REVISTA

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LATINA YJUNIO 2020

«Todo se vuelve interesante si lo miras el tiempo suficiente» Gustave Flaubert © Revista Y Latina

ISSN: 2387-0397 Revista literaria de difusión digital Periodicidad cuatrimestral Junio 2020

Edita la AEN

Dirección y coordinación: Covi Sánchez

Colaboran en este número: Amparo López Sánchez Benjamín Recacha Daniel Díaz Dory Lansorena Esmeralda Amieva Gabriela Quintana Jordi Pujolá José Luis Vallejo Laura Ruiz Rivas Lía González Marcel Tidant María de Gracia Peralta Miguel Ángel Oliver Patricia Moreno Ramón Villa

Imágenes contenido Ilustraciones de Laura Ruiz Rivas Imágenes de internet en portadas y autores señados Imágenes de Silvia Carrandi entrevista Crussat Imágenes de Silvia Carrandi artículo

Diseño y maquetación Manuel Miranda: https://manuelmirandaj.es

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Editorial...... 5

ARTÍCULOS...... 6 La Térmica...... 7 Una semana en Ámsterdam...... 9

ENTREVISTAS...... 10 Entrevista a Cristian Crusat...... 11 Entrevista a Begoña Valero...... 14 Entrevista a Nieves Muñoz...... 18

RESEÑAS...... 21 1981...... 22 Cartas desde mi molino...... 23 Desesperanza...... 24 El guardián de las flores...... 26 El águila de la novena legión...... 27 El secreto de los Mc Jefferson...... 29 La casa del Compás de Oro...... 30 Infierno (la prisión naranja)...... 32 Las batallas silenciadas...... 33 Un acto reflejo ...... 35

RELATOS...... 36 El estanque de la cordura...... 37 Es tiempo de...... 39 El ilusionista...... 40 El internado...... 43 El mundo y la nada...... 45 Figuras de papel...... 47 Sus temores...... 49 Un café y una sonrisa...... 51

POESÍA...... 57 Hogar...... 58 Xihu...... 59 Adagio de voluntad...... 60 Estatua de sal...... 60 Princesa...... 61 Abuelo...... 62 ¿Dónde están tus muertos?...... 63 Verde...... 64 No te has ido del todo...... 65 La naturaleza llora...... 66

TEATRO...... 67 Caperucita, la abuelita y el lobo...... 68

PUNTO Y COMA...... 71 Los títulos y su importancia...... 72

2 3 JUEGOS LITERARIOS...... 74

INFANTIL...... 77 Un planeta mágico...... 78 Sueña, pequeño duende...... 79 Nino y Pecas: El niño que no quería ser pirata. Capítulo 4...... 80

BIOGRAFÍA DE AUTORES QUE COLABORAN ENY LATINA JUNIO 2020...... 83

4 Editorial Covi Sánchez

A la hora de cerrar el contenido de esta revista, el primer número de 2020, iniciamos un confina- miento más liviano, quizá viendo una luz en el horizonte, mezcla de temor, alegría y un resquicio de dolor anidado ya en todos y todas nosotros. Hubo quienes recurrieron a las lecturas de clásicos, como La peste de Camus, al encontrar un reflejo de nuestra lo que vivimos, donde se nos muestra lo mejor y lo peor del ser humano. En otros casos necesitaban enfrentarse a la pérdida, a la soledad, a la ruptura, a la diferencia generacional, a lo irracional de la realidad, incluso a la convivencia obligada. También nos refugiamos en la música, el cine, el teatro, el arte… Espero que esto sirva para que nos demos cuenta del verdadero lugar que ocupa en nuestras vidas la cultura en general, y la literatura en particular. Solidaridad, empatía, respeto, responsabilidad y cuidado mutuo a nivel individual y colectivo, han demostrado una vez más que son imprescindibles si el ser humano quiere subsistir, resurgir, vivir. Mientras llega ese momento, espero que cercano, ojalá estas páginas sean para ti un bálsamo que te haga emocionarte, reír, enfadarte, amar… reflexionar. Se está yendo una primavera diferente y terrible, robada por un virus, pero después llegará otro verano como un nuevo libro. Lo que escribamos en él dependerá exclusivamente de ti, de mí, de nosotros, de vosotros, de... todos y todas.

4 5 ARTÍCULOS La Térmica Silvia Carrandi

La Térmica es un centro de creación, producción y forma- ción cultural contemporánea basado en un planteamiento moderno, abierto y plural que busca, a través de la cultura y la iniciativa personal ciudada- na, desarrollar una nueva mira- da sobre la realidad. La Térmica es hoy un mee- ting point fundamental de las agendas culturales, de forma- ción no reglada y de ocio de ciudadanos, públicos, creado- res, emprendedores, intelec- tuales, formadores y artistas no ya de la provincia sino de todos los lugares del mundo. . En la hace dentro y fuera de la ciu- formas artísticas más variadas, medida en que Málaga se ha disfrutar de música en directo, ido construyendo en los últimos dad. De lo que se piensa, crea, espectáculos, conferencias y años como un enclave cultural proyecta y puede aprenderse una completa oferta de acti- merced a su notorio equipa- en nuestro mundo contempo- ráneo. vidades que abarca todos los miento de centros museísticos ámbitos de la cultura. La Tér- Un espacio para la creación, y citas culturales de notoriedad mica es un vivero de talento el aprendizaje y el ocio que cuen- nacional e internacional, La y buenas ideas. Un punto de Térmica se ha convertido en la ta con citas y convocatorias sin- encuentro donde creadores y referencia común de lo que se gulares donde acercarse a las emprendedores culturales tra- bajan en equipo y dan forma a interesantes, experimentales y novedosos proyectos. Hay pocos aspectos de la cultura, el ocio, la sociedad y el pensamiento contemporáneos que no tengan cabida en La Térmica. A través de ciclos, au- las específicas, citas regulares, eventos especiales, exposicio- nes y áreas temáticas, la pro- gramación de La Térmica aco- ge trimestralmente decenas de actividades tanto en su edificio como en sus extensiones en otros municipios de la provincia para ofrecer una programación 7 libreros destacó la gran afluen- cia de público y la importancia de un evento de estas carac- terísticas. Uno de los objetivos de Málaga 451 es el apoyo al sector con ánimo de estimular la afición por la literatura en el público asistente. Este evento anual, además de celebrar encuentros entre autores, desarrolla su actividad en diversos espacios. El aforo ha ido aumentando cada año albergando a más 30.000 per- sonas en sus cinco ediciones, durante 8 horas de programa- ción en torno al mundo del libro diaria variada y simultánea. internacionales que incluyeron en cada una de ellas. Más de A través de su página web y al escritor rumano Mircea Căr- cuatro escenarios de actividad sus redes sociales, informa tărescu, la autora de novela interrumpida entre narrativa, puntualmente de estas acti- gráfica Emil Ferris, el cantante ensayo, poesía, zona infantil, vidades a miles de usuarios. de la banda británica Suede, teatro en pequeño y medio for- Artes plásticas, microteatro, y la poeta y novelista cubana mato, exposiciones temáticas y gastronomía y cocina, fotogra- Wendy Guerra. una amplia zona de venta en la fía, moda, tendencias, pensa- Las librerías de Málaga y la que los libreros y editores ven- miento, cine, música, diseño, provincia, así como editoriales den libros. edición, literatura, ensayo, invitadas e instituciones cul- La Térmica ya ha dado co- medios de comunicación, polí- turales estuvieron presentes nocer que la próxima edición tica, bienestar, salud, ecología, con sus stands, y a lo largo de de este festival literario tendrá ciencia, arqueología, historia seis horas vendieron un total lugar el próximo 8 de mayo de del arte, cómic, nutrición, polí- de 1.282 libros. El sector de los 2020. tica, deportes, tecnología, arquitectura, robótica, artete- rapia, economía, pedagogía, La Térmica celebró en 2019, con la mayor emprendimiento, políticas de asistencia de su historia, la quinta edición de: género, televisión, redes socia- Málaga 451: La noche de los libros. les, series de televisión… Unas 10.000 personas dis- frutaron de la música y la litera- tura en una jornada que unió a escritores internacionales con los músicos más jóvenes del panorama nacional. El festival literario Málaga 451: La noche de los libros congregó en 2019 a miles de personas en el Cen- tro de cultura contemporánea de la Diputación de Málaga, re- unidas para celebrar la literatu- ra. Un año más, esta actividad tuvo espacio para la poesía, el ensayo, la narrativa, la músi- ca y una nómina de invitados 8 Una semana en Ámsterdam Hipólito Sánchez

Cada mañana me levanta- ba en la ciudad de los canales como si estuviera en un cuento de hadas. ¿Será porque estaba en navidades? Cada día ponía mis humil- des pies en las aceras llenas de moho verde, mientras res- piraba el entrañable olor a chi- menea que había de esquina a esquina. La pista de hielo; los músicos tocando como una perfecta orquesta sincronizada bajo el túnel del Rijs Museum; la majestuosa Plaza Damm; las calles llenas de algarabía y ale- gría con pequeños comercios y edificios de no más de 3 plan- tas, el silencio en el barrio de Behinhoff o el respeto en el edi- ficio de Ana Frank, la sopa de tomate que nos hacía calentar el estómago a 0º del sano frío del Mar del Norte, los múltiples canales llenos de leyendas e historias locales, mercadillos navideños donde se podía en- contrar una guía Michelin de 1900 o un ejemplar de la mítica Play Boy en inglés de Enero de 1972, y tantos y tantos recuer- dos… Pero ¿sabéis que fue lo me- jor? La tertulia literaria en un restaurante español (Castillo) y la amabilidad de su plantilla (a destacar la amabilidad de Ga- briel). Malévola y Lujuriosa tuvo durante unas horas su protago- nismo. ¡Gracias, Ámsterdam!

8 9 ENTREVISTAS Entrevista a Cristian Crusat Autor de Europa Automatiek (Sigilo)

Silvia Carrandi

—¿Por qué el bote de két- mire cinco minutos se vuelve finales. chup es el símbolo de tu cur- interesante». Decir sí a la vida —Imagino que convives so? es mirar dos veces ese bote de con la dualidad del escritor y —Escribir significa prestarle kétchup, atesorar las resonan- del profesor. ¿Se pelean mu- un tipo muy especial de aten- cias que se activan en nosotros cho entre ellos? ¿El profesor ción a la vida. Darse cuenta espontáneamente (su caracte- regaña mucho al escritor? de ciertos detalles y conduc- rístico sabor, una ocasión en ¿El escritor ignora demasia- tas, convirtiéndolos en ficción, la que me lo serví, el lugar en do al profesor? constituye una suerte de res- el que me encontraba, aque- —Lo cierto es que son dos cate y redención. Me refiero a lla persona que me acompa- parcelas bastante deslindadas esos acontecimientos que se ñaba…), y, transformándolo, de mi carácter, aunque cuan- desvanecen y pierden fuerza rescatarlo del olvido y, en resu- do nos referimos a la literatura a medida que nos alejamos de men, del adormecimiento de suele prevalecer la visión del ellos: recuerdos de infancia, la atención. Ponerle kétchup a escritor: más flexible, espontá- texturas, sabores, antiguas mi- un texto literario es, también, nea y abierta a nuevas interpre- radas, oportunidades desapro- llenarlo de detalles específi- taciones o a los hallazgos que vechadas. Por eso, activar la cos, de objetos, de elementos surgen durante una sesión. atención (mediante la escritura) visuales y reconocibles; signi- Aunque el profesor organiza representa una afirmación de la fica poner algo ante los ojos del todo al milímetro, a veces el vida, del hecho de estar vivos, lector para que éste se lo crea y escritor le suplanta cuando per- de nuestro lugar en el mundo, necesite seguir leyendo. cibe que están surgiendo unas lo cual no debería nunca darse —Para alguien con un cu- coordenadas imprevistas y, le- por descontado. Me acuerdo rrículum tan impresionante jos de contenerlas para conti- mucho de una frase de Natalie y tan internacional como el nuar con el programa, las alien- Goldberg, una gran profesora tuyo, ¿cómo de pequeño es ta y estimula. En cierto modo, de escritura creativa, en la que el mundo? así es mi forma de escribir. se refiere al kétchup en unos —En congruencia con lo —¿Cuál es la mayor debi- términos muy parecidos: «Re- anterior, puede resultar tan pe- lidad que encuentras en tus gistrar los detalles de nuestra queño como la atención y la cu- alumnos? O por decirlo de vida significa tomar partido en riosidad de quien lo observa. una forma más clara, ¿cuál te contra de las guerras, de las —¿Se imparten el mismo parece su mayor carencia? matanzas, en contra de la ve- tipo de cursos en España y —Más que una carencia o locidad excesiva y la eficiencia en Estados Unidos? debilidad, preferiría hablar de exagerada. El escritor debe de- —Por lo general, la cultu- una inercia que todos los lec- cir sí a la vida: al agua en los ra académica estadouniden- tores (y muchísimos críticos vasos, a la jarra de leche, a se tiende a crear un programa literarios) acarreamos con no- la botella de ketchup sobre el muy rígido, donde el desarrollo sotros. En lo esencial, enfren- mostrador del bar». El kétchup de cada sesión está absoluta- tarnos a un texto desde nues- forma parte de ese paisaje or- mente previsto con antelación. tros propios y más personales dinario y rutinario sobre el que Los cursos de escritura creativa presupuestos estéticos y mo- no pensamos a menudo, ador- son más flexibles, aunque no rales, y no desde los que fue mecidos por la costumbre y un escapan, en el contexto univer- creado el texto (cuya razón de sinfín de inercias. Pero, como sitario, a ciertas servidumbres: ser consiste en que nos enca- dijo Flaubert: «cualquier cosa periódicas entregas de traba- remos con nosotros mismos y que se mire cinco minutos se jos, evaluaciones parciales y con nuestras convicciones). Me 11 gusta analizar los textos recor- lectura imprescindible y un Cristian Crusat impartió el dando que los autores de ficción manual que siempre tengas curso «Memoria y ficción: un son privilegiados intérpretes cerca. curso de lectura y escritura de la experiencia humana. Sin —Es muy saludable no to- creativas», al que tuve la suerte embargo, en lugar de ofrecer marse demasiado en serio, de asistir. interpretaciones, crean objetos lo cual no significa que lo que Los tres objetivos que es- artísticos cuyo sentido debe estás haciendo no sea un as- tructuraron este curso fueron: ser descifrado oportunamente. pecto fundamental e innego- a) el análisis de los distintos Por esta razón es tan impor- ciable de tu vida. Y en cuanto elementos que intervienen en la construcción de un relato. tante aprender a realizar una a la lectura imprescindible, creo que, además de toda esa tra- b) ejercicios críticos condu- lectura crítica y desarrollar dición que hay que explorar y centes a la adecuada compren- ciertas estrategias con las que conocer hasta hacerla nuestra, sión del funcionamiento de un abordar un texto. Asumiendo recomiendo leer una serie de texto de ficción. esto habremos dado un paso obras que, desde la mitología c) ejercicios prácticos, pre- decisivo antes de componer y la psicología, nos ayudan a sentaciones y discusiones en nuestros propios textos e inter- comprender mejor el sentido torno a textos originales de los pretaciones de la experiencia que encierran las historias hu- estudiantes. humana, pues no todos los manas, sus símbolos y con- Este curso es un curso so- buenos lectores son buenos flictos eternos: El héroe de las bre el mundo. Por esa razón escritores, pero todos los bue- mil caras, de Joseph Campbe- se hizo énfasis en la lectura de nos escritores sí son buenos ll, por ejemplo. Ese libro abre textos y relatos especialmente lectores. muchísimas puertas. Cada uno significativos, así como en las —Y por último, un conse- atraviesa luego la que más le discusiones críticas de clase. jo para autores noveles, una cautiva.

12 La profundización en las téc- nicas de análisis crítico de un texto narrativo fue, por lo tan- to, un aspecto fundamental del curso. Por último, se plantearon habitualmente ejercicios de es- critura creativa, especialmen- te de naturaleza asociativa, y basados en el recuerdo y la memoria. Mediante estos ejer- cicios se brindó la oportunidad a los alumnos de desarrollar su propia expresividad como método de interpretación de las mismas ideas y cuestiones que, generalmente, son obje- to de análisis teórico o crítico. Partiendo, pues, de textos de contrastada calidad de autores contemporáneos, se pudo po- ner en práctica múltiples apro- ximaciones críticas a la literatu- ra de ficción, tanto ajena como propia, pero sobre todo al mun- do que nos rodea y al modo en que le conferimos significado mediante la escritura.

Cristian Crusat (Málaga, en Literatura Comparada por Cristian ha impartido en el 1983) es autor de seis libros la Universidad de Ámsterdam, espacio cultural La Térmica, de narrativa, los últimos de los ensayista, traductor y crítico, Málaga, el curso «Memoria y cuales son Europa Automatiek ha ejercido la docencia e inves- ficción», un curso de lectura y y Sujeto elíptico, ganador del tigado en universidades de escritura creativas. premio Tigre Juan al mejor libro Francia, Países Bajos, Marrue- cos y Estados Unidos. Fue el de 2019. Su obra se ha distin- Página web del autor director del curso de «Escritura http://cristiancrusat.com/ guido con galardones como el Creativa» en Georgetown Uni- «European Union Prize for Li- versity. terature» y ha sido traducida a una decena de lenguas. Doctor

12 13 Entrevista a Begoña Valero Autora de La casa del Compás de Oro (Grijalbo)

Ramón Villa

—Hola, Begoña, muchas Aunque me encantaba leer para estimular mi imaginación y gracias por dedicarnos parte y escribir, jamás pensé que al- mis ansias por narrarlo. de tu tiempo. Mi primera pre- guna editorial se sintiera intere- —En un reciente artículo gunta es obligatoria. ¿Qué sada por mi obra. Solo era un se te definió como una de te parece si hablamos de ti? sueño que, por fortuna, he lo- las autoras actuales con más Preséntate, por favor. grado alcanzar. proyección. ¿Qué pensaste —Antes, quiero agradecer —¿Como y por qué llegas- o llegaste a sentir cuando lo a la Revista Y Latina que me te desde tu formación como leías? haya invitado a compartir en- Licenciada en Medicina y Ci- —Me sentí abrumada. Era como un reconocimiento a mi tre sus páginas esta agradable rugía a un mundo tan distinto trabajo de escritora y, a la vez, charla. como es el de las letras y a la novela de marcada temática una recompensa por el cariño Soy Licenciada en Medicina humanística? que he puesto en cada una de y Cirugía y escritora de novela —En realidad, no resulta ex- mis novelas desde que en 2012 histórica. Mi última novela pu- traño encontrar médicos en el la editorial Denes publicó El tra- blicada es La casa del Compás mundo de las letras. Chéjov, bajo de los libros sobre la vida de Oro (Grijalbo 2017). Desde Conan Doyle, Pio Baroja e in- de Gutenberg y que la editorial mi infancia, he sido una niña cluso Gregorio Marañón son Grijalbo ha confirmado al pu- curiosa a la que asombraban claros exponentes del fantásti- blicar La casa del Compás de los inventos, la Historia y las co coctel que se puede obtener Oro. personas que habían sacrifica- uniendo ambas vocaciones. —Dejando aparte tu pre- do sus vidas por mejorar la de Por mi parte, tampoco pude miado guion del cortometra- sus semejantes, como Marie resistirme. Descubrir el cuerpo je El Tonto del Bote. Tus dos Curie, Ramón y Cajal o Alexan- personajes, a veces olvidados, novelas publicadas, El Traba- der Fleming. era el complemento perfecto jo de los Libros y La Casa del

14 Compas de Oro, nos hablan de metal, además de las vici- totalmente desconocidos pa- de un hecho revolucionario situdes que tuvo que sufrir ra la inmensa mayoría? como ha sido la invención de para conseguirlo, me permitió —Como escritora de nove- la imprenta y su desarrollo, adentrarme en el mundo de la la histórica es un reto hallar lo a través del impresor y edi- imprenta y conocer sus entre- que busco entre la amalgama tor más importante del siglo sijos. Para mí fue como un de datos que se entremezcla- XVI. ¿Qué te llevó a investi- revulsivo. Por ello, encontrar a nen la Historia y que es posi- gar y sacar a la luz hechos Christophe Plantin, el protago- ble encontrar en las bibliotecas tan innovadores como los nista de La Casa del compás físicas o en los libros digitales. que desarrollaron Gutenberg de Oro, supuso un nuevo reto. Es curioso, pero cuando descu- con la imprenta y Christophe Con este hallazgo, me aso- bres al personaje que debe po- Plantin con la implantación maba a una ventana para ver blar tus páginas sientes una ex- de nuevos procesos en la cómo era el negocio de la edi- traordinaria emoción. Quieres edición y la distribución de ción de libros en el siglo XVI de saber cada uno de sus pasos, libros? la mano del mejor impresor del dónde vivió, cómo, qué hizo, en —Como he comentado an- Humanismo. qué sociedad desarrolló su ac- teriormente, desde niña me —Por cierto, al ser un tividad… Cada descubrimiento apasionaban los inventos y su cliente habitual de las biblio- es un hallazgo que te conmue- repercusión en la humanidad. tecas ¿cómo te sentías ante ve. Y, no cabe ninguna duda, de la abundante documentación En el caso de Christophe que la imprenta ha represen- que te encontrabas sobre el Plantin, el protagonista de La tado una verdadera revolución tema al investigar los hechos Casa del Compás de Oro, fue en la Historia. Antes de ge- históricos que nos cuentas una verdadera revelación en- neralizarse su utilización, los en tus obras? ¿Y qué sen- contrar a un joven francés, sin manuscritos permanecían en sación te producía sacar a la ninguna posibilidad de futuro, y manos de unos pocos debido luz documentos con hechos verlo progresar hasta convertir- a su elevado precio. Esto era se en el impresor de Felipe II y producto del laborioso traba- de los libros religiosos del Im- jo de reproducción, mediante perio español. Sobre todo, en copias manuales, que se rea- Flandes. Una tierra golpeada lizaba frecuentemente en los por el odio entre hermanos por monasterios. La aparición de la las luchas de religión entre cal- imprenta contribuyó a abaratar vinistas y católicos. Pero había los costes al reproducir cientos algo más, lo que subyace bajo o miles de obras, a las que ya las cenizas de una hoguera que podía acceder cualquier mortal. tardó 80 años en apagarse, la Estudiar a fondo el proceso que lucha de poderes para conse- llevó a Gutenberg en el siglo guir dominar el territorio con la XV a desarrollar una técnica de excusa de la religión. Me gusta impresión con tipos o «letras» remarcar este aspecto en mi

14 15 novela, porque intenta ofrecer siglo XVI, se ha utilizado todo —Estoy seguro de que es una imagen objetiva de lo que tipo de artillería panfletaria para un honor participar en las ocurrió en la guerra de Flandes. cambiar la Historia de España actividades del Museo de —Por otra parte, los inven- y no reconocer sus éxitos La imprenta. ¿Qué sentiste tos y las innovaciones pro- mediante la malintencionada cuando te nombraron Sena- fesionales que narras en tus leyenda negra española, que dora del Museo de la Impren- novelas de El trabajo de los nos persigue hasta nuestros ta de Valencia? Libros y La Casa del Compas días. Afortunadamente, desde —La verdad, una intensa de Oro ¿piensas que pudie- la pluma de algunos escritores emoción. Ser nombrada Sena- ron en su tiempo, ser más se empiezan a vislumbrar los dora en 2018 del Museo de la revolucionarios que la infor- hechos ocurridos con la objeti- Imprenta y de las Artes Gráfi- mática desarrollada por Mi- vidad que merecen. cas de Valencia es un excelen- crosoft? —Respecto a tu narrativa te reconocimiento personal por —Considero que podríamos que, a mi juicio, es muy cla- haber difundido la historia de la establecer una equivalencia ra y adictiva. ¿Crees que está imprenta a través de la literatu- entre lo que supuso la imprenta motivada porque el narrador ra. a partir del siglo XVI y lo que lo hace en primera persona? Este año 2020 se celebra el ha sido internet en la segunda —En parte sí. Es evidente 500 aniversario del nacimiento mitad del siglo XX. En ambos para cualquier escritor que na- de Christophe Plantin, el prota- casos, se ha facilitado la comu- rrar en primera persona favore- gonista de mi novela La casa nicación y se ha expandido la ce un acercamiento mayor del del compás de Oro. Tengo que cultura entre los pueblos. Se lector. Sin embargo, es más agradecer la iniciativa del Mu- tiene más información, pero, complejo utilizar únicamente seo que pretende exponer de a veces, la mentira se utiliza esta técnica narrativa, ya que forma permanente, en sus ins- para desprestigiar a la facción el personaje no puede saberlo talaciones del Real Monasterio contraria. Esto también ocurría todo y, por ello, resta libertad de El Puig de Santa María en con los panfletos o libelos in- para contar una historia desde Valencia, un ejemplar del libro famatorios contra Felipe II que diferentes puntos de vista. bajo la imagen de su protago- se publicaban en Flandes, sus- —Tengo una curiosidad, nista. tanciados por su adversario, el a la hora de escribir ¿lo ha- —Begoña, háblanos de tu Príncipe de Orange. ces con brújula, sabiendo de participación en el movimien- —Begoña, pones encima dónde partes y a dónde vas to cultural más importante de la mesa una imagen de Es- a llegar? o ¿eres de los auto- de los países ribereños del paña, de sus personajes his- res que improvisas continua- Mediterráneo, como es “La tóricos, de sus logros, muy mente? Casa Mediterráneo” y la” Red distinta a la percepción que —Quizás utilizo una mez- de Mujeres escritoras del Me- se ha trasmitido hasta ahora. cla de ambos planteamientos. diterráneo” que agrupa a mu- ¿Crees que España fue tan im- Nunca comienzo a escribir sin chas grandes autoras. portante en el desarrollo eu- tener una idea clara de lo que —Desde enero de 2019, soy ropeo, tal y como lo cuentas? voy a contar, porque necesito miembro de la Red de Escrito- —Sin duda. En el siglo XVI, haber madurado una historia ras del Mediterráneo, puesta España era el Imperio que do- para empezarla. Sin embargo, en marcha por Casa Mediterrá- minaba el mundo. Incluso, en no tengo estipulado, con deta- neo, un consorcio público diri- aquellos días, el español era la lle, cómo va a evolucionar la gido por el Ministerio de Asun- lengua que hablaban los emba- narración o los personajes, que tos Exteriores de España, con jadores y aprendían las élites en ocasiones me sorprenden al sede en Alicante, cuyo principal europeas, como después ha pronunciar una frase imprevis- objetivo es fomentar el inter- ocurrido con el inglés. Tras la ta que cambia el rumbo de la cambio y el conocimiento de los anexión de Portugal al Imperio trama. Es un proceso de expe- países del Mediterráneo. Esta español, los reinos europeos, rimentación asombroso que me Red de Escritoras surge con la sobre todo Inglaterra y Fran- lleva a situaciones insospecha- finalidad de unir voces relevan- cia, se sintieron todavía más das para luego fascinar o, bien, tes de la literatura mediterrá- amenazados. Por ello, desde el sobrecoger al lector. nea para visibilizar a la mujer 16 escritora. —En cierto modo, sigo fas- —¿Qué te gustaría añadir Forman parte de la red: Es- cinada por el siglo XVI y sus a este pequeño interrogato- pido Freire, Inma Chacón, Lola avatares. Ya he viajado por rio? Bañon, Cristina López Barrio, Francia y Flandes con La casa —Por una parte, que ha sido Ayanta Barilli, Vanessa Mon- del Compás de Oro y, ahora, un placer responder a tus pre- fort, Elia Barceló, Begoña Vale- me he centrado en las intri- guntas. Por otra, he de reco- ro, Raquel López, Aroa Moreno, gas de la Corte de Felipe II y nocer que escribir es un duro Rosa Cuadrado, Paz Castelló, su secretario Antonio Pérez, trabajo en el que invierto hasta Pilar Blanco, Olivia Martínez, acontecimientos que abona- tres largos años para concluir Vedrana Klepica (Croacia), ron la leyenda negra espa- una novela. Sin embargo, no Galit Dahan-Carlibach (Israel) ñola. Los lectores de La casa puedo resistirme a su influjo. Me apasiona y lo necesito para y Mokthar Amel Ayari (Túnez), del Compás de Oro me pedían sentirme viva. entre otras. una continuación y creo que no Y, por último, que el mejor —Begoña, partiendo de la quedarán defraudados. regalo, a este extenuante tra- base de que no hay pregun- Respecto a la fecha de pu- bajo, es el lector satisfecho. blicación, es necesario esperar tas indiscretas, indiscretas Muchas gracias. son las respuestas, dinos por a que termine la situación pro- favor, ¿con qué nos piensas vocada por la COVID-19 para sorprender y para cuándo tu valorar el momento más opor- nueva novela? tuno.

Begoña Valero es natural de Senadora del Museo de la Desde enero de 2019, Bego- Banyeres de Mariola (Alicante) Imprenta y de las Artes Gráfi- ña Valero es miembro de la Red y vive en Valencia. Licenciada cas de Valencia desde 2018. de Escritoras del Mediterráneo, en Medicina y Cirugía por la Un reconocimiento a la labor puesta en marcha por Casa Universidad de Valencia, traba- realizada en la difusión de la Mediterráneo, un consorcio pú- ja en la Generalitat Valenciana. historia de la imprenta a través blico dirigido por el Ministerio Es autora de El trabajo de los de la literatura: El trabajo de los de Asuntos Exteriores de Espa- libros (Editorial Denes, 2012). libros sobre la vida de Guten- ña, con sede en Alicante, cuyo La casa del Compás de Oro berg, y La casa del Compás de principal objetivo es fomentar el (Grijalbo, 2017) es su nueva Oro sobre la vida de Christophe intercambio y el conocimiento novela. Plantin. de los países del Mediterráneo.

Página web de la autora: http://www.begonavalero.com

16 17 Entrevista a Nieves Muñoz Autora de Batallas silenciadas (Edhasa)

Ramón Villa

—Hola, Nieves. Muchas buscando información. Muchos gracias por dedicarnos parte escritores hablan de la rutina de tu tiempo. Mi primera pre- que se debe seguir para escri- gunta es obligatoria. ¿Qué bir. Yo no puedo tener unas te parece si hablamos de ti? horas determinadas al día para Preséntate, por favor. dedicarlas a la escritura. Pero —Siempre me resulta algo mi rutina es esa: cada vez que forzado presentarme a mí mis- tengo un hueco, escribo. ma. Me veo en alguna de esas —Nieves, se te definió en reuniones en círculo en las que un artículo periodístico, hace los asistentes hablan por tur- poco, como una de las auto- nos. Y mi timidez se impone. ras actuales con más proyec- Veamos, me llamo Nieves ción. ¿Qué pensaste y sen- Muñoz de Lucas, nací en de- tiste cuando lo leíste? mocracia y en la meseta caste- —Estoy sufriendo el síndro- llana, en Valladolid. me del impostor con mi novela Escribo historias desde que Las batallas silenciadas. No me tengo memoria, aunque he te- creo aún que haya llegado has- nido paréntesis más o menos ta aquí con una primera novela con personajes históricos, largos. Aunque el refrán es y que esté recibiendo tan bue- alguno con una carga de sim- cierto, siempre vuelve la burra nas críticas. Me sigo sintien- bolismo enorme? al trigo. Estudié enfermería (a do muy pequeña en el mundo —Porque a mí me interesan mi profesor de literatura en el de las letras y con mucho que más esas pequeñas historias instituto casi le da algo cuando aprender. que tejen la gran Historia. Quie- elegí la rama biosanitaria) y no Es un orgullo, por supuesto, ro saber qué sintieron los sol- me arrepiento de mi elección. pero no lo asimilo. Hasta que dados en el barro y cómo so- Sin embargo, la escritura es no se publique una segunda brevivieron las mujeres cuando una forma de vida y no podré novela y reciba tan buenas crí- sus familias corrían peligro. desligarme nunca de ella. Es lo ticas, no aceptaré que me he Me gusta cotillear la vida coti- que soy. hecho un hueco entre los escri- diana y meterme en la piel del —¿Cómo eres capaz de tores de novela histórica. hombre de a pie al que le pilló compaginar tu trabajo profe- Voy a confesar algo, la pre- la contienda sin saber nada de sional, tu vida familiar, aten- sión que me impongo a mí mis- enredos políticos. Leer sobre der a las necesidades de un ma con la escritura de esta se- las primeras técnicas de medi- hogar y escribir una novela gunda historia es brutal. Pero cina de trinchera y cómo el in- histórica con lo que supone es que soy así, perfeccionista genio humano se exacerba en de trabajo de investigación y y competitiva (incluso conmigo situaciones límite. Ahondar en documentación? misma). Puede que haya irrum- las pasiones como motor de las —Despacito y con buena pido en el panorama literario, acciones. letra. Uso cualquier momento pero ahora debo mantenerme Para leer sobre batallas ya libre y además soy multitarea. ahí. tengo los libros de historia, no- Puedo estar ayudando con —¿Qué hizo que en vez de velar es otra cosa. Es darles los deberes y mientras escri- contar la gran batalla de la l voz a otros protagonistas. bir algún párrafo. O viendo Guerra Mundial, prefirieses —Nieves, me gustaría sa- una película y al mismo tiempo contar historias pequeñas ber que te llevo a convertir tu 18 novela en una historia coral, he tomado muchos rasgos pro- y realizo la investigación en con la dificultad que entraña pios para mis protagonistas y el base a ese guion. Lo tengo ese tipo de narración. resto vienen de la observación todo pensado y trabajado —Hay varias formas de con- de mi entorno. Todos los escri- cuando me pongo a escribir, a tar una misma historia. Yo elegí tores somos mirones en cuanto mi modo. Si os enseñara las la que implica ir uniendo troci- a psicología se refiere. notas y las líneas de tiempo que tos para componer una trama —¿Qué tal sienta que en tu uso no enteraríais de nada… única que confluya al final. De primera novela, te nombren Sin embargo, cuando escribo, lo pequeño a lo grande. De este candidata en dos categorías la historia suele cambiar. Bien modo el lector tiene una visión de premio prestigioso? porque descubro por el camino más compleja de cada parte y —¡Pues estupendamente! alguna cosilla histórica apete- de las motivaciones de cada Las nominaciones fueron una cible para incluirla, bien por- personaje que hacen fluir la sorpresa muy agradable. Soy que no funciona la trama como acción. Cuando acabas la no- una recién llegada y mi novela debería. Entonces vuelvo a vela no solo conoces la batalla estaba entre otras obras maravi- cambiarlo todo y planifico de de Verdun, sino la vida de las llosas. Todo reconocimiento es prostitutas, el funcionamiento bienvenido, aunque yo manten- nuevo. No es la primera vez, de un hospital de campaña, el go los pies en el suelo. Me que- ni será la última, que reescribo infierno de las trincheras y la lu- da mucho trabajo por delante. o cambio toda la planificación cha por la supervivencia de los —¿Cómo se consigue desde el principio. campesinos. Todo esto dentro crear que, con tus narra- Lo que sí que sigo es un or- de la trama principal que no ciones y descripciones, el den cronológico de escritura. desvelaré. Así que Las batallas lector viva ciertas escenas No puedo narrar un capítulo silenciadas es un gran calei- a través de los sentidos? que sucede más adelante y doscopio que cuenta una por- —No soy muy consciente luego un capítulo del principio. ción de la Primera Guerra mun- de ello, aunque es algo que Si no me sumerjo en el tono de dial desde la óptica de múltiples me dicen muchas veces. Es mi cada escena no relato bien. cristales de colores. Me parece forma de narrar, no sé escribir —Nieves, esta pregunta que así es más completo e in- de otra manera. Seguramen- se la hago a todos los auto- teresante. te porque yo me sumerjo en res: ¿piensas en los lectores —¿Fue muy laborioso cada escena y describo según cuando escribes o lo haces idear unos personajes con la siento yo. Reconozco que mi para ti? una personalidad y una psi- mente funciona de una forma —Las dos cosas. Yo soy cología tan rica, complicada peculiar. Cuando rememoro un lectora y escritora. Por lo tanto, y apasionante? recuerdo, no tengo su imagen, escribo para mi yo lector lo que —Fue laborioso, aunque im- sino lo que he olido, la tempe- me gusta y además examino prescindible. No concibo una ratura que hacía, la sensación con lupa a mi yo escritor con buena historia sin unos perso- del viento y las emociones los fallos que solo otro escritor najes complejos que la hagan que viví en ese momento. Por encuentra en una novela. avanzar. Yo quiero crear per- eso lo cuento de ese modo. Parece un galimatías, pero sonajes que se hagan reales —¿Eres una escritora, me- creo que muchos autores me a través de mis letras, que ten- tódica, ordenada, que sabes comprenderán. Desde que es- gan tonos de gris, recovecos y de dónde sales y a dónde capas. Uno de mis momentos vas? ¿O eres de esos auto- cribo de forma más seria (es preferidos una vez publicada res que escriben por el im- decir, desde que soy conscien- la novela fue asistir a un club pulso de los sentimientos te de los errores de la narrati- de lectura y que sus miem- y lo que le pide el cuerpo? va y de la construcción de una bros comenzaran a discutir —Un poco de todo. Soy novela), no puedo leer como los comportamientos de mis un caos ordenado. Por eso una simple lectora y analizo for- personajes como si existieran me defino como un oxímo- ma, fondo, técnicas narrativas en realidad. Yo lo escucha- ron de nacimiento. La historia y profundidad de personajes ba en silencio y maravillada. que quiero contar está en mi mientras disfruto de la lectura También he de confesar que cabeza en líneas generales en otro plano. 18 19 —Nieves, dejó para el final involucradas en aquel periodo mi pregunta más personal e histórico que nos dicta las fór- íntima. Creo que tu novela mulas políticas y sociales de esun homenaje y un recono- hoy en día. cimiento a la lucha de las mu- Y quedan muchas historias jeres por su liberación, sien- que contar al respecto. do una oda al feminismo de —¿Con qué nos piensas las tatarabuelas y bisabuelas sorprender y para cuándo tu de las actuales mujeres. ¿Fue nueva novela? ese tu objetivo al escribir tu —No puedo hablar aún del novela? proyecto porque en mi caos —Mi primer objetivo fue ha- ordenado pueden cambiar mu- cer un homenaje a los principios chas cosas. Me quedo en los de mi profesión. Y cuando em- inicios del siglo XX y aumento pecé a investigar me di cuenta el espacio temporal y geográ- que la historia de la enfermería fico… Y hasta ahí puedo leer. es la historia de la mujer, con ¡Paciencia! sus luces y sus sombras, con su sometimiento durante mu- —¿Qué te gustaría añadir chos años y su poca visibilidad, a este pequeño interrogato- con esa búsqueda de identidad rio? y el alzar la voz para gritar: aquí —Me siento muy halagada estamos. por colarme con mis desvaríos Por eso más tarde incluí en la mente de los lectores du- otras protagonistas y otras rante un ratito. Espero que den historias que se entremezclan una oportunidad a esta historia con la principal. Quería repre- dura, pero en la que prevalecen sentar todo el caleidoscopio la amistad y la esperanza sobre y todos los estratos sociales el resto. de las mujeres que se vieron ¡Un abrazo enorme!

Nieves Muñoz nació en Va- varias antologías de relatos, Página web: lladolid en 1976. Vinculada como articulista para blogs de https://nievesmdelucas.com/ siempre a las letras, bien como narrativa y en la revista literaria escritora de historias o como El taller de la factoría. Ahora, lectora, eligió sin embargo un con Las batallas silenciadas, al camino diferente para su for- fin se ha atrevido a dar el paso mación: la enfermería. Para y nos ofrece una maravillosa ella, escribir es una forma de novela histórica con la que vida. Tras formarse en técni- ha conseguido aunar sus dos cas literarias, ha colaborado en grandes pasiones.

20 RESEÑAS

20 1981 Autor: Darío Galván

Miguel Ángel Oliver

Título: 1981 Autor: Darío Galván Año 2020 Páginas 350 PVP: 17 euros https://www.cervantes.com/libro/9788418112614/1981/

Sinopsis Opinión

¿Se puede cometer un ase- Quiero empezar diciendo sinato y no recordar haberlo que 1981 es de lo mejor que he hecho? leído últimamente en cuanto a En 1981, una serie de maca- novela negra. bros asesinatos a mujeres de La mayoría de las novelas diferentes clases sociales, con policiacas parten de un ase- similares características físicas sinato y un policía que ha de y familiares, mantiene en vilo a investigarlo, ocurriendo hasta toda Asturias. Evaristo Losada, el momento en que consiguen Capitán psicólogo de la Guar- dar con el asesino ciertas orda- dia Civil, participará en la in- lías pensadas para mantenerte vestigación que paso a paso irá intrigado. apuntando a él como culpable. Darío Galván, desde la pri- Realidad y fantasía se con- mera página trata de abordar la funden mientras tiene que des- novela desde un punto de vista cubrir si es él quién ha come- más psicológico, dejando a uno tido tales atrocidades o, por el de los personajes secundarios contrario, aceptar que hay fuer- el tema de la investigación. zas desconocidas que le empu- Nos da un culpable nada más Parte de la premisa de: ¿se jan a la locura. Extraños flash- empezar y, ya desde entonces puede cometer un asesinato y backs le muestran acabando la nos hace dudar de su autoría al no recordar haberlo hecho? y la vida de aquellas mujeres, todas tiempo que nos lo señala a él usa para crear un laberinto de las pruebas apuntan a él y es como única posibilidad. 1981 sensaciones que te mantiene pegado desde la primera a la tan solo el sentido común quien es distinto a todo lo que he leí- última página. dice lo contrario. do, nos lleva de viaje a años de Quizá, solo quizá, son los la Guerra Civil, a la juventud en fantasmas de su pasado quie- el Hospicio Provincial de Ovie- nes le atormentan y le empujan do de Evaristo Losada y a vivir a ello. Quizá el deseo de ver una serie de sucesos pasados sufrir a su ex mujer o… O quizá que volverán a tener relevancia viejos amigos de la infancia le en su vida. han tendido una trampa cruel.

22 Cartas desde mi molino Autor: Alphonse Daudet

Daniel Díaz

viejas leyendas de la comarca, Título: Cartas desde mi molino asuntos de sus vecinos, nostal- Autor: Alphonse Daudet gias y recuerdos, una visita al Editorial: GAviota poeta Mistral… Año: 1989 Es tal el cariño, el gusto por Páginas: 288 el detalle, la exquisitez que ate- sora Daudet, que el afortunado Opinión lector llega a sentir el traqueteo de «La diligencia de Beaucai- Ante la habitual y recurrente re», a emocionarse con «El se- pregunta sobre cuál es mi libro creto del tío Cornelio», a recor- favorito respondo, de manera dar amores tiernos bajo «Las invariable, que Cartas desde mi estrellas», a conmocionarse molino, del escritor francés de- con la pasión dramática de «La cimonónico Alphonse Daudet. arlesiana», a sentir el rugido del Llevo casi treinta años con viento en «El faro de los san- esta firme aseveración y os guinarios», a sufrir los embates prometo que soy sincero, no del temporal en «La agonía de dejándome influenciar por la Sémillante», a aspirar el olor vestigios de cariños pasados. de una deliciosa bouillabaise Cada dos o tres años acudo a junto a «Los aduaneros», a en- este sagrado volumen y vuelvo ternecerse con el trotecillo de a experimentar idénticas emo- ratón de «Los viejos», a reírse ciones primerizas. a mandíbula batiente con «Las Lo curioso es que no hay tres misas rezadas» o «El elixir acción trepidante, ni suspense del reverendo padre Gaudio- Sinopsis angustioso, ni personajes dota- so»… ¡y tantas y tantas emo- dos de una poderosa caracteri- ciones más! En Cartas desde mi molino, zación. ¿Dónde reside, pues, el No se me olvidará el salto Daudet descubre su corazón; encanto de estas páginas? de alegría con el que celebré nos aporta sucesivamente ale- Ay, amigos, en el milagroso este regalo de cumpleaños de gría, tristeza, emoción, odio... engarce de las palabras que mis padres. Me había encan- No le falta espontaneidad ni ejecuta el encantador autor pro- tado Cuentos del lunes, otra frescura, ni esa agudeza iró- venzal, dotando a cada párrafo magnífica colección de rela- nica cuando aborda ciertos de poesía, ritmo, magia, y que tos de Daudet, y les encargué temas. Además, Daudet no provoca que el alma se libere y la búsqueda y captura de este inventa nada: recoge algunas viaje a moradas celestiales. querido ejemplar. Y poseído del anécdotas que ha presenciado En esta colección de cuen- mismo gozo, insisto, acudo a él o que le han contado, inten- tos y semblanzas, no habíamos cada cierto tiempo como fuente ta deformar lo menos posible mencionado aún el género, vivificadora. la realidad. Hace revivir para Daudet finge escaparse de Pa- Más que recomendable yo lo nosotros su Provenza natal, al rís y alquilar, como morada para calificaría de imprescindible en pueblo provenzal con su alma, su inspiración, un viejo molino cualquier biblioteca selecta que su imaginación desbordante, en el valle del Ródano. Desde se precie de serlo. sus espejismos, sus malicias, este privilegiado puesto de ob- Un libro, un amigo, que te sus alegrías y sus penas. servación que nos irá regalando habla directamente al corazón. 22 23 Desesperanza Autor: Adrián Martín Ceregido

Daniel Díaz

Título: Desesperanza Autor: Adrián Martín Ceregido Año 2019

Sinopsis

El grave momento social y político que vive Guinea Ecua- torial, junto a una inesperada y sorprendente circunstancia, conducen a la familia Edjang a tomar una trascendental deci- sión el 3 de agosto de 1979, día en el que el dictador Francisco Macías es apartado del poder por su sobrino Teodoro Obiang. Treinta y cuatro años des- pués, la concejala del área de Bienestar Social del Ayunta- miento de Portugalete es ase- sinada en una habitación de un hotel de Bilbao. Las altas esferas del poder político presionan para que el caso recaiga en la Unidad de Investigación Criminal de la Ertzaintza. Las cloacas de los partidos, corrupción institucional, infideli- dades y un matrimonio fracasa- do, lazos familiares tortuosos, un asesino a sueldo y un psi- cópata desbocado envuelven a Leire Sandoval en una espiral en la que deberá enfrentarse contra un enemigo conocido: la maldad del ser humano.

24 Opinión Ertxaina formado por Leire San- A lo largo de la narración, ¡Un señor THRILLER POLÍ- doval, Iker, Borja y Unai traba- por supuesto, se suceden los TICO! jará sin desmayo y sumergirá al giros de tuerca con el consabi- Anotad, por favor, este nom- lector en una vorágine de pes- do juego de adivinar al verda- bre (si es que aún no os suena): quisas, entrevistas, declaracio- dero culpable alternándose los ADRIÁN MARTÍN CEREGIDO. nes, interrogatorios y reuniones Estoy seguro que, a no mucho sospechosos. La trama queda con el comisario que demues- tardar, se lo disputarán las prin- muy bien cerrada y la sensa- tran el excepcional trabajo de cipales editoriales del país. ción final es la de haber disfru- documentación de Adrián. Pero Y es que con su tercera tado de un thriller político que creación en el mercado ya no hay más, mucho más. La con- no desmerece lo más mínimo podemos hablar de casualidad. cejala es de origen guineano de los titanes del género que y la primera parte del libro nos DESESPERANZA es una mag- nos llegan desde los EEUU. regala unos vibrantes y angus- nífica y sólida novela, sin fisu- Obligado es mencionar, an- tiosos episodios ambientados ras, que atrapa al lector desde tes de concluir, las otras dos en el cambio de dictador sufrido la primera hasta la última pági- poderosas novelas de Adrián: por la antigua colonia española na. Una obra, además, valiente La venganza esquiva (magistral pasando de Macías a Obiang. pues el autor no se esconde a combinación de biopic sobre la la hora de denunciar las cloa- Son páginas frenéticas y di- vida del escritor Stevenson y cas de los partidos políticos dácticas a un tiempo. El autor thriller) y El peso de la ira (poli- (en este caso concreto las de se confirma, pues, como un cíaco urbano asfixiante). Tres Ferraz): una joven concejala estupendo creador de atmósfe- novelas, en definitiva, sobresa- aparece muerta en la habita- ras: se desenvuelve con pericia lientes. ción de un hotel de Bilbao y se tanto en una reunión de altos ¡¡Con ganas de que apa- sospecha que uno de los móvi- cargos políticos (logradísima la rezca la cuarta para devorar- les del posible asesinato tenga secuencia del chantaje de ida la!! ¡Gracias, Adrián, por estas que ver con un oscuro caso de y vuelta entre dos de los peces sabrosas horas de lectura que corrupción inmobiliaria. nos regalas! gordos), el drama familiar (la A partir de ahí suspense y del bueno, amén de unas in- familia africana obligada por los vestigaciones policiales contra- acontecimientos a trasladarse rreloj para esclarecer el caso a la Península) o el día a día de antes de que se pongan nervio- los agentes de la policía vasca sas las altas esferas. (el lector llega a sentirse parte El equipo de agentes de la del equipo.

24 25 El guardián de las flores Autor: Rober H.L. Cagiao

Darío Galván

Título El guardián de las flores Autor Rober H.L. Cagiao Año 2019 235 páginas PVP: 14,21 euros (también en Ebook) https://www.amazon.es/Guardi%C3%A1n-las-Flores-Rober-H-L-Cagiao-ebook/dp/B08231KJ8L

Sinopsis primera obra que nadie debería Paola, Costoya y su equipo, perderse. desde hoy, pasan a ser de esos Cuarenta y ocho horas para EL GUARDIÁN DE LAS personajes que, junto con Eva- el gran día del Apóstol. Cole- FLORES va de menos a más, risto Losada, Antonia Scott y giata de Iria Flavia. Un hombre tiene un ritmo trepidante y es Jon Gutiérrez espero con ansia aparece muerto y su hija ha fácil de leer. Consigue presen- volver a saber de ellos. sido secuestrada, y solo es el tarte a unos personajes a los Sin duda alguna, en Juan principio… cuales puedes adorar u odiar Gómez Jurado, Darío Galván y La comisaria Paola Gómez al mismo tiempo. La trama está Rober H. L. Cagiao tenemos el se enfrenta a una venganza muy bien hilada y nada fue de- presente y el futuro de la nove- más allá de lo personal entre jado al azar. la negra en España. flores, libros y leyendas galle- gas teñidas de sangre. Es una alegría toparse con una novela de esas que te ha- cen pasar la noche en vela ya que te es imposible dejar de leer.

Opinión:

EL GUARDIÁN DELAS FLORES, ganadora del premio Circulo Rojo a la mejor novela de misterio, lo ha hecho, es la segunda obra en menos de un mes que lo logra, y ambas son de autores que comienzan su andadura por este mundo tan complejo de la literatura.

Ninguno de los dos es Car- los Ruiz Zafón o Gabriel García Márquez, pero ambos son lo que estos fueron un día, gente con talento e historias que con- tar que terminan de escribir una 26 El águila de la novena legión Autora: Rosemary Sutcliff

Daniel Díaz

Título: El águila de la novena legión Autora: Rosemary Cutcliff Editorial Plataforma Páginas: 351 Año 2008

Sinopsis

En el año 117 d. C. la Nove- na Legión Hispánica se internó en las nieblas de Caledonia y entró en la leyenda, pues nadie tuvo nunca más noticia de ella ni de los hombres que la inte- graban. Veinte años después, Marco, hijo de unos centuriones de la desdichada legión, recala en Britania con su unidad de auxiliares galos. Gravemente herido durante un levantamien- to de la población britana de origen celta, debe abandonar el servicio, pero se le presenta la oportunidad de correr la ma- yor aventura de su vida porque al norte del Muro de Adriano, entre las tribus todavía por con- quistar, corre el rumor de que ha reaparecido un poderoso amuleto de guerra: el Águila de una legión romana. Sólo pue- de ser el Águila de la Novena y Marco se internará en las bru- mas del norte para arrebatar el trofeo a los bárbaros, devolver el honor a la legión de su padre y resolver el enigma de su mis- teriosa desaparición.

26 27 Opinión

EL MISTERIO DE LA LE- GIÓN HISPANA

Siempre estaré agradecido a sus oídos llega el rumor de que hará palpitar de emoción y Don Alfredo Lara por su amis- los clanes norteños alardean de angustia al lector más flemá- tad y por sus sabias recomen- un poderoso amuleto, un águila tico. daciones. romana. Comienza un viaje tre- Añadir que conoció una so- El mejor librero de España pidante a ignotas tierras para bria y correcta adaptación cine- me aseguró que iba a disfrutar arrebatar el trofeo y devolver el matográfica (que visioné en el con EL ÁGUILA DE LA NOVE- honor perdido a la legión de su 2011), merced a la cual aprendí NA LEGIÓN y demostró cono- padre. la disciplina férrea en combate cer sobradamente mis gustos Aunque predomina el tono de los legionarios que les per- literarios. Porque esta novela épico a lo largo de toda la aven- mitió mantener su imperio va- se devora con agrado desde el tura, son frecuentes los rama- rias centurias... ¡Inolvidable la arranque hasta la contraporta- lazos líricos de gran hermosu- táctica de la tortuga! En definitiva, una novela que da. ra y capacidad evocativa (las Lleva la firma de la británica aúna rigor y entretenimiento, descripciones de la naturaleza ROSEMARY SUTCLIFF, espe- que gustará a todo tipo de lec- salvaje o el despertar al amor cialista en obras históricas am- tores y que demuestra que el del protagonista), y abunda el bientadas en la conquista de su bueno de Alfredo Lara es casi carácter didáctico del texto a la patria por los romanos. infalible en sus propuestas. hora de mostrar las ancestra- El núcleo argumental es de ¡Por Júpiter! les costumbres de los pueblos lo más atractivo y sugeren- de la época, demostrando la te: la Novena Legión Hispana autora un trabajo encomiable emprende la marcha desde el de documentación. Muro de Adriano hacia las tie- Para el recuerdo quedan las rras escocesas... ¡y no regresa! persecuciones implacables a ¿Aniquilada por las tribus de través de montañas, bosques, las Highlands? ¿Deserciones torrentes y lagunas; una au- en masa? ¿Epidemia mortal? téntica cacería del hombre que Veinte años después, el hijo de uno de los centuriones des- aparecidos es destinado a un fortín en el sur de Britania y a

28 El secreto de los Mc Jefferson Autora: Dulce V. Pérez

Darío Galván

Título: El secreto de los Mc Jefferson Autora: Dulce V. Pérez Rumoroso Año 2015 Páginas 106 PVP: 10,50 euros

Opinión

El secreto de los Mc Jeffer- son de Dulce Victoria Pérez Ru- moroso es un claro ejemplo de esas novelas que te sumerges tanto en la trama que deseas que no acabe nunca. La his- toria es apasionante, la trama principal, ese oscuro secreto que se desentraña demasiado rápido, demasiado fácil, te hace pensar que si su autora hubiese escrito otro centenar más de páginas la obra hubiese quedado redonda. Su autora tiene una manera de escribir que engancha, que te atrae, es una de esas personas que no se entiende el motivo por el que las grandes editoriales aún no han llamado a su puerta. ¿Cuantos más autores como ella, cuantas obras como esta deberían pertenecer a catálo- gos de lecturas recomendadas por empresas de prestigio? Sinopsis No sé cuantas, pero más de las que nos pensamos, eso se- Elliot Mc Jeffersson comienza a hacer un pequeño estudio ge- guro. nealógico con la ayuda de su abuelo. Lo que nunca se imagina- Tras esta lectura nos hemos ría es que tras acceder al viejo y misterioso desván de la casa quedado con ganas de más, y guiados por una presencia misteriosa, encontrarían las pistas esperemos que pronto nos dé necesarias para descubrir un episodio lleno de dolor. Destaparán el gusto y podamos volver a una historia oscura y secreta que teñirá para siempre el honor y disfrutar con sus palabras, sus memoria de los Mc Jeffersson. historias y ese misterio latente en cada párrafo, en cada capí- tulo. 28 29 La casa del Compás de Oro Autora: Begoña Valero

Ramón Villa

Título: La casa del compás de oro Autora: Begoña Valero Editorial: Grijalbo Año 2017 Páginas 408 PVP 19,85 euros en papel (también en ebook) https://www.amazon.es/casa-del-Comp%C3%A1s-Novela-his- t%C3%B3rica/dp/8425354862/

Sinopsis pelirroja hija del impresor, que la ruina, resurgirá tras cada atiende a esos dos críos con revés del destino y acabará En la turbulenta Europa del una sonrisa picarona fingiendo convirtiéndose en el mayor siglo XVI, asolada por las gue- no darse cuenta de la admira- impresor y editor de su época. rras de religión, el amor por los ción que despierta en Christo- libros podía llevar a la muerte. phe. Opinión La casa del Compás de Oro Un día los dos muchachos es la historia de un aprendiz encuentran en la imprenta algo Empiezo mi reseña por la que se convirtió en el impresor, que no deberían haber visto y conclusión, el libro me ha gus- librero y editor más prestigioso el terrible secreto llega a oídos tado mucho. Es de ese tipo de de su tiempo. de un clérigo. Lo que sucederá historias, que, a mí, al terminar Una extraordinaria nove- después dejará en Christophe de leerlas hace que me sienta la sobre una vida azarosa y la una huella indeleble, un sen- bien. A mi juicio la autora ha persecución de un sueño. timiento de culpa y un deseo sabido enlazar una serie de he- de hacer justicia. Esos mis- «Cualquiera que fuese halla- chos históricos con maestría, mos libros que ha empezado rigor y emoción. do culpable de imprimir, repro- a amar pueden contener ideas El protagonista Chistopher ducir o distribuir en cualquier que abren los ojos a muchos, Plantin, fue el editor de cabe- forma libros o escritos conside- pero conducen a la hoguera o cera de Felipe ll, personaje rados como heréticos, así como al campo de batalla. fascinante, que se supo codear quien se hallase en posesión La aspiración de Christophe con muchos de los intelectua- de ellos, a sabiendas, será reo Plantin por elevarse sobre sus les de su época, y que gracias de muerte. Si se retracta, en humildes orígenes y aprender a su trabajo, esfuerzo y acierto, caso de ser hombre será deca- un oficio le llevará de Lyon a ha contribuido junto a muchos pitado y si es mujer, enterrada Orleans, Caen, París y Ambe- maestros impresores, a que su viva. Si no llegara a retractarse, res, en un tiempo marcado por oficio haya sido un arte, y que la muerte será en la hoguera». los conflictos religiosos entre los libros con sus historias lle- Villa de Lyon, 1532. Christo- católicos y protestantes que guen a nuestros días. phe y su mejor amigo Pierre se desembocarán en las encarni- La ciudad de Amberes, des- acercan, siempre que pueden, zadas guerras de religión que pués de casi tres siglos de ac- al pequeño taller de François devastaron Francia y Flandes. tividad continuada de la familia Goulart para leer las pruebas Gracias a amigos insospecha- Plantin, ha instalado en el em- de imprenta que se exponen dos, con astucia e inteligencia, plazamiento de su imprenta un en la ventana. Si detectan un pero sobre todo trabajo y cons- museo en su honor, celebrando gazapo, les recompensará con tancia, lo aprenderá todo sobre este año el 500 aniversario de razón más poderosa: Marie, la los libros. Siempre al borde de su nacimiento. 30 La historia tiene otro prota- La autora merece ser felicita- Sorprende mucho que la au- gonista, este de ficción, Luis da por una historia sorprenden- tora recupere y nos cuente un de Osuna, entrañable soldado te, por como enlaza multitud de hecho histórico muy poco co- de Los Tercios, al que la au- hechos y personajes históricos, nocido, como es «El Milagro tora hace que narre la historia sobremanera por esa labor de de Empel», hecho que dio pie en primera persona, y ese re- investigación y documentación a que años más tarde, la Infan- curso, en mi opinión, suele ser que se aprecia a lo largo de tería Española adoptase a la muy adictivo, llevando desde toda la historia, y que nos acer- Inmaculada como Patrona del el momento que aparece en la ca un poco a la historia de «Las Arma. historia al lector de la mano y Guerras de Religión» y «Las Es una obra que me recuer- sabiendo trasmitir las emocio- Guerras de Flandes». , da mucho el estilo narrativo de nes que siente. las novelas de Alejandro Du- mas.

30 31 Infierno (la prisión naranja) Autor: Víctor García Escalante

Darío Galván

Título: Infierno: la prisión naranja Autor: Víctor García Escalante Colección Fantasía (juvenil y adultos) Año 2019 Páginas 268 PVP: 19 euros https://www.amazon.es/Infierno-Prisi%C3%B3n-V%C3%ADctor-Antonio-Garc%C3%ADa/ dp/8418036699/

Sinopsis

Tomnus es un Juez de los Muertos. Toda su vida se ha dedicado a asignar los más terribles castigos a las almas manchadas que llegan ante él. Pero la llegada de un alma diferente despierta algo en él que no imaginaba que existie- ra. Ahora, con un nuevo cargo, es enviado a una prisión donde yacen los prisioneros más va- liosos del Infierno: Los Sueños e Ilusiones de los niños, niñas y jóvenes de la Tierra. ¿Qué hará con esto que despertó en él y que en la prisión se hace más fuerte? ¿Quién lo guiará?

Opinión Gracias a Víctor Antonio INFIERNO no es del estilo García Escalante hice un viaje la amistad y el amor deberían de novelas que me gusta leer. a mi infancia, fui por un instante ir siempre por delante si se Aun así hice lo que se debe ha- un ser similar a El Principito de quiere alcanzar la libertad. cer siempre, seguir leyendo. Antoine de Sain Exupéry, pero El poder radica en nuestro Gracias a eso descubrí una en lugar de viajar de planeta en interior, de ahí surgen los por- planeta, lo hice de celda en cel- historia emocionante, una ale- tales que nos llevarán a los da, vestido con la piel del de- goría de la alegría, una en- lugares donde en verdad que- señanza sobre cómo, pese a monio más humano que jamás remos estar. Que ningún demo- todos los demonios interiores conocí. nio acabe con tus ilusiones y te del ser humano, si se bus- Leyendo esta novela se- ca la esperanza, los sueños remos conscientes de cuáles impida ser feliz. y la alegría con ahínco, es- son nuestros defectos y cuáles Algunas veces nos olvida- tos siempre se encuentran al nuestras virtudes y nos dare- mos que hay un corazón que alcance de nuestras manos. mos cuenta de que los sueños, late dentro de nosotros. 32 Las batallas silenciadas Autora: Nieves Muñoz

Ramón Villa

Título: Las batallas silenciadas Autora: Nieves Muñoz Editorial: Edhasa Año 2020 Páginas 544 PVP: 21 euros tapa dura (también en Ebook) https://www.edhasa.es/libros/1168/las-batallas-silenciadas

Sinopsis: Opinión

SE PERDIERON MUCHAS tierra arden... y ellas están en Puedo decir que la historia VIDAS. PERO TAMBIÉN MU- el medio de la batalla. que Nieves Muñoz nos cuen- CHAS ALMAS QUEDARON Con una prosa vibrante y ta en sus Batallas Silenciadas, EN SUSPENSE... enérgica, llena además de sen- ha sido capaz de hacerme ver sibilidad y feminidad. Nieves una de las batallas más despia- Verdún, 1916. Cuando esta- Muñoz nos narra la batalla de dadas de la historia, la batalla lla la Gran Guerra, Irene Curie Verdún como nunca antes la de Verdún de la Primera Gue- toma una decisión: la de estar habíamos visto; ante nuestros rra Mundial, desde un punto de lo más cerca posible del frente. ojos aparecen las vidas de to- vista muy distinto al que podía Convencida de que ayudará a dos aquellos que participaron, tener cuando empecé a leer. salvar muchas vidas, gastará de una forma u otra: desde Al cerrar el libro, llegué a la hasta su último aliento en en- las trincheras, en los pueblos, conclusión de que es el señar radiología a los cirujanos en el aire, en los hospitales de adecuado para leer en estos en los hospitales de campaña campaña... Porque como en tiempos de confinamiento, y mediante aparatos portátiles toda guerra, hubo vencedores sentirme afortunado por no ideados por ella y su madre, y vencidos, pero todos tuvie- tener que soportar tanto sufri- Marie Curie. ron alma, y en esta su primera miento, tanta lucha, tanto novela Nieves Muñoz nos abre Su estancia en el hospital miedo y tanta incertidumbre la suya y la de sus personajes de Barleduc se convertirá en como Nieves nos describe. La para darnos un bien eterno: la una lucha para ganarse el res- narración de la autora, ha con- esperanza. peto de los curtidos militares seguido hacerme sentir lo que y de sus compañeras... hasta sienten los personajes; consi- que estalla la tormenta. Cuan- guiendo hacer que con la lec- do los alemanes bombardean tura me acongoje, y piense que Verdún, comienza una carrera lo que les está afectando a los contrarreloj para arrancar de la protagonistas está ocurriendo muerte la mayor cantidad de de una manera real. Hace sen- vidas posible. Junto con la en- tirme como si fuese, en cada fermera, Berthe, y la voluntaria, momento, uno de los protago- Shirley, se enfrentará al infier- nistas. no que supuso la batalla más Nunca he leído la crudeza, cruenta y larga de la guerra. la miseria, los más bajos ins- Y no sólo lucharán por su pro- tintos del hombre, el desprecio pia supervivencia. El cielo y la por sus semejantes, con todo 32 33 lo que rodea a estos compor- feministas de «pata negra» que a Nieves por dar voz, mostrar tamientos, de una manera lo han sido cien años antes. la lucha, y desnudar el alma tan real, y a la vez tratado de En 1916, esas mujeres tuvie- de esas cuatro grandes prota- una manera tan elegante. Los ron que luchar, sufrir, sobrepo- gonistas, que ha creado en un personajes se entrecruzan y nerse a la barbarie y vencer las mundo donde todo estaba en van ganando en humanidad y adversidades para poder seguir su contra. empatía a media que más se viviendo, y además transmitir a Libro muy recomendable. entierran en el lodazal físico de sus hijas sus valores para que, No quiero cerrar mi comen- las trincheras, y psíquico de la de la misma manera que ellas tario, sin darle las gracias a mente de los personajes. se impusieron en la segunda Nieves, como sanitaria que es, Al final la historia es un canto década del siglo XX, estas lo por el trabajo propio y de sus y un reconocimiento al valor de pudieran hacer en el resto del compañeros en estos tiempos las mujeres que participaron en siglo. tan difíciles. ese episodio histórico. Creo que Nieves con su obra Me gustaría ver a esas que hace más por la igualdad de la hoy en día presumen de ser mujer, que los cientos de esló- feministas, frente a las protago- ganes y actividades que hoy en nistas de la novela, auténticas día tenemos. Es de agradecer 34 Un acto reflejo Último caso del comisario Caravaggio Autora: Ana Gomila Domènech

Darío Galván

Título: Un acto reflejo Autora: Ana Gomila Domènech Colección: Los Casos del Comisario Caravaggio Julio 2019 Páginas 69 PVP: 5,15 euros (tapa blanda) Comprar en: https://www.amazon.es/acto-reflejo-comisario-Caravaggio-Comisario/dp/1078494177

Sinopsis

¿Es posible morir en un lu- gar tan hermoso? ¿Es posible morir a manos de quien más se ama? ¿Vale la pena morir por una idea?, ¿y por un ideal?, ¿y por un ideario...? ¿Es el Arte una manera de eludir la vida, o más bien la mejor forma de celebrarla?

Opinión

Tras leer UN ACTO RE- FLEJO (El último caso del Comisario Caravaggio), he cerrado los ojos y he podido ver con claridad los paisajes, escenas y personajes que Ana Gomila Domenech describe. Algo que hace de una manera tan minuciosa que no he podido evitar acordarme de grandes autores como Ágata Cristie o Pérez Reverte. El Comisario Caravaggio es La magia de esta autora ra- y apellidos italianos, si bien es dica ahí, en un lenguaje que digno heredero de esos detec- indefectiblemente inglés. ¿Este embellece sin ser empalagoso tives de antaño que no necesi- es su último caso? No me lo y que nos presenta a algunos taban de pruebas para resolver parece, el Comisario está ena- personajes que parece que son un caso, tan solo de su intui- morado de algo, no de alguien, viejos amigos nuestros y que les ción e ingenio. Hércules Poirot su trabajo. conocemos desde hace años. ha resucitado con nombre

34 35 RELATOS El estanque de la cordura Laura Ruiz Rivas

No hace mucho tiempo, ni pero ya sabes: arrastraban con tiendo crujir su interior de pala- muy lejos de aquí, existió un su mano la duda de su frente, bras. Y me pareció enorme. estanque mágico. se llenaban de fuerza y salían —¿Tú lloras, abuelo? Dicen, que los ancianos del a por sus nietos. —¿De qué crees que está lugar tenían un ritual que les —Me quitan la casa padre. tan lleno el estanque, Maya? permitía desprenderse de toda Necesito que vendas la tuya, Hoy, unos años después o clase de penas y preocupacio- para pagar las deudas. A fin de muchos, porque no acierto a nes, con tan solo verterlas en el cuentas, es mucho piso para ti saber mi edad… Salí a la puer- estanque. solo. Si pensases un poco en ta de mi casa, con el almoha- ¿Que un nieto se quedaba nosotros, quizás… te irías por dón en las manos. Eran mu- en paro y no llegaba a fin de fin a una residencia. chos días ya de cuarentena. mes? El abuelo fruncía el ceño El abuelo pasaba su mano Y nunca, antes, había tenido y se pasaba la mano por la fren- temblorosa por la frente, cerra- consciencia de la cantidad de te. Agarraba la preocupación ba bien fuerte el puño y se mar- residencias de mayores que y cerraba el puño con fuerza, chaba al estanque. había alrededor. Ni de cuántos hasta que hallaba el momento Esta vieja costumbre me la abuelos esperaban sentados, de acercarse al estanque para contó mi abuelo que, además mirando por la ventana, ese arrojarla allí. Entonces, sumer- tenía otro truco para espantar paisaje vacío que nos envuelve los malos pensamientos. Él gía su mano y la frotaba hasta ahora a todos. que la mente quedaba ligera. hacía una lista con los miedos, Respiré hondo y sentí un olor Al volver a casa, ya con más las penas, los fracasos, las du- nuevo de aire limpio. Las aves claridad, resolvía dar al nieto el das… Anotaba todo en un pa- cantan distinto también, ahora dinero, aunque ya no le queda- pel y después lo rasgaba en que hay silencio. Y el sol brilla se ni un céntimo para el café de trocitos muy pequeños. Y con con pena, quizá evaporando el las tardes y la partida habitual. esos trocitos rellenaba un al- agua de un estanque que des- ¿Que ese mes no se podía mohadón que me regaló al ha- aparece poco a poco. pagar la hipoteca? La abue- cerme mayor: la se iba al estanque y, de re- —Este almohadón atrapará Tiré de un hilo y rasgué el al- greso, recordaba el lugar de la tus preocupaciones, para que mohadón, apenas unos dedos. casa donde había escondido puedas dormir tranquila —me Suficiente para extraer de su sus ahorros hace tiempo, y ¡so- dijo. interior algunas tiras de papel lucionado! —¿Por qué un almohadón? que posé en el suelo. Y jugué a ¿Que los padres trabajaban —pregunté—, pudiendo usar el ordenar las palabras pensando y necesitaban quien recogiese Estanque de la Cordura… en él: a los niños del cole? Un paseo —Porque cuando los viejos «Nuestros mayores son las hasta el estanque y de vuelta, regresan del estanque, tan ca- raíces que sustentan el árbol. la mente clara daba con la so- llados y sin penas (porque ya Sin ellas, ni el tronco más fuerte lución: han dado con la respuesta), a puede defenderse de una leve —Yo los recojo y los llevo a la gente les da por pensar que brisa. Las raíces no ven la luz, la particular, y preparo sus bo- están locos, que han perdido la ni se ve su trabajo. Pero extien- catas… Y te los dejo en casa cordura. Y esa es una gran ex- den sus brazos tercos y nudo- por la noche —ofrecía la abue- cusa para internarlos. sos hasta un estanque mágico la. —¿En residencias, abuelo? del que beben. Y de su agua A veces, a los abuelos les —Sí. vive el árbol que crece pudien- dolían los huesos o la gripe, Abracé el almohadón,sin- do disfrutar del sol». 37 —Tu almohadón tiene mu- vuelta el alma y nos hagan Os lo debemos, a todos los chas palabras, abuelo — pen- pensar… Quisiera que este abuelos del mundo. só Maya—. Intentaré tejer sue- tiempo detenido nos dé la ños con ellas. O cuentos para oportunidad de dar vuelta al niños. O leyendas que den mundo y construir algo mejor con él.

38 Es tiempo de... Laura Ruiz Rivas

Cuando el miedo descuenta no podemos dar. Y crecen mis la guerra y la distancia, apren- latidos y la espera confunde y ganas de mantenerme fuerte, dió a silbar para acallar el ahoga... la incertidumbre nos por todos. miedo o para celebrar la vida. hermana y une más que nunca. Porque quiero salir y abra- Yo le recuerdo siempre así, Veo en cada mirada la duda, zar. Porque quiero tomarme un caminando ligero y agradecido, pero también la fuerza. Porque café con risas. Porque quiero sin más peso ni ambición que todos hallamos motivos para besar larga y ruidosamente la la luz del día. Con las manos en sostener esta pena que flota en piel de los que amo. sus bolsillos y una melodía de el aire. Quiero cantar a voz en grito miruello en primavera siempre en los labios. No sabemos de rendición ni en conciertos, o dentro del co- Sé que heredé esa afición. huida. O no queremos. che con mi radio puesta. Quie- Me gusta silbar canciones que Veo a mis hermanos en la ro saltar por la calle de alegría y se suceden en mi cabeza, pequeña pantalla de un teléfo- celebrar la vida cada instante... como esas máquinas de discos no. Nos miramos y nos vemos O, simplemente, caminar sil- antiguas en las que se metían muy adentro, en ese sentir pro- bando como hacía mi abuelo. monedas para seleccionar te- fundo, en ese abrazo que ahora Mi abuelo Lolo, que conoció mas para bailar o amenizar una charla o una partida de billar. Elijo silbar y mandar un men- saje a quien me escuche: pon música a este tiempo descon- certado y reafirma tus ganas de vivir cada instante, con cada persona que amas, o con cada ser que te cruces en tu peque- ño camino. Porque todos somos vida y duda. Todos sentimos con el mismo lenguaje de nuestros pasos desnortados.

Es tiempo de aprender y de amar la vida. Tiempo de silbar.

38 39 El ilusionista Interrail II

Jordi Pujolá

grandes mezclados con las piedras de las vías y colillas, muchas colillas. Caminan en silencio. La estación está cerrada. Se oye solo el roce de sus mochilas, unos pájaros y las suelas en el hormigón. No hay un alma en el hostal. Débora piensa en El resplandor de Stephen King, aunque ella es más partidaria de Jo Nes- bo. Entran en la cocina. Los utensilios están limpios (brillan) y ordenados en los armarios; los bancos y las mesas, bien alineadas. Cocinan sin hablar, cada uno lo suyo. Después se El segundo día Débora coin- ilusionista es tan romántica». sientan otra vez uno frente al cide en el vagón con un rubio —¿De dónde eres? otro. El olor a beicon que reina muy guapo que lleva el pelo —Suecia. —Se acaba el em- en el ambiente es repugnante largo, estilo River Phoenix, no paredado y envuelve el papel para una pesco-vegetariana, le echa más de veinte años, su de aluminio en una pelota. Se pero ella fuerza una sonrisa y misma edad. la enseña unos instantes y lue- se come su ensalada sin re- Lo tiene enfrente, le sonríe; go desaparece. chistar. sus ojos son serenos y azules, —Guau, eres bueno de ver- Luego, Débora la Dichara- su tez bronceada como la de dad —dice ella asombrada. chera le explica lo sucedido un indio. Por suerte se ha pues- Luego se levanta para coger un con el hombre que murió a su to sus vaqueros favoritos, esos libro de la rejilla. Lo hace con lado en el tren. Él, tras escu- que le quedan como un guan- calma para que se le alce la ca- charla con atención, le cuenta te. Se quita los auriculares, iba miseta y se le vea el ombligo. que una vez iba en un autocar escuchando el álbum Debut, de Lo llama el truco de que te pe- y atropellaron a un asno que Björk. Hoy ha salido el sol y se guen un repaso simulando que se quedó atrapado entre las siente mejor. no te das cuenta. Hoy es puro ruedas y sus gemidos eran ho- —¿También recorriendo Eu- sexo, hay días que no sabe por rribles y no paró hasta que un ropa? —pregunta ella señalan- qué, pero todo su cuerpo, des- policía le disparó en la cabe- do la mochila que tiene a su de la boca hasta las puntas de za. «Oh, my gooodness». Ella lado. los pies, es sexo. Dame sexo. pone los ojos en blanco y saca El chico asiente mientras se Por coincidencia ambos se dos cervezas, le ofrece una. Él come un bocadillo. apean en un pueblo entre mon- se limita a mirarla con sus oja- —Soy ilusionista —afirma tañas que linda con la frontera zos. Ella pierde seguridad por entre mordisco y mordisco—. belga. El tren lanza un último momentos, reza para que no le Utilizo el dinero de mis espec- pitido y desaparece en un túnel tiemble la mano suspendida en táculos para viajar. de árboles. El andén queda de- el aire. Le sonríe. «Venga, có- «Qué mono. La palabra sierto. Hay unos tornillos muy gela, tío». Él también sonríe y 40 la coge por fin. Se oyen los preguntándose si habrá espíri- —Sí, gracias. Me apetece- chasquidos de las latas. La de tus. ría fumar un pitillo, eso es todo. ella le salpica un poco en la —Aunque parezca mentira, ¿Me acompañas a dar una camiseta con el escudo circular este lugar está lleno de vida en vuelta antes de ir a la cama? de la RAF. Vuelven a reír. verano —replica el sueco, que —«De ir a la cama, goodness, —Tendré que pagarte esta se llama Sverrir. Recoge los eso ha sonado raro, como si le cerveza con un truco. platos con sus grandes manos. hubiera propuesto que se acos- —Con lo que quieras. —La- Débora mataría por fumarse tasen juntos, pero déjalo estar, dea la cabeza. un cigarrillo, lo necesita, pero ya no tiene remedio». Entonces saca una baraja. se limita abrir la ventana para El chico arquea una ceja. La pone sobre la mesa y se que se vaya el olor a beicon y —Claro, no fumo, pero te tapa los ojos con las manos. a pasarse el pelo por detrás de acompañaré. Dice que elija una. Después las orejas mientras piensa cuál Se abrigan y, al salir, les re- ella la mira en secreto y él le será su siguiente movimiento. cibe un viento glaciar. Están a Observa la melena rubia del pide que corte, la introduzca en más de quinientos metros de el medio y baraje. Débora obe- sueco, que le cae por la espal- altitud. Hay topos de nieve en dece con una sonrisa de no te- da, mientras este lava la vajilla. el césped amarillento, que al pi- nerlas todas consigo. Oye el chorro y ve el vapor del sarlo cruje (está helado), unas —¿Ya está? —pregunta él. agua caliente; piensa en cien- hojas secas forman remolinos. Parece que esto le divierte. Ella tos de cosas: en el amor que Un gato les sale al paso y maú- responde que sí y se queda mi- siente por sus padres, en el lla. Ella se agacha y lo acari- rando la baraja detenidamente, chico que conectó la webcam con los brazos cruzados sobre sin avisarle mientras le hacía cia. El felino arquea la espalda el estómago. Él la coge con la felación y luego la colgó en agradecido. Débora es incapaz suavidad, la repasa y se de- internet, en lo agradecida que de resistirse a acariciar a un tiene frente al dos de corazo- se siente de trabajar de vez en animal que le pasa por delante. nes—. ¿Es esta? cuando con minusválidos, en la A pesar de estar sola con —Guau, sí. Increíble. —Alza ley del karma, en las alas que un vikingo de espaldas anchas una ceja, se sujeta el pelo so- lleva tatuadas en la espalda y que no conoce de nada y del bre las orejas y se queda con el ángel que la protege, en Car- mal rato junto al cadáver (que la boca abierta— ¿Cómo lo has los… no logra olvidar), se siente bien. hecho? El sueco está frente a ella. Claro que podría ser un chifla- El sueco sonríe orgulloso y Ha lavado y secado todos los do, pero en ese caso sería un da un trago. platos, incluidos los de ella. chiflado muy guapo y le daría Se acaban las cervezas. El —Eh, ¿te encuentras bien? igual. Está a punto de decirle cristal de la ventana está frío —dice tocándose el hombro. que su padre es productor de y refleja la fila de luces del te- cho de la cocina. La noche es cerrada, se oyen los grillos y poco más. Desde la mesa se ve el camping, unos columpios abandonados y, más allá, el bosque. En esta época del año (septiembre) no hay tiendas de campaña, solo una caravana rutilante y moderna de matrí- cula italiana. Es reconfortante saber que no están completa- mente solos. —Parece que somos los úni- cos huéspedes, nunca había estado en un hostal de autoser- vicio —dice Débora 40 41 cine, cosa que nunca revela, estirado boca arriba. las lamas de arriba, pero da lo y que podría contratarlo como —No puedo dormir —dice ella mismo. Los muelles del somier actor, pero se muerde la lengua después de unos minu-tos—. suenan como pistones. Él pone en el último instante. ¿Y tú? las manos sobre sus pechos Débora apaga el cigarrillo en —No, yo tampoco —respon- pequeños y puntiagudos. una maceta y entran de nuevo de él con cierto embarazo. Lamentablemente eyacula muy en la casa riendo y tiritando. Débora espera un poco más, rápido, no le da tiempo a ella —Me he quedado con las luego se levanta y se estira jun- de llegar al clímax, así que se ganas de ir a tocar esos jaba- to a él. «Al ilusionista me lo deja caer sobre él mientras el líes que había entre los arbus- tiro», se le escapa una sonrisa. esperma resbala por su muslo. tos. La chica abre la cremallera —¿Eres virgen? —¿Jabalíes? Era una bolsa del saco y le pasa la mano por Sverrir se ruboriza, parece de basura que se había queda- la mejilla, después por el torso. que no ha hecho la pregunta do atrapada en la maleza —re- «El tío está bronceado, se le correcta. Es que se le ha esca- pone él. marcan las costillas y no tiene pado. —Ah —dice ella quedándo- vello. Huele a campo, a tierra y —Sí —responde el vikingo, se con la boca abierta, se ha raíces». Su mano va más abajo en un tono muy bajo, después dejado las lentillas. Luego se de su ombligo, se mete bajo su de medio minuto. ponen a reír. slip. No puede ver con exacti- —Oh, lo siento, no quería… Hay dos habitaciones con tud sus rasgos, pero ¡está tem- —No, no te preocupes, ha diez literas en cada una. En- blando! sido maravilloso. tran en una y preparan los sa- —¿Quieres que continúe? Después él se queda dormi- cos en dos camas que están —dice ella con su voz ronca. La do enseguida. A ella le cuesta abajo, una enfrente de la otra. excita llevar la iniciativa. más conciliar el sueño porque En el techo se van acumu- —Sí, sigue. no han tomado ninguna pre- lando las nubes de sus pen- Ella nota que el miembro caución anticonceptiva. «Estoy samientos como si de un mo- crece en su mano y que su loca y no tengo remedio. Ya mento a otro fuera a diluviar. vagina se humedece. Prueba verás la cara que pone papá si Tras ponerse los pijamas y sus labios de clorofila. Ambos me tienen que hacer un raspa- lavarse los dientes, se dan las se deshacen de los pijamas. do. No, no le diré nada. Todo irá buenas noches y apagan la luz La chica se coloca encima y bien». Débora puede ver el perfil del mueve las caderas, empieza chico metido dentro de su saco, a cabalgar. La cabeza le toca

42 El internado Amparo López Sánchez

El lujoso, selecto, escogido equilibrio de todas la plantas, Y la distinguida Alba María y exclusivo internado, que no el papel importantísimo que Cándida se había (y cómo) colegio, el conocido y reputa- jugaba el agua y todo ello esti- descompuesto, ya que dado do «Internado para señoritas mulaba el equilibrio anímico y que su aspiración, para horror Cumbres de Oro» bullía de jus- el amor por la naturaleza. de su familia, era ser Ingeniero ta indignación porque una de El Ikebana, los arreglos flo- de Puentes y Caminos, no veía sus sacrosantas normas había rales eran igualmente impor- la utilidad de disponer en roco- sido estrepitosamente quebra- tantes, dado que, nunca en sus cós y trabajados jarrones, mon- da y nada menos que por la facetas más duras, obviamen- tones de hierbajos, ni tampoco ínclita y distinguida educanda te, tendrían que tomar parte y gastar horas doblando pape- Alba María Cándida Torreón de revisar los preparativos para luchos para transformarlos en los Páramos, futura duquesa los grandes banquetes y recep- unicornios y menos aún agotar de las Ciudadelas en recuerdo ciones que darían en sus man- la paciencia y los nervios en la de la gesta de un antepasado siones. tediosa ceremonia del té, con que rindió para la corona una Por supuesto la Ceremonia lo fácil que era meter una bolsi- muy importante plaza, allá por del Té tenía en este vivaz y ac- na en la tetera y esperar 5 mi- el siglo XIII. tualizado currículo un puesto nutos... Estudiábanse en ese famo- de honor: el Cha-no-yu formaba Alba María Cándida era una so internado, que rechazaba parte diaria de las clases, justo rebelde y como tal se había todos los cursos, por falta de a la hora del té, que desplega- propuesto que la expulsasen distinción familiar y abolengo, a ba manteles de blonda, punti- del internado y tras una cam- cientos de aspirantes, las más llas, bordados y encajes, en los paña intensa de infracciones, variadas y finas materias, un que se depositaban porcelanas desobediencias y trasgre- tanto alejadas de arduas mate- de Spode y Sèvres y cubiertos siones varias, comprobó con rias tildadas de prosaicas, pero de pesada y trabajada plata. más útiles para vidas distingui- Se hizo una concesión prag- das en altas esferas, donde era mática con la asignatura de muy dudoso que una señorita "Oratoria y Lenguaje" que acer- de pro mencionase los vecto- caba la situación a un sector un res o el tránsito intestinal, por poco más ordinario y chabaca- poner dos ejemplos. no, porque hasta las clases ba- Afanábanse así las núbiles jas hablan, pero una cosa era internas en conocer, practicar cotillear en la cola para el pan y y apreciar el arte de las figu- otra hacer florituras dialécticas ras en papel de los japoneses, en embajadas y palacetes. el Origami, que templaba áni- Y ahí había surgido la fla- mos y mantenía el pulso firme, grante violación de las normas, amén del cálculo de proporcio- el gravísimo delito de la quiebra nes y distribución de espacios. de la victoriana paz del interna- Por supuesto los Jardines do, una de cuyas inamovibles Zen eran también una asigna- normas (un poco cínica, reco- tura firmemente trabajada y co- nozcámoslo) era «una señori- nocida en todos sus aspectos: ta debe componerse siempre la distribución de las rocas y en público, por mucho que se lo que éstas representaban, el descomponga en privado». 42 43 frustración que todo, por su las tildes para una correcta gra- La famosa autopista del Ce- alcurnia que daba lustre al fía y comprensión del mensaje, rro, cuyo intrincado diseño de mismo, todo le era perdonado. había dicho, así de sopetón, rampas, cruces y desvíos era Hasta hoy, hasta este fatí- alto y claro: «no es lo mismo las admiración de todos, y tenía dico día en que, como contó ingles que el inglés». rasgos de escultura moderna entre hipos, suspiros y amagos Por la Dirección y los depar- ostentaba una placa en uno de de desmayo la titular del depar- tamentos en bloque y con todos sus pilares con el nombre de su tamento, al ser preguntada la los votos a favor, cero absten- diseñadora: Alba. discente Alba María Cándida, ciones y ninguno en contra, se Del marquesado no se hacía e instada para que pusiese un decidió la inmediata expulsión. la más mínima mención. ejemplo de la importancia de

44 El mundo y la nada Lía González

Voy a empezar este relato, con unas palabras que mi pro- fesor de Sociología pronuncia- ba a menudo cuando yo estaba estudiando en la Universidad de Valladolid, «No son tan im- portantes las palabras, que también lo son, como lo que significan. Y ese significado es importante en la medida que las personas lo entiendan». Ese juego de palabras que repetía mi profe de vez en cuando, deberíamos de pres- tarle alguna atención ahora, en el momento que tenemos pre- sente. Y enlazando con ese mo- mento tendríamos que pensar que todo, todo, incluso las pa- labras proceden de donde no había nada, ni mundo, ni nada. Todo dependía de aquel o aquello que estaba aquí y ejer- cía su mandato. Mundo. antes ni era ni existía, hubo Y aquel que estaba aquí de- Un futuro en el que el Mun- pueblos que elaboraron su Vida bía ser un Ser Superior que en- do ni era ni existía. El Planeta y su historia. Como Los Mas- tendía lo que significan las pa- solo era Planeta y el interior sais que pidiendo en la nada y labras. Y ese Ser Superior se de la Tierra bullía liberando su rogando a lo que para ellos pro- podía, o se puede enlazar con energía a través de las grietas cedía de la nada, veían cumpli- Dios. de as rocas que se abrían. Y dos sus deseos. Por eso, cuando Dios estaba donde antes no había nada, Ahora estamos nosotros aquí y ejercía su poder, La Tie- se organizaba un gran volcán aquí, en un punto de la nada, en rra era amable con sus gentes, con el tóxico blanco de las ce- el que a lo mejor deberíamos renacía en sus frutos cada día nizas, que servían para formar cumplir con la leyenda de Los y la nada cerraba el círculo al la estructura de esas monta- Massais para considerarnos un tiempo que la necesidad de ñas que tenemos ahora y que poco más felices, sin tener mie- Existir y el poder de «Ser y Es- tar», eran conceptos más am- son producto de lo que antes do a lo que vendrá, porque eso biguos. no era, y ahora nos sirven de que está por venir, igual no lle- Solo existía La Vida que se protección y hasta de fronteras ga, y aunque en nuestras ciu- había manifestado con valo- que el horizonte pone difusas. dades no tenemos piedras, ni res muy profundos, con miste- A pesar de todo, cuando el lumbre ni bosques, pocas flores rios que encerraban saberes, Mundo ya fue Mundo, el plane- y tampoco tenemos un Rabino que configuraron el futuro del ta se transformó, y con lo que disponible. Pero si tenemos los 44 45 mismos buenos deseos entre nosotros. Así que ya que estamos jun- tos, vamos a hacer ese círculo, aunque sea virtual y poner en el centro nuestros buenos deseos y con nuestra mejor voluntad, vamos a pedir a Dios, a la Vida o al Universo que se cumplan en nosotros y en nuestras gen- tes. Estamos en época de dolor, y cuando el dolor es intenso, llora el Sol, la Tierra y el alma de la gente, por algo que la Vida no quiere entender y que se instala en tu alma y en tu mente transformando lo que ya fue, y que a lo mismo, ni siquie- ra podrá volver. Ahora estamos apesadum- brados por algo que nos llegó de repente y se llevó nuestros seres queridos; y como «casi todo, proviene de casi nada», a la nada debe regresar, pero sin matar más gente. Es un buen momento para tratar de equili- brar lo que todavía no está per- dido, pero que mucho, mucho, demasiado se lamenta. Cuenta la tradición, esto lo cantaban los niños, de vez en Señores mayores: Tenemos decían en mi casa, que siem- cuando, en el patio de mi cole, la obligación de ayudarles, pre que se reúnan las personas tocando los xilófonos acompa- aunque solo sea por ellos; de y pidan sus buenos deseos, al ñados por la profe de música y acabar con el virus y cumplir guien las va a escuchar. Ya sea su acordeón, que era un por- con la sociedad; de levantar Dios, la Vida o el Universo. No tento. La canción dice así… nuestro país y su economía. lo olviden nunca. Nuestros pequeños lo piden y En mi casa, cuando yo era LA NUEVA SEMILLA nosotros tenemos la obligación pequeña, antes de irnos a dor- Salimos de la nada de cumplir con sus maravillo- mir, mi Abu nos reunía a todos, Pero somos la nueva semilla sos deseos. nos sentaba en el suelo y pe- Del futuro de La Vida. díamos, cada uno, sus cosas Una Vida en la que haya ilu- Ya para finalizar, permítan- buenas. Eso sí, nosotros no sa- sión me dos frases, o dos versos, bíamos a quién se lo pedíamos Fortaleza y alegría. como ustedes prefieran verlos. porque eso lo hacía ella. Des- Y no se olviden de ayudar- Los últimos del día, para que pués, nos daba un fuerte beso nos se cumplan todos sus buenos y, nos íbamos a dormir felices, Que somos pequeños. deseos: con mucho sueño. Pero queremos empezar Y pensando en estas cosas Porque ya somos algo más «Un Violín lloró y sonó. Dos que nos están ocurriendo aho- Que casi nada. acordes se mezclaron… ra me acordé de una canción Y al final, solo se escuchó la que, cuando estaba trabajando, Lira». 46 Figuras de papel Esmeralda Amieva

Gisela, obligada a estar en papel. En el concurso solo un lago, el cetro imponente casa —afuera estaba diluvian- podían presentar tres figuras brillaba entre pliegues como do—, veía pasar la tarde plo- de papel cuadrado washi de la mejor representación de la miza y aburrida a través de quince o veinte centímetros de majestuosidad, y el arco iris los cristales cuajados de gote- lado. portaba una curvatura perfecta rones. Ya no sabía qué hacer, Llamó a Daniela y consiguió y unos colores vivos como un entonces avistó una figurita de convencerla para presentarse. bodegón de Caravaggio. papel en la estantería del sa- Y así fue, a setenta kilóme- lón: una paloma blanca de unos tros de sus casas, un cambio Dicho y hecho, Daniela gana tres dedos de grande, hecha inesperado se avecinaba para por goleada, con un nueve so- por su amiga Daniela hacía tres Daniela: si ganaba el campeo- bre diez. Después de la perti- meses mientras saboreaban un nato, una de las personas del nente foto y las felicitaciones, café entrelazando anécdotas jurado se encargaría de hacer una de las mujeres del jurado, de cuando eran pequeñas. De- realidad algo a través de la ma- de pequeña estatura y cuerpo cidió llamarla por teléfono. gia. No entendía nada, sin em- con forma de campana, se di- —¿Qué tal, Daniela?. Hace bargo, le atraía ese misterio. rige a Daniela en un tono me- mucho que no hablamos, ¿qué Daniela eligió elaborar un lifluo e hipnotizante. La aparta me cuentas? cisne, un cetro y un arco iris. de la gente y entre bambalinas —Nada, aquí, liada con las le susurra: "Es la hora de reci- oposiciones; ahora mismo es- Llegado el día, Daniela y bir tu premio". De una de las toy en un impasse delante de Gisela llegaron al recinto ferial perchas situadas en las pare- un cisne. donde se disputaba el campeo- des granates descolgó una tela —¿ Delante de un cisne? nato, un espacio muy luminoso de seda color verde botella. La ¿Has ido al lago que tienes de- y moderno. En la tarima donde despliega y le pide a Daniela lante de tu casa a despejarte? se celebraba dicho evento es- que se envuelva con ella y que —No, mujer, me refiero a la taban dispuestas cuatro mesas cierre fuerte los ojos hasta ver papiroflexia, ya sabes que me de dimensiones estratosféri- chiribitas. Esta está loca, pensó gusta mucho y que me relaja. cas, alumbradas con poten- Daniela, siguiendo el juego, —Ah, bueno, nada, te dejo tes focos. A un lado de cada coge la tela y se cubre con la entre papeles. Ya hablamos mesa, papel washi como para tela hasta parecer un caramelo otro día. Un beso. empapelar una ciudad entera, de menta. aunque las normas solamen- Aprieta los ojos contunden- Gisela se quedó pensando te permitian dos pruebas de temente; de pronto, escucha a en las figuras de papel. Le ve- cada figura antes de presen- la mujer rara farfullar algo en un nían a la cabeza un montón de tar las definitivas; tenían cinco idioma extraño que no entendía animales, flores, objetos varia- minutos para cada obra, y se y esa oscuridad que sentía en dos..., dispuestos en una vitrina evaluaba la destreza, rapidez, la mirada comienza a trans- hecha de pompas de jabón. No originalidad y una presentación formarse en una luz tenue; conseguía sacarse esa visión oral de cada creación. comenzó a percibir a la vez el de la cabeza, así que comen- aroma a hierba recién cortada y zó a goglear sobre el Origami. Tic- tac, tic- tac....Visto y no a sentir una paz indescriptible. Aquello era otro mundo; en una visto. Daniela presentó las tres Sintió la piel húmeda y atercio- de las entradas vio algo que le figuras de forma impecable. El pelada. Es entonces cuando la llamó la atención: un campeo- cisne daba la impresión que mujer le ordena abrir los ojos. nato mundial de figuritas de ondeaba cual si estuviera en Daniela no da crédito a lo que 46 47 el espejo que tenia delante forma de pez, o paloma, o cual- —¡Papá, has vuelto! reflejaba: se había convertido quier cosa imaginable. Pero —No, hija, has venido tú a en cisne, entre las plumas sos- una mañana no hubo figurita, recordarme que sigo guiándote tenía un cetro repleto de pie- y las siguientes tampoco. Papá desde aquí arriba. Solo he de dras preciosas y detrás de ella, ya no estaba ni volvería a estar decirte que escuches siempre en progresivo ascenso, podía jamás. Y ese deseo de reen- a tu corazón y procures tu fe- vislumbrar un arco iris infinito. contrarse con él lo visualizaba licidad buscando la Verdad en La misteriosa mujer le dijo: "El a través del papel en múltiples tu interior, ese es el camino de cetro será tu guía a donde quie- formas. la vida. ras ir, esas plumas que llevas a tus espaldas te ayudarán a Así, desplegó las alas, orien- Al día siguiente, Daniela volar a ese deseo recóndito de tó el cetro hacia el arco iris, que despertó con una sonrisa que tu corazón y el arco iris se con- ahora brillaba más que nunca, no le cabía en el rostro. Se le- vertirá en el camino para llegar y comenzó a ascender, atrave- vantó, se duchó cantando por a él”. sando nubes de colores y olo- bulerías, se puso su mejor traje res que le recordaban a cuan- y se dijo a sí misma: “Daniela, Daniela comenzaba a com- do papá y ella salían al lago vamos allá, a por todas”. prender. De manera incons- de enfrente de casa a recoger ciente, había hecho las tres mimosas. Comenzó a distinguir figuritas de papel para el cam- una sombra que le resultaba peonato pensando en su pa- familiar y que pronto empezaba dre. Cuando era pequeña, él a definirse: la de alguien alto y siempre le hacía figuras duran- corpulento. Un punto de luz ha- te la noche para que al desper- cia la cara alegró el alma de tar tuviera una nueva ilusión en Daniela: 48 Sus temores María Gracia Peralta

Escondía sus temores en envejecer. Esos caminos le compartir con su familia, los frascos herméticos en el último susurran historias de otros patrones entonces no tenían rincón de la despensa, detrás tiempos, son testigos de una hilvanes, sino puntadas firmes de los botes de tomate frito, los felicidad pisoteada por el paso que no podían descoserse, o paquetes de pasta italiana y el de los años. eso pensaba. azúcar. Estaban muy bien or- La recuerdan, mientras mira Los caminos le susurran y denados y sólo ella sabía de su a lo lejos la torre de la iglesia, ella recuerda cuando en su contenido. en aquel hermoso octubre, que pueblo había avalancha de ni- Cuando la juventud era más allí tiempo atrás era todo belle- ños, de distracciones y de sue- fuerte que cualquier otra cosa, za. ños. nada de lo que allí guarda aho- Se da la vuelta, respira hon- Hace unos días escuchó en ra, supuso preocupación algu- do y sigue paseando por aquel la calle que quizás el siguiente na. sendero rodeado de almen- curso tenga que cerrar la es- El vacío de su casa la obliga dros, para distraer sus demo- cuela porque ya no hay niños. a distraer su soledad cocinan- nios. A veces quiere estar cansa- do historias. Y así pasan las ho- Nunca pensó que le faltaría da para dormir al llegar a casa, ras, las semanas, y los meses. su compañero, tampoco imagi- o escribir historias, por si al- Un día cualquiera su rutina nó que algún día sus padres no guien, alguna vez, las quiere es caminar, antes de volver a estarían cerca, y no pasó nun- leer, y si no, piensa, no pasa encerrarse entre esas cuatro ca por su cabeza, llena de his- nada, le sirve para desahogar- paredes que la asfixian; a ve- torias, que su hija se haría ma- se. ces camina una hora, otras dos yor y se marcharía lejos. No le Una tarde siente una gran horas, no lleva prisa, nadie la puede reprochar nada, su mun- bofetada cuando escucha que espera. do que creía perfecto, había dentro de unos años solo se Paso a paso peina esos sen- quedado demasiado pequeño mantendrá en pie la iglesia. deros llanos e interminables para ella, para su única hija. Cerró la puerta de su casa alrededor de su pueblo, éste Ese mundo que había con- con decisión, y se puso a es- que la ha visto nacer, crecer y feccionado hacía años, para cribir, y escribió tanto que le

48 49 dolían los dedos, un poco torci- Una noche soñó que en su Estaba segura que no había dos por la artrosis, y lloró tanto despensa estaba todo lo nece- otros tarros, ni siquiera ese que que las letras comenzaron a sario para preparar la fiesta de tenía una etiqueta demasiado emborronarse, y tiró todo a la cumpleaños de su hija. grande donde decía “falta de papelera. En ese momento Volvió a revisar cada estan- recuerdos”. pensó que el frasco de la sole- te, y se mostraba satisfecha, dad y el de la tristeza tenían porque no había olvidado nada, demasiado contenido. Le dolía los frascos de más al fondo, en el alma tener que llenar contenían azúcar, tomate, café, otros. harina, leche, galletas, etc.

50 Un café y una sonrisa Benjamín Recacha García

mirada de ella lo intimida. Se siente estúpido al darse cuenta de que durante todos esos días que ha estado frecuentando el local, Raquel (según la identi- fica la chapa que lleva engan- chada en el pecho) no dejaba de ser una sonrisa que le alige- raba el peso de sus fracasos. —Es la segunda vez que lo leo. La primera era demasiado joven para entenderlo del todo. Ya lo estoy acabando y, sí, es un poco angustioso. Te hace pensar en muchas cosas. Raquel coloca la taza sobre el platillo. —Si está muy caliente, te pongo un poco de leche fría. Hasta hoy no le había hecho el ofrecimiento porque el ve- rano se resistía a llegar, pero desde hace un par de días la temperatura ha subido de gol- —¿Está bien? a angustiar. —Mientras habla, pe. Luis recibe el cambio del se desenvuelve con destreza —Gracias, así está bien. El billete de cinco euros con una mecánica con la cafetera. Sus café con leche me gusta calien- sonrisa desconcertada. La ca- movimientos firmes y seguros te, aunque nos estemos achi- marera también sonríe. Siem- tienen algo de hipnótico—. Y, la charrando. Raquel ríe, y Luis se siente pre lo hace. Desde hace unas verdad, llevo un tiempo en que más reconfortado que de cos- semanas, Luis se toma el café sólo me apetecen lecturas que tumbre. con leche de la tarde ahí por- me dejen buen sabor de boca. que le gusta su sonrisa fresca. ….. —Se da la vuelta y coloca Tiene la impresión de que las —¿Lo de siempre? un platillo, la cucharilla y dos sonrisas frescas escasean, y la Desde el momento en que sobres de azúcar junto al libro. de ella lo reconforta. cruzó la puerta de la cafetería —El libro —aclara la mu- Mira al cliente directamente a para entregar el currículum, chacha. Luis mira el ejemplar los ojos, sin abandonar la son- Raquel decidió que mientras de 1984 que ha dejado sobre risa—. La vida real ya es bas- estuviera allí haría lo posible el mostrador mientras espera tante angustiosa a veces, ¿no por sonreír, aunque en su inte- el café—. Está en mi lista de crees? rior mantuviera latente la tenta- pendientes, pero nunca me he Luis no estaba preparado ción de mandarlo todo a tomar animado a leerlo porque me para ese tipo de conversa- viento. Le dieron el empleo, una da la sensación de que me va ción. Y debe reconocer que la gorra y una chapa ridículas, 50 51 y ella las complementó con su e intimidatoria. —¡Mierda! —exclama al res- expresión más agradable. Le —Marchando un batido de balársele la taza entre los de- sonríe a todo el mundo, pero café. dos y hacerse añicos contra el con el chico que siempre lleva Durante unos segundos per- suelo. un libro es especialmente sim- manecen en silencio, y ella tie- Luis se siente absurdamente pática. ne la certeza de que los fantas- responsable. —No, hoy voy a probar el mas que lo acosan a él son tan —No pasa nada, un acci- batido de café. ¿Está bueno? persistentes como los suyos. dente lo tiene cualquiera. —Pues no lo sé. Yo tampoco —Toma, lo he traído para Agachada detrás del mostra- lo he probado. —Raquel apoya ti. —Luis empuja el libro hasta dor, Raquel levanta la cabeza. las manos en el mostrador y que contacta con los dedos de Las miradas coinciden, y Luis observa el rostro que tiene de- la mano que la camarera apoya siente un escalofrío porque ve lante con un nivel de atención en el mostrador—. Te garantizo dolor. que sobrepasa con mucho lo que no te va a angustiar nada y ….. reglamentario. Él se esfuerza que te hará reír con ganas. Luis lleva un rato frente a la por sonreír, pero se le nota la Resulta curioso que aho- puerta del local, sin decidirse a incomodidad—. Hacemos una ra que Raquel tiene un motivo entrar. cosa: si no te gusta, te lo cam- para estar contenta de verdad, Ya ha acabado de leer 1984. bio por el café con leche habi- la sonrisa se le desdibuja en el Le ha tomado el relevo Las tual. rostro. olas, pero no cree que vaya a —Vale —acepta con timidez; ….. aguantar mucho; no le intere- hay otra cosa que le preocupa, —Muchas gracias por el li- sa el jeroglífico introspectivo y no está seguro de atreverse a bro. Tenías razón, es muy di- que plantea Virginia Woolf. Es plantearla. vertido. aún más deprimente que la at- —Ya veo que has acabado Luis sonríe nervioso. Ha es- mósfera opresiva, sin resquicio 1984 —advierte ella, mientras tado a punto de no acudir a la para la esperanza, que dibuja prepara el batido—. Menudo cita casi diaria con su café con Orwell. Piensa en Winston y en personaje fue George Orwell. leche y la sonrisa reconfortan- Julia, en su historia de ¿amor? La verdad es que sabía muy te. condenada al fracaso. «Pero poco sobre su implicación en la —Me alegro —responde, durante un tiempo consiguen Guerra Civil, y buscando infor- evitando cruzar la mirada con ser libres; aunque sea una li- mación sobre él me han entra- la de ella. «Da los buenos días bertad ficticia, sus sentimientos do ganas de leer Homenaje a con un café y una sonrisa», lee y sus ideas les pertenecen», Cataluña. ¿Lo conoces? en un cartel que se le antoja es- reflexiona. —Sí, lo tengo en los pen- túpido. Vuelve a mirar hacia la puer- dientes. —Luis desliza los de- —¿Qué ponemos hoy? ta. Sabe que Raquel está ahí. dos por el libro que ha dejado Luis tiene la impresión de Se pregunta si hoy volverá a sobre el mostrador. En reali- que Raquel exagera su sim- sonreír. Aprieta el libro con las dad, aún no ha acabado 1984. patía porque se siente tan in- dos manos y se muerde los la- Raquel se gira un momento cómoda como él. Se dice a sí bios en un gesto de rabia, por- y se fija en la portada. mismo que han traspasado la que no es capaz de encontrar —Entre limones… Chris frontera de la relación habitual nada más auténtico en su vida Stewart… No lo conozco. ¿Qué entre camarera y cliente para que esa sonrisa, y no quiere tal? entrar en un territorio desco- arrastrar la culpa, una más, de Vuelve a estar de espaldas. nocido que no está seguro de hacerla desaparecer. Luis piensa que es la oportuni- querer descubrir. Por fin, se da la vuelta y se dad para plantear su ocurren- —Café con leche, por favor. aleja arrastrando los pies. cia. Raquel se gira hacia la ca- ….. —Muy divertido. Es uno de fetera. Se desenvuelve con Al oír abrirse la puerta, Ra- los libros más divertidos que he menos destreza, como si algo quel levanta la cabeza. Desde leído. Y… distorsionara la maquinaria hace una semana, es su reac- La sonrisa de Raquel apare- siempre engrasada. Y en ver- ción automática. Cuando com- ce de nuevo ante él, espléndida dad es así. prueba que no es él, el chico 52 del libro, pierde la sonrisa, que aunque un poco por detrás. in my head… I’m so ugly, but recupera un segundo después Juguetea con la arena mientras that’s okay, because so are para volver al trabajo. se le escapan miradas fugaces you… Pero hoy si es él. Lo ve acer- hacia ella. Le gusta: su pelo —Esa la conozco: Lithium, carse titubeante, con la mirada revuelto, la sonrisa relajada, el de Nirvana. ¿Tienes una can- nerviosa desviándose a un lado perfil de su nariz algo torcida, ción para todo? y otro, como si no fuera capaz sus manos de dedos largos, los Raquel se toca los pendien- de fijarla en un objetivo. pendientes que le decoran todo tes de la oreja derecha; en la Es más temprano que de el perímetro de la oreja… Ape- izquierda sólo lleva uno, un aro costumbre, y apenas hay clien- nas han intercambiado palabra. con el símbolo de la paz. tes. Raquel se queda parali- Sus pasos los han conducido —Durante un tiempo fui la zada, con las manos sobre el hasta la playa, donde toda- cantante de un grupo de rock. mostrador y la sonrisa conge- vía quedan algunos bañistas —¿En serio? ¿Y qué paso? lada. que celebran la llegada del Raquel niega con la cabeza —Hola —murmura Luis al calor compartiendo espacio y los ojos dejan de sonreír. llegar hasta ella, y tras pasear con parejas acarameladas que —Cosas… Hace mucho de la vista por el mostrador reúne celebran su amor. eso. ¿Y tú? Cuéntame algo so- el suficiente valor para mirarla Raquel y Luis no celebran bre ti, aparte de que devoras a los ojos—. Cuando acabes el nada, si acaso el hecho de libros. turno, ¿te apetecería tomarte haber encontrado alguien con Luis se incorpora en la silla, un café conmigo? quien compartir el silencio. apoya los brazos en la mesa y, Raquel había fantaseado —Tanto sube el nivel… —ta- pensativo, hace girar entre sus con la posibilidad, pero ahora rarea Raquel— el mar… —Luis manos la botella de cerveza va- que ha sucedido no sabe qué identifica enseguida El estan- cía. decir. El movimiento de las ma- que, de Héroes del silencio—… —Menos mal que puedo nos de él sobre el mostrador Se derrama ahogándome… vivir la vida de los habitantes atrae su atención. «Un hombre Ella gira la cabeza despacio de sus páginas. —Se detiene, en la oscuridad. Paul Auster», y le sonríe, aunque en sus ojos levanta la cabeza y mira a Ra- lee entre sus dedos repique- hay tristeza. Luis no dice nada, quel—. En la mía no hay nada teantes. sólo levanta la mano y le deja que valga la pena. —I know someday you'll una concha sobre la rodilla. Ella ve la desolación tras la have a beautiful life… —Raquel ….. mueca que no llega a ser son- comienza a cantar, muy floji- Sentados en una terraza risa. to—. I know you'll be a star… in del paseo marítimo, Luis con- —You look so fine… I want somebody else's sky, but why… templa cómo Raquel se bebe to break your heart… and give why, why can't it be, why can't it la horchata con una pajita. Le you mine… You’re taking me be mine… hacen gracia los hoyuelos que over… —Me suena, pero no la re- se le forman en las mejillas. Le —Cantas muy bien. —Ra- conozco. gusta verla fuera del trabajo, quel mira a Luis con una sonri- —Black, de Pearl Jam. Es sin la gorra ridícula que oculta sa sincera pero cansada mien- una de mis canciones favoritas. su media melena, con la cami- tras él da otro trago al botellín —Me gusta Pearl Jam, pero seta de tirantes, mostrando una de cerveza—. Tu sonrisa y tu no me sé ninguna letra. sonrisa más atenuada, más na- voz me llevan a un lugar donde —Salgo a las seis. tural. me gusta estar —añade en un La brisa marina refresca el —¿Qué pasa? —pregunta murmullo, lo bastante apagado ambiente y revuelve el pelo de ella riendo al sentirse observa- como para que ella pueda disi- Raquel, quien permanece sen- da con tanta atención. mular no haberlo escuchado. tada en la arena, abrazándose —Nada, es sólo que me —Cuando estaba en el gru- las piernas y con la barbilla so- gusta mirarte. —Raquel sonríe po, me fijaba mucho en Shirley bre las rodillas. . Observa las ahora con los ojos—. ¿Cómo lo Manson…, la cantante de Gar- olas y las escucha; seguramen- haces para sonreír siempre? bage —aclara ante la expresión te no hay sonido más balsámi- —I’m so happy because to- ignorante de Luis—. You Look co. Luis está sentado a su lado, day I’ve found my friends, the’re So Fine es uno de mis temas 52 53 favoritos. una mano. Entonces, se quita dos de cerveza, salen a tomar Sentados en la misma terra- el vestido y, despacio, se mete el aire a la terraza. za de los últimos días, contem- en el agua. —Lo estás pasando bien, plan el mar en silencio. Raquel ….. ¿eh? se retira de la cara un mechón Raquel ríe. Es la risa de una —Me estoy quedando afóni- agitado por la brisa y lo coloca niña entregada a la diversión. ca, y mañana voy a tener unas detrás de la oreja. Le transforma la cara porque agujetas… —Podría pasarme la vida no tiene que hacer ningún es- Brindan con los botellines y así, viendo las olas romper fuerzo consciente por sonreír, beben en silencio, aunque en- contra la orilla. y a Luis le encanta; tanto, que seguida Raquel reconoce el —Y yo. durante las dos horas que lle- Stone Cold Crazy de Queen Intercambian una mirada van bailando ha olvidado qué en la versión de Metallica y se cómplice, y enseguida ella es lo que provoca su desazón pone a cantarla. vuelve a desviarla hacia el azul permanente. Están sudando Tiene las mejillas encendi- inmenso. a mares, apretujados contra das y los ojos le brillan, como —Es curioso cómo nos em- otros cuerpos sudorosos que la piel de la cara y del cuello, peñamos en hacernos las mis- también ríen y se dejan llevar perlada de gotitas de . mas preguntas, una y otra vez, por la música. La atmósfera in- —Me gustaría besarte —su- aun sabiendo que no vamos a vita a la desinhibición, a entre- surra Luis. encontrarles respuesta. garse sin reparos a la alegría Raquel deja de cantar y lo —¿Eso haces al cantar, pre- de vivir. mira con una expresión encen- guntarte sobre el pasado? —A Con los últimos acordes de dida que él todavía no había Raquel le sobresalta la deduc- Song 2 de Blur, Raquel se lleva tenido el placer de contemplar. ción de Luis, y lo mira con sor- una mano al cuello para indicar Con la mano libre, lo agarra del presa. Él apura la cerveza—. que está sedienta, y ambos se cuello de la camiseta, lo atrae Yo prefiero no hacerme pre- dirigen a la barra. Aprovisiona- hacia ella y, con la nariz a un guntas, pero es difícil resistirse. La autocompasión resulta ten- tadora cuando mirar adelante es como hallarse en medio de un desierto y buscar un oasis; sabes que lo máximo a lo que puedes aspirar es a encontrar un espejismo. —Cuando estaba en el es- cenario, me sentía viva, libre, llena de energía. Cantar y de- jarme llevar por la música era lo que daba sentido a todo. Vuelven a quedar en silen- cio. Luis la observa y ve cómo sus ojos se tiñen del azul oscu- ro del mar al atardecer. — te apetece, puedes contarme lo que pasó. Raquel gira la cabeza y le re- gala la enésima sonrisa. —¿Nos bañamos? Sin esperar respuesta, se le- vanta de la silla, salta a la are- na y se aleja por la playa casi desierta. Al llegar a la orilla, se da la vuelta y saluda a Luis con 54 milímetro de la de él, se detiene pasear el perro o a correr. llamarla ni escribirle porque no para saborear ese instante de Raquel mira por la ventani- han intercambiado sus núme- deseo máximo, justo antes de lla, pero lo que ve se oculta en ros de teléfono, así que se meterle la lengua ardiente en la su memoria. En la radio suena acerca a su casa, pero no con- boca. Heroes. testa al timbre. Pregunta a un ….. —I, I will be King… —Luis se par de vecinas que salen del Al alba, el mar y el cielo se atreve a acompañar a Bowie—. portal, pero ni siquiera parecen confunden en el horizonte, pero And you, you will be Queen… conocerla. poco a poco se dibuja la línea Though nothing will drive them Se repite a sí mismo que que anuncia la llegada del sol. away… We can be heroes just esta vez no ha hecho nada Raquel y Luis asisten al proce- for one day… We can be us just para cagarla, pero no logra sa- so sentados en la orilla, dejan- for one day… cudirse el sentimiento de culpa. do que la lengua tímida del mar La interpretación consigue «Me tendría que haber confor- les acaricie los pies. Ella apoya atraer la atención de Raquel, mado con el café y la sonrisa la cabeza en el hombro de él, que sonríe sin ocultar su triste- reconfortante. ¿Dónde voy a y él aspira el aroma del sudor, za. refugiarme ahora?», se repro- el perfume y la sal que emanan —Just for one day —repite, cha desolado. del pelo de ella. No recuerda como diciéndoselo a sí misma. ….. un olor más delicioso. Tienen —Si quieres, subo contigo. Raquel regresa a la cafete- las manos entrelazadas sobre —Es mejor que no. Además, ría una semana después. Ha la arena húmeda. me voy a quedar frita en cuanto estado enferma, un catarro que —Nunca había visto el me tumbe. la obligó a quedarse en cama amanecer en la playa tan bien Luis se inclina hacia ella y la y que, en realidad, ha sido la acompañado —anuncia Luis. besa. Raquel lo abraza, y pien- excusa perfecta para no salir Ella sonríe relajada. El sue- sa que le gustaría prolongarlo, de la cueva. Ahora el catarro ño empieza a reclamar su botín porque nunca había abrazado casi ha remitido del todo, pero tras una larga noche de bailes, a nadie que lo necesitara tanto el mal que de verdad le duele sudor y besos. como ella. Cuando sus labios continúa ahí, crónico, enmas- —Presiento que tras la no- se separan, permanecen abra- carado con una sonrisa. che… vendrá la noche más lar- zados. En la radio, Little Wing Se pone la gorra y la chapa y ga… Quiero que no me aban- de Jimi Hendrix toma el relevo se incorpora al trabajo. Y cada dones, amor mío, al alba… de Bowie, y Raquel piensa que vez que la puerta se abre, el co- Luis siente una presión en el es una de las canciones más razón se le acelera, deseando estómago. Raquel le agarra la bonitas que se han escrito. La que sea y a la vez que no sea mano más fuerte, y él le acari- canta al oído de Luis, y él sien- Luis. Se siente mal por haberse cia el pelo y le besa la cabeza. te un escalofrío. escondido de él, pero se dice a Ella no puede seguir cantando, —When I’m sad, she comes sí misma que es lo mejor, que ni siquiera en un susurro, las lá- to me, with a thousand smiles quizás no tendría que haber grimas y el nudo en la garganta she gives to me free… It’s alri- aceptado aquel café, porque se lo impiden. ght, she says, it’s alright, take así ahora seguiría viéndolo —Nada, no te preocupes. — anything you want from me… casi cada tarde y hablarían de Se separa un poco de él y hace Anything… —A Raquel se le libros. el esfuerzo por sonreír—. Me lo escapan las lágrimas—. Aquel —Hola, Raquel. —Es Gina, he pasado muy bien, pero es- hijo de puta… cogió lo que qui- toca cambio de turno; la jorna- toy muerta y necesito dormir. so, sin preguntar… da ha pasado rápido—. Me ale- En el horizonte, el cielo em- Luis escucha tenso al princi- gro de que ya estés mejor. pieza a adquirir un tono ana- pio, pero enseguida la abraza —Hola. —Se saludan con ranjado. más fuerte y le acaricia el pelo. dos besos. Gina es lo más Luis aparca frente al portal. ….. parecido a una amiga que se En la calle se mezclan los jóve- Durante los días siguientes, puede tener en el trabajo—. El nes que regresan de fiesta con Luis no encuentra a Raquel en resfriado me ha dejado hecha quienes salen a comprar el pan la cafetería. Le dicen que no polvo, pero sí, ya estoy bastan- y churros para el desayuno, a saben nada de ella. No puede te bien. 54 55 —Por cierto, ayer un cliente —Joder, ojalá a mí me hicie- contemplarla. dejó algo para ti. —Raquel da ran regalos así. Un día un tío Espero que te guste el libro. un respingo. No puede ser otro me dejó un paquete de chicles. Es una historia optimista. Tiene que Luis—. Espera un momen- El muy gilipollas había apunta- partes angustiosas, pero el con- to, que lo guardé en la taquilla. do su número de teléfono en el junto deja buen sabor de boca. A Me cambio y te lo traigo. envoltorio. pesar de esos personajes llenos Raquel nota cómo se le Raquel no la escucha. Abre de cicatrices, Auster sí cree en acelera todo el organismo. Se el libro y, como intuía, Luis ha las segundas oportunidades. pone a ordenar el mostrador y escrito algo en la primera pági- Gracias por estos días. No de- le pasa la bayeta; luego sigue na. Lee con ansia y temor. jes de sonreír. con las tazas y las cucharillas, «No creo en las segundas Luis». que ya había ordenado previa- oportunidades. Sin embargo, Raquel cierra el libro y lo aprie- mente. sí creo que existen personas ta contra el pecho. —Toma. capaces de sobreponerse al —Que tengas una tarde tran- Raquel recibe el paquete en- pasado, con la fuerza suficien- quila —le desea a Gina, con una vuelto. Es evidente que se trata te para convivir con él y seguir sonrisa dolorosa. de un libro. Rasga el papel sin adelante. Tú deberías ser una reparar en Gina, que la obser- de ellas. Hay que tener mucha va con curiosidad. «Locuras de fuerza interior para vestir esa Brooklyn, Paul Auster». No lo sonrisa tan reconfortante para ha leído. quienes tienen la suerte de

56 POESÍA

56 Hogar Marcel Tidant

Desde menos que cero se eleva mi casa en algún lugar del suelo todo yo comienzo.

Remuevo la tierra que nadie ve, y sobre ella deposito todo cuanto es bello.

Encima, muros que me protegen del invierno; una casa pero no un hogar, pues dentro no puedo ver el mundo en tus ojos, ni se encontrar tu mano en mi piel.

Entonces, casi no sé qué sentido tiene remover la tierra hasta la roca, y empezar el mundo por la belleza.

58 Xihu Marcel Tidant

«Qué terrible es el dolor que flota en la sangre». Gilbert Ehrlichmann

Tras casi un lustro se rasgó la laguna del Oeste, escrute mi reflejo oscuro como la amalgama del universo, me deslicé entre brazadas en la superficie infinitamente quieta, y me precipite al fondo como un alud de rocas.

Allí, donde lo etéreo se transmuto en sangre densa y pegajosa como brea que me penetro hasta el más recóndito de mis alveolos donde escuche un ensordecedor silencio en el epicentro del caos compacto e invisible como el amor entre los lazos del cosmos.

Mis ojos brillaron incólumes y mis labios se apretaron mi cuerpo poso para una fotografía expuesta eternamente y hielo seco se derritió y se escurrió por mis sienes como la bruma que rasga el estanque más negro del mundo

Abrí todos los cajones y los llené de vacío, hasta que ni sombra de esperanza quedo dentro y mi memoria, huyó tras la sombra del viento.

A un aliento de lo etéreo, en el centro de mi cerebro resonó el rumor del mundo, sueños primitivos me despertaron entre espasmos, herencias milenarias de otros que por mí ya fueron, amor del otro confín.

Desde entonces mis pies se han vuelto pegajosos y lentos y mi cuerpo ya no es el lugar donde yo vivo, mi nuevo hogar quedó tan lejos que nunca llegaré.

58 59 Adagio de voluntad Dory Lansorena

Abrí la ventana al mundo y sentí el aliento triste de las nubes y las lágrimas saladas del universo al ver al sol coser con hilos de plata los rayos de la oculta luna tras la mascarilla quirúrgica que las estrellas le vestían. Vi llegar despacio al monstruo que con su capa deseaba ocultar mi mundo y, saqué de un rincón de mi corazón unas enormes tijeras que podaron las raíces de su infierno. Hoy, mi ventana luce abierta a un universo vacunado de presidios.

Seleccionada en el IX Concurso de temática libre «Pluma, tinta y papel» Diversidad literaria

Estatua de sal Dory Lansorena

Incluso después de la paliativa ensoñación hechizado por la melodía blanca que agrava la dependencia incluso después del terrible final de la inocencia existe una lenta y latente enfermedad que oscurece la mente con lazos de irrealidad y entibia la punzante tristeza de la pérdida convirtiendo el alma en estatua de sal.

Incluso orientada la frontera al abismo infernal arrojada al malecón del naufragio no hay duelo perenne en la escuela de la vida ni abundancia sombría que entierre un corazón en el epicendro de la sazón convertida en arrecife de coral cuando el hechizo se vuelve lección magistral.

Seleccionada en el IX Concurso de temática libre «Pluma, tinta y papel» Diversidad literaria

60 Princesa Patricia Moreno

Eres princesa de un castillo vacío. Sueñas en la alcoba. La que al despertar besa al aire, rompe el sueño, boca de nadie. Exhala el último suspiro de amor que le queda. Pronuncia su nombre. Un eco mudo, palabras prohibidas. La congoja hace mella en sus ojos de miel, palabras rotas sobre la piel. Sus besos son enredaderas. La pasión naufraga y los sonidos de su alma son espadas rotas. Cintas de seda y esperanzas agarrada a clavos ardientes, palabras presuntuosas. Que no hay puente que cruzar, ni sendero que caminar. Nadará tu aliento se ahogará tu alma.

Poema incluidos en el poemario Sentimientos. Érase una vez las estaciones (Diversidad Literaria, 2019)

60 61 Abuelo Patricia Moreno

Ya no puedo verte, ni sentirte, ni tocarte, ni abrazarte. Abuelo; aquí dejaste tu alma. Mis luceros piden la calma, en este aguacero que mi alma desarma. Descubro poco a poco, mis pies, descalzos, mis manos, censuradas. Mi sonrisa, perdida con tu voz apagada.

Poema ncluido en el poemario Sentimientos. Érase una vez las estaciones (Diversidad Literaria, 2019)

62 ¿Dónde están tus muertos? María Peralta

Quieres llorar a tus muertos detrás de las tumbas, no importa el silencio que hay detrás de sus besos. El ir y venir de la noches adormecen la esperanza de encontrar, siquiera el polvo, de su anatomía. Quizá la muerte ahora sea la clave de todos los problemas, y las heridas descansan sin paz en las esquinas heladas de cualquier cementerio. Sigues sus huellas y navegas entre la culpa y la vergüenza, porque ahora solo hay humo donde antes había verdad sin tormento. Los muertos se alejan y se queman arrancados a pedazos sin oler la primavera, sus gritos se diluyen, se confunden en pasillos donde el alma ya no siente, ni respira. Pero la magia de tus muertos mañana será un amanecer con olor a tulipanes, el dibujo de una niña y la brisa ciega en las ciudades.

62 63 Verde María Peralta

¿Qué tendrá ese amanecer? de playa y río, de olivos y escolleras que bajo la arena espera susurrándole sollozos sin perfume. Ella nunca lo supo, los minutos huérfanos eran versos sin fronteras, que latían despacito en sus cuerpos desnudos haciendo el amor por bulerías. ¿Qué tendrá ese amanecer? terciopelo en sus bocas donde la ternura se precipitaba sobre los cuatro puntos cardinales de su esencia. Ella nunca lo supo pero al acariciar su sonrisa, con sus manos y labios, tocar el infinito y engullir su alma, colmaba su sed salina de Océano. Qué tendrá ese amanecer mujer de barro y orquídeas de playa y río de olivos y escolleras que tanto le arrebató. Ahora ella le espera, como antes, para que acaricie su pelo y broten pétalos, para quedarse dormida al calor de sus verdades, para declararse culpable de cualquier triunfo involuntario.

64 No te has ido del todo María Peralta

No, no pienso que te hayas ido del todo. Visito tu tumba y te lloro, sé que no te hago feliz, te pido perdón. Es mejor pensar q saliste a tomar aire, a besar la lluvia o a abrazar el viento. Te pensaré y te sentiré a pesar de las prisas, a pesar de las pausas. Te contaré mis silencios y abrazaré tu cielo. ¿Y sabes? Ya no huyo de tus consejos sensatos. Después de todo me gusta pensar que te quise y me quisiste, que a mí también me alegra la primavera. Para mí la muerte perdió su dominio, porque tú eres luna y viento, no dejaré nunca más que los clavos de la pena, atraviesen las margaritas que cultivamos. Cada 18 de marzo abriré las ventanas para que el sol irrumpa en mi alma, recogeré los besos derramados y volveremos a contemplar la noche, sin miedo.

64 65 La naturaleza llora Lía González

Y el Ser Humano no escucha, No conoce sus lamentos Ni el dolor de sus heridas, Heridas que fueron largas Pidió ayuda… Y nadie escuchó su llorar Nadie quiso ser su amiga.

Los gemidos fueron largos Igual que larga su vida, Empezaron en el tiempo En el que era santa la lluvia,

La nieve guardaba el agua En la montaña allá arriba, Los peces eran felices En los ríos de agua viva, Y el Sol sonreía fuerte… En su rincón y en su esquina.

Pero todo esto cambió La Tierra se vio cautiva, El agua no encuentra hueco La lluvia está entristecida, La nieve llegaba helada Al jardín de su fantasía, La sirena se cayó El dolor la enmudecía.

Y así la Tierra guardó El afán que la movía, Sacó sus fuerzas profundas El Universo sufría y sufría, Una lágrima rodó Y así el castigo fue furia, Un castigo… Que la Tierra no quería, Y que con inmensa tristeza La Naturaleza acogió, Como aliada y amiga.

Y como decía “Víctor Hugo”: Produce una Inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla Mientras el Género Humano no Escucha.

66 TEATRO

66 Caperucita, la abuelita y el lobo José Luis Vallejo de la Cruz

En casa de la abuela. Ca- cuando voy allí, siempre le pre- aquí, abuelita. perucita le lleva una cesta con gunto que cómo tiene el culo? A. —Eso es verdad, mi niña. comida. C. —Ya me había dado Y sería una pena. Menos mal Caperucita (entra en escena cuenta del humor que se le que le saliste a tu madre. cantando). —Mira, abuela, lo pone cuando mi madre le di-ce C. —Bueno, abuela. Deja ya que te traigo: aquí vienen una que vas a pasar con nosotros el en paz a mi padre. ¿Qué quie- docena de huevos, chorizos, fin de semana. res que te traiga la semana que morcillas, un paquete de hari- A. —No me extraña. viene? na, una hoga-za de pan y un C. —Pues ha sido él quien A. —Le puedes decir a tu buen trozo de jamón. Y en los te ha preparado la cesta con la madre que ya no hace falta que «taper» vienen un guisado de comida. me mande tanta co-mida. Aho- carne, un potaje de garbanzos A. (Asustada) —¡Ay! Enton- ra tengo un amigo cazador que y unos filetes de cerdo. Te vas ces se la daré a probar antes al comparte conmigo lo que caza. a chupar los dedos. No olvi-des gato. No me fío de tu padre. Lo único que necesito son ver- meterlo todo en la fresquera C. —Pero abuela, ¿cómo duras y algo de fruta, porque a para que no se te ponga malo. puedes pensar que mi padre él solo le gusta la carne. Ah, y Abuela (con retintín). —Tu sería capaz de…? pan. Tráeme pan también. madre es muy amable. No A. —Tu padre sería capaz C. —¿Es algún señor que quiere que me muera de ham- de todo. Menos de trabajar. vive por aquí cerca? bre. Pero no le importa mucho C. —Pues a mí me da mucha A. —Bueno… sí. Creo que que viva aquí sola en medio del pena. Siempre se está quejan- alguna vez te has cruzado con bosque. Nooo. do de lo malito que está. él. Por lo menos eso es lo que C. —¿Y por qué no vienes a A. —¿Ves tú? Eso es lo me ha dicho. Él dice que te co- vivir a casa, con nosotros? Mi único que sabe hacer de ma- noce. No quiere saludarte para madre te lo ha pedido muchas ravilla: quejarse. Es una pena que no te asus… Porque pre- veces y nunca has querido. que tu madre no me escuchara fiere que no lo veas. A. —Ni loca. Bueno. Ya eres cuando le dije que mandase al C. —Pues no sé por qué no mayorcita y puedo decírtelo: diablo a ese gan-dul. quiere que lo vea. ¿Tan feo es? porque ni yo aguanto a tu pa- C. —Entonces yo no estaría A. —Bueno. Muy guapo no dre, ni él me aguanta a mí. C. —Pero abuela, no digas eso. ¿Qué te ha hecho mi pa- dre? A (Enfurruñada). —¡Nada! Pero no soporto verlo todo el día haciendo el vago, y a tu ma- dre harta de trabajar. C. —No puede trabajar mu- cho porque está malito. A. —¿Ah, sí? C. —Dice que le duele todo el cuerpo. A. —Todo no, pequeña. Solo el culo de estar tanto tiempo sentado. ¿Por qué crees que, 68 es. Lo que pasa es que, aunque agitando los brazos para que verte mejor. Cada día más parece muy fier…, quiero decir, se vaya, pero él no se entera) guapa y atractiva. muy antipático, en el fondo es L. —¿Qué tal has pasado el A. —Y ese cuerpo tan fuerte. demasiado tímido. día, amor mío? Hoy solo me he L. —Para defenderte de C. —Pues no sé cómo pue- cruzado con un co-nejo; pero cualquier peligro. Siempre seré de darle vergüenza saludar a no he querido cazarlo porque tu paladín. una niña. aún tenemos para cenar el que A. —Y ese hocico… A. —En realidad, no es que nos sobró de ayer. Pero sé dón- L. — Para poder oler tu deli- le dé vergüenza. Me ha dicho de tiene la madriguera. cioso perfume a kilómetros de que, de buena gana, te come… (El lobo se acerca para dar distancia. te saludaría. Si no lo hace es el ramo a la abuela y besarla, A. —Y esa boca… porque eres mi nieta. pero ella manotea para impe- L. —¡Bueno, cariño! No me C. —¿Qué no me saluda dirlo. Caperucita sale de de- tientes. porque soy tu nieta? Me parece trás de las faldas de la abuela. C. —¿Pero estáis locos los a mí que lo que le pasa es que Cuando la ve el lobo, empieza dos? ¿Qué bicho os ha picado? no tiene mucha educación. a gruñir, amenazante) A. —Ha sido el amor. Cuan- A. —Llevas razón. Mucha L. —Grrrr Grrrr Grrrr do seas mayor lo comprende- educación no tiene. (Se pone C. —Ya no tienes que disi- rás. Tú no sabes lo que es es- romántica) Pero es tan bue- mular. ¿Piensas que soy tonta? tar aquí sola, todo el día. no… y tan cariñoso… y tan… L. (Pretende seguir en su Caperucita, que en la esce- C. —¿Es que no ha ido a la papel de lobo feroz) —Grrrr. Os na está entre los dos, va vol- escuela? comeré a las dos. viendo la mirada, estupe-facta, A. —¡Qué va! Siempre ha vi- C. —¡Menos lobos! ¡Vaya a uno y a otro lado, según van vido en el monte. par de sinvergüenzas! hablando C. —Pues sus padres tenían A. —¡Ay, no digas eso, pe- L. —Es verdad, Caperuci- que haberlo llevado. queña! Tú qué sabes lo que es ta. Yo también me quedé muy (A lo lejos se oyen unos aulli- el amor. solo cuando mi manada emigró dos. Cuando los oye, la abuela C. (Con estupor) —¿Me vas porque aquí ya no había mu- se pone muy tensa) a decir que te has enamorado cha caza. Yo me quedé porque A. —Bueno. Yo creo que ya del Lobo? estaba locamente enamorado puedes irte. ¡Vete ya! Y no olvi- A. (Resuelta) —¡Pues sí! de tu abuela, y porque la poca des decirle a tu madre que me Imagino que puede parecerte caza que había llegaría para mande verduras. Y fruta. Y pan. extraño, pero no he podi-do re- los dos. C. —¡Pero abuela! No pre- sistirme a sus encantos. (Soña- A. — Ahora nos hacemos tenderás que me vaya ahora dora) ¿No has visto los ojos tan compañía y nos damos calor en que anda el lobo rondan-do por maravillosos que tiene? invierno. Me recuerda mucho a aquí cerca. L. —Pues los tengo para tu abuelo, porque era casi tan A. (Muy nerviosa) —No te preocupes por el lobo, que no te hará nada. C (Gimiendo). —Pues yo tengo miedo, abuelita. (Se oyen otros aullidos, esta vez muy cerca) A. —¡Vete de una vez! C. —¡Abuela…! (Entra el lobo con un ramo de flores. Asustada, Caperucita se esconde detrás de la abue- la. El lobo no la ve). Lobo (Muy meloso). —Hola, cariño. (La abuela le hace señas 68 69 L. —Me encanta darte calor, comido a Fulgencio!? que viene, cuando vinie-ra mi amor. Gacela mía. L. —Bueno. Todavía queda a traerte la comida, apuesto A. —Zalamero. un poco para cenar. Mañana iré a que lo hubiera encontrado L. —Caperucita ¿Te vas a a buscar el conejo que he vis- acostado en tu cama, con tu quedar a cenar? to hoy. Por lo menos, mañana camisón puesto y tus gafas, C. —Ni hablar. Estoy de- podremos comer. No es muy queriendo hacerme creer que seando llegar a casa para dar grande, pero si le añadimos al- eras tú. la noticia a mis padres. Cuando gún chorizo… A. (Ha cogido la escoba y la se lo diga, no se lo van a creer. A. —¡Sinvergüenza! Jamás emprende a escobazos con el Van a pensar que me he vuelto hubiera esperado eso de ti. Po- lobo) —Sinvergüenza. Sal de loca. brecito Fulgencio. (Gimotea) aquí ahora mismo. Vete a bus- L. —Mejor que no te quedes, L. —Perdóname, amor mío, car a tu manada. Y no vuelvas porque ya no queda mucho pero la alimentación es lo pri- más por mi casa, o le pediré al gato. Digo, conejo. mero. Si no nos alimen-tamos, cazador que me deje una esco- A. — Sería mejor que no les moriremos. Y entonces habrá peta para acabar contigo. dijeses nada, porque se van a terminado este amor tan mara- Sale el lobo perseguido por disgustar. Pero ya sé que no villoso. las dos. Cuando se quedan so- podrás aguantarte de darles la A. —¿Y qué piensas que po- las, se abrazan, mien-tras baja novedad. Entonces, les dices demos comer cuando acabe- el telón. que sentimos mu-cho no poder mos con el conejo que queda hacer oficial nuestra relación, en el bosque? Porque tú no tie- casándonos como Dios manda. nes alas para cazar los anima- C. —¡Estáis locos! les que vuelan. A. —Cariño, ¿qué decías L. —Tú, podrías comer lo antes del gato? que te manda tu hija con Cape- L. (Como pillado en falta) rucita, amor mío. A mí, lo que —¿Yo? ¿Del gato? Nada… No más me gusta es una buena he dicho nada. gacela. A. (Llamando al gato) —Mini, A. —Pero en este bosque no mini, mini… ¡¡Fulgencio!! hay gacelas. C. —¿Le llamas al gato C. —¿Se puede saber por como al abuelo? qué llamas gacela a mi abue- A. —¡Calla, niña! Mini, mini, lita? ¿No será que la es-tás mini… msss, msss ¿Dónde se reservando para cuando ya no habrá metido? quede caza en el bosque? L. —Cariño mío. Mi gacela, L. (Muy nervioso) —¿Cómo no lo busques más. puedes pensar eso? Es solo A. —¿Tú sabes dónde está? una manera cariñosa de lla- L. —Perdóname, mi amor. marla. Perdóname. Ahora no hay nin- C. —Cariñosa para un hom- guna caza en el bosque. Los bre; pero para un lobo es su co- únicos animales comestibles mida preferida. que quedan, vuelan. A. —No puedo creer que eso A. —¿Pero qué estás dicien- sea verdad. ¿Entonces, has do, cariño? ¿Lo que comimos estado engañándome todo el ayer, es conejo o es el gato? tiempo? ¿De verdad pensabas L. —Gacela mía, no te en- comerme cuando te faltase la fades. Para poder comer, tuve comida? que sacrificarlo. Lo sentí mu- L. —Te quiero con locura; cho, porque ya sé lo mucho pero si me muero de hambre, que lo querías. Pero teníamos ya no podré amarte. que comer. C. —Seguro que también A. —¿¡Qué nos hemos contaba conmigo. La semana 70 PUNTO Y COMA

70 Los títulos y su importancia Ramón Alcaraz

Debemos hacernos una idea iniciales, en letras de cancio- narrativa hay muchos títulos de lo importante que son los tí- nes, en poemas, en periódi- curiosos que, aunque no garan- tulos que ponemos a nuestras cos, anuncios, en frases que ticen un buen contenido, ya han obras, porque son la antesa- escuchas a desconocidos en logrado su finalidad: que nos la de lo que los lectores van a la calle... Es bueno desarrollar interesemos por el libro. descubrir en ellas. la capacidad de aislar palabas Hay autores que coleccio- Por ejemplo, cuando presen- o frases. Irte haciendo con una nan títulos, los regalan a sus tamos un relato a un certamen, buena lista de títulos y de frases amigos o se los juegan al pó- el título puede determinar de iniciales te va a servir para dis- ker, como «El desorden de tu entrada llamar la atención del poner de ellos cuando lo nece- nombre», que lo perdió Alejan- jurado, y eso va a ser un punto sites. Algunas veces te van a dro Gándara en favor de Juan a favor. En un relato, un buen sorprender. E incluso a veces José Millás. Entre títulos llama- título, y sobre todo las primeras un buen título da origen a una tivos encontramos «¿Quién se líneas, puede condicionar que idea, y a partir de él desarrollar ha llevado mi queso?», narra- nuestro texto pase una primera una historia, o un poema. tiva empresarial, o «Lo mejor selección. Un carnívoro cuchillo de que le puede pasar a un crua- Sin embargo, un mal inicio Umbral proviene de un verso sán». Y también de obras lite- tendrá como consecuencia que de Miguel Hernández. Y Lo rarias destacadas, como Tres nuestro relato no pase esa pri- que el viento se llevó también hombres en una barca; La so- mera «criba», y de nada nos fue sacado por su autora de un ciedad literaria y el pastel de valdrá una magnífica trama, un poema, harta de barajar otras piel de patata, de Guernsey; o complicado y muy efectivo de- opciones con mucha menos Y los hipopótamos se cocieron sarrollo, y un final perfecto. fuerza, como «Mañana será en sus tanques. No sirve de nada pensar que otro día», la frase final de la no- Sin embargo, mi consejo lo que leerán más adelante es vela, y que su editor rechazó. es que tampoco queramos ser una maravilla. Un jurado que, Algo similar le ocurrió a la demasiado originales, porque por ejemplo ha recibido cientos autora de Matar a un ruiseñor, siempre el título ha de tener una de relatos, cuentos o novelas un magnifico título que en prin- justificación en el contenido del para concursar, apenas va a cipio Harper Lee pensó en lla- libro, y no nos vale cualquiera, leer primero unas pocas líneas mar «Atticus», el nombre del por muy llamativo y original que de cada obra, desestimando personaje protagonista. sea. el seguir leyendo todo aquello Aunque a veces, una sola Yo siempre digo que un títu- que no ha comenzado bien. palabra transmite una idea re- lo es el mejor mientras no en- Durante los primeros años donda y contundente sobre el contremos uno que nos guste del taller de escritura, los alum- contenido, por ejemplo Patria, más. Esto, que puede parecer nos ganaron muchos premios de Aramburu; Elegía, de Roth; tan obvio, en realidad no lo es, porque trabajamos especial- 1Q84, de Murakami... porque no debemos desespe- mente los inicios. Así ya contá- rarnos intentando encontrar el bamos con la ventaja de pasar Consejos prácticos título perfecto para cada obra. esa selección previa; y como Sencillamente llega. Cuando trabajábamos también el con- Decía Raymond Chandler me preguntan cómo encontrar junto, aumentaban las posibili- que «no hay como el éxito para buenos títulos para una novela dades de ganar certámenes. hacer bueno un título». A lo que que ya está escrita, un “truco” Puedes encontrar títulos, yo replico con «un buen títu- que doy es buscarlo dentro del e incluso muy buenas frases lo puede darnos el éxito». En propio libro. Lo normal es que 72 no nos demos cuenta de frases que, si las observamos aisla- das, son magníficos títulos, y las teníamos escritas, solo hay que buscarlas. Es muy lícito (las editoriales así lo utilizan) que el título sir- va de «gancho» para vender nuestra obra, pero no puede li- mitarse a eso. Un título es como la proa de un barco y es indivi- sible del resto, y debe ser re- presentativo de lo que vamos a encontrar en él. Si una obra es intimista, es contraproducen- te ponerle un título demasiado original y que sea gracioso. Igual que no es bueno poner un título humorístico a una obra trágica, que necesita una carga poética, emocional. En cambio, una novela negra o policiaca se abre más a lo distendido. Y la histórica se adapta a múltiples posibilidades. A veces un libro ya tiene un título «perfecto» nada más ge- nerar la idea, en torno al cual todo se mueve. Si no dispone- mos de él, no hemos de blo- sutileza, y evocar en lugar de «gancho». quearnos y estar preocupados. ser explícito. Y aquí tenemos otro recurso: Lo mejor es seguir escribiendo Otro truco es escribir una los tópicos, los modismos, los porque ya llegará. Y es más útil lista de palabras asociadas a dichos y refranes, los juegos de esperar a tener el libro termina- la trama, y de esas podemos palabras… do en vez de permitir que esa tener muchas: objetos, per- Un buen título puede escon- preocupación nos paralice. sonajes, acciones, lugares… der un sentido figurado dentro Como he dicho antes, den- Cuántas más palabras, más del explícito. Por ejemplo Los tro del propio libro puede haber combinaciones podremos esta- muertos de Joyce, o Lolita de varios títulos buenos inmersos blecer, y alguna de esas combi- Nabokov, cuyo diminutivo apor- en el texto. Pero también pode- naciones puede darnos lo que ta un matiz a la vez sutil y evo- mos, como apunté en el inicio de este artículo, abrir al azar li- queremos. cador; de tan sencillo, es per- bros de poesía (u otros libros), Debemos alejarnos de títu- fecto. y ver qué nos depara la suerte. los que solo podrán entender Y sobre todo, dejarnos llevar Hemos de pensar que nues- unos pocos, o que condicionan por ese pálpito que nos indica tra mente conoce bien el conte- en exceso la lectura. Es decir, que lo tenemos, que por fin lo nido y está receptiva a estable- desaconsejable un título así hemos encontrado. Da igual si cer relaciones apropiadas, por para novela policiaca: «El ase- es corto, largo; sencillo, com- eso nuestra vista se detiene en sino es el mayordomo», sea o plejo; explícito, sutil, directo o lo que nos interesa, descartan- no sea verdad, a no ser que se enrevesado… Cuando llega, do todo lo demás. trate de una novela en clave sabemos que es ese, lo sabe- Un título debe ser repre- de humor, en cuyo caso habre- mos, y definitivamente dejamos sentativo, tener una carga de mos recurrido a un tópico como de buscarlo. 72 73 JUEGOS LITERARIOS 1. He aquí una serie de detectives clásicos de novela negra. Seguro que los conoces, pero… ¿sabrías ordenarlos por antigüedad, de menor a mayor, según su fecha de aparición en el mundo editorial?

El padre Brown (de G. K. Chesterton) Sam Spade (de Daniel Hammett) Philip Marlowe (de Raymond Chandler) C. Auguste Dupin (de Edgar Allan Poe) Miss Marple (De Agatha Christie) Sherlok Holmes (de sir Artur Conan Doyle) Hércules Poirot (de Agatha Christie)

2. ¿Qué poeta clásico escribió las famosas Consolaciones?

Séneca Ovidio Virgilio Petrarca Horacio

*Una pista… Nació en la Córdoba romana, fue acusado injustamente de traición por el empera- dor Nerón, y se suicidó.

3. ¿Quién escribió la novela corta Oliver Twist?

Thomas Hardy Oscar Wilde Charles Dickens Henry James Mark Twain

Soluciones en el próximo número de Y Latina

Fuente: Pasatiempos para amantes de los libros (Editorial ALMA, 2018)

75 Solociones Juegos con palabras – número diciembre 2019

Nº 1 - Sopa de letras

«Caminaron y cruzaron pueblos como Cilla y Almusafes, donde hicieron noche. María de Bar- bastro desapareció de la mente de Hugo, quien se centró en su hermana. Vivía tranquilo en la creencia de que Arsenda se encontraba bien, sirviendo a Dios… y a las otras monjas en ese con- vento valenciano, y ahora… ¿dónde estaría? Se preguntó si mosén Pau le había engañado». Los herederos de la tierra, Idelfonso Falcones

*Encuentra las palabras en negrita dentro de la sopa de letras

INFANTIL

Nº 2 Eres muy buen lector y te gusta descubrir textos y autores pero… ¿también lees «sagas literarias»? Demuéstranos tu pericia y conocimientos literarios diciéndonos ¿a qué autor pertenece cada una de estas series literarias?

Une serie literaria con el autor o autora correspondiente, eligiendo el número que corresponda

Código da Vinci y las novelas de Robert Langdon 3 1 Stieg Larsson Serie novelas Cincuenta sombras 4 2 Suzanne Collins

Serie Crepúsculo 5 3 Dan Brown Trilogía Los juegos del hambre 2 4 E. L. James Serie Millennium 1 5 Stephenie Meyer Tetralogía El cementerio de los libros olvidados 8 6 J. K. Rowling Serie Harry Potter 6 7 Cassandra Clare Saga Cazadores de sombras 7 8 Carlos Ruiz Zafón

Fuente: Pasatiempos para amantes de los libros (Editorial ALMA, 2018)

76 INFANTIL

76 Un planeta mágico Lía González

Existe un mundo más allá del arco iris, donde habitan los duendes y las hadas, en el que se puede vivir contemplando el sol, que nace desde lo alto; la luna que ilumina la noche y las estrellas que surcan el cielo, marcando los caminos que llevan a la FELICIDAD… Esa por la que te levantas cada día, por la que trabajas, por la que cumples con el tiempo y con las horas. Esa que hoy te ha alegrado el día, y te quiere cantar y contar tu vida, desde aquí… Desde este planeta mágico y encantado. También puedes pintar ese sol que alumbra tu día, con su luz más que brillante. Esa luna que ilumina tu noche y te guía con su estela plateada.

En medio…las estrellas que organizan la galaxia. Y por fin…lasnubes , las escaleras que te llevarán a lo más alto. Y así, el arquitecto mayor diseñó tu casa. Esa en la que el maestro pintor, vive ahora, y desde la que nos contempla y nos ayuda, para que pintemos ese cuadro. Ese que tenemos ahora mismo en nuestras manos. Lo contemplas, cierras los ojos y sueñas con ese planeta Mágico al que en su día se fue el pintor, al mismo tiempo que nos dejó un mensaje. «Aventuraos a ser FELICES, a tener en una estrella vuestra casa, una nube como colchón, y un hilillo plateado que os sujete al sol. Ese que Dios, Eixú o la Vida os puso allá, en lo más alto».

78 Sueña, pequeño duende Laura Ruiz Rivas

— Buenas noches, mi duende pequeño. Un beso suave quedó flotando en el aire, dejando a su paso una estela de plata. Nico imaginó el beso revoloteando en la habitación y saliendo por la ventana rumbo a la luna. Y quiso ser como el beso: ligero y silencioso … ¡Para volar libre por los cielos! Suspiró, se incorporó y quedó sentado en la cama, mirando sus piernas. Alcanzó el vaso de agua de la mesita y, muy despacio, dejó caer algunas gotas sobre su pierna. —Vamos, crece. ¿A qué esperas?

Miró ilusionado, como cada noche. Esperando un milagro que, como cada noche, nunca llegaba. Y suspiró otra vez, triste. Porque su pierna izquierda era más corta que la otra. Ya sabes, la de- recha. Nico no era como los demás. No jugaba bien al fútbol, ni al pescar. No podía andar en bici… Y se quedaba siempre sentado en los recreos mirando a los demás jugar, mientras soñaba… ¡Soñaba con ser distinto! Suspiró, por tercera vez. Y sacó del cajón su cuaderno mágico. Ese, en el que cada noche es- cribía historias de valientes jinetes galopando hacia el infinito. Aventuras de intrépidas doncellas que se hacían a la mar en un barco pirata, para buscar algún tesoro hundido. Leyendas de bosques encantados, donde los árboles crecen uniendo entre sí sus raíces para darse la mano y hermanar cada parcela de tierra del mundo… El cuaderno, donde escribía historias de niños en busca de la fuente de la vida… Esa, que te hace inmortal. Que cura las heridas. Que hace crecer las plantas, pero no su pierna… Eligió una hoja en blanco. Quería pedir su deseo a los Reyes Magos. Sería el deseo más sincero, el más barato… Era Navidad. Quizá, en estas fechas, son posibles los mila- gros, pensó. Puede que, a pesar de lo que dicen los mayo- res…, la magia exista de verdad. Una lágrima cayó al cuaderno. Y, como si tu- viese vida propia, empezó a remover las líneas, a alborotar las palabras, a cambiar de sitio los puntos y las comas… hasta formar una frase: “Cada niño lleva en su alma, la semilla de un gran destino”

Y sonrió. importarle sus piernas o su altura, el color de Y suspiró, pero ahora con los brazos extendi- su piel o su idioma. Cuando solo el valor de su dos y lleno de gozo. alma importa. Nico no puede correr. Pero escribe cuentos tan hermosos, que sus compañeros se arremoli- Duerme, pequeño duende, nan a su lado cada recreo, para dejarse llenar de y siente mi beso en el aire. la magia de las palabras. Ama la vida y vive Y he aquí, que la magia vuela ligera como el para descubrir tu magia beso… cada vez que un niño quiere a otro, sin 78 79 Nino y Pecas: El niño que no quería ser pirata Capítulo 4

Gabriela Quintana

—Hola, señor Nino. ¿Cómo está? Yo ya no sé qué hacer en esta cuarentena, estoy muy aburrido encerrado en casa; por favor, siga contándome la historia del Niño que no quería ser pirata. Y en cuanto termine, por favor sígame leyendo más libros. —Ten paciencia, no hay nada que por bien no venga. Aprovechemos este tiempo para cosas in- teresantes que salgan de nuestro corazón y de los libros. Con las historias podemos viajar sin salir de casa. Esa es la magia del libro, con ayuda de las palabras convertidas en historias podemos salir a través de nuestra imaginación. —Por favor, continúe con la historia, estoy impaciente.

Capítulo 4 El Tesoro de Mala Pata

Llevaban muchas semanas navegando por alta mar, recorriendo agitados mares y costas. Ya iban surcando las aguas del Caribe, y parecía que ahora todo marcharía de lo mejor, cuando un barco a toda velocidad se aproximó a La Fortuna. Esta vez Xavier tomó la delantera y se apresuró al encuentro. En el momento en el que estuvieron a punto de chocar, Barba Roja viró a la derecha y pasaron casi rozando. —Niño pirata, entrégame el mapa del tesoro o sucumbirás ante mi hierro —gritó Barba Roja girando a la izquierda para posicionarse nuevamente frente a La Fortuna. —¡Jamás! Perecerás bajo la espada de mi padre y el poderío de mi barco. —¡Evitemos una batalla sangrienta, ríndete! ¡Ese tesoro será mío! —¡Probarás la furia de mi cañón! Entonces Xavier ordenó arriar las velas, preparar el cañón y los fusiles. De repente cayó una bola a menos de un metro del barco y el oleaje sacudió a La Fortuna. Consiguió el niño pirata 80 acercarse al enemigo y una lluvia de balas cayó sobre la tripulación de Barba Roja. «Pum» una bola de cañón abrió un hoyo en cubierta y algunos piratas volaron por el cielo hacia el mar, con lo cual John alcanzó a sostener a un compañero que se deslizaba fuera del barco. Ahora Xavier atacaba con fuerza. Estando los navíos tan cerca, el niño a bordo de un salto dentro del barco de Barba Roja junto con John. Luchaban con sus espadas y se abalanzaron contra sus enemigos con toda la fuerza de su corazón. — ¡Ataqueeeeen¡ ¡Fuego! —gritaba Xavier. Y dos bolas de cañón cayeron a ambos lados del barco del enemigo, en popa y proa. En un momento de descuido al ver como su barco hacía agua, Barba Roja sufrió una arremetida de Xavier y quedó herido. El barco se hundía y los pocos piratas soltaron las amarras de una barcaza y la pusieron a flote. Barba Roja saltó hacia el bote junto con el resto de los bucaneros que le sobrevivían sin ser alcanzados por las balas de fusil y mosquetes. Xavier se apresuró a volver a su barco antes de que el otro despareciera en las profundidades del mar. —Nos volveremos a ver y verás la muerte —gritaba Barba Roja. Al regresar a su barco, Xavier reunió a sus secuaces y al buscar el mapa dentro de su cha- queta, se percató de que había roto la mayor parte del mapa del tesoro en su lucha contra Barba Roja y ahora solo quedaba un pedazo de papel y un solo rastro: los símbolos encontrados en la espada que aún no habían descifrado. Debían ir a Port Royal dijo entonces John, ahí encontrarían más pistas. La noche los cubrió, fría, sobre un mar calmo. El cielo estaba cubierto de estrellas y su fulgor iluminaba el agua como luciérnagas. Quizá al amanecer llegarían a las Bermudas y de ahí se des- viarían al oeste hacia Las Bahamas y Cuba, virando un poco más al sur arribarían en Port Royal. Continuaron varios días guiados por el mapa del tesoro, de repente el barco se sacudió. Es- taban pasando por un remolino. La corriente de agua los arrastraba en otra dirección, las velas se agitaban de un lado a otro. En el cielo pájaros volaban enloquecidos sin rumbo y chocaban contra las velas. Eran las Bermudas, se encontraban un tanto al oeste de las islas. Xavier dio la orden de enderezar el barco y meter velocidad hacia el sur. El viento en contra no ayudaba. Luego de un rato de lucha contra la marea, desde lo alto del mástil un pirata grito: «¡tiburones!». Habían recobrado el camino y estaban ya lejos de las aguas peligrosas de las Bermudas. Esa noche convivieron apaciblemente. Rosalinda relató a Xavier sobre su vida hasta el momento del rapto del pequeño y a su vez, aquel le contó sobre su estancia en el orfanato y sus días en el convento. Xavier dijo a su madre que no deseaba seguir en la lucha con los bucaneros y quería desistir de la búsqueda del tesoro. Sin embargo, su madre le pidió que no se rindiera en honor a su padre, quien, a pesar de ser pirata, fue un hombre muy valiente. Debían encontrar el tesoro y parte del botín lo podrían entregar tanto al orfanato como al convento. Xavier agradeció la maravillosa idea que revivió en él la persecución del tesoro, ahora mo- tivado por una causa mayor. Afuera, en cubierta, todos reían y festejaban a la luz de la luna y la música de una armónica. Al amanecer atracaron en Port Royal. El puerto estaba casi desierto, salvo por algunos pesca- dores y dos polizontes con pinta de corsarios que hacían guardia en el embarcadero. Arriaron velas y soltaron cabos. Xavier bajó con diez piratas. John permaneció en el barco para su custodia y al cuidado de Rosalinda. Revisaron por última vez el pedazo de mapa que quedaba, antes de desembarcar. Había una marca en una zona a orilla del mar más allá de donde terminaban las calles y las casas. Había una especie de tumba pirata, la señal de una calavera en la tierra. De manera que comenzaron a excavar. Con tal desesperación cavaban y sacaban tierra que en cuestión de un rato lograron hacer un hoyo profundo. Cuando al fin terminaron de excavar no encontraron nada, solo una piedra con una inscrip- ción, era un dibujo de pocos trazos. Entonces Xavier exclamó: —¿Dónde está la espada? ¡Vayan al barco a por ella! La espada y el dibujo de la roca coincidían con la misma inscripción. Unas líneas que se trazaban de arriba hacia abajo, con una especie de semicírculo de derecha a izquierda. No era 80 81 casualidad el haber encontrado esa espada en la Isla del Coco. Alguien debió haberla dejado ahí a propósito. —¡Es una cascada! —exclamó Xavier. —Vayamos a la cascada que está en la punta norte del atolón, debe estar esperándonos el cofre detrás de ella —gritó otro pirata. Felices del descubrimiento, se aventuraron a recorrer la isla, abriéndose paso entre los ma- torrales. Al reunirse todos frente a la cascada, caminaron hacia lo que parecía ser una escarpada montaña que terminaba en un acantilado. Subieron por la roca que estaba resbalosa y llena de algas, adheridas con el paso del tiempo, y por la impaciencia algunos se deslizaban. En un momento, un pirata gritó y cayó por la cascada hasta el río que se formaba hasta el fondo de ella. Cuando al fin llegaron hasta la gruta, prendieron una antorcha y se introdujeron en silencio. Rastrearon cada rincón de la cueva hasta que vieron algo que se asomaba por la pared. Comenzaron a rascar con sus armas y la soltura de la tierra hizo que se deslizara hasta caer al suelo un pequeño cofre. Un pirata gritó de alegría y los compañeros lo callaron. Por fin lo habían encontrado. Abrieron el cofre gastado por el tiempo y en él encontraron dos bolsos de tela, uno con muchas monedas de oro y otro con rubíes y zafiros. Siguieron revisando el cofre, hasta que en una esquina de doble fondo encontraron otra bolsa. En ella había semillas, extrañas semillas, unas diminutas y otras muy grandes. Registraron todo el cofre minuciosamente y cuando parecía que no había más, al interior de la tapa hallaron otro mapa. No era posible, Mala Pata era un pillo inteligente, había dejado el mayor tesoro escondido en otro lugar. Les había jugado una mala pasada. Y quizá era eso lo que Barba Roja habría estado buscando. Las monedas de oro y las piedras preciosas les daría para vivir muchos meses, los suficientes para encontrar el gran tesoro. Xavier guardó el nuevo mapa en su chaqueta y repartió una moneda de oro a cada pirata que lo acompañó. El resto lo guardaría para los demás compañeros de la tripulación y el convento. Los ojos de aquellos piratas brillaban con el reflejo de las monedas y con una sonrisa em- prendieron el camino de vuelta al barco. El misterio más grande, sin duda, eran las semillas, su madre quizá sabría lo que aquello significaba. Rosalinda conocía mejor que nadie a Mala Pata. La noche de fiesta a orilla del puerto dejó contentos a todos los tripulantes de la Fortuna y después de un par de días volvieron a los mares que tanto amaban. Ahora la aventura seguiría hasta España. Xavier levó ancla y se izaron las velas. El nuevo día lo llevaba hacia el convento, a cruzar todo el océano otra vez. —¡Marchena!, —retumbaba en su cabeza y en su corazón. Continuará… ¿Quieres saber cómo finaliza este cuento? No te pierdas el último capítulo del Niño que no quería ser pirata, será en nuestro próximo nú- mero de la revista, en noviembre.

Recuerda: No importa tu edad, niño, joven o adulto, si quieres participar en esta sec- ción infantil envíanos tu historia y Nino se la contará a Pecas (pero no se lo digas, será ¡una sorpresa!). También nos puedes enviar tus reseñas de libros infantiles. Enviar a: [email protected]

82 BIOGRAFÍA DE AUTORES QUE COLABORAN EN Y LATINA JUNIO 2020

82 Amparo López Sánchez en diferentes antologías, como llamo Ángela y tengo un cromo- (Xixón). Profesora de letras, Versos del corazón (2014), soma más (2017, El desván de jubilada, y ganadora de varios Versos Descubiertos (2018)) la memoria). premios literarios de relato y o Antología Poética Leibros En 2018 ve la luz su primera microrrelato. Le encanta leer, (2019), entre otros. novela, Los cocodrilos de Pa- escribir, pintar y el cine. Cuidar Además, uno de sus versos rís. el clima y a los animales es su decora un paso de peatones en pasión, por ello es miembro ac- una calle de Madrid. Concurso Jordi Pujolá (Barcelona, tivo de las Asociaciones de Ju- realizado por el Ayuntamien- 1972) es un escritor español bilados en defensa de las pen- to de Madrid bajo la iniciativa que vive en Reykjavik desde el siones. «Versos al paso». 2013, y es licenciado en Cien- También colabora en «Fór- cias Económicas. mula hit Castellón», y dirige y Tiene dos novelas publica- Benjamín Recacha. Escri- presenta el programa de radio das, El barman de Reykjavik tor y periodista. Ha participado «El refugio de Calíope» en Ca- y Necesitamos un cambio. El en foros del sector como Liber sares Irratia. sueño de Islandia, ambas con y Kosmopolis, y en el IV Con- Camelot y Camelot América. greso de Escritores de la AEN. Esmeralda Amieva del Río, En la actualidad se encuen- Su web es «La Recacha» (ht- natural de Navia, Asturias. Es tra escribiendo su tercera nove- tps://benjaminrecacha.com). Técnico superior en Adminis- la bajo la dirección de la agencia Autor de las novelas El via- tración y Finanzas, y realizó literaria Editabundo. Asimismo, je de Pau (2013), Con la vida estudios de Derecho y Filología escribe sus experiencias sobre a cuestas (2015), La cooperan- Hispánica (aún sin terminar) en Islandia en el blog: www.escri- te (2016), Memorias de Lázaro la Universidad de Oviedo. Des- torislandia.com Hunter: los caminos del genio de niña se adentró en la lectura, (2016) y Escapando del re- y en 1994 comenzó a escribir. José Luis Vallejo de la cuerdo (2018) (editorial Salto al Pero no es hasta 2015 que sale Cruz. Un enamorado de las reverso); coautor, junto al tam- editada su primera antología palabras, y de todo lo que con bién escritor Toni Cifuentes, de poética De Luces y Sombras ellas se comparte. Cartas a un escritor. ¿Cómo se (Ediciones Camelot). En 2017 escribe un best-seller? (2015). sale publicado su segundo li- Laura Ruiz Rivas. Psicó- bro de poemas Caelestis (Edi- loga y escritora, trabaja en un Daniel Díaz. Licenciado en ciones Camelot). Finalista en centro educativo de Cantabria Economía y empleado de Ban- varios certámenes literarios, lo En el ámbito científico, tiene pu- ca desde 2001. Su biblioteca que ha llevado a que varios de blicados libros y material didác- personal supera los mil títulos. sus poemas estén publicados tico sobre Educación en Valo- Sus top cinco son: Jack Lon- en diferentes antologías, como res, Psicología y Discapacidad. Recuerdo álgido (Versos en el Ha sido galardonada en el XIX don, Conan Doyle, Stevenson, aire), Epitafio (Tragedia Poética Concurso Nacional de Cuentos Poe y William Hope Hodgson. II), La seda de tus labios (Ero- Infantiles Tertulia Goya; finalis- tismo poético II). Ha participado ta en el XIX Certamen Literario es una re- Dory Lansorena en recitales en el Café Milenio Internacional “Santoña… La laciones pública, animadora II de Oviedo. mar”; seleccionada en el VIII socio-cultural, ferriovaria y es- Concurso de Microrrelatos Sol critora, además de periodista, Gabriela Quintana (Tabas- Cultural; finalista en el “V Con- que ha publicado varios libros co, México). Titulada en Comer- curso de Microrrelatos ACEM ”; de poesía: Laberinto de Pasio- cio Exterior y Máster en PNL. premio “XIV Concurso Interna- nes (2016) y Soñador de Nu- Publicó sus primeros cuentos cional de Cuentos Infantiles sin bes (2018); cuentos infantiles en una revista a la temprana fronteras de Otxarkoaga”; fina- como El viaje de Luna a Mun- edad de nueve años. lista en el LXVII Premio inter- doletras –Un lugar lleno de ma- En 2012 publica Baúl de nacional del relatos cortos “La gia– (2018) y La Búsqueda de cuentos. Después llegarían Felguera”; finalista I concurso Faylinn (2019); y ha participado Baúl de cuentos II (2016) y Me de poesía Aliar; seleccionada 84 en el I Certamen de Poesía y reflexiones, opiniones y lectu- Ramón Alcaraz García Microrrelatos “calle la calle”; ras. (Cartagena, 1962). Es escri- finalista de la II Edición del Pre- tor, editor, corrector y profesor mio Internacional de Narrativa Miguel Ángel Oliver de guion y técnicas narrati- Breve “Cristina Tomi” Un Café Suárez. Guardia civil de pro- vas. Dirige el taller literario El con Literatos. Recientemente, fesión y ex militar, participó en desván de la memoria, don- ha obtenido el primer premio una misión en Kosovo y nutre de imparte clases de escritura del X Concurso Internacional sus textos de los conocimientos creativa, técnicas narrativas de relato Luis Adaro. que ha obtenido por su labor y guion; labor que compagi- profesional tras haber vivido en na con la redacción y correc- Lía González (San Miguel Madrid, Barcelona, Bilbao, Na- ción de textos para diversos de las Dueñas, León). Maestra varra y finalmente en su Astu- medios, empresas y autores. de primaria jubilada, dietista y rias natal. Ha colaborado en diversos auxiliar de enfermería. Amante de las letras, de proyectos para el desarrollo Para Lía escribir es exterio- autores como Gabriel García de guiones para series de te- rizar los sentimientos y emo- Márquez, Carlos Ruíz Zafón, y levisión y ha recibido varios ciones que la embargan, a la de novela negra y terror como premios literarios: Radio 3 de par que le sirve como vía para Stephen King. poesía, Ciudad de Purche- hablar de esta sociedad, de na, Certamen Internacional de circunstancia que afectan a su Patricia Moreno (Madrid, Poesía Ramón Llull, Microrre- entorno o a ella misma, incluso 1986). Ama la poesía desde la latos El Mundo, Certamen de de una enfermedad grave que niñez, cuando (a los diez años) guion de cortometrajes de Islas truncó una vida. La poesía y escribía poemas inspirados en Baleares (años 2000 y 2002)…, la prosa se alternan, salvo en la Generación del 27. a los que hay que añadir casi el libro Una ilusión y un querer Ha colaborado en revistas cincuenta obras publicadas y (Seleer, 2014), donde se funde como La explanada, Morajoven cerca de trescientos premios y reconocimientos obtenidos para dar musicalidad a la histo- o BEmoralzarzal. Sus poemas por sus alumnos en los más de ria que transmiten. han sido editados en antolo- doce años como profesor de Además de prosa y poesía, gías, como su poema «Abue- escritura creativa. también escribe letras para lo», publicado en Versos al aire canciones. VI. En 2018, Diversidad Lite- Marcel Tidant, simplemente raria edita su poemario Senti- una amante eterno de las pala- mientos. Érase una vez las es- bras. Sus poemas forman parte taciones. de un poemario inédito, por el momento. Ramón Villa (Oviedo). Estu- dio en la Universidad de Ovie- María de Gracia Peralta es do, y su actividad profesional la licenciada en Derecho y es- desarrolló de áridos y minería critora. Máster en Dirección y del carbón. Gestión de Recursos Huma- Aficionado a la música, en nos, desarrolla un proyecto de cualquiera de sus diversos es- investigación para la UNED so- tilos, y lector empedernido des- bre el Derecho de los Alimen- de los 7 años. Coleccionista de tos, como derecho fundamen- libros, destacando sobre todo tal. en libros de temática minera. Ha publicado numerosas na- Es uno de los Administrado- rraciones en sendas revistas y res de la página de Facebook, como consecuencia de diferen- NOVELA HISTÓRICA, formada tes menciones literarias. De- por lectores y autores, con casi sarrolla el blog literario Margot 25.000 miembros en mayo de Atelier Literario, donde publica 2020. 84 85 Pronto volverán los abrazos

¡Felices lecturas!

JUNIO 2020