Nosferatu. Revista De Cine (Donostia Kultura)
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Nosferatu. Revista de cine (Donostia Kultura) Título: LUC BESSON . EL FUTURO ES MODEMO Autor/es: Javier G. Romero Citar como: Javier G. Romero (2001). LUC BESSON . EL FUTURO ES MODEMO. Nosferatu. Revista de cine. (34). Documento descargado de: http://hdl.handle.net/10251/41212 Copyright: Reserva de todos los derechos (NO CC) La digitalización de este artículo se enmarca dentro del proyecto "Estudio y análisis para el desarrollo de una red de conocimiento sobre estudios fílmicos a través de plataformas web 2.0", financiado por el Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España (código HAR2010-18648), con el apoyo de Biblioteca y Documentación Científica y del Área de Sistemas de Información y Comunicaciones (ASIC) del Vicerrectorado de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones de la Universitat Politècnica de València. Entidades colaboradoras: diado sin fisuras por la crítica y aclamado como vi sionario por los segui dores de la postmoderni dad, muchos han concluido su acercamiento a Luc Besson til dándole simplemente de "ho1iera". /~l jitturo es mDden?D Por paradójico que resulte, razón no les falta a ninguno de ell os. Pero conviene templar ánimos y evitar la crispación en tomo a un autor tan aparente como inofensi l.t' dPrnier l'OIItbat edo IJl' dw¡uiéme l'Ü'IIll'lll vo, recordado, mafgré tout, por sus epopeyas futuristas. he:nlul.o i~l'nhume/; Lur /Jesso1t rckm gumielnko ~illl'gtle .fiw tl~io r l'zlohlúdugorrienet ukou hilu!:u tu dule. Jiu it u1 u o Para la prensa y el aficionado ga lw~oiu §UJrmlotuu. :m/}(fi/ek lwre estilo !Ji~ ·mnlu etu los, Besson ha supuesto una rup tura con las maneras anquilosadas p.,e!til'gikeriumko jo em kritiku L:::.r'/1 11'11 hilu rlmll, hesll' du y autocomplacientes de l cine :m!Htitek ¡Jer/snnuio p/Llzo rrú~ol lturl~l'tl dute i'i·ont:út!:o francés. Ha aportado formas y ::.illl'tn!tn'tt./(mnu tmdi:úonolekiko gou~ul::;en duen ritmos inesperados a una cinema tografía enquistada en circunlo fuwslum rlelu-i'lrt quios y símbolos no siempre di námicos y sólo ocasionalmente apetecibles. Parece, por lo tanto, que la significación del director parisino no es poca, habiendo arrojado luz sobre el cine del país contiguo, y propiciado, de paso, ••••llfEl!J•INOSFERATU 34-35 una revolución audiovisual allende Darry Cowl-, La poupée (Jac Monkeys; Terry Gilliam, 1995)-, los Pirineos. Próxima al desvarío, ques Baratier, 1962) -muestrario la fugacidad del tiempo y la pervi esta teoría exagera la importancia, de equívocos sexuales a costa de vencia de la memoria -Te amo, te si la tuviere, de la obra de Luc una sugestiva humanoide-, Ne amo (Je t 'aime, je t 'ailne, 1968), Besson. Por el otro flanco, sin jouez pas les martiens (Henri sensible y perturbador film donde tregua, atacan los celosos guar Lanoe, 1967) -vodevilesco enredo Alain Resnais explicita sus eternas dianes de las formas clásicas, ci alienígena donde Jean Rochefort obsesiones a través de una máqui néfilos sensibles adoradores del campa a sus anchas- o El gen na para viajes espacio-tempora plano sostenido, cuya lucha en darme y los extraterrestres (Le les-, el conflicto entre identidades carnizada contra el subrayado, la gendarme et les extraterrestres; y la imposibilidad de recuperar la ramplonería, la desintegración de Jean Girault, 1978) -enésima revi juventud perdida -El hombre del la escena en microplanos y las sitación de Louis de Punes a su cerebro trasplantado (L 'homme canciones ociosas revoloteando personaje emblemático-. El otro au cerveau greffe; Jacques Do sobre tomas aéreas, no ceja cual platillo de la balanza se inclina a niol-Valcroze, 1972)-, la desper guerra santa. En ambos casos, se favor de temas más densos: la sonalización como espectáculo de impone una aproximación ponde atadura a los recuerdos y su dolo masas -La muerte en directo rada -y cuidadosa- al cine besso rosa revisión -La jetée (Chris (La mort en direct; Bertrand Ta mano. Marker, 1963 ), adaptada por un vernier, 1979)-... Sin olvidar una iluminado, esta vez sí, en la ele obra maestra como Lemmy con Por alguna razón, las ocho pelícu• fantiásica Doce monos (Twelve tra Alphaville (Alphaville; Jean- las dirigidas por Luc Besson hasta la fecha llevan la etiqueta de "fu turistas". En real idad tan sólo dos de ellas se circunscriben con niti dez a los parámetros de la cien cia-ficción más ortodoxa, Ka mikaze 1999 (Le dernier combat, 1982) y El quinto elemento (Le cinquieme element, 1997), mues tras antitéticas donde las halla de los diferentes caminos que reco rre el género. En este sentido po demos hablar de innovación, no ya dentro de la temática, sino de la propia cinematografía francesa: el cine de anticipación cultivado -esporádicamente, bien es cierto por el país vecino, siempre ha lla mado la atención por su empeño en despojar a la ficción futurista o científica de sus figuras más re conocibles y lúdicas, en favor de aproximaciones prosaicas donde la comedia por un lado, y la dis quisición filosófica por otro, se han impuesto a los elementos aceptados y comúnmente relacio nados con el cine de anticipación: espectacularidad, tecnología, aventura, seres fabulosos, plane tas desconocidos, naves espacia les ... Un vistazo en tan exigua fil mografía resulta esclarecedor: así, la patochada pisotea el género y lo utiliza como excusa para la risa fácil en Un martien a París (Jean-Daniel Daninos, 1961) -fes tival al servicio del gesticulante NOSFERATU 34-35 IED··· 1 --- Luc Godard, 1965), cuyo sentido acordes de Eric Serra que acom para alcanzar públicamente la cre de lo extraño proviene antes de la pañan siempre a sus imágenes dibilidad de una presunta madurez. mixtura de elementos en aparien (2)- se complementa a la perfec cia irreconciliables (mitología, ción con las pretensiones pseudo Nacido en París el 18 de marzo cultura popular, cruce de géneros, filosóficas en las que se sustenta, de 1959, Besson disfrutó de una anticonvencional estructura narra de manera muy endeble, su idea vida itinerante a lo largo de su in tiva) que de la ambientación futu rio particular. La eterna mocedad fancia: sus padres, instructores de rista -mínima, pero que no desde en la que parece agitarse el ego de buceo, llevaban una existencia nó• ña sugeridos viajes interplaneta Besson, con sus contradicciones mada y submarina, combinación rios, o nuevas y avanzadas cos y creencias absolutas producto de atractiva para un niño que saltaba tumbres sociales- ( 1) . la arrogancia propia de un adoles de Yugoslavia a Grecia, de una cente, proporciona filmes igual cultura a otra, al compás de los Luc Besson poco tiene en común mente altivos, seguros de sí mis contratos laborales de sus mayo con sus ancestros, pero salteará mos, cada vez más autosuficien res. En su adolescencia, una fértil sus películas con préstamos to tes y, en idéntica proporción, tan imaginación le impelía a escribir mados de aquí y de allá, sobre antipáticos como fascinantes. No relatos fantacientíficos y autobio todo la cada vez más presente co sorprenden, por lo tanto, declara gráficos para capear las insufri media y los ramalazos filosóficos. ciones como la que sigue: "Cuan bles clases del colegio: "Simple ¿Cuál es el concepto de ciencia do uno es joven no tiene nada mente me quería escapar de esa ficción que maneja este realiza que decir. Cuando uno pasa de realidad que me aburría, y lo ha dor? Primordial y casi exclusiva los treinta años y ha experimenta cia a través de ese mundo donde mente, el lúdico, aunque lo vista do la vida, ha conocido el sexo, podía ser chófer de taxi durante con ropajes trascendentales: la su ha sobrevivido a accidentes y a la dos horas y después volver a mi pervivencia, la búsqueda del traición, uno siente que tiene co realidad" (4). En efecto, el ger amor, de la familia, la defensa de sas que decirle al público" (3). men de El quinto elemento, e la propia identidad ... presentes en Nos cuenta, muy serio, que su incluso de El gran azul (Le prácticamente toda su filmogra vida ha sido rica en vivencias trau grand bleu, 1988), se cultivó en fía. Su peculiar mundo estético máticas y, de manera implícita, esta etapa de ensoñaciones y es -sincopado, pleno en contrastes que tales pruebas le han hecho sa capismo. De esta época es su fija de todo tipo, rítmico como los bio. Se trata de la propia negación ción por los delfines: su empeño Subway 1E n bu sca de Freddy ll i 132 NOSFERATU 34-35 El gran azul de convertirse en biólogo marino no llegó, empero, a cristalizar, de bido a un accidente de buceo que según dictamen médico (erróneo, como se descubrió años después) le dejó inútil para practicar dicha disciplina. A cambio, el mundo del cortometraje le obliga a re plantearse sus prioridades. Así, en el 77 ya participa en diversas pro ducciones de la Gaumont en cali dad de meritorio, viaja a los Esta dos Unidos permaneciendo tres años en suelo yanqui, y regresa a Francia, donde se involucra en los más diversos rodajes: como ayu dante de dirección en Deux lions au soleil (Claude Faraldo, 1980), Homme libre (Philippe de Choin, 1981), Les bidasses aux gran des manoeuvres (Raphael Del pard, 1981) -primera coincidencia con el actor Jean Reno-, Le grand carnaval (Alexandre Arca dy, 1983) .. En este punto ya ha bía confeccionado cuatro corto metrajes: uno de ellos, L'avant dernier (1981 ), fue ca-dirigido con Pierre Jolivet, con quien fun dará la productora Les Films du Loup para financiar su primer lar go como director, Kamikaze 1999.