculo son, en esta primera fase del tema, los vaqueros, Búfalo Bi11 y aquel héroe sal- Le Beau est la splendeur du Vrai. vaje cuyo nombre se pregona por las calles de la ciudad en carteles de Veremos ahora cómo lo Real no sólo está presente en la obra de anuncios llevados por hombres-sandwich; lo que ya es nada menos Martí, sino aún cómo permite el último trastorno de concepto estable- que tristemente grotesco. cido por el autor.‘* Pero pronto el espectáculo pasa de una sola clase de héroe, los que Esa última etapa comienza por un estudio de situación. Martí ha vencieron a los indios y la naturaleza; analizado ya detenidamente, e insistiendo en todos sus aspectos horri- Allí el drama se reproduce inicuo y grande, y se presencia el bles, el problema de las reservas. No obstante, nos muestra también triunfo del fuerte y la doma de la naturaleza. que los yanquis han dado otro paso hacia lo más horrible aun. Esa (T. ll - p. 33) sociedad envilecida por el gusto del espectáculo, va a poner en escena a los indios. Se tratará del espectáculo más bajo en el género, el menos a dos clases de héroes fundamentalmente parecidos, los que vencieron elaborado, porque es infantil y tiene por único propósito lo cómico; a la naturaleza. pero aquí también lo cómico más elemental, más bajo: lo cómico gra- Los cowboys...saltaron con el apetito de las aventuras de las chozas tuito. Hemos querido hablar aquí del circo que en verano sirve para de sus padres al lomo de los caballos libres del desierto señoreado entretener a la gente del Este. En el estudio de este tema, se distinguirán por el indio... tres momentos diferentes. (T. ll - p. 37)

l* Es interesante comparar la actitud de Martí con las primeras reacciones que En fin los indios, después de haber tenido la misma importancia que los produjeron los indios de la ciudad de Búfalo, sobre Tocqueville: «Une multitude de sauvagfss dans les rues...Leur laideur. Leur air étrange. Leur peau bronztc et vaqueros, empiezan a ocupar el primer plano en la medida en que las huileuse...De plus, quelque chose de la bête fauve. Contraste de la population morale advertencias que se refieren a ellos se hacen más numerosas. et civilisée au milieu de laquelle elle se trouve.» «Assez beaux de profil, laids de face...» (Oeuvres Complì>tes T. V.-Voyages _ - en Sicile et Aux Etatdnis. Ga- De todos modos estas dos clases de hombres, los indios y los va- Ilimard‘ p. 163, lhY)- queros, son poco diferentes y forman una entidad frente a la masa ASL’ARIO ~1.4RT1.430 68 ASCARIO MARTIA‘;O ,í 9

indeterminada \ totalmente distinta de los yanqui>. Gracias a eso Martí Se le una cesta de O~(JS: todos miran de frente. ka a realizar un verdadero trastorno de ‘ituación. Aquellos hombres . ..I-Ia>- en 105 ojo- de eltos hombre- una eqpecie de \-ela. de marcha. que han \-encido a la naturaleza. que w han quedado mu‘ cerca de de alba: no parece que el de >us- o,jos permite que se cierna *obre elios pesadamente el lJ:írl;a(lo. (T. 11 - p. 3 j F 37 ) ella !- por esto conocen y poseen bu pureza. poseen por lo tanto la - - 1 erdatl. Los otros que les están mirando no poseen esta verdad ! de Eza multitud de ojos es al mismo tiempo una amplificación hacia Tal reflejo se tran>- ella no tienen más que una imagen. un reliejo. cl infinito. hacia el símbolo bíblico de la col;ciencia. Y lleganlo> Por fin e5 la mitc forzosamente por los hombres que eitju cn el ruedo. mirad;! tkl médico que lo cn\.uel\ c lodo: FISVES COJI \ ERDAD (T. 11 - [I. 41) ü: i a la dicotomía sigui,*ntc: , I’ero ,junto ai nl& r~ci:, > ii’~i3t10 tlf’ lij.5 i.il:O’. +rigaiita& r:,,:’ [a sombra sobre cl ho:-;,,oi:tc ..ii i’igcr;a erlliicsta erGrada de pIu~Uas. mira a la gente i)lnr::a CI<,< c!e-aparece. el mhtli~:a tristísitno...(T. ll - 1’. 43.) . ..así asiste en todo cl fulgor tic In \rrtlaci al desalmado combate 12 SCgtllì~!:? EWC tlC !,i el 0lUeiúlI del terjìa del circo coasiste pUes entre los dueilos naturalc? del país -y l~j,+ wnq&tac?3rcs de la selva. (T. ll - p. 42.) et1 UI! calG:iti total al pronunciar !a ;w- tle.wl!tfatla y que llegará a su paroxismo FII uno y otro de 1c.j dos labra. Ahora bien. hemos \isto cómo ni cl uilo rii el otio pucdc~ c I- grLli"W. El uno será trágico. el otro infamante. Sr: trata sobre todo de lificar el mismo &pecláculo. Para rrsol~-er wt2 aparente canlra&~cic;kI In enria del 15 de agosto dc 188,; (T. 12 _ p. 290-292) que relclta el podemos preguntarnos primero quii:n picmJg5 aquel circo. Sólo ~!ismrso tic >,‘ube Ro.ia: J- de ia c!vI 38 de i;i~~io de 189~ (T. 12 - p. 476). ge aïrülwrnle la soried:?:! La idea de espectáculo se ha despojn(io de todo el lado di\-ertidi) 1. r:,>- pueden tener la culpa los espectadores o mG I que peimitió y engendró este espect;kwulo que‘ le es necesario. Por Iii testo. Ya no es espectáculo de circo sino de baile. tanto las dos características enuncicdas recaen fuera del ruedo. en io: k- aqiLí tnmhién llegamu” al limite del género. El ((espcrpenti?rno» mismos espectadoiw. Fuera del rurtlo e1-: dolitlz exiit<* walmente cl es total. No son seres humanos los que bailan: tampoco es cl coh~mpínr mundo artificial 4 grotesco del payaso. y mecer t!c esos hombre:;-pájaroc. sino un resonar de huesos de pájaros Es también de notar cómo el mundo pueril no está entre los esperta- que se menean para el maJ,c,r gusto de los espectadores. Es un movi- dores teóricos sino entre los aparentes actores. LOS indios son esto- miento de muerte más que dc baile para eupnlsar cl alma de los cuerpos, porque ella está >-a sobrando. porque ellos ya no son más que huesos: niiios que se alegran cuando se les enseña una invención; los indios son estos niños a quienes tan fiícilmente se puede engañar. Los engaña- . ..estos indios de ahora son como la sombra de los árboles que de dores son los demás, los blancos cupos representantes están allí alrede- noche c:,r miedo y hace reir de día; estos indios dc ahora son dor del ruedo, los que Nube Roja asimila al «gran padre)): huesos tle pájaros... (T. 12 - p. 291.) . . .lar mujeres de túnica azul y cinto rojo. ya enlazándose en grupos El gran padre me ha engañado ccmo a un niño, me ha robado comu firmar más tratos. porque el gran padre elegantes, ya danzando frenéticas. como si se quisiesen sacar del a un niño: yo no quiero cuerpo la memoria... (p. 426.)19 manda luego sus soldados a quitarme lo que en el trato me dijo que era mío. (T. 12 - p. 292.) 19 También Tocqwxille asistió a una danza india; y es interesante subrayar la diferencia de interpretación de los dos autores: «Nous royons venir huit sauvages Para confirmar esta teoría tenemos que seguir la mirada que siempre tout nus à I’exception d’un petit pagne...Barbouillés de la t&e aux pieds de couleurs. Les cheveux hérissés, pleins de bouts pendant en queue par derrière. Une massue se dirige hacia el espectáculo. Encontramos primero la mirada de loi de bois à la main. sautant comme des diables. Dansent pour s’amuser et gagner de indios que parecen tener ojos sin párpados de tanto abrirlos: I’argent...C’est la War-dance. Horrible & voir. Quelle dégradation...)) (Oeuvres Complètrs-- T. 5- p. 113) ANITARIO JI.4RTIASO T-1 70 .\\C.4RIO M4RTIA>-0 su defensa de los indios. Bien se puede afirmar que en ambos casos. I-emos por esto a cuánta infamia puede llegar la gente que va a el autor alcanza el punto máximo y su actitud no puede ser tachada de mirarlos, ptur poder creer alin en el espectáculo. E=te. como tal. desa- moderada. Hace falta ahora preguntarse cuáles son las soluciones que p:lrtk*t’ totalmente !-a que, incluso lo que queda de él. está \-i=to indi- propuso !- si se puede decir lo mismo del plano de la realizacion que rcc iamente a través del discurso de Su!x Roja que apxcce en primer lo que se ha dicho del plano teórico. plm10. Sin embargo acudieron a este espectáculo, con sus trajes de gala \ s rnkica de vencedor, cca ver como danzan los últimos siouxI). 1.ic- III--LAS DOCTRINAS MARTI.4KA4S Coria irnl)Gdica. casi se podrk decir südica. En efecto, J-a lo hemos de- It~i~~i~~~!n. cellos fuwu~~ los , de una de sus víctimas. Del mismo modo, el señorío de Nuevo *Pues: cómo no han de ser irregulares y revueltas las palabras RiGyiro, para pasar el tiempo, va a pasear por donde están los bailes “‘4 en los labios, si estos con que hablo son labios de América. y aquel indios. En todos los casos los espectadores aparecen como seres infames hombre que parece tallado en luces del Sol surgió, como el alma que pyeseneian, para entretenerse, el espectáculo alucinante de seres de un cuerpo, del continente americano? Como olas del mar han hueco.;, verdaderos cadáveres que se mueven, peleles huesudos y abiga- de encresparse, como plumajes de oro debieran erguirse y res- rrados como el payaso que se ríe y que llora al mismo tiempo: plandecer...(T. 22 - p. 223)

. ..ra y viene el payaso, dando voces, coronado de paja de maíz, Aparece aquí el profundo sentimiento americanista de Martí. El y pintado de blanco y de negro, que por los ojos se le despinta verdadero hombre americano es una emanación de las fuerzas dc la porque está tan alegre que llora. (p. 426) Naturaleza. Este casticismo tiene una repercusión inmediata en el dominio artístico, que viene a ser justamente una confirmación de esta Son ellos los que manejan las cuerdas de esos pepeles. Es el ins- tante preciso de la caída real de los indios, que hemos estudiado por teoría: medio de la posición. Es el ab an d ono de lo sublime y de la felicidad Y es muy de notar, como prueba de la semejanza del hombre a sí terrestre, y-a que el médico, el que sabe las cosas del cielo, los secretos propio, en estados por todas sus condiciones o por alguna aniilogos. de las curas y de la paz, está vencido definitivamente. que lo más genuino que lleva producido la arquitectura norte- americana, lo más legítimo y grandioso de cuanto lleva hecho, Acabamos de analizar el último trastorno que hizo Martí, 10 que recuerda, aunque con menos gracia y novedad, las fábricas sin concluye perfectamente el sistema de los tres valores: lo hermoso, 10 curvas de los indígenas de América. (T. ll - p. 393 - 7/2/1888) bueno y lo real; y remata a la vez su acusación contra 10s blancos y ‘72 ANUARIO hlARTIAN0 ANUARIO MARTIANO 73

El rasgo más pertinente de este hombre americano. la dicotomía a la desaparición de la palabra, por lo menos en sus escritos mandados a partir de la cual se puede explicar todo su comportamiento. es la quiebra La lTaci&, se sitúa justamente después del famoso texto intitulado en el tiempo que él viene a simbolizar. En efecto. es el más antiguo «LMagnífico espectáculo,, del año 1886; es decir cuando el autor se

y el más joven de todos los habitanics dc este continente. Su apego acerca mucho más a los indios, se siente verdaderamente solidario de a la tierra pari> la evolución temporal nortnnl que sc l~erifica en rual- ellos. Con la desaparición de la palabra se borra por completo el leve quier ser humano, manteniendo al indio en el estado de recién nacido. desprecio que ésta implicaba. Así p”’ tjrmplo a prolG.;lto tl~~l famoso c~orctáculo, (Ic circo csrribe La posición de Martí es bien clara. El indio, este hombre ingenuo. >inï:; cn agosto de 1896: no es un bárbaro que permanece fuera de la civilización sino que tiene de ella una concepción distinta que la de los blancos. Bien lo mues- tran las notas sueltas escritas entre cl año 1888 y cl aíro 1895:

. ..no la barbarie de los pueblos primitivos, sino la delicadeza y feminidad dc las ci,-ilizaciones más adelantadas. (T. 22 - p. 28)

Por otra parte esto tsplicü también cómo para Martí la verdad llegó Isí Ia oposición ent1.e blsncos e indios SC reduce a (ción que hizo Martí del hombre que en aquel entonces lizados,>, los blancos, EVA los que han caído en ~1 exceso dc civilización. * & era llamado (cel salvaje)). participa del mito del buen salvaje que i ES un dcI;gastc, una degradación y al fin y al cabo una vuelta a reac- el siglo XVIII con Rouseeart, y sobre todo cox ardm de Saini-Pirrre, ciones primarias; es decir que este concepto tiene un significado opuesto í&ecía una imagen laudati al que le da SARMIENTO, o mejor dicho se asimila a su contrario: la del hombre r’&&m Barbarie. Frente a éstos, los hcmbres-pájaros, aquellos pedazos de arco Así Martí describe en 1890 las montañas dc Catskill y de Yosemite a iris que viven en el país de la leche y de la miel, son los menos civi- las que acuden ((los que tienen sed de lo natural. y quieren agua de lizados. cascada y techo de hoja::)) (T. 12 - p. 441) Con todo, aquí 13 posición de Martí tiene que ser matizada, y hay Esta actitud viene a ser la exacta antítesis de la que sigue un SAR- otro concepto que se aíiade a la primera oposición fundamental y teó- XlENTO por ejemplo. para el cual ((Barbalie» es sinónimo de bruta- rica. Es el problema planteado por el choque de las dos razas, es decir lidad, grosería y vileza: !- antónimo de «Civilización» y refinamiento. la coexistencia. Y Martí hace una clasificación entre los mismos indios. Pero aunque blartí no da a la palabra «salvaje)) este sentido desprecia- Por una parte -hay los que han aceptado los preceptos de la civilización tivo. es interesante estudiar la misma frecuencia de su empleo. blanca y funden las dos civilizaciones pudiendo así vivir en paz en su propio territorio. Por otra hay los que se niegan a todo compromiso Entre la carta fechada del 15 de ebril de I882 y la del 16 de enero y tratan de defender su integridad por las armas: de 1886, se puede decir que la palabra «salvaje» se encuentra tanto conw la palabra «indio». La diferencia entre el salvaje J- el hotnbre Si hay en algunas comarcas, como la de los pintes, como la de los rililizado está muy puesta de relieve: apaches. un centenar de indios tercos y nómadas que se resisten a ser muda 74 ASIs.4RIO MARTIANO . ..ha de...abrirles (a los intlics) poco a poco IL! tierra nacional. COII- El autor se yergue contra una rebeldia radical, contra un rechazo ftl::diéntlolos ccn la población blanca... (T. 10 - p. 326 - 25 !l@’ total del mundo blanco; lo que es violencia gratuita. inútil. Esta vio- 1885 ) lenria que y-a no se puede llamar defensiva. Alarti no la justificará nunca. En efecto todavía en el año 1890 culpa a los indios belicosos, Esto Ilela al autor a ahondar la idea que formulaba ya en el aiw cl!wribiendo sus ataques en un cuadro que es el exacto contrapunto 1882 escribiendo a La Opinión .Yacional: tlel ruadro en el que denunciaba la invasión de las tierras indias por ;Esa es 1;; inmigracion que mejor nos estaría ac3‘0 0 a: i:c!.iría 10‘ conquistadores del Oeste: mucho a la otra: nuestros propios indios! Acá. en los Estados Unidos no tanto, que son pocos: pero nosotros, ;,cómo podr~xo,: los indios del Noroeste, remolineando por sobre la cabeza los andar. historia adelanie, con cw crimen a la espalda. <‘on C’sl rifles , se entran al escape del pony por las barrancas de Dakota, derribándole al yanqui en el camino las casas de madera, sacán- impedimenta? (T. 10 - p. 272 - 6/7/1885) dole las butifarras y el jamón de las covachas, donde vive el da- hoteno troglodita... (T. 12 - p. 483) En fin, extranjero en su país, el indio tendrá que entrar en el sia- tema para tener derecho dc ciudadanía y llegar a ser labrador mrtliante Tal actitud podría parecer a primera vista algo extraña y sobre todo una educación especializada, práctica, es decir aw+ola.o Esta edr.:r,ción si se compara con la reacción del autor frente a los anarquistas de además tendrá como segundo precepto fundamental no chocar a la Chicago. Después de haber rechazado con mucha vehemencia la vio- (

cl compromiso cuando el primero le trata con amor. El juicio que for- mula rrspecto a los cheyws resume bien cu opinión: TERCER-I PARTE: LOS CHZ.\‘OS IA-: Ch3enes. qu? 1-a en 1878. rans2rlos de padecer \-ejámcnes Por fin con la raza amarilla se estudiará el último grupo étnico que a manos tle 105 agentes del gobirrno 5:~ ~c+rlaron v fueron causa (Ie lJr’o(‘~rI;a<‘ionc2;. g35toz \- guerra ‘eria. -esta;, descontentos. completará la paleta humana de Norteamérica. Pero el problema se Entonws tu\icron razún. rlho12. puede ‘er qt~r 13 tengan. (T. llrtxenta de manera distinta esta pez. So se trata de una raza sometida 10 - f’. 271.) por la fuerza. sino de unos inmigrantes I oluntarios. Inmigrantes de otra raza: he aquí la ambivalencia. H a b rá que determinar entre el pro- La idea de la dominación no le molesta a Jlartí tanto como la forma blema racial y el problema social cuál será el más importante para cx- criminal cfue toma. La posición del autor es. al fin y al cabo. muyI plicar esta cuestión china. Este segundo aspecto, visto por primera vez parecida a la de V. HIJEO que. a principios de 1870, cn su carta in- en este trabajo, permitirá enfocar otra faceta de la polémica martiana, titulada ((Pour Cuba». explicaba así las relaciones entre los varios pueblos la crítica social. que habían alcanzado diferentes grados de civilización:

En civilisation. l’ainesse n’est pas un droit, c’est un devoir. I-EL PUNTO DE VISTA HUMANISTA Ce devoir. à la vérité, donne des droits; entre autres le droit ä la colonisationl comme les enfants ont droit ;I l’éducation. et les i,Quiénes son estos «hombrecillos de ojos almendrados, rostro hue- nations civilisées la leur doivent... Que la civilisation imoliyue ‘udo y lampiño. y larga trenza», a los que Martí ha visto vivir en el la colonisation. que la colonisation implique la tutelle, soit: mais barrio del Mott que comparten con irlandeses e italianos? Son de dos la colonisation n’est pas l’exploitation: mais la tutelle n’est pas categorías radicalmente opuestas. Por una parte hay los buenos, por I’esclavage. La tutelle cesse de plein droit à la majorité du mmeur... (Actrs et Paroles-Peidunl 1’e.d. p. 399.) otra los malos. Entre los buenos algunos son abates. errantes. estudiantes, perio- En fin esta condenación del comportamiento más que del móvil de distas, pequeños comerciantes como tenderos y sobre todo lavanderos. blancos vendría a ser reforzada por el juicio de Zlartí La imagen de éstos detrás de las cortinas rojas de su tienda. da el am- sobre la actitud de la :imérica del Sur. Todo sería una cuestión de bicnte de !a vida cotidiana de los barrios populosos de Nueva York. Por gradoE: tal ectiiud es menos condenable por ser menos radical que la fin gran parte de ellos son obreros en el Oeste. Los malos son los trafi- de la América del Norte: cantes de opio, venenosos y que se-enriquecen vendiendo a la gente leneno. Es de advertir cómo Martí siente la infamia de ellos cuanto . ..nosotros. allá en nuestra América. la tenemos (a la raza india) máu, agreden a los mundos puros e intocables del hombre. el de la &?cadn torpemente. pero no la hemos aqpsinado. niñez y el del trabajo:

En conclusión, parece que en grrrxal Martí ha dr:);xxiado la situa- . ..sorprenden (los periodistas) a 1~ pobres mozas de trabajo, que ción horrible de los indios en los Estados Unidos cox? tina whemrncia con los ojos opacos J- gruesos, los cabellos pastosos y desordenados, y las pálidas mejillas salpicadas de rosetas cárdenas, el vestido que no podía ir más lejos. Las solucione5 que propuso no tienen tanta mísero torcido en arrugas. vienen de vaciar en las manos del importancia como aquella denuncia. Propuso el arrisolarniento de las chino. en pago de la negra pipa de opio, que las lleva a otros dos ci\-ilizaciones, que es lo que todavía ho‘ sigue siendo la mejor so- mundos, la porción de jornal que espera en vano, ron sus manos sin carne, la madre afligida... lución. Los medios pacíficos para llegar a esto podian justificarse en aquel entonces; es decir, antes de que estuviera hecha la prueba de Allá trae (el periodista) de la mano a una niña de 13 años, que sale tambaleando, lívida y trémula de una. cueva de chinos. que tal actitud no podía dar ningún resultado. (T. 9 - p.412 - 14/5/1883.) 78 ASCARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 79

Tanto le impresionan estos chinos malos clur acaba generalizando que lo refresca, sana e ilumina todo? (T. 10 - p. 87 - 5/9/ sus características a toda la raza y en junio de 1883 es evidente la 1884.) ecuación: chino rn cuev-a = gusano en cuba. El chino es el hijo infeliz del mundo antiguo: así estruja a lus Hasta el mes de enero del año 1887 escribirá: hombres el despotismo; como gusanos cn cuba, se revue!,:an su’ Cuanto abata o reduzca al hombre, será abatido. (T. ll - p. 145) sier\.os entre los vicios. (T. 9 - p. 424) Su experiencia norteamericana le dará prueba de lo contrario: será A este respecto, es interesante relacionar estas consideraciones con cl gusano el que se comerá la fruta por dentro. Esto fue mostrado de las desilusiones conceptuales del autor sobre la degradación interna del manera simbólica en el capítulo de los negros con la degradación de la país, porque son como una aplicación de esta denuncia conceptual: chtatua. Es este pueblo como grande árbol; tal vez es ley que ei*: l,a raíz La persecución que padecen los chinos trabajadores tiene mucho ck los árboles grandes aniden los gusanos. mayor alcance. En el año 1882 los Estados Unidos pusieron coto a la Esta clasificación martiana de los chinos en dos categorías, que sin inmigración china: matizar da como bueno al que trabaja engrandeciendo al ser humano. Para los chinos se cierran las puertas del trabajo. (T. 9 - p. 318) y como malo el que le envilece y busca su destrucción intelectual y LII caída física, revela un poco la rigidez de una posición humanista v Es una fórmula cifrada que cae con mucho peso cuando se sabe novelística. todo lo que significa para Martí la palabra trabajo. Es el blasón del hombre, su acto más noble: «el trabajo nutre». Después de vacilaciones, II-ESTUDIO DE LA SITUACION CHINA sale este veto estadounidense de manera irreductible y hiere en plena îrentc a todos los chinos: El estudio de la situación propiamente dicha de ambas caxtegorías de chinos permitirá ver en qué momento exacto la actitud de Martí Ni por tierra ni por agua podrá entrar trabajador chino en los dejará de ser algo utópico para ajustarse perfectamente con la realidad. Estados Unidos, y con multa y prisión será castigado el que les ayude a entrar. (T. 9 - p. 312 - 23/5/1882) El análisis de la persecución de los traficantes de opio todavia tra- duce el entusiasmo que caracterizaba al autor a su llegada a los Es- Entre el año 1882 y el año 1883, numerosas son las frases que tados Unidos. Los tres adversarios de esos habitantes infectos cie las demuestran verdadero pesar del autor para con esta «raza respetuosa, cuevas lóbregas v-encerán a la polilla. En efecto, si la policía es bas- útil y pacífica». tante ineficaz, Esta persecución tiene dos manifestaciones concretas. La primera Y la policía, que sabe de cerrar los ojos. y de volver la espalda. c.5 la prohibición de pasar la frontera a cualquier chino y la compro- y padece de gota serena, porque tiene los o.jos abiertos y no \ e. bación muy estricta de sus idas y venidas en aquella tierra. Esta manera deja el garito encendido, las niñas ebrias, y rico y libre al chino dc actuar de los Estados Unidos llega al límite de la expulsión propia- mefítico... (T. 9 - p. 411 - 14/5/1883) mente dicha; hay una tolerancia para lo s chinos que ya están viviendo parece que al contrario sus mismos compatriotas «honrados» y ahí pero nada más, y aun se puede hablar de tolerancia vigilacla. La sobre todo los periodistas darán cuenta de ellos. Será la victoria del tra- ìegunda es más radical, es la exterminación del chino trabajador, del b ajo sobre el vicio. Así la procesión de los trabajadores el día del «santo chino obrero. Esta exterminación efectiva es inhumana, infame, odiosa, trabajo» simboliza para Martí aquella victoria: a 1~s ojos del autor. I . . . ..que son, sino prueba viva de que, a pesar de todos los gusanos Al llegar de Hong-Kong los chinos desembarcaban en California y que le nacen en sus llagas, la Libertad tiene poder vivificante. sobre todo en San Francisco, que llegó a ser gran centro asiático. Allí 80 ANUARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 81 se alistaron en las compañías de ferrocarriles de la «Central Pacific» Parece que las reacciones de las masas le dan miedo por ir más lejos y la ción wncidn al hambre. (T, 9 - p. 283) Por el otro ledo hay 10s &rcr*c3 curopcos, blancos7 enlc:p:ccitios por su odio: Pero esto no bastaría para motivar el voto pronunciado per el go- bicrno contra la inmigración china y se añade al problema una cuestión . ..armados de rifles, reról~;erce. hachas y cuchXos, marchan sobre política. En efecto, la maycría de los obreros californianos son irlan- el caserío chino, y le intiman que salga de 1a XTiiXl.3 en uF:I 11013... deses, y rehusarles el cese de la inmigración china equivale para un (T. 10 - p. 306) presidente de la República a perder los sufragios. Dicho sea de paso, los irlandeses con su gran número de naturalizados y sus varias asocia- La persecución propiamente dicha está enfocada con una violrncia desnuda: ciones representan una gran fuerza en la vida política de los Estados Unidos. Sólo señalaremos la famosa organización de Tammany Hall, . ..Dan los blancos tras ellos. Poco- escapan. Por donde asoma que desempeña un papel preponderante dentro del Partido Demócrata. uno. lo cazan. Basta con citar una sola frase de Martí denunciando este hecho, pues el autor deplora con gran amargura que esa. gente odiosa y rellena de Pero las causas profundas de estos a?r,.inatos y JI& generz!mente odio tenga mala influencia en el país: del odio que sienten los ohrercs blanrrs por les chinos están dcnuncia- das por Martí con mucha clarividencia. Por una parte se trata de una . ..y la verdad es que los odios de los irlandeses, como que estos cuestién totalmente social. Con el proteccinrismo los Estados Unidos representan innumerables votos en la hora de las elecciones, votos que los candidatos ignomio;osamente cortejan, infLuyen de manera han paralizado la economía del país. lo que obliga a las fábricrs a re- lastimosa en la política norteamericana, y en asuntos gravísimos ducir los salarios de los ohreros o a de.:k:ar el paro forzoso. Fstalinn la dirigen...(T. 10 - p. 80) huelgas. Es de notar aquí con qué ojo.- Q J\fn;-ti v~e estas huelgas y- cles- contento de las masas: Arthur, presidente republican.0, vaciló en aceptar el decreto y des- pués de haberlo rechazado «virilmente» lo firmó mediante un arreg!o c aquí esas turbas inquietas v de-ordenadas «ue la eY!rechcz . . . D que lo reduce en diez años. Cleveland, demócrata, a pesar de no ser y los celos prciir>j ‘tan al iTirendio v al asesinato... Cuando se irrita, derriba, se pone en nie; convoca a si:s soldados: mata, e incendia. sumiso a su partido según la opinión de Marti, fue sin embargo im- (T. 10 - p. 305 - 19/9/1885) potente para impedir que fuesen expulsados «en masa» del Oeste; y ASCARIO MARTIANO 83 82 ASCARIO MARTIANO . ..esas odiosas violencias, son como salpicaduras de su fango en- sobre todo fue incapaz de proteger a los obreros asiáticos ((con toda sangrentado (de la libertad) que, con la rabia de Jos que mueren. energía contra los inmigrantes europeos», según declaraba en enero echa a Iméricn triunfante. como una reina desdentada. la Europa del año 1886. ira~uccla. (T. 10 - p. 447)

Este aspecto de la cuestión permite descubrir los \-erdaderos sen- Bien a las claras se ve que esté movimiento de denuncia que des- timientos experimentados por Martí para los chinos. En efecto, si du- pués del año 1886 irá ablandkdosr, se cccresponde con los episodios rante los años 1882 y 1883 habla de ellos con calificativos más bien chinos que cuajan justamente en medio de él, en el año 1885. En laudativos y afectuosos: el chino es el hombre hábil, inteligente, sobrio, aquel entonces también los irlandeses. sobre los cuales Martí parece que hace un trabajo perfecto. un ser trémulo que se acurruca en un concentrar todos los defectos europeos, son descritos por el autor como rincón pues tiene miedo a los demás; durante el año 1885 parece cambiar hombres hechos de nitroglicerina y no de barro. la óptica de Martí. Sigue defendiendo a los asiáticos, pero no porque Esto aclara la posición de Martí en el año 1885 respecto a los chinos. le son simpáticos sino porque están oprimidos y su defensa es más Aprovecha la ocasión para denunciar la violencia y el ot6o ~?i- !#-s que bien un ataque dirigido contra los europeos y en particular contra los persiguen a los asiáticos. irlandeses. Es éste el verdadero enfoque del autor. Desde luego declara el autor que no le es simpática aquella raza de A este propósito cabe abrir un paréntesis sobre el pensamiento de hc.m.mbres sin mujeres, porque ellas son la nobleza del hombre. Aun Martí frente a Europa. Con esto se completará al mismo tiempo el en 1889 seguirá con esta idea: examen de su visión de los Estados Unidos, abarcándola en su totalidad. . ..un pueblo sin alma de mujer, 0 con cantineras por osFosas. vi- La idea es bien clara. Toda la podredumbre, todo el odio, en fin viría como una horda de mercenarios o como un barrio chino. todo el mal que se instaló en la tierra limpia y nítida que fue al prin- (T. 12 - p. 301) cipio la tierra americana: todo ese mal vino de Europa. Es de notar cómo al fin y al cabo sólo se trata de odio. El odio enfocado bajo este En esto Martí parece formular un juicio un poco rápido. lo que aspecto de la doctrina martiana parece ser el crisol o de revela al mismo tiempo un desinterés por el estudio de la cuestión de todos los males existentes. Esta denuncia empieza verdaderamente a la inmigración china. Louis DOLLOT en su libro Les mi~ratiorzs partir del año 1883, en marzo, cuando escribe: huxaines precisa que el chino se destierra contra su voluntad de manera provisoria, siempre pensando regresar lo más pronto posible a su país. Más cauto fuera el trabajador de los Estados Unidos, si no le y por lo tanto no lleva a su familia consigo. vertieran en el oído sus heces de odio los más apenados y colé- En conclusión, sobre la denuncia de Martí de los defectos chinos ricos de Europa. (T. 9 - p. 387) se puede decir que no es un verdadero impulso el que lo empuja en la El autor va a ahondar, desarrollar y aguzar más y más su saeta. defensa de este pueblo, sino que se trata más bien de una como obliga- Los vértices de este movimiento de denuncia se situarán en septiembre ción dentro de la lógica de su doctrina. Defierde a los oprimidos, y es del año 1884: también una especie de agradecimiento a los chinos. pues no hay que olvidar que Martí conocía a los que vivían en Cuba y que combatieron A barcadas viene el odio de Europa: a barcadas hay que echar al lado de los soldados cubanos.” La tercera «obligación». podría de- sobre él el amor balsámico. (T. 10 - p. 80)

21 Ya se sabe como los chinos que fueron llevados a Cuba a mediados del En mayo del alio 1886 divide en dos los habitantes de los Estados siglo XIX, se incorporaron al Ejército Libertador y desempeñaron un papel de suma Unidos. Por un lado hay los «apóstoles a lo John Brown, aquel loco importancia durante la guerra de los Diez Años. En la dedicatoria de su libro: Historia de Cuba. 0. Pino-Santos menciona la frase, de Máximo Gómez: «Jamk hecho de estrellas)), y por otro: los que han venido de Europa «con un hubo un chino cobarde, jamás hubo un chino traidor.» Cuán grande fue la audacia taller de odio en cada pecho». E n 1a misma carta a propósito de los cm q-8-e pelearon, hombro con hembra con los cubaaos, lo ejemplifica la figura legendaria de Sebastián Siane, mención de honor en el orden del día de la batalla anarquistas de Chicago Martí cifrará la misma idea en una imagen de las Usinas de Guáimaro a principios de la guerra de los Diez Años, porque dio muy lograda. muerte «él solo y con la culata de su carabina» a tres soldados enemigos. cirse. \-iene de cpe esto denota una ofensa hrc~ha al trabajo. Por fin -irr embargo rasgos parecidos. Algo en la posición acurrucada y en la --y e5 lo m& importante- es el primer \ertlndero contra-entido co- wtitud de lo- asiáticos hace pensar en los hombres colorados: metido por el paiq de la libcbrtad: . ..Otro de los de la convención ha visto a los iridios acurrucarse cn rondas a jugar la papa del nCo. v jugar de cada diez pc5os En \3n« iniponeritc~ grupos cn la alta 5 baja CSm:ira decían que nuc\e. como 10.: chino- en los tallere; ;lr cigarrillos de un pre- prol~ibir la entra libre empleo dr sí. ( T. 9 - p. 282 ) Takbién el. silencio les distingue de sus respectivos adversarios. Grave silencio de chino’opuesto al bullicioso ruido de la caterva irlan- fisi para I\Iartí atac:ar ;1 1,~ c 1:’ 1110s sl~nlllcaría‘O ” atacar a sus mti3 tlesa, noble silencio de indio òpuesto a los alaridos de los blancos con- importantes ideales. Deîrnderlos es. para él. scpuir siendo lógico res- quistadores. . pedo a oí mismo. Lo mismo, los varios colores y plumas de los funerales de Li-In-Du Hace falta analizar el resultado, dentro del mismo ámbito del país, recuerdan los fäkosos adornos de los <(hombres-pájaros». Vemos ori- de aquella represión ejercitada sobre los chinos, para abarcar de ma- Clamas amarillas y verdes, moradas y zafiros, rojas y violetas, amarantos nera completa esta cuestión. p rosas; se alude al plumaje de nueve aves hermosas. Por fin el pa- La más importante consecuencia que acarrean esos acontecimientos, ralelismo se precisa y subraya Martí una semejatiza fundtmlental entre se sitúa en un prano ‘social; es el cambio de los oficios elegidos por los ambas razas< * chinos: ‘.. t Ellos (los chinos) como nuestros indios, {amás dicen llanamente Y Li-In-Du . ..se empleó en traficar cn cosas de su tierra, que es, al extranjero lo que le falta de camino, .n’i cuál es SU vía, ni qué con lavar ropa y servir’ de comer, en lo que por acá permiten a tiempó le auguran. El blauco los estrujó en agraz; agraz es para los chinos ocuparse. Porque si se ocupan en. minas 0 en ferroca- ellos el blanco... D a pena ber las razas espantadas. (T. ll - p. rriles, como a fieras los’persiguen, los echan de sus cabañas a 1.66 - 14/2/1887) balazos, y los queman vivos. (T. 12 - p. 77 - 29/10/1888) 8% Sólo entonces’ de advierte la ambigüedad del problema chino. Un y efectivamente Dollot ratifica esto: SSO después plantea de manera todavía más rotunda el aspecto racial: 11s se virent peu A peu exclure de tous les métiers manuels,

al pie del ataúd. junto al tiesto donde arden en tierra fresca las II.-EL EXOTISMO Telas del alma. (T. 12 - p. 78 - 29/10/1888) En fin. no se debe perder de vista que. al tratar Martí de los chino? Este último aspecto costumbrista de las cartas de Martí respecto a en sus cartas neoyorquinas. su propbsito es en gran parte una h&queda los chinos le permite formular una última crítica contra los norteame- de ese exotismo que tuvo suma importancia en la literatura del siglo ricanos. pasado. Esta corriente iniciada en Francia por los grandes l-iajero; como Jean-Baptiste TAI’ERNIER, CIIARDIN. o el barón de L:i Iln legítimo vaso zzot-tsui-Mzi provoca maravilla en una colección; HONTAN, influenciará a los grandes escritores durante dos siglos. los sorbetes de aroma y el té de violetas están de moda en Nueva York; la gente rica e «intelectual» de la capital va al teatro chino, de burla. MONTESQUIEU, FLAUBERT, VIGNY, HUGO. son ejemplos, y,FRO- MENTIN en la pintura traducirá la misma tendencia. Ya la vieja porque es una novedad, pero sin entender su significación. Mientras Europa cansa los espíritus. Encantan 1~s países de túnicas de seda. tanto los chinos mueren. Pero sobre esto se cierra los ojos; sólo los Es exactamente la posición de Martí; lo que por otra parte es una con- abren cuando no hay problema que plantearse. secuencia lógica de la denuncia a Europa que ya formuló con la más vigorosa vehemencia: CONCLUSIÓN

Europa, ya está vista, y no tiene romance, o su romance está ala- La progresión del pensamiento de Martí respecto al problema racial drado, pasado de sazón, echado a podre, como la comida de moda que se plantea en los Estados Unidos de aquel entonces se verifica en los hoteles. El romance está en los países de túnicas de seda: según varios procedimientos. En el caso de los negros, tres etapas le mujeres embozadas, de cabellos vivaces, de paramentos joyantes v \‘istosos, de vinos perfumados, de apólogos que saben a nuez serán necesarias para llegar a descubrir los verdaderos problemas, mien- fresca. (T. ll - p. 165 - 14/2/1887, para El Partido Liberal) tras que en lo que se refiere a los indios, a lo largo de estos diez años, irs ahondando cada vez más una cuestión que él había abarcado ya en El aspecto costumbrista de las cartas que aluden a los chir..gs, es toda ELI extensión desde el principio. En fin descubrirá de repente el muy sobresaliente. La seda llega a ser una constante y el aspecto ritual problema chino, que de puramente social llegará a ser a sus ojos una de las ceremonias asiáticas es subrayado detenidamente; la jira cam- cuestión racial. pestre, con col sin sal y arroz sin grasa, o la boda de Ynet-Sing son re- Sin embargo en los tres casos podemos observar una fecha común veladoras: que es determinante en la evolución del pensamiento martiano. Se . ..Sobre la seda roja, tendida al pie 13~1 altar, se arrodilla, junto trata del año 1887. En 1887 , y más precisamente en julio, es cuando a Ynet, la linda flor de la China, una gola, una menudez, una ave- verdaderamente Murtí comprende la trágica situación del hombre negro llana envuelta en sedas: seda la túnica encarnada, con listas de en aquella tierra; también es c:!ando empieza a establecer el parale- de seda azul: seda el manto de perlas, con grandes oro y florería, lismo entre las tres razas oprimidas. De allí en adelante los tres temas, recamos de oro? y seda azul celeste las dos damas que aguardan de pie a los lados. (T. 12 - p. 64 - 6/10/1888) » por lo menos dos de ellos, aparecerán enfocados y discutidos al mismo tit:ilpO en las mismas cartas. Pasa lo mismo para el entierro de Li-In-Du, el general terrible que En febrero, Martí comprende que los hombres colorados y los hom- sólo cree en Tao y cuya sala mortuoria es una caballeriza forrada de hres amarillos están en el mismo crisoi, el que reúne a las (trazas es- negro: pantadas>>; y a partir de aquí dará a la cuestión china la dimensión De dos en dos van (los chinos) tomando ante el altar de las siete racial que le faltaba aún. P or f’m en agosto del mismo año, por vez luces las tazas de óleo y arroz santo que les dan por comunión primera, pone al mismo nivel la cuestión negra y la india, simbolizadas los sacerdotes de la túnica blanca, con banda y casquete negros. las dos por las obras maestras de Harriet Beecher Stowe y de Helen Y vierten les tazas de dos en dos en la cuba que aguarda la ofrenda Ilunt Jackzon. Así La Cabaña del Tío Tom y Rumana son exaltados 88 ANUARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 89

casi de un mismo modo, como las mejores armas literarias en pro de Y de una misma manera defiende a los «hombres nuevos (que) ven los oprimidos.Z la religión como freno social más que como dogma» (T. 12 - p. 337.) Esta temporada de siete meses permite fijar de manera bastante 1-a libre, el hombre podrá alcanzar las más altas cumbres de la vida: precisa el período decisivo del giro que dará al pensamiento de Narti Allá donde no pueden subir las alas de los pájaros. crecen las del su verdadero rumbo y hará de él uno de los primeros y más sinceros hombre. (T. 12 - p. 441.) defensores de las razas oprimidas. Ll hon:!,re .sc~G La cuestión de la discriminación racial que ha analizado Martí du- abatido como una fiera, J sólo quedará el hGr,e. rante los últimos años de su vida en lo+ Estados Unidos aparece enfc- ï’al actitud nos hwe pensar cn la de sll co:ltempor5neo SIETZSCHE cada con una agudeza y una perspicacia notables. para quien no dis- (tue, en los años 1883 y 1886 en los qxe aparwen: Airzsi pariuit .?ww ponía de la perspectiva de que podemos aprovecharnos respecto a estos :C~;<~iL.SliY! J. I’ur dPl& le Oiw Pt ie ì?lul. ljretende I?L. ii,.morlrr. sepn cl i riedlcio de iîi nort~arí. ‘- ti xv+ íx salvas tas flaquezas del lihìn de In Bcwbrr. otra “Cabsila”,,, (T. 2 i- p. ¿C t\ rultura para enriquecerse el espíritu.- Esto también îurma parte de la 90 ASL-.4RIO MARTIASO

teoría del autor sobre los matrimonios y en particular sobre la mujer. que tiene que ocuparse del hogar y al mismo tiempo discutir con su marido sobre cualquier asunto. Se puede concluir que en su propósito de liberar al oprimido de todas las razas. Martí es movido por unos impulsos afectivos, humanistas y atin se puede decir, por un verdadero misticismo del hombre. que le llevarán a pregonar una mayor justicia en la sociedad. Pero en ningún momento se puede hablar de socialismo científico; y podemos pensar -cwno lo dice Retamar- que no ha leído a Marx. Haciéndolo, ya BIBLIOGR-AFíA UTILIZADA en su época, hubiera podido tener una visión más teórica de la explo- EN LX I’REPAR.%CIóN DEL PRI:5’:?UE TRABAJO tación del hombre; pero su profunda bondad le llevó a formular un juicio muy agudo de la cuestión social. 1) Textos de Mu&: Este estudio ha permitido subrayar el americanismo que el autor

siente muy hondamente. Este sentimiento, que por primera vez fue JOSÉ nl.4RTi. Ol>ros Com$etos - Editora Nacional de Cuba, La Habana, 196.1, puesto de relieve por Chateaubriand, permitirá que los mismos escri- 26 volúmenes y principalmente la serie que bajo el título «En los Estados Unidos» comprende los tomos 9, 10, 11, 12 y 13. tores americanos tomen conciencia de ello. Sarmiento y Martí fueron P&zas Escogidas de José Marti - (selección y prólogo de Roberto FERNÁNDEZ de los primeros en darse cuenta de lo que significa el continente ame- RETAMAR) - Editora Universitaria, La Habana, 1965, 2 tomos. Con una ricano. Encontramos en Sarmiento un sentimiento muy fuerte del cronología de la vida de Martí y de la época, y una iconografía martiana, al final del segundo tomo. magnetismo que ejercía la tierra sobre el hombre. En la literatura contemporánea, las relaciones del hombre y de la tierra ya se sienten con Pk&zs de José fifarti (selección y presentación de Fryda SCHULZ DE MANTO- I VANI) - Editora Universitaria de Buenos Aires, 1963. mucha agudeza. Tolstoi, en sus tratados sociales escritos en 1882, pone Páginas Escogidas de José Martí - Ed. Espasa-Calpe, col. ccAustral». en escena al mujik Pakhom que empieza una desenfrenada carrera JOSÉ RhTí. E:z los Estados Unidos - (edición, prólogo y notas de André; SOREL) cuyo precio debería de ser la tierra y no será más que la muerte. Martí, - Alianza Editorial, Madrid, 1968. describiendo a los conquistadores del Oeste, pone de relieve el problema -. Sobre Esparía - (introducción, selección y notas de Andrés SOREL) crucial que plantea la tierra al hombre y en particular en aquella - Editorial Ciencia Nueva, Madrid, 1967. tierra de América, y qué significa para el hombre americano.

Hoy día, en el período en que vivimos, el problema racial aumenta; 2) Textos de Martí en trnduccióx y se verifica lo que Du Bois pensaba al principio del siglo: JOSÉ bt4RTí: Notre rlr~&iqnc irnthologie prEsentée par Roberto FERYA%DEZ RE- Le problème du Vingtième siècle est celui des races, des wlations T*Q,IAR. Traduction. cl~ron~!+- rt n s t-a d’AndrE JOVCLA.RUAí!) - Ed. Mas- entre les plus sombres et les plus claires, que ce soit en Asie, pero, coll. «Textes à I’appui», Paris, 1968. Afrique, Amérique ou dans les îles océaniques. (Ames Noires - Pages choisies de Martí (UNESCO - C o 11 ec t ion of Representative Authors trad. p. 27.) par Max DAIREAUX, José CARNER y Emile NOULET) - Nagel Paris, 1953.

EXILE ROIG DE LEUCHSESRINC. Martí anti-impérialiste - Ministère des Affaires Ya en las últimas décadas del siglo XIX este problema, implicandr Etrangères. La Havane, Cuba, 1961. Una antología comentada de los escritos del Martí anti-imperialista. Con una cronología de la vida de Martí. todos los aspectos que hemos analizado, era tan complejo como hoy. Martí, llevado por el extremo amor que le tenía al hombre, lo enfocó en sus grandes líneas de la misma manera que lo haría un contem- 3) Biografias y Eshdios sobre !Wartí: poráneo . JORGE MAÑACH. Marti, el apóstol - Espasa-Calpe, col.

vi\ LLR\FIR. :l.mprica os a Cici[i-otion - Simon & Cjchuster. 19.57. Traduccibn francc:a de \lardrleine P-\Z. J)aj” el título: «La cibilization américainc~~. Seu~l. 19hl.

:~>DHE Tr :.c. Le Droit w.v Etots-C’rzis - PCF, coll. Que sais.je? no. 11.5’1. %ne édition, 1969.

If \R~L,> I’Y~EHW’OOD Fit LKNER. =I rnericnz Economic History -II;] rper 61 Br0thcr.G Publi~hers. New York, Eel en!h edition, 19.54. Traduct. rl’odette MERLAT- GUITTARD, 1xRface d’Ernest LABROGSSE .- PVF: 1958, 2 volume?. Tomo. 2

St~wun B. CLOL-GH. Ilistoire E conomiyzre des Etats-l’rlis tlepuis IU Cuerre de Sécession (18651952). PUF, 1953.

RESI? R~xox-n. Ilistoire des Etats-Unis -- PUF. coll. Que sais-je? no. 38. .%. edición, Paris, 1068.

ALL~S X~nrs R Ifl:s~~ STEi:Lt: Col\ilr~l:I:v. -4 Pocket Histoq. of tke C-!!itcil RoBWr %IiWSB. Libre-éekange et portectionnisnle - PUF, coll. Que sais-,j:s? Sfates - Wa%ngton %p~aret Press, Srw York. Fifth edition. 1969. no. 1032, 2ème édition, 1965. 11 #etc Nistorv “/ tke United Stotes - Dril Publishing Co. ínc.. W~LLIOI MILLEK. C1.k~ DE FOHLE~L.. Le trawil au XIX s. - PUF, coll. Que sais-je? no. 1289. Xcw York, fifth I.arwcl Printjng, 1967. Paris, 1967. .4mér¿yue - Union Générlle A~sxrs DE TOCQI.E\ILLE. De la Dérnocratie en PAL L LAFRGL E. Le droit ?z 2n paresse - Introduction de 12Iaurice DOMMANGET, d’Editions. coll. 10/18, no. ll 1/112 - Misma obra. Gallimard. coll. IdGes no. 160. Petile collcctioo Maspero. Parí5. 1960.

6) El mouirniento obrero erl el siglo x1.x. sobre todo en los Estndos L’rzidos: Re\Li REMOSD. Les Etnts-7Jrlis d evnnt I’opittim francaise. 1815-1332 (tht--e Tcttre-. P ati;. 1959). DASIEL GLTRIN. Le mourement oucrier CIU Etats-L’uis 1867.1967 - Petite co- EmnsE CIBET. Voyge en Icwie - Au Burrau dn Populaire. 4Eme edition, Ilection Maspero, Paris, 1968. Paris. 1816. HESRY PELLIXG. -herican Labor - dans la collection The Chicago History of Voyage en lcarie. Deux ouwiers riennois sur Etnts-C’nis en 1835 - Trutes établi: Ameriean Civilization. T. la d uc .t’ 10x1 de Marie-Jean BERAUD-VILLARS, bajo ~1 et présentés par Fernand RUDE. Preface d’André SIEGFRIED. Publicationc título: «Le mouwmcnt ouvrirr aux Etats-Unisn Seghers. coll. Vent d’Ouest, de la Faculté des Lettres de 1’Cniversité de Grenoble. PL-F. 1952. Paris, 1965.

FR~~oIS-RE>\É DE CH ~TE.~~-RRIATD. I’oynge en z4rnériyue - Librnire Firmin- WOLFGAUG -bZSDROTH. Histoire du moucernent oucrier eu Europe - Petite co- Didot. Paris, 1871. llection Maspero, Paris, 1967.

H~RY DE S\I‘IT-.%MOS. Le nouueau ckristinnisrne et les écrits szt~ In religió!z. ASDHÉ PHILIP. Le problème ouvrier nun Etats-C’nis - Préface d’André SIEG- Choisis et présentés par Henry DESROCHE, éditions du Seuil: coll. «Politique». FRIED, librairie Félix Alcan, Paris, 1927. Paris, 1969. ALGUNAS IMPRESIONES DE DOS ESTUDIANTES FRANCESAS, AL FINALIZAR EL PRIMER AñTO DE CLASES DEDICADAS A JOSÉ MARTÍ

POR ANNE LLJMEAU-PRÉCEPTIS Y MARYSE LYONNET* 8) Artículos y revistas:

<(Bohemia)> (de algunos números de esta revista cubana, hemos tomado direr~as îotografías). Octubre de 1969: Entrada universitaria en el Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de Burdeos. Artículo; varios (como por ejemplo Marti, hombre de su tiempo, honibre de todos los tiempos, de Juan MARINELLO, en la revista «Cuba», La Habana). Unos doscientos estudiantes matriculados en licenciatura hispánica descubrían el nuevo programa establecido por tres años, del Certificado de Letras Españolas, certificado obligatorio. Junto a grandes rúbricas tales como «El personaje del Cid en la literatcra medieval», «Aspectos de la literatura en prosa en el siglo XVII)), «Viajes, encuestas y repor- tajes en la literatura del siglo xx>), figuraba un último tema que rompía con la larga tradición universitaria de estudios hispánicos, casi exclu- sivamente orientados hacia la literatura española peninsular. Se tra- taba de «La visión crítica de la América Latina a finales del siglo XIX en la obra de José Martí». Este amplio título abarcaba los siguientes puntos que iba a tratar nuestro profesor J. Lamore:

Cuadro histórico y social de Cuba en el siglo XIX. Biografía de Martí. Presentación de la obra de Martí. Textos «cubanos», textos «americanos» de Martí. Ideas americanas de Martí. Enfoque literario: la prosa - la poesía. Martí y el modernismo.

* Estudiantes en el Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Burdeos. [V énse cMartí en Francia», Anuario mwtiwo número 2. p. 583.585.1 96 ANUARIO MARTIANO

(Se convino que diversos grupos de estudiantes participarían en de tomar dec&iones a nombre de dogmas. no deja de ttwer cierta pre- investigaciones sobre temas complementarios v darían cuenta. du- \rnción contra esos deslizamientos de un género a otro. prarticados fmr rante el año. de su trabajo.)’ kfartí. Ahora bien. numerosos estudiantes se preguntaban antes de abor- Pero, en lugar de derinteresar>c por Martí. ;.no podríamos más bien dar la materia: u;, José >Iarti:* ;,Quién era José >IartíY>, -alir de este lodazal escolástico ) aquilatar más justamente fa vía que Par2 noGra5. era el autor casi dr.;conocido de una cita aprendida hace casi un siglo había abierto el cubano? c (Ir mcmo:.la,~ a prop&~ito clcl Padre Las Caw5. c 11 los tiempos en que Sin duda, ya es tiempo de considerar como benéfico y ejemplar itlltli:;knmc~ hunianidal’c: (‘n el Li-eo: fr3ie rí!;uica. vigorosa. tan este (-n;tila \ ibrando en nuestra cesivo, dentro del ámbito de la literatura. sus funciones. su misión; su 1 ‘i~ultc~: ci EiliC>:lCCS emlir:G su m~clio siglo tic pelen. para que lw indios finalidad... Iftl fue:-fJll c”cIuv<:‘: ::c l~cloa cn in., ~*:méric~~~: clc ;,,,:ea cn &ladrid; de El francés tal vez ignorase a Martí por otra razón: por prejuicios jJCJcL_‘m.1 COI1 v! re) nikilo: c:;illr;! I':>[Jkiiia ic;!ii. él 5019. tic pelea.8 acerca de la literatura del otro continente como a veces los tiene acerca !‘Si~ : It ~ucdo, y nur-tra incultura, nos hicieron c;tuar a filartí, de la nuestra; y esta nueva restricción no intervendría ya en cuanto a c\csC;C.iG\ui21c.!te. elrirr Io- 1,kto:.;3dores v 13tr2lictn-. la forma, sino en cuanto al fondo: la reputación de obra de contenido Pero ~îo.~o!ros ibamos a nprcnder yuc él era c;o y m-5 que cso, preponderantemente ideológico, pudo impedir que el lector francés pe- netrara en ella y disgustarle en virtud de la concepción que podemos ’ irkriir: íbLU~~O5 n conocer 13 inmensa parte del patrimonio iiterario -uni;erzal que le debemos e llamar «gidiana» antes y después de la letra. Esta concepción quiere que la literatura sirva al culto del «estado precario» de disponibilidacl íhnrca ii awmbrarrws cn fin de todo lo que nc:h;,iro pais había des- y rechaza en consecuencia toda atadura y todo compromiso definitivo. co:iw2do e ignoradc, ak1 c-5 nuestros clic:. a eate hdroe latin-ameri- En resumen? según tal óptica, la literatura que «se respeta» queda cano que por su parte 1~ amó y admiró... abierta a tobas las solicitaciones, sin límites, pero no es literatura de Fae necesaria la feliz iniciativa del Instiiuro Lle Estudios Ibéricos combate, vinculada a un objetivo imperativo, que se compromete en c!e Eardecls 1. del señor J. Lamore: para que Xsrlí saliera del olvido la denuncia y en el penetrante análisis de problemas socio-económico- P rlw lo habia co~:&nado probablemente 13 t:rdicional concepción políticos! frUncesa dc la literatura. Es clla en efecto la que podría explicar el Pero lo que provoca el desprecio de unos provoca el interés de otros. rclegarniento y el desdén. que hoy pertenecen al pasado, con respecto El criterio gidiano no recoge la adhesión de nuestra juventud: ésta :I aquella gran figura: exige uue,* en materia de literatura como en la vida, se haga una Elec- IKue;-tra literatura continúa marcada por los grandes principios re- ción. que se proclamen las opiniones y se asuman las responsabilidades. tjricos de la eicolktica medieval: la noción de genero, que es en su Martí se anticipó a e?ta exigencia. Hasta quizás contribuyera a fla- base pocas wces discutida. predetermka cutdro- formales rígidos, y cer que brotara en ciertos estudiantes que todavía no se adherían a ella: modos de e:.i:resiSn rigurosamente definidos también. Es decir, muy así fue como al descubrir la esencia y el sentido de la obra de Martí. esquem&icamente, que más allá de la Novela. el Teatro v la Poesía una de nuestras amigas estudiantes nos confió: «Martí me reveló qué no existiría más que una inclasificable literatura menor! Ahora bien, era una literatura comprometida y cuál era el valor del compromiso: si exceptuamos el «sub-género» epistolar que conquistó sus títulos de UIZ /ifz para un medio,J. Martí abolió el divorcio entre fa literatura, la nobleza, el escrito periodísLico, la crónica costumbrista y el ensayo. tal acción y la vida, y a nuestros ojos, éste es uno de sus mayores n:éritos. como los cultivó abundantemente Martí. no Ee inscriben en ninguna El escritor ya no es un ser «ante» el mundo. sino un ser «en» el de las categorías reconocidas y estimadas en nuestro país, donde el autor mundo. Es él quien nos abre los ojos y hace que nos sintamos compro- que niega las normas es un autor renegado. Y el francés, que gusta metidos cn le más hondo de nosotros, En este aspecto. Martí CS el hu- 98 ‘-3 L .4RIO \IARTIASO ANUARIO MARTIISO 99

macis-ta que nos recuerda que la edificación de una humanidad digna per‘onales y nos abre nue\as per-pectivas para la comprensión de -kmé- no puede cer realizada por individuos ai>lados p privilegiados. sino que :-ic.a. Este último motivo nos incitará a nosotras. futuras profesoras. a ec el rrwltado de una busca y una conquista: la toma de cu:u+n-ia c!i\ulcar el conocimiento de Marti, ya que éste es. en muchos aspectos. de IOS deberes y de los derechos de loi ciucladanor del mundo. Tale- el conocimiento de la América de ayer J de la América de hoy. dcbercz ! derechos son esenciales 1~:‘:’ la humanidad. luego ~on uni- 1 rr‘alea J- eternos. Burdeos. julio de 1970. Pero a menudo su conquista queda todavía por hacer. Lo eS lo

. ;,POSEEMOS LOS TEXTOS AUTÉNTICOS DE MARTí‘!: EL CASO DE LOS VERSOS LIBRES *

POR IVAN A. SCHL’LMAN

Hasta el presente ’ se han publicado nueve ediciones de las obras de Martí, y aun cuando todas pretenden contenw la suma total de los textos existentes, todavía ninguna ha logrado presentarlos en su inte- gridad. La más reciente de estas ediciones, aparecida en la Cuba re- volucionaria, reclama para sí, en opinión de su editor principal, un rango «oficial», «definitivo,>. Aun cuando nos asistan numerosas ra- zones para sentirnos insatisfechos de las varias incompletas Obras com- pletas, el hecho es que las ediciones de Trópico, Lea y la Editorial Ya- cional,’ a pesar de sus omisiones, han incorporado la mayoría de los escritos de Martí. Hay. sin duda, importantes originales por recuperar todavía. como algunas cartas, o el manuscrito de la traducción del La& Rookh. o los artículos que Marti publicó en periódicos uruguayos y chilenos, mientras que otros aparecerán próximamente, como los ar- tículos del S’u~ì. Distintos investigadores se ocupan en traer éstos y otros

+’ Ponencia leída por su autor en el simposium convocado por la Modern Lan. guage Association. en Denver, Colorado, el 29 de diciembre de 1969. Tambi&t se leyeron y discutieron allí los siguientes trabajos: «Estado actual de 105 estudios martianos» por Rosa Abella, de la Universidad de Miami; «Martí en las revista.. del modernismo antes de su muertes, por Boyd G. Carter, de la Universidad de Missouri; y «.4cción y libertad en la poética de José Martí». por Alfredo .A. Rog giano. de la Universidad de Pittsburgh. El profesor Schulman pertenece a Id Wash- ington University. de St. Louis, Missouri. t .4 las siete ediriones indizadas por Fermfn Peraza Sarausa en su Bibliograjio rnnrtkrzn (Habana. 1952) deben añadirse las Obras completas (Caracas, 1964). 4 vals.. editadas por Jorge Quintana; y las Obras completos (Habana, 1963-1965). 2; Vds.. de la Editorial Nacional de Cuba. 2 Ed. Trópico, Obrns completas (Habana. 1936.1953). 71 ~01s. Ed. Lex, Ohr,ts um]~leLns t Hahalla. 10 16 ). 2 vals. ANL-ARIO MARTIASO 103 102 .4XL-\RIO 3ItRTIANO !- la previsión del hombre, y... los estímulos y los recursos intelertua!es escrj;os a la luz. >- sería por tanto lícito afirmar, cuando examinarno: del momento)).j en cor.junlo In que -e está haciendo en este campo. que el foco de la 31’ I primera lectura de los manuscritos de los I ‘ejes libres me llc\ó recic’ilte actividad en torno a los textos se orienta a descubrir o 111ác a ia conclusión de que todas las anteriores edicioues de este libro de rcl-<*lar 13~ ariginales de 1Iartí que aun nos faltan. en tanto que es escasa poesía son defectuosas, inexactas y están severamente muiilada;. De~u- la ntenciclrl prestada al estudio de la autenticidad de los textos lmbli- brimiento irónico, si se tiene en cuenta que al cabo de muchos años catlns que pc~remos. en los que hemos confiado implícitamente. cre- de campanudos elogios y peroraciones nacionalistas liemos Ileg~io a \-t~rrc!olos. con algunas excepciones, integrales y definitivos. una e;apn de los estudio- martianos en que se está lwitando una s-ría Todo este material, en sus varias ediciones. uos ha llegado en gran atención a los textos de Martí desde distintos puntos de vista. especi,d- nwtlida a través del discípulo y confidente de Martí. Gonzalo de Que- mente eu lo que toca al análisis estilístico. sada y Aróstegui. a quien Martí escribió desde Ptlontecristi su famosa Circunscribiéndonos a los Versos libres, que servirán para ilustrar carta de! 1 de abril de 1895, conocida popularmente como su «carta nuestra sombría visión del estado de los textos dc >iartí, muy í,oco se teres. sirven toara ilu.irar las iu- (ca\-aricia» rompe el endecasílabo. certidumbres a que debe enfrentarse el lector (1~ lo> que \ a podemo- ET finalmente. en ((Corno nacen las palmas en la arena)) hace no- llamar textos inexactos. Para citar casos concretos. VII 1..58 de ~Pollice tar que algo no está bien en el verso KA perfumar el Yucatan florido \erso» Florit queda perplejo ante la sintaxis y anota: ((Punto oscuro. se alzaba luego»: «El endecasílabo ‘A perfumar el Yucatán florido’ de- Col. [Poesías, edición de Marinello] . . . enmienda di.1. en vez & Kni- bía ir seguido de otro. del que las palabras ‘se alzaba luego’ son co- verso. Optamos por conservar esa redacción aunque de todos modos la mienzo». El manuscrito revela que el fragmento. ilIla vez reconstruido.

idea JIO nos resulta cslars),. El problema que Florit intuye CL: más serio se acopla al poema de la siguiente forma: señalado por él eu ronJecuencia de lo que cree. pues el (,. observando: (;ilo txnbit-n un indice que contiene treinta titulos. De estos, hasta tros actuales textos enrevesados así como la aparentemente arbitraria e! i,resentc, no han aparecido los poemas correspondientes a dos de división entre Flores del destierro y Versos libes. Tenemos la convic- I~IS tituloi: «Bosque de rosas», que Gonzalo de Quesada y Aróstegui ción de que ciertos poemas clasificados hoy, en \-arias ediciones, con so.Gtiene no haber encontrado, y «Homagno audaz)), que figura en for- Flows..., pertenecen realmente a los Versos libres (por ejemplo. ((Vino ma fwgmentaria en la edición de la Editorial Nacional.** De acuerdo de Chianti». «Dos patrias», «Arabe»), pero es cuestión que no podemos con Gonzalo de Quesada y Miranda, las bases para determinar la cla- desarrollar aquí por entero. Lo que sí deseamos subrayar, al llegar a sificación de estos poemas fueron el «Índice» dejado por Martí, SU este punto, sin embargo, es que los criterios usados en el pasado para agrupamiento de los manuscritos originales, y el aseguramiento de estas decisiones no resisten un examen serio. Si es cierto que Martí éstos con una presilla de metal, visible hoy día. pero que está destru- precilk todos los manuscritos que deseaba incluir en los J’ersos libres, yendo el papel lentamente. En los manuscritos originales hay pocas entonces este volumen debiera contener los treinta y cinco poemas in- indicaciones de mano de Martí que pudieran servir para guiar a un cluídos en las hojas presilladas, más los cuatro que faltan ds los men- editor en la tarea de asignar un poema a un determinado volumen, ex- cionados por Marti en su índice: «Bosque de rosas». (~Sccl de beUeza», cepto cn el caso de <(Mis versos van revueltos», con las palabras «ver- «;Oh, Margarita!», «Homngno audaz». Pero. uno de los poemas qae SOS libras” escritas por Martí a la cabecera de la página. aparecen en esas mismas hojas es «Hervor de espíritu)). que nunca I,a primera edición de Versos libres contenía veintiocho poemas, encontramos incluído en Versos libres, sino en Flores... Lo que es más, a lo+ que en 1933 se añadieron doce más en una sección de Flores del si construímos la colección de Versos libres sobre tan frágil funda- destierro. el asi llamado volumen XVI de la primera edición de las mento, tendremos que preguntar sobre qué base \-inieron a formar parte obras de Ilartí. Las ediciones más recientes incluyen cuarenta y cinco de ella poemas tales como «Copa con alas)), «;irbol de mi alma)], <(Luz poemas. ;,Sobre qué bases se fundamentó la decisión de añadir poemas de Luna», «Flor de hielo», «No, música tenaz». <(Con letras de astras». a los l,'ersos Eibws? Gonzalo de Quesada y Miranda explica el procedi- Kada hay en los manuscritos que justifique su inclusión: >- los títulos miento en Floms... -4ludiendo a los doce poemas, escribe: «Estas com- no aparecen en el índice de Martí. Trabajando desde un ángulo opues- po&ionest a mi entender, no deben considerarse como parte de ~Flo- to, y teniendo aun presentes los criterios de Quesada. ponemos en tela re- del destierro)), sino para ser agregadas a los Versos libres ya publi- de juicio la inclusión de los siguientes títulos, puesto que los manns- cados en el tomo XI de las obras de Martí». Se alude luego misterio- rritos no forman parte de los Versos libres originales, sino que se en- ~arncnte a «otro apunte-índice de Martí», pero este índice no aparece cuentran con los de Flores... .(y con la excepción de «Sed de belleza», reproducido. Con tan escasas pruebas uno tiene que poner en duda la no aparecen en el índice): «Mis versos’van revueltos». «La poesia es existencia de criterios científicos, particularmente en vista del hecho sagrada», «Cuentan que antaño», «Canto religioso)). «Sed de bellezas>. de que al casar los poemas sin título de los manuscritos con el índice «En torno al mármol rojo», «Yo sacaré lo que en el pecho tengo,),, «Mi poesía». La intención de todo esto no es denigrar a los Quesada. sino

‘: “Según Hilario González, <(Bosque de rosas» figura con el título de «Allío probar la existencia de falsas clasificaciones dentro de la poesía de de~pacio...u en la p. 334 del tomo 16 de las Obras Con~pletas de la Editorial Na- JIartí, y sugerir la necesidad de su ordenamiento crítico, científico. Hay cional v uHomagna audaz» aparece en la p. 340 con el título «Yo ni de dioses,), al r:“.~ ‘drbcn anteceder los fragmentos que con el título de «Homagno audaz» apa- recen en el t. 17, p. 315. Véase Anuurio martiano h’o. 2 p. 310 y 316.318. 7 Obras completas (Habana, 1913), XI, 278. [Nota de za R.] 4ZL \RlO \I \I¡TI \\O 109

sólo dos libros que resisten un riguroso escrutinio como obras orgáni- Chtografia: ras. y son los dos tomos ru)-a publicación supervisó Narti por si mismo: Por lo menos. hacen falta doa +no5: Ismdillo y I’crsos sencillos. Los manuscritos de los otros libros tienen Coma menor. , que .5t’r rrexatninado~. tomándose en cuenta los co~~cepto~ estéticos in- Por ejemplo: c9rlwrados 3 los prólogos. toda la evidencia interna. especialmrntc CJI c(Juntos de noche. Hafed, juntos de día». lo que respecta a consideraciones métricas y estilísticas. v la evidrncia .\:i indico que la pan‘a <‘II IInor.R inconclancia cn el uso o rechazo de las variantes tachadas o de las palabras encerradas en circulos por Martí. Aiiádase que en JIUJII~- I-os conceptos hcterotloso? : j decepcionante el comparar los manuscritos con las ediciones publi- cadas de los Versos 2i6res y ver el número de cambio- introducidos y A su,: r-irgenes lindas despeñaban, la di\-ersidad de modificaciones que se han drslisaclo en los textos. El A su virgen mejor precipitaban. propio Martí era consciente de la singularidad de ~11 cxpresicín: CJI su pr6Jogo se refiere a la «extrañeza, singularidad. prisa. amontonamicn- Uno de los dos es evidentemente superfluo. No se ha tenido en cuenta to. arrebato» de las visionarias creaciones de sus T’ersos libres, en los In métrica, por ejemplo, en «Pomona», en que 1. 15 es un fragmento . 1 rr. que el idioma y la puntuación funcionan contrapuntualmente. creando que reza :

I tI Ltrofa nueva» aparece como ulttmo verso de acopa ciclópra~>: ctl . con los labio+ apre- tado: muero». con lo que en rea!idad debiera ser: NT. con los labio5 8 1-a en los ingentes brazos se diseña aprrtados. -muero J>. De modo similar en 1. 13 de ((He vivido: me he 5 Sin mas brida que el miento el corcel nace rlluerto~~:

11: De tierra. a cada sol mis restos propios C-tcs \ Frsos debieran leer‘c: 13 Recojo, presto los apilo a rastras. 3 1-a en sus ingentes brazos se diseña: que debiera tener un efecto entrecortado con una coma adicional: 9 Sin más brida el corre1 nace que el viento

15 Recojo, presto los apilo, a rastras. ((-bstro puro» 4 3 y cl sueño Otros tipos de distorsión resultan de omitir 10s dos puntos, ;.!!le Martí usa con frecuencia y una singular originalidad. En 1. 24 de 44 Que vio esplendor, y quiso así, hundióse c:-‘i los espacios» leemos: Debiera leerse: 24 Se labra mucho el oro. ;El alma apenas! o’- J I’ed cómo sufro. Vive el alma mía 43 y el sueño 44 Que vio esplender, y quiso asir, hundióse Pero en realidad Martí ha unido 1. 24 con 25 mediante el LISO

Estas constituyen sólo algunas de las enmiendas ortográficas inex- 9 Por el palacio de mi pecho en ruinas plicables. injustificadas o impropiamente introducidas en las ediciones 10 Entras, e irradias, y los restos fríos de los Versos libres. La sección final de nuestra ponencia se refiere a las mutilaciones En «Banquete de tiranos», varios versos que aclaran el desarrollo leaicográficas, estróficas o pertenecientes a problemas tales como la de los pensamientos del poeta han sido suprimidos simplemente porque ordenación de palabras y la omisión de partitivos o artículos. Todo esto los atrav-iesa una débil línea transversal, lo que sucede también? po- distorsiona tanto el sentido como el ritmo o la métrica del verso. y en dríamos agregar, a través de todo el poema «Aguila blanca». De ma- ultimo análisis, debilita la estructura total del poema. nera que, en «Banquete de tiranos», a 1. 14 sigue el verso que nume- ramos como 18 en nuestra versión restaurada. En las ediciones usuales 3) J~ufikxiorzes textuales I eemos: Para j!ustrar estas distorsiones textuales lo más brevemente po-i- 14 ,A un banquete se sientan los tiranos ble. procederemos con un método enumerativo, contrastante. p:es?n- 18 Pero cuando la mano ensangrentada tando los v-ereos tal como aparecen en las ediciones actualmente a nues- tro alcance, seguidos de las restauraciones que correspondan. 19 Hunden en el manjar...... Los k ersos adicionales intermedio5 1105 clan: Browne cuando deploraba la suerte de cu Krligio .Uedici: u \ol\ iJ-e común entre muchos -lamentábase-. \- en suceci\a-; trallxripcioncb 1-l :\ un banquete se sientan los tirano: $e corrompió de tal modo. que llegó a laì: prensas en la má- deprajada 1.5 Donde Le sir\-en hombrv: 1’ esos 1 iley de la< copia.+. Quienquiera recorra aquella obra. y ie percate (1~ c*iertas Ib Que a 105 tiranos aman. diiigentes particularidades y expresiones personales que en ella figurari. fácil- 17 Cerebro 1. corazón de hombres de\oran: mente discernira que su intención no era llegar así al p:íLlic*o.>t” 18 Pero cuando la mano ewangrentada Y así CS en el cwo de los Iversos librcx 19 Hunden en el manjar... Traducción de Eliseo Diego. En ((Aguila blanran la incIusi&n de los u perdidos)) 11. 9-11, que desde 1a primera edición nos hemos acostumbrado a reconocer como un diseño de puntos, nos da los siguientes versos:

8 Y camino del sol emprende el vuelo. 9 Mas silencioso el bárbaro verdugo 10 y sin duda, con sus férreas ll Manos [se alza] cada mañana

Mis observaciones en esta ponencia necesariamente breve se re- fieren principalmente al caso de los Versos libres. Pero, al enfocar la atención sobre estos versos, esperamos haber señalado también la ne- cesidad de escrutar toda la poesía de Martí con las posibles excepcio- nes de Ismaelillo y Versos sencillos. A este reexamen, indispensable para llevar adelante la elucidación de las ohras de Martí, debiera asig- narse la prioridad en los estudios martianos. Una exhaustiva restaura- cibn del tipo que sugiero resulta de especial significación en un escri- tor cuyas preocupaciones artísticas y estilíslicas, cuya atención a los menores detalles, lo llevaron en 1&87 a manifestarse de este modo en relación con sus artículos en el Partido Liberal:

Yo no uso palabra en que no procure poner especial significación y peso, de lo que viene que cuando la palabra queda cambiada o incomprensible, o la puntuación alterada, parece artificioso y fin- chado lo que de otro modo pudiera parecer sincero y artístico.”

Estas palabras poseen una cualidad profética, pues si Martí hu- biese llegado a ver en vida las ediciones de SUS versos, particularmente la de sus «versos hirsutos». habría podido alzar su queja a fortiori. Y habría podido muy bien añadirle los sentimientos de Sir Thomas

‘0 Carta a Manuel A. Mercado, Enero, 1887. 1’ Citado pr Thory, op. cit., p. 478. SEIS CARTAS DE MARTÍ

Las cartas de Martí que a continuación van a leerse, no han sido nunca publicadas con anterioridad. Fueron escritas en los últimos años de su trajinada existencia y tratan asuntos tan diversos, como diversa fue la condición de sus destinatarios, pero en todas encontramos el sello kwacterístico que distingue su incomparable estilo epistolar, vehículo formidable para conquistar voluntades y ganar adeptos para la grande causa que fue la razón de su vida. Las dos primeras fueron dirigidas a un distinguido hombre público ¿el Paraguay’, José S. Decoud, que representó a su país en la Primera Conferencia Panamericana y se ganó el elogio de Martí por la entereza con que defendió el decoro de su patria en el seno de la Comisión de Comunicaciones del Atlántico. En la marcada con el número 2 omitió Martí -como solía hacer frecuentemente -el año en que la escribiera. pero es indudable que fue escrita en 1890 al regresar a New York de uno de los varios viajes que hizo a Washington durante la celebración de la Conferencia. Podemos asegurarlo porque poseemos copia de una carta en que Gonzalo de Quesada, refiriéndose a Martí, dice a su novia con fecha marzo 16 de 1890: «Esta noche a las 10 se marcha. Su visita ha sido trascendental y un triunfo». Conocida es la preocupación de Martí ante la posibilidad - de que la Conferen~~$~t~se~_de rmon de Cuba-ìõse%ni- __-< dos. sm estar ella re resentada en la misma. sus viajes a la capital ._Cr_-- - _._ -~-JL.- _- .------. ..~ ._ obedecreron a su deseo de poner en guardia- à Tos Delegados latinoame- ricanos. en éste de mediados de marzo se entrevistó con los represen- tantes de Argentina, Bolivia y Paraguay. En la Sala Marti se encuentra el original de la carta No. 3 al Co- mandante Emilio Cordero, la cual refleja el respeto y consideración

1 Pueden verse en facsímiles en la Saka Martí. ASU.4RIO .\IARTI.\SO 117 116 AZUR10 MARTIAXO

que le merecieron a Martí los que pelearon en la Guerra Grande. II{.- I-1 objeto de la reunión fue. precisamente. dar a conocer al club dicha cardemos que para él ((...todo el que sirvió es sagrado)). no cllitante lay carta que es un llamado urgente. en solicitud de auxilio económico. discrrpancias que por cuestiones de forma pudieran existir. cuando el Delegado daba los toques finales al Plan de Fernandina. Lamentablemente. han sido infructuosas la5 pe5qui-aì realizütla- Xi que decirse tiene ctue la solicitud fue aprobada por unanimidad para ohtener datos sobre el Comandante Cordero. Sólo hemos hallado ! YC dieron ia.- órdenes oportunas. al Tesorero del club. para entrega! en el Archivo Nacional un recibo. fechado en Potosí. enero 15 de 1896. a Ia Tesorería General del Partido todos los fondos existente* en caja. por Emilio Cordero A.. como Jefe del Taller de Talabartería del Sortc He aquí las cartas: (Distrito de Tunas) pero no nos consta que se trate de la misma per- sona. Pensamos, sin embargo. que la Sra. Julia Estévez de Cordero a 1 quien iMartí dedicara un ejemplar de I’ersos Senrillos. fuera la esposa 5Nor José S. Decoud. del Comandante. Mi muy estimado señor y amigo: Suponemos que el c

(Sm lork. IIiiero c!r 129.5 )

Fr. h?sidellte del cuerpo de ClJIl5ejO dC ‘lC\\ l-tlrI\:’

1. .n vista de las atenclones dc-1 Partido He\oluïioliari,b Cubar:fi. ruc- 1’0 a Ud. invite a los Clubs de esta ciudad a que entreguen a Te*3~rrcría ;OE fondos d e guerra que tengan hasta hoy awinulados. Saluda a Ud. con toda cstimac.ión. UN ARTíCliLO DESCONOCLDO DE MARTí El Dc,legado José Martí i,A LOS ESTADOS UNIDOS‘!

(:o~nt&tlor: Enrique H. Moreno Pla. Pasa en los juicios que se publican sobrr los pueblos Jo que a los hombres de poca edad con las mujeres que los deslumbran por su hermosa apariencia, sin ver que puede una serpiente vivir escondida en la misma concha que parece morada de la perla. Los mozos son así, y aun los que no son mozos en edad, sino en juicio, aun cuando éste parezca maduro por las gracias de la forma en que se expresa. Toman loc pintoresco por esencial, y los detalles aislados y simpáticos- c entranas, que suelen ser muy diversas; como quien ve a una mujer de ojos limpios y cutis de rosa, vestida de encajes como podría un hada. y supone que aquella seráfica beldad, que es acaso una Manon irredi- mible, alberga una hermosura semejante en el espíritu. A los pueblos se les ha de estudiar dos veces, como a las mujeres. El- frívolo se con- tenta con las impresiones, sobre todo si son de su agrado. o concuerdan con su disposición personal. El que sabe que la pluma se debe mojar r en la sangre de la verdad, aunque nos salga del costado. deja pasar los primeros vapores de la impresión, y escribe después del estudio do- loroso de lo real, sin que la simpatía injusta lo ponga cirgo para cuanto no le sea grato, ni desluzca sus opiniones la antipatía, que es debilidad indigna de cuantos aspiran a enviar Su voz con algún influjo entre 105 hombres. Y eso no va dicho por casualidad, sino porque en lo que se rscrilw -- ahora por nuestra América imperan dos modas, iguahnente dañinas,

piritu español en los países hispano-americanos, gue en eso mismo 2 Juan Fraga. están probando preclsamente que no han dejado atin de ser colonias. 132 .\\L .\RIO JIIRTIAAO

Por ;upueAo que esto no pasa de ciertas capas men!alc:. ). ni una ni otra propaganda interesan hasta ahora más que a In gente rudimen- taria ! juvenil de aquellos pueblos cle nuestra -1:néricc donde. prcci-

amente lwr el amor excesivo a la nol-edad extralia de los Estados 1 ni- dos. o a la vejez de las cosas españolas. no se h2n desenvuelto c2:no c:l nlgunn~ otras repúblicas nuestras, la riqueza \- la politica. Ptaro de Irjti- se 1-e poco: y como la literatura tiene 10 capa ancha y cubre más a r:;t.nudo lo ligero, que no cuesta trabajo ni fatiga mucho el pensa- IriL.nto del que lee, que aquello que toma su peco tiel conocimiento de CLAVES ia lida ‘- eT.ige mayor atención del lector. sucec!e que una y otra idea. la americana !- la española, hacen más camino del que debieran entre los lectores sencillos y la juventud impresionable, mucha parte de la CLAVE CON MARTÍ’ CLJ por la falsa golosina de este país que le pintan de micl y oro trueca in+znsatn la única vida útil, que es la que trata de eump!ir el deber de .41 Cabo, a Prado: hombre en el p:!ís natal, por la mezquina y secundaria empresa de Si Guelito puede: o Tabaco» procurarse en tierra estraiia una fortuna pecuniaria que casi nunca llega a más de lo estrictamente necesario para el sustento. El hombre Para la palabra carlf~as~~. en cualquier frase en que haya que po- joven se debe a su patria. nerla, la palabra: (

1 se encuentran, manuscritas ‘por Martí, en el Archivo del General Máximo Gómez, Legajo 16 No. 3, Folio 4144. ANI.4RIO 31.4RTIANO 125 124 AXL’ARIO MARTIASO

Aquí ha! ( tanta-) arma5 . Gire - (1 para el número. Diecinuel e ~- í ~?/zsllelo Lilí sólo nos permite preparar la expedición. Veintisiete -- .1 mpuro y que los hombres salgan del país. pero Veintiocho -- K~~fupUio Ud. y yo7 o cualquiera de los dos, de Veintinueve -- .Ifrrcr Mayía y yo salimos hoy por tierra . . . . Giro cien Tengo aquí tantas armas: Ciro (tanto) Sale expreso explicando punto nuevo de salida ...... , ...... S~5pentla giro CLAVES’ Estamos al salir dentro dc tres días . . . Bien gracias Imposible la salida de Sama& ...... Prolongo visita El General, en Montecristi. registrará la palabra: An&&. Es mejor que Ud. lo arregle todo para salir Martí. en Santo Domingo, registrará la palabra: Borrnc. de ahí sin la gente de acá . . . , Retardo vuelta Devuelvo la goleta ...... Escribo causa Claw Yo arreglaré de aquí mi salida con Mayia Esperaré cable De Martí al General: Lo de aquí imposible; salga Ud. de ahí . . Recibí cartas Salgo a arreglar afuera el modo de volver Mayía me dice que se ha seguido tanteando por Mayía ...... Es:.riho maõana al Presidente. y está favorable . Llegué bien Salga Ud. a Fortune Island. busque a Mr. 1-Te visto a Lilí y lo hallo benévolo . zaludos Farrington y espéreme ...... Responderé cab:t~ He visto a Lilí \- lo hallo hostil . . . .a i-111, os carxnosos‘- Hc visto a Lilí, \- contamos coll c‘u fa\-ol rsplícito ...... *:rittdos cordiales

I Se hallan, manuscritas por Martí, en el Archivo del General Máximo Gómez. 1 Se trata de la claw anterior. C-16 No. 2, Folio 4112. 126 ASCARIO 1\1.4RTIAXO

CL4\‘E

Del General a Narti:

Enterado y dispuesto ...... Salude amigos Descubierto e imposible ...... Giro caro Todo tranquilo según arreglos ...... Giraré mañana No toquen en el Cayo; sigan de largo y esperen afuera ...... Espere carta Imposible moverme de aquí; busque modo CIRCL-L-AR DE JOSÉ MARTÍ A LOS JEFES Y OFICIALES nuevo de sacarme y av-íseme . . . . . Manuel mejor DEL EJÉRCITO LIBERTADOR

Xo han venido armas del Cabo . . . . . Casa salúdalo [hÉL)ITA] Saldré de aquí con lo que tenga . . . . . Devuelva saludos \‘oy a Fortune Island y esperaré . . . Wmuel repuesto (Dos Ríos, 14 de Mayo de 1895) X0 venga; va expreso con carta . . . . . I.Iegó Manuel

*4 LOS JEFES 1’ OFICIALES DEL EJÉRCITO LIBERTADOR: De Martí al General

Tengo armas ...... «Sigo viaje» Ll pueblo de Cuba está preparado para vencer en la guerra que ha NO puedo conseguir aquí las armas; sigo a :-uelto a emprender para su libertad; pero será inútil tal vez su sacri- Port-au-Prince, o a donde diré por carta Escríbame ficio. o costará demasiado sin necesidad, si todo el Ejército Libertador Mándeme aquí embarcación con instruccio- no obedece a la vez al mismo impulso, si no se hace de todas partes lo nes para llevar Ias armas ...... Mejorado sigo. mismo a la vez, si no se lleva la guerra adelante con un pensamiento energico y claro. El valor suele resolver los encuentros aislados, pero s6!0 cl orden en la guerra, y la unidad de pensamiento llevan a la vic- toria final. La victoria sólo se puede lograr, o se logra más pronto, con 01 asedio metódico y unánime que aturde al enemigo por su orden im- placable: que lo obliga a empezar de nuevo donde cree que ha termi- nado, que no le deja reposo y lo compele a emplear y dividir sus fuerzas enfermas y cansadas. Hay que fatigar y tener en ejercicio las fuerzas del enemigo, y privarlo de recursos, a él, y a las ciudades y poblados donde se asila. Hay que marchar todos, sin descanso y con plan, al mismo fin. (Es preciso saber donde se va, - e ir.)‘:’ Con la resolución indudable del pueblo de Cuba, es imposible la derrota, si hacemos bien la guerra, si no ayudamos al enemigo perdiendo nuestras oportunidades, dejándolo descansar, y contribuyendo a abastecerlo, si entendemos desde hoy los derechos que la guerra nos da. los medios de que podemos usar en clla, el método que debemos seguir, y las obligaciones que nos impone. Expedimos estas instrucciones generales, para obtener sin pérdida de tiempo esta unidad y energía de acción en el ejército cubano, puesto que ya ha terminado el período primero, naturalmente confuso, de for- 128 4hCARIO 3lARTIASO ASC.SRlO MARTIASO 129

mación de las fuerzas. !- estamos permitiendo al enemigo que mejore y inexorable con que, de todas partes a la vez, se debilita y empobrece prepare sus tropas en calma. por no darnos prisa a cortarle sus recursos, al contrario. se le quitan recursos y se le aumentan obligaciones, se le a Jitiarlo de cerca o de lejos. en las ciudades donde se refugia. a obli- obliga a pelear contra su plan p voluntad, y se le impide que reponga garlo a salir a la pelea en busca de pro\isiones para las ciudades. y a sus fuerzas.-Y en esa condición, son más fáciles y útiles las batallas. interrumpir todos los trabajos que puedan aprovechar al enemigo. o a Hay que preparar el éxito de las batallas con ese trabajo continuo. los que le paguen contribución. p todas las vías por donde pueda tran- Los trabajos.-Se ha de impedir todo trabajo pacífico cuyo producto +itar y comunicarse.-Estas instrucciones deben servir de guía constante pueda aprovechar al enemigo. Todo trabajo cuyo producto va al campo n JOP Jefes y Oficiales del Ejército Libertador, enemigo, le aprovecha a él, y aumenta sus recursos contra la revolución. Este principio se ha de tener constantemente en la memoria, y por E:l gobierno cobra contribución sobre esa riqueza; y los amos de ella, él se ha de resolver por el Jefe u Oficial cualquier caso imprevisto:-la por seguir gozando de ella, apoyan al gobierno español que les defiende guerra tiene cl deber de destruir todo lo que, de cualquier modo, ayude ~1 trabajo, con el mismo dinero que sacan de él. Permitir el trabajo a mantenerse o defenderse al enemigo:-y cuando la guerra, como en que va a ayudar al gobierno español, es dar al gobierno español re- Cuba, es la patria, cualquier falta de vigilancia, cualquier falta de perse- cursos con que pelear contra Cuba. Todos los trabajos que no sean de cución. cualquier falta de ataque. cualquier descuido que dé al enemigo los cubanos revolucionarios, para el sostén de sus familias y el de lo que se le pudo quitar, o le permite recibir lo que no debió llegar a él, nuestras fuerzas, deben ser impedidos. Así, el gobierno no puede cobrar es un delito de traición a la patria. (Se ha de tener incesantemente sobre ellos la contribución que emplea en hacernos la guerra,-los que lo conocidas todas las vías y maneras por donde el enemigo recibe ayuda. ayudan no tienen con que ayudarlo, y le pierden respeto porque no los mucha o poca, y se ha).* P Los trabajos pacíficos de cuyo producto va a puede proteger,-y los trabajadores, que ya no tienen interés en ser aprovecharse el enemigo. bien sea por la contribución que cobra sobre pacíficos, quedan libres para unirse a la revolución. ellos: bien por la ganancia de los que lo ayudan,-se han de impedir, Las reses.-Se ha de impedir el paso de reses a los campamentos, todos. P Las reses que pasan a alimentar al enemigo, o a los poblados poblados o ciudades del enemigo. Es fácil entender lo grave que sería que le sirven de estación, o a las ciudades donde se hace fuerte, donde permitir el paso de provisiones a un campamento. Las ciudades ocu- se prepara a atacarnos. y donde se repone de sus pérdidas y enferme- padas por el enemigo son sus campamentos principales, y se les ha de dades,-deben ser detenidas y dispersas: sin excepción, y castigados los rodear, y privar de provisiones, lo mismo que a una fortaleza sitiada. que las llwen,-+ amparen su entrada. (b). P Las vías todas de co- Al enemigo a quien se hace la guerra, no se le puede estar sirviendo de municación,--correo3 telégrafo, ferrocarril, deben estar siempre inser- proveedor. Al enemigo no hemos de darle alimentos, sino privarlo de vibles.-los correos, prohibidos: el telégrafo, cortado; el ferrocarril, alimentos. El gobierno español no permite el paso a cargas de vianda destruido, o siempre fuera de uso; y los caminos de agua y tierra, ocu- y animales que vengan a alimentar el ejército de la revolución: la re- pados o molestados en sus cruceros principales. P (a) Las ciudades, volución no puede permitir el paso a los alimentos del ejército español, deben estar aisladas de todo recurro. en zozobra perenne, recibiendo sin y de las ciudades donde se defiende, se asila, se cura, y rehace SUF cesar pruebas de la actividad de la revolución, para que estén dispuestas fuerzas para volver a atacarnos. Todo el heroísmo de Cuba sería es. a ayudarla, por acabar las privaciones que le vienen de ella. y por su téril, si los cubanos se encargan de reponerle al enemigo en el asilo poca confianza en un gobierno que no las puede librar de la escasez de las ciudades las fuerzas que en el campo de batalla les hacen perder. o el hambre. P Cerrar todas esas fuentes de fuerza material y moral al Pasar reses, es ser cómplice del enemigo. enemigo es el deber de todos. en todas partes. en todos los momentos; Las ciudades.-Se ha de mantener a las poblaciones privadas de todo y dejar abierta al enemigo, o floja. una sola puerta o vía, es ayudarlo, recurso, en alarma continua, y sin capacidad de producir provecho a es contribuir a que se fortalezca y se reponga,--es el delito de traición España, de modo que ésta, en vez de sacar contribución de ellas, o man- P la patria.-La parte más importante y decisiva de una guerra no está tenerlas en abundancia y trabajo, tenga que atender a ellas y que pro- en las batallas, ni en los hechos de valor personal: sino en el sistema veerlas, y los habitantes, viendo el gobierno impotente, respeten o deseen 130 .4SUíARIO MARTIANO ANCARIO hIARTI4SO 131 la revolución. Las ciudades juzgan de la potencia de la guerra por cl que la paz de las ciudadc; desacredite y rebaje la revolución.-Por esas modo con que la guerra llega a e!las. Las ciudades llev-an al resto drl razones, todo de:cuido en cl sitio constante de las ciudades. no es menos psis. y al mllndo c;Lle 1 iene en los barcos a sus puertos, las noticias de que traición. la furrza dc la gurrra. Por las ciudade \c el rnuntlo si la guerra c. Caminos: jcrrocurriles v felégrajos.-Con el uso de los ferrocarriles, poca o mucha. J.a5 ciudadc 5o1: la mrdida de la guerra. ES entera- el enemigo saca dos ventajas:-mantiene corrientci las grandes riquezas mclrte inútil el e>t:rcfo bril13ntc dc Ir? guerra cn el campo, y nuestra del país, que le dan recursos con que hacernos la guerra. y tiene un victoria en él, si ese estado de guerra y esa victoria no se siente y se ve modo rápido de mover las fuerzas. sin los peligros v la dilación de Jos cn las ciuda(!es. Si el rrsto del ;lal.s. y cl mundo. ven las ciutlcdes bien caminos, y sin Jas rnfermrdades y los obstáculos dc la marcha: tollos provlslas. sin aJarmn nt cscawz. trabajando cn paz como si ciluvicran los ferrocarriles deben e.qtar constantemente fuera de uso, para que cl en paz,-la sangre de los héroes y el sacrificio de sus casas serán vanos: enemigo no pueda mover sus fuerzas con una ventaja que no tiene Ja Espaiia puek pro!jar al país p al mundo yae no hay guerra en Cuba, o rcvohrción,-y- para que la riqueza del país no tenga recursos que dar CiLlC la g::erra ec: débil y despreciable. E! qruc hace la guerra dt’biimente, al gobierno, y sc convenza de que el gobierno es impotentr para prote- Ia hace contra sí-. Si las ciudades viven en pArlico incesatl:c. ?i el tra- gcrla, y la revolución es bastante fuerte para impedirle que trabaje.-- bajo es i:ilposible y es grande la estrechez, si l-en :I las luerzai del po- Con el telégrajo, el cnemi;:o iguala todas las ventajas que da al cubano bicrno obligadas a salir en busca de recursos. si sienten la guerra,> el país cree en ella. y el mundo. (Por las ciudades ve el mundo si la guerra es cl hacer la guerra en SLL propio país: el telégrafo es el práctico, cl de- poca o mucha. Las ciudades son le medida c!e la pouncia de la guerra. nunciante y el espía: continuamente han de estar las líneas por tierra. Por eso es verdud severa que).* Todo eJ que ay-uda a la tranquilidad y- de modo que sea imposible repararlas.-Los cantiizos pueden ser el al abastecimiento de las ciudades, ayuda al cwmigo a -presentar la guerra mejor auxilio de la revolución, si se atiende bien a este ramo de la como impotente e infeliz, y es traidor a la misma guerra que hace. Por guc rra. Los transeúntes que pasan por los caminos sin hallarse con eso las ciudades deben estar, todas a la vez. cn alarma y escasez con- nuestras fuerzas, o las recuas y carretas que los andan sin ser moles- tinuas. tÍI

El buen trato a los habitantes del país, cubanos o españoles, es otro hombres sueltos. con demasiado tiempo a su disposición, sin trabajos recurso poderoso de guerra; y el que por el maltrato o el despojo inne- de guerra que los acostumbre a estar listos para ellos, sin el hábito del cesario de los pacíficos espante de los campos a los pobladores que pueden deber a horas fijas. y de la atención rápida a las órdenes que reciben. ser ayuda continua de la revolución, u obligue a las familias o a sus no sirlen bien a la patria. ni Ir pueden dar el ejército sazonado v seguro hombres a irse al enemigo por justo rencor: o en busca de amparo: eS que necesita para arrancar su independencia de un enemigo que tiene culpable del delito de complicidad con el enemigo. La guerra no podría todas esas condiciones. A un enemigo no se le puede vencer si no se vencer sin el cariño y la ayuda de los pacíficos: los pacíficos fieles a tienen las mismas cualidades que él tiene, o más. Un ejército de hom- Cuba son nuestros almacenes, nuestras avanzadas permanentes y nues- bres descuidados y voluntariosos, un ejército indisciplinado, no puede tros hospitales, y los debemos cuidar y respetar como se cuidan y res- vencer a un ejército donde todos los hombres tienen la costumbre de petan esos servicios; así como debemos acabar de raíz a los que de cual- ir a la vez a un mismo objeto, montar a los caballos de un mismo salto. quier modo ayuden a España, o den albergue y servicios a sus tropas. de manejar sus armas con facilidad e igualdad, de obedecer la orden al El peor enemigo de Cuba es el que por su abuso o su maltrato le quita instante en que se recibe,-un ejército disciplinado. Disciplina quiere a Cuba servidores, y se los da a España. La guerra tiene derecho a decir orden, y orden quiere decir triunfo. Puesto que el cubano hace a su patria la ofrenda de su vida, hágala bien, y déle la vida de modo satisfacer sus necesidades legítimas, que son dos: privar al enemigo de que le sirva, por el orden de sus servicios, en vez de serle inútil o toda especie de recursos,-y atender a su alimentación, vestuario y dañar,-por su desorden y torpeza en el instante de defenderla.-La provisión de armas y municiones. Puede tomar la guerra lo que ver- mejor disciplina es el empleo incesante contra el enemigo. daderamente necesite, porque lo que se lleva innecesariamente es un robo a la revolución, que va a seguir necesitándolo,-y porque cada Las propiedades de los que nos respeten y sirvan serán respetadas, abuso que se comete es un soldado más que se da al gobierno español. siempre que su servicio a la revolución sea tal que permita excusarles Es indispensable que el país ame la revolución, que la vea sin miedo, su contribución forzosa al enemigo; pero deben destruirse las propie- que la vea llegar con gusto a sus puertas, en la seguridad de que no le dades donde se albergue o provea, o pueda albergarse o proveerse, el llevará más que aquello a que le reconoce derecho porque le está de- enemigo, y cuanto le valga como posición o ayuda. La guerra debe fendiendo los suyos. La naturaleza humana, y en especial la dignidad desde hoy conducirse de modo que no se cause en ella destrucción in- cubana, aborrece el abuso, y a los que lo cometen. Los Jefes y Oficiales necesaria, y de mera venganza o rencor, sino que cada acto de destruc- castigarán, como el delito de abrir banderín para el enemigo, a cuantos ción esté justificado por la utilidad que el enemigo saque de lo que se abusen de la buena voluntad de los pacíficos leales, o consuman y des- destrujc, o por la enemistad excesiva e irreconciliable de los dueños. truyan los alimentos que no necesiten, o desagradezcan y ofendan a los Las propiedades extranjeras deben ser tratadas con especial benignidad, cubanos y españoles que nos ayuden. siempre que no den auxilio conocido y voluntario al enemigo, en cuyo La práctica en los servicios de la guerra es indispensable también caso son instrumentos de él, y deben ser tratados como tales. para vencer. Con hombres precisos, dispuestos a todas horas para todo, Los espaiioles deben ser tratados de manera que en todo lo que haga con el corazón más alegre mientras más difícil es el empleo que se les o diga la revolución puedan ver el deseo sincero de que los españoles da, con su arma limpia y su caballo entero y pronto, se pueden intentar útiles y respetuosos vivan en paz en Cuba, y en el goce de sus bienes en la guerra las sorpresas y las improvisaciones que son imposibles con después de la lihertad. Se tratará como a enemigos a los que como a hombres que no encajan de prisa y bien en su puesto, como las dife- enemigos nos traten; pero debe dejárseles ver bien que pueden ser rentes piezas de un arma a la hora de montarla. La hora de acción no nuestros amigos, si desean serlo. Como el ejército español de hoy tiene es hora de aprender. Es preciso haber aprendido antes. Es preciso tener muchos soldados jóvenes, y de idea liberal, que están en la tropa contra a 10s hombres disciplinados, que es tenerlos dispuestos a prestar servicio su deseo, debe ponerse cuidado en hacer saber a los quintos, por quien a una VOZ, sin perder en preparativos, confusiones y torpezas el tiempo pueda acercárseles, que los cubanos ven con pena la necesidad de ha- que se ha de emplear en caer silenciosamente sobre el enemigo. Los cerles fuego, y que en vez de servir a la monarquía que les sacó de sus 13,l \\c 4RIO 3; 4RTIISO ANUARIO MARTIANO 135 caYa.< y les roba la libertad. pueden venir sin miedo a las fila‘ de la li- p alarmadas Gn cesar con nuestra cercanía y el efecto de nuestra bcrtnd. que son las rubanaS. a ganar puesto desde hov en la tierra que persecución. dcopuck del triunfo los \er,i como a hijos. y les pagará dintlolr~ modo Es indispensable, para estos fines y la marcha general de la guerra, de vivir en ella felizmente. yac ICS Jefes y Oficiales disciplinen a sus fuerzas, acactum~~rindolas a Esos principios deben regir los actos todos de los Jefes v Oficiales. hacer bien y al mando los servicios de guerra, y a adquirir la inteligencia ‘y ninguno debe ir contra ellos. En esos principios estlin IOLOS-1 10s de- \ iva. la obcdirncia pronta. cl reparto del trabajo, el conocimiento del ruchos que la civilización permite a la guerra; todos lo? mcrlios de que arma, el buen uso del c&llo, y- la acción rápida, y dr todos a la vez, 3e pucc!e valer para proveerse y privar al enemigo de recursos, y todas que aseguran en los encne~ltros mrk aparados. la salvación, y logran, Ias obligaciones de vigilancia, y acción incesante contra el enemigo; aún con Eucrzrs menores, la victoria. que la guerra tiene inmediatamente que cumplir. (Xo se puede dejar Así, ocupados verdaderamente los campos, destruidas las vías de de cumplir uno solo de los deberes que la guerra impone. DC todas comunicación, 1 igi!ados siempre los caminos, sorprendido.5 con esa rc- partez a la vez debe hacerse la misma clase de guerra: dcbcn estar OC~- corrida incesante los movimientos del contrario, reducidas al pánico y a la escasez Iris ciudades; j- bien padw- o vigilados, los caminos; deben impedirse todos los trabajos que disciplinado y preparado el Ejército Libertaclor.-podrá mover va>-an a la población: deben tenerse siempre destruidas. o cortada:, sus fuerzas, cuando sea necesario7 con la grandezn y rapirlez con que en su día han de operar para arranca: al to(las las vías de comunicación.)“” enemigo la independencia de Cuba.-Si no, si no hacemos todo eso. So es posible que la guerra continúe reducida a encuentros casuales, todos a la vez, daremos prueba por falta de sistema, a pesar de nuestro So es posible que la impunidad con que las ciu- sin un plan común. heroísmo, dc ser incapaces de conquistarla. Lo cual no será,-porque datlcs de estån abasteciendo desmienta al mundo diariamente que en en el pueblo cubano es tan grande la inteligencia como el valor. Te- lou campos de Cuba pe!ea un ejército valeroso. No es posible que cl nemos ya las fuerzas suficientes para el triunfo, tenemos Jefes y Ofi- ejército cubano ee desorganice por la falta de ocupación. mieniros cl ciales heroicos. tenemos fuerzas de bravura y de resignaci6n invencibles, enemigo llena de provisiones sus campamentos, campea sin ser perse- tenemos cl cariño y la ayuda del país. Movámonos con orden, y con ese guido en los caminos. J- descanse en la estación de 1x Iluyias para ata- plan fijo, sin una falla sola, y habremos colocado pronto entre las na- c*arnos en masa. cuando esté repuesto y aclimatado. Y es indispensabla ciones libres la bandera de Cuba. que, como sistema continuo en la guerra, haya siempre en las cercanías de las ciudades, fuerza& ligcres, compuestas de hombres escogidos y hon- C-16 Folio 4723 T rados, que impidan, sin escape ni perdón, toda entrada de provisiones N2 a las ciudades. ..<...... <....,..<._.,,,.._.._...... <...... < diestras en hacerse sentir Es indispensable qne pequeíías fuerzas, --DOCIIIII ,n,t: :lill<Íg::.do. I-iv 1':!.II?:i. c!:. J%ir.t: ‘-ar!;. i A,~c!l;\o Sacional). sin exponerse a dificultades. \igi!en los caminos, como avanzadas per- -La letra may-úscula P consto en el origkal en lo misma fcrma en que se ha manentes, enseRando la guerra, dc modo qne la vean y la oigan sin copiado, awlque ce deduce que significa párrafo aparte. -El párrafo marcado (1)) se infiere que debe seguir des;>& del marcado (a), cesar, por donde quiera que pueda ir noticia de ella a las ciudades, re- pero se ba querido copiar cl documento tal cual es. cogiendo y trayendo al vuelo, todas las noticias importantes que sepan -La llamada (*) significa q”e lo

.- ---

RECUERDOS DE MARTí”

Pon BERNARDO FIGUEREDO

A Martí lo conocí de lejos la primera vez que llegó a Cayo Hueso, ya al atardecer de... no me acuerdo la fecha... diciembre del 91. Yo tenía unos 13 años. Vi a Martí cuando llegaba, procedente de Tampa, acompañado por varios patriotas cubanos que a algunos de ellos conocía como a Eligio Carbonell; pero no pude acercarme, pues había un grupo grande de- lante de mí, e iba acompañado por el Sr. Ceva, amigo y compañero de la Academia de Pintura de Abbney, y noté que él venía muy abrigado para las necesidades de Cayo Hueso, donde casi nunca se usa ropa sino la corriente, tropical. Lucía un poco cansado. Enseguida que bajó, le ofrecieron un coche, pero él dijo: «Yo no quiero andar en coche si el camino no es muy largo, y sé que el hotel está cerca, así que prefiero caminar». Entonces fue acompañado por la Comisión que lo recibió: entre los cuales recuerdo perfectamente a Peláez, Gualterio García, Serafín Bello y a Pompez. Inmediatamente se le reconoció por un mé- dico, no sé si el Dr. Palma, el doctor del hotel, pero lo principa! fue que se le ordenó un reposo, pues estaba muy cansado del viaje y del trabajo intenso que tuvo poco después de salir de Nueva York. En Tampa, ya anteriormente había dicho en el mes de noviembre el dis- curso de los estudiantes fusilados el 27 de noviembre. Con ese motivo tuvo muchas solicitudes, especialmente de la Colonia Cubana de Tampa,

* Transcripción de una entrevista grabada en cinta magnetofónica, hecha por Cintio Vitier y Fina García Marrw a Bernardo Figueredo, con el auxilio técnico de Magno Mitjans. A pie de página se insertan notas tomadas en otras conversa- clones, que completan 0 enriquecen el texto. El entrevistado, nacido el 10 de julio de 1879, es hijo del conocido patriota y escritor Fernando Figueredo Socarrás (véase el libro de éste, La reuo2ución de Yaro, 1868-1878, La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1968). 138 .4‘íu~R10 JIARTIANO

para que volviera a hablar allí. lo cual no le permitió la premura en en Ca‘0 Hue.=.o. entre ellos Serafín Sánchez. que era muy escéplif.0 ! tomar el vapor que ya de antemano se sabía usaría para ir a Cayo Hueso. que también era de los que decían que a los r:ìpsñolr= había que ga- Después de esa visita, de esa vista de Malti, volví a la .Icademia narlej la gut’1~3 con balas !- no con baladas. DespuG; de la rntrtL\ i-la. con Ceva. mi compaiiero, y continuamos nuestras clases. mi padre canl!?ió completamente de opinión \- 1~ dijo ;1 \Iartír?cs< \c:a. Abbney era un canadiense que tuvo un ataque pulmonar muy fuerte Serafín Srirr~~!:w. Teodoro P<;wz. a Lamadrid \- ;L Po\“. que cl !-~.,~:i~w allá en el Canadá y mandaron los médicos que fuera lo más pronto parecía (juv tioión. sembrado ya desde el aiío 1855 los primeros cubanos que llegaron allí Fueron llamando u Serafin, por lo que segi’m lni padre, le habian tiado emigrados, mucho antes de la Revolución del 68. Por cierto, que entre la lista de IX personas qce él debía ver primeramente; )a hU!,ía ;istr, esos emigrados estaba mi abuelo Don Bernardo Figueredo y Téllez. anteriormente ;1 Juan Francisco Lamadrid 4~ a Po\“, por indir,wiones

Fue uno de los primeros procesados que hubo en Cuba por los movi- de Angel Pt~lktz. Angel Peláez era escogedor c!e una f&brir:x. Ill:l!- mientos y las ideas de liberación de Cuba del dominio de Espafia. decidor, muy entusiasta y un hombre que tenía un e.kpírilu slm;ciliw Después de regresar a la Academia, y comentando que Martí lucía y decidor. El siempre en donde había que hablar. hablaba aullquc no cansado y que así tal vez no podría resistir el trabajo que se le había decía discurso. impuesto, pues nos dedicamos a nuestro trabajo de estudio y práctica. Posteriormente a tcdus estas preliminares. ea se aseguró Martí que Entonces la próxima vez que lo vi, fue ya en mi casa.’ cuando sali& cuando le permitió el médico salir del hotel, la primrra Inmediatamente que llegó Martí lo recluyeron en el hotel, encar- visita que él hizo fue a nuestra casa. Mi padre lo recibió, desde luego, gándose Angel Peláez de actuar como cancerbero para evitar que lo mo- con mucha amabilidad, le presentó a la familia, él besó en la frente a lestaran, í?o obstante lo cual, por tratarse de un edificio público, era mi abuela, y a mi madre en la mano y a mi tía. Inmcdiatam:ntc mi difícil hacerlo. Entonces a los dos o tres días de estar ya Martí en Cayo padre se seiltb al piano y tocó el Himno de Bayamo, que todos IOS mu- Hueso, Peláez fue a buscar a mi padre, que era la primera persona a chachos que habíamos en la familia en ese momento--Gramos ochoX pas- quien él le había pedido que viera en Cayo Hueso. Entorces mi padre teriormente nació una de las últimas, para formar los nueve-Ir ran- fue alli; Fl no estaba muy seguro y tenía la idea de que Martí podia tamos el Himno de Bayamo que a él le emocionó mucho ver como todos. ser un ilusionado, que no tenía idea de lo que era una guerra como la desde el mavor, que era yo. hasta la última, lo cantaban con entuslUw~o que había que sostener y habían sostenido los cubanos durante 10 años, -y con carino. Entonces mi hermana Tomasa tocó la ~Habanc~a Tú)). pero no obstante fue a verlo. de Sk&:< cle Fuentes. entcr?ces era cosa nileva. y otrcs pieza:i. c,:itrc Desde el primer momento tuvieron las más simpáticas relaciones y clles toe:1 c.1 1’;eludio Ill’o. 7 de Chopii:. l?l la felicitó par lo Li-:ii qnr agradables siempre; con SX manera caci magktica de atraer a 1~ lo !?abia t~:*ado 5 drc+a que ew preludio era breve J%I bd0 corno ui?2 gota hombres a la buena causa, pues fue que se ganó a mi padre. Después de rocío. una lágrima v un2 estrella fugaz en el firmamcnlo. Esto de esa conferencia fueron a ver a mi padre los distintos jc-fes.qce había entusiasmó r~arho a mi hermana y a todos 10s que estábomn; allí. creíamos qw e;!k habí;l hecho una cosa muy superior a lo que noso~rw 1 Vixm enfermo de Tampa. En casa vivió algún tiempo mientras se reponía de up @XII agotamiento nervioso. Vivíamos en un segundo piso. Martí y yo dormíamos e&barno: acostumbrados a oírle todos los días. en la Biblioteca. A veces me llamaba: «Vanxx a \ ir c:liir hoy cl sol.» Decía Despuck de la breve visita, pnes ya Peiáez estaba urgiéndolo. ~JEPS que el cielo del Cayo era muy pareci&o al de Cnha. < G:undo e! sol sale. de& él, el azul más lindo es el del Oeste.» tenía qUe !lacer otra-. El decía qL:e Pehíez era su tirano: «el tirai: r~tás 140 ASGARlO MARTIASO 141

-grato que había conocido». El caso es que la \-isita fue corta: pero muy grata. Ni padre siempre fue amigo de tener muchos árboles. especialmente Nartí era muy decidor, no hablador, sino que si tenía algún pen- matas de coco. en su patio; y cuando salían. 61 se admir

puedan haberlas conocido- a las personas siguientes: Yo recuerdo siempre con gran placer que Federico Pérez Ccr?i+: mo seguramente que les interesará mucho la información, porque se darán cuenta más decía que él conocía a Cuba miis por los mapas que >o había hpcho, cercana de lo que era la 1.0~ de Martí. Hablaba como Luis Pernas -un pecto al nombre de Cayo Huc-o. por CELIA de llamab: Ca!-0 I;eJ- Yi-est cuando anteriormente se llamaba (:a!o llur.50, en!*i:l::- se Rafael Solís Altunaga ! como José Antonio González Lanuza. Su voz expresó \-arias veces que el error consistía en que los ingleses: qw eran no erd penetrante y sin embargo se oía perfectamente en todos los ám- los dueños de la Florida entonces, por la fonética OXeron Ca!-0 Ilucw J’ bitos del San Carlos, que era un teatro bastante grande, como lo que creían clue el Ilurso se refería al Oeste. rn!~~w3 le pusieron Cajo del cra a:ltcriormente cl teatro Payret. Su voz, si se pudiera trasladar al so- Oeste, que cs Key West, pero cuando yo le Ilx!;laba a SInrtí 22 cs:* c’:n- aido instrumental, corrwpondería a la viola en los instrumentos de peco que yo tenía en averiguar, dice: «iih~;.a puedes resolverlo cuando cuerda, y aI oboe a los instrumentos de viento.4 vayamos a Nueva York, tú ver& que enseguida Yas a resolver til:: dU- clas sobre si esto fue siempre Key West 0 Si fue siempre Cavo Hueco.» Entonces, efectivamente, cuando fui COSI 61 a Nue\a York. en Ia bi- blioteca de la ciudad -una maravillosa inulitución- pedí 1~ mapas más antiguos de la Florida y efectivamente. estabaL marcado dc-rir ha- Allí había el Segundo Fuerte. El Primer Fuerte fue el Fuerte Tay- cía cerca de 250 años el nombre del cayo corno Cayo Hueso y ro romo lor, y dwpués venía el Fuerte Segundo y el Tercer Fuerte. El Fuerte Key West. Al Oeste de Cayo Hueso hay x-arias islas grandes que” po- Segundo pertencía a Eduardo Gato, que lo había comprado al gobierno dían haber sido cayos del Oeste, pero el Ca>o nuc~tro, era ya bauiizado americano, lo mismo que todos 10s terrenos adyacentes. Este fue e1 así por los españoles conquistadores. Cuando la Florida fue espai?ola, Fuerte, que en términos militares dicen Torres de Martelo, que es una ya ese lugar se llamaba Cayo Hueso? 3 especie de torre y cuartel y obra de defensa. Allí íbamos a hacer ejer- cicios militares los cubanos, pero especialmente de tiro al blanco. Mi hermano Fernando y 4-o éramos los encargados de lanzar con unas hon- dos,’ botella.5 al aire, que el tirador tenía que romper con balazos de rifle. En honor de la verdad, hemos de decir que las primeras veces estuvieron La voz de PlInrtí era suave, no era estridente ni airada, sino al con- birn mal, pero después tuvieron muy afinada la puntería. trario, era una 1-0~ dulce, aún habIando de 10s enemigos, que cra el ri Martí le hizo mucha gracia el sistema que tenían de probar la gobierno de Espaiia. Siempre lo hacía con mewra y sin exagerar. Xun- puntería y nos alentó a que siguiéramos, que éi iba a propagar ese (YI denostaba a los españoles. Denostaba ELI sistema de gobierno 1~ SLI sistema ep, los distintos lugares donde había grupos,ie cubanos que tiranía, especialmente la de los voluntarios. Tenía su modo de hablar, estuvieran ensaj-ando y preparando para la guerra. rrn :uLve tambifn, pausado, alzaba los brazos. pero sin violencia. no Entre esos grupos que había allí en ese momento se estaba pro- &ba pn5etazos en 1,7 tribuna ni alteraba la 1-0~. sioo al contrcric, :lcm- bando u ver si era posible usar el alambre de púas como conductor para I?re el mismo tono grato y que recuerdo como si lo estuviera c;,r;do hacer explotar una bomba de dinamita, especialmente para volar los en e:te mismo momento. La voz de él se parecía mucho -a 105 que 4 Sonda entre la viola y el oboe. Tenía la voz natural del hombre. 5 Il- xzt:nrnos ei retrato que tenemos en la Sala del Fuerte Nuevo y nos dice qw 61 t3 r1 niiio que se re a la derecha, con una honda en la mano. Pensamos que podrz’n ~I~>FT!Y sugerido la imngcn de la carta a Mercado (XT mi honda es Ia de David>) cl rccucrdo de estas fiestas patrióticas en que un mucha& que era casi un niño, wnha la honda, y nos dice: &artí me llamaba a mí í)uuid.» Xos explica que el que aparece a su lado en la fotografía es su hermano y Serafín Sánchez eI que aparecía al lado de su padre, Fernando Figlzeredo. 144 ASL-ARIO MARTIASO ANCARIO MARTIAXO 1-C ferrocarriles en tiempo de guerra. y al mismo tiempo que se hacían lo que es ese hombre, es la palabra donillero. Donillero quiere decir. esos ensayos, que por cierto fracasaron. pues parece que en las espinas el indiGduo que incita al otro. a los otros, especialmente si no saben se perdía mucha fuerza. Serafín Sánchez en tramos más COI tos usó cl mucho del juego, para desvalijarlo .7 Así es que este donillero, acuér- alambre en parte disimulado entre la cerca y le dio bastante buen rr- date de quién es. no sea que nos vaya a intimar.» Como efectivamente. wltado. porque \-olaron la línea. desgraciadamente después que había al poco rato se nos apareció con una caja de zapatos llena de huel-os pasado el tren blindado. pero interrumpió el wrvirio cerca de Sancti- pa&os por agua. ofreciéndonos que cogiéramos los huevos, y nosotros Spíritus por algún tiempo. con mucha cortesía le dijimos que no, que no podíamos comérnoslos. En el grupo de aquella mañana en que Martí e-tul-o. había un se- Martí celebraba el idioma castellano. creía que la lengua castellana ñor de apellido Fádez que tenía los bigotes muy parados y lucía

6 Fádez era el más exaltado del grupo, aunque no fue a la guerra. Era cuñado 7 Antes que él naciera, ya estaba descrito exactamente como es, en los dic- de Pancho Velazco. cionarios. 146 ASCARIO MIRTIANO ANCARLO MARTlA>ti 147 se metió en el embudo, fui a la parte delantera del careo J tir<: el pe- :Ilás a!>ri:a que el cortejo. nos volvimos a encontrar ! !a no tenis otro riódico con la abeja. 1-a estábamos tranquilos de haber hecho una obra

8 Todo le interesaba, por todo mostraba interés. Cuando viajábamos en tren. hablaba con los maquinistas, les hacía preguntas, observaba el funcionamiento de las máquinas, los émbolw, todo. 148 ANU.4RIO BIARTIANO ANUARIO MARTIANO 149 también el entierro de un pobre hombre que llevaba una cajita hecha recía casi como que se podían tocar con la mano, especialmente veíamos con madera de cajones. de los que usan en los establecimientos con aL Sirio que brillaba como un sol extraordinario. El caso es que estuvo mercancía, hecho por el mismo padre, de cajones, que llevaba muy enseñándome y distra‘éndome con señalar todas las figuras que ha temprano, muy de mañana, apretado contra su corazón, al cementerio. creado el hombre para localizar las estrellas. Me preguntó: de repente se quedaban quietos en los alambres del telégrafo esos enemigos de Grecia y enemigos míos, pues se va)an; especialmente que teníamos delante. pegados a los árboles de la línea del ferrocarril. los bárbaros estiín amenazando siempre a Grecia y ustedes pueden > ubxr~.-5!mno~ la gracia \- la naturalidad con que aquellos animalitos estar seguros que van a ser respetados y estimados y bien atendidos 52 mo\ian. Decía: u Parec.e- un ~JL!Ilt~grâIn¿l~~ .\- 70. decía: uEso estaba mientras estén aquí en nuestro poder. Vuelvan allá a Atenas y expli- pensando. parece como que cstu\icïan prrpa!2ndr) alguna cla% de mú- quen mis puntos de vista.’ ks comisionados volvieron sin haberles pa- L;ica.» Dic*e él: N;,TÚ no crees que si eso lo hiera uno de los grandes sado nada, contando lo bien que los había recibido Jerjes.» Entonces ni ilsicos que ha ttanitlo Ia hwnanidad, de ahí ::ìltlría una sinfonía ex- yo cementé: ((Era un hombre grande.» Entonces él me corrigió: nBue- t raordinaria?» no, verdaderamcntc era un hombre magnánimo, pero no grande, porque él no tenía grandeza, como tenía Cristo cuando en la cruz dijo: ‘Perdó- nalos Señor, porque no saben lo que hacen’ hablando de los que lo ha- bían crucificado.» Decía que a los hombres hay que juzgarlos por todos los grados, En los trenes de los Estados Unidos IOS pa ajeros compran los pe- por todas sus acciones. Muchas veces hay que contar lo malo que hi- riódicos y después los dejan, no tienen inielé- en I!evSrselos. Había uno cieron, pero también no callar lo bueno que hicieron, sino formar un que había dejado un periódico que venía a ser una revista en que ha- juicio total del bien que ese hombre haría a la humanidad y a SU blaba de Jerjes. Especialmente tenía los bajorrelieves en que está él. patria. Yo le dije después de estarlo revisando, que Jcrjcs era un ambicioso, que había querido cogerse el mundo y entonce: me dijo: «Bueno, mira, a los hombres hay que juzgarlos en primer lugar después de muertos, después también de analizar bien su vida. Jerjes tendría sus debilidades, probablemente ese ataque a Grecia era para que los griegos no cayeran En el viaje, Martí iba leyendo un libro de Emerson --en el que cn manos de los bárbaros que entonces rodeaban a Grecia. La cuestión tenía una graa fe y entusiasmo--, precisamente lo tenía en una página, es que Jerjes tenía cosx muy nobles y era un hombre verdaderamente donde en un cintillo que ponía Emerson, copiaba un verso donde ha- superior. ¿,Tti no sabes lo que pasó ccando unos comisionados de él blaba de qrc el héroe todos los días su propio corazón devora. Entonces ïuerqn allá a Atenas y los mataron ? Entonces los que tenían más po- me dijo: «Este Iibro te lo roy a dejar a ti para que me lo cuides, si por dcr 7 más sentido común en Grecia se dieron cuenta de la barbaridad casualidad no nos podemos volver a ver, tú te quedas con él para qtte habían hecho. En primer lugar el derecho contra la humanidad siempre. Pero no lo leas ahora porque eres muy joven todavía y tienes v devpc& contra el derecho de gentes. Los hombres habian venido a que aprender un poco de lo que es la vida para poderlo aprovechar y hablar a nombre del enemigo, a explicar. Entonces los griegos decidie- disfrutar coma se debe.» r;n mrlildar unos comisionados a Jerjes para darle explicaciones y pe- Emerson era un gran pensador que ha sido uno de mis guías y dirle excusas. Jerjes los recibió con gran cortesía y les dijo: ‘Miren, us- creo que he sido bien guiado. tedes purden estar seguros que yo no voy a tomar venganza con us- tcdes. Yo quiero explicarles las razones por qué y.0 he querido me- terme allá en Grecia. vstedes cctk pensando solamente cn un enemigo Hablando de poesía, en la Academia estaban enfrascados sobre un 13 En otra ocasión nos contó esta misma anécdota diciendo que Xrtí le había dicho con senqillez: Mira, si aquí estuviera un músico podría tocar eLa frase. consonante y un final de verso y él les decía: «no se preocupen mucho 152 ANCARIO MARTIANO ANLT.MlIO MARTIASO 153 por la consonancia, lo principal en el verso es la armonía. la cadencia y el tema. son los principales valores que hay que buscar en el verso.»!’ En aquellos días había sido la cuestión aquella de Manuel García, Habló un señor Pardo, que estaba allí. Era un profesor. maestro. se el bandido a quien se le rechazó una donación de 5.300 pesos oro es- interesó mucho por lo que decía Jlartí. Entonces se le ocurrió a uno pañol como contribución a la Revolución. Había acabado de secuestrar preguntarle si había conocido intimamente a Acuña. el porta mexicano a Fernández de Castro. dueño del Ingenio Lotería. que murió por su propia mano. suicidado. Le dijo que sí. que lo ha- Entonces se consultó en el pequeño conciliábulo y dijeron: «Bueno, bía conocido y que creía que si hubiera estado junto a Acuña, 110 se es distinto Raimundo Cabrera a Manuel García». Entonces enteraron a hubiera matado. Martí de lo que estaba pasando. Estaba esperando su turno para hablar Tenía mucha fe en el razonamiento, en variar del curso de los cn la tribuna y dice: ((Sí, cómo no, no hay duda al respecto, ese dinero hombres. Creía que la razón era mejor instrumento que la fuerza. es del profesor autonkista. Esa gente la vamos a necesitar cuando se Esa misma tarde Eduardo Reyna recitó con gran vehemencia la haga la Nación, hemos de necesitar a esos hombres para que nos ayu- poesía de él a Rosario, que es una exclamación llena completamente dc den con su experiencia política, sobre todo si la gente es de buena fe vigor, tristeza y desesperación. Cuando se iba le preguntó: ((Pardo. 4 yo creo que los autonomistas son equivocados, pero son equivocados usted que conoció a Acuña , iusted sabe si Rosario Acuña tenía algo que de buena fe: ellos no quieren derramamiento de sangre y ojalá que eso ver con su muerte?». Dice: «Nada, eran dos personas completamente pudiera realizarse, pero la Independencia no se logra sino con la Re- distintas. Yo conozco bien el asunto y le digo a usted que no ha habido volución. » relación entre Rosario Acuña y Rosario la que lo condujo al suicidio.» Entonces se le aceptó el dinero, y Cabrera, después de haber oído su discurso fue adonde estaba Camellón al salir y le dijo: «Me tengo que ir, porque el vapor se me va. Siento mucho no seguir oyendo a Martí, estoy deleitado con él, me ha ganado. Desde luego, quiero que Yo había ido por encargo del Dr. Palma que estaba siempre junto esa donación mía la conserve usted en secreto porque yo tengo que volver a Cuba y no quiero meterme en un conflicto.» a Martí el mayor tiempo que fuera posible. Había ido a buscar un po- quito de Vino Mariani -que tomaba cuando se sentía un poco fati- gado. Cuando regresé, encontré a Camellón, que era el encargado de la puerta del San Carlos, un cubano muy digno, muy trabajador y muy patriota, hablando con un señor que venía de La Habana, un Yo oí todos los discursos que él dijo en Cayo Hueso y después en hombre de buenos modales y resultó que era Raimundo Cabrera. Rai- X’est Tampa, que se creó el 2 de enero de mil... cuando la invasión de mundo Cabrera le había ofrecido cien pesos, un billete de cien pesos, Ios tabaqueros rompehuelgas en Cayo Hueso, que tenían la intención pero quería que se guardara reserva, pues él tenía que volver a Cuba, de romper la huelga y romper a Cayo Hueso como a la inmigración.” tenía que regresar allá y él quería oir a Martí, efectivamente, pero sin Era un hombre que tenía un don que lo vieran mucho. Entonces Camellón mandó a otro muchacho para Martí improvisaba sus discursos. No era un hombre que se atenía a un que lo llevaran a un palco que le decían el palco del luto, que estaba de palabra universal y grande. en el tercer piso, desde donde se veía muy mal, pero oir, se oía muy canon. Su sistema de hablar tan correcto y tan bien, a mí me recor- bien. Me dijo: «Dile a tu padre que este dinero lo ha dejado aquí Ca- daba su modo de hablar a los colombianos educados que he visto des- pués, que no omiten ningím fin de palabra y no cambian una s por brera, pero que yo no me comprometí a recibírselo sin la autorización un lenguaje correcto y sencillo. de ellos.)) una c y no exageran, sino que era

15 Había un club «Discípulas de Martí» que le regaló un lacito para la solapa 14 La primera vez nos refirió esta anécdota sin mencionar la armonía J el hecho de cinta blanca con encajitos. Está retratado con él. El retrato es de Tampa, tema: «me decía: la poesía no es la rima. Es la cadencia.» y se lo hicieron en 1894. La Presidenta del Club era Anita Merchán. Luis Testas, fotógrafo de Cayo Hueso, también retrató a Martí. 154 ASl‘.4RIO MARTISO .&Nl.ARIO JIARTI.i‘;O 153

Provocaba mucho entusiasmo. Nuchas veces se quedaba asombrado de tener bien su bigote. I-amos a llamarlo a él.» Sle llamaron ! li en el que lo aphdkran tanto y hacía con la mano como diciendo que bas- periódico que efectil amente era ?vlarti. lx.-taba. que no había por qué. Había un di-curso completo de él que pronunciri en Tampa y que tnc aprcndi clc memoria ‘- principiaba: El <~sp!vrador que encuentra bajo lu tierra (no me acuerdo bien ahora. porque 1 a han pasado mu- chos años) ásperu, el oro puro 110 cs comparuble con cl jlíbilo que he Martí tenía 5 pies >- 5 ó 6 pulgadas, era un hombre de tamaíío nor- c~tzco12lrudo 3.0 uI emontrar un pueblo como cl p~eldo de Taxz.pa, el mal, más bien sobre lo delgado. Era vivo pero no nervioso. Era hgero pueblo crrbw~o de Tumpc~ v Cayo Hueso. pero no nervioso. IJO era hombre que se asustara tampoco.”

Cuando se are& a una reunión donde estaban Poyo, mi padre, Cuando pasamos l’or Jaeksonville había una venta de distintas cosas Teodoro Pérez, Martín Herrera, Lamadrid, dijo --porque a él lo trata- -ahí siempre hay ventas de algo, en Jacksonville. Había una venta de eran de 15 pesos y los daban por siete. ban siempre de <- a comprar un reloj, porque yo necesito que Til cres el que me tieces que decir cuándo vienen tedes. » tú tengas buena hora. los trenes y cuándo tenemos que despertarnos J todas esas cosas, así que Cuando cstsbamo:; juntes me decía: « 0‘ eme Bwuxdo, no quiero lo necesito y te lo voy a regalar». Yo quería pagarlo con diez pesos, que me trates con mucha ceremonia, trátame hasta de tú, si es nece- una moneda de diez pesos oro que me había regalado un cubano negro sario.)) A mí me pareció aquello un poco duro p se 10 dije a mi padre que tema bastante buena posición en Cayo Hupso. para que los usara en y me c!ijo: «Sí señor, no debes tratarlo así auuque te lo diga, porque lo que yo quisiera. §e lo dije a Martí: «Mire, Brito me ha regalado eso va a lucir mal.» Yo se lo dije que iba a lucir muj- mal que yo, un estos diez pesos)). Dice: NNO, no, guárdalos para otra cosa.)) muchacho, lo tratara a él de tú. Y él decía: c<,Tú no tratas de tú a tu padre y a tu mamá ?, bueno, acuérdate que quiero que me tengas como si fuefa una cuestión íntima.»16 La última vez que lo vi fue la última vez que estuvo en West Tam- pa. Yo tendría unos 15 años. Lo conocí como 3 años, del 92 al 95. El se reía mucho a pesar de que tenían la idea que era un hombre Cuando se supo la noticia de su muerte había dudas respecto a si los taciturno. Había unos cuadros plásticos y carrozas. Ahora en estos días retratos que aparecían en los periódicos eran de él. Entonces estaban me recordaba la hija de Alejandro Rodríguez, Eva Rodríguez, cuando precisamente Lanuza, mi padre y Teodoro Pérez viendo una caricatura e1l.a hacía el papel de Cuba y yo iba delante de ella haciendo el papel donde estaba el retrato de Martí en la mesa del cementerio. Entonces de , vestido con un casco alado y alas en los pies. Además Teodoro Pérez dijo: «Miren, aquí el que nos puede sarar de la duda es había un cuadro plástico en el que yo tomé parte que fue muy cele- Bernardo, porque él lo vio en cama, acabado de dormir y con su ca- brado. era la crucifixión. Cristo era Ramón Arcadio Bonachea; uno de los ladrones era un muchacho de apellido Vega y el otro no me acuerdo beza revuelta. A nosotros no se nos parece porque no tiene la figura quién era. El caso es que cuando levantaron el telón. el cuadro hizo acicalada que tenía, él era muy cuidadoso en estar bien peinado y en

‘7 Era muy erguido. muy parado. Una sola vez lo vi de frac. Sc lo preotnron Ió Soñaba mucho con su hijo y decía que yo se lo recordaba. parn ir por la nochr a la ópera. El barítono era DC Reske. ANUARIO MARTIASO 15: 156 ANCARIO MARTIANO

una impresión muy grata. Yo estaba de soldado y con una esponja le daba de beber agua a Cristo en la punta de la lanza. 1-i a Bonachea con los sobacos muy provocadores y cuando bajaron el telón lo que se Yo nunca me di cuenta que estaba junto a un gran hombre. VTer- me ocurrió fue encajarles la esponja por debajo de los brazos v lo rnismu daderamente era tan sencillo y tan cordial que no tenía oportunidad a Ramón ilrcadio que a Vega; los dos, me dieron un puntapié y me alguna de hacer pose de grande hombre, lo cual detestaba mucho, a los hicieron una herida en la frente. Cuando el cuadro que gustó tanto figurones, que decía él. Yo de lo que estoy seguro es de que era mu) hubo que repetirlo, nos pusimos otra vez en posición. Me acordaba ctimo grato estar a su lado y que era muy grato ayudarlo y que la impresión me caían las goticas de sangre que me rodaban por la cara y por la nariz que yo tenía era la misma que tenían todos los que lo conocían y hasta la boca. «Eso era un Cristo de mal genio)), decía Martí. trataban. A él le hacían mucha gracia mis problemas, los problemas que ha- bía tenido en mi corta vida. Yo una vez venía por la calle con dos muchachas y Panchito León, un compañero nuestro de colegio y de juegos, me había gritado «bembita». «Adiós Bembita, qué bien vas.)) A mi me molestó mucho aquello y cuando dejé a las dos muchachas: volví para pedirle una explicación a Panchito León. El resultado fue que nos fajamos, decía yo a Martí y entonces cuando dije la patabra «fajamos» él me hizo así con la mano como diciendo voy a hablarte respecto a eso. E n 1a f ajazón me dio un golpe en la bemba, en el labio, y me lo rompió. Entonces me decía Martí: «Bueno, ahí lo que resultó es que te rompieron la bembita. T am b ién quiero decirte una cosa, tu no debes decir “nos fajamos”, porque no se pusieron faja, tú no le pusiste una faja a él ni él a ti. Eso se llama reñir o pelear, pero fajar no, “fajar” búscalo en el diccionario y vas a aprender que fajar no se refiere más que a poner faja.»”

Ruperto Pedroso y Paulina, su esposa, tenían una fonda muy buena en Ibor City. ig Nosotros comimos allí en la fonda con ellos; nos hacían platos especiales y todas esas cosas. Entonces a la hora ya de despedirnos había que tomar café para coger el tren. Cuando tomó el café, que por cierto estaba muy bueno, decía que había disfrutado ese café, que lo había gustado dos veces, primero por el olor cuando lo estaban moliendo y después cuando se lo estaba tomando.

18 Recuerdo que me decía: Acostúmbrate a hablar con precisión. Decía que nunca se consultaba al diccionado sin fruto. l9 Ellos adoraban a Martí. Paulina era una negra jovial de muy buena denta- dura, cocinera espléndida. Sketch de Martí hecho por Bernardo Figueredo el Gbado 33 de diciembre dc 1693, en el coche Pullman del tren, entre Baldwin y Jacksonville.

v ,\I centro del papel hay tres dibujos que hice de Martí. -El primero de Ia ;~x{ui~‘rda quedó bien pero el Sr. Francisco Días Silveira que era ya un alumno rná~ aventajado y además poeta y fue posteriormente un veterano de limpia lli.-toria, me hizo hacer el perfil mayor pues entendía que así captaría, como (xv efecto era, mejor las lineas del perfil. La eorreceióu en la parte superior & la frente fUe hecha ~0’ él. Le sigue un dibujo casi de frente del Apóstol, El perfil de abajo de la izquierda es el de mi padre Y el de Ia derecha del hbrofesor Ahbney... Estos dibujos considero yo que fueron hechos a fines del año 1891 o principios del ‘93.x (De IIM earta de F.kmmlo Figueredo explicando los apuntes que hizo de Martí J de su hijo.1 .

.

P;.csei2tamos julzlos eslos dos eizsayos, publicado cl primero en la rerista Casa de las Américas (n~lmeros 59 y 60), inédito el segundo, por la íntima relacitirz que guasdan en el desurrollo de la tesis planteada por Ferrz&dez Retumar desde su importante truOnjo titulado Marti en .>u (texerj mundo, nparecido primero en Cuba socialista (número 41, (‘!zero de 1965) y reproducido varias veces después.

1. NOTAS SOBRE MARTÍ, LENIN Y LA REVOLUCIÓN ANTICOLONIAL*

Entre las razones que pueda haber para que el periodista norte- americano Carlos Anderson Dana (1819-97) sea recordado, hay una singular: el haber sido editor en los Estados Unidos, sucesivamente, de sus contemporáneos Carlos Marx y José Martí, con quienes además mantuvo relaciones de amistad. Durante diez años (1851.61), en SU calidad ds «managing editor» del periódico New York Daily Tribune, publicó decenas de articulos del primero (y de Engels). A raíz de la crisis financiera de 1857, comenzó también a editar, esta vez en com- paiíía dc Jorge Rip!ey (1802-W), la N cw Americun Cyclopedia (185% 63 ), pnra la cual solicitó el concurso de Marx y Engels quienes contri- buyeron redactando articulos como «Argelia», «Ayacucho» y «Bolívar». En 1380, aún en vida de Marx, Marti empieza a publicar en el Il’cw York Sun, cl nuevo diario del cual Dana es director, y seguirá colaborando en él hasta sus últimos días. Al morir Marx, en 1883, «El dibujo que hice a Pepito Martí en agosto de 1898 se explica cn el Narti e-cribe para La Nación, de Buenos Aires, la página en que des- encabezamiento. Fue hecho en la cuarentena de Nassau donde nos consig naron las autoridades españolas por considerar que en el puerto de Gibara de donde procedíamos había habido recientemente casos de fiebre amarilla * Algunas de estas «notas» (apuntes con vistas a un desarrollo ulterior) sur- y viruela, lo que era cierto, entre las tropas españolas del General Luque.» gieron a propósito de un ensayo previo, al que debo remitir al lector para no repetir (Carta citada.) aquí lo que allí está dicho: «Martí en su (tercer) mundo», que ha sido repu- blicado \arins veces: últimamente, en la segunda edición del libro Ensayo de otro rxundo; Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1969. . ANI?ARIO MARTIAKO 163 ASCARIO MARTIANO cribe grandiosamente el homenaje póstumo que en Sueva York rinden mencionados como «las naciones bárbaras». n la barbarien. ~10s semi- al «movedor titánico de la cólera de los trabajadores europeos».’ En bárbaros»,’ para no hablar de las páginas infelices sobre Bolívar-el otras ocasiones vuelve a nombrar a quien llamará <- mano férrea ( . ..) Karl :\Iars famosísimo,,.’ Pero no deja desenfoques no disminuyen el sitio central ocupado por el genio dp de ser curioso que en ninguna de las veces en que lo nombre (tres cn Marx. Che Guevara dejó este punto perfectamente aclarado: sus crónicas: una en sus cuadernos de apuntes), mencione ningún texto A Marx. como pensador. como investigador de las doctrinas so- concreto de Marx. ni muestre familiaridad suficiente con su OiJra. 1 ciales y del sistema capitalista que le tocó vivir, puede, evidrn- no deja de ser curioso, porque es bastante improbable que >lnrtí. voraz temente, objetársele ciertas incorrecciones. Nosotros, los latino- lector, en especial de periódicos-de los que solia sacar el material americanos, podemos, por ejemplo, no estar de acuerdo con SU interpretación de Bolívar, o con el análisis que hicieron Engels y que trasfundía luego en sus deslumbrantes crónicas-, no hubiera leído. él de los mexicanos, dando por sentadas incluso ciertas teorías de al menos, los trabajos que su propio editor y amigo, Dana, había pu- las razas o las nacionalidades inadmisibles hoy. Pero los grandes blicado, sólo unos años antes, en su periódico y su enciclopedia. de aquel hombres, descubridores de verdades luminosas, viven a pesar de otro amigo del norteamericano, «Karl Marx famosísimo». Especialmente sus pequeñas faltas, y éstas sirven solamente para demostrarnos si tenemos en cuenta que algunos de esos trabajos abordaban problemas que son humanos, es decir, seres que pueden incurrir en errores aun con la clara conciencia de la altura alcanzada por estos gi- de las colonias: que tanto interesaron a Marti, e incluso problemas la- gantes del pensamiento. Es por ello que reconocemos las verdades tinoamericanos, de los que el cubano llegó a tener una caudalosa infor- esenciales del marxismo como incorporadas al acervo cultural y mación, J que constituyeron su preocupación histórica cardinal. No es científico de los pueblos y lo tomamos con la naturalidad que da pues arriesgado conjeturar que Martí no sólo elogió a Marx, sino que algo que ya no necesita discusión.5 lo leyó: al menos, que leyó algunos de sus textos laterales: cuya escri- Sucede, sin embargo, que Martí, que admiró y alabó inequívoca- tura, por cierto, Marx consideró apenas como tarea de pan ganar. Lo mente el valor de la conducta de Marx («como se puso del lado de los que parece igualmente seguro es que Martí no distinguió la especifi- débiles, merece honor», dijo de él), precisamente no parece haber re- cidad del pensamiento de Marx, aquello que lo diferenció radicalmente conocido «las zlerdades esenciales del marxismo como incorporadas al de otros socialistas con los que Martí dejaba mezclado su nombre: Saint acervo cultural y cientifico de los pueblos». En otras palabras: no vio Simon, Fourier, Karl Marlo, Bakunin... No creo que lo ayudara mucho la contribución no ideológica, sino científica, de Marx, aquello que lo a establecer esa distinción la actitud aparentemente eurocéntrica asu- separa decisivamente de los socialistas previos, utópicos. Atribuir esto a mida por Marx y Engels. No sólo cuando en la primera línea del cortedad de visión o a tibieza en Martí, sería tan torpe como achacar Manifiesto comunista-que no sabemos si Martí llegó a conocer, aunque el aparente eurocentrismo de Marx a un absurdo chovinismo conti- desde 1871 había ediciones en inglés en los Estados Unidos--proclaman nental. Lo cierto es que la fidelidad de uno y otro a sus problemw que «un fantasma recorre Europau; sino cuando con frecuencia, y pre- inmediatos respectivos, y no coincidentes entonces, los lleva a posi- cisamente en artículos aparecidos en el New York Daily Tribune. aun- ciones concretas, desde las cuales a Marx no le eru posible apre- que fuera inequívoca la simpatía de los autores por los paises explotados ciar debidamente el que sería el planteo de Martí (como se ve en el y su repudio a la rapaz polítinp coionial. 1;1:c iros f:u+lns 2iJareZCall caso de Bolívar), ni a Martí el aporte específico de Marx. Lo que no significa incongruencia entre ambos, sino señalamiento de objetivos, por 1 nCarta de Martí», en 0. C., IX, 388. Las citas remiten. en un caso a la, el momento, diversos. A partir de la presencia de un proletariado des- Obras completas de José Marti (La Habana. Editorial Nacional de Cuba. 1967.6;;): , 7 en otro. a las Obros completas de V. 1. Lenin (Buenos Aires. Editorial C;lrtn-o. arrollado en el seno de los países de más avanzado capitalismo (entonces 1957-60 [hey edición cubana, que reproduce varios tomos de rrta tiltima] s. Salvo indicación en contrario, el subrayado en las citas ea mío. 2 «Carta de Martí», en 0. C., XIII, 245. 4 Op. cit., p. 124, 125, 215. 3 Con selección de trabajos de Marx y Engels .4cerco del coloniulimo. que 5 Ernesto Che Guevara: , en Obra revoZucionoria, prólogo J selección de Roberto Fernández cada en Moscú, por la Editorial Progreso, s. f. Retamar, 3a. ed., México, Ed. Era, 1969, p. 508. 164 ASTARIO MARTIANO AYCARIO SI;\HTI.\ \‘J 165

tod:,i ía prrmonopoli5ta. preimperialista). J:ur\ c!firubr:: la- lei. . ,j~l L-a> perspecti\-as revolucionarias, pues, no eran las mismas, a fines IU historia. >- en consecuencia. la historia como tiencicl. Uaclindox ;‘n !:t ti,, 1 -iCl \:\. en los I)aí5es capitalirt:á II& &sair~~lxios \ en 1;:~ cok célebre bo~itc& de JIarx según la cual @i habría declaï:id:~. cn drtc r- ;.,::i;,.. T..: .. c!;,.c..-Lgei:clc. ‘/ c ! i‘ e-a‘ per:;xcii\k pue> (a 11:1- en lo cluc toca a Marx, no abona cn favor de estn ceparación. La forma cerio otro). Y aquí es donde aparece el hecho singular de cluc’ la fidc- amojamnda y aburrida con que tantos han querido hacer pasar su mer: lidad al espiritu que animaba al marxismo impidiera a F&.:!i ísituado cancía, asegurándonos que su carencia era rigor marxista, no tiene nada en otras condiciones, ante tareas inmediatas distintas) haber sido nn Cj”” 1-c: con el rigor de Marx, el cual incluía la eficacia de una expre- mero repetidor de la letra del marxismo. La problemática de lIarti no sión creadora. «Marx, como los antiguos griegos», ha dicho su gran era la de un país capitalista avanzado, con un proletariado desarrollado; liiógrafo Mehring, «contaba (...) a Clío ectre las nueve musas>j.’ Y su problemática-y su práctica y su teoría correspondientes-eran Ia? más recientemente, Adam Scbaff ba insistido: nMarx escribía de una de un país colonial, que contaba con un exiguo proletariado. que incluw n;onera metafórica, empleando expresiones y términos que, casi todos. conoció oficialmente la esclavitud hasta 1886, y que tenía por dela?ltc cxi&rian ser explicados o interpretados)).’ Lejos pues de encontrarse la tarea inmediata de su liberación política, para obtener la cual le era b sr?:.r3dns injantcmente la expresión de Marx y la de Martí, creo que si menester no alebrestar aún la lucha de clases en el interior de su pais. En las colonias de su época no había-ni podín haber- un solo mar- xista real, porque no había todavia la problemática ni la práctica a que nivaciones obreras [latinoamericanas]. Artículo publicado en la revista Cuestiones de EIistoria, Moscú, 1959, La Habana, Editorial Política, 1964). En Argentina, se refería Marx: porque no había todavía una acción dc la que aquel por ejemplo, varias organizaciones proletarias que en la década del 70 se llamaba8 «marxismon pudiera ser guia. A lo más, en esos países hubiera podido secciones de la Alianza Obrera Internacional, «habían sido creadas por proletarios de Europa según el principio del idioma» (op. cit., p. 16). La primera en fuk- haber traductores de Marx, pero traductores literales, que hicieran con darse fue la sección francesa; luego, se creó la italiana, JT por último la espaiíola. KA partir de 1878 creció la afluencia de emigrados de Alemania a Argentina (.+..) la magna obra del alemán lo que el cubano José del Pcrojo (pre\-isi- En enero de 1882, los socialistas alemanes fundaron en Buenos Aires el club hlemente olvidado) hizo con la de Kant: ponerla en otra lengua. En Vorwärts», el cual fue representado en 1889 en el congreso de París de la Segunda Internacional, nada menos que por Guillermo Liehknecht (op. cit., p. 20-l). El su prefacio a la edición rusa de 1882 del Manifiesto comunista, ;,no primer expositor cubano de ideas marxistas, Carlos Baliño (1848-1926), quien como _ han dicho Marx y Engels, hablando de la de 1869: «En aquel tiempo. Martí vivía exiliado en los Estados Unidos, estuvo significativamente entre 19s fundadores en 1892 del Partido Revolucionario Cubano, el partido de Marti; y en una edición rusa de esta obra podía parecer al Occidente tan &Zo w2n 1923, junto a Julio Antonio Mella, del primer Partido Comunista de Cuba. Martí curiosidad literaria»? Y Rusia no era precisamente una colonia...’ lo llamó en 1892 «un cubano que padece con alma hermosa por las penas de la humanidad, y sólo podría pecar por la impaciencia de redimirlas» («Patria de hoy», en 0. C., II, 185) V.: Aleida Plasencia (compiladora): Documentos de Carlos 6 Ibid. Buliiio, La Habana, Biblioteca Nacional José Martí, 1964. 7 No es un azar que el marxismo empezara a ser conocido en la América . Latina, en la década del 70 del siglo pasado? en países que, a diferencia de Cuba, 8 Franz Mebring: Carlos Marx. Historia de su vida, tr?d. de Wenceslao Roces, no eran ya colonias (p carecían aún de la conciencia de ser neocolonias), y empe- 1.2 Hnhana, Ed. Política, 1964, p. 29. zaban a contar con un proletariado apreciable, con frecuencia nutrido por una ” :Ydam Schaff: Langage et connaissance suivi de sir essais sw la plziTSxophie inmigración europea reciente (cf. V. Ermolaev: Surgimiento de las primeras orga- rli! Zwzgn,w. trad. de Claire Brendel, Paris, Ed. Anthropos, 1969, p. [vii]. 166 ANUARIO DIARTIANO ANITARIO MARTIANO 167

hubiera que señalar un segundo punto (después de aquel respeto por clupas en su pensamiento. Io Sin negar la unidad de esc pcnsarniento, haberse puesto «del lado d e 1os débiles») en que Alarti drbió 3entirsc una inws;igación más acuciosa nos mostrará, articuladas dentro de esa cerca de Marx, sería la admiración por el escritor montuoso. imaginís- unidad. su.5 fases. desde que ((el joven Martí» identifica a Cuba COU lico. apasionado, en el difícil tratamiento de los temas políticos. La Xubia (con Africa). revelando así una intuiciún magnífica de 13 fa- distinción, pues, no se realiza en el nivel de la expresión. Y si lo hace milia a la que pertenecen nuestros problemas, hasta que el Martí dc en el nivel del pensamiento, es porque se trata en cada caso de pen- la plena madurez confiesa ya abiertamente a Manuel Mercado, la qamiento de circunstancias diferentes. Sobre éslas cs que hay que víspera de su mucrtc, el sentido antimperialista de su obra política. 1l:nnar la atención. Pero éste no es cl monwnto de adelanter los resultEdos dc esa iny.-+ Esas circunstancias, por otra parte. no prrmanc::cn inalterables. Si ligación. Por ahora sólo queremos destacar que a partir de cierto ins- en 1848 el fantasma del ccmunismo recorría Europa (entendiendo por tante, entrada la década del ochenta, Martí comprende que su tnrca LaI, fundamentalmente, Inglaterra, Francia v Alemania), treintitantos inmediata de independizar a Cuba de España, de escribir (como dice años después su camino es más largo. En el prefacio a la edición rusa él) la última estrofa del poema de 1810, se ha convertido, sin dejar de de 1882 del Manifiesto comunista, Marx y Engels recuerdan que en la ser lo anterior, en otra mucho más ambiciosa: escribir la primera estrofa primera edición ((Rusia y los Estados ITnidos. precisamente, no fueron de otro poema, detener la expansión norteamericana primero sobre la América Latina, y luego sobre el resto del mundo. Esa comprensión mencionados». Y aiíaden: «iCuán cambiado está todo! )> Es menester significa para el pensamiento de Martí la entrada a una nueva fase tomar en consideración ahora el crecimiento capitalista de ambos países, -porque significa una nueva, gigantesca tarea-. Por su situación hiis- llegando a afirmarse que «Rusia está c;r la vanguardia del movimiento tórica concreta, esa tarea sólo podía ser intentada entonces por Cuba; revolucionario de Europa», observación a la cual la historia daría una y por su desarrollo ideológico, e incluso por sus fructíferos años de impresionante sanción. Pero pedirles que fueran todavía más allá estancia vigilante en Nueva York, sólo Martí, entre los cubanos, cn- sería esperar de la ciencia, vaticinios. Marx y Engels no llegaron a vivir tendía completamente la urgencia -y el trágico riesgo- de ese in- la época del imperialismo moderno? y por tan:0 no llegaron a ser tes- tento. No es extraño, por ello, que en su tiempo (y aun años dcsymés) tigos del acercamiento de aquellas dos perspectivas mencionadas arriba. no fuera suficientemente advertido el descomunal proyecto martiano. Como sabemos, quien vivirá la época del imperialismo, la compren- Pero sólo a su luz se entienden las constantes alusiones d- Martí a la derá y la analizará a la luz del marxismo; quien, consecuentemente, responsabilidad internacional que incumbe a su pueblo: , lo posible, esa fragmentación, y ofrecer en un cuerpo coherente lo que a fin de facilitar al lector de las obras complctcrr de Martí «la articulación» de SUS textos «dentro de la vida de Martín (en C. V. J Fina García Marruz: Twnns su ajetreada vida de hombre de acción dejó necesariamente disperso. Pero marhnos, La Habana, Biblioteca Nacional JOSE Martí, 1969, p. t S). Eate trabajo, además, en las escasas ocasiones en que esa tarea se ha intentado, se ha indudablemente útil para los fines que se propone, no cs cl seíialamiento ic etapas en el pensamiento de Martí de que aquí se habla. hecho dejando de lado un aspecto fundamental: el señalamiento de 11 Al New York Herald, en 0. C., IV, 152. --~ire:‘u fsrtín de 13 Ro:na cmericr:na-: 7’ ei libres -y digna_; .!iLblii.n tIe: J;ortc i .,.) 5s: I:J; r;r!i!!do lo que eshmrJ5 rqui:i- i;-.:Ildí): 120 Ao!: aJo dos i-l.! 1,. (j uf: $,nmoì a IiLcrtar.” ‘. ., Lpc”A .!A:ta> 7 1101‘tc~i:i;.C!‘IC~lllO’~. il S c.L!ificr. .iL -;: .:. . ;i2ndo 1’. !i E-t:.- observaciones. en sus ultimo- clías, desembocan . CQII e\;Jlicublc c: 15?I .i:.n. 5,:I r;: 1: u ticsde la d&ac!a ¡2;;‘-c;¿I i-11 c! n1iiLicl ;!:;.E& casu;;:,I::. cn el Manifiesto de Montecrizii. que anuncia al mundo las :i6 ~~onocia aún la prcci. +i c>n: ni la difusión que le dalia:; la< oL:.:.- pos- ~-ai:‘i‘..+ de la guerra de 1895: ~crii;rcs dc ìIobson (1902), HilEcrding (191‘1) J- sobre to:l:, VI I:rOpiO Lerlin (1917 j. Es ocioso --y eseohistico-. para COIIOCP~ c ~,n:~t;:mc!lte Ea guerra de independencia de Cuba, nudo del haz de islas donde cl a!cance (:.s :tl tarea. 1%~.i,.LilL:;‘r ta:‘n:;s c;i Xartí f-nLeI:;‘:-. ~3: -:L:: ra- s:: ha de cruzar, en plazo de pocos años, el comercio de los con- labra un concepto scficientc:;wnte cerct::o al qtlc luego maI::,jarían, tinentes;. es suceso de gran alcance humano, y sewicio oportuno que el heroísmo juicioso de las Antillas presta a la firmeza y co:n acuciosidad creciente, dichos nntorrs. A finalel del :,ig!,b .:L.. 110 trato justo de las naciones americanas y al equilibrio aún vacilante faltaban sapicntisimos pensadores (Xehring prefiri3 !ucí;o ! !i>i’>::rlos del mundo. Honra y conmueve pensar que cuando cae en tierra simplemente «clerigalla marxisk)))“’ Lzp=ces de recitar los más nrduos ;ie Cuba un guerrero de la independencia, abandonado tal \~ez textos revolucionarios. Pero fue Js.,=& ‘ifartí quien, mientra;: se hai;la!,n p;1r los pueblos incautos o indiferentes a quienes se inmola. cne de IW período de paz mundial. preparó un movimien.to concreto, te- por el tien mayor del hombre, la confirmación de la república moral en América y la creación de un archipiélago libre. (...) A rriblemente heroirs >- casi (!i~325p cr”flo,<_ pwa <(cortarle las manos;». como . la revolución cumplirá maííana cl deber de explicar cie nue:*o al diría hoy Fidel, al naciente imperialismo norteamericano. el cual de- psis y a las naciones las causas locales, y de idza e interés uni- vendría otro gendarme de la reacción internacional, sustituyendo con rxrxd, con que para el adelanto y servicio de la humanidad rea- creces, cn este oficio: al gend;;rme europeo, el imperio zarista. El mo- nuda el pueblo emancipador de Yara y Guáimaro unn guerra digna.. .13 vimiento revolucionario rnundkd recibió de los líteros de la Segunda Internacional una de las mayores traiciones de la historia; en cambio, Pero ya sin innecesaria cautela, desembocan aquellas observaciones está en deuda con este afiebrado dirigente ccloniní, por haber pretën- eti la impresionante carta final a Manuel Mercado, que nunca se dido, contando sólo con la honda de David -suya es la imagen, instis- citar2 demasiado, donde Martí reconoce explícitamente que su meta es tituible-, sofocar en su arranque la expansión del imperia!ismo nor- teamericano. Es obvio que la verdadera fidelidad al espiritu de In re- impedir a tiempo con la indepwdcncia de Cuba que se extiendan volución no era la de quienes repetían como gansos la letra de Malrx por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, para traicionarlo; sino la de quien se arrojaba a librar una hatalìa re- sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy y haré es para eso. En silencio ha tenido que ser y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han di andar ocultas, y de pro- 15 Según G. W. F. Hallgarten (Imperialismus ver 1914, 2 vals., Munich, 1951), clamarse en lo que son levantarían dificultades dema&do recias ael término “imnerialismo” es de orieen relativamente reciente, habiendo sido em- pleado primero ‘,or un grupo de esiritores 7 administradores .británicos a finales Ijara alcanzar sobre ellas el fin (...) impedir que en Cuba SC abra, de la década 1870-80. Estos hombres abogaban por el fortalecimiento y la ix- por la anexión de los imperialistas de allá y los espaiíoles. el ca- pansión del imperio colonial británico; “i&eri&mo” era el nombre que daban reino que se ha de cegar, y con nues!ra sangre estamos crEando. a la política que ellos estimulaban en sus compatriotas. En otras palabras: orígi- c: deber de Cuba en América)>. en 0. C.. III. 1 t3 J- 112. que Martí habla de «imperialistas»: los Estados Unidos son para él «una rrpitblica imperial», «Za Roma americanau (V. Supra p. 121). Ii <

n Ernesto Che Guevara: xNotas...b, p. 507. 19 «El imperialismo, fase superior del capitalismol>, en 0. C., Xx11, [205]. $8 Ramiro Guerra: Lu expansión territorial de los Estados Unidos a expensas 20 0. C., XXXIX, vol. 1, 207-12. de Espmia y de los países hispanoamericanos, Madrid, Cultural, S. A., 1935 (28. ed.. 21 nRaIance de unn discu=ión sobre el derecho de las naciones a la autodeter- La Habana, Ed. Nacional de Cuba, 1964). minaciónn, en 0. C., Xx11, 337. . . .

172 tAC’.lRIO hI.tRTIANO ANGARIO MARTIANO 173

yr~:rrn imperialista hispano-norteamcricatla»: es decir. el pórtico visible I)ai- ca?npesino. uno de los más atrasados de Europa».” E incluso al t!- 1: era del im~:c~ialismo, la guerra en pI--visión c de la cual. unos ano- final de su lida. en uno de sus últimos textos. escrito el 16 de enero .:!.:.,; en 1895. llarti pretendió una audaz. desrnn;uratla ac:,icín de~::rr- de 1923. reitera: «Rusia ( . ..) se encuentra en la línea divisoria entre c!.:Itica co:].-idprada (r [en uur? cuc3la] mundiales. como di:ia T.er?i!l: o. 1.~: l)uisc: ci\-ili,:3d3s y los que por primera \-ez son arrAstrado tic modo

: i! id.< pZla!?TaS tIe 3 larti. un «suceso de gran alcance humaun)). Pero t!e:initi?o. por c=ta guerra [la guerra de 1914-81 a la civilización -todo (.‘fC’ :~or;ir~o\-cJ(.,’ intento quedaría ignorado durante aiios: dc hecho. Oricntc. Io< pai

*j «Carta de despedida a los obreros suhs~, en 0. C., Xx111, 371. 22 Ello no quiere decir que con anterioridad a 1959 no se hubiera apreciado la temprana y actitud antimperialista de Martí. Bastaría con recoldar 26 «Nuestra Revolución. (A propósito de las notas de N. Sujánov)», en 0. C., -entre diversos autores los trabajos que durante una treintena de años dedicó XXXIIL 439. al tema el historiador Emilio Roig de Leuchsenring. 27 Martí: «Una distribución de diplomas en un colegio de los Estado? Unidos», 2j «Dxnocraria y populismo en China», en 0. C., XVIII. 156-62. cn 0. c.. VIII. ,112. z-1 ((Sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación», en 0. C., XX, 28 r(Sobre el derecho de las naciones a la autodeterminaciónn. en 0. C.. XX. 39 !-2. !vl. El -:ti:x>-~do c.. de Lcr-tin. 103-1. ASC.4RIO MARTIASO 175 174 ANC’ARIO MARTIANO

Es singular que, mientras los «europeos» de la Segunda Interna- mendada a aquel proletariado, hace ver la que están llamados a desem- cional reiteran una posición eurocéntrica que en el caso de Marx. dé- peñar -la que están desempeñando ya- dichos indígenas. cuyos mo- cadas atrás. era perfectamente explicable -pero en el caso de ellos, t-imientos emancipadores en la etapa imperialista, no pueden, por tan- que ya vivían la época del imperialismo. significaba un retroceso que to. qino tener una repercusión mundial, al conmover los cimientos de anunciaba su conciliación con la burguesía-, Lenin rechaza desde el In propia sociedad capitalista. Por ello Lenin afirmará luego que (cel primer momento esa visión, y asume otra radicalmente distinta. Ya al programa de la zocialdemocracia debe postular la divisi6n de las na- comentar «El congreso socialista de Stuttgart)>,29 en 1907, llama la ciones en opresoras y oprimidas, como un hecho esencial, fundamental atención sobre un proyecto de resolución según la cual el congreso «no e inevitable bajo el imperialismov,3’ por eso insistirá en que cce1 ca- condenaba en principio toda política colonial, que bajo un régimen so- pitalismo ha dividido a las naciones, por un lado. en un pequeño nú- cialista puede desempeíiar un papel civilizador)>. Bernstein y otros opor- mero de naciones opresoras, de grandes potencias (imperialistas), de tunistas «propusieron que se reconociera la ‘política colonial socia- naciones que gozan de todos los derechos y privilegios, y, por otro, en una inmensa mayoría de naciones oprimidas, dependientes y semide- lista’». Lenin comenta: «Ello equivaldría a adoptar abiertamente el pendientes, que no disfrutan de todos los derechos»;32 por ello dirá punto de vista burgués. Ello significaría dar un paso decisivo hacia la claramente que en los países imperialistas la exportación del capital supeditación del proletariado a Iti ideología burguesa, al imperialism> «imprime un sello de parasitismo a todo el país. que vive de la explo- burgués». Y yendo más lejos aún en su crítica, añade: tación del trabajo de unos cuantos países y colonias de ultramar)),33 Sólo la clase de los proletarios, que mantiene a toda la sociedad. por eso, en fin, llegara a proclamar que «la revolución socialista no puede hacer la revolución social. Pues bien, la vasta política CO- será sólo, ni principalmente, la lucha de los proletarios revolucionarios lonial ha llevado en parte al proletariado europeo a una situa- de cada país contra su burguesía sino que, además, será la lucha de ción por la que no es su trabajo el que mantiene a toda la so- ciedad, sino el trabajo de los indígenas, casi totalmente sojuzgados. todas las colonias y de todos los países oprimidos por el imperialismo, de las colonias. / El subrayado es de Lenin./ la lucha de todos los países dependientes contra el imperialismo inter- nacional».” Las consecuencias que se derivan de esta observación son por su- En el acercamiento de Lenin a esta cuestión, no hay pues la menor puesto extraordinarias. No podemos compartir el punto de vista de actitud paternalista. Hay, en cambio, la clara comprensión de otro pro- Charles Bettelheim, según cl cual este párrafo se limita a describir blema. Las tareas del proletariado de los países capitalistas avanzados «algunos efectos económicos del colonialismo y, sobre todo, algunos de y las tareas inmediatas de las fuerzas más progresistas de los países sus efectos ideológicos sobre el proletariado: el chovinism~».~ Ni la sojuzgados, no son las mismas, pero el fenómeno imperialista hace que mera lectura del texto ni mucho menos la conducta política de Lenin puedan y deban ser convergentes: habrán de serlo en este país «si- sobre este asunto, autorizan tal limitación (lo cual no significa que lo tuado en la línea divisoria», que vendrá a ser la Rusia de 1917. Que que dice Bettelheim no haya sido también propósito de Lenin). En ella fue, entonces, el eslabón más débil de la cadena imperialista, se ha otras palabras: Lenin no se limita ya a tomar en consideración sobre convertido en una metáfora clásica, y ello es justo. Pero es conveniente lodo algunos efectos ideológicos sobre el proletariado de los países ca- no olvidar tampoco este carácter limítrofe entre la presunta «civiliza- pitalistas desarrollados, sino que llama la atención sobre el papel des- ción» y la presunta , en 0. C., XIII, 69-75. 33 «Informe en el segundo congreso de Rusia de Ias organizaciones comunistas 3O Charles Bettelheim: nPréface» a Arghiri Emmanuel: L’échange inégal. de los pueblos de OrienteD, en 0. C., XXX, 154. Essoi sur les antagonismes dans les rapports économiques internationnux, Parlq. M aEl imperialismo, fase superior del capitalismoa, en 0. C., xX11, 292. Ed. Francois hlaspero, 1969, p. 18. El subrayado es de Bettelheim. C-la -u-‘l:ucic;.? cOnSi;ie Ci que lcì cotnu~ii>ta~ dchmo+ apqar \ apo- ., ._ ! .‘24!. I:-lS n:o\ imieri[c5 t:irgueses de liberaci ::i, :‘s inc\ i~lAc ;,&:a los pueb!o< atTasad~t3 q;” i. ..;‘I”O <.i:tW ]>“lLlirYZ.i >- ¿::t?S. E21 Cl ;il!>a rni~m:l. eir ia ír!... .>l1lci:l:? tic, ‘ .!‘~Yi: .ze Iil w;an>, . A liil c!e q uc_ csl3ì.t se haga realidad. (ci2 l;ite~nücid:lr~i ( -LL!:);. . s. ei I~wrnorable Segundo Cc~grc;o & !p:: ,cp1,jcty <’ 5 ,Go]::,y.dos dc toda Eu&. al dirLgii,5ï c i 13 dr oc!rilire tk ::;lì w.1 la a~ucln del proletariado de los países avanzados, los países atra- (f :: 105 obreros. a los roldados. a los rampes~nc.5~. ;!.i.-;::itiza U&lE tlcsnrrolados’» no sólo en sus respectivos rzíses, sino también en los e:.lranjeros por la fuerza), y sin jndemnizacioncs, como umi mm justa p&;‘s coloniales». p democrática», aclara: Un a;lo más tarde, al celebrarse el tercer corrgreso de la Interna- De acuerdo cc!il 1.2 cowkncia jurídica de In democracia C:I ge- cional (22 de junio - 12 de julio de 1921), Lenin volverá a subrayar neral, y de las C!LLCS tr::bajadoras rn particular. el Gobierno en- (cel significado del movimiento de las colonias»: tiende por anexión o conq&ta de territorios ajenos toda incorpo- ración a un estado grande y poderoso de nna nacionalidad pequeña en 1:s fuluras bat&as decisivas de la revolución mundial, cl mo- o débil, sin el deseo ni él consentimient.2 explícito, clara y li- vimiento de la mayoría de la población del globo terráqueo, en- bremente expresado por esta última, independientemente de la caminado en sus comienzos hacia la liberación nacional, se vol- época en que se hava realizado esa inccrporación forzoss, inde- verá coctra el capitalismo y el imperialismo, y desempeñará pro- pendientemente asi&smo del grado dti civilizución o de atraso bablcmecte un papel revolucionario mucho más importante de lo de la nación anexionada o mantenida por la fuerza en los límites que csperamos.38 de un estado, independientemente, en fin, de si dicha ncxión se encuentra en Europa o en los lejanos países de ultralrUar.“6 Entre los numerosisimos textos que ratifican la importancia deci- siva del aporte de Lenin a esta cuestión, hay al menos un testimonio que Es pues natural que esta cuestión ocupara sitio destacado en la no quisiéramos pasar por alto, dada su relevancia excepcional: el de problemática de la Tercera Internacional, la Internacional Comunis- Ho Chi Minh. El extraordinario dirigente vietnamita que acaba de mo- ta, que Lenin se apresura a organizar en 1919. En su segundo con- rir, evocó en 1960, en páginas particularmente sinceras y vividas, cuál greso ( 19 de julio - 7 de agosto de 1920), Lcnin mismo preside la había sido el camino que lo llevara al leninismo; y su testimonio ad- comisión para las cuestiones nacional y colonial, y el 26 de julio lee @ere una fuerza luminosa -sobre todo si lo comparamos con un cl informe de trabajo de dicha comisión, 37 dande expone que «la idea cago como el de Martí, rños atrás-- a fin de comprender qué significó más importante y fundamental de nuestras tesis» es «la distinción la contribución de Lenin a acercar las dos perspectivas de la revolución entre pueblos oprimidos y opresores»; y más adelante: que han acor- mundial.. Hablando de los años inmediatos al triunfo de la Revolución dado «por unanimidad decir movimiento cacional revolucionario en de octubre, escribió Ho: vez de movimiento ‘democrático-burgués’», explicando: «el sentido de En esa época apoyé la Revolución de octubre sólo por instinto, sin 35 « iA los obreros, a los soldados, a los campesinos!», en 0. C., XXVI. 233. comprender todavía su importancia histórica. Amaba y admiraba ~6 «Informe sobre la paz», en 0. C., XXVI, 235 J 236. 37 «Informe de la comisión nacional y colonial», en 0. C., XxX1, 229-34. 38 «Informe sobre la táctica del P.C.R.r> en 0. C., XxX11, 47.5. 178

a Lenin porque era un gran patriota que hahia liberado a sus reservadas para los blancos, ~71 nuevo i7zstrumento d.2 engaiío j compatriotas: hasta en:onces no había leido un solo libro de él explotación. //Leni abrió en curias colonias una nuera etupa ( . ..) //Lo que más me interesaba saber -- e-to era precisamente realmente ret~oIucionaria.4’ In que no se di).“’ Recordemos ôquella desconfianza, y oi- to, grité como si me estuviera dirigiendo a grandes masas: « iQue- gamos de nuevo a Ho: ((Hasta la Revolución de octubre, las teorías so- ridos mártires compatriotas! Esto es lo que necesitamos, ;éste es cialistas se consideraban /por los coloniales/ teorías reservadas espe- el camino de nuestra liberación!» //Después de esto tuve plena cialmente para los blancos, un nuevo instrumento de engaño y explo- confianza en Lenin, en la Tercera Internacional (...) //En un prirtcipio, el patriotisiito, a7í7t no el co7nu72ism0, me llevó a tener tación». A esta luz, tengamos en cuenta que Martí murió peleando en confianza en Lenin, en la Tercera Internacional. Paso a paso, du- una pequeña colonia veintidós años antes de la Revolución de octubre, rante la lucha, combinando el estudio del marxismo-leninismo con a la que no dudamos que hubiera saludado con el fervor no sólo de un las actividades prácticas, llegué gradualmente a la conclusión de Sun Yat Sen, sino incluso de un Ho Chi Minh, a quien, según sus aa- que sólo el socialismo y el comunismo pueden liberar de la es- bias palabras, «en un principio el patriotismo, aún no el comunismo». clavitud a las naciones oprimida? p a los trabajadores de todo el mundo.“9 fue lo que «llevó a tener confianza en Lenin)). En otra ocasión, será necesario que nos detengamos más en la cercanía entre estas dos gran- Ya mucho antes, cuando aún no utilizaba ese seudónimo con que des figuras: el cubano y el vietnamita. Un solo elemento más querría- será conocido para siempre, Ho Chi Minh había señalado esa signi. mos añadir ahora: en octubre de 1945, en medio de una guerra de li- ficación de Lenin. En 1924, al intervenir en el quinto congreso de la beración nacional que aún no ha terminado, y es el ejemplo mayor de nuestro siglo, Ho explicaba en su ((Discurso a los franceses de Indo- Internacional Comunista, explicaba: KI-IO es una exageración decir que china»: ((Nuestra lucha no se dirige contra Francia ni contra los fran- ya que los partidos comunistas francés y británico no han adoptado ceses honestos, pero sí luchamos contra la cruel dominación del colo- una política realmente progresista acerca de las colonias, no se han nialismo francés en Indochina». ;,C ómo podemos leer estas palabras sin puesto en contacto con los pueblos coloniales, su programa completo recordar que medio siglo atrás había escrito José Martí en el Mani- es y será ineficaz porque va en contra del lenirtismo». 40 fiesto de Montecristi: «La guerra no es contra el español, que en el seguro de sus hijos y en el acatamiento a la patria que se ganen podrá Y dos años después, en 1926, al hablar de ctLenin y el Oriente»: gozar respetado y aún amado, de la libertad...»? Entre un dirigente y La política colonial de la Segunda Internacional, más que cual- otro, encabezando ambos luchas decisivas para liberar SUS patrias, vencer quier otra, puso al descubierto la verdadera cara de esta organi- el mismo imperialismo y afirmar en el planeta todo el triunfo de «los zación pequeñoburguesa. Por tanto, hasta la Revolución de oc- pobres de la tierra», hay afinidades profundas: sólo que Ho, más cer- tubre, las teorias socialistas se coltsideraban teorias especialmente cano en el tiempo, pudo beneficiarse ya de la lekción, del ejemplo de quien hizo que el socialismo dejara de ser «teorías reservadas especial- 39 Ho Chi Minh: S&cted tcorks, volumen IV, Hanoi, Foreign Tanguap Publishing House, 1962, p. 448-50. 40 Ho Chi Minh: ~ekcted coo&, volumen 1, Hanoi, Fore@ Languqes 41 Op. cit., p. 139-40. Publishing House, 1960, p. 143. 42 «Nuestra AméGal>. en 0. C., VI, 1523. tx~:te para 10~ blancos>, y le dio en cambio un horizonte realmente aqui e‘tc nombre para designar a toda Indochina. v las más de las !nr:nc!i,:l. De ahí que no sea extrano que cuando. al cumplirse el cen- \-ece- a \.ietnam] --este país habitado por un -pueblo descen- It%i13rio

rables, y también artículos en que nada se ha descuidado en la infor- cuente es en su estilo- la voz de aquellos hombres, iMartí nos hace mación y la orientación ideológica, y constituyen un ejemplo viviente r-cucharles decir:

de cómo quería Martí que se formaran los hombres futuros de nuestra Cuando los franceses nos han venido a quitar nuestro Hanoi, -América: teatos sobre artes y técnicas de todo el mundo (señal c!e una nuestro Hue. nuestras ciudades de palacios de madera. nuestros inconfundible abertura en el saber), p en cada número. de los cuatro puertos llenos de casas de ban:bU y de barcos de junco, nuestros con que al cabo contó la publicación, un artículo en que esa central almacenes de pescado y arroz. todavía. con estos ojos de almendra. . , hemos sabido morir, rxilr~ sobre miles, para cerrarles el camino. vislon anticolonialista se hacía ver claramente. La evocación conmo- Ahora son nuestros amm: pero tnañana, iquién sabe! vida de los «Tres héroes)) magnos de la indepedrncia continental hispa- noamericana (Bolívar, Hidalgo, San Martín), en el primer número. No es raro que en estos añcs los cubanos hayamos citado con tanto En el segundo, la visión reivindicadora de «Las ruinas indias)), en que orgullo estas palabras visionarias --cuyo pleno valor no está en la pro- destaca el carácter original, autóctono. de los primeros habitantes de fecía lanzada al aire, sino en la recia contextura de un pensamiento bmérica: «Ellos imaginaron su gobierno, su religión, su arte, su gue- anticolonialista, algunos de cuyos hitos están a la luz en la misma rra, su arquitectura, su industria, su poesía. Todo lo suyo es interesante, IGlad de Oro-; ni que se llamara la atención sobre otras circunstan- atrevido, nuevo.» En el tercer número, un retrato de un europeo, pero cias, ya aleatorias: que al año de escribirse estas palabras naciera de un europeo excepcional: «El Padre las Casas», precisamente el hom- Neuven That Thanh, a quien se conocería sobre todo con su seudónimo bre que no será exagerado considerar como iniciador del pensamiento último de Ho Chi Minh, o que -suceso en verdad notable-- el 19 anticolonialista. En la más reciente historia (aún inédita) de la civi- de mayo fuera el día de morir para el cubano, en 1895, y el de nacer, lización precolombina, ha escrito de él Laurette Sejourné: cinco años antes, para el vietnamita. Estos hechos, por atractivos que sean en algunos aspectos, no son sino azares, y a lo más pueden con- [Las Casas] en el amanecer de la dominación occidental, miem- tribuir a alimentar una visión delirante de la historia. Otras circuns- bro privilegiado de la comunidad que logró la más grande em- presa colonialista de todos los tiempos -la única que borró para tancias, ya difícilmente imputables al azar, acercan a estos héroes epó- siempre el mundo que se apropió-, muchos siglos antes de la nimos, y merecen destacarse para aprehender una especie de tipología lucha anticolonialista, denunció el carácter del sistema colonial, del dirigente anticolonial en estos años en que concluye un mundo y sus diversos modos de acción degradante, con la fogosa agudeza surge otro. que caracteriza a los más recientes heraldos de los pueblos opri- midos. 3. Antes de señalar esos hechos que los acercan, recordemos de en- trada que estos hombres no sólo han nacido en los extremos del mundo Es en este contexto de profunda inspiración anticolonialista que y a cuarenta años de distancia, sino, sobre todo, que entre uno y otro aparece como artículo especialmente ideológico, en el que sería ya el media un acontecimiento definitivo para el destino de las luchas anti- último número de la revista, «Un paseo por la tierra de los anamitas». coloniales: la Revolución de Octubre de 1917, que tiene lugar veintidós Después de haber presentado los dos extremos en que se asienta el an- aííos después de muerto Martí, y en cambio marcará al joven Ho, deci- ticolonialismo de nuestra América -sus guerras de independencia, su diendo su vida.4 No podemos, pues, esperar una correspondencia me- rico pasado pre-europeo-; después de haber rendido homenaje al pa- cánica entre ambas existencias. Pero las cercanías, como dijimos, son dre del pensamiento anticolonial, en el seno mismo del primer gran enormes J ejemplares. imperio colonial moderno, Martí desborda las fronteras americanas, para 4. En primer lugar, estos hombres, de origen humilde, niños aún considerar una de las más recientes drpredaciones coloniales: la suje- -no es extraño que conservaran luego tal interés por la niñez-, se ción, en el otro extremo del planeta, dc otros hombres que «tanto como forman tempranamente como integrantes de SU maltratada comunidad los más bravos, pelearon y volverán a pelear [,] los pobres anamitas, los que viven de pescado y arroz y se visten de seda, allá lejos. en Asia, 4 Hemos considerado este aspecto en un trabajo anterior: aMartí, Lenin J la por la orilla del mar, debajo de China.» Asumiendo -como tan fre- revolución anticoloniala, en Casn de Zns Américas, n. 59, marzo-abril de 1970. ‘II; t‘~p:rlL~l+.’ ‘I cl conorimiento del mundo. sobre todo del mundo mctro- I#;>litano. 1!& rflei-antes que aprendizajes v oficios accidentales. dos d:pecloi -03 aquí dignos de destacarse: la ampliación del saber. el en- ruentro con un universo moc!erno de ideas en el cual situar su:; ;>wo- wtpaeiones locales: y la certidumbre de la dificultad para cl metropo- litano tk llegar 7 comprender desde de;itro la problemática del colonial. í: . Tanto 3Iarti como Ho sc esforzarán desde muy pronto cn inos- fr(;r con crudeza a esr metropolitano los horrores d-1 colonialismo: 3lnrtí, en El presidio politice en Cubrr (1871). publicado a sus dieciocho aiios. ese texto del que ha podido escribir recientemente Juan Losada:

En El presidio poiilico en Cubc:, el joven revolucionario entra de llei;o cn uC conjunto de unidades que cc;;fi~yuran el sistema ideo- lógico qne sustenta la institución colonialista, para invalidarla (...) Los presidios constituyen una realidad oculta de las socieda- des colcnialcs. Y esta realidad subterránea muestra sin velos de Los relatos acerca de los héroes nacionales y de los martires oriun- ninguna clase el hueso sin carnadura que sostiene a un régimen dos dr Nghe An [la provincia natal de Hol y Ha Tinh, tales colonial y opresor. El despotismo político, la tiranía colonizadora, como 24ai Hac De, Nguyen Quang Trung. etc., que en su niñez nos descubren su plena desnudez en los presidios. Y cuando el escuchaba estimularon en él, prematuramente, el patriotismo, la presidio es político, h a ll amos el infierno de la sociedad colonial. :&mtad de indepedencia y la soberanía. El Movimiento anti- Por eso hay mucho de parábola en El presidio político en Cuba, francés de los Letrados (Van Than) de Phan Dinh Phung, el pues éste constituye una especie de historia del infierno.8 Movimiento de los í/ia,jes hacia el Este (Dong Du) de Phan Roi Chau en Vietnam central, el Movimiento de Ens<;Gznza Palriótica Ho, por su parte, ha realizado esa denuncia del «hueso sin carna- Gratis (Dong Kinh Nhia Thuc) y la guerra de guerrillas de dura que sostiene a un régimen colonial», en muchos de sus artículos Hoang Hon Tham en Vietnam septentrional, grabaron en su me- iniciales (por ejemplo, «Odio racial», «La mujer anamita y la domi- moria profundas impresiones, y le permitieron desde su adoles- cencia tener en cuenta las causantes de las derrotas o dc los triun- nación f,ancesa», «Las condiciones d.el campesino anamita», «Lincha- fos Je cada movimiento patriótico en aquel tiempo.6 miento .j). pero sobre todo en uno de sus textos más importantes: el im- placable Proceso de la colonización francesa (1925), que escribió in- 5. Y es decisivo que tnn proctamente se hayan formado como pa- -I-uso originalmente en francés, para asegurarse una comunicación di- triotas, qne hayan adquirido con rapidez conciencia de coloniales re- wcta con el lector de su metrópoli. Como Martí en El presidio politice beldes, porque ambos, adolescentes aún, abandonarán su patria, e irán en Cuba, arrojado a la cara del lector español, este Proceso de toda la a otros países, especialmente metropolitanos -desterrado el cubano; colonización francesa (no sólo la de Indochina: también se toman en con el fin de «ver cómo se vive y qué se hace allá para poder luego cuenta otras regiones, como Argelia. Marruecos: Martinica, Siria...), ayudar exitosamente a sus compatriotas», el vietnamita’-: después este juicio que tiene lugar ante los ojos del espectador francés, revela de la entrañable experiencia nacional, que marca a fuego para siempre hechos concretos y atroces. y no frías especulaciones: ha podido decir un comentarkta que a Ho «le interesa mucho más demostrar que tal o 5 Cf. Albert Memmi: Portrait du colon%..., París, Ed. Jean-Jaques Pauvert, cual Rmcionario francés. ron un nombre específico, era un sádico (...) 1966: v Frantz Fanon: Los condenados de la tierra, trad. de J. Campos, La Ha- !-Ana, Éd. Venceremos, 1965. que atacar pacientemente las estructuras coloniales con la esperanza de 6 Truong Chinh: El presidente Ho Chi Minh, venerable líder de la clase obrera y d-l p:ebIo de Viet Nnm, La Habana. Instituto del Libro. 1069. p. 10. 8 Juan Losada: Marti, joven revolucionario, La Habana, Comisión de estudios ’ Truong Chinh: op. cit., p. ll. históricos de la GJC, 1969, p. 47. 186 ANUARIO >fIARTIAxu 187

que darían, a su debido tiempo y por su propia voluntad, una pequena programas serán letra muerta porque van en contra del leni- oportunidad de autogobierno a la nacion sometida)). Por ello el Pro- nismo.l* ceso KCS en realidad una serie de panfletos altamente emotivos que de- Una de las más visibles consecuencias del hecho anterior es la vo- nuncian los multiples abusos drl sklrma colonial francés».i ;so po- luntad de ambos dirigentes de darse a organizar los elementos colo- dría decirse esto mismo cle E! presic!io en relación con cl sistema colonial niales mismos con vistas a lograr con sus propios esfuerzos su liberación. español ‘i Fn 1880, en relación con la llamada «Guerra chiquita»; en 1884, vin- 7. Que estas páginas Iancirlantrs conmovieran o no a sus eventualea rulado al plan Gómez-Maceo; y especialmente en la última etapa de destinatarios, es cuestiún conjetural. Lo cierto es que muy pronto ccm- su vida, a partir de 1891, como fundador y alma del Partido Revolu- prendieron sus autores que la liberación de sus países no podría pro- cionario Cubano, que se propone lograr la independencia de Cuba y Puer- venir de las naciones colonialistas -ni siquiera de aquellos sectores de to Rico, Martí desplegará sus condiciones de organizador genial. Por su esas naciones que, al parecer, coinciZan ideológicamente con las fuer- parte, al margen de su militancia en partidos europeos, Ho contribuye zas libertadoras de lus colonias-. Esto es lo que Martí expone tempra- incansablemente a hacer realidad organizaciones políticas de colonia- namente en su folleto de 1873 La República EsparZola ante la Revo- ItY: el Grupo de los patriotas vietnamitas residentes en Francia, la lución Cubana, donde increpa: . (Ya el año anterior, ante las perspectivas de una pendencia de Vietnam (Frente de Vietminh), la lucha antifrancesa República española, y desde el propio campo de batalla, Carlos iManuel primero y antinorteamericana luego-, actividad que le daría renom- bre mundial y valor imperecedero, requieren por supuesto un trabajo de Céspedes había escrito a 105 republicanos españoles: «Vosotros sois . nuestros correligionarios políticos 0 sois unos apóstatas.»‘û No fueron especial. lo primero.) 9. Pero otra singular -y casi paradójica- consecuencia de la di- Sería forzar la mano afirmar que Ho confrontó una situación id&- ficultad para hacer comprender a las metrópolis la necesidad de poner tica en su caso. Su metrópoli, Francia, no conoció (no conoce aún) el en primer plano la indepedencia de las colonias, es el desarrollo en IMartí y Ho de un agudo sentimiento internacionalista, un patriotismo establecimiento de un estado socialista que hubiera equivalido, para su profundo y explícito, limpio a la vez de toda sombra de chovinismo, causa, a la República burguesa a que se dirigieron Céspedes y Martí. y, por el contrario, volcado sobre el mundo. Marti no se considerará Pero sí es cierto que Ho se vio obligado a censurar en los partidos mar- encabezando sólo la guerra cubana; ni siquiera la que debe liberar a xistas metropolitanos la carencia de una actitud consecuente en lo to- Cuba y Puerto Rico, sino que se sentirá responsable de «Nuestra Amé- cante al hecho colouial: rica» toda -ese pedazo del orbe colonial que él es el primero en com- Se puede decir pues, sin exageración [afirmó. por ejemplo en prender plenamente en sus estructuras y relaciones--, e incluso lle- 19241, que mientras el Partido comunista francés y el Partido gará a considerar que la guerra que prepara contribuirá al cUkIl’C!S \-Cl1 dificllltüda? SUI Il?l’t’- al libro Puru rl rspediente de la terceru guerra: tesfiil:3t2ios SObrQ e! 5;rias ~~~oluciories por 13 ceguera de algunos cíe su5 diri;-ntes autr. ,!:.-‘i I’irtrzatn. que el viejo rebelde. lascasiano. que fue Bertrand Bu- lo5 lJìOblf?l~?¿l~ coloniaíes. E:‘tos héroes cle peqtictios p:lI-ej apar:-~:temeu- --1~11. Feñalaba allí que había dos tipos c!r hombres: loc que. como te >~~~‘::*ld?rio.s. han logrado asi alzar-? 3 un verdn;r!ero :c.il!i?;:i ;~ito itl- ‘iri.;, -~ì!in. u!irrnan: 1~+<;lo proporcionarno; In plataforma~~. 10~ c;ac Gim- [<~y:,;]f is;.- .,:!i-ta: cualquicïa de ~110~ p,c;&í:: hnlicr pro~ì~~~i~intlu la wtl- ‘. ;I;cn (,>. ctancia particu!armenlt: di21n¿il~ú de que 21:.5os c!iri- i.! i:ltlign2cic;ri an:c la jutii’icacilln del horror y el desprecio por !a (‘\ ;ric;n moral o.!? Do Iíarti. tan luminosamenie citado al frente de e.~t;. 13‘)ellte: haqan tenido que’ Iuchür, en -cLb Cda:.. contra lnctr¿pik que -i‘ Acl; kan. OCU~l2!liriO un;1 nue5 a v poderoso cl :-i!io dejado wcmte 1~0’ ~olar-~~w cobre Vietnam. como de Ho. puede decirse lo que de c-te otr;! :;n cieea&11tc. El1 ci caso de Xartí, su r,T:.-o:ucl¿n indepeadentisla, último escribió su bicigrafo cada LlilO clr ellos fue «fiel a la patria. pia- antkoionial, es 13. primera en el mundo en ::!frir este am2 ,:g~ destina. r’wf: hsc?ia í!l pueblo.d3 Cltondo le escribe a Mercado que su deber es ((impedir a tiempo con ia independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan? con esa fuerza mas, sobre nuestras tierrrs de Amé- rica)), v le afiad:: ((Cuanto hice basta hoy? 1. haré, es para eso)): sabc- mos c:;:e esta última declaracibn sólo cs cierta a partir de determinada fecha. Los primeros años de la vida política de Marti han estado con- sagrados a luchar contra España, la metrópoli ostensible de Ceba. Sólo entrada la década de! ochenta del pasado siglo es que Martí comprende que la lucha contra España debe realizarse, pero teniendo como fondo la inevitable lucha contra la nueva metrópoli, los. Estados Unidos. La situación ha sido bastante más obvia -y terriblemente dolorosa- en cl caso de Ho Chi Minh. Cuando los patriotas vietnamitas derroten a las tropas francesas en 1954, la mayor parte de ese ejército derrotado y-a estaba sostenido por los Estados Unidos. Lo demás es la historia trá- gica y kjemplarizante de estos años: el ataque bárbaro y directo del im- perialismo norteamericano, y la victoria segura de un pueblo impar que ha tenido a un dirigente excepcional. ll. Estos hombres, que salieron aún adolescentes de sus lejanas co- lonias; que vivieron para ellas, con su quemante memoria en el coi-a- zón; que organizaron los movimientos para libertarlas; que dialogaron con el mundo y sostuvieron las ideas más avanzadas de su época; que regresaron a su tierra a la hora de pelear por la independencia y la libertad. no pueden ser tan parecidos sino porque la historia les exigió cu:r.p!i~- funciones Gmilares, p ellos estuvieron a la altura de esas exi- ‘* Bertrand Russell: «A la conciencia de la humanidad», en Para el erpediente ccnc ias. Fueron !S dirigentes magnos de un mu+> aJ-er let,xral, de Jc la tercera guerra: testimonios sobre el CCISO Vi& Nam, compilado por Marcus G. Raskin J Bernard B. Fall, trad. de F. G. Aramburu p C. Gerhard, México, D.F., un mudo de colonias donde se reveló la verdad de la eskcncia dr! Siglo XXI, Editores, S. A., 1967, p. [XI]. hcv!sr conleniporáncc. COil rurinta s&sfacción leímos en cl prólogo l3 Truong Chinh: op. cit., p. 78. JOSP MARTf: LETRA Y SERVICIO

POR JRsús SABOURíN

Nunca se repetirá demasiado. creo, el hecho de que José Martí se presenta como una espléndida unidad que no supone, por tal motivo. forma alguna de empobrecimiento, sino rico proceso de lucha a cuyo término encontramos, luminosa, la conquista de la dignidad plena del hombre. Su vida y su obra constituyen egregios testimonios de cómo. a fuerza de honradez y agonía, puede el individuo ceder de sus fines inmediatos en vista de la obra mayor y necesaria; obra que al parecer lo desconoce, pero que en realidad consigue salvarle el fondo más ge- nuino de su ser, devorado muchas veces, sin dejar rastro, por el doble peligro de la vanidad y el egoísmo: Escila y Caribdis de una segura pérdida. Si pretendiéramos hallar el carácter distintivo de esa unidad mar- tiana, veríamos que responde a dos constantes esenciales: el amor y el sacrificio. «Amó puramente, que es redimirse de terribles sueños» --escribió cierta vez Martí sobre el poeta cubano Alfredo Torroella, pero en verdad sobre su propia persona. Martí sabía, sin duda, lo que era tener terribles sueños. Y de las regiones más claras de su mundo interior nos da tanta noticia como de las mas oscuras, secretas e inson- dables. Pero, al mismo tiempo, Martí conoció el sacrificio, y es por de- tuis significativo que tuviera de esta experiencia un concepto superior a la del amor porque, en definitiva, el sacrificio es una forma extremada del amor, tan soberana y obsesiva que nos hace identificarnos sin re- compensa con el objeto amado, y desaparecer gozosamente, si es J>re- ciso, en beneficio suyo. Martí concentró, en el amor a Cuba, toda su insólita capacidad de querencioso absoluto y proteico. «De Cuba Lqué no habré escrito?: Y ni una página me parece digna de ella» -declara con dramática congoja en su carta-testamento literario. (LSoJo lo que Pcnirndn 3 I:n lado manifcìtaciones todavía indecisas. c’se estilo t ;‘n:o= a lihmr me parece digno:).’ I7 el re-peto a eza til::!lid:,d Ic Ile\ 6. clc~pur~tü \ a. con :u= típicos encrespamientos v hondonadas. en el pri- -iiì ;;i rnencr I-:!~I‘1 actor?. .’ Ii:l;ta c! hr,locail3!o de la 1 ilIa. mer CII-..~~n clc alto \-uelo que logró la prosa de Martí: El Presidio PO- II::mbre srmejanie r;o podía reducir su lengua a 13 expresiGn co- li!iu. !‘rz ¿;l;!;,l. E;tr folleto. r-*.l.iit> con 5angrr. con;tituve u~:a obli,rrnda :!lt: !ì . yero Iampoco n !a que pasaba como literaria en la época que le rt’fcii.:lcia cuan.io de indagar la géne2is de su estilo se trata, aderniis tocó vivir. 30 era de esperar que se constriñese a lo común porque en tlì :u- ~nv!c;i r:rc:~linres dc interpretar la totalidad del TJniverso. de ?I:;r!í. <‘ou energk impar, se r?I-cla esa voluntad de escritura capaz de r.ll:!‘nc!t 1’ !n .i=r.ificaciCn real tic: la e\-kterleia, de fijar el papel 11uc Iraducir 10 que el alma espera. ansía. descubre o prwicnte y que, como c(,:.re5l~on~!:I 21 hombre rrj~>rcscntar en clla. Por lo pronto, en esta -e sabe. Fe ha denominado cs!iZo, es decir. la fticrza que logra la pala- ~)atéli~t:l rcciuisitoria de un joven de dieciocho aiios que ha sufrido en In-a co2 el ce119 que el alma imprime en ella. Si ser escritor consiste en (‘Fi‘I;e y espíritu n-2< inteusamente que mucli0s \-iejos, se destacan 1 a- rlcgir y potenciar hasta el máximo un estilo entre múltiples posibles. rios :i’ip ectos entre ios cuales nos interesa subrayar dos: la presencia Martí lo fue porque. teniendo la más temprana intuición de sus pecu- caadalr.2: del dolor, y la superación de ese dolor por el temple moral liaridades, s:lpo proyectarlas luego. con entera lucidez, en cl marco de <~uc logra. Lnahuente. trocarlo signo de eleccitin y forma esencial de . una realidad histórica inseparable de su experiencia total del mundo. conocimiento. E5 evi,‘-.,Lnte que lo decisivo aquí resulta la experiencia Martí escribió para decir lo que pensaba, para dar salida a cuanto 1 i\ ida. FC‘ tono de clara noticia -n individua! y un claro sentido del rol social dadera gloria. ;,A qué hablar de mí mismo, ahora que hablo de inherente a la literatura v el arte. sufrimientos, si otros han sufrido más que yo? Cuando otros lloran sangre, iqué derecho tengo yo para llorar lágrimas?3. l Obus Completas, La Habana, Editorial Nacional de Cuba, 1963-1965, t. 1, 1). 27. Todas las notas se refieren a esta misma edición. 3 0. c.. t. 1. 1’. 51. * 0. c.. t. 21. p. 227. 194 ANUARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 195 En este fragmento habla el adolescente José Martí. Pero el ritmo y la hilación de la frase, la estructuración simétrica a base de pa- Cervantes, Gracián. Quevedo. Saavedra Fajardo y Santa Teresa de ralelismos y repeticiones. el manejo nada con\-encional de la antítesis. I;vila son agua viva que ha penetrado hasta los tuétanos a >Iartí. Pero. la incipiente pero certera disposicién hacia lo sentencioso. y-. sobre todo. entre las sabidurías del cubano estaba la conciencia de que, en aquelloc el dolor viril que unido a la ternura da luz cuajada, son anticipaciones maestros. la fuente de auténtica grandeza era su condición de rebeldes: de una prosa que, en calor y en color, llega a fiues de aquella micma mientras en su clasicismo se descubría el ardid con que la posteridad, década de 10s años setenta, a su admirable plenitud. recelosa, había logrado hasta cierto punto desarmarlos. Porque antes Según se ha demostrado ya de modo concl~u~ente, en las crónicac de volverse tradición. casi todos hnbian provocado el escándalo, habían enviadas por Martí a los grandes periódicos sudamericanos, La Opinión sido formidables agitadores. Y el discipulado de Martí hacia ellos es nacional de Caracas y La Nación de Buenos Aires, se cfectiln la re- tanto más hermoso y genuino cuanto que se yergue contra lo falso de volución formal y expresiva que se reconocerá, mucho más tarde. con esa tradición postulando -desde entonces y para luego -que la más el nombre de Modernismo. A Martí corresponde, junto al mexicano Va- honda fidelidad pasa, inekitablemente, por el camino de la más heroica nuel Gutiérrez Nájera, el mérito de haber iniciado el proceso rejuvc- rebeldía. necedor de la expresión castellana, mediante la síntesis que opera Hay que buscar, por tanto, en otras latitudes los alimentos terres- entre lo raigal hispánico más noble y los recursos estilísticos que como tres que no pueden brotar de la fecundf pero transitoriamente agotada un dechado, habían impuesto simbolistas y parnasianos franceses a la ubre hispánica. En tal búsqueda, Martí está lejos de reducirse a Fran- sensibilidad artística finisecular. Pues hecho probado y admitido es cia; antes bien extiende y multiplica sus incursiones hasta penetrar que ninguno de los prosistas españoles de aquel tiempo: ni los regio- en los ámbitos geográficos y temporales más alejados del nuestro, ha- nalistas, ni los costumbristas, ni siquiera los primeros grandes realista.;. ciendo buena su divisa de que. para evitar la servidumbre a una sola li- transmitían desde la península el menor signo de renovación. Todos teratura es preciso conocer varias de ellas. Y así, además del conoci- se limitaban a dar, -con la honrosa excepción de Galdós-- una serie miento de griegos y latinos, que junto a los modernos europeos y de variaciones en torno a los motivos tradicionales del casticismo, y su norteamericanos constituyen, -aparte de los clásicos del idioma- el estilo nos comunica por ello una irremediable sensación de vejez, de substrato mayor de su cultura, los cuadernos de apuntes martianos tes- antigualla. Marti fue de los primeros en sentir, con urgencia máxima timonian el grado sistemático a que llega su curiosidad por la filosofía y consciente, la necesidad de un recobro, de una liberación. Y, sin per- budista y los relatos populares del antiguo oriente, por el arte refi- derse por vías aledañas, decidió arremeter contra la vetusta armazon nado o de segunda mano de poetas árabes y persas como Hafiz, por las que, con su peso muerto de clisés lingüísticos y mentales, había cu- lenguas y obras literarias de los pueblos quechuas y maya-quichés. En bierto hasta entonces la lozanía de nuestras letras, erigiendo en su sitio Martí encontramos al primero, quizá, de los americanos universales, una arquitectura a la vez sólida y musical, árbol con profundas raíces tanto en las ideas como en el gusto. Universal, y no meramente COSTO- en el genio idiomático, pero con flores y frutos perfumados bajo todos polita, valga la advertencia. los cielos de la belleza. Pero, sin duda, el impulso que decide a echar mosto nuevo en los iCómo acometer empresa tan vasta al mismo tiempo que tan re- odres viejos tiene su centro de irradiación en Francia, que, como se clamada? iQué med ios serían los idóneos para llevarla a cabo? Y, so- sabe, es otra manera de llamar a París. Aquí poetas y pintores SC en- bre todo, iqué espíritu debería guiar el propósito renovador para qne tregan a la fiebre de aventuras siguiendo los consejos proféticos de su razón de ser no se extraviase ni SU ideal se corrompiese? Ta- Baudelaire, que pocos años antes habia pedido a los creadores «buscar les o semejantes preguntas debió formularse Martí en aquella hora en lo desconocido para encontrar lo nuevo». Ante el brillo de seme- decisiva. En primer término estaba convencido de que España, respec- jante promesa, algunos se zambulleron sin escafandra en los abismos to a la tarea innovadora, sólo podía ofrecer la lección eterna de sus donde pensaban hallar las «perlas escondidas». Hubo quienes regre- fuertes clásicos. Que ello no era poco lo demuestra el hecho de que saron con las manos llenas de fulgores; hubo quienes, en cambio, rin- dieron su secreto a las tinieblas. Ninguno lo hizo, desde luego, por 196 .&St :\RIO ~lARTIAS0 ANCJARIO >I:ZRTI.\\‘) 19; satisfacer únicamente la vanidad de un Baudelaire o de un Rimbaud, lia-ta ei parwLm3. como cuerdas dispuestas a saltar. L- que a \ :3 cz +e qnicn m& tarde los invitaría a «ser absclutamente modcr~~o~~~. Se tra- r~n;pen. wn cl cruel chasquido de la locura 0 de! suici<:i-1. taba. pu rcali&,l. c!e algo mucho m& im;):,rtüntr que caj,:icl;c,.d de l>:?*.- xI:ir:Í. pII?.*. nrI\ icl ie con agudeza el cará:,ter tIcl icnómrno t” teíi,ao taS. Xe ‘\íarti. con cu habitual clarividencia. +.I:po definir iit li.l*i2 kLIA1jtlt~ r11 cl Il!l!ilrlo capitalista clesarrollntlo. a tiempo que dlqierne. <‘(JI1 ìlci itliwi::cracia del fcnrimrno. señalando tant,, ~1:. flaqutza- c L~‘~lo 8~1~ lo- int’riur tiiìlt. :-II í~~~~oie di1-rTrSa cn lo.5 pueblo5 sab&~2rro!!atlor tlo:i.:~ (,l gro.?. De su muy ciiado juicio crítico sobw 1:~ pocll~~~orú~~~~r). lo u~~c~.~il~lc del idio- nolOgic~~s, es mu:; poco probable q~:r Jlartí conociera 13‘. trabajo- qué, 9.i~~ c5t3 materia. iniciaba por riito3ces Jorge Plcjanor,: pero cso rrìkmo nzri 1’ fl alzsin lonble de la perfwCic;il, lo que crnpi~i;l 3 privar f’- lo cle los franceses, que no tienen en esta LI)OC” dr frclizxito mucho ilO: II cvn a cpfialar el hecho de que zínicn?ncn:. Q en los escritos de nucs- que decir. por lo que mientras se condensa el pcn;nm~cnto nuevo. tro héroe mayor encontramos, con pareja acuidad en ambos casos y pL:ielz y remalan la formu, y lallan cn piedra preclo5a 2 vcceu cn aquel tiempo, las ideas que conducirían al gr2n maestro ruso a es. clizos de finas y menudas facetas: donde vacían cuanto ba!lan c‘il tal)!rcer su famoso principio de qu,- (lla tendencia al arte por cl arte gala ‘i_ <.:it te:enimicnto. !o antiguo de gracia y color, 0 riman, por surge cusndo existe un divorcio entre los altistw y el medio social que el pesimismo de puILo de enca,je que andu de m(:d,i 7,’ es propio los rodea».’ No puede sorprender, por con+irnte; que las o;~kmcs de los liternios sin empleo en lu sociedad sobrctdrr cLi> literalurrr: lo cual no ven de lejos los poetas de imaginación, o toman como dc Marti con relación al Modernismo se hallen prácticamente erizadas rea!, por el desconsuelo de su vida, los <,ue VLL’CIZ CC:L wz rd7:rcl tic rrkfestnciones críticas, que no se pierden en vaguedades sino que estética, en pueblos podridos o aulz no bien jornrados».’ tccan n los fundamentos mismos c!e la doctrina sustcntada,por los mo- dernistas acerca de las relaciones entre el arte y la vida. Y cs q:re. antes ;Se han señalado, acaso, alguna vez mejor los rasgos (1~;’ distin- ql:r modernista, fue Martí un moderno ell SL: más proluldn y riesgosa guen a parnasianos y decadentes de la literatura gSlic*a. de como lo dimensión según ío habl’a deseado Rimbaud. pero de un modo que bace Martí en este fragmento? Todo aquí pudiera subra‘arue, porque jnmis éste hubiera creído posible: el que reconcilié la humanid?cl con todo es fruto de una observación lúcida, pei;etrante, rehuidora del tri- la poesía dentro de la síntesis más rica y generosa. Sólo en Martí el llado lugar común. De entrada, se impone la comprensión absoluta absoluto rimbaudiano cobró, paradójicamente, SLX aaténtico sentido. que, en sus aspectos tanto estético como sociológico, Martí prueba tener Es evidente que Martí no concibe la poesía despojada de trascen- del fenómeno. Ninguna de las causales que al inicio del párrafo se men- dencia, y que para él esa trascendencia ha de ser moral y política, es cicinan, con ser importantes, bastarían sin embargo para explicar esa imi- decir, humana. Una y otra vez, con tenacidad de martillo que golpea tación de los franceses que, a su vez, POCO tienen que decir en el orden su lmunque hasta moldear la herramienta útil, Martí repite que la litc- del pensamiento, y que se consuelan llenando con labores de filigrana ratura ha de acercarse a la vida, que el verso debe ser sencilllo y hon- o desesperanza el vacío de SU época incierta, de transición y problema- rado, que el arte tiene SLI fuente más honda e inagotable en la realidad. tismo. Son los orfebres y los poetas malditos, 10s Leconte de Lisle y El concepto de lo real, singularmente, asume en el pensamiento mar- los Arthur Rimbaud que cincelan el poema como bajo relieve antiguo tiano u.la función cuya importancia estaría de más destacar aquí si, con o -10 mismo que los pintores alucinados Gauguin y T’an Gogh- se harta frecuencia, no hubiera recibido grave menoscabo de su contrario fugan a los paraísos artificiales o a las islas encantadas para evitar el idealista, sea a causa del facilismo rutinario, sea por el interés esca- acoso de una burguesía tan saciada como suspicaz. Más la verdadera moteador de sus implicaciones teóricas y prácticas. De cualquier medo, respuesta, grávida de sentido dialéctico, surge al final con la ubicación ‘CLI presencia tiene un carácter ubicuo que, según apuntamos en los co: precisa de la tarea intelectual en esas sociedades «sobradas de litera- mienzos de este trabajo, otorga su unidad esencial a la obra de Martí, tura», ahitas de explotación e injusticia que tensa las almas es;&&-

5 J. Plejanm: Cartas sin dirección - El arte y la vida social, Moscú~ Edi- 4 c. c.. t. .i. 1'. lOi!. (10s s,,braya~or 5or. rníc-. J. S.) civrxì en Lenguas Extranjeras, s. f. p. 158. ANUARIO MARTIANO 199

del movimiento histórico que avanza hacia el futuro. Según Xa:?i. el pues responde a una noción de la realidad que éste exprrimcn!x como grrri artista es el (~ultrahombre», en cuan:0 logra ver mi3 allá y mejor i:Iea objetivada n la vez que como forma de lucha T de wwl)io. como qw los OtroS, por virtud de cualidades que le son propias aunr;tie XI’> proceso incesante de creación. Martí. en efecto, busca en t.. ’ : lo rw1. puedan desarrollarse sin embargo a espaldas de lo colectivo. Pro c!on::~ que él identifica con lo entrañado, definidor J sincero de los seres y SUO, tales cualidades, lejos de constituir una superioridad especial o ~1~1 las cosas, pero este término se opone, dentro de su peculiar visión, no privilegio irritante significan, cn cambio, una responsabilidad y UJB sólo a lo aparente y lo ficticio, sino también a lo irracional, a la enga- compromiso mayores que han de cumplirse sin reclamar :;ada rn cambio, õosa falta de propósito y finalidad en el mundo. ((Lo que hace crecer sin e5ycrnr gala&n 0 recompensa algunos, pûrclue «los p&s se (?,~:w, el mundo no es el descubrir como está hecho, sino el esfuerzo de cada a la virtud y al perfeccionamiento de la humanidad’ y cl 01;ido II{* ias uno para descubrirlo» -man;iene en su artículo sobre Sellén. T más virtudes arranca sus coronas a los genios. No basta nacer: es 1’: piso adelante emite un juicio que bien pudiera servir de piedra miliar de hacerse».” Y hacerse es, precisamente, lo que pide Martí al ewri;uc toda su obra: «la poesía ha de tener la raíz en la tierra, y base de hecho americano; hacerse junto a su pueblo y levantarse con 61. Ha de fun- real».7 Martí, pues, está muy lejos de ser un Don Quijote a quien ciega darse con la poesía lo mismo que con la acción, y destruirse también una realidad empeñado en desconocer; es y nunca dejará de serlo, hijo cuando sea preciso allanar lo oscuro y da,r más luz al hombre, otorgarle leal del triste y heroico caballero, pero en su quijotismo las espuelas mayor ventura, crearle mejor. Aparte de su enérgico rechazo de Ia de la voluntad son precisamente los desafíos lanzados por lo concreto y poesía enfermiza y cerebral, Martí fijó obligaciones del escritor amc- lo posible. ricano que, instituidas para su tiempo, nada han perdido de su up- Ahora bien, este sentido realista no se limita en Martí a una admi- gencia práctica ni de su virtual eficacia. De sus ricos y alin inexplo- si& del mundo «tal como es», sino a la busca en toda existencia de lo tados cuadernos de apuntes, entresacamos los siguicntcs criterk de que en ella asciende hacia un plano superior, más perfecto y armonioso. Martí: «No hay verdad moral que no quede expresada, como la mejor de las comparaciones poéticas, con un hecho físico»8 -asienta en sus cuadernos ~3i s:rü clrritor inmortal en América, y como el Dante, el Lu- tero, el SFak.espearc o el Cervantes de los Americenos, sino aquel de apuntes. Y es palmario que jamás reduce el dominio de lo cognos- que refleja en sí las condiciones múltiples y confusas de esta citivo a su aspecto puramente exterior y concreto: tan real es el mundo época, condensadas, desprocadas, ameduladas, informadas por sumo como la persona, el individuo como el universo, y tal circunstancia genio artístico.” supone un diálogo apasionado donde lo que se pone en juego es, nada ...... más ni nada menos, que el destino mismo de esa realidad, en tanto que «Pues bien, en nuestra poesía, no teniendo aún alcance determi- conlleva los de ambos fenómenos integradores sin posible separación nado el pensamiento religioso, ni el político, y entorpecido-y azo- rado el pensamiento moral; -no pudiendo sacrificar en altares entre sí. Lo que nos conduce, derechamente, hasta el núcleo de las ideas conocidos; -sacrifiquemos en uno, que jamás perece, porque lo que, sobre la situación y el cometido del escritor en la sociedad elaboró vamos haciendo nosotros mismos, con nuestros cuerpos y con Martí, como parte de su enfoque general de las relaciones entre el nuestros dolores-, el de la historia. Salvemos nuestro tiempo; hombre y su medio circundante. grab&mosle; cantémosle; heroico, miserable, glorioso, refagoso, con- Por lo pronto, nos hallamos en Martí ante el caso ejemplar de un fundido. Hagamos la historia de nosotros mismos, mirándonos en el alma; y la de los demás, viendo en sus hechos. Siempre que- artista cuyo sentido humano sin mutilaciones le permite conciliar -y dará, sobre todos los trastornos, la musa subjetiva, como es ahora del modo más honrado y fecundo- de una parte, las aspiraciones pu- de uso decir, y es propio, -y la histórica. -;Venturosos los pue- ramente estéticas con las demás de la existencia; de otra, esclarecer sin blos que, como éste, tienen aún, sobre sus variados dolores perso- falacias el influjo de los factores sociales determinantes sobre tales nales, hazañas que cantar!-” aspiraciones. tanto en su carácter peculiar como en su proyección dentro 9 0. c., t. 21, p. 40. 10 0. c., t. 21, p. 41. 6 0. C.; t. 5, p. 190. 11 0. C., t. 21, p. 163. (Los subrayados son míos. J. S.) ’ 0. c., t. 5, p. 191. 12 0. C., t. 21, p. 226. (Las subrayados son míos. J. S.) s 0. C., t. 25, p. 396. 200 .i>L .‘hi!lO ~IAiITIANO

hr; pülübras clue parecen ha!,er sido esfriiaj ho!-. Xo sólo porque cl í~c.l:cnido n:i5~0 dc 3Ls posta!nc!n~ COi?3?r\~ü toda\-ía 511 vigencia. -iilU jlt’rCitlC. üun ccauda +e rcficra a 2ucesoS rontenlporcincos, llarti

-‘J ~~:,a!;::~ta. ccn a;omhi)~o don p:í~iétic~~:. n los futuros. hpe :1x- zaGas -y grandes- tiene en la actualidad nuestro pueblo que cantar. ací cl>~tlo temores infundados y \.i-ioiieì e,:trcchas hail sai;ido de uno \ Oir0 zig:lO, p’?:‘a dcsoricutar una I:oe:,ía diym dc ta!es 1~‘.&L. ~36-5. .I Por c.50. d:,-:;t2do:; tw toda su mezquindad bajo la \ i\ isima iuz marti:ina. se ::i!.rrstran 103 intelectuales que a! unc:s de visi<;n hktorica tsmcn :a Jie\ c ~:~~~ión por los errorc rcvoluciünnrios, 0, con rila1 intencionad:~ nm- .-t~g.Lc..-.

1 Bacardí, Emilio. Crónicas de Santiago de Cubo, tomo VIII, pág. 118, Tipo- grafía Arroyo Hermanos, Santiago de Cuba, 1924. * Primelles, León. La revolución del 95, según lo correspondencia de la Dele- gación Cubano cn Nueva York, tomo 1, pág. 65, Editorial Habanera, Habana, 1932. ANLARIO M.kRTI.\‘.O 20.3 202 ANUARIO MARTIANO “Hágase Ud. atrás. Marti, no es ahora este su puesto” le ordené yo, lo sidcrado un insurrecto más. En la línea de fuego quizis podría su.+ oyeron varios. El detiene, es verdad, un tanto su caballo, pero jo CC? :ituirlo cualquier hombre, pero en la organización política de la guerra toda mi atención al enemigo no miré más a Martí en la brusca accme- j- cn la dirigrncia de la futura república su falta. :!e-ararind~tl!aite.r3 .~e tida que se le dio aquel día al enemigo».5 hizo wntir. iEn qué quedamos, General, al sonar los primeros disparos en Dos Sobre la muertr de Martí se han escrito y continua&: escribiéndose Ríos, iha Martí rumbo a la costa G marchaba a su lado? innumerables p @nas, pero existen tan diverscs y contradictorias ver- Una versión más sostiene que, acampadas las fuerzas espaíiolas siones sobre la acción de Dos Ríos y, al profundizar su estudio. se tro- cerca del Contramaestre, siendo ya las ll de la maiiana y sirviéndose pieza con tal cúmulo de discrepancias que estoy persuadido de que el rancho, apareció un grupo enemigo por un trillo donde había un jamás llegaremos a saber la verdad de lo allí ocurrido. Lo único que centinela. Recibidos los insurrectos con un disparo, se lanzaron sobre se puede afirmar con certeza es que allí murió el más noble y puro él dejándolo muerto de un machetazo, lo mismo que al sargento, al de todos los cubanos. cabo y a cuatro soldados de aquella avanzadilla el resto de la cual em- Una versión afirma que el General Gómez estuvo cn el lugar de prendió la retirada hacia el centro del campamento, seguida por un ji- los hechos desde el principio del combate, y que resultó herido al querer nete a todo escape, el cual no pudiendo contener su caballo, penetró rescatar en persona el cadáver de Martí; otra, sostiene que Gkmez y dentro de la linea de fuego ya establecida por las Compañías Ira. ySta. . Martí se habían separado, toda vez que el Generalísimo se dirigía al del Segundo Batallón Peninsular, recibiendo todo el fuego de flanco, Camagüey y el Delegado iba con Masó rumbo a la costa Sur, pues se debido a lo cual cayó derribado de un balazo en la garganta. Parece Por su parte el -periódico habanero La disponía a abandonar la isla. obvio añadir que el jinete del caballo desbocado era Martí.6 Lucha, el 21 de majo. aseguraba que ni Gómez ni Martí se hallaban Salvo el detalle del caballo desbocado esta versión es muy semejante cn Cuba. a la que da el Coronel Jiménez Sandoval en una carta de 1918 a En- Como si esto fuera poco.el Jefe del Ejército Libertador se encarga rique Ubieta, en la que afirma que la vanguardia cubana, al mando de de confundir más la cuestión ya que él mismo se contradice. En su Amador Guerra «...cayó a galope sobre una avanzada de un sargento Diario de Campaña anota el día de los hechos: «...cuando ya íbamos a y doce hombres a la que sorprendió por lo rápido e inusitado del ataque, enfrentarnos con el enemigo, le ordené que se quedara detrás; pero no matando tres o cuatro soldados, hiriendo a GtrGS tantos y siendo dete- Triso obedecer mi orden y no pudiendo yo hacer otra cosa que marchar nida en su marcha a rienda suelta, mediante el fuego por descargas adelante para arrastrar a la gente, no pude ocuparme de Martí»? de una compaiiia formada en línea que cubría aquel lado del cam- En cambio, al corresponsal del New York Herald que le entrevista pamentc...»7 al mes siguiente le dice: «Si Martí se hubiese quedado conmigo quizás Para no ser menos que el General Máximo Gómez, en esta carta todavía estaría viro llo~-, , pero los intereses de la revolución requerían Sandoval también se contradice. Recuérdese afirma que la vanguardia su presencia fuera de aquí. Había comenzado apenas su viaje hacia la cubana era mandada por Amador Guerra y que de su relato se infiere costa para embarcar hacia Jamaica, cuando cayó en una emhoscada...»4 J que la acción de Dos Ríos se limitó a la sorpresa de la avanzadilla es en carta a Benjamín Guerra, el 29 de agosto del 95, refiriéndose al 19 pañola por las fuerzas cubanas, y al rechazo de éstas por las descargas de mayo, escribe: «Aquel día oímos los fuegos a una distancia de más del campamento español que segaron la vida de Martí. En tanto, en las de media legua de nuestro campamento, y cuando yo acudo, con la Crónicas de Santiago de Cuba, se le cita diciendo que «...la batalla fue gente que tenía a salirle al encuentro, Martí marchaba a mi lado. 5 I’rimeUes, obra citada, pág. 71. J Gómez, GrnI. Máximo. Diario de Camparíe, pág. 336, Talleres editoriales de 6 Ubirtz, Enrique. Manuscrito inédito, en el archivo del autor. Ceiba del Agua, 1941. 7 Ubieta, Enrique. Efémerides de la Revolución Cubana, tomo IV, pág. 292, 4 Quesada y Miranda, Gonzalo de. Facetas de Marti, pág. 177, Editorial Tró- La Moderna Poesía, Habana, 1920. pico, Habana, 1939. ANL?‘ARIO 31.4RTIAXO 203

_. ,. . L‘CIIICIISIITIU ,J... y (41\Iartí c!irigió personalmente la primera carga al cl acto de dar sepultura al cadáx-er embalsamado cn el cementerio rìm.l:ete,>.3 de Santiago de Cuba.‘O Hasta aquí la parte pertinente de la comunicacion de Rafael Por- Tuvo razh Chntn Alarti cuando. al agradecer a Manuel Xercdo tuundo Tania)-o. Delegado que fue de ‘rlartí cn la Provincia de Oriente. VI pésame por la muerte de su hermano. escribía --en junio del 93- fwhada - el hijo habían ido a New Tork ((para corir-encerse de la rca- explica CJL:C surjan con frecuencia debates y polémicas acerca de la lidadlj? acción en que perdió la vida el Apóstol de nuestra independencia, > IXo he mencionado la versión de Dominador de la Guardia, hermano hace de la muerlr de hlartí ~111 tema que apasiona u los estudiosos de del héroe que estuvo más cerca de Martí en el instante de SLI gloriosa 5-u vida F- cle su obra. caída. y que simbólicamente se llamaba Ángel de la Guardia, por su- Ya cxyresé antes mi con\icrión de que nunca sabremos con certeza ponerla conocida de todos ya que con más o menos adobos ‘; retoques 10 que ocurrió en Dos Ríos, por ello, y no siendo, además, especialista literarios, se repite en las biografías del Apóstol. en táctica y estrategia militares, ni siquiera aficionado a esas materias. Pero sí voy a transcribir la que pudiera considerarse versión oficial no voy a exponer de qué modo se desarrolló el combate en que perdió cubana que, como se verá, es una especie de pot-pourri de elementos la vida José Martí, sino que trataré de determinar cómo la perdió, cn el de las diversas versiones que circularon. Se trata de una comunicación sentido de si Martí perdió la vida por casualidad o conscientemente, si dirigida a Gonzalo de Quesada y Aróstegui y dice así: ofrendó su vida voluntariamente o si no buscó la muerte deliberada- mente. «Ciudadano Secretario de la Junta Revolucionaria Cubana, New York. Los que opinan que la muerte de Martí se debió a una trágica ca- Muy distinguido y estimado compatriota: sualidad la atribuyen, principalmente, a la fogosidad del caballo que montaba, que no pudo dominar por no ser buen jinete o porque la Los datos oficiales que he podido adquirir y las versiones de tes- lesión inguinal que padecía, a consecuencia de la cadena que llevó en tigos presenciales confirman la triste nueva, que tuve la pena de presidio, se lo impidiera, así como a su falta de experiencia bélica. comunicarle en una anterior, la gloriosa muerte del más ilustre de nuestros mártires José Martí, ocurrida luchando con mil espa- Claro cs que Martí estaba lejos de ser un centauro, pero tampoco ñoles al frehte de un puñado de jinetes, a quienes alentaba con era un jinete novicio. N o t enía cumplidos diez años cuando, en Haná- su palabra y ejemplo a arrollar, como lo hicieron, la vanguardia bana, montaba todas las tardes y enseñaba a su caballo «a caminar enemiga, pero cayendo como los héroes con cinco heridas de bala enfrenado para que marche bonito», (0. C. 20 pág. 243) según cuenta una de ellas en el pecho y otra en el cuello, sin que el.vigoroso a su madre en la primera carta que de él se conserva. Recuérdense, empuje de sus compañeros pudiera rescatar el cadáver que fue además, sus largos recorridos a caballo por Haití y Santo Domingo. llevado por su caballo al centro de la columna enemiga. Habíale Cierto que Marti carecía de experiencia bélica, pero no es menos ordenado el General Gómez al aproximarse el enemigo que se re- tirara a retaguardia, a lo que se negó rotundamente diciendo que cierto que tampoco era un irresponsable que iba a ofrecerse de fácil quería luchar como sus hermanos, con lo que demostró que a su blanco a las balas enemigas, sin tomar la más ligera precaución, cuando talento, ilustración y patriotismo excepcionales reunía el indo- él sabía que «no tiene el derecho a exponerse a perecer sin fruto uno mable valor de los héroes de la Libertad y la abnegación sublime de los que con más justicia está llamado mañana a guiar». (0. C. 1 de los redentores de la humanidad. Esas dotes han sido de tal pág. 204.) manera demostradas, que el enemigo mismo las ha reconocido, por Pensar que el caballo lo hizo todo es negar al Apóstol el valor que boca del Coronel Sandoval, en el parte oficial del combate v cn tuvo de enfrentarse al enemigo y olvidar que había escrito a Enrique

8 Bacardí, obra citada, pág. 123. 10 Quesada y Miranda, Gonzalo de. Archivo de Gonzalo de Quesada. Epi.+ 9 Archivo Nacional. Fondo, Donativos y Remisiones; hgajo 551, I\;o. 27. tolark, tomo II, pág. 154, El Siglo XX, Habana, 1951. 206 ANCARIO hfARTIAN0 ASt‘ARIO ZIARTIASO 207 Collazo, en carta famosa, que creía tener el valor necesario para morir en defensa de Cuba, (0. C. 1 pág. 293) palabras a que hizo honor en en el desencanto por sus discrepancias con alaceo en la entrevista de la Dos Ríos. Uejorann, hablan pues de suicidio en sentido figurado. Si Martí cargó a caballo contra las tropas españolas no fue porque Debo señalar, sin embargo, que no ha faltado quien diga que Martí, el bruto se le desbocara, ni porque quisiera morir. Todo lo contrario. al sentirse herido, se privó de la vida. Desde luego, esta especie es lo hizo cumpliendo un viejo anhelo de su corazón, recuérdese que al insostenible. No sólo por la potísima razón de que el revólver Colt que escribir sobre el General Sheridan se le escapa esta exclamación: «lOll. portaba «tenía todas las cápsulas intactas»,13 según manifestó el corres- Dios! morir sin haber caído sobre los tiranos con una buena carga de ponsal del Diario de la Marina, Miguel Espinosa, sino porque, caso de caballerían. (0. C. 13 pág. 125.) haber utilizado otra arma, se habría revelado el suicidio por el mi- nucioso estudio médico-legal de las heridas de Martí realizado por el *** distinguido médico y profesor universitario Dr. Francisco Lancís Sánchez.t4 Martí habló mucho de la muerte. Tanto, que José de la Luz León Si es cierto que Martí, siendo adolescente pensó en privarse de la en una conferencia magistral, pronunciada en la Fragua Martiana hace vida y así se lo hizo saber a su maestro Mendive, también es cierto que unos años, dijo con acierto que «en Martí la muerte es un leit-motiv más tarde escribió: que va desde el alba de su existencia hasta la vfspera misma de su «Nadie debe morirse mientras pueda servir para algo, y la vida desaparición».” Sin embargo, no quiere esto decir que hubiera en él es como todas las cosas, que no debe deshacerlas sino el que puede pasión mística por la muerte y, a pesar de ello, esa reiteración en el volverlas a hacer. El que se mata ‘es un ladrón.» (0. C. 18 pág. tema ha hecho pensar a muchos que su muerte en Dos Rios fue vo- 401.) luntaria. Con esto expresó su concepto del suicidio, no es posible concebir Pero iquiso Martí morir en Dos Ríos? Veamos. que quien así pensaba recurriera a esa evasión, por muy angustiado Quienes piensan que la muerte de Martí fue un sacrificio cons- que estuviera, cuando había dicho y probado -según veremos des- ciente, fundamentan su criterio en el «convencimiento --que suponen pués- que nunca le faltaría walor para abrirse paso entre las contra- tenía- de que su caída lejos de debilitar la revolución le daría el su- riedades mayores». (0. C. 20 pág. 83.) premo y necesario ejemplo para triunfa& y la consideran lógica con- Por muy abatido que se hallara Martí, después de la Mejorana, secuencia de la doctrina de darse siempre por la felicidad de los demás, no podemos reconciliarnos con la idea de que buscara la muerte volun- estimando plena prueba de ello sus palabras al dominicano Federico tariamente en Dos Ríos, porque hay múltiples testimonios en sus escritos Henríquez Carvajal, al embarcar para Cuba, en que anuncia: «Para posteriores a la entrevista famosa de los que se desprende una proyec- mí, ya es hora» (0. C. 4 pág. 111) y aquellas de su carta trunca a su ción hacia el futuro. Asi cuatro dias después de la Mejorana, cuando amigo y protector mejicano, Manuel Mercado, cuando en vísperas de aún debía tener muy fresca la impresión desagradable, escribió a Carmen su muerte dice: «Sé desaparecer». (0. C. 4 pág. 170.) Miyares y a sus niñas: Otros, que también creen en la muerte voluntaria de Martí, hablan de su suicidio. No porque piensen que atentara contra su vida con su «Mi fatiga será grande y haré cuanto en este campo glorioso pue- dan Cuba y ustedes esperar de mi...» (0. C. 20 pág. 230.) propia mano, sino porque estiman que buscó la muerte debido a que su espíritu cayó en el pesimismo, el derrotismo, la deseperanza y hasta Y, como si previera que al correr de los años iban a empeñarse en verlo por aquellos días, triste, abatido J proclive al suicidio, añade: I* Claro Valle, Clara del (seudónimo de José de la LUZ León). La Idea de In Muerte en Marti, El Mundo, Habana, mayo 8 Y 29 de 1966. 1* Quesada J Miranda, Gonzalo de. Alrededor de la Acción en Dos Ríos, 13 Espinosa, Miguel. Diurio de la Mmi~, Habana, mayo 29 de 1895. pág. 8, Seoane, Fernández y Cía., Habana, 1942. 14 Valiosisimo trabajo científico-histórico que lamentablemente permanece iné- dito, dado a conocer en la Fragua Martiana el 19 de mayo de 1968. 0 .ldi& ics digno. con el júbilo de ver auuí a los cul~enos ncg2:i,l- ,l I:;- ;il hacer tal efirmcción no se tiene en cuenta alL::) tic suma im- l,.,;‘:’ > c:lam<>:.ados de la re\-olcció:l ,o. ;o. c. 30 pág. 220.) I>.:rlallcia: cuüudo tiel?: lugar el triste suceso de Dos Río;. 13 misitin ( : ,I í, 1 Ot!~ellI ü-í Fe cxpre.52 no w fácil CiUtZ e-té meditando I,ril PT-C (Its la arti IJO c5lÍrlJ;! f~Llillpli:la. El mis:no 11o.s Io dice: ,(1-o E-x-ooui I 1.1 : ic!;1. ni dcjar.v matar cn cl primer eucuentro CGil cl enemi;,). pt~cr:-:i: mi rc‘..:::)~~?:.;:i!ida(l comienza con ella. en wz c?- acabar,,. ( 0. .+&mk quien pensaba que con la guerra que había ex nctdo em- ::. 4. pág. 111.; ~;c~i.a su re.-pomabilidad en l-ez (le acabar. no podia ir a!im~ntnr~rlo la Su rnl5~,il no era k!o preparar la guerra. Cuando más. este era el ititxn dr su autodestrucción. l)rim-r paso para fundar la reptiblica por 61 soñada, de ancha base de- /,Se @ere una prueba irrefutable de la proyecciJn de liIar!i hacia mocrütica, civilista. anticaudillista. que no fuera feudo ni capellania cl futuro, después de la Mejorana, bien lejos de UI? pesimismo o de- de nadie, «encamiuada a asegurar en la paz y el trabajo la felicidad de rrotismo desolador? Léase la carta trunca a Manuel Mercado. En ella lo: habitantes de la Isla». (0. C. 1: pág. 279.) En una palabra. la rc- SO sólo esboza cuál habría de ser su actuación futura en cl campo dc la pfii$ica cordial ((con todos, y para el bien de todos)) (0. C. 4, pág. 279) revolución, sino que apunta todo un programa de accik antimpcria- en la que «cl culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre)) Ii~ia? oricn.tado al porvenir, para «impedir que en Cuba sr abra, por (0. C. 4, pág. 270) fuera la primera ley. la nncxión de los imperialistas de allá y los españoles, el camino que Desde New York había escrito al General Máximo Gómez: se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América, al Norte revuelto y brutal que los (( i,Cómo duda aún de mi utilidad fuera de aquí, al principio por desprecia». (0. C. 4, pág. 168.) lo menos, y de que yo no estaré jamás sino donde más útil pueda ser? Aqui, los primeros ímpetus, con la fuerza y crédito de la Por otra parte, intenteba buscar y proponer a México el modo efec- guerra armada, serán todo lo que deben ser, y el auxilio fácil men- i iv0 , sagaz e inmediato de ayudar a los cubanos a conquistar su inde- sual que dejo organizado. Allá, Ud. sabe mi alma y mis propósitos pendencia. Afirma que por acá, él hace su deber y lógico es suponer y encenderé, y juntaré, y quitaré estorbos, y haré en eso cuanto que quien acariciaba proyectos tales, no consideraba su deber dejarse quepa en mí. Y si luego debo echar a la mar el corazón, y volver matar al cambiar los primeros disparos con el enemigo. Había escrito a ordenar el último esfuerzo, sin el descrédito que acompañaría a un revolucionario meramente verboso, volveré donde sirva más.)) en 1893, a Fernando Figueredo, que viviría mientras fuera Util a su (0. C. 3, pág. 299.) país (0. C. 2, pág. 123) y resulta imposible imaginar, en aquellos momentos, un programa de mayor utilidad para Cuba. He hecho esta larga transcripción para que se vea, en sus propias Todo esto y la consideración de su concepto del deber y la reapon- palabras, expuesta In misión de Martí. Primero con la organización sabilidad me hacen no compartir la idea de su muerte voluntaria, del Partido Revolucionario Cubano, crear el instrumento capaz de pre- porque a él no pudo escapársele que en la guerra, acabada de empezar, parar la insurrección; luego, ya iniciada la guerra, venir al campo de y aún más en la república futura iban a ser necesarias su inteligencia, la lucha a orientarla; más tarde, si fuere necesario, regresar a Estados EU previsión y su vigilancia. Uuidos para, desde allí, ordenar el último esfuerzo. En su excelente libro José Martí, esquema ideológico, el Profesor Debo señalar que ese esquema de la misión que se había pro- Emérito de la Universidad de California en Los Ángeles, Manuel Pedro puesto lo escribe Martí en octubre de 1894, y llamo la atención sobre González que es de los que piensan el desencanto hizo presa de Martí, la fecha porque se ha llegado a decir, con suma ligereza, que Martí ensombreciendo su visión y llevándolo al sacrificio en Dos Ríos, es- vino a la guerra porque, estando en Santo Domingo, la prensa publicó cribe: «La convicción de haber cumplido su misión en la vida proba- indiscretamente que ya había desembarcado en Cuba y, además, porque blemente contribuyó asimismo a su inmolación».” una de las razones aducidas, por los que creen en su muerte voluntaria, es que el desencanto lo llevó a ella porque en la Mejorana, a más de 15 Gonzála, Manuel Pedro. José Martí, esquema ideológico, pág. 440. Editorial Cultura, T. G., S. A., México, D.F., 1961. sus discrepancias con el General Maceo, se acordó su regreso a Estados ANUARIO MARTIANO 211 210 :\\CARIO MARTIASO de conciliar la teoría del sacn’ficio consciente con la de la muerte Cnidos. Vemos cuan fácilmente se destruven csos argumentos con las no-deliberada o del anti-suicidio, como la llama él. i:zlabra: del p ro p io JIartí, eSCritas mucho antes. Con ese fin se expresa así: Por olra parte, para pensar como piensa el profesor González, que el 19 de mayo Martí tenía «la convicción de haber cumplido su mi- «...quizás Martí contrastó nmbas hipótesis en su mente y previó que cualquiera de ellas que ocurriera, él sería el ganador. La Pión» hay que olvidarse de que IIIartí fue sobre todo. y quizás a pesar muerte en el campo de batalla le acarrearía el martirio, en tanto suyo, un líder político de primrrísima calidad pura. como ha sc-iíalado que si salía ileso tendría una honorable hoja de servicios. Difí- Leonardo Griñán Peralta: cilmente podría considerarse perdedor en ninguna de las des cir- cu~tancias».‘*

«...IIo hay líder político a quien no horrorice cuanto pueda po- sibilitar el fracaso del ideal al cual ha consagrado su vida. El éxi- Este criterio podría aceptarse si Martí hubiera sido un mero bus- to de la causa que defiende le importa más que la gloria de una cador de gloria, si no hubiera sido el hombre sencillo y abnegado que muerte bella. Y si en aquel momento pudo parecerle bella la renunció, más de una vez, en beneficio de su patria, empleos y ho- muerte, es imposible ciue le haya parcuido oportuna...»16 nores, si no hubiera sacrificado por ella la tranquilidad de su familia y la felicidad de su hogar. Si para 61, en fin, la patria no hubiera sido En aquellos momentos, morir era fracasar; y: aún en el caso de siempre ara y no pedestal. haber creído la muerte oportuna, recuErdese que él había sentenciado: * * * «Todo debe sacrificarlo a Cuba un patriota sincero, -hasta la gloria de caer defendiéndola ante e! enemigo» (O.C. 2? pág. 43) Argumentando contra la tesis de la muerte voluntaria de Martí, Si al esquema de PU misión que fi:artí trazara en 1894, añadimos como resultante del abatimiento o desaliento de que se le supone víc- lo que se asegura dijo a Carlos Baiiño: «La revolución no es la que tima, cité antes una frase suya en la que asegura que nunca le faltaría vamos a iniciar en ías maniguas, sino la que vamos a desarrollar en la «valor para abrirse paso por entre las contrariedades mayores» (O.C. Repúblicasi7, se comprenderá la imposibilidad de aceptar que aquel 20, pág. 83) y dije que lo había probado, como veríamos luego. Parece trágico 19 de mayo Marti tuviera el eonvenrimiento de haber cum- llegada la hora de demostrarlo. plido su misión. Sin duda alguna el llamado fracaso de Fernandina fue el más Lo cierto es que así cc,mo la llegac?a del General Masó, con SU rudo golpe que Martí recibiera como conspirador. Con la detención del aguerrida hueste, al campamento de Dos Ríos al caer la noche del 18 yate Lagonda en Fernandina, el 12 de enero de 1895, se venía ahajo de mayo, dejó trunca la carta que el Apktol escribía a su entrañable la labor lenta, sagaz y sigilosamente preparada. amigo mejicano, al día siguiente la bala enemiga que acabó con SU Por cierto que siempre se habla de la detención de los tres barcos ‘l-ida dejó también inconclusa 1a misión que él se había impuesto y cons- en el mencionado puerto floridano, cuando la verdad es que el Lagonda tituía la razón de su existir. fue el único allí detenido, pues el Amadís nunca llegó a Fernandina sino que se le detuvo al llegar a Tybee, pequeña isla en la desembo- * * * cadura del río Savannah, en el Estado de Georgia, y el Baracon, si bien fue objeto de un minucioso registro, al Regar a Fernandina al si- El profesor de la Universidad de la Florida, Richard Butler Gray, guiente día del embargo del Lagonda, quedó en libertad por no haberse en su libro José Illurti, Cuban patriot, que considero de lo mejor que hallado nada anormal en é1.19 SC ha escrito por un norteamericano sobre nuestro Apóstol, ha tratado ‘8 Gray, Richard B. José Marti, Cuban patrio& pág. 33, University of Florida 16 Griñk Peralta, Leonardo. Iliar& Zíder poìitico, págs. 166-167, Jestis Mon- Press, Gainesville, Fla., 1962. tero, editor, Habana, 1943. I ‘9 Moreno Plá, Enrique H. El Plan de Fernandina, en Revista Universidad 17 Martínez Bello, Antonio. Cita la frase en Ideas Sociales y ECO~~I&XS & de la Habana, No. 174, julio-agosto 1965, págs. 125-151. Zosé Marti, pág. 131. IA Verónica, Habana, 1940. ;>lZ .A\: .iRIO M.4RTIIHO ANCARIO 3IARTIANO 213

Pues bien. a raíz del fracaso de Fernandina Alarti escribe a su re- Ia- pocas armas: con que desembarcaron en Plapitas los valientes que

presentante en la Habana. Juan Gualberto Gómez. planteándole la nueva lf’ ac empañaron.” -ituación !- le propone que si el país cree que puede empezar la guerra El hombre que anie todas las adversidades que se le presentan; tiene -.irl aguardar las expediciones -que él preparará de nuevo. para la máo no iitlo cl coraje necesario para encararlas sino que sabe encontrar lo* próxima fecha posible- que empiece; pero si quiere aguardar esai I‘C(‘II~SOL para vencerlas ;es un hoLmbre derrotado, fácil de desalentarse. c~xpediciones. a la conjunción de los de afuera. él las prepararli con la (iti’ aiìtts una nueva dificultad u obstáculo buscará la muerte o es un ma! or rapidez humana. hombre entero. un verdadero líder revolucionario capaz de alcanzar La norhe del 28 o el día 29 de enero, Martí recibe respuesta cn que las más altas cumbres del hrroísmo? Juan Gnalberto le decía que la isla no podía esperar. Con esta noticia I’irmn la orden de alzamiento. con Mayía Rodríguez y Collazo y se dis- * * * pone a salir con ellos para Santo Domingo a consultar con el General liláuimo Gómez. Por ello desiste de ir a la Florida, viaje que no había La reiterada alusión a la muerte en los escritos de Martí, ~1 leit hecho esperando saber en qué paraba el cargamento del barco ocupado motiv de que nos hablara José de la Luz León- es una de las razones en Fernandina, así como las cajas de armamentos y equipos militares que hace a muchos pensar en su muerte voluntaria, por estimar que era ocupados en los Almacenes de Borden, pero casi junto con la carta un enamorado de la vieja Atropos. A tal efecto gustan citar aquellas de la Habana -que le llega vía Serafín Sánchez- recibió la noticia de palabras de su discurso en honor del poeta Alfredo Torroella, en que que se salvaba la mayor parte del cargamento. la llama «iMuerte generosa ! iMuerte amiga!» (O.C. 5, pág. 88). Cuando Martí llega a Santo Domingo tiene que convencer al Ge- Pero esta frase, para entenderla en su plena validez, no puede neral Gómez de la necesidad de salir para Cuba lo antes posible, no citarse aisladamente. Hay que seguir la idea que desarrolla el orador porque Gómez temiera o se retractara de su compromiso, sino porque hasta el final, entonces encontramos que, luego de decirnos que «los recelaba de la falta de preparación. (El 26 de enero Martí había escrito honrados nos hacen mucha falta», remata la pieza con este apóstrofe: a Estrada Palma cr...ya tendría resuelta una vía nueva, si contáramos K iMuerte, muerte generosa, muerte amiga! iAy! inunca vengas! » (O.C. de la otra parte con Ia decisión y firmeza con que no contamos.») 5, pág. 89). (O.C. 4, pág. 35) Esto, evidentemente, nos indica que si la consideraba su amiga, no A pesar de que con anterioridad Martí le había enviado dinero deseaba su visita. , más que suficiente para equipar a la gente que iría con él, en Santo No podía ser de otro modo pues él escribió: Domingo no había nada por lo que Martí tuvo que cablegrafiar a New York, a la Delegación -que había quedado al cuidado de Gonzalo de «Se es hombre para serlo; hombre es algo más que ser torpemente humano: es entender una misión, ennoblecerla y cumplirla»22. Quesada y Benjamín Guerra-, pidiendo el envío de armas. Armas que costaron la cantidad de 3924.80 y fueron pagadas el 25 de febrero Eso fue lo que hizo toda su vida. Por ello no aceptamos que bus- a W. J. Bruff.” cxa la muerte voluntariamente, pues si algo temió fue que ésta lo Las armas en cuestión no arribaron jamás a su destino porque el alcanzara a mitad del camino, antes de haber dado cima a su tarea. capitán del buque de la Clyde Line, comprometido para llevarlas, hubo Por otra parte, debemos fijarnos en que nos dejó dicho en sus de arrepentirse a última hora, dejándolas en el muelle de New York. escritos lo que hubiera deseado hacer una vez cumplida su misión. Por eso Martí vióse precisado a ir a Cabo Haitiano a tratar de conse- guir: como consiguió, con su amigo el patriota Dr. Ulpiano Dellundé, 21 Dellundé Mustelier, Francisco. Cómo vinieron a Cuba Martí, Máximo Gómez y demás patriotas que los acompañuron, en Revista Bimestre Cubana, val. XLIII, 20 Libro de Caja del Partido Revolucionario Cubano (1893.95) en El Archivo 1939, págs. 61-64. Sacional en la conmemoración del centenario del natalicio de José Martí y Pérez, 22 González Manet, Enrique. Cita la frase en Marti, una teoria de Za vida pág. 334, La Habana, 1953. . y de la muerte, El Mundo, Habana, mano 22 de 1969. 214 ?\NL;ARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 21s

Sin rebuscar mucho, tenemos que, en carta a Ramón Rivera. es- Las discrepancias habida-j entre Martí y el General Antonio -Maceo. cribió: en la célebre entrevista de la Mejorana, sobre la forma de organizar <(. . . .-cuándo. sin obligación pública, si me dejan vivo las pasiones el gobierno de la re~olucik, así como el acuerdo de que Marií em- humanas. podré ponerme de maestro de guajiros:» (O.C. 3, !jni-case para Estados Unidos. por considerarse nás útil su presencia pág. 277) nìiá que en el campo de la lucha armada, se ha considerado cauF;a de que Y, hablando de la biblioteca de Néstor Ponce de León, exclama: ~1 Apóstol, desencantado y deprimido, buscara la muerte en su primer encuentro con el enemigo. «iCuánto tesoro en aquellos estantes, y qué envidia, para cuando esté hecho lo que tenemos que hacer, y pueda uno ponerse a re- Estimo absurda tal suposición. La actitud de Maceo pudo dar origen volver papeles viejos!» (O.C. 5, pág. 349) a ideas tristes e inducirlo a reflexiones amargas, pero es inadmisible que quien tenía tan alto concepto de la responsabilidad y el deber, haya En otra ocasión dice: buscado la muerte deliberadamente, dejando su labor a medias, porque «...cuando cumpla mi deber de ayudar a los libertadores de mi encontrara oposición a sus ideas. Oposición, por otra parte, manifestada, patria, iré a que me sorprenda la muerte ejerciendo el deber de como señala Isidro Méndez, por quien «tenía el derecho y el deber de educar a los indios que son buenos, y no han de sufrir la anoma- exponerla» .24 lía de sunoner que yo ambicione ser cacique»23. Martí sabía que «las guerras no son cosas de bastidor y de meren- Por último, comentando la muerte del profesor norteamericano gue», (0.c. 1, pág. 261) sin contar que, por su conocimiento de los John William Draper, nos dice: hombres y experiencia de la vida, había previsto una actitud hostil. Desde Santo Domingo había escrito a Gonzalo de Quesada y Ben- Y i Cómo nos avergonzamos ante esos ciclopes, nosotros los que ha- cemos grandes méritos de tal o cual librillo mendicante! iCómo jamín Guerra: nos aflinimos de vivir. como vivimos todos los americanos mon- tados en nuestro caballo de batalla! Y iqué bueno fuera dejar de ~...en lo de Maceo, como verán por las cartas adjuntas, conse- una vez los arreos de batallar, y luego de volver del campo de la- cuencias rectas de mis temores y predsiones, (subrayado por mi) bor, escribir en la mesa de pino del hogar cosas graves y ciertas, pudiendo hacer Flor lo que Maceo no puede hacer, lo entrego a aprendidas en la experiencia provechosa de horas reposadas! iQué Flor, a que lo haga, y lo dé hecho a Maceo». (O.C. 4, pág. 71) maravillas no sacaríamos de nuestras mentes, dados a pensar en lo maravilloso! iNuestros libros serían rayos de sol! iY ahora nos Y, también a su discípulo predilecto escribió: vamos, llews todos de her;A-c wn nuestros libros inescritos a la tumba!D (O.C. 9, págs. 227-228) «Lo que el cable dice, es imposible e innecesario. No haya pena. Este es tiempo virtuoso, y hay que fundirse en él. Luego caerán Estas manifestaciones suyas nos prueban que pensó en un futuro sobre mí las venganzas)>. (O.C. 4, pág. 64) alejado de trajines públicos, entregado a labores intelectuales. Pero, si no hubiera muerto en Dos Ríos: no habría podido cumplir SU anhelo Quizás no esté de más recordar que el cable decía que Maceo ne- pues, desde que pisó tierra de Cuba Libre el pueblo le llamaba «Pre- cesitaba seis mil pesos para salir de Costa Rica, (0. C. 4, pág. 70) sidenten y, aunque no soy dado a pensar en lo que pudo haber sido y cuando sólo se contaba con dos mil. no fue, no puedo sustraerme de lamentar que no hubiera llegado a Con la guerra ya iniciada en Cuba, esta situación de una parte, y, serlo. * * ::: de otra, la carta que Martí recibe de Flor Crombet diciéndole: ((...qui- siera me mandara siquiera seiscientos (pesos) por si no sale el otro

~3 Cordero Amador, Raúl. Cita la frase en José Marti, edudor, Archivo JO& Martí No. 6, pág. 245, Habana, enero-abril, 1943. 24 Méndez, M. Isidro. Acerca de La Mejorana J Dos Ríos, pág. 17, Cuaderno? de Historia Habanera No. 56. Habana, 1954. Cuéntale al entrañable amigo mcjiceno. que se dirigen al centro tie la i‘la a deponer él. ante la Asamblea que habría de rcuuirse. la :iu;oridad q:!e la emigración le dio r deberían renoxar los delegado- del pueblo c~:b3no. de 10s re\o!ucionarios eu arma-. que se rek!;;icrzn i;:ira constituir gobierno. se de!:~ti mái que ü la decLiC!: misma a 1,: forma en que ..P ei:tcru resolución, el 36 dc febrero, la caria debió l!egar a C&auo. constituido por las emigraciones e iniciador de la revolución sus manos mucho &S~LI& que cl Comisionado arribara a Puerto Li- debía «entregarse al país» -y sólo eso quiere decir al hablar de deponer, món, ya que éste llegó el 8 de marzo y la carta necesitaba una :emaEa (subrayado por mí), ante la Asamblea la autoridad que la emigración para ir de Santo Domingo a New York y. po; lo menos, otra más hasta Ic dio -entendía, repito, que el Partido Revolucionario debía entre- su destino final. garse al país y continuar existiendo como partido «...hnsta el día, y sólo Pero sca ello como fuere, lo cierto es que la diferencia de opiniones Ilasta él, en que se constituya en Cuba la revolución, a fin de evitar no dejó huella profunda en sus espíritus superiores. Lo comprueban la monstruosidad de antes: dos gobiernos para un solo país». (O.C. 4, el entusiasta recibimiento a Martí y Gómez, en el campamento de Ma- pág. 73) cco al día siguiente de la ‘Mejorana y la carta del Apóstol al Lugarte- Si cuestión tan esencial y de tan vital importancia como evitar las niente General, posterior a la célebre entrevista. dirisiones y pugnas entre los patriotas de la emigración y los patriotas dc la manigua -que en no pequeña medida constribuyeron al fracaso * * * cle la Cëerra Grande- dependía de la celebración de la Asamblea, no Al argüir contra la tesis de la muerte voluntaria de Martí, he ex- puede sos:encrse se:-ia::lente que Martí quisiera morir antes de efectuarse puesto, si bien indirectamente, algunas razones que me hacen pensar Ir: misma y sin que se hubiera constituído el gobierno. que el Apóstol no fue exprofeso en busca de la muerte aquel trágico ti1 quería ((ordenar la guerra de manera» que llevara «adentro sin 19 de mayo que elevó al rango de lugar histórico la agreste sabana traba 1~ ilepública)) (O.C. 4, pág. 106) pues en él, era «locura el de- de Dos Ríos. seo y r-a he dicho-- la fundamento * * * piincipalmcnte en la carta inconclusa a Manuel Jlercado. El 14 de mayo anotó Alarti en su Diario: En un trabajo titulado Siurtí en Dos Ríosz7, aparecido en el Anuario .Vartiuno NO. 2, publicación que los cubanos hemos de agradecer siem- ((Escribo, poco y mal, porque estoy pensando con zozobra y amar- pre a 10s cuidados de Cintio Vitier y Fina García Marruz, se trata de gura. iHasta qué pun:o será títil a mi país mi desistimiento?), restarle importancia a la famosa carta trunca porque su contenido no (O.C. 19, pág. 240) conviene al autor para sacar triunfante su tesis. Así, deja caer que la Mucho se ha especulado alrededor de estas palabras pues algunos carta no está firmada. Argumento baladí pues, como se sabe, quedó in- consideran que el «desistimiento» de que habla Martí, en el que pien- conclusa y a nadie se le ocurre firmar una carta antes de terminarla. sa «con zozobra y amargura», significa desistir de seguir viviendo. Luego, lo que es mas grave, apunta la posibilidad de que Martí Tal vez no esté de más recordar que Martí había estudiado Dercc!i~~ decidiera no enviar la carta «dado su contenido político y principal- y que, en el lenguaje del foro, «desistimiento» significa «abdicación o mente por su ataque a los Estados Unidos de América, cuando se estaba abandono de un derecho», en tanto que, según el Diccionario de 1:1 esperando el reconocimiento por el Norte, de la beligerancia cubana»B. Lengua, abdicar quiere decir: ((ceder o renunciar, derechos, ventajas. Piensa el autor del trabajo que la carta, caso de extraviarse y caer en \ opiniones, etcétera.» mano de los españoles, era «arma documental contra Martí y la Re- Entiendo, por tanto, que Martí quiso decir solamente ceder, dejando \-olución extremadnmentc peligrosa por sus consecuencias>). para otra ocasión la defensa de sus opiniones. El sabía que la oportu- Ni de propósito pueden reunirse más desatinos en tan pocas pa- nidad habría de presentársele en la Asamblea de representantes del labras. pueblo cubano en armas, que se reuniría en el centro de la isla. En primer lugar, hay que entender que el autor quiso decir que Por eso había escrito a Carmen Miyares: c (OC. 4, ballería José Martínez Campos, la obsequió como souvenir a Enrique pág. 169) 17 Pkez de Acevedo, Roberto. Martí en Dos Ríos, Anuario Martiano NO. 2, % * * págs. 377-418, Instituto Cubano del Libro, Habana, 1970. Is Ibid., pig. 405. tebirtn. que había sido amigo de lIarti. Gracias a que CI la ctin;er\ó. la gestiones debieron hacerse con el mal-or sigilo para f\ itar la‘ naturale, conoce:?105 hov”. :jrotei-tas del representante de España.

Eur ~íltimo, decir clue en ~quci!o~ lliGIll~~llO5 se e:tab;i esperautio Por otra parte. en ei tril!)ajo en cLL;-liiin .se haCTl1 il;tcrprctaci;~!ic.- el reconocimiento de la beligerancia eS históricamente falso 1. rtdcixíì raprichosas del texto de la carta. Por ejemplo. basándose en yi;e ‘tlarti contradice uno de los argumentos que e+me cl autor para apoyar LU narra lo que ha ido observando desde su desembarco en Playitas, sos- criterio de c;ue llarti iba a embarcar-c para Estados Cnido,, cuando iicnp. porque así conviene a su tesis. que 13 frase (‘seguimos camino al ocurre la acción de Dos Ríos, pues, precisamente, para justificar el centro de la isla etc..» «debe interprelarze dentro del ritmo tlr.w:ip- 1 iaje, dice aue a Martí le urgía embarcarse para ir a gestionar el re- tiw. 110 siendo por lo tanto exactamcctc aplica!Jlc 31 18 de majo. fw!l:l conocimiento de la beligerancia, y si ya estaban aguardándolo ia qué ~11 que &fartí escribía»3”. En cambio. guarda un silencio absoluto c~~antlo la urgencia del viaje? u 1ia.s líneas después, Mar&i expresa clara, prwisa J- terminantemente Dije que era historicamcnte falso que CP müj-0 ckl 95 :‘e ciluvieru (c.;Ólo dpferzderé (subrayado mío) lo que tenga yG por garantía o ser- esperando el reconocimiento dc la beligerawia, porque tlwailte ios litio de la revolución>), porque ese dc~fendek. en Futuro de Indicativo. primeros meses dc la guerra, la labor dr la Dclegacihu se concretú a ljor muchos malabarismos que se hagan, no es posible aceptarlo en un ritmo de,w-iptivo, aplicado a un hecho pasado. Sb10 puede interprc- reunir fondos para la adqtiisic*isnA de simas J- municiones, preparar ex- pediciones p soco:rcr a familiares de patric!ns que se hallr.!,an en la tar:c; rectamente: como expresión de una conc!ucta n seguir en el por- T mir. ~1;11iigua o cn las prisiones de España. Hasta noviembre de ese año no hay indicios de que cl curvo Dele- Del mismo estilo son otras interpretaciones del autor, júzguese qué crédito puxk darse a su tesis que, por otra parte, contiene varias con- gado, Tom& Estrada Palma, hiciera los primeros intentos para tener tradicciones. Es que la historia debe escribirse lo mas imparcial y ob- una entrevista con el Presidente Cleveland. jetivamente posible, no con el fin de probar una idca preconcebida. A efe fin el Dr. Juan Guiteras visitb, en Washington, al Secreta- rio de la Guerra? Daniel S. Lamont, sin lograr siquiera la promesa de * :!: 5, que el Delegado sería recibido próximamente, por estimarse que ctla visita al Presidente sería algo prematura.»jO 1’ no fue hasta enero de En la carta a Mercado, tantas veces mencionada, refirikdose ¡kIartí 1896 que llegó EstA,,,-da Palma a la ciudad del Potomac y publicó en a las distintas opiniones que pugnan en el seno de lá revolución. le l’lze Journal urja carta al Director del periódico, donde expuso que ha- dice: «...en cuanto a formas, caben muchas ideas, y las cosas de hom- bía ido «con el fin de pedir a los Estados Unidos que reconocieran la bres, hombres son quienes las hacen». (O.C. 4, pág. 170) beligerancia de Cuba Libre)13’, que, por cierto, parece que pensó nego- Pero él entiende que, en la guerra, es posible poner <(sin estorbo ciarla ofreciendo que los mambises respetarían en el campo las pro- 4 cn línea general, las salvarguardias todas de la República», (0. C. 3, piedades norteamericanas. pág. 19) por eso dice rotundo a SU amigo mejicano: «sólo defenderé Este es posiblemente, el único caso en la historia del mundo en que lo que tenga yo por garantía o servicio de la revolución)), (0. C. 4, pág. 170) lo que está indicando que no pensaba en abandonar este mundo, un diplomático haya divulgado por la prensa la finalidad de su misión; sino que había transigido en aras de la cordialidad, cuando hablaba cuando, más que en ningún otro, d eb ió mantenerse en secreto pues la de ((desistimiento)), porque no ignora que «la victoria está hecha de República de Cuba, salvo para los cubanos revolucionarios, era en aque- cesiones». (0. C. 5, pág. 106.) lla época nada más que «la libélula vaga, de una vaga ilusióna, y las iAcaso no escribió a Gonzalo de Quesada y Benjamili Guerra: el 29 Moreno Plá, Enrique H. La carta que Marti IZO termirzó, en Patria, Ha- día mismo en que firmara el Manifiesto de Montecristi. esta antici- bnna. mayo 1964, págs. 5-7. pación de su conductura futura?: jo Primelles, obra citada, tomo II, plg. 176. 3’ Pierra, Fidel G. La Delegación cubana en los sEtados Unidos, S. p, de i.. New York. 1898. 32 Pérez de Acevedo. LQC. cit., pág. 406. ANUARIO MARTIANO 223 222 :\SCAHIO MARTIASO Con justeza ha escrito Enrique González Manet: (

Si, como se ve, mucho antes de la Mejorana, había solicitado ayuda en defensa de sus ideas iiba él a desaprovechar la oportunidad de defen- derlas con su verbo único en la Asamblea? A eso iba cuando, en Dos Ríos, las balas espaíiolas pusieron fin a au vida. No deseaba la muerte, pero como no temió encararla cayó fxnte al enemigo. No como un suicida voluntario sino como un comba- 33 González Manet. Loe. cit. tiente, puesto que entendió era su deber participar en la guerra que ~4 Martínez Estrada, Ezequiel. Martí revolucionario, tomo 1. pág. 289, Casa de las Américas, Habana, 1967. había evocado y tuvo el ánimo necesario para realizarlo. RONCARAL, iMUCARAL?

POR ROSA HILDA ZELL

He aquí, en copia fotostática que agradecemos al celo martiano del capitán René Pacheco Silva, guardián del archivo de Máximo Gómez (que incluye el Diario de Martí de Cabo Haitiano a Dos Ríos), el comienzo de la anotación correspondiente al 24 de abril, donde ocurre la hasta ahora incomprensible palabra roncara2 que se lee en todas las ediciones, sin excepción, de este Diario: desde la primerísima, en que aparece formando parte del Diario de Campaña del Mayor General Máximo Gómez, páginas 289 a 325 del mismo (TaReres del Centro Superior Tecnológico Ceiba del Agua, Habana, 1940), hasta la última que es la que puede leerse en el volumen 19 de las Obras Completas de Martí (Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1964). Incomprensible, decimos, el uso por Martí de esta palabra, roncaral; y ello por tres motivos. El primero: no es palabra castellana, ni ame- ricanismo; y no pertenece, tampoco, al lenguaje técnico. En igual caso se halla el quizás posible, por de más lógica formación, roca&. El segundo motivo: es cierto que Martí -como todo escritor de raza-, enriqueció el idioma creando más de una palabra; pero todas y cada una de ellas llenan una necesidad y realizan una función concreta que ninguna de las hasta entonces existentes llenaba ni realizaba. NO así roncaral, ni el hipotético rocaral tampoco: el castellano cuenta con dos, por 10 menos, para designar un terreno cubierto de roca o piedra: roquedal, y pedregal. Tercera razón para dudar que trazara la mano de Marti esta palabra en su Diario: al crear un neologismo -recuér- dese su homagno-, cíñese siempre estrictamente a los cánones del idioma -y roncaral no cumple este precepto. (iDe qué vocablo se deriva? iExactamente qué es lo que expresa?) En un programa radial que escribimos hasta principios de octubre de 1970 hubimos de echar al aire estas dudas nuestras, y el aire las

- 226 ANCARIO MARTIANO

llevó hasta Oriente, y en Oriente a un taller de Jobabo, donde las oyo uno de los obreros, Valentín Lima. Y Valentín Lima se apresuró a asegurarnos que esa palabra roncara1 ni él ni nadie de por aRá la había oído nunca -pero que, en cambio, nos podía decir que al terreno cubierto de diente de perro lo llamaban mucaral. ;Mucaral...! ;Sería posible? En nuestra mesa de trabajo tenemos el Glosario de Afronegrismos, de don Fernando Ortiz, que dice que sí es posible: «MúCARA. f. Molejón. -En Cuba ‘Bfarallón”, o sea, “roca alta y tajada que sobresale cn el mar”. Generalmente x +* aplica a la piedra que sobresale en un terreno, J a la llamada “diente de perro» en nuestras costas, y a los arrecifes y escollos. «Pichardo no la da como voz indocubana; pero sí ZavaF, siu docu- mentar su dicho.

«iNo se relacionará el vocablo o con mukwa, “sal marina”, tan extendido en Africa? Véase el vocablo MACO. BMakaro llaman los mandingas a “ ciertos. insectos de las playas”. Mokoro dicen a la “canou”, los negros secuana de Bechuana. «No afirmamos la oriundez africana de múcara; pero nc> wcemos que esté demostrado su carácter indocubano. eBachiller incluyó el vocablo entre los de los taiuou, según tru- dición, y dijo: “Mr;‘CURAS: Calabazas en donde recogían los indios el jugo de Los cocos, arrancando los racimos nuevos para hacer aguar- diente o un fermento que lo parecía.” Y luego entre las voces de origen indio colecciona MúCARA, y añade: “En Cuba, el seboruco. Voz usada en Puerto Rico. Fr. fñigo Abad, hablando de las comidas de la gente pobre, dice: “Después de ella cada uno toma una MúCURA o calabazo de agua.” Parecen, pues, dos palabras distintas de fonética semblanza: acaso una indoantillana, o traída de otras regiones ameri- canas, ya que el propio Bachiller la supone cumanagota (MÚCARA = “vasija”), como igualmente hace Arístides Rojas; y otra afroamericana, el “farallón”, “seboruco”, o “roca marina”. «No hay qJe olvidar, además, que las dos acepciones pudieron surgir de la distinta aplicación de un mismo objeto. (

- 228 ANUARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 229

«Quien esto escribe obtul-o en Isla de Pinos. durante cierta explo- vación y ptihlicación. Veamos. primero. la copia fotostática. Ano- ración arqueológica, una piedra usada desde ha mucho tiempo como tación correspondiente al día 23 de abril; sexta línea: «traen de la recipiente de agua para bebida de animales, formada por un trozo caliada»... etcétera. Miremos atentamente esa palabra, caiiadu. jPor de “diente de perro” arrancado del techo de una cueva. el sentido. y solamente por el sentido, -porque no puede ser más que c,El interior del pedruzco está barnizado por la- mismas filtraciones eso. cahda-, por el sentido leemo s ahí cakdu! Si viéramos esa voz y sedimentos calcáreos que fueron formando la bóveda de la caverna y aislada. iquién nos podría convencer de que es A y no U, la vocal sus estalactitas, resultando completamente impermeable y adaptado al de su primera sílaba? iQuién no leería cuñada? Y más abajo, ya en uso humano. la octava línea, día 24: «...nos asimos en el portal»... otética L permite, si se presta atención a la sintaxis, (Imprenta «El Siglo XX», La Habana, 1924; páginas 354-55). Don so:.!~char

El hombre de que vamos a hablar en estas páginas es de aqnéllos que nos obligan a poner en tensión todas nuestras fuerzas intelectuales y afectivas. Estas últimas son desde luego las primeras que se aba- lanzan fascinadas, porque la persona de José Martí, excepcionalmente dotada del don de conmover y mejorar, se nos entra en el alma mucho antes de que hayamos podido comprender a cabalidad la trascendencia de su obra. Cierto que su persona viva, tal como la conocieron direc- tamente los que gozaron de ese privilegio y como se transparenta y perpetúa en la encarnación de su verbo escrito, es en definitiva la más profunda obra que nos dejó. Para acercarnos 8 ella, no sólo por las vías del deslumbramiento y el amor, que serán siempre esenciales, sino también por las sendas del análisis histórico J crítico, nos vemos gus- tosamente forzados a recorrer muchas dimensiones de la realidad: tantas, que el hecho mismo de ese periplo nos va revelando la magnitud de un hombre cuyo mayor secreto fue la insólita completez de sus capaei- dades. Alguna vez él dijo que no quería seguir más carrera que la de hombre, como si todas las otras especialidades en que se fragmenta la vocación humana implicaran el rebajamiento de una dignidad que reside en la integridad del ser, en la indivisible unidad de la imagen que el hombre debiera proyectar de sí mismo. Esa imagen, lo sabemos, está rota, desgarrada e incluso significativamente atomizada en nuestros días. Por eso el conocimiento de Martí resulta hoy tan new- x:,io y abc. cionador. No se trata de que fuese un gran& I:nmhrt~. rino. en

+ Conferencia leída en la Facolt5 di Magistero de la Universidad de Florencia el 24 de abril de 1970. Se utilizan en ella algunos datos his:órieos y hiográfieos que serían innecesarios para un público cubano, y se incorpora la ponencia presen- tada en el Encuentro provincial sobre el pensamiento de Martí, publicada en el Anuario número 2, ya que dichas páginas contienen la semilla de este ensayo: la idea de Martí como rescatador J profeta de la imagen íntegra del hombre. ~_____-..~-----~------._._ ~__._ ANUARIO MARTIANO 233 232 ASCARIO MARTIANO En el plano de la acción política, las tres corrientes fundamentales primer término, de que fue sencillamente un hombre, en la más cabal que se disputarían el campo a lo largo del siglo (independentismo, y olvidada acepción del término: es decir, una criatura moral sin muti- reformismo. anexionismo) estaban perfectamente definidas cuando laciones y por lo tanto sin deformaciones, que supo asumir armonio- Martí, precoz adolescente, comienza a asistir al colegio de Rafael María samente la totalidad de la imagen humana J proyectarla como único de ylendive, en el cual se concentraban las esencias de la tradición paradigma realmente salvador. No en vano es el hijo más esclarecido cubana más revolucionaria y espiritual, la de Heredia, Varela y Luz. de aquella parte del mundo cuyo descubrimiento, impulsado por la Ya habían derramado su sangre por la independencia los camagiieyanos inspiración ecuménica del renacimiento italiano y de la catolicidad bis- Franciwo Agüero Velazco y Manuel Andrés Sánchez, en prematura pánica, completó la imagen del planeta humano. y heroica intentona (1826), a la que precedieron y siguieron otras Cuando Martí nace a la luz de ese nuevo mundo el 28 de enero conspiraciones; ya se habían producido levantamientos de esclavos y la de 1853, en el aposento alto de una humilde casita cercana a las mu- supuesta conspiración de La Escalera, pretexto para una feroz represión, rallas habaneras, Cuba era desde hacía más de tres siglos, en la cruda en la que cayó fusilado el poeta Plácido, mestizo de la clase artesanaI’ facticidad de la historia. uiln posrsiGn del imperio español, sujeta n los (1844); ya se babíen sucpdic:o lo c: fracasados drcumbarcos dv Narciso hábitos despóticos que se imponen en toda tierra ocupada por conquista. López, al cabo muerto en garrote vil en 1851, el mismo año del alza- I ,a única tradición de gobierno eran la fuerza, la arbitrariedad y el miento de Joaquín de Agüero en Camagüey y de Isidoro Armenteros abuso, ejercidos primero sobre los indígenas hasta exterminarlos, des- en Trinidad; ya se habían descubierto, entre otras, las conspiraciones pués sobre los esclavos africanos en feroz explotación, finalmente sobre de Vuelta Abajo y la de Ramón Pintó, ejecutado en 1855. Toda esta . ., la población criolla, mestiza o no, que en sus diversas capas iba for- agitacion revolucionaria, con frecuencia de fondo anexionista, iba ma- mando el humus social de una nueva nacionalidad. A finales del durando las condiciones subjetivas para un movimiento de mayor en- siglo XVIII, durante el excepcional período gubernativo de don Luis vergadura. Fracasado por el momento el anexionismo, el Partido de las Casas. consecuencia de la rorriente iluminista y liberal que atra- Reformista parecía haber manado la batalla hacia 1865, cuando sus viesa a la España de Carlos III, empiezan a hacerse visible, en la principales voceros se dirigen al capitán general Serrana pidiéndole,. porción más lúcida y noble del patriciado criollo, los primeros síntomas en esencia, tres cosas: reforma arancelaria, cesación de la trata y repre-. culturales de esa incipiente nacionalidad, con próceres como el sagaz sentación política de Cuba en las Cortes (de las que había sido expub economista Francisco Arango y Parreño, ideólogo de la naciente saca- sada en 1837). Sin embargo, la Junta de Información, creada por la rocracia, y cl ilustrado presbítero Jose Agustín Caballero, que en la Metrópoli para estudiar y aconsejar las reformas, no arribó a ninguna Sociedad Económica de Amigos del País p en el Seminario de San solución efectiva, y, por otra parte, la situación demográfica y econó- Carlos realiza la obra de piedad y saber por la cual Martí lo llamó mica del país lo llevaba objetivamente a las puertas de la revolución., «‘padre de los pobres y de nuestra filosofía». Los síntomas irán crista- En efecto, hacia 1862, Cuba era una colonia de aproximadamente. lizando en definido sentimiento patriótico a través del padre Félix 1.357.819 habitantes, de los cuales 601.160 eran criollos blancos o mes- Varela, reformador de los estudios filosóficos e introductor de la ciencia tizos, 594.488 negros y sólo 116.114 españoles, lo que hacía un total experimental, sacerdote cultísimo, evangélico y revolucionario; José aproximado de 1.195.648 habitantes (sin contar los extranjeros blancos, María de Heredia, primer poeta de la patria; Domingo del Monte, chinos y yucatecos), creadores efectivos de la riqueza del país, total- centro de las letras vernáculas y antiesclavistas; José Antonio Saco, mente despojados de derechos políticos, frente a una exigua minoría sólido impugnador de los vicios coloniales, especialmente la trata ne- de militares, funcionarios y oligarcas criollos que los explotaba. Si a grera, y de la corriente que propugnaba, ya desde principios del siglo esto se añade que por aquellos años la dependencia económica de Cuba y con más fuerza entre los años 45 p 55, la anexión a Estados Unidos: respecto a Estados Unidos, hacia donde iba más del 42% de las expor- todos, en una forma u otra, desterrados de la isla; y José de la LUZ taciones especialmente azucareras, empezaba a competir con la depen- Caballero, varón de tan vasta sabiduría como honda espiritualidad, dencia política respecto a España, lo que provocaba crisis como la del afinador de la conciencia cubana, maestro de la generación que iba año 66, se comprende que en el substrato de una breve pero intensa a .lanzarse a la guerra de1 68. 234 4PiL.AIX:V 2\I.4RTIASO ANOARIO MARTIANO 235 tradición de cultura patria cuyas dos principales ramas eran el roman- lirismo poético y el libre examen filosófico, sociológico y político, la libre y necesariamente, los datos de la realidad sucesiva. Por eao en rcalidad nacional estaba clamando por cambios su-tanciales que pusieran las etapas fundamentales de su vida descubrimos una especie de dia- cl poder en manos cubanas. Esas manos. desde luego, no podían ser léctica que conduce a la articulación de su pe nsamiento revolucionario, ~~iltor~rc~ otras que las de la burguesía criolla, terrateniente y culta. de tal modo, que si desbrozamos lo anecdótico, si vamos al sentido dispuesta al sacrificio patriótico que simbólicamente se inició con la formador de cada una de esas etapas y a la relación de todas entre sí, libertad dada a los esclavos por Carlos Manuel de Céspedes, en su finca se nos revela la coincidencia de biografía y pensamiento, como a Eze- La Demajagua, el 10 de octubre de 1868. quiel Martínez Estrada, en intuición memorable, se le reveló la iden- Tal cs el contexto histórico dentro del cual, hacia sus quince años, tidad última de historia nacional y biografía personal que le confiere a la figura de Martí la sustancia del mito.’ surge Martí a la vida pública. Primogénito de una familia pobre, de padres espaiioles inmigrantes, a esa edad era ya cubano completo desde Al estallar la guerra de los Diez Años, según vimos, Martí tiene la raíz hasta la flor altiva. Quizás por eso creyó siempre en el espíritu quince años y es discípulo de Rafael María de Mendive, gallardo man- de la tierra, al que atribuyó consecuencias y resonancias históricas? tenedor de las más hondas aspiraciones del patriciado cubano y del extensivas incluso hasta la raza indígena extinguida. «El aire está lleno irradiante colegio de Luz. Este legado cultural y patriótico, que hemos de almas», dijo, y esa fe suya, que como las otras se fundaba en expe- intentado resumir a grandes trazos, él lo recoge sin esfuerzo, como algo riencias no por inexplicables menos positivas, lo acompañó en su pere- que nativamente, J desasido de encuadres clasistas, le pertenece por grinación y prédica revolucionaria. En su sentir, las almas que llenaban derecho propio. Antes de ser el profeta, es el heredero. Identificado a el aire de la isla irredenta clamaban por justicia con no menos fuerza plenitud con el ideal separatista (sin la menor vacilación y por eso que sus prójimos y contemporáneos. La contemporaneidad de los már- mismo trágicamente, por el choque fatal con el padre), escribe el tires nada tiene que ver con la línea divisoria de la vida y la muerte: soneto ~10 de Octubrer>, participa en los sucesos del Teatro Villanueva es una contemporaneidad moral en la injusticia que sólo puede ser y en medio de la represión española, aprovechando la libertad de im- compensada por el sacrificio voluntario. Así lo intuyó Martí desde prenta dictada poco antes, publica el editorial de El diablo cojuelo cdad tan temprana como los nueve años, cuando frente al cuerpo de y el poema dramático «Abdala» en La patria libre (enero del 69). un negro ahorcado, en la zona del Hanábana, donde estuvo ayudando Estos textos subversivos, acompañados de su participación directa en a su padre en los papeles del cargo de Juez Pedáneo, juró «lavar con su la agitación habanera de aquellos días, significan que entre los quince vida el crimen». Fijémonos que no dice con su sangre sólo, según la y los dieciseis años Martí es ya un combatiente de la guerra iniciada frase más usual, sino con su vida entera, con toda SU conducta. Para por Céspedes. Como tal, en definitiva, más allá de incidentes episódicos, articular ese propósito, y para que la redención fuese históricamente será condenado a presidio político. El sentido que para su formación efectiva, serían necesarias muchas experiencias vitales. que en él eran revolucionaria tiene esta etapa es doble: de una parte, sentimentalmente las semillas del pensamiento. Aunque los problemas eternos de la queda vinculado de por vida a la gesta del 68, lo que dará una vi- filosofía le interesaron, especialmente en su juventud de estudiante bración humana auténtica a su tesis política de la continuidad de la en España, Martí no fue nunca un pensador abstracto. Su condición lucha revolucionaria como eje de la nación, tesis recogida y mantenida esencial de revolucionario, es decir, de transformador de la realidad, en nuestros días por Fidel Castro; de otra parte, la experiencia del se revela ya en el hecho de que la experiencia, las circunstancias vi- presidio le hizo conocer, sin paliativos ni disfraces, la injusticia básica tales, el contexto histórico y biográfico, fueron siempre decisivos para e irremediable del sistema colonial, injusticia que en él, además, resonó SU interpre;ación del mundo y la dirección de su conducta. No quiero hasta planos trascendentes. Diríase, en suma, que esta experiencia del insinuar con esto que fuera el prisionero de un determinismo de las infierno histórico lo marcó al rojo vivo como a un esclavo de la libertad circunstancias. Como bases innatas o apriorísticas de su carácter tenía Esa marca indeleble lo condujo a DOS Ríos. el sentido absoluto de la eticidad. la pasión nr,r la belleza y la vocación redentora. A partir de estos principios asimilaha y encauzaba, a la vez 1 Martí revolucionario, por Ezequiel Martínez Estrada. La Habana, Cae de las Américas, 1967, p. 9. ,236 ANUARIO MARTIANO ASL:\RIO MARTIASO 237

El destierro en España, consecuencia del presidio, más allá de la El tercer momento fundamental de la biografía de Martí lo confi- formación humanística que pudo adquirir en las Universidades de gura su peregrinación por los paúes de América Latina, centralmette hIadrid y Zaragoza, p de la intensa lectura que entonces hizo de los México, Guatemala y Venezuela. La estancia en estos países le aportó clásicos de la lengua, le aporta sobre todo la convicción definitiva el conocimiento vivo de los problemas básicos de los pueblos latino- de que no hav IX& qw hlw:ir & Is; (:PT~~.s e.~:~finl:~+. (.; r:wir la americanos: la trágica situación de la enorme masa indígena; las conse- confirmación viviente, del lado de la Metrópoli, de la tajante disyun- cuencias históricas de la pésima tradición española en lo que a los tiva que ya había planteado en su primer escrito político en El diablo hábitos de gobierno se refiere; la connivencia de la oligarquía, el ejér- cojuelo: KO Yara o Jladrid.» Pero al mismo tiempo aprende riven- cito y el clero más allá de la gesta independentista; el atraso educa- cialmente que en el pueblo espaííol hay valores humanos, democráticos cional, económico y técnico. Los problemas, en suma, de lo que hoy y poéticos que pertenecen a la mejor tradición ética del mundo y que llamamos Tercer Mundo o esfera del «subdesarrollo», por lo que Ro- por lo tanto el cubano no tiene por qué odiar a ese pueblo en cuanto berto Fernández Retamar (que a nuestro juicio no acierta cuando le :tal. De esta vivencia procede una de las mayores originalidades y gran- atribuye a Martí un odio y rencor previos que serían los paradójicos ,dezas de la prédica política martiana, de la que hay en su obra múl- ingredientes de su prédica ;morr.:n). lo cnrûrterizn muy atinadamente tiples testimonios. Recordaremos aquí solamente tres. En primer lugar, como el primer pensador revolucionario del Tercer Mundo.2 Esos pro- ,la estrofa que en Cuba todos nos sabemos de memoria, desde la in- blemas palpitan, dentro de una visión a la vez espiritual y práctica, ,fancía: «Para Aragón, en España, / Tengo yo en mi corazón / Un en los muchos artículos que dedicó a comentar los conflictos, necesi- ,lugar todo Aragón: / Franco, fiero, fiel, sin saña.» Enseguida, el estre- dades y aspiraciones de las menguadas repúblicas hispanoamericanas. ;mecedor pasaje del discurso pronunciado en Tampa el 26 de noviembre Conocerlos directamente, casi diríamos físicamente, le sirvió para con- ,&1891 (Con todos y para el bien de todos): «iAl español en Cuba figurar el perfil solidario de esta familia de pueblos y para prever los habremos de temer...? iTemer al español liberal y bueno, a mi padre peligros que acechaban a Cuba. Después de esta peregrinación, sólo .valenciano, a mi fiador montañés, al gaditano que me velaba el sueño quedaba un hueco por llenar en su experiencia magna: el conocimiento .febril, al catalán que juraba y votaba porque no quería el criollo huir cabal, prolongado y profundo, del país clave de la historia contempo- con sus vestidos, al malagueño que saca en sus espaldas del hospital ránea: Estados Unidos. La estancia en Nueva York durante quince ,al cubano impotente, al gallego que muere en la nieve extranjera, al años, con breves lapsos viajeros, le permitió a Martí, por la confron- ‘volver de dejar el pan del mes en la casa del general en jefe de la guerra tación de su meditada vivencia de las dos Américas, obtener una visión :bubana? iPor la libertad del hombre se pelea en Cuba, y hay muchos cenital de sus diferencias históricas y espirituales, tal como se definen en el prodigioso discurso «Madre América» y en el memorable artículo (españoles que aman la liIw+d! ;4 estos esnpñoles los atara-Sn otws: «Nuestra América»; y simultáneamente, por el análisis de la política ‘yo los ampararé toda mi vida ! A los que no saben que esos españoles interna e internacional de Estados Unidos, reflejado en su enorme obra son otros tantos cubanos, les decimos: -“iMienten!“» Finalmente, periodística, llegar a la intuición cabal del fenómeno imperialista, según ‘Eontrastando con los tremendos decretos bolivarianos, hay que aludir aparece con especial lucidez en sus crónicas sobre la Conferencia Inter- ~siquiera al pasaje

tierras de hbh espafiola son les que han de salvar en América la libertad! las que dora, del país -1 a masa inteligente y rrrndora de blancos v de ne:gros’). han de abrir el continente nuevo a su servicio de albergue honrado. La mesa del mundo está en los Andes.* 240 ANUARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 241

En estas palabras, que van mucho más allá de las nobles esperanzas valdrá más que todas mis glorias futuras; que el que sufre por su armonizadoras a que aludimos, se dibuja exactamente lo que iba a patria y \-ive para Dios. en é-te u otros ;Ilnlldoì tiene \-erdadcra gloria.)> suceder a partir del traspaso del poder español al poder yankee, pronto SIEl martirio por la patria es Dios mismo.>, Lo que ‘tlarti dP*cubre o confirma v con+rn en el presidiq es el convertido en poder sustantivamente económico, aunque sin olvidar >;--.-Sentido --mkio:ial ----- tlc EU nunca el acechante respaldo militar; y en ellas se definen las dos vida:-- la relación dialéctica del sacrificio y la Injusticia dentro de una fuerzas que van a protagonizar la historia de Cuba hasta el lro. de realidad que abarca lo visible y lo invisible, lo histórico y lo eterno. enero de 1959: la oligarquía y la masa, la oligarquía apoyada en el La intuición popular de esta doble dimensión de su persona y de su obra imperialismo, esencialmente parasitaria y racista, frente a la masa será la causa de que años más tarde, cuando se despliegue su prédica de trabajadores, esencialmente nTt+iza y productora. Este planteamiento, en los círculos de emigrados, lo llamen e! Apóstol. La necesidad del válido para toda la América Latina, procede ineluctablemente de la sacrificio, nos dice muchas veces en prosa y en verso, constituye la intuición de la sustancia misma del imperialismo, y a él tenía que suprema ley compensatoria, ley esencialmente referida a un drama llegar Martí, el primero, como han llegado después todos los auténticos espiritual ultraterreno que sin embargo se decide en la serie de las revolucionarios del Continente, marxistas como el Che Guevara o cris- vidas y, por lo tanto, para cada ciclo personal y para la humanidad tianos como Camilo Torres. A partir de este planteamiento, las armo- como ser colectivo y progresivo, en las luchas históricas. El hombre, nizaciones y reformas resultan inoperantes, no por un capricho de los cada hombre, es el protagonista de ese drama cuyos polos son la injus- extremistas sino, ontológicamente, por el ser mismo del imperialismo, ticia y el sacrificio: los dos polos, también, de la eticidad revolucio- que utilizará siempre todas las situaciones intermedias para afianzarse naria. El quehacer histórico,__^.. _~ político, es en el fondo para Martí una en su poder, enemigo radical del poder y el ser de los países que explota, misión rehglosa del hombre eti la tierra, porque la __sustancia _ __.- _ ~-de ese desconoce y desprecia. Dicho en otras palabras, el pensamiento político qüeh-&er en ÚItimo gradò es espiritual, y &X+n-itu, condicionado a de Martí, condicionado por su lucha solitaria y titánica contra los la mat&iá;~n6 nke;e”con ella. Su artículo sobre Darwin es categórico restos del imperio español, pagaba inevitable tributo a los ideales de a este respecto. La misión revolucionaria, pues, se inserta dentro de su siglo, que eran en definitiva el legado de las Revoluciones Fran- un plan trascendente. Siendo así la realidad, icómo transformarla sino cesa y Norteamericana; pero en cuanto se adelanta al nuestro, con- por el amor, aunque sea a través de las batallas? Siendo así el hombre, tiene en germen los principios que revolucionan sus propios objetivos icómo definirlo por su nacionalidad o por su clase o por su raza?

y 10 convierten eil profecía de la lucha revolucionaria contemporánea. &os postulados políticos de Martí se conectan íntimamente con sus Ahora bien, todo lo expuesto, con ser tanto, no agota por cierto el creencias metafísicas, en las que.--~-- integr_ó, ecW6kamente, aspectos 4 Frente a esa conexión que en él forma un todo alcance del mensaje martiano. Uno de 10s v con más fre- cristianos y budistas..__. - -...- gackse-kaa ~~~@o_ es $ -der esconectar su pensamiento revolu- ~?Z~?iõ,-+Sden adoptarse dos posiciones: o bien dejar a un lado los cionario de .+eyedos trascendentes. .La ‘lectura atenta-p desprejuiciada credos trascendentes como porción caduca de un espiritualismo «atra- sado», superable por la concepción científica y materialista del mundo; dz& revewto - - ---es ..._ imposible._ Aunque- no confunda los 0 bien, compártanse o no los contenidos específicos del espiritualismo glanos de la_re&dad--- en._~ su ___.~~. maneraI¿le~- --- afrontarlos, Martí no es por martiano, asumir dicha conexión sin mutilaciones, como una esperanza, -una_parte-u=-político -- - y--~_~. por otra-~.~ un--- creyente~~ en la sustantividad y ~Xf&e&a de! ~espíritu. Muy por el Cd, ~sS.J.@ revolucionario proyectada revolucionariamente hacia el futuro, de cabal integración .~porque6r&&~ cree porque esun revolucionario. La primera de todas las necesidades del hombre: las objetivas y las subjetivas, las prueba de esta profunda interrelación la tenemos en las páginas de sociales y las íntimas, las que se refieren al pan material y hís que El presidio pclitico, testimonio catártico de la experiencia que en su exigen, también, el pan espiritual (no sólo ucultural»). Lo que Marti :lorno lo forjó, a la vez y para siempre, como revolucionario y como creyente libre, no adherido a ningún dogma teológico. Allí, en efecto, 4 Aparte de las ideas sobre vidas anteriores Y futuras, encarnaciones y purifi- leemos: «Presidio, Dios: ideas para mí tan cercanas como el inmenso caciones progresivas, dispersas y constaotcs rn sb obra en pro-Ea y ver& -desde El presidio político, véanse sus nota’ jobre budismo en los C~rodernos de apuntes sufrimiento y el eterno bien.» «El orgullo con que agito estas cadenas, 8 y 9, de 1880 a 1882. 242 ANCARIO MARTIANO ANUARIO MARTI.4SO 243 í propone, en suma. es una revolución íntegra del ser que, girando sobre cl eje del sacrificio !- la justicia, conduzca a la historia hacia la cabal quiere Ch&, de esa época. Pero si la desborda y la sobrepasa, quiere I i-it~~::ra:.i(j:l dc tu\; ::, ib (1 I’:‘( i:oc .. pc:te-tncirc c:el hi:rnhrt~. x- a cada decir, desde luego, que en principio a ella pertenece. Lo cierto es que, -1Illornl)re hacia el enfrentamiento del sentido último dc SU lida y de EU por encima de estas discusiones un tanto escolásticas, el rango que le \1, muerte. Ante esa proposición, que reviste los caracteres de un desafío. corresponde es el de un moderno clásico de la lengua, y como tal está b cada uno de nosotros. scg6n sus luces y su conciencia. tiene la palabra. siendo estudiado ya universalmente, según lo ejemplifican, entre otros La palabra que él tuvo, por lo demás. fue la de un artista poderoso trabajos, el minucioso libro de Schulman Símbolo y color en la obra de y exquisito. Considerada desde el punto de vista literario, su obra es losé Marti, las interesantes observaciones estilísticas de Mme Claude la de un maestro de la lengua y un poeta impar en prosa y verso. No Bochet-Huré sobre sus últimos Diarios y los sistemáticos estudios del en vano Darío, en el estremecedor responso de Los raros, lo llamó profesor Giovanni Meo Zilio, que develan los secretos estructurales «maestro», y Alfonso Reyes, en las páginas analíticas de El deslindes de la prosa martiana. lo aduce en ejemplo como a «supremo varón literario». No en vano Inútil es, a nuestro juicio, la discusión sobre la primacía del revo- Guillermo Díaz Plaja, en Modernismo frerzte a noventa y ocho, lo de- lucionario o del escritor en Martí. Ambas vocaciones en él fueron una clara «el primer “creador” de prosa que ha tenido el mundo hispá- sola, porque su vocación fundamental, según la esbozamos al comienzo nico». Los más recientes estudios de Manuel Pedro Gonz&lez e Iván de estas páginas, fue la de completar la imagen del hombre, integrando A. Schulman, apoyados en las valoraciones coincidentes de Federico en unidad e identidad viviente-s todas sus potencias desgarradas. Esto de Onís, Max Henríquez Ureíia, Osvaldo Bazil, Enrique Anderson puede comprobarse en varios planos enlazados. Ya el hecho insólito Imbert, el ya citado Díaz Plaja y otros, demuestran que Martí no fue, de que, al hablar de la obra poética de Martí, tengamos que referirnos como ha solido decirse, un «precursor» sino el máximo «iniciador» enseguida a sus discursos, artículos, diarios y cartas, da la medida de de la revolución literaria llamada modernismo; y que si dentro de esa una de las primeras integraciones que realiza: la del verso y la prosa. revolución hubo dos fases o etapas -una afrancesada y otra de nuevo Unamuno insinuó que Martí escribía en una especie de lengua proto- enraizamiento hispánico, encarnada la primera por el Darío de Azul... plasmática, anterior (o posterior, apuntamos nosotros) a la escisión de y Prosas profanas, la segunda por el Darío de Cantos de vida y espe- verso y prosa. E sa 1engua se fundaba en los elementos eternos de la ranza-, sin duda, como observa Schulman, ,C.4RIO ~l:~RTIASO ANUARIO MARTIhNO 245

Como consecuencia del impulso disociador y analítico que acomete de América. Poeta -eT>l+do primigenio de la palabra: creador y a la cu!tura occidental cuando empieza a apartarse, a finales del Me- vaticinador. Ck&r en el único sentido en que puede serlo el hombre: dioevo, de las totalidades pagana y cristiana intelectualmente fundidas ----Ta--trasmu à or de la realidad. Vaticinador en cuanto visionario. Creador en el catolicismo tomista, en busca de una nueva totalidad que sólo de una revolución inmediata, inaplazable ya para su patria, y vatici- ahora empezamos a vislumbrar, la referida creciente dualidad del Arte uador de una revolución universal que es la nueva totalidad de que y la Vida se fue tornando en un rencor mutuo de la palabra y la ac- hablábamos, la que ahora empezamos a vislumbrar. Revolución que él ción. Es& rencor es rigurosamente moderno. No podemos siquiera intuyó en sus múltiples páginas proféticas, desde aquéllas en que prevé concebirlo en la antigüedad homérica u horaciana, ni en los tiempos la lucha mundial de nuestro tiempo, la lucha contra el imperialismo de la canción de gesta y los juglares, ni en el mundo visionario de norteamericano, hasta aquéllas en que indica la vía superadora del Dante. La palabra había sido siempre receptora e impulsora de la rea- materialismo y el espiritualismo excluyentes, e incluso la arribada a lidad, vaso comunicante de las imágenes y los hechos. La destrucción una religión no dogmática, ecuménica y natural, -pero tén ase en. protestante de las imágenes fue ya un síntoma de que ese templo em- cuenta que lo que Martí llama «natural», por lo rasgos su le---hmes que pezaba a ser destruído. El iluminismo cientificista comenzó a relegar k?ãtZbuye y por el trascendentalismo de su propia concepción de la la palabra al museo de los placeres retóricos. El romanticismo ahondó naturaleza, muy poco se diferencia a &p-e &‘s_sIue otros llamarían- trágicamente el abismo entre el sujeto y el objeto, entre el individuo s’orenatural. Sus creencias reli$osas personales ya eran una prueba _ .~.~ ---- . ----- y la sociedad. D e é 1 surgieron los otros ismos disociadores, tendientes ir------e ecumenismo,-~ . .-. porque unían la fe cristiana en el valor purificativo, todos a convertir la expresión -verbal, plástica o musical- en un compensatorio y trascendente del sacrificio, con la fe hindú en la serie reino autónomo, con leyes, problemas y finalidades propios. Este pro- pùrgatica de .IáS vid&. En su criterio, el cumplimiento absoluto del ceso se refleja desde luego también, y antes, en la filosofía, que a partir &ber, i~~iicadòr del sacrificio, compensa en el equilibrio total la de Descartes y Kant (pero en realidad comenzando desde los nomina- culpa de los otros y es lo único que puede salvarnos de volver a la vida listas medievales, con Guillermo de Occam a la cabeza) se sume en una terrena, ganándonos el descansó, la paz y el goce de la plenitud del crítica implacable del cnnorimknto mismo. basta llegar a los predios ser. En qué consista esa plenitud a la cme el alma aspira con sus me- de la fenomenología. El resultado, como violenta reacción a tan anti- jores impulsos, y de la que él consideraba prueba la insuficiencia del naturales dicotomías, fue, de una parte, el irracionalismo filosófico y lenguaje humano, sólo pudo insinuarlo, como siempre se ha hecho, estético que vino a parar en el surrealismo; de otra, la conversión de por analogías y metáforas. J+ decisivo e~.que.ese.dekintegrador de las energías filosóficas hacia la transformación de la realidad, a través lo visi&le y lo invisible, clave de todo su pensamiento religioso, poético del análisis de los hechos económicos, es decir: el marxismo. Dicho y político, es un deber de amor, de amor al prójimo, a «los pobres de muy brevemente, el surrealismo ha querido sumergir otra vez la ex- la ti&Z3~75n p rimer término, y también a lo que haya de amable en presión en el limo de la vida, en el inconsciente colectivo, mientras todo hombre, por encima de sus deformaciones históricas o clasistas. el marxismo ha querido, y quiere, insertar la lucidez de la razón en la Y que ése- fiero y -devorante amor fue el que lo llevó a la lucha revo- realidad objetiva, para cambiarla revolucionariamente. lücionaria; y el que explica su perenne vigencia. Situado en el cruce inicial de estas corrientes (contemporáneo de 2--- a más profunda historia espiritual de Martí puede intuirse sim- Marx y de Rimbaud), Martí aportó por su cuenta una integración bólicamente en sus tres libros poéticos. No son, desde luego, libros original, de abierta y sincrética impulsión americana, de la imagen de poeta de profesión, al estilo de Casal o Darío. Es como si pudié- y la vida, incluyendo sus zonas oníricas, palpitantes en versos, cró- ramos leer los versos de Héctor antes de salir a la batalla; y cierta- nicas, discursos y diarios; y, sobre todo, una integración militante de mente su primera colección, Ismaelillo, nos recuerda la escena de la la palabra poética y la acción revolucionaria, fundidas en él hasta lo despedida de Héctor, mientras el niño juega con el casco de guerra, indiscernible, ambas trasmutadoras de la realidad. si bien en este caso no hay Andrómaca. Pero la mayor filiación de i Cuando decimos que Martí fue el primer revolucionario de Amé- lsmaelillo es sin duda con el Antiguo Testamento, no sólo porque es rica, no podemos querer decir otra cosa sino que fue el primer poeta por antonomasia un libro paterno, no sólo porque su estructura sim- ANL-.\RIO ‘rl.4RTIASO 247 246 ASCARIO .MARTIANO He aquí ya el descanso real del hombre, cumplidos todos los de- bólica, explícita y táctica. descansa enteramente en una libre inter- beres. consumadas todas las justicias, acogido por fin en el lecho de la pretación de la historia bíblica de Abraham, Sara, Agar e Ismael, sino naturaleza y creciendo con ella. En el largo y complejo pero coherente también porque, detrás de su ternura y gracia, es un libro de grandes proceso que va de la terrible declaración de Guillermo de Occam batallas espirituales y dominado por una ley implacable: cr¿Vivir im- puro? / iNo vivas, hijo!u, síntesis del decálogo mosaico. A su lado. (<(Universalia sunt nomina)): es decir, la partición del concepto y la Versos libres y Flores del destierro, que forman unidad estilística e palabra), pasando por el atomismo de la cultura hasta la fisión nuclear ideológica completa, son los versos de la pasión J la agonía, del sudor en nuestros días, r\/l-ti-es~uno de 10s profetas de la nueva integración de sangre y el desgarramiento de los contrarios, de la batalla espiritual de- la pa!abra y la realidad, de las imágenesy 12 hechos, del individuo que ha pasado de la lucha de Jacob con el Angel (búsqueda del y el pueblo, de la historia y la naturaleza. Naturaleza que nunca nombre, de la identidad: , rompe los diques de lo culto y 10 popuIar, transfigurando el canto íntimo en Ia tonada estudiar su doctrina política, filosófica, educacional, poética, crítica eterna, con el acento y el ritmo en que- resuena un mundo que es ya y aún estilística, como un todo continuo. Cuando nos habla de la so- ciedad nos dice las mismas cosas que cuando nos habla del poema. simultáneamente espíritu y naturaleza. Consumación---- profét5tcaa, ade- más, eg~~~anle,sa-Eeincidencia con el giro. de los astros, con la jus- No hallamos en él fisura, y no acabamos nunca de ver todos los as- .ti+a cósmica-de& %er, .es precisamente el fin último de todas las revo- pectos de su rostro, que sin embargo nos mira desnuda y sencillamente luciones. Enderezar el curso de la historia para que sea tan justo como 8 los ojos. Lo vemos en el blancor infernal de las canteras de San ‘AT----- curso de los astros, equiparar la revolución histórica a la urevo- Lázaro, aherrojado con la cadena y el grillete que sólo pudo arran- ’ 1uciónx, cósmica, lograr en la comunidad humana la justicia del ser, carse de veras en sus últimos días, transfigurados por el cumplimiento que resume todas las justicias posibles, tal es la esencia de todas las del destino, en el seno de la naturaleza patria. Lo vemos en la tri- F luchas revolucionarias y de todas las profecías políticas y religiosas, buna de la emigración, en medio de la «magia infiel» del hielo, ro- incluyendo desde luego las de Martí. Tal es, también, la esencia de deado del arrobo de sus pobres, fulgurando en la noche la palabra la forma, el fondo de Za forma de los Versos senciZZos, y su formu- sagrada que es el único hogar de espíritu que han tenido los cubanos. lación central: Lo vemos, en fin, en y radiante mediodía, lanzándose en Duermo en mi cama de roca

Mi sueño dulce y profundo: 5 Véanse 103 sentidos de las voces ntorti, marti, en el libro de Miguel de Fer- Roza una abeja mi boca dinandy En torrw 01 pensar mítico. Berlín, Biblioteca Ibrro-Americana. 1961, pp. 50-52. Y crece en mi cuerpo el mundo. 248 ANUARIO MARTIANO

SU caballo blanco a la consumación del holocausto, para firmar con sangre todas sus palabras. Ninguna imagen puede agotar su imagen. En el retrato de Jamaica, de pie contra la huraña manigua, siempre vestido como de luto y el rostro manándole luz, nos mira secretamente, con extraña lejanía y pasión entrañable, pidiéndonos siempre más.

Enero de 1970.

POR LA SENDA Q81 L AP6STOL*

Po>~&?.&tcíA PASCUAL**

A Grisel García Guerrero. Hijita mía: Sólo quiero que en todos los momentos de tu vida, tengas presente esta infalible sentencia de Martí: «Ser bueno es el único modo de ser dichoso.3

L. G. P.

1853

Enero 28. Nace, en la modesta casa de la calle de Paula No. 41 altos, más tarde No. 102, (hoy Leonor Pé- rez No. 314, Museo José Martí) en La Habana, el hijo primogénito de Don Mariano Marti y Navarro, sargento primero del Real Cuerpo de Artillería y de Doña Leonor Pérez y Cabrera, quienes habían contraído nupcias el 7 de febrero del año anterior.

* Los asteriscos señalan los datos que no figuran en las cronologías martianas anteriores. Aquellos hechos cuya fecha exacta no se ha podido determinar, se in- cluyen en el año que les corresponde y en el orden que parece más probable. aunque sin seguridad. * * Luis García Pascual, ya conocido de nuestros lectores por otros aportes suyos al Anuario, es un trabajador de la Cervecería Modelo

1857 1866

Mayo 3. Don Mariano, su padre, renuncia a la plaza de “1gosto 27. Matricula en el Instituto de Segunda Enjeíianza Celador del barrio del Templete, debido a: «hallarse de La Habana, donde fue llevado por su mentor enfermo y pasar a curarse a la Penínsulau, hacia Mendive, quien declara que deseando: apremiar de donde embarca más tarde con su familia. alguna manera su notable aplicación y buena con- ducta, ha creído conveniente, previo el consenti. 1859 miento del Sr. Dn. Mariano Martí, padre del citado alumno, costearle sus estudios hasta el grado de Junio ll. Don Mariano solicita -ya de regreso de España, Bachillera. «restablecido de su saludD- una plaza de Celador. ‘“Setiembre. Reside en la calle de Refugio No. 11. *Junio. Reside en la calle de Industria No. 32 Setiembre 27. Aprueba los exámenes de admisión en el Insti- 1862 tuto de La Habana, sito entonces en la calle del Obispo No. 8. Estudia en el Colegio asan Anacletou de Rafael Sixto Casado, ganando en la asignatura de Inglés Octubre 15. Solicita matricnh-mse en las asignaturas de Gra. la medalla que ostenta en la más antigua fotografía mática Castellana J Latina primer año. Doctrina que ha llegado a nosotros. Aquí conoce a Fermín Cristiana e Historia Sagrada. Principios y Ejercicios de Aritmética. Valdés Domínguez, cuya amistad perdurará hasta su muerte. 1867 Octubre. Reside en Hanábana, Jagüey Grande, en com- pañía de su padre que ocupaba en esa región el *“Marzo. Reside en la calle de Peñalver No. 53. cargo de Capitán de Partido. Allí presencia como “;.lunio 4. Pasa el examen de Principios y Ejercicios de un negro esclavo es sometido al castigo conocido Aritmética perteneciente al primer año con califi- por «bocabajo», impresión que jamás se borro de su cación de Sobresaliente. mente. 252 ANUARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 253

*Junio. Gana la asignatura de Doctrina Cristiana e His- *Junio 16. Aprueba el examen de Geografía Descriptiva per- toria Sagrada por asistencia y aprovechamiento. teneciente al segundo año con nota de Sobresaliente. *Junio 14. Es premiado por el Jurado del Instituto de La *Setiembre 12. Examina las asignaturas de Gramática Castellana Habana en el examen de oposición de la asignatura y Gramática Latina segundo año, obteniendo en de Aritmética; su opositor fue Atanasio Mejías y ambas calificaciones de Sobresaliente. Santana. Setiembre 30. Solicita matricularse en las asignaturas de Arit- *Setiembre 3. Se examina de Gramática Castellana, primer año mética y Algebra, Historia general y particular de Ejercicios de Análisis y Traducción Latina y obtiene calificación de Sobresaliente. España, y Rudimentos de Lengua Griega. *Setiembre 4. Examina el primer año de Gramática Latina obte- *Nociembre 26. Don Mariano comienza a desempeñar su cargo da niendo la nota de sobresaliente. Celador de policía con destino al reconocimiento *Setiembre 13. Gana el premio del Instituto de La Habana en la de buques en el puerto de Batabanó, donde acude oposición de la asignatura de Gramática Latina. su hijo Pepe a pasarse unos días con él. *Setiembre 14. Obtiene el premio en la oposición de la asignatura de Gramática Castellana, verificado en el Instituto 1869 de La Habana, venciendo a su condiscípulo José A. Enero 19. Publica sus primeros escritos políticos en «El del Cueto y Pazos, que habría de ser notable juris~ Diablo Cojuelo», periódico que sacó a la luz su consulto. amigo Fermín Valdés Domínguez, y del que sólo salió un número. *Setiembre 30. Solicita matricularse en las asignaturas de Geo- Enero 22. En el Teatro Villanueva, mientras se celebraba metría (principios), Geografía, Gramática Latina y una función a beneficio de los insurrectos, uno de Castellana segundo año. los artistas, al terminar su actuación, gritó entusias- mado: 1Viva Céspedes! iViva Cuba Independiente!, . Cursa su segundo año de Bachillerato en el Co- siguiéndole los aplausos y aclamaciones de los múl- legio «San Pablo», incorporado al Instituto de La tiples cubanos asistentes al acto. Esto produjo un Habana, fundado por Rafael María de Mendive. violento choque entre los voluntarios, ya prevenidos por los alrededores del teatro, y los cubanos, origi- 1868 nándose una verdadera batalla campal que se ex- *Abril. Publica sus primeros versos en el folletín periódico manuscrito y Fermín Valdés Domínguez, dirigida a su condis- que se repartía entre los estudiantes del Instituto cípulo Carlos de Castro y de Castro, en la que le de Segunda Enseñanza de La Habana, su soneto reprochaban haberse alistado al ejército español ni10 de Octubre!r, siendo él cubano. Horas después encarcelaban a los hermanos Eusebio y Fermín, Manuel Sellén, San- Es clausurado el Colegio eSan Pablo» de Men- .Warzo 23. tiago Balvín y Atanasio Fortier. dive, donde cursaba sus estudios de Bachillerato. Octubre. Es empleado de dependiente por Don Cristóbal Solicita autorización del Director del Instituto de .fiarzo 31. Madan, amigo de Mendive, a quien Martí escribe: La Habana para trasladar su matrícula al Colegio uTrabajo ahora de seis de la mañana a ocho de la «San Francisco de Asísx, siéndole concedida. noche y gano cuatro onzas y media que entrego a mi padrel>. “Abril 25. Condenado Mendive, csu padre espiritual,, acom- paña frecuentemente 8 Micaela, la esposa de éste. Octubre 21. Ingresa en la Cárcel. en sus visitas a la cárcel. *Mayo 15. Mendive embarca para España desterrado. 1870 Sezembre 30. Don Mariano solicita del Gobernador Superior IMarzo 4. Es sentenciado por el Consejo de Guerra por el Civil de la Isla se autorice a su hijo para examinar delito de «infidencia» a seis años de presidio polí- las asignaturas de tercer año de Bachillerato, no tico, ya que asume toda la responsabilidad de la obstante no haber hecho el traslado de SU matrícula carta hallada en el registro. Fermín fue condenado para el colegio de San Francisco de Asís, que le fue a seis meses de arresto y Eusebio Valdés Domínguez autorizado, alegando que, por desconocer el término y Atanasio Fortier a la pena de ser extrañados de de la ley para efectuarlo, le había sido imposible la Isla. A Manuel Sellén y Santiago Balvín les fue sobreseída la causa por no hallárseles culpabilidad. matricularlo después de vencido éste. ‘gkfarzo 23. Recibe en la cárcel la notificación de la condena *Octubre. Reside en la calle (de San Nicolás) de San Ra- impuesta, al ser aprobada ésta por el Capitán Ge- fael No. 55 [sic]. neral de la Isla, el día 21 de marzo. En la casa de la calle de Industria No. 122 es- Octubre 4. Abril 4. Trasladado al presidio, es destinado a la Primera quina a San Miguel, residencia de los hermanos Galera de Blancos con el número 113 -número Eusebio y Fermín Valdés Domínguez, se hallaban que como homenaje a su memoria no podrá darse reunidos con éstos varios amigos que conversaban a ningún otro recluso en Cuba-, quedando regis- y reían alegremente en los momentos en que pasaba trado de la siguiente forma: frente a ellos una escuadra de Gastadores del primer Filiación del confinado B. José Martí y Pérez... de Batallón Voluntario de Ligeros, que en horas de la estado soltero, de edad de 17 años. tarde regresaba de una gran parada. Estos tomaron Estatura regular como burla las risas de los jóvenes y por la noche Color bueno un oficial y varios soldados irrumpieron en la casa, Cara regr. haciendo un minucioso registro en el que entre otras Boca Id. Nariz Id. 7

257 256 ANUARIO MARTIAKO ANL?.4RIO hl4RTI.440

Ojos pardos 1871 Pelo castaño EIII~UI.C.~ desterrado para Esparia. cn cl vapor Cejas Id. Guipúzcoa. Barba lampiña Plllllicn cn >ladrid su folleto «El Prcqidio Polí- Señas Particulares tico en Cuba)): en el que denuncia valicrltrmentc Una cicatriz en la barba y otra en el segundo dedo de la mano izq? los b&+Jaros castigos a que son sometidos los presos políticos en Cuba. “Abril 5. Es rasurado y vestido con ropa de presidiario, &-Li&. t’:: la calle dr! Desengaiío 30. 10 quiutu- fijándosele al pie el grillete. Durante su estancia plicûdo. 40., 20. en presidio, es llevado diariamente junto con sus compañeros, antes del amanecer, hasta las canteras S~licitn matricularse en la Cuiversidad Central de de San Lázaro, obligándoseles a trabajar doce horas. Madrid eu las asignaturas de Derecho Romano, pri- mer aiio; Derecho Político y Administrativo y Eco- “Agosto. Se toma su conocida fotografía de pie con los nomía Política, aprobando Ias dos primeras y siendo grilletes. suspendido en la última. *Setiembre 26. Es concedido el indulto solicitado por el catalán 4go.sío 31. Pide ser matriculado en el segundo curso de De- Don José María Sardá, quien compadecido por el recho Romano. estado del joven preso -enfermo de los ojos por la cal de las canteras y llagadas las carnes por los Sdiembre 7. Contesta enérgicamente en defensa de los cubanos grilletes- consigue de este modo se le conmute residentes en Madrid, desde las páginas de «El JU- la pena de seis años de presidio político por la de rado Federal», a «La Prensa», periódico que ca- destierro a Isla de Pinos. lumnia a éstos calificándolos de filibusteros. Esta 10voca ura polémica que se prolonga Al ser librado de los grillos, Martí logra le sean ,T=Foy;l;sp entregados éstos para conservarlos como recuerdo. *Setiembre 30. LS remitido a la cárcel desde el Castillo de la 1872 Cabaña, donde se encontraba en esos días, para cumplir la orden de deportación. Da clases particulares para sufragar SUS gastos y costearse sus estudios. Octubre 13. Desterrado a Isla de Pinos, es llevado por Sardá a la finca «El Abra», en Nueva Gerona, donde éste Fermín Valdés Domínguez embarca desterrado a residía con su señora e hijos. Durante su perma- España, reuniéndose días después con Martí, en la nencia allí, Marti duerme con los grillos bajo la ciudad de Madrid. almohada para no olvidar la promesa que se hizo Reside en la calle Lope de Vega No. 40 cuarto 30. en presidio de libertar a su patria. Años después, Mu yo 3 1. Solicita matricularse en Derecho Civil Español, de un pedazo de estos grilletes, se hace un anillo, abonando los derechos aunque no se examina. grabándole la palabra Cuba, que llevará en uno de sus dedos toda la vida. Iulio. Se encuentra enfermo. A pesar de haber sido ope- rado dos veces de un sarcocele producido por las *Diciembre 18. Es trasladado a La Habana para ser deportado a España. cadenas del presidio y aunque es sometido a una !ìue\ â iriterl-encijn quirtírgica por 1~5 cloctorta- Cal;- .-l,qxto 29. Soliciia. como alumno de enseñanza libre. ser dela !- Gómez i’amo. nunc;l llega ;! < li!‘ar tot?;..lr:lt,*‘ examinado en las asignaturas Ampliación de De- de esa dolencia. recho Ciril, Derecho Canónico. Disciplina Eclesiás- $ Reside nuevamente en la calle del De-engano tica. Teoría de Procedimientos y Práctica Forense. No. 10. Literatura Española, Literatura Latina e Historia cniversal, aprobándolas todas. .4,oOS!O 21. Ylatricula en Derecho I\lercantil y Penal, sin Ilr,rar a examinarse aunque paga los derechos. .-Jpos10 30. Solicita al Director del Instituto de Zaragoza ser esaminado, como alumno de enseñanza libre, en kovic~w?~re 27. En unión de Fermín y otros cubanos residentes las asignaturas de Retórica y Poética. Historia Uni- en Madrid, ofrecen honras fúnebres en la Iglesia de versal, Historia de España, Psicología, Lógica y Caballero de Gracia a los ocho estudiantes de mrdi- Ética, Física, Química, Historia Natural y Fisiología cina fusilados en Cuba en su primer aniversario. e Higiene, aprobándolas todas. Reparten una hoja impresa redactada por Xlarti. pronunciando éste un discurso en horas de la noche en casa del cubano Carlos Sauvalle, su amigo )- 1874 bienhechor. Febrero. Termina su drama «Adúltera». Comienza a escribir su drama en prosa « Adtiltern )!. ‘s--4hriL 22. Don Mariano y familia embarcan para Veracruz. en el vapor «Eider», para fijar su residencia en 1873 ciudad México. * . Reside en la calle de Concepción Jerónimo. ‘sJriizio ll. Pide al Rector de la Universidad de Zaragoza prórroga extraordinaria para ser examinado- de Pro- $Febrero ll. Al proclamarse la República EspaBola fueron ec- cedimientos Civiles y Criminales y Práctica Forense, galanadas las calles y balcones con flores y banderas. por encontrarse enfermo y ausente en Madrid en Martí, en el balcón de la casa en que residía. hace los últimos días del mes pasado y en los primeros ondear la bandera cubana. de éste. Febrero 1.5. Publica su folleto «La República Española ante Jmio 25 y 27 Hace los dos ejercicios de Grado de Bachiller ob- la Revolución Cubana» en defensa de los derechos teniendo las calificaciones de Aprobado y Sobresa- de Cuba a su libertad. liente. Mayo 17. Solicita del Rector de la Universidad Central de Jwio 30. Verifica el ejercicio de Grado a la Licenciatura Madrid se le conceda el pase de su matrícula a la en Derecho Civil y Canónico, desarrollando el tema Universidad de Zaragoza, siéndole concedido el tras- sacado a suerte: Párrafo inicial del Libro lo.. tí- lado el día 23. tulo 20. de la Instituta de Justiniano del Derecho *Mayo. Parte para Zaragoza en unión de su amigo Fermín. natural de gentes y civil, graduándose con notas Mwo 28. Solicita examinar en la Universidad de Zaragoza de Aprobado. las asignaturas de Derecho Romano 2do. curso, Eco- _4gosto 31. !%Iicita, en calidad de alumno libre, matricular nomía Política, Derecho Civil y Derecho Mercantil en la Facultad de Filosofía y Letras, las asignaturas y Penal, aprobándolas todas. de Lengua Griega, Literatura Griega, Geografía, + Reside en la calle de la Manifestación. Metafísica, Historia Griega, Historia de España, Lengua Hebrea y Estudios Críticos sobre =\utort; .\ijLlr) su priml,r ar- cn Filosofía y Letras, de:arrollando el terna : :I~*.~~!~: ii<~Lllo: u De Paris~) bajo el wLudinini0 tlt- XLla!iL!LlC.

al azar: La oratoria política y forense antc !,i- i“~- (:iml;C.llr:cl - ,t Ili)!ic::, IGIL. ~11 I’~8:ina tic follc!iri c:1- manos: Cicerón como su más alta f:xpre.ii~;:l: jo- c~uaclc:llai;l<~. 1’11 ies Fil-,)) de Víc!rlr IILigO, que Irn(l1:jera retórica, obteniendo la calificación de Sob~~:~lic~:r~~ durante la travcaia de Europa a América.

I,<-*itlfb rn la calle c!c Olmo No. 3 Principal. Es ~:ostulado para socio tlcl Liceo Hidalgo. so- ciudad a la que pertenecen los más destacados inte- Coï,ort~ en París al p<,tta fr;ln!& Augll~i!~ Ctil'- lcctuales de la Cpoca. querie, quien le pide que le traduzca un pn!l:n:i: también en París conoce al famoso escritor ii<.:.~~ i’ls aprobada por urì::!timidnd la postulacik para Hugo. el Liceo Hidalgo. Visita. cn Iznión de su amigo Fcrmin Vnl(!c;; i)ft- I’ayi - i,--ina1) cn 125 di5c~lsione.5 que se efectuaban mícguez, otras ciudades europeas separándo;c (‘;; en el 1;icco Ilidalgo sobre materialismo y espiritua- Havre : Francia, donde Martí embarca hacia l<>\‘. lismo, en defensa de este tiltimo.

York rumbo a México para reunirse con sus ti ‘,:i- C2!i*iciLza. como redactor de «La Revista Uni- liares. Fermín, a espaldas de él, paga la diîerenr,i:l versaI)l, la publicación de los Boletines, firmándolos de su pasaje de tercera para que hiciera el viajr r11 con el seudónimo de Orestes. primera clase. Po!r;?liza. desde «La Revista Universal», durante varios (Lías. con «La Colonia Española» y «La 1875 Iberia». periódicos españoles que se publicaban en México. los que criticaban a los insurrectos cubanos. Conoce. al pasar por Southampton, a una bella joven de la que él contará más tarde: «-durante una *Novie;ll bre. ,% pncurntra enfermo de las viejas dolencias ad- luminosa media hora, vi una dulce muchacha. no.- quiridas en el presidio . . quwmos, y nos dijimos adiós para siempre». Dicienzhre i 0. Estrena exitosamente en el Teatro Principal de *Enero 2ó. Sale de i\Sew York en el vapor ((City of Mérida.’ México su proverbio en un acto «Amor con Amor hacia México, vía Cuba. se Paga». *Enero 31. Llega a La Habana pero no desembarca. 1876 *Febrero 2. Parte de La Habana para México. Enero 28. Funda con Roberto Esteva, José Peón y Con- Febrero 9. Desembarca en Veracruz, México. treras. Gustavo Baz p otros escritores, la «Sociedad *Febrero. Conoce a Manuel A. Mercado. Alarcón)) de autores, actores y críticos dramáticos, ..INL-.iR’O 3IARTIAZO 263

Febrero 24. Parte para Progreso, >Iéxico, en el vapor ((City proponiendo I\Iarti sean admitidos lgnacio :1liarnr- of Havana» para dirigirse después a Guatemala. Ile- rano y tres escritores españoles. entre ellos Anselmo \-ando cartas de recomendación del padre de Fermín de la Portilla. \-aldés Domínguez, para distintas personalidade.~ en E,:!~-o 31. Di-curso en la Academia de Bellas -Artes de San ésa. ( Entre ellas el presidente Justo Rufino Barrio- ) Carlos en el homenaje que se le rindiera al pintor Santiago Rebull. ‘FFebrero 28. Llego a Progreso. Es miembro de la Sociedad Gorostiza, donde fue *Marzo 5. Sal? dr Progreso: ìils tarde re;r:rnió o.:: Es elegido por los trnbnjadores de Cbi!:nahua pasaje de su vida en esta sencilla forma: «amé y para representarlos en un Congreso Obrero. fui amado».

A ortembre 20. AI caer el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada *Marzo 26. ILlega a Zacapa, Guatemala. desaparece «La Revista Universal», que lo apoyaba. * Martí, fiel a sus ideas democráticas y a sus amigos, Se entrevista con el Presidente de la República decide abandonar México antes que poner su pluma de Guatem.ala, General Justo Rufino Barrios. al servicio de un dictador. ‘SAbril. Dn clases de Composición en la «Academia de UlcienLbre 29. Parte de la capital de México hacia Veracruz, niñas de Centro América». donde embarca para Cuba, pidiendo al periódico «El *AbTi!. Es nombrado profesor de Literatura y de Ejer- Federalista» que lo despida de SUS amigos, lo que hace el diario al dia siguiente. cicios de Composición de la Escuela Normal. *Ab?il. Escribe un drama sobre una leyenda patria para 1877 que la representen los alumnos de la Escuela Normal el día 21. Se titula «Patria y Libertad (Drama F.nero 2. Embarca en Veracruz, para La Habana, en el vapor «Ebro», con el nombre de Julián Pérez, su Indio) » . segundo nombre y apellido. “Abril 21. Discurso en la Escuela Normal saludando a Gua- EIIVO 6. Llega a La Habana. temala. +Febrero 18. Le-. en casa de los Valdés Domínguez, en reunión Conoce a María García Granados (La Niña de de amigos, su drama «Adúltera». Guatemala). *Febrero 20. Consulta al oftalmólogo Dr. Juan Santos Fer- Reside en cuarta Avenida Sur entre las calles nández, al que conoció de estudiante en España, 12 y 13, lugar donde hoy existe una placa con- quien le ordena cristales convexos NO. 24 como an- memorativa. teojos, desconociéndose que los usara. 264 A ‘3 L. (San José). Sus alumnos. en muestra de simpatía nho 29. Es nombrado catedrático de Literatura francesa. y gratitud. le hacen un obsequio: ((El día de mi inglesa, italiana J alemana y de Historia de la santo me regalaron los pobres una bonita leontina.)) Filosofía. en la Facultad de Filocofí,l dt> la I-ni- Abril. El vircl,residente de 12 Sociedad Literaria trEl \,crsidad. Porvenirn. Abril 6. Renuncia a SUS tres cátedras en la Escuela Normal como protesta contra la cobarde forma con que el presidente Barrios destituyó al director de ésta, su Colnbora en la relista de la Kniversidad. amigo el cubano José María Izaguirre. En las ve!:tdas sabatinas de la ESCUC!CINormal, Abril 15. Anuncia la publicación de la «Revista Guatemal- su palabra ágil y tcmpeutuosa 1fa ;nr;t! el n!::,l;!tiVO teca», ignorándose si llegó a publicarse. de Dr. Torre!? te. *Mayo 10. María García Granados, «La Niña de Guatemala», “‘Julio 2.5. ì!iscurro ell el Teatro Co1611 eu la \elada Con- fallece. memorativa de la fundación de la ciu(l:!d de Cna- “Julio 27. temalo. Sale de Guatemala, con su esposa, para Cuba, vía Honduras, acogiéndose a la amnistía del Pacto del Setiembre 16. Diwur-o en la Escuela Normal cn ~1 programa Zanjón. de los festejo3 cívicos. *Agosto 28. Parte de Trujillo, Honduras, para Cuba en el *Nouiwnbre 29. Sal? de Guatemala, con licencia para vararse, vapor aNuevo Barcelona». hacia México. Agosto 31. Arriba a La Habana. Diciembre 16. Llega a ciudad Mésico. Setiembre 16. Solicita autorización del Presidente de la Au- Diciembre 20. Contrae nupcias con su prometida la Srta. Carmen diencia de La Habana, para ejercer su profesión Zayas Bazán en el Sagrario de la Catedral de ciudad de Abogado, a reserva de presentar su título de México. Licenciado en Derecho Civil y Canónico, pedido ya a Espaíia. *Diciembre 26. Parte para Acapulco, con su mujer. de regreso a Guatemala. Setiembre. Trabaja en un bufete en La Habana. *Setiembre 25. Le deniegan la autorización solicitada para ejercer 1878 de Abogado por no poseer el título.

*Enero 1, Está en Chilpancingo, México. *Setiembre. Reside en la calle de Tulipán Xo. 32. “Enero 5. Llega a Acapulco. Noviembre 7. ES nombrado socio de honor del Liceo de Gua- nabacoa. *E,lero 9. Embarca en Acapulco para Guatemala. lía Puerto San José. Noviembre 22. Nace su hijo José Francisco. Trallaja en el bufete de Miguel F. Viondi en la Está en Guatemala. calle de Empedrado No. 2 altos esquina a Merca- Da clases gratuitas de Filosofía en la Escuela deres, lugar en el que más tarde conspira cen su Normal. amigo Juan Gualberto Gómez. Marao. Se publica en L*Iéxico su folleto aGuatemala>). “66 .i..\L .\ii!,, ‘: :it ir! \‘;o Marzo 14. Participa en la discusión que sobre designado Secretario de la Sección de Litera- Martí uso de la palabra, defendiendo nuevamente tura del Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa. el Idealismo. Pronuncia su primer discurso en Cuba ante el Es elegido Vicepresidente del Club Central Re- féretro de su amigo, el poeta Alfredo Torroella, en \-olucionario Cubano de La Habana, al constituirse el homenaje que le rindió el Liceo de Guanabacoa, éste en reunión secreta, por los Jefes y Oficiales del donde fueron llevados sus restos antes de darle Ejército, Presidentes de Clubs y demás simpati- sepultura. zantes, siendo elegido Presidente Ignacio Zarragoitia. Solicita autorización del Gobernador General de Martí firma el acta en representación de los Clubs 1 y 3 con su nombre y con el seudónimo de Anahuac la Isla, para dar clases de segunda enseñanza con que utilizara durante la conspiración. validez académica, a reserva de presentar en breve término su título aún en España. ~‘Marzo 23. Colabora en «El Progreso», periódico local de Propuesto y aceptado como socio de la Sección Guanabacoa, con el seudónimo de X. de Instrucción del Liceo Artístico y Literario de “Abril 21. 1-I Gobernadir Gencr,sI reywl-de a su nueva ill-- Regla. tancia solicitando permiso para ejercer la abogacía, Ef:ir0 30. 5, le expide el título de Socio Facultativo del que se esté a lo proveído por la Audiencia, la cual Liceo de Regla. se lo había negado por carecer de título. +Enero. Reside en la calle de Industria No. 15. Discurso oponiéndose al autonomismo, al hacer el brindis en el banquete-homenaje al periodista Febrero 6. Obtiene permiso para ejercer de profesor, conce- Adolfo Márquez Sterling, en los altos de la acera diéndosele tres meses de plazo para presentar su del Louvre. título. Acepta el ofrecimiento de José Hernández Me- Febrero 8. Di-curso en la inauguración del Liceo Artístico *Abril 26. y Literario de Regla. deros, Director del Colegio de Ira. y 2da. Ense- ñanza «Casa de Educación» sito en la calle de San ‘6Febrero 28. Recita los versos de Torroella, que éste pronun- Ignacio No. 14, para profesar en cl mismo. ciara en el Teatro Tacón a la memoria de Ramón Zambrana, en la velada que en honor del extinto Abril 27. Discurso en el Liceo de Guanabacoa, en el home- poeta celebrara el Liceo de Guanabacoa, haciendo naje al violinista Rafael Díaz Albertini. Su patrió- más tarde una reseña biográfica del poeta desapa- tico discurso ante la presencia del Gobernador Ge- recido. neral Ramón Blanco hace exclamar a éste: «Quiero no recordar lo que he oído y no concebí nunca se “IIInrzo 12. Reitera su solicitud, dirigiéndose esta vez, al Go- dijera delante de mí, representante del Gobierno bernador General para ejercer SU profesión de Abo- Español: voy a pensar que Martí es un loco... pero gado, con la obligación de presentar SU título en un un loco peligroso.» plazo de tres meses. 268 \\I \#:!‘b \l \!tl!i\o ASL-ARIO 1\I.\HTIASO 269

Cc p:c;ynta al Gobernador Ciril de la provincia de Madrid.

!t,~.i;l!~ t’n la calle de Tetuáu So. 20 - 2~10. 3Iadrid.

.5c c.ntrrli+ta con el conocido político español Cristino Ilartos durante dos horas, poniendo a éste al corriente de la verdadera situación imlwrante en Cuba.

Sr cricucntra enfermo. C.;nI’:~rencia cn el Liceo de G~;~I::I’ :~(wa -ol)r~~ Ia+ obras dramáticas del literato español Jos Ech(.yara\.. Parle de Espafia para Francia. 1.l’ anulan la autorizaci6n para wnLiuuar cjcr- Conoce a la famosa artista Sara!1 Bernhardt, en ciendo como profesor. por no haber I~r~wlit;l~lo slu París durante una lieala en el Iiipddïorno. título. PYmbnr

1880

TCosidc en la cï:fr tl2 .hnistad 40. -i:? c::i!. I Uep- Lleya a he\;- Yoyk. tuno y Concordia. Reside en 51 Ea>t 29 Slreet. casa de huéspedes $.: detenido por conspirar en defensa de la Inde- del Sr. Manuel Mantilla. pen:!ewia de Cuba. 81 ofrecérsele Ia liivrtad â cambio de unas declaraciones a favor del G::i,ic-XIO ELE dcsiguado focal del Comité Revolucionario Español, exclamó: ~i&trtí no es de la raz;ì wn- Cubano de New York. dible! » Da lectura en Steck Hall ante los emigrados cu- Deporta? ) :I L:b.;‘.:5-:’ c11 el vapor Alfon-o MI. es banos a un detallado estudio acerca de la situación despedido en el muelle de La Khana po:’ lltlmc- cuhana, cou el objeto de recabar fondos con que rosos amigos y admiradores. sufragar las expediciones que traerían a Cuba a los Llega a Salita;ldzr. Espafi:~. t10d~~ x~li~-i~ntlo por Generales Calixto García, Ramón L. Eonachca y un Inspector de la Policía, lo co~dlr :‘!I it h c-:rccl Carlos Roloff. Uteriormente este estudio fue edi- J- es reterudo dos dias, saliendo cli 1il:r; iad bajo tado bajo el título de: «Asuntos Cubauoslj, New fianza, al servirle de fiador el diputado espafioi !,z- York: 1880. dislao Set&, a quien conoció en el yinjc. Aparece eu ((The Hour». revista norteamericana, E! Cc!yr:lador Ci\,il de Santander refrrnds su su primer artículo en inglés: ((Raimundo Madrazo». pasaporte para que pase a Madrid. ron la ob!ig;viûn de preseularse al Gobernador Civil de dicha pro- su n111jer C‘ hijo llegan a Xew lork. para re- \-incia. sidir a su lado. 2iO

:::.lfUKO. l’rel-ide interinamente cl Coniilt: Hevolucicrl:irirJ Ll:t nio. Empieza a escribir en «La Opinión Sacionalj) de Cubano de New York. Caracas.

.l/U~~O 13. Dirige una proclama a los cubanos anunciando cl Julio 1. -iparece el primer número de su ((ReI-ista \‘ene- desembarco del General Calixto García en Cuba. zolana 0. Julio 17. Publica su primer artículo, ((La i’ltima Obra de &le (con fecha 15) el segundo mímero de su Flaubert», en el periódico americano The Sun Revista. en la que aparece su magnífico estudio de Charles A. Dana, quien llegó a ser gran amigo de elogiando al recién desaparecido Cecilio iicosta, ar- Martí y de la causa cubana: tículo que disgusta al Presidente Antonio Guzmán Octubre 13. Solicitada su opinión, aconseja al Coronel Emilio Blanco por haber sido aquel uno de sus más fuertes Núñez que deponga las armas ante la inutilidad de opositores. continuar combatiendo solo. Termina así la llamada Sale inesperadamente para New York en el Guerra Chiquita. vapor Claudius. Tras largas desavenencias por no acceder a las exigencias de su mujer de ocuparse más de su hogar Escribe desde New York su primera correspon- y su hijo que de las cosas públicas, parte ella con su dencia para «La Opinión Nacional>) de Caracas, hijo en el vapor Saratoga hacia La Habana, llegando publicando desde Setiembre 5 hasta Diciembre bajo el seudónimo de M. de Z. A partir del mes de Di- el día 25. . - ciembre aparecen los artículos avalados con su A’oriembre 28. Nace María Mantilla, hija de Carmen Mi!-arr- firma. y Manuel Mantilla, a quien Martí quiso como a hij:l propia. ‘gDiciembre. Reside en 459 Kent Avenue, Brooklyn. “Diciembre. Colabora en «La Pluma)) de Bogotá, Colombia. 1881 1882 Enero. Está en Caracas, Venezuela, donde al llegar. mo- vido por una profunda admiración “y sin sacudirse Publica en New York su pequeño libro «Ismae- el polvo del camino, no preguntó dónde se comía lillo», dedicado a su hijo. ni se dormía, sino cómo se iba adonde estaba la Escribe la mayor parte de sus «Versos Libres)) estatua de Bolívar». que deja sin editar. Reside en la casa No. 261/!r entre las esquinas de “‘Junio 10. Decide suspender sus correspondencias a «La Santa Capilla y Mijares, Caracas. Opinión Nacional», de Caracas, por exigirle ésta * Da clases de Gramática Francesa y de Literatura que en sus escritos alabe al dictador Guzmán en el «Colegio Santa María» que dirigía Agustín Blanco. Aveledo. *.lulio. Reside en 324 Classon Avenue, Brooklyn. L. 1. Discurso en el «Club del Comercio». &2arz0 21. Julio 15. Escribe su primera correspondencia para el pe- Tmparte clases de Literatura en el Colegio «Gui- riódico de Buenos Aires «La Nación))? que se pu- llermo Te11 Villegas», estableciendo en el mismo blica el 13 de Setiembre, dedicando a su madre el una escuela de Oratoria. sueldo recibido por estas colaboraciones. 272 ANL’ARIO MARTIASO

*Julio 20. Después de entrevistarse con el general Flor La Casa Appleton publica sus traducciones «An- Crombet, escribe a los generales Máximo Gómez j- tigüedades Romanas)) de A. S. Wilkins y «Anti- Antonio Maceo para intentar llevar de nuevo la güedades Griegas» de J. P. Mahaffy. revolución a Cuba, pero Gómez cree prematuro el movimiento y Maceo piensa que carece de organi- 1884 zación, aconsejándole que prepare los ánimos par3 Enero. Dirige 1a revista «La América». ello. Enero 15. 1;s nombrado por la Sociedad «Amigos del Saber,). * Imprimen en Colombia un cuaderno cn su lio- de Caracas, miembro corresponsal en New York. nor, encomiándolo cariñosamente. Mayo. Desrmpcña interinamente el cargo de Cónsul *Agosto. Trabaja de empleado de comercio en las oficina- General del Uruguay en New York, reemplazando de Lyon & Co. en New York. a su amigo Enrique Estrázulas. . Regresan a su lado, en New lo&, su esposa c “Junio 18. S u padre regresa a La Habana procedente de hijo. New York. “Julio. Deja de trabajar en las oficinas de Carlos Ca- 1883 rranza . Febrero 27. Termina de traducir para la Casa Applcton «No- Octubre 10. Renuncia a su cargo en el Consulado del Uru- ciones de Lógica» de W. S. Jevons, sirviéndose de guay para intentar una nueva revolución que este ingreso para llevar a su padre a vivir junto independice a su patria. a él. Pronuncia un patriótico discurso ante los emi- grados cubanos, en conmemoración del 10 de Oc- Marzo. Escribe en «La América» revista editada en es- tubre de 1868, comienzo de la guerra de los 10 pañol en New York. años con Cuba. Mayo. Trabaja como redactor de «La Américas. Octubre 20. Después de varias entrevistas con los generales *Junio. Dirige la sección de letras de

Juicio 23. Invita a los cubanos de New York para el día 1887 25. en el Clarendon Hall, a fin de responder a GE uero. Domingo Faustino Sarmiento, ex presidente de cuantas preguntas deseen hacerle, (para aclarar los la República Argentina, pide al redactor Paul Grou- rumores equívocos respecto a sus actos políticos). crac del periódico (

‘:‘!)ctubre 9. Invitado por la emigración cubana de Filadelfia Febrero 2. Su padre Don Mariano Martí muere en La Ha- para hablar el 10 de Octubre, declina el honor, pre- bana. firiendo mantenerse en silencio para no estorbar los Abril 16. Es nombrado Cónsul General del Uruguay en planes de quien pudiera llevar a Cuba la revolución, New York, donde desempeñaba el cargo de Vice- ya que él nunca contribuiría a una guerra exclusi- cónsul, haciéndose cargo del Consulado el día 7 de vamente militar, puesto que para él: «La indepen- Mayo. dencia de un pueblo consiste en el respeto que los “‘Agosf 0. Más de una veintena de periódicos en América poderes públicos demuestren a cada uno de sus Latina, reproducen sus artículos de «La Nación» j- hijos.» «El Partido Liberal» sin abonarle nada por ello.

1886 Octubre 10. Pronuncia un discurso en el Masonic Temple de New York, en acto organizado por la emigración Euero. Publica la Casa Appleton su traducción de la no- cubana, conmemorativo del 10 de Octubre de 1868. vela de Hugh Conwap «CaRed Back», que él titula «Misterio>& ‘~Nociembre ll. Se entrevista con el General de la guerra de los diez años Juan Fernández Ruz y varios emigrados *Xurzo. Deja de traducir para la Casa Appleton. cubanos en New York, para organizar dentro y Abril. Trabaja nuevamente en el Consulado del Uru- fuera de Cuba un movimiento capaz de lograr la guay * independencia, no llegándose a concretar nada. +:‘_llclvo 15. Escribe su primera correspondencia para el perió- “Noviembre 17. Doña Leonor Pérez, su madre, sale de La Ha- dico «El Partido Liberal», de México. bana para permanecer una temporada a su lado en New York. *Julio 8. Envía su primera correspondencia a «La Repü- 8 Preside la Comisión Ejecutiva de Cubanos en blica», de Honduras, publicándose el 14 de Agosto de 1886. New York Doña Leonor cumple sus 59 años (n. 1828) en +:;,Voviembre 24. Don Rafael María de Mendive, su maestro, fa- *Diciembre 17. llece en La Habana. unión de su hijo. Sus amigos en New York celebran una Velada . Colabora en «El Economista Americano», de Diciembre 26. New York familiar en honor de Doña Leonor. .’ ili’!~O G. ‘!,!\.O 19.

1888

'I:!:!io. ~:~~i:,!mr,~ cn ccLa Ju~ntucl~,. re, i-ta ctuincc!ral fundada por Gonzalo de Quesada. ::/!if). :Iparece el primer número (lc (

1.889 Discurso en la Sociedad Literaria Hispano-Arnc- ricana de New York en la Velada ofrecida en honor de los Delegados a la Conferencia Jnternacionnl Americana.

Rwi,hn. c:rj os nianu;~critos no han si:.io ha!laílos. 1890 Discurso en la velada de la inauguración de! 1~~1 PLMifYl EU Ci’!el. «Vindicaciú:r dr Cubrt n. en c:The Ei ening Post», como rc~pucrtn :i la reer:?- de «La Liga», en 198 calle Bleecker, cuys parrt!cj ostentaban las fotografías de José 3fartí y R&cl ducción que ez‘bte hiciera del arti-ulo (!t. <:The I\Iu- Serra, sus fundadores. nufacturcr >>>.de Filadelfia. donde tratando sobre la compra \- anexión de Cuba por los Estadcr Unido+ La Comisión Ejecutiva de la Junta de Herediri de Santiago de Cuba, acordó. en reconocimiento por se menospreciaba ofensivamente a los c~hnoc. Es- tos escritosfuelonmbljcad$s por Martí bajo cl tí- su idea de celebrar una velada en New York con tulo de ((Cuba y los Estados‘Unidos». el objeto de recaudar fondos para ponerle lápida 278 ESCARIO MARTIANO ASL-.4RIO MARTI.4XO 279

a la calle de Heredia, obsequiarlo con un certifi- Di-curso en «La Liga» en la velada ofrecida en cado y un bastón hecho con madera de la casa en homenaje a Gonzalo de Quesada por SU regreso de que nació el poeta. la Argentina. Sale para Washington para observar de cerca cl ‘:‘Oct abre 22, Pronuncia su primer discurso en inglés en el res- desarrollo de la Conferencia Internacional Ameri- torán « AIorello» invitado por el «Twilight Club». cana, preocupado por el futuro de la América l.a- Es elegido Presidente de la Sociedad Literaria tina. Hispano--Americana de New York. *.4bril. Da clases gratuitamente en «La Liga», por la ‘;‘I!iciem bre. Rcide en 361 Oeste, calle 58, 4to. piso, .F noche, a los obreros cubanos y puertorriqueños dc .,‘Diciembre 12. Palabras en el restorán «Martina, en la comida color. ofrecida a Francisco Chacón por sus amigos.

JllJ~iO 16. Discurso en el Hardman Hall, en el segundo ani- *‘Diciembre 13. Lee sus «Versos Sencillos» en la reunión que ce- versario del «Club Los Independientes», que fun- lebró en su casa en honor de Francisco--. Chacón-2 dara el patriota Juan Fraga con el propósito de asistiendo más de 30 de sus arn;gz. allegar fondos para cuando en Cuba estallase una “‘Diciembre 20. Discurso en la Sociedad Literaria Hispano-Ame- nueva revolución. ricana de New York al tomar posesión de la Pre- Julio 24. Es designado Cónsul General de la República sidencia. Argentina en New York. Diciembre 23. Es nombrado por el gobierno del Uruguay repre- sentante a la Conferencia Monetaria Internacional Julio 30. F.s nombrado por el Gobierno del Paraguay Cón- sul de New York. Americana que se celebraría en Washington. Es admitido como socio del «Twilight Club», in- *Julio. Se encuentra enfermo. tegrado por distinguidas personalidades de New :kAgosto. Parte, para reponer su salud, hacia las Montañas York. de Catskill, donde conoce a distintos miembros del 1891 «Twilight Club» (Club Crepúsculo) que se encon- traban de vacaciones allí. :::E aero. Colabora en «La Revista Ilustrada)), de New York. Octubre 1. Es nombrado profesor de español del Central Evening High School, en 220 E. 63 St. Enero 2. Comunica al Departamento de Estado (E.U.A.) que ha sido nombrado para representar al Uruguay Octubre 3. Se le extiende, por el Presidente de los Estados en la Conferencia Monetaria Internacional. Unidos, el exequátur como Cónsul de la Argentina *Enero 17. Discurso en la Sociedad Literaria en la inaugu- en Nueva York. ración de su nuevo local. Invita a los cubanos de New York a trarés del Enero 23. Le es otorgado el exequátur como Cónsul del periódico «El Porvenir» para el acto del 10 de OC- Uruguay en los Estados Unidos. tubre. “‘Febrero 4. Se encuentra en Washington en la segunda sesión Octubre 10. Discurso en el Hardman Hall en conmemoración de la Conferencia Monetaria, inaugurada el día del 10 de Octubre de 1868. 7 de Enero de 1891. 380 .4sC.4RIO M4RTIANO ANC.4RIO MARTIASO 281 z3Febrero 21. Llega de Washington Lee, en la Sociedad Literaria, los versos que (Ir‘- -’ Qosto 27. Su eipo3 lo abandona definitivamente. regre- dicara a ésta, Romin Mayorga Rivas. sando a Cuba con su hijo. Discurso en el salón Behr Bros. en la velada qllr %~ticmbre. C;r enc,uentra enfermo nuevamente. la Sociedad Literaria auspició en homenaje al re- ‘.+:iembre 1.5. Di:cttr..ct en los salones de 1Iazzetti. en la celc- cién desaparecido compositor Nicolás Ruiz Espa- Lración del aniversario de la Independencia de dero. >Iésiro. *Narzo 7. Lee en la Sociedad Litrraria fragmentos cle -u ! r-i\ ita. p:)r medio del periódico ctE Porvenir )), traducción de « Lalla Rookh » . a todos los cubanos residentes en New York para Lee en español e inglés, traducido por él, en t:! el acto del 10 de Octubre. Conferencia Monetaria Internacional Americana iu Di.yp:::io en el Hardman lIall. en comuemoraciJn informe sobre el establecimiento de una moneda del 10 de Octubre de 1868. Su patriótica diser- para toda la América, siendo adpotada su propo- tación en pro de la independencia de Cuba; suscitó . .I sicion. las quejas del Cónsul espaíiol en Nueva York, por *Abril 4. Llega de Washington, por haberse terminado la representar Martí a tres países amigos. Conferencia el día 3. Renuncia a los Consulados de las repúblicas del Diserta en la Sociedad Literaria sobre la poe& Uruguay, Argentina y Paraguay. gaucha de Sur América. Pronuncia, por segunda vez, un discurso en rlbril 23. Disrurso en la Sociedad Literaria, en la velada inglés en casa de Luis Baralt? en la inauguración ofrecida a México. Muyo 20. Es publicada en «La Nación», de Buenos Airea. de los nuevos cursos de la Sociedad de Cultura Ar- su ultima correspondencia. mónica. Juko 6. Discurso en la Sociedad Literaria en honor c3ctubre. Aparecen sz1s «Versos Sencillos». a Centro América. Gctubre 30. Renuncia a la Presidencia de la Sociedad Lite- “Junio 23. Lee el poema dramático «Hatueyn, de Francisco raria Hispano-Americana de New York. Sellén, en reunión en casa de Benjamín Guerra y habla sobre la poetisa cubana Mercedes Matamoros. “Noviembre 7. La Sociedad Literaria, en sesión general, acordó por unanimidad, no aceptarle la renuncia. *Junio 30. Su esposa e hijo arriban a New York nueva- mente. Pxt: para Tampa, invitado por el Club Ignacio Agramonte, para participar en la velada artístico- *Julio. Pasa unos días en Bath Beach con su n:uj(‘r e literaria, que con el objeto de recaudar fondos or- hijo. ganiza dicho Club. *Julio 17. Palabras en una fiesta celebrada en casa de Manuel Barranco. .\aiiembre 25. Llega a media noche a Tampa, donde la mul- titud que lo espera en la estación, lo conduce hasta *Idio. Regala la propiedad de «Versos Sencillosj) ;: «El el Liceo, pronunciando unas breves palabras de sa- Porvenir», de Enrique Trujillo, quien los publicará. ludo y agradecimiento. Keunido con los representantes de los distintos 1892 Clubs de emigrados cubanos. logra agruparlo; a todos. siendo aprobadas unas Resolucionec que ES dado de alta por el Dr. Eligio Palma. culminaron en la fundación del Partido Revolucio- Preseuta. ante los patriotas José Francisco La- nario Cubano. madriz. José Dolores Poyo y Fernando Figueredo. Pronuncia por la noche en el Liceo Cubano de sus proyectos para fundar un Partido que uua a Tampa su conocido discurso «Con todos y- para el todos los cubanos en el extranjero, siendo aprobado bien de todos». por éstos. F:mda. en reunión efectuada en la residencia deI Es iniciado Caballero de la Luz en la logia Per- «cubano negro, rico y respetado» Cornelio Brito. severancia No. 6. ((La Liga», sociedad que seguirá los mismos fines Pronuncia un patriótico discurso por la noche, que la de New York. en el Círculo Cubano «San Carlos». Es admitido en la Liga Patriótica Cubana de L’iLrro 4. \-isita las fabricas de tabaco hablándole a los tra- Tampa. bajadores, siendo obsequiado por los obreros con un Pronuncia en la Convención Cubana de Tampa, ánfora de plata y por las trabajadoras con una cruz su discurso conocido por «Los Pinos Nuevos j)3 en de conchas y caracoles. la velada conmemorativa del 27 de Noviembre de Enero 5. Da lectura, en el Hotel Duval, (ante los presi- 1871. dentes de las distintas organizaciones de emigrados) Nosiembre 28. Sale para New York. a las «Bases y Estatutos Secretos» redactadas por él, siendo aprobadas por unanimidad -después de *A’oziembre 30. Llega a New York. tres días de discusiones-, quedando así constituído “Diciembre 5. Es reelegido Presidente de la Sociedad Literaria el Partido Revolucionario Cubano. Hispano-Americana de New York, cargo que no Discurso en una velada celebrada en el «San acepta por hallarse consagrado a la causa de Cuba. Carlos». *Diciembre 22. Sale para Cayo Hueso, invitado por un comité J!!/?07’0 6. i’arte a las ocho de la noche para Tampa, siendo organizado por los emigrados cubanos con el pro- acompañado hasta el muelle por una gran manifes- pósito de escuchar sus patrióticas palabras. tación de cubanos. Diciembre 24. Llega a Tampa enfermo. Lrlero 8. SaLe para New York después de haber sido apro- Diciembre 25. Arriba a Cayo Hueso por la tarde, siendo reci- badas, por la emigración de Tampa también, las bido en el muelle por innumerables cubanos que <(Bases y Estatutos Secretos del Partido Revolucio- lo acompañaban hasta el Hotel Duval, y sobre una nario Cubano». silla, dirige unas palabras de gratitud a los emi- ‘i’f;:wro 10. Ltega a New York. grados cubanos. !:rzrro 12. Responde a la carta publica de Enrique Collazo *Diciembre 27. Se encuentra sufriendo una fuerte broncolarin- aparecida en «La Lucha», de La Habana, del día gitis; por lo que se suspende el acto anunciado para 6, donde éste censura a Martí por haber criticado este día. duramente el libro de Ramón Roa KA pie y des- *Dicien bre 30. Los obreros de la fábrica de tabacos de Eduardo calzo» en el discurso conocido por «Los Pinos Hidalgo Gato le obsequian un Album de pensa- Nuevos» pronunciado en Tampa, por considerar el mientos escritos por ellos. libro desalentador para la causa cubana. ASL-.tRIO M.4RTIAS’;) 283

If(l \.o 29. ì;e cncurntra enfermo de nuevo. Di>cur‘o en El Club ~Borinquen,, al ser invitado por los puertorriqueños de I\;elv I-ork. Conferencia durante dos horas en el ~~Club Jo-6 ,, I.;I Liga,) de Sel\- 1 orb celebra un mitin ,t;t,- Slartí». (haciendo un minucioso all;i!i:i-; dc la Il¡-- :ei;ta por la carta de Enrique Collazo. al i,~.;! (/~i(‘ :xia de las revoluciones en Cuba !- la irnportailci;l lo hicieron Tampa y Cayo Hueso. cle la nueva organización), en la inauguración d

!liXi

constituir éstos cl «Club Borinquen J). Julio 7. I? ;5r:1rrho en el Liceo acompafiándolo todos loc Ratifica su rc?:l.mcia al Consulado del I’rnguay, concurrentes hasta la estación por seguir viaje park~ Disc-ursa cn la Sociedad Literaria en la \elad,-. (‘1~: Cayo Hueso. honor de la República de Venezuela. ‘sJulio 72. Es obsequiado con un banquete por el Club del Pul~lira el primer número del peri&dico o Ptit;.ia )) Comercio de Cayo Hueso, junto a distinguidos Jpfr; y Oficiales que se encontraban en ese entonces: los I:q elegido por los Clu!,-, de emigrados (.uban~,+ que se adhieren al Partido. y purrtorriqueiíos, Delegado del Partido Re\-olucio- Discurso por la noche en la inauguración del nario Cubano, con Benjamin J. Guerra como Te- «Liceo Cubano» en Cayo Hueso. sorero. Discurso en el Club «San Carlos». Proclamación solemne y unánime del Partido ‘“Julio 13. Revolucionario Cubano por todas las asociacionc- Julio 17. Llega a Tampa acompañado de José Dolores Poyo de Cubanos en el extranjero. v los generales Carlos Roloff y Serafín Sánchez. E.4 enfermo nuevamente. Pronuncia un discurso en el «Liceo Cubano». Discurso en la Confirmación de la proclamación *Julio. Se encuentra enfermo.

del Partido Revolucionario Cubano, en el Hardman *julio 18. Es invitado por el Alcalde de Tampa, quien lo Hall de New York. pasea por dicha ciudad. Sombra. en su calidad de Delegado del Partido ‘FJuEio 19. Visita distintas fábricas de tabaco hablando en Revolucionario Cubano, a Gonzalo de Quesada y cada una de ellas. Aróstegui como Secretario del mismo. 286 AsL-.4RIO ~IARTIASO A‘iCRIO \lARTIASO 38;

ES fotografiado en unión de numerosos emi. Setiern bre 9. Embarca hacia Cabo Haitiano, de allí a caballo grados, frente a la fábrica de Martínez Ibor. pasa por Dajabón -abrazando al isleño Joaquín *.lulio 20. Continúa \-isitando las fábricas y babldndole en Montesino que estuvo en presidio con él- y sigue ellas a los obreros, siendo aclamado también por para Monte Cristi. los trabajadores españoles de las mismas. *Sr!iem bre 10. Estii en Monte Cristi pasando la noche hospe- Discurso por la noche en la calle, por no caber dado en casa de Catalina Ramos. en el Liceo el numeroso público que acudió a e.-- Srtkmbre 11. cucharlo. Sale a caballo para «La Reforma», finca del Ge- neral Gómez, a donde llega el mismo día. Julio 21. .‘%le para Ocala a las 5 de la mañana en ómnibus, llegando ese mismo día. Setiembre 13. Después de tres días de entrevista, parte junto Discurso en el Teatro Ocala, teniendo acceso a él con el General Gómez a caballo para Santiago de por primera vez los negros. los Caballeros, llegando el mismo día, hospedándose en casa del cubano Dr. Nicolás Ramírez. ~‘.lulio 22. Habla en distintos lugares, en inglés, al serle En carta oficial, en nombre del Partido Revolu- mostrado el pueblo por el conocido banquero Agnew. cionario Cubano, Marti le ofrece al General Gómez Es agasajado con un banquete de despedida, por la noche, por el comercio y las autoridades de el Mando Supremo de la guerra. Ocala. Setiembre 15. Aceptada oficialmente por el General Gómez la Llega a Jacksonville al atardecer, hablándole a la Jefatura del Ejército, se despiden, siguiendo Martí colonia cubana, la que lo despidió en masa. para el Santo Cerro rumbo a La Vega, llegando al atardecer. 3 Julio 24. Es5 en San Agustín donde visita la tumba del Padre Félix Varela. *Setiembre 16. Parte de La Vega para Ozama hacia la capital. Discurso a la emigración cubana residente allí. Setiembre 18. Llega a la ciudad de Santo Domingo, conociendo Julio 27. Se encuentra de regreso en New York. a Federico Henríquez y Carvajal, quien lo aloja en ‘silgosto 8. Informa en reunión de Clubs de New York, sobre su hogar. los resultados de su último viaje a la Florida. Setiembre 19. Visita por la tarde la Catedral Primada, siéndole 4gosio 17. Discurso en la recepción ofrecida en su honor mostrados los restos de Cristóbal Colón. por los emigrados cubanos de Filadelfia. Discurso por la noche en la Sociedad Amigos del País, de donde, terminado el acto, parte en velero ‘?!t;osto 18. Se encuentra en Newport, pasando ahí unos días para recuperar su salud. hacia Barahona. Setiembre 20. Llega a Barahona, por la tarde, hospedándose en ALgo‘to 20. El Comandante Gerardo Castellanos llega a La Habana con instrucciones de Martí, para establecer la residencia del Gobernador. contactos en Las Villas y otros lugares de la Isla. Visita el histórico lago Enriquillo. .4gosto 31. Sale de New York para Haití, rumbo a Santo Setiembre 21. Sale a caballo, por la tarde, para Haití. Domingo, para conferenciar con el General Máximo Setiembre 24. Llega a Port-au-Prince, Haití, al anochecer, se Gómez. hospeda provisionalmente en el Hotel de Francia, Setiembre 8. Se encuentra en Gonaives, Haití. y se traslada al siguiente día para el Hotel Bellevue. .4UI..4RIO 3I.4RTI \SO 289 -88 A‘IC.iRIO 3IARTIANO

Discurso en el San Carlos sobre EU \-iaje a Haití, “‘Setiembre 26 Di-clurso en el Club ((Guarionex v Hatuel-». :f’.Yovitmbre 10. Permanece en Port-au-Prince diez dias. debido Santo Domingo y Jamaica. a las interrupciones en las líneas de v.rl)ow-: por un :t:‘~o~~ien~bre ll. Infor-nla en el Hotel Du\.al a la Con\-ención Cu- brote de epidemia. bana. de su entrevista con el General Gómez ! Icc la carta dc éste aceptando el cargo de General en :9:~í:iórf? 4. 521~ para Jamaica por la niañanii. Jefe del Ejército. !kIztbre u. Ll:‘;?:1 a Kiligston cn el \-al:~)r ~IlYCiIil. ll~~;prd;ín- ‘:. \‘ol,iembre 15. Ini’~Jrma al Cuerpo de Consejo de Cayo Hueso dose en el Hotel Myrtle Bauk. de los trabajos realizados y el resultado de EU viaje ITabla a los trabajadores en la Iábrit,a ti- Ryi;ito a las Antillas, J. Machado. “‘.Vor¿embre 21. llal)la en el Colegio de Cunill a los alumnos y ~‘:0ctrtbre 9. 2s imitado por los emigrados a ur?a recepcicin profesores. d esp ués de haber presenciado los exá- campestre en Temple Hall, lugar en que variss cu- menes del mismo. banos poseen vegas. Aquí le fue tomado su cono- cido retrato de Jamaica por los fotógrafos J. R. ‘:’ Vo riem bre 23. Conferencia en inglés durantr dos horas en el Valdés v R. Núñez. Pronunció un elocwnte dis- Club «San Carlos» a petición del rcE(plator Demo- curso. cratn. periódico de Cayo Hueso. Z’Octubre 10. Discurso en conmemoración del 10 de Octubre ‘j’ \-oriembre 27. Discurso en el Club «Hijas de la Libertad». de 1868, en el espacioso y elegante salón del Sr. ‘i’.Yoviembre 28. Discurso en una velada celebrada en el «Liceo Juan M. Rondón. Cubano». “‘Octubre ll. Dlxurso en inglés en el Club José María Heredia, “‘Diciembre 2. A propuesta de Martí, acuerdan los presidentes por la asistencia al acto de numerosos nativos. de los Clubs de Cayo Hueso nombrar el día 6 de Diciembre «Día de la Patria», donando cada miem- ‘*Octubre 12. Eabla ante los emigrados cubanos. bro el sueldo de dicho día para el Partido. g: Durante su estancia en Jamaica, conoce a Ma- Palnb:as en la reunión de la Convención Cubana, riana Grajales, madre de los Maceos y a María Ca- C::rIiviembre 4. aconsejando cautela y vigilancia para evitar la in- brales de Maceo. troducción de espías españoles en la organización. Octubre 13. ;‘nl-:e para Xew York en el vapor &4iIza. Diciembre 7. Discurso en el Club «San Carlos». Octubre 19. Arriba a New York. Parte para Tampa. Octubre 23. I~îcrma a los emigrados de %ew York del resul- Diciembre 12 y 13. Visita las fábricas, hablando en cada una de ellas tado obtenido en su viaje a Santo Domingo. y en inglés a los obreros norteamericanos. Es homenajeado por José María Vargas Vila y Diciembre 14. Sale para Ocala, acompañado de Poyo? Roloff y otros amigos con un banquete en el restorán «Mo- Carolina Rodríguez (La Patriota), llegan el mismo rello», para desearle buen viaje. día e inauguran el nuevo poblado que en su honor ìoviembre 5. Parte para la Florida, en compañía de híartín denominan «Martí City», y apadrina allí la primera Herrera. boda efectuada en dicho lugar entre Antonio Se- rrano y Angela Martínez. /Vouiembre 9. Llega a Cayo Hueso a la una de la tarde. ANUARIO MARTIASO 291 290 ANUARIO MARTIANO Febrero 21. Llega a Tampa. *Diciembre 15. Conferencia durante dos horas en inglés en el « Marion Opera House» , de Ocala, a 10s norteame- Febrero 22. Visita durante el día las fábricas de tabacos, ha- ricanos. blándole, en cada una de ellas, a los cubanos en Parte a las tres de la madrugada para Tampa. español y en inglés a los norteamericanos. Por la noche, pronuncia un discurso en el «Liceo Cubano», Diciembre 16. Llega enfermo a Tampa. acompañándolo todos los asistentes del acto hasta *Diciembre 17. Discurso de dos horas y media en «La Liga Pa- la estación, de donde parte para Cayo Hueso. triótica Cubana». *Febrero 27. Habla al Cuerpo de Consejo de Cayo Hueso, in- *Diciembre 18. Discurso de dos horas en el «Liceo Cubano)). sistiendo en la institución del Día de la Patria. *Diciembre 20. Discurso en el «Liceo Cubano». Marzo 2. Regresa a Tampa * . Se encuentra gravemente enfermo por haber sido Marzo 3. Visita las fábricas durante el día. Sale para Ocala, envenenado, siendo atendido por el Dr. Barbarrosa. rumbo a New York. Marzo 10. Informa al Cuerpo de Consejo de New York de Diciembre 22. Funda el Club de Paz «Diez de Abril» y parte los adelantos de la organización. para New York por la noche. *Marzo 12. Reseña al Cuerpo de Consejo de New York, el *Diciembre 24. Llega a New York. estado resuelto y disciplinado en que se encuentran *Diciembre. Reside en 118 W. 61 St. las emigraciones. Marzo 21. Pasa unos días en Central Valley, a dos horas 1893 de viaje de New York, donde reside y tiene su *Enero 5 Informa al Cuerpo de Consejo de New York de colegio el ex presidente de Cuba en armas Tomás la labor realizada en el extranjero y de la unifi- Estrada .PaIma. cación y concordia de todas las emigraciones. *Abril. 3. El Cuerpo de Consejo de Cayo Huee acuerda Enero 15. Discurso en el Hardman Hall informando sobre darle un voto de confianza a él y al Tesorero Ben- su último viaje a la Florida. jamín Guerra por la escrupulosidad y economía con *Enero. Continúa enfermo a consecuencia del envenena- que invierten los fondos del Partido. miento sufrido en Tampa. “Abril 10. Es reelegido, por unanimidad, Delegado del Par- Enero 31. Discurso en el Hardman Hall sobre asuntos po- tido Revolucionario Cubano por todos los Clubs líticos. revolucionarios en el extranjero. Febrero 14. Llega a Fernandina, hospedindose en el Hotel *Abril ll. El Cuerpo de Consejo de New York, acuerda Florida. darle un voto de confianza. *Febrero 16. El Cuerpo de Consejo de New York acuerda ins- *Abril 16. Discurso en la ratificación de las elecciones del tituir el Día de la Patria, contribuyendo cada Partido, en el Hardman Hall. miembro del Partido, con un día de haber men- Abril 26. Está en Filadelfia, sualmente. Abril 28. Se encuentra en Atlanta, rumbo a New Orleans. *Febrero 17. Se entrevista con el general Julio Sanguily en Mayo 2. Se encuentra en Tampa. Fernandina. 292 A‘;L?ARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 293

Mayo 3. Está en Cayo Hueso. * Está en Panamá. *Mayo. Discurso en el Mass Meeting que organizaron los Junio 30 Llega a Puerto Limón, en Costa Rica, para en- cubanos en Cayo Hueso. trevistarse con el general Antonio Maceo. *Mayo 6. Recauda, en los tres días que lleva en Ca)-0 Hueso, Julio 5 Está en Cartago s30,000. *Julio. Conoce al Presidente de la República de Costa *Mayo, 7. Palabras ante la Convención Cubana, acerca del Rica, siéndole presentado por el general Maceo. prematuro movimiento de Holguín. Julio 7. Pronuncia, en el salán de la Escuela de Derecho “Muyo 8. Expone un estudio y análisis del movimiento de de San José de Costa Rica, invitado por la Asocia- Holguín en casa del coronel Fernando Figueredo, ción de Estudiantes, una conferencia con el siguiente a los miembros del Cuerpo de Consejo. tema: «El porvenir de América y las poderosas influencias extranjeras bajo las cuales se desen- Permanece en Cayo Hueso *Mayo 9. vuelven y crecen los pueblos latinoamericanos.» Regresa a New York, por la tarde, e informa al Mayo 20. Julio 8. Embarca para New York. Cuerpo de Consejo de New York, sobre el movi- miento de Purnio y Velasco, promovido y fomen- Julio. Llega a New York. tado por el gobierno español. *Julio 22. Pasa unos días en Bath Beach para rehacer su salud quebrantada. *Mayo 24. Conoce al famoso poeta nicaragüense Rubén Darío. Setiembre. Sale para la Florida. Discurso en el Hardman Hall sobre el fracasado *Setiembre 8. Llega a Cayo Hueso por la noche. levantamiento de los hermanos Sartorius en Hol- *Setiembre 13. Informa, al Cuerpo de Consejo de Cayo Hueso, guín. de los adelantos logrados en los illtimos meses de Mayo 25. Parte de New York hácia Monte Cristi para con- labor fructífera y constante, despidiéndose de Cayo ferenciar nuevamente con el general Gómez. Hueso en este acto. *Mayo 27. Publica el Manifiesto «El Partido Revolucionario Setiembre 15. Pasa por Jacksonville. a Cuba» en el periódico «Patria». Setiembre 17. Llega a New York. Junio 3. Llega a Monte Cristi, en visita de consulta, in- Setiembre. Reside en 424 W. 57th St., 4th floor, Nueva York. formándole al general Gómez de los trabajos reali- Setiembre 20. Se reune, en Filadelfia, con el Presidente y los zados. (Duermen en los tres días de diálogo sola- miembros del club Ignacio Agramonte. mente tres horas Gómez y él.) Octubre 10. Discurso en el Hardman Hall en conmemoración Junio 5. Parte en bote para Cabo Haitiano rumbo a Costa del 10 de Octubre de 1868. Rica. * Está enfermo Junio 6. Llega a Cabo Haitiano. Octubre 28. Discurso en la Sociedad Literaria en el homenaje Junio 10 Embarca en Cabo Haitiano hacia Port-au-Prince. tributado al Libertador Simón Bolívar. * Está en Haití. *Noviembre. Informa al Cuerpo de Consejo de New York * . Se encuentra enfermo. sobre el alzamiento de Las Villas. ANUARIO MARTIANO 295

*.l’oriembre 13. Discurso a los cubanos de Filadelfia, informán- inocencia de sus ocho compañeros estudiantes de doles sobre el levantamiento de Las Villas, provo- medicina, fusilados el 27 de noviembre de 1871. cado por una orden falsa. *Marzo ll. Expone. detalladamente, al Cuerpo de Consejo de *.Toriembre 14. Publica el diario neoyorquino «The Evening Sun)) New York los adelantos logrados por el Partido. las declaraciones del Delegado Martí, explicando 10s *Marzo 24. Se encuentra en Filadelfia en el homenaje tribu- acontecimientos de Cuba. tado allí a Fermín Valdés Domínguez. - a. -2 Propone al Cuerpo de Consejo de New York que Abril 8. El general Máximo Gómez. acompañado de su se celebren fiestas literarias y musicales gratis para hijo Panchito, (Francisco Gómez Toro) llega a Nel\ los miembros del Partido, a fin de mantener unidos York para cerciorarse de los adelantos logrados. a los cubanos y que no decaiga el entusiasmo. *Abril 10. Es reelegido, por unanimidad, Delegado por todos Diciembre 10. Parte en ferrocarril para la Florida. los Clubs revolucionarios de emigrados cubanos. *Diciembre 12. Llega a Tampa. Discurso a los cubanos de New York en el mitin Diciembre 14. Sale para Cayo Hueso. celebrado con motivo de las elecciones, a donde acu- diera en compañía del general Gómez. *Diciembre 15. Explica al Cuerpo de Consejo de Cayo Hueso los sucesos de Las Villas. *Abril 13 El Ministro de Relaciones Exteriores de la Re- pública Argentina le expresa el agradecimiento de Diciembre 20. Parte para New York vía Tampa, Ocala, Jack- su gobierno por haber declinado la aceptación de ho- sonville. norarios por los servicios prestados a la Legación *Diciembre 23. Llega a Jacksonville. de ese país durante el pleito con el Brasil sobre el Diciembre 29 Está en New York. territorio de las «Misiones». Abril 14. Parte, en unión del general Gómez, a Filadelfia. 1894 para asistir al homenaje que los cubanos de ésa le rindieran a Gómez, hospedándose en casa del fabri- *Enero 3. El Cuerpo de Consejo de New York acuerda otor- garle un Voto de confianza, al igual que lo hicieron cante de tabacos Marcos Morales. Cayo Hueso y Tampa. Abril 16. Regresa a New York. Enero 18. Se encuentra en Tampa preocupado por el con- Abril 21. El general Gómez parte para Santo Domingo de- flicto de los tabaqueros en Cayo Hueso, a donde jando a su hijo Panchito en New York con Martí. envió al abogado norteamericano Horatio S. Rubens * Está enfermo. para que se hiciera cargo de la defensa de los *Mayo 4. Visita Filadelfia. obreros despedidos por la fabrica de tabacos uLa Rosa Espafiola)j Mayo 12. Sale en ferrocarril por la noche para la Florida acompañado de Panchito el hijo de Gómez. *Enero 19. Sale de Tampa para New York. * Fermín Valdés Domínguez llega a New York. Mayo 14. Llega a Tampa y embarca para Cayo Hueso. Febrero 24. Discurso. en el salón « Jaeger’s» de New York en *Mayo 16. Informa al Cuerpo de Consejo de Cayo Hueso de el homenaje que él organizara a SU amigo Fermín los avances logrados por el Partido y de la situación Valdés Domínguez por haber logrado demostrar la existente en Cuba. .\.\I \RlO 11 \RTI \\O 297

h1X!l? :, tlc Punta Arena-. donde tuvo que !,cr- :‘:.Vavo 18. E5 aclamado frenélicnmentc por lo5 JO0 traba- manecer cinco dias por no 3xlir vapor. hacia Pannrn;i. jadores de la fábrica de Eduardo iiidaig(J Gato. :\rri!m a Panamá por la tardr. después de hablarles. Discurso por la noche cn el Club crSan Carlos,, I’ai.tr tIc> Colón. Panamí. para J::rnoica. en el «Uass Meeting» que efectuó dicho Club. I.lcya LI h;ingston. Jamaica. Parfr para Tampa. Discurso 3 los emigrados cubanos residentes ,511 ~~‘.llayo 20. Discur.qo en la sociedad cubana ((La \-crdad)). liingston. -:‘.V. bana de color Paulina Pedroso, quien lo alojó en su casa, J- asistido por el Dr. Eduardo Barbarrosa. s’Jrdio 2. Llega a Ne\v York. Muyo 26. Discurso en el «Liceo Cubano)). siendo acompn- Julio 5. Informa al Cuerpo de Consejo de ‘;c\\ York ti:% !O‘ jiado por todos hasta la Estación de donde parte resultados obtcnidos en su viaje a (dentro Amérii,:l. para Jacksonville. ‘:‘Julio 13. Sale para New Orleans.

J1a1.o 27. Está en Jacksonville, donde habla a los cubanos Julio 15’. Está en New Orleans. cn el salón «Engle’s House)). Julio 16. Se encuentra en San ,4ntonio. Texas, camino 3. Llega a Waycross. Va\-o 28. México. ~Iayo 29. Llega a Xcw Orleans. Julio 18. Llega a México. ‘“!llqo 30. Escribe en este día ni& de 30 cartas, algunas de Julio. Se encuentra enfermo. las cuales son dirigidas a conocidos cubanos ricos solicitando ayuda de ellos. Julio 22. Está en ciudad México, hospedado en la residenc::: de su íntimo amigo Manuel A. ;Ciercado. Mayo 31. Embarca, al amanecer, en compafiía de Panchito Gómez para Puerto Limón, Costa Rica. en cl vapor Julio 2ú. Llega a Veracruz en ferrocarril por la noche. ~4lbert Dumois». *Julio 27. Embarca para New York, al amanecer. Arriba a Puerto Limón. entrevi&ndo,;c con el co- Junio 5. Agosto. Se encuentra de regreso en New York. ronel Agustín Cebreco. “‘Setiembre 30 Sale para la Florida por la mañana. ‘~‘Junio G. Sale ca ferrocarril para la capital. *Octubre 2. Llega a Tampa. Junio 7. Llega a San José de Costa Rica. *Octubre 3. Arriba por la noche a Cayo Hueso. ‘gJunio 10. Funda en la ciudad de San José el Club revolu- cionario «General Maceo». *Octubre 4. Visita la fábrica de Hidalgo Gato invitado por los Junio ll. Parte para Punta Arenas. obreros. ‘“Junio 13. Esti en Punta Arenas. *Octubre 8. Está en Jacksonville. ‘kJunio. Sc entrevista con los generales Antonio y José Octubre 13. Se encuentra en New York. Maceo y Flor Crombet. ASCARIO \IARTIASO 299 298 ANCARIO JI.4RTl.4No 1895 Wctubre 27 Le pide al rico fabricante de tabacos Eduardo Hi- dalgo Gato. la cantidad de $5,000, comprometién- *Enero 4. El (( Lagonda» y el «Amadís>) parten de New 1.ork dose a pagarlos él si fracasara la revolución. hacia Fernandina. “.loGembre 15. El comandante Enrique Collazo sale de La Ha- ~Entvo 7. El ((Baracoa» sale de Boston rumbo a Fernanc!ina. bana para New York en representación de los pa- Llega a Fernandina el ((Lagonda)). triotas de Occidente, en contacto con los de Oriente, Enero 12. Próximo a zarpar para Costa Rica, en busca del a ultimar los detalles para la expedición a Cuba. general Maceo, es detenido y registrado el ((La- S’Lliciernbre 2. El coronel José María Rodríguez (Mayía) llega gonda » : «La cobardía y acaso la maldad de López a New York en representación del general Máximo Queralta, escogido por Serafín Sánchez para guiar Gómez. su expedición entregó nuestro plan entero.» *Diciembre 8. Redacta y envia a Juan Gualberto Gómez, en La *Enero 13. Se encuentra en Jacksonville junto a Mayía, Co- Habana, el Plan Alzamiento que firman, junto con Ilazo, Loynaz del Castillo y otros. él, Mayía en nombre del general Gómez y Collazo Al arribar a Fernandina es registrado el <(Ba- por los comprometidos en la Isla. racoa» por las autoridades aduaneras. Diciembre. Inicia la ejecución del llamado Plan de Fernan- **Enero 15. Al atracar en Tybee, Savannah, es detenido el dina habiendo fletado por conducto de Nathaniel «Amadís», fracasando así su magno Plan de Fer- Borden tres barcos para la invasión de la Isla: el nandina. yate de vapor «Lagonda», de 120 toneladas de des- *Enero 17. Escribe a Juan Gualberto Gómez para si en Cuba plazamiento y 139 pies de eslora que recogería en desean alzarse con lo que tienen, lo hagan, o si pre- Costa Rica a los generales Antonio y José Maceo, fieren esperar por él, ya que reanuda su labor. Flor Crombet, al coronel Agustín Cebreco y otros cubanos que arribarían a la provincia de Oriente; *Enero 25. Recibe telegrama anunciándole la devolución del el «Amadís», yate también de vapor de 100 tone- cargamento ocupado en Fernandina. ladas y 102 pies que en Cayo Hueso tomarían los Enero 29. Redacta y envía a Juan Gualberto Gómez, después generales Serafín Sánchez, Carlos Roloff y varios de recibir. su respuesta en la que le comunica la oficiales y expedicionarios que desembarcarían en disposición de ellos de alzarse, la «Orden de Alza- Las Villas; y el «Baracoa», vapor de carga de 380 miento» que suscriben Mayfa Rodríguez y Enrique toneladas en el que en Fernandina embarcaría él, Collazo. Esta orden fue llevada por Gonzalo de Collazo y Mayía hacia Santo Domingo en busca Quesada hasta Cayo Hueso, donde se torció en un del general Máximo Gómez para desembarcar en tabaco que trajo a La Habana el mestizo Juan de la provincia de Camagüey. Estos barcos cargarían Dios Barrio, el día 5 de febrero, entregándosela a en los almacenes de Borden, en Fernandina, arma- su destinatario. mentos y pertrechos suficientes para armar a un Enero 31. Embarca en el vapor eAthos» hacia Santo Do- ejército de más de 600 hombres. mingo, en busca del general Gómez, acompañado de Mayfa, CO~ISZO y Manuel Mantilla. *Febrero 3. Arriba a Fortune Island. *Febrero 4. Sale nara Cabo Haitiano. 300 ANUARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 301

*Febrero 5. Está en Cabo Haitiano. *Marzo 18. Manuel Jlantilla y Enrique Collazo embarcan de regreso a New York. Febrero 6. Parte en goleta para Monte Cristi al anochecer. Febrero 7. Llega a Monte Cristi al amanecer. *Marzo. Compran la goleta «Mary John» a John Poloney, prometiéndole éste desembarcarlos en Cuba. Febrero 12. Sale a caballo con el general Gómez para Laguna Salada, donde el general tiene su hacienda «La Re- Marzo 25. Firma, en unión del general Máximo Gómez, el forman. llegando a la puesta de sol a Alto Villa-

Abril 10. Salen de Cabo Haitiano a las dos de la tarde lle- .lbril 16. Parten a través de lomas y ríos hasta «El Jobo», gando a Inagua al amanecer, comprando allí un acampando allí J hospedándose en casa de José Pi- pequeño bote. neda. Es reelegido, Delegado del Partido Revolucionaril) Despacha correspondencia. Cubano, por unanimidad, por todos los Clubs de :l bd 17. Permanecen en el mismo lugar en espera de un emigrados. práctico que los conduzca hacia el Centro. Abril II. Parten a las dos de la tarde de Inagua hacia Cuba. Abril 18. Se despiden en la mañana de Ruenes y sus sol- encontrándose a las ocho de la noche a tres milla5 dados, y prosiguen la marcha por altas lomas, pasan de la costa Sur de Oriente y en la negrura de In varias veces el río Jobo y acampan en una pendiente noche, bajo un torrencial aguacero y con el mar donde tienden sus hamacas. embravecido, se echan al mar en un pequeño bote los generales Máximo Gómez y Francisco Borrero. Abril 19. Salen a las 5 a.m. por ásperas lomas hasta el río el teniente coronel Angel Guerra, César Salas, el Guayabo donde hacen noche. negro dominicano Marcos del Rosario y él, arri- Abril 20. Continúan la marcha con velas a las 3 a.m. hacia bando a Playitas después de las diez de la noche; el Palenque. Al h acer un alto para descansar son una vez desembarcadas las armas y demás perte- avisados que tropas españolas han salido a perse- nencias, devuelven el bote al mar. Ya en tierra guirlos por el Jobo. se internan en el monte, durmiendo en el suelo Duermen sobre yaguas en el monte. cerca de una casa que encuentran. Abril 21. Emprende nuevamente la marcha al amanecer Abril 12. Deciden, a las 3 a.m., llamar a la puerta de la hasta cerca de San Antonio, Jurisdicción de Guan- casa, siendo gente cubana quienes los acogen. Allí tánamo, recibiendo la noticia de la muerte del ge- Gómez escribe a un soldado de la pasada guerra neral Flor Crombet. pidiéndole ayuda y son conducidos por uno de la A bl-il ti“2 . Pasan el día en espera del auxilio pedido a Pe- casa hasta una cueva que Gómez llama «El Tem- riquito Pérez. Comen bajo un chubasco. plo», donde pasan la noche, durmiendo sobre hojas secas. .4hil 23. Se desplazan hacia el Norte de San Antonio pa- sando a& la noche. Abril 13. Reciben respuesta del soldado y un práctico para que los guíe, llegando además dos cubanos enviados Abril 24. Se encaminan hasta Cabezadas después de todo por el comandante Félix Ruenes, quienes se ponen un día de marcha. a sus órdenes. ilbril 25. Continúan la marcha a través de espeso monte, Duermen a la vera del río Tagre. y penetran en la Jurisdicción de Guantánamo hasta Abril 14. Salen a las 5 a.m. a través de ríos y de escar- Arroyo Hondo, encontrándose con las fuerzas del padas montañas y llegan a las 4 p.m, a encontrarse general José Maceo que acababa de derrotar a los con los soldados de Ruenes, a cuya tropa hablan españoles allí, en fiero combate. Gómez y Martí, acampando en el rancho de Tavera. A las cinco de la tarde prosiguen viaje hasta las Abril 15. Es nombrado Mayor General del Ejército Liber- doce de la noche, acampando en las márgenes del río Jaibo. Martí cura a los heridos. tador en reunión de oficiales. .tbril 26. \ Ia5 5 a.m. siguen a caballo haota el Iguana- cito libre. -- y el país, como país y- con toda SLI bono. acampando. dignidad representado.» Dirige circulares a los Jefes. Parten por la tarde de (CLa JIejoranat, apcna- escoltados por 20 hombres: acampando más tartlcs Parten hacia el campamento de las tropa- (.ul)aua; en el camino: ctl- así, como echados, y cou idea- en la zona de Filipinas. permaneciendo v-ario.< días eu tristes, dormimos.» dirho lugar. donde despacha correspondencia. inr- trucciones y circulares a los Jefes de Operaciones íplayo 6. Coutiniían la maxha hacia Bayamo y- se en- para que cada cual envíe un representante por su cuentran con las tropas del general Maceo. .sirndo vitoreados con entusiasmo por ellas, proslguirnclo zona a la Asamblea de Delegados del pueblo CLI- más tarde hasta Jagua. bano revolucionario para elegir el gobierno qitca tlrl)a darse la revolución. Mayo 7. Salen de Jagua hasta Hato del 3ledio. cmoutrán- dose con las fuerzas de Quintín Banderas, quien los Abril 25. Escribe circular sobre la Política de la Guerra, conduce a su campamento. en la que pide sea generosa, libre de odios ;, 1 IO- lencias innecesarias. Mayo 8. Trasladan el campamento a una altura vecina. Despacha correspondencia y circulares a los Jefes. Parten del campamento hacia la región de Ti- Mu),0 1. Forman Consejo de Guerra a tres bandoleros. con- Arriba, pasando ahí la noche. denándolos a muerte; Martí aconsejó y obtuvo cl IC4ayo 2. Prosiguen la marcha hacia Jarahueca y acampan perdón para dos, ajusticiándose al otro. de madrugada en Leonor, entrevistándose ron el ‘V”:,O 9. Parten del campamento de Banderas, pasando por corresponsal del «New York Herald», George Eu- los históricos mangos de Baraguá hasta Altagracia, gene Bryson. donde llegan por la tarde. ,Ilnyo 3. Redacta de madrugada la carta (fechada el 2) Desde su entrada al campo, las fuerzas todas lo al Director del «New York Herald», que firma llaman Presidente, lo cual rehusa con su habitual junto con el general Gómez. sencillez. Parten para Jarahueca. Duermen apiñados entre cortinas de lluvia. MULO 4. Pide clemencia. sin resultado, para el bandolero MUY0 10. Marrhan para la Trav-esía y pasan alli el dia Pilar Masabó, condenado a muerte en Consejo de despachando órdenes. Guerra por robo y violación, al que llevan a un ilfnyo ll. Mueven el campamento hacia una posición mejor. bajo cercano y ejecutan. con dirección a Holguín. alojándose en el ranrho .~;al~o 5. Les sale al encuentro el general Antonio Maceo, de Rosalío Pacheco. quien con el pretexto de andar en operaciones. no Mayo 12. Salen para La Jatía cruzando el Contramaestre. los lleva a ver sus fuerzas de más de dos mil hom- en busca del general Bartolomé Masó. bres, conduciéndolos al ingenio ctLa Mejorana)) a Escribe circulares a los Jefes y Oficiales prohi- conferenciar. Allí Maceo propone que gobierne una biendo el paso de reses. junta de los generales con mando y una Secretaría General. a lo que se opone Martí resueltamente, in- Mayo 13. Siguen Cauto arriba hasta el encuentro de los sistiendo en deponer su autoridad sólo ante la Asam- ríos Cauto y Contramaestre, cruzan este último y blea de Representantes: «Mantengo, rudo: el Ejér- llegan a Dos Ríos, acampando en 10s ranchos ahan- JO6 Ah-CARIO hIARTIAS0 ANC’IIRIO JIARTIASO 30;

donados de Pacheco, en espera del general Masó Así aquella tarde del domingo 19 de may-o de mandado a llamar por Gómez. 1895 caía como él lo predijo en sus conocidos versos: .IfU\Y, 14. Continúan en los ranchos de Pacheco, permane- No me pongan en lo oscuro ciendo allí varios días en espera de Mas& A morir como un traidor: Escribe instrucciones generales a Jefes y Oficiales. Yo soy bueno, y como bueno El general Gómez sale a hostigar un convoy que Moriré de cara al sol! va de Palma Soriano para «La Venta» y logra avis- tarlo al entrar en Remanganagua a las 5 p.m., siendo tiroteado desde un fuerte. Mu>-o 18. El general Gómez permanece emboscado en es- pera del paso del convoy. Martí escribe su famosa carta trunca a su amigo Manuel Mercado. Llegan a la Vuelta Grande las fuerzas del general Masó. Nayo 19. Sale a las 4 a.m. para la Vuelta Grande en com- pañía del general Masó, notificándoselo a Gómez, quien llega a la una de la tarde. Después de arengar a la tropa Gómez, Masó y Martí, les comunican que el enemigo viene siguién- dole el rastro a Gómez; éste y Masó salen a su en- cuentro ordenándole el primero a Marti que per- manezca en el campamento; a una legua de allí Gómez ataca las fuerzas enemigas, quienes con fuego nutridfsimo logran hacerse firmes. Martí, no pu- diendo contener su deseo de pelear por su patria, le ordena al joven Angel de la Guardia que lo siga, dirigiéndose al campo de batalla donde cae abatido con heridas en la mandíbula, en el muslo derecho y en el pecho, por las balas de la avanzada que di- rige el práctico cubano Antonio Oliva. Gómez trata de rescatarlo sin resultado, siendo llevado su cadáver a Remanganagua, donde lo entierran sin ataúd al dfa siguiente. El dfa 23 fue exhumado, se le extra- jeron las vísceras y se le trasladó a Santiago de Cuba, para inhumarlo en una caja cuyo costo fue de ocho pesos. CRITICA DE LIBROS JOSÉ MARTÍ Y SU NOVELA «LUCfA JERÉZ» *

POR JORGE CASIPOS

Manuel Pedro González ha emprendido, hace ya tiempo, la tarea dc valorar a Martí en cuanto a su posición con respecto al Modernismo, desde sus «Indagaciones martianas» ( 1961) y «José Martí en el octo- gésimo aniversario de la iniciación modernista» (1882-1962) hasta el reciente libro, en colaboración con Ivan A. Schulman, «Esquema ideo- , . logreo de José Martí». Ahora su tarea, aun complementaria de la an- terior -y reafirmando sus tesic es distinta: nos trae al presente una novela escrita por el gran cubano, con una precisa presentación, resul- tado de sus años de estudio y de la convicción del papel importante cumplido por Marti en el notable empuje producido en las letras his- panoamericanas a partir de los finales del pasado siglo. Su devoción martiana ha querido predicar con el ejemplo. Cono- cida es su tesis, enunciada en sus propias palabras, de que «el moder- nismo americano nació bifurcado hacia 1882 y SU máximo iniciador y orientador fue José Martí». En esa bifurcación -seguimos y resu- mimos a Manuel Pedro Gonzále- una corriente de excesivo colorido y modos afrancesados culmina en Gutiérrez Nájera, Julián del Casal y Ruben Darío. De ellos, especialmente del Darío de la década que va de 1888 a 1898, nace un grupo de escritores en que el frecuente gali- cismo -de expresión y aún mental- es, si no siempre, defecto carac- terístico inexcusable. Frente a ellos, Marti, aparece como vigilante de los excesos gali- cistas, señalando otra dirección, a la que vendría a incorporarse poste- riormente el propio Rubén.

* Artículo aparecido en fmula, Madrid, Año xxiv, Núms. 275-276, octubrc- noviembre de 1969, p. ll. 312 ASL-.4RIO MARTIASO ,‘..YK-:\RIO SI \RTII.SO 313

Otra nota martiana a tener en cuenta. en esta tlclnottrariori (‘on Claras c‘trin Ia> limitaciones que se imponían. Por un lado. las que el ejemplo. ei 3 diferencia con los restantes premodernistas. cn c,uarlto exige el temor a que cl habitual piíblico de la revista se escandalice. â ser más importante su renovación en relación a la prosa que C?Il un ptíblico que sc trasluw burgués. con un aire ñoño parejo al que en cuanto a la poesía. con no dejar de tener importancia tambi6n cn c‘te Espafia acompafia a los tic>llpos de la Restauración. Por otro. la con- aspecto. ~~olw~llo~ a rcpctir palabras de \Ianuel Pedro Goxzülc~: <,\-ióu al sentimentalismo cn boga. inseparable de lo post-romántico cc-4 lIarti no le prcocupabâ gran cosa la \ cr-ificación...)) y ~10 que sí -0 ni:~clio 2mor. alguna muerte»-- que encontramos en la más ele- cultivo. c-011 ahinco >- eficacia fue el ritmorl. lmt resumiendo ambas tada poesí;; de la época. hasta el propio Bécquer. afirmacionrs - con dominio dernismo finca dr preferencia en el pensamiento \- en el arte (Ic <‘II del idioma. Acepta cl enrargo y realiza la novela en siete días. Con prosa 1). modestia. o fingiéndola rekkicamente, alude tiempo después a la poca A 10 que nos conduce Manuel Pedro González en su predicwidn entidad de la novela. lI oy no puede opinarse así. Por una parte es es a esa labor de renuevo de la poesía en otro terreno: la no\-ela.’ uu tcstimollio de un tiempo. mucho más real de lo que él proclamaba. Por otra da un gran paso adelante en cl intento de renovar cl modo LA ROVELA

como un bisturí y útil como un medico, la novela moderna)) y se ex- más aún sugerencia de un sentimiento estético que Regó a imponerse cusa de la que ha escrito «de puro cuento, en la que no es dado tender algunos años más tarde. E s 1a muchacha pintora, trasunto de su propia a nada serio». hermana, la que nos dice cuál es su próximo proyecto: AI recurrir a una anécdota real y a un ambiente no menos vivido, los intentos de una prosa artística y de un relato un tanto evasivo no Sobre una colina voy a pintar un monstruo sentado. Pondré la logran desprender a una ni a otro del mundo cotidiano. luna en cénit, para que caiga de lleno sobre el lomo del monstruo, y me permita simular con líneas de luz en las partes salientes los La primer escena del libro es la pintura de una mañana de domingo. edificios de París más famosos. Y mientras la luna le acaricia Estampa que podía ser de una novela rosa -pareja es la intencion de el lomo, y se ve por el contraste del perfil luminoso toda la ne- Martí- las muchachas que salen de misa, las familias que se saludan, grura de su cuerpo, el monstruo, con cabeza de mujer, estará Allá por un rincón se verán jóvenes flacas y las gentes endomingadas. Estampa edulcorada, que prepara la presen- devorando rosas. desmelenadas que huyen, con las túnicas rotas, levantando las tación de las tres muchachas, tanto como de la trama amorosa que va manos al cielo. a conducir a la tragedia. La estampa, por sus componentes, coincide con el material que habría necesitado un costumbrista. Igual ocurrirá Atractiva pinacoteca, nunca pintada, la de esta muchacha que traza cuando pasa por una página un desfile militar o se pintan escenas de y colorea lienzos dentro de la más audaz y típica tendencia del mo- una partida de campo o de la vida acomodada y hogareña, burguesa mento. No resisto a recoger otro: y de «tierra caliente». Es como en una esquina de jardín y el cielo es claro, muy claro DETALLISMO DESCRIPTIVO y muy lindo. Un joven,.. muy buen mozo... vestido con un traje gris muy elegante, se mira las manos asombrado. Acaba de Martí da un papel importante a la descripción. Es claro y ya ve- romper un lirio, que ha caído a sus pies, y le han quedado las remos por qué. De momento interesa consignar la exactitud de su manos manchadas de sangre. pintura de interiores, especialmente de una ornamentación tan signi- ficativa de la época. Aún hay más. El titulado «Flores vivas», que es como el disparo de CCuna escopeta llena de coloresa. Flores que simbolizan personas La antesala era linda y pequeña... De unos tulipanes de cristal -en realidad, caracteres y pasiones como las vocales de Rimbaud-, trenzado, suspendidos en un ramo del techo por un tubo ocultu y creo que las personas que se mueven en la novela: entre hojas de tulipán simuladas en bronce, caía sobre la mesa de ónix la claridad anaranjada y suave de la lámpara de luz eléc- . ..aquella rosa roja, altiva, con sombras negras, que se levanta trica incandescente. No h a b’ia más asientos que pequeñas mece- por sobre todas las demás en su tallo sin hojas, y aquella otra doras de Viena, de rejilla menuda y madera negra... flor azul que mira al cielo como si fuese a hacerse pájaro *y a Por 10s bajos de la pared, y a manera de sillas, había, en trípodes tender a él las alas, y aquel aguinaldo lindo que trepa humdde- de ébano, pequeños vasos chinos, de colores suaves, con mucho mente, como un niño castigado, por el tallo de la rosa roja. amarillo y escaso rojo. Las paredes, pintadas al óleo, con guir- naldas de flores, eran blancas... Doctrina estética que se expresa en la alusión a otro cuadro; «que parece de una virgen de Rafael, pero con ojos americanos, con un tallo IMPRESIONISMO, PRERRAFAELISMO que parece el cáliz de un lirio». He aquí todo el prerrafaelismo de la El secreto está en que Martí nos está pintando un mundo que hoy pintura, junto a la profusión de las formas liliales, tan propias del entendemos muy bien con sólo decir: «mundo modernista». Hay algún Modernismo, captada hacia la expresión de lo americano en los ojos momento en que la escena que traza parecería haber sido hecha a la de la figura femenina, también tan grata al surtido temático de aquella vista de un cuadro del tiempo en que la novela fue escrita, o quizás pintura. 316 ASI ARIO XlARTIASO ASCARIO MARTIANO 317

MODERaVISMO, SOBRE TODO tura sencilla. a pesar del colorido, de una escena familiar, la de las muchachas cosiendo. Y es que por otros caminos hemos ido a una parte de las tesis de Manuel Pedro González: Martí personifica ese conjunto de tendencias Todo Martí está en el poema de Longfellow que uno de los perso- «más alto)). que llamamos Modernismo. najes de la novela recuerda. Ese «más alto», siempre como norma de vida coincide con SU fe y SU acción. Es esa cualidad la que hace que sus escenas costumbristas no lo sean. 0 que su detallismo descripcionista, cuando lo hay, no caiga en Hay un capítulo en que por la pintura de dos figuras secundarias (Por el realismo a lo Pereda. Son su sentido de 10 pictórico y su concepto respira la España liberal y la estancia del joven Martí en ella. otra del libro, en que se afloja la tensión simbolista los que dan un valor nuevo a su prosa. Por ambas cosas cierto, páginas, como alguna esteticista.) Y no es difícil encontrar alusiones a la vida política -a abunda tanto la imagen en ella. Y como instrumento, el vocablo in- la tragedia de la vida política de los pueblos de Hispanoamérica-. serto con precisión artística. Bien puede aplicarse a Martí su recuerdo al sistema de educación español y otros temas que le era imposible a «los obreros de la fábrica de Eibar, en España, que embuten los abandonar, aunque tratados tan de paso que no hunden el ritmo del hilos de plata y de oro sobre la lámina negra del hierro esmerilado». relato. Por eso abundan las sedas joyantes, las ricas pedrerías, los ópalos. Y tampoco desaparece de la modernista narración el Martí que Toda la novela está cargada de concepciones simbolistas, desde la sabemos poseedor de un firme ideario, que se expresa siempre con blanca magnolia con que se abre al lector. Cierto e indudable es que reciedumbre: en la descripción de una taza ornamentada con motivos el azul y el blanco de que tanto usan los modernistas abundan aquí indígenas, «recuerdos tenaces de un arte original y desconocido que la hasta lo increíble. La luz azul del domingo y la flor blanca, el agua azul conquista hundió en la tierra, a botes de lanza». del río y la espuma blanca de las aguas, los jazmines blancos en el La idea de la libertad alcanzaba en Martí tonos de sublimidad, y vaso azul... nunca deja de surgir en su obra. Aquí le vemos defenderle en una Hacer aquí una cosecha de blancos y azules podría hacer pensar de sus opresiones, la q ue se hace sobre la mujer, de pensamiento opri- al lector en una monotonía descriptiva. No es así. Quizá por la exis- mido por un recato gazmoño en una sociedad que es la de SU tiempo tencia de estallidos coloristas. Junto a los jazmines y el vaso hay un y de todo el mundo hispánico. Pero quizá donde se hace más patente, chal de seda encarnado, al río le acompañan flores azules y ama- como en una salida irreprimible, es cuando, describiendo un juego de rillas, en el domingo también hay ramas verdes, rosas y el colorido de chocolate en el que hay tallado un quetzal prorrumpe, con un modo en Vallé Inclán: «iel quetzal los trajes de las muchachas. que hallaremos luego en Rubén y noble, que cuando cae cautivo o ve rota la pluma larga de SU cola Cabría observar que muchas veces el blanco y el azul no están em- mere! » pleados con el simple fin de dar notas de color, sino -al modo de un pintor impresionista- para dar sensación de luminosidad. La mayor parte de las veces así ocurre. Y la luz por sí misma, como Sensación 0 como imagen, aparece tanto 0 más que los colores seña- lados, verdaderos banderines estéticos del Modernismo.

EL MARTf DE SIEMPRE

Lo que no deja de ser importante es que a pesar de toda esta vo- luntad artística que amenazaría con dejar la novela en un plano es- teticista, ya casi arqueológico hoy, existen en ella valores que le dan permanencia. Unas páginas envuelven gratamente al lector con la pin- MARTf, DARfO Y EL MODERNISMO, POR IVÁN A. SCHULMAN Y MANUEL PEDRO GONZALEZ * POR OCTAVIO !klTH

En un tiempo fue la unión hispanoamericana. Era la unidad sen- cilla, ingenua, espontánea, grande. Cuba, rezagada en la libertad, no estaba excluida. La Opinión Nacional, de Caracas, La Nación, de Buenos Aires, El Partido Liberal, de México, publicaban las crónicas de Martí, que luego reproducían más de veinte periódicos del conti- nente. Jóvenes dispersos por éste se repetían los versos de Casal. Todo llegaba a todas partes con viveza de circulación sanguinea. El perió- dico, vehículo hacia muchos, hospedaba arte, cultura, espíritu, asomos occidentales al mundo. Después vino la Unión Panamericana. Un inmenso cuerpo extraño introducido, iqué puede hacer sino obstruir, reducir, oficializar, artificializar? Pero pensemos en dorados tiempos--que de un momento a otro, y más cabales, pueden volver. Por ellos trajina más de un ensayo de este libro. En el titulado «Evolución de la estimativa martiana», Manuel Pedro González deja claro y documentado que lo que los críticos actuales empiezan a ir viendo y diciendo de Martí se corresponde con lo que vieron y dijeron sus contemporáneos. Su prosa, «ese gigantesco fenómeno de la lengua hispana» en decir de Díaz-Plaja, fue parejamente y a fondo apre- ciada por quienes lo leían cuando vivía. Múltiples e inequívocos tes- timonios reproduce dicho ensayo, translúcidos todos de esos dos efectos típicos de la expresión martiana en el lector: deslumbramiento, e in- citación al análisis que robustece a aquel. La década de 1882 a 1892 es la de la vertiginosa colaboración periodística, la de la presencia

* Madrid, Ed. Gredoa, 1969. Con un prólogo de Cintio Vitier. ANUARIO MARTI.iSO 321 320 ASL .\RIO 3IARTIASO matriz la primera, avanzan hace tiempo en estas averiguaciones Iván ubicua ! la difusión. Al expirar_ el período Jlartí se entrega CII US’ diurior. en fin. todo aquello que 410 se irá conociendo tleSi>u&’ tlr~ de ‘rlartí dijo la Mistral. 1930. Muere. pocos aiios más tarde. !- sus escritos e incdicias queda11 El retorno, la excavación es lenta, tropezada, de público escaso. dispercos: muchos de sus papeles se pierden c!rfinitivamcnte: lo que’ Bien lo saben el prologuista y los autores de estos ensayos. A «fervo- se la publicando es fragmentario. v un poco a capricho. rosos ingenuos» y a <

Pariente de todos esos reajustes es el que se enfrenta a otros pre- Martí que aparece en el del libro. Sería aquella «coma mayor» que el mismo hlartí aiioraba. Pero la lectura de los textos disuelve ia juicios (i0 serán rechazos temperamentales?), esta vez contra el mo- apariencia. Y es que cualquiera de los tres nominativos de la portada c!;rni-:no en general, aunque ensañados algo, al son de reproches de lleva necesariamente a los otros. Y no es tan obvia la «razón histó- hopur abandonado, con Rubén Darío. rica» de la contemporaneidad desde que plumas limpias y gallardas. «Rubén. divino trompo de música, juguete en las manos del creemos que por pasión innecesaria, han negado y siguen negando tal C;zEor . ..» Tal habló el Pantarca -la noche era oscura y sofocante; vinculación. se rompía un largo silencio--. Y, desde el Valle de Josafat, don Eugenio Hay una manera ancha --en el «fondo» y en la «forma» y en cl D’Ors nos cuenta que afíadió: «Cuando sientas el dolor darte vueltas, espacio y en el tiempo- de mirar al modernismo. Arranca, en nuestros enroscándosete al cuello, Rubén, no llores: es el Señor, que te da cuerda.» días, de atisbos y anticipos de Juan Ramón Jiménez y ha tenido y tiene, Rubén no es sólo, todo el mundo lo sabe, el depilado aire -música en España y América, autorizadísimos sostenedores. Nos parece que y soplo-- que parece haber cortejado oídos y calado pabellones de Schulman y Manuel Pedro González han llevado a lo exhaustivo la jardín en el XVIII, ni los ensueños, dispsómanos o no, con doradas investigación y el análisis apoyantes de esa perspectiva. Punto central carnaciones de ninfas en fuga. Mas, ipor qué la obligatoria salvedad? de ella es la rectificación del «dislate o superchería literaria» que tanto ;.no es sobrecargada adustez (pura «desaborición», en decir tartésico) molesta a la buena pasión martiana de Manuel Pedro González y que apretar las cejas contra aquel aire suave y picante y aquellas enso- atribuye a Martí y otros grandes de las letras hispanoamericanas el naciones; pensarlos quizás pecados de leso americanismo? iQ& rego- papel de meros precursores del modernismo. Tal estudiaba en su bachi- cijo, en cambio, de no cerrar los ojos a cierta gracia impar, a cierta llerato, hacia 1936, el autor de esta nota. Martí, Silva, Casal, Gutiérrez sin igual flexibilidad americana...! iRenegaremos de la perspicaz deli- Nájera, tan deleitosos, habían preparado, vislumbrado pero no alcan- cadeza, del refinamiento natural de las civilizaciones indígenas, pere- zado, como Moisés, la tierra prometida de la revolución literaria de cidas como tales pero qu- p sentimos que dan el tono en tantas cosas? estos occidentes. Ignoramos, con Manuel Pedro, quién fue «el origi- Hay la carnalidad ingenua de la selva del quetzal; hay, en la sangre, nador del mendaz encasillamiento», y, con el mismo autor, pensamos el sello de los guerreros bravos, dolientes y floridos; hay el trance de la que «quienquiera que haya sido... no conocía bien -no se preocupó provincia que se abre fina y ávida, y mira a todas partes, y acoge de estudiar seriamente a ninguno de los cuatro poetas aludidos». para recrear. i Afrancesamiento ? No había influjo mejor a escoger, Los cuales, en la rectificación, pasan a ser iniciadores, esto es, plena- y es visible, aún antes cle Cantos de vida y esperanza, que Rubén 10 mente. y ya modernistas. Y al menos para los críticos que comentamos, resuelve muy a su modo, con una soltura y variedad de invención, a los que adherimos con entusiasmo, el iniciador máximo y decisivo con arbitrio e inasible toque de «juguete del Señor» que no son, si se lo es Martí. Y, con Vitier, creemos que el Apóstol «no sólo hizo la excluye por ventura al también acrático Verlaine, la usual entrega revolución a través de la palabra, sino que revolucionó a la palabra de la sabia simetría francesa. Dejando sin zanjar aquello solemne de misma, haciéndola girar en el sentido de América y abrirse a la fecun- si es o no el poeta de América, cabe atenerse, con su compatriota Pablo dación de los nuevos tiempos». Antonio Cuadra, a lo más sencillo de que todo él es América. No es nuevo este punto de vista sobre la paternidad del modernismo: Darío, además, no es todo el modernismo. Éste, leemos aquí, no lo abona un rico plural de opiniones, de contemporáneos de Martí y empieza con Azul..., en 1888, ni termina en 1916 con la muerte del Darío, exhumadas por Schulman y Manuel Pedro González. Pero aquí poeta. No vemos defendible negar el ensanchamiento hacia atrás también operó el eclipse ya indicado, y esa lucidez hibernó luengamente. ( 1882) por la inclusión señera de Martí, y nos parece cuando menos De modo parecido, tiene ya su edad la alusión a «lo mucho que Darío interesante y prometedor (vastedad de lo del ebarroquismo americano») debía a Martí», mas a los autores de este libro corresponde el trabajo el ensanchamiento hacia adelante que propone Schulman en el primer en equipo de haber explayado, textos en mano, el concreto y entu- ensayo de este libro, «Reflexiones en torno a la definición1 del moder- siasta resonar de la prosa martiana en la del nicaragüense. nismo». No se extendería el movimiento, o sus consecuencias, sólo hasta 32-l ANCARIO 5lARTIASO

1932, cosa que daría un medio siglo bastante aceptado, sino que estaría presente en la preocupación por la forma, en la trabajada prosa -no se habla de técnicas narrativas de intercambi- de la novela hispano- americana actual. Esto, y la dimensión de profundidad telúrica, espi- ritual y ética que aporta Martí, otorgarían al modernismo la autoctonía y fecundidad que de vez en cuando le son negadas. Jlayores y mejores precisiones, desarrollos, novedades y probanzas contiene este libro, en el que encontrará el lector, a partir del prólogo, una muestra de las últimas latitudes alcanzadas por la indagación lite- NOTAS CRÍTICAS raria en torno a los tres temas conexos que su título enuncia, no ocultándose el giro sobre eje martiano ni desdeñándose, sobre todo en 1 Schulman, las pinzas estilísticas tan del dia. Iván A. Schulman, en su bien sabido, justo, un poco rígido, téc- ESTUDIOS BTARTIANOS. Iván A. Schulman y Manuel Pedro Gon- nico español, es el autor del ya citado primer ensayo y de los dos zález: Martí, Darío y el Modernismo. 259 pp. Madrid: Gredas. Amca- últimos, titulado el uno «Resonancias martianas en la prosa de Rubén rio Martiano 1. 375 pp. Habana: Consejo Nacional de Cultura. -En Darío (1898-1916)», que continúa otro anterior, no incluido aquí, «Martí, Darío y el Modernismo», Iván A. Schulman y Manuel Pedro de su maestro y amigo; y el otro, «Darío y Martí: “Marcha triunfal”, González han intentado una seria revalorización de Martí y el papel “El centenario de Calderón” y “Castelar”». Pone la objetividad cien- que representó en el movimiento Modernista. Cintio Vitier hace en tífica, el inapreciable acopio de datos y cuidado y mesura en argüir el prúiogo un hábil resumen de la tesis del libro, al que añade sus y probar. Intercalados entre los suyos están los cuatro ensayos de- propios, interesantes paralelos entre la obra de Martí y la de César bidos a Manuel Pedro González, quien, sin esquivar el avezado rigor Vallejo. En «Reflexiones en torno al Modernismo», el Dr. Schulman de tradicional estilo, añade ese calor y aun acaloramiento inconfun- seiiala que la mayoría de los críticos acepta ciegamente la pretensión dible de todo martiano, en los estudios rotulados «Evolución de la esti- mativa martiana», al que ya aludimos, «José Martí, su circunstancia de Darío, expuesta en el prefacio a acantos de Vida y Esperanza», de y su tiempo», ((Conciencia y voluntad de estilo en Martí ( 1875-1880) » y haber sido él quien iniciara el movimiento destinado a regenerar las «Martí, creador de la gran prosa modernista». letras hispánicas; y, por esta razón, se fijan generalmente los comienzos del modernismo en el año de 1888, fecha en que publicó «Azul», y las postrimerías en el 1916, año de su muerte. El Dr. Schulman sostiene de manera convincente que el papel de Martí como innovador no sólo es tan importante como el de Darío, sino que lo antecede. Tanto sus ensayos como los de Manuel Pedro González, constituyen bien fundamentados alegatos para hacer de Martí la figura central del Modernismo y no uno más entre los precursores. Pero si Martí ha de verse a esta luz, surge otro problema de inme- diato. y es el encontrar una definición cuya amplitud abarque estilos muy diversos que van desde «el afrancesamiento al tradicionalismo his- pánico». De acuerdo con el Dr. Schulman, el común denominador puede hallarse en la búsqueda general de nuevas formas de expresión en la compartida «angst» de la época, en el común rechazo de la so- ciedad contemporánea. Aboga por el reconocimiento de las múltiples . .

ANL-.4RIO .\IARTI.4:\-O 327 326 .4SL-ARIO Bl.4RTI.4N0 fuerzas contradictorias que obran dentro del Modernismo, uno de cuyos II ejemplos es Iã paradcjica influencia que a un tiempo ejercieron la in\-e:- el nue-;o espiritualismo fin-de-sièrle. . I TRES ASTOLOGíAS MARTIANAS En resumen. sostiene que el Modernismo es un movimiento smcre- tiro cuya influencia se extiende hasta el presente. Uno podría quizás Nunca se enfatizará bastante la necesidad de hacer y difundir buenas í:7güir que al dilatarse la definición del modernismo a tales extremos, selecciones de un autor que, como José Martí, precisamente por haber Cl !br:nino nc.&a por perd rr su significado. El trabajo del Dr. Schulman, escrito tanto, y con tan mwtenida calidad, corre el riesgo de no ser sin em!,ar::-3. fundamenta m;‘,s al15 de toda duda la talla de Martí como leído, o de ser leído inadecuada y confusamente. Casi juntas han pro&ta. SS10 ocasionalmente fuerza la mano. Por ejemp!o, en un llegado a nosotros tres antologías que, con diversas perspectivas. se artículo sobre «Darío y Marti» menciona la influencia de Martí scbre proponen remediar ese peligro. Son ellas la presentada por Mauricio CT <,Castelur;: de Darío, pero 110 parece haltcr contemplado la posibi- MagdaIeno, la antología crítica compuesta por Susana Redondo de lidad dc un estilo común de retórica que habría podido infi;lir sobre Feldman y Anthony Tudisco, y la del profesor Raimundo Lazo.* ambos. El volumen prologado por Mauricio Magdaleno es en realidad una LGS artjculos de Manuel Pedro González se ciñen a la valoración reedición del que publicó originalmente en 1942. Los años transcu- del cjtilo de Martí como prosista. Dos de ellos, «Conciencia y vo- rridos, tan llenos de cambios y ahondamientos en la estimativa mar- luntzd de estilo en Martí» y «Martí, creador de la gran prosa moder- tiana, dejan atrás algunas de sus páginas liminares, que permanecen nista:,, son importantes estudios en torno a la naturaleza, desarrollo sin embargo vigentes en el eje de su fervor americanista. La evocación y variedad de los escritos en prosa de Martí. Sin embargo, también biográfica contiene algunos errores, como el de afirma; que la primera é] se concentra con demasiada exclusividad en el examen de las in- colaboración de iMartí fue para una hoja clandestina estudiantil llamada fluencias literarias. Pura hallar algún trabajo de investigación en torno El Siglo (por El Siboney); o que Mendive, «con la plana mayor de los a la tradición y los estilos de la oratoria del siglo XIX, terremos que intelectuales autonomistas», lanzó el primer número de La patria libre; acudir a artículos de Cintio Vitier en el «Anuario Martiano». primera o, más adelante, que el rico industrial a quien Martí se dirige en una p=,blicación de la recientemente creada «Sala Martí» de la Biblioteca patética carta se llamaba Eduardo Dato (por Eduardo Hidalgo Gato, Nacional de Cuba. El trabajo «Los discursos de Martí», de Cintio lo que puede ser error tipográfico) ; o que el texto escolar conocido Vitier, sugiere la influencia de las estructuras retóricas contemporáneas, como el Mantilla, es obra indudable de Martí, etc. Ya en el plano si bien su estudio no abarca otros escritos en prosa que los discursos de los juicios, nos parece discutible la reiterada afirmación de que «en políiicr~. México, entre otras cosas, le maduró a Martí su prosa», pues campar-’ Curiosamente, no obstante la reverencia que rodea a Martí como timos el criterio de varios críticos según los cuales esa madurccicín awktol de la independencia cubana, los estudios serios en torno a su se produjo más bien a principios de la década del 80, en Nueva York obra son de fecha relativamente reciente. Tanto «Marti, Darío y el y en Caracas, -sin olvidar que una cierta madurez genial le fue Modernismo» como el «Anuario Martiano» están comprensiblemente siempre ingénita, como lo prueba El presidio político en Cuba. Más imbuido? de fervor misionero. A m b os señalan la extensión de áreas desautorizada por los años transcurridos desde que este prólogo se es- todavía i:?explorados. cribió, resulta la siguiente acotación: «La guerra entre las democracias

Traducido de 7% Ttnzes Literary Supplement (Londres, 10 de enero de 1970, * Marti. Prólogo p selección de Mauricio Magdaleno. México, Edicioí?es Oasis. No. 3540, p. 4). 1968. (Col. Pensamiento de América, Serie II, Volumen 1X.)-José Martí. arilo- Zo&a;;ífica. Selección, estudios. y notas de Susana Redondo de Feldman y Anthony . New York, Las Amerxas Publishing Company, 1968. (Col. Clásicos His- panoamericanos, Número 2.) -José Mar~i, hombre apostólico y escritor. Sus n:ejore< páginas. Estudio, notas y selección de textos por Raimundo Lazo. México, Editorir! Porrúa, 1970. (Col. «Sepan cuantos...n Núm. 141.) AIVUARIO MARTIA30 329 328 .a‘;CIRIO ‘I.iRTI.130 Buen servicio también, y de más vasto alcance por la pro>-ccción de -América y- cl Japón ha sido declarada hoy, domingo 7 de di- ensayística y la mucho más nutrida selección, es el cumplido por Rai- cietnb:e de 19 $1. fecha grande como la del inicio de las Guerras Pú- mundo Lazo en su citada antología. Fruto ya madurado después de nica<. Del encuentro tremendo -en el cual tendremos seguramente una larga dedicación a estos menesteres, el prólogo de Lazo contiene lugar- saldra la noción panamericana robustecida, confirmada, limpia desde SLE primeras páginas ideas personales y sustantivas que aportan de prej:!icios.» En 1968 estas palabras pudieran haberse, por lo menos, nue\ a; luces. Baste aducir las siguientes observaciones, rectificadoras suprimido. Válidas siguen siendo, en cambio, las que se dedican a de la tendencia a creer en una exclusiva ((evolución rectilínea del es- subraj-ar la pasión americanista de Martí, justamente relacionada con tilo», cupo interés no escapará a quienes estén al tanto de las diluci. iu experiencia de México, así como sus anticipaciones políticas y edu- daciones estilísticas en torno al proceso de acendramiento de la prosa Válidas y reveladoras de un auténtico saber martiano son cacionales. martiana. Escribe Lazo: las siguientes: «Creía en los poderes del sacrificio personal; en las fuerzas de la fe, que mueven los mundos; en el perfeccionamiento L a persona de Martí, transparente y sólida, es de unidad dia. mantina, pero sus personalidades, de la especie por el dolor; en la exclusividad constructiva del amor; sus modos de expresión, su estilo, parecen presentar una especie de multiplicidad de frentes t2il la unidad de los hombres; en la eterna necesidad de libertad; en sincrónicos en cada época, porque, si en los primeros años de la Cuba y en América.» Sobre estos dos últimos temas insiste la selección, década del 80 se muestra libre de superfluo barroquismo y de cuy-os tres primeros artículos -«Manuel Acuña», «Las asociaciones gastados artificios románticos, dominador de una prosa directa y ágil, excepcionalmente dotada de fuerza y cromatismo, en la de obreros» y «Una novela en el Central Park»-, no obstante ser este que lo leve o armonioso o lo pintoresco no perturban la natura- último una joya estilística, resultan francamente discutibles, si se con- lidad, singular virtud, como en algunos de sus ensayos de aquel sidera la ausencia de páginas mucho más importantes. En conjunto tiempo, como en su programa de la efímera Revista Venezolana, es éste un libro muy sellado por la personalidad y mexicanía de SU o en sus excelentes Cartas de Nueva York a La Opinión Nacional, prologuista y antólogo, a quien debíamos ya Fulgor, de Martí (1941), de Caracas, y a La Nación, de Buenos Aires, si esto es evidente, entonces, en la década siguiente, o hay que reconocer un retro- representativo de una generación que, de buena o mala fe, creyó en ceso en ese estilo nuevo, y la vuelta a exaltaciones románticas los engañosos mirajes del «panamericanismo>). y a abundancias barrocas, o con criterio realista reconocer la in- Muy diversa es la orientación de la antología compuesta con propó- fluencia de circunstancias y situaciones de orden sicológico y social que determinan la vuelta a la abundancia verbal, al pá- sitos didácticos, para los estudiantes norteamericanos, por Susana Re- rrafo largo y complicado, y a la vehemencia y a las imágenes dondo y ,Anthony Tudisco, seguidores de la .que en justicia puede verbales, en las que, más bien por excepcion hay impresionante llamarse la escuela docente y crítica de don Federico de Onís, a quien sencillez y naturalidad, estilo frondoso y exaltado que en el año se dedica la serie El ensayo en América, que con este libro comienza. 1891 domina en sus discursos patrióticos y efegíacos a 10s cu- Prwedlda por una amplia semblanza biográfica, escrita con abundante banos emigrados de Tampa, en el epistolario de aquel tiempo, información y sencillez comunicativa, la excelente selección se estruc- o en el discurso de poco antes, al finalizar la década anterior, de 1883, ante los delegados a la primera Conferencia Americana, tura en torno a tres ejes: «Cuba-España», «Cuba-Estados Unidos», lo mismo que en el discurso de fecha tan avanzada como 1893, su vez cada una de estas sec- «Cuba-Nuestra América», precedida a en homenaje a Simón Bolívar, más naturalmente propicio a la ciones por un prólogo eficaz. También consta el libro de una cuidadosa grave elocuencia de la evocación histórica. y- escogida bibliografía, un «Índice de referencias» de positiva utilidad y Ejemplos convincentes y numerosos como los anteriores prueban dos manas ilustrativos. Los autores de esta antología «crítica», pero 10 inconsistente de confiar demasiado en la aparente evolución sobre todo dorente, demuestran en sus comentarios un sólido conoci- rectilínea del estilo, para cuya determinación se atiende de modo miento de la obra martiana, especialmente en su aspecto literario. Con exclusivo a eruditos criterios y comparaciones de estética y de teoría .e historia excluyentemente literarias. Por el contrario, pa honestidad y competencia. dentro de los limites didácticos previos, han rece que debe atenderse a un conjunto numeroso y variadísimo hecho un buen servicio al conocimiento de Martí en los medios univer- de motivos de cambios de estilo, a circunstancias y situaciones de sitarios norteamericanos. 330 ANUARIO MARTIANO

orden económico, sicológico y social que, al influir en cualquier época. obstaculizan e impiden el establecimiento de normas gene- rales de rectilínea diacronía estilística.

El propio Martí, en repetidas ocasiones, se refirió a la necesidad de adecuar el estilo al tema, o al ánimo, y recibir de ellos su inspi- ración, tonalidad y forma. Lazo precisa lo que podemos llamar, no tema o ánimo, sino, exactamente, contexto. es decir, «circunstancias y situaciones de orden económico, sicológico y social» que se convierten NOTICIAS Y COMENTARIOS en ((motivos de cambio de estilo». De este modo el también indudable proceso rectilíneo (implícitamente aceptado por Martí cuando dice: «la prosa viene con los años»), debe enriquecerse con esie doble con- trapunto del tema y el contexto, que le dan a aquel proceso su ver- dadero y viviente sentido, ya que en rigor, aunque a veces no lo pa- rezca, el estilo, como la vida, es siempre irreversible. Ta calidad del prólogo de Lazo corresponde a la calidad general de la minuciosa y casi miniaturesca selección, hecha con esa especie de angustiosa avidez que necesariamente se apodera de quien intenta dar una imagen de todo Martí en poco espacio, lo que a su vez conduce THE JOSÉ MARTÍ FOUNDATION. eminente humanista, el fallecido a la fatalidad del excesivo fragmentarismo, lamentable en varias pá- Esta institución, de la que di- profesor Federico de @ís, la vi- ginas de este libro. Un «Guión biográfico cronológico)) y una «Biblio- mos noticia en el número 2 del da de Martí “fue una de las más grafía mínima» lo completan como fino y serio libro de iniciación que Anuario, ha circulado el siguien- intensas, puras y nobles jamás ojalá se difunda en la medida de sus merecimientos. te prospecto y convocatoria que vividas sobre la tierra”. Fue un traducimos íntegramente: verdadero genio, un hombre mul- CINTIO VITIER tidotado que se distinguió en «La Fundación José Martí fue todo cuanto llevó a cabo; un bri- creada en la primavera de 1969 llante dirigente político, un pen- NOTA FINAL mediante una generosa donación sador profundo, un poeta sobre- de Manuel Pedro González, Pro- saliente, un eminente orador y Lamentamos que no haya llegado a tiempo a nuestro poder, para fesor Emérito de Literatura His- qUizás el prosista más original incluirla en este número del Anuctrio, la nota critica prometida por el panoamericana de la Universidad del idioma castellano. Su filoso- profesor André Joucla-Ruau sobre la edición francesa de las poesías de de California, Los Angeles, y fía social, política y moral, tanto Mark (en la colección Poètes d’aujourd’hui, Pierre Seghers, París, Presidente de la Fundación. como su doctrina . estética, fue- 1.970)) prologada y escogida por Juan Marinello, con versiones de ron compendiadas en millares de Josep Carner, Emilie Noulet e Irma Sayol. La importancia de este »La Fundación recibió el nom- libro, muy atractivamente ilustrado con fotos y facsímiles, no será bre de José Martí (1853-1895), apotegmas de los cuales el escri- ciertamente pasajera. Al ap 1azar su publicación para el próximo uì;.- el poeta, ensayista y dirigente ci- tor y biógrafo alemán Emil Lud- mero, sabemos que la esperada nota no perderá vigencia. vico cubano, que ofrendó SU vida wig ha dicho que estaban escritos por la independencia de Cuba. en un estilo tan vigoroso y pene- De acuerdo con las palabras del trante que pudieron haber sido

, . ANI-ARIO MARTI.4?iO 333

escritos por Xietzsche... De ser el eslabón que une las dos partes Se otorgarán premios oeasio- doble espacio, deberán en- traducidos. estos aforismos serían de este hemisferio. Vivió alre- nales a libros y artículos sobre viarse a la Secretaría de la suficientes para convertir a Mar- dedor de quince arios en los Es- Ararti. Estos estudios pueden es- Fundación, antes del 10 de tí en guía espiritual del mundo. tados L-nidos y escribió brillante- tar escritos en inglés o en caste- septiembre de 1971. El fallo En la agitada civilización oc- mente, a la vez con admiración llano. se anunciará el 30 de di- cidental contemporánea, entre y crítica, de las más importantes ciembre. movimientos de anarquía y eata- figuras de la cultura nortearneri- La monografía deberá tener clismos, disentimientos y aliena- cana y de su proceso histórico. una extensión entre 80 y 100 pá- Tanto los candidatos al pre- ginas. mio de 5 000 dólares como ciones, la fuerza moral de los Escribió de los Estados Unidos escritos de Martí, así como el para el público de Latinoamé- al de 1 000 deberán ser estn- ejemplo altruista de su vida y sus rica ; por consiguiente, cuando BASES DEL CONCURSO diantes graduados, matricula- dos en alguna Universidad acciones, tanto en el aspecto in- hoy acudimos a él para un aná- 1. Los premios serán otorgados lisis de las dos Américas, halla- norteamericana. Su estudio dividual como en el de dirigente por la Directiva de la Funda- político, podrían muy bien servir mos en sus trabajos una evalua- sobre Martí deberá ser resul- ción José Martí. La Direc- tado de una lectura e inves- de guía espiritual, para usar la ción de los problemas de ambas tiva será el único jurado de frase de Ludwig. areas culturales.» tigación serias, y deberán re- los premios. En el caso de presentar una contribución »Creemos, en consecuencia, que, en opinión de los jueces, LA FUNDACIÓN significativa a la compren- que es de la mayor importancia ninguno de los trabajos so- JOSÉ MARTf sión y evaluación de la obra estimular el interés en el estudio metidos sea de calidad sobre- de Martí. únicamente aque- de Martí y de su obra. Tal es la saliente, no se otorgará nin- PREMIOS llas tesis o estudios conside- actividad fundamental de la Fun- gún premio. En el caso de rados de calidad sobresalien- dación. Al establecerlo así, la que se reciban dos manus- Un premio de 5 000 dólares, te por los profesores de los Fundación espera crear nuevas critos igualmente excelentes, cada cinco años, para la mejor estudiantes deberán ser en- sendas para la comprensión hu- se dividirá el premio en par- tesis doctoral que se escriba en viados al concurso, ya que el mana y proveer soluciones crea- tes iguales. una Universidad norteamericana criterio fundamental para doras a los problemas apremian- sobre un aspecto de la obra de 2. El premio de 5 000 dólares otorgar los premios serán la tes de una sociedad votada a la Martí. se otorgará por primera vez originalidad ,y la excelencia tecnología pero confusa y divi- en 1974. Cuatro copias del de los trabajos. dida. Es el sentir de la Funda- Un premio de 1000 dólares, manuscrito, mecanografiadas, Los premios no estipulados se ción que el estudio de la obra de anual, al mejor estudio monográ- a doble espacio, deberán en- otorgarán a estudios críticos Martí podrá proveer las sendas fico sobre la obra de Martí, ba- viarse a la Secretaría de la sado en un tema que escogerá sobresalientes sobre la obra y las soluciones que tan desespe- Fundación, antes del 10 de de Martí. No hay restriccio- radamente se necesitan en el día anualmente la Directiva. Para septiembre de 1974. El fallo nes en cuanto al «status» del de hoy. 1971, el tema será: se anunciará el 30 de diciem- escritor, su profesión 0 nacio- »El ejemplo de Martí y sus bre. EL NEGRO EN LA OBRA DE MARTÍ. nalidad, para la concesión ideas poseen significación para 3. El premio de 1 000 dólares se del premio. Sin embargo, di- el mundo entero: pero más par- Su papel social y cultural en otorgará por primera vez en chos estudios deberán ser de ticularmente para América La- la cultura de los Estados Uni- 1971. Cuatro copias del ma- una alta calidad y, como los tina y Estados Unidos. Martí es dos y de América Latina. nuscrito, mecanografiadas, a otros, serán juzgados exclusi- ANUARIO MARTIANO 335 334 ASL ARIO .\IARTIANO de los países donde con mayor amor responde, siempre? el amor; vamente por la Directiva de baria está en deuda desde hace seriedad y devoción se estudia la y él lo sabía. la Fundación. tantos años; y les hacemos ll~,oar cultura iberoamericana; y que, nuestros mejores votos a él !- a MARTI’ EN ~oscti. El 15 de mayo 6. La Fundación hará cuanto es- muy especialmente, el referido :ìIS colegas Schulman. Fogelquist. de 1970, en la Sala Mayor de fuerzo sea posible para que los Centro de investigaciones floren- Phillips y Arrom, que integran Lectura de la Biblioteca Guber- trabajos premiados sean pu- tino tiene ante sí un espléndido la Junta Directiva. Las páginas namental de Literatura Extran- blicados en los Estados Uni- futuro de trabajos verdaderamen- del Anuario, desde luego, se ofre- jera de Moscú, se conmemoró dos o en el extranjero. Cuan- tc sustantivos y esclarecedores. cen para dar las primicias cn es- anticipadamente el 75 aniversa- do sea del caso, la Directiva pañol de los trabajos que ellos En cuanto a Martí, el profesor rio de la muerte de José Martí, recomendará la introducción premien. Meo Zilio, Director del Instituto con la participación de A. M. Zo- de modificaciones en un ma- . y del Centro, se propone dedi- rina, quien pronunció las pala- nuscrito como condición para MARTí EN FLORENCIA. Invitado carle un estudio tan amplio y bras introductorias como miem- recomendar su publicación. por el Instituto Hispanoameri- sistemático como el que ya tiene bro del Consejo de Dirección de Para ulterior información y cano de la Universidad de Flo- publicado sobre César Vallejo; la ‘Sociedad de Amistad Soviético- planilla de admisión, escribir rencia, Cintio Vitier ofreció du- mientras Antonio Melis, que co- Cubana, y V. 1. Shishkina, quien a: rante el mes. de abril de 1970 un Seminario sobre «Martí: el laboró con un penetrante ensayo disertó sobre la «Vida y obra de Profesor Iván A. Schulman, revolucionario y el escritor)). En sobre «Lotta antimperialista e José Martí». También se leyeron Secretary la Facultad del Magisterio de lotta di clase in José Martí» en poemas traducidos por 1. Tima- José Martí Foundation dicha Universidad pronunció el número de Ideologie dedicado nova y P. Grushkó, se proyec- Department of Romance también una conferencia titulada a Las raíces históricas de la re-. taron películas y se expusieron Languages ((Imagen de José Martí», que volución cubana (Roma, números libros de y sobre el Apóstol de State University of New aparece en este Anuario. Tuvo 5-6, 1968), prepara una selección Cuba. York además un encuentro con los es- de escritos políticos martianos, Stony Brook, New York El benemérito martiano Valeri tudiantes latinoamericanos de traducidos y prologados por él. Stolbov, en un inteligente resu- 11790 Florencia y ofreció cn el Centro No en vano Martí, que comparó men del sentido de la obra de di ricerche per l’dmérica Latina la prosa de Emerson con las pie- *** Martí, aparecido en Novedades de esta ciudad y en el Semima. dras irregulares de los palacios de Moscú (número 5, 1970), nos NO parece necesario encarecer rio de Literatura Españo!a de la florentinos, que amó a Italia y le informa breve y eficazmente: «En la nobleza de los planteamientos Facultad del Magisterio de Ro- dedicó páginas tan fervorosas co- la Unión Soviética, el estudio y la en que se basa la Fundación José ma, sendas charlas sobre la poesía mo lúcidas, escribió en La Opi- publicación de la obra de José Marti, ni la importancia de SUS cubana en la Revolución. Du- nión Nacional de Caracas, el 17 Martí se emprendió de manera premios. Sabemos, además, los -Tante su viaje Vitier comprobó de noviembre de 1881: «Donde más consecuente en los años cin- esfuerzos que se están haciendo que la presencia y actividad de amó Dante y esculpió Buonarroti, cuenta. La primera edición en para darles también una dimen- profesores como Oreste Macrì, alcanzó el hombre su más grande ruso se hizo en 1956, cuando la sión europea y latinoamericana Giovanni Meo Zilio, Mario Sa- altura». No en vano alli está, editorial “Gospolitizdat” publicó como símbolo de la altiva justicia una selección de obras escogidas en el futuro. Felicitamos con bbatini, Antonio Melis, Carmelo de los pequefios frente a los gi- suyas, recopil+das por V. Ermo- profunda gratitud, una vez más, Samoná, Dario Puccini, Giuseppe gantes, la consagración artística Iáiev y E. Kólchina. Después, en al infatigable Manuel Pedro Gon- Bellini y otros no menos presti- del David con su honda. Al 1963, se publicaron sus Escenas zález, con quien la cultura cu- giosos, convierte a Italia en uno 336 ASL \RIO MARTlASO ASCARIO JIARTI.4ìVO 337

Ilorteamericanas y también libroS sencillos (1391); La bailarina o como revolucionario, escritor y lidad y los méritos de este joven sobre él: José ,liurtí, escritor ame- L,a Iliria de Guatemala, de mar- figura de América. poeta. ricano de Juan MarineRo; Martí cada tendencia modernista: IS- DIRíO. PERO TAMBIÉN MARTí. )>.lquel otro americano era Jose mcelillo: T7ersos libres (1392). y antimperialista de Emilio Roig de Agradecemos a Juan Larrea el en- _\Iartí. a quien no puedo nombrar .-imi.tttrc! fr:rzesta (1335). novela.)) Leuchsenring y una serie de tra- \ iti del siguiente pasaje de un sin evocar su sombra para tribu- bajos de investigadores soviéticos. Sería (lifl<~il imaginar una ((des- discurso de Carlos Romagosa, leí- tarle las expresiones de mi admi- Por ejemplo, el año pasado, salió infurmnc~ión)) más minuciosa en do en el Ateneo de Córdoba, Ar- racicin y de mi gratitud: de mi Concepciones socio-políticas de tan pocas e insuficientes líneas. gentina, en la velada literario- gratitud de hombre, por su ca- Ics¿ Jlarti de V. Shishkina. Ac- A saber: Martí no fue primero a musical celebrada en honor de racter diamantino y por su talen- tualmente, la editorial “Judlz- Estados Unidos sino a Espaiía, de- Rubén Darío el 15 de octubre to relampagueante, fuerte y ori- hestvennaya literatura” prepara portado después de padecer el pre- de 1396, e incorporado con el tí- ginal: de mi gratitud de ameri- la edición de un volumen de sus sidio político; no puede decirse tulo de El Simbolismo a su libro cano, porque murió por querer obras escogidas, en el que en- que «vivió» en París, sino que Labor literaria, publicado en Cór- ver libre a su patria: aquella her- trarán sus versos, artículos de crí- estuvo allí de paso; se omiten en doba por la Casa Editora de R. mosa Cuba, ceñida por aquel mar tica literaria, ensayos y diarios.» cambio sus importantes estancias Bruno y Cía., en 1393: de las Antillas, que ora se pre- en México y Guatemala; nunca senta sereno y azul como un lago, MARTÍ EN «LABOR». En el tomo «Azul... tuvo un éxito asombroso. estuvo en Argentina, Uruguay y ora tumultuoso y lívido como un 5, página 403, de1 lujoso Diccio- Cundió por todo el continente; Paraguay, y mal hubiera podido océano: como si lo acometieran nario enciclopédico Labor (Barce- dio origen a serias discusiones; súbitas impaciencias y furores al lona, 1967), se lee lo siguiente: representar en esos países a «SU pasó los mares y llegó a manos país». que era entonces colonia no poder reflejar completamente «Martí, José. Biog. Escritor de altos críticos españoles, quie- espaiíola: lo cierto es que repre- libres, en su ancho, ondulante y cubano, La Habana 1353, + Boca nes le prodigaron explícitas y ra- sentó a esos países, como cónsul, profundo cristal, aquellas esplén- de Dos Ríos 1395. Al servicio de zonadas alabanzas. Azul... fue un didas islas artísticamente engar- en Nueva York. En cuanto a las la independencia cubana, bien libro leído con pasión en la Amé- zadas en él. pronto se da a conocer como poe- obras, lo correcto hubiera sido rica Latina, porque por primera »José Martí es para mí la perso- ta con su poema dramático Ab- citar IsmaeZiZZo ( 1332) y Versos vez se veían transportadas a idio- nalidad más original que ha pro- dalá (sic). Por sus ideas políticas libres (no publicados por Martí, ma español las cualidades plásti. ducido la América: era grande tuvo que abandonar su país, esta- escritos entre 1373 y 1332) antes cas, pictóricas y musicales del por su corazón, por su alma y por bleciéndose en Nueva York, don- que los Versos sencillos, a los francés; y Rubén Darío quedó su talento. de publicó interesantes artículos caa!es pertenecen los poemas co- considerado el primer iniciador Su corazón era una y, más tarde, en Venezuela, donde nocidos como «La bailarina espa- esponja sensitiva, que absorbía americano del nuevo ideal lite- fundó la Reuista tqenezolana. Es- todas Ias amarguras de los desen- fiolan y «La niña de Guatemala», rario. tudió luego Derecho y Filosofía confundidos en la nota como un cantos de la vida, sin exprimir en España y vivió en Paris. Re- solo poema. »Ciertamente, antes que Rubén jamás una gota sobre nadie. Su presentó después a su país en Ar- Darío, justo es recordarlo, otro alma podía compararse con esos gentina. Cruguay y Paraguay. Su Confiamos en que estos errores se americano había arrancado a la árboles balsámicos del trópico. estilo original y su vocación ame- rectificarán en la próxima edición lengua de Cervantes vibraciones que, según la frase indiana, im- ricanista hacen de él un adelan- del Diccionario enciclopédico La- desconocidas; pero tan distintas pregnan de dulces perfumes el tado del modernismo. Obras: bor, dedicándosele además a Mar- a las que arrancara Darío, que hacha que los hiere. Su cerebro Amor con amor se paga; Versos tí la mayor atención que merece en nada empalidecía la origina- contenía una savia inmensa y vi- 338 ANUARIO MARTIANO AXUARIO ?,lARTIA~O 339

vaz. que se desbordaba en’ extra- De:.ío como su primer genuino Regresó a La Habana el 25 ñas producciones literarias, que José llarti - Carmen Bra- :Ii-tista. de octubre de 1880. tienen toda la exuberancia, todas cén (sic). ’ .kuL.. las armonías. todos los encantos señala el florecimiento I’apor «Saratoga». cn !a Diario de la .Ilarirlo. agosto v todas las misteriosas penumbras América Latina del nuevo ideal literario.» Ci>rmen Zayas de Martí 28,/91. del trópico. Sus escritos eran de í no dice nada del hijo). factura extraña y profusa; pero MI\RTÍ EN LAS FAR. En el Con- i’izjes de Mariano y Leonor Diario de la Marina, octu- sebía también perfectamente, en- c:!rbo 26 cle Julio de las Fuerzas a New York cajar la amplitud del concepto -Armadas Revolucionarias obtuvo bre 26/80. en la brevedad de la frase; su el Premio de Historia el estudio ‘do. Diciembre de 1882? - Por sintaxis era laberíntica pero es- de José Cantón Navarro titulado carta a Bartolomé Mitre y Salió de La Habana el 7 pléndida; sus períodos literarios, r?lg~~:zas ideas de José Martí en Vedia parece ser en diciem- de junio de 1883. martillados y resplandecientes co- relaci6n con la clase obrera y el bre de 1882 y seguramento Vapor «Niágara». mo escudos homéricos. Y aquel socialismo. Pocos temas tan inte- salió por otro lugar de CU- Diario de la Marina, junio y aquella noble gran corazón, resantes y actuales en la obra del ba, ya que no aparece en 9/83. alma, y aquel fuerte talento se Apóstol. Esperamos la publica- los periódicos de 1881 y sintetizaron en un poema heroico, ción de este trabajo para comen- 1882 de La Habana. Re;:& a La Habana el 18 en un poema heroico que Mar& tarlo en el próximo Anuario. de junio de 1884. dedicó a la libertad de su patria: RELACIÓN DE VIAJES. Precisando Regresó a La Habana el 24 Vapor «Saratoga». -poema que trazó al aire libre, datos sobre los que suele haber de marzo de 1885. Diario de la Marina, junio tomando por pluma una espada y confusión, y como un aporte más Vapor «City of Washing “9/84. por tinta la hirviente, tumultuosa del investigador Luis García Pas- tan». y relampagueante sangre de sus cual, damos a conocer la docu- !.':O?:OR. venas! Carmen Martí - José Mar- montada relación que él ha hecho tí - Alfredo García. »Para mí, José Martí y Rubén de los viajes de la esposa y los Salió de La Habana el 17 Diario de la Marina, marzo de noviembre de 1887. Darío son los escritores más ori- padres de Martí a New York: 25/85. ginales que ha producido la Amé- Vapor «Cienfuegos». rica, y a quienes más debe la Viajes de Carmen Zayas Bazán 3x. S-lió de La Habana el 25 Leonor Pérez Cabrera. lengua castellana. Martí ha arran- a New York de junio de 1891. Diurio de la Marina, no- cado a la lengua de Castelar so- 1 apor «Yucatán». viembre 19187. 11-o. Salió de La Habana el 28 noridades metálicas nunca oídas, de febrero de 1880. Carmen Zayas (no dice na- y Dario le ha impreso ductilidad, Regreso a La Habana el 31 da del hijo). de enero de 1888. tintes y armonías, que no se la Vapor «City of Washing- Diario de la Marina, junio Vapor «City of Washing- había supuesto susceptible de ad- ton». 27191. mitir, como lo ha reconocido el tonr . Carmen Zayas (no dice na- mismo don Juan Varela. da del hijo). Regresó a La Habana el 27 Srta. L. Pérez de Martí >)Debe, pues, considerarse a Martí Diario de la Marina, marzo de agosto de 1891. (sic). como el precursor americano de 2180. Vapor «City of Washing- Diario de la Marina, febre- la nueva tendencia literaria, y a ton». ro 1/88. BIBLIOGRAFÍA MARTIANA

(Septiembre de 1969 - Agosto 1970)

POR ARACELI GARCiA-CARRANZA

BIBLIOGRAFIA ACTIVA

1. «Una carta inédita de Martí.» Nota introductoria por C[intio] V[itier] (En: Cuba. Biblioteca Nacional José Martí. Anuario Martiano, número 2. La Habana, Depto. Colección Cubana, 1970, p. [SS-1101 facsím.) Carta a Miguel Viondi, donada a la Sala Martí por Sofía Vio&. Santander, octubre 13 [1879] Aparece facsímil de la carta: p. [99-1101 2: «Céspedes J Agramonte.» (En: Granma. La Habana, octubre 10, 1969, p. 2) Publicado en El Avisador Cubano, Nueva York, octubre 10, 1888. 3. ~10 de Octubre de 1868.)) (En: Bohemia. La Habana, año 61, no. 41, octubre 10, 1969, p. [4]-8. ihrs.) Discurso pronunciado el 10 de octubre de 1891, en Hardman Hall, Nueva York. 4. «Es la hora del recuento J de la marcha unida.» (En: Bohemia. La Habana, año 62, no. 4, enero 23, 1970, p. 3) c

8. Joîé ?.Iartí, Hombre .%postólico y Escritor. Sus Mejores Página+. E:tudi<>. ?r’otas v Selección de textos por Raimundo Lazo. México, Editorial Porrúa. S. A., i9ío. 233 p. 21.5 cm. BIOGRAFfA PASIVA Contiene: Introducción al estudio de Martí y de su obra literaria. Guión Biográfico Cronológico. Bibliografía Mínima. 1. Por Cuba: <(Con todos (Septiembre 1969 - Agosto 1970) y para el bien de todos.» II. Héroes de la Guerra de Indepcndcnria dr I . Cuba. III. Hispanoamérica. IV. horteamerma. «Cartas de Kxeva York. >I 12. ~4 10~ 75 años del Manifiesto de Montecristi.n (En: Verde Olivo. La Ha- 1’. Divergencia de Historia y de Temperamento entre las Dos Am& bana. año XI, no. 13, marzo 29, 1970, p. 63. ilus.) ricas. VI. Escenas Europeas. VII. Autorretrato ideal. El autor en unc> de sus personajes. VIII. El Hombre ,y, el Escritor en su epistolario intimo. 1’). .iBELLA, V1~rvf.A. «Martí en francés.» (En: UNESCO. Perspectivas de la IX. Ideas estéticas y ejemplos de cìluca. X. Lo Social y lo Humano en’ Cnesco. Boletín. París, no. 571-575, junio (I-II), 1970, p. 5-7) la prosa artística. XI. Literatura para los niños. XII. Obra Poética. «Acaba de aparecer en Ia colección “Poètes d’aujourd’hui”, de las ediciones XIII. El último «Diario», de Montecristi a DOS Ríos. Pierre Seghèrs, una selección de poemas de José Martí, precedida por un estudio breve y agudo de la obra del gran hombre de América Latina, 9. ) (En: Granma. 10. «Martí y la literatura francesa de su tiempo.» (En: Bohemia. La liabana, La Habana, febrero 24, 1970, p. 2. ilus.) año 62, no. 4, enero 23, 1970, p. 9) «Crónica enviada por Martí a La Opinión Nacional de Caracas. desde 21. «ilnl*ario Martiano (Tomo 2).» (En: Granma. La Habana, junio 30, 1970, New York, en la que ofrece una visión de conjunto de In literatura fran- p. 5. ilus.) cesa que le es contemp0ránea.a 22. Anacór NAVARRO, DOMINGO. «Anáhuac.»* (En: Patria. La Habana, año 11. «Observaciones sobre el hábito de fumar cigarrillos.» (En: Bohemia. La Ha- XXV, no. 3, marzo, 1970, p. 4-5) bana, año 62, no. 32, agasto 7, 1970, p. 104, ilus.) * Seudónimo usado por José Martí.

12. «Sarah Bernhardt.» (En: Bo!aemia. La Habana, año 62, no. 4, enero 23, 23. -. «iEstuvo Martí en Ceuta?» (En: Patria. La Habana, año XXV, 1970, p. 8. ilus.) no. 9, sept., 1969, p. 5-6) «Este bello articulo escrito en francés por Martí, fue destinado probablc- 24. BERNAL DEL RIESGO, ALFONSO. «Afirmaciones erróneas de un gran libro mente a The Sun, de New York, en 1880.~ biográfico.» Critica de Libros. (En: Cuba. Bib!ioteca Nacional José Martí. Anuario Martiano. Número 2. La Habana, Depto. Colección Cubana, 1970, 13. «El Teniente Crespo. Sobre recuerdos del General Francisco Carrillo.» (En: Verde Olivo. La Habana, año XI, no. 4, enero 2.5, 1970, p. 15-18. ilus.) p. [531]-557) Sobre «Martí revolucionario», de Ezequiel Martínez Estrada. Prólogo de 14. ctE1 Terremoto de Charleston.» (En: Bohemia. La Habana, año 62, no. 29, Roberto Fernández Retamar. La Habana, Casa de las Amiricas, 1967. julio 17, 1970, p. 9%[102] ilus.) 2.5. BUENO MENÉNDEZ, SALVADOR. ((Notas Críticas II.» (En: Cuba. Biblioteca 15. «De París.» Variedades [por] Anáhuac [seud.] (En: Cuba. Biblioteca Sa- Nacional José Martí. Anuario Martiano. Ntimero 2. La Habana, Depto. cional José Martí. Anuario Martiano. Número 2. La IIabana, Depto. Colección Cubana, 1970, p. 569-572) Colección Cubana, 1970, p. [115]-119) Contiene: Lucía Jerez (Novela), Madrid, Editorial Gredas, S.A.. 1969. Notas al pie. de las páginas. 26. -. «La Prosa reflexiva en el siglo XIX.» (En: Panorama de la Li- i6. «Victor Hugo en Marti.» (En: Bohemia. La Habana, año 62, no. 4, enero teratura Cubana. Conferencias. La Habana. Universidad de la Habana. 23, 1970, p. 9. ilus.) 1970, p. 109-127) «Quien conozca el juicio de Martí sobre los poetas de su tiempo puede ~7- decir que dos grandes ‘viejos proféticos, uno francés y norteamericano el -.. -. «La única novela que escribió Martí: Lucía Jerez o Amistad Fu- nesta.» otro, reclaman su adhesión... He aquí algunos momentos en que se eri- (En: Bohemia. La Habana, año 61, no. 47, nov. 21, 1969, 1:. 26. dencia la primordial devoción...n 31, 112. ilus.) 28. CABALLERO, ARMANDO 0. «El Primer Partido Revolucionario - Antimpe- 17. «Vindicación de Cuba.» (En: Granma. La Habana, enero 28, 19i0, p. 2. ilus.) rialista de la Historia.n* (En: Cuba. Biblioteca Nacional José Martí. (Tomado de «José Martí - Lecturas para Jóvenes», de Hortensia Pichardo) Anuario Martiano. Número 2. La Habana, Depto. Colección Cubana, 1970. p. [425]-431) * Articulo publicado en Juventud Rebelde, enero 29 de 1969. Bibliografía: p. 430-431.

29. CAMPOA~foR, FEBNANDO G. «Vida y Pásión de una palabra.» (En: Bohemia. La Habana, año 62, no. 20, mayo 15, 1970, p. [21] ilus.) A la cabeza del título: Ojo. Contenido martiano: Ojos de Martí. 344 ASCARIO MARTIANO ASVCARIO MARTIASO 345 30. CAMPOS, JORGE. «José Martí y su novela “Lucía Jerez’*.)) (En: ÍIldCl. Madrid, año XXIV, no. ‘27%276, octubre-no\-iembre, 1969. p. ll. ilus) 14. ESTR~LCO. .&LBERTO. aEl “Manifiesto de Montecristi”.~ (En: Patria. La Habana, año XX\‘, no. 3, III- 1970, p. [ll-2) 31. CUIU~LLO, Doxrsco. «Epistolario martiano.» (En: Granma. La Habana. abril 7, 1970, p. 5) 45. -. «El Partido Revolucionario Cubano J El Manifiesto de Monte- Contiene: 250 Cartas Políticas en 1894. La Patria. agonía y deber. La cristi.)> (En: Vanguardia. Santa Clara, sept. ll, 1969, p. 2; sept. 18, Entraña híartiana. Falta el tiempo y sobra el decir. 1969, p. 2; sept. 19, 1969, p. 2)

32. C.~RTLK, Boro G. «Martí y las hijas de Gutiérrez Sájera.» (En: !5embra- 10. E~TR.~DE. Paco. Cuba. París [c. Librairie Arrnand Colin, 19691 64 p. ilus. dores de Amistad. Monterrey, N. L. [hkico] aiío XIII, v. XXV, no. 22?. mapa. 16.5 cm. (Jossier «sciences humainesu no. 6) Contenido martiano: febrero, 1970, p. 10-14. ilus.) La Proclamación del Partido Revolucionario Cubano el 10 dc abril. Carta a hlanuel hlercado (Campamento de Dos Ríos, La Sala hlarti de la Biblioteca Nacional posee estas páginas fotocopiadas. 18 de mayo de 1895)

33. «El Centenario Martiano.» (En: Avanzada. Guanabacoa, octubre, 1969, I T. FEKYÁSDEZ RETAMAR, ROBERTO. hlarti. hlontevideo, Uruguay, Biblioteca de p. 17-22. ilus.) JIarcha [1970] 142 p. 17 cm. (Colección Los Nuestros, 3) Contiene: Martí en su (Tercer) Mundo por Roberto Fernández Retamar. 34. CISNEROS, Raraóx. «El 24 de Febrero pudo haber sido el Grito de Santiago.» Los textos: Nuestra América. Madre América. La Conferencia Monetaria (En: Combatiente. Santiago de Cuba, año IX, no. 4, febrero 15, 1970, de las Repúblicas de América. La Verdad sobre los Estados Unidos. Vin- p. 6-7. ilus.) dicación de Cuba. El alma de la revolución y el deber de Cuba en Amé- rica. El Manifiesto de Montecristi. Carta a Manuel Mercado. Orientación 35. Cossío, NICOLÁS. «Martí y la música.» Esta es Za Historia a cargo de hlaría Bibliográfica. Luz de Nora [seud.] (En: Bohemia. La Habana, ato 61, no. 44, octubre 31, 1969, p. 98-100. ilus.; no. 47, nov. 21, 1969, p. 101-102. ilus.) 48. -. ((Notas sobre Martí, Lenin y la revolución anticolonial.» (En: Contiene: 1) White en la vida de Martí. II) Agramonte cn la vida Casa de las Américas. La Habana, año X, no. 59, marzo-abril, 1970, de Martí. p. 116.130) 36. CUBA. ~IINISTERIO DE Eoucac~óN. «Maestros.» (En: Granma. La Habana, Notas bibliográficas al pie de las páginas. diciembre 23, 1969, p. 2. ilus.) .lO. FRESCO, Josi: LCCI.4NO. <(Las Antillas en la obra revolucionaria de Martí.» 37. -. -. «Tan alta como las palmas» (tercer grado). Habana, (En: Granma. La Habana, febrero 24, 1970, p. 2. ilus.) 1969, 23 p. ilus. (Pueblo y Educación. «La vida de mi patria.») 50. -. (cE1 Manifiesto de 1Montecristi.x (En: Granma. La Habana, marzo 38. CUBILLAS, VICENTE. «Una Casa marcada por la Historia.» (En: Granma. 25, 1970, p. 5) La Habana, enero 27, 1970, p. 2. ilus.) ;i 1. G.4ncí.4 C.4RilASz.4 BASSETTI, ARACELI. «Bibliografía l\Iartiana.» (En: Cuba. 39. CCE Y BADA, JUAN ANDRÉS. «Importante versión nueva sobre la muerte de Biblioteca Nacional José hlartí. Anuario Martiano. Número 2. La Ha- Martí.» (En: Patria. La Habana, aÍio XXVI, no. 6, junio, 1970, p. [ll-3) bana, Depto. Colección Cubana, 1970, p. [587]-626) «Un artículo desconocido de Martí.»* (En: Cuba. 40. DEBICKI, ANDREW P. «José Martí: un empleo artístico de la anécdota.» 52. [G4RCíA M.4~Ru2, FINA.] Biblioteca Nacional José Martí. Anuario Martiano. Número 2. La Ha- (En: Revista Iberoamericana. [México] v. XXXV, no. 69, sept.-dic., 1969, bana, Depto. Colección Cubana, 1970, p. [Ill]-113) p. [491]-504) * «De París» articulo publicado en la sección Variedades de la Revista

41. Dí4z MARTÍNEZ, hI,wuEL. «El Modernismo en Cuba.» (En: Panorama de Universal de j&&&o, en el número del 9 de marzo de 1875. José Martí la Literatura Cubana. Conferencias. La Habana, Universidad de la Ha- firmó este artículo con el seudónimo de Anábuac. bana, 1970, p. 131-141) 53. G»NZÁLEZ, HI’LmIo. «Un orden para el caos.» (Segunda parte de Martí -42. «Dos cartas de Maceo.» (En: sin hIármo1) (En: Cuba. Biblioteca Nacional José Martí. Anuario Mar- Granma. La Habana, diciembre 4, 196?, 1). 2. La Habana, Depto. Colección Cubana, 1970, p. [193]- ilus.) tiano. Número 2. 375) C07hDE: Carta a José Martí (San José de Costa Rica, 12 de enero dr 1894) Carta a Flor Crombet (Barigua, 4 de marzo de 1878) ,5 1. GONZÁLEZ, h’k4XEL PEDRO. «Cuba y Rubén Darío.» Notas. (En: Unión. La Habana, año IX, no. 1, mar% 1970, P. 152-[1571) 43. «Dos documentos sobre la muerte de Martí.» (En: Cuba. Biblioteca Na- cional José hIartí. Anuario Martiano. Número 2. La Habana, Depto. 55. -. ((Radiografía espiritual de José Martí.» Critica de Libros. (En: Colección Cubana, 1970, p. [419]-423) Cuba. Biblioteca Nacional José Martí. Anuario Martiano. Número 2. La Contiene: 1. El testimonio de Ángel de la Guardia Bello, según su hijo Habana, Depto. Colección Cubana, 1970, p. [481]-592) Ángel de la Guardia Rosales. Carta de Enrique H. Moreno Plá a Cintio Sobre «Martí, revolucionario» de Ezequiel Martínez Estrada. Vitier. La Habana, mayo 24 de 1969. II. Carta del coronel Juan hfasó Parras al capitán Juan Maspons Franco, secretario privado de Maceo, en ,;6. GONZÁLEZ GUERRERO, ROGER. «Los Generales muertos en campaña.» (En: copia facilitada por el doctor Antonio Camacho Carballo. Verde Olivo. La Habana, año XI, no. 8, febrero 22, 1970, p. 25-31. ilus.) A la cabeza del título: 24 de Febrero de 1895. JNUARIO MARTIANO 347

-- J.. -. «La Llegada de los jefesn (En: Verde Olivo. La Habana. ano -XI. «Martí en la pintura.r (En: Granma. La Habana, no. 1.5, abril 12, 1970, p. 61-62. ilus.) Il. LÓPEZ OLIV4, %SCEL. marro 17, 1970, p. 5. ilus.) 58. GR.AST, >I%Rí.\. «Gn Acercamiento necesario.» (En: El Cniman lknbudo. 72. Losxn.4, JL-.ts. «Personalidad e Historia en José Martí.» (En: El Caimán Suplemwto Cultural de Juventud Rebelde. La Habana. época Il. no. 38: Barbudo. La Habana. época II, no. 38, marzo, 1970, p. 18.22; no. 39. marzo, 1970, p. 23-25. ilus.) junio, 1970, p, 19-24. ilus.) Acercamiento de Martí a la clase obrera norteamericana. 73. \I\RISELLO VID~~RRET.~. Jc.4~. Jo+<: ‘ilartí: une étude de Juan Mnrinello 39. «Lai12;rra Chiquita.» (En: Granma. La Habana, octubre 7, 1969, p, 2. awc un chois de textw. trente-cinq illustrntions. [Tradurtions de Max Daireaux, Jose Carner, Fmilie Noulet et hl. Buraurt] París, Editions Pierre 60. GI’E~UM, ERNESTO CHE. «José Martí.»* (En: Obras, 1957-1967. [La Seg!lers, 1970, 185 p. ilus. 16 cm. ((Poètes d’aujourd’hui, 193) Hnbana] Casa de las Américas, 1970, t. 2, p. 615-619) I-i. -. «Nuestra Literatl!:a del)- ser parte de nuestra Revolución.» (En: * Discurso en cl acto homenaje a José Martí, el 28 de enero de 1960. Bohemia. La Habana. año 61, no. 52. diciembre 26, 1969, p. 94-97, 113. ilus.) 61. «Historia del Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa.» En el 109 aniver- sario de su fundación 16 de junio de 1881-1970. [Guanabacoa, Comisión A la cabeza del título: Sobre Crítica Literaria. de Historia COR Regional, 19701 1 h. pleg., ilus. 24 cm. 7.5. -. «La poesía de Jose Marti en francés.» (En: Granma. La Ha- 62. «Ho Chi Minh.» (En: Bohemia. La Habana, año 62, no. 20, mayo 15, 1970, bana, junio 23, 1970, p. 4. ilus.) p. 30.[31]. ilus.) Juan Marinello, embajador de Cuba ante la UNESCO, concedió la siguiente en relación con la publicación, Sentido homenaje de José Martí al pueblo asiático en su obra «La Edad entrevista a la radio y televisión francesa. de Oro». en Francia, del libro «José Martí, Colección poetas de hoy», editado por la Casa Seghers. 63. JIMÉKEZ, JC’AN RA>tóx. «José Martí.» (En: Verde Olivo. La Habana, año X, no. 49, diciembre 7, 1969, p. 22-23. ilus.) í6. -. «Sobre nuestra Crítica Literaria.» (En: Cuba. Biblioteca Na- De su libro: «Españoles de tres mundos.» cional José Martí. Revista. La H a b ana, año 61, no. 1, enero-abril, 1970, p. S-17) 64. «José Martí.» (En: Bohemia. La Habana, año 62, no. 20, mayo 15, 1970, Contenido martiano: p. 7-8, 10, 16-17. p. [56-571. ilus.) -- A la cabeza del título: 19 de Mayo de 189.5. 4,. -. «EI Verso creciente de José Martí.»* Arte y literatara. (En: Bohemia. La Habana, año 62, no. 4, enero 33, 1970, p. [4]-13. ilus.) 65. LE RIVEREND BRUSSONE, JULIO. «Martí: ética y acción revolucionaria.» (En: A la cabeza del título: Francia en Martí. Martí en Francia. Casa de las Américas. La Habana, año X, no. 57, noviembre-diciembre, 1969, p. 38-48) * Consideraciones con que se cierra el ensayo de Marinello en el libro que enriquece la serie de Poètes d’aujourd’hui. (París, 1970) 66. -. «Martí: Ética y Acción Revolucionaria.» Algunas Ponencias apro- 78. <

70. «Libros de Martí y sobre Martí en Francia.» (En: Bohemia. La Habana, 82. ?tf1R,%ND.4 VALERA, AURELIO. «Martí Po1ítieo.u (A la luz actual.) La Ha. año 62, no. 4, enero 23, 1970, p. 13) baria. 1969. 136 p. ilus. 23 em. (Pueblo y Educación) Principales trabajos de Martí y sobre Martí publicados y en vías de pu- «Martí: su experiencia de Estados Unidos.» (En: Granma. blicación en Francia. 83. &IONAL, ISABEL. La Habana, febrero 9, 1970, p. 2. ilus.) 348 ANLY.4RIO MARTIANO ANUARIO MARTI.4NO 349

8 1. >IOR.ILES. S.~L~.~DOR. nJosé Martí y sus ideas económicas.» AIgu~as Ponencia= 100. PICHIRDO, HORTENSIA.

8.5. XOII~LES COELLO, JULIO. , (En:

112. -. «La República de Martí.n (En: Verde Olivo. La Habana. ano * Fragmento del capitulo aPasado inrnediatolo del libro i&hto lmegcn XI. no. 5. febrero 1, 1970. p. 22-23. ilus.) de dos tiempos. 1 1 ::. Rw is. \Id!lTi. r

16. -. ((El Artillero José Martí Zayas Bazán.» (En: Juventud Rcbcldc. 131. VILL.~MOR, JES¿.S. eMartí y los dep0rtes.n (En: El Deporte. La Habana, La Habana. febrero ll. 1970, p. 2. ilus.) año 2, no. ll, 1969, p. 14-[15] ihrs.)

116. ---. e?or un Martí de tamaño natura1.x (En: Juventud Rebelde. La 132. VITIER BOLAGOS, CINTIO. La Crítica Literaria y Estética en el siglo XIX cubano. Pról. y selección de Cintio Vitier. La Habana, Biblioteca Na- Habana. enero 28, 1970, p. 2. ilus.) cional José Martí, Depto. Colección Cubana, 1970. t. II. 481 p. 23 cm. 11:. S~\~EDR~, II¿CTOR DE. <

119. S.\R.~BI 1, NYDJA. «Con Martí de cara al sol...» (En: Bohemia. La Habana. 133. -. «Los Discursos de Martí.» (En: El Libro y El Pueblo. México, año 62, no. 3, enero 16, 1970, p. 14-20. ilus.) D.F., no. 56, septiembre, 1969, p. 22-25; no. ji, octubre, 1969, p. 16-19) Apuntes biográficos del médico patriota, Manuel SBnchez Silveira. -2 134. -. «Martí el Integrador.» Algunas Ponencias aprobadas en el ,~Erz- cnentro Provincial sobre el Pensamiento de Martí» (En: Cuba. Biblio- 120. SCHIILMAN, Iv,& A. Martí, Casal y el Modernismo. Tres Confercnci~. teca Nacional José Martí. Anuario Martiano. Número 2. La Habana, [Habana] Universidad de la Habana, Comisión de Extensión Universitaria, Depto. Colección Cubana, 1970, p. 190-192) 1969. 101 p. 19.5 cm. (Cuadernos Cubanos, ll) 135. -. «Notas Críticas 1.x (En: Cuba. Biblioteca Nacional José Martí. 121. SCH~JLMAN, IVÁN A. [Y] MAR’UEL PEDRO GONZÁLEZ. Martí, Darío y El Anuario Martiano. Número 2. La Habana, Depto. Colección Cubana, 1970, Modernismo con un prólogo de Cintio Vitier. Madrid, Editorial Gredas, S..4. p. [559]-569) [1969] 268 p. 20 cm. (Biblioteca Románica Hispánica II. Estudios y Contiene: Obras Completas. Prólogo y Cronología Biobibliográfica por Ensayos) Jorge Quintana... Caracas, 1964. Notre Amérique. Préface de Roberto Notas bibliográficas al pie de las páginas. Fernández Retamar... París, 1968. La Revolución de 1868. Selección y prólogo de Julio Le Riverend. La Habana, Instituto del Libro, 1968. 722. SHISHKINA, VALENTINA IVANOVNA. Ideario político-social de José Martí. Martí, joven revolucionario, por Juan Losada. Introd. de Rolando García. [Moscú] Ed. Universidad de Moscú, 1969. 114 p. ilus. 17.5 cm. La Habana, Comisión de Estudios Históricos de la UJC, 1969.

123. STOLBOV, V. «Los soviéticos rinden homenaje a José Martí.» (En: Nove- 136. -. «Noticias y comentarios.» (En: Cuba. Biblioteca Nacional José dades de Moscú. Moscú, no. 5 13951 enero, 1970, p. 4. ilus.) Martí. Anuario Martiano. Número 2. La Habana, Depto. Colección Cu- bana, 1970, p. [573]-585) 1%. [SOTO ACOSTA, JE&s]. el7 Temas Martianos.» (En: Juventud Rebelde. El IsmaeliBo de Teresita [Fernández] La visita de Schulman. La Habana, marzo 17, 1970, p. [2] ilus.) Contiene: Ocuje dice a Marti [Comentario de Nati González Freire sobre esta obra 125. -. «Más de 3,000 volúmenes tiene ya la Sala Martí.» (En: Ju- publicado en Bohemia (21 de febrero de 1969)] Jornada Nacional Mar- ventud Rebelde. La Habana, enero 27, 1970, p. 2. ilus.) tiana. Martí en San Alejandro. Martí en Francia [El profesor Jean La- more visito la Sala Martí] Martí en Estados Unidos [The José Martí 126. [TORRIENTE, LoLó DE LA]. «Anuario Martiano> por L. de la T. (En: Bo- Foundation] hemia. La Habana, año 62, no. 30, julio 24, 1970, p. 104. ilus.) 137. -. Poetas Cubanos, del Siglo XIX. Semblanzas. [La Habana, Edi- 12:. p. aEstrategia militar y literaria de un generalísimo.» (En: Bo- cioncs Unión, 19691 57 p. 19 cm. (Cuadernos de la Revista Unión, 2) hernia. La Habana, año 62, no. 7, febrero 13, 1970, p. 5-13. ilus.) Contenido martiano: El Maestro [Rafael María Mendive]: p. [30]-35. 128. -. «Formación de un Generalísimo.» (En: Bohemia. La Habana, El poeta [Martí]: p. [531-57. año 62, no. 5, enero 30, 1970, p. 4-11. ihs.) 138. -. el& Tumba de Marti.e [Poesía] (En: Cuba. Bibiloteca Nacional 129. -. «José Martí y La Apreciación de las Artes Plásticas.»* (En: JoSé Martí. Revista. La Habana, año 61, no. 1, enero-abril, 1970, p. 19-20) Cuba. Biblioteca Nacional Jo& Martí. Anuario Martiano. Número 2. La Habana, Depto. Colección Cubana, 1970, p. [433]-448) 352 ANCARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 353

148. ~‘Martí y los deportes.» Selección y notas por Mario G. del Cueto. (En: Bo APÉXDICE hemia. h Habana, año 56, no. 4, enero 24, 1964, p. 40-43. ilus) Contenido martiano: Máxímas deportivas de Martí. Boxeo (Párrafos de una crónica publicada en aLa Opinión Nacionalrr de Caracas el 4 de marso (Fichas rexgndns) de 1892). La Gimnasia (Educación Física) (Artículo publicado en aLa América» de New York, en marro de 1883. Fragmentos) Regatas de vela (Crónica aparecida en el periódico &a Naciónn de Buenos Aires el 19 ACTIVA de septiembre de 1885. (Párrafos) Carreras de Resistencia (Fragmentos de dos crónicas: una publicada el 22 de marzo de 1881 en «La Opinión Na- 1953 cionalu de Caracas y la otra el 15 de abril de 1888 en «La NaciónD, de Buenos Aires) Foot Ball Norteamericano (Reseña completa de un juego de fútbol yanqui publicado en aLa Nación» de Buenos Aires, el 139. «La Conferencia monetaria de las repúblicas de América.» (En: Hoy. La ll de enero de 1885) Habana. agosto 12, 1959, p. 2) 110. «Un Drama terrible.» (En: Hoy. La Habana, mayo 3, 1959, p. 2) 1965 Sobre los trágicos sucesos acaecidos en Chicago en 1866 con motivo de la huelga obrera. 149. uC&spedes y Agramonte.» (En: Verde Olivo. La Habana, año VI, no. 40, octubre 10, 1965, p. 60-62. ilus.) 1961 Publicado en El Avisador Cubano, Nueva York, octubre 10, 1888.

111. «Carta de Martí a Manuel Mercado.» (En: Hoy. La Habana, enero 29, 1961, 150. p. 33. ilus.) Contiene: Prólogo, por Mauricio Magdaleno. La Pasión de América.. La Carta de Martí a Ramón Emeterio Betances, médico puertorriqueño que Fgtd& Oro (Nuera York, 1889) Verso. La Paston de Cuba. Pagmas trabajó activamente por la emancipación de Cuba y de su patria, especial- mente en París, donde estudió, ejerció su profesión y residió largos años. 154. «El 10 de Octubre en los discursos de Martí.» (En: Granma. La Habana, 1964 octubre 10, 1968, p. [14] ihts.) Fragmentos de los discursos pronunciados por el Apóstol en esta fecha los años de 1887-1891. 116. «Circular de Gómez y Martí.» Esta es la Historia por María Luz de Nora [seud.] (En: Bohemia. La Habana, año 56, no. 4, enero 24, 1964, 1.55. José Martí. (En: An Anthology of Spanish Ameritan Literature. Second p. 104. ilus.) Edition. New York [cl9681 p. [373]-384) Cuartel General del Ejército Libertador, abril 28 de 1895. Contiene: Los Pinos Muevos. Nuestra América. Versos Sencillos. 14,. «Martí en presidio.» (En: Bohemia. La Habana, año 56, no. 4, enero 24, 1964, p. 105. ilus.) 1.56. Martí: Ciudadano y Apóstol. Su Ideario. Recopilado por Homero MuBoa. [Miami, c.19681 19 p. 17.5 cm. (Fragmento de «El Presidio Político en Cubas. Publicado, por primera vez, en Madrid, Imprenta de Ramón Ramírez, 1871) 1.57. El Presidio Político en Cuba. [New York] Ediciones Islas, 1968. 58 p. 18 cm. 1.58. ,<\indicaci& de Cuba. 21 (En: Granma. La Habana. octubre 12. 1968. P. [ ll 167. $1De la tradición de sus hombres. de la veneración de los mártires de la indc- ilw.) pendencia. del largo ejercicio de la guerra y del destierro surge a la vida política cl hombre cubano xerdadero.» ‘~1 de ,,,arro de 1889. (Tomado de <. de Hortencia Picbardo) Fragmento de la carta dirigida por .\lartí al «Se\,- York HeraId,) el 2 de ma!o de 189.5. ya en pleno desarrollo inicial de la guerra, a la cual 1969 CY lanzaba el pueblo cubano dispuesto a conquistar su libertad 1 el res- peto del mundo. A ese f’ m i 11 ar t’1 se dirigía. prerisoramente, a trar<;- dc ede órgano de prensa a la opinión mundial para explicar 10~ motis,,. esenciales de la re\olución cubana. un plena ebullición de los preparativos revolucionarios. el 26 de t!go*t(l 168. uEl dC.WIdlarco por Hayitas.» (En: Granma. La Habana. abril 1 I, 1~9. de 1893. «Patria» publicó este articulo de Martí... p. 2. ilus.)

160. ((El alma de Bolivnr nos alienta.» [Carta a Don l’alero Pujol] Jornada Sn- A la cabeza del título: 11 de abril de 1893. ciomd llartinna. (En: Granma. La Habana, febrero 17. 1969, p. 2. ilu...) Cohew: Apuntes del Diario de Martí y del Diario dc ~Iüximo Gtimc~. Quien habla cs un Martí de 2.1 aiios. Depdc Guatemala confiesa u hu 160. ((DiarioLa Habana,de Martí: abril De Cabo Haitiano a Dos Ríos)) [Fragmrnto] (En: Grnnnm. amigo Valero Pujol [noviembre 27, 18771 su dedicación americana... 11-16, 21-24, 26, 28, 1969. p. 2: mayo 2, 3, 7. 9, 12. 13, 15-17, 1969. p. 2) I 6 1. ) Habana. enero 7. 1969. p. 2) Jornada Nacional Martiana. (En: Granma. La Habana, marzo 18, 1960. p. 2. ilus.) 164. IrContra el nnexionismo.» Jornada Nacional Martiana. (En: Granma. La Habana. febrero 19. 1969, p. 2. ilus.) Bajo el titulo «El tercer aíío del Partido Revolucionario Cubano», el perió- dico «Patria)), de Nueva York, publicó en su edición del 17 de abril de Fragmentos de la carta enviada por nuestro Apóstol a Ricardo Rodrigucz 189‘1. un artículo de José Martí donde el Apóstol advierte la significación Otero, fechada en Nueva York, el 16 de mayo de 1886. de la independencia de Cuba y Puerlo Rico con el contexto de las Ilaciones 165. w Contra lacayos y pedantes.» Jornada Nacional Martiana. (En: Granma. hispanoamericanas. He aquí su último párrafo. La Habana. marzo 1, 1969. p. 2) 17.3. «Gobernante, en un pueblo nuevo, quiere decir creador.» Jornada Nacionnl Fragmentos del discurso pronunciado por Martí. en 1892. en la Sociedad Mnrtiam. (En: Granma. La Habana, marzo 21, 1969: p. 2. ilue.) Literaria Hispanoamericana, en honor a Venezuela, y en donde se pucdcn En estos fragmentos del artículo «Nuestra América», escrito en -tl&xico cn apreciar sus dotes oratorias, su visión poética y el inmenso amor 3 la enero de 1891. Martí se refiere a la necesidad de partir de la realidad libertad y la independencia del hombre americano, que impulsaron en t!l su latinoamericana para alcanzar las instituciones que han de presidirlos. Es destino de revolucionario integral. un llamado a la originalidad, a la creación y al cese en la copia mecá. 166. «De honda raíz ha de venir. y a grande espacio ha de tender toda obra de nica de modelos foráneos. la mente.)) Jorrzuda Nacional Martiana. (En: Granma. La Habana. fc- 17 1. KEI Golpe no fue en el jornal smo en el corazón...» Jornada :Vaciolzul .\fnr brero 25. 1969. p. 2) tiancr. (En: Grnnma. La Habana, febrero 20, 1969, p. 2) Estos fragmentos martianos pertenecen al trabajo titulado «El carácter dv la revista venezolana», de 1.5 de julio de 1881. Este articulo está dedicado Frente a las injusticias cometidas por las autoridades yanquis conira lo+ tabaqueros cubanos en Key West. se le\-antó la loe de Martí... [Frapm~nto u un tema venezolano. pero su contenido le da una trascendencia latino- do su articulo «A Cuba».] americana y universal. ANUARIO JIARTIANO 357 AEC-ARIO 31.4RTIANO

186. apalabras de Martí.n (En: Bohemia. La Habana, año 61, no. 30, julio 25, <, Gran Exposición de Ganado.» (En: Bohemia. La Habana. año 61, no. 10. 1969. p. 102. ilus.) marzo 7, 1969, p. 5.[9] ilus.) Contiene: El arte de pelear. La Escuela. Bodas con la Patria. Carta al Señor Director de La i’iación, IVueva York, mayo 34, 1887. la:. ~(Los pobres de la tierra.» Jornada Nacional Martiana. (En: Granma. La ,,I.os grandes tiempos requieren grandes sacrificios.» [Carta al General Máximo Habana, febrero 13, 1969, p. 2. ilus.) Gómez] (En: Granma. La Habana, abril 7, 1969, p. 2. ilus.) Los tabaqueros cubanos habían laborado, sin paga, para la independencia. José Marti, a nombre del Partido Revolucionario Cubano, ofreció al Ge- Martí recogió en esta crónica . . . el espíritu de esa revolución que sc neral Máximo Gómez, en esta histórica carta de 13 de septiembre de 1892, alzaba: profunda, popular y que no sería ingrata con los pobres de la tierra. la organización y mando del Ejército Libertador. El Apóstol llama a con- 188. ((EI Poeta Walt Whitman.» (En: Bohemia. La Habana, año 61, no. 32, quistar la libertad de Cuba y Puerto Rico y «asegurar la independencia agosto 8, 1969, p. 4-11. h.) amenazada de las Antillas, y el equilibrio y porvenir de la familia de nuestros pueblos de América». El Partido Liberal, México, 1887. Este trabajo fue enviado también por Martí a La Nación de Buenos Aires 177. «Granos de oro en las cartas de Martí a Gonzalo de Quesada.» Seleccionados con fecha 23 de abril de 1887, donde salió publicado el 26 de junio del E el Dr. Enrique H. Moreno Plá. (P remio del Fórum Martiano, 1967) mismo año. Patria. La Habana, ano XXV, no. 8, agosto, 1969, p. 6; alío XXVI, no.n2, febrero, 1970, p. 5) 189. «El Presidio Político en Cuba: Era un niño.» (En: Granma. La Habana, abril 4, 1969, p. 2. ilus.) 178. «Injértese en nuestras Repúblicas el Mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras Repúblicas.» Jornodo Nacional Martiana. (En: Granma. Le Ha- 190. «El Primer Combate.» Jornada Nacional Martiana. (En: Granma. La Ha- bana, marzo 2.4, 1969, p. 2. ilus.) bana, enero 29, 1969, p. 2) En este fragmento de «Nuestra Américau, México 1891, José Martí vuelca Cerca de Guantánamo, 28 de abril de 1895. su espiritu latinoamericano en conceptos referidos al hombre, la tierra, la 191. «La Protesta de Baraguá: de lo más glorioso de nuestra historia.» [Carta al política y la educación de nuestros pueblos, buscando crear una conciencia General Antonio Maceo] loma& Nacional Martiana. (En: Granma. La histórica y medidas de acción políticas para la liberación integral del hombre Habana, marzo 15, 1969, p. 2. ilus.) latinoamericano. Carta que el Apóstol dirige al Titán de Bronce, en mayo de 1893. 179. «Joaquín Tejada.» (En: Columna [C.J.E.A.O.] Santiago de Cuba, año II, 192. « iLa razón, si quiere guiar, tiene que entrar en la caballería! » Jornada Na- no. 2, marzo-junio, 1969, p. [ll]) cional Martiana. (En: Granma. La Habana, marzo 6, 1969; p. 2) 180. «Manifiesto de Montecristi. El Partido Revolucionario Cubano a Cuba.» Jor- Fragmento del discurso pronunciado por Martí el 10 de octubre de 1890, da Nacional Martiana. (En: Granma. La Habana, mamo 25, 1969, en Nueva York. Es un fogoso y lúcido llamamiento a la acción revolu- p. 2. ilus.) cionaria y una justa defensa de las virtudes del pueblo cubano, negadas en aquella época como en ésta por los enemigos de la libertad. ial. «Martí: La Conferencia Monetaria de las Repúblicas de América.» (En: Granma. La Habana, enero 7, 1969, p. 2) 193. «Sólo las virtudes producen en los pueblos un bienestar constante y serio.» Fragmento del artículo publicado por Martí en cLa Revista Ilustrada» Jornada Nacional Martianu. (En: Granma. La Habana, marzo 6, 1969, de mayo de 1891. P* 2) Fragmento de la lectura ofrecida por Martí en la reunión de emigrados 182. «Martí, revolucionario latinoamericano.» [Carta a Federico Henríquea y Car- cubanos, en Nueva York, el 24 de enero de 1880. En ella, su palabra de vajal. Montecristi, 25 de marzo de 18951 (En: Granma. La Habana, revolucionario y de patriota llamó, vibrante, al pueblo cubano a tomar con- enero 8, 1969, p. 3) ciencia de su historia y destino, a luchar por la independencia y soberanía. 183. ((Mientras haya obra que hacer, un hombre entero no tiene derecho a reposar.» 194. «Walker fue a Nicaragua por los E.E.U.U., por los E.E.U.U., fue López a Cuba.» [Carta a su madre] Jornuda Nacional Martima. (En: Granma. La Ha- Jornada Nacional Martiana. (En: Granma. La Habana, febrero 26, 1969, bana, enero 23, 1969, p. 2. ilus.) p. 2. ilus.) Esta carta a la madre [mayo 15, 18941 refleja al Martí profundamente Fragmentos del artículo publicado en &I Nación» de Buenos Aires, el humano, que, embebido en lo más duro de su faena literaria, sabía con- 20 de diciembre de 1889. Fue escrito por Martí con motivo de la Confe- jugarla con el deber filial, consolar incomprensiones y ratificar la tristeza rencia Internacional Americana, celebrada en Washington. de su obra. 195. KY somos uno, y podemos ir al fin...» Jornada Nacional Martiana. (En: 184. «La muerte de los italianos.» Jornudo Nacional Martiana. (En: Granma. Granma. La Habana, marzo 17, 1969, p. 2. ilus.) La Habana, enero 21, 1969, p. 2. ilus.) Este fragmento de Martí está tomado de su famoso discurso, pronunciado «La Nación», Buenos Aires, 20 de mayo de 1891. cn Tampa el 26 de noviembre de 1891, en el Club Ignacio Agramonte, «Con todos y para el bien de todosr. Las palabras de Martí, como siempre, 185. «El norte injusto y codicioso.r> Jornada Nacional Martiana. (En: Granma. apelaban, en aquella ocasión, al concurso de todos para la difícil obra en La Habana, febrero 14, 1969, p. 2. Rus.) el proceso revolucionario y hacían resaltar las raíces de ese proceso, sus En el periódico «Patria», el 19 de agosto de 1893, el Apóstol, en un peligros y dificultades, y el deber de todos para culminarlo, a toda costa artículo titulado «La Crisis y el Partido Revolucionario Cubano», enjuicia y riesgo. a los Estados Unidos, mostrando una vea más su profundo antimperialismo... ASUARIO JIARTIASO 359

213. Mumí, JORCE L. *(Raíz y Ala». de -4nita Arroyo. (En: El ‘tiundo. L Habana. enero 30. 19.55. p. A-6) PISIV.4 ;! 1 1. \iLDIS4, w4LDO. s\Iarti es la esperanza.» (En: El ‘tIundo. La Habana, 193 enero 29. 1955. p. A-6) ‘13. S~AZ~R C., ROS\. NJ& Martí y la Educación.» (En: Revista Ecuatoriana t’:O. .jI F.CHí\. FVR\.,\Do. U alt U-hitman en Hispanoamerica. México, 19.ii. de Educación. Quito. año 8. no. 39, sept.-oct., 1955. p. 124.152) II0 p. 205 cm. (Colección Studium, 5) Contiene: Introducción. Xlarti y la Educarión. Conclusiones. Marti Pe- 1');. \m 84, Jhswro. (

L!IJU. Ih~s.Á~o~z Awto~.no. EHXSTO. «El pensamiento jurídico de Martí.» En- 2 17. GARCí.4 GALÁN, GABRIEL. «Vocación de maestro en José Martí.» (En: Edu- trelineas. (En: Diario de la Marina. La Habana, enero 28, 1952, p. 4) cación Municipal. La Habana, año 1, no. 3, noviembre-diciembre, 1956, p. 26-27) 201. GoxzÁ~ez, Masa-F.I. PEDRO. Aspectos inexplorados en la obra de José Martí. (En: Cursos y Confrrencias. Buenos Aires. diciembre 1954, p. 313-325) 218. [ICHASO, FRANCISCO]. «El Heroico impaciente.» por F. 1. [seud.] Aguja de marear. (En: Diario de la Marina. La Habana, enero 28, 1956, p. 4-A) ZOZ. J~IL.L, KIWY MITCHEL,L. «Desde mi jardín.» (En: Revista de Agricultura. La Habana, abril de 1953 a febrero de 1954, p. 109-113) 2 IV. PE~T~~YW, SATURNINO. «El pensamiento de Marti y la agricultura Cubana.>> Fruticultura. (En: Diario de la Marina. La Habana, enero 29, 1956, Homenaje al Apóstol Marti, en el programa «Desde mi jardín», transmi- p. 5-D) tido por el Circuito C.M.Q. Televisión, el domingo 25 de enero de 1952. 220. Ptcón SALAS, MARIANO. «Arte y virtud en José Martí.» (En: Cordillera. 203. «José Martí, Recuento de Centenario.» Por Félix Lizaso. La Habana, 1953. La Paz. Bolivia, año 1, no. 1, julio-agosto, 1956, p. 20-23) Los Libros y las Letras. (En: Los Principios. Córdoba, marzo 15, 1954) «The America of José Martí.» (En: El Mundo. La Habana, 221. PIF:DRA BUENO. ANDRÉS DE. aMarti y la agricultura.» (En: Revista de 2U~t. J.IZASO, FÉLIX. Agricultura. La Habana, septiembre de 1954 a marzo de 1956, p. 110-113) enero 26, 1954, p. A-6)

90.5. -. «Marti rebasa su centenario.>> (En: El Mundo, enero 28, 1954, 1957 p. A-6) 206. &14ÑACH, JOBGE. «Ahora, dejémosle descansar.» Relieaes. (En: Diario de ---.*WV BAQ~ERO, G.móx. ctE1 Lento nacimiento de Martí.» (En: Diario de la la Marina. La Habana, enero 29, 1954, p. 4) Marina. La Habana, enero 27, 1957, p. 2-D) X3. CmcóN Y Cn~vo, JOSÉ MARÍA. 207. PERAZA, FEtrMíx. «José Martí.» Vidas Cubams. (En: El Mundo. La Ha- «Gabriela Mistral y La Lengua de Martí.» baria, enero 28, 1954, p. A-12) (En: Diario de la Marina. La Habana, enero 19, 1957, p. 4-A) 224. DE CAROLIS, ESTELA G. DE. 208. NI;~s, ALFONSO. «Imágenes de Escritores.» Encuentros con Pedro Henriquez «Devoción de José Martí en la independencia Ureña. (En: Diario de Yucatán. Mérida, noviembre 20, 1954) de Cuba.» (En: El Litoral. Santa Fé, Argentina, mayo 19, 1957) 225. GUERRA, RA~~LRO. «Evocación de Martí.» (En: Diario de la Marina. La 1955 Habana, enero 30, 1957, p. 4-A) 226. L,4víIv, PABLO F. «José Marti simbolo universal del humanismo.» (Eu: 2U9. ,%L,‘AREZ, &11RI.4&1. «Una Biblioteca Escolar. La Biblioteca “José Marti” de Diario de la Marina. La Habana, enero 27, 1957, p. 1-C) la Escuela Porfirio Brenes, San José, Costa Rica.» (En: Asociación COS- tarricense de Bibliotecarios. Boletín. San José de Costa Rica, año 1. no. 2-3, 224. MISTRAL, GABRIELI. <(Fragmento de “La Lengua de Martí”.» (En: Diario diciembre, 1955, p. 18-20) de la Marina. La Habana, enero 13, 1957, p. 13-D) I 210. C~SASUS, JUAN J. E. «Aniversarios Patrios.» (En: Diario de la Marina. 228. PAC’CKER, ELEAKOR. «Unamuno y la poesía hispanoamericana.» (En: Bw Rotograbado. La Habana, enero 30, 1955, p. [7] ilus.) Iivar. Bogotá, v. 10, entrega no. 1, no. 46, agosto, 1957, p. [45]-73) Contenido martiano: Capítulo VI: José Marti. 211. Crr \cóx I- C.4~10, JOSÉ MARí.4. «Martí en Italia.» Hechos y Comentarios. (En: Diario de la Marina. La Habana, enero 29, 1955, p. 4-A) 2-9. VALLE, B.AFAEL HELIODORO. «Columna de Humo.» (En: Diario de la Ma- rina. La Habana, enero 4, 1957, p. 4-A) 212. hZAS0, FÉLIX. ((Mendive, el Glorioso Maestro.» (En: El Mundo. La Ha- bana, enero 25, 1955, p. A-6) Sobre el epistolario de Rosario de la Peña. 360 ASCARIO hIAR’TI?\NO ANUARIO hIARTIAN0 361

1958 240. &f RICAS, ASTOSIO. «El día que “engañamos” a 3fartí.y (En: El Mundo de la Educación. La Habana, julio 3. 1960, p. 8-9) 230. C.AEO. QL IZO [SEKD.] «El Sentimiento amoroso en la obra libertadora de 211. >fEJi& S~SCHEZ, ERSESTO. nDiez años de Bibliografía Martiana.» (En: José Martí.» (En: Cultura. San Salvador. no. 12, enero-marzo, 1958, Lanza y Letras. Guatemala, no. 27-28, julbagosto, 1960, p. [5]) p. 133-139. ihls.)

Contiene: El Apostolado de la libertad. Concepción amorosa de la libertad. 1961 Las Armas del .4p&.tol. Un retrato del Apóstol. El Profeta, que lo fue en tierra. 212. CSTRO Rcz. FIDEL. «Así comenzó la revolución que llevó a cabo la obra 231. CRUZ, ?&Rì-. ((Prisma: “Alegría Viva: Martí”.» (En: Hemisferio. México, de Marti.» (En: Hoy. La Habana, enero 29, 1961, p. 8) febrero 2, 1958, p. 3, 6) Fragmento del discurso del Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto de inauguración de la ciudad escolar «Abel Santamaría)), donde 3ti. 3 -.9 ((Lucidos actos en el 105 aniversario del natalicio de Martí.» (En: Diario antes estaba el cuartel militar «Leoncio Vidal», en la ciudad de Santa de la Marina. La Habana, enero 29, 1958, p. [l-A] 7 B) Clara. Sábado 28 de enero de 1961. Contiene: En el Senado de la República. Discurso del Senador Radio Cremata. Fisonomía moral. El Apóstol o la idea. Cuba, España y América. 2-$3. ENCLEKIRK, JOHN E. Notes on Emerson in Latin America: separata de la Síntesis de una personalidad. Invocación por la concordia. El magno revista PMLA. Publication of the Modern Language-Association-of-America, desfile escolar. Las escuelas privadas. El Instituto Cívico Militar. La Cruz vol. LXXVI, no. 3, New York, 1961. 22?-232 p. 26 cm. Roja. Las coronas. Actos en las escuelas y visitas. La Universidad Na- 244. HERNÁNDEZ CATÁ, ALFONSO. CBelén, Estampa del Nacimiento.)) (En: El cional José Martí. El desfile escolar. La sesión-almuerzo del Club de Leones htundo del Domingo. La Habana, enero 29, 1961, p. 2) dedicada a Martí. Los emigrados celebraron el natalicio del Apóstol. El Acto. Entrega de la bandera. En la T esorería General de la República. 245. «Iván A. Schulman: “Símbolo y color de la obra de José Martí”» por A.B.F. Homenaje a Martí en el Gobierno Provincial. Emotivo homenaje a Martí [seud.] (En: Cuadernos. París, no. 52, sept., 1961, p. 87) en Marianao. Ofrendas florales. Homenaje a Martí en San Salvador. El 28 de enero en México. 246. NAVARRO LINA, MANUEL. «Presencia de José Martí.» (En: Hoy. La Ha- bana, enero 28, 1961, p. 2) 233. «Martí en la aurora de su nacimient0.n por El Bachiller de Almansa [seud.] Aguja de narear. (En: Diario de la Marina. La Habana, enero 28, 1958, 1962 p. 4-A) 247. nDe la vida breve.» (En: Bohemia. La Habana, año 54, no. 4, enero 28, 1959 1962, p. 26, 111. ilus.) Datos biográficos. 234. GANS, OSCAR. ((Las dos revoluciones.» (En: Diario de la Marina. La Ha- bana, enero 28, 1959, p. 4-A) 248. LÓPEZ MORALES, HUMBERTO. «Un Aspecto olvidado del Martí 1iterario.n (En: Cuadernos Hispanoamericanos. Madrid, v. 49, no. 145, enero, 1962, 235. LIZASO, FÉLIX. Martí and the Cuban Revolutionary Party. [La Habana, p. 53-60) 19591 p. 131-202. 249. &RTíNEz ESTRADA, EZEQUIEL. «Hostos, Sarmiento y Martí, educad0res.n Pruebas de planas de: A History of the Cuban nation. V.6. Tr. from (En: La Gaceta. México, Fondo de Cultura Económica, año 9, no. 99-100, the Spanish by Raoul L. Washington. noviembre-diciembre, 1962, p. 16) «Una teoría política del lenguaje. De “José 236. MARINELLO VIDALTRRETA, JUAN. 230. VALIENTE, ANGEL. «Recado a Martí.b (En: Con la Guardia en Alto. La Martí escritor americano”.> (En: Hoy. La Habana, mayo 6, 1959, p. 2) Habana, no. ll, mayo 15, 1962, p. 58)

237. «Martí contra el prejuicio y la discriminación racial.)) (En: Verde Olivo. 251. VALLE, RAFAEL HELIODORO. «Poemas desconocidos de Martí.» (En: Boletín La Habana, año 1, no. 7, mayo 25, 1959, p. 6) Bibliográfico de la Secretaría de Hacienda y crédito público. México, no. 240, febrero, 1962, p. 6) 1960 1963 238. ALVÁREZ, FEDERICO. «Martí no fue un precursor del modernismo.» (En: Gaceta de Letras,* Caracas, mayo 26, 1960) 252. BOCHET-HuRÉ, MME. CLAUDE. «De Cap Haitien a Dos Ríos.» (En: L’Arc. * órgano de los alumnos de la Escuela de Letras de la Universidad París, no. 23, 1963) Central de Venezuela. 253. BOSCO, MARfA ANGÉLICA. «El pecado de la novela autobiográfica.» (En: Versión. Mendoza, Argentina, nov., 1963, p. 29-33) 239. ARRIAS, ALFONSO. «La adivinación mágica de Martí.» (En: El Tiempo Bogotá, julio 10, 1960) 254. BUENO MENÉNDEZ, SALVADOR. rrLa familia de Martín, por Ezequiel Martínez Lecturas dominicales. Estrada. Reseíicr. (En: El Mundo. La Habana, abril 21, 1963) ,4NL.4RlO \14HTI \.so 363

2.5;. -. ((Ramón Emeterio Betances.s (En: Bohemia. La Habana, año j.j. ZT?. -----. ~~‘tlartí y el 10 de abri1.u (En: Patria. La Habana. año XX. no. 38. septiembre 20. 1963. p. 32-33, 73. ilus.) no. 4, abril. 196-1. p. 5) Z.?h. <,Jo& llarti (1833.1895).r (En: El Orientador Revolucionario. La Habana. 2:‘:. -. x‘tlarti y los libros.,) (En: Patria. La Habana. año XX. no. 6, no. 30. mayo 15. 1963. p. 17-20. ilus.) junio. 1964. p. 31) .% la cabeza del titulo: Biografías Breves. -1-‘-I. -. 11 El mejor regalo.,, * (En: Patria. La Habana, año X-X. no. 3, >.iT. 44RABI.4. xVrDI.4. «\-iaión martiana de Carlos Marx.» (En: El Mundo. La marzo, 1964, p. S-7) Habana. mar.zo ll, 1963. p. 4) * ;Aquellas armas estaban destinadas a encender de nuevo la revolución en Cuba! 196i -,.'-- .a. h-4V,4RKO hS.4, Masu~~. «Presencia de la eterna agonía.» [Poesía] Dos Poetas Reducionarios. (En: Bohemia. La Habana, año 56, no. 4, enero 2;::. cc :\r1&dorUs. >) (1-n: Bohemia. La Habana, afro 56. no. 8, febrero 21, 1964, 24, 196.4, p. [78] ilus.) p. 13) A la cabeza del título: De Martí. 276. [@ITA Rcrz, J~stis]. < (En: Patria. La Habana, aiio XX, no. 10, octubre, 1964, p. 5) 2hO. CWIW~~MOR, F~:RXAKDO G. El cronista José Martí. (En: Rotograbado de Revolución. La Habana, enero 27, 1964, p. 3-5. ilus.) 278. -. «Opinión de Sandoval sobre Martí.» (En: Patria. La Habana, año XX, no. 5. mayo, 1964, p. 9-10) 261. C.\sano SAN GERMÁN, ARTURO. La Medalla de Martí. (En: El Mundo del Domingo. La Habana, noviembre 15, 1964, p. 3. ilus.) X0. SARABIA, NYDIA. «Martí en Nueva York.» (En: El Mundo. La Habana, noviembre l?: 1964, p. 4) 2112. C~~SPKDLS. RLYBÉN. Dónde y cómo murió Martí. (En: Hoy. La Habana, mayo 19, 1964. p. 2) 280. -. «Martí, pensamiento de América.» (En: El Mundo. La Habana, febrero ll, 1964, p. 4) 263. GARcíA DEL CUETO, M.4~10. Martí y los deportes. (En: Bohemia. La Ha- bana, año 56, no. 4, enero 24, 1964, p. 40-43. ilus.) 281. [TORRIENTE, LoLó DE LA]. «Un niño en una tempestad.» Esta es Za Historia por María Luz de Nora [seud.] (En: Bohemia. La Habana, año 56, 264. GONZÁLEZ, MANUEL PEDRO. Intemperancia y arbitrariedad de un sofista. no. 4, enero 24, 1964, p. 104-105, 113. ilus.) Pokhica. (En: Unión. La Habana, año 3, no. 4, oct.,-dic., 1964, p. 137-144) 282. CsVigencia de Martí en Cuba Socialista.» (En: Agro. La Habana, año III, 365. HERSÁKDEZ Capá, ALFONSO. Don Cayetano el informal. (En: Bohemia. no. 35, enero 30, 1964, p. 8. ilus.) La Habana, año 56, no. 4, enero 24, 1964, p. 32-33, 90. ilus.)

266. HonREco ESTUCH. LEOPOLDO. xE1 24 de febrero y eI 68.)) (En: Bohemia. 1965 La Habana, año 56. no. 8, febrero 21, 1964, p. 11-13, 98. ilus.) 283. B4s, JUAN. «Martí y Viet Nam.» (En: Granma. La Habana, octubre 20, 267. JII\I~NEZ, JUAN h&ukv. «Héroe de la vida y de la muerte.» Esta es Za his- 1965, p. 2) toria por María Luz de Nora [seud.] (En: Bohemia. La Habana, año 56, no. 4, enero 24, 1964, p. 105) 28-k GARcíA ESPINOS.~, JUAN hl. «En torno a Ia novela del Apóstol.» (En: Uni- versidad de la Habana. La Habana, año XXIX, no. 171, enero-febrero, 268. ((José Martí. Obras Completas (XII al XIV)» (En: Escuela y Revolución 1965, p. 7-99) en Cuba. La Habana, año III, no. 15, julio-dic., 1964) 28.5. GOXZÁLEZ B.~RRIos~ J. «Interpretación Martiana del Deporte.» (En: Hoy. 26<). M4wíxEz ESTRADA, EZEQUIEL. «A un año más del natalicio de José Martí.» La Habana. enero 28, 1965, p. 7) (En: La Gaceta. México, Fondo de Cultura Económica ,aiio ll, no. 114, febrero, 1964, p. 1) 286. HEDBERG, K1Ls. «José Martí y el artista Norrman.» (En: Universidad de la Habana. La Habana, año XXIX, no. 172, marzo-abril, 1965, p. 77-127) 270. MORENO PLÁ, ESRIQUE H. «La Carta que Martí no terminó.» (En: Patria. 28;. crIconog&ía de Martí.» Esta es Za Historia. (En: Bohemia. La Habana, La Habana, año XX, no. 5, mayo, 1964, p. 5-7) año 57, no. 4, enero 22, 1965, p. 8-[13] ilua.) Carta inconclusa a Manuel Mercado. Campamento de Dos Ríos, mayo 18. 1895) 288. &IARTíNEZ ESTRAD.4, EZEQUIEL. «Dos capítulos sobre Martí: La libertad. El sindicalismo.» (En: Sur. Buenos Aires, no. 295, julio-agosto, 1965, p. 8-19) 271. -. «Fernandina.» (En: Patria. La Habana, año XX, no. 1, enero, Se trata de «dos textos inéditos» correspondientes al Tomo II de la obra 1964. p. 5-7) sobre Martí, que quedó inconclusa. 364 AZc.%RIO XIARTIAXO ANCARIO MARTIASO 365

289. ‘th:\oi.z, >~.~sL-EL ISIDRO. aLos Padres de José Martí. - El Día que nace.o Esta es la Historia. (En: Bohemia. La Habana, año 57, no. 4, enero 22, RoDRícc-Ez RI\ FR.4. GCILLERXIO. «La métrica en Flores del Destierron 1963. p. 4-5. ihts.) (En: Cniversidad de la Habana. La Habana, año XxX, no. 178. mano abril, 1966, p. 23-36) 290. >IOHE>O PL.~. ESRIQIIE H. «Gonzalo de Quesada. editor de Marti.» (En: P;ltria. La Habana, año XXI, no. 1.2, diciembre, 1965, p. 4-6) S4H4BIA. N>DIi. «Carta inédita sobre Martí.» (En: El Mundo. La Habana, enero 11, 1966, p. 4) 291. -. «El Plan de Fernandina.]) (En: Universidad de la Habana. La Carta de Carmen Miyares a Clara Pujals, fechada en Central Valley. Habana, no. 174, julio-agosto, 1965, p. 125-151) julio 2-l de 1895. 292. [ORT.~ Rt.rz, JES¿.S]. «Adolescencia del hijo de Martí» [por el] Indio Sabori [seud.] (En: Hoy. La Habana, septiembre 24, 1965, p. 2) 1967 293. H~JI(; DE LELXHSöXRIX, EBIILIO. Martí y la República Española de 1873. Esta es la Historia. (En: Bohemia. La Habana, año 57, no. 4, enero 22, 308. ARROYO, ANITA. América en su Literatura. San Juan, Editorial Universi- 1965. p. 6-7. Bus.) taria, Ediciones de la Torre. Universidad de Puerto Rico _Fc19671 _ 608 P. 22 cm. Contenido martiano: Capítulo Xx111. Hostos y Martí: Universalismo 1966 Antillano. Capitulo XXIV. El Modernismo, aporte de América.

294. «Acta del entierro de Martí.» Esta es Ea Historia a cargo de María Luz de CLISSOLD, STEPHEN. Perfil cultural de latinoamérica. Tr. de J. M. García Nora [seud.] (En: Bohemia. La Habana, año 58, no. 27, julio 8, 1966, de la Mora. [Barcelona] Editorial Labor, S.A. [1967] 125 p. 20 cm. (Nueva Colección Labor.) P. 77) Contenido martiano: Cuba y Martí (p. 81-85) La necesidad de la «eman- 295. Amas, SALVADOR. «Estudio de “Los dos príncipes” de José Martí.» (En: cipación económica» (p. 88) La emancipación del negro (p. 111) Universidad de la Habana. La Habana, no. 178, marzo-abril, 1966, p. 37-57) 310. EETENGER, RAFAEL. Vida de Martí. [8a. ed.] Rio Piedras, P.R., Ediciones 296. BRAVO-VILLASANTE, CARMEN. Historia y antología de la literatura infantil Mirador, 1967. 150 p. ilus. 20 cm. iberoamericana. Madrid, Editorial Doncel [1966] 2 t. ilus. 24 cm. Contenido martiano: t. 1, p. 25, 228, 298-300, 302, 306, 307, 414, 462. 311. GONZÁLEZ, MANUEL PEDRO. aEl “José Martí” de Ezequiel Martínez Es- trada.» (En: Revista del Granma. La Habana, año 3, no. 16, abril 15, 297. «Ezequiel Martínez Estrada; Martí, el héroe y su acción revolucionaria.» Re- 1967, p. 2-3) serla por H. M. [seud.] (En: Siempre. México, no. 250, noviembre 30, -. «El “José Marti” de Ezequiel Martínez Estrada.» (En: Granma. 1966) 312. Edición aérea para Latinoamérica. Cuba, abril 23, 1967, p. 9) 298. FERNÁNDEZ, ANGEL. «El Cementerio Santa Ifigenia: Parque, Monumento «Apología de Martí.» (En: Bohemia. La Habana, Naciona1.u Esta es la Historia a cargo de Maria Luz de Nora [seud.] 313. GCEVARA, ERNESTO CIIE. año 59, no. 42, octubre 20, 1967, p. 22-23. ilus.) (En: Bohemia. La Habana, aíío 58, no. 27, julio 8, 1966, p. 76-79. ilus.) 314. LUZ LEÓN, JOSÉ DE LA. «Gonzalo de Quesada en Martí» por Clara del 299. HORRECO ESTUCH, LEOPOLDO. «Martí: su americanismo.» (En: Bohemia. Claro Valle [seud.] (En: El Mundo del Domingo. La Habana, junio 4, La Habana, año 58, no. 4, enero 28, 1966, p. 10&106, 113. ihrs.) ll, 25, 1967, p. 3)

300. Lvz LEON, JOSE DE LA. nLa idea de la muerte en Martí.» por Clara del 315. MORENO PLA, ENRIQUE H. «Una dedicatoria desconocida de Martí.» (En: Claro Valle [seud.] (En: El Mundo del Domingo. La Habana, mayo 8, Patria. La Habana, año Xx111, no. 10, octubre, 1967, p. 5-6) 29, 1966, p. 3 y 4 respectivamente) «A Rosalia Barrios, que me ha hecho conocer la ventura de tener dos 301. MIRABAL, VICTOR. «La estatua de Martí tiene un error.» Fotos: Fernando madres. Su José Martí, El Cayo 9 de diciembre del 92)). Lezcano. (En: El Mundo del Domingo. Habana, mayo 15, 1966, p. 4) 316. -. «Martí y Gonzalo de Quesada en el Forum Martiano.» (En: 302. MORENO PLÁ, ENRIQUE H. «“IsmaeIillo” en la Habana.r, (En: Patria. La Patria. La Habana, aEo Xx111, no. 3, mamo, 1967, p. 2) Habana, año Xx11, no. 8, agosto, 1966, p. 5-6) 317. “Nuestro homenaje a Martí.» (En: Granma. La Habana, enero 27, 28, 1967, 303. PÉREZ DE ACEVEDO, ROBERTO. «Martí y sus homónimoss (En: Patria. La p. 2-3.) Habana, año Xx11, no. 11, noviembre, 1966, p. 5-6) A la cabeza del título: Editorial. Contiene:. . (1) «Jamás se pele6 tanto, ni se. pele6 mejor, en el mundo 304. QUESADA Y MIRANDA, GONZALO DE. «Patria de New York.» (En: Univer- por la libertad». (II) iLos Flojoa, respeten; los grandes, adelante! « iEsta sidad de la Habana. La Habana, año XxX, no. 177, enero-febrero, 1966, es tarea de grandesIn p. 115-135) 318. PÓREZ, JUAN DE DIOS. «Rosario Acuña no era cuhana.u (En: Patria. La 305. QUIROGA, ORLANDO. «El negro norteamericano que canta los versos de Habana, año Xx111, UO. 11, noviembre, 1967, p. 5-6) Martí.» [Pete Seeger] (En: Bohemia. La Habana, año 58, no. 4, enero 28, 1966, p. 70. ilus.) 319. PÉREZ DE ACEVEDO,- ROBERTO. dumen Miyares, mujer luchadora.» (En: Patria. La Habana, año Xx111, no. 10, octubre, 1967, p. 6) 366 \Sl’.\RlO ‘~IARTIASO AXLARIO MARTIASO 36:

3-f). hIBI4. xrDI4. ~Don 1lanuel Isidro Méndez escribe la historia de Arte- 331. S4R4BI4. ‘;YDI4. c(.ina Betancourt. precursora de los derechos de la ‘mujer.‘> misa.)> (En: El ‘tlundo del Domingo. La Habana. Feptiembre 3. 1967. (En: El Jlundo del Domingo. La Habana. marzo 3, 1968, p. l-5. ilus.) p. 3. ilus.) -1 la cabeza del titulo: Ln Gran Itlartiano. :%35. sI-íET EcHE\.RRí4. .~STOSlO. ((-Al oir a Jlarti sentiamos deseos de pelear Foto’: de la autora. hasta el agotamiento.11 (En: Granma. La Habana. octubre ll. 1968. p. [9] ilus.) 3-l. -. ((‘tlarti en la Revolución.), (En: El hlundo. La Habana, cnrrr> A la cabeza del titulo: Hombres del 95. 26. 1967. P. [ll 5) 336. \:ER~, ERS~:STO. «La Prensa del mambi.~~ (En: Granma. La Habana. w- tubrc ll. 1968. p. [lo] ilus.) 1968

1969 329. :~\II .4ntholog) «1’ Spanish Ameritan Literature. Prepared by special cwn- mittce under the auspices of the Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana [by] John E. Englckirk and others. Second Edition. New :%:3;. XPARICIO. R.46~. «Dios de hlontecristi.» (En: Juventud Rebelde. I,a Ha. York [c.1968] p. [373]-384. baria, marzo 25, 1969, p. 2)

3%. A\IL.~. Fa~s-crsco J. Martí en el periodismo caraqueiio. El estilo pro+x- 338. -. «Leer a Martí.)) (En: Jurentud Rebelde. La Habana, mawo 2.t. tilo de un maestro de la comunicación social. Caracas, 1968. 298 p. ilus 1969, p. 2) 2.3 cm. (Materiales para el estudio de Caracas, ll) 339. -. «Martí y la provincia de la Habana.» (En: Juventud Rebeldr. A la cabeza del título: Cuatricentenario de Caracas. La Habana, marzo 29. 1969, p. 2) 321. C:\HTER. Boyn G. Historia de la Literatura Hispanoamericana a través 111. 310. «El Apóstol en Tampa.» (En: Romances. La Habana. no. 2, febrero, 1969. sus revistas. México, Ediciones Andrea, 1968. 371 p. 21.5 cm. (Histori;) p. 17. ilus.) Literaria de Hispanoamérica, V) Contenido Martiano: p. 12, 26, 32. 36-38, 10, 13. 69. 79. 124, 136. 111. 3,*1. BETASCOZ-RT, LINO. «Como conocí a Martí.» (En: Romances. La Habana. 209. no. 2, febrero, 1969, p. 16-17. ilus.)

32.5. CLBILLAS. VICENTE. «La emigración cubana: siempre presente en la lucha 342. «Encuentro. Autor Intelectual: Martí.» (En: Bohemia. La Habana, aíio 61. por la libertad.» (En: Cranma. La Habana, octubre 11, 1968, p. [O] no. 14, abril 4, 1969, p. [63]-64. ilus.) ilus.) 3-t3. GARCÍA DEL PINO, CÉS4R. «El Laborante: Carlos Sauvalle y José Martí.)) 326. D’~ST.ELO, GICSEPI’E. Apuntes de Fonología Literaria sobre la prosa de Jose (En: Cuba. Biblioteca Nacional José Martí. Revista. La Habana, 3era. Enrique Rodó. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1968. 19 p. 23 cm. época - v. XI, aco 60, no. 2, mayo- agosto, 1969, p. 165-201. ilus.) Contenido Martiano: p. 18-19. 34 I. G<),MEz BÁEZ, h1Áx1h.10. ((Las respuestas de Máximo Gcimez.» (En: Granma. 32;. GuEv.\R\: ERNESTO CITE. «El Che en el natalicio de José Martí.» (En: La Habana, agosto ll, 1969, p. 2. ilus.) Revista Rloncada. La Habana, año II, no. 21. cnero, 1968, p. 12-l t. ilus.) A la cabeza del título: Anecdotario del Generalísimo.

328. HER~Ás~~z Cinntxsas, HERKÁN. ((Una interpretación de “El Canario Ama- 315. IBARR.4. JORGE. «Revolución contra autonomismo el 24 de febrero de 189.5.x rillo”.» (En: Patria. La Habana, año XXIV. no. 3. marzo, 1968, p. 7) (En: Granma. La Habana, febrero 24, 1969, p. 2. ilus.)

32'). -u1ONC,4DA, HIL4RIO. «Oígame niño, iqué hace usted con esa edad en estr 316. «Marti. el inagotab1e.n (En: El Nacional. Caracas, julio 20, 1?69) pie de ejército?» [Entrevista por] Luis Rivero Rodríguez. (En: Granma. Sobre la Sala &larti de la Biblioteca Nacional y SU primer Anuario Mar- La Habana, octubre ll, 1968, p. [lo] ilusr) tiano. 3%). MORENO PI.<. ESIZIQL-E H. «Una anécdota de Marti.)) (En: Patria. La 3.17. MARTísEz ESTRADA, EZEQUIEL. «Martí Revolucionario.» [Fragmento] (En: Habana, año XXIV, no. 7, julio, 1968, p. 5) G ranma. La Habana, enero 29, 1969, p. 5. ilus.) 331. PÉREZ, JC~N DE DIOS. «Martí y el deber.» (En: Patria. La Habana, año XXIV, no. 5. mayo. 1968, p. 5.8) 348. NCIRY, Nr-~1.4.

333. RO~R~CL EZ CALDERÓN, MIRTA. «Recuerda un testigo la noche del deaem- 350. __L, «La Universidad Popular “José Martí” fue un sendero de luz barco de Martí y Gómez.» (En: Granma. La Habana. octubre 3, 1969. para la superación de los trabajadores.» (En: Granma. La IIalwxl. P. 2. ilus.) agosto 25. 1969, p. 2. ilus.) 368 ANC-\RIO iK4RTIAN0

351. PÉIIEZ DE L.A RIVA, JUKT. En los dias de Guáimaro. (En: Cuba. Biblioteca Sacional José Martí. Revista. La Habana, 3era. época - v. XI, año 60, no. 1, enerc-abril, 1969, p. 74-123. Uus.) 3.52. La Real Academia de la Lengua Española traiciona al pueblo cubano y a Jo& Martí. (En: La Prensa. México, agosto 21, 1969)

353. Rr.iz DE ZÁRATE, MARY. Lección de historia mambí. (En: Juventud Re- belde. La Habana, agosto 6, 1969, p. 2) Narraciones Personales.

3.51. SÁNCHEZ, MACALY. Morti y el arte. ( En: Pionero. La Habana, febrero 22, fNDICE ANALITICO 1969, p. 3)

3%. !+XiULMAN, IVÁN A. La m* fl uencia de Marti en la prosa madura de Dario 1896-1913) (En: Cuba. Biblioteca Nacional José Martí. Revista. La A Habana, Sera. época - v. XI, aiio 60, no. 2, mayo-agosto.- - 1969. -P. 109-1441 Publicado en Separata. (Conferencia leída el 28 de enero de 1969 en el salón de actos de la Bi- A Cuba; 174 biblioteca Nacional José Marti) A la Raíz; 159 356. El único hijo del Apóstol. (En Bohemia. La Habana, año 61, no. 16, abril ABELLA, VILMA: 19 18, 1969, p. 121. ilus.) Apareee fotografia y una caricatura de Conrado Massaguer. Academia de la Lengua Española; 352

357. VÁZQUEZ NORIEGA, ADELINA. Gómez: Pluma y machete incansables. (En: Acosta, Cecilio (1818-1881); 132 Grarmra. La Habana, agosto 16, 1969, p. 2. ihts.) Actos culturales; 232 358. VITIER BOLAÑOS, CINTIO. Presentación de Iván A. Schuhnan en la Biblio- teca Nacional* (En: Cuba. Biblioteca Nacional José Martí. Revista. La Acuña, Rosario í1851-1923); 318 Habana, 3era. época - v. XI, año 60, no. 2, mayo-agosto, 1969, p. 103-107) Agramonte Loynaz, Ignacio (1841-1873); 2, 149 *Acto celebrado el 28 de enero de 1969. Agramonte Piña, Emilio (1844-1918); 35 rlgricultura; 216, 219, 221

4~~0 (Habana); 282 AGUIRRE CARRERA, SERGIO; 20 ALEGRfA, FERNANDO (1918. ); 196 Alma de la revolución y el deber de Cuba en América, El; 47 ALMANSA, BACHILLER DE [seud.]; 233 ALVAREZ, FEDERICO; 238 ALVAREZ, MIRIAM; 209

AMÉRICA (New York), La; 148 Amistad Funesta véase Lucia Jéres ANAHUAC [ seud.] ; 15, 22, 52 Anamitas; 151 Anfcdotas; 2.58, 330, 344 Anexionismo; 164 Antillas; 49 37G ANCARIO MARTIASO ANV'ARIO 3lARTIANO 371

Antologías: 153, 155, 322, 332 Bibliografia .%fartiana; 51, 70, 241 ASCRIO M4RTI.4TO VéaSe CL-BA. BIBLIOTECA KACIONAL JOSÉ MARTi i;iografío; 310 AP.IRICIO, RACL (1913.1970); 337-339 HOCHET.HLRÉ, CLAú?)E; 252 ARAGÓS SA\-ARRO. DOJIISGO; 22, 23 Pmdas con la Patria; 186 L'ARC (Paris); 252 KOHEMIA (Habana); 3, 4, 7, 9-12, 14, 16, 27, 29, 35, 62, 64, 70, 74, 77, 89, 110, 111, 114, 119, 126-128, 130, 145-148, 150, 171, 175, ARDLRA Y PARDAL, ERNESTO (1917. ); 197 92-94, 104, 105, 186, 188, 247, 255, 259: 263, 265-267, 275, 276, 281, 287, 289, 293, 294, 299, ARIAS, SALVADOR; 295 303, 313, 342, 356

ARMAS, ALFONSO DE; 239 trOLíV.4R (Bogotá); 228 ARROYO, ANITA; 213, 308 Golímr, Simón (1783.1830); 6, 160 Arte; 220, 3.54 Borden, Nataniel B. (1861-1938); 85 Arte de pelear, El; 186 BOSCO, MARIA ANGÉLICA; 253 Artemisa - Historia; 320 BRAVO-VILLASANTE, CARMEN; 296 Artes Plásticas; 129 BUENO MENRNDEZ, SALVADOR (1917- ); 25-27, 254, 255 Artículos; 5, 12, 15: 52, 148, 161, 166, 170, 173, 174, 181, 194 RURGUET, M.; 73 Asamblea de Guáimnro; 351 C ASOCLKIÓN COSTARRICENSE DE BIBLIOTECARIOS. BOLETíN (San José de Costa Rica); 209 CABALLERO, ARMANDO 0.; 28 AUGIER, ÁNGEL (1910- ); 259 CAIMÁN BARBUDO (Habana), El; 58, 72 Autonomismo; 345 CAMACHO CARBALLO, ANTONIO; 43 AVANZADA (Guanabacoa, Habana); 33, 109 CAMPOAMOR, FERNANDO G. (1914- ); 29, 260 AVILA, FRANCISCO J.; 323 CAMPOS, JORGE: 30 AVISAD% CUBANO (New York), El; 2, 149, 162 Caracas; 323

B Caracas. Universidad Central de Venezuela; 238 Carácter de la revista venezolana, El; 166 Balas y cartuchos; 1.52 CARBALLO, DOMINGO; 31 BAQUERO, GASTóN (1916- ); 198, 222 CARNER, JOSÉ (1884- 1; 73 Bara&, Protesta de; 191 Barrios, Rosa&; 3 15 CARPIO, CAMPIO; 199 Carrillo Morales, Francisco, General (1851-1926); 13 BAS, JUAN; 283 Cartas; 1, 31, 46, 47, 108, 141, 145, 160, 163, 164, 167, 171, 175, 176, 177, BAUZÁ DE ZANNIER, MARfA JULIA; 81 182, 183. 191, 307 BERNAL DEL RIESGO, ALFONSO (1903. ); 24 CARTER, BOYD GEORGE (1907- ); 32, 324 Bernhardt, Sarak; 12 CASA DE LIS AMÉRICAS (Habana) Editor; 60. Revista; 48, 65 Betances Alarcón, Ramón Emeterio (1827-1898); 145, 2.55 Casa de Martí; 38 BETANCOUBT, LINO; 341 Casado y Alayeto, Rafael Sixto (1834-1870); 88 Betancourt de Mora, Ana (m. 1901); 334 CASADO SAN GERMAN, ARTURO; 261. 372 ASCAIIIO JIARTIANO ANUARIO MARTIANO 373

Ca.d, Julián del (1863.1893); 120, 132 CC ADERSOS (París); 245 CASdSi-5. JC;iS JOSÉ EXPÓSITO (1889. ); 210 CCADERSOS I~ISP.~SO.~MERIC.~SOS (Madrid); 248 4 de Octubre de 1869; 86 CASO.____- QL-ISO --. [seud.]; 230 CKB4. BIBLIOTEC4 34CíOS.4L JOSÉ JlARTí. 13CARIO MARTIASO; 1, 15, 21, 24, 2; C:kSTRO C:iSlZiLEZ, JOAQUfh’ véase Caso, Quino [seud.] 28. 43. 51.53, 55. 66, 69, 81, 81, 99-101, 126, 129, 134-136. DEPARTAMENTO ClSTRO RCZ, FIDEL (1927- ); 242 DF COLECCIÓV Ct.B.4S.4; 132. REVISTA: 76. 138, 343, 3.51, 35.5, 358 Cuba - Historia - Guerra de los Diez Años. 1868-1878; 3. De Zanjón a Ba&, Cecilio Acosta; 132 1378-1395; 191. Guerra Chiquito, 18í9-1880; 59. Guerra de Independencia, CESPEDES, RUBÉN; 262 3895.13’98; 20, 34. 56. 57. 111, loo, 224, 235, 325, 333, 335-337, 345, 3.x Rrwlución. 1959. : 242 Céspedes y del Castillo, Carlos Manuel (1819-1874); 2, 149, 162 CUBA. MINISTERIO DE EDUCACI6N; 36, 37 Céspedes y Agramonte; 2, 149, 162 CUBILLAS, VICENTE; 38, 32.5 Ceuta; 23 CCÉ Y BADA, JUAN ANDRÉS; 39 Cine - Cuba; 80 (‘TLTIJR4 (San Salvador); 230 CISNEROS, RAMÓN; 34 CH

CLARO VALLE, CLARA DEL [seud.] véase Luz León, Jo& de la CHACON Y CALVO, JOSÉ MARIA (1893-1969); 211, 223 Clase obrera norteamericana; 58 Charleston; 14 CLISSOLD, STEPHEN; 309 Chicago - Historia; 140, 143 Club Ignacio Agramonte; 195 D COLUMNA (Santiago de Cuba); 179 DAIREAUX, MAX (1884. COMBATIENTE (Santiago de Cuba); 34 1; 73 Comida insurrecta, La; 152 D’ANGELO, GIUSEPPE; 326 Darío, Rubén, seud. (1867-1916); 54, 78, 121, 355 Comisión de Estudios Históricos de la UJC; 135 DEBICKI, ANDREW PETER; 40 CON LA GUARDIA EN ALTO (Habana); 250 DE CAROLIS, ESTELA G. DE; 224 Con todos y para el bien de todos; 195 De París. Variedades; 15, 52 Conferencia Internacional Americana. Washington; 194 DEPORTE (Habana), EL; 131 Conferencia Monetaria de las Repúblicas de América, La; 47, 139, 181 Deportes; 131, 148, 263, 28.5 Conferencias; 26, 41, 69, 90 Desfile escolar; 232 CORDILLERA (La Paz, Bolivia); 220 Diario. De Cabo Haitiano a Dos Ríos; 168, 169, 252 COSSIO, NICOLAS; 35 DIARIO DE LA MARINA (Habana); 198, 200, 206, 210, 211, 218, 219, 222, 223, Cremata, Radio; 232 225-227, 229, 232.234

Crespo y Moreno, Arcadio de Jesús (1846-1931); 13 DIARIO DE YUCAT.&N (Mérida): 208 Crisis J el Partido Revolucionario Cubano, La; 185 DfAZ LLERA, SELMA; 216

Critica Literaria; 74, 76, 132 DfAZ MARTÍNEZ, MANUEL (1936- 1; 41 Crombet Tejera, Flor (1851.1895); 42 10 de Octubre; 154 crónicas; 10, 148, 187 Discriminación racial; 237 CRUZ, MARY; 231 Discursos; 3, 60, 133, 1.54, 165, 192, 195, 232, 242 374 ANGARIO MARTIANO ASL.ARIO ZIARTI -!KO 3,,i

Dos Príncipes, Los-; 295 G

Dos Ríos; 46, 87. YY C4CET.4 (México), LA; 249, 269 E Ganado - E\-posiciones: 175 Edad de Oro, La: 62, 153 GASS PtfARTÍSEZ, OSCAR (1903. ); 23.4 E

E:rxuentro f’r»rinriaZ sobre eZ Penscnaimto de Marti; 66, 84, 100, 101, 134 GARCfA GALAN, GABRIEL (1881- ); 217 ); 243, 322 ENGIEIXR~I. JOHN EUGENE (1905- GARCfA MARRUZ, FINA (1923- ); 52, 124, 130 ENTRALGO CANCIO, ALBERTO; 44, 45 Gómez Báez, Máximo (1836-1905); 107, 128, 146, 176, 333. 344, 357 Escaela La; 186 GONZALEZ, HILARIO (1930?- ); 53 Escuela ProfesionaI de Pintura y Escultura San Alejandro; 136 GONZALEZ, MANUEL PEDRO (1893- ); 54, 55, 78, 121, 201, 264, 311, 312 F.SCL-‘ELA r REVOLUCIÓN EN CUBA (Habana); 268 GONZALEZ BARRIOS, J.; 285 Estados Unidos; 83 GONZÁLEZ FREIRE, NATIVIDAD; 136 ESTÉNGER, RAFAEL (189Y- ); 310 GONZALEZ GUERRERO, ROGER; 56, 57 Estilística; 81 GRANMA (Habana); 2, 17, 20, 21, 31, 36, 38, 42, 49, 50, 59, 67, 71, 75, 79, 80, ESTR.4DE, PAUL; 46 83, 95, 96, 113, 118, 152, 1.54, 158-170, 172.174, 176, 178, 180-185, 187. 18% 195, 283, 312, 317, 325, 329, 333, 335, 336, 344, 345, 347, 349, 350, 357 Exhibición de Pinturas del ruso Vereschagin, La; 132 GRANT, MARfA; 58 F Guardia Bello, Angel de la; 43 FERNÁNDEZ, ÁNGEL; 298 GUARDIA ROSALES, ÁNGEL DE LA; 43 Fernández, Teresita; 136 GUERRA SANCHEZ, RAMIRO (1880- ); 225 FERNÁNDEZ ARROKDO, ERNESTO (1897- ); 200 GUEVARA DE LA SERNA, ERNESTO CHE (1928-1967); 60, 313, 327 FERN.&NDEZ RETAMAR, ROBERTO (1930- ); 24, .47, 18. Notre Amérique; Gutiérrez Nájera, Familia; 32 135 Fernandina. Plan de, 1895: 271, 291 H Flores del Destierro; 306 HABANA. UNIVERSIDAD DE LA HABANA; 26, 120. BOLETíX DEL DERPARTAMESTO ,>:: Fonología Literaria; 326 LENGUAS Y LITERATURAS HISPÁNICAS; 348. REVISTA; 284, 286, 291, 295. 31)h Fórum Xartiano; 316 Hardman Hall (New York); 3

Fragua Xartinna; 69 HART DAVALOS, ARMANDO (1930- ); 118 Francia; 105 HEDBERG, NILS (1903- ); 286

FRANCO FERR:íN, JOSÉ LUCIANO (1891. ); 49, 50 HEMISFERIO (México); 231 ASCARIO ?GARTIAI:O 377 376 ASCARIO MARTIASO L

Henríquer y Carvajal, Feden’co (1859-1935); 182 Lmnore, Jean; 136

Henríquez Greña, Pedro (1884-1946); 208 1.4~~4s Y LETRIS (Guatemala): 241

Heredia, José María (1803-1839); 132 Latinonméricnr 309

HERNíKDEZ CARDENAS, HERNAN; 328 L.\VIT P.lDROT. PABLO F. (1906. ); 226 HERNÁNDEZ CATA, ALFONSO (18851940); 244, 265 L.-iZO BARTOLO. RAIMWDO (1904. ); 8

HILL, KITTY MITCHELL; 202 Lenin. Vlndimir Ilirh (1870.1924); 48, 67, 113 Historia de la Nación Cubana; 235 LE RIVEREND BRUSSONE. JULIO (1910- ); 65-67. La Revolución de 1868; 135 Ho Chi Ni& (1894-1969); 62, 79, 89, 96 LE ROY Y GÁLI’EZ, LCIS FELIPE (1910. ); 68, 69 Homenajes; 102, 123, 232, 317 LEZCANO, FERNANDO; 301 Homónimos; 303 LlBRO Y EL PUEBLO (hféxico), EL; 6, 133 HORREGO ESTUCH, LEOPOLDO (1894. ); 266, 299 Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa; 61 Hostos, Eugenio María de í1840-1903); 249, 308 LTMA, ROBERTO; 144 HOY (Habana); 139, 140, 141, 143, 236, 242, 246, 262, 285, 292 Litcrntorn Cubnna - Historia y Crítica; 90, 132, 137. Novela - Historia y Crítica; Hugo, Víctor Marie (1802-1885); 16 2.53. 28.t. Poesía; 7. 138, 144, 251, 259, 275. Poesía - Historia y Crítica; 53. 73, 75, 77, 306, 328 1 L,itera!ura Francesa; 10 IBARRA, JORGE; 345 Literatura Hispanoamericana - Historia y Crítica; 324. Poesía; 228 Iconografía; 287 Literatura Infantil; 296 ICHASO, FRANCISCO (1901- ); 218 Literatrva Peruana - Poesía; 94 Ideario politice-social; 82, 122, 150, 156, 193 Literatura Uruguaya - Poesía; 98 Ideas Económicas; 84, 100 LITOKAL (Santa Fé, Argentina), EL; 224 Imperialismo y Antimperialismo; 185 LIZASO, FÉLIX (1891.1967); 199, 203-205, 212, 235 Impresionismo; 132 López, Narciso (1798-1851); 194 INDIO NABORÍ [seud.] véase ORTA RUIZ, JEStiS LOPEZ MORALES, HUMBERTO; 248 íMULA (Madrid); 30 LóPEZ OLIVA, MANUEL; 71 Isla de Pinos; 92 Martí, joven revolucionario; 135 Ismaelillo; 302 LOSADA, JUAN; 72. Lucía Jerez (novela); 25, 27, 30 Italianos; 184 I,UZ LEON, JOSE DE LA (1892- ): 300, 314 J Je veux vous dire; 7 M JIMÉNEZ, JUAN RAMON (1881-1958); 267. Españoles de Tres Mundos; 63 MACEO GRAJALES, ANTONIO (1845-1896); 42, 43, 191 Jornada Nacionul Martiana; 136, 159, 160, 162, 164-167, 170, 172-174, 178, 180, 183-185, 187, 190-195, 342, 349 Ladre América; 47

José Martí Foundation, The; 136 MAGDALENO, MAURICIO (1906. ); 153

JUVENTUD REBELDE (Habana); 28, 108, 115, 116, 124, 125, 337-339, 353 ASCARIO hfAFtTIA‘I0 379

I\l-\IC.J& DO‘iliSGLTZ, ANTOSIO X~RiA (1905- ): 240 .Ifor*.iitos rCu>e Jforales y González, Rafael ilut~ifiesto de Jfor&cristi; 18, 44, 45, 47, 50, 180 MOREZO PLi. ESRIQCE H.; 43. 86.88. 177. 2:@2;J. 290. 291. 3112. 315. ‘:III. \I.iX.4CH ROBATO, JORGE (1899-1961); 206 330

\IIRISELLO \-IDACRRETX, JUAN (1898. ): 19, 73.77, 236 3I;wrte dr lo‘: italiano-, La: 184 Jl.iRTi. JORGE LUIS (1911- ); 213 JlU:jrte de Jfarti: 39, 43, 64, 68, 87. 89, 99, 102, 262, 294 Ilurti Zayus Bau’n, José (1878-1945); 115, 292, 3.56 III-SDO (Habana), EL; 19i, 204, 205, 207, 212-214, 240, 244, 2.54, 2.5;. >ftl. 2:‘). 280, 300. 301, 307, 314, 320, 321, 334 &lARTfKEZ ESTRADA, EZEQUIEL (1896.1964): 219, 251. 269. 29;. 311. 312. filartí Revolucionario; 24, 55, 288, 347 MUìFOZ, HOMERO; 156 Marx, Karl (1818-1883); 257 Mlísica - Historia y Crítica - Cuba; 3Li

Masó Parras, Juan; 43 N Maspons F~nnco, Juan (1871- ); 43 NacIóx (Buenos Aires), LA; 148, 184, 188, 194 MASSAGUER, CONRADO WALTER (1889-1965); 356 NACIÓX (New York), LA; 171, 175 RIASSIP IZALGUÉ, JOSE; 80 NACIONAL (Caracas), EL; 346 i~fúïfrnns: ll8 NAVARRO LUNA, MANUEL (1875-1966); 246, 275 MEDINA MÉNDEZ, WALDO (1906- ); 214 New York; 93 RIE:i.\ SíNCHEZ, ERNESTO (1923- ); 241 NEW YORK HERALD; 167 MESUEZ, MANUEL ISIDRO (1884. ); 289, 320 NIEVES, DOLORES; 90 Mendit:e Daumy, Rafael Maria de (1321-1886); 137, 212 NORA, MARfA LUZ DE [seud.] véase TORRIENTE, LOL6 DE LA MEO ZILIO, GIOVANNI; 81 Norrman, Hermun (1864-1906); 286 Uercudo García, MunueZ; 46, 47, 141, 270 NOULET, EMILIE; 73 MÉXICO. SECRETARíA DC HACIENDA Y CRkDITO PÚBLICO. BOLETíN BIBLIOGRÁFICO; 251 NOVEDADES DE MOSCÚ (Moscú); 123 Mtr:r :- Sxh_- IxIÚII, Ramórl (1861-1911). Ni tío el emplaclo: 132 Nuestra América; 4, 47, 155, 170, 173, 178 MIR:IBIL. VíCTOR; 301 Nueva Exhibición de los Pintores Impresionistas; 132 hl~ii.iXDA, ANGELINA; 103 NUIRY, NURIA; 348 MIR.4NDA VALERA, AURELIO; 82 NÚREZ DfAZ, FRANCISCO T.; 91 Mistrn!, Gabriela [seud.] (1899-1957); 223, 227 NÚREZ JIMÉNEZ, ANTONIO (1923. 1; 92 Miyares. Carmen; 307, 319 NÚWEZ MACHíN, ANA (1933. 1; 93 Modernismo; 41, 78, 120, 121, 238, 308 0 MONAL, ISABEL; 83 dIONChD-2, HILARIO; 329 owwh NACIONAL (Caracas), LA; 10, 148 i~fonumentos; 102, 298, 301 ORIENTADOR REVOLLJCIOXARIO (Habana), EL; 256 MORALES, SALVADOR; 84 ORRILLO, WINSTON (1941- 1; 94 MORALES COELLO, JULIO (1883- 1; 85 ORTA RUIZ JESl[rS (1923- ); 95, 96, 276, 292 3ornles y González, Rafael (1845-1872); 9 OTERO, JOSÉ MANUEL; 80

.--. - ,..- 380 .4 XC \RIO JIARTIASO ANU.4RIO MARTIANO 381

P l’octa yalt Fhitman, El; 132 PORTUOSDO, JOSÉ ASTONIO (1911. ); 101 P.ADRON, PEDRO LUIS; 349, 350 PK1:RE SCIIOOSER (hw York); 144 Panorama de la Litwatura Cubana. Conferencias: 26, 41, 90 mEss.\ (>Iéxico), La; 352 Puris; 75 Presidio Político en Cuba, El; 147, 157, 189 PAR:IDO LIBERAL (hféxico), EL; 142, 188 PRINCIPIOS (Córdoba), los; 203 Partido Rr~oluciormrio Cubano; 38, 45, 46, 161, 172, 176, 180, 185 Provincialismo: 142 Paseo por la tierra de los anamitas, Un; 151 I’UJALS, CLARA; 307 Pasi&n de Amt+ica, La; 153 Pujo!., Valero; 160 Pasión de Cuba, La: 153 Purnio (Localidad cercana a Holguín), Alzamiento de; 114 ~4~~14 (Habena); 22, 23, 39, 44, 68, 85-88, 91, 97, 103. 117, 177, 270-274, 277, 278, 290, 302, 303, 315, 316, 318, 319, 328, 330, 331 Q PATRIA (New York); 159, 172, 185, 304 QUESADA Y AR6STEGU1, GONZALO DE (1868-1915); 103, 163, 177, 314 PAUCKER, ELFANOR; 228 QUESADA MIRANDA, GONZALO DE (1900- ); 97, 104, 105, 290, 304, 316 Pensamiento de América; 153 Quintana, Jorge (1910-1968). Obras completas; 135 Pensamiento jurídico; 200 QUIROGA, ORLANDO; 305 Pensamiento Político véase Ideario político - social Il Peña,, Rosario de la (1847- ); 229 PERAZA SARAUSA FERMfN (1907.1969); 207 REDONDO DE FELDMAN, SUSANA: 332 REVISTA DE AGRICULTURA (Habana); 202, 216, 221 PEREDA VALDES, ILDEFONSO (1899. 1; 98 PÉREZ, JUAN DE DIOS; 318, 331 REVISTA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL JOSÉ MARTí Vé¿lSe CUBA. BIBLIOTECA NA- CIONAL JOSÉ MARTí. REVISTA. Pérez Bonalde, Juan Antonio (1846-1892). Poema del NMgára; 132 REVISTA DEL GRANM.~ (Habana); 311 Pérez Cabrera, Leonor (1828-1907); 183 REVISTA ECUATORIANA DE EDUCACIÓN (Quito); 215 PEREZ DE ACEVEDO, ROBERTO (1901- ); 99, 277, 278, 303, 319 REVISTA IBEROAMERICANA (hféXiC0); 40, 106 PÉREZ DE LA RIVA, JUAN (1913. ); 351 REVISTA ILUSTRADA (New York); 181 Periodismo; 323 REVISTA MONCADA (Habana); 327 PESTONIT, SATURNINO; 219 REVISTA u~IvERs.41 (México); 52 PICóN SALAS, MARIANO (1901. ); 320 RwoLucIóN (Habana); 260 PICHARDO, HORTENSIA; 17, 100, 158 Revolución anticolonial; 48 PIEDRA BUENO, ANDRÉS DE (1903-1958); 221 REYES, ALFONSO (1889-1959); 208 Pinos Nuevos, LOS; 155 RIPOLL, CARLOS; 106 Pintura; 71, 132 RIVERO RODRfGUEZ, LUIS; 329 PIONERO (Habana); 354 Roa, Ramón (1844.1912); 107 Pobres de Ia tierra, Los; 187 ROA, RAUL (1909- ); 107 Poema del Niágara, El; 132 Rodó, losé Enrique (1872-1917); 326 382 ASL-ARIO MARTIANO ANUARIO MARTIANO 383

Rodríguez. Carolina fl826-1899); 117 T RODRfGL-EZ. M;\RI.XiO; 108 Tubaco - Vicio; ll RODRfGL?EZ CALDERON, MIRTA; 333 Tabaqueros cubanos; 174, 18: Rodríguez Otero, Ricardo: 164 Tejada, Joaquín; 179 RODRÍGLXZ RIVERA. GUILLERMO (1943- ); 306 Temas martianos; 124, 130 RODRfGLEZ SANTOS, JUSTO (1915- ); 109 Tercer año del Partido Revolucionario Cubano; EI; 161, 172 ROIG DE LEUCHSENRING, EMILIO (1889-1964); 110-112, 293 Terremotos; 14

ROJAS, MARTA; 113 ‘TIEMPO (Bogotá), EL; 239

ROMANCES (Habana); 340, 341 'T.S.L. TME TIMES LITERARY SUPPLEMENT (London); 78 RUIZ DE ZARATE, MARY; 114.116, 353 TORRIENTE, LOLO DE LA (1902- ); 35, 93, 110, 111, 114, 126-130, 146, 267, 281, 287, 293, 294, 298 S Trabajo y clase obrera - Estados Unidos; 58, 140, 143 SAAVEDRA, HJXTOR DE; 117 ThíDISCO, ANTHONY; 332 Sala Martí; 125, 136, 346 U SALAZAR C., ROSA; 215

San Juan. Universidad de Puerto Rico; 308 UNESCO. PERSPECTIVAS DE LA UNESCO. BOLETíN; 19 SANCHEZ, MAGALY; 354 uNu.h (Habana); 54, 264 SÁNCHEZ SILVEIRA, MANUEL; 104, 119 Universidad Popular José Martí; 350 SANTOS, JUAN CARLOS; 118 V SARABIA, NYDIA; 119, 257, 279, 280, 307, 320, 321, 334 Sarmiento, Domingo Faustino, Pres. Argentina (1811-1888); 249 Valdés Domínguez, Fermín (1852-1910); 69 Sartorius, Ricardo; 114 VALIENTE, ANGEL; 250 Sauvalle, Carlos; 343 VALLE, RAFAEL HELIODORO (1891.1959); 229, 251

SCHULMAN, IVÁN A.; 78, 120, 121, 136, 245, 348, 355, 358 VANGUARDIA (Santa Clara, Cuba); 45 Seeget, Pete; 305 VÁZQUEZ NORIEGA, ADELINA; 357

SEMBRADORES DE AMISTAD (Monterrey, México); 32 24 de Febrero; 20, 34, 56, 266, 345 SHISHKINA, VALENTINA IVANOVNA; 122 27 de Noviembre de 1871; 69

SIEMPRE (México); 297 VERA, ERNESTO; 336 Sociedad Literaria Hispano-Americano; 165 Verdad sobre los Estados Unidos, La; 47

SOL1 OBRERA (París); 199 VERDE OLIVO (Habana); 5, 13, 18, 56, 57, 63, 112, 149, 151, 237 SOTO ACOSTA, JESÚS; 124, 125 Veretshchuguin, Piotr Petrovich (18361886); 132 STOLBOV, V.; 123 vmwós (Mendoza, Argentina); 253

SUN (New York), THE; 12 Versos Sencillos; 155

SURET ECHEVARRfA, ANTONIO; 335 VIDA CSIVERSITARIA (México); 142 SUR (Buenos Aires); 288 Viet Nam; 283 384 ASVARIO JIARTIASO

\-ILLi.\IOR, JESCS; 131 Vindicación de Cuba; 17, 47, 158 I.iondi y I~cra. Miguel Francisco (1846.1919); 1

VITIER BOL-IXOS, CISTIO (1921. ): 1. 43, 94, 121, 124, 130, 132.138, 3,w

W

Walker, William (1824-1860); 194 Warncr, Charles Dudley (Periodista yanqui); 5 FE DE ERRATAS WASHIKGTON, RAOUL L., Tr.; 235 White Lafitte, José Silvestre (18361918); 35 DEL ANUARIO MARTIANO NÚMERO 2 Whitmnn, Walt (1819.1892); 132. 188. 196

X El ensayo de Loló de la Torriente titulado «José Martí y la apre- ciación de las artes plásticas» apareció con un gravísimo error, consis- Ximénez de Sandoval, José, Coronel; 278 tente en la interpolación de un fragmento de línea y 14 líneas enteras del trabajo de Manuel Pedro González «Radiografía espiritual de José Martí». Aclaramos que la corrección de las pruebas de dicho número no estuvo a cargo de la Sala Martí de la Biblioteca Nacional. De todos modos ofrecemos nuestras excusas a la compañera Loló, muy valiosa y querida colaboradora. El pasaje en cuestión (p. 439-440 del Anuario anterior) debe leerse como sigue:

Advierte [Martí] en el discípulo de Mimard un dibujo correcto, carnes suaves y luminosas y, en la atmósfera, cierta quietud y hondura características de la escuela romántica que pecaba por su «exceso de fidelidad en aquella época de renovación sublime», aunque la novedad no se condensara en lo real desarrollándose en lo fantástico e imaginativo, «satisfaciendo la aspiración de libertad» que a los continuadores de Delacroix les parecía «inferior a la aspiración por satisfacerla», de donde procedía lo indefi- nido y «aun lo etéreo» en las creaciones de Peoli, que huraño y melancólico en el color exhibía una realidad visible, de fácil copia, y otra espiritual en la que con callada pasión buscaba color y símbolo...

* * * 386 .t\ CARIO MARTIANO AIVCARIO MARTIANO 387

Otra‘; erratas observadas en dicho número (que no ha podido revi- DICE DEBE DECIR yarje completo por falta de algunos originales) son las siguientes: p. 118, línea 17

DICE DEBE DECIR cielo q:‘e es verdad.- J cielo que es verdad.- 1’. 95, línea 21 1’. 118. línea 20 hablarle de esto. U)lnrle de esto.- Nada muerte. Kada muere. p. 177. línea 12 p. 96, línea 28 inwria

p. 98, línea 9 Diciembre - 221 Biciembre - 171 hijo nuevo hijo nuevo.- p. 199, línea ll cumpleaños de Doña Leonor cumpleaños de Dolía Leonor. p. 98, línea 10 d \‘rrk 4 antes del final: a Aranguito, a Agramonte, !)ice: Carta es mi carta. p. 98, línea ll IIe!;e decir: Corta es mi carta. amistad. más íntima amistad más íntima, p. 208, líneas 7-8 p. 98, línea 14 Ni exactas leyes de la ciencia enseño, Líwas unidas, en la misma es- el viaje caviloso, rl viaje caviloso. Pero, C trofa. Mas huyo horrorizado de la nada p. 98, línea 18 p. 211, línea 32 iqué he de decirle .,qué he de decirle, Mi descarnada mano sacudía,- Mi descarnada mano recorrk- p. 112, línea 32 p. 217, línea 5 y siguientes descrübendo J;xribiendo México, Enero-Febrero 1875- Verso 2: Dice: el alma. p. 116, línea 8 * Cuando en la columna Dice aparece un blanco, se debe a supresión de líneas exhala zalta quc figuran en la columna Debe decir. 388 ASL’ARIO MARTIANO ANUARIO MARTIh‘iO 389

DEBE DECIR DICE DICE DEBE DECIR

Dcbr decir: hambre. p. 258, línea 9

\-crso 73: quitar la coma en Y la flor libaba ?- la flor libada z~ertían p. 259. línea 4 ~-c:.:o 10 antes del final: [ TOSIGO] rT6SIGO] DiO2: cuando. p. 265, línea 27 Debe decir: cuanto. dos estados del verso 7: dos estados del verso 8: >ICxicn. tX’:nero-Febrero 1875. p. 271. línea 21 p. 222, líneas 15 y siguientes -no más la muñeca... -No más la muñeca... Ifëxico, agosto. 1876- \.crso ll antes del final: p. 274, línea 27 Dice: cuanto. No: ya pasé por la vida No: yo pasé por la vida Debe decir: can¿o. p, 286, línea ll Xéxico, agosto, 1876. Fétida y fangosas Fétidas y fangosas p. 232, línea 12 p. 286, línea 35 Y nos naipes Y los naipes Desprenderse de ti Desprenderme de ti p. 234, línea 6 p. 288 líneas 19 y siguientes bando de vanegas bando de Vanegas Guardar tu hermoso amor «Guardar tu hermoso amor y en p. 235, línea 31 SU callada / Cerradura correr mi Todo entierra: Todo en tierra: llave de oro.» p. 236, línea 33 p. 291, línea 37 Enemigo orlados Enemigos orlados El peso eché del infortunio El peso eché del infortunio p. 239, línea 13 [al hombre: al hombro: dede luego desde luego p. 304, línea 5 p. 243, línea 4 Vuelve a ti, pluma fiel. Vuelvo a ti, pluma fiel. Y alcanzar el bien Y al alcanzar el bien p. 317, línea 30 p. 248, línea 7 iLa Rave quiere, Jóveno, LLa llave quieres, Jóveno, A LO GRILLO A LO GRILO del mundo? del mundo? 390 ANüARIO MARTIAXO ANUARIO MARTIASO 391

DICE DICE DEBE DECIR DEBE DECIR

p. 319? línea 13 p. 375. línea 9 v enriyuecen el análisis v enriyuece el análisis pla5:xlía

p. 326, línea 5 p. 436. línea 8 el tallaba él tallaba Contra el verso terórico Contra el verso retórico p. 440, línea 35 p. 326, línea 30 el jwto yue fue, tranquilamente el justo que fue, tranquilamente, Los laboriosos las uvas generosas. Los laboriosos uvas generosas p. 443, línea 8 p. 334, línea 15 de aquelos de aquellos [A ORESTES PILADES] [ 4 ORESTES, PÍLADES] p. 4G3, línea 32 p. 335, linea 19 0 pelvi10 poético» «polvillo poético» IMPROVISACION [ IMPROVISACION] p. 474, linea 7 p. 341, línea 10 1~In Memeriam» «In Memoriamx CONSUELO [CONSUELO] p. 476, línea 20 p. 357, líneas 23-24 el día en que una el día sangriento en que una iOh gaviotas que en torno a sus En la misma estrofa p. 482, línea 35 [plantas de doce a catorce diarias UO doce a catorce horas diarias De pluma sin mancha- p.483, líneas 17-18 p. 361, líneas 17-18 Mas su corona de hombre es discutible, pero es típico es discutible, y acaso poco idóneo En la misma estrofa desde el punto de vista del saber Rompe con mano infiel académico, pero es típico 1). 370, línea 1 P* 485, líneas 26-27 y te apoyas en mi hombre, Y te apoyas en mi hombro, intemptrencia p. 372, línea 2 p. 487, línea 4 El pecho inunda-mar de bondad El pecho inunda - mar de bondad: v-ale decir. etimológicamente : Ltle dcir, etii;i~~lógicamente, p. 374, línea 6 p. 489, línea 2

Hialaiuatha Hiawatha La maj oría absoluta 392 hSl:tItlO MARTIANO

ANCARIO hl.4RTI.4SO DICE DEBE DECIR 393 p. 490. línea 1 DICE DEBE DECIR tradición traición p. 517, linea 27

p. 491. Iínea 20 al citado al al citar a ( u Orestes, f r(Orestes». p. 525. línea 29

p. 491, línea 21 margna magna 11. de S.» ~31. de S.» p. 526, línea 31

p. 492, linea 6 En sin duda Es sin duda nomádita nomádica p. 529: líneas 16-17

p. 501, línea 23 polémicas polémicas, su escritos sus escritos p. 529, línea 19

p. 501, línea 27 cscueltas escuetas epopeya etopeya p. 533, línea 20

p. 502, línea 20 Con ductistas Conductistas Cuando Cuanto p. 533, línea 40

p. 505, Iínea 12 proporcionales proporciones apenas muerto. Martí, apenas muerto Martí, p. 535, línea 25

p. 508, línea ll científico? científica? así inexorable adi, inexorable p. 537, línea 26

p. 510, línea 15 qiuen quien

probeble probable p. 539, líneas 16-17 p. 511, línea 38 página 222) (página 222) coresponsal p. 541, línea 27

p. 514, líneas 30-31 donde don de

reveveIa revela p. 541, línea 42 p. 516, línea 30 crincipal principal supermercados supermarcados p. 543, línea 42

Pittaluga Mira y López Pittaluga y Mira y López

- DICE DEBE DECIR DICE DEBE DECIR p. 544. línea 20 p. 576, línea 39 (derecha)

Decidida ;, Decidida s\.gmbol i;..-mbol p. 544, línea 20 p. 580, línea 26 (derecha)

martiana martiana! regula regular

p. 550, línea 25 p. 584, Iínea 15 (derecha) 2 Quá i, Qué Me I<- v J e p. 552, línea 7 En la Bibliografía martiana, todas las veces que figura pp. debe lo duermen do duermen ser p., que es la norma bibliográfica adoptada. . p. 554, línea 38 Otras erratas de esta sección: aclarado aclarada p. 589, línea 45 p. 555, linea 25 «Manifiesto « Manifesto vigor rigor p. 590, línea 37 p. 556, línea 1 de Pintores de Pinturas discrepancias discrepancia p. 556, línea 7 p. 592, línea 24 1967 1969 « micus « amicus p. 594, línea 25 p. 577, línea 1 tanto, tanto, Norma 3orrman tanto. p. 595, línea 10 p. 557, línea 30 hacerlas mal, pero hacerlas)) p. 27. P- 2.1 hacerlas; mal, pero hacerlas»: p. 570, línea 1 p. 602, línea 14 nación nació insisitir insistir p. 574, línea 13 (derecha) p. 603, línea 1 en de América, la guitarra América. La guitarra p. 576, línea 19 (derecha) p. 603, línea 4

University, University, 1968. julio 12 julio ll

--- 396 ASCARIO MARTIANO ASCARIO JIARTIASO 397

DEBE DECIR DICE DEBE DECIR DICE

p. 603, línea 13 p. 618

mi un Después de la segunda línea, al centro, debe ir el año correspon- p. 603, línea 16 diente: 1959; después de la décimoctava línea: 1960.

no. 223 no. 213 p. 619, línea 6 p. 606, línea 31 1961, 56 p. ilus. 1961. 56 p., facsíms.

ilus., i!i.ì IL. . retrs. p. 619, línea 31

p. 607, línea 18 año II, año ll, año año 1, p. 620, línea 21

p. 607, línea 25 ilus., ilus. retr. facsím. Huelmul iluemul p. 620, línea 24

p. 607, línea 38 Universidad liniversalidad j udozhestrennoi judozkestrennoi p. 620, línea 33

p. 610, línea 34 XIX XIV no. 9, uo. 19, mayo p. 623, linea 32 p. 610, línea 36 Le Roig Le Roy

2? Serie 2? Serie, aíio 5 p. 625, línea 40

p. 613, línea 22 mundo Mundo música, música, retr. . p. 614, línea 10

Verano Veraneo p. 616, línea 4

ilus. ilus., retrs. p. 616, línea 29 Emeterios Emeterio Impreso en la UNIDAD PRODUCTOR.4 08

«Mario Reguera Gómez» Benjumeda 407. Instituto Cubano del Libro. Mayo de 1971 La Habana, Cuba. Edición de 6 000 ejemplares.