Signos Filosóficos ISSN: 1665-1324 [email protected] Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa México

Hernández, Laura Reseña de "Amor y filosofía en el Cambridge de principios del siglo XX" de y David Pinsent Signos Filosóficos, núm. 6, julio-diciembre, 2001, pp. 317-321 Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa Distrito Federal, México

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Amor y filosofía en el Cambridge de relación entre Wittgenstein y Pinsent, principios del siglo XX1 el libro de Justus Noll tiene varios méritos. Uno de ellos consiste en con- n octubre de 1911, Ludwig centrarse exclusivamente en esta rela- Wittgenstein llega al Trinity ción y las circunstancias en que se desa- E College para estudiar filosofía de rrolla, con el fin de permitirnos valorar las matemáticas con y, la importancia de la presencia de a partir de ese momento, comenzó a Pinsent en la juventud de Wittgenstein, desarrollar una obra que llegaría a ser un espíritu afín a él porque fue, junto fundamental para la filosofía del siglo XX. con Russell, de las pocas personas en En esos años iniciales, no sólo fue quienes confió plenamente para importante su relación con pensadores compartir sus tormentos mentales en la ingleses de la talla del propio Russell, resolución de problemas lógicos, así Keynes y Moore, sino también la que como personales. También es intere- tuvo con David Pinsent, un modesto sante observar que si en el ambiente estudiante de matemáticas que había cerrado de los intelectuales del ingresado un año antes con una beca y Cambridge de principios del siglo XX, a quien la lectura de los Principia Wittgenstein tuvo la posibilidad de mathematica de Russell y Whitehead trabar amistad con miembros del grupo lo había hecho interesarse en la filosofía, de Bloomsbury, como Keynes y convirtiéndose así en uno de los asiduos Strachey, y ser aceptado en la sociedad visitantes a las tertulias en las habita- de los apóstoles, a la que era un ciones de Russell, que es el lugar donde privilegio ser invitado, nunca gustó de se da el encuentro entre ellos. La pro- estos grupos sectarios y prefirió la fundidad de esta amistad quedará amistad de un estudiante sin preten- plasmada en la decisión de Wittgenstein siones de genio como era Pinsent, con de dedicarle el Tractatus Lógico- quien se sentía más próximo como ser Philosophicus, que concluye el mismo humano. año de la muerte de Pinsent en un Otro mérito de la obra es que en sus accidente aéreo. pocas páginas presenta un panorama Y si bien la espléndida biografía de bastante completo de la vida de los Ray Monk ilustra ampliamente la intelectuales ingleses y el tipo de relaciones que se establecieron entre 1 Reseña al libro de Justus Noll, Ludwig ellos, describiendo con agudeza a los Wittgenstein y David Pinsent, traducción de personajes más destacados del Trinity Octavio di Leo, Barcelona, Muchnik Editores, College. El estilo del texto recuerda en 2001, 138 p. 318 Reseñas momentos el filme de Derek Jarman en esta era una postura típica de los torno la vida de Wittgenstein, pues la hombres de clase media alta inglesa que formación del autor como estudioso de la musicología, la literatura eslava y las [...] habían sido educados en la matemáticas, además de ser compo- creencia de que la mujer era un ser sitor y programador, le permiten escribir inferior desde el punto de vista un texto que, además de interesante y espiritual y físico, y así, la “sodomía bien documentado, tiene calidad estética. superior” como la llaman, les parece Un aspecto que resulta insoslayable éticamente más valiosa bajo la advocación de Platón que una relación al tratar la relación con David Pinsent, entre hombre y mujer (p. 22). se refiere a la homosexualidad de Wittgenstein, el cual Noll aborda de una manera inteligente, pues más que Dada esta situación, la relación entre dedicarse a corroborar que sí hubo efec- Pinsent y Wittgenstein ajustaba perfec- tivamente una relación sexual entre tamente con las costumbres en boga. ellos, se encamina a contextualizar la Sin embargo, también es importante no cuestión presentando la ideología que olvidar que Wittgenstein nunca conside- subyacía a la homosexualidad masculina ró de buen gusto hablar abiertamente en la época. Así, en el capítulo que abre de este tipo de cuestiones; de hecho, su el libro, titulado “Acercarse”, Noll pre- rechazo a psicoanalizarse tenía que ver senta la homosexualidad masculina en sobre todo con que le parecía repug- Inglaterra como una rebelión en contra nante hablar de intimidades con un de los valores burgueses y victorianos, extraño. Por esa razón, Noll hace notar que convertía los amores platónicos que si bien Wittgenstein compartía con entre muchachos como algo absoluta- los intelectuales ingleses su inclinación mente normal y que era además alen- hacia los amores platónicos con hom- tado por los grandes pensadores de la bres, no participaba de la idea de conver- época, como Keynes que mantuvo tir esa cuestión en un ideal revolucio- relaciones con Duncan y Strachey, y nario. Sus ideas al respecto estaban quien describía esa actitud como de determinadas por un sentimiento de rechazo absoluto “a los preceptos mora- culpabilidad que había marcado a su les corrientes, las convenciones y la familia, sobre todo por la influencia de sabiduría tradicional. Es decir, que su madre, para quien el deber se había éramos, en el verdadero sentido de la convertido en un ideal de perfección palabra, inmoralistas” (p. 22). Para Noll, moral inalcanzable que llevó al suicidio Signos filosóficos 319 a tres de sus hermanos con inclinaciones parte mostrar los vínculos espirituales homosexuales. También estaba el que los unieron profundamente, entre fantasma de Weininger, quien en Sexo los que destaca su gusto por la música y carácter había planteado que la pues, dice Noll: condición de homosexual y judío era signo de debilidad moral, una conclusión David Pinsent también adoraba a que lo conduce a su propio suicidio. En Bach, Beethoven, Schubert y pocas palabras, Wittgenstein era un judío Brahms. Toca bien el piano. Al igual vienés y no un inglés y, por tanto, la que Ludwig no se pierde ningún situación que pareciera ser normal en concierto en Cambridge, y la primera Inglaterra, para él tenía tintes trágicos. mención que hace de Wittgenstein, cuyo nombre escribe erróneamente Eso explica el que sus anotaciones durante largo tiempo como personales en el Diario filosófico, pu- “Vittgenstein”. Es el 4 de mayo de blicadas bajo el título de Diarios 1912. (p. 43). secretos, hayan sido descritas en clave y que la correspondencia entre él y Además de la música, también com- Pinsent hayan hecho uso de lo que Noll parten el interés hacia la psicología. llama un argot privado, prácticamente Desde 1912 asisten juntos a las clases indescifrable que parece haberles de G. E. Moore de psicología filosófica servido para expresarse un afecto que y Pinsent participa como sujeto en los prefieren mantener en secreto. experimentos que Wittgenstein realizó Por su parte, Pinsent parece haber en el Instituto de Psicología ese mismo compartido con Wittgenstein este año acerca de la percepción subjetiva sentido de la decencia que los llevaba del ritmo musical. Posteriormente, a ocultar toda expresión abierta de su acompaña a Wittgenstein a hipnotizarse, relación afectiva, pues el estilo de los con el fin de ver si puede resolver ciertos diarios deja ver que existen omisiones problemas lógicos bajo trance, lo cual (así las llama Noll) intencionales que no ocurre, pero ambos celebran la muestran que había algo que ocultar. experiencia tan de moda en la época. El segundo capítulo, “Encontrarse”, A partir de entonces, señala Noll, abarca los años de 1912 y 1913, que David y Ludwig se hacen inseparables, fueron aquellos en que la amistad de realizan largas caminatas juntos, los dos se consolidó, justo antes de la excursiones en bicicleta, vagan con partida de Wittgenstein a su retiro en Russell por los jardines del Trinity, Noruega y, posteriormente, al frente de cabalgan, juegan tenis, leen los mismos la guerra. A Noll le interesa en esta libros y “David acompaña al piano a 320 Reseñas

Ludwig, que es capaz de silbar una que le vienen esos ataques de melancolía docena de lieder de Schubert, lo cual hay que tratarle con guantes de seda y pronto se convierte para ellos en el ser todo lo indulgente que se pueda” (p. ‘modo habitual’ de tocar” (p. 43). 72). Y añade en otro lugar: “No puede La primera impresión de Pinsent hacerse nada en contra de sus miedos, sobre el temperamento de Wittgenstein puesto que está loco” (p. 77). no es muy distinta a la que tenían todos La breve pero intensa amistad entre los que lo conocieron y presenciaron sus Pinsent y Wittgenstein en estos dos ataques de ira en las discusiones; no años es truncada por la guerra, que los obstante, a Pinsent le parece una per- obliga a separarse en flancos enemigos. sona agradable y divertida, como anota Es el año de 1914 y Noll dedica el en sus diarios. Si bien esta diferencia capítulo “Perderse” a este lapso que se de temperamentos será uno de los cierra en 1918, año en que Pinsent muere. aspectos en que no son afines, Pinsent Noll arranca esta parte poniendo el nunca dejó de mostrar una profunda acento en el espíritu nacionalista que comprensión hacia el difícil carácter de permeaba a los jóvenes y les infundía Wittgenstein, que se resume en una un aliento heroico de la vida que daba una anotación que hizo en su diario, a propó- salida a sus problemas existenciales y sito de los viajes que realizaron juntos y del cual participaron los dos amigos. El que dice él disfrutaron mucho en la autor no deja pasar el encuentro frus- medida en que es posible entre dos trado entre Wittgenstein y Trakl en personas que no tienen nada en común. Cracovia, debido a la extraña muerte En cuanto a estos viajes que reali- de un Krakl atormentado por los horro- zaron juntos, uno a Islandia en el otoño res de la guerra que contrasta con la de 1912 y otro a Noruega en la misma visión inglesa del conflicto, más fría y época, pero en 1913, éstos fueron distante. Su débil complexión física le morivo de largas discusiones sobre impide a David que sea aceptado en el filosofía de las matemáticas y la lógica ejército, pero participa en la guerra en las que Pinset fungió en realidad como un matemático que colabora en como discípulo, pero que a Wittgenstein investigaciones aerodinámicas para el parecen haberle servido para poder desarrollo de los pequeños aviones de desahogarse. Sin embargo, la angustia guerra de la época, cuya cabina dimi- que Wittgenstein vive porque piensa que nuta hace que sea elegido como piloto morirá antes de poder terminar su de pruebas, pues su delicada figura lo trabajo, hace que Pinsent lo considere hace apropiado para este trabajo. Mien- como “una persona caótica. Cada vez tras tanto, Wittgenstein vive tormentos Signos filosóficos 321 indecibles en el frente de Galitzia, pero El libro termina con un corto capítulo esto no lo hace abandonar su trabajo de cuatro páginas, “Alejarse”, en el que en lógica que realiza a la par que lee los se muestran los profundos cambios que comentarios de Tolstoi a los evangelios. tendrán lugar en la vida del Wittgenstein A pesar de que las posibilidades de post Tractatus, una de ellas la abierta morir eran más altas en las condiciones relación amorosa con de Wittgenstein, será Pinsent quien y la confesión de su ascendencia judía muera en una de las pruebas aero- que le hace a Fania Pascal. náuticas de alto riesgo el 8 de mayo de Al terminar la lectura de este texto, 1918 y de la cual Wittgenstein se entera uno tiene la sensación de haber en julio, durante una estancia en Viena comprendido mejor a un hombre y el en la que firma el prólogo del Tractatus escenario en que se desarrolló una vida y dedica el libro a la memoria de David que le da sentido a un pensamiento Pinsent. Noll considera posible que una filosófico tan complejo y rico. El libro dedicatoria oculta estaría dada por el de Noll viene así a contribuir a la em- hecho de que el apellido de Pinsent presa de alcanzar una mejor compren- tenga siete letras que correspondan a sión de la vida filosófica de Wittgenstein. los siete aforismos principales del Tractatus. Laura Hernández Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa