Traductor: Jfreeman Supervisor: Kaiserofdarkness Corrector: Necro Traductor: Jfreeman Supervisor: Kaiserofdarkness Corrector: Necro Capitulo 13
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Traductor: JFreeman Supervisor: KaiserofDarkness Corrector: Necro Traductor: JFreeman Supervisor: KaiserofDarkness Corrector: Necro Capitulo 13 Un grupo de jinetes cabalga por el camino hacia el oeste, en dirección a Itálica. Por encima de ellos las banderas adornadas de rosas rojas, blancas y amarillas ondeaban. El sonido de muchos cascos galopando tronó por debajo de ellos. Sus corazas y cascos pulidos reflejaban el oro, la luz de la plata, las banderas ondeantes y las lanzas alzadas se lanzaron hacia adelante a gran velocidad. Un caballero liderándolos era particularmente notable. Era un caballero femenino espectacularmente vestida, cuyo cabello dorado se balanceaba con el viento. Ella azotó su caballo en varias ocasiones. Su caballo en silencio soportó el dolor y se lanzó hacia adelante en respuesta a ello. El campo pasó volando por los ojos del caballero femenino, pero ya era demasiado, demasiado lento para ella. Agarró las riendas con más fuerza y arremetió contra el caballo con más fuerza. — ¡Bozes! ¡Vas demasiado rápido! La mujer cuya voz estaba llena de calma incluso llego hasta el jinete que iba más adelante. Era un caballero femenino con el pelo castaño. Detrás de ella había un grupo de guerreros a caballo a quienes había dejado atrás para ponerse a la par con Bozes. El caballero femenino llamada Bozes respondió con una voz como el tintineo de las campanas de plata. — ¡Todavía estamos yendo demasiado lento, Panache! —Tu caballo no será capaz de soportarlo y la gente en la parte posterior no puede mantenerse a tu paso. Si esto sigue así, no vamos a ser capaces de luchar, incluso si llegamos a tiempo. —No importa, nuestro objetivo es Itálica, y los que andan atrasados pueden ponerse a la par después. ¡El tiempo es lo esencial ahora! —Pero--- —Incluso si sólo unas pocas personas llegan al final hay maneras de luchar con grupos pequeños. Lo más importante es llegar allí lo más pronto posible, incluso si solo somos pocos. Bozes había dicho esto bastantes veces, y Panache no pudo convencerla de lo Traductor: JFreeman Supervisor: KaiserofDarkness Corrector: Necro contrario. Lo único que podía hacer era seguir por detrás de Bozes y convencerla para que se detuviera lo más pronto posible. Después de que Bozes se obligara a aflojar las riendas y bajar la velocidad, la unidad detrás de ella finalmente logró ponerse a la par un poco. — ¿Panache, podremos hacerlo a tiempo? —Estará bien. Si se trata de la princesa, ella pensará en una manera. —Pero--- Eso era todo lo que Bozes podía hacer para suprimir el malestar de su corazón. Sus energías se centraron en el camino que seguía desplegándose ante ella y el pequeño punto de Itálica en el horizonte. Por lo tanto, el primero en darse cuenta de esto fue Panache. — ¿Hm? Algo se acercaba frente a ellos. Aunque se suponía que estaban en una vía importante del Imperio, esto quería decir que había sido construida hace mucho tiempo y expuesta a los elementos en el desierto, y en los lugares que serían muy estrechos ciertamente no era lo suficientemente grande para dos carruajes uno al lado de otro. Si los jinetes continuaban así, chocarían con la gente delante de ellos. Hablando de eso, la entidad que se acercaba desde al frente de ellos estaba acercándose con una velocidad que superaba sus expectativas. Parecía un cuadrado y desde una distancia que no podía decirse exactamente lo que era, pero parecía ser un carruaje de algún tipo. — ¡Bozes! —Lo sé. — ¡Qué demonios sabes! ¡Mira hacia adelante! Mientras la reprimenda de Panache la trajo de vuelta a sus sentidos, Bozes se enderezó, chasqueó la lengua y se echó hacia atrás con fuerza de las riendas. Panache levantó la mano izquierda para señalar un alto al resto de la unidad detrás de ella y tiró de las riendas para detener su caballo. La gente detrás de ellos resultó levemente aliviada, ya que tuvieron la oportunidad de dar a sus monturas agotadas un buen descanso. Tanto los hombres como los animales Traductor: JFreeman Supervisor: KaiserofDarkness Corrector: Necro jadeaban pesadamente sudando chorros de agua. — ¡Ahhh, qué dolor! ¡Pídales que se marchen! Al igual que los caballeros detrás de ellas estaban a punto de avanzar para eliminar la obstrucción, vieron la señal de Panache para que esperaran y se quedaran dónde estaban. —Vinieron de Itálica. Voy a comprobar por afuera y ver si tienen alguna información útil. Con eso, Bozes lentamente instó a su caballo hacia adelante. *** — ¡¿Qué hiciste?! En su ira, Piña arrojó el cáliz de plata que sostenía. Bozes, que orgullosamente había traído a un prisionero de guerra con ella en anticipación para un elogio, fue completamente sorprendida por esa reacción. Fue sorprendida por el dolor y la ira de Piña en su frente, y fue sólo cuando sintió la humedad caliente que fluía por su rostro y veía la sangre en el dedo que había utilizado para darse cuenta que tenía un corte por encima de su ceja. La sangre fluía por su hermosa mejilla y goteaba de su mentón sobre la alfombra de abajo, antes de expandirse lentamente. —S-Su Alteza, ¿por qué dices eso? ¿Qué hemos hecho mal? Panache limpio la herida de Bozes mientras pedía a Piña misericordia. La misma Bozes se había derrumbado sobre su trasero en estado de shock. Entonces, Hamilton reacciono. En lugar de gritar con rabia, ella suspiro profundamente. *** Esa tarde Los caballeros habían llegado a Itálica al fin. Bozes y Panache, aliviadas después de ver las calles pacíficas, decidieron informar a Piña y pedir disculpas por no poder llegar a la batalla. Sin embargo, no sólo Piña no las culpo por eso, sino que incluso las elogió por estar antes de lo esperado. Alegradas por su alabanza, Bozes y Panache felicitaron a Piña por su victoria y le dijeron acerca de su encuentro con algunos extranjeros que podrían haber sido los enemigos que habían tomado el control de Arnus. Ellas habían capturado a uno de Traductor: JFreeman Supervisor: KaiserofDarkness Corrector: Necro ellos y pensaron que Piña les felicitaría por esto, pero una vez que lo llevaron delante de Piña, ellas recibieron un golpe en su lugar. Las dos no sabían por qué Piña las había regañado, sino que incluso les había lanzado una copa hacia ellas. —Rompimos el tratado en menos de un día, y justo tenía que ser él... Hamilton se asomó al prisionero que estaba en la esquina de la habitación. Itami estaba allí, con su cuerpo carente de fuerza. Hamilton le puso una mano en el hombro y lo sacudió mientras gritaba, “Itami-dono, Itami-dono”. Pero Itami estaba cubierto de raspaduras y lucía con muchas contusiones de ser golpeado por muchas personas, por lo que su resistencia física y mental se había agotado hasta el punto que ni siquiera podía responder. No era difícil imaginar lo que le había pasado en el camino de vuelta aquí con solo mirarlo. —Hamilton, ¿cómo esta Itami-dono? —Parece que está en muy mal estado, tenemos que lograr que sea atendido de inmediato. Piña convocó a la sirvienta en jefa de la casa formal y dijo: “Lo siento, te lo dejamos a ti”. La vieja sirvienta y el mayordomo le respondieron: “Entendido”, y luego las sirvientas se reunieron para formar una muralla humana alrededor de Itami. Él fue trasladado afuera de esta manera. Después de ver salir a Itami, Piña ferozmente movió la cabeza hacia atrás. Ella parecía un demonio en este momento, y después de abofetear a Bozes --- que era un poco más alta que ella --- en plena cara, ella comenzó a cuestionarla. — ¿¡Qué diablos hiciste para dejar tan maltratado a Itami-dono!? —Nosotras, simplemente lo trajimos de la forma en como se le hace a un prisionero normal... La forma normal de tratamiento a los prisioneros, para el Imperio, a menudo consistía en que los arrastraban detrás de un caballo, y cuando los presos se derrumbaban por el agotamiento, ellos se asomaban con sus lanzas o los azotaban con la palma de una espada, lo que les obligaba a levantarse y continuar. Incluso si lo hacían de pie, sin embargo, todavía serían brutalmente azotados con los puños y los pies. De esta manera, los prisioneros perdían la voluntad y la fuerza para resistir o huir, y también Traductor: JFreeman Supervisor: KaiserofDarkness Corrector: Necro fue parte del proceso para quebrarlos antes de venderlos como esclavos. Piña murmuró: “Esto es malo, esto es realmente malo”. Ella se agarró la cabeza con sus dos manos y se estremeció mientras intentaba reprimir la rabia que aumenta sin parar a través de su cuerpo. Si se pensaba con calma sobre esto, no fue todo culpa de Bozes o de Panache. Después de todo ellas habían estado manejando a un enemigo que había asumido el control en Arnus y no podrían haber sabido que Piña había firmado un tratado con ellos. Sin embargo, a veces, las cosas inverosímiles como estas simplemente sucedían. El hecho fue que la JSDF se había retirado inmediatamente de Itálica una vez que el tratado entró en función. Excusas como “no sabíamos” o “se nos dijo demasiado tarde” no iban a funcionar. Después de todo, los que querían que el tratado entrara en función inmediatamente habían estado del lado de Piña. Itami había sido capturado después de que el tratado entrara en función, y peor aún, eso había sucedido dentro del dominio de la casa formal, donde se les garantizo el libre acceso. Estas acciones podrían romper el tratado. No había duda de ello. Esta fue una táctica preferida del Imperio, comenzando una guerra con el pretexto de una violación del tratado. Las violaciones de los tratados a menudo ocurrían en un mundo con malas comunicaciones como éste, con las unidades subordinadas luchando mucho después de que el resto de ellos se había rendido porque nadie les dijo que se detuvieran.