HACIA EL SIGLO XXI: Arte Plástico En México, Testimonial
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Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco División de Ciencias Sociales y Humanidades HACIA EL SIGLO XXI: Arte plástico en México, testimonial Presenta: Wilfrido Espinosa Álvarez Tesis para obtener el grado de maestro en Comunicación y política Director de tesis: Eduardo Andión Gamboa México, Distrito Federal, marzo de 2009 RESÚMEN Hacia el siglo XXI: arte plástico en México, testimonial Wilfrido Espinosa Álvarez Tesis de maestría en Comunicación y política UAM, Xochimilco El trabajo presenta los resultados de una investigación documental y etnográfica desarrollada a fin de desentrañar la noción de “arte contemporáneo” manifiesta en el México al iniciar el tercer milenio. El documento tiene como base teórica la propuesta analítica del sociólogo francés Pirre Bourdieu (modelo de campo), y se basa en el estudio comparativo de tres foros dedicados a la exhibición de obra artística: La Panadería, El Museo de Arte Carrillo Gil y la Galería Óscar Román. La tesis muestra que al finalizar el siglo XX, era posible que los artistas plásticos nacionales generaran prácticas en Ferias Internacionales (tenían habitus campales); sin embargo, éstos ya no eran conocidos (reconocidos) como artistas “mexicanos” —como sucedió a principios del siglo XX—, sino simplemente como “artistas contemporáneos”. En ese orden de ideas, el trabajo evidencia que al cierre del milenio, los artistas nacionales rompieron con la illusio de que eran autónomos: si en el siglo XIX el campo del arte era un circulo cerrado de producción simbólica para productores, en el XXI, con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y los constantes intercambios simbólicos, esa situación se modificó, y se empezaron a contaminar entre sí los distintos campos. Se rompió definitivamente con la idea de autonomía. 2 ÍNDICE Agradecimientos 6 INTRODUCCIÓN 8 I CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO DE INVESTIGACIÓN 16 1.1 Análisis de fundamentos 1.1.1 Arte en México, estado de la investigación 17 1.2 Presupuesto teórico 1.2.1 Elección de la sociología de cultura —herramientas conceptuales de Pierre Bourdieu— como modelo teórico para abordar la cuestión 29 1.2.2 Caracterización del modelo teórico: nociones de espacio social, campo, habitus, illusio, capital, etc. 32 1.3 De la problematización a la hipótesis de trabajo 1.3.1 Problematización 43 1.3.2 Hipótesis de trabajo 47 1.3.3 Elección del objeto empírico 49 1.3.4 Metodología de recolección de la información 51 1.4 De la hipótesis inicial a los hallazgos Hipótesis inicial de trabajo y cambios que ésta sufrió en el desarrollo de la investigación (ruptura epistemológica). Hallazgos a los que se llegó y que se sostendrán en todo el texto. 54 II ANTECEDENTES 57 2.1 Emerge un campo del arte en el país 58 2.2 ¿Ruptura o coyuntura en los años cincuenta? 74 2.3 Del movimiento del 68 a los colectivos 89 2.4 Los noventa: senda de lo global y lo heterogéneo 99 3 III TESTIMONIAL: LA AUTONOMÍA EXTRAVIADA 121 3.1 Sin capital no hay campo 124 3.2 Fuga de “talentos”; artistas nacionales al extranjero 131 3.3 Museos mexicanos: jugada del campo político 134 3.4 Galerías: un arte de vivir del arte 138 3.5 ¿Emergentes y/o independientes? 147 3.6 Presencia del arte en medios: una apuesta del campo periodístico 157 3.7 Sin investigación no hay campo, ni industria 166 IV SIGLO XXI: “EL ARTE” HECHO ACTO… Y TESTIMONIO 172 4.1 Los agentes son capaces de caracterizar al campo del arte 4.1.1 Indeterminación, primer atributo del arte contemporáneo 174 4.1.2 Cambios en temas y los modos de producción 177 4.1.3 Arte contemporáneo: punto de encuentro de pasado y presente 183 4.1.4 Cambios en los espacios de exhibición 185 4.1.5 El campo se reconfigura con la globalización 187 4.2 Epílogo de una transformación 191 CONCLUSIONES 195 Bibliografía 200 Anexos 225 I. Biografías de artistas plásticos del siglo XX 226 II. Notas de La Jornada y de Reforma 256 III. Reporteros o críticos que escriben en los diarios analizados 260 IV. Actividades realizadas en La Panadería durante su ciclo de vida (1994-2001) y en el Museo de Arte Carrillo Gil (1995-2000) 263 4 A mis padres: Luisa, Orgullo, pilar, ejemplo, entereza, sabes que eres eso y mucho más. Con profundo respeto y cariño. Noé, La vida nos ofrece una tregua para remediar nuestros males… para alcanzar nuestros sueños. Pronto volverá a ser ayer para encontrarnos. (In memoriam) 5 Agradecimientos: En primer lugar, agradezco a Eduardo Andión Gamboa, director de tesis, profesor y amigo, por tu paciencia y enorme compromiso para ayudarme a concretar este proyecto. Sin tu apoyo y solidaridad el camino hubiera sido más largo y árido; en hora buena compartir contigo este proceso. Gracias también a Mariángeles Comesaña y Concheiro, amiga, guía, mentora, cómplice y aliada. Tu comprensión, generosidad, confianza y apoyo han sido fundamentales en la edificación de este proyecto. A mis sinodales, Elizabeth Brody y Antonio del Rivero, por su cuidadosa lectura y sus comentarios al documento. Es un privilegio trabajar con ustedes. Gracias a todos y cada uno de mis profesores de la maestría en Comunicación y política. Por su vocación docente y apoyo incondicional, gracias Alicia Polionato, Carmen de la Peza, Mabel Piccini, Margarita Zires, Silvia Gutiérrez y Raymundo Mier. A mis hermanos: Lorena, Obed, Jenny, Karina Rafaela, porque en nuestras diferencias reside nuestra comunión y fortaleza. En hora buena compartir con ustedes el pecho, el techo, la cama, la mesa; los padres, la infancia, los ritos, las fiestas, los juegos, los bailes, la sangre, los despertares… A mis amigos: gracias por estar cerca y tolerar tanta locura e inconsistencia. Ha sido una odisea visitar sus mundos y transitar juntos maleza y quimeras. Como en las películas —por orden aparición: gracias Vicky (Rodríguezl), David (Tapía), Eduardo (Andión), Eileen (Truax), Memo (Cravioto), Mario (Garnica), Mariángeles Comesaña, Veros, Laura, Chucho (Islas), Elena (Benítez), Rocío (Chío), Pili (Trinidad), Lety, RAS, Paco, Dulce, Paty (Pino), Aura, Shalil, Julio (Bautista), 6 Marquito, Gabriel (Oyuki), Tavo. Y a los que andan desaparecidos: Elizabeth Arizpe, Lulú (Castañón), Lalo (Nicolás), Arnaldo, Amparito, Adrián, Felipe, Louis… A mis niños prestados: Abita (Rukcanroll), sabe usted que es farolito y melodía en mi caminar. Elena, Coché (Josué), Grosselín (Joselín), Paolita (Sofía), sigo aprehendiendo gracias a ustedes; no dejen de crecer, no dejen de creer. Finalmente, gracias a esta vida contradictoria y frenética que tanto me ha dado, que tanto me ha arrebatado… Gracias pues a la enfermedad, al afecto, a la desolación, al canto, a los extravíos, a los encuentros y desencuentros, a las letras. Sigo latiendo y eso es lo que cuenta. 7 INTRODUCCIÓN El siglo XX fue un siglo de múltiples transformaciones. En cien años, los habitantes del planeta asistimos —como no se había visto antes en la historia de la humanidad— a múltiples cambios que van de lo científico a lo social, y de lo tecnológico a lo simbólico: a decir de algunos estudiosos de las ciencias sociales y la comunicación, como Regis Debray y Paul Valery, en un lapso muy corto de tiempo pasamos de la era del logos (logósfera) a la era de la imagen (iconósfera); de un mundo dividido en Estados nación, a un mundo globalizado; vertiginosamente se sucedieron avances tecnológicos y científicos que vendrían a reconfigurar los intercambios simbólicos y de información entre los seres humanos. Al surgimiento de la radio (1900), le siguieron el de la televisión (años treinta y cuarenta), el del cine hablado y el Internet (años setenta), entre muchos otros en el ámbito de la ciencia, que se desarrollaron de forma simultánea con la Primera y Segunda Guerra Mundial (1914-1918; 1939-1945), así como con la Guerra Fría, y los cuales llevaron a la humanidad a nuevos regimenes de visibilidad, convivilidad y de lucha por el poder. Con el advenimiento del siglo XXI, productores y receptores de la imagen entran en crisis; brincan nuestras coordenadas espaciales y temporales; habitamos un no espacio que se caracteriza por el espacio discontinuo y el tiempo fragmentario; las imágenes fluyen aceleradamente de un centro del mundo al otro y llegan al receptor en un proceso donde las señales se superponen a la materia; virtualmente nos desplazamos de una nación a otra y en un instante es factible "conocer" inéditas manifestaciones culturales o espacios geográficos. Al parecer, asistimos a una contemporaneidad donde los límites se transitan y la coyuntura — o entrecruzamiento de identidades varias— se habitan, los regionalismos se homogeneizan y preservan en un proceso que a todas luces se antoja paradójico; hay retroalimentación entre el centro y la periferia, se desvanece la dialéctica global-local por un diálogo polifónico entre culturas e individuos y ciencias. 8 En este contexto, hablar de individuo y sociedad, de intercambios simbólicos y de poder, de ciencia y tecnología, de política y comunicación, implica hablar de muchas variables sociohistóricas: de globalización, identidad, interacción, convivilidad, transformación, traducción, tránsito; así, resulta urgente desarrollar estudios en todos los ámbitos de la vida humana que permitan dar cuenta de las múltiples dislocaciones surgidas en la dinámica social luego del siglo XX. Por lo anterior, el trabajo de investigación que a continuación que se presenta, busca atender a una preocupación concreta en el ámbito de la cultura y que emerge de todas estas transformaciones manifiestas en el siglo XX: cómo es que al iniciar el Tercer Milenio —y frente al presunto proceso de globalización