-< l? ¡;.;¡ ,..:¡ ,..:¡ -< l?

'--< a l? ~ O,..:¡ '-"J O v~ ~ '-"J O ~ Z ~ ~ ~ "1 f-! :s !:l:l Z 0 ~ .....; ~ -< c..-:i ~ 0 -< ,..:¡ .....¡ Rol ~ ~ O Z u ~ rJ) ~ ~ ~ ~ ~ ~ U :>­~ V. Risco es uno de los autores más importantes de la historia de la etnogra­ fía y de la etnología gallegas y tomó parte activa en los grandes movimientos intelectuales y políticos durante la primera mitad del siglo XX; de algunos fue el auténtico motor. El estudio constará de dos partes principales: 1) el escena­ rio para encuadrar históricamente a nuestro autor y ver que no es un producto del azar sino de las ideas que corrían por el mundo en aquel momento y 2) V. Risco: su vida, su pensamiento, su actividad. Aquí no se trata de perder al lec­ tor en un laberinto de detalles de la vida de V. Risco sino de aportar sólo los necesarios para ayudarle a leer su obra y descubrir su significado.

ESCENARIO

Resurximento

Los autores proceden a extrapolaciones atrevidas en cuanto a la historia, y al origen de la cultura y de la raza, y a la continudad de ritos. A veces se nie­ gan a aceptar hechos que no pueden ser explicados desde sus presupuestos evolucionistas1 y positivistas. Los datos, en ocasiones, son tratados de manera poco rigurosa y tienden a la síntesis ambiciosa de la historia, y de la brujería y superstición.2 El objeto de su estudio es la totalidad de la cultura en el tiempo y el espacio. Tienen una visión lineal y uniforme de la historia. Una lectura distante de estos autores permite ver que, a pesar de todo, han sabido plante­

1. A. PALERM, Historia de la etnolog{a. ll: los evolucionistas, México, SEPINAH, 1976; M. HARRIS, El desarrollo de la teorla antropológica, , Siglo XXI, 1979, pp. 122-188. 2. J. RODRfGUEZ LóPEZ, Superticiones de y preocupaciones vulgares, Celta, Lugo, 1974), pp. 11-12 Y 23.

-203­ ..

arse problemas esenciales y adoptar actitudes de espíritu fundamentales para Península Ibérica sobre el ciclo de vida. «Es quizás España la nación que más la investigación. El «resurximento» gallego que empieza con la generación de abundantes datos posee sobre el nacimiento, matrimonio y muerte de finales 1846, se inicia con un gran esfuerzo de ciertos intelectuales por definir la sin­ de siglo pasado... gracias al esfuerzo de un grupo del Ateneo y numerosos in­ 9 gularidad histórica de Galicia. formantes de toda la nación que nos proporcionaron tan valioso legado» y la La mayor parte de estos autores defienden que los celtas colonizaron información que aportan sobre el particular es imprescindible para cualquier Francia desde España ya esta desde Galicia.3 Prestan mucha atención a las re­ estudio del ciclo de vida en Galicia.lO De esta encuesta existe copia en el laciones marítimas que Galicia mantuvo con Irlanda y Bretaña con las que la Arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya. 11 une una cultura común. Esto hace afirmar al grupo que se mueve en torno a M. Murguía que los gallegos son diferentes del resto de los españoles. Con el celtismo empezó a tomar pie un cierto regionalismo.4 Según los autores del lrmandades da Fala, Nós y el Seminario resuximento la raza gallega es la más perfecta y la mejor caracterizada de todas 12 las que pueblan la Península Ibérica5 porque predominan en ella los elemen­ En 1916 se inicia la andadura de las y con ellas el tos celta y centro europeo ario-germánico. La mayoría de los autores de este movimiento de renacimiento cultural de Galicia; 13 se convirtió momento habían leído el estudio de Gobineau6 y profesaban un cierto racismo rápidamente en su órgano de expresión ideológica. Sus hombres habían roto 14 de acuerdo con las ideas en boga en aquel momento.7 con el racionalismo para dar paso a la tradición. Losada Diéguez, un profesor En 1888 la Sociedad de Folklore de Galicia abrió un certamen para faci­ de filosofía en el Instituto de Orense, llevó a los hombres que giraban en tor­ las respuestas a su cuestionario. Los temas propuestos fueron dos: no a La Centuria,15 entre ellos V. Risco, a que se integraran en el movimien­ 16 costumbres: Bautismos, relaciones amorosas, casamiento, entierros de to. Desde su fundación apuntan dos tendencias; para unos el grupo debería párbulos y adultos, prácticas antiguas de comer y beber dentro de las igle­ marcar la diferencia cultural de nuestra identidad y promocionar nuestros va­ sias, sorteo de quintos, asambleas concejiles, ¡fas, mallas, comedias, faresas lores culturales, linguísticos y raciales (V. Risco, R. Otero Pedrayo, Carré y representaciones vulgares; 2°) creencias y supersticiones populares: al Alvarellos), y para otros lo primero era conseguir el poder político (Porteiro momento de nacer el niño, sinos de los que nacen en diferentes días de la Garea, Peña Novo, R. Sanz). Hasta 1918 se impuso la línea de los políticos semana, mitología infantil, hadas, duendes, tronadas, fuentes, apariciones pero el fracaso electoral de este año y la muerte de Porteiro Garea dio el triun­ diversas, bruxas, encantos, medicina popular, costumbres sexuales. El plazo fo a la linea culturalista; desde este momento se identifican política, cultura y de admisión de los trabajos «espira al día 30 de junio de 1889 a las doce de lengua.17 la mañana».8

En 1901 el Ateneo de Madrid llevó a cabo una encuesta en toda la 9. C. LISÓN, Antropologla Social de España, Madrid, Akal, 1977, p. 167. 10. J. M. ANTÓN HURTADO, El ciclo,k vida,k la mujer gallega (Tesina de Lícenciatura. Facultad 3, B. VICETIO, HistfJf'ia de Galicia, Ferrol, 1865, vol. 1, pp. 114 Y 132-133; M, MURGUIA, de Filosofía, Psícología y Ciencias de la Educación. Universidad de Murcia, en la actualidad 1990). El Galicia, Barcelona, Est, Tipo.-Edit. D. Cortezo, 1888, XIV, pp. 8,10,20-21, 61,237-238,251 Camello da Cultura Galega editó todas las papeletas sobre Galicia: Nacemento, casamento e morte en Galida, Y 474. Santiago, 1990. 11. Institución «Mil1i ¡ Fontanals» (CS.I,c., Barcelona); cf. L. CALVO CALVO, La Antropología en 4. R. MAIZ, O regionalismo galego: fJf'ganización e ideoloxía (1886-1907), Coruña, Publicacio-nes do Seminario de Estudios Galegos. Ed. do Castro, 1984, 449 pp. Cataluña, 1, Tesis doctoral. Univetsidad de Barcelona, septiembre 1989. pp. 341-344. 12. V. PÉREZ PRIETO, Nós, galeguismo e relixión, Vigo, Ed. Galaxia, 1988, pp. 36-40. 5. B. VICETIO, HistfJf'ia,k Galicia 1, VII p. 517; M. MURGUIA, Galicia, 21,110,140-41; M. 13. C. A. MOUNA, lA prensa literaria en Galicia, Vigo, Ed, Xerais, 1989, pp. 161 20L MURGUJA, HistfJf'ia ,k Galicia, Coruña, Lb. de D. Eugenio Carré, 1901, vol. 1, B. BARREIRO V. 14. X, R. BARREIRO FERNÁNDEZ, Historia de Galicia.IV. Edade Contemporanea, Vigo, Ed. Galaxia, V., Brujos yastrologos,k la lnquisión en Galicia, y el famoso libro,k San Cipriano, Madrid, Ed. Akal, 1973, p. 241. 1981, p, 217. 6. Essai sur I'inegalité des races humaines. 15. C. A. Molina, Prensa literaria en Galicia, pp. 229-237. 16, V. RISCO, Da Galha Renascente, «A Nosa Terran», 253 (l-X-1928). 7. M. HARRIS, El,ksarrollo de la teoría antropológica, pp. 69-92. 17, V, PÉREZ PRIETO, op. cit. 8. E, PARDO BAzAN, Folk-lfJf'e gallego, «Galicia Diplomática», III (1988), pp. 233-235.

-204­ -205­ ...

18 «En Orense aparece en 1920 NÓS que Fole, A. Fraguas y Fraguas, A. Iglesias Alvariño, V. Lamas Carvajal, V. Lís constituirá la expresión más elevada de la cul­ Quiben,24 F. López Cuevillas,25 A. Losada Diéguez, X. Lorenzo, J. Lorenzo, tura elitista gallega. La recuperación de la len­ Magariños Negreira, E. Montes, A. Noriega Varela, R. Otero Pedrayo , P. gua, del pasado y la concienciación cultural Pedret Casado, M. Porrela Valladares, J. Quintanilla, V. Risco, 1. Tobio del pueblo fueron las metas pretendidas y en Fernández, A. y R. Villar Ponte y otros autores conocidos y desconocidos. 26 gran medida alcanzadas de esta revista ... NÓS estuvo siempre alimentada por el galleguismo Unos cuantos estudiantes de la Universidad de Santiago, preocupados con más eminente del momento». 19 la idea de conocer su tierra y de aunar esfuerzos para el resurgimiento de la cultura gallega, crean en 1923 O Seminario de Estudos Ga/egos (S. E. G.).27 Están entre sus fundadores W. Requejo, X. Pena Pena, 1. Tobio Fernández, R. La declaración de principios del grupo Nós fue esta: Martínez López, M. Magariños Negreira, F. Romero Lama y A. Vidán Freira. Dirigido principalmente a la formación de investigadores, cultivó desde el «Tenemos una fe ciega, absoluta e inque­ primer momento la divulgación sin detrimento de los métodos científicos más brantable en la vitalidad y en el genio de rigurosos. La última reforma de los estatutos lo define como una institución nuestra raza, ... Los colaboradores de Nós pue­ para el estudio de todas las manifestaciones culturales y para la formación de den ser lo que les parezca... con tal de que investigadores y la divulgación de sus estudios. Al poco tiempo de su funda­ pongan por encima de todo el sentimiento de ción se le unen los hombres de Nós y algunos de ellos pasan a ser directores de la tierra y de la raza, ... , la orgullosa satisfac­ ción de ser gallegos. Nós ha de ser un estudio de alguna de las ocho secciones en que se divide: Etnografía (V. Risco), prehis­ ... de todos los valores gallegos ... , la afirma­ toria (F. López Cuevillas), arqueología (X. Carro), geografía (R. Otero ción para siempre del verdadero ser de Galicia, Pedrayo), hisroria (S. Cabeza de León), filología (P. Pedret Casado), arte y lite­ del enxebrismo ... que es nuestra originalidad ratura (A. Rodríguez Castelao), ciencias sociales (1. Tobio Fernández), y litera­ específica, nuestra capacidad de creación, tura O. Filgueira Valverde). La colaboración entre las dos instituciones dio nuestro autóctono dinamismo mental». 20 como fruto excelentes monografías y otros estudios que hoy son clásicos de la etnografía.28 Duró hasta 1936; «en tan poco tiempo es imposible hacer más En Nós colaboraron los hombres más importantes de la época M. Acuña, por la cultura gallega».29 Ben-Cho-Sey O. R. Fernández Oxea),21 E. Blanco Amor, F. Bouza Brey,22 R. Cabanillas, S. Cabeza de León, R. Carballo Calero, E. Carré Aldao, 1. Carré, 24. V. Lis QUIBEN, La medicina popular en Galicia, Madrid, Ed. Akal, 1980,337 pp. 25. F. LOPEZ CUEVIllAS, Prehistoria, en R. Otero Pedrayo, «Historia de Galicia», 3, Buenos García Carro, A. de las Casas, A. Rodríguez Castelao,23 A. Cotare lo X. Aires, Nós, 1973, pp. 7-537; La civilización céltica de Galicia, Madrid, Ed. Istmo, 1989,370 pp. Valledor, A. Cunqueiro, F. Fernández del Riego, J. Filgueira Valverde, A. 26. C. A. MOLINA, op. cit., pp. 302-303. 27. Reglamento del Seminario de Estudos Gallegos de Santiago, Santiago, sta; Dez cursos de trabal/o, 1923-1934, Santiago, 1934; Testemuñas e perspectivas en homenaxe ao Seminario de Estudos Galegos, en 18. La Rev. Nós fue el órgano de expresión del grupo del mismo nombre; empezó a publicarse en «Cuadernos do Laboratorio de Formas», 5 (1978); X. FILGUEIRA VALVERDE e A. FRAGUAS, Seminario de 4 octubre de 1920, y en julio-diciembre de 1935 los números 139-144, últimos de la revista que no lle­ Estudos Galegos. 1923-1934. Cincuentenario da SIJa creación. 27 exposición dellmt. P. Sarmiento de Estudios garon a editarse. La Ed. Galaxia (Vigo 1979) sacó una edición facsímil en seis volúmenes. Gallegos, Santiago, 1973. 19. X. R. FERNÁNDEZ BARREIRO, op. cit., pp. 183-184. 28. Terra de Mellide, Santiago, Seminario de Estudos Galegos, 1933; V. RISCO, O Castro de calde­ las, Santiago de Compostela, S. E. G., F. LóPEZ CUEVILLAS y X. LoRENZO FERNANDEZ, Vila de 20. Nós, 1 (920), pp. 1-2. 1927); 21. Santa Marta de Moreiras, Cotuña, Edición Fascimil, Castro, 1982,453 pp. Calvos, Santiago, S. E. G., 1930, F. LÓPEZ CUEVILLAS, X. LORENZO FERNANDEZ y FERNÁNDEZ HERMI­ 22. Etnografía 1 y n, Vigo, Ed. Xerais, 1982,315 y 298 pp. DA, Parroquia de Vel/e, Santíago, S. E. G., 1936). «Arquivos», publicación anual de la que apareció el 23. As cruces de pedra da Galiza, Buenos Aires, Nós, 1949, 282 pp.; Sempre en Galiza, Vigo, Ed. primer número en 1927 y, el último, en 1934. Muchos trabajos de sus miembros aparecieron publica­ dos en «Nós» y en el «Boletín de la Real Academia Gallega». Galaxia, 1986,435 pp. 29. X. R. FERNANDEZ, Historia, p. 222. -206 -207­ í

38 Este período corresponde, dentro de una histoda más amplia de la etno­ vasiones. Definen la nación gallega basándose en la tierra, en la raza, en el logía, al historicismo o historia de la cultura y al difusionismo.30 Las cul­ habla, en la organización social. turas nacen, se entremezclan y mueren en la historia. Los autores tratan de 31 encontrar los rasgos de su cultura en los restos histórcos y arqueológicos : «Muchas tradiciones religiosas precClstla­ es la época de la catalogación de los castros, del estudio de la Galicia cas­ nas se conservan camufladas o superficialmen­ treña; se llevan a cabo grande histodas,32 se hacen recopilaciones de refra­ te cristianizadas hasta hoy en el medio campe­ nes, dichos, literatura popular. Estos autores piensan que los planteamien­ sino».39 tos evolucionistas del resurximento son muy simples; tienen una idea plura­ lista de la historia, y están convencidos de que los pueblos que se sustraen «Entendemos por etnografía la ciencia au­ al contacto con otros pueblos reducen al mínimo toda situación que permi­ xiliar de la Historia que estudia el conjunto de te a la historia hacer irrupción en el mundo. Eliminan los esquemas a prio­ elementos culturales de tipo espiritual o mate­ ri y parten de los hechos consumados; sin creer en el determinismo geográ­ rial de un pueblo, las condiciones de vida y su fico y ecológico de manera absoluta, le dan gran importancia33 . Los autores evolución, elaborados tradicional, popular y de este moviminento hacen conscientemente etnografía y llevan a cabo anonimamente».40 «Antes de iniciar el estu­ grandes encuestas34 que, hoy día, son indispensables para los estudios et­ dio de la difusión del tema de la cantiga CHI nológicos. 35 Casi todos los autores de estos movimientos escribieron en re­ en la narrativa medieval, es preciso situarlo en vistas portuguesas36 y tomaron parte en congresos organizados por aquel el complejo de las leyendas escatológicas» [y país. ver] «la posición de un tema dentro de un de­ Adoptan como método de interpretación el de los círculos culturales que terminado grupo ideológico, recibiendo las su­ toma de los autores alemanes37 y aplican a la historia las etapas spenglerianas. gestión de motivos próximos e irradiando a su vez fórmulas que han de influir en la elabora­ Hay pueblos que se dejan colonizar y pueblos colonizadores; hay otros que ni ción de narraciones cercanas».41 colonizan ni se dejan colonizar porque tiene capacidad para asumir y adaptar a su originalidad todas las influencias culturales. Galicia es uno de estos últimos 42 y por eso sigue manteniendo una cultura original a pesar de las reiteradas in­ El sentimient0 de la tierra madre es «el sentimiento religioso» y pagano; se traduce en apego a la región y configura el sentido estético de los gallegos 30. M. HARRIS, El desarrollo de la teoría antropológica, pp. 277-339. de origen celto-ario. «En donde no hay cultura no hay pueblo», decían. 31. V. RISCO, en R. ÜTERO PEDRAYO, l, op. cit., p. 266. Identifican la capacidad creadora de un pueblo con su grado de desarrollo. 32. R. ÜTERO PEDRAYO (director), Historia de Galiza, I-IlI Buenos Aires, Nós, 1962; F. CARRE­ Privilegian el factor cultural por encima de todo porque la vitalidad de cual­ RAS CANDI, Geografía del Reino de Galicia, Barcelona, Ed. Alberto Martín, s/f: E. CARRÉ ALDAO Galicia; V. RISCO, Provincia de Orense; E. CARRÉ ALDAO, Provincia de la Coruña, 1; M. fu\fOR MElLAN, Provincia de quier pueblo y su capacidad de nacionalismo se confunde con su capacidad y Lugo; P. ALVAREZ LIMESES, Provincia de Pontevedra. con su dimanismo culturales.43 La libertad y la independencia que pide Nós 33. J. TABOADA, Etnografía galega. Cultura espiritual, Vigo, Ed. Galaxia, 1972, pp. 16-17. 34. Don Alfonso TRIGO, maestro nacional, hoy retirado en Loureses, me explicó que V. Risco daba a los alumnos cuestionarios para rellenar que luego los publicaba en «Nós». Don Alfonso tiene dos 38. R. OTERO PEDRAYO, Ensaio, pp. 14-15. publicaciones: 30 (1926), p. 18; 40 (1927), pp. 16-17. 39. J. TABOADA, Etnografía galega. Cultura espiritual, pp. 7-8. 35. V. RISCO, op. cit., p. 257; X. LORENZO, R. OTERO PEDRAYO, op. cit. JI, p. 7; X. LORENZO, 40. J. TABOADA, op. cit., p. 1 L Cantigueiro popular da Limia Baixa, Vigo, Ed. Galaxia, 1973,297 pp. 41. J. FILGUEIRA VALVERDE, Tiempo y gozo eterno en la narrativa medieval (La cantiga ClIl), Vigo, 36. «Rev. de Etnografía», «Rev. Lucerna», «Rev. Broteria", «Rev. de Guimarais», «o Arqueo­ Ed. Xerais, 1982, p. 19. logo Portugues», «Trabalhos da Sociedade portuguesa de antropologia e etnografia». 42. A. FRAGUAS y FRAGUAS, La Galicia insólita, Coruña, Librigal, 1973, pp. 7-25. 37. R. OTERO PEDRAYO, Ensaio histórico sobre a cultura galega, Vigo, Ed. Galaxia, 1981, pp. 12­ 43. R. VIllARES, A Historia, Vigo, Ed. Galaxia, 1984, p. 213. 13; el R. LOWIE, Histoire de I'Ethnologie classique, París, Ed. Payot, 1937, pp. 162-178.

-208­ 209­ l

son, más bien, interiores y de pensamiento.44 En este sentido «se adscribe a la hasta su muerte; lo que no había de recuperar nunca más fue el optimismo teoría organicista alemana .... , se basa en el volksgeist 45 o espiritu inconsciente instalándose en un relativismo integral que, según sus propias palabras, le de un pueblo o comunidad, ajeno a las intenciones o pretensiones de sus hizo debatirse entre sus propias contradicciones en donde se encontraba cómo­ miembros, propio y distinto, producto de su devenir histórico y de su entorno do; este no es el mejor caldo de cultivo para un hombre de acción que debe es­ natural» .46 tar seguro. El autor se fue dando cuenta de que la realidad cotidiana era inse­ gura por su propia estructura y de que la necesidad de verdad sólo encontraba cumplida satisfacción en la fe que se convierte en el principio estructurante de 49 VICENTE RISCO su mentalidad y de su cosmovisión. En 1916 regresa otra vez a Orense des­ tinado a la Escuela Normal como catedrático de historia. Este apartado lo dividiré, a su vez, en otros tres: 1) la vida de V. Risco, 2) Lo que motivó la toma de posición política del autor fue el descubrimien­ algunas de sus aportaciones al conocimiento de los gallegos, y 3) Risco y los to a que le llevó su contacto con Losada Diéguez de que lo más moderno era lo antropólogos de hoy. más tradicional, y sustituyó todos los istrlos por el que los englobaba a todos; el galleguism050 al que dedicará todas sus ilusiones y desvelos desde 1917 hasta 1936.51 Un movimiento nacionalista no puede tener más fundamento que la tradición y el pueblo que la abandona no tiene derecho a la existencia. 52 La Vida postura política de Risco puede definirse así; Vicente Martínez-Risco, notable ensayista, etnógrafo, crítico, poeta y nove­ lista,47 nació el 30 de septiembre de 1884 en Orense en el seno de una familia «Risco va a huir de los movimientos de masas porque fácil­ mente llegaban a ser radicales, fanáticos, propensos a las ideas de fidalgos. Hace sus primeros estudios en el Colegio de San Luis Gonzaga de anticlericales, socialistas, sindicalistas, ect., y se inclina, como su ciudad natal y el bachillerao en el Centro Provincial de Instrucción. Luego Ortega, por los de élite. El intelectual, el dirigente espiritual pasa a Santiago para hacer los estudios universitarios en donde se licencia en y político, en virtud de sus conocimientos y preparación, debe Derecho; regresa, entonces, otra vez a Orense en donde trabaja en el cuerpo de guiar, orientar, iluminar las mentes de los labriegos dando una funcionarios de Hacienda. En el año 1910 se marcha a Madrid para ingresar en imagen de tolerancia, educación y heterogeneidad respetuosa. la Escuela Superior de Magisterio en donde culmina la carrera en 1916. En La estrategia risquiana consistía en poner en marcha una for­ Madrid mantuvo estrecha relación con la Institución Libre de Enseñanza, fue mación elitista constituida por los 'bós e xenerosos' que descu­ discípulo de Ortega y amigo de R. Gómez de la Serna y entabla relaciones con brieran las esencias del pueblo y dieran ejemplo de aceptación 1. de Hoyos Sáinz48 quien fue su maestro en Etnografía. y orgullo de los valores patrios».53 Parece ser que en Madrid recuperó la fe católica a la que permanecería fiel En 1930 se va a Alemania con una beca para ampliar estudios de Etnología 44. C. A. MOUNA, op. cit., p. 309. en Berlín en donde hacía furia la escuela histórico-cultural y el difusionis­ 45. L. CALVO CALVO, El «Arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya» y la Antropologia Catalana, Barcelona, C.S.LC., 1991, p. 10. m054; de este viaje lo más provechoso fue su encuentro con una serie de espa­

46. J. de JUANA, Aproximación al pensamiento de V. Risco (1884-1963), Orense, Diputación 49. J. de JUANA, Aproximación al pensamiento de V. Risco (1884-1963), pp. 17-22. Provincial, 1985, p. 52. 50. [bid., p. 34. 47. F. FERNÁNDEZ DEL RmGO, Historia de la Literatura gallega, Vigo, Ed. Galaxia, 1981, p. 160. 51. V. RISCO, En lembranza de Antón Vilar Ponte, «A Nosa Terra», 03-III-1936). Su principal novela en gallego es Oporco de pe, y en castellano La puerta de paja, con la que quedó finalis­ 52. V. RISCO, A ideologla do nacionalismo exposta en esquema, «Céltiga», 154(931), pp. 25-V. ta del premio Nadal en 1952. 53. J. de JUANA, Aproximación, p. 46. 48. C. ORTIZ GARCíA, Luis de Hoyos Sáinz y la antropologla española, Madrid, C.S.I.c., 1987. 54. R. Lowm, Histoire de I'Ethnologie classique, pp. 162-178.

-210­ -211­ 1 ñoles que estaban de viaje o dando conferencias en aquel país: Martínez Santa I 65 Olalla, Noguera, Tobío, Fernández Armesto, Canedo a quien admira profun­ idea muy crítica de sus teorías. La visión que da de Alemania, de Viena y de 66 damente, Varela Santos, Gil Fagoaga, F. Ayala,55 las lecturas y la visita a mu­ Praga es la de la víspera de una guerra. En Viena, al menos en algún mo­ seos; por lo demás fue muy crítico con lo que estaba ocurriendo. Todo lo que mento, tuvo intención de contactar con el P. Schmidt; es de suponer que no ha escrito a raiz de este viaje es un auténtico libro de Antropología.56 Lo pri­ haya hablado con él porque no dice nada. mero que intentó en Alemania fue encontrarse con el profesor Thurnwald57 Poco a poco fue apoderándose de él el cansancio típico que produce en el pero éste hacía tiempo que andaba por África. 58 Al no encontrar a Thurnwald intelectual la agitación política, al mismo tiempo que se diluye la esperanza estuvo tentado a subir desde Berlín hasta Hamburgo para estudiar con F. de que se pueda conseguir algo importante para Galicia en este campo.67 Krüger a quien habría conocido personalmente por los constantes viajes que «Risco, a pesar de todo, no es un entusiasta de la política. La hace con reticen­ éste realizaba por aquella época a Galicia.59 Hübner le dijo que ni en Berlín ni cias. Su ideal consistía en la creación de una nueva civilización, espiritual y siquiera en toda Alemania no había quien enseñase Folklore.6o De sus charlas tradicional, para regenerar la decaída Europa. Esta misión que le asigna a con Bramm sacó en conclusión que para los alemanes la Etnología y el Galicia, concretamente a la Galicia que llama enxebre, es de naturaleza superior Folklore no eran la misma cosa.61 También le pasó por la cabeza ir a la bús­ a las obligaciones que la región tiene contraídas con el Estado».68 En nuestro queda de Frobenius, discípulo de Ratzel62 y uno de los más destacados autores autor el estudio del folklore es inseparable de su nacionalismo y no se puede de la escuela difusionista alemané3 pero no lo hizo; se encontró en repetidas hacer verdadero nacionalismo sin el estudio del folklore; esta idea se vio aún 69 ocasiones con M. Sponer, profesora de la universidad, gran conocedora de la más reforzada después de su viaje a Alemania con las lecturas de Solger. cultura gallega y de Galicia.64 En 1945 consigue la catedra de Paidología y Organización Escolar y se Partió para Viena, pasando por Praga, en donde conoció a Haberlandt que marcha de nuevo a Madrid con el propósito de continuar su obra literaria. le facilitó las cosas para poder trabajar en el Museo Folklórico. Aquí pudo, Murió en Orense el 30 de abril de 1963. tambien, tomar contacto más de cerca con las obras de S. Freud que nunca ha­ bía leido hasta el momento en que escribe, pero por lo que ha oido se hace una Aportaciones 55. e. A. MOLINA, La prensa literaria en Galicia, pp. 312-313. 56. V. Risco escribió en «N6s» sus impresones sobre Alemania: núms. 79,81,82,83 (1930), pp. 140-144, 179-185,206-207, 219-227; núms. 86, 88, 89, 93, 96 (1931), pp. 28-37,75-79,91-93, Define la nación gallega basándose en la tierra, en la raza, en el habla, en la 144-152,228-234; núms. 100, 102, 104, 105, 106, 107(932), pp. 108-110, 143-151, 188-195, organización social. Establece un íntimo lazo entre la religión, la tierra y el 201-207; núms. 1l0, lU, 112, 119, 120 (1933), pp. 31-37, 52-54,60-68,235-241,254-259; pueblo gallego, y sacraliza la naturaleza hasta hacer sentir un cierto aroma núms. 122,123,124,126-27,128-29,131-32(934), pp. 28-34,49-55,89-91,136-142,185; núms. 1 134, 135, 136, 137-38(935), pp. 35-37, 58-60,72-76, 100-07. Recogidos en Mirreleuropa, Vigo, Ed. panteísta.7° La tierra es la fuente original de la vida.7 Galaxia, 1984. 57. R. Thurnwald (1869-1954) pertenece a la escuela histórico-cultural con atisbos de funciona­ lismo moderado: ver R. LoWIE, op. cit., pp. 218-224. 58. V. RISCO, «Nós», 96 (1931), p. 232. 59. F. KRÜGER, Ellexico rural del noroeste ibérico, Madrid, e.S.Le., 1947); W. EBELING y F. KRÜ­ 65. V. RISCO, «Nós», 137-138(935), p. 107.. GER, La castaña en el Noroeste de la Peninsula Ibérica, «Anales del Instituto de Linguistica», V (Mendoza, 66. A. Risco, Risco en Europa, «Boletín Auriense», XlV-XV (1986), pp. 11-24. 1952), pp. 155-277 y adiciones. 67. V. RISCO, Mitteleuropa, II, «N6s», 135 (1935), pp. 58-60; carta a A. R. Castelao, sin fecha, en 60. V. RISCO, «Nós», 96 (931), p. 233. el Museo Provincial de Orense; F. BOBILLO, Nacionalismo gallego. La ideologfa de Vicente Risco, Madrid, 61. V. RISCO, «Nós», 96 (1931), p. 234. Akal, 1981, pp. 113-124. 62. F. Ratzel fue uno de los autores que más estudió el concepto de «círculo cultura!»; ver M. 68. e. CASARES, Vicente Risco, Vigo, Ed. Galaxia, 1981, pp. 57-58. HARRlS, El desarrollo de la tcorfa antropológica, pp. 294, 332 Y 575. 69. V. RISCO, «Nós», 96 (931), p. 233. 63. 1. FROBENIUS, Die Weltanschauung der Naturviílker, Weimar, Lieber, 1898; ver M. HARRIS, El 70. V. RISCO, O sentimiento da Terra na raza, "Nós», 1 (1920), pp. 4-9; Prologo, en R. Otero desarrollo de la teorra antropológica, pp. 226, 331-332. Pedrayo, «Pelerinaxes», 1, Coruña, N6s, 1929, pp. 8-9; cl V. PÉREZ PRIETO, op. cit., p. 142; el F. BOBI­ 64. M. SPONER, Algunas notas dos meus mudos sobre Jiloloxia galega, «Nós», 37 (1927), pp. 2-3. LLO, Nacionalismo gallego. La ideologia de Vicente Risco, p. 151; e. CASARES, Vicente Risco, pp. 60-70. 7L V. RISCO, A Coutada, en Leria, Vigo, Ed. Galaxia, 1962. -212­ -213­ ~ «El carácter ancestral, telúrico, de que europeo, como no sucede en ningún otro pue­ , I quiere dotar a la Naturaleza-Tierra, a la Tierra­ blo de la Península Ibérica. En la población Madre ... , le ha de permitir a Risco formularla rural se nota que todos los niños son blancos en tales términos que la vinculación religiosi­ como la nieve y de cabello rubio, casi que dad-tradición-nacinalismo se presenta, al mar­ blanco ... La raza gallega sigue siendo la vieja gen de su carácter intemporal, eterno, es decir, raza celta mezclada con los íberos, romanos y ahistórico, con una coherencia interna y un germánicos, pero, por encima de todo, se im­ atractivo estético y emocional de gran efica­ ponen los rasgos heredados de los celtas».80 cia».72 Esta raza, para conservarse «bendecía la endogamia, creía en la selección Galicia debe conservar y desarrollar su cultura atlántica y romántica, natural y la eugenesia, y conocía las propiedades degenerativas del mestiza­ je».81 opuesta a la mediterránea que es racionalistaJ3 La cultura gallega, debe tratar de mejorar material y espiritualmente la suerte de todos los gallegos y preser­ var nuestra autonomía racial y cultural y nuestra capacidad creadora, y culti­ «Estas consideraciones raciales de Risco, var sus diferencias para, un día, influenciar no sólo la civilización de España nada originales por otra parte, configuraban sino también la del mundo enteroJ4 La cultura europea, mediterránea «más cierta xenofobia hacia los componenetes del bien parece un montón informe de restos pisoteados, de reliquias maltratadas resto Península Ibérica, sobre todo los situados de las grandes civilizaciones: algo como una capa de remiendos para tapar al sur del Duero y, como no podía ser de otro modo, un declarado y sumamente radical anti­ nuestra miseria espiritual. Denuncia falta de energía creadora»,75 resalta, tam­ semitismo ... La raza sería pues, junto con el bién, su incapacidad para comprender la naturaleza y la idea falsa que se hace I resto de componentes aludidos, otro de los su­ 76 I del mund0 . «Para Risco la Galicia genuina es la tradicional, la del campo, puestos de cierta importancia sobre los que se no la dela ciudad»77. iría asentando la teoría nacionalista risquia­ Risco desenvuelve la idea de un pueblo gallego como nuevo pueblo de na».82 Dios llamado a salvar el mundo occidental de su pecado colectivo y de su de­ cadencia progresiva78 . Por la lengua, Galicia está cerca de Portugal y por el I Sin ser determinista admite que el parecido de los gallegos con algunos sentimiento sagrado de la tierra es un buen ejemplo de sedentarismo rural. 79 pueblos del norte, puede deberse al paisaje.83 V. Risco define así la cultura popular: «Es un hecho que no se puede discutir se­ riamente que en el pueblo gallego hay un pre­ dominio marcado del elemento rubio centro­ «El conjunto de aquellas creencias, conoci­ mientos, ritos, usanzas sociales, metódos de 72. F. BOBIIl.O, op. cit., p. 153. trabajo, producción de útiles, creaciones itera­ 73. V. RISCO, Estudos sobre o romanticismo, «A Nosa Terra», 213 (1925). rias y artísticas que un pueblo determinado 74. V. Risco, en carta a E. Blanco Amor, de! 27 de febrero de 1920 (Biblioteca E. Blanco Amor, Diputación Provincial de Orense). 75. V. RISCO, Las tinieblas de Occidente, Santiago, Ed. Sote!o Blanco, 1990, p. 38. 76. V. RISCO, op. cit., p. 41. 80. V. RISCO, Teoría do nacionalismo galego, Orense, La Región, 1920, pp. 18-19. V. RISCO, A raza, «A Nosa Terca», de noviembre). 77. C. CASARES, Vicente Risco, p. 70. 81. 151 (1921, 15 82. F. BOBIllO, op. cit., p. 183. 78. V. RISCO, «Rev. Logos», 18-23 (1932-1933); ver V. PÉREZ PRIETO, op. cit., p. 149. 83. V. RISCO, en R. Otero Pedrayo, H.istoria, 1, op. cit., p. 259. 79. V. RISCO, O sentimiento da terra na raza galega, «Nós», 1(1920), p. 4.

-214­ -215­ posee en común. El pueblo esto no lo aprendió evoluciona hacia la colmena, implica una creciente servidumbre que aparta ni en la escuela ni en los libros sino que lo ha al hombre de la naturaleza y lo deforma para adaptarlo a un medio artificial ido recibiendo de generación en generación por tradición»; es el resultado de elementos se­ y deletéreo en el cual la especie degenera rápidamente» ,89 y esto lo escri­ dimentarios del pueblo, reflexión ulterior, y bió, tal vez, allá por el año 1912. «La idea de la decadencia de Occidente elementos venidos de fuera.84 Cada pueblo y era una idea viva en nosotros mucho antes de que Spengler hubiera pensado cada cultura tienen un proceso vital que le es en escribir su libro. Allá por el 1912, tenía yo escrito un libro en el mismo propio, «una curva independiente cerrada so­ sentido que aún está inédito y que el de Spengler inutilizó para siem­ bre sí misma y esencialmente impenetra­ pre».90 «Se sabe que hoy el pensamiento es un producto del lenguaje; se ble» .85 sabe que una lengua da forma al pensamiento de los que la emplean, mol­ dea hasta su materia cerebral; no se puede pensar 10 mismo hablando fran­ El historicismo mágico de V. Risco recrea el pasado en función de sus inte­ cés que hablando chino» 91 lo que supone, de alguna manera, una ruptura reses inmediatos. Ofrece una historia mediatizada por sus intereses subjeti­ con los estudios historicistas y comparatistas en boga hasta finales del 92 vos. 86 Tal vez su visión de la historia era algo muy personal: XIX. Tuvo el autor una visión global de las cosas; supo buscar a cada de­ talle su significación dentro de un sistema coherente; esto lo demostró principalmente a la hora de situar las creencias gallegas sobre el diabl093 en «[ ... } más aficionado a los contrastes que a los matices, a la subyugación efectista que a la el que traza una verdadera historia etnológica del diablo; se podría calificar seducción del rigor, prescinde frecuentemente la obra de etnohistoria del diablo. El tema del diablo ya lo había tratado V. de las proposiciones generales o bien actúa Risco mucho antes en una conferencia pronunciada en la Cotuña en el año 94 contradiciéndolas. Es más un afirmador a prio­ 1926 que luego publicó. ri que un empirista. Convencido de la imposi­ Algunos antropólogos y etnólogos, tales como X. M. González bilidad del pensamiento objetivo, procede a la Reboredo, X. R. Mariño Ferro y C. González Pérez, integran en sus estudios recreación el pasado en función de sus intere­ las aportaciones de V. Risco que si bien escribió en otro momento histórico ses inmediatos».87 y con otra metodología, los datos que se encuentran en sus obras son indis­ pensables para poder explicar muchas costumbres de hoy que no son más Su visión de la historia, cuyo centro es el cristianismo, es providencialis­ que transformaciones de las de ayer. Algunos otros, especialmente los que ta.88 siguen las tendencias del estructuralismo-funcionalismo anglosajón,95 tales como J. A. Fernández de Rota y C. Lísón no prestan atención a la obra de V. Risco ni, en general, a la de ningún otro gallego. A muchos antropólogos V. Risco y los antrópologos actuales 89. V. RISCO, LIs tiniehlas de Occidmte, Santiago, Ed. Sotdo Blanco, 1990, p. 44. V. Risco tuvo visiones certeras sobre el fututo de la ciudad: «La ciudad 90. V. RISCO, Nós, os illadaptados, «Nós», 115 (933), p. 115. M. Outeíriño, C. Casares, Lugrís y F. Bobillo lo interpretan como una referencia al libro en cuestión. 91. V. RISCO, LIs fÍlIiehlas, p. 84. Esto muestra que estaba al día; tal vez lo haya escrito hacia 84. lhid., pp. 255-256. 1912. El Cours de linguistique gé1lérale de F. Saussure sólo apareció, París-laussanne, Ed. Payot, 1916. 85. V. RIsco, El sentido espiritual de la historia, «Misión», Suplemento 24 (1937), p. 5. 92. G. MOUNlN, Historia de la lingüística desde los orígenes hasta el siglo XX, Madrid, Ed. Gredos, 86. V. PÉREZ PRIETO, A xeneración Nós. Galeguismo e relixión, Vigo, Ed. Galaxia, 1988, p. 134. 1967, pp. 160-221. F. BoSll.LO, Elllaciollalismo, op. cit., p. 87. 155. 93. V. RISCO, Satanás. Historia del diablo, Vigo, Ed. Xerais, 1947 y 1985. 88. V. RISCO, El sentido espiritual de la historia, p. 9; V. RISCO, Mitología cristiana, Madrid, Ed. 94. V. RISCO, O demo na tradición da xente, «Nós», 30 (1926), pp. 1-5. Nacional, ver V. PÉREZ PRIETO, op. cit., pp. 1963; 159-163. 95. J. LOMBARD, L'anthrop%gie hritannique comtemporaine, París, Ed. P.U.F., 1972, pp. 111-161.

-216­ -217­ actuales españoles que trabajan sobre Galicia y sobre otras partes de España tradiciones que él estudió ya desaparecieron; para su trabajo utilizó las en­ se les puede hacer la crítica que V. Risco hacía a algunos intelectuales: trevistas, encuestas y observación participante, y estaba al día de lo que se publicaba.. «Todo se les vuelve citar y más citar a los alemanes (añado yo: a los americanos y a los ingleses), y no los citan como información sino como autoridades. No son las notícias sino las opiniones de los sabios alemanes las que tienen peso en España y no se atreven a contradecir­ las» .96

CONCLUSIÓN «A Xeración Nós, ... , é dunha trascendencia excepcional para Galicia. Os investigadores actuais, tanto no eido da etnografía como no da antropolo­ x(a, teñen na obra destes autores unha fonte impor­ tant(stma de datos, imprescindibles para un estudo a fondo da nosa cultura».97

V. Risco, uno de los artífices de Nós, «fue uno de los mayores intelec­ tuales nacidos en Galicia. Fecundo, original y riguroso, fue algo así como la cúspide de todo ese movimiento cultural galleguista que fue emergiendo desde el resurximento decimonónico y el teórico político que dirigió, encau­ zó y dio cuerpo ideológico al nacionalismo gallego durante casi veinte años»98; «desempeñó la función de orientador intelectual, de supremo defi­ nidor».99 No se pueden separar el Risco etnólogo del Risco escritor, ni el hombre de ciencia del político. Su valor etnológico es indiscutible aunque sólo sea como fuente de información porque muchas de las costumbres y

V. RISCO, «Nós», 137-138(935), pp. 101-102. Moncha PRIETO, O derradeiro latexo da Xwación Nós, «Alborada», (septiembre/octubre, 1989),

J. de JUANA, Aproximación al pensamiento e ideología de Vicente Risco (1884-1963), p. 9. R. PllIIEIRO, Prólogo a R. Lugrís, «Vicente Risco na cultura galega», Vigo, Ed. Galaxia, 1963,

-218­ -219­