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«…que los trabajadores dejemos de ser extranjeros en nuestra propia patria»

Javier Tébar Hurtado Universidad de Barcelona

Esta pieza documental es una interven- tía para los presos políticos y denunciaban ción parlamentaria del diputado comunista la violación de los Derechos Humanos. La Marcelino Camacho Abad (La Rasa, , oposición la incorporaba como un signo de 21 de enero de 1918-, 29 de octubre identidad propio. Una todavía incipiente ar- de 2010) con motivo de la discusión sobre ticulación de la unidad de la oposición con- el proyecto de Ley de Amnistía que tuvo tribuiría de manera decisiva a principios de lugar el 14 de octubre de 1977. Es un tex- la década de los setenta a la organización to breve, pero de una carga histórica nada de campañas y la extensión de las protestas menospreciable. Sobre los procesos de am- en pos de la reivindicación de la amnistía nistía política en España, los precedentes política, expresando una continuidad con históricos más inmediatos se remontan a la política de Reconciliación Nacional que los convulsos años treinta. Finalizada la el PCE había aprobado en 1956. Entre 1974 Guerra Civil, las autoridades franquistas y principios de 1976, las protestas vincula- no aprobaron amnistía alguna que benefi- das a la petición de amnistía se constitu- ciase a los derrotados del conflicto, lo que yeron en la matriz de un ciclo de protesta decretaron de manera continuada fueron que se prolongó hasta finales de la década indultos generales y medidas de gracia. De- y que fue protagonizado por la ciudadanía, fender la amnistía política constituyó una a través de diferentes grupos de activistas cuestión irrenunciable para la oposición antifranquistas, de asociaciones civiles y de antifranquista desde el fin la guerra, inter- la iglesia católica. Este proceso se retroa- pretada en función de sus estrategias por limentaba y convergía con los conflictos el conjunto de las fuerzas de una oposición laborales, por cuanto éstos fueron, con alti- política dividida. Décadas después, la rei- bajos, uno de los principales motores de los vindicación de la amnistía traspasaría, cada cambios durante la transición política. vez más, las estrictas fronteras de la oposi- Cabe señalar que es posible que este sea ción organizada que iba ampliando su base un documento conocido o muy conocido social, y concitó una mayor unanimidad en por los especialistas, aunque tal vez no se la sociedad, entre grupos de intelectuales, haya difundido tanto como a veces se pien- profesionales y segmentos de unas «nuevas sa. Sobre todo, esta intervención de Cama- clases medias» que reclamaban una amnis- cho en el Congreso de los Diputados duran-

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Manifestación de los trabajadores de ISA por la amnistía y por un sindicato democrático. Sevilla, marzo de 1976 (Fuente: Colección del Archivo Historico de CCOO Andalucía).

te la primera legislatura de la democracia Minoría Comunista del Partido Comunista española ha sido con frecuencia olvidado, de España y del Partido Socialista Unifica- tanto en los aspectos relacionados con su do de Cataluña», confundiendo a Marcelino contenido como en particular las aristas del Camacho con otro diputado, Blas Camacho contexto en el que se produjo. La interven- Zancada, miembro del Partido Popular. ción del dirigente sindical y político comu- Pero más allá de esta cuestión, Marceli- nista está recogida en el Diario de Sesiones no Camacho en su intervención pidió a los del Congreso de los Diputados, número 241, diputados constituyentes la aprobación de correspondiente a la Sesión Plenaria nú- aquel texto de Ley de Amnistía, definiéndo- mero 11, celebrada el viernes 14 de octubre se a sí mismo como un «militante obrero» y 1977, en el marco de la discusión sobre la asegurando que sentía orgullo de defender- Proposición de Ley de Amnistía formulada lo. Aquel discurso, visto con perspectiva y conjuntamente por los Grupos Parlamen- situándolo adecuadamente en su contexto, tarios de Unión de Centro Democrático, contiene un relato sobre el pasado de lu- Socialista del Congreso, Comunista, Mino- cha contra la dictadura, sobre el presente ría Vasco-Catalana, Mixto y Socialistas de incierto que entonces se vivía —el tránsito Cataluña. A día de hoy, en el Diario de Se- desde aquel régimen dictatorial longevo— siones se mantiene una errata notable, a la y también sobre un proyecto de futuro para que con frecuencia no se alude, de manera la democracia en España. Que fuera él quien que en letra impresa se lee que interviene hiciera la intervención en el Congreso como «El Sr. Camacho Zancada en nombre de la representante del grupo comunista ya tenía

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de por sí un particular significado. Precisa- socio-profesional, por otro lado, que en lí- mente por ser uno de los dirigentes desta- neas generales se ha mantenido a lo largo cados de las Comisiones Obreras que el Tri- del tiempo hasta la actualidad. bunal de Orden Público había condenado, El obrero fresador llamado Marcelino el 27 de diciembre de 1973, a veinte años de Camacho, el mismo que había sido «en- prisión. Es decir, que a su condición de líder carcelado, perseguido y despedido muchas obrero aunaba la de expreso político. veces y durante largos años», era quien El debate que en aquella fecha estaba te- daba su apoyo a una Ley de Amnistía de- niendo lugar en el hemiciclo del Congreso mocráticamente elaborada y decía hacerlo de los Diputados pretendía ampliar la Ley «sin resentimiento». Tal como reconocía, la de Amnistía parcial de 30 de julio de 1976, defensa de aquella amnistía general repre- en realidad un segundo indulto, después sentaba para él un triple honor, por su con- del concedido el 22 de noviembre de 1975 dición de militante obrero y miembro de por el recién nombrado y pre- la minoría comunista en el Congreso, pero sentado como un homenaje a la memoria también por estar incluida en aquella ley la del dictador fallecido, que, en palabras del amnistía laboral. A partir de su defensa de entonces presidente Adolfo Suárez, «se ha- un proyecto para mirar al futuro y situar en ría pasar por amnistía». el horizonte una transición a la democracia En el curso de la sesión parlamentaria como posibilidad y anhelo, reflexionaba so- celebrada el 14 octubre de 1977, Camacho bre el significado de la lucha obrera contra desde la tribuna se autodefinió como «un la dictadura y sobre cuáles habían sido las miembro de un partido de trabajadores ma- motivaciones de los hombres y mujeres que nuales e intelectuales, de un viejo militan- se comprometieron por vías distintas y de te del Movimiento Obrero Sindical, de un diferentes maneras en la conquista las li- hombre encarcelado, perseguido y despe- bertades en nuestro país. Lo resumía expre- dido muchas veces y durante largos años». sando el deseo de conseguir entre todos «de Este viejo militante obrero, que contaba una vez que los trabajadores dejemos de ser entonces con 59 años de edad, era un fre- extranjeros en nuestra propia patria». De sador, un trabajador metalúrgico tal como esta manera, se adoptaba un punto de vista aparecía reflejado en su ficha de diputado. moral, el que Camacho había adquirido a lo No está de más recordar que de los 350 di- largo de su experiencia, como trabajador y putados elegidos en las elecciones genera- que le hacía considerar que «el mundo no les del 15 de junio de 1977 que conforma- estaba bien hecho, es decir, que no está a la ban las Cortes Constituyentes, Camacho medida de los más débiles». [1] era uno de los 31 diputados de procedencia Finalmente, la Ley 46/1977 se aprobaría trabajadora, ya fuera industrial o agrícola, al día siguiente del debate mantenido en repartidos entre las candidaturas tanto del el Congreso, el 15 de octubre, entrando en PCE como del PSOE. Ciertamente, un nú- vigor el 17 de ese mismo mes, una vez pu- mero menor fue el de las mujeres que ocu- blicada en el BOE. Conviene recordar hoy, paron un escaño en el Congreso, tan sólo por diferentes razones, que aquella fue una 21. Los representantes de aquellas Cortes Ley que no contó con la unanimidad de la constituyentes, desde el punto de vista pro- Cámara: de 317 votos emitidos, finalmen- fesional, eran de forma mayoritaria hom- 1.– Manuel Vázquez Montalbán: «Marcelino Camacho o el bres y juristas, economistas, profesores, sentido de la historia», en Marcelino Camacho, Confieso maestros y licenciados, una composición que he luchado. Sevilla, Atrapasueños, 2015, p. XI.

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te, fueron favorables 296, dos en contra, 18 fuera de la amnistía a «amigos, patriotas, abstenciones y uno nulo. Obtuvo el apoyo trabajadores de uniforme, [que] no puedan de los parlamentarios de UCD —el partido disfrutar plenamente de esta alegría» y, por en el Gobierno—, PSOE, Partido Socialista otro lado, «no discutiendo el problema que Popular, PCE-PSUC, la Minoría Vasco-Cata- afectaba a los llamados «delitos de la mu- lana y el Grupo mixto. Por su lado, Alianza jer», fundamentalmente la figura penal del Popular, al margen del discurso del caos de adulterio, para la que el grupo comunista en su representante Martínez Carro, no plan- julio de aquel mismo año había hecho una teó ninguna cuestión específica, y, como se propuesta que no prosperó en el Congreso. ha advertido, la paradoja es que la amnistía Ante esto, el dirigente obrero planteaba laboral, inasumible poco tiempo antes, no que tanto una como la otra eran asignatu- recibió ni un voto en contra, sino que fue ras pendientes que cabría que se discutie- aprobada por la suma de la unanimidad y la sen en un futuro de manera urgente para abstención. El diputado vasco Francisco Le- repararlas de manera justa. tamendia Belzunce, el único representante Dada la controversia actual sobre la Ley de Euskadiko Ezkerra, un partido todavía de Amnistía, esta es una cuestión que no no legal, recordó los límites de la «amnistía parece estar cerrada adecuadamente, sin pactada» pero se abstuvo, añadiendo unas que ello conduzca a afirmar que la norma palabras razonando que «dado que la en- se hizo a la medida de las fuerzas conserva- mienda no ha podido presentarse por razo- doras, porque esto no fue así. La obstaculi- nes formales, comprendiendo que Grupos zación frente a la amnistía la protagonizó Parlamentarios de luchadores de izquierda aquel sector de la derecha más íntimamente se han visto enfrentados a problemas que conectada a los valores y la cultura política les han obligado a aceptar un proyecto que del franquismo. No obstante, la bipolaridad no es de amnistía total y lo comprendo; en la concesión de la amnistía merece por dado que en todo caso esta amnistía total parte de la jurista García Arán algunas con- es un triunfo de todos los pueblos del Esta- sideraciones pertinentes: en primer lugar, do español, del pueblo vasco, de los mine- que en el artículo 1º de la Ley la «intencio- ros asturianos, de los trabajadores del ba- nalidad política» incluye intencionalidades rrio de Vallecas y de los braceros andaluces, distintas, las de los antifranquistas orien- no votaré en contra, me abstendré, y pido tadas al cambio de sistema político y, por el de estos grupos de izquierda presentes en contrario, la de los agentes y responsables el Parlamento una comprensión a mi pos- del régimen, orientadas a todo lo contrario, tura». es decir, a la conservación y perpetuación Juzgar aquella ley con la mirada de hoy de la dictadura. Por consiguiente, cabría es estéril; lo es tanto como justificarla en formular más adecuadamente la cuestión el presente como inamovible dada su per- como la aplicación de dos amnistías, «am- fección para resolver un problema de largo nistías asimétricas», aplicadas a víctimas y alcance como es la impunidad. Por eso es victimarios, que fueron objeto de los pactos necesario subrayar que el propio Camacho de la transición. era bien consciente de que la aprobación de aquel texto «en aras de ese consenso y de la realidad», decía refiriéndose a la correlación de fuerzas del escenario político, mostraba sus propios límites. Por un lado, dejando

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