SEN. ROBERTO GIL ZUARTH

PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA

DEL SENADO DE LA REPÚBLICA

PRESENTE.

Los suscritos Francisco Búrquez Valenzuela, Fernando Herrera Ávila, , , Víctor Hermosillo y Celada, , Daniel Ávila Ruiz, , José de Jesús Santana García, Mariana Gómez del Campo Gurza, Andrea García García, Ma. del Pilar Ortega Martínez, Francisco Salvador López Brito, Senadores de la República de la LXIII Legislatura e integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 8, numeral 1, fracción II, 108 y 276 del Reglamento del Senado de la República, sometemos a la consideración del Pleno de esta Soberanía la siguiente Proposición con Punto de Acuerdo con carácter de urgente resolución mediante el cual se exhorta al titular del Ejecutivo Federal para que instuya a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público a generar los acuerdos que permitan que los precios de la gasolina y el diésel sean determinados bajo condiciones de mercado a partir del 1 de abril de 2016; asimismo se le solicita reduzca los precios máximos y mínimos dados a conocer mediante Acuerdo sobre la Banda de Precios Máximos de las Gasolinas y Diésel publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de diciembre de 2015. Lo anterior bajo las siguientes:

CONSIDERACIONES

El 11 de agosto de 2014 se publicó en el Diario Oficial de la Federación los decretos que expiden las Leyes Secundarias en Materia Energética mismas que permiten el ejercicio de la Reforma Constitucional en la materia.

Dentro dicho paquete se constituye la expedición de la Ley de Hidrocarburos, la cual establece en su artículo Décimo Cuarto transitorio que a partir del 1o. de enero de 2018 los precios de la gasolina y el diésel se determinarán bajo condiciones de mercado. Ahora bien, es importante destacar que en México las gasolinas y el diésel son producidos bajo esquemas no competitivos y quien los provee es el propio Gobierno Federal, en consecuencia, la determinación del precio no responde a criterios de mercado.

En los últimos años los ciudadanos han sido testigos y al mismo tiempo víctimas de los altos precios de la gasolina en México y de los efectos inmediatos que ello representa, principalmente para el bolsillo de cada uno de los consumidores, mayormente en los bolsillos de la gente que menos recursos tiene, en donde el único ganador con los precios actuales resulta ser, como en todo, el gobierno.

Como sustento a lo anterior conviene señalar que tan solo para este año se estiman ganancias para el gobierno federal por el concepto de recaudación de IEPS de 209 mil millones de pesos, lo cual significa 600 por ciento más que lo presupuestado para el año 2015.

Aunado a lo anterior resulta relevante que en fechas recientes en la ciudad de Houston dio inicio operaciones una gasolinera de la franquicia de Pemex dicha apertura genero polémica toda vez que es la primera gasolinera de Pemex fuera de México y en donde el precio de la gasolina equivale a 6.9 pesos por litro, es decir mucho más barata que lo que se vende en México.

Así la percepción de los ciudadanos de que en México estamos pagando el doble por las gasolinas y el diésel, sosteniendo con ello las malas decisiones de la política fiscal del gobierno.

Esta disparidad de precios observada, obedece a que los precios en Houston se determinan bajo las condiciones de mercado; por el contrario, en México la Ley de Hidrocarburos en su artículo décimo cuarto, fracción I, inciso c establece que “a partir del 1o. de enero de 2018 los precios se determinarán bajo condiciones de mercado” lo que impide que actualmente las familias mexicanas puedan gozar de precios bajos en las gasolinas. Además de ello en dicha artículo, se establece que “A partir del 1o. de enero de 2015 y, como máximo, hasta el 31 de diciembre de 2017 la regulación sobre precios máximos al público de gasolinas y diésel será establecida por el Ejecutivo Federal mediante acuerdo. Dicho acuerdo deberá considerar las diferencias relativas por costos de transporte entre regiones y las diversas modalidades de distribución y expendio al público, en su caso”. Lo que faculta al Ejecutivo Federal a generar un acuerdo que permita que los precios se determinen bajo condiciones de mercado.

En ese sentido y atendiendo el reclamo de la ciudadanía en marzo de 2015, presenté ante el Pleno de este Senado de la República y con el aval del Grupo Parlamentario de Acción Nacional una propuesta de reforma para modificar el artículo Décimo Cuarto transitorio de la Ley de Hidrocarburos, dicha propuesta con el objetivo de que a partir del 1 de enero de 2015 y como máximo hasta el 31 de diciembre de 2015, la regulación sobre precios máximos al público de gasolinas y diésel sea establecida por el Ejecutivo Federal es decir, dicha propuesta fue encaminada para que a partir del 1 de enero de 2016 los precios se determinen bajo condiciones de mercado, sin intervención alguna del gobierno.

A casi un año de haber presentado dicha iniciativa aún sigue sin dictamen, la cual de haberse aprobado a partir del primero de enero de 2016 los mexicanos podríamos estar gozando de precios bajos en la gasolina y el diésel. En este orden de ideas, resulta importante señalar el anuncio dado por el Presidente de la República en donde señala que se adelantará la importación de gasolinas y diésel a partir del primero de abril de 2016. Es decir, a partir de esa fecha la Secretaría de Energía podrá otorgar permisos de importación de gasolinas y diésel a cualquier interesado que cumpla con las disposiciones jurídicas aplicables.

Se argumentó que con dichas acciones el presidente busca impulsar la reforma energética pese al panorama internacional negativo.

Por ello en Acción Nacional le decimos al ejecutivo que para darle un total impulso a la reforma energética y que esta tenga un efecto positivo en los bolsillos de las familias mexicanas, es necesario que se adelante la fecha para que a partir del 1o. de abril de 2016 los precios se determinen bajo condiciones de mercado.

Sin embargo, somos conscientes que esto no será suficiente para tener precios de gasolina competitivos. Lo anterior, debido a que los altos precios que pagan los consumidores por la gasolina son causados también por los altos tributos que impone el gobierno federal y que, como se señala, supondrán para el gobierno ingresos superiores a 200 mil millones a costa de los ciudadanos.

En este sentido considero de gran importancia hacer un llamado al Ejecutivo

Federal para atender con capacidad esta demanda que es considerada por las familias mexicanas como una prioridad.

Por lo anteriormente expuesto, someto a consideración de esta honorable asamblea la siguiente proposición con:

PUNTO DE ACUERDO

PRIMERO. El Senado de la República exhorta respetuosamente al titular del Ejecutivo Federal para que instuya a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público a generar los acuerdos que permitan que los precios de la gasolina y el diésel sean determinados bajo condiciones de mercado a partir del 1 de abril de 2016.

SEGUNDO. El Senado de la República exhorta respetuosamente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que reduzca los precios máximos y mínimos dados a conocer mediante Acuerdo sobre la Banda de Precios Máximos de las Gasolinas y Diésel publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de diciembre de 2015.

Salón de Sesiones de H. Cámara de Senadores a 24 de febrero de 2016.

ATENTAMENTE