Ubicación y Contexto de la Experiencia

La experiencia se desarrolla inicialmente en las provincias Aroma, Ingavi y Omasuyos y luego también en la provincia Los Andes, norte del departamento de .

En esta región no existen servicios microfinancieros que contribuyan a la prevención y mitigación de riesgo agrícola, que permitan a los productores garantizar al menos la reposición de los costos de producción en años de pérdida del producto físico. Esta circunstancia se constituye en una limitación al desarrollo rural en la región y desincentiva fuertemente las inversiones en la producción agrícola, dadas las condiciones de elevado riesgo agro meteorológico.

No existe en la región un servicio de pronóstico agro meteorológico convencional que permita a los productores tomar decisiones clave sobre los mejores lugares y épocas para hacerlo. Por este motivo, muchos de ellos recurren al conocimiento ancestral desarrollado sobre la base de muchos años de observación mediante el método de prueba-error-prueba-éxito-selección, lo que les ha llevado a construir un sofisticado sistema de pronóstico agrometeorológico basado en la observación del comportamiento de la fauna y flora nativa con relación a las condiciones meteorológicas esperadas. Lo mismo se ha desarrollado con respecto a la dinámica astronómica observada en la región. Algunas familias tienen la habilidad de interpretar adecuadamente las observaciones realizadas y sobre la base de esto deciden dónde y cuándo sembrar.

Actualmente, varios socios de la UNAPA, organización que aglutina a alrededor de 622 familias de productores agrícolas en “suka kollus” de la región norte, y en especial los líderes productivos –o “Yapuchiris”- que operan en la UNAPA como un “brazo técnico”, han revalorizado el conocimiento sobre bioindicadores y lo están fortaleciendo incorporando nuevas técnicas y estrategias de prevención y mitigación de daños. Por otro lado, la UNAPA cuenta con un sistema de microcrédito para sus asociados desde hace tres años consecutivos, con un importante grado de adopción.

Estas acciones han generado las condiciones básicas para plantearse la posibilidad de emprender un instrumento microfinanciero que permita a los socios de la UNAPA asegurar la recuperación de los costos de producción en años en que las condiciones meteorológicas superan la efectividad de las prácticas de manejo. La recuperación de dichos costos es proporcional al porcentaje de pérdidas, entendiendo que no todos los años se pierde todo y no todos los productores pierden igual.

Características de la Experiencia

El objetivo de la experiencia ha sido el de contribuir a mejorar procesos de prevención y mitigación de riesgos agrícolas provocados por fenómenos meteorológicos en el altiplano norte.

Asimismo se ha procurado como objetivos específicos: promover la recuperación e incorporación de conocimiento tradicional para la prevención del riesgo agrícola en la instrumentalización de un seguro agrícola; generar un instrumento financiero de mitigación de daños, fortaleciendo la cultura de prevención y socializando la experiencia desarrollada para la masificación del instrumento financiero.

La experiencia se inició con un primer piloto que se llevó a cabo en la gestión 2006-2007, en La Paz-, en la región Altiplano norte y central en las provincias Omasuyos, Ingavi y Aroma en los municipios de , Tiwanaku y respectivamente.

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Actualmente, se está llevando a cabo el segundo piloto (gestión 2007-2008) en las provincias: Aroma, Ingavi, Los Andes y Omasuyos, en los siguientes municipios y comunidades: Patacamaya: Belén Iquiaca; Tiwanaku: Pillapi; : ; Achacachi: Coromata Baja, Coromata Media, Chococopa Chico, Chococopa Grande, Sullulluni. Los beneficiarios son 143 clientes de ocho asociaciones comunales de la UNAPA. Se tiene prevista la ejecución de un tercer piloto en la gestión 2008 - 2009.

La alianza que lleva adelante este proyecto es la Fundación para el desarrollo Productivo y Financiero (Fundación PROFIN), PROSUKO y la UNAPA, quienes con la intervención los Yapuchiris, tienen la responsabilidad de operar técnicamente, tanto en campo como en gabinete, en las zonas de trabajo de los usuarios del FMRA.

La Fundación PROFIN, promueve procesos de innovación financiera y ajustes en la normativa, para facilitar el acceso a servicios financieros diversificados, orientados con preferencia a los actores de las cadenas productivas, a través de instituciones financieras sostenibles y socialmente responsables. En el marco del proyecto la Fundación PROFIN actúa como ente administrador e interviene coejecutando el piloto y brindando el asesoramiento técnico y financiero.

El Programa de Suka Kollus (PROSUKO) es un proyecto financiado por la cooperación suiza y ejecutado por Intercooperation con la finalidad de afianzar el desarrollo productivo impulsado por la recuperación de los suka kollus, el fortalecimiento de la organización de productores y su vinculación con los mercados. Interviene coejecutando el piloto y haciendo el seguimiento operativo.

La Unión de Asociaciones Productivas del Altiplano (UNAPA), es una organización de productores rurales que se constituye en el socio prioritario del PROSUKO, su objetivo central es el fortalecer los procesos productivos y comerciales del altiplano norte y central para contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de los productores asociados.

La estrategia utilizada se basó en las siguientes actividades:

1. Recuperación e incorporación de conocimiento tradicional para la prevención del riesgo agrícola, con el fin de que los productores cuenten con instrumentos y técnicas para reducir riesgos agro meteorológicos y puedan contar con mecanismos de prevención, permitiendo la construcción de condiciones necesarias para la implementación del instrumento del seguro. Esto se ejecutó a través de talleres prácticos de elaboración de insumos con los yapuchiris y usuarios, videos, fotos, internalización de experiencias, evaluaciones y seguimiento a técnicas de cultivo. 2. Generación de un Instrumento Financiero de mitigación de daños a la producción agrícola, con el objeto de brindar un instrumento financiero como alternativa complementaria en la gestión de riesgo, de esta manera los productores puedan contar con un respaldo financiero ante la ocurrencia de un siniestro incontrolable por las prácticas implementadas. 3. La implementación se logró a través de la constitución del Fondo de Mitigación del Riesgo Agrícola (FMRA), el Desarrollo de nuevas modalidades de aseguramiento, identificación de zonas homogéneas y delimitación de la parcela testigo, asimismo, la compra del valor de aseguramiento (pago de primas) por parte de los productores, contratos con beneficiarios y yapuchiris, cuenta de ahorro para manejo del valor de aseguramiento, cosecha, proceso de peritaje e indemnización. 4. Sensibilización a los productores, sus asociaciones y municipios hacia el concepto de seguro y socialización de la experiencia con miras a la masificación del instrumento financiero, a través de talleres de difusión en las asociaciones comunales de la UNAPA, contactos con personas e instituciones claves, publicación de la experiencia del primer piloto y sistematización de las experiencias del segundo piloto.

Los retos o dificultades que tuvieron que enfrentar se vieron reflejados en los siguientes aspectos: Necesidad de fortalecer una cultura de prevención de riesgo, ya que no todos los productores conocen las mejores prácticas en gestión de riesgo agrícola, para ello se utilizan distintas

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formas como talleres y experiencias para sensibilizar a los productores en cuanto a la prevención y mitigación del riesgo.

Poca confianza de los productores en el concepto del seguro. Este desafío se está resolviendo con todas las actividades y todos los procesos formales en su otorgamiento.

Con respecto a la diversificación del seguro se enfrentó como desafíos, el hecho de que no todos los agricultores son productores de papa de consumo, sino que también existen productores de semilla de papa, requiriéndose la diversificación del producto y de las modalidades de aseguramiento, existiendo actualmente cinco modalidades: para los de papa consumo ¼ ha, 1/8 ha y por quintales y para semilla de papa paquete 1 y paquete 2. Así también se incorporaron otros cultivos como ser quinua y cañahua.

Resultados, impactos y sostenibilidad

Entre los resultados e impactos del primer piloto están: La participación de 83 usuarios (28 de papa consumo y 55 de semilla de papa); Incremento promedio del 72% en los rendimientos y finalmente la cancelación de la indemnización a 29 socios. Todo esto permitió a los productores recuperar un porcentaje de lo invertido en sus costos de producción, con gran impacto traducido en el incremento de clientes en el segundo piloto.

En el segundo piloto se logró la participación de 143 usuarios, 29 zonas homogéneas identificadas en las ocho comunidades, 17 parcelas testigo, 16 yapuchiris testigo y cinco yapuchiris peritos. El 90% de los productores utilizan prácticas mejoradas.

La experiencia ha logrado un cambio significativo en la cultura de prevención en productores y autoridades, incentivando prácticas mejoradas y conciencia sobre la utilidad de las prácticas y el seguro como instrumento financiero.

Elementos innovadores en la experiencia

En seguro convencional es un instrumento puramente financiero, mientras que este seguro tiene un enfoque innovador, por estar orientado a mejorar la cultura de prevención de riesgos, como condición para el buen funcionamiento del seguro agrícola.

La metodología utilizada es un sistema de seguro agrícola basado en parcelas testigo1 que son cultivadas con prácticas tradicionales mejoradas, introducidas por los “yapuchiris” como productores destacados por la comunidad, que manejan conocimientos ancestrales y brindan asistencia técnica a los productores que deseen asegurar su producción agrícola, en zonas geográficamente homogéneas2. De esa manera, todos los productores tienen la oportunidad de trabajar en condiciones similares y por tanto, obtener resultados productivos parecidos haciendo que lo acontecido en dichas parcelas testigo sea representativo de lo que ocurre en el resto.

Si acaso ocurre un fenómeno climático, el “yapuchiri” realizará prácticas de mitigación que también transmitirá a los demás productores, quienes tendrán la obligación de introducirlas, de lo contrario corren el riesgo de que sus daños sean mayores que del resto de los productores, daños que serán reconocidos por el seguro como consecuencia de la negligencia del productor.

Cuando llega el momento de la cosecha, el “yapuchiri” realiza la misma con el apoyo de los productores en la parcela testigo, en presencia de los dirigentes de la Asociación y un Notario de Fe Pública, quienes levantarán un acta. El parámetro que se utilizará para definir si existió siniestro o no, será la producción obtenida en promedio los cinco últimos años y el consenso

1 Parcela Testigo: parcelas trabajadas por los Yapuchiris, que servirán como parcelas referenciales y proporcionan demostraciones de las diferentes técnicas de gestión de riesgo agrícola (prevención) a los distintos usuarios y proporciona el rendimiento promedio de un periodo siembra cosecha de papa 2 Zona Homogénea: Es el área de producción agrícola, cuyo régimen de temperatura, precipitación, humedad y suelos –que conforma un determinado microclima- es homogénea). 3

previo con los productores, de manera tal que la diferencia entre la producción obtenida en la parcela testigo con respecto a ese parámetro, será la que el seguro reconozca para el resto de los productores3.

Posteriormente, el Yapuchiri informará a PROSUKO, para que a su vez gestione con la Fundación PROFIN el resarcimiento de los daños, afectando el Fondo de Mitigación del Riesgo Agrícola.

Aprendizajes producidos a partir de la experiencia

Aprendizajes producidos a partir de la experiencia: • Contribuir al desarrollo de la experiencia genera en los productores, la apropiación del concepto del seguro. • La presencia de la UNAPA es vital para el éxito del seguro porque los productores tienen confianza tanto en la institución, como en los Yapuchiris. • El proceso de sensibilización debe ser dinámico y continuo a lo largo de la duración del proyecto. • La sensibilización debe de las instituciones hacia los productores y a la inversa, solo así se puede identificar las necesidades de los clientes y desarrollar el instrumento en función de ello. • Construir la escala de indemnizaciones con la participación de los productores permite diseñar un producto que responde de mejor manera las necesidades de los clientes. • El costo de monitoreo y verificación in situ es bajo porque lo realiza el productor líder de la zona e incorpora líderes de otras zonas con vasta experiencia, reduciendo costos administrativos. • La estrategia permite la movilización y la incorporación de la gestión del conocimiento local y foráneo de manera eficiente y dinámica desde una experiencia comunal a otra. • Moviliza y fortalece estructuras organizativas productivas por la rigurosidad del contrato, que permite implementar de manera oportuna técnicas de prevención y mitigación.

Además de contar con la sólida estructura de las instituciones para la implementación del modelo de seguro, el factor de éxito más relevante es la actitud de superación de los productores y las relaciones de confianza entre ellos y las instituciones.

Para poder replicar esta experiencia en otro contexto es necesario contar con: • Líderes productivos y tecnológicos. • Institución administrativa y cercana a los productores. • Institución con conocimiento en administración de fondos. • Interés y disposición de entidades públicas y/privadas de inmovilizar recursos financieros en un Fondo de Mitigación de Riesgo Agrícola.

3 El monto a reconocer no será una proporción del valor de la producción esperada, sino la proporción del costo de producción que el Yapuchiri invierte en efectivo.

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