Wittgenstein Y La Religión
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WITTGENSTEIN Y LA RELIGIÓN DARÍO E. MARTÍNEZ M. PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE FILOSOFÍA BOGOTÁ, D.C. 2009 2 WITTGENSTEIN Y LA RELIGIÓN DARÍO E. MARTÍNEZ M. Tesis de grado presentada a la Facultad de Filosofía de la Universidad Javeriana, como requisito para optar al título de Doctor en Filosofía Tutor: Profesor Alfonso Flórez PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE FILOSOFÍA BOGOTÁ, D.C. 2009 3 4 10 Tabla de Contenido INTRODUCCION ............................................................................................................11 I. LA RELIGION EN LA VIDA DE WITTGENSTEIN....................................................20 1. La vida de un hombre no religioso ................................................................................22 2. Influencias decisivas .....................................................................................................46 3. Anotaciones acerca del cristianismo ............................................................................ 121 4. Ritos primitivos .......................................................................................................... 138 II. LA RELIGION EN EL PENSAMIENTO DE WITTGENSTEIN ............................... 154 1. Los planteamientos del Tractatus ................................................................................ 156 2. El regreso a Cambridge ............................................................................................... 168 3. Investigaciones filosóficas .......................................................................................... 175 4. Teología como gramática ............................................................................................ 188 5. La creencia religiosa ................................................................................................... 210 Excurso: Wittgenstein y el fideísmo ................................................................................ 224 CONCLUSIONES .......................................................................................................... 230 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 250 11 INTRODUCCION El título de este escrito, “Wittgenstein y la religión”, es una denominación algo genérica para dos asuntos particulares que conforman una unidad, pero que aquí se pretende desarrollar y clarificar por separado. Se abordará así, en primera instancia, la religión en la vida de Wittgenstein, que comprende la religiosidad personal del pensador vienés integrada a su concepción de la religión y del cristianismo; y, en segunda instancia, la religión en el pensamiento de Wittgenstein, que tematiza la relación existente entre su filosofía y su manera de concebir la religión y el cristianismo. En otras palabras, bajo el título con que se presenta este trabajo se intenta mostrar la articulación de la religión con la vida y con el pensamiento de Wittgenstein. A comienzos de los años ochenta, cuando me encontraba cursando mis estudios de filosofía en la Universidad, supe por primera vez de Wittgenstein. Me fue presentado de forma algo peculiar, pero bastante común por esos tiempos, en un curso sobre el positivismo lógico, que se iniciaba mostrando los antecedentes del positivismo en escritos de autores como Moore y Russell, dedicaba posteriormente varias sesiones a la lectura de ensayos de diferentes miembros del Círculo de Viena, y finalmente concluía presentando algunos de los planteamientos que Wittgenstein hacía en su Tractatus. Debo decir que en ese momento no me entusiasmé mayormente con la propuesta del austríaco y que mi interés, dirigido a mi trabajo de graduación, lo llenaban los principales problemas que planteaba la fenomenología de Husserl. A comienzos de los años noventa, cuando francamente me encontraba muy alejado de las inquietudes filosóficas, cayó por casualidad en mis manos un libro, Tagebücher 1914-1918, que leí con gran dedicación y sorpresa al encontrar entre las anotaciones de un Wittgenstein ya conocido, atareado con la clarificación lógica, las anotaciones de un Wittgenstein desconocido, por lo menos para mí, ocupado de temas éticos y religiosos, que se atrevía a decir algo sobre lo que él nombraba como “lo místico”, más allá del límite demarcado en su Tractatus. Fue un gran descubrimiento leer que este autor hacía afirmaciones como éstas: “El impulso hacia lo místico surge de que la ciencia no satisface nuestros deseos”, “Creer en un Dios quiere decir ver que con los hechos del 12 mundo no basta”, “Al igual que el sujeto no es parte alguna del mundo, sino un presupuesto de su existencia, bueno y malo, predicados del sujeto, no son propiedades en el mundo”. Todo esto no me había sido mostrado inicialmente como el pensamiento de este filósofo; así, mi regreso a la investigación filosófica lo marcó mi interés por averiguar todo lo concerniente sobre la posición ética que podía tener el autor vienés. Obviamente, para el momento ya se disponía de la totalidad de obras publicadas de Wittgenstein en traducción castellana, y dado que se gozaba de alguna cercanía por la conmemoración de los cien años del natalicio del filósofo, se había aprovechado esta ocasión para la publicación de trabajos académicos de diversas calidades, se disponía además de una nutrida literatura especializada que prestaba ayuda decisiva para comprender desde una mejor perspectiva su pensamiento. Sin duda, la tenencia y conocimiento de la casi totalidad de sus textos posibilitaba otro tipo de interpretación. Este recuento puede ser útil para percatarse de un punto que considero de decisiva importancia. El pensamiento de Wittgenstein, que hasta entonces se había mantenido confinado en el marco de sus dos obras publicadas -el Tractatus Logico-Philosophicus de 1922 y las Investigaciones filosóficas de 1953-, y la interpretación canónica de sus albaceas literarios y más cercanos discípulos, comenzaba a liberarse y ampliarse en la medida en que sus otros escritos se conocían y su interpretación se diversificaba en una pluralidad de direcciones. Desconozco los pormenores de la primera publicación de los Tagebücher 1914-1918 en alemán en 1960, lo evidente es que por mucho que sus albaceas se esforzaron por presentar tan sólo una parte del cuaderno original escrito por Wittgenstein, esta publicación muestra ya elementos de su pensamiento enteramente novedosos en relación con los planteamientos consignados en el Tractatus y en las Investigaciones. Se constataba que el pensamiento de Wittgenstein no podía ser reducido a su actividad de esclarecimiento, sea ésta lógica o gramatical, y que su pensamiento era y es más que actividad filosófica estricta, extendiéndose a consideraciones que abordan el arte, la religión, la ética, la cultura y aspectos particulares de la existencia humana. No es que sus escritos filosóficos no tengan sentido por sí mismos e independientemente de estas otras consideraciones hechas por el autor, sino que su pensamiento abarca más que la actividad propiamente filosófica. Así, se tendría además de su trabajo filosófico propiamente tal, su pensamiento religioso, ético, estético. 13 Nótese cómo al trabajo estrictamente dilucidatorio de la filosofía de Wittgenstein se suman ahora sus pensamientos sobre distintos aspectos de la realidad que fueron de interés o de significativa importancia para el filósofo. Por lo tanto, lo que intento precisar es que si se pretende comprender a cabalidad a este autor, su pensamiento tiene que ser entendido no como una parcialidad circunscrita a sus reflexiones filosóficas, sino como una totalidad que contiene tanto su labor netamente filosófica como sus pensamientos sobre otros aspectos de la existencia humana. Culminado mi trabajo de maestría en filosofía, en el que intenté mostrar la imposibilidad de una filosofía moral de acuerdo con los presupuestos centrales de la filosofía y del pensamiento de Wittgenstein, y animado por la oleada de publicaciones que trajo la conmemoración de los cincuenta años de la muerte del filósofo, me interesé por sus escritos de carácter religioso y pasé a ocuparme específicamente del tema de la religión en su pensamiento. Lo primero que constaté fue que las afirmaciones referidas a la ética disminuían en el transcurrir de su vida y que llegaban a hacerse exiguas, mientras que sus pronunciamientos en torno a la religión se mantuvieron constantes y quizá aumentaron con el paso del tiempo. Disponía, según lo dicho ya, de una clave de interpretación valiosa, al entender que para una adecuada comprensión de los planteamientos de Wittgenstein en religión debía considerar su pensamiento de manera ampliada y no restringido a sus escritos filosóficos. Esto significa que una adecuada comprensión de este autor no puede suprimir sus reflexiones filosóficas en aras de quedarse con su pensamiento religioso, ni a la inversa, no decapita el pensamiento religioso para quedarse meramente con su reflexión filosófica, sino que debe intentar entender su posición religiosa en la totalidad de su pensamiento. Pero habiendo avanzado en esta investigación, logré clarificar otra clave de comprensión que no había tenido en cuenta en mi anterior trabajo y que para este se hacía indispensable. Se trata de la comprensión de que el pensamiento de Wittgenstein se enriquece decisivamente si se asocia al conocimiento de su vida y de sus profundas motivaciones 14 espirituales y emocionales. Obviamente, puede estudiarse la obra de Wittgenstein sin tener el más mínimo conocimiento de